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Agradecimientos
Introducción
Capítulo 1 Descubriendo el camino
Capítulo 2 El viaje shamánico: Introducción
Capítulo 3 Shamanismo y estados de conciencia
Capítulo 4 Animales de poder
Capítulo 5 El viaje para restaurar el poder
Capítulo 6 Prácticas de poder
Capítulo 7 Extrayendo invasiones dañinas
Palabras finales
Apéndice A Tambores, sonajas y otras ayudas
Apéndice B El juego manual de los indios cabeza plana
Notas
Bibliografía
Índice
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos los permisos para el uso del material de las siguientes fuentes:
Spirit, Spirit: Shaman Songs (Espíritu, Espíritu, Canciones del shaman) por David
Cloutier. Copyright 1973 por David Cloutier. Reimpresión con permiso del autor y
editorial Copper Beech Press. “The hand game of the Flathead Indians”, por Alan P.
Merriam. Journal of American Folklore 68, 1955. Copyright 1955 para la American
Folklore Society. Reimpreso con permiso del autor y la American Folklore Society.
DESCUBRIENDO EL CAMINO
Mi primer trabajo de campo amplio como un toque antropológico me tomo más de dos
décadas en la zona boscosa del este de los Andes Ecuatorianos entre los indios Jíbaro o
Untsuri Shuar. Los jíbaros son famosos al tiempo de sus ahora esenciales prácticas
desaparecidas de “reducción de cabezas”, y por la intensiva práctica del shamanismo, el
cual hasta la fecha continúa. Yo exitosamente he colectado un gran acuerdo de
información de sus culturas durante los años de 1956 y 1957, sin embargo, ha
permanecido un observador fuera del mundo del shamán.
Un par de años más tarde, el Museo Americano de Historia Natural me invito a realizar
una expedición de largo tiempo a la Amazonia Peruana para estudiar la cultura de los
Indios Conibo de la Región del Río Ucayali. Yo acepte, gustoso para tener una
oportunidad para hacer más investigación sobre las fascinantes culturas boscosas de la
Alta Amazonia. Este trabajo de campo tuvo lugar en los años 1960 y 1961.
Dos experiencias particulares que tuve entre los indios Conibo y los Jíbaro fueron
básicos para mi descubrimiento del camino del shamán en ambas culturas y me gustaría
compartirlas contigo. Quizá ellos convienen algo del increíble mundo escondido abierto
al explorador shamánico.
Yo he estado viviendo la mejor parte del año en la villa de los indios Conibo a un lado
de un remoto lago fuera de un afluente del Río Ucayali. Mi investigación antropológica
sobre la cultura de los Conibo ha sido bien llevada, sin embargo, mis intenciones para
sustraer información sobre su encuentro religioso con pequeños éxitos. La gente fue
amigable, pero renuente a hablar acera de lo sobrenatural. Finalmente ellos me dijeron
que si yo realmente deseaba aprender, debería tomas la bebida sagrada de los shamanes
hecha de la ayahuasca el “vino del alma”. Estuve de acuerdo, con la curiosidad e
inquietud, ellos me advirtieron que la experiencia podría ser terrorífica.
Al día siguiente mi amigo Tomás, el mas viejo de la villa, fue al bosque a cortar las
vides. Antes de irse, me comento rápido: un desayuno ligero y no un almuerzo. El
regreso al mediodía con suficientes vides de ayahuasca y hojas de la planta cawa para
llenar una olla de 15 galones. El los hirvió durante toda la tarde, hasta obtener un cuarto
del líquido oscuro remanente. Así lo echo dentro de la vieja botella y lo dejo enfriar
hasta la puesta del sol, cuando el dijo que podríamos tomarlo.
Los indios ponen bozales a los perros en la villa para que no estén ladrando. El ruido del
ladrido de los perros pueden dirigir a un hombre disparatado que ha tomado ayahuasca,
yo comento. Los niños estarán prevenidos para estar quietos, y el silencio deberá cubrir
la pequeña comunidad con la puesta del sol.
Así como el breve crepúsculo ecuatorial fue reemplazado por la oscuridad, Tomás sirvió
un tercio de la botella dentro de una licorera y me lo dio. Todos los indios estaban
viendo. Me sentía como Sócrates entre sus compatriotas atenienses, aceptando el
veneno- esto me ocurre cuando uno de los nombre alternativos que dan los indios
peruano amazónicos a la ayahuasca de “Pequeña Muerte.” Tome la porción rápidamente
Esto tenia un extraño y delicado sabor amargo. Espere que Tomás tomará su turno, pero
el dijo que había decidido no participar después de todo.
Ellos se echaron en la plataforma del bambú bajo techo de paja de la casa comunal. El
villa estaba quieta, excepto por el gorjeo de los grillos y los distantes llamados de un
mono aullador en la profundidad de la selva.
Así como inicie descendiendo, dentro de la oscuridad, débiles líneas de luz aparecían.
Ellos crecían filosos, más intricados, y rotos dentro de colores brillantes. El sonido llego
de más allá, un sonido como una cascada, la cual creció fuerte y fuerte hasta que lleno
mis oídos.
Sólo unos pocos minutos tempranamente había estado defraudado, seguro que la
ayahuasca no habría tenido un efecto en mi. Ahora el sonido del agua precipitante
inundaba mi cerebro. Mis mandíbulas empezaban a sentirse entumecidas, y el
entumecimiento esta moviéndose hacia mis sienes.
Por encima de las débiles líneas que comenzaban a brillar, y gradualmente a entrelazar
formas de toldos parecidos a mosaicos geométricos de manchados cristales. El matiz del
brillo violeta formo un amplio techo sobre mí. Sin la celestial cueva, escuche el sonido
del agua creciendo poco a poco y pude ver débiles figuras engarzadas en movimientos
de sombras. Así como mis ojos vieron el ajuste de la tinieblas, la escena movida
resolvió a si mismo dentro de algo parecido a un enorme casa de la risa, un sobrenatural
carnaval de los demonios. En el centro, presidiendo varias actividades, viéndome
directamente, fue una gigantesca sonrisa abierta de una cabeza de cocodrilo, de aquellas
mandíbulas cavernosas chorreando una torrencial inundación de agua. Lentamente las
aguas rosas, se hicieron como un toldo en ellos, hasta que la escena se convirtió dentro
de una simple dualidad de azul cielo arriba y abajo mar. Todas las criaturas habían
desaparecido.
Por tanto, desde mi posición cercana a la superficie del agua, empieza a ver dos
extrañaos botes flotando atrás y adelante, flotando a través del aire hacia mi,
acercándose poco a poco. Ellos lentamente combinaron a formar un simple barco con
una enorme proa con cabeza de dragón, nada parecida a un barco vikingo. El aparato
entre los barcos fue una nave escuadra. Gradualmente, así como el bote gentilmente
floto atrás y delante de mi, escuche un sonido elegantemente rítmico y vi que esto era
una gigante galería con cientos de remos moviéndose atrás y adelante en cadencia con el
sonido.
Estuve consciente, también, del más hermoso canto que jamás había escuchado en mi
vida, de alto tono y etéreo, emanando desde voces miríadas a bordo de una galera. Así
como observe mas cerca en el escritorio, debería hacer fuera un gran numero de gente
con las cabezas de mandíbulas azules y los cuerpos de humanos, como los dioses de
cabeza de pájaro de las tumbas pintadas del antiguo Egipto. Al mismo tiempo, algunas
esencias de energía empezando a flotar desde mi pecho dentro del bote. Sin embargo,
creo yo mismo ser un ateo, esta completamente seguro que estuve moribundo y que el la
gente cabeza de pájaro había venido a tomar mi alma fuera del bote. Mientras el alma
flotante continuada desde mi pecho, yo estaba consciente que las extremidades de mi
cuerpo estaban creciendo entumecidas.
Inicie con mis brazos y piernas, mi cuerpo lentamente empezó a sentir como esto fuera
cambiando a un sólido concreto. No podía hablar o moverme. Gradualmente, como los
entumecidos cercanos sobre mi pecho, hacia mi corazón, intente abrir mi boca para
pedir ayuda, para pedir a los indios un antídoto. Intentar como yo debería, sin embargo,
no debería ordenar mis habilidades suficientemente para hacer una palabra.
Simultáneamente, mi abdomen busco ser cambiado a piedra, y yo tenia que hacer un
tremendo esfuerzo para mantener mi cabeza golpeada. Empecé llamando mi corazón,
mis amigos mis queridos amigos de todo, para hablarle, para alentarlos a golpear con
todo el poder acumulado a mi mando.
Estuve conciente de mi cerebro. Sentí, físicamente, que esto tenia a convertirse a
compartirse dentro de cuatro distintos niveles. En la superficie más alta fue la del
observador y el comandante, los cuales estuvieron conscientes de la condición de mi
cuerpo, y fueron responsables de la intención de mantener mi corazón funcionando. Se
percibió, como puramente un espectador, las visiones emanaron desde que ni parecieron
ser las porciones de mi cerebro. Inmediatamente bajo el nivel más alto senti un