LITURGIA DE LAS HORAS La Liturgia de las Horas puede parecer montona y larga, aunque sta sea la oracin de la Escritura.

Pero es que cuando la oracin litrgica no va acompaada de una vida de adoracin, se corre el riesgo de convertirla en una oracin exterior, que no penetra. Podemos estar cantando o rezando salmos junto con otros, pero no sabemos ni por qu lo hacemos. Para ser una oracin veraz, la recitacin del Oficio Divino debe ser vivido en la adoracin. Y la adoracin debe prolongarse en la Liturgia de las Horas. La oracin litrgica no purifica nuestro corazn, ni inspira nuestra inteligencia si no est sostenida por una actitud oracional de adoracin. Esa adoracin de corazn en que reconocemos a Dios como Quien es, nos lleva a desear alabarlo y darle gracias en la oracin litrgica. Y as podemos hacerla con verdadero gusto. Gustad y ved qu bueno es el Seor (Sal. 34, 8). La adoracin es la va para que la Liturgia de las Horas pueda ser un ejercicio tambin de caridad fraterna al orar juntos. Si adoramos en silencio reunidos, el rezo del Oficio Divino juntos tiene que convertirse en una fuente de gran unidad. La Liturgia de las Horas es un ejercicio espiritual, pero implica otro ejercicio de oracin personal y comunitaria de adoracin.