La evaluación del aprendizaje es un proceso que consiste en comparar o
valorar lo que los niños conocen y saben hacer, sus competencias, respecto a su situación al comenzar un ciclo escolar, un periodo de trabajo o una secuencia de actividades, y respecto a las metas o propósitos establecidos en el programa educativo de cada nivel; esta valoración-emisión de un juicio-se basa en la información que la educadora recoge, organiza e interpreta en diversos momentos del trabajo diario y a lo largo de un ciclo escolar. El expediente personal del niño. Ante la necesidad de contar con información diversa y sustancial sobre el aprendizaje de los alumnos, se propone la integración de un expediente personal, en el cual la educadora reporte y reúna información valiosa acerca de cada niño y cada niña, evidencias de hechos importantes de su historia personal. El expediente que se elabora de cada niño y cada niña al ingresar al nivel preescolar, podrá ser una herramienta de apoyo y orientación para quienes son responsables de su educación, ya que contendrá información fundamental acerca de quiénes son y qué avances tiene. ¿Qué evaluar? La constatación periódica de los avances de cada niña y cada niño en relación con los propósitos fundamentales y las competencias incluidas en los campos formativos es el objetivo principal de la evaluación. Ello significa que, para evaluar la educadora debe no sólo considerar lo que observa que los niños pueden hacer y saben en un momento específico, sino tomar en cuenta los avances que van teniendo en el proceso educativo, cuando se les brinda cierto apoyo y mediante él consigue nuevos logros. ¿Cuándo evaluar? Los avances que logran los alumnos en cada competencia se manifiesta al actuar en situaciones reales de la vida escolar o extraescolar; por esa razón es necesario subrayar que la evaluación del aprendizaje es continua: al observar su participación en las actividades, las relaciones que establecen con sus compañeros, al escuchar sus opiniones y propuestas, la educadora puede percatarse de logros, dificultades y necesidades de apoyo específico de los pequeños. Se aspira a que asuma una actitud de alerta constante hacia lo que pasa con los preescolares y su aprendizaje, lo que posibilitará la puesta en práctica de mejores estrategias y decisiones educativas. DIFERENCIAS ENTRE LOS PARADIGMAS BÁSICOS DE LA EVALUACIÓN EL PARADIGMA RACIONALISTA
Proporciona buenas estimaciones de las diferencias variaciones y
correlaciones cuando las variables, realmente, pueden ser definidas apropiadamente y pueden establecerse controles razonables.
Factores que intervienen para una buena evaluación:
*Aprendizajes *Proceso educativo del grupo/organización del aula. *Práctica docente. *Organización de la escuela. *Educadora *Niños *Madres/padres de familia *Personal directivo *Observación *Diálogo *Entrevista *Expediente personal del niño *Diario de la educadora *EVALUACIÓN *Inicial *Continua *Final