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GENERACION DEL 98 Y GENERACION DEL 27

EVELIN YEPEZ ARBOLEDA


SEBASTIAN GRISALES ESCOBAR

CONSULTA

PROFESORA
LUCIS DIAZ
LIC. LENGUA CASTELLANA

INSTITUCION EDUCATIVA SAN LUIS GONZAGA


AREA: LENGUA CASTELLANA GRADO: 10º4
COPACABANA
2008
EJES TEMATICOS
Pág
INTRODUCCION 1
1. GENERACION DEL 98 2
1.1. Nomina 3
1.2. Características 3-5

2. GENERACION DEL 27 5
2.1. Denominación 6
2.2. La delimitación del grupo 6-7
2.3. Revistas
2.4. Estética y Evolución
2.5. Corriente del 27

3. CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
ANEXOS

INTRODUCCION
Durante el año 1898 España venia presentando ciertos enfrentamientos
bastantes críticos con los estados unidos de norte América,
enfrentamiento que tuvo el nombre de la guerra hispanoestadounidense la
cual dejo como resultado la pérdida de cuba, puerto rico y filipinas del
control español y además deja a los estados unidos como potencia
mundial. En este mismo año y por iguales hechos surge la generación del
98 también llamada generación del desastre; movimiento que se
caracteriza por lograr reunir todos aquellos escritores preocupados por la
reflexión de España y la política española.
El 11 de julio de 1561 nace un hombre llamado Luis de Góngora y Argote
quien fue sacerdote, poeta y dramaturgo español del siglo de oro y que
además en un futuro seria homenajeado por la generación del 27 debido
al tricentenario de su muerte. Esta generación que surgió en 1927 lejos de
cualquier tentación de uniformidad estética sus representantes, tales
como Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Luis Cerduna, entre otros;
se distinguen por la diversidad de su estilo y por la libertad en el uso de
las formas literarias tradicionales y contemporánea.
Esta consulta se hace con la finalidad de poder conocer un poco más a
fondo estas dos grandes generaciones, recolectando una cantidad mayor
de datos que nos permitan realizar deducciones pertinentes.
1. GENERACION DEL 98

La Generación del 98 es el nombre con el que se ha agrupado


tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles
que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y
social acarreada en España por el desastre de la pérdida de Puerto Rico,
Cuba y las Filipinas en 1898. Además de la derrota ante Estados Unidos.
Todos nacen entre 1864 y 1875.
Se inspiraron en la corriente de crítica del canovismo denominada
regeneracionismo y ofrecieron una visión artística en conjunto en La
generación del 98. Clásicos y modernos.
Estos autores comenzaron a escribir en una vena juvenil hipercrítica e
izquierdista que más tarde se orientará a una concepción tradicional de lo
viejo y lo nuevo. Pronto, sin embargo, siguió la polémica: Pío Baroja y
Ramiro de Maeztu negaron la existencia de tal generación, y más tarde
Pedro Salinas la afirmó, tras minucioso análisis, en sus cursos
universitarios y en un breve artículo aparecido en Revista de Occidente
(diciembre de 1935), siguiendo el concepto de "generación literaria"
definido por Peterson; este artículo apareció luego en su Literatura
española. Siglo XX, 1949.
José Ortega y Gasset distinguió dos generaciones en torno a las fechas
de 1857 y 1872, una integrada por Ganivet y Unamuno y otra por los
miembros más jóvenes. Su discípulo Julián Marías, utilizando el concepto
de "generación histórica", y la fecha central de 1871, estableció que
pertenecen a ella Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle-Inclán,
Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel y
Galán, Manuel Gómez Moreno, Miguel Asín Palacios, Serafín Álvarez
Quintero, Pío Baroja, Azorín, Joaquín Álvarez Quintero, Ramiro de
Maeztu, Manuel Machado, Antonio Machado y Francisco Villaespesa.
La crítica al concepto de generación fue realizada inicialmente por Juan
Ramón Jiménez en un curso dictado en los años 50 en la Universidad de
Puerto Rico (Río Piedras), y luego por un importante grupo de críticos que
va desde Federico de Onís, Ricardo Gullón, Allen W. Phillips, Yvan
Shulman, y termina con las últimas aportaciones de José Carlos Mainer y
Germán Gullón, entre otros. Todos ellos han puesto en duda la oposición
del concepto de generación del 98 y de Modernismo.
1.1. Nómina
Entre los integrantes más significativos de este grupo podemos citar a
Ángel Ganivet, Miguel de Unamuno proveniente del Casco Viejo en
Bilbao,España, Enrique de Mesa, Ramiro de Maeztu, Azorín, Antonio
Machado, los hermanos Pío y Ricardo Baroja, Ramón María del Valle-
Inclán y el filólogo Ramón Menéndez Pidal. Algunos incluyen también a
Vicente Blasco Ibáñez, que por su estética puede considerarse más bien
un escritor del Naturalismo, y también al dramaturgo Jacinto Benavente.
No debe incluirse a José Ortega y Gasset, que es considerado casi
unánimemente como perteneciente al Novecentismo.
Artistas de otras disciplinas pueden también considerarse dentro de esta
estética, como por ejemplo los pintores Ignacio Zuloaga y Ricardo Baroja,
también escritor este último. Entre los músicos destacan Isaac Albéniz y
Enrique Granados.
La mayoría de los textos escritos durante esta época literaria se
produjeron en los años inmediatamente posteriores a 1910 y están
siempre marcados por la autojustificación de los radicalismos y rebeldías
juveniles (Machado en los últimos poemas incorporados a Campos de
Castilla, Unamuno en sus artículos escritos durante la I Guerra Mundial o
en la obra ensayística de Pío Baroja).
1.1. Características
Los autores de la generación mantuvieron, al menos al principio, una
estrecha amistad y se opusieron a la España de la Restauración; Pedro
Salinas ha analizado hasta qué punto pueden considerarse
verdaderamente una generación historiográficamente hablando. Lo
indiscutible es que comparten una serie de puntos en común:
• Distinguieron entre una España real miserable y otra España
oficial falsa y aparente. Su preocupación por la identidad de lo
español está en el origen del llamado debate sobre el Ser de
España, que continuó en las siguientes generaciones.
• Sienten un gran interés y amor por la Castilla miserable de los
pueblos abandonados y polvorientos; revalorizan su paisaje y sus
tradiciones, su lenguaje castizo y espontáneo. Recorren las dos
mesetas escribiendo libros de viajes y resucitan y estudian los
mitos literarios españoles y el Romancero.
• Rompen y renuevan los moldes clásicos de los géneros literarios,
creando nuevas formas en todos ellos. En la narrativa, la nivola
• unamuniana, la novela impresionista y lírica de Azorín, que
experimenta con el espacio y el tiempo y hace vivir al mismo
personaje en varias épocas; la novela abierta y disgregada de
Baroja, influida por el folletín, o la novela casi teatral de Valle-
Inclán. En el teatro, el esperpento y el expresionismo de Valle-
Inclán o los dramas filosóficos de Unamuno.
• Rechazan la estética del Realismo y su estilo de frase amplia, de
elaboración retórica y de carácter menudo y detallista, prefiriendo
un lenguaje más cercano a la lengua de la calle, de sintaxis más
corta y carácter impresionista; recuperaron las palabras
tradicionales y castizas campesinas.
• Intentaron aclimatar en España las corrientes filosóficas del
Irracionalismo europeo, en particular de Friedrich Nietzsche
(Azorín, Maeztu, Baroja, Unamuno), Arthur Schopenhauer
(especialmente en Baroja), Sören Kierkegaard (en Unamuno) y
Henri Bergson (Antonio Machado).
• El pesimismo es la actitud más corriente entre ellos y la actitud
crítica y descontentadiza les hace simpatizar con románticos como
Mariano José de Larra, al que dedicaron un homenaje.
• Ideológicamente comparten las tesis del Regeneracionismo, en
particular de Joaquín Costa.
Por un lado, los intelectuales más modernos, secundados a veces por los
propios autores criticados, sostenían que la generación del 98 se
caracterizó por un aumento del egotismo, por un precoz y morboso
sentimiento de frustración, por la exageración neorromántica de lo
individual y por su imitación servil de las modas europeas del momento.
Por otra parte, para los escritores de la izquierda revolucionaria de los
años treinta, la interpretación negativa de la rebeldía noventayochesca se
une a una fundamentación ideológica: el espíritu finisecular de protesta
responde al sarampión juvenil de un sector de la pequeña burguesía
intelectual, condenado a refluir en una actitud espiritualista y equívoca,
nacionalista y antiprogresiva. Ramón J. Sender mantenía todavía en 1971
la misma tesis (aunque con supuestos diferentes).
Los problemas a la hora de definir a la generación del 98 siempre han
sido (y son) numerosos ya que no se puede abarcar la totalidad de
experiencias artísticas de una extensa trayectoria temporal. La realidad
del momento era muy compleja y no permite entender la generación
basándose en la vivencia común de unos mismos hechos históricos
(ingrediente básico de un hecho generacional). Esto se debe a un triple
motivo:
La crisis política de finales del siglo XIX afectó a bastantes más escritores
que los englobados en la generación del 98.
No se puede restringir la experiencia histórica de los autores nacidos
entre 1864 y 1875 (fechas de nacimiento de Unamuno y Machado) al
resentimiento nacionalista producido por la pérdida de las colonias. Se
afianzaba además por aquellos años en España una comunidad social y
económica casi moderna.
El auge del republicanismo y la pugna anticlerical (1900-1910), así como
importantes huelgas, sindicalismo, movilizaciones obreras o atentados
anarquistas.
Sin embargo cabe preguntarse, ¿cómo es que la generación del 98 no
tomó nombre del Modernismo, ya que surgen paralelamente y persiguen
metas parecidas.

2. Generación del 27

La llamada Generación del 27 fue una constelación de autores que


surgió en el panorama cultural español alrededor del año 1927, en que se
conmemoró el tricentenario de la muerte del poeta barroco Luis de
Góngora. Estos autores aprovecharon esta fecha para reivindicar la
poesía que este autor compuso en la última época de su vida
(culteranismo), desprestigiada por la crítica decimonónica. Tanto
escritores como profesores e intelectuales celebraron en homenaje a
Góngora una serie de actos (conferencias, etc.) en el Ateneo de Sevilla en
ese año que se ha venido a considerar el acta fundacional del grupo. En
cierta forma, fue galardonada con el Nobel en 1977 por la figura de
Vicente Aleixandre.
Todos los integrantes de La Generación del 27 han fallecido, el último de
los cuales fue Rafael Alberti, el 28 de octubre de 1999.

2.1. Denominación
La denominación de generación ha sido discutida, pese a lo cual ha sido
llamada también, aunque con menos éxito, Generación de la Dictadura,
Generación Guillén-Lorca (nombres del mayor y más joven de sus
autores), Generación de 1925 (media aritmética de la fecha de
publicación del primer libro de cada autor), Generación de las
Vanguardias, Generación de la amistad, Generación de la República etc.
El concepto de generación es estrictamente historiográfico y no cumple
todos los requisitos exigidos por Petersen para considerarla como tal;
sería más exacto aludir a un "grupo generacional", "constelación" de
autores o "promoción" poética. Donde las características de Petersen son:
que no tuvieran más de quince años entre los componentes del grupo;
que tuvieran en común algún hecho histórico importante (ellos tenían la
Guerra Civil); que tuvieran la misma educación... por ejemplo Rafael
Alberti: más bien que "generación 27", prefería hablar de "generación de
la República", "puesto que se había formado muy libremente",
coincidiendo con la lucha contra el franquismo. "

2.2. La delimitación del grupo


La nómina habitual del grupo poético del 27 se limita a diez autores: Jorge
Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso
Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Alto
laguirre y Emilio Prados, pero hubo también muchos otros que de algún
modo estuvieron en la órbita del 27, algunos más viejos, como Fernando
Villalón, José Moreno Villa o León Felipe, y otros más jóvenes, como
Miguel Hernández. Por otra parte algunos otros han sido olvidados por la
crítica, como Concha Méndez-Cuesta, poetisa y escritora de teatro, Juan
Larrea, Pepe Alameda, cronista taurino y poeta, Mauricio Bacarisse, Juan
José Domenchina, José María Hinojosa, José Bergamín o Juan Gil-Albert.
O la conocida como Otra generación del 27, según la denominación que
le dio uno de sus integrantes, José López Rubio, la formada por los
humoristas discípulos de Ramón Gómez de la Serna, es decir, Enrique
Jardiel Poncela, Edgar Neville, Miguel Mihura y Antonio de Lara, "Tono",
los escritores que en la posguerra integraron la redacción de La
Codorniz... y son sólo unos pocos.
Por otra parte no toda la producción literaria del 27 está escrita en
castellano; algunos de ellos son autores de textos literariamente
estimables en otros idiomas, como Salvador Dalí u Óscar Domínguez,
que escribieron en francés, o en inglés, como Felipe Alfau, y algunos
escritores y artistas extranjeros tuvieron también mucho que ver en esta
estética, como Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges o
Francis Picabia.
Es más, también es preciso deshacer la idea de que la Generación del 27
fue un fenómeno exclusivamente madrileño, como una crítica demasiado
localista (y localizada) parece empeñarse en señalar, sino una
constelación de núcleos creativos repartidos a lo largo de toda la
geografía nacional y estrechamente entrelazados. Los más importantes
se concentraron en Sevilla (en torno a la revista Mediodía), Canarias (en
torno a la Gaceta de Arte) y en Málaga (en torno a la revista Litoral); sin
descontar otros muchos de menor afiliación pero de no menor importancia
en Galicia, Cataluña y Valladolid.
Del mismo modo, se suele olvidar que algunos miembros del grupo
cultivaron otras ramas del arte, como Luis Buñuel, cineasta, K-Hito,
caricaturista y animador, Salvador Dalí y los pintores surrealistas, Maruja
Mallo, pintora y escultora, Benjamín Palencia, Gregorio Prieto, Manuel
Ángeles Ortiz y Gabriel García Maroto, pintores, Ignacio Sánchez Mejías,
torero, o Rodolfo Halffter y Jesús Bal y Gay, compositores y musicólogo
éste último también, pertenecientes al Grupo de los ocho, que se suele
identificar en música como el correlato a la literaria Generación del 27 y
estaba integrado por el citado Bal y Gay, los Halffter, Ernesto y Rodolfo,
Juan José Mantecón, Julián Bautista, Fernando Remacha, Rosa García
Ascot, Salvador Bacarisse y Gustavo Pittaluga. En Cataluña está el
llamado grupo catalán, que hizo su presentación en 1931 bajo el nombre
de Grupo de Artistas Catalanes Independientes integrado por Roberto
Gerhard, Baltasar Samper, Manuel Blancafort, Ricardo Lamote de
Grignon, Eduardo Toldrá y Federico Mompou.

2.3. Revistas
Su documento de entrada en la tradición literaria fue sin duda la primera
edición de la Antología preparada por Gerardo Diego en 1932. Por otra
parte, se hicieron notar publicando en revistas como La Gaceta Literaria
dirigida por Ernesto Giménez Caballero, en Cruz y Raya (1933), dirigida
por José Bergamín, en Litoral, impresa por Manuel Altolaguirre y Emilio
Prados en Málaga desde 1926; Carmen, creada en Santander (1927) por
Gerardo Diego y con un suplemento festivo, Lola; en Verso y prosa
(1927), de Murcia, dirigida por Juan Guerrero Ruiz y Jorge Guillén y que
en un principio fue suplemento literario del diario murciano La Verdad;
Mediodía (Sevilla); Meseta, de Valladolid; en Revista de Occidente, cuya
editorial imprime varios libros del grupo; en Caballo verde para la poesía
(1935), dirigida por Pablo Neruda, y en Octubre, dirigida por Rafael
Alberti.

2.4. Estética y evolución


En los autores del 27 es muy significativa la tendencia al equilibrio, a la
síntesis entre polos opuestos (Lázaro), incluso dentro de un mismo autor:
Entre lo intelectual y lo sentimental. La emoción tiende a ser refrenada por
el intelecto. Prefieren inteligencia, sentimiento y sensibilidad a
intelectualismo, sentimentalismo y sensiblería (Bergamín).
Se observa muy bien en Salinas.
Entre una concepción romántica del arte (arrebato, inspiración) y una
concepción clásica (esfuerzo riguroso, disciplina, perfección). Lorca decía
que si era poeta "por la gracia de Dios (o del demonio)" no lo era menos
"por la gracia de la técnica y del esfuerzo".
Entre la pureza estética y la autenticidad humana, entre la poesía pura
(arte por el arte; deseo de belleza) y la poesía auténtica, humana,
preocupada por los problemas del hombre (más habitual tras la guerra:
Guillén, Aleixandre...).
Entre el arte para minorías y mayorías. Alternan el hermetismo y la
claridad, lo culto y lo popular (Lorca, Alberti, Diego). Se advierte un paso
del "yo" al "nosotros". "El poeta canta por todos", diría Aleixandre.
Entre lo universal y lo español, entre los influjos de la poesía europea del
momento (surrealismo) y de la mejor poesía española de siempre.
Sienten gran atracción por la poesía popular española: cancioneros,
romanceros...
Entre tradición y renovación. Se sienten próximos a las Vanguardias
(Lorca, Alberti, Aleixandre y Cernuda poseen libros surrealistas; G.Diego,
creacionistas); próximos a la generación anterior (admiran a Juan Ramón,
Unamuno, los Machado, Rubén Darío...); admiran del XIX a Bécquer
(Alberti, ("Homenaje a Bécquer") Cernuda "Donde habite el olvido"...);
sienten auténtico fervor por los clásicos: Manrique, Garcilaso, San Juan,
Fray Luis, Quevedo, Voldemort, Lope de Vega y, sobre todos, Góngora.

2.5. Las corrientes del 27:

En realidad, la llamada generación del 27 fue un grupo poco homogéneo;


habitualmente se les ha solido ordenar por parejas o tríos. Así, por
ejemplo, los poetas del Neopopularismo o neopopularistas, Rafael Alberti
y Federico García Lorca, dentro de una nómina que fue particularmente
bien nutrida, intentan acercarse a la poesía de Gil Vicente y del
Romancero, o a la lírica cancioneril, buscando fuentes populares y en el
folclore de la lírica tradicional; algo de ello hay también en la aproximación
que hizo Gerardo Diego, después de su etapa Creacionista, a la lírica de
Félix Lope de Vega gracias a la edición que hizo en ese tiempo José
Fernández Montesinos.
Por otra parte, hay dos catedráticos de Filología hispánica que comparten
intereses comunes y que incluso fueron amigos y tuvieron trayectorias
muy parecidas, pues no en vano su poética es fundamentalmente
afirmativa y optimista; se trata de Jorge Guillén, toda cuya obra poética se
recoge bajo el título Aire nuestro y está marcada por la poesía pura a lo
Paul Valéry y formada por cinco libros (Cántico, Clamor, Homenaje, ...Y
otros poemas y Final) y Pedro Salinas, el gran poeta del amor del 27.
El grupo surrealista está más nutrido, pero destaca especialmente el
premio nobel Vicente Aleixandre, seguramente el más original, ya que,
según Cernuda, "su verso no se parece a nada", y el que ha venido a ser
el poeta más influyente de la generación durante la última mitad del siglo
XX, el ya citado Luis Cernuda. Sin embargo, hubo otros poetas del 27 que
notaron el impacto surrealista y que poseen etapas en su evolución
marcadas por esta estética: Rafael Alberti, por ejemplo, compuso la última
sección de Sobre los ángeles y Sermones y moradas en versículo
surrealista y Federico García Lorca asimiló su impacto en Llanto por
Ignacio Sánchez Mejías, Poeta en Nueva York y los Sonetos del amor
oscuro. Una etapa surrealista posee, por ejemplo, José María Hinojosa
con su La flor de Californía (con acento en la i) y Emilio Prados.
Son éste último y Manuel Altolaguirre quienes constituyen el llamado
grupo de Málaga o de los poetas presuntamente menores, constituido
alrededor de la revista Litoral editada por Altolaguirre y su colección de
libros poéticos. Dámaso Alonso y Gerardo Diego vienen a ser, por otra
parte, el llamado grupo de los que se quedaron en España, de mala gana
y pasando algunos apuros el primero y más a gusto el segundo, y más o
menos pactaron con el régimen victorioso en la Guerra Civil (Alonso, que
se consideró a sí mismo dentro de la Generación del 27 como crítico, pero
dentro de la primera generación de posguerra como poeta) o lo apoyaron
abiertamente (Diego). Este último realizó una larga trayectoria poética
donde combinó a la vez tradición y vanguardia, muy variada en su
temática (desde el toreo a la música y las inquietudes religiosas, el
paisaje y los contenidos existenciales); sin embargo, algunos se quedaron
ignorados por el régimen, viviendo en un llamado exilio interior (Juan Gil-
Albert) o convirtiéndose de hecho en maestro y guía de toda una nueva
generación de poetas (Vicente Aleixandre).
3. CONCLUSIONES

Generación del 98:

-La Generación del 98" fue un núcleo de escritores que buscaban


renovar a España, después de la crisis que sufrió por la
decadencia de su dominio.

-Los escritores que pertenecían a este movimiento renegaban por


el aislamiento español, la cultura indígena y el desfallecimiento de
su patria.

-Cada uno de los autores se forma independiente, separado, libre,


pero con una profunda unidad.

Generación del 27:

-La Generación del 27 es uno de los acontecimientos más


importantes en la historia de la Literatura españolaya que en esta
se produce un encuentro entre ciertos principios de las vanguardias
literarias y la poesía española clásica, desde la lírica popular.
BIBLIOGRAFIA

-Cascon Eugenio- Español Coloquial, Editorial Edi Numen, Edición 2,


Bogotá Colombia 2005, Pág 1-506.

-Articulo: generación del 98, Microsoft Corporation, Enciclopedia Encarta,


2008.

-Articulo: generación del 27, Microsoft Corporation, Enciclopedia Encarta,


2008.
ANEXOS

Friedrich Nietzsche. Fotografía de Gustav Schultze. Nietzsche fue una


influencia importante para muchos escritores del 98.
García Lorca

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