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El Ejército Popular de Corea, defensor de la justicia y la paz
Festejo del 76ºAniversario del Ejercito Popular de Corea
En la actualidad en que se tornan más intensos el despotismo y
el hegemonismo de los imperialistas y en que la justicia y la paz
mundial tropiezan con graves retos al entrar en el nuevo siglo,
los pueblos progresistas del mundo echan sus miradas de envidia
a la Republica Popular Democrática de Corea (RPDC) en el
Oriente que con una poderosa capacidad disuasiva de guerra, con
las armas de la justicia hace cara a la “política de la fuerza” de la
“única superpotencia” mundial, y en especial a su Ejército
Popular de Corea (EPC) que lo garantiza con su potencia militar
consolidada gracias a la política de Songun (priorización de los
asuntos militares).
El EPC defiende la dignidad y soberanía de la Patria y la nación
haciendo grandes aportes a salvaguardar la justicia y la paz en el
mundo.
Es una necesidad histórica que la justicia vence a la injusticia,
pero para hacerla realidad hay que tener una fuerza capaz de
superar a está, es decir una potencialidad militar, fundamental en
el poder del Estado. Convencidos ya hace tiempo mediante su
propia experiencia de que si es débil la capacidad militar, no es
posible mantener la soberanía y dignidad del país y la nación, ni
salvaguardar la justicia y la paz, los revolucionarios coreanos,
durante la dominación militar japonesa de la primera mitad del
siglo pasado, considerando como su vía respiratoria la línea
revolucionaria de Songun presentada por su Comandante Kim Il
Sung. Así fundaron las fuerzas armadas antes que el partido y el
Estado. La Guerrilla Popular Antijaponesa nacida el 25 de abril
de 1932, antecedente del posterior EPC, pudo derrotar al ejército
de Japón que soñaba con hacerse “caudillo” del continente
No.12,
12,Abril
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asiático y realizar su ambición de alcanzar la “esfera de
coprosperidad del gran Asia oriental” y lograr la liberación del
país y la independencia nacional. Esto fue una gran contribución
a poner fin a la Segunda Guerra Mundial y recuperar la paz en el
planeta. El EPC, convertido en fuerzas armadas regulares
después de la liberación del país (agosto de 1945), rechazó la
agresión (guerra coreana de 1950-1953) de EE.UU. que se
vanagloriaba de su “supremacía” en el mundo y salvaguardó la
soberanía y la dignidad del país. Con sostenidos esfuerzos para
el fortalecimiento del poder militar en la postguerra ha podido
hacer añicos a cada paso continuas provocaciones militares
norteamericanas como el incidente del barco armado espía
“Pueblo” (1968), el de avión espía “EC-121” (1969), el de
“Phanmunjom” (1976), etc.
Gracias a contar con el EPC, provisto de modernos medios tanto
ofensivo como defensivo y capaz de aniquilar implacablemente a
cualquier rival poderoso, la RPDC triunfa siempre en la
confrontación política y militar con la “superpotencia”
imperialista, los Estados Unidos de Norteamérica, y se ve
garantizada con firmeza la paz en la Península Coreana, en las
regiones de noreste de Asia y en el resto del mundo.
Por eso muchas personas del mundo se quedan admiradas y
agradecidas por la política de Songun de Corea y por el EPC que
cuenta con un poderío indestructible. Sobre todo, los surcoreanos
que serán las primeras y mayores víctimas si estalla la guerra en
la Península Coreana hablan por unanimidad que en virtud del
poderío disuasivo de guerra del EPC se ahuyentan nubes de
guerra de la Península y se mantienen estables sus actividades

empresariales, religiosas y científicas.
El EPC, abanderado de la política de Songun, estimula a la
humanidad progresista a la defensa de la justicia y la paz.
En el mundo de hoy es una realidad evidente que si es fuerte la
capacidad de defensa nacional es posible salvaguardar la
soberanía del país, la paz y la justicia, de lo contrario, uno se
hace blanco de ataques de las fuerzas imperialistas y se destruye
la paz mundial. Si Estados Unidos hizo raid contra Yugoslavia
manipulando la OTAN y agredió Afganistán e Iraq con la
movilizaciones de las fuerzas armadas bajo el pretexto de la
“guerra antiterrorista” después del “incidente del 11 de
septiembre”, fue porque estas naciones tenían una capacidad
militar débil.
Partiendo de la lección histórica de que sólo con un poderoso
sostén militar es posible salvaguardar la dignidad y soberanía
nacionales, la RPDC con su política de Songun plantea los asuntos
militares como los primordiales del Estado y así ha preparado un
poderío militar tan suficiente como puede hacer frente, sin
vacilación a la agresión e intervención foránea de todo generó. El
EPC, al mantenerse en la delantera en materializar la política de
Songun, ostenta como fuerzas armadas sin rival, y la Corea
socialista como una legítima potencia militar de orden mundial.
No es casual, que muchos países del mundo se dirigen a fortalecer
su capacidad militar, si bien en los tiempos pasados, perplejos ante
el despotismo y arbitrariedad de los imperialistas encabezados por
los norteamericanos, procuraban encontrar una vía de defender la
justicia y la paz.
En la comunidad internacional actual la política de Songun de
Corea está reconocida como un modo de política de carácter más
consecuente antiimperialista y pro-independiencia, y el EPC,
abanderado de dicha política, como defensor de la paz y la justicia.
COREA EN EL SIGLO XX
100 HECHOS RELEVANTES
MOVIMIENTO PATRIÓTICO CULTURAL
Se trata del movimiento promovido en Corea por intelectuales
patrióticos ilustrados con ideas avanzadas; éste se desarrolló
durante casi medio siglo desde los años 70 a los 80 del siglo XIX.
Su objetivo principal consistía en formar a las masas populares en
el espíritu patriótico antijaponés y la conciencia nacional, además
hacerlas partícipe de modernos conocimientos en diversas formas
y métodos como: actividades de prensa, campaña de enseñanza
nacional, estudio de lo autóctono, actividades literarias y artísticas,
etc.
Sus promotores, primeramente, constituyeron organizaciones
políticas y culturales de carácter patriótico para ilustrar a las masas.
En julio de 1896 fue establecida la “Asociación por la
independencia”, primera organización política progresista y
después, la “Asociación para el progreso conjunto” y varias más.
En marzo de 1906 nació la “Asociación por el autofortalecimiento
de Corea”, heredera de la antigua “Asociación de estudio de la
política constitucional’’, la cual valiéndose de los medios de
prensa, lecciones y conferencias, ilustró en lo político y cultural a
las masas y les reveló los crímenes de los imperialistas japoneses y
sus seguidores. Además, se fundaron la “Asociación de Corea’’, la
‘‘Asociación neopopular” y otras.
Comité Mexicano de Estudios del Kimilsunismo. Presidente: Profr. Ramón Jiménez López, Secretario: Profr. Arquímedes Pérez Bello Vocal: Alma Rosa Espinosa Valencia
Diseño y redacción: Iván García Hernández, Tel. 55 21 02 44, e-mail: kimilsunismo@gmail.com ● http:www.kimilsunismo.blogspot.com ● www.ideajuchelatinoamericana.blogspot.com
Año 1 No. 12, Mayo de 2008
En enero de 1905, el imperialismo nipón proclamó un decreto que
controlaba la creación de las agrupaciones y las reuniones y privó
al pueblo coreano de la libertad para realizar actividades políticas.
Dadas estas circunstancias surgieron muchas sociedades para el
estudio como la ‘‘Sociedad de estudio Sobuk’’ con un rótulo de
ilustración cultural y no político, pero su objetivo principal estaba
dirigido a realizar las actividades políticas y a promover la
enseñanza y las industrias para asentar así el fundamento de la
independencia del país y la recuperación de la soberanía nacional.
Los partidarios de este movimiento consideraban muy
importantes las actividades de la prensa y procuraron su
promoción.
Jang Ji Yon, Sin Chae Ho, Ju Si Gyong y otros intelectuales
patrióticos sacaron a la luz varios periódicos como el
“Hwangsong Sinmun” y el “Joyangbo” y algunas revistas.
Además se hicieron grandes tiradas de libros y de obras literarias
destinados a la ilustración patriótica. Esas publicaciones ponían al
desnudo los crímenes del imperialismo japonés y sus lacayos,
difundían el patriotismo y aportaban los conocimientos necesarios
para la modernización del país y contribuyeron en cierta medida a
ilustrar y despertar a las masas.
Los intelectuales patrióticos veían en la educación nacional
antijaponesa un importante medio para rescatar la soberanía
nacional y lograr el enriquecimiento y fortalecimiento del país, y
por eso fundaron por doquier escuelas privadas, transformaron las
antiguas en centros docentes modernos y también establecieron
escuelas nocturnas. En el período en que la tarea de instaurar las
escuelas privadas estaba en su apogeo, se constituyeron en Corea
de unas 4 000 a 5 000, de las cuales la Taesong de Pyongyang, la
Yangsan de An-ak y la Osan de Jongju cobraron fama por su
contribución a la formación de muchos jóvenes patrióticos.
Además, los simpatizantes con el movimiento patriótico cultural
consideraban que la historia de Corea desempeñaba un papel
importante en la elevación de la conciencia y espíritu nacionales
en pro de la recuperación de la soberanía de la Patria y
concentraron grandes esfuerzos en su investigación y divulgación.
Redactaron diferentes libros que relataban la historia como
“Historia abreviada’’, y las biografías de renombrados generales
patrióticos como la “Biografía de Ulji Mundok”. Entendieron que
su deber importante era defender y desarrollar la lengua materna
y prestaron gran atención a su estudio explicando al mismo
tiempo su superioridad.
Por eso redactaron y publicaron muchos libros y artículos del
idioma coreano, entre ellos, el “Diccionario coreano’’.
Unido a esto, los activistas patrióticos del ramo de la ilustración
realizaron tesoneros esfuerzos para movilizar a las masas en la
tarea de proteger y desarrollar la economía nacional, la campaña
para pagar la deuda nacional, así como en diversas tareas.
Este movimiento hizo considerables aportes, sobre todo, a
insuflar al pueblo el espíritu patriótico antijaponés, despertar su
conciencia nacional, transmitirles ideas y conocimientos
modernos e incitarlo a la lucha por el enriquecimiento y
desarrollo del país y la recuperación de la soberanía nacional. Sin
embargo, debido a las limitaciones de sus dirigentes que en su
mayoría eran de procedencia burguesa, no traspasó los límites de
ilustración ni logró organizar ni movilizar a las masas populares
en una lucha activa para alcanzar la modernización del país y
rescatar la soberanía nacional.