No, no fui yo!

No, no fui yo!

No, no fui yo!

Quiero agradecer a Julia Rodrguez y Gustavo Londoo por su colaboracin con esta historia.

Haba tres buenos compadres que eran Juan, Jos y Simn. Eran tres inseparables amigos del corazn.

Una preciosa maana, clara y de brillante sol, se moran de las ganas de irse juntos de excursin.

En canastos empacaron: queso, papas, salchichn, dos tomates con lechuga, limonada, salpicn

y treparon la montaa con cuidado y atencin de a pasitos y con maa evitando un resbaln

Cuando estaban bien arriba decidieron descansar. Alistaron la comida: se sentaron a almorzar. Vaca qued la cesta la panza se les infl y durmieron una siesta cuando el sueo les lleg.

Ms tarde se despertaron a tiempo de regresar y entre todos empezaron a empacar, alzar, limpiar

y Juan, que hizo un gran esfuerzo cuando se iba a arrodillar dej escapar un mal viento que a todos puso a temblar.

-Fuchi fo! exclam Jos, tapndose la nariz digan cul de ustedes fue cul fue el sucio e infeliz. Simn contest primero: - A mi me lleg el olor. As, que hable Juan prefiero, porque eso s no fui yo.

Juan se puso colorado cuando trataba de hablar y es que un cuento reforzado intentaba l inventar: -No fui yo el culpable de eso; fue un feroz ogro gigante que cargado de gran peso, hizo un ruido semejante.

Por colinas y senderos volando sobre sus pies.

Los dos a Juan le creyeron y empezaron a correr

Despus de trotar un trecho se sientan a descansar y a Simn desde su pecho le sale un sonido bestial.

-Qu pas? Qu fue ese ruido?, exclama rabioso Juan. -Me huele a queso podrido. Uy! No se puede aguantar!

-Quita de m tu mirada -dice furiosos Jos. -Juro que yo no vi nada, nada ol, yo nada s.

Simn se puso nervioso algo deba contestar tena que ser cuidadoso, no revelar la verdad: -Un len pas rugiendo oliendo de modo atroz. Del susto me estoy muriendo, no hay duda de que era feroz.

-Hay que alejarse corriendo, dijeron Juan y Jos.

Simn murmuro contento: - Bueno, de esta me salv.

Agotados sobre un tronco se recostaron los tres y respirando muy hondo todos se sintieron bien.

Mas Jos respir tanto por la boca y nariz que un moco sali volando al lanzar un fuerte atchs.

A Juan la cay en la oreja y ste se puso a gritar: -Es un moco o una abeja? Qu miedo y qu asco me da!
-El culpable no soy yo dijo Simn indignadocreo que el moco sali de Jos que ha estornudado.

Nervioso y ruborizado Jos habla y tartamudea inventndose una historia que espera que alguien le crea:

-Por all pas volando un gran pjaro pelado escupiendo y aleteando del susto qued mareado.