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Introducción
En otra intervención en una mesa temática de este encuentro de Asocolme hacemos
algunas consideraciones teórico-metodológicas sobre la historia de las matemáticas
como recurso pedagógico. En particular nos referimos a la apropiación de la historia
para desarrollar la capacidad del docente de saber-analizar su propia práctica de
formación de pensamiento matemático sobre determinados objetos del currículo.
El planteamiento principal es el siguiente: hacer historia de las matemáticas es historiar,
no tanto ideas o mentalidades, sino las razones de ser de los discursos formales y su
constitución en la actividad humana de razonamiento. Ello apunta a darle sentido a la
historia según el ideal moderno de enseñanza de las matemáticas propuesto por
Chevallard en la teoría de la transposición didáctica de los años 1980: “Descubrir el
verdadero funcionamiento de la ciencia y reemplazar la génesis ficticia característica de
los sistemas formales por el conocimiento de la heurística de los procesos de su
constitución.”
En fin, en nuestra intervención de la mesa proponemos que uno de los casos de estudio
para explorar las posibilidades pedagógicas de la historia de las matemáticas sea la
solución del problema de Pappus y la consecuente introducción de la teoría de curvas
algebraicas. De hecho este es un momento muy significativo en la historia de las
matemáticas de formación de un nuevo objeto matemático en tres fases (Giusti, 2000):
a) resolución general de problemas (Pappus), b) introducción del objeto nuevo (curva-
ecuación), c) estudio formal del objeto (teoría de curvas).
El propósito de la presente charla es pues, el estudio de los procedimientos analíticos
empleados en la solución del problema de Pappus por Descartes en (Descartes, 1954)(en
adelante citada como Geometría). Se comenzará por distinguir las modalidades de
análisis y síntesis en el pensamiento geométrico. ¿En qué radica que la geometría
euclidiana sea sintética? ¿Por qué decimos que la geometría cartesiana es analítica?
¿Cómo se entiende desde esta perspectiva el uso corriente de la expresión: “Dado un
objeto !, se afirma !(!)?”.
Esto nos conduce a explicar las razones de Descartes para emplear la doble designación
escritural cartesiana de lo dado y lo desconocido, mostrando que la naturaleza del
problema cuya solución enfrentaba Descartes (Pappus) influyó en la introducción del
lenguaje algebraico y en el cambio de registros de representación. Nos interesa entender
por qué la escritura algebraica reduce lo geométrico euclidiano a su última expresión y
con ello orienta el pensamiento de manera “más segura” con respecto a la
representación figural.
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Por último, se estudia la función cognitiva original que comporta el empleo del sistema
de coordenadas en la algebrización del problema, y que permite explicar interrogantes
como los siguientes: ¿Por qué la noción de relación entre variable e incógnita es
esencial al carácter analítico de la curva? ¿Cómo surge la interpretación moderna de
“lugar geométrico” como conjunto de parejas del producto cartesiano que cumplen
determinada relación?
Veamos la formulación lógica de las seis etapas del método de análisis y síntesis
empleado por Descartes (Hintikka y Remes, 1974):
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Los resultados 6 y 3 permiten concluir que se llega a una equivalencia lógica entre
! y !, cuando se parte de lo que nos es dado ! o de sus partes !! y !!! . Observemos
también que la etapa 3 del análisis se inicia cuando a partir de una parte de lo dado y
considerando lo buscado como dado, se deduce una afirmación que, en virtud de la
resolución, se comporta como principio de lo dado.
Entre todos estos elementos, la construcción resume las condiciones que hacen posible y
orientan la argumentación de la prueba. Pero hay construcciones que no se incluyen
antes sino cuando se hacen necesarias en el curso de la demostración. Es lo que ocurre
en el teorema de Pitágoras (proposición 47 del libro 1), con la introducción de dos
segmentos necesarios para trasladar mediante una construcción los cuadrados
correspondientes al área de los catetos en el cuadrado de la hipotenusa. A diferencia de
Euclides que no representa como dados todos los segmentos, la escritura de Descartes
permitía distinguir el estatuto exacto de lo dado y lo no dado en cualquier fase del
procedimiento analítico. Inclusive cuando, en virtud de la etapa 4 de resolución antes
mencionada, era necesario razonar sobre los segundos como si también fueran dados.
Como dice Gardies (Gardies, 2001, p. 109):
“En adelante se podían incluir en el razonamiento todos los elementos que estaban
implicados, como si todos fueran dados, sin que esta unificación de tratamientos y
procedimientos implicaran en ningún momento el menor riesgo de confusión en cuanto
al estatuto exacto de cada uno de ellos”.
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como problemas de lugar geométrico en cuanto su solución comporta la construcción
de una curva (algebraica). En términos generales, se parte de que están dados un cierto
número de rectas, un número determinado de ángulos, una razón y un segmento. Se
propone entonces identificar la curva cuyos puntos satisfacen una relación específica
que cumple la razón dada. En el caso elemental del problema de Pappus para dos rectas:
se dan dos rectas (!! , !! ), dos ángulos !! , !! y una razón !. Se designan por !! y !!
las distancias oblicuas del punto P a !! y !! de acuerdo con los ángulos !! y !! . El
problema consiste en encontrar los puntos P para los cuales !! : !! = !.
De ahí el titulo del libro 2: Sobre la naturaleza de las líneas curvas. Descartes no
solamente resuelve el problema de Pappus para el caso más general, sino que emplea un
enfoque radicalmente nuevo que le permite introducir las curvas algebraicas y estudiar
su naturaleza como objeto distinto a las curvas euclidianas. En donde la solución clásica
del problema se reclamaba de una cónica, Descartes impone un nuevo objeto, la curva
algebraica (Giusti, 2000). Apolonio y Pappus exhiben construcciones singulares para
casos particulares, pero la solución general está fuera del alcance de la geometría
clásica. Al resolver el problema de manera completa, Descartes renueva la idea de lugar
geométrico. La solución cartesiana impone sustituir la curva como construcción por la
curva como ecuación.
El objeto radicalmente nuevo que emerge de la solución del problema será estudiado
inmediatamente en el marco de la teoría de curvas, en la cual se introduce, en particular,
un método para encontrar la normal a una curva arbitraria en un punto dado, y la
clasificación de curvas por géneros según los grados de sus ecuaciones. Esta
clasificación está relacionada con la propiedad de las curvas geométricas de ser
construibles punto a punto, característica que las distingue de la clase de curvas como la
espiral o la cuadratriz, que Descartes denomina “mecánicas” y que corresponden a
nuestras curvas trascendentes.
Descartes sabe que todos los puntos de una cónica se pueden construir por regla y
compás. Cuando la curva geométrica es una cúbica o tiene grado cuatro se construyen
punto a punto por la intersección de dos cónicas. Las de quinto o sexto grado son
construibles mediante la intersección de su “parábola de segundo grado” con el círculo,
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y así sucesivamente. Esto le permite a Descartes generar una jerarquía de curvas
reagrupando los grados por pares o géneros: las curvas geométricas de grado 2! − 1 y
2! se construyen por la intersección de un círculo y una curva de grado !.
Dados: una recta !! en el plano, ! ángulos !! , una razón !, un segmento de recta !. Para
un punto ! en el plano, sea !! la distancia oblicua entre ! y !! que forma el ángulo !!
con !! .
Problema: Encontrar el lugar de los puntos ! tales que las razones siguientes son
iguales a la razón dada !:
En general,
“Encontrar el lugar de los puntos tales que, si a partir de cada uno de ellos se trazan
rectas que se cortan en ángulos dados, respectivamente con otras cuatro rectas dadas en
posición, el producto de los dos segmentos que van desde el punto a dos de estas rectas,
es igual al producto de los dos segmentos que van desde el punto a las otras dos.”
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representa la solución. Sean AB, AD, EF y GH las cuatro rectas dadas en posición.
Sean CBA, CDA, CFE y CHG los cuatro ángulos dados en magnitud.
Por extensión, todos los ángulos representados sobre la figura están dados en magnitud.
Los segmentos EA y AG (que Descartes designa respectivamente por k y l) están dados
en magnitud, ya que están sobre una recta dada en posición y su longitud está
determinada por los cortes con las otras tres rectas dadas en posición).
“Puesto que todos los ángulos del triángulo ARB son dados, la proporción entre los
lados AB y BR también lo es, y la designo como z es a b … Así mismo los tres ángulos
del triángulo DRC son dados, y por consiguiente también lo es la proporción entre los
lados CR y CD, que designo como z es a c.”
En cuanto a que “la razón entre los lados AB y BR también es dada”, ello es
consecuencia del siguiente principio ya conocido por Descartes:
!": !" ∷ !"#$%&: !"#$%&.
El procedimiento anterior se reitera para el triángulo CRD, en el cual todos los ángulos
son dados. Y así sucesivamente en los seis triángulos, considerando siempre el mismo
parámetro z. En conclusión, se tienen los siguientes triángulos, dados a partir de los
correspondientes ángulos dados:
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CDR es dado: CDR es dado y DRB es igual a ARB encontrado.
EBS es dado: BES está determinado por dos rectas dadas en posición y EBS es igual a
ABR.
CFS es dado: CFS es dado y FSB es igual a ESC
BGT es dado: BGT es dado y se conoce GBT
CHT es dado: CHT es dado y CTH es igual a BTG.
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!" + !" !" + !" + !"
!" = !" + !" = ! + =
! !
! !"# + !"# + !"#
!" = !"× =
! !!
!" = !" − !" = ! − !
! !" − !"
!" = !"× =
! !
!" − !" !" + !" − !"
!" = !" + !" = ! + =
! !
! !"# + !"# − !"#
!" = !"× = .
! !!
Estas igualdades ameritan varios comentarios. En términos modernos, Descartes
dispone de los valores de los segmentos CB, CF, CD y CH en “función” de ! y !. Esto
es, las distancias de C a cada recta participan de la forma !" + !" + ! = 0.
Observemos de nuevo el carácter inequívoco de la escritura que Descartes está
introduciendo. El procedimiento analítico le permite expresar sin ambigüedades
distancias que se suponen conocidas en términos de cantidades no conocidas ! y !. Esta
relación funcional se hará más evidente en lo que debería ser la etapa conclusiva del
método de análisis y síntesis en el libro 2. En el proceso de construcción punto a punto
de las cónicas a partir de su expresión particular en la ecuación general de segundo
grado, Descartes señala que
§ En la notación de la Geometría:
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§ O su equivalente en notación moderna:
Una vez determinada la ecuación del lugar geométrico de los puntos que cumplen la
condición de Pappus, Descartes procede a interpretar esta curva algebraica en el mundo
euclidiano. Lo que correspondería a una etapa lógica de síntesis (deducir de la ecuación
cada una de las curvas algebraicas que representan el lugar geométrico), en verdad se
reduce a una especie de segunda modalidad de análisis en virtud de la cual Descartes
exhibe una cónica.
¨Lo importante para Descartes era mostrar que al dar un valor cualquiera a una de las
dos variables dependientes, todas las ecuaciones correspondientes al problema seguían
siendo de segundo grado y solo se diferenciaban de la ecuación dada en los signos
+ ! −. En consecuencia sus soluciones podían construirse con regla y compás.”
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esboza ambos procedimientos, sin que pueda afirmarse propiamente que los haya
realizado de manera completamente satisfactoria.
Para concluir, es importante señalar que el método analítico cartesiano apela
fundamentalmente al teorema de Tales en el tratamiento de los segmentos como razones
entre lados de los triángulos. Al sustituir en la igualdad CB x CF = CD x CH cada
segmento por su respectiva expresión algebraica, poco importa que las rectas se corten
en ángulos rectos. Aunque Descartes le confería un papel central en el análisis tanto al
uno como al otro, el teorema de Pitágoras no interviene para nada en el análisis
cartesiano de Pappus. Refiriéndose al hecho de que el análisis del problema de Pappus
se reduzca a considerar razones de segmento a segmento en los triángulos dados,
Gardies dice (p. 121):
“Una de las características más espectaculares del tratamiento cartesiano del
problema de Pappus es que nos hace remontar hasta una especie de mínimo
incompresible de saber geométrico previamente supuesto”.
Referencias bibliográficas
Álvarez, C. 2000. “Descartes lector de Euclides”. En: Álvarez, C. y R. Martínez (ed.).
Descartes y la ciencia del siglo XVII. Siglo XXI editores, 2000, México; pp. 15-68.
Descartes, R. 1954. Geometry. With a facsimile of the first edition.Translated from the
French and Latin by David Eugene Smith and Marcia L. Lattan. Dover, New York.
Domski, M. 2011. “Descartes’Mathematics”. Stanford Encyclopedia of Philosophie.
Consultado el 21 de septiembre de 2012 en: http://plato.stanford.edu/entries/descartes-
mathematics/
Gardies, J.-L. 2001. Qu’est-ce que et pourquoi l’analyse? Essai de définition. Vrin,
2001, Paris.
Giusti, Enrico (2000): La naissance des objets mathématiques. Ellipses, Paris.
Hintikka y Remes, 1974. The Method of Analysis: Its geometrical origin and its general
significance. D. Reidel, Dordrecht and Boston.
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