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El análisis cartesiano en la solución del problema de Pappus y la

introducción de las curvas algebraicas

Luis Carlos Arboleda


Grupo de Historia de las Matemáticas
Instituto de Educación y Pedagogía
Universidad del Valle

Introducción
En otra intervención en una mesa temática de este encuentro de Asocolme hacemos
algunas consideraciones teórico-metodológicas sobre la historia de las matemáticas
como recurso pedagógico. En particular nos referimos a la apropiación de la historia
para desarrollar la capacidad del docente de saber-analizar su propia práctica de
formación de pensamiento matemático sobre determinados objetos del currículo.
El planteamiento principal es el siguiente: hacer historia de las matemáticas es historiar,
no tanto ideas o mentalidades, sino las razones de ser de los discursos formales y su
constitución en la actividad humana de razonamiento. Ello apunta a darle sentido a la
historia según el ideal moderno de enseñanza de las matemáticas propuesto por
Chevallard en la teoría de la transposición didáctica de los años 1980: “Descubrir el
verdadero funcionamiento de la ciencia y reemplazar la génesis ficticia característica de
los sistemas formales por el conocimiento de la heurística de los procesos de su
constitución.”

En fin, en nuestra intervención de la mesa proponemos que uno de los casos de estudio
para explorar las posibilidades pedagógicas de la historia de las matemáticas sea la
solución del problema de Pappus y la consecuente introducción de la teoría de curvas
algebraicas. De hecho este es un momento muy significativo en la historia de las
matemáticas de formación de un nuevo objeto matemático en tres fases (Giusti, 2000):
a) resolución general de problemas (Pappus), b) introducción del objeto nuevo (curva-
ecuación), c) estudio formal del objeto (teoría de curvas).
El propósito de la presente charla es pues, el estudio de los procedimientos analíticos
empleados en la solución del problema de Pappus por Descartes en (Descartes, 1954)(en
adelante citada como Geometría). Se comenzará por distinguir las modalidades de
análisis y síntesis en el pensamiento geométrico. ¿En qué radica que la geometría
euclidiana sea sintética? ¿Por qué decimos que la geometría cartesiana es analítica?
¿Cómo se entiende desde esta perspectiva el uso corriente de la expresión: “Dado un
objeto !, se afirma !(!)?”.
Esto nos conduce a explicar las razones de Descartes para emplear la doble designación
escritural cartesiana de lo dado y lo desconocido, mostrando que la naturaleza del
problema cuya solución enfrentaba Descartes (Pappus) influyó en la introducción del
lenguaje algebraico y en el cambio de registros de representación. Nos interesa entender
por qué la escritura algebraica reduce lo geométrico euclidiano a su última expresión y
con ello orienta el pensamiento de manera “más segura” con respecto a la
representación figural.

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Por último, se estudia la función cognitiva original que comporta el empleo del sistema
de coordenadas en la algebrización del problema, y que permite explicar interrogantes
como los siguientes: ¿Por qué la noción de relación entre variable e incógnita es
esencial al carácter analítico de la curva? ¿Cómo surge la interpretación moderna de
“lugar geométrico” como conjunto de parejas del producto cartesiano que cumplen
determinada relación?

Las modalidades de Análisis y Síntesis en el pensamiento matemático


Nos representamos el carácter sintético de la geometría euclidiana en el hecho de que la
verdad de un teorema se deduce como consecuencia de un sistema de axiomas. En la
geometría cartesiana esta verdad es de naturaleza analítica, pues se basa en un principio.
Por ejemplo, Descartes “sabía” que para toda función polinómica ! con coeficientes
reales y grado impar existe al menos una raíz real, es decir un a tal que !(!)   =  0. Para
nosotros este teorema de existencia se basa en el principio del Teorema del Valor
Intermedio: para toda función continua que cambia de signo en un intervalo existe al
menos un punto de intervalo en donde ella se anula. La existencia de la raíz está dada
por el principio. Pero hay que identificar esa raíz de manera precisa. Bolzano sería el
primero en hacerlo a través de la demostración del teorema del valor intermedio. Esta
existencia se funda en la propiedad de completez de los reales.
Según Euclides, Elementos, Libro 13, el análisis consiste en tomar como acordado lo
que se busca, para llegar por vía de consecuencia, a alguna cosa cuya verdad ya ha sido
acordada. Por otra parte, en sus Mathematicae Collectiones (traducción de Comandino
de 1589), Pappus definió el análisis como la vía que parte de lo que se busca, como si
fuera acordado, para llegar, por las consecuencias subsiguientes, a algo que es acordado
por la síntesis. Estudiemos este último punto de vista.

En el análisis, al suponerse que lo que se busca ya ha sido obtenido, examinamos


aquello de donde procede y de nuevo las premisas de donde esto procede, hasta que
remontamos de esta manera a algo ya conocido o que cumple la función de principio.

A la inversa, en la síntesis se supone ya obtenido lo que en el análisis se busca como


último término. Colocando en el orden natural (deductivo) los antecedentes del análisis
en lugar de consecuentes, y relacionando unos y otros, llegamos a la meta que es la
construcción del objeto buscado.

Veamos la formulación lógica de las seis etapas del método de análisis y síntesis
empleado por Descartes (Hintikka y Remes, 1974):

1. Enunciar aquello que nos es dado: D (!! , !′′ partes de !).


2. Enunciar aquello que se busca: !.
3. La etapa del Análisis: !! ⇒ ! ⇒ ! .
4. La etapa de la Resolución: ! ⇒ !.
5. La etapa de construcción: Fin del Análisis; inicio de la Síntesis.
6. Demostración por medio de la Síntesis: !!! ⇒ ! ⇒ ! .

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Los resultados 6 y 3 permiten concluir que se llega a una equivalencia lógica entre
!  y  !,  cuando se parte de lo que nos es dado !  o de sus partes !! y  !!! . Observemos
también que la etapa 3 del análisis se inicia cuando a partir de una parte de lo dado y
considerando lo buscado como dado, se deduce una afirmación que, en virtud de la
resolución, se comporta como principio de lo dado.

En lo que sigue vamos a reconstruir el procedimiento analítico cartesiano de acuerdo


con la lectura de los libros 1 y 2 de la Geometría que se encuentra en (Gardies, 2001).
De hecho Gardies considera (capítulo 5) que Descartes utiliza dos modalidades de
análisis. La primera consiste en aceptar como dado el lugar geométrico de los puntos
que aportan solución al problema de Pappus, para remontarse a partir de allí a la
ecuación general de segundo grado como principio. La segunda modalidad de análisis
consiste en remontarse del principio (la ecuación general) a otros principios, las
ecuaciones restringidas de cada uno de los lugares geométricos que representan la
solución. No obstante, Descartes no aporta la deducción lógica de cada lugar
geométrico a partir de su ecuación, limitándose a exhibirlo como dado mediante una
construcción.

Designación escritural y análisis cartesiano.

La innovación escritural cartesiana supera las ambigüedades de la geometría griega en


el uso de figuras arbitrarias, pues no siempre se podían justificar todas las propiedades
sobre las cuales debía apoyarse el razonamiento. Recordemos que según la clasificación
de Proclo, la estructura deductiva de una proposición euclidiana tiene seis elementos:
prótasis, ectesis, diorismo, construcción, demostración, conclusión.

Entre todos estos elementos, la construcción resume las condiciones que hacen posible y
orientan la argumentación de la prueba. Pero hay construcciones que no se incluyen
antes sino cuando se hacen necesarias en el curso de la demostración. Es lo que ocurre
en el teorema de Pitágoras (proposición 47 del libro 1), con la introducción de dos
segmentos necesarios para trasladar mediante una construcción los cuadrados
correspondientes al área de los catetos en el cuadrado de la hipotenusa. A diferencia de
Euclides que no representa como dados todos los segmentos, la escritura de Descartes
permitía distinguir el estatuto exacto de lo dado y lo no dado en cualquier fase del
procedimiento analítico. Inclusive cuando, en virtud de la etapa 4 de resolución antes
mencionada, era necesario razonar sobre los segundos como si también fueran dados.
Como dice Gardies (Gardies, 2001, p. 109):

“En adelante se podían incluir en el razonamiento todos los elementos que estaban
implicados, como si todos fueran dados, sin que esta unificación de tratamientos y
procedimientos implicaran en ningún momento el menor riesgo de confusión en cuanto
al estatuto exacto de cada uno de ellos”.

El problema de Pappus y la introducción de las curvas algebraicas

En el libro 1 de su Geometría Descartes muestra las características de su nuevo método


aplicado a la solución general de un problema de la geometría griega que Pappus había
presentado en la Colección Matemática, y que pertenece a la clase que hoy conocemos

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como problemas de lugar geométrico en cuanto su solución comporta la construcción
de una curva (algebraica). En términos generales, se parte de que están dados un cierto
número de rectas, un número determinado de ángulos, una razón y un segmento. Se
propone entonces identificar la curva cuyos puntos satisfacen una relación específica
que cumple la razón dada. En el caso elemental del problema de Pappus para dos rectas:
se dan dos rectas (!! , !! ), dos ángulos !! , !! y una razón !.  Se designan por !! y !!
las distancias oblicuas del punto P a !!  y  !! de acuerdo con los ángulos !!   y  !! . El
problema consiste en encontrar los puntos P para los cuales !! :  !!   = !.

En la Colección, Pappus había presentado su solución para tres y cuatro rectas.


Igualmente la solución para el caso de seis rectas obtenida por Apolonio en el contexto
de su teoría de cónicas. Pero aún estaba pendiente la solución más general para el caso
de n rectas. Y lo que es más importante (Geometría, p. 22):

“(Pappus) no se propuso determinar ni describir, como tampoco explicar, la naturaleza


de la (curva) requerida cuando la cuestión involucra un número grande de líneas.”

De ahí el titulo del libro 2: Sobre la naturaleza de las líneas curvas. Descartes no
solamente resuelve el problema de Pappus para el caso más general, sino que emplea un
enfoque radicalmente nuevo que le permite introducir las curvas algebraicas y estudiar
su naturaleza como objeto distinto a las curvas euclidianas. En donde la solución clásica
del problema se reclamaba de una cónica, Descartes impone un nuevo objeto, la curva
algebraica (Giusti, 2000). Apolonio y Pappus exhiben construcciones singulares para
casos particulares, pero la solución general está fuera del alcance de la geometría
clásica. Al resolver el problema de manera completa, Descartes renueva la idea de lugar
geométrico. La solución cartesiana impone sustituir la curva como construcción por la
curva como ecuación.

El objeto radicalmente nuevo que emerge de la solución del problema será estudiado
inmediatamente en el marco de la teoría de curvas, en la cual se introduce, en particular,
un método para encontrar la normal a una curva arbitraria en un punto dado, y la
clasificación de curvas por géneros según los grados de sus ecuaciones. Esta
clasificación está relacionada con la propiedad de las curvas geométricas de ser
construibles punto a punto, característica que las distingue de la clase de curvas como la
espiral o la cuadratriz, que Descartes denomina “mecánicas” y que corresponden a
nuestras curvas trascendentes.

Descartes sabe que todos los puntos de una cónica se pueden construir por regla y
compás. Cuando la curva geométrica es una cúbica o tiene grado cuatro se construyen
punto a punto por la intersección de dos cónicas. Las de quinto o sexto grado son
construibles mediante la intersección de su “parábola de segundo grado” con el círculo,

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y así sucesivamente. Esto le permite a Descartes generar una jerarquía de curvas
reagrupando los grados por pares o géneros: las curvas geométricas de grado 2! − 1 y
2! se construyen por la intersección de un círculo y una curva de grado !.

Problema de Pappus generalizado a !  rectas (Domdky, 2011, p. 19)

Dados: una recta !! en el plano, ! ángulos !! , una razón !, un segmento de recta !. Para
un punto ! en el plano, sea !! la distancia oblicua entre ! y !! que forma el ángulo !!
con !! .

Problema: Encontrar el lugar de los puntos ! tales que las razones siguientes son
iguales a la razón dada !:

Para 3 rectas: !! ! :  !! !!


Para 4 rectas: !! !! : !! !!
Para 5 rectas: !! !! !! : !!! !!
Para 6 rectas: !! !! !! : !! !! !!

En general,

Para un número par 2! de rectas: !! ⋯ !! : !!!! ⋯ !!!


Para un número impar 2! + 1 de rectas: !! ⋯ !!!! : !!!!! ⋯ !!!!! .

Análisis geométrico cartesiano del problema de Pappus para cuatro rectas

La formulación del problema en el libro 1 de la Geometría es equivalente a la siguiente


(Gardies, p. 109):

“Encontrar el lugar de los puntos tales que, si a partir de cada uno de ellos se trazan
rectas que se cortan en ángulos dados, respectivamente con otras cuatro rectas dadas en
posición, el producto de los dos segmentos que van desde el punto a dos de estas rectas,
es igual al producto de los dos segmentos que van desde el punto a las otras dos.”

El método analítico de Descartes se fundamenta en razonamientos sobre la figura.


Empieza suponiendo que el problema está resuelto. Sea C el punto sobre la figura que

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representa la solución. Sean AB, AD, EF y GH las cuatro rectas dadas en posición.
Sean CBA, CDA, CFE y CHG los cuatro ángulos dados en magnitud.

Por extensión, todos los ángulos representados sobre la figura están dados en magnitud.
Los segmentos EA y AG (que Descartes designa respectivamente por k y l) están dados
en magnitud, ya que están sobre una recta dada en posición y su longitud está
determinada por los cortes con las otras tres rectas dadas en posición).

Descartes introduce un parámetro z bajo la siguiente consideración:

“Puesto que todos los ángulos del triángulo ARB son dados, la proporción entre los
lados AB y BR también lo es, y la designo como z es a b … Así mismo los tres ángulos
del triángulo DRC son dados, y por consiguiente también lo es la proporción entre los
lados CR y CD, que designo como z es a c.”

Descartes considera entonces que las siguientes razones están dadas:

!" ! !" ! !" ! !" ! !" ! !" !


=   ;   = ;   = ;   = ;   = ;   =  .
!" ! !" ! !" ! !" ! !" ! !" !

En consecuencia, la letra z no designa una incógnita sino una magnitud dada


uniformemente, la cual se ha escogido por su razón con las magnitudes dadas b, c, d, e, f
y g. Con respecto a la mención que hace Descartes a que “todos los ángulos del
triángulo ARB son dados”, observemos que el ángulo BAR está dado ya que está
formado por dos rectas dadas en posición; ABR es el suplemento de CBA dado y BRA
es el suplemento de los anteriores.

En cuanto a que “la razón entre los lados AB y BR también es dada”, ello es
consecuencia del siguiente principio ya conocido por Descartes:
!": !" ∷ !"#$%&: !"#$%&.  

El procedimiento anterior se reitera para el triángulo CRD, en el cual todos los ángulos
son dados. Y así sucesivamente en los seis triángulos, considerando siempre el mismo
parámetro z. En conclusión, se tienen los siguientes triángulos, dados a partir de los
correspondientes ángulos dados:

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CDR es dado: CDR es dado y DRB es igual a ARB encontrado.
EBS es dado: BES está determinado por dos rectas dadas en posición y EBS es igual a
ABR.
CFS es dado: CFS es dado y FSB es igual a ESC
BGT es dado: BGT es dado y se conoce GBT
CHT es dado: CHT es dado y CTH es igual a BTG.

Modalidades del análisis cartesiano en la solución del problema de Pappus

El procedimiento analítico comienza en el momento en que la escritura permite


distinguir, con respecto al dominio de lo dado, las magnitudes no dadas que es
necesario encontrar. Dice Descartes (Geometría, p.28):
“En primer lugar supongo la cosa ya hecha, y para aclarar la confusión entre todas estas
rectas, considero una de las dadas y una de las que se deben encontrar, por ejemplo AB
y CB, como las principales y a las cuales trato de referir todas las demás. Sea x el
segmento de recta AB, entre los puntos A et B; y sea y el segmento BC …”
Descartes hace dos observaciones, que AB está dado en posición pero CB no lo está, y
que AB y CB no están dados en magnitud. Que CB no sea dado en posición podría
explicar por que al introducir el sistema de referencia Descartes no explícita el eje de las
ordenadas.
Al designar AB por x y CB por y, es posible denotar el punto C que genera el lugar
geométrico cuya existencia viene dada por la suposición de que el problema (la cosa)
está resuelto. Descartes está listo entonces para dar inicio propiamente a la tercera etapa
lógica del método del análisis en la cual: !! ⇒ ! ⇒ ! .  
Como están dados los segmentos !" = !, !" = !, !" = !, !" = !,   se pueden hacer
los correspondientes reemplazos en las seis razones del comienzo. Se obtiene así una
secuencia de igualdades en cadena deductiva que resultan del acto intencional de
Descartes de remontarse al principio a partir del cual se pueda deducir la existencia del
lugar geométrico en tanto solución. El carácter indiscutible de este principio se basa en
el hecho de que interpreta la relación entre los productos de las distancias del punto C a
las cuatro rectas dadas, mediante expresiones estrictamente formuladas en el sistema de
representación !". Esta es la lista de igualdades según la cadena de inferencias de la
Geometría (Gardies, 2001; pp. 113-114):
!"
!" =  
!
!"
!" = !" + !" = ! +
!
! !" !"#
!" = !"× = + !
! ! !
!" = !" + !" = ! + !
! !" + !"
!" = !"× =
! !

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!" + !" !" + !" + !"
!" = !" + !" = ! + =  
! !
! !"# + !"# + !"#
!" = !"× =
! !!
!" = !" − !" = ! − !
! !" − !"
!" = !"× =
! !
!" − !" !" + !" − !"
!" = !" + !" = ! + =
! !
! !"# + !"# − !"#
!" = !"× =  .
! !!
Estas igualdades ameritan varios comentarios. En términos modernos, Descartes
dispone de los valores de los segmentos CB, CF, CD y CH en “función” de !  y  !. Esto
es, las distancias de C a cada recta participan de la forma !"   +  !"   +  !   =  0.
Observemos de nuevo el carácter inequívoco de la escritura que Descartes está
introduciendo. El procedimiento analítico le permite expresar sin ambigüedades
distancias que se suponen conocidas en términos de cantidades no conocidas ! y !. Esta
relación funcional se hará más evidente en lo que debería ser la etapa conclusiva del
método de análisis y síntesis en el libro 2. En el proceso de construcción punto a punto
de las cónicas a partir de su expresión particular en la ecuación general de segundo
grado, Descartes señala que

“tomando sucesivamente un infinito número de diferentes valores para la línea y,


podremos hallar otros tantos para x: de este modo, podremos también encontrar un
número infinito de diversos puntos tales como el C, pudiendo describirse la línea curva
exigida”. (Citado por Álvarez, 2000, p. 49).

En cuanto a la restricción de las cantidades negativas que resulta, por ejemplo, de


!"
asignarle al segmento CR el valor ! + !  ,  ello tiene que ver con la posición arbitraria
del punto C en la figura. Descartes aclara al respecto (Geometría, pp. 31-32): “el punto
!"
B está situado entre C y R; porque si R estuviera entre C y B, CR sería ! − !  , y si C
!"
estuviera entre B y R, CR sería – ! + !  ". Esta triple posibilidad también se presenta
en los casos de los segmentos EB y CS. Luego parece evidente que Descartes posee el
concepto implícito de sentido asociado al de magnitud.
Retornemos al procedimiento analítico cartesiano. Puesto que el problema de Pappus se
supone resuelto, Descartes dispone de la igualdad de los siguientes dos productos
(rectángulos): CB x CF = CD x CH. Lo cual se traduce en la escritura cartesiana como:
!"# + !"# + !"# !" !"# !"# + !"# − !"#
!× !
= + ! ×  .
! ! ! !!
Aplicando las correspondientes operaciones algebraicas Descartes llega a la siguiente
ecuación:

§ En la notación de la Geometría:

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§ O su equivalente en notación moderna:

!"! ! − !! ! ! ! − !"#$! ! + !"#$ − !"#$ − !"! ! − !"! ! !" + !"#$% −


!"#! ! ! + !"#$%" = 0.
La primera modalidad de análisis consiste pues, en remontarse a partir de los datos del
problema de Pappus en cuatro rectas, hasta un principio general que resume las
condiciones de su solución: una ecuación de segundo grado en dos incógnitas.
Señalemos de paso que esta ecuación, de la forma !! ! + !! ! + !"# + !" + !" +
! = 0 , restringe la generalidad del análisis cartesiano puesto que su término
independiente ! es nulo.

Una vez determinada la ecuación del lugar geométrico de los puntos que cumplen la
condición de Pappus, Descartes procede a interpretar esta curva algebraica en el mundo
euclidiano. Lo que correspondería a una etapa lógica de síntesis (deducir de la ecuación
cada una de las curvas algebraicas que representan el lugar geométrico), en verdad se
reduce a una especie de segunda modalidad de análisis en virtud de la cual Descartes
exhibe una cónica.

Esta solución en particular se obtiene al restringir la ecuación, es decir cuando una de


las variables se toma como dada. Por ejemplo, dados de una parte b, c, d, e, f, g, k, l y z,
y de otra parte x, el problema de Pappus se reduce a construir una ecuación de segundo
grado en una incógnita. Descartes construye la curva a través del procedimiento de regla
y compás empleado a comienzos del libro 1. Lo analítico de este segundo
procedimiento, reside en el hecho que, de lo dado (la ecuación de segundo grado en una
variable), se llega al principio ya conocido (una cónica). Como señala Gardies (Gardies,
2001, p. 116):

¨Lo importante para Descartes era mostrar que al dar un valor cualquiera a una de las
dos variables dependientes, todas las ecuaciones correspondientes al problema seguían
siendo de segundo grado y solo se diferenciaban de la ecuación dada en los signos
+  !   −. En consecuencia sus soluciones podían construirse con regla y compás.”

Con respecto al segundo sentido del análisis, Descartes es consciente de que no es


riguroso, porque utiliza unos procedimientos de simplificación que lo llevan a sustituir
la demostración de las secciones cónicas por la evidencia de su construcción. De
nuevo: se constata la estrecha relación del procedimiento analítico cartesiano con la
construcción.
Alrededor de la misma época en que aparece la Geometría, Fermat obtuvo un
procedimiento analítico más preciso que el segundo de Descartes (Gardies, 2001, p.
127). De la propiedad general expresada por la ecuación de segundo grado con dos
incógnitas desciende a todos los casos posibles, mostrando en cada uno de ellos la
característica geométrica que expresa la ecuación particular. En su Géométrie Descartes

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esboza ambos procedimientos, sin que pueda afirmarse propiamente que los haya
realizado de manera completamente satisfactoria.
Para concluir, es importante señalar que el método analítico cartesiano apela
fundamentalmente al teorema de Tales en el tratamiento de los segmentos como razones
entre lados de los triángulos. Al sustituir en la igualdad CB x CF = CD x CH cada
segmento por su respectiva expresión algebraica, poco importa que las rectas se corten
en ángulos rectos. Aunque Descartes le confería un papel central en el análisis tanto al
uno como al otro, el teorema de Pitágoras no interviene para nada en el análisis
cartesiano de Pappus. Refiriéndose al hecho de que el análisis del problema de Pappus
se reduzca a considerar razones de segmento a segmento en los triángulos dados,
Gardies dice (p. 121):
“Una de las características más espectaculares del tratamiento cartesiano del
problema de Pappus es que nos hace remontar hasta una especie de mínimo
incompresible de saber geométrico previamente supuesto”.

Recordemos que desde el propio inicio de la Geometría Descartes utiliza el teorema de


Tales para sentar las bases de una teoría abstracta de magnitudes continuas como
condición de posibilidad de su geometría algebraica (Álvarez, 2000, p. 37). Una
innovación radical de Descartes es considerar un dominio abstracto de segmentos
dotado de estructuras de orden y medida, en el cual define la extracción de raíz
cuadrada, e interpreta las cinco operaciones fundamentales de la aritmética.
Apoyándose en Tales y la propiedad de la cuarta proporcional, establece que estas
operaciones, en particular la multiplicación, deben ser cerradas en el dominio. En este
sentido, bien puede decirse que el teorema de Tales obra en la Geometría como
principio de abstracción.

Referencias bibliográficas
Álvarez, C. 2000. “Descartes lector de Euclides”. En: Álvarez, C. y R. Martínez (ed.).
Descartes y la ciencia del siglo XVII. Siglo XXI editores, 2000, México; pp. 15-68.
Descartes, R. 1954. Geometry. With a facsimile of the first edition.Translated from the
French and Latin by David Eugene Smith and Marcia L. Lattan. Dover, New York.
Domski, M. 2011. “Descartes’Mathematics”. Stanford Encyclopedia of Philosophie.
Consultado el 21 de septiembre de 2012 en: http://plato.stanford.edu/entries/descartes-
mathematics/
Gardies, J.-L. 2001. Qu’est-ce que et pourquoi l’analyse? Essai de définition. Vrin,
2001, Paris.
Giusti, Enrico (2000): La naissance des objets mathématiques. Ellipses, Paris.
Hintikka y Remes, 1974. The Method of Analysis: Its geometrical origin and its general
significance. D. Reidel, Dordrecht and Boston.

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