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1. Introducción
La recuperación y utilización de papel recuperado ha aumentado
de forma muy importante a lo largo de las últimas décadas en todo
el mundo.
En Europa, después del éxito de la primera Declaración Europea
sobre la Recuperación y el Reciclaje de Papel (2000-2005), acuerdo
voluntario de todos miembros de la cadena de reciclado de papel,
se ha lanzado recientemente una segunda Declaración, con el ambi-
cioso objetivo de conseguir una tasa de reciclaje del 66% en 2010.
La recuperación de papel y cartón en España se ha duplicado en
los últimos diez años, pasando de 2,4 millones de toneladas en 1997
a los casi 5 millones de toneladas de 2007. En términos relativos, el
crecimiento ha sido también importante. Si en 1997 se recuperó
para su reciclaje el 42% del papel que se consumía, en el año 2007
se recuperó el 64%.
Estas cifras récord, posicionan al papel como el material
que más se recicla en España, y nos sitúan en la media de la
Unión Europea (64%) acercándonos a países con una dilatada tradi-
ción recuperadora como Suiza con un 77,2% o Noruega, Alemania,
Holanda y Austria por encima del 70%.
Por otra parte, España es uno de los líderes mundiales en el uso
del papel recuperado como materia prima en la industria papelera.
En el año 2007, un 84,6% del papel y cartón en España se produjo
con papel recuperado, frente a un 48,4% de media en los países
miembros de CEPI.
La demanda de papel recuperado es tan alta que existe un déficit
de papel recuperado, que se compensa con la importación de papel
recuperado de otros países europeos del entorno más cercano,
fundamentalmente Francia y Portugal. En concreto, en 2007, este
déficit ascendió a 756.600 toneladas, representando un 13,3% del
papel recuperado utilizado en la industria papelera.
En el año 2007 se recogieron para su reciclaje
4.911.200 toneladas de papel y cartón recuperados,
es decir, el 64% del papel que consumimos (frente al
59% del 2006), y que no se destinaron a vertedero, generando un
ahorro de volumen en vertedero equivalente a 50 grandes estadios
de fútbol como el Bernabéu o el Camp Nou llenos hasta arriba y un
ahorro de las emisiones en vertedero de 4,5 millones de toneladas
de CO2, más del 1% de las emisiones totales que produce España.
El papel recuperado puede provenir de muy diversas fuentes, cada
una de las cuáles presenta una serie de características diferentes
que hacen que los sistemas de recogida empleados y la calidad del
papel recuperado obtenido sean muy diferentes.
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Las fuentes de papel recuperado se pueden clasificar de acuerdo
con el canal en el que se recogen, distinguiéndose entre papel re-
cuperado recogido a través del canal municipal (hogares, pequeño
comercio, oficinas, etc.) y a través del canal industrial (industrias grá-
ficas de transformación o acabado del papel, grandes superficies y
centros comerciales).
La recogida de papel usado en el canal industrial: industrias, edito-
riales e imprentas, así como en grandes superficies comerciales, ya
funciona prácticamente al 100%. Sin embargo, tanto la recogida se-
lectiva a través de los contenedores azules, como la recogida puerta
a puerta en el pequeño comercio y oficinas, se sitúan aún por debajo
de la media europea y de su potencial.
En el año 2007 se recuperaron más de 1 millón de
toneladas procedentes del canal municipal, de las cuales
948.478 fueron recuperadas del contenedor azul y los puntos lim-
pios y 103.846 de la recogida comercial puerta a puerta.
Mientras que en el canal industrial se recuperan el 100% de los
envases, en el canal municipal sólo se llega a un 50%, lo que indica
que todavía existe una falta de información y/o concienciación sobre
lo que debe ir al contenedor azul.
Por otro lado, un estudio recientemente publicado, afirma que más
de ocho de cada diez hogares, en concreto el 84,4% asegura
separar habitualmente el papel y cartón.
A pesar de todos los esfuerzos humanos y económicos que están
haciendo tanto los recuperadores, como las administraciones nacio-
nal, autonómica y local, como la industria, muchos ciudadanos creen
que sólo los periódicos y las revistas deben ir al contenedor azul.
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2. El Papel
2.1. Su Origen
La palabra papel –“papyrus”, en latín-, alude a la planta egipcia
Cyperus papyrus, originaria de Siria, Palestina y África tropical cuyas
hojas sirvieron como soporte de escritura a los egipcios, griegos y
romanos entre el 3.000 a C. y el siglo V d.C.
Los egipcios obtenían el papiro de esta planta (llamada
thuf en el antiguo Egipto) caracterizada por hojas
largas, tallos blandos cuya parte inferior era
muy gruesa. Su médula era consumida como
alimento una vez hervida y utilizada en la
elaboración de este material similar al pa-
pel. Además de servir para la producción del
papiro de escritura, los tallos de la planta se
utilizaban también en la fabricación de embar-
caciones, esteras, cuerdas, zapatos, velas de barcos,
vestidos de corteza, etc.
El papiro era fabricado por los egipcios a partir de capas estiradas
de esta médula, que se ordenaban en forma transversal. Esta pulpa
se impregnaba de agua, se prensaba y se secaba; una vez seca, se
frotaba contra una pieza de marfil o una concha lisa para darle más
suavidad a su textura. El tamaño fluctuaba entre los 12,5 x 12,5 cm
y entre los 22,5 x 37,5 cm. Cada hoja se unía a otra, formándose
rollos de entre 6 y 9 metros, aunque se han encontrado de longitud
superior a los 40 m.
En el año 105 d.C., T’sai Lun, emplea-
do del emperador chino Ho Ti, fabricó
por primera vez papel, a partir de una
pasta vegetal a base de fibras de caña
de bambú, morera y otras plantas, dan-
do origen al papel que conocemos hoy.
T’sai Lun emprendió esta tarea siguien-
do la orden expresa del emperador de
buscar nuevos materiales para escribir
sobre ellos. Durante los siguientes 500
años, la técnica de la elaboración del pa-
pel perteneció a la cultura china, quienes
la guardaron celosamente durante ese largo período.
Alrededor del 600 d.C. el papel llegó a Corea y Japón, paí-
ses en los cuales se comenzó a fabricar de forma manual según la
antigua tradición; siendo ellos los que fueron perfeccionando paula-
tinamente este sistema.
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En el año 750 d.C. los conocimientos para la fabricación del
papel llegaron al Asia Central, el Tíbet y la India. Posteriormente los
árabes, en su expansión hacia el oriente, se familiarizaron con los
métodos de producción del papel de escribir y crearon molinos de
papel en Bagdad, Damasco, El Cairo y –más tarde- en Marruecos, Es-
paña y Sicilia. Los árabes no tenían fibras frescas, de manera que para
producir papel extrajeron la materia prima de sus antiguas alfombras;
luego usaron harneros hechos de caña y fabricaron hojas delgadas
recubiertas con pasta de almidón. Este papel era de apariencia fina y
resistía muy bien la escritura.
Al entrar en Europa, los árabes introdujeron en ese continente el
secreto de la fabricación del papel; países como Italia y España desa-
rrollaron rápidamente este descubrimiento.
Curiosamente, aunque los inicios del papiro y por tanto de la cul-
tura del papel tuvieron lugar en el antiguo Egipto, el papel como tal
no apareció en Egipto hasta el año 800 d.C. (700 años después de
que el papel fuera creado por el chino T’sai Lun)
En Europa, el primer ejemplar escrito en papel es una carta árabe
que data del año 806, que se conserva en la Biblioteca Universitaria
de Leyden de Holanda. Antes de la aparición del papel, los europeos
utilizaban el pergamino, producido a partir de delgadas capas de piel
de vaca, oveja o cabra.
La primera fábrica de papel europea se estableció
en España, cerca del año 1150. Durante los siglos siguientes
la técnica se extendió a la mayoría de los países de Europa y a me-
diados del siglo XV, con el invento y la introducción de la imprenta
de tipos móviles, la impresión de libros pudo hacerse a más bajo cos-
te convirtiéndose en un gran estímulo para la fabricación de papel.
El aumento en el uso del papel durante los siglos XVII y XVIII pro-
dujo escasez de telas y trapos, únicas materias primas satisfactorias
que conocían los papeleros europeos, promoviendo la búsqueda de
diversos materiales sustitutos pero ninguno dio buenos resultados.
De la misma manera se intentó también reducir el costo del papel
a través de una máquina que reemplazara el proceso de fabricación
manual.
Fue en 1798 cuando el francés Nicholas Louis Robert, construyó
una máquina efectiva posteriormente mejorada por dos británicos
–los hermanos Henry y Sealy Fourdrinier–, quienes en 1803 crearon
la primera de las máquinas marcadas con su apellido. En 1840 intro-
dujeron el proceso de trituración de madera para fabricar pulpa, con
lo cual se pudo fabricar papel a partir de una materia prima de más
bajo coste. Diez años después se realizó el primer proceso químico
para producir la pulpa, lo cual contribuyó aún más a la reducción de
costes.
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En 1844, Federic Gottlob Seller sería el primero en
obtener, mediante un procedimiento mecánico, pasta
de madera. Hacia 1852, Meillier descubrió la celulo-
sa y Tilghman patentó el procedimiento mediante
el cual, y por medio de la utilización de bisulfito
de calcio, se obtenía celulosa de la madera.
Desde esa fecha, todos los esfuerzos conver-
gerían hacia la búsqueda del perfeccionamiento
de máquinas y técnicas, la renovación de mate-
riales y la disminución de los tiempos de produc-
ción.
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Dentro de las tendencias actuales que se enmarcan
dentro del crecimiento sostenible, el reciclado de
papel ha tomado hoy una importancia pre-
ponderante y es así como numerosas fábri-
cas de papel han adaptado y modificado
sus procesos de fabricación para produ-
cir papeles a partir de la fibra recupera-
da obtenida del papel recuperado. De
esta manera se pueden obtener dife-
rentes tipos de papel como papel pren-
sa, tissue, papeles para corrugar e incluso
papel para sacos, que se están producien-
do a partir de la fibra presente en el papel
recuperado, logrando productos semejantes a
los obtenidos a partir de fibras vírgenes.
Así pues, el papel y cartón son materiales 100% recu-
perables y reciclables, por lo que todos los residuos de papel
y cartón que se recogen se pueden recuperar y reciclar. El de las
oficinas, las grandes áreas comerciales y los pequeños comercios, las
imprentas e industrias, y por supuesto, el que se recoge en el conte-
nedor azul de nuestros municipios, se recicla.
Los residuos de papel y cartón, recogi-
dos separadamente de otros residuos (se-
lectivamente), después de ser limpiados y
clasificados en diferentes calidades o tipos
(papel, cartón, periódicos, etc), se convier-
ten en lo que se denomina “papel recu-
perado”, y vuelve a las fábricas papeleras
como materia prima para fabricar papel
nuevo (papel reciclado), completando así
el “ciclo del papel”.
Papel Prensa
Utilizado para la impresión de diarios, está fabricado mayoritaria-
mente a base de papel recuperado o pasta mecánica. Puede ser
blanco o ligeramente coloreado y su gramaje habitual oscila entre 40
y 52 g/m2, aunque puede llegar a 65 g/m2.
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carteles, papeles de oficina..., puede ser estucado o no estucado, de-
pendiendo del uso a que esté destinado. El estucado es un proceso
mediante el que se adicionan al papel –por una o por las dos caras–
productos como caolín o carbonato cálcico, que permiten mejorar
las características de impresión, haciendo el papel más uniforme y
más brillante o más opaco.
Papeles especiales
La industria papelera española fabrica una amplísima gama de pro-
ductos de alta tecnología: papel impermeabilizado para embalaje de
productos hortofrutícolas, papel microrizado de gran extensibilidad,
papel inter-leaving para intercalar en usos industriales como el lami-
nado en frío de acero, papel cushion para usos industriales como
sustituto del poliuretano, papel moneda, papel metalizado directa-
mente por alto vacío, papel autoadhesivo inhibidor del moho, papel
acetato de celulosa transparente...
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hemos visto, un amplísimo abanico de productos con muy diferen-
tes aplicaciones. Las cerca de 500 variedades de papel existentes
son buena prueba de la versatilidad de este material. Hay un tipo
de papel para cada necesidad, desde las variedades más conocidas
como los papeles gráficos, los papeles higiénicos y sanitarios y los
empleados en la fabricación de envases y embalajes, hasta un gran
número de papeles especiales que sirven a más de 300 usos muy
específicos.
En los últimos años, la informática y la electrónica están dando un
gran impulso al desarrollo del comercio y de la comunicación. El
comercio y el correo electrónico tienen en el papel su mejor aliado:
al lado de cada PC encontramos una impresora y el producto com-
prado por la red llega al domicilio del internauta convenientemente
embalado en papel y cartón.
En España, cada ciudadano utiliza al año 176 kilos
de papel en más de 300 usos relacionados con la educación, la
cultura, el arte, la comunicación, el comercio, la higiene, la sanidad,
etc.:
• 68 kilos de embalajes de cartón ondulado (cajas de pro-
ductos de alimentación y bebidas, electrónica e informática, per-
fumería y droguería, juguetes...)
• 63 kilos de papeles gráficos (diarios, revistas, libros, folios,
cuadernos...)
• 16 kilos de papeles higiénicos y sanitarios (papel hi-
giénico, rollos de papel de cocina, pañuelos, servilletas...)
• 13 kilos de cartoncillo (cajas de cereales, de conservas, de
perfumes, de medicinas...)
• 2 kilos de sacos de papel
• 14 kilos de papeles especiales (papel decorativo, papel
moneda, filtros, etiquetas...).
En cuanto a la procedencia del papel, utilizamos al año por habitan-
te 85 kilos de papel español, 76 kilos de papel procedente de otros
países de la Unión Europea y 15 kilos de procedencia diversa.
El consumo en España hace 10 años era de 129 kilos por habitante
y hace 20 años apenas superaba los 75 kilos por habitante. La con-
vergencia con Europa ha impulsado la comunicación, el comercio, la
sanidad, la educación, la cultura... ámbitos todos ellos en los que el
papel está muy presente.
La colaboración ciudadana en la recuperación y el
reciclaje es fundamental. Separar el papel usado y depositar-
lo en los contenedores azules es la mayor contribución al consumo
responsable de papel que puede hacer el ciudadano.
De los 176 kilos de papel que utilizamos anualmente
por habitante, 112 kilos se recuperan a través de la reco-
gida selectiva municipal (contenedor azul, puntos limpios y recogida
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puerta a puerta en el pequeño comercio y oficinas) y se envían a las
fábricas papeleras que compran este papel para reciclarlo.
3. El Proceso de Recuperación y el
Reciclado del Papel
El objetivo de este apartado es explicar el funcionamiento de una
planta de recuperación de papel y cartón. Es decir, a que procesos
se someten los residuos de papel y cartón, que cada ciudadano de-
posita en los contenedores destinados a este tipo de residuos, para
convertirlo posteriormente en una valiosa materia prima secundaria
y dejar de considerarlo un residuo.
Antes de entrar a describir dicho proceso es fundamental aclarar
dos conceptos, que comúnmente se confunden: La recuperación y
el reciclaje.
• La recuperación es el conjunto de operaciones de gestión
Casa de residuos que se realizan para permitir que un residuo pueda
(persona + papelera) ser utilizado como materia prima. Entre ellas estarían:
o la recogida y el transporte,
o la clasificación,
Persona + contenedor
o la limpieza y separación de materias impropias o extrañas,
o la trituración, el embalado y compactación,
o su almacenamiento hasta el momento del consumo.
Camión
• El Reciclaje es la utilización de un material recuperado como
sustitución de una materia prima para la obtención de un pro-
ducto nuevo.
Instalación de
Ambos procesos son posteriores a haber separado en nuestros
Recuperación
hogares los residuos de papel y cartón que hemos generado y de-
positarlos en los contenedores adecuados.
El papel y cartón es un material 100% reciclable, por
Instalación de
lo que todo el papel que se recoge separadamente se recicla. Ese
Reciclaje
papel recogido separadamente de otros residuos (selectivamente),
una vez que entra en la planta de recuperación se limpia y clasifica
en diferentes calidades o tipos (papel, cartón, periódicos, etc.) y se
convierte en lo que se llama “papel recuperado” para así volver a
las fábricas papeleras como materia prima en la fabricación de papel
nuevo (papel reciclado). De esta manera se completa el “ciclo del
papel”.
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• La recogida industrial en empresas, editoriales e imprentas, y
grandes superficies comerciales.
• La recogida selectiva a través de los contenedores azules y la
recogida “puerta a puerta” de los pequeños comercios.
• Las recogidas especiales en oficinas, en edificios de organismos e
instituciones públicas, en puntos limpios, etc.
La proporción más elevada es la procedente de industrias de trans-
formación, imprentas, casas editoriales y grandes comercios al por
menor. Por ejemplo:
• Las fábricas de envases de cartón aportan gran cantidad
de recortes de papel ondulado, mientras que los supermercados
y otros establecimientos análogos descartan un elevado número
de envases de cartón ondulado que son recogidos para su recu-
peración.
• Los convertidores de papel y las editoriales son fuente
de toda clase de recortes, papel defectuosamente impreso, libros
no vendidos, periódicos y revistas sobrantes, etc.
• Las oficinas generan grandes cantidades de estos residuos de
buena calidad, como son los papeles de imprenta y de máquina
y, especialmente estos últimos años con la expansión informática,
cantidades crecientes de papel para impresoras y máquinas foto-
copiadoras.
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La principal característica de estos contenedores es que necesitan
una grúa para elevarlos y de algún mecanismo para la apertura y
cierre de sus tapas. Por ello tienen dos ganchos en la parte superior:
uno de ellos permite que la grúa eleve el contenedor y el otro abrir
los portones, que constituyen la base del contenedor.
Para vaciar estos contenedores se emplean vehícu-
los de caja abierta dotados de grúa con una capa-
cidad que varía de los 10m3 hasta los 30m3. La
elección de un vehículo u otro depende de la
cantidad de residuos a recoger y de las caracte-
rísticas urbanísticas de cada zona.
A menudo, la “caja” del camión incluye un siste-
ma de compactación para aumentar la densidad de
la carga optimizando así el coste del transporte. Tam-
bién se puede equipar la grúa con una báscula que permita
conocer con detalle el peso de cada uno de los contenedores.
Si el contenedor está soterrado el funcionamiento es muy similar.
Durante el tiempo de reposo, los contenedores se encuentran bajo
tierra, admitiendo los residuos por su boca. Cuando llega el camión
se activa una plataforma de elevación, lo que permite extraer los
contenedores y proceder a su vaciado en el camión.
Las alternativas a los sistemas convencionales son:
• La recogida neumática de residuos que se basa en la apli-
cación de corrientes de aire a través de conductos subterráneos.
Para ello los residuos, han de ser depositados previamente en
buzones instalados en el interior de viviendas, otros edificios, en
la vía pública o directamente en contenedores de gran capaci-
dad. Este sistema precisa de importantes inversiones en obra civil,
equipos e instalaciones.
• La recogida “puerta a puerta” donde los empleados de los
establecimientos depositan en la puerta, en los días y horarios
concretados, los cartonajes para que sean recogidos por las em-
presas de recuperación. Este sistema esta enfocado al pequeño
comercio y tiene una dinámica similar a la recogida convencional:
mediante rutas y frecuencias preestablecidas, pero sin contene-
dores.
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El número de contenedores que se considera óptimo, para
una recogida eficiente, (cómoda para los ciudadanos) es de uno
por cada quinientos habitantes, si bien en los medios rurales
o en los municipios donde predomina la vivienda horizontal, y por
tanto la densidad de población es menor, esa proporción se hace
insuficiente.
Para la recogida convencional y la recogida puerta a puerta se esta-
blecen rutas (las cuales pueden incluir varios municipios dependiendo
del tamaño de estos) que se realizan de acuerdo con una frecuencia
preestablecida. Todos los contenedores de la ruta, con independencia
de su grado de llenado, se vacían y se vuelven a colocar en el
mismo lugar.
Además, en las oficinas, colegios… se utilizan las Eco-
papeleras, pequeños recipientes de cartón diseñados
para su ubicación en interiores. Suelen contener una
bolsa de plástico en su interior que se sustituye por
otra vacía cuándo se llena.
La recogida se suele efectuar también con una fre-
cuencia preestablecida y la realiza un operario que
recorre las instalaciones por dónde están distribui-
das las ecopapeleras, para su posterior transporte a
la planta en furgoneta o camión.
En algunas ocasiones estas papeleras pueden ser
contenedores de seguridad, cerrados y precintados,
con el objeto de mantener la confidencialidad de los do-
cumentos depositados en su interior. Posteriormente se
realiza una destrucción confidencial de los archivos recogidos
en el centro de recuperación.
Diagrama
Limpieza Triturador
Recepción
Los residuos procedentes de las diferentes recogidas llegan a la
planta de recuperación en los vehículos. A la entrada de la planta se
encuentra la caseta de control en donde se realiza:
El pesaje. Como la unidad de medida del producto manipulado
en los almacenes de recuperación de papel y cartón es el peso, toda
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mercancía que entra en la instalación se pesa mediante la báscula
electrónica para camiones que hay a la entrada. Se realizan dos pesa-
das del vehículo: una cuando entran en la planta cargados y otra a la
salida vacios. La diferencia de ambos pesos nos indica el peso neto
de residuos transportados.
Control identificativo del itinerario de procedencia.
Después del control y pesaje, y una vez verificada que la carga co-
rresponde a la tipología de residuo admisible en la instalación, se
permite el acceso del vehículo hasta el área de descarga.
Descarga Los vehículos que transportan los residuos, después
de haber realizado el pesaje y control en la entrada de la planta se
dirigen hacia la plataforma de maniobras, exterior no cubierta, que
normalmente antecede a la zona cubierta de descarga. En esta plata-
forma el vehículo procederá a la descarga de los residuos en el foso.
Limpieza/Clasificación
El objetivo de esta fase es que el producto final esté libre de ma-
terias impropias.
Un vez descargado, el papel y el cartón se clasifica en las
distintas calidades y se eliminan las materias impropias:
plásticos, alambres, madera, basura, etc.
El proceso de clasificación puede realizarse me-
diante sistemas manuales, mecánicos y ópticos:
Sistema Manual
En el suelo o en jaulas en el propio
almacén. La mercancía es descargada en las
instalaciones del recuperador y es en el mismo
suelo dónde los operarios realizan una limpieza
y clasificación de los materiales.
En cintas. Una pala introduce el material en
una cinta transportadora horizontal en donde se
procede al triaje manual, separándose individualmente
los distintos componentes comercializables. De esta ma-
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nera su limpieza y clasificación es más cómoda y eficaz que si se
realizara en el suelo.
Normalmente, los puestos de separación se encuentran dentro de
una cabina con ventilación filtrada y controlada, con iluminación in-
dependiente.
Sistemas mecánicos
Los sistemas de clasificación mecánica, son cada vez más habituales,
utilizándose sobre todo en la clasificación de recogida selectiva. En el
mercado existen diversas tecnologías para la clasificación mecánica:
sistemas ópticos, Infrarrojos…
Ejemplo de sistema infrarrojo de clasificación:
Triturado
Algunos tipos de papel y cartón se trituran antes de
su embalado para obtener una bala más homogénea,
compacta y estable lo que permite su posterior ma-
nipulación y apilado.
Embalado/Prensado
El papel o cartón se embala con una prensa
para facilitar su manipulación y almacenamiento
y transporte.
Almacenado y Expedición
Las balas o fardos que salen de la prensa se almace-
nan por calidades hasta su salida a fábricas que reciclan
el papel y cartón.
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El apilado de las balas, se ha de realizar, observando sobre todo las
condiciones de seguridad de la misma.
La duración del almacenamiento para estos residuos en las instala-
ciones es variable y depende de las calidades y de circunstancias del
mercado. En la mayor parte de los casos el tiempo que permanecen
almacenados se sitúa entre 1 día y 2 semanas.
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Cerrar el circulo del reciclaje del papel, supone la utilización
del papel recuperado proveniente de la recogida y la
clasificación de los residuos de papel y cartón en
procesos de fabricación como sustitutos de re-
cursos naturales. En España por cada 10 kilos
de papel que se fabrican se utilizan como
materia prima 8 kilos de papel usado.
Apostar por el consumo de materiales
reciclados de papel y cartón o con un alto
porcentaje en su composición de estos
materiales es sin duda apostar por el ahorro
de recursos, de energía, por reducir la conta-
minación, y en definitiva por convertir
lo viejo en nuevo, participando activa-
mente en el cuidado de nuestro planeta.
5. Ventajas Medioambientales de la
Recuperación y Reciclado de Papel
Mejor Utilización De Los Recursos
El papel se fabrica con las fibras de celulosa que se encuentran en
la madera. Las fibras de celulosa son un producto natural y renova-
ble que se aprovecha al máximo gracias a que los papeles usados,
en lugar de tirarlos a la basura para que acaben en el vertedero, se
recogen y se reciclan, convirtiéndose en papel nuevo. Con el reciclaje
se alarga la vida de las fibras.
Menos Contaminación
La basura de los vertederos sufre distintos procesos biológicos de
descomposición, contaminando el aire mediante la emisión de gas
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metano, que es uno de los gases que causan el efecto invernadero
y el calentamiento del planeta.
Al reciclar papel disminuimos las emisiones de gases a la atmósfe-
ra que se producen por la descomposición en vertedero, ayudando
a la lucha contra el cambio climático. Los 5 millones de tone-
ladas de papel y cartón que se reciclan en España su-
ponen un ahorro en emisiones de CO2 equivalente a
33.333.333 viajes en automóvil de 800 kilómetros.
Legislación y Calidad
La Legislación sobre Residuos se basa en el principio de “quien
contamina paga”, y obliga a separar los residuos reciclables y entre-
garlos a un gestor de residuos para su reciclaje.
Asimismo, indica que todo residuo potencialmente reciclable de-
berá ser destinado a estos fines, evitando su eliminación en verte-
dero en todos los casos posibles.
Además, hoy en día numerosas empresas implantan sistemas de
gestión de la calidad. La norma ISO 14001:2004 Sistemas de gestión
ambiental se basa en los principios de la mejora continua del com-
portamiento medioambiental, y sus requisitos se articulan en torno
a la definición de una política medioambiental y la implantación de
un sistema de gestión para alcanzarlos.
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Algunas cifras
Diversos estudios de institutos y agencias independientes, como
el Center for Ecological Technology, la EPA…, han demostrado que
la recuperación y el reciclado de 1 tonelada de papel
evita:
• El consumo de 4.100 Kw de energía
• El uso de 3 metros cúbicos de espacio en vertedero
• El consumo de 26.460 litros de agua
• La emisión de 900 Kg de CO2
Aun teniendo en cuenta que el 20% de los
productos papeleros existentes en el
mercado no pueden ser recupera-
dos y posteriormente reciclados
debido a razones técnicas, bien
porque están siendo utilizados
en aplicaciones permanentes
(libros,…), o bien porque son
productos de uso higiénico; y
basándonos en los datos ante-
riores, si hubiésemos aprovechado
todo el potencial de los hogares es-
pañoles en el año 2007 hubiésemos:
• Ahorrado:
• 53,7 millones de metros cúbicos de agua
• 8 millones de MW de energía
• 14 millones de metros cúbicos de ocupación de
espacio en vertedero
• Evitado:
• la emisión a la atmósfera de 900.000.000 millones de tonela-
das de CO2, procedente de su descomposición en vertede-
ro.
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Ficha 1: El Buen Uso del Contenedor Azul
SI:
1. Envases de papel o cartón:
a. Caja de galletas, cereales, detergente, etc.
b. Paquetes de tabaco.
c. Bolsas de papel.
d. Paquetes de arroz, azúcar, harina, etc.
e. Cajas de cartón que protejan otros envases (de productos de
perfumería, conservas, bebidas, etc...)
f. Hueveras de cartón
g. Cajas de juguetes
h. Cajas grandes de embalajes (por ejemplo de una TV, de un
frigorífico, etc.)
i. Cajas de zapatos
2. Periódicos y revistas
3. Folletos publicitarios
4. Papel de escritura, Libros, Folios, Cuadernos (sin gusanillo), sobres
(sin burbuja)
NO:
1. Papel de cocina o servilletas de papel manchados.
2. Papel y cartones a los que no hayamos quitado grapas, plásticos
o materiales adhesivos
3. Papel plastificado, metalizados o plastificados
4. Bolsas de plástico
5. Briks
6. Papel de aluminio
7. Etiquetas adhesivas
8. Pañales
Recomendaciones:
1. Pliegue las cajas antes de introducirlas en el contenedor. Ocupa-
rán menos espacio y será más fácil introducirlos en el contene-
dor.
2. No dejes las cajas fuera del contenedor.
3. Usa las bolsas de papel para llevar tus residuos de papel y cartón
al contenedor.
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Ficha 2: Cómo Hacer tu Propio Papel a Partir de
Papel Usado.
A continuación os proponemos una actividad para realizar en clase
que ayudará a los alumnos a comprender y experimentar cómo son
los ciclos de vida del papel.
MATERIALES
• Papeles de todo tipo excepto papel fotográfico, papel estu-
cado y/o plastificado. Los más recomendados son papel de foto-
copia, tisú, embalajes, periódicos, cartulinas, blanco, de colores, de
embalaje, servilletas de papel, hojas de cuaderno, etc
• Agua. Un elemento fundamental en la elaboración de papel re-
ciclado.
• Barreño o cubeta, un poco mayor que el bastidor.
• Cubo
• Batidora eléctrica.
• Dos bastidores de madera o plástico del mismo tamaño en-
tre sí, uno de ellos con una malla metálica o tipo mosquitera. Se
pueden fabricar, reutilizar marcos de fotos o comprar en cualquier
tienda de manualidades. Las medidas dependerán del tamaño del
papel que deseemos crear; al principio es recomendable que no
sea demasiado grande, por ejemplo 27x16cm o 33x24cm.
• Papel de periódico, hojas enteras.
• Prensa. Si no disponemos de una prensa podemos improvisar
una empleando dos tablas de madera forradas en plástico y algún
elemento de peso para poner encima.
• Paños de tela. Se pueden utilizar paños de cocina, camisetas
viejas, etc.
• Toalla de baño
• Escurridor de cocina
• Esponja
SEPARAR EN EL AULA
Primero: separar en una papelera especialmente dedicada a ello,
el papel utilizado en clase y en casa. Es importante que el papel que
reutilizaremos no tenga grapas, plásticos, celo u otros materiales se-
mejantes. Vale todo tipo de papel (fotocopia, embalajes, periódicos,
cartulinas, blanco, de colores, de embalaje, servilletas de papel, hojas
de cuaderno, etc…)
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Tercero: Mezclar el papel troceado con agua en el cubo; la medi-
da aproximada es dos partes de agua por una de papel. Dejarlo entre
uno o dos días en remojo. Si el agua está caliente, mucho mejor ya
que eso ayudará a que la tinta se desprenda más fácilmente del papel
a reciclar. Cada tanto, es conveniente remover y mezclar bien la pasta
que se irá formando.
Cuarto: Una vez pasado el tiempo de remojo, batir la mezcla
con una batidora eléctrica, mejor en varias tandas, teniendo mucho
cuidado si trabajamos con niños pequeños. La pasta tiene que quedar
bien molida y de un aspecto-textura muy fina. Una vez conseguido
esto, ya tenemos la pasta base lista para comenzar a hacer papel dán-
dole así una nueva vida al ya utilizado.
Un consejo: evitar triturar demasiado el papel remojado porque
cuanto más se deshace la pulpa, más cortas serán las fibras y el papel
menos resistente.
Quinto: Hay que colar la pasta de papel varias veces por el es-
curridor de cocina, con agua fría, de forma que eliminemos la mayor
cantidad de tinta posible. Una vez lista, llevar la pasta de papel nue-
vamente al barreño, agregar agua limpia y agitar suavemente hasta
conseguir una mezcla homogénea. La proporción aproximada es de
10 litros de agua por 5 puñados de pulpa de papel.
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Si se quiere decorar el papel se puede agregar a la pulpa o a las
hojas aún húmedas, hilos de colores, hojas secas, flores, plumas, etc.
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7. Referencias
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Pacheco, B.; Aliaga, C.; Viñoles, R; Collado, D.; López, C.; Bastante,
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lisis de su generación y gestión. Ed. ITENE, Valencia, 2008.
• Hortal, M.; Capuz, S.; Ferreira, B.; Viñoles, R; López, C.; Paneque, A.;
Cordero, P.; Chafer, C.; Collado, D.; Bastante, MJ.; Pacheco, B. Aná-
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tón. 22 y 23 de marzo. Madrid: IPE, 2004
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Ed. Comunidad de Madrid, Madrid, 2007.
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Cartón). Historia de la recuperación de papel y cartón en España.
Su evolución y nuevas tecnologías en la recuperación y clasificado.
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• REPACAR (Asociación Española de Recuperadores de Papel y
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• REPACAR (Asociación Española de Recuperadores de Papel y
Cartón). El sector de la recuperación y el reciclado de papel y
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• REPACAR (Asociación Española de Recuperadores de Papel y
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del reciclaje de papel. Conferencia Curso de Verano UPM. Madrid,
2007.
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ponsabilidad Social Corporativa. Noviembre 2006.
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Muñoz Editor. Madrid.
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Madrid, 2006.
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• REPACAR (Asociación Española de Recuperadores de Papel y
Cartón) www.repacar.org
• ERPA (Asociación Europea de Papel Recuperado) www.erpa.
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papel. ERPC. www.paperrecovery.org
• Comisión Europea
http://ec.europa.eu/environment/index_es.htm
Parlamento de la Unión Europea
http://www.europarl.europa.eu/news/public/default_es.htm
Programa de la Unión Europea sobre Cambio Climático
http://ec.europa.eu/environment/climat/eccp.htm
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• ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y
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• CEPI (Confederation of European Paper Industries) www.cepi.
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• Instituto Nacional de Estadística. www.ine.es
• ECOEMBES. www.ecoembes.es
Educación Ambiental
• Congreso Nacional de Medio Ambiente CONAMA9 www.co-
nama9.org
• Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM) www.
mma.es/portal/secciones/formacion_educacion/
• Fundación Biodiversidad. www.fundacion-biodiversidad.es
• http://www.cambioclimatico.org/
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ONG´S
• Fundación Ecología y Desarrollo. www.ecodes.org
• Ecologistas en Acción. www.ecologistasenaccion.org
• Greenpeace España. www.greenpeace.es
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Para más información:
Asociación Española de Recuperadores de Papel y Cartón
C/ Maldonado, 64, 2º izq.
Tel.: (+34) 91 401 19 94
Fax: (+34) 91 401 86 31
28006 Madrid
www.repacar.org
repacar@repacar.org