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CAMBIOS DE TIEMPO

Alfonso Urabain Remírez


R
ealicemos durante un momento un ejercicio de
imaginación: éste no tiene que ser muy grande, al fin y
al cabo, año nuevo queda ya muy atrás por lo que no
estamos obligados a formular buenos propósitos a los
que nos comprometemos en el año entrante aunque
sepamos a ciencia cierta que no los vamos a cumplir.
Así que nos basta con una pequeña dosis de
imaginación, ésta debe conducirnos hasta una época
pasada; tampoco tiene que ser muy remota del tiempo
en el que vivimos, no tenemos que remontarnos hasta
un pasado lejano, nos sirve con trasladarnos
mentalmente a principios del siglo XIX.
Para los que sufran de vértigo se les puede prescribir
que se sitúen en las décadas finales de esa centuria o
en el primer lustro de nuestro nunca olvidado, aunque
ya transcurrido, siglo XX.
Nuestra ocupación en esa no tan lejana época
en años, aunque si en acontecimientos, costumbres y
evolución tecnológica, consistirá en lo siguiente:
seremos un flamante explorador, uno normal y corriente
de andar por casa, lo que se conoce como un
explorador de cabecera, alguien a quien pudiéramos
dejar en nuestra mesita de noche. No necesitamos
convertirnos en un gran descubridor, en uno de los que
protagonizaron los grandes descubrimientos geográficos, ni tan siquiera debemos
participar de inmensas odiseas cuyo punto final sea el taparse por error con algún
continente desconocido hasta la fecha, el cual origine un cambio en la concepción
de la que es el mundo conocido, descubriendo nuevas tierras a las que en nuestro
tiempo presente podemos viajar por menos de seiscientos euros, y encima te
regalan un viaje a Londres. Nosotros nos conformaremos con descubrir alguna,
que otra catarata, encontrar nacimiento de un gran río, explorar selvas vírgenes
para el ser humano, en definitiva cosas de lo más cotidiano y normal sin
demasiadas pretensiones. Objetivos al alcance de cualquiera que posea un poco
de imaginación; pero, eso sí con todo el aliciente y la ración de aventura y
romanticismo que nos evoca el oficio de explorador durante ese espacio temporal.
Otro factor determinante a tener en cuenta es la vestimenta. Hay que
disponer de un salacot, un bastón y un par de buenas botas; todo esto
complementará nuestro uniforme al estilo del de Stanley y livingstone, o nuestro
más cercano Manuel Iradier.
Una ver equipados pasaremos al siguiente punto: Nuestra misión. Para
cumplimentarla, dispondremos de una posibilidad de elección de la que ellos no
gozaron, ya que nosotros no somos unos exploradores cualquiera. Elegiremos
entre dos opciones: la primera de ellas consiste en embriagarnos con la adrenalina
que debía
suponer comenzar un viaje hacia lo desconocido, embarcarse en una aventura que
se podía desarrollar durante varios años, una odisea en la cual tendríamos que
luchar contra todo tipo de penalidades, sufrimientos, enfermedades,
hambre e incluso deberíamos enfrentarnos en alguna ocasión a la
propia muerte, la cual desafiante nos miraría fijamente a los ojos.
La segunda posibilidad para elegir es la opción pragmática:
consiste en construir una máquina del tiempo en el siglo XIX, a
imitación de la de H.G. Wells. Con ella no nos dedicaríamos a
buscar paraísos en un utópico futuro que nos convirtiese en reses
con Label tipo Elois, libres de hormonas, bien cebados, para poder
servir de alimento a siniestros seres que habitan en cuevas evitando
la luz solar. No..., no haríamos eso, de algo tiene que servir conocer
la historia, no hay que tropezar dos veces en la misma piedra. Con
nuestra espléndida recién construida, cromada y reluciente
máquina del tiempo viajaríamos hasta nuestra época presente. Es cierto que nos
llevaría mucho tiempo fabricarla, aunque su montaje no sería más laborioso que el
un mueble de Ikea. Además, una vez realizada, dispondríamos de muchas
ventajas, muy ciertas y tangibles. Para empezar ganaríamos una fortuna con la
patente, pudiéndonos dedicar durante unas cuantas reencarnaciones a viajar con
nuestra hermosa máquina. De todas formas, éste no era el fin que buscábamos
con su construcción, nosotros somos unos exploradores filantrópicos del siglo XIX.
No nos mueve el dinero sino el ansia de
conocer. Nuestra máquina del tiempo nos
trasladaría hasta el recién iniciado año 2009,
preferiblemente durante tiempo de carnaval,
así conseguiríamos que nuestra vestimenta
pasara inadvertida y nadie nos tomase por
locos.
Estamos acostumbrados a vivir
rodeados de comodidades, por este motivo nos
atraen los atajos. Desde nuestra era sería muy
sencillo explorar nuestro mundo, en el cual residimos de alquiler. Podríamos viajar
por todo el planeta con grandes facilidades, de forma rápida, económica y sin
peligros aparentes. Verdaderamente, los grandes exploradores nacieron antes de
tiempo, equivocaron su época. Si hubieran nacido hoy su ingenio les hubiese
permitido construir una máquina del tiempo igualita a la que nosotros hemos
fabricado con ayuda de nuestra imaginación, hubieran podido trasladarse hasta
nuestro presente, hubieran podido descubrir cualquier rincón de la tierra, sin tener
que soportar a los molestos mosquitos, ni las enfermedades que transmiten éstos;
no hubiesen padecido hambre ni hubieran conocido la muerte como les ocurrió a
algunos. Hubieran podido llevar a cabo sus exploraciones por poco dinero y sin
poner en peligro su vida, aunque este punto no es del todo cierto; para llevar a
cabo su empresa, hubiesen tenido que embarcarse en un avión perteneciente a
una aerolínea de bajo coste en la cual sufriría todo tipo de estrecheces, teniendo
que confiar su suerte a que nos dicen la verdad .-Solamente reducimos gastos en
cuestiones superfluas, nunca en seguridad- También sería conveniente, antes de
subir al avión, que el viajero tomara un pequeño curso,
para saber conversar con los demás viajeros; con la
lección uno podría servir.- Se viaja igual de bien que
en las aerolíneas convencionales, un poco apretado,
pero para qué pagar más- Así, que, subirse a uno de
estos aviones sería el único riesgo que deberían
asumir nuestros entrañables exploradores del siglo
XIX. Antes de desplazarse al aeropuerto esos viajeros
decimonónicos, podrían darse una vuelta por cualquiera de nuestras ciudades,
cada vez más cosmopolitas, incluida la nuestra. Observar el crisol de culturas y
gentes sorprendiéndose de encontrar personas de todos los continentes, con
religiones distintas, costumbres diferentes y razas diversas.
Para comenzar a educar' su paladar con los sabores que se iban a
encontrar en los destinos que les esperaban, podrían almorzar un “kebab” o cenar
en un restaurante chino; incluso hubiera podido celebrar el año nuevo de ese
pueblo y desear un feliz año del búfalo.
Comenzaría a escuchar distintas lenguas a la suya, diferentes acentos. Estas son
algunas ventajas de la globalización, todos podemos o compartir una misma
ciudad respetando nuestra diversidad, vivir juntos en nuestra diferencia,
disfrutando de mantener las variadas costumbres que poseemos, las cuales deben
servir para unirnos nunca para separarnos.
Ya en el aeropuerto, si demostraban valentía para elevarse en ese vuelo de bajo
coste, como contraprestación podrían disfrutar, tras unas pocas horas y sin ningún
sacrificio, de lugares exóticos, podrían descubrir parajes fantásticos y conocer
gente muy interesante.
Como todo no puede ser de color de rosa, también se toparían con una parte muy
negativa de la globalización. En cualquier destino en el que aterrizasen, pensarían
que están viviendo un “deja” vue", Todos los aeropuertos son idénticos, como
gemelos a los que no se puede distinguir, como dos gotas de agua; ni el ojo más
experto los puede diferenciar. Lo mismo les ocurriría cuando se alojasen en un
hotel, pertenecientes a las mismas cadenas, las cuales pueblan con sus
establecimientos los cinco continentes: cosas de la mundialización. Para
aprovisionarse de víveres, con objeto de iniciar su exploración del lugar elegido,
tendrían que acudir a alguna gran superficie con implantación a nivel internacional,
y aprovechar sus ofertas. No es conveniente quedase sin fondos demasiado
pronto, mejor protagonizar una aventura de bajo coste.
Tras unos cuantos viajes, tal vez su reflexión fuese que el mundo se está
igualando, pero desde un punto de vista negativo. Los crecimientos lo hacen de
forma paralela, los ricos cada vez lo son más y los menos favorecidos también
aumentan, las desigualdades sociales se agrandan. Las culturas diferenciadas
comienzan a desaparecer, los idiomas se extinguen, el inglés coloniza y subyuga
al resto de las lenguas.
Nuestro querido explorador atemporal hubiese comenzado a sentirse
decepcionado, le albergaría un sentimiento de nostalgia añoranza de su tiempo.
Echaría de menos el poder disfrutar de la emoción que provoca el descubrimiento
de lo desconocido. No podría apagar su sed de aventura, estos viajes, se
convertirían en un sinsentido, carentes del riesgo que les atraía el llevarlos a cabo.
Estoy convencido de ellos se subirían de nuevo a su máquina del tiempo,
retornarían a su época, desguazarían el ingenio y Io reciclarían en algo útil, como
una cafetera. Finalmente, se embarcarían en una auténtica misión de exploración
de las de antaño. Eso harían ellos, pero nosotros... ¿ Qué haríamos?.
Entendemos por aprendizaje el proceso
por el cual se adquieren unos
conocimientos a través del estudio o de
la experiencia.
A esta breve definición se le
podrían añadir muchos matices que voy
a obviar para centrarme en algunos
métodos o teorías del aprendizaje..

Durante la primera mitad del


pasado siglo XX, la manera de enseñar
tenía un carácter CONDUCTISTA que
consistía en establecer un objetivo final
a conseguir, realizar una serie de
ejercicios en orden a lograrlo y, tras la
aplicación de los refuerzos necesarios,
hacer un examen para medir la cantidad de contenidos memorizados.

Se trataba de una enseñanza que no tenía en cuenta al alumno como sujeto del
aprendizaje y se basaba, fundamentalmente, en el memorismo repetitivo.

Los años setenta dieron paso a las teorías cognitivas, al COGNITIVISMO, en el


que, por un lado, había que considerar las etapas evolutivas de la persona que aprendía
(Piaget) y, por otro, la comprensión y la organización del conocimiento se estimaban
como factores relevantes, es decir, se incidía notablemente en el proceso a través del
cual se producía el aprendizaje.

Variantes del COGNITIVISMO fueron el HUMANISMO que defendía que la


educación debía estar centrada en el alumno y que éste era el principal protagonista de
su propio aprendizaje (Freire) y el CONSTRUCTIVISMO que, ya en los años ochenta,
puso de relieve la importancia del aprendizaje significativo (Ausubel, Vigotsky).

Para que un aprendizaje sea significativo debe partir del conocimiento previo de
la persona que aprende y se debe tener en cuenta el autoconcepto, es decir, el
conocimiento que cada uno tiene de sí mismo.

Respecto a la materia objeto de aprendizaje, debe ser relevante, clara, estar bien
estructurada, sistematizada, secuenciada, ser funcional, o sea, tener una aplicación
práctica, etc...

Se parte de una actitud favorable de la persona que aprende, se refuerza la memoria


comprensiva y se trabajan, no sólo los contenidos conceptuales sino también las
destrezas y actitudes de las personas participantes.
Se establecen unas relaciones interactivas entre profesor y alumnos y de estos
entre ellos y la evaluación tiene un carácter formativo que valora el progreso individual
y grupal a través de diferentes instrumentos de observación.

En los años noventa, el CONSTRUCTIVISMO evolucionó hacia un principio


metodológico en el que lo importante era APRENDER a APRENDER con su
complemento de APRENDER a PENSAR y PENSAR para APRENDER, sin olvidar el
APRENDER a SER.

La teoría de APRENDER a APRENDER viene a ser la síntesis de muchos de los


planteamientos expuestos en postulados anteriores. Así, se habla de un aprendizaje
práctico y funcional que tenga en cuenta las experiencias previas del alumno, que
permita la aplicación de lo aprendido a situaciones nuevas, que sepa conectar lo
aprendido con lo ya sabido (significativo), que esté basado en la comprensión y que
tienda al desarrollo de todas las capacidades del individuo.

Todo esto ha desembocado en el actualmente llamado “APRENDIZAJE POR


COMPETENCIAS” que pretenden llevar a cabo las diferentes REDES DE
INNOVACIÓN EDUCATIVA cuya filosofía parte del ya conocido lema africano que
dice “Para educar a una persona es necesaria toda la tribu”. Se propugna la implicación
efectiva en educación de la familia, la escuela y la sociedad, en general.

Dentro de estas redes podemos incluir las denominadas COMUNIDADES DE


APRENDIZAJE y distintos proyectos educativos como ATLANTIDA, AULABLOG,
CIMAS RECESO, INTERMON OXFAM, CIUDADES EDUCADORAS,
COOPERATIVAS DE ENSEÑANZA, etc..., empeñados en llegar a conseguir el
auténtico fin de la educación que no es sino que las personas aprendamos a desarrollar
nuestras capacidades, a controlar nuestras emociones, a convivir con los demás y, en
suma, a vivir más felices.

Termino con una cita de Paulo


Freire:

"La educación, para ser válida, debe tener en


cuenta, a la vez, la vocación del hombre a ser sujeto y
las condiciones en las que él vive: en tal lugar
preciso, en tal momento, en tal contexto, y elegir un
método activo, dialogal y crítico es fundamental"

Conchi Martínez de Madina


Profesora del Centro “Paulo Freire”
Círculo de Francia
Una liebre y un corzo
Las personas se divierten
temprano por la mañana,
en cines juergas y bailes,
saltando por llegar pronto
pero nunca hemos pensado
bailaron por sevillanas.
cómo lo hacen los animales.

Yo me bailo una bachata


Un día estando en el campo
dijo un lobo enfurecido,
oí una conversación,
aunque es muy difícil bailar
de unos cuantos animales
lo haré lo más parecido.
charlando a discreción.

Como hay que moverse mucho


¡Vamos a hacer una fiesta!
¿el twist quién lo bailará?,
decían con mucha sorna,
a la vez todos gritaron:
bailaremos y cantaremos
¡que lo baile el chacal!.
mejor que cualquier persona.

De lo alto de un árbol
Debajo de una piedra
una ardilla dijo:¡caramba!,
había un caracol:
a mí no hay quien me gane,
yo para empezar la fiesta
yo bailaré una samba.
me bailaré un rock and roll.

El mono dijo a la ardilla


La tortuga y el cangrejo
desde lo alto de un cocotero,
con lentitud y muy nobles,
si tú bailas una samba
salieron de sus casillas
yo bailaré un bolero.
y bailaron un pasodoble.

El aurresku es de los vascos


Por teléfono llamó un león:
¿quién lo podría bailar?
¿yo puedo colaborar en algo?,
sólo hay uno en todo el mundo
mi compañera y yo
pero no es un animal;
nos bailaremos un tango.
tuvo que ir una persona
que vive en San Sebastián.
Para bailar un vals
no es necesario ir a Viena,
La fiesta se está acabando
bailaremos el tigre y yo
y un grupo de animales
dijo segura la hiena.
le dijeron a un ruiseñor
¡cántanos por soleares!
Un conejo y un gato
un ratón y una rana,
Vicente Evolet
con descaro y mucho ritmo CEPA ZARAMAGA
bailaron una sardana.
¡Cuánto me complace acordarme
mirando estas arboledas,
de las islas de los trópicos
y sus salvajes florestas!
Lugares que nunca olvido,
y que olvidar no podría.
Pienso sentir todavía,
de nuestros llanos la esencia,
donde perfuman sus alientos,
briznas mansas y ligeras,
que corren hacia los mares.
Y junto al barquero cubano,
pienso hallarme nuevamente.
En las lejanas fronteras,
donde las piñas doradas,
y de los cocos el néctar,
mi sangre refrescará,
encendida entre mis venas.
¡Oh campo agradable!
tierra de mi patria bella,
y que olvidarme no puedo.

Elisa Hidalgo Vázquez


Grado II, Zaramaga
POETA DILE A LOS HOMBRES

Poeta tú que conoces


a las gentes del lugar,
poeta dile a los hombres
que quiero vivir en paz.

Ya estoy harta de amenazas


que me quieren asustar,
ya no quiero ver más sangre,
¡nadie la va a derramar!

Poeta, tú que conoces


tú que ves mi corazón,
poeta dile a los hombres
que ya es hora del perdón.

La guerra no lleva a nada,


la paz es la solución,
poeta dile a los hombres
que ya basta por favor.

En el cielo, en las estrellas,


en la tierra habrá un lugar,
donde canten mil sirenas
una canción celestial.

Todos juntos, de la mano,


cantaremos sin cesar,
la canción de la alegría,
de la justicia y la paz.

Poeta dile a los hombres,


¡que sólo tienen que amar!

Mª José Bejarano
Grado II Zaramaga
"Cuenta la leyenda que hace miles de años unos duendes que compartían
amistad con los Ángeles, tuvieron que huir del bosque donde vivían, por ello
los Ángeles como símbolo de protección les regalaron unos cachivaches que
solo ellos podían llevar colgados.

Los Ángeles explicaron a los duendes que siempre que se viesen


desprotegidos o en peligro, debían de agitar la bola y ellos acudirían para
protegerles. Los duendes, que en más de una ocasión tuvieron que utilizarlo,
decidieron de llamarlos "Llamadores de Ángeles".

Coloque la bola
llamador de ángeles en su
mano derecha. Siéntese a
meditar en silencio.
Realizando un pequeño
movimiento, convóquelos emitiendo un suave
sonido con la bola, hable con ellos,
pregúnteles y anote las respuestas. Relájese y confíe en lo primero que le
venga a la mente. Este es un acto de fe y confianza."

Amaia
Vicente
Elizondo

E.P.A
Francia.
EN MEMORIA DE ALAMI

Lluvia constante que hiela el alma


Y paraliza el actuar.

Caminando llegaste a nosotros


¿Qué esperabas encontrar?
Otra tierra, otro sol tan distante
De tu Marruecos natal.

Lluvia de este largo y crudo invierno que


Mata de frío, de tristeza y soledad.

Nube negra que amenazas con


Descargar tu caudal.
Las voces que el viento susurra
Nos traen tu triste final.
Llueve sobre las palabras
Entrecortadas difuminándolas Gime la noche, se escapa tu alma y
A imagen de la cortina de agua El nuevo amanecer se queda
Que cubre el cristal. Sin esperanza.

Corrí, hablé, golpeé en puertas que…,


Siguieron cerradas;
Intuía que podía Pilar Moreno
No quedar mucho tiempo. 30 - 01 – 2009

La cultura en Marruecos
La cultura marroquí es una mezcla de cultura africana, europea y musulmana.

Esta es una cultura totalmente distinta a cualquiera que podamos encontrar


en Europa. De cualquier forma, la gente no es muy cerrada y si eres una persona
respetuosa y de mente abierta no tardarás en hacer amigos. Te pueden invitar a
comer a casa, una cosa que tienes que hacer antes de entrar en una vivienda es
quitarte los zapatos, también llevar un obsequio es una costumbre típica.

En la ciudad, se suele traer una especie de pasteles o azúcar como regalos,


mientras que en el campo, a menudo traen un pollo vivo.

Desafortunadamente, la mayoría de los


visitantes tienen prohibida su entrada a las
mezquitas, un lugar sagrado para ellos en el que
sólo pueden entrar musulmanes. En otras partes
del mundo, entrar en una mezquita no es un
problema, aquí sí.

Al margen de las mezquitas, la mayoría de


los monumentos pueden ser visitados por los
turistas.
EL JILGUERO
Voy a hablar sobre una mascota que me encanta, se
llama: el jilguero. He tenido más de uno y os los voy a
describir. Su altura es entre nueve y quince
centímetros. Tiene muchos colores, como el rojo de su
cara, el marrón de su pecho y el amarillo de sus alas. Este pájaro, cuanto más tiempo lleva
en la jaula, es mejor; es decir: sus colores son más claros, más brillantes y está más
tranquilo. Pero para llegar a este nivel hay que cuidarle, darle la comida que le gusta,
cambiarle el agua, etc. A este pájaro le gusta bañarse, así que también hay que ponerle un
vaso de agua como bañera.
Tiene algo importante este pájaro: que canta de maravilla. O digamos que canta mejor
que Julio Iglesias.
A los jilgueros que he tenido cuando hacía buen tiempo les sacaba fuera después de darles
de comer y limpiarles la jaula. Lo que hacen primero es llenar su tripita, luego se bañan y
después se suben al palo y empiezan a ordenar sus plumas. Cuando terminan todo esto,
empiezan a cantar.
Uno de mis jilgueros, al poner comida en mi mano saltaba y comía de ella sin miedo,
ignorando la comida de su jaula.
Otro de mis jilgueros, ésta una hembra, la tuve desde pequeña y cuando pasó mucho
tiempo en la jaula quise dejarla marchar. Cuando la solté se marchó y volvió de nuevo.
Me encanta el jilguero.

BILLAL CHABANE

EL DÍA QUE VINO MI


JILGUERO
Una tarde vino mi sobrino a vernos y en las manos oculta traía una cría de jilguero muy
pequeño con unos colores muy bonitos. Le dijimos si nos lo daba. Él nos dijo que sí pero
que lo cuidáramos mucho pues había perdido a sus padres. Nos hizo muy felices. Mi hija le
puso de nombres Adolfito. Adolfito se integró muy bien en la familia. Le compramos una
jaula muy bonita y le metimos en ella, dejándole la puerta abierta, así que entraba y salía
cuando quería. Por las noches, cuando estábamos en el cuarto de estar, venía volando y se
ponía en la lámpara a cantar. Era muy cariñoso. Por las vacaciones, lo dejábamos libre
por la casa con la fregadera llena de agua, el comedero lleno de comida y un trocito de
jamón (que le gustaba mucho). Veníamos dos veces a verle durante las vacaciones. Cuando
volvíamos nos alegrábamos mucho de verle y él también. Un día, mientras le limpiaba la
jaula, lo saqué a la terraza y, como tenía la puerta abierta, voló y se fue. Quiso venir dos
veces pero no supo entrar en casa y no lo volvimos a ver. Lo echamos mucho de menos,
pues hacía nueve años que lo teníamos. Siempre cuando me levanto y no oigo su canto me
entristezco y abro la ventana para ver si viene, aunque ya se que no volverá y le deseo que
sea feliz.

JULIA BASALO SUÁREZ


Febrero 2009 EPA Zaramaga
LA MASCOTA
El perro es el mejor animal y el más fiel
para el ser humano: con él puedes estar en
compañía y aprendes mucho de él. Es muy
inteligente pero le tienes que educar y
enseñar para que te obedezca. También tiene
sus cuidados: hay que llevarle al veterinario
y tenerle sano. Una vez que pasa esa etapa, se lleva mejor.
En Verganzo, un pueblo de Álava, tenemos una finca y en ella
tres perros pastores alemanes. Tienen mucho espacio y están muy
contentos. Cuando llega gente desconocida empiezan a ladrar pero
cuando ven al dueño se ponen supercontentos. Al que le gusten
los perros, le recomiendo que tengan uno porque te quitan muchas
preocupaciones y te dan mucha alegría.

Mª ÁNGELES GANSO MARTÍN

MI PUEBLO
Khai es el nombre de mi pueblo. Está casi en el centro de
Pakistán y tiene cuatro mil habitantes. Tiene estación de
autobuses para ir a cualquier parte del país. Mi pueblo tiene
un colegio muy grande para estudiar y al lado del colegio hay
un campo enorme para jugar. Tiene mi pueblo mercados y
tiendas de todo tipo y un hospital grande para la gente
enferma. En el centro del pueblo hay un campo grande para celebrar las fiestas y las
bodas. En la parte del norte pasa un río que hace más bonito al pueblo. Me encanta mi
pueblo.

WASIM GULZAR

MI CIUDAD DE MARRAKECH
Marrakech está al sur de Marruecos, a trescientos kilómetros de la capital, Rabat. Tiene
color rojo y el clima es muy bueno. Hay una plaza que se llama Jamed El Fana. En esta
plaza, por la mañana hay mucha gente que baila en grupos y, por la noche, otras gentes
venden comida hasta las seis de la mañana. En invierno hace mucho frío y en verano
mucho calor, hasta cuarenta y cinco grados.
Mi ciudad está llena de palmeras. Tiene un palacio del rey y otro para los políticos y
presidentes de todo el mundo. Tiene aeropuerto
internacional, es una ciudad turística cien por cien.
Allí tengo la familia y los amigos más cercanos y la
mayoría de la gente es buena.
Me gusta mi ciudad, es para mí la mejor del mundo.

BOUCHAIB EL HROURI
Había una vez un alcalde, que tenía un buen consejero
para ayudarle a solucionar los problemas de su pueblo. Un
año en el que hubo una gran sequía, vinieron las gentes a
quejarse al alcalde y éste les envió a ver a su consejero.
El consejero les dijo, que la tierra tenía que descansar
después de dar sus frutos y que esperaran al año
siguiente y verían cómo de nuevo tenían enormes
cosechas.
Otro día el alcalde y el consejero, se acercaron a unas
máquinas y una de ellas cayó sobre el pie del alcalde y le
cortó un dedo. El consejero le dijo al alcalde, que era la
voluntad de Dios y que ese accidente le libraría de algo
peor. Por esto el alcalde metió en la cárcel al consejero y
prescindió de sus servicios.
Como todos los años, el alcalde fue a cazar, pero esta vez
no le acompañó el consejero porque estaba en el calabozo.
El alcalde se perdió y le cogieron unas personas muy
extrañas que lo llevaron a su poblado. Habían decidido
sacrificarlo a sus dioses y ya estaba todo preparado,
cuando se dieron cuenta de que le faltaba un dedo del pie.
Por eso, por no estar entero, lo dejaron libre y volvió a
palacio. Entonces se dio cuenta de las palabras del
consejero y le sacó de la cárcel.
A partir de ese día, confió siempre en el consejero y a su
pueblo le fue todo bien, porque era un hombre sabio.
SALOUA 21T-FRANCIA
La Crisis según
‘Einstein’
‘No pretendamos que las cosas cambien, si siempre
hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición
que puede sucederle a personas y países porque la
crisis trae progresos.
La creatividad nace de la
angustia como el día nace de la
noche oscura. Es en la crisis
que nace la inventiva, los
descubrimientos y las grandes
estrategias. Quien supera la
crisis se supera a sí mismo sin
quedar ’superado’.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias,
violenta su propio talento y respeta más los problemas
que las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de
la incompetencia. El inconveniente de las personas y
los países es la pereza para encontrar las salidas y
soluciones. Sin crisis no hay desafíos; sin desafíos,
la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no
hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de
cada uno porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla y callar en la crisis es
exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos
duro. Acabemos de una vez con la única crisis
amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por
superarla’.
Albert Einstein

Amaia Vicente Elizondo


E.P.A Francia
Dice que tiene
83 años al revés
pero ella así es.
Tiene la frescura
del rocío o el calor
de una tarde de estío.

De vez en cuando
ella lee poemas
y sin querer
los ojos de lágrimas
se le llenan
pues es coqueta
y tierna.

Tiene el pelo
recio y ondulado
y la nieve sobre
sus rizos,
se ha posado.

Se pinta los labios


de color de rosa
y sus mejillas
adquieren
el color de la amapola.

Cada día sale


de su casa,
con la cartera,
y con paso airoso
llega a la escuela.
Cuando entra
sus ojos azules
sonríen y dicen: Rosa Rodríguez
¡Hola, muy buenas!
( Zaramaga) Grado I
Como sabéis, la Aurora
todo lo ilumina y lo llena.

Mi sueño Embarka Bouzaid


Soy del Sahara Occidental, nací en los campos de refugiados de
Tinduf.
Estudié en el colegio Basiri, después fui a la escuela secundaria
en Argelia, luego hice el Bachillerato y estudié periodismo.
Luego vine a España para estudiar el máster y cuando acabe el
máster me gustaría ser periodista y que mi primera noticia sea
que mi país es libre. Ese es mi sueño. No perderé la esperanza
de dar esa primera noticia.
El niño y su madre
Cómo poder despedirme de ella, si todavía la veo todos los días, cuando la
despierto con un beso y sé que ella siente algo, cuando la baño y la seco
solamente con un abrazo. Cómo puedo decirla adiós, si tan siquiera sé cuando
me va a dejar. No sé si las despedidas se aprenden o salen por sí solas, puedo buscarlas y leer su letra
pequeña.
La casa había perdido esa frescura de antaño porque ella ya no era la de antes, los pasillos se
me hacían más largos y ya no me sentía guiado por su perfume aun cuando estuviera oscuro. Cada
día la veía más alejada de mí, el pasillo hacia ella era demasiado largo, casi infinito, su puerta gemía
como ella cuando me ve. Se encorvaba cada vez más, ya no sabía mirar hacia arriba, su mirada caía
demasiado madura hacia el suelo, sus brazos derrotados, cansados, perfectamente pegados al cuerpo,
ninguna expresión, ni siquiera de cerca se le podía apreciar los labios, apenas perfilaban en su cara
una fina línea, difícil poder sonreír y llenarse de soles y tampoco llorar y llenarse de lunas oscuras.
Deseaba que el siguiente día fuese como ver una obra de teatro nueva a la del día anterior, deseaba
ver levantarse el telón del nuevo día, del color de la niebla, vaporoso como la seda, como si
realmente pudiera tocarlo, sentir en las manos los amaneceres, poder tocarlos y a ella también... El
día sería para ella todo entero, la podría ver sentada sonriendo, con las manos ágiles, aupándose
ligera encima del viento, haciendo sus tareas, con ese vestido de los domingos, y la cara pintada de
fiesta, riendo o mejor riéndome a mí. Podría hablar lentamente para retrasar todo lo posible el
tiempo, esconder las horas, los días y disfrutar de los momentos, ver como respira y sentir cada dedo
de su mano cuando me acaricia. Cómo podría despedirme de ella, si todavía veo en su cara los dos
hoyuelos, si aún los toco e imagino que me sonríe o me llora cuando está contenta. Necesito
aprender poco a poco a despedirme, saber usar de nuevo el pañuelo blanco, ondearlo al viento antes
de subir al vagón, como cuando abandoné el pueblo en el que ella se quedaba esperándome cada fin
de semana. Pero ahora no me voy, sólo me quedo con ella, aunque ella a veces no lo sepa.
Me llamó y su voz no me llegó a través del pasillo, quedé totalmente confundido, ahora le
tocaba a ella hacer sus travesuras, sonrío imaginando que aprendió de mí cuando era pequeño, pero
no es verdad, está perdida en el rellano de la escalera, para ella era como un laberinto con tantas
puertas. Salgo en su busca y le muestro la salida de su pequeña trampa, la guío por el pasillo hasta su
cuarto, siento que he rescatado a una doncella, mi vieja
madre. Esa es la mejor aventura que hemos pasado estos dos
últimos años, y dudo que pueda volver a ser un caballero en
busca de su amada. Ella ya no quiere saber nada de
laberintos ni de castillos encantados, sólo descansa en su
torre y me cuesta mucho saber que no va a bajar por el
pasillo largo hasta mi cuarto, para contarme las cosas que
sólo cuentan las madres.
He decidido que mañana por fin me voy a despedir
de ella o, ¿quién sabe? si a encontrarme con ella, mañana
volveré a la torre o a su cuarto, tal vez me vista de
caballero o de paje y la haga reír. Seré como un niño y
disfrutaré de todos los momentos, dejaré que su vaho me
roce frío o caliente, sólo debo ser un niño, un niño con su
madre que sólo quiere disfrutar de ella aun cuando ella
esté lejos de su memoria y no pueda volver. Ser niño y
dejar que los momentos me sorprendan.
ASER ORTIZ GÓMEZ
Es un hombre al que toda la gente llama “A ti mismo”. Tiene
su nombre verdadero, pero cuando la gente le saluda, le da algo,
hace una cosa buena o mala, contesta siempre: “A ti mismo”. Por
eso toda la gente le llama “A ti mismo”.

Casi cada día “A ti mismo” va a


su campo para trabajar. Allí tiene su
comida, su agua, todas las cosas
necesarias para él; para quedarse en
el campo desde la mañana hasta la
tarde.

En el mismo lugar una mujer


muy, muy mala tiene tres hijos
jóvenes. Ellos tienen su campo detrás
del campo de “A ti mismo”. La señora
está enfadada con “A ti mismo” porque para ella, esa manera de
contestar a la gente es fea. ¿Cómo una persona normal puede
contestar a la gente así?. Por eso piensa solucionarlo.

Toma la decisión de matar a “A ti mismo” Hacerlo será fácil


porque él no tiene comida en el campo. Prepara una comida y pone
un veneno dentro. Después de prepararla lleva la comida al campo
de “A ti mismo”.

A su llegada, el hombre está trabajando, le saluda y le dice:


“Tenía que traer la comida a mis hijos pero me duele mucho la
cabeza y no puedo ir a nuestro campo. Toma esta comida para ti,
luego llamaré a mis hijos para que vengan a comer a casa”. El
hombre le contesta: “A ti mismo, vale, guárdalo dentro del refugio”.
Después la mujer vuelve al pueblo.

A la vuelta a casa, los hijos de la mujer pasan por el campo


de “A ti mismo”, le saludan y le preguntan si pueden beber agua y
“A ti mismo” les contesta que la cojan del refugio. Cuando los
jóvenes entran en el refugio, ven la comida, tienen hambre y le
piden permiso para comer. El hombre les dice que sí. Los jóvenes
comen, dan las gracias al hombre y se van a su casa.

Los jóvenes llegan a casa gritando: ¡ Me duele la tripa, me


duele la tripa, me dueleeeeeee la tripaaaaaaaa ! Su madre les
pregunta qué han comido y dónde; y ellos le responden que les ha
invitado “A ti mismo” y han comido su comida.

Entonces la mujer empieza a gritar y se da cuenta de que ha


matado a sus hijos en vez de “A ti mismo”. ¿Quién tiene la culpa?

Mory Koulibaly 21 Tarde - Francia


¡Hola
queridos!
Soy Amaia

Este año Maite y Amaia decidieron


hacer un máster en informática,
para eso se acercaron a E.P.A. Todos hemos sido muy
Francia..... y allí conocieron a buenos alumnos, je,
la profesora también llamada je, bueno, unos
mejores que otros……
Amaia....
Y por supuesto a todos nuestros
compañeros…….

Aquí estamos los cuatro fantásticos: la


guerra que hemos dado…….

FEDE ANDRÉS AMAIA MAITE

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