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museos

.es
5-6/2009-2010
museos.es

Ministerio de Cultura

5-6 / 2009-2010
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www.060.es

MINISTERIO DE CULTURA
Edita:
© SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA
Subdirección General
de Publicaciones, Información y Documentación

© De los textos y las fotografías: sus autores

NIPO: 551-11-015-0
MINISTERIO
DE CULTURA

Ángeles González-Sinde
Ministra de Cultura

Mercedes E. del Palacio Tascón


Subsecretaria de Cultura

Ángeles Albert
Directora General de Bellas Artes y Bienes Culturales
Los museos constituyen una parte fundamental de la Es en este sentido en el que el Ministerio de Cultu-
infraestructura cultural de un país y, al tiempo, con- ra trabaja con los museos en estos días, para ofrecer
forman una imagen pública, retrospectiva en la me- espacios tanto más acreditados como deliberativos en
dida que prospectiva, en la que gustamos de reco- los que tantear los resortes y enfoques de uno de
nocernos y mediante la cual intentamos ser mejores. nuestros principales activos como país, la cultura. Los
Además, en nuestros días los museos se han instala- museos que gestiona el Estado y aquellos de los que
do en una popularidad sin precedentes, con todos es titular componen en su conjunto la red de infra-
los problemas y ventajas que tal notoriedad convoca, estructura museística y cultural más trabada del país,
y con toda la responsabilidad que exige no defrau- cuyo mantenimiento requiere, además, órganos de
dar las expectativas que en sus salas deben encon- comunicación e intercambio de pareceres profesio-
trar cumplimiento. Queremos y necesitamos museos nales que actualicen sus planteamientos y los sitúen
para todos y museos para unos nuevos tiempos me- en posición de afrontar estos nuevos tiempos con las
nos acomodaticios, para un público más preparado y garantías de un servicio público de calidad. Por ello,
exigente, más participativo y reactivo. Si los museos, entre otras muchas acciones del Ministerio de Cul-
como deben, ofrecen respuestas, ya no serán una tura, la revista museos.es se presenta como el foro
parte del problema, sino una puerta abierta a nuevos donde agrupar muy diversas sensibilidades y temáti-
horizontes en los que su participación sea vista como cas que hoy día interesan a la comunidad museística,
la necesidad de mirar al futuro tomando buena nota siempre con el propósito de mejorar la participación
de las lecciones pasadas y del presente facetado y de todos cuantos se interesen por hacer del museo
apasionante al que deben responder su proliferación una institución más emprendedora, más rigurosa, más
y su modernización. indispensable.

Y, junto a la actualidad ya consolidada de los mu- Necesitamos un modelo más eficaz, sostenible y
seos, la actualidad acuciante y en buena medida súbi- versátil de acceso a la cultura para todos los ciuda-
ta de una crisis reciente. Crisis de la que cabe, a estas danos, un modelo que aproveche las energías reno-
alturas, extraer enseñanzas que, como en todas ellas, vables de sus tácticas educativas y explore los límites
nos permitan afrontar el futuro con otras formas de de sus preciados recursos patrimoniales, que plan-
comportamiento, con nuevas y renovadas actitudes tee nuevas estrategias para nuevos retos de los que
y respuestas a unas circunstancias históricas distin- nos examinemos con preparación y confianza. Este
tas, ni mejores ni peores. Por ello, entre las muchas es el objetivo, en la medida de sus cometidos, de
herramientas de debate y reflexión sobre el cariz de esta revista, que será tanto más logrado cuanto sea
esas soluciones, sobre el tenor de los cambios que más compartida por todos cuantos están convocados
debemos encarar, los museos ofrecen una vertiente a hacer de los museos una herramienta cargada de
sopesada, de longue durée, gracias a la perspectiva futuro.
histórica y al sopesado y laborioso dinamismo que
proponen su ritmo y sus discursos. Ministerio de Cultura
Director
Enrique Varela Agüí

Coordinador General
Luis Grau Lobo

Secretaria de Redacción
Clara López Ruiz

Consejo de Redacción
Emilia Aglio Mayor
María Bolaños Atienza
Reyes Carrasco Garrido
Elena Carrión Santafé
Mar Fernández Sabugo
Leticia de Frutos Sastre
Ángela García Blanco
Andrés Gutiérrez Usillos
Esther Jodar Ruiz
Fernando Sáez Lara
Marisa Sánchez Gómez
Carmen Valdés Sagüés

Maquetación y diseño
d. b. Comunicación, S.L.
Gestión de Diseño

Traducción
Ache Traducciones
Clara López Ruiz
Luis Grau Lobo
Leticia de Frutos Sastre

museos.es posee un espacio en Internet accesible desde la página web del Ministerio de Cultura:
www.mcu.es/museos/mc/mes/index.html
A través de este micrositio es posible acceder a toda la información que genera esta publicación
y a la descarga de forma gratuita de todos los números de la revista. Esta medida forma parte de
las acciones que desde el Ministerio de Cultura se desarrollan con la intención de hacer accesible
la información a través de las nuevas tecnologías a todos los usuarios de museos.

museos.es permite la reproducción parcial o total de sus artículos siempre que se cite su proce-
dencia.

Los artículos firmados son colaboraciones de la revista y museos.es no se hace responsable ni se


identifica, necesariamente, con las ideas que en ellos se expresan.
Agradecimientos
Javier Alonso Benito (Museo Nacional de Artes Deco-
rativas), Alejandro Ansín Cabrera (Dirección Nacional
de Cultura, Uruguay), Lucía Aragón Seguí (Museo Na-
cional de Artes Decorativas), Ana María Conde Vito-
res (Dirección General de Museos, República Domini-
cana), Jose do Nascimento Junior (Instituto Brasileño
de Museos), Edgar Espinoza (Instituto Nicaragüense
de Cultura), Francesca Grimaldi Rubino (Universitá
degli Studi della Tuscia, Italia), David G. Mejía Cáce-
res (Subdirección Nacional de Patrimonio Histórico,
Panamá), Santiago Palomero Plaza (Museo Sefardí),
Roberta Ribeiro (Unidad Técnica Ibermuseos), Olman
Solís Alpízar (Ministerio de Cultura y Juventud, Costa
Rica) y Antía Vitela (Instituto do Patrimônio Histórico
e Artístico Nacional, Brasil).
ÍNDICE

Pág.

Nuevos viejos tiempos......................................................................................................................................................................14

DOSSIER MONOGRÁFICO: ¿MUSEOS EN CRISIS? MUSEOS EN CAMBIO


La belleza de las crisis........................................................................................................................................................................18
María Bolaños Atienza

Museos, globalización y otros cambios climáticos: ensayo sobre sus derivas...................................................................28


Luis Grau Lobo

¿Planificación sostenible? Una panorámica de la planificación actual de museos en España......................................38


María Fernández Sabau

Museos en la crisis: una visión desde la museología crítica...................................................................................................50


Óscar Navarro y Christina Tsagaraki

Los museos y la crisis. Tendencias en los museos norteamericanos....................................................................................58


Yves Bergeron

La Europa del sur y sus museos: el caso de Italia.....................................................................................................................68


Giovanni Pinna

TEMA A DEBATE. UN MUSEO “EN CRISIS”


Los museos en el marco de la crisis................................................................................................................................................86
Mario Chagas

EL MUSEO DESDE OTRO LADO


Reportaje fotográfico: Crisis y museos........................................................................................................................................104
Íñigo Aragón

VARIA MUSEOLÓGICA
Lo inquietante en Gutiérrez Solana: las vitrinas del Museo Arqueológico Nacional.....................................................108
Antonio J. Sánchez Luengo
Pág.

Las obras de arte depositadas por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
en otras instituciones: pasado, presente y futuro....................................................................................................................122
Isabel Baquedano Beltrán y Carmen Sánchez García

¿Tiene sexo el patrimonio?..............................................................................................................................................................138


Concha Martínez Latre

El Museu de Prehistòria de València. Nuevos mensajes con lo mismos objetos.............................................................152


Carlos Ferrer García, Jaime Vives-Ferrándiz Sánchez y Helena Bonet Rosado

NOVEDADES MUSEÍSTICAS EN ESPAÑA

Museos en marcha

¿Un nuevo museo? El Museo Nacional Colegio de San Gregorio........................................................................................168


María Bolaños Atienza

Algunas consideraciones acerca del nuevo Museo Nacional del Romanticismo.............................................................188


Begoña Torres González

San Telmo, hacia un nuevo museo.................................................................................................................................................198


Susana Soto Aranzadi

¿Al servicio de la sociedad y de su desarrollo?


El Laboratorio Permanente de Público de Museos: una herramienta de gestión..........................................................208
Virginia Garde López y Enrique Varela Agüí

Proyectos museísticos

El Museo Nacional de Etnografía. Un camino a recorrer entre la esperanza y la realidad.........................................222


José Luis Mingote Calderón

El Centro de Colecciones de los Museos Estatales.


Un proyecto compartido para la conservación y puesta en valor del patrimonio.........................................................232
Eva María Alquézar Yáñez

EVOCACIÓN DEL MUSEO

Semblanza y enseñanzas de don Manuel Casamar, o la historia extravagante de un conservador


del siglo XX: del Trágala a Internet (I).......................................................................................................................................246
Santiago Palomero Plaza y Clara López Ruiz
Pág.

“¡Que Carlos I y V os defienda de todo mal!” Noche de ronda en el Museo del Prado
(Sobre los objetos encontrados bajo la estatua de Carlos V dominando al Furor, de Pompeo Leoni)..................254
Juan Ramón Sánchez del Peral y López

DOCUMENTOS DE TRABAJO
La planificación de museos en España: evolución reciente...................................................................................................262
Fernando Sáez Lara y Sofía Rodríguez Bernis

Breves

CER.ES. Colecciones en Red ................................................................................................................................................................288


BIMUS. Red de Bibliotecas de Museos ..............................................................................................................................................288

Recensiones bibliográficas

J. P. Lorente (2008): Los museos de arte contemporáneo. Noción y desarrollo histórico, Trea, Gijón .......................................289
Benito Burgos Barrantes

S.G.P.B.A. (2006): Exposiciones temporales: organización, gestión y coordinación, MCU, Madrid.


Ch. Fernández, F. Arechavala, P. Muñoz-Campos y B. Tapol (2008): Conservación preventiva y procedimientos
en exposiciones temporales, Grupo Español de IIC y Fundación Duques de Soria, Madrid .....................................................292
Fernando Sáez Lara

M. Sánchez Argilés (2009): La instalación en España 1970-2000, Alianza Forma, Madrid .......................................................296
Luis Grau Lobo

J. Santacana y F. X. Hernández (Dir.): Revista de museología HERMUS, Trea, Gijón ..................................................................298


Andrés Gutiérrez Usillos

J. P. Lorente, S. Sánchez Giménez y M. Cabañas Bravo (eds.) (2009): Vae victis! Los artistas del exilio y sus
museos, Trea, Gijón.......................................................................................................................................................................................300
Luis Grau Lobo

A. Faria (2009) Vanitas. 51, avenue d’Iéna, Trea, Gijón..................................................................................................................302


María Bolaños Atieza
Nuevos viejos tiempos

museos.es ha cambiado (no demasiado) y ello nece- y de indicador del signo mudable de los tiempos.
sita una (no demasiado extensa) explicación. Enten- Los museos han cambiado a cada crisis, y lo han
demos que era muy difícil mejorar una publicación hecho abordando transformaciones de sus conteni-
que, aunque quizás está mal que lo digamos aquí, el dos, de su forma de narrarlos, de su propia identi-
anterior equipo había dejado en cotas altísimas. Por dad incluso, para convertirse en otros, para no sólo
ello hemos pretendido no prolongar aquellas sendas, adaptarse a los cambios, sino influir en ellos, pues
sino explorar nuevas rutas y hacerlo poco a poco, de- un museo es una herramienta de transformación de
sarrollando estructura y contenidos que deriven hacia la sociedad o no es apenas nada. Por ese motivo
derroteros nuevos, concretamente hacia un substan- invitamos a algunos colegas a que reflexionaran so-
cial cambio de hechura que comentaremos al final bre las crisis a nivel regional en la escala global en
de estas líneas. Queda al lector la tarea de juzgar la que esta se manifiesta. Algunos de estos colegas,
conveniencia de tales modificaciones y si la línea ha- de todas las grandes zonas del globo, no pudieron
cia la que tienden es compartida o no. Porque ese atender nuestra petición, e incluso hubo quienes
es el espíritu e intención de todos esos cambios que nos dejaron en la estacada a última hora. Pero hasta
ahora se inician: compartir más aún una revista que de esas defecciones se aprenden lecciones para el
creemos debe ser para todos. futuro. Y una de ellas, más intuitiva que estadística,
Este primer número de esa nueva etapa se apro- es que podríapensarse que la visión de la crisis re-
vecha de los éxitos e inercia de la anterior y, quizás, mite, en particular, al ámbito de los viejos territorios
no ofrece aún todo lo que pretende, pero tras me- museísticos. Quizás porque en los nuevos la pro-
ses de trabajo constante, a veces no tan continuo pia dureza de la crisis o la mocedad del fenómeno
como hubiéramos querido, tenemos entre manos un museístico no permite abrir el gran angular de los
ejemplar. Un número doble, de 2009 y 2010 (la crisis análisis. No es, por tanto, una visión integral, pero
dirán algunos...) cuyo grueso se dedica de mane- esperamos que, al menos, sea íntegra. También he-
ra monográfica, precisamente, a analizar el binomio mos destinado un espacio específico para el debate
crisis - museos. Que estamos en crisis es una frase sobre un asunto de actualidad, que en esta ocasión
tan difusa como manida a estas alturas, lo importan- se remite a un encuentro con nuestros colegas sura-
te, a buen seguro, ya no es constatarlo, sino conocer mericanos. Parte importante del volumen se lo lleva
hacia dónde nos encamina esa circunstancia y, so- la Varia museológica, en la que se editan las con-
bre todo, qué podemos hacer para aprovechar esta tribuciones que, fuera de tema, nos han propuesto
situación como una oportunidad de progreso. Los y ha aprobado el Consejo de Redacción. Mantene-
museos, desde siempre, se han desenvuelto con es- mos la entrevista a algún colega que corre el riesgo
pecial soltura en el recurrente y movedizo territorio de ser declarado bien de interés cultural a causa de
de las crisis históricas, pues no otra es su condición sus muchos y prolongados méritos profesionales. Y
sino la de servir de referente en tiempos de zozobra, añadimos alguna anécdota de esas que todos co-

14
nocemos en la vida privada de los museos y que, Con estos cambios y los que vendrán esperamos
muchas veces, revelan más acerca de ellos que las que nuestra revista responda de una forma más fe-
descripciones más sesudas y públicas. El trabajo fo- haciente a su título y dé cuenta de los museos de
tográfico encargado a la sazón para ilustrar el asunto España desde un punto de vista más dinámico, fa-
de que nos ocupamos, pretende ser el arranque de cetado y representativo, una perspectiva que en lo
una sección en la que hablen de los museos otras venidero ha de beneficiarse de las potencialidades
lenguas, otras miradas, las de quienes lo ven o lo de la Red. Una revista que dé hospedaje a múlti-
comentan como debe hacerse: juzgándolo como se ples voces y muy diversas opiniones, y se ofrezca a
muestra. Novedades del panorama museístico, do- quienes la lean y a quienes la escriban como un es-
cumentos de trabajo más especializados y gremiales pacio cualificado y madurado de reflexión y memo-
y algunas recensiones que nos han propuesto com- ria, pero también de crítica y debate. Una revista de
pletan esta entrega. todos y para todos los públicos, pero, en especial,
Por otro lado, como ya anticipamos por carta a para todos los museos y quienes trabajamos, de una
muchos de vosotros, la edición de este nuevo núme- forma u otra, en ellos, un lugar para que digamos
ro de la revista museos.es quiere haceros partícipes todo aquello que queremos decir y nos escuchemos
de esta nueva etapa y, aunque el proceso aún se unos a otros sin más límite que la calidad y el ri-
halla en el inicio de su desarrollo, creemos que las gor de unas contribuciones que esperamos cada vez
líneas maestras de ese cambio deben tender hacia más diversas y sugerentes. Para lograrlo confiamos
una mayor participación de la comunidad museísti- en vuestra colaboración y apoyo y os abrimos, una
ca en la elaboración de sus contenidos, una mayor vez más, las puertas de esta revista, la vuestra.
capacidad crítica y autocrítica respecto al panorama
de nuestros museos y un refrendo más directo en Consejo de Redacción
sus páginas de la realidad museística del país. Es
por ello, y por otras razones que no necesitan ex-
plicarse a estas alturas, que museos.es va a pasar a
ser una revista digital, una publicación que sustitu-
ya el papel por las etéreas trasmisiones instantáneas
que caracterizan la comunicación hoy en día, y que,
como tal, nos permita mayor capacidad de difusión
y versatilidad sin renunciar al nivel o la meditación
de sus contenidos. Este será su último número en
el formato tradicional, pero no creemos que sea un
final, sino una oportunidad de renacer con más ím-
petu e ilusión.

15
Dossier monográfico

Dossier
¿Museosmonográfi
en crisis? co:
¿Museos encambio
Museos en crisis?
Museos en cambio
María Bolaños Atienza
Museo Nacional
La belleza
Colegio de San Gregorio
Valladolid de las crisis
María Bolaños es doctora en Historia del Resumen: Sobre la historia, la autori- tan. Es un momento de suspense entre
Arte y profesora titular de la Universidad dad del museo, su universalidad, su as- un tiempo extinguido y otro próximo,
de Valladolid. Es autora de Historia de los cendiente científico y otras cuantas cate- que traerá nuevas exigencias, apenas
Museos en España (2.ª ed., 2007) y gorías, atrapadas en las contradicciones intuidas, sólo inconcretas. Se presiente
La memoria del mundo (2002).
de su propia cultura y sometidas a pro- que todo va a cambiar decisivamente.
Desde 2008 dirige el Museo Nacional
fundas revisiones en el período transcu- A veces, se cierne sobre ese momento
Colegio de San Gregorio en Valladolid.
rrido desde su fundación, a finales del crítico la violencia de un desastre. Las
maria.bolanos@mcu.es
siglo XVIII, hasta la gran crisis de los años cosas toman un curso incierto: no se
sesenta. sabe qué hacer porque no se sabe qué
pensar. La vida como crisis, dice Ortega,
Palabras clave: Historia, Museo, Uto- es estar el hombre en convicciones ne-
pía, Crítica, Guerra. gativas (Ortega y Gasset, 1982: 88 y ss).
Todo es vita minima. Todo es no.
Abstract: On the history of museums, Pero en medio de esa circunstancia,
the museum’s authority, it’s universality, al cabo de un tiempo, fermentan algunos
it’s every growing science along with síes, una fe confusa, entusiasmos inesta-
other aspects, all of which are found bles. Porque, en la naturaleza misma de
trapped within an array of contradic- la crisis, está el instinto de responder, de
tions found within its own culture and recuperar la confianza y volver, en fin,
consequently have been subjected to a la normalidad. Y ese paso sólo puede
a number of detailed revisions from its darse si se afronta con esfuerzo e inven-
foundations (towards the end of the ción. La crisis, sin dejar de ser un proble-
18th century) right up until the crisis of ma, reclama creatividad. Quizá por eso,
the 70s. la dimensión de la vida que primero en-
cuentra estabilidad en medio de una cri-
Keywords: History, Museum, Utopia, sis es precisamente el arte. Es lo que su-
Critic, War. cedió, por ejemplo, en el Renacimiento.
Visto desde esta óptica, podría de-
cirse –como de casi todas las cosas hu-
La idea histórica de crisis es, en sí mis- manas–, que el museo es una institución
ma, estimulante. Nos recuerda lo que «constitutivamente crítica», destinada a
la vida tiene de ruptura, de sobresaltos vivir en una inseguridad permanente.
cruciales. En las crisis los hombres se Nunca las tiene todas consigo. Sus crisis
quedan sin convicciones, es decir, sin no son sucesos episódicos que lleguen
mundo. Las ideas adquiridas se despre- y se vayan, alterando la calma de su
cian por inservibles y en su lugar sub- vida cotidiana: están en «su naturaleza».
sisten incógnitas, sombras que desorien- Desde que fueron fundados, apenas ha

18
19
habido generación que no haya sospe- Hasta la llegada del siglo XX, los fun-
chado de su legitimidad, que no haya damentos que explicaban la existencia
pensado que los museos de su tiempo del museo permanecieron intocables.
atravesaban un conflicto. Con indepen- Sólo entonces, cuando empezó a verse
dencia de la intensidad del trance y de como un objeto histórico, la autocrítica
sus causas, de los distintos períodos, de empezó a formar parte de la práctica
la variedad de contextos, de las historias museal (Schubert, 1999). Se llenó enton-
particulares de cada institución, de la di- ces de connotaciones negativas, por su
ferencia de intenciones, de las rarezas incapacidad para mantener una relación
de cada caso, la palabra crisis ha acom- vital con los objetos, considerados sólo
pañado las reflexiones teóricas, pocas, y como cadáveres y cuya conservación,
las polémicas, abundantes. como denunciaba Adorno, se debía más
Con toda seguridad, este modo de al «respeto al pasado que a las necesida-
enjuiciar el museo es un descubrimiento des del presente».
contemporáneo y construido a posteriori Las metáforas sobre su decadencia
La ecuación «museo igual a crisis» sobre el giro que la crítica de la cultura y su muerte empezaron a menudear. El
deriva del escrúpulo «ontológico» experimentó en los años ochenta del siglo malestar no dejó ya de escoltar su exis-
pasado. Este contexto no le quita un ápice tencia como una sombra y la sociedad
que pesa hoy sobre el patrimonio,
de verdad, porque, como nos enseñaron contemporánea, tan propensa a las sos-
la historia, la memoria y otras los estoicos, «lo que importa no son las pechas, en la que cuanta más venera-
cuantas categorías atrapadas en cosas, sino lo que los hombres piensan ción despierta una institución cultural,
las contradicciones de su propia sobre las cosas». En lo que aquí respecta, más vulnerable parece y más suspicaz
cultura y sometidas a profundas la ecuación «museo igual a crisis» deriva es la duda sobre su razón de ser (aun-
revisiones en sus aspectos del escrúpulo «ontológico» que pesa hoy que sólo sea por desconfianza hacia el
sobre el patrimonio, la historia, la memo- poder de los símbolos), se convenció de
básicos: la manipulación del
ria y otras cuantas categorías atrapadas en que el museo «no es lo que habíamos
museo a la hora de organizar el las contradicciones de su propia cultura y creído que era» y su estado endémico
conocimiento, su dogmatismo sometidas a profundas revisiones en sus de crisis se aceptó como una eviden-
intelectual, su carácter de aspectos básicos: la manipulación del mu- cia demostrada. On the Museum’s Ruins
institución del poder seo a la hora de organizar el conocimien- fue el título de uno de los artículos más
to, su dogmatismo intelectual, su carácter leídos de los últimos quince años en
de institución del poder. el que su autor, D. Crimp, denuncia la
Lo cierto, sin embargo, y para ser falsedad congénita del museo, resulta-
justos, es que, durante su primer siglo do de la creencia acrítica de que basta
de historia, el museo pareció un valor yuxtaponer en los espacios de una sala
inalterable de la cultura occidental –y un conjunto de fragmentos arrancados a
no olvidemos este matiz geográfico, oc- la historia para producir una representa-
cidental, causa, luego, de tantos abusos ción creíble del mundo. Si desapareciera
y desacuerdos–; una poderosa «utopía esa ficción, prosigue, el museo sólo se-
de la Razón», descuidada, eso sí, pero ría un almacén de curiosidades sin valor
bendecida con todas las legitimidades; ni sentido (Crimp, 2005: 61-71)1. Todo
una gran fábrica de autoridad y saber, a el mito del museo como una institución
cuyo cargo estaba la gestión de certezas solvente para explicar conceptos como
y doctrinas; y en el campo de las artes, «origen», «causalidad», «representación»,
la principal productora de estudio res- «autoría» o «simbolización» queda así re-
pecto de autores, estilos, influjos y atri- ducido a su mínima expresión.
buciones. Eso por no hablar de su capa- Es esta perspectiva la que, retrospec-
cidad política, en plena construcción de tivamente, permite reescribir la historia
los Estados nacionales contemporáneos, del museo en tanto que la historia de
para representar la continuidad históri- una sucesión de crisis, como si esta vi-
ca, fomentar la conciencia identitaria y sión abismal del presente hubiese levan-
representar, de manera convincente y tado la cortina de «otras» historias, iluso-
1
Sólo recientemente ha habido traducción eficaz, ideales colectivos, más o menos riamente más verdaderas, en negativo,
española. ilusorios. sombrías y sofocadas, que serían las de

20
las convulsiones que la han mantenido posteridad había sido una obsesión del
en un estado de rehacimiento y descré- siglo XVIII, que, según Condorcet, evita-
dito incesante. En ese curso histórico, ría a las generaciones futuras recaer en la
los momentos críticos han girado siem- barbarie. Es en un clima de búsqueda y
pre en torno a unos pocos pero deci- viajes, de exploraciones del límite, donde
sivos debates y exigencias de cambio: toma cuerpo la utopía del museo, el sue-
qué derecho tiene el museo a custodiar ño de un templo del saber útil y rentable,
bienes patrimoniales que, en origen, no una escuela del talento, un espacio peda-
le pertenecen; cómo ofrecer una visión gógico perfecto donde se armonizarían
del patrimonio que sea adecuada, obje- verdad y belleza, razón y sensibilidad,
tiva e interesante; hasta dónde llegan los un espectáculo de virtudes accesible a
derechos de la sociedad sobre el conoci- todos. Pero esta audacia de unos burgue-
miento que atesora el museo. ses cultos de proyectar un museo ideal
Volvamos un poco la vista atrás, y por donde reunir los mármoles y lienzos del
orden, retornemos al largo ciclo de su na- reino, los gabinetes de historia natural y
cimiento y consolidación histórica, el que las medallas –a costa de desposeer de sus
transcurre en los casi doscientos años que obras de arte a los poderosos, agrupar-
van desde 1790 hasta 1970, fecha en que los en la residencia del rey y abrirles a la
nuevas preocupaciones y otros modelos vista de la nación– produjo un escalofrío
anuncian el cambio de rumbo significati- histórico. «L’âge de la critique» titula Do-
vo que nos ha traído hasta hoy. Recorde- minique Poulot al capítulo que dedica a
mos, de antemano, que este modelo de la creación del museo parisino (Poulot,
museo moderno nace y morirá entre ba- 1997). Y lo encabeza con una frase que
rricadas, en medio de episodios violentos resume el desconcierto de uno de estos
de nuestra historia contemporánea: la in- nuevos patriotas, el abad Sièyes: «No nos
vención del museo público en el siglo XVIII desanimemos si no encontramos en la El modelo de museo moderno
se produce en medio de la aventura con Historia ningún ejemplo que explique nace y morirá entre barricadas,
que Europa, como dijo Tocqueville, corta nuestra situación».
en medio de episodios
en dos su destino y pone un abismo entre Será necesario que se desencade-
lo que ha sido y lo que quiere ser. Encar- ne el terremoto de la Revolución del violentos de nuestra historia
na, pues, simbólicamente esa conciencia 89, que impondrá una discontinuidad contemporánea
histórica de ruptura y un futuro utópico fundadora y reorientará la historia de
de respeto a la memoria, igualdad social la cultura, para que se transforme en
y educación cívica. Al final del recorrido, realidad ese sueño ilustrado y el acce-
ya avanzado el siglo XX, en esa «década so al museo sea reconocido como un
prodigiosa» de 1960, una nueva y vigoro- derecho ciudadano y los bienes expro-
sa oleada de contestación contracultural piados como un bien colectivo e ina-
impugna, también desde las barricadas, lienable. De hecho, el gesto seculariza-
las estructuras de poder que dominan la dor que supone la invención del museo
cultura y con ellas la legitimidad histórica público será la piedra angular del nue-
del museo y su derecho mismo a existir, vo orden cultural instaurado por la
convertido, a los ojos de esta generación, República burguesa, inspirado por el
en un anacronismo decadente y dogmáti- ansia de reforma social y democratiza-
co, condenado a muerte. ción del saber. Ese modelo, antes o más
Así pues, el estigma de la crisis está tarde, con mayor o menor timidez, será
inscrito en su propio nacimiento. El Mu- seguido a lo largo del siglo XIX por los
seo del Louvre, primer museo moder- Estados liberales del continente, bien
no en su pleno sentido (pues el British impuesto por la fuerza de la conquista
Museum de Londres era un museo se- de las campañas napoleónicas, como
mipúblico que no tuvo un director no en el caso de la Pinacoteca Brera de
bibliotecario hasta 1931), vivió una géne- Milán, bien impulsado desde dentro, en
sis caótica, hoy olvidada, y enterrada en el marco de la modernización nacional
elogios a las virtudes del patrimonio. Ya del Estado, como sucedió en España
la idea de dejar un legado civilizado a la con la Desamortización de Mendizábal.

21
Entre todos forman una familia de mu- en toda Europa y una máquina de pro-
seos insurrectos fraguada al calor del paganda política de imponente eficacia.
mesianismo reformador, que arrancaba Presidida por la Trasfiguración de Rafael,
las obras de su lugar de origen –reta- la Grande Galerie era un canto al orden,
blos de altar, conventos, residencias la educación y la clasificación, donde se
nobiliarias, palacios reales–, para ma- intentaba, por vez primera, ofrecer «un
terializar el sueño de una apropiación verdadero curso de historia del arte de
nacional de los bienes de la cultura. la pintura».
El caso francés es paradigmático. La ficción tomaba cuerpo. El atro-
Desde el inicio, y en medio de la con- pello moral quedó enseguida sepulta-
Esa extraña mezcla de erudición fusión general, la creación del Musée do por el rigor científico. Denon había
Français estuvo ligada a los objetivos ideado una presentación basada en la
impecable e intereses coloniales
de la nueva República; tanto que sólo cronología y las escuelas nacionales,
dio lugar a uno de los grandes nueve días median entre la condena a que se convertirá en el canon para va-
mitos de la museística la guillotina de Luis XVI y el decreto de rias generaciones de conservadores de
decimonónica: el museo universal fundación del museo. Una estrecha rela- museos. Fue su gran contribución: dar
ción se trabó entonces entre las exigen- sentido a una maraña ingobernable de
cias de la ideología, el sentido de la his- obras de arte. La parcialidad de la ideo-
toria y la génesis del museo. Enseguida logía política era, así, sustituida por la
se puso de manifiesto el conflicto que objetividad de la documentación. Que-
implicaba exponer los símbolos artísti- daron en la sombra los orígenes revolu-
cos del Antiguo Régimen. La solución en cionarios de la institución, con toda su
este caso fue política: el ciclo pintado violencia y su utopía, y pasaron a primer
por Rubens sobre Maria de Medicis fue término las cualidades del museo, que
enviado a los almacenes, por su tufillo se asentó desde entonces en el limbo
a Ancien Régime, y sólo volvió a ser ex- académico de la erudición.
puesto en la Restauración de 1815. Es cierto que después de Waterloo,
Simultáneamente se abrió otro frente muchas obras regresaron a su «hogar».
de debate, este de largo alcance. Al am- Pero el mito no decayó. Se constituyó
paro de la política expansionista europea en el modelo que los museos europeos
del Directorio ejecutada por el general y americanos restantes adoptaron hasta
Bonaparte, desde 1796 empieza a llegar a las primeras décadas del siglo XX. Cuan-
París el botín de colecciones artísticas de do se desataron, desde 1830, la antico-
las monarquías derrotadas. El caso más manía romántica y el entusiasmo por
escandaloso fue el de Italia, que dio lugar la arqueología, el expolio se convirtió
a las polémicas cartas de Quatremère de en una ley incuestionable y los Estados
Quincy a su amigo, el general Miranda, europeos emprendieron un desmante-
en las que el liberal amante de las ar- lamiento sistemático de sus colonias,
tes tomaba partido a favor del país ex- cunas de viejas culturas. Los museos de
poliado (Quatremère de Quincy, 2007). Londres, de Múnich o de Turín se llena-
Los incautadores tenían un argumento ron de piezas de las civilizaciones orien-
propio, pues se trataba de dar acogida a tales, causa de la rivalidad y el espionaje
las grandes creaciones de la Humanidad: entre diplomáticos y directores de los
según el ministro de Justicia, «recuperar grandes museos. El caso de la tiara de
las obras del genio y custodiarlas en la Saitapharnes (un falso que se disputaron
Tierra de la Libertad servirá para acele- los museos de Londres, París y Berlín, y
rar el progreso de la Razón y de la feli- que, para su bochorno, obtuvo el Mu-
cidad humanas». Se pretende, añadía el seo del Louvre) es el resultado de esta
mentor de Napoleón en estas cuestiones, carrera competitiva en pos del prestigio.
Denon, seguir el modelo de Roma en su Esa extraña mezcla de erudición im-
asimilación de la cultura de los griegos. pecable e intereses coloniales dio lugar
En pocos años, este curioso personaje a uno de los grandes mitos de la mu-
organizó la mayor galería de pintura del seística decimonónica: el museo univer-
mundo, un modelo museístico imitado sal. Es decir, la idea de que el museo

22
es la manera «natural» de tratar con el europeo), a una clase (la clase burguesa
pasado y de conocer la historia huma- culta), y a una cierta visión de la cultu-
na que deben adoptar todas las civiliza- ra (nuestros antepasados los galos y sus
ciones, sean cuales sean sus creencias primos, todos dolicocéfalos, rubios y de Bajo la dirección de Wilhelm
y visiones del mundo, imponiendo de ojos azules)» (Adotevi, 1972). Bode, la museología alemana
esta manera la homogeneización plane- El ideal alcanzó su representación alcanzó el más alto nivel de
taria del concepto de patrimonio. Sta- más potente en Berlín, que a lo largo
competencia científica, basado
nislas Adotevi, director del Instituto de de cien años (entre la construcción del
Investigaciones Aplicadas de Dahomey, Altes Museum, en 1820, y la finalización en una erudición impecable
que hablaba en nombre de los no occi- del Museo de Pérgamo, en 1930), desa- –por la precisión de sus
dentales que se aburren en los museos, rrolla un programa ininterrumpido de técnicas de expertización y
denunciaba esa forma de colonización construcciones que dibujan el paisaje catalogación–, en la originalidad
aterciopelada que constituye el museo de la Isla de los Museos, un santuario de sus métodos expositivos
universal –y que, solo hace un par de que responde al ideal griego de la pai-
y también en su coraje para
años le ha estallado al Estado francés en deia que había inspirado a Humboldt la
las manos con motivo de la exportación fundación de la Universidad berlinesa defender el arte de vanguardia
de una sucursal del Louvre a Abu-Dha- en 1810, y donde se cumple el empeño
bi–: «Conservado gracias a las manías de de un saber enciclopédico que expli-
los literatos y a las inhibiciones de los que la totalidad del mundo. Se trata de
snob, el museo está, en la teoría y en la tenerlo todo, de coleccionarlo todo, de
práctica, unido a un mundo (el mundo reunir todos los bienes que se produ-

23
cen en los talleres del espíritu humano. El siglo XX, el genuino, el que se
Al final del siglo, las colecciones berli- acelera tras la Primera Guerra Mundial,
nesas cubrían el mundo entero, como se despierta con un sentimiento de an-
verdaderos compendios de las civiliza- tipatía por ese modelo de museo. Las
ciones europeas y extraeuropeas, des- relaciones entre la sociedad y la cultura
de Japón hasta el Islam. Bajo la direc- cambian: el museo pierde pie. Frente al
ción de Wilhelm Bode, la museología culto a la historia de la centuria anterior,
alemana alcanzó el más alto nivel de se siente un urgente deseo de escapar
competencia científica, basado en una al lastre de tanta herencia, una brusca
erudición impecable –por la precisión necesidad de olvido histórico. La tradi-
de sus técnicas de expertización y cata- ción ya no es un cimiento reconfortan-
logación–, en la originalidad de sus mé- te, sino una carga pesada, dice Nietzs-
todos expositivos y también en su cora- che, «un fardo invisible y oscuro que
je para defender el arte de vanguardia. dobla la espalda del hombre moderno;
Sus métodos y técnicas fueron seguidos que bloquea y mata el presente». Quien
en todo el mundo. quiera ser feliz, quien quiera vivir, debe
Pero ese triunfal crecimiento y la ser capaz de tenderse, sin vértigo ni
continua expansión que caracterizó a miedo, en el umbral del momento. El
los grandes y pequeños museos de en- agotamiento del modelo enciclopédico
tonces era, a la vez, el germen de una y positivista era bien palpable por esas
nueva crisis. Hacia 1900 los museos ha- fechas: la institución padece una impo-
bían crecido de manera espectacular y tencia creciente para gestionar la ingen-
contenían un patrimonio muy hetero- te cantidad de saber que se acumula
Hacia 1900 los museos habían géneo y cada vez más caudaloso –del en sus salas y depósitos –atestados por
crecido de manera espectacular que no podía desembarazarse, porque la manía de enseñarlo todo, saturados
y contenían un patrimonio muy era su razón de ser–, pero que resultaba de incesantes compras y legados–. El
heterogéneo y cada vez más asfixiante y lastraba su actividad. Con el problema no era sólo la inadecuación
caudaloso, pero que resultaba paso de los años, sus salas de exposi- de sus edificios y la falta de espacio, la
ción se volvieron cada vez más agobian- escasez presupuestaria o los métodos
asfixiante y lastraba su actividad
tes, superpobladas por centenares de expositivos anticuados. Era sobre todo
piezas, creando problemas verdadera- la rigidez de los patrones intelectuales
mente graves. que habían dado consistencia al museo
En parte se debía a la estrecha aso- decimonónico –que cultivaba el pasa-
ciación entre «museo» y «derechos del do por ser pasado, como un lujo, que
ciudadano», porque la democratización se empeñaba en subordinar las obras a
del disfrute implicaba, en la práctica, la cronología erudita– y que resultaba
la obligación de exponerlo «todo». Así, incompatible con la ambición de nove-
a pesar del deseo de mostrar, nunca la dad y frescura, de rebeldía que se di-
contemplación de las obras se hizo en bujan en este nuevo horizonte, definido
condiciones más incómodas: «Se nece- tras la Gran Guerra.
sita la paciencia de un ángel y los ojos No puede desdeñarse en esta crisis,
de un lince para distinguir los cuadros tan productiva, la influencia del arte de
expuestos», es la queja de un visitante vanguardia, combativo y brillante en las
del Louvre. Cuando en torno a 1857 lle- primeras décadas del siglo. Su irrupción
garon a Londres las piezas del Mauso- no hizo sino ahondar el abismo que ya
leo de Halicarnaso, procedentes de Asia se había abierto en los años anteriores.
Menor, fueron colocadas en el exterior Desde diversos frentes, una creciente
del British Museum, bajo la columnata, ofensiva reprochaba al museo su mu-
sobre pedestales de madera provisiona- seografía obsoleta, su visión intocable
les, y el museo siguió creciendo en la de la historia, su manía acumulativa y
misma proporción en que se ampliaba su ceguera a la hora de dar a conocer
el Imperio Británico por el mundo, cul- el arte vivo.
minando con la inauguración en 1914 Frente a la añoranza de una socie-
de las salas chinas e hindúes. dad excelente que tocaba a su fin, la in-

24
tensa y muy creativa actividad paramu- color humo, vitrinas metálicas y cuadros
seística de cubistas y neoplásticos, de colocados sin cambios bruscos de esca-
dadaístas y modernos de todo tipo, se la ni grandes contrastes, con las obras
reveló como una luz al final del camino, separadas entre sí y a 1,40 m del suelo.
porque ofrecía perspectivas de renova- Pero era una excepción que apenas
ción y nuevas ideas para el museo. Se tuvo continuidad. La irrupción de la
impuso la necesidad de confrontar, a la Segunda Guerra Mundial encontró a la
ejemplaridad de las obras maestras de mayor parte de los museos del mundo
los museos, un experimentalismo aleja- vacíos y polvorientos, desprestigiados,
do de toda fórmula aprendida. Desde sumidos en la tradición y el convencio-
En el siglo XX, frente al culto a la
la organización de sus propias exposi- nalismo. La guerra, las guerras, agrava- historia de la centuria anterior,
ciones (que inauguran los artistas de la ron la crisis. El derrumbe fue material y se siente un urgente deseo
Secesión vienesa, en 1902), a los ex- moral. Uno de los momentos más críti- de escapar al lastre de tanta
perimentos expositivos heterodoxos y cos y tristes del siglo, por factores dis- herencia, una brusca necesidad
provocadores (como los de la Bauhaus tintos pero conectados entre sí, como la de olvido histórico
alemana), el lenguaje del museo fue lle- neurosis nacionalista, la destrucción ma-
vado a un grado de radicalismo sin pre- terial, la censura y la instrumentalización
cedentes. Los experimentos de Frede- política. Europa, y España con ella, vive
rick Kiesler, en Viena y Nueva York, las una quiebra cultural marcada por el exi-
propuestas de una nueva forma de ver lio, la persecución, en un clima cultural
la historia de A. Dörner, en un modesto de pesadilla, en el que el museo actuó
museo de Bellas Artes alemán, el Mu- como caja de resonancia: museos bom-
seo Provincial de Hannover, su acogida bardeados, colecciones confiscadas, co-
al más sensible constructivista soviéti- leccionistas perseguidos, conservadores
co, El Lissitzsky, para presentar en una expulsados. Llegaron a fundarse museos
pequeña sala la colección moderna del del odio racial, y exposiciones, como la
centro, sellan la entrada de la vanguar- realizada en la Kunsthaus de Múnich,
dia en la sacrosanta institución de un que eran la antesala de la hoguera para
museo clásico. Su intervención anticon- prestigiosas obras de arte. Alfred Barr, a
vencional responde a los presupuestos su vuelta de Europa, no logró que nin-
estéticos y espaciales de la abstracción guno de los grandes periódicos america-
poscubista, y al gusto de esos años por nos le publicase los reportajes sobre lo
la asimetría, por la visión dinámica del que había visto en los museos alemanes Con el MoMA llegaba una
espacio, por las formas flotantes e in- en su viaje de 1933 y su denuncia de la museografía neutra y
grávidas, con el fin de estimular la acti- expulsión de sus puestos directivos de desornamentada, hecha de
vidad sensorial del espectador, propor- toda esa brillante generación de conser- muros lisos, ambientes
cionarle experiencias físicas y estéticas vadores formados con Bode: Friedlän-
puristas, marcos de bastidor
no exploradas. der, Justi, Swarzenski (Barr, 2005: 45-65).
Todas estas experiencias se desarro- Cuando terminó la guerra, la sen-
negro, moqueta de color
llaron a contracorriente y en prácticas, sación general era que el museo era el humo, vitrinas metálicas
por lo general, efímeras, hasta que en símbolo de una concepción decimonó- y cuadros colocados sin
1929 se funda el MoMA a instancias de nica anacrónica, sensación reforzada por cambios bruscos de escala
tres mujeres de la alta sociedad neo- las limitaciones materiales de la posgue- ni grandes contrastes, con
yorquina. No fue un museo más. In- rra impuestas a las grandes instituciones
las obras separadas entre sí
auguraba una era que normalizaba el europeas, que, apenas sin excepción,
experimentalismo de los europeos más malvivían abandonadas, abrumadas por
y a 1,40 m del suelo
heterodoxos para convertirse en un pa- todo tipo de dificultades, cada vez me-
radigma en su género: el primero en en- nos amadas. Sus salas eran oscuras, frías
focar sus colecciones de modo multidis- y polvorientas, las instalaciones obsole-
ciplinar: fotografía, diseño, bellas artes, tas, su gestión caótica, la formación de
arquitectura... ¡Por fin! Llegaba una mu- sus profesionales anticuada, la renova-
seografía neutra y desornamentada, he- ción arquitectónica apenas existente.
cha de muros lisos, ambientes puristas, Los museos alemanes (por muy diversos
marcos de bastidor negro, moqueta de motivos) estaban en quiebra y su repa-

25
ración era de una lentitud exasperante; lado la frontera en la consideración de
el British Museum padecía un verdade- ese fenómeno sociológico: pues, si has-
ro desbarajuste, pese a su tradición; los ta los años cuarenta se había hablado
de la Europa oriental no tenían recursos peyorativamente de ese nuevo paisaje
ni para restaurar sus obras. Escaseaba la social, ya en los cincuenta se invertían
financiación y también el interés de los los papeles y se reconocía y estudiaba
poderes públicos que hubiesen sido ne- este valor de las masas, que se incor-
cesarios para combatir esta impresión tan poraban decisivamente a la sociedad,
negativa, porque sin duda los esfuerzos creando un nuevo estado de cosas que
Cuando terminó la guerra, políticos de la reconstrucción se centra- incidirá finalmente en el mundo museís-
ban en otros sectores: el alojamiento, la tico (Arendt, 1996, cap. VI).
en algunos casos, los
instrucción y las infraestructuras. De hecho, después de la Segunda
museos se convirtieron Es cierto que esa crisis tuvo, como Guerra Mundial serán el teatro, la li-
en una forma de resistencia siempre, su envés. Y, sobre la Europa en teratura y, sobre todo, el cine los que
ruinas, emergieron experiencias felices y ejercerán una mayor fascinación y pare-
muy solventes –en Holanda, en Alema- cerán responder, mejor que el arte y los
nia, en España– que hacen de esta etapa museos, a las necesidades culturales de
un momento apasionante en la historia una sociedad que estaba cambiando tan
museística. Porque el ambiente de re- aprisa. Las batallas culturales de los años
construcción física y moral, el deseo de cincuenta y sesenta se van a librar en
fraternidad, la sed de normalidad y una otros campos institucionales, como, por
fe colectiva en la capacidad de la cultura ejemplo, la universidad, primera institu-
como instrumento pacificador, a veces ción en conocer el fenómeno de la ma-
se imponían en medio del desánimo y sificación. En esta primera instancia, el
la falta de medios. En algunos casos, los museo carecía de futuro; su sentido pa-
museos se convirtieron en una forma de recía completamente esfumado. Quien
resistencia. La reconstrucción de algu- hubiese preconizado en 1960 que esta
nos de ellos se asumió con una voluntad institución estaba destinada al brillante
silenciosa pero tenaz, como si restaurar porvenir de que goza hoy, quien hubie-
cuadros dañados, reedificar pinacotecas se predicho los ocho millones de visitan-
bombardeadas o recobrar a los artistas tes que iba a recibir la gran exposición
«degenerados» fuese el último camino en 1976 de los Tesoros de Tutankamon,
de los supervivientes para hacer frente que iba a conocer las mutaciones ace-
a la deuda contraída con los cincuenta leradas de las décadas inmediatas hasta
millones de muertos y contribuir a una convertirlo en algo irreconocible, o que
política internacional de paz. incluso iba a ser capaz de satisfacer las
Pero, más allá de algunos casos ambiciones culturales más altas del final
ejemplares, se extendió un sentimien- del siglo XX y los inicios del XXI, habría
to de desorientación y desamparo, que sido considerado un iluso.
revelaba hasta qué punto la institución Pero ahí es donde radica la «belleza»
había sido dejada en un segundo pla- de las crisis históricas padecidas por los
no en la reorganización de la sociedad museos. En su capacidad para el cam-
posbélica. Desvanecida ya la indiscuti- bio. Una vez más, como lo venía hacien-
ble supremacía de que había gozado en do desde su fundación, volvió a revelar
el pasado, la asociación del museo con su flexibilidad y su robusta naturaleza.
una torre de marfil estaba tan inoculada Supo mantener, cuando parecía que
en la imaginación colectiva que nadie estaba extinguido y en las batallas crí-
pensaba en la necesidad de una reforma ticas del 68 todo el mundo lo daba por
que modificase esa imagen cerrada. Es- muerto, un horizonte siempre abierto,
taba emergiendo una mayoría silencio- su capacidad de fascinación, su agilidad
sa, la llamada «sociedad de masas» y, con conceptual y práctica, y ese fondo de
ella, una cultura masiva, que, todavía en integridad moral que nunca le ha aban-
ese momento, excluía al museo por su donado y que hace de él uno de los me-
elitismo secular. Hanna Arendt ha seña- jores inventos de la sociedad civil.

26
Bibliografía

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tura: su significado político y social», en POULOT, D. (1997): Musée, nation, pa-
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Museo», Posiciones críticas, Akal, Ma- the Present Day, Rindinghouse, Lon-
drid: 61-72. dres.

27
Museos,
globalización
y otros cambios
Luis Grau Lobo
climáticos: ensayo
Museo de León
León sobre sus derivas
Luis Grau Lobo se licenció en Historia Resumen: Los museos han cambiado ra de perpetuarse. Una más de las cons-
del Arte y en Arqueología y pertenece en las últimas décadas como quizás no trucciones ideológicas del pensamiento
al Cuerpo Facultativo de Conservadores lo hayan hecho en los siglos preceden- moderno convertidas en institución, los
de Museos del Estado. tes. Repasamos algunas de estas trans- museos no sólo han sufrido la crisis po-
Desde 1990 dirige el Museo de León.
formaciones, relacionándolas con los silustrada de ese modelo intelectual, sino
graloblu@jcyl.es cambios derivados de los fenómenos que en ellos han repercutido fenómenos
económicos y culturales de la globali- ligados a su excepcional y, en ocasio-
zación y de la crisis de la ideología que nes, novedoso papel como termómetros
dio sustento a su institucionalización. y reactivos de los procesos identitarios y
económicos de una región, de un área
Palabras clave: Museos, Globalización, cultural. Por ello se hace preciso, en pos
Capitalismo, Crisis, Economía. de una nueva definición y entendimiento
de los museos como agentes transforma-
Abstract: Within the last few decades dores de la cultura y la economía, repasar
museums have changed a great deal qué procesos nuevos y en qué medida
whereas perhaps they haven’t done so afectan a estas instituciones y cómo reac-
in previous centuries. Lets now take a cionan ante las características más recien-
look at these transformations, whilst at tes del capitalismo de entre siglos y de
the same time relating them to the chan- la globalización, entendidos ambos como
ges that have gone on due to economic el contexto en que debe desenvolverse
and cultural phenomenons as a result su actividad económica y comunitaria. Y
of the globalization and of the crisis of también preguntarse por los mecanismos
ideology which gave way to it’s institu- de resistencia al menoscabo de identidad
tionalization. y singularidad que inevitablemente pro-
vocan ambos rumbos históricos.
Keywords: Museums, Globalization, Museos ha habido desde siempre. Por
Capitalism, Crisis, Economy. mucho que el museo moderno tenga una
línea genética, una estirpe sancionada en
los tratados del gremio, más allá (y más
Los museos ya no son lo que eran. Por- acá) de las definiciones formales, oficia-
que no otra es su condición sino la de les, legislativas o corporativas, un museo
reflejar y responder a una sociedad que es una herramienta cultural de honda
tampoco es la misma, que tampoco pien- significación antropológica. Como espe-
sa sobre sí y sobre su pasado lo mismo, cie dominante del planeta (si es que en
que ni siquiera se comporta respecto a lugar de dominante no somos más que
los museos de la manera en que lo hacía un inquilino prepotente y malsano), el
cuando concibió estos como una mane- ser humano basa su estrategia de super-

28
29
vivencia en el aprendizaje, en un tipo de bre de Heisenberg. Y de ahí su utilidad
aprendizaje tan singular, que, superan- presente, de ahí su proyección de futuro.
do las barreras de su propia experiencia Una proyección que, en primera instan-
individual, es capaz de asumir, valorar cia, debe valorarse por su proliferación,
y utilizar conocimientos ajenos y preté- su expansión e irradiación, extensiva e
ritos, y, alzándose más que a hombros intensiva. El ICOM estima que cerca del
El museo, un espacio que de gigantes, a los de multitudes, trans- 90% de los museos tienen menos de me-
encierra un tiempo, un tipo de formar una realidad cada vez más com- dio siglo, lo cual no es dato menor en la
pleja pero cada vez más propia. Dos son dilatada historia del fenómeno museísti-
monumento conformado por la
los conocimientos básicos, primeros, del co moderno. Resulta obvio, por ello, que
agrupación de una serie de género homo: la facultad para confeccio- no podemos juzgar a los museos con los
objetos cuya selección artificial y nar útiles, motivo por el que se le reco- parámetros de antaño. La categórica va-
ordenamiento, cuya presentación noce, más allá de morfologías, como tal riación de estas condiciones de contex-
construye un universo a escala hombre (faber, ergaster); y la noción de to deriva, lógicamente, del gran cambio
que pretende representar a la tiempo, del paso del tiempo, de la certi- que se ha producido en el panorama del
dumbre de la muerte, de la insoportable aprecio patrimonial y de su manipulación
sociedad que lo concibe
levedad del ser. La vasta combinatoria de (entiéndase aquí sensu stricto) por parte
ambos factores es lo que llamamos cul- de agentes cada vez más numerosos y
tura. Pues bien, existe precisamente un variopintos. No es lugar este para insistir
artefacto destinado a superar las barreras sobre la conocida inflación del concepto
del tiempo, a sortear el Gran Olvido, a de patrimonio (sus «nuevas fronteras» han
perpetuar al hombre, si no físicamente, al recalado ya en lo inmaterial y cualquier
menos en el espíritu del grupo en el que escenario de memoria compartida deriva
adquiere su dimensión genuina. Hablo en un dilema de conservación), común
de los monumentos, que, en un amplio por otra parte a las épocas históricas en
sentido, tienen la misión, definida por crisis ideológicas e identitarias. Ni tam-
Alois Riegl hace un siglo, de representar poco es ocasión de abordar la contami-
y resistir, de lanzar al futuro un mensaje nación de los parámetros museísticos
nítido: estuvimos aquí, éramos así. Entre respecto a otras instalaciones dedicadas
estas herramientas destinadas a dominar al entertainment que hacen de esta ins-
el tiempo nos interesa una: el museo, titución un banco de pruebas de cuantas
un espacio que encierra un tiempo, un operaciones se realizan afanosamente en
tipo de monumento conformado por la el marco de sus nuevas funciones socia-
agrupación de una serie de objetos cuya les y económicas.
selección artificial y ordenamiento, cuya Pero dicho esto, ¿qué ha cambiado en
presentación (labor del sujeto), constru- el museo en estos últimos treinta años?
ye un universo a escala que pretende y, sobre todo, ¿cuáles de estos cambios
representar a la sociedad que lo conci- suponen una repercusión directa de fe-
be. Ajuares sin tumba, botines sin guerra nómenos como el neocapitalismo finise-
(aunque tumbas y guerras se oculten tras cular, entendido como marco de actua-
ellos), los museos son, en última instan- ción de las políticas de infraestructuras y
cia, la perpetuación de una perspectiva acción cultural? Veamos a continuación
colectiva, la congelación de una mirada algunos aspectos, sin ánimo de una ex-
de grupo, de una forma de ver la realidad haustividad que no podría pretenderse,
que caracterizó a una comunidad o, en pero con la intención puesta en revelar
otras palabras, el guardián y probatorio alguna de las claves no explícitas, o par-
del relato de la tribu. Cada museo es una te de la sintomatología de un fenómeno
botella con un mensaje en su interior, efervescente que nos afecta a todos.
arrojada por una sociedad náufraga de sí
misma.
Perspectiva y relato, el del museo, Globalización
que puesto que observa, interpreta,
puesto que analiza, transforma, según Aunque se trate de un proceso defini-
sabemos por el principio de incertidum- do desde la perspectiva económica y

30
amparado por una trayectoria históri- a ser, como también sucede con otros
ca –que algunos arrancan en la llegada elementos destinados al ocio de las so-
de los europeos a América y otros ven ciedades de consumo, una inevitable
como definitivamente sancionado por herramienta de trabajo sobre el hecho
la caída del bloque comunista y la in- cultural, cuando no, simplemente, ma-
contestada supremacía del capitalismo quinaria al servicio del entertainment.
como forma predominante de organiza- De un fenómeno occidental, hemos
ción socioeconómica– la globalización pasado a un fenómeno mundial: pode-
(o mundialización, en su acepción lati- mos hallar museos en cualquier rincón
na) supone, en el terreno cultural, un del globo, independientemente de que
régimen de conocimientos compartidos antes que ellos hubiera otras formas de
universal e instantáneamente, gracias a interpretar el pasado: estas han sido o
las tecnologías de la información. Esta están siendo laminadas o sustituidas por
acabaría por imponer usos y costumbres aquel (la defensa numantina e imposi-
a escala planetaria, con la subsiguiente ble de algunas de ellas –ver el caso de
pérdida de diversidad, elemento afín a Goytisolo y la tradición oral de la pla-
las crisis de los ecosistemas tradicionales za de Xemá el-Fná en Marraquech– no
frente al avance de la industrialización, y hace sino subrayar este caso). Desde
la posibilidad en alza de que tales y tan las comunidades indígenas oprimidas
homogéneos saberes sean finalmente en países del segundo o tercer mun-
manipulados. do hasta las opulentas sociedades que
Entre esos recursos culturales, entre miran hacia su pasado reciente o hacia
esas instituciones avasalladoras sancio- un presente volátil, el museo se ha con-
nadas por la globalización, se encuentra, vertido en la única aparente manera de
por fortuna, pero también para la sos- anclar ese etéreo dominio del recuerdo,
pecha, el museo. Nacido, en su versión de la memoria selectiva, infravalorando
moderna, de las revoluciones del siglo en ocasiones lo que se olvida o relega
XVIII y XIX como un ente llamado a ser- fuera del museo.
vir a los intereses de la clase burguesa Pero además de universal, el museo
de la Europa occidental y, poco des- se ha tornado universalizador, su papel
pués, americana, el museo ha pasado, en la lectura de la historia ha derivado
en nuestros días a convertirse en un fe- en decisivo, pues pocos media o medios
nómeno común a todas las culturas del de comunicación (y el museo finalmente
En época de descrédito general
mundo tras superar varias crisis identi- no es sino uno muy peculiar, que se visi-
tarias de diferente calado. La última de ta, en el que uno se introduce y conoce el museo resiste inmune,
ellas, la sucedida a raíz de las críticas mientras camina) conservan hoy día una y cuanto en él se manifiesta
de las vanguardias artísticas y los movi- credibilidad tan desmedida. En época parece sancionado por el acto
mientos subversivos de los años sesen- de descrédito general de tales medios, de fe de su visita, por la comunión
ta y setenta del pasado siglo, le llevó a el museo resiste inmune, y cuanto en de su contemplación, por el credo
transformarse, por instancia de la Nueva él se manifiesta parece sancionado por
de situarse junto a la prueba
Museología y su búsqueda de aggior- el acto de fe de su visita, por la comu-
namento, gracias a una revisión de sus nión de su contemplación, por el cre- reliquia que afirma y reafirma sus
señas de identidad tradicionales (la vo- do de situarse junto a la prueba-reliquia verdades: el objeto histórico
cación educadora, la apertura al público que afirma y reafirma sus verdades: el
de sus órganos de gestión, el servicio a objeto histórico; reproduciendo así los
la sociedad que lo alumbra, la museo- esquemas del museo-templo que tanto
logía de la idea, del concepto, frente denunciaron los críticos del museo en el
al vetusto cientifismo del objeto, la ex- pasado siglo. Y esta vez, para beneficio
pansión del museo puertas afuera, los ya no de un academicismo elitista, sino
ecomuseos...), que, por extensión, han de las acciones políticas (demagógicas
pasado a formar parte de cualquier es- a veces) que gobiernan, cada vez más
tructura de interpretación de la cultura, de cerca y más determinantes, los des-
de tal manera que el museo ha acabado tinos de un museo alejado de aquellos
por difuminar sus fronteras hasta pasar científicos que si no fueron expulsados

31
del templo, sí pueden haberlo sido del ciario actual (en cuya proliferación y
sanedrín que decide su dogma y su li- expansión inciden directamente los mu-
turgia. seos, como vimos ya), pero también un
Se globaliza el mundo de los mu- refrendo interno en la estructura y dedi-
seos pero lo hacen también, como su- cación del museo.
cede en otros ecosistemas, los museos Si consideramos al museo como una
del mundo, se homogeneizan y seme- estructura autosostenida (que no autó-
jan, confluyen en formas de gobierno, noma) desde el punto de vista de su
en esquemas de trabajo, en normas circuito de trabajo con los bienes cultu-
deontológicas y técnicas, en estructuras rales, ya que los recibe o colecta y pro-
narrativas, en tipologías. De forma que cesa hasta ofrecer productos manufac-
existen patrones de museos (de ciencias, turados consumibles, comprenderemos
de arte contemporáneo, de sitio, casas- por qué su definición normativa (ICOM
museo...) reconocibles independiente- y legislativas) precisamente se detiene
mente del país en que se alcen, familias en describir unas funciones determinan-
y clichés que saltan fronteras y formas tes para su esencia (y existencia). Entre
de planteamiento, que sirven igual para ellas, existen algunas que, en un ejerci-
Valparaíso que para Estambul. cio comparativo no difícil de sostener,
Y, además de perder diversidad na- podemos denominar primarias, o del
Si existen museos para cualquier cional, idiosincrasia territorial o de gru- sector primario, como son la adquisición
fenómeno, por extravagante o po, se globalizan por inespecificidad. El y la conservación, operaciones destina-
inasible que pareciera, de ello se museo ha pasado a ser casi cualquier das a la procura de la materia prima y
deduce que un museo no es nada cosa, puesto que todo vale y todo es a su primera salvaguarda, de forma que
y lo es todo a un tiempo, museo. Y lo mismo sucede con el pa- permita efectuar ulteriores transforma-
trimonio cultural, toda vez que la sali- ciones. Así las cosas, la documentación
que un museo camina en la
da del circuito económico de un bien y la investigación podrían encabezar un
delgada línea roja de su le convierte de inmediato en receptor segundo grupo de actividades a encasi-
disolución por extensión, de valores de recuerdo, receptáculo de llar en un sector secundario, de transfor-
de su muerte por éxito memoria colectiva diríamos, destinado mación del producto para su consumo,
a ocupar su hueco en otro circuito, el puramente industrial. Pues bien, el sec-
terciario, del que hablaremos. De forma tor terciario sería entonces el destinado
que, si existen museos para cualquier a la divulgación y promoción (la «venta»,
fenómeno, por extravagante o inasible en un término difícil de aplicar sin reser-
que pareciera (de lo «tradicional» a lo in- vas), a cuantas actuaciones prestan un
tangible), de ello se deduce que un mu- servicio directo al público proyectando
seo no es nada y lo es todo a un tiempo, el trabajo de las anteriores en una reso-
que un museo camina en la delgada lí- lución concreta vinculada al servicio de
nea roja de su disolución por extensión, una comunidad.
de su muerte por éxito. Pero no ente- En este sentido el tradicional equi-
rremos este exquisito cadáver aún, pues librio de los tres sectores (incluso el
seguro será otra mutación evolutiva que predominio del primario y más tarde
le adapte a las circunstancias. del secundario en la crónica histórica
de los museos), ha cedido, como en
la economía mundial, a un abrumador
Terciarización protagonismo de las acciones y presu-
puestos destinados a las «actividades» (el
El fenómeno de supremacía del sector capítulo VI de presupuestos en la Admi-
terciario respecto al secundario, caracte- nistración española): exposiciones tem-
rísticamente posindustrial, y la adopción porales, actos públicos, presentaciones,
de comportamientos típicos del sector conferencias, conciertos, cafeterías y
de los servicios como patrón de traba- restaurantes..., que, entre una multiplici-
jo en el terreno de la economía, tienen dad de servicios «a la carta», constituyen
un evidente impacto en el museo como el cimiento de la actual imagen pública
institución paradigmática del sector ter- de los museos, medidos por el rasero

32
de esas acciones, sin importar las rea- de mercadotecnia, careciendo las expo- que se trasladan en busca de nuevos y
lizadas de puertas adentro en los otros siciones muchas veces de la vocación de más beneficiosos entornos económicos,
dos ámbitos, más determinantes, pero tesis que caracterizó una época mostra- querríamos hacer una paralela y doble
mucho menos fotogénicos. El negocio tiva y demostrativa de los museos en el lectura en el terreno microanalítico de
del ocio prima esta terciarización, cuyos pasado. Todo un síntoma de quien lleva los museos. Por una parte, está la des-
comportamientos, además, invaden las las riendas. localización de los propios órganos de
otras dos ramas de la estructura, pues gobierno del museo, que ha perdido
ahora si se restaura es con ocasión de autonomía a medida que su número se
una exposición temporal, y no sólo por- Deslocalización multiplicaba, en aparente paradoja; por
que así lo requiera el bien; o, si se inves- otra, la de los propios museos y su ma-
tiga, es en el marco de un proyecto de Aunque con este término se denomi- teria prima: el patrimonio.
«puesta en valor» o de «musealización» y, ne al fenómeno de abandono de los El intervencionismo y negación del
si se expone, es por motivos de marca, países de origen de muchas empresas papel del museo como gestor o deci-

33
sor de sus propias actuaciones ha sido por el Guggenheim desde Nueva York,
la norma en estos últimos treinta años, Venecia (en este caso la colección de
de manera que las decisiones que les Peggy), Bilbao (clave desencadenante
afectan se toman ahora en órganos ex- del llamado «efecto Guggenheim»), Ber-
ternos y, a menudo, según criterios o lín, Las Vegas (aliado allí con el Hermi-
fines ajenos, cuando no contrarios. Se tage), o, ya en proyecto, Guadalajara,
produce la paradoja de que cada vez Vilna, o Abu Dhabi (adonde incluso ha
hay más museos y cada vez estos tie- emigrado Thomas Krens en 2008); en un
nen un menor papel en la gestión de modelo que se extiende a instituciones
los recursos patrimoniales, ajenos y tan afamadas y «tradicionales» como el
propios. Exposiciones temporales que Louvre, que no sólo alquila su colec-
nacen y crecen fuera y recurren a los ción –Atlanta, 2007– sino que también la
espacios consagrados del museo o a mueve a otros rincones de Francia o al
sus fondos como a un invernadero de mismo Abu Dhabi, convertido en nueva
flores exóticas o cultivadas; fundacio- meca de los museos franquicia; o la Tate
Las operaciones museísticas nes y servicios de museos que en poco londinense, entre otros.
o en nada consideran al museo como Se registran, en distinto orden de
de gran calado han acabado
una entidad capaz de generar sus pro- cosas, procesos de deslocalización o,
por hacer una versión pios activos y de encauzarlos; profesio- más propiamente, de relocalización, en
distinta del viejo lema de la nales de sectores afines o confluyentes cuanto al patrimonio tradicionalmente
Nueva Museología: «museos que ocupan parcelas antaño reservadas custodiado en determinados museos,
sin muros» y comienzan a a las voluntades técnicas y deontológi- requerido ahora para operaciones de
extender los muros de los cas del museo... En fin, un papel, el del creación de nuevos museos o para
museo, cada vez más limitado y acorde eventos temporales, o, más a menudo,
museos por doquier, bajo la
con la escasa presencia presupuestaria por circunstancias relacionadas con pro-
marca de una institución que tiene (pues es ahí donde se hace la cesos de reafirmación identitaria. De las
multiforme y sucursalizada política finalmente). cada vez más frecuentes reclamaciones
Por otra parte, las operaciones mu- de «devolución» (de Melina Mercuri y los
seísticas de gran calado han acabado mármoles Elgin del Museo Británico, al
por hacer una versión distinta del vie- Guernica por el Gobierno vasco) o res-
jo lema de la Nueva Museología: «mu- peto a tradiciones activas aún (el caso
seos sin muros» y comienzan a extender de las momias atacameñas, por ejemplo)
los muros de los museos por doquier, y otras sobre supuestos «expolios» cen-
bajo la marca de una institución multi- tralistas o coloniales, o sobre los pecios
forme y sucursalizada. Desde el museo en aguas internacionales, a las reordena-
que asienta sus reales a través de sedes ciones parciales de bienes musealizados
variadas (en España, el Thyssen en Ma- que no acaban de reasignarse según cri-
drid, Barcelona, anunciado en Málaga... terios homogéneos o racionales y uni-
o el Museo del Prado, que pasa la cordi- versales, teniendo en cuenta que, por
llera en Ávila y «se dispersa» de muchas poner el caso español, sólo contamos
maneras) a las retículas que conforman con reordenaciones globales añejas y
un gran museo de territorio asentado en ajenas al terreno de la cultura, como su-
todo él (los sistemas de museos nacio- cede con la desamortización de bienes
nales de Cataluña, uno de ellos, el Mu- eclesiásticos de los gobiernos liberales
seo Nacional de la Ciencia y la Técnica, en el siglo XIX.
ya conformado según este proceder, o
los museos de identidad en Extremadu-
ra, por poner un par de ejemplos his- Capitalización
panos, constatables en otros lares). Y o empresarialización
como ejemplo absoluto, las franquicias
de marca a escala planetaria que pug- El museo ha pretendido convertirse en
nan por su expansión a terrenos exóti- una empresa. Pero una empresa con
cos donde explotar su, a la vez, tan exó- paracaídas. Desde los nuevos órganos
tica aparición. Un proceso capitaneado de gestión, con la progresiva sustitu-

34
ción, en la dirección de los museos, de dad cualquier actividad que tenga lugar
los científicos por los gerentes o ges- entre sus muros o avalados por esa eti-
tores financieros, a los nuevos mode- queta. El museo es hoy día un espacio
los de gobierno (patronatos, consejos incontestado, escenario de privilegio y
de dirección, gerencias...) y fórmulas autoridad, ventajista en suma, en el ám-
de conformación administrativa (orga- bito de la comunicación, el mayor nego-
nismos autónomos, entes, agencias es- cio del planeta.
tatales, fundaciones...), pasando por la Pero además, están los logos de los
manera en que se miden los triunfos distintos géneros de museo. Museos de
y fracasos de la institución: número de arte contemporáneo, dedicados al «puro
visitas, balance de gastos e ingresos, presente»; museos de sitio, ceñidos a
tasaciones del seguro de las obras, nú- mostrar lo auténtico sin tapujos o ma-
mero de piezas, número de actividades, nipulaciones; museos de la ciencia, ava-
estadísticas de uso, balance de ventas lados por la diosa experiencia..., cada
en tiendas y anejos..., números y más centro se beneficia de una personalidad
números reflejo de una supuesta auto- específica, de un marchamo que lo cua-
nomía empresarial o financiarización lifica ante la elección del ocioso.
de sus comportamientos que ni es real Y, por ende, los museos concretos,
ni puede serlo. Pero el museo sigue sin aquellos cuya vitola vende por sí mis-
ser rentable, al menos en términos bur- ma pues su fama, en ocasiones univer-
sátiles. sal, global, avalan con la calidad de su
Incluso se llega a justificar la exis- ascendiente institucional e histórico,
tencia de museos como generadores de con la categoría de sus colecciones u
recursos de primera magnitud econó- obras maestras, cuantas ofertas surjan
mica, destinados a veces a un proceso de su entorno. El Prado, el Louvre, el
de «regeneración» urbana (Pompidou, Británico, el Met, el MoMA..., muchas
Guggenheim, MACBA...) que finalmen- de sus siglas convertidas ya en una pa-
te no es sino especulación en muchos labra de uso corriente, tan indefinida a
casos, ya que las supuestas «bolsas de priori como biensonante en cualquier
degradación» no se eliminan, sino que conversación, que a la manera de los
se trasladan de lugar ante la avasallado- Nike, Armani, Tiffany’s o cualesquiera
ra presencia de ese flamante y señorial otra marca resumen una filosofía de
museo. Sucede como con los períodos vida, un simulacro de ideología, una
de bonanza económica, que no elimi- experiencia de la cultura para cada
nan la pobreza, sino que la confinan. elección personal, un ámbito de mer-
cado empresarial en suma. Por ello al-
gunos museos no saben cómo llamarse El museo es hoy día un espacio
Efecto «logo» para aludir a su contenido y, renuncian- incontestado, escenario de
do a su vieja denominación descriptiva,
privilegio y autoridad, ventajista
Si el llamado «efecto logo» ha transfor- escogen una palabra, un nombre que
mado las empresas en una marca cuya no diga nada y lo diga todo en ocasio- en suma, en el ámbito de la
presencia cada vez es más independien- nes aludiendo a su ubicación (el Quai comunicación, el mayor negocio
te de la fabricación original del produc- Branly, el de San Gregorio...). Ya no del planeta
to, y cada vez más dependiente de una son «museos», son la Tate Modern, el
idea o espíritu de empresa que se vende Guggenheim Bilbao, el Pompidou, el
como previo o en vez de ese producto; IVAM, el MACBA, el MNAC...
el museo, como tal empresa emergente,
no ha dejado de sentir las consecuencias
de este planteamiento. Burbuja tecnológica
Por una parte está el propio logo o
marca «museo», convertida en media in- Tratándose el patrimonio cultural, pese
contestable o de alta credibilidad, como a su actual situación inflacionaria, de
ya dijimos, que además sanciona con una materia escasa y adscrita a un do-
una presunción de excelencia y fiabili- minio que la sitúa en general fuera del

35
circuito mercantil, para resolver la de- existiera interactividad en la observa-
manda del mismo se ha recurrido en ción comprensiva del patrimonio) han
estos años a su virtualización, o repre- pretendido la sustitución o marginación
sentación en lugar de la presentación del museo tradicional. Pero esos tiem-
clásica. No es extraño que en momen- pos parecen, también, llamados a su fin.
tos de requerimiento de patrimonio y Otras burbujas podrían consignarse
Indaguemos en los estudios del ante su insuficiencia en los mercados, aquí. Durante los últimos treinta años
no-público de los museos, se «inventara» (en el sentido de des- muchos artistas de nuestros días se han
de todos esos marginados de la cubrimiento que tiene el término in- dedicado a dilapidar el capital acumula-
museología, para evitar bolsas ventio) nuevo patrimonio. Así sucedió do durante los anteriores setenta años
cuando en los países noreuropeos, ale- de vanguardias artísticas, han malversa-
de exclusión en los individuos
jados del acceso a piezas del clasicismo do sus fondos y entrado a saco en la
que pese a financiar la actividad grecorromano, se fundó la Prehistoria y caja registradora de la historia para es-
de estos centros no asisten ni los su periodización, y se otorgó carta de pecular con capital ajeno y sin riesgo,
usan, o, simplemente, los sienten naturaleza, en términos de igualdad na- para vendernos una serie interminable
ajenos cional (en pleno nacionalismo román- de versiones, academicismos y reitera-
tico) a cualquier pasado, independien- ciones en los que predomina una im-
temente del pedigrí de este a los ojos presión estética tediosa. Hinchados, cual
de los connoisseurs. Así ahora, cuando hipotecas basura, por su propio ego y
la demanda supera con creces la ofer- por el corpus teórico que les apoya (y
ta, como hemos dicho, el patrimonio que en realidad depende de un pasado
se multiplica en lo intangible o, más al que no honran pero expolian), có-
aún, su presencia se multiplica en lo moda y acomodaticiamente instalados
virtual significándose con los caracteres en el saqueo de cenotafios sin fondo, la
que ya anticipara la obra de Warhol o burbuja de arte actual parece desinflarse
los trabajos de Benjamin sobre el arte a medida que se agosta ese botín y dis-
en la época de una reproductibilidad minuye la confianza de los depositarios,
técnica «fidedigna». «Auras» aparte, na- el público. Pero a diferencia de lo que
cen los museos sin colección, museos sucede con la economía, en este caso
que se exhiben a sí mismos en lugar hace ya tiempo que el Estado, las Ad-
de hacerlo con su contenido, museos ministraciones públicas, acudieron a su
sin muros que se convierten en los mu- rescate, siendo como es hoy el principal
ros del museo, sean éstos entornos de y a veces el único accionista del negocio
postín que sirven de privilegiado esce- del arte actual.
nario a propuestas artísticas efímeras, o
centros de conocimiento científico que
recurren a la maquinaria informatizada Conclusión inconclusa
para superar su falta de materia prima
real, su déficit de identidad museística. Pero todo se acaba. Que se lo digan a
El problema en este caso es que la los brokers de Wall Street o, mejor, a los
ciencia avanza que es una barbaridad y hipotecados de todo el planeta. Pincha-
si una versión 5.0 es superada en breve das las sucesivas burbujas del neocon
lapso temporal por una 5.1 o 5.2, con globalizado, intervenidos los negocios
el consiguiente encarecimiento de la de unos pocos con el dinero de todos,
actualización oportuna o el riesgo de desmantelado el teorema del libre mer-
obsolescencia inminente, el auténtico cado y el laissez faire como una de las
patrimonio cultural no tiene fecha de pamemas más indecentes de la aldea
caducidad en el interés social. global, parecía llegar la hora del replan-
Por otra parte, la banalización de teo, de la parada y fonda, refundación,
las experiencias museísticas, converti- dicen algunos, cuando quizás necesite-
das en juegos de salón exhibicionistas mos más bien una demolición contro-
o en alambicados discursos muy publi- lada. Pero aunque los tiempos no han
citados, unida a la interactividad como cambiado tanto, atrevámonos a apuntar
supuesto valor en sí mismo (como si no algunas salidas:

36
– Por una parte, una recuperación de tar desequilibrios y marginaciones. Si
los valores de lo público y del papel queremos que la sociedad se desarro-
del interés general en el ámbito de los lle equilibrada y justa, apliquemos en
museos. Mediante la racionalización el museo, destinado a cooperar en ese
de unos presupuestos y recursos ges- desarrollo, los mismos modelos.
tionados directamente por las propias – Evitemos también los bluffs, las bur-
Administraciones, y no a través de en- bujas, dejando para la iniciativa pri-
tidades interpuestas que generan sus vada, si la hubiere, aquellas apuestas
propios intereses y nuevos gastos. A de riesgo en las que los museos y la
través de programas al servicio de los administración no deben poner más
propios museos y no de agentes ex- empeño que en aquellas sancionadas
ternos, y, desde los museos, al servicio científica y socialmente, que son úti-
de la propia ciudadanía, que es quien les para su desarrollo.
los financia, dígase lo que se diga al – Desarrollemos modelos de trabajo no
respecto. Con actuaciones que prio- museísticos estrictamente, para las ta-
ricen la base de sus actividades (la reas de mantenimiento y conservación
conservación, la reserva, la documen- con uso público de monumentos y
tación, la investigación), encaminadas bienes patrimoniales, explorando otras
a la difusión de valores realmente re- posibles vías de «musealización» no ad-
clamados por la sociedad e intereses judicadas invariable y automáticamente
derivados del propio patrimonio cul- al museo.
tural, no por criterios economicistas, – Indaguemos en los estudios del no-
dinerarios, sino económicos, en toda público de los museos, de todos esos
la acepción de esta palabra. marginados de la museología, para
– Por otra, una reestructuración de los evitar bolsas de exclusión en los in-
museos, planteándose si no es sacríle- dividuos que pese a financiar la ac-
go decirlo, la desaparición de algunos tividad de estos centros no asisten ni
(para evitar que su languidecimiento los usan, o, simplemente, los sienten
ponga en riesgo tanto al patrimonio ajenos.
como a la propia imagen, esta vez sí, – Busquemos una revisión de los objeti-
del museo como organismo) y la fu- vos, de la misión, de muchos museos
sión o concentración de otros, sino y de su forma de llevarlos a cabo,
física, al menos estructural, de forma prescindiendo de sesgados y politiza-
que compartan medios y recursos. dos discursos y de programas de ima-
Para ello las redes de museos se mani- gen que benefician muchas veces más
fiestan como una solución no adopta- a personas que a instituciones.
da con plenitud sino en casos aislados, – Retornemos, por fin, a los valores de
y sustituidas en muchos casos (pese a la vieja Nueva Museología, sobre todo Si hemos de refundar los museos,
la confusa terminología que los iguala) a aquellos que ponen por delante de debemos ir hacia el futuro
por sistemas jerarquizados que adole- cualquier decisión el respeto y la ar- retrocediendo, debemos avanzar
cen de gran parte de los defectos co- monía con el servicio al ciudadano y con el pasado como brújula
mentados antes. Redes que permitan los requerimientos y desarrollo de la
optimizar y repartir recursos que se sociedad.
pierden, que creen un ecosistema de
museos, ahora frecuentemente aisla- A modo de inconclusa e inconcluyen-
dos, que haga de estas islas un archi- te conclusión, puede afirmarse, con
piélago conectado y consciente de sí. Paul Valéry, que si hemos de refundar
– Y un reparto equitativo y ecuánime los museos, debemos ir hacia el futuro
de esos recursos, del personal, de los retrocediendo, debemos avanzar con el
medios y los presupuestos, para evi- pasado como brújula.

37
¿Planificación
sostenible?
Una panorámica
María Fernández Sabau
de la planificación actual
Lordcultura
Madrid de museos en España
María Fernández Sabau es socia Resumen: En los últimos años España come taking into consideration current
fundadora de Lordcultura. Licenciada ha experimentado un importante creci- economic situation. The high number of
en Ciencias Empresariales y Políticas, miento en el número total de museos new projects together with the variety
ha liderado más de una treintena de construidos y en fase de planificación. of stakeholders involved draws a wide
proyectos de planificación estratégica y
Con el objetivo de identificar las tenden- stage that emphasizes the need of a sus-
gestión museística en España y Europa.
cias que determinarán el futuro del sec- tainable planning. Sustainable planning
Durante el año 2009 ha dirigido el
estudio independiente Museos en
tor y los retos a los que las instituciones will allow for a flexible and dynamic
Planificación en España. responsables se enfrentarán, teniendo adaptation to the changes and new cha-
en cuenta especialmente la actual co- llenges of the spanish museum sector. In
mfsabau@lord.ca
yuntura económica, Lordcultura ha rea- this article Lordcultura provides the keys
lizado un estudio independiente sobre to facilitate the decision making process
Museos en Planificación en España. La to the leading of cultural institutions.
amplitud del horizonte dibujado tanto
por el elevado número de proyectos en Keywords: Museum, Planning, Sustai-
curso como por la variedad de agentes nability, Management, Strategy.
involucrados, lleva a enfatizar la nece-
sidad de desarrollar una planificación
sostenible que permita la adaptación a A lo largo del año 2009 Lordcultura ha
los cambios y retos del sector de forma realizado un estudio independiente de
dinámica y flexible. Lordcultura aporta Museos en Planificación en España con
claves para facilitar la toma de decisio- el objetivo de identificar las tendencias
nes por parte de los responsables insti- que determinarán el futuro del sector y
tucionales. los retos a los que las instituciones res-
ponsables se enfrentarán en los próxi-
Palabras clave: Museo, Planificación, mos años, especialmente teniendo en
Sostenibilidad, Gestión, Estrategia. cuenta la actual coyuntura económica
y el fuerte incremento de la competen-
Abstract: In the last years, Spain has cia por atraer la atención y tiempo del
undergone a relevant increase in the público, tanto desde dentro como des-
number of new museums and museu- de fuera del sector cultural. Se trata del
ms under planning. Lordcultura has primer estudio de ámbito nacional que
conducted an independent study about analiza los proyectos museísticos en pla-
Museums under planning in Spain with nificación de forma conjunta.
the objective to identify the trends that En los últimos años los museos han
will determine the future of the sector cobrado un especial protagonismo en
as well as the challenges that cultu- las agendas culturales de los gestores
ral institutions will face in the years to públicos a todas las escalas, desde la

38
39
nacional a la local, destacando las Co- pleta e integral de la realidad de los
munidades Autónomas como respon- proyectos museísticos en curso en Es-
sables de las competencias territoriales paña. Por esta razón hemos llevado a
en cultura. En España, al igual que ocu- cabo un estudio de análisis e identifica-
rre desde hace ya tiempo en Europa y ción de los proyectos de museos que se
Norteamérica, los museos están jugando encuentran en proceso de planificación
cada vez más un papel relevante en la en el horizonte 2007-2012. El estudio se
activación no sólo de la vida cultural, ha basado en datos recopilados por el
sino también del desarrollo económico equipo de consultores, así como infor-
y turístico de los territorios, a la vez que mación aportada por todas las Comuni-
se han visto potenciadas sus funciones dades Autónomas, el Ministerio de Cul-
educativas y de integración. tura y el ICOM, con quienes, además, se
El desarrollo de la sociedad del bien- han realizado entrevistas personales que
estar, la economía del conocimiento y nos han permitido contar con informa-
los años de bonanza económica vividos ción de primera mano sobre las líneas
hasta hace unos meses han contribuido de actuación de las políticas culturales
a que en España se haya acelerado el y visión del sector de museos en cada
ritmo de creación de nuevos museos. En Comunidad Autónoma1.
unos casos, la creación de nuevas infra- El objetivo de este artículo es pre-
estructuras culturales ha venido justifica- sentar las principales conclusiones del
da por la necesidad de mejorar las con- estudio, mostrar de forma global el con-
diciones de conservación y difusión de junto de los museos en planificación en
las valiosas e importantes colecciones España y facilitar la toma de decisiones
con las que contamos en nuestro país; por parte de los distintos agentes a la
en otros, con el objetivo de generar una hora de actuar sobre ella e identificar
oferta cultural y de entretenimiento que acciones de mejora para el sector en los
fomente el desarrollo del turismo cultu- próximos años.
ral como motor económico; en algunos
casos, la creación de nuevos museos
está relacionada con la promoción de La actualidad de los proyectos
las señas de identidad de un territorio en planificación en España
concreto; y en muchos otros, conviven
y se combinan estas y otras razones a la España en los últimos años ha experi-
hora de decidir la creación de un nuevo mentado un importante crecimiento en
museo. el número total de museos construidos
Todos los proyectos llevados a cabo y en fase de planificación. Según la úl-
por Lordcultura parten de la elaboración tima Estadística de Museos y Colecciones
de lo que llamamos «Análisis de Contex- Museográficas publicado por el Ministe-
to», un estudio marco de referencia que rio de Cultura, el Estado español con-
nos ayuda a nosotros y a nuestros clien- taba con 1.343 museos y colecciones
tes a fijar el ámbito del trabajo conjunto museográficas en el año 2006. Esta cifra
durante el proyecto y el desarrollo de supone un incremento del 8% respecto
la actividad futura de aquella institución al anterior censo de 2004, que a su vez
o museo al que estamos asesorando. A conllevó un incremento de igual por-
lo largo de los años hemos ido obser- centaje frente al censo del año 2002.
vando cómo el número de museos en Los criterios para la inclusión de un
planificación al que hacíamos referencia proyecto de museo en el estudio de
en nuestro «Análisis de Contexto» iba au- Lordcultura han sido la existencia de
mentando de forma acelerada. un compromiso institucional formaliza-
Como especialistas en gestión y pla- do a través de un Convenio; la existen-
1
Desde aquí nuestro agradecimiento a nificación de museos en todo el mundo, cia de una colección, presupuesto y/o
todos los representantes institucionales consideramos la necesidad de realizar edificio comprometido en firme para el
que han contribuido a este estudio con un análisis en mayor profundidad que proyecto, y la existencia de una idea de
sus aportaciones y disponibilidad. nos permitiera ofrecer una visión com- peso que contara con respaldo social

40
(asociaciones, colectivos...). Bajo estos Según los datos disponibles, el 73%
parámetros se han identificado un míni- de la totalidad de los proyectos de pla-
mo de doscientos setenta proyectos de nificación analizados implica la creación
museos en el horizonte del año 2012, de nuevos museos; el 16% del total de
existiendo un número indeterminado de proyectos implica la ampliación y/o re-
propuestas o ideas, que por no cumplir habilitación de museos existentes; y el
los requisitos anteriores, no han sido in- 7% de los proyectos implica el trasla-
cluidos en el análisis. do de un museo a una sede diferente.
Por tanto, de acuerdo con los datos Es decir, en el periodo 2009-2012 está
procesados por Lordcultura para el año prevista la inauguración de aproximada-
2012, la oferta museística de nuestro te- mente doscientos museos nuevos, mien- En el periodo 2009-2012 está
rritorio se habrá aumentado como mí- tras que en el mismo periodo tan sólo prevista la inauguración de
nimo en más de un 15%, pudiéndose está prevista la ampliación y/o rehabi- aproximadamente doscientos
incrementar esta cifra con los proyectos litación de cuarenta y cinco museos, de museos nuevos, mientras que
que surjan con posterioridad al cierre de los más de mil trescientos censados por en el mismo periodo tan sólo
nuestro estudio. el Ministerio de Cultura.
Este hecho parece indicar que mien-
está prevista la ampliación y/o
Nuevos museos, ampliación tras que, por lo general, en el sector se rehabilitación de cuarenta y
o traslado considera recomendable la actualiza- cinco museos, de los más de
ción de objetivos, infraestructuras, ins- mil trescientos censados por el
Dentro de los proyectos de museos es talaciones, contenidos y discurso de la Ministerio de Cultura
relevante distinguir entre creación de exposición permanente al menos cada
nuevos museos, ampliación o rehabilita- diez años, en España –donde la época
ción y traslado. de mayor crecimiento de museos se pro-
En cualquiera de los tres casos cada dujo a partir de mediados de los años
proyecto implica la identificación, reser- ochenta– actualmente se amplían y/o
va e inversión de recursos económicos rehabilitan menos museos de los que se
y humanos, tanto en las etapas de de- inauguran por vez primera (gráfico 1).
finición del proyecto y su planificación
como, posteriormente, en su inaugura-
ción y mantenimiento. Cualquiera de los
proyectos identificados está requiriendo
en la actualidad, y seguirá necesitando
hasta su puesta en marcha, de atención
profesional por parte de sus promoto-
res. Por contrapartida, todos y cada uno
de estos proyectos, están generando un
impacto local sobre el lugar en el que
se asentarán y están contribuyendo a
incrementar la visibilidad tanto de la
localidad como del sector en el ámbito
nacional e incluso, en algunos casos, in-
ternacional.
Desde el punto de vista de la planifi-
cación y la sostenibilidad son los museos
de nueva creación los que entendemos
que requieren de una mayor atención
puesto que suponen una modificación
sustancial de la oferta actualmente exis-
tente y los que requieren de la asigna-
ción de recursos adicionales en términos
económicos, humanos y de captación de
público para su mantenimiento mas allá
de la fecha de inauguración.

41
El protagonismo que la arquitectura como atractivo adicional de un museo
ha cobrado en la creación de nuevos en nuestro territorio se implementa a
museos y la relevancia que el diseño través de la potenciación de los valores
de museos ha adquirido para los prin- histórico-artísticos propios y de nuestros
cipales estudios de arquitectura como valores tradicionales; esto es un factor
tendencia internacional, también queda añadido y diferencial de nuestro sector,
reflejado en la actualidad de los museos que si bien contribuye a mantener vivo
en planificación en España. En términos el patrimonio, puede suponer costes y
arquitectónicos el panorama español dificultades adicionales a la hora de rea-
refleja cómo el 36% de los proyectos lizar las rehabilitaciones.
de nuevos museos conlleva el diseño y En este sentido es fundamental la
construcción de edificios de nueva plan- elaboración de un programa funcional
ta, mientras que el 64% restante se ubi- detallado que permita adecuar el edifi-
carán en edificios existentes. cio de la mejor manera posible maxi-
En este sentido es importante desta- mizando sus espacios para un uso mu-
car el valor que se otorga en España a seístico al que no estaba inicialmente
la puesta en valor de edificios históricos dedicado.
2
Se consideran «carácter histórico»
aquellos edificios que cuenten con más
en el ámbito museístico. Tres de cada Uno de los principales retos profe-
de cincuenta años de antigüedad y un cuatro edificios existentes relacionados sionales asociados a la creación, am-
carácter singular destacado en su locali- con proyectos de planificación de mu- pliación o traslado de un museo es la
dad (no necesariamente declarados Bien seos tienen carácter histórico2. Es de- finalización del proyecto en los plazos
de Interés Cultural). cir, el protagonismo de la arquitectura inicialmente marcados.

42
Nuestro estudio ha partido del se- Centrándonos en los proyectos de de los proyectos museísticos en planifica-
guimiento de los proyectos en plani- creación de nuevos museos y valoran- ción se sitúan en capitales de provincias,
ficación de museos en España desde do en términos relativos la oferta mu- frente al 20% que se sitúan en la capital
2007, realizándose un análisis de riesgo seística en proyecto en relación con la de la Comunidad Autónoma. Las ciudades
asociado a cada uno de los proyectos. existente, en la mayor parte de las Co- con mayor número de proyectos, indepen-
Las conclusiones de este análisis nos munidades Autónomas el incremento de dientemente de si ostentan o no la capita-
indican que uno de cada cinco proyec- nuevos museos se sitúa en torno al 13% lidad de un territorio, son Barcelona, Má-
tos identificados se puede considerar de la oferta actual. Son los territorios de laga, Zaragoza, Sevilla, Madrid y Valencia.
de riesgo y existe posibilidad de que menores dimensiones los que presentan
no sea llevado a cabo tal y como ini- un mayor incremento, con Ceuta, Meli-
cialmente estuvo previsto, sufriendo lla y Asturias, en valores superiores al Disciplinas
retrasos de más de cinco años sobre el 20%. En el extremo opuesto Castilla-La
plazo programado o quedando aplaza- Mancha, Comunidad Valenciana, Islas Los museos actuales en España, según
do indefinidamente. Canarias y Región de Murcia son las co- cifras del Ministerio de Cultura, presen-
munidades en las que los proyectos en tan como disciplinas mayoritarias las de
planificación suponen un incremento Etnografía y Antropología. Si se com-
Realidad territorial inferior al 10% de la oferta museística paran las disciplinas de los museos de
actualmente existente (gráfico 3). nueva creación en planificación con las
Respecto a la distribución territorial en- En cuanto a la localización se confirma de los museos que actualmente existen,
contramos que en todas las Comuni- el llamado «efecto ciudad» con un mayor se observa que los de Etnografía y An-
dades Autónomas existen proyectos de protagonismo de las ciudades frente al tropología seguirán siendo los mayo-
creación, ampliación o traslado de mu- medio rural. Actualmente el 25% de los ritarios en España, seguidos de los de
seos, siendo Andalucía, Castilla y León y museos españoles están situados en las Bellas Artes y los de Arqueología. Sin
Cataluña, por este orden, las que cuen- capitales de provincia. Si esta realidad se embargo, adevertimos que los museos
tan con un mayor número de proyectos compara con los proyectos en planifica- especializados cobrarán un mayor pro-
de planificación en términos absolutos, ción, se observa que esta tendencia va en tagonismo adelantando en número a
tal y como muestra el gráfico 2. aumento, ya que aproximadamente el 60% los generales, ya que son los museos

43
especializados los que se incrementan fisticación deberá ir acompañada de un
en un mayor porcentaje, significando un mayor y más profundo conocimiento
20% del total de los nuevos museos en del público, de manera que estos nue-
planificación en España. En esta catego- vos contenidos y discursos lleguen de
ría se incluyen museos temáticos (por forma efectiva, combinando la educa-
ejemplo, del vino) y museos de trans- ción y el entretenimiento.
porte (marítimos, ferrocarriles, aviones,
coches...). A esta disciplina le siguen,
en número de museos en proyecto, los Los principales agentes-apoyo
de Arte Contemporáneo y los de Bellas
institucional
Artes. Finalmente, las disciplinas menos
planificadas son las casas-museos y las
de Artes Decorativas. El sector museístico en España está fun-
El gráfico 2 refleja la distribución te- damentalmente promovido desde el ám-
rritorial de los proyectos. Se agrupa en 5 bito público y esta realidad parece que
grandes categorías a partir de las distin- permanecerá invariable en los próximos
tas disciplinas identificadas por el Minis- años. La novedad es la incorporación de
terio de Cultura3; mientras que el gráfico un mayor número de agentes que toman
4 indica la evolución por disciplina de la iniciativa a la hora de promover pro-
3
Museos de Bellas Artes, Artes Decorati-
los museos actuales y museos de nueva yectos de museos y la aparición de las
vas, Arte Contemporáneo, Casa-Museo;
Arqueológico, De Sitio, Histórico, Cien-
creación. más variadas combinaciones institucio-
cias Naturales e Historia Natural, Ciencia Encontramos una mayor sofistica- nales.
y Tecnología, Etnografía y Antropología, ción de la oferta con el desarrollo de Esta realidad presenta dos importan-
Especializado, General, y Otros (aquellos las disciplinas de museos especializados tes retos de gestión. Por una parte, un
que no pueden incluirse en las catego- y con la creciente importancia del Arte mayor número de agentes y de proyec-
rías anteriores). Contemporáneo. Sin embargo, esta so- tos implica una mayor complejidad en
la gestión de los recursos y oferta del
territorio que puede redundar en una
creciente descoordinación institucional,
que podría terminar por perjudicar al
público (quien en principio debe ser
ajeno a las discrepancias institucionales).
En segundo lugar, la aparición de nume-
rosas formas de alianzas institucionales
supone el riesgo de crear inestabilidad
en los proyectos, que muchas veces de-
penden de los acuerdos institucionales
(más allá del ámbito cultural) para per-
durar, cuando en principio los museos
son entidades que surgen con el objeti-
vo de presentar de manera indefinida el
patrimonio que custodian para ponerlo
a disposición de los ciudadanos. En este
sentido es fundamental contar con una
visión ordenada y consensuada de los
objetivos museísticos del territorio y de
sistemas de control de calidad que per-
mitan a los museos ir más allá de los
plazos políticos en el cumplimiento de
sus funciones, misión, visión y objetivos.
El 84% de los proyectos museísticos
en planificación identificados por Lord-
cultura presenta un apoyo institucional
exclusivamente público, desde la titula-

44
ridad única de una institución pública
a la actuación convenida de dos, tres
o más instituciones o administraciones.
Tan sólo el 6% de los proyectos ha sido
promovido únicamente por agentes pri-
vados, y el 10% restante son iniciativas
de carácter mixto público-privado.
Un análisis detallado de las institu-
ciones públicas que están promoviendo
la creación de proyectos museísticos en
España en la actualidad nos indica un
alto protagonismo de las entidades lo-
cales: los ayuntamientos participan en
solitario o en alianza con otras institu-
ciones públicas en más de la mitad de
los proyectos. En segundo lugar, encon-
tramos a las Comunidades Autónomas
con representación en el 40% de los
museos en planificación en la actuali-
dad. El Gobierno de la nación participa
en algo más de la décima parte de los
proyectos, siendo significativo el hecho
de que no es el Ministerio de Cultura
el único representante de la Administra-
ción General que promueve la creación
de museos. Actualmente encontramos
proyectos dependientes de otros mi-
nisterios, como el Museo Nacional de
Arquitectura dependiente del Ministe-
rio de Vivienda, el nuevo Museo de la
Batalla de las Naves de Tolosa en Jaén,
parte de cuya de financiación proviene
del Ministerio de Política Territorial, o el museísticas, y sigue siendo deficitaria en
traslado del Museo del Ejército a Toledo, lo que a contribuciones de coleccionis-
responsabilidad del Ministerio de Defen- tas particulares se refiere. Son las Cajas
sa (gráfico 5). de Ahorros quienes han experimentado
A las distintas administraciones, en un mayor incremento, siendo responsa-
los últimos tiempos hay que añadir ade- bles del 25% de los proyectos privados
más otra serie de instituciones públicas actualmente en curso. Algunos ejemplos
implicadas en proyectos de planifica- son el Museo del Neandertal en Asturias
ción museística, consideradas bajo la ca- con el apoyo de Cajastur, o los nuevos
tegoría de «otros» en nuestro estudio. Se centros Caixaforum proyectados por La Los museos actuales en España,
trata de las universidades, agencias esta- Caixa. Frente a una tendencia interna-
según cifras del Ministerio
tales, institutos y fundaciones públicas... cional de mayor participación de la so-
Es el caso por ejemplo del Museo de ciedad civil en la promoción y gestión de Cultura, presentan como
la Ciencia de Andalucía en Sevilla que de los museos en España comprobamos disciplinas mayoritarias
será gestionado por el CSIC o el Museo que el patrón actual de multiplicidad de las de Etnografía y Antropología
del Agua de Talavera de la Reina que agentes públicos permanece invariable.
contará con el apoyo de la Confedera- Se crean más museos especializados, lo
ción Hidrográfica del Tajo. Finalmente, que da lugar a una mayor sofisticación
respecto a las iniciativas privadas, a di- del sector, existiendo la posibilidad de
ferencia de otros países, España sigue involucrar un mayor número de agen-
contando con un muy reducido apoyo tes que proceden de aquellos sectores
privado a la creación de instituciones de los que trata el museo especializado,

45
pero, sin embargo, su participación si- en valor de su patrimonio cultural como
gue siendo reducida y dependiente de queda reflejado en la figura 6, que jerar-
la iniciativa pública. quiza por tamaño, en función del grado
Asociaciones y sociedad civil aún de repetición entre los entrevistados, los
cuentan con escasos apoyos a la hora retos institucionales comentados.
de sacar adelante iniciativas museísticas El 80% de los entrevistados ha ma-
La crisis se plantea como una de forma independiente. nifestado como reto institucional la ne-
oportunidad para reflexionar Por otra parte, siendo positiva la in- cesidad de elaborar una estrategia de
sobre las prioridades de corporación de nuevos agentes y promo- museos para los próximos años, que
los territorios y asignación tores al panorama museístico, se pone de fortalezca y reconduzca su visión institu-
de los menores recursos manifiesto la necesidad de establecer sis- cional y les permita avanzar hacia unos
temas de calidad que permitan mantener fines y objetivos actualizados. La tercera
disponibles, es decir, la
el rigor del sector. Es necesario crear cri- parte de los entrevistados cuenta ya con
crisis económica actual se terios y pautas que aseguren que quienes algún tipo de plan, mientras que otra
plantea por parte de los creen museos cumplan en sus propuestas tercera parte se encuentra actualmente
responsables de cultura y con las funciones y estándares museísti- inmersa en este proceso o piensa desa-
museos de España como una cos, con el objetivo de que el sector se rrollarlo a corto plazo.
oportunidad para planificar desarrolle de forma madura y que exista El segundo reto institucional que
un mayor reconocimiento de la profesión comparte un mayor numero de entre-
y de la necesidad de formación continua vistados, es la necesidad de desarrollar
de sus profesionales. una normativa y reglamentación especí-
fica para museos que permita una mejor
ordenación del sector y la creación de
La planificación sostenible sistemas de calidad que posibiliten te-
ner un control sobre las instituciones así
Retos institucionales como el desarrollo de criterios de ads-
cripción a redes y sistemas de gestión.
En las entrevistas realizadas se han podi- El público es otro de los retos iden-
do identificar los retos a nivel institucio- tificados por aproximadamente la mitad
nal a los que actualmente se enfrentan de las personas entrevistadas, las cuales
los responsables de cultura y museos de son conscientes de la complejidad que
las Comunidades Autónomas y el resto supone comprender y ser capaces de
de instituciones consultadas. dar respuesta a grupos de públicos cada
No cabe duda que la capacidad de an- vez más diversos, así como lo prioritario
ticipación y la gestión de los recursos que de fomentar el acercamiento del público
permiten planificar a largo plazo es lo que a los museos.
diferencia, en términos de estrategia, unas El turismo cultural figura también
políticas culturales de otras. Cada vez hay entre los retos identificados por aproxi-
más Autonomías que son conscientes de madamente el 45% de los entrevistados,
lo necesario de la planificación para el de- que reconocen la importancia de los mu-
sarrollo óptimo de sus museos y la puesta seos en la atracción de turismo cultural
al territorio como motor económico. Se
han detectado nuevos comportamientos
como consecuencia de la situación eco-
nómica actual, que siendo desiguales
según las regiones, están siendo objeto
de análisis, en unos casos para frenar el
descenso y en otros para consolidar el
ascenso (en términos generales se ob-
serva un incremento del turismo local
y regional).
Además de estos retos, que han
sido identificados como los principales
de forma espontánea y unánime por

46
aproximadamente la mitad de los en- Planifica la gestión y gestiona identificado lo que desde Lordcultura
trevistados, se han puesto de manifiesto la planificación consideramos las claves de la planifica-
otros aspectos relevantes como la nece- ción sostenible:
sidad de llevar a cabo una actualización Entendemos por planificación sostenible
en términos de contenidos y discursos aquella que permite disponer y organi-
museológicos, la coordinación y crea- zar los recursos necesarios para alcan- 1. Mapear el territorio
ción de sinergias entre instituciones cul- zar un objetivo determinado, que puede
turales, la mejora de las infraestructuras mantenerse en el tiempo por sí mismo. La primera conclusión de nuestro estu-
o el desarrollo de una programación in- La planificación sostenible es una dio es la existencia de un número muy
novadora y dinámica. planificación con bases amplias. Es am- elevado de museos en proyecto que en
Preguntados por los efectos de la plia en el sentido geográfico, ya que la los próximos años se añadirán a la ofer-
coyuntura económica actual y sus efec- participación y los beneficios de la mis- ta museística actualmente existente.
tos, el reto institucional principal para la ma además de estar dirigidos a regio- Entendemos, por tanto, que como
mayoría parece ser el mantenimiento de nes específicas, deben involucrar a las punto de partida resulta fundamental
los niveles de actividad y servicio a pe- capitales y principales centros urbanos, evaluar y ubicar los museos del terri-
sar de los recortes presupuestarios que y también, de manera correspondiente, torio para realizar un análisis y lectura
todas las instituciones confirman que debería incluir al resto de las regiones. crítica de su distribución y de la oferta
van a sufrir. En la mayor parte de los ca- Es amplia en el sentido sectorial, ya que conjunta que conforman.
sos no se ha confirmado la paralización debe tender a que todos los grupos so- El sencillo ejercicio de situar la to-
de los proyectos analizados por causas ciales y el mayor número de sectores talidad de los museos de un territorio
económicas sino, en algunos casos, su económicos sean participantes y bene- en un mapa, incluyendo todas las titu-
«desplazamiento» en el tiempo, lo que ficiarios. Y es amplia en lo temporal, ya laridades y los museos existentes y en
equivale a su aplazamiento. que debe buscar la perduración tanto en proyecto, aporta una visión de conjunto
Siendo la capacidad de mejorar la el momento presente como en el futu- fundamental para profundizar en el co-
planificación de los recursos el principal ro, y por tanto debe tener un desarrollo nocimiento de los recursos disponibles
reto declarado por la mayor parte de los sensato. y necesarios en términos de instalacio-
entrevistados, la crisis se presenta como La planificación sostenible es una nes, colecciones, profesionales... Puesto
una oportunidad para reflexionar sobre planificación participativa ya que los que cada vez más las expectativas del
las prioridades de los territorios y asig- distintos agentes, que son sus principa- público sobre las funciones y servicios
nación de los menores recursos disponi- les beneficiarios, participan activamente que ha de prestar un museo se sofisti-
bles, es decir, la crisis económica actual en su desarrollo y puesta en práctica. can, y al mismo tiempo se difuminan las
se plantea por parte de los responsables En el ámbito de los museos la pla- fronteras con otros tipos de centros, se
de cultura y museos de España como nificación sostenible supone la capaci- recomienda también incluir otros tipos
una oportunidad para planificar. dad de desarrollar modelos institucio- de instituciones culturales con el obje-
nales que permitan la adaptación a los tivo de identificar sinergias y oportuni-
cambios y retos del sector (incrementos dades.
Claves de la Planificación Sostenible de las expectativas de público, nuevas Además, será fundamental completar
ideas y colecciones, cambios en las prio- el análisis del mapa de museos del terri-
Las primeras conclusiones aportadas ridades de los promotores, reducción de torio con estudios de público que per-
por el estudio realizado por Lordcultura las principales fuentes de financiación, mitan a las instituciones y profesionales
ponen de manifiesto el error inicial en la desarrollos urbanos...) de forma dinámi- conocer el perfil y expectativas del pú-
denominación de nuestro estudio, que ca y flexible. blico con el objetivo de dar respuestas.
en lugar de titularse Museos en Plani- El objetivo de la planificación soste-
ficación en España debería haber reci- nible es mantener de forma continuada
bido el nombre de Museos en Proyecto el conocimiento y contacto con la rea- 2. Desarrollar la visión y estrategia
en España. lidad del sector, incorporando acciones
La amplitud del horizonte dibujado de mejora de forma paulatina, evitando En segundo lugar, del estudio realizado
tanto por el elevado número de proyec- que el alejamiento que en muchos casos se concluye la proliferación de agentes
tos en curso, como por la variedad de ocurre con el tiempo derive en una falta e instituciones involucradas en la pues-
agentes involucrados, junto con los retos de visión compartida, ausencia de arti- ta en marcha de proyectos museísticos,
institucionales puestos de manifiesto por culación de oferta y servicios. cada una de ellas con unos objetivos
los responsables de cultura y museos de En este sentido, y con el objetivo de institucionales, intereses y agenda con-
todo el país, nos llevan a enfatizar la ne- contribuir a la mejora permanente del cretos a la hora de participar en cada
cesidad de la planificación sostenible. sector de los museos en España, hemos uno de los proyectos.

47
Resulta por tanto fundamental el 4. Maximizar los recursos disponibles
desarrollo de la visión estratégica a
dos niveles: por una parte, en el ám- En cuarto lugar encontramos el incre-
bito territorial definiendo los objetivos mento del número de museos depen-
de futuro comunes; y por otra, a nivel dientes de la Administración pública
individual, definiendo de forma clara unido a un recorte de los recursos dis-
qué aporta y cómo contribuye cada ponibles como consecuencia de la ac-
museo al conjunto de la oferta del te- tual coyuntura económica.
rritorio. La sostenibilidad de los museos en
El diálogo es la clave para la funcionamiento cobra una especial rele-
puesta en marcha de cualquier pro- vancia en la actualidad. Es el momento
ceso de planificación estratégica ya de maximizar el potencial de las infraes-
Identificar fórmulas de gestión que permite definir la visión de futu- tructuras, colecciones, y recursos huma-
que dinamicen el sector requiere ro de una institución o territorio con- nos, económicos y materiales disponi-
una reflexión previa sobre creto, y acordar y fijar líneas de tra- bles a través de la búsqueda de fórmulas
el punto de partida de cada bajo comunes buscando el consenso innovadoras, nuevos mecanismos y sis-
territorio y sobre la visión y del mayor número posible de agen- temas ágiles de gestión.
tes (gobiernos, instituciones, profe-
objetivos que se desean alcanzar
sionales, público, posibles sponsors
y mecenas...). 5. Actualizar periódicamente
Los procesos de planificación estra-
tégica (realizados de forma interna o con En último lugar encontramos la necesi-
apoyo de asesores externos) requieren dad de las instituciones de poder reali-
de tiempo (aunque no tanto como ha- zar modificaciones y ajustes que permi-
bitualmente se cree), dedicación, fuer- tan mejorar la calidad de los servicios
za de voluntad y liderazgo institucional, que se ofrecen. En este sentido existen
cuyo resultado más importante y valioso varias iniciativas relevantes que trabajan
será sentar las bases para el diálogo y la en la definición e implantación de siste-
toma de decisiones, facilitando acuerdos mas de calidad.
de futuro posteriores. Desde un punto de vista institucional
el desarrollo de estos sistemas permitirá
evaluar regularmente los estándares de
3. Revisar los modelos existentes funcionamiento de museos, incorporan-
do las modificaciones y ajustes que sean
La tercera conclusión es la repetición de necesarios de forma periódica para fo-
modelos, sin adaptación a las caracterís- mentar su buen funcionamiento y prác-
ticas concretas o elementos diferenciales ticas de mejora continua en el cumpli-
del territorio. miento de sus funciones y objetivos.
Es necesario reflexionar sobre los Al mismo tiempo será recomenda-
elementos de diferenciación e innova- ble que por parte de los museos se
ción con los que cuenta cada territorio mantenga el contacto con su realidad
definiendo su posicionamiento a partir más cercana a través de consultas que
de los elementos de identidad propios. permitan identificar acciones de mejora
Para ello entendemos que la pregunta en relación con el público. En la medi-
a formular es: ¿responde el modelo de da en la que los museos son cada vez
gestión y territorio a las necesidades más agentes de participación social,
puestas de manifiesto por el mapa de pensados por y para el público, los
museos del territorio y la visión desarro- cambios en perfiles, comportamientos,
llada? Será fundamental que el modelo expectativas... deberán ser monitoriza-
de gestión y territorio responda a ambos dos de forma periódica y tenidos en
aspectos, ya que si responde sólo a la cuenta en términos de programación
visión o al mapa existirá un desajuste y servicios, con el objetivo de mante-
que no permitirá planificar a futuro de ner el posicionamiento competitivo de
forma sostenible. cada centro.

48
Reflexiones finales Bibliografía

La mayor parte de las instituciones res- FERNÁNDEZ SABAU, M., GONZÁLEZ


ponsables de museos en España reco- DE VALLEJO, A., y JIMÉNEZ, J. (2009):
nocen la importancia de la planificación Museos en Planificación en España,
y la necesidad de reforzar esfuerzos en Lordcultura.
los aspectos que permitan gestionar de
forma más eficiente los recursos dispo- JANES, R. R. (2009): Museums in a
nibles, si bien en numerosos casos la Troubled World: Renewal, Irrelevance or
inmediatez de la toma de decisiones Collapse?, Routledge, New York.
diarias dificulta la planificación pausada.
Entendemos que llegar a identificar fór- LORD, G. D., y LORD, B. (2009): The
mulas de gestión que dinamicen el sec- Manual of Museum Management, Alta-
tor requiere una reflexión previa sobre mira Press, Plymouth.
el punto de partida de cada territorio y
sobre la visión y objetivos que se desean LORD, G. D., y MARKET, K. (2007): The
alcanzar, por lo que recomendamos que Manual of Strategic Planning for Mu-
las iniciativas de creación de normativa, seums, Altamira Press, Plymouth.
organismos gestores, redes de museos...
vayan acompañadas de procesos de pla- SILBERBERG, T. (2009): «Challenging
nificación sostenible. Economic Times: Threat or Opportuni-
La planificación sostenible debe ser ty?», Muse, septiembre-octubre: 18-28.
una planificación basada en el concep-
to de la fuerza conjunta. Está construida
sobre la base de esfuerzos mutuamente
reforzados y en iniciativas de los dife-
rentes agentes que trabajan en conjunto
para alcanzar sus metas, las cuales han
sido trazadas de común acuerdo. El es-
píritu de la empresa conjunta, los valo-
res compartidos y las iniciativas com-
plementarias es lo que la hace firme y
duradera. En definitiva, que la planifica-
ción sea sostenible depende, de mane-
ra crucial, tanto del proceso por medio
del cual se lleva a cabo la planificación
como de la esencia y el contenido del
plan mismo.

49
Óscar Navarro
Museos
Universidad Nacional
de Costa Rica
en la crisis:
Christina Tsagaraki
Instituto Latinoamericano
una visión desde
de Museos (ILAM)
Costa Rica la museología crítica
Óscar Navarro es licenciado en Filosofía Resumen: Este artículo presenta una Por consiguiente, tiene una significación
por la Universidad de Costa Rica y tiene visión general, desde la museología crí- social amplia (Maroevic, 1997: 97). Si
una maestría (M.A.) en Museología por la tica, sobre algunos de los factores que bien la museología estudia en parte los
Reinwardt Academy de Ámsterdam. contribuyen a la crisis de los museos procesos internos de los museos (in-
En la actualidad es subdirector de la
en América Latina. Entre los aspectos vestigación, documentación, registro y
Escuela de Sociología de la Universidad
mencionados están: factores históricos, exhibición de objetos), sus alcances tras-
Nacional de Costa Rica y Profesor de la
Maestría Virtual en Museología para
estructurales, profesionales y sociales. cienden las paredes del museo, estudian
América Latina y el Caribe, así como Dentro de estos prima el papel de la ca- el lugar y el papel de los museos en la
miembro del Instituto Latinoamericano pacitación en museología. sociedad, sus raíces políticas, sociales
de Museos (ILAM). y económicas así como su posible rol
onavarro@una.ac.cr Palabras clave: Museología crítica, Ca- en el mejoramiento de la sociedad en la
pacitación, Crisis, Relevancia social. que se enmarcan.
Christina Tsagaraki tiene un bachillerato La idea de una museología crítica
en Arqueología e Historia del Arte por Abstract: Starting from some generic no es nueva, ha estado presente des-
la Universidad de Creta, y una maestría assumptions on critical museology the de la década de 1970 en la Academia
en Museología por la Reinwardt Academy de authors discuss the factors involve in the Reinwardt de los Países Bajos, y hasta
Ámsterdam. En la actualidad es la crisis that museums undergo in Latina el momento no presenta principios doc-
coordinadora de Gestión y Proyectos America. Historical, structural, professio- trinales específicos (Lorente, 2006: 231-
de la Fundación ILAM.
nal and social factors are identified by 243). De acuerdo con María del Mar Fló-
christina@ilam.org the author as some of the main aspect rez Crespo «la museología crítica surge
to be analyzed in order to understand de la crisis constante del concepto de
the crisis in most of the Latina American museo como espacio de interacción en-
museums. tre el público y una colección, y como
consecuencia de una política cultural»
Keywords: Critical Museology, Trai- (2006: 232). Esta interacción comprende
ning, Crisis, Social Relevance. el uso de la historia y la educación en
el proceso de (re)construcción-(re)pre-
sentación y comunicación de un men-
El marco conceptual saje que implica una cierta noción de
identidad, cultura y nación así como de
de la museología crítica
progreso científico.
Empero, la idea de museología críti-
La museología es una disciplina cien- ca que empleamos en este artículo está
tífica que estudia cierta relación entre basada en los principios doctrinales de
los seres humanos y su medio, y con- la filosofía crítica establecida por Theo-
lleva la expresión, valorización y afir- dore Adorno y Max Horkheimer. Así
mación de varias formas de identidad. cuando decimos «museología crítica» nos

50
referimos a una teoría que propone que limitan, en varios niveles de su acción,
tanto la museología tradicional como la gestión y operación del mismo. Las
sus principios básicos (v. gr., museali- coordenadas o factores que señalan los
dad) son un producto de la sociedad en grados de libertad y acción del museo
las cuales son creados, es decir, defini- son los factores históricos, estructura-
dos por el contexto histórico, político y les, profesionales y sociales. El factor
económico en el cual los museólogos y histórico se refiere a las condiciones de
los museos están inmersos. En este sen- origen y el devenir que el museo ha ex-
tido, el marco conceptual va más allá perimentado durante su existencia; el La museología crítica surge
del establecido por las ciencias de la factor estructural tiene que ver con la de la crisis constante del
información para proponer un enfoque dependencia administrativa que presen- concepto de museo como
histórico-dialéctico de la relación entre ta el museo, es decir, a qué institución
espacio de interacción entre
los seres humanos y su realidad. Es de- o sector se encuentra adscrito adminis-
cir, la museología crítica va más allá del trativamente y debe responder en térmi- el público y una colección,
aspecto comunicacional de los objetos y nos de cumplir con la misión y visión de y como consecuencia de una
las instituciones para analizar las deter- largo plazo de dicho ente, así como con política cultural
minaciones históricas de esta cualidad sus normas y procedimientos. El factor
(figura 1). profesional se vincula con la mano de
Lo que deseamos plantear es que el obra profesional con la que cuenta el
museo, como cualquier otra institución museo dentro de su personal, y la ofer-
que es producto de la acción humana, ta de la misma, que se encuentra en el
se mueve en un espacio que ha de con- medio laboral donde el museo ejerce
dicionar y determinar su desarrollo así sus funciones. Finalmente está el factor
como su perfil institucional. Este espacio social que es la determinación del con-
está marcado por coordenadas que de- texto humano donde el museo decide

51
insertarse o al sector de la sociedad al so que implica una construcción social
que decide servir, lo haya manifestado que históricamente ha presentado dife-
explícita o implícitamente. rentes énfasis. Se puede hacer un análi-
En los museos de Centroamérica sis, desde la perspectiva de las diferentes
podemos hallar un ejemplo de esta si- construcciones sociales, de la naturaleza
tuación. Los museos cuentan con limi- y el patrimonio que ha estado detrás de
taciones espaciales para el desarrollo cada uno de los cambios en las políticas
de su oferta a partir de que muchos de culturales que ha dado forma a los dife-
los edificios de los museos en sí mismos rentes enfoques dentro de los museos.
suponen una limitación, dado que por
su carácter inhiben el crecimiento en el
espacio o su modificación. Además, la La crisis de los museos
dependencia administrativa centralizada
Cuando se habla de crisis de en el contexto latinoamericano:
deviene una fuerte limitación para el de-
los museos en Latinoamérica, sarrollo de una oferta pertinente, debido un recuento histórico
se habla de presupuestos a que la cadena de toma de decisiones,
así como el desarrollo de productos y Desde hace unos meses hemos visto
cada más pequeños, de falta
servicios y el manejo de la información cómo el tema de la crisis económica va
de capacitación, de políticas sobre las colecciones, no permiten que acaparando la atención de todas las per-
de Administración pública que los museos hagan los ajustes necesarios sonas. No pasó mucho tiempo hasta que
obliga a los museos a poner en su oferta. la crisis llegase al mundo de los museos
sus ganancias en la caja común Esta situación genera problemas de y, de igual manera, vimos como en mu-
del Estado sin la posibilidad visión en la gestión y por ende las posi- chos de los diarios del mundo las au-
bilidades de desarrollo. En este sentido, toridades de los museos expresaban su
de reinvertir en su desarrollo
la poca visión de desarrollo institucional preocupación: descenso en el turismo,
museístico hace que los museos se experimenten pérdida de empleos y bajas en los pre-
como instituciones estáticas, que no fa- supuestos con sus consabidos despidos.
vorecen el desarrollo profesional ni esti- Para el lector o la lectora ingenuos
mulan la creatividad de su personal; así, parecería que los museos estaban bien
muchos de estos museos presentan un antes de la crisis y que fueron tomados,
significativo atraso en el uso de nuevas como todo el mundo, por sorpresa; sin
tecnologías. Todo lo anterior impide que embargo hablar de crisis en los museos
las posibilidades de desarrollo de una es de todos los días, sobretodo en Amé-
oferta pertinente se puedan aprovechar. rica Latina.
Es por esto que la museología crítica Cuando se habla de crisis de los mu-
defiende que el conocimiento produci- seos en Latinoamérica, se habla de pre-
do y expuesto en los museos está cul- supuestos cada más pequeños, de falta
tural, social, política y económicamente de capacitación, de políticas de Admi-
determinado, y por consiguiente refleja nistración pública que obliga a los mu-
un momento específico de la sociedad seos a poner sus ganancias en la caja
que lo produce. De esta manera, si se común del Estado sin la posibilidad de
desea entender y administrar dichas ins- reinvertir en su desarrollo museístico.
tituciones, se debe ser consciente del Si bien los problemas mencionados
marco socio-político y económico en son bastante complejos y si se quiere,
que se desenvuelven. estructurales, creemos que el primer
En consecuencia, la museología críti- paso para que los museos como insti-
ca tal cual es presentada aquí, propone tución y como producción social salgan
que el objeto de la museología no se de la crisis ha de ser la capacitación de
debe restringir sólo a los objetos y a las todas las personas involucradas.
denominadas funciones museológicas Debemos recordar que en la región
sino que debe abarcar a la institución de Latinoamérica existen aproximada-
museológica y su contexto político, so- mente más de 4.500 instituciones mu-
cial y económico, es decir, entender el seológicas (AA.VV., 1998: 13). Institucio-
fenómeno museológico como un proce- nes que, como ya lo mencionamos, no

52
sólo viven de pequeños presupuestos ción política, pasando el poder a los go-
(la gran mayoría, no todos), sino que biernos locales. Dentro de este proceso
demandan urgentemente un personal de recorte presupuestario, los museos,
profesional cualificado que conozca la así como otras instituciones patrimonia-
riqueza e importancia del patrimonio en les, se vieron afectadas por los recortes
custodia, de manera que dirijan, admi- presupuestarios enmascarados detrás de
nistren, conserven y usen el mismo, de las críticas a su falta de «relevancia so-
forma equilibrada y sostenible, ubican- cial», su ausencia de «inclusión». Después
do sus programas y actividades en con- de mucho tiempo, los museos de Amé-
cordancia con las necesidades de las co- rica Latina se vieron en la necesidad de
munidades. Por lo tanto, la capacitación explicar su existencia en medio de una
de este personal debe cubrir no sólo los crisis económica.
aspectos básicos de la museología, sino Un resultado de esta necesidad de
también, una formación que le permita demostrar su valía es la proliferación de
potenciar e insertar a su institución den- los estudios de público y de la educa-
tro del proceso de conformación de una ción en museos, dándose un giro que
sociedad sostenible. iba de los objetos a las audiencias: la
La cuestión de la capacitación en visita al museo se convierte en una «ex-
museología en América Latina pasa por periencia» en términos de aprendizaje y
el entendimiento de la situación de los disfrute. Se inicia el proceso de conver-
museos e instituciones afines; es funda- tir a los museos de «espacios muertos»
mental conocer los aspectos internos, en «promotores del aprendizaje conti-
externos e históricos del desarrollo de nuo», en ser «puntos de encuentro» de
los museos de la región. las comunidades a las que sirven. Este
A lo largo de los años se ha hecho proceso va a promover el cambio de
evidente que el sector museístico de los museos academia-templo al museo
América Latina está compuesto por per- como industria cultural, es decir, el mu-
sonas de una gran pasión y sacrificio, seo como una institución proveedora de
no sólo por el patrimonio, sino también bienes y servicios. Un aspecto interesan-
por la institución en la que trabajan; tal te surgido de esta descentralización es
labor devocional se muestra en el térmi- que, al verse las comunidades enfrenta-
no «todologo» que se aplica al personal das a esta nueva situación, desarrollan
de un museo cuando, enfrentados a las respuestas a partir del reforzamiento de
carencias presupuestarias, han de hacer las identidades locales mediante accio-
de todo. Este hecho ayudó en cierta me- nes tendientes a la puesta en valor del
dida a que muchas de las instituciones patrimonio dentro de estrategias de tu- Se inicia el proceso de
museológicas de la región capeasen el rismo cultural. convertir a los museos de
temporal surgido de los programas de El museo como industria cultural
«espacios muertos» en
ajuste estructural de las décadas de los cede ante la lógica del mercado y se ve
ochenta y noventa, las épocas del «capi- confrontado con su razón social e histó- «promotores del aprendizaje
tal humano» y el «capital social», respec- rica. Esta situación abre una oleada de continuo», en ser «puntos
tivamente. «profesionalización» en términos de la de encuentro» de las
Durante estas décadas y bajo el búsqueda de mejoramientos en las ca- comunidades a las que sirven
nombre de programas de ajuste estruc- pacidades de gestión, de comunicación
tural, una ola de restricciones económi- educativa y de reconocimiento de los
cas que buscaba promover el equilibrio «clientes» y sus necesidades. La profesio-
fiscal en los diferentes países, se movió nalización se ve en términos de eficien-
a lo largo del mundo. Uno de los secto- cia y eficacia, en atraer tanto a los visi-
res más afectados fue el sector cultural, tantes usuales como aquellos que nunca
y dentro de este, las instituciones mu- habían puesto un pie en ellos, en térmi-
seológicas. nos de mejorar la calidad de la presenta-
Este proceso no sólo comprendió la ción del mensaje mediante la traducción
reducción presupuestaria sino que esta de las tradicionales cédulas científicas a
vino acompañada de una descentraliza- cédulas comunicativo-educativas.

53
En síntesis, de la crisis económica sis. Dichos factores los podemos agru-
que trae como consecuencia el proble- par en factores estructurales (propios
ma de «legitimidad social» de los museos de las reformas político-económicas)
–entendiéndose ésta como la ausencia y factores institucionales (propios del
de visitantes– surge una solución que se sector que tiene que ver con la evolu-
Según el Consejo
traduce en la acción centrada –en la gran ción histórica e institucional y la orga-
Internacional de Museos mayoría de los casos– en la educación nización interna).
y el Comité Internacional y el número de visitas. Tal «solución» se De acuerdo con Varela y Jiménez (2003:
de Capacitación de Personal enfoca más en lo pragmático, en la bús- 53-54) los principales factores que inciden
la mayoría de los museos queda de recetas más que en el análisis sobre los museos de América Latina y los
dentro de la región teórico-histórico de las instituciones. profesionales que laboran en ellos son:
No se nos malinterprete, no queremos – Factores estructurales: reducción pre-
latinoamericana no cuentan
decir que la educación o el número de supuestal y descentralización.
con el personal especializado visitantes no deban ser de importancia, lo – Factores institucionales: dependencia y
requerido en el campo de que deseamos plantear es que la solución organización interna, distinguiéndose
la museología al problema de legitimidad de la crisis de cuatro tipos de variantes en relación
los museos en la presente coyuntura no con el grado de interacción entre las
está en soluciones «instrumentales». funciones administrativas y técnicas.
Lo que se propone es que la solu- – Factores vinculados al sector museísti-
ción al problema arriba mencionado co latinoamericano (figura 2).
pase primero por entender el contexto
socio-histórico de los museos y sus co-
lecciones, de los procesos de construc- Las instituciones museológicas,
ción de los diferentes discursos en ellos
la museología y la capacitación
presentados. Es imperativo el analizar
y entender las estrategias así como las en América Latina
estratagemas históricamente empleadas
por los museos. A nivel mundial, especialmente en Euro-
En la búsqueda de soluciones a los pa, Estados Unidos y Canadá, existe una
nuevos problemas se evidenciaron una amplia oferta de grados y postgrados en
serie de factores que si bien habían es- museología. En general, la oferta den-
tado presentes desde mucho tiempo tro de estos países es variada, siendo la
atrás, no fue hasta la llegada de la crisis museología una más de las disciplinas
cuando muchos profesionales los nota- plenamente establecidas y consolidadas
ron y se acrecientan con esta nueva cri- como área de desarrollo académico; sin

54
embargo, para América Latina y el Cari- de calidad en la formación universita- de los desarrollos teóricos efectuados
be la situación es diferente. ria y parauniversitaria; parece ser que por los diferentes museólogos tanto de
Según el Consejo Internacional de hay una cantidad insuficiente de ofer- Europa como de América Latina, África,
Museos (ICOM) y el Comité Interna- tas asequibles en términos de costo y EE.UU. y Canadá a lo largo de los años
cional de Capacitación de Personal accesibilidad para los y las trabajadores y desde la aparición del ICOFOM como
(ICTOP), la mayoría de los museos de las instituciones museológicas, y por parte del ICOM. Una revisión de dicha
dentro de la región latinoamericana no último, la falta de apoyo institucional a producción hará notar que en Améri-
cuentan con el personal especializado la capacitación. ca Latina se ha desarrollado una teoría
requerido en el campo de la museolo- museológica que si bien bebe de las
gía. Muchos de los profesionales de las ideas llegadas principalmente de Euro-
La cuestión
instituciones poseen una formación muy pa, ha sabido incorporar los desarrollos
específica en una de las áreas afines a de la teoría museológica teóricos surgidos de las experiencias
la museología (por ejemplo poseen un en América Latina autóctonas (por ejemplo, los museos
nivel terciario en las disciplinas afines al comunitarios, los museos producti-
museo), pero carecen de la formación Aunque en nuestra región existen ins- vos...).
integral requerida para enfrentar los tituciones que trabajan en el ámbito de Tomando como punto de partida la
nuevos desafíos. Esto se debe a que la la capacitación del personal de museos, museología crítica, el contexto sociopolí-
oferta de capacitación de la región es en su gran mayoría, la oferta académica tico y la situación de las instituciones mu-
más a nivel museográfico que museo- está orientada a formar cuadros profe- seológicas más arriba reseñadas, creemos
lógico (Alonso Fernández, 1999), por sionales en áreas específicas del trabajo que la enseñanza de la museología debe
lo que, aun en este nivel, hay una defi- de las instituciones museológicas como contener los siguientes aspectos:
ciencia en cuanto a la formación íntegra la conservación-restauración, la museo- – Elemento teórico: un fuerte conte-
del personal. Es decir, se especializa en grafía (el diseño y montaje de exhibicio- nido teórico donde se contextualice
un aspecto determinado, pero no se le nes...) y el registro y la documentación, no sólo históricamente sino también
introduce dentro de la perspectiva ho- entre otras. Al tener este énfasis, el enfo- política, social y económicamente a
lística del trabajo museológico, especial- que de la actividad de los profesionales las instituciones museológicas. Un
mente en lo referente a la proyección de museo se concentra en la colección componente histórico teórico que
institucional hacia la comunidad. y el espacio que encierran las cuatro pa- permita entender el presente a través
Entre los problemas que se pueden redes del edificio. Además, todas estas del estudio del pasado de las insti-
detectar en las instituciones museológi- ofertas académicas son en su totalidad tuciones para así desvelar no sólo el
cas de América Latina se encuentran, de de tipo presencial, por lo que están en imaginario social detrás de ellas sino
acuerdo con la directora del Instituto La- su mayoría circunscritas a sus países. también el conjunto de representa-
tinoamericano de museos, Georgina De Esta situación se ve reflejada en las ciones sociales que operacionalizan
Carli (2006), los siguientes: palabras del maestro Felipe Lacouture tal imaginario. Asimismo, dicho co-
– Museos con pocos profesionales en el cuando dice que los museos en Méxi- nocimiento teórico-histórico ha de
campo de la museología (por ejemplo, co –y nosotros agregamos en América servir como elemento integrador de
sin formación museológica). Latina– se han caracterizado por un én- los diferentes campos relacionados
– Los y las profesionales que trabajan en fasis en lo práctico más que en lo teóri- con el quehacer museológico (la do-
las instituciones museológicas poseen co (Lacouture, 1996). De hecho, la mera cumentación, la administración de
un nivel terciario en otras disciplinas. mención de la palabra «teoría» hace frun- colecciones, la conservación...).
– Ausencia de una política de capacitación cir el ceño a más de un(a) trabajador(a) Desde el punto de vista de la prác-
tanto a nivel nacional como dentro de las de las instituciones museológicas. tica, el enfoque teórico ha de promo-
instituciones museológicas. De igual manera, Françoise Mairesse ver un análisis holístico del quehacer
– En muy pocas instituciones existe (2006) plantea que el concepto de mu- museológico entendido como trabajo
un presupuesto para capacitación. Si seología aún permanece confuso; exis- interdisciplinario. Nos referimos aquí
alguno(a) de los(as) trabajadores(as) ten varias visiones de lo que se debe a la conceptualización de la museo-
entra en un programa de capacitación entender por museología así como el logía bajo un enfoque integral, multi
en muchos casos es a título personal. objeto de su estudio. Asimismo, Maires- e interdisciplinario donde las funcio-
– En algunos países los títulos en mu- se apunta que la idea de una museolo- nes museológicas son productos e in-
seología no están contemplados den- gía teórica no ha calado lo suficiente en sumos unas de otras; por lo tanto, se
tro de las categorías de servicios pro- las mentes de los y las trabajadoras de necesita un enfoque integral en el de-
fesionales. las instituciones museológicas. sarrollo de todas y cada una de estas
A esta lista podemos adjuntar cuestio- Otro aspecto fundamental que resal- funciones. Este enfoque pretende dar
nes tales como los niveles desiguales ta el artículo es el poco conocimiento una visión donde el museo no debe

55
trabajar en departamentos individuali- lización a nivel de maestría o incluso inmersos y del mundo en general. Des-
zados y separados, sino sobre la base de licenciatura. Aunado a esta situación graciadamente nuestros museos aún no
de sus funciones, con una integración está el aspecto político de la dirigencia educan a sus visitantes en el «arte» de
horizontal, donde participen en la de las instituciones, que afecta el queha- reconocer los «mitos arcaicos», presen-
toma de decisiones los profesionales cer diario de ellas; por esto se plantea tados originalmente por ellos mediante
de las diferentes áreas. como necesario el estudio de las condi- las denominadas «narrativas dominantes»
– Profundización en las disciplinas afi- ciones socio-históricas de la creación y (Hooper-Greenhill, 2003: 24), ni enseñan
nes necesarias para una mejor relación acción de las instituciones museológicas a desarrollar una actitud y pensamiento
con la comunidad a la que sirven. En para así poder entender sus problemas críticos. Nuestros museos nos entrenan
este sentido se deben desarrollar de de gestión. para «leernos» bajo una perspectiva ex-
manera más consistente temas como terna y extraña (Holguín, 2006: 340-345)
la comunicación educativa (como par- que crean un sentimiento de impotencia
te integral del currículo y no como Conclusión una vez que son confrontadas con las
materia optativa); temas de psicología realidades del llamado Tercer Mundo.
(v. gr., psicología social y las diferen- Si los museos desean salir de la crisis En este sentido, la museología críti-
tes psicologías específicas); temas de deben ser socialmente relevantes en el ca plantea la necesidad de que los mu-
educación inclusiva y las diferentes sentido completo de la expresión, de- seos se conviertan en espacios donde,
pedagogías relacionadas con el mu- ben pasar de ser un espacio de con- parafraseando a Marx y Engels, «todo lo
seo (desde la museología crítica se fluencia e intercambio a un lugar donde sólido se desvanece, todo lo sagrado es
privilegia el constructivismo como he- se dude, se confronte y se discutan no profanado» y en el cual «los hombres, se
rramienta educativa) y que busquen sólo las formas de representación y co- ven forzados a considerar serenamente
fomentar el pensamiento crítico en los municación, sino lo que se presenta y sus condiciones de existencia y sus rela-
y las visitantes. Por último, se deben comunica (no sólo la forma sino tam- ciones recíprocas» (Marx y Engels, 2006:
tratar de presentar al estudiante los as- bién el contenido). 25). Solo así los museos podrán alcanzar
pectos relacionados con las diferentes En otras palabras, los museos han su legitimidad social.
estrategias museográficas y esceno- de convertirse en espacios para la «ac- Tal cambio se debe iniciar con el de-
gráficas (v. gr., museografía didáctica, ción comunicativa», donde el visitante sarrollo de planes de capacitación que
museografía interactiva) tendentes a sea confrontado con los dilemas de la estén acordes no sólo con las necesida-
establecer un vínculo entre la institu- sociedad contemporánea a través de los des propias de los museos, sino con el
ción y la comunidad. ojos de la historia y la memoria crítica y entorno socio-político y económico en
– Museología comprometida con la co- desde una perspectiva ética. Los museos el cual están inmersos.
munidad: se debe promover un enfo- deben confrontar la controversia y ha-
que que responda a la realidad social cerla explícita. En este sentido, los mu-
y económica de América Latina. En seos no deben contentarse con reducir
este sentido, se debe no sólo inculcar su acción a la interactividad expresada
en los y las estudiantes el compromiso en la propuesta de preguntas y respues-
social sino también se les debe capa- tas usando medios tecnológicos.
citar para que puedan trabajar con las Ser «social» implica ser un «espacio
comunidades en estrategias de valora- rebelde» donde se confronte y discuta,
ción y difusión del patrimonio. dejando el museo de ser un mero espa-
La incorporación de estos tres elementos cio de confluencia e intercambio para
en los diferentes currículos de estudios convertirse en un espacio provocador.
ayudará a las instituciones museológicas Los visitantes deber ser estimulados a
a potenciar su acción en las comunida- «falsear» las exhibiciones propuestas por
des y las convertirá no sólo en resguar- el museo. En consecuencia, los museos
dos del patrimonio y la memoria, sino en deben ser instrumentos de cambio que
agentes de cambio en las comunidades. promuevan la participación social y po-
Los elementos arriba mencionados lítica de los miembros de la comunidad
no son todos los que se deben cambiar (Sepúlveda, 2006: 454-461). No debe-
o implementar; aún queda el problema mos olvidar que los museos son lugares
de la falta de políticas de capacitación de los cuales puede emerger el cambio
en las instituciones que redunda en la social mediante la creación de una con-
imposibilidad de los y las profesionales ciencia social acerca de la situación his-
para optar por los estudios de especia- tórica de la comunidad en la que están

56
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57
Los museos y la crisis.
Tendencias
Yves Bergeron
en los museos
Université de Québec
Montreal norteamericanos

Doctorado en etnología, Yves Bergeron Resumen: La crisis económica ha afec- La crisis económica y los
se dedica a la investigación en el campo de tado profundamente a las instituciones efectos de la mundialización
la cultura material y de la museología. culturales y sobre todo a los museos.
Sus trabajos se centran principalmente en Para comprender cuál ha sido el impac- Desde la crisis bursátil y financiera del
el coleccionismo, la historia de la museología
to y los cambios que se han producido año 2008, que ha afectado a todos los
y las practicas culturales. Ha trabajado
en Norteamérica, conviene repasar las países de forma global, somos conscien-
como conservador y conservador-jefe en
diferencias fundamentales que existen tes de que los museos atraviesan un pe-
Parcs Canada y en el Musée de l’Amérique
française (Québec, Canadá) antes de entre los museos norteamericanos y los riodo difícil. Varios autores de la escena
convertirse en director del Servicio de europeos. Sin duda, en la perspectiva de cultural hablan de una crisis profunda
Investigación y Evaluación del Musée de la globalización los gobiernos tendrán de las instituciones culturales. El cine,
la Civilisation (Canadá) (1999-2005). que apoyar a aquellas instituciones que la televisión, el teatro, el mundo de la
Profesor de museología y de patrimonio en participan en la definición de la identi- edición y más concretamente los perió-
el Departamento de Historia del Arte de la dad nacional. dicos, están amenazados por la impor-
Université du Québec à Montréal (UQAM), tante caída de las ventas publicitarias.
ha publicado varios artículos acerca del Palabras clave: Museos, Canadá, Esta- Varios periódicos americanos han deja-
sentido de los objetos y sobre la historia
dos Unidos, Crisis, Tendencias. do de imprimirse en papel y se difun-
de la museología.
den exclusivamente en la Web. Muchas
bergeron.y@uqam.ca Abstract: The current credit crunch compañías de teatro y de ópera se ven
has severely affected many cultural ins- obligadas a revisar su programación y
titutions especially museums. In order anular representaciones porque las em-
to understand the impact felt and the presas que les prestan el apoyo finan-
changes which have taken place in Nor- ciero se retiran o ya no pueden aportar
th America, it is worth taking a look at una ayuda sustancial. Toda la estructura
the principal differences between mu- del mecenazgo se ve afectada por la re-
seums in North America and in Europe. cesión económica.
It is without doubt, that in view of the Sin duda alguna, la crisis económica
globalization, governments around the obliga a una reconfiguración de las institu-
world will have to support those institu- ciones culturales. Pero, ¿cuál será la reper-
tions whose work is aimed at defining a cusión de esta crisis en los museos norte-
national identity. americanos y cómo enfocan el futuro?
Alertado por la difícil situación que
Keywords: Museums, Canada, USA, viven los museos, el pasado 19 de junio
Credit Crunch, Tendencies. de 2009, el Consejo Internacional de Mu-

58
Figura 1. Sala de registro de inmigración en el Museo Isla de Ellis, desde el punto de vista de un inspector de inmigración (13 de septiembre de 2006).
Foto: Hu TotyaWi. © Wikimedia Commons.

59
seos (ICOM) emitía un comunicado en el trayectoria distinta a la que los historia-
que anunciaba que la comunidad inter- dores han observado hasta ahora en Eu-
nacional de museos se iba a centrar en ropa (Pomian, 1987; Poulot, 1997; Bazin,
su situación para tratar de buscar solucio- 1967). La literatura dedicada a la historia
nes. El director general del ICOM ha re- de los museos europeos propone otras
currido al escritor y Presidente de Planet constataciones sobre el nacimiento y el
Finance, Jacques Attali, y a James Chung, papel de la institución museológica. Los
futurólogo y presidente del Reach Advi- mitos fundacionales del Museo de Ale-
sors. El papel de mediador ha sido otor- jandría, de los gabinetes de curiosidades
gado al antiguo corresponsal de las pági- y de la Revolución Francesa permiten
nas culturales del New York Times, Alan explicar los fundamentos de los museos
Riding1. Este reencuentro ha permitido europeos considerados como auténticos
reflexionar sobre las causas de la crisis. custodios de la cultura artística y de las
La reflexión que propongo aquí se obras maestras de la humanidad. Al otro
basa en una investigación que llevo a lado del Atlántico, las cosas son total-
cabo desde 1999 sobre de las tendencias mente distintas.
sociales que transforman a los museos En América, la red de museos na-
de América del Norte y sobre todo de cionales nace a mediados del siglo XIX
Canadá. En 2005 publiqué una primera con la independencia y la afirmación
obra que proponía una síntesis de los nacional de los nuevos estados america-
trabajos realizados en el Museo de la Ci- nos2. De hecho, vemos que las primeras
vilización de Quebec y que anunciaba colecciones nacionales son de ciencias
ciertas repercusiones sobre la gestión, naturales. Las colecciones de geología,
el desarrollo y la programación de los zoología, botánica o entomología son
museos (Bergeron, 2005). Continúo con testigo de los esfuerzos desplegados por
dichas investigaciones en el seno del los gobiernos para elaborar el inventa-
programa de estudios superiores en mu- rio de los recursos naturales del Nuevo
seología en la Universidad de Québec Mundo.
en Montreal, donde soy profesor de mu- En Canadá, por ejemplo, la comi-
seología desde el año 2005. sión geológica (Vodde y Dyck, 2006)
Para comprender de qué manera la cuenta desde 1842 con un inventario
crisis afecta al mundo de los museos en de recursos naturales. La exploración
América del Norte, es fundamental com- geológica de los territorios condujo a
prender que los mismos fundamentos William Edmond Logan y a los cientí-
de los museos, es decir, los mitos fun- ficos de la Comisión geológica de Ca-
dacionales, el rol social y las estructuras nadá al terreno de los especímenes de
de financiación son distintos en Europa. ciencias naturales. Estas colecciones se
Parece que esas diferencias culturales reunieron en Montreal, en lo que sería
permiten comprender cómo los museos el primer museo nacional de Canadá.
norteamericanos reaccionan de forma La exploración del país condujo tam-
distinta a la crisis actual en la que todos bién a los geólogos a traer objetos tes-
estamos sumidos. Por eso, las soluciones timonio de la vida de los autóctonos en
que se propongan deben corresponder América. Por esa razón, las colecciones
con los valores y los modelos de los mu- etnográficas aparecen más tarde en la
seos norteamericanos. segunda mitad del siglo XIX, mientras
que los museos europeos conservan
1
París, 19 de junio de 2009. Encuentros
colecciones amerindias desde el perio-
Anuales del ICOM. La comunidad museística
Particularidades de los museos do del descubrimiento y la exploración
mundial reflexiona sobre soluciones para salir
de América en el siglo XVI (Feest, 2007).
de la crisis. norteamericanos
http://icom.museum/release.june2009_fr.html Al contrario de lo que vemos en Fran-
2
Estados Unidos (1776), Haití (1804), Argentina cia, el interés por los autóctonos por
(1810), Venezuela (1811), México (1821), Costa Si observamos la evolución de los mu- parte de las nuevas naciones america-
Rica (1821), Colombia (1821), Brasil (1822), seos en América, vemos cómo las insti- nas surge bastante tarde. Los científicos
Republica Dominicana (1844), Cuba (1868). tuciones museológicas han seguido una de la Comisión geológica de Canadá ya

60
autóctonos y consolidaron los mitos de
fundación de la independencia.
Los museos sirven, en cierto modo,
de «distanciadores», porque permiten
distanciarse de la madre patria constru-
yendo nuevas historias de fundación de
identidad nacional. Los americanos, por
ejemplo, prestan especial atención al pe-
riodo colonial y a la guerra de la Inde-
pendencia. Así es como surgen los mitos
y leyendas como los Pilgrim Fathers (los
padres peregrinos), Thanksgiving3 (Ac-
ción de Gracias), la declaración de Inde-
pendencia y el mito de «La Frontera» del
Oeste, (durante la conquista del Oeste).
Fue especialmente después de la gue-
rra de Secesión (1861-1865) cuando los
americanos desarrollaron la red de mu-
seos que se centra en la unidad nacional.
Después de 1870, los Estados Unidos se
Figura 2. Museo Smithsonian de los Indios Ameri- encuentran en una encrucijada. Los ame-
canos; panorámica vertical interior. ricanos emprenden la conquista del Oes-
Foto: Phyzome. © Wikimedia Commons. te, entran en plena revolución industrial
y acogen a millones de inmigrantes que
no coleccionan esos objetos amerindios desean integrarse en una cultura común.
como objetos de curiosidad, sino como Los museos, y en particular los museos
testimonio de la cultura material de las de historia, participan en esta estrategia
primeras naciones que ocuparon el te- nacional de integración de los inmigran-
rritorio americano. Sin embargo, cabe tes que se inspira en la teoría del «melting
destacar que el nuevo Museo Nacional pot». Debido a esta voluntad de compar-
de Canadá aún no colecciona los ob- tir una historia y una cultura comunes,
jetos que testifican el establecimiento los museos americanos otorgan una im-
de los franceses y de los británicos en portancia primordial a la interpretación y
América del Norte. a la educación (Schwarzer, 2006: 9).
En la segunda mitad del siglo XIX, En Canadá, los museos experimentan
vemos cómo proliferan en América del un auténtico desarrollo con las celebracio-
Norte, gracias a las sociedades históricas nes del centenario de la confederación de
y literarias, los museos dedicados a la 1967. El gobierno federal y los gobiernos
historia (Leon y Rosenzweig, 1989) y a la provinciales establecen una red de mu-
etnología. En la segunda mitad del siglo seos modernos que comparten la misma
XIX, en un continente en el que todos filosofía que los muesos americanos.
los países tienen un pasado colonial, la Canadá se distingue de Estados Uni-
soberanía de los nuevos estados provo- dos en que su gobierno federal da priori-
ca un movimiento de valorización de la dad a la política multicultural, de manera
3
historia nacional. Este movimiento per- que los museos canadienses van a de- La fiesta de Thanksginving o Acción de
mitió a los nuevos estados distanciarse dicarse a la conservación de los objetos gracias rememora que fue un amerindio
llamado Squanto quien enseñó a sobrevivir
de sus «madre patria», que son, princi- testimonio de las distintas comunidades
a los puritanos británicos instalados en
palmente, Gran Bretaña, Francia, Espa- culturales que han contribuido a conver-
Plymouth, enseñándoles a pescar, a cazar
ña y Portugal. Al contrario que dichos tir Canadá en lo que es hoy. Se le confie-
y a cultivar maíz. La primera cosecha en 1621
países, que cuentan con un patrimonio re un sitio importante a los amerindios, a fue la ocasión para los nuevos inmigrantes de
artístico enraizado en la historia euro- los dos pueblos fundadores, franceses y dar las gracias a los amerindios invitándoles
pea y mediterránea, los nuevos estados británicos, a los cuales se añaden varias a compartir su almuerzo. Los americanos
americanos otorgaron un protagonismo comunidades culturales. A pesar de esta celebran esta fiesta el cuarto jueves de
especial al periodo de contacto con los distinción fundamental, los museos cana- noviembre.

61
dienses, al igual que los museos ameri- jos de administración. Sin embargo, los
canos, son lugares de interpretación y de tres escalones de gobierno (ciudades,
comunicación, más que de contempla- gobierno provincial y gobierno federal)
ción y deleite, como en Europa. asumen más del 46% de los beneficios
Al contrario que en Europa, los mu- de las instituciones museológicas (Ber-
seos americanos y canadienses no de- geron et alii, 2007: 24). Los voluntarios
penden de la financiación de los gobier- están también presentes en los museos
nos. Los museos son obra de ciudadanos de Québec, pero en menor proporción
y de asociaciones que se preocupan por que en el resto de Canadá y Estados
la historia nacional y que coleccionan Unidos. En definitiva, Québec propone
archivos y objetos, y que a menudo pro- un modelo intermedio entre el modelo
tegen monumentos y lugares históricos norteamericano y el europeo. De he-
(Bergeron et alii, 2007). En Estados Uni- cho, el gobierno de Québec es, con
dos, al igual que en Canadá, los museos diferencia, la provincia canadiense que
llamados «locales» forman el núcleo cen- invierte más en cultura5.
tral de la red museológica y se rigen por No es casualidad que los museos de
comunidades de ciudadanos. Por su can- historia y de etnología ocupen hoy en
tidad y por su implicación social, estos día un lugar tan importante en América
museos contribuyen a la construcción de del Norte. En Estados Unidos, por ejem-
la historia e identidad americana (Levin, plo, los museos de historia y de socie-
2007) en el conjunto del territorio. dad representan más de la mitad de los
Además, el funcionamiento de los 10.000 museos que constituyen la red
museos norteamericanos no es el mismo americana (Schwarzer, 2006: 6). Cada
que en Europa. Los museos americanos, año, más de 864 millones de visitantes
por ejemplo, otorgan un importante pa- frecuentan los museos americanos. En
pel a los voluntarios, a los que confían Québec, los museos de historia, de et-
responsabilidades en todos los sectores nología y de arqueología constituyen el
de actividad del museo: gestión, colec- 62% de la red de las 420 instituciones
ciones, documentación, exposiciones y museológicas (Bergeron et alii, 2007:
animación. Los consejos de administra- 18). Estos museos y centros de interpre-
ción también están formados por volun- tación de la historia acogen cada año al
tarios que establecen fundaciones para 45% de los 12,5 millones de visitantes
asegurar la financiación de los museos. de la red de museos (Routhier, 2009:
Los gobiernos (los estados y el gobierno 4). Podemos medir así el impacto de
central), apoyan, por supuesto, a estos los museos de sociedad dedicados a la
museos mediante distintos programas, identidad.
pero no asumen toda la responsabilidad Los museos norteamericanos de his-
financiera. En definitiva, los museos per- toria y de etnografía se distinguen his-
manecen cerca de las poblaciones loca- tórica y culturalmente de los museos
les y regionales de las que dependen europeos. Los museos norteamericanos
fundamentalmente. están en su mayor parte regidos por los
En Canadá, el contexto no es muy ciudadanos, y tienen que asegurar su
4
El Musée National des Beaux-Arts de diferente, puesto que observamos dos autonomía financiera. Estos museos se
Québec, el Musée d’Art Contemporain modelos de gestión de museos. En el centran desde hace tiempo en la satis-
de Montréal, el Musée de la civilisation Canadá anglosajón, los museos fun- facción de los visitantes. Por eso, des-
(Québec), el Musée canadien des civilisations cionan prácticamente como los ame- de los años sesenta, los museos de so-
(Gatineau) y la Red de sitios históricos de
ricanos. La comunidad francófona, es- ciedad le han otorgado una particular
Parcs Canada.
tablecida en su mayoría en Québec, importancia a la escenificación y a las
5
Chiffres à l’appui, Ministerio de Cultura y
Comunicaciones de Québec, 2007: 16.
se distingue del modelo americano y exposiciones, dando prioridad a las ex-
Québec (66,58 $), Ontario (24,69 $), canadiense. Excepto cinco museos na- posiciones temáticas.
Colombie-Britannique (19,71 $), otras cionales4, la red de museos de Quebec A la luz de estas diferencias, pode-
provincias y territorios «gasto per cápita reagrupa organismos con fines no lu- mos comprender que la referencia a
de algunos gobiernos provinciales en cultura crativos que funcionan como institucio- los objetos en los museos norteameri-
y comunicaciones», (43,66 $). nes privadas que dependen de conse- canos es diferente a lo que se observa

62
en Europa. Los museos norteamerica- a Canadá y Estados Unidos, donde el
nos se centran menos en la búsqueda automóvil sigue siendo con diferencia
y en la valorización de obras de arte el principal medio de transporte de los
que los museos europeos. En América norteamericanos. Esta subida considera-
del Norte encontramos objetos menos ble de la gasolina no parece haber afec-
antiguos, y menos espectaculares que tado a los desplazamientos de los turis-
en Europa, pero que demuestran par- tas que han acudido en gran número a
ticularmente la vida cotidiana de los visitar los museos. Pero habrá que espe-
canadienses y de los americanos. Por rar a los resultados del año 2009 para
ejemplo, los museos americanos han saber si verdaderamente la crisis afecta a Al contrario que en Europa,
reconstruido lugares históricos reme- la frecuentación de los museos. los museos americanos y
morando la implantación y la adapta- canadienses no dependen de
ción al nuevo territorio. En general, ob- la financiación de los gobiernos
servamos que los museos americanos La estructura de financiación
se interesan especialmente en reliquias de los museos
de la historia, es decir, en objetos que
han pertenecido a héroes de la historia La crisis económica ha obligado a los
política y cultural de los Estados Uni- museos a revisar su financiación. Los
dos6. Esta misma tendencia la vemos en mecenas que siempre habían manteni-
Canadá7 y en otros estados americanos. do a los museos norteamericanos, son
Para los canadienses franceses el pe- ahora más prudentes. En febrero de
riodo de la Nueva Francia (siglos XVI y 2009, ciertos museos americanos, obli-
XVIII) es el que ha estructurado históri- gados a endeudarse para satisfacer los
camente el coleccionismo y el discur- salarios, las tasas y los compromisos
so de los museos de historia. La Nueva asumidos para organizar exposiciones,
Francia corresponde a ese sueño de un se han encontrado con que los tipos
imperio francés en América de Norte, de interés han pasado de un 4% a un
que sigue siendo, como lo describe el 15%. Los Angeles County Museum of
historiador y especialista de la memo- Art, al igual que otros grandes museos
ria Pierre Nora8, «una utopía, una visión americanos, ha visto cómo su deuda
mitológica, pero una utopía que anima aumentaba por causa de los tipos de
por tanto a coleccionistas, investigado- interés y de la crisis bancaria9. Es ob-
res y a museos desde la mitad del siglo vio que los museos están obligados a
XIX» (Nora, 2002). repasar su estructura de financiación y
sus gastos. Muchos han suprimido em-
pleos y han aplazado proyectos de ex-
La situación actual de los museos posiciones. Parece que incluso algunos
museos prefieren ser discretos acerca
Las estadísticas de frecuentación de- de su situación financiera por miedo a
muestran que los visitantes de los mu- ahuyentar a los filántropos10 y a los mu-
seos siguen siendo igual de numerosos. seos asociados.
El Observatorio de la Cultura y las Co- Una de las primeras repercusiones 6
Ver The National Museum of American History,
municaciones de Québec, que realiza de la crisis que se ha hecho sentir en Washington, A Smithsonian Museum, 1981.
estadísticas precisas para el conjunto de los museos tiene que ver con los pro- 7
Mencionemos la colección histórica de Parcs
las instituciones culturales desde el año yectos de construcción y renovación. Canada y del Musée Canadien des civilisations.
8
2003, señala que la frecuentación en el Muchos proyectos importantes han sido Ver Pierre Nora: Les Lieux de mémoire (dir.),
Gallimard (Bibliothèque illustrée des
año 2008 se ha incrementado un 5,1%. aplazados o directamente abandonados.
histoires), Paris, 3 tomes: t. 1 La République
Se trata del mejor dato de los seis últi- Uno de los casos más problemáticos es
(1 vol., 1984), t. 2 La Nation (3 vol., 1987), t. 3
mos años. Por supuesto, la crisis ha afec- el Minnesota Museum of American Art
Les France (3 vol., 1992).
tado a finales del año 2008, pero varias (en adelante MMAA) en Saint Paul de 9
Matt Krantz, «Credit crises forces museums to
señales indicaban ya desde meses ante- Minnesota, que, tal y como escribían be creativ», USA Today, 17 de abril de 2008.
riores que la economía no iba bien. El hace unos meses, «ha cerrado definitiva- 10
Kaufman, Jason Edward, Crise, «Les musées
alza espectacular de los precios del cru- mente sus puertas; sus instalaciones se américains se serrent la ceinture», Le Journal
do en 2008 ha afectado particularmente encuentran en un edificio que el con- des Arts, 296, 6 de febrero de 2009.

63
dado desea vender. Su colección, está mos comprobado que desde hace más
“disponible para ser prestada”»11. de diez años cerca del 90% de los es-
De manera que, en junio de 2009, tudiantes inscritos en los programas de
el nuevo comité directivo anunciaba que museología son mujeres.
estaba trabajando en un plan de relanza- Algunos investigadores creen que
miento del museo que refleja al mismo el envejecimiento de la población en
tiempo el espíritu que mueve los museos América del Norte favorecerá la frecuen-
americanos: «Me despidieron como di- tación de los museos. Hoy en día, las
rector del museo en junio de 2009, y fue personas de sesenta y cinco años y más,
entonces cuando emprendí el trabajo de representan una octava parte de la po-
La historia de los museos restablecimiento del MMAA, para volver blación. La llegada de la generación del
a convertirlo en un importante referen- babyboom a la jubilación provocará que
americanos y canadienses te cultural. Como historiador de arte y el número de personas mayores alcance
muestra claramente que es conservador museólogo, mi preocupa- el 20% de la población. Es posible que
durante los periodos de crisis ción primordial es mantener el arte vivo. este hecho provoque un aumento en la
cuando los gobiernos han El MMAA tiene una larga tradición de cantidad de visitantes. Este cohorte, al
invertido más en los museos exhibiciones de alta calidad y diversión, que se le puede llamar papyboom, es
experiencias educativas, y nuestro obje- muy probable que afecte a la frecuen-
tivo es presentar eventos artísticos aún tación y a los beneficios de los museos,
más excitantes y creativos para vosotros porque de manera global, disponen de
y vuestras familias»12. más beneficios que las generaciones an-
Tal y como acabamos de demos- teriores.
trar, la estructura de financiación de
los museos norteamericanos provoca
ciertas inquietudes. En Estados Unidos, Las exposiciones y la misión
más del 40% de la financiación de- fundamental de los museos
pende de mecenas y empresas. Ahora
bien, la gran mayoría de las empresas En nuestra opinión, aún es muy pron-
han sufrido una pérdida de beneficios to para poder medir de forma efectiva
y de capital con la crisis bursátil. De el impacto de la crisis, ya que la fre-
manera que una parte fundamental de cuentación de los museos se basa en su
la financiación está en peligro. A pesar mayor parte en la programación de las
de todo, hay varios elementos positivos exposiciones, y esta se suele planificar
que surgen de esta crisis. Se constata con un periodo de tres a siete años de
que la frecuentación de ciertos museos antelación. La cuestión es saber si los
como los locales, los dedicados a los museos podrán continuar invirtiendo
niños y los científicos, se mantiene, y en la producción de exposiciones iti-
que el número de nuevos miembros o nerantes, que necesitarán inversiones
«amigos de los museos» aumenta. Estos considerables. ¿Podrán los museos em-
beneficios compensan una parte de las prender proyectos sin saber si la finan-
pérdidas. Los demógrafos creen que la ciación de sus museos será la misma
situación de los museos debería me- en dos, tres o cinco años? Es probable
11
Kaufman, Jason Edward, Crise. Les musées jorar en el transcurso de los próximos que muchos directores de museos se
américains se serrent la ceinture. Le Journal años. Advierten que cada vez más mu- muestren prudentes antes de compro-
des Arts, 296, 6 de febrero de 2009. jeres obtienen el diploma universitario. meterse en proyectos a medio y largo
12
Kristin Makholm, Ph. D. Executive Director. Los estudios13 demuestran que el factor plazo, sin conocer la salud financiera
www.mmaa.org (septiembre de 2009).
que más afecta al número de visitas a de su museo.
13
Datos extraídos de «James Chung at the
los museos es el nivel de escolaridad. Con el fin de equilibrar los presu-
ICOM AGM - demographics, challenges and
bright spots for museums during the crisis»,
La presencia cada vez mayor de mu- puestos, los museos a menudo tienden
Museum Strategy, junio de 2009. jeres en las universidades hace pensar a retrasar la realización de nuevas ex-
http://www.museumstrategyblog.com/museu que serán el motor económico del con- posiciones temporales y a mantener las
m_strategies/2009/06/james-chung-at-thei- sumo cultural en la década de 2010. exposiciones permanentes. Ahora bien,
com-agm-demographics-challenges-brights- Cabe pensar también que los museos las investigaciones muestran claramente
pots-for-museums-during-the-crisis.html se feminizarán. Una cosa es cierta, he- que la multiplicación de las exposiciones

64
temporales ha favorecido el aumento de se estableció definitivamente la red de otorgar un sitio en la historia nacional
la frecuentación de los museos norte- museos. Lo mismo ocurrió cinco años a las distintas comunidades. Un buen
americanos desde la década de 1980. Al más tarde. En plena crisis económica a ejemplo de ello es la recuperación de
aumentar la cantidad de exposiciones principios de los años ochenta, el go- los museos amerindios por parte de las
temporales, los museos han ampliado bierno de Québec anunciaba en 1984 la comunidades amerindias. La reapertura
los acontecimientos y las ocasiones de construcción del Museo Nacional de la en el año 2004 del National Museum
visitar más a menudo los museos. ¿Qué Civilización, y el gobierno canadiense of the American Indian en el instituto
pasaría si los museos volvieran a tener invirtió en la creación del Museo Cana- Smithsonian, se inscribe en el marco
una mayor proporción de exposiciones diense de las Civilizaciones. Esos dos de esa tendencia. En otros lugares, los
permanentes? ¿Se mantendrá el mismo museos se convirtieron entonces en los museos vuelven a dar protagonismo a
nivel de visitas y de beneficios? motores para reactivar la red de mu- los irlandeses, italianos, alemanes, ru-
Paradójicamente, la crisis podría te- seos canadienses. sos, chinos y a otros inmigrantes que
ner efectos positivos a largo plazo en los han contribuido al desarrollo de los
museos. Al favorecer más las exposicio- Estados Unidos y de Canadá. Para ali-
nes permanentes, los museos corren el Globalización mentar estas exposiciones, los museos
riesgo de volver a su misión original que deberán revisar su política de coleccio-
y economía patrimonial
es la de adquirir y conservar los obje- nes y adquirir objetos y documentos
tos del patrimonio. Puesto que los mu- testimonio del multiculturalismo, de
seos canadienses ponen en práctica las ¿Ocurrirá lo mismo en esta ocasión? Por manera que las colecciones naciona-
disposiciones de la ley de exportación ahora no hay nada que indique que sí, les sean una muestra de quienes han
e importación de los bienes culturales pero los gobiernos han anunciado in- contribuido a la historia y a la cultura
(L.R.C. 1977, ch. C-51), los museos po- versiones de varios miles de millones norteamericana.
drían continuar desarrollando sus colec- en infraestructuras ¿Formarán parte los De manera que no sería sorpren-
ciones a pesar de la crisis económica. museos de esos proyectos? Teniendo en dente que los gobiernos canadienses
De manera que, cuando los consejos cuenta el contexto mundial, es bastante y norteamericanos invirtieran de for-
de administración analicen los proyectos probable que así sea. En efecto, desde ma masiva en la economía patrimonial
que proponen los directores, surgirá au- hace varios años hemos entrado en una para consolidar las identidades nacio-
tomáticamente la cuestión de la misión nueva ola de globalización que se mide nales. Ciertos indicios nos hacen creer
fundamental del museo, y habrá que to- de diferentes formas. La equiparación de que vamos por ese camino. Desde hace
mar decisiones acordes a la misión que las culturas, la desaparición de lenguas varios meses, algunos políticos están
cada museo se proponga. y culturas han contribuido a alertar a las replanteando las leyes sobre el libre
autoridades de la UNESCO y del Conse- comercio y tratan de volver a un pro-
jo Internacional de Museos (ICOM). En teccionismo económico. En efecto, este
Otra crisis el transcurso de la última década, he- tipo de repliegue ideológico indica cla-
mos constatado que muchos países se ramente que en periodos de crisis, los
Por otro lado, sabemos que una de las han dotado de políticas de patrimonio estados tienden a replegarse sobre sí
principales funciones de los museos que protegen lo que caracteriza a las mismos y a recuperar los valores fun-
tiene que ver con la identidad. En pe- culturas nacionales y locales. Este temor damentales que comparten todos los
riodos de crisis, los museos se convier- a la globalización ha provocado la crea- ciudadanos. Ahora bien, los museos sir-
ten en puntos de referencia para los ción de proyectos de ley que protegen ven precisamente para narrar y ser tes-
ciudadanos. De hecho, la historia de especialmente los lugares, los paisajes, timonios de la identidad nacional. Los
los museos americanos y canadienses las tradiciones y los conocimientos. El museos se han convertido, al igual que
muestra claramente que es durante los patrimonio inmaterial se ha impuesto y lo eran las catedrales en otros tiempos,
periodos de crisis cuando los gobiernos se ha convertido en una prioridad de los en potentes obras y símbolos arquitec-
han invertido más en los museos. En la gobiernos. tónicos que marcan en el espacio los
Gran Depresión de 1929, cuya repercu- Si hasta hace poco los museos nor- valores comunes a todos los ciudada-
sión se notó hasta la Segunda Guerra teamericanos tendían a basar su discur- nos. Por supuesto que son lugares de
Mundial, el gobierno americano, con su so en la filosofía del melting pot para conservación de una memoria colecti-
política intervencionista del New Deal, reagrupar a los ciudadanos y a los nue- va, pero son también lugares que par-
eligió invertir de forma masiva en el vos inmigrantes en una cultura común, ticipan en la creación de la memoria
medio ambiente, en la cultura y en los hoy emerge una nueva tendencia. Los colectiva. Los museos sirven para ex-
museos. De hecho, fue en esa época museos tienden cada vez más a mostrar presar quiénes somos. En ese sentido,
cuando el gobierno de Québec inaugu- la historia de las diversas comunidades los museos se han convertido también
ró su primer museo nacional, y cuando culturales. El multiculturalismo permite en lugares de conciliación.

65
Si la cuestión de la gratuidad de los Revolución de los museos
museos se plantea en Europa, es difícil norteamericanos
que se plantee en los museos norteame-
ricanos, que dependen en su mayor par- Debido a la llegada de nuevos públicos
te de los beneficios generados por las y de nuevas orientaciones que se di-
entradas. A pesar de todo, vemos una bujan en la red de museos, podríamos
diversificación de sus fuentes de bene- decir que asistimos a una nueva revo-
ficios: alquiler de salas, tiendas, socios lución de los museos norteamericanos.
capitalistas para la gestión de restauran- Sin lugar a dudas la crisis ha afectado
tes o contratación privada para las ex- negativamente al funcionamiento de los
posiciones. museos, pero también les ha obligado a
Jacques Attali cree que las tecno- replantearse su misión, el desarrollo de
logías representan una de las grandes sus colecciones y sus estrategias de co-
tendencias ineludibles. En su opinión: municación. A este respecto, las nuevas
«La crisis provoca nuevos desafíos para tecnologías podrían permitir a los mu-
los museos, como la ecología, la gra- seos la creación de nuevas formas de di-
tuidad (tendencia muy en boga) y el fusión de sus colecciones, exposiciones
compromiso con los visitantes. ¿Volve- y de los programas de interpretación.
rán los museos del día de mañana al En ese mismo espíritu, los programas
concepto que se tenía en el siglo XIX de formación en museología deberán
en los países occidentales de un mu- replantear la formación de los jóvenes
seo vivo: taller, lugar de expresión, de museólogos norteamericanos. Por ejem-
sociabilidad y de animación (concier- plo, la museología ya no se puede di-
tos, expresiones animadas...)? La crisis sociar de la enseñanza del patrimonio,
terminará algún día, pero los museos, porque ahí se encuentra una de las
seguirán estando ahí»14. cuestiones fundamentales de la cultura.

14
París, 19 de junio de 2009. Encuentros anuales
del ICOM. La comunidad museística mundial
reflexiona acerca de soluciones para salir de la
crisis.
http://icom.museum/release.june2009_fr.html Figura 3. Museo de la Civilización, Québec. Foto: Claude Gagnon. © Wikimedia Commons.

66
De la misma manera, deberán abrirse a Bibliografía
las nuevas tecnologías que ocupan una
función principal en los museos. Hoy en BAZIN, G. (1967): Le temps des musées, LEVIN, A. K. (2007): Defining Memory.
día, muchas colecciones de arte contem- Liège- Bruxelles, Desoer. Local Museums and the Construction of
poráneo, como las obras de arte mediá- History in America’s changing commu-
ticas, están basadas en soportes digita- BERGERON, Y., y DUMAS, S. con la nity, Altamira Press.
les. Las próximas reservas de los museos colaboración de CARDINAL, G., y THI-
serán virtuales. Los servidores informáti- BAULT, M.ª T. (2007): État des lieux du NORA, P. (2002): «Préface», Amérique
cos ofrecerán nuevos espacios de con- patrimoine des institutions muséales et française l’aventure, Montréal, Fides.
servación. Las redes sociales en Internet des archives. Cahier 3. Les institutions
forman parte de la vida de los museos. muséales du Québec, redécouverte d’une POMIAN, K. (1987): Collectionneurs,
En definitiva, pronto deberíamos ver réalité complexe, Québec, Observatoire amateurs et curieux, Paris, Gallimard.
surgir un nuevo modelo de museo. Una de la Culture et des Communications du
cosa es cierta, los próximos meses serán Québec <www.stat.gouv.qc.ca/observa- POULOT, D. (1997): Musées, nation, pa-
cruciales porque los cambios, al igual toire> [16 de noviembre de 2009]. trimoine 1789-1815, Paris, Gallimard.
que en la industria automovilística ame-
ricana, podrían acelerarse debido a la BERGERON, Y. (Dir.) (2005): Musée et mu- ROUTHIER, Ch. (2009): «La fréquenta-
urgencia de salvaguardar las institucio- séologies. Nouvelles frontières. Essais sur les tion des institutions muséales au Qué-
nes que participan en la definición de tendances, Québec-Montréal, Musée de la bec en 2008», Statistiques en bref, 51,
la cultura y de la identidad norteame- civilisation- Société des musées québécois. Québec, Observatoire de la culture et
ricana. ¿Invertirán los gobiernos tanto des communications du Québec: 4.
dinero como en la industria automovilís- FEEST, Chr. (Dir.) (2007): Premières
tica? Probablemente no, pero sigo sien- nations, collections royales: Les Indiens SCHWARZER, M. (2006): Riches, Rivals &
do muy optimista porque la economía des forêts et des prairies d’Amérique du Radicals. 100 years of Museums in Ame-
patrimonial no puede pasarse por alto, Nord, Paris, Musée du quai Branly. rica, American Association of Museums.
ya que contribuye a la cohesión social.
LEON, W., y ROSENZWEIG, R. (ed.) VODDE’, Chr., y DYCK, I. (2006): Un
(1989): History Museums in the United monde en soi. 150 ans d’histoire du Mu-
States. A critical assessment, Urbana and sée canadien des civilisations, Gatineau,
Chicago, University of Illinois Press. Musée canadien des civilisations: 2-13.

67
La Europa
Giovanni Pinna
del sur y sus museos:
Istituto Italiano di Studi Museologici
Milán el caso de Italia
Giovanni Pinna (Turín, 1939) ha sido Resumen: El artículo analiza las causas ving that the way museums are being
durante muchos años director del Museo históricas de la organización museística managed in North America is potentially
di Storia Naturale di Milano, presidente del italiana e ilustra la actual política cultu- less efficient than here in Europe.
ICOM Italia entre 1994 y 2004 y miembro ral del Estado italiano que se caracteriza
del Executive Council desde el año 2001 al
por la acusada tendencia a la privatiza- Keywords: Italy, Museums, Privatiza-
2004. En 1999 fundó la revista Nuova
ción de la actividad museal y a la comer- tion, Economy, Economic Crisis, Me-
Museologia, de la que es director, y la
Associazione Italiana di Studi Museologici.
cialización de la gestión del patrimonio. thods of managing museums.
En 2002 fundó el International Committee Asimismo el artículo evidencia las po-
Historic House Museums del ICOM del sibles influencias negativas de una ges-
que fue su primer presidente. En los tión privada de las instituciones museís- La museología italiana tiene una larga
últimos años ha centrado su actividad en ticas sobre el crecimiento cultural de la tradición histórica que se remonta a
numerosos proyectos museológicos entre sociedad y sobre una gestión realmente aquel extraordinario periodo de innova-
los que destacan el Museo Nacional de democrática del patrimonio. Por último ciones intelectuales y de grandes pro-
Damasco (2002), el Museo Nacional de resalta cómo la crisis está demostrando ducciones artísticas que fue el Renaci-
Irán en Teherán (2004), el Museo de que el modelo de gestión de museos miento italiano. Puede incluso decirse
Historia de Shaanxi en Xi’An (2002) y
norteamericanos es potencialmente más que la idea de museo como máquina
el Museo etnográfico-naturalístico de
débil que el modelo europeo. cultural nació en Italia, desde donde se
Campo Grande en Brasil (2005).
En 2009 ha realizado el plan museológico
difundió por toda Europa a partir del
del Museo Egipcio de El Cairo. Palabras clave: Italia, Museos, Priva- siglo XVIII (Binni y Pinna, 1980). A los
tización, Economía, Crisis económica, estudiolos de los príncipes italianos, na-
giovanni@pinna.info
Modelos de gestión museística. cidos a caballo entre el Quattrocento y
el Cinquecento a modo de colecciones
Abstract: This article looks into the de curiosidades relegadas en los pala-
historic causes of the organization of cios de poder –como el studiolo de Fe-
museums in Italy, as well as describing derico de Montefeltro en Gubbio, encar-
Italy’s current cultural policies, which gado en 1476, el de Isabella d’Este en
at the moment are being characterised Mantua realizado en torno a 1490, o el
due to a tendency to privatise Italy’s de Francisco I de Medici en Florencia
museums as well as the commercializa- completado en torno al 1570– le sigue
tion of the management of Italy’s cultu- a partir de la primera mitad del Cinque-
ral heritage. This article also highlights cento una nueva forma de institución
the possible negative influences concer- cultural a través de la cual la acción de
ning museum’s private management, of coleccionar, dictada ya no sólo como
society’s growing culture and of a real una simple curiosidad, se convertía en
Figura 1. Una de las salas del Museo di Palazzo democratic management of the cultural un instrumento de conocimiento del
Abatellis (Palermo) tras la adecuación de Carlo heritage. Lastly this article also takes a mundo y de producción del saber. Con
Scarpa en la primera mitad de los años cincuenta. look into how the credit crunch is pro- las colecciones ya abiertas a los estudio-

68
69
sos, y por tanto convertidas en colec- de los estados que han compuesto, al-
ciones públicas, de Francesco Calzolari gunos durante siglos, las teselas de este
y de Ludovico Moscardo en Verona, de mosaico: el Reino de las dos Sicilias,
Ulisse Aldrovandi en Bolonia, de la fa- el Gran Ducado de Toscana, los Duca-
milia Grimani en Venecia, de Ferrante dos de Parma y Módena, la República
Imperato en Nápoles y de Michele Mer- de Génova son estados generadores de
cati en Roma –que tomará el nombre de cultura y de patrimonio cultural por su
Metallotheca Vaticana– se puede decir fuerte identidad y han exportado a Eu-
que ha nacido el museo moderno. Esta ropa arquitectos, artistas, humanistas y
nueva forma de institución cultural se estilos de vida. Con la guerra de la Inde-
difunde y consolida a partir del siglo si- pendencia del siglo XIX, la nación italia-
guiente: surgen museos en Milán gracias na ha heredado estos patrimonios, y el
a la pasión de Manfredo Settala (1622) y hecho de haber heredado y no creado
en Bolonia por voluntad de Ferdinando aquello que es hoy el patrimonio de la
Cospi (1624), en Roma, Athanasius Kir- nación ha hecho imposible amalgamar
cher funda su museo en el palacio del las diversas almas de la península en un
Collegio Romano (1651), hasta la apari- complejo unitario y crear una profunda
ción, en la segunda mitad de Settecento, identidad nacional.
del Museo Pio-Clementino, que incluye Debo decir que habría sido una tarea
la colección previa de Julio II, núcleo casi imposible lograr sustituir la heren-
originario de lo que hoy son los Museos cia cultural de los estados preunitarios
Vaticanos. –con fuertes raíces en el territorio– por
Me parece que esta tradición, de la la nueva idea de nación, extraña a am-
que sólo he señalado los puntos esen- plios estratos de la población, salvo a
ciales, es difícil de mantener por una na- través de una política que, por un lado
ción que posee el 60% o el 65% del pa- intentara erradicar la identidad local,
trimonio artístico de la humanidad, pero y que además encomendara al estado
que no puede contar con los recursos central la gestión de los bienes hereda-
económicos ilimitados necesarios para dos y de su significado simbólico.
su mantenimiento ni con una tradición Por lo tanto, a la nueva Italia uni-
de unidad nacional indispensable para ficada sólo le quedaba intentar dirigir
su custodia. Precisamente la ausencia autocráticamente la organización de la
de esta tradición, no alimentada duran- nación a través de la descomposición de
te los ciento cincuenta años de unidad las antiguas realidades políticas. De esta
por un esfuerzo de «idealización nacio- manera, el recién nacido Reino de Italia,
nal» del patrimonio cultural, hace que en para afirmarse como entidad simbólica,
el ánimo de los italianos no exista hoy además de política, tuvo que destruir
un concepto de patrimonio «italiano» en metafóricamente los símbolos de los
sentido «nacional», sino que cada uno estados preexistentes, con la intención
se identifique con el propio patrimo- de sustituirlos con otros símbolos de la
nio local cuyas raíces son tan antiguas nueva nación. Mientras que lo primero
como las del estado unitario, con todas se logró totalmente, lo segundo fracasó.
las consecuencias que esto conlleva a Obviamente, la destrucción de los sím-
la hora de organizar la tutela y gestión bolos de las diversas Italias preunifica-
de las instituciones culturales, entre las das no fue una destrucción física sino
que se encuentran, naturalmente, los que consistió en la «desimbolización»
museos. del patrimonio de los antiguos estados,
Esta identidad local de los italianos, que fue realizada tanto a través de una
a menudo más fuerte que la reciente diáspora de los bienes –un cambio de
1
Me referí por primera vez al significado
identidad nacional, tiene raíces histó- ubicación de los objetos que se centró
político de la diáspora de bienes culturales
de las casas históricas italianas en una
ricas y culturales que se fundamentan sobre todo en las colecciones de las an-
intervención durante el Congreso «Abitare la en el mosaico político de la península tiguas casas reinantes–, como a través
storia», celebrado en Génova entre el 20 y 22 italiana, pero sobre todo en la vivaci- de la centralización de la gestión del
de noviembre de 1997. dad intelectual y cultural de cada uno patrimonio cultural a nivel estatal1. Una

70
centralización que fue realizada estable- museos estatales de los museos loca-
ciendo un derecho de posesión del Es- les no es sólo su misión cultural o la
tado sobre el patrimonio de los estados calidad y el volumen de su producción
preunificados y un estrecho control del científica, sino el modo con el que di-
territorio nacional, lo que desembocó en chas acciones se llevan a cabo, la diver-
una red de oficinas periféricas del Esta- sa profesionalidad de quien actúa en los
do a modo de departamentos provincia- dos sectores museísticos y sobre todo su
les, las Soprintendenze, encargadas de la diferente relación con la comunidad.
tutela del patrimonio y con competencia Esto introduce la segunda caracterís- Durante años los museos del
no sólo sobre los objetos y colecciones tica de la museología italiana: una de- Estado han sido considerados
convertidas en propiedad del Estado, pendencia tan estrecha de los museos almacenes abiertos al público,
sino también sobre el patrimonio pro- del Estado de la sopraintendenza que
con horarios ridículos,
piedad del municipio, y en gran medi- sitúa su organización profesional y su
da también del ámbito privado. Los in- actividad tan lejos de la naturaleza de sin actividades didácticas,
muebles y las colecciones principescas, las instituciones museísticas, que se po- incapaces de comunicarse
estas últimas ya visitables y concebidas dría decir paradójicamente que la ma- con el público, y carentes
como propiedad del pueblo sobre todo yor parte de los museos italianos ni son de una política de adquisiciones
tras la invasión napoleónica, se convir- museos, ni reúnen las características ni salvo la derivada del control
tieron en propiedad del Estado, lejos de la finalidad museística, como parece de-
del territorio de cada
las comunidades que habían participado mostrar el hecho de que la definición de
en muchos casos en su formación. Esta «museo» referida a las instituciones del superintendencia
centralización de la propiedad y sobre Estado se introdujera en la legislación
todo de la gestión condujo a un distan- italiana en 19993.
ciamiento de los ciudadanos del propio Esta total subordinación de los mu-
patrimonio cultural e inevitablemente a seos a las soprintendenze hace que los
la exaltación de la materialidad de los museos estatales, entre los que se en-
objetos en relación con su significado, cuentran las instituciones museísticas
a la transformación de un complejo de de mayor prestigio y riqueza, no hayan
fuerte valor simbólico en un conjunto de podido gozar jamás de una autonomía
simples objetos en los que prevalece la económica y de gestión. Museos como
materialidad, el valor banal o la expre- los Uffizi, el Museo Arqueológico de
sión artística2, es decir, a la transforma- Nápoles, la Galería de la Academia de
ción de los «patrimonios» en «bienes cul- Venecia, o la Brera en Milán (y también
turales», término con el que aún hoy se los «Polos Museísticos» de Florencia,
designa en Italia el patrimonio cultural. Venecia, Roma y Nápoles4), nunca han
La complicada historia del patrimo- tenido su propio personal más que el
nio cultural italiano que he descrito bre- enviado por la dirección de su superin-
vemente hace comprensibles las carac- tendencia, ni su propio director, siendo
terísticas particulares de la museología este cargo una prerrogativa del super-
italiana. intendente, ni tampoco autonomía ad- 2
El significado de conjunto simbólico que se
La primera es la clara separación de ministrativa. Por eso no sorprende que atribuye al patrimonio cultural está implícito
los museos del Estado, gestionados de el Estado no se haya encargado nunca en la palabra francesa patrimoine y en el uso
forma centralizada por el Ministero dei de la formación profesional de los mu- inglés del término heritage (Pinna, 2001).
beni e delle attivittà culturali, de los mu- seólogos ni de su reconocimiento pro- 3
Art. 99 del Texto Único del 29 de octubre
seos pertenecientes a entidades locales fesional. Esto ha llevado a consecuen- de 1999 que define «museo» como una
–sobre todo municipales y provinciales– cias desastrosas en lo que se refiere a estructura organizada para la conservación,
valorización y disfrute público de colecciones
que dependen de las administraciones la relación entre el patrimonio y los
de bienes culturales.
regionales en lo relativo a la normativa y ciudadanos: durante años los museos 4
Los «polos museales» fueron creados por
líneas de gestión y cuya existencia pue- del Estado han sido considerados alma- decreto ministerial en diciembre de 2001 y
de interpretarse como una exigencia de cenes abiertos al público, con horarios consisten en la asociación de los museos del
independencia cultural de muchas co- ridículos –hasta principios de los años Estado de un determinado territorio bajo una
munidades, sobre todo de las regiones noventa los museos cerraban los días única soperintendencia, lo que no supone
septentrionales y centro-septentrionales festivos a las 13 horas–, sin actividades ningún cambio respecto a la subordinación
de la península. Lo que diferencia los didácticas, incapaces de comunicarse de los museos a los organismos de tutela.

71
Figura 2. Galleria dell’Accademia (Florencia).

con el público, y carentes de una polí- la típica de la superintendencia, cuyo los propios museos. Una situación feliz,
tica de adquisiciones salvo la derivada optimum se alcanza con el cierre total todavía más feliz en algunas zonas de
del control del territorio de cada super- del patrimonio cultural al público, y la Italia tras la institución de las regiones,
intendencia. El vínculo entre la super- función de difusión cultural típica del que por primera vez han promulgado
intendencia y el museo no podía ser museo, cuyo optimum está representa- leyes en materia de museos en nuestro
menos productivo en términos cultura- do por el disfrute más amplio posible país5.
les, ya que cada institución tiene una por parte del público (Pinna, 1996). Por último, una tercera y peculiar
finalidad diversa: de tutela y control la Sin embargo, los museos depen- característica de la museología italia-
primera, y de producción cultural y co- dientes de administraciones locales han na, estrechamente ligada a la historia
municación la segunda. De esta mane- gozado de una condición diversa, cuyos de este país, es la ausencia de museos
ra el personal de los museos estatales, estatutos de fundación y sus reglamen- nacionales centrales paragonables al
inmerso en el papel de las superinten- tos han garantizado un estatus museal Louvre, al Prado o al British Museum,
dencias de desarrollar tareas de control –aunque no una personalidad jurídica acompañada sin embargo de una serie
del territorio, y no especializado en la y por lo tanto autonomía de gestión de importantes museos, que se otor-
gestión museística, durante años se ha respecto a la entidad propietaria– y gan cada uno el título de «nacional»,
situado esquizofrénicamente entre dos una plantilla compuesta por directores, que por un lado reflejan la distribu-
funciones opuestas: la función de tute- conservadores y técnicos, formados en ción territorial del patrimonio cultural,

72
Figura 3. Patio de entrada de la sede de Rovereto del Museo d’Arte Moderna e Contemporanea di Trento e Rovereto (MART), construida en el año 2002 a partir
del proyecto del arquitecto Mario Botta.

y por otro, representan la materializa- cusa, Agrigento, Tarquinia, Aquileia,


ción de la política cultural ministerial. Adria, Metaponto, Paestum... tienen su
Es ejemplar el caso de los museos ar- museo dedicado a conservar y expo-
queológicos: como dependen de las ner el patrimonio arqueológico de la
superintendencias territoriales, y como región o del lugar.
estas son órganos ministeriales, cada Si Italia no posee un Louvre o un
museo arqueológico tiene el derecho Metropolitan se debe a que su rique-
de atribuirse el título de «Museo Ar- za se expande por todo el territorio
queológico Nacional», sin que formen, nacional, desde la grandes ciudades a
por otra parte, una red coordinada; de los pequeños centros: una riqueza que
esta manera los museos arqueológicos puede ser gestionada desde Roma pero
nacionales existen en cada región de que no puede ser centralizada ni des-
Italia, en grandes y pequeñas ciuda- plazada ya que en cada región italiana
des y en las principales localidades ar- persiste una estrecha relación entre la
queológicas de la península: Nápoles, comunidad local y su patrimonio. Por 5
La primera ley de museos se promulga en la
Florencia, Venecia, Cagliari, Parma, esta razón una norma no escrita de la región de Lombardía (Ley Regional 39,
Matera, Ferrara, Perugia, Chieti, Sira- política cultural italiana establece que 12 de julio de 1974).

73
Figura 4. Museo Piaggio, realizado en el año 2000, cerca de la Fabbrica di Pontedera (Pisa) donde se
fabricaba la célebre Vespa. Es un clásico ejemplo italiano de «museo d’azienda».

el patrimonio cultural procedente de Este retraso, realmente excesivo6, habría


un determinado territorio deberá expo- sido comprensible si se hubiera llegado
nerse en el museo de ese mismo terri- a elaborar un concepto unitario de pa-
torio. A esto se debe, por poner sólo un trimonio nacional, si se hubiera podido
ejemplo, la exposición de los célebres hacer convivir en él las particularidades
Bronces de Riace –recuperados en la y especificidades que la herencia cultu-
costa calabresa– en el museo de Reggio ral había asignado a los estados preuni-
Calabria, aunque constituyan sus úni- tarios y a armonizar en una sola ley la
cas obras relevantes. normas impuestas al pueblo para su tu-
Con la intención de destruir y cen- tela. Al contrario, la primera ley de pro-
tralizar, más que construir y comuni- tección del patrimonio de 1902 y la pos-
car, el Estado italiano empleó más de terior del año 1909 representan la peor
cuarenta años a elaborar una ley de elección que pudo hacer el gobierno,
protección válida para todo el territo- centralizando los poderes en manos del
6
Italia fue la última entre las naciones europeas
rio nacional; cuarenta años durante los Estado y extendiendo su poder absoluto
en organizar la tutela del patrimonio nacional:
Grecia lo había hecho ya en dos ocasiones, en
cuales el territorio, desprovisto de una por el territorio a través de un control
1834 y 1899; Suecia en 1867, Austria en 1873, normativa de protección, era expoliado de tipo centralista, y provocando una
Hungría en 1881, Inglaterra en 1882 con el por coleccionistas, estudiosos y anticua- verdadera expropiación del patrimonio
Ancient monument protection Act, Finlandia en rios a favor del enriquecimiento de los de las comunidades italianas; expropia-
1883, Francia en 1887 y Portugal en 1898. grandes museos italianos y de ultramar. ción física, patrimonial, pero sobre todo

74
intelectual y científica, que fue en gran anticentralizadoras, y las críticas que la
medida responsable de las excavaciones sociedad italiana dirigía cada vez con
clandestinas, de las exportaciones ilíci- más frecuencia a la organización mu-
tas, del ocultamiento de obras y objetos seal del Estado, debido también a una
arqueológicos que han caracterizado la creciente percepción de la realidad no
historia del patrimonio cultural italiano. italiana gracias al desarrollo del turismo,
En ninguna de las dos leyes se men- obligaron a promover nuevas posibilida- El concepto de «valorización»
cionaron los museos, salvo para estable- des de acción y de desarrollo para los surgido en el panorama político
cer que su visita debía estar subordinada museos del Estado. El ministro del mo-
cultural italiano era fruto de una
al pago de una «tasa de ingreso». Tam- mento, el periodista Alberto Ronchey,
poco aparecían en la posterior ley de hizo aprobar una serie de normas que visión minimalista de la función
1939 firmada por el ministro fascista de por primera vez permitían a los museos del papel del patrimonio cultural
cultura, Guiseppe Bottai, en la que se estatales dotarse de los denominados y de los museos. De hecho,
reafirmaba el rol de «gran protector» del servizi aggiuntivi. Al mismo tiempo, es- se entendía por «valorización»
Estado, y el papel subordinado de los tableciendo derechos de reproducción lasimple posibilidad de disfrute
museos estatales. Durante la posguerra para las colecciones de los museos esta-
de los bienes culturales por parte
la ley Bottai fue el dictado fundamen- tales, la ley incluía la idea de una posible
tal en materia de gestión del patrimo- rentabilidad de la gestión de los museos del público, gracias a una mayor
nio cultural al que se adaptaron todos y del patrimonio cultural. En sustancia, accesibilidad de los museos a
los ministros de la República, y generó el ministro Ronchey, consciente de la través de la creación de servicios
un casi total desinterés por los museos diferencia existente entre la situación educativos, áreas de acogida, de
estatales que, inmersos en un bucle bu- museística europea y anglosajona y la restauración y oferta comercial;
rocrático alimentado por la falta total de museología italiana, permitía a los mu-
nada que ver, por lo tanto, con el
independencia, no estaban en condicio- seos abrir cafeterías, librerías, mejorar el
nes de asumir la organización y desarro- servicio de venta de entradas y la oferta estudio, la creación de patrimonio
llar las funciones que habían adquirido didáctica, adoptar horarios de apertura cultural y la difusión del saber
los museos de gran parte de los países más decentes que en el pasado, accio- que el museo debería realizar
occidentales. A pesar de la rápida indus- nes a favor del público recogidas en el para cumplir su función social
trialización de la sociedad italiana, con término ministerial de «valorización». Se y cultural
sus profundas modificaciones en la es- necesitaron años antes de que esta re-
tructura social del país, el paralelo creci- volución tomara consistencia, debido a
miento cultural de la población requería la complicación de los sistemas de adju-
también cambios sustanciales en el cam- dicación de las concesiones estudiadas
po de la cultura. Incapaces de incidir so- por las incansables mentes ministeriales
bre la granítica organización burocrática italianas. Sin embargo, se superaron las
y centralista del Estado en términos de dificultades gracias sobre todo al poten-
gestión del patrimonio, las comunidades te impulso de los grupos privados que
de las áreas más avanzadas del país de- emergieron, dispuestos a beneficiarse
dicaron mayor atención a las institucio- de estos «servicios adicionales». Vencido
nes culturales territoriales. Al principio el tradicional recato de los museos para
de los años setenta las Istituzione delle dirigirse al público, se abre así un nuevo
Regioni como centros administrativos frente: empresas privadas comenzaron a
y legislativos, marcaron un momento presionar para asegurarse la gestión de
crucial en los museos locales que, so- los servicios de los museos, considera-
bre todo en las regiones septentrionales, dos una nueva fuente de ingresos. Por
gracias a una serie de leyes específicas, su parte el Estado vio en esta oferta del
asumieron gradualmente un estatus or- sector privado la ocasión de abandonar
ganizativo y profesional muy próximos a una parte de su compromiso económico
los dictados por el ICOM: desarrollo de (y organizativo) respecto a la gestión del
las actividades científicas y educativas, patrimonio. Como era imposible confiar
atención al público y estrecha relación la protección del patrimonio a la gestión
con el territorio. privada, el Estado separó difusión y tu-
A principio de los años noventa esta tela como si en la gestión del patrimo-
«revolución» regional con sus tendencias nio cultural estas dos acciones no fueran

75
complementarias e interdependientes: el ción, la parte económicamente rentable
Estado confió al sector privado la difu- de estas instituciones, mientras que se
sión, pero se quedó con la salvaguarda reservó para sí la tutela del patrimonio,
y el control territorial del patrimonio7. que supone por su propia naturaleza un
El concepto de «valorización» surgido importe negativo.
en el panorama político cultural italiano Con la aparición del concepto de
era fruto de una visión minimalista de la valorización, el Estado y las Administra-
El Código de Bienes función del papel del patrimonio cultu- ciones públicas empezaron a considerar
Culturales es un conjunto de ral y de los museos. De hecho, se enten- el patrimonio como una posible fuente
viejas y nuevas normas que día por «valorización» la simple posibili- de ingresos: los museos podían alquilar-
introduce pocas novedades y dad de disfrute de los bienes culturales se, conceder su gestión, ser propuestos
por parte del público, gracias a una ma- como lugares para celebrar banquetes o
continúa con la política
yor accesibilidad de los museos a través promociones comerciales o como vitri-
iniciada por los gobiernos de la creación de servicios educativos, nas para las fundaciones bancarias. Se
precedentes de la República, áreas de acogida, de restauración y ofer- pidió a las instituciones culturales que
que había estado marcada ta comercial; nada que ver, por lo tanto, se introdujeran en la lógica del merca-
por las teorías de la con el estudio, la creación de patrimo- do y produjeran una rentabilidad directa
economía de la cultura nio cultural y la difusión del saber que en términos económicos8. Se estudió la
el museo debería realizar para cumplir consecuencia lógica de adoptar las ideas
su función social y cultural. Por lo tan- de la economía de la cultura, que a par-
to, el concepto de «valorización» asume tir de los años noventa se desarrollaron
inmediatamente una fuerte connotación en muchas universidades italianas, cuyo
económica y anima a buscar soluciones punto central era el intento de transfor-
alternativas a las hasta ahora adoptadas mar los símbolos de la memoria históri-
en la gestión de los museos; al mismo ca y de la esencia cultural de la sociedad
tiempo la óptica exclusivamente comer- italiana en bienes de consumo.
cial con la que se vio la «valorización» La razón principal adoptada para
trasladó el debate sobre el potencial de justificar la privatización de los servicios
las instituciones culturales hacia térmi- públicos fue la búsqueda de una mayor
nos económicos. Por eso, en vez de re- eficiencia y de una mayor economía
organizar los museos para que pudieran de gestión que deberían suponer una
desarrollar, junto a las funciones socio- ventaja para los ciudadanos. Respecto
culturales, el papel de mediador entre a los museos, el Estado italiano que ha
protección y valorización, se prefirió demostrado ampliamente en el pasado
separar las dos acciones, siguiendo la su incapacidad de crear estructuras fun-
costumbre de políticas culturales basa- cionales, rentables en el plano cultural,
das sólo en conceptos de propiedad y capaces de una gestión prudente de los
protección y en la reducción del papel recursos económicos y del personal, im-
social de los museos y del patrimonio. pide superar tal incapacidad, delegando
La separación entre protección y valori- en la empresa privada, considerada más
zación fue una anomalía ya que desde ágil y eficiente, haciendo gala de la po-
un punto de vista cultural las dos accio- sibilidad de una amplia rentabilidad de
nes son inseparables; en cuanto a la va- estas instituciones.
lorización, entendida como producción Desgraciadamente la situación de la
de cultura, no puede existir sin una tu- rentabilidad de la cultura en general, y de
tela, mientras la salvaguarda se justifica los museos en particular, no es la que ha
7
La privatización de la tutela del patrimonio si tiene como finalidad la valorización sido frecuentemente proyectada por los
está prohibida por la Constitución italiana
y no la conservación de un patrimonio economistas. El museo es una empresa
que en su artículo 9 dice: «La Republica
que, fuera del mercado, no tiene nin- que posee tantos sectores no rentables
promueve el desarrollo de la cultura y la
investigación científica y técnica. Tutela
gún valor económico. Además esta se- que puede aproximarse a un balance
el paisaje y el patrimonio histórico y artístico paración conduce a una de las enési- equilibrado sólo si renuncia a sus funcio-
de la Nación». mas paradojas del saldo administrativo nes culturales fundamentales, se supri-
8
Sobre la mistificación del museo-empresa, ver de lo público: el Estado transfirió a la men las actividades improductivas, como
Pinna (2002: 4). empresa privada, además de la valoriza- el estudio científico y la comunicación

76
Durante los años noventa y princi-
pios del siglo XXI se han sucedido al-
teraciones frecuentes en la estructura
ministerial con la creación de soprin-
tendenze speciali, de poli museali, de
supersoprintendenze, con la confusión
de superintendencias, y con numero-
sos cambios del nombre del Ministerio
de Cultura; cada ministro de cultura ha
reorganizado su ministerio: en 1998 se
produjo la reorganización del ministro
Veltroni, en el año 2000 la del ministro
Melandri, en 2004 se promulgó el Có-
digo de Bienes Culturales del ministro
Urbani, y en 2008 el ministro Rutelli
modificó la organización del ministe-
rio, a la que siguió en 2009 una re-
forma firmada por el ministro Bondi.
Estos frecuentes cambios han genera-
do una fuerte inestabilidad psicológica
entre el personal ministerial de nivel
científico, que ha permitido ceder ma-
yor espacio a la empresa privada en la
Figura 5. La Loba Capitolina expuesta en una sala de los Musei Capitolini (Roma). gestión del patrimonio nacional y ha
justificado la progresiva liberación del
Estado de la obligación de gestionar
tal patrimonio.
cultural, y tiende en todo caso a un mo- el crecimiento cultural de la sociedad es En el año 2004 el ministro Giovanni
delo intermedio entre el centro comercial un elemento fundamental del desarrollo Urbani promulgó el Código de Bienes
y el Luna Park. Sin embargo, a pesar de económico. Culturales, que representa todavía hoy
que la rentabilidad directa de un museo Ni la economía inducida, ni la renta- el último esfuerzo legislativo de cierto
que conserve todas sus funciones es irri- bilidad derivada del incremento de pres- peso del Estado italiano en términos
soria y no cubre ni una mínima parte de tigio de una nación pueden fomentar la de política cultural (Cassanelli y Pinna,
los costes de gestión, estas instituciones intervención económica de grupos priva- 2005). El Código es un conjunto de vie-
son por el contrario importantes catali- dos en los museos, ya que la economía jas y nuevas normas que introduce po-
zadores para las economías locales. La inducida no constituye una fuente de cas novedades y continúa con la política
presencia de un museo en una ciudad beneficios, dado que las ganancias se re- iniciada por los gobiernos precedentes
es un reclamo de gente que alimenta la parten entre empresas distintas al gestor de la República, que había estado mar-
economía local al utilizar restaurantes, del museo; por lo tanto, el crecimiento cada por las teorías de la economía de
transportes, hoteles... Pero tales activida- de la reputación y de la cultura social la cultura. Estas habían identificado en
des económicas son peligrosamente ines- están demasiado alejadas de los intere- la gestión del patrimonio y de las ins-
tables porque dependen de los vaivenes ses inmediatos de un grupo privado que tituciones culturales un gran depósito
de la moda y de poderes externos al te- sólo busca en la cultura una rentabilidad de riqueza para el país, cometiendo sin
jido económico local (Pinna, 2004: 3-10). inmediata (Pinna, 2000: 3-6). La rentabili- embargo un error. En efecto, en la ma-
Sin embargo, existe un tercer tipo de ren- dad y el crecimiento cultural del país de- yor parte de los casos tales teorías no
tabilidad de los museos y, en general, del ben, por el contrario, interesar al Estado, consideraban el patrimonio como un
patrimonio cultural: se trata de la ventaja que en su función de organizador de la objeto unitario, a gestionar con una po-
económica que supone a un país el cre- política económica nacional tiene el inte- lítica general en grado de organizar las
cimiento cultural de la sociedad y el au- rés de mantener el control de las institu- relaciones entre todos los componentes,
mento de prestigio en comparación con ciones que contribuyen, aunque sea sólo rentables y no rentables, como turismo,
otros países. De hecho, es indudable que parcialmente, al crecimiento económico uso social, recursos territoriales..., sino
la competencia cultural de una nación es de la nación. Por lo tanto, sería lógico que lo subdividían en microunidades
un motor importante para el desarrollo que el Estado rechazara la privatización productivas –los museos, sitios arqueo-
de los intercambios comerciales y que de las instituciones culturales. lógicos o monumentos– cada uno de las

77
Figura 6. Galería del Museo d’Arte Orientale Edoardo Chiossone (Génova). Se trata de un museo creado a partir de la colección adquirida por el pintor Edoardo
Chiossone durante su larga estancia en Oriente.

cuales era valorado aisladamente. El fi- las instituciones museísticas, entendida ción como cesión de bienes culturales y
jar la atención sobre las ganancias o las como la transferencia de los bienes e in- sus estructuras y privatización de la ges-
pérdidas de estas pequeñas microunida- fraestructuras de propiedad pública a la tión de servicios relativos al patrimonio,
des no ha permitido cuantificar la ren- propiedad privada, pero se inclina hacia no produjeran los mismos efectos sobre
tabilidad global del patrimonio cultural el posible ingreso de lo privado en la la sociedad.
italiano ni de sus estructuras. Se perdie- gestión de los bienes culturales y de las En efecto, con la transferencia de la
ron en los detalles y no se dio impulso instituciones encargadas de su conserva- gestión de bienes e instituciones cultu-
a una política global en pos de promo- ción y disfrute público. Abre una puerta, rales al sector privado, la Administración
ver el crecimiento del valor económico como por otro lado habían hecho algu- pública no sólo transfiere la responsabi-
del patrimonio. El considerar la realidad nas actas legislativas, a la posibilidad de lidad del funcionamiento de un servicio
cultural como unidades productivas ais- conceder a empresas privadas la gestión público, cuantificable en modelos em-
ladas ha impulsado la privatización y de las instituciones relacionadas con presariales, sino que delega funciones
justificado su aplicación. el patrimonio –museos, monumentos, que implican un fuerte impacto social.
El Código de Bienes Culturales no sitios arqueológicos– y su explotación De hecho es necesario recordar que el
ha propuesto en ninguno de sus artícu- económica. Esto impediría hablar de pri- patrimonio cultural se compone de dos
los la privatización del patrimonio y de vatización, si las dos acciones, privatiza- partes: por un lado, los objetos físicos,

78
con su valor estético y económico, y (gestión de la librería, de la consigna, de ha facilitado aún más la entrada del
por otro lado, los significados simbóli- la taquilla, del restaurante y del guarda- sector privado en la gestión del patri-
cos que estos objetos han acumulado a rropa), ha confiado a la empresa privada monio cultural: «La República favorece
lo largo de la historia, que en conjun- la comunicación de los museos y le ha y sostiene la participación de sujetos
to constituyen la memoria, identidad y privado de su función educativa. A través privados, individuales o asociados, en
conciencia de la sociedad. Ahora bien, de concursos de concesiones poco selec- la valorización del patrimonio cultural»
estos significados simbólicos los crea la tivos en términos de calidad y a través según el Código (art.6.3), entendiendo
propia sociedad a través de una serie de de un mecanismo perverso y sutilmente por valorización «el ejercicio (...) y la
acciones que se desarrollan dentro de burocrático que prevé que un solo su- disciplina de las actividades destinadas a
las instituciones culturales. Por lo tanto, jeto acapare todos los servicios del mu- promover el conocimiento del patrimo-
ceder al sector privado la gestión de es- seo, y puesto que la actividad educativa nio cultural...» (art. 6.1).
tas instituciones equivale a delegar en se considera un servicio adicional, se ha La entrada de las empresas privadas
empresas privadas la formación de la arruinado un sector delicado, el de la en la gestión de los museos, a través del
memoria y de la identidad colectiva. En didáctica de los museos, encargado de nacimiento de la sociedad de servicios,
lo que se refiere a los efectos que tiene transmitir a los jóvenes el significado y a menudo unidas a potentes grupos edi-
sobre la sociedad, el resultado de este los valores del patrimonio. A menos que toriales o políticos, el apropiarse de las
tipo de «cesión» es por tanto idéntico a después se intente reparar esto, creando normativas destinadas a las repetidas
aquel que se obtendría con la cesión de en el Ministerio de Bienes Culturales un reorganizaciones de la máquina ministe-
objetos materiales del patrimonio. Ade- «Centro de servicios educativos y del te- rial, los acuerdos redactados por el Esta-
más, como no cabe duda de que la crea- rritorio» con la intención de organizar a do con las organizaciones de los empre-
ción del patrimonio (y la modificación nivel estatal la didáctica museística. sarios, y las poderosas intervenciones de
de sus significados a lo largo del tiem- En el año 2003 (Ley 291, de 16 de los bancos a través de sus fundaciones,
po) influye en el desarrollo cultural de octubre de 2003) el Estado dio un paso han impedido que los museos italia-
una comunidad, la privatización de las más hacia la privatización de la cultura nos pasen de centros de conservación
instituciones culturales equivale teórica- con la creación de la sociedad ARCUS a centros de investigación científica, de
mente a privatizar la cultura de la propia S.p.a., controlada por los ministerios de elaboración y producción cultural. Una
comunidad. Lo que sitúa el problema de Cultura y Economía, cuyas funciones concepción del patrimonio y de los mu-
la privatización de los museos y del pa- son «la promoción y el mantenimiento seos que enfatiza el valor banal de los
trimonio en un plano ético. financiero, técnico-económico y organi- objetos individuales y minimiza su signi-
Estas son las razones por las que he zativo de proyectos y otras iniciativas de ficado simbólico, y una burocracia exce-
defendido siempre que el Estado no tie- inversión para la realización de interven- siva, han aislado a los intelectuales que
ne derecho a confiar la gestión del patri- ciones de restauración y recuperación trabajan en los museos, y han evitado
monio cultural público al sector privado, de bienes culturales y otras intervencio- que en estas instituciones se genere el
puesto que así sustraería a la comunidad nes a favor de la actividad cultural y del debate cultural que en otros lugares ha
nacional el derecho legítimo de gestio- espectáculo». Una decisión muy grave llevado a lo que defino como «la cultura
nar su propia identidad y confiaría a una ya que con este procedimiento se creó del museo» es decir «la propia y original
sola parte de la sociedad el poder de una organización controlada por «hom- visión del mundo, del arte, de la ciencia
destruir tal identidad. La privatización bres del sistema» con el poder y la ac- que cada museo debe trasmitir a sus vi-
del patrimonio público y de su gestión tividad propias de los ministerios, pero sitantes y a la sociedad en su conjunto».
no se reduce por lo tanto a un problema que puede actuar sin estar bajo control Además, la privatización de la gestión
técnico o legislativo, sino que implica la de los ciudadanos. de las actividades ha producido modifi-
naturaleza democrática de una comu- El nuevo Código de Bienes Cultu- caciones estructurales no siempre posi-
nidad y de una acción potencialmente rales ha continuado por esta dirección, tivas para la ya frágil presencia cultural
subversiva. por un lado ha introducido entre los de los museos italianos: sustitución de la
A pesar de que es evidente la inmo- servicios adicionales los «de entreteni- gestión intelectual por una gestión direc-
ralidad implícita en la privatización de la miento para la infancia, los servicios de tiva, marginación del personal intelectual
gestión del patrimonio cultural, el Estado información, de guía y asistencia didác- en la toma de decisiones estratégicas del
italiano está abandonando progresiva- tica» (art. 117.2e), que pueden ser «ges- museo, introducción en el museo de un
mente el papel de representación de la tionados de forma integrada con los ser- exceso de profesionales relacionados con
comunidad nacional. Con un decreto del vicios de limpieza, vigilancia y venta de la comunicación y una paralela disminu-
año 1997 (Decreto del 245, n. 139) que entradas» (art. 117.3), a través de la «asig- ción de las figuras ligadas a la produc-
permite otorgar a una empresa privada la nación directa a instituciones, fundacio- ción científica y cultural, destrucción de
«asistencia didáctica a los museos», ade- nes, asociaciones, consorcios, sociedad la articulación científica y técnica de los
más de todos los servicios adicionales de capitales...» (art. 115.3); por otro lado museos, disminución drástica o anulación

79
Figura 7. El palacio Fondaco dei Turchi en el Gran Canal, construido en el año 1227, es uno de los más antiguos de Venecia y alberga en la actualidad el Museo di
Storia Naturale.

de la producción científica y cultural, ges- por la imposibilidad de exención fiscal


tión privada incontrolada de la actividad de las donaciones, y todo se ha resuel-
didáctica y educativa y el consecuente to con el nacimiento de organizacio-
empobrecimiento de los contenidos co- nes que ofrecen sus servicios para la
municadores, asignación de tareas exposi- gestión cotidiana de los museos y de
tivas a organizaciones externas al museo y los sitios arqueológicos, o para la rea-
por lo tanto disminución de la capacidad lización de exposiciones temporales de
El tejido profesional productiva del museo en el campo de la gran reclamo turístico. Sólo las funda-
está desapareciendo comunicación, desarrollo del merchandi- ciones bancarias se han apoderado de
gradualmente en el país a sing museístico y de los servicios de res- la cultura de los museos, gestionando
favor de una centralización tauración, búsqueda obsesiva del evento personalmente, no siempre de forma
de las responsabilidades shock y de la pieza espectacular, disney- desinteresada, acontecimientos, restau-
zación de las exposiciones museísticas, raciones y reestructuraciones de sedes
en «puestos clave» cuyo multiplicación de las exposiciones tempo- expositivas y exposiciones temporales.
acceso no está garantizado rales, nacimiento de museos comerciales, La privatización de los servicios adi-
por concursos públicos sino homogeneización de los museos, y mini- cionales y de las acciones para la va-
por nombramientos mización del papel social del museo. lorización del patrimonio ha abierto un
gubernamentales También en el plano económico nuevo frente de malestar socio-cultural.
el efecto de la gran privatización, tan A finales de los años noventa, la in-
obstinadamente perseguida, ha sido vención de los servicios adicionales de
mínimo: las grandes empresas se han los museos por parte de la ley Ronchey,
asomado a la gestión del patrimonio dio inicio a una perversa actividad de for-
y de los museos sólo indirecta y tími- mación profesional en el campo de los
damente; no se han invertido grandes bienes culturales: entes locales, escuelas
capitales privados en cultura, también de formación, asociaciones, consorcios y

80
cooperativas crearon cursos de formación mentado por el Museo Egipcio de Turín,
con títulos cada vez más exóticos y pom- el Museo de Ciencia y Tecnología de
posos, en los cuales de un modo u otro Milán y por los museos de algunas ad-
estaba presente la museología; cursos a ministraciones municipales como las de
menudo financiados por el Fondo Social Turín y Venecia. Se trata de fundaciones
Europeo sin que hubiera controles sobre de participación público-privada, creadas
la real eficacia de su empleo y sobre la ca- a finales de los años noventa (Bellezza y
lidad de los productos ofrecidos. En toda Florian, 1998) y desprovistas de un pa-
Italia se formaron centenares de jóvenes trimonio de base, que confían su propia
que difícilmente han encontrado un pues- supervivencia a posibles y generosas
to digno en el panorama laboral, ya que la inversiones privadas, en busca de ga-
formación no estuvo nunca precedida de rantizar una organización y una gestión
un análisis de las necesidades reales del económica más ágil. Sin embargo, los re-
mercado, sino que se ha movido siempre sultados de las fundaciones han sido en
en la onda de la expectativa de una nue- buena parte decepcionantes, ya sea en
va ocupación en el campo del patrimonio el plano económico o en el cultural, ya
cultural que a largo plazo se ha revelado que, cuando los bancos no se han hecho
una quimera. Los que accedieron al ámbi- cargo de la fundación, no han llegado
to de los museos a través de trabajos pre- las auspiciadas intervenciones privadas
carios gestionados por asociaciones o por y los museos se han visto obligados a
cooperativas, a menudo se han converti- concentrar sus esfuerzos en la búsqueda
do en presa de los adjudicatarios de los del dinero indispensable para la supervi-
contratos de servicios adicionales, donde vencia física de la fundación, lo que ha
han sido empleados como guías didácti- disminuido drásticamente su producción
cas mal pagados, como vigilantes o como cultural. A todo esto se suma que, sobre
dependientes de librería. todo en periodos de crisis económica,
No han sido menos las universidades el sector privado tiende a controlar en
italianas que, impulsadas por la necesidad mayor medida sus contribuciones econó-
de beneficios impuesta por la reciente auto- micas, lo que condiciona la libertad de
nomía financiera, han creado licenciaturas expresión de los beneficiarios: en el caso
e incluso facultades dedicadas a un amplio de los museos las contrapartidas de esta
espectro de actividades relacionadas con financiación son a veces tales que con-
el patrimonio, de la conservación a la eco- dicionan los contenidos culturales y las
nomía de la cultura, de la museología a la líneas generales de desarrollo.
museografía. También en este caso el em- En las últimas dos décadas, sobre
pleo de los recién licenciados en el sector todo en Estados Unidos, una economía
de los bienes culturales a un nivel acorde sustancialmente en crecimiento, se ha
con su titulación ha sido difícil. La ruptura producido un excepcional desarrollo
existente entre las exigencias del mercado de la actividad de los museos: grandes
de trabajo y la formación de personas en intervenciones arquitectónicas, adquisi-
el sector de los bienes culturales ha con- ciones de impacto mediático, aumento a
ducido a muchos jóvenes especializados a veces desmesurado de las colecciones...
aceptar trabajos precarios, a salir del mun- Esto ha llevado a pensar a algunas im-
do de los bienes culturales o a resignarse prudentes escuelas de pensamiento eco-
a la precariedad y a la desocupación, aca- nómico que la aplicación de las mismas
bando siempre frustrados. reglas a los museos europeos fuese la
En entrevistas recientes9 el ministro solución para permitir el desarrollo de
de Bienes Culturales ha expresado la sus actividades y para liberar a los entes
voluntad de superar el actual índice de públicos del peso de su financiación.
privatización que se limita a los servicios A la hora de crear las fundaciones
adicionales, a través de la adopción de museísticas Italia se ha fijado en el mo- 9
Corriere della Sera, 17 de junio de 2009:
una fórmula más amplia que incluya la delo americano, considerado extrema- «Brera se ahoga, Pompeya se desmorona...»;
autonomía de los museos bajo la forma damente productivo la relación público- Corriere della Sera, 18 de junio de 2009:
de fundaciones, un método ya experi- privado. Sin embargo, la reciente crisis «Museos autónomos, como el Louvre».

81
Figura 8. El palacio Fondaco dei Turchi en el Gran Canal, construido en el año 1227, es uno de los más antiguos de Venecia y alberga en la actualidad el Museo di
Storia Naturale.

económica ha demostrado la extrema ha despedido a 250 trabajadores y ha


fragilidad de este modelo. Como hemos cerrado diez de sus puntos de venta; el
visto, los museos americanos son como Estado Federal ha reducido un 70% la
mucho fundaciones privadas que no ob- contribución a la Smithsonian que tam-
tienen sus rentas de las subvenciones bién ha visto descender de 1.000 a 800
públicas sino, sobre todo, de la finan- millones de dólares las contribuciones
ciación privada y de las rentas derivadas de los privados; el Museo del Deporte
de las inversiones en bolsa y en la cons- de Nueva York ha llevado los libros de
trucción, aquellos que han sido en ma- cuenta al tribunal y el MoMA ha despe-
yor medida diezmados por la crisis. Esto dido al 10% de su personal.
ha repercutido en pequeñas y grandes La tormenta financiera ha incidido
instituciones obligándolas a drásticos también en los museos italianos y sus
cortes de presupuesto y a una redimen- efectos negativos se han notado en una
sión de las actividades y de las plantillas. general caída de las visitas en todos los
«Instituciones cerradas, exposiciones re- museos. Esto ha repercutido gravemente
ducidas o anuladas, personal despedido, sobre todo en las fundaciones que han
obras vendidas», estos son los efectos visto disminuir drásticamente sus ganan-
más llamativos de la crisis financiera so- cias. En Venecia en el primer trimestre
bre los museos estadounidenses, según del año 2009 la fundación de los mu-
los resultados de la conferencia anual de seos cívicos ha registrado una caída de
asociaciones de los museos americanos visitantes del 23,8% respecto al mismo
(AMM) celebrada en Filadelfia a finales periodo del año anterior, con una dismi-
del mes de abril10. El Museo de Arte Mo- nución del 28% de los ingresos. Esto ha
derno de Seattle ha perdido su princi- obligado a establecer medidas anticrisis
pal financiador, el Instituto de Crédito que se han resuelto con la disminución
Washington Mutual, inmerso en la crisis; del horario de apertura. Esto ha repercu-
los intereses bancarios sobre los que se tido en las sociedades privadas que ges-
asentaba el Museo Vanderbilt han pa- tionan los servicios de museos, lo que
sado de 1,2 millones a 100.000 dólares; finalmente ha llegado hasta los jóvenes
la Fundación Getty ha perdido 1,5 mi- empleados, que han visto disminuir sus
llones de dólares, cerca del 25% de sus ya exiguos sueldos. El resultado ha sido
ganancias y ha anunciado una drástica que durante la apertura de la Bienal de
10
Le Monde, 4 de mayo de 2009. reducción del número de empleados; el Venecia y del nuevo Museo alla Punta
11
Corriere della Sera, 6 de junio de 2009, Metropolitan Museum de Nueva York ha della Dogana los precarios de esta socie-
«Piratas al asalto de los museos : “Precarios visto reducida su inversión de 800 mi- dad de servicios se han manifestado al
mal pagados”». llones de dólares y como consecuencia grito de «give me back my money day»11.

82
El efecto de la crisis económica sobre mundo de la gestión (McDonalds... se Bibliografía
los museos americanos y sobre las fun- lee en el curriculum), sin darse cuen-
daciones italianas basadas en el «modelo ta de que el éxito de la valorización no BELLEZZA, E., y FLORIAN, F. (1998): Le
americano» debería hacernos reflexionar debería medirse en función del número Fondazioni del Terzo Millennio, Passigli,
sobre la mayor solidez del modelo eu- de visitantes que pagan entrada, sino en Florencia.
ropeo, que consiste en museos públicos, función del impacto cultural que el pa-
desde luego más pobres pero a la vez trimonio museístico tiene en la sociedad. BINNI, L., y PINNA, G. (1980): Museo:
más sólidos, y que además en momentos Sin embargo, mientras la autonomía Storia di una macchina culturale dal
de recesión no pueden ser abandonados de los museos no sea una realidad, la op- cinquecento ad oggi, Garzanti, Milán.
a su propia suerte ya que estas institucio- ción empresarial y comercial de la gestión
nes, inseparables de la sociedad, repre- de la cultura está empobreciendo al patri- CASSANELLI, R., y PINNA, G. (ed.) (2005):
sentan lugares de memoria e identidad. monio de conocimientos científicos y de Lo Stato aculturale. Intorno al Codice dei
Todavía, a juzgar por las últimas los conocimientos sobre el territorio que Beni Culturali, Jaca Book, Milán.
declaraciones, no parece que el actual la superintendencia ha acumulado a lo
ministro haya tomado plenamente con- largo de los años, a la vez que lastra los PINNA, G. (1996): «La situation italien-
ciencia de la debilidad de un sistema intentos que muchos han efectuado motu ne», en Tobelem, J. M., Musées. Gérer
basado en la privatización y la empre- propio para que los museos dependientes autrement. Un regard international, La
sarización de los museos. Mientras en de la superintendencia sean capaces de Documentation Française, París: 25-29.
algunas entrevistas recientes12 se ha asumir las funciones educativas, de infor-
mostrado a favor de la separación de los mación, de comunicación cultural propias PINNA, G. (2000): «L’immateriale valore
museos de las superintendencias –cosa de las instituciones museísticas. economico dei musei», en G. PINNA y
que los museólogos italianos solicitan El tejido profesional, formado por S. SUTERA (ed.), Per una nuova museo-
desde hace años–, el modelo propuesto superintendentes e inspectores con logia, Atti del Convegno «L’immateriale
es aún el de la fundación privada gestio- pública concurrencia en los roles del valore economico dei musei» (Milano, 29
nada como una empresa productiva, en Estado, que ha garantizado hasta hoy de abril de 1998), Icom Italia, Milán: 3-6.
la que la preparación científica y cultu- un alto nivel de profesionalidad en la
ral de los trabajadores de museos, sean conservación y defensa del patrimonio PINNA, G. (2001): «Heritage and “cultural
conservadores o directores, parece ser cultural, y ha representado un fuerte assets”», Museum International, 210: 62-64.
una opción poco significativa. De he- baluarte contra la barbarie destructiva
cho, en la enésima reorganización del de los potentados económicos, está PINNA, G. (2002): «Le musèe-entreprise:
Ministerio de Bienes Culturales se intro- desapareciendo gradualmente en el à quel prix?», Nouvelles de l’ICOM, 55: 4.
dujo la figura del «Director General para país a favor de una centralización de
la valorización de los bienes culturales», las responsabilidades en «puestos clave» PINNA, G. (2004): «Il museo verso
pero no se eligió para tal puesto a una cuyo acceso no está garantizado por l’ignoto», en F. LENZI y A. ZIFFERETO
persona de alto perfil científico y cultu- concursos públicos sino por nombra- (ed.), Archeologia del museo, IBC, Editri-
ral, sino a una persona procedente del mientos gubernamentales. ce compositori, Bolonia: 3-10.

12
Corriere della Sera, 17 de junio de 2009
«Pompeya se desmenuza: desaparecen 10
centímetros al día». Corriere della Sera, 18 de
junio de 2009 «Museos Autónomos, como el
Louvre».

83
Tema a debate.
¿Museos en crisis?
Un museo
Museos encrisis”
“en cambio
Los museos
Mario Chagas
en el marco
Instituto Brasileño de Museos
Río de Janerio de la crisis
Mario Chagas es poeta, museólogo y Resumen: A finales de 2009 la revista pueden tanto implicar una mejora en la
doctor en ciencias sociales por la UREJ. museos.es realizó una encuesta sobre calidad de vida y desarrollo de nuevos
Director del Departamento de Procesos la incidencia de la crisis actual en las sistemas políticos, económicos, sociales
Museales (Depmus) del Instituto Brasileño instituciones museísticas con motivo de y espaciales, como un declive social, el
de Museos (IBRAM), profesor de la
la celebración del III Encuentro Ibero- imperio de la barbarie y el dominio de
Universidad Federal del Estado de Río de
americano de Museos bajo el lema «Los la recesión. En este u otro sentido, la
Janeiro (Unirio) y profesor visitante en la
ULHT (Lisboa, Portugal), ha publicado
museos en un contexto de crisis». En crisis constituye una extraordinaria con-
numerosos artículos sobre museología. este artículo, Mario Chagas recoge las centración de energía que irrumpe en el
diferentes opiniones de los firmantes de aquí y ahora y favorece las transforma-
pmariosc@gmail.com
dicho encuentro. ciones sociales.
Por más que se intente controlarlas
Palabras clave: Museos, Crisis, Ibero- e impedir que sucedan, las crisis no
américa. responden a ningún patrón, provocan
lo imprevisible, se escapan de la teoría
Abstract: At the end of 2009 museos.es y de los libros, rompen la rutina de la
journal conducted a survey on the im- inteligencia y con ellas, surgen noveda-
pact of the current crisis in museums des. Existen crisis de larga duración y
on the occasion of the celebration of crisis de corta duración; crisis coyuntu-
the 3rd Ibero-American Museums Mee- rales y crisis estructurales. Sin embargo,
ting, under the subject «The museums in cualquier intento de clasificación de las
a context of crisis». In this paper, Mario crisis choca con los límites de lo impre-
Chagas offers the different points of view visible.
of the signatories of the above mentio- El alto nivel de conectividad del mun-
ned meeting. do contemporáneo permite comprender
por qué, en la actualidad, las crisis sur-
Keywords: Museum, Crisis, Iberoamérica. gidas en un determinado lugar, campo
o sector se propagan a gran velocidad y
se proyectan en otros lugares y sectores.
Por otra parte, los actores que forman
El marco parte de los diversos sectores de la vida
social influyen en diversos campos, es-
La crisis política, social y económica for- pecialmente en economía, política, cul-
ma parte de la vida de las sociedades tura, urbanismo y derecho. Es evidente
occidentales desde, al menos, el fin del que este altísimo nivel de conectividad
sistema feudal e inicio de la edad moder- no implica la existencia de una misma
na. De forma general, constituyen mo- plataforma de partida para todos. La
mentos críticos graves y decisivos que vida social de cada actor implicado tiene

86
87
sus particularidades, así como también vocó un aumento de las mensualidades
difieren sus prácticas cotidianas, postu- de los inmuebles. Y los compradores, o
ras espirituales, perspectivas políticas y más bien, los beneficiarios de dichas hi-
económicas. Así, es comprensible que potecas no podían afrontar el pago de
una determinada crisis que surge en un las mismas.
lugar y sector específico no se comporte Los bancos dejaron de ganar con la
de la misma forma en todos los lugares falta de pagos y los títulos perdieron
y sectores. valor. La confianza, esa categoría tan
Este es el caso de la crisis que se subjetiva, fue corrompida. El sistema de
ha arraigado profundamente en los últi- finanzas no se mantiene sin la confian-
mos dos años y cuyo epicentro está en za. La confianza –incluso siendo una
la práctica de la reducción del tipo de confianza desconfiada– es fundamental
interés en los préstamos, adoptada en para la sostenibilidad del sistema.
Estados Unidos para estimular el consu- Y ahora, la pregunta obligada: en la
mo y la producción. situación de crisis radical de confianza,
Según los especialistas, los bajos ti- como es el caso de la reciente crisis, ¿de
pos de interés ejercieron un efecto de quién podemos fiarnos? ¿Quién puede
seducción y estimularon a los norteame- garantizar o rescatar la confianza en el
ricanos para invertir en el mercado del sistema?
patrimonio inmobiliario, a través de la La crisis reciente nos lleva por lo
compra de casas y apartamentos. Mu- menos a dos importantes sugerencias
chos de esos compradores, actuando de aprendizaje. En primer lugar, es ne-
según la lógica financiera, visualizaron cesario reconocer que el ciudadano que
en la inconsistencia del sistema una tiene una vida social activa y creativa,
oportunidad de ganar dinero fácilmen- que mantiene compromisos de solidari-
te. De este modo, trataron de financiar dad con lo humano, respeta lo diferente
nuevamente la compra ofreciendo como y lo diverso e invierte en una plataforma
garantía el propio inmueble comprado de comunicación, es el mayor fiador. En
estando aún en la fase del pago de la segundo lugar, es importante reconocer
hipoteca. El dinero obtenido como se- que el Estado, en situaciones de crisis,
gundo financiamiento (en virtud de los está llamado a actuar y salvar, con dine-
bajos intereses) se empleaba para pagar ro público, instituciones financieras pri-
las mensualidades y de esta forma, ob- vadas. Dichas instituciones, además de
tener lucro. ser las causantes de las crisis, no dejan
Además de no ser inmunes a En la misma línea de la lógica finan- de criticar al Estado cuando este desa-
la crisis, se puede decir ciera, los bancos transformaron los in- rrolla proyectos de inversiones sociales
incluso que los museos muebles hipotecados en títulos, pasán- que benefician sectores poblacionales
anclados en el paradigma dolos a otros inversores. sistemáticamente excluidos de las narra-
La economía, al igual que la poesía tivas historiográficas consagradas.
clásico –dominado por el
y todo aquello que es humano, también El presente texto tiene por objetivo
egocentrismo, racionalismo tiene sus encantos, áreas de sombra y el examen de la situación de los museos
dogmático, lógica de la zonas imprevisibles. Los vientos, las llu- en el marco de la crisis internacional
acumulación de tesoros y por vias, las sequías y las inundaciones, los que se extendió por el mundo en los
la práctica museológica que miedos, las alegrías, las intuiciones, los últimos años. ¿En qué medida los mu-
antepone el tener frente pensamientos, los sentimientos, todo seos están reprimidos y apresados en
eso actúa sobre la economía y poten- este marco, sin ninguna posibilidad de
al ser, y el preservar frente
cia su carácter imprevisible reafirmando movimiento propio? ¿Pueden romper los
al comunicar– están ellos también su dimensión humana. museos con este marco y contribuir a la
mismos en crisis En el caso de la reciente crisis, se po- construcción de otro mundo basándose
dría decir, de forma poco ortodoxa, que en nuevos paradigmas científicos, políti-
la astucia y ganancia contribuyeron a la cos, espaciales, culturales y sociales?
inflación, que la inflación contribuyó a Estas son algunas de las cuestio-
la subida de los tipos de interés, y que nes que, en el presente texto, pretendo
esta subida de los tipos de interés pro- abordar, sin la intención de una respues-

88
ta definitiva. Por este motivo, contaré ideario e incitaban al desvalijamiento de
con la colaboración especial de un artí- determinadas obras con el objetivo de
culo de Manuel Castells (2010): «Museos atesorar y crear un museo universal, que
en la era de la información: conectores sería el icono de la tradición cultural
culturales de tiempo y espacio» y tendré burguesa.
en consideración las respuestas que los La reciente crisis económica, inserta-
participantes del III Encuentro Ibero- da en el marco de una crisis aún mayor,
americano de Museos lanzaron durante afecta de diversa forma a los museos de
el debate llamado «Museos ante la crisis. diferentes categorías administrativas.
Diez cuestiones». Los museos privados, vinculados a
Los museos públicos tienen más
Los representantes de los siguientes empresas del sector primario y secunda- probabilidad de supervivencia
países se interesaron por este debate: rio, en situación de crisis tienden a ser siempre que los gobiernos no se
Brasil ( José do Nascimento Junior), Cos- desvalorizados, ya que estas empresas exoneren de los compromisos
ta Rica (Olman Solís Alpízar), España concentran sus energías en misiones es- sociales y culturales
(Santiago Palomero Plaza), Nicaragua pecíficas. Las empresas de los sectores
(Edgar Espinosa Perez), Panamá (Da- primario y secundario que poseen gran
vid G. Mejía C.), República Dominicana visión estratégica pueden invertir en sus
(Ana María Conde Vitores) y Uruguay museos, como forma de ampliar la con-
(Alejandro Ansín Cabrera). fianza en sus productos por la vertiente
educativa y cultural.
Los museos privados directamente
El marco de este marco vinculados al sector terciario –algunos
de los cuales son empresas– también
La crisis que afecta al mundo contem- hacen frente a grandes dificultades en
poráneo de forma radical, estructural y situación de crisis, especialmente por no
multidimensional alcanza a la ciencia, formar parte de las denominadas nece-
educación, medio ambiente, economía, sidades básicas de la sociedad. No obs-
política, ética, sociedad y cultura. tante, esos museos tienen a su favor una
Los museos constituyen fenómenos mayor aproximación hacia las prácticas
sociales complejos. Están impregnados y experiencias de creatividad, educación
de fuerzas culturales, científicas, estéti- y cultura y pueden, por ese camino, afir-
cas, éticas, económicas, administrativas marse como procesos de gran impacto
y lúdicas y, por lo tanto, no pueden ser social y altísimo interés público, lo que,
inmunes a las crisis. Como resultado de al menos, contribuyó al desarrollo de las
las relaciones sociales, se constituyen sociedades creativas.
como campos discursivos, centros de Los museos públicos municipales,
producción de conocimiento y como te- provinciales y estatales tienen, en teoría,
rreno político. En los museos se pone en mejores condiciones de supervivencia
juego la memoria, olvido, poder, resis- en situación de crisis. Aún así, el área de
tencia, imaginación, poética y política, los museos –en comparación con la eco-
tanto para elaborar el pasado como para nomía, educación, vivienda, seguridad,
inventar el futuro. transporte y salud pública– se conside-
Además de no ser inmunes a la crisis, ra de menor importancia a pesar de no
se puede decir incluso que los museos serlo. Dicho de otra forma, los museos
anclados en el paradigma clásico –domi- públicos tienen más probabilidad de su-
nado por el egocentrismo, racionalismo pervivencia siempre que los gobiernos
dogmático, lógica de la acumulación de no se exoneren de los compromisos so-
tesoros y por la práctica museológica ciales y culturales, lo que significa aban-
que antepone el tener frente al ser, y donar la construcción de una política
el preservar frente al comunicar– están pública de gran alcance y el trabajo a
ellos mismos en crisis. Una crisis cuyos favor de la dignidad social y la mejora
orígenes pueden identificarse en las de la calidad de vida.
prácticas museológicas nazis. Destruían También existe otra categoría ad-
el arte que no cabía en el ámbito de su ministrativa de museos: los mixtos o

89
híbridos, en distintos niveles. Esos mu- Latina, tienden a tener un mismo patrón
seos son una incógnita. Son ambiguos, con respecto a la crisis».
imprevisibles, mutantes y no se puede El representante de Brasil, José do
decir muchas cosas al respecto, espe- Nascimento Junior, comprende que los
cialmente en situación de crisis. Siempre museos son sensibles ante las transfor-
La carencia de recursos pueden estar en otro lugar: pueden ser maciones sociales. Sin embargo, dada la
económicos, humanos los más aptos o los más ineptos. continua situación de crisis que atravie-
y tecnológicos no son san estas instituciones, especialmente en
producto de la coyuntura algunos países de Iberoamérica, muchas
actual de crisis, sino de «Museos ante la crisis. están habituadas al ejercicio sistemático
de una nueva imaginación museológi-
periodos de postergamiento Diez preguntas» ca. Por ese motivo, el momento actual
de nuestras instituciones favorece «nuevas oportunidades para
por la falta de políticas Con el objeto de estimular el debate y que los museos desarrollen proyectos
públicas claras en el la reflexión, los organizadores del III alternativos y experimenten nuevas for-
sector museológico Encuentro Iberoamericano de Museos, mas de interacción y aproximación a la
celebrado en Santiago de Chile, entre el comunidad en la que están inmersas y
1 y el 4 de septiembre de 2009, plantea- al público en general». En relación al
ron diez cuestiones clave a los represen- impacto de la crisis económica en los
tantes de los países participantes en el museos de los distintos países, el repre-
encuentro (de ellos, contestaron: uno de sentante de Brasil añade que «es posible
Europa, dos de América del Sur y cuatro que aquellas instituciones que conviven
de América Central). Las respuestas de permanentemente con situaciones de
los mismos fueron utilizadas para elabo- crisis y de escasez de recursos finan-
rar el siguiente texto: cieros, técnicos y profesionales tengan
mayor capacidad de adaptación a los
1.ª cuestión: ¿Cree usted que la crisis diversos contextos de crisis, sean estos
financiera ha afectado a los museos? En sociales, económicos, ecológicos, políti-
caso afirmativo, ¿podría decirnos cómo? cos y principalmente de valores».
¿Ha apreciado diferencias con otros paí- Para el representante de Panamá,
ses? David G. Mejía C., los recursos presu-
puestarios de los museos siempre fue-
El representante de España, Santiago ron bajos e insuficientes, pero, aún así,
Palomero, fue categórico: «Ha afectado, la reciente crisis contribuyó a empeorar
sobre todo, a los museos y fundaciones esa situación. Asimismo, observa que
privadas pero, en menor medida, a los hubo también una reducción de la canti-
museos públicos. Se han mantenido los dad del público habitual de los museos,
presupuestos procedentes de fondos lo que agrava aún más la situación de
públicos y han disminuido las aporta- la crisis.
ciones privadas de patrocinio entre un Para Ana María Conde Vitores, de la
30% y un 40%». República Dominicana, los efectos de la
El representante de Costa Rica, Ol- crisis no fueron negativos; al contrario,
man Solís Alpízar, teniendo en cuenta «nos ha hecho revivir el museo a través
otras experiencias, llegó a conclusiones de la creatividad».
bastante similares: «Por falta de recursos, Alejandro Ansín, de Uruguay, afirma:
algunos museos de carácter privado-co- «Particularmente no considero que la ac-
munal han cerrado sus puertas. Por falta tual crisis financiera haya impactado de
de recursos estos museos no cuentan modo particular y significativo en el fun-
con apoyo financiero por parte del Esta- cionamiento de nuestros museos, cuya
do, lo que ha significado falta de aseso- crisis en este sentido viene ya desde un
ría, apoyo museológico y recursos para largo periodo a esta parte. La carencia de
pago de personal o servicios, o mejorar recursos económicos, como también en
la calidad de sus exhibiciones. Creo que otros aspectos como en recursos huma-
los demás países, al menos de América nos, particularmente de formación espe-

90
cializada en las distintas temáticas de los 2.ª cuestión: ¿Qué parámetros consi- y la reflexión y la generación de cono-
museos, tecnológicos..., no son producto dera más determinantes y significa- cimiento acerca de la cultura y la me-
de la coyuntura actual de crisis, sino de tivos a la hora de evaluar el correcto moria».
periodos de postergamiento de nuestras funcionamiento de una institución El representante de Uruguay, con-
instituciones por la falta de políticas pú- museística en el cumplimiento de sus vencido de que «la evaluación de las ac-
blicas claras en el sector museológico». funciones? ciones en cualquier ámbito se miden a
Como se observa, los diferentes es- través de sus resultados», considera que
cenarios, personajes, autores y actores El representante de Brasil aclara que «el para evaluar el funcionamiento de los
sociales entienden, enfrentan y reaccio- Instituto Brasileiro de Museus considera los museos se deberían tener en cuenta di-
nan de modo diferente ante la crisis ac- museos como instituciones que desempe- versos factores, entre los que destaca «la
tual. De cualquier forma, está claro que, ñan como mínimo tres funciones: conser- afluencia de la gente y, quizás más im-
además de la gravedad y relevancia de vación, comunicación e investigación. De portante aún, el grado de satisfacción del
los aspectos coyunturales, es preciso este modo son aseguradas la protección público hacia la institución y los servi-
tener en cuenta el carácter radical, es- y valoración del patrimonio, la amplia- cios que brinda, se traduce en la calidad
tructural y multidimensional de la crisis ción y democratización del acceso a los del mensaje que brinda el museo y sus
contemporánea. bienes culturales tangibles e intangibles servicios. De esta forma refleja la manera

91
en que el museo planifica y ejecuta en 3.ª cuestión: En tiempos de crisis fi-
las diversas áreas y actividades, en cómo nanciera, ¿los museos deben estar am-
gestiona la organización de sus recursos parados por el presupuesto público en
humanos y su grado de calificación, en todas sus actividades, al menos en lo
cómo planifica sus recursos materiales y esencial?
financieros. Un buen guión museológico
necesariamente traduce la calidad y pro- «El presupuesto público –dice Alejandro
fundidad del trabajo de investigación que Ansín– representa el sostén más importante
está por detrás, constituyendo una de las para los museos del Uruguay, y desde este
Independientemente de la
funciones básicas del museo. Los resul- punto de vista sería hoy por hoy impen-
existencia o no de crisis, los tados que reflejen las actividades de di- sable el funcionamiento de la mayoría de
museos son instituciones fusión y comunicación, de conservación los museos sin este sustento. La principal
que –también aquellas de y documentación de las colecciones, así fuente de ingresos de los museos en gene-
carácter privado– prestan un como las del crecimiento de su acervo, ral está representado por ingresos públicos
servicio con vocación pública considero sean parámetros fundamenta- (73%), fondos propios (12%), comisión de
les para conocer el estado de funciona- amigos (7%), bono colaboración-donacio-
y, por lo tanto, deben ser
miento de la institución». nes (4%), venta de entradas (2%), tienda
apoyados por los gobiernos. Para el representante de Costa Rica (1%), patrocino (1%), según datos recaba-
Es importante, sin embargo, es necesario que la institución museís- dos por el Censo Nacional de Museos rea-
que creen colaboraciones y tica invierta en el «valor del patrimonio lizado en el año 2008. Si bien se detecta el
desarrollen medios de que alberga y la proyección e incorpora- escaso apoyo de fuentes de financiamiento
financiación autónomos que ción de las comunidades en dicha tarea». locales (gobierno, fundaciones, empresas),
Aquí podemos reconocer cómo se hay una falta considerable de información
los doten de mayor libertad
destaca la importancia de la relación del respecto a potenciales fuentes de ingresos,
de actuación y que los patrimonio con la comunidad. Si a esta así como la no experiencia en el desarrollo
conviertan en menos se le añade la dimensión territorial, que- de fondos y de proyectos de cooperación
susceptibles de sufrir dará explícito el ternario: patrimonio- internacional. Considero que los tiempos
impactos consecuencia territorio-comunidad, tan emparentado de crisis representan también tiempos de
de oscilaciones con la teoría y práctica de la denomina- renovación y oportunidades para los cam-
da nueva museología, arraigada y exten- bios deberían en contrapartida fomentar
político-financieras
dida por el universo de la latinidad. la búsqueda de fuentes de financiación
Si el representante de Panamá insis- alternativas». La dimensión pública de los
te en la importancia del presupuesto (y museos fue señalada por José do Nasci-
debe tener razones para eso), el de Ni- mento Junior: «Independientemente de la
caragua destaca la «relación con el pú- existencia o no de crisis, los museos son
blico y la capacidad de adecuarse a los instituciones que –también aquellas de
tiempos modernos». carácter privado– prestan un servicio con
La representante de la República Do- vocación pública y, por lo tanto, deben ser
minicana señala la importancia de una apoyados por los gobiernos. Es importante,
buena gestión aunque aún esté dema- sin embargo, que creen colaboraciones y
siado centralizada en la figura del «direc- desarrollen medios de financiación autóno-
tor todopoderoso». Esta figura también mos que los doten de mayor libertad de
se encuentra en crisis en el mundo con- actuación y que los conviertan en menos
temporáneo. En este sentido, cabe seña- susceptibles de sufrir impactos consecuen-
lar que algunas experiencias de museos cia de oscilaciones político-financieras».
sociales y comunitarios no trabajan con La perspectiva histórica de Santiago
la figura del director. Palomero contribuye a la comprensión
En resumen, como dice el repre- de la dimensión pública de los museos:
sentante de España, lo que interesa es «Los museos en Europa nacen de la Re-
que los museos puedan «cumplir con su volución Francesa, recuperando la vieja
misión con una planificación correcta virtus cívica clásica. Por ello los museos
que afecte a la conservación, documen- deben ser esencialmente un servicio
tación, investigación y difusión de sus público, financiado por el Estado, aun-
fondos». que deben estar abiertos a la iniciativa

92
privada, a través del patrocinio y me- de la gestión de los museos, además de
cenazgo, así como mediante la explo- otros modos de financiación que garan-
tación comercial de sus zonas públicas ticen su autonomía de los gobiernos».
de servicio». Basándose en Kenneth Hudson, el
En contra de esa tendencia, Olman representante de España cuestiona si
Solís Alpízar entiende que «El Estado de «debe haber un proceso de replantea-
mi país difícilmente podrá cubrir los gas- miento de si los museos actuales cum-
tos de supervivencia de los museos, sin plen las funciones que les fueron en-
embargo, debe de tener capacidad para comendadas; y de si son “necesarios” o
emprender estrategias conjuntas con los “innecesarios”. Solo después de un pro-
museos para la búsqueda y captación de ceso de reflexión intelectual previo se
recursos. En mi país se está procurando pasaría a la posterior reordenación de
romper con esquemas paternalistas y se colecciones y creación de nuevos mu-
promueve con capacitación y asesoría la seos o cierre de los que no cumplen sus
búsqueda de estrategias de superviven- cometidos».
cia de los mismos». En Nicaragua, según Edgar Espinosa
Nicaragua, Panamá y República Do- «la creación de museos es y sigue sien-
minicana destacan la importancia que do una iniciativa privada o municipal.
tienen para los museos las colaboracio- Se abrieron tres museos nuevos, sosteni-
nes, los grupos de apoyo, las asociacio- bles gracias al interés de las autoridades
nes de amigos, las ONGs y el apoyo in- municipales y la población».
ternacional. David G. Mejía C. y Ana María Con-
Sin embargo, se observa que el desa- de Vitores sostienen que la creación de
rrollo de procesos museológicos creati- nuevos museos debe estar directamente
vos no debe implicar la exoneración del vinculada a las cuestiones de sostenibi-
Estado de sus responsabilidades sociales lidad.
y culturales fundamentales. Las palabras de Alejandro Ansín
reflejan una clara síntesis de todas las La creación de una nueva
4.ª cuestión: ¿Deben seguir creándose discusiones: «La creación de museos, institución museística debe
más museos incluso a costa del mante- como herramienta de acción, de pro- realizarse sobre la base de
nimiento (o disminución) de los presu- tección del patrimonio, considero que
objetivos claros, argumentos
puestos destinados al funcionamiento de sea siempre bienvenida. Claro está que
todos ellos? ¿Deberían cerrarse museos? debe responder a una política más ge- sólidos y, sobre todo,
neral, donde la creación de una nueva debiendo asegurar su
Según el representante de Costa Rica institución museística debe realizarse sostenibilidad en el tiempo
«los museos deben de seguir creándose sobre la base de objetivos claros, argu-
en tanto existan opciones para su man- mentos sólidos y, sobre todo, debiendo
tenimiento y supervivencia. Los museos asegurar su sostenibilidad en el tiempo.
cumplen con una necesidad social en la Considero que el cierre de museos se-
búsqueda de la identidad local y la pro- ría de las últimas acciones a llevar ade-
tección y puesta en valor de su propio lante, ya que todos sabemos que los
patrimonio». museos que cierran, muy difícilmente
El representante de Brasil relativiza reabren sus puertas, y cada museo re-
la cuestión planteada y afirma: «Siendo presenta una oportunidad. Del mismo
los museos instituciones cuya dinámica modo, señalo que hay que trabajar mu-
se encuentra en profunda relación con cho en aquellos museos que no están
la sociedad en la que se encuentra, la cumpliendo con parámetros mínimos
decisión sobre la apertura o cierre de de calidad en los servicios prestados
dichas instituciones se entiende debe al público, como en la presentación de
ser socialmente compartida, tomando en sus exposiciones y colecciones, y que
cuenta las particularidades de cada con- de alguna forma pueden producir una
texto. Se vuelve, por lo tanto, imprescin- visión o una experiencia no deseada en
dible, el fortalecimiento de mecanismos el visitante. El riesgo que se corre con
de participación y de democratización museos funcionando en este modo, y

93
que a mi juicio es un factor a evitar, que si no fuera por la gestión pública,
es que esta experiencia no satisfactoria la presencia de museos en nuestro país,
que tiene el visitante pueda hacerla ex- sería casi nula, puesto que la gestión pri-
tensible, proyectarla de alguna manera, vada no aporta mucho en este sentido y
al resto de los museos y por lo tanto son pocas las organizaciones que logran
afectar la imagen en su conjunto». algún beneficio para el sector museo».
Para Alejandro Asín el acuerdo fir-
5.ª cuestión: El acuerdo 2 de la declara- mado en la Declaración del III Encuen-
ción del III Encuentro Iberoamericano de tro Iberoamericano de Museos, celebra-
Museos (2009) dice «potenciando la ges- do en Santiago de Chile en 2009, «pone
tión pública de estas instituciones como énfasis en la gestión pública dirigida a
garantía de dignidad humana y desarro- la conformación de sistemas naciona-
llo sostenible». ¿Puede precisar las virtudes les y redes de museos como procesos
que aprecia en la gestión pública y, en su que fortalezcan institucionalmente el
Lo que se debe buscar, ante caso, los defectos de la gestión privada? sector museológico. Desde este punto
todo, es aumentar la de vista, las acciones que puedan em-
accesibilidad al museo y su Para esa pregunta tan compleja y de prenderse desde la gestión pública, se
proximidad con la población, difícil respuesta, el representante de ven favorecidas en el hecho de que pue-
hecho que no está sólo Brasil afirma: «El acceso a la cultura se den traducirse concretamente en políti-
entiende cada vez más como un dere- cas culturales de Estado, a diferencia
vinculado al precio de la cho fundamental para el ser humano. de aquellas realizadas desde la gestión
entrada, pudiendo la Por esa razón, proveer, potenciar y de- privada. Entiendo que las políticas cul-
institución desarrollar mocratizar el acceso a la cultura viene turales públicas deben necesariamente
diversas formas para que consolidándose como uno de los debe- apuntar al mejoramiento de la calidad
el público disfrute de sus res prioritarios del Estado, con el objeto de vida de la población, dignificándola
servicios y tome parte de crear desarrollo y bienestar social. y asegurando un desarrollo sostenible.
De este modo, es deseable una gestión De la misma manera, en la creación de
de sus actividades pública de museos como instituciones sistemas o redes de museos es tan im-
culturales de referencia en el plano portante la gestión pública como priva-
social, siempre que aquella sea per- da, ya que en el proceso de formación
meable, abierta y transparente, y que deben necesariamente participar todos
busque establecer colaboraciones con los museos sean públicos (nacionales o
otros agentes privados, de modo que departamentales), privados o mixtos».
puedan adquirir además de recursos,
visiones plurales y modos de gestión y 6.ª cuestión: ¿Teniendo en cuenta la res-
control diversificados». puesta a la cuestión anterior y conside-
Santiago Palomero indica que públi- rándolos un «servicio de interés general»,
co y privado deben combinarse de un considera que la entrada a los museos
modo creativo, «una básica gestión pú- debe ser gratuita? ¿Y el resto de acceso a
blica junto con apoyos desde la inicia- los servicios que ofrecen? ¿Deberían los
tiva privada». ingresos de un museo mantenido con
La representante de la República Do- presupuesto público ser gestionados autó-
minicana señala: «Las instituciones pú- nomamente?
blicas tenemos que esforzarnos en ser
creativos, por ende nuestros programas Se trata de un conjunto delicado de pre-
son más interesantes hacia la sociedad. guntas que implican diferentes aborda-
Los museos privados reservan sus activi- jes conceptuales y diferentes perspecti-
dades a ciertos sectores de la sociedad vas temporales y espaciales.
donde se ubican. Por lo menos eso es lo El representante de Nicaragua, des-
que pasa aquí». pués de identificar como los principales
El representante de Panamá expre- usuarios de los museos nicaragüenses a
sa de manera contundente: «En nuestro los jóvenes de diferentes niveles de es-
caso, a pesar de que nuestra política colaridad, informa que en su país «se ha
pública es precaria, debemos reconocer, hecho una política muy flexible respecto

94
al pago por ingreso y dependiendo de la recursos y las posibilidades de gestión tales, en la que se establecen, con gene-
situación se pueden exonerar los pagos». de cada museo así como de la estruc- ralidad, un régimen de visitas gratuitas,
El enviado de Panamá considera que tura institucional de cada país. Lo que en determinadas condiciones y también
«teniendo en cuenta los bajos presu- se debe buscar, ante todo, es aumentar una política de precios reducidos con la
puestos, no debería ser gratuita, ya que la accesibilidad al museo y su proximi- inclusión de tarjetas anuales y de ciu-
de alguna forma estos ingresos son un dad con la población, hecho que no está dad, que posibilitan el fomento de las
paliativo, para cubrir algunas necesida- sólo vinculado al precio de la entrada, visitas a los museos».
des básicas, aunque por lo general estos pudiendo la institución desarrollar di- Asumiendo una posición de alinea-
ingresos van al fondo general de la ins- versas formas para que el público dis- ción y vinculación directa con el Con-
titución regente». frute de sus servicios y tome parte de sejo Internacional de Museos (ICOM)
Se trata, como se puede observar, de sus actividades. La gestión, autónoma o –postura que no es mayoritaria en el
una afirmación que conlleva una dimen- no, debe primar la transparencia y efi- ámbito del Programa Ibermuseos– la
sión crítica radical y que denuncia espe- ciencia y la libertad de acción dentro de representante de la República Domini-
cíficamente: a) la baja inversión presu- los objetivos y parámetros establecidos cana fue categórica e imperativa: «No [la
puestaria y financiera en los museos; b) el y acordados por el museo». entrada a los museos no debe ser gra-
carácter paliativo del cobro de ingresos, y Adoptando como base de reflexión tuita]. Solamente un día por semana –en
c) la poca autonomía política y económica una experiencia concreta y reciente, el su opinión– debe ser dedicado a la vi-
de algunas instituciones museísticas. representante de España destacó que sita gratuita». En lo que respecta a la hi-
Para el representante de Brasil, «esta «en el Ministerio de Cultura el 29 de ene- pótesis de gratuidad de otros servicios,
es una cuestión muy puntual, que se en- ro de 2009, se publicó una orden por la también es categórica: «solo el centro de
cuentra en relación con el formato, los que se regula la visita a los museos esta- documentación» [debe ser gratuito].

95
Para el representante de Costa Rica, tratan numerosos aspectos que afectan a
el cobro de las entradas «debe ser (...) los museos, pero, ¿cuáles son las priorida-
escalonado (...), esto en tanto estudian- des actuales en los museos iberoamerica-
tes no pagan, adultos mayores no pagan, nos? ¿Fortalecimiento institucional como
los nacionales pagan una cuota menor medida necesaria para poder apoyar las
que los extranjeros. Las entradas permi- actividades de los museos? ¿Promover el
ten a los museos captar recursos para la museo como un espacio con vocación
supervivencia. En el caso de mi país los social, espacio de encuentro y de diálogo
museos estatales no reciben un 100% de con la sociedad por encima de otras ac-
recursos por lo que las entradas le per- tividades relacionadas con la conserva-
mite completar los recursos necesarios ción o documentación de las colecciones?
para su supervivencia». En otras palabras, ¿visibilidad pública y
Para Alejandro Ansín, «desde el pun- difusión por encima de otras actividades
to de vista del museo considerado como de carácter interno, como promover la
un servicio de interés general cuyo re- investigación, documentación y conser-
ceptor es la población, es deseable faci- vación de las colecciones?
litar o crear las condiciones para el acce-
so de la población en su conjunto. Este Para José do Nascimento Junior, repre-
hecho no inhabilita, ya que hay distintos sentante de Brasil, «en el ámbito de la
mecanismos para asegurar estas facilita- cooperación del área de museos de Ibe-
ciones según los sectores de población, roamérica las prioridades son fortalecer
que los museos cobren entrada, incluso las políticas públicas del área, así como
como forma de valorización de la propia potenciar la función social del museo.
institución». El museo es un engranaje perfecto, en
Además, según Alejandro Ansín, «en el que no existen privilegios de unas
el caso de los museos privados, la princi- funciones en detrimento de otras. Las
pal fuente de financiamiento está repre- áreas de documentación, conservación
sentada por los fondos que realizan los e investigación poseen tanta importan-
propios fundadores de las instituciones o cia como el desarrollo de un plan de co-
su comisión directiva (48%), comisión de municación efectivo, la acción educativa
amigos (24%), donaciones-bonos cola- o de exposición. Las áreas de museos
boración (16%), venta de entradas (8%), deben estar todas interligadas, de modo
El museo es un engranaje tienda y/o cafetería (4%). Los museos que cada una pueda contribuir al forta-
perfecto, en el que no existen deben potenciar los llamados servicios lecimiento de las otras».
agregados (tienda, cafetería, librería, bi- Centrando sus energías en los mu-
privilegios de unas funciones blioteca...), que contribuyen también a la seos de Costa Rica, Olman Solís Alpízar
en detrimento de otras. vida del propio museo y a la experiencia sostiene, de forma poco ortodoxa: «La
Las áreas de documentación, museística del visitante. Creo que aquí prioridad de los museos de mi país es
conservación e investigación habría que diferenciar las funciones de el deleite y educación de sus visitantes
poseen tanta importancia estos servicios para poder definir cuáles a partir de la puesta en valor de nuestro
como el desarrollo de un plan deberían ser de acceso gratuito y cuales propio patrimonio. La puesta en valor
a pagamento. Un servicio de biblioteca, implica desde la investigación hasta el
de comunicación efectivo, considero debe ser totalmente gratuito y aporte social de la información adquiri-
la acción educativa o de asegurar la accesibilidad a todo público». da de dicho proceso de estudio».
exposición Respecto a la tercera parte de la Si, por una parte, la representante
cuestión, el representante de Uruguay de la República Dominicana destaca
considera que la autonomía financie- la relevancia de la formación profe-
ra y administrativa es deseable, ya que sional, el representante de Nicaragua
constituye un camino saludable para la señala la importancia de que los mu-
eficacia, eficiencia y excelencia de estas seos actúen como espacios de diálogo
instituciones. y debate, sin olvidarse de conservar el
patrimonio.
7.ª cuestión: En los acuerdos enumera- De acuerdo con este pensamiento, el
dos en el informe final del encuentro se representante de Panamá indica que «el

96
museo debe ser un centro especializado, no de Museos. En el caso de México,
para brindar servicios a los miembros quizás la crisis que tuvo mayor impacto,
de toda la sociedad. No deben ser sólo según lo expresado por su representan-
centros para brindar exposiciones de te, no ha sido tanto la crisis financiera
objetos, sino ayudar al propio sistema (si bien afectó), sino la pasada crisis sa-
educativo en sus más variados aspectos. nitaria mundial. Este factor, que a priori
El museo es parte de la realidad social no se identifica directamente con el fun-
en que vivimos». cionamiento de los museos, los afectó La crisis es tomada
Alejandro Ansín, con su estilo pro- de manera más que particular, ya que no desde un punto de vista
lijo, afirma: «En el Uruguay, el fortale- ha provocando la decisión de las auto- pesimista o negativo, sino por el
cimiento institucional en el caso de los ridades de disponer del cierre de insti- contrario como un desafío
museos públicos, considero sea una tuciones culturales y espacios públicos y, por lo tanto, como una
prioridad relevante y de carácter estruc- por un prolongado periodo de tiempo,
tural. Tenemos un gran déficit en cuanto constituyendo un hecho sin precedentes
oportunidad de cambio
al desarrollo de las funciones primarias en ese país».
de los museos como son la investiga- De algún modo, la respuesta del re-
ción, la documentación, la conservación presentante de Brasil se complementa
y la difusión de las colecciones. y establece un diálogo con la anterior:
A modo de ejemplo, respecto a la ca- «La diversidad de los países de la co-
talogación que es el primer paso en la munidad iberoamericana se refleja en
valorización de un bien cultural, el 17% sus instituciones museísticas. A pesar
de los museos no cuenta con un sistema de esa heterogeneidad y riqueza cultu-
de catalogación. ral, se puede afirmar que, en general,
Si bien el fortalecimiento institucio- los museos de Iberoamérica viven cons-
nal es prioridad sin lugar a dudas para tantemente necesidades de adaptación,
nuestros museos, considero de mane- debido a la falta de recursos técnicos,
ra también relevante la vocación social financieros, profesionales y materiales.
que deben desarrollar los museos, como Así, por estar constantemente lidiando
agentes posibles de cambio y desarrollo con situaciones próximas a las de una
social y educativo». crisis, están mejor capacitados para la
Con un estilo lacónico y preciso, búsqueda de soluciones diversificadas,
Santiago Palomero presenta una especie adaptándose y repensando su papel y
de síntesis: «Promover el museo como fortaleciendo, muchas veces, su función
espacio de cohesión social, sin por ello social. Los museos de la comunidad
dejar de cumplir las funciones clásicas iberoamericana vienen, además, fortale-
del museo». ciendo sus relaciones en la búsqueda de
acciones de cooperación conjunta, en
8.ª cuestión: ¿Considera que la crisis este sentido, el programa Ibermuseos es
presenta algunas características específi- un ejemplo destacado».
cas en los museos de los países iberoame- El representante de España observa
ricanos? que los países de la comunidad ibero-
americana situados fuera de Europa en-
Para el representante de Uruguay: «En frentan con más facilidad y naturalidad
los países iberoamericanos, la crisis ha los momentos difíciles. «Incluso hay paí-
afectado de forma diversa, como tam- ses como Brasil –afirma Palomero– que
bién diversas han sido sus respuestas. no sólo no están en crisis sino que están
Particularmente señalo dos ejemplos en crecimiento constante y su política
concretos. El caso de Chile, donde la de habilitación de nuevos museólogos
crisis es tomada no desde un punto de y de equipamientos sociales en los mu-
vista pesimista o negativo, sino por el seos, son extraordinarias».
contrario como un desafío y, por lo tan- La representante de la República Do-
to, como una oportunidad de cambio, minicana, muy sucinta, responde: «Puede
según indicara claramente su represen- ser». El representante de Costa Rica parece
tante en el III Encuentro Iberoamerica- confirmar la observación de Santiago Pa-

97
lomero: «En cuanto a mi país los museos así, de modo crítico y constructivo, in-
se han caracterizado en buscar opciones dica la necesidad de más avances: «Sin
alternativas que les permita cumplir con duda que los museos dejaron de ser es-
las funciones propias de un museo». pacios con olor a naftalina y espacios de
El enviado de Nicaragua relativiza y elites. Hay más accesibilidad, desafortu-
observa que «en el caso particular de los nadamente hay limitantes para algunos
La convivencia con una museos del país, se ve una disminución grupos con capacidades diferentes, o
crisis de larga duración de los visitantes en manera global, pero no estamos abordando temas de actua-
reclama a los museos las comunidades están interesadas en lidad».
una actitud de permanente promover su patrimonio local». El representante de Uruguay, en sin-
creatividad, la búsqueda El representante de Panamá, con tonía con los comentarios anteriores, in-
una perspectiva realista y apocalíptica, sistió en la importancia de los museos
sistemática de sostenibilidad
afirma: «Algunas de las características como entes vivos. Panamá destacó que el
y un ejercicio cotidiano de específicas son la falta de presupuesto, museo debe ser considerado un bien de
imaginación museológica las epidemias, guerras y catástrofes na- primera necesidad. La representante de la
turales». República Dominicana, de forma curiosa
y extraordinaria, defiende la permanencia
9.ª cuestión: En época de crisis se insis- eterna de los directores de museos.
te especialmente en la «vocación social
de los museos», ¿cree que perdurará esta 10.ª cuestión: ¿Qué cambios tienen
preeminencia una vez que la crisis haya previsto introducir en el equipo de pro-
sido superada? ducción y en el propio proceso de pro-
ducción de la exposición para que la
De modo inspirado, inspirador y con- multiculturalidad y la diversidad for-
movedor, el representante de Costa Rica men parte del mensaje que la exposición
expone: «Para mi país y probablemen- vehicula?
te para Centroamérica la crisis siempre
ha existido y siempre existirá. En todo El tema de la multiculturalidad y de la
caso con o sin crisis la vocación social diversidad obtuvo notable importancia y
no debe de dejar de existir ya que es el asumió un lugar estratégico en las polí-
principal objetivo de su razón de ser». ticas públicas de cultura, especialmente
El representante de Brasil compar- después de la denominada «Convención
te la misma línea de pensamiento: «El sobre la protección y promoción de la
museo es por excelencia una institución diversidad de las expresiones culturales»,
social, independiente de las distintas cri- celebrada en 2005, en el ámbito de la
sis que puedan aparecer. Si el concepto UNESCO. De alguna forma, las respues-
de crisis está en relación con la idea de tas de los participantes del III Encuentro
cambio, el museo debería estar siem- Iberoamericano de Museos reafirmaron
pre en crisis, repensando su relación y este posicionamiento.
aproximación a la sociedad, que es uno De esta manera, el representante de
de sus principales objetivos». Nicaragua anticipó los planes de traba-
Nuevamente Santiago Palomero re- jo y adelantó que «en el museo nacio-
cuerda en su discurso al inolvidable nal estamos previendo nuevos espacios
Kenneth Hudson: «Sí, creo que debe para zonas geográficas que no están re-
continuar porque es su razón de ser; si presentadas en el discurso del museo,
se olvida eso se pone en riesgo la ver- principalmente en el Caribe Nicaragüen-
dadera esencia del museo, como lugar se que ha sido prácticamente invisible.
de encuentro. “Charm and chairs” o sea, Se está invitando a expertos de la zona
“Encanto y sillas”, para que tengan lu- para que ellos sean los que cuenten sus
gar los grandes debates del siglo XXI tal propias historias».
como predijo el anteriormente citado La representante de la República Do-
Kenneth Hudson». minicana afirma la importancia del in-
El representante de Nicaragua reco- tercambio entre los museos y los artistas
noce los avances realizados, pero aún de Iberoamérica, y el representante de

98
Panamá señala que de modo general los mi país el tema de multiculturalidad y
museos «deben tener acceso los distintos diversidad cultural están presentes des-
grupos sociales, indistintamente del ni- de hace muchos años».
vel o grado educativo de sus visitantes.
Por ello, debemos concluir que deben
permanecer abiertos indistintamente de Más allá de los marcos
cualquier situación, enriqueciéndolos
día a día con diversas exposiciones». El análisis de la situación de los museos
El representante de España confirma en el marco de la crisis internacional de
esa tendencia: «Las exposiciones hoy de- los últimos años, tiene en cuenta que
ben ser abiertas y multiculturales como esta crisis se inserta a su vez dentro del
el mundo en que vivimos y realizadas, marco de otra crisis de carácter estructu-
siguiendo evaluaciones previas, forma- ral y multidimensional.
tivas y sumativas. Los resultados obte- De alguna forma, los museos se en-
nidos deben ser tenidos en cuenta, en cuentran dentro del marco de la crisis,
todos los procesos de formación». con encuadramientos, problemas y res-
El enviado de Uruguay sigue por puestas bastante diferentes entre sí. La
ese mismo camino y destaca que «el III repercusión de la crisis en los museos
Encuentro Iberoamericano de Museos de Europa es más dramática que la de
reflejó la necesidad de favorecer una los museos de América del Sur y Améri-
gestión tendiente a la inclusión, a la ca Central. Y también en Europa los mu-
multiculturalidad, a la interculturalidad y seos privados se vieron más afectados
a la diversidad como herramientas con- que los museos públicos.
tra toda discriminación. Considero que En América del Sur y América Cen-
este tema, necesita de un amplio debate tral, la crisis en los museos no es re-
con los diferentes actores intervinientes ciente. Está relacionada con las prácti-
en el campo museológico, para inter- cas colonialistas que se proyectan en el
cambiar ideas, puntos de vista, enfo- mundo contemporáneo como un legado
ques, para poder abordar esta temática cultural, sobrevalorización de la produc-
tan relevante como lo es la multicultura- ción internacional y una baja inversión
lidad de manera consensuada y estable- por parte del Estado y de la sociedad en
cer pautas concretas de acción». la construcción de políticas públicas de En América del Sur y América
El enviado de Brasil reconoce que la cultura inclusiva, consistente y de larga Central, la crisis en los museos
diversidad y la multiculturalidad no son duración. no es reciente. Está relacionada
temas restringidos a un único sector de Esta contingencia, a pesar de tener
con las prácticas colonialistas
los museos, como el de las exposicio- una fase negativa, tiene también un as-
nes, sino que deben estar presentes en pecto positivo. La convivencia con una que se proyectan en el mundo
las propias actitudes y definición de los crisis de larga duración reclama a los contemporáneo como un legado
objetivos de estas instituciones. «En ese museos una actitud de permanente crea- cultural, sobrevalorización de la
sentido, la formación de equipos multi- tividad, la búsqueda sistemática de sos- producción internacional y una
disciplinares, la inserción de diferentes tenibilidad y un ejercicio cotidiano de baja inversión por parte del Estado
agentes en la concepción y gestión del imaginación museológica. Esa experien-
y de la sociedad en la construcción
museo, pueden ser algunas alternativas cia de convivencia con largos periodos
para cuestionar y expandir los ámbitos de crisis contribuye a una mayor adapta- de políticas públicas de cultura
de acción del museo. Ser conscientes bilidad de los museos de esas regiones a inclusiva, consistente
de nuestras sociedades plurales y de los desafíos del mundo contemporáneo, y de larga duración
las diversas culturas que las componen especialmente en lo que respecta a las
es un deber de todas las instituciones dificultades económicas, sociales y tec-
públicas y, especialmente, de aquellas nológicas.
que trabajan con la memoria y el pa- Incluso reconociendo que los mu-
trimonio». seos se encuentran dentro de este mar-
Por último, se registra el curioso in- co, surge la pregunta: ¿Están apresados
terrogante del representante de Costa en este marco, sin ninguna posibilidad
Rica: «¿Eso no es así en otros países? En de movimiento propio?

99
Todo indica que algunos museos pa- Los museos pueden pensarse como y lo colectivo, permite que los museos
recen encerrados en un callejón sin sali- conectores espaciales y temporales, o in- operen con un conjunto extraordinario
da, ya que sus modelos de gestión tam- cluso como puentes, puertas o portones de líneas de articulación y fuga.
bién están en crisis; otros, sin embargo, que pueden unir y desunir culturas, tiem- Por ese camino, se percibe también
ya han esbozado pequeñas reacciones. pos, personas y grupos sociales diferentes. que los museos pueden hacer rizomas
Existen, al menos, dos caminos para Esto significa amplificar también el alcan- con el mundo. Todo lo que Gilles De-
los museos: o se resignan, se amoldan y ce y los sentidos de los museos y la com- leuze y Felix Guattari (1995: 11 y 37)
sufren la crisis pasivamente, o se conec- prensión de su dimensión relacional. Se dicen sobre el libro se aplica al museo.
tan y colaboran en la construcción de trata de territorios propicios para la rela- El museo-rizoma, el museo-conector,
otro paradigma museológico para ir más ción, para el encuentro, para la conviven- el museo-puente, el museo-puerta, el mu-
allá del marco de la crisis. cia, para los intercambios culturales y so- seoventana, el museo-molécula indican la
Por lo tanto, esto coloca a los mu- ciales; son plataformas de comunicación. posibilidad de romper con el marco de la
seos ante un desafío radical. ¿Podrán, El trabajo con la memoria y el olvido, crisis y con el marco de este marco.
como sugiere Manuel Castells, consti- con la conservación y la creación, con El museo-rizoma implica una nueva
tuirse como nuevos conectores tempo- la producción y la reproducción, con ética, una nueva postura museológica;
rales y espaciales y contribuir a la rein- la tradición y experimentación, con el implica la valorización de las relaciones,
vención del mundo? poder y la resistencia, con lo individual de las articulaciones entre diferentes pú-

100
blicos1, de las gestiones que producen marco de la crisis e inventando futuros,
colecciones y descolecciones, museali- creando nuevos espacios de conviven-
zación y desmusealización, territoriali- cia, produciendo y estimulando sueños
dades y desterritorialidades. y encuentros. De hecho, los museos
El museo-rizoma o el museo-conec- son inventores de futuros. Y esos fu-
tor de tiempos y espacios conserva y turos inventados también reinventan
amplifica las multiplicidades, y ofrecen pasados. Más allá de los marcos y las
«n» posibilidades de conexiones, que se crisis, los museos pueden convertirse
hacen, se rompen, se rehacen y se abren en explosiones de ágora y ágoras de Los museos son inventores
hacia otras conexiones. conexión. de futuros. Y esos futuros
Las experiencias de museos-conecto- inventados también reinventan
res o museos-rizoma están en desarrollo
pasados. Más allá de los
en el mundo y en Brasil, y tienen re- Bibliografía
lación con los ecomuseos, museos co- marcos y las crisis, los
munitarios, museos de territorio, museos CASTELLS, M. (2010): «Museums in the museos pueden convertirse
al aire libre, museos de favela, museos Information Era: cultural connectors of en explosiones de ágora y
indígenas, museos de calle, museos de time and space», en R. PARRY (ed.), Mu- ágoras de conexión
ciudad-patrimonio, museos integrados y seums in a digital age, Routledge, Lon-
los denominados museos sociales. don-New York.
En términos teóricos, estas prácticas
están sintonizadas con la museología so- DELEUZE, G., y GUATTARI, F. (1995):
cial2, y en términos políticos encuentran Mil Platôs: capitalismo y esquizofrenia,
eco en el manifiesto a favor de una Al- 1, Editora 34, San Pablo.
termuseología3, como forma de enfren-
tar «el rol compresor de la globalización»
que «obliga una vez más al museólogo
a reunir fuerzas para convocar a las po-
blaciones y organizaciones dedicadas a
la transformación del marco mundial en
un Fórum-Ágora-Ciudadano, y le obliga
también a situarse en el campo del alter-
mundismo, con una posición didáctica,
dialéctica, y capaz, por las energías vita-
les que genera, de hacer que progrese el 1
Aquí la categoría no queda restringida a la
diálogo entre los pueblos»4. noción de usuario, visitante y frecuentador
En el caso de Brasil, es posible se- del museo; el «público» también incluye al
no-público y el «público» potencial; de la
ñalar las experiencias de museos so-
misma manera, la categoría «público» incluye
ciales especialmente articuladas por
un segmento distinto con relación al museo
las siguientes comunidades populares: (técnicos, gestores, personal de seguridad,
Museo de la Favela da Maré (Río de mediadores, directores, investigadores y
Janeiro-RJ), Museo de la Favela Pavão- educadores) y también quienes nunca irán al
Pavãozinho-Cantagalo (Río de Janeiro- museo, pero que también se benefician de su
RJ), Museo Vivo de São Bento (Duque existencia.
de Caxias-RJ), Museo de la Comunidad 2
Sobre el tema, se recomiendan los trabajos de
de Taquaril (Belo Horizonte- MG), Eco- Mário Moutinho, Hugues de Varine, Pierre
museo del Amazonas (Belén-PA) y los Mayrand, René Rivard, Maria Célia Teixeira
procesos museales en curso en las co- Moura Santos y otros.
3
«Manifeste L’ Altermuséologie», lanzado por
munidades populares de Coque (Recife-
Pierre Mayrand, en Setúbal (Portugal), el 27
PE), Sítio Cercado (Curitiba-PR), Estrutu-
de octubre de 2007. En ese manifiesto, el
ral (Brasilia-DF), Jacintinho (Maceió-AL), autor propone una «altermuseología»,
Terra Firme (Belén-PA), y otros. «un gesto de cooperación, de resistencia,
Siguiendo este camino podemos vi- de liberación y solidaridad con el Fórum
sualizar a los museos en líneas de arti- Social Mundial».
culación y líneas de fuga, rompiendo el 4
Vid. «Manifeste L’ Altermuséologie», 2007.

101
El museo en
¿Museos desde otro lado
crisis?
Museos en cambio
Reportaje
fotográfico:
Crisis
Íñigo Aragón
Logroño y museos
Íñigo Aragón es licenciado en Historia del Tal vez el momento en el que la mirada donde el espectador reconoce lo frágil
Arte por la Facultad de Filosofía y Letras del visitante se posa sobre una pieza es y mutable de su percepción, y donde
de Valladolid y Diplomado en Diseño de cuando la experiencia que da sentido el museo expone la derrota de la qui-
Moda por el Istituto Europeo di Design. a los museos revela a la vez su éxito mera que aspira a explicar el mundo. Y
Entre 2007 y 2009 cursó estudios de y su falibilidad, su triunfo y su crisis. es entonces cuando los tres agentes de
fotografía en la Escuela Blankpaper de
Pues es en ese cruce donde el obje- esta ceremonia –cosa, hombre y siste-
Madrid. Ha publicado su obra en las
to desnuda su naturaleza perecedera y ma– conquistan un instante y fracasan
revistas nacionales e internacionales como
Maxi, Elle Déco, Vanidad, Tendencias,
destructible pese a todos los esfuerzos, contra el Tiempo.
Casa y Campo, Hispanic Culture Review y
Vivere Country, entre otras; y ha expuesto
en el Museo de Bellas Artes de Castellón,
la Galería La Irreal y en el Museo Nacional
Colegio de San Gregorio. En la actualidad
trabaja en el proyecto «El Iceberg», una
serie de fotografías de calle de Madrid.

museos.es le ha encomendado el reportaje


fotográfico que se publica en estas páginas
y en su portada bajo el lema de su parte
monográfica, Museos y crisis, abriendo así
una de sus futuras secciones, la dedicada a
obtener una mirada distinta, fresca y externa,
sobre los museos por parte de un creador.

104
105
Varia museológica
¿Museos en crisis?
Museos en cambio
Lo inquietante
en Gutiérrez Solana:
Antonio J. Sánchez Luengo
Subdirección General
las vitrinas del Museo
de Promoción de las Bellas Artes
Madrid Arqueológico Nacional
Antonio J. Sánchez Luengo es licenciado Resumen: El pintor Gutiérrez Solana both in historical context and in picto-
en Historia del Arte y Conservador de aúna, por un lado, la pervivencia de la rial terms: The showcases and The visitor
museos. Ha sido Conservador del tradición y, por otro, una personalísima and the showcases. These two pieces are
Departamento de Pintura hasta 1940 y visión del mundo que le llevará a no extremely important due to their visibi-
Coordinador General de la Colección
participar del Regeracionismo, y a rom- lity and the moment they represent in
Permanente del Museo Nacional Centro de
per con los principios de la academia. Solana’s career. In fact, they led to the
Arte Reina Sofía. Ha comisariado y coordinado
diversas exposiciones de arte
Su tratamiento del color, de la perspecti- discovery during the 1920s of Solana by
contemporáneo y ha sido Coordinador va, sus deformaciones y la linealidad en the leaders of the «Arte Nuevo».
General del Proyecto de Reinstalación de la representación de las figuras generan
la Exposición Permanente del Museo una sensación de inquietud puesto que Keywords: Twentieth Century Spanish
Nacional Centro de Arte Reina Sofía no puede distinguirse lo real de lo irreal. painting, Gutiérrez Solana, Showcases,
(2009) y responsable de la Fototeca de En este artículo se analizan –desde su Mannequins, Alive-Lifeless.
Patrimonio Histórico, Biblioteca, Archivo y contexto histórico y con un análisis pic-
Publicaciones del Instituto de Patrimonio tórico– dos de sus obras exponentes de
Cultural de España. En la actualidad es Jefe lo antes mencionado: Las vitrinas y El La producción artística del pintor José Gu-
de Área de Exposiciones de la Subdirección
visitante y las vitrinas, obras clave, por tiérrez Solana captó desde un primer mo-
General de Promoción de las Bellas Artes.
su visibilidad y trayectoria expositiva, en mento el interés de críticos, historiadores
antonio.sanchez.l@mcu.es el «descubrimiento», en los años veinte, y literatos. Su obra se vinculó con la tra-
de Solana por los representantes del dición pictórica española (especialmente
Arte Nuevo. Goya, El Greco y la pintura del Siglo de
Oro) y la Generación del 98 (Zuloaga y la
Palabras clave: Pintura española del primera etapa de Darío Regoyos), si bien,
siglo XX, Gutiérrez Solana, Vitrinas, Ma- aunque la herencia de la pintura española
niquíes, Animado-Inanimado. se encuentra presente de manera mani-
fiesta, su producción tanto artística como
Abstract: Gutiérrez Solana is an artist literaria tiene grandes diferencias con la
whose rallying for the survival of tra- de los artistas de la generación finisecular.
dition and whose vision of the world En primer lugar, Solana pertenece a una
led him both, to reject the Regenera- época posterior a los artistas anteriormen-
cionismo movement, and to break with te citados; en segundo lugar, en sus obras
the Academy’s principles. This attitude lleva la crítica característica de esa genera-
toward color and perspective, as well as ción al extremo; y por último, no imagina
the deformation and outlining in his fi- una situación mejor que la plasmada en
gures, creates a sense of restlessness in sus creaciones, es decir, carece de función
Figura 1. Las vitrinas, 1910. Museo Nacional Centro
de Arte Reina Sofía. © José Gutiérrez Solana,
the observer, as it is impossible to distin- regeneracionista.
VEGAP, Madrid, 2010. guish reality from the unreal. Two of his Hacia mediados de los años veinte,
paintings will be analyzed in this article, su pintura será muy valorada por los

108
109
renovadores del arte español, llegando rie de temas de plena actualidad para
incluso a influir, como señala Eugenio la época a partir de la publicación del
Carmona (2004: 136), en Ángeles San- ensayo de Roh, pero realizados años
tos, Francisco Mateos, Maruja Mallo e, antes de que la corriente del realismo
incluso, Salvador Dalí. Las razones por mágico triunfara en Europa, razón por
las que las nuevas generaciones valora- la cual el artista sería muy valorado por
ron su obra se deben al cambio que se los jóvenes creadores.
produce en las corrientes artísticas con A partir de la década de los ochenta
el retour à l´ordre después de la Primera su obra será objeto de un estudio siste-
Guerra Mundial y a la publicación del mático y de una catalogación razonada
ensayo Realismo Mágico de Franz Roh, por Luis Alonso Fernández (1985), que
que tuvo en España una temprana difu- permitió completar las lagunas en la in-
sión y una gran influencia en los reno- vestigación y aproximarse de una forma
vadores del arte español1. Lo que valora- integral a la producción de Solana. Alon-
ban estos artistas de la pintura de Solana so Fernández insiste en la valoración
era, en primer lugar, su ruptura con los del artista investigando sus preceden-
principios académicos a través de la de- tes en la historia de la pintura españo-
formación, el uso de una perspectiva en la, El Greco, Velázquez, Goya y la Ge-
planos paralelos, la restricción cromática neración del 98, realizando además un
y la linealidad de las figuras. Por otra análisis técnico, temático y estilístico de
parte, un aspecto muy importante en sus obras, y subrayando las relaciones
dicha valoración tiene que ver con los y coincidencias con la producción de
cambios acaecidos desde la publicación otros autores. Valeriano Bozal (1992) re-
del ensayo de Roh: la presencia en sus marcará su carácter personal e indepen-
composiciones de lo mágico, lo extraño diente en el arte español de su época.
y lo inquietante. Ángel González García (1999: 147-165) y
Así lo manifestaban uno de sus prin- Eugenio Carmona (2004: 121-122) situa-
cipales detractores, José Moreno Villa rán su obra en los realismos de nuevo
(1951): «Infundir a sus personajes la sen- cuño que surgirán en la Europa de los
sación de lo real y lo no real al mis- años veinte, destacando su participación
1 mo tiempo», y uno de sus principales en las publicaciones ultraístas (como
Fue publicado en la Revista de Occidente n.º 16
en 1927, traducido por F. Vela, pp. 274-301.
admiradores, Antonio Machado (1923: la revista Grecia), en la exposición de
En este sentido, no deja de ser curioso que 768): «Este Goya necrómano o, lo que artistas ibéricos y en la constitución de
en una carta manuscrita de Solana (fechada es igual, este antípoda de Goya, pinta Amics de l’Art Nou (ADLAN) en Madrid
el 16 de febrero de 1926), conservada en el con insana voluptuosidad lo vivo como en 1935, donde el pintor cántabro figura
centro de documentación de la Residencia lo muerto, y lo muerto como lo vivo». como uno de los socios.
de Estudiantes, dirigida al crítico de la Revista Lo inquietante está presente en sus De entre sus muchas obras, dos han
de Occidente y la Gaceta Literaria, Benjamín primeras obras, Autómatas (1907) y Las llamado poderosamente la atención de
Jarnés, responda a su solicitud de fotografías vitrinas (1910), donde trata un tema los investigadores, Las vitrinas y El visi-
de Las vitrinas para publicar un artículo que, posteriormente, S. Freud (1919: tante y las vitrinas, realizadas en 1910,
en la revista alemana Der Querschnitt.
297-324) señalará como una de las prin- intentando establecer su fuente de inspi-
Este requerimiento tendría como objetivo,
cipales causas de extrañamiento: figu- ración. Algunos, como Francisco Cossío
seguramente, conectar la obra de Gutiérrez
Solana con los nuevos realismos triunfantes ras de cera, maniquíes y autómatas. Así, (1929) las identifican con las vitrinas del
en ese momento en Alemania, representados en la exposición de artistas ibéricos de Museo Carnavalet de París. Por su parte,
en la publicación de Roh (Residencia de 1925 presentará una serie de cuadros Ramón Gómez de la Serna (1944) men-
Estudiantes signatura BJ280790346/BJ/1/80/1). como El visitante y las vitrinas (1910), ciona, en la monografía dedicada al ar-
en el que jugará con esa sutil fronte- tista, las vitrinas del Museo Arqueológi-
ra entre lo animado y lo inanimado; co. Barrio-Garay (1978: 60-61) cree que
en Los desechados (1908) mostrará la representan las vitrinas del Museo Ar-
marginalidad y la enfermedad; y final- queológico de Madrid o del Museo Na-
mente, en Los chulos (1906), repetirá y cional de Antropología, y Manuela Mena
Figura 3. El visitante y las vitrinas, 1910. Colección
trasmutará varias veces el mismo rostro, (2004: 112), siguiendo a Barrio-Garay, se
particular. © José Gutiérrez Solana, VEGAP, Madrid, consiguiendo una sensación inquietan- refiere también al Museo Arqueológico
2010. te en el espectador. Se trata de una se- Nacional (figuras 1 y 3).

110
111
Figura 2. Mariano Moreno: Sala VII: Cuchillería y vestuario moderno del Museo Arqueológico
2
Enrique Mélida y Alinari (Madrid, 1838-París,
Nacional, c. 1920. Museo Arqueológico Nacional (FD 775).
1892). En 1882 se casó en París con Marie
Bonnat, hermana del famoso pintor francés
León Bonnat (1833-1922), y al año siguiente
se establecía definitivamente en la capital
francesa. Fue miembro del jurado internacional
en la Exposición Universal de París de 1889. Ante esta variedad de opiniones La instalación del Museo Arqueológi-
Con modernas inspiraciones estilísticas sobre cuál es el lugar representado en co Nacional en su sede actual se realizó
francesas en su pintura, pero manteniendo esas dos composiciones, nuestra inves- en 1895 siendo director Juan de Dios de
asuntos españoles, siguió alcanzando tigación aporta una nueva y definitiva la Rada y Delgado. Los objetos fueron
notables éxitos, como La comunión de las localización que zanja la diatriba: Las vi- expuestos por orden cronológico mante-
monjas y La niña perdida, adquiridas por el trinas se identifican con la sala VII del niendo los protocolos de conservación,
Museo de Luxemburgo. Su cultura artística, Museo Arqueológico Nacional (figura iluminación y seguridad con las vitrinas
perspicacia crítica y atención a las posiciones
2). Documentos inéditos del artista re- que disponía el museo cuando estuvo
de vanguardia, lo convierten en figura singular
lativos al citado museo, una fotografía instalado en el Casino de la Reina. En
entre los españoles de su tiempo.
que muestra la instalación museográfica lo que respecta a la sala VII fue insta-
3
Expedientes n.º 1893/4 y 1895/7.
Lamentablemente en el archivo histórico del Museo Arqueológico Nacional en la lada a finales de 1898, pues en mayo
del Museo Arqueológico Nacional no se que se pueden observar las dos vitrinas, de ese mismo año se conserva una car-
conservan datos de la petición del pintor una relación de las piezas expuestas en ta del director del Museo Arqueológico
para realizar estas obras. 1898 en dicha sala, y un presupuesto Nacional al Director General de Instruc-
4
Francisco Clivillés y Serrano (Madrid, para la construcción de las vitrinas y los ción Pública en la que hace referencia
1869-1920). Estudia escultura en la Escuela maniquíes, son las pruebas documen- a los costes del proyecto de instalación
de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. tales aportadas en nuestro estudio. Por que ascienden a 3.000 pesetas (según
Discípulo de Samsó, se especializó en el otra parte, hemos podido identificar la los presupuestos de junio de 1897) para
retrato, colaborando igualmente con diversos
indumentaria representada en los cua- la realización de los maniquíes, a cargo
arquitectos, en especial con Isidro de Benito,
dros, que corresponde a una donación del escultor Francisco Clivillés4, y para
en ornamentaciones escultóricas de
efectuada en 1893 y 1898 (en lotes de 77 el arreglo de las vitrinas realizado por
arquitectura. Concurrió a las Nacionales
de Bellas Artes, obteniendo menciones y 44 piezas, respectivamente) al Museo Eugenio Ruiz (figura 6). Esta sala, tal
honoríficas en 1895 y 1897; tercera medalla Arqueológico Nacional por María Bon- como aparece en las obras de Gutiérrez
en 1904 y segunda en 1908. En 1915, junto nat, viuda del pintor Enrique Mélida y Solana, es descrita en la publicación de
con el arquitecto Isidro Benito, obtuvo tercera Alinari2, conservada actualmente en el Álvarez- Ossorio (1919: 71-73), Una vi-
medalla en la sección de Arquitectura. Museo del Traje. CIPE3 (figuras 4 y 5). sita al Museo Arqueológico Nacional de

112
Hemos podido identificar la
indumentaria representada
en los cuadros, que corresponde
a una donación efectuada
en 1893 y 1898 al Museo
Arqueológico Nacional por
María Bonnat, conservada
actualmente en el Museo
del Traje. CIPE

Figura 4. Basquiña, jubón y madroñera, c. 1801.


Museo del Traje. Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico.

113
Figura 5. Vestido imperio, c. 1800.
Museo del Traje. Centro de Investigación
del Patrimonio Etnológico.

114
Figura 6. Presupuesto de maniquíes y vitrinas, 1897. Archivo Museo Arqueológico Nacional
(Expediente 1895/7).

1910, que formaba parte de la biblioteca siendo director Álvarez-Ossorio. Las


personal del artista5. También, aparece obras terminaron en julio de 1936, pero
descrita esta sala en un texto inédito no se inauguró como consecuencia del
del artista sobre el Museo Arqueológico comienzo de la Guerra Civil. Durante
Nacional conservado en el Museo Na- la guerra el museo sirvió como alma-
cional Centro de Arte Reina Sofía: «Des- cén de las obras de arte recuperadas
pues de contemplar estas admirables por la Junta Superior de Conservación
figuras de barro pasamos á la sala VII y Protección del Tesoro Artístico. Tam-
En la que pueden admirarse en vitrinas bién se desmontaron las instalaciones
una porcion de trapos colocados sobre museográficas, conservando sus piezas
maniquies completos pertenecientes a embaladas en la sala de antigüedades
la epoca de Carlos IV. Fernando VII y egipcias (AA.VV., 1993).
Imperio, estan muy bien conservados y En 1939 se abrió en la planta alta del
tienen estas figuras una gran belleza en edificio el denominado «Museo breve»,
sus colores y tocados. Hay en esta sala una instalación de carácter provisional,
una fuente que pertenecio á la iglesia de pero cuyo montaje se prolongó hasta
Santa Cruz de Madrid y pendientes de 1951. Se trataba de una selección de las
un muro un gran trofeo de armas forma- piezas más importantes del museo des- 5
Conservada en el Museo Nacional Centro de
do con chuchos y ballonetas metidas en de la Prehistoria hasta la Edad Moderna. Arte Reina Sofía procedente del archivo
palos que fueron de las [que] empleo el En lo que respecta al contenido de la personal Gutiérrez Solana.
6 Advertirá el lector, en la trascripción, los
pueblo de Madrid en la lucha contra los sala VII, junto con el resto de las pie-
errores gramaticales y las faltas de ortografía.
franceses en el 2 de Mayo. Aqui termi- zas que formaban parte de la donación
Según Gómez de la Serna (1972), ésta es una
namos nuestra visita á la planta Baja del efectuada por María Bonnat, pasaron de las características de los escritos de
Museo Arqueológico»6. en 1943 a formar parte del Museo del Solana, donde muestra «la espontaneidad
La sala VII se mantuvo intacta has- Pueblo Español por medio de una or- suprema» de las faltas de ortografía,
ta el proyecto de remodelación de 1933 denación de colecciones. Estas piezas se obligando a la imprenta a cobrarle un plus
que afectó a las salas de Edad Moderna, conservan en la actualidad en el Museo para corregir los errores y cuidar las formas
realizado por el arquitecto Luis Moya, del Traje, heredero del citado museo, de expresión de los manuscritos.

115
aunque las vitrinas y los maniquíes se presenta deficiencias en el uso de este
perdieron. recurso.
Desde el punto de vista técnico, Las En la imagen de la instalación de las
El autor convivía en su casa vitrinas y El visitante y las vitrinas7, pre- vitrinas en el Museo Arqueológico Nacio-
sentan un cuidado y perfecto dibujo que nal, el artista modificó la disposición de
con objetos de este tipo,
muestra los más minuciosos detalles de las vitrinas mediante su representación
como cabezas de peinadora, la composición. Estas obras, como otras en diagonal, lo que ayuda a contemplar
maniquíes de figuras de cera, de la primera etapa de su producción, la indumentaria de todos los maniquíes,
esculturas, artefactos que muestran el uso de unas pinceladas muy y en El visitante y las vitrinas cambió el
eran tratados no como seres diluidas, consiguiendo sutiles transpa- orden de representación de los distintos
inanimados, sino como miembros rencias y suaves superposiciones. Pos- maniquíes, con lo que marca los contras-
teriormente, la pintura de Solana evolu- tes de la indumentaria histórica repre-
del hogar, hasta el punto de
cionará introduciendo ásperas texturas sentada en las obras. Solana invierte el
autorretratarse con ellos en sus composiciones, para conseguir orden colocando como fondo la vitrina
efectos tridimensionales por la densidad mural, igual que ocurre en Las vitrinas,
de la materia pictórica utilizada, como y cambia de lugar un maniquí ataviado
podemos ver en Las coristas (1915) y en con una robe a la francesa, que sirve para
Procesión en Calahorra (1925). contrastar mejor los dos tipos de indu-
También hay cambios en lo que res- mentaria representados: la indumentaria
pecta al color. Las creaciones de la pri- del majismo, que surgió como reacción
mera etapa se caracterizan por un uso a las modas foráneas, y la indumentaria
restringido del color (negros, pardos y que seguía los postulados de la moda
tierras), en contraste con las obras a par- francesa. Los cuadros presentan, además,
tir de la década de 1920, caracterizadas deficiencias en la concepción de la pers-
por una mayor amplitud de tonos en la pectiva aérea, puesto que los elementos
paleta, como Marineros cargando redes representados en primer término y en el
(1945). No obstante, el uso del color fondo se construyen con la misma nitidez
está en relación con el tema a tratar. y detalle.
Así, en algunas creaciones de su eta- En cuanto a la iluminación, puede
pa final, como La procesión de la muer- observarse por la disposición de las som-
7
Estos dos lienzos fueron presentados a las te (1930), vuelve a una gama cromática bras en la fotografía de la instalación de
exposiciones nacionales de Bellas Artes de restringida. Lo mismo ocurre en las dos las vitrinas en el Museo Arqueológico Na-
1910 y 1912 con el título Lo que dicen las obras objeto de estudio, debido al am- cional, la procedencia del foco lumínico.
vitrinas. Posteriormente, en 1925, Solana plio colorido y a los sutiles detalles de En Las vitrinas, la iluminación incide en
tituló estos dos cuadros en el reverso con esta indumentaria histórica, que obliga los dos maniquíes ataviados con trajes
escritura autógrafa como Las vitrinas. No
al artista a ampliar su paleta para repre- estilo imperio, jugando con los brillos
obstante, estos títulos puestos por el autor
sentar fielmente la realidad observada, que produce en la indumentaria y en los
fueron poco respetados; así, en la exposición
de 1928 en la sala Bernhein-Jeanne de París,
tan llena de brillos, gradaciones tonales cristales. El resto de figuras permanecen
el primero de los cuadros citados aparece en y contrastes cromáticos. menos iluminadas, lo que ayuda a in-
el catálogo como Los maniquíes. Título que Por lo que respecta a la perspectiva, crementar los contrastes lumínicos para
se repite en la biografía de Solana publicada Gutiérrez Solana utiliza en sus pinturas, conseguir representar el volumen y dotar
en 1945 por Sánchez Camargo. En lo que por lo general, una perspectiva para- a la obra de un carácter inquietante. Por
respecta al segundo de los lienzos, aparecerá lela, escalonando una serie de planos el contrario, en El visitante y las vitrinas
en la citada exposición con el título Las hacia el fondo del cuadro. Pero en al- prescinde de esos contrastes lumínicos,
vitrinas del museo. Pero será a raíz de la gunas obras, como las descritas, utiliza ilumina todas las figuras con gran inten-
publicación de la monografía dedicada al una distribución más libre, con una ten- sidad y modifica el punto de origen de
artista por la editorial Espasa Calpe en 1936,
dencia a la asimetría aunque jugando la luz, como se observa en la sombra del
cuando cambie esta denominación por la de
con el equilibrio de volúmenes en la personaje ataviado con frac y sombrero
El visitante y las vitrinas. Esta denominación
no ha sido la única para referirse a la obra
composición. También es muy frecuen- de copa, personaje que, según Ramón
desde 1936 hasta la actualidad. Así, Sánchez te la utilización de diagonales y el con- Gómez de la Serna, realizó una vez ter-
Camargo en la biografía sobre Solana, utiliza traste de zonas pobladas de elementos minado el cuadro como contrapunto a
la denominación El Visitante del Museo. con otras absolutamente vacías, como los maniquíes, seguramente para acen-
Mientras que Leopoldo Rodríguez Alcalde se podemos observar en la representación tuar el carácter perturbador de la obra
refiere al lienzo como La vitrina y el visitante. del pavimento en Las vitrinas donde mediante la contraposición vida-muerte.

116
pictóricos que demuestran la preferen-
cia por los seres inanimados, como en
la obra de Vázquez Díaz, Retrato de los
Solana (1930).
Este hecho también lo encontramos
en la vida y obra de uno de los amigos y
principales estudiosos de la producción
solanesca, Ramón Gómez de la Serna
(Ávila Padrón, 2001: 143-182). En su li-
teratura abundan los testimonios y des-
cripciones de este tipo de seres (Gómez
de la Serna, 1949: cap. XLVII)9, y respec-
to a su biografía, se conserva abundan-
te material gráfico de la convivencia y
predilección por las muñecas de cera y
maniquíes como portadores de nuevos
ideales (figura 8).
Los difusos límites entre lo animado y
lo inanimado, el ser humano y el objeto, 8
En este sentido no deja de ser curioso que
aparecen con frecuencia en otras compo- en la exposición en la sala Bernhein-Jeanne
Figura 7. Autorretrato con muñecas, 1943. siciones de Solana, como en La peinado- de París, celebrada entre 16 y 27 de enero de
Colección particular. © José Gutiérrez Solana, ra barata (1918), Gigantes y cabezudos 1928, cuyo catálogo contiene un prólogo del
VEGAP, Madrid, 2010. (1932), Maniquíes (1927), La peinado- escritor, hispanista y crítico de arte Jean
ra (1937) y Autorretrato con muñecas Cassou, figurase el lienzo titulado Las vitrinas
con la denominación de Los maniquíes.
(1943). Este planteamiento conceptual
Este cambio de denominación fue debido,
El tema representado, el carácter ob- lo elabora también en los cuadros sobre
seguramente, a las pretensiones de Ramón
jetual del ser humano, fue un recurso los dioramas del Museo Grévin, La muer- Gómez de la Serna, Edgar Neville y Jean
recurrente en el ámbito de las vanguar- te de Marat (1928) y El juicio de Mme. Cassou de querer conectar la obra de Solana
dias8. Autores como Giorgio de Chirico, Roland (1929), museo que ilustraba me- con la tendencia de los nuevos realismos.
Fernand Léger, Hans Arp, Hans Bellmer, diante dioramas de figuras de cera atavia- Tendencia triunfante en Europa desde la
Marcel Duchamp o Man Ray se interesa- das con indumentaria histórica, distintos publicación del ensayo de F. Roh y con la que
ron en la expresión de estos temas ob- acontecimientos de la historia de Francia. ciertos aspectos de la obra de Solana como lo
jetuales, remarcando los difusos límites El artista adquiría aquellos objetos con mágico, lo extraño e inquietante conectaban
entre lo animado y lo inanimado con los que convivía en El Rastro madrileño, plenamente. A pesar de estas pretensiones,
la intención de producir inquietud en donde era frecuente encontrar muñecas, la exposición como afirma Emiliano Aguilera
fue un rotundo fracaso, pero en estas obras
el espectador. Seres que eran para los cabezas de peinadoras, maniquíes y la
se aprecia la razón por la que Solana sería
artistas mencionados, un modelo de los muñeca de cera con la que años más tar-
muy valorado por la generación de
nuevos ideales de la vida moderna. de se autorretrataría. renovadores del arte español. Como sostenía
Ese mismo carácter objetual emer- Estos seres-objetos están también en 1927 Vegue y Goldoni: «En Alemania sería
ge en las representaciones de Gutiérrez presentes en sus obras literarias, como un astro de primera magnitud. En su patria,
Solana en un gran número de lienzos, cuando describe el Madrid popular en todavía se le tacha de extravagante. Tanto
en los que juega siempre con los lími- Madrid, escenas y costumbres (1913), al peor para los que no aciertan a comprenderle».
tes entre lo animado e inanimado. El reseñar el museo de figuras de cera en 9
«Me llega de París una muñeca de cera que
autor convivía en su casa con objetos La España negra (1920), cuando comen- compré con el dinero de la herencia. Yo había
de este tipo, como cabezas de peina- ta el Museo Granero en Madrid callejero tenido otra muñeca de cera entrañable,
dora, maniquíes de figuras de cera, (1923) o cuando transcribe los dioramas dramática, fascinante, pero se me murió en
irreparable rotura. El maniquí de cera es el
esculturas... (Sánchez Camargo, 1945), del Museo Grévin en un manuscrito del
único ralentí que se puede conseguir de la
artefactos que eran tratados no como artista, conservado en el Museo Nacio-
mujer en reposo de un gesto, la única imagen
seres inanimados, sino como miembros nal Centro de Arte Reina Sofía, aspectos de la mujer que puede merecer demencia
del hogar, hasta el punto de autorretra- que influirán en la novela de Pío Baroja religiosa, con una religiosidad vital, sin la
tarse con ellos, como en el conocido Las figuras de cera (1924), en la que el abstracción a que conducen los mármoles y
Autorretrato con muñecas (1943) (figu- escritor insiste en las mismas obsesio- que cuando llega algún aporte femenino a la
ra 7), concebido a la manera de retrato nes que Solana: vida-muerte, animado- mesa de los espiritistas es una mano de
familiar. También, existen testimonios inanimado, atracción-temor. parafina».

117
Todos los personajes que aparecen nacional. El majo usaba «jaqueta», chaleco
en la producción de Solana subrayan si- corto y calzones con faja de vivos colores
multáneamente varios elementos del ci- en la cintura; en el escote un pañuelo
clo vital. Por un lado, son seres inertes, anudado que dejaba ver el cuello de la
pero por sus ademanes y la acentuación camisa; el pelo recogido en una redecilla
de ciertas características fisiológicas pa- y grandes patillas, y para cubrirse capa
recen llenos de vida. Por otro lado, el larga y tricornio o montera. La maja ves-
hieratismo y la frialdad de sus miradas tía jubón con solapas, ajustado al talle,
muestran la apariencia de cadáveres de mangas ceñidas y una falda de color
embalsamados, y en muchas ocasio- denominada guardapiés, pañuelo sobre
nes, como en El visitante y las vitrinas los hombros y el pelo recogido en una
(1910), Maniquíes (1927) y Autorretrato cofia. Cuando salía a la calle se ponía
con muñecas (1943), establece un juego encima una falda negra llamada basqui-
haciendo que los maniquíes se huma- ña y la mantilla. En dicha pintura, hay
nicen mediante sus gestos y ademanes, un maniquí ataviado con una robe a la
y que las personas representadas en las francesa, que marca las diferencias con
obras tengan la apariencia de seres in- la indumentaria del majismo, debido a
animados. Es decir, Solana no sólo no que este traje seguía los postulados de
define claramente la frontera entre lo in- la moda francesa y se caracterizaba por
animado y lo animado, sino que incluso el lujo y la calidad en los materiales em-
utiliza los títulos de sus creaciones para pleados para su confección.
subrayar la indefinición (figura 9). El personaje ataviado con un frac
Los cuadros que nos ocupan perte- parece perder su apariencia real al en-
necen a ese universo solanesco. Pero trar en contacto con los maniquíes, pero
además, la indumentaria histórica con la contribuye a conseguir esa sensación
que están ataviados los maniquíes incide de extrañamiento, esa inquietud tan fre-
en la humanización de las figuras y, al cuente en la obra de Solana, y al mismo
mismo tiempo, las sitúa en un contexto tiempo informa del público que acudía
sociocultural e histórico, reforzado por al museo y de sus reacciones ante las
la introducción, en uno de los lienzos, instalaciones museográficas.
de un visitante ataviado con un frac de Solana muestra también las lecciones
finales del siglo XIX10. Las vitrinas (1910) aprendidas de su profesor de anatomía,
representan la indumentaria Imperio, José Parada y Santín, en la Escuela de
caracterizada por la inspiración en la Bellas Artes de San Fernando, que en-
Antigüedad clásica y una mayor libertad señó al artista a diferenciar y a plasmar,
10
Los cambios sociales y económicos que se
y comodidad en el uso del atuendo. Las mediante la caída de los pliegues de la
habían ido gestando en el último tercio del
mujeres portaban las llamadas camisas, indumentaria, si el modelo representado
siglo XVIII tuvieron su culminación con la
Revolución Francesa (1789) que repercute
vestidos de talle alto de telas blancas y estaba vivo o muerto. Este recurso lo ve-
inmediatamente en toda Europa. El cambio vaporosas bajo los que se adivinaba la mos por primera vez en estas dos obras,
en la indumentaria fue rápido y radical. Llegó forma del cuerpo, corte que se manten- donde se puede contrastar la caída recta
a la moda el Neoclasicismo. Las mujeres drá durante años, aunque cada vez con de los trajes de los maniquíes, carente
aspiraban a vestir como las estatuas clásicas, formas más recatadas y telas más pesa- de dinamismo, con la caída angulosa de
con el talle bajo el pecho y telas claras y das y adornadas. Los hombres sustitu- los pliegues en el personaje de El visi-
ligeras. Los hombres siguieron la influencia yen la casaca por el frac o la levita, el tante y las vitrinas (1910), volviendo a
inglesa con sobrios trajes de paño. El majismo calzón por el pantalón, y los tejidos de introducir, una vez más, la indefinida
fue un fenómeno de reacción a las influencias seda por los de paño oscuro. Comienza línea entre lo animado y lo inanimado.
extranjeras que sufrió España en el siglo XVIII
el monótono traje burgués que se im- Todas estas sensaciones inquietan-
y que exageraba las peculiaridades nacionales.
pondrá a lo largo del siglo XIX. El color tes se incrementan al analizar con más
La moda, reflejada muy bien por Goya, se
inicia a finales del siglo cuando las clases
queda reservado al chaleco. detalle los cuadros, a través de la car-
altas empiezan a copiar la manera de vestir El visitante y las vitrinas (1910) repre- nación de las figuras, carnaciones de
de las gentes del pueblo, especialmente los senta la indumentaria del majismo que tonos rosáceos tan marcadas que son
trajes usados por los majos y majas en surgió en el reinado de Carlos III como propias de figuras de cera y cartón-pie-
Madrid. Este gusto se mantendrá durante reacción a las modas foráneas, recupe- dra. Por el contrario, el personaje del
gran parte del siglo XIX. rando prendas características del vestir frac en El visitante y las vitrinas pre-

118
Figura 8. Retrato de Ramón Gómez de la Serna, de Alfonso Sánchez Portela, 1930. Colección particular. © Alfonso Sánchez Portela, VEGAP, Madrid, 2010.
119
senta unas carnaciones más realistas
que acentúan su carácter animado. El
juego se remarca con la presencia en
ambas obras de un maniquí de sastrería
sin cabeza, culminando el carácter in-
animado del conjunto. Gutiérrez Solana
se sirve, por tanto, de múltiples recur-
sos para enfatizar la frontera entre lo
animado y lo inanimado. Así, en deter-
minados maniquíes se encuentran ele-
mentos que los sitúan en el mundo de
lo inanimado, pero al mismo tiempo,
estas figuras presentan ciertos aspectos
que las humanizan, insistiendo en ese
efecto sutil que produce en el espec-
tador sensaciones inquietantes. Decía
Machado de «este Goya necrómano»
que tenía en sus pinceles la voluptuo-
sidad de la vida y de la muerte. En fin,
Solana encontró lo inquietante, lo ani-
mado y lo inanimado, el gusto por lo
vivo y por lo inerte en unas vitrinas del
Museo Arqueológico Nacional.

Figura 9 (arriba). La peinadora barata, 1918. Colec-


ción Grupo Santander. © José Gutiérrez Solana,
VEGAP, Madrid, 2010.
Figura 10 (abajo). Maniquíes, 1927. Colección particu-
lar. © José Gutiérrez Solana, VEGAP, Madrid, 2010.
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121
Las obras de arte
depositadas por el
Isabel Baquedano Beltrán Museo Nacional Centro
Carmen Sánchez García
Museo Nacional Centro de
Arte Reina Sofía
de Arte Reina Sofía en
Madrid
otras instituciones:
Isabel Baquedano Beltrán es licenciada en
Prehistoria y Arqueología y Conservadora
de museos del Museo Nacional Centro de
Arte Reina Sofía donde se ocupa, desde
pasado, presente y futuro
2004, de los depósitos. Especialista en
gestión del patrimonio, con especial
incidencia en el campo del patrimonio
arqueológico y los museos, ha publicado
Resumen: En este artículo damos a co- Objetivos y alcance del trabajo1
numerosos artículos y monografías sobre
nocer, por primera vez, los depósitos
estos temas. En la actualidad colabora en que el Museo Nacional Centro de Arte Para centrar el tema, antes de comentar
proyectos de investigación I+D de la Reina Sofía tiene en otras instituciones. los avatares de la institución y la legisla-
Universidad Autónoma de Madrid. Además de repasar la evolución históri- ción que afecta a los depósitos de obras
isabel.baquedano@mcu.es ca de estas obras de arte valoramos la de arte, vamos a referirnos, de forma so-
importancia y el papel de los registros mera, a la importancia del registro en los
Carmen Sánchez García es licenciada en en los museos: su fundamentación ju- museos, ya que el control de los depósi-
Historia del Arte. Conservadora de rídica, la utilización de las nuevas tec- tos entra de lleno en este concepto que
museos, inicia su experiencia profesional nologías y el valor de las obras de arte, estimamos, en cierta medida, «filosófico».
en 1983, en el Museo Español de Arte planteando, para finalizar, una serie de Sin olvidar que es el Área de Registro de
Contemporáneo. En 1990 se incorpora al cuestiones a debate sobre la pertinencia Obras de Arte (en adelante ROA) el que
Museo Nacional Centro de Arte Reina de este tipo de préstamos de larga dura- tiene la tarea de control y salvaguarda
Sofía donde ocupa, desde 1992, el cargo
ción en otras instituciones. de los mismos.
de jefe del Área de Registro. Especializada
No debemos dejar de lado que dos
en la gestión de fondos museísticos en
museos de Arte Contemporáneo ha
Palabras clave: Museos, Arte, Registros, de los aspectos que dependen de este
impartido y realizado cursos de formación Depósitos, Tecnologías. Área en el Museo Nacional Centro de
sobre la materia. Asimismo es Miembro Arte Reina Sofía (en adelante MNCARS),
del Comité organizador de la «V Conferencia Abstract: In this article we show, for el registro y el archivo, son y han sido
Europea de Registros de Museos». the first time, the deposits that the Mu- fundamentales en muchos ámbitos de
carmen.sanchez@mcu.es seo Nacional Centro de Arte Reina Sofia nuestra cultura occidental.
has in other institutions. As we review La arqueología nos muestra que «las
the historic evolution of this art works, raíces de la escritura se remontan al he-
we also value the importance and role cho de contar, que a su vez tuvo que
1
Agradecemos desde aquí al Departamento de of the registrar offices at the museums: ver con la capacidad de establecer una
Restauración del MNCARS su implicación en its lawsuit, the use of new technologies, actividad basada en el tiempo» (Hobart
el proyecto. Desde el principio, su director and the art works value, setting out, to y Schiffman, 1998). En zonas y culturas
Jorge García entendió la importancia de que
conclude, several questions to debate distantes cronológica y espacialmente,
un restaurador nos acompañase en estas
about the appropriateness of the long como por ejemplo China, Sumeria, Egip-
visitas, que por otra parte, en muchos casos,
les brindaban la oportunidad de realizar la
time lendings in other institutions. to o la América precolombina, la escri-
primera ficha sobre el estado de conservación. tura, en muy diversos soportes, surge
Ana Iruretagoyena y Paloma Calopa son las Keywords: Museums, Art, Registrar Offi- como una necesidad de listar y clasificar
restauradoras responsables de este trabajo. ces, Deposits, Technologies. hechos trascendentes que se «registra-

122
Figura 1. El Molino, de Joaquín Mir. Esta obra estuvo depositada, junto con otras dos, en la Casa de las Españas (Universidad de Columbia, Nueva York) desde 1932.
El deterioro de las tres pinturas hizo que se procediera al levantamiento de depósito desde el MNCARS en 2006 (Foto: Joaquín Cortés).

123
ban» en un momento determinado den- es un fin cerrado en sí mismo. La docu- dernidad (...), favorecer la comunicación
tro de una cadena histórica conocida. mentación debe pensarse como una he- social de las artes gráficas y promover el
Desde el archeion griego (edificio don- rramienta de trabajo, abierta a todos los conocimiento y el acceso del público al
de se guardaban los documentos oficia- servicios del Museo y a través de ellos a arte moderno y contemporáneo».
les) hasta la actualidad, la idea de regis- la sociedad» (Caballero, 1982: 36). Por su parte, la Ley 4/1990, de 29 de
tro/archivo ha remitido directamente al Tras un breve repaso a la legislación junio, de Presupuestos Generales del
almacenamiento y control restringido de sobre documentación y depósitos en los Estado, en su artículo 83 otorgaba al
la información. Escritura y numeración museos, que bajo nuestra óptica, deja clara Museo la naturaleza de Organismo Au-
son lenguajes clasificatorios de caracte- la importancia que el legislador les ha otor- tónomo Administrativo. Basándose en
rísticas universales y en su origen están gado desde las primeras disposiciones (de ese artículo, el 23 de febrero de 1996
implícitas nociones como información, ahí nuestra perplejidad con el documento se aprueba su Estatuto (RD 318/1996),
registro, gestión de la información, auto- de buenas prácticas), nos parece necesa- modificado posteriormente por los
ridad y poder (Baquedano, e. p.). rio para hilvanar el corpus conceptual en Reales Decretos 2104/1996, 992/2000 y
Anotaremos, en otro apartado, la im- el que encuadramos los departamentos de 1291/2007.
portancia de los sistemas de registro y registro y documentación de los museos, Sin embargo, la «verdadera historia»
catalogación en los museos españoles. básicamente como instituciones docu- de la institución comenzó, aproximada-
Su función se viene valorando de forma mentales, hacer alguna breve mención a mente, un siglo antes de su constitución
fehaciente desde los inicios de la siste- la aplicación de las nuevas tecnologías de sobre el papel materializada por el ci-
matización documental en estas institu- la información, imprescindibles en el fun- tado Real Decreto (535/1988). Nos te-
ciones (independientemente de cómo cionamiento de estos departamentos, sin nemos que remontar, entonces, al 7 de
se hayan estructurado o la especialidad perder de vista el valor económico de las agosto de 1894 cuando otro Real Decre-
de los centros). Por ello, nos sorpren- obras de arte, íntimamente unido a su cus- to crea el Museo de Arte Contemporá-
de notablemente que en el organigrama todia, manipulación y uso. neo, dividido en dos secciones: Pintura
ideal propuesto por el «Documento Cero Intentaremos hacer visible esta im- y Escultura y que, un año después, se
del Sector del Arte Contemporáneo: portancia a través del ejemplo concreto rebautizaría como Museo de Arte Moder-
Buenas Prácticas en Museos y Centros de las obras de arte depositadas por el no. Nuevamente, por Decreto de 9 de
de Arte», donde se nombra la dirección MNCARS en otras instituciones. Hemos octubre de 1951, se divide la colección y
y los responsables de distintos departa- elegido este aspecto, entre otros moti- se crea el Museo Nacional de Arte Con-
mentos (colección permanente, exposi- vos, porque son pocos los ejemplos pu- temporáneo, denominación que volverá
ciones temporales, educación, biblioteca blicados en España sobre este tema si a cambiar en 1968 por la de Museo Es-
y documentación, publicaciones, conta- exceptuamos los depósitos del Museo pañol de Arte Contemporáneo. El actual
bilidad y personal, comunicación, mar- Nacional del Prado (Gutiérrez, 2008) MNCARS es heredero de estas institu-
keting e infraestructuras, equipamientos o un trabajo sobre depósitos judiciales ciones y, como tal, las obras que están
y seguridad) no se mencione el Área de (Quintana, 2006) editados recientemen- actualmente depositadas comenzaron a
Registro formando parte estructural de te. Por ello, una visión general de la evo- «salir» camino a otras entidades en los al-
la columna vertebral de estas institucio- lución histórica y el estado actual de los bores del siglo XX.
nes que, con la aplicación del citado do- depósitos del MNCARS puede resultar Continuamos haciendo un rápido
cumento, se pretenden mejorar. clarificadora, como uno de los múltiples repaso histórico sobre los sistemas de
«La conservación de la pieza en el aspectos que dependen de los departa- documentación que han afectado tradi-
museo, fuera de su contexto natural o mentos de registro y documentación en cionalmente a estos depósitos.
de su uso primitivo, sólo se justifica si los museos españoles. El comienzo de la sistematización
junto a ella se conserva la documenta- documental en España lo encontramos
ción que memoriza las condiciones en en el Real Decreto de 29 de noviembre
que fue hallada (o creada, la anotación Fundamentación jurídica de 1901 que regula el Reglamento para
es nuestra), su historia. Es decir, tan el Régimen de los Museos Arqueológi-
importante como conservar la pieza es No se puede entender esta disertación cos del Estado, servido por el Cuerpo
conservar su historia, que reproduce de sin conocer algunos datos sobre el ori- Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios
forma documental todo lo que quedará gen de las colecciones del MNCARS. En y Arqueólogos, publicado en La Gace-
del uso o del ambiente perdido o dete- este sentido, el 27 de mayo de 1988 se ta de 3 de diciembre de 1901. En este
riorado del objeto. A ello puede unirse creó mediante el Real Decreto 535/1988 documento se ordenaba la creación de
que la documentación de la pieza es su el MNCARS; la necesidad principal para tres repertorios: Inventario General, Ca-
primer elemento para defenderla. Una su fundación era «dejar constancia de tálogo Sistemático y Catálogo Monográ-
vez decidido el porqué de la documen- la destacada aportación de los artistas fico. Se ordena también que los Museos
tación tenemos que decidir que esta no españoles a la configuración de la mo- lleven un registro de entrada de objetos

124
por compras o donaciones y un registro En el BOE n.º 114 del 13 de mayo de
de objetos en depósito. 1987 se publica una disposición transi-
La Dirección General de Bellas Ar- toria del citado Real Decreto que señala
tes, a través del Ministerio de Educación que lo dispuesto en él «es de aplicación
Nacional, aprueba por Orden Ministerial a los depósitos de fondos museísticos
de 16 de mayo de 1942 (BOE n.º 157, 6 que la Administración del Estado haya
de junio de 1942) las Instrucciones para constituido antes de la entrada en vigor
la formación y redacción del Inventario del mismo».
General, Catálogos y Registros en los
museos servidos por el Cuerpo Facul-
tativo de Archiveros, Bibliotecarios y El registro en los museos.
Arqueólogos. Conocidas coloquialmen-
La aplicación de las nuevas
te como las instrucciones Navascués,
señalaban como obligatorio la creación tecnologías de la información
de un Registro de Entrada de objetos en
depósito, con idéntica forma que el obli- La tesis que defendemos es que la me-
gado Registro de Entrada de los objetos moria artística está formada por las
en propiedad al que se adjuntaría una obras de arte y por toda la información/
casilla de observaciones para anotar la documentación que estas originan. La
fecha en que se retiraría la obra. Has- importancia de la documentación en los
ta llegar al Real Decreto 3547/81, de 29 museos ha venido incrementándose en
de diciembre, sobre depósitos de obras los últimos años en relación directa a
de arte y otros fondos museísticos pro- las posibilidades que brinda el desarro-
piedad del Estado en instituciones o llo de las nuevas tecnologías que han
entidades públicas o privadas, con una hecho factible un mayor control del Pa-
temática exclusiva sobre este tipo de trimonio Histórico. Hoy en día, somos
préstamos de larga duración. conscientes de que la memoria colecti-
En la actualidad, la regulación de va está constituida tanto por las obras
los depósitos de bienes asignados a los como por la información que se deriva
museos de titularidad estatal, conforme de su salvaguarda (Foucault, 1995; Belli-
a criterios de información y ordenación do, 2001; y Marín, 2000 y 2002).
de colecciones (garantizando siempre Esta debe de ser una de las preocupa-
su integridad y conservación en condi- ciones esenciales de los museos de arte
ciones óptimas), se rige por la normativa contemporáneo como lo ha sido también
vigente en materia de Patrimonio: la Ley de importantes artistas. Siguiendo a Ma-
La memoria artística está formada
16/1985, de 25 de junio, del Patrimo- rín (2004: 283) «es curioso comprobar, por las obras de arte y por toda la
nio Histórico Español, el Real Decreto cómo en la segunda mitad del siglo XX a información/documentación
620/1987, de 14 de abril, por el que se muchos artistas les ha obsesionado este que estas originan
aprueba el Reglamento de Museos de deseo de control de la memoria artísti-
Titularidad Estatal y del Sistema Español ca. El primero de todos ellos sería Marcel
de Museos, y supletoriamente por lo es- Duchamp, con su obra Caja en una Ma-
tablecido en el Código Civil. leta, de la que hizo varias ediciones entre
El Reglamento de Museos, en su ca- 1935 y 1941, con reproducciones en mi-
pítulo cuarto, artículos 10 y 11, regula niatura y algunos originales de sus obras
el tratamiento administrativo de las co- más importantes, toda una reflexión con-
lecciones del museo estableciéndose la ceptual sobre el significado del arte, los
existencia de tres libros de registro: de museos, la circulación de las obras y su
los bienes culturales adscritos a la colec- reproducción»; otros artistas como War-
ción estable del museo; de depósitos de burg, Thomas Struth o Christian Boltans-
colecciones pertenecientes a la Adminis- ki han meditado también sobre memoria
tración del Estado y sus Organismos Au- colectiva y arte.
tónomos; y de otros depósitos, en el que La inquietud por estos temas quedó
se inscribirán las colecciones de otra ti- patente con la publicación del libro Nor-
tularidad que se ingresen en el museo. malización Documental de Museos, y la

125
implantación por el Ministerio de Cultu- El valor de las obras de arte
ra del Sistema Integrado de Documen-
tación y Gestión Museográfica, DOMUS. En España el sector de las artes plásti-
El MNCARS se halla, a fecha de hoy, cas, tanto la exhibición como el desarro-
creando un nuevo sistema de gestión llo del mercado de las obras de arte, es
de la información al quedar obsoleto muy reciente; es con la llegada de la de-
el sistema actual tras sólo ocho años de mocracia, y de forma paralela a la nor-
funcionamiento. No es un hecho baladí, malización de la vida cultural del país,
pues nos debería hacer reflexionar so- donde podemos colocar su nacimien-
bre la conservación de la información to tal y como lo concebimos hoy. Es a
en soporte informático, dado lo verti- partir de la década de 1980 (la creación
ginoso de los cambios en unas tecno- de ARCO suele considerarse el pistole-
logías a las que no podemos renunciar tazo de salida) cuando se produce una
pero de las que no somos capaces de verdadera eclosión del fenómeno que
imaginar cuál será su futuro inmedia- se traduce en un incremento de la de-
to. Ponemos ejemplos de algunas de manda y de los precios, un aumento de
las personas mejor informadas en estas la atención de los medios de comunica-
cuestiones que, a nuestro modo de ver, ción y la creación de numerosas institu-
ilustrarían muy bien las reflexiones y la ciones dedicadas al arte contemporáneo
prudencia con la que deberíamos de ac- desde el ámbito público, así como el no-
tuar desde los departamentos de regis- table incremento de la oferta expositiva
tro y documentación en los museos a la de fundaciones y otras instituciones de
La importancia de la hora de elegir los sistemas de control de carácter privado.
documentación en los la información generados para las obras En este contexto es donde se ubica
museos ha venido de arte: «Creo que existe mercado para la creación, en 1988, del MNCARS por
incrementándose en los unos cinco ordenadores (Thomás J. Wat- parte de los poderes públicos como
últimos años en relación son. Presidente de IBM, 1943). No hay emblema de esta «revalorización con-
directa a las posibilidades ninguna razón para que los individuos ceptual» del arte moderno. En paralelo
tengan un ordenador en su casa (Ken a este fenómeno podemos apreciar el
que brinda el desarrollo Olsen. Presidente del DEC, 1977). 64 incremento exponencial de las solicitu-
de las nuevas tecnologías k. deberían ser suficientes para todo el des de depósito por diferentes Adminis-
que han hecho factible mundo (Bill Gates, Presidente de Micro- traciones públicas que creemos pueden
un mayor control del soft, 1981)» (López de Calle y Tudanca, relacionarse directamente con la valori-
Patrimonio Histórico 2006). zación de la creación y el arte contem-
Para desarrollar, de la forma más poráneo por los/as políticos/as de las
efectiva posible, el tratamiento integral sociedades postmodernas, confiriendo a
de los depósitos del MNCARS en otras su gestión «el barniz necesario de mo-
instituciones, creamos dos bases de dernidad» al colgar de las paredes de sus
datos en Excel (una, general, por ins- despachos u organismos oficiales obras
tituciones y, otra, pormenorizada, por pertenecientes a la colección permanen-
obras), donde se han incluido los datos te del MNCARS, obras según piensan, de
que consideramos más relevantes para rabiosa actualidad, que por ósmosis les
el conocimiento y gestión de la infor- confieran a los adjudicatarios oficiales
mación; aprovechando las posibilida- de estos depósitos el mismo valor de
des que brindan estas tecnologías para actualidad.
acceder rápidamente a la información y No queremos dejar de señalar que
el registro. Ambas, son lógicamente de las obras de arte al ser bienes tangibles,
texto por lo que los datos que presen- fácilmente transportables y con sistemas
tamos aquí los hemos procesado con el relativamente sofisticados de certifica-
programa SPSS versión 15.0, de la SPSS ción y autentificación, se han prestado
Inc, 1989-2006; capaz de hacer el re- desde tiempo inmemorial a su mone-
cuento de frecuencias de las variables, tarización, sirviendo como depósito de
aún hallándose estas en formato alfa- valor y medio de pago con la funciona-
numérico. lidad de instrumento financiero (Rausell,

126
1999: 47-48). Por ello, los museos están ido saliendo desde inicios del siglo XX
comenzando a valorarse desde la ópti- instituyéndose depósitos en institucio-
ca de la Teoría General del Costo que nes muy variadas. El depósito más anti-
tienen como objetivo explicar el signifi- guo documentado se estableció en 1901
cado del costo, su comportamiento, sus en el Tribunal Superior de Justicia de
causas y sus efectos. Albacete. A partir de esta fecha, y hasta
Sin negar este aserto, hay que dife- el momento actual, se han ido estable-
renciar claramente entre el valor cultural ciendo numerosos depósitos hasta al-
y el económico de las obras de arte. Ade- canzar el considerable número de obras
más, estas tienen unos intangibles como que actualmente se hallan custodiadas
son el/los significado/s simbólico/s que fuera del museo. ROA era consciente de
le otorga la creatividad humana y cier- la necesidad de tener una persona den-
tos derechos de propiedad intelectual. tro del área dedicada exclusivamente al
Por otro lado, estas piezas sufren una control efectivo y real de los depósitos
revaloración constante que se potencia (muchos históricos de los que, a veces,
cuando forman parte de los fondos de la documentación no era completa o era
un museo. inexistente); ya que dada la trayectoria
Además de la importancia de estos histórica de la colección casi la mitad de
valores debemos de tener muy en cuen- estas obras permanecen desde el siglo
ta los procesos degenerativos que sufren pasado integradas, con mayor o menor
las obras custodiadas en museos, que fortuna, en otros centros y colecciones.
podríamos resumir como «el factor tiem- Por otra parte, algunas obras presen-
po»; cuya degeneración progresiva se taban problemas heredados de antiguo
El número de obras de
incrementa en directa relación con la in- todavía por solventar. La separación de arte confiadas a otros
adecuada conservación y manipulación la colección del antiguo Museo de Arte establecimientos culturales
de las mismas. Costo y conservación son Moderno fue el origen de dos nuevos o de alta representación del
dos de los factores que deberían tenerse museos: el de Arte del Siglo XIX y el de Estado ascienden a 2209.
muy presentes a la hora de formalizar Arte Contemporáneo. Sus fondos, en el Estas, han ido saliendo desde
un depósito, independientemente de las momento actual, forman parte de las
presiones políticas o de cualquier índole colecciones permanentes del Museo Na-
inicios del siglo XX instituyéndose
que este tipo de préstamos a largo pla- cional del Prado y del MNCARS, respec- depósitos en instituciones
zo puedan suscitar. Entendemos que la tivamente. La documentación generada muy variadas. El depósito
legislación vigente contempla la utiliza- desde finales del siglo XIX se repartió más antiguo documentado se
ción de las obras de arte de los museos entre estas dos instituciones; a fecha estableció en 1901 en el Tribunal
españoles cumpliendo una función de de hoy, todavía hay documentos que Superior de Justicia de Albacete
alta representación del Estado, con la pertenecerían a nuestra institución que
que en principio estamos de acuerdo, se hallan custodiados en el Museo Na-
pero siempre que el valor económico y, cional del Prado y a la inversa, con los
sobretodo, su valor cultural y su salva- inconvenientes que esto genera para el
guarda para futuras generaciones esté control efectivo de las obras depositadas
por encima de su función representativa. de antiguo. A ello habría que añadir que
otro Real Decreto, el 410/1955, de 17 de
marzo, reordena las colecciones estables
Evolución histórica de las de ambos museos, asignando las obras
a uno u otro tomando como hito deter-
obras de arte depositadas
minante la fecha de nacimiento de Pablo
por el MNCARS Picasso, con 31 excepciones enumera-
das en el citado Real Decreto (actual-
El número de obras de arte confiadas mente tenemos depositadas 77 obras de
a otros establecimientos culturales o de estos artistas).
alta representación del Estado ascienden Comenzamos el trabajo de control
a 2.209 (aunque esta cantidad puede va- de los depósitos haciendo una búsque-
riar ya que algunas carpetas de grabado da exhaustiva en los archivos de ROA de
se depositaron sin desglosar). Estas han toda la documentación por instituciones

127
para, posteriormente, realizar «una visita
de obra» a los establecimientos deposi-
tarios con el fin de conocer realmente la
situación administrativa y de conserva-
ción de la colección. Dado que algunas
de las obras nunca estuvieron físicamen-
te en el MNCARS aprovechamos para
realizar una ficha catalográfica sucinta
y la documentación fotográfica precisa
en el caso de necesitarse, para actualizar
cuestiones metodológicas, administrati-
vas y artísticas. Señalar que los recono-
cimientos realizados, hasta el momento,
además de aportar datos no conocidos
de las obras y ayudar a su conocimiento,
registro y catalogación, han servido para
levantar definitivamente algunos de los
depósitos históricos que, tras nuestra vi-
sita, consideramos inconvenientes.
Baste como ejemplo las tres obras de
Joaquín Mir, Gregorio Prieto y Vila Puig
que estaban depositadas, desde 1932,
en la Casa de las Españas (centro per-
teneciente a la Universidad de Colum-
bia, Nueva York). Las tres se localizaban
en los almacenes del museo de la uni-
versidad en unas condiciones pésimas
de conservación a punto de perderse
definitivamente (figura 1). Un aspecto
importante de nuestro trabajo es la re-
cuperación de estos depósitos antiguos
cuando las condiciones de exposición y
custodia así lo aconsejen. Otra particula- Vamos a darle prioridad, entre los múl- Los depósitos comenzaron en una
ridad interesante está siendo, el conocer tiples análisis que se podrían realizar, a la fecha temprana y el objetivo básico de
directamente obras que nunca estuvie- evolución histórica de las obras deposita- los mismos no ha variado sustancial-
ron en el MNCARS, poder completar la das tomando como referencia el año 1988 mente durante más o menos el siglo
ficha catalográfica y subsanar posibles pues es esta la fecha en la que se crea y en el que se vienen realizando. De las
errores históricos de los datos que cons- se pone en funcionamiento el MNCARS. 2.209 obras de arte 1.145 son depósitos
taban en el museo (autor, dimensiones, A partir de este momento los datos y la históricos y las 1.064 restantes han ido
año de ejecución, técnicas...). documentación gráfica que presentamos depositándose por el MNCARS desde su
Por lo que respecta a las instituciones va a referenciar esta data diferenciando creación. En los primeros tiempos las
prestatarias podemos dividirlas en dos los depósitos anteriores, que considera- obras fueron saliendo con una frecuen-
grandes bloques: instituciones museísti- remos históricos («heredados» por nuestra cia entre 40/80 por década teniendo dos
cas e instituciones públicas de carácter institución) y los posteriores a este mo- puntos de inflexión: en las décadas de
estatal. En ambas, cumplen la función mento realizados por el MNCARS. Señala- 1920 y 1940 en las que se depositaron
fundamental que tienen encomendadas mos que 1.955 casos tienen toda o parte 44 y 45 obras respectivamente (la últi-
por ley las obras depositadas y expues- de la documentación (incluida la Orden ma de las cuales podría tener su expli-
tas fuera del museo: dar a conocer la Ministerial) y en 354 desconocemos total- cación en la evolución del país tras la
colección al público y ayudar a difundir mente la tramitación administrativa por la devastación que supuso la Guerra Civil)
la imagen del arte español en centros que salieron las piezas. Estos depósitos, y dos momentos álgidos en las déca-
relacionados con la alta representación aunque los consideramos todos históricos das de 1930 y 1970 cuando se presta-
del Estado. Son 166 las instituciones que no los hemos referenciado en los gráficos ron 203 y 219 obras. Por último, desde
tienen obras del MNCARS, de ellas, 57 por prudencia; 1.064 obras de arte se han que se creó el MNCARS, el crecimiento
son museos. depositado por el MNCARS. de préstamos de larga duración en otras

128
instituciones se ha elevado exponencial- ñola a excepción de Almería, Guada- Con un simple vistazo a los grá-
mente pasando de 129 obras de arte en lajara, Ourense, Palencia, Tarragona, ficos de préstamos de larga duración
la década de 1980, 321 en la de 1990 y Teruel y las ciudades autónomas de por Comunidades Autónomas (figuras
661 desde 2000 a 2007 (figura 2). Como Ceuta y Melilla (figura 3a). Si vemos la 3c y 3d), se evidencia de forma radical
comentaremos más adelante, muchas evolución histórica por Comunidades el cambio de tendencia de las solicitu-
instituciones públicas solicitan depósitos Autónomas (figura 3b) y exceptuamos des, a saber: mientras que los depósi-
de nuestros fondos (actualmente estas el caso atípico de Madrid donde se tos históricos estaban relacionados con
peticiones han aumentado en nuestro concentran más de un millar de pie- museos de bellas artes y provinciales y
centro y no tanto en el Museo Nacional zas (básicamente todas depositadas en con sus proyectos expositivos, los depó-
del Prado –Gutiérrez, 2008– o en Patri- diferentes ministerios que, lógicamen- sitos aprobados por el MNCARS se rela-
monio Nacional, las otras dos institucio- te, tienen sus sedes en la capital de cionan, principalmente, con la creación
nes que tradicionalmente han prestado España y cuyas solicitudes se vienen de algunos museos monográficos (en
obras de arte en organismos oficiales), realizando sin interrupción en las dos los que nos detendremos más adelan-
por lo que tendremos que plantearnos si etapas, aunque creciendo exponen- te) y con préstamos de larga duración a
este crecimiento desmesurado es el más cialmente en la última), en el resto de ministerios y otros organismos públicos
apropiado para la conservación del pa- las Comunidades Autónomas nuestras oficiales. Aunque somos conscientes de
trimonio conservado en los museos que, obras de arte están custodiadas, por lo los riesgos que comporta hacer genera-
como establece la legislación vigente, general, en museos provinciales y/o lizaciones, nos gustaría señalar que en
son los que tienen la obligación de su de bellas artes, siendo la Comunidad las inspecciones que venimos realizan-
salvaguarda y custodia. Autónoma de Andalucía la que tiene do hemos podido constatar que muchos
Geográficamente los depósitos se mayor número de obras ( Jaén, Málaga de los depósitos antiguos realizados en
reparten por toda la geografía espa- y Sevilla) (figura 3c). instituciones museísticas han pasado de
las salas de exposición permanente a
los almacenes (lógico con el paso del
tiempo y los nuevos discursos expositi-
vos), lo que nos lleva a reflexionar si es
conveniente mantener estos depósitos
durante tanto tiempo sin que cumplan
la función social que tienen asignada.
Por otra parte, el conocer directamente
dónde y cómo se hallan expuestas nues-
tras obras en instituciones no museísti-
cas nos ha llevado también a reflexionar,
sin negar la importancia cultural que
realizan en estos centros, si este tipo
de depósitos no habrán ido creciendo
a lo largo de los años excesivamente y
no deberíamos hacer una política más
restrictiva, dejando sólo obras de arte
en despachos y dependencias oficiales
cuya relevancia esté fuera de duda y no
en cualquier dependencia en los dife-
rentes ministerios.
Antes de pasar a analizar otros as-
pectos nos gustaría hacer un inciso con
respecto al depósito que tenemos en el
Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación. Este es un centro especial
ya que las obras depositadas en él no se
hallan sólo en su sede madrileña sino
que se reparten por diferentes embaja-
das de España en el mundo. En estos
casos su objetivo fundamental es mos-
trar el arte y los artistas más contempo-

129
Figura 3b. De izquierda a derecha: número de piezas depositadas por CC.AA.; depósitos históricos: número de piezas depositadas por CC.AA. hasta 1988; y depó-
sitos del MNCARS: número de piezas depositadas por CC.AA.

ráneos en el extranjero promocionando ficos, seguidos muy de lejos por museos tan por sí solos, los préstamos de larga
el último arte español. Las embajadas de arte contemporáneo y museos de duración a ministerios se han manteni-
que muestran parte de nuestra colec- bellas artes. Este gráfico, que en prin- do sin solución de continuidad desde
ción son: Alemania, Austria, Bélgica, cipio puede parecer anómalo, se expli- inicios del siglo XX incrementándose de
Egipto, Estado Unidos de América, Fran- ca perfectamente si consideramos que forma generalizada en la última fase de
cia, Grecia, Italia, Luxemburgo, Marrue- dos museos de estas características se nuestra institución. La única excepción
cos, Nicaragua, Perú y Portugal (figura han montado casi exclusivamente con es el Ministerio de Educación e Innova-
4). Como ya hemos comentado en pági- piezas de la colección permanente del ción donde el número de depósitos his-
nas anteriores las obras de arte que han MNCARS, a saber: el Museo de Escultura tóricos a diferentes centros dependien-
salido históricamente del museo se en- Mateo Hernández (Béjar, Salamanca) y tes del mismo fueron muy importantes
caminaron preferentemente hacia otras el Museo de Escultura al aire libre de (fundamentalmente Institutos de Ense-
instituciones museísticas; los tipos de Leganés (con 468 piezas prestadas a am- ñanza Media en el momento anterior a
museos receptores han sido variopintos, bas instituciones). la Guerra Civil).
pero el grueso de nuestros depósitos se Por lo que respecta a otras institucio- Es clara la tendencia «a decorar» con
concentran en museos monográficos, nes prestatarias la inmensa mayoría son obras de arte pertenecientes a la colec-
provinciales, de bellas artes y de arte ministerios y, en menor media, ayunta- ción permanente del MNCARS los minis-
contemporáneo (figura 5a). Si analiza- mientos, fundaciones, instituciones milita- terios, debido a lo cual, los de nueva
mos estas salidas con más detalle, pode- res y otros (en este epígrafe hemos inclui- formación también nos han solicitado
mos comprobar que hasta 1988 (figura do: Academias de Bellas Artes, Cámaras fondos. Creemos que esto guarda re-
5b) la mayoría se encaminaron hacia los de Comercio, Colegios Oficiales de Arqui- lación directa con conceptos ya expli-
antiguos museos provinciales (cercano tectos u otros profesionales, o el Auditorio cados de modernidad, gusto y valori-
al 60% de las obras) y en menor medida Nacional; prácticamente todos estos depó- zación del arte contemporáneo como
hacia museos de bellas artes y de arte sitos son históricos) (figura 6a). objeto de prestigio. No son pocos los
contemporáneo (20% y 7%, respectiva- Diferenciamos, como siempre, la centros oficiales que están sustituyendo
mente). Por el contrario, a partir de 1988 fecha de constitución de los depósitos obras que consideran «antiguas» por pie-
(figura 5c), los préstamos más importan- (históricos y del MNCARS); mirando los zas de nuestra colección que, como nos
tes van a realizarse a museos monográ- gráficos (figura 6b) los datos se comen- comentan en las inspecciones, «dan un

130
do); se invierte la tendencia de présta-
mos de dibujo y grabado y comienzan
a prestarse obras de otro tipo como una
serie de piezas de diseño moderno y
una instalación.
Para finalizar relacionamos el núme-
ro de piezas con técnica y soportes. Los
depósitos históricos se caracterizan por
la uniformidad de tipos y la abrumado-
ra presencia de las obras realizadas en
óleo sobre lienzo. Mientras que en los
depósitos realizados en las últimas déca-
das soportes y/o técnicas utilizadas son
mucho más variados. A pesar de que el
tipo de obras que nos solicitan las insti-
tuciones suelen ser del tipo «más clásico»
Counts
de las que conforman la colección per-
2.100
1.050
manente del MNCARS.
210

Cuestiones abiertas
Figura 4. Embajadas de España en distintos países con depósitos del MNCARS: 12 obras en Austria, para el debate
12 en Bélgica, 52 en Estados Unidos de América, 6 en Egipto, 1 en Francia, 32 en Alemania, 6 en Grecia,
17 en Italia, 4 en Luxemburgo, 4 en Marruecos, 7 en Nicaragua, 4 en Perú y 1 en Portugal.
El rápido repaso dado a la historia de las
obras depositadas por una institución
compleja como es el MNCARS, creemos
que sirve para plantear cuestiones muy
aire más juvenil, moderno y cosmopolita trol que se hace desde el museo como diversas a debate. En primer lugar, nos
que las obras decimonónicas» que pre- una intromisión. vamos a posicionar a favor de este tipo
tenden sustituir. De las 2.209 obras depositadas en de préstamos de larga duración pues
Para terminar este apartado los de- distintas instituciones, 1.250 son pin- sirven para dar a conocer el patrimonio
pósitos a fundaciones se han realizado turas, 656 esculturas, 146 grabados, 63 custodiado por el MNCARS divulgando
todos en la última etapa. Destacamos el dibujos, 31 piezas de artes decorativas, su amplia colección (que de otra forma
constituido con la Fundación Gustavo 1 instalación y de las 62 restantes des- sería difícil dar a conocer dada la rele-
Torner (Cuenca) donde todas las obras conocemos, por el momento, a qué tipo vancia de nuestros fondos) y ayudando
expuestas pertenecen a nuestra colec- corresponden (hasta que se realice la vi- a poner en valor las importantes crea-
ción permanente. sita de obra correspondiente y podamos ciones de los artistas españoles contem-
Estimamos relevante el hecho de completar la ficha catalográfica básica) poráneos. Aunque también pensamos
que en los últimos años se hayan crea- (figuras 7a y 7b). que la utilización de esta figura jurídica,
do dos museos monográficos y una fun- La elección de piezas para depositar históricamente, ha servido, a veces, para
dación casi exclusivamente con obras ha variado a lo largo del tiempo, mien- desgajar piezas de la colección perma-
del MNCARS que sirven para poner en tras que los primeros depósitos fueron nente que, una vez fuera de las institu-
valor y dar a conocer obras que por fundamentalmente de pinturas y, en ciones, su regreso o no, se ha producido
problemas de espacio y de concepción menor medida, esculturas, grabados y o se ha hecho no exento de problemas
museológica no pueden exponerse en dibujos, a partir de 1988 baja considera- de toda índole.
las salas del museo. A pesar de lo cual blemente el número de pinturas (dentro Como se pudo comprobar en la «V
no dejamos de reconocer que este tipo de esta modalidad descienden los óleos Conferencia Europea de Registros de
depósitos, a veces, crean problemas y aumentan mucho los acrílicos –el pri- Museos» celebrada en el año 2006 en
de funcionamiento institucional, baste mer lienzo con esta técnica se depositó Madrid, es un tema que empieza a pre-
como ejemplo el hecho de no especi- en 1966–); crecen cuantiosamente los ocupar a todos los departamentos de
ficar en las exposiciones la titularidad depósitos de esculturas (hecho que hay registro a nivel europeo; en ese cami-
de las obras o que, en ocasiones, los que relacionar con la creación de dos no estamos trabajando también desde
organismos prestatarios consideren las museos monográficos con la colección ROA. Tomando como propia la idea de
piezas como suyas entendiendo el con- de escultura del MNCARS, ya comenta- Andrés Gutiérrez (2008) al hablar del

131
132
«Prado Disperso», queremos reseñar que estamos convencidas ayudará a la insti- en España. A partir de esta fecha y en
emergiendo de un inmerecido olvido, tución a plantearse una política de de- el último decenio, a nivel exponencial
se enfrenta a la realidad con una nueva pósitos coherente, propia y actualizada. en las distintas Comunidades Autóno-
propuesta de gestión y difusión. Y ante Esta idea que, a priori, es un objetivo mas, diversas instituciones públicas
todo con una nueva visión que preten- factible pensamos que se complica en han realizado proyectos de arte con-
de enfatizar el interés cultural de estas instituciones como la nuestra ya que la temporáneo con un fuerte contenido
obras de arte para todo el conjunto de evolución histórica y cultural del país ha emblemático. A ello hay que unir que
la sociedad, con el objetivo de promover hecho que el arte contemporáneo tenga en las sociedades postmodernas ha sur-
y concentrar su instalación en institucio- una imagen de prestigio y modernidad gido la cultura como valor económico
nes de carácter museístico, contribuyen- que hace que obras de nuestra colec- y de consumo, y su uso como producto
do al refuerzo de los proyectos museo- ción se soliciten desde instituciones de de ocio está teniendo un crecimiento
gráficos de las instituciones depositarias. muy diversa índole. Desgraciadamente exponencial. Sin embargo, la relación
Desafortunadamente, desde el MNCARS para la conservación de las obras el in- entre los museos y la contabilidad de
no podemos plantearnos una política terés por el arte contemporáneo excede gestión es incipiente, y queda aún un
unitaria encaminada a reforzar exclusi- a las instituciones museísticas, y por ello largo camino por recorrer, donde la
vamente el discurso expositivo de otras nuestra política de préstamos a largo disciplina de los costos tiene sin duda
instituciones museísticas, como se ha se- plazo se ha complicado en los últimos mucho que aportar. Hemos mostrado la
ñalado para el Museo Nacional del Pra- años extraordinariamente. importancia numérica de los depósitos
do, rellenando huecos o reforzando sus A nivel general, hasta la década de del MNCARS en organismos oficiales
exposiciones permanentes. 1980 no existía ninguna colección de extra museísticos; como estos van a
Desde hace más de cuatro años es- arte contemporáneo que justificara la continuar produciéndose, para llevar-
tamos trabajando para conseguir la re- creación de un museo, ni una demanda los a cabo habrá que valorar conceptos
visión definitiva de las obras de arte modulada que expresara la necesidad técnicos como conservación preventi-
depositadas por el MNCARS, labor que de instituciones de estas características va, costes económicos...

133
134
135
Los préstamos de larga
duración sirven
para dar a conocer el
patrimonio custodiado
por el MNCARS divulgando
su amplia colección y
ayudando a poner en
valor las importantes
creaciones de los artistas
españoles contemporáneos

Haskell (2002) comienza su obra no sean condiciones previas para ejercer instituciones no museísticas. En ciertos
póstuma con una frase que se ha hecho ese puesto». casos, es desde ese momento, cuando
famosa por lo que tiene de reflexión, Hemos reseñado estas líneas (podían la política invade la esfera de decisión,
ironía y provocación y que concierne haber sido otras muchas) de la maravi- cuando, desafortunadamente, la integri-
a los préstamos de obras de arte para llosa obra de Haskell El museo efímero, dad de las obras de arte pasa a un se-
las exposiciones temporales: «A muchos referidas a las políticas de préstamos en gundo término.
kilómetros por encima de nosotros, los las exposiciones temporales, pues pensa- A esto se suma el recorrido históri-
aviones vuelan por el cielo cargados de mos que los problemas que subyacen en co de los depósitos en nuestro país, las
Tizianos y Poussins, Van Dycks y Go- este tipo de préstamos son, básicamente, obras una vez que salían del centro de
yas». Con ella sintetiza, de forma magis- los mismos pero incrementados en los origen camino de otras instituciones ra-
tral, uno de los problemas que más le préstamos a larga duración o depósitos ramente volvían, entrando, en el peor
preocuparon y que como él mismo es- de obras de arte por parte de los museos. de los casos, en el dominio del olvido, la
cribe tiene mucho que ver con razones La lectura de este libro y la cotidianidad desaparición o la destrucción (Gutiérrez,
de poder político, económico y publici- del trabajo diario nos han inspirado para 2008). Históricamente los museos en
tario: el uso indiscriminado de obras de escribir estas páginas, muchas de las España han soportado una penuria de
arte. Reflexiona también sobre el perfil cuestiones a debate por él planteadas las medios económicos y de personal que
que en los últimos años están toman- valoramos nosotras en este texto. ha llevado a que lo urgente eclipse lo
do los órganos rectores de los museos Intentamos, a partir de aquí, no ha- importante: la documentación exhausti-
de arte señalando que, posiblemente, el cer una crítica sin más del trabajo ante- va de las obras de arte, su conocimiento
director ideal «se corresponda con una rior sino subrayar los riesgos a los que integral, para poder protegerlas de fu-
persona bien relacionada a nivel polí- este tipo de préstamos de larga duración turos deterioros. Esta tendencia afortu-
tico, con una aptitud especial para la siguen enfrentando a las obras para in- nadamente está cambiando en nuestro
publicidad, con entusiasmo, energía y tentar caminar hacia el futuro con obje- país en los últimos años potenciando no
visión» señalando que «un compromiso tivos más o menos claros. sólo los departamentos de investigación
profundo con el bienestar de las obras a Hemos comentado que la especifi- sino también los de conservación pre-
su cargo, al igual que un conocimiento cidad de nuestra colección ha llevado ventiva y los de registro valorando sus
técnico de ellas, es muy posible que ya a hacer depósitos de larga duración en cometidos en términos más objetivos.

136
Las bases de datos creadas y el ha- – Creemos urgente la revisión de es- FOUCAULT, M. (1995): La arqueología
ber revisado físicamente prácticamente tos fondos para poder concretar, del saber, Siglo XXI, México.
la mitad de las obras depositadas por el tras un análisis diagnóstico riguroso,
MNCARS nos ha servido para hacernos cuáles de las piezas de las que tene- GUTIERREZ, A. (2008): «La gestión del Pra-
una idea más real de la situación de es- mos depositadas en los despachos do Disperso: mirando al futuro», V Confe-
tas obras, a saber: ministeriales cumplen realmente la rencia Europea de Registros de Museos, Ma-
relevante misión encomendada; pri- drid 13 y 14 de noviembre de 2006: 142-149.
– Por lo que respecta a otras institucio- mando y priorizando estos espacios y
nes de carácter museístico hemos de levantando los depósitos colgados en HASKELL, F. (2002): El museo efímero.
señalar que nos ha sorprendido que, pasillos y salones con una finalidad Los maestros antiguos y el auge de las ex-
en muchas ocasiones, las obras de- fundamentalmente decorativa, y por posiciones artísticas, Crítica, Barcelona.
positadas no estén integradas dentro ende trivial. Planteamos la necesidad
del discurso expositivo y que hayan de hacer una política meditada y res- HOBART, M. E., y SCHIFFMAN, Z. E.
sido con el tiempo relegadas a los al- trictiva de las obras de arte fuera de (1998): Information Ages. Literacy, Nume-
macenes. En estos casos tenemos la los museos. Se debería tender desde racy, and the Computer Revolution, The
intención (previa consulta con el De- los propios centro depositantes a ha- John Hopkins University Press, Baltimore.
partamento de Colecciones y con la cer estudios rigurosos de la colección
aprobación de los órganos rectores del que indicasen qué obras pueden estar LÓPEZ DE LA CALLE, C., y TUDANCA,
MNCARS) de ir levantando los depósi- fuera de «casa» y en qué condiciones y J. M. (2006): «Patrimonio Cultural. Estra-
tos de las obras de arte que se hallen levantar todos aquellos depósitos que tigrafía razonada de un concepto», Ber-
en esa situación; dejando sólo aquellas no cumplen una función social clara ceo, Revista riojana de Ciencias Sociales
que se integran en el discurso teórico (tanto en almacenes de otros museos y Humanidades, 151. Estudio y Gestión
de los museos. En esta línea señalamos como en lugares inapropiados no im- del Patrimonio Cultural, Logroño: 11-29.
que en 2007 se ha instituido un nuevo porta el tipo de instituciones).
depósito con dos obras de Barjola en MARÍN, M. T. (2000): «Los museos de mu-
el Museo Extremeño e Iberoamericano – Se hace necesario llevar un control ex- seos: utopías para el control de la memo-
de Arte Contemporáneo para comple- haustivo y actual de los préstamos a lar- ria artística», Imafronte, 15, Ediciones de
tar su exposición permanente; este es go plazo, máxime si tenemos en cuen- la Universidad de Murcia. Murcia: 123-144.
el camino a seguir. ta que, como pudimos comprobar los
asistentes a la «V Conferencia Europea MARÍN, M. T. (2002): Historia de la do-
– El problema que subyace en los or- de Registros de Museos», se está empe- cumentación museológica: el control de
ganismos oficiales de carácter no mu- zando a plantear desde los países de la la memoria artística, Trea, Gijón.
seístico, básicamente ministerios, es Unión Europea qué depósitos a largo
de otra índole. Como hemos dicho plazo se puedan realizar entre museos MARÍN, M. T. (2004): «Los visionarios de
estamos de acuerdo, como no podía e instituciones de los diferentes países la gestión de la memoria artística», Re-
ser de otra forma pues lo recoge la miembros en una dialéctica de pensa- vista da Facultade de Letras Ciências e
legislación vigente en materia pa- miento muy actual y todavía no testada Técnicas do património, Porto: 271-291.
trimonial, en el uso del patrimonio de uso del patrimonio común europeo.
histórico en organismos relacionados OZCÁRIZ, F. (1997): El contrato de depó-
con la alta representación del Estado. Bibliografía sito: estudio de la obligación de guarda,
Ahora bien, habrá que buscar un jus- Bosch, Barcelona.
to equilibrio donde la búsqueda de BAQUEDANO, I. (en prensa): «Repre-
la necesaria publicidad, la imagen de sentación y memoria: las obras de arte QUINTANA, M. I. (2006): «Los depósitos
modernidad y la priorización de polí- depositadas por el Museo Nacional Cen- judiciales», Curso: La lucha contra el trá-
ticas/os en la toma de decisiones no tro de Arte Reina Sofía», Publicaciones fico ilícito de Bienes Culturales. Ayudas
sea lo fundamental. Desde los museos del MNCARS. para la formación de profesionales ibero-
que, por ley tenemos la obligación de americanos en el sector cultural, Ministe-
custodia y conservación del patrimo- BELLIDO, M. L. (2001): Arte, museos y rio de Cultura. Subdirección General de
nio adscrito a nuestras colecciones, nuevas tecnologías, Trea, Gijón. Protección del Patrimonio Histórico, Ma-
debemos de hacer un llamamiento a drid (16-27 de octubre de 2006).
la responsabilidad y al sentido común CABALLERO, L. (1982): Funciones, or-
priorizando las obras de arte por enci- ganización y servicios de un Museo: El RAUSELL, P. (1999): Políticas y sectores
ma de las instituciones y sus legítimos Museo Arqueológico Nacional de Ma- culturales en la Comunidad Valencia-
intereses. drid, Ministerio de Cultura, Madrid. na, Universidad de Valencia.

137
Concha Martínez Latre
¿Tiene sexo
Museo de Zaragoza
Zaragoza el patrimonio?
Concha Martínez Latre es licenciada Resumen: En este artículo se pretende whom women were hardly represen-
en Ciencias Físicas (1973), Máster en cotejar el tema de la activación patrimo- ted. Already well into the XXth century,
Estudios Sociales Aplicados (1990) y nial con la perspectiva de género. Ad- feminist epistemologists and feminist
Doctora por la Universidad de Zaragoza mitimos que el valor que se otorga al theories encouraged the observation
(2005) con una tesis-investigación sobre
patrimonio forma parte de un proceso and interpretation of how the patrimo-
la socio-génesis de los pequeños museos
de construcción social, en el que ha es- nial and museal values of daily life were
etnológicos del Alto Aragón. Desde 1980
desempeña tareas de técnica superior
tado ausente mayoritariamente la mujer, being activated. We will see that against
en patrimonio en el Museo de Zaragoza pues la legitimación y el reconocimien- this context other imaginary values fo-
en las Secciones de Etnología y Cerámica. to para definir el patrimonio han estado cusing on women, more specifically mo-
cmartinezl@aragon.es
reservados históricamente a las élites thers, were taken into account.
del poder, y allí no había presencia rele-
vante de figuras femeninas. Ya en pleno Keywords: Patrimonialize, Feminist
siglo XX, las epistemólogas feministas y Epistemology, Feminist Theories, Mater-
las teorías feministas darán pie a obser- nity, Daily Life.
var e interpretar cómo se ha activado el
valor patrimonial y museal de la vida
cotidiana. Podremos comprobar que en
ese escenario se han tenido en cuenta Introducción
otros valores imaginarios, que apuntan
hacia la mujer, y más en concreto hacia Antes de empezar conviene aclarar que
la madre. la pregunta que da pie a este artículo se-
ría más correcta planteada de este modo:
Palabras clave: Patrimonializar, Epis- ¿Tiene género el patrimonio? Pero esta
temología feminista, Teorías feministas, formulación me parece ambigua, pues
Maternidad, Vida cotidiana. la palabra género tiene numerosas y
diversas acepciones, que creo podrían
Abstract: The purpose of this article is desorientar al lector. Me he permitido
to address the issue of patrimonial ac- por ello utilizar una fórmula más provo-
tivation from a gender perspective. We cativa, que también puede ser lanzada
accept the fact that the value given to desde otras disciplinas o escenarios para
cultural heritage is part of a process of reconocer las condiciones de contorno
social construction in which women que impone una sociedad fundamental-
have, to a large extent, been absent. This mente androcéntrica, que impregna de
is due to the fact that it has been groups forma determinante la relación hombre-
of powerful elites who have historica- mujer.
lly held the legitimate and acknowled- Cuando utilizo la palabra género
ged right to define heritage, among aludo a las posibilidades gramaticales

138
Figura 1. Ansó (Huesca), 2008. Fiesta de Exaltación del traje ansotano. Foto: Concha Martínez.

que tiene el vocablo: lo masculino o a esas personas. Las teorías «queer» con Masculino-Femenino
lo femenino, que en niveles anatomo- Judith Batler (2006), como representante
fisiológicos se asocian con la posesión más conocida, sustentan la tesis de que Sin duda una de las más importantes
de la pareja de cromosomas XX, llama- no sólo el género es una construcción, contribuciones del feminismo ha sido
da persona mujer o XY llamada perso- sino que el sexo también lo es. deshacer el malentendido de que los
na hombre o varón, si bien debemos En las líneas que siguen pretendo contenidos socioculturales atribuidos a
aceptar que existen otras posibilidades dar contestación al supuesto de que la persona mujer u hombre se debiera
combinatorias de dichos cromosomas, existen diferentes maneras de activar el a un hecho natural cual es la identi-
ampliando, aunque de forma no mayo- patrimonio, con la consiguiente puesta ficación de los cromosomas sexuales.
ritaria, la diversidad sexual y la consi- en valor del mismo, que se corresponde La diversificación sexual no podría dar
guiente dificultad para asignar nombre con el género masculino o el femenino. cuenta de la gran diferenciación en la

139
valoración social de lo masculino y lo y las finanzas, o las grandes empresas. es el principio de lo que va a ser pos-
femenino, más bien habría que buscar- En todo caso podrían trabajar allí, pero teriormente uno de los fenómenos más
la en una construcción sociocultural en puestos de escasa relevancia públi- interesantes del siglo pasado: la con-
diseñada fundamentalmente desde la ca. Y es que el feminismo, considerado quista paulatina de la autonomía de la
concepción relacional de esa pareja (fi- como la gran revolución del siglo XX, es mujer con un discurso propio, desde
gura 1). En esa relación, hombre-mujer, relativamente joven y sus avances van ella misma.
uno de los elementos, lo masculino, aconteciendo lentamente. La historia del feminismo a lo largo
que sería el elemento dominante, tiene Es a finales del siglo XIX cuando co- de esas décadas tiene peso y densidad
la capacidad para definirse a sí mismo mienza a hacerse visible el movimiento suficiente para que se hayan producido
y también a su contrario, elemento do- emancipador de las mujeres con una en su seno confrontaciones y postulados
minado. Existe una jerarquización que primera reivindicación, que nace en el divergentes: desde el feminismo de la
ordena los caracteres atribuidos a cada seno de las jóvenes democracias occi- igualdad al de la diferencia o las mismas
cual. La fuerza, la razón, la lógica for- dentales: el derecho al voto. Esto sólo teorías «queer», que apuntan al núcleo
mal estarían, entre otros, del lado de
lo masculino. Y lo irracional, lo emo-
cional, lo inestable estarían del lado de
lo femenino. Y no es simplemente que
se manifieste esa dicotomía, sino que
puestos a calificar esos rasgos, puntua-
rían al alza los enunciados en primer
lugar y los segundos se considerarían
indeseables.
Lo que afirma el feminismo, de una
forma simplificada, es que nos vamos
haciendo hombres y mujeres a lo lar-
go de nuestro proceso de socialización,
que atribuye recorridos diferenciados
ligados al sexo, por lo tanto hay una
construcción social y sexual de la rea-
lidad. Y en una sociedad androcéntrica
las mujeres seremos definidas por los
rasgos que el elemento dominante, los
varones, han adjudicado para nosotras,
al tiempo que nos mantendremos en
una posición secundaria con respecto a
lo masculino, con un consiguiente pe-
ligro de esencialismo, de compartimen-
tar de forma rígida las cualidades de lo
masculino y lo femenino de tal mane-
ra que las personas de uno u otro sexo
deberemos adaptarnos a los modelos
canónicos, por encima de compartir en
mayor o menor medida los rasgos asig-
nados al otro género.
Es especialmente notable esta cir-
cunstancia si se analizan los espacios
públicos y privados de nuestro contexto
más próximo, homologable dentro de la
sociedad occidental. Hasta bien rebasa-
da la primera mitad del siglo XX resulta-
ba altamente difícil encontrar en nuestro
país mujeres con cargos de responsabi-
lidad en determinados escenarios como Figura 2. Cartel anunciador del VI Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología y Género, organizado por
el de la política, la ciencia, la economía el Seminario interdisciplinar de Estudios de la Mujer (SIEM) de la Universidad de Zaragoza. Foto: José Garrido.

140
duro de la perspectiva de género al afir- menología, el mundo no está completo y
mar que incluso el sexo es una cons- constituido, sino que se va haciendo.
trucción social que no puede naturali- Lo importante es la acción, el pro-
zarse (Butler, 2006). Por eso sería más greso de la misma, o el proceso en que
ajustado al momento presente hablar de se enmarca. En la acción se encuentran
feminismos para recoger esa variedad y una serie de vivencias susceptibles de
riqueza en los discursos y en las prácti- recibir significados y «el significado es
cas que los sustentan. una cierta manera de dirigir la mirada
hacia un aspecto de una vivencia que
nos pertenece» (1993: 71). Y se dirige
Epistemología feminista esa mirada desde otra nueva vivencia
de manera que se va formando un con-
En cualquier caso puede que sea nece- texto de significación dentro de la con-
sario aportar argumentos de autoridad figuración total de la experiencia. «La
para que se acepte el presupuesto que elección de un esquema interpretativo
se comparte desde diversos feminismos: entre los muchos disponibles no está
la existencia de un modo propio de co- prescrita de antemano (...) lleva siem-
nocer desde el lugar de la mujer como pre la marca de un particular Aquí y
sujeto específico (figura 2). Ahora» (1993: 114).
Hay ya una reconocida nómina En definitiva disponemos de un re-
de epistemólogas feministas que han pertorio de experiencias interpretadas,
abordado precisamente la posibilidad que de forma progresiva nos permiten
de que el modo de hacer ciencia de seguir dotando de significado a las ac-
las mujeres tenga unos rasgos deter- ciones sucesivas. Schültz lo llama «lo
minados, que podríamos resumir en que uno sabe o ya sabía». Este cono-
dos palabras: «perspectiva parcial». En cimiento situado, que Schütz defiende,
honor a la verdad se puede encontrar permite enlazar con las epistemologías
un isomorfismo entre esta idea y la feministas y su propuesta de la perspec-
que refleja la noción de «conocimien- tiva parcial.
to situado», que sostiene una corriente Donna Haraway, genuina represen-
sociológica, la fenomenología, en su tante de la ciencia propuesta desde el
caso sin entrar todavía en las cuestio- feminismo de finales del siglo XX, se de-
nes de género. Sería Edmund Hurssel canta con rotundidad contra el relativis-
(1859- 1938) uno de los primeros filó- mo al que acusa de ser la imagen espe-
sofos en sentar las bases de la fenome- cular del totalitarismo, y le reprocha su
nología como una epistemología, que renuncia a la responsabilidad y a la in-
luego desarrollaría en la década de vestigación crítica (Haraway, 1995: 15).
1930 su discípulo Alfred Schütz (1899- Para ella la solución se encuentra en la
1959), llevándola al mundo social, a la parcialidad, los conocimientos situados
experiencia diaria. y localizados y las objetividades encar-
Schütz se detiene en el problema de la nadas. De este modo, se podrá sostener
objetividad-subjetividad, que aparece en la posibilidad de prever un futuro res-
todo proceso de conocimiento científico, ponsable, no totalizador y genuinamen-
y mantiene que «el significado se consti- te enriquecedor.
tuye como un fenómeno intersubjetivo» La autora del Manifiesto Cyborg salta
(Schutz, 1993: 62). Las objetividades idea- por encima de la tensión entre objeti-
les, que constituyen el contenido signifi- vidad y subjetividad, desbordándola al
1
Hay suficientes autores, dentro de la
sociología, que desarrollan la idea de la
cativo de las expresiones y de los grandes inclinarse por «una objetividad encarna-
inevitabilidad de la contaminación social del
temas del lenguaje en el arte o la ciencia, da que acomoda proyectos de ciencia
pensamiento: «La sociedad me susurra al
desempeñan un papel propio y específi- feminista paradójicos y críticos: la obje- oído», expresión de Lourau (1980), o la noción
co en la interpretación que cada uno hace tividad feminista significa sencillamente de «la institución imaginaria» de la sociedad
de la conducta de las demás personas. conocimientos situados» (1995: 324). Se en Castoriadis (1989). O también Bloor (1998)
Presuponen el uso de esquemas previos, conoce como una objetividad fuerte, al considerar el papel del imaginario social en
disponibles de antemano1. Para la feno- que es la que incluye al sujeto (objeti- la configuración del conocimiento.

141
vidad encarnada). De este modo llega dad de cambio social, de un cambio a
Haraway a la formulación paradójica favor de los excluidos. También, en la
de ofrecer «la perspectiva parcial como misma línea, llegan los ecos de «la socio-
la capacitada para prometer una visión logía de las emergencias» de Boaventu-
objetiva» (1995: 326). La perspectiva par- ra de Sousa Santos, adalid en los Foros
cial incorpora aspectos del mundo que Sociales Mundiales que se vienen cele-
escapan a la posición dominante homo- brando por diversos continentes desde
geneizadora de lo social. Toda observa- el año 2001. La propuesta del profesor
ción está cargada de teoría, toda teoría portugués presenta esa alternativa de lo
porta valores y estos se producen histó- emergente frente a una sociología que
ricamente. ha trabajado siempre desde las ausen-
Aunque parezca tremendamente cias, dejando fuera de sus intereses a los
arriesgada esta solución para saldar la grupos tildados de no relevantes, entre
cuestión del sujeto, el contenido que va los que se cuentan a las mujeres (De
configurando la perspectiva parcial es Sousa, 2005).
muy sugestivo y sugerente, ya que se Si avanzamos hacia el escenario del
trata de reconocer en la localización li- patrimonio cultural y traemos a cola-
mitada, y su correlato, el conocimiento ción la museología social, nos reso-
situado, el valor de un locus epistemoló- nará aquí la Declaración de la ciudad
gico, que se convierte en el preferencial de Salvador, Bahía (Brasil, 2007). Esta
Las profundas alteraciones
para los dominados. Porque en palabras propuesta disciplinar se encuentra en
que se han producido en la de Haraway «existe una buena razón [en continuidad con las ideas de museo in-
sociedad tradicional del el feminismo] para creer que la visión es tegral de la década de 1970, o la nueva
mundo rural han conllevado mejor desde abajo que desde las brillan- museología de la de 1980 que en defi-
que muchos de los objetos tes plataformas de los poderosos» (figu- nitiva quieren valorizar el papel singu-
hayan perdido su valor ra 3); y advierte líneas después de los lar que los procesos de patrimonializa-
problemas de apropiarse de la visión de ción y musealización pueden significar
de uso y de cambio y
los de abajo, que no tienen porque ser en contextos sociales colectivos y co-
emprendan un doble inocentes, pero «son preferidos porque munitarios (figura 4).
camino: la extinción tienen menos posibilidades de permitir Señalemos, en concreto, de la Decla-
completa o el viraje hacia su la negación del núcleo interpretativo ración de Bahía lo recogido en los artí-
valor simbólico e imaginario de todo conocimiento» (Haraway, 1995: culos 5, 6 y 7:
328). «Artículo 5. Valorizar el patri-
Precisamente la mujer ha estado his- monio cultural, la memoria y los
tórica y socialmente ocupando un lugar museos, comprendiéndolos como
«subyugado», en posiciones invisibiliza- prácticas sociales estratégicas para
das por la mirada del poder, y de ahí el desarrollo de los países de Ibero-
se nutre su mayor capacidad para ejer- américa y como procesos de repre-
cer con legitimidad ese conocimiento sentación de las diversidades como
parcial productor de ciencia (Magallón, las étnica, social, cultural, lingüística,
1998: 46). Esta oposición al relativis- ideológica, de género, creencia y
mo y su adhesión a la situación es en orientación sexual;
el fondo una postura muy sutil. Se re- Artículo 6. Asegurar que los mu-
conoce que existe el relativismo, pero seos sean territorios de salvaguarda
no se acepta cualquier posición como y difusión de valores democráticos
intercambiable sino que se apuesta por y de ciudadanía, colocados a servi-
privilegiar algunas de ellas; ¿cuáles?, las cio de la sociedad, con el objetivo
que están en los márgenes y en las afue- de propiciar el fortalecimiento y la
ras, que son las mejores situadas «para manifestación de las identidades, la
vivir los significados y los cuerpos que percepción crítica y reflexiva de la
tengan una oportunidad en el futuro» realidad, la producción de conoci-
(Haraway, 1995: 322). Se privilegian los mientos, la promoción de la digni-
significados y cuerpos de los márgenes, dad humana y oportunidades de es-
porque se reconoce en ellos la capaci- parcimiento;

142
Figura 3. Cocina del Museo Etnológico de San Juan de Plan (Huesca). Foto: Concha Martínez.

Artículo 7. Garantizar el derecho ciones de Bahía un reconocimiento hacia su impacto «siempre es indirecto: en
a la memoria de grupos y movimien- los sectores y grupos sociales «ausentes», la formación y selección de las metas,
tos sociales y apoyar acciones de en palabras de Sousa, y por lo tanto valores, metodologías y explicaciones
apropiación social del patrimonio pensar que la perspectiva de género, en que se prefieran» (Fox, 1991: 147). Sería
y de valorización de los distintos nuestro caso la construcción del patrimo- como un eje transversal que no se debe
tipos de museos, como museos co- nio cultural desde las mujeres, necesita obviar.
munitarios, ecomuseos, museos de asegurarse, garantizarse y revalorizarse. Las feministas que trabajan desde
territorio, museos locales, museos Volviendo a las epistemólogas fe- una nueva concepción de la ciencia nie-
memoriales (resistencia y derechos ministas, la ideología de género no gan la existencia de un «ojo divino» om-
humanos) y otros.» opera como una fuerza explícita en la nipotente, construcción del patriarcado
No es difícil vislumbrar en esas inten- construcción de las teorías científicas, que ha dominado y domina las parcelas

143
Figura 4. Ansó (Huesca) con su iglesia parroquial, sede del Museo Etnológico. Foto: Concha Martínez.

de lo social instituido. Ojo divino como colegas feministas para transformar la Harding, al igual que Haraway, foca-
imagen de un sistema de referencia des- ciencia posibilitando una nueva con- liza en la capacidad de articular redes,
de el que mirar y describir el mundo cepción de la misma. La ciencia domi- de producir conexiones entrelazadas,
de manera certera y objetiva. Y que el nante se ha producido siempre desde orientadas a transformar los sistemas
principio de indeterminación de Heisen- un único lugar, el del poder, que ha le- de conocimiento y las maneras de mi-
berg, formulado en 1927, también des- gitimado su discurso tras el parapeto de rar. Se trata de establecer un método
autoriza, en este caso desde la mecánica la objetividad a modo de coartada. Har- que detecte los valores e intereses que
cuántica, al demostrar la imposibilidad ding (1993) habla de la teoría del punto constituyen los proyectos científicos. Y
de fijar con exactitud posición y veloci- de vista, análogo al de la perspectiva puesto que el conocimiento es situado,
dad de una partícula elemental, ya que parcial. Tres puntos pueden resumir el ámbito de las preguntas se amplía
el instrumento de medida siempre mo- este modelo: el sujeto está incardinado y se ensancha, dando cabida a grupos
difica lo observado. en la vida material; sujeto y objeto de- marginados.
Sandra Harding, otra reputada epis- ben someterse a la misma reflexividad La coincidencia entre las diversas
temóloga feminista, acuña el concepto y, por último, son las comunidades, en corrientes feministas dentro de la epis-
de «ciencia sucesora», o «mejor ciencia»; lugar de los individuos, los productores temología en señalar lo nuclear que es
con él designa la capacidad de sus de conocimiento. para el conocimiento el lugar desde el

144
Figura 5. Museo Etnológico del Mas de Puybert (Huesca). Foto: Concha Martínez.

que este se produce, y su persistencia sufrimiento y de felicidad limitada» (Ha- de la cooperación, el cuidado mutuo y
en decantarse singularmente por los lu- raway, 1995: 321). el amor holístico» (Shiva y Mies, 1997:
gares más sojuzgados y apartados de los El conocimiento se presenta como 15). Hay conexiones de esta propuesta
centros de poder, nos acerca a lo que un acto responsable, en la medida que con la que sostiene el sociólogo francés
se conoce dentro de la filosofía contem- se entrelaza «con» y se sustenta «desde» Michel Maffesoli (1997) sobre un saber
poránea como el «giro ético». Hay una la posición adoptada para afrontar los «tipo Sur», mucho menos agresivo que
clara elección sobre cómo hacer ciencia, problemas (Adam, 2003: 236). el saber «tipo Norte», puesto que en el
dónde procurar conocimiento. El humus Aludir aquí a otra de las corrientes primero tendrán cabida los afectos y las
que sirve de excelente mantillo para el dentro de las epistemologías feminis- emociones.
crecimiento de un mejor saber es el lu- tas, el ecofeminismo de V. Shiva y M. Si con todo lo expuesto hasta aquí
gar de los subyugados: «Para lograr un Mies (1997), que denuncia la perspec- damos por justificado que existe un
compromiso con sentido que pueda ser tiva patriarcal capitalista. Desde la pers- modo de conocer la realidad más pro-
personalmente compartido y que sea pectiva ecofeminista se propugna «una pio y específico de las mujeres, no con-
favorable a los proyectos globales de nueva cosmología y una nueva antro- siderado desde la ciencia clásica, hora
libertad finita, de abundancia material pología que reconozcan que la vida en es de que pasemos a contemplar desde
adecuada, de modesto significado en el la naturaleza se mantiene por medio estos supuestos el tema de la activación

145
patrimonial. Nos encontraremos en este Es algo que he analizado en mi inves-
proceso con nuevas revalorizaciones del tigación (Martínez Latre, 2007) sobre los
dominio de lo cultural, que hasta tiem- pequeños museos etnológicos del Piri-
pos recientes carecían de interés histó- neo de Aragón. La consciencia ante la
rico y artístico para el saber canónico y muerte y el devenir y la angustia ame-
normado (figura 5). nazante que pueden provocar, están tras
la creación de esas pequeñas institucio-
La patrimonialización nes, que se convierten en una especie
de eufemización ante esos sentimientos
La puesta en valor de los bienes cultu- de pérdidas inevitables.
rales forma parte de todo un proceso de En los museos se preserva el valor
adjudicación de cualidades asociadas a de lo social sagrado en el sentido que
dichos bienes. La capacidad para dotar Durkheim (1992) adjudicaba al término.
de valor no era, ni es, universal ni ac- Social sagrado como la fuerza que ema-
cesible a cualquier persona sino que se na de la propia comunidad, mucho más
asociaba, y se asocia, a unas determina- que la suma de los individuos concretos
das posiciones sociales: poder político, que la componen y que la trasciende
saber experto y relevancia social, prin- y la sostiene. Encontramos en los pe-
cipalmente. La historiografía de la cons- queños museos locales etnológicos una
trucción social del patrimonio cuenta en forma de institucionalizar el tiempo que
nuestro país con reconocidos especialis- alude a esa visión circular de lo tem-
tas (Alonso, 1993, 1999; Bolaños, 1997, poral, a una especie de eterno retorno.
2002; Hernández, 2002; León, 1978) que Despareceremos, sí; pero algo persiste y
dan cuenta sobradamente de ello; de permanece. Y para ello contamos tam-
cuál ha sido la deriva de la musealiza- bién con «las cosas» que han compartido
ción desde sus orígenes, documentados nuestro espacio y nuestro tiempo. Son
formalmente entre los siglos XVII-XVIII. Y las huellas de nuestras ausencias.
no debe extrañar que entre los sujetos Las profundas alteraciones que se
habilitados socialmente para la activa- han producido en la sociedad tradicio-
ción de los bienes no se recogieran a nal del mundo rural han conllevado que
las mujeres, por la sencilla razón de su muchos de los objetos, necesarios hasta
invisibilidad en esos espacios públicos, un pasado reciente, hayan perdido su
más allá de determinadas personas, que valor de uso y de cambio y emprendan
por su cualidad de mecenas o por una un doble camino: la extinción completa,
determinada posición social entraban es decir, el basurero, o el viraje hacia
en los círculos reservados a las élites y su valor simbólico e imaginario. Esta
alcanzaron ese poder de activación pa- segunda posibilidad es la que se mate-
trimonial2. rializa con la creación de los pequeños
La musealización etnológica es más museos etnológicos. En ellos se recrean
bien tardía si se coteja con las de otras ti- los lugares de la cotidianeidad, que fue
pologías. Estamos en los finales del siglo y que de algún modo sigue siendo; y
XIX cuando comienza a ser significativo encontramos cocinas, dormitorios, salas,
el interés por el patrimonio de la vida hornos de pan, boticas, cuadras, truja-
cotidiana, que se manifiesta en primer les, telares... Y el cambio de valor atri-
lugar en el Norte europeo y en EE.UU, y buido a esos escenarios, y a sus cosas,
la interpretación más general asocia este es sorprendente si lo medimos con los
hecho al fenómeno del retroceso de la parámetros que reúne el resto del pa-
vida campesina en esos territorios por la trimonio histórico-artístico acrisolado, o
relevancia creciente de la sociedad in- canónico, que suponía hasta entonces el
dustrial. Recordemos a Lowenthal (1998) objetivo de los museos creados en todo
2
Por ejemplo, recoge Bolaños (2002: 125) cuando afirma que nada incentiva más el mundo, activados desde otros facto-
que la creación del MoMA de Nueva York, la necesidad de conservar que el sen- res, expresivos de un determinado tipo
en 1929, fue obra de tres damas de la alta timiento de pérdida. Sin duda que este de sociedad, que producía un patrimo-
sociedad neoyorquina. mecanismo actúa y de forma potente. nio específico, considerado la herencia

146
recibida de los padres con un significa- ¿Una activación patrimonial pues se defiende la determinación de
do propio. femenina? una identidad femenina que se base en
Hasta aquí nos movemos en un tipo la universalidad. Desde estos supuestos
de causas o factores que pueden dar se cuestiona la «ética del cuidado», adju-
sentido a la musealización etnológica, Para empezar volvamos a reiterar la dicada históricamente a la figura feme-
y que son de suma importancia. Me re- variedad dentro de los feminismos. Ya nina, siempre que no vaya acompañada
fiero fundamentalmente a la confronta- apuntábamos que el feminismo es he- de una ética de la justicia, ya que ha sido
ción urbanorural como trasunto de la terogéneo, que hay muchas posiciones una constante en el devenir de nuestras
relación globallocal; al sentimiento de dentro de él. Los que pueden resultar sociedades occidentales, y también en las
pérdida; a un singular imaginario tem- más representativos en plan esquemáti- no occidentales, institucionalizar a la ma-
poral (figura 6); e incluso a las moti- co serían los dos siguientes: el feminis- ternidad adjudicando a la mujer el papel
vaciones económicas en una sociedad mo de la igualdad y el de la diferencia. de cuidadora exclusiva. Así se abona el
de mercado. Pero, al tiempo y junto a En primer lugar, el que conocemos camino de la re-producción social, pues
todo lo expuesto, no puede pasar des- como feminismo de la igualdad se funda- esa imagen de mujer es la que se inte-
apercibida la coincidencia de fechas, o menta en la igualdad de derechos entre rioriza y el paradigma que se debe con-
momentos históricos, entre el interés mujer y hombre. Considera esencialista tinuar para ajustarnos a las expectativas
por la vida cotidiana y el comienzo de fundamentar la especificidad de la mu- sociales y de género.
los movimientos emancipatorios de la jer desde un sesgo biologista, que incide Por otro lado, el feminismo de la dife-
mujer, que luchan por conseguir un en exceso en el hecho de la maternidad. rencia, que enfoca y polariza su propues-
espacio en la sociedad. De modo que No se acepta la capacidad reproductiva ta sobre la gran diferencia entre hombre
podemos ya introducir la hipótesis final de la mujer como base ontológica que y mujer por algo que ella tiene y que, sin
de este artículo. pueda justificar la diferencia de género, embargo, es inalcanzable para el hombre:
la capacidad de ser dos al mismo tiempo,
la capacidad de acoger. La famosa «envi-
dia del pene», que Freud adjudicaba a la
mujer como carencia con respecto al va-
rón, ya no se sostiene. La mujer no es un
varón incompleto, más bien al contrario,
sería el varón el que carece de algo tan
valioso como la capacidad de engendrar
y acoger dentro de sí, hecho únicamente
asociado a la mujer.
Pese a esas diferencias fundamenta-
les en los discursos de las dos principa-
les corrientes del feminismo, ambas se
detienen y trabajan el tema de la mater-
nidad, pues es un tema universal, que
hasta tiempos recientes ha constituido,
e incluso en gran medida todavía hoy
constituye, «la profesión» femenina por
excelencia (González de Chávez, 1995:
53). Todos los discursos coinciden en
que ha sido hasta tiempos recientísimos
el punto central de la vida de las muje-
res (Caporale, 2005: 63). Reconociendo
al mismo tiempo la diversidad y dife-
renciación en la concepción de la ma-
ternidad según edad, etnia, condiciones
económicas, tipo de familia...; pero en
cualquier caso «todo hablante es un na-
cido de mujer» (Sau, 1995: 108).
La evidencia universal de la condición
filial la recoge Adrienne Rich en su obra
Figura 6. Por los bosques del Pirineo aragonés. Foto: Concha Martínez. Nacemos de mujer, todo un clásico publi-

147
cado por primera vez en 1976, en la que fluencia entre «modelo de sociedad en
aborda la maternidad como experiencia y peligro de extinción» y «revalorización de
como institución. En ella señala la impor- un discurso autónomo desde la mujer»
tancia de esa doble función: «es como3 si para que se produzca este sorprenden-
el sufrimiento maternal y la identidad pri- te cambio en el «género» del patrimonio
mordial de la mujer como madre constitu- cultural. Y es entonces cuando ya no sólo
yeran necesariamente la base emocional puede activarse la herencia de los padres
de la sociedad humana» (Rich, 1996: 68). (identificados como varones), sino que
Y reconocer esta manera específica emerge un imaginario que empieza a re-
de ser, identificada socialmente como conocerse y a revalorizar la herencia de
mujer, lleva a Luisa Muraro a defender las madres. No hablo de las mujeres que
como necesario «luchar para que el prin- tienen la potencia de ser madres, sino del
cipio materno no sea sustituido por la hecho constatado de hombres y mujeres,
síntesis social del poder constituido. Es que compartimos la situación de filiación
necesario dar traducción social a la po- y recreamos a nuestra madre.
tencia materna para impedir que se cie- Mi trabajo de campo, llevado a cabo
rre la síntesis social y mantenerla abierta entre los años 2000-2005 en una serie de
a todo querer decir» (Muraro, 1995: 105). pequeños museos etnológicos del Piri-
No podemos en este artículo ir mu- neo aragonés (figura 7), analizando los
cho más allá de estas líneas esquemáti- procesos de creación de los mismos, me
cas, que argumentan sobre la figura de ha permitido conocer más a fondo estas
la madre como un elemento primordial instituciones y los mecanismos que indu-
en la construcción social de la perspec- jeron su creación. En varios de ellos se
tiva de género. Sin entrar en las valo- sumaba al empuje imparable de nuevos
raciones de esa constatación recogemos modelos socioculturales homogeneiza-
como síntesis la necesidad y el interés dores y del sentimiento de pérdida, ex-
por seguir avanzando en el análisis e periencias personales de enfermedades
interpretación de la maternidad y el ma- graves, que confrontaban con la muerte
ternaje actualmente. e inducían a buscar mecanismos de per-
Llega ya la hora de vincular estas manencia. Y, también, en todos ellos he
ideas con el patrimonio de la vida co- podido descubrir de forma explícita, o
tidiana. implícita, la notoria presencia de la mu-
Hasta nuestro pasado reciente pode- jer. En primer lugar, en la presentación
mos afirmar que el lugar social de la mujer y exposición de la complicada nómina
estaba circunscrito al espacio doméstico, de trabajos diarios que exigía la vida co-
en el que se desplegaba la vida cotidia- tidiana y que demuestran el papel que
na con toda su intensidad y también con las mujeres desempeñaban en ellos. Y
toda su carga de rutina. El sociólogo Mi- en segundo lugar, porque hay una cla-
chel de Certeau (2000) precisamente veía ra evidencia de la figura materna que de
en esa vida (que el cifraba en el comer forma manifiesta o latente está en toda la
3
El destacado es de la propia autora. y el habitar), «las artes de hacer4», propias activación. El poder evocador del museo,
4
El término «artes de hacer», acuñado por el de la gente común y de las culturas po- su capacidad de convocar los imaginarios
sociólogo francés De Certeau, quiere recoger pulares. Y otro sociólogo francés, Hen- individuales y colectivos residen precisa-
la multitud de prácticas que conforman ri Lefebvre, lo analizaba como lugar de mente ahí: en su potencia para remover
el dominio cotidiano de lo que antes confrontación de tensiones entre deseos, en los visitantes las emociones más pro-
llamábamos clases populares. El concepto capacidades y posibilidades que se mi- fundas, que se ligan a sus propias ex-
de lo popular ya no es útil para la sociología den con el tiempo, el espacio y los otros periencias vitales, algo que se consigue
y ahora se teoriza desde otras diversas
seres humanos (1978: 88). cuando nos situamos ante los escenarios
nociones como las de ciudadanía, gente, o
Justamente ese espacio cotidiano era de la vida cotidiana, pues todas las perso-
multitud. De Certeau prefiere el de gente, o
«el común», advirtiendo de la dificultad que
el lugar por excelencia de la mujer que, nas nos sentimos concernidas (Martínez
entraña la observación de esas «artes de dada su invisibilidad social y su carencia Latre, 2007: 428-432).
hacer», ya que no se ajustan al marco del de poder, no poseía interés alguno para Todos los informantes, hombres y
método científico, el que produce saber experimentar la activación patrimonial. mujeres, que han creado estos museos
legitimado desde el mundo experto. Hay que esperar al momento de con- de la vida cotidiana y que tuve que en-

148
Ansó

LA JACETANIA San Juan de Plan

Sabiñánigo
SOBRARBE
LA RIBAGORZA
ALTO GÁLLEGO Aínsa
trevistar para mi investigación, han alu- Alquézar
dido al mundo de su infancia, al tiempo Mas de Puybert
SOMONTANO
de las seguridades básicas, así como al DE BARBASTRO
espacio cotidiano por antonomasia, el
poderosísimo lugar de la cocina de las
casas-museo. Ahí reside la mayor fuerza
de lo cotidiano, por su vinculación di-
recta con el espacio materno por exce-
lencia. Sería como la piedra angular del
montaje museístico, con mayor poder
para conectar con los imaginarios indivi-
duales si guarda las huellas de uso. Pue-
de ser la vajilla colocada sobre la mesa
esperando el puchero de la comida, o
el delantal que cuelga de un clavo cerca
del hogar, o la labor de costura abando-
nada sobre la cadiera5. O puede ser el
hollín ennegrecido y acrisolado por los
años en la gran campana que en su ex-
tremo superior se abre al cielo y conec-
ta con el espacio exterior removiendo
sentimientos muy profundos y arcaicos
como ha señalado Eliade (1999) en sus
trabajos sobre los lugares sagrados. Figura 7. Localización en el mapa de Aragón de los
Los espacios de las cocinas de todos museos etnológicos investigados. Elaboración del
los museos nos remiten al mundo feme- documento: CDITA (Centro de Documentación e
Información Territorial de Aragón).
nino en especial y al materno en particu-
lar, con todo lo que esto supone al enfo-
car en las continuidades, las seguridades teau, 2000), su acción creadora en el
y también los posibles inmovilismos que entorno más próximo, al margen de los
se asocian con esos rasgos. Hay una am- criterios dominantes, con apoyaturas só-
bivalencia evidente: la confianza y segu- lidas en el mero estar juntos, en la inme-
ridad que da el anclaje junto al miedo a diatez combinada con la paciencia his-
introducirse en sendas no transitadas. tórica y en la aceptación de «lo que es»
Son miradas femeninas, perspectivas frente al «debe ser», en el gozo elemental
parciales muy bien situadas, las que hay y primordial de vivir (figura 8).
en los pequeños museos-casa del mun- Nos encontramos ante museos que
do rural. La perspectiva de género está saben jugar con habilidad en el mundo
ahí y se reconoce el papel primordial de de las emociones y de los sentimientos,
la mujer en ese espacio como sustenta- que nos confrontan con nuestros antepa-
dora del mismo en todos los órdenes, al sados con nombre y rostro propios. No
recordar las alusiones a su sabiduría, a nos resultan ajenos sus presupuestos ni
su dinamismo, a su astucia, a su capa- sus ideas ya que nos remiten a nuestra
cidad de trabajo; sin perder de vista la infancia perdida, a las seguridades ances-
contribución de la mujer en la vida exte- trales alimentadas por la figura materna.
rior6 de la casa. La figura materna aletea Y al tiempo, ese poder de la memoria
sobre todas ellas, la referencia al origen no queda anclado sólo en el pasado sino
individual, la experiencia de sentido de que nos proyecta hacia la incertidumbre
reconocer de dónde se viene para afir- del futuro, a nuestros límites e incapaci- 5
Cadiera es el nombre que se da en Aragón
marse ante el destino, el cordón umbili- dades, elementos indisociables de la ten- a un banco con mesa abatible incorporada
cal con lo que fue y lo que es. sión que recorre lo social. Si bien insisti- al mismo.
Precisamente en ese espacio-tiempo ría en que, en estos mismos escenarios 6
Los informantes también contaban los trabajos
de la vida cotidiana, la gente desplegó museísticos, esa memoria también puede que desempeñaban las mujeres junto a los
con éxito sus «artes de hacer» (De Cer- ser una apuesta por el valor de lo colec- hombres en determinadas situaciones.

149
tivo y el apoyo mutuo como otro resorte do experto tiene reconocida competen-
más a nuestro alcance, que enlaza con cia para diseñar escenarios museísticos,
los presupuestos de la museología social para redactar programas acordes con los
citados en este artículo. Una memoria presupuestos de la institución museal;
activa que constituye otra forma expre- ahora se trataría de conceder un lugar
siva de los beneficios de trabajar en red, en el proceso a ese otro saber, el de la
La perspectiva de género circunstancia subrayada por el elenco de gente común, históricamente ausente o
está ahí y se reconoce el las epistemólogas feministas citadas an- considerada irrelevante.
papel primordial de la mujer teriormente. Así volveríamos a sintonizar en cier-
ta medida con la Declaración de Bahía
en ese espacio como
que propone «comprender el proceso
sustentadora del mismo en Claves para un futuro museo museológico como ejercicio de lectura
todos los órdenes, al recordar del mundo que posibilita a los sujetos
etnográfico en Teruel
las alusiones a su sabiduría, sociales la capacidad de interpretar y
a su dinamismo, a su astucia, Mi intuición, contrastada con mi expe- transformar la realidad para la construc-
a su capacidad de trabajo; riencia de 30 años de práctica en la mu- ción de una ciudadanía democrática y
sealización etnológica, me indica que cultural, propiciando la participación
sin perder de vista la
debemos aprender mucho de las peque- activa da la comunidad en el diseño de
contribución de la mujer en ñas instituciones locales porque poseen políticas museísticas».
la vida exterior de la casa muchas y buenas respuestas a la hora de Se nos ofrece una buena oportunidad
diseñar un proyecto museográfico. No para desarrollar un proyecto de forma
podemos obviar las soluciones que des- coherente, que recoja las nuevas pers-
de el ingenio, la humildad de medios y pectivas que se han incorporado al mun-
el reconocimiento de nuestras más pro- do científico en los últimos años, que se
fundas emociones y sentimientos se han atreva a sostener que la herencia de las
utilizado desde la gente común y, evi- madres reúne sobrada dignidad para ser
dentemente, desde las mujeres. El mun- calificado de patrimonio cultural.

Figura 8. Cocina del Museo Etnológico de Serrablo (Sabiñánigo, Huesca). Foto: Carlos López Arrudi.

150
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151
El Museu de Prehistòria
Carlos Ferrer García de València.
Jaime Vives-Ferrándiz Sánchez
Helena Bonet Rosado Nuevos mensajes con
Museu de Prehistòria de València
Valencia los mismos objetos
Carlos Ferrer es conservador del Museu Resumen: En este artículo se expo- However, new cultural requirements by
de Prehistòria de València desde 2004. nen las líneas de trabajo del Museu de the contemporary Valencian society in
Ha sido Profesor Asociado en la Universitat Prehistòria de València a lo largo de general, and attention to the Museum’s
de València (1998-1999) y Universitat más de ochenta años de historia como visitors in particular, have come to the
Politècnica de València (2002-2007).
marco general para definir las estrate- forefront as current and future concerns
Especializado en la gestión turística
gias museológicas actuales. Desde la of the institution. We argue that the Mu-
sostenible de espacios naturales y
culturales. En la actualidad realiza su tesis
creación del museo la conservación ha seum should be a cultural resource of
doctoral en el área de la Geoarqueología. estado íntimamente ligada a la investi- –and for– the Valencian society, not only
gación y, de hecho, la gestión ha sido devoted to the preservation of its heri-
carlos.ferrer@dival.es
competencia de un servicio de investi- tage, but also to contributing to public
Jaime Vives-Ferrándiz es conservador gación. Sin embargo, la atención de las discourses and debates.
del Museu de Prehistòria de València necesidades culturales y de desarrollo
desde 2004 y Doctor en Arqueología de la sociedad valenciana en general Keywords: Museu de Prehistòria de Va-
por la Universitat de València en 2005. y de sus usuarios en particular, ha pa- lència, Archaeological Heritage, Diffu-
Es codirector del proyecto de investigación sado a ocupar una posición al menos sion, Museum Education, Local Develo-
y musealización en el yacimiento tan relevante como la conservación y la pment.
arqueológico de la Bastida de les Alcusses investigación durante los últimos años.
(Moixent, Valencia) y responsable de un Planteamos que el museo debe jugar
proyecto I+D+i financiado por el Ministerio
un papel en los debates públicos, ade- Introducción
de Ciencia e Innovación.
más de ser un recurso cultural para la
jaime.vivesferrandiz@dival.es sociedad valenciana. El Museu de Prehistòria de València es
la institución que conserva, investiga y
Helena Bonet es directora del Museu
Palabras clave: Museu de Prehistòria difunde el patrimonio arqueológico va-
de Prehistòria de València y Doctora en
Arqueología por la Universitat de València
de València, Patrimonio Arqueológico, lenciano. El museo es un recurso cultu-
en 1994. Es codirectora del proyecto Difusión, Didáctica, Desarrollo Local. ral de la sociedad valenciana en tanto
de investigación y musealización en el en cuanto es útil en la preservación de
yacimiento arqueológico de la Bastida de Abstract: In this paper we analyse su patrimonio, en el acrecentamiento de
les Alcusses (Moixent, Valencia) y the main trends of work of the Museu su nivel cultural y en su desarrollo. Estas
responsable del proyecto Ruta Valenciana de Prehistòria de València throughout frases, que expresan muy literalmente
de los Iberos. more than eighty years of history, as a su misión y su visión, son para nosotros
helena.bonet@dival.es general framework for pointing out our una forma sencilla y clara de presentar
current and future museological stra- al museo. Pero obviamente esta institu-
tegies. Conservation and research has ción, con más de ochenta años de vida,
been two activities intimately linked sin- alberga muchas más historias, experien-
ce the creation of the museum, and, in cias e ideas en su interior.
fact, the Research Department has been Por ello, conscientes del valor que
largely responsible for its management. otorgamos a los objetos procedentes de

152
Figura 1. Montaje expositivo de la Sala de Arte Paleolítico. © Museu de Prehistòria de València.
153
excavaciones arqueológicas y del po- identidad cultural, sobre todo cuando
der identitario, cultural y didáctico que los movimientos nacionalistas y regio-
la historia posee, planteamos una lec- nalistas estaban adquiriendo peso po-
tura del papel que juega el museo con lítico y social. El perfil del público al
nuevos mensajes desde los mismos ob- que estaba destinada era la comunidad
jetos, sin renunciar a su trayectoria in- investigadora, arqueólogos y prehisto-
vestigadora labrada a lo largo del siglo riadores nacionales e internacionales, y
XX; porque concebimos la institución los representantes de las élites políticas
abierta a las modernas formas de en- y culturales locales.
El devenir del museo es el tender el conocimiento, el patrimonio Los primeros logros científicos a par-
y la cultura, como sugieren las líneas tir de 1928 en los yacimientos arqueo-
resultado de la conjunción de expuestas por el ICOM a lo largo de los lógicos de la Bastida de les Alcusses
tres variables básicas: sus últimos años. (Moixent), la Cova Negra (Xàtiva) y la
principios fundacionales, la Cova del Parpalló (Gandia), resultado
adaptación a los cambios de la labor metódica del propio Balles-
museológicos y museográficos Un poco de historia. ter y de Pericot, entre otros, facilitarán
producidos en el siglo XX, Biografía del museo el progresivo afianzamiento en el con-
texto político inestable del final del Di-
y la aplicación del principio de El devenir del museo es el resultado de rectorio de Primo de Rivera. A lo largo
oportunidad en un contexto la conjunción de tres variables básicas: de los siguientes años de la década de
político y administrativo no sus principios fundacionales, la adapta- los años treinta, el Museu de Prehis-
siempre favorable a sus ción a los cambios museológicos y mu- tòria de València, como institución viva,
actividades seográficos producidos en el siglo XX, y pasó por sucesivas vicisitudes, aunque
la aplicación del principio de oportuni- sus gestores supieron adaptarse tanto a
dad en un contexto político y adminis- los cambios promovidos por la Segun-
trativo no siempre favorable a sus acti- da República, como los que conllevaron
vidades. la Guerra Civil y los primeros años de
La iniciativa de crear en 1927 un mu- la dictadura franquista, que, con todo,
seo de Prehistoria en Valencia corres- ralentizaron su labor. En los años cua-
pondió a la Diputación Provincial, única renta se retoman las excavaciones ar-
institución que poseía en aquellos años queológicas, en especial en los muy
la necesaria competencia e implantación relevantes yacimientos del Tossal de
territorial para llevarla a cabo. Fue pro- Sant Miquel (Llíria), la Cueva de la Coci-
movida por Isidro Ballester, personaje na (Dos Aguas) y la Ereta del Pedregal
de cierta relevancia política, abogado (Navarrés), de modo que a finales de la
y arqueólogo autodidacta, a quien se década se había consolidado una sólida
le encargó su diseño y dirección (De colección con una importante base do-
Pedro, 2006). Desde su creación se su- cumental, una biblioteca especializada y
peditó al Servicio de Investigación Pre- una línea editorial (Bonet, 2006).
histórica (en adelante SIP) y planificó la En los años cincuenta fueron cla-
formación y acrecentamiento de su co- ves el nombramiento como director de
lección por medio de la realización de Domingo Fletcher, que impulsó el co-
sus propias excavaciones y no tanto a nocimiento de la Cultura Ibérica, y la
través de la adquisición de colecciones consolidación del SIP como institución
privadas (Martí, 1995 y 1999-2000). Ello de referencia nacional en su estudio y
da unidad a la colección, facilita su ca- difusión. Estos años suponen también
talogación con criterios homogéneos y la renovación del proyecto museográ-
la convierte en el perfecto instrumento fico que implicó su traslado desde las
museográfico. salas que ocupaba en el palacio de la
En su vinculación al territorio valen- Generalitat al palacio de Batlia. Duran-
ciano, entendido como el ámbito que te las siguientes décadas será una labor
hoy constituye la Comunidad Autónoma incesante la defensa y recuperación
Valenciana, se identifica el interés de la del patrimonio arqueológico y rupestre
institución por preservar elementos de frente al peligro de las destrucciones y

154
pérdidas ocasionadas por el auge de las final del periodo ibérico (Martí, 1995)
transformaciones del territorio. (figura 1).
Con la vuelta a la democracia se ini- En los primeros años de la década
cia una nueva etapa. Es en esta época del presente siglo el SIP perdió el con-
cuando la llamada Nueva Museología trol de la gestión del museo, a lo que se
(cf. Desvallées, 1992; Alonso, 1999), unió una progresiva pérdida de peso de
vigente ya en otros países, entra en la la institución en el organigrama del Área
institución. Comienzan a producirse ex- de Cultura con la creación de organis-
posiciones temporales y actividades di- mos intermediarios de gestión, como la
dácticas que cambian el trabajo cotidia- Xarxa de Museus (Bonet, 2002), con una
no. Esta dinámica coincide en un primer breve y fracasada fusión con el Museo
momento con el desarrollo del Estado Etnológico de Valencia en un intento de
de las Autonomías y la defensa de los crear un museo de las culturas de Va-
elementos identitarios propios, aunque lencia. En este contexto, sin embargo,
se manifestaron matizados y con ciertos se abren en el año 2003 las nuevas salas
sesgos regionalistas. En este contexto la sobre el Món Romà, en la que deja su
institución asume la función de presen- impronta la renovación de los lenguajes
tar a la sociedad un conjunto patrimonial museográficos de finales de siglo, en es-
singular, que le es propio y la identifica. pecial en lo referido a la identificación
Por ejemplo, es el momento en el que de públicos segmentados y la diversifi-
el llamado «Guerrer de Moixent», una cación de los distintos niveles e instru-
figura de bronce descubierta cincuenta mentos en la transmisión del mensaje.
años antes en el poblado ibérico de la El nombramiento de uno de nosotros
Bastida de les Alcusses, adquiere rele- como subdirectora y más tarde como di-
vancia iconológica y se convierte en un rectora, cerrará el paréntesis del anterior
una referencia patrimonial de la cultura modelo de gestión. Se abrirá una nueva
valenciana (Vives-Ferrándiz, 2006). etapa caracterizada por la continuidad
En 1982, coincidiendo con el nom- del modelo en paralelo a la apertura del La presencia efectiva del
bramiento como director de Enrique Pla museo al territorio a través de la puesta museo en el territorio
Ballester, tiene su inicio una nueva fase en valor de yacimientos ibéricos. En esta constituye un elemento
resultado de la necesidad de abandonar etapa, la exposición permanente se ha esencial en su redefinición y
de nuevo su sede, ocupada a partir de completado con la apertura en 2009 de ubicación social. Para este fin,
entonces por la propia Diputación de la sala Història dels Diners, en la que
se desarrollan un conjunto de
Valencia, y de instalarse en su actual se ha optado por presentar, por primera
ubicación, en el centro cultural de la Be- vez en el museo, una lectura transversal acciones diseñadas y
neficència. Junto a las labores de investi- de los objetos, en paralelo a la aproxi- orientadas a trascender los
gación y conservación ya citadas, ahora mación temática que se hace a ellos des- límites físicos de sus salas:
se irán abriendo nuevas salas, como la de la disciplina numismática. las exposiciones itinerantes,
centrada en el Paleolítico en 1984 o la la página web del museo
dedicada al Neolítico en 1987. Coincide
y el Museo Virtual, la Ruta
esta última con el acceso a la dirección De los yacimientos
del museo de Bernat Martí, que había Valenciana de los Iberos
arqueológicos a las salas y las Jornadas de Puertas
renovado la investigación del Neolítico
en nuestro territorio e impulsó la labor Abiertas en yacimientos
de catalogación de los fondos de forma La filosofía de trabajo del Servicio
paralela a proyectos de investigación de Investigación Prehistórica
multidisciplinares. En 1993 la Diputa-
ción emprendió la reforma del centro La labor del SIP ha producido una de las
cultural y en ese marco se desarrolló más extensas y coherentes colecciones
un nuevo proyecto museográfico para de objetos arqueológicos que podemos
la exposición permanente, inaugurada encontrar en el territorio español. Son
en 1995, y que sirve como plataforma ellos, por su valor simbólico y semió-
para presentar las colecciones que abar- tico intrínseco, y por el valor añadido
can desde el Paleolítico Inferior hasta el que les confiere el hecho de conformar

155
Publicación Fecha inicio Números editados

Anuario - La Labor del SIP y su Museo 1928 48

Revista - Archivo de Prehistoria Levantina (APL) 1928 26

Monografía - Serie de Trabajos Varios 1937 108

Catálogos 1953 16

Monografías singulares - 14

Tabla 1. Publicaciones del Museu de Prehistòria. © Museu de Prehistòria de València.

conjuntos de repertorios contextualiza- conjuntos de la Edad del Bronce del Mas otras instituciones nacionales e interna-
dos, los instrumentos básicos tanto en de Menente y la Mola Alta de Serelles de cionales. Además, se ofrecen los servi-
la investigación como en la difusión de Alcoi y de la Lloma de Betxí de Pater- cios a investigadores e instituciones que
la historia humana, aunque no por ello na; las piezas de época ibérica como la lo requieran, facilitándoles el acceso a
el museo deja de ser consciente, como colección de la Bastida de les Alcusses; las colecciones o a la información que
veremos más adelante, de la importan- los vasos con decoraciones figuradas del sobre ellas posee; y desde la Unidad de
cia de lo intangible del patrimonio ar- Tossal de Sant Miquel y un extenso con- Registro y Almacenes, a consideración
queológico. junto de textos sobre plomo, cerámica y de la Dirección General de Patrimonio
No cabe aquí hacer un análisis ex- piedra; objetos romanos tan relevantes de la Generalitat Valenciana, almacena
haustivo de los fondos del Museu de como el Apolo de Pinedo o el mosaico y conserva los materiales arqueológicos
Prehistòria de València, objeto de aten- de Font de Mussa de Benifaió; las piezas recuperados en las excavaciones de sal-
ción por diversos catálogos (Fletcher y de época visigoda de la villa de Pla de vamento llevadas a cabo en la provincia
Pla, 1953 y 1977; Fletcher, 1974; Martí, Nadal de Riba-roja; y, finalmente, piezas de Valencia.
1992 y 1995 y Bonet et alii, 2003). No numismáticas como un óbolo de Arse del La labor investigadora de los conser-
obstante, desde una aproximación cro- siglo IV a.C., la primera moneda acuñada vadores se plasma en las publicaciones
nológica, destacamos los restos humanos en tierras valencianas. y las jornadas científicas de la institución
y la cultura material del Paleolítico infe- Como hemos señalado, la gestión así como en las diversas publicaciones
rior recuperados en la Cova de Bolomor global del museo recae en el SIP. Son externas, reuniones y congresos cien-
de Tavernes de Valldigna; los conjuntos fundamentales, en su labor, la cataloga- tíficos en los que participan. Su línea
del Paleolítico Medio de la Cova Negra ción de materiales y la investigación ar- editorial, sin contar las publicaciones
de Xàtiva; las más de cinco mil plaque- queológica, que están en relación direc- didácticas, contempla cinco perfiles de
tas grabadas y pintadas de la Cova del ta con las excavaciones que el servicio publicaciones (tabla 1), de los cuales La
Parpalló, una de las más excepcionales lleva a cabo, en ocasiones en colabora- Labor del SIP se incluye desde 1984 en
colecciones de arte mueble de la Pre- ción con la Universitat de València. En las Memorias Anuales de la Diputación
historia Antigua europea; los vasos con la actualidad se financian cinco proyec- de Valencia. Las jornadas científicas y
decoración impresa e incisa neolíticos de tos de excavación e investigación, que conferencias se desarrollan en el Salón
la Cova de l’Or de Beniarrés; los ídolos abarcan varias etapas históricas, desde Alfons el Magnànim, en el propio edi-
oculados sobre asta de la Ereta del Pe- el Paleolítico Inferior hasta el periodo ficio de la Beneficència, y se vinculan a
dregal de Navarrés, o de los enterramien- ibérico. Los conservadores también par- las exposiciones temporales como acti-
tos de la Cova de la Pastora de Alcoi; los ticipan en otros doce proyectos junto a vidades de extensión.

156
Del SIP dependen tres unidades vin-
culadas a la labor investigadora. Se trata
de la Biblioteca, el Gabinete de Fauna
Cuaternaria y el Laboratorio de Restau-
ración. La primera reúne un conjunto
bibliográfico de unos 56.000 volúmenes,
con los que ofrece, con acceso libre, una
amplia visión de la historia de la humani-
dad desde sus orígenes hasta el final de
la época romana, con especial atención al
ámbito valenciano. El Gabinete de Fauna
Cuaternaria es el resultado de la dona-
ción en el año 2001, por parte de Ino-
cencio Sarrión, de una colección paleon-
tológica de fauna fósil del Cuaternario
valenciano y una colección de referencia
de fauna actual. Su labor contempla, ade-
más de la conservación, investigación y
divulgación de esta colección, el estudio
de los conjuntos de fauna procedentes
de las excavaciones que lleva a cabo el
SIP a través de un enfoque paleontológi-
co y arqueozoológico. El Laboratorio de
Restauración tiene como objetivo el de-
sarrollo de los trabajos de conservación y
restauración de los objetos arqueológicos
que custodia el museo.

La exposición permanente.
Una reflexión en perspectiva

El carácter de la exposición permanen-


te del museo viene determinado por la
importancia que posee el proyecto mu-
seográfico de 1995, que presenta las sa-
las desde la Prehistoria hasta la Cultura
Ibérica. Posteriormente se inauguraron
salas con modelos museográficos dife-
rentes, como las dedicadas al Món Romà
en 2003, y la sala de numismática, bajo
la denominación de Història dels Diners
en 2009.
En las salas desde el Paleolítico Infe-
rior hasta la Edad del Bronce se mantie-
Figura 2. Montaje expositivo en las Salas sobre Cultura Ibérica. © Museu de Prehistòria de València.
ne un discurso lineal y diacrónico en los
esquemas globales. Cada sala presenta
una fase cultural, aunque existen intere-
santes aproximaciones temáticas cuando paleolítico de la Cova del Parpalló (figu- rales y los contextos ambientales que ca-
la complejidad de los datos disponibles ra 1), el Arte Rupestre pospaleolítico, o racterizan cada periodo tomando como
lo permite; así, se presentan intercaladas la tecnología de producción de objetos referentes yacimientos excavados por el
instalaciones específicas. Es el caso de la metálicos durante la Edad del Bronce. SIP. Se ofrece una lectura transversal de
fauna cuaternaria antigua de la Cova de En las salas dedicadas al Paleolítico y la evolución de la industria lítica, de la
Bolomor, la evolución humana, el arte Neolítico se presentan los rasgos cultu- industria ósea o de la producción cerá-

157
Figura 3. Montaje expositivo de la Sala de comercio en el mundo romano. © Museu de Prehistòria de València.

mica a través de una extensa colección transversalidad en sus contenidos con nicos pero sin perder de vista los as-
de piezas expuestas, que responde a un lenguajes e interacciones diversas y es- pectos temáticos, como el tratamiento
modelo expositivo que pretende ofrecer pecializadas, pero además contribuyen a singularizado de los ajuares funerarios
repertorios completos vinculados a lec- complementar el mensaje trasmitido en calcolíticos, de la producción metalúr-
turas interpretativas tipológicas, orienta- las salas, al plantear el análisis de es- gica a través de una didáctica maqueta,
dos a un público no iniciado. Sin embar- tos objetos desde nuevas propuestas in- o de la ocupación del territorio en la
go, dan una visión de la complejidad y terpretativas, en este caso aquellas que Edad del Bronce. Una propuesta atrac-
la diversidad de la producción cultural estudian las cadenas operativas en los tiva de esta sala es la vitrina en la que
humana con mejores resultados que los restos de talla lítica. se muestra el conjunto de la Lloma de
que daría una selección muy estricta de A continuación, la diversidad de las Betxí (Paterna), con una disposición de
piezas. Nuevas vitrinas didácticas, como sociedades de la Edad de los Metales se los objetos que sugiere el espacio do-
las de industria lítica (2008), ofrecen expone desde planteamientos diacró- méstico vivido.

158
La sala dedicada al comercio y a las lectura diversa, temática y transversal,
colonizaciones históricas presenta las co- que refuerzan la interacción efectiva del
lecciones de Ampurias e Ibiza insertas en personal del museo con el visitante. Esta
una evocación circular del Mediterráneo estrategia demuestra convincentemente
como espacio de movilidad, contacto y que no es necesario un cambio radical
conectividad. Ya en las salas dedicadas a en el montaje museográfico para conse-
la Cultura Ibérica, la aproximación temá- guir dar respuesta a las demandas plan-
tica y diacrónica combinada nos permi- teadas por diferentes públicos.
te conocer con detalle aspectos diversos En las salas dedicadas al periodo ro-
de las sociedades del momento, como la mano prima el objeto singular como guía
economía, la arquitectura, la gestión del del discurso expositivo. El espacio intro-
territorio, el mundo funerario, la lengua ductorio gira en torno al magnífico mosai-
y la escritura, sin renunciar a los mati- co de los Orígenes de Roma de Font de La nueva didáctica ha
ces históricos del periodo. A lo largo del Mussa y a un audiovisual que explica los supuesto cambios en los
recorrido encontramos algunas piezas, procesos de romanización en las tierras
modelos de transmisión del
como las vinculadas a actividades econó- valencianas. Vitrinas con objetos singula-
micas de yacimientos edetanos –molinos res de cada una de las colonias y munici- conocimiento, privilegiando
rotatorios, colmenas o prensas de aceite– pios romanos expresan la intensa organi- aquellos que priman el
o esculturas funerarias, que se exponen zación del territorio y el surgimiento de las desarrollo del espíritu crítico
sin vitrinas, lo que sirve para delimitar ciudades. Sigue una sala sobre el comer- y la creatividad al tiempo que
espacios y aumentar su capacidad comu- cio que presenta una escenografía de un se adquiere conocimiento,
nicativa. La recreación de una casa con pecio y una evocadora ambientación de
a través de una didáctica
los enseres y equipamientos domésticos, las bodegas de un barco mercante en la
muchos de ellos originales (figura 2), y que se exponen los principales productos desarrolladora, vivencial
el análisis exhaustivo de la organización objeto de intercambio en la época, y que y significativa
social y territorial edetana, privilegiando pueden ser tocados por los visitantes (fi-
la cultura material de los yacimientos ex- gura 3). En las siguientes salas, el mundo
cavados por el SIP, son valiosas aporta- urbano y rural, el mundo funerario y la
ciones museográficas al integrar in vivo época visigoda, aparecen representados
los objetos en su contexto. por escenografías en las que se insertan
Intercalados a lo largo de las salas vitrinas donde se exhiben objetos, de nue-
se ofrecen diversos espacios destinados vo expuestos con criterios muy selectivos,
a audiovisuales. Se presentan aislados, apoyados con textos, imágenes y audio-
separados de los objetos y del resto de visuales. Aquí también una pieza, en este
los recursos utilizados, y suponen una caso la gran escultura en bronce del Apo-
ruptura en el circuito de la visita, por lo lo de Pinedo, adquiere un papel prepon-
que se convierten en áreas de descanso. derante en el discurso y en el espacio, en
Por otro lado, cabe destacar, por su sin- el que ocupa un lugar central.
gularidad, el recurso a instalaciones que A diferencia del proyecto anterior-
podríamos llamar «artísticas» en la sala mente descrito, en estas salas se ha
de L´Art Paleolític para hablar del arte. pretendido llegar a más segmentos de
Innovadora en su época y que recien- público y, por ello, la didáctica juega
temente ha sido retomada con éxito en un papel preeminente. Se han incluido,
nuevos museos arqueológicos, como el asociados a unidades de información
del Museo de Almería. de cada ámbito, mecanismos y equipa-
El mensaje transmitido a través de las mientos para la interacción de los visi-
unidades de información asociadas a los tantes, que incluyen la manipulación fí-
objetos es de lectura única, compleja y sica en algunos aspectos como recurso
completa, que requiere un nivel elevado didáctico como maquetas, cajones con
de conocimiento, resultado de un mo- réplicas, juegos interactivos, e incluso
delo museográfico que no contempla una sala para actividades didácticas.
la diversidad de públicos. Son las acti- La sala Història dels Diners muestra
vidades didácticas, guiadas y autoguia- la diversidad de objetos utilizados por las
das, las que vienen a ofrecer claves de sociedades humanas para el intercambio,

159
con especial atención al ámbito valencia- de dos ambientaciones como recursos di- la función de conservación-preservación
no. Se ha planteado desde la aproxima- dácticos que conducen al visitante a un de las colecciones y su discurso científi-
ción que la numismática hace a los obje- taller de acuñación de moneda y a un co, pues con frecuencia llevaba al elitis-
tos, pues las piezas son expuestas como banco del siglo XIX. mo. El Museu de Prehistòria de València,
joyas llenas de información y significado, siendo ambicioso en su transformación,
y destacan por la calidad en la gestión de y garantizando la investigación y con-
la luz, desnudas de imágenes y textos (fi- De las salas al público servación de su patrimonio, ha entendi-
gura 4). El proyecto se estructura a partir do que no puede renunciar a participar
de un discurso transversal que presenta En la renovación de la política de difu- en la articulación de la dinámica educa-
los objetos arqueológicos, etnográficos e sión del museo han influido tanto los tiva y cultural de la sociedad valenciana.
incluso de uso cotidiano actual en diá- paradigmas asociados a la Nueva Mu- Desde la Nueva Museología se ha
logo, agrupados por unidades temáticas seología, el postmodernismo y la reno- reorientado la función del museo como
que permiten realizar visitas no lineales, vación didáctica museográfica de los institución al servicio de la sociedad,
con varios itinerarios posibles –El Dinero, últimos años, como las nuevas percep- abierta al público y que tiene como ob-
Historia de la Moneda, Fabricación, Mo- ciones del significado y el significante jetivo, además de los tradicionales, la
nedas y Tesoros Valencianos y Algo más del patrimonio. Superado resulta ya el educación, la formación, el deleite, y el
que Dinero–. Las vitrinas se acompañan modelo en el que el museo priorizaba compromiso, no sólo con el patrimonio,

Figura 4. Montaje expositivo de la sala Història dels Diners. © Museu de Prehistòria de València.

160
sino además con la comunidad y su te- tienen valor en cuanto son instrumentos desarrollo permiten diversificar los men-
rritorio (cf. Varine- Bohan, 1976; Alonso, para edificar un pasado, y en la medida sajes en función del perfil del usuario
1999). También la posmodernidad ha en que son la base de toda construc- y facilitan la interpretación de lo ex-
dejado su impronta. La primacía de las ción cultural creadora de memoria, per- puesto, aportando flexibilidad y adap-
formas sobre los contenidos ha tendido a tenencia e identidad para la comunidad tación, especialmente a la exposición
simplificar el mensaje frente a la especta- (Rowlands, 2002). La atención se despla- permanente, sin necesidad de grandes
cularización de las exposiciones a través za pues del objeto a su significado, que cambios museográficos. Su objetivo es
de los medios técnicos, como la maximi- es susceptible de revisión. La conexión la transmisión de los mensajes de una
zación del uso de la luz y las tecnologías con el pasado a través del patrimonio es forma amena pero rigurosa, partiendo
visuales. Ahora bien, una vez superadas el resultado de un proceso cultural, que de los modelos didácticos que buscan
las exageraciones que toda novedad con- tiene una clara proyección en el presen- trasmitir el conocimiento a través del
lleva, esta corriente ha dejado un impor- te y en el futuro porque el pasado es un uso de diferentes facultades (inteligen-
tante poso de innovaciones museográfi- espejo en el que la sociedad se mira. Es cias múltiples), en especial la actividad
cas e incluso museológicas. Sirva como aquí donde entra en acción la visión del manipulativa, que potencia, además de
ejemplo la toma de conciencia de la ne- museo como agente cultural con una otras facultades, la inteligencia corporal-
cesidad de atraer la atención del públi- ética propia capaz de participar en los cinestésica, transformando el conoci-
co con lenguajes atractivos y novedosos debates públicos y en la construcción y miento teórico en experiencias vitales
(Hooper-Greenhill, 1998: 155), e incluso mantenimiento de identidades. (Hooper-Greenhill, 1998: 196). Existen
con teorías y tesis que resulten sorpren- Así pues, las innovaciones museoló- visitas comentadas y especializadas se-
dentes o controvertidas, o con lecturas gicas y los cambios culturales de finales gún segmentos de edades y el perfil de
transversales, que han liberado en cierto de siglo han llevado a abrir el museo a la los grupos, que para alumnos de prima-
modo las exposiciones de sus corsés aca- sociedad. Los instrumentos utilizados en ria y secundaria se completan con un
démicos y han facilitado la interacción el Museu de Prehistòria de València son, programa de actividades, talleres y vi-
con el visitante. sobre todo, las exposiciones temporales, sitas temáticas (figura 5): Líticament, El
En nuestro museo el impacto de las actividades didácticas y las activida- món dels íbers, De cara al passat (Ripo-
esta museología ha sido reducido, sobre des paralelas, científicas y lúdicas, que llés et alii, 2003) y El misteri de la cova
todo por las limitaciones económicas, han sido capaces de transformar la visión (Ripollés y Fortea, 2006). También se
pero se van introduciendo de manera de la institución sin introducir grandes han diseñado materiales para las visitas
progresiva en el proyecto museográfico cambios en su proyecto histórico. familiares autoguiadas titulados Enigmes
de 1995 y en las salas sobre el mundo Las exposiciones temporales respon- (Fortea et alii, 2006). Complementan
romano o numismática y, especialmen- den a un programa anual que incluye tres esta oferta las actividades lúdicas y di-
te, en las exposiciones temporales. La instalaciones distintas, con al menos una dácticas específicas que con motivo del
nueva didáctica ha supuesto cambios de ellas de producción propia. Las de Día y la Noche de los Museos se llevan
en los modelos de transmisión del co- realización externa se eligen en función a cabo desde el año 2006.
nocimiento, privilegiando aquellos que del principio de interés y economía. La
priman el desarrollo del espíritu crítico y producción propia se orienta a presentar
la creatividad al tiempo que se adquiere las propias colecciones como Arqueolo- Nuevos caminos: el Museu
conocimiento, a través de una didáctica gía en Blanco y Negro. La Labor del SIP: de Prehistòria de València
desarrolladora, vivencial y significativa. 1927-1950, y a abordar problemáticas
fuera del museo
Del mismo modo que las formas de actuales de interés social y cultural, en
presentar el patrimonio han variado, respuesta a las nuevas necesidades per- La presencia efectiva del museo en el te-
también el concepto de este ha evolu- cibidas. Buena expresión de ello son Les rritorio constituye un elemento esencial
cionado, tanto en su significado cien- dones en la Prehistoria, una revisión del en su redefinición y ubicación social.
tífico como cultural. Por un lado, los papel de la mujer en los inicios de la his- Para este fin, se desarrollan un conjunto
discursos interpretativos están limitados toria de la humanidad desde una pers- de acciones diseñadas y orientadas a tras-
ineludiblemente por el carácter frag- pectiva crítica (VV.AA., 2006) y Mundos cender los límites físicos de sus salas: las
mentario e incompleto de la investiga- Tribales, una aproximación etnoarqueo- exposiciones itinerantes, la página web
ción y están condicionados por la ideo- lógica a tres sociedades actuales no occi- del museo y el Museo Virtual, la Ruta Va-
logía y las creencias de quien investiga. dentales (Salazar et alii, 2008). lenciana de los Iberos y las Jornadas de
Los objetos arqueológicos poseen pues, Las actividades didácticas son el otro Puertas Abiertas en yacimientos.
varios significados posibles. Por otro elemento básico del museo en su re- Aunque los objetivos específicos de
lado, aún siendo conscientes de la im- lación con la sociedad en cuanto que estas acciones varían, globalmente pre-
portancia fundamental que poseen los son instrumento de comunicación y la tenden asumir los modelos propuestos
objetos arqueológicos, advertimos que cara al público de la institución. En su de adaptación a los principios de la Nue-

161
va Museología. Cuestionando su espacio al tiempo redefinen las acciones particu-
tradicional como límite real del museo, lares y reflejan la nueva mentalidad que
las propias colecciones materiales como impregna la acción de la institución.
únicas referencias icónicas y ampliando La Ruta Valenciana de los Iberos es un
su marco de acción a todo el territorio proyecto de turismo cultural en torno a
en conexión con agentes locales, el Mu- yacimientos arqueológicos de época ibé-
seu de Prehistòria de València aspira a rica, excavados, consolidados y visitables,
interactuar con la sociedad y dilatar el situados en tres comarcas de la provincia
marco de sus funciones para pasar a ser de Valencia. Tiene como objetivo la con-
agente cultural y agente de desarrollo. servación de los yacimientos, su difusión
y puesta en valor para su uso y disfrute, y
contribuir al desarrollo de las comunida-
Itinerancias y virtualidad Figura 5. Talleres didácticos en el Museu de Prehis- des locales, pues todos se ubican en espa-
tòria de València. © Museu de Prehistòria de València.
cios rurales de interior (figura 6). A partir
Desde la Unidad de Difusión, Didáctica de estos axiomas se ha diseñado un con-
y Exposiciones se diseñan instalaciones junto de tres itinerarios a través de ocho
para prestar y exhibir fuera de sus salas, de reflexión interna sobre la viabilidad y yacimientos en los que son elementos cla-
en municipios valencianos y en otros el interés de abrir la comunicación del ve y articuladores del mismo los museos
museos nacionales. Se trata de las ma- museo al uso de la web 2.0, con la po- locales (Bonet et alii, 2007).
letas didácticas, concebidas como verda- sibilidad de transformar la página web La consideración que tenemos del
deras exposiciones interactivas (Nosaltres en un instrumento flexible, interactivo yacimiento arqueológico excavado
els Déus), y de las exposiciones itineran- y compartido con su público. El Museo merece una atención detenida. Los
tes, que cumplen la triple misión de di- Virtual ofrece una visión general de las restos arqueológicos inmuebles, las
fundir el patrimonio arqueológico, parti- salas de exposición permanente y faci- ruinas, poseen sin duda valor simbó-
cipar en el desarrollo cultural local y dar lita información detallada de las colec- lico y estético, y son evocadoras del
a conocer la labor del museo. Por otro ciones expuestas. Su futura ampliación paso del tiempo, utilizadas con fre-
lado, las nuevas tecnologías han permiti- está condicionada también por un pro- cuencia para recordar pasados esplen-
do otorgar al patrimonio una dimensión ceso de reflexión, pues el equipo de dores pero también metáforas del de-
digital, transformándolo en bienes vir- conservadores está evaluando las con- sarrollo moderno. Nos alineamos con
tuales accesibles y útiles en los procesos secuencias de la difusión masiva del pa- aquellos que proponen usar la ruina
de aprendizaje no formal. La Red ha re- trimonio. En particular tienen como ob- –consolidada y valorizada– como he-
definido conceptos como lo material, lo jetivo establecer criterios para preservar rramientas para la reflexión sobre el
temporal o espacial como nunca antes se la propiedad intelectual y los derechos lugar del pasado en la sociedad y en
había hecho. En este marco, la web del de las obras. El espacio dedicado a la su proyección hacia el presente, en
museo (www.museuprehistoriavalencia.es) didáctica incluye información sobre las forma de conocimiento e instrumento
se concibe como un punto de encuentro actividades y acceso a recursos que per- de identidad, además de contemplar
virtual, un instrumento de información, miten la preparación tanto de la visita su carácter recreativo y contempla-
comunicación y difusión de sus activida- autoguiada como de visitas escolares. La tivo. Es pues necesaria una interven-
des y del patrimonio arqueológico valen- sección sobre publicaciones ofrece ac- ción que permita su lectura a través
ciano. Su actualización en 2008 ha abier- ceso libre y gratuito a las ediciones del de reconstrucciones volumétricas –in
to una fase de revitalización del medio SIP en sus diversos formatos. situ o con ayuda de otros elementos
que alcanzó, a mediados de ese mismo visuales– y de actividades didácticas
año, los 700 visitantes diarios, en la que vinculadas a los restos conservados
las secciones más visitadas son el «Museo El patrimonio al aire libre como (Santacana y Hernández, 2006: 140;
Virtual», la «Didáctica», las «Publicaciones» desarrollo rural Ripollés y Fortea, 2004). Cualquiera de
y la «Difusión». estas acciones otorga al patrimonio un
Los espacios dedicados a la difusión La Ruta Valenciana de los Iberos y las Jor- componente inmaterial, que se deriva
de actividades ocupan una posición pre- nadas de Puertas Abiertas en yacimientos de la experiencia construida, vincu-
ponderante en la pantalla inicial de la representan particularmente la misión lada a los procesos culturales que en
web, a través de los espacios de «Pro- actual del museo porque, por un lado, torno a él se construyen. De hecho,
puestas de Actualidad» y un área que se fundamentan en la tradición del SIP, hay corrientes de pensamiento actua-
invita, a través de sugerentes textos e en décadas de trabajos de investigación les que promueven la idea de que el
imágenes, a conocer las salas del museo. y excavación en yacimientos arqueológi- patrimonio es el uso que se hace de
Esta sección ha promovido un proceso cos ibéricos (Martí, 1999-2000: 32), pero los objetos en forma de recuerdos y

162
Figura 6. Visitas guiadas al yacimiento arqueológico de Kelin (Caudete de las Fuentes). © Museu de Prehistòria de València.

conmemoraciones, las historias que se e investigación. Al mismo tiempo el mu- En la misma línea se desarrollan las
cuentan (oficialmente aceptadas o no), seo se constituye en agente de desarro- Jornadas de Visita o de Puertas Abiertas
el conocimiento que se transmite, las llo en colaboración con otras institucio- en yacimientos arqueológicos: el Fin de
percepciones que se tienen y las expe- nes locales a las que asiste (Prats, 2005; Semana con los Iberos en la Bastida de les
riencias que posibilitan, lo que implica Bonet et alii, 2007). Esta vinculación es Alcusses de Moixent (julio) y las Jorna-
una práctica comunicativa en sí misma una parte esencial en la concepción y das de Puertas Abiertas y Gastronómicas
(Rowlands, 2002: 110; Smith, 2006: 45). diseño del proyecto al constituir una en los Villares de Caudete de las Fuentes
En este contexto, la Ruta Valenciana efectiva conexión entre la institución (otoño) (figura 7). Se trata de un con-
de los Iberos no es más que resultado museística como administración pública junto de actividades concentradas en un
del impulso de la actividad de la ins- al servicio de la administración local. En fin de semana, concebido y presentado
titución bajo los nuevos principios que su organización esta interrelación queda como un instrumento de difusión del pa-
guían su acción. La esencia de este pro- expresada en un complejo modelo de trimonio arqueológico, que pretende ser
yecto reside, pues, en la necesidad de gestión a través de convenios de colabo- también y sobre todo, un instrumento de
contemplar la difusión del patrimonio ración que demandan un elevado grado concienciación y de participación local, y
in situ y su puesta en valor como ele- de cohesión y participación de todos los de integración a través del compromiso y
mentos inseparables a su conservación agentes sociales. la participación activa en la iniciativa.

163
Figura 7. Jornadas de Puertas Abiertas en el yacimiento de la Bastida de les Alcusses (Moixent). © Museu de Prehistòria de València.

Consideraciones finales y de desarrollo de la sociedad valenciana rancia, virtualidad y desarrollo local son
en general y de sus usuarios en particu- la plasmación efectiva de esta idea, que
En este artículo hemos expuesto las lar, ha pasado a ocupar una posición al viene definida por las necesidades re-
líneas de trabajo del Museu de Prehis- menos tan relevante como la conserva- creativas y contemplativas de la sociedad
tòria de València a lo largo de su histo- ción y la investigación. El museo busca contemporánea. Es sabido que el turis-
ria como marco general para definir las así adoptar los instrumentos de comu- mo rural, actividad económica emergente
estrategias museológicas en las que nos nicación más adecuados para trasmitir fundamentada en los recursos naturales y
movemos hoy en día. Queremos con- el conocimiento histórico que se deriva patrimoniales, puede participar en la sos-
cluir con dos reflexiones. de los restos arqueológicos, y participar tenibilidad económica, y que Internet ha
Como en muchas otras instituciones en la reflexión sobre las cuestiones que cambiado radicalmente la consideración
museísticas, la conservación ha estado afectan a la sociedad a través de sus ex- que hasta ahora teníamos de lo material,
íntimamente ligada a la investigación y posiciones y sus actividades didácticas. temporal y espacial.
de hecho, desde la creación del museo, Así pues, la adaptación al cambio es la El museo no puede renunciar a in-
la gestión ha sido competencia de un ser- primera idea que queremos apuntar en corporar el patrimonio a los nuevos
vicio de investigación (SIP). Con el paso estas conclusiones. rumbos. La institución puede tener
del tiempo, y sobre todo a partir de los La segunda es que el Museu de Pre- voz en los discursos públicos a través
cambios producidos en los paradigmas història de València tiene en la investi- del conocimiento sobre el pasado. Este
imperantes en la difusión en los museos gación y la difusión los pilares principa- importa más que nunca en un mundo
a lo largo del la segunda mitad del siglo les con los que mantener un continuo globalizado y, de hecho, las cuestiones
XX, con la democratización del acceso a diálogo con la sociedad valenciana. No identitarias y de pertenencia, tal como
la cultura y la aplicación de las nuevas podemos olvidar que somos un servicio se construyen hoy en día, son insepa-
tendencias museológicas, el museo ha de investigación, pero al tiempo, como rables del discurso que construimos al-
ido convirtiendo la difusión general no museo, somos un agente cultural que ha rededor del patrimonio. Sólo desde una
especializada en parte fundamental de su de ser útil en el desarrollo integral de la ética que contemple estas perspectivas y
actividad. Ello ha supuesto un cambio en sociedad. La presencia en el territorio –el que sea sensible a los debates públicos
su modelo de funcionamiento, en el que museo fuera del museo– es una de las y las reclamaciones sociales, el museo
la atención de las necesidades culturales facetas a destacar de estos pilares. Itine- resituará su lugar en la sociedad.

164
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165
Novedades
¿Museos en museísticas
crisis?
en España
Museos en cambio
museos
en marcha

¿Un nuevo museo?


María Bolaños Atienza
Museo Nacional Colegio
El Museo Nacional
de San Gregorio
Valladolid Colegio de San Gregorio
María Bolaños es doctora en Historia del Resumen: Sobre el Museo Nacional medios artísticos contemporáneos frente
Arte y profesora Titular de la Universidad Colegio de San Gregorio y su historia, a un arte considerado, desde la época
de Valladolid. Es autora de Historia de sobre los museos de escultura, sobre el de Miguel Ángel, como la hermana me-
los Museos en España (2ª ed., 2007) y nombre del museo, sobre la colección, nor de la pintura, cada vez más encerra-
La memoria del mundo (2002). Desde
su «puesta en orden» y su «puesta en es- da en «el frigorífico de lo clásico», según
2008 dirige el Museo Nacional Colegio
cena», sobre sus recursos y sus progra- acusó Mario Praz.
de San Gregorio en Valladolid.
mas. Pocos años antes, cuando el Museo
maria.bolanos@mcu.es
Provincial de Bellas Artes de Valladolid
Palabras clave: Colegio de San Grego- estaba formándose, uno de los amigos
rio, Escultura, Arte, Exposición, Proyecto de Baudelaire, Théophile Gautier, per-
museográfico. teneciente a esa misma bohemia román-
tica, viajó por España y se detuvo en la
Abstract: On the National Museum Co- ciudad. Su juicio sobre la colección ar-
legio de San Gregorio and its history, on tística del museo no fue muy favorable:
sculpture museums, on the name of the «Hay mucha escultura de talla y mucho
museum, on the collection, it’s «put in Cristo de marfil, más meritorios por su
order» and it’s «staging», on its resources antigüedad y su gran tamaño que por
and its programs. su valor real». Fue esta ceguera para el
valor de la escultura lo que le impidió
Keywords: Colegio de San Gregorio, apreciar esa «veta brava» que toda su
Sculpture, Art, Exposition, Projects of generación consideraba como la expre-
graphics in museums. sión más inspirada del genio de la Espa-
ña auténtica, y que tanto admiraban en
los Velázquez y en los Goya del Prado
Una introducción y que él habría podido reconocer en los
Berruguete y en los Juan de Juni del mu-
«¿Por qué la escultura es un arte tan seo vallisoletano.
aburrido?», se preguntaba Baudelaire en Desde su fundación en 1842 han pa-
1846, más o menos en unas fechas en sado varias generaciones de historiadores
que empezaban a inaugurarse en todas y eruditos, y la escultura como arte ha su-
las ciudades europeas, incluida Valla- frido diversas fortunas: cuando los artistas
dolid, los museos de Bellas Artes. ¿Qué del siglo XX buscaron en ella una fuente
había hecho de ella un arte anodino y de inspiración, tuvieron que remontarse
tan tedioso «como el Código Civil»? (Bau- a la estatuaria exótica africana o en el
Figura 1. Vista de la sala 5. Patriarcas, de A. Berru- delaire, 1980: 683-685). La pregunta del primitivismo ibérico, porque apenas en-
guete. Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor. © Museo mejor crítico de su tiempo resumía un contraron interés en su propia tradición
Nacional Colegio de San Gregorio. sentimiento bastante extendido en los medieval o renacentista. En el siglo XX,

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la atención a la tradición escultórica ha infrecuente. Frente al predominio abru- secular y enaltecer la riqueza y singu-
sido siempre muy secundaria y sigue te- mador de la pintura en los museos de laridad del patrimonio escultórico de la
niendo dificultades para hacerse un sitio Bellas Artes, no es habitual encontrar en nación. Tras esta medida política, se en-
en los estudios académicos, en las estan- Europa ejemplos comparables. cuentra todo un movimiento intelectual
terías de las bibliotecas y en las salas de Tuvo que pasar casi un siglo para de investigadores del arte, procedentes
los museos. No hace tantos años Barnett que se reconociese oficialmente esa rara de los medios liberales e institucionistas
Newman sólo veía en ella «ese objeto con personalidad. En 1933, la historia del del Centro de Estudios Históricos, fun-
el que uno tropieza en un museo cuan- museo experimentó un decisivo punto dadores en España de una historiogra-
do da unos pasos atrás para contemplar de inflexión, cuando la Segunda Repú- fía del arte científica, como Elías Tormo,
una pintura». Y todavía hoy no es raro blica resolvió elevarlo a la categoría de Gómez Moreno, Sánchez Cantón y, so-
que cumpla un papel de relleno en los nacional. Esa decisión administrativa se bre todo, Ricardo de Orueta, impulsor
museos de Bellas Artes, no muy distinto acompañó de un reforzamiento de su personal del museo vallisoletano, en su
del mobiliario ornamental, sin nombres especialización, que se hizo explícito en calidad de Director General de Bellas
propios, decorando pasillos... su nuevo nombre, como Museo Nacio- Artes. La colección de escultura policro-
Es esa «anomalía crítica», su carácter nal de Escultura. Con ello, el gobierno mada del museo, única en su género, era
de excepción, los que hacen de la colec- republicano quería realzar la ambición vista como la expresión de un supues-
ción del Museo Nacional Colegio de San española y representativa de la colec- to genius loci, que atribuía a Castilla la
Gregorio (MNCSA) un tipo de museo ción, darle una orientación científica y quintaesencia de lo mejor de la vitalidad

Figura 2. Sala 3. Retablo de San Benito el Real, de A. Berruguete. Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor. © Museo Nacional Colegio de San Gregorio.

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Figura 3. Galería de las Azoteas. Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor. © Museo Nacional Colegio de San Gregorio.

creadora española, su condición de «tie- tió en la sede definitiva de la institución. rado empleo de los materiales». Pero el
rra eterna», sin la cual toda recuperación La innovadora instalación museográfica, paso del tiempo y la incuria posterior
de la prosperidad del país y su necesaria en su momento, fue considerada inter- fueron haciendo cada vez más evidentes
modernización serían imposibles. nacionalmente un «espléndido acierto», las carencias espaciales, las deficiencias
Pieza decisiva de este proyecto fue el porque huía de la copia del salón de estructurales y el envejecimiento de su
traslado de la colección a otro edificio, el época y del ornamentalismo y exhibía instalación, hasta imponer la necesidad
Colegio de San Gregorio, que se convir- una «sobriedad de buen tono» y un «hon- de llevar a cabo una reforma integral del

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edificio y la rehabilitación de su hermo- en un tipo de escultura claramente deli-
sa pero deteriorada arquitectura1. En el mitado: religiosa, de madera policromada,
2001 el edificio se cerró y la colección de los siglos XV a XVIII. Eso por no recordar
se trasladó a la otra sede del museo, el que sus fondos pictóricos tienen una pre-
Palacio de Villena, que el Estado había sencia secundaria pero cualitativamente
adquirido unos años antes, y donde ha importante y que estos no han dejado de
permanecido expuesta los últimos ocho crecer a lo largo de su trayectoria. El térmi-
En 2008, un real decreto
años, hasta septiembre de 2009, en que no «Museo de Escultura» olvida sus otros
sustituyó su nombre de tras un largo proceso de reformas arqui- objetos artísticos y ofrece, en cambio, una
Museo Nacional de Escultura tectónicas y museográficas, ha abierto amplitud que no refleja la especificidad
por el de Museo Nacional sus puertas al público. temática de su colección y el marco tem-
Colegio San Gregorio Ha sido el Colegio de San Grego- poral que abarca. Entraña para el visitan-
rio el eje de la renovación integral que te que procede de fuera, sea nacional o
ha experimentado el museo. En ese extranjero, la dificultad de identificar con
periodo, el edificio ha vivido una pro- certeza su contenido real. Todos estos ra-
funda transformación –renovación de zonamientos no neutralizan la desventaja
su edificio histórico, ampliación de sus que supone perder la denominación que
recintos expositivos, incorporación de ha sido para tres generaciones un distin-
nuevos espacios, modernización de sus tivo reconocible; ni alivian, en el mundo
equipamientos, reinstalación de su co- en el que las marcas son tan influyentes,
lección permanente–. Pero los cambios la dificultad que entraña para un museo
han supuesto mejoras y adelantos ma- recuperar su lugar en el espacio público
teriales, y han implicado la puesta en con un nuevo nombre.
marcha de una nueva etapa en su con- Pero más allá de los debates «de-
cepción y en su proyección pública. No nominativos», ese nuevo nombre es un
podría ser de otra manera: los museos hecho sobre el que cualquier nostalgia
no pueden no innovar. Su compromiso actúa en perjuicio de la propia institu-
con el presente, su voluntad de ampliar ción. Conviene recordar, para relativi-
su ámbito de acción y de consolidarse zar el problema, que, para un museo,
como lugares de proyectos coherentes el hecho de llamarse como su sede es
con su misión y el carácter de la colec- una práctica internacional y frecuente
ción les obliga a ponerse metas ambi- en la creación de museos, nuevos o ya
ciosas que les lleven siempre más allá existentes, que se remonta al Louvre de
de su punto de partida. París, al Ermitage de Petrogrado, o en
Florencia, a los Uffizi o al Museo del
Bargello (otro gran museo de escultu-
El nombre ra). Que es una solución a la espinosa
decisión del bautismo de una institución
Quizá convenga empezar por su título de lo prueba, por mencionar la última po-
presentación: el nombre. En 2008, un real lémica sobre el nombre de un museo, el
decreto sustituyó su nombre de Museo Museo del Quai Branly, antiguo Musée
Nacional de Escultura por el de Museo de l’Homme, que a su vez había sido
Nacional Colegio San Gregorio. Cuando cambiado en los años treinta, precedido,
se adoptó hace 75 años, la denominación cómo no, de su correspondiente debate.
implicaba una intención ambiciosa y uni- En el caso del Museo Nacional Cole-
versalista, que no se ha traducido, en el gio de San Gregorio, la modificación se
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En lo relativo al proyecto arquitectónico curso de las décadas siguientes, en una ve favorecida por la legitimidad históri-
y la rehabilitación del edificio, ver Sobejano ampliación sustantiva de su marco inicial, ca que le otorga servirse del nombre de
y Nieto (2007: 56-62). aunque sí se aplicó la voluntad de ensan- una sede ilustre, que, como edificio, ha
char el ámbito territorial de sus fondos cumplido un papel notable en la cons-
para convertirlo en un verdadero museo trucción del paisaje de la ciudad: el Co-
Figura 4. Fachada principal del Colegio de San español. Pero su ámbito temporal apenas legio de San Gregorio es un hito visual,
Gregorio. Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor. © Mu- ha sufrido modificaciones, manteniéndose no sólo en la ciudad, sino también a
seo Nacional Colegio de San Gregorio. fijado en una secuencia de pocos siglos y nivel nacional. Pero además, la afinidad

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que entrelaza al edificio con la colec- talismo del gótico tardío, inspirado por entre sí, es esencial preservar y dar la
ción es más que circunstancial. Esa her- la devotio moderna, hasta la exaltación máxima visibilidad a los elementos que
mandad se manifiesta en el plano de las mística de los santos barrocos, fomenta- diferencian al Museo Nacional Colegio
ideas, por el destino religioso tanto del da por la Contrarreforma. de San Gregorio de otros museos de
Colegio como de las obras de la colec- Sin embargo, no debe extralimitarse Bellas Artes.
ción, pues la intensa actividad doctrinal el alcance del cambio de nombre, que
e ideológica que vivió el centro, sobre no es más que eso: un nuevo bautis-
todo en el siglo XVI, tuvo paralelamente mo. Porque la decisión no roza míni- La colección
su traducción artística en las imágenes mamente el carácter de un centro que
que ahora se contemplan en el museo. ni ha perdido, ni debe perder, un ápice Desde su fundación en 1842, se definió
El museo recoge, así, una de las culturas de su personalidad. Uno de los elemen- el contenido de sus fondos, procedentes
figurativas más originales de la Europa tos centrales de esta nueva fase será el de la nacionalización por Mendizábal,
católica, en sus variadas manifestaciones reforzamiento de su identidad artística en 1836, de los tesoros artísticos de los
estilísticas y temáticas: desde las formas y cultural, una personalidad irrenuncia- conventos, que fueron secularizados,
delicadas del gusto flamenco hasta el ble, fundada históricamente, pues repo- entregados a la tutela del Estado y ofre-
histrionismo de los pasos procesionales; sa sobre la naturaleza de sus coleccio- cidos al disfrute público. Pero, aunque
desde las representaciones simbólicas nes. En un momento como el presente, en sus fondos hay obras de un extenso
medievales hasta el naturalismo más ex- de tanta uniformidad museística, don- periodo y de géneros variados, en rea-
tremo del siglo XVII; desde el sentimen- de todos los museos se parecen tanto lidad, como ya se ha señalado, está do-

Figura 5. Sala 1. Siglo XV. «Inicios de un tiempo nuevo». Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor. © Museo Nacional Colegio de San Gregorio.

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minada por escultura religiosa tallada en ra «española», siempre que ese término Esa neutralidad historicista es, en bue-
madera y policromada, perteneciente a no se entienda en un sentido restricti- na medida, un espejismo. Suponer que
la fase más brillante del arte español, el vo, dado que muchos artistas u obras existe un «orden correcto» que produce
Renacimiento y el Barroco, la Edad de proceden de Borgoña, Francia, Flandes, conocimiento y que este conocimiento
Oro de los siglos modernos. Italia o Alemania. Esta dimensión euro- es verdadero, universal y objetivo; que
En la colección del museo, el término pea, que refuerza su atractivo, da a sus el pasado debe interpretarse con las
«escultura» debe entenderse en su acep- fondos un interés que desborda amplia- categorías del pasado responde a una
ción histórica, totalmente distinta de la mente el marco local y justifica sobrada- concepción de la Historia del Arte hoy
idea convencional que asocia este arte mente su ambición representativa de la muy discutida, pues, como dijo Max
con la representación aislada de la fi- escultura nacional. Friedländer, significa lo mismo que «me-
gura humana. Abarca una categoría am- La pintura (con maestros como Jorge dir un metro con un metro». Como bien
plia que incluye estructuras complejas, Inglés, Pedro Machuca, Antonio Moro, sabemos, la mirada del historiador es
como sillerías de coro, armarios relica- Rubens, Zurbarán, Ribalta o Luis Me- siempre «anacrónica»: cada gesto del in-
rios, relieves y, sobre todo, retablos. De léndez) ha tenido siempre un papel sig- vestigador, desde la clasificación de sus
hecho, en buena medida, las obras, hoy nificativo en los fondos del museo, no fichas hasta sus ambiciones sintéticas
expuestas aisladas, son fragmentos de sólo por su constitución fundacional, más altas, es una elección fechada. Ca-
este tipo de conjuntos. Es en este mismo sino porque la colección ha seguido ravaggio o Berruguete no son vistos hoy
marco en el que habría que entender incrementándose en este campo. Otras de la misma manera a como se veían
una tipología característica del siglo de operaciones posteriores han ampliado la hace cuarenta años, las ideas sobre el
Oro, el paso procesional, de la que el colección con conjuntos de otra índole manierismo no han cesado de ser revi-
museo cuenta con célebres ejemplares. o valor como el legado Echeverría, con sadas en las últimas décadas; el enfo-
Esa expansión del campo de lo escultó- objetos de artes aplicadas, y un Belén que estilístico de las obras de arte se ha
rico incluye los artesonados de madera napolitano del siglo XVIII. enriquecido con perspectivas multidis-
que cubren salas y otros espacios arqui- ciplinares antes ignoradas y, por poner
tectónicos, y que ofrecen al visitante una un ejemplo reciente, las relaciones entre
«exposición» en altura, paralela a la que Cómo contar una historia escultura y pintura barrocas empiezan
las obras propiamente dichas ponen a estudiarse de nuevos modos. Eso no
ante sus ojos. Si a ello se añade la pro- Los criterios de carácter teórico que han implica renunciar a la Historia, porque
fusa decoración del edificio en puertas, inspirado la presentación de la colec- nuestra noción europea de cultura, y
ventanas y patios podrá comprenderse ción pueden resumirse de la siguiente más aún la de patrimonio, está constitui-
hasta qué punto la escultura hace de manera: da «históricamente».
este museo un lugar irrepetible. Por tanto, la colección empieza y
Inicialmente, en el museo predomi- concluye en dos umbrales: se inicia en
naron los artistas del Reino de Castilla El pasado desde el presente el paso de la Edad Media al Renacimien-
activos entre 1500 y 1650 –Alonso Be- to y se detiene ante la frontera que se-
rruguete, Juan de Juni o Gregorio Fer- Una tendencia consolidada en los mu- para a la Edad Moderna de la Contem-
nández, acompañados de contemporá- seos de Bellas Artes, a la hora de elegir poránea. Entre ambas, la Era Moderna,
neos como Bigarny, Joly o Leoni–. Su el orden para presentar sus colecciones, verdadero núcleo del museo. Pero este
alto interés y calidad se explican por el es la adopción de la presentación crono- decurso temporal no requiere que la
papel desempeñado por Valladolid en la lógica de las obras. Este modelo asegura periodización cronológica se imponga
Edad Moderna como residencia intermi- un marchamo de imparcialidad y obje- de manera irreversible: otros hilos de
tente de la monarquía y de su corte. El tividad. Se trata de un criterio asociado Ariadna pueden, y deben, sostener y en-
ambiente cosmopolita y emprendedor al nacimiento mismo de la Historia del riquecer el discurso. La palabra «historia»
fomentó el mecenazgo, la innovación Arte como disciplina, a finales del si- cuando la unimos a la palabra «arte» se
artística, la presencia de artistas y es- glo XVIII; un método, pues, ortodoxo y convierte en una encrucijada compleja,
critores, así como una estrecha relación consolidado históricamente, que luego porque en cada objeto artístico conflu-
con los focos más activos del arte eu- reafirmó el positivismo historicista del yen tiempos heterogéneos: no es segu-
ropeo. siglo XIX: un orden diacrónico –una su- ro que artistas contemporáneos se en-
Ya en el siglo XX, se produjo una cesión lineal que se desenvuelve de ma- tiendan mejor entre sí o compartan más
creciente ampliación de los fondos con nera irreversible a través de los siglos–. afinidades que artistas separados en el
obras de Aragón, Murcia o de maestros Este esquema taxonómico se legitima en tiempo. De ahí que, sin abandonar esa
andaluces, como Pedro de Mena o Alon- una secuencia de estilos igualmente or- lectura histórica, las obras reunidas for-
so Cano, conformando un paisaje cada denada e inflexible: Gótico, Renacimien- man una especie de «constelación», es
vez más justo y amplio de la escultu- to, Barroco, etc. decir, una asociación armoniosa pero no

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Figura 6. Sala 1. Siglo XV. «Inicios de un tiempo nuevo». Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor. © Museo Nacional Colegio de San Gregorio. Derecha,
Figura 7. Sala 15. Cristo yacente, de Gregorio Fernández. Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor. © Museo Nacional Colegio de San Gregorio.

sistemática, unidas por un trazo irregu- O también el de la sala 12 («Figuras de la expuestas –el número exacto depende
lar e imaginario, como configuraciones exclusión»), ya en pleno Renacimiento, del criterio cuantificador– plantean inte-
de tiempos y lugares heterogéneos que donde se expone un conjunto de relie- rrogantes no sólo a la Historia del Arte,
construyen un relato o dialogan entre sí, ves, donde tras la anécdota bíblica o las sino en el campo de la historia, de las
buscando nuevos sentidos. Es el caso de vidas de los santos, se dejan ver aspec- creencias y los mitos, de la antropología
la sala 2 («El imaginario visual del cristia- tos de la expansiva realidad contempo- y de la cultura visual. La interferencia
nismo»), que interrumpe el hilo históri- ránea y el uso del arte como vehículo entre el «valor de culto» y el «valor de ex-
co para lanzar una mirada retrospectiva de transmisión de modelos de conducta posición» de algunas imágenes, es decir,
sobre el Gótico, para explicar cómo el y de virtudes morales, en un momen- el alcance que las confiere el ser exhi-
Occidente cristiano empezó a fabricar, to histórico de creciente «disciplinariza- bidas en circunstancias no museísticas,
sobre todo desde el siglo XIII, una in- ción» de la sociedad castellana. sino en un contexto ritual, las reasigna
gente cantidad de imágenes religiosas, un alcance añadido que inscribe la his-
alentadas por el tema dominante de la toria de la obra en esa frontera compli-
humanización de Dios y su encarnación 200 obras de arte, 200 problemas cada entre el «creer» y el «ver», tan condi-
en una «figura», alimentando desde en- cionada por la mirada creyente y por el
tonces la iconografía cristiana durante La naturaleza de esta colección des- imaginario de la cultura cristiana.
mil años, explicando, in nuce, la clave aconseja encerrarla en los límites de una Nos es tan familiar la idea de «arte»,
temática de la exposición permanente. única disciplina. Las doscientas piezas cuando se trata de las imágenes reli-

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giosas occidentales, que vemos como Esta perspectiva ha favorecido hacer
algo natural la frontera tan rígida e in- patente la notable variedad visual, a pe-
traspasable entre los museos artísticos sar de contar con obras muy reiterativas
y los antropológicos, aunque conserven en sus temas, sus tipologías y sus apa-
ambos el mismo tipo de iconos míti- riencias. Pero la intención con que se
cos, rituales y creencias, y se abordan ha diseñado cada sala, su trabazón con
científicamente de manera distinta, se- los distintos espacios arquitectónicos,
gún se trate de nuestra propia historia ha permitido un recorrido cambiante,
o de una civilización «exótica» (Belting, diversificado, en el que cada sala resulta
2007). Por eso es necesario ampliar el distinta de la anterior y el visitante, junto
«objeto» de la investigación. Pero no se a las obras, va atravesando distintos am-
trata sólo de una peculiaridad de esta bientes y escenarios.
colección; es que las investigaciones en
Historia del Arte, tal como se entendía
esta disciplina hace años, han desborda- Algo más que nombres propios
do su campo de acción clásico. Y este
desafío debe ser asumido también por Históricamente, la colección es conoci-
los museos. Lo ha recordado Nicholas da por el protagonismo atemporal de
Penny, director de la National Gallery de algunos grandes nombres: Berruguete,
Londres: «Solemos creer que lo serio es Juni, Pedro de Mena... Es su principal
estudiar las obras desde el punto de vis- reclamo y su mayor activo: han consti-
ta de la Historia del Arte; pero hay mu- tuido tradicionalmente la carta de pre-
chas maneras serias de mirar una pintu- sentación del museo. Pero, si su valor
ra». Además de ser interesantes por sus las hace imprescindibles, no son el hilo
innovaciones estilísticas, también ayuda rojo del discurso expositivo, ya que ese
a comprenderlas quiénes fueron sus me- realce oscurece el valor de otros esculto-
cenas y su público, qué papel jugaron res y pintores, e introduce en la imagen
en el culto y en el imaginario religioso de la colección un principio jerárquico.
de su tiempo, en qué marco productivo Se ha evitado, en este sentido, «monu-
fueron realizadas o cómo «representa- mentalizar» a las grandes figuras, reducir
ban» los problemas de su tiempo. todo contraste entre los grandes maes-

Figura 8. Sala 10. «Las artes del Renacimiento».


Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor. © Museo Nacional
Colegio de San Gregorio.

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tros y los autores secundarios o anóni- «Las artes del Renacimiento» e «Imágenes
mos y generar un efecto de conjunto, del Barroco».
de integración, en la que las obras que- El recorrido puede iniciarse en la
dan empastadas en un discurso común capilla, un recinto funerario que ocupa
que las sostiene a todas por igual. El un papel singular y privilegiado en el
planteamiento que se ha hecho en los museo, pues conserva casi intacta la at-
paneles de texto que introducen a las mósfera original del lugar, así como, bá-
salas aspira a introducir al visitante en sicamente, la presentación diseñada en
una historia del arte, en la que, como 1932. Se ha concebido, por ello, como La integración del Patio
proponía Wölfflin, antes de conocer los una sala 0. Primero, porque puede ser Mayor, que el visitante
«nombres propios», se comprenda el es- visitada al comienzo o al final del re- descubre al salir de estas
píritu del tiempo en el que cada uno de corrido; segundo, porque, con indepen-
dos salas, en el discurso
ellos creó su obra. Y es que, a veces, la dencia de su singularidad arquitectó-
«obra maestra» ejerce una tiranía sólida nica, está integrada en el itinerario, y, cuatrocentista está infundido
sobre el gusto del público y bloquea la finalmente, porque reúne una serie de por la intención de presentar
imaginación del visitante, porque no se piezas que conforman la partitura de las el museo como una obra
puede actuar sobre ella, es sorda a los tipologías escultóricas que luego se re- de arte total, en la que la
argumentos, solo permite admiración. parten por las salas del museo: retablos, arquitectura y las artes
En el límite, es en sí misma una noción monumentos funerarios, sillerías, etc.
plásticas se integran, durante
contraria a la verdadera apreciación ar- 1) «Siglo XV. Inicios de un arte nue-
tística, que pide una sensibilidad abierta, vo». La primera sección (salas 1 y 2), está buena parte del recorrido,
favorable a las sorpresas, las conexiones formada por una mayoría de artistas del en un discurso común
inesperadas y los descubrimientos. siglo XV ( Jorge Inglés, Alejo de Vahía,
Por ello también se ha querido evitar Rodrigo Alemán), con extensiones hacia
todo dogmatismo y reseñar que el talento las primeras décadas del siglo XVI. La fra-
de los mitos artísticos no es intemporal, se de Ortega y Gasset –«si no se entien-
sino igualmente una construcción históri- de bien el siglo XV, no se entiende bien
ca. Y que difundir las fuentes clásicas en nada de lo que ha pasado después»– es
que se inspiró Berruguete ayuda a relati- bien oportuna para entender el signifi-
vizar y contextualizar a tan gran artista y cado de esta sala, que trata de reflejar
favorece la atención hacia artistas meno- esta enigmática y complicada centuria
res u obras menos cumplidas. en la que apenas encontramos renacen-
En cualquier caso, sean anónimos o tistas en el sentido italiano del término,
grandes talentos, lo importante es po- pero los artistas tampoco son decidida-
ner en valor, primero, que toda obra mente medievales. El énfasis, pues, está
de arte es un producto histórico y que, puesto intencionadamente en el carácter
por tanto, requiere una explicación es- de umbral que tiene el siglo XV, como
tructural específica sobre el momento un momento de tanteos y descubri-
cultural. Y segundo, que tan importante mientos, de intercambios de Castilla con
como las obras de mérito es el «cami- Flandes, Borgoña o Italia, en una fase en
no» que los acompañó en su historia, que la Península Ibérica desempeña un
sus aventuras anteriores y paralelas, las relevante papel artístico enriqueciendo
desviaciones del canon, la historia ul- el panorama artístico europeo con apor-
terior de las obras, los avatares de su taciones de una originalidad sin igual.
recepción social, sus interpretaciones e Máxime, aún, cuando el propio edificio
imitaciones. del Colegio de San Gregorio pertenece
también a este momento de impulso
protorrenacentista. La integración del
Un viaje por la historia Patio Mayor, que el visitante descubre
al salir de estas dos salas, en el discur-
El itinerario histórico ha sido dividido en so cuatrocentista está infundido por la
tres grandes secciones, que vienen a co- intención de presentar el museo como
rresponder a tres grandes ciclos cultura- una obra de arte total, en la que la ar-
les: «Siglo XV. Inicios de un arte nuevo», quitectura y las artes plásticas se inte-

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gran, durante buena parte del recorrido, impone la autoridad espiritual y artísti-
en un discurso común. ca de Roma (sala 10); la variedad de los
En este alba de la modernidad, el de- manierismos locales, con autores pro-
nominador común es el nacimiento del cedentes de distintos talleres hispanos
individualismo expresado a través de (sala 11); el modo en que la realidad
hechos más puntuales, como la nueva de la España del Siglo de Oro se infil-
visión de la muerte (Gil de Ronza), la tra en los temas religiosos (sala 12); o
observación de la naturaleza (Retablo el influjo en la pintura vallisoletana de
de San Jerónimo), el auge de formas los grandes maestros del Renacimiento
privadas de piedad, la expresión de los italiano (sala 13).
sentimientos humanos, el gusto compli- 3) «Imágenes del Barroco». El desa-
cado, fantasioso y anticonformista de la rrollo desde comienzos del siglo XVII,
indumentaria (Museo de San Ildefonso), y durante varias décadas del siglo si-
o la importancia ejemplar de la vida de guiente, de las artes visuales como ins-
los santos (que se presentan como la trumento de propaganda religiosa y de
parte novelesca del dogma). glorificación del poder político obliga a
2) «Las artes del Renacimiento». La dedicar un largo conjunto de salas a este
magnitud del retablo de San Benito, de asunto (15 a 20). Es difícil comprender
Berruguete (salas 3 a 5), es uno de los la personalidad del museo si no se mira
pies forzados del museo, que no per- desde la óptica de la ofensiva católica
mite presentar de manera idónea el pa- que sucedió a Trento, pues la Contra-
norama de la cultura artística del Rena- rreforma fue además de un discurso
cimiento, que se continúa a partir de la ideológico de envergadura, un tesoro
sala 6 y hasta la 13. La figura del propio de imaginación artística. La determina-
autor y su carácter innovador, el género ción con la que Carlos V, educado en el
del retablo como «obra de arte total», la ideal erasmista tardío del príncipe cris-
relación con Roma y la sombra de Mi- tiano, pero sobre todo Felipe II y sus
guel Ángel o, finalmente, la incorpora- sucesores dirigieron las luchas religiosas
ción de Berruguete a la rebelión contra europeas, abocaron al arte español a im-
la ortodoxia clásica y los nuevos recur- plicarse en una empresa de difusión del
sos expresivos del manierismo, son los dogma a través de las artes visuales que
aspectos en los que se ha puesto más no tiene precedentes (salas 14 a 19). Se
énfasis. Estos y otros aspectos comple- da aquí un quiebro decisivo en nuestra
mentarios inspiran también los argu- historia cultural. El hecho de que simul-
mentos de las salas siguientes dedicadas táneamente el Colegio de San Gregorio
a los coetáneos y seguidores del escul- –a través, por ejemplo, de su catedrático
tor (Gabriel Joly, Arnao de Bruselas, Ro- de Teología, el dominico Melchor Cano,
drigo de Holanda), poniendo siempre enviado por el emperador a Trento– se
de relieve la variedad del arte español, convirtiese en un bastión del catolicis-
la convivencia de modelos estéticos, la mo militante redunda en ese aspecto del
ausencia de un canon dominante. Un museo.
tratamiento semejante sobre el lenguaje Es ahí en buena parte donde se gesta
artístico de la generación siguiente ser- el programa barroco de la persuasión,
virá para autores como Juan de Juni o el tanto en la iconografía –un bosque de
arte postridentino. símbolos, emblemas, alegorías que tra-
El tratamiento de este «largo siglo» tan de penitencia, arrepentimiento, mar-
permitirá dedicar las distintas salas del tirio, drama y dolor–, como en las for-
recorrido a facetas del momento, que mas: teatralidad, tenebrismo, artificio y
traten el modo en que el arte español ostentación; recursos todos ellos, a los
se hace eco de las tensiones espiritua- que Gregorio Fernández, Ribalta, Cano,
les y políticas que vive la España del si- Zurbarán o Mena aplicaron su pericia
glo XVI, encarnadas en el soberbio mue- técnica y un buen conocimiento de los
ble de la Sillería diseñada por Andrés dispositivos de la devoción popular. La
de Nájera (sala 7); la fuerza con que se iconografía de la meditación mística, o

180
Figura 9. Sala 19. Magdalena Penitente, de Pedro de Mena. Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor. © Museo Nacional Colegio de San Gregorio.

181
de ese fenómeno, mitad metáfora, mi- sen o evocasen la época de las obras,
tad realidad clínica, que se diagnosticó huyendo de todo mimetismo estilístico.
como la melancolía religiosa tiene una Resultaba imprescindible que las he-
sala propia (sala 19). churas fuesen lisas y elementales, des-
Finalmente, se ha incluido la escultu- ornamentadas, de acabados pulcros.
ra del siglo XVIII en este mismo capítulo Una vez renovado el proyecto expo-
por lo que tiene de prolongación del Ba- sitivo, y tras analizar distintas propues-
rroco, aunque se hace explícita la transi- tas, el diseño de los soportes museo-
La finalidad del museo ción hacia nuevas sensibilidades, con las gráficos, plasmado formalmente por el
es acercar visual e que concluye la exposición (sala 20). La estudio de Nieto-Sobejano, adoptó un
intelectualmente las obras llegada de nuevos aires en la política y lenguaje moderno, muy escueto en su
la pacificación social, el afrancesamiento morfología, acorde con la ponderación
al espectador: ponerlas
de la cultura y las artes dieron un tono que requería el discurso artístico y los
a la altura de su mirada. nuevo, preciosista y ligero, casi rococó, contenidos de la colección, pues su so-
En definitiva, desacralizar al arte dieciochesco español (Espinabe- brecarga dramática pedía un lenguaje
el objeto, convertirlo en una te, J. S. Carmona, Salzillo, Sierra...), que sobrio y contenido. La solución se ha
realidad mundana, analizable, no abandonó por ello su temática de encontrado, según la idea central, en
histórica, sometida a crítica, martirios y santos ermitaños y mantuvo una geometría prismática rectangular,
durante varias décadas un peso domi- casi abstracta. Puesto que se había op-
tratada como un objeto de
nante del lenguaje y la poética barroca tado por un latón dorado cubierto por
placer y de estudio del siglo anterior, aunque puede apre- una pátina oscura, de textura no unifor-
ciarse cómo el arte empieza a separarse me, se seleccionó una tonalidad gris li-
de las mediaciones de la Teología, que geramente matizada, pues bajo el barniz
habían dominado durante las centurias brilla tenuemente el metal, dando refle-
anteriores. jos que cambian en función de la luz y,
que además, producen un efecto visual
de ligereza, a pesar, a veces, de su gran
La puesta en escena tamaño.
Otro aspecto sensible del diseño lo
Los criterios del museo sobre el diseño constituía la relación entre el tamaño de
museográfico de la exposición perma- las obras y el formato y la altura de los
nente –ya expresados en el proyecto soportes. En este sentido, hemos atendi-
presentado en el Ministerio de Cul- do a dos principios. En primer lugar, a
tura para el concurso de la plaza de la necesidad de crear un «espacio de res-
director/a del museo–, han sido trata- peto» en torno a las piezas, lo que exi-
dos con suma atención para crear una gía evitar todo abigarramiento en salas,
puesta en escena en la que el enfo- a veces, de pequeñas dimensiones. La
que conceptual tuviese una adecuada tentación de enseñarlo todo, tan propia
traducción formal y visual. La fuerza de los museos, a veces debe ser valo-
expresiva de las obras, su carga emo- rada como un mecanismo que juega en
cional, la pluralidad de tipologías y ta- contra del efecto global. También aquí
maños y, sobre todo, la importancia de «menos es más».
refrescar la mirada sobre una colección El segundo criterio ha sido el de im-
tan histórica e ideológicamente carga- poner una «distancia» museística adecua-
da, exigían un planteamiento que diese da para un tipo de imagen tan excep-
coherencia a todo el conjunto y traba- cional, por tratarse de figuras sagradas,
se las obras al espacio arquitectónico, pensadas para estar ubicadas en lugares
usando un lenguaje museográfico que de culto, y planificadas para una visión
fuese potente, pero no invasivo; dis- elevada, sombría y lejana (que en nin-
creto, pero no trivial; grave, pero no gún caso el museo podría reproducir),
amenazador; ni demasiado ilustrativo deliberadamente misteriosa e inacce-
Figura 10. Sala 8. Santo Entierro, de Juan de Juni.
ni demasiado mudo. Que, en suma, res- sible. Esa distancia visual con la que
Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor. petase cierto sentido del decorum, sin el fiel de antaño contempló retablos
© Museo Nacional Colegio de San Gregorio. composiciones fantasiosas que ilustra- e imágenes de altar no era sólo física;

182
183
Que el museo sea un ámbito
formativo implica también
fomentar el enfrentamiento
solitario con la obra de arte,
favorecer el coloquio íntimo
con la belleza o respetar
cualquier otro aliciente que
ésta suscite en el visitante
sin ser estorbado

Figura 11. Sala de descanso. Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor. © Museo Nacional Colegio de San Gregorio.

también era mental: actuaba como el A favor de esta misma proximidad


correlato que propiciaba el necesario comunicativa han jugado otros elemen-
ambiente de rezo y temor divino. Estaba tos museográficos. Dado el tratamiento
pensada para un devoto cuya relación de los muros –de textura algo rugosa,
con la imagen es bien distinta de la que color neutro y de acabado non finito–, el
exige el visitante contemporáneo de un museo ha buscado una iluminación que
museo. La finalidad del museo no es los deje en un plano de neutralidad y en
reconstruir el ambiente original, por lo cambio se focalice intencionadamente
demás irrepetible (pues no se trata sólo sobre las piezas, dando un ambiente de
de cómo se coloca una sala, sino de la calidez e intimidad a las salas, que elu-
institución y la misión que esta asume), de los excesos dramáticos y facilita una
sino acercar visual e intelectualmente las contemplación clara, detenida y serena
obras al espectador: ponerlas a la altura de las obras. De este modo los distintos
de su mirada. En definitiva, desacralizar artesonados, los detalles arquitectónicos
el objeto, convertirlo en una realidad y la policromía de las esculturas cobran
mundana, analizable, histórica, someti- un protagonismo propio.
da a crítica, tratada como un objeto de Finalmente, la tensión del recorri-
placer y de estudio (Coté, 2003). Y eso do está marcada –mediante enfoques
se traduce en ofrecer la obra en las me- arquitectónicos y estético-historiográfi-
jores condiciones de contemplación: ver cos– por ejes perspectivos que permiten
el reverso de la estructura de un retablo, referencias visuales a media distancia,
apreciar de cerca los detalles materiales potencian el diálogo entre la arquitectu-
del trabajo del artista, estudiar las de- ra y las obras y de las obras entre sí, no
formaciones que el contexto anterior olvidando con ello la componente tea-
imponía o ver el dorso vaciado de una tral que la propia colección aporta como
escultura son posibilidades que entran uno de sus valores originales y que va-
de lleno en las funciones educativas y rias salas desarrollan con puntos de vista
estéticas del museo. variados y complementarios.

184
Las palabras y otros recursos permite conocer con detalle dos de las de arte, se sostenga por sí mismo y sea
obras monumentales: el retablo de Be- comprensible y degustado sin argumen-
No debe perderse nunca de vista que rruguete y la sillería de Andrés de Náje- tos escritos.
el museo es una estructura visual, que ra, donde es posible ver detalles que son
en él la mirada es el primer recurso del inaccesibles a la vista del visitante o que Los programas
conocimiento. Pero también el lengua- ofrecen las obras de arte antiguas y re-
je escrito cumple un papel determi- nacentistas en las que se inspiró Berru- Además de la sede destinada a la co-
nante. Las palabras son, pues, decisi- guete. La accesibilidad para el visitante lección permanente, el Colegio de San
vas. Lo son desde el punto mismo del extranjero, con una completa informa- Gregorio, el museo dispone del palacio
ingreso, en la redacción de los folletos ción bilingüe, un servicio de audioguías, de Villena, un edificio nobiliario del si-
que recibe el visitante, en las indica- tanto para adultos como para niños, glo XVI, luego muy remozado, que al-
ciones prácticas que se le suministran una guía y además una guía breve, de berga la biblioteca, el salón de actos y
en el vestíbulo. Lo que se dice, cómo y pequeño formato, pero de gran calidad los talleres de restauración y fotografía,
cuándo se dice o, incluso, aquello que en sus imágenes, completan los medios y mantiene expuesto, además, un Belén
no se dice, reflejan toda una visión del que el visitante puede encontrar si de- napolitano del siglo XVIII que habrá de
museo y, en el límite, de la cultura y sea una visión sintética de la exposición reformarse de acuerdo con una renova-
su transmisión. permanente. Un más extenso compen- da instalación.
Pero quien entra en un museo está dio de la colección, con una cuidada y Pero sobre todo el palacio de Villena
autorizado a no saber nada. Por eso, se documentada presentación, lo constitu- será la sede de las exposiciones tempo-
ofrece al visitante un amplio y diverso ye el catálogo, en edición bilingüe, que rales, actividades educativas y progra-
conjunto de medios escritos y visuales recoge y describe más de cien piezas, mas públicos. La política de programa-
que favorezcan su acercamiento a las donde se actualizan las investigaciones ción se atendrá a tres criterios:
obras expuestas. Los criterios genera- más recientes del museo.
les que han regido ese trabajo han sido Un papel importante lo cumple 1) Coherencia: Los programas cultura-
el máximo rigor en los contenidos y la también la web del museo, haciéndola les y educativos del museo servirán
huida de toda banalización, la presen- más usable, accesible y atractiva visual- para reforzar la comprensión de la
tación atractiva, la calidad del lenguaje mente para promover la relación con colección en un sentido amplio. Las
escrito y visual, la coherencia museo- los usuarios finales (público general, exposiciones temporales, en parti-
gráfica. educadores, profesionales de la cultu- cular, deberían ser exploraciones
Varias salas ofrecen textos introducto- ra, investigadores...). También, y aun siempre nuevas –se trata de no re-
rios, que presentan la sala en su conjunto. sin olvidar su proyección exterior en petir lo ya hecho– que estimulen
En su expresión, el texto ha querido ser ámbitos cercanos, habrá de servir para nuevos campos de investigación y
claro, sin tópicos ni vulgarismos y se ha expandir la presencia internacional del nuevas formas de apreciación del
empleado un vocabulario preciso, pero museo a través de la red y dotarlo de arte para todo visitante, sea o no
no tecnicista. En las cartelas informativas un lugar preferente en el panorama especializado.
se han incluido los datos más expresivos cultural.
para el visitante, como la procedencia Pero el museo es consciente de la 2) Innovación: El museo dará cabida
histórica de las obras o los materiales necesidad de respetar al visitante al que, a la investigación en los aspectos
en que está realizada. Una treintena de por falta de paciencia, por cansancio o y los contenidos menos conocidos
piezas se acompaña de un texto comple- por su manera de entender la visita, no del propio museo, a las nuevas vías
mentario con informaciones o comenta- le gusta leer, o sólo lo hará ocasional- de estudio abiertas por la historio-
rios que ayuden a su interpretación o su mente, porque prefiere un diálogo más grafía artística europea actual y a
contextualización, de modo que la rique- personal y subjetivo con las obras, sin los modernos enfoques teóricos e
za de puntos de vista se convierta en un sobrecargas pedagógicas. Que el museo interpretativos del arte medieval,
estímulo de la visita. En varias obras se sea un ámbito formativo implica tam- renacentista y barroco. También a
han añadido citas de artistas o de escrito- bién fomentar el enfrentamiento solita- las exposiciones de tesis, a las re-
res coetáneos. Las hojas de sala comple- rio con la obra de arte, favorecer el co- visiones de autores olvidados, y
tan la información sobre las obras, con loquio íntimo con la belleza o respetar desde luego al desarrollo de temá-
textos más específicos. cualquier otro aliciente que esta suscite ticas emergentes. El museo no debe
Existe también, destinada a determi- en el visitante sin ser estorbado. Por ello concebirse como un monolito, por
nados públicos, que, por su edad o su se ha cuidado que ni los textos ni los muy prestigioso que sea, sino como
elección personal, son menos afectos a dispositivos visuales invadan el espacio una encrucijada. Su inserción en la
la información escrita, una documenta- de las obras de arte; y, segundo, que el cultura de su tiempo debe hacerle
ción visual, en formato interactivo, que discurso visual, el de las propias obras actuar como un polo creativo, pero

185
Figura 12.
Escalinata principal.
Foto: Javier Muñoz y
Paz Pastor.
© Museo Nacional
Colegio de San
Gregorio.

186
también conflictivo: debe romper Bibliografía
tabúes, estimular el conocimiento,
evitar la nostalgia y ofrecer formas AA.VV. (2009): Museo Nacional Colegio
nuevas de conocimiento a la sensi- San Gregorio, Colección/Collection, Mi-
bilidad contemporánea. nisterio de Cultura, Madrid.

3) Pluralismo: Se trata de abrir la activi- AA.VV. (2009): Guía. Museo Nacional


dad a una mayor elasticidad e inter- Colegio San Gregorio, Ministerio de Cul-
cambio de las artes y los saberes. Esta tura, Madrid.
se expresará por medio de la inte-
rrelación de las artes, las conexiones AA.VV. (2002): ¿Qué es una obra maes-
geográficas, la búsqueda de nudos tra?, Crítica, Barcelona.
ocultos de períodos dispersos, los
puntos de intersección entre voces BAUDELAIRE, CH. (1980): «Pourquoi la
e imágenes alejadas, el entrecruza- sculpture est ennuyeuse», OEuvres com-
miento de disciplinas diversas (poe- plètes, Robert Laffont, París.
sía, ciencia, pintura, música, teatro),
o los planteamientos trasversales de BELTING, H. (2007): Image et culte, Le
distinto orden (formales, estilísticos, Cerf, París.
teóricos, temporales).
Ese pluralismo inspirará sus re- COTÉ, M. (2003), «De la obra maestra
laciones con la sociedad. El museo al objeto: sacralización y desacralización
no es solamente un depósito de en el Museo», Museum International. Lo
obras de arte; un cuartel del patri- sagrado en un mundo interconectado,
monio. Se siente el depositario de 218 : 37-52.
un bien cultural que pertenece a
todos; y debe ofrecerse al ciudada- DIDI-HUBERMAN, G. (2006): Ante el
no como un ámbito abierto y plural tiempo. Historia del arte y anacronismo
de disfrute y formación del gusto de las imágenes, Adriana Torres, Buenos
estético, de fomento del saber y la Aires.
educación, y de debate y reflexión
crítica, y, finalmente, de descubri- RECHT, R. (2008): Penser le patrimoine,
miento de vías para interpretar Hazan, París.
nuestro arte y nuestro pasado.
SOBEJANO, E., y NIETO, F. (2007): «El
Museo Nacional Colegio de San Grego-
rio (Valladolid)», museos.es, 4: 56-62.

187
museos
en marcha
Algunas consideraciones
acerca del nuevo
Begoña Torres González
Subdirección General de
Museo Nacional
Promoción de las Bellas Artes
Madrid del Romanticismo
Begoña Torres González es doctora Resumen: Con motivo de la reciente El museo actual –aunque rememore una
en Historia del Arte por la Universidad inauguración del Museo del Romanticis- época pasada– no puede ser únicamen-
Complutense de Madrid y Premio mo parece necesario llevar a cabo una te un contenedor de colecciones, sino
Extraordinario Fin de Carrera y Tesis declaración de intenciones acerca de lo que tiene que apostar por la creación
Doctoral. Desde 1986 pertenece al Cuerpo
que se pretende que debe ser el nuevo de determinados contenidos. Frente a la
Facultativo de Conservadores de Museos
museo, así como despejar algunas du- pasividad, se impone un modelo activo
y en 1994 recibe el Premio de Investigación
Cultural «Marqués de Lozoya».
das de concepto que puedan suscitarse y comprometido con el presente. No se
De 1997 a 2010 ha sido Directora del en su entorno. Se tratarán temas rela- trata solamente de recorrer una serie de
Museo Nacional del Romanticismo de cionados con la tipología museal de las salas en silencio para ver una sucesión
Madrid, y en la actualidad es Subdirectora casas-museo, la importancia de valores de cuadros y objetos; por el contrario, el
General de Promoción de las Bellas Artes. como la autenticidad, la presentación museo tiene que ser también una expe-
Se ha especializado en cuestiones referidas de las colecciones, la interpretación, el riencia lúdica, donde pueda encontrarse,
a la museología y museografía y al estudio nuevo plan museológico, las tareas de además de una aproximación «seria» so-
del siglo XIX, sobre las que ha publicado documentación, la nueva narrativa mu- bre el periodo histórico estudiado, toda
diferentes artículos y monografías. seográfica... una batería de actividades –cine, poesía,
begona.torres@mcu.es conferencias, música y, por qué no, per-
Palabras clave: Casa-museo, Nuevo formance, dramatizaciones...– iniciativas
Plan Museológico, Museo Nacional del que también puedan hablar a los jóvenes
Romanticismo. en su propio lenguaje. El museo ya no
basa únicamente su finalidad en ser una
Abstract: Due to the opening of the Mu- institución que custodia determinados
seum of Romanticism, it appears neces- bienes patrimoniales, sino que ha pasado
sary to carry out a declaration of inten- a actuar como una estructura de cono-
tions based on what the new museum cimiento, capaz de explicarnos nuestro
ought to be like, as well as clearing up pasado, pero también nuestro presente.
some of the doubts that may have ari- Si es verdad que ya no es válido el
sen within its surrounding area. It will modelo de un paradigma económico
deal with themes concerning; museum centrado únicamente en los valores mo-
typology within museums, important as- netarios y en la especulación, tampoco
pects such as authenticity, the quality of parece sustentarse el hecho de que el
the presentation of the collections, the museo –y con él la cultura– se base úni-
interpretation, the new museology plan, camente en la primacía del espectáculo
the tasks concerning documentation, the y en el impacto de los medios técnicos o
new museum’s narrative etc. en la belleza y modernidad de un deter-
minado edificio. Es el momento de «in-
Keywords: Museum, the New Museology ventar» otro tipo de museo de escala más
Plan, National Museum of Romanticism. humana, un espacio público impregnado

188
Figura 1. Antiguo montaje de la exposición permanente del Museo Romántico. Detalle del Salón de baile.
Foto: Paola di Meglio Arteaga. © Museo Nacional del Romanticismo.

189
de la proximidad y la calidez del espacio Nuestra prioridad no se ha basado
privado, un depósito de la memoria co- únicamente en la reproducción fidedig-
lectiva que pueda responder a la pregun- na de un determinado ambiente: se trata
ta de «quiénes somos» y que actúe como de convertir espacios que fueron con-
ancla ante la inestabilidad del presente cebidos para ser habitados, en lugares
y la amenaza de la falta de recuerdos, de utilidad pública, con unos objetivos
síntoma de nuestra sociedad del siglo XXI. educativos y didácticos que son el fin y
la filosofía fundamental de todo museo.
Es por ello que queremos aunar dos
Un nuevo plan museológico mundos teóricamente irreconciliables:
una casa, un lugar íntimo en el que,
El Museo del Romanticismo ha pasado todavía hoy, se pueda respirar la forma
por diversas fases de rehabilitación. En de habitar de una determinada época y,
1944 se acometió una restauración que por otro lado, un espacio de dinamis-
afectó a la fachada, crujía de la calle Be- mo y de progreso, con una importante
neficencia, escalera y decoración de las política de actividades y un lugar de
salas, así como el arreglo de los pasillos exhibición pública, en el que se deben
y del pequeño jardín. Desde este año, garantizar unas condiciones de expo-
1
La ficha y el proyecto han sido publicados en la exposición permanente no ha sufrido sición adecuadas y que tiene como fin
los actos de Conferencias Anuales del Comité apenas cambios hasta la actualidad. Pos- último la enseñanza y el deleite del vi-
DEMHIST; cfr. R. Pavoni, Order out of Chaos: teriormente, en el año 1996, se terminó sitante.
the Historic House Museums Categorisation otra fase de restauración, que afectó es- Por su capacidad para poder presen-
Project en R. Pavoni (ed.), Historic House pecialmente a los espacios bajo cubierta tar, de forma contextualizada, obras de
Museums speak to the Public: Spectacular y a la planta baja. arte, objetos, espacios y circunstancias
Exhibits versus a Philological Interpretation En esta última fase de rehabilitación narrativas o descriptivas en un determina-
of History, Acts of the Annual Conference
–bajo la dirección del arquitecto Ginés do marco temporal, este tipo de museos
DEMHIST Genova 2000, DEMHIST 2001;
Sánchez Hevia– se ha intervenido en al- consiguen que el público comprenda el
R.Pavoni, The Second Phase of the
Categorisation Project: Sub-Categories en
gunas zonas de la planta baja, como los discurso de forma más efectiva, generan-
R.Pavoni (ed.), New Forms of Management patios y el vestíbulo, se han ganado es- do un sentimiento de «confianza». Esto es
for Historic House Museums, Acts of the pacios para almacenes y vestuarios y, es- debido a que, el propio espacio y todo lo
Annual Conference DEMHIST Barcelona pecialmente, se ha realizado el proyecto expuesto en él –aunque pertenezca a un
2001, DEMHIST 2002; R. Pavoni, The Second museográfico de las salas de exposición círculo elitista o jerárquico–, se encuen-
Phase of the Categorisation Project: permanente. tra indiscutiblemente relacionado con la
Understanding Your House through Con el nuevo plan museológico se cotidianeidad de cada persona, ya que,
Sub-Categories en R.Pavoni (ed.), Historic ha llevado a cabo toda una operación la casa, es escenario de todas las accio-
House Museums as Witnesses of National de remodelación de los itinerarios inter- nes de un grupo humano: comer, dor-
and Local Identities, Acts of the Annual
nos y de racionalización de los servicios, mir, lavarse, conversar, jugar, leer, bailar,
Conference DEMHIST Amsterdam 2002,
labor que ha estado siempre inspirada soñar... Un dormitorio es un dormitorio,
DEMHIST 2003.
por miras de carácter crítico y divulga- una cocina es una cocina y, como son
Las tipologías son: tivo y por una cierta ambición cosmo- algo reconocible, el usuario es capaz de
1. Casas de hombres ilustres (Personality polita de la que antes carecía el museo. llevar a cabo fácilmente este proceso de
houses). En su nueva calidad de museo nacional, identificación con diversos aspectos de lo
2. Casas de coleccionistas (o casas donde queremos que sea un referente cultural cotidiano de un tiempo pasado.
ahora se muestran colecciones). de primer orden, emparejado con otras Pero el otro lado de la moneda de las
3. Casas de la Belleza (Houses of Beauty). casas-museo europeas de similares carac- casas-museo pasa por específicas cues-
4. Casas dedicadas a eventos históricos. terísticas. Porque, a pesar de los muchos tiones que dificultan la gestión práctica
5. Casas que relacionadas con una de- aciertos del pasado, también es verdad de la visita y la relación con el visitante:
terminada comunidad, por erigirse en
que el museo arrastraba desde décadas la propia escala del espacio museístico
instrumento capaz de contar su propia
una debilidad congénita, sin los servicios que, lógicamente, limita una mayor can-
identidad (Society houses).
6. Moradas nobiliarias (Ancestral homes).
más básicos, asfixiado espacialmente y tidad de público; el difícil equilibrio en-
7. Palacios reales. anticuado en sus instalaciones, en sus tre la densidad de objetos característica
8. Casas pertenecientes al clero. programas e incluso en su relación con de una época como la decimonónica y
9. Casas de carácter etno-antropológico el público, aquejado de cierta resistencia la claridad necesaria en un montaje mu-
(Humble homes). a las ideas más innovadoras. seístico; la necesidad de limitar el nú-

190
Figura 2. Fachada exterior del Museo del Romanticismo. Foto: Paola di Meglio Arteaga. © Museo Nacional del Romanticismo.

mero de herramientas de comunicación presentó, en 1999 y en San Petersburgo,


museográficas, con el fin de no «conta- un proyecto de clasificación, que tuvo
minar» esa sensación de atmósfera vivida como paso previo la elaboración de una
y, finalmente, la falta de barreras físicas ficha1 que fue cumplimentada por 150
entre el visitante y el objeto, proximidad casas-museo de todo el mundo. Tras la
que favorece la experimentación direc- asamblea llevada a cabo en Viena, en
ta y la vivencia personalizada, pero que agosto de 2007, se distinguieron nueve2
también requiere medios adecuados e tipologías diferentes.
impone ciertas limitaciones. Aun considerando que la idea de fon- El Museo Nacional del
do es muy interesante –ya que se trata de Romanticismo, desde sus
encontrar un instrumento de trabajo en
inicios, siempre quiso poner
Las casas-museo. Tipologías común con el que poder llegar a una sín-
tesis eficaz y que sea válido para todos los el énfasis en la reproducción
Las casas-museo se caracterizan por te- profesionales que desempeñan su labor fidedigna del ambiente
ner una doble cualidad: custodian un en las casas-museo– es verdad que estas vivido en la época, incluso
patrimonio que, no solamente es mate- nueve tipologías resultan demasiado limi- más que en las propias
rial y visible (muebles, bibelots, objetos tadas y restrictivas y, por tanto, requieren colecciones
de uso, textiles...), sino inmaterial y sim- ulteriores profundizaciones que permitan
bólico, que hace referencia a los usos incluir nuevas categorías y tipos.
de la habitación, hábitos sociales, roles Consciente de esta realidad, la pro-
familiares, a modas y gustos... pia Rosana Pavonni (en prensa) –una de
Esta realidad sumamente comple- las iniciadoras del proyecto– ha incluido
ja incide también en la propia catego- dos tipologías más: la llamada «period
rización de esta tipología museal, que rooms» y la denominada «location». La
es múltiple y todavía hoy se encuen- primera identifica aquellos lugares en
tra en estudio. Fruto de este interés, el los que cada habitación de la casa está
DEMHIST (rama dedicada a las casas- dedicada a representar un estilo, un pe-
museo, dentro del organismo ICOM) riodo diferente de la historia, cuando

191
El visitante puede acceder a
distintos tipos y niveles de
información, a través de dos
recorridos fundamentales:
un recorrido «ambiental»,
con especial referencia al
desenvolvimiento de la vida
cotidiana en la época y un
recorrido que sigue un
«criterio temático» en el
que se mostrarán cuestiones
históricas y políticas,
además de artísticas

Figura 3. Detalle de una de las vitrinas previo al montaje museográfico. Foto: Paola di Meglio Arteaga.
© Museo Nacional del Romanticismo.

este procedimiento no se había utilizado tipologías comentadas. No se trata de


como proyecto original unitario de vi- una casa de coleccionista, aún siendo
vienda (como ocurre, por ejemplo, entre creada por uno de ellos –Benigno de
los más conocidos en la Frick Collection la Vega Inclán– y habiendo comenzado
de Nueva York), sino como simplifica- su andadura con las piezas particulares
ción museográfica, con el fin de hacer pertenecientes a este. Aunque fue un
que el recorrido del visitante sea más fá- lugar querido, ideado y decorado por
cil y comprensible. La segunda tipología él, no era realmente su casa, por lo que
se refiere a aquellas residencias que han no puede ser un ejemplo o documento
perdido totalmente o casi totalmente sus que muestre el gusto de coleccionar y
propios muebles, las decoraciones y la de habitar como cuestiones indisolu-
estructura y se han convertido en espa- blemente ligadas (condición que tienen
cios sugestivos para albergar coleccio- otras instituciones como, por ejemplo,
nes diversas y completamente extrañas el Museo Cerralbo o el Museo Lázaro
a su propia historia y tradición. Galdiano).
Tampoco se trata de un location, ni
una Casa de la Belleza (Houses of Beauty)
Una tipología específica –donde la razón principal de la existencia
del museo es la casa como obra de arte–
Es evidente que la casa museo que al- ni tampoco, aunque se puede aproximar
berga el Museo Nacional del Roman- más a esta categoría, una period room.
ticismo no responde a ninguna de las Estos últimos criterios son exclusivamen-

192
te «esteticistas», es decir, se centran en la dor del museo fue afortunado, ya que, cia–, les fascina observar la «vida real» de
exposición de una colección de objetos una vez conocido su proyecto, contó con los hombres en lo que fueron sus espa-
descontextualizados, apreciados única- un número importante de donaciones cios más personales, más privados, va-
mente por sus propios méritos, sin una particulares –que se sumaron a las suyas lorando especialmente la «autenticidad»,
especial atención a su utilidad original o propias– procedentes de las más impor- tanto de la pieza, como del entorno que
a la relación con la vida cotidiana que tantes familias del momento. La mayoría la rodea. En ellas el visitante se deja se-
pudo desarrollarse en la casa. de estas piezas tienen una «vida» perfec- ducir por la idea de que la historia «real»
Por el contrario el Museo Nacional tamente documentada, lo que nos ofrece se conserva en algún rincón, por la ilu-
del Romanticismo, desde sus inicios, datos importantes sobre su procedencia, sión de estar presente en el verdadero
siempre quiso poner el énfasis en la re- ubicación, uso..., en el periodo estudia- lugar de los hechos.
producción fidedigna del ambiente vi- do: muebles y objetos pertenecientes Esta idea resulta muy sugestiva, pero
vido en la época, incluso más que en a escritores conocidos –Carolina Coro- también tiene una doble cara peligrosa
las propias colecciones. Cuando todavía nado, Zorrilla, Larra...–; sillerías en las ya que, muchas veces, esas mismas per-
no se había inaugurado oficialmente, ya que está documentado que había tenido sonas, familias, y momentos que quere-
Ortega y Gasset (1922) exponía –en su lugar una típica tertulia romántica, a la mos «resucitar» y hacer vivos, terminan
conferencia titulada «Para un Museo Ro- que acu dían Gustavo Adolfo Bécquer, la por convertirse en todo lo contrario, en
mántico»– la importancia que tenía el va- Avellaneda, Campoamor, entre muchos espacios congelados y herméticos. La
lor documental, considerando el nuevo otros; mobiliario procedente de la familia propia idiosincrasia de algunas de es-
proyecto como «un Museo de vida». del poeta Juan Ramón Jiménez, joyas de tas casas, que pueden ser consideradas
La idea era ambiciosa: llevar a cabo luto, retratos de familia... como un testimonio escrito o una pá-
la reconstrucción de una forma de vivir, En este sentido, muchas de las obras gina de la historia, las obliga, en mu-
amueblar, decorar... de un determinado artísticas y de los objetos de la colección chas ocasiones, a permanecer siempre
periodo de tiempo, pero no necesaria- permanente son «auténticos», concep- iguales a sí mismas, con lo que parece
mente de una familia o personaje parti- to que puede ser entendido desde un deben renunciar a cierta forma de dina-
cular. Porque aunque el museo está ubi- punto de vista plenamente científico y mismo y de progreso.
cado en un palacio construido a finales objetivo –referido a la autenticidad de El peligro radica también en que,
del siglo XVIII, que fue habitado durante los espacios o de los objetos originales– precisamente por su cualidad de autén-
el periodo romántico por la familia del pero que, la mayor parte de las veces, se ticos, lo que se quiere subrayar en algu-
Conde de la Puebla del Maestre –por identifica con otros aspectos de carácter nos de estos museos es la inmovilidad
tanto no se trata de un espacio ajeno más inmaterial y emotivo. y el tiempo detenido, por lo que pue-
o inventado– también es verdad que, La autenticidad posee, todavía hoy, den utilizarse recorridos pasivos y diri-
cuando se inauguró, ya no vivían en el un enorme poder en la imaginación po- gidos –siempre los mismos–. La exposi-
palacio sus propietarios y este alojaba pular (más de un 50% de los anteriores ción debe permanecer igual a sí misma,
las oficinas y depósitos de la editorial visitantes del Museo Romántico estaban como si se tratara de un santuario, con
Calpe, en cuyo tiempo sufrió reformas interesados, sobre todo, en las pistolas unos claros límites que les impiden va-
en su planta baja y –lo que es más im- con las que supuestamente se suicidó riar la disposición de las piezas y objetos
portante– un incendio, que destruyó la Larra). Estos objetos especiales, estos expuestos. De esta forma, la casa suele
decoración de sus salones. espacios, parece que comparten, como tener una «lectura» limitada, su discurso
Por ello, desde el principio, el museo las reliquias, algo del alma y las cualida- se desenvuelve en torno a un relato ce-
fue concebido como una recreación de des de su poseedor original, por lo que rrado y autorreferencial, restringido a un
ambientes, ya que no contenía ningún son percibidos como «lo verdadero», lo solo nivel interpretativo, perdiéndose,
testigo «auténtico» de lo que había sido que nos puede inspirar para ser mejo- por tanto, una visión más articulada y
este palacio –decoración, amueblamien- res, aquello que vale la pena ser vivido compleja, que logre reunir diversos ni-
to, estilo...– durante la época romántica. o lo que tiene más valor. veles de información y comunicación.
Sin embargo, esta situación está lejos
de suponer un inconveniente: por el
contrario, otorga una herramienta más Autenticidad versus Una interpretación
eficaz, mayor libertad y flexibilidad a la
interpretación multidisciplinar. La importancia
hora de interpretar el pasado, más en
consonancia con la actual museología. del valor simbólico
Lo importante es que los muebles o Es indudable que a los visitantes de las
los objetos decorativos sean representati- casas-museo –especialmente las que Frente al valor de la autenticidad –aunque
vos de los originales o de los que podían conmemoran la vida de un individuo o sin dejar de «utilizarlo» en algunas ocasio-
haberse usado. En este sentido el funda- familia conocida por alguna circunstan- nes a nuestro favor– el Museo del Roman-

193
ticismo propone como novedad de su aquello que queremos comunicar, des- a través de dos recorridos fundamen-
nuevo plan museológico una interpreta- entrañando diferentes niveles de verdad tales: un recorrido «ambiental», con es-
ción multidisciplinar, capaz de favorecer la o de ficción, donde las obras se entien- pecial referencia al desenvolvimiento
ruptura de las fronteras tradicionales entre den como una hipótesis de lectura. de la vida cotidiana en la época –mo-
la literatura y la pintura, la ciencia y el arte, En este sentido el museo tiene una biliario, decoración, espacios priva-
la historia y la vida de todos los días... clara vocación didáctica y comunicativa, dos, públicos, masculinos, femeninos,
El museo, en su calidad de «casa», que permite un conocimiento global del de servicio, el ritual de la higiene, los
puede desempeñar el papel de puente, periodo. Esta vocación cobra una especial accesorios, la moda...– y un recorrido
de lazo de unión entre la propia expe- relevancia ya que es, desde su origen, una que sigue un «criterio temático» en el
riencia individual y una compleja red de las escasas instituciones museísticas en que se mostrarán cuestiones históricas
de disciplinas –sociología, antropología, nuestro país dedicadas de forma mono- y políticas, además de artísticas: la lite-
historia, historia del arte, música, dise- gráfica a este periodo concreto y decisivo ratura, la música, el teatro, el genio, la
ño...– que se ponen al servicio de un para nuestra historia y cultura. mujer, prototipos masculinos, la familia,
relato historiográfico que no es plano o El visitante puede acceder a dis- el amor y la muerte, géneros artísticos,
lineal, sino que se teje y se desteje con tintos tipos y niveles de información, el exotismo...

Figura 4. Entrada principal del museo. Foto: Paola di Meglio Arteaga. © Museo Nacional del Romanticismo.

194
La importancia
de la documentación

Para llevar a cabo este recorrido «didác-


tico» y creativo por el siglo XIX, ha sido
necesario, como primera condición, ser
muy meticulosos con las reconstruc-
ciones, evitando puntos de vista subje-
tivos y documentando de manera muy
exhaustiva todo el proceso. Recrear la
forma de vida, las habitaciones y estan-
cias de un periodo histórico concreto, es
una labor difícil que requiere una con-
siderable investigación, planeamiento y
recursos (Torres, 1998).
En el nuevo plan museológico se ha
remarcado especialmente esta cuestión,
mejorando la circulación, ampliando
los itinerarios y la temática de los mis-
mos, solucionando muchas carencias
del anterior montaje y, sobre todo, su-
brayando su condición de casa museo.
Todo ello ha supuesto un importante Figura 5. Montaje de cortinajes y entelados. Figura 6. Instalación del teatrino.
trabajo previo, que abarca desde estu- Fotos: Paola di Meglio Arteaga. © Museo Nacional del Romanticismo.
dios arquitectónicos sobre el edificio
–estudio patológico y una investigación
histórica-documental– hasta cuestiones
históricas, artísticas o meramente de- cias en la higiene, decoraciones de «mal percepción– que se adapte a nuestras
corativas u ornamentales. Se ha tenido gusto»... intenciones –al relato historiográfico– y
en cuenta cómo estaba estructurado el Aunque el museo nunca ha sido un que se entienda también como una re-
inmueble, cómo eran las habitaciones, reducto propio y elitista, refugio de la flexión sobre la naturaleza y los límites
espacios privados y públicos, zonas no- memoria de la aristocracia y de sus co- de la historia, de la vida cotidiana, del
bles y de servicio... Se han investigado lecciones artísticas, es evidente que esta arte del pasado, pero desde la con-
antiguas trazas de ventanas y puertas, casa es reflejo de un espacio de poder ciencia del presente, que consideramos
la disposición de las habitaciones, los y símbolo de determinados privilegios. como obligatoria para un museo de es-
colores originales de las paredes, la de- Por ello, es importante ser audaces y tas características.
coración de los suelos... buscando, en apostar por la representación de un El propio Romanticismo fue, más
definitiva, cómo era y cómo se vivía en modo de vida «particular», de una cla- que un programa sistemático, una nue-
este palacio y las modificaciones que ha se social definida, con unas costumbres, va rebelión, una asociación de ideas que
ido sufriendo en su estructura original. formas, rituales, gustos y sentimientos llevó a una libertad de imaginación y
No hemos querido caer en falseda- deter minados. expresión sin precedentes. Erróneamen-
des y errores o en puntos de vista «ro- te se ha identificado como una simple
mantizados» que pudieran elevar a los «evocación del pasado», cuando lo cier-
posibles residentes de la casa a un esta- Una nueva narrativa to es que, tras esa nostalgia, se esconde
tus de «grandes hombres y mujeres». Se una manera de sentir y aprehender la
museográfica
ha tenido en cuenta que la vida cotidia- existencia, sin la cual será imposible en-
na en el periodo romántico no transcu tender el mundo contemporáneo.
rría tampoco como en «un cuento de Consideramos que la presentación de la Frente al relato historiográfico úni-
hadas» (sobre todo para las clases más colección no se debe circunscribir úni- co, la nueva presentación del museo se
desfavorecidas). Se han remarcado tam- camente al hecho de disponer unas de- acerca al pasado a través de una visión
bién los aspectos más negativos del mo- terminadas obras en un espacio y con- abierta y flexible, que también se trasmi-
mento: diferencia de clases, relaciones seguir que se relacionen unas con otras, te en la recepción y el aprendizaje del
con el personal de servicio, diferencias sino que hemos querido ir más allá y espectador, del individuo. El nuevo mon-
en la percepción de género, deficien- construir un dispositivo de visión –de taje traza líneas de interés, centros de

195
Figura 6. Vista del comedor tras el nuevo montaje. Foto: Paola di Meglio Arteaga.
© Museo Nacional del Romanticismo.

gravedad, con los que el visitante se va tórico-artístico predeterminado, donde sea absolutamente aséptica y objetiva.
encontrando a lo largo de su recorrido, cada pieza se encuentra «enjaulada» en Es inevitable que el profesional de la
que pueden leerse de diversas formas, en un estricto e invariable orden –crono- museología, siempre dentro de unas li-
función de la convivencia de las obras y lógico, estilístico, por escuelas...–, en mitaciones «éticas» y respetando al máxi-
de los objetos -–que se disuelven en una una visión progresiva, unilineal y úni- mo la verosimilitud histórica, introduz-
red de significaciones simbólicas que, en ca. Queremos que el museo sea, no ca cuestiones subjetivas, privilegiando
muchas ocasiones, cobran mayor impor- solamente un ámbito de estudio, sino unos aspectos sobre otros, subrayando
tancia que las propias piezas materiales– un lugar de apropiaciones individua- determinados elementos ideológicos o
de su experiencia personal, y de la narra- les; fomentando la libertad de opinión, sentimentales.
tiva de la exposición, que debe generar sin juicios de autoridad, sin arrogancia Pero esta realidad está lejos de ser
significados distintos cada vez. doctrinal que afirme nuestra visión del negativa, pensamos que es lógico que
Nos hemos alejado de la interpre- mundo y de la historia. un museo, que trata de interpretar el
tación y del academicismo elitista del Ya que la casa-museo no supone pasado, no solamente a través de la
museo clásico, que todavía sigue es- tanto la puesta en escena de un determi- mera presentación de objetos sino, más
tructurando la exhibición de sus co- nado pasado, como una interpretación bien, como un lugar de intercambios
lecciones según un hilo narrativo his- de este, es imposible que su exhibición culturales, de producción de sentidos,

196
de reflejo de la memoria humana, debe Bibliografía
obligatoriamente apostar por un discur-
so nuevo y abierto, sin ideas anticuadas MONLEÓN, P., y FERNÁNDEZ HOYOS,
o exclusiones ideológicas, recreación C. (1998): «El edificio del Museo Román-
de un espacio mental, altamente sim- tico de Madrid», Revista del Museo Ro-
bólico que refleje las inquietudes de la mántico, 1, Madrid, 1998: 81-107.
sociedad del presente, que traduzca y
oriente la reflexión del hombre con la ORTEGA Y GASSET, J. (1922): Para un
realidad. Museo Romántico, Comisaría Regia de
Por supuesto esta interpretación no Turismo, Madrid.
puede ser la misma en los años cuarenta
que en la actualidad. El contexto social PAVONNI, R. (en prensa): «Casas museo:
del tiempo en que la presentación tiene perspectivas para un nuevo rol en la
lugar ha cambiado totalmente y eviden- cultura y en la sociedad», en Actas del
temente en estos momentos la ideología III Congreso de Casas Museo. Museo Ro-
primigenia que sustentaba a la institu- mántico, Madrid, 2008.
ción, que empezó con una voluntad de
investigación y también de conforma- TORRES GONZÁLEZ, B. (1998): «El Mu-
ción de identidad de marcado carácter seo Romántico: un museo de ambiente»,
nacionalista, se ha ido debilitando con Revista del Museo Romántico, 1, Madrid:
el transcurso del tiempo y, actualmente, 13-79.
ha perdido totalmente su vigencia.
Los cambios en el lenguaje, la in- TORRES GONZÁLEZ, B. (2006): «Plan
troducción de nuevas denominaciones, Museológico del Museo Romántico», Re-
señalan también la aparición simultánea vista del Museo Romántico, 5, Madrid:
de ideas; son reflejo de cómo se piensa. 13-143.
El museo ha pasado de ser «romántico»,
adjetivo que señalaba la preocupación TORRES GONZÁLEZ, B. (2007): «Consi-
por recrear determinados «ambientes» en deraciones sobre el nuevo plan museo-
los que exhibir las colecciones, a deno- lógico del Museo Romántico», Museo,
minarse Museo Nacional del Romanticis- 13: 169-187.
mo, dedicado al estudio integral de una
época, desde una perspectiva objetiva y TORRES GONZÁLEZ, B. (2009): Guía
teniendo en cuenta las nuevas corrientes del Museo Nacional del Romanticismo,
historiográficas y museológicas. Ministerio de Cultura, Madrid.

197
museos
en marcha

Susana Soto Aranzadi


San Telmo,
Museo San Telmo
San Sebastián hacia un nuevo museo
Susana Soto es licenciada en Historia por Resumen: El artículo aborda el proyec- which to foster debate on the subject. It
la Universidad de Deusto. Ha desarrollado to de renovación del Museo San Telmo analyses the process of change and the
su carrera profesional en la administración de Donostia-San Sebastián, describien- factors playing a part in development of
municipal, en el ámbito de la gestión do tanto el proyecto arquitectónico que the project: the building, the discourse,
cultural, al frente de la Red de Bibliotecas
contempla la rehabilitación del conven- the collections, the surrounding area
Municipales de San Sebastián. Desde
to dominico del siglo XVI y su ampliación and the public, while describing the
el año 2006, dirige el proyecto de
reforma del Museo San Telmo.
con la construcción de un nuevo pabe- reasoning behind the permanent exhi-
llón, como su transformación museoló- bition, the major feature of which is its
ssoto@donostia.org
gica en museo de sociedad. Fijando su bond with contemporary society.
misión como medio para el conocimien-
to y comprensión de la sociedad vasca y Keywords: Society Museum, Basque
como espacio para propiciar la reflexión Society, Museo San Telmo, Renovation,
en torno a ella, se analiza el proceso de Permanent Exhibition.
cambio realizado y los factores que han
incidido en el desarrollo del proyecto: San Telmo, museo municipal ubicado
el edificio, el discurso, las colecciones, en el corazón histórico de Donostia-San
la oferta del entorno y el público, y se Sebastián, necesitaba una renovación.
describe el planteamiento final de la ex- Desde el punto de vista arquitectóni-
posición permanente, en el que destaca co, la parte visible del museo presen-
como elemento singular su vinculación taba una buena apariencia gracias a
con la sociedad contemporánea. intervenciones parciales realizadas en
los últimos años. Sin embargo, tras esta
Palabras clave: Museo de sociedad, So- apariencia escondía una serie de pro-
ciedad vasca, Museo San Telmo, Reno- blemas estructurales que impedían un
vación, Exposición permanente. funcionamiento normalizado: instala-
ciones caducas, importantes dificultades
Abstract: The article broaches the re- de accesibilidad y circulación, espacios
novation project for San Sebastian’s San inadecuados o inexistentes para el de-
Telmo Museum, describing the architec- sarrollo de sus actividades, tales como
tural aspect of the work underway on almacenes, biblioteca, salas didácticas,
the 16th century Dominican convent, tienda o cafetería (figura 1).
its extension with the construction of a Más allá de la arquitectura, el mu-
new building and its museological trans- seo necesitaba una profunda transfor-
formation into a society museum with mación, un análisis de su razón de ser
the mission of serving as a vehicle con- y una reflexión sobre su propia defini-
Figura 1. Obras en el claustro del convento domini- veying knowledge and understanding ción. La crisis del modelo museológico
co de San Telmo. © Museo San Telmo. of the Basque society and as a space in de San Telmo no era exclusiva, ya por

198
ella pasaron y están pasando gran parte como un centro vivo y, por lo tanto, en
de los museos que se crearon en Europa un proceso continuo de cambio y trans-
occidental durante el siglo XIX y princi- formación basado en la relación cons-
pios del XX. Sin embargo, no por ello tante con su entorno y la evaluación
iba a resultar más fácil llevar a cabo esta continua de su propia realidad.
transformación, ya que es la reflexión
propia, la que se desarrolla desde den-
tro, la que resulta compleja y difícil y La transformación del espacio
constituye el verdadero reto de la reno-
vación del museo. La sede del museo es un antiguo con-
Por ello, el nuevo proyecto de San vento dominico de mediados del siglo
Telmo no se puede entender tan sólo XVI, cuyo claustro y torreón fueron de-
como un proyecto de reforma arquitec- clarados Monumento Nacional en 1913;
El nuevo proyecto de tónico y una modernización de la ex- es un edificio característico de la arqui-
San Telmo no se puede posición, sino que supone un profundo tectura monástica del siglo XVI, construi-
cambio, una transformación del museo, do entre 1544 y 1562 siguiendo como
entender tan sólo como un
una revisión de concepto que afecta modelo el convento de San Esteban de
proyecto de reforma a su definición, a sus objetivos y a su Salamanca. Transición entre el arte gó-
arquitectónico y una modo de funcionamiento. tico y el renacentista, es considerado
modernización de la San Telmo nace con la misión de ser ejemplar único guipuzcoano de arqui-
exposición, sino que supone un medio para el conocimiento y com- tectura «isabelina».
un profundo cambio, una prensión de la sociedad vasca y un espa- Monumento emblemático en la ciu-
cio para propiciar la reflexión en torno a dad, es, junto a la cercana iglesia de San
transformación del museo,
ella y a sus preocupaciones e intereses. Vicente, el edificio más antiguo de Do-
una revisión de concepto Partiendo de sus fondos, recorrerá el de- nostia; ambos sobrevivieron al incendio
que afecta a su definición, venir de esta sociedad hasta llegar a nues- que en 1813 destruyó la ciudad de San
a sus objetivos y a su tros días. Mostrar el pasado para ayudar a Sebastián, pero San Telmo iba a quedar
modo de funcionamiento entender el presente es la clave del discur- gravemente afectado, lo que supuso el
so del museo y por ello, sin renunciar a la inicio de un proceso de deterioro que
razón de ser del museo como espacio de se vería agravado con su conversión en
investigación y exhibición de nuestro pa- cuartel de artillería en 1836. Finalmente,
trimonio y nuestro pasado, pretende man- en 1932, el ayuntamiento de la ciudad
tener una relación constante y viva con la lo convertiría en sede del Museo Muni-
sociedad contemporánea. cipal, realizando para ello importantes
Por lo tanto, la definición de la ac- obras de rehabilitación y ampliando el
tividad del museo se articula en dos espacio con dos volúmenes, uno en la
ámbitos: en su relación con el público, fachada y otro sobre las capillas laterales
como un centro cultural que facilita al de la iglesia. Para la inauguración del
público un espacio para el conocimien- museo, se encargó al pintor José María
to y la reflexión en torno a lo propio y Sert el revestimiento de las paredes de la
a la diversidad, dando servicio al turis- iglesia con once lienzos de gran tamaño
mo, a la educación y a la demanda de en los que se describen escenas de la
ocio cultural; y en su calidad de centro vida y de la historia de Gipuzkoa y que
patrimonial, recogiendo, conservando y constituyen hoy en día un espléndido
poniendo en valor los testimonios ma- conjunto artístico.
teriales de la sociedad vasca, prestando «Como aquellos libros que narran
especial interés a la incorporación de los una historia dentro de otra... y así indefi-
nuevos patrimonios. nidamente, nuestro proyecto se asemeja
Con ello, el museo pretende asumir a la inserción de un nuevo capítulo en
un papel activo en la sociedad a la que un texto siempre inacabado», estas son
sirve y recuperar el protagonismo que a las palabras con las que los arquitectos
lo largo de su historia ha ejercido como Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano ini-
institución museística y cultural refe- cian la presentación del proyecto de re-
rente para la sociedad vasca; planteado habilitación y ampliación de San Telmo.

200
a las transformaciones que se experi-
mentan en el espacio y en el tiempo.
El propio Museo de San Telmo, en su
condición actual, no es sino el resultado
de un largo proceso de modificaciones
sucesivas que han alterado parcialmente
su carácter físico y funcional a lo largo
de los años. Su ubicación en la franja de
encuentro entre la estructura urbana y la
topografía del monte Urgull es reflejo de
un problema urbano muy característico
de San Sebastián: la solución de un lími-
te nunca completamente resuelto entre
paisaje natural y artificial.
Ante la necesidad de ampliar nota-
blemente los espacios del museo, nues-
tro proyecto surge de la construcción
de un nuevo muro metálico y vegetal,
que se apoya en la diferencia topográ-
fica existente resolviendo los accesos
peatonales al monte y ocultando en su
interior los dos pabellones que alber-
gan el programa requerido. Esta deci-
sión favorece la puesta en valor tanto
de las construcciones históricas como
de la nueva arquitectura que define la
ampliación.
Como una expresión más de la re-
lación naturaleza-artificio que impregna
nuestra propuesta, el nuevo edificio-
pantalla quedará envuelto por una piel
perforada formada por celosías metálicas
como soporte de plantas trepadoras, que
eventualmente podrán llegar a rodear
todo el edificio. Esta celosía entretejida
que será desarrollada en colaboración
con los artistas Leopoldo Ferrán y Agusti-
na Otero a partir de un juego combinato-
rio de piezas de fundición expresamente
concebidas para esta ocasión, hará del
propio edificio una intervención inusual
en el espacio público capaz de expresar
un campo de acción común entre artes
plásticas y arquitectura.
La nueva ampliación del Museo de
Figura 2. Nuevo edificio-ampliación del estudio de arquitectura Nieto y Sobejano. © Museo San Telmo.
San Telmo modificará su aspecto con el
transcurso de las estaciones: «se desva-
El proyecto arquitectónico se articu- originales y se rehabilitan la iglesia, torre, necerá en ocasiones para fundirse con
la en base a dos objetivos: por un lado, claustro y capillas–, y por otro, ampliar la vegetación del monte, y reaparecerá
proceder a la rehabilitación y restau- los espacios del museo, respondiendo a en otras evocando un largo y quebrado
ración del viejo convento del siglo XVI las necesidades planteadas en el progra- muro inacabado: inesperada metáfora
–para ello en el edificio actual se elimi- ma básico (figura 2). –tal vez– de la difícil relación que toda
nan los añadidos que a lo largo del tiem- «La ampliación de un edificio sugiere arquitectura establece con el tiempo» (Es-
po han ido modificando los volúmenes inevitablemente una reflexión en torno tudio y Nieto Sobejano).

201
Figura 3. Tareas de preservación de los lienzos de Sert, ubicados en la iglesia de San Telmo. © Museo San Telmo.

El nuevo pabellón que se crea en la su propio espacio por constituir una pe- y determinante para llevar a cabo la re-
plaza se convierte en la entrada al mu- queña parte en la historia de la ciudad, novación.
seo y acoge además los espacios nece- y sólo como reflejo del esfuerzo que se En el año 1902, la corporación mu-
sarios para el desarrollo de actividades está realizando en la recuperación de nicipal de San Sebastián inauguró el
y servicios. Se potencia así su funciona- este patrimonio, es preciso citar la re- Museo Histórico, Artístico y Arqueo-
miento como centro cultural, con posi- construcción de la cripta aparecida en la lógico respondiendo así a la solicitud
bilidad de transformarse en importante cabecera del altar, la restauración de las realizada dos años antes por la Real So-
foco de actividades culturales vincula- bóvedas de la iglesia y el descubrimien- ciedad Bascongada de Amigos del País.
das a la propia ciudad. Más oculto a la to y restauración de pinturas murales Desde entonces San Telmo viviría mo-
vista, el edificio de ampliación corre en- del siglo XVI en bóvedas y paramentos mentos de gloria, siendo centro de im-
tre el monte y la iglesia, generando un de la cabecera de la iglesia (figura 3). portantes proyectos culturales y con un
segundo pabellón destinado a nuevos desarrollo vinculado a personajes rele-
espacios expositivos y oficinas. vantes como Jose Miguel Barandiarán y
Por su lado, la intervención sobre el Un camino: desde el viejo San Telesforo de Aranzadi, quienes hicieron
edificio histórico ha deparado inespera- hincapié en la necesidad de apoyar al
Telmo hacia el futuro museo
dos hallazgos que aumentan el valor del museo por su importancia como Museo
conjunto monumental, el cual cobra un Etnográfico Vasco y por ser el primero
mayor protagonismo en el recorrido. Sin San Telmo es un museo ya centenario en su género.
ánimo de entrar a pormenorizar estas in- y su propia historia y sus colecciones En los años sesenta ya se empezaron
tervenciones, que en sí mismas merecen han sido el punto de partida obligado a sentir los primeros síntomas de crisis y

202
fue el principio de diversas iniciativas de Las colecciones de San Telmo cobran
renovación que tuvieron lugar en 1960, especial importancia en este planteamien-
1987, 1992 y 1994. Ninguna de ellas to; de características, calidades y represen-
se llevó a cabo y la situación de pro- tatividad muy heterogéneas y constituidas
visionalidad se apoderó de San Telmo fundamentalmente por piezas y coleccio-
durante todos estos años, hasta el año nes etnográficas e históricas vinculadas a
2004 en que sería aprobado un proyecto la historia del pueblo vasco, alcanzan su Las piezas y colecciones que
museológico que daría pie a la actual máximo valor como representación de durante estos más de cien
transformación y en el que se planteaba momentos históricos, de formas de vida, años han sido recogidas y
la evolución hacia museo de sociedad testigos y reflejo de transformaciones so-
conservadas por el museo
(figura 4). ciales. Por lo tanto, las piezas y coleccio-
Conviene recordar que en las déca- nes que durante estos más de cien años conforman una magnífica
das de los ochenta y noventa se deba- han sido recogidas y conservadas por el representación de las
tieron diversas corrientes museológicas museo conforman una magnífica repre- preocupaciones, actividades
que cristalizaron en la Conferencia de sentación de las preocupaciones, acti- e intereses de la sociedad
Mulhouse de 1991, en la que se propu- vidades e intereses de la sociedad vasca vasca en distintos momentos
so designar al conjunto de museos etno- en distintos momentos del último siglo y
del último siglo y cobran
gráficos, arqueológicos, de arte popular, cobran gran valor como ilustración de las
históricos..., con la denominación de historias que se narran. gran valor como ilustración
«museos de sociedad». Estos museos ha- Tratamiento diferencial ha merecido de las historias que se narran
cen hincapié en el individuo en sociedad la colección de bellas artes, que consti-
como protagonista de discursos y los ob- tuye una muestra suficiente y adecuada
jetos se convierten en testigos de la vida para representar el nacimiento y evolu-
social de las personas; las colecciones ción del arte vasco y que por ello ha
tienen valor más que en sí mismas, por sido tratada como conjunto, potencian-
su capacidad de evocar a una sociedad. do así su visión artística.

Figura 4. Colecciones etnográficas. © Museo San Telmo.

203
En los últimos años ha cobrado es- el cemento, Museo Diocesano, Chillida
pecial importancia e interés por parte del Leku, Aquarium y Museo Naval; todos
museo la recuperación de nuevos patrimo- ellos son de carácter especializado y por
nios, especialmente vinculados al mundo lo tanto San Telmo es la única oferta
industrial y urbano, muy poco representa- museística de carácter general que per-
dos en las colecciones del museo y, sin em- mite un acercamiento a la historia, a las
bargo, necesarios al acercarnos a la historia formas de vida y a las expresiones artís-
más reciente de nuestra sociedad. ticas de la sociedad vasca. La ausencia
de museos específicos de arqueología,
historia y bellas artes lo transforman en
La oferta del entorno y el público el espacio obligado para la exhibición
En el caso de San Telmo, su de estas disciplinas y sobre todo en ge-
Igualmente determinante y clave al nerador de recursos y actividades enfo-
ubicación estratégica en
avanzar en la nueva definición del mu- cadas al ámbito educativo. Se conforma
pleno casco histórico de la seo ha sido el análisis de la oferta y la así una segunda categoría de público
ciudad lo hace destino demanda de los equipamientos museís- hacia la que el museo va a dirigir gran
preferente de las visitas a ticos y culturales existentes en la ciudad parte de sus esfuerzos.
museos y monumentos y se y su entorno y los diversos públicos po- Por último, el tercer gran grupo en lo
convierte en una oportunidad tenciales. que a públicos se refiere viene dado por
Recordemos que Donostia es una su propio carácter municipal, ya que el
de ayudar al visitante a
ciudad turística, con una población en museo ha de completar la oferta cultural
conocer y entender la torno a los 185.000 habitantes y con existente en la ciudad a través de una pro-
sociedad vasca una amplia y variada oferta de aconte- gramación continua de actividades ocio-
cimientos culturales a lo largo del año: culturales dirigida a diversos públicos in-
Festival Internacional de Cine, Quince- teresados (familiar, infantil, jóvenes...) en
na Musical, Festival de Jazz, Semana de ámbitos como el patrimonio, la historia, la
Cine Fantástico y de Terror, Literaktum, creación artística o la sociedad.
Feria de Teatro, etc. La ciudad recibe en
torno a 440.000 visitantes al año que per-
noctan al menos una noche, a los que se La exposición permanente
añade una estimación de 1.500.000 per-
sonas que visitan en el día la ciudad, con- La combinación de los elementos hasta
centrados fundamentalmente en épocas aquí descritos y la búsqueda del equili-
vacacionales, visitantes que en gran me- brio entre todos ellos se han convertido
dida valoran una oferta de conjunto de en la mayor dificultad en la definición del
paisaje, cultura y gastronomía. En el caso nuevo museo: la creación de un nuevo
de San Telmo, su ubicación estratégica discurso atractivo y de interés para los
en pleno casco histórico de la ciudad lo diversos públicos definidos, en el que las
hace destino preferente de las visitas a colecciones cobran relevancia integradas
museos y monumentos y se convierte en como parte del discurso y cuya formali-
una oportunidad de ayudar al visitante zación se realiza en un edificio cuyo pro-
a conocer y entender la sociedad vasca. tagonismo estético e histórico condiciona
De ello se deriva una primera categoría y mediatiza todas las propuestas.
en lo que se refiere a públicos del mu- La exposición permanente se articula
seo que es la formada por el turismo. en tres grandes áreas que, respondiendo
La programación de exposiciones tem- a tipologías expositivas diferentes, orde-
porales estará también enfocada a con- na los temas tratados en tres amplios pe-
vertirse en un incentivo más a sumar a riodos de tiempo: el constituido por «el
la oferta cultural de la ciudad durante hoy» es el primero, desde los orígenes
el verano. a la ilustración, el segundo, y los siglos
Por otro lado, la oferta museística de XIX y XX, el tercero. Esta opción por una
la ciudad y su entorno está formada por ordenación cronológica fue debatida y
siete equipamientos: Museo de la Cien- analizada, optando finalmente por ella
cia Kutxa-Espacio, Museo Rezola sobre por considerar que facilitaba la com-

204
prensión global de la historia y teniendo te se plantea como un espacio singular,
en cuenta la experiencia de otros mu- en el que se ha querido mantener la vi-
seos de sociedad, cuya inicial ordena- sión de la iglesia vacía, tan sólo con la
ción temática había resultado incómoda presencia de los lienzos de Sert y sin
para parte del público. entrar en competencia con nuevos ele-
Los contenidos de la exposición mentos museográficos. Por ello, el tra-
también fueron ampliamente debatidos tamiento de los desafíos se plantea en
y numerosas veces corregidos y trans- el bajo coro, constituyendo un espacio
formados. Con el objetivo de definir cambiante y en continua transformación
los temas fundamentales que el museo según los temas abordados en cada mo-
debía abordar al hablar de sociedad mento.
vasca, se constituyó una comisión cien- Este ámbito articula el vínculo del La exposición permanente
tífica formada por especialistas en di- museo con la contemporaneidad, con
se articula en tres grandes
versos temas como historia, antropolo- la sociedad de hoy; por ello supone un
gía, ciencias, literatura, arte, etnografía gran reto, no sólo en su formalización áreas que, respondiendo
y sociología; tras seis meses de trabajo inicial sino de manera muy especial en a tipologías expositivas
se concluyó con la redacción de un su desarrollo posterior, ya que se con- diferentes, ordena los temas
documento de contenidos a partir del vierte en un espacio en continuo cam- tratados en tres amplios
cual el museo iba a realizar un riguroso bio, vinculado a la transformación de la períodos de tiempo:
trabajo de documentación de los temas, sociedad. Los desafíos elegidos inicial-
el constituido por «el hoy»
revisión y documentación de las colec- mente son: la paz, un mundo sosteni-
ciones, creación de unidades exposi- ble, la interculturalidad y Europa. es el primero, desde los
tivas y articulación del discurso. Todo Su planteamiento y desarrollo es en orígenes a la ilustración,
el proceso se ha realizado buscando la sí mismo un desafío para el museo, ya el segundo, y los siglos XIX
participación de entidades culturales que supone asumir una función activa y XX, el tercero
como la universidad, Eusko Ikaskuntza del museo respecto a los movimientos
o la Sociedad de Ciencias Aranzadi, así que genera esta sociedad de la que
como con la participación de especia- pretende ser reflejo.
listas y divulgadores de diversos temas.
Igualmente se ha establecido relación – Huellas en la memoria: constituye un
con otros museos del territorio espe- mosaico de fragmentos de la memoria
cializados en cuestiones que iban a ser del pueblo vasco. La planta baja del
abordadas de forma más general, como pabellón Zuloaga se configura como
los vinculados con el mar, la armería un espacio para la representación de
o el hierro. De esta forma, a pesar de elementos constructivos de la sociedad
haber sido un proceso largo y costoso vasca. Huellas, tradiciones, persona-
ha servido para crear una red de rela- jes, mitos, acontecimientos que se han
ciones entre el museo y distintos ámbi- sucedido a lo largo del tiempo y que
tos de la sociedad vinculados al cono- marcaron la historia hasta el siglo XIX,
cimiento, investigación y difusión, que momento en el que de manera vertigi-
es clave para el desarrollo posterior de nosa se transforma la sociedad e inicia
las actividades del museo. su andadura hacia la modernidad.
Finalmente, los contenidos temáticos Se han seleccionado los temas por
sobre los que actualmente se está desarro- su poder transformador, por la influen-
llando el proyecto museográfico han que- cia en los modos de vida, por la capa-
dado estructurados en tres grandes áreas: cidad de construir pensamiento, por
su permanencia en el tiempo o por
– Desafíos: principio y final del museo, su proyección universal. Sin seguir un
se ubica en la iglesia, que es el primer relato lineal, se focalizan visiones so-
espacio de la exposición permanen- bre los orígenes, la huella romana, las
te al que el visitante llega a través del guerras de bandos, la creación de las
claustro y donde se encuentra con la villas, las ferrerías, los balleneros y los
sociedad vasca de hoy, con sus debates, navegantes, la Inquisición, los jesuitas
preocupaciones y desafíos. Formalmen- o la Ilustración (figura 5).

205
– Despertar de la Modernidad: nos acer-
camos al tipo de organización social,
familiar y laboral, a las actividades
económicas, a la vida cotidiana, y a
las ideologías y reivindicaciones de
esta sociedad. Los siglos XIX y XX con-
centran gran parte de las principales
claves para entender lo que hoy en
día conforma la sociedad. Son siglos
de agitación en los que conviven mo-
delos muy diferentes de vida y en los
que se da el tránsito de una sociedad
con valores adscritos al Antiguo Ré-
gimen a otra totalmente transforma-
da en sus bases sociales, culturales e
ideológicas. Aunque se produjo una
pervivencia de modelos tradicionales,
significó la modernización de la socie-
dad con el consiguiente desarraigo de
sus antiguos modos de vida y costum-
bres.
Precisamente las colecciones del
museo se explican en este contex-
to. Gran parte de los fondos etno-
gráficos del museo provienen de la
labor investigadora de etnógrafos y
arqueólogos, preocupados por recu-
perar un patrimonio que desaparecía
bajo el empuje del mundo industrial.
Figura 5. Documentación correspondiente al área: Despertar de la Modernidad. © Museo San Telmo.
El ámbito cronológico mayoritario
de estos fondos corresponde a las
primeras décadas del siglo XX y es-
tán constituidos principalmente por
útiles de trabajo, objetos de vida ma- artes en el territorio, nos ha llevado a que finaliza en el siglo XIX y con el final
terial, espiritual y objetos artesanales dar un tratamiento diferenciado a estas del área Despertar de la Modernidad, de
(figura 5). colecciones, optando por su exhibición la que se convierte en colofón, en repre-
Ligado a esto, resultaron decisivas como conjunto y no distribuidas a lo lar- sentación artística del tiempo histórico
las ideologías políticas que orientaron go del resto del discurso. vivido por la sociedad vasca en este des-
el trabajo de los artistas más represen- En una de las salas, «Historia del Arte», pertar a la modernidad. La articulación
tativos. De este cruce entre enriqueci- se configura una exposición cronológica de estos 100 años se plantea siguiendo
miento social y pugna política salieron a través de la historia del arte que arran- una organización generacional de los
las obras plásticas, arquitectónicas y li- cando en el siglo XV, llega hasta el siglo autores, basada a su vez, en los diferen-
terarias más representativas de la mo- XIX; con un carácter eminentemente di- tes hitos históricos y artísticos que van
dernidad y por ello desde aquí se da dáctico, muestra obras de algunos auto- marcando la evolución del arte vasco.
paso a las dos salas destinadas a bellas res clave de la historia del arte, como el Esta amplia base temática y cronológica
artes, y concretamente a la exposición Greco, Tintoretto, Ribera, Rubens, Berue- que constituye la exposición permanente
de arte vasco. te, Fortuny, Madrazo o Miró y permite co- permite que el museo aborde a partir de
nocer la evolución de los estilos artísticos su puesta en marcha un amplio plan de
a lo largo del tiempo. En la otra sala se actividades, en el que se incluya tanto la
Salas de Bellas Artes presenta la «Historia del Arte Vasco», con programación de exposiciones tempora-
su origen a finales del siglo XIX y su evo- les como de actividades culturales y di-
La representatividad del conjunto que lución hasta finales del siglo XX; queda dácticas, obligándose así a una continua
conforma esta colección, así como la ya vinculada cronológica, temática y espa- reflexión sobre su propia definición y
citada ausencia de un museo de bellas cialmente con la sala de historia del arte razón de ser.

206
Figura 6. Lambretta, representativa del patrimonio generado por el proceso de industrialización. © Museo San Telmo.

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207
museos
en marcha ¿Al servicio de la sociedad
y de su desarrollo?
El Laboratorio Permanente
Virginia Garde López
Enrique Varela Agüí
Subdirección General de
de Público de Museos:
Museos Estatales
Madrid una herramienta de gestión
Virginia Garde López es licenciada en Resumen: La pregunta que encabeza unas instituciones imprescindibles en el
Geografía e Historia, Máster en este artículo no es retórica, sino que se panorama cultural de la acomodada so-
Museología por la Universidad Complutense interroga acerca de la aplicación de uno ciedad occidental contemporánea. Insti-
de Madrid, y especialista en Comunicación de los principales mandatos que contie- tuciones de referencia en la práctica del
Pública por el INAP. Tras desarrollar su
ne la definición de museo del ICOM. La ocio y el turismo cultural, del aprendiza-
trabajo en distintas instituciones culturales
respuesta pasa por la necesidad de eva- je en sus diversas «formas», del placer, el
(Centro de las Letras Españolas, Patrimonio
Nacional), en 2001 accede al Cuerpo
luar la calidad de la relación del museo entretenimiento o el disfrute.
Facultativo de Conservadores de con sus visitantes. Para ello el Ministe- En concreto, «el panorama museísti-
Museos, desarrollando sus servicios en la rio de Cultura ha puesto en marcha el co español ha ganado en complejidad
Subdirección General de Museos Estatales. Laboratorio Permanente de Público de y en una extensión sin precedentes»
Desde el año 2005 es jefa del área de Museos, una herramienta de gestión de (Bolaños, 2008: 8). La política cultural
Difusión y Desarrollo de la citada las políticas de público. de cualquier administración tiene en los
Subdirección, donde desempeña labores museos uno de sus ejes fundamentales
relacionadas con la potenciación de la Palabras clave: Museos, Público, Cali- de actuación. Pero no sólo debería ser
presencia de los museos en la sociedad. dad, Investigación, Formación, Comuni- así en lo que se refiere a ese irremedia-
virginia.garde@mcu.es cación, Herramientas de gestión. ble impulso por la primera piedra, por
la foto mediática, por la inauguración de
Enrique Varela Agüí es licenciado en Abstract: The title of this article is not a nuevos equipamientos, sino más bien
Geografía e Historia por la Universidad
rhetorical question; it is a question about esa política cultural de museos debería
Autónoma de Madrid y especialista en
the application of one of the principles preocuparse por consolidar estas insti-
Comunicación Pública por el INAP.
En 2005 accede al Cuerpo Facultativo de
included in the ICOM´s museum defini- tuciones, dotarlas de unas herramientas
Conservadores de Museos, estando desde tion. To find the answer is necessary to de gestión ágiles, de un funcionamiento
entonces su trayectoria profesional ligada al evaluate the quality of the connections eficaz, de unos servicios acordes con las
ámbito de la difusión y la comunicación en between the museums and their audien- demandas actuales, de unos profesio-
los museos. Ha trabajado en el Museo ce, to that effect the Ministerio de Cultu- nales cualificados y concienciados con
Sorolla, el Museo del Traje CIPE y en la ra has started the Laboratorio Permanen- su función de gestores públicos de ser-
Subdirección General de Museos Estatales. te de Público de Museos, a tool for the vicios o productos culturales, de unos
Ha sido Vocal Asesor del Gabinete de la management of audience politics. presupuestos que vayan más allá de
Ministra de Cultura y en la actualidad es sufragar sus gastos de primera necesi-
Subdirector General de Museos Estatales.
Keywords: Museums, Audience, Quali- dad..., por convertir, en definitiva, a los
enrique.varela@mcu.es ty, Investigation, Training, Communica- museos en instituciones donde la cali-
tion, Management tools. dad del servicio y la orientación hacia la
ciudadanía empapen todas y cada una
Vamos a comenzar este artículo con de sus actuaciones. Y es que la política
unas palabras grandilocuentes que hoy cultural no termina al poner las infraes-
Figura 1. Visita guiada para escolares en el Museo en día están en la mente y boca de to- tructuras culturales a disposición de la
del Traje. Foto: Museo del Traje. CIPE. dos. Los museos se han convertido en sociedad, como claramente tampoco la

208
política sanitaria termina tras inaugurar cutan en la sociedad, hay que llevar a
los hospitales, o la educativa una vez cabo previamente una serie de opera-
abiertos los colegios. ciones que garanticen una gestión del
Como señala el ICOM (2002): «Los museo orientada realmente a la socie-
museos representan una responsabili- dad. Parangonando las funciones que
El desarrollo de la conciencia dad pública cuyo valor para la comu- los museos realizan en relación con las
–que no la ciencia– en torno nidad está en proporción directa con la colecciones, queda pendiente el cum-
a la gestión de políticas de calidad de los servicios prestados». plimiento de esas mismas funciones en
público en nuestro país relación con los visitantes:
apenas se resume en unas
Las colecciones y el público: – «Conservar al público» para fidelizarlo,
cuantas iniciativas pioneras
a través de una programación cultural
y puntuales, por mucho que una trayectoria desigual
adecuada a sus intereses, necesidades
la bibliografía diga que y expectativas. Una programación en la
comienza en la década de Si la política cultural tiene en los museos que el público no sea destinatario pa-
los ochenta del siglo XX una de sus líneas prioritarias, ¿cuáles son sivo, sino interlocutor activo. «El museo
las líneas prioritarias de actuación de los debe ofrecer al público la posibilidad
propios museos? Como es bien sabido, de colaborar en sus actividades y apo-
dos: los bienes culturales y el público. yar sus objetivos y su política» (ICOM,
No obstante, la atención al objeto y al 2002).
sujeto, los dos pilares sobre los que se
sustenta el propio concepto de museo, – «Enriquecer al público» en su forma-
no ha sido la misma, ni ha tenido la mis- ción cultural, intelectual, emocional
ma trayectoria y relevancia en la vida de o humana, mediante una adecuada
estas instituciones. comunicación de los conocimientos,
El compromiso del museo con los actitudes y valores que transmiten los
bienes culturales que tiene asignados y bienes culturales.
sobre los que desarrolla toda una inten-
sa actividad es incuestionable y viene de – «Incrementar el público», en el senti-
lejos. El museo custodia, conserva, do- do de «atraer a un público más amplio
cumenta, investiga, exhibe y enriquece procedente de todos los niveles de la
sus colecciones. comunidad» (ICOM, 2002), para que el
¿Podemos decir lo mismo de la otra museo cumpla verdaderamente con su
línea de actuación? ¿Hasta dónde lle- misión de fomento de la cultura y la
ga el compromiso del museo con el educación.
público, con la sociedad para la que
desarrolla todas esas funciones sobre – Y por fin, «investigar al público», co-
las colecciones? Ese compromiso no nocerlo, para conservarlo, para en-
acaba en una buena gestión sobre las riquecerlo, para incrementarlo. Co-
colecciones, aunque ya es un buen co- nocimiento y análisis de la realidad
mienzo; se inicia en ella pero termina del público para adecuar el museo
cuando esa gestión desemboca en su a sus necesidades, para que cumpla
destinatario final y legítimo titular: la verdaderamente con su finalidad de
sociedad. Y para ello hay que realizar estar «al servicio de la sociedad y de
toda una serie de tareas de conserva- su desarrollo». No se puede estar al
ción, de enriquecimiento, de incre- servicio de esa sociedad si apenas
mento y de investigación... de público. sabemos quién es, qué desea o qué
Volvemos a plantear la misma cuestión, necesita.
si la política cultural no acababa inau-
gurando infraestructuras culturales, la Como decíamos anteriormente, el
gestión cultural en el museo no finaliza desarrollo de la ciencia –y la concien-
en un adecuado tratamiento interno de cia– en torno a la gestión y tratamiento
los bienes culturales porque, para que de las colecciones lleva una larga tra-
los resultados de ese tratamiento reper- yectoria de investigación (en conser-

210
Figura 2. Visitantes en la exposición permanente de ARQUA. Foto: Museo Nacional de Arqueología Subacuática. ARQUA.

vación, restauración, documentación, ción) a las necesidades reales del públi- disponer de información acerca de su
exhibición...). Pero el desarrollo de la co, todavía hay quien se permite discu- perfil socio-demográfico, hábitos cul-
conciencia –que no la ciencia– en torno tirlo. En definitiva, podemos decir que el turales, prácticas de ocio, expectativas
a la gestión de políticas de público en público ha sido el último en entrar en el en relación con los museos, frecuencia
nuestro país apenas se resume en unas museo, aunque suene paradójico. de la visita, razones para visitarlos, ex-
cuantas iniciativas pioneras y puntuales, periencia de la visita, valoración de la
por mucho que la bibliografía diga que misma en sus múltiples aspectos (desde
comienza en la década de los ochenta La necesidad de investigar la señalética y circulación a la comu-
del siglo XX. Comienza a trompicones y nicación...). En una gestión del museo
continúa de la misma forma. Y es que la germinación de una con- orientada a satisfacer las necesidades
Es en esa misma década de los ciencia en torno a una adecuada gestión del público, este tipo de conocimientos
ochenta, por tomar un ejemplo, cuando de los bienes culturales en el museo na- fundamentará las decisiones que se to-
comienzan a desarrollarse también las ció de la investigación, que aportó los men de cara a satisfacerlas y, para que
teorías y prácticas en torno a la conser- datos, información y argumentos sufi- esas decisiones se ajusten a la realidad,
vación preventiva, y comparemos hasta cientes como para convencer de la ne- el conocimiento debe ser riguroso, es
dónde han llegado las unas y las otras; cesidad de desarrollar toda una eficaz decir, obtenido con metodología cientí-
qué grado de implantación tienen unas política de conservación, documenta- fica. Ese es el fundamento de los estu-
y otras en la mente de los profesionales; ción o restauración. dios de visitantes.
qué grado de aplicación tienen unas y Del mismo modo, la consolidación Las piezas tienen sus necesidades y
otras en el establecimiento de protocolos de una conciencia en torno a una ade- el público visitante (y el no visitante más
en torno a la conservación preventiva de cuada gestión de la relación museo-pú- todavía) tiene las suyas, y sólo investi-
las colecciones, y en el establecimiento blico debe partir de la investigación, que gando seremos capaces de conocerlas.
de protocolos y procedimientos en tor- nos aportará los datos, información y ar- Una de las más importantes es poder
no a la realidad del público en el museo. gumentos suficientes como para poder establecer una comunicación efectiva
De la necesidad de adaptar el museo a convencer de la necesidad de adaptar con los bienes culturales, extraerles el
las necesidades medioambientales de el museo a sus necesidades, de verificar contenido que encierran, adecuando el
los bienes culturales para su adecuada el acierto de determinadas políticas o el mensaje a sus conocimientos, su forma-
conservación no hay nada que discutir naufragio de otras. ción, capacidades o intereses; incitándo-
(nosotros tampoco, por supuesto); de la El quehacer científico nos aportará les a vivir una experiencia única en el
necesidad de adaptar el museo (sus espa- luz en el conocimiento del público y, museo. Una experiencia que pasa por
cios, sus recorridos, sus exposiciones, sus más concretamente, sobre las caracte- todos y cada uno de los espacios públi-
textos, sus equipamientos, sus servicios, rísticas que definen a los distintos tipos cos del museo, por todos los servicios
sus horarios, sus discursos, su programa- de visitantes. Conocerlos mejor implica que ofrece, por todos los conocimientos

211
servicios destinados al público que tuación del museo con sus visitantes,
completen y enriquezcan la visita a la en la mejora de la calidad de este ser-
exposición permanente de su colec- vicio público. ¿Imaginan alguna empre-
ción? sa, producto o servicio que tiene como
– ¿Exponiendo unos objetos únicos que destinatario al público que, una vez que
nos embriagan de «Alta Cultura» pero es consciente de lo que éste requiere de
que apenas dejan poso en nuestra él, y que redundaría en mejorar la cali-
modesta formación intelectual, más dad del servicio y en un aumento en la
allá del placer de la experiencia estéti- demanda, no implantara esas mejoras?
ca (que no es poco)? Varias décadas después de que la
– ¿Llenando nuestras exposiciones de Nueva Museología declarara la apertura
gentes de sólida formación cultural del museo a la sociedad, las proclamas
que valoren realmente el alcance de apenas se han convertido en hechos.
los bienes que allí exponemos y la la- Lamentablemente, una situación como
bor que desarrollamos? la descrita sólo puede explicarse desde la
– ¿O intentando acercar al museo a aque- perspectiva de una clara indiferencia del
lla inmensa mayoría que no tiene un museo hacia sus visitantes. Desde la pre-
interés especial por visitarnos, pero cariedad de una relación en la que uno
cuya atracción es nuestro compromiso habla y el otro escucha, en la que no
como servicio público? hay diálogo alguno, sino un monólogo
– ¿Saturando las exposiciones de infor- ilustrado, una clase magistral del museo
Figura 3. Portada de la Evaluación de la calidad del mación complementaria o dejando hacia su público, que la institución tiene
servicio de los museos de titularidad estatal. AEVAL. en soledad las piezas para que ha- preparada con mayor o menor pulcritud
blen por sí mismas, sin mediación al- y eficacia. Y, como todos sabemos, ese
guna? tipo de relaciones no enriquecen más
que revela. El museo es, o debería ser, que al ego del predicador.
una fábrica de experiencias. Pues la verdad es que no tenemos una Declara María Bolaños que, hasta
Aquí confluye y cobra sentido la respuesta certera a estas preguntas por- hace poco tiempo, el principal museo de
existencia del museo, en la articulación que el caso es que, en España y hasta nuestro país, «en su relación con el pú-
de un diálogo entre los objetos y el pú- ahora, apenas les hemos preguntado a blico, manifestaba el más desconsiderado
blico, entre el edificio y sus visitantes, nuestros visitantes si los horarios son desdén» (2008: 475). No creemos que esa
entre los servicios y sus usuarios, con la acordes con su tiempo libre, si les gus- indiferencia que denota menosprecio sea
mediación de los gestores culturales, de taría completar la visita a las colecciones exclusiva del Museo del Prado, aunque
los profesionales del museo. con un descanso reparador en la cafe- en él todo se magnifique, sus defectos y
tería o tener un recuerdo de su visita sus virtudes. Se trata de un rasgo de la
en la tienda del museo, si han entendi- personalidad de los museos que, de un
Una relación marcada do lo que les queríamos contar, si han modo genérico, podría extenderse a bue-
por la indiferencia aprendido, si han disfrutado, si se han na parte de las instituciones de nuestro
cansado, si se han aburrido, si son élites entorno, que, en mil detalles, manifiestan
Volvemos a la idea de la que partíamos o clase media cultural... No tenemos una una clara indiferencia hacia su público,
al inicio. Al menos como bienintencio- respuesta efectiva a estas cuestiones, real y potencial. Por no preocuparnos, no
nada declaración, hoy en día el museo de tal modo que a la hora de adecuar nos preocupamos muchas veces ni por
existe por y para la sociedad, las co- u orientar el museo a las necesidades analizar las cifras de visitantes, primer y
lecciones las gestionamos por y para reales del público, hemos tomado de- antipático indicador de una larga lista de
ellos... Pero una vez dicho esto, ¿cómo cisiones que han sido conformadas por datos, cuantitativos y cualitativos, sobre
materializamos esa modélica declara- nuestras intuiciones en torno a lo que nuestros visitantes que apenas sabemos
ción de intenciones? creemos que el público necesita, no por cómo interpretar.
lo que realmente nos han dicho que ne-
– ¿Abriendo las puertas de los museos en cesitan y esperan del museo.
unos horarios que son más adecuados Ciertamente apenas les hemos pre- Una evaluación reciente
al horario de los vigilantes del museo guntado, y las pocas ocasiones en que de la calidad del servicio
que a las disponibilidades de tiempo de lo hemos hecho, de modo general, sus
ocio de los visitantes? respuestas no han tenido consecuencias Pero aparentemente la situación no es
– ¿Dotando a estas instituciones de unos ni posterior aplicación alguna en la ac- tan desesperanzadora. Algunas encues-

212
tas de satisfacción del visitante nos dan
resultados óptimos en cuanto a la sa-
tisfacción del público en su visita a los
museos. Eso es al menos lo que se des-
prendió de la Evaluación de la calidad
del servicio en los museos de titularidad
estatal que realizó en 2007 la Agencia
Estatal de Evaluación de las Políticas Pú-
blicas y la Calidad de los Servicios (en
Figura 4. Logotipo del Laboratorio Permanente de
adelante AEVAL)1, con unos valores de Público de Museos. Ministerio de Cultura.
7,9 sobre 10.
Sin embargo llama la atención que di-
cho informe indique que «la satisfacción
de los visitantes de los museos objeto de sitiva se debe al creciente interés de la
la evaluación muestra unos resultados tan sociedad hacia los museos».
positivos que pueden parecer sorpren- En definitiva, que no parecen con-
dentes»2. Y continúa señalando que «pa- vencer a los evaluadores algunos de
radójicamente, estos valores positivos en los resultados obtenidos en la investi-
la percepción de los usuarios no correla- gación al confrontarlos con la realidad
cionan con las evidencias encontradas en de los hechos que ellos mismos inves-
lo que se refiere a la calidad objetiva (...). tigaron. Y esta cuestión no es baladí
Es llamativa la falta de implicación de los pues lo que se vislumbra es si algunos
usuarios en el diseño y mejora de los ser- resultados tan satisfactorios no serán 1
El Consejo de Ministros, el 30 de marzo de
vicios ofertados ya que no se analizan las fruto del azar y no de un trabajo cui- 2007, encargó a la AEVAL una evaluación de
los museos de titularidad estatal y gestión
expectativas de los visitantes3». Asimismo, dadoso y planificado; si no será que el
exclusiva del Ministerio de Cultura desde la
la evaluación detectó también «carencias» público que viene a nuestros museos es
perspectiva de la calidad del servicio a sus
en cuanto al desarrollo de políticas de un satisfecho público rendido ante los
usuarios o visitantes, con la finalidad de
comunicación y marketing para atraer a pies del museo, ya desde el momento determinar en qué medida ese servicio se
los visitantes, y ponía en evidencia otras en que accede por la escalinata monu- adapta a las expectativas de demandas de los
cuestiones como: mental del templo. ciudadanos y de favorecer la mejora del
Si desconociéramos la autoría del mismo. El resultado de dicha evaluación
– Ausencia de la práctica de la autoevalua- informe, al leer sus principales con- puede encontrarse en la página web de la
ción como instrumento de diagnóstico y clusiones, podríamos estar tentados de Agencia (www.aeval.es Evaluación de
mejora de la organización. pensar que sus autores no nos tienen en políticas) o en la página del Ministerio de
– Escasa capacidad de captación de buena estima, que no se fían de nuestro Cultura (www.mcu.es/museos Laboratorio
Permanente de Público de Museos).
nuevos visitantes. trabajo, pues, a pesar de que algunos 2
Se trata de valores que no se alejan de los
– Limitada eficacia de las actividades de resultados, como el índice de satisfac-
recogidos normalmente en otros museos.
difusión derivada de una ausencia de ción o el incremento de visitantes, indi-
Pero también se explica por el hecho de que
evidencia de que se publiciten y difun- can que estamos trabajando en la buena el ciudadano tiene distintos tipos de relación
dan debidamente y con la suficiente an- dirección, en todo momento se pone con los servicios públicos de la Administración,
telación todas las actividades que pro- en cuestión que esos resultados estén según su naturaleza. Y no es lo mismo la
graman los museos. vinculados con una planificación y una relación de contribuyente o de administrado
– Papel real de los museos como institu- metodología bien aplicada. El problema sometido a procedimientos de autorización y
ciones culturales de referencia (sic). es que no se trata de una investigación obligatoriedad, que el usuario de un museo
Uno de los principales resultados que el realizada por algún antiguo profesional público, un servicio vinculado con el ocio y la
informe señala es «la evolución del nú- resentido, sino de una Agencia Estatal cultura al que el ciudadano accede por
voluntad propia y del que no tiene
mero de visitantes, que se ha incremen- que tiene como misión el impulso de
dependencia vital.
tado en todos los museos», y aquí vuelve la gestión de calidad en los servicios al 3 Salvo la gestión de las quejas y sugerencias,
a poner en cuestión si ese incremento ciudadano, favoreciendo la participa-
o la existencia de Asociación de Amigos en
de visitas es fruto de un trabajo planifi- ción y la transparencia. los museos que cuentan con ella, «no se
cado, pues «no queda clara su relación Pero, no obstante, no todo era ne- efectúan encuestas, ni se realizan reuniones
directa con una planificación y una es- gativo. Así, el estudio señala «la clara con grupos focales o se utiliza cualquier otro
trategia que no se termina de vislumbrar evidencia de que los museos cumplen mecanismo para conocer las necesidades y
o si, por el contrario, esta evolución po- sobradamente con su función principal expectativas de los usuarios del Museo».

213
como instrumentos de implementación poner definitivamente en marcha actua-
de la política cultural». ciones verdaderas y duraderas en ma-
Y concluye con una serie de reco- teria de políticas de público en los mu-
mendaciones que resumimos en cuanto seos. Y valdrían también para terminar
a su relación con el público: en este punto estas mismas páginas.
En 2007 se planteó la «El Ministerio de Cultura, conjunta- Pero hay otro hecho importante que
mente con los museos, debería abordar significar en materia de políticas de pú-
necesidad de convertir
un plan de revisión de los modelos de blico ocurrido en ese mismo año 2007
la investigación de público gestión», afrontando los siguientes as- y que no tiene una vinculación causa-
en un hábito de trabajo en pectos: efecto con el informe de la AEVAL, pero
nuestros museos, de cara – El diseño de un estudio de análisis de que sí es un sorprendente caso de «con-
al cumplimiento eficaz las demandas y expectativas de los vergencia de intereses», pues está en la
de su función social visitantes, y de la satisfacción de los línea de lo señalado por la Agencia Esta-
usuarios. tal. Este sucedió en el seno de la Comi-
– La reorientación de la gestión de los sión de Difusión de la Subdirección Ge-
museos a procesos, mediante la iden- neral de Museos Estatales del Ministerio
tificación, reorientación y documenta- de Cultura4. En una de estas reuniones,
ción de los mismos. concretamente en julio de 2007 cuando
– La definición de los estándares de ca- todavía la AEVAL no había terminado de
lidad de los servicios. realizar su evaluación, se planteó la ne-
– El diseño de un sistema de medición y cesidad de convertir la investigación de
seguimiento de los resultados alcanza- público en un hábito de trabajo en nues-
dos. tros museos, de cara al cumplimiento
– Impulsar, dentro de los museos, pro- eficaz de su función social.
cesos de autoevaluación organizacio- En dicha reunión se aceptó la pro-
nal sobre la base de modelos de refe- puesta planificada por los miembros
rencia. del grupo de trabajo formado al efec-
– Valorar, dentro del marco jurídico ac- to5, y a lo largo de los meses siguientes
tual, el otorgar a los museos una ma- se produjeron distintas reuniones entre
yor autonomía de gestión. un grupo de trabajo más amplio, cons-
– Evaluar la implementación del Plan tituido por el anterior equipo y los res-
Estratégico de la Red de Museos Es- ponsables de la citada Subdirección, y
tatales 2004-2008, lo que permitiría encargado de definir y poner en marcha
comprobar el logro de una de sus fi- el proyecto de investigación de público.
nalidades, cual es la máxima calidad La propuesta y aceptación del pro-
en el servicio ofrecido al ciudadano. yecto surgió de la unión de los intere-
ses y necesidades de las dos partes que
conforman la Comisión (los museos y la
El surgimiento de un proyecto Subdirección General de Museos Esta-
tales). Para los profesionales de museos
Estas son, en síntesis, las líneas funda- responsables de las actividades públicas
mentales del estudio que, en 2007, la AE- era necesario tener un conocimiento
VAL realizó a los museos de titularidad más exhaustivo de sus visitantes para
4 Constituida desde el año 2005 por estatal y gestión exclusiva del Ministerio planificar, diseñar, producir e imple-
representantes de los departamentos de de Cultura. Una evaluación realizada por mentar dichas actividades (desde las
Difusión de los museos adscritos a la expertos externos que pone en cuestión exposiciones hasta los talleres) de ma-
Dirección General de Bellas Artes y Bienes
muchas de las prácticas y procedimientos nera que respondiesen a las expectati-
Culturales, y los miembros del Área de
de nuestros museos y, por supuesto, de vas e intereses de estos, y presentar así
Difusión y Desarrollo de la citada
Subdirección.
la administración gestora de la que de- una oferta cultural propia, diferenciada,
5
El grupo de trabajo se constituyó en marzo penden, en lo que se refiere a su relación competitiva y adaptada a ellos. Para la
de 2006. Los prolegómenos a la aceptación con los usuarios de los museos. Subdirección General de Museos Esta-
de dicha propuesta han sido relatados por las Las conclusiones del informe debe- tales, además del interés intrínseco y
integrantes del grupo de trabajo en Ángeles rían bastar para corroborar lo dicho en de la posibilidad de obtener resultados
(2008: 31-35). las primeras páginas de este artículo y puntuales, globales y comparativos en-

214
Figura 5. Visitantes del Museo Nacional de Arte Romano realizando las encuestas del Laboratorio. Foto: Museo Nacional de Arte Romano.

215
tre museos, es prioritario avanzar en la museos no disponemos de este tipo de
implantación de herramientas de planifi- formación, y resulta igual de evidente
cación en los mismos, una de cuyos fru- que esta formación es del todo nece-
tos es el Plan Museológico, documento saria si se quiere que la investigación
propuesto como herramienta de planifi- responda a las necesidades de conoci-
cación y gestión en nuestros museos, y miento propias de cada museo, y que
que recoge la necesidad de los estudios la responsabilidad del proyecto recaiga
de público para planificar las políticas en manos de los propios museos, de
El Laboratorio descansa en de público de la institución y evaluar la sus profesionales, tan polivalentes y tan
tres pilares fundamentales calidad de los servicios. escasos de especialización. Se trataba,
(investigación, formación por tanto, de dotar a los miembros del
proyecto de los conocimientos necesa-
y comunicación) que son El Laboratorio Permanente
rios para afrontar con garantías aspectos
igual de importantes, pues de Público de Museos clave de la investigación. En este senti-
están interconectados entre do, el proyecto contempla la realización
sí en la planificación y Varios son los rasgos principales que de- de cursos teóricoprácticos de formación
desarrollo del proyecto finen este proyecto y lo diferencian de que resulten de utilidad para tomar ini-
lo que hasta la fecha ha sido habitual en ciativas que afecten al proyecto, y que
nuestro país en materia de investigación promuevan actitudes y actuaciones ade-
de público de museos. Para empezar, cuadas en relación con la evaluación.
se determinó desde un principio que el Cursos, en definitiva, que respondan a
proyecto tuviera un carácter permanen- la necesidad de formación en lo refe-
te para que la investigación de público rente a las investigaciones a realizar o al
se convirtiera en una herramienta ha- campo que se investigue, y que se pro-
bitual de trabajo, no limitándose a una gramen en función de las necesidades
investigación puntual como había ocu- detectadas y con la colaboración de los
rrido, entre otros, con el conocido estu- profesionales externos que se conside-
dio realizado en el año 19996. Se trataba, ren pertinentes.
con ello, de crear un sistema permanen- Una vez expuestas las carencias de
te de obtención de información relevan- formación del personal de los museos
te sobre el público y su percepción del en este campo, no había mucho que
museo, que permitiera disponer de in- discutir sobre la necesidad de contar
formación constante y actualizada. Así, con una asesoría científica externa, pero
se definió un sistema de investigación permanente, que avalara la calidad y el
continua que se llevaría a cabo en todos rigor del proyecto7.
los museos, diseñado y consensuado Muy importante también en la defi-
6
Estudio de público realizado en cuatro
por todos sus miembros, con los mismos nición del proyecto es convertir a este
museos de titularidad estatal: Museo
Cerralbo, Museo Arqueológico Nacional,
objetivos y la misma metodología, pero en un foro de encuentro, también per-
Museo Nacional de Antropología y Museo teniendo en cuenta las peculiaridades manente, de los profesionales implica-
Nacional de Artes Decorativas. de cada institución. dos; un soporte para la comunicación
7
Se invitó a realizar esta labor a Eloísa Pérez Pero también se decidió que no se- interna, el trabajo en equipo, el inter-
Santos, profesora titular de la Facultad de ría un mero proyecto de investigación o cambio de ideas, experiencias y conoci-
Psicología de la Universidad Complutense de que no sería sólo eso: la investigación mientos. Se trataba de buscar con ello la
Madrid, conocida especialista en estudios de sería una de las líneas estratégicas, pero implantación de estrategias que favorez-
visitantes y coautora de uno de los últimos no la única. Pues otra cuestión impor- can la comunicación entre los museos
estudios encargados por esta Subdirección. tante a abordar era la de la capacitación mediante la organización de una red
Su participación se formalizó mediante
del personal de los museos para definir que permita la interconexión de todos
Convenio de Colaboración con la Universidad
objetivos, elaborar hipótesis, interpretar los participantes entre sí y con el equipo
Complutense. En la actualidad dirige la
investigación que se está llevando a cabo y
resultados y gestionar la información de coordinación.
programa los cursos de formación con la que resultase de la investigación. En De esta forma, a lo largo del último
colaboración, en ambos campos, de Ángela definitiva, se facilitaría la formación e trimestre de 2007, la inicial propuesta
García Blanco, conservadora-jefe del implicación del personal en la investi- del grupo de trabajo de la Comisión de
Departamento de Difusión del Museo gación para que esta redundase en la Difusión sobre «Investigación de pú-
Arqueológico Nacional. acción. Es evidente que los técnicos de blico: estudio de las demandas de los

216
Figura 6. II Curso-taller para los miembros del Laboratorio. Foto: Ministerio de Cultura.

usuarios de los Museos Estatales» que- to a la investigación de público en los


dó recogida, definida y materializada museos estatales.
finalmente en lo que se denominó el La primera ronda de consulta del
Laboratorio Permanente de Público de Panel comenzaba con una pregunta ge-
Museos. neral: «¿Qué le gustaría saber sobre los
visitantes de museos?». Con las contes-
taciones obtenidas se elaboró un lista-
Investigación, formación, comunicación do de temas de interés. En una segunda
ronda se enviaron esos resultados ob-
Como puede verse, el Laboratorio des- tenidos y se pidió a los expertos que
cansa en tres pilares fundamentales ordenaran todos los temas que habían
(investigación, formación y comunica- surgido según la importancia que les
ción), que son igual de importantes en otorgaban. En síntesis, los temas princi-
el funcionamiento y éxito del mismo, pales de investigación que más valora-
pues prácticamente están interconecta- ron los expertos fueron: el estudio de
dos entre sí en la planificación y de- las motivaciones, intereses y expectati-
sarrollo del proyecto. Así, el Laborato- vas de los visitantes, junto a la inves-
rio se articula, por fases, en un ciclo tigación de sus variables sociológicas,
continuo de investigación, formación y además de los niveles de satisfacción,
difusión de los resultados, y adaptación la información antes de realizar la visi-
de los mismos a la realidad de cada ta, hábitos de visita... Finalmente, el 81%
museo. respondieron que estaban dispuestos a
En materia de investigación, el Labo- tener en cuenta en su gestión los resul-
ratorio comenzó con un Panel Delphi; tados que se obtuvieran de las investiga-
estudio cualitativo que consistió en con- ciones realizadas por el Laboratorio de
sultar a un grupo de expertos y gestores Público8. 8
El informe de resultados del Panel de expertos
de museos una serie de cuestiones en En segundo lugar, con los resultados puede consultarse en www.mcu.es/museos
torno a sus intereses y actitudes respec- de ese Panel de expertos, y tras la rea- Laboratorio Permanente de Público de Museos.

217
lización del primer curso de formación visión y unas pautas generales acerca
para los miembros del Laboratorio, el de cómo abordar el análisis e interpre-
curso-taller «Introducción a la investiga- tación de los datos resultantes de sus
ción de público», donde se dio la forma- museos en esta primera investigación.
ción necesaria para profundizar y aco- Por su parte, las asesoras científicas
meter el inicio de las investigaciones, efectuarán el análisis de los resultados
se pusieron sobre la mesa también, por globales y comparativos entre los mu-
parte de todos los miembros, los temas seos. Pero su trabajo comporta también,
prioritarios a analizar en la primera in- en el ámbito de la comunicación inter-
vestigación del Laboratorio. Temas que na, el asesoramiento preceptivo a cada
coincidían plenamente con los resulta- miembro del Laboratorio en la tarea del
dos obtenidos en el Panel Delphi. A par- análisis e interpretación de los datos de
tir de ahí, se procedió a la elaboración su museo.
de los cuestionarios (visitante individual Para facilitar esta comunicación,
y grupos escolares) para la realización tanto interna como externa, se creó una
de la Investigación sobre las característi- herramienta web muy útil: el micrositio
cas básicas, motivaciones, valoraciones del Laboratorio Permanente de Público
y experiencia del visitante de los museos de Museos dentro la web del Ministe-
estatales. rio de Cultura (www.mcu.es/museos/
En estos momentos, a fecha de ju- MC/Laboratorio). El objetivo es, des-
lio de 2009, ya se han realizado todas de el punto de vista de la comunica-
las encuestas en los museos que están ción externa, facilitar la transparencia
actualmente abiertos al público9, trans- en cuanto a la metodología empleada
curridas, a lo largo de un año, en dos por el proyecto, y servir de plataforma
campañas (primavera-verano 2008 y de divulgación de los resultados de las
otoño-invierno 2008-2009) que incluían investigaciones. Desde el ámbito de la
tres semanas de encuestas cada cam- comunicación interna, se habilitó un
paña (mayo-junio-julio y noviembre- área privada de miembros donde se
diciembre-febrero). Falta por completar encuentran alojados todos aquellos do-
las encuestas en un museo10, quedando cumentos que forman parte del proyec-
pendiente de realizar la toma de datos to (actas de reuniones, material de los
en los museos que están actualmente cursos, cronogramas de las encuestas,
cerrados al público11. cuestionarios, resultados de las encues-
En ese ciclo continuo de investiga- tas, instrucciones para el análisis e in-
ción-formación-comunicación que es terpretación de los datos...).
el Laboratorio, y en lo que se refiere Además, el área privada dispone de
al ámbito de la formación, además de una herramienta que facilita la comuni-
la realización del primer curso de ini- cación inmediata, vía correo electrónico,
ciación ya mencionado –que sirvió para entre los miembros. Desde ella se plan-
definir los objetivos de la primera inves- tean todas las consultas que tenga algún
tigación–, y una vez se terminó la fase miembro del Laboratorio, ya sean de tipo
9 Museo Arqueológico Nacional, Museo Casa de encuestas, se realizó un segundo organizativo, referentes al análisis de los
de Cervantes, Museo de América, Museo del curso-taller «La visita a museos: práctica datos de las encuestas... Se pueden reali-
Traje. CIPE, Museo Nacional de Antropología, cultural y servicio público. Marco teó- zar consultas puntuales a algún miembro
Museo Nacional de Arte Romano, Museo rico para la interpretación de los datos o masivas a todos los integrantes. Esto
Nacional de Artes Decorativas, Museo sobre los visitantes de los museos esta- último es lo que sucede en el momento
Nacional de Cerámica y de las Artes Suntua-
tales». En este curso, los miembros del actual en el que los museos se encuen-
rias, Museo Nacional de Escultura (actual
Laboratorio, además de cotejar nuestro tran analizando los resultados de las en-
Museo Nacional Colegio de San Gregorio),
trabajo con otro tipo de encuestas simi- cuestas; de modo que cualquier duda
Museo Nacional y Centro de Investigación de
Altamira, Museo Sefardí y Museo Sorolla. lares que se realizan en nuestro país, que un miembro plantea en relación con
10
Museo Nacional de Arqueología Subacuática. han tenido la oportunidad de analizar el tema en cuestión, es respondida por la
ARQUA. Se han realizado todas las tomas de los primeros resultados en bruto de la asesoría científica a todos los integrantes
datos salvo una semana en noviembre. investigación de cara a dotarlos, por teniendo así todos conocimiento de la
11
Museo Cerralbo y Museo del Greco. parte de la asesoría científica, de una problemática planteada.

218
Figura 7. Miembros del Laboratorio Permanente de Público de Museos. Foto: Ministerio de Cultura.

Estructura, recursos económicos, una Dirección Técnica y de Coordina- validez científica y elaborar los infor-
humanos, y compromisos ción, y por una Dirección Científica. mes pertinentes, además de dirigir la
La primera se encarga de planificar el formación destinada a los miembros
Pero además de dotar al proyecto de Laboratorio, supervisar el marco teó- del Laboratorio y al personal de los
una metodología de trabajo como la rico de investigación y su aplicación museos.
descrita, también se vio la necesidad práctica, coordinando y dando apoyo – Equipo de ejecución. Está integrado
de dotarlo de una estructura organi- logístico al personal de difusión de los por los profesionales de los depar-
zativa que permitiera un seguimiento museos, y haciendo de intermediaria tamentos de difusión de los museos
continuo del proyecto y garantizara entre los profesionales afines al ámbi- que han sido designados por sus res-
la resolución rápida de cualquier inci- to museístico, la asesoría científica, la pectivos directores para hacerse cargo
dencia. El Laboratorio se estructura a empresa de investigación sociológica, del Laboratorio. Estos profesionales
través de: y los demás participantes y colabora- participan activamente en el funcio-
dores. Las competencias de la segunda namiento del mismo, y son los res-
– Equipo de diseño y coordinación. Este son diseñar el marco teórico y orientar ponsables últimos de la ejecución del
equipo toma las iniciativas que afec- las investigaciones, interpretar los re- proyecto y de la aplicación de los re-
tan al Laboratorio y está formado por sultados de las mismas confiriéndoles sultados en cada uno de los museos.

219
Figura 8. Micrositio del Laboratorio Permanente de Público de Museos. Ministerio de Cultura.

Finalmente, hay que decir que esta sostenimiento del Laboratorio Permanen- Una herramienta de gestión
metodología de trabajo y esta estructu- te de Público de Museos.
ra organizativa no podrían tener éxito Finalmente, resulta clave el compro- Pero, por encima de todo lo hasta aquí
si no se contara con tres importantes miso, por parte de los responsables últi- expresado, hay que decir que el Labo-
elementos. mos de los museos y de la Administración ratorio está concebido primordialmente
En primer lugar, los recursos econó- gestora de la que dependen, de que el como una herramienta de gestión mu-
micos necesarios para poder financiar Laboratorio se convierta en un instrumen- seística, en la que investigación, forma-
el proyecto, sufragando los costes de la to para la obtención de conocimientos re- ción y comunicación son instrumentos
realización de las encuestas, de la for- levantes sobre el público de los museos para permitir a los profesionales y ges-
mación de los miembros o de la asesoría que, a su vez, sean útiles para mejorar tores disponer de datos significativos
científica externa, entre otros aspectos. la gestión museística. Y esa utilidad de- sobre los visitantes, con la finalidad de
Aunque no se trata de cifras exorbitan- pende de un último y crucial factor: la orientar todas las actuaciones que tienen
tes si se comparan con otras aplicacio- aplicación de los resultados de las investi- como destinatario último al público, de
nes presupuestarias destinadas a los gaciones. Que el museo sea sensible o no modo que, a través de la relación con el
museos, consideramos verdaderamente a la realidad del público depende no sólo mismo, se optimice el cumplimiento de
relevante haber conseguido consolidar de conocer sus características básicas, va- la función social de los museos.
un respaldo presupuestario destinado a loraciones, motivaciones y experiencias Los museos gestionados desde las
intentar mejorar la calidad de la relación en el museo. Depende en mayor medi- Administraciones públicas –el 66,6% de
del museo con sus públicos. da de que el museo sea permeable a sus los museos españoles–, son institucio-
Un segundo factor es el capital hu- respuestas y modifique todos aquellos nes que, en su esencia, tienen una doble
mano que posee el Laboratorio. Son una aspectos de su relación con el público dimensión de lo público. Por un lado,
treintena de personas las que participan, que ayudarían a mejorarla. Que el mu- son públicas en cuanto a su titularidad y
algunas con una larga experiencia y otros seo converse con sus visitantes y acomo- gestión, y por otro, son un servicio con-
recién llegados a la Difusión y Comuni- de su oferta, sus servicios, en definitiva, sagrado y dirigido al público. Es decir,
cación en el museo; de su convencimien- su misión, a las necesidades detectadas unas instituciones en las que la sociedad
to en la perentoria necesidad de conocer y expresadas por los visitantes (y los no es su depositaria y que están al servicio
a nuestros públicos, de su capacidad de visitantes), destinatarios últimos de estas de esa misma sociedad. Es una obvie-
trabajo sumada al quehacer diario en los instituciones culturales y del trabajo que dad decir que esa fuerte dimensión de
museos, y de su empuje motivacional y desarrollamos. La calidad del servicio se lo público y del público en el museo
su confianza en el proyecto depende el verá notablemente afectada por ello. tiene que verse necesariamente refren-

220
dada por una eficaz política de visitantes – ¿Están los museos al servicio de la so- Bibliografía
que impregne todos y cada uno de los ciedad y de su desarrollo?...
aspectos que conforman el mal llamado AEVAL (2007): «Evaluación de la calidad del
binomio público-museo (un museo tam- En fin, son unas pequeñas consideracio- servicio en los museos de titularidad estatal»,
bién es su público, no podemos dejar nes a la luz de los primeros datos ob- <www.aeval.es> [22 de octubre de 2009].
fuera del propio concepto de museo al tenidos. El trabajo que están realizando
público como si fuera un gente externo, los miembros del Laboratorio de Público ÁNGELES, M.ª de los et alii (2008): «Los
por no decir extraño)12. permitirá extraer conclusiones mucho estudios de público, un instrumento de
más meditadas y recomendaciones para trabajo. La gestación de un proyecto»,
intentar modificar algunas de las ten- Mus-A, 10: 31-35.
Algunas incógnitas por dencias expresadas.
resolver... BOLAÑOS, M.ª (2008): Historia de los
museos en España, Trea, Gijón.
Concluyendo ya, señalaremos que los ...y una aclaración final
resultados obtenidos de las encuestas ICOM (2002): Código de deontología del
que se han realizado en el último año Para terminar nos gustaría hacerlo con ICOM para los Museos.
a nuestros visitantes son reveladores y una aclaración semántica. Decidimos
confirman algunas de las consideracio- utilizar el vocablo «laboratorio», fren- MINISTERIO DE CULTURA (2008): «La-
nes vertidas en este artículo. No vamos te al tradicional «observatorio de pú- boraorio Permanente de Público de
a desvelar unos datos que todavía están blico» empleado en otras experiencias Museos», <www.mcu.es/museos> [22 de
siendo objeto de análisis e interpreta- similares de nuestro entorno, no por octubre de 2009].
ción por parte del equipo del Labora- una estéril idea de diferenciación, sino
torio, pero sí, a la luz de esos primeros porque con ello se pretende remarcar
resultados en bruto, hacemos algunas la idea de experimentación constante,
reflexiones sobre hacia dónde se están de trabajo en permanente progresión.
encaminando nuestras instituciones. Frente al estático «observatorio» desde
donde se observa una realidad ya aca-
– ¿Por qué fidelizamos tan poco a nues- bada, el laboratorio es un lugar donde
tros visitantes? (La gran mayoría de los se realizan investigaciones, se obser-
encuestados acuden por primera vez va, analiza e interpreta la realidad para
al museo). ¿Falta de información so- entenderla, pero también se intenta in-
bre la programación?, ¿no encuentran cidir sobre ella para mejorarla. Y tam-
motivos para volver?, ¿horarios inade- bién, no lo olvidemos, un laboratorio
cuados que faciliten el reencuentro? es un centro de aprendizaje y forma-
– Estando configurada la pirámide de po- ción, y un lugar para el intercambio
blación española como una pirámide de ideas y el enriquecimiento de ex-
truncada, ¿por qué los mayores de se- periencias.
senta y cinco años visitan tan poco los Esperemos que el público, los mu-
museos? Se trata de una gran masa de chos y muy diferentes públicos, y por
público potencial con mucho tiempo tanto los museos, salgan beneficiados de
libre que no acude, cuando la visita al todo ello.
museo es un hábito cultural vinculado al
tiempo de ocio.
– ¿Qué tipo de contenidos transmitimos
cuando un porcentaje tan mayoritario
de visitantes posee estudios superio-
res? ¿Es ese el público consustancial al
museo?, ¿o es una decisión premedita- 12
De esta visión se derivan actitudes mentales
da por nuestra parte?, ¿qué hacemos
tan recurrentes, todavía hoy en día, como
con el resto? y ¿por qué no acude? – dejar fuera del concepto de investigación en
– ¿Es el museo un escenario de integra- el museo la investigación sobre el público,
ción y desarrollo social cuando el por- centralizando esa función investigadora en
centaje de público inmigrante se man- las colecciones, su conservación o estudio, o
tiene a unos niveles tan exiguos? en la historia de la institución.

221
proyectos
museísticos
El Museo Nacional
de Etnografía. Un camino
José Luis Mingote Calderón
Museo del Traje.
Centro de Investigación
a recorrer entre
del Patrimonio Etnológico
Madrid la esperanza y la realidad
José Luis Mingote Calderón es Resumen: En el presente artículo se conveniente ofrecer este tipo de infor-
Conservador de Museos desde el año 2003. analiza el proceso en el que se encuen- mación. La lectura de estas páginas debe
Ha publicado diversos trabajos sobre tra inmerso el futuro Museo Nacional de tener en cuenta la situación específica
el mundo de las técnicas agrícolas Etnografía. Asimismo, se reflexiona so- en que se encuentra este proyecto; por
preindustriales, sobre aspectos asociados a
bre sus planteamientos y sobre las ac- ello, bastante de lo que aquí se presen-
la iconografía de tema rural o al mundo
tuaciones en marcha. Este museo abri- ta son simplemente líneas de trabajo,
animal. En la actualidad ocupa el cargo de
Subdirector del Museo del Traje. Centro
rá sus puertas en Teruel en un futuro las cuales, en buena lógica, deberían
de Investigación del Patrimonio Etnológico. próximo. plasmarse en un futuro a medio plazo.
Desde esta perspectiva, es posible que
jluis.mingote@mcu.es
Palabras clave: Museos de Antropolo- algunas de las actuaciones que aquí se
gía, Museología, Etnografía. mencionan no lleguen a materializarse
tal como aquí se exponen o que, simple-
Abstract: In the present article the pro- mente, nunca se produzcan. Los trabajos
cess in which the future National Mu- que se deben concretar en la apertura
seum of Ethnography finds itself in is del MNE se están llevando a cabo desde
closely analysed. The article also looks el Museo del Traje. Centro de Investiga-
into the museum’s subsequent plans and ción del Patrimonio Etnológico, funda-
those projects which are currently being mentalmente con los técnicos adscritos
carried out. This museum will shortly be al mismo.
opened in Teruel. Resultará interesante, y ayudará a
conceptualizar lo que se diga en ade-
Keywords: Museum of Anthropology, lante, hacer un repaso del calendario
Museology, Ethnography. de actuaciones que se ha desarrollado
hasta ahora en torno al MNE. La prime-
ra mención pública de la institución se
Introducción hace el 7 de febrero de 2008, a través del
Presidente de Gobierno, quien anuncia
Siempre resulta interesante conocer su futura creación durante una visita a la
planteamientos y pormenores de ac- ciudad de Teruel.
tuaciones en curso antes de llegar a Menos de un año después, el día 19
materializarse, tal es la situación actual de enero de 2009, asimismo en Teruel, se
asociada al futuro Museo Nacional de firma el protocolo institucional entre el
Etnografía (en adelante MNE) cuya sede Ministro de Cultura, el Presidente de la
estará en la ciudad de Teruel. Por eso, Diputación General de Aragón y el Pre-
la Subdirección General de Museos Es- sidente de la Diputación de Teruel, que
tatales del Ministerio de Cultura y los pone en marcha el Museo Nacional de
editores de esta revista han considerado Etnografía. En este acuerdo, se contem-

222
Figura 1. Exterior del edificio «Comandante Aguado», futura sede del Museo Nacional de Etnografía en
Teruel. Foto: JLMC.

pla la cesión temporal del edificio «Co- de Teruel, en la que se proponen una
mandante Aguado», que será la sede del serie de ideas y se debaten aspectos de
mismo y cuya rehabilitación correrá a carácter general y conceptual.
cargo del Ministerio de Cultura (figura 1). Considero necesario mencionar al-
Paralelamente, desde el verano de gunas de las aportaciones que allí se hi-
2008 y convocadas por el Director Ge- cieron. La primera es que el futuro MNE
neral de Bellas Artes y Bienes Culturales, debe ser un museo de ideas y no sólo un
se producen varias reuniones en las que museo de objetos; unas ideas que debe-
participan expertos en Museología y An- rán contemplar también el componente
tropología para tratar sobre el futuro de sentimental que tiene cualquier aspecto
los museos antropológicos dependientes humano. Por otro lado, se considera de
del Ministerio de Cultura. Las dos prime- manera unánime que la exposición debe
ras tratan sobre los diversos museos con centrarse en la vida cotidiana. Asimismo,
este contenido (2 de julio de 2008 y 22 debería haber referencias a culturas que
de enero de 2009), mientras que la terce- tienen un presente en nuestros días o
ra se centra en el MNE, y tiene lugar en que lo han tenido hasta hace muy poco
Teruel el 5 de marzo de 20091. (a falta de mayor matización y discusión,
El 25 de febrero se había entregado se sugiere que abarque desde los años
a la Dirección General de Bellas Artes y treinta del XX, hasta hoy día). También
Bienes Culturales un texto en el que se se propone que en él estén presentes
hace un análisis del planteamiento con- la diversidad y los choques culturales, 1
En esta reunión participamos Concha
ceptual de la institución, el programa de mostrando las confrontaciones en el Martínez Latre, Dolors Llopart, Elisa Sánchez
colecciones, el programa expositivo y seno de las sociedades. Sanz, Ubaldo Martínez Veiga, José Antonio
las actuaciones futuras. Este texto sirve Aprovechando la firma del protocolo Fernández de Rota, Luis Díaz González,
como documento base de trabajo para citado, se realizó una primera visita al Rafael García Serrano, Andrés Gutiérrez
la discusión en la mencionada reunión edificio y se comenzó a redactar el Plan Usillos y el autor de este artículo.

223
de Necesidades Arquitectónicas, que fue inauguración del Museo Etnográfico de
enviado a la Subdirección General de León y la no tan reciente del Museo Et-
Museos Estatales a mediados de abril de nográfico de Castilla y León, en Zamora.
2009. En ese mismo mes, se remite a la Quizá la contradicción que reflejan estas
citada subdirección el Avance del Pro- dos tendencias es sólo aparente y no es
grama Expositivo. Tras su análisis y re- tal si se contempla desde la perspectiva
estructuración, toda esta documentación del declive de los nacionalismos estata-
se presenta en la Gerencia de Infraes- les y el auge de las identidades locales,
tructuras. Finalmente, en el BOE núme- de los nacionalismos sin estado y de las
ro 189, de 6 de agosto de 2009, se pu- estructuras políticas supranacionales4.
blica la convocatoria por la que se inicia Los dos modelos citados –museo
la adjudicación del contrato para realizar identitario y museo del mundo rural–
el proyecto arquitectónico y museográ- resultan poco útiles en estos momen-
fico del museo, fijando en treinta y seis tos por razones de diversa índole. Entre
meses el plazo de tiempo estimado para ellas no se pueden olvidar las fuertes
la ejecución de las obras, a partir de la críticas a la concepción romántica de
adjudicación a una empresa. este tipo de instituciones que sólo en-
señan una parte de la sociedad que, en
ciertos momentos, se presenta como un
Un Museo Nacional referente idealizado de un mundo prein-
dustrial que sirve para ocultar la realidad
de Etnografía en el siglo XXI
en la que la economía es industrial, ca-
pitalista, y el peso cultural y social está
Tener que hacer ex novo un museo de en la ciudad y no en el campo (Iniesta,
contenido antropológico a comienzos 1994).
del siglo XXI, y centrado mayoritariamen- A las opiniones en contra de estos
te en materiales españoles, plantea una planteamientos, cabe añadir críticas de
serie de problemas evidentes. Los mo- mayor calado en relación con el concep-
delos de museos etnográficos existentes to de cultura y de su presentación-repre-
en nuestro país no son excesivamente sentación como algo homogéneo y mo-
2
Sobre el uso de la cultura popular asociada a variados, concretándose en institucio- nolítico. La valoración de la diversidad,
la construcción nacionalista identitaria son nes de carácter local, provincial o au- de lo minoritario, frente a la unidad, y lo
muy recomendables los libros de D. Melo tonómico. Las dos alternativas concep- mayoritario, está muy presente tanto en
(2001) y A.M. Thiesse (2001), para el tuales fundamentales por las que se ha amplios ámbitos científicos como en la
caso portugués y una visión general, optado pivotan en torno a la identidad, gente de la calle. Por este motivo, resul-
respectivamente. En trabajos recientes se
por un lado, o al mundo rural preindus- ta ilógico optar por presentar la imagen
sigue constatando esta relación (cf. los
trial, por otro. En ocasiones, ese mun- de estructura armónica de una sociedad
trabajos en M. J. Ramos, 2002 o I. García
Simó, 2008). La vinculación del concepto de
do rural, idealizado, es el elemento que concreta, como la española, a través de
identidad con los museos etnológicos es aglutina los símbolos identitarios, como la exposición permanente.
duramente criticada por S. Chaumier (2005: es sabido2. La actual situación histórica impo-
26-29), porque se admite como realidad En relación con la situación actual, sibilita contemplar el territorio con la
ahistórica e intemporal lo que no es más hay que mencionar la aparente contra- misma óptica con que se contemplaba a
que una construcción social de un momento dicción que existe en torno a este tipo finales del siglo XIX o comienzos del XX.
concreto que, entre otras, se sirve de este de museos. Junto al desmantelamiento Ante un mundo globalizado, económica
tipo de instituciones para mantenerse. de algunos podemos constatar la crea- y culturalmente, resulta poco realista ha-
3 M. Segalen (2005) ha publicado un ción de otros muchos. Si hablamos de blar de territorios asociados a identida-
interesantísimo libro sobre este museo.
4
casos específicos, a la desaparición del des permanentes. Los «límites» no están
Además, para entender esta situación,
Musée des Arts et Traditions Populaires3 hoy en las fronteras políticas, como lo
conviene no olvidar un componente difícil de
cuantificar: la actual tendencia que tiende a
o del Musée de l’Homme, ambos en Pa- han estado en otros momentos, sino en
sobrevalorar la novedad de los hechos (la rís, se unen las apariciones del Musée la llegada de la información, entendida
inauguración, si hablamos en términos des Civilisations (Québec) y del Musée en un sentido muy amplio. Las unidades
políticos) frente a la continuidad del trabajo des Civilisations Européennes et de la políticas, del tamaño que se quiera, se
(que supone el funcionamiento interno de Méditerranée (Marsella). Por lo que a Es- ven constantemente invadidas –no siem-
una institución). paña respecta, cabe destacar la reciente pre de forma pacífica– por realidades

224
procedentes de otros ámbitos políticos una atracción creciente por su versión
y económicos. mitificada y edulcorada.
Junto a este concepto general, hay De la primera posibilidad ya se ha
que tener en cuenta la realidad concre- dicho algo. Respecto a la segunda, la
ta del actual Museo del Traje. CIPE, que opción de hablar sólo del presente, de-
deriva de su propia historia. Si acudimos fendida desde ciertos sectores científi-
a la realidad de los fondos del museo, cos, plantearía serias dudas. En primer El Museo Nacional de Etnografía
las propias colecciones sobrepasan ab- lugar, definir cuál es el presente al que pretende ser un museo
solutamente lo que respondería a un en- nos referimos resulta problemático: ¿es en el que se reflexione sobre
foque nacionalista o a la realidad de un el momento de redactar el plan museo- hechos culturales, sobre las
mundo campesino preindustrial. La am- gráfico, el de la inauguración, el presente culturas, a través de objetos
plitud temática de las colecciones hace continuo y cambiante tras la inaugura-
que, con mayor o menor problema, se ción...? La distancia entre uno y otros, y
asociados a la vida cotidiana.
puedan presentar una serie de concep- la imposibilidad de actualizar la expo- Un museo en el que se
tos que vayan más allá de la imagen que sición permanente al ritmo que cambia reflexione sobre diferentes
hasta ahora han transmitido los museos la vida llevan a descartar el intento de pautas culturales comunes a
etnológicos. Esta nueva visión obliga a reflejar la vida en una fecha que sería distintos grupos sociales
concretar ciertos límites conceptuales. problemático determinar (¿el año 2009,
El MNE pretende ser un museo en el 2013...?). El motivo es obvio: hoy día,
el que se reflexione sobre hechos cul- cualquier persona constata que ciertos
turales, sobre las culturas, a través de elementos sociales pueden cambiar en
objetos asociados a la vida cotidiana. muy poco tiempo y de manera radical.
Un museo en el que se reflexione sobre Hechos coyunturales pueden pasar a ser
diferentes pautas culturales comunes a estructurales en muy poco tiempo, lle-
distintos grupos sociales. gando a modificar algo que se pensaba
Al hablarse de temas de los que parti- más duradero5. Si, además, pensamos en
cipamos todos, se consigue que el públi- que el Museo del Pueblo Español se crea
co se vea reconocido a través de aspectos en 1934 y que desde entonces se vienen
que forman parte de su vida; asimismo, adquiriendo y recibiendo piezas parece
que se vea sorprendido por aquellos as- obvio pensar que no puede eliminarse el
pectos que no forman parte de su vida pasado. Asimismo, la actual colección del
cotidiana (bien sea por no encajar en su Museo del Traje. CIPE, que está por en-
tiempo o por no hacerlo en su realidad cima de los 90.000 objetos etnográficos,
actual). Esta situación ofrece la posibili- muestra una cronología muy amplia que
dad de la comparación entre lo propio si bien se centra mayoritariamente en los
y lo ajeno, y se recurre a ella por ser un siglos XIX y XX, no deja de tener piezas
elemento clave en Antropología, con lo con una cronología anterior.
cual se pretende mostrar lo relativos que Todos estos motivos conducen a de-
son los hechos culturales. fender una postura clara: el presente es
Resulta necesario plantearse el tema producto del pasado (a veces inmediato
del tiempo a representar en la exposi- y a veces lejano). Por lo tanto, hay que
ción permanente en un museo de este mostrar el presente y el pasado que ha
tipo por varias razones. En primer lugar influido en él. Esta solución es obligada
por la citada realidad preexistente de por varios motivos y, quizá, el princi-
muchos museos etnográficos, con sus pal deriva de la esencia de un museo.
representaciones de una sociedad rural El adquirir y conservar (además del es-
fuera de la historia. En segundo, por la tudiar y difundir) generan un conjunto
actitud de la Antropología académica de elementos que se vuelven históricos 5
Basta remitir al fenómeno de la emigración
hacia el presente y el pasado. En ter- en poco tiempo. Cuanto más reflejen el
recibida en España en los últimos años o a
cero, por la actual situación social que presente en la sociedad actual, más an-
los cambios de pautas culturales producidos
muestra cambios fuertes (y no unidirec- tiguos parecerán al cabo de pocos años. asociados a la comunicación (Internet,
cionales) en relación con su opinión so- En nuestro museo hay piezas como te- telefonía móvil...) para constatar que las
bre el pasado, ya que, por una parte se léfonos móviles que han quedado obso- alteraciones son totalmente visibles y rompen
le niega, mientras que, por otra, existe letos totalmente y que cualquier usua- de manera fuerte con un pasado reciente.

225
Figura 2. La simple visión actual de estos dos teléfonos móviles nos remite a un tiempo más o menos pasado, aunque históricamente hablando representen la
última fase de la tecnología telefónica (N.º Inv. 86330, ingresado en 2002, y N.º Inv. 98588, ingresado en 2005). Foto: Munio Rodil Ares. © Museo del Traje. CIPE.

rio actual de este tipo de objetos vería presente que existe la posibilidad de que
como algo que muchas personas califi- se produzcan variaciones en la versión de-
carían como una reliquia (figura 2). finitiva que se propondrá en 2010, siendo
La opción de enseñar la diacronía no imposible en el momento actual evaluar la
hace necesariamente que la exposición entidad de esas futuras variaciones. Por lo
permanente refleje un discurso evolutivo tanto, lo que ahora se presenta debe en-
de tipo historicista. A pesar de ello, sí se tenderse como una propuesta de trabajo6.
ha creído conveniente mostrar elementos En principio, se opta por partir de
que reflejen distintas etapas históricas, o la consideración de la sociedad como
fases dentro de ellas. Con esta actitud se una realidad no monolítica sino como
pretende llamar la atención tanto sobre un mosaico de realidades, lo cual faci-
las continuidades como sobre las rup- lita la constatación de las diferencias.
turas. De esta manera se apreciarán los Algo que se hace más visible cuando lo
resultados de los choques entre formas que se muestran son análisis transversa-
distintas de organizar cada sociedad en les, como los propuestos en los diversos
6
Para aquellas personas interesadas en los épocas relativamente cercanas. Se trata, apartados de cada área. Al escoger una
museos etnológicos resulta evidente la como decía M. Detiene (2001: 51-52), presentación estructurada en grandes
existencia de una propuesta asociada a los refiriéndose a sociedades alejadas entre áreas se consiguen una serie de resulta-
contenidos de este museo. La misma fue sí, de reflexionar sobre los mecanismos dos positivos con diverso grado de im-
presentada por el entonces subdirector del de pensamiento de distintas opciones portancia, que se podrían sintetizar en
Museo Nacional de Antropología, A. Carretero culturales ante realidades presentes en los siguientes: la posibilidad de mezclar
(2002a) y planteaba una estructura que muchos ámbitos humanos. Algo que, nu- piezas de todo tipo con el fin de mostrar
mostraba los distintos aspectos de la
méricamente, siempre es reducido. la complejidad de los hechos sociales tal
sociedad como un conjunto de elementos
como ocurren en la vida. Así se huye de
interrelacionados entre sí. La ausencia del
impulsor de este enfoque en los trabajos
las series tipológicas de elementos simila-
asociados al nuevo proyecto, y la presencia La exposición permanente res, tan al uso en el pasado e, incluso, en
de nuevos técnicos, explica en buena medida nuestros días. Además, este planteamien-
la necesidad de buscar otra alternativa a la En relación con la estructuración y presen- to permite que las futuras renovaciones
acabada de mencionar. tación de contenidos, debe tenerse muy parciales de la exposición permanente

226
Figura 4. Sirena en una cuerna de procedencia
salmantina, ingresada en 1949 y fechada en 1886.
El denominado «arte pastoril» tuvo una importante
representación en el origen y primeros momentos
del Museo del Pueblo Español. Su valoración está
en relación con el reconocimiento de «artes» consi-
deradas de segunda fila. N.º inv. 12173. Foto: David
Serrano Pascual. © Museo del Traje. CIPE.

Figura 3. Este cartel, de 1915, muestra de una forma satírica la situación geopolítica de la Primera Guerra
Mundial. Fue publicado por la revista barcelonesa La campana de Gracia (N.º inv. 24561).
Foto: David Serrano Pascual. © Museo del Traje. CIPE

sean relativamente sencillas. El presentar momentos se encuentran sobrepasadas


temas expositivos que pueden ser fácil- con el paso de los años.
mente sustituidos por otros abre camino Además, se ofrece un marco privile-
a un mayor dinamismo, de manera que la giado para la explicación de su conteni-
actual elección no hipoteca futuros cam- do a determinados grupos de visitantes
bios parciales, si se considera que ciertas que, a buen seguro, serán mayoritarios
fórmulas o temas propuestos en estos (estudiantes de diverso nivel y grupos

227
organizados). Un museo de ideas y con- clarificar esa convivencia. Por todos estos
ceptos permite insertar sus discursos en motivos, se ha optado por plantear una
el ámbito educativo con total facilidad. nueva visión estructural de la exposición
Para aquellas personas que no entren permanente que lleva implícita una pre-
en esta categoría, será fundamental la misa obligada, consecuencia del estatuto
correcta explicitación del discurso expo- que tiene el Museo Nacional de Etnogra-
sitivo a través de los medios habituales fía. Su carácter de «Museo Nacional» hace
(información textual y multimedia, visi- que las aproximaciones que se presenten
tas guiadas...). sean obligatoriamente sintéticas, dada la
Por otra parte, la subdivisión de las amplitud del área geográfica y temática
grandes áreas en otros apartados meno- abarcada, que impide entrar en detalles
res conducirá a elegir, en estos últimos, pormenorizados en cada caso7.
ejemplos concretos cuya selección estará No obstante, como elemento de equi-
motivada por los inevitables condicionan- librio, cabe advertir que muchísimos vi-
tes de la colección permanente. Esta al- sitantes se verán reconocidos a lo largo
ternativa facilitará futuros cambios que se del recorrido al ver numerosos objetos
deriven del previsible incremento y enri- característicos de su entorno, o asociados
quecimiento de la colección permanente. al pasado inmediato de ese entorno. Asi-
Debido a la composición temática mismo, se reconocerán al ver elementos
de la colección del museo, es prioritario de la vida cotidiana que tienen y han te-
dejar constancia de diversos factores. En nido un uso general y cuya área de di-
primer lugar, de la diversidad: diversi- fusión es prácticamente común a toda
dad local, diversidad cronológica y, jun- España. Un área que en muchos casos,
to a ello, diversidad social. Desde esta además, sobrepasa ampliamente los lími-
perspectiva, la presencia de piezas que tes políticos de nuestro país.
abarcan un marco temporal muy amplio El hilo conductor de la exposición
permitirá enseñar continuidades y rup- permanente se organizará en torno a
turas culturales de todo tipo. una serie de bloques temáticos, intro-
En segundo lugar, siempre que sea ducidos por dos bloques que ayuden a
posible, la referencia al presente (a lo situar la institución y el elemento fun-
actual, a lo que está en uso) deberá te- damental sobre el que gira el museo.
nerse muy en cuenta con el fin de que el La primera tratará sobre la historia del
público asocie lo actual con lo que fue MNE, poniendo en relación su evolu-
cotidiano hace poco. Sin pretender pre- ción con los cambios que ha sufrido
sentar los objetos en las citadas series el concepto de patrimonio etnológico.
tipológicas o creando una línea evoluti- La segunda abordará distintas interpre-
va simple o simplista, sí se considera in- taciones del concepto «cultura», como
teresante mostrar las distintas soluciones manera de reflejar lo que tienen de in-
técnicas o mentales ante un mismo tipo terpretación.
de problema o asunto. Tras ellas, se incidirá en temas que
Con este enfoque, se pretende eli- tienen que ver con la creación y manteni-
minar el nosotros y el ellos que separa, miento de pautas culturales, tales como
a través de un tiempo irreal, a socieda- la educación, el género, la identidad, la
des que conviven pero que se conno- higiene y la salud, la alimentación, el
tan de manera diferente en función de trabajo y las técnicas, las creencias y la
7
Como anota M. Segalen (2005: 75), citando a su asunción del progreso. La imagen de fiesta y la diversión. En todos los casos,
K. Pomian (1991), un museo nacional puede modernidad monolítica que pretenden la visión que se dará está basada en la
presentar lo propio en tanto que participa de
transmitir muchas sociedades es irreal en pluralidad de alternativas, dado que no
lo universal, o resaltar lo específico de esa
tanto que en ellas se mantienen rasgos existe una única forma de comportarse y
nación a lo largo del tiempo. En nuestro
culturales que no proceden del presente, que siempre es posible documentar dis-
caso, se pretende mostrar ambos aspectos
asumiendo que los actuales nacionalismos no en sentido estricto. Desde esta perspecti- tintas opciones ante situaciones iguales.
son los del siglo XIX. Junto a lo general, tiene va, los conceptos de cultura dominante, La complejidad de contenidos permitirá
que aparecer lo particular, como las dos caras culturas en regresión y culturas emer- reflexionar sobre lo relativo y, a veces,
de una moneda. gentes son fundamentales a la hora de coyuntural de determinados valores.

228
Figura 5. Dos muñecas, Mariquita Pérez
(N.º inv. 53403) y Barbie (N.º inv. 96786), que
reflejan distintas imágenes de la mujer. Asociadas
a tiempos y sociedades muy diferentes, muestran
la «buena» niña y la mujer «estrella de cine».
Foto: Juan Castilla Jiménez y Enrique de Murga
Redondo. © Museo del Traje. CIPE.

Los trabajos previos a día de hoy, no ha llegado a concre-


a la llegada a Teruel tarse en los detalles relativos a fechas y
lugares donde llevarse a cabo.
A la hora de diseñar esta progra-
Los necesarios trámites administrativos mación, se ha pensado que la primera
y los lógicos plazos de ejecución de exposición a celebrar debería explicar
unas obras que no son sencillas llevan la institución desde una perspectiva ge-
a pensar en un plazo mínimo de tiempo neral. Un repaso de las colecciones a
no inferior a tres años, antes de que se través de una selección cuidada de sus
produzca la apertura del MNE. Por ello, piezas servirá, además, para reflexionar
se considera conveniente comenzar una sobre los cambios producidos en torno
serie de actuaciones que anuncien la lle- al concepto de patrimonio etnológico.
gada del museo en la ciudad de Teruel Algo que aprecia claramente cualquier
y que, de paso, sirvan de rodaje para los persona que conozca mínimamente las
necesarios trabajos de montaje definiti- colecciones del Museo del Traje. CIPE,
vo. Para conseguir esto se han produci- pero que no resulta tan evidente para el
8
Por motivos históricos evidentes, las culturas
do conversaciones con la Subdirección resto de las personas. De la cultura rural, no autóctonas que hoy viven en nuestro país
no han tenido presencia en este museo. Sería
General de Promoción de las Bellas Ar- más o menos idealizada en la mente de
deseable que, en la medida que se considere
tes, con vistas a plantear un programa algunos recolectores de materiales –mu-
oportuno, también ellas tuvieran su lugar en
con una serie de exposiciones tempo- chas veces poco o nada idealizada–, que un futuro. Lógicamente, bastantes de los
rales que servirán de anticipo de lo que estaba presente en los comienzos de la productos de aquellos países con los que
podrán contemplar próximamente, tan- institución, se pasa a mostrar las distin- nos hemos relacionado económicamente
to los turolenses, como los visitantes de tas culturas que hoy es posible ver en en un pasado reciente sí se encuentran
la ciudad. Se trata de una propuesta que, nuestro país8. representados en la colección permanente.

229
Sin que, por el momento, estén ab- Conclusiones y esperanzas
solutamente definidas, se contempla la
celebración de otras dos exposiciones La situación que se vive ahora resulta
temporales con una temática que cree- esperanzadora para todas aquellas per-
mos que puede resultar de interés para sonas que aportaron su trabajo en el
el público. Junto a la exposición citada Museo del Pueblo Español así como en
–cuyo título provisional es una declara- el posterior Museo Nacional de Antro-
ción de principios: Del pasado al futuro. pología (sede Juan de Herrera) y que
Del Museo del Pueblo Español al Museo pensaron, y piensan, que sus fondos
Nacional de Etnografía–, se prevé orga- pueden servir para algo más que mos-
nizar otras dos sobre temas que nada trar identidades imaginadas.
tienen que ver con la propia historia (fi- Por mucho que existan intenciona-
guras 3 y 4). lidades concretas a la hora de crear un
La segunda sacará a la luz una de las museo, estas no pueden mantenerse inal-
colecciones más interesantes que alber- teradas a lo largo de más de setenta años.
ga el Museo del Traje. CIPE: los juguetes. A comienzos del siglo XXI, parece necesa-
No obstante, dado que ya se han hecho rio mostrar lo que fue y es un museo de
varias muestras temporales con esta co- una manera que dista mucho de algunas
lección (García-Hoz Rosales et alii, 1997; de las concepciones que protagonizó la
García Cifuentes, 2007; Delgado y De La institución a lo largo de su historia. No se
Fuente, 2008), se ha creído convenien- trata de negar el pasado. Se trata de partir
te abordarla desde un enfoque nuevo y del pasado para construir el presente y el
netamente antropológico. Por ello, los futuro. Que llegue a ser.
juguetes se presentarán como creadores
de patrones de género. Un título, aún
provisional, como Géneros de juguetes,
juguetes de género. El comienzo de la
diferenciación, pretende reflejar cómo
desde la infancia se va instruyendo a los
niños de cara a futuras actuaciones de
adultos, oficializadas socialmente. Junto
a la diferenciación que se plasma en el
reparto de tipos de juguetes, las imáge-
nes que se transmiten en ellos son, asi-
mismo, un interesante aspecto a inves-
tigar. No se trata sólo de enseñar a ser
hombre o mujer cuando se sea mayor,
sino de qué tipo de hombre o de mujer
se «debe» ser (figura 5).
Por último, la tercera exposición
analizará un asunto no muy tratado
en las exposiciones temporales y que
es de total actualidad: la higiene y su
relación con la salud. En Limpieza del
cuerpo y pureza del alma. La higiene
en España, se tratará la diversidad de
opciones ante algo que participa tanto
Figura 6. Lavabo de comienzos del siglo XX en el
de las prácticas materiales como de las
que la higiene se asocia con la imagen de la persona actitudes mentales –no siempre lógicas
(N.º inv. 32460). Foto: Munio Rodil Ares. o científicas– ante determinados reali-
© Museo del Traje. CIPE. dades (figura 6).

230
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comparable. Alegato en favor de una
ciencia histórica comparada, Península,
Barcelona.

231
proyectos
museísticos El Centro de Colecciones
de los Museos Estatales.
Un proyecto compartido
Eva María Alquézar Yáñez
Servicio de Investigación y
Difusión del Patrimonio Cultural
para la conservación y
del Gobierno de Aragón
Zaragoza puesta en valor del patrimonio

Eva María Alquézar pertenece al Cuerpo Resumen: El Ministerio de Cultura Abstract: In 2008 the Minister of Cul-
Facultativo de Conservadores de Museos ha adquirido en 2008 un edificio en ture acquired installations located on
desde 1992. Ha desarrollado su carrera la periferia de Madrid destinado a po- the outskirts of Madrid with the aim of
profesional en el Museo Arqueológico
ner en marcha el Centro de Coleccio- setting up a Centre housing a collection
Nacional como responsable del
nes de los Museos Estatales, que se of Sate Museums, such installations are
departamento de Documentación, y en
la Dirección General de Bellas Artes y
concibe como un centro de recursos considered to be a multifunctional re-
Bienes Culturales, al frente de distintos multifuncional para prestar un servicio source centre in order to offer a high
programas de información sobre bienes de calidad a distintos tipos de usuarios quality service to a diverse selection of
culturales. Entre 2005 y 2010 fue Jefa del área (museos, investigadores y público), users (museums, investigators and the
de Colecciones de la Subdirección haciendo compatible la conservación general public), and at the same time in-
General de Museos Estatales con el conocimiento y la difusión del suring that public awareness regarding
del Ministerio de Cultura. En la actualidad es patrimonio. El Centro de Colecciones the cultural heritage is kept up as well
Jefa de Servicio de Investigación y Difusión del es una respuesta a las carencias de es- as it’s diffusion. This centre is a solution
Patrimonio Cultural en el Gobierno de Aragón. pacios y equipamientos de los museos, to the lack of museum space and equi-
emalquezar@aragon.es así como a necesidades coyunturales pment available, as well as other needs
provocadas por las intervenciones ar- bought on due to the architectural inter-
quitectónicas de remodelación de los ventions carried out during the museums
edificios museísticos, que obligan a restructuring. This concept is the result
buscar alternativas para la conserva- of a demand that alternative methods of
ción y acceso temporal a las colec- conserving the collections and access
ciones. El Centro de Colecciones de to them are found. The Centre housing
Museos Estatales surge en un contexto a collection of Sate Museums emerges
internacional de crecimiento de insta- during a growing international need for
laciones de reservas externas a los mu- external installations designed to house
seos, que integran nuevas funciones y museums; this approach integrates new
responden a un concepto bipolar de la functions as well as responding to a bi-
institución museística, en torno a las polar concept of the institution of the
necesidades de las colecciones y del museum, of the collection’s needs and
servicio al público. the service offered to the public.

Palabras clave: Colecciones de mu- Keywords: Collections of museums,


seos, Almacenes de museos, Gestión de Warehouse of museums, Collection ma-
colecciones, Conservación de coleccio- nagement, Maintenance of the collec-
nes, Servicio de calidad. tions, Quality Service.

232
Si algo tienen en común los
museos estatales es su casi
general falta de espacio, una
carencia que constituye una
histórica reivindicación para la
mayor parte de ellos: falta de
espacio para exponer, salas de
exposición permanente que
deben desalojarse para acoger
exposiciones temporales,
almacenes hacinados, talleres
de restauración improvisados o
insuficientemente dotados,
bibliotecas no accesibles,
escasez de espacios para
atención al público, ausencia de
servicios complementarios...

Figura 1. Historisches Museum de Lucerna, Dépôt. Foto: Eva M.ª Alquézar.

Antecedentes de espacio, una carencia que constituye


una histórica reivindicación para la ma-
La necesidad. La idea yor parte de ellos: falta de espacio para
exponer, salas de exposición permanen-
La puesta en marcha del Centro de Co- te que deben desalojarse para acoger
lecciones de Museos Estatales (en ade- exposiciones temporales, almacenes
lante, CCME) supone el arranque de hacinados, talleres de restauración im-
un proyecto de largo recorrido para la provisados o insuficientemente dotados,
Subdirección General de Museos Es- bibliotecas no accesibles, escasez de es-
tatales. Desde hace bastantes años, la pacios para atención al público, ausen-
experiencia en la gestión cotidiana de cia de servicios complementarios (tien-
los museos, así como la problemática a das, cafeterías...). Esta general estrechez
la que nos hemos enfrentado a la hora espacial se acentúa en los casos de mu-
de abordar operaciones de remode- seos instalados en edificios históricos,
lación física de los edificios, ha hecho no construidos en muchos casos para al-
imperiosa la necesidad de disponer de bergar museos, y generalmente situados
espacios, equipamientos y servicios de en los cascos históricos de las ciudades,
apoyo para el tratamiento técnico de las con pocas posibilidades de ampliación.
colecciones de estos museos. Estas necesidades de la gestión coti-
La realidad de los museos estatales diana de los museos van creciendo, ade-
es bastante diversa, al tratarse de insti- más, conforme el museo evoluciona ha-
tuciones de muy distinto carácter y en- cia un concepto de servicio público, de
vergadura, como también son diferentes atención al usuario a distintos niveles,
su tamaño, edificios e instalaciones. Sin evolución que ha conducido la misión
embargo, si algo tienen en común los del museo más allá de la conservación y
museos estatales es su casi general falta conocimiento de unas colecciones. Este

233
nuevo equilibrio entre las funciones del en otra ubicación será la solución a sus seos. Un paso más allá es la conversión
museo también exige una nueva dis- carencias de servicios y espacios (y todo del museo en lo que denominamos «mu-
tribución del espacio. Poco a poco las ello sin tener en cuenta el elevado pre- seo-almacén»; se trata de museos que se
colecciones van cediendo terreno a los cio del suelo urbano en las habituales presentan a sus usuarios como espacios
grandes espacios de acogida, a los salo- ubicaciones de los museos). La «desloca- de reserva, depósitos ordenados de bie-
nes de actos, a las aulas multimedia, a lización» de algunas instalaciones puede nes culturales, en los que el público
los espacios de descanso, a las mediate- ser una alternativa para ganar espacios puede acceder a los objetos en un con-
cas, a las tiendas, a las cafeterías y res- en la sede histórica y principal del mu- texto diferente al del discurso expositi-
taurantes, al guardarropa, a los puestos seo, aquella que el público conoce y es vo. Dos ejemplos muy distintos de este
de información, a las salas de consulta accesible y familiar para él. «museo-almacén» son dos instituciones
sobre la colección... Y todo ello es ne- Por otra parte, la experiencia en la suizas: Historisches Museum de Lucerna
cesario. gestión de obras de rehabilitación de y Schaulager, en Basilea.
Por otra parte, la conservación pre- edificios ocupados por museos, preci- El Historisches Museum de Lucerna
ventiva y la accesibilidad de las colec- samente para adaptarlos a nuevos usos (figura 1) es conocido también con el
ciones en las áreas de reserva conllevan y servicios o para ampliarlos, ha hecho nombre de Dépôt, que traduce su con-
también un aumento de las necesida- acuciante la necesidad de contar con cepto museográfico. Todo él es un alma-
des espaciales en superficie y volumen, espacios de acogida temporal de sus cén visitable por todo tipo de público,
transformándose el tradicional hacina- colecciones, que deben estar dotados que accede a la información sobre las
miento de los objetos en una disposi- de las infraestructuras adecuadas para colecciones a través de lectores de có-
ción ordenada racional y funcionalmen- asegurar la conservación y acceso a los digo de barras, que se han convertido
te. Además, la inflación de exposiciones bienes culturales. Esta necesidad ha sido en el logotipo del centro; además, una
temporales obliga a almacenar embala- cubierta en algunas ocasiones con espa- parte del museo es un almacén teatrali-
jes y soportes expositivos de todo tipo. cios poco adecuados, o con inversiones zado en el que actores acompañan a los
El resultado de esta situación es evi- muy elevadas y poco rentables para una visitantes en su recorrido. Muy diferente
dente: si el museo no puede crecer físi- instalación provisional, y, cuando no ha es el modelo que representa Schaulager,
camente en su ubicación tradicional, o sido posible una alternativa, sometiendo una institución privada que custodia
sólo muy limitadamente, y si las nece- a las colecciones a riesgos innecesarios una colección de arte contemporáneo
sidades espaciales crecen, sólo se pre- en la «convivencia» con una obra de re- accesible al público mediante una expo-
sentan dos alternativas: o el museo se habilitación arquitectónica. sición temporal cuatro meses al año, y
traslada a una nueva ubicación con más Este panorama es común al mundo de acceso restringido a profesionales del
espacio disponible, o el museo debe de los museos a nivel internacional y ha arte contemporáneo en sus instalaciones
«deslocalizar» algunas de sus instalacio- conducido a la creación de centros de modulares de almacenes; en estos mó-
nes, para situarlas en espacios más ge- conservación y tratamiento de coleccio- dulos las obras «se exponen» a los exper-
nerosos y modernamente equipados. nes externos a los propios museos, que tos sin la mediación de la museografía,
De todos son conocidos casos en asumen diferentes funciones y adoptan con todos los controles ambientales y de
los que se han abordado ampliaciones diversos modos de gestión en función seguridad de un depósito de obras de
de sedes históricas de museos estatales de los museos a los que sirven. A con- arte. Esta dialéctica entre lo abierto y lo
(como las recientes del Museo Nacional tinuación, expondremos algunos mo- cerrado, la exposición y el almacén, se
del Prado o del Museo Nacional Co- delos y características de estos nuevos aplica al propio diseño arquitectónico
legio de San Gregorio, antiguo Museo tipos de espacios de almacenamiento y de un espectacular edificio de Herzog
Nacional de Escultura), y también casos conservación de colecciones. y De Meuron.
de traslado a nuevas sedes que permi-
ten ampliar espacios y servicios (como
el Museo de León o el Museo Nacional El museo-almacén Almacenes y centros de
de Arqueología Subacuática), pero estas conservación externos al servicio
soluciones no siempre son posibles. El La primera innovación importante res- de un único museo
cambio de sede de un museo es una pecto al concepto tradicional de espa-
operación que hay que reflexionar dete- cios de reserva de los museos fueron los Como solución a la ya comentada falta
nidamente, ya que la identidad de la ins- almacenes visitables en la sede principal generalizada de espacio en los edificios
titución generalmente está muy ligada a de la institución, con muchos ejemplos de los museos, que suelen estar situados
un edificio, a una ubicación, a la per- en el ámbito museístico internacional en zonas urbanas con elevado precio
tenencia a un circuito determinado que desde los años ochenta, accesibles con del suelo, desde mediados de los años
le proporciona su público, y no siem- diferente grado de restricciones a los noventa del siglo XX, y especialmente en
pre un traslado a un moderno edificio distintos tipos de usuarios de estos mu- este primer decenio del siglo XXI, hay

234
numerosos ejemplos de proyectos de las actividades de exposición, ligadas al
construcción o rehabilitación de edifi- público, que se mantienen en el edificio
cios externos, frecuentemente alejados histórico, en el centro de la ciudad, y las
de la sede principal del museo, para si- actividades deslocalizadas de gestión,
tuar almacenes y otros servicios relacio- conservación, documentación y estudio
nados con sus colecciones. de las colecciones. Si el museo no puede crecer
Estas nuevas sedes, situadas en zo- Podemos citar numerosos ejemplos físicamente en su ubicación
nas periféricas con menor coste del sue- de museos que, más allá de la gestión tradicional y si las
lo, tienen las ventajas de un menor coste de un almacén externo, han puesto en necesidades espaciales
económico y una mayor disponibilidad funcionamiento centros para la conser- crecen, sólo se presentan
de espacio que puede aprovecharse vación y documentación de sus colec-
dos alternativas: o el museo
para obtener una mayor funcionalidad. ciones, en estrecha relación con su sede
Lógicamente, la distancia física supone principal. En España dispone de este se traslada a una nueva
un claro inconveniente para el funciona- tipo de instalaciones, por ejemplo, el ubicación con más espacio
miento cotidiano de la institución, que Museo de la Ciudad de Barcelona, con disponible, o el museo debe
debe ser compensado con instalaciones dos edificios contiguos para almacena- «deslocalizar» algunas de sus
modernas, adaptadas específicamente a miento y tratamiento técnico de las co- instalaciones, para situarlas
las necesidades de seguridad, conserva- lecciones en la zona franca de la ciudad
en espacios más generosos y
ción y documentación de las coleccio- (figura 2). Además este centro propor-
nes; es decir, con una mayor funciona- ciona un importante servicio a los ar- modernamente equipados
lidad y servicios suplementarios a los queólogos que deben depositar en él
que pueden ser alcanzados en las sedes los materiales de excavación y pueden
históricas de los museos. Además, debe contar con instalaciones adecuadas para
asegurarse una fluida relación entre am- su lavado, documentación y estudio.
bas sedes, con servicios de transporte de En el ámbito europeo hay otros ejem-
personas y bienes culturales, así como plos como el del Deutsches Historisches
adecuadas líneas de comunicación de Museum de Berlín en Spandau, el Tate
información. La gestión cotidiana debe
organizarse con un acceso a las colec-
ciones programado, con el fin de renta-
bilizar los desplazamientos del personal
con objetivos bien definidos. La relación
con las colecciones y el sistema de tra-
bajo se modifican.
Habitualmente estos edificios son
muy funcionales y se organizan en rela-
ción con su actividad interna al servicio
del museo, sin una proyección externa
que vaya en detrimento de la seguridad
de las colecciones. Por otra parte, las he-
rramientas documentales informatizadas
en red permiten trabajar sin un contac-
to cotidiano con los objetos, realizando
ciertas operaciones a distancia. La exter-
nalización no se limita exclusivamente
a las colecciones en reserva, sino que
puede referirse también a otras tareas
técnicas del museo, al almacenamiento
de mobiliario museográfico, la docu-
mentación, la atención a investigadores
o la investigación propia del museo, los
talleres de conservación...
En definitiva, esta configuración está
creando un modelo bipolar: por un lado, Figura 2. Almacenes externos del Museo de la Ciudad de Barcelona. Foto: Carmen Rallo.

235
Store en la periferia de Londres, el del
Musée des Arts et Métiers de París en
Saint Denis, o el Musée des Civilisations
de l’Europe Méditerranéenne (MUCEM)
en Marsella. El centro de Spandau, ubi-
cado en unas antiguas instalaciones mi-
litares a 25 km de la sede principal del
Deutsches Historisches Museum de Ber-
lín, sirve principalmente como espacio de
almacenamiento y como talleres de man-
tenimiento, embalajes y soportes exposi-
tivos del museo. Características similares
presenta el Tate Store, que sirve de alma-
cén a las colecciones de las cuatro sedes
de la institución en unas naves industria-
les preexistentes a las afueras de Londres.
Ambos centros no son visitables, aunque
está prevista la ampliación del Tate Store
en 2012, incorporando talleres de restau-
ración y espacios para atención al públi-
co visitante. Un concepto más ambicioso
representa el centro de gestión de colec-
ciones del Musée des Arts et Métiers de
París a unos 6 km de distancia, en Saint Figura 3. Sammlungszentrum de los Museos Nacionales de Suiza. Vista del edificio de conservación
Denis. Se trata de unas instalaciones de desde el edificio administrativo. Foto: Eva M.ª Alquézar.
nueva construcción, dotadas de zonas de
almacenamiento así como de espacios y
equipamientos para el tratamiento de las colecciones no expuestas de una institu- responsable que garantice el buen fun-
colecciones y su consulta por investiga- ción museística es hacerlo en un centro cionamiento y la coordinación de activi-
dores. Dispone de laboratorios de analí- externo especializado en esta función, dades de cada museo en el centro.
tica y fotografía, talleres de restauración un centro que reúna instalaciones ade- Este tipo de centros ha comenzado a
y de mantenimiento, así como de un es- cuadas para el almacenamiento y trata- surgir en Europa en los últimos años, pa-
tudio fotográfico. Por otra parte, se trata miento técnico de bienes culturales, así ralelamente a la proliferación de centros
de un centro abierto al público mediante como personal experto en estas tareas. de gestión de materiales arqueológicos,
visitas temáticas monográficas en gru- De este modo se optimiza la respuesta a como respuesta a la necesidad de espa-
pos. Por su parte, el nuevo MUCEM de una necesidad de un museo integrándola cio en los museos para asegurar su nuevo
Marsella va a disponer de un centro de en una problemática patrimonial global. rol social, así como a las exigencias técni-
conservación, un edificio específico para Se trata de reunir las reservas de cas cada vez más importantes en cuanto
albergar las colecciones en reserva, así distintos museos, de definir espacios y a los equipamientos de almacenamiento,
como los espacios para documentación servicios comunes a los museos de una conservación, investigación y documen-
y conservación, para atención a investi- determinada colectividad, e incluso a ins- tación de las colecciones. Los centros de
gadores y para recibir visitas del público tituciones culturales de distinto carácter colecciones pueden acoger bienes cultu-
a una selección de las colecciones alma- (museos, archivos, depósitos de mate- rales de varios museos, aunque con fór-
cenadas, mientras que el museo se va a riales arqueológicos...). En estos casos mulas de gestión y organización funcio-
ubicar en otro edificio. Se concibe como son fundamentales la delimitación de las nal muy diferentes en cada caso.
un centro logístico para la puesta en va- competencias de cada una de las institu- En este sentido, podemos destacar
lor y la difusión del patrimonio. ciones y la definición de los sistemas de tres modelos distintos: el representado
trabajo concertados, teniendo en cuenta por los museos municipales de Marsella;
que no solamente se comparte espacio, el de los museos de Saint Étienne y el
Centros de colecciones al servicio sino también servicios y personal. Estos Centro de Conservación Patrimonial de
de un conjunto de museos nuevos centros pueden incluso tener una Vejle, en Jutlandia (Dinamarca), y, por úl-
identidad propia, distinta a la de las ins- timo, el centro de colecciones de los mu-
Otra opción a la hora de emplazar y or- tituciones de origen, una gestión admi- seos nacionales suizos en Albis, localidad
denar la conservación y custodia de las nistrativa independiente, contar con un cercana a Zurich.

236
El CCME se concibe como
una institución con entidad
propia, de titularidad estatal,
dependiente en su gestión de
la Subdirección General de
Museos Estatales, que aspira
a convertirse en un centro
multifuncional al servicio de
los museos estatales y de la
futura Red de Museos de
España, orientado a la
conservación, documentación,
investigación y difusión de
sus colecciones

Figura 4. Sammlungszentrum de los Museos Nacionales de Suiza. Instalaciones de almacenamiento.


Foto: Isabel Izquierdo.

Los museos del municipio de Marse- porciona espacios de almacenamiento y


lla ya han prescindido de sus espacios servicios de conservación (está instala-
de almacenamiento tradicionales, com- do el centro de restauración regional) a
partiendo instalaciones y servicios de ocho museos del condado en un polígo-
conservación en la antigua fábrica de ta- no industrial a 15 km de Vejle.
bacos de la ciudad, que alberga además Un concepto diferente representa el
el centro de conservación de la región de Sammlungszentrum (centro de coleccio-
Marsella y los archivos municipales de la nes) de los Museos Nacionales de Suiza
ciudad. Los almacenes están sectorizados (figuras 3 y 4), ubicado en unas antiguas
por formatos y necesidades de conser- instalaciones militares en Albis, a 20 km
vación de las colecciones, si bien cada de Zurich. Dependiente de la Dirección
museo se hace cargo de la gestión de sus General de Museos Nacionales de Suiza,
colecciones bajo la coordinación de un unifica colecciones de ocho museos na-
pequeño equipo que rige el centro. cionales con un concepto de colección
A diferencia del caso de Marsella, en única en cuanto a gestión, almacena-
Saint Étienne tres museos de dos admi- miento, conservación, documentación,
nistraciones distintas comparten espacios investigación, préstamo de obras... Las
de almacenamiento y servicios comunes colecciones (más de 600.000 objetos) se
en una nave industrial y en la antigua almacenan según sus formatos, materia-
manufactura de armas de la ciudad, aun- les y necesidades de conservación y se
que cada museo dispone de su sector. realiza una gestión unificada de funcio-
Han puesto en marcha protocolos de nes y servicios. Por ejemplo, se ha re-
actuación y coordinación para rentabili- unido en el centro todo el personal de
zar espacios y servicios. La sectorización restauración de los museos nacionales,
por museos también se ha impuesto en que ahora prestan en él sus servicios de
el caso del Centro de Conservación Pa- investigación en conservación y su apli-
trimonial del condado de Vejle, que pro- cación con toda la colección. El centro

237
también dispone de plató fotográfico, las colecciones de los museos estatales ca. El Informe Propuesta para un Centro
biblioteca, un servicio de atención a in- que así lo precisaren. de Colecciones de Museos Estatales fue
vestigadores, y es visitable por grupos en Pero ha sido en 2007 y 2008 cuando presentado al Director General de Bellas
determinados días establecidos para la han confluido varias circunstancias que Artes y Bienes Culturales en septiembre
visita pública. han impulsado la búsqueda de una solu- de 2008. En este se proponían distin-
A la vista de todos estos modelos, ción definitiva a esta problemática. Por un tas alternativas para la búsqueda de una
podemos afirmar con Roland May que lado, el Museo Nacional de Artes Deco- ubicación y, felizmente, en diciembre de
«la demanda de almacenes obedece a rativas, que hace ya bastante tiempo ha 2008 surgió la oportunidad de adquirir
nuevas exigencias, integra nuevas fun- sobrepasado la capacidad de sus espacios un inmueble localizado en un polígono
ciones e incita a proponer nuevos con- de reserva, se ve obligado a ir cerrando industrial de San Fernando de Henares,
ceptos, con el fin de conjurar la imagen sus salas de exposición para almacenar propiedad de FOGASA (Fondo de Ga-
de Cueva de Alí Babá, demasiado pre- sus colecciones, y reclama un almacén rantía Salarial del Ministerio de Trabajo e
sente todavía en la conciencia colectiva» externo temporal, en tanto se decide un Inmigración) y construido como almacén
(May, 2005: 109). Después de la gran ola posible cambio de sede del museo. Por de logística de Galerías Preciados en 1972
de renovación de los espacios públicos otro lado, el Museo Arqueológico Nacio- por los arquitectos José Antonio Corrales
de los museos en los años ochenta, son nal, que se encuentra inmerso en obras de y Ramón Vázquez Molezún (figura 5). El
los espacios de servicios internos los que remodelación total del edificio de la calle Ministerio de Cultura adquirió el inmueble
están suscitando más reflexiones en los Serrano, se ha visto obligado a trasladar y en abril de 2009 la Subdirección General
últimos años, especialmente en Francia, una gran parte de su colección a unas de Museso Estatales ha trasladado a la Ge-
donde los almacenes externos de los mu- naves del Ministerio de Cultura en Alcalá rencia de Infraestructuras y Equipamien-
seos son uno de los temas más candentes Meco, que aunque han sido acondiciona- tos el programa de necesidades arquitec-
de la actualidad museológica. La externa- das, no cumplen con los requisitos de es- tónicas del CCME, redactado después de
lización de las reservas y la conservación tabilidad medioambiental y accesibilidad numerosas reuniones de reflexión sobre
preventiva son el lugar común en el que para la gestión de colecciones que serían la misión y planteamiento conceptual del
confluyen estas reflexiones. Buena mues- deseables. Y por último, la división de las centro, y con la colaboración de técnicos
tra de ello es que entre 2000 y 2005, el colecciones del Museo del Traje para dar de conservación del Museo Nacional de
80% de los proyectos de almacenes en lugar a dos nuevos centros (el Museo Na- Artes Decorativas, Museo Arqueológico
museos franceses fueron de almacenes cional de Etnografía, en Teruel, y el Centro Nacional y Museo del Traje. CIPE.
externos, de los cuales un 80% perma- Nacional de la Moda, en Madrid), precisa- El edificio, que será compartido con
nentes y un 20% temporales. rá de un espacio específicamente acondi- unos nuevos depósitos del Archivo His-
cionado para conservar las colecciones et- tórico Nacional, presenta unas magníficas
nográficas en caso de que el desalojo del condiciones de accesibilidad para vehí-
El Centro de Colecciones edificio de la avenida Juan de Herrera de culos de transporte y circulación interna
Madrid se anticipe a la remodelación del de colecciones, además de un espacio
de Museos Estatales
inmueble turolense que acogerá el nue- suficiente y muy versátil para su adapta-
vo museo y, en todo caso gran parte de ción a CCME.
El arranque del proyecto las colecciones de indumentaria, ya que
el espacio del Matadero de Legazpi en el
Coincidiendo con esta transformación que se ubicará el Centro Nacional de la El planteamiento conceptual
de los espacios tradicionales de reserva Moda contará con un espacio de reservas del CCME
de los museos y proliferación de nuevos mínimo.
centros de conservación en Europa, las La Subdirección General de Museos El CCME se concibe como una institu-
necesidades ya expuestas en relación Estatales inició la redacción de una pro- ción con entidad propia, de titularidad
con la carencia de espacio en los museos puesta de creación de un Centro de Co- estatal, dependiente en su gestión de la
estatales para ofrecer los servicios que la lecciones de Museos Estatales a partir de Subdirección General de Museos Estata-
sociedad está demandando, así como la las necesidades detectadas y del cono- les, que aspira a convertirse en un centro
coyuntura de las obras de remodelación cimiento del panorama europeo en esta multifuncional al servicio de los museos
integral que los edificios que albergan materia, adquirido a partir de la asisten- estatales y de la futura Red de Museos de
los museos estatales están experimentan- cia a dos seminarios especializados sobre España (en adelante RME), orientado a
do, la Subdirección General de Museos almacenes externos en Francia (Marsella, la conservación, documentación, investi-
Estatales lleva unos años barajando la octubre de 2007; París, marzo de 2008) y gación y difusión de sus colecciones, de
posibilidad de disponer de instalaciones mediante una serie de visitas a los cen- un modo complementario a las funcio-
capaces de albergar y tratar de un modo tros más destacados en España, Francia, nes que realizan los propios museos. Al
adecuado, temporal o permanentemente, Alemania, Suiza, Reino Unido y Dinamar- mismo tiempo, presenta una dimensión

238
Figura 5. Edificio del futuro Centro de Colecciones de Museos Estatales, de los arquitectos J. A. Corrales y R. Vázquez Molezún (1972). Foto: Leticia de Frutos.

pública, al ser un centro con proyección servación preventiva y restauración servicio de las colecciones ubicadas
social, permeable a distintos tipos de complementarios a aquellos de los en el centro, contará con un estudio
usuarios y visible para la sociedad. La mi- que disponen los museos estatales fotográfico que facilite las tareas do-
sión del CCME se articula en cinco ejes: (cámaras de desinsectación, cuarente- cumentales.
– Almacenamiento, estable o coyuntu- na, laboratorios), dotados de útiles de – Centro de investigación sobre museo-
ral, de colecciones de los museos esta- última tecnología. Además, servirán de logía y patrimonio, con sus propias
tales y de la RME. Dispondrá de áreas apoyo a campañas extraordinarias de líneas de investigación y colaboracio-
de reserva sectorizadas de acuerdo a conservación-restauración de coleccio- nes en proyectos de museos y otras
la tipología, formato y necesidades de nes, evitando la salida de las mismas instituciones.
conservación preventiva de las colec- a instalaciones ajenas al Ministerio de – Proyección pública de la misión y ac-
ciones, así como áreas versátiles para Cultura. tividad del centro, en tres direcciones
adaptarlas a las necesidades coyuntu- – Centro de documentación de los mu- distintas: hacia el personal técnico de
rales de los museos cuya situación y seos estatales y de la RME. El CCME los museos estatales y de la RME, hacia
ubicación geográfica hagan aconseja- liderará proyectos de gestión de infor- el usuario investigador, y hacia el gran
ble un traslado temporal a este cen- mación sobre las colecciones de los público.
tro. El CCME dispondrá igualmente de museos estatales y la RME, no sólo
módulos de almacenamiento para su de las almacenadas en el centro, ac- Así, el CCME deberá satisfacer las nece-
alquiler y contará con un servicio de tuando como coordinador y difusor sidades que, en lo relativo a almacena-
registro, manipulación y transporte de de estos proyectos. El CCME actuará miento de colecciones, afectan hoy en
colecciones que asegure la logística igualmente como centro de preserva- día a los museos estatales y a los inte-
habitual del centro. ción de todas las imágenes digitales grantes de la RME, aunque la idea de
– Conservación y restauración de es- generadas por los museos, pudiendo almacén como mero depósito de colec-
tas colecciones. El CCME dispondrá ofrecer un servicio de suministro ex- ciones se sustituirá por un nuevo con-
de servicios y equipamientos de con- terno de estas imágenes. Además, al cepto: un centro de recursos, concebido

239
en función de las necesidades específicas bilidad y acceso a los objetos por in- nido una gran dificultad, debido a que
de las colecciones, que no sólo ayudará vestigadores y público. en él van a confluir funciones y servi-
a liberar espacio en los museos para un – Conservación: estabilidad medioam- cios existentes en cualquier museo, con
mayor aprovechamiento por el público, biental, control de iluminación, polu- otras características que lo particulari-
sino que permitirá extraer de las colec- ción, plagas y sistemas de limpieza, y zan y complican la organización de es-
ciones en reserva un mayor rendimiento condiciones de almacenamiento ade- pacios y circulaciones del edificio. Estas
social, articulado en tres ámbitos: cuadas a las colecciones. características particulares, además de
– La puesta en marcha de un centro de – Seguridad ante el robo, inundación e las grandes dimensiones de los espa-
conservación, documentación e inves- incendio principalmente, así como un cios de almacenamiento, residen espe-
tigación, que trabajará en la recopila- plan de emergencias. La calidad de los cialmente en los muy distintos tipos de
ción de información y la generación de servicios deberá ser un sistema evo- usuarios y niveles de accesibilidad del
conocimiento sobre los museos y sus lutivo y correctivo que se vaya adap- centro.
colecciones. Este conocimiento se di- tando y mejorando desde el momento Hay que tener en cuenta que, además
fundirá a los profesionales de museos de la planificación inicial del CCME y del personal técnico, de mantenimien-
y al público por diferentes vías (cursos a lo largo de su funcionamiento como to y servicios propios del centro, por el
de formación, publicaciones, acceso centro de conservación y difusión de mismo tendrá que circular el personal de
web a sistemas de información...). colecciones. Conseguir que este plan- los museos cuyas colecciones alberga el
– La prestación de un servicio de aten- teamiento conceptual sea una realidad CCME, con las limitaciones que se esta-
ción a investigadores, que les facilitará exige la formación de un grupo de tra- blezcan, el personal investigador y, sobre
el acceso a los bienes culturales, tanto bajo que, durante el periodo de ges- todo, el público general que, con la de-
físico como a toda la información rela- tión, proyección y ejecución de la obra bida acreditación y control, tendrá acce-
cionada, al archivo documental y a los de rehabilitación del edificio, elabore so a gran parte de las áreas que en los
fondos de una biblioteca especializada el Plan Museológico del CCME, que re- museos suelen ser estrictamente internas.
en museología. coja la programación de cada una de Por último, la existencia de módulos para
– La proyección pública de la conserva- sus líneas de desarrollo para alcanzar alquiler implica la planificación de circu-
ción y promoción de los bienes cultu- los objetivos. Se propone el desarrollo laciones de colecciones y usuarios exter-
rales de los museos y de la actividad de los siguientes programas: programa nos, que dispondrán incluso de su pro-
del centro, articulada mediante una institucional; programas de coleccio- pio muelle de carga y descarga y zona de
página web y a través de visitas públi- nes: protocolo de admisión de bienes, recepción de obras.
cas a los diferentes espacios internos, documentación, investigación y con- En resumen, se ha propuesto una orga-
con el fin de fomentar el conocimiento servación; programa de presentación nización de los algo menos de 49.000 m2 so-
de la labor desarrollada al servicio del de colecciones; programa de difusión y licitados para la instalación del CCME den-
patrimonio museístico de los museos comunicación; programa de seguridad; tro del edificio, en función de las siguientes
estatales y de la RME. El CCME se con- programa de logística y transporte; pro- áreas (figura 6):
cibe como una institución que prestará grama de recursos humanos; y progra- – Áreas públicas, con o sin bienes cultu-
servicios de calidad en función de un ma de recursos económicos. El progra- rales (como la sala de exposición o el
conjunto de criterios definidos básica- ma arquitectónico ha sido el primero área de acogida, el salón de actos, la
mente según los principios de la con- en desarrollarse, una vez reflexionado sala polivalente, la biblioteca o la ca-
servación preventiva, pero respondien- y plasmado el planteamiento concep- fetería, entre otros, susceptibles de ser
do a la necesidad de permitir al mismo tual del CCME. Ha sido necesario an- visitadas por los usuarios libremente).
tiempo el acceso y la difusión de las ticipar su elaboración como base del – Áreas internas visitables, con bienes
colecciones y su conocimiento. Estos pliego de prescripciones técnicas para culturales (como las áreas de recep-
criterios, siguiendo a Rémy (1999: 30- la contratación de la redacción del pro- ción de bienes culturales, las grandes
34), son los siguientes: yecto arquitectónico de rehabilitación áreas de almacenamiento de coleccio-
– Funcionalidad: adecuación a las nece- del edificio de San Fernando de Hena- nes, el área de conservación y restau-
sidades de los usuarios (museos, in- res para su uso como Centro de Colec- ración, zona de consulta del archivo
vestigadores y público). ciones de Museos Estatales. documental, plató fotográfico, entre
– Accesibilidad: acceso de vehículos, otros, susceptibles de ser visitadas por
circulación de colecciones desde y usuarios con acreditación o en visitas
hacia el exterior, y en el interior de las El programa arquitectónico concertadas).
áreas de reserva, acceso a los objetos del CCME – Áreas internas no visitables, sin bienes
en las unidades de almacenamiento. culturales (como el área de documen-
– Consulta: localización, identificación y La plasmación de las necesidades en tación o el área de administración, en-
conocimiento de las colecciones; visi- materia de arquitectura del CCME ha te- tre otras).

240
Entre todos los espacios definidos en el
programa arquitectónico, los que más
pueden significarse por su importancia
y envergadura son las dos áreas de re-
cepción de bienes culturales (1.750 m2) y
los espacios de almacenamiento (más de
35.000 m2), organizados en módulos en
función de los tipos de colecciones que
pueden albergar y dotados de sistemas de
regulación de las condiciones medioam-
bientales independientes. Para la organi-
zación de estos módulos se han tenido en
cuenta las previsiones de necesidades de
almacenamiento de los museos estatales
gestionados por la Subdirección General
del Museos Estatales, reservándose mó-
dulos vacíos para su equipamiento según
las necesidades futuras de los museos de
la RME (12.000 m2). Las áreas de reserva
también contarán con espacios para tareas
de investigación, documentación y acceso
a las colecciones.

Algunas cuestiones
para la reflexión y el debate

Como hemos planteado en las páginas


precedentes, el proyecto del CCME
parte de una necesidad y de la expe-
riencia ya avanzada por otras admi-
nistraciones museísticas en el ámbito
internacional. Pero las circunstancias
de los museos y los nuevos centros de
reservas externas de referencia son di-
versas, permitiendo plantearse distin-
tas alternativas para la concepción y
gestión del CCME.
En primer lugar, parece incuestio-
nable que el CCME debe contar con
una dirección y una plantilla de perso-
nal para atender los diversos servicios
que ofrecerá a los museos (técnicos de
museos, conservadores-restauradores,
documentalistas, bibliotecarios, archi-
veros, fotógrafos, técnicos de manteni-
miento, personal para manipulación de
colecciones, conductores...), aunque la
dimensión y perfil de esta plantilla de-
penderá del tipo de gestión realizada;
a saber, una mera gestión de espacios
e instalaciones, de control de accesos,
de mantenimiento (dejando al personal
de los museos el control, movimiento y

241
gestión de los bienes culturales), o una comunidad museística que además pue-
auténtica gestión de colecciones desde de ayudar al mantenimiento del propio
el centro. Ejemplos de ambas posibili- centro.
dades hemos citado más arriba, siendo Cuestión distinta es un planteamien-
ambas válidas y posibles, si bien parece to de CCME que, más allá de la custo-
que un control de la gestión de colec- dia física de determinadas colecciones
ciones por el CCME puede evitar pro- de museos, pueda convertirse en un
blemas de coordinación e interferencias centro gestor y difusor de información
en la utilización de espacios e instala- y conocimiento sobre las colecciones
ciones. En todo caso, será fundamental de los museos estatales y otros museos
una regulación clara y eficaz de los pro- españoles, liderando proyectos de do-
tocolos de relación entre el centro y los cumentación e investigación. En esta
museos, así como de todas y cada una línea, sugerimos que el CCME gestione
de sus gestiones cotidianas. el futuro desarrollo de las Red Digital
En relación con la cuestión de la de Colecciones de Museos de España,
El CCME podría convertirse gestión de las colecciones, se podría y que ponga en marcha proyectos de
en un centro de investigación incluso plantear la posibilidad de trans- investigación sobre colecciones, con-
sobre el patrimonio y los formar la adscripción particularizada de servación y restauración de bienes
museos, receptor y canalizador los bienes culturales a un determinado culturales, y otras áreas museológicas,
de fondos adscritos a museo en una concepción más amplia, además de acoger y facilitar los pro-
la de «colección museística del Estado», yectos de museos y otras instituciones
proyectos, si bien para ello como ya se ha hecho en los museos investigadoras. El CCME podría con-
sería necesario su reconocimiento nacionales de Suiza y se está plantean- vertirse en un centro de investigación
como Organismo Público de do en los Países Bajos, con el con- sobre el patrimonio y los museos, re-
Investigación y la dotación cepto collectie nederland (Bergevoet, ceptor y canalizador de fondos adscri-
de una personalidad jurídica que 2009); esta «colección museística», bajo tos a proyectos, si bien para ello sería
le permitiera la recepción directa la gestión y custodia del CCME, podría necesario su reconocimiento como Or-
estar a disposición de los museos y ganismo Público de Investigación y la
y la gestión de fondos otras instituciones para la celebración dotación de una personalidad jurídica
de exposiciones temporales, proyectos que le permitiera la recepción directa y
de investigación..., así como incremen- la gestión de fondos.
tarse teniendo en cuenta las necesi- El debate y la toma de decisiones en
dades de la «colección» completa. Sin relación con las cuestiones planteadas es
embargo, estamos lejos todavía de esta fundamental como requerimiento previo
concepción compartida de una única a la elaboración del Plan Museológico
colección, que en Suiza ha sufrido un del CCME, que deberá desarrollarse en
complejo proceso de gestación y que paralelo al avance de la redacción y eje-
ha venido acompañado de un traslado cución del proyecto arquitectónico de
de todas las colecciones no expuestas acondicionamiento del edificio, y que
al Centro de Colecciones de Albis, así debe definir qué centro necesitamos y
como de todo el personal de conserva- queremos.
ción-restauración de los museos.
En relación con la gestión de co-
lecciones también se ha planteado en
el proyecto del CCME la posibilidad de
ceder espacios e instalaciones de recep-
ción y almacenamiento de bienes cul-
turales a entidades ajenas a los museos
estatales y a la RME que puedan pre-
cisarlas. Esta posibilidad tiene algunas
repercusiones en el programa arquitec-
tónico y puede representar algunos pro-
blemas de gestión para el CCME, pero
significa la prestación de un servicio a la

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243
Evocación
¿Museos endel museo
crisis?
Museos en cambio
Semblanzas y enseñanzas
de don Manuel Casamar,
Santiago Palomero Plaza
Museo Sefardí
o la historia extravagante de
Toledo
Clara López Ruiz
un conservador del siglo XX:
museos.es
Madrid del Trágala a Internet (I)
Santiago Palomero Plaza es doctor en En el mes de diciembre de 2009 pudimos algunos textos, de sus propias memorias
Prehistoria y Arqueología por la Universidad realizar varias entrevistas en la Biblioteca personales inéditas que, con su prover-
Autónoma de Madrid (2004). Ha sido del Museo Nacional de Artes Decorativas bial generosidad, nos ha permitido con-
director del Museo de Cuenca y del a don Manuel Casamar. Una gran mesa sultar. El interés radica, aparte de en la
Museo de Segóbriga, así como de diversas
redonda, una grabadora y un ambiente profesionalidad multifacética ya conoci-
excavaciones arqueológicas. Funcionario
de tertulia de rebotica, como la que hacía da del entrevistado, en poder recorrer
del Cuerpo Facultativo de Conservadores
de Museos desde 1995, ha desempeñado
en la Alhambra en su juventud, eran un con él una parte sustanciosa de la his-
el cargo de Subdirector del Museo Sefardí escenario perfecto para seducir al decano toria de los museos en España, en una
(Toledo) cuyo montaje mereció el Premio de los conservadores de España para que época en que las aventuras culturales
de la Real Fundación de Toledo y la nos contara su historia y sus historias. To- eran una auténtica epopeya.
nominación como «Museo Europeo del dos y cada uno de los días se presentó No ha sido tarea fácil, porque su espíritu
Año 1995». Desde el año 1992 es inmaculadamente vestido con traje y con rebelde a los posibles homenajes (here-
Académico Correspondiente en Toledo de corbata a juego, y en vez de disimular su dado de su maestro don Manuel Gómez
la Real Academia Conquense de Artes y edad, se acompaña con un bastón que Moreno) se ha resistido numantinamen-
Letras, y en 1995 es nombrado Patrono de le da casi un aire de viajero permanente te a un género que detesta. Resumiendo,
la Real Fundación de Toledo. Ha publicado
del Grand Tour (figura 1). Casamar tie- todavía a sus casi noventa años, Casamar
numerosos artículos en materia de
ne una cabeza casi perfecta, por dentro es mucho Casamar y hemos tenido que
arqueología, museología y patrimonio.
Entre 2007 y 2010 fue Subdirector General
porque le cabe todo lo que sabe, y por urdir una cierta trama con amigos, nues-
de Museos Estatales del Ministerio fuera, porque sus facciones son las de la tros y suyos, formada por Paloma Acuña
de Cultura y en la actualidad es Director del sabiduría. Luce una cabellera blanca muy y Jesús Carrobles de la Real Fundación
Museo Sefardí. cuidada; su gesto serio de sabio es com- de Toledo, para que, poco a poco, fuese
santiago.palomero@mcu.es patible con una fina ironía; sus facciones accediendo a la entrevista y sobre todo
y sus arrugas son muy elegantes y serían a que nos permitiese grabarla, ya que
Clara López Ruiz es licenciada en Historia del el sueño de cualquier retratista. Sus la- el primer día se negó en redondo. El
Arte y D.E.A. en Prehistoria y Arqueología por bios se mueven con la precisión de un peso de la entrevista lo llevamos Clara,
la Universidad Autónoma de Madrid, donde tenor, sólo para decir lo justo. Podíamos la secretaria de redacción de la revista
lleva a cabo su tesis doctoral. Ha desarrollado estar entrevistando a Séneca o a Cicerón, museos.es, un servidor, y uno más, Bru-
su trayectoria profesional en la UAM como mientras este podaba libros-rosas en su no, que estaba en la placenta materna
personal investigador y, desde el año 2005, jardín de una villa en el suburbium de de Clara, oyendo a uno de los últimos
es la secretaria de redacción de la revista
Roma. No pierde nunca la compostura, sabios integrales que quedan vivos. Me
museos.es. Ha participado en proyectos de
pero de vez en cuando golpea levemente sorprendió mucho la ternura de Ca-
investigación sobre arqueología y género, tema
sobre el que ha publicado diversos artículos.
con su mano en la mesa, para aseverar samar con ese nasciturus y la lección
ideas o con más energía para criticar algo increíble que estaba recibiendo Bruno
clara.ruiz@mcu.es
que le incomoda. En suma, un hombre de un viejo sabio que podía cantar com-
muy atractivo y elegante. pleto el Trágala en la era de Internet.
Transcribimos aquí el resultado de Espero que los lectores disfruten de esta
esas conversaciones con el añadido de humilde lección de un sabio («todos los

246
No vive en una casa
normal porque, como Borges,
él es también su biblioteca
de casi 200 m2 y con más
de 50.000 ejemplares
repartidos por todo hueco
existente en su hogar

Figura 1. Don Manuel Casamar y Santiago Palomero durante la entrevista el 10 de diciembre de 2009.

sabios lo son» Casamar dixit) de los que de exponer, cuando los conservadores Alcalá de Henares-Aranjuez
saben, entre otras cosas, latín de verdad. de museos españoles eran muy conser- (1920-1936):
El modo de abecedario de esta sem- vadores; abierto a la ciudad del museo
blanza es en realidad un diccionario al- en el que trabajaba frente a la tenden-
Infancia y adolescencia
fabético y vital de las ciudades por las cia de otros compañeros de encerrarse
que él pasó y de las que pasaron por él, en su museo y en sus piezas; exquisito Una infancia feliz a pesar de las dificul-
porque se trata de una persona dúctil y en el trato con los anticuarios, pero muy tades de la época. Así podríamos resu-
cariñosa, que se deja querer inmediata- firme en la defensa del patrimonio espa- mir «los felices años veinte» del niño Ma-
mente, pero que no deja indiferente a na- ñol, aunque se ganara algunos silbidos nuel Casamar, Manolito para todos en
die, porque dice lo que piensa y lo que cuando levantaba la mano para ejercer aquellos tiernos años.
siente. Es un gran amigo de sus amigos el derecho de tanteo o retracto en las su- Cuando le preguntamos su primer
y de sus presuntos enemigos habla muy bastas. recuerdo de la infancia no tiene ninguna
poco. Es paradójico y sorprendente; por No vive en una casa normal porque, duda: «El primer recuerdo que tengo es
ejemplo, aunque es de tendencia conser- como Borges, él es también su bibliote- el de la casa donde nací, en la pequeña
vadora en algunos aspectos, incluido el ca de casi 200 m2 y con más de 50.000 calle de Bustamante de la Cámara, entre
político (herencia de la disciplina militar ejemplares repartidos por todo hue- las plazas Mayor y San Diego, de Alcalá,
de su padre), sin embargo es absoluta- co existente en su hogar. Generoso ya de un balcón, la escalera muy empinada
mente progresista y casi rebelde en otros. la ha donado, en gran parte al Centro y un gato. Debo tener dos años escasos».
Transitó sin problemas con el franquismo Juan de Mariana de Toledo, así como a Así de preciso será siempre Casamar
porque es un hombre de orden, a pesar la propia biblioteca del Museo Nacional a lo largo de la entrevista, una memo-
de ser un hijo espiritual de la Institución de Artes Decorativas donde hacemos la ria prodigiosa y ninguna duda. Sólo por
Libre de Enseñanza, de la que se declara entrevista. En suma, si tuviésemos que curiosidad, inquirimos sobre el segundo
ferviente admirador; católico y creyente resumir en una frase su bonhomía, no recuerdo, para ver si lográbamos poner
en plena «poscruzada» era firme defensor estaría mal la que dio Valle Inclán para tanta certeza en algún aprieto; este fue
del Concilio Vaticano II y nada amigo del el Marqués de Bradomín: hombre de or- el resultado: «El segundo recuerdo es en
Opus entonces tan de moda entre gen- den, católico y sentimental, pero quizás Madrid, y estoy en una habitación gran-
tes del poder; vanguardista en la forma en orden inverso. de iluminada por una puerta vidriera

247
Los buenos conservadores de
museos deben ser grandes
contadores de historias
porque tienen el deber
de apasionar a sus públicos
con lo que han logrado
aprehender antes del estudio
de sus colecciones; somos
los conservadores de museos
los que damos la voz, la luz y
la palabra a las piezas

Figura 2. Fotografía de la familia Casamar en el estudio fotográfico de la calle del Pez.


Don Manuel Casamar de niño, detrás, con melena y encaje.

por la que se ven árboles, tumbado so- mi vida...» (figura 2). Como no podíamos
bre una camilla pataleando... según me acabar de creernos tanta memoria, du-
contó mi madre se trataba del Instituto damos como Santo Tomás y por tercera
Antidiftérico, y me estaban inyectando vez probamos pidiéndole si se acordaba
la vacuna». Como es lógico no seguimos de dónde estaba el estudio. Respuesta
por ese camino y a partir de entonces le sin vacilar: «En la calle del Pez, esquina
dejamos que dijera lo que le diera la real San Bernardo, en el último piso». A esas
gana, pero con un cierto orden cronoló- alturas del inicio de partido ya íbamos
gico para no perdernos. Casamar 3 - Palomero&Clara 0, así que
La luz y los árboles, la naturaleza y no abundamos más en toda la entrevista
unas ciertas maneras de abordar la be- por si caía una goleada.
lleza de las obras de arte que luego for- Su padre, militar, era el secretario del
marían parte de su vida dedicada a los General Cavalcanti y con la Dictadura
museos, se atisban sin dificultad en sus de Primo de Rivera, toda la familia se
primeras percepciones. Por ejemplo, re- traslada a Aranjuez. Parece como si la
cuerda con nitidez una foto de familia, vida le llevase de vergel en vergel. Ade-
de esas que se hacían en los estudios más de la luz, el agua será otro de los
fotográficos de la época y que, como no elementos fundamentales en la vida de
podía ser de otra forma, siendo Casamar, Casamar y sobre todo su relación poste-
conserva todavía hoy, en el que la luz rior con la cultura islámica y el arte: «Y,
sobrepasa incluso el recuerdo de su ma- en Aranjuez, fue el abrirse a la luz, al
dre: «Recuerdo vagamente el vestido de color, a las plantas, al agua siempre co-
mi madre a franjas color violeta, y, por rriendo, siempre pasando. Vivíamos cer-
encima, la luz, la luz que entraba por el ca del caz –una de las acequias de riego,
techo de cristal, envolviéndolo todo. Tal la de la margen izquierda– a las afueras
vez sea la luz uno de los dominantes de de Aranjuez, cerca de Palacio y no lejos

248
de la estación». Quizás su primer atisbo casa, nos daban propaganda de la As-
de lo oriental, aunque fuese por el olor, pirina Bayer en unos libritos en colores
lo pudo tener en una cajita india de sán- contando las maravillas de sus propie-
dalo que regalaron a su madre. Aquella dades. Uno contaba, ya sabía leer bien,
caja tallada con un león (que por su- cómo los arqueólogos se la daban a la
puesto conserva) guardaba siempre su momia de Tutankamon, que resucitaba.
perfume y quizás soñara allí su posterior Por eso cuando me preguntaron qué
viaje al Cairo, aquel niño que todavía no quería ser de mayor, dije naturalmente,
sabía que iba a ser el descubridor de al- que arqueólogo».
guno de los secretos que guarda la loza Los buenos conservadores de mu-
dorada. En Aranjuez todavía se conser- seos deben ser grandes contadores de
vaba vivo ese aire de residencia de ve- historias porque tienen el deber de apa-
rano de los reyes, a modo de Alhambra sionar a sus públicos con lo que han
madrileña y parajes como el «Deleite de logrado aprehender antes del estudio
Isabel II» o las visitas en su infancia de de sus colecciones; somos los conserva-
los reyes a sus palacios estivales o los dores de museos los que damos la voz,
recreos de éstos y su corte en las fa- Figura 3. Don Manuel Casamar a la edad de 5 la luz y la palabra a las piezas. Y, por
años, hacia 1926.
lúas, aún reales, formaron parte de esa supuesto, como buen contador de histo-
infancia feliz de nuestro entrevistado: «El rias orientales, ya desde pequeño, contó
Rey llenaba la vida de Aranjuez con sus cuentos: «Uno de mis primeros cuentos
visitas y las temporadas de caballos en fue el de Aventuras Descabelladas, en
Legamarejo, en las que corría su cuadra el que todos los animales del corral ca-
como Duque de Toledo. Y la Reina Ma- pitaneados por el gallo se hacían pira-
dre también, como cuando inauguró la tas». Cosa a señalar, casi un misterio, es
nueva estación del tren, que me asom- lo «poco» que ha escrito Casamar para
braba con su esplendidez, los techos tan todo lo que sabe; queremos decir que
altos y las lámparas tan grandes». «podía» haber escrito mucho más y eso
Y además en verano podía remojarse lo sabemos bien los que conocemos su
en las fuentes y pasear por los jardines: erudición y su enseñanza permanente.
«Íbamos de la fuente de Narciso a la de Incluso cuando don Manuel Gómez Mo-
Apolo con su teatro de columnas y de la reno lo quiso llevar a la Academia de la
de Hércules a la del Niño de la Espina o a Figura 4. Fachada de la Universidad de Alcalá Historia, respondió muy humildemente
la de Baco... Íbamos a ver a los madereros de Henares desde la plaza de San Diego. a la aseveración de su maestro «Tú sa-
de los pinares de Cuenca, cuando llega- Vistas desde la ventana de la casa familiar. bes más que muchos de ellos» con un
ban por el río andando sobre los pinos, lacónico: «Sí, pero no lo he demostrado».
bajando por la presa ante el Jardín de la Naturalmente que no estamos de acuer-
Isla, que hacían descender con sus garro- millas. La ortografía la aprendió sin re- do, es la calidad y no la cantidad la que
chas hasta las serrerías de Correcher». glas, leyendo el Quijote en corro y ya muestra la obra de una persona y en eso
Otro de los privilegios de Casamar con siete u ocho años recuerda que no es difícil llegar a su altura.
niño (figura 3) fue el de ver pintar a Ru- tenía faltas. Tampoco preguntamos más Casamar niño fue un gran lector de
siñol en el Jardín del Príncipe y sobre porque ya no dudamos que es absoluta- Salgari: «La hija de los Faraones y El sa-
todo sus infinitas visitas a la Casita del mente cierto. cerdote del Templo de Ptah eran unos
Labrador: «Aún hoy, hasta en sueños, Hacia 1926, lo recuerda bien, por- libros encuadernados y con muchas
muchas veces la recorro y repaso sus sa- que fue el año de la hazaña del Plus ilustraciones que había en casa. Egip-
las, habitaciones y sus contenidos: mue- Ultra, fue cuando dijo por primera vez to colmaba mi imaginación. Me acordé
bles, objetos y tapicerías se quedaron que quería ser arqueólogo Con la misma mucho de ellos cuando viví en El Cairo».
para siempre en mi memoria». exactitud con la que Gabriel García Már- Y también leyó casi toda la obra de Julio
De la escuela de párvulos recuer- quez describía el día en que el coronel Verne y, como a Peter Pan, seguro que
da lo muy bien que aprendió a escribir Aureliano Buendía conoció el hielo, así no le hubiese importado no ser mayor
toda clase de letras: inglesa, redondilla, Casamar nos trae de su portentosa me- de lo feliz que fue su infancia. Pero tuvo
española y gótica. Estamos seguros de moria una anécdota que podría parecer suerte, porque en su vida joven, madura
que todavía hoy las puede repetir y por trivial pero que no lo es, dado que ha y adulta, siguió siempre siendo igual de
eso su letra es tan cuidada, tan aseada, acabado siendo cierta: «En la farmacia feliz que el niño que fue y que en el fon-
sin tachones, acostumbrado a usar plu- de Clotilde y Emeterio, junto a nuestra do sigue siendo. Él mismo lo dice en la

249
frase que encabezan sus memorias: «J’ai funda, en la que estaba la imprenta don- forman en estas fechas: «Con el padre
eté un enfant gaté de toute ma vie. Et de se hizo la Biblia Políglota y lo que Andrés (figura 5) aprendimos a formu-
j’en reste encore. Porque he sido siem- esta significaba: «Y nos fuimos a Alcalá. lar –aún me sé los cuerpos simples y los
pre muy querido». Y es verdad. Y un ras- Con el río y los montes tan cerca y unas símbolos– y hacíamos prácticas en el
go más del niño Manolito, el orgullo y puestas de sol maravillosas en el cielo, laboratorio; íbamos también al gabinete
la sinceridad que en él siempre van de transparente, líquido como de cristal, en de Física a ver cómo generaba electrici-
la mano: «Según me han contado en mi el aire limpio. Cuántas tardes mirándolas, dad el carrete de Ruhmkorff o se hacía
casa, yo era el niño mimado de mi abue- de rodillas en una silla, solitario, apoyado el vacío en las esferas de Magdeburgo
la materna, que decía de mí: “Este niño en la ventana abierta sobre la plaza de o a practicar los ejes de simetría de los
tiene más orgullo que don Rodrigo en la San Diego con la fachada de la Univer- cristales. Era emocionante ver cómo
horca” un dicho muy madrileño, por la sidad a mi izquierda, dorada por el sol se correspondían las caras; la simetría
muerte de don Rodrigo Calderón en la poniente. Con una máquina de cajón ru- conformó más mi mente y siempre está
Plaza Mayor. Lo malo es que era y sigue dimentaria, la primera que tuve, inicié mi subyacente en mi descripción de ob-
siendo verdad». Sin embargo el orgullo, carrera fotográfica, y una de mis primeras jetos». Y por si alguien tuviese alguna
como todo, tiene dos caras y el suyo nos fotos fue la de la fachada de la Universi- duda al respecto y quiere saber cuál es
atrevemos a creer que es el lado más dad desde esa ventana». Por si alguien lo el método, opositores incluidos, tam-
positivo, el de las cosas bien hechas y había dudado, conserva esa foto (figura bién lo explica con claridad: «Las des-
sobre todo, el de corregir los muchos 4). Casamar conoció esa Alcalá provincia- cripciones lo son o bien en sentido ra-
errores en catálogos de exposiciones o na de curas y militares, muy diferente de dial, si el objeto es circular; en diagonal
de museos. En eso es inflexible y no lo la que hoy sale en la bien recreada serie si es cuadrado, y de dentro hacia afuera
calla un ejército. de los sesenta-ochenta Cuéntame rodada o al contrario, según manden los moti-
Y de la infancia pasó a una juventud precisamente allí. vos, o bien de arriba hacia abajo y de
en la que siguió leyendo como durante Fue a los Escolapios, a partir de oc- derecha a izquierda si es rectangular.
toda su vida, siendo todavía hoy una de tubre de 1931, y jugaba en sus patios Pero siempre queda asimilado el objeto
las personas que más lee de las que co- –no se le olvidan ni el frío ni los saba- a una forma cristalina, lo más simple
nozco. Lector voraz y no sólo de libros, ñones (hoy desconocidos para nuestra posible y a sus ejes».
sino de revistas y periódicos: «En casa se juventud acomodada)– y cómo sin darse Siempre ha sido coleccionista de
había leído siempre el ABC y Blanco y Ne- cuenta iban penetrando en su ADN de muchas cosas, desde insectos a sellos:
gro por mi padre, El Sol por mi madre y El conservador acontecimientos singula- «Mi tío Tomás me dio algunos de los
Imparcial por mi abuela, que desde joven res de la historia de España: «A veces primeros que tuve: el seis cuartos negro
se mantuvo liberal, como vieja madrile- pasábamos al patio trilingüe, era el del de Isabel II y también algunos ingleses
ña. Ella me había enseñado el Trágala». antiguo Colegio Trilingüe en el que se de Jorge V. Salvador Hidalgo, hijo de
No pude resistirme y le dije si lo podría estudiaron las tres lenguas bíblicas: he- un amigo de mi tío Tomás, me regaló
cantar, a pesar de saber que podría ser el breo, griego y latín». el primer catálogo Yvert & Tellier de
4-0 y así fue: «Ese narizotas, cara de pas- En aquel tiempo aparecieron por vez los suyos atrasados, en el que practica-
tel, aquel que reinaba allá en Aranjuez...» y primera en su vida los museos: «Antes ba mi francés, y adquirí en él un fuerte
además de entero, lo cantó bien. de acabar el curso vinimos con el padre vocabulario de los colores en francés, y
La llegada de la República y la sali- profesor a Madrid a ver museos... Desde aprendí entonces a diferenciar matices,
da del Rey fueron acontecimientos trau- Atocha vimos primero el Naval; enton- que me ha servido de mucho siempre,
máticos en cierto modo para su familia, ces se entraba por la puerta principal como cuando en los sesenta y en lo alto
que no pasaron inadvertidos para aquel de Montalbán con su solemne escalera de un andamio ayudé a Henri Stern a
joven observador. Para él fue la salida de mármol, y luego, Castellana arriba, describir los mosaicos de las cúpulas del
del paraíso; se trasladaron de Aranjuez al de Ciencias Naturales con sus pájaros Mihrab de Córdoba. Discutíamos sobre
a Alcalá de Henares y con ese traslado disecados y animales dentro de tarros los colores de las teselas. Stern me lo
quizás se fue su infancia para siempre. de alcohol... Cuando volví después de agradeció en la publicación». Así es Ca-
La sensación de peligro por los aconte- la Guerra, muchos se habían perdido samar, nunca da puntada sin hilo. Todo
cimientos históricos que seguirían que- porque en ella no se repuso el alcohol le sirve, todo lo aprovecha, desde la in-
dó reflejada en ese niño libre que corre- y estaban secos y perdidos, pero aún fancia hasta hoy, su vida es un largo e
teaba por Aranjuez sin cortapisas en su quedaban las mariposas, los insectos; inacabado aprendizaje y un magisterio
obligada reclusión ahora en los pabello- los cristales y ¡el diplodocus!». sin límites. La última vez que lo tuve que
nes militares del edificio del cuartel en Tuvo un bachillerato feliz, como presentar como Subdirector General de
Alcalá. toda su vida, aprendiendo y aprehen- Museos Estatales a los nuevos conserva-
Con todo, Casamar pudo descubrir diendo todo y de todo, su mentalidad dores que hacían el curso de prácticas,
Alcalá, otra joya que dejaría huella pro- científica y su rigor descriptivo se con- me cortó a la mitad de la presentación

250
«Con una máquina de cajón
rudimentaria, la primera que
tuve, inicié mi carrera fotográfica,
y una de mis primeras
fotos fue la de la fachada de la
Universidad»

Figura 5. Don Manuel, niño, en el Colegio de don Andrés, hacia 1926 (segundo a la derecha del maestro, el
del mechón).

con un claro y rotundo: «¡Palomero, bas- El paso de la enseñanza de los Esco- Como alumnas de las Escolapias y
ta ya de alabanzas; vamos al grano!». lapios de Alcalá al flamante nuevo Ins- gracias a García Mantilla conoció en Al-
Allí manejó a fondo la revista Tole- tituto de Enseñanza Secundaria fue una calá a Curra y Lola Gómez Moreno, sobri-
do, ciudad que de este modo, empezó a gran suerte para él, porque los nuevos nas del que después habría de ser su gran
conocer. Aquí aparece pues, en su ima- profesores y catedráticos seguían las di- maestro don Manuel Gómez-Moreno.
ginario personal, la primera referencia a rectrices de la Institución Libre de En- De las barbaridades de la Guerra ha-
Toledo, ciudades que con Málaga y Gra- señanza. bla muy poco, pero sirva de reflexión
nada serán muy importantes posterior- Allí cursó segundo, tercero y cuarto una anécdota de uno de sus profesores
mente en su vida y en su obra: «De la del plan de 1931, que «consistía en no muy queridos, al que vio transmutado
revista Toledo recuerdo entre otras cosas tener libros de texto y estudiar sobre los de camisa azul en Salamanca, unos años
la foto del Sol de Orán, una magnífica apuntes que tomase en clase». La música, después: «Pasada la Guerra publicó un
custodia de la parroquia de Santa Leoca- otra de sus grandes vocaciones frustradas panfleto muy del momento, olvidándose
dia que se perdió en la guerra y los Mo- junto con la arquitectura, le llevó a saber de lo mucho que por él habían hecho sus
saicos de Erustes, descubiertos en tiem- cantar y a solfear canciones populares maestros. Nada extraño. El agradecimien-
po de Carlos III y publicados entonces. editadas por aquel entonces en los cua- to rara vez brota en los humanos huertos;
En uno de los primeros Feriartes salie- dernos Pueblo, y con su profesora Doña prevalece la cosecha del momento. Ex-
ron a la venta algunos de los grabados Rosario llegó «hasta solfear fugas de Bach periencia que he sufrido bastante en mí
iluminados a mano. Aprendí con aquella haciendo cada uno una voz». mismo». Vaya aviso para caminantes de
revista mucho sobre Toledo y que me ha El cine también formó parte de su antes, de ahora y del futuro.
servido mucho después». infancia y juventud, primero en el Sa-
En Alcalá despertó para siempre su lón-Teatro de Alcalá. Aprecia todavía las
vocación hacia el arte y la arqueología. clases de uno de sus profesores, Gar- Salamanca-Madrid (1936-1950):
Pronto pasó de los insectos y sellos a la cía Mantilla, que les ponía cine: «Nos
Juventud
cerámica, otra de las grandes pasiones de puso un reportaje suyo sobre El Escorial
su vida: «Las excursiones a la búsqueda del que me impresionó la belleza de la
y recolección de insectos pronto dejaron Fuente de los Evangelistas subrayada Época dura y difícil donde las haya para
paso a la recogida de fragmentos de ce- por él con unas vistas en las que el agua, todo el mundo. Manuel Casamar ante la
rámica por los sitios de Alcalá la Vieja y una de mis pasiones, saltando y refleján- estulticia de Millán Astray de «¡Viva la
el solar de la antigua Complutum». dola, me la hicieron inolvidable». muerte!» hizo lo mismo que un servidor

251
hubiese hecho: refugiarse en el arte o tura de Marco Pérez. Quiero creer que
exiliarse a México. Él decidió quedarse mi primer catálogo de exposiciones fue
aquí porque los dos extremos le eran precisamente de este artista de la Serra-
extremos, aunque su formación de hom- nía de Cuenca, que realizó la mayoría de
bre de orden y su familia militar, le hacía los pasos procesionales que hoy forman
mas soportable el primero que el segun- parte de la Semana Santa conquense.
do, del que temía el desorden, la revo- Es otra lección que debo a Casamar de
lución y la anarquía del Frente Popular, las muchas que luego en Toledo, en el
además no se le había perdido nada por Museo Sefardí, y ahora en Madrid, he
el Distrito Federal, al que yo me hubiera podido recibir de este maestro.
mudado sin dudar. Y encontró en Sala- Salamanca le proporcionó muchas
manca su propio oasis de paz: «La vida enseñanzas para su posterior etapa de
para mí fue ir descubriendo un mundo conservador: «Con la ayuda de don An-
de belleza sobre todo arquitectónica en tonio García Boiza, catedrático de arte
visitas solitarias a iglesias, conventos, en Salamanca, conocí muchas casas,
antiguos colegios universitarios, alguno muchas iglesias y conventos de Sala-
en ruinas, llenos de poesía en sus ár- manca de los que hablaría mas adelante
boles viejos y restos de jardín... y en la con don Manuel: las Bernardas y su áb-
Biblioteca General revolví y leí mucho. side como una concha, obra exquisita
Sobre todo arte y descubrí a Mâle y sus de Covarrubias; Santo Tomás Cantua-
estudios del mundo medieval». riense, edificado pocos años después
Su primer montaje de «museo» lo lle- de la muerte de Becket; San Esteban tan
vó a cabo en Alcalá en el «Hospitalito» imponente y su retablo, obra maestra
de Antezana: «con cosas antiguas del de Churriguera; las Dueñas; la Casa de
hospital en la sacristía de la capilla de las Muertes, vecina de la de Unamuno,
San Ignacio, montamos entre Pablo Ro- Figura 6. Portada de la primera edición de Flor a quien alguna vez vi de lejos en sus
dríguez, Antonio Penalva y yo, lo que Nueva de Romances Viejos de Ramón Menéndez paseos, antes de su muerte; la Casa de
nosotros llamábamos el “museo”». Allí le Pidal, 1938. la Salina; las Úrsulas con la tumba de
regaló el Padre Juan José de Lecanda su Fonseca y Acevedo y las Agustinas o la
primer libro de arte: el Manual de Ar- Purísima, por el maravilloso cuadro de
queología Sagrada del Padre Nadal. Y Ribera, donde he pasado muchas horas,
el primer libro que se compró en Sa- Menéndez Pidal en «su primera y bella contemplándolo y también los maravi-
lamanca fue el Manual de Techumbres edición de Espasa, ilustrada por Marco llosos grises del San Genaro, a los que
y Artesonados de José Ferrandis. Otros Pérez, recién llegadita de Buenos Aires... pocos han llegado, o las taraceas napoli-
muchos vendrían después, incluida su Lo que no sabía yo en ese momento, tanas de mármoles y piedras duras o en
extraordinaria colección de facsímiles, era el regalo que me hacía don Ramón la misa de doce en la que tocaba buena
donada a Toledo en su integridad. entonces y mucho después, hasta con- música el director del Conservatorio...».
Siguió, pues, en Salamanca sus es- vertirse en mi libro de cabecera, leído y El mes de junio de 1940 fue el de la
tudios de bachillerato interrumpidos, y releído durante muchos años, hasta des- ocupación alemana de París. La familia
en la Biblioteca de la Universidad leyó encuadernarse... Aún lo conservo y lo Casamar se acababa de trasladar enton-
a Corpus Barga, a Pfandl y a Menéndez leo». La tenacidad y la memoria fotográ- ces a un Madrid empobrecido por la Gue-
Pelayo. De la Guerra recuerda las sirenas fica de Casamar le permiten a lo largo rra. Una de las lecciones mas profundas
y la bajada al refugio de la Catedral Vie- de su vida un ir y venir constante de los sobre la Guerra Incivil y su impacto en
ja. Por entonces comenzó sus primeras más pequeños recuerdos, y utilizarlos España la hemos encontrado en sus me-
visitas a los anticuarios, costumbre que con gran acierto en montajes posterio- morias: «Volvíamos a un Madrid víctima
ya no abandonaría el resto de su vida y res. Por ejemplo, cuando monta uno de de tres años de guerra, y desde mucho
que le sirvió para su trabajo posterior en sus últimos museos junto con Navarrete antes, más de un siglo, víctima ya de un
la Junta de Calificación y Valoración de –un compañero de fatigas recientemen- país desgarrado por tensiones contradic-
Obras de Arte. te fallecido–, el Museo de Cuenca, en torias en lucha por el poder de facciones
En 1938 compra en la Librería «La el año 1975, dedica una sala a Marco y partidos que entendían la democracia
Facultad» el libro que sería de cabecera Pérez que todavía se conserva. El primer como la oligarquía del partido de turno y
durante toda su vida y que todavía, afor- museo en el que yo ejercí como direc- de una República que ni pudo, ni supo,
tunadamente, lo es: La Flor Nueva de Ro- tor fue el Museo de Cuenca y tengo una hacer la transformación que el país nece-
mances Viejos (figura 6) de don Ramón gran admiración por el dibujo y la escul- sitaba a gritos».

252
Fue esta etapa de una búsqueda es-
piritual y concentrada del ya joven Ca-
samar. Buscó guía espiritual y la encontró
en el Padre Ángel Carrillo de Albornoz y
en la Congregación de «Los Luises» ma-
drileña: «Dominaba el alemán, como yo
entonces, y este era otro lazo para en-
tendernos. Pocas veces he sido más feliz
que en el trato con él. Me dio a cono-
cer los avances en la renovación litúrgica
que promovía don Pío Parsch desde su
abadía de Beuron que, junto a la nueva
simbología inspirada en el arte cristiano,
hoy ya son normales en la liturgia actual,
pero que entonces y más en España, per-
tenecían a la actualidad más avanzada,
no compartida por la normativa ecle-
siástica y más la española, enquistada en
tradiciones envejecidas y que ha costado
mucho desterrar». Como vemos, siempre
en la vanguardia intelectual de su época,
incluso en sus creencias más íntimas. Figura 7. Carnet de la biblioteca de la Universidad de Madrid de don Manuel Casamar, 1941.
Aunque es poco conocido, en sus
memorias se refiere al Padre Llanos con
admiración: «En el despacho de la Con-
gregación tenía las obras de la Generación
del 27, que era la suya, algunas dedicadas.
Allí me empapé de ellas como las del Al- también entrar en una infancia espiritual vuelco a su vida encaminado a la inves-
berti joven que nunca fue más revolucio- comprendida y gozada desde la com- tigación del arte y la belleza: «Luego me
nario ni mejor poeta que entonces... Nos prensión y madurez de mis veinticuatro fui dando cuenta de que Dios me había
entendimos muy bien y lo acompañé en años, con una carrera universitaria in- dado unas cualidades, que constituían
las campañas de ejercicios y en la vida in- tensa, pero de momento cerrada, espe- los pocos talentos que poseía y eran los
terna de la Congregación con mi mayor cialmente en los dos años de noviciado que tenían que fructificar y comprendí
dedicación. En el Pozo [del tío Raimundo] con sus pruebas realizadas envuelto en que en el cumplimiento de esa parábola
ya no le acompañé porque estaba en Má- una alegría interior continuada en la que estaba la razón de mi existir».
laga trabajando en sus museos». apenas hubo sombras». Pero sería años después, en Granada,
Formó parte en esa época del gru- Ahí estaba sembrado ya lo mejor de en 1955, cuando definitivamente la pará-
po de jóvenes intelectuales que querían Casamar y fructificaría más adelante en bola de su vida tomó forma: «Había per-
reformar la Universidad y volver a las una de las vidas profesionales, como con- manecido los primeros meses viendo la
tradiciones de la Institución Libre de En- servador de museos, de las que de verdad Alhambra desde la Cartuja y un día subí.
señanza (figura 7): «En la Congregación son ejemplares por su servicio al Estado y Estábamos en la galería baja de Carlos V
éramos muchos los universitarios que de la que daremos cuenta en la próxima y de repente, se abrió una puerta y saca-
habíamos ido con idea de reformar la entrega con la labor realizada en Grana- ron una gran tinaja del almacén del mu-
Universidad y formábamos grupos por da, Málaga y Madrid en lo mejor de su seo. Fue un vuelco para mí como el que
facultades y escuelas técnicas. En el de madurez profesional, de la que seguimos tenía la tinaja al sacarla. En ese momento
Filosofía y Letras estábamos Carlos Pa- disfrutando hoy sus colegas y amigos. comprendí que mi verdadera vocación
rís, Antonio Fontán, Luis Cencillo y yo. Su historia es extravagante, como eran la Arqueología y el Arte».
Carlos derivó a las filosofías marxistas, indica el propio sentido etimológico Como dijo Virgilio en la Eneida
Fontán desapareció de repente y Luis y de la palabra, «extra» «vagantis», porque «Panduntur Portae», y las puertas se
yo seguimos en nuestras propias ideas». Casamar siempre obró fuera del orden abrieron de par en par, con esa alite-
En el año 1944 el Padre Llanos lo normal de las cosas en su vida. Lo en- ración latina, que ya no lo abandonaría
acompaña a Aranjuez. Volvía a su ver- tendió en sus profundas meditaciones en toda su vida. Ha tenido suerte y se
gel de infancia: «La vida en Aranjuez fue en Aranjuez, donde creemos que «nació» le han abierto muchas puertas, pero se
volver a los recuerdos de la infancia y dos veces, porque allí ya decidió dar un lo merecía.

253
«¡Que Carlos I y V os
defienda de todo mal!»
Noche de ronda en el Museo del Prado
(Sobre los objetos encontrados bajo la
Juan Ramón Sánchez
del Peral y López estatua de Carlos V dominando al Furor,
Museo Nacional del Prado
Madrid de Pompeo Leoni)
Juan Ramón Sánchez del Peral y López sitados, según parecía a primera vista,
es licenciado en Geografía e Historia hace bastante tiempo. Trasladados al
(especialidad en Historia del Arte) y Servicio de Documentación, pudimos
diplomado en Restauración de Pintura, y comprobar lo que contenía el insospe-
en catalogación documental, además de
chado «tesoro».
contar con el título de posgrado de experto
Sin lugar a dudas, todo el que lea
en Comunicación y Arte. Involucrado en
el ámbito de museos desde el año 2000,
estas líneas estará de acuerdo en que la
fue becario del Museo del Prado y documentación aquí presentada es de
de Patrimonio Nacional, y ha trabajado lo más atípico que pueda encontrarse
como técnico en el Departamento de en un museo. Aunque es verdad que se
Documentación del Museo del Prado han dado casos similares, como el de El
entre 2002 y 2009. En la actualidad es joven de Magdalensberg, del Museo de
técnico de museos en el Servicio de Viena, en cuyo interior se encontró un
Documentación del Área de Biblioteca, naipe de 1668, igual que se encontró,
Archivo y Documentación del Museo no un naipe, sino una baraja, detrás del
Nacional del Prado.
vaciado de yeso que reproduce la figu-
jr.delperal@museodelprado.es ra del Hércules Farnesio que flanquea
el zaguán de la Real Academia de Be-
llas Artes de San Fernando. También es
Figura 1. Vista de la Rotonda Alta de Goya en el cierto que los imagineros barrocos en
Museo del Prado. © Museo Nacional del Prado.
ocasiones solían plasmar su firma en un
billetito de papel que luego escondían
en alguna oquedad de la imagen de su
El 7 de julio de 2008, Marta Hernán- creación. Pero en esta ocasión, el plan-
dez, conservadora del Museo del Pra- teamiento es más complejo.
do, asistida por la Brigada para el mo- El caso es que, el pedestal de la es-
vimiento de obras de arte, procedió a cultura de Carlos V ha servido, singu-
mover el pedestal que sustenta la escul- larmente, como medio de comunicación
tura de bronce que representa a Carlos entre el personal en activo en el Museo
V dominando al Furor, obra de Pom- del Prado en 1923 y los que nos encon-
peo Leoni (n.º cat. E-273) (figura 2). trábamos trabajando en 2008, para trans-
Nadie en el museo recordaba cuándo mitir una divertida broma, que debió de
fue la última vez que se había realizado surgir en algún momento del tedio de al-
este movimiento. Dicha acción reportó gunos de los trabajadores más frecuente-
una sorpresa, absolutamente inespera- mente olvidados: conserjes, porteros, or-
da. En el hueco interior del pedestal se denanzas. Contribuimos modestamente
encontraron una serie de objetos depo- desde estas líneas a la documentación

254
de su actividad, con un pequeño grano
de arena y de forma poco convencio-
nal.
Dentro del pedestal se encontró un
sobre, reutilizado, que contenía un par
de notas y una moneda, que establecían Dentro del pedestal se
con el presente una singular conexión encontró un sobre,
en el espacio y en el tiempo. reutilizado, que contenía un
Las dos misivas, rezuman «humor ne-
par de notas y una moneda,
gro», puesto que, como ya se nos indica
en el sobre, se giran «Desde el Infierno», que establecían con el
por parte de unos castizos personajes, presente una singular
en un sin par derroche de imaginación. conexión en el espacio
En el sobre se señala que el conteni- y en el tiempo
do está dirigido «A los porteros de Goya»,
sin duda con la esperanza de que fueran
las personas actualmente destacadas en
la Puerta de Goya del museo quienes
primero hallaran la carta. También se di-
rige «a los Ordenanzas de Secretaría y
Dirección», ya que, quizá pensaron que
estos serían los siguientes en cuyas ma-
nos recaería el documento.
Un monigote, pretendiendo repre-
sentar una calavera y dos tibias cru- Figura 2. Leone Leoni y Pompeo Leoni: Carlos I de
zadas, unidas a la aclaración sobre el España y V de Alemania, dominando al Furor.
remitente («Ramos / Portero en / la ac- Madrid, Museo del Prado, n.º cat. E-273.
tualidad / Condenado») y el lugar desde © Museo Nacional del Prado.

el que se envía (el Infierno, como queda


dicho), añaden un toque macabro y de
acidez muy hispánica. gastos, por lo que se lamenta de tener
El primero de los documentos, fecha- que abandonar algunas de sus aficiones,
do el 12 de diciembre de 1923, está es- como el beber, afición en la que, por
crito por José Ramos Moreira, quien se cierto, se manifiesta como un gran co-
identifica como «portero quinto». Comien- nocedor, pues nos ofrece una lista de los
za expresando un particular memento lugares de culto a Baco más adecuados
mori, sobre la fugacidad del hombre y para realizar libaciones en honor del dios
de la vida, mediante un chusco «reber- del vino en las proximidades del museo,
teris in pulvis», parafraseando al Génesis en las calles de Jesús y Moratín. También
(Gn. 3.19), o intentándolo, en latín maca- se lamenta por tener que dejar el tabaco
rrónico y con falta de ortografía incluida. y por verse obligado a iniciar una vida
Después continúa con un saludo desde de austeridad en la alimentación (ya se
su residencia actual, en el Cementerio puede comprobar que la precariedad
del Este (hoy Cementerio de la Almude- tampoco la hemos inventado ahora, pre-
na), donde debía de estar seguro de que cisamente). Con un exabrupto nos man-
estaría habitando en el momento de ser da a todos a tomar algo a su salud, en al-
encontrada la comunicación. Este propio guno de los templos del vino de los que
nos invita a su humilde morada, aunque era parroquiano fidelísimo (viniéndole
eso sí, en un alarde de consideración, de- a la memoria que todavía tenía alguna
sea tener que esperarnos muchos años «pella» que saldar al respecto). Concluye
(como decían las abuelas). Nos informa poniendo a los lectores bajo la protec-
que lleva tres años al servicio del mu- ción de Alá y para mayor seguridad, nos
seo y la cuantía de su salario («25 duritos encomienda a la protección de un señor
al mes»), que parece no llegarle para sus más terrenal, como es Carlos V, a cuyos

255
Esta simpática broma
espacio-temporal nos
hace volver la vista sobre el
gran número de personas
que hacen –e hicieron, a lo
largo de casi doscientos
años– con su trabajo, que el
museo esté vivo y funcione

Figura 3. Sobre reutilizado, encontrado dentro del pedestal de la obra de los Leoni.
Foto: Juan Ramón Sánchez del Peral. © Museo Nacional del Prado.

pies debía encontrarse en el momento de dicen enviarnos «diecito de cada uno», nos estrecha la mano desde el infierno.
escribir esas líneas. Y para que constase o sea, diez céntimos, moneda popular- Además, nos informa, para nuestra tran-
con todo rigor, lo rubrica, acompañado mente conocida como «una perra gorda». quilidad espiritual, que el Portero Mayor,
de las firmas de dos colegas (Nicolás Fer- Efectivamente, en el sobre venía adjunta Marcelo, «se ha salvado y os vendice [sic.]
nández y Fortunato Ruiz, quienes apro- una moneda, acuñada en 1870 y todavía desde la peana de Jesús nuestro padre»
vechan, muy divertidos, para recordar de curso legal por entonces, con el obje- (parece que este debió de frecuentar un
«¡cuánto dio que hacer!», no sabemos si tivo de que la invirtiésemos en el «suso tipo de parroquia diferente de las de los
refiriéndose al autor del escrito o al Em- calmante» y en «una frasquilla de la tierra». alegres redactores de las cartas) y dice
perador). En otro pasmoso alarde de clarividencia, que nos llama que vayamos «a hacerle
La segunda nota, fechada en su enca- nos piden «que nos comuniqueis por el compañía», pero nos exhorta diciendo
bezamiento el mismo día que la anterior, medio mas rapido, a donde lo trasladais que «No le hagais caso» y que, mejor,
parece escrita por todos los porteros del para jirarle [sic.] una vista»», refiriéndose nos vayamos a «soplar mas mediochicos»
museo, al alimón, puestos de acuerdo en sin duda a la imagen de Carlos V, pues (¡sorprendente la afición bodeguil!).
esta inocente gamberrada y en convidar- supondrían que si habíamos encontra- Esta simpática broma espacio-tem-
nos a «mediochicos» de vino, en alguna do la carta, se debía a un movimiento poral nos hace volver la vista sobre el
tasca próxima. El motivo no es otro que de la obra y su pedestal. Aprovechan el gran número de personas que hacen
«por haber derrocado al mas grande que reverso para enviar recuerdos a algunos –e hicieron, a lo largo de casi doscien-
tubo [sic.] España», lo que parece referir- de sus contemporáneos: Ramos man- tos años– con su trabajo, que el museo
se al Emperador Carlos, al que sin duda da recuerdos al Portero Mayor, mientras esté vivo y funcione; también sobre sus
debieron bajar de su pedestal en aquellos que Carmona envía «un abrazo helado» al cometidos cotidianos, como vigilancia,
días, lo que les daría oportunidad de de- ordenanza de secretaría; mientras tanto, control de movimientos... y la cantidad
jar dentro la nota, cuyo sobre, por cierto, parece que han cambiado de día, pues de horas dedicadas a la institución, ha-
aparecía parcialmente salpicado de enlu- afirman encontrarse ya en el día 13 de ciéndose presentes en esta ocasión de la
cido de yeso, lo que hace pensar en el diciembre, lo que podría deberse a que forma más inusual e inesperada.
sellado posterior del pedestal. Para dejar la noche ha ido transcurriendo, y Fortu- Algo de ellos ha quedado a los pies
claro que la invitación no va de boquilla, nato Ruiz, un ordenanza de la dirección, de las obras de arte.

256
Figura 4. Sello postal estadounidense denominado Washington de 2 centavos, correspondiente a la serie Figura 5. Reverso del sobre. Foto: Juan Ramón
The Fourth Bureaus, adherido al sobre encontrado en el pedestal de Carlos V. Sánchez del Peral. © Museo Nacional del Prado.
Foto: Juan Ramón Sánchez del Peral. © Museo Nacional del Prado.

Descripción y trascripción rrespondiente a las series estampadas cruzadas] Ramos / Portero en / la ac-
de los objetos aparecidos inicialmente en 1923, llamadas The tualidad / Condenado / Hay un sello
Fourth Bureaus. Este ejemplar se emi- - / Dibr 1923 / Desde el Infierno».
tió por primera vez el 15 de enero de
1) Un viejo sobre (figura 3), reuti- 1923. Sus grabadores fueron Marcus 2) Una primera nota (figura 6), ma-
lizado al parecer, que contenía la Baldwin (de la imagen) y Edward M. nuscrita a tinta, que dice:
siguiente información: Hall y Joachim C. Benzing (de las ins-
cripciones)]. «Hoy 12 de Diciembre 1923 / -Afortu-
a) En su anverso – La dirección del remitente, en el án- nados sucesores- / José Ramos Moreira /
gulo superior izquierdo, manuscrita Portero quinto de este Museo / reberteris
– Un sello de correos blanco sobre rojo a tinta («64 Seventh Ave. / New York»). in pulvis os saluda des- / de el sesto piso
(figura 4), perteneciente a la posta es- [Se desconoce a quién corresponde fondo, en el cemen- / terio del Este don-
tadounidense, como deja bien claro esta dirección. En esa zona de Nueva de tiene su casa / a vuestra disposicion
la inscripción de la orla central («UNI- York se alza la estación de ferrocarril y en espera / de vuestra visita ( que de-
TED STATES POSTAGE»); en el centro, de St. Penn y el Madison Square Gar- seo retardeis ) os / vendice, y dice, digo
en un óvalo se representa la cabeza den] ( conste que no me / llamo Diego. ) que
de George Washington, girado hacia – La dirección del receptor, en el centro lleva tres años de / servicio cobrando 25
su derecha, mostrando su perfil iz- del sobre, manuscrita a tinta, poste- duritos al mes / y trabajando mañana
quierdo; bajo el retrato del Presidente, riormente tachada («Sr. Director del / y tarde por lo / que no puede aportar
representada una cartela con la ins- Museo Nacional del Prado / Madrid / otra Lucana a / dicho sueldo, asi que
cripción «WASHINGTON»; el valor del Spain»). escuso deciros como / lo pasara... sus-
timbre es de 2 centavos, como indica pendiendo los mediochicos // consabi-
la inscripción («2 CENTS 2»); aparece b) En su reverso (figura 5) dos en casa Lucio Jesus 2 Sra. / Olalla
matasellado, con un matasellos re- Jesus, 4 Eugenio Moratín 6. etc. / etc.
dondo, con inscripción de proceden- – Inscripción manuscrita que reza «A suspendiendo el tabaco etc. etc / y como
cia («·NEW YORK · M [borrado] CITY los porteros de Goya / y / Ordenan- es natural alimentandose con / cuenta
MALLS» y un número «8» en el centro). zas de Secretaria y Direccion / Leed y gotas. / No tengo que daros más ex- /
[Se trata de un sello de los conside- entendereis / [monigote que pretende plicaciones que os den a todos ... de
rados como de carácter ordinario, co- representar una calavera y dos tibias mi parte lo que querais en casa Lucio

257
Figura 6. Primera nota manuscrita hallada en el pedestal (anverso y reverso). Foto: Juan Ramón Sánchez del Peral. © Museo Nacional del Prado.

/ Olalla y Eugenio, pues creo todavía grande que tubo España y el que la do / del Ynfierno [firmado=] Fortuna-
/ tengo credito y una pella pendiente / ha / hecho mas pequeña; para el su- to Ruiz / El Portero Mayor Marcelo /
Que Alá os guarde / [firmas =] Ramos / sodicho / medio – chico, ahí van die- se ha salvado y os vendice / desde la
N. Fernandez / Fortunato Ruiz / ¡cuan- cito de cada / uno, que suponemos peana de Jesus - / nuestro padre y os
to dio que / hacer! / Que Carlos I y V os será el importe del suso calmante / llama / que vayais hacerle compañia
/ defienda de todo mal / Amen / Recuer- Nos comunicareis por el medio mas / (No le hagais caso ) / soplar mas me-
dos de Carmona (sobrino)». ra- / pido, a donde lo trasladais para diachicas)».
jirar- / le una vista y convidarle a
3) Una segunda nota, también una frasqui / lla de la tierra / [fir- 4) Una moneda española, cuya des-
manuscrita, parte a lápiz y parte a mado=] Manuel [¿?] / Portero [tachón] cripción es la siguiente:
tinta, que dice lo que sigue: [invertido el sentido de la escritura=]
J. Carmona 3º». a) Anverso (figura 9)
a) En el anverso (figura 7):
b) En el reverso (figura 8): Orla con inscripción («DIE[Z = muy
– «Hoy 12 de Diciembre 1923. / -Mu- desgastado= GRAM]OS / 1870») Grafi-
seo- / los abajo firmantes porteros – «Recuerdos al Portero / Mayor / Ramos la de cuentas. Centro con figura feme-
5os, 4os, 3os, / 2os y 1os tienen mu- [=signado] / Carmona (el barrena) nina sedente, con el brazo izquierdo
cho gusto en conbi- / daros a medio- envía un / abrazo helado al ordenan- extendido y en la mano derecha una
chicos de vino en la mas / proxima za / de Secretaría. hoy 13-12-1923 / rama de olivo (personificación de His-
tasca, si así se denomina en vuestros Fortunato Ordenanza de la / Direc- pania). En el exergo, inscripción «L.
dias, por haber derrocado al mas / cion os da la / mano desde el profun- MARCHIONNI»

258
Figura 9. Moneda española de 10 céntimos (1870-
1841) comúnmente denominada «Perra gorda»
(anverso). Foto: Juan Ramón Sánchez del Peral.
© Museo Nacional del Prado.

Figura 7. Segunda nota manuscrita hallada en el pedestal (anverso). Foto: Juan Ramón Sánchez del Peral.
© Museo Nacional del Prado.

Figura 10. Moneda española de 10 céntimos


(1870-1841) comúnmente denominada
«Perra gorda» (reverso). Foto: Juan Ramón
Sánchez del Peral. © Museo Nacional del Prado.

en la que se adoptaba la peseta como


moneda nacional. Esta en concreto, co-
rresponde a los 10 céntimos de pese-
ta, vulgo, «la perra gorda», en referencia
burlesca a la figura del león del reverso,
cuyo diseño fue elegido mediante con-
Figura 8. Segunda nota manuscrita hallada en el pedestal (reverso). Foto: Juan Ramón Sánchez del Peral.
curso que ganó Luis Plañiol, aunque la
© Museo Nacional del Prado.
ejecución definitiva se debió al graba-
dor principal de la Casa de la Moneda,
b) Reverso (figura 10) ovalo con el escudo nacional. En exer- Luis Marchionni. Estuvo en circulación
go «OM» durante casi ochenta años, desde su
Orla con inscripción («CIEN PIEZAS emisión hasta su prohibición a partir
EN KILO[G.= muy gastado] / DIEZ [Se trata de una moneda acuñada en del 29 de octubre de 1941. Fue acuñada
CENTIMOS»). Grafila de cuentas. Cen- España, emitida en 1870 por el Gobier- en bronce y su peso era de 10 gramos,
tro con león rampante, que sujeta un no provisional, tras la reforma de 1868, como se expresaba en el reverso.]

259
Documentos de trabajo
¿Museos en crisis?
Museos en cambio
La planificación
Fernando Sáez Lara
Sofía Rodríguez Bernis
Museo Nacional de Artes
de museos en España:
Decorativas
Madrid evolución reciente
Fernando Sáez Lara es licenciado en Resumen: Este documento está de- ges in which this has gone from the Sub-
Geografía e Historia y pertenece al Cuerpo dicado a hacer una valoración que no dirección General de Museos Estatales
Facultativo de Conservadores de Muesos. pretende ser sistemática pero sí indica- from the Ministerio de Cultura until an
Durante siete años ha formado parte del tiva sobre el modo en que los museos integral model of planning was set up in
equipo del Museo Nacional de Artes
españoles están utilizando las herra- which at least all museums must follow.
Decorativas (Madrid), donde ha
mientas de planificación y el grado en In the second part of the document,
desempeñado las tareas de administrador
y jefe del Departamento de Investigación,
que aplican unos modelos u otros, más twenty or so cases are analysed, in order
además de colaborar en la redacción, evolucionados o menos. En la primera to insure that this analysis turns out to
desarrollo y aplicación del Plan Museológico parte, se hace un resumen, con referen- be sufficiently panoramic; museums of
del museo. Actualmente es Jefe de Área cias al contexto global, de las etapas por a diverse nature and legal statue were
de la Unidad de Apoyo de la Dirección las que ha pasado la Subdirección Ge- also included.
General de Bellas Artes y Bienes neral de Museos Estatales del Ministerio
Culturales, en el Ministerio de Cultura. de Cultura hasta llegar a la formulación Keywords: Museums, Spain, Planning,
Y es subdirector del Máster on-line de de un modelo de planificación integral Evolution, Models, Application.
Museología y Museos de la Universidad que al menos deberían seguir todos los
de Alcalá de Henares y Liceus, así como
museos de ella dependientes. En la se-
director o coordinador de otros cursos
especializados de esta plataforma digital.
gunda parte, se analizan una veintena Presentación
de casos, entre los que se incluyen, para
fernando.saez@mcu.es
que el análisis sea suficientemente pa- Las siguientes páginas pretenden ser
norámico, museos de diferente titulari- una toma de contacto con el panora-
Sofía Rodríguez Bernis pertenece al
Cuerpo Facultativo de Conservadores
dad y estatuto jurídico. ma de la planificación en los museos
de Museos y es actualmente Directora del españoles. No hemos aspirado a hacer
Museo Nacional de Artes Decorativas y Palabras clave: Museos, España, Pla- un estudio exhaustivo caso por caso,
Secretaria de ICOM-España. Especialista nificación, Evolución, Modelos, Aplica- en primer lugar, porque se habría con-
en mobiliario y artes decorativas, ha ción. vertido en una tarea cuyos hipotéticos
realizado asimismo trabajos sobre historia resultados habrían precisado de muchas
de los interiores y del comportamiento Abstract: This document is dedicated más páginas de las que corresponden a
individual y social. at carrying out an unsystematic but at un artículo de este tipo; y, en segundo
sofia.rodriguez@mcu.es the same time indicative valuation on lugar, porque las fuentes de información
the way in which Spanish museums are no son de fácil acceso: la mayor parte
using the planning tools and the de- de los documentos elaborados por los
gree in which some or other methods museos al servicio de la programación
are applied, some however appear to be de sus objetivos y actuaciones, cuando
more or less developed. In the first part existen, tienen un carácter interno. Aún
of the document a summary was carried son muy raros los casos en que esos
out based on the references regarding documentos están publicados de forma
this global context, for instance; the sta- integral. Más frecuentes empiezan a ser

262
Tabla 1. Evolución de los modelos y la metodología de planificación en museos.

1970-1980 A. Planificación de proyectos arquitectónicos

B1. Proyecto museológico

Reflexión sobre la identidad y las


principales necesidades que ha de
resolver el proyecto arquitectónico y
los objetivos en materia de conteni-
dos y servicios.

B2. Estudios previos

B. Documentos museológi-
Informes especializados sobre dife-
1980-1990 cos para orientar el proyec-
rentes condicionantes del desarrollo
to arquitectónico
del proyecto, tanto de carácter
técnico como museológico. Embrión
de los programas funcionales.
Metodología inspirada en la pro-
B3. Plan de necesidades espaciales
gramación arquitectónica (planes
Etapa 1 y zonificación
directores y estudios previos).
Planificación parcial
Documento especialmente adaptado
Influencia de los teóricos franceses.
para traducir las necesidades
funcionales del museo de cara a su
materialización arquitectónica de
infraestructural.

C1. Proyecto expositivo y otros de


carácter material

Documentos elaborados para


orientar la dotación de medios
y contenidos del museo,
especialmente en las áreas públicas,
pero no sólo.
1990-2000 C. Proyectos museográficos

C2. Proyectos de carácter inmaterial

Planificación de necesidades en
materia de recursos económicos y
humanos, servicios, actividades y
proyectos en cada área de trabajo.

Concepción sistémica de la
planificación (y del museo).
El plan, herramienta permanente. Metodología inspirada en la desa-
1990-2000 A. Planes museológicos
Las actuaciones arquitectónicas, rrollada en el ámbito empresarial.
Etapa 2
como todas las demás, se derivan
Planificación integral
de él. Influencia de los teóricos anglo-
sajones
Superación del museo de funciones.
2000-2010 B. Planes estratégicos
Trabajo por objetivos y proyectos.

263
los resúmenes en congresos y revistas, que, en general, nuestros museos arras-
pero aún no es una práctica generali- tran grandes carencias en este terreno
zada, como tampoco lo es seguramente (también se aprecia un incipiente interés
la de planificar de forma sistemática y por ponerse al día y un aumento de la
documental el devenir del museo. sensibilidad al respecto). En suma, he-
Nuestra intención ha sido, por tan- mos detectado que no existe aún una
La mayor parte de los to, tomarle el pulso a la situación actual cultura de la planificación en nuestros
documentos elaborados por y a sus precedentes inmediatos, esco- museos y que la capacidad para expre-
los museos al servicio de la giendo algunos ejemplos significativos. sarse mediante documentos de carácter
Empezamos analizando algunos casos museológico es limitada. Es de desear
programación de sus objetivos
entre los museos dependientes de la que la aparición de un modelo bien de-
y actuaciones, cuando existen, Subdirección General de Museos Esta- sarrollado, aún con sus limitaciones e
tienen un carácter interno tales (entre ellos el de nuestro museo: incluso ciertos desfases respecto a las
el Museo Nacional de Artes Decorativas) propuestas más avanzadas en el ámbito
entre otras cosas porque es el contex- internacional, contribuya a unificar cri-
to que mejor conocemos. Además, eso terios, a facilitar la tarea de los museos,
nos ha permitido obtener una visión y a motivarlos, y sobre todo, a modificar
diacrónica, al menos con carácter teó- ciertas inercias. La expectación que ha
rico y general. Y luego seguimos espi- generado es esperanzadora.
gando ejemplos aquí y allá, procurando
obtener una representación significativa:
algunos de los grandes museos estata- Evolución general
les y autonómicos y algunos museos de de la planificación
menores proporciones y con diferentes
de museos
condicionantes de tipo jurídico o histó-
rico (museos de nueva creación y otros Sistematizar y sintetizar la evolución de
ya existentes). este concepto y sus herramientas en ese
Hemos querido así, ahora que se contexto más amplio no es fácil. Sin em-
ha publicado en nuestro país el primer bargo, es fundamental conocerla bien
modelo de planificación integral, el de para situar y dar un valor relativo a los
la Subdirección General de Museos Es- pasos dados en el contexto nacional,
tatales (en adelante SGME), averiguar entender de dónde vienen nuestros mo-
qué extensión real tiene entre nuestros delos y determinar cómo han adaptado
museos la costumbre de planificar, qué las ideas ajenas1. Para un esbozo esque-
metodología emplean y en qué nivel mático de esa evolución, véase la tabla
de la planificación se encuentran, o adjunta (tabla 1).
qué influencia está empezando a te- Esta secuencia evolutiva, aunque ha
ner dicho modelo (o sus precedentes podido tener un carácter lineal y por
internacionales de esta que podríamos tanto cronológico en algunos contextos
llamar «segunda generación» de la pla- y casos concretos, describe más bien
nificación en museos). Sólo en conta- diferentes modelos o estadios docu-
das ocasiones hemos trascendido el mentales, cada vez más evolucionados,
análisis meramente metodológico para completos y mejor adaptados a las ne-
considerar el tipo de museo que el plan cesidades de planificación hasta llegar al
de turno estaba contribuyendo a confi- concepto de plan integral que prefigura
gurar y lo hemos hecho cuando nos ha todas las actuaciones dentro de un siste-
parecido que el método elegido estaba ma lógico. No todos los museos han te-
estrechamente ligado a la tipología es- nido por qué recorrer este camino: han
cogida. podido saltarse alguno de estos pasos
El resultado no ha podido ser más en función de los diferentes momentos
variopinto, lo que demuestra que no en que se hayan planteado la necesi-
1
Un intento de establecer una secuencia hay una metodología ni unos criterios dad de hacer planes o han podido in-
evolutiva puede encontrarse en Sáez, 2007: comunes, que el valor que se da a es- corporarse, por los mismos motivos, en
punto 2.2. tos instrumentos es aún muy relativo y un punto particular de la secuencia. Por

264
otro lado, como es de imaginar, existen Evolución de la planificación
casi tantas adaptaciones particulares de en los museos dependientes
los tipos documentales descritos como
de la Subdirección General
museos enfrascados en la tarea de pro-
gramarse. de Museos Estatales
Un paso que viene a romper en cier-
ta medida la lógica de esta secuencia La conciencia de que es necesario incor-
es el que se corresponde con los pla- porar a la praxis museológica una serie
nes estratégicos. Al menos en la prác- de herramientas que permitan planificar
tica. Los planes estratégicos, cualquiera de forma eficaz la vida de los museos
que sea su forma, pueden suponer un tarda algún tiempo en llegar a nuestro
avance hacia fórmulas de planificación país: lo hace aproximadamente con una
más ligeras, flexibles y versátiles, pero, década de retraso. Sería más correcto de-
desde un punto de vista documental y cir que una cosa es que se conozcan, a
conceptual, representan un cierto retro- través de publicaciones internacionales,
ceso (especialmente si, como sucede, las iniciativas adoptadas en otros con-
están inspirados por premisas de carác- textos y otra es que provoquen algún
ter económico como la rentabilidad o la tipo de reacción. Y esta se hará esperar.
autofinanciación). En nuestra opinión, La primera respuesta (o al menos La conciencia de que es
lo más adecuado es que los planes es- la más conocida) se producirá ya en necesario incorporar a la praxis
tratégicos, para corregir ese defecto, se el marco de la SGME a finales de los museológica una serie de
basen en un Plan Museológico preexis- ochenta. Es lógico que, en un país en
herramientas que permitan
tente (al menos en el documento de re- el que la mayoría de los museos son
flexión que debe encabezarlo) para que de titularidad pública, sea un organismo planificar de forma eficaz la
respondan realmente a las necesidades de las Administraciones públicas quien vida de los museos tarda algún
del museo. Según esta interpretación del tome la iniciativa. Y, además, por tra- tiempo en llegar a nuestro país:
concepto, estos planes son un instru- dición, responsabilidad y competencias, lo hace aproximadamente con
mento ejecutivo: establecen las principa- que lo sea un organismo de la Adminis- una década de retraso
les prioridades del museo y las estrate- tración General del Estado. Hace veinte
gias para satisfacerlas. En cierta medida, años la SGME se encontraba en un pun-
son un instrumento de marketing y re- to de inflexión, debido a que todavía
laciones públicas: su objetivo es plan- marcaba el camino a seguir a unas Ad-
tear, de forma muy clara y atractiva, los ministraciones autonómicas a las que no
proyectos que el museo aspira a poner hacía mucho que se habían transferido
en pie para así conseguir el apoyo ins- las infraestructuras culturales y que no
titucional o privado necesario para lle- habían iniciado más que tímidamente la
varlos a cabo. También un instrumento creación de sus propios museos. A fi-
al servicio de la comunicación interna2. nales de los ochenta y principios de los
Como propone Moore (2005), pueden noventa, comienza el boom de las obras
utilizarse en lugar del desarrollo com- en museos, con el consiguiente aumen-
pleto de los programas del modelo de to de los presupuestos. La estabilidad
plan integral. O, nos atrevemos a añadir, política y económica, el apoyo finan-
pueden ser una buena herramienta en ciero de la Unión Europea, las reformas
las sucesivas y periódicas revisiones del fiscales y, en general, el acceso de este
plan original3. Pero la realidad es que país al estado del bienestar permitieron
muchos museos, especialmente aquellos que las instituciones culturales se pusie-
que tienen una estructura jurídica em- ran al día. Un país del «primer mundo»
presarial (entes, consorcios y fundacio- debía tener unos escaparates culturales
nes públicas o privadas), han adoptado a su altura. Además, la política cultural
esta fórmula directamente, sin pasar por había de salir al paso de las nuevas exi- 2
Una reflexión más extensa al respecto en Sáez,
el planteamiento previo. gencias de la cultura del ocio. Las re- 2007: punto 4.1.
Veamos cómo se han ido incorpo- formas comenzaron por el aspecto de 3
Véanse, más abajo, nuestras reflexiones a raíz
rando estas novedades en el contexto las instituciones (la mujer del César...) y de nuestra experiencia en el Museo Nacional
nacional. por los servicios que ofrecían. de Artes Decorativas.

265
Así pues, en torno a 1990, la SGME concretamente, la aplicación del modelo
se enfrentaba a un aumento de las res- de plan director de los proyectos arqui-
ponsabilidades y las exigencias: debía tectónicos a los museos (Baztán y Pérez
sacar adelante un número inusitado de Andrés, 1996).
de proyectos en un plazo de tiempo Baztán llegó a definir, siguiendo los
limitado (normalmente por los plazos modelos pioneros de más allá de nues-
políticos, que son los electorales). Los tras fronteras, las características que
modos y técnicas empleados hasta en- debía reunir lo que él aún denomina-
tonces ya no servían. Era necesaria una ba, coherentemente, como «proyecto
actualización y, como se dice ahora, la museológico» y que no era sino una
«implementación» de nuevas herramien- especie de anteproyecto o documento
tas de gestión para aumentar la efica- de intenciones de un plan director: un
cia y la precisión del desarrollo de los documento que identifica los elementos
proyectos. externos e internos del museo que van
Como enseguida veremos, desde en- a condicionar sus necesidades y su de-
tonces se ha recorrido el mismo camino sarrollo arquitectónico y museográfico
que en otros países pioneros, con los (tabla 2). Conocerlos permitiría plani-
mismos aciertos y errores. ¿Por qué esta ficar las necesidades arquitectónicas y
puesta al día no se ha producido antes? museográficas: áreas, volumen general y
¿Por qué hasta ahora no se han quema- por áreas, necesidades de crecimiento...
do etapas? Suponemos que porque era Sin embargo, no conocemos ningún
necesario un proceso de adaptación gra- proyecto museológico de estos primeros
dual y hasta un relevo generacional. Y años. O no se encargaron o no se llega-
porque los cambios en nuestras Admi- ron a realizar. Quizás exista algún esbo-
nistraciones públicas son lentos, entre zo. Evidentemente los museos españo-
otras cosas porque cuesta mucho modi- les no estaban aún preparados para este
ficar los procedimientos administrativos cambio de metodología y mentalidad.
y sobre todo las inercias consolidadas. La prueba es que los primeros «proyec-
De hecho, el modelo actual peca tam- tos museológicos» que se emitirían unos
bién, en algunos aspectos, de cierta ti- años más tarde van a profundizar sólo
midez y no se atreve a ir más lejos a en aspectos parciales, aquellos para
la hora de forzar ciertos cambios en la cuya definición estaban más preparados
estructura de los museos. Pero, tenien- los técnicos de museos (normalmente
do en cuenta la situación precedente, los de carácter museográfico) o aquellos
sería un verdadero éxito que todos los que eran estrictamente necesarios para
museos lo aplicaran de forma plena y orientar el proyecto arquitectónico (más
coherente. o menos los mismos).
Baztán no ha llegado a publicar sus
ideas ni sus aportaciones metodológicas
El primer modelo: de 1990 a 1995 de forma sistemática. Se pueden rastrear
entre líneas o en algún apartado de los
Los primeros pasos, a principios de los dos textos que publicó tras su etapa en
noventa, los dará el equipo dirigido por la SGME (Baztán, 1997 y 1999), en los
Carlos Baztán, arquitecto y jefe de la que de alguna forma hace repaso a su
unidad, aún dependiente entonces de trayectoria. Quizás el texto más comple-
la SGME, encargada de la coordinación to sea el citado más arriba. En cualquier
de las obras en los museos4. Estando caso, su principal logro ha sido el abrir
el asunto, como había sucedido a nivel camino para que los gestores que le han
internacional, en manos de arquitectos sucedido pudieran dar los siguientes pa-
y siendo el desencadenante y el prin- sos. Algunos de ellos recuerdan como
cipal objetivo la renovación arquitectó- decisivo, en este sentido, el curso que,
4
Bajo la sucesiva dirección, como subdirectores nica de los museos, su respuesta a los con el nombre de Programación de mu-
generales, de Paloma Acuña y Andrés retos planteados fue la adaptación de la seos (no publicado), organizó en 1994
Carretero. metodología de la construcción y, más en la SGME.

266
Tabla 2. Evolución de la metodología de planificación en el ámbito de la SGME.

- Finalidad o misión
- Mandato
Documento de plani- - Naturaleza jurídica
Proyecto ficación de necesida- - Características del entorno
1990-1995
museológico des arquitectónicas y - Características y ámbito de las
museográficas colecciones
- Recursos humanos
- Público objetivo

- Diagnóstico y plan de necesidades


Desarrollo de la
- Relación de características técnicas
Proyectos metodología de plani-
- Relación de requisitos funcionales
1996-2005 museológico y ficación de cara a los
- Nuevo modelo de zonación y
museográfico proyectos arquitectó-
diagrama de adyacencias
nicos y museográficos
- Estudios previos

- Definición y diagnóstico
Plan Planificación integral y
2005-2010 - Programas funcionales
museológico previa del museo
- Proyectos (incluido el arquitectónico)

De 1996 a 2000 la futura exposición permanente, pero


sobre todo sirvieron para orientar los
Efectivamente, el siguiente avance se proyectos arquitectónicos resultantes
producirá ya tras la aparición de la al utilizar códigos que los diseñadores
Gerencia de Infraestructuras y Equipa- de los edificios podían asimilar fácil-
mientos de Cultura –Organismo Autó- mente.
nomo dependiente del Ministerio de Otra línea de trabajo de esta segunda
Cultura–, a partir de 1996, con un nue- mitad de la década tuvo como objeto el
vo equipo en el que estarán José María establecimiento de una serie de estudios
Losada, primero como jefe de servicio y previos cuyo fin era obtener informa-
luego como consejero técnico, y Belén ción objetiva que también ayudara a
Martínez, como jefe de servicio5. Como orientar el proyecto (tabla 4). La inten-
5
Bajo la dirección de los siguientes
los arquitectos se han trasladado a la ción era, por un lado, evitar sorpresas subdirectores generales: Luis Buñuel, Aránzazu
Echánove, Amparo Sebastián y, finalmente,
Gerencia, el relevo en la SGME lo to- y modificaciones en los proyectos ar-
Marina Chinchilla.
marán los técnicos de museos (o mu- quitectónicos, frecuentemente causa de 6 Entre estos primeros ejemplos, se encuentran
seólogos), lo cual no deja de tener su su retraso y encarecimiento, sobre todo los «proyectos» de museos de gestión directa
importancia. En una línea continuista, cuando se actúa en edificios históricos del Ministerio de Cultura (Museo Nacional
siempre de la mano de los proyectos y en entornos urbanos con un sustrato del Romanticismo, Museo de Altamira, Museo
arquitectónicos, potenciarán instrumen- arqueológico; y, por el otro, no depen- Nacional Colegio de San Gregorio, Museo
tos como el diagnóstico, el plan de ne- der exclusivamente de ideas intuitivas Nacional de Cerámica en Valencia, Museo
cesidades (arquitectónicas y espaciales) de los responsables de los museos o Nacional de Arqueología Subacuática.
y la relación de características técnicas del órgano rector, quizás basadas en una ARQUA, Museo Sefardí de Toledo) y museos
básicas o requisitos funcionales. En di- larga experiencia, pero que a su vez po- de gestión transferida a las Comunidades
recta relación con ellos, establecerán dían resultar sesgadas o parciales. Autónomas (Museo de la Rioja, Museo de
Salamanca, Museo de Burgos, Museo de
algunas pautas de racionalización del Ahora sí empiezan a redactarse los
Segovia, Museo de Santa Cruz en Toledo,
método (tabla 3) que ayudarán a los re- primeros «proyectos museológicos»: los
Museo Arqueológico de Valladolid, Museo de
dactores de los proyectos museológicos responsables de los museos van com- Almería, Museo de Málaga, Museo de Bellas
a sistematizar las necesidades espacia- prendiendo la utilidad de este esfuer- Artes y Museo Arqueológico de Córdoba,
les de sus museos, permitiendo incor- zo previo de reflexión y diagnóstico Museo Arqueológico de Asturias, Museo de
porar otros contenidos a la mera defi- de sus necesidades porque ven que se Bellas Artes de Valencia, Museo de Orense,
nición del discurso y la distribución de tiene en cuenta y sirve para algo6. El entre otros).

267
Tabla 3. Evolución del modelo de zonación espacial
a partir de la propuesta de Losada y Martínez (2001).

- Área pública
Modelo de
- Área semipública o mixta
zonación anterior
- Área interna

- Área con público pero sin bienes


1. Clasificación espacial
- Área con público y bienes
según la presencia o no
- Área con bienes pero sin público
de visitantes y bienes de la
- Área sin bienes ni público
colección

- Conexiones entre áreas públicas con


o sin bienes
2. Clasificación ordenada por
- Conexiones entre áreas con bienes
recorridos físicos de visitan-
con o sin público
tes, trabajadores y bienes
- Conexiones entre las áreas sin
Modelo de zonación entre las áreas (diagrama de
bienes ni público y las otras
de Losada y Martínez adyacencias)
- Recorridos más frecuentes según los
procesos funcionales previstos

- Condicionada por las otras dos y por el principio de que los diferentes “estados” del
3. Clasificación ordenada museo determinan diferentes situaciones de los dispositivos de seguridad:
según los “círculos de segu- - Museo abierto al público
ridad” - Museo cerrado con trabajadores
- Museo cerrado completamente

documento previo va perdiendo su in- mular el compromiso y la participación seo, y la propia SGME no ha creado aún
definición o, si se prefiere, su abstrac- de los museos. cauces para que otras iniciativas que
ción para incluir aspectos funcionales La nota dominante en estos prime- pudiera plantear el «proyecto» tengan su
y materiales ante los cuales los museó- ros «proyectos museológicos» será, de respuesta administrativa precisa: desde
logos, más bien museógrafos, se sien- todas formas, la heterogeneidad. Los un programa de actividades didácticas
ten más a gusto y capacitados. Llevan habrá muy vagos o incompletos y otros o de exposiciones temporales hasta un
demasiado tiempo obligados, en su li- llegarán a unos niveles de concreción plan de recursos humanos.
mitación de competencias, a resolver excesivos en el terreno que mejor cono- La situación es aún más radical cuan-
problemas concretos como para con- cen los museógrafos, en el que pisan en do se trata de museos de gestión trans-
vertirse, de un día para otro, en teóri- firme: la exposición permanente. En ge- ferida: sus responsables saben que la
cos idealistas. El apoyo recibido de la neral, el plan de necesidades espaciales SGME sólo se va a ocupar de las obras
SGME (guiones con carácter general será asumido con mayor o menor con- e instalaciones, pues son de su compe-
e instrucciones concretas para abordar vencimiento y el resto de las partes del tencia, y no de los aspectos que incum-
determinados apartados del «proyecto», «proyecto» quedarán más o menos en el ben a la Administración gestora; enton-
aquellos mejor definidos en este mo- aire. Es verdad que aún no se perci- ces, ¿para qué van a perder el tiempo
mento, siempre en torno a las necesi- be su absoluta necesidad, puesto que lo reflexionando sobre las necesidades en
dades arquitectónicas o expositivas) va que es inminente y concreto es la obra esas materias en un documento solici-
a resultar fundamental a la hora de esti- de reforma y el nuevo montaje del mu- tado por la SGME? Sería útil si al me-

268
nos sirviera para que la Administración La normalización administrativa y
titular exigiera el cumplimiento de esos presupuestaria resultó un paso funda-
objetivos a la administración gestora, tal mental para sentar las bases de la si-
y como sin duda establecían los conve- tuación actual. En una Administración
nios de transferencias. Y seguramente, pública poco flexible como la nuestra,
con más o menos insistencia, lo intenta. sometida a numerosos controles (lo cual
Pero su capacidad para presionar se ve puede ser positivo en muchos aspectos
mermada por las interferencias políticas pero también puede convertirse en un
y por la indolencia con que, salvo conta- corsé para las innovaciones), no es fácil
das excepciones, han asumido las Admi- conseguir que nuevos procedimientos
nistraciones autonómicas sus responsa- sean autorizados sin una ardua labor
bilidades respecto de unos museos que justificativa7. Así pues hubo que con-
no son «suyos». Esta es una cuestión que vencer a instancias políticas y técnicas,
ni siquiera a día de hoy se ha resuel- especialmente a la Gerencia de Infraes-
to satisfactoriamente. El ejemplo que la tructuras, de las ventajas de adoptar y
SGME ha dado al favorecer las inversio- compartir un método en que se habían
nes en muchos de estos museos ha es- de mezclar, reforzándose, procedimien-
poleado una tenue respuesta por parte tos tasados según las leyes administra-
de sus gestores. Pero es preciso que se tivas y procedimientos propios de la
establezca un verdadero compromiso en gestión de museos. Estos procedimien-
virtud del cual los «proyectos» o «planes tos debían respetar el orden lógico y efi-
museológicos» obliguen por igual a am- caz de las actuaciones y aceptar que un
7
bas Administraciones; es más, si hace- mismo proyecto pudiera desdoblarse en Por ejemplo, los interventores no podían
mos que el «Plan Museológico» sea un varios de diferente entidad: Plan Museo- aceptar que los estudios previos para un
determinado proyecto se pagasen en un
documento que tenga un valor jurídico, lógico, estudios previos, plan director,
ejercicio económico anterior al de ejecución
puede llegar a convertirse en el conve- anteproyecto, proyecto básico y proyec-
del gasto principal del proyecto o, aún peor,
nio particular que sirva para concretar y to de ejecución, ejecución propiamen-
sin estar aprobado ese compromiso o crédito
actualizar, aplicándolos al caso de cada te dicha... También en diferentes fases. económico. Según la lógica procesal habitual,
museo compartido, los convenios-mar- Cada proyecto con su procedimiento, esos estudios deberían hacerse después
co de transferencias, puede funcionar sus plazos, su tipo de contratación, su o, para mayor economía administrativa,
como el contrato a través del cual ambas apoyo técnico y económico... En corres- incluirse dentro del mismo crédito. Pero, como
partes delimitan sus responsabilidades y pondencia, la SGME tuvo que hacer un su nombre indica, son estudios previos y,
se obligan a trabajar de mutuo acuerdo esfuerzo para aumentar su eficacia ad- por tanto, han de hacerse antes, entre otras
a favor de la institución. Luego veremos ministrativa, acortar los plazos, preparar cosas porque pueden ser decisivos a la hora
el caso pionero y esperanzador de An- los procedimientos para que estuvieran de configurar y determinar el proyecto y en
consecuencia su envergadura, su coste, sus
dalucía. listos en el momento adecuado, sobre
fases o incluso su fragmentación en varios
todo según los ciclos presupuestarios,
proyectos. No se puede presupuestar sin tener
mejorar la coordinación y ¡la planifica-
todas estas decisiones tomadas. Además, por
Valoración general ción! Alcanzado este nivel de normali- lo general, lo más conveniente es que estos
zación no fue tan difícil seguir suman- estudios los hagan equipos independientes
En definitiva, todos los esfuerzos de esta do proyectos al tronco común del plan y especializados y que su desarrollo no
primera etapa, como ya había sucedi- de cada museo. En torno al año 2000, pueda estar condicionado por los intereses
do en el ámbito internacional, estarán los «proyectos museográficos» se inclu- de los equipos y las empresas adjudicatarias
orientados a conseguir una mejor coor- yen dentro de la programación integral del proyecto principal. Y, en definitiva, una
dinación con los equipos redactores de de cada plan: los proyectos de equipa- vez adjudicados esos contratos de diseño y
los proyectos arquitectónicos, ofrecién- mientos, la exposición permanente, la ejecución, empiezan a «correr» unos plazos
muy estrictos. Si equipos y empresas, para
doles documentos sobre los que apo- restauración de colecciones y todos los
producir, han de esperar a realizar esos
yarse a la hora de realizar edificios de demás.
estudios previos, una de dos: o los estudios
mayor eficacia funcional. Para que este Pero incluso en este punto, todos
se hacen de forma apresurada para que
proceso tuviese peso administrativo y los proyectos responden a un mismo aquellos no sufran un gran retraso, y entonces
jurídico, estos documentos se empeza- impulso y conducen a un mismo des- la fiabilidad de sus resultados puede llegar
ron a incluir en los pliegos de condicio- enlace: la apertura de un nuevo museo a ser muy baja; o el retraso puede provocar
nes de los concursos convocados para o la de una ampliación, o la reapertura incumplimientos y rescisiones de contratos, y el
contratar a estos equipos. de un museo renovado. Y ahí se acaba consiguiente bloqueo del proyecto.

269
Tabla 4. Tipología de estudios previos realizados para planificar el proyecto arquitectónico.

- Estudios estructurales y geotécnicos


- Levantamientos planimétricos o topográficos
Estudios propios de la práctica arquitectónica
actualizados
- Estudios geológicos o petrológicos

- Estudios históricos
Estudios relacionados con las necesidades de conservación de los - Estudios patológicos
edificios o de su subsuelo, derivados además de la aplicación de la - Anteproyectos de conservación e intervención
normativa sobre Patrimonio Histórico - Actuaciones de carácter arqueológico
- Incoación de expedientes de BIC

- Inventariado y análisis de potencialidades


Estudios relacionados con las necesidades de conservación de las
- Estudios patológicos
colecciones
- Planificación de actuaciones

Estudios de público - Análisis de necesidades y expectativas

la planificación. Siguen quedando fuera del museo y la atención al público, pero – Supone una unificación terminológi-
las necesidades de recursos humanos y no es raro que estos museos abran de ca, conceptual, metodológica y docu-
financiación y los proyectos que han de nuevo sus puertas con el mismo equipo mental.
servir para dotar de vida a ese nuevo o técnico y administrativo que ya tenían, – Concibe el museo como un todo,
renovado museo. Se toman algunas de- obligado a gestionar una institución con como un sistema, como un ente orgá-
cisiones más o menos improvisadas o se más personal y más actividad que antes. nico. El museo se define por su fina-
refuerza el personal de este servicio o se Poco a poco se iba haciendo evidente lidad. El plan es anterior a cualquier
incrementan aquellas partidas de gasto, la necesidad de dar un paso más en el actuación. Todas se derivan de él or-
normalmente cuando se plantea el pro- modelo de planificación y también en la denadamente.
blema porque alguien se da cuenta de unificación de criterios y conceptos. – El Plan Museológico se convierte –o
ello unas semanas antes de la inaugu- puede convertirse– en un medio de
ración. De repente, aparecen urgencias comunicación y en la base de un
como que es necesario firmar un con- El modelo actual de la SGME convenio entre el museo y todos los
venio para la explotación de la tienda organismos (e incluso las diferentes
o de la cafetería o que se han construi- Esta necesidad se ha satisfecho con la administraciones) implicados en su
do unos talleres de actividades didácti- publicación del ya muy conocido ma- desarrollo.
cas estupendos pero no hay nadie que nual para la elaboración de planes mu- – Internamente, la elaboración del Plan
los pueda poner a funcionar. En estas seológicos de esta Subdirección. No Museológico puede permitir la mejora
circunstancias, lo normal es que, como vamos a detenernos a analizarlo. Nos de la organización del museo.
vemos, salgan adelante al menos los ser- limitaremos a extraer aquí los que consi- – Está organizado en una secuencia
vicios que tienen que ver con la imagen deramos principales rasgos del modelo: compuesta por tres fases, no necesa-

270
Tabla 5. Fases del modelo de plan museológico de la SGME.

Fase I Definición institucional, planteamiento conceptual, y análisis y diagnóstico de necesidades.

Programas funcionales o secuencias de proyectos y actuaciones organizadas por grupos de tareas. A esta fase, se asocia
Fase II
la elaboración de un cronograma.

Fase III Proyectos concretos que van materializando los objetivos del plan.

riamente lineales, por medio de las En nuestra opinión, una combinación y final en los procesos de difusión.
que las ideas expresadas en el primer del rigor y el carácter sistemático de Como propone Moore (2005), el
documento se van desarrollando y los planes museológicos y de la ma- próximo paso será colocarlos en una
convirtiendo en realidades (tabla 5). yor ligereza de los planes estratégicos, posición basal dentro de la estructu-
– La estructura de programas, de todas junto a su sumisión al trabajo por ob- ra del plan (tal y como ha hecho el
formas, resulta un poco rígida y ver- jetivos y su carácter más transversal, Museo del Greco, como luego vere-
tical, lo cual puede corregirse con he- podría constituir una buena solución mos).
rramientas –no previstas en el modelo– para esta disyuntiva. – El modelo se puede quedar en eso,
que faciliten las relaciones horizontales – En principio se trata de un modelo en sólo un modelo, si a la hora de su
y secuenciales entre los programas y metodológico y, por tanto, no pre- aplicación práctica, en los sistemas de
proyectos. Incluye algunos otros de- juzga el modelo conceptual que cada museos dependientes directamente de
fectos de relativa importancia –sobre museo puede elegir y definir gracias una Administración pública, los órga-
todo teniendo en cuenta que la propia a él. Pero, redactado en el seno de nos superiores no actúan con coheren-
SGME invita a adaptar el modelo o a la SGME, no deja de consagrar, de cia y compromiso. Es más, lo adecua-
usarlo sólo de referencia– tales como forma tácita (o no tanto), el modelo do sería que los planes recibieran un
que algunos programas, como el de in- de museo «de funciones» establecido determinado rango jurídico (es el len-
vestigación y el de difusión, no están en el RD 620/1987, de 10 de abril, guaje que mejor entienden las Admi-
bien definidos o entran en contradic- por el que se aprueba el Reglamento nistraciones). Nada de eso se dice en el
ción con otros; que la definición de los de Museos de titularidad estatal y el manual. Algo sí en el borrador del fu-
proyectos sigue dependiendo en exce- Sistema Español de Museos, si bien a turo Reglamento de Museos Estatales,
so del modelo tomado de los proyectos la postre no es totalmente coherente si bien esta mención (la redacción del
arquitectónicos; o que los cronogramas con ese modelo ni con el desarrollo plan del museo es una de las tareas de
planteados presentan algunas dificulta- orgánico que de él hace el propio re- la dirección según el artículo 7.2) no se
des a la hora de adaptarlos al servicio glamento. puede calificar de jurídica en la medida
de los museos ya existentes. – El modelo promueve un tipo de plan en que no se crea específicamente una
– El desarrollo documental que plan- que está aún demasiado concebido figura legal ni se impone la aplicación
tea el modelo puede llegar a resultar desde los museos, desde sus esferas del modelo. Digamos que se designa la
excesivo e incluso disuasorio para al- de reflexión y decisión. Los mecanis- herramienta pero no se subraya la obli-
gunos museos, sobre todo ante la al- mos que permiten conocer lo que la gatoriedad de su uso: desde este punto
ternativa más ligera y flexible ofrecida sociedad necesita y espera del mu- de vista, no supone un avance notorio
por los modelos de planes estratégicos. seo ocupan una posición secundaria respecto de la mención al «plan anual»

271
o a la función de planificar entre las un «proyecto museográfico». Su finalidad
tareas de la dirección en el reglamento era servir de base para el nuevo montaje
aún vigente (artículo 16). Esta caren- del museo. El cambio en la terminología
cia aún podría subsanarse a la vista empleada se debe seguramente a la in-
de que la promulgación de la nueva fluencia de la aparición del nuevo mo-
norma está aparentemente detenida y delo de la SGME, influencia que no cala
aún podría revisarse otra vez antes de en el contenido del documento, entre
publicarse y entrar en vigor. otras cosas porque una vez puesto en
marcha un proceso de planificación se-
De todas formas, no debe dejarse de gún un modelo es muy difícil adaptarlo
reconocer el salto cualitativo que este a otro más avanzado. Al «proyecto» del
modelo supone en la corta historia de Museo Romántico, de todos modos, hay
la planificación en los museos españoles que reconocerle dos virtudes, entre mu-
y que puede suponer para los museos chas: que es un ejemplo bien acabado
que lo apliquen8. dentro de su tipología y, sobre todo, que
ha sido publicado (Torres, 2006), con lo
que eso implica de adquisición de un
La planificación en algunos compromiso y de puesta en común de
ideas y métodos.
museos dependientes
de la SGME
Museo Nacional de Arqueología
No analizamos a continuación cómo Subacuática ARQUA
están aplicando los distintos modelos o
fases de la planificación todos los mu- El cambio de modelo sobre la marcha
seos que se encuentran en esta situa- es difícil pero no imposible. Al menos
ción jurídica, pero sí algunos de los que en una cierta medida eso es lo que su-
creemos más significativos, en su mayor cedió en el caso del Museo Nacional de
parte por hallarse inmersos en procesos Arqueología Marítima, coincidiendo con
de remodelación (tabla 6). un cambio en su dirección. El proceso
hasta no hace mucho siguió las pautas
del modelo anterior de la SGME: deci-
Museo Nacional del Romanticismo sión de construir una nueva sede; en-
cargo a la dirección del museo de un
El entonces Museo Romántico elaboró «proyecto museológico» que sirviera de
un primer documento en 1997 siguien- base para el arquitectónico (Negueruela,
8
La posición de la SGME no es ahora la de
do la metodología que ya estaba exten- 1996 y 1999), documento que se redactó
hace veinte años. Se puede decir que ha
perdido peso relativo en algunos terrenos. Sin
diéndose entre los museos estatales. Se en dos etapas y cuya finalidad queda-
embargo, y aunque parezca paradójico, esa denominaba «proyecto museológico» y, ba bastante clara en el título del artículo
tendencia ha hecho que las herramientas de aunque la decisión de reformar el edi- en que se daba a conocer el texto más
planificación sean ahora más necesarias que ficio seguramente ya estaba tomada de desarrollado; y, por último, construcción
antes. Ahora es preciso coordinar el trabajo de antemano, al menos se redactaba un pe- del edificio y redacción simultánea del
varios organismos (el museo, la SGME y la Ge- queño plan de necesidades y contenidos «proyecto museográfico». Pero, en estas,
rencia, y a veces también otras subdirecciones antes de poner la obra en marcha con el cuando el proceso entraba en la fase de
generales), cuando no de diferentes adminis- fin de orientarla (Torres, 1998). Después, dotar al nuevo edificio de su conteni-
traciones (poco a poco se va consiguiendo que con la remodelación ya comenzada, el do, la SGME emitió su nuevo modelo, a
las administraciones gestoras asuman ciertas
museo emitió un segundo documento la luz del cual se veían con claridad las
partes de los proyectos de reforma de los
fundamentalmente dedicado a plantear insuficiencias de la planificación, sobre
museos transferidos). Además, las limitaciones
del modelo anterior, tan evidentes, han forzado
el contenido del nuevo edificio, desa- todo a la hora de plantear las necesida-
su indispensable renovación: acostumbrados rrollando lo que era sólo un esbozo en des inmateriales o logísticas de cara al
ya a planificar, es casi inevitable evaluar la efi- el primer proyecto. Aunque bautizado funcionamiento del museo.
cacia de los métodos y sus resultados en una con el nombre de «Plan Museológico», Estas necesidades sí han sido con-
búsqueda permanente de mejoras, sobre todo se trata, en coherencia con los plantea- templadas en el documento elaborado
si se sufren los defectos y las carencias. mientos metodológicos originales, de hace dos años (Azuar et alii, 2007),

272
Tabla 6. Resumen de los modelos de planificación
utilizados por los museos analizados en este artículo.

PM1 PM2 PM3a PM3b PE Observaciones

Museo Nacional
del Romanticismo ■ ■ Proyecto publicado

ARQUA ■ ■ ■

MAN ■
Relaciones horizontales
Museo del Greco ■ Trabajo por proyectos
Estudio de público previo

MNAD ■

Museo de León ■ Plan publicado

Museo del Prado ■ ■

MNCARS ■

Museo del Ejército ■ ■ ■


Museu Basso
de Bueu ■
Museo Marítimo
de Asturias ■

Museu da Historia (Galicia) ■

Museo Pablo Serrano ■


Externalización del
plan museológico
Museo de la
Evolución ■
Museo Nacional
de la Energía ■
Museo de BBAA
de Bilbao ■

Museo Guggenheim ■

MNAC ■ ■

Centre del Disseny ■ ■ ■


Museo de la
Vila Joiosa ■
PM1: Proyecto museológico. PM2: Proyecto museográfico. PM3a: Plan museológico limitado a la remodelación del museo. PM3b: Plan museológico
integral. PE: Plan estratégico.

273
documento ya denominado «plan mu- decisión de reformar físicamente el mu-
seológico» y muy influido por el nuevo seo. Su misión era, por tanto, orientar
modelo de la SGME (el replanteamien- esta reforma, arquitectónica y museo-
to llega incluso a provocar un cambio gráfica. Sin embargo, los responsables
de nombre del museo, ahora bautiza- del museo decidieron darle, desde el
do como Museo Nacional de Arqueo- principio, la forma de un Plan Museoló-
logía Subacuática). No llega, de todas gico integral (Lavín y Caballero, 2007).
formas, a ser un plan completo –que Como en los casos del Museo de León
sí integral– en la medida en que pro- y el MNAD, que veremos a continua-
grama los proyectos necesarios para in- ción, la redacción de este plan en sin-
augurar el museo pero no va más allá, cronía con la elaboración del modelo
sienta las bases para la nueva vida de de la SGME permitió que aquel docu-
El plan del Museo del Greco la institución pero no da pautas para mento siguiera a grandes rasgos la fi-
su desarrollo futuro (quitando unas lí- losofía, la estructura y los contenidos
presenta dos novedades: por
neas generales de actuación). Es muy de este antes de su publicación. El do-
un lado, se aprecia un esfuerzo coyuntural y pragmático y se fija como cumento estaba terminado a principios
por definir los programas como gran objetivo llevar la nave a puerto de 2004 y servía para replantear, en su
engranajes de unas relaciones (nunca mejor dicho). No cabe duda primera parte, tanto la identidad como
horizontales potenciadas entre de que es una interpretación muy líci- los contenidos del museo justo antes de
las áreas funcionales del ta del modelo y, en ese sentido, sigue afrontar la reforma (que así, de física
las recomendaciones de Moore (2005) pasaba a conceptual y resultaba mucho
museo al estilo del «trabajo por
sobre la necesidad de redactar planes más coherente). La segunda parte esta-
proyectos transversales» de corta duración y muy adaptados a ba dedicada a los programas, haciendo
las posibilidades reales e inmediatas. hincapié en aquellos que eran priori-
La secuencia de programas y proyectos tarios o, dicho de otra forma, hacían
es muy significativa, pues se entrelazan de motores del resto (arquitectónico y
de forma realista (sobre todo a la vista expositivo) pero sin descuidar los de
de que el museo tenía que «quemar los carácter «inmaterial». Al igual que en
plazos»). Cartagena y León, el plan estaba sola-
mente programado para guiar la inter-
vención arquitectónica y las actuacio-
Museo Arqueológico Nacional nes posteriores sólo hasta la reapertura
del museo. Y, además, quedaba, al estar
El museo se halla inmerso en un pro- tan ajustado, demasiado supeditado al
ceso de remodelación física que se ha éxito de la reforma prevista, sin arbitrar
inspirado en un documento previo de otras soluciones que pudieran dar sen-
objetivos pero en el que no se plan- tido al plan en caso de retrasarse dicha
teaba una visión integral de la reforma. reforma. Algo parecido ha sucedido en
Este paso se está dando ahora, quizás el MNAD9.
tarde para condicionar la intervención Por lo demás, el plan del Museo del
arquitectónica pero no para influir en Greco presenta dos novedades: por un
su futuro más allá de ella. El nuevo do- lado, se aprecia un esfuerzo por defi-
cumento recibe ya el nombre de «Plan nir los programas como engranajes de
Museológico» y se adapta, en su es- unas relaciones horizontales poten-
tructura, al modelo de la SGME (Sanz, ciadas entre las áreas funcionales del
2007), desglosándose en programas museo (no a nivel secundario, como
funcionales. propone el modelo de la SGME, sino
primario), al estilo del «trabajo por pro-
yectos transversales»; y, por otro lado,
9
Remitimos al comentario que realizamos al final Museo del Greco incluye un estudio de público como
de los párrafos a él dedicados en torno a cierto piedra basal sobre la que se ha de ter-
idealismo implícito en estos modelos de planes De nuevo nos encontramos ante un minar de concretar el plan, coincidien-
«redondos» que quizás la experiencia esté caso en que el documento de planifi- do en ello con las últimas propuestas
empezando a matizar. cación se elaboró una vez adoptada la de Moore ya citadas.

274
Museo de León La planificación en otros
museos estatales
Traemos aquí a colación el caso de un
museo de gestión transferida (habría
que decir más bien de gestión compar- Museo Nacional del Prado
tida), por aquello de completar el aba-
nico y además hacerlo con un museo Ya bajo la dirección de Fernando Checa
que ha asumido el reto de la planifica- un grupo de historiadores del arte (Che-
ción y es, a su vez, un buen ejemplo ca, 1997 y 1999: 145) redactó un «plan
de la singularidad en la que se mueven museográfico», aprobado por el Patronato
este tipo de museos. Y además es, hasta en abril de 1997. Se trataba fundamental-
la fecha, que sepamos, el único plan mente de un proyecto de remodelación
integral que ha sido publicado íntegra- de la exposición permanente, basada en
mente10, valga la redundancia (Grau, una ordenación cronológica que modifi-
2007). caba el recorrido de la visita y el sistema
Este documento adopta el mode- de acceso al edificio. Además, incorpora-
lo de planificación completa y sis- ba el Salón de Reinos del antiguo Palacio
temática de museos, mediante un del Buen Retiro, ocupado por el Museo
diagnóstico de la situación previa, del Ejército, para el que se proponía la
una redefinición de los objetivos de restauración del programa iconográfico
la institución y una prefiguración del original, además de la inclusión de series
museo que quiere llegar a ser, un como la pintura de paisajes del Barroco.
análisis de las necesidades y una serie Por último, acometía una reordenación
de programas y proyectos articulados de los espacios internos con y sin colec-
con el fin de satisfacer esas necesi- ciones, que se ubicaban en un edificio de
dades. Sólo en tres aspectos puede oficinas cercano, en una primera fase, y
decirse que han existido, durante el en el solar del Claustro de los Jerónimos,
proceso de redacción y aplicación del cuyo proyecto arquitectónico definitivo 10
De hecho, inaugura lo que pretende ser una
plan, reminiscencias de la metodolo- estaba aún pendiente de adjudicación, serie del Ministerio de Cultura dedicada a
gía anterior: el plan se elaboró con en una segunda. mostrar mediante ejemplos prácticos las
la decisión del traslado ya adoptada; Tras el relevo en la dirección, los formas en que puede aplicarse la «doctrina»
se emitió un primer documento bajo planteamientos del museo experimen- del nuevo manual de planificación.
la forma de «proyecto museológico» taron un cambio radical. Los primeros 11
Se trata, como en el caso de los planes del
para que sirviera de base al proyec- documentos emitidos fueron el Plan Es- Museo del Greco y el MNAD –ya lo hemos
to arquitectónico, y sólo alcanzó la tratégico 2001- 2003, aprobado por el indicado–, de un documento redactado
(entre 2002 y 2003) a la luz de los borrado-
forma de documento integral un año patronato en diciembre del año 2000,
res del manual de la SGME, no de su forma
más tarde; y, salvo por lo que respec- y la Ley 46/2003 de 25 de noviembre,
definitiva, tal y como confiesa el propio
ta a unas cuantas líneas generales, la reguladora del Museo Nacional del Pra-
Grau (2007: 15) en el preámbulo del libro
proyección que se realiza en el texto do, que convertía a la institución en un (señalando que, a la hora de publicarlo, se
no va más allá de la inauguración del organismo público de carácter especial. ha terminado de adaptar formalmente).
nuevo museo11. El plan estratégico, que establecía pre- 12
¿En qué medida el plan es asumido, en lo
También quedan en él apenas es- visiones económicas relacionadas con que le corresponde, por la Administración
bozados los programas relacionados el incremento de la plantilla y de la ac- gestora si no comparte el uso de este tipo
con actuaciones o aspectos funcionales tividad, se articuló para colmar la falta de herramientas? ¿Debe exigir la titular a
que, a raíz de los convenios de trans- de dotación de personal, habida cuenta la gestora que lo asuma? ¿Deben redactar
ferencias, dependen de la gestión de la que el presupuesto dedicado a la am- estos museos dos documentos separados
aunque a ser posible integrados, uno para
Administración autonómica, revelando pliación, gestionado por la Gerencia de
cada Administración? ¿Y qué sucede si sus
que los museos como el de León re- Infraestructuras, no incluía este capítu-
programaciones no están coordinadas?
dactan sus planes pensando en sus re- lo. Sobre el mismo aspecto redundaba
De ahí que consideremos que los planes
laciones con la Administración titular, el título II de la citada ley, que en este deben tener una mayor fuerza jurídica –y el
que es quien corre con las principales sentido se convertía en un instrumento Ministerio de Cultura debe dar ejemplo de
inversiones y quien les exige el empleo programático, cuando insistía en «la difi- ello– y, en el caso de los museos transferi-
de esta metodología y les ha dado pau- cultad de adecuar el modelo de gestión dos, el carácter de verdaderos convenios
tas para ello12. al régimen de los grandes museos de entre Administraciones.

275
otros países y adaptar su organización desde luego, y algunas de extraordinaria de 2005, a punto de inaugurarse el edi-
a la creciente demanda del servicio pú- calidad) y la concentración de esfuerzos ficio de Nouvel, un documento titulado
blico». El título III insistía en el concepto en el servicio al visitante, otra pingüe Proyecto museológico, que no ha sido
de eficacia, al que supeditaba el resto fuente de ingresos. Por fin, el progra- publicado pero que fue presentado
de los fines: investigación, mejora del ma de gestión refrendaba lo expuesto ante los medios de comunicación, que
servicio a los visitantes e incremento en la ley mencionada más arriba, fun- le dieron amplia cobertura. También
de recursos financieros propios. Por eso damentalmente a través de la articula- limitado al replanteamiento intelectual
no es casual que, en las jornadas sobre ción de un organigrama «flexible» y de y a la reordenación de las colecciones,
planificación y museos organizadas en la búsqueda de recursos, para lo que el como en el caso del primer documento
2006 por la SGME, el Museo Nacional programa de miembros corporativos se del Museo del Prado, el proyecto esbo-
del Prado compartiera sesión con los erige como piedra angular. za una definición de la institución, que
grandes museos globales que habían El primer plan de actuación plurianual denomina «misión», para centrarse des-
encaminado sus destinos por la vía de 2005-2008 (Museo Nacional del Prado, pués en la propuesta in extenso de una
los planes estratégicos, como el Louvre 2005) muestra una mayor reflexión y una metodología de acercamiento a las co-
y el Victoria & Albert. necesidad menos acuciante de resolver lecciones. Ese punto de vista determina
Se pueden considerar también pro- perentorios problemas económicos y de la estructura del documento y su con-
gramáticos otros documentos que el personal, siendo la idea vector el afán de tenido, más dirigido a la toma de posi-
museo ha ido publicando entre el año crecimiento. En él se desglosan los obje- ción intelectual que a la programación
2001 y la actualidad. El primero es un tivos generales, que se inclinan hacia la para la implantación de sus fines. Con
elenco de objetivos, que repite los que conservación, la investigación y la educa- esta perspectiva se abordan cuestiones
figuraban en el Real Decreto 1432/1985, ción, aunque se echa de menos una fina- como el incremento de las colecciones,
por el que se constituía como organis- lidad de calado filosófico que individua- la investigación, la redistribución de
mo autónomo, que aparecieron en las lice su perfil intelectual. Los programas los fondos en el edificio de Sabatini y
memorias de actividades de 2001 y 2002 están referidos a cada una de las áreas la política de exposiciones temporales,
(Museo Nacional del Prado, 2002: 11 y del organigrama, y se concretan en ac- así como la creación de nuevos departa-
2003: 7). En la última, además, presenta- tuaciones precisas para cada una de ellas, mentos de diseño y arquitectura. Dentro
ba el Plan Operativo 2002-2004 (Museo destacando los aspectos de gestión enun- de la parte que se correspondería con
Nacional del Prado, 2003: 13), que repe- ciados en el plan financiero, que merece el programa de colecciones, se aprecia
tía el mismo lema que había alumbrado un capítulo aparte y una denominación un esfuerzo por identificar parcialmente
el plan estratégico, «modernización, acti- que lo sitúa por encima de los programas los DAFO (debilidades, amenazas, forta-
vidad y servicio», en el que se exponían técnicos. El Museo del Prado ha entrado lezas y oportunidades), circunscrito a la
las actuaciones que ya se estaban de- en el club de los grandes centros públi- masa de fondos, a través de la demarca-
sarrollando. Se trataba más bien, pues, cos con un fuerte aporte privado, en los ción de los conjuntos de mayor y me-
de la presentación pública de algo ya que la museología se pone el servicio del nor significación en el seno de la red de
iniciado que de la reflexión previa a un logotipo y de la atracción de capital, y interconexiones en las que el proyecto
proceso, pero incluía un cierto progra- no al revés. hace descansar su finalidad última.
ma institucional: «conservar su identidad El proyecto museológico desprende
institucional y su naturaleza pública a la impresión de querer devolver el mu-
la vez que se facilitará una participa- Museo Nacional Centro seo al ámbito del acto de pensamien-
ción significativa de la sociedad» (Museo de Arte Reina Sofía to, quizá como respuesta a los planes
Nacional del Prado, 2003: 20), lo que, estratégicos de corte empresarial que
en román paladino, quiere decir atraer Hay que destacar que la ampliación del consideran el discurso intelectual como
financiación externa. Asimismo, se des- Reina Sofía se ha realizado, a diferencia un mero instrumento al servicio de la
glosaba el programa arquitectónico, que de la del Prado, sin la existencia, que rentabilidad, pero sin arbitrar estrategias
estribaba en la ejecución de las obras sepamos, de una documento previo de que aseguraran sus fines en la práctica.
de los edificios de los Jerónimos y del carácter museológico, al menos no de Opone, pues, el fin a los medios, sin
Casón, la redacción del proyecto de re- uno al que pueda dársele el nombre de servirse de estos. Quizá por esa razón
habilitación del Museo del Ejército y el «proyecto museológico». Es quizás uno su implantación resultó, a la postre, tan
inicio de la reforma de las Casa de los de los casos más tardíos del modelo de débil. El nuevo director, Manuel Borja-
Águila en Ávila. La mejora del servicio planificación exclusivamente arquitectó- Villel, parece haberse concentrado tam-
público se enunciaba como «el camino nica, fiado casi por completo a la ini- bién en el problema de las colecciones y
de la excelencia», entendida esta prin- ciativa del diseñador del nuevo edificio. de su exposición, con resultados mucho
cipalmente como la organización de La anterior directora del museo, Ana más inmediatos y sin duda orientados
«grandes exposiciones» (muy llamativas, Martínez de Aguilar, presentó en junio de forma muy diferente.

276
Museo del Ejército cuyo informe estableció las secuencias
cronológicas a tratar y apuntó los con-
Entre los museos del Ministerio de De- ceptos históricos básicos a desarrollar.
fensa, destaca el caso del Museo del Ejér- En el año 2000, se presentó un Proyec-
cito, embarcado en una gran remodela- to museológico-museográfico (Arbeteta,
ción que implica un cambio de sede13 2000), una declaración de intenciones
y, en teoría, la elaboración de un nuevo que aunaba objetivos de tipo general
discurso en torno a sus colecciones. con apuntes relativos al montaje y al tipo
El proceso seguido por el museo del de público al que iba dirigido. El equi-
Ejército de Tierra ha sido, de nuevo, el po técnico de conservadores que habían
que estaba extendido hace una década: ingresado por entonces en el museo se
decidida la transformación arquitectóni- decidió, en esta tesitura, por definir, en
ca por razones de diverso cuño, algunas un proyecto de contenidos (proyecto
ajenas a los intereses de los responsables museográfico o expositivo), la futura ex-
del museo, se puso en marcha un perio- posición permanente, convertida en el
do de reflexión en torno al futuro de la vehículo de un enfoque que se quería
institución y la forma que debía adoptar crítico y científico, plegado a la compo-
en su nuevo emplazamiento. Un proceso sición real de las colecciones, que no
especialmente irregular y titubeante en habían sido tenidas en cuenta por los
este caso. Efectivamente, en el cúmulo de documentos previos (Rodríguez Bernis
proyectos de diversa índole y nivel que et alii, 2002). Desechada esta opción, las
han sido redactados a partir de fines de fases siguientes repitieron el esquema
los años noventa para articular el trasla- anterior: un nuevo informe de carácter
do del museo a Toledo han echado su histórico-cronológico redactado por un
cuarto a espadas militares, investigadores mayor número de especialistas en la ma-
y museólogos. Se trata quizá del epígono teria, de nuevo ajeno a la composición
de la aplicación del criterio académico de los fondos, y una nueva selección de
para la vertebración de una institución piezas para el montaje definitivo en el
museística, ya que la mayor parte de los Alcázar de Toledo.
documentos programáticos pivotan so- Un poco antes de la inauguración de
bre una revisión historiográfica orientada la nueva sede, parece que los responsa-
a analizar el papel histórico del Ejército bles del museo han puesto en marcha
de Tierra. La elección de este punto de un plan más ambicioso cuyo fin es or-
vista, que pudiera parecer desfasado a ganizar la gestión y el funcionamiento
fines de los años noventa, resultaba na- del museo una vez abierto al público.
tural y casi necesaria dado el carácter del Su anterior director, el general Núñez,
debate suscitado, que ha oscilado entre lo presentó en las «IX Jornadas de Mu-
un conservadurismo historiográfico liga- seología de León». No lo conocemos en
do a una imagen lineal y endoscópica de profundidad pero la primera impresión
lo militar, un tanto periclitada, y los in- es que resulta un documento de bastan-
tentos de reenfocar la utilidad social del te complejidad, quizás excesiva, con esa
museo a través de la contextualización mezcla típica de los estamentos militares
del ejército en el devenir de la historia entre relaciones funcionales y orgánicas
de España. Como también en este caso (que el propio general comentaba no sin
efectivamente el proyecto arquitectónico cierta socarronería). En buena medida,
se adelantó a la conceptualización de la parece inspirado en la estructura de pro-
institución, los equipos que intervinieron gramas del modelo de la SGME, aunque
en la tarea tuvieron que dar por supues- presenta unas significativas variaciones:
tos muchos de los aspectos que hubieran se desglosan programas muy concretos
debido contribuir a su articulación si se (quizás demasiado) mientras que otros
hubieran tratado en un contexto general. quedan agrupados en grandes bloques. 13
En realidad, se traslada la sede principal
Los trabajos arrancaron con la crea- Por lo demás, adolece del mismo pro- de Madrid al edificio en que ya existía una
ción de una Comisión Historiográfica blema que el modelo ministerial: la falta sección externa: el Alcázar de Toledo,
Asesora del nuevo Museo del Ejército, de relaciones transversales, verticalidad completamente transformado al efecto.

277
piramidal acentuada en este caso por la exige la presentación de un plan director
mentalidad jerárquica del ejército. que «justifique la conveniencia de (su)
creación» y «las intervenciones arqueo-
lógicas necesarias, las obras de protec-
La planificación en los museos ción y acondicionamiento, la dotación
de medios materiales y humanos... (y)
autonómicos y municipales el régimen de financiación y gestión».
El propósito es, ante todo, garantizar
La planificación en la normativa la viabilidad económica de los centros
como condición previa a su creación,
La normativa autonómica ha hecho un poniendo el acento en la gestión. Pero
esfuerzo desigual por introducir la planifi- supone un salto cualitativo importante
cación en la definición y en la gestión de al incorporar la planificación de los «as-
los museos dependientes de las distintas pectos inmateriales» del funcionamiento
comunidades, en general como requisito de los nuevos centros culturales en do-
necesario previo a la inscripción de los cumento previo.
museos en sus distintos registros, aunque Con esta misma filosofía aborda la
se aprecia una cierta tendencia a consoli- cuestión, ya refiriéndose específicamen-
darla como recurso obligado para los inte- te a los museos, el título II de la Ley
grados en sus respectivos sistemas. 4/2003 de los Museos de las Islas Balea-
El primer paso lo dio la Comunidad res, que en su artículo 7 define el plan
de Andalucía, la cual, en el Decreto director como «aquel documento que,
284/1995 de aprobación del Reglamen- de manera detallada, establece las líneas
to de Creación de Museos y de Gestión maestras del futuro del museo respecto
de Fondos Museísticos, establecía que de sus necesidades». La crisis económica
«todo museo que se promueva deberá ha desplazado la atención hacia la op-
definirse en un proyecto que recoja las timización de la gestión como vía para
propuestas teóricas del mismo y sus ob- garantizar «la difusión de nuestro legado
jetivos» (artículo 6). Esos proyectos de- cultural», gestión que se entiende como
bían configurarse en tres programas o «el conjunto de actuaciones (...) del cen-
documentos: institucional, museológico tro museístico encaminadas a organizar
y museográfico. El segundo documento la institución museística de que se tra-
se limitaba a aspectos como el interés te, de forma planificada, con sus recur-
del museo, la definición de su ámbito sos materiales, espaciales, personales
cultural, la división funcional por áreas y de todo tipo (...) con la misión de la
–en realidad bastaba con una definición promoción y difusión de nuestro lega-
espacial– y las previsiones de visita. Se do cultural para todos los ciudadanos
trataba de un embrión de programación y las ciudadanas. La gestión procurará
atenta a la materialidad de la exposi- el mantenimiento y el aumento de los
ción, como mandaban los tiempos, que efectivos o fondos del museo o de la
no tuvo continuidad normativa. colección museográfica y la difusión de
La normativa autonómica ha Ya metidos en el siglo XXI, otras le- las actividades en torno a los fondos».
hecho un esfuerzo desigual por gislaciones han tratado de enriquecer Varios museos mallorquines han inicia-
introducir la planificación en la los contenidos de la programación a tra- do la redacción de sus planes directo-
vés de la figura de los planes directores, res, como el Museo Arqueológico del
definición y en la gestión de los
tomados de la nomenclatura arquitec- yacimiento de Pollentia, el Museu de la
museos dependientes de las tónica, los cuales empiezan a emerger Ciutat o el del Pare Ginard; además, la
distintas comunidades a partir de este momento de forma es- Dirección Insular de Cultura arbitró, en
porádica, pero significativa, en la nor- 2008, un conjunto de ayudas económi-
mativa autonómica. La primera mención cas cuya tercera fase estaba dirigida a
aparece en el Decreto 36/2001 de desa- los ayuntamientos y entidades sin ánimo
rrollo de la Ley de Patrimonio Cultural de lucro que todavía no cuentan con
de Cantabria, vinculado a la creación de planes directores, para facilitar su adap-
parques arqueológicos, cuyo artículo 67 tación a la actual legislación.

278
Disposiciones paralelas se pueden sostenible que subyace en este modelo
rastrear en la Ley 7/2004 de Patrimonio se está proyectando en los planes mu-
Cultural, Histórico y Artístico de La Rio- seológicos recientes que, en ocasiones
ja con respecto a los bienes culturales con el asesoramiento técnico del Minis-
con categoría de monumento (artículo terio de Cultura, se han desarrollado o
50), y en la Ley 14/2007 de Patrimonio se hallan en proceso de desarrollo en
Histórico de Andalucía con referencia los museos de Cádiz, Málaga, Bellas Ar-
a la nueva figura de los conjuntos cul- tes de Sevilla, del Flamenco y otros. Por
turales (título IX, capítulo I). Pero es la primera vez, dos Administraciones con
Ley 7/2006 de Museos del País Vasco la museos «compartidos» convergen en la
más cercana a la balear, ya que en su misma línea de planificación.
capítulo II, a la hora de regular el reco-
nocimiento de los museos y colecciones
de Euskadi, estipula la necesidad de un Algunos ejemplos concretos
plan director, «en el que se harán constar
las líneas maestras del futuro respecto Hasta aquí lo que dice, o pretende, la
de sus necesidades», frase calcada de la normativa. Veamos ahora lo que está La crisis económica ha
norma insular. La diferencia estriba en sucediendo en realidad. Se aprecia, en desplazado la atención hacia la
que se establece una categorización en- general, un interés por planificar (en el optimización de la gestión como
tre colecciones museográficas y museos, sentido de hacerlo mediante la redac- vía para garantizar «la difusión de
resultando el requerimiento únicamente ción de una serie de documentos que nuestro legado cultural»
aplicable a estos últimos. Los museos de han de servir de guía). Pero luego las
nueva creación del País Vasco, en par- formas de interpretar el método son
ticular los de gestión mixta o privada, muy variadas, bien porque, en el mejor
parecen inclinarse más hacia los planes de los casos, se adaptan a las necesida-
estratégicos, en la estela de los del Mu- des peculiares de cada museo, en fun-
seo Guggenheim, que se comentará más ción de su personalidad jurídica y de sus
adelante. fuentes de recursos, bien porque, en el
La Ley 8/2007 de museos y coleccio- peor, existe una falta de modelos o de
nes museográficas de Andalucía da un formación y la programación se hace de
paso más, al dedicar todo un capítulo, modo intuitivo.
el II, a la planificación museística, y al Así, por aducir algunos ejemplos, el Museu
mencionar por primera vez, en una nor- Masso de Bueu, de la Consellería de Cul-
ma jurídica, el plan museológico (artícu- tura de la Xunta de Galicia, se regirá por
lo 26), cuya redacción será preceptiva un Plan Museológico que no es sino un
para todos los museos de la Comunidad proyecto museográfico que define los usos
Autónoma, y que deberá ser aprobado de un conjunto de nuevas salas, resultantes
por las consejerías de las que dependan. de un proyecto arquitectónico que se ha
«Recogerá las líneas programáticas de la puesto en marcha con carácter previo; el
institución y la propuesta de conteni- Museo Marítimo de Asturias, perteneciente
dos. Además, determinará sus objetivos a la Red de Museos Etnográficos de Astu-
y necesidades, y establecerá las líneas rias, ha impulsado un plan estratégico para
de actuación respecto de todas las áreas el periodo comprendido entre 2005 y 2010;
de la institución». Por primera vez, una y el Museo da Historia de Galizia, también
norma desvincula la programación de de la Xunta, ha externalizado la redacción
una reforma edilicia o de la creación de de un plan director, del que será responsa-
un museo para hacerla extensiva a to- ble una empresa privada. También el Mu-
dos los existentes en un territorio (en seo Pablo Serrano de Zaragoza y el Museo
esto se ha adelantado al nuevo Regla- de la Evolución Humana de Burgos han
mento de Museos Estatales, aún en el convocado, en 2007 y 2008 respectivamen-
horno, como ya hemos visto), y vincu- te, sendos concursos para la adjudicación
la recursos económicos y humanos a la de contratos destinados a personas físicas
definición de los centros y a la totalidad o jurídicas que se ocupen de la redacción
de sus actuaciones. La idea de desarrollo de sus planes museológicos. Se da algún

279
caso peculiar que ha entendido la progra- Vemos aquí un ejemplo de museo de
mación como un concurso de ideas, como larga existencia que ha optado directa-
el Museo Nacional de la Energía del Bier- mente por un modelo de planificación
zo y Laciana, dependiente de la Fundación parcial sin pasar antes por un modelo
Ciudad de la Energía, que en 2008 ha re- de carácter integral, como luego, según
querido a tres empresas, de manera simul- ya hemos visto, lo ha hecho también el
tánea, para que elaboren sendos planes Prado (no en vano el director de ambas
museológicos –que también se denominan instituciones ha sido sucesivamente el
planes directores en la documentación que mismo: Miguel Zugaza).
Otro problema pendiente de se ha manejado– para espigar en cada uno
de ellos las notas que resulten más de su
resolver es el de la necesidad
conveniencia. Museo Guggenheim de Bilbao
de que los planes sean el fruto ¿Qué han hecho entre tanto a este
de un acuerdo efectivo con respecto las grandes instituciones mu- La asociación de la iniciativa pública y
los órganos de que depende seísticas en el ámbito autonómico? la privada dio un salto cualitativo hacia
su ejecución y no sólo la las alianzas políticas con la creación de
manifestación unilateral de la sucursal del Museo Guggenheim en
Museo de Bellas Artes de Bilbao Bilbao. La aproximación del Gobier-
los objetivos del museo, y de
no Vasco a la Solomon R. Guggenheim
que ese acuerdo se traduzca El del Museo de Bellas Artes de Bilbao, Foundation, al amparo de la estrategia
en un compromiso duradero, aprobado por su Consejo de Adminis- de expansión territorial de esta última,
para lo que, insistimos, sería tración en 1997, fue el primero de los aportó un elemento cualitativo inapre-
fundamental que estos planes estratégicos promovidos por una ciable para la implantación del Plan
documentos fueran revestidos generación de instituciones que trataron Estratégico para la revitalización del
de dar una respuesta a la crisis indus- Bilbao metropolitano (1989-1993), enca-
de una cierta categoría jurídica
trial de Occidente desde perspectivas minado a transformar la imagen de la
(por vía reglamentaria) que buscaban en la terciarización de urbe, crear empleo, reestructurar el teji-
las infraestructuras culturales una solu- do urbano y atraer inversiones extranje-
ción de fuerte componente financiero, ras (González, 1993: 73).
típica de la era posindustrial (Banioto- Por su parte, la fundación preten-
poulou, 2001: 2). Ya sus objetivos, cen- día, con la creación de satélites en otros
trados en la mejora de las instalaciones, países, asegurarse una buena tajada del
de la gestión y de los servicios cultura- pastel del liderazgo cultural mundial,
les, anuncian un aggiornamento basado multiplicar exponencialmente su cuo-
en el reflote económico a través de la ta de público y convertirse en símbolo
proyección externa y del aumento del de la vitalidad de ciudades, regiones y
número de las visitas, más que en con- países. Para ello ha creado la llamada
sideraciones de tipo científico. En con- «constelación Guggenheim», compuesta
secuencia, son tres los programas sobre por un cúmulo de museos vinculados
los que pivota un conjunto de proyectos que comparten las siguientes premisas:
muy concretos. El programa de infraes- una colección fuerte, alianzas únicas
tructuras, pensado para rentabilizar los con instituciones prestigiosas, progra-
espacios, está destinado a la ampliación mas estelares de exposiciones, destaca-
de las áreas de exposición y a la mejora dos programas educativos, programas
de la circulación y de los servicios. El de de gestión «de primera clase», plantilla
gestión, al incremento de la autofinan- apta para el trabajo en un museo glo-
ciación a través de la captación de pa- bal e interés mundial (Azúa, 2004). Este
trocinio de las entidades financieras. Y modelo se presenta como un producto
el artístico, a la política de compras y a directo del neocapitalismo y de la globa-
la captación de exposiciones temporales lización (Grau, 2007), incluso en lo que
de calidad y proyección internacional. se refiere al tipo de colección, escasa-
La voluntad de incorporación a la estela mente específica, ya que sólo admite los
de los grandes museos generalistas de nombres muy reconocidos internacio-
gran tirón de público es evidente. nalmente, familiares al oído de cualquier

280
tipo de visitante, con los que se cocina tación de los contenidos del montaje a
una interpretación de la historia acrítica la estructura pensada por el arquitecto.
y deslocalizada. Otro aspecto a destacar Con posterioridad, un método parecido
es la capitalización de las colecciones, se ha seguido a la hora de montar el res-
que se convierten en activos financieros to de la permanente (véase al respecto
para cuya gestión es más útil un plan el resto del número 3 del mismo bole-
estratégico que uno museológico. tín dedicado a explicar los discursos de
El museo, inaugurado en 1997, se ha cada sección), lo que da como resultado
gobernado, pues, merced a planes estra- un museo que, al menos formalmente,
tégicos sucesivos (1997-2000; 2001-2004; tiene la estructura «de galerías» más o
2004- 2008), que parecen haber asegura- menos autónomas entre sí lejanamente
do los resultados económicos previstos, inspirada en la tradición anglosajona.
pero cuyo éxito ha sido «dudoso en lo Ya durante el montaje se hacía acu-
que se refiere a lo que atañe a la cultu- ciante la necesidad de emprender el Sólo conociendo los objetivos
ra y a la calidad de vida» (Peláez Soto, camino hacia la captación de recursos, fundamentales del museo en las
2002: 10). Los objetivos que han actuado por lo que el museo pasó del orden
materias que le son propias se
como motor de la estrategia del Gugg- de las salas a la planificación general,
enheim de Bilbao se expresan con cla- con especial acento en la solución de pueden prever las necesidades
ridad en los documentos de desarrollo: sus problemas económicos, merced a la de carácter operativo (recursos
contribuir a la construcción de la nueva elaboración de un plan estratégico para humanos y económicos)
imagen de Bilbao, del que se convier- el periodo comprendido entre 2007 y
te en «marca registrada»; crear sinergias 2010. La trayectoria del MNAC ha sido,
ciudadmuseo constituyéndose en parte pues, casi paralela a la del Museo del
esencial del trazado urbano; convertirse Prado, aunque en este caso el motor no
en un referente educativo local; servir de ha sido la transformación de la plantilla.
trampolín internacional a las empresas Como el del Prado, el plan estratégico
locales; y aportar beneficios económicos del buque insignia de Cataluña incluye
a la ciudad, de manera que «la cultura, aspectos puramente técnicos, pero pres-
más allá de sí misma, se convierte en ta especial atención a un programa de
conductora del desarrollo» (Azúa, 2004). promoción de recursos propios que au-
mente la capacidad de autofinanciación
del museo.
Museo Nacional de Arte de Cataluña

Las obras de reestructuración del MNAC, Centre del Disseny de Barcelona


que finalizaron en 2004, permitieron la
puesta en práctica del programa museo- Dependiente del Ayuntamiento de Bar-
gráfico que el entonces director, Eduard celona, cuenta con la colaboración del
Carbonell, quien a menudo lo denomina Instituto de Cultura de la misma ciudad,
en sus escritos «discurso museológico» y su apertura está prevista para 2011.
y «discurso museográfico» (Carbonell, Arrancó en 2001 con el encargo de un
2005), había desarrollado sobre las ba- edificio de nueva planta al estudio Mar-
ses del trabajo iniciado por Xavier Ba- torell-Bohigas-Mackay y del plan mu-
rral, su predecesor. Se trataba de un do- seográfico a Jordi Pardo. En un artículo
cumento dedicado a desarrollar el orden (Pardo, 2003b), el entonces director del
de la exposición de los fondos de arte proyecto presentaba las líneas generales
románico, primera fase de la reorgani- de lo que denominaba «proyecto mu-
zación de la exposición permanente. Es seológico» y «propuesta museológica»,
significativo que la arquitecta respon- en una declaración de intenciones en la
sable de la instalación, Gae Aulenti, ti- que enunciaba el objetivo de enfocar el
tulara un artículo que se publicó en el «diseño como ámbito de producción de
boletín del museo «El Palau Nacional, la artificialidad y como proceso creativo»
projecte arquitectónic i museogràfic» desde una perspectiva histórica y expe-
(Aulenti, 2000), evidenciando la supedi- rimental, situándolo en la frontera entre

281
el centro cultural y el museo. Además, un lado, supone replantearse de nuevo
establecía las áreas temáticas de la co- el proyecto desde sus premisas, redac-
lección, que aunaría las de los museos tando lo que podríamos pensar es un
de Cerámica (hoy descartado), Artes nuevo «proyecto museológico» aunque
Decorativas y Textil y de Indumentaria, en el fondo no sea así ya que, por otro
amén de otras acopiadas ex novo de ar- lado, ese documento reviste una forma
quitectura, diseño gráfico, comunicación novedosa: supone en sí mismo un «dise-
visual, y diseño digital y multimedia. Por ño de producto». En coherencia, es de
último, apuntaba las modalidades expo- esperar que venga acompañado de un
sitivas, transversales y temáticas. En de- plan estratégico o de marketing.
finitiva, de nuevo nos encontramos con
la existencia de un documento (proyec-
to museológico) más o menos previo a Museos y gestión de patrimonio cul-
la actuación arquitectónica –o al menos tural en Villajoyosa (Alicante)
elaborado en paralelo y, se supone, a
partir de unas ideas comunes– pero que Terminaremos con un ejemplo de mu-
no prevé todas las necesidades futuras seo municipal –o, mejor dicho, conjunto
del museo, y de otro documento orien- de ellos– en las antípodas conceptuales
tado a la organización de los contenidos del que acabamos de ver. El objetivo del
dentro del nuevo edificio (proyecto mu- ayuntamiento de Villajoyosa es crear una
seográfico). red integral que permita gestionar, con-
Tras el cese de Pardo, el proyecto servar y difundir el patrimonio cultural
ha sido corregido. En febrero de 2008 de todo el municipio, compuesto por
se terminó un nuevo documento de colecciones, monumentos, yacimientos
presentación del Centro del Diseño de arqueológicos, sitios etnológicos y otros
Barcelona (la denominación es provisio- enclaves y fenómenos históricos (está
Tal y como efectivamente nal), que es una propuesta de definición prevista la creación de un museo de la
propone Moore (2005), de sus fines y de su articulación. La pri- escuela y la enseñanza, por ejemplo), es
debemos dotar a nuestro plan mera consolida el posicionamiento de decir, un «museo» del territorio y de su
de una mayor flexibilidad a la la institución entre el museo y el centro historia imbricado en la misma trama que
cultural, reforzando ahora su carácter lo configura. Este esfuerzo, dirigido por
vista de que el contexto puede
experimental; la segunda, prevé lo que Antonio Espinosa, tendrá como conse-
cambiar de forma imprevisible denomina áreas, mecanismos de ac- cuencia la absorción de museos y sitios
y desde luego fuera del control ción, sectores y niveles expositivos, que patrimoniales ya existentes y la creación
del museo. Un plan muy rígido conformarán tanto su estructura como de otros nuevos, en especial lo que él
puede generar un alto nivel de sus actividades. Se esbozan, eso sí, las denomina un «museo matriz», punto de
frustración líneas generales de alguno de los pro- partida de todos los recorridos y centro
yectos que se pretende le procuren un neurálgico de la gestión de toda la red.
carácter peculiar y único, entre los que Uno de los aspectos más interesantes
destaca el expositivo, que tendrá cuatro de este proyecto es que todas estas ideas
modalidades: de colecciones o analó- motrices se han plasmado en un «Plan
gica, digital (sala de pantallas), analó- Museológico» completo que va a servir de
gico-digital (la visita a la exposición se guía de todas las actuaciones; otro es que
complementará con una terminal per- en buena medida este plan está inspirado
sonal que suministre hipervínculos de en el modelo de la SGME, con lo que se
información), y experimental (espacios convierte en una de sus primeras adap-
para tocar). La voluntad de ofrecer vías taciones fuera del ámbito de los museos
activas de participación y de creación al estatales; y otro es que el plan ha sido
«usuario o consumidor» –que no sólo vi- aprobado por el pleno del ayuntamiento
sitante– se traduce en la traslación de la en 2007, por lo que adquiere una fuerza
investigación hacia el laboratorio, y de jurídica de la que gozan muy pocos do-
la acción cultural hacia sendos centros cumentos similares. El plan se desarrolla
de diagnosis y de producción. Es inte- en programas con una estructura un poco
resante esta «vuelta de tuerca», pues, por diferente a la del modelo pero, en defi-

282
nitiva, no deja sin planificar ninguna de vación, documentación e investigación),
las actuaciones o inversiones necesarias y los programas de colecciones (conser-
para poner en pie el proyecto y luego vación, documentación e investigación),
hacerlo funcionar, sujetándolas a un cro- además de proyectos a ellos vinculados
nograma preciso. Desde el punto de vista para dos años.
de la gestión administrativa, documental Como consecuencia de las necesida-
y de los recursos humanos, todo el siste- des planteadas por el primer documento,
ma funciona como una unidad; y también los órganos superiores habían decidido
desde el punto de vista de la financiación, el traslado del museo a un nuevo edi-
integrando las inversiones privadas (por ficio, lo que nos hizo dar prioridad a la
ejemplo, el Museo del Chocolate sigue redacción de los citados programas. Sin
siendo de titularidad privada pero está embargo, tiempo más tarde, el proyecto
incluido por convenio en la red), la ini- quedó en vía muerta. Gracias al plan, el
ciativa popular y el voluntariado. museo tenía planteados otros objetivos
y pudo concentrarse en ellos, sin de-
pender como antaño exclusivamente del
Museo Nacional de Artes Decorativas proyecto de traslado, aunque obviamen-
te tuvimos que reordenar las prioridades
Hemos dejado deliberadamente aparte a lo largo de los dos siguientes años.
el análisis de este caso puesto que aquí Efectivamente, entre 2005 y 2006,
escribimos en primera persona y cambia redactamos el programa de seguridad y
inevitablemente nuestro enfoque episte- tradujimos el programa de recursos hu-
mológico. Aunque no evitamos la auto- manos en una propuesta de nueva rela-
crítica, deben ser otros quienes valoren ción de puestos de trabajo. Y en 2007,
la metodología empleada en el MNAD y elaboramos el segundo desarrollo par-
sus resultados. cial del plan, que incluía la definición
El plan incorpora ya la idea de pla- del organigrama, las competencias y las
nificación integral del museo incluida en tareas de los departamentos de difusión
el modelo de la SGME14, y el documen- y administración (programas institucio-
to ha sido redactado con anterioridad a nal y de recursos humanos), así como
cualquier actuación sistemática cuyo ob- el programa de difusión. La permanen-
jeto sea el museo o alguna de sus partes cia del museo en su ya vetusta sede nos
integrantes, por lo que las que se han obligó a ser menos ambiciosos con los 14
El plan del MNAD, entregado en la SGME en
empezado a ejecutar después se derivan objetivos de los programas de coleccio- octubre de 2003, lo redactamos –como ya
coherentemente de esa primera pro- nes y a no retrasar la puesta en marcha hemos insinuado– mientras se daba forma
en la subdirección a su modelo, y tuvimos
puesta de conjunto (valga la perogrulla- de los proyectos ya previstos de comu-
conocimiento de sus principales criterios y
da). Una de las principales propuestas nicación y de proyección de la nueva
contenidos antes de estar aún fraguada la
del plan es que el museo cambie de imagen definida en el plan (aunque a su estructura definitiva. En cualquier caso, las
nombre porque también trasforma su fi- vez condicionada por no producirse un equivalencias entre el primer documento
losofía, su contenido y su imagen. cambio radical en el aspecto e incluso la del MNAD (el «plan» propiamente dicho) y
Tras la redacción, en 2003, del pri- ubicación del contenedor). En coheren- el modelo de la SGME son inequívocas, lo
mer documento o plan propiamente cia, hemos seguido avanzando en esa que demuestra que el modelo es adaptable.
dicho, hemos ido redactando las par- línea y ya en 2008 hemos desarrollado El desarrollo del plan del MNAD sigue
tes que lo desarrollan. En 2004, emiti- el programa de exposiciones temporales también el patrón de fases del manual y,
mos otros tres documentos. Estos eran experimentales cuyo primer producto tal y como ya señala este, lo hace a su
el plan de necesidades para una nueva expositivo se inauguró, con el apoyo de ritmo y según sus prioridades. De hecho,
cuando aún no estaban redactados todos
sede (programa arquitectónico), el plie- la Subdirección General de Promoción
los programas, ya estaban en marcha los
go de condiciones para el concurso de de las Bellas Artes, en otoño de 2009.
primeros proyectos previstos en el plan. El
arquitectura (proyecto arquitectónico) Nos parece interesante destacar plan se ha ido desenvolviendo, por tanto,
y un desarrollo parcial del Plan Museo- cómo algunos programas que conside- en «espiral». No vamos a entrar en detalles
lógico. Este incluía elementos del pro- ramos deben tener un carácter trans- sobre el contenido de los programas. Quien
grama institucional y del de recursos versal (los de gestión) se han ido re- desee más información puede obtenerla
humanos (organigrama, competencias y dactando y completando a la vez que en la presentación que de él se hace en la
tareas de los departamentos de conser- se elaboraban íntegramente los demás Revista de Museología (MNAD, 2006).

283
programas. Eso nos ha enseñado que relacionados con la SGME, los esfuer-
sólo conociendo los objetivos funda- zos que el órgano central ha realizado
mentales del museo en las materias que desde hace veinte años por inducir en
le son propias se pueden prever las ne- ellos el uso de estas herramientas han
cesidades de carácter operativo (recur- ido dando sus frutos y, más tarde o
sos humanos y económicos). Además, más temprano, casi todos ellos las han
estamos elaborando un reglamento de ido adoptando. Si bien se puede decir
«régimen interno» que nos permita or- que el resultado se ha decantado, sobre
denar las relaciones e interacciones en- todo a principios de esta década, con
tre todos los programas, departamentos una muy relativa homogeneidad meto-
y servicios del museo. dológica, también se puede afirmar que
El balance tras estos años de desa- ahora ya están casi todos subidos a ese
rrollo del plan ha sido muy positivo, al tren, lo que seguramente va a facilitar
menos en lo que a la organización inter- –ya lo está haciendo– la implantación
na del trabajo y a las relaciones con el del nuevo modelo de planificación inte-
La otra vuelta de tuerca órgano del que depende más inmedia- gral. Algunos museos incluso han modi-
tamente el museo se refiere. No tanto, ficado su metodología sobre la marcha,
pendiente es la transformación como ya hemos insinuado, en cuanto cuando ya estaban inmersos en un pro-
del modelo de plan integral en al cumplimiento de los grandes objeti- ceso comenzado según el modelo ante-
una herramienta de diálogo con vos relativos a su transformación inte- rior. Persiste, de todas formas, la inercia
la sociedad gral. Eso nos ha demostrado que, tal de supeditar la redacción del plan a la
y como efectivamente propone Moore puesta en marcha de una gran interven-
(2005), debemos dotar a nuestro plan ción arquitectónica, lo que explica que
de una mayor flexibilidad a la vista de en muchos de esos planes aún se dé
que el contexto puede cambiar de for- mayor importancia a los programas «ma-
ma imprevisible y desde luego fuera del teriales» que a los «inmateriales» y que la
control del museo. Un plan muy rígido programación esté limitada por la fecha
puede generar un alto nivel de frustra- de reapertura del museo.
ción. Creemos haber reaccionado mode- Otro problema pendiente de resol-
radamente bien, pero hemos entendido ver es el de la necesidad de que los pla-
que, una vez sentados los principales nes sean el fruto de un acuerdo efecti-
criterios rectores en el primer documen- vo con los órganos de que depende su
to, el desarrollo documental no debe ejecución (a veces pertenecientes a dos
suponer un esfuerzo tal que el hecho Administraciones distintas) y no sólo la
de tener que modificar periódicamente manifestación unilateral de los objeti-
los programas y el cronograma suponga vos del museo, y de que ese acuerdo se
un duro revés para la moral del equipo. traduzca en un compromiso duradero,
Hemos aprendido a hacer de la planifi- para lo que, insistimos, sería fundamen-
cación un ejercicio casi cotidiano y, si tal que estos documentos fueran revesti-
algún beneficio directo hemos obteni- dos de una cierta categoría jurídica (por
do de ello, entre otros, ese ha sido el vía reglamentaria). De lo contrario, pier-
alcanzar una seguridad operativa muy den eficacia, pueden generar frustración
satisfactoria. y los equipos no se sentirán motivados
a embarcarse en estos procesos de pla-
nificación.
Conclusiones La otra vuelta de tuerca pendiente
es la transformación del modelo de plan
Como decíamos en la presentación, la integral en una herramienta de diálogo
costumbre de planificar su futuro se va con la sociedad, de modo que la pla-
abriendo poco a poco paso en nuestros nificación se haga a partir de esta inte-
museos, si bien la metodología emplea- racción y no sólo desde el museo. Un
da es muy variada y se corresponde con primer paso en esta dirección es el que
diferentes estadios del concepto de pla- ha planteado el Plan Museológico del
nificación. En el ámbito de los museos Museo del Greco.

284
Entre los museos de otras Admi- museo, no resuelve todas las necesi-
nistraciones públicas, la casuística es dades de planificación, no favorece las
mucho mayor. Se nota la menor expe- relaciones internas ni toma al museo
riencia de los órganos rectores de esas como un sistema..., salvo cuando se tra-
Administraciones, aunque, si perseveran ta de un documento elaborado a partir
en la inclusión de cláusulas a favor de de un plan integral preexistente y, por
la planificación en sus normativas sec- tanto, sirve para establecer prioridades
toriales, pueden ponerse al día en un en el trabajo por objetivos. Y esto su-
breve plazo de tiempo, a lo que debería cede pocas veces, ya que muchos de
contribuir también la emisión de pautas estos museos han pasado directamente,
metodológicas concretas. en el mejor de los casos, de un nivel
Entre los grandes museos, los mu- de planificación primario a adoptar esta
seos con autonomía de gestión y las fórmula. En nuestra opinión, se trata de
entidades privadas, se está adoptando una mala aplicación del método que
el plan estratégico. Se trata de una he- puede producir un mal aprovechamien-
rramienta de marketing que, en mu- to de los recursos y bastantes tensiones
chas ocasiones, tiene muy poco de internas. Sin embargo, parece que este
museológica: no incluye una reflexión giro del concepto de planificación es
sobre la identidad y los objetivos del inevitable. El tiempo lo dirá...

285
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287
breves CER.ES.
Colecciones en Red
A partir del Sistema Integrado de Docu- gar de procedencia, contexto cultural...
mentación y Gestión Museográfica, Do- Los contenidos de CERES se incorpora-
mus, el Ministerio de Cultura ha creado rán próximamente a HISPANA, el por-
CER.ES (Colecciones en Red), un catálo- tal de contenidos culturales en línea del
go colectivo en línea de las colecciones Ministerio de Cultura, y a EUROPEANA,
de todos aquellos museos que forman contribuyendo así al incremento de con-
parte de la Red Digital de Colecciones tenidos españoles en el portal europeo.
de Museos de España. El catálogo surge Esta primera versión de CER.ES se
como un espacio de difusión del cono- enriquecerá en el futuro con nuevos
cimiento sobre los bienes culturales de contenidos, catálogos en línea y otras
los museos y recoge cerca de 100.000 publicaciones y recursos pertenecientes
bienes culturales y más de 130.000 imá- a otros museos integrantes de la Red Di-
genes procedentes de museos de di- gital de Colecciones de Museos de Es-
versa índole –arqueológicos, de bellas paña, que enriquecerán este espacio de
artes, artes decorativas, antropología, difusión del conocimiento sobre las co-
etnología...– y titularidad. lecciones al servicio de todos los usua-
Este proyecto se traduce en una base rios que se quieran acercar a los museos
de datos digital que permite realizar a través de la Red.
búsquedas generales y avanzadas a par-
tir de diferentes criterios: tipo de objeto, Más información:
autor, datación, materia, iconografía, lu- http://ceres.mcu.es

BIMUS.
Red de Bibliotecas de Museos
En noviembre de 2009 el Ministerio de El principal resultado ha sido la crea-
Cultura, a través de la Subdirección Ge- ción de un gran Catálogo Colectivo en
neral de Museos Estatales, ha puesto en línea que permite consultar los catálo-
marcha la Red de Bibliotecas de Mu- gos de todas las bibliotecas que integran
seos (BIMUS), formada por bibliotecas la Red y da acceso a fondos digitaliza-
pertenecientes a dieciocho museos de dos por las distintas instituciones en
titularidad estatal y gestión directa del la Biblioteca Virtual de Patrimonio Bi-
Ministerio de Cultura a través de la Di- bliográfico y en la Biblioteca Virtual de
rección General de Bellas Artes y Bienes Prensa Histórica, así como a contenidos
Culturales y del Instituto Nacional de las electrónicos de interés común como ba-
Artes Escénicas y de la Música (INAEM). ses de datos externas en red, reposito-
El objetivo primordial de la Red ha rios institucionales y otros recursos de
sido la puesta en valor de los fondos Internet.
bibliográficos custodiados por estas
instituciones y la modernización en la
gestión de sus recursos a partir de la in-
formatización del catálogo de las biblio- Más información:
tecas de los museos estatales. http://bimus.mcu.es

288
recensiones Los museos de arte
bibliográficas contemporáneo.
Noción y desarrollo histórico
J. P. Lorente
Trea, Gijón, 2008

Benito Burgos Barrantes Con carácter preliminar, debido a la re-


Instituto de la Cinematografía latividad del concepto mismo de arte
y las Artes Audiovisuales contemporáneo, conviene aclarar que
Madrid la sustancia nutriente del presente vo-
lumen la conforman los museos dedi-
Benito Burgos es funcionario del Cuerpo cados al arte más reciente surgidos a
Facultativo de Conservadores de Museos desde partir de las primeras décadas del siglo
el año 2002. Ha ocupado diversos puestos en XIX, su delimitación conceptual y evo-
la Dirección General de Bellas Artes y Bienes
lución histórica. Esta, en buena parte
Culturales y el Museo Nacional Centro de Arte
de los casos, desembocaría en la forma-
Reina Sofía. En la actualidad es Consejero
ción de colecciones de mayor o menor
Técnico del Director General del Instituto de la
Cinematografía y las Artes Audiovisuales. proyección en sus parámetros no sólo
temporales sino también espaciales.
benito.burgos@mcu.es
Hablamos, por consiguiente, de mu-
seos de arte contemporáneo y de mu-
seos que en algún momento estuvieron
dedicados al arte contemporáneo, aun-
que con posterioridad mutasen en mu-
seos históricos, habida cuenta de que
lo contemporáneo es una categoría en
permanente desplazamiento.
Tenemos enfrente una categoría de
difícil conceptualización, por tanto, y
de límites más bien difusos, circuns- y otras más o menos próximas al con-
tancia inducida por la propia evolución cepto de museo.
de la historia del arte desde finales del La propia definición de las institu-
siglo XIX y la indefinición y contingen- ciones se halla pues indisociablemente
cia de términos como «arte moderno» unida a la paralela conceptualización
y «arte contemporáneo». Ello se refleja de la modernidad y la contemporanei-
ya en la propia nomenclatura utilizada dad artísticas, cuestiones nunca resuel-
y en los vaivenes terminológicos –del tas y en constante redefinición: ¿dónde
museo de arte moderno transitamos empieza la modernidad artística: en Cé-
al museo de arte contemporáneo, pa- zanne, en Manet, en Goya? ¿Es ya con-
sando por denominaciones híbridas y temporáneo el arte pop de los sesenta?
otras menos explícitas–, aparte de la ¿La formación de una colección históri-
existencia de realidades afines como ca es en esencia incompatible con un
centros de arte contemporáneo, institu- compromiso absoluto con lo rigurosa-
tos de arte contemporáneo, kuntshalles mente contemporáneo? Estas y otras

289
consideraciones son necesarias para potencial divulgativo y la convierte en validación crítica del arte, tradicional-
empezar a poner las cosas en su jus- una lectura estimulante para el aficio- mente controvertido, alcanzará una vi-
to lugar o, según se mire, aportar dosis nado ocasional. gencia extraordinaria.
añadidas de incertidumbre a la delimi- La primera parte tiene como prota- Asimismo, el MoMA aportará otros
tación del concepto o noción. gonista, con valor de pionero, al pari- elementos adicionales de gran signifi-
A partir de estas primeras reflexio- sino Museo de Luxemburgo o Museo cancia en el desarrollo del nuevo ca-
nes, que se deslizan en la correspon- de Artistas Vivos, creado en 1818 bajo non, como la integración de todas las
diente introducción, el autor propone, la fórmula de museo de paso o museo artes –en la línea emprendida por la
a la manera de Foucault, un plantea- purgatorio; sus colecciones, transcu- Bauhaus–, la específica reivindicación
miento metodológico basado en los rrido un determinado lapso de tiempo de la fotografía y el cine, el afán di-
puntos nodales (nodo, «cada uno de y de acuerdo con un criterio de rele- dáctico y la trascendental relevancia del
los puntos que permanecen fijos en vancia, pasarían al Museo del Louvre o marketing y la publicidad dentro de sus
un cuerpo vibrante»), de manera que a bien a otras instituciones de menor ran- estrategias corporativas.
partir de la identificación de dos para- go. Este modelo seminal dará lugar a Resulta particularmente sugerente
digmas o hitos museológicos (uno en émulos y contramodelos; singularmen- aquí el análisis en clave política que el
el siglo XIX y otro en el XX) a los que te, entre estos últimos, el autor subraya autor realiza de la influencia ejercida
el autor atribuye el papel de focos, va la importancia de la Neue Pinakothek por el MoMA –con el habitual apoyo
desgranando las respuestas, tensiones, de Múnich, que supondrá un primer financiero de diversos entes guberna-
modelos y contramodelos que tales cá- cuestionamiento del museo de passage mentales estadounidenses– con poste-
nones referenciales van originando. a mediados del siglo XIX, con la fijación rioridad a la Segunda Guerra Mundial,
El volumen se divide de esta mane- de un límite temporal post quem y la en un escenario político global media-
ra en dos grandes bloques: uno dedi- formación de una colección histórica, tizado por la guerra fría, el auge de co-
cado al Museo de Luxemburgo como inaugurando un modelo que tendrá munismos periféricos en algunos paí-
paradigma decimonónico y otro en el amplia influencia posterior en Europa. ses emergentes y el intervencionismo
que el MoMA se eleva como referente La tendencia nacionalista de los mu- brutal de Estados Unidos en la esfera
hegemónico fundamental durante bue- seos decimonónicos dedicados al arte internacional, de forma singular en Ibe-
na parte del siglo XX. La narración se reciente se fue acentuando a medida roamérica.
construye a partir de la evolución histó- que avanzaba el siglo y las tensiones El resultado de esta suerte de im-
rica de ambos modelos canónicos y los entre arte nacional o arte contemporá- perialismo político y cultural será la
consecuentes movimientos de acción/ neo –habituales a lo largo de la centu- puesta en marcha, en América Latina
reacción que, de acuerdo con la tesis ria– se plantearon con vehemencia en sobre todo, de numerosas iniciativas
del autor, surgen como respuesta a las la Tate Gallery de Londres, ejemplo museísticas de raíz filoestadounidense,
tensiones que ellos mismos ponen en pionero de la utilización de los museos evidencia palpable de la usual utiliza-
funcionamiento. como sublimadores de los procesos de ción de la cultura y los museos como
Tal propuesta metodológica tiene regeneración urbana. A finales del siglo soft power, vehículos de propaganda
indiscutibles ventajas: permite al autor XIX asistimos a la crisis de los modelos política y sutiles herramientas de inter-
estructurar con claridad la obra y do- decimonónicos y a la progresiva conso- vención y control social.
tar al discurso de puntos de apoyo e lidación de la fortuna crítica e institucio- El museo, instrumentalizado y pri-
hilos conductores, de forma que este nalización de las corrientes artísticas de vado de su capacidad de disenso y con-
adquiere coherencia y consistencia in- vanguardia –cuyo principal codificador frontación política y social, será uno de
trínsecas, al tiempo que los puntos no- en términos museísticos será el MoMA los objetivos predilectos de las revuel-
dales sirven de referentes invariables de Nueva York unos años más tarde–, tas sociales y culturales de los años se-
al lector. En contrapartida, obvia la im- lo cual tendrá inmediatas consecuencias senta, a resultas de las cuales surgen
portancia en ocasiones decisiva de los en la redefinición del objeto museístico. nuevas iniciativas que quieren recupe-
factores exógenos y las complejidades El MoMA, a partir de una nueva rar para el museo espacios de libertad,
propias de la construcción histórica de conceptualización del término «arte disidencia y reposicionamiento crítico y
las instituciones sociales. moderno» (entendido como arte de la voluntad de activar otras formas de
Por otro lado, la finalidad esencial- vanguardia en contraposición al arte de relación e interacción con la sociedad.
mente académica de la publicación, raíz académica) y la formulación de su En este contexto el nuevo modelo
sustentada por las abundantísimas no- relato canónico, se convertirá en el mo- emergente será el Centro Georges Pom-
tas al pie y las más de trescientas se- delo referencial a imitar durante buena pidou, al que el autor considera, no obs-
senta referencias bibliográficas, se con- parte del siglo XX, sobre todo a partir tante, un paradigma fallido respecto a
juga con un recurso al relato, de raíz de los años cincuenta. Desde entonces, sus planteamientos originarios, al acabar
postmoderna, que le confiere también el papel definitivo de los museos en la disuelto en el modelo de museo históri-

290
co codificado por el MoMA. Sí es preciso identidades culturales tradicionalmente
afirmar, en cualquier caso, que inaugura consideradas subordinadas. El esque-
aspectos que serán sustantivos en el mu- ma modelo-contramodelo, canon hege-
seo de la postmodernidad: el estímulo mónico-émulos pierde hoy su sentido
de procesos de regeneración urbana y para ser sustituido por una especie de
económica, la arquitectura de valores retícula o red que prescinde de las tra-
teatrales y metafóricos y la democrati- dicionales jerarquías. Ello entorpece la
zación de la cultura (o su banalización, nítida e irrefutable identificación de los
diluida en un puro acto de consumo, nuevos arquetipos triunfantes.
convertida en un puro simulacro y re- Por ello, salvo alguna tímida men-
flejo desnaturalizado de sí misma, como ción, el epílogo renuncia, con pruden-
pronto advirtió Jean Baudrillard). cia académica, a tratar de identificar
Efectivamente, el museo de arte con rotundidad los paradigmas de hoy.
contemporáneo, en su versión post- Estamos ante el trabajo de un historia-
moderna más acabada, asume nuevas dor y la obra, de aliento histórico, evita
funciones, algunas de proyección ex- juicios categóricos sobre el presente.
trínseca, que vienen con bastante fre- Sea como fuere, en la parte final del
cuencia a reemplazar en relevancia a libro se echa de menos un análisis más
las tradicionales. Junto a las menciona- fino de lo sucedido en las últimas dos
das, otras como el estímulo del turismo décadas, en un periodo de profundos
y el sector terciario, el fomento de la cambios económicos, políticos y socia-
producción artística y del mercado del les que hacen intuir que nos encontra-
arte y la construcción de identidades mos en un momento de cambio de ci-
«modernas», tanto en lo político como clo histórico.
lo social, aparte de otras funciones sim- Las reflexiones en este caso conven-
El museo de arte
bólicas, constituyen hoy fines inmanen- dría hacerlas, no obstante, desde disci-
tes de los nuevos proyectos. plinas como la filosofía, la sociología o
contemporáneo, en su
Tales cuestiones se ponen de mani- la política, entre otras. Los museos, no versión postmoderna más
fiesto en el epílogo, donde el autor se hay que olvidarlo, son sujetos políticos acabada, asume nuevas
limita a realizar una fugaz radiografía en cuanto que crean opinión e inter- funciones, algunas de
de lo acontecido en los últimos años, vienen, determinan y condicionan la proyección extrínseca, que
si bien mueve el foco y adopta una vida y las actitudes de los ciudadanos.
vienen con bastante
perspectiva básicamente arquitectónica Sin embargo, hoy la cultura ha perdido
y urbanística, pasando de puntillas por buena parte de su retórica disidente y
frecuencia a reemplazar en
los aspectos, nucleares, relativos a mi- contestataria para convertirse en objeto relevancia a las tradicionales
sión y contenidos. de consumo y distracción, actuando en como el estímulo del turismo
Respecto a ellos, diría por mi par- cierto modo como anestesia o tranquili- y el sector terciario, el
te que se pueden identificar dos claras zante de las tensiones políticas y ciuda- fomento de la producción
tendencias: la emulación o mímesis, danas y como elemento pacificador de
artística y del mercado del
resultante en modelos gregarios, sub- la conflictividad social.
alternos y, por ello, sencillamente in- Alain Brossat afirma al respecto que
arte y la construcción de
transcendentes; y la voluntad de cons- la cultura «aparece entonces como la identidades «modernas»
truir otras identidades y desarrollar música de acompañamiento de nuestra
nuevos paradigmas, en un proceso de melancolía perpetua que nos distrae
autoafirmación subjetiva y reinvención del dolor punzante de una existencia
permanente en el que los propios di- sin esperanza, objetivo ni gozo». El aná-
rectores adquieren hoy un papel defi- lisis no puede ser más inquietante. Re-
nitivo (museos de autor). sulta obligado entonces profundizar en
Por otra parte, la posmodernidad el replanteamiento crítico del papel y
genera múltiples miradas, necesaria- los fines de la cultura, del arte y sus ins-
mente fragmentadas y parciales, in- tituciones. Estamos en tiempos de mu-
acabadas en definitiva. Existe además danza, el suelo se mueve bajo nuestros
una pérdida de referentes y un deseo pies: hay que pensar, hay que disentir.
de emancipación y afirmación de las Hay que actuar.

291
recensiones Exposiciones temporales:
bibliográficas organización, gestión
y coordinación
Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes
Ministerio de Cultura, Madrid, 2006
Fernando Sáez Lara http://www.mcu.es/promoArte/MC/ExpoTemp/index.html
Dirección General de las Bellas
Artes y Bienes Culturales
Madrid

Fernando Sáez Lara es licenciado en Geografía


e Historia y pertenece al Cuerpo Facultativo
de Conservadores de Muesos. Durante siete
Conservación preventiva
años ha formado parte del equipo del Museo
Nacional de Artes Decorativas (Madrid), donde
y procedimientos en
ha desempeñado las tareas de administrador
y jefe del Departamento de Investigación,
además de colaborar en la redacción, desarrollo
exposiciones temporales
y aplicación del Plan Museológico del museo.
Actualmente es Jefe de Área de la Unidad
de Apoyo de la Dirección General de Bellas
Artes y Bienes Culturales, en el Ministerio de
Ch. Fernández, F. Arechavala, P. Muñoz-Campos y B. Tapol
Cultura. Y es subdirector del Máster on-line de Grupo Español de IIC y Fundación Duques de Soria, Madrid, 2008
Museología y Museos de la Universidad de http://ge-iic.com/index.php?option=com_content&task=blogsection&id=1
Alcalá de Henares y Liceus, así como director o
2&Itemid=40
coordinador de otros cursos especializados de
esta plataforma digital.
fernando.saez@mcu.es

En los últimos dos años, han aparecido Es esa inflación de temporales que
oportuna y sucesivamente en el pano- tanto preocupa a los responsables de
rama editorial vinculado a los museos las colecciones –y el descuido con que
sendas publicaciones cuya finalidad es en ocasiones se organizan, cuando no
contribuir a sistematizar y ordenar los ponen a prueba el equilibrio entre con-
procedimientos administrativos y técnicos servación y rentabilidad social– la que
propios de la organización de exposicio- hace más oportuna la edición de estos
nes temporales. Precisamente por esta co- manuales. No sobra ninguno de los dos.
incidencia y porque entre las dos ponen Es más, se han hecho esperar demasia-
la base para un corpus metodológico en do, si tenemos en cuenta que no es una
este sensible ámbito de la gestión y la di- situación nueva. Quizás lo que haya pre-
fusión de las colecciones museísticas, las cipitado definitivamente su redacción y
comentamos aquí conjuntamente. Tam- haya motivado su necesidad sea no tan-
bién para, desde estas páginas, sumarnos to el aumento de este tipo de proyectos
a la promoción de su existencia, de su como la paulatina incorporación a este
consulta y, en definitiva, de su incorpo- fenómeno de un sinfín de organismos y
ración a la práctica habitual en el terreno entidades sin la experiencia ni la nece-
de las necesarias pero a veces también saria preparación a la hora de afrontar
excesivas exposiciones temporales. el reto de llevar a buen puerto, sin con-

292
culcar los principios básicos de conser-
vación ni los valores esenciales de las
colecciones y con una rentabilidad social
más que dudosa, este tipo de iniciativas.
Es, por tanto, fundamental que los orga-
nismos –como, en el primer caso, la Sub-
dirección General de Promoción de las
Bellas Artes del Ministerio de Cultura (en
adelante SGPBA)– o los técnicos –como,
en el segundo caso, los integrantes del
equipo multidisciplinar que firma el li-
bro– que sí tienen esa experiencia mues-
tren el camino a quienes se incorporen
por primera vez al exigente mundo de
la organización de temporales. Bienve-
nidos sean, pues, estas obras llamadas a
constituir –si no la constituyen ya– una
referencia fundamental en este contexto.
Analicémoslas ahora una a una.
El libro de la SGPBA se enmarca den-
tro del esfuerzo que en los últimos años
están realizando las Unidades de la Direc-
ción General de Bellas Artes y Bienes Cul-
turales del Ministerio de Cultura para defi-
nir metodologías comunes y manuales de
procedimiento en materia de planificación
y organización al servicio de los museos y entonces subdirectora general, Elena
entidades dependientes del Departamen- Hernando, y ha contado con el aseso-
to, tanto para apoyar y facilitar sus tareas ramiento de otros técnicos del Minis-
de gestión como para fijar un lenguaje terio, e incluso ajenos, aunque se echa
compartido que permita un mejor en- en falta una mayor aportación de otros
tendimiento entre museos y órganos su- agentes involucrados en la organización
periores. Los mejores exponentes de esta de exposiciones, incluso cuando se trata
política son el sistema Domus y el manual de proyectos promovidos por la propia
de planificación de museos promovidos SGPBA.
por la Subdirección General de Museos Si hay un pero que cabría ponerle Lo que este manual pretende
Estatales. Un objetivo secundario de estas a este libro es la configuración que se es favorecer una cultura de la
iniciativas es que puedan servir, con las hace en él del equipo productor de las
necesarias adaptaciones, como modelos exposiciones, el cual responde a un mo-
prevención en el ámbito de
para otras Administraciones e institucio- delo tradicional y aún dominante que se las exposiciones temporales
nes implicadas en la gestión de museos y traduce en la existencia de un comisario que se entiende como un
exposiciones. Y así en buena medida está científico y un diseñador omnipotentes compromiso necesario e
sucediendo, pese a que, como es lógico, bajo cuya batuta actúan, con carácter se- ineludible y como una garantía,
cabe achacar a estos manuales el estar cundario, otros especialistas tales como pero también como una
muy condicionados por el marco jurídico, los expertos en conservación y en comu-
administrativo y procesal de la Administra- nicación. Y, como consecuencia de ello,
fórmula para la mejor
ción General del Estado y el Ministerio de también cabría achacarle una cierta falta gestión y planificación
Cultura, así como por lo que podríamos de énfasis en todo lo relativo a los prin- de las exposiciones
llamar sus «tradiciones», todas esas reglas y cipios y métodos en materia de conser-
criterios no escritos que sin embargo exis- vación implicados en la producción de
ten en todas las administraciones públicas. las exposiciones. Y lo mismo se podría
Pero a falta de pan... decir de la comunicación, cuando el futu-
El libro ha sido redactado por un ro de este tipo de proyectos, si queremos
equipo de la SGPBA dirigido por la que cumplan con su función social, pasa

293
por la constitución de equipos multidis- el futuro más inmediato. Pero, en cual- Publicado por iniciativa del Grupo
ciplinares en los que cada uno aporte su quier caso, es de suponer y desear que Español del Institute for Conservation of
granito de arena para que la exposición en un plazo no muy largo el manual será Historic and Artistic Works y con el apo-
funcione como el vehículo de diálogo revisado y actualizado. yo de ICOM España, sus autores tienen
con segmentos cada vez más amplios de Precisamente la prueba de que, so- esa diversidad que quizás le faltaba al
la población que tiene que ser. También bre la base establecida por el libro de manual anterior. Cada uno representa a
se echa de menos, en el mismo sentido, la SGPBA, podemos y debemos seguir diferentes agentes en el ámbito que nos
que los procedimientos fijados por este avanzando, en un esfuerzo colectivo y ocupa: los museos estatales (Muñoz-
manual no incluyan, como parte esencial con aportaciones de otros ámbitos téc- Campos), los museos autonómicos (De
e indivisible de los proyectos, la meto- nicos implicados en la organización de Tapol) y las empresas que trabajan al
dología propia de la evaluación de ex- exposiciones, es el otro libro que aquí servicio de estos proyectos expositivos
posiciones. En definitiva, habría sido una traemos a colación, publicado sólo dos (Fernández, con una larga experiencia,
gran oportunidad para, además de con- años después y que pone el énfasis que además, en relación con uno de esos
solidar, fijar y promover la metodología le faltaba a aquel en la necesidad de entes públicos de nuevo cuño nacido
ya muy rodada en el seno de la SGPBA, encontrar una simbiosis total entre los precisamente al abrigo del fenómeno de
dar un paso más –dos en vez de sólo procedimientos de gestión y los relacio- grandes dimensionas políticas y econó-
uno- y avanzar los criterios que deberían nados con la conservación de las colec- micas de las exposiciones «de prestigio»:
regir la organización de exposiciones en ciones en movimiento. la SEACEX, por cuyas manos pasan obje-
tos de las más variada tipología y proce-
dencia camino de todos los rincones del
globo). También representan a diferen-
tes culturas metodológicas: la mexicana
(Arechavala), con gran influencia de la
estadounidense y con gran influencia a
su vez sobre otros países de Latinoamé-
rica; y la española (Fernández, Muñoz-
Campos y De Tapol), con gran influen-
cia de la centroeuropea (encarnada a
su vez por De Tapol). En este sentido,
y en esto va también un paso más allá
que el libro de la SGPBA, este segun-
do manual no nace sólo con vocación
Contenido de Exposiciones temporales: organización, gestión y coordinación
nacional, sino también con el objetivo
de tender puentes en el contexto glo-
- Viabilidad del proyecto balizado de las exposiciones de carácter
- Normas de actuación internacional.
Organización
- Configuración del equipo
Además, el resultado final es el
- Desarrollo del proyecto
fruto de dos encuentros profesionales
mantenidos respectivamente en Méxi-
- Consideraciones generales co (2006) bajo los auspicios del Centro
Convenios de colaboración - Convenios de la SGPBA
Cultural de España en la capital azteca,
- Procedimiento
entonces dirigido por la actual direc-
tora general de Bellas Artes y Bienes
- Programación Culturales, Ángeles Albert, y en Madrid
Gestión económica - Gestión financiera
(2007), en el Museo Nacional Centro
- Contratación administrativa
de Arte Reina Sofía, donde a su vez se
presentó el libro a finales de 2008, con
- Preparación la intervención de los Duques de Soria,
Coordinación técnica - Exhibición
el presidente de la fundación que lle-
- Clausura y desmontaje
va su nombre, la presidenta del Grupo
Español de IIC, el director del museo y
- Gestión económica (7 pliegos de condiciones) el entonces director general, José Jimé-
Anexos
- Coordinación técnica (formularios y cuestionarios) nez. Un total de treinta y ocho profe-
sionales de los dos países han partici-

294
pado en la revisión de los formularios indiscutible e irreversible. Una cultura que guir esta metodología unificada poniendo
y documentos incluidos en los anexos. poco a poco se abre paso en el contexto en sus manos el bastón en que apoyarse.
Y el libro cuenta con las aportaciones afín pero no siempre coincidente de los Y, además, hacerlo sin entrar en contra-
de varias firmas invitadas, entre las que museos. Un concepto de la prevención en dicciones con los métodos ya existentes
destacan las de Sofia Rodríguez Bernis, el que esta se entiende como un compro- y muy rodados aunque incompletos, in-
Ángela García Blanco, Carlota Álvarez miso necesario e ineludible y como una tegrándolos y dándoles una nueva for-
Basso y Rafael López Guzmán. garantía, pero también como una fórmula ma, sin crear una fisura insalvable entre
Tras su publicación, y con el fin de para la mejor gestión y planificación de lo viejo y lo nuevo, sin añadir obstáculos
seguir avanzando en los objetivos que las exposiciones, con un pequeño, regular en el camino de todos los organizadores
se fijó el Grupo Español del IIC, ya ha y programado aumento de los recursos a de exposiciones que decidan mejorar sus
tenido lugar un tercer encuentro, en ellas asignados que evite asumir riesgos métodos.
octubre de 2008, esta vez en Sao Pau- y costes imprevisibles a la hora de la ver- Quizás ahora lo que hace falta es
lo y dentro del programa ACERCA de dad. La forma más inteligente de lograrlo que algún otro equipo se anime a defi-
la Agencia Española de Cooperación era –es– sin duda mostrar el camino, dar nir, sobre la misma base, la metodología
para el Desarrollo. En él, se han revisa- los problemas metodológicos ya resueltos, necesaria para desarrollar esa otra parte
do los anexos técnicos, se han añadido ayudar a las entidades dispuestas a orga- que echábamos en falta en el manual de
aquellas particularidades derivadas de nizar exposiciones –tantas– y a hacerlo la SGPBA: la comunicación en las expo-
la realidad brasileña y se ha puesto en bien –desgraciadamente no tantas– a se- siciones.
marcha una edición en portugués que
permitirá tener publicado este trabajo
colectivo en los dos idiomas de referen-
cia en Iberoamérica.
Tal y como ya hemos apuntado, y
pese a lo que pueda sugerir el título,
este segundo manual no reúne sólo un
conjunto de procedimientos relativos a
la conservación de los bienes en mo-
vimiento, sino que constituye un guía
completa para organizar y gestionar el
contenido físico de las exposiciones
en la que las necesidades de conserva-
ción están presentes en todos los pa-
sos y procedimientos, los conforman
Contenido de Conservación preventiva y procedimientos en exposiciones temporales
y condicionan, no como filtro o freno
de esos procedimientos sino más bien
como actitud permanente, de modo - Gestión y organización
- Comisariado
que esas necesidades no se tengan en Diagrama de áreas
Áreas de competencia - Comunicación y educación
cuenta en un segundo plano o de gol- Descripción de las áreas
- Conservación y restauración
pe y en una fase demasiado avanzada - Diseño y montaje
del proceso, cuando sí constituyen un
verdadero problema, provocando el
- Gestación
retraso, el aumento del coste o cier- Etapas - Organización
tas modificaciones del proyecto, o, lo - Desarrollo
que sería aún peor, provocando su
incorrecta satisfacción, sin garantías y
Etapas, fases y procesos A. Propuesta expositiva
con una clara falta de responsabilidad B. Gestión de préstamos
por parte de los organizadores, tal y C. Programación y producción
Fases y procesos
como sucede, como todos sabemos y D. Montaje e instalación
E. Periodo expositivo
lamentamos, más a menudo de lo que
F. Desmontaje y dispersión
debería.
Lo que este manual pretende, en de-
finitiva, es favorecer una cultura de la
Anexos 26 documentos de apoyo y formularios de uso
prevención en el ámbito de las exposi-
ciones temporales, compartida por todos,

295
recensiones
bibliográficas

La instalación
en España 1970-2000
Luis Grau Lobo
Museo de León M. Sánchez Argilés
León Alianza Forma, Madrid, 2009

Luis Grau Lobo se licenció en Historia Si hay una colección que ha pautado los la renovación museológica y el del arte
del Arte y en Arqueología y pertenece recientes estudios de historia del arte en de los setenta.
al Cuerpo Facultativo de Conservadores nuestro país esa es, con el permiso de La autora comienza su relato con la
de Museos del Estado. Desde 1990 dirige los Cuadernos de arte de Cátedra, la de prevención lógica ante la musealización
el Museo de León.
Alianza Forma. Entre sus últimos núme- de lo que, en su momento, fue plantea-
graloblu@jcyl.es ros se encuentra este, dedicado a uno do precisamente como una respuesta a
de los fenómenos más interesantes del la supremacía del museo como sancio-
arte contemporáneo para el ámbito de nador de los espacios para el arte. Así,
los museos: las instalaciones. Porque si las primeras instalaciones de los sesen-
los museos han cambiado, y mucho, en ta y setenta abundaron en los lugares
el último medio siglo, lo han hecho en «alternativos». Talleres, kunsthalle, sitos
considerables ocasiones al ritmo que ruinosos o abandonados, entornos ur-
marcaba el arte coetáneo, pese a que a banos o rurales que eran habitados por
veces lo siguieran de forma desacompa- el arte para conferirles un nuevo senti-
sada, retardada o ansiosa; y si existe una do trascendente o distinto, con voluntad
aportación de estos movimientos artísti- persuasiva o provocadora, extraoficial o
cos que tiene su territorio natural en las declaradamente contestataria, suponían
paredes de los museos esa es, lógica- una vertiente más de los movimientos
mente, la instalación, concebida como conceptuales que ampliaban el radio de
la trasformación de un espacio público acción de lo artístico al cuerpo humano
mediante la ubicación en ella de una in- (body art), a los espacios naturales (land
tervención artística, creativa. Y, dicho así, art), a la acción efímera (happening), a
¿qué cosa es un museo sino ese mismo la idea no objetual, a una creación más
espacio transmutado por los recursos pura y ubicua.
expositivos al servicio de una idea que Sin embargo, tras un somero bajón
han de transmitir los bienes culturales en los ochenta, dedicados a cierta vin-
para ello congregados? Es por ese moti- dicación posmoderna de los lenguajes
vo que traemos a colación este libro, ya tradicionales, desde los noventa asisti-
que el estudio del desarrollo de esta ten- mos a una implantación natural de esa
dencia artística proporciona claves en el forma de arte al abrigo de las paredes
terreno de la museística expositiva, de del museo, al amparo de la seducción
la museografía, muy instructivas y hasta que el museo manifiesta hacia aque-
reveladoras de cuáles han sido los cami- llos que lo negaron, a la apoteosis del
nos recorridos y los abandonados por arte contemporáneo en su relación con
los museos en España, considerando la institución museal. El dinero manda,
además, el retraso con que se iniciaron y las obras antaño rebeldes son ahora
ambos fenómenos en nuestro país, el de adocenadas y desactivadas en unas sa-

296
la existencia de estas tendencias creati-
vas han tenido en la forma expositiva
de nuestros días, sea esta destinada al
arte o a cualesquiera otra manifestación
museística. Echamos, por tanto, de me-
nos un capítulo dedicado a ese cambio
de escenario, a esa toma de una bas-
tilla rendida de antemano, tanto en la
habilitación de espacios museísticos
Desde los noventa asistimos a
consagrados a tal manifestación (la sala
de turbinas de la Tate Modern sería su una implantación natural de
divisa actual) como en la influencia de esa forma de arte al abrigo
esta tendencia en los lenguajes exposi- de las paredes del museo, al
tivos, desde los museos de arte a los de amparo de la seducción que
arqueología, los históricos o los que, sin el museo manifiesta hacia
piezas, viven de tales escenografías, de
aquellos que lo negaron,
tales sucedáneos. Pero no importa, no
es ese el objetivo de este libro, y hay a la apoteosis del arte
que agradecerle su precisión en la ca- contemporáneo en su relación
las que han logrado sacar de la calle al racterización de un fenómeno tan ligado con la institución museal
arte para convertirlo en un producto de a nuestro día a día.
masas que adquiere su razón de ser en Por otro lado, la experiencia estéti-
el espacio destinado a su «venta», en el ca de las instalaciones se ha expandido
lugar donde todo vale porque no vale en términos relacionados con el propio
para otros lugares. Allí donde a nadie auge de su importancia museística y el
sorprende lo que se exhibe pues es el desarrollo de su lógica interna: la crea-
espacio donde toda infracción ha paga- ción de mundos aparte, escenarios de
do su peaje para habitar entre nosotros, lo otro o lo imposible, la contemplación
donde lo diferente tiene carta de ciuda- pasmosa de ritos biográficos o colecti-
danía: el museo. vos, de interpretaciones a menudo enig-
La experiencia única del lugar (y máticas o intimistas, la crítica social o po-
del tiempo) asociado a la obra, hecho lítica, el empleo de nuevas tecnologías
obra él mismo, ha llegado a ser la úni- o de cinematografía, en salas oscuras y
ca herramienta genuinamente museal, el cerradas, la habilitación de universos a
lenguaje específico e intransferible del escala que imaginan otros mundos po-
museo, como único mass media que se sibles o dan una perspectiva divergente
visita, que es penetrado por el especta- o desfigurada del factible, la adopción
dor para obtener una experiencia visual de discursos de género, poscoloniales o
y espacial, sensorial en términos físicos simplemente poéticos, la transformación
e intelectuales simultáneos. De ahí que de la experiencia de lo que nos rodea...
museo e instalación compartan su terri- Todos estos senderos son recorridos con
torio fenomenológico, su esfera de co- rigor y exhaustividad por la autora que
nocimiento social, su vocación de crea- no tiene reparo, pese a la declarada di-
ción de un lugar no reproducible, no ficultad de hallar un corpus unificado
visualizable, no documentable por otros que acredite un movimiento expansivo
medios que no sean la visita, la habita- y caótico, en perfilarlos aguda y detalla-
ción de un lugar sancionado por el arte, damente, logrando un relato revelador
por el fetiche histórico o artístico que lo y sintomático que nos pone, a partir de
trasforma decisiva y definitivamente. ahora, en alerta sobre lo logrado y lo
Por tal motivo, más que las derivas malogrado, sobre lo vigente y lo consu-
conocidas del arte actual hacia la (auto) mido de esta categoría artística ya ple-
complacencia en su propio triunfo en el namente asentada en la historia del arte
escenario de postín del que se ha apro- y, cómo no, hospedada definitivamente
piado, nos interesa más el influjo que en los museos.

297
recensiones
bibliográficas

Revista de museología
Hermus
Andrés Gutiérrez Usillos
Museo de América J. Santacana y F. X. Hernández (Dir.)
Madrid Trea, Gijón

Andrés Gutiérrez es Doctor en Historia, Quizá este no haya sido el año más idó- en publicaciones recogidas en forma de
magister en Museografía y Exposiciones, neo para embarcarse en una nueva ex- recensiones.
y experto en Archivística. Ha publicado periencia editorial, sin embargo, es de ¿Por qué una nueva revista de Mu-
diversos libros y artículos sobre museología, agradecer el nacimiento de una nueva seología? El propio Joan Santacana re-
documentación y gestión en museos, así
revista sobre museología, dado que el conoce en el preámbulo del primer
como en arqueología americana. Desde el
panorama de las publicaciones periódi- número de la revista la importancia del
año 1999 pertenece al Cuerpo Facultativo
de Conservadores de Museos y entre 2008
cas en este tema en el ámbito español papel de los museos para la sociedad,
y 2010 fue Subdirector General Adjunto de no es demasiado extenso. Su apuesta como custodios de la «realidad tangible
Museos Estatales. En la actualidad desarrolla por la calidad viene certificada no sólo del tiempo». Y para tratar de estos temas
sus funciones en el Museo de América. por la composición del equipo directivo, propone la creación de este nuevo foro
andres.gutierrez@mcu.es integrado por Joan Santacana y Francesc al que inicialmente titulan HERMES, en
Xavier Hernández Cardona de la Univer- honor al mensajero de los dioses, ade-
sidad de Barcelona, sino también por el más de divinidad de la elocuencia, lo
indiscutible aval de la editorial Trea y el que enlazaría con el sentido último de
impulso de su director editorial Álvaro la revista que pretende «fidelizar, de en-
Díaz Huici. tre la comunidad científica que forma el
Es más, en un primer vistazo sobre mundo de los museos, a los museólo-
la red que integra su consejo asesor se gos e investigadores preocupados por
aprecia la vocación internacional, cali- fórmulas nuevas e innovadoras» (Santa-
dad y el nivel de compromiso de esta re- cana, 2009: 6). El objetivo principal de
vista, que se entreteje con profesionales esta nueva iniciativa procura contribuir
de Croacia, Italia, Israel, Reino Unido, a la transformación de los museos, a
Argentina, además de diferentes institu- una nueva renovación conceptual de los
ciones del ámbito peninsular. mismos a fin de adaptarse a todos los
Y ese nacimiento se ha visto afian- cambios que han ido surgiendo desde la
zado por dos sólidos y consistentes segunda mitad del siglo XX en la socie-
números que acreditan ya su primera dad contemporánea.
trayectoria anual y permiten augurar Y con ese sentido y objetivo se lan-
una excelente continuidad a esta publi- za un primer número en abril-mayo
cación. La estructura del contenido de de 2009, que rompía el fuego editorial
ambos números es similar, reservando abordando el tema de las museografías
un lugar principal para abordar el tema emergentes, sobre todo en la Europa
al que cada número se dedica en for- occidental, en donde se manifiesta una
ma de «Monografías», pero incorporando clara transformación de los espacios
también «Experiencias o Investigaciones urbanos en museos vivos, y se analiza
y Opinión» así como una sección «Desde el surgimiento del concepto de museo-
y para el Museo», además de novedades grafía all’aperto. Pero además se aborda

298
ta el significado de los objetos durante los que se ponen a examen nuevos tipos
la visita), nuevas museografías partici- de turismo, junto a formas de ecoturis-
pativas, sin vitrinas y en conexión con mo en Colombia o en Chile.
el usuario y sobre todo revalorización Es evidente que los temas monográ-
del objeto, ya no por su antigüedad sino ficos a que se dedica cada número son
precisamente por la información que escogidos con cuidado y de forma ati-
aporta... nada. El próximo número de la revista
Este ejemplo conforma el extremo está orientado, desde la perspectiva de
opuesto y nos sirve de nexo de co- género, al museo y a las mujeres. Cali-
nexión para comentar el segundo nú- dad e interés, sin duda, y un brillante
mero de la revista, ahora denominada futuro para esta publicación periódica
HERMUS Heritage & Museography, y que que confiamos llegue a todos los profe-
está dedicado al turismo cultural en el sionales de la museología de habla cas-
entorno del patrimonio, lema del ICOM tellana y se consolide como un referente
en el año 2009. La convivencia de los indispensable de la museología.
extremos en los dos números, es tam-
bién garantía de la diversidad de las
monografías y de la amplitud de los en-
foques. En el artículo mencionado del
primer número se señala la inexistencia
de un entramado turístico en Guinea
El objetivo principal de esta
Ecuatorial y más aún referido al turismo nueva iniciativa procura
el problema de la musealización de la cultural, por lo tanto, la experiencia de contribuir a la transformación
vida cotidiana, o las reconstrucciones esta museografía comentada es otra di- de los museos, a una nueva
arqueológicas, reflexionando sobre la ferente a la que impulsa el desarrollo de renovación conceptual de
contemporaneidad de los centros de in- las museografías occidentales, porque el los mismos a fin de
terpretación o apuntando las vivencias sentido último de aquella no consiste en
y experiencias de la museografía en la atraer al visitante, sino en recuperar al
adaptarse a todos los
selva ecuatorial, a partir del museo sin objeto como contenedor de un significa- cambios que han ido
vitrinas de San Felipe Osá en Bidjabid- do que aporta conocimiento para enten- surgiendo desde la segunda
jan, Guinea Ecuatorial. der, en el fondo, la experiencia humana. mitad del siglo XX en la
En este último artículo precisamente Este es el auténtico sentido del museo sociedad contemporánea
se recoge una de las experiencias más y aquí se manifiesta y se recoge en su
significativas de las museografías emer- forma más pura.
gentes, la que implica la participación Por contra, en el segundo número
del usuario individual en la construc- de la revista, se analiza el turismo cultu-
ción del conocimiento y en su recrea- ral como tema monográfico, tan ligado
ción museográfica. Felipe Osá recupera a la existencia de los grandes museos Bibliografía
el acervo material del pueblo fang, pero occidentales y anhelo de maridaje de las
también el significado de los objetos y políticas culturales, ya sea desde la pers- Hermes. Revista de Museología, 1, Trea,
sobre todo, por su conocimiento técni- pectiva del patrimonio industrial o del Gijón.
co, su proceso de fabricación. «De esta creciente turismo cinematográfico, para
forma, el museo del bosque de Felipe el que se desarrollan las movie maps, a Hermus. Heritage & Museography, 2,
Osá, se fue llenando de objetos y de sus modo de itinerarios o destinos turísticos Trea, Gijón.
biografías, de las historias y significados construidos sobre referentes emblemáti-
simbólicos que contienen» (Valenciano y cos de parajes o lugares visualizados en SANTACANA MESTRE, J. (2009): «Her-
Pirconel, 2009: 72). Reconocemos ade- conocidas películas, desde el Código Da mes, mensajero de los dioses», Hermes,
más en el artículo, y en esta experiencia Vinci hasta Harry Potter. 1, Trea, Gijón: 5-6.
individual, las principales tendencias ac- El que fuera el argumento también
tuales en museología: incentivación de de otra exitosa película, Entre copas, VALENCIANO MAÑÉ, A., y PICORNELL
la participación ciudadana o comunita- aunque no se menciona en la revista, es GELABERT, Ll. (2009): «Un museo sin
ria, revalorización del patrimonio, recu- el que conforma el objeto de análisis de vitrinas en la selva ecuatorial. La expo-
peración del patrimonio inmaterial (ya otro artículo dedicado al turismo enoló- sición de una experiencia», Hermes, 1,
que es el propio Felipe Osá quien cuen- gico, que se complementa con otros en Trea, Gijón: 67-76.

299
recensiones
bibliográficas

Vae victis! Los artistas


del exilio y sus museos
Luis Grau Lobo
Museo de León J. P. Lorente, S. Sánchez Giménez y M. Cabañas Bravo (eds.)
León Trea, Gijón, 2009

Luis Grau Lobo se licenció en Historia del Buena culpa del surgimiento de una bi- bre el regreso a casa de muchos de los
Arte y en Arqueología y pertenece al Cuerpo bliografía museológica española debe obligados a abandonarla con la esperan-
Facultativo de Conservadores de Museos del adjudicarse a la editorial asturiana Trea, za maltrecha. Un retorno, ahora sí, en
Estado. Desde 1990 dirige el Museo de León. cuya serie de «Biblioteconomía y Admi- condiciones de permanencia, y de insti-
graloblu@jcyl.es nistración cultural» supera ya los dos- tucionalización, pues si durante los años
cientos títulos, en apenas un par de inmediatamente posteriores a la guerra
décadas. De todo hay entre ellos, pero algunos países europeos y, sobre todo,
vaya desde aquí y por encima de cual- México, fueron escenario de muestras
quier otra consideración, un reconoci- temporales y distintos acontecimientos
miento que sabemos compartido por de reconocimiento hacia los artistas del
muchos profesionales y aspirantes a exilio español, en nuestro país, tras la re-
ello, entre quienes encuentra su público cuperación democrática se continuó este
natural una colección que, sin embargo, camino mediante diversas exposiciones
en muchos de sus títulos también sue- y actos de tardío desagravio que ahora,
le contar con un destinatario interesado ya en la década de los noventa y en esta,
por temas culturales de gran calado, se han pasado al lado de lo durable, de
más allá de su especialización. Este que la museificación, superando lo que has-
comentamos pudiera ser el caso, pues ta este momento habían sido operacio-
apartado de las consideraciones técni- nes caducas o invitaciones de rondón en
cas de índole museística o gremial, de el discurso de nuestros museos de arte
aportaciones específicas, su objetivo es contemporáneo. Es una nueva etapa,
plantearse un repaso –tal como confiesa por tanto, quizás un principio, pues el
«una primera visión de conjunto»– de un panorama brillantemente retratado por
fenómeno que no se contempla tanto los autores congregados a la sazón en
por museístico como por tratarse de un este interesante libro, deviene un con-
síntoma histórico en un sentido amplio. junto de islotes aún no convertido en
Vae victis!, «¡ay de los vencidos!», la archipiélago por su similitud a grandes
frase del bárbaro conquistador de Roma rasgos, ni dotado de organización que
que anuncia la imposición de su ley los estructure. Su plena diversidad, pues
para el futuro, sirve aquí para epigra- así son sus experiencias, ha de permitir
fiar la memoria extraviada de una histo- un futuro coordinado que no se pierda,
ria artística que nos fue cercenada por como parece suceder en otros casos, en
la guerra y las décadas impedidas del el marasmo de fundaciones y pequeños
franquismo. Tal como afirma su intro- museos que se emprenden con entusias-
ducción, los 70 años cumplidos del final mo y decaen con celeridad acorde con
de la contienda civil han de servir para la reiteración nominal de quienes están
reflexionar sobre una recuperación, so- en sus patronatos, de quienes han de in-

300
suflarles energías presupuestarias siem-
pre escasas tras el corte de cinta inicial.
Los artistas congregados son muchos
y muy diversos: del dibujante e imagine-
ro anarquista Blasco Ferrer al surrealista El museo de arte contemporáneo,
Granell, del escultor zamorano Lobo al en su versión postmoderna
caricaturista y símbolo del galleguismo más acabada, asume nuevas
Castelao, de Miró, Picasso o Alberto, a funciones, algunas de
Ramón Gaya, Luis Seoane o Apel.les Fe-
proyección extrínseca, que
nosa. Y sus situaciones también difieren:
museos formados de hace tiempo, otros
vienen con bastante frecuencia
a la espera (el de Lobo ha abierto mien- a reemplazar en relevancia a las
tras se editaba el libro, el de Castelao tradicionales como el estímulo
sigue parado, el de Alberto, apenas tie- del turismo y el sector terciario,
ne visos), algunos convertidos en cons- el fomento de la producción
telación (Picasso), algunos en letargo
artística y del mercado del arte
(Vela Zanetti), otros hiperactivos (Este-
ban Vicente)... El retrato del fenómeno
y la construcción de identidades
es completo, la mirada penetrante sobre «modernas»
la deuda histórica y, en general, com-
placiente sobre lo hecho, con un punto
expectante sobre lo por hacer; el resul-
tado, elocuente y fértil.
El libro, por buscarle un pero y te-
niendo en cuenta que sus autores se
alinean en la que viene denominándo-
se «museología crítica», corriente dada a
estas actitudes, adolece de aportaciones exponer, sobre los relatos o microrre-
museológicas que no sean la sencilla latos ilustrados en ellos, sobre su com-
constatación de la existencia de tales paración y contraste, sobre su lenguaje
centros dedicados a la memoria de exi- y contenidos, sobre su diferencia o su
liados ilustres, cortados casi todos ellos especificidad. No parece haber mayor
por un mismo patrón: un regreso queri- diferenciación entre estos museos del
do o efectivo, un legado, una interven- exilio y los otros museos de autores no
ción de los poderes públicos en forma exiliados. Tampoco han de buscarse
de patronato, un edificio a veces propio, aquí palabras para referirse a ese otro
a veces someramente adaptado a la ima- exilio aún no musealizado, y diríase por
gen turbadora de una «falsa casamuseo», ello que la deuda de los emigrados a la
un destino lánguido o con periodos de fuerza por la guerra y la dictadura sólo
zozobra... Aún es pronto para juzgar, está pagándose a quienes tuvieron ava-
como reconocen los propios autores, les para que su nombre fuera recordado
pero el libro poco dice (quizás porque más que otros. Pareciera que sólo cier-
poco puede) sobre museología alguna, tos «cadáveres exquisitos» merecieran
limitándose a desgranar biografías pa- vitrinas. ¿Dónde está el museo o el lu-
ralelas que, como las plutarquianas, re- gar en que se recuerda al otro exilio, el
tratan a una época y una circunstancia anónimo, el de tantos, o el interior, o el
histórica, y, de seguido y sin solución de que nunca regresó y el que sigue fuera?
continuidad, atiende a la descripción so- Esta no es cuestión, claro está, que deba
mera de la nueva institución museística resolver esta publicación, cuyo objetivo
y de alguna de las obras relevantes que es otro y sobradamente lo cumple, pero
la dan pie. No hay apenas crítica sobre sí puede surgir tras su lectura, algo que,
lo que se ha hecho mal, o se pudiera creo, ha de halagar a cualquier libro: el
haber hecho mejor, ni abundan los co- hecho de que plantee más preguntas
mentarios o análisis sobre la forma de que respuestas. Gracias por ello.

301
recensiones
bibliográficas

Vanitas.
51, avenue d’Iéna
María Bolaños Atienza
Museo Nacional
Colegio de San Gregorio A. Faria
Valladolid Trea, Gijón, 2009

María Bolaños es doctora en Historia del En su palacete parisino, en un ambiente


Arte y profesora titular de la Universidad misterioso y nocturno, el coleccionista
de Valladolid. Es autora de Historia de los armenio Calouste Gulbenkian evoca sus
Museos en España (2ª ed., 2007) y La memoria obras de arte predilectas; entre ellas, gran-
del mundo (2002). Desde 2008 dirige el
des retratos femeninos de Fantin Latour,
Museo Nacional Colegio de San Gregorio en
Rubens o Ghirlandaio. Una estremecedora
Valladolid.
Vanitas de la pintora Paula Rego, acom-
maria.bolanos@mcu.es
paña el texto. El autor, Almeida Faria, es
uno de los mejores narradores portugue-
ses contemporáneos. Su obra principal es
Tetralogía lusitana, que cuenta la historia
de unos terratenientes del Alentejo y su
manera de confrontar la «revolución de los
claveles». La pintora Paula Rego es la más
célebre de las pintoras portuguesas en el
campo de la figuración. Su obra, de un
realismo descarnado y tétrico está llena de
melancolía y misterio, fue presentada en
una gran exposición antológica en el Mu-
seo Reina Sofía en 2008.

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