Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
reclaman que la Biblia fue editada para eliminar la reencarnación, las enseñanzas de planos más
naturaleza, o cualquier cosa que discrepa con lo que a la gente en el poder no le gusta. Pero
nada de esto es verdad. Los “libros perdidos” nunca estuvieron perdidos. Estos tan mal llamados
libros perdidos ya eran conocidos por los Judíos y los Cristianos y nunca fueron considerados
inspirados. No estuvieron perdidos ni tampoco fueron quitados de la Biblia ya que para empezar,
Estos supuestos libros perdidos no fueron incluidos en la Biblia por muchas razones. Les faltaba
bíblicos tales como rezarle a los muertos como en 2º Macabeos 12:45-46; o contienen serias
discrepancias históricas. Estos libros nunca han tenido autoridad, no son considerados inspirados
Aún así, y a pesar de estos problemas, la iglesia Católica Romana ha agregado algunos de estos
Reforma, la iglesia Católica Romana autorizó muchos más libros para incluirlos en su escritura
siendo conocidos como apócrifos. La palabra apócrifo significa escondido. Esta es usada en
sentido general para describir una lista de libros escritos por algunos Judíos entre los años 300 y
100 A.C. Más específicamente, se usa para los 7 libros adicionales aceptados por la iglesia
Católica como inspirados. La lista completa de los libros apócrifos es: 1º y 2º Esdras, Tobías,
Judit, el Resto de Ester, La Sabiduría de Salomón, Sirac (También titulado Eclesiástico), Baruc, La
Carta de Jeremías, La Canción de los Tres Jóvenes, Susana, Bel y el Dragón, Las Adiciones de
Los libros Seudoepigráficos son “escritos falsos”. Existe una colección de escritos tempranos
tanto Judíos como “Cristianos” compuestos entre 200 A.C. y 200 D.C. Aún cuando eran bien
conocidos nunca fueron considerados como escritura inspirada. Una lista de estos sería: la
Epístola de Bernabé, la Primera Epístola de Clemente a los Corintios, la Segunda Epístola de
Clemente a los Corintios, La Carta de los de Esmirna o del Martirio de Policarpo, El Pastor de
Hermas, El Libro de Enoc, El Evangelio de Judas (130-170 D.C.), El Evangelio de Tomás (140-
170 D.C.), Los Salmos de Salomón, Las Odas de Salomón, Los Testamentos de los Doce
Los libros Deuterocanónicos (Apócrifos) son aquellos libros que fueron incluidos en la
Septuaginta Griega (LXX) pero no incluidos en la Biblia Hebrea. Los libros Deuterocanónicos son:
1º Esdras (150-100 A.C.), 2o Esdras (100 D.C.), Tobías (200 A.C.), Judit (150 A.C.), las
Adiciones de Ester (140-130 A.C.), la Sabiduría de Salomón (30 A.C.), Eclesiásticos (Sirac) (132
A.C.), Baruc (150-50 A.C.), la Carta de Jeremías (300-100 A.C.), Susana (200-0 A.C.), Bel y el
Dragón (100 A.C.), las Adiciones de Daniel (Oración de Asarías) (200-0 A.C.), la Oración de
Estos libros Seudoepigráficos y Deuterocanónicos nunca han sido considerados como escritura
por parte de la Iglesia Cristiana ya que estos nunca han tenido autoridad, no son considerados
inspirados o escritos ni por los Profetas ni por los Apóstoles, y tampoco tienen el poder de la
palabra como los libros existentes de la Biblia. Por lo tanto, ya que estos libros no están perdidos
y para empezar tampoco nunca han formado parte de la Biblia, estos, no tienen ninguna validez
en la Biblia.