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LA MUJER ADULTERA.

Leer 8:1-11.
Esta historia sucede un día después de que nuestro Señor
sufriese uno de los muchos desprecios que recibió de parte de
los escribas y fariseos.

Los alguaciles querían prenderle por orden de los


principales sacerdotes y fariseos, pero no pudieron porque
vieron en Jesús un hombre especial.

No pudieron arrestar a Jesús, quizás porque ellos oyeron a


Jesús.
En Jn 12:48 dice lo siguiente.
El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le
juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día
postrero.

Aplicación: El que rechaza las palabras de Jesús, tiene


juicio, y no un juicio cualquiera sino un juicio de condenación,
como en la Palabra de Dios este juicio se denomina el Juicio
del trono blanco Ap 20:11 en adelante.

No va a ser un juicio en el que dentro de X tiempo puedas


quedar libre de la pena, sino un juicio en el que vas a seguir
viviendo, pero aquí esta lo grabe del asunto, si vas a seguir
viviendo, pero fuera de la presencia de Dios.
Apartado por toda una eternidad de Dios, en el lago que
arde con azufre.

No quiero queridos hermanos/as desviarme del tema, esto


alguaciles oyeron a Jesús, y cuando uno oye a Jesucristo, esto
crea autoridad, y las palabras del Señor en las conciencias de
los alguaciles tenían autoridad y temor, quizás por eso no le
prendieron
Jn 7:46.
Los alguaciles respondieron ¡Jamás hombre alguno ha
hablado como este hombre!
Y las palabras del Señor que son escuchadas aun en el día de
hoy crean autoridad y temor, o ¿eres tu uno de los que cierran
la puerta del oído a las palabras de vida del Señor?

Tenemos a otros personajes como son los principales


sacerdotes y los fariseos, que pensaban que todos los que
eran engañados por Jesús eran malditos, por no conocer la
ley, leer Jn 7:49.

Pág. 2. La mujer adultera


V.1 Vemos como Juan en este versículo es como si nos
quisiera decir que, que todos tienen casa pero nuestro Señor
no tiene donde recostar la cabeza en esta tierra.

Nadie de los que estaban allí presentes le ofreció su casa


para que pudiera dormir esa noche, sin embargo Él se fue al
Monte de los Olivos.-

Observamos la soledad de Jesús en un mundo de


pecadores, leemos como el se va al Monte de los Olivos,
sabemos que la comunión con el Padre es perfecta en todo
momento, pero en el Monte de los Olivos era como el lugar de
encuentro con su Padre y con su Dios, (Padre como segunda
persona de la Trinidad, y Dios como Jesús hecho hombre).

V.2 Madrugar para la obra. En el original de madrugada,


no porque allí estuviera más cerca de Dios, (pues el encuentro
con su Padre y Dios era en todo momento).
Jesucristo muy de madrugada descendió por la ladera del
Monte de los Olivos, cuzo el valle del Cedrón y volvió a subir
hacia la ciudad en busca del templo.

Pues es allí donde mas afluencia de gente solía haber, era


un sitio muy concurrido.
Aplicación: El Señor, como en todas sus acciones, aquí nos
esta enseñando que cuando hay que trabajar para su obra no
podemos dejar para mas tarde las tareas que nos encarga.

Muy de madrugada, a primera hora, con tiempo y


prioridad, son las cosas de la iglesia.
Debemos de confesar que en muchas ocasiones vamos
dejando atrás los asuntos que competen a nuestro Dios, las
obligaciones que cada cristianos tenemos, las responsabilidad
que hemos adquirido al formar parte del cuerpo de Cristo.

Y es que nuestras cosas, las tareas del mundo ahogan el


servicio que debemos de prestar a la obra de Dios.

Tengo que hacer algo que compete a la Iglesia, luego lo


hago…
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Cuando hay que llevar a cavo una tarea importante para la
Gloria de Dios como para el servicio del prójimo es menester
madrugar hermanos/as, y debemos de confesar que en
muchas ocasiones no lo hacemos. Somos capaces de
madrugar para otras cosas, y hay entra la cuestión de
prioridad en nuestras vidas, pero hay no vamos a entrar.

Vemos como nuestro Señor era el Maestro de maestros, “y


todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba”.

V.3 Y entra en acción los que querían hacerle una encerrona


a Jesús.
El hecho de que traen a Jesús a esta mujer y no al
Sanedrín, pues el Sanedrín es quien tenía competencia para
juzgar a esta mujer, es para poner a prueba a Jesús, para
poder pillarle y a sí acusarle, ya que los alguaciles habían
fallado. Traen a la
mujer.

V.4 Vemos la hipocresía tan enorme que tenían los


escribas y fariseos.
El día anterior les llamaban engañador 7:47, y hoy
maestro.

Ya hemos dicho en muchas ocasiones que una de las cosas


que mas denunciaba nuestro Señor era la hipocresía en el
mas amplio sentido de la palabra, pues la hipocresía encierra
falsedad, engaño, fingimiento, en definitiva amar la mentira y
no tener aprecio a la verdad.
Aplicación: Es triste pero es cierto en las iglesias hay
hipocresía queremos dar una imagen al hermano/a que no la
tenemos, y esto es un asunto de gran preocupación.

Cuando queremos disfrazar nuestra forma de ser con otra


personalidad diferente, es porque nuestra verdadera
personalidad nos avergüenza delante de los hermanos.

Pero la persona que actúa de una forma hipócrita mas


tarde o mas temprano siempre se le ve el plumero, porque
como dice el Señor “por sus frutos los conoceréis”.

Pág. 4 La mujer adultera


Cuando por detrás vas menospreciando a los hermanos con
insultos y mentiras, y por delante le pones la cara de santo es
una acción fuera de toda ética cristiana y es una acción
entera farisaica.

Los escribas y fariseos el día anterior era un engañador


hoy es un maestro, estaban intentando hacerle una trampa
para así poder acusarle y volver a Cristo en contra del pueblo.

Esperaban que contradijese la Ley de Moisés. Pues el caso


que se le presentaba era cierto, esa mujer había sido pillada
en el mismo acto del adulterio, ¿Pero porque no presentaron
también al hombre?

Lv.20:10.
Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo,
el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.

V. 5 Su trampa se ve clara, lo que estaban eran


maquinando contra Jesús.
Al Dios del cielo y tierra en la bendita persona de Cristo
querían hacerle una emboscada.
Jesucristo que es el que escudriña el corazón y la mente del
ser humano, querían engañarle.

Como no tenían una verdadera acusación intentaban


fabricar una, si dejaba en libertad a la mujer, se estaba
oponiendo a la ley de Moisés, pero si la condenaba según la
ley de Moisés, los escribas y fariseos podían emplear esto
para demostrar que era enemigo de Roma, pues los judíos en
esos momento jurídicamente no tenían autoridad para la pena
de muerte y así también acusarle de que no era una persona
misericordiosa.

V.6 Ellos también estaban desobedeciendo la ley de Moisés,


pues con su actitud y la maquinación que estaban haciendo
era nada mas y nada menos que tentar a Jesús, y tentar a
Jesús es tentar a Dios.

Los escribas y fariseos vemos como se presenta aquí


extremadamente celosos por el pecado, cuando momentos
después vemos que ellos no estaban libres del mismo.
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Y esto tiene también una enseñanza para cada uno de
nosotros.
Aplicación: Es frecuente cuando somos tolerantes con
nuestro pecado, ser severos con los pecados de los demás.

Dicho de otra manera ¡no! damos importancia a nuestro


pecado y no somos capaces de perdonar los pecados de los
hermanos/as o de las demás personas.

Cuando el hombre se quiere medir a si mismo se pone


como vara de medir a su prójimo, cuando el desea medir su
carácter, su ética, su moral, siempre la mide con relación con
sus semejantes.
Siempre puede hallar a alguien que este mas bajo que él, y
midiéndose así se puede felicitar a si mismo diciendo: “Señor
te doy gracias que no soy como este publicano”.

Queridos hermanos/as nunca nos podemos considerar


superiores a nuestros hermanos, ni superiores a nuestro
prójimo, para las personas de fuera, no somos superiores
somos diferentes, para los hermanos y hermanas somos
iguales ante Dios pues Cristo no solamente murió mí, sino por
toda la humanidad.

Contar lo de Aquilino.

Aquel que consideramos mas bajo que nosotros este va


buscando a alguien que este por debajo de él para poder
felicitarse así mismo.
Así vamos descendiendo en la pauta moral hasta llegamos
al nivel mas de la persona mas pecadora que podamos
descubrir.

Es decir escogemos un patrón moral que este por debajo de


uno mismo para así poder compararnos y ver que estamos por
encima de él.

En este caso hasta llegar a esta mujer pillada infraganti ( el


mismo momento que se esta cometiendo el acto del adulterio).

Queridos hermanos/as una del as múltiples efecto de la


Gracia, es que la Gracia descubre, lo saca a la luz para que
sea declarado delante de Cristo, porque salir el pecado a la
luz es reconocer que has pecado contra Dios.
Pág.6 La mujer adultera
Estos escribas y fariseos sin saberlo ni quererlo, le estaban
haciendo un favor a esta mujer porque le estaban llevando a
los pies de Cristo.

V.3 “le trajeron a una mujer sorprendida en adulterio”.

Porque amados/as hermanos/as sacar a la luz el pecado nos


avergüenza pero nos salva si lo confesamos.

Pero si lo mantenemos en secreto, y no lo sacamos a la luz


y lo confesamos a Dios, lo que hace es que nos condena.
Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.
Salmo 32:3.
Es mejor que el pecado nos avergüence, que nos condene.

V.7 Quizás los fariseos no llevaron a esta mujer con la


intención de que fuera apedreada, la mujer era el cebo la
victima Jesucristo.

Como se ha hablado antes ellos querían sorprender, porque


creían que tenía que dar uno u otro veredicto.
O a favor de la ley: seria en contra de Roma, y en contra de
lo que el predicaba, seria inconsecuente= contradiciendo
sus propias ideas o principios, porque podrían acusarle de
que el también vivía con los pecadores, y no tendría las
características del Mesías profetizado en las Escrituras.

O en contra de la Ley: Por lo cual podían acusarle contra la


Ley de Moisés y así de fomentar el pecado.

Pero los fariseos no esperaban esta respuesta que se


volvería en contra de ellos.

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Imaginaros el escenario.
Es el único versículo en el que dice que Jesucristo escribía
en el suelo.
No vamos hacer suposiciones en lo que el Señor escribía en
el suelo, la escritura dice lo que dice y no dice mas, lo mismo
estaba escribiendo que haciendo garabatos, como haciéndose
el distraído.

Lo verdaderamente importante es el silencio de Cristo, no


es porque no supiese que responder sino para darle mayor
solemnidad al asunto, y majestad a lo que a continuación iba
a decir.

Es un silencio parecido al de:


Ap. 8:1.
Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo
como por media hora. (Las trompetas).

Aplicación: Queridos hermanos/as en nuestra vida, en el


entorno familiar, como en la esfera social, como el ámbito de
la Iglesia, al tomar decisiones difíciles, siempre tenemos que
pensar dos veces lo que vallamos a contestar.

Es cierto que muchas veces las respuestas, los consejos,


decisiones, nos precipitamos a responder.

Podemos dar una respuesta no errónea, unos malos


consejos, unas decisiones no acertadas.

Tenemos que pensar dos veces antes de hablar, la


precipitación no es buena aliada, pues nos hace cometer
errores.

Y ellos insistían en preguntarle.

Imaginaros Jesucristo inclinado en tierra y ellos allí como


oprimiéndole para que diera la respuesta pronto.

Ese insistir me da a mí que pensar que ellos creían que


tenían a Jesucristo encerrado sin salida.

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Llega el momento del veredicto.

Tenemos que observar que aquí Cristo en el veredicto que


da; no rebaja las demandas de la Ley, ni excusa el pecado que
comete esta mujer.

Cuando Jesucristo cambia de postura es como para dar


peso y majestad al asunto, pues el que iba hablar es el juez
supremo.
¿No es verdad queridos hermanos que este pasaje es como
representativo del Juez supremo dando un veredicto?

Queridos hermanos/as Cristo les mostro con el veredicto


que dio, que ellos no eran testigos cualificados para ejecutar
la sentencia.

Que ellos no estaban capacitados para ser verdugos de la


mujer.

Que sus corazones eran unos corazones corrompidos por la


soberbia, con la perversidad de la lengua, su pecado era 100
veces mayor que el pecado de carnalidad de esta mujer.

Que sus pensamientos eran pensamientos entenebrecidos


por el odio que le tenían a Jesucristo.

Su pecado le hablo a la conciencia, y no pudieron tirar ni


una sola piedra.

Aplicación:
Pero esto nos recuerda a nosotros que en:
Ro.2:1
Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas
tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti
mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.

Debemos de confesar que en mayor o menor medida esto


nos afecta a nosotros, el ser humano es muy dado a juzgar a
los demás, sin juzgarse a el mismo.

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Dicho de otra forma, que no arrojemos piedras al tejado
ajeno, cuando el nuestro es de cristal.

¿Cómo podemos nosotros condenar un pecado de un


hermano si no condenamos el nuestro?
Y no digamos, que no cometemos pecado.
¿Cómo voy yo a condenar un pecado contra el hermano si
no conozco las intenciones y las circunstancias?

Condenémonos nosotros mismo nuestros pecados, que


conocemos las intenciones, las circunstancias y encima los
motivos.

Este cp 2 de Ro aunque habla en termino generales, se


esta refiriendo a los judíos.
Los judíos miraban con desprecia a los pobres paganos,
hasta los creían incapaces de poder salvarse, pero ellos
mismos eran tan inmorales que los paganos, aun no siendo
idólatras.

Pues los judíos caían en los mismos pecados que ellos


condenaban.

Es mas tenían doble pecado porque los gentiles conocían


la revelación de la ley de natural (la conciencia), pero los
judíos tenían la revelación directa de Dios por medio de
Moisés.

Tenían aun menos excusa.

Hermanos/as no caigamos en el error que cometieron los


judíos, pues no podemos nosotros juzgar a una persona no
creyente cuando quizás nosotros estemos cometiendo pecado
pues ellos tienen solamente la luz natural, nosotros tenemos
la luz que proviene del Espíritu Santo.

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Por consiguiente.
Hermanos escuchad esto:
El que tenga el deber de
amonestar a otros consérvese puro. Ga.
6:1
Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta,
vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de
mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú
también seas tentado.

Este versículo viene de un contexto de hermanos


espirituales del cp 5 (los frutos del espíritu).
Son a estos los encargados de poder amonestar, a los que
andan en el Espíritu.

Y hagámonos esta pregunta.

¿Nosotros estamos capacitados para amonestar con


humildad y mansedumbre a un hermano/a que haya cometido
una falta o pecado?
¿Andamos en el Espíritu para poder amonestar?

Considerémonos a nosotros mismos primero, si vemos que


no hemos superado esta prueba no lo hagamos.

Queridos hermanos/as nuestra meta es buscar la perfección


en este mundo hasta que el Señor venga.

Mientras tanto nos ha dejado la herramienta necesaria


como es su Palabra, y el brazo ejecutor como es el Espíritu
Santo para aplicarla en nuestras vidas y así andaremos en
Espíritu.

El único que podía condenar a la mujer era Jesucristo y no


la condeno, el único que podía condenar nuestro pecado era
Jesucristo, pero lo confesamos a Él y nos perdonó.

¿Nosotros a que estamos llamados a condenar o a perdonar?


F I N.

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