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Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


43 El acontecimiento Aramburu

Suplemento especial de

PáginaI12
EL “PAREDÓN” esencial de una revolución. ¿Cómo no habría de sin mí: la nuestra. Ya no soy necesario aquí, Fidel.
os metemos con Guevara porque ser duro el Che en la fortaleza de La Cabaña? Mi horizonte...

N queremos pulir la idea de la


teoría del foco guerrillero, que
fue, más que probablemente, un
genuino aporte de Guevara al
marxismo y que él mismo habría de practicar.
También las guerrillas latinoamericanas. El Che
era más partidario de la guerrilla campesina que
Insisto: Aramburu, para justificarse, dice
“éramos revolucionarios, teníamos que fusilar”.
(Nota: ¿No se habrá negado Perón a fusilar a
Menéndez por respetar la condición
democrática de su gobierno, elegido por el voto
popular? Para sorpresa de muchos
antiperonistas, esto demostraría que su gobierno
Fidel: –Tu horizonte está siempre demasiado
lejos. Se te ha quedado chica nuestra revolución.
Ya no encuentras el modo de ser heroico en ella.
Te aburres. Y no me lo has dicho, pero me lo
dices todo el tiempo: “No quiero ser un burócrata
como tú, Fidel. Yo, si no soy un héroe, no puedo
estar”. (Con gravedad): Una vez más te lo digo: el
de la guerrilla urbana. De aquí que el ERP haya fue más democrático que el cacareado gobierno heroísmo no sólo está en la batalla, también está
elegido el monte tucumano y los Montos se de la libertad de los “libertadores”.) en la paciencia.
concentraran en las ciudades. La teoría del foco Che: –Te está gustando demasiado la paciencia,
no era parte de la experiencia de la Revolución LA REVOLUCIÓN ES PACIENCIA Fidel. La serena certidumbre de la ayuda de los
Cubana. Castro contó siempre con un Pero el Che empieza a sentirse incómodo “den- rusos. De nuestras cosechas de azúcar. De la
campesinado que le fue fiel, con soldados tro” de la Revolución Cubana. Lo sorprendemos renuncia a mis planes de industrias. Seguimos
batistianos que se pasaron a sus filas. Este ahora hablando con Fidel. Éste, aún, no ha anun- siendo lo que éramos: una isla de monocultivo.
segundo aspecto es contingente. Lo central de la ciado que la Revolución es comunista, aún no ha Sólo que en lugar de comprarles basura a los yan-
Revolución de Castro es el ascendente que éste transcurrido el tiempo suficiente. Lo dirá, pero quis, nos la regalan los rusos. Ayuda económica y
ya había logrado en los campesinos y en el prefiere esperar un poco. Guevara lo apura: ¿por coexistencia pacífica. Paciencia, dicen los rusos.
apoyo que de ellos recibía. En tanto en Bolivia qué no decir la verdad? Prestemos oídos a esa con- Nada de industrias, monocultivo. Paciencia. Nada
los campesinos de ese país terminaron por ser versación: de revoluciones en América latina, coexistencia
delatores de la guerrilla guevarista, en Cuba los Fidel: –Esa verdad nos perjudica en este pacífica. Y vos aceptás, Fidel. Porque te volviste
hombres de la tierra recibieron bien a Castro. momento. Por ahora sólo somos unos barbudos paciente. Como quieren los rusos: un revolucio-
Estaban hartos de Batista y sus horrores. Hartos pintorescos que luchamos contra una dictadura nario paciente, controlable, sumiso. Un político
de una dictadura feroz. Estos jóvenes barbudos incómoda. con una verborragia algo estridente. Pero un polí-
que venían en incontenible avance les Che: –¿Incómoda? Vamos, Fidel: sanguinaria, tico al fin.
despertaban esperanzas. Ese avance era cada vez cruel, genocida.
más incontenible porque los campesinos se Fidel: –Incómoda para el Departamento de
convertían en guerrilleros y aumentaban las Estado.
fuerzas del Ejército Rebelde. Una vez que la Che: –¡Pues que se vayan dando cuenta! ¡No
Revolución triunfa, América latina festeja. Pero venimos a mejorarle la imagen al Departamento
no festeja el triunfo de una “revolución de Estado en Latinoamérica! Venimos...
socialista”, sino el de unos barbudos rebeldes Fidel (Muy firme): –Sí, ya sé a qué venimos.
que han destituido a una dictadura sangrienta Pero no nos conviene decirlo por ahora. El socia-
que ya avergonzaba e incomodaba a los mismos lismo los espanta.
norteamericanos. La Revolución Cubana Che: –Es que a eso venimos: a espantarlos.
cuenta, en sus primeros pasos, con el apoyo de Fidel: –Tenemos que hacer política.
todos. Fidel se establece en la conducción. Y Che: –¿Y qué es hacer política? ¿No decir la ver-
Guevara es el Saint-Just, el ala jacobina. Aunque dad?
a Fidel no le faltaba garra para asumir, siempre Fidel: –No decir siempre la verdad.
que lo quisiera, este papel. Lo primero que Che: –Esconderse, mostrarse, dar la cara, no
incomoda al mundo libre son las ejecuciones dar la cara, decir la verdad, no decirla, sonreír sin
masivas de adictos al régimen batistiano. Ahí ganas, darles la mano a los hijos de puta, abrazarse
nace la palabra “paredón”, que es una la palabra con los cretinos, hablar, callarse, decir sí sin decir
genuinamente cubana, genuinamente castrista. sí, decir no sin decir no... ¿eso es hacer política?
La idea del “fusilamiento” de los opositores Fidel (Mirándolo muy fijamente. Muy conven-
peligrosos (en primera instancia) acompaña casi cido): –Exactamente eso.
automáticamente a la de “revolución”. No hay Che: –Eso no es para mí. No voy a ser un buen
revolución sin fusilamientos. Incluso Aramburu, político, Fidel.
justificándose, tratando de relativizar la Fidel: –Entonces déjame la política a mí. Tú
importancia del fusilamiento de Valle, les dirá, ocúpate de la guerra.
en su cautiverio, a los Montoneros que ellos –los Che: –Es que la guerra está por terminar. Ahora
de la Libertadora– habían hecho una revolución empieza la revolución.
y en una revolución siempre se fusila. No hay Fidel: (Asiente con un gesto. Luego): –Y la
por qué sorprenderse si Castro y el Che también revolución es paciencia. Una larga paciencia.
lo hicieron. Es el modelo revolucionario de la Tenemos que gobernar, Che. Y gobernar... no
Revolución Francesa. El modelo que siempre siempre es heroico (JPF, Dos destinos sudamerica-
manejaron Marx y Engels. Volveré a citar un nos, cuestiones con Ernesto Che Guevara, Obra tea-
texto de Engels que cito desde hace años pero tral en un acto, Ob. cit., p. 30).
no lo he citado aquí y aquí lo requiero otra vez. Guevara deja su papel de Saint-Just cuando
Discutiendo con “demócratas empieza a ocuparse de la economía cubana. Pero
antiautoritaristas”, Engels se encrespa y dice: no dura mucho ahí. Su temple está para otras
“¿No han visto nunca una revolución estos tareas. En Cuba, mientras están Fidel y el Che,
señores? Una revolución es, indudablemente, la uno de los dos sobra. El Che mira con malos ojos
cosa más autoritaria que existe: es el acto por los arreglos con la Unión Soviética. Su idea es lan-
medio del cual una parte de la población zar el concepto y la realidad de la Revolución Fidel: –Sé lo que quieres. Y es algo más específi-
impone su voluntad a la otra por medio de Cubana a la conquista de América latina. Lo que co que la revolución en América latina. Quieres la
fusiles, bayonetas y cañones, medios autoritarios luego propondrá: dos, tres, muchos Vietnam. revolución en Argentina.
si los hay; y el partido victorioso, si no quiere Fidel estrecha relaciones con los soviéticos. Esto le Che: –Por supuesto. Pero no voy a empezar por
haber luchado en vano, tiene que mantener este permite soportar todos los problemas que le crean la Argentina.
dominio por el terror que sus armas inspiran a los norteamericanos. Pero Cuba empieza a depen- Fidel: –Tampoco vayas a Bolivia. No...
los reaccionarios. ¿La Comuna de París habría der excesivamente de su grandote protector. Se Che: –A ver, decilo: “No están dadas las condi-
durado acaso un solo día de no haber empleado dice de Castro: “Es otro mariscal del Kremlin”. Se ciones”. ¿Es eso?
esta autoridad de pueblo armado frente a los dice que la economía de la isla se sostiene fácil Fidel: –Eso. (Lo mira fijamente): No están
burgueses? ¿No podemos, por el contrario, porque todos los meses llega “el cheque de los dadas las condiciones.
reprocharle el no haberse servido lo bastante de rusos”. Nada de esto le gusta a Guevara. Quiere Che: –Nunca están dadas las condiciones. Una
ella?” (Marx, Engels, Obras escogidas, Ediciones mayor independencia para Cuba. No quiere revolución es eso: crear las condiciones. El foco
en Lenguas Extranjeras, Moscú, Tomo I, 1955, pegarse a los rusos ni apoltronarse en la comodi- guerrillero es eso: crear las condiciones. Ningún
p. 671. Cursivas mías). El texto es de una dad del “cheque”. Para él, así, la revolución pierde régimen está esperando a que te lo devores como a
potencia y claridad notables. Uno lo ha citado dinamismo, se adormece. Más aún si no realiza su una fruta madura. Ningún régimen se cae solo,
casi ya a lo largo de los años. Tiene otros para tarea fundamental: llevar a la lucha a los restantes siempre hay que voltearlo. (Nota: Esta notable
citar. Pero, ¿para qué? Engels lo dijo pueblos de América latina. Pero esto es lo que frase de John William Cooke me pareció digna de
impecablemente y era, además, Engels. De aquí menos quieren los rusos. La Guerra Fría los com- ser dicha por Guevara. De aquí que se la haya
que, por más que acumulemos lecturas, la promete en una política de coexistencia. No pue- adjudicado en este diálogo con Fidel.)
condensada sabiduría a la que improbablemente den financiar a un país que altera las relaciones de Fidel: –La mayoría de los campesinos bolivia-
podamos acceder algún día se encierre, se poder en el patio trasero de los yanquis. El Che, nos son dueños de sus parcelas. No te respaldarán.
condense apenas en unas pocas lecturas. como primera etapa, quiere ir a África. Che: –¿Quiénes te dijeron eso? ¿Los rusos? ¿La
Observen las bastardillas que puse esta vez: el Fidel: –No te necesitan en África. Si no eres inteligencia soviética en Latinoamérica?
terror. Hasta eso acepta Engels de la Revolución necesario, no lo eres. Hay revoluciones que pue- Fidel: –Sin los campesinos no habríamos hecho
Francesa. Eso que disgustó tanto a Hegel como den hacerse sin ti. nuestra revolución. Sin los campesinos, no la
a Beethoven, Engels lo acepta como parte Che: –Hay una revolución que puede hacerse harás tú en Bolivia. (Pausa. Casi con calidez): No
II
vayas aún, Che. Una revolución es saber atacar yo”. O: “Porque me la regalaron”. La respuesta, Historia estaba a favor de su causa, como casi
cuando es sensato. No vayas. casi siempre, fue: “Porque era un valiente, un todos creían en esos años: “La Alianza para el
Che: –¡Carajo, no puedo creer que me estés rebelde, un tipo que peleaba contra el sistema”. O Progreso es un intento de refrenar lo irrefrenable”
diciendo algo así! ¿Tanto te ablandaron los rusos? también: “Porque era un chabón con unos huevos (Ibid.). Su experiencia boliviana es crística. Son
Una revolución es lo menos sensato que hay. de acero”. O también porque era recopado, por- tantos los padecimientos que describe en su Dia-
Siempre hay que estar un poco loco para hacer que se jugaba la vida por lo que creía, porque rio que uno entiende que sólo un hombre con
una revolución. Un hombre sensato lee el diario a peleaba por un mundo mejor. Nadie podrá, una voluntad casi sobrehumana puede afrontar-
la mañana, va a su trabajo, regresa a su casa, come nunca, desmentirle esa frase a Guevara: puso siem- los. También creía que la voluntad revolucionaria
y duerme hasta el día siguiente. Eso es la sensatez, pre el pellejo para demostrar sus verdades. No podía vencer los escollos de la realidad. (No en
Fidel. No fue sensato asaltar el Moncada. No fue queda casi nada de lo que concretamente hizo por- vano el libro de Anguita y Caparrós sobre la mili-
sensato navegar en el Granma. Si lo hiciste fue que no pegó ni una. Se metió en la Revolución tancia revolucionaria del setenta lleva por título
porque eras un insensato. Un loco. Un revolucio- Cubana, pero bajo la conducción de Fidel. Ganó La voluntad). En fin, sé que por más que diga que
nario. Ahora corrés el peligro de convertirte en un la batalla de Santa Clara, pero el ejército batistia- admiro a este hombre y que creo que es justo se
burócrata. no era débil, corrupto y ofrecía poca resistencia. haya transformado en el símbolo de la rebeldía,
Fidel: –Y tú en un mesiánico. En un héroe, en Igual, ganó esa batalla en una guerra que él no los guevaristas, que son impiadosos, no me perdo-
un mártir... pero no en un revolucionario. conducía. Fracasó como ministro de Industrias. narán estas páginas. Han sido sólo un bosquejo
(Se hace un silencio. Ya se han dicho todo. Fracasó en su enfrentamiento con la Unión para entender los errores de la guerrilla argentina.
Fidel saca un cigarro y se lo ofrece al Che, que Soviética. Fracasó en África. Y, trágicamente, fra- Que no tuvo ni por asomo un Guevara y que
acepta.) casó en Bolivia. Con ese fracaso fracasa la teoría agravó esos errores. Este libro no trata de él. Pero
Che: –Estás engordando. (JPF, Cuestiones con del foco. Ignoró con ligereza la aristocracia de los es inevitable tomarlo en cuenta porque fue el
Ernesto Che Guevara, Ibid., pp. 52/53/54). obreros del estaño. La advertencia de Castro acer- mentor de quienes creyeron y aplicaron la teoría
ca de la situación de los campesinos: eran dueños del foco. Algo que ocurrió en toda América lati-
EL AVENTURERO de sus parcelas. Se aisló de los políticos bolivia- na. En sus diálogos con Castro tal vez sea él quien
Los hechos son conocidos. Guevara hace su nos. Los desdeñó. Solo, con unos pocos incondi- se ubica en el lugar más brillante, más osado, pero
experiencia africana y fracasa por completo. cionales, penetró en una selva húmeda que fue es Castro el que le está dando una dura lección de
Luego regresa a Cuba. Y prepara su viaje a Boli- fatal para sus pulmones. No le importó la guerra política, el que le exhibe las aristas ásperas de la
que Bolivia había sostenido con Paraguay. El ejér- historia, algo que lo remite a una teoría que el
cito boliviano difundió una mentira que erosionó Che interpreta como “paciencia” y Castro como
seriamente su credibilidad ante los campesinos: trabajo político, como esa tarea ardua, difícil, de
que esos locos barbudos que andaban por la selva limar los muros que la realidad se empeña en
eran paraguayos. Suficiente: los campesinos, pri- levantar ante la “voluntad revolucionaria”. Es
mero, empezaron a tratarlo con recelo. Luego, sin posible que Castro no quede como la bandera del
más, lo delataron. Sólo citaré algunos textos del rebelde, pero fue el que toleró el desgaste, las
Diario en Bolivia: “Alto Seco es un villorrio de 50 negociaciones, el paso del tiempo. Es posible,
casas situado a 1900 metros de altura que nos también, que ahora quiera morir sin haber retro-
recibió con una bien sazonada mezcla de miedo y cedido, algo que lo acercaría definitivamente a la
curiosidad”. Luego: “Por la noche Inti dio una gloria del Che. Es posible que en este hecho se
charla en el local de la escuela (1 y 2 grados) a un encuentre el secreto del empeño en su perdurabi-
grupo de 15 asombrados y callados campesinos lidad. Un Castro al que la muerte atrapa sin que
explicándoles el alcance de nuestra revolución” (el haya entregado a Cuba es un Castro que llega a
subrayado es mío). Son dos textos del 9 de sep- las alturas de la rebeldía del Che. De aquí que el
tiembre de 1967. Le quedaba un mes de vida. El empecinamiento que muestra desde hace años en
24 del mismo mes dice que un solo campesino no “democratizar” la isla sea expresión de un
quedó en una casa a la que habían llegado (él deseo: seguir siendo Fidel, no alterar su imagen,
con un ataque al hígado, vomitando). Sólo seguir siendo el mismo, el que mantuvo y mantie-
quedó Sóstenos Vargas. “El resto huye al ver- ne a Cuba fuera de las garras del imperialismo.
nos.” Y en el Resumen de septiembre anota: Porque lo sabe bien: detrás de todas las exigencias
“Las características son las mismas del mes pasa- para que democratice Cuba late el deseo de ani-
do, salvo que ahora sí el ejército está demostran- quilarlo a él. Una Cuba sin Castro sería pasto
do más efectividad en su acción y la masa cam- fácil para una penetración gusano-imperialista de
pesina no nos ayuda en nada y se convierten en elevadas proporciones. Una Cuba con Castro es
delatores”. En la carta a sus hijos había escrito una Cuba detenida, no democrática, fijada en un
un texto bellísimo: “Sobre todo, sean siempre pasado de esplendor cuyo presente no logra
capaces de sentir en lo más hondo cualquier expresar, pero para él, para Castro, es la garantía
injusticia cometida contra cualquiera en cual- de su coherencia, el dibujo perfecto de su figura.
quier parte del mundo. Es la cualidad más linda Si el Che murió en Bolivia siendo el Che, dejan-
de un revolucionario”. Es cierto. Pero sentir las do a la posteridad la imagen perfecta, intocada, de
injusticias que se cometen en diversas partes del Ernesto Guevara, un Castro que muera “en la
mundo no alcanza para ir a esos lugares y luchar Cuba de Castro”, en la isla todavía indemne, can-
con efectividad por los sometidos. En Bolivia, sada pero rebelde, anacrónica pero pura, sería el
esos sometidos lo denunciaban. Castro perfecto, el Castro que muere dejando
Hay un pequeño texto de Guevara que se también a la posteridad la imagen perfecta, la
llama: “Cuba, ¿excepción histórica o vanguardia en imagen intocada del héroe de la Sierra Maestra,
la lucha contra el colonialismo?”. Luego de refutar del revolucionario, del hombre que nunca se
las tesis de los “excepcionalistas”, el Che concluye entregó, del nunca vencido, del obstinado que le
via. Ahí hará la experiencia práctica de su teoría que Cuba es la vanguardia en la lucha contra el dice a la historia, no que lo absolverá, sino que él
del foco insurreccional. Escribe varias cartas, des- colonialismo. Quienes creyeron esto creyeron un se ha absuelto a sí mismo, que su voluntad de ser
pidiéndose. Todas son cristalinas. En todas expre- error. Quienes vieron en la teoría del foco una hasta el final lo que fue desde el principio lo igua-
sa la idea que tiene de sí mismo y de su misión posibilidad revolucionaria, no meditaron lo sufi- la al otro empecinado, al de Bolivia, lo torna tan
revolucionaria. A los padres: “Otra vez siento bajo ciente sobre la propia experiencia del Che en puro como él, lo transforma en el único político
mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al Bolivia. Hay muchos textos de Guevara que pos- que, sin dejar de transitar los caminos del desgas-
camino con mi adarga al brazo”. No teme compa- tulan una participación mayor de la guerrilla en el te, de los largos años que erosionan toda posible
rarse con el personaje de Cervantes porque no trabajo de masas, pero siempre defendió el foco. gloria, ha llegado, sin embargo, al fin con la pure-
teme que le digan aventurero. Si hay, en política, El poder galvanizador de la guerrilla. Partir del za del mártir, con la voluntad indomable del
un mote que hiere y desacredita a quien se lo foco e ir incorporando a las masas. El ERP ensaya aventurero, sin quebrarse. Así, Castro va en busca
gana es el de “aventurero”. No le preocupa a esta operatividad en Tucumán. La guerrilla argen- de una gloria aún mayor que la de Guevara: la de
Guevara. “Creo (dice) en la lucha armada como tina fue preferentemente urbana. Guevara no haber sido, a la vez, los dos, él y el otro. El que
única solución para los pueblos que luchan por pensaba así: “Esas son las consideraciones que nos murió puro en Bolivia. Y el que morirá puro en la
liberarse y soy consecuente con mis creencias.” hacen pensar que, aun analizando países en que el isla de Cuba, invicta. Como él.
Esta fidelidad a sus creencias lo lleva a luchar predominio urbano es muy grande, el foco cen-
donde sea, donde quiera que haga falta. Si hay tral político de la lucha puede desarrollarse en el DE LA PENITENCIARÍA
que ir, si él lo cree así, agarrará su Rocinante y campo” (Cuba, ¿excepcionalidad histórica o...?). NACIONAL A TIMOTE: LA LARGA
cargará con su adarga bajo el brazo. “Muchos me Hay textos, sí, en que se desliza, como dije, hacia MANO DE LA HISTORIA
dirán aventurero, y lo soy, sólo que de un tipo la fundamental captación de las masas (aunque ¿Qué habrá pensado Aramburu el 29 de mayo
diferente y de los que ponen el pellejo para siempre partiendo desde el foco): “Los guerrille- de 1970? Lo dijimos: la fecha está cuidadosa-
demostrar sus verdades.” Acaso en este acto hoy, ros no pueden olvidar nunca su función de van- mente elegida. Se cumple, ese día, un año del
más que infrecuente, insólito, esté la permanencia guardia del pueblo, el mandato que encarnan, y Cordobazo. Se festeja, ese día, el Día del Ejérci-
del Che en el imaginario de los pueblos del por tanto, deben crear las condiciones políticas to. De ahí en más, ese día, será el de la muerte de
mundo. Más de una vez (no demasiadas) le pre- necesarias para el establecimiento del poder revo- Aramburu. (Dejamos para más adelante, cuando
gunté a un pibe por qué tenía la camiseta del lucionario basado en el apoyo total de las masas” tengamos todos los datos en la mano o todos los
Che. Ninguno me dijo: “Porque sí”. O: “Qué sé (Guerra de guerrillas, un método). Creía que la que se pueden tener, si ese hecho fue un asesinato
III
o un ajusticiamiento. O si fue algo todavía algo llama Susana y habrá de ser importante en los John William Cooke: La lucha por la revolución
más complejo. Algo que probablemente no años que vendrán. A ella, Valle le da las cartas nacional.
pueda ser encerrado en una sola palabra.) ¿Qué que escribió. La de Aramburu (célebremente Jorge Camarassa: La última noche de Juan
habrá pensado el hombre de la Libertadora, el hoy) empieza utilizando la palabra asesinato: Duarte.
fusilador de Valle, cuando le dijeron que lo “Dentro de unas horas usted tendrá la satisfac- José Amorin: Montoneros, la buena historia.
iban a matar y que el motivo principal era el de ción de haberme asesinado”. “Dentro de unos José Luis Romero: Las ideas políticas en la
la muerte de Valle? “Nunca creí que iba a tener años (podría haber dicho) tendré yo la satisfac- argentina.
que pagar por eso”, quizá. Pero lo que uno ción de verlo morir a usted, de saberme venga- José Natanson: Kirchner: el presidente inesperado.
piensa, lo que hoy podemos pensar con la sere- do. Pero usted no morirá a manos de un pelo- José Pablo Feinmann: Dos destinos sudamerica-
nidad de los años (no con la frialdad de los tón del ejército gorila que hoy comanda, sino a nos: Eva perón - Ernesto Che Guevara.
años, sólo con esa serenidad que nos permite manos de jóvenes idealistas, que lo matan en – Escritos imprudentes I.
atrapar los hechos en su compleja trama, sin nombre de la justicia social, de la libertad de los – Escritos imprudentes II.
dejar nada afuera, tornando visibles todas las pueblos.” Acaso el profundo sentimiento cristia- – Filosofía y Nación.
determinaciones que se cruzan en la trama de la no que animaba a Valle le habría impedido sen- – Ignotos y famosos.
historia, en un hecho que las convoca a todas) tir “satisfacción” por la muerte de nadie, ni ale- – La crítica de las armas.
es que la mano de la historia es larga, que la gría por un acto de venganza. Pero se habría – La sangre derramada.
persistencia de ciertos sucesos se prolonga deslumbrado por lo mismo que nos atrae a – López Rega: la cara oscura de Perón.
imprevisiblemente. Aramburu se habrá sorpren- nosotros: por el largo brazo de la historia, por Joseph Page: Perón (Tomos I y II).
dido. ¿Quiénes eran estos muchachos? ¿Serían esa línea tendida entre el patio de la Penitencia- Juan Domingo Perón: Actualización política y
capaces de matarlo por un asunto como el de ría Nacional y el barro de la estancia de Timote. doctrinaria para la toma del poder.
Valle? ¿No había quedado eso atrás? ¿No está- Entre el oficial de la Libertadora que ordena – Apuntes de historia militar.
bamos ahora preocupados por encontrarle una “¡Fuego!” y el joven Fernando Abal Medina que – Conducción política.
salida política a la Revolución Argentina? ¿No dice: “Voy a proceder, general”. – La fuerza es el derecho de las bestias.
soy yo precisamente el garante de esa salida, el La bibliografía que detallo a continuación es Juan Gasparini: David Graiver, el banquero de
hombre ideal para encarnar ese proyecto? Diga- dispar. Algunos libros son buenos, otros son los Montoneros.
mos una suposición disparatada: ¿y si pensó, malos, otros son excelentes. Todos son útiles – Final de cuentas.
súbitamente, “debí haber recibido a la mujer de para el que quiera seguir trabajando estas temá- Juan José Hernández Arregui: La formación de la
Valle esa noche”? “Si hubiera tenido esa cle- ticas. Son cerca de cien libros. Abarcan todas las conciencia nacional.
mencia tal vez estos muchachos serían ahora posiciones ideológicas, o casi todas. Siempre – Imperialismo y cultura.
más clementes conmigo.” En fin, no importa. puede haber una que uno no conoce. Si la entre- Julio González: Isabel Perón.
Pero algo ha de haber intuido acerca de los go es porque son muchos los lectores que la han Karl Von Clausewitz: De la guerra (Editorial
complejos caminos de la historia. Que son solicitado. También hay materiales valiosos en Labor).
imprevisibles, que suceden sin causalidad algu- Internet. Pero siempre que haya un libro sobre León Rozitchner: Perón, entre la sangre y el
na, pero tienen, algunos de ellos, una densidad un tema específico, primero el libro. tiempo.
asombrosa. La muerte de Aramburu condensa Marcelo Larraquy: Galimberti.
toda la tragedia argentina desde el 16 de junio Colaboración especial: – López Rega.
de 1955 en adelante. Esa muerte se la había Virginia Feinmann - Germán Ferrari – Fuimos soldados.
ganado. No estoy diciendo que fuera justa. Marcos Novaro: Historia de la Argentina contem-
Menos un tipo como yo que detesta la violencia BIBLIOGRAFÍA ESENCIAL: poránea.
y cree que nadie debería morir, pero no es tan Abel Gilbert-Miguel Vitagliano: El terror y la María Seoane: Todo o nada (Santucho).
ingenuo como para no saber que la historia está gloria: la vida, el fútbol y la política en la Argenti- – El burgués maldito (Gelbard).
escrita con sangre, que el hombre es el lobo del na del Mundial 78. María Seoane - Vicente Muleiro: El dictador
hombre, que el capitalismo es un sistema que Alain Rouquié: Poder militar y sociedad civil en (Videla).
sólo puede engendrar injusticias y odios. Que la la Argentina. Mariano Plotkin: Mañana es San Perón.
violencia se cierne sobre este mundo desde sus Alejandro Horowitz: Los cuatro peronismos. Mario Rapoport: Historia contemporánea, políti-
orígenes y perdura hoy como si nada hubiera Alfredo Mason: Sindicalismo y dictadura. ca y social de la Argentina (1880-2003).
pasado, perdura aún con mayores posibilidades Alfredo Pucciarelli: Empresarios, tecnócratas y Maristella Svampa: La sociedad excluyente.
destructivas. Ya haremos algo así como una militares. Marysa Navarro: Eva Perón, la biografía.
ontología de la violencia. El resultado deberá Andrew Graham-Yooll: Agonía y muerte de Juan Miguel Bonasso: Diario de un clandestino.
confrontar el postulado bíblico “No matarás” Domingo Perón. – El presidente que no fue.
con el postulado antropológico e histórico “El – Tiempo de tragedias y esperanzas: cronología his- – Recuerdo de la muerte.
hombre no puede no matar”. Aramburu, como tórica, 1955-2005, de Perón a Kirchner. Miguel Mazzeo: Cooke, de vuelta.
todo ser humano, no merecía morir, pero la Beatriz Sarlo: La batalla de las ideas (1943- Miguel Murmis - Carlos Portantiero: Estudios
muerte se la había ganado. Había hecho 1973). sobre los orígenes del peronismo.
muchas de las cosas necesarias que suelen con- – La pasión y la excepción. Milcíades Peña: Masas, caudillos y elites.
denar a los hombres. Había despertado odios. Carlos Altamirano: Bajo el signo de las masas Munú Actis / Cristina Aldini / Liliana Gardelia
Había ordenado muertes. Había sido impiado- (1943-1973). / Miriam Lewin / Elisa Tokar: Ese infierno: Con-
so, vengativo. Había desoído pedidos desespera- Carrera, Grau, Martí, Agustín Tosco: La clase versaciones de cinco mujeres sobrevivientes de la
dos de clemencia. Hacerle decir a la mujer del revolucionaria. ESMA.
general al que va a fusilar que él, el único que Colección de la revista Lucha Armada: números Pablo Gerchunoff: El ciclo de la ilusión y el
puede impedir esa ejecución, “duerme” es de 1 al 8. desencanto.
una crueldad inaudita. Ante todo, la debió Cristina Zuker: El tren de la victoria: una saga Pablo Giussani: Montoneros: la soberbia armada.
haber recibido. Debió haber tenido la dignidad familiar. Paco Ignacio Taibo: Ernesto Guevara, también
y el coraje de decirle en la cara por qué mataba Eliseo Verón - Silvia Sigal: Perón o muerte. conocido como el Che.
a su marido. Y si no, no debió ordenar que le Ernesto Guevara: Cuba, ¿excepción histórica o Pilar Calveiro: Poder y desaparición.
dijeran que él dormía. Era decirle: “Yo tengo la vanguardia de la lucha revolucionaria en América – Política y/o violencia.
conciencia en paz, señora. La muerte de su Latina? Richard Gillespie: Soldados de Perón, Mon-
esposo no me quita el sueño. Su desesperación – Diario en Bolivia. toneros.
tampoco. Usted, para mí, no vale nada porque – Mensaje a la Tricontinental. Robert Potash: El Ejército y la política en la
es, precisamente, su mujer. El motivo que cree Ernesto Jauretche: Violencia y política en los Argentina.
la autoriza a pedirme clemencia es el mismo por setenta. Roberto Baschetti: Documentos de la Resistencia
el que yo no la quiero ver. Porque se casó con Ernesto Salas: Uturuncos, el origen de la guerrilla Peronista: 1955-1970.
un peronista, señora. Porque supo que él se alza- peronista. – Documentos 1970-1973: De la guerrilla pero-
ría contra nuestro gobierno, que es el que res- – La Resistencia Peronista: La toma del Frigorífico nista al gobierno popular.
tauró la libertad y la democracia en nuestro país, Lisandro de la Torre. – Documentos 1973-1976: Volumen I: De Cám-
y siguió a su lado. Denunciarlo habría sido Eva Perón: Mi mensaje. pora a la ruptura.
mucho, tal vez. No le pido tanto. Pero haber Felipe Celesia - Pablo Waisberg: La ley y las Rodolfo Walsh: Carta de un escritor a la Junta
seguido con él es imperdonable. Y si él no le armas - Biografía de Rodolfo Ortega Peña. Militar.
dijo nada usted debió darse cuenta. En algo raro Félix Luna: El 45, un año decisivo. – El violento oficio de escribir.
anda mi marido. Eso debió advertir. De eso – Perón y su tiempo. – Operación Masacre.
debió darse cuenta. Usted es una peronista Frantz Fanon: Los condenados de la Tierra. – ¿Quién mató a Rosendo?
como él. Por eso, si se dio cuenta, lo dejó seguir. Gabriela Saidón: La montonera: Biografía de Santiago Garaño - Werner Pertot: La otra Juve-
Todo salió mal. Hay que pagar. La que esta Norma Arrostito. nilia: militancia y represión en el Colegio Nacio-
noche no va a poder dormir es usted. Yo no. Yo Gustavo Plis-Sterenberg: Monte Chingolo nal de Buenos Aires - 1971/1986.
ya estoy durmiendo. Se lo hago saber para que Horacio Tarcus: El marxismo olvidado en la Sergio Olguín (compilador): Perón vuelve.
usted, justamente, sepa hasta qué punto mi con- Argentina: Silvio Frondizi y Milcíades Peña. Sergio Pujol: Discepolo.
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ciencia está serena”. Además hizo fusilar a Valle Hugo del Campo: Sindicalismo y peronismo: los Tomás Eloy Martínez: La novela de Perón.
DOMINGO en una penitenciaría. Como a un reo. Como a comienzos de un vínculo perdurable. – La pasión según Trelew.
un delincuente común. Feo lugar para morir. A Hugo Gambini: Historia del peronismo. – Santa Evita.
El acontecimiento él le habrá de tocar uno todavía peor. La hija de Hugo Vezzetti: Pasado y presente: guerra, dicta- Tulio Halperin Donghi: Argentina en el callejón.
Aramburu (II) Valle lo acompaña hasta el último momento. Se dura y sociedad en la Argentina. – La larga agonía de la Argentina peronista.

IV Domingo 14 de septiembre de 2008

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