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Los minerales como componentes de los alimentos, del agua, de los cosméticos y del organismo; su función en la salud junto a las vitaminas
Los minerales como componentes de los alimentos, del agua, de los cosméticos y del organismo; su función en la salud junto a las vitaminas
Los minerales como componentes de los alimentos, del agua, de los cosméticos y del organismo; su función en la salud junto a las vitaminas
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Los minerales como componentes de los alimentos, del agua, de los cosméticos y del organismo; su función en la salud junto a las vitaminas

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About this ebook

El presente trabajo, esta inspirado, sobre aspectos relacionados con el cuidado personal, la salud, la nutricion y los tratamientos de belleza y en el analisis de como los minerales presentes en los alimentos, en el agua y en los cosmeticos, influyen en la salud e interaccionan con otras sustancias como las vitaminas para intervenir en las funciones celulares y organicas, para producir las enzimas que catalizan y regulan las reacciones quimicas organicas endo y exotermicas, que mantienen el equilibrio de nuestro cuerpo y que al mismo tiempo originan la formacion de micronutrientes.

LanguageEspañol
Release dateAug 19, 2023
ISBN9781662493096
Los minerales como componentes de los alimentos, del agua, de los cosméticos y del organismo; su función en la salud junto a las vitaminas

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    Los minerales como componentes de los alimentos, del agua, de los cosméticos y del organismo; su función en la salud junto a las vitaminas - Román R. Veci Viga

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    Los minerales como componentes de los alimentos, del agua, de los cosmeticos y del organismo; su funcion en la salud junto a las vitaminas

    Roman R. Veci Viga

    Derechos de autor © 2023 Román R. Veci Viga

    Todos los derechos reservados

    Primera Edición

    PAGE PUBLISHING

    Conneaut Lake, PA

    Primera publicación original de Page Publishing 2023

    ISBN 978-1-6624-9305-8 (Versión Impresa)

    ISBN 978-1-6624-9309-6 (Versión Electrónica)

    Libro impreso en Los Estados Unidos de América

    Tabla de contenido

    Dedico este trabajo a mi esposa Xiomara, a mi hija Ana María, a mi prima Nancy, a mi nieto Eric Jesús y a los profesores de mi Escuela de Cosmetología Curve Metric Hair Desing School en Chicago, por su ahínco, dedicación y entrega en esta noble tarea de educar y transmitir el conocimiento a sus alumnos.

    Agradecimientos

    Introducción

    Capítulo I

    Capítulo II

    Capítulo III

    Capítulo IV

    Capítulo V

    Capítulo VI

    Capítulo VII

    Capítulo VIII

    Capítulo IX

    Capítulo X

    Capítulo XI

    Notas aclaratorias: Sobre algunas sustancias

    Los minerales como componentes de los alimentos, del agua, de los cosméticos y del organismo; su función en la salud junto a las vitaminas

    Sobre el Autor

    Dedico este trabajo a mi esposa Xiomara, a mi hija Ana María, a mi prima Nancy, a mi nieto Eric Jesús y a los profesores de mi Escuela de Cosmetología Curve Metric Hair Desing School en Chicago, por su ahínco, dedicación y entrega en esta noble tarea de educar y transmitir el conocimiento a sus alumnos.

    Agradecimientos

    Agradecemos al Dr. Juan A. Pérez Ph. Do. Especialista en medicina familiar con más de 23 años de experiencia en el campo médico. Graduado en la universidad de medicina humana del estado de Michigan / 1997. Quién ha contribuido de una forma dinámica y entusiasta, en la revisión y sugerencias sobre este trabajo.

    Agradecemos también la colaboración en la revisión y sugerencias a este trabajo de la cosmetóloga y esteticista certificada e instructora de cosmetología Carmen Ramos de Canela School of Hair Desing of Villa Park. Chicago, IL. 60165. También a los autores de esos artículos, publicaciones y consejos de expertos, aquí mencionadas y a la BCPL en Bensenville, por su ayuda en la búsqueda de literaturas afines.

    Introducción

    El presente trabajo, está inspirado, sobre aspectos relacionados con el cuidado personal, la salud, la nutrición y los tratamientos de belleza y en el análisis de cómo los minerales presentes en los alimentos, en el agua y en los cosméticos, influyen en la salud e interaccionan con otras sustancias como las vitaminas para intervenir en las funciones celulares y orgánicas, para producir las enzimas que catalizan y regulan las reacciones químicas orgánicas endo y exotérmicas, que mantienen el equilibrio de nuestro cuerpo y que al mismo tiempo originan la formación de micronutrientes.

    Muchos de los minerales (Macroelementos y Oligoelementos), presentes en los alimentos, en el agua y en los cosméticos, intervienen en la formación de diferentes tejidos y ejercen funciones importantes en el organismo, algunos constituyen una parte importante de la estructura ósea del organismo, intervienen en la función inmunitaria, la función nerviosa, la función muscular, el balance hídrico e interaccionan entre sí y con otras sustancias como las vitaminas dando origen a otras sustancias las cuales intervienen en las funciones celulares y orgánicas, como constituyente del material genético, hormonas, enzimas, que catalizan y regulan las reacciones endógenas y exógenas y que también participan en otras reacciones diferentes. Otros minerales, los denominados oligoelementos, cuya participación a nivel celular es proporcionalmente pequeña, pero no menos importante, ejerciendo funciones de gran importancia como la estimulación celular y el buen funcionamiento de las células rojas, intervienen en los procesos de metabolismo, síntesis, fecundidad, etc., que producen efectos celulares constructivos y regenerativos, restaurando la energía y en numerosos casos las propiedades perdidas, o disminuidas, por procesos naturales o de estrés oxidativos que originan el envejecimiento prematuro (desgaste y/o acumulación), o enfermedades en el organismo y específicas en ocasiones desconocidas, aunque se sabe de su presencia o la posibilidad de su existencia.

    En muchas ocasiones el déficit o carencia y el exceso de minerales, puede señalar la aparición de enfermedades o condiciones que pueden llegar a ser graves. Por lo que es necesario considerar y enfocar la alimentación como un vehículo, para la incorporación de nutrientes, minerales y sustancias complementarias (vitaminas, etc.), para suplir al organismo de estas, sin excesos y sin déficit, de una forma racional y fundamentadas en dosis preestablecidas por organizaciones reconocidas como la FAO e INNATA.

    Cuando el estrés oxidativo es elevado se forman los radicales libres (RL) y la acumulación de estos ocasionan desbalances o precariedades en el sistema inmune, por lo que se hace necesario la incorporación de antioxidantes para reducir la acción de los radicales libres. De esta forma retardaríamos los procesos de envejecimiento o de enfermedades y lograríamos mantener el sistema inmune en óptimas condiciones y dispondremos de una buena salud y por consiguiente prolongaremos la vida.

    En general, este trabajo es una recopilación paciente y cuidadosa de numerosas informaciones y artículos encontrados en el internet y que aparecen de forma muy dispersas; otras en las literaturas disponibles, a veces escasa y no muy detalladas existentes en las librerías y textos o manuales de cosmetología.

    Todo este conjunto de información, nos permitió organizar el trabajo en XI, temas relacionados entre sí y aprovecharlas como un material instructivo y didáctico que pudiera ayudar no solo a trabajadores de las ramas de cosmetología, sino también a estudiantes de cosmetología, cosmetólogos, esteticistas, dietistas y personas interesadas en el cuidado personal y estético de la salud, pues este conocimiento, les permitiría, reconocer y al mismo tiempo tratar de manera cosmética, algunos casos de las afecciones simples o que no requieran de un tratamiento muy sofisticado, así como también, detectar aquellos casos que requieran de una evaluación y tratamiento específico orientado por un médico o especialista, lo cual también implica una forma de enfrentar los retos que en ocasiones se presentan al atender a un cliente y que de esta forma también pudiéramos ayudarle u orientarlo, de una forma profesional, correcta y adecuada hacia una solución más acertada sobre sus necesidades de salud, sin pretender ser una guía médica, ni sustituir las orientaciones de médicos y especialistas de la medicina, y que además de ayudar a mejorar la salud, también ayuda a conservar el medio, empleando productos naturales, adecuados a las necesidades y normas de exigencias de la rama, que son por demás funcionales, nutritivos, económicos, menos dañinos para la salud y menos contaminantes para el ambiente.

    Capítulo I

    La piel (también denominada cutis o sistema tegumentario)

    Es el órgano más grande de nuestro cuerpo, cubre un área aproximada de 2 m² y pesa alrededor de 5 kg. Es un órgano complejo y tiene una variedad de tipo celular mayor que el cerebro, su función principal va más allá de lo estético, protege al organismo de factores externos como bacterias, sustancias químicas, la temperatura y el ingreso de materiales y organismos extraños, así como también evitar la pérdida de agua. En un cm² de piel pueden encontrarse cerca de 5 millones de células, 15 glándulas sebáceas, 90 glándulas sudoríparas, 10 vellos, numerosos músculos y miles de terminales nerviosas. El grosor de la piel varía desde 0. 5 mm, en el párpado hasta más de 2 mm, en las palmas de las manos y la planta del pie. Gran parte de nuestra salud depende de nuestra alimentación y de manera especial de los nutrientes que lo integran: vitaminas, minerales y fibras que se consumen.

    Funciones básicas de la piel

    La piel tiene siete funciones básicas:

    Sensación: las sensaciones generadas por las terminaciones nerviosas justo debajo de la capa externa de la piel hacen que se sienta: calor, frío, tacto, dolor y la presión. La reacción a una sensación se llama reflejo.

    Hidratación: la piel contiene agua para mantenerse suave y flexible. Secreta sudor y un fluido graso sebáceo que mantiene el equilibrio de humedad de la piel.

    Absorción: la piel permite que determinadas sustancias como el agua y el oxígeno pasen a través de sus tejidos.

    Regulación: la piel ayuda a mantener la temperatura corporal.

    Protección: la piel protege al cuerpo del impacto directo del calor, el frío, las bacterias y otros aspectos del medio ambiente que podrían ser perjudiciales para tu salud.

    Excreción: la piel elimina sudor, sal y residuos del cuerpo y de esta forma ayuda a eliminar toxinas de los sistemas internos.

    Respiración: la piel toma oxígeno a través de sus poros y libera dióxido de carbono. (salón fundamentals: cosmetología. 2.ª. Edición 2013).

    Tipos de piel

    Existen básicamente cuatro tipos de piel: piel seca; piel grasa; piel normal y piel mixta. Piel seca (xerosis): se utiliza para describir un tipo de piel que produce menos sebo. Esta es una condición que se caracteriza por la sensación de tirantez en el rostro y cuerpo y cuya causa es una anomalía de la barrera cutánea, a esta piel le falta: agua y lípidos, es delgada, presenta enrojecimientos y textura áspera, ya que la misma carece de los lípidos que necesita para retener humedad y formar un escudo protector, frente a influencias externas.

    Existen dos tipos de piel seca: a) piel seca por falta de grasa, b) piel seca por falta de humedad.

    La piel seca por falta de grasa: tiene menos imperfecciones y no es propensa al acné. Se produce por una falta sistémica de las glándulas sebáceas, por deficiencias en la alimentación, por alteraciones hormonales o por una combinación de estas condiciones.

    La piel seca por falta de humedad: es una piel deshidratada, es un estado de falta de agua, que no depende de la naturaleza de la piel. Es causado por un mal funcionamiento de la glándula sebácea, que no producen suficientes fluidos para lubricar la piel y proteger contra las pérdidas de agua. Este mal funcionamiento está algunas veces relacionado con una deficiencia de vitaminas y minerales. La incidencia de este problema se ha incrementado últimamente, por la contaminación ambiental y el uso de jabones y geles. Suele caracterizarse por presentar: cutis sin brillo y muy sensible, textura delgada, tiene poros muy finos, con frecuencia enrojecida, las glándulas sebáceas elaboran menos grasa de lo necesaria para mantener la elasticidad de la piel-

    La piel tiende a arrugarse prematuramente, la irritación y comezón, empeoran durante las condiciones ambientales extremadamente secas (calefacción y aire acondicionado), o ser el resultado de otros desórdenes de la salud como hipotiroidismo. A menudo, este tipo de piel se asocia con una piel madura o envejecida por lo que puede también presentarse en una persona más joven.

    Existen diferentes grados de intensidad de la piel seca, variables y en formas diferentes que siempre pueden distinguirse claramente entre sí. Es significativamente el número de mujeres y de hombres con piel seca y todos los tipos de piel se secan aún más a medida que envejecen. Los problemas relacionados con la piel seca, constituyen una afección corriente y representan el 40% de las visitas a dermatólogos. La hidratación de la piel depende de la aportación de agua al interior de las capas más profundas de la piel y depende también de la transpiración.

    Diferentes grados de intensidad piel seca: a) piel ligeramente seca, b) piel muy seca y c) piel extremadamente seca.

    Piel ligeramente seca: las características presentes en ella son: tirante, frágil, áspera, al tacto con aspecto apagado, débil elasticidad cutánea.

    Piel muy seca: presenta las siguientes características: descamación leve o consistencia laminosa, tirante, áspera al tacto o llena de manchas (en ocasiones parece envejecida prematuramente), posiblemente con picor. Es también más sensible a la irritación, al enrojecimiento y al riesgo de infección.

    Piel extremadamente seca: presenta ciertas zonas corporales, especialmente: manos, pies, codos y rodillas, que pueden presentar: aspereza, aspecto cuarteada con tendencia a formar rágades (grietas). Descamación. Picor frecuente. Lo más corriente es que la piel extremadamente seca, se halle en ancianos o en manos gravemente deshidratadas.

    Los dermatólogos y expertos en el cuidado cutáneo determinan el tipo y el estado de la piel de una persona midiendo los factores siguientes:

    Sequedad inducida por la edad: es un problema que llega a ser más perceptible y puede precisar de más tratamiento en el transcurso del tiempo, puede afectar a cualquiera de los cuatro tipos de piel básica. En función del tiempo, la piel puede percibirse crecientemente: seca, tirante áspera y cuarteada con tendencia a la formación de rágades, formación de callos/descamación y picor frecuente. Todos los tipos de piel tienen el potencial de resecarse con la edad, aunque no siempre ocurre así, la sequedad creciente es un proceso creciente de envejecimiento natural de la piel.

    Envejecimiento natural de la piel en general: la sequedad de la piel y la sensibilidad cutánea, están relacionadas frecuentemente y pueden constituir problemas al mismo tiempo. A medida que transcurre el tiempo, la sequedad que acompaña a la sensibilidad puede empeorar y convertirse en sequedad inducida por la edad, empiezan a percibirse: grietas y arrugas diminutas, gradualmente se hacen más profundas en el transcurso del tiempo y su número aumenta.

    La combinación de factores internos y externos pueden ejercer una influencia creciente sobre la piel a medida que transcurren los años.

    Después de los 25 años de edad declina el metabolismo cutáneo: en torno a los 30 años de edad, la piel, ha comenzado a cambiar (envejecimiento cronológico), es inevitable, debido a que es causado fundamentalmente por alteraciones fisiológicas, en la funcionalidad de la piel. En este caso la piel disminuye su elasticidad, al transcurrir el tiempo. La barrera de protección se debilita, obedeciendo a una pérdida de humedad celular, por lo que el nivel de colágeno y elastina se deteriora también por lo que la función vital de la piel, se presenta debilitada, por lo que es incapaz de protegerse así misma frente a los factores externos ambientales y climáticos, que aceleran adicionalmente la sequedad inducida por la edad. Se observa una declinación del sistema metabólico dentro de cada célula. La consecuencia es una: piel facial seca y con la aparición de arrugas. Estos efectos duales llegan a manifestarse en la superficie cutánea, con signos de la piel seca inducida por la edad.

    Predisposición genética y la raza a la piel seca inducida por la edad: pueden marcar una diferencia con respecto a la velocidad del envejecimiento de la piel de una persona y donde se manifiestan los efectos de la piel seca inducida por la edad. A medida que transcurre la vida en el tiempo, se originan los cambios hormonales en el individuo que ejercerán también un impacto. Con el inicio de la menopausia se produce un descenso de los niveles de estrógenos que puede menoscabar la producción de fibras elásticas. Este descenso en la producción de fibras, también se reflejan en la piel de la forma siguiente: la capa cornea, se compone de queratinositos densamente compactados y sustancias que colectivamente se conocen como factor hidratante natural (FHN). Estas son sustancias que están compuestas por varios tipos de aminoácidos, sales minerales, lípidos (grasas) en emulsión, ácido láctico, urea y el ácido pirrolidona carboxílico (PCA), que forman parte de la maquinaria de hidratación natural de la piel y que le confieren a esta capa la capacidad para fijar agua.

    En la piel joven, una capa córnea eficiente almacena entre el 10 y el 20% de toda el agua del cuerpo.

    A medida que la piel envejece, el estrato córneo, es afectado por procesos internos, declinantes dentro de la piel y por factores externos que subsiguientemente conllevan a la aparición de arrugas y es más probable observar arrugas más profundas. La elasticidad y la densidad de la piel disminuyen y se pierde el aspecto juvenil de la piel. En las capas subcutáneas más profundas, las células que almacenan lípidos, se vuelven más pequeñas y su número se reduce, disminuyendo su volumen, pierden su densidad y su luminosidad.

    Cuidados de la piel seca: es indispensable que la piel seca, reciba un programa de tratamiento adecuado, para proporcionar la humedad, los emolientes y los lubricantes necesarios para mantener la piel, suave, lisa, flexible y saludable.

    Consejos para la prevención y reducción de los riesgos de la piel seca:

    No te laves la cara con jabón.

    No uses productos que contengan alcohol.

    Usa mascarillas hidratantes para piel seca deshidratadas: basadas en mezclas de diferentes aceites naturales (aguacate, oliva, almendras, zanahorias, germen de trigo, manzanilla); lácteos: leche, yogur; miel de abeja; huevo, etc.

    Beber más líquidos, sea agua o jugos naturales.

    Usa suplementos nutricionales, frutas cítricas (limón, naranja, mandarina, fresas, moras, frambuesas), ginseng americano (ginkgo biloba), en infusión o extracto, también aceite de lino, rico en vitaminas A, B, C, D, E y minerales.

    En el día se recomienda las cremas hidratantes con protector solar, (no menor de 15 FPS), con 2 vitaminas A, E, colágeno o elastina.

    En la noche, luego de desmaquillar y tonificar, aplica una crema nutritiva o regeneradora, rica en vitamina C, ten especial cuidado en la zona que rodea los ojos.

    Aplique aceites naturales diluidos, (oliva, girasol, germen de trigo, almendras dulces, azahar, karité, rosa mosqueta, macadamia, aguacate, ajedrea, argán, coco, geranio, jazmín, jojoba, coenzima Q 10, entre otros), con una gaza todas las noches después de lavar la cara, en el cutis para evitar que el agua se evapore y la piel se mantenga humectada.

    Para que la piel recupere el aspecto luminoso y la humedad propia lo único que hace falta es una pequeña, pero constante rutina de cuidados.

    Evitar el consumo de tabaco (el fumar dificulta la oxigenación de los tejidos lo que causa que la piel se reseque y se arrugue muy rápido).

    También evitar el consumo de alcohol y otras sustancias tóxicas.

    Aplique en la piel un puré de zanahoria frío.

    Limpieza e hidratación de la piel seca: independientemente de la edad que tengamos, la piel está en constante rehidratación. A través de este proceso natural, las capas más superficiales se apoderan del agua proveniente de los estratos inferiores de la epidermis. Pero la piel seca no puede absorber fácilmente el fluido hidratante y su ineptitud para retener la humedad empeora con la edad, el frío, la calefacción y la exposición a los productos químicos como jabones y detergentes.

    Restablecer la humedad natural de la piel seca: después de la limpieza, los poros han quedado abiertos, es por eso que tu piel estará lista para recibir la humedad y la nutrición que necesita.

    Primero, vaporiza con una loción humectante sin alcohol, espera a que seque y esparce una buena cantidad de crema nutritiva, haciéndola penetrar con pequeños golpecitos, como si teclearas. También los baños de vapor, termales y saunas ayudan a hidratar efectivamente la piel.

    Utilizar aceites corporales (de baño, humectantes), espesos o granosos son los mejores para hidratar y tratar la piel (proporcionan un tratamiento nutritivo que protege y suaviza gracias a su alta concentración en vitaminas y ácidos grasos poliinsaturados (AGPI), que, gracias a su textura fluida, son de muy fácil aplicación y absorción. Se deben evitar los productos a base de alcohol. Estos productos se aplican justo, inmediatamente después del baño o la ducha cuando la piel aún está húmeda (aceites naturales hidratantes).

    Si el aire está muy seco, se puede utilizar un humidificador.

    Se recomienda tomar mucha agua durante todo el día.

    Evitar la sobre exposición al frío, al viento y al sol que, por lo general, la irritan y enrojecen.

    Elegir la crema adecuada consejos de la piel seca: hay que tener en cuenta que, según los especialistas, la mejor crema o emulsión para una piel seca es aquella que perdura cuando se aplica y provoca una sensación de bienestar con el uso frecuente. La evanescencia es otro de los requisitos que conviene considerar, es decir que la crema debe deslizarse rápidamente para que la piel pueda absorberla al instante y en profundidad.

    Un buen hidratante tiene que atravesar la barrera epidérmica y penetrar hasta los niveles más bajos del tejido, por eso el efecto reconfortante que produce dura más. Para saber si los productos que usas habitualmente están actuando correctamente, suspende un día la hidratación y observa si la piel se siente suave al tacto.

    Establecer una buena pauta de cuidado cutáneo para la recuperación de la piel con sequedad inducida: cualquier tipo de piel seca, necesita una pauta de cuidado cutáneo, minuciosa, con objeto de mejorar su apariencia y percepción. La piel seca puede reaccionar con mucha mayor sensibilidad al jabón y a las soluciones alcalinas, como las que se hallan en numerosos agentes limpiadores. En consecuencia, la limpieza debe efectuarse con un producto que sea suave y no prive de humedad a la piel, con fórmulas que no contengan perfumes ni colorantes. Puede ser útil usar productos para el cuidado cutáneo, que contengan los siguientes componentes activos, los que son especialmente más eficaces para afrontar la sequedad inducida por la edad.

    Evitar los factores que contribuyen a la sequedad inducida: piel facial seca y muy seca, es importante evitar todo aquello que provoque la sequedad de la piel adicionalmente. También seguir los consejos sobre el estilo de vida, así como una alimentación balanceada y saludable, que pueden contribuir a retrasar el inicio de la sequedad por la edad, así como también es importante prestar atención a aquellos factores (internos, externos y a la combinación de estos, que ejercen una influencia creciente sobre la piel a medida que transcurren los años) y que incrementan los efectos de la piel seca inducida por la edad.

    Entre los factores externos que deben evitarse están: el clima y las temperaturas extremas, pues el aire muy caliente, frío o seco, puede alterar el equilibrio de humedad. La exposición al sol conlleva tanto efectos positivos como negativos. Debe afrontarse la radiación ultravioleta (RUV), evitando el sol en las horas del día donde es mayor su incidencia y fortaleza con que llegan a nuestra piel (10. 00 a.m. - 4. 00 p.m.), aplicando un filtro solar apropiado al menos de 15 FPS. Debe encajar en este enfoque holístico y vistiendo capas de ropas protectoras hechas con tejidos densos. Permanecer a la sombra siempre que sea posible. Evitar las superficies, como el agua de mar o de la playa, que puedan reflejar hasta un 85% de los rayos nocivos del sol. Siempre que se sienta inseguro, acerca del estado de su piel, solicite asesoramiento profesional.

    Piel grasa, acnéica o seborrea: se emplea para describir un tipo de piel con una excesiva producción de sebo. Suele tener una apariencia general brillosa o una textura áspera con espinillas y poros agrandados. El residuo graso aparece principalmente en el mentón, la nariz, el surco nasal-labial y la frente, que comúnmente se denomina zona T. Este tipo de piel suele presentar mayor espesor, glándulas sebáceas con sobreproducción de sebo y orificios pilosos dilatados, de la piel grasa. Cierto número de situaciones desencadenan la hiperproducción de sebo tales como, genética, cambios y desequilibrios hormonales, medicación, estrés y cosméticos comedogénicos (productos para maquillajes que causan irritación). Cualquier combinación de condiciones puede causarlos, como una limpieza inadecuada un desequilibrio hormonal, problemas nerviosos, una mala alimentación y hasta el clima húmedo.

    En una persona joven, la piel grasa, es más propensa al acné, pero la causa del acné o los puntos blancos no se atribuye únicamente a la piel grasa.

    Un buen programa de tratamiento es muy importante para este tipo de piel. Debe mantenerse en una condición ácida equilibrada (pH entre 4.5 - 5.5). Ya que ayuda a inhibir la invasión de bacterias patógenas que pueden contribuir a una infección cutánea. Además, mantiene la piel en su entorno natural y, por lo tanto, causa menos irritación que las condiciones alcalinas.

    Piel normal: es poco común y es una piel muy hermosa. Es fácilmente reconocible dado que tiene un color fresco y saludable, una textura firme, húmeda y lisa, no tiene espinillas ni manchas y no parece grasa. Este tipo de piel requiere una rutina de cuidados simple pero constante para mantener dicha condición. En el caso de la piel normal, el objetivo es mantener su condición de ácido equilibrado natural.

    Piel mixta: es el tipo de piel, más común. Se puede encontrar en la piel de casi todas las edades y es reconocible por la zona T (frente-nariz-mentón), brillosa y al mismo tiempo, la presencia de sequedad evidente en las áreas de las mejillas, la línea de la mandíbula y la línea de crecimiento a menudo pueden observarse espinillas y poros agrandados en la nariz y el mentón.

    La piel mixta, requiere el régimen de cuidado de la piel más especializado dado que estás tratando dos tipos de piel totalmente diferentes al mismo tiempo grasa y seca. La meta por alcanzar con este tipo de piel es estabilizar las áreas grasas y lubricar las áreas secas. El estado de la piel, puede variar durante el curso de la vida (envejecimiento natural).

    Entre los factores que contribuyen a este envejecimiento se encuentran los factores internos y externos, que determinan el estado de la piel, se destacan los siguientes: clima, contaminación ambiental, medicación, estrés, factores hereditarios que influyen sobre los niveles de sebo, sudor y factores hidratantes naturales que produce la piel, así como los productos que utilizas y las opciones para el cuidado y protección de la piel que se estén aplicando.

    Los productos para el cuidado de la piel deben seleccionarse, para que se adapten al tipo de piel y afronten el estado de la misma con el factor de protección solar (FPS), apropiado para cada tipo de piel.

    Identificación de los diferentes tipos de piel grasa: poros agrandados, claramente visibles. Brillantez. Piel engrosada y pálida los vasos sanguíneos pueden no ser visibles. La piel grasa es propensa a comedones (de cabeza negra y blanca) y a formas diversas de acné. En el acné leve aparece un número significativo de comedones en la cara y también frecuentemente en el cuello, los hombres, la espalda y el pecho. En casos moderados y graves aparecen pápulas (protuberancias de tamaño medio con un punto blanco o amarillo perceptible en el centro) y la piel llega a enrojecerse e inflamarse.

    Cuidados de la piel grasa: la limpieza de la piel grasa es vital para combatir el exceso de sebo, para ello deben usarse geles no oleosos (que no contengan aceites), purificantes y que no sean excesivamente alcalinos, ya que podrían estimular el crecimiento microbiano. Lo mejor es lavar la piel con agua templada. La limpieza del cutis graso, debe realizarse, como mínimo, dos veces al día: por la mañana y por la noche tras la limpieza la piel será más receptiva a los tratamientos posteriores.

    Para limpiar bien los poros y eliminar impurezas y puntos negros, es importante usar cosméticos que además de limpiar la piel en profundidad luchen contra el origen bacteriano, para evitar infecciones. Un tónico facial ayudará a eliminar el exceso de gasa y a preparar la piel para la hidratación.

    Dos veces en semana se puede exfoliar la piel para limpiar mejor los poros y eliminar las toxinas que se acumulan en su interior, para ello existen exfoliantes físicos (con función de arrastre al tacto con la piel) o exfoliantes químicos, que contienen principios que ayudan a eliminar la capa de células muertas de la piel más superficial. También hay mascarillas que ayudan a eliminar el exceso de sebo como la arcilla verde.

    Piel grasa: también puede estar deshidratada, por eso no debemos olvidar este paso. La no hidratación de la piel puede estimular la sobreproducción sebácea, lo que sería contraproducente. Por ello, lo mejor es optar por hidratantes especiales para el cutis graso, cremas sin aceites y emulsiones reguladoras de la producción sebácea.

    Piel mixta: la piel mixta, es la más complicada de cuidar debido a que presenta zonas grasas y zonas normales o secas en la piel facial. La zona grasa se hace presente en la llamada zona T, recorriendo la frente, la nariz y la barbilla y en las mejillas son normales o secas. La llamada zona T, puede diferir considerablemente desde una zona muy delgada, hasta una zona extendida. En esta zona es donde más se notan los signos típicos de una piel grasa: aspecto brillante en la zona T (frente, nariz y mentón), poros dilatados, sebo, puntos negros, etc. (farmacia de casa, conoce tu tipo de piel. Piel mixta-tendencias).

    Característica de la piel mixta: zona T grasa (frente, nariz y mentón). Poros agrandados en esta zona, tal vez con algunas impurezas. Mejillas entre normales y secas.

    Causas de la piel mixta: las partes más grasas de la piel mixta se deben a una hiperproducción de sebo. Las partes más secas de la piel mixta, se deben a una falta de sebo y al correspondiente déficit de lípidos.

    Piel normal: normal, es un término de amplio uso para referirse a una piel con un buen equilibrio. El término científico para piel con buen equilibrio es el de eudermica. La zona T (la frente, la nariz y la barbilla), puede ser un poco grasa, pero en general el sebo y la hidratación están en equilibrio y la piel no es demasiada gasa, ni demasiada seca.

    Identificación de la piel normal: poros finos, buena circulación sanguínea, textura aterciopelada suave y lisa transparencia uniforme de color rosado y fresco. Ausencia de impurezas y no es propensa a la sensibilidad.

    Cuidados generales que debemos observar: establecer una buena pauta de cuidado cutáneo. Evitar los factores contribuyentes de la sequedad inducida. Deben evitarse los climas y temperaturas extremas. Evitar las influencias de limpiadores químicos. Cuidado de la piel. Restablecer la salud de la piel.

    Establecer una buena pauta de cuidado cutáneo: cualquier tipo de piel seca, necesita una pauta de cuidado cutáneo, minuciosa, con objeto de mejorar su apariencia y percepción. La piel seca puede reaccionar con mucha mayor sensibilidad al jabón y a las soluciones alcalinas, como las que se hallan en numerosos agentes limpiadores. En consecuencia, la limpieza debe efectuarse con un producto que sea suave y no prive de humedad a la piel, con fórmulas que no contengan perfumes ni colorantes. Puede ser útil usar productos para el cuidado cutáneo, que contengan los siguientes componentes activos (urea, ácido hialurónico, ceramidas-3), los que son especialmente más eficaces para afrontar la sequedad inducida por la edad.

    Evitar los factores contribuyentes de la sequedad inducida: piel facial seca y muy seca, es importante evitar todo aquello que seque la piel adicionalmente. Hay también consejos sobre el estilo de vida que pueden contribuir a retrasar el inicio de la sequedad inducida por la edad.

    Evitar las influencias de limpiadores químicos: como productos limpiadores demasiados agresivos o lavarse la cara con agua demasiado caliente, dado que pueden hacer que la piel se reseque adicionalmente. Esto sucede cuando se eliminan los factores de hidratación natural (FHN), de la piel dejándola vulnerable y propensa a la pérdida de humedad.

    La nutrición puede contribuir a retrasar el proceso. Siguiendo una dieta rica en antioxidantes puede minimizar el efecto del oxidativo.

    Cuidado de la piel: en nuestra vida todos reconocemos las razones estéticas y únicas para el cuidado de la piel. El cuidado adecuado de la piel es una combinación de esfuerzos orientados hacia un buen programa de mantenimiento personal en el hogar, una alimentación bien equilibrada, la ingesta apropiada de agua exposición limitada al sol ejercicio. Descanso tratamientos profesionales para el cuidado de la piel y el uso de productos adecuados.

    Para mantener la piel en buenas condiciones requiere al menos tres pasos a seguir:

    Limpiar bien con un producto que no elimine los acondicionadores naturales de la piel. Se debe limpiar bien la piel diariamente con un poderoso producto limpiador apropiado. No se recomienda el uso de jabones comunes para la limpieza, dado que generalmente son alcalinos y pueden eliminar el manto ácido protector de la piel.

    Tonificar la piel con un astringente o refrescante: el uso de astringentes, tónicos o refrescantes (a veces denominados lociones tónicas o refinadores de la piel) y al mismo tiempo, le devuelven su pH normal.

    Hidratar la piel para compensar las pérdidas inevitables de humedad que ocurren debido al envejecimiento y la exposición al medio ambiente. El último paso es la humectación, que ayude a mantener la piel lisa.

    Para restablecer la salud de la piel, que compense las pérdidas inevitables de humedad que ocurren debido al envejecimiento y la exposición al ambiente y la alimentación. El primer paso siempre es una limpieza facial. El cambio de hábitos a la hora de la limpieza puede ser de gran ayuda, por lo que se recomienda intentar lo siguiente:

    Aplicar en cada cambio de estación, una exfoliación casera o crema de ácido salicílico (que desprenda la capa superior de la piel), si se hubiese formado escamas. Reactivando así, también la circulación con mascarillas humectantes y masajes.

    Evitar el uso de, detergentes y perfumes fuertes, que tienden a secar la piel. Utilizar agua tibia (no caliente). Disminuir el tiempo de las duchas.

    La piel se debe secar completamente, pero en forma suave. No frotando. Los humectantes son productos que funcionan de distintas maneras. Algunos productos, llamados humectantes atraen la humedad. Otros productos crean una barrera. Que ayudan a mantener la humedad.

    Es importante recordar que la piel grasa necesita humectación (hidratación), tanto como la piel seca. La grasa excesiva de la piel, no reemplaza la pérdida de humedad. De hecho, la humectación adecuada puede reducir la aparición de grasa, dado que contribuye a un mayor equilibrio de grasa y humedad en la piel. Además de los tres pasos para mantener la piel en buenas condiciones antes mencionados anteriormente, se hace necesario en su tratamiento facial, incluir mascarillas faciales y los masajes faciales.

    Limpiar bien la piel con un gel facial: antes de usar cualquier producto, es fundamental lavar la cara con abundante agua tibia y un gel limpiador adaptado al tipo de piel. De esta forma, el cutis quedará libre de impurezas y residuos que puedan perjudicar la efectividad de los productos caseros que, a continuación, utilizarás en el tratamiento de limpieza de cutis casera.

    En el caso de que no sepas muy bien qué gel limpiador es el que deberías usar para las necesidades de la piel, toma los siguientes consejos: a la hora de elegir el mejor gel limpiador facial es fundamental analizar el tipo de piel que va a recibir este producto. No todos los geles limpiadores faciales están formulados para todos los tipos de piel.

    Las pieles secas: necesitarán un gel más hidratante que las pieles grasas las cuales deberán optar por un limpiador que elimine el exceso de sebo y lo regule de forma adecuada.

    Las pieles sensibles: en este caso, deberán prestar atención a los ingredientes, optando siempre por los más naturales y respetuosos con la piel, ya que además de ser más beneficiosos evitarán el riesgo de imitaciones. Es importante, además, evitar aquellos geles que contengan alcohol o fragancias y optar por los que tengan un pH neutro. El tipo de gel limpiador, es necesario tener en cuenta: por un lado, los geles limpiadores faciales en formato de gel con una base acuosa que ayuda a reducir el exceso de sebo, ideales para pieles grasas o mixtas. Por otro lado, están las cremas limpiadoras, con una textura más untuosa que aportan un extra de hidratación, siendo las más adecuadas para las pieles secas. Finalmente, otro de los formatos más demandados son los que contienen agua micelar, especialmente conocida por ser un potente limpiador que atrae las impurezas de forma muy efectiva sin que sea necesario aclarar posteriormente.

    Gel de noche: la piel grasa, es considerada una bendición y una maldición para quienes la tienen. Este tipo de piel, envejece más lentamente que otros tipos de piel, pero tiende a contraer acné y tiene más imperfecciones que la piel seca. Si tiene piel grasa y es propenso a brotes de acné varios remedios naturales pueden controlar la aparición de brotes y regular la producción de grasa de la piel. Lo mejor es un gel suave de hierbas aplicado en la noche, que facilita la función normal de la piel y restaura el equilibrio en el nivel de pH. Este gel, acompañado de un adecuado cuidado de la piel, protegerá su cutis y realzará la belleza natural.

    Aplicación: limpie a fondo y seque su rostro y cuello. Ponga una cantidad de gel del tamaño de una avellana en la mano y aplique suavemente sobre su piel. Espere 5 minutos, para que el gel penetre antes de aplicar otros productos. Úselo en la noche cuando la piel está relajada, protegida de contaminantes y sin maquillajes.

    Gel de noche (para piel grasa).

    Ingredientes:

    2 cucharaditas de aceite de hierba del asno (onagra).

    2 cucharadas de gel de áloe.

    1 cucharada de hamamelis.

    4 gotas de aceite esencial de limón.

    4 gotas de aceite esencial de eucalipto.

    Gel de noche (para el acné).

    Ingredientes:

    2 cucharaditas de aceite de hierba de asno (onagra).

    2 cucharadas de gel de áloe.

    1 cucharadita de hamamelis.

    4 gotas de aceite esencial de tomillo.

    4 gotas de aceite esencial de alhucema.

    Preparación: siga estas instrucciones para los dos geles:

    Ponga todos los ingredientes en una botella de 2 oz. De cristal oscuro, tape y agite. Si usa gel de áloe de una planta, puede refrigerarlo hasta 1 semana, después de este período desecharlo. Si el gel de áloe es comprado, podrá conservarlo en un lugar seco y fresco hasta 6 meses.

    Cuidado de la piel: el acné también es causado por fluctuaciones hormonales, estrés y algunos medicamentos, alergias por alimentos y una dieta alta en grasas, fíjese si sus brotes se deben a algunos de estos factores y use el gel de noche para aliviar rápidamente el acné.

    Para evitar que empeore el problema de sus espinillas, mantenga las manos escrupulosamente limpias y alejadas de la cara.

    Resista la tentación de explotar o tocar el acné, pues puede extender el brote y causar cicatrices y marcas permanentes. Otras medidas básicas son mantener el cabello limpio y apartado de la cara y desinfectar a diario el teléfono para eliminar bacterias que puedan provocar infecciones de acné en el área de la mandíbula.

    Muchos productos comerciales para el cuidado de pieles grasas contienen alcohol isopropílico, peróxido de benzoilo y acetona, que quitan en exceso la grasa superficial de la piel. Además, estos productos pueden deshidratar la piel, lo que provoca que esta produzca mucha más grasa para compensar el déficit.

    Hamamelis para imperfecciones: las espinillas y otras imperfecciones pueden indicar hiperactividad u obstrucción de las glándulas sebáceas. Un brote puede ser incómodo y tardar en sanar. La tintura de hamamelis tiene un suave efecto antiinflamatorio y analgésico que ayude a refrescar la piel, reduce el exceso de grasa y cierra los poros diariamente aplique un algodón humedecido en la tintura de hamamelis.

    Aceites esenciales para el acné: los aceites esenciales de tomillo, limón y milenrama son: germicidas, antiinflamatorios y tienen un efecto sanador sobre el acné. Mezcle 10 gotas de cada uno con 8 oz de hamamelis. Empape con la mezcla una bola de algodón y aplíquela en el rostro, cuello, pecho y espalda 3 veces al día para desinfectar la piel y eliminar la grasa. Ponga en un frasco oscuro y agite antes de usar.

    Aceite de hierba del asno contra la inflamación: la piel con imperfecciones puede padecer una carencia de ácido gamma linoleico. Esto hace que los poros tiendan a obstruirse. El aceite de hierba de asno, es rico en ácido gamma linoleico y tiene un efecto antiinflamatorio sobre la piel. Ingerido o usado externamente, reduce la inflamación del acné y estimula la piel para que se mantenga hidratada y suave.

    Sol para las imperfecciones: tomar sol sin protección (sin filtro solar), puede sanar las imperfecciones y estimular la producción de vitamina en la piel. Sin embargo, no lo haga más de 24 veces por semanas y no más de 15 minutos. Tome el sol antes de las 10:30 a.m. En la mañana o después de las 4:00 p.m. En la tarde, cuando los rayos no son tan fuertes. Una excesiva exposición al sol, puede causar daños en la piel a largo plazo y provocar cáncer.

    Crema para los ojos: no existe una fórmula mágica para la eterna juventud, aunque el hombre la ha buscado por siglos. Sin embargo, se buscan nuevos productos que combatan los signos de edad y las arrugas. Los primeros signos de envejecimiento suelen notarse más en el área de los ojos la piel allí es muy delgada, tiene muy pocas glándulas sebáceas y sudoríparas y tiende a envejecer rápidamente. Las cremas y aceites para los ojos pueden ayudar, pero a menudo contienen ingredientes que hacen parecer que las arrugas han sido eliminadas. Sin embargo, al retirar las cremas las arrugas se marcan más. Para evitar aditivos dañinos, use cremas caseras con aceites de plantas. Estas cremas pueden ayudar a las funciones naturales de la piel y a regenerar células.

    Aplicación: ponga una pequeña cantidad de crema para los ojos en la punta de los dedos. Comience en el ángulo interno de los párpados superiores y extienda suavemente hacia afuera. Luego aplique la crema bajo los ojos, desde el ángulo externo hacia adentro. Haga movimientos circulares alrededor de los ojos por 10 minutos; limpie el exceso. Aplique en la mañana y en la noche antes del humectante.

    Crema para los ojos

    Ingredientes:

    3 cucharaditas de aceite de jojoba: este aceite de pureza superior y no graso penetra fácilmente y protege las capas de la piel. El aceite de jojoba es un antioxidante natural y también actúa como bloqueador solar con un FPS de 16. La vitamina E y los minerales del aceite, hacen que la piel se sienta suave y húmeda.

    3 cucharaditas de aceite de semillas de albaricoque: el aceite de semillas de albaricoque, también penetra fácilmente en la sensible y delicada piel alrededor de los ojos. El aceite proveniente del primer prensado de las semillas es el más valioso, ya que contiene vitaminas y minerales beneficiosos para la piel sensible ye inflamada. Nutre la piel y la protege del frío y la resequedad, por lo que ayuda a mantenerla flexible y sin arrugas.

    1 cucharadita de cera de abeja: la cera pura de abejas, se obtiene al limpiar el panal vacío. Esta retiene el color amarillo oscuro original y actúa como emulsificador, dando consistencia a las cremas caseras para los ojos. Al mismo tiempo, la cera protege la piel alrededor de los ojos, puesto que sella la humedad beneficiosa e impide que se evapore.

    5 cucharaditas de agua de rosas.

    1/4 cucharadita de bórax,

    5 gotas de aceite esencial de semillas de zanahoria.

    Preparación:

    Ponga en una olla pequeña el aceite de jojoba, de semillas de albaricoque y la cera de abejas. Caliente la mezcla a fuego muy bajo (sin hervir).

    Retire del fuego y revuelva la mezcla.

    En otra olla pequeña, caliente el agua de rosas a temperatura muy baja y agregue el bórax se disuelva y retire del fuego.

    Coloque la olla con los aceites y la cera en un baño de hielo. Revuelva rápidamente la cera y los aceites mientras los vierte en la mezcla de agua de rosas y bórax. La crema debe endurecerse.

    Cuando la crema esté fría, mezcle con el aceite esencial de semillas de zanahoria.

    Ponga el producto final en un frasco para cremas o cosméticos de 2 oz. Esta crema se conservará 1 mes a temperatura ambiente fría o 2 meses si se refrigera. (Guía completa de la medicina natural).

    Relajación de los ojos: si realiza un trabajo donde mira muy de cerca un área limitada, como una pantalla de computadora, dirija la mirada en forma regular hacia la ventana o a una distancia lejana. Usará otros músculos oculares y se minimizará la aparición de arrugas alrededor de los ojos como resultado de la fatiga visual. Para relajar los ojos y reducir los factores que fomentan las arrugas, coloque una compresa fría, una bolsa de té o paño húmedo sobre los ojos.

    Cuidado: cuando aplique crema para los ojos, límpiese las manos o utilice una espátula para sacarla del frasco. La crema contaminada puede hacer el área de los ojos susceptible a bacterias e infecciones.

    Limpiadores naturales caseros para pieles sensibles: agua micelar, aceite de oliva.

    El agua micelar: es ideal para las pieles sensibles, aunque también puede servir para todo tipo de pieles, pues se adapta perfectamente a todas. Se puede utilizar a primera hora para retirar el exceso de sudor de la noche y a última para eliminar toxinas. El agua micelar es un complemento ideal para refrescarnos en cualquier momento. Sus componentes naturales que consiguen no solamente elimina toda la suciedad, sino que hidrata el rostro. Los expertos aconsejan solamente usarla en la mañana, para eliminar todo exceso de sebo. Aunque puedes llevarlo en un bolso y usar en el trabajo, en el gimnasio, para sentir la piel más fresca y relajada e ideal para desmaquillarse y antes de dormir.

    Aceite de oliva: es uno de los mejores productos caseros que existen para obtener una limpieza facial extrema. Además de remover impurezas, dejará la piel mucho más tersa, suave y radiante. Este líquido es un efectivo desmaquillante natural, por lo que también ayudará a eliminar todos los restos de maquillaje acumulados en el rostro.

    Para emplearlo como loción desmaquillante y limpiadora, vierte unas gotas de aceite de oliva en un disco de algodón y pásalo suavemente por todo el rostro. Empieza por la zona de la frente y ve descendiendo hasta llegar al cuello, incide en zonas como las cejas y las aletas de la nariz para retirar toda la suciedad.

    Exfoliantes: para pieles normales y grasas.

    Las personas con piel normal o grasa suelen utilizar exfoliantes faciales para eliminar los problemas de la piel. Aunque los exfoliantes son eficaces para retirar las células secas y muertas de la superficie de la piel manteniendo los poros abiertos, pueden despojar a la piel de su capa humectante protectora si se usan en exceso o contienen abrasivos. Puede preparar un exfoliante casero como una alternativa más suave y segura a los productos comerciales, muchos productos comerciales contienen trazos de semillas molidas o de partículas de piedra pómez, que eliminan células muertas, pero que también raspan y dañan la piel. Los ingredientes caseros contienen ingredientes menos fuertes o agresivos tales como avena sal de mar y nueces finamente molidas. Estos limpian la piel suave y eficazmente sin dañarla. Se aconseja no utilizar el exfoliante ya sea casero o comercial más de dos veces por semana, así retirará de la piel los depósitos que dan a la piel un aspecto opaco y sin brillo y evitará que esta se dañe.

    Aplicación: aplique el exfoliante generosamente sobre la piel limpia y húmeda. Haga un suave masaje con movimientos circulares desde la frente hacia abajo, por 1 o 2 minutos. Debido a que las células escamosas también pueden formarse en el cuello y tórax, masajee estas áreas. Enjuague con agua tibia y aplique un tonificador y humectante si es necesario.

    Exfoliantes caseros: elaborados con los productos naturales

    Exfoliante avena (para suavizar y limpiar):

    Ingredientes:

    2 cucharadas de avena molida: la avena desmenuzada y finamente

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