Hemos decidido enviar este comunicado ante la situación de crisis de la
federación, máximo órgano de representación de los estudiantes de la UACh, sugiriendo algunas medidas y propuestas que pongan en discusión la salida estructural que necesitamos para perfilar una organización democrática y que trabaje por la unidad y la participación directa de los estudiantes en la toma de decisiones:
Es necesario retomar la discusión respecto de la realización del PLEBISCITO
REVOCATORIO, pues este mecanismo es, ante todo, una herramienta democrática y democratizadora en la perspectiva de la participación de los estudiantes respecto de lo que sucede. Es una herramienta que para cualquier persona democrática es fundamental, por lo que votar por si este se realiza o no es una condición de valoración entre estudiantes democráticos y no- democráticos, es decir, sería una medición de fuerzas de estos dos sectores. Además, los hechos concretos dieron un empate entre los que apoyaban el plebiscito y lo que no lo apoyaban en el Consejo Superior del 17 de mayo obteniendo cada una 13 votos y dos abstenciones, por lo que se hace necesario, al menos, votar nuevamente y establecer la mayoría simple necesaria para cada una de las opciones (Sí o NO) y no como se hizo pesar -autoritariamente- un 60% de apoyo sólo a la opción SÍ para ser aprobada. POR ESO PROPONEMOS QUE EL PLEBISCITO SE DESARROLLE A PARTIR DE LA VOLUNTAD DE LOS INTEGRANTES DE FEDERACIÓN PARA QUE LOS ESTUDIANTES EVALÚEN SU GESTIÓN.
Por otro lado, se hace necesario reestructurar la actual mesa ejecutiva de
federación y la interrelación entre quienes toman las decisiones (asambleas de carrera) y la mesa ejecutiva, siendo este tema lo central de la discusión actual y no si existe una "directiva del Consejo Superior" lo que no es más que una mayor burocratización de la actual organización estudiantil, esto, a nuestro juicio es una medida que intenta salvaguardar y desviar la atención de la ilegitimidad y juicio en la que se encuentran los integrantes de la mesa ejecutiva de la federación. HACEMOS NUESTRA Y LEVANTAMOS LA PROPUESTA DE FORMAR UNA FEDERACIÓN CON PARTICIPACIÓN PLENA DE VOCEROS O DELEGADOS POR FACULTAD ANTE LA MESA EJECUTIVA, QUE ESTOS SEAN MIEMBROS DE LA MESA EJECUTIVA CON PLENOS DERECHOS, POR LO QUE LA MESA NO PUEDE SESIONAR SI NO EXISTE UN QUORUM PARA ELLO (cuestión que debiese definirse en el Congreso Refundacional).
Por último, se hace necesario desarrollar el Congreso Refundacional tanto como
proceso único de todos/as los/as estudiantes como por carreras y facultades, superando los actuales estatutos que se han estado tratando de legitimar en las discusiones, pero que en los hechos resultan anacrónicos y poco democráticos frente a los sucesos actuales. Necesitamos una federación con participación directa en la toma de decisiones por parte de los estudiantes, pluralista y que actúe en función de las necesidades reales de los estudiantes y jóvenes, considerando a los que quedan fuera del sistema educacional que son los que sienten el peso de las desigualdades y la discriminación.
Hacemos un llamado a los Centros de Estudiantes y Estudiantes en general a
poder debatir abiertamente sobre los temas urgentes de orgánica estudiantil, de forma que nos permita superar las condiciones actuales reconociendo el problema y las contradicciones en la estructura actual.
Hacemos un llamado especialmente a las carreras que votaron por el Plebiscito a
que este sea nuevamente discutido y aprobado como mecanismo democrático y válido para evaluar la gestión de la mesa actual. De igual forma, el CEB emprenderá un Plebiscito que recoja la opinión y voluntad del estudiantado respecto de la mesa ejecutiva de no realizarse el Plebiscito Revocatorio, estableciendo como quórum -para dar por supuesto la ilegitimidad de la mesa- la cantidad total de votantes de las pasadas elecciones, esto es, alrededor de 2.400 votos, recordando que la lista de Cristán Aguilar fue electa con poco más de 700 votos, una minoría respecto del universo total de estudiantes de la universidad. A partir de ello, instamos y proponemos auto convocarnos para desarrollar las tareas que no asumen quienes están del lado opuesto de la democratización de nuestra organización.