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EL CÁNCER

ÍNDICE

1. ¿QUÉ ES EL CÁNCER?

2. ORIGEN DE LA ENFERMEDAD

a. POSIBLES CAUSAS

b. FASES DE LA ENFERMEDAD

3. ¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?

a. PRUEBAS ANALÍTICAS

b. PRUEBAS DE IMAGEN

c. ANÁLISIS MISCROSCÓPICO DE LOS TEJIDOS

4. ¿CÓMO SE TRATA?

5. TIPOS DE CÁNCER

a. CÁNCER COLONRRECTAL

b. CÁNCER GÁSTRICO

c. CÁNCER DE HÍGADO

d. CÁNCER DE MAMA

e. CÁNCER DE OVARIO

f. CÁNCER DE PRÓSTATA

g. CÁNCER DE PULMÓN

h. CÁNCER DE RIÑÓN

i. CÁNCER DE ÚTERO

j. CÁNCER DE PIEL

6. NOTICIAS
1. ¿Qué es el cáncer?
La palabra cáncer es un término muy amplio que abarca más de 200 tipos de
enfermedades (tumores malignos). Cada uno de ellos posee unas características
particulares, que en algunos casos son completamente diferentes al resto de los otros
cánceres, pudiendo considerarse enfermedades independientes, con sus causas, su
evolución y su tratamiento específico.

Las características de las células de un tumor maligno son:

1. Displasia: los mecanismos reguladores que mantienen el equilibrio de las células son
incapaces de controlar su división, produciendo un cúmulo de células. Normalmente da
lugar a un bulto o tumor.
2. Neoplasia: las células presentan variaciones en su forma, tamaño y función. Estas
células dejan de actuar como deben y adquieren nuevas propiedades que configuran el
carácter maligno (cáncer).
3. Capacidad de invasión: el cáncer puede extenderse por el organismo, utilizando
para ello diferentes vías. Las más comunes son:
• La propagación local. Las células tumorales invaden los tejidos vecinos,
infiltrándose en ellos.
• La propagación a distancia. Ocurre cuando algún grupo de células malignas se
desprende del tumor original donde se generó para trasladarse a otros lugares del
organismo. Fundamentalmente, se propagan por los vasos sanguíneos y
linfáticos, para después desarrollar tumores malignos secundarios.

2. Origen de la
enfermedad
El cáncer se origina cuando las células normales se transforman en
cancerígenas, es decir, adquieren la capacidad de multiplicarse
descontroladamente e invadir tejidos y otros órganos. Este proceso se
denomina carcinogénesis.

La carcinogénesis dura años y pasa por diferentes fases. Las sustancias


responsables de producir esta transformación se llaman agentes
carcinógenos. Un ejemplo de ellos son las radiaciones ultravioleta del
sol, el asbesto o el virus del papiloma humano.

La primera fase comienza cuando estos agentes actúan sobre la célula


alterando su material genético (mutación). Una primera mutación no
es suficiente para que se genere un cáncer, pero es el inicio del
proceso. La condición indispensable es que la célula alterada sea
capaz de dividirse. Como resultado, las células dañadas comienzan a
multiplicarse a una velocidad ligeramente superior a la normal,
transmitiendo a sus descendientes la mutación. A esto se le llama fase
de iniciación tumoral y las células involucradas en esta fase se
llaman células iniciadas. La alteración producida es irreversible, pero
insuficiente para desarrollar el cáncer.

Si sobre las células iniciadas actúan de nuevo y de forma repetida, los


agentes carcinógenos, la multiplicación celular comienza a ser más
rápida y la probabilidad de que se produzcan nuevas mutaciones
aumenta. A esto se le llama fase de promoción y las células
involucradas en esta fase se denominan células promocionadas.
Actualmente conocemos muchos factores que actúan sobre esta fase,
como el tabaco, la alimentación inadecuada, el alcohol, etc…

Por último, las células iniciadas y promocionadas sufren nuevas


mutaciones. Cada vez se hacen más anómalas en su crecimiento y
comportamiento. Adquieren la capacidad de invasión, tanto a nivel
local infiltrando los tejidos de alrededor, como a distancia, originando
las metástasis. Es la fase de progresión.

Para que se produzca un cáncer es necesario que de forma


acumulativa y continuada se produzcan alteraciones celulares
durante un largo periodo de tiempo, generalmente años.

Como resultado las células están aumentadas en su número,


presentan alteraciones de forma, tamaño y función y poseen la
capacidad de invadir otras partes del organismo.

2.1. Posibles Causas

Los hábitos de vida son fundamentales a la hora de desarrollar


determinadas enfermedades como la obesidad, las enfermedades
cardiacas y el cáncer. Algunos tipos de cáncer se producen por
cosas que la gente hace:
• Fumar aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer de
pulmón, boca, esófago….
• El consumo excesivo de alcohol también aumenta la
probabilidad de que se produzca un cáncer de hígado,
estómago…
El 75-80% de los cánceres se deben a la acción de agentes externos
que actúan sobre el organismo, causando alteraciones en las células.
Por el hecho de ser externos, son modificables. La persona puede
modificar sus hábitos, de forma que impide que el organismo entre
en contacto con estos agentes, como por ejemplo, evitando el
consumo de tabaco, reduciendo las dosis de alcohol, haciendo
ejercicio…

En el otro 20-25% de los casos, no se conocen con exactitud los


mecanismos por los que se produce y desarrolla el cáncer. Se piensa
que puede ser debido a mutaciones espontáneas de los genes o por la
acción de algún factor externo que aún no se ha identificado.
Actualmente es uno de los principales temas de investigación.

A los agentes externos se les denomina factores de riesgo o agentes


carcinógenos. Son las sustancias, que en contacto con un organismo
son capaces de generar en él enfermedades cancerosas. Su naturaleza
es variada, habiéndose encontrado factores físicos, químicos y
biológicos.

Para que el cáncer se origine debe producirse de cuatro a seis


mutaciones o alteraciones genéticas celulares, por lo que todo apunta
a que los factores de riesgo deben estar en contacto con el organismo
durante un considerable periodo de tiempo (años). Esto también
explicaría que el riesgo de padecimiento de un cáncer aumente con
los años.

En algunos casos, muy pocos (5 - 7%), las personas presentan una


predisposición genética al desarrollo de ciertos cánceres. Esto ocurre
porque se heredan genes ya alterados. El resultado es que en estas
personas la probabilidad de padecer cáncer aumenta y el tiempo
necesario para su aparición es menor que cuando no existe esta
predisposición.

La mayoría de los carcinógenos químicos están relacionados con


actividades industriales, por lo que gran parte de los cánceres
producidos por ellos, se dan en los países desarrollados. De los 7
millones de compuestos químicos conocidos, en unos 2000 se ha
descrito algún tipo de actividad carcinogénica y muy pocos están en
contacto directa o indirectamente con el ser humano. Además,
independientemente de su composición, la capacidad de que una
sustancia produzca cáncer va a depender de la cantidad de dosis
recibida y del tiempo de exposición a la sustancia. El amianto,
arsénico, benceno, cadmio, mercurio, níquel, plomo, hidrocarburos
clorados, naftilamina, son algunos de los agentes con actividad
carcinogénica más usuales.

Entre los agentes físicos destacan las radiaciones ionizantes (Rayos


X), las radiaciones no ionizantes (rayos ultravioleta del sol), y las
radiaciones que emite la propia corteza terrestre (radón) . Otra fuente
de agentes físicos cancerígenos es la provocada por accidentes
nucleares como es el caso de las fugas producidas en centrales
nucleares.

En los últimos, años los agentes biológicos están tomando cada vez
más protagonismo en la carcinogénesis humana. Hoy día sabemos
que el 18% de los cánceres son atribuibles a infecciones persistentes
provocadas por virus, bacterias o parásitos, entre los que destacan el
virus del papiloma humano (cáncer de cuello uterino), el virus de la
hepatitis B (cáncer de hígado), el helicobacter pylori (cáncer de
estómago).

TIPO DEAGENTE
¿CÓMO PREVENIRLO?
CÁNCER CARCINÓGENO
Tomar adecuadamente el
Cáncer de piel Radiaciones ultravioleta
sol
Cáncer de
pulmón, deCromo, níquel, cobalto,Seguir medidas de
riñón, asbesto, plomo,seguridad en el trabajo
mesotelioma, dearsénico (CEEC)
hígado, de piel
Hidrocarburos
Evitar el consumo de tabaco
Cáncer dearomáticos policíclicos
y seguir medidas de
pulmón y(humo de tabaco,
seguridad en el trabajo
testículo hollín, alquitrán,
(tabaco)
petróleo…)
Cáncer de Evitar el cosumo excesivo
hígado, Nitrosaminas de ahumados y embutidos
estómago (alimentación)
Cáncer de cuello Consultar con el ginecólogo
Papiloma virus -VPH-
uterino (diagnóstico precoz)
Cumplir el calendario de
vacunación y para
población de riesgo,
Cáncer deVirus de la hepatitis B
utilización de jeringuillas
hígado -VHB-
desechables y preservativo
en las relaciones sexuales
(CEEC)
Cáncer deHelicobacter pyloriTratamiento antibiótico
estómago (bacteria) (CEEC)

2.2. Fases de la enfermedad


El proceso que va desde que se producen las primeras mutaciones de las células hasta que la
enfermedad llega a su etapa final se llama historia natural. La duración de este proceso en
adultos depende del tipo de cáncer y oscila entre meses y décadas.

En el caso de los niños, todo este proceso se produce con mucha mayor rapidez, pudiendo
incluso durar sólo unos meses. Esto es debido a que las células que constituyen los tumores en
la infancia son células más inmaduras, que se dividen y multiplican con mayor rapidez que las
que constituyen los cánceres del adulto, por lo que el desarrollo y evolución de los tumores en
niños se produce en un periodo de tiempo menor.

Lo primero que ocurre son los cambios celulares que dotan a las células de las características de
malignidad, es decir, de multiplicación descontrolada y capacidad de invasión. Es la etapa más
larga de la enfermedad y se denomina fase de inducción. En ningún caso es diagnosticable ni
produce sintomatología. Esta fase puede durar hasta 30 años.

La segunda etapa se denomina fase “in situ”. Se caracteriza por la existencia de la lesión
cancerosa microscópica localizada en el tejido donde se ha originado. En los adultos suele durar
entre 5 y 10 años dependiendo del tipo de cáncer. En ella, tampoco aparecen síntomas o
molestias en el paciente. En determinados casos como en el cáncer de mama, cuello uterino o
colon, la enfermedad se puede diagnosticar en esta fase mediante técnicas que permiten su
detección precoz.

Posteriormente, la lesión comienza a extenderse fuera de su localización de origen e invade


tejidos u órganos adyacentes. Estamos ante la fase de invasión local. En la edad adulta dura
entre 1 y 5 años. La aparición de síntomas de la enfermedad depende del tipo de cáncer, de su
crecimiento y de su localización.

Por último, la enfermedad se disemina fuera de su lugar de origen, apareciendo lesiones


tumorales a distancia denominadas metástasis. Es la etapa de invasión a distancia. La
sintomatología que presenta el paciente suele ser compleja. Depende del tipo de tumor, de la
localización y extensión de las metástasis.

3. ¿Cómo se diagnostica?

El cáncer es una enfermedad más a la hora


de realizar su diagnóstico. Se utilizan las
mismas pruebas que para diagnosticar otras
enfermedades.

Cuando un paciente acude a consulta por


alguna molestia o síntoma, el médico antes de
realizar cualquier prueba, elabora una historia
clínica. Esta incluye los antecedentes
familiares y personales del paciente y sus
hábitos de vida.

La historia clínica, junto con la exploración


física, permiten obtener una serie datos que
hagan sospechar la existencia de un cáncer o
de cualquier otro problema de salud.

En función del resultado de la exploración y


según los posibles diagnósticos, el médico
propondrá -si fuera necesario- la realización
de una serie de pruebas.

El objetivo es obtener la información


necesaria para diagnosticar el problema de
salud, y confirmar que produce los síntomas
por los que el paciente acude a consulta.

No siempre es posible diagnosticar


precozmente un cáncer debido a:
• Durante las primeras fases, el cáncer
no se manifiesta, no da síntomas
(asintomático)
• No en todos los tumores puede
realizarse pruebas en la población
sana que diagnostiquen lesiones
premalignas.

Los métodos diagnósticos se pueden


clasificar en diferentes grupos, según las
técnicas en que se basan:

3.1. Pruebas analíticas

• Análisis de sangre. La sangre es un fluido que recorre nuestro cuerpo y en el que se


encuentran -además de distintos tipos de células- multitud de sustancias producidas por
los distintos órganos. Para la gran mayoría de estas sustancias se conocen unos valores
normales, que son los que aparecen en la sangre de cualquier individuo sano. Cuando, en
un análisis de sangre, aparecen valores anormales, tanto por exceso como por defecto, es
un claro indicio de que algo no está funcionado correctamente.
Otras pruebas son:

• Análisis de orina
• Análisis del líquido cefalorraquídeo (líquido que baña las estructuras nerviosas)

• Análisis del líquido pleural (líquido contenido entre las dos capas de la pleura
(membrana que envuelve los pulmones))
• Análisis de heces

• Análisis del exudado nasofaríngeo (mucosidad existente en la parte posterior de las


fosas nasales)

3.2. Pruebas de imagen

La radiografía (RX): es la prueba más conocida. Se realiza mediante un aparato


emisor de rayos X. Estos atraviesan los diferentes órganos y partes del cuerpo
que se quieren valorar. Los rayos X se absorben en diferentes grados
dependiendo de las estructuras que atraviesan. Las radiaciones que han
atravesado el organismo, impresionan una placa dando lugar a una radiografía.

• Tomografía Computerizada (TC o escaner): utiliza la misma técnica de las


radiografías para obtener imágenes de gran precisión y resolución.

En este caso, la fuente que emite las radiaciones y el detector que permite formar la imagen,
giran alrededor del cuerpo de la persona. Mediante un aparato conectado a un sistema
informático, se obtienen imágenes en forma de cortes transversales de la zona del cuerpo a
estudiar.
• Resonancia Magnética Nuclear (RNM): Se trata de una prueba muy similar al escáner
pero no emplea rayos X. La obtención de las imágenes se consigue empleando campos
magnéticos. Permite ver con mayor claridad, precisión y contraste cualquier alteración
existente, sobre todo en algunos órganos o tejidos de densidad similar (por ejemplo,
tendones y músculos).

Ecografía es una prueba diagnóstica que permite obtener imágenes procedentes


de ecos sonoros. Consta de un emisor de ultrasonidos, que se aplica sobre el
cuerpo, cerca de la zona que se quiere explorar. En función de las diferentes
densidades de los órganos y tejidos que las ondas atraviesan, estas son reflejadas
o absorbidas. Las ondas sonoras reflejadas, son recogidas por un aparato que
las transforma en una imagen que se muestra en un monitor de televisión

• Endoscopia es la introducción en el interior del cuerpo de un tubo largo y flexible con


luz y una pequeña cámara en el extremo. El especialista observa, a través de un monitor
de televisión, todas las zonas por las que pasa este tubo.
3.3. Análisis microscópico de los tejidos

Cuando los resultados de las distintas pruebas analíticas y por imagen indican la existencia de
una lesión sospechosa de malignidad, es necesario confirmar o descartar que se trate de un
cáncer.

Tan importante como conocer el órgano donde está asentado el tumor, es conocer el tipo de
célula que lo forma. Para ello, es necesario tomar una muestra o bien de las células o del tejido.

• Si se toma una muestra de células se denomina citología: se puede obtener por raspado
de la lesión sospechosa, como en el caso de la citología de cérvix o cuello de útero, o
bien obtenerla por medio de la punción de la lesión (PAAF- punción aspiración con
aguja fina de quiste ovárico, por ejemplo).
• Si se toma una muestra de tejido se llama biopsia. Puede quitarse una pequeña parte del
tumor o, si la lesión es muy pequeña o superficial, puede extirparse en su totalidad.

4. ¿Cómo se trata?

El tratamiento del cáncer es multidisciplinar,


es decir, las distintas modalidades
terapéuticas se combinan para proporcionar al
enfermo el plan de tratamiento más
adecuado que permita aumentar las
posibilidades de curación de la enfermedad.

Generalmente en el tratamiento del cáncer se


siguen unos protocolos. Son un conjunto de
normas y pautas (plan de tratamiento) que se
establecen, basándose en la experiencia
científica, para el tratamiento de una
enfermedad.

Estos protocolos, que se emplean de forma


generalizada en todos los hospitales, recogen
las indicaciones o limitaciones del
tratamiento en función de una serie de
factores:

Relacionados con el tumor:


• El tipo de tumor.

• La localización y el tamaño.

• La afectación de los ganglios o de


otros órganos.

Relacionados con el paciente:


• La edad.

• El estado general de salud.

• Otras enfermedades importantes.

• El deseo del propio paciente.

Las principales modalidades de tratamiento son:


Cirugía

La cirugía suele ser el principal tratamiento para determinados tumores. Hace unas
décadas era un tratamiento agresivo, ya que su finalidad era eliminar el tumor con la
mayor cantidad de tejido sano de alrededor para eliminar todas las células tumorales.

En función de sus objetivos puede ser:


• Preventiva : Se emplea para extirpar lesiones que con el tiempo pueden llegar a
ser malignas.
• Diagnóstica: Se extirpa una muestra de tejido para analizarla al microscopio
(biopsia) y descartar o confirmar que la lesión sea un cáncer.
• De estadiaje: Permite conocer la extensión del tumor.

• Curativa: Se extirpa todo el tumor con tejido sano de alrededor. Su intención es


curar el cáncer.
• Paliativa: Se utiliza para tratar alguna complicación del tumor y disminuir los
síntomas que ocasiona.
• Reparadora: Su objetivo es restaurar la apariencia y/o la función de un órgano
tras la realización de la cirugía curativa.

Radioterapia

Aproximadamente, seis de cada diez enfermos de cáncer reciben radioterapia como


parte importante de su tratamiento. Puede administrarse asociada a otras terapias
(cirugía y/o quimioterapia) o como tratamiento único.

En función de cómo se administre la radiación la radioterapia puede ser de dos tipos:


Externa: consiste en la administración de las radiaciones desde el exterior mediante
unos equipos que generan la radiación (aceleradores lineales). En ningún momento
contactan con el paciente. Si pulsa aquí podrá ver unos gráficos animados que explican
el funcionamiento de la radioterapia externa.

Antes de iniciar el tratamiento es preciso realizar una planificación o simulación del


mismo. En ella se determina la zona de tratamiento, la dosis total, el número de sesiones
en las que se reparte dicha dosis y la postura más correcta en la que se situará al
enfermo.

La mayor parte de las veces las sesiones se administran durante cinco días a la semana,
descansando dos. Este descanso, generalmente coincide con el fin de semana.

La administración del tratamiento no es dolorosa. En ningún caso el paciente emite


radiaciones.

Interna: consiste en la administración de la radiación a través de materiales radiactivos


(isótopos) con distintas formas, que se introducen en el organismo muy próximos o en
contacto con el tumor. Para llevar a cabo el implante es preciso administrar algún tipo
de anestesia.

Puede apreciarse una ligera molestia en la zona del implante, aunque, generalmente,
desaparece a los pocos días de finalizar el tratamiento.

Una vez que se extraen los materiales radiactivos el paciente no emite ningún tipo de
radiación.

Los efectos secundarios de la radioterapia son cada vez menos frecuentes y más
tolerables debido, fundamentalmente, a la mejora de las técnicas empleadas.
Dependerán, en gran medida, de la zona donde se administre el tratamiento.

El tratamiento con radioterapia siempre es individualizado. Cada enfermo tendrá su


tratamiento específico, distinto al de otro paciente.
Quimioterapia

Es una de las modalidades terapéuticas más empleada en el tratamiento del cáncer. Su


objetivo es destruir, empleando una gran variedad de fármacos, las células que
componen el tumor con el fin de reducir y/o eliminar la enfermedad.

A los fármacos empleados en este tipo de tratamiento se les denomina fármacos


antineoplásicos o quimioterápicos.

Este tratamiento se administra en forma de ciclos. Un ciclo consiste en la


administración de los fármacos durante uno o varios días, seguido de un tiempo variable
de descanso, que suele oscilar entre una y cuatro semanas.

Dependiendo del tipo de cáncer y de los fármacos que se vayan a emplear, la


quimioterapia puede administrarse en forma de pastillas (por vía oral) o inyectando la
medicación en una vena (intravenosa)

Generalmente, cuando el tratamiento se administra por vía intravenosa, el paciente


acude al hospital de día para su administración. Tras unas horas, éste puede irse a su
domicilio hasta el próximo ciclo, y seguir realizando el mismo tipo de vida que antes de
iniciar la quimioterapia.

La duración total del tratamiento y sus efectos secundarios dependen de una serie de
factores como son el tipo de tumor, la respuesta del tumor al tratamiento y el tipo de
quimioterapia empleada.

Otros tratamientos
• Hormonoterapia: Se emplea en aquellos tumores que crecen por el estímulo de
alguna hormona. A estos cánceres se las denomina hormono-dependientes y los
más representativos son el de mama y el de próstata.
Esta modalidad consiste en el empleo de determinadas hormonas para detener o
disminuir el crecimiento del tumor.
• Inmunoterapia: Es un tratamiento que consiste en utilizar el sistema de defensa
(sistema inmune) para destruir las células tumorales. Esto se consigue bien
estimulando el propio sistema inmune o bien introduciendo en el organismo
sustancias elaboradas en un laboratorio, semejantes a las del sistema inmune,
capaces de controlar la enfermedad.

• Radioterapia intraoperatoria. Consiste en la administración de la radiación


durante la misma cirugía, directamente en la zona del tumor. Se emplea en el
tratamiento de tumores abdominales. Con esta técnica se reduce la dosis de
radiación en los tejidos normales.

• Radioterapia esterotáxica: Consiste en la administración, de forma muy


precisa, de altas dosis de radiación en zonas muy pequeñas. Se suele emplear en
el tratamiento de tumores cerebrales muy pequeños.

• Cirugía con láser: Consiste en la emisión de un rayo de luz muy potente y


focalizado, que permite la destrucción del tumor. Se emplea en el tratamiento de
lesiones premalignas o como tratamiento paliativo en algunos tumores.

• Crioterapia: Consiste en la destrucción del tumor por frío, empleando nitrógeno


líquido. Generalmente se emplea en el tratamiento de lesiones premalignas o en
el tratamiento de algunos tumores en fases muy localizadas.

5. TIPOS DE CANCER
5.1. Cáncer colonrrectal
¿Qué es el cáncer colorrectal?

Nuestro organismo está constituido por órganos y estos a su vez por un conjunto de
células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o
muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos
órganos. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula
cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.

Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.

Si estas células, además de crecer sin control, adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del
organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.

Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el colon o recto,
hablamos de cáncer colorrectal.

La mayoría de los cánceres colorrectales aparecen sobre un pólipo existente en la


mucosa del colon o recto, que por diversas circunstancias evoluciona a tumor maligno.

Este tumor maligno, puede crecer de tres maneras:

Crecimiento local: se produce principalmente al crecer en profundidad invadiendo


todas las capas que forman la pared del tubo digestivo, es decir, crece desde la mucosa
hasta la serosa pasando por la capas submucosa y muscular.
Una vez que el tumor traspasa toda la pared del intestino puede invadir cualquier órgano
contenido en el abdomen. Los tumores rectales, pueden afectar la vejiga, la próstata o la
vagina (dependiendo del sexo), el hueso sacro y la grasa que le rodea.

Diseminación linfática: El colon posee una rica red de vasos linfáticos que permiten el
drenaje de la linfa a múltiples regiones ganglionares. La diseminación por esta vía se
realiza de forma ordenada, afectando primero a los ganglios más próximos y,
posteriormente, a los más alejados.

Diseminación hematógena: Las células tumorales pasan al torrente circulatorio y a


través de la sangre se diseminan preferentemente hacia el hígado, pulmón, hueso y
cerebro.
Síntomas

El cáncer colorrectal produce una serie de síntomas, que pueden variar en función de su
localización dentro del intestino grueso:
• Sangre en las heces: es uno de los síntomas más frecuentes del cáncer
colorrectal. Puede tratarse de sangre roja, más frecuente en tumores de recto,
sigma y colon descendente, o de sangre negra, que se mezcla con las heces
dando lugar a deposiciones de color negro llamadas melenas. Las melenas
aparecen con más frecuencia cuando el tumor está situado en el colon
ascendente.
Tras cierto tiempo de sangrado y cuando la hemorragia no es detectada o no se
acude al médico para su diagnóstico y tratamiento, suele aparecer una anemia
que puede producir, en mayor o menor medida, una serie de síntomas como la
sensación de falta de aire, cansancio, palpitaciones o mareo…
• Cambio en el ritmo de las deposiciones: aparece diarrea o estreñimiento en
personas con ritmo intestinal previo normal, aunque, lo más frecuente es que se
intercalen periodos de estreñimiento con periodos de diarrea.
• Heces más estrechas: generalmente esto se produce porque el tumor está
estrechando el intestino y no permite el paso normal de las heces.
• Tenesmo o sensación de evacuación incompleta: suele aparecer en tumores
localizados en el recto o en el colon izquierdo.
• Dolor abdominal: suele ser un síntoma frecuente, aunque generalmente, se trata
de un dolor inespecífico. Cuando el tumor cierra parcialmente el calibre del tubo
intestinal se produce un cuadro de dolor abdominal tipo cólico. Cuando el cierre
es completo se acompaña de estreñimiento y vómitos.
• El cansancio extremo o la pérdida de peso sin causa aparente: son síntomas
generales e inespecíficos que ocurren con frecuencia en determinadas
enfermedades, entre las que se encuentran los tumores.
5.2. Cáncer gástrico
¿Qué es el cáncer gástrico?

Nuestro organismo está constituido por un conjunto de células, que se dividen de forma
regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o muertas y mantener así la
integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos. Este proceso está
regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a
dividirse y cuándo permanecer estable.

Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.

Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor (infiltración), y de trasladarse y proliferar en otras partes del
organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.
Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el estómago
hablamos de cáncer gástrico o cáncer de estómago.

Este tumor maligno, puede crecer de cuatro maneras:

Crecimiento local: el crecimiento local se puede producir de dos maneras bien por
contigüidad dentro del estómago hacia el esófago y hacia el duodeno o en profundidad.
Una vez que ha atravesado todo el espesor de la pared del estómago, el tumor puede
invadir otros órganos próximos como el hígado, vesícula, páncreas, colon, riñón
derecho, etc.

Diseminación linfática: el estómago posee una rica red de vasos linfáticos que
permiten el drenaje de la linfa a múltiples regiones ganglionares. La diseminación por
esta vía se realiza de forma ordenada, afectando primero a los ganglios más próximos y
posteriormente a los más alejados.

Diseminación hematógena: esta diseminación se produce a través de los vasos


sanguíneos preferentemente hacia el hígado, pulmones y huesos.

Otro mecanismo de diseminación frecuente en los tumores abdominales es por


implantación de células tumorales en el peritoneo (membrana que reviste la cavidad
abdominal y envuelve las vísceras situadas en esta cavidad).

Estas células crecen sobre el peritoneo hasta formar nódulos que pueden tener distintos
tamaños (desde milímetros a varios centímetros).

Síntomas
• Dolor en la parte alta del abdomen (boca del estómago).

• Sensación de plenitud tras la comida (el paciente se siente lleno incluso


ingiriendo poca cantidad de alimento).
• En ocasiones pueden aparecer náuseas y vómitos.

• Pérdida de peso: generalmente provocada por la falta de apetito y la dificultad


para comer cantidades normales de alimento.
• Si el tumor está próximo a un esfínter (el cardias o el píloro) puede disminuir o
cerrar la luz del mismo e impedir que el alimento pase al estómago o al intestino
(obstrucción). En este caso puede haber disfagia (dificultad al tragar).
• El tumor, al crecer en profundidad puede afectar a un vaso sanguíneo y provocar
una hemorragia más o menos importante. Esta sangre suele salir con las heces
dando lugar a heces negras o melenas.
• La pérdida constante de sangre (oculta o no) puede dar lugar a una anemia. Esta
anemia se manifiesta por una serie de síntomas como cansancio, falta de aire,
palidez, taquicardia (aumento del ritmo cardiaco), etc.

5.3. Cáncer de hígado

¿Qué es el cáncer de hígado?


• Nuestro organismo está constituido por un conjunto de órganos, los cuales
a su vez están formados por células, que se dividen de forma regular con el fin
de reemplazar a las ya envejecidas o muertas y mantener así la integridad y el
correcto funcionamiento de los distintos órganos. Este proceso está regulado por
una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a dividirse y
cuándo permanecer estable.

• Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus
descendientes inician una división incontrolada que con el tiempo dará lugar a
un tumor.


Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir
tejidos y órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras
partes del organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que
llamamos cáncer.

• Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos
de alrededor y de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están
ubicadas en el hígado, hablamos de cáncer de hígado o hepatocarcinoma.
• El carcinoma hepatocelular es un tumor relativamente importante en
España: se diagnostican más de 3.000 casos anuales en nuestro país (14 por cada
100.000 hombres y 4 por cada 100.000 mujeres, anualmente). Además, es el
cáncer más frecuente en otros países, particularmente en aquellos que tienen
mayor incidencia de infección por el virus de la hepatitis C.
• En el resto del mundo, el cáncer de hígado representa un problema de
salud, con más de un millón de casos diagnosticados cada año en todo el mundo

Síntomas

No hay una sintomatología específica del cáncer de hígado, dado que muchos de sus
síntomas pueden aparecer en enfermedades del aparato digestivo, como hepatitis,
cálculos en la vesícula biliar, pancreatitis, etc
5.4. Cáncer de mama
¿ Qué es el Cáncer de Mama ?

Nuestro organismo está formado por un conjunto de órganos, formado por células, que
se dividen de forma regular para reemplazar a las envejecidas o muertas; y así mantener
la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos.
Este proceso está regulado por unos mecanismos que indican a la célula cuándo
comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.

Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una
división incontrolada que dará lugar a un tumor.

Si estas células además de crecer sin control, adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo se
denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.

El cáncer de mama es el tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula


mamaria.
Cuando las células tumorales ,con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en la mama,
hablamos de cáncer de mama.

Este tumor puede crecer de tres maneras:


• Crecimiento local: el cáncer de mama crece por invasión directa,
infiltrando otras estructuras de la mama diferentes de donde se ha originado o a
estructuras vecinas como la pared torácica (músculos y huesos) y la piel.
• Diseminación linfática: la red de vasos linfáticos que posee la mama
permite que el drenaje de la linfa se efectúe a varios grupos ganglionares. Los
ganglios situados en la axila son los más afectados.
• Diseminación hematógena: se realiza a través de los vasos sanguíneos
hacia los huesos, pulmón, hígado, y piel.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en mujeres. Pero no es una enfermedad
sólo de mujeres,también la pueden lo pueden tener los hombres, pero pasa poco.

-Tratamientos:

Se pueden utilizar varios tipos de tratamientos: cirugía, radioterapia, quimioterapia,


hormonoterapia, anticuerpos monoclonales.Estos tratamientos se combinan en función
de las características del tumor en cada paciente.

-¿Puede prevenirse el cáncer de mama?

Un riesgo de padecer cáncer de mama puede reducirse cambiando los factores de riesgo:
llevar una vida saludable, con ejercicio físico regular, dieta equilibrada, evitando el
alcohol y no fumando.
Para las enfermedades mamarias premalignas se ha mostrado útil un tratamiento para
prevenir el desarrollo de cáncer de mama.
Si existe una historia familiar de cáncer de mama es conveniente que se pida un Consejo
genético.

-Factores de riesgo:

Un factor de riesgo es cualquier cosa que incrementa la posibilidad de tener una


enfermedad, como el cáncer. Cada tumor tiene unos factores de riesgo conocidos y
pueden ser diferentes unos de otros.

Tener un factor de riesgo no significa que vaya a aparecer la enfermedad. Además,


muchas mujeres que tienen cáncer de mama no tienen factores de riesgo conocidos.

Se han identificado una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar
un cáncer de mama a lo largo de la vida. Algunos factores son más importantes que
otros y pueden variar con el tiempo.

En el 50% de los casos no se observa ningún factor de riesgo.

5.5. Cáncer de ovario


¿Qué es el cáncer de ovario?

Nuestro organismo está constituido por un conjunto de órganos, los cuales a su vez
están formados por células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a
las ya envejecidas o muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento
de los distintos órganos. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que
indican a la célula cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.

Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor.

Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del
organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.

Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el ovario,
hablamos de cáncer de ovario.

Este tumor, puede crecer de cuatro maneras:

Crecimiento local: el cáncer de ovario crece por invasión directa a todas las estructuras
vecinas como las trompas de Falopio, útero, vejiga y recto. Este crecimiento por
contigüidad se produce al romperse la cápsula del ovario.

Diseminación peritoneal: es la forma más frecuente de crecimiento del cáncer de


ovario. Se produce por desprenderse las células del tumor y esparcirse a través de la
cavidad abdominal colonizando el peritoneo (membrana que reviste la cavidad
abdominal y envuelve las vísceras situadas en ella). A este tipo de diseminación también
se le denomina siembra peritoneal.

Diseminación linfática: los ganglios que se afectan con más frecuencia son los situados
en la pelvis y alrededor de la arteria aorta.

Diseminación hematógena: se realiza a través de los vasos sanguíneos,


preferentemente hacia el hígado, hueso y pulmón. Este tipo de crecimiento no es
frecuente en el cáncer de ovario y cuando lo hace es tardíamente.

Síntomas

En fases iniciales de la enfermedad, el cáncer de ovario, no produce ningún tipo de


síntomas o son muy inespecíficos. El diagnóstico en este momento es generalmente
accidental, es decir, se diagnostica por pruebas que se realizan para descubrir otros
problemas de salud o en las revisiones ginecológicas de rutina.
Los síntomas más habituales del cáncer de ovario por los que la paciente acude al
medico son:

Hinchazón abdominal: es el más frecuente. Se produce por la acumulación de líquido


en el abdomen (ascitis). Puede acompañarse de molestias o dolor sobre todo en la zona
inferior.

Masa pélvica: en ocasiones la mujer acude al medico al notar un "bulto" en la zona


inferior del abdomen, por encima del pubis. Las masas pélvicas también pueden ser
detectadas directamente por el ginecólogo durante la revisión ginecológica habitual.

Pérdida de peso: algunas veces pese a la hinchazón abdominal la mujer presenta


pérdida de peso. Este síntoma suele aparecer en estados avanzados de la enfermedad.

Hemorragia vaginal (metrorragia): aunque no es el síntoma más frecuente, en algún


tipo de tumores ováricos pueden producirse metrorragias (sangrado vaginal entre ciclos
en la mujer premenopáusica, y en cualquier momento en las postmenopáusicas), es
quizá la razón por la cual la mujer acude más rápidamente al médico

5.6. Cáncer de próstata

¿Qué es el cáncer de próstata?

Nuestro organismo está constituido por tejidos y estos a su vez por un conjunto de
células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o
muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento. Este proceso está
regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a
dividirse y cuándo permanecer estable.

Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.
Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del
organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.

Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en la próstata,
hablamos de cáncer de próstata.

Este tumor maligno, puede crecer de tres maneras:

Crecimiento local: se produce por crecimiento tumoral e invasión de la cápsula


prostática. Más tardíamente el tumor puede romper la misma y crecer invadiendo los
tejidos y órganos periprostáticos. La invasión de la vejiga o el recto es tardía en el
tiempo.

Diseminación linfática: existe una clara relación entre el tamaño del tumor primitivo y
la probabilidad de afectación ganglionar.

Diseminación hematógena: Esta diseminación se realiza a través de los vasos


sanguíneos, preferentemente hacia el hueso (pelvis y sacro).

Síntomas
El cáncer de próstata, como una gran parte de los tumores malignos, no va a causar
ninguna alteración perceptible por el paciente en las fases iniciales de la enfermedad.
Son tumores que evolucionan lentamente y normalmente la sintomatología va a
presentarse en etapas más avanzadas del proceso.
Los síntomas locales que pueden presentarse en el cáncer de próstata son los siguientes:

• Urgencia miccional, imperiosidad miccional o incluso pérdida involuntaria de la


orina.
• Aumento de la frecuencia de orinar incluso por la noche (nicturia).

• Disuria: dolor y escozor durante la micción (micción dolorosa).

• Retardo en el inicio de la micción y disminución de la fuerza del chorro


miccional o intermitencia del mismo.
• En ocasiones la uretra se obstruye por el tumor y aparece retención urinaria
(obstrucción).
• Goteo posmiccional.

• Sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga.

Existen algunos síntomas generales como son la pérdida de peso o apetito, dolor óseo en
la pelvis y/o espalda, anemia, edemas (hinchazón) en los miembros inferiores e
insuficiencia renal que suelen aparecer en los estadios avanzados de la enfermedad.

5.7. Cáncer de Pulmón

¿Qué es el cáncer de pulmón?

Nuestro organismo está constituido por órganos y estos a su vez por un conjunto de
células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o
muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos
órganos. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula
cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.

Si estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.

Cuando estas células, además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir
tejidos y órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes
del organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos
cáncer.
Cuando las células tumorales con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el pulmón,
hablamos de cáncer de pulmón.

Este tumor maligno puede crecer de tres maneras:

Crecimiento local: el crecimiento local se produce por invasión en profundidad a través


de la pared pulmonar (de dentro a fuera). Puede afectar a estructuras de alrededor, que
serán diferentes en función de la localización del tumor en el pulmón (central o
periférico superior o inferior).

Diseminación linfática: se realiza a través de la linfa. Cuando los tumores están


localizados en el tercio medio e inferior de los pulmones se afectan, fundamentalmente,
los ganglios del mediastino (zona anatómica situada entre los dos pulmones donde se
encuentran estructuras tan importantes como el corazón, la tráquea, el esófago, y los
grandes vasos). Cuando los tumores estan situados en el tercio superior, los ganglios
más afectados son los supraclaviculares (por encima de las clavículas).

Síntomas
En fases precoces de la enfermedad, el cáncer de pulmón, no produce ningún tipo de
síntomas o son muy inespecíficos. El diagnóstico en esta fase es generalmente
accidental, es decir se diagnostica por pruebas que se realizan para descubrir otros
problemas de salud.

En la mayor parte de las ocasiones, el cáncer de pulmón se diagnostica cuando los


síntomas obligan al paciente a acudir al médico.

Los síntomas dependen de la localización y extensión del tumor. Los más frecuentes
son:

• Tos: es el síntoma más frecuente. Se produce por irritación bronquial. Con


frecuencia se acompaña de expectoración. Es característico de los tumores que
se localizan en la zona central de los pulmones. En aquellos pacientes,
generalmente fumadores que ya presentaban tos como consecuencia de
problemas respiratorios, lo que se produce es un aumento o exacerbación de
este síntoma.
• Hemoptisis o expectoración sanguinolenta: es un síntoma muy llamativo para
el paciente y en muchas ocasiones el que le lleva a acudir al médico.
• Disnea: el paciente comienza a notar sensación de falta de aire, que le impide
cada vez más realizar cualquier esfuerzo como subir escaleras. Es más frecuente
en los tumores localizados en la zona central de los pulmones.
• Dolor torácico: el dolor se produce cuando el tumor afecta a la pared torácica o
la pleura. Suele ser característico de los tumores situados en la zona mas
periférica de los pulmones.

5.8. Cáncer de riñón

¿Qué es el cáncer de riñón?

Nuestro organismo está constituido por un conjunto de órganos, los cuales a su vez
están formados por células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a
las ya envejecidas o muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento
de los distintos órganos. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que
indican a la célula cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.

Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor.

Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir


tejidos y órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras
partes del organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que
llamamos cáncer.

Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el riñón,
hablamos de cáncer de riñón o Hipernefroma.

En nuestro país se diagnostican al año aproximadamente 162.000 casos nuevos de


cáncer, entre los cuales hay 2.630 casos de cáncer de riñón, que provocan la muerte de
1.674 personas al año.

El cáncer de riñón, también llamado hipernefroma, puede curarse con una operación
quirúrgica cuando está localizado. Sin embargo cuando el tumor se ha extendido a otros
lugares (metástasis), el pronóstico en general es muy desfavorable, aunque un pequeño
porcentaje de pacientes pueden tener una lenta evolución durante varios años.

El cáncer de riñón es uno de los pocos tumores, en los que se han descrito, de forma
excepcional, regresiones espontáneas.
Síntomas

En ocasiones se manifiesta de la siguiente manera:

• Presencia de sangre en la orina (orina sanguinolenta). Esta pérdida de sangre


puede originar anemia.
• Aparición de un bulto en el abdomen.

• Dolor en zona lumbar.

• Pérdida de peso, falta de apetito, cansancio generalizado.

5.9. Cáncer de útero.

¿Qué es el cáncer de útero o endometrio?

Nuestro organismo está constituido por un conjunto de células, que se dividen de forma
regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o muertas y mantener así la
integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos.

Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo
comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.

Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.

Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del
organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.

Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el útero hablamos
de cáncer del útero o endometrio.
Este tumor maligno, puede crecer de tres maneras:

Crecimiento local: se puede producir de dos maneras: por extensión directa al cuello
del útero, o desde el endometrio (capa más interna del útero) hacia el miometrio que se
encuentra por fuera.

Diseminación linfática: el útero posee una rica red de vasos linfáticos que permiten el
drenaje de la linfa a múltiples regiones ganglionares. Si el cuello del útero está afectado
se incrementa el riesgo de invasión de los ganglios de la pelvis.

Diseminación hematógena: esta diseminación es muy poco frecuente. Cuando aparece,


se produce a través de los vasos sanguíneos, preferentemente hacia el hígado, pulmones,
huesos y cerebro.

Síntomas

A diferencia de otros tumores, el cáncer de útero puede comenzar a dar síntomas cuando
aún está en fases precoces. En las etapas tempranas de la enfermedad los tratamientos
que se aplican son más eficaces lográndose porcentajes de curación elevados.

Los síntomas más frecuentes son los siguientes:

Hemorragia o sangrado vaginal anormal: es el síntoma más frecuente y de aparición


más precoz.
En mujeres con menopausia cualquier sangrado vaginal, aunque sea pequeño, debe ser
valorado por el especialista.
En mujeres que aún tienen la menstruación, una hemorragia entre periodos o una regla
más abundante de lo normal, debe ser estudiada por el ginecólogo.

En fases más avanzadas de la enfermedad pueden aparecer otros síntomas como pueden
ser la pérdida de peso o dolor en la zona de la pelvis.
Estos síntomas también pueden ser debidos a enfermedades benignas. Sin embargo, si
usted aprecia cualquiera de ellos es importante que acuda al especialista para el
diagnóstico y tratamiento de su causa.

5.10. Cáncer de piel

¿QUÉ ES EL CÁNCER DE PIEL?

El cáncer de piel es una enfermedad producida por el desarrollo de células cancerosas


en cualquiera de las capas de la piel.

Existen dos tipos: el tipo no melanoma y el melanoma.

El cáncer de tipo no melanoma es el más frecuente y se denomina no melanoma porque


se forma a partir de otras células de la piel que no son las que acumulan el pigmento
(los melanocitos). Dentro de este tipo se encuentran todos los cánceres de piel menos el
melanoma maligno que es menos frecuente y más maligno y que se explica más
adelante.
El cáncer de piel se da más en las personas de piel blanca y que han pasado mucho
tiempo expuestas a los rayos solares, sobre todo cuando la exposición solar tuvo lugar
durante la infancia y se produjeron numerosas quemaduras solares. Aunque puede
aparecer en cualquier parte de la piel, es más frecuente que se presente en la cara,
cuello, manos y brazos.

Este cáncer es uno de los más frecuentes de todos los tipos de cáncer, y se calcula que se
diagnostican dos millones de casos nuevos al año en el mundo.

En los últimos años, la incidencia del melanoma maligno ha aumentado


espectacularmente, se ha multiplicado por 3,3 en varones y por 2,5 en mujeres, en los
últimos veinte años en España. A pesar de esto, representa menos del 3% de todos los
tumores y las campañas de diagnóstico precoz han permitido que la mortalidad se
reduzca un 30% desde los años setenta.
Se puede reconocer por un cambio en el aspecto de la piel, como una herida que no sana
o una pequeña protuberancia. También puede aparecer una mancha roja, áspera o
escamosa con tendencia a crecer.
Ante cualquier cambio o anormalidad de la piel, hay que acudir al médico. Éste puede
extraer una muestra y analizarla (biopsia) para comprobar si es un tumor maligno o no.

SÍNTOMAS
El cáncer de piel no melanoma puede tener el aspecto de diversas marcas en la piel. En
general, hay que consultar por cualquier mancha que crezca, cambie de forma o de
color, sobre todo si se oscurece. También si se abulta, pica o sangra.

Los carcinomas de células basales aparecen en forma de áreas de color rojo, planas o
escamosas, o de pequeñas áreas cerosas, brillantes y traslúcidas al relieve que pueden
sangrar. Puede haber algún vaso sanguíneo irregular visible, o mostrar áreas de color
azul, café o negro.

Los carcinomas de células escamosas pueden tener forma de protuberancias crecientes,


de superficie áspera, o planos como manchas rojizas de la piel que crecen lentamente.

El melanoma puede aparecer como un cambio en aquellas manchas de la piel. Cualquier


llaga, protuberancia, marca, etc. que sea sospechosa pudiera ser un melanoma. La piel
puede volverse áspera o escamosa o puede sangrar o exudar.

Se puede dar un melanoma a partir de un lunar, que cambie de aspecto, o textura. Por lo
general, un lunar es una mancha de color uniforme, de color café, canela o negro en la
piel. Tienen menos de seis milímetros de diámetro y puede estar presente desde el
nacimiento o puede aparecer en la infancia o juventud.

La mayoría de las personas tienen lunares que son benignos. Es importante reconocer
sus cambios.

La regla del ABCD puede ayudar a reconocer las características de un melanoma:

Asimetría: la mitad del lunar no se corresponde con la otra mitad.

Bordes irregulares: los bordes del lunar son desiguales.

Color: el color del lunar no es uniforme, sus tonalidades varían desde un marrón a un
rojo, o azul.

Diámetro: el lunar tiene más de 6 milímetros de ancho.

Aunque esta regla es útil para la mayoría de los melanomas, no todos se ajustan a estas
características.

6. NOTICIAS
Cáncer de colon: el más frecuente y mortífero de los tumores entre los españoles
Sólo tres CCAA disponen de programas para detectar
precozmente esta enfermedad
Por sexos, el de próstata es el más habitual en varones y el de
mama en mujeres
La supervivencia cinco años tras el diagnóstico ha mejorado un
5% en una década

MARÍA VALEIRO
MADRID.- Más de un millón y medio de personas tiene o ha tenido cáncer en España
en estos momentos. Éste es "uno de los problemas de tener éxito", como ha reconocido
el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, Ramón Colomer, en la
presentación de las últimas cifras de la enfermedad tumoral en nuestro país. Los
tumores cada vez se diagnostican antes y se tratan mejor, lo que ha permitido que ese
'ejército' de supervivientes sea hoy un 5% más numeroso que hace sólo una década.
"Eso nos obliga a cambiar nuestros mensajes", explica Colomer a elmundo.es. "Hemos
de dirigirnos no sólo a la población sana sino también a las personas que han superado
la enfermedad, porque tienen necesidades distintas". Estos años de vida ganados al
cáncer obligarán a los sistemas sanitarios a facilitar la organización para atender a estas
personas, "y ése ha de ser nuestro reto para los próximos cinco años. Es una cuestión
importante porque cada vez habrá más gente en esta situación".
Según las cifras del cáncer en España presentadas hoy por la SEOM, con motivo del
Día Mundial contra el Cáncer que se celebra el próximo 4 de febrero, cada año se
diagnostican en España 200.000 nuevos casos (de los que el 57% se da en hombres).
Aunque el diagnóstico precoz y la llegada de nuevos tratamientos han permitido que la
cifra de supervivencia (cinco años después del diagnóstico) alcance el 55%: un 60% en
mujeres y un 50% entre los varones.
Por tumores, el cáncer colorrectal es el más frecuente cuando se cuentan ambos
sexos conjuntamente; seguido de los tumores de mama y pulmón. En total, se
diagnostican al año 38.000 nuevos tumores de colon, una enfermedad para la que hoy
en día sólo tres de las 17 comunidades autónomas cuentan con programas piloto de
cribado poblacional (bien mediante colonoscopia o análisis de sangre en heces).
A pesar de las carencias del sistema sanitario para prevenirlo, el de colon no sólo es el
cáncer más habitual entre los españoles, sino también el más mortífero (por delante
incluso del cáncer de pulmón). En 2006, según la SEOM, el cáncer colorrectal se cobró
la vida de 98.046 personas. Separando esta estadística por sexos, el que más muertes
causa en hombres es el de pulmón (61.184) y en mujeres el de mama (36.860).

Descubierto el gen que determina el cáncer de próstata

ANGELA BOTO
El español, Carlos Cordón-Cardo, en colaboración con
otros científicos del Memorial Sloan-Kettering Cancer
Center de Nueva York, ha descubierto una prueba genética que permite determinar qué
tumores tienen más probabilidades de progresar. Un hallazgo que incluso aporta una
opción que serviría para detener su avance.
Se trata de un gen denominado Pten cuyo grado de inactivación, algo que se puede
medir mediante las técnicas que ya están disponibles, es proporcional al nivel de
agresividad de la enfermedad. El proceso es tan sencillo y tan complejo como que
cuánto menos trabaje el gen Pten peor es el pronóstico para el paciente.
Los investigadores sugieren que se debería incluir de forma rutinaria una prueba
diagnóstica que sirva medir el grado de funcionalidad del Pten, tanto en los tumores
como en las lesiones precancerosas. De este modo se podría saber quienes son los
pacientes que están más amenazados por esta enfermedad y decidir el tipo de
tratamiento que debe recibir cada individuo lo antes posible.
Otros tumores
El estudio del español Cordón-Cardo y sus colegas estadounidenses se ha centrado en
este tumor, pero los investigadores aseguran que el descubrimiento es igualmente
aplicable a otros tumores en los que el mismo gen Pten tiene un importante papel, como
es el caso de los de endometrio, cerebro y mama.
El mencionado gen se cuenta entre los denominados supresores de tumores y es el que
con más frecuencia se encuentra mutado en todos los tipos de cáncer. Los humanos
tenemos dos copias de cada uno de estas piezas de ADN, de modo que cuando una de
ellas deja de funcionar es la otra la que hace todo el trabajo. En general, en el
momento en el que un paciente muestra síntomas de la enfermedad sólo se ha perdido
una de las dos versiones del Pten.
Los estudios, cuyos resultados se han dado a conocer ahora, indican que ambas copias
del gen están completamente inactivas en el 40% de los casos de cáncer de próstata con
metástasis.
Con estos datos en la mano los autores del trabajo, que se ha publicado en 'PLoS
Biology', una revista especialiada on-line cuyos contenidos son gratuitos, plantearon
la hipótesis de que la cantidad de actividad del mencionado gen debía controlar la
evolución de la enfermedad. La pérdida de una de las copias sería la que iniciaría la
enfermedad y la reducción sucesiva de su función marcaría el ritmo de su propagación e
incluso la aparición de metástasis.
La forma de resolver la cuestión fue crear varias familias de ratones mutantes
(transgénicos) que tuvieran distintos grados de actividad del Pten. De este modo, los
investigadores pudieron constatar que la proliferación de las células malignas se
correspondía proporcionalmente con la pérdida de actividad de este gen. El cáncer de
próstata de los ratones se expandía más deprisa a medida que era menor era la
funcionalidad del gen.
Tratamientos
Teniendo en cuenta que entre una hiperplasia benigna de próstata y el cáncer avanzado
existen numerosos estadíos intermedios, este hallazgo permite relacionar una fase
concreta de la enfermedad con un nivel de funcionalidad del gen. Los autores relacionan
la inactivación completa del Pten con la forma más agresiva de la enfermedad. Sus
aplicaciones para el tratamiento son también extraordinariamente interesantes puesto
que, teniendo en cuenta que más del 80% de los pacientes con cáncer de próstata sólo
han perdido una de las dos copias del Pten y que la pérdida sucesiva de la funcionalidad
es la que marca el mal pronóstico, los científicos proponen realizar intervenciones que
impidan que se produzca esta reducción del gen y, de este modo, se pueda evitar el
avance de la enfermedad.
Actualmente, la tasa de supervivencia a los cinco años del diagnóstico es de 85% para
los pacientes con cánceres descubiertos de forma precoz. La mayoría de los varones que
sufren la enfermedad, que va en aumento en las últimas décadas, tiene 65 años o más.
Por su parte, la ministra de Sanidad, Ana Pastor, ha felicitadi al investigador español y
ha puesto su trabajo como ejemplo para la investigación en todo el mundo. Pastor ha
destacado su satisfacción como amiga personal del científico y ha explicado que
protagoniza la esencia de lo que se quiere promover en España: médicos-científicos que
hacen tanto práctica clínica como investigadora.

1 BAHA G3 CANCER

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