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Minera San Xavier, delincuencia organizada y Estado fallido

Juan Carlos Ruiz Guadalajara*

Algunos tribunales y secretarías de Estado han renunciado a sus tareas trocándose


en facilitadores de lucrativos proyectos empresariales en perjuicio de la ley y
del patrimonio nacional. Tal es el caso de la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat) y del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa (TFJFA), instancias que se han entregado a la corrupción que
fomenta la minería canadiense frente a la nueva fiebre del oro que azota a México.
El ecocidio y el crimen contra el patrimonio histórico que padecen Cerro de San
Pedro y el valle de San Luis Potosí son la prueba contundente de ello.
Calificado por Greenpeace como el asunto más escandaloso de violación a los
derechos ambientales de los mexicanos, el proyecto de tajo a cielo abierto y
lixiviación por cianuro en Cerro de San Pedro por New Gold-Minera San Xavier
coloca al país en el escenario de un Estado fallido. Dicha empresa se ha
constituido en un metapoder, arrasando un extenso territorio declarado en 1993
zona de restauración de la vida silvestre y tejiendo complicidades que la
mantienen operando. De poco ha servido el proceso legal que en defensa del medio
ambiente comenzó un grupo de ciudadanos que documentaron los impactos
irreversibles que provoca la autodenominada minería moderna a cielo abierto,
percatándose además de la existencia de leyes que hacían legalmente imposibles las
ambiciones de Minera San Xavier. Mas el poder y la impunidad hacen milagros en
México, sobre todo cuando la minería canadiense aprovecha la triste experiencia
que ha acumulado en su paso por naciones subdesarrolladas.

Desde su llegada en 1995 hasta el inicio de la resistencia jurídica en 1999 la


Minera San Xavier arrendó 290 hectáreas del ejido Cerro de San Pedro a falsos
ejidatarios, adquirió ilegalmente fincas abandonadas del casco histórico, dividió
a los pobladores incentivando conflictos, ocultó información al valle de San Luis
sobre los irreversibles efectos de su proyecto y fustigó a opositores, incluido
Baltasar Loredo, presidente municipal asesinado en 1998 tras pronunciarse en
contra de la mina. Desde 1999 Pro San Luis Ecológico, a través de Héctor Barri,
encabezó la estrategia jurídica para anular el permiso condicionado de cambio de
uso de suelo que Semarnat le dio a Minera San Xavier. La victoria ciudadana llegó
en junio de 2004, cuando el noveno tribunal colegiado estableció que ni de forma
condicionada debió otorgarse la autorización a la empresa, por ser un proyecto
violatorio de múltiples leyes. Dicha sentencia quedó firme en octubre de 2005
cuando el TFJFA cumplimentó una ejecutoria, ordenándole a Semarnat una respuesta
en ese sentido a Minera San Xavier.

¿Por qué, entonces, ha desaparecido el Cerro de San Pedro y se ha dañado


irreversiblemente su entorno? Desde el año 2000 y en medio de la frustrada
transición democrática, Minera San Xavier obtuvo la complicidad de Vicente Fox. Lo
mismo sucedió a nivel estatal en 2003 con el panista Marcelo de los Santos. Al
grito de un gobierno de empresarios para los empresarios y ante el inminente
colapso jurídico de Minera San Xavier, Fox declaró en 2004 su apoyo total a las
mineras canadienses por ser altamente ecológicas y cuidadosas del medio ambiente
(sic). La empresa contaba con los servicios jurídicos de Ángel Candia Pardo
(abogado del PAN estatal y entonces socio de Alejandro Zapata, actual candidato
panista a gobernador), y colocó al frente de su proyecto a Jorge Mendizábal (tío
del presidente del PAN estatal). Entre 2005 y 2006 estos personajes y sus
cómplices traficaron influencias, removieron funcionarios, sobornaron, violaron
amparos y obtuvieron permisos ilegales del INAH y la Secretaría de la Defensa
Nacional. Así, en abril del 2006 y en desacato a la sentencia definitiva que
canceló el proyecto, la Semarnat dio una nueva autorización a Minera San Xavier.

Pro San Luis Ecológico presentó entonces un recurso de queja al TFJFA, mismo que
fue rechazado por el magistrado Alejandro Sánchez, quien pretendió enviar a la
sociedad civil a otro juicio para anular el nuevo permiso ambiental. Ante la
irregularidad de este fallo que avalaba el desacato de la Semarnat, los
ambientalistas demandaron penalmente al magistrado y buscaron el amparo de la
justicia federal, mismo que llegó hasta abril de este 2009 con la ratificación de
la sentencia definitiva de 2005. Sin embargo, Minera San Xavier no se detiene.
Para mantener su depredador proyecto la trasnacional confía en la obstrucción de
la justicia y en la efectividad de la delincuencia organizada que encabeza.

La pobreza e ignorancia de las comunidades afectadas, el incumplimiento de la ley


y la corrupción son características que las mineras canadienses buscan alrededor
del mundo para configurar lo que denominan friendly jurisdictions (jurisdicciones
amigables a sus proyectos ecocidas). Un indicador de nuestras actuales miserias
como país lo constituye el hecho de estar clasificados por la minería canadiense
como una friendly jurisdiction, situación que no preocupa a Felipe Calderón y su
partido. Todavía el pasado lunes y a pregunta expresa sobre Cerro de San Pedro, el
candidato panista a gobernador, Alejandro Zapata, afirmó que ante la violación de
la ley, lo que procede es cambiar la ley. Si las leyes no se ajustan a los
intereses empresariales, lástima por las leyes. Lo anterior no es privativo del
PAN. Amalia García ha entregado a intereses canadienses el municipio de Mazapil,
donde está en marcha el tajo a cielo abierto más grande de América Latina. En
Oaxaca 29 megaproyectos mineros cuentan con el aval de Ulises Ruiz, con todo lo
que ello implica en destrucción del territorio, desplazamiento de comunidades,
contaminación irreversible y persecución de opositores.

El Estado fallido se fortalece en México con la proliferación de bandas político-


empresariales que han eliminado la soberanía del país y su viabilidad ambiental.
Un Estado verdadero garantiza la salud, el empleo, la educación y la certeza
jurídica a sus ciudadanos. Todo ello ha sido desmantelado por Fox y perfeccionado
por Calderón. Mientras Minera San Xavier continúe en México y no exista castigo a
los responsables de violar la ley y generar daños irreversibles a la nación, no
nos quedará más que la certeza de lo fallido del Estado mexicano, conclusión
preocupante para un país que se siente eterno y se apresta a celebrar sus escasos
200 años. Ni Independencia, ni país, ni nada: en lugar de Vicentes Guerreros con
frases bicentenarias sobre la primacía de la patria, ahora contamos con bandas
organizadas que desde el poder le dicen a su tierra: ¡El oro es primero!

* Investigador de El Colegio de San Luis AC

C E N C O A L T

Centro de Comunicacion Alternativa


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