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Ensayo –

Herida prodigiosa

Universidad Católica Boliviana


Carrera: Psicopedagogía
Asignatura: Cognitiva i
Docente: Dra. Lizzie Gonzales

Alejandro Salek
Herida prodigiosa.-

Ahí está, donde lo veas, para que lo mires y lo observes y tal vez así entiendas que

parece difícil y a un niño no le costaría hacerlo. Ahí está mi disculpa con el augurio

de un adiós inverosímil, con la amenaza de vivir en realidad, pelea con una promesa,

la promesa de un tal vez amor, de un tal vez me perdones, de un tal vez me

acompañes otra vez o por primera vez. Porque no se si fué o será, por ingenuidad,

por inocencia.

No te lo digo, te lo muestro, porque ante ti me dan miedo las palabras.

Por lo que fue sin ser porque quedo en promesa entre amigos desconocidos e

incomunicados; por orgullo, por prejuicio, por morir o por vivir.

Ahí esta, donde lo veas, para que lo mires y lo observes. Tal vez te digo me

importas, tal vez te digo más, tal vez te pido perdón, tal vez no te invento como me

reinvento, y te dejo ser tu, tal vez no se quien eres, tal vez no se quien soy, así es

contigo.

Tal vez la vida es un tal vez; mientras seamos sí, siempre sí. Tal vez la vida es no, si

nosotros somos tal vez, tal vez la vida es sí, si nosotros somos uno.

Tal vez así otro día más es noche, por carecer de certeza.

Tal vez así otro día más es sueño porque en esperanza es realidad.

Tal vez así otro día más es nada por no ser vida ni martirio y ser tal vez.

Otro día más es otro día menos por el tautológico razonamiento que huye de la

tautología.
Otro día más es otro día menos por sustracción de vida, por fracción de amor, por

adición de silencio, de miedo, de orgullo y de prejuicio. ¡Qué aritmética de muerte!

¡Y callaré otra vez! ¡Y moriré otra vez! ¡Y callarás para matarme!

Será un adiós a la guitarra y a la fogata y llorará el viento y temblará la cuerda en

su desconcierto y el golpe herirá sin tener sonido.

Recordaré que no tengo recuerdos y tú olvidarás que trajiste el fin del mundo.

¿Dará vueltas el mundo? ¿Esperará la esperanza? ¿Será mañana la misma noche?

¿Viviré para amarte?

Tal vez me confesaré enamorado, tal vez así saldrá el arco iris, tal vez mate al

miedo, al orgullo y al prejuicio, tal vez me descubra, amándote porque amas y me

amas, tal vez no, tal vez así será un tal vez u otro tal vez, ¿callaré?, ¿confesaré?,

¿decidiré?, ¿actuaré?

tal vez así...

Introducción.-

El presente ensayo, contrastando las películas Forrest Gump y

Una Mente Brillante, tiene por objetivo la reflexión acerca del

éxito como parámetro para medir la inteligencia, partiendo tal

reflexión de la concepción de la inteligencia como la capacidad

para resolver problemas, y de cómo la mente encuentra en una

debilidad una fortaleza o de una amenaza, una oportunidad.


Para demostrar lo anterior, se ha dividido el ensayo en los

siguientes argumentos de apoyo: Concepciones de Inteligencia e

Inteligencia Emocional; Motivación, y Felicidad.

Concepciones de Inteligencia e Inteligencia Emocional.-

En cuanto a teorías sobre inteligencia es pertinente para el

propósito de este ensayo solo mencionar lo siguiente:

- Se entiende inteligencia como la capacidad de resolver

problemas.

- Una teoría contemporánea, la teoría de Inteligencias

Múltiples de Howard Gardner, propone la existencia de

tipos de inteligencias que desarrollamos en nuestro proceso

de socialización y da a conocer ocho de estas: la verbal –

lingüística, la lógico – matemática, la corporal –

cinestésica, la visual – espacial, la musical, la naturalista,

la interpersonal y la intrapersonal.

- Tras esto, Daniel Goleman, une las inteligencias

interpersonal e intrapersonal en una sola llamándola

inteligencia emocional.
En la película “Una Mente Brillante” podemos observar como las

circunstancias van potenciando en el protagonista el desarrollo

de la inteligencia lógico – matemática, sin embargo son las

mismas circunstancias las que desfavorecen el desarrollo de la

inteligencia interpersonal.

En Forrest Gump, la deficiencia cognitiva del protagonista

favorece el desarrollo de la inteligencia emocional y de la

corporal – cinestésica, al frustrar que este pudiese intentar

desarrollar cualquiera de las otras inteligencias. La forma en que

esto se observa es, primero en el cumplimiento del proverbio que

dice: “En la multitud de consejos está la sabiduría”, y también en

que Forrest no ha de complicarse con razonamientos por si

mismo, sino que va a preferir aprender de las experiencias

propias o ajenas y del diálogo.

Motivación.-

Se define motivación como el ensayo mental preparatorio de una

acción para animar o animarse a ejecutarla con interés y

diligencia, o, predisponer y preparar anticipadamente el ánimo de

alguien para un fin determinado.


Para que esta se origine debe existir primero la estimulación: la

presencia de un agente físico, químico, mecánico, etc., que

desencadena una reacción funcional en un organismo.

¿De qué es capaz un ejército dubitativo? El miedo es la raíz de

las dudas absurdas que enferman la razón. A veces carecen de

lógica, otras veces la poseen en exceso. La libertad entra en

vigencia cuando: Primero ya no se entiende de razones egoístas,

queriendo expresar redundantemente, tomando a Freud, que la

razón es la acción del ego para conciliar al id y al superego. Sino

de dar por amor, siendo el amor el equilibrio automático al

establecerse como el deseo natural del id y el altruismo como

inmaculada religión del superego. Sin amor no hay emancipación.

Nadie es libre en un mundo de esclavos. Nadie es libre porque la

razón de la humanidad ha enfermado, padece de egoísmo e

indiferencia.

Ahí el contraste entre las magnitudes de los éxitos de uno y

otro protagonista de las películas consideradas, No existe éxito

sin libertad, y mientras que en “Una Mente Brillante”, la libertad

se pierde a causa del miedo, en “Forrest Gump”, la libertad se

alcanza en la autopromoción como medio para conseguir un

objetivo, el cual es el estímulo que origina la motivación: el amor.


En “Una Mente Brillante” la motivación también esta presente;

es la razón existencial en que se convierte el alcanzar descubrir

algo jamás descubierto.

Felicidad.-

Resulta más sencillo decir aquello que la felicidad no es: No es el

estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien

solamente. Tampoco es la dicha de que la vida cuente con la

consecución de satisfacciones en una mayor frecuencia que la

aparición de aflicciones.

La felicidad es el estado mental que se alcanza en que, sin

perder la naturaleza de autopromoción del hombre, se supera el

instinto de supervivencia al reemplazarlo con la valoración y la

gratitud hacia los éxitos y las aflicciones por igual, y también a

las relaciones humanas y el intento de optimización de todas las

formas de reciprocidad presentes en la vida.

Conclusión.-
Al final de sus días, el protagonista de “Una Mente Brillante” se

encuentra viviendo la aflicción del miedo causado por el grado de

conciencia que este tiene de si mismo y de su realidad como

esquizofrénico.

La razón por la que el fragmento extraído de otro texto se

encuentra antes de la introducción de este ensayo es para

introducir un ejemplo de la duda en su naturaleza casi

enfermiza. El miedo es la raíz de las dudas absurdas que

enferman la razón. La duda es también el motor del pensamiento

lógico o pensamiento crítico. En otras palabras, la duda como

estímulo es la adicción natural de la persona científica. Además

la duda junto a la incomunicación anteceden al fracaso y se

puede decir por tanto que son la condena al fracaso o el fracaso

mismo. Si son el fracaso, también se puede decir que el conjunto

de estos y el éxito son antagónicos.

Si bien el amor se apoya en el conocimiento, acaba siempre por

desmedirlo, porque se ama más de lo que se conoce y se conoce

amando; no se puede conocer el amor haciéndolo un objeto de

estudio, mas si por la experiencia personal. Los mismos ojos se

vuelven capaces de creer lo que no alcanzan a descifrar.


La razón va siempre enfocada en lo tangible/perceptible, y lo

tangible se define en la experiencia sensorial mediante una

voluntad egoísta enfocada en lo material. Por tanto el amor

trasciende a la razón pero no a la verdad/realidad, siendo parte

de esta. El ser enamorado no entiende de razones sino de una

realidad donde la cordura se expresa como locura, siendo la

locura del amor su verdad absoluta.

La verdad y el engaño, ¿viven el uno sin el otro? ¿Qué es la

verdad? Hay una verdad para cada realidad y en cada realidad, la

verdad tiene distintas características. Corresponde hablar

entonces de dos planos, de entre los varios que existen; dos

dimensiones, una natural, la del hombre como se conoce, con la

verdad como una escala de grises o la verdad con distintos

colores. Según las leyes de esta realidad, la natural, que no se

desvincula de las otras realidades, cuyas leyes, principalmente

leyes mecánicas, en función a la epistemología de cada realidad,

son distintas a las de esta; la verdad es relativa. En otra en

cambio, en el subconsciente, donde el hombre no se conoce, o tal

vez vagamente, pues para él es realidad insondable. Entre estas

realidades junto con muchas otras se coordina una armonía.


En la insatisfacción que produce la inercia del momento cuando

debería producirse una lucha de uno contra si mismo, el caos

interpersonal y el caos intrapersonal demandan estar

distanciados entre sí, demandan el concilio, primero, de uno

consigo mismo, y luego de uno con su entorno. Demandan un

momento que no pertenece al mundo ni a uno mismo, sino, a la

sabiduría.

Aquello que abstraemos de nuestro entorno, que a veces puede

entenderse como problema, junto con el compromiso que uno

encuentra con la vida, participan de la concepción de una

tormenta de cuestionamientos que deben ser respondidos en el

diálogo de la soledad.

Es el momento en que uno debe conciliar un acuerdo consigo

mismo. Es una demanda pseudoinvoluntaria por parte de la

persona hacia la reflexión. Es la conclusión de una circunstancia

en la vida, y es el inicio de otra cuando surge en la mente la

pregunta: ¿Ahora qué?

Esta soledad termina cuando después de haber dado respuesta a

esta precipitación de cuestionamientos, ya hubiera sido llovizna,

lluvia o tormenta, de forma conclusiva, se responde parcialmente

también el “¿Ahora qué?”. Estas preguntas no han sido ningún


misterio ni ninguna ciencia, sino una conversación necesaria de la

persona consigo misma, y este momento de soledad tampoco está

necesariamente vinculado a un caos inter o intrapersonal, sino a

una etapa en proceso de conclusión, con expectativas cumplidas o

lejos de estarlo.

El protagonista de “Forrest Gump”, a diferencia del protagonista

de “Una Mente Brillante” no ha de caer en los excesos de la

duda, porque cognitivamente en cuanto a las funciones del

lenguaje, su capacidad de intimar profundamente con la duda

está limitada. Su debilidad en este caso se convierte en una

herida prodigiosa.

La inteligencia y la motivación o las carencias de estas

posicionan a los sujetos protagonistas en la circunstancia en que

se encuentran al final de las películas.

Tomando la felicidad como parámetro de medición del éxito, el

protagonista de “Forrest Gump” es más exitoso que el de “Una

Mente Brillante” porque alcanza la felicidad de acuerdo a como

es esta previamente definida en el apartado correspondiente,

con mayor facilidad. Por otro lado debe ponerse en duda el que

el otro protagonista hubiera sido feliz al final de sus días según


hemos podido ver que tenía todo el paquete antagónico al éxito

en su contra al final de estos.

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