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TAPA
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J. M RÍOS - EL RÍO DE LA PLATA
EL RÍO DE LA PLATA
Y SUS RELLENOS INFINITOS
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J. M RÍOS - EL RÍO DE LA PLATA
EL RÍO DE LA PLATA
Y SUS RELLENOS INFINITOS
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J. M RÍOS - EL RÍO DE LA PLATA
EL AUTOR
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J. M RÍOS - EL RÍO DE LA PLATA
ÍNDICE
Dedicatoria ...9
Prólogo ...10
Cita de Segundo R. Storni ...11
Para los lectores ...12
El último perfilero ...14
CAPÍTULO I
Río de la Plata: ¿suicidio o recuperación? ...17
Los trabajos de dragado ...19
El camino de la reflexión ...20
CAPÍTULO II
La Aeroísla y la teoría de los rellenos infinitos ...23
Los primeros rellenos ...25
Navegación hacia los ríos interiores ...26
CAPÍTULO III
Buques hundidos en el río ...29
Tareas de reflotamiento ...32
CAPÍTULO IV
El Canal Costanero y el Aeroparque Metropolitano ...34
¿Canal Mitre o Martín García? ...36
La Aeroísla y el derecho a la duda ...36
CAPÍTULO V
La Ciudad Deportiva y las obras inconclusas ...39
Hechos similares del pasado ...41
CAPÍTULO VI
Canal Emilio Mitre: mito y realidad ...42
La realidad es la única verdad ...43
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J. M RÍOS - EL RÍO DE LA PLATA
CAPÍTULO VII
Vías navegables olvidadas: Río Uruguay ...47
Profundización necesaria ...49
Calado y factibilidad ...50
División Río Uruguay ...50
CAPÍTULO VIII
Puerto de Concepción del Uruguay ...55
Un pasado de importancia ...55
Intentos de reactivación ...57
Anhelo y esperanza de rehabilitación ...58
CAPÍTULO IX
Andá a trabajar a la draga ...59
Los croatas dragadores ...61
CAPÍTULO X
Defensa costera o río indefenso ...65
Las obras de Villa Domínico y la amenaza constante ...66
CAPÍTULO XI
Hidrovía Paraná - Paraguay: la última oportunidad ...70
Intereses compartidos ...71
Las mejores condiciones ...74
CAPÍTULO XII
Los mil días del Riachuelo
y la verdadera contaminación ...77
Un pasado muy activo ...79
El gran Canal sanitario ...80
Las calles y los ríos limpios ...80
La ecología y su orden de importancia ...81
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J. M RÍOS - EL RÍO DE LA PLATA
CAPÍTULO XIII
Los rellenos infinitos y el ciclo hidrológico ...85
Holanda, Japón, Argentina y los temas comparables ...86
El Bermejo y el avance del Delta ...88
CAPÍTULO XIV
Dragado y balizamiento:
el despertar de la conciencia ...91
El puente Colonia - Buenos Aires ...92
La única garantía de salvación ...94
APÉNDICE ...96
EPÍLOGO ...99
BIBLIOGRAFÍA ...100
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PRÓLOGO*
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SEGUNDO R. STORNI
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EL ÚLTIMO PERFILERO
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CAPÍTULO I
17
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El camino de la reflexión
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CAPÍTULO II
23
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CAPÍTULO III
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Tareas de reflotamiento
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CAPÍTULO IV
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CAPÍTULO V
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CAPÍTULO VI
42
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CAPÍTULO VII
Profundización necesaria
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Calado y factibilidad
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CAPÍTULO VIII
Un pasado de importancia
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Intentos de reactivación
CAPÍTULO IX
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CAPÍTULO X
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una erosión superior a los dos metros en casi todas las playas,
las inundaciones han estado a la orden del día desde Punta Lara
hasta San Isidro, cada vez que la lluvia se hace presente en gran-
des cantidades.
Como consecuencia de los factores apuntados, a los que se
debe agregar la temida sudestada y las ondas de marea de alre-
dedor de tres metros sobre los valores tabulados, se producen
las comentadas crecientes. Éstas llegan al Plata repercutiendo
a través de la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires,
desde las proximidades de Mar del Plata.
El promedio de de estas inundaciones es de 4 metros sobre
el 0 del Riachuelo, y con vientos del cuadrante Sudoeste a Sur
que llevan una velocidad aproximada que ronda entre los 40 y
los 60 kilómetros por hora.
Esta situación motivó que a mediados de la década del 90
las sociedades de fomento de Sarandí, Villa Domínico y Wilde
decidieran la formación de un frente y, con asesoramiento es-
pecializado, solicitaran una entrevista al intendente de la Muni-
cipalidad de Avellaneda, en la que le hicieron conocer distintas
sugerencias urgentes que podían llevarse a cabo con la sola co-
laboración de los vecinos.
Como consecuencia de ese encuentro, el municipio hizo en-
trega de un subsidio de $10.000, que permitió el inicio de algu-
nas obras, entre las que se incluía la colocación de ocho com-
puertas de retención de madera que fueron colocadas mediante
sunchos de hierro en los desagües más bajos, al tiempo que la
municipalidad aprobó una licitación por $150.000 para construir
una estructura de hormigón como defensa y alojamiento de dos
compuertas de plástico, una de retención automática y una es-
clusa manual por desagüe para casos de obstrucción de la auto-
mática, siguiendo un orden de prioridades en cuanto a caudal y
riesgo de zona inundable.
No fueron éstas las únicas iniciativas que se concretaron por
ese entonces. Casi al mismo tiempo un equipo técnico de Obras
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CAPÍTULO XI
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Intereses compartidos
vertir que esta empresa había sido disuelta varias décadas atrás;
error que reafirma una vez más que el documento se realizó con
bastante antelación a aquellos días.
De todas maneras, resultaba indudable que la idea de formar
una Comisión de Administración al estilo de la existente en el
Río Danubio, tal cual se plantea en el documento, es irrefutable,
especialmente cuando el Tratado de la Cuenca del Plata alienta a
la concreción de integraciones de esta índole.
Si bien en forma tentativa, el documento proponía utilizar
el puerto de Nueva Palmira en el Uruguay como único lugar
de transferencia; no se determinó en él si se encontraba dentro
de lo posible la transferencia de carga a buques de ultramar que
zarparían rumbo al Atlántico o si por el contrario sería descar-
gada a tierra para transportarla al puerto de Montevideo, o en su
defecto al de Río Grande en el sur de Brasil.
Ante esta propuesta que figuraba en el documento inicial,
fue posible observar respuestas sectoriales para atraer hacia cier-
tos puertos de nuestro país la tan ansiada carga proveniente del
norte. Esta actitud de apariencia positiva resultó en realidad una
grave distracción que debió evitarse a toda costa. De allí que
desde entonces se tornó necesario acordar el modo operativo
para desarrollar la Hidrovía, tratando de resguardar el interés
conjunto por sobre las apetencias individuales.
Las alternativas que tuvieron que estudiarse en aquel mo-
mento tenían que ver con la problemática de saber si Nueva
Palmira sería, entonces, el único puerto de transferencia, ya que
esto no podría asegurarse en forma definitiva, teniendo en cuen-
ta los posibles cambios operativos que pudieran hacer variar esta
posición en tiempos futuros.
Una de las hipótesis que fue necesario analizar fue la de saber
qué podría pasar una vez que el extremo norte de la traza tu-
viera las profundidades adecuadas. En este punto, la carga pro-
veniente de Bolivia, Paraguay y Brasil podría utilizar el Puerto
de Asunción como estación de transferencia y ser llevada vía
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utilizar esta vía como salida de las cargas por sus puertos de ul-
tramar. Por estas razones, no son pocos los que opinan que para
que la carga del norte tenga salida por la Cuenca del Plata, la
profundización deberá ser mayor a la de 32 pies entre Asunción
y el Océano.
Es por ello que incluso antes de que se alcancen los 36 pies
en el primer tramo de la Hidrovía (comprendido entre el Océa-
no y el puerto de San Martín), se estima que la profundidad de
40 pies (y no de 36 como está previsto hasta el momento) sería
sin duda beneficiosa en lo referente al precio de los fletes para la
salida por el Río de la Plata, en concordancia con los limitantes
de calado que determina el Canal de Panamá.
Lo concreto es que el análisis de este tema nos retrotrae nue-
vamente a expresar la necesidad de mantener el Río de la Plata en
buenas condiciones de navegabilidad, así como su operatividad
y administración legal. Y para llegar a tener buenas condiciones
en la navegabilidad, habrá que tomar la decisión de no continuar
cambiando las características hidrológicas del espejo de agua,
suspendiendo para eso los rellenos y obras que pudieran alte-
rar su comportamiento. Solamente si se proponen condiciones
ventajosas se logrará la verdadera garantía de que la Hidrovía
mantenga en forma constante un funcionamiento eficaz.
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CAPÍTULO XII
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CAPÍTULO XIII
Nadie puede dudar en los tiempos que corren que existe una
tendencia generalizada entre la mayoría de los especialistas a ad-
mitir como inevitable el agotamiento del Río de la Plata. Esta
actitud se comprende al observar el paulatino aumento en el
avance natural del Delta. Sin embargo, esta consideración no
se justifica cuando el motivo de ese agotamiento es el relleno
artificial que provoca el hombre.
Esta situación que se viene repitiendo con asombrosa re-
gularidad y periodicidad desde finales del siglo antepasado, ha
servido para fortificar el criterio de adelantamiento del ciclo hi-
drológico, avalado por la conveniencia comercial, que emana del
alto valor de los terrenos en las cercanías de la Capital Federal.
Decimos que los rellenos son interminables, cuando en realidad
son los factores puramente económicos los que incitan a repe-
tirlos infinitamente.
Para poner de manifiesto la veracidad de esta afirmación,
alcanza con tomar como ejemplo una zona determinada de la
costa y el inicio de su relleno en un ancho determinado. Con
esta situación planteada, no podremos evitar que una vez que
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CAPÍTULO XIV
Dragado y balizamiento:
el despertar de la conciencia
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APÉNDICE
1
Audiencia Pública realizada en la Facultad de Derecho de la universidad
de Buenos Aires por convocatoria del Gobierno de la Ciudad, para tratar el
tema de la Aeropenínsula
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2
El documento entregado a la presidenta de la Audiencia Pública fue una
selección de pasajes de este libro.
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EPÍLOGO
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BIBLIOGRAFÍA
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