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Mensajes de graduación

Imaginación y voluntad

DENNIS ALICEA
RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DEL T U RA B O

"C
uando un jarrón se rompe", escribió el laureado Derek Walcott, "el amor que vuelve a juntar los
fragmentos es más fuerte que aquel otro que no valoraba conscientemente su simetría intacta".
Amamos más intensamente las cosas cuando se rompen o cuando no están o cuando las
añoramos porque ya son parte del pasado.

Prolonguemos nuestros recuerdos.

La educación es un modo de vivir y una experiencia para formar el carácter y cultivar la


sensibilidad. Estimula una conciencia crítica que no se conforma con la percepción trillada o la
interpretación acabada. Sospecha de la historia oficial y las verdades adornadas e ironiza
sutilmente sobre los mensajes acartonados. Cultivar los matices es propio de la educación, así
como el juicio informado y crítico es su virtud.

Signo inequívoco de la calidad de la educación es la presencia de la imaginación y la voluntad.


La imaginación humana se estimula cuando nos exponemos a experiencias ricas que nos
permiten mirar lo que otros no miran. La voluntad se activa cuando conscientemente salimos de
la zona de complacencia y el mal hábito que acepta, acríticamente, "las cosas tal cual son".

Puerto Rico vive momentos muy duros que reclaman nuestra imaginación y voluntad.
Demasiados factores externos, que no controlamos, nos afectan dramáticamente: la guerra, las
pandemias, el desmoronamiento del sistema financiero. Demasiados factores internos que
tratamos como si no los controláramos, como si fueran una "segun da naturaleza" incambiable.
El mayor reto que hoy tenemos es enfrentar la adversidad con luz imaginativa y voluntad férrea,
conscientes de que sí podemos pensar y determinar nuestro porvenir. Son ustedes una nueva
generación de graduandos, diplomados miembros de una clase creativa, que tienen la enorme
oportunidad de dejar atrás esa pobre visión bifocal puertorriqueña de la realidad. De un tiempo a
esta parte, se ha generalizado la percepción de que estamos enfrascados en una lucha, cuerpo a
cuerpo, para destruir las formas civilizadas de convivencia. El debate público es aterradoramente
elocuente: aniquilar, atropellar, vulgarizar. La cruzada desenfrenada de dañar al otro; el estilo
agresivo e irrespetuoso se ha convertido en el modo social de vida.

La educación es la antítesis de esa conducta atropellante. Los universitarios verdaderos tenemos


que ser implacablemente intolerantes ante la incivilidad. Reconocer que hay conductas que están
bien y hay conductas que están mal. Hay interpretaciones que son correctas y otras que no. Y que
las personas racionales y razonables pueden concordar en los criterios que permiten adjudicar
cuáles son unas y cuáles son las otras.

Son ustedes los que tienen la responsabilidad de ir al frente y redefinir con imaginación y
voluntad el futuro puertorriqueño. Los líderes se reconocen porque van al frente y tienen la salida
imaginada que su facultad les da. Que no nos digan que faltan empleos, si tenemos la
imaginación para inventar nuestros propios escenarios de trabajo.

Que no nos digan que el país está en quiebra, si el único que está en quiebra es el Gobierno. Que
no nos contagien con la pandemia de la desesperanza, cuando hay tanto talento productivo que
nos permite tener esperanza.

Nuestro país es el jarrón que se rompió y estamos juntando los fragmentos.

Pienso que son ustedes los llamados a estremecerlo. Sin falsos triunfalismo, es preciso afirmar
con convicción que seguimos teniendo un gran país: mucha gente talentosa, trabajadora y
eficiente; un país con una respetable infraestructura, aunque absurdamente mal mantenida; un
país muy amable y alegre con una belleza tropical incomparable. Es preciso decirle al país que la
crisis de los gobiernos no significa el fracaso de nuestra gente. Significa sólo el fracaso de los
gobiernos. Decirle, que hoy nos levantamos para graduarnos y mañana nos levantaremos para
dejar atrás el fantasma de los derrotados y construir con disciplina e imaginación la nueva luz de
nuestro país.

Instrumentos para comprender

JOSÉ JAIME R I V E RA
PRESIDENTE DE LA UNIVERSIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN

L a clase graduanda de 2009 se compone de 804 egresados que completan una etapa más de su
vida académica. Han sido acompañados por una facultad de prestigio, un cuerpo de profesores
que se comprometió a desarrollar en Sagrado un proyecto universitario único, cimentado en la
tradición de vanguardia y excelencia que busca la calidad en vez de la cantidad. Salen ustedes al
mundo del trabajo en medio de la peor crisis económica global desde la Gran Depresión del
1929. Los parámetros de la presente situación, surgida en el contexto de la globalización y en
una economía de conocimiento llevan a la periodista británica, Sally Burch a preguntarse si
vivimos en una época de cambio o en un cambio de época.

Cabe también preguntarse si estamos ante uno de tantos ciclos económicos o estamos ante una
crisis del sistema mundial que dará paso a otras estructuras y sistemas. No podemos olvidar que
el concepto crisis se ha definido como un momento en la Historia donde el sistema existente
muere y no ha nacido el nuevo sistema que lo reemplazará. Sólo nos anima el saber que van
ustedes preparados para llevar sus vidas por el camino recto no importa las condiciones que
surjan en su navegar.

Para que pudieran llegar a puerto seguro en cualquier mar les ofrecimos una sólida educación
humanística integral y multidisciplinaria. Esta formación les brinda instrumentos para
comprender su propio ser, su mundo y los retos que enfrentan. Aquellos de ustedes que pudieron
combinar diversas disciplinas como en el bachillerato en estudios multidisciplinarios, o
combinaron una concentración mayor con una menor en otro departamento, adquirieron una
mayor capacidad para enfrentar oportunidades y aprovechar oportunidades laborales diversas.

Si hay un buen momento para seguir estudiando es ahora. Ningún egresado de Sagrado puede
optar por quedarse sólo con un bachillerato. En una economía del conocimiento, el mayor activo
es el intelecto y las capacidades de ser y de convivir y el haber aprendido a aprender y a
emprender. Tal es la importancia de estas cuatro capacidades, que UNESCO en el 1998 las
definió como fundamentales al adoptar el llamado "Informe Delors" (Jacques Delors, 1996).

Esta es una gran ocasión para recordar palabras de don Jaime Benítez, principal universitario
puertorriqueño, cuyo centenario estamos celebrando y quien falleció en 2001. En uno de sus
famosos discursos (1962) don Jaime señaló y cito: "Es hombre libre el que respeta y perfecciona
sus potencias de suerte que, al usarlas, lo hace con arreglo al más alto ideal de naturaleza humana
y lo hace voluntariamente. Ser hombre (o mujer) libre en este sentido no es poder hacer lo que se
quiere, sino querer voluntariamente hacer lo que se debe".

Dedicó su vida profesional a cumplir con lo que entendió era su deber: educar a varias
generaciones de jóvenes que como ustedes, querían superarse.

Los exhorto a vivir una vida digna, íntegra, vertical y llena de solidaridad hacia su prójimo, llena
de amor, tolerancia y compromiso con un desarrollo económico sostenible, en armonía con la
naturaleza que Dios nos dio para cuidar, usándola con prudencia y entendimiento de su
significado para las próximas generaciones.

Por último, los invito a reflexionar sobre la más importante y más deteriorada de nuestras
instituciones sociales: la familia.

La familia puertorriqueña atraviesa una crisis muy profunda. Hay muy poco diálogo entre padres
e hijos; se interactúa muy poco en el hogar; no se sientan a compartir el pan y a conversar;
muchos padres encuentran más cómodo trabajar para adquirir cosas para sus hijos, pero brindan
muy poco apoyo espiritual, emocional, afectivo e interpersonal. Aquí está una de las raíces más
profundas de nuestra crisis social y solamente cada uno de ustedes puede, con sus vidas
familiares futuras, al construir sus hogares, cambiar la trayectoria de este mal.
Aprender cada día

MANUEL J. FERNÓS
PRESIDENTE DE LA U N I V E RS I DA D I N T E RA M E R I CA N A

L a Universidad Interamericana de Puerto Rico está de fiesta porque con mucha alegría nos
reunimos con la clase graduanda 2009 para conferirles sus diplomas de bachillerato, asociados,
certificados y maestrías.

Graduandos, este día reviste en sus vidas un momento muy especial, porque sus familiares,
amistades y profesores celebran junto a ustedes el inicio y terminación de una etapa de sus v i d a
s.

Estamos viviendo tiempos difíciles en el que se aprecia un deterioro social, moral y económico
en la vida de nuestro país, así como en gran parte del globo terráqueo.

Los economistas, conscientes de la crisis, están dando alertas para que los pueblos hagan un
análisis e introspección sobre el papel del individualismo rampante y la competencia desleal que
socava el respeto mutuo.

Este cuadro desalentador se hace más crítico para aquéllos que optan por no continuar sus
estudios y no supieron decir que no a las ganancias fáciles, a la corrupción y al tráfico de drogas
como modo de vida.

Frente a esta realidad dolorosa tengo la satisfacción de estar frente a 1,025 graduandos que
decidieron luchar y enfrentar la crisis con las mejores herramientas que puede darse a un ser
humano, y éstas son la educación formal, el aprecio por los valores que trascienden la banalidad
de la vida y una fe inquebrantable en Dios.

Muchos se preguntan ¿qué va a pasar con ustedes?. La Universidad Interamericana tiene la


respuesta. Primeramente tuvieron el privilegio de estudiar en nuestra universidad, que se
caracteriza por brindar una oferta académica que les prepara en ventaja frente a o t ro s.

Les hemos creado conciencia de los problemas sociales, culturales, económicos, ambientales y
políticos que confronta la sociedad puertorriqueña. Pero también les dimos las herramientas para
aportar a solucionar estos problemas; además, de proveerles el ambiente afirmativo en el cual
contribuimos al desarrollo intelectual, social y moral basados en los valores fundamentales del c
r i st i a n i s m o.

La calidad y las oportunidades que les ofrecimos en cuanto a una extensa variedad curricular les
abre muchas puertas para iniciarse en el mundo laboral; muchos de ustedes ya sé que están ubic a
d o s.
Los estudios más recientes nos indican que los egresados de la Interamericana tienen una alta
probabilidad de conseguir empleo.

Asimismo, sabemos que muchos optarán por continuar estudios. Enhorabuena por esta decisión.

Además, tengo para ustedes noticias alentadoras porque no los vamos a dejar sin ofrecerles
orientación para enfrentar la competitividad.

Por lo tanto, el Centro de Desarrollo de Pequeñas Empresas y Tecnología de la Universidad


Interamericana (SBTDC) les estará ofreciendo orientaciones gratuitas durante todo el verano. Se
les proveerá todo tipo de orientación en torno al desarrollo de negocios propios y herramientas
útiles para conseguir empleo.

Al emprender esta nueva etapa en sus vidas les exhorto a que continúen aprendiendo cada día de
su existencia y que no olviden los valores cristianos, éticos y morales que aprendieron en la
Universidad Interamericana. Tampoco olviden a su alma máter. Los esperamos a todos en la
celebración del Centenario en el año académico 2011-12.

Somos mejor universidad

A N TO N I O GA RC Í A PA D I L L A
PRESIDENTE DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

L a Universidad es el gran capital social del país. Es capital en talento, en innovación y en


responsabilidad cívica, que se extiende, a través de ustedes, Clase de 2009, a la industria, a1
servicio publico, a las c o m u n i d a d e s.

Con ese capital, ustedes son los gestores, los agentes, las fuerzas de la recuperación de Puerto
Rico y del logro de un mejor país.

Ante los desafíos de un mundo en transformación, cuentan ustedes con la calidad de su


capacitación.

Año con año, los reconocimientos que alcanza el Recinto de Río Piedras testimonian los niveles
de excelencia de la formación académica y de la investigación generada por sus estudiantes y d o
c e n t e s.

Somos mejor universidad porque el Recinto de Río Piedras, sede pionera, cuenta con los mejores
programas académicos, plenamente acreditados o en vías de serlo.

Así lo demuestran sus egresados que prosiguen estudios graduados en el exterior; sus egresados
que hoy enseñan en universidades en todas partes del mundo; sus egresados que ocupan plazas
de liderato en Puerto Rico y fuera de nuestras fronteras.

Somos mejor universidad por la calidad de las investigaciones que se realizan en el Recinto de
Río Piedras y que abren caminos innovadores en las ciencias, en las humanidades, en las
disciplinas sociales.

Somos mejor universidad por la gestión cultural que se desarrolla en el Recinto de Río Piedras,
sede de nuestro Teatro Universitario, de seminarios, bibliotecas, talleres y museos que abrigan
patrimonios de alto valor, a la vez que generan e inspiran gran parte de la producción cultural de
nuestro país.

Somos mejor universidad porque el Recinto de Río Piedras es plaza fuerte de la crítica, de la
disidencia responsable, del intercambio de ideas, de miradas comprometidas con un porvenir más
equitativo y democrático.

Somos mejor universidad porque el Recinto de Río Piedras comporta fortalezas y orgullos
indispensables para un país que quiere alcanzar cotas más altas de calidad de vida, de armonía y
de creatividad social.

Esta Clase de 2009 del Recinto de Río Piedras es el mejor ejemplo de esa apuesta por el
porvenir.

Somos universidad de futuro especialmente en las condiciones difíciles.

Lo somos con responsabilidad y dirección; con optimismo y confianza en las fortalezas de


ustedes, que es siempre el mejor antídoto a1 pesimismo.

A1 innovar, a1 dirigir, a1 encauzar iniciativas empresariales y sociales, multiplicarán ustedes los


beneficios de la educación adquirida.

Es de esa manera que el mejor futuro posible de Puerto Rico pasa, se transforma y enriquece en
el Recinto de Río Piedras, en la Universidad de Puerto R i c o.

Queridos graduandos, con el reconocimiento de esa calidad que ustedes representan viene la
reciprocidad del compromiso de servicio.

Sea en la industria, en la academia, en el sector público, en las comunidades, honremos a la


Universidad de Puerto Rico; honremos a1 Recinto de Río Piedras que la encarna en sus más
nobles p ro p ó s i t o s.

Ese es el pacto de futuro que se sella en el diploma que reciben hoy.

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