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multimedia.
Universidad de Sevilla
Imágenes y signos son formas de reverberación: van más allá de lo denotado por la palabra y son sus
connotaciones las que dilatan el espacio hasta lo infinito. Ricardo Gullón, Espacio y novela.
siguiente forma:
que sirve para separar las palabras o poner mayor distancia entre las letras.
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con el riesgo de establecer una división no del todo lícita, ya que espacio y
que ningún ser humano puede concebir nada sin ubicarlo previamente en
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sistemático.
aún está sin definir con absoluta nitidez. Tal y como puede advertirse en el
gracias a la lectura de una obra literaria; hasta la creación del espacio que
multimedia.
obra narrativa.
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perdido de Marcel Proust, por citar algunas novelas conocidas, hacen del
“ver”, tal y como ocurre el teatro o en el cine, sino que sólo existe en la
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medida que lo lee. Desde este punto de vista puede decirse que el espacio
verbal se caracteriza por que tanto los personajes como el lugar donde se
que le da sentido (Gullón, 1980: 21). Así, tal y como apunta Elena Barroso:
“El espacio literario verbal pone en relación lugares, seres y objetos del
con quien lee. Activa la construcción del espacio imaginario del lector,
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El estudio del espacio de manera aislada, sin atender a las relaciones que
factores.
explicitados. Por supuesto, la voz que lleva a cabo estas acciones es la del
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(Garrido Domínguez, 1996: 216). Por último, el espacio puede servir para
entorno.
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humana.
concepto de espacio literario con su libro Espacio y novela, sobre todo por
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lectura: así, R. Gullón (1980: 10) establece varios tipos como el narrativo,
de que el acto de leer es una actividad fronteriza entre el mundo del texto
espacio de la novela y del espacio efectivo, entendido éste como aquel del
lectura es un proceso creador, que será tanto más rico cuanto más se
identifique el lector con lo que lee y por ello cuanto más pueda aportar a la
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imaginario personal.
La cuestión es que, tal y como comenta Ricardo Gullón (1980: 20), el lector
pero esta circunstancia variará, esto es, se colocará más o menos cerca,
Así, por ejemplo, el uso de una primera persona del singular situará al
deja de ser una ilustración de una narración para tener importancia por sí
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a partir del primer cuarto del siglo XX. En esos nuevos productos
a la suma de las partes, sino mucho más complejo. El narrador, como voz
del autor, dispersa por toda la novela una serie de indicios espaciales de
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vencer al desafío gracias a la razón. Es esta una de las figuras del caos más
1994: 547).
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nodos, los cuales se conectan mediante enlaces, formando una red más o
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citado. En primer lugar, los nodos son unidades de información dentro del
hipertexto, como por ejemplo, una página o una pantalla. Los enlaces se
usuario.
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conceptos están ligados por asociación, optamos por pensar que este
Castellary, 1997: 7). Por otro lado, el multimedia, tal y como sugiere su
que no tiene por qué incluir el uso informático. Por último, el término
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remontarse al siglo XV, cuando el italiano Agostino Ramelli ideó una noria
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Por tanto, desde aquí nos sumamos a teóricos como Vouillamoz o Landow,
ideas presentes desde hacía años, es decir; nuevos medios para viejas
ideas.
desde comienzos de siglo hasta nuestros días, como la figura del autor o
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literatura impresa pero que con los nuevos medios encuentra el aderezo de
que antes no contaba para la elaboración de sus obras. Nace así un nuevo
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usuario.
narración multimedia:
compensados.
camino del usuario, pero este no debe percatarse de que está siendo
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las palabras; el tiempo que se marca entre una acción y otra del lector.
como unidad mínima cuando cada pantalla acotada por sus márgenes no
término pantalla sería continente de otro término menor. Por hacer una
tiempo.
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propone una nueva forma de contar, es más, pone los medios adecuados a
dentro de cada escena. Por otro lado, las estructuras del discurso
acto de lectura.
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ver las grafías y nuestras manos para pasar las páginas. Puede parecer una
activando las zonas sensibles mediante el uso del ratón y esto hace
físicamente hablando.
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consumo, los lugares de lectura, etc. Desaparece el "tocar" a favor del "ver",
mayor, sobre todo porque además del texto ahora puede disponer de
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hábitos de lectura.
Esa nueva interacción del usuario aparece mediatizada por el interfaz. Con
con el autor, ya que será el receptor el que decida siempre cuál debe ser el
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los espacios fragmentados, de los lugares enlazados. Pero esta idea, como
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Warnier en su libro del mismo título, nos sirven de base para interpretar,
para reconstruir esos fragmentos de espejos de forma que nos den como
producen tanto a nivel enunciativo como lector. Pues, como dice Elena
Barroso, en un estudio sobre dicha obra: “La lectura, como proceso y como
resultado, crea también espacios textuales” (1998: 76) Esta autora destaca
barreras entre los géneros dentro de una misma categoría del arte, y con
también entre las diferentes artes, buscando así una permeabilidad entre
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Ayala;
“con ello se hace más espesa y ostensible la polifonía entre los textos de
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preparados para una lectura no lineal, como los libros de consulta (en
hipertexto).
Se ha dado paso a un nuevo receptor que puede mirar, leer y oír, lo que
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del papel en blanco, o ante la pantalla vacía del ordenador a tener que
variarse.
Por otro lado, la pantalla representa un mundo no real, sino un ámbito que
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los libros está sólo virtualizado. Pero las nuevas posibilidades tecnológicas
donde el usuario deberá ser más inter-activo. Todos los datos le vienen
en tanto que debe ir eligiendo su propio camino. Ahora bien, ¿no es cierto
que ante una página llena de grafías, líneas de letras que se suceden, el
trabajo del lector es mucho más arduo? ¿Acaso no debe este construir un
incrementadas; pero esto hay que verlo como un paso más en la evolución
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acepte las reglas del mismo, el pacto de ficcionalidad, pero ese pacto no es
La ficción interactiva da paso a una realidad presente donde los signos son
códigos. Este nuevo espacio multimedia supone, tal y como ocurre con la
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virtual, y participa dentro de ella desde unos artilugios externos tales como
realidad.
referente real. Está marcado, además, por zonas sensibles que el usuario
Es un mundo paralelo con sus propias leyes, que se hace verosímil al lector
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4. REFERENCIAS.
S.A.
Sevilla, Alfar.
Calpe, 1992.
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