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Entrevista a una pionera en la gestión estatal del medio ambiente

Yolanda Ortiz y sus recuerdos de un Perón ecologista


Noticia
11/06/2009
El Litoral (Santa Fe, Argentina)
De la “revolución mental” del Perón del ‘73 (que las facciones del peronismo en violenta
pugna no tomaron en serio) al concepto de desarrollo sustentable actual. Del Mayo Francés
del ‘68 al paradigma de la complejidad. 83 años y una lucidez notable.
En el tercer gobierno de Perón hubo un cargo novedoso: secretaria de Medio
Ambiente. Era 1973, la experiencia del casi interinato de Héctor Cámpora se había
agotado en menos de dos meses y el peronismo, aunque convulsionado siempre vertical,
pretextaba una vez más su condición de movimiento para evitar resolver sus insalvables
contradicciones internas (ahora trasladadas al gobierno): en ese marco, el discurso del
presidente en favor de la “revolución mental” y el cuidado de la ecología parecía una forma
de evitar -al menos públicamente- definirse sobre la lucha intestina.

Sin embargo, hubo al menos una mujer que creyó -y cree firmemente- en aquellas
definiciones. Yolanda Ortiz no provenía del justicialismo y simpatizaba con las posiciones de
la democracia cristiana (sobre todo la de Chile). Había vivido en París, como becaria, el
Mayo Francés, y hoy sigue definiéndose como una humanista. Piensa que la dirigencia
política argentina -en el mejor de los casos- no ha logrado salir del reduccionismo, del
enfoque parcial sobre los problemas ambientales, sin entender el paradigma de la
complejidad.
Con 83 años y el antecedente de haber sido pionera en la gestión desde el Estado sobre los
problemas ambientales, hoy sus opiniones y la estatura de su personalidad tienen un
reconocimiento que excede los marcos partidarios. Para ratificarlo basta decir que vino a El
Litoral junto a Ariel Carabajal, director de Producción Limpia y Consumo Sustentable de la
Nación, y del secretario de Medio Ambiente de la Provincia, César Mackler y el subsecretario
del área Carlos Martín.

—Deben haber sido muy pocos los que en 1973 hablaban de medio ambiente.
Yolanda Ortiz: —Hoy las condiciones son muy distintas, también con relación a los
decisores. Pero en ese momento había una política muy clara, un líder que consideraba que
lo ambiental era el problema, no uno más... Perón señalaba muy bien la importancia que
tenían para él los hombres de ciencias para detectar los problemas con un rol fundamental
para la acción. Pero no fue comprendido en ese momento. Por entonces ya había un déficit
de comprensión de esa problemática, pero bueno con gran entusiasmo se pusieron los
cimientos... Lástima de después vino la dictadura y todo eso se frustró.
Cuando apareció el “Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo” (*), los
mismos peronistas cuestionaron eso. Le reprocharon que hubiera vuelto (Perón) con esa
propuesta, no entendían. Y eso que eran gente con mucha cultura, muchos viajes afuera,
pero no, no lo entendieron. Se perdió una oportunidad.

—Se tomaba a esa visión como una forma de no definir a la puja entre las facciones
internas del peronismo.
—Exactamente. Había entonces en la sociedad una contestación al modelo pero no un
proyecto alternativo, no hubo una adhesión a la propuesta de Perón. Fíjese que las mujeres,
el movimiento feminista, nos decía esto es una forma más de darle trabajo otra carga a la
mujer: me costaba a mí realmente hacerlas entrar en razón. Ellas decían que siempre el
desarrollo toma a la mujer como la mano de obra económica y que ahora, con las
cuestiones ambientales, se le daba otra obligación más... Tampoco nos entendían.
Bueno, tuvo muchas vueltas este tema y finalmente cuando desarman esa construcción que
había hecho el General a partir de secretarías importantes, como eran Recursos Hídricos,
Recursos Naturales y Renovables y No Renovables, y a esos señores secretarios Perón los
baja, los pone como subsecretarios y nombra a una mujer al frente de esta secretaría...
Realmente solamente él podía hacer eso. Y fue difícil tratar de encontrar un espacio, de
crearlo.

—Estaba la Argentina de entonces actualizada en su visión de lo ambiental. De la


experiencia europea por ejemplo.
—Fíjese que dio la casualidad que tenía una beca en Francia entre 1967 y 1968 así que viví
en París todo el capítulo de Mayo del ‘68. Y es ése el mismo movimiento que sigue
cuestionando el modelo de desarrollo, la crisis ambiental pone de manifiesto el fracaso de
este modelo, y hay una distancia muy grande por ejemplo, una relación antagónica entre lo
ecológico y la economía. Hoy esto sigue y por eso tenemos acciones como el programa de
desarrollo limpio que busca un proceso diferente.
En la Argentina, aquel intento de Perón por darle al problema ambiental la máxima prioridad
no fue comprendido por la sociedad. Y después vino la dictadura, y es recién ahora que el
tema ambiental se ha instalado con más fuerza. Pero tampoco hoy se ha instalado de la
mejor manera: el tema figura pero aparece el medio ambiente como negocio o como
conflicto. Los políticos no terminan de entender al mensaje ambiental; tal vez, nosotros no
sabemos enseñárselos. Pero hay una luz de esperanza, la actual gestión tiene una
concordancia en tomar la producción como base para hacer un desarrollo que respete al
ambiente, tomar esa alternativa. No es estar en contestatarios, ni tampoco en el conflicto,
sino dar respuestas. Tratamos de tener mejor suerte que entonces.

—Si pudiéramos mirar dos fotos sobre el ambiente en la Argentina, la de entonces y la


actual, qué veríamos.
—Creo que avanzamos cuando somos conscientes de que somos seres responsables y que
sabemos adónde estamos parados. La globalización nos ha sacudido de alguna manera. El
paradigma de la complejidad se va metiendo de a poquito, todavía predomina la cosa lineal
que no reconoce el abordaje que requiere la complejidad de la realidad. Hay, quiérase o no,
un cambio en la gente. Necesidad de protagonizar cambios, una reacción frente a los
problemas ambientales.
Pienso que los que en los ‘70 éramos un poco utópicos, y que ahora estamos más con los
pies sobre la tierra. Pero tiene su contrapartida, la pérdida de valores, y algo que me da
mucha preocupación que es una especie de amoralidad que se quiere instalar. Y el
individualismo cada vez más exacerbado que crea un ego que constituye un nudo, yo diría
para poder trabajar en equipo y poder dar respuestas frente a lo que se manifiesta ya como
una reacción de la biósfera por el maltrato que se le da a los recursos naturales y al
ambiente.

—Veo que del peronismo a Ud. le gusta nombrar el último gobierno.


—Es que estuve ahí. Siempre fui una humanista. Prefería a los humanistas, a la democracia
cristiana, la chilena sobre todo. En 1973, Perón decía “sin participación popular y sin justicia
social tenemos que esperar verdaderas explosiones sociales”. Y fueron sus palabras
verdaderos vaticinios.

—Lástima que cada uno por izquierda y derecha en el PJ, leía lo que quería...
—Sí, realmente. Pero él era muy claro: creo que uno de los hechos más importantes de mi
vida ha sido trabajar con Perón.
(*) Del 21 de febrero de 1972, en Madrid.

Definiciones
Leyes. “El problema no está en el sistema económico sino en el ser humano: busca lucro y
pura ganancia sin respetar las leyes ecosistémicas”
Complejidad. “Despertar la conciencia ambiental es descubrir la complejidad de la realidad
en que estamos inmersos: física, biológica, socioeconómica y política. También es el
reconocimiento de un ambiente donde hay un ecosistema con interacciones entre el medio
natural y el sistema socioeconómico y cultural”.
Deuda. “No hay una discusión a fondo. Para mí, todavía no hemos entendido el paradigma
de la complejidad. Siempre estamos cada uno sobre su sector, sobre su problemática
inmediata. Es difícil. Tiene que ver con nuestra formación desde el reduccionismo, que se
refleja en las áreas del Estado”.
Consecuencias. “Hoy sufrimos lo que se manifiesta ya como una reacción de la biósfera por
el maltrato que se le da a los recursos naturales y al ambiente”.

Distinción
En febrero de este año el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) rindió un homenaje
a la trayectoria de Yolanda Ortiz, la primera secretaria de Medio Ambiente que tuvo la
Argentina y Latinoamérica, en 1973.
07/01/2009

Homero Bibiloni Secretario de Medio Ambiente dialoga con la Lic. Yolanda Ortiz,
primera secretaria de Ambiente Humano de la Nación, nombrada por el presidente Juan D.
Perón durante su tercer mandato, en 1973. Ortiz es Licenciada en Química de la UBA.
Tras ocupar su cargo en la flamante cartera ambiental, desde 1976, se desarrolló como
investigadora y docente de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela. Siete años después
volvió al país y fundó la ONG CAMBIAR, para continuar con el proyecto impulsado por Perón
y asesorar al gobierno nacional en temáticas de Ambiente y Género. Desde 1993, se dedica
a la Educación Ambiental y actualmente se desempeña como Consultora ad Honorem del
Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA) en el Comité de Montaña.

Coordinación de Prensa y Difusión

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