Sunteți pe pagina 1din 68

HISTORIAS

Revista Semestral de la Asociación Historia, Sociología y Ecología


Año II, N.º 2, enero-junio 2007

Separata

Huelga Policial y Paro Nacional de Trabajadores en mayo de 1987

Detonantes de la más grave crisis política


en el Perú de fines del siglo XX

Manuel Valladares Quijano


ISSN: 1992-2620 Historias 2(2):135-196 (enero-junio 2007)

HUELGA POLICIAL Y PARO NACIONAL


DE TRABAJADORES EN MAYO DE 1987

DETONANTES DE LA MÁS GRAVE CRISIS POLITICA


EN EL PERÚ DE FINES DEL SIGLO XX

Manuel Valladares Quijano*

Resumen

La huelga policial y el Paro Nacional de Trabajadores de mayo de 1987 –de


cuyo desarrollo hacemos un detenido recuento en el presente trabajo-
modificaron la correlación de fuerzas en el país. La Izquierda Unida (IU) y
su constelación partidaria y sindical, que jugaban a la oposición democrática,
desplazaron al APRA y al gobierno aprista de su pasajera hegemonía en la
dirección política de masas. También el movimiento subversivo Sendero
Luminoso estaba presente de modo explícito en la disputa por dicha
hegemonía. A partir de aquellos dos hechos sucesivos de mayo, se configuró
una crisis política coyuntural pero no necesariamente una inestabilidad del
poder político. Luego, intentos básicamente voluntaristas por tratar de
revertir la situación, llevaron al presidente Alan García a declarar inconsulta
y sorpresivamente, en su discurso del 28 de julio de aquel año, la estatización
de la banca, medida que generó situaciones mucho más complejas que
escaparon al manejo del propio gobierno y desencadenaron una crisis
política de larga duración de la que aún no ha terminado de salir el Perú.

I. Luchas por el poder y crisis de dirección política de los trabajadores

En los violentos tiempos de la década de los ochenta, en el Perú podían ocurrir


y, de hecho, ocurrieron grandes confrontaciones ideológicas y políticas entre las
diversas fuerzas que se disputaban el control del Estado. Con frecuencia, tanto en
Lima como en provincias o a nivel nacional, esas tenían lugar con la participación
directa de las masas en las contiendas. Muchos de los gérmenes de dichas

*Profesor Principal de la E.A.P. de Historia de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional


Mayor de San Marcos. Magíster en Literatura Peruana y Latinoamericana por la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. E-mail: mvalladares2006@yahoo.com

137
Manuel Valladares

confrontaciones se habían ido incubando y madurando por lo menos en el transcurso


de las dos o tres décadas previas1. En los años 80, los conflictos sociales y políticos se
fueron agudizado como nunca antes y una de sus más dramáticas manifestaciones
era el enfrentamiento entre dos terrorismos: el terrorismo desencadenado por el
movimiento subversivo Sendero Luminoso y, como respuesta, el terrorismo de
Estado. Al mismo tiempo, los partidos y agrupaciones de la izquierda legal en su
gran mayoría, a despecho de sus ruidosas y agrias discrepancias, fueron saliendo
de su crónica fragmentación y dispersión y en 1983 conformaron un amplio frente
denominado Izquierda Unida (IU) el cual abiertamente disputaba con el APRA la
hegemonía de la dirección política de los trabajadores y eventualmente el control
del Estado. Desde entonces y durante un tiempo, éstas fueron las dos fuerzas
electorales más importantes del país. En las elecciones municipales de 1983, el gran
vencedor en Lima y en provincias fue IU. En las elecciones generales de 1985, el
APRA se impuso por amplia mayoría y llegó al poder con Alan García como
presidente. El poderoso frente de IU fue desplazado a un distante segundo lugar.
Pero, no sería por mucho tiempo.2

1
En la post Segunda Guerra Mundial, en una nueva etapa de predominio de las tendencias de
modernización capitalista de la economía y sociedad peruanas, los conflictos sociales y políticos
fueron ampliándose y acentuándose cada vez más en el país, básicamente entre los trabajadores
asalariados y el capital, entre el campesinado indígena y el gamonalismo, entre los crecientes
sectores populares urbanos y las nuevas capas medias enfrentados a los rezagos del viejo poder
oligárquico; en una palabra, entre el Estado garante de aquel orden de dominación y las grandes
mayorías nacionales. Las reformas, nacionalizaciones y estatizaciones realizadas por el gobierno
militar de 1968-1975, habían erradicado muchas de las bases arcaicas y tradicionales de estos
conflictos, especialmente a través de la Reforma Agraria y la nacionalización de empresas
imperialistas de los enclaves. Sin embargo, estas reformas que en conjunto habían provocado
rupturas importantes y que inclusive se consideraban irreversibles, no solamente no significaron
transformaciones radicales y profundas de la sociedad peruana sino que tampoco alcanzaron mayor
desarrollo y continuidad. Por un lado, carecían de una orientación política en ese sentido, a pesar
de la fraseología revolucionaria en el discurso de sus conductores en el poder y, por otro,
sobrevinieron interrupciones y contenciones de esos procesos fundamentalmente bajo el impacto
de la crisis internacional de la economía capitalista cuyo estallido ocurrió en el segundo semestre
de 1974. De ese modo, el camino de la modernización capitalista-burguesa, se había interrumpido
y estancado una vez más. Pero, de todos modos, los cambios y rupturas ocurridos a través de esas
reformas, fueron legalizados por la Asamblea Constituyente de 1978-1979. Finalmente, el Perú ya
no era el mismo anterior a las reformas. El que ingresó a la década de los años 80 era ya otro Perú.
Como tal, precisamente, se constituyó en escenario de graves confrontaciones sociales y políticas.
Estudios y reflexiones sobre estas cuestiones son innumerables. Pueden ser consultados de Aníbal
Quijano, Nacionalismo, neoimperialismo y militarismo en el Perú, Periferia, 1971; José Matos Mar,
Desborde popular y crisis del Estado, el nuevo rostro del Perú en la década del 80, IEP, 1984; Julio Cotler,
Clases, estado y nación en el Perú, IEP, 1978; Henry Pease, El ocaso del poder oligárquico, lucha política
en la escena oficial 1968-1975, Desco, 1977; Sinesio López, El Dios Mortal. Estado, sociedad y política
en el Perú del siglo XX, IDS, 1991.
2
El desarrollo de las tendencias de centralización sindical y política de las luchas de los trabajadores
y masas populares, fue llevando a las organizaciones de izquierda a buscar formas de articulación
y coordinación. Una primera experiencia en ese sentido, había sido el Paro Nacional del 19 de julio

138
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Fue en aquel contexto que el conjunto del gobierno aprista y el propio presidente
Alan García esperaban que un martes 19 de mayo de 1987 se llevaría a cabo en el
país un Paro Nacional de Trabajadores convocado y anunciado con tres meses de
anticipación por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y por
otras organizaciones sindicales de Lima y provincias. La IU era su principal dirección
política. La propaganda y la agitación por parte de sus organizadores estaban en
marcha desde hacía semanas. Desde luego, quienes ejercían el poder político no
esperaban resignados y con los brazos cruzados que simplemente se produjeran los
acontecimientos sino, más bien, se encontraban seriamente preocupados y
dispuestos a obstaculizarlos por los más diversos medios y a neutralizar el impacto
que pudieran tener. El entonces considerado gobierno socialdemócrata del APRA,
inaugurado a lo grande en julio de 1985, aún se mantenía con mucha fuerza y vitalidad
a pesar de su antiimperialismo sólo lírico y de sus graves responsabilidades políticas
por acciones cometidas en los dos años anteriores, en contra de los derechos
humanos, fundamentalmente por parte de las fuerzas policiales y de las fuerzas
armadas. Uno de los casos más graves fue la matanza de los penales ocurrida en
junio de 1986. A pesar de todo, el gobierno aprista se consideraba todavía con
suficientes fuerzas y agilidad para enfrentar el primer Paro Nacional de Trabajadores
que se aproximaba o para hacer que éste fracasara. No se vislumbraban, entonces,

de 1977. Luego, para poder participar en las elecciones a la Asamblea Constituyente de 1978,
fueron conformados varios frentes electorales de la izquierda legal: Frente Obrero Campesino
Estudiantil del Perú-FOCEP (El maoista PCP-Bandera Roja, partidos trotskystas, personalidades
como Laura Caller y el escritor Manuel Scorza, todos bajo la presidencia del abogado laboralista
Genaro Ledesma Izquieta), Unidad Democrática Popular-UDP (Vanguardia Revolucionaria,
agrupaciones del MIR, Partido Comunista Revolucionario, personalidades como Alfonso Barrantes
Lingán, Afredo Torero, Rosa Alarco, Carlos Malpica y dirigentes obreros y populares), Unidad de
Izquierda-UI (Partido Comunista Peruano-Unidad, CGTP y otros movimientos sindicales), Frente
de la Revolución Peruana (Velasquistas), etc. Más tarde, con vistas a las elecciones generales de
1980, surgió un gran frente de izquierda con importantes y significativas bases sociales llamado
Alianza Revolucionaria de Izquierda (ARI) y cuya figura más importante era el líder campesino y
popular Hugo Blanco Galdós. Este frente fue resistido y cuestionado fundamentalmente por los
partidos y agrupaciones pro-soviéticas y maoístas. Aparentemente, el principal problema era Hugo
Blanco, debido a su militancia trotskysta. En realidad, estaban en juego muy fuertes ambiciones de
carácter hegemónico y que incluía a los propios trotskystas. Al cabo de unas cuantas semanas de
existencia, habiendo sido neutralizadas las movilizaciones de masas por parte de todas las tendencias
de izquierda, ARI se desmoronó en medio de interminables e intrascendentes discursos. Se
presentaron a las elecciones generales los anteriores frentes de izquierda ya mencionados y otros
de reciente constitución como Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria-UNIR (Patria Roja y
aliados) y el Partido Revolucionario de Trabajadores-PRT (partidos trotskystas). Todos estos frentes
y sus tendencias lograron tener representantes en Diputados y Senadores. Para las elecciones
municipales de noviembre de 1983 se conformó un amplio frente de dimensión nacional llamado
Izquierda Unida (IU), integrado por las organizaciones ya mencionadas, con excepción de las
trotskystas, bajo la presidencia de Alfonso Barrantes Lingán. En dichas elecciones municipales, IU
derrotó al APRA en Lima metropolitana y en buena parte de capitales departamentales y provinciales.
Nunca antes la izquierda peruana había alcanzado un éxito electoral tan vasto. Mayor información
y discusión sobre algunos de estos puntos, pueden ser consultados en: ARI ¿Porqué y cómo se
desmoronó? ¿Quiénes son los responsables? Doc. del Movimiento Revolucionario Socialista, 1980; de
Aníbal Quijano, «1980: las condiciones del enfrentamiento», Sociedad y Política N.º 8, Lima, 1980.

139
Manuel Valladares

truenos y relámpagos en el horizonte y mucho menos que éstos pudieran ser


ocasionados por contingentes de una institución policial.3
Ciertamente, no habían sido previstas por el gobierno aprista tan tempranas
acciones de desobediencia o rebelión y mucho menos al interior del aparato del
Estado, como podría ser un motín o una huelga de la Guardia Civil. Esta institución
era, en ese entonces, una de las tres unidades de la Policía Nacional. Para sorpresa
del propio gobierno, la huelga se vino desde las primeras horas del Viernes 15 de
mayo. El liderazgo político al interior de esa unidad policial había estado actuando
de manera secreta y clandestina y, desde luego, no era la primera vez que ocurría un
hecho de esa naturaleza. Se contaba con los antecedentes de las huelgas policiales de
febrero de 1975 y de mayo de 1983. Cuesta admitir que un gobierno como el del
APRA, todavía con amplias bases sociales y políticas y enfrentando a diario la
lucha armada del movimiento subversivo Sendero Luminoso, no hubiera tenido la
capacidad para conocer o por lo menos para sospechar, especialmente a través de
los servicios de inteligencia del Ejército y de la Marina de Guerra, acerca de aquellos
preparativos policiales. ¿Nunca tuvieron ninguna información los comandantes en
jefe y los altos mandos de aquellas armas? ¿O teniéndola se la ocultaron al gobierno
aprista? El asunto es que el presidente Alan García y su gobierno fueron sorprendidos
por aquella huelga policial. ¿Y tampoco nunca tuvieron conocimiento acerca de
estos preparativos, siquiera de manera fragmentaria, algunos de los dirigentes de
Izquierda Unida que hacían oposición política desde dentro y fuera del Congreso?
¿O quienes gobernaban nunca prestaron oídos a ciertos rumores o mensajes
provenientes quizás de algunas de las tiendas de la propia IU como, por ejemplo, del
Partido Unificado Mariateguista (PUM) y algunos de sus principales dirigentes? El
asunto es que, al amanecer el 15 de mayo, los apristas en el control del poder del
Estado, parecían ignorar todo y haber sido cogidos por sorpresa. Es decir, más o
menos como había sucedido con la huelga policial en el gobierno del general Velasco
Alvarado en febrero de 1975.4
Políticamente, lo más grave y delicado para el gobierno era el hecho de que la
huelga policial tuviera lugar precisamente faltando muy pocos días para la

3
El APRA en el poder y la IU en su obligada oposición democrática eran, pues, los dos grandes
movimientos políticos que dominaban la escena peruana. A su vez, estos dos movimientos eran
rudamente combatidos en diversos terrenos por Sendero Luminoso (SL). Por su parte, el grueso
del liderazgo de IU que hacía pues el papel de oposición democrática, desarrollaba tanto en el
parlamento como en las organizaciones de base, una dura y persistente crítica al gobierno aprista y
denunciaba con frecuencia la política de concesiones al capital privado y las violaciones de los
derechos humanos. Y en muchas oportunidades, quizás también con frecuencia, reclamaba la
estatización de la banca. Contando con el explícito respaldo del conjunto de aquella IU, organizaciones
como la CGTP, diversas Federaciones y sindicatos del país fueron impulsando, desde comienzos de
1987, la prédica y las coordinaciones para la realización de un Paro Nacional de Trabajadores.
Mayores elementos de juicio sobre la situación política, se pueden encontrar en la revista Quehacer
N.º 46 de abril-mayo del 87, en su sección «actualidad nacional» que incluye artículos sobre diversos
temas de coyuntura.
4
Para mayor información acerca de ese acontecimiento, consultar el ensayo escrito por Manuel
Valladares Quijano: «Hace 30 años: 5 de febrero de 1975, huelga policial, saqueos e incendios en

140
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

realización del Paro Nacional de Trabajadores. La huelga policial arrancó un día


viernes y, no habiendo comisiones y negociaciones en camino en el transcurso del
día, simplemente no se sabía por cuanto tiempo más podría prolongarse esta
situación. En esa época, sábado y domingo, eran días de descanso para todos los
trabajadores administrativos del Estado y también para los trabajadores de las
empresas estatales y privadas. Había pues general desconcierto acerca de lo que
podría ser la situación nacional al iniciarse la semana siguiente. Sólo se sabía que el
martes 19 tendría lugar el anunciado Paro Nacional y ya no había duda alguna de
que alcanzaría resonante éxito sindical y político. Finalmente, no pocos pensaban
que toda esta faena constituiría quizás una primera gran derrota política para el
primer gobierno aprista. Este gobierno estaba por cumplir recién sus dos primeros
años en el poder, aún le faltaba transitar tres largos años y tendría que hacerlo, de
allí para adelante, en medio de las mayores dificultades, como un gobierno en
permanente tensión y conflicto y cada vez más desorientado y debilitado. En esos
instantes de desconcierto, se suponía por parte de mucha gente que los principales
vencedores o beneficiarios políticos serían el conjunto de agrupaciones y fuerzas de
la IU y, también, SL. Es decir, la izquierda legal y la izquierda subversiva. Estas
mismas fuerzas políticas se llevaron esa sensación. Ellas mismas y sus alrededores
jamás podían imaginarse que apenas unos meses después, las reales y efectivas
vencedoras y beneficiarias serían la derecha tradicional y la derecha neoliberal que
como fuerzas políticas habían estado empequeñecidas y arrinconadas hace mucho
rato. En efecto, a partir del 28 de julio de ese año, 1987, cuando el presidente Alan
García anunció en su discurso ante el Congreso la estatización de la banca, todas las
fracciones de la derecha peruana reaccionaron como fiera herida, se hermanaron e
ingresaron a una furibunda y creciente contraofensiva, salieron de su
arrinconamiento y casi inexistencia política y terminaron organizándose en el Frente
Democrático (FREDEMO) el mismo que luego se encaminaría con innumerables y
multitudinarios mítines y con violentos discursos, bajo el liderazgo del escritor
Mario Vargas Llosa, hacia las elecciones generales de 1990 que habrían de ser
cruciales.5
Aún no han sido esclarecidas suficientemente las razones por las que el
presidente Alan García sorprendió a todo el mundo con la medida de estatización

Lima», En: Investigaciones Sociales N.º 14, revista del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales,
Fac. de CC. SS. UNMSM. Lima, 2005. pp.
5
Luego de la huelga policial y del Paro Nacional, el conjunto de la izquierda legal y SL, expresaron
de diverso modo su sensación de victoria política frente al APRA y al gobierno aprista. Por otra
parte, unas semanas después, luego del discurso presidencial del 28 de julio, la contraofensiva de
la derecha fue excepcionalmente agresiva y sistemáticamente demoledora contra el gobierno
aprista y en particular contra Alan García. En verdad, la derecha peruana le declaró la guerra y no
le daría respiro hasta el último minuto de su gestión. A lo largo de tres años, entre agosto de 1987
y julio de 1990, todos los segmentos de la derecha y del capital se fueron organizando en el
FREDEMO, con Mario Vargas Llosa a la cabeza y desplegaron constante e intensa campaña para
desacreditar de punta a punta al gobierno aprista. El FREDEMO y el grueso de la prensa que le era
adicta, estimularon a diario el desbarajuste gubernamental, la agudización de la crisis económica y
de la hiperinflación. No promovieron un golpe de Estado, prefirieron aniquilar y lapidar el gobierno

141
Manuel Valladares

de la banca. El mismo García o la dirección del partido aprista no se dieron el trabajo


de hacerlo. Tampoco lo hicieron los dirigentes de IU o de las otras agrupaciones de
oposición. Lo que muchos esperaban del discurso presidencial de aquel 28 de julio
ante el Congreso de la República, eran explicaciones y medidas que constituyeran
una respuesta a la situación política creada por la huelga policial y el Paro Nacional
de Trabajadores del mes de mayo. La nueva situación política no era precisamente
de inestabilidad aunque se había modificado de manera significativa la correlación
de fuerzas preexistente. Explícita y directamente, no hubo ninguna respuesta a las
fuerzas y tendencias de izquierda. Tampoco a los trabajadores y su liderazgo
sindical. La inestabilidad política, recién comenzó a generarse a partir del discurso
presidencial de estatización de la banca.
Las diversas fracciones de la derecha peruana, incluidos sus banqueros y los
altos mandos de las Fuerzas Armadas, crónicamente antiapristas, no sólo no habían
impedido en 1985 –como habían estado habituados a hacerlo por todos los medios
por más de medio siglo- la victoria electoral del APRA sino, más bien, esta vez la
alentaron y esperaron impacientes que ésta ocurriera. Ante la incompetencia y el
fracaso del gobierno accio-pepecista (AP-PPC) en el enfrentamiento a la subversión
senderista, ante el descrédito en que habían caído los Golpes de Estado acaudillados
por militares y en medio de la crisis económica, el caos y la anarquía imperantes en
el país, un gobierno del APRA bajo liderazgo de Alan García les parecía la única
alternativa viable a los entonces en aprietos garantes del orden. El candidato
presidencial del APRA y sus candidatos a diputados y senadores, triunfaron
ampliamente en la primera vuelta electoral sobre su principal contendor que era IU
con el Dr. Alfonso Barrantes Lingán como su candidato presidencial. Ya no hubo
segunda vuelta electoral, a pesar de la insistencia de los dirigentes más radicalizados
del frente izquierdista. En ese entonces, la derecha, sus candidatos presidenciales y
sus listas parlamentarias quedaron reducidas a su mínima expresión.6

aprista manteniéndolo jaqueado y tambaleante en el poder. Imágenes de aquella coyuntura política,


de sus movimientos y personajes, se puede encontrar en varios escritos del propio Vargas Llosa
y, en especial, en su libro de memorias El pez en el agua, Edic. Seix Barral. Biblioteca Breve, 1993.
6
Es verdad. La victoria electoral del APRA y su acceso al poder en 1985, es explicable en gran
medida por la urgente necesidad que había por defender el sistema existente frente a la subversión
de Sendero Luminoso que crecía y se extendía en diversas regiones del país. Sin duda, ese era el
sentimiento que recorría los dominios de todas las fracciones de la clase dominante y los interiores
de la cúpula de las Fuerzas Armadas. Para derrotar la subversión senderista o por lo menos para
contenerla, no habían sido suficientes la represión brutal e indiscriminada por parte del Estado y
menos aún bajo la conducción política de la derecha retardataria representada por Acción Popular
y el PPC. Esta vez, transcurrido medio siglo de permanente condena y de temor, requerían que
llegara a ser gobierno un partido y un movimiento históricos como el APRA el cual, además de su
renovada orientación socialdemócrata, se había dinamizado y robustecido en términos organizativos
teniendo al entonces joven Alan García como su Secretario General quien, a su vez, era el
candidato a la presidencia de la república. Esta vez, ya no habrían vetos y cargamontón por parte
de la oficialidad de las FF.AA., de la derecha y sus periodistas y, también, por parte de la izquierda,
como los ocurridos escandalosamente en las elecciones de 1962 contra la candidatura de Haya de
la Torre y en las de 1980 contra la de Armando Villanueva del Campo. Es bueno recordar que en

142
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Fue pues aquel gobierno aprista instalado en el poder el 28 de julio de 1985, el


mismo que enfrentaría inesperadamente momentos sumamente difíciles, casi dos
años después, en mayo de 1987. La huelga policial y el Paro Nacional de Trabajadores
se constituyeron, más allá de lo previsto o imaginado por sus propios protagonistas
y su liderazgo, en los detonantes de una prolongada y profunda crisis política en el
Perú de fines del siglo XX e inicios del siglo XXI. El presidente Alan García,
pretendiendo revertir la situación creada bajo el impacto de los dos movimientos de
protesta y reclamos salariales, adoptó medidas que luego no las pudo manejar y que
terminaron desencadenando aquella crisis.7

II. Sorpresiva huelga policial remeció el poder político aprista

En efecto, aquella sorpresiva huelga policial logró remecer el poder político


del gobierno aprista que ejercían el presidente Alan García y su entero Gabinete
Ministerial. El problema no fue precisamente la huelga misma sino su impacto
demoledor en todo el país. Aquella huelga fue básicamente un hecho limeño y en lo
inmediato no llegó a movilizar en apoyo suyo a otros sectores populares de Lima o
de provincias. Sin embargo, golpeó gravemente la imagen del primer gobierno aprista
que aún parecía ejercer plenamente el control del Estado. Una huelga policial de
cuatro días (15, 16, 17 y 18 de mayo), se encargó de revelar que dicho gobierno no
había sido ni tan poderoso ni imbatible como venía pareciéndolo a lo largo de casi
dos años.

Viernes 15 de mayo
En las primeras horas del Viernes 15 de mayo de 1987, los medios de
comunicación informaban de un motín de la Guardia Civil -rebelión, revuelta contra

las elecciones de 1980 toda la derecha y todas las tendencias de la izquierda peruana hicieron
campaña en contra de Armando Villanueva y a favor de Belaunde Terry a quien consideraban el
«mal menor». Pues fue ese señor quien ganó las elecciones y volvió a instalarse en el poder doce
años después de su derrocamiento.
7
Si bien todas las tendencias al interior de IU se habían comprometido abiertamente a impulsar el
Paro Nacional de Trabajadores y también habían simpatizado de diverso modo con la huelga
policial, nada de eso significaba que necesariamente ellas tuvieran que ser las vencedoras y
beneficiarias políticas. Ciertamente, en lo inmediato fue percibido así no sólo por Alan García y el
gobierno aprista sino también por parte de la propia IU o de muchos de sus dirigentes. Desde
luego, era obvio que políticamente los principales derrotados eran el APRA y el gobierno aprista.
El APRA había sido desplazado en esas precisas circunstancias de cualquier lugar hegemónico en
la dirección política de masas en el país. El gobierno aprista había sufrido una primera derrota
política y comenzaba a perder credibilidad y legitimidad. De allí para adelante, sería bastante difícil
recuperar protagonismo y hegemonía. Aún más difícil y complicado, cuando como partido y
como gobierno había que continuar ofreciendo resistencia a la creciente ofensiva de Sendero
Luminoso. Al decidir la estatización de la banca, anunciándola en su discurso del 28 de julio, es
probable que el presidente Alan García quiso dar un golpe de mano que pudiera modificar la
situación. Las cosas no se modificaron como lo pretendía sino, más bien, se complicaron mucho
más y se agravaron. Acerca de la coyuntura nacional previa al discurso presidencial, se puede ver
Quehacer N.º 47, de junio-julio del 87, su sección Dos Años de Gobierno con artículos de Marcial
Rubio, Henry Pease, Javier Iguíñez, Francisco Durand, Hugo Neira y Raúl González.

143
Manuel Valladares

la autoridad establecida-, hecho que estaba ocurriendo en Lima como en algunas


provincias del país. La noticia fue conocida muy temprano por el presidente Alan
García, cuando se encontraba en el Grupo Aéreo N.º 8 del Aeropuerto Internacional,
listo para viajar al Uruguay donde debía participar como orador central en la
ceremonia de clausura de una Asamblea Internacional de la Prensa. La inesperada
noticia obligó al jefe del Estado a retornar a Palacio de Gobierno.
Luego de tomar una serie de disposiciones, entre ellas entregar el control de la
situación en Lima y Callao al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el
presidente García pudo volver al aeropuerto y salir hacia Montevideo, capital del
Uruguay. La partida fue recién a las 1:30 pm. Instantes antes dio declaraciones a la
prensa expresando su condena al motín. Como encargado de la presidencia de la
república quedaba el primer vicepresidente y Senador de la República Dr. Luís
Alberto Sánchez. Además, quedaban en la plenitud del ejercicio de su poder político
la mayoría parlamentaria del APRA y el gabinete ministerial.
El motín de la Guardia Civil (GC) se inició parcialmente, es decir, acatado sólo
por una parte del personal subalterno de la policía y en esa situación se mantuvo
durante la mayor parte del día. Más de un centenar de efectivos de la 42 Comandancia
de la avenida Alfonso Ugarte (El Cercado) y de la 66 Comandancia de la Plaza Italia
(Barrios Altos), se negaron a cumplir su servicio. Demandaban mejoras salariales y
de condiciones de trabajo. Durante las primeras horas del día, la labor policial en
las demás comandancias y comisarías de Lima fue casi normal. Luego, sus efectivos
fueron desapareciendo paulatinamente y sumándose al motín. Refiriéndose a estos
hechos, el diario Expreso hablaba en su portada del día siguiente de una «semi-
huelga policial». En el resto del país, la rebelión no llegó a generalizarse. La acataron
en contados lugares, fragmentariamente y mediante modalidades diversas
(acuartelamiento, paro de brazos caídos, etc.). Así fue, por ejemplo, en Cusco,
Tarapoto, Chiclayo, Piura, Tumbes, Chimbote y Huancayo.
Durante aquel primer día, a diferencia de lo ocurrido en febrero de 1975, Lima
metropolitana y el Callao no quedaron desguarnecidos de protección policial. Desde
tempranas horas, en diferentes puntos era posible observar la presencia de efectivos
de otras unidades policiales, especialmente de la Policía de Investigaciones del Perú
(Vale la pena recordar que por entonces se hallaba en marcha un proceso de
reorganización de las instituciones policiales pero aún se encontraban separadas
entre sí y con sus propios comandos las tres unidades policiales: Guardia Civil,
Guardia Republicana del Perú y la Policía de Investigaciones del Perú). Al mismo
tiempo, las tanquetas del ejército se habían apostado en lugares claves y estratégicos
de la gran Lima. Los locales de las Comandancias 42 y 66 de la GC fueron cercados.
No había, pues, riesgos de saqueos e incendios en la capital como los ocurridos 12
años antes.
En el transcurso de ese primer día, se realizaron una o dos marchas de
numerosos efectivos de la GC por el centro histórico de Lima, hacia Palacio de
Gobierno o hacia el Congreso de la República (Plaza Bolívar, entonces aún no
enrejada) y mítines en varias de las comandancias. Durante las acciones de ese
primer día, entre varios dirigentes de la policía, destacaron dos de ellos: el cabo GC
Juan Cueva y el Sargento Celso Pastrana. Estos mismos fueron los principales

144
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

expositores en una conferencia de prensa, ante periodistas de la prensa nacional y


extranjera, que se llevó a cabo hacia las 14 horas en la 22 Comandancia de la Avenida
Abancay (cerca del Congreso). A su vez, allí se encontraban concentrados unos 500
policías. También, estaban presentes parlamentarios de IU como integrantes de la
oposición democrática y algunos otros de derecha que buscaban pescar a río revuelto.
Por su parte, Alan García llegó a Montevideo 4 ó 5 horas más tarde de lo
programado y donde fue recibido por su colega uruguayo Julio María Sanguinetti.
Pronunció un vibrante discurso en la ceremonia de clausura de la XXXVI Asamblea
Anual del Instituto Internacional de la Prensa. Fueron dos los principales problemas
que abordó en términos críticos: la violencia senderista en el Perú y la creciente
deuda externa. La revista Caretas del 18 de mayo, al dar cuenta de dicha ceremonia,
decía que García pronunció un discurso «ante 450 editores, directores, periodistas y
grandes personalidades del mundo entero, algo que por primera vez ocurre en
América Latina». En la madrugada del siguiente día, el presidente retornaría a la
capital peruana. Así lo hizo.
Mientras tanto, en Lima se mantenía el desconcierto. El gobierno se negó a
todo diálogo directo con los representantes de los policías huelguistas. El Ministro
del Interior, Ing, Abel Salinas, dio a conocer públicamente su posición de «no dialogar
con insubordinados» y de «hacer respetar el principio de autoridad». Parlamentarios de la
oposición, aunque de diferentes orientaciones políticas, que asistieron presurosos a
los lugares en los que se producían los acontecimientos de rebelión, constituyeron
una o dos comisiones mediadoras. Una de ellas, conformada por parlamentarios
charlatanes y exhibicionistas de la derecha conservadora (Francisco Diez Canseco,
Fernando Olivera, Aureo Zegarra, etc.). No se sabe qué hacía entre ellos el senador y
dirigente del PUM Javier Diez Canseco. La otra, la integraban parlamentarios de la
izquierda (Rolando Ames, Manuel Piqueras, Luna Vargas, etc.). Ninguna de esas
comisiones fue recibida por el gobierno, ni por el Ministro del Interior ni por el
primer vicepresidente Dr. Luis Alberto Sánchez, encargado de la presidencia de la
república. De otra parte, una Comisión de madres y esposas de policías acudió a la
casa del cardenal Juan Landázuri Rickets a solicitar su intermediación para
garantizar la seguridad de la vida de los policías huelguistas. Landázuri los recibió
y mantuvo comunicación telefónica con el Dr. Sánchez.
Al anochecer, aumentaba el patrullaje militar en la ciudad de Lima y el control
militar en áreas e instituciones del Estado consideradas de vital importancia. Dos
tanquetas de guerra artilladas se ubicaron frente a la 42 Comandancia (Av. Alfonso
Ugarte). En el Callao, fuerzas de la Marina de Guerra mantenían el pleno control de
la situación.

Sábado 16 de mayo
Al siguiente día, Sábado 16 de Mayo, el diario Expreso sugería que el conflicto
terminaría ese mismo día: «semi-huelga policial está bajo control». Al mismo tiempo,
informaba que habría cierra puertas en el centro de la ciudad (que ya había
comenzado el día anterior) y que, de todos modos, el gobierno agotaría las medidas
disuasivas. En el transcurso del día, tuvieron lugar sucesos como los siguientes:
policías huelguistas se apoderaron del local de la 29 Comandancia de la GC de

145
Manuel Valladares

Radiopatrulla en el distrito de La Victoria, se difundía la información acerca del


paro policial «total» en Cusco y del control de la situación por parte de las FF.AA.,
concentración de policías entre las avenidas Alfonso Ugarte y Uruguay, comienzos
de una primera marcha y conato de enfrentamiento con grupos de militantes apristas
que custodiaban la «Casa del Pueblo», marchas de los policías hacia la Plaza San
Martín, marchas en la Av. Abancay y en el Rímac. En medio de esa situación, el
presidente Alan García designó una comisión mediadora integrada por el presidente
interino del Senado Ing. Guillermo Larco Cox, el ministro del Interior Ing. Abel
Salinas y el diputado Walter Cuestas para iniciar y dar curso a las negociaciones. El
control de la situación en el Callao continuaba bajo responsabilidad de fuerzas de la
Marina de Guerra y en Lima metropolitana de las del Ejército.
En horas de la tarde de ese segundo día, entre las 4:40 pm y las 6:40 pm.,
finalmente el presidente Alan García recibía en Palacio a una comisión de la Guardia
Civil integrada por el sargento Víctor Bruce Serpa, el cabo Juan Cueva Vargas y el
sargento en retiro Jorge Caro Valera. Esta comisión de los huelguistas, entregó al
presidente un Pliego de Reclamos de 20 puntos («Plataforma reivindicativa del
personal subalterno de las FF.PP.»). En las afueras de la sede gubernamental,
centenares de policías vestidos de civil se movilizaban gritando consignas. El extenso
texto de aquella plataforma comenzaba con severas críticas y acusaciones al Ministro
del Interior Ing. Abel Salinas y a su Viceministro señor Agustín Mantilla. Los
planteamientos reivindicativos eran de carácter salarial, institucional y político
(Ver texto completo en Anexo 1).
Las negociaciones con la delegación del personal policial en huelga, fueron
derivadas por el gobierno al secretario general del APRA diputado Luis Negreiros
Criado. Este y dos diputados más y los delegados de los huelguistas estuvieron
reunidos horas enteras durante la noche y en la madrugada del Domingo 17 (02. 40
hrs.) fue suscrita un acta de compromiso por los delegados policiales (10 delegados
de los subalternos, por invitación de las partes un Comandante y un Mayor y cuatro
señoras de policías como representantes de las esposas del personal subalterno) y,
además, por el Secretario General y dos miembros de la célula parlamentaria del
partido aprista. Los parlamentarios del APRA se comprometían a realizar una serie
de gestiones para que pudieran ser atendidas las reivindicaciones policiales.
Suscribieron un acta, algunos de cuyos párrafos fueron:

«PRIMERO: Los representantes de la CPA, se comprometen a gestionar ante el


Ministerio de Economía y Finanzas, la efectividad de la Homologación a partir del
presente mes, en base al dispositivo invocado por las partes de octubre del año
86. La misma Homologación que se conviene conforme a la disponibilidad fiscal y
en partes; la primera parte con retroactividad a enero del 87.

SEGUNDO: Los Sres. Representantes se comprometen a solicitar el debate de los


Proyectos de Ley sobre la situación profesional, condiciones de trabajo y otros
puntos que han sido objeto de las tratativas del personal de las FF. PP., tanto de los
que actualmente existen o los que pudieron ser presentados por iniciativa del
Ejecutivo.

146
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

TERCERO: Los representantes de la CPA se comprometen a continuar el diálogo


sobre los puntos que son materia de la presente acta, asimismo recomendar que
no haya procesos por estos motivos contra el personal policial en actividad, retiro
y familiares en la Institución.

CUARTO: El personal policial consciente del rol esencial que cumple al servicio de
la sociedad deponen en la fecha de suscripción de la pte. acta todas las medidas
de fuerza.

QUINTO: Las firmas de la presente acta son como prueba de confianza en el


señor Presidente Constitucional de la República y en el Gobierno» (Ver texto
completo en el Anexo 2).

Horas más tarde, la citada acta no fue reconocida por los policías en huelga.
En referencia a este hecho, en la página política de El Comercio del siguiente día se
decía que los policías huelguistas no estaban de acuerdo con el contenido del
documento, pues lo consideraban «gaseoso y que no ofrece ninguna seguridad de
ser cumplido por las autoridades». Según el mismo diario, los cientos de efectivos de
las tres instituciones policiales decidieron seguir acuartelados hasta que se firme
una Resolución Suprema que garantice el cumplimiento de los ofrecimientos y esta
a la vez se publique en el diario oficial El Peruano. Manifestaron que existían malos
precedentes, pues el año 1983 en el gobierno derechista de AP-PPC del presidente
Belaunde Terry, se les prometió una serie de mejoras económicas y de bienestar
social, así como vivienda, que a la postre no fueron cumplidas.

Domingo 17 de mayo
Al amanecer del domingo 17 de mayo, el diario La República decía: «48 horas
después, más policías se pliegan a la huelga … Continúa tenso diálogo … Fuerza Armada resguarda
orden público». Al mismo tiempo, el Comité Directivo de la Izquierda Unida mediante
un extenso comunicado exhortaba a evitar un baño de sangre y «que no se haga uso
de las armas para enfrentar esta situación».
El Comité Directivo de la IU terminaba su comunicado, manifestando:

«… invocamos: a) A que el gobierno formalice la aceptación del acta suscrita por


el secretario general de su partido, a fin de evitar todo margen de desconfianza y
asegurar la continuidad clara del proceso de diálogo ya iniciado. Ello implicará
institucionalizarlo y concretar medidas de atención a los reales problemas de
condiciones de vida y trabajo de los policías. b) Al personal policial a no persistir
en las condiciones actuales en un comportamiento que llevaría a un baño de
sangre, que justamente por la justicia de su causa hemos tratado de evitar.
Comprometemos todo el apoyo de Izquierda Unida y de las fuerzas sociales
populares en las que ella se sustenta para un tratamiento justo y democrático de
la causa policial, que se base en el respeto a la vida y a la dignidad de su personal
subalterno. c) A todas las instituciones del país, a todas las fuerzas políticas, a la
conciencia civilizada de todos los peruanos los llamamos a levantar la exigencia
fundamental de que no se recurra a la fuerza militar, que no se haga uso de las
armas para enfrentar esta situación. Finalmente debemos rechazar todo intento

147
Manuel Valladares

de mezclar el problema policial con el paro obrero y popular convocado


legítimamente por las organizaciones representativas de los trabajadores» (La
República, 18 de mayo. (Ver el texto completo en el Anexo 3).

En el transcurso de aquel domingo, tercer día de huelga, desde las primeras


horas de la mañana los efectivos policiales se mantuvieron bastante activos y
movilizados, mucho más que en los dos días anteriores. Por un lado, una parte ellos
se encontraba acuartelado en la 42 Comandancia de la Av. Alfonso Ugarte; por otro,
diversos segmentos policiales que se encontraban movilizándose por las calles
tomaron más de una docena de ómnibus de transporte público para desplazarse
justamente hacia aquella comandancia.
De otra parte, entre las 10:00 am. y las 12:30 m. de aquel domingo, tuvo lugar
una concentración partidaria de apristas en la Plaza de Armas en respaldo al Jefe de
Estado presidente Alan García. La citación fue acatada a pesar de una contraorden
impartida por el comité Ejecutivo Nacional del APRA que en las últimas horas del
sábado había anulado la convocatoria a una manifestación pública en el mismo
escenario. Entre los dirigentes apristas allí presentes, se encontraban quienes
entonces eran parlamentarios, autoridades y altos funcionarios: los diputados
Alfonso Ramos Alva, Hilda Urízar, Rómulo León Alegría, Bertha González Posada,
Orison Pardo, Jofre Fernández, Wilbert Bendezú y Carlos Rivas Dávila; los senadores
Ramiro Prialé, Humberto Carranza Piedra y Juana Castro; el alcalde Jorge del
Castillo, el Ministro del Interior Abel Salinas, el Viceministro del Interior Agustín
Mantilla Campos, el Ministro de la Presidencia Nicanor Mujica, el Ministro de
Vivienda Luis Bedoya Vélez y el Jefe del Instituto Nacional de Planificación Javier
Tantaleán Arbulú. El orador principal en aquella concentración, ante la que se hizo
presente el Jefe del Estado, fue el alcalde Jorge del Castillo. Al culminar esta
manifestación, una buena parte de la militancia aprista se dirigió a su local partidario
de la Av. Alfonso Ugarte y allí se mantuvo concentrada durante la tarde. Mientras
tanto, todas las calles adyacentes y toda la manzana en la que se ubica Palacio de
Gobierno permanecían con vigilancia de efectivos del Ejército, la misma que en
horas de la tarde y por la noche se extendió en todas las direcciones hasta las avenidas
Abancay, Emancipación y Tacna con soldados en todas las esquinas del área (El
Comercio, 18 de mayo de 1987).
De manera casi simultánea a aquella manifestación aprista, más precisamente
a partir de las 11:00 am., se realizaba una marcha de los policías por diferentes
calles de Lima. Uno de los puntos de partida de esa marcha habría sido la 42
Comandancia (Av. Alfonso Ugarte – Av. Bolivia), con dirección al centro histórico;
luego, esta marcha pasó bordeando la Plaza de Armas que se encontraba fuertemente
custodiada por efectivos del Ejército, para continuar hasta la Avenida Abancay e
ingresar a la 22 Comandancia.
Hacia la 1:30 pm., hizo su ingreso al centro de Lima un bus que procedía de
Chosica y que trasladaba efectivos de la Fuerza de Unidad de Seguridad Eléctrica
(FUSE) encargada del resguardo de las torres de alta tensión de la zona de Lima. Al
mismo tiempo, circulaban rumores de que miembros de la Guardia Republicana
del Perú (GRP) se plegaban a la huelga. Ante estos hechos altamente preocupantes,

148
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República dio a conocer un


pronunciamiento oficial en el que se decía: «los amotinados han obligado a retirar la
custodia de puntos neurálgicos de la ciudad como la Central Termoeléctrica de Santa
Rosa, las oficinas de la Empresa de Electrolima en diversos puntos de la ciudad y el
reservorio de La Atarjea que da agua a toda la ciudad».
Hacia las 3:30 pm. el senador de izquierda Javier Diez Canseco llegó a la 42
Comandancia (Av. Alfonso Ugarte-Av. Bolivia) en momento de crisis e incertidumbre
en las que se debatía la Comisión de los huelguistas, debido a diferencias frente al
Acta. Con su intervención, el senador ayudó a la recomposición de la unidad de
mando. Luego, se solicitaron nuevas entrevistas con el Ministro del Interior.
Poco más tarde, el presidente Alan García se reunía con jefes policiales. Luego,
lo hizo con los miembros del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Ministros
de Estado y la Célula Parlamentaria Aprista.
Ante la prolongación de la huelga, la resistencia policial para aceptar el acta
y el agravamiento de la situación, en horas de la noche de este Domingo 17, el propio
gobierno, a través de la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República, hizo
público un comunicado que fue difundido por radio y televisión. En dicho
comunicado oficial ante el país, se denunciaba el papel entorpecedor de «infiltrados»
y «policías enardecidos» en el curso de la huelga, el hostigamiento a Comisarías, la
coincidencia de estos hechos con el 7mo. aniversario de las acciones senderistas de
Chuschi (Ayacucho), el implícito apoyo a la convocatoria del Paro Nacional de
Trabajadores, etc.; al mismo tiempo, se invocaba a las FF. PP. para que se reintegren
a su servicio y se les daba un plazo prudencial para hacerlo.
Los párrafos últimos de aquel comunicado decían:

«6.- El gobierno que ha mantenido la mayor flexibilidad y prudencia para evitar


hechos dolorosos tiene sin embargo como función esencial garantizar la seguridad,
la tranquilidad y la autoridad del sistema democrático. Por consiguiente hace una
invocación a los miembros de las fuerzas policiales en primer lugar para que
desocupen los cuarteles que hayan tomado posesión, segundo, para que se
abstengan de hostilizar a los miembros de las Fuerzas Policiales que cumplen su
función, y tercero, para que se reintegren a su servicio.

7.- Habiéndose suscrito el acta a las 4 de la madrugada del día de hoy el gobierno
esperará un tiempo prudencial para que sea conocida por los integrantes de las
Fuerzas Policiales, a partir de las 00 horas del día de mañana todo miembro de las
Fuerzas Policiales que no se reintegre a sus servicios y función obedeciendo
plenamente la jerarquía institucional y las leyes dejará de pertenecer a las Fuerzas
Policiales y será sometido al juicio penal correspondiente. A partir de las 00 horas
del día de mañana las Fuerzas Armadas asumirán por completo el cuidado del
orden público y tomarán para garantizarlo todas las medidas necesarias para
poner fin al amotinamiento que en los últimos tres días conmueve al país, pudiendo
para ello desalojar los cuarteles policiales, si es necesario emplear la fuerza que
estime conveniente.

8.-El gobierno demanda de la ciudadanía conciencia y colaboración para mantener


firmemente la autoridad democrática ante estos hechos evidentemente
concertados con el propósito de facilitar la acción subversiva del terrorismo. El
149
Manuel Valladares

gobierno que ha llevado su prudencia hasta el extremo y la sociedad que ha sido


consciente de ello lamentará cualquier hecho de sangre que será de exclusiva
responsabilidad de quienes mantengan su condición de amotinados o de los
elementos extraños infiltrados en las Fuerzas Policiales» (La Voz y El Comercio. Ver
texto completo en el Anexo 4).

Más allá de aquel comunicado gubernamental difundido desde las 7:30 pm.
del Domingo 17 y a pesar del ultimátum allí contenido, la huelga policial proseguía
al amanecer el Lunes 18 de mayo. Ya era el cuarto día de huelga. Además, era la
víspera misma del ya reiteradamente anunciado Paro Nacional de Trabajadores.
En el transcurso de la noche se había intensificado la movilización de patrullas de
las Fuerzas Armadas tanto en Lima metropolitana como en algunas provincias en
las que se habían acrecentado las tensiones.

Lunes 18 de mayo
Al amanecer el Lunes 18 de mayo, se contaba con la información de que el
personal subalterno de la GC aún no se reincorporaba a sus labores. Vanamente se
había especulado que lo harían desde las cero horas o en el curso de la madrugada.
No fue tomado en cuenta el «plazo prudencial» dado por el gobierno. Más bien, los
policías continuaban manteniendo su actitud de fuerza, a la espera de que el gobierno
llegara a aceptar las exigencias precisas formuladas por ellos después de conocido el
texto del acta suscrita por sus delegados y los miembros de la célula parlamentaria
aprista. Las bases de la GC, congregadas en la 42 Comandancia (no todos los guardias
estaban acuartelados en ese local), exigían, entre otras cosas, que el gobierno
publicara en El Peruano el aumento de la homologación y que, también, dicha acta
fuera firmada por el Ministro del Interior ingeniero Abel Salinas.
Habían informaciones contradictorias en las primeras horas de la mañana.
Algunas emisoras radiales informaban que decenas de policías hacían abandono de
los locales donde se habían acuartelado y que, al parecer, se había decidido el
levantamiento de la huelga. Dicha información daba la sensación de que el motín
empezaba a desinflarse y que, en consecuencia, ya estaría surtiendo efectos el
ultimátum dado a conocer por el gobierno. Sin embargo, se lanzaban al aire otras
versiones en el sentido de que no se veían policías prestando servicios en algún
punto de la ciudad de Lima y esto era lo más próximo a la realidad. Sólo muy pocos
miembros de la Policía Femenina aparecieron apostados en algunas esquinas de
intenso tráfico pero, al poco rato, se esfumaron.
Ciertamente, no todos los guardias civiles de las bases de la capital estaban
acuartelados en las comandancias de la avenida Alfonso Ugarte, Plaza Italia y Radio
Patrulla. Permanecer masivamente en dichos locales habría sido tremendamente
riesgoso luego de lanzado el ultimátum del gobierno. Tampoco todos se movilizaban
a la Plaza del Congreso o a la Plaza de Armas. Parte significativa del personal se
encontraba en sus respectivas comisarías distritales pero sin prestar servicio alguno
a nadie. Entre ellos, algunos vestidos de civil, caminaban por las cercanías.
Evidentemente, la huelga aún no se había levantado.

150
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Momentos de fuertes tensiones y agitación ocurrieron cuando los policías


acuartelados en la 42 Comandancia de la Av. Alfonso Ugarte capturaron numerosos
ómnibus de la Empresa Nacional de Trasporte Público Urbano del Perú ENATRU-
Perú desalojando a sus pasajeros, para luego usarlos para trasladar a sus compañeros
a la Plaza del Congreso o para recorrer Comisarías y reanudar coordinaciones.
La situación de tensión y conflicto parecía agravarse entre las 10:00 am. y
11:00 am. de aquel lunes 18. Habían riesgos de enfrentamiento entre guardias civiles
y soldados del ejército. Esto, en diferentes lugares de Lima. En las inmediaciones de
la Comandancia de Radio Patrulla, en la Av. 28 de Julio del distrito de La Victoria,
fue herido de bala un guardia civil que participaba en una manifestación y pretendía
impedir que compañeros suyos salieran en un carro patrullero. Al parecer, el disparo
salió del arma de un soldado del ejército. El herido fue trasladado de emergencia a
un hospital cercano. Igualmente, en las inmediaciones de la 42 Comandancia de la
GC, en la Av. Alfonso Ugarte, ocurrieron algunos forcejeos entre miembros de la GC
y soldados del Ejército. Los propios guardias civiles lograron impedir que compañeros
suyos se apoderaran de una tanqueta queriendo trasladarse en ella supuestamente
a prestar servicios; luego, la tanqueta fue dejada libre y recuperada por los soldados.
Algo más tarde, al promediar las 12:30 del día, se escuchó una balacera en la
Av. Abancay y la Plaza del Congreso (Plaza Bolívar). En esos momentos, procedente
de la 42 Comandancia, avanzaba por dicha Avenida, con dirección a la Plaza del
Congreso, una nutrida marcha de miembros de la Guardia Civil, presionando para
que fueran atendidas sus reinvindicaciones (Se decía que habían en dicha marcha
por lo menos dos mil miembros de la GC, GRP y PIP). Al mismo tiempo, soldados del
Ejército acantonados en la Plaza trataban de impedir el ingreso de los manifestantes
y hacían disparos al aire que se escuchaban a varias cuadras a la redonda. Entre
tanto, había bastante gente que se congregaba en las inmediaciones. No eran simples
curiosos sino gentes interesadas en conocer y entender los acontecimientos. Poco
después, se imponía una relativa calma. En esas circunstancias, fue sorpresiva y
destacada la intervención del senador y primer vicepresidente del Senado ingeniero
Guillermo Larco Cox, quien en compañía de unos pocos parlamentarios cruzó la
Plaza Bolívar logrando apaciguar los ánimos. Ejercía la presidencia interinamente
en ausencia de su titular senador Armando Villanueva del Campo. Larco Cox
permitió que delegados de la GC ingresaran al local del Congreso. Se trataba de
reiniciar las conversaciones. El Guardia Civil Juan Cueva aparecía nuevamente
como uno de los líderes más visibles del movimiento.
Por otra parte, durante ese día lunes 18, se produjo una de las mayores
congestiones de tránsito en los alrededores del viejo centro de Lima. Soldados del
Ejército mantenían férreamente cercada toda esa zona central desde el primer día
del motín o huelga de la policía, pero el control fue haciéndose cada vez más exigente
conforme se prolongaba el conflicto. No se permitía el tránsito vehicular en los
espacios comprendidos entre las avenidas Tacna y Abancay y entre la Av.
Emancipación y el distrito del Rímac. Los peatones podían hacer su ingreso a los
espacios del centro, previa revisión de sus documentos. Mientras tanto, el
congestionamiento vehicular en las zonas periféricas al centro fue realmente
espectacular, haciéndose mucho más aguda a medio día. Lo más complicado era el

151
Manuel Valladares

tránsito entre Lima y zonas populosas como Canto Grande y San Juan de Lurigancho.
En cambio, no ocurrieron esos problemas en distritos como Breña, Pueblo Libre,
Jesús María, Lince, Magdalena, Miraflores, etc.; tampoco en las vías hacia los conos
Norte y Sur.
Otro hecho notorio durante el cuarto día del conflicto, fue la extensión del
movimiento policial, debido a la participación activa de la GRP y la PIP al plegarse
a la huelga de la Guardia Civil. Como ya se ha dicho, inicialmente no se plegaron a
la huelga y sólo se hicieron presentes mediante delegaciones que expresaron su
solidaridad con el movimiento. Los problemas salariales de la GRP y la PIP eran
similares a los de la GC. Las cautelas y resistencias de los tres primeros días, quedaron
a un lado el último día. Hacia el medio día, se conoció en Lima que miembros de las
tres fuerzas policiales se encontraban amotinados también en Arequipa. Este hecho
se agregaba a los de Huancayo y Cusco que habían entrado en acción desde el primer
día. Debemos recordar que las FF. PP. en su conjunto, a nivel nacional, superaban
largamente los cien mil miembros.
Entre las 1:00 pm. y 6:00 pm., se reunieron en Palacio de Gobierno
representantes del clero y delegados de la GC con los tres parlamentarios apristas
ya mencionados anteriormente. Los miembros del clero eran los obispos Augusto
Beuzeville, José Dammert Bellido y Hugo Garaycoa. La delegación de la GC estaba
integrada por los mismos que suscribieron el acta. Poco antes de este encuentro,
cuando el presidente García se encontraba reunido con miembros de la célula
parlamentaria aprista y el Gabinete Ministerial, se escucharon en las cercanías
disparos de metralleta. Era la reacción de soldados del ejército frente a grupos
sucesivos de guardias civiles que llegaban a la Plaza de Armas expresando apoyo a
sus delegados. Los disparos sólo habían sido al aire. A las 1:47 pm. o algo más tarde,
uno de los representantes del clero, Mons. Dammert Bellido, declaraba ante los
periodistas que el presidente García había ratificado su voluntad de hacer cumplir
el acta que sus compañeros de la Cédula Parlamentaria Aprista (CPA) habían suscrito
el día anterior.
Entre 4:30 pm y 6:00 pm., fueron difundidos dos comunicados. A las 4:30 pm.
un comunicado de la Dirección de las FF. PP. (dependiente del Ministerio del Interior),
llamando al personal de las FF. PP. a presentarse en el término de la distancia en sus
respectivas unidades y sub-unidades. Luego, otro comunicado de la Comisión de la
CPA manifestando que en la reunión con representantes del clero y la delegación de
la GC se habían ratificado los términos del acta. De esa manera, la Comisión
Negreiros anunciaba su deseo de que la huelga policial pudiera ser levantada a las
5:00 pm. Precisamente, en esos mismos instantes, contingentes de la GC se reunían
en el local de la Cooperativa de la Guardia Civil en la Av. Abancay, donde informaban
de lo ocurrido en la reunión de Palacio de Gobierno. Finalmente, a las 6:00 pm. fue
levantada por sus propios protagonistas la prolongada huelga policial.
La Comisión de Diálogo del Personal Subalterno de las FF.PP. emitió un
comunicado informando de los acuerdos. Asimismo, se informó que el gobierno

152
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

había ofrecido la solución de puntos concretos de carácter salarial y mejoras de


condiciones de trabajo.8
Al día siguiente, de todas maneras se llevaría a cabo el Paro Nacional de
Trabajadores. El gobierno no pudo evitarlo.

III. Paro Nacional de Trabajadores del 19 de mayo

El gobierno del presidente Alan García había quedado seriamente golpeado


políticamente por la inesperada huelga policial. Debido a este hecho, también había
quedado mellada la inmensa autoridad política que aún parecía conservar desde su
instalación en el poder en julio de 1985. Ni siquiera la matanza de los penales, de
junio de 1986, había desencadenado movilizaciones antigubernamentales o
antiapristas más o menos notorias. Aparentemente, el gobierno aprista se mantenía
incólume aunque, pensándolo con algún detenimiento, quizás ya a partir de aquellos
trágicos sucesos, habría comenzado una silenciosa e imperceptible erosión de su
prestigio y aureola. Durante los días de la huelga policial, la única movilización
popular en respaldo del gobierno fue aquella de la Plaza de Armas y cuyos integrantes
eran casi exclusivamente apristas. En medio de esa tensa y compleja situación, los
sucesos de la huelga policial inauguraron abiertamente la desobediencia al poder
del gobierno aprista y, al mismo tiempo, prologaron el Paro Nacional del 19 de
mayo. Al término de dicha huelga policial, seguramente el presidente García y su
gobierno vivían una sensación de impotencia. Tanto era así, que tuvieron que
mantener en las calles fuertes contingentes de las FF. AA. En esas condiciones de
virtual aislamiento y arrinconamiento político, tuvieron que hacer frente en términos
casi pasivos a aquel Paro Nacional de Trabajadores.
Desde que se tomó el acuerdo de Paro Nacional, tres meses antes (Asamblea
de Delegados de la CGTP, febrero de 1987), fueron llevándose a cabo las indispensables
coordinaciones con otras diversas organizaciones sindicales del país (CNT, CTRP-
Lima, CITE, Petroleros, CCP, CNA, FEP, Frentes de Defensa, etc.) y, también,

8
Los acuerdos a los que se había llegado, se referían al levantamiento de la huelga y al
restablecimiento del servicio policial, a las garantías ofrecidas por el gobierno y a la continuación
de las negociaciones. De otra parte, se informaba que el gobierno había prometido la atención de
puntos concretos: 1) No existirían represalias contra los dirigentes de la huelga policial; 2) La
homologación se realizaría en tres partes, ascendiendo el sueldo mínimo de I/. 600.000 a I/. 1.500
intis; 3) Anulación del memorando que impedía el trámite de resolución de los solicitantes de pase
al retiro; 4) Incremento de las bonificaciones familiares, servicio de calle y riesgo de vida; 5)
Entrega a los miembros de las FF.PP. de la canasta de Pan, sistema de venta a crédito de comestibles;
6) Participación del personal subalterno en la asociación de viviendas de las FF.PP. Se habrían
dispuesto 1.000 lotes para ser entregados en forma inmediata. Para mayores detalles, se puede
consultar el Boletín El PUM informa: Huelga Policial-Paro Nacional, Crisis de Gobierno. Edición
extraordinaria de El Mariateguista. Lima, junio de 1987. Más información e ilustraciones sobre dicha
huelga, se puede encontrar en Caretas del 18 de mayo del mismo año, bajo el título «El fantasma del
5 de febrero … entretelones de la crisis policial en vísperas del aniversario de Sendero y del paro
general». También, en la misma revista del 25 de mayo, «La semana que casi arde Troya … El Motín
Policial».

153
Manuel Valladares

elaborándose la respectiva plataforma de lucha. En los últimos días del mes de abril
fue publicada en extenso dicha plataforma en las páginas de CGTP, órgano
informativo de la Confederación General de Trabajadores del Perú, y cuyos puntos
centrales eran los siguientes:

1.- Plena vigencia de las Libertades y Derechos Democráticos. Cese inmediato


del Estado de Emergencia y del Toque de Queda.
2.- Contra el alza del costo de vida. Aumento General de Sueldos y Salarios.
3.- No al pacto con los grandes monopolios. Por una reactivación económica
sustentada en los trabajadores y basada en un incremento de la inversión
estatal, en las empresas asociativas, en las comunidades campesinas y en las
pequeñas y medianas empresas. Defensa de nuestros recursos naturales. No
al pago de la deuda externa.
4.- Formación inmediata de las Regiones, en forma democrática con amplia y
real participación de las organizaciones de base. Transferencia de recursos
económicos para una efectiva descentralización.
5.- Cambio de la política laboral del gobierno, que otorga todas las ventajas a los
empresarios. Vigencia plena de la NEGOCIACION COLECTIVA. No a la
intromisión de CONADE en los pliegos petitorios. No a los topes salariales
que impone el Ministerio de Trabajo. Respecto irrestricto a la ESTABILIDAD
LABORAL, modificación de la ley 24514 y derogatoria del D. S. 018-86-TR
(PROEM).
6.- Cambio de la política alimentaria del gobierno, que beneficia a los oligopolios
agroindustriales y se apoya en la sobre importación. Reactivación del agro
priorizando la producción de alimentos y eliminando el comercio
especulativo.
7.- Cambio de la política de vivienda del gobierno, que beneficia a los dueños de
tierras urbanas, a la banca e inmobiliarias. Programas de vivienda popular y
de apoyo a la autoconstrucción.
8.- Prioridad presupuestaria a la Educación y a la Salud, conforme manda la
Constitución.

Esta plataforma de lucha se complementaba con una extensa presentación de


las demandas del Movimiento Sindical y Popular. Inclusive, en lo referente a
Soberanía Nacional se reclamaba, entre varias cuestiones, el «Rompimiento
definitivo con el FMI y el Banco Mundial», «no a la privatización de las empresas
públicas», «Estatización de la Banca», etc. Este fue sin duda uno de los documentos
sindicales y políticos mejor elaborados y más importantes de la época. No era distinto
el lenguaje de IU o de cualesquiera de sus integrantes incluidos los más radicales
(Ver texto completo en el Anexo 5).
También, en el editorial de aquel Boletín, además de recordar los 20 años de la
nueva etapa de existencia de la CGTP, se cuestionaba la política oficial de reactivación
económica, la política laboral, el autoritarismo del gobierno, la continuada represión
al movimiento sindical y popular y el inicio de una nueva escalada represiva. Contra
todo eso, se planteaba la necesidad impostergable del Paro Nacional Sindical y
Popular (Ver texto completo en el Anexo 6).

154
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Y en ese mismo Boletín, el discurso de cuestionamiento y de reivindicaciones


ante el poder se desarrolla y amplía en una entrevista a Valentín Pacho, Senador de
la República y Secretario General de la CGTP. Algunas de sus declaraciones, ante
preguntas de su interlocutor, fueron las siguientes:

«- Compañero Valentín Pacho, ¿cuáles son las razones del Paro?


- Ciertamente las razones son múltiples. Mientras la llamada reactivación
económica está orientada a incrementar sustancialmente las utilidades de los
empresarios, el régimen aprista hace oídos sordos a los principales derechos y
reivindicaciones de los trabajadores. Tras eliminar la estabilidad laboral para los
nuevos trabajadores mediante el Decreto Supremo 018 que crea el PROEM, se ha
recortado también el derecho de los trabajadores a la negociación colectiva. El
gobierno ha creado CONADE con el fin de imponer topes inaceptables a los sueldos
y salarios en los pliegos de reclamos. La CGTP denuncia las principales autoridades
del Ministerio de Trabajo, quienes «solucionan» los pliegos de reclamos por debajo
de las ofertas que hacen los empresarios en trato directo.
- ¿Existe diálogo con el gobierno?
- Realmente no existe voluntad de diálogo por parte de las autoridades, quienes
se muestran muy insensibles a las demandas de los trabajadores. Por su parte el
Presidente de la República ya concertó con los empresarios en el CADE 86 con el
propósito de orientar una política económica y laboral dirigida a reducir al mínimo
los costos salariales y a debilitar las organizaciones sindicales.
- ¿En el Parlamento el APRA recoge alguna iniciativa del movimiento sindical?
- «…el legislativo en este momento hace su juego propio tratando de reforzar la
posición verticalista y prepotente del actual régimen. Entonces aplica el
«carpetazo»; para ellos no vale la opinión ni los planteamientos de la oposición,
sino sus intereses en función del partido aprista, que son en la práctica los intereses
de la derecha en nuestra patria … Por eso no va a causar ningún efecto el trabajo
parlamentario si no va acompañado de acción de masas; creemos que para que el
trabajo parlamentario sea positivo, no vale enfrascarse en discusiones bizantinas
sino que tienen que ir acompañada de las acción de masas.
- ¿Cómo avizora la CGTP la situación del movimiento sindical en función de lo que
viene haciendo el gobierno?
- Vemos que el futuro del movimiento sindical se torna realmente sombrío,
diríamos negro, con este gobierno, porque no inspira garantía. Esa es la razón del
porqué el movimiento sindical ha pasado a la ofensiva, a una actitud de mayor
radicalización. Hemos llegado a la conclusión de que si no expresamos mediante
la fuerza nuestras reclamaciones al gobierno, no seríamos escuchados ni
atendidos; entonces no vemos otro camino si no es la acción de masas.
- ¿Coordina la CGTP un paro político?
- Es una respuesta popular que condena la política económica y laboral que viene
aplicando el gobierno contra los sectores populares, contra los intereses del pueblo
peruano, que condena la política entreguista a los intereses extranacionales como
en el caso del petróleo y otros que la nación ya conoce. Es un cuestionamiento y
una respuesta política con acción de masas. La CGTP y el movimiento sindical y
popular responden planteando alternativas y emplazando al gobierno… es una
condena y rechazo a la antipopular política del régimen». (Boletín CGTP, páginas
centrales).

155
Manuel Valladares

Fueron similares las declaraciones de los dirigentes de otras organizaciones.


De Ricardo Letts Colmenares, presidente de un Comando Unitario Nacional Agrario
(CUNA), dirigente de izquierda (IU) y uno de los más radicalizados opositores del
gobierno aprista y particularmente de Alan García; Omar Campos, Secretario
General Colegiado de la Confederación Intersectorial de Trabajadores Estatales
(CITE); Olmedo Auris, Secretario General del SUTEP; Jorge Díaz Alarcón, Secretario
General de la aún prestigiosa Federación de Empleados Bancarios; Oscar Benavides,
Secretario General de la Federación de Trabajadores Petroleros, etc.
Días antes del paro, y desde antes de la huelga policial, se realizaron asambleas
de coordinación en algunas zonas de Lima. Por ejemplo, en los Asentamientos
Humanos de Huaycán, Horacio Zeballos, Monterrey, Carretera Central, San Martín
de Porres, Villa El Salvador, etc. Fueron coordinaciones para garantizar la
participación activa de aquellas densas poblaciones, a través de diversas formas de
movilización, en apoyo del Paro Nacional. Algo similar ocurría en las zonas
populosas de algunas de las principales ciudades del país: Piura, Trujillo, Chimbote,
Ica, Arequipa, Cusco, Puno, Juliaca y otras. Ante los preparativos de esta naturaleza,
la revista Caretas del 18 de mayo, en su sección «mar de fondo», daba por asegurada la
realización de la faena programada y decía: «VEREMOS PARO. COMO EN LAS
PELICULAS TODO ES COINCIDENCIA … Las cartas están echadas. Sólo queda
esperar este martes en que finalmente el movimiento sindical organizado comunista
se enfrente al gobierno aprista». También, se menciona de refilón a un dirigente
como don Isidoro Gamarra, en un gesto de reconocimiento a su trayectoria de viejo
sindicalista y «veterano» presidente de la CGTP.
De parte de las organizaciones de la izquierda legal, integrantes de IU en su gran
mayoría, fue profusa e intensa la labor de agitación para asegurar la realización y el
éxito del Paro Nacional. Las diversas organizaciones partidarias se pronunciaban
de manera independiente y autónoma y, al mismo tiempo, también lo hacía el Comité
Directivo de la IU (Ver documentos respectivos en el Anexo 7 y en el Anexo 8).

El paro en Lima y el Callao


Al amanecer del Martes 19 de mayo, se observaba en calles y avenidas la
ausencia de unidades de casi todas las líneas de ómnibus y microbuses que recorrían
a diario entre los distritos céntricos de Lima y las zonas en ese entonces todavía
algo alejadas y casi periféricas como las de la Carretera Central, Pueblos Jóvenes y
urbanizaciones del Cono Sur y del Cono Norte y cuyas poblaciones ya eran bastante
densas. Mientras diariamente, apenas terminaba a las 5 de la mañana el ya crónico
toque de queda, comenzaban a circular en la caótica ciudad metropolitana numerosas
unidades de microbuses de diversas líneas, repletos de pasajeros que se dirigían de
la periferia hacia el viejo centro y otros puntos, ocurría todo lo contrario al amanecer
del Martes 19 de mayo: en su inmensa mayoría, los microbuseros no salieron a
trabajar. Incontables unidades de transporte público se encontraban estacionadas
tanto en sus paraderos iniciales como en los terminales; otras tantas quedaron
inmovilizadas en los domicilios de sus propietarios.
Sólo muy contadas unidades de micros circularon pero replegadas
prudentemente a los distritos clasemedieros como Breña, Pueblo Libre, Jesús María,

156
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Lince, Magdalena, Miraflores, San Borja, etc. Dentro de estos espacios no podían y
no pudieron cumplir con su función cotidiana de transportar cantidades masivas
de pasajeros. Recién en horas de la tarde fueron aumentando lentamente aquellas
unidades en algunas calles y avenidas pero ya sin ningún problema importante que
resolver. Igualmente, los entonces numerosos omnibuses de Propiedad Social no
aparecieron en las vías que llevaban a los Pueblos Jóvenes y Asentamientos
Humanos.
De las unidades de transporte masivo sólo entraron en circulación, en número
de 600, aquellas que pertenecían a ENATRU-PERÚ, por disposición expresa de las
autoridades gubernamentales. Cada unidad se encontraba bajo severa vigilancia
de por lo menos dos soldados del ejército fuertemente armados. Estuvieron
circulando desde muy temprano logrando transportar especialmente a gente que se
encontraba en los principales paraderos de la Carretera Central, del Cono Sur, del
Cono Norte, etc. A pesar del esfuerzo desplegado, fueron insuficientes para cubrir el
inmenso vacío creado por el paro.

Bloqueo de las principales vías de acceso a Lima


También, desde muy temprano incontables grupos de pobladores de
Urbanizaciones Populares y Pueblos Jóvenes bloquearon las principales vías de
acceso a la capital, llenando las pistas de piedras, troncos, llantas, etc.; en muchos
puntos fueron prendidas pequeñas fogatas. Todo esto ocurría a pesar del intenso
patrullaje de tropas del ejército. Estas tropas que se movilizaban en tanquetas y
camiones eran, en realidad, las mismas que lo hacían durante las horas de toque de
queda. En ese sentido, sólo estaban prolongando su tarea.
En el Cono Sur fue bloqueada fundamentalmente la Avenida Pachacutec. Entre
5 y 7 de la mañana, brigadas de huelguistas o simples agitadores impedían la
circulación de carros. Algunas unidades de microbuses se replegaban rápidamente
para no sufrir pedradas, volcaduras o incendios que ya habían ocurrido en anteriores
oportunidades en esa misma década de los 80. Sólo las unidades de ENATRU-PERÚ,
defendidas desde dentro por un par de soldados bien armados, trataban de recorrer
dicha avenida; sin embargo, fueron apedreadas y eso los obligó a desviarse a otras
avenidas secundarias con el fin de poder llegar a Lima. La enorme cantidad de
pobladores de Villa El Salvador, Villa María del Triunfo y San Juan de Miraflores,
que diariamente se trasladaban a diversos puntos de Lima, dejaron de hacerlo ese
día. Sólo algunos trabajadores de fábricas, empleados estatales y de empresas
privadas, pudieron llegar a su destino inclusive con retraso pero logrando acogerse
a las dos horas autorizadas y permitidas por el gobierno. A su vez, ENATRU no
cobró el pasaje hasta las 10 de la mañana.
La Carretera Central, fue bloqueada por los pobladores de Chosica, Ate y
Vitarte y de la zona de El Agustino. La experiencia de bloqueo en esa carretera tenía
antecedentes que se remontaban a junio de 1976. De allí para adelante, acciones de
este tipo habían sido frecuentes y bastante exitosas, en tanto que habían logrado la
paralización del transporte urbano y la interrupción del tráfico entre Lima y la
región central del país (Junín, Huánuco, Cerro de Pasco, etc.). También, en diferentes

157
Manuel Valladares

tramos de la Carretera Central sólo circularon a duras penas algunas unidades de


ENATRU-PERÚ.
En el Cono Norte fue bloqueada en toda su longitud la Avenida Túpac Amaru,
desde la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) hasta la altura del Hospital de
Collique. El grueso de pobladores de la Urbanización de Ingeniería, de Comas, de
Tahuantinsuyo, de Collique, etc., que se trasladaban diariamente a diversos puntos
de Lima, ese día se abstuvieron de hacerlo. Sólo muy pocos trabajadores subieron a
los omnibus de ENATRU. Igualmente, la Carretera Norte fue bloqueada en varios
puntos; probablemente con mayor intensidad en el distrito de San Martín de Porras,
en Las Palmeras y en Puente Piedra. También se sucedieron algunos bloqueos en la
Avenida Perú, en la carretera a Ventanilla y en las Avenidas Argentina y Colonial,
zonas en las que aún se encontraban en actividad cientos de centros fabriles.

Paro de trabajadores fabriles de Lima y Callao


Los principales y más numerosos centros fabriles de Lima estaban ubicados
en la Panamericana Sur, en la Av. Tomás Marsano (Carretera a Atocongo), en la
Carretera Central, en la Panamericana Norte. Otros centros fabriles de Lima y del
Callao se encontraban en las avenidas Argentina y Colonial, en la Carretera a
Ventanilla y en este mismo lugar. Algunas otras fábricas quedaban en la Avenida
Venezuela.
Como ya se ha indicado, fueron bloqueadas casi todas esas avenidas y
carreteras o, en el menor de los casos, muy pocas unidades pudieron transportar
personal a esos centros de trabajo. En cierto modo, se reiteraban formas de
movilización de los paros nacionales de los 10 años previos.
Ante todos estos hechos, una de las principales confrontaciones entre
autoridades gubernamentales y los dirigentes de la CGTP, era sobre si habían
paralizado o no sus actividades los centros fabriles de Lima y del Callao y,
extensivamente, los demás centros de asalariados en el país. No eran banales los
términos de la confrontación. La CGTP era básicamente la central sindical de los
trabajadores asalariados estables, precisamente quienes hacían funcionar lo
fundamental del aparato productivo del país de aquellos tiempos (Centros fabriles
urbanos, centros mineros, centros petroleros, centros agroindustriales, etc.). Hacia
mediados de los años 80, a pesar de haber transcurrido una década entera de quiebras
y reducción de personal, la CGTP aún representaba entre el 20 y el 25 % de la mano
de obra económicamente activa. El gobierno había desplegado amplia propaganda
(hasta antes del paro policial) para evitar que dichos asalariados acataran la
convocatoria de paro. Como siempre, las versiones del liderazgo sindical y las del
gobierno eran contradictorias; desde luego, éstas últimas andaban lejos de la
realidad. En verdad, una amplia mayoría de la población asalariada estable había
acatado el paro. Las evidencias estaban a la vista en cada lugar del país. Pero el
problema central no era precisamente eso. Era otro el problema. El gobierno trataba
de amortiguar con inútiles artimañas el tremendo impacto político de ese paro. Y, al
mismo tiempo, buscaba silenciar u ocultar la participación activa de diversos
sectores populares. Ese era pues su problema, como lo es de cualquier otro gobierno
prisionero del burocratismo y con ínfulas autoritarias.

158
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Paro de los trabajadores del Estado


En Lima y el Callao, el Ministerio de Educación suspendió las clases en las
escuelas y colegios para los días 18 y 19. La noticia fue difundida por radio y TV el
domingo 17 en horas de la noche. En consecuencia, todos los locales escolares
mantuvieron cerradas sus puertas desde las vísperas del paro y, seguramente, los
directos beneficiados fueron los cientos de miles de alumnos y los padres de familia.
Pero, por otro lado, de no haber sido tomada aquella medida, seguramente
habría sido muy notoria la participación del SUTEP en aquel paro. Sino todos,
parte significativa de sus miembros de base habrían hecho sentir mediante
movilizaciones su acatamiento a la convocatoria de paro. Hubieran aparecido
como los principales protagonistas de la interrupción y suspensión de las
actividades escolares. Como es sabido, todos los niveles de la dirección el SUTEP
estaban, como lo es hoy, básicamente en manos de gente de izquierda pero con
hegemonía del partido maoísta Patria Roja. En esos años, la principal corriente
que le disputada dicha hegemonía era Sendero Luminoso y lo hacía explícito con
su participación activa desde dentro del movimiento magisterial especialmente
en Asambleas y Congresos Regionales y Nacionales.
Toda posible movilización del SUTEP, por lo menos en densos sectores
populares de Lima y el Callao (Pueblos Jóvenes y Asentamientos Humanos), fue
truncada de antemano. Precipitados los acontecimientos por la huelga policial y
ante el riesgo de mayor agravamiento de los conflictos políticos, al suspender las
clases el gobierno prefirió evitar cualquier manifestación sutepista que pudiera
caldear los ánimos mucho más de lo que ya habían sido caldeados en las semanas
previas. Ciertamente, esta decisión gubernamental no pudo impedir la
intervención activa de los maestros de provincias en las diversas formas de
movilización de sus pueblos.
En los abrumadoramente poblados ministerios del Estado, el acatamiento del
paro fue casi total. La Confederación Intersectorial de Trabajadores Estatales (CITE),
aún no reconocida legalmente a pesar de sus casi diez años de existencia, era la
única organización sindical representativa en el sector. Su liderazgo estaba integrado
por gente de las diversas tendencias de izquierda (Su primer Secretario General, a
fines de los años 70, fue el viejo comunista Miguel Tauro de Lama). La CITE,
inicialmente inmenso movimiento sindical de los empleados del aparato
administrativo del Estado, había sufrido sus primeros descalabros en julio de 1985
y en el verano de 1986 por sobreestimar sus fuerzas frente al recién instaurado
gobierno de Alan García y del APRA. Desde los inicios de 1987 parecía estar
reingresando a una fase de recuperación. Por lo menos, fue esa la situación que pudo
mostrar en las circunstancias del Paro Nacional de mayo.
En otras dependencias administrativas del Estado, también el paro fue casi
total. Los pocos empleados que pudieron concurrir, llegando a sus puestos inclusive
con horas de tardanza, no cumplieron labor alguna. En la municipalidad de Lima no
hubo atención al público ni labor interna. El alcalde metropolitano Jorge del Castillo
y sus regidores declararon que se habían suspendido las labores «por medidas de
seguridad». En cambio, los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de esa institución

159
Manuel Valladares

manifestaron que se encontraban en paro por acuerdo previamente tomado en una


Asamblea General. Tampoco, para la mayoría de esos trabajadores, el alcalde aprista
don Jorge del Castillo era santo de su devoción.9

Ausencia de vendedores ambulantes


En su enorme mayoría, los gruesos contingentes de vendedores ambulantes
no salieron a trabajar. En algunos casos, por falta de movilidad y, en otros, por su
solidaridad e identificación con los protagonistas del paro nacional. Simplemente
no aparecieron en los espacios que ya se habían apoderado hace un buen tiempo: en
casi todas las calles y avenidas del centro histórico, en los alrededores de los
mercados de los diferentes distritos: Rímac, San Martín de Porras, Breña, Pueblo
Libre, Jesús María, Magdalena, Lince, La Victoria, etc.

Movilizaciones, disturbios y choques con la policía


Las movilizaciones en Lima y Callao se limitaron básicamente a las acciones
de grupos de piquetes de agitadores y huelguistas que bloquearon en numerosos
puntos las principales vías de acceso a Lima. Estas acciones ocurrieron
fundamentalmente en los Conos Sur y Norte y en los diversos Pueblos Jóvenes. Eran
los que en algunos casos impidieron la circulación de unidades de microbuses.
En muchos casos, los bloqueos ocurrieron bajo conducción de militantes o de
elementos vinculados a la IU y, en otros, de gentes pertenecientes a tendencias más
radicalizadas como las de Sendero Luminoso o el MRTA. Excepcionalmente, dichas
acciones pudieron ser espontáneas.
Algunos intentos de marchas o mítines, quedaron sólo en éso, en apenas
intentos. Veamos algunos casos. Senadores de la izquierda nacionalista y velasquista,
como el sociólogo Enrique Bernales Ballesteros y el Gral. Jorge Fernández Maldonado,
ambos miembros del Partido Socialista Revolucionario (PSR), anduvieron por el
Cono Sur tratando de organizar una larga marcha de masas hacia Lima. Lograron
agrupar a muy poca gente e iniciaron el recorrido desde la Tablada de Lurín. Al poco
rato, más o menos a las 11:30 am., el grupo se dispersó. No daba para más. Luego,
curiosamente, Bernales denunció a supuestos provocadores apristas que les habrían
amenazado. En San Juan de Miraflores, se improvisó una pequeña marcha con su
alcalde a la cabeza y también se tuvo que disolver prontamente. Finalmente, en

9
El hoy nuevamente congresista y Premier Jorge del Castillo, militante aprista desde su juventud, en
julio de 1985 fue nombrado Prefecto de Lima por el presidente Alan García. Dicho nombramiento
fue saludado por Sendero Luminoso haciendo explotar un poderoso coche-bomba en la Avenida
España, en la entrada misma del antiguo local de la Prefectura. Las destrucciones y cierres de
negocios en la zona, visibles en los días y semanas siguientes, fueron dramáticos. Del Castillo
ejerció el cargo durante un año. Luego fue candidato del APRA a la alcaldía de Lima metropolitana
en las elecciones municipales de noviembre de 1986. Ganó esas elecciones, aunque por estrecho
margen, a su principal adversario Alfonso Barrantes Lingán de IU quien aún conservaba su popularidad
y buscaba la reelección. Luego, del Castillo fue diputado entre julio de 1990 y abril de 1992,
congresista entre julio de 1995 y 2000, congresista reelecto: 2000, 2001 y, una vez más, reelecto
entre 2001 y 2006. Fue incansable y aguerrido abogado de Alan García durante su largo exilio.

160
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Villa El Salvador, en el curso de la mañana, llegaron a enfrentarse manifestantes de


la IU y del APRA. Intercambiaron pedradas y palazos. Intervinieron rápidamente
elementos armados del Ejército y los separaron. Los de la IU denunciaron que sus
contrincantes no les permitieron organizar una marcha que debía haber culminado
en un mitin.
La prensa, la TV y las radioemisoras no proporcionaron información acerca
de marchas y mítines en otros populosos Pueblos Jóvenes y Asentamientos Humanos
de Lima y el Callao. Ciertamente, al propio gobierno y a las autoridades locales no
les convenía entregar información. Prefirieron bloquearlas. Sus adversarios
políticos, como los dirigentes de IU, tampoco lo hicieron y esto se puede comprobar
revisando sus periódicos y revistas de los días y semanas siguientes.
El mitin que la dirección de la CGTP había planeado realizar en la Plaza Dos
de Mayo no fue posible cumplirlo. Hasta las 2:00 pm., la policía frustró todos los
intentos. Un gran contingente policial mantuvo acordonada la Plaza. Grupos de
manifestantes que trataron de ingresar en varios momentos, fueron alejados por la
fuerza. Especialmente entre las 10:00 am. y 1:00 pm., la policía pudo enfrentar y
hacer retroceder a grupos de manifestantes, poniendo en marcha los «rochabuses»
y sembrando de bombas lacrimógenas la propia plaza y sus alrededores. En la dura
refriega fueron detenidos decenas de manifestantes y, también, llevó la peor parte
de los forcejeos el ex-Secretario General de la CGTP (1968-1975) y diputado por IU
Gustavo Espinoza Montesinos.
El entonces Secretario General de la CGTP y Senador por IU Valentín Pacho,
desde tempranas horas denunció ante la prensa que se había producido el corte de
fluido eléctrico en la Plaza Dos de Mayo y en toda la zona circundante. Por esa
razón, locales de la CGTP y de varios partidos políticos ubicados en edificios
circundantes de dicha Plaza quedaron sin ese servicio. Pacho sostuvo que ese corte
era por orden del gobierno, con el fin de impedir la realización del mitin y el
funcionamiento de los altoparlantes.
Cerca de la 2:00 pm., a su salida de una reunión en Palacio de Gobierno, el
primer vicepresidente y Senador Dr. Luís Alberto Sánchez informó a la prensa que
el presidente Alan García acababa de dar la orden para que fuera restablecido el
fluido eléctrico y para que la policía dejara el paso libre a los trabajadores interesados
en concentrarse en la Plaza Dos de Mayo y que, desde luego, pudiera llevarse a cabo
el mitin programado. Las órdenes del presidente fueron cumplidas: fue restablecido
el fluido y la policía empezó a alejarse del lugar cerca de los 2:00 pm. Sin embargo,
ya no fue posible la realización del mitin. En las horas siguientes, se concentraron
aproximadamente unas 200 personas, básicamente miembros de la CGTP y
militantes del PC (Unidad), y ante ellos habló Valentín Pacho. Su rudo discurso
antiaprista y antigobiernista encendió los ánimos de sus oyentes y los llevó a lanzar
duras consignas contra Alan García y sus supuestos aliados. Por primera vez en el
campo de la izquierda legal se escucharon consignas abiertas y públicas contra el
presidente de IU: «Barrantes traidor», «Fuera Barrantes», etc., y ocurría que en esas
precisas circunstancias, Barrantes estaba ausente de la ardiente escena nacional
porque días antes había viajado a Europa.

161
Manuel Valladares

Mientras tanto, la ciudad de Lima y también el Callao continuaban


fuertemente vigilados por contingentes de la policía y en especial de las Fuerzas
Armadas.
Aparte de los sucesos de la Plaza Dos de Mayo, en la misma zona tuvieron
lugar otros como los siguientes. En el local central de la Universidad Nacional
Federico Villarreal, ubicado a poca distancia del local de la CGTP, se hallaban en
acción universitarios de filiación aprista. A través de altoparlantes colocados hacia
la Av. Nicolás de Piérola, se pasaron casi todo el día lanzando condenas al Paro
Nacional y a los dirigentes que lo habían decretado. En la puerta principal del local
era visible una banderola con la siguiente inscripción: ¡“No al paro del terror
…Revolución en democracia»! Además, en la primera cuadra de la Av. Colonial, en
las inmediaciones de la Plaza Dos de Mayo, más o menos a la 1:00 pm., se enfrentaron
rudamente manifestantes y policías. Estalló una bomba molotov de fabricación
casera y luego, en respuesta, fueron lanzadas grandes cantidades de bombas
lacrimógenas. Dicha zona siempre fue bastante caldeada por la presencia proletaria
desde los años 60.

Control territorial de las Fuerzas Armadas


Además de ejercer el control de la ciudad durante las horas de toque de queda,
las Fuerzas Armadas pasaron a prolongar dicho control durante las 24 horas, en el
curso de los agitados días de la huelga policial, es decir, los días 15, 16, 17 y 18 de
mayo. Y continuaron haciéndolo el día 19. Numerosas tanquetas y camionadas de
tropas fueron ubicadas en puntos claves y estratégicos. Y así fueron transcurriendo
las horas hasta la culminación del paro.
Las Fuerzas Armadas no actuaron necesariamente con la mayor prudencia
tal como lo aconsejaban las circunstancias sino, más bien, hicieron bastante
espectacular su presencia fuera de los cuarteles. Ciertamente, esta vez no
encontraron oportunidad para ametrallar a la gente inerme como lo ocurrido en
anteriores oportunidades. Pues tampoco tuvieron lugar movilizaciones violentas
de sectores de masas y menos aún con explosivos. Tampoco fueron identificables
elementos como los de Sendero Luminoso o del MRTA que pudieran estar infiltrados
en las masas y que podían hacer estallar explosivos o disparar a quemarropa en
cualquier momento y lugar y provocar represiones aún más brutales e
indiscriminadas contra gente inocente.

El Paro en provincias
En provincias cercanas a Lima, el paro estuvo comandado por lideres locales
de las organizaciones sindicales y políticas. En Barranca, la marcha fue encabezada
por el SUTEP, alrededor de la 1:00 pm. En Huacho, bajo dirección de representantes
de la CGTP, los principales sectores movilizados fueron los docentes y profesores de
la universidad pública y el Sindicato de Trabajadores de Andahuasi; tuvo lugar un
mitin central con la presencia del dirigente de la CCP Saturnino Corimayhua. En
Huaral, fueron similares las acciones de protesta, bajo la dirección del comité
organizador CGTP-Huaral.

162
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

En Cañete, el acatamiento del paro fue de un 90%; ocurrieron bloqueos en


algunos tramos de la Carretera Panamericana; se llevó a cabo un mitin en la plaza
San Vicente de Cañete. En Chincha, el paro de desenvolvió sin mayores incidentes;
fue casi total la suspensión del transporte de pasajeros a Lima; una marcha del
SUTEP y de empleados bancarios se desarrolló aproximadamente al medio día.
En Ica, las medidas de fuerza fueron preparadas por el Comité Organizador
del FEDIP-ICA el cual agrupaba a más de 40 organizaciones populares. En promedio,
el paro fue acatado en un 80 %: CITE, trabajadores municipales, Dirección
Departamental de Educación, empleados bancarios; además, docentes, no docentes
y estudiantes universitarios. Se realizaron movilizaciones por las calles de la ciudad
que culminaron en un mitin en la plaza principal. Hicieron uso de la palabra el
diputado de filiación comunista Renán Raffo, el alcalde provincial Aquiles Cavero y
el Secretario General del SUTEP provincial. No fue notoria, aunque esporádicamente,
la presencia de contingentes apristas de quienes se decía, ya desde días antes, que
pondrían en marcha una serie de contramanifestaciones.
En departamentos y provincias del norte del Perú, los acontecimientos se
desarrollaron sin mayores complicaciones. En la capital del lejano y fronterizo
departamento de Tumbes, el paro fue acatado en un 50 ó 60 % como promedio. No
hubo clases en los colegios nacionales pero el SUTEP estuvo movilizado. Asistencia
restringida del personal no federado de la banca privada y estatal. Igualmente en
Electro-Tumbes y Salud. Desde las 10:30 am. unos cientos de trabajadores fueron
concentrándose en la Plaza de Armas. Una hora más tarde, habían alrededor de 700
trabajadores en completo orden. No se bloquearon carreteras. La actividad comercial
funcionó parcialmente. Presencia menor de lo cotidiano por parte de vendedores
ambulantes.
En la ciudad de Piura, se realizó una movilización desde Catacaos hacia el
centro. Convergieron en la movilización los trabajadores de CORPIURA, SUTEP y
los trabajadores del Oleoducto Norperuano; también los de la universidad pública,
municipales, comerciantes del mercado, bancarios, etc., culminando todos en un
mitin en la Plaza de Armas. El principal orador fue Luís Montalván dirigente de la
FRADEPT. También tuvieron lugar otras movilizaciones como las del Valle de Chira
y de la zona del alto Piura y de Sullana. En la legendaria Talara, por la combativa
trayectoria sindical y política de sus obreros, sorprendió que en un 60 % los
trabajadores de PETRO-PERU asistieran a su centro de trabajo. Casi sólo el SUTEP
acató el paro. Relativa normalidad en todo lo demás. El partido aprista pensaba
hacer un mitin en la noche en la Plaza Miguel Grau, pero prefirió el repliegue y el
silencio.
En Lambayeque, acataron el paro los trabajadores de Electro-Norte,
Construcción Civil, bancarios, empleados y obreros de Perulac, municipales, docentes
y estudiantes de la universidad pública, cañeros, trabajadores cerveceros del norte,
Sutep, etc.. A la 1:00 pm. se realizó una gran marcha en la zona céntrica de la ciudad
de Chiclayo. Las marchas se iniciaron a las 9:30 am. A la 1:30 pm. un mitin fue
presidido por el parlamentario de izquierda Duberlí Rodríguez quien solicitó la

163
Manuel Valladares

libertad de quienes se encontraban detenidos desde la víspera. También estuvo


presente el dirigente campesino Manuel Pérez Puijén.
En Cajamarca, paralización en un 70 % con la intervención del SUTEP, la CITE,
los universitarios, los empleados bancarios, No paralizó el servicio de transporte
urbano ni interprovincial. Se produjeron movilizaciones por las calles de la ciudad.
En el departamento de La Libertad y en la ciudad de Trujillo, considerados
cuna del aprismo y núcleo del «Sólido Norte», el paro se realizó sólo a medias.
Aunque en la propia ciudad de Trujillo y sus urbanizaciones populares era visible
la suspensión de actividades y la ausencia en las calles de sus pobladores. La mayor
parte del transporte se mantuvo en funcionamiento.
En el departamento de Ancash, el paro fue relativamente acatado. Los
pescadores de Chimbote se hicieron a la mar. En cambio, los trabajadores de SIDER-
PERU acataron el paro en su gran mayoría. Un 80 % de trabajadores (Pescadores,
conserveros, siderúrgicos, etc.) habría parado, según declaraciones de los diputados
Baca Luna y Manuel Cortez. La marcha por las calles se inició a las 10:00 am. Se
produjeros enfrentamientos frente al local del APRA. Grupos de apristas atacaron
a los manifestantes, lanzaron un petardo e incendiaron un vehículo policial. Fueron
heridos de bala el diputado Cortez y el Teniente G.C. Percy Blanco Ramírez. Fue
apresado un tal Italo Luján. En Huaraz, capital del departamento, el paro se cumplió
con el acatamiento de un 70% de trabajadores de entidades públicas y privadas.
Durante el día muy pocas unidades de carros recorrieron el Callejón de Huaylas.
En el departamento de Junín, el paro se desarrolló exitosamente. Fue total el
paro de transportes en ciudades como Huancayo y Jauja y a nivel interprovincial.
Es decir, en todo el Valle del Mantaro. Igualmente, fue total el paro de los trabajadores
de CENTROMIN, particularmente en La Oroya (Acerca de la posición de los
trabajadores mineros del país, frente al Estado y el gobierno aprista, ver Anexo 9).
En Cerro de Pasco, del mismo modo, en un 95 % como promedio. Paro total de
trabajadores de CENTROMIN. Paro total en la ciudad: SUTEP, BANCARIOS, CITE,
trabajadores del Concejo provincial, del área de Salud, etc. Marchas de protesta en
horas de la mañana. No acataron empleados de los ministerios y de ENTEL.
En el sur del Perú, el acatamiento del paro nacional fue de mayores
proporciones. En Arequipa, el paro fue acatado en un 90%, con la participación
protagónica del SUTEP, CITE y los trabajadores del Parque Industrial. También
participaron los trabajadores de Ferrocarriles y de Leche Gloria. Fueron bloqueadas
numerosas avenidas. Mientras tanto, las autoridades oficiales sostuvieron que el
acatamiento había sido sólo de un 70%. Inclusive, en este último caso, se trataba de
una abrumadora mayoría. Los ómnibus de ENATRU-PERU se replegaron para evitar
las pedradas de huelguistas y agitadores. Desde el medio día, los trabajadores se
fueron concentrando en la Plaza de Armas, después de una larga marcha. Cuando la
concurrencia ya era masiva en dicha plaza, a las 2:00 pm. aproximadamente, estalló
un artefacto explosivo. Fueron apresados dos trabajadores del Ministerio de
Transportes a quienes se les consideraba presuntos autores de ese hecho. En horas
de la tarde se produjeron mayores detenciones de trabajadores y estudiantes. Entre
ellos, fueron apresados ocho estudiantes y tres trabajadores.

164
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

En el departamento fronterizo de Tacna, el paro alcanzó el 30% de efectividad


según versión de las autoridades y el 70 % según versión de los dirigentes políticos
de la oposición (diputado Rondinel). Se realizó una marcha de unos 700 trabajadores.
En el fuerte y antiguo Cusco, el paro fue acatado por cerca del 80 ó 90 % de
trabajadores. El órgano del Comité Regional del Cusco del PCP (Unidad), «Cusco
Rojo», difundió la consigna de Paro Nacional, expresó su apoyo a la huelga policial
y se pronunció contra la militarización, contra las alzas de precios y contra el
autoritarismo del gobierno aprista. Acataron la medida de paro los trabajadores
del transporte, bancos, comercio, etc. El sector de la admnistración pública no
funcionó durante el día. En La Convención y Quillabamba el acatamiento fue total.
También en Sicuani. Paró el transporte interprovincial y el tren Cusco-Machu Picchu-
La Convención. Fueron bloqueadas las carreteras que conectan Cusco con Abancay
y Puno. También hubo bloqueos y movilizaciones en Anta.
En Ayacucho, uno de los departamentos más castigados por la subversión
senderista y por la represión estatal. En la ciudad de Huamanga, la paralización fue
de más del 60%. Los trabajadores estatales y paraestatales acataron el paro en un
85% y, entre ellos, los maestros del SUTEP, la universidad pública, Hospital, agencias
bancarias. Los establecimientos comerciales cerraron sus puertas en un 50%. Hacia
el medio día se plegaron al paro los trabajadores del sector judicial. Atendieron sólo
transportes y mercados. Los sectores movilizados expresaron su condena a la política
militar y policial en Huamanga y en el Departamento de Ayacucho.
El paro en Apurimac, particularmente en Andahuaylas, fue casi total. La
medida de lucha fue acatada por los profesores del SUTEP, trabajadores del mercado,
bancarios, estatales, Seguro Social, transporte urbano e interprovincial. También
participó el campesinado. En vísperas del paro se llevó a cabo una Asamblea
Provincial.
En el departamento de Puno, la paralización de actividades fue casi total. Los
trabajadores de los diversos sectores acataron la convocatoria entre un 85 % y 95 %
Fue nulo y muy escaso el transporte en las principales rutas carreteras del
departamento que unen a las provincias. Por ejemplo, entre Juliaca, Puno y Chucuito.
El mitin en la Plaza de Armas fue bastante concurrido o simplemente multitudinario.
Intervinieron diez oradores. Los sectores mejor organizados y movilizados fueron
los de las comunidades campesinas indígenas quechuas y aimaras. En camino al
Paro Nacional, se realizaron hasta cuatro Asambleas Populares Provinciales: Puno-
Melgar, San Román-Yunguyo; reunión del SUTE y Barrios en Huancané; y, un cabildo
abierto en Azángaro. En suma, el paro se llevó a cabo en casi todas provincias: Puno,
Juliaca, Ayaviri, Azángaro, Yunguyo, Huancané y Lampa. Se realizaron mítines en
las capitales de casi todas esas provincias (Acerca de la participación de sectores
campesinos en el Paro Nacional, ver Anexo 10).
Finalmente, en la extensa región de la Selva el paro fue acatado
mayoritariamente. Las principales movilizaciones tuvieron lugar fundamentalmente
en Chachapoyas, Tarapoto, Iquitos y Pucallpa. Como era de esperarse, ya lo hemos
dicho, entre los principales protagonistas y conductores estuvieron los maestros
del SUTEP. Ya desde entonces, desde su antiguo aislamiento y lejanía respecto de

165
Manuel Valladares

Lima y el poder central, los trabajadores y las poblaciones de la Selva, han venido
expresando cada vez más sus protestas y reclamos ante el Estado. Y, desde luego,
fundamentalmente a través de crecientes movilizaciones de masas.

IV. Tránsito de una crisis política coyuntural a una


crisis política de larga duración

En los instantes mismos en los que se desarrollaban tanto la huelga policial


como el paro nacional de trabajadores, se extendía y generalizaba la sensación de
que el gobierno aprista podría estar comenzando a perder el control de la situación
política, la cual ya era sumamente delicada, tensa y conflictiva debido a la creciente
presencia y a las acciones cada vez más irracionales, indiscriminadas y violentas
del movimiento Sendero Luminoso. El Estado y sus Fuerzas Armadas no habían
logrado hacerlo retroceder o, por lo menos, contenerlo. Más bien, desde inicios del
año 1987 Sendero Luminoso había intensificado sus acciones terroristas y de
sabotaje. Al mismo tiempo, el gobierno era el blanco preferido de las críticas, dentro
y fuera del Parlamento, por parte de casi todas las tendencias de IU. Se le acusaba de
mantener una política favorable a los intereses del capital privado y contraria a los
de los trabajadores y la nación. También, se denunciaba la persistencia de
sistemáticas violaciones de los derechos humanos por parte del Estado. Como era y
es de dominio público, según los diversos y múltiples testimonios, todo esto
correspondía a la realidad y, por lo mismo, no había mayor exageración en las
denuncias que se hacían con frecuencia.10

La idea de una crisis política coyuntural en debate


Acerca de la nueva situación creada por los sucesos de mayo, muy pronto se
pasaría de las simples sensaciones y especulaciones a críticas más consistentes,
fundamentalmente por parte de Izquierda Unida o de las agrupaciones que la
integraban. Se consideraba que se estaba configurando una crisis política en el país,
es decir, una crisis en el ejercicio del poder político y que el presidente Alan García
y su partido eran incapaces de superarla. Salvo que fueran tomadas en cuenta las

10
Al recrudecer las acciones terroristas y de sabotaje de Sendero Luminoso, a fines de enero de
1987 fue asesinado el médico y alto dirigente aprista César López Silva. Un grupo de aniquilamiento
de Sendero Luminoso lo eliminó a balazos frente a su propia casa en el distrito de Pueblo Libre.
López Silva, dirigente estudiantil en sus épocas de universitario sanmarquino, era miembro del
Comité Nacional Ejecutivo del PAP, en su calidad de Secretario de Organizaciones Profesionales,
Director del Hospital Loayza y ex presidente de la Federación Médica Peruana. Luego, numerosos
policías fueron abaleados en la misma semana. En los meses siguientes, Sendero Luminoso y el
MRTA pugnaron en Lima y otras zonas del país por la supremacía de la violencia: asesinatos de
militantes apristas y de policías, asaltos y dinamitazos a locales diplomáticos, agencias periodísticas,
bancos y centros comerciales. Simultáneamente, volvieron los apagones senderistas en Lima y
otras zonas del país. Para mayores detalles, ver Caretas del 2 y del 23 de febrero, del 4 y del 11 de
de mayo de 1987. También, ver en Quehacer No. 46, pags. 47-53, el artículo de Raúl González
«Sendero y MRTA» que incluye un recuento de acciones terroristas y de sabotaje.

166
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

propuestas de los trabajadores y de sus direcciones sindicales y políticas. En todo


caso, se manejaba la idea de que se trataba solamente de una crisis coyuntural. Al
parecer, eran de la misma idea el propio presidente Alan García, sus ministros y sus
asesores. Los pronunciamientos de la oposición no tardaron en ser difundidos.
Con la mayor celeridad fue difundida la posición que asumía el Partido
Unificado Mariateguista.11 Veamos algunos de sus pasajes:

«¿Que está pasando? Una grave crisis política se ha abierto en el país ante el
fracaso del gobierno aprista para resolver los problemas que aquejan a la patria
y sus mayorías. El Paro de la CGTP y la huelga de 4 días del personal subalterno
de las Fuerzas Policiales han destapado el extenso ánimo de rechazo a una política
económica de granjerías a los monopolios, de autoritarismo prepotente y sordo,
de apristización del Estado y de militarización.

«¿Hasta dónde está dispuesto el Presidente de la República a llevar al país? Porque


ya no es hora ni de inculpar como «terroristas» y amenazar a las fuerzas masivas
que protestan, ni de resolver con gestos y promesas vagas la sed de justicia y
cambios que la jornada del 19 puso en evidencia. Como tampoco se pueden aceptar
los intentos de evadir el fracaso de «reorganización de la policía» y escamotear
las demandas económicas y democráticas de su personal subalterno … El Perú
demanda nuevos rumbos; esto es, la rectificación sustantiva de la política oficial
… El Partido Unificado Mariateguista sostiene que esto es posible llevarlo
adelante».

« …Seguiremos impulsando la movilización, la organización y la conciencia popular,


seguros de que en ello está el principal instrumento de nuestra liberación nacional
y social … Llamamos a la Izquierda Unida a ponerse a la cabeza de esta lucha
organizando una movilización política nacional y asumiendo el impulso a la
Asamblea Nacional Popular …(Ver texto completo en Anexo 11).

Por su parte, el Comité Directivo Nacional de Izquierda Unida (IU), suscribía


ideas similares a las del anterior pronunciamiento y planteaba la censura popular
del Gabinete:

«En contra de lo que cierta prensa sostiene interesadamente, para la opinión


pública del país está claro que el martes 19 se produjo una mayoritaria, masiva y
contundente movilización nacional del pueblo peruano. Ese día, siguiendo la

11
El Partido Unificado Mariateguista (PUM), se formó a mediados de la década de los 80 al interior
de Izquierda Unida. Fue, al parecer, la única organización partidaria que pudo constituirse luego de
la desintegración de Vanguardia Revolucionaria la misma que había tenido presencia destacada en
la política peruana por espacio de aproximadamente 20 años. Sus numerosos dirigentes tuvieron
participación activa en los debates ideológicos y políticos de esos tiempos. El PUM, bajo la
principal dirección de Javier Diez Canseco, logró nuclear a parte de ellos e incorporar cuadros
procedentes de otras agrupaciones como los MIR, PCR, TR, PRT, etc. Esta nueva organización,
aparentemente con proyecto nacional y línea política, se fue eclipsando desde inicios de los años
90 hasta convertirse en apenas el Partido Descentralista Democrático. Finalmente, poco antes de
las elecciones generales del 2006, adoptó la denominación de Partido Socialista.

167
Manuel Valladares

convocatoria de la CGTP y apoyados por la Izquierda Unida, una sola bandera


flameó en los más apartados rincones de la patria, exigiendo el fin de la política
económica que favorece a los monopolios y de la estrategia de militarización y
del autoritarismo aprista.

«Se ha abierto una grave crisis política en el país evidenciada en la huelga de los
policías y el exitoso Paro Nacional. Ha fracasado la política económica, la política
de apristizar el aparato del Estado, la militarización de la sociedad. El Perú exige
cambios ahora. En las calles y plazas ha sido censurada una política y un estilo de
manejar el Gobierno.

«El Gabinete Alva Castro ha fracasado y debe renunciar …»

«Izquierda Unida exhorta a todos los trabajadores, pobladores de los


Asentamientos Humanos, campesinado, hombres y mujeres del pueblo, a las
organizaciones cívicas y sociales e instituciones identificadas con el pueblo a
persistir en la lucha contra la soberbia, el autoritarismo, la marginación social y el
militarismo creciente … ¡CENSURA POPULAR AL GABINETE EXIGIENDO SU
RENUNCIA! (Ver texto completo en el Anexo 12).

A partir de los comentados sucesos de mayo, era evidente que la principal


fuerza política de oposición democrática al gobierno aprista la constituían la IU y
las organizaciones partidarias que la integraban. A su vez, éstas parecían
consolidarse como la dirección política hegemónica de los trabajadores y masas
populares del país. Por lo mismo, se consideraban los principales interlocutores del
gobierno aprista. Pero, también, en esas mismas circunstancias, se propusieron
marginar a sus dirigentes considerados «moderados» y «conciliadores» con las
posiciones del gobierno aprista. En ese sentido, como ya lo hemos anotado, la primera
víctima fue nada menos que el presidente de IU, el Dr. Alfonso Barrantes Lingán (De
paso, habría que recordar que este personaje no comulgaba con el visceral
antiaprismo de muchos de los miembros de IU y tampoco estaba muy seguro de las
posiciones «clasistas» de éstos. Pero, además, él no había estado presente durante
los tensos y agitados días de mayo, por encontrarse de viaje en algún país de Europa).
Entre las principales organizaciones de IU que cuestionaban al ex Alcalde Lima,
estaban el PCP (Unidad), el PUM y el UNIR. Después de todo, a su retorno al país,
pocos días después, frente a insolentes desplantes de militantes sectarios y
dogmáticos en algunas reuniones públicas, Alfonso Barrantes Lingán se vio obligado
a renunciar a la presidencia de IU.
Ya sin Barrantes Lingán, el único personaje que había sido capaz de unificar
a las izquierdas en un frente político de dimensión nacional, el Comité Directivo de
Izquierda Unida o cualesquiera de los partidos que aún integraban este movimiento,
le planteaban al gobierno la revisión de su política general y la rectificación de
rumbos. Pero, aunque tuvieran la razón en la lectura de la situación nacional y en la
formulación de determinadas propuestas, se trataba de un liderazgo sin la autoridad
política que Barrantes Lingán había representado.

168
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Unas semanas después de los acontecimientos de mayo, ya en pleno mes de


junio, el Comité Ejecutivo Nacional del PUM publicó el ya mencionado folleto de
información y balance. Además, incluía una serie de documentos sobre la coyuntura.
Transcribimos algunos pasajes de una extensa presentación sumamente crítica y
exigente ante el gobierno aprista, con propuestas para salir de la crisis política:

«La huelga policial y el Paro Nacional marcan el inicio de una nueva fase del
período político. Se ha abierto una crisis de gobierno que expresa de manera
inicial el fracaso de algunos aspectos sustantivos del proyecto alanista.

«El APRA ha fracasado en su intento de escindir el campo popular, coopar a los


sectores más atrasados y derrotar a la vanguardia, apoyándose en un Estado
apristizado ... El Paro Nacional obrero y popular, expresa con contundencia que
las fuerzas populares fundamentales están en la oposición al actual gobierno …
«La Huelga policial es la expresión más alta de la crisis a la que conduce la pretención
de apristizar el Estado y sus instituciones. La ruptura de la línea de mando interna,
de su sujeción al gobierno y el enfrentamiento virtual con las FF. AA., expresan el
nivel de descomposición interno y el creciente peso a su interior de contenidos
democráticos. El desarrollo de esta huelga abre enormes perspectivas estratégicas
que el partido y la izquierda debemos desarrollar.

«El despliegue del movimiento de masas ha tensado el conjunto de fuerzas en la


sociedad y la política. Ha abierto una brecha y ha creado un vacío que debemos
cubrir. El gobierno se repliega a reordenar sus filas y se hace imperiosa la
necesidad de cubrir el vacío de conducción política en el campo popular.

«La exigencia de cambio en la política gubernamental, la renuncia inmediata del


gabinete Alva-Salinas, acompañada de las demandas populares fundamentales
apunta a conquistar un triunfo político, mantener abierta la crisis e incentivar la
movilización popular y el proceso de recomposición en IU, que se ha profundizado
con la renuncia de Barrantes a la presidencia de IU».12

En dicho pronunciamiento no se ignoraba a las fuerzas de la derecha pero en


cierto modo se las subestimaba. Se las consideraba en repliegue y presa de fisuras en
medio de la coyuntura política y debido en parte a sus contradicciones internas. Del
APRA, partido de gobierno, se decía que al haber perdido la iniciativa, fue
desbordado por los movimientos sociales y que había puesto el país al borde del
desgobierno; además, que apenas podía disfrazar su agotamiento político con
discursos adornados de temas éticos y símbolos apristas. En otras palabras, el APRA
ya no tenía la hegemonía de la dirección política en el país. Sin duda, no era distinta
la visión que tenían de la coyuntura política las principales organizaciones
integrantes de IU y tampoco eran distintos sus reclamos. Se esperaba que a la

12
Huelga policial, paro nacional y crisis de gobierno: balance y perspectivas. Folleto citado, p. 9-14.

169
Manuel Valladares

brevedad posible o, a más tardar, en su mensaje del 28 de julio, el presidente Alan


García respondiera a todas estas inquietudes políticas. Probablemente, también
Sendero Luminoso estaba a la expectativa.

Discurso presidencial precipita ingreso a una crisis política nacional de larga


duración
La gran novedad del discurso del presidente Alan García, pronunciado ante
el Congreso de la República el 28 de julio de 1987, fue más que sorprendente para
todo el mundo: la estatización de la banca. No la esperaban ni la derecha ni la
izquierda, ni el APRA ni Sendero Luminoso. Ni siquiera los dos vicepresidentes de
la república y los ministros habían estado enterados de tamaña decisión. Al parecer,
ni siquiera lo sabían de manera precisa los recientemente juramentados (fines de
junio) Guillermo Larco Cox como Premier y Gustavo Saberbein como Ministro de
Economía. Toda esta movida habría sido trabajada secretamente, luego de los
complicados y dislocadores acontecimientos de mayo, por el propio presidente
García y algunos de sus más cercanos asesores.
No es que un gobierno en el Perú, o en cualquier otro país atrasado y
dependiente, no pueda estatizar la banca. Lo puede hacer siempre que esté asegurado
su éxito político y cuyo impacto inmediato pueda aislar y neutralizar a los banqueros
y sus funcionarios, a los gremios empresariales y sus amigos de la prensa. A su vez,
el éxito político debe significar el apoyo movilizado de las bases sociales y partidarias
de ese gobierno y también de sus aliados. Desde luego, mucho mejor si todo esto está
presidido por un discurso desplegado en esa dirección durante algún tiempo. De lo
contrario, se corre el riesgo de dar un salto en el vacío. No se quiso o no se supo
asimilar experiencias previas. Para el caso concreto de la decisión alanista que podría
haber tenido algún rumbo seguro, no estaba muy lejana la experiencia de
nacionalizaciones y estatizaciones llevadas a cabo por el gobierno militar velasquista
entre 1968 y 1975. En ese entonces, fueron tomadas por el Estado empresas cuasi
nacionales y otras imperialistas que muchos, y por mucho tiempo, las consideraban
sacrosantas e intocables. Sus dueños o accionistas y sus socios quedaron
neutralizados desde el primer instante. Pero, también, es cierto que Velasco y sus
partidarios en el poder, militares y civiles, explotaron al máximo un discurso
reformista y nacionalista de larga data en la historia contemporánea del Perú y de
América Latina.
Pero, en el caso concreto que nos ocupa, acerca de la toma de aquella
espectacular medida contra los banqueros, aparte de no mantener informados a los
miembros de su gobierno, el presidente García no había consultado y coordinado
con el liderazgo de su propio partido el APRA y menos aún con sus posibles aliados.
El asunto fue aún más grave. Se ignoró olímpicamente a las fuerzas de la oposición
de izquierda que blandían las banderas de estatización de la banca. En efecto, el
reclamo o la propuesta de estatización de la banca, en el transcurso de los años 80,
pertenecía sobre todo al discurso de las organizaciones políticas que llegaron a
constituir IU y, al mismo tiempo, se reproducía en sus bases sindicales representadas
en especial por la CGTP. Seguramente, por eso mismo, éstos lo reiteraron una vez

170
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

más en sus pronunciamientos y manifiestos de convocatoria y de apoyo al Paro


Nacional de Trabajadores del 19 de mayo.
¿Que buscaba el presidente Alan García con la estatización de la banca? Por lo
menos, dos objetivos básicos. Por un lado, derrotar aún más a una derecha que ya
hacía buen rato estaba derrotada política y electoralmente, pero a la que aún le
quedaba el enorme poder de la banca lo que le permitía influir en el conjunto del
aparato económico y financiero. Además, los sarcásticamente llamados «12
apóstoles», a los que el presidente García había comprometido para que reinvirtieran
sus ganancias en el país, se habían burlado justamente de esos solemnes
compromisos. Por otro lado, con esa misma medida de estatización, es probable que
el presidente Alan García se habría propuesto recuperar la credibilidad que iba
perdiendo y la hegemonía en la dirección política de masas en plano nacional que le
había sido arrebatada a él y al APRA. En este caso, su disputa era fundamentalmente
con IU y con las bases sindicales de ésta que acababan de lograr resonante triunfo
con las faenas masivas de mayo.13
A partir del discurso presidencial estatizador, en lo inmediato, recorrían el
país entero no precisamente vientos de triunfo político sino, más bien, la confusión
y el desconcierto. La medida no fue saludada con entusiasmo casi por nadie del
campo popular y menos aún de los sectores sociales medios. El discurso del presidente
no había sonado convincente ni siquiera para sus propios partidarios. En las filas
del APRA recorrían las dudas y las vacilaciones. IU y sus parlamentarios más
radicalizados sembraban la desconfianza en la palabra de Alan García y en el APRA.
Barrantes ya no estaba allí para poder amortiguar sectarismos y unificar criterios.14
En medio de ese maremágnum, la derecha tradicional y la derecha neoliberal
salieron de su marginalidad política y se apoderaron de la escena y con la mayor
celeridad impusieron, a través de la prensa, la tv y otros medios de comunicación, el
predominio de su discurso antiestatista, antiaprista, antiizquierdista y privatizador.
Muy pronto, la derecha encontró abogados, ideólogos y escritores que sacralizaran
la propiedad privada y el imperio del capital privado en la sociedad. No pocos
jueces del Poder Judicial se postraron de hinojos ante el poder de los banqueros que
demandaban amparo y la suspensión de la intervención estatal de sus bancos.
De ese modo, las entonces dos principales direcciones políticas del campo
obrero y popular, el APRA y la IU, ciertamente en permanente y reñida disputa por
la hegemonía de esa dirección, fueron caminando a su propia derrota y, a su vez,
crearon las condiciones para la derrota sindical y política de los trabajadores
peruanos. A su vez, el liderazgo de Sendero Luminoso que alardeaba y se frotaba las

13
Acerca de la estatización de la banca, su impacto y las diversas reacciones en las primeras semanas,
ver en Quehacer N.º 48 (Setiembre-octubre), el editorial y la sección Actualidad Nacional con
diferentes artículos y entrevistas a eminentes asesores como el doctor Carlos Franco.
14
Algunos detalles sobre la renuncia de Alfonso Barrantes a la presidencia de IU, véase en Caretas
del 1.º de junio de 1987: «En el PCP pifian a Barrantes … nuevo juego» (pp.8, 9, 10 y 11). En la
misma revista del 8 de junio, pp. 25 y 72, el artículo de Luís Pásara «La caída de Barrantes». En
Quehacer N.º 47, el editorial y la sección Actualidad Nacional, con artículos de Marcial Rubio,
Henry Pease y Rafael Roncagliolo.

171
Manuel Valladares

manos en la creencia de ser la dirección política alternativa del pueblo peruano,


caminaba con los ojos vendados y dando manotazos también hacia su propia derrota
política y militar. De entonces en adelante, sería el FREDEMO el que movilizaría
fundamentalmente a empresarios y a sectores acomodados de las clases medias con
sus muy notorios segmentos filofascistas. Poco tiempo después, muchos de éstos se
pasarían con equipaje y todo a engrosar las bandas mafiosas del fujimorismo en el
poder.
Así fue que el APRA e Izquierda Unida y, también, Sendero Luminoso,
enfrentados entre sí en la enconada disputa por el poder, fueron preparando las
condiciones para el ingreso del Perú a una muy grave crisis política de larga duración.
Al mismo tiempo, el impacto de la caída del muro de Berlín a fines de 1989 y del
colapso del «socialismo real», aceleró la crisis de muchos de los paradigmas
ideológicos y políticos y sembró la confusión y desorientación en las filas de todas
las izquierdas, incluidas las subversivas. De ese modo, el APRA y todas estas
izquierdas llegaron a las elecciones generales de 1990 teórica e ideológicamente
desarmadas e incapacitadas políticamente como para poder ejercer la dirección de
las masas y organizar la resistencia. Durante la última década del siglo XX, el
neoliberalismo victorioso aplastó y barrió todas las conquistas democráticas del
pueblo peruano, sin que este pudiera ofrecer la menor resistencia. En los comienzos
del siglo XXI, la crisis de dirección política de los trabajadores y del conjunto de
explotados y dominados aún se prolonga, aunque ya se vislumbran en el horizonte
signos de surgimiento de nuevas formas de organización y movilización
democráticas y, por lo tanto, la posibilidad histórica de construcción de sus nuevas
direcciones políticas.

172
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

ANEXOS

Anexo 1

PLATAFORMA REIVINDICATIVA
DEL PERSONAL SUBALTERNO DE LA FF. PP.

Mensaje de las FF. PP. a la Nación

Los policías ya sabemos cómo se quiebra con facilidad un futuro diferente.


Estamos lejos de ser un fin supremo del Estado como personas: discriminados ante la
Ley, sin opinión, sin derecho a petición ni por hambre, con un nivel de vida que no
asegura la dignidad propia y de la familia, con una imagen totalmente negativa, etc., etc.,
nunca seremos el soporte de una democracia que dice promover la creación de una
sociedad justa, libre y culta, sin explotadores ni explotados.

En estas circunstancias nos dirigimos a toda la ciudadanía, el gobierno y al ministro


del Interior para decirles que nuestro malestar no es instigado por nadie, nosotros no
somos culpables del parametraje y el silencio de la PROBLEMÁTICA POLICIAL que Uds.
Como gobierno no quieren solucionar. No Ing. Salinas, no mienta mas tras la mascara de
tranquilidad, esta su conciencia. Miente cuando dice que las bajas son normales, hay
cientos de solicitudes bloqueadas. Miente cuando dice que hay 55 mil armas nuevas y
seguiremos utilizando las obsoletas. Miente cuando dice que los operativos conjuntos se
hacen de buena gana, si no como explica la silbatina y los adjetivos impublicables dirigidos
al viceministro cuando visita los cuarteles en compañía de su general leal e incondicional
Rivera Hurtado. Miente cuando dice que no hay malestar, no señor, hay frustración,
desaliento, hambre, abusos, corrupción y violencia homicida de los subversivos. No
señor ministro, mejor cállese, sus declaraciones son triunfalistas, han ocasionado las
armas de los subversivos, tres mártires mas están siendo enterrados; irresponsable
estilo de enfrentar la violencia con carne de cañón, represión y guerra sucia.

La democracia que defendemos con el pecho no funciona para nosotros. Tampoco


para las grandes mayorías, a quienes nos enfrentamos torpemente cuando piden pan y
justicia. La seudodemocracia irradia sus bondades a los Ulloa, Bertello, Rodríguez Pastor,
a los generales, a los empresarios prominentes, a la llamada derecha tradicional y aun
seguimos en la incomoda posición de atención. La madre experiencia nos señala el
camino, marchemos unidos y decididos al PARO NACIONAL para arrebatar pan y
derechos que este gobierno nos niega. ¡Basta de promesas y engaños! ¡Los cobardes
mueren de rodillas! ¡Lucha por tu dignidad y el bienestar familiar!.

La familia policial unida y junto al pueblo exigimos:

1.- El incremento del sueldo básico y demás rubros hasta cubrir el costo de una canasta
familiar de I/. 10,000. La dignidad, el bienestar material y espiritual así lo exigen.

173
Manuel Valladares

2.- Remuneración extraordinaria por trabajos de fuerza de jornada ordinaria e


inamovilidad; además 48 horas de servicio semanal (Art. 44 de la Constitución).
3.- Un sueldo por vacaciones pues bastamos este derecho a entidades privadas por
necesidad, generando inestabilidad emocional y agotamiento.
4.- La reestructuración de Reglamentos que ofenden nuestras conciencias, nos
obligan a defender un Orden Interno totalmente injusto, preservar y conservar el
orden publico con acciones brutales reñidas con la Constitución y la Declaración
Universal de los DD.HH., que garantizan el respeto a huelgas, marchas y reclamos
del pueblo.
5.- Al gobierno actual no comprometernos con sus crímenes políticos, guerra sucia,
desapariciones, torturas, ejecuciones extrajudiciales y otras aberraciones. La
familia policial siente vergüenza de tener como hijo, esposo y padre a quienes
manchamos las manos con sangre de peruanos en su mayoría inocentes.
6.- La derogación del Código de Justicia Militar porque no es readaptador sino
represivo, sancionador e intimidante; aplicable al Servicio Militar Obligatorio (2
años), pero totalmente injustificable para los policías durante los 30 años de servicio
y aun estando en retiro.
7.- La participación de subalternos y ciudadanía a través de entidades organizadas y
representativas en el nombramiento del Director General y Directores Superiores
de las FF.PP. Democratizando este proceso impediremos nombramiento a dedo
de títeres e incapaces.
8.- El reconocimiento de una representación de subalternos, elegidos en elecciones
libres y democráticas, para velar el respeto de los derechos y condiciones de
trabajo.
9.- Dejar sin efecto el Memorando N.º 072-16.03.87, que impide el retiro del personal
a su solicitud atentando contra la Libertad de Trabajo.
10.- La supresión de la Directiva N.º 578 que permite la acumulación de sanciones de
los últimos 3 años de servicio, a sabiendas que la facultad de sancionar recae en
cualquier oficial. Exigimos respeto a la Estabilidad Laboral y la Libertad Individual
creando en cada dependencia un Organismo –oficiales y subalternos– para
investigar e imponer sanciones disciplinarias con justicia y equidad.
11.- La intervención de la Contraloría General de la Republica en la fiscalización de los
descuentos oficiales que suman miles de millones cuyo destino desconocemos.
12.- Ampliación del presupuesto para dotar específicamente de infraestructura
adecuada y salubre para el personal subalterno.
13.- El personal pasado al retiro con menos de 15 años de servicio, sea computado
para los efectos del derecho de pensión acumulativa, pudiendo cumplir el récord
de 30 años aportando al seguro.
14.- La supresión del Art. 42 Ley de Bases FF.PP. que otorga al Director General la
facultad arbitraria de proponer el pase a la situación de retiro ineludiblemente
por invitación, propiciando quiebra de la Unidad Institucional en beneficio de las
argollas de turno. Exigimos la opinión y participación de la ciudadanía y subalternos.
15.- Que los centros educativos de las FF.PP donde estudian nuestros hijos, cuya
dirección inexplicablemente esta en manos de oficiales, se transfiera al personal
subalterno profesional en pedagogía.
16.- Una política antisubversiva coherente y pacificadora basada en la Justicia Social,
no simplemente en la represión indisciplinaría y/o declaraciones triunfalistas e
irresponsables que provocan mas violencia y crueldad de los subversivos quienes
asesinan a humildes policías que son también de extracción popular.

174
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

17.- Formación, capacitación y profesionalización encuadradas en aspectos técnicos,


humanísticos, pedagógicos, que coadyuve en el cambio y desarrollo del país;
asimismo en cumplimiento del Art. 46 de la Constitución se estimula y no se
hostilice al PS que estudia en Centros Superiores.
18.- Reconozca este gobierno el fracaso de la Reorganización y Moralización de las
FF.PP. que siguen postradas en el desconcierto y la corrupción.
19.- La renuncia del ministro y del viceministro del Interior y del director general de
las FF.PP., culpables de la apristización y pauperización del Sector Policial.
20.- La Reforma Constitucional en los artículos correspondiente que nos privan y
discriminan derechos fundamentales. Somos un sector social importante que
vivimos esclavizados y explotados.

¡LEVANTATE Y LUCHA, TUS HIJOS ESPERAN EJEMPLOS!


¡JUNTOS AL PUEBLO, DEMOCRATICEMOS LA FUNCIÓN POLICIAL!
¡BASTA DE VIOLENCIA, BASTA DE DEMAGOGIA: QUEREMOS PAZ!
¡ABAJO LA APRISTIZACION Y LA GUERRA SUCIA!
¡POR EL BIENESTAR SOCIAL Y MATERIAL!
¡VIVA LA HUELGA POLICIAL!

Comité Ejecutivo Nacional


en defensa de las FF.PP.

Anexo 2

ACTA FIRMADA ENTRE LA POLICIA Y EL GOBIERNO*

¡Fue un acta «madrugador»!

N. de R. A las 2 y 40 de la madrugada de ayer, la Comisión de policías huelguistas y los diputados


Fernando Olivera, Aureo Zegarra y Tany Valer, dejaron el recinto de la 42º Comandancia y anunciaron
la suscripción de una acta de compromiso firmada con el gobierno. En un improvisado mitin callejero,
los policías aprobaron en un inicio los puntos planteados. A continuación publicamos el acta firmada
entre huelguistas y el gobierno.

Los representantes ante el Parlamento Diputados, Luis Negreiros Criado, Nicanor


Asmat Vega, Fredy Ghilardi Alvarez, miembros de la Célula parlamentaria aprista, de
otro lado los delegados del personal subalterno de las FF.PP., Sgto. 2do. GC Celso Pastrana

* Publicado en: La Voz, 18 de mayo de 1987

175
Manuel Valladares

Neyra, Cabo GC Juan Cueva Vargas, Gdia. GC. Régulo Peña Mayorca, Gdia. GC. Cesar
Vidal Vásquez, Gdia. GC. José Pastrana Neyra, Gdia. GC. Victor Cerpa Brunce, Gdia.
Jaime Zegarra Zegarra, Sgto. 1ro. GC. Rodrigo Castro Quevedo, Gdia. GC. Sandro Barrón
Arciniega, Gdia. GC. Carlos Sánchez Laos, Gdia. David Roldan Infante y por invitación de
las partes el Cmdte. GC Fernando Rodríguez Escobar, Mayor GC. Manuel Díaz Paulet y
Mayor GC Jorge Castro Castro; como representante de las esposas del personal
subalterno Sra. Wini Pimentel Benítez, Dora Garrido Nieves, Adelaida Ramírez Torres,
Delia Almonte de Paredes; a diecisiete días del mes de mayo de mil novecientos
ochentaisiete, suscribieron la siguiente acta:

PRIMERO: Los representantes de la CPA., se comprometen a gestionar ante el Ministerio


de Economía y Finanzas, la efectividad de la Homologación a partir del presente mes, en
base al dispositivo invocado por las partes de octubre del año 86. La misma Homologación
que se conviene conforme a la disponibilidad fiscal y en partes: la primera parte con
retroactividad a enero 87.

SEGUNDO: Los Sres. Representantes se comprometen a solicitar el debate de los Proyectos


de Ley sobre la situación profesional, condiciones de trabajo y otros puntos que han sido
objeto de las tratativas del personal de las FF.PP., tanto de los que actualmente existen o
los que pudieran ser presentados por iniciativa del Ejecutivo.

TERCERO: Los representantes de la CPA., se comprometen a continuar el dialogo sobre


los puntos que son materia de la presente acta, asimismo recomendar que no haya
procesos por estos motivos contra el personal policial en actividad, retiro y familiares en
la institución.

CUARTO: El personal policial consciente del rol esencial que cumple al servicio de la sociedad
deponen en la fecha de suscripción de la pte. acta todas la medidas de fuerza.

QUINTO: Las firmas en la presente acta son como prueba de confianza en el señor
Presidente Constitucional de la Republica y al Gobierno.

Conste en la presente que la presencia de los jefes policiales mencionados en el


acta obedecen a una autorización expresa en la superioridad por iniciativa del Diputado
Luis Negreiros Criado

Citándose los que suscriben en la presente para el día lunes 18 de mayo de 1987,
en la Oficina de Palacio de Gobierno (Calle Pescadería s/n.).

Siendo las 01:40 hrs. del día diecisiete de mayo de mil novecientos ochentaisiete,
las partes firman la presente acta en seña de conformidad.

Victor Cerpa Brunce, Sgto. 2do. GC. Sandro Barrón Arciniegas, Gdia. GC., Carlos Sánchez
Laos, Gdia. GC., David Roldan Infante, Grdia. GC., Sra. Wini Pimentel Benitez Gdia. GC., Dora
Garrido Nieves, esposa, Adelaida Ramírez Torres, esposa, Luis Negreiros Criado, Diputado, Nicanor
Asmat Vega, Diputado, Fredy Ghilardi Alvarez, Diputado, Fernando Rodríguez Escobar, Comandante
GC., Manuel Díaz Paulet, Mayor GC., Jorge Castro Castro, Mayor GC., Celso Pastrana Neyra,
Sgto. 2do. GC., Juan Cueva Vargas, Cabo GC., Regulo Peña Mayorca, Gdia. GC., Cesar Vidal
Vásquez, Gdia. GC., Jose Pastrana Neyra, Gdia. GC.

176
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Anexo 3

PRONUNCIAMIENTO DE IZQUIERDA UNIDA*

Reunido nuevamente el Comité Directivo Nacional de IZQUIERDA UNIDA a las 11 a.m. de


hoy lunes 18 de los corrientes y, tras evaluar el estado de huelga del personal subalterno
policial, acordó emitir el siguiente Comunicado coadyuvando a la solución del conflicto y
que siendo ratificatorio del anterior, reclama:

1.- Que el Presidente de la Republica formalice mediante una Resolución Estatal (Decreto
Supremo o Resolución Suprema) el ofrecimiento de mejoras de remuneraciones que
contiene el Acta suscrita con el Secretario General del PAP Diputado Luis Negreiros, y
que en este sentido no fracasen las reuniones que se llevan a cabo en Palacio de Gobierno.

2.- Ratificar nuestra petición para que el Gobierno no utilice la fuerza militar contra los
policías y para que mediante el dialogo con los dirigentes del personal subalterno se
llegue a una solución serena sobre sus petitorios.

3.- Considerar loable y oportuna la participación de la Iglesia Católica que ha venido


recomendando el no empleo de las armas y una solución pacifica al problema, en cuya
noble tarea debe proseguir.

4.- En lo que respecta al PARO OBRERO Y POPULAR de mañana martes 19 de los corrientes,
IU tiene todos los indicativos que este se llevara a cabo en forma masiva, con mucha
firmeza y al mismo tiempo será pacifico.

5.- El CDN seguirá reunido de modo continuo para evaluar y orientar el quehacer de su
militancia en estos instantes de suyo delicados por los que atraviesa el país a quienes
cita para el gran mitin en la Plaza Dos de Mayo, a las 11:00 a.m.

Lima, 18 de mayo de 1987


La República

EL COMITÉ DIRECTIVO NACIONAL DE IU

Genaro Ledesma Izquieta


COORDINADOR DE TURNO - IU

Publicado en La República 1º de mayo de 1987

177
Manuel Valladares

Anexo 4

INSTAN A POLICÍAS HUELGUISTAS


A REINTEGRARSE HOY AL SERVICIO*

Gobierno se pronunció sobre paro policial en comunicado

Anoche la secretaría de prensa de la presidencia de la república dio a conocer el siguiente


comunicado oficial referido al paro policial:

1.- Desde la madrugada del viernes 15, efectivos de las fuerzas policiales han iniciado
actos de fuerza negándose a cumplir con sus servicios y ocupando la comandancia 42.
Grupos amotinados han tomado otros cuarteles, recorriendo además las calles de Lima
en autobuses capturados a la empresa de transporte urbano para obligar a los policías
que cumplen su función a dejar de prestar sus servicios.

2.- Hasta el momento el Gobierno ha actuado con la mayor serenidad y prudencia, sin
utilizar medidas de fuerza, que pudieran ocasionar pérdidas humanas y situaciones de
violencia. Esto a pesar de que en las fuerzas policiales deben estar sujetas de acuerdo a
disciplina y jerarquía, estándoles prohibido constitucionalmente este tipo de acciones
reivindicativas. Sin embargo, el propio presidente de la República ha conversado con
algunos miembros de la policía escuchando sus demandas y planteándoles la necesidad
de que se reincorporen a sus funciones.

3.- Como consecuencia de lo anterior se inicio un diálogo entre el diputado Luis Negreiros,
Secretario General del Partido Aprista, y los representantes de los policías que mantienen
una actitud de fuerza, ante centenares de policías y en conclusión de ese diálogo se ha
suscrito un acta en la cual se acogen las necesarias soluciones a los problemas
económicos y laborales planteados.

4.- Sin embargo, a pesar de este resultado, elementos infiltrados, que no son miembros
de las fuerzas policiales, y algunos policías enardecidos han continuado su actitud el día
de hoy. Unos rechazando el acta, negando representación a los delegados que la
suscribieron o propalando que la comisión firmante del acta ha sido detenida, versión
que es absolutamente falsa. El día de hoy se ha producido una marcha desde la
comandancia 42 hasta la avenida Abancay y en estas circunstancias cuando el automóvil
del presidente de la República y su comitiva atravesaba el puente Ricardo Palma, una
turba situada frente a la comandancia 22 efectuaron disparos de revolver.

Además de continuar hostigando las comisarías para amedrentar a los policías que
cumplen su función, los amotinados han obligado a retirar la custodia de diversos puntos
neurálgicos de la ciudad como la central Termoeléctrica Santa Rosa, las oficinas de la

*Publicado en El Comercio 18 de mayo de 1987

178
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

empresa de Electro-Lima en diversos puntos de la ciudad y el reservorio de la atarjea


que da agua a toda la ciudad.

5.- El propósito de los agitadores es muy claro. Se trata de negar la validez del acta y la
intención del Gobierno en la solución de los problemas para mantener el estado anormal
hasta el día 18 en que se cumplen un año más del inicio de la actividad criminal de
Sendero y hasta el día 19, para el que una central a convocado a una paralización laboral.

6.- El gobierno, que ha mantenido la mayor flexibilidad y prudencia para evitar hechos
dolorosos, tiene sin embargo como función esencial garantizar la seguridad, la tranquilidad
y la autoridad del sistema democrático. Por consiguiente hace una invocación a los
miembros de las fuerzas policiales en primer lugar para que desocupen los cuarteles de
los que hayan tomado posición; segundo, para que se abstengan de hostilizar a los
miembros de las fuerzas policiales que cumplen su función; y, tercero, para que se
reintegren a su servicio.

7.- Habiéndose suscrito en acta a las cuatro de la madrugada del día de hoy, el gobierno
esperará un tiempo prudencial para que sea conocido por los integrantes de las fuerzas
policiales. A partir de las 00 horas del día de mañana, todo miembro de las fuerzas
policiales que no se reintegren en sus servicios y función obedeciendo plenamente la
jerarquía institucional y las leyes dejará de pertenecer a las fuerzas policiales y será
sometido al juicio penal correspondiente. A partir de las 00 horas del día de mañana las
fuerzas armadas asumirán por completo el cuidado del orden público y tomará, para
garantizarlo todas las medidas necesarias para poner fin al amotinamiento que en los
últimos tres días conmueve al país, pudiendo para ello desalojar los cuarteles policiales,
si es necesario y emplear la fuerza que estime conveniente.

8.- El Gobierno demanda a la ciudadanía conciencia y colaboración para mantener


firmemente la autoridad democrática, ante estos hechos evidentemente concertados
con el propósito de facilitar la acción subversiva del terrorismo. El Gobierno que ha
llevado su prudencia hasta el extremo y la sociedad que ha sido conciente de ello
lamentarán cualquier hecho de sangre que será de exclusiva responsabilidad de quienes
mantengan su condición de amotinados o de los elementos extraños infiltrados en las
Fuerzas Policiales.

Lima, 17 de mayo de 1887

Secretaria de Prensa
de la Presidencia de la República

179
Manuel Valladares

Anexo 5

CGTP
PARO NACIONAL:
PLATAFORMA DE LUCHA

La Asamblea Nacional de Delegados de la CGTP con la asistencia de 19 Federaciones de


Trabajadores bases de la Central y la presencia de la CITE, Federación de Petroleros,
CTRP-LIMA, Ladrilleros, Asociación Médica del IPSS y las organizaciones integrantes
de la Comisión Organizadora de la Asamblea Nacional Popular, acordó por unanimidad
convocar al Paro Nacional de 24 horas, para el 19 de mayo. Esta es la respuesta al
autoritarismo del gobierno aprista, al Estado de Emergencia y al Toque de Queda,
orientados a recortar las libertades políticas, sindicales y populares, con la finalidad de
implementar una política que sólo beneficia a los grandes grupos de poder económico
en perjuicio de los intereses y necesidades de las mayorías.

1.- Plena vigencia de las Libertades y Derechos Democráticos. Cese inmediato del Estado
de Emergencia y del Toque de Queda.

2.- Contra el alza del costo de vida. Aumento General de Sueldos y Salarios.

3.- No al pacto con los grandes monopolios. Por una reactivación económica sustentada
en los trabajadores y basada en el incremento de la inversión estatal, en las empresas
asociativas, en las comunidades campesinas y en las pequeñas y medianas empresas.
Defensa de nuestros recursos naturales. No al pago de la Deuda Externa.

4.- Formación inmediata de las Regiones, en forma democrática con amplia y real
participación de las organizaciones de base. Transferencia de recursos económicos para
una efectiva descentralización.

5.- Cambio de la política laboral del gobierno, que otorga todas las ventajas a los
empresarios.
Vigencia plena de la NEGOCIACIÓN COLECTIVA. No a la intromisión de CONADE en
los pliegos petitorios. No a los topes salariales que impone el Ministerio de Trabajo.
Respecto irrestricto de la ESTABILIDAD LABORAL, modificación de la Ley 24514 y
derogatoria del D. S. 018-86-TR (PROEM).

6.- Cambio de la política alimentaria del gobierno, que beneficia a los oligopolios agro-
industriales y se apoya en la sobre importación. Reactivación del agro priorizando la
producción de alimentos y eliminando el comercio especulativos.

7.- Cambio de la política de vivienda del gobierno, que beneficia a los dueños de tierras
urbanas, a la banca e inmobiliarias. Programas de vivienda popular y de apoyo a la
autoconstrucción.

8.- Prioridad presupuestaria a la Educación y a la Salud, conforme manda la Constitución.

Estos son los puntos centrales de la Plataforma del Paro Nacional, los cuales se
complementan con las siguientes demandas del Movimiento Sindical y Popular:

180
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

LIBERTADES SINDICALES Y POPULARES

1.- Paz con Justicia Social y Democracia. Cese de todo tipo de terrorismo. Instalación de
Gobiernos Cívicos de Emergencia en las zonas convulsionadas bajo cuyas órdenes actúen
las FF.AA. y FF.PP. Disolución de todos los cuerpos represivos especializados. Juicio y
sanción a los culpables de torturas, crímenes y actos genocidas.

2.- Cese a la acción represiva contra trabajadores, campesinos, estudiantes y pobladores.


No a los rastrillajes.

3.- Libertad a los luchadores sociales y políticos. Respaldo a las organizaciones de


Derechos Humanos.

4.- Amnistía Laboral y reposición de los trabajadores despedidos, por razones sindicales
y políticas. Cumplimiento de la promesa presidencial de reponer a los despedidos de
Paro Nacional del 19-07-77.

5.- Rechazo a la intromisión prepotente del APRA con el apoyo del gobierno en las organizaciones
sindicales y populares. Contra la manipulación y la acción divisionista y paralelista.

6.- Defensa de la autonomía de las rondas campesinas

7.- Respeto a la Autonomía Universitaria. Pago de los destrozos realizados por las FF. PP. A
la infraestructura de las Universidades. Libertad de los estudiantes injustamente detenidos.

8.- Vigencia plena del Derecho de Huelga para los sectores públicos y privado y rechazo
a su regimentación. Suspensión de los Arts. 1764 y 1770 del Código Civil y los Arts. del 325
al 328 del Código Penal que declaran delito de sedición a las huelgas y movilizaciones
«no autorizadas» de los trabajadores y demás sectores populares.

SOBERANÍA NACIONAL

9.- Rompimiento definitivo con el FMI y el Banco Mundial.


10.- No a la privatización de las empresas públicas.
11.- Explotación petrolera a cargo de PETROPERU. Creación de GASPERU.
12.- Nacionalización de la Southern y de los oligopolios alimenticios y farmacéuticos.
13.- No a los subsidios financieros del Estado a los grandes monopolios, D.S. 074-87.
14.- Estatización de la Banca.

POLÍTICA LABORAL

15.- Aumento general de sueldos y salarios de 1,500 intis mensuales para todos los
trabajadores de la República, sindicalizados y no sindicalizados, independiente de los
pliegos de reclamos.

16.- Elevación del ingreso mínimo vital a 2,400 intis mensuales, equivalente a un cuarto
de la canasta familiar.

181
Manuel Valladares

17.- Indexación al 3er. 6to. y 9no. mes de los sueldos y salarios para todos los trabajadores
del país de acuerdo al índice inflacionario.

18.- Control de precios de los alimentos básicos, medicinas básicas, vestimenta, útiles
escolares y materiales de construcción. Congelamiento del precio de los combustibles,
servicios de luz y agua.

19.- Respeto a los pactos y convenios colectivos y a los derechos adquiridos por los
trabajadores. Establecimiento de la Negociación Colectiva en el sector público.

20.- Estabilidad laboral para los trabajadores contratados en el sistema PROEM.

21.- Transformación del PAIT en un programa de empleo que garantice una ocupación
productiva y útil al país, sin manipuleo político y con derecho a organizarse a fin de
garantizar sus derechos sociales.

22.- Defensa y apoyo económico, financiero y técnico a las empresas administradas por
sus trabajadores (propiedad social, cooperativas, comunidades campesinas etc.)

23.- Derogatoria de todos los dispositivos legales y aceleración de los trámites que
obstaculizan la transferencia a los trabajadores de la propiedad y administración de las
empresas en situación de quiebra o abandono, en base al respeto del derecho de los
trabajadores y respaldado por sus beneficios sociales adeudados.

24.- Aprobación de los Proyectos de ley de Comunidades Laborales presentados por


CONACI y COCOMI. Revalorización de las acciones laborales y obligatoriedad de compra
por las empresas al retiro de trabajador. Extensión de la comunidad laboral al sector
financiero, comercio y servicios.

25.- Inmediata reorganización del Ministerio de Trabajo con participación partidaria del
movimiento sindical.

26.- Inmediato cumplimiento del mandato constitucional (Art. 43) que señala la participación
de los trabajadores en la determinación del monto del Ingreso Mínimo Legal.

27.- Incorporación de los trabajadores en la dirección del INE para el control de la


elaboración de los índices de inflación.

28.- Justa homologación de los trabajadores del Estado, de acuerdo con el costo de la
canasta familiar.
29.- Moralización en la alta burocracia. Sanción a los inmorales del anterior gobierno:
Vollmer, CPV, Precompra, Bancoper; y del actual régimen: importación de alimentos de
ENCI, Petropacífico, Surmeban y Banco Amazónico, CORDES, etc.

30.- Eliminación de los topes indemnizatorios.

POLÍTICA AGRARIA

31.- Democratización y cambio de la política agraria del gobierno aprista, aplicación del
Acuerdo Nacional Agrario, firmado con el CUNA, participación de representantes de las

182
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

organizaciones campesinas y de productores en la elaboración y ejecución de la política


agraria del Estado.

32.- Abaratamiento de los precios al consumidor de los productos alimentitos, manteniendo


precios rentables para el productor del campo a través del apoyo promocional a la
producción de alimentos y de un nuevo sistema de comercialización.

33.- Alto a la privatización de la tierra. No a la entrega de los terrenos del Estado a los monopolios.

34.- Inmediato reconocimiento, titulación y desarrollo de programas integrales de vivienda


con participación de la organización vecinal. Agua, desagüe y electrificación para los
asentamientos humanos, pueblos jóvenes y urbanizaciones populares.

35.- Reorganización de SEDAPAL con participación de sus trabajadores. Fiscalización de


las donaciones del exterior a SEDAPAL en beneficio de los pobladores en los AA.HH. y
pueblos jóvenes.

36.- Continuación del Programas del Vaso de Leche y respeto a la estructura organizativa
de sus comités y de los clubs de madres y comedores populares.

EDUCACIÓN Y SALUD

37.- Por una Ley de Educación nacional y científica democrática, popular y financiada.

38.- Vigencia irrestricta del derecho a la educación gratuita en todos los niveles. Asignación
constitucional de no menos del 20% del Presupuesto General de la República al sector
Educación y del 6% para rentas a las Universidades.

39.- Respeto irrestricto de la autonomía del IPSS. Cumplimiento efectivo de sus funciones.
Pago de la deuda del Estado al IPSS. Formación de una Comisión Reorganizadora, con
participación decisoria de los trabajadores, que termine con la inmoralidad.

40.- Fin al negociado de medicinas del IPSS. Formación de una Comisión Permanente
que supervigile la compra y la distribución de las medicinas en todo el país, intregrada
por los trabajadores y el gremio médico.

DEMANDAS POPULARES

41.- Cumplimiento de la resolución judicial del 28-11-86, que restablece el Convenio


Tripartito de 1,945, exigida por el Frente Unitario Textil. Así mismo de las resoluciones
judiciales a favor de la CITE, que le restituya derechos adquiridos.

42.- Reapertura de los Centros Mineros: Canarias Pasco y Pasto Bueno. Co-gestión
mayoritaria de los trabajadores en las minas con amenaza de cierre o paralización de
labores por LOCK-OUT patronal.

43.- Solución al pliego anual de reclamos presentado por el SUTEP.

44.- Solución a las demandas de los trabajadores de la CITE. Derogatoria de los D.S. 003-82 y
026-82-JUS. Promulgación del proyecto de Ley presentado por la CITE. Sobre libertad sindical.

183
Manuel Valladares

45.- Solución al pliego único de reclamos de la Federación de Comercio. Fin al sistema «PART-TIME».

46.- Solución integral del petitorio de la federación Nacional de Trabajadores Petroleros


del Perú. Defensa de la estabilidad económica de Petróleos del Perú y de la estabilidad
laboral de sus trabajadores. Cumplimiento de la ley 20530 de los jubilados de PETROPERU.

47.- Solución al pliego de reclamos presentado por la Federación de Trabajadores en


Construcción Civil del Perú. Generación de empleo.

48.- Cumplimiento del convenio colectivo de 1979 sobre reajuste automático «tipo sábana»
de los trabajadores del sub sector eléctrico.

49.- Pago de los reintegros que adeuda Pesca Perú y la Sociedad Nacional de Pesquería
a los trabajadores del mar.

50.- Solución a las demandas de la Asociación Médica del IPSS.

51.- Reposición de los trece trabajadores de Manufacturas NYLON-Químico Industrial


injustamente despedidos en 1976.

52.- Libertad al c. José Cháves Canales ex-Secretario General Adjunto de la CGTP,


injustamente detenido.

53.- Licencias Municipales de funcionamiento a nombre de cada mercado, para los efectos
del pago de impuesto D.L. 22834. Creación de un fondo económico de Seguridad Social
para los trabajadores minoristas de los mercados, gravando con el 1% al mayorista.

54.- Derecho al trabajo de los vendedores ambulantes y cese de la represión. Por una
solución integral a sus demandas.

55.- Solución a las demandas de las Federaciones Departamentales y de los Frentes de


Defensa del Cusco, Pisco, Puno, Juliaca, Huancayo, Cerro de Pasco, La Oroya, Ayacucho,
Huancavelica, Chimbote, Arequipa, La Libertad, Tumbes, Cajamarca, Moquegua, Piura,
Lambayeque, San Martín, Iquitos, Madre de Dios, Tacna, Ica, Huanuco, Pucallpa,
Chachapoyas, Callao, Junín, Ayacucho y otros.

56.- Solución a las demandas de los trabajadores de la Federación de Petroleros, Bancarios,


de Luz y Fuerza, FENTUP, Metalúrgicos, Sider Perú, Minero Perú, Centromín Perú, Hierro
Perú, Toquepala, Cuajone, Clínica Barton y otros. Solución a las justas demandas de los
gremios en conflicto.

Lima, abril de 1987


Fiman la Plataforma del Paro Nacional

CGTP, CNT, CTRP-Lima, CITE, Petroleros, CCP, CGCP, CNA, Asamblea Nacional de Ronderos
Campesinos, FEP, Frente Defensa (Tumbes, Lambayaqye, Cusco, Arequipa, Puno, San Martín,
Huancayo, Villa El Salvador (CUAVES), Frente Unitario Textil, FECHAP (Federación de
Pescadpres de Consumo Humano del Perú), Ladrilleros, COCOMI, CEAT, Asociación Médica del
IPSS, Federación Nacional y por Rama de la Producción y provincias afiliadas a la CGTP.

184
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Anexo 6

CGTP
Mayo 1987
Organo Informativo de la Confederación General de Trabajadores del Perú

Consejo de Redacción
Isidoro Gamarra, Valentín Pacho, Pablo Checa, Gregorio Bazán, Oscar Marcavilca

Redactores
Eduardo López, Jorge Chumbe, Héctor López , Ricardo Marin

Editor
Jorge Chumbe Huapaya

EDITORIAL
Paro Nacional: Plataforma de lucha

Con el esfuerzo de los trabajadores y la responsabilidad de la Comisión de Defensa de


la Central Mariateguista, aparece el periódico CGTP. Sin la presencia de un medio de
difusión de carácter sindical, la defensa de los principales derechos e intereses de los
trabajadores permanecería muy limitada

Los peruanos estamos inmersos en un encrucijada económica, política y laboral. El


régimen aprista otorga todo a los empresarios y nada para los trabajadores.

La llamada reactivación económica está orientada a incrementar sustancialmente las


utilidades de los principales, grupos económicos: ROMERO, BRESCIA, ONRUBIA,
LANATTA, BERCKEMEYER, NICOLINI y los otros grupos financieros y agro-alimentarios
a costa del mayor empobrecimiento de los trabajadores. Las transnacionales siguen,
como antes, disfrutando cada vez de mayores beneficios.

Por ejemplo: Las grandes empresas ligadas a las transnacionales como LIMA CAUCHO
y TOYOTA necesitan sólo de 7 ó 8 días para pagar los salarios de todo el año de los 455
trabajadores que tienen. BATA requiere de 30 días para cubrir las planillas anuales de
1,800 trabajadores. Nueve (9) Bancos menos de dos meses de trabajo para cancelar los
sueldos de todos el año a casi 70 mil bancarios.

En aras de la «reactivación económica» el gobierno aprista ruega a los empresarios que


«apuesten por el Perú», que inviertan. Y para «incentivar su patriotismo», además de las
ventajas otorgadas a los empresarios en el mes de febrero del año pasado (reducción de
Impuesto General a las Ventas de 11% al 6%, reducción del 10% de la tarifa eléctrica para
la industria, reducción del 10% del costo del Petróleo Diesel, refinanciación de las deudas
de las empresas privadas con la Banca Estatal), se continúan otorgando nuevas medidas
que incrementan aún más las utilidades de los empresarios y que perjudican directamente
a los trabajadores y sus familiares: con el PROEM se persigue eliminar la estabilidad
laboral y la creación del CONADE tiene el fin de imponer topes inaceptables a los sueldos
y salarios en los pliegos de reclamos.

Las autoridades de trabajo, por su parte, «solucionan» los pliegos de reclamos por debajo
de las ofertas que hacen los empresarios en trato directo. Y los topes indemnizatorios se

185
Manuel Valladares

mantienen. Lo real es que los sueldos y salarios se están incrementando muy por
debajo del alza del costo de vida, de la inflación.

El hambre y la miseria crece. Sostiene el ministro de Trabajo, Orestes Rodríguez


Campos que las empresas en nuestro país han restringido sus inversiones y, por
consiguiente, el empleo. De una población económicamente activa que alcanza a 6’709,000
más del 60% o se encuentra subempleada.

Autoritarismo Aprista

Para poder aplicar su política económica y laboral a favor de los empresarios, el


régimen incrementa su autoritarismo. Las libertades democráticas, sindicales y políticas
son frencuentemente pisoteadas, y cada vez se restringen más. Se llegó al extremo de
prohibir la realización de las Asambleas Sindicales, pero la lucha desplegada por la
CGTP y las bases sindicales consiguieron dejar sin efecto este atropello.

La represión continúa contra el movimiento sindical y popular. Ninguna conquista


es lograda, ningún pliego de reclamos es resuelto sino está de por medio la lucha de los
trabajadores y los mítines y otras movilizaciones, acciones que se han hecho comunes
en Lima y provincias.

Lo ocurrido en las universidades no es sino el reflejo de la política autoritaria del


gobierno.

La brutalidad empleada es la expresión de las posiciones fascistoides que


predominan en el seno del gobierno. El sector popular de la Universidad Peruana ha sido
pisoteado y mancillado. El sambenito de «terrorista» sirve para destruir y agredir a las
organizaciones populares.

Los trabajadores rechazamos esta escalada represiva contra el movimiento


popular y nos encontramos en pie de lucha.

En el Paro Nacional, Sindical y Popular que materializaremos el próximo 19 de


mayo, demostraremos al régimen aprista que la verdad y la razón está de parte de los
trabajadores.

Nuestra prensa sindical, en tal sentido, juega un papel de trascendental


importancia, teniendo en cuenta el enorme silencio o, en otros casos, desinformación
por parte de los medios de comunicación masiva en lo que se refiere a los aconteceres
cotidianos de la clase trabajadora.

La edición de nuestra prensa sindical, es un nuevo esfuerzo de la Dirección de la


CGTP y esperamos que las Bases Sindicales respondan adquiriéndolas para garantizar
su autofinanciación.

El Consejo de Redacción

186
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Anexo 7

¿ASÍ SE PACIFICA EL PAÍS?


- ¿Decretando el Estado de emergencia en el 40% del territorio nacional?
- ¿Renunciando a la autoridad civil a favor de prácticos gobiernos militares en las zonas ocupadas?
- ¿Manteniendo en la impunidad el genocidio de los penales, las masacres, las desapariciones y la
tortura?
- ¿Destinando el 2.8 % del presupuesto nacional al agro, mientras el 28% (¡diez veces más!) va a parar
al ministerio del interior y las FF.AA.?

En la lucha por imponer una política de Paz con Justicia Social y democracia. Para defender la vida
y acabar con la militarización, el terror de estado y toda forma de terrorismo. Este martes 19: TODOS
CON EL PARO NACIONAL
Lima, 16 de mayo de 1987. La República.

Partido Unificado Mariateguista

TODOS CON EL PARO NACIONAL


- Porque, contra la política pro-monopólica del gobierno aprista, si es posible aumentar sueldos y
salarios, controlar la inflación y subsidiar los artículos alimenticios, garantizar precios justos para el
campesinado y promover masivamente el empleo productivo.
- Porque frente a las estrategias de terror de estado que baña en sangre el país, mantiene a impunidad
de las masacres, torturas y desapariciones y extiende el Estado de emergencia, si es posible superar
la violencia con una política de Paz con Justicia Social, democracia y respeto a la vida.
- Porque, frente al autoritarismo, la apristización del Estado y el centralismo, le toca al pueblo y a las
organizaciones sociales garantizar el respeto a las libertades democráticas, lograr una verdadera
regionalización con gobiernos autónomos y con poder y apoyar las demandas democratizadoras y
salariales como las que hoy levanta el personal subalterno de las Fuerzas Policiales.
Lima, 17 de mayo de 1987. La República.

¡NO AL AUTORITARISMO, LAS ALZAS Y LA MILITARIZACIÓN!

Partido Unificado Mariateguista

Este 19 de mayo
TODOS CON EL PARO NACIONAL
- Para decir basta a la política aprista de privilegios a los monopolios y de alzas de precios y
reducción de los ingresos del pueblo.
- Para rechazar la emergencia, las masacres y la impunidad, que no resuelven sino alimentan la
violencia.
- Para lograr una verdadera regionalización, con gobiernos autónomos, democráticos y con poder.

¡NO AL AUTORITARISMO, LAS ALZAS Y LA MILITARIZACIÓN!

Lima, 18 de mayo de 1987. La República.

Partido Unificado Mariateguista

187
Manuel Valladares

Anexo 8

EL COMITÉ DIRECTIVO NACIONAL


DE IZQUIERDA UNIDA*

Izquierda Unida, la primera fuerza de oposición al gobierno aprista, ratifica su identificación


con los trabajadores y el pueblo en la realización del PARO NACIONAL DE PROTESTA
del 19 de los corrientes decretado por la CGTP y demás organizaciones gremiales de
nuestro país.

Llama en consecuencia a todos sus militantes, amigos y simpatizantes a respaldar la


justa y trascendental medida de lucha, a movilizarse junto a los trabajadores y al pueblo
por el éxito de la medida y a concurrir a los actos masivos que se llevan a cabo con
ocasión de esta fecha de combate.

El pueblo trabajador no puede seguir soportando la llamada «reactivación económica


del país» que ejecuta el gobierno aprista porque favorece fundamentalmente a los
grandes patrones, empresarios privados inversionistas extranjeros, y porque somete a
sus trabajadores al hambre generalizado con sueldo y salarios que no cubren el costo de
vida, a la amenaza constante del desempleo, a la utilización del desempleo para una
mayor explotación y chantaje político, como es el caso del PAIT y el PROEM manteniendo
el pauperismo de los trabadores estatales dando incluso lugar a que hasta el personal
subalterno de la policía tenga que declararse en huelga general, (medida que respaldamos
por su justo contenido social) haciendo pues que los pobres del campo y la ciudad se
vean cada ves más pobres y cunda en ellos la desesperación y la tragedia.
El gobierno aprista prometió que pagaría la deuda externa del Perú con sólo el 10% de las
exportaciones. Sin embargo, en un entendimiento por debajo de la mesa con el FMI paga
hasta el 36% lo que ha sido admitido por el propio gobierno, agravando así la situación
económica y financiera del país por falta de fondos para nuestro desarrollo.

Para acallar las protestas y reclamaciones, el gobierno aprista responde con prepotencia
y autoritarismo llegando a violaciones flagrantes de los derechos humanos (demostrado
fehacientemente por organismos internacionales) practicando el genocidio con las
poblaciones campesinas y con los presos políticos (masacre en Pucayacu, Accomarca,
El Frontón, Lurigancho, etc, etc, de repudio mundial), asalto a las Universidades y destrozo
de sus ambientes y enseres, las operaciones Rastrillo en los Asentamientos Humano, el
encarcelamiento de nuestros militanteses y de otros luchadores sociales, acusados
absurdamente de terroristas, así como la detención y desaparición de personas.

La respuesta tenía, pues que darse tal y como la ha encausado la gloriosa CGTP con el
respaldo de todas las organizaciones sindicales y populares.
IU hace suya la plataforma del paro del martes 19, junto con los trabajadores del campo
y la ciudad exige el cambio en la política económica y social del régimen, el no pago de la

*Publicado en La República 18 de mayo de 1987

188
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

deuda externa ya que esta no ha sido contraída por el pueblo, fin a la liberación de
impuestos para los grandes empresarios, defensa de nuestro signo monetario prohibiendo
las mini-devaluaciones, la efectiva reactivación del agro que priorice la producción de
alimentos y elimine el comercio especulativo, por la defensa de la tierra para el
campesinado. Rechazo de «sociedades anónimas» en el campo, reestructuración del
agro en beneficio de las Comunidades Campesinas cual es el clamor del campesinado
de PUNO, por precios de garantía para los productores campesinos, congelamiento y
subsidio a los artículos de primera necesidad. Plantea la no privatización de las empresas
estatales y la nacionalización de la Southern, de la banca, así como de las concesiones
petroleras. En política laboral reclama por la vigencia plena de la negociación colectiva y
el derecho a la huelga, eliminación del CONADE de los pliegos de reclamos e igualmente
de los topes indemnizatorios, solución de los pliegos presentados por los sindicatos y
Federaciones entre los que figura con dramática urgencia la reclamación del magisterio
y de las Universidades que urgen de mas rentas, aumento general de sueldos y salarios
que compense el costo de vida. Humanización de los hospitales, de la vivienda y el
transporte. Fin al estado de emergencia y guerra sucia, aparición con vida de los
desaparecidos, respeto pleno a los Derechos Humanos, Libertad de los presos políticos,
fin al terrorismo de Estado y de todo tipo de terror.

Declaramos que este tipo de lucha se ajusta al art. 55º de la Constitución que
declara que la huelga es derecho de los trabajadores. Por consiguiente rechazamos toda
amenaza del gobierno que tienda impedir el ejercicio de este derecho. IU estará con
todos sus parlamentarios en las calles para impedir el atropello del gobierno. Estará
también con sus Alcaldes y Regidores. Y lo que es esencial, con todos sus militantes.
En Lima, materializado el paro, todos concurriremos a la Plaza Dos de Mayo para el
GRAN MITIN DE PROTESTA contra el autoritarismo, militarización y fascistización
creciente del APRA.

Lima, 18 de mayo de 1987

¡Viva la IU y el pueblo combatiente!


¡Viva el glorioso y trascendental Paro del 19 de Mayo!

EL COMITÉ DIRECTIVO DE IZQUIERDA UNIDA


Genaro Ledesma Izquieta, Coordinador de Turno

189
Manuel Valladares

Anexo 9

ACORDARON CONDENAR ENTREGUISMO DEL GOBIERNO Y


MILITARIZACIÓN

MINEROS CONTRA SOBRE-EXPLOTACIÓN


DE TRABAJADORES Y AGOTAMIENTO DE MINERAL

Fueron tres intensas jornadas, pero al final primaron la unidad sindical y el clasismo. Eso
tal vez es el resumen de lo que significo el I Congreso Nacional Unificado Ordinario de la
Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú,
finalizado ayer.

El Congreso, en su última reunión, se abocó desde tempranas horas a discutir las


mociones de las comisiones de trabajo para abordar los puntos de situación nacional,
situación del sector minero y situación internacional.

Los asambleístas acordaron en consenso rechazar la política entreguista del actual


régimen, condenar la militarización del país que desarrollan el PAP y las FF.AA. Así como
desarrollar cuerpos de autodefensa en los sindicatos.

También se cuestionó la política minera implementada por la administración García,


señalando las grandes empresas mineras siguen enriqueciéndose por el trato privilegiado
que les confiere el Estado, y el aumento de productividad (producción por hombre)
mediante la sobreexplotación de la fuerza de trabajo y el agotamiento del mineral de
mas alta ley.

Como ejemplo de lo dicho, se presentó el caso de la Southern Peru Cooper Corporation


(SPCC), que durante los últimos seis años ha seguido enviando enormes remesas de
dinero a su matriz de EE.UU., al mismo tiempo que invertía minimamente en nuestra
economía. Su voracidad tendió a agotar el mineral de mas alta ley (especialmente en
Cuajone). Luego, valiéndose del Decreto Legislativo 109 (Ley Kuczynski) que elimino el
monopolio del control estatal de la comercialización del mineral, la transnacional
«amarro» contratos con compradores que le han costado al país la suma de 70 millones
de dólares. Igualmente la SPCC ha venido boicoteando a la refinería de Ilo (a la que
abastece de cobre blister), con el fin de lograr negociar una disminución de 70 dólares
por cada TM que le cobra a la refinería por procesar dicho metal.

Una de las cosas mas resaltantes del evento, fue el acuerdo de la negociación colectiva
a través de un pliego único minero. Se creó una comisión de elaboración de pliego único,

190
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

que en un lapso de sesenta días deberá presentar un proyecto a discutir en la Asamblea


Nacional de Delegación.

Se acordó también pedir la derogatoria de la Ley 24514 (Ley de estabilidad laboral), al igual
que los D.S. 020-86-TR y 018-86-TR (PROEM) y el D.L. 109 (Ley General de Minería).
Al final de la sesión se procedió a renovar el Comité Ejecutivo Nacional, que regirá los
destinos de la federación por el lapso de dos años. Quedo conformado de la siguiente
manera:

Presidente: Moisés Palomino (Simsa San Vicente), Vicepresidente, Víctor Cuadros (CEN),
Secretario General, Saúl Cantoral (Hierro Peru), Sub. Sec. General, Víctor Taype (Julcani),
Secretarios de Defensa: Pedro Vera (Chicrin), Víctor Lucero (Uchucchacua), Julio Ortiz (Posco),
Aurelio Banegas (Cuajone). Secretarios de organización: Francisco Vásquez (Sider Peru),
Juan Pecho (Refinería de zinc), Emilio Llacho (FTMMMA), Pantaleón Coayla (Toquepala).

Secretarios de prensa: Sixto Vilcas (Huancavelica), Adrián Santos (Atacocha), Leonardo


Ramírez (Casapalca), Secretarios de Economía: Pánfilo Castillo (San Rafael), Sub. Sec.
Economía: Alejandro Suma (Met. Peruana), Sec. Actas: Porfirio Delgado (Huampar), Sec.
Derechos Humanos: Miguel Mallqui (Huanzala), Sub. Sec. Derechos Humanos: Raul
Huamaciza (Tambo de Viso), Sec. Disciplina: Florencio Mamani (Pacococha). Sub. Sec.
Disciplina: Salomón Villavicencio (CEN), Sec. Técnica: Delfín Cochachi (Centromin), Sub. Sec.
Técnica: Máximo Paz (CEN).

Secretarios de Asistencia Social: Evelio Frisancho (Tintaya), Teofilo Miranaa (Milpo), Ángel
Romucho (Canarias), Marcos Gutarate (Millotingo), Se. Relaciones: Celso Cajachagua
(Centrominas), Sec. de Cultura y Relaciones Laborales: León Cutipa (Madrigal), Sub. Sec.
Cul. y RR.LL: Alfredo Silva (CEN).

Secretarios de Cultura: Eduardo Cajahuaringa (CEN), Wilfredo Aquino (Metalúrgicos) – La


Oroya), Secretarios de Asuntos Femeninos: Meliton Álvaro (Raura), Sub. Sec. Asuntos
Fem. Guillermo Díaz (CEN), Coordinadores nacionales: Pablo Mamani (CEN), Marco Huisa
(Algamarca), Leoncio Claver (Tambo de Viso), Anibal Castillo (Cerro de Pasco).

Coordinadores ante el IPSS: Christian Rivas (CEN), Víctor Ismodes (San Juan de Lucanas),
Aquilino Gallardo (Sider Perú).

191
Manuel Valladares

Anexo 10

Confederación Campesina del Perú

Fundada el 11 de abril de 1947 Afiliada a la CGTP

POR LA TIERRA Y EL PODER VENCEREMOS:


INFORME DE LA CCP SOBRE EL PARO NACIONAL
DEL 19 DE MAYO DE 1987

1.- El campesino peruano afiliado a la CCP, ha tenido una destacada participación en esta
lucha. Damos cuenta ante nuestras bases y ante la Asamblea Nacional de Delegados de
la CGTP, las siguientes acciones desarrolladas en el campo.

a) En Puno se desarrollaron gigantescas luchas de tomas de tierras por parte de 152


comunidades y parcialidades del departamento de Puno dirigidas por la FDCP. Alrededor
de 15,000 campesinos movilizados en 5 provincias (Azangaro, Puno, Melgar, Carabaya,
Huancané), recuperaron 280,000 Has. de tierras de 22 Empresas Agrarias levantando
firmemente las banderas de reafirmación democrática de las empresas y por la
afirmación de la vía campesina comunera. Esta lucha sigue siendo demandada por el
campesinado para el arribo de una solución armoniosa y pacífica.

b) En Piura la acción campesina dirigida por la combativa FRADEPT se centró


fundamentalmente en el bloqueo de las carreteras, plegándose a la solución del problema
del algodón, en defensa de la autonomía comunal y en abierta confrontación contra la
prepotencia y el autoritarismo aprista.

c) En Chiclayo se realizó una significativa marcha mitin Campesino y Popular con la


activa participación del proletariado azucarero dirigido por la FTAP y la USTL, en defensa
de la industria cooperativizada del azúcar y en demanda de las reivindicaciones populares
de la región.

d) En Chepén la participación el campesinado y de manera decisiva de los trabajadores


eventuales, dirigidos por la CUNA del Valle e Jequetepeque, contribuyeron al lado del
resto de sectores del pueblo en gestar exitosamente las medidas de lucha.

e) En Huaral Sayán el frente de Defensa de los trabajadores del Agro conjuntamente con
el sindicato y la Cooperativa de Andahuase encabezaron una importante movilización
campesina, hacia la ciudad de Huacho en donde se realizó un combativo Mitin Popular.

f) En Cañete los trabajadores eventuales dirigidos por la CETEC, centraron su acción en


el bloqueo de carreteras.

192
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

g) En Iquitos se hizo sentir la destacad participación de la Federación Campesina de la


Provincia de Maynas, del Comité Provincial de Productores de Arroz y Comité Provincial
de Productores de Yute.

h) En Cusco la participación del campesinado dirigido por la FDC, tuvo su expresión


combativa en la provincia de la Convención y Anta tuvo características contundentes
por la experiencia de lucha que ellos tienen.

i) En Junín y particularmente en el valle del Mantaro importantes columnas de campesinos


bloquearon la carretera de la Región Central.

j) En Arequipa la acción del campesinado se centró fundamentalmente en la retención de


la venta de sus productos y de manera secundaria en la movilización den las provincias
de Castilla y Condesuyos.

2.- En síntesis la participación del campesinado en esta lucha nos muestra su valioso
aporte en el exitoso Paro Nacional del 19 de mayo. De otro lado muestra que la CCP está
en la capacidad de articular un movimiento nacional junto al pueblo peruano; que siente
las bases de la forja de la Central Única Campesina y de la Alianza con la clase obrera
y el pueblo. El Paro nacional ha mostrado que las demandas fundamentales del
campesinado en la presente coyuntura son las siguientes:

a) La lucha por la tierra que se expresa fundamentalmente en la lucha por la


reestructuración de la Empresas Agrarias de Puno; en otros lugares del país por la
defensa de las tierras comunales y contra el intento del APRA de querer entregar tierras
a las grandes empresas monopólicas nacionales y transnacionales.

b) Por mejores precios para los productos del campesino, para cuyo efecto debe ser
subsidiado por el estado, para que no agrave la economía de los consumidores. Defensa
de las demandas de los productos maiceros, arroceros, paperos; de productos agrícolas
andinos y en defensa del algodón contra la política del gobierno de importar este
productos.

c) Defensa de la industria Azucarera, del sistema cooperativo y por mejores precios


para el azúcar.

d) Declarar en Estado de Emergencia Agraria a las zonas del trapecio andino (Ayacucho,
Apurimac, Cusco y Puno) que sufren el flagelo de plagas, heladas y sequía; de cuya
consecuencia ha habido una pérdida de mas de 505 de la producción agrícola.

e) La lucha contra el avance y el intento de militarizar las regiones del país como es el
caso de Puno, Cusco, etc. En defensa de los derecho humanos en el campo y por la
vigencia y fortalecimiento de nuestras comunidades.

f) Contra la política anti-campesina y anti-nacional del Ministerio de Agricultura.

193
Manuel Valladares

3.- En esta acción se ha producido una confrontación con el APRA en nuevos niveles; sin
embargo esta importante lucha no fue atacada por las bases de la CNA y otras bases
integrantes de la CUNA, lo cual explica no solo la extrema debilidad orgánica de estos
gremios, sino también que no colaboraron con el Paro.

Es necesario fortalecer el trabajo en zonas donde no se ha producido la movilización


campesina; como es el caso de los parceleros de los valles de la y de algunas zonas
campesinas que no se plegaron a la acción.

En el caso de Puno, como en otras ciudades se movilizó el ejercito y las UTA (Unidades
tácticas Antisubersivas) para reprimir al pueblo, lo que exige un mayor trabajo en la
autodefensa Popular y Campesina en la medida que estamos entrando en el país a una
mayor confrontación violenta. Fortalecer las Rondas Campesinas y la Autodefensa de masas
como elemento clave para el desarrollo de la futura lucha por el poder.

4.- El Paro Nacional ha permitido producir un grave deterioro a la política del Régimen
actual y este a alcanzado su contundencia agudizado por la huelga de la policía. El
conflicto abierto entre el personal subalterno e las fuerzas policiales y el Gobierno
debieran ser correctamente tratadas por el movimiento popular. Derrotando a los altos
mandos del aparato represiva que promueve la guerra sucia.

5.- La actual situación política que vive el país abre un periodo de mayor confrontación
entre el gobierno y las clases que lo sustentan y el movimiento popular. El Paro Nacional
ha permitido articular la protesta del pueblo y ha fortalecido a sus organizaciones en la
unidad y en la acción. Las posibilidades de un mayor desgaste del gobierno están abiertas;
el APRA en su desesperación ha querido polarizar al país entre apristas y comunistas,
entre los defensores de la democracia y los que promueven el terrorismo, con un claro
intento de generar confusión e impedir el Paro.

Las banderas de este movimiento policial son parte por democracia y un trato digno y
humano para el personal subalterno y por eso el pueblo debe apoyarlos.

6.- Luego de esa exitosa jornada nacional de lucha, el movimiento popular debe centrar
sus esfuerzos en realizar exitosamente la Asamblea Nacional Popular que permita tensar
fuerzas, fortalecer los niveles de centralización sindical y popular alcanzado y preparar
nuevas y contundentes respuestas en defensa de la plataforma de lucha nacional
enarbolada con motivo del exitoso Paro Nacional del 19 de mayo.

COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL


DE LA CONFEDERACIÓN CAMPESINA DEL PERÚ

194
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Anexo 11

PARTIDO UNIFICADO MARIATEGUISTA

Sólo la soberbia autoritaria puede negar, la contundencia y éxito del paro nacional del
martes 19, en los más apartados rincones de la patria, los trabajadores, los pobladores,
los campesinos, los hombres y mujeres del pueblo se han pronunciado por un cambio
radical de la política gubernamental.

Pero se trata solo de una advertencia, de una mayoritaria y firme advertencia. El


movimiento sindical y popular, acompañado por la Izquierda Unida, ha dicho en su
propio lenguaje que no asistirá más como convidado de piedra al festinamiento de sus
aspiraciones, de sus derechos y de su dignidad.

¿Qué está pasando? Una grave crisis política se ha abierto al país ante el fracaso del
gobierno aprista para resolver los problemas que aquejan a la patria y sus mayorías. El
paro de la CGTP y la huelga de 4 días del personal subalterno de las Fuerzas Policiales
han destapado el extenso ánimo de rechazo a una política económica de granjería a los
monopolios, de autoritarismo prepotente y sordo de apristización del Estado y de
militarización.

¿Hasta donde está dispuesto el Presidente de la República a llevar al país? Porque ya no


es hora ni de inculpar como «terroristas» y amenazar a las fuerzas masivas que protestan,
ni de resolver con gestos y promesas vagas la sed de justicia y cambios que la jornada
del 19 puso en evidencia. Como tampoco se pueden aceptar los intentos de evadir el
fracaso de la «reorganización de la policía» y escamotear las demandas económicas y
democráticas de su personal subalterno, o la soberbia presidencial de ratificar al Ministro
de Economía después del Paro Nacional y al Ministro del Interior por encima del pésimo
manejo de los reclamos policiales. El Perú demanda nuevos rumbos, esto es, la
rectificación sustancial de la política oficial.

El partido Unificado Mariateguista sostiene que esto es posible llevarlo adelante:

Primero: aplicando una política de efectiva soberanía nacional y atendiendo las


necesidades populares, con el control de precios, el subsidio a los alimentos, el aumento
de sueldos y salarios, la fijación de precios de garantía justos al campesinado y la
implementación de programas de inversión social y empleo masivo financiado con los
fondos que bajo la política vigente van a parar a manos de los monopolios o de la banca
internacional.

Segundo: poniendo fin al autoritarismo, respetando las libertades democráticas,


disolviendo los aparatos paramilitares apristas, terminando con la política de apristización
del Estado y sus instituciones, democratizando las fuerzas policiales atendiendo sus
justas demandas y modificando la ley de bases de la Regionalización de manera tal que
pueda darse paso a la elección de verdaderos gobiernos regionales democráticos,
autónomos, con fondos y poder.

195
Manuel Valladares

Tercero: Poniendo fin a la estrategia antisubversiva de terror de Estado y militarización


y aplicando una política de paz con justicia social y democracia sustentada en el pueblo
mismo y en el respeto a los derechos humanos.

Esta es la rectificación de rumbos que demanda una mayoría del país. Es una exigencia
de cambios fundamentales, no de modificaciones parciales para sortear las demandas
populares y postergar una crisis incontrolable. Y por eso mismo tiene como condición la
renuncia y el relevo del gabinete Alva-Salinas.

En todo caso es el Gobierno que debe reconocer el referéndum del 19 de mayo. Que
cada uno asuma su responsabilidad ante el presente ante los destinos del Perú. Nosotros
la seguiremos asumiendo al lado del pueblo, de sus luchas y de sus seculares energías
morales y transformadoras, porque en ella descansa el futuro de democracia, justicia y
dignidad del país. Seguiremos impulsando la movilización, la organización y la conciencia
popular, seguros de que en ello está el principal instrumento de nuestra liberación
nacional y social.

El Comité Ejecutivo Nacional del Partido Unificado Mariateguista llama a la Izquierda


Unida a ponerse a la cabeza de esta lucha organizando una movilización política nacional
y asumiendo el impulso a la Asamblea Nacional Popular. Igualmente saludamos a las
organizaciones sindicales , populares y sociales que se comprometieron en el éxito del
paro del 19 de mayo y reiteramos nuestra voluntad de marchar a la realización
indefectible de la ANP convocada para los días 26/29 de junio. Juntos también afrontamos
las nuevas responsabilidades que tenemos con el destino de la patria y sus mayorías.

Lima, 20 de mayo de 1987

Javier Diez Canseco


Secretario General
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL

196
Huelga policial y Paro Nacional de trabajadores en mayo de 1987

Anexo 12

PRONUNCIAMIENTO DE IU
Censura popular al gabinete

En contra de lo que cierta prensa sostiene interesadamente, para la opinión pública del
país está claro que el martes 19 se produjo una mayoritaria, masiva y contundente
movilización nacional del pueblo peruano. Ese día, siguiendo la convocatoria de la CGTP
y apoyados por la Izquierda Unida, una sola bandera flameó en los más apartados
rincones de la patria , exigiendo el fin de la política económica que favorece a los
monopolios y de la estrategia de militarización y del autoritarismo aprista.

Se ha abierto una grave crisis política en el país evidenciada en la huelga de los policías
y el exitoso Paro Nacional. Ha fracasado la política económica, la política de apristizar el
aparato del Estado, la militarización de la sociedad. El Perú exige cambios ahora. En las
calles y plazas ha sido censurada una política y un estilo de manejar el Gobierno.

La Izquierda Unida considera que si es posible atender las reclamaciones enarboladas


por los explotados y oprimidos en el Paro Nacional. Pero lo es, ciertamente, a condición
de que el gobierno deponga la soberbia y autosuficiencia y reconozca que viene
gobernando a espaldas de las mayorías nacionales, las Mismas que generan las riquezas
y quienes portan su destino de democracia verdadera y justicia social.

EL GABINETE DEBE RENUNCIAR

El gabinete Alva Castro ha fracasado y debe renunciar, entre otras por las siguientes
razones:

- Porque ha supeditado los intereses nacionales a los de monopolios y al capital


internacional, desatendiendo inclusive los planteamientos de los pequeños Empresarios.
Los efectos inmediatistas de su política económica han llegado a su fin; el Gobierno es
incapaz de detener las alzas de los artículos de primera necesidad y la inflación, se
vislumbra, superará el 100%.

- Porque en dos años, el Ministro de Agricultura, Morales Bermúdez ha engañado al


campesinado al incumplir su promesa de realizar el programa de Organizaciones
Campesinas. Porque es incapaz de controlar el acaparamiento y la especulación con los
bienes de consumo popular.

- Porque con la política laboral se viola, sistemática y permanentemente la estabilidad


laboral a favor de los empresarios mediante PROEM. Ha demostrado total deficiencia en
la conducción de las empresas públicas que este año tendrán un déficit de más de 600
millones de dólares. Porque aplica una política de control de los salarios al restringir las
negociación colectiva para beneficiar las utilidades empresariales. Porque desatiende
las reclamaciones de los empleados públicos, mientras por otro lado permite la existencia
de planillas «secretas» con altos sueldos para la burocracia aprista.

197
Manuel Valladares

- Porque en política energética el Ministro Huaita ha defraudado al Perú con el entreguismo


de nuestro petróleo a las transnacionales, Occidental, Oxi Bridas, entre otras.

- Porque en materia de salud el gobierno ha cedido ante los grandes monopolios


farmacéuticos encareciendo el precio de las medicinas.

- Porque en el aspecto de la educación no se ha hecho absolutamente nada. La educación


es un caos y un desastre, mas bien se ha defraudado las rentas del Estado con los
PANGO-LIBROS .

- Porque es incapaz de moralizar al país, permitiendo millonarias defraudaciones como


el caso de las corporaciones Departamentales de Ayacucho, del Callao, entre otras.

- Porque ha debilitado la autoridad civil u ha acelerado el proceso de militarización de la


sociedad y el desarrollo de la guerra sucia, permitiendo abusos contra la población
mediante las detenciones masivas, intervención de las universidades y las operaciones
de rastrillaje.

- Porque ha perdido autoridad para conducir a las fuerzas policiales, planteándose en la


hora actual una reorganización democrática de estas.

Izquierda Unida exhorta a todos los trabajadores, pobladores de los


asentamientos Humanos, campesinado, hombres y mujeres del pueblo, a las
organizaciones cívicas y sociales e instituciones identificadas con el pueblo a persistir en
la lucha contra la soberbia, el autoritarismo, la marginación social y el militarismo
creciente, los llama a concurrir el miércoles 3 de junio a la gran manifestación popular
que realizaremos en la plaza SAN MARTÍN para expresar la CENSURA POPULAR AL
GABINETE, EXIGIENDO SU RENUNCIA.

Lima 22 de Mayo de 1987

El Comité Directivo Nacional de IU

198
199
200

S-ar putea să vă placă și