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ARTICULOS DE OPINION
Gerardo Bocco
Medio Ambiente y evaluación
Jalil Saab
Menos cretinos para el siglo XXI
El término biosfera fue introducido por el austriaco Eduard Suess en 1875, aunque la idea
fue planteada antes por Cuvier y Lamarck. Sin embargo, Vernadsky asumía que por bella
que fuera esa idea para la ciencia, no era ciencia, hasta que no fuera científicamente puesta
a prueba y validada. Esto fue lo que él hizo con sus estudios sobre la rotación
biogeoquímica de las sustancias de la Tierra: ``demostrar que la vida es un fenómeno
planetario''.
Como químico especializado en mineralogía, Vernadsky tuvo que luchar consigo mismo
para abstraerse del especialismo y ``aprender a ver lo grande en lo pequeño''. En 1891, ya
aseguraba que la Tierra era un gigantesco laboratorio en el que los componentes químicos
migraban de un lugar a otro, y que esos movimientos eran una manifestación de la vida de
la superficie terrestre.
Al principio, Vernadsky pensaba que el tiempo era el elemento básico en la génesis de los
minerales. Años después mostraría que el hombre tiene una importancia significativa en los
cambios que sobre la corteza terrestre ocurren a corto plazo: ``El hombre ejerce una
influencia todavía mayor (que el tiempo), cambiando por completo el semblante de la
Tierra, y este cambio es cada vez mayor a medida que se desarrolla la cultura y se difunde
el influjo de la humanidad civilizada''. Afirmaba que el impacto del hombre sobre la
naturaleza era de tal magnitud que revestía un ``carácter cósmico''.
Anticipándose a los tiempos, observó: ``A medida que los conocimientos científicos
abarcan cada vez más la vida circundante, se difunde la preocupación sobre el futuro sobre
la protección para nuestros descendientes de las riquezas naturales y su aprovechamiento
prudente''. Así, enunció lo que hoy es el espíritu del llamado desarrollo sustentable.
También, como una idea vaga de lo que conocemos como reuso y reciclaje, Vernadsky
aseguraba que la humanidad se vería obligada ``a concentrar las menas y pasar muchos de
los recursos no renovables a la categoría de renovables''.
Vernadsky fue uno de tantos científicos a los que Occidente sistemáticamente les ha
desconocido su aportación al mundo de la ciencia. Empero, en un tardío pero loable intento
por dar a conocer La biosfera a los estudiosos estadunidenses, los autores del prefacio de la
edición inglesa de 1998 justifican el escaso conocimiento de Vladimir Vernadsky en las
universidades occidentales al efecto de la Cortina de Hierro y a la guerra fría que se
sucedió después de la Segunda Guerra Mundial.