Sunteți pe pagina 1din 3

La tecnología como laberinto del lenguaje.

Proponer la tecnología como una herramienta es quizás el concepto más básico


pero si se proyecta como un nuevo modelo de significados y un nuevo orden
simbólico,donde las paredes espacio temporales se rompen y los impedimentos
socio culturales pasan a un segundo plano, entonces, se tejen procesos desde
varios puntos de vista que producen un abanico de consecuencias.
Todos tenemos desde nuestro nacimiento una serie de sistemas organizados,
costumbre, procesos trascendentales de comunicación, instituciones o rituales a
los que llamamos cultura, ésta nos ata a una estaca llamada sociedad, al estar
supeditados a esta, procuramos una integración con culturas similares a la nuestra
y empezamos a estigmatizar todo aspecto foráneo que se oponga a nuestras
creencias o rompa el orden accionado. La tecnología tiene un gran campo de
acción frente a este tema, pues como primer postulado, no representa un sistema
de orden impuesto, nosotros le damos un acento o un tono al punto de vista, ya
sea en un blog, una página web, en un comentario o un programa institucional.
Quizás la proposición más arriesgada sobre este tema tecnológico se dé al
momento de formularlo como un nuevo sistema simbólico, como un metalenguaje,
entendido este como la capacidad de un lenguaje de referirse a otro lenguaje y
provocar un pensamiento hermenéutico. Así pues parafraseando a Althusser, la
topi calidad del pensamiento, se nos hace un mundo alcanzable, pero hay un
concepto que no se ha abarcado a grosso modo en este campo, y es el ¿cómo la
tecnología puede convertirse en un modelo ideológico del ser?, hasta el punto de
configurar procesos de razonamiento para hacerlos cada vez más sistemáticos,
deslegitimando el proceso dialéctico de la interacción y suponiendo un principio
interactivo como base del conocimiento. “En síntesis, las tecnologías digitales de
la información y la comunicación conforman entornos semióticos novedosos que
introducen una redefinición de las restricciones propias de este instrumento
psicológico por excelencia, en el sentido vigotskiano de la expresión, que es la
lengua escrita.”1
La plataforma tecnológica es un espacio que se abre en pro del multilenguaje, es
por esto que podemos ingresar a webs de culturas totalmente diferentes como el
Islam y no sentirnos retado ni ellos ofendidos o provocados. La impersonalidad
que produce este tipo de desarrollo nos organiza de tal manera que nuestra
subjetividad empieza a primar sobre los modelos sociales, vale proponer que
siempre hay una carga social en nuestra manera de ver la vida, ya sea por una

1COLL, César. Lectura y alfabetismo en la sociedad de la información. Uoc papers


revista sobre la sociedad del conocimiento. 2005. Pág. 8
ideología o un parecer religioso, etc. Pero las relaciones que se tejen en cuanto al
yo con el mundo que me ofrece la tecnología, hacen que la veta de nuestros ojos
se descubra se despliegue una autopista, el inconveniente es que el mapa para
recorrerla es complejo e incierto.
“¿Acaso nosotros, los sujetos hablantes, no estamos siempre –ya ocupados, en
referir las circunstancias que determinan el espacio de nuestra actividad?”2, esta
pregunta es quizás la explicación más clara de nuestro síntoma tecnológico, y no
es que pretenda satanizar las practicas que ofrece dicho avance, pero desde este
punto de vista, los seres humanos, con la capacidad de comunicarnos estamos
tan cargados de procesos que nuestras acciones ya no son relativas, propias de
un sujeto consiente de polivalencias psicológicas y nos hemos convertido cada
vez más en posibles predicciones metodológicas, porque iniciamos un proceso de
autodeterminación del ser, en cuanto a mi proyección social, en esto, la tecnología
tiene un gran peso, pues nos expone tanto al frente de una pantalla, en la
comodidad de nuestro hogar o en la globalidad de un mundo tan pequeño, que
nuestro espacio de desarrollo se esquematiza.
Frente a la gama de puntos de vista que se pueden plantear está el principio del
deseo, como una búsqueda, y en esto la tecnología es un gran escenario donde
se muestra lo que queremos ver. “La externalización de la causa hacia las
“condiciones sociales”, no es menos falsa, en la medida que permite al sujeto
evitar la confrontación con la realidad de su deseo”3, la plataforma tecnológica es
un gran y glorioso campo para desarrollar y evacuar deseos y si lo planteamos
desde ese punto nosotros usamos siempre la tecnología para esto, pues somos
sujetos de descarga, ya sea desde la tv o desde la internet, complejizamos los
procesos al buscar en la pantalla con qué descargar mis deseos y no estoy
hablando enteramente de la pornografía explícita o la violencia, hablo también de
los deseos tal vez más profundos, desde las creencias, la fe, las necesidades y
faltas de afecto, la gama es infinita y la web también.
Y entonces, ¿el único punto de vista sobre la tecnología debe ser en cuanto a la
alienación?, no precisamente, en ese momento se plantea el pensamiento
progresista de la ideología (donde estoy siendo demasiado pretencioso, pues
ideología es un término sumamente peligroso), aquí, desde el punto benévolo , las
acciones son maravillosas, las posibilidades infinitas y las capacidades
inalcanzables, ni siquiera es posible determinar el alcance que tiene la tecnología

2ZIZEK, Slavoj. Ideología. Fondo de cultura económica. 1994. Pág. 12

3JAQUELINE Rose, Where dos the misery come from?, en Richard Feldstein y Judith
Roof. Feminism and psychoanalysis. Ithaca, New York and London, Cornell University.
1989. P 25
para una disciplina como la comunicación a la que tengo que referirme porque es
tal vez la más influenciada por los procesos tecnológicos.
“Los medios de la comunicación son una segunda fuente de promesa ilusoria. La
expresión sociedad e la información les ha parecido que iba en la buena dirección,
pero la han ensanchado hablando también de la comunicación. Al hablar de la
sociedad de la información y de la comunicación quieren mostrar que las
tecnologías de la información solo tiene sentido si se integran a una problemática
comunicativa”4,
Aquí se plantea entonces una dualidad, ¿es posible confrontar la tecnología sin un
complejo sistema del lenguaje y por ende su comunicación?, y, ¿es posible
accionar los procesos tecnológicos con el simple propósito o la herramienta de la
búsqueda?, en mi opinión, la sincronía debe darse de parte y parte. Las acciones
sociales desde la comunicación resultan imprescindibles sobre todo si nos
enfrentamos a códigos culturales y socio-comprensibles diferentes, las relaciones
no deben ser tan virginales, ya debe haber un reconocimiento lógico del
enfrentamiento, lo trabajo como enfrentamiento porque es siempre una lucha por
los significados. Entonces aquí, es tanto papel de la comunicación como recurso a
usar por parte de la misma, la adopción de una dialéctica para la comprensión del
mundo tecnológico y no una oligarquía del sentido.
“El mundo está cubierto de signos que es necesario descifrar y estos signos, que
revelan semejanzas y afinidades, solo son formas de la similitud. Así pues,
conocer será interpretar”5, y si el mundo está cubierto por signos, la tecnología nos
abre espacios para conocerlos todos, representativamente, claro está, que
superpone esferas de la realidad más complejas, pero que al fin y al cabo propone
un conocimiento, la idea de la comunicación frente a estos procesos debe ser, que
las estrategias comunicativas se orienten a descifrar los signos y el lenguaje para
así y de manera racional, juzgar contenidos y orientar opinión, pues no hay peor
informador que aquel que omite su propia realidad.

David Eduardo Ortiz Castaño

4WOLTON, Dominique. Las soledades interactivas. Biblioteca virtual de ciencias


sociales. Pág. 6

5FOUCAULT, Michel. Las palabras y las cosas. Siglo veintiuno editores. Argentina. Pág.
45

S-ar putea să vă placă și