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Enseñanza de las Ciencias, Educación Ambiental y Material de Bajo Costo

Artículo publicado en Enfoques, Córdoba, 1, julio-agosto 1990, pp. 91-99.

Schinitman, Norberto I., Schinitman,


María E.

Resumen
Se discute la incorporación de la educación ambiental en la enseñanza de las
ciencias naturales y el empleo de material de bajo costo para la enseñanza de
ambas.
Se presenta una concisa fundamentación actualizada acerca de la
incorporación de la educación ambiental en la enseñanza de las ciencias
naturales, la importancia de ésta, la justificación de su inclusión en el currículum,
el enfoque actual para la enseñanza de las ciencias, la realización de
experimentos sencillos, la orientación de dichos experimentos y el empleo de
material de bajo costo.
Se intenta conformar un marco conceptual de referencia y establecer
relaciones funcionales entre los diversos asuntos tratados.

Introducción
Dos notables propuestas innovadoras, vinculadas particularmente con la
enseñanza de las ciencias naturales (ECN), han surgido hace algún tiempo.
Primeramente, se propuso la incorporación de la dimensión ambiental, que
involucra la educación ambiental (EA), en todo el ámbito de la educación y muy
especialmente en la ECN.
La otra innovación tiende a la utilización, en la ECN, de experiencias sencillas
basadas en el uso de material simple, de bajo costo (MBC), que empleados
convenientemente, en contextos apropiados, pueden alcanzar un alto valor
formativo.
Ambas propuestas son de distinta naturaleza, han obtenido una amplia difusión
en otros países y conducen, de modos diversos, a un destacable enriquecimiento
de la educación y a un deseable desafío a la creatividad de docentes y alumnos.
Consideramos que, desde la óptica de los docentes, convendría intentar un
tratamiento conjunto, asociativo, de los temas citados y de otros conexos, y así lo
hacemos en este ensayo.
Aunque este trabajo puede resultar principalmente de interés para la
enseñanza primaria, gran parte del material es también aplicable a la enseñanza
media.
Voluntariamente, hemos dado a este documento un carácter introductorio e
informativo, dedicándolo particularmente a quienes aún no se han aproximado a
las innovaciones que aquí tratamos.
Es nuestro propósito principal el de reseñar y discutir, breve y concretamente,
algunos aspectos fundamentales relacionados con la EA, la ECN y el empleo de
MBC.
Para contribuir a la formación de un compacto marco conceptual de referencia
y a establecer algunas relaciones funcionales, presentamos también, en una
síntesis apretada, ciertas ideas relevantes, actuales, acerca de algunos otros
temas que consideramos de no menor interés y que guardan una estrecha
vinculación con los que mencionamos anteriormente.
De acuerdo con lo expuesto precedentemente, seguidamente se discuten en el
orden indicado, la incorporación de la EA en la ECN, el valor de la ECN en
particular, la justificación de su inclusión en el currículum, el enfoque actualizado
para la ECN, la importancia de la realización de experimentos sencillos, la
orientación de esos experimentos y el empleo de MBC en la ECN y la EA.
Además, se intenta establecer algunas relaciones funcionales entre los diversos
asuntos tratados.
Por último, se cita una corta bibliografía, principalmente en español, cuya
revisión es altamente recomendada. Los números entre corchetes, dispersos en
el texto, remiten a dicha bibliografía.

La educación ambiental y su relación con la enseñanza de las ciencias


naturales
La histórica y trascendente Primera Conferencia Internacional de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente Humano (Estocolmo, 1972), solicitó a la UNESCO
que estableciera un Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA),
interdisciplinario, intra y extra escolar, que alcance a todos los niveles
educacionales y al público en general.
Este programa se inició a partir de la Primera Conferencia Mundial
Intergubernamental sobre Educación Ambiental (Tbilissi, URSS, 1977).
Actualmente, el citado organismo educativo internacional preconiza la
incorporación de la dimensión ambiental en todo el ámbito de la Educación. Esta
dimensión ambiental, que involucra y comprende a la EA, no es una materia,
tema o bloque de contenidos que deba agregarse al currículum actual, sino una
amplia dimensión interdisciplinaria, una aproximación o enfoque que debe
incorporarse e integrarse en todo el ámbito de la Educación.

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A su vez, la EA consiste, principalmente, en una reorientación y valoración del
interés por el medio ambiente, que tiende a la formación de personas bien
informadas, miembros activos de la sociedad, conscientes de la importancia vital
del medio ambiente y de la responsabilidad que todos compartimos acerca de su
protección y conservación.
Como dato de interés, podemos agregar que la EA está contemplada en el
Proyecto Principal de la UNESCO para América Latina y el Caribe.
Con respecto a la vinculación de la EA con la ECN consideramos muy
conveniente que la ECN se asocie o mejor aún, se integre en el marco de la
moderna y promisoria EA, en la que tantas esperanzas se han puesto.
Desde el punto de vista de la EA, podemos expresar empleando una
terminología ambientalista, que actualmente el objeto de estudio de las Ciencias
Naturales se centraliza en el medio ambiente natural (MAN) y en las
interrelaciones de sus componentes bióticos y abióticos.
Reafirmando lo tratado anteriormente, es de particular interés tener en cuenta
que “... La educación ambiental está enriquecida por la enseñanza de la
ciencia...” [9, pág. 27] y también que “... Podemos considerar a la ciencia como
una de las materias... que se presta fácilmente para desarrollar conciencia y
entendimiento del medio ambiente...” [9, pág. 27]. Asimismo “... la ciencia puede
ser enseñada como un aspecto de los problemas ambientales...” [9, pág. 27].

Empleo de material de bajo costo


Actualmente, de un modo genérico, se designa como MBC a los equipos
sencillos para la realización de ciertas experiencias, armados en su mayoría con
materiales simples y baratos, de los que se emplean en la vida diaria, o son de
uso doméstico, a veces descartables. Por lo general, estos equipos pueden ser
montados con facilidad, en corto tiempo, por docentes y alumnos.
El empleo de MBC, que se viene impulsando desde hace tiempo, reconoce
entre otros antecedentes a los muy difundidos Manuales de la UNESCO para la
enseñanza de las ciencias, que fueron traducidos a varios idiomas.
Algunas de las principales razones que fundamentan el empleo de este tipo de
material son: escasos fondos disponibles para la adquisición de material para
experiencias; indecisión acerca del tipo de equipamiento convencional a
comprar; dificultad para obtener piezas de reposición; inexistencia de servicios
de reparación de equipos convencionales; inconvenientes con equipos
importados cuyos manuales y documentación se presentan en idiomas
extranjeros, sin traducción, etc.

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Desde el punto de vista pedagógico, recordemos que el equipo para
experimentación puede contribuir a facilitar y enriquecer el aprendizaje pero, por
sí mismo, no aporta información. Los hechos, resultados y conclusiones deben
ser observados, registrados y elaborados por el alumno, con la eventual
orientación y asistencia del maestro.
Por otra parte, el empleo de material sencillo, construido con partes y objetos
que resultan relativamente familiares a los alumnos, puede contribuir a que los
resultados experimentales se aprecien con mayor facilidad, sin ser ocultados por
los detalles constructivos u operativos del equipo empleado, que podrían actuar
como distractores de su atención, apartándola del tema central del experimento.
Los ensayos realizados en otros países indican que con equipos basados en MBC,
empleados creativa y convenientemente, en contextos apropiados, pueden
alcanzarse resultados similares a los que se obtienen con material convencional.
Con referencia a las pautas que orientan la construcción de equipos empleando
MBC, dichos equipos deberían prepararse de tal manera que permitan la
realización de experiencias cuyas modalidades principales sean
aproximadamente concordantes con las pautas y sugerencias que presentamos
más adelante, donde tratamos la orientación para la realización de experimentos.
Finalmente, recordemos que actualmente, en Latinoamérica existen varios
proyectos destinados al diseño, construcción, ensayo y difusión de equipos de
MBC.

La inclusión de la ciencia y la tecnología en el currículum escolar


En nuestra sociedad contemporánea, la ciencia y la tecnología (a la que en
principio y en un sentido muy amplio, no estricto, podemos considerar como
ciencia aplicada), no sólo incumben a los especialistas. Por el contrario, debido a
su impacto universal y a sus posibilidades futuras, todo lo relacionado con la
ciencia y la tecnología resulta de vital interés para todos, puesto que, como
instrumento, empleadas correctamente, pueden contribuir poderosamente al
desarrollo y acrecentamiento de la calidad de vida de la sociedad.
En consecuencia, la relevancia y significación de la ciencia y la tecnología para
todos los integrantes del contexto social, en todas partes, justifican plenamente
su inclusión en el curriculum de la enseñanza primaria y también en el de la
secundaria, con vistas a una más completa formación del alumno, tanto en lo
individual y personal, como en lo relativo a su integración en la sociedad.
Al respecto, resulta de utilidad tener presente que “... formación y educación
significan... el aprendizaje de la vida y vida no significa sólo contemplar el mundo

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sino intervenir en el...” [1, pág. 160]. Por otra parte, el alumno, en un futuro
próximo, “... Como ciudadano poseedor de una cultura científica y
tecnológica...podrá tomar decisiones... apropiadas acerca de muchos nuevos
problemas que se nos van presentando...” [5, pág. 13].
Asimismo, consideramos que, tal como lo proclamó la Conferencia de
Estocolmo, cada uno de nosotros es “... al mismo tiempo, criatura y moldeador
de su propio ambiente...” [9, pág. 20] y que la educación alcanza su razón de ser
y verdadera jerarquía cuando “... La capacidad desarrollada puede utilizarse con
los problemas... de la vida...” [10, pág. 155].

Enfoque para la enseñanza de las ciencias naturales


El conjunto de los conocimientos científicos es uno de los mayores e
invalorables tesoros que ha venido acumulando la humanidad. Es posible afirmar
esto, puesto que “... la ciencia influye de muchas maneras en casi todos los
aspectos de nuestra vida...” [5, pág.13].
Este cúmulo de conocimientos está constituido por numerosísimos conceptos,
teorías, leyes, etc., resultantes de la actividad de los científicos. Los modos de
trabajo empleados para obtener o generar esos conocimientos responden a los
procesos de la ciencia.
De aquí que podemos reconocer en la ciencia dos aspectos fundamentales: los
procesos, o sea las actividades que desarrollan los científicos en su labor
profesional y al mismo tiempo los productos, es decir, los conocimientos
conseguidos como resultado de esa labor.
Los productos están sujetos a una constante revisión y puesta al día, lo que
perfecciona y enriquece la actividad científica y, a la vez, hace más desafiante su
ejercicio.
Hoy en día, hay coincidencia acerca de que en la ECN se debería enfatizar y
privilegiar los procedimientos, tendiendo a que los alumnos adquieran y dominen
algunos de los procesos. Desde el punto de vista educativo estos procesos
pueden ser entendidos como aprendizajes de ciertas habilidades específicas, que
deben ocurrir oportunamente, en concordancia con la etapa del pensamiento, las
posibilidades y los intereses de los alumnos.
De este modo, se intenta superar el simple conocimiento mnemónico de
algunos contenidos, por importantes que sean, y contribuir a la formación de una
valiosa actitud o disposición científica, inquisitiva, útil para enfrentar y resolver
distintos tipos de problemas y situaciones.

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La realización de experimentos en la enseñanza de las ciencias naturales
Por lo general, se acepta que en la ECN, la realización de experimentos o
trabajos de laboratorio sencillos tiene como uno de sus principales objetivos el de
vincular la labor intelectual con la manual, propendiendo a un armónico
desarrollo y formación del alumno.
Más aún, ampliando y reafirmando lo expuesto anteriormente, es conveniente
tener en consideración que “...La experimentación es una de las formas más
efectivas para desarrollar habilidades intelectuales y manuales en los alumnos...”
[12, pág. 32] y al mismo tiempo que “... en la actualidad se concibe la
experimentación... como el mecanismo natural para el aprendizaje de las
ciencias, la única forma en que ellas pueden aprenderse eficazmente y contribuir
a la formación integral del alumno...” [11, pág. 36].
Concurrentemente, “... el papel de la enseñanza de las ciencias está
relacionado con la formación integral del alumno... si se atiende a las
recomendaciones de utilizar la experimentación como estrategia fundamental,
haciendo significativo su aprendizaje...” [11, pág. 37].

Pautas de orientación para la realización de experimentos


En la sección anterior hemos puesto de relieve la importancia de la
experimentación en la formación integral de los alumnos.
Pero, ¿cómo deben ser esos experimentos para lograr el deseado efecto
formativo?
En principio, debería haber una marcada intencionalidad, cuyo objeto
constante sean los aprendizajes previstos. Esta intencionalidad debería primar
por sobre la realización de múltiples actividades que, en ciertos casos, pueden
resultar atractivas para los alumnos, pero poco o nada contribuyen a su
formación y enriquecimiento intelectual.
Además, y esto es importantísimo, los experimentos no sólo deberían apoyar la
adquisición de nuevos conocimientos, sino que, primordialmente, deberían
ofrecer oportunidades para que los alumnos, de acuerdo con sus posibilidades, se
interesen, exploren y se familiaricen con diversos modos de obtener
conocimientos por sí mismos.
Indudablemente, esta última posibilidad constituye uno de los mayores
desafíos para el maestro. Si el docente logra que sus alumnos adquieran esa
deseable familiarización, habrá alcanzado uno de los más altos objetivos de la
ECN y la EA.

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Siempre de acuerdo con lo antedicho, en una enumeración que no hemos
intentado ordenar jerárquicamente ni es exhaustiva, se presentan algunas pautas
que, en su conjunto y en contextos apropiados, pueden servir para orientar las
experiencias o trabajos de laboratorio y contribuir a hacerlos más eficientes y
formativos.
Consecuentemente, los experimentos deberían...
● Coincidir con las posibilidades intelectuales de los alumnos, de acuerdo con su
etapa del pensamiento.
● Encontrarse dentro de las posibilidades manuales de los alumnos, según su
desarrollo psicomotor.
● Estar orientados al logro de ciertos conocimientos, habilidades y destrezas
previstas.
● Tener, en la medida de lo posible, un alto grado de interdisciplinariedad.
● Favorecer, de acuerdo con las posibilidades de los alumnos, la creatividad.
● Facilitar la transferencia de conocimientos y experiencias anteriores a nuevos
problemas y situaciones.
● Tender a establecer estrategias resolutivas para ciertos problemas.
● Aportar al desarrollo de actitudes de respeto y cooperación mutua para el
trabajo grupal, en equipo, o interdisciplinario.
● Contribuir a la familiarización del alumno con las normas básicas de seguridad
para el trabajo experimental.
● Predisponer para el trabajo paciente, ordenado, esmerado y apegado a las
normas de seguridad.
● Tender a la perfecta articulación y conjunción de los aspectos teóricos y
prácticos de la enseñanza.
● Promover la adquisición de algunos de los procesos relacionados con los
métodos que emplean los científicos.
● Realizarse con la mayor simplicidad, para que sus resultados puedan
apreciarse sin ser enmascarados u ocultados por los detalles constructivos u
operativos del equipo empleado.

Bibliografía

[1] Aebli, H.: Doce formas básicas de enseñar. Madrid, Narcea, 1988.
[2] Azuela, A.; Labastida, J.; Padilla, H.: Educación por la ciencia. Méjico, Grijalbo,
1987.
[3] Liberman, G. y otros: Métodos de educación ambiental. San José de Costa Rica,
Rare, 1984.
[4] Montanaro, H.; Schinitman, N. I.: Manual de práctica experimental III. Córdoba,

7
Les, 1969.
[5] Schinitman, N. I.; Schinitman, M. E.: La ciencia y el método científico; un enfoque
pedagógico. Dinámica Educativa, Córdoba, No. 27, abril 1987.
[6] Stenhouse, L.: Investigación y desarrollo del currículum. Madrid, Morata, 1987.
[7] UNESCO: Information note.INISTE. París, Vol. III, No. 4, 1987.
[8] UNESCO: Teaching Chemistry at low cost. Karlslunde, 1988.
[9] UNESCO/OREALC: Educación ambiental. Módulo para entrenamiento de
profesores de ciencias en servicio y de supervisores para las escuelas secundarias.
Santiago de Chile, 1987.
[10] UNESCO/OREALC: Educación ambiental. Módulo para formación de maestros y
supervisores de escuelas primarias. Santiago de Chile, 1987.
[11] UNESCO/OREALC: Seminario taller subregional sobre la enseñanza de la biología
con equipo de bajo costo. Santiago de Chile, 1987.
[12] UNESCO/OREALC: Seminario taller sobre la enseñanza de la química con equipo de
bajo costo. Santiago de Chile, 1987.

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