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Recuperándose de las Fatalidades de la Vida

Por Rick Warren

El fuego destruye casas y las familias pierden todas sus pertenencias. Llega la
noticia de la pérdida inesperada de un ser querido. La economía sufre un cambio
dramático, dejando inversiones en ruinas. Sin aviso previo, el ejecutivo informa al
empleado de muchos años que él perdió el empleo. Como la ley de Murphy afirma:
“si algo puede salir mal, va a salir mal”.

La Biblia expresa esa realidad de una manera un poco diferente: “Hay vanidad que
se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de
impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que
esto también es vanidad” (Eclesiastés 8:14). ¿Qué hacer, como reaccionar al
enfrentar tragedias y grandes adversidades? Me gustaría dejar que la palabra de
Dios hablase por sí misma:

. Libere su angustia. No niegue ni ignore su angustia. Dígale a Dios exactamente


cómo se siente. “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”
(Mateo 5:4). “Esperad en él en todo tiempo. Oh pueblos; derramad delante de él
vuestro corazón” (Salmos 62:8). Cercano está Jehová a los quebrantados de
corazón; y salva a los contritos de espíritu.” (Salmos 34:18).

. Reciba ayuda de otras personas. No se aísle. Busque soporte en sus amigos y


si es miembro de una comunidad, cuente con la “familia” espiritual. “Sobrellevad
los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo” (Gálatas 6:2).

. Rechace volverse amargado. Usted tiene elección: tornarse una persona


amarga o una persona mejor. “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar”
(Hebreos 12:15). ¿Cómo evitar la amargura? (A) Acepto lo que no puede ser
cambiado. “Disponga su corazón y extienda sus manos hacia Dios y enfrente el
mundo nuevamente con coraje” (Job 11:13,16- traducción libre). (b) Concéntrese en
lo que tiene y no en lo que perdió. “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad
de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (I Tesalonicenses 5:18).

. Enfóquese en lo que es importante. Las relaciones, y no las cosas, son lo que


importan más. Jesús dijo: “Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda
nada podremos sacar” (I Timoteo 6:7).

. Confíe en Cristo Jesús. Este es el secreto para encontrar fuerzas al enfrentar


tiempos difíciles. “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo
estoy enseñando, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
(Filipenses 4:12-13).

¿Cómo lograrlo?

1. Dependa de Dios para encontrar estabilidad. “Por lo cual no resbalará jamás; en


memoria eterna será el justo. No tendrá temor de malas noticias; su corazón está
firme, confiado en Jehová” (Salmos 112:6-7).

2. Escuche a Dios para encontrar dirección. “Porque yo sé los pensamientos que


tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para
daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11).

3. Mire a Dios para encontrar la salvación. “Por tanto, no temeremos, aunque la


tierra sea removida” (Salmos 46:2).

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