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Argentina

República Argentina 1

Bandera Escudo
Lema: "En unión y libertad"

Himno nacional: Himno Nacional Argentino

Capital Buenos Aires 2


• Población 3.042.581 Aprox. (jun 2008
• Coordenadas est.) 3
34°40′ S 58°24′ O

Ciudad más poblada Buenos Aires


Idioma oficial Castellano 4
Forma de gobierno República federal
democrática
Presidenta Cristina Fernández
Vicepresidente Julio Cobos
Independencia de España
• Primera Junta 25 de mayo de 1810
• Declarada 9 de julio de 1816 5
Superficie Puesto 8º
• Total 2.791.8106 km2
• % agua 1,1%
Fronteras 9.665 km
Población Puesto 31º
• Total 39.745.613 Jun. 2008 est.3
• Densidad 14 hab/km2
PIB (nominal) Puesto 32º
• Total (2007) USD 248.332 millones
• PIB per cápita (est) 7
USD 6.310 (2007)(est) 7
PIB (PPA) Puesto 19º
• Total (2007) USD 691.054 millones
• PIB per cápita (est) 7
USD 14.376 (2008) (est)
7

IDH (2007) 0.869 (38º) – alto


Moneda Peso ($, ARS)
La República Argentina es un estado soberano, organizado como república
representativa y federal, situado en el extremo sur de América. Su territorio está
dividido en 23 provincias y una ciudad autónoma: Buenos Aires, capital de la Nación y
sede del gobierno federal.1 Sus cerca de 40 millones de habitantes promedian índices de
desarrollo humano, porcentaje de globalización, PBI per cápita, nivel de crecimiento
económico y calidad de vida, que se encuentran entre los más altos de América Latina.2

Por su extensión, es el segundo estado de América del Sur, cuarto en el continente


americano y octavo en el mundo, considerando solamente la superficie continental
sujeta a su soberanía efectiva, de 2.791.810 km². Aunque tomando en cuenta las islas
Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y Aurora, administradas por el Reino
Unido sin embargo reivindicadas por la Argentina como parte integral de su territorio,
más el área antártica reclamada al sur del paralelo 60° S, denominada Antártida
Argentina y que incluye a las islas Orcadas del Sur y Shetland del Sur, la superficie total
se eleva a 3.761.274 km².

Su territorio continental americano, que abarca gran parte del Cono Sur, limita al norte
con Bolivia y Paraguay, al nordeste con Brasil, al oeste y sur con Chile y al este con
Uruguay y el Océano Atlántico.

El 25 de mayo de 1810 fue depuesto el último virrey español que gobernó desde Buenos
Aires, organizandose la Primera Junta de gobierno y el 9 de julio de 1816 fue
proclamada formalmente en Tucumán su independencia como país libre y soberano.

Toponimia
El nombre "Argentina" proviene del latín "argentum" (plata) y está asociado a la
leyenda de la Sierra del Plata, común entre los primeros conquistadores europeos de la
región, tanto españoles como portugueses. Fueron estos últimos quienes denominaron
Rio da Prata (Río de la Plata) al gran estuario descubierto por la expedición portuguesa
de 1502 en la que participaba Américo Vespucio y al que luego llegó Juan Díaz de Solís
en 1516, llamándolo Mar Dulce. El término Argentina aparece por primera vez en un
mapa veneciano de 1536.3

El nombre se hizo popular por causa de un poema publicado en 1602 por el español
Martín del Barco Centenera titulado La Argentina en el que se describe la región del Río
de la Plata y su transpaís así como la fundación de la ciudad de Buenos Aires. El
topónimo aparece ratificado en la publicación realizada en 1612 de la obra llamada La
Argentina manuscrita escrita por el criollo asunceno Ruy Díaz de Guzmán, obra de
historia en la cual en medio de un relato épico se hace una descripción de la región. A
fines del siglo XVIII la palabra era de uso común para denominar todo lo relacionado
con el Río de la Plata, su cuenca, su territorio y sus pobladores, pero el virreinato creado
en 1776, antecedente inmediato del país independizado en 1816, llevó el nombre de
"Río de la Plata".

La Primera Junta de Gobierno utilizó el nombre Provincias Unidas del Río de la Plata,
que fue también empleado por los gobiernos que le sucedieron, hasta que en 1816, el
Congreso de Tucumán proclamó la independencia de las Provincias Unidas en Sud
América, nombre que mantuvo en la Constitución de 1819.
Oficialmente se utilizó por primera vez la denominación República Argentina en la
Constitución de 1826. Durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas (1835-1852) se
emplearon entre otros, los nombres de Confederación Argentina, Estados Unidos de la
República Argentina, República de la Confederación Argentina y Federación
Argentina.

La Constitución Argentina de 1853 se sancionó en nombre del pueblo de la


Confederación Argentina pero al incorporarse el Estado de Buenos Aires, en 1860 se
cambió por Nación Argentina y se incorporó el artículo 35:

Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente, a saber, Provincias
Unidas del Río de la Plata, República Argentina, Confederación Argentina, serán en adelante
nombres oficiales indistintos para la designación del gobierno y territorio de las provincias,
empleándose las palabras Nación Argentina en la formación y sanción de las Leyes.

El 8 de octubre de 1860, en la ciudad de Paraná (en ese entonces capital de la


Confederación Argentina), el presidente Santiago Derqui decretó que:

[...] siendo conveniente a este respecto establecer la uniformidad en los actos administrativos, el
Gobierno ha venido a acordar que para todos estos actos se use la denominación República
Argentina.

El nombre fue confirmado definitivamente en 1862, por Bartolomé Mitre (primer


presidente del país reunificado), al utilizar el título de Presidente de la República
Argentina.

Historia
Prehistoria

Los primeros pobladores del actual territorio argentino se remontan a 11.000 años a.C.
(hallazgos en Piedra Museo, provincia de Santa Cruz). Entre los pueblos indígenas, los
cazadores y recolectores habitaban la Patagonia, la Pampa y el Chaco; y los agricultores
estaban instalados en el noroeste, Cuyo, las Sierras de Córdoba y más tardíamente, en la
Mesopotamia. Tastil, en el norte, fue la ciudad precolombina más grande ubicada en el
actual territorio argentino, con una población de 3.000 habitantes.

En los siglos XIV y XV, el Imperio Inca conquistó parte de la actuales provincias de
Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán (su extremo oeste), La Rioja, San Juan, el noroeste de
Mendoza y posiblemente el norte de Santiago del Estero,4 incorporando sus territorios al
Collasuyo que era la parte sur del Tahuantinsuyo o regiones del Imperio Inca.
Tradicionalmente se atribuye la conquista al inca Túpac Yupanqui. Varios señoríos de la
región, como los omaguacas, los atacamas, los huarpes, los diaguitas y otros, intentaron
resistir pero los incas lograron dominarlos, trasladando a sus territorios a los mitimaes o
colonos deportados de las tribus de los chichas, que habitaban en lo que es el suroeste
del actual territorio boliviano. Otros, como los sanavirones, los lule-toconoté y los
comechingones resistieron exitosamente la invasión incaica y se mantuvieron como
señoríos independientes.

Conquista española

El fuerte de Sancti Spiritu fue el primer asentamiento español, instalado en 1527


próximo a la actual ciudad de Santa Fe. Las ciudades de Santiago del Estero (1553),
Córdoba (1573) y Buenos Aires (1536/1580) fueron las bases de la dominación colonial
que se impuso en la mitad norte del actual territorio argentino, sujeto a la autoridad de la
Corona Española (la Gobernación del Río de la Plata). A partir de la progresiva
mixogénesis y teniendo como una de sus bases económicas fundamentales en la
ganadería extensiva surge ya claramente a partir del siglo XVII una población que
resultaría paradigmática y luego decisiva en la gesta independentista: la de los gauchos.

Durante la mayor parte del período colonial, el territorio argentino dependió del
Virreinato del Perú, hasta que, en1776, durante el reinado de Carlos III de España,
comenzó a formar parte del Virreinato del Río de la Plata, y la ciudad de Buenos Aires
fue designada como su capital con la idea de resistir mejor a un eventual ataque
portugués y para tener un más fácil acceso a España a través de la navegación atlántica.5

En 1780 se produjo un gran levantamiento indígena con epicentro en el Cusco dirigido


por el inca Túpac Amaru II, que abarcó desde el actual territorio argentino hasta el
actual territorio colombiano. La mitad sur del actual territorio argentino (Patagonia,
excepto algunas zonas costeras y parte de las pampas) permanecieron bajo control de
diferentes pueblos indígeneas: principalmente tehuelches y mapuches en la Patagonia y
ranqueles en la llanura pampeana hasta el último cuarto del siglo XIX. Asimismo, los
territorios de la región chaqueña, no fueron colonizados por los europeos sino que
permanecieron habitados por pueblos autóctonos como los tobas, mocovíes, pilagás y
wichís hasta principios del siglo XX.

La Independencia

En 1806 una expedición británica ocupó la ciudad de Buenos Aires, hecho que se
recuerda como la primera de las Invasiones inglesas. Pasados 46 días, el francés
Santiago de Liniers reconquistó la ciudad al frente de una fuerza compuesta
principalmente por tropas provenientes de la Banda Oriental, a las que se sumaron
milicias populares. En 1807 una segunda expedición británica fue derrotada por tropas
del Regimiento fijo de Buenos Aires y batallones milicianos formados por numerosos
criollos tanto porteños como provenientes del Interior (principalmente de Asunción del
Paraguay y de Córdoba), indígenas y hasta esclavos negros comandados nuevamente
por Liniers. La voluntad popular apresuró la destitución del virrey Rafael de
Sobremonte para elegir como virrey a Santiago de Liniers, convertido en héroe de la
reconquista y la defensa. Los principales líderes de estas milicias se convirtieron
rápidamente en una nueva elite de poder en la ciudad de Buenos Aires, ingresando como
miembros del Cabildo, hasta entonces formado exclusivamente por españoles.

En 1810, el pueblo de Buenos Aires inició la Revolución de Mayo, que derrocó y


expulsó al Virrey Cisneros, eligiendo en su reemplazo una junta de gobierno integrada
mayoritariamente por criollos, que dio origen a la Guerra de la Independencia de las
Provincias Unidas del Río de la Plata contra la España colonial (1810-1824). El 9 de
julio de 1816, en la ciudad de Tucumán, un congreso de diputados de las provincias del
noroeste y centro-oeste del país y de la de Buenos Aires, junto con algunos diputados
exiliados del Alto Perú proclamó la independencia de las Provincias Unidas en Sud
América, utilizando la fórmula:

[...] recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación
libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli,

Posteriormente al ser jurada el 21 de julio de 1816 se usó en la fórmula de juramento:

[...] independencia del rey de España Fernando VII, sus sucesores y metrópoli y toda otra
dominación extranjera.

Las provincias del Litoral argentino y la Banda Oriental (unidas en la Liga de los
Pueblos Libres bajo protectorado de José Gervasio Artigas), que habían declarado la
independencia de España en 1815 en Concepción del Uruguay, el Paraguay (ya
independiente) y la mayor parte del Alto Perú (bajo ocupación española), que integraron
también el virreinato, no estuvieron representadas.

La formación del estado federal

Las primeras décadas como país independiente fueron tumultuosas. Las luchas entre
unitarios y federales condujeron a la Argentina a una larga serie de sangrientas guerras
civiles entre facciones y provincias (1820-1861); la ocupación lusobrasileña de la Banda
Oriental (actual Uruguay desencadenó una Guerra con el Imperio del Brasil (1825-
1828). Respecto del territorio, en 1826 la provincia de Tarija fue incorporada a Bolivia
y, como resultado de la Convención Preliminar de Paz que intentaba poner fin a la
guerra con el Brasil, en 1828 la Banda Oriental fue declarada independiente adoptando
el nombre de República Oriental del Uruguay.

Entre 1820 y 1852, excepto un breve intervalo entre 1825 y 1827, el país careció de un
gobierno nacional, asumiendo las provincias la plenitud del gobierno en el ámbito de
sus respectivos territorios, con la única excepción de la representación externa, que fue
asumida por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, cargo desempeñado durante
la mayor parte del período por Juan Manuel de Rosas, de tendencia federal. En ese
período, la Argentina mantuvo conflictos bélicos con la Confederación Perú-Boliviana,
con Francia, con el llamado Gobierno de la Defensa de Montevideo (colorado) al
apoyar la Confederación Argentina a los nacionales uruguayos6 y con una alianza anglo-
francesa.

La organización constitucional

El año 1852 Rosas fue derrotado en la batalla de Caseros por el Ejército Grande, una
alianza entre las provincias de Entre Ríos y Corrientes, las tropas coloradas de Uruguay
(facción opuesta a los nacionales, quienes eran aliados de Rosas, con Manuel Oribe a la
cabeza, en tanto los colorados eran apoyados por Brasil). La alianza de entrerrianos,
correntinos, colorados y brasileños fue encabezada por el federal antirosista Justo José
de Urquiza, gobernador de Entre Ríos, quien asumió la presidencia provisional.
Este período duró hasta la sanción de una Constitución en al año 1853, la cual adoptó un
régimen federal; pero ésta fue rechazada por parte de la provincia de Buenos Aires, la
cual se separó de la Confederación Argentina, debido a lo cual ésta debió establecer su
capital en la ciudad de Paraná. En 1859, la Confederación derrotó a Buenos Aires en la
Batalla de Cepeda pero sin lograr la reunificación del país. En la batalla de Pavón
(1861), las provincias confederadas se rindieron ante las tropas porteñas al mando de
Bartolomé Mitre tras lo cual se puso fin a la existencia de dos estados separados y Mitre
asumió la presidencia de la nación unificada.

En 1865 Argentina entró en guerra con el Paraguay (Guerra de la Triple Alianza) al


ocupar este país la ciudad de Corrientes, luego de que Mitre negara el paso de tropas
paraguayas por territorio argentino en dirección al Brasil y al Uruguay. Como
consecuencia de estas acciones se firmó el pacto de la Triple Alianza entre Argentina,
Brasil y Uruguay. Paraguay resultaría derrotado al finalizar la guerra en 1870 muriendo
casi toda su población masculina. Para Argentina el final de la contienda
territorialmente significó la consolidación de los límites en el noreste, ya que se fijó la
frontera en los ríos Pilcomayo, Paraguay y Paraná y se aceptó someter a arbitraje el área
al norte del río Pilcomayo hasta el Río Verde.

Los gobiernos conservadores

Entre 1878 y 1884, se produjo la llamada Conquista del Desierto, que consistió en una
serie de incursiones militares contra los mapuches y otros pueblos indígenas para anexar
al territorio argentino los territorios pampeanos y patagónicos donde habitaban. El éxito
de la medida propició una acción similar en la región del Gran Chaco, que en 1884
sufrió una acción militar destinada a someter a los indios y ocupar plenamente el
territorio.7

En la segunda mitad del siglo XIX se inicia un período de gran prosperidad que se
extenderá por más de un siglo. Con una fuerte inversión en educación y en el
establecimiento de medios de producción orientados a la producción de carne y granos
con destino al mercado europeo, la economía alcanzó altos niveles de crecimiento que
atrajeron una gran corriente inmigratoria. La población argentina, que representaba el
0,13% de la población mundial en 1869 pasaría a representar el 0,55% de la humanidad
en 1930, proporción en la que se estabilizaría aproximadamente desde entonces.8 El país
fue conocido en esa época como el granero del mundo.

La prosperidad de la economía impulsó el crecimiento de la clase media, la creación de


partidos políticos modernos como la Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido
Socialista (PS), y un amplio desarrollo de los sindicatos. Entre los presidentes más
influyentes del período pueden citarse a Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874) y
Julio Argentino Roca (1880-1886 y 1898-1904).

Luego de más de dos décadas de conflictos políticos y sociales y graves actos de


represión se sancionó la Ley Sáenz Peña estableciendo el sufragio secreto, obligatorio y
universal para varones en 1912 y en la primera elección presidencial los conservadores
fueron derrocados por los radicales, asumiendo Hipólito Yrigoyen (1916-1922 y 1928-
1930). Durante su primer gobierno se inició el movimiento estudiantil conocido como la
reforma universitaria, que se extendió por toda América Latina.
Golpes de estado e inestabilidad

El 6 de septiembre de 1930 se produjo el primero de una serie de golpes de estado en


Argentina que llevó al poder a los militares para establecer un gobierno de facto, luego
de derrocar a Hipólito Yrigoyen. A partir de esa década el país impulsó un proceso de
sustitución de importaciones que desarrolló un amplio sector industrial. En 1946 fue
elegido presidente Juan Domingo Perón, quien con su carismática esposa, Eva Perón,
encabezaron un movimiento político, el peronismo o justicialismo, que puso el acento
en la justicia social, estableció el sufragio femenino en 1947 al reconocer los derechos
políticos de las mujeres; el peronismo contó con una amplia adhesión de la población a
partir de entonces, pero a su vez produjo una profunda polarización en la sociedad
argentina que se dividió en peronistas y antiperonistas. En 1955 Perón fue derrocado por
un nuevo golpe militar, que tomó el nombre de Revolución Libertadora y proscribió al
peronismo.

En 1958 fue elegido presidente el Doctor Arturo Frondizi (UCRI), siendo derrocado por
un golpe militar en 1962. En 1964 fue elegido presidente el Doctor Arturo Umberto Illia
(UCRP), quien también sería derrocado por un golpe militar en 1966. Este nuevo golpe
estableció un régimen dictatorial de tipo permanente conocido como Revolución
Argentina (1966-1973). Estos años se caracterizaron por una creciente violencia
política.

En 1973 el peronismo fue nuevamente legalizado y triunfó en las elecciones


presidenciales. Luego de la renuncia de Héctor José Cámpora, Juan Domingo Perón
asumió la presidencia por tercera vez, pero moriría menos de un año después. Lo
sucedió su vicepresidenta y tercera esposa, María Estela Martínez de Perón, cuyo
gobierno se caracterizó por un acelerado deterioro de la situación interna, producto de la
crisis del petróleo de 1973 y la generalizada violencia política.

El 24 de marzo de 1976 se produjo un nuevo golpe militar autodenominado Proceso de


Reorganización Nacional, durante el cual se desarrolló un proceso sistemático de
desaparición y tortura de personas —la llamada "guerra sucia"—, producto del cual se
estima hubo entre 13.000 y 30.000 desaparecidos.9 Durante este período se organizó por
primera vez en el país la Copa Mundial de Fútbol de 1978, en la que el equipo argentino
resultó campeón. Ese año se produjo una grave crisis con Chile por los límites en la
zona del Canal de Beagle (Conflicto del Beagle), que llevó a ambos países al borde de
la guerra. En el año 1982, se produjo la Guerra de las Malvinas contra el Reino Unido,
cuya derrota llevó al colapso del régimen militar y el llamado a elecciones generales
para el año siguiente.

Regreso a la democracia

La democracia fue restaurada el 10 de diciembre de 1983. El nuevo presidente Raúl


Alfonsín (de la UCR) tomó medidas para investigar los crímenes de lesa humanidad
ocurridos en la dictadura, estableció el control civil de las Fuerzas Armadas y consolidó
las instituciones democráticas. En el juicio a las Juntas los miembros de las tres
primeras juntas militares fueron procesados y algunos fueron condenados. Luego de las
elecciones presidenciales de 1989 y afectada la gobernabilidad del país por un proceso
hiperinflacionario Alfonsín se vio obligado a renunciar para hacer la entrega anticipada
del mando.
El presidente Carlos Menem (PJ) sancionó la Ley de Convertibilidad del Austral en
1991 que detuvo la inflación y adoptó una política económica neoliberal, apoyada en
una ola de privatizaciones, reducción de aranceles a los productos importados y
desregulación de los mercados. Estas medidas contribuyeron a aumentar
significativamente la inversión, las exportaciones y el crecimiento con precios estables,
pero también abrieron un proceso de desindustrialización, hicieron a la economía más
vulnerable a las crisis internacionales, y aumentaron el desempleo, la pobreza y la
precariedad laboral.

La crisis financiera asiática de 1997 y la brasileña de 1998, precipitaron la salida de


capitales abriendo camino a la mayor recesión de la historia argentina,10 que duraría
cuatro años.

En esas circunstancias, en diciembre de 1999, asumió el presidente Fernando de la Rúa


(UCR). En 2001, ante la fuga masiva de capitales, el gobierno dispuso la congelación de
los depósitos bancarios —el corralito—, que culminó en una crisis social generalizada
que llevó a la renuncia del presidente el 20 de diciembre de 2001.

En dos semanas se sucedieron varios presidentes que culminaron el 2 de enero de 2002


con la elección por parte de la Asamblea Legislativa de Eduardo Duhalde (PJ) como
presidente provisional. La deuda externa argentina entró en suspensión de pagos durante
el breve gobierno de Adolfo Rodríguez Saá y el gobierno de Eduardo Duhalde devaluó
el peso dando fin a la Ley de convertibilidad.

Por medio de una fuerte devaluación de la moneda local, el país comenzó a poner en
práctica una nueva política de industrialización por sustitución de importaciones,
aumento de exportaciones y superávit fiscal. Hacia fines de 2002 la economía empezó a
estabilizarse.

En 2003 fue elegido presidente Néstor Kirchner (FV). Durante su presidencia se


nacionalizaron algunas empresas privatizadas y se registró un aumento considerable del
PBI con una disminución del desempleo, basada en parte en la creación de puestos de
trabajo genuinos arrastrados por la reactivación del sector agropecuario, el complejo
agroindustrial y los sectores industrial y de la construcción, y reduciendo
progresivamente los subsidios y planes sociales creados en 2002, al tiempo que
regresaba la inflación.

El 28 de octubre de 2007, ganó las eleciones presidenciales Cristina Fernández (FV),


primera mujer elegida por el voto popular en la historia del país y esposa de Néstor
Kirchner, a quien sucedió en el cargo el 10 de diciembre de 2007.

Gobierno y política
La Constitución de 1853 estableció un sistema de gobierno representativo, republicano
y federal, que ha sido mantenido por todas las reformas constitucionales realizadas
desde entonces.

La Argentina se formó por la unión federativa de las provincias que surgieron luego de
la disolución del Virreinato del Río de la Plata y por la incorporación de las que se
fueron constituyendo a partir de los Territorios Nacionales.
Las provincias son autónomas, lo cual está explicitado en el artículo 121 de la
Constitución Nacional:

Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno federal, y
el que expresamente se hayan reservado por actos especiales al tiempo de su incorporación.

La Constitución vigente en la actualidad es la que resulta del texto establecido por la


Convención Constituyente de 1994.

Gobierno federal

Las autoridades del gobierno federal tienen su sede en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires que es actualmente la Capital de la República o Capital de Nación,
denominaciones utilizadas en la Constitución Nacional y en las leyes, pero llamada de
manera no formal Capital Federal.

Poder legislativo

El poder legislativo es ejercido por el Congreso de la Nación Argentina, integrado por


dos cámaras. La Cámara de Diputados reúne a los representantes directos de la
población. Son elegidos por el sistema de representación proporcional (sistema
D'Hondt), duran cuatro años en su mandato y se renuevan por mitades cada dos años
pudiendo ser reelegidos indefinidamente. Siendo electos tomando como distrito único
cada provincia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se vota por una lista de
todos los candidatos de cada partido político o alianza electoral, a los puestos que cada
distrito ponga en disputa en esa elección. En 2006 contaba con un total de 257
miembros.

• El Senado reúne a los representantes de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma


de Buenos Aires, correspondiéndole a cada una dos senadores por la mayoría y
uno por la minoría, sumando en total 72 miembros. Son elegidos por voto
directo, duran seis años en su mandato y se renuevan por tercios cada dos años.

Por la Ley 24.012 de 1991 se estableció el cupo femenino en los cargos electivos,
obligando a los partidos políticos de incluir un mínimo de un tercio de mujeres entre los
candidatos.

El Congreso de la Nación Argentina es el encargado de la formación y sanción de las


leyes federales; además le está encargado sancionar los códigos legales básicos del país
(civil, penal, comercial, laboral, aeronáutico y de minería). Cuenta con un organismo
constitucional autónomo de asistencia técnica: la Auditoría General de la Nación, a
cargo del control de legalidad, gestión y auditoría de toda la actividad de la
administración pública.

Asimismo, en el ámbito del Congreso de la Nación Argentina, funciona el Defensor del


Pueblo, como órgano independiente, sin recibir instrucciones de ninguna autoridad, para
defender los derechos humanos, y los demás derechos constitucionales y legales
afectados por la Administración.
Véase también: Congreso de la Nación Argentina, Cámara de Senadores de la Nación
Argentina, y Cámara de Diputados de la Nación Argentina

Poder ejecutivo

El poder ejecutivo es desempeñado por un ciudadano con el título de Presidente de la


Nación Argentina. Elegido por voto directo en doble vuelta junto con el candidato a
vicepresidente. Se realiza una segunda vuelta electoral entre las dos fórmulas más
votadas si en la primera vuelta electoral ninguna fórmula hubiera obtenido más del 45%
de los votos válidos o, si hubiese obtenido entre el 40% y el 45%, existiera una
diferencia con la segunda fórmula mayor al 10%. El presidente y el vicepresidente
duran cuatro años en sus mandatos y pueden ser reelegidos inmediatamente por un
mandato más.

El gabinete de ministros del Presidente de la Nación es dirigido por el Jefe de Gabinete,


quien se encuentra a cargo de la administración del país y es responsable ante el
Congreso.

Poder judicial

El poder judicial es encabezado por una Corte Suprema de Justicia integrada por cinco
jueces abogados nombrados por el Presidente de la Nación con acuerdo del Senado, que
requiere para ello una mayoría de dos tercios.

Los tribunales inferiores están encargados de resolver los conflictos regulados por la
legislación federal en todo el país, denominados como tribunales federales y también
por la legislación común en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, denominados
tribunales nacionales. La designación y control directo de los jueces corresponde al
Consejo de la Magistratura, órgano de composición multisectorial.

La Constitución establece también el Ministerio Público como órgano independiente y


autonomía funcional y financiera, con la función de promover la actuación de la justicia
en defensa de los intereses de la sociedad. Está dirigido por el Procurador General de la
Nación y el Defensor General de la Nación.

Gobiernos provinciales

En la Argentina existen 23 provincias. Debido al sistema federal adoptado por la


Constitución las provincias son autónomas y mantienen todo el poder no delegado
explícitamente al gobierno federal.

Todas las provincias cuentan con una constitución republicana y representativa que
organiza sus propios poderes ejecutivo, legislativo y judicial y regula el régimen de
autonomía municipal. Las provincias pueden sancionar leyes sobre cuestiones no
federales, pero las principales leyes comunes (civiles, comerciales, penales, laborales,
de seguridad social y de minería) están reservadas al Congreso Nacional (Constitución
Nacional, artículo 75, inciso 12).

En todas las provincias, el poder ejecutivo está a cargo de un gobernador que dura en
sus funciones cuatro años y en general puede ser reelegido. El poder legislativo en
algunas provincias está ejercido por una legislatura unicameral y en otras por una
legislatura bicameral. Todas las provincias cuentan con un poder judicial con su
correspondiente Corte Superior provincial y tribunales encargados de resolver los
conflictos regidos por la ley común (civil, penal, comercial, laboral, administrativo
local).

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene un régimen especial de autonomía sin


llegar a ser una provincia. Una ley sancionada en 1880 la confirmó como capital de la
República. Cuenta también con una Constitución republicana que establece un gobierno
dividido en tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y un régimen de
descentralización en comunas. Las restricciones en materia de autonomía han influido
para que hasta 2006 careciera de policía propia y un sistema judicial para resolver
conflictos motivados en la aplicación de las leyes comunes. El titular del poder
ejecutivo lleva el título de jefe de Gobierno.

La Constitución Nacional exige a cada provincia la organización de un régimen


municipal11 y reconoce a los municipios su autonomía.12 Los municipios dirigen los
destinos de cada ciudad o pueblo; por lo general su jurisdicción se extiende a la zona
rural aledaña, y en ocasiones abarca localidades menores.

Relaciones exteriores

La Argentina fue el único país latinoamericano que participó en la Guerra del Golfo
(1991) conforme al mandato de la Organización de las Naciones Unidas y también en
cada fase de la operación de Haití. También ha contribuido en operaciones pacificadoras
en diversas partes del mundo. En reconocimiento a sus contribuciones a la seguridad
internacional y a la pacificación, el presidente estadounidense Bill Clinton designó a la
Argentina como aliado principal de la OTAN en enero de 1998.

La Argentina pertenece al Mercosur con el objetivo de formar un potente bloque


comercial latinoamericano.

La Argentina mantiene una disputa de soberanía sobre las islas Malvinas, Sandwich del
Sur, Aurora y Georgias del Sur, ocupadas por el Reino Unido, junto son sus espacios
marítimos circundantes. Asimismo, reclama casi 1 millón de kilómetros cuadrados en la
Antártida en lo que constituye la Antártida Argentina —todas las reivindicaciones
continentales sobre la Antártida están suspendidas en virtud del Tratado Antártico—.

Durante el 2006 comenzó un litigio con Uruguay debido al inicio de las obras de una
planta celulósica de la empresa finlandesa Botnia en la localidad uruguaya de Fray
Bentos. La Argentina ha demandado a Uruguay ante la Corte Internacional de Justicia
argumentando que la instalación de las plantas de celulosa es contaminante y se ha
realizado en violación del Estatuto del Río Uruguay.

Fuerzas armadas y seguridad

Las fuerzas armadas de Argentina son controladas por el Ministerio de Defensa, y el


presidente que es su comandante en jefe. Históricamente han tenido el mejor
equipamiento de la región (por ejemplo, desarrollando tempranamente aviones con
propulsión jet en 1950), pero actualmente tienen asignado un presupuesto bajo en
comparación a otros ejércitos regionales. La edad mínima para ingresar es de 18 años,
sin que exista un servicio militar obligatorio.

Las fuerzas armadas están compuestas por el Ejército Argentino, la Fuerza Aérea
Argentina y la Armada Argentina. Controlados por el Ministerio del interior, las aguas
territoriales son patrulladas por la Prefectura Naval Argentina y las regiones fronterizas
por la Gendarmería Nacional Argentina; ambas fuerzas mantienen lazos con el
Ministerio de Defensa. El Sistema de Inteligencia Nacional dirige las acciones de
inteligencia, dentro de los que se destaca la Secretaría de Inteligencia, conocida
popularmente como SIDE por su denominación anterior.

Cada provincia cuenta con su propia policía, que puede trabajar en conjunto con la
Policía Federal Argentina, la fuerza de seguridad que se encarga de los delitos de ámbito
exclusivamente federal o que involucran a más de una jurisdicción. La Policía Federal
es también la fuerza de policía de la Ciudad de Buenos Aires.

Las fuerzas armadas argentinas están llevando a cabo actualmente operaciones en Haití
y Chipre, de conformidad con los mandatos de la ONU.

Organización territorial
Provincias de la Argentina. Los territorios en anaranjado no están bajo la soberanía
efectiva argentina: las islas del Atlántico Sur son administradas por el Reino Unido y el
Sector Antártico es un reclamo en suspenso

Las cuatro regiones en que se agrupan las provincias argentinas. La provincia de Buenos
Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en amarillo, no integran ninguna región.
Artículo principal: Organización territorial de Argentina

Territorialmente la República Argentina está organizada en 23 provincias y la Ciudad


Autónoma de Buenos Aires, en donde se encuentra la sede del gobierno federal.

Las provincias dividen su territorio en departamentos, con la excepción de la provincia


de Buenos Aires que lo hace en municipios denominados partidos. Los departamentos
en general no cuentan con funciones administrativas, aunque en las provincias de
Mendoza, San Juan y La Rioja cada departamento es un municipio. En algunas
provincias los departamentos son utilizados como distritos electorales para determinar
representantes a las legislaturas provinciales y sirven como unidades de
descentralización de diversos órganos provinciales como la policía y el Poder Judicial.

La Constitución Nacional desde 1994 reconoce la autonomía municipal pero da potestad


a las provincias para reglar su alcance y contenido, por lo que existen municipios
autónomos con potestad para sancionar Cartas Orgánicas Municipales y otros que no
pueden hacerlo. Existiendo también provincias que no reconocen la autonomía de sus
municipios. Hasta diciembre de 2006, 123 municipios haciendo uso de su autonomía
institucional habían dictado su propia carta orgánica. Todas las provincias cuentan con
gobierno locales y dentro de cada régimen se suelen encontrar distintas tipificaciones de
municipios, existiendo casos de unidades administrativas similares a los municipios —
generalmente los correspondientes a localidades con escasa población— pero que no
cuentan con la mencionada autonomía y sus gobernantes son en general delegados del
gobernador provincial.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires está previsto que sea políticamente
descentralizada en comunas, pero a marzo de2008 no se ha llevado aún a efecto.

Con excepción de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,


las demás provincias han firmado tratados interprovinciales de integración13
conformando cuatro regiones para diversos fines:

• Región del Norte Grande Argentino, formada por las provincias de: Catamarca,
Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones, Tucumán, Salta y Santiago del
Estero.
• Región del Nuevo Cuyo, formada por las provincias de: La Rioja, Mendoza, San
Juan y San Luis.
• Región Patagónica, formada por las provincias de: Chubut, La Pampa, Neuquén,
Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
• Región Centro, formada por las provincias de: Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe.

Los nombres oficiales de cada provincia y de la capital de la república según sus


respectivas constituciones son los siguientes:

1. Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Ciudad de Buenos Aires)


2. Provincia de Buenos Aires
3. Provincia de Catamarca
4. Provincia del Chaco
5. Provincia del Chubut
6. Provincia de Córdoba
7. Provincia de Corrientes
8. Provincia de Entre Ríos
9. Provincia de Formosa
10. Provincia de Jujuy
11. Provincia de La Pampa
12. Provincia de La Rioja
13. Provincia de Mendoza
14. Provincia de Misiones
15. Provincia del Neuquén
16. Provincia de Río Negro o Provincia del Río Negro
17. Provincia de Salta
18. Provincia de San Juan
19. Provincia de San Luis
20. Provincia de Santa Cruz
21. Provincia de Santa Fe
22. Provincia de Santiago del Estero
23. Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur
24. Provincia de Tucumán

Al firmarse el Acuerdo de San Nicolás y al establecerse la Constitución de la Nación


Argentina en 1853, existían 14 provincias, formadas en su mayoría alrededor de
ciudades fundadas durante el dominio español y que habían sido cabeceras de
gobernaciones intendencias o de partidos. Los territorios argentinos que no
correspondían a ninguna provincia fueron organizados en territorios nacionales, de los
cuales 9 fueron elevados a la categoría de provincia en la segunda mitad del siglo XX.
Otros territorios nacionales, hoy desaparecidos, nunca llegaron a conformarse en
provincia. La provincia de más reciente creación es la de Tierra del Fuego, Antártida e
Islas del Atlántico Sur, que fue declarada como tal en el año 1991. Dicha provincia
incluye los territorios de las Islas Malvinas, Antártida Argentina e Islas del Atlántico
Sur, que no se encuentran bajo efectiva soberanía argentina.

La República Argentina extiende su soberanía sobre el mar adyacente a sus costas y de


sus islas así como también sobre el lecho y subsuelo de las áreas marinas, sus recursos
vivos y minerales y sobre su espacio aéreo marino.

El Estado argentino ejerce su soberanía marítima en distintos grados: el mar territorial


(12 millas marinas desde la línea de base costera), la zona marítima contigua (24 millas
marinas), la zona económica exclusiva (200 millas marinas) y la plataforma continental
(en proceso de delimitación).

Véase también: Anexo:Lista de provincias argentinas por población y Anexo:Lista de


provincias argentinas por superficie

Geografía
Superficie

El territorio de la República Argentina es el segundo más grande de América del Sur y


el octavo en extensión de la Tierra.

Según el Instituto Geográfico Militar14 de la Argentina, la superficie continental


americana es de 2.791.810 km². De aquí se desprenden: 2.780.400 km² correspondientes
a la Capital Federal (Ciudad de Buenos Aires), 22 provincias argentinas y los
departamentos de Ushuaia y Río Grande de la provincia de Tierra del Fuego. El resto
está constituido por los 11.410 km² de las Islas Malvinas.

A su vez, la superficie continental antártica comprende 969.464 km². De estos, unos


965.597 km² corresponden a la Antártida Argentina (territorio reclamado), incluida
como departamento de la provincia de Tierra del Fuego. Además esta superficie incluye
a las Islas Shetland del Sur y las Islas Orcadas del Sur. Los 3.867 km² restantes están
formados por las Islas Georgias del Sur (3.560 km²) y las Islas Sandwich del Sur (307
km²) que forman parte del departamento de las Islas del Atlántico Sur de la provincia de
Tierra del Fuego. Estos dos últimos archipiélagos más las Islas Malvinas se encuentran
bajo dominio británico pero también son reclamados por la República Argentina. La
superficie total ascendería así a los 3.761.274 km². Sin embargo, en esta no están
incluidas: la franja oceánica argentina de 200 millas marinas correspondientes al
Océano Atlántico, ni las aguas del Río de la Plata.

Ubicación

Ubicado en el sur del continente, conforma junto a Chile, Uruguay, Paraguay y el sur de
Brasil lo que se ha dado en llamar el “Cono Sur”.
Limita al norte con Bolivia, frontera fijada sobre la sierra de Cochinoca, los ríos
Grande de San Juan, Bermejo, Grande de Tarija, Itaú y Pilcomayo y el paralelo 22; por
el tratado de 1889, por el cual la Argentina cedió su reclamo sobre la provincia de Tarija
a cambio de la Puna de Atacama; y con Paraguay, de la cual la separan los ríos
Pilcomayo, Paraguay y Paraná según un tratado y un laudo (laudo Hayes), ambos de
1876.

Limita al este con Brasil (ríos Iguazú, San Antonio, Pepirí Guazú y Uruguay), frontera
fijada en 1895 por el laudo Cleveland, y con Uruguay, cruzando el río del mismo
nombre y el de la Plata, fronteras acordadas por los tratados de 1961 y 1973.

Limita al oeste con Chile, cuya frontera común está constituida mayormente por la
cordillera de los Andes, demarcada de acuerdo a los tratados de 1881, 1899 y 1995, y
los laudos británicos de 1902 (Andes patagónicos) y 1977 (canal de Beagle) y papal de
1980 (canal de Beagle), éste último ratificado por referendo en 1984. El extremo sur de
la Argentina llega hasta el pasaje de Drake, el cual vincula los océanos Atlántico y
Pacífico.

La Argentina tiene 3.694 kilómetros de largo de norte a sur, y 1.423 kilómetros del este
a oeste. Se extiende por más de 33º de latitud entre su extremo norte, la confluencia de
los ríos Grande de San Juan y Mojinete, en la provincia de Jujuy a 21°46′00″S
66°13′00″O; y el punto más austral del territorio continental argentino, el cabo San Pío,
en la isla Grande de Tierra del Fuego, a 55°03′00″S 66°31′00″O. A su vez, se
extiende de este a oeste por 20º de longitud, desde la ciudad de Bernardo de Irigoyen, en
la provincia de Misiones, a 26°15′00″S 53°38′00″O y el cordón Mariano Moreno de
los Andes patagónicos en la provincia de Santa Cruz, a 49°33′00″S 73°34′00″O.

Enclaves y exclaves

La isla Martín García es un exclave argentino cercano a la confluencia de los ríos


Paraná y Uruguay, un kilómetro dentro de aguas uruguayas, a una distancia aproximada
de 3,5 kilómetros de la costa de éste país, cerca de la pequeña ciudad de Martín Chico.
El Tratado del Río de la Plata, firmado por Argentina y Uruguay en 1973, reafirmó la
jurisdicción argentina sobre la isla, terminando con una disputa de un siglo entre ambos
países. Debido a la sedimentación aluvional, se formó una isla frente a la costa norte de
Martín García, esta isla llamada inicialmente por Argentina como Punta Bauzá y por
Uruguay como 'Timoteo Dominguez', fue objeto de disputa entre ambos países. Con la
firma del Tratado del Río de la Plata, la Argentina reconoció la soberanía uruguaya
sobre la isla que posteriormente quedó unida a Martín García, constituyendo una
frontera seca.

De acuerdo a los tratados firmados con la República del Paraguay, se convino que las
islas en los ríos Paraná y Paraguay (excepto Yaciretá y Cerrito) sean adjudicadas al país
del que se hallen más cerca sus costas, siendo las aguas divididas por el canal principal
del río, tras la demarcación de las islas en 1980 han quedado enclaves de uno y otro país
en las aguas del otro, tanto en el río Paraná como en el río Paraguay. Pertenecen a la
República Argentina dentro de la provincia de Corrientes las islas de: Apipé Grande,
Entre Ríos, el grupo Caa Verá, las islas Verdes y las dos islas de Costa Larga. Todas
ellas situadas en el río Paraná en aguas paraguayas.

Por la firma del Tratado del Río Uruguay que fijó el límite en este río entre la Argentina
y Uruguay, se definió que al sur de Salto Grande el límite pasase por el canal más
profundo, separando también las islas. Pese a eso las islas Filomena Grande, Filomena
Chica, Palma Chica, Bassi, Tres Cruces y los islotes Alba y Chingolo, se acordó que
pertenezcan a Uruguay por tener población de ese origen, aunque las aguas que las
rodean pertenezcan a la República Argentina. De esta manera esas islas constituyen
enclaves de Uruguay en aguas argentinas.

Regiones Naturales

El territorio continental argentino está situado entre la cordillera de los Andes, el océano
Atlántico Sur y el continente antártico. En el país se pueden distinguir tres grandes
zonas geográficas claramente diferenciadas:

• la zona central y norte, de llanuras;


• la zona sur, de mesetas patagónicas;
• la zona oeste, montañosa, de la cordillera de los Andes, frontera con Chile y con
su cota más elevada situada en el cerro Aconcagua, en la provincia de Mendoza.

En el norte del país encontramos regiones de vegetación densa, en algunos sectores


boscosa y en otros selvática, compuesta por la región chaqueña y los esteros del Iberá;
estas zonas de abundante vegetación se mezclan con otras extensas zonas de palmares y
pastizales. La región misionera (que parecería una “península” rodeada por ríos al
nordeste del país) es una región aparte, siendo una prolongación de las sierras del
Brasil, con serranías bajas pero accidentadas, de clima subtropical, muy húmedo y
vegetación selvática. El extremo noroeste del país es ocupado por una región de meseta
alta llamada Puna o Altiplano.

Las amplias planicies del este son aptas para el trabajo rural de los gauchos.

En el centro del país se encuentra la llanura pampeana, centro de la riqueza


agropecuaria argentina; estas se encuentran entre las más fértiles del mundo y pueden
dividirse en dos regiones: Pampa húmeda y Pampa occidental o seca. Esta última tiene
un clima más continental y productivamente —en lo agrícola y ganadero— es mucho
menos importante. En la Pampa húmeda la Sierra de la Ventana y Tandilia (con un
máximo de altura apenas superior a los 1.000 metros) son los únicos accidentes
geográficos que quiebran la monotonía del paisaje y son los restos de una cordillera
muy antigua.

El clima desértico y el relieve montañoso hacen posible la plantación de vid.

En el centro oeste del país se encuentra la región de Cuyo, que está constituida por las
provincias de San Juan, Mendoza y San Luis, donde predomina un relieve montañoso,
serrano con escaza vegetación. Como actividad económica predomina la vitivinicultura,
y es la principal expòrtadora de vinos del país.
Al sur del país se encuentra la Patagonia, una extensa zona de mesetas y serranías de
origen precámbrico, que comprende a las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut,
Santa Cruz y Tierra del Fuego. La datación humana más antigua es de 12.600 años, en
la cueva 3 de Los Toldos, en el cañadón de las manos pintadas de la provincia de Santa
Cruz. El primer europeo en llegar a esta zona fue Fernando de Magallanes y el primero
en atravesar la meseta patagónica fue Rodrigo de Isla.

En el noreste y centro-este del país se ubican los ríos más importantes, estos
corresponden a la Cuenca del Plata, -la tercera cuenca en extensión del Hemisferio
Occidental-, siendo los principales los siguientes cursos fluviales: Paraguay, Bermejo,
Colorado, Uruguay y el más largo, el Paraná. Los dos últimos avanzan juntos hasta
encontrarse en el estuario del Río de la Plata, tal estuario es el más grande del planeta y
afluye en la sección del océano Atlántico que corresponde al Mar Argentino. La tierra
que se encuentra entre ambos ríos es llamada Mesopotamia y es compartida por las
provincias de Misiones, Corrientes y Entre Ríos.

La Argentina tiene 4.665 kilómetros de costa. La zona del océano Atlántico sobre la
plataforma continental es inusualmente ancha y se la denomina Mar Argentino, el cual
cuenta con importantes recursos pesqueros e hidrocarburíferos. Las costas que baña el
mar varían entre zonas de dunas y acantilados. La alternancia de corrientes frías de la
Antártida y cálidas del Brasil permite que la temperatura de las costas no vaya
descendiendo uniformemente con el descenso en la latitud, sino que tiene variaciones.
La costa meridional de Tierra del Fuego forma la orilla norte del Pasaje de Drake.

La Argentina es país integrante del Tratado Antártico y reclama soberanía sobre la


denominada Antártida Argentina (uno de los 4 departamentos de la provincia de Tierra
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur), entre los 25° y los 74° de longitud oeste
y los 60° de latitud sur, reclamación que data de 1943. El área reclamada se superpone
parcialmente con el sector reclamado por Chile (Territorio Chileno Antártico) y es
totalmente reclamada por Gran Bretaña (Territorio Antártico Británico).

Relieve

Las características generales de la geografía de la Argentina son la presencia de


montañas en el oeste y de llanos en el este, configurando una planimetría que disminuye
en altitud de oeste a este.

El extremo oeste está conformado por la cordillera principal del sistema andino, los
Andes en Argentina se dividen longitudinalmente en tres segementos de norte a sur, el
paso de San Francisco separa el segmento norte del central o cuyano, es en éste
segmento cuyano donde se encuentran las más grandes alturas del continente, entre
ellas, el cerro Aconcagua (6.962 msnm) en Mendoza, el nevado Ojos del Salado (6.891
msnm) en Catamarca, el monte Pissis (6.792 msnm) en La Rioja, el cerro Bonete Chico
(6.759 msnm) en La Rioja, el cerro Mercedario (6.770 msnm) en San Juan, el cerro
Tupungato (6.650 msnm) en Mendoza, entre otros.

El tramo patagónico de los Andes, que nace al sur del paso del paso de Pino Hachado en
Neuquén, es notoriamente más bajo que el sector norte: el volcán Lanín (3.776 msnm)
en Neuquén, el cerro Tronador (3.478 msnm) en Río Negro y el monte Fitz Roy o
Chaltén (3.405 msnm) en Santa Cruz, son sus mayores alturas.
Inmediatamente al este de la cadena principal se encuentran una serie de cordilleras o
sierras que, teniendo orígenes distintos o idénticos a la cordillera de los Andes en sí
misma, forman con ésta parte del sistema andino. Un primer grupo de éstas, son
aquellas cordilleras que corren paralelas a la cordillera principal en su parte más
elevada: Sierra de la Punilla (cerro Silvo, 4.486 msnm) en San Juan, Sierra del Tontal
(cerro Pircas 4.366 msnm) en San Juan, Sierra de Uspallata (cerro Pelado 3.452 msnm)
en Mendoza, Cordón del Plata (cerro Blanco 5.490 msnm) en Mendoza, a los que se
puede agregar la Cordillera del Viento (volcán Domuyo 4.709 msnm) en el norte de
Neuquén.

Las Sierras Subandinas, en el norte, son una serie de sierras escalonadas que
conforman valles muy poblados; en estas sierras se encuentran el Nevado de Cachi
(6.380 msnm), el Nevado de Chañi (6.200 msnm), el Nevado de Palermo (6.172 msnm)
y el Nevado Queva (6.130 msnm), todos en Salta y Jujuy.

Más espaciadas, al sur de las sierras subandinas y al este de la precordillera, se


encuentran las Sierras Pampeanas, sistemas serranos paralelos a los Andes separados
entre sí por llanuras. Se destacan la Sierra del Aconquija (Nevado del Quemado, 5.450
msnm) en el limite entre Tucumán y Catamarca, las sierras de Fiambalá (cerro Morado,
4.920 msnm) y Ambato (4.407 msnm) en Catamarca, las sierras de Famatina (cerro
General Belgrano, 6.201 msnm) y Velasco (cerro El Mela, 4.257 msnm) en La Rioja, las
sierras de Valle Fértil (cerro Tres Mojones, 2.537 msnm) y Pie de Palo (mogote
Corralitos, 3.162 msnm) en San Juan, las Sierras de Córdoba (cerro Champaquí, 2.790
msnm) en Córdoba, las Sierras de San Luis (cerro Agua Hedionda, 2.150 msnm) en San
Luis y la Sierra del Nevado (cerro Nevado, 3.810 msnm) en Mendoza.

La meseta patagónica es un conjunto de altiplanos y llanuras elevadas y áridas,


enclavada entre los Andes patagónicos y el océano Atlántico, donde cae abruptamente
en altos acantilados que dan al Mar Argentino. Esta altiplanicie está salpicada por
esporádicas sierras bajas y pequeñas y cerros aislados (cerro Anecón Grande, 2.010
msnm en Río Negro, cerro Calfuquir, 1.885 m en Chubut, cerro Cojudo Blanco, 1.335
msnm en Santa Cruz). Aqui se encuentra también la depresión más profunda de toda
América: la laguna del Carbón a 105 metros bajo el nivel del mar.

En la Mesopotamia oriental, sobre las estribaciones del macizo de Brasilia, el relieve se


presenta como sierras bajas en la provincia de Misiones (Sierra de Misiones o del Imán,
975 msnm), que hacia el sur, en las provincias de Corrientes y Entre Ríos, se
transforman en cuchillas o lomadas de origen sedimentario más bajas aún,
constituyendo una topografía ondulante (Piedra, 138 msnm en Corrientes).

La gran llanura Chaco-Pampeana constituye el ambito geográfico más emblemático


de la Argentina. Es una planicie con pocas ondulaciones, subtropical al norte (Chaco) y
templada al sur (Pampa). Drenada en gran parte por el río Paraná, su pendiente es suave,
de dirección noroeste - sudeste y prácticamente imperceptible, por lo que los ríos que la
surcan son sinuosos, presentando además esteros y pantanos en el Chaco y gran
cantidad de lagunas en la Pampa. La monotonía del paisaje sólo se quiebra con la
presencia de algunos sistemas serranos: el Sistema de Tandilia (sierra de La Juanita, 524
msnm), el Sistema de Ventania (cerro Tres Picos, 1.238 msnm) en Buenos Aires, y las
sierras de Lihuel Calel (500 msnm) y Choique Mahuida (cerro Ojo de Agua, 297 msnm)
en La Pampa.
Hidrografía

Los ríos argentinos se clasifican en 3 cuencas o vertientes: los de la vertiente del


Atlántico, los de la vertiente del Pacífico y por último los pertenecientes a las diversas
cuencas endorreicas del interior del país.

La vertiente del Atlántico es la más extensa y está compuesta por la Cuenca del Plata, el
Sistema Patagónico y una serie de ríos menores en la provincia de Buenos Aires. La
Cuenca del Plata es la más importante, culmina en el estuario del Río de la Plata y es
desaguada por los ríos Paraná (el más caudaloso y extenso del país), Uruguay y los
diversos afluentes de estos, destacándose el Paraguay, el Pilcomayo, el Bermejo, el
Salado y el Iguazú. El sistema patagónico está formado por ríos alóctonos, alimentados
por los deshielos de los Andes. Se destacan por su caudal el rio Colorado, el Negro, el
Chubut y el Santa Cruz.

La vertiente del Pacifico es la de menor extensión. Integrada por ríos cortos,


alimentados por los deshielos y lluvias de los Andes Patagónicos como el Manso en Rio
Negro y el Futaleufú en Chubut.

En el centro y oeste del territorio hay varias cuencas endorreicas, compuestas por ríos
de caudal variable que se pierden en el suelo por evaporación o infiltración o desaguan
en lagunas interiores o salinas. Sobresalen la cuenca del Desaguadero que agrupa a los
ríos cuyanos y la de la laguna de Mar Chiquita donde desembocan los ríos Dulce,
Primero y Segundo.

Las cuencas lacustres argentinas se encuentran mayormente en la Patagonia,


consecuencia de la acción glaciaria que las formó. Se destacan los lagos Nahuel Huapi,
Viedma y Argentino. En la llanura chaco-pampeana hay gran cantidad de lagunas de
agua dulce y salada y en litoral zonas pantanosas como los esteros del Iberá.

Los recursos hídricos del país también incluyen los extensos campos glaciarios de los
Andes, como el Perito Moreno y las aguas subterráneas de acuíferos como el Puelche y
el Guaraní. El aprovechamiento hidroeléctrico de los ríos ha propiciado la formación de
varios embalses como el de Yaciretá en el Paraná, el de Salto Grande en el Uruguay y el
de El Chocón en el Limay.

Clima

Debido a la amplitud longitudinal y latitudinal, la Argentina posee una gran variedad de


climas. En general, el clima predominante es el templado aunque se extiende a un clima
subtropical en el norte y un subpolar en el extremo sur. El norte del país se caracteriza
por veranos muy cálidos y húmedos con inviernos suaves y secos, estando sujeto a
sequías periódicas. El centro del país tiene veranos cálidos con lluvias, tormentas,
truenos (produciéndose granizo en la zona occidental), e inviernos frescos. Las regiones
meridionales tienen veranos cálidos e inviernos fríos con grandes nevadas,
especialmente en zonas montañosas. Las elevaciones más altas en todas las latitudes son
las que experimentan condiciones más frías, con un clima árido y nival montano.

Los climas cálidos y húmedos del norte dan temperaturas que oscilan entre los 27 °C en
enero y los 12 °C en julio y precipitaciones muy abundantes en la provincia de Misiones
con 1500 mm que descienden hacia el oeste con 600 mm. El clima templado se
encuentran en la región pampeana con una temperatura media de 15°C y precipitaciones
que van de los 900 mm al este hasta los 500 mm al oeste. Los climas áridos comprenden
la mitad norte de los Andes, las Sierras Pampeanas, la estepa situada al sudoeste de la
Pampa, y la Patagonia extraandina, a menudo con grandes amplitudes diarias, a veces
superiores a los 25º de diferencia entre día y noche, fundamentalmente en el noroeste
del país. En el clima arido de estepa al norte de la Patagonia se aprecian temperaturas
medias menores a 15º, heladas frecuentes y escasas precipitaciones (400 mm al año). En
el sur de la Patagonia la temperatura media es inferior a los 10º y las precipitaciones, de
300 mm. Los climas fríos húmedos abarcan la mitad sur de los Andes, las islas australes
y la Antártida y se caracterizan por presentar una temperatura media de alrededor de los
7°C, aunque varía con la altura. Las precipitaciones son de alrededor de 2000 mm y
hasta 3500 mm en el límite con Chile y bajan bruscamente hacia el Este, hasta los 300
mm. Las nevadas invernales son frecuentes.

Vientos

El clima está dominado por dos masas de aire, como vientos cálidos y húmedos
procedentes del área intertropical del Océano Atlántico y vientos fríos y secos que
provienen del área sur del Pacífico. Los vientos importantes en la Argentina incluyen el
frío Pampero que sopla en la llanura de la Patagonia y en la región pampeana, después
de un frente frío; el Viento Norte, es un viento cálido que puede soplar del norte a
mediados y fines del invierno creando una clima suave; y el Zonda, un viento calido y
seco que afecta a la zona centro-occidental. Desprovisto de toda humedad durante la
pendiente de 6.000 metros de los Andes, el Zonda puede soplar por horas con ráfagas de
hasta 120 kilómetros por hora. Cuando el Zonda sopla (de junio a noviembre), las
tormentas de nieve y las ventiscas, afectan generalmente a las elevaciones más altas.

La Sudestada se asocia a un sistema profundo de presión baja en el invierno. La


sudestada modera las temperaturas frías pero trae generalmente lluvias muy copiosas,
agitación de los mares, e inundaciones en zonas costeras. Es el viento más común a
finales del otoño y en el invierno, a lo largo de las costas de la zona central del país y en
el estuario del Río de la Plata.

Las regiones meridionales (particularmente en el extremo sur) experimentan largos


períodos de luz diurna desde noviembre a febrero (hasta diecinueve horas), y noches
extendidas de mayo a agosto.

Flora y Fauna
Flora

Las plantas subtropicales dominan el norte del país, como parte de la región del Gran
Chaco. El género Dalbergia de árboles se disemina bien con los representantes como el
palo de rosa y el árbol del quebracho; también son predominantes los árboles blancos y
negros del algarrobo (Prosopis alba y Prosopis nigra). La sabana existe en las regiones
más secas, cerca de los Andes. Las plantas acuáticas prosperan en los humedales que
dotan a la región.
En la zona central del país, la Pampa Húmeda es un verdadero ecosistema de pradera.
Originalmente, la pampa no tenía virtualmente ningún árbol; hoy a lo largo de las rutas,
o en las ciudades o en las estancias, están presentes ciertas especies importadas como el
sicómoro americano o el eucalipto. Uno de los árboles nativos de la zona es el ombú, un
árbol de hoja perenne.

Los suelos superficiales de la pampa son de un color negro profundo o humus, conocido
comúnmente como compost (estiércol vegetal). Este es el que hace a la región una de
las más productivas para la agricultura. Sin embargo, es también responsable de diezmar
mucho el ecosistema original, como consecuencia de la comercialización. Por este
motivo, algunas organizaciones han buscado la creación de leyes forestales más
rigurosas.15

La pampa occidental o pampa seca, que recibe menos de 500mm/año de


precipitaciones, es una llanura de hierbas duras o estepa y en gran parte su tussok es el
mismo del Comahue, la región central de la pampa occidental se halla naturalemnte
recubierta de "montes" o bosques del árbol caducifolio llamado caldén el cual se
distribuye en una diagonal ("El Caldenal") que va desde los límites meridionales de las
provincias de Córdoba y San Luis hasta los límites meridionales de las provincias de La
Pampa y Buenos Aires.

La mayor parte de la vegetación de la Patagonia Argentina como los arbustos y las


hierbas, están bien adaptados para soportar condiciones secas. El suelo es duro y rocoso
e imposibilita para cultivar a gran escala, a excepción de los valles del río. Los bosques
coníferos crecen en la Patagonia occidental y en la isla de Tierra del Fuego. Las
coníferas nativas de la región incluyen el alerce (Fitzroya cupressoides), ciprés de la
cordillera (Austrocedrus chilensis), ciprés de las guaitecas (Pilgerodendron uviferum), el
huililahuán (Podocarpus nubigenus), el lleuque (Prumnopitys andina), mañío hembra
(Saxegothaea conspicua), y la araucaria (Araucaria araucana), mientras que los árboles
hojosos nativos incluyen varias especies de Nothofagus incluyendo coigüe o coihue,
lenga (Nothofagus pumilio), ñire (Nothofagus Antarctica). Otros árboles introducidos
presentes en plantaciones de la silvicultura incluyen la Picea, el ciprés, y el pino. Las
plantas comunes son el copihue y el colihue (Chusquea coleou). En Cuyo, los arbustos
espinosos semiáridos y otras plantas xerófilas abundan. A lo largo de varios oasis, las
hierbas y árboles de río crecen en números significativos. El área presenta las
condiciones óptimas para el crecimiento a gran escala de las vides de uva. En el
noroeste de la Argentina hay muchas especies del cactus. En las elevaciones más altas
(sobre 4.000 msnm), ninguna vegetación crece debido a la altitud extrema, y los suelos
son virtualmente desprovistos de cualquier vida de plantas. La flor del ceibo, (Erythrina
crista-galli) es la flor nacional de la Argentina.

Véase también: Recursos forestales argentinos

Fauna

Muchas especies viven en el norte subtropical. Grandes felinos como el jaguar, el puma,
y el ocelote, grandes cánidos como el lobo de crin, el úrsido llamado oso de anteojos;
primates (monos aulladores); reptiles grandes (cocodrilos), y una especie de caimán.
Otros animales incluyen el tapir, los carpinchos, el oso hormiguero, el hurón, el pecarí,
el carpincho, la nutria gigante, el coatí, y varias especies de tortugas.
En la zona subtropical de Argentina existen muchas aves como el águila coronada (la
mayor de todas las águilas del planeta), los diminutos colibríes, los flamencos, el tucán
y diversas especies de loros. Los praderas centrales son poblados por los armadillos, el
colo colo, y el ñandú (el ave no voladora también llamada "avestruz sudamericana").
Los halcones, diversos patos así como las garzas y las perdices habitan la zona, como
varias especies de ciervos y zorros. Algunas especies se extienden hacia la Patagonia.
Las montañas occidentales son el hogar de diversos animales. Éstos incluyen a la llama,
el guanaco, la vicuña, entre las especies más reconocibles de Sudamérica. También en
esta región están el gato andino, y el ave de más alto vuelo de América, el cóndor. En la
Argentina meridional habitan el puma, el huemul, el pudú (el ciervo más pequeño del
mundo) y el jabalí. La costa de la Patagonia es rica en vida animal: el elefante marino,
el lobo marino, el león marino, y diversas especies de pingüinos. En el extremo sur
están los cormoranes que se alimentan de peces. Las aguas territoriales de la Argentina
tienen abundante vida oceánica; están los mamíferos como los delfines, las orcas, y las
ballenas (por ejemplo, la ballena franca de gran atractivo turístico). Los pescados de
mar incluyen las sardinas, las merluzas, los salmones, y los cazones; también está
presente el calamar y la centolla en Tierra del Fuego. Los ríos y las corrientes en la
Argentina tienen muchas especies como las truchas y un pez sudamericano como el
dorado. Las especies de serpientes que habitan en la Argentina incluyen a la boa
constrictora, a la venenosa yarará y a la serpiente cascabel. El hornero fue elegido el
pájaro nacional en 1928.

Economía
La economía argentina posterior a 1930 experimentó marcadas oscilaciones, pero es a
partir de 1975 que se registra una clara decadencia16 , relacionada con las políticas
neoliberales impuestas por la dictadura militar que abrieron un sostenido proceso de
desindustrialización y un aumento exponencial de la deuda externa, que se elevó de
7.875 millones de dólares al finalizar 1975, a 45.087 millones de dólares en 1983.17

Durante la década de 1980, considerada como la década perdida para América Latina16 ,
la Argentina creció a tasas magras16 . Sin embargo en 1983, el país seguía sosteniendo
indicadores aceptables ya que la tasa de desempleo apenas rozaba el 4 por ciento de la
población económicamente activa, menos del 10 por ciento de la sociedad estaba bajo la
línea de la pobreza y no existían indigentes18 .19

Las altas tasas de inflación que caracterizaron a la economía argentina desde la Segunda
Guerra Mundial hicieron eclosión con los procesos hiperinflacionarios de 1989 y 1990,
durante los cuales la pobreza se elevó momentáneamente hasta un inédito nivel del
47,3% de la población del aglomerado Gran Buenos Aires20 .

En los años 1990 se realizaron profundas y drásticas reformas económicas con el fin
esencial de reformar el Estado, privatizar las empresas y servicios públicos y abrir la
economía. El eje de la reforma económica fue la Ley de Convertibilidad sancionada en
1991 congelando el valor de un peso en un dólar. El plan, que tenía como objetivo
inmediato detener la inflación, fue exitoso durante varios años16 .

En 1995, la economía local se vio afectada negativamente por el llamado Efecto


Tequila,21 que provocó un aumento inédito de la desocupación a nivel nacional hasta un
18,4%18 . También se revirtió la tendencia descendente del índice de pobreza, que en el
aglomerado del Gran Buenos Aires (el más importante del país), entre 1990 y 1994
había llegado a un mínimo del 16,1%20 . A excepción de 1995, en la década del 90' la
economía creció fuertemente hasta mediados de 199822 .

A fines de este año, comenzó un prolongado ciclo de recesión22 , debido en parte el


agotamiento de la paridad del peso y el dólar, que tuvo su punto culminante en
diciembre de 2001, luego de una corrida bancaria que desestabilizó al sistema
financiero. El gobierno intentó controlar la situación decretando una restricción a la
extracción del dinero depositado en los bancos, medida conocida como el corralito.
Esta situación de inestabilidad económica desembocó en una insurrección popular que
causó la renuncia del presidente Fernando de la Rúa.

En 2002, se practicó una importante devaluación de la moneda luego del default de la


deuda externa (pública y privada) que superó el monto del producto bruto interno de ese
año. Además a nivel nacional, la pobreza alcanzó al 57,5% de la población, la
indigencia al 27,5% y la desocupación al 21,5%, todos niveles récord para el país22 .

A mediados de 2002 se comienzan a vislumbrar signos de reactivación económica23 y


desde 2003 a 2005, el país registró una fase de crecimiento económico con tasas que
oscilaron en torno al 9% (8,8% en 2003, 9% en 2004 y 9,2% en 2005), en parte debido a
una política económica de dólar alto destinada a favorecer la sustitución de
importaciones, que ha incrementado la competitividad de la industria argentina. En
2006 la economía se expandió al 8,5%, acumulándose cuatro años de crecimiento
sostenido.24 Según datos oficiales del Banco Central de la República Argentina y el
INDEC, en 2006 el producto bruto interno en valor nominal fue de 654.413 millones de
pesos a precios corrientes 25 equivalente a 212.857 millones de dólares,26 con un PBI per
cápita nominal de 5.462 dólares.

En la actualidad, la Argentina es la tercera potencia en materia económica de América


Latina, superada por Brasil y México. Si al PBI se lo considerara en paridad de poder
adquisitivo (según el FMI) en 2006 alcanzó los 621.070 millones de dólares,27
acortándose las distancias respecto al PBI de Brasil o de México. El PBI per cápita
medido en paridad de poder adquisitivo de USD 15.937, es el más alto de la región.

Las exportaciones totalizaron en 2006 los 46.569 millones de dólares y las


importaciones llegaron a 34.159 millones de dólares. El incremento de las exportaciones
fue del 15,4% y el de las importaciones el 19,1% respecto a las cifras de 2005.30

La inflación alcanzada en 2006 fue del 9,8%, 2,5 puntos menos que la de 2005 que llegó
a un 12,3%, cumpliéndose así la meta del gobierno de Néstor Kirchner de llevar a un
dígito este índice, donde ha jugado un papel importante el congelamiento de los precios
de los servicios públicos más una política oficial de acuerdo de precios de algunos
productos.31

En 2005, luego de una larga renegociación de la deuda externa, el país volvió a cumplir
con sus compromisos externos. La deuda total (pública y privada) fue de 109.621
millones de dólares, representando el 51,5% del PBI nominal en 2006, según datos del
INDEC y el B.C.R.A.32 o del 64% segun establecen fuentes externas como la CIA33 .
A su vez, el crecimiento económico hizo mejorar notablemente los índices sociales
desde el período de crisis. Así, los últimos indicadores a nivel nacional mostraron que la
tasa de pobreza en el segundo semestre de 2006 representó al 26,9% de la población y la
de indigencia al 8,7%.34 El desempleo en el primer trimestre de 2007 se halló en un
9,8%, incluyéndose a beneficiarios de planes sociales como “empleados”. El índice se
eleva al 11,1%, excluyendo a beneficiarios de planes sociales como “empleados”. El
subempleo, en tanto, se situó en un 9,3%.35

La Argentina forma parte del bloque regional conocido como Mercosur. Las relaciones
entre este país y Brasil (los socios más grandes) se encuentran inmersas en una
moderada crisis por razones económicas y políticas. Luego de años de superávit
comercial en favor de la Argentina, la balanza comercial entre ambos países ha vuelto a
inclinarse hacia Brasil, un déficit que pone a varios sectores económicos bajo amenaza.
En 2006 los gobiernos de Argentina y Brasil firmaron una serie de acuerdos bilaterales,
entre los que se encuentra la cláusula de adaptación competitiva y los acuerdos referidos
a los intercambios comerciales del sector de los automotores. El propósito de ambos
acuerdos es reducir las asimetrías presentes en el bloque.36

La moneda oficial de la Argentina desde 1992 es el peso ($).

Sector agrícola y ganadero

La producción de alimentos agropecuarios es, tradicionalmente, uno de los puntales de


la economía argentina. Los principales productos son:

• "Granos": integrado por dos grandes sectores:


o Oleaginosas: principalmente soja y girasol.
o Cereales: principalmente maíz y trigo.
• Carne vacuna, componente básico de la dieta de la población argentina;
• Leche y derivados
• Otros: cítricos, algodón, yerba mate, té, uva (relacionada con el complejo
vitivinícola), azúcar, arroz, etc. Muchos de estos productos son importantes para
las llamadas economías regionales.

El principal producto del sector es la soja, parte de la cual se exporta sin manufacturar
(6,6% del total de las exportaciones de 2007), siendo destinada el resto a la industria
aceitera y a la industria de la alimentación (harinas y pellets). En conjunto, la cadena
agro-industrial sojera, aporta el 16% del valor de las exportaciones del país, y constituye
junto con el complejo hidrocarburos-petroquímica, que aporta el 22%, los dos sectores
básicos de la estructura exportadora argentina.37

Le siguen en importancia el maíz y el trigo, entre los cereales, que representan el 8% de


las exportaciones totales, y los productos bovinos con un 7% y una calidad reconocida
internacionalmente22 .

A diferencia de la soja, que no se consume en el mercado interno, los cereales, lácteos y


la carne vacuna, constituyen la base de la dieta alimentaria de la población, debido a los
cual una parte considerable debe destinarse al mercado interno, generando no pocas
tensiones.
Adicionalmente resulta de cierta importancia la producción de frutas y hortalizas, que
contribuye con un 3% de las exportaciones22 y tiene importantes centros de producción
en los valles patagónicos dedicados a la manzana y la pera, en la región noroeste
productora de azúcar, cítricos y tabaco, en esta región está comenzando a destacarse la
ganadería, sector que fue desplazado de la pampa húmeda por la imposición de la soja y
otros comoditis, en la Mesopotamia productora también de cítricos y en Cuyo, donde a
su vez se destaca una considerable producción agroindustrial del olivo, la uva y sobre
todo de vino siendo el primer productor de vinos de América Latina y el quinto
productor del mundo con 16 millones de hectolitros por año.38

Petróleo, minería, bosques y pesca

El segundo producto de exportación argentino es el petróleo22 , el gas natural y los


productos petroquímicos, responsables de un 20% del total22 . Los principales
yacimientos se encuentran en la Patagonia, Cuyo y el Noroeste; la provincia del
Neuquén concentra cerca de la mitad de toda la producción de hidrocarburos. Una red
de oleoductos y gasoductos transporta los productos a Bahía Blanca, donde se encuentra
el principal polo petroquímico y a la conurbación industrial que se extiende entre
Rosario y La Plata y que tiene como núcleo principal el Gran Buenos Aires.

Históricamente la minería argentina ha sido escasa, pero la misma se ha activado en la


última década, fundamentalmente sobre minerales metalíferos: oro, plata, zinc,
manganeso, uranio, cobre, y azufre. Los recursos mineros se concentran en las
provincias cordilleranas a lo largo de 4.500 km. Las exportaciones argentinas de
minerales pasaron de 200 millones de dólares en 1996 a 1.200 millones en 2004, algo
más del 3% del total.39

El Mar Argentino está ubicado sobre una extensa plataforma submarina, muy rica en
recursos pesqueros, que alcanza un ancho de 550 km a los 52º de latitud Sur y
1.890.000 km². Sin embargo la pesca ha sido una producción marginal, y debido a la
crisis poblacional de la merluza, provocada por la excesiva pesca durante los 1990,
principal producto pesquero argentino, la participación del sector en las exportaciones
totales se ha reducido de un 3% a un 2%.

En sentido contrario, la producción forestal y maderera, principalmente pinos y


eucaliptos, se ha venido expandiendo, con centro en las provincias mesopotámicas,
superando el 2% del total exportado.

Industria manufacturera y construcción

La industria manufacturera argentina es el sector que más valor aporta al PIB, con un
23% del total (2005)22 . El sector industrial manufacturero también es uno de los
sectores principales de generación de empleo (junto con el comercio y el sector
público), con 12% según el Censo de 2001, aunque es probable que actualmente ese
porcentaje haya aumentado y la industria sea el mayor generador de empleo directo del
país. Por su parte la industria de la construcción aporta el 5% del PIB (2005) y ha sido
la principal impulsora de la recuperación del empleo después de 2002.

En la industria argentina se distinguen dos grandes sectores:


• la agroindustria, denominada manufactura de origen agropecuario (MOA)
• la industria de origen no agrario, denominada manufactura de origen industrial
(MOI)

Las industrias de manufacturas de origen agropecuario (MOA), constituyen el primer


sector exportador del país (31,05%).40 En la misma se destacan las industrias de la
alimentación, de la carne, textil, de la leche, aceitera, vitivinícola, molinera (harinas), de
residuos y desperdicios de alimentos (pellets), hortalizas y frutas preparadas, bebidas y
vinagre, de productos de cuero, del calzado, etc.

Las industrias de origen no agropecuario (MOI), constituyen el segundo sector


exportador (34,33%), destacándose la industria de los automotores que aporta el 9,6%
de las exportaciones,41 la industria de carburantes y lubricantes (6,8%), plásticos (5,3%),
química (5,3%) y metalúrgica (5%), y de maquinaria (3,5%).42 También son importantes
las industrias del papel, de la madera, del cemento y de juguetes.

A partir de 2003 la industria ha tenido un proceso de revitalización competitiva, movido


principalmente por la política económica de dólar alto. El Gran Buenos Aires es aún el
área industrial más importante del país, donde se concentra la mayor parte de la
actividad fabril de la Argentina. Otros centros industriales importantes existen en
Córdoba, Rosario, Tucumán y Mendoza, San Luis y Tierra del Fuego, muchos de ellos
fomentados para descentralizar la industria.

Históricamente el país tuvo importantes sectores industriales como la industria naval


relacionada con la Flota Mercante de Argentina,43 que se redujeron considerablemente a
partir de la década de 1990 a raíz del proceso de privatizaciones44 y que en la actualidad
se están recuperando44 .

Turismo

El extenso territorio de la República Argentina está dotado de grandes atractivos


turísticos. La famosa industria sin chimeneas volvió a funcionar en la Argentina, en
parte debido a que el nuevo equilibrio monetario tras la devaluación de 2002 favoreció
el arribo de un aluvión de turistas extranjeros45 , haciendo al país más accesible que en
la década de 199045 . Al encarecerse los costos para viajar al exterior, muchos argentinos
también se volcaron al turismo nacional45 .

El repunte del sector es muy notorio: los ingresos por turismo receptivo ocupan el tercer
lugar en el ranking de entrada de divisas por exportaciones. En 2004, el sector
representó el 7,2 % del PBI. Los extranjeros ven a la Argentina —pese a la crisis de
2001— como una zona sin conflictos armados, terrorismo o crisis sanitarias.46 Según
cifras oficiales,47 en 2005 el país recibió a más de 3.800.000 turistas extranjeros. Esto
significó unos 3.100 millones de dólares de ingreso de divisas. Para 2006, se estima que
éstas alcancen los 3.500 millones de dólares y visiten el país unos 4.200.000
extranjeros. La Argentina es el segundo país más visitado de Sudamérica (detrás de
Brasil) y el quinto más visitado del continente americano. Los turistas foráneos
provienen principalmente de Brasil, Chile, Perú, Colombia, México, Bolivia, Ecuador,
Uruguay, Venezuela y Paraguay y los europeos de España, Italia, Francia, Alemania,
Reino Unido y Suiza.

Buenos Aires se destaca como el centro favorito de los turistas extranjeros.48 Son
atraídos por una ciudad vertiginosa, populosa, cosmopolita y con amplia infraestructura.
Entre otros muchos factores, el tango es uno de los motivos para la visita49 no sólo a la
capital argentina, sino también al resto del país. La característica noche porteña
sorprende al recién llegado por la gran cantidad de oferta cultural, gastronómica y de
entretenimiento. También se hacen recorridos temáticos con personajes típicos de la
ciudad y reconocidos internacionalmente como Carlos Gardel, Eva Perón o Jorge Luis
Borges.

Las Cataratas del Iguazú están ubicadas en la provincia de Misiones. En 1984 fueron
declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. La impresionante
belleza paisajística de la escenografía, así como la variada y abundante vida animal y el
interés botánico que encierran, han convertido a este paraje en uno de los centros
turísticos más importantes y bellos del mundo.

El Parque provincial Ischigualasto o también conocido como "Valle de la Luna", situado


en el extremo norte de la provincia de San Juan, a 330 km de la ciudad de San Juan. Es
un aréa protejida donde puede verse totalmente al descubierto y perfectamente
diferenciado todo el periodo triásico en forma completa y ordenada, causa por el cual el
29 de noviembre de 2000 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO..
El valle ofrece un extraño paisaje, donde la escasez de vegetación y la más variada
gama de colores de sus suelos, más el capricho en las formas de los montes, lo hacen ser
un lugar predilecto para turistas, tanto nacionales como extranjeros. Si bien es un lugar
científico, se puede recorrer en forma de visita guiada en vehículos particulares
acompañados por un guía del Parque, el cual realiza estaciones o paradas y explica el
sitio visitado

El Tren de las Nubes es uno de los tres ferrocarriles más altos del mundo. Parte desde la
provincia de Salta, cruza una quebrada pasando por Santa Rosa de Tastil —considerada
como uno de los principales centros urbanos prehispánicos de Sudamérica— donde se
hallan impresionantes ruinas arqueológicas. Colgado de vertiginosas montañas, marcha
entre nubes para cruzar la Cordillera de los Andes. Atraviesa puentes, zigzags y rulos.

Los glaciares son una de las principales atracciones de la Patagonia Argentina. El más
conocido es el Glaciar Perito Moreno, cuya accesibilidad y característica ruptura
periódica le otorgan un singular atractivo. Se expande sobre las aguas del Brazo Sur del
Lago Argentino, con un frente de 5 kilómetros y una altura por sobre el nivel del lago,
de entre los 70 y 60 metros. Esta majestuosa pared de hielo cubre una extensión de 230
kilómetros cuadrados. El área de hielos continentales y glaciares es un tesoro natural,
declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981.

En los últimos años ha tenido importancia la implementación del turismo enólogo, un


turismo temático basado en la vitivinicultura con la iniciativa de la denominadas "Rutas
del Vino" en la provincias de San Juan y Mendoza, que atrae numerosos turistas
extranjeros para degustar los mejores Vinos Argentinos
Otras zonas turísticas de importancia son: Mar del Plata y el resto de la costa atlántica
de la provincia de Buenos Aires (sobre todo para los turistas argentinos en la época
estival); las Sierras de Córdoba, Mendoza y Bariloche.

Agua potable y saneamiento en Argentina

Argentina enfrenta cinco desafíos significativos en el sector de abastecimiento


de agua potable y saneamiento: (i) baja cobertura con un alto grado de
prestación de servicios para su nivel de ingresos; (ii) calidad deficiente de los
servicios; (iii) altos niveles de contaminación de las fuentes y los cuerpos
receptores; (iv) reducida recuperación de costos; y (v) definición deficiente de la
asignación de responsabilidades entre las instituciones del sector.

“¿Cómo puede ser que haya distritos hoy en la Argentina en los que, como
pasaba en La Matanza, sólo el 20% de la población tenga agua? Es un flagelo
contra el que tenemos que luchar. (...) Aguas y cloacas es una prioridad central”
Néstor Kirchner5

Acceso
Argentina ha alcanzado una cobertura de agua potable del 98% y una cobertura
de saneamiento del 92% en las zonas urbanas, utilizando una definición amplia
de acceso. Sin embargo, en las zonas rurales, donde vive el 10% de la población,
el acceso a agua potable es del 80% y la cobertura de saneamiento es del 83%,
siempre utilizando una definición amplia de acceso. Utilizando una definición
más estrecha, aún en áreas urbanas solamente un 79% tiene acceso a conexiones
domiciliares de agua potable y un 83% al alcantarillado.1 Las coberturas son
comparativamente bajas para un país con el grado de desarrollo económico de
Argentina.

Urban Rural
o (90% (10%
de de
Total
la la
poblaci pobla
ón) ción)

Definición
98% 80% 96%
amplia
Agua
Conexiones
83% 45% 79%
domiciliares
Definición
92% 83% 91%
amplia
Saneamient
o
Alcantarillad
48% 5% 44%
o

Fuente: Programa de Monitoréo Conjunto OMS/UNICEF(JMP/2006). Datos


para agua y saneamiento basados en el censo (2001).

En el año 1999, aproximadamente 6 millones de habitantes carecían de sistemas


adecuados de abastecimiento de agua segura (potable o no contaminada) y de
evacuación de excretas.6 En general estas carencias están asociadas a un bajo
nivel socioeconómico de la población, constituyendo “población en riesgo
sanitario”, situación que se agrava en zonas con alta incidencia del cólera.7

Según un estudio del CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas


para la Equidad y el Crecimiento) el incremento en el acceso entre los censos de
1991 y 2001 fue menos en las provincias más empobrecidas.8

Calidad del servicio


Agua potable

En general, el servicio es continuo y el agua es de calidad potable en las zonas


urbanas2 Sin embargo, los racionamientos de agua en los meses de verano son un
suceso frecuente en algunas ciudades y la calidad del agua potable a veces está
por debajo de la norma.

La calidad del agua potabilizada suministrada es considerada adecuada en


términos generales para el uso doméstico e industrial, estimándose que más del
90 % de la población nacional recibe agua potable de acuerdo con los estándares
de salud pública. La continuidad del servicio de agua potable, en las áreas
urbanas es del 100 %.7

En algunas de las ciudades más representativas, en el 2005 el nivel de ejecución


de controles de agua potable respecto de las normas era superior al 100%,
mientras que la conformidad con los parámetros establecidos varía entre un 93 y
un 100%.10

El promedio nacional de producción de agua por habitante servido se estima en


380 L/hab/día. El consumo medio real sobre la base de los resultados de
sistemas que operan con micromedición es del orden de los 180 L/hab/día. Las
pérdidas en las etapas de producción y distribución de agua son del orden del
40 % del total producido.7

Saneamiento
En lo referente al saneamiento, los sistemas de recolección de las aguas
residuales son insuficientes para manejar el creciente flujo, a medida que un
número cada vez mayor de hogares se conecta a los sistemas de alcantarillado, lo
que provoca frecuentes desbordes.

La parte de las aguas residuales que recibe tratamiento varía en gran escala entre
las provincias del país. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS),
a nivel nacional, el 10% de las aguas servidas recibió tratamiento en 1999. En
algunas capitales provinciales, como Mendoza, Córdoba, Tucumán, Neuquén,
Jujuy, Salta y San Juan la mayor parte de las aguas residuales fue tratada,
mientras que en las dos regiones urbanas más grandes del país, Buenos Aires y
Rosario, el tratamiento no alcanza el promedio del país,10 lo que resulta en
problemas graves para el medio ambiente.[2]

Impacto en la salud

Las enfermedades relacionadas con el agua más frecuentes en la Argentina son


las gastrointestinales agudas, la paratifoidea, la fiebre tifoidea y las parasitosis
intestinales. La diarrea es uno de los problemas de salud más acuciante. La
incidencia media anual en niños menores de cinco años es de 3,5 episodios cada
mil, uno de los cuales puede ser prolongado y dar lugar a una deshidratación,
cuya gravedad varía de acuerdo al microorganismo infeccioso, la intensidad de
la infección, la edad y el estado nutricional e inmunidad del niño. La hepatitis
(“A” y las sin especificar) presenta una fuerte incidencia, registrándose en 1997
en el ámbito nacional 30.661 notificaciones, evidenciando marcados
incrementos en coincidencia con las áreas de bajo nivel socioeconómico.7

Contaminación de recursos hídricos


El control de los efluentes industriales es muy débil, debido a la superposición
de responsabilidades. A esto se le debe sumar la falta de una cultura de la
preservación de los recursos naturales. El resultado es una fuerte contaminación
de las fuentes, tanto superficiales como subterráneas, en casi todos los
conglomerados urbanos. En las zonas de explotación agrícola intensiva, el uso
descontrolado de agroquímicos contribuye a la contaminación de los recursos
hídricos.7

Historia y acontecimientos recientes


Desde 1880 hasta 1980, la empresa nacional Obras Sanitarias de la Nación
(OSN) tuvo la responsabilidad por la prestación de los servicios de agua y
alcantarillado en las principales ciudades, mientras que poblaciones más
pequeñas estaban a cargo de las Provincias, los municipios o de cooperativas
locales.
En 1980, el gobierno militar de Jorge Rafael Videla descentralizó la prestación
de los servicios de agua y saneamiento en las principales ciudades atendidas por
OSN, transfiriendo sus responsabilidades a los gobiernos provinciales. Cada
provincia adoptó su propio modelo de prestación de servicios (municipal,
empresa pública, cooperativa u otros). La única excepción estaba el área
metropolitana de Buenos Aires, que continuó siendo atendida por OSN.

La transformación del sector en los años '90

Entre 1991 y 1999, bajo el gobierno de Carlos Menem, y como parte de uno de
los programas de privatización de servicios públicos de mayor envergadura en el
mundo, se inció un proceso de transformación del sector incluyendo la
participación del sector privado, la comercialización de empresas públicas y la
creación de entes reguladores autónomas al nivel provincial.

La privatización

En los años 90 se suscribieron concesiones de agua y saneamiento con el sector


privado en el 28% de las municipalidades, cubriendo al 60% de la población del
país.11

La primera concesión fue la de la provincia de Corrientes, en el año 1991,


cuando se le delegaron los servicios a Aguas de Corrientes SA. Sin embargo la
concesión con mayor visibilidad fue suscrita en 1993 para el área metropolitana
de Buenos Aires con un consorcio liderado por la firma francesa SUEZ[1], que
luego dió origen a la empresa Aguas Argentinas SA. Otros consorcios, liderados
por la misma empresa, se hicieron cargo de los servicios de las ciudades de
Santa Fe, Rosario y otras en la provincia de Santa Fe (Aguas Provinciales de
Santa Fe SA), y de los servicios de agua potable en la ciudad de Córdoba (Aguas
Cordobesas SA), mientras que un consorcio liderado por Vivendi, hoy Veolia
[2], se hizo cargo de los servicios de la ciudad de Tucumán (Aguas de Tucumán
SA) y otro liderado por Saur [3], de la ciudad de Mendoza (Obras Sanitarias de
Mendoza SA)[4]. Varios distritos de la Provincia de Buenos Aires pasaron a ser
servidos por una empresa del grupo Enron Azurix Bs. As. SA, mientras que
otros consorcios de empresas locales se hicieron cargo de los servicios en
distintas provincias como Santiago del Estero (Aguas de Santiago SA)], Salta
Aguas de Salta SA, Formosa (Aguas de Formosa SA), La Rioja Aguaslar SA y
Misiones (Servicio de Aguas de Misiones SA) y otros de algunas ciudades de la
Provincia de Buenos Aires como Pilar Sudamericana de Aguas SA, Campana
Aguas de Campana SA y Balcarce (Aguas de Balcarce SA).

La comercialización y el cambio de la “Cultura del no pago”

Con las políticas de eficientización de la prestación de los servicios de agua y


saneamiento, traducidas en la concesión de los mismos a la gestión privada y a
la reconversión de organismos estatales en Sociedades Anónimas o del Estado,
las empresas se encontraron con la tarea de modificar una "cultura del no pago".

En los procesos de transformación del sector se incluyeron en los Pliegos de


Licitación una serie de medidas tendientes a superar ésta cultura, como son: el
cambio de gestión del servicio en lo institucional y comercial, la posibilidad del
corte por mora y la implementación de los sistemas de medición, que permiten
la facturación por lo consumido, dándole al cliente una clara señal de que ahora
abona por un servicio del cual ha hecho uso.7

La introdución de la regulación autónoma

Una de las ganancias de la política de transformación del sector en los años ’90,
en términos institucionales, ha sido la separación de los roles de fijación de
políticas, regulación y control y prestación de los servicios. Entonces el Estado
se había reservado las funciones de formulación de las políticas sectoriales y la
regulación y el control de las concesiones, delegando la prestación, en algunos
casos, a empresas privadas.

En la Argentina se adoptó el modelo de regulación por agencia en el que la


regulación está a cargo de una agencia especializada (ente regulador), autónomo
y autárquico, a cargo del control del cumplimiento de la normativa vigente y la
regulación de la prestación de los servicios.7

El impacto de la transformación del sector

Varios trabajos que se han publicado en los últimos años, al momento de evaluar
el impacto de la política de transformación del sector en la Argentina, y
particularmente el impacto de la participación del sector privado, coinciden en
resaltar el logro de notables mejoras en la calidad de los servicios, en la
cobrabilidad, en las inversiones y en la atención a los usuarios y en la
infraestructura, comparados con los años en los que el Estado era el principal
prestador. Sin embargo el común denominador de las concesiones fue el
incumplimiento de las condiciones pactadas y las sucesivas renegociaciones
contractuales, ya sea para aumentar las tarifas o bien para disminuir las
obligaciones de inversión.12 Muchos de estos incumplimientos fueron una
consecuencia de la crisis económica de 2001.

Respecto a la calidad de los servicios se priorizaron las acciones de preparación


y puesta en marcha de programas de inspección, rehabilitación y mantenimiento,
regulación de presiones, reducción de pérdidas físicas e implantación de
procesos de control. Las áreas comerciales reflejan mejoras en los sistemas de
facturación y recaudación, actualización de catastros de clientes, reclasificación
e incorporación de nuevos clientes, sistematización y descentralización de la
información y una mejor atención a las demandas y reclamos de los clientes.
Gran parte de estas mejoras se alcanzaron por medio de prácticas administrativas
simples que no demandaron grandes inversiones o la incorporación de
tecnologías de alta sofisticación.7

La mejor en la calidad de los servicios parece haber tenido un cierto impacto en


la calidad de vida de una parte de la población, pues estando a un estudio
realizado en 2002 que evaluó el impacto de la privatización sobre la mortalidad
infantil con base en datos generados por una encuesta domiciliaria, se podría
afirmar que durante el período 1991-1997, ésta se redujo 5 a 7 por ciento más en
áreas privatizadas que en aquellas que continuaban bajo el control público o en
manos de cooperativas. Dicha encuesta también encontró que el efecto era aún
mayor en las zonas más pobres (24%). Los autores estiman que la razón
principal de esto radica en la expansión del acceso al agua, la cual se concentró
en las áreas que, previo a la participación del sector privado, habían quedado
desatendidas. Por ejemplo, mientras la empresa estatal (OSN) había invertido
US$ 25 millones por año en sus 10 últimos años, Aguas Argentinas SA aumentó
la inversión anual promedio a US$ 200 millones por año entre 1993 y 2000.13

El caso de Aguas Argentinas en Buenos Aires

El mayor y más conocido caso de participación privada en el sector argentino de


agua potable y saneamiento fue la concesión de Buenos Aires, que fue firmado
en 1993 y rescindido en 2006. Todavía sus consecuencias resultan polémicas y a
comienzos de 2008 un caso queda pendiente ante el ante el Centro Internacional
de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). Críticos de la
concesión resaltan que el concesionario no cumplió con sus obligaciones
previstas en el contrato. Cuando el gobierno rescindió el contrato en 2006,
argumentó que Aguas Argentinas falló en ejecutar sus funciones en cuanto a
expansión de cobertura y calidad. Según el gobierno, el agua destribuida
contenía altos niveles de nitrato y el concesionario no cumplió ni con las normas
de presión ni con la construcción de centrales de abastecimiento de agua.14 Por
otra parte, defensores de la participación privada opinan que la congelación de
tarifas durante la devaluación del peso redujo de manera evidente el valor real de
ventas y por eso dificultó alcanzar las metas originales.

Un factor que puede haber contribuido al término anticipado de la concesión fue


su preparación precipitada. Alcázar y otros enumeran características que señalan
un proceso urgente:15

1. La agencia de regulación ETOSS (Ente Tripartito de Obras de Servicios de


Saneamiento) fue fundada en poco tiempo como parte del proceso de
participación privada y entonces careció de experiencia.
2. La información disponible en el contrato de concesión fue tan incompleta que el
gobierno argentino se negó a asumir la responsabilidad de aquella información.
Esto puede haber llevado al concesionario a aceptar en espera de una futura
renegociación.16
3. En vez de introducir un nuevo y más transparente sistema tarifario, se adoptó el
sistema antiguo de OSN.

Además, en la toma de decisiones la agencia de regulación fue circunvalada


reiteradamente, por ejemplo cuando el contrato fue renegociado en 1997. De esa
manera, ETOSS fue debilitado más.17 El contrato de concesión garantizó a
Aguas Argentinas recibir dólares a la tasa de cambio 1:1, también después de la
devaluación del peso. Solanes señala que esta práctica impide que el
concesionario busque financiamiento en mercados locales para evitar los riesgos
de fluctuación de tipos de cambio. Según Solanes, además las necesidades de la
población pobre no estaban representadas en el contrato. No se contempló
subsidios para los pobres ni la expansión de cobertura fue fomentada, ya que
conexiones nuevas no fueron asequible a muchas personas y usuarios nuevos
deberían pagar para la expansión de la infraestructura.18
De acuerdo con SUEZ, durante los trece años que duró su concesión para
Buenos Aires, se extendió la cobertura de los servicios de agua a 2 millones de
personas, y la del saneamiento a 1 millón de personas. Luego de la crisis
económica del 2002, ya no fue posible mantener ese nivel de inversión, por lo
que se recurrió a un “modelo de gestión participativo”, implementado entre el
Estado, los Municipios y Aguas Argentinas, que benefició con conexiones
domiciliarias de agua potable a unos 100.000 habitantes de vecindarios pobres y
barrios marginales del gran Buenos Aires, entre los años 2003 y 2005.19

El caso de la Provincia de Salta

El gobierno de la Provincia de Salta inicio una reforma del sector de agua


potable y saneamiento en 1996. Mientras que muchas otras provincias y
municipios argentinos buscaron la participación del sector privado para mejorar
los servicios de agua y saneamiento en la misma época, el caso de Salta tiene
algunas características especiales.20

La primera diferencia es que el gobierno de Salta se reunió con varios


municipios y organizaciones de usuarios para discutir los beneficios y los
riesgos de las concesiones antes de realizar la subasta. Este proceso consultivo
continúo con el concesionario después de que el contrato se firmara. Segundo, el
gobierno considero que los servicios de agua y saneamiento en localidades
pobres no debían ser financiados únicamente a través de tarifas y decidió
subsidiar inversiones además de subsidiar al consumo. Tercero, la agencia
reguladora permitió a los concesionarios proporcionar servicios de menor
calidad en áreas aisladas y poco rentables para servicios convencionales. Cuarto,
la agencia reguladora incrementó la tarifa antes y después de la crisis económica
de 2001. Estos incrementos fueron menores que aquellos que hubieran sido
necesarios sin ayudas al consumo o niveles de servicio flexibles. Por ultimo, el
gobierno “ignoro el paradigma tradicional de permitir pujar en la subasta solo a
compañías con notable experiencia en agua potable y saneamiento”. Esta
política habia favorecido a grandes compañías multinacionales. Sin embargo, en
Salta la empresa argentina constructura MECON S.A., con experiencia en
carreteras de peaje y en el sector eléctrico, gana la subasta y subcontrata con la
empresa estatal de servicios públicos brasileña SANEPAR para asistencia
técnica en el tema de agua.20

Esta concesion privada contribuyó a un incremento substancial en el acceso a


agua potable y saneamiento desde el momento de la concesión en 1999 hasta
2005. También proporcionó un descenso significativo en los cortes del servicio y
se mejoró la atención al cliente. Trece municipios mas se unieron al contrato
cuando los beneficios se materializaron, incrementando el número de municipios
abastecidos por el concesionario a 56.20

Mientras muchas otras concesiones privadas en Argentina rescindieron durante


la crisis económica de 2001, la concesión en Salta sobrevivió, aun con algunos
problemas. En febrero de 2008, la agencia reguladora inicio un procedimiento
penal contra el concesionario debido a que su planta de tratamiento de aguas
negras en el Río Arenales no estaba funcionando debidamente.21
La renacionalización

Cuando se abondonó la convertabilidad del peso argentina con el dólar


estadounidense, las tarifas fueron convertidas de dólares a pesos devaluados e
inmediatamente congeladas. Los operadores que estaban endeudados en dólares
se vieron en serias dificultades al percibir sus ingresos por tarifas a un tercio de
lo esperado, debido a la devaluación. La situación además se fue deteriorando
con el tiempo, pues las tarifas fueron congeladas mientras los costos operativos
fueron aumentando por efectos de la inflación.

Dos concesiones cayeron antes de la crisis de 2001: la de la Provincia de Buenos


Aires y la de Tucumán. Luego de la crisis, bajo el gobierno de Néstor Kirchner,
casi todas las concesiones entraron en crisis por la devaluación, el
congelamiento de las tarifas y el aumento de costos por la inflación. Se abrió así
una masiva instancia de renegociación de concesiones, no solo del sector de
agua y saneamiento sino de todos los sectores de servicios públicos concedidos.
Como resultado de estas renegociaciones, muchas concesiones fueron
canceladas y la responsabilidad por la prestación de esos servicios volvió a
manos del Estado. Las renegociaciones que fracasaron dieron origen a reclamos
en el tribunal del CIADI.22

En el caso del área metropolitana de Buenos Aires se creó por ley una empresa
bajo la forma de sociedad anónima, de propiedad mayoritaria del Estado
Nacional, llamada Agua y Saneamientos Argentinos, la que se hizo cargo de la
prestación de los servicios en 2006.23 Al principio del año 2008, el gobierno de
la provinicia de Mendoza anunció que está interesado en aumentar el control
sobre la empresa Obras Sanitarias de Mendoza (OSM), de la cual mantiene el
20%, comprando el 20% de la compañía que posee Saur International.24

Con la vuelta de la prestación de algunos servicios a manos del Estado se logró


conservar las agencias reguladoras. En el caso del área metropolitana de Buenos
Aires se crearon por ley dos agencias, una a cargo de la planificación y otra a
cargo del control de los servicios.25 Si bien su creación por ley representó una
jerarquización respecto a la situación anterior, dicha norma no alcanza a delinear
adecuadamente los roles entre el Estado y las agencias, las que a su vez han
perdido autonomía. Por otra parte buena parte del personal capacitado fue
absorbido por la empresa, dejándolas con escaso personal calificado, lo que
dificulta el accionar regulatorio.

Agua + Trabajo

El gobierno ha adoptado posteriormente de la crisis un programa para ampliar


los servicios e agua potable en La Matanza, provincia de Buenos Aires, mediante
el proyecto “Agua más trabajo”, basado en la participación de pequeñas
cooperativas de trabajadores locales para la ejecución de las obras.26 Hasta el
junio 2007 se inviriteron $101m para el beneficio de 741.000 habitantes.27 Este
programa esta usando aspectos del "modelo de gestión participativo” introducido
en la época de la empresa privada Aguas Argentinas.

Acontecimientos recientes
En 2008 se puso en marcha una nueva estrategia de mejoramiento de la
infraestructura sanitaria del área metropolitana de Buenos Aires, que concentra a
más de un tercio de la población del país. La misma consiste en la construcción
de grandes conductos en las márgenes de los ríos (Río de la Plata y Riachuelo),
destinados a recoger los efluentes que llegan a través de los conductos de
alcantarillado sanitario y pluvial. Estos efluentes serán concentrados en dos
puntos desde los cuales se inyectarán al Río de la Plata mediante emisarios de 5
km de longitud más 2 km de difusores. Así se espera mejorar la calidad de las
aguas costeras, inyectando los efluentes a mayor distancia de la costa respecto a
la situación actual. Esta estrategia se basa en la dilución como método de
tratamiento, aprovechando el gran caudal del Río de la Plata (del orden de los
22.000 m³/s promedio) y su alto contenido de oxígeno disuelto (8 mg/L),
dejando para una etapa posterior la resolución de la contaminación con metales
pesados, hidrocarburos y otras sustancias no diluibles. Recientemente se inició
el proceso de licitación para la construcción de las obras principales de este
nuevo plan.[7]

Responsabilidad por el abastecimiento de agua y


el saneamiento
Políticas y regulación

Siendo la Argentina un país federal, las provincias tienen a su cargo la


responsabilidad de formular las políticas del sector y establecer las normas en su
zona de competencia. Las instituciones suelen ser débiles y propensas a la
interferencia política, lo que dificulta la aplicación de las normas. La autonomía
de las provincias resulta en una gran diversidad de ordenamientos institucionales
para la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento en el país,22
dificultando la generación de una visión nacional del sector.

En el ámbito nacional, a pesar de los avances recientes en cuanto a una


definición más clara de las responsabilidades, el marco institucional continúa
careciendo de coherencia y la coordinación entre los actores federales es
deficiente. La Subsecretaría de Recursos Hídricos, a través de la Secretaría de
Obras Públicas, propone las políticas del sector ante el Ministerio de
Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, encargado de aprobarlas.
Dentro de este marco político, el Ente Nacional de Obras Hídricas de
Saneamiento (ENOHSA), una entidad descentralizada dependiente de la
Subsecretaría de Recursos Hídricos, proporciona financiamiento y asistencia
técnica a los proveedores de servicio. Por otra parte asesora a la Secretaría de
Obras Públicas, influyendo de hecho en la política sectorial. Recientemente se le
ha otorgado al ENOHSA la facultad de ejecutar directamente obras de
infraestructura. Esto ha suscitado cierta confusión entre sus funciones de
hacedor de políticas, distribuidor de recursos y ejecutor de obras.

No existe aún una ley nacional de agua y saneamiento, aunque algunas


provincias ya tienen la suya. Esto dificulta la definición de una política nacional
coherente en lo que se refiere a financiamiento, subsidios, tarifas y normas de
servicio. La estructura federal del país y la dispersión y superposición de
responsabilidades entre los distintos organismos de gobierno dificultan aún más
el desarrollo de una política sectorial coherente.

Catorce de las 23 provincias cuentan con entes reguladores, aunque éstos suelen
tener una capacidad limitada y responsabilidades institucionales no bien
definidas. En la mayoría de los casos actúan como supervisores de los contratos
de concesión, sin cubrir a las cooperativas y los proveedores municipales.7 En el
caso del área metropolitana de Buenos Aires existen dos agencias, una a cargo
de la planificación y otra a cargo del control de los servicios.

Los reguladores de todo el país están reunidos en AFERAS, la Asociación de


Entes Reguladores de Agua y Saneamiento de la República Argentina.28

Prestación de los servicios

La prestación de los servicios de agua potable y saneamiento se realiza a través


de una amplia gama de alternativas de gestión, que varían desde la
responsabilidad total del sector público, por ejemplo en unidades operativas
dependientes de administraciones provinciales o municipales; los contratos de
gestión y los de servicios, hasta la responsabilidad privada completa, en el caso
de los contratos de concesión y los contrato BOOT, además de cooperativas y
asociaciones vecinales. A su vez los prestadores públicos presentan importantes
diferencias en su constitución, dependiendo del grado de autonomía otorgada en
los instrumentos de creación de los mismos, con respecto al titular de los
servicios que, en todos los casos, es el Estado.

En la Argentina existen unos 1.650 organismos y empresas operadoras de


servicios de agua potable y/o saneamiento, 14 de los cuales son provinciales,
pero no todos atienden a una provincia entera; otros atienden a una o más
municipalidades. Hay un fuerte predominio de las cooperativas, que son por lo
menos unas 990,29 lo que convierte al país en el de más cooperativas de agua y
saneamiento de América Latina.

Aspectos económicos
Tarifas

En 2000, los niveles tarifarios estaban altos, teniendo en cuenta la calidad baja
de los servicios. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la
tarifa media para agua y saneamiento fue de US$ 0,79 por m³ .

Existen dos métodos de tarifas en Argentina:

• El primero se basa en el sistema anterior de OSN. Estima el consumo del usuario


en base a las características de su propiedad, como por ejemplo el tamaño del
predio, el tipo de vivienda y la zona donde está emplazada.
• El segundo modelo contiene una parte fija y otra variable que se basa en el
consumo real, que se mide a través de medidores. Este último método fue
facilitado por la introducción de medidores en algunas áreas como parte de los
contratos de concesiones de los años 90.3

La importante inversión que significa la instalación de medidores domiciliarios


determina que aun en la actualidad en la mayoría de las empresas coexistan los
dos sistemas. En los sistemas de agua potable operados por Cooperativas está
generalizado el sistema de medición de consumos.7

Las tarifas históricamente han sido fijadas por el poder político correspondiente
a cada jurisdicción, aun en los casos de las empresas privadas. Ninguna empresa
tiene autonomía para fijar sus tarifas, ya que deben poner a consideración de la
autoridad de aplicación, las modificaciones tarifarias y es ésta última la que las
aprueba.7

En 2002, la factura de agua y saneamiento representaba, en promedio, el 2.1%


del ingreso familiar. La relación fluctuaba del 2.1% para el quintil superior (más
adinerado) al 3.5% para el quintil inferior (más pobre).30

Recuperación de costos y financiacion

La mayoría de los proveedores de servicio escasamente recuperan sus costos de


operación y mantenimiento, careciendo de la capacidad de financiar la
infraestructura. Los operadores - algunos privados - fueron capaces de lograr un
mayor grado de recuperación de costos y de ampliar sustancialmente sus
servicios durante los años '90. Sin embargo desde el año 2002 las tarifas han
sido congeladas y la capacidad de autofinanciamiento se ha esfumado. A partir
de entonces la mayoría de los operadores - muchos re-estatizados - dependen
casi totalmente del estado para financiar la infraestructura. Aproximadamente
dos tercios del gasto provincial en el sector agua y saneamiento a partir del 2002
ha provenido de las transferencias provenientes del tesoro nacional, y el resto de
diversos programas destinados específicamente al sector. Algo similar ha venido
ocurriendo con el gasto destinado a la protección contra inundaciones y a la
gestión de los recursos hídricos.

Cobrabilidad

La cobrabilidad de los servicios de agua potable y saneamiento aún es uno de los


problemas más serios que tienen que enfrentar los Operadores de servicios en la
Argentina. Según el informe de indicadores de gestión de ADERASA del año
2005 (datos del año 2005), la empresa municipal de Mar del Plata registraba un
atraso de dos meses en el cobro, la por entonces empresa privada de la región
metropolitana de Buenos Aires tenía un atraso de cinco meses y la también
empresa privada de Mendoza seis.

Transporte

Las rutas argentinas cuentan con 37.740 kilómetros y 600.000 kilómetros de carreteras
municipales, y la capital, Buenos Aires, se encuentra interconectada con las principales
ciudades y regiones del país. Se estima en 6,2 millones el número de vehículos que
forman el parque automotor argentino, distribuido en 4,9 millones de automóviles, 1,3
millón de vehículos de carga y 40 mil para transporte de pasajeros. El sistema
ferroviario fue privatizado a comienzos de la década de 1990, comprendiendo tanto el
transporte de carga como el traslado urbano de pasajeros. Cuenta con alrededor de
35.753 kilómetros operativos (en el 2005) de líneas férreas (en total existen unos 40.245
kilómetros de ferrovías, pero muchos tramos han quedado abandonados en las etapas:
1963, 1977, y la década del 1990).

Argentina cuenta con alrededor de 11.000 kilómetros de vías navegables.50 La red de


hidrovías, compuesta por los ríos de La Plata, Paraná, Paraguay y Uruguay. Los
principales puertos fluviales son los de Zárate y Campana. La mayoría de los productos
importados por la Argentina llega al país por vía marítima. Los principales puertos son
los de: Buenos Aires, La Plata-Ensenada, Bahía Blanca, Mar del Plata, Quequén-
Necochea, Comodoro Rivadavia, Puerto Deseado, Puerto Madryn y Ushuaia. El puerto
de Buenos Aires es el primero en importancia, siendo responsable por una cuota
considerable del intercambio comercial argentino.

El Aeropuerto Internacional de Ezeiza, a unos 35 km del centro de Buenos Aires, es el


más grande del país y dispone de instalaciones para manejo y almacenaje de carga. La
compañía Aerolíneas Argentinas, privatizada en 1990, realiza vuelos nacionales e
internacionales. Existen, también, diversas líneas aéreas domésticas. Las principales
compañías aéreas internacionales utilizan Buenos Aires como destino o escala en sus
rutas51

Ciencia y tecnología
Cinco argentinos han sido galardonados con Premios Nobel. Tres de ellos vinculados
con la ciencia: el Premio Nobel de Medicina fue otorgado a Bernardo A. Houssay,
primer Nobel científico Latinoamericano, mismo galardon el cual recibió César
Milstein, y el Premio Nobel de Química a Luis Federico Leloir. En tanto, el Premio
Nobel de la Paz fue entregado a Carlos Saavedra Lamas así como a Adolfo Pérez
Esquivel.

La Argentina ha construido satélites, ofrece su propio modelo de central nuclear


compacta de cuarta generación y provee de pequeños reactores nucleares a diversos
países gracias a su empresa pública INVAP. En temas como la informática, la
nanotecnología y la biotecnología se desarrollan programas bien estructurados que
tienden a concentrar esfuerzos y dar sentido a las capacidades que se desarrollan.52
También construye helicópteros, maquinarias agrícolas, produce el ciclo completo de
energía nuclear y tiene un misil antibuque en fase final.

El principal organismo de investigación científica en la Argentina es el Consejo


Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Se trata de una
institución estatal, dependiente del gobierno nacional, en el ámbito del Ministerio de
Ciencia, Tecnologia e Innovacion Productiva (que fuera creado por la presidenta
Cristina Fernández en 2007). El CONICET cuenta con una Carrera de Investigador y
está organizado en Institutos, que gozan de autonomía temática y científica y en el 2006
congrega a un conjunto de casi 10.000 personas dedicadas a la investigación científica y
tecnológica.

En 1995, la UNESCO eligió a la Argentina como la sede para instalar el Observatorio


Pierre Auger en Malargüe, provincia de Mendoza, el cual comenzó a funcionar en 2005.
Se trata de un emprendimiento conjunto de más de 20 países en el que colaboran unos
250 científicos de más de 30 instituciones, con la finalidad de detectar partículas
subatómicas que provienen del espacio exterior denominadas rayos cósmicos.

Entre algunos de los más eminentes avances en materia de desarrollo armamentístico se


cuenta el misil AS-25K, uno de los últimos desarrollos de CITEFA, (Instituto de
Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas) y se presentará en
versiones aire-mar y aire-superficie.

Los principales problemas que afrontan la ciencia y la tecnología en el país son: baja
inversión en ellas con respecto al nivel internacional, fuga de cerebros debida a que los
profesionales encuentran mejores oportunidades laborales en el exterior; y políticas de
innovación incipientes y desarticuladas.52 . Según datos del 2005,53 con relación al PBI,
el sector público aporta el 0,30% al sector de ciencia y tecnología, mientras que el
privado aporta el 0,16%, sin embargo el futuro es prometedor puesto que la
participación del sector privado en las actividades científicas y tecnológicas se viene
incrementando desde el año 2002.54

Medios de comunicación
Telecomunicaciones

El servicio de comunicaciones telefónicas fue privatizado en 1990 bajo el gobierno de


Carlos Menem.55 Hay 8,3 millones de líneas telefónicas instaladas, en una proporción de
23 líneas para cada grupo de 100 habitantes. La telefonía móvil abarca al 75% de la
población (28,5 millones de personas).56 Este número elevado se debe en parte a que
personas de bajo nivel adquisitivo pudieron en los últimos años acceder a los planes de
pago. El servicio postal, que cubre todo el país, es de propiedad mixta (privada y
estatal). El principal exponente del sector es el Correo Argentino. Hay casi 1500
estaciones de radio, de las cuales 260 son AM, aproximadamente 1150 son FM51 . Las
principales señales televisivas que transmiten desde Buenos Aires son: Canal 13,
América TV, Telefe, Canal 9 y Canal 7, siendo este último de propiedad estatal y el
único de alcance totalmente nacional.57 También tiene un canal educativo y estatal
Encuentro. Asimismo Argentina se destaca por la gran cantidad de canales de televisión
por cable. Según datos de 2001, la gran mayoría de los hogares posee televisión y el
54% cuenta con TV por cable51 , una de las penetraciones más altas de América
Latina.58 A fines de 2002, Argentina contaba con 3,8 millones de computadoras51 . En
2005 la disponibilidad de internet alcanzó al 26,3%59 de la población con más de 10
millones de usuarios y las conexiones por banda ancha en 2006 llegaron a 1.043.289
(penetración sobre el 2,7% de la población),60 siendo una de las tasas más altas de la
región.

Diarios

Circulan en la Argentina más de 200 diarios51 , siendo los principales publicados en


Buenos Aires : Clarín (el de mayor circulación)61 y La Nación.

Población
Distribución poblacional

La Argentina es a menudo descrita como un país macrocefálico,62 63 debido a la alta


concentración económica y poblacional en el Gran Buenos Aires, el área metropolitana
formada en torno a la ciudad de Buenos Aires. Con sus doce millones de habitantes, es
el principal centro urbano del país, concentrando un 33% de la población y un 40% del
producto bruto en apenas un 0,14% del territorio. El Gran Córdoba y el Gran Rosario
son las principales áreas metropolitanas después del Gran Buenos Aires, pero cuentan
con una población casi 10 veces menor.

Las aglomeraciones más pobladas del país, de acuerdo a los datos de 2001 son:

1. Gran Buenos Aires (11.453.725 hab.): con centro en Buenos Aires, es el centro
político, económico y cultural del país. Por su puerto se realiza gran parte del
intercambio comercial de la Argentina con el resto del mundo.
2. Gran Córdoba (1.368.109 hab.): con centro en la ciudad de Córdoba es un
importante centro industrial, comercial y cultural en el centro del país.
3. Gran Rosario (1.159.001 hab.): con centro en la ciudad de Rosario, es el
principal puerto fluvial del país, concentrando el movimiento de granos de una
vasta zona de la Pampa Húmeda. Es también un activo centro cultural, industrial
y financiero.
4. Gran Mendoza (846.904 hab.): con centro en la ciudad de Mendoza, agrupa las
actividades agroindustriales de un importante valle vitivinícola y frutal en el
oeste del país.
5. Gran San Miguel de Tucumán (736.018 hab.): con centro en San Miguel de
Tucumán, es la principal urbe del norte argentino, que se desarrolló en torno a la
industrialización de la caña de azúcar.

Otras importantes ciudades son La Plata (centro administrativo de la provincia de


Buenos Aires), Mar del Plata (importante puerto pesquero y balneario), Salta, Santa Fe
de la Vera Cruz, San Juan (desarrollada a través de la industria del vino), Resistencia
(mayor urbe del Nordeste argentino) y el aglomerado Neuquén - Plottier - Cipolletti
(mayor urbe de la Patagonia).

Demografía

La población de la Argentina censada en noviembre de 2001 ascendía a 36.260.130


habitantes (el 0,59% de la población mundial). Aunque la posterior corrección de
población por cobertura y conciliación censal que realizó el INDEC llevó a la población
a 37.282.970 habitantes64 en el mismo período. La poblacion estimada para 2008 es de
39.745.613 habitantes,65 con una densidad media de 14 hab/km² (sin considerar la
superficie reclamada de la Antártida Argentina e Islas del Atlántico Sur).

El ritmo de crecimiento poblacional66 viene descendiendo con el correr de las décadas.


Así en el período 1981-1991, la tasa de crecimiento medio anual fue de 14,7‰ y en el
decenio 1991-2001, apenas del 10,1‰.

El país registró en los comienzos del siglo XX altas tasas de crecimiento poblacional,
debido a los procesos de inmigración sumado a un alto crecimiento vegetativo que
durante este siglo se vio estabilizado y en continuo descenso (a excepción del
quinquenio 1970-1975). Desde la década del 60´ aproximadamente, el crecimiento total
es el resultado de la diferencia entre la tasa bruta de natalidad y la tasa bruta de
mortalidad.

Debido de la evolución de las tasas de mortalidad y el flujo migratorio internacional, el


índice de masculinidad muestra un constante descenso desde mediados del siglo XX: de
105 varones por cada 100 mujeres a 94,9 por cada 100 para 2001. Del total de la
población (según el censo de 2001) un 51,3% son mujeres y un 48,7% son varones.

Una característica que refleja a la población argentina es su envejecimiento. Se


considera internacionalmente que una población es envejecida cuando el grupo de edad
de 65 años y más supera el 7% de la población total. El país alcanzó esta cifra en 1970.
Históricamente y debido a las relativas bajas tasas de natalidad y de crecimiento
poblacional comparadas con las de otros países de América Latina, han hecho a la
Argentina el tercer país más envejecido de la región, después de Uruguay y Cuba. En
2001, la población de 14 años o menos fue del 27,7% y la población entre 15 a 64 años
del 62,4%. La población de 60 años o más alcanzó el 13,4% y la de 65 años o más, el
9,9% y las estimaciones para 2005 del INDEC arrojan valores de 13,8% y 10,1%
respectivamente.

El fenómeno de la emigración que se hizo presente por el colapso económico de 2001,


hizo que miles de argentinos emigraran en busca de mejores perspectivas económicas;
la mayoría habría partido rumbo a Europa, sobre todo a España e Italia y también hacia
Estados Unidos.67 68 69 Emigraciones semejantes habían tenido lugar en distintos
períodos (sobre todo entre 1976 y 1983), debido a las reiteradas crisis económicas y a la
dictadura militar. Según los resultados que el INDEC obtuvo del último censo de 2001,
el saldo migratorio fue negativo en el quinquenio 1995-2000 y lo mismo estimó para el
quinquenio 2000-2005 revirtiendo así el histórico saldo positivo del país.70

Desde hace varios años y de forma consecutiva, la Argentina viene liderando el Índice
de Desarrollo Humano en América Latina. El último informe publicado en 2007 por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lo consolida una vez
más como el país con mejor calidad de vida de la región con un índice de 0,869. A nivel
mundial se sitúa en el puesto 38 dentro de los 177 países que participan en el ranking, y
dentro de los 70 catalogados según el indicador como de “alto desarrollo humano”.

Salud
La Argentina se encuentra en el puesto 49 de 191 países, por su desempeño general del
sistema de salud según un informe de la Organización Mundial de la Salud.71

La salud se conforma del sistema de salud público, el sistema de obras sociales y el de


la salud privada.72 Alrededor de un 37,6% de la población se atiende por el sistema
público y un 51,52% por obras sociales.

El Ministerio de Salud de la Nación es el encargado de la regulación de programas


abocados a la tarea. En la actualidad, cuenta con doce proyectos activos,73 entre ellos,
propuestas antitabaco, lucha contra el SIDA y programas contra el dengue.

El porcentaje del gasto en salud correspondiente al PBI fue de un 8,9% en 2003.74


Además, el país cuenta con una proporción favorable de 3,01 médicos por cada mil
habitantes.75

De las enfermedades que pueden ser prevenidas por vacunación, se presentan casos de
Parotiditis, Tos ferina y Tétano,76 con ningún caso de fiebre amarilla.

Las enfermedades que más afectan a la población incluyen el Mal de Chagas, el SIDA y
la tuberculosis. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) incluyó
en los Objetivos de Desarrollo del Milenio para la Argentina dos metas con referencia a
estas enfermedades:77

META 12. Haber detenido e iniciado la reversión de la propagación del VIH/SIDA en el 2015

PNUD

META 13. Reducir la incidencia de la tuberculosis un 8% anual y la tasa de mortalidad por


tuberculosis un 10% anual, y haber certificado la interrupción de la transmisión vectorial de
Chagas en todo el país en el año 2015

PNUD

El Mal de Chagas tiene incidencia entre 2,5 y 3 millones de argentinos


aproximadamente que la padecen77 ,78 y afecta en general a la población con bajo poder
adquisitivo. Sin embargo, los logros han sido importantes en la década anterior: se ha
producido una disminución de 6,3% a 1,9% en el periodo 1992-200077 .

Respecto a la tuberculosis, ha ido en descenso desde 1980. La tasa de incidencia en


2000 fue casi la mitad de la de aquél año y el número de casos se redujo un 28% en ese
período. Entre 1990 y 2000, la tasa de mortalidad por tuberculosis bajó de 4,2 a 2,1 por
cada 100 mil habitantes77 .

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), con alrededor de 130.000


infectados79 80 , es otra enfermedad propagada en el país. El SIDA se diagnosticó por
primera vez en la Argentina en 1982, y la enfermedad ha ido en avance desde entonces.
La magnitud de la epidemia afecta de manera desigual a las distintas regiones del país;
el 80% de los casos notificados al Programa Nacional corresponden a la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires y a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba80 .
El Ministerio de Salud ha iniciado una campaña para la lucha contra el SIDA, con los
objetivos de informar acerca de la enfermedad y proveer condones y análisis
gratuitamente.81 Una de las motivaciones podría ser que según ONUSIDA, un 65% de
los infectados desconocería su situación serológica.80

El descenso lento pero sostenido de la tasa bruta de natalidad llegó a un valor de 17,9‰
en 2006.82 La tasa bruta de mortalidad ha presentado desde mediados del siglo XX, una
tendencia descendente y ha llegado a estancarse en los últimas décadas. El valor de
2006 fue del 7,5‰, siendo las tres principales causas de mortalidad por importancia:
enfermedades del sistema circulatorio, tumores malignos y enfermedades del sistema
respiratorio.83 Para el quinquenio 2005-2010, se estima un tasa de natalidad del 17,5‰,
una tasa de mortalidad del 7,8‰ y un crecimiento poblacional total del 9,7‰, debido a
un saldo migratorio nulo.84

La esperanza de vida alcanzó en 2001 los 73,8 años (Varones: 70 años y Mujeres 77,5
años).85 En el quinquenio 2005-2010 se estima un valor de 75,24 años (Varones: 71,56
años y Mujeres: 79,06 años).84 El constante crecimiento de la esperanza de vida se debe
en parte a la notable disminución de la tasa de mortalidad infantil que alcanzó valores
de 63,1‰ en 1970 hasta un 12,9‰ en 2006.82

La tasa global de fecundidad, número medio de hijos por mujer, era de 3,15 en el
quinquenio 1980-1985, de 2,9 en el 1990-1995, de 2,35 en el 2000-2005 y un estimado
de 2,25 entre 2005-2010.84

Las variables demográficas y de salud, no son homogéneas entre las distintas


jurisdicciones del país.86 87 Es así como la ciudad de Buenos Aires - aglomerado urbano
más envejecido del país - presenta una conformación demográfica similar a la de los
países europeos distinguiéndose del resto del país: la tasa anual media de crecimiento
poblacional entre 1991 y 2001 fue prácticamente nula; en 2001, la tasa de natalidad
apenas alcanzó el 13,9‰ y la tasa de mortalidad el 11,1‰ con un crecimiento
vegetativo de apenas el 2,8‰. La población de 14 años o menos representó el 17,5%,
valor similar al de la población de 65 años o más de 17,3%. La tasa global de
fecundidad fue de 1,8 hijos por mujer, (por debajo del nivel de reemplazo), siendo la
única jurisdicción del país que ostenta este fenómeno.

Luego están las provincias más pobladas como las de Buenos Aires, Córdoba, Entre
Ríos, La Pampa, Mendoza y Santa Fe, que en general presentan variables demográficas
concordantes con la de la media nacional. En otro orden, se encuentran las provincias de
Catamarca, Chaco, Chubut, Corrientes, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Neuquén,
Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santiago del Estero y Tucumán que a
nivel general y con variaciones entre las mismas, presentan valores por sobre la media
nacional: tasas de natalidad que bordean o sobrepasan el 20‰ y bajas de tasas de
mortalidad. En 2001, en ellas, la población de 14 años o menos superó el 30% y la de
65 años o más, osciló entre el 5,2% y el 7,9%. En varias de estas provincias la cantidad
de hijos por mujer supera el valor de 3, como en la provincia de Misiones (3,7), la más
alta del país. La tasa anual media de crecimiento entre 1991 y 2001 de las provincias de
Catamarca, La Rioja, Salta, San Luís y Santa Cruz superaron ampliamente el 20‰, el
doble de la media nacional (10,1‰).

La mortalidad infantil también muestra heterogeneidad. Así, en 2001 la tasa de la ciudad


de Buenos Aires de 9,6‰ contrastó fuertemente con el 28,9‰ de la provincia de
Formosa o el 24,5‰ de Tucumán. La esperanza de vida de todas las jurisdicciones
superó los 70 años, pero también existen diferencias entre el valor de la ciudad de
Buenos Aires (75,9 años) que tuvo casi 6 años más de esperanza de vida que la
provincia de Chaco (70 años). Otro caso particular, como el de la ciudad de Buenos
Aires, es el de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur,
donde la tasa anual media de crecimiento entre 1991 y 2001 fue de 36,5‰ (la más alta
del país) que se explica por el aporte migratorio que ha recibido esta provincia, ya que
la tasa de natalidad es del 17,9‰; la población de 65 años o más de 3% es la más baja
del país y presenta un nivel de esperanza de vida de 74,8 años y la segunda menor tasa
de mortalidad infantil del país de apenas 10,1‰.

El aborto en la Argentina es ilegal, salvo cuando se practica para "evitar un peligro para
la vida o la salud" de la mujer o si el embarazo proviene de una violación o de "un
atentado al pudor de una mujer idiota o demente".88 El Código Penal Argentino, castiga
con 1 y 4 años de prisión tanto a la mujer que se lo practica como a la persona que
realizó el procedimiento.89 El Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación
Responsable, que fue aprobado por ley en 2002 garantiza el suministro gratuito de
preservativos, anticonceptivos hormonales orales e inyectables y el dispositivo
intrauterino (DIU), así como también la píldora del día después en hospitales y centros
de atención primaria.90 El Ministerio de Salud estima que se realizan entre 400.000 y
500.000 abortos anuales a nivel nacional.91 El aborto es la principal causa de muerte
materna en el país,92 así la tasa de mortalidad materna en 2006 fue de 4,8 por cada
10.000 nacidos vivos.82

Composición étnica

La actual población argentina, es el resultado de la descendencia directa de distintas


oleadas de inmigrantes, principalmente de Europa y también del mestizaje de estos con
una minoría mestiza e indígena originarias del período colonial. Al igual que Australia,
Canadá o Estados Unidos, la Argentina es considerada como un país de inmigración,93
cuya sociedad ha sido influida en buena medida por un fenómeno inmigratorio masivo,
que tuvo lugar a partir de mediados del siglo XIX.

El 90% de la población es de raza blanca, con un 85% de descendientes de europeos.94


(principalmente de italianos y españoles). Argentina tiene relativamente pocos mestizos
(personas de origen mixto europeo e indígena), llegando a sólo el 8,6%; y la población
indígena pura sólo representa el 0,5 %95

Inmigracion Europea

La inmigración europea es fomentada por la Constitución Argentina de 1853 bajo la


base del precepto alberdiano, de gobernar es poblar, destinada a generar un tejido social
rural y a finalizar la ocupación de los territorios obtenidos mediante una campaña
militar contra los indígenas denominada Conquista del Desierto.

A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, en general América y, en el sur, en
especial Argentina y Brasil, despertaban la esperanza de todos los deseosos de encontrar
seguridad o prosperidad, alejándose de la adversidad de la guerra, la persecución racial
o política y el infortunio económico.

En aquel momento la inmigración que ingresó a la Argentina se desarrolló en períodos


diferenciados y por distintas causas principalmente por la primera y segunda guerra
mundial. Los inmigrantes provenían de distintos países europeos, destacándose los
italianos y españoles -siendo los italianos el grupo más numeroso- es por esto que la
cultura argentina tiene una enorme influencia de la cultura italiana, el lenguaje, las
costumbres, las tradiciones, llevan sus huellas.96 tambien se destacan los franceses,
polacos, rusos, alemanes del Volga, sirios y libaneses, otros grupos de alemanes,
checoslovacos, irlandeses, galeses, escoceses, ingleses, portugueses, yugoslavos, suizos,
belgas, escandinavos y neerlandeses.

Para tener una idea del impacto de la inmigración en la demografía argentina, hay que
señalar que entre 1830 y 1950, el país recibió alrededor de 6,5 millones de inmigrantes
europeos — la inmigración neta fue cercana a los 4 millones de europeos97 —, y se
constituyó como el tercer país receptor en América (después de los Estados Unidos y
Canadá). El primer censo nacional de 1869 arrojó un total de 1.737.000 habitantes. En
1960 el país tenía ya un poco más de 20 millones, es decir que en 90 años había
multiplicado su población inicial por 10.98

La decisión de fomentar la inmigracion no se basaba simplemente en la necesidad de


proveer al país de mano de obra que permitiese aumentar las producción de la tierra,
para cumplir el papel agroexportador que la división internacional del trabajo vigente le
asignaba; respondía también a la decisión de las élites ilustradas de modificar la
composición poblacional. Esta política se refleja en el texto del artículo 25 de la
Constitución Nacional, que establece:

El Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar


con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por
objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes.

Luego de la Segunda Guerra Mundial la gran inmigración transoceánica se redujo


considerablemente, pero los niveles históricos de la inmigración proveniente de los
países limítrofes se mantienen en la actualidad.

La composición étnica de la población varía relativamente según las regiones:

• En la región central del país, donde se concentra la mayoría de la población


nacional, la ascendencia se compone principalmente de inmigrantes europeos,
especialmente italianos, españoles, sobre todo gallegos, y en menor medida
franceses, alemanes, polacos, judíos y árabes.

• La población actual de la Patagonia argentina se formó principalmente de las


corrientes migratorias internas provenientes de la región pampeana y chilena,
como también ha sido destacada la influencia de la inmigración galesa, suiza y
alemana.

• En la región norte y noroeste del país la población con antepasados indígenas, o


españoles y africanos llegados en tiempos de la colonia, es proporcionalmente
mayor a la media nacional, en parte porque era la región más poblada antes y
durante la conquista española y porque recibió una menor influencia de las
grandes corrientes inmigratorias europeas producidas entre 1830 y 1950.

Comunidades Extranjeras

Según el censo de 2001 las comunidades extranjeras más numerosas son la paraguaya
(325.046), italiana (270.000)[6], española (254.073) [7], boliviana (233.464), y chilena
(212.419). La Argentina cuenta también con importantes comunidades árabe, judía y
armenia. La proporción de extranjeros se ha reducido pasando de un máximo del 30%
en 1914 al 4,2% en 200185 .

Pueblos Indígenas

En relación a los grupos originarios, en el área chaqueña habitan comunidades de tobas,


pilagás, wichis, chorotes, mocovíes, chanés, chulupíes y guaraníes de los grupos
chiriguanos y tapieté. En las zonas andinas de la región noroeste de país habitan
diferentes pueblos englobados actualmente en la denominación de collas, además de
diaguita calchaquíes y los huarpes en Cuyo. Las regiones patagónicas y pampeanas se
encuentran comunidades de mapuches, rankulches y tehuelches. La provincia de
Misiones cuenta con comunidades mbyá guaraníes y grupos menores de chiripás y paí
tavyterá también integrantes del pueblo guaraní.

Los pueblos originarios que constituyeron la base del mestizaje en la época colonial
estaban divididos en tres grandes grupos: los pertenecientes al grupo de la civilización
andina, principalmente diaguitas, sanavirones y comechingones; los pertenecientes a
grupo chaco-mesopotámico, principalmente la civilización guaraní, los guaycurúes y el
pueblo wichí; y los pueblos de cazadores-recolectores del sur, principalmente los
pueblos ranquel, tehuelche y mapuche.

Por medio de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-200599


basada en el Censo Nacional de Población 2001 del INDEC se contabilizaron 402.921
indígenas que habitan el país, según resultados provisionales. Esto corresponde
alrededor del 1% de la población total. Las personas censadas se reconocen
pertenecientes o descendientes de la primera generación de algún pueblo indígena.
Además, el organismo sostiene que, según los resultados, un 2,8% de los hogares
argentinos tiene al menos un integrante que se reconoce perteneciente a un pueblo
indígena.

A partir la década de 1930 emigrantes internos provenientes de las provincias norteñas y


de las zonas rurales comenzaron a desplazarse hacia los principales centros urbanos del
país —especialmente el Gran Buenos Aires— en busca de una mejor situación
económica. A partir de la década de 1960 emigrantes provenientes de los países
fronterizos, principalmente Paraguay, comenzaron a desplazarse hacia los centros
urbanos argentinos.

Urbanización

En 1869, Argentina tenía al 11% de su población en aglomeraciones urbanas de más de


100.000 habitantes, concentración cinco veces superior al promedio mundial, similar al
de los Estados Unidos y aproximadamente el doble de la concentración de la población
europea.100

En 1914, la población urbana superó por primera vez a la rural. Uno de los principales
factores del rápido crecimiento de las zonas urbanas fue la gran ola de inmigración
principalmente europea hacia los centros urbanos. En particular, hacia Buenos Aires,
Córdoba y Rosario.101

En 1960 quince ciudades tenían una población de más de 100.000 habitantes, en donde
vivía el 71% de la población urbana. Entre estas ciudades se destaca Buenos Aires, la
única que superaba los 100.000 habitantes en 1869 y que constituye uno de los ejemplos
más destacados de primacía en la urbanización.102 por entonces, las zonas urbanas de
Argentina constituían el 59% de la población, igual que en los Estados Unidos,
ligeramente superior a Oceanía (53%) y por debajo de Inglaterra, país que lideró el
porcentaje de conglomeraciones urbanas desde los inicios del siglo XIX, con 69 por
ciento.103

En 1970, Argentina alcanzó el 78,5 % en su índice de urbanización y en 1975 llegó al


80,7%. En 1990, el 86,9% de la población vivía en zonas urbanas, proceso impulsado
desde los años 1950, al igual que en toda América Latina, por el flujo de inmigración
interna de zonas rurales hacia zonas urbanas a causa de las condiciones económicas y
sociales desfavorables104

El Censo de 2001 estableció que la urbanización del país había llegado al 89,3% de la
población total66 . La Argentina presenta uno de los procesos de urbanización más
temprana entre los países latinoamericanos.

Inmigración ilegal

La inmigración ilegal es un hecho muy reciente en la demografía de Argentina, la


mayoría de los inmigrantes vienen de Bolivia y Paraguay, que son países que limitan en
el norte. Un pequeño número de inmigrantes viene de Perú, Ecuador y Rumania. Se
estima que hay cerca de 750 mil inmigrantes ilegales en el país.

Cultura
La Argentina es un país eminentemente multicultural, marcado por grandes y diversas
corrientes migratorias provenientes de todos los continentes y el intenso mestizaje entre
ellas. En Buenos Aires existen alrededor de 100 cines y 90 teatros, con una cartelera de
espectáculos sumamente abundante. La capital de argentina también se distingue en la
presentación de espectáculos o artistas de renombre internacional. Se encuentran entre
otros los centro culturales como el Borges, el Recoleta o el San Martín. El Teatro Colón
es uno de los tres teatros líricos más importantes del mundo. Otros importantes son el
Teatro Nacional Cervantes o el Teatro General San Martín.

Literatura

La literatura argentina también ocupa un lugar destacado, con exponentes de fines del
siglo XIX como José Hernández (autor de Martín Fierro, traducido a más de 70
idiomas), o del siglo XX, como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Juan Gelman, tres
de los autores más destacados de la literatura en español.

Museos

Los museos más sobresalientes son el Museo Histórico Nacional de Argentina y el


MALBA donde se hacen exposiciones de pintura y escultura. Son muy importantes
también los museos paleontológicos de la Patagonia (Trelew,105 Plaza Huincul,106 etc.);
las ruinas jesuíticas de San Ignacio, en Misiones; el Teatro Argentino107 de La Plata; la
actividad cultural veraniega en Mar del Plata y Carlos Paz durante las vacaciones; y las
fiestas y festivales populares como el festival del folclore en Cosquín (Córdoba y el
Tantanakuy en Jujuy.108

Música

El tango es un estilo musical y un baile difundido internacionalmente nacido en los


arrabales porteños, ligado fuertemente con la Argentina y Uruguay, pero sobre todo con
Buenos Aires. En este género musical se destacaron Carlos Gardel considerado como el
Rey del Tango y el marplatense mundialmente reconocido Ástor Piazzolla.

El folclore argentino reúne las manifestaciones artísticas del interior de la Argentina.


Han existido zonas en la cuales predominaba algún estilo (por ejemplo zambas, cuecas,
chacareras, chamarritas, chamamés, malambo) aunque actualmente existe una difusión
nacional de tales estilos. Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa y Soledad Pastorutti se
encuentran entre los exponentes más importantes de este género.

El «rock nacional» argentino, estilo muy arraigado entre los jóvenes de la actualidad, ha
tenido un amplio desarrollo desde fines de los años 1960 y una fuerte influencia en el
rock iberoamericano cantado en español, con exponentes destacados como las bandas
Soda Stereo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, o los músicos Charly García, Fito
Páez .

La balada romántica latinoamericana, con cantantes de fama sudamericana como


Sandro de América, la cumbia, también llamada "bailanta", con un ritmo más simple
que el modelo original colombiano, y el cuarteto (este ritmo especialmente en la
Provincia de Córdoba), son los géneros de mayor arraigo en los sectores populares.

Buenos Aires suele ser escenario de la música electrónica en América Latina y es sede
de importantes fiestas como la South American Music Conference o la Creamfields, que
con su convocatoria de más de 60.000 personas,109 se convirtió en una de las más
importantes del mundo. La ciudad, junto con Mar del Plata y Bariloche, tienen también
su propio estilo de música electrónica.

Con base en el Conservatorio Nacional de Música y el Teatro Colón, se ha desarrollado


una sólida escuela de música y danza clásicas. En la música clásica, se destacan
compositores como Alberto Ginastera, intérpretes como Martha Argerich y directores
como Daniel Barenboim. En danza clásica, se destacan Jorge Donn, Maximiliano
Guerra, Paloma Herrera, Marianela Núñez y Julio Bocca; éste último, director también
del Ballet Argentino.
Cine

El cine argentino históricamente es uno de los más desarrollados de América Latina.


Los primeros largometrajes animados, mudos y sonoros, fueron realizados por Quirino
Cristiani. En 1986, la película La Historia Oficial, dirigida por Luis Puenzo, ganó el
premio Oscar por mejor filme extranjero. Las películas argentinas han ganado además
numerosos premios internacionales, entre ellos los del festival de Goya, y los del
Festival Internacional de Cine de Berlín.

Pintura

En la pintura y la escultura, jóvenes artistas argentinos trajeron de Europa, ideas nuevas


y revolucionarias para lo conocido hasta ese momento, y le agregaron un estilo propio.
La tercera década del siglo XX, representó una etapa fundamental para el desarrollo de
la pintura, en la cual se produjeron grandes acontecimientos relacionados con nuevas
orientaciones estéticas. Es por este motivo, que el lapso comprendido entre 1920 y 1930
es considerado como el de formación de la pintura moderna argentina teniendo
exponentes como Antonio Berni, Gyula Kosice, fundador del Movimiento Madí, y Raúl
Soldi.Y el caso especial de Molina Campos. La historieta argentina también tiene
importantes representantes, de fama internacional siendo; al menos durante todo el siglo
XX el humor gráfico argentino uno de los más importantes representantes de tal tipo de
humor en el mundo, teniendo muchos una importante trayectoria nacional e
internacional, en especial Quino, Mordillo y Roberto Fontanarrosa.

También es de destacar la importante tradición de publicaciones de revistas de


historietas que han sido muy importantes dentro del mundo de la historieta en
castellano, como es el caso de Fierro.

Véase también: Pintura de Argentina, Artes precolombinas en Argentina, y Arquitectura


de Argentina

Idioma

El castellano es el único idioma oficial a nivel nacional; la provincia de Corrientes


declaró en 2004 la cooficialidad del guaraní para la enseñanza y los actos de gobierno,
aunque la misma no se encuentra reglamentada.

La amplitud del país, la existencia de distintos sustratos lingüísticos producidos por la


variedad de lenguas amerindias y las diferentes aportaciones de las lenguas vernáculas
de los inmigrantes europeos de finales del siglo XIX y comienzos del XX han dado
lugar a varias modalidades dialectales diferentes. El español rioplatense es el dialecto de
prestigio en todo el territorio y el más reconocido como variante argentina fuera del
país; está fuertemente influido por el italiano, y presenta la particularidad de ser
voseante aún en los registros más formales de la lengua. La región patagónica —
poblada mayoritariamente por inmigrantes provenientes de la región central del país—
adoptó también el uso de esta variante, con ligeras variantes fonológicas probablemente
por influjo de la inmigración chilena del siglo XX. En el noroeste del país, por un lado y
el Nordeste argentino por otro lado, la influencia del quechua y del guaraní,
respectivamente, ha dado origen a dialectos algo distintos, que a su vez presentan
variaciones subdialectales regionales. El influjo del español chileno es perceptible en la
fonología de la región de Cuyo, aunque el léxico y la gramática se han visto menos
afectados. En el altiplano andino, el español andino es el dialecto de referencia. La
provincia de Córdoba y en especial su capital provincial, posee una curva de la
entonación singular, distintiva aún a primera oída. Otros rasgos significativos del
español hablado en Argentina, aparte de los lexicales (en los que abundan italianismos,
quechuismos, guaranismos, y "araucanismos"), son el yeísmo y el uso corriente de la
expresión che. El yeísmo —pronunciación de la ll y la y como y consonante— se
encuentra muy extendido en el habla culta, con la excepción más notable del Nordeste
argentino.

El idioma guaraní (avañe'ë) cuenta con hablantes en todo el Nordeste, y especialmente


en el interior de la Provincia de Corrientes. El idioma quechua cuenta con gran cantidad
de hablantes en la provincia de Santiago del Estero donde es denominado quichua, y
también en la provincia de Jujuy, en una variedad de este idioma más similar a la que se
habla en Bolivia. En la periferia de las grandes aglomeraciones urbanas, producto de
constantes migraciones del noreste argentino, de Paraguay, Bolivia y Perú, hay
hablantes del guaraní, quechua y aimara.

En algunas zonas limítrofes con el Brasil es habitual el uso del portuñol, hibridación del
castellano de Argentina con el portugués de Brasil. Diversas comunidades de
inmigrantes e hijos de inmigrantes todavía mantienen las lenguas de su región de
origen, aunque este uso se pierde a medida que avanzan las generaciones. El más
destacable por la cantidad de hablantes es el italiano, siendo otros destacables el alemán,
japonés, portugués, polaco, y más recientemente el chino mandarín.

Algunas jergas se han extendido tanto que merecieron tratamientos especiales, como el
lunfardo y el rosarigasino. El primero se halla muy difundido por su uso en las letras del
tango, pero ha perdido buena parte de su influencia en el habla corriente.

Religión

En la Argentina existe una amplia libertad de cultos garantizada en el artículo 15 de la


Constitución Nacional, aunque el Estado reconoce un carácter preeminente a la Iglesia
Católica que cuenta con un estatus jurídico diferenciado respecto al del resto de iglesias
y confesiones: según la Constitución argentina (artículo 2), el Estado Nacional debe
sostenerla y según el Código Civil, es jurídicamente asimilable a un ente de derecho
público no estatal. Este régimen diferenciado, sin embargo, no implica elevar al
catolicismo al estatus de religión oficial de la República.111 El Vaticano y Argentina
tienen firmado un concordato que regula las relaciones entre el Estado y la Iglesia
Católica.

El 88% de los argentinos han sido bautizados como católicos.112 Sin embargo, el
porcentaje de habitentes del país que se considera practicante se ubica entre el 69% y el
78 %, de los cuales la cuarta parte nunca asiste a la iglesia.113 El 12% de la población
profesa el evangelismo, el 12% se considera agnóstica, el 4% se considera atea, el 1,5%
es musulmana y el 1% es judía.114

Existen asimismo creencias populares de carácter religioso muy difundidas, como el


culto a la Difunta Correa,115 a la Madre María,116 a Pancho Sierra,117 al Gauchito Gil.118 o
a Ceferino Namuncurá.119 Este último fue beatificado por la Iglesia Católica en 2007.
Véase también: Creencias y devociones argentinas

Educación

El temprano desarrollo de la educación popular colocó a la Argentina junto a las


naciones de mayor alfabetización del mundo. El delantal blanco, como un paradigma de
un ideal de igualdad o unidad, ha caracterizado siempre a la escuela pública, laica y
gratuita cuyo gran impulsor fue Domingo Faustino Sarmiento y se concretó con la Ley
1420 de 1883.

Según la nueva ley de educación, sancionada el 15 de diciembre de 2006, la instrucción


es obligatoria entre los 5 y los 18 años. Habiéndose implementado en los años 1990
distintos tipos de sistemas educativos como la Educación General Básica y Polimodal
en la provincia de Buenos Aires o la educación secundaria en la Capital Federal, la
nueva ley marca el retorno al sistema tradicional de primaria, secundaria y colegios
técnicos.

En todos los niveles de enseñanza existen instituciones educativas públicas y privadas.


El Estado garantiza la educación gratuita en todos ellos con excepción del postgrado
universitario, cuya gratuidad está en discusión, pero ya se ha logrado en algunas
facultades públicas.

Según el Censo de 2001120 del INDEC, el porcentaje de alfabetismo asciende al 97,4%


de la población, siendo uno de los más altos de América Latina. Sobre un total de 36,2
millones de habitantes, 11,1 millones (31%) cursaban estudios formales:

• 9.551.728 personas (entre 3 y 18 años) concurrían a jardines de infantes,


escuelas primarias o secundarias;
• 494.461 personas concurrían a establecimientos superiores no universitarios;
• 1.125.257 personas concurrían a establecimientos universitarios.

La universidad pública argentina está organizada según los principios de la Reforma


Universitaria de 1918. Existen 38 universidades públicas nacionales en todo el
territorio. Entre las más importantes se encuentran la Universidad de Buenos Aires
(UBA) (la más grande del país con más de 300.000 alumnos), la Universidad Nacional
de Quilmes, la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Nacional de Tucumán,
la Universidad Nacional de Salta, la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad
Nacional de Rosario, la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad Nacional del
Litoral, la Universidad Nacional del Sur y la Universidad Tecnológica Nacional.

Existen también 41 universidades privadas entre las que se destacan la Universidad


Torcuato Di Tella, Universidad Católica Argentina, la Universidad Austral, la
Universidad Argentina de la Empresa, la Universidad de San Andrés, la Universidad
Kennedy, la Universidad de Belgrano, la Universidad CAECE, entre otras.

Gastronomía

La gastronomía argentina se destaca fundamentalmente por la carne vacuna y los vinos,


así como por una amplia disposición de alimentos de todo tipo a precios relativamente
bajos.121 Puede considerarse básicamente configurada sobre las culturas alimentarias de
las civilizaciones precolombinas andinas y guaraníes y luego colonial, aunque la
principal característica de la cocina argentina son los muy fuertes influjos de las
gastronomías italiana y española.

La comida típica argentina es el asado o parrillada (carne y entrañas de vaca cocinadas a


las brasas), además de las empanadas (especie de pasteles rellenos de carne y otros
gustos), los tamales, la humita y el locro. Se puede decir que si nos internamos en las
estancias del pais la carne se cocina en estacas al lado de un foso con fuego, y de la
sangre de un animal degollado en la faena se prepara la chaifaña, y del resto del animal
que no llega a consumirse se hace charqui carne cortada fina se sala y se deja orear.
Como en los países vecinos es muy habitual el consumo de un sándwich de chorizo,
denominado choripán. La papa y la batata son alimentos ampliamente utilizados desde
tiempos precolombinos. Las pastas, la pizza, y el puchero, también se han constituido en
comidas típicas y cotidianas de la gastronomía argentina. La tradición italiana de los
ñoquis del día 29 del mes forma parte de la cultura popular tanto en la Argentina como
en Uruguay122

La producción y consumo de leche es muy importante, consumiéndose 252 litros por


persona por año (2000), lo que representa un aumento del 152% en 25 años.123 De la
existencia de grandes disponibilidades de leche se ha derivado un alto consumo de
alimentos derivados como quesos (el país cuenta con 8 quesos propios) y dulce de
leche, entre otros.

Entre los dulces, el alfajor es un producto ampliamente consumido y producido con


múltiples variables regionales. Lo mismo sucede con los helados, en especial a los de
tipo italiano, aunque ya desde el tiempo de la colonia española existía alguna afición, en
ese entonces a los helados de tipo sorbete.

La bebida característica que Argentina comparte con otros países vecinos es una
infusión precolombina de origen guaraní preparada con hojas de yerba mate (planta
originaria de Sudamérica) llamada mate, que también puede ser preparada como un té
siendo denominada en este caso mate cocido. La colonización española introdujo el
consumo del café, que se ha hecho masivo, generalizándose desde los tiempos
coloniales los cafés, como lugares de encuentro. Existe también un amplio consumo de
té, ya sea de su variedad clásica introducida por influencia de la inmigración británica,
como de hierbas digestivas de provenientes de antiguas tradiciones precolombinas como
el boldo y la peperina. En menor medida existe la costumbre de consumir infusiones de
chocolate también por influencia colonial.

Entre las bebidas alcohólicas se destaca el vino, del cual la Argentina es el quinto
productor mundial, y que es producido principalmente en Mendoza y en otras
provincias cordilleranas. Entre los vinos característicos del país se destaca el malbec.

El desayuno clásico es pan con manteca y dulce, acompañado de café, leche y


eventualmente mate; este último suele reemplazar totalmente al desayuno. La cena suele
realizarse relativamente tarde, luego de las 21.00. Existe la tradición de dedicar el
almuerzo del domingo al asado o las pastas, en reuniones familiares o con amigos.

En los restaurantes comunes de casi toda Argentina suelen servirse (hasta la madrugada)
comidas de preparación bastante rápida llamadas minutas. Algunos de los platos que
integran el conjunto de las minutas son milanesas, churrascos, bifes (especialmente el
llamado bife de chorizo), escalopes, papas fritas, tallarines, ravioles y ñoquis, aunque
algunos son muy típicos de los lugares de ventas de comida: los "bifes a caballo", que
constituye un ancho corte de carne con dos huevos fritos encima.

Deporte

El deporte nacional es el Juego de Pato. El mismo comenzó a practicarse en el país a


principios del siglo XVII. En 1941 se fundó la Federación Argentina y en 1953, en
razón de la historia, el arraigo popular y la tradición, fue declarado Deporte Nacional.124
Sin embargo, actualmente es casi desconocido por la mayoría de la población.

No obstante, el fútbol superó a todas las disciplinas en el gusto de los argentinos.


Miembro de la FIFA, la Selección Argentina de Fútbol participó en catorce de las
dieciocho fases finales de los Campeonatos Mundiales, logrando ser campeona dos
veces, en 1978 en Argentina y en 1986 en México, además de llegar a ser subcampeona
también dos veces en 1930 en Uruguay y en 1990 en Italia. También obtuvo la medalla
de oro en los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas y 14 campeonatos en la Copa
América. El futbolista Diego Armando Maradona es considerado por muchos el
máximo exponente en la historia de este deporte.

En boxeo la Argentina se ha destacado con más de 30 boxeadores que lograron títulos


mundiales. Carlos Monzón, tal vez el más famoso, fue campeón mundial mediano entre
1970 y 1977. También alcanzaron a obtener en los Juegos Olímpicos 7 medallas de oro,
7 de plata y 10 de bronce.

El básquet tiene un rico pasado en el país: Argentina fue campeón mundial en 1950. Sin
embargo en las décadas de 1960 y 1970 fue perdiendo importancia. Con la creación de
la Liga Nacional en 1984, recuperó y ganó en popularidad. La irrupción de Emanuel
Ginóbili en la NBA, y las grandes actuaciones de la Selección Argentina a nivel
internacional, contribuyeron a un mayor seguimiento por parte del público. En 2002, la
Selección dirigida por Rubén Magnano alcanzó la final del Campeonato Mundial en
Indianápolis, el cuarto lugar en el Campeonato Mundial Japón 2006, y obtuvo la
medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas, el título más importante de
su historia.

Los tenistas argentinos han ganado muchos lauros desde la irrupción en el tenis
masculino de Guillermo Vilas en la década de 1970 y de Gabriela Sabatini en el
femenino, en las décadas de 1980 y de 1990. Contemporáneamente algunos tenistas
argentinos han tenido logros destacados como David Nalbandián que se consagró
campeón del Masters 2005, Gastón Gaudio que fue campeón de Roland Garros en 2004,
en una “final argentina” contra Guillermo Coria, y Paola Suárez que obtuvo medalla de
bronce en dobles femenino en los Juegos Olímpicos de 2004, así como 4 torneos de
dobles de Roland Garros. En la Copa Mundial por Equipos la Argentina obtuvo el título
tres veces, la última en el 2007.

El hockey femenino también ha registrado importantes logros como la obtención la


medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2000, el Champions Trophy en 2001, el 10º
Campeonato Mundial jugado en Perth en 2002, y la medalla de bronce en los Juegos
Olímpicos de 2004. Medalla de Bronce en el Mundial de Hockey Madrid 2006, y
Medalla de Plata en la Champions Trophy Quilmes 2007. Cabe destacar a Luciana
Aymar, considerada por mucho la mejor jugadora de hockey del mundo en la actualidad
de este deporte.

El rugby en Argentina es amateur, con más de setenta mil cultores registrados. El


seleccionado argentino, conocido como Los Pumas, se encuentra entre los seis mejores
equipos del mundo. Su mejor colocación luego del quinto puesto en el Campeonato
Mundial de 1999 es la actual, ya que se encuentra entre los 3 mejores del mundo al
llegar a la semifinal de la Copa Mundial de Rugby Francia 2007, tras vencer al país
anfitrión por el tercer puesto y galardonándose con el bronce.

El automovilismo también ocupa un lugar importante en las preferencias de los


argentinos, siendo Juan Manuel Fangio el mayor deportista en este rubro, quien lograra
en la década de 1950, cinco títulos mundiales de Formula 1.

Feriados nacionales

Se distingue entre días feriados y días no laborables, pueden ser nacionales,


provinciales, municipales o de una rama laboral o educativa. Los feriados nacionales
incluyen festividades de la Iglesia Católica, fiestas cívicas y conmemoraciones. Existen
feriados que caen siempre en el mismo día de cada año y otros que son móviles.
Algunos feriados son trasladables a un día lunes por motivos de promoción turística.
Los días no laborables nacionales incluyen al Jueves Santo y días específicos para los
habitantes judíos y musulmanes.

Símbolos patrios
La República Argentina posee una serie de elementos emblemáticos definidos por ley:

• Bandera Nacional
• Escudo de Argentina
• Escarapela argentina
• Himno Nacional Argentino
• Flor Nacional: la del ceibo.
• Piedra Nacional: la rodocrosita
• Deporte Nacional: el pato126
• Pájaro Nacional: el hornero127
• Danza Nacional: el pericón128

Ranking internacional

Organización Tema Ranking

Fundación Heritage/The Wall Street


Índice de libertad económica129 107 de 157
Journal
Índice de calidad de vida
The Economist 40 de 111
mundial130

Índice de libertad de prensa


Reporteros Sin Fronteras 76 de 167
mundial131

Índice de percepción de
Transparencia Internacional 105 de 163
corrupción132

Programa de las Naciones Unidas para el


Índice de Desarrollo Humano133 38 de 177
Desarrollo

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