Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
PROYECTOS COMPARTIDOS
Lic. Daniel López1
1
Licenciado en Filosofía (UBA). Director del Instituto de Formación Maestro C. Carranza,
UTE-CTERA Ciudad de Buenos Aires. Este documento se apoya en desarrollos
conceptuales e investigaciones realizados con varios equipos del Instituto. Es material de
trabajo con docentes afectados por esas intervenciones. La ponencia fue presentada en el
Congreso Pedagógico 2009 de AMSAFE.
2
Cuentan con la complicidad de muchos medios de comunicación y de otros grupos de
poder, incluidos intelectuales que contribuyen al sostenimiento de políticas de limitación
de derechos y de vulneración de derechos humanos.
1
de confianza en la discusión, en el diálogo, en el valor de la crítica; se pueden
visualizar las obligaciones del Estado y las responsabilidades de la ciudadanía.
Se trata de una formación para un trato igualitario entre personas y para la
transformación de situaciones de desigualdad educativa.
3.- Los perjuicios y daños son una parte central para ser
protagonistas de cualquier cultura pública. Son un factor básico de la
persuasión y de la argumentación pública para la pedagogía, como para el
derecho. ¿Cuáles son los daños que son objeto de reflexión en educación?
¿Son cuestiones relevantes para la toma de decisiones como institución, para
compartir en comunidad y con otros adultos, para educar a los estudiantes?
Es muy diferente relacionar los “daños” con los derechos vulnerados o
entenderlos como problemas de conducta o disciplina. En la tradición
educativa relacionada con la tradición judicial de la derogada Ley Agote, las
intervenciones de los adultos relacionan los daños con los “problemas de
conducta” de “menores”, ocultando las cuestiones relativas a las personas en
su dignidad y como sujetos de derecho.
Muchas intervenciones de funcionarios de educación son hechos
y actos administrativos que no permiten visualizar el trabajo docente,
ni las obligaciones del Estado para proteger a toda la ciudadanía y,
2
especialmente, a quienes tienen vulnerados sus derechos más
elementales. Otras intervenciones orales y escritas limitan derechos
constitucionales a expresarse, a ser escuchados, a peticionar –entre
otros-.3
Relato una situación conflictiva frecuente, elijo una intervención que
sigue una tradición, que suele ser vista en el sistema educativo como “algo
normal”. En una institución educativa que recibe estudiantes entre 6 y 14
años, muchos provenientes de una villa de emergencia, un alumno sin madre,
con un padre enfermo, con una vivienda muy precaria, con dificultades para
acceder al sistema de salud, sin asistencia del sistema de protección de
derechos de infancia; es decir, con sus derechos humanos vulnerados, tiene
reiteradas conductas agresivas, golpea a compañer@s y a docentes. En el
trabajo docente para cambiar la situación se necesita compartir con otros
actores los daños producidos por la falta de políticas públicas sociales y
educativas, en la convivencia en la escuela, por las condiciones para enseñar y
aprender y, también, en relación con ciertas conductas en determinadas
situaciones.
La institución procura dar respuestas, convoca al padre, recurre a
servicios de protección de derechos, interviene una trabajadora social;
directivos, gabinete y docentes plantean diversas estrategias de
acompañamiento. Pero no hay una valoración compartida de los avances y
logros por el conjunto de los docentes. Un funcionario representante del
gobierno, escribe en un acta que “la mayoría de las situaciones
conflictivas que se presentan dan cuenta de la dificultad institucional
de contener a los niños con problemática de conducta”.
Claramente creemos se invisibiliza la vulneración de derechos
humanos del alumno, y contribuye a la vulneración del derecho a la
educación que no puede ser garantizado sin políticas concurrentes.
Tampoco da lugar al análisis de las condiciones de enseñar y aprender
para los otros estudiantes y para los docentes, y no es casual que
escriba “dificultad de contener”.
Los trabajadores de la educación encuentran en el acta una
negación de su trabajo, falta de alternativas para garantizar los derechos
de todas y todos. El desafío será interpelar ese texto con otros, otras actas,
otros documentos con la participación de los grupos afectados y con aquellos
que puedan aportar a la transformación de la situación, para poder pensar los
daños como derechos vulnerados y no permitir el ocultamiento por parte de
las autoridades correspondientes. El Sistema Jerárquico no pude privar a
las escuelas de acciones mediante las cuales enseñe, se informe, se
habilite asesoramientos y acciones de los interesados. Seguramente
hay muchas acciones que pretender dejar a la escuela fuera de la legalidad
construida, sin poder operar con la mirada de derechos humanos.
3
Pueden analizarse memos, resoluciones, actas, comunicaciones e incluso llamadas
telefónicas amenazantes. Muchos fallos judiciales, especialmente contra escuelas
privadas muestran decisiones institucionales en las cuelas no se respetan las garantías
constitucionales de sus alumnos/as.
3
4.- ¿El derecho de los derechos humanos nos habilita para
interpelar los ocultamientos y las omisiones? Nos referimos entre otros a
la Convención de derechos de los niños, a las sucesivas Recomendaciones del
Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), al
Pacto de San José de Costa Rica; a otras declaraciones, pactos y
convenciones, por ejemplo, las referidas al medio ambiente; a las
conferencias mundiales, a instituciones y organizaciones defensoras de los
derechos, a fallos paradigmáticos, a informes para el seguimiento de políticas
públicas de Comités, de Estados o de ONGs, etc.4 Todo un conocimiento
producido en debates públicos.5 Entre las obligaciones del Estado, está una
educación que aborde estos contenidos curriculares y esto no requiere
ninguna reglamentación.
Los instrumentos internacionales de derechos humanos poseen
jerarquía constitucional y plena operatividad, pues son de aplicación
directa en nuestro sistema jurídico como lo ha determinado la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en destacados fallos.6 Una norma es
operativa cuando está dirigida a una situación de la realidad en la que pueda
operar inmediatamente, sin necesidad de instituciones que deba establecer el
Congreso.
… “debe tenerse presente que cuando la Nación ratifica un tratado que
firmó con otro Estado, se obliga internacionalmente a que sus órganos
administrativos y jurisdiccionales lo apliquen a los supuestos que ese
tratado contemple, siempre que contenga descripciones lo
suficientemente concretas de tales supuestos de hecho que hagan
posible su aplicación inmediata.”
La Constitución Nacional establece el derecho de enseñar y aprender.7
Esta consagración se ha visto reforzada con la jerarquización constitucional de
tratados del derecho internacional de los derechos humanos que contienen
artículos específicos relativos al derecho a la educación.8 Contamos con
diversos sistemas de protección de derechos humanos –
Interamericano, Naciones Unidas, OIT, etc.–, pero pocas veces educamos
para ser sujetos de la “protección”.
El problema se agudiza porque
“En la cultura del presente hay una concepción destinada a borrar lo
público y a alejar a las personas de todo compromiso con lo colectivo
(…) no resulta muy protector de la infancia.(…) Se necesita una
inteligencia de la indignación que abra un espacio para que la práctica
de los derechos humanos pase cada vez más a concebirse como lucha
política por un cambio social, lo que indefectiblemente debe remitir al
4
Se recomienda para una perspectiva de género del derecho a la educación una lectura
del informe mencionado en la bibliografía de K. Tomasevski.
5
Disponible en las páginas web de cada una de las organizaciones.
6
Fallo CS.1992, Ekmekdjian c/ Sofovich: Derecho de Réplica. Buenos Aires, Corte
Suprema de Justicia, considerando 20.
7
Constitución Nacional, art. 14, “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos,
conforme las leyes que reglamenten su ejercicio, a saber: (…) de enseñar y aprender”.
8
Conforme Constitución Nacional, art. 75, inc. 22.
4
inicio de la vida, esto es, a los derechos de niños, niñas y
adolescentes.”9
Los marcos normativos y las políticas públicas direccionan, desarrollan y
acompañan procesos de cambio. Nuevos marcos legales y políticas públicas
para la inclusión educativa exigen a todos los adultos repensar problemas
cotidianos revisando paradigmas contradictorios con esos marcos para
reformular dispositivos y encuadres, para generar normas jurisdiccionales que
deben ser actualizadas, para proponer políticas públicas que se articulen
desde las diferentes áreas, etc.
En las prácticas educativas se recurre cotidianamente a cuestiones sobre
qué se debe hacer, qué no debe hacerse o cómo intervenir a partir de normas
–supuestas o explícitas–. La práctica funciona como una categoría
legitimadora de ciertas decisiones educativas, a través de ella se naturalizan
intervenciones y las normas permanecen supuestas. Los actores perciben la
distancia de los marcos legales vigentes, lo cercano son las normas
“acostumbradas”. Por ello un proceso de cambio necesita habilitar la
participación para que puedan repensarse las normas implícitas,
especialmente cuando contradicen las vigentes o cuando limitan
derechos protegidos o plantean políticas regresivas. Muchas veces, las
prácticas resultan percibidas como ajenas a las políticas. Sin embargo,
necesitamos revisar los deberes que cada práctica conlleva porque son
resultado de políticas.
9
Bustello, Eduardo: El recreo de la infancia. Argumentos para otro comienzo. Buenos Aires,
Ed. Siglo XXI, 2007.
10
Cfr. Nussbaum, Martha: op. Cit.
5
social a la educación. Recordemos que en muchos castigos se procura
avergonzar. En la película Entre los Muros puede observarse al profesor
dando clase abordando el tema de la vergüenza para que los estudiantes
puedan escribir sus autorretratos; pueda generarse un ambiente de libertad
de expresión y reflexiones sobre lo privado y lo público.11
Los sentimientos públicos son los que acompañan la capacidad
de disfrutar de relaciones de interdependencia, de igualdad en vez de
dominación. La educación requiere de una cultura pública que aliente
estas capacidades y desaliente las que llevan a relaciones de
sometimiento. La salud de la democracia depende de esa crítica.12
6.- Entre las capacidades que debe garantizar el Estado están las
referidas al derecho a la participación.
Entre otras recomendaciones, observaciones, informes de organismos
de seguimiento de la Protección de Derechos Humanos se mencionan
algunas indicaciones del Comité de la Convención de los Derechos del Niño13
para que los Estados tomen medidas para la participación de niñas, niños y
jóvenes, para la efectiva protección de sus derechos –evidentemente
porque resulta un problema una verdadera participación en la
implementación de políticas acordes con la Convención-.
• Señala que el objetivo general de la educación es potenciar al
máximo la capacidad de niñas, niños y adolescentes para
participar de manera plena y responsable en la sociedad; 14
• que deben crearse consejos de alumnos y potenciar el asesoramiento
entre compañeros.15
• Las autoridades públicas, los padres y cualesquiera otros adultos
necesitan crear entornos basados en la confianza, desarrollar
capacidad de escuchar toda opinión razonable que lleve a los niños
a participar en condiciones de igualdad16
• y favorecer el derecho a ser oídos cualquiera sea la forma en que se
manifiesten.17
• Las consultas con los niños no han de ser meramente simbólicas, están
dirigidas a determinar opiniones representativas.18
• Se debe garantizar que niños, padres y maestros participen en las
decisiones relativas a la educación19;
11
Película: Entre los Muros; dirección Laurent Cantet. Francia, 2008.
12
Cfr. Nussbaum, Martha; op. cit.
13
Convención de los Derechos del Niño.
14
Comité D:N:, Observación General Nº 1, párrafo 11.
15
Comité D.N.: Observación General Nº 1, párrafo 8
16
Comité D.N: Observación general 4, párrafo 8
17
Ley de Proteccion integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, 26.061.
Buenos Aires, 2005 articulo 2° — aplicacion obligatoria.
18
Cfr. Comité D.N: Observación general 5, art. 12
19
Comité D.N: Observación general 1, párrafo 22
6
• los jóvenes deben derecho a participar en campañas de sensibilización
sobre sus derechos.20
La participación es fundamental para que el principio de no
discriminación se aplique para quienes viven en la pobreza, indígenas, hijos
de trabajadores migrantes; niños de la calle, con discapacidades y
adolescentes.21
En términos de Alessandro Baratta, consideramos que la democracia
necesita que niñas, niños y jóvenes opinen y participen. Y los adultos tienen
responsabilidades en diseñar e implementar los correspondientes arreglos
institucionales.22
20
Comité D.N: Observación general 5, párrafo 69
21
Comité de los Derechos del Niño: Examen de los informes presentados por los Estados
partes en virtud del artículo 44 de la Convención (CDN). Naciones Unidas, 2002
22
Cfr. Beloff, M., 2004, p.36
23
Cancado Trinidade
7
nuevo, a algo diferente; la novedad debe expresar modos de construir lo
público para hacer posible el derecho social a la educación.
8
faltantes; trabajar sobre lo posible y con los riesgos. Comunicar necesidades y
proyectos colectivos.
4.- Juegos y encuentros para trabajar con sentimientos públicos, para
expresarse, transformar los miedos…no avergonzar, ni estigmatizar. Criticar
los sistemas que producen desigualdades y discriminación, hacerlo público.
Buscar información sobre Sistemas de protección de derechos; hacerlos
públicos, someterlos a debate.
5.- Proponer reglas para avanzar en la participación de todas y todos.
Realizar proyectos participativos, entre otros, campañas y consultas, proponer
acciones y proyectos de leyes. Socializar toda la información sobe las
obligaciones del Estado en cuanto a la participación, especialmente, de niñas,
niños y jóvenes,
6.- Indagar y expresar diferentes formas de reparación de daños, dar
tratamiento a las diferentes intervenciones del Estado, a las ausencias u
omisiones que requieren reparación-.
7.- Trabajar con los recuerdos y la memoria pedagógica de estudiantes,
docentes y familias. Jugar y habilitar que se jueguen los NO a la impunidad, a
la discriminación, a la vulneración de derechos sociales, al desamparo.
Trabajar desde el derecho al juego con humor..
Es imprescindible sumar a las comunidades educativas en el reclamo de
condiciones para enseñar y aprender, incluyendo el funcionamiento de
órganos colegiados y proyectos construidos en común, de consejos
académicos y consultivos24 con representación de los diferentes actores de
cada comunidad educativa para educar en y para los derechos humanos.
Bibliografía
Baratta, A.: “Infancia y democracia”, en García Méndez, Emilio y Beloff, Mary (comps.),
Infancia, ley y democracia en América Latina. Bogotá, Temis/de Palma, 1998.
Bárcena, F. y Melich, J.C.: La educación como acontecimiento ético, Natalidad, narración y
hospitalidad. Barcelona, Paidós, 2000.
Bauman, Zygman: Etica posmoderna. Buenos Aires, Siglo XXI editores Argentina, 2004.
Bustello, Eduardo: El recreo de la infancia. Argumentos para otro comienzo. Buenos Aires,
Siglo XXI, 2007.
Cancado Trinidade: Caso Bulacio vs. Argentina, Corte Interamericana de Derechos Humanos;
fundamentación del voto del juez. San José de Costa Rica, 2002.
Centro de Implementación de Políticas Publicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC):
Manual de Primeros Auxilios Legales. Buenos Aires, Aguilar, Alfaguara, Altea, Taurus, 2007.
Gargarella, Roberto, El derecho a la protesta: El primer derecho. Buenos Aires, Ed. Ad-Hoc,
2005.
Instituto de Formación e Investigación Maestro C. Carranza: Protagonistas de lo Público.
Buenos Aires, UTE- CTERA-CTA, Equipo de Apoyo, 2009.
López, Daniel: El sujeto de la educación un “sujeto de derecho”. Primer Congreso de
Educación Especial, Consejo General de Educación, “Posibilidad de alteridad – (Con)Ciencia
Pedagógica”. Entre Ríos, Concepción del Uruguay, 2008.
Lopez, Daniel: “Enseñar a decir no” en Revista Digital IDN, Instituto de Derechos de la
Infancia. La Plata, Universidad Nacional de La Plata, 2006, n° 4. Versión abreviada en Apuntes
Pedagógicos n° 10. Buenos Aires, Revista Apuntes, Unión Trabajadores de la Educación, UTE-
CTERA-CTA, mayo 2006.
24
En la Ciudad de Buenos Aires se dicta un decreto (998/08) que limita seriamente la
participación y la representatividad para el sistema de convivencia; en la película antes
mencionada, Entre los Muros, se pueden observar diferentes órganos colegiados como
una modalidad muy instalada para formar para la vida pública.
9
Nussbaum, Martha: El ocultamiento de lo humano. Repugnancia, vergüenza y ley. Buenos
Aires, Katz Editores, 2006.
Osset Hernández, Miquel: Los derechos humanos explicados a mi hija. Barcelona, Ediciones
CEAC, 2007.
Tomasevski, K.: Los derechos económicos, sociales y culturales: el derecho a la educación.
Informe presentado por la Relatora Especial al Consejo Económico y Social de Naciones
Unidas, 2004.
Legislación y jurisprudencia
INSTRUMENTOS INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS
Sistema de protección universal (ONU):
- Declaración de los derechos del niño.
- Convención sobre los derechos del niño, 2003.
Comité de Derechos del Niño: Examen de los informes presentados por los Estados partes
en virtud del artículo 44 de la Convención, Observaciones finales, Argentina, 2002.
Comité de Derechos del Niño: Observación General 1, Propósitos de la Educación, 2001.
Comité de Derechos del Niño: Observación General 2, El papel de las instituciones
nacionales independientes de derechos humanos en la promoción y la protección de los
derechos de los niños, 2002.
Comité de Derechos del Niño: Observación General 3, El VIH/SIDA y los derechos del niño,
2003.
Comité de Derechos del Niño: Observación General 4, La salud y el desarrollo de los
adolescentes en el Contexto de la Convención sobre los derechos del niño, 2003.
Comité de Derechos del Niño: Observación General 5, Medidas generales de aplicación de
la Convención sobre los Derechos del Niño (artículos 4 y 42 y párrafo 6 del artículo 44)
- Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (adoptada el 13 de
diciembre de 2006, ratificada por la Argentina el 30 de marzo de 2007).
Sistema de protección interamericano (OEA):
- Convención Americana Sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), 1969
NORMATIVA NACIONAL:
- Constitución de la Nación Argentina
- Ley 26.061. Protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes. Buenos
Aires, 2005.
- Ley 26.206 de Educación Nacional, 2006.
10