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y PROFESIONALES de
RAFAEL ORTEGA DOMÍNGUEZ
Dedicación:
El Autor.
CONTENIDO
Páginas
PROLOGO ............................................................................ 9
Introducción ........................................................................... 11
PARTE PRIMERA
Apuntes biográficos y profesionales de
RAFAEL ORTEGA DOMINGUEZ ........................... 15
CUADRO I
Algunos percances sufridos ...................................... 21
CUADROS II y III
Novilladas, corridas y trofeos logrados en la
Plaza Real de El Puerto de Santa María .................... 23
Algunos trofeos logrados en otras plazas .................. 23
SEGUNDA PARTE
CRONOLOGÍA GENERAL
Años 1921 a 1999 ...................................................... 33
BIBLIOGRAFÍA ................................................................... 93
PROLOGO
123456789
123456789on motivo del X aniversario de la muerte del diestro Rafael Ortega
C
123456789
123456789Domínguez, el pasado (19-12-1997), el autor de estos «Apuntes
123456789biográficos y profesionales» -primero de una larga serie dedicada a
123456789
123456789los matadores de toros, al que ha de seguir Juan García (Mondeño),
123456789
123456789si es que consigo colaboración-, que tuvo el alto honor de asistir al
acto de homenaje que se le dedicó ante su tumba, en el Cementerio de San
Fernando, ha querido aportar a los aficionados, conmovido por el mismo, esta
nueva y modesta publicación, a modo de renovado recuerdo a su amigo Rafael,
haciendo llegar a todos, de forma en gran parte cronológica, cómo su toreo, de la
mano de quienes le vimos actuar, se inspiraba básicamente en la pureza y la verdad,
sin las habituales corruptelas hoy imperantes; es decir, de lo que debería ser un
arte religioso y cultural, una interpretación fiel de lo clásico y estético.
Su físico, alejado de las figuritas tan delicadas de nuestros días, poco
propicio en su constitución, pero de una virilidad sin equívocos, no le impidió recorrer
y conocer palmo a palmo todo el fascinante compendio de los secretos emanados
de los principios generales del toreo, imprimiendo a la vez hondura, profundidad y
cadencia en sus movimientos. Llegó a dominar como pocos el conocimiento de
los modos de embestir los toros, pulsando las acometidas al son de la bravura de
sus enemigos, llegando a lograr una libertad artística que embelezaba hasta los
más desconocedores de la Fiesta.
Desveló muchos misterios secretos del toreo, tales como calcular con
precisión matemática –de esto sólo se daban cuenta los entendidos- el espacio
que necesitaba cada toro para reponerse, incluyendo especialmente los miuras y,
sobre todo, ofreciéndose a su enemigo para embarcarlo, cumpliendo así con los
dos principios básicos del toreo clásico. Con una brevedad de tiempo casi
inexplicable, conocía la clase de cada toro que enfrentaba, anticipándose con un
don especial a los cambios de conducta de los toros durante la lidia, a los que
atendiendo a todos cuanto se movía cerca de él, casi todos con sentido, no se
decidían con fijeza por ninguno. Fue también Rafael un especialista en desbaratar
los planes defensivos de los toros abantos o medrosos, que de bravucones pasaban,
con su mágico trasteo, a ser bravos Él «sacaba de ondas», lo mismo a los toros
quedados que a los gazapones, y les rompía sus planes a los que pretendían
aquerenciarse. Y todas estas virtudes, innatas en él, pasaban desapercibidas,
desgraciadamente, para una gran mayoría de aficionados.
El Autor
Introducción
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123456789
R
123456789eseñar lo mucho que se ha escrito sobre «El Torero de la Isla» haría
123456789estos «apuntes» interminables, y en eso no podemos caer, porque
123456789nuestro interés es sacar a la red Internet una especie de primera parte,
123456789
123456789para una vez que hayamos recopilado más información y fotos de
123456789
123456789algunos amables lectores, escribir una segunda y hasta tercera edición
en la web. Y en esta Introducción, además de lo ya resumidamente escrito, queremos
agregar la visión de algunos críticos taurinos que observaron cómo Rafael Ortega
gozaba del «secreto, de adelantar el engaño y dejar caer el peso de su cuerpo
sobre la pierna contraria, cargando la suerte, tanto de capote como de muleta.»
Para repetir que fue «su don el de la estocada, sencillamente extraordinario el volapié
y cuando alguna vez lo hacía recibiendo remataba con un pase de pecho; que ambas
ejecutadas generalmente en la suerte natural. A los buenos aficionados jamás les
importó que pinchara un toro, así decían, por tener la oportunidad de poder verle de
nuevo interpretar «su» particular suerte de matar. Maestro de maestros, siempre
mantuvo el respecto, el aprecio y la admiración tanto de la crítica, de los buenos
aficionados y de todos sus propios compañeros de profesión.»
El Premio Cervantes 2004, D. Rafael Sánchez Ferlosio, le escribiría tres
artículos en 1980 en el Diario 16 titulados El As de Espadas, sobrenombre por el
que también fue conocido dentro y fuera de nuestras fronteras, donde llamaba al
ángulo que su figura y su estoque formaban a la hora de matar el «inmortal», y
parodiando una frase de Rafael Guerra Bejarano (Guerrita), decía:»……con la espada
en los últimos 30 años el primero Rafael Ortega después «nadie», y después de
«nadie», media docena de buenos estoqueadores». De haber nacido en otra época,
donde la suerte de matar era la absoluta protagonista de la fiesta, hubiese sido
primera figura indiscutible.
El Rubio Torero, llamado en sus inicios «el Tesoro de la Isla», fue director de
la primera Escuela Taurina de la Diputación de Cádiz en 1985, la misma que le
otorgara la Placa de Plata de la Provincia. Su libro de cabecera, El Toreo Puro, con
prólogo de Ángel Fernando Mayo, corto, pero intenso, es toda una referencia para
profesionales y aficionados que disfrutan con la auténtica verdad de este arte. Todo
un torero, sin duda de época, cuyo arte no fue valorado en su momento y que sí lo
harán generaciones venideras.
Y llegó su muerte para que pasara lo de siempre, que todos reconozcan ahora
sus méritos…, porque el secular desdén de los españoles, desgraciadamente, no lo
aplican sólo a los que por una u otra causa sentimos la crucifixión de tener que emigrar
de España, si no que, semejante e insolidaria forma de ser, también la infringimos
anímicamente a los grandes hombres que están entre nosotros. Por eso, al morir
Rafael, la Prensa de España y de Iberoamérica, destacó la irreparable pérdida en
grandes titulares. Y así, al repasar los archivos de recortes de periódicos de aquél
infausto día, encuentro cómo en el A B C de Sevilla, D. José Luis Suárez-Guanes, en
la edición del Viernes (19-12-1997), nos dice que «el matador de toros Rafael Ortega
Dominguez murió a las tres y veinte de la madrugada del día anterior jueves, (18-12-
1997), en su domicilio de Cádiz, como consecuencia del cáncer hepático que sufría.»
Reseña después un resumen biográfico y profesional del diestro desaparecido y
algunos de los premios y galardones conseguidos por el diestro.
Destacó D. José Luis «su fama de extraordinario estoqueador –mata
estupendamente al volapié y recibe a muchos toros– ocultan su extraordinario sentido
del toreo y su porte clásico, en el que se conjugan las normas belmontinas de adelantar
los engaños con la ligazón que aportó el toreo manoletista. Solamente una mala
administración y, quizá, que le falló la suerte en algunas corridas claves, con matadores
importantes, le impidió llegar al puesto que merecía de primera figura, tal como le
pasó a Manolo Vázquez y a Antonio Chenel (Antoñete), otros dos grandes toreros de
su tiempo. Su nombre fue ornato de ferias importantes.»
Para el cronista del diario «Meriadiano», de Caracas (Venezuela), Rafael Ortega
fue «uno de los más grandes de todos los tiempos.» Vuelve a recodarnos que, como
la vida de un grandioso torero, como ocurre muchas veces, no fue reconocido en su
tiempo, pero que a la hora de hacer un listado de los diez más grandes toreros de la
historia debería ser incluido. Que su estilo aún inspira a muchos profesionales. Le
recuerdan como un gran estoqueador, olvidando muchos, por desconocimiento me
imagino, que pocos han toreado con capa y muleta como lo hizo él.
En Venezuela –nos reseña el cronista- estuvo actuando la temporada de
1953, y lo hizo en el Nuevo Circo, la tarde de la presentación de Joselito Torres junto a
Antonio Ordóñez. El de Ronda pegó tal petardo que fue multado con mil bolívares y
Ortega recibió un puntazo leve en el triángulo de Scarpa. El triunfador, ante los difíciles
guayabiteros, fue Joselito Torres, que le cortó una oreja al toro de su presentación.
También toreó en la Plaza de Toros venezolana de Valencia, en la plaza portátil Parque
de Atracciones, en una temporada organizada por los hermanos madrileños Dominguín.
Entre sus gestas recuerdan los biógrafos la tarde de su alternativa que salió a hombros
-en unión de su padrino Manolo González-, convirtiéndose en una de las grandes
esperanzas de la Fiesta por la pureza de su toreo y por su excepcional manejo de la
espada.»
Por su parte, desde «El País», el cronista D. Joaquín Vidal, en la edición de la
misma fecha que en A B C, reseña el toreo puro de Rafael Ortega, que «fue director de
la Escuela Taurina de Cádiz, que tenía su sede en la Plaza de Toros de El Puerto de
Santa María. Quizá no se hubiera podido concebir institución más adecuada para que
impartiera sus lecciones el maestro por excelencia. «Toros En el Puerto», anunciaban
los carteles de pasado siglos, y no hacía falta decir más.» Curiosamente, la Institución
sigue ahí …
Y continúa el señor Vidal diciendo: «La historia del toreo revivía en aquel inmenso
ruedo gaditano y, con ella, las más caras esencias del toreo puro, del que Rafael
Ortega había hecho paradigma. Pero los torerillos aprendices parecían olvidarlo.
-«Maestro», le avisamos, con intenciones de chivato: «Esos no torean; pegan
pases.»
-«Es que lo hacen al estilo de Enzunlín», respondió. Y se fue a ellos, y con esa
voz pausada y esa paciencia –bondadosa- inagotable y esa humildad que eran
características de la personalidad del maestro, los convocó en el centro del redondel,
les exhortó «Vamos a torear según es», y cambiaron todos las formas.
El propio Rafael Ortega, a nuestro requerimiento, tomó la muleta. No fue así
exactamente. Le dijimos: «Rafé, aquí le cedo los trastos y que Dios reparta suerte.»
Se los dimos igual que en la ceremonia de la alternativa, él nos entregó el capote
siguiendo el rito y nos dimos la mano.» Luego se puso a atoreá. Atoreó como los
propios ángeles.» Rafael Ortega tenía una concepción del toreo sin parigual, con una
pureza interpretativa difícil de superar. La desplegaba lo mismo con capote que con
muleta, aunque en estas suertes era donde calaba mayor hondura.
Hubo faenas de Rafael Ortega que los aficionados no hemos podido olvidar.
Entre las mejores cabría situar la que cuajó a un toro de Miguel Higuero, el día del
Corpus en la Plaza de Toros madrileña de Las Ventas. Ortega, que tenía ya 46 años y
se le había acentuado la propensión a la obesidad; pero en cuanto se puso a torear
parecía el mismísimo dios Apolo. A los pocos pases ya se había echado la muleta a la
izquierda, la adelantaba ofreciendo el medio-pecho, se traía al toro embebido en sus
vuelos, cargaba la suerte, ligaba los pases. A cada muletazo restallaban los olés como
el rugido del volcán y, al rematarlos, el tendido era un manicomio.
El triunfo de Rafael Ortega aquella tarde fue memorable. Sólo que el destino
hizo una grotesca pirueta y Curro Romero colaboró en ella. El torero de Camas, que
intervenía a continuación, se negó a torear al toro y provocó un gran escándalo. Los
periódicos dieron amplia cobertura a esta noticia, se lucieron con ella los reporteros,
y las reseñas de la corrida quedaron casi reducidas a una gacetilla. Eso se llama
infortunio, que también Rafael, en demasiadas ocasiones tuvo que vencer.
No importó a los aficionados, que siguieron considerando paradigma del arte
de torear la faena de Rafael Ortega, pero en su cotización y sus contratas no tuvo el
reflejo debido. En realidad toda la trayectoria profesional de Rafael Ortega estuvo
marcada por la fortuna esquiva, por la arbitrariedad y por el infortunio. Sufrió cornadas
tremendas pero no tanto a causa de la mala suerte sino precisamente por la pureza
de su toreo.
El maestro explica muy cabalmente su concepción del arte de torear en un
libro titulado, precisamente, El toreo puro, del que es autor Ángel-Fernando Mayo,
uno de los aficionados que mejor han sabido entender la personalidad y el genio torero
de Rafael Ortega. Aquella jornada en El Puerto -corría el año 1991- almorzamos con
el maestro en uno de los restaurantes de la zona portuaria, y cada comensal que
entraba se acercaba a la mesa a saludarlo. «¡El mejor matador de todos los tiempos!»,
le piropeaban. Y si, por raro acaso, había alguno que no lo conocía, los demás
ponderaban la indiscutible destreza de Rafael Ortega manejando la espada. En cambio,
de su toreo, nadie acertó a comentar nada. La ignorancia está siempre latente en la
Fiesta Brava y es más acusada que en ninguna otra profesión.
Ha sido Rafael Ortega el mejor matador desde la posguerra acá -¡más de medio
siglo!- y este merecido título, que le valía para sentirse orgulloso, paradójicamente le
perjudicó, pues restaba importancia a la calidad de su toreo. A veces los criterios son
así de limitados y planos, y se convierten en tópicos.»
«También los pinchaba, ¿verdad, maestro?», le comentamos -solo por enredar-
y se reía, y reconocía que «naturalmente» Sin embargo es justo añadir que cada uno
de aquellos pinchazos de Rafael Ortega se coreaba con ovaciones. Pinchando o
cobrando la estocada, la ejecución del volapié o de la suerte de recibir tenían en Rafael
Ortega la misma pureza que cuando toreaba al natural. Entre las estocadas, le
recordamos el sensacional volapié que cobró a un Pablo Romero en Madrid el año
1954, y él destacó otro en la Maestranza, en el que según salía de la suerte por el
costillar, el toro rendía la vida en las propias bambas de la muleta. El diestro más
completo del último medio siglo. Un auténtico torero de época: eso fue Rafael Ortega.»
Gracias y nuestra felicitación más sincera, D. Joaquín Vidal, porque tan interesantes
datos que, por la web han llegado a mis manos y con los que he querido complementar
y enriquecer esta Introducción.
APUNTES BIOGRAFICOS
y
PROFESIONALES
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123456789 afael Ortega Domínguez,
R
segundo su tío Pepe Ortega, banderillero que
123456789matador de toros, nacido en
123456789 en otros escritos es conocido como Rafael
123456789San Fernando (Cádiz) –
123456789 Ortega (Cuco de Cádiz), que actuó mucho
123456789antiguamente conocida como en Madrid en las novilladas durante decenas
123456789
«Isla de León»-, el (04-07-1921), de años, terminando como auxiliar del rejo-
casado en segundas nupcias con Pepita neador José Belmonte, por lo que acaso
Camacho y padre de siete hijos, falleció a las influyera en su vocación tal influencia familiar,
3:20 horas de la madrugada del jueves, (18- pero se inició al toreo con vocación tardía,
12-1997), debido a un cáncer hepático, vistiéndose de por primera vez de luces en
después de haber estado ingresado en el 1945, pero con una sobriedad y pundonor
Hospital Universitario de Puerto Real (Cádiz) ejemplares, para terminar siendo un gran
durante varias semanas, del que fue torero y, sobre todo, un hombre cabal. Sus
trasladado unas horas antes de morir a su cualidades humana le hicieron acreedor a
domicilio, no sin mucho tiempo antes haber llevarse el profundo y multitudinario cariño que
expresado su deseo de morir en su casa de incontables amigos y aficionados, que
Cádiz, en la que vivió los últimos treinta años debieron servir de valiosísimo salvoconducto
y tras 22 años de ejercer la profesión. El para disfrutar de pase automático al Paraíso.
viernes, a las doce de la mañana, tras una Pero hablemos de aquellas jornadas
misa en la Iglesia de San Francisco, de San en la Plaza Militar de Ceuta en la que el
Fernando, fue enterrado en el Cementerio de «Torero de la Isla» comenzó a sentir el
esta población gaditana. Se nos fue todo un raspajeo interior del gusanillo del toreo,
torero, que sin duda marcó una época, cuyo llegando a construir con sus propias manos
arte no fue valorado en su momento y que sí una pequeña placita de toros en el interior del
lo estamos valorando desde que nos acuartelamiento, por supuesto, con el
abandonó. permiso de su Capitán, de apellido Entrala,
Tuvo Rafael dos ascendientes quien desde el principio confió plenamente
taurinos, que fueron sin duda un poco en sus posibilidades. Allí mataba –según nos
tardíamente, los que dice que marcarían su han contado, no sin antes intentar lidiar,
destino. El primero fue su propio padre, cuanto ganado desfilaba para el sostenimiento
conocido como «el Loro», quien de forma proteínico de la tropa, con el consentimiento
paraprofesional se encargaba de matar del mando. La gran cantidad de reses
muchos toros sobreros que no eran lidiados estoqueadas y descabelladas en esa época
en la plaza y algún que otro Toro del determinaría sus conocimientos en cuanto al
Aguardiente, en ambos casos en San uso de los aceros. En esta ciudad
Fernando, donde regenta una lechería. El norteafricana se viste por primera vez de
luces, junto a otros compañeros de milicias, grandes dimensiones con que se le recuerda
en el año 1941, anunciándose con el apodo al torero es el certificado de su grandeza
de «el Panocha». humana y torera.
Finalizado el servicio militar obliga- En la villa portorrealeña, en la que
torio, y con una buena reputación ganada nuestro tío carnal D. Ramón Zaldívar Muñoz
como novillero, da comienzo su carrera por era el Presidente de la Peña Taurina «Juan
plazas andaluzas. Son en plazas de la García (Mondeño), el diestro de San Fernando
provincia de Granada casi todos sus compro- sigue siendo muy querido y muchas veces
misos hasta llegar a Madrid, ya curtido en el estuvo en dicha Peña conversando larga-
duro oficio. De vez en cuando, mientras vivía mente con D. Ramón, pues además de que
mi abuelo paterno, D. Ramón Zaldívar del Cid, eran muy buenos amigos, Rafael fue muchas
tuve ocasión de verlo torear, cuando apenas veces a entrenarse y torear en la década de
tenía este autor seis años de edad, vacas que 1940 a la placita de tienta y herradero, aquella
recuerdo me aterrorizaban, en la placita del reses de media casta que el primero tenía en
cortijo «La Esparraguera», ubicada en los el cortijo de «La Esparraguera», a pie del
aledaños de Puerto Real. Después del casco urbano de Puerto Real. Fue preci-
fallecimiento del abuelo, Rafael siguió samente mi tío el que una tarde de sep-
esporádicamente visitando aquél cortijo, tiembre de 1955, cuando este autor contaba
estableciendo una gran y sincera amistad con 22 años de edad, me presentó al famoso
el hermano de mi padre Emilio, también diestro en aquella Peña.
llamado Ramón, como su padre. Allá donde toreaba, Rafael Ortega
Desde que don José Luis Osborne dejaba un hálito imborrable de su calidad
Vázquez, de El Puerto de Santa María, humana y torerismo. En ese sentido nos ha
adquirió su ganadería en 1952, Rafael Ortega, dado un inmenso gusto leer con el afecto y
que era amigo del ganadero, era el director reconocimiento de su arte y valor ante los
de las tientas en la dehesa de «Bolaños», toros la página en la web que le dedica D.
donde toreó muchas veces. Juan Luis Penna, Secretario General de la
Sólo quienes fueron a lo largo de su Unión Taurina de Abonados de España,
vida un ejemplo de amistad sincera para los Institución de la que este autor no tenía ni idea
suyos y quienes le conocieron, los que de su existencia. El Sr. Penna es gran
manifestaron un rico abanico de valores aficionado italiano, afincado desde su niñez
humanos auténticos, puede hacerse merece- en Madrid, quien tuvo la suerte de ver triunfar
dores a que, en el X aniversario de su muerte, al Maestro en tantas tardes gloriosas, publicó
el pasado (18-12-2007) se dieron cita con verdadero afecto un artículo antes de la
puntual, a las cinco de la tarde, amigos y muerte del torero, del que resumiremos su
aficionados ante su tumba y le rindieron con extenso contenido dentro de la Cronología
palabras emotivas de su viuda, doña Pepita General, en el año 1949.
Camacho y las del Presidente de la Tertulia Se presentó en la Plaza de Toros de
Taurina «Cambio de Tercio», D. Juan Manuel Madrid el domingo (14-08-1949), una de las
García Candón, éste acompañado de tantas novilladas veraniegas, en las que, junto
decenas de amigos del torero y aficionados con novilleros ya veteranos y de escaso
de Puerto Real, finalizando el sentido acto, cartel, debutaba algún nuevo diestro esca-
pletórico de recuerdos aleccionadores, en la samente conocido por los aficionados madri-
memoria de quien fuera un excelente torero leños. Aquel éxito inicial motivó sucesivas
y certero estoqueador, con la interpretación repeticiones y el balance al final de la
de pasos-dobles, por parte de un sobre- temporada de 1949 ya le hizo acreedor al
saliente trío, también de Puerto Real. La título de Torero de Madrid: cuatro novilladas
arte y pundonor conquistó, aunque fuese mismo, derrochando una hombría poco
reconocido desde siempre su enorme pres- común; si bien, en honor a la verdad, la
tigio como certero estoqueador, pues no en realidad fue que no alcanzó el puesto que
vano era considerado como uno de los merecía por su extraordinaria calidad como
mejores de toda la historia del toreo y, posi- torero…, pero si en el amor de la que fue su
blemente el mejor de la posguerra civil guapa esposa, Pepita Camacho, cuyos ojos
española. Sin embargo, hay quien dice que se encienden de cariño al recordar «el
su gran estilo y seguridad como magistral maravilloso esposo que era.»
estoqueador le perjudicó, pues opacó su valía En su tierra natal, el diestro de San
como torero; otros, en cambio, consideraban Fernando, siguió después de retirado,
que su figura, aparentando una edad superior dictando lecciones de tauromaquia. Un
a la que tenía, no le favoreció. También se discípulo suyo, Ruiz Miguel, llegó también a
dijo en aquellos años que no le administraron ser «Torero de Madrid» por sus éxitos en la
bien la etapa de sus mejores éxitos. Plaza de Toros de Las Ventas, obtenidos al
Pero la realidad fue que tuvo marcada igual que su querido maestro, enfrentándose
mala suerte en los múltiples y graves a corridas duras, entre ellas a más de un
percances sufridos, que le interrumpieron centenar de las de don Eduardo II Miura
demasiadas veces sus rachas de resonantes Fernández, en plazas como la «Real» de El
triunfos.Con el capote era magistral en su Puerto de Santa María, donde antes las lidiara
forma de recoger los toros, y su toreo a la con atronadores éxito su maestro Rafael.
verónica se manifestaba siempre templado El que le concedieran en la
y profundo, que fue sólo igualado por el temporada madrileña el título de «torero de
maestro de Ronda, Antonio Ordóñez. Con la Madrid», fue un anticipo certeramente
muleta toreaba extraordinariamente limpio, adivinado de lo que Rafael Ortega llegó a
cargando la suerte y siempre centrado en sí conseguir, pues mereció el recuerdo de
aquella afición capitalina y la máxima esti- damente del embroque después de haber
mación de todos los aficionados, espe- hecho humillar al toro con la muleta en las
cialmente de los que tuvimos la inmensa pezuñas. Fue todo un estilista de la estocada
suerte de presenciar alguna de sus memo- y como tal, en premio de conso-lación, se
rables actuaciones en la Plaza Real de El colocó un sello de especialista que dejó en
Puerto de Santa María, al que siempre un segundo plano entre sus muchas virtudes
recordaremos sus conocimientos en el arte su excepcional toreo con capa y muleta. Tal
de torear, esgrimiendo a la perfección todos es así, que esa sola fue la coartada perfecta
sus principios fundamentales, el dominio de para justificar su injusto lugar en el toreo, tal
los terrenos del toro y el suyo propio en cada y como se desprende de nuevo de las
toro, lo que le permitió el «cite de largo sin palabras de Cossío: «Es cierto que el público
citar» y con la muleta en la izquierda, dentro agradece, aplaude la práctica clásica y
de una característica muy suya y, sobre todo, honrada de la suerte suprema pero no es ella
propinando aquellas incomparables esto- fuente de popularidad ni de con-tratos.»
cadas a volapié, o, preferentemente, en la Durante toda su trayectoria taurina el
suerte de recibir, con las que coronaba sus Maestro dejó constancia de su toreo de corte
exitosas actuaciones. clásico, rondeño, puro y neto como una fuente
Para Néstor Luján, el gaditano fue un limpia y clara, impulsado por una patente
diestro «valiente y desgraciado en la plaza, virilidad que nada tiene que ver con algunas
con sorda vibración de torero antiguo.» Y algo de las «extrañas» poses de figuritas de
hay de exacto en la definición, pues su carrera nuestros días.
hubo de ser una constante lucha contra el El mérito principal de este matador de
dolor físico de las cornadas, soportadas con toros fue la de haber permanecido en la
la bizarría de los más gallardos toreros de brecha de su profesión sin presentar, pese a
antaño, y contra los prejuicios que le relegaron los múltiples percances que recibió, desmayo
a posiciones secundarias en la Fiesta de su ni concesiones, sin haber variado un ápice
tiempo. Así, José María de Cossío –que, su estilo valeroso de su toreo ni rectificado la
extrañamente, calificaba de «basto» su toreo- ortodoxia de sus procedimientos de la mejor
reconoce que «el mérito principal de este ley en la suerte suprema de matar, con una
matador de toros ha sido haber permanecido personalidad propia difícilmente igualada. Y
en la brecha de la profesión sin desmayos ni toreó muchas veces bien, y siempre con
concesiones, sin haber variado el estilo decoro y con el más alto nivel artístico, con
valeroso de su toreo ni rectificado sus gran eficacia, dominio y sabiendo el momento
procedimientos de la mejor ley en la suerte exacto para el adorno.
de matar.» Pero en ese comprensivo Debemos reseñar, en cuanto a su
reconocimiento se encerraba también el gran tradicional eficacia a la hora de pasaportar los
estereotipo que ocultó, más que cualquier otra toros, que la realizó en una época muy poco
circunstancia, la dimensión torera, la hombría propicia para la estimación de esta suerte
de Rafael Ortega: su maestría en la suerte como esta de estilismos toreros en que
suprema. apareció Rafael Ortega logró consideración
La propaganda de su tiempo le excepcional y sostuvo su cartel con tan
presentaba como «el rey de espadas» porque arriesgado e injustamente poco estimado
ejecutaba el volapié «con la perfección y la recurso, que en él fue una sobresaliente
eficacia que los maestros del estoque de habilidad. Aunque, en honor a la verdad, el
cualquier época hayan podido tener.» Ortega público agradecía y aplaudía la práctica
se recreaba en el cite, marcaba con lentitud clásica y honrada de la suprema suerte que
soberana los tres tiempos y salía gallar- ejecutaba a la perfección, pero, desgra-
CUADRO I
Algunos de los percances sufridos
Fechas Lugares Ganaderías Tipo de lesiones
(08-06-1950) Granada Ramos Paúl Muslo izquierdo.
(08-07-1950) Pamplona Fermín Bohórquez. Dos cornadas gravísimas: una
interesaba el recto y la vejiga, y la otra la pierna derecha.
(00-00-1951) Línea de la Concepción Una cornada.
(00-08-1951) Cádiz Una cornada.
(12-10-1959) Zaragoza Marqués de Domecq. Puntazo en la región auricular.
(00-05-1959) Madrid Una cornada.
(16-10-1966) Motril Espinosa de los Monteros. Fracturas de cúbito y radio
del brazo derecho.
(01-10-1967) Barcelona Hoyo de la Gitana Cornada que le atravesó el muslo
izquierdo.
(01-10-1967) Marbella Ana Romero Varios golpes y conmoción cerebral.
CUADRO II
Novilladas, corridas y trofeos en la Plaza Real
Fechas Ganaderías Novillos Toros Orejas y rabos A Hombros
CUADRO III
Algunos de los trofeos logrados en su vida profesional
Fechas Ganaderías Novillos Toros Orejas y rabos A Hombros
(03-08-1947) M. del Contadero 2
(02-10-1949) Felipe Bartolomé 2 1
« « Escudero Calvo 1 1 1
(00-04-1950) 2 1
(00-05-1950) (Madrid) 2 2 1
(06-05-1951) Benítez Cubero 2 2 2 1
(03-08-1952) Antonio Urquijo 2 3 1
(12-10-1952) 2 2 1
(00-05-1953) 2 2 1
(29-08-1954) Manuel S. Cobaleda 2 1
(23-04-1955) (Sevilla) 2 2 1 1
(05-08-1956) Fermín Bohórquez 2 1
(19-03-1957) José Villar Vega 2 2 1
(04-08-1957) José Luis Osborne 2 4 1 1
(25-08-1957) Domecq y Osborne 2 2 1
(27-04-1958) Eduardo II Miura 2 2 1 1
(00-05-1959) Eduardo II Miura 2 2 1 1
(12-10-1959) Domecq Hermanos 2 1
(24-03-1966) Manuel Martínez 2 2 1
(10-07-1966) Carlos Núñez 2 2 1 1
(31-07-1966) Benítez Cubero 2 3 1
(28-08-1966) Carlos Núñez 2 3 1
(00-04-1967) (Sevilla) 2 1 1
(25-05-1967) (Madrid) 2 2 1
(00-06-1985) (Jerez ) 2 2 1
En Madrid: Seis veces saldría en volandas camino a la calle de Alcalá, en
las temporadas de 1949, 50, 52, 53, 54 y 67.
(1)Don Joaquín Buendía Peña, adquirió en 1932 la ganadería del conde de Santa Coloma,
Octubre:
que a su vez procede de la que formó don Eduardo Ibarra con reses de don Joaquín
1949 :
Murube, como se dice al reseñar la vaca de don Ernesto Blanco y de su hijo Manuel,
Octubre:
procedente de la de don Fernando Parladé. En 1905, el conde de Santa Coloma adquirió
10:
el hato de reses que don Manuel Fernández Peña adquirió de don Eduardo Ibarra. En
Cordobés:
1996 (al amparo del artículo 6o. bis c), don Joaquín Buendía hizo tres lotes de machos y
de hembras de igual número, que se repartieron entre sus hijos y se adjudicó una parte a
10:
la dehesa La Amarguilla, siendo la procedencia actual de Santa Coloma-Buendía.
Cordobés:
La producción de toros de la ganadería de don Joaquín Buendía, ubicada en
Sevilla, y que dentro de la misma casta conserva las procedencias de Ibarra y del Saltillo,
de la más pura casta de Vistahermosa, ha sido magnífica, siendo de notar que con reses
de esta vacada se han formado otras muchas, se aumentaron otras y se han efectuado
cruces con casi todas. La antigüedad de esta ganadería es del 16 de mayo de 1906. Su
divisa: Azul y encarnada en una sola cinta. Señal: oreja derecha zarcillada.
en los que cuajaron faenas francamente por la entrepierna de tan aparatosa manera,
soberbias, ligeramente deslucidas con el que en el acto se dio cuenta el público que
acero, pero premiadas con grandes había recibido una gran cornada, como, en
ovaciones, peticiones de orejas y vueltas al efecto, así fue. Al momento en la enfermería
ruedo. se le apreció una herida penetrante por la
Y cuando ya estaba vencida la corrida, región perineal, que interesaba el recto y la
en la faena del sexto toro, que Rafael Ortega vejiga y ascendía hasta la región abdominal.
le había brindado a los asilados de la Casa Se le intervino, a lo largo de dos horas con
Misericordia, sobrevino la desgracia que repetidas transfusiones en vista del fuerte
impresionó profundamente al público. Fue el shock y carencia de pulso en que se
citar al natural cuando el toro, marcado con encontraba. Luego reaccionó a las inyec-
el número 105 y que atendía por el nombre ciones y transfusiones que se le aplicaron, y
de Trocador, que estuvo a punto de no a las diez de la noche se le trasladó a la
lidiarse porque estaba cojo de la extremidad Clínica de San Miguel, donde durante la
posterior derecha, impedimento que pasó madrugada le atendió el doctor Guinea, que
inadvertido para el público, pero no para los fue llamado de urgencia a Madrid.
veterinarios, enganchó por la pierna derecha La corrida de Bohórquez fue buena,
al gaditano Ortega, volteándole, y una vez en en general, de clase, dando un promedio de
el suelo le metió la cabeza, suspendiéndole 286 kilos y medio en canal.
En la imagen
superior, el
momento en
que el toro se
cuela el iniciar
Ortega el
muletazo.
En la imagen
inferior, el
momento en que
el toro engancha
al diestro de San
Fernando por la
pierna derecha.
(Fotos de
archivo).
que habiendo pasado más de media hora, dos rechazados por pequeños-, dos de ellos
alguien, aun a sabiendas del peligro que ello por otros de la misma divisa, llegados la
representaba y porque no se podía hacer otra mañana del día de la corrida y que fueron
cosa, autorizó que saliese otro miureño, embarcados con muchas dificultades en la
llamado Espejito II, de pelo co-lorado, ojo de madrugada de ese día, y un tercero de la de
perdiz, al que Rafael Ortega le cortó al día Domecq Hermanos. Los cinco de la famosa
siguiente las orejas. Cuando el «ojo de perdiz» vacada sevillana, la de los «terroríficos
vio a Velonero, en menos que canta un gallo, miuras», se comportaron bien en su conjunto,
se lanzaron a toda velocidad el uno contra el eso sí, con mucho poder, casta y nervios;
otro y del tremendo encontro-nazo con sus siendo los más grandes los lidiados en cuarto,
testuces, que se pudo escu-char por todos quinto y sexto lugar, aunque todos fueron muy
los presentes, ambos saltaron al aire como aplaudidos; pasando seguidamente a rela-
si fuesen de juguete, para quedar muerto en cionar todos ellos, integrando la segunda
el acto Velonero (3, página 28). parte de la reseña principal, en la que torearon
Las incidencias continuaron, pues de el citado Rafael Ortega Domínguez, Dámaso
los seis toros que salieron de Zahariche fueron Gómez y Luis Miguel González Lucas (Luis
sustituidos tres –uno, el citado Velonero y Miguel Dominguín):
1958 : 1959 :
Mayo: Mayo:
15: 17:
Elegido: Mariscal:
Recibió Rafael Ortega su doctorado El sólo nombre de Rafael Ortega fue
once años después de su alternativa en la ornato de las ferias españolas más
misma Plaza de Toros madrileña de Las importantes. En el recuerdo están el rabo a
Ventas, el (15-05-1958), de manos de Luis un Miura en Sevilla en 1954 y la gran faena al
Segura y de testigo Antonio Chenel toro, llamado Mariscal, marcado con el
(Antoñete), con el toro de nombre Elegido, número 19 y de pelaje negro, de D. Clemente
de la ganadería española de don Fermín Tassara, el (17-05-1959), que inspiró al
Bohórquez Gómez (4, enmarcado en rojo). cronista del periódico A B C, Antonio Díaz-
(2) Tan fue así que, aquella misma tarde decidí en mis adentros abandonar tan pronto
fuese posible mi trabajo en la Base Hispano-Americana de Rota y volverme a Córdoba
para terminar la carrera de Veterinaria que había dejado en 1952. Me juré a mi mismo, ya
de forma definitiva, dedicarme a los toros de lidia desde que volviera a pisar la Facultad
de Veterinaria de Córdoba ¡Y así lo hice!, dedicándome todo el resto de mi vida al estudio
de los toros bravos y en mi vejez a escribir sobre ellos.
(3) Otro hecho similar, como ya quedó citado, tuvo lugar el (20-07-1879), cuando el toro
de la ganadería española de Taviel de Andrade, llamado Calzonero, que se encontraba
en los corrales de la Plaza de Toros de Valencia, al sacarlo de los cajones, su
compañero de dehesa, de nombre Mantillino, acometió contra él, llegándole con tal
ímpetu que le ocasionó la muerte al chocar frontalmente.
(4) De Jerez de la Frontera (Cádiz), con divisa verde y encarnada, y señal, hoja
de higuera en la izquierda y un corte en la derecha, tiene antigüedad del (17-05-
1951). Los hermanos Bohórquez, uno de ellos, llamado Fermín, fue el padre de
los también hermanos Fermín y José Bohórquez Gómez, presentaron por
primera vez sus toros en la nueva plaza de toros de Madrid el (25-03-1912).
Procede de la que en 1940 formó su ganadería don Luis Vallejo Alba, con 59
hembras y dos sementales adquiridos directamente a doña Carmen de Federico,
antigua de Murube y de pura casta Vistahermosa y que fue adquirida por don
Fermín en 1946. Vacada que, notablemente aumentada con más reses de este
puro encaste «de los murubes», fue adquirida por el jerezano Fermín
Bohórquez Gómez, quien vio por primera vez su nombre en los carteles la
tarde del (22-04-1946), con una muy buena corrida que despacharon con
sonados éxitos los diestros Domingo López Ortega, Juanito Belmonte, Alfonso
Ramírez (El Calesero) y Pepe Luis Vázquez, en la Monumental Plaza de Toros de
Barcelona. Supo don Fermín Bohórquez mantener en buen tono las excelentes
ascendencias de este encaste, al mismo tiempo que le infundió a su ganado
unas características propias, dándoles un sello especial dentro del canon
murubeño. Son unos toros que, pese a las desigualdades inevitables de las
ganaderías de camadas largas, suelen dar buen juego con abundancia de
muchos toros realmente extraordinarios. Tras el fallecimiento de don Fermín,
continuó con la acreditada ganadería su hijo don Fermín Bohórquez Escribano,
notable rejoneador, en las fincas de «Fuente Rey» y «Peñuelas».
Cañabate, una de sus mejores crónicas. El Antonio Pérez. 1958: Rosaledo, nº 21,
mismo año, también durante el serial cárdeno, de don Felipe Pablo Romero. 1959:
madrileño de San Isidro –sin duda en otra Mariscal, nº 19, negro, de don Clemente
corrida-, el toro de nombre Rosaledo, Tassara. La Feria de San Isidro madrileña,
también marcado con el nº 19, de pelaje repetimos, no sólo supone el ciclo más largo
negro, de la misma ganadería, obtuvo del e importante de corridas y, por tanto, el de
premio al mejor toro de dicho serial, por su mayor número de toros lidiados, acercándose
extraordinario comportamiento en los tres durante los últimos años a los treinta festejos
tercios de la lidia. Ocupó el décimo lugar de celebrados, sino también, en líneas
la lista y de los 46 toros premiados en la Plaza generales, las de mayores exigencias sobre
de Toros de Madrid entre 1950 y 1996. las condiciones que deben reunir los toros,
La citada «lista» es como sigue: aunque a veces, el desmedido celo de algunos
1951: Rizador, nº 25, cárdeno, de don Felipe grupos de aficionados por el tamaño de los
Pablo Romero. 1952: Cachiporra, nº 44, toros, peso y armadura, más bien parecen
negro, de don Fermín Bohórquez Gómez. que quisieran resucitar los ancestrales toros
1953: Escamillo, nº 44, negro, de don Antonio pintados en el techo de la cueva rupestre de
Urquijo. 1954: Italiano, nº 208, negro, de don Altamira. Y sin embargo, ya es bien sabido
Antonio Urquijo. 1955: Lunero, nº 74, negro que los toros demasiado grande y pesados,
bragado, de don Carlos Núñez. 1956: no son siempre aptos para una lidia artística
Farolero, nº 18, negro, de doña Eusebia y, como se casan pronto, se dedican a
Galache. 1957: Grasito, nº 26, negro, de don defenderse, dando cornadas.
ANCTL - MÉXICO
1921:
Rafael Ortega Domínguez, matador influencia familiar, pero se inició al toreo con
de toros, nacido en San Fernando (Cádiz), el vocación tardía, vistiéndose de por primera
(04-07-1921), falleció en la misma ciudad el vez de luces en 1945, pero con una sobriedad
(18-12-1997), a los 76 años de edad y tras y pundonor ejemplares, para terminar siendo
20 de ejercer su profesión. Sobrino del un gran torero y, sobre todo, un hombre cabal.
banderillero Rafael Ortega (Cuco de Cádiz) Sus cualidades humana le hicieron acreedor
–que actuó mucho en Madrid en las novilladas a llevarse el profundo y multitudinario cariño
durante muchos años, terminando como que incontables amigos y aficionados, que
auxiliar del rejoneador José Belmonte-, por debieron servir de valiosísimo salvoconducto
lo que acaso influyera en su vocación tal para disfrutar de pase automático al Paraíso.
gaditanos, sin olvidarnos antes de felicitar a acreedor al título de torero de Madrid: cuatro
su autor, el Sr. Juan Luis Penna, quien reseña novilladas seguidas con tres salidas a
textualmente : «Corría el verano de 1949, hombros consecutivas y el anuncio de su
cuando, en plena canícula, un domingo 14 alternativa en la propia Monumental a menos
de agosto, se anunció en Madrid una de las de cincuenta días desde su debut en el cartel
tantas novilladas veraniegas, en las que, junto de primerísimo figura, con toros de Buendía.
con novilleros ya veteranos y de escaso Aquella misma tarde ya probaría las mieles
cartel, se solía hacer debutar algún nuevo del triunfo cortando las dos orejas de su último
diestro escasamente conocido por los aficio- toro y cruzando por primera vez aquella
nados; en este caso se anunciaba el debut Puerta Grande. Cinco veces más a lo largo
de Rafael Ortega Domínguez, de San de su carrera saldría en volandas camino a
Fernando (Cádiz), cuyo nombre poco o nada la calle de Alcalá, en el 50, 52, 53, 54 y 67.
decía a los aficionados madrileños, aparte la
coincidencia del apellido con el que el célebre 1949 :
diestro de Borox –Domingo Ortega, o el Octubre:
sevillano Rafael Ortega-; los más enterados 10:
recordaban vagamente que el año anterior un Recibió su alternativa el (02-10-1949),
novillero de ese nombre y apellido había en la Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid),
actuado en Sevilla la misma tarde en la que con toros de don Joaquín Buendía. Se la
se presentó con gran éxito en la Maestranza concedió Manuel Dos Santos, Manuel
Frasquito, de quien se llegó a decir que iba a González y Rafael Ortega alternaron el (02-
ser el sucesor del entonces recientemente 10-1949) en Madrid; día que recibió la
fallecido Manolete, mientras que del gaditano alternativa Rafael Ortega al cederle Manolo
Rafael Ortega apenas se había dicho nada, González, que estaba en su mejor momento,
a pesar de que resolvió ese día una seria su primer toro, de nombre Cordobés, de
papeleta, despachando cinco novillos por pelaje negro mulato y listón, bragado,
cogidas de sus compañeros. marcado con el número 80, de la ganadería
El ganado fue de la señora viuda de de don Felipe Bartolomé, en presencia de
Arribas, acompañando a nuestro paisano los Manolo Dos Santos, entonces en pleno
novilleros Trujillano y Manuel Santos Cabrero, candelero y «ojito derecho de la afición
y el éxito de Rafael Ortega fue tan firme que madrileña.»
repitió sus actuaciones los días (21-08 y 22 y Por percance de éste último durante
25-09) del mismo año. Continuó la buena el tercio de quites en el primer toro, la corrida
racha, hasta el punto de considerarse plena- quedó en un mano a mano y el éxito de Ortega
mente maduro para tomar la alternativa, el fue rotundo, al cortar una oreja al toro
(02-10-1950). Cordobés, el de su alternativa y otra al sexto
Los aficionados que aquel día (un sobrero de Escudero Calvo Hermanos,
canicular se reunieron en Las Ventas, lo que hoy es de Victorino), y logrando su
salieron sorprendidos del oficio, conoci- cuarta salida a hombros por la Puerta de
mientos y maestría del debutante gaditano, Madrid en menos de dos meses,
cuyo aspecto, con calva incipiente y figura acompañado de su padrino.
ligeramente encorvada, denunciaban que no Actuó nuestro paisano en aquella
se trataba de un niño, sino de un hombre ya temporada de 1949 en tres corridas más,
hecho, que aparentaba aún mayor edad de siempre con resonado éxito, y quedó en
la que realmente tenía. Aquel éxito inicial inmejorables condiciones para la temporada
motivó sucesivas repeticiones y el balance siguiente.
al final de la temporada de 1949 ya le hizo
bastante grave, afectando su muslo ñado durante la década de 1940. Habrá que
izquierdo. reivindicar la figura de Rafael Ortega tal y
como hicieron las dos plazas más impor-
Julio: tantes de la Tauromaquia, pues en esas sí
08: que figura, y de las grandes, a tenor de un
Sufrió Rafael Ortega uno de los más palmarés al alcance de muy pocos: 19 orejas
graves percances de su vida profesional, y dos rabos en sus tardes en La Maestranza,
toreando en la Plaza de Toros de Pamplona, 23 apéndices y seis salidas a hombros en 32
en una de las corridas tradicionales de la actuaciones en Las Ventas. Algo haría más
Feria de San Fermín, la tarde de (08-07-1950), que dar estocadas... Mi personal felicitación
en la que un toro de D. Fermín Bohórquez al cronista e historiador don Francisco
Gómez, llamado Trocador, le asestó dos Aguado, en agradecimiento por el placer que
cornadas gravísimas: una interesaba el recto nos ha regalado al leer la colección de
y la vejiga, y la otra la pierna derecha, de las «Figuras Del Siglo XX», en la notable revista
que se libró mila-grosamente de una muerte 6 TOROS 6.
segura, aunque quedó siempre limitada la
agilidad de la pierna, exactamente a tres
meses de haber sido proclamado el máximo 1951 :
triunfador en la Feria de San Isidro madrileña, Mayo:
tras cortar una oreja en la corrida de 06:
inauguración de la temporada. En esta Plaza Tras torear una sola novillada en la
obtuvo durante toda la década de 1950, Plaza Real de El Puerto de Santa María, en
rotundos éxitos y, en muchas ocasiones, con su etapa de novillero, la tarde del (03-08-
durísimas corridas, sumando un balance de 1947), Rafael Ortega reapareció en dicho
orejas cortadas y salidas a hombros, tan sólo coso, ya como matador de toros, el (06-05-
superado por contadísimos diestros en toda 1951), figurando como segundo en el cartel,
la historia de la Plaza Monumental madrileña. que estaba encabezado por Pepe Luis
Aunque nuestro paisano toreó en la Vázquez y de tercero, Miguel Báez (Litrti III),
temporada de 1949 en tres corridas más, en una tarde que el cronista cuyo nombre real
siempre con resonado éxito, y quedó en desconocemos, pero que la calificó de «Olor,
inmejorables condiciones para la temporada color y sabor.» La citada terna se enfrentó a
siguiente. En ésta, sin embargo, no logró los 6 toros 6 de D. José Benítez Cubero -todos
triunfos que esperaba, pero sí obtuvo muchos de bonita «hechuras», aceptables cornamen-
aplausos en la certeras estocadas que tas, aunque como todos los de aquellos años,
propinó a sus enemigos, creciendo su crédito faltitos de romana, si bien dieron una media
de matador valeroso y con envidiable en canal de 266 kilos, porque todos pasaron
pundonor. Y pese a la cornada sufrida toreó de los 500 en vivo; sólo uno fue menos bravo
esa temporada veintiséis corridas. y todos aplaudidos en el arrastre-, en un día
Pero, pasado el tráfago del día a día que comenzó amenazando lluvia, por lo que
del toreo de la década de 1950, superadas los espectadores, que acudieron en buen
las intrigas y las políticas taurinas de la época, número, estuvieron con sus gabardinas en
varias décadas después es tiempo de guardia.
reconocer sin prejuicios los méritos de este El toro que abrió plaza y el cuarto
diestro, que, técnicamente, devolvió al toreo correspondieron a Pepe Luis Vázquez ( El
de muleta el cite con el engaño adelantado Sócrates de San Bernardo), del que Manolete,
que el manoletismo –compensándolo con que por cierto le admiraba, dijo: «Si Pepe Luis
otras virtudes, como la ligazón- había desde- quisiera, acabaría con todos los toreros»,
prácticamente con treinta años de edad, pues El largamente esperado por el público
nació en Sevilla el (21-12-1921) y once de de la Plaza Real, el diestro Miguel Báez (Litri
alternativa, pues la recibió de manos de III), no logró cumplir como de él se esperaba,
manos de Pepe Mejías (Bienvenida) la tarde pues defraudó con su faena a su primer
sevillana del (15-08-1940), y en presencia de enemigo, tercero de la tarde, que,
Gitanillo de Triana, al cederle Bienvenida el ciertamente, fue el único astado que dio clara
astado, de nombre Sabihondo, de pelaje muestras de mansedumbre. En el sexto,
negro, de don Francisco Chica. Se la confirmó último y segundo de su lote, estuvo más
Marcial Lalanda del Pino en Madrid el (20-10- afortunado y después de un revolcón, al hacer
1940)-, disfrutaba de una gran solidez de un quite de frente por detrás, al quinto, surgió
conocimientos, ocupando ya un lugar de la nota de color, la que inyecta a todos
privilegio, nos trajo a los portuenses su toreo anímicamente la emoción, que se rindieron
de capa con el fino y exquisito aroma de la con sus impecables estatuarios con que inició
Escuela Sevillana, desprendiéndose «de su la faena al último de la corrida, que fueron
capote maravilloso y que tenía la virtud de seguidos por dos tandas de naturales mo-
extender y penetrar en la sensibilidad de todos délicos, en ejecución y valentía, a su peculiar
los espectadores.» Y fueron muy suyas las estilo de citar desde larga distancia. Y no
verónicas interpretadas a su segundo pueden olvidarse sus impecables molinetes
enemigo, cuarto de la tarde con el cielo gris, de rodillas, y sus comprometedoras y elegan-
al que toreó por naturales, sin que lograra tes manoletinas, mirando al público. Con dos
cuajar faena. El cronista reseña que «toreó pinchazos y un descabello al segundo intento
mejor al primero con la muleta, pues estuvo acabó su postrera faena al segundo de su
más confiado, rematándolo de una estocada. lote, concediéndosele una oreja, por lo que
En el segundo logró su media habilidosa tras Ortega y Litri salieron a hombros.
señalar dos pinchazos, dividiéndose las
Cartel en la siguiente página
opiniones en ambos toros.
Rafael Ortega dejó en el ánimo de
todos los espectadores «sabor de torero 1951:
caro», y es que «El torero de la Isla» traía
Junio:
aquella tarde amenazando lluvia muchísima
22:
ganas de agradar, recibiendo por su entrega
Este año fue especialmente amargo
las más sonadas ovaciones de la tarde. Y es
para nuestro paisano, ya que el (22-06-1951),
que tanto con el capote como con la franela
toreando en la Plaza de Toros de Lima (Perú),
se ciñó valerosamente, valiente, reposado y
uno toro de D. Salvador Guardiola, le hirió
artista, y aunque con la espada, extraña-
gravemente en la pierna derecha, y un mes
mente, no estuvo a la altura que nos tenía
después, el 25 de agosto de ese año, otro
acostumbrados, siempre ejecutó la suerte
toro, en esta ocasión de Concha y Sierra le
con su habitual limpieza y marcando los
causó una herida grave en la pierna izquierda.
tiempos, con el estilo que sólo saben
Al final esta temporada había logrado sumar
paladear los aficionados maduros. El que no
veintiocho corridas toreadas.
acertara con el acero en las primeras
En 1951, Rafael Ortega sufrió otras
entradas a sus dos enemigos, no impidió que
dos cornadas, una en La Línea de la
la Presidencia, le concediera bondado-
Concepción y otra en Cádiz, volviendo a dejar
samente, las dos orejas del primero, segundo
su número de contrataciones por debajo de
de la tarde, y los espectadores le obligaran a
la treintena. Pero el tremendo castigo de los
dar la vuelta al ruedo en el quinto, se segundo
toros no amilanó a Rafael.
enemigo. Pasa a la página nº. 44.
(2) De El Puerto de Santa María, con divisa verde y blanca, y señal, hoja de higuera en
la derecha y rajada a izquierda, tiene el mismo historial que la vacada de don Juan Pedro
Domecq y Díez. Al dividirse la vacada de los «Hijos de don Juan Pedro Domecq»,
correspondió una parte a don Pedro Domecq y Díez, quien la vendió en el año1946 a don
Luis de la Calle Ruiz, pasando de éste a don Antonio Jiménez Jiménez, quien la enajenó
en 1952 a don José Luis Osborne Vázquez. Éste debutó en la Plaza de Toros de Madrid
el día (19-03-1959), en que se lidiaron cinco bravos novillos, junto a otro de D. Juan
Antonio Álvarez, destacándose notablemente el llamado Flequillero, de pelaje negro,
corrido en tercer lugar y que resultó de bandera. Se le dio la vuelta al ruedo. Esa
temporada lidió D. José Luis Osborne Vázquez ocho corridas.
Viene de la página nún. 44. y Juan Posadas, con el toro, llamado Bigote,
pero, desgraciadamente, no tuvo suerte de la ganadería española de don Tomás
matando, por lo que en los tendidos hubo Pérez de la Concha.
disparidad de opiniones.
A su segundo enemigo, de Pareja 1953 :
Obregón, que por cierto, no se picó ni
En dos de las tradicionales corridas
banderilleó, lo pasó arriesgándose con la
de San Isidro en Madrid, Rafael Ortega logró
muleta, rematándolo de pinchazo y media
pasear tres orejas.
estocado. No habiendo quedado satisfecho
En Venezuela –nos reseñan el
de sus actuaciones regaló el sobrero, al que
cronista del diario «Meriadiano», de Caracas-
le hizo una buena faena con la muleta, a base
vino Rafael Ortega a torear la temporada de
de naturales ajustados y bonitos afarolados,
1953, y actuó en el Nuevo Circo la tarde de la
para coronarla con una soberbia estocada,
presentación de Joselito Torres junto a Antonio
de fulminante efecto. Para Ordóñez, fue la
Ordóñez. El de Ronda pegó tal petardo que
primera vez de las seis que pasó en gloria
fue multado con mil bolívar y Ortega recibió
bajo la Puerta Grande, toreando en dicha
un puntazo leve en el triángulo de Scarpa. El
plaza 14 veces y logrando un total de 22 orejas
triunfador ante los difíciles guayabiteros fue
y 2 rabos.
Joselito Torres, que le cortó una oreja al toro
de su presentación. También toreó en
1952: Valencia, en la plaza portátil Parque de Atrac-
En la del 52 de nuevo el triunfo en ciones, en una temporada organizada por los
Madrid, la Puerta del Príncipe en Sevilla en el hermanos Dominguín. Entre sus gestas
día del Pilar y su confirmación en «la» México. recuerdan los biógrafos la tarde de su
alternativa que salió a hombros -en unión de
Octubre: su padrino Manolo González-, convirtiéndose
12: en una de las grandes esperanzas de la
El 12 de octubre sale por la puerta del Fiesta por la pureza de su toreo y por su
Príncipe de la Real Maestranza de Caballería excepcional manejo de la espada.»
de Sevilla, en unión de Luis Miguel Domínguín
y Antonio Ordóñez. Agosto:
02:
14: El cronista del festejo mayor
Rafael Ortega, Antonio Ordóñez, Juan celebrado en la Plaza Real de El Puerto de
Posadas y Joselito Torres, alternaron el (14- Santa Maria abrió su reseña con el muy bien
10-1952). Esa tarde se doctoró el espada entendible título de «Toritos en El Puerto»…
venezolano Joselito Torres, en la Monumental y nunca mejor dicho, pues los seis toros
de Zaragoza, siendo su padrino Rafael «escogidos» anunciados, de la ganadería de
Ortega Domínguez y testigo Antonio Ordóñez Pasa a la página nº 48.
(3) Estaba ubicada en el término municipal de Olmedilla (Salamanca), con divisa caña y
encarnada, señal: derecha zarcillo, izquierda muesca, presentó por primera vez sus toros
en la Monumental Plaza de Toros de Madrid el (06-10-1918). Fue fundada por don Juan
Muriel, de Castroverde de Campos, con reses del marqués de Salas y de don Vicente
Martínez. El año 1926 fue aumentada con una punta de vacas de don José Bueno,
procedente del marqués de Albaserrada. Entre los novillos lidiados el día de su debut en
Madrid figura el primer astado, llamado Conejito, de pelaje sardo, en una corrida en la
actuó el rejoneador Barajas y Emilio Mayor (Mayorito).
En su segundo, que echaba la cara al suelo de Santa María, como lo hicieron a lo largo
desde la salida, lo lanceó con excesiva de siglos muchos de sus hermanos para la
precauciones. Después banderilleó con realización de obras benéficas, en este caso,
apatía, por lo que no caldeó el ambiente, destinando los ingresos de una novillada «en
muleteando desconfiado y al primer gañafón pro de nuestra remozada y progresista ciudad
que le tiró el bicho con el izquierdo que tenía del Guadalete», en la que se corrieron seis
escobillado, naufragó, perdiendo los papeles novillotes por parte de Rafael Ortega
con la espada, escuchando música de viento Domínguez, Manolo Vázquez y el jerezano
por los morenos. En el sexto, de buena Juan Antonio Romero, que había recibido su
estampa y adornado su teztón se formó un alternativa en nuestro coso, de manos de
batiburillo de capatazos, saliendo prendido un Miguel Báez (Litri III) y de testigo Antonio
peón por la chaquetilla. Se acrecentó el burel Ordóñez, la tarde del (26-08-1957).
en el tercio de varas, donde no se hizo nada Se trató de un «Gran Festival
a derechas. Juan Antonio, en fin, realizó una Benéfico» patrocinado por el Excmo.
faena distanciada y movida, y entre huyendo, Ayuntamiento y según la oportuna reseña
atravesó a Cachivache, marcado con el aparecida al día siguiente, «bajo la mirada
número 83 en la solapa y de pelaje negro expectante de más de media plaza
chorreado, después de un sangriento conato ocupada…» Así que ya va de viejo la falta de
de descabello, «nos echó a la calle, dando solidaridad entre los portuenses, como vienen
fin de la corrida y de nuestro aburrimiento.» haciendo con AFANA y otras instituciones
En resumen o perspectiva histórica benéficas de ayuda a los discapacitados
andaluza, en la Plaza de Toros de la Real ¿Acaso en esta ocasión no les interesaba que
Maestranza de Caballería de Sevilla, se embellecieran su propia Ciudad?
celebraron veintidós festejos: ocho corridas Se da por sabido que a nivel artístico,
y catorce novilladas, más el festival del Arma todo este tipo de festivales –primero que
de Aviación. Este año hubo dos alternativas, conocimos de Rafael Ortega en El Puerto-,
las de Gregorio Sánchez, que además resultó les sirven a los toreros como entrenamiento,
gravemente herido, el (01-04-1956), y Pepe especialmente si como éste, celebrado el
Cáceres, el (30-09-1956), ambos apadri- (19-04-1957); es decir, a principio de la
nados por Antonio Bienvenida, con Joselito temporada, también les son útiles en
Huerta y José María Martorell por testigos, ocasiones como las mejores oportunidades
respectivamente, y con reses de Buendía en para reconciliarse con cualquier mala
ambos casos. Triunfaron Rafael Ortega, que actuación que hubiesen dejado en anteriores
cortó dos orejas rabo en la tradicional corridas. Decimos esto, porque fue el caso
miurada; Antonio Ordóñez y César Girón. El de Juan Antonio Romero, que tuvo la
general Franco asistió a la última corrida de oportunidad de desquitarse de su pasada
la Feria de Abril. César Girón, con sesenta y pésima corrida, la del (02-09-1956) en nuestra
una corrida, y Gregorio Sánchez, con plaza, y que en el festival, con sus acertadas
cincuenta y nueve, fueron los los primeros faenas, dejó limpio «ese empinado sendero
en el escalafón de matadores. que se labran los valientes, poniendo a
contribución los mejores deseos para lograr
1957 : el triunfo, que fue lo que consiguió por
Marzo: completo, cortándole las orejas a sus dos
19: enemigos y saliendo de la Plaza Real a
Seis novillos de D. José Villar Vega hombros, dando con ello un aldabonazo en
dieron realmente su vida peleando en el ruedo las conciencia de los empresarios para
de la emblemática Plaza Real de El Puerto inclinarlos a firmar contratas.
De Rafael Ortega no es a estas toros, pues tres fueron rechazados por chicos
alturas necesario decir que dejó al descu- y otro, que salió en tercer lugar, fue devuelto
bierto como siempre su gran dominio de los a los corrales por su escasa presencia. Los
toros y su inteligencia para realizar faenas a salmantinos fueron una becerrada en toda
toros que nada ofrecen. Se hizo aplaudir en regla. Ante tales circunstancia –no sabemos
sus dos novillos, a los que también tumbó los esfuerzos que fueron necesarios realizar
las orejas, paseándolas en triunfo entre para impedir un desaguisado- fueron lidiados
incesantes ovaciones, saliendo también a cuatro toros de don José Luis Osborne
hombros junto a Juan Antonio. Vázquez, de preciosas hechuras, relucientes
De Manolo Vázquez estamos de gordos, bien armados y cargados de
obligados a decir, mal que nos pese, que no bravura y buena casta, pues hicieron brava
rayó a la altura de sus compañeros, y no en pelea con los montados y, después, se
desagravio del sevillano, que a su primero se dejaron torear. El cartel lo encabezaba Antonio
lo corrieron mal de salida y a su segundo se Bienvenida y Rafael Ortega ocupaba el tercer
lo estropearon definitivamente en el tercio de lugar.
varas. Por ello anduvo bastante desconfiado Siguiendo la reseña –que nos ofrece
por falta de materia prima, brillando por su D. José María Rojas Guillén- sin conocer la
ausencia ese su reconocido buen arte. Pero, fuente original de procedencia, diremos que
bueno, fue el festival muy interesante, pues «Antonio Bienvenida, vestido de tabaco y oro,
hubo de todo, y del que, al final, salieron los no hizo nada son su primer choto de A. P., al
espectadores contentos, que es lo verda- que dio seis pases de muleta, en medio de
deramente importante. (Cartel en la siguiente un griterío imponente, matándolo de media
página). atravesada y baja. Al cuarto, un buen mozo
de D. José Luis Osborne, lo toreó finamente
1957: con el capote y le clavó tres buenos pares de
Agosto: banderillas, Con la muleta realizó una buena
04: faena con la derecha, cortita, para acabar con
Al estudiar el largo pasado taurino de él de dos pinchazos y media estocada. Hubo
nuestra hermosa y emblemática Plaza Real, aplausos para el torero y para el toro…, más
nos vemos obligados, desgraciadamente, a para la brava y noble fiera que para su
pensar que acarrea una extraña enfermedad: Gilgamesh.
la de no ser debidamente tratada por propios Luis Miguel, de verde y oro, no logró
y extraños, encontrándose entre éstos, desde cortar ningún trofeo en la esperada tarde de
muy antiguo, los ganaderos españoles, es su reaparición –éste actuó por primera vez
decir, lo mismo los del entorno que los de en la Plaza Real el (03-08-1952)- por haber
centenares de kilómetros de El Puerto, que fallado con el estoque, pues de haber
envían sus desechos ganaderos, salvo muy acertado con la tizona, las dos orejas del
escasas excepciones. segundo hubiesen ido a sus manos. La sola
Y así, una vez más, la tarde del presencia de su primer toro en el ruedo
domingo (04-08-1957), en la que sin duda levantó una unánime protesta, ya que ni con
brillaría con la reaparición en España del lupa podía verse el astado, lo que pudo
madrileño Luis Miguel Dominguín, respon- originar un serio conflicto, por el escaso trapío
diendo la afición casi llenando el bello coso de las reses. Los minitoros comenzaron a
casi hasta los banderines del tejado, el anunciar su masiva presencia. El madrileño,
ganadero salmantino, don Antonio Pérez (hijo) pese a todo, quiso hacerle faena y hasta le
de San Fernando, cuyos seis toros estaban sacó cuatro naturales buenos. Pero el diestro
anunciados a su nombre, sólo se lidiaron dos Pasa a la página nº 60.
(4) La ganadería de don Pedro Domecq y Rivero, más conocida como del marqués de
Domecq, presentó sus toros por primera vez en septiembre de 1949 y nuevamente el
(18-05-1966). Pastaban sus reses en las fincas: «Martelilla» y «El Carrascal» (Carretera
Jerez-Medina Sidonia, Km. 14 y Jerez de la Frontera, Cádiz), y «Las Castellanas» y «Los
Barrancos» (Puerto Real, Cádiz)-, cuya procedencia histórica (*) fue de unos de los lotes
en que se dividió la de don Ramón Gallardo González y que heredó su hija doña Emilia
Gallardo Santos de Los Barrios (Cádiz), que en septiembre de 1949 la adquirió don Pedro
Domecq y Rivero (Marqués de Domecq D´Usquain), agregándole en principio reses de
don Juan y don José Belmonte y, posteriormente, en 1951, de don Juan Guardiola. En
1955 don Pedro Domecq y Rivero vendió otra de sus ganaderías, oriunda de Gallardo, a
don José Villar Vega, el cual la enajenó en 1959 a los señores Núñez Hermanos (Carlos y
Marcos), que a su vez se la venden a don José Luis y don Pablo Martín Berrocal. En
1981 fue nuevamente adquirida por los hermanos Núñez, que se le vendieron en 1983 a
su actual propietario.
(*) Casta fundacional originaria del El Puerto de Santa María.
(*) Presenció la corrida el célebre pintor Juan Lara, quien trazó con su lápiz
«unos ágiles apuntes del extraño suceso.»
(5) En 1955 don Pedro Domecq y Rivero vendió la ganadería, oriunda de Gallardo, a don
José Villar Vega, el cual la enajenó en 1959 a los señores Núñez Hermanos (Carlos y
Marcos), que a su vez se la venden a don José Luis y don Pablo Martín Berrocal. En
1981 fue nuevamente adquirida por los hermanos Núñez, que se le vendieron en 1983 a
su actual propietario.
Viene de la página nº. 78. siempre estuvo atento a evitar sustos con
pureza de su toreo. Rafael Ortega sólo pudo oportunos y brillantes quites, que todos los
contratar 5 corridas de toros en la temporada asistentes extranjeros jalearon.
de 1960, lo que le empujó a retirarse de los Platicando después de la tienta con
ruedos. Desde entonces, gustó de ayudar en mi paisano Rafael -sin dejar de saborear la
sus inicios a varios novilleros, entre ellos, a riquísima paella de mariscos obsequiada por
sus paisanos Francisco Rivera (Paquirri) y las Bodegas Osborne, que siempre se ha
Ruiz Miguel, que tuvieron mucho que agra- distinguido por sus atenciones… ¡Y así
decerle. siguen!-, sobre la calidad biológica tan
Siguiendo con Rafael Ortega, volví a deficientes de muchas becerras tentadas, él
verlo en 1961, esta vez en el cortijo de manifestó su preocupación por la flojedad que
Bolaños, de don José Luis Osborne Vázquez, presentaron... y ¡fíjate! -decía-, que las más
inolvidable amigo con el que muchas veces, bravas y nobles, las mejores, son las que
en la sacristía de las Bodegas Osborne de El más se caen... Lo cual resulta de lo más
Puerto de Santa María, compartí con él el lógico, ya que a mayor temperamento y
aromático Fino Coquinero, platicando de casta, más desequilibrio se presenta entre
toros -o bien en la sacristía de las Bodegas las órdenes emanadas del centro cerebral de
de González Byass, charlando sobre el la bravura y la incapacidad de los órganos
Parque Nacional de Doñana y su rica fauna motores para cumplirlas. Las añojas menos
silvestre, con el señor marqués de Bonanza, tempe-ramentales, las menos nerviosas, y a
don Manuel María González Gordon, dueño la vez más disminuida en acometividad,
de las Bodegas, al que los suyos y este lógicamente, no se caían tanto.
servidor le llamábamos «Tío Manolo», pues
tal era su inmensa categoría humana y
sencillez-, cada vez que durante las 1966:
vacaciones, iba a El Puerto y a Jerez a pasar La reaparición de Rafael en 1966 fue
unos días de descanso con la que después como la de «Antoñete» en Madrid, con casi
sería mi querida esposa, doña Alicia Abreu 45 años de edad logró que la nueva crítica le
Portillo. diera el sitio que no le habían dado los
Allí estaba Rafael Ortega, con don cronistas de los años 50. En San Isidro de
José María Pemán y José Luis Osborne, 1967 cuajó una de las faenas imborrables que
cuando llegamos todos los asambleístas del han tenido lugar en la Monumental de Las
XIV Congreso Internacional de la Unión de Ventas, que realiza a un toro de Higuero, y en
Estudiantes de Veterinaria, del que fue Barcelona el 1 de octubre, el toro llamado;
Presidente el después notabilísimo político Capuchino», de la ganadería de Hoyo de la
español, el doctor don Luis Mardones Sevilla Gitana, le pegó una cornada gravísima que lo
y este servidor de ustedes, Secretario puso al borde de la muerte . Este percance,
organizador. Rafael estuvo llevando con el una cornada que le atravesó el muslo
ilustre ganadero la tienta de las becerras que izquierdo, precipitó su retirada en 1968.
nos ofrecieron, seguida de los correspon- Tuve el privilegio, cita un cronista, de
dientes capotazos y muletazos deshilvana- conocerle, allá en su Isla de San Fernando.
dos por parte de los congresistas más Juntos, en compañía del periodista
atrevidos. Hasta algunos estudiantes de salmanquino Alfonso Navalón y del matador
detrás de la entonces cortina de acero, Francisco Ruiz Miguel, participamos en un
hicieron sus pinitos con el percal... , como el tentadero en casa de Manolo Camacho,
joven Tabakobich, y probaron las amarguras donde fuimos en compañía del querido amigo
de los revolcones, pero Rafael Ortega Oscar Aguerrevere Vegas, entonces alto
ejecutivo de Viasa. El levante hizo que los García (Mondeño) y Sebastián Palomo
bisoños nos tapáramos, pero la lección del (Linares), logrando cortar las dos orejas y el
maestro fue grande en el dominio de los rabo a su segundo enemigo, antes de salir a
elementos y de las reses. Al día siguiente nos hombros del emblemático coso. Y es que,
refugiamos con Rafael Ortega y su primo necesitado económicamente, tuvo que volver
Paco Ortega en La Venta de Vargas, el sitio a los toros, en la sexta de las 8 veces que
más torero de toda Andalucía. Estuvo locuaz, volvió a cruzar la Puerta Grande y en la que
sentencioso, habló del toreo de ayer, del arte logró cortar un total 24 orejas y 3 rabos-, en
de siempre. Los cuadros de Franconeti y del presencia de dos jóvenes valientes como
Silverio, como las fotos de la Paquera de Juan García (Mondeño) y Palomo Linares.
Jerez y de La Niña de los Peines y las de Pero para no perder su desgraciado sino de
aquellos toreros antiguos que cuelgan sus verse siempre perseguido por las cornadas,
pesados trajes dorados de las viejas paredes un toro le fracturó un brazo en la plaza mala-
de la Cádiz torera, fueron los oídos de la gueña de Motril a final de temporada.
última lección del toreó que le escuché a Pero vayámos a la reseña de D. José
Rafael Ortega. María Rojas Guillén, para decir que el la tarde
del citado 10 de julio, los Herederos del
Marzo: ganadero gaditano D. Carlos Núñez embar-
24: caron en su dehesa de Los Derramaderos
El (24-03-1966), luego de una faena una corrida terciadita en peso y trapío, pero
brillante al bravo y noble toro, de nombre de uniforme exterior, brava para los mon-
Martincho, de la ganadería de Manuel tados, con destino a la Plaza Real de El
Martínez, en la Monumental «Plaza México» Puerto de Santa María, siendo los mejores
–la más grande del Mundo-, con el corte de toros los lidiados en tercero y cuarto lugares,
dos orejas, el diestro Rafael Ortega se ganó que lidiaron los diestros Rafael Ortega
la Oreja de Oro. Domínguez, Juan García (Mondeño) y
Sebastián Palomo (Linares).
Julio: «El Torero de la Isla» -que fue salu-
10: dado entusiásticamente por la concurrencia
Rafael Ortega, que en la temporada en agradecimiento a su regreso a El Puerto,
de 1960 tan sólo se vistió de torero en cinco manifestación que agradeció cruzando sus
ocasiones, ninguna de ellas en la Plaza Real brazos en el pecho con el cariño y afecto que
–en ésta toreó la última corrida de su primera él prodigaba como nadie-, veroniqueó de
etapa la tarde (02-08-1959)-, decidiendo salida a sus dos enemigos de la forma clásica
abandonar la profesión, cuya noticia hizo a que nos tenía acostumbrados. Fue, sin
pensar a los aficionados que la Fiesta perdería duda, por lo que brindó su primer enemigo a
un gran valor por su hombría y pundonor, en todo el público, toreándolo muy bien por la
la que tantos triunfos lograra, dejó gratamente derecha, muy ceñido al toro y de forma repo-
sorprendido a todos los aficionados cuando sada, iluminando a todos con su veteranía.
la temporada de 1966 retornó a los ruedos El toro le puntea en un buen número de pases
para, en lucha con su edad y su excesivo de pecho y al ligar el otro se le vence su
peso, continuar exitosamente su carrera enemigo, que lo remató con media estocada
taurina. El acontecimiento, que resultó un en corto y por derecho, saliendo rebotado.
«triple triunfo y gran cartel», tuvo lugar en la Otros dos pinchazos y el se echó el bicho.
Plaza Real de El Puerto de Santa María, el Vuelta al ruedo. A su segundo le dobló muy
(10-07-1966), en cuya corrida toreó ganado bien por bajo y le citó al natural para ejecutar
de D. Carlos Núñez, alternando con Juan una buena serie de muletazos que abrochó
con el de pecho. Se estiró el diestro y mandó redondos, ejecutando uno de pecho arries-
muy bien la embestida con la derecha. Otra gando muchísimo. Dos pinchazos y esto-
serie de naturales muy mandones y toreros, cada. Ovación, para seguidamente, salir los
a la que siguió unas manoletinas muy a su tres espadas a hombros.
creador. Entró con su perfección habitual a (Cartel en la página siguiente).
matar, colocando media estocada honda en
todo lo alto –según investigaciones poste- 1966:
riores, la espada seccionó totalmente a nivel Julio:
del arco de la arteria aorta- muriendo el toro 31:
sin puntilla. Dos orejas y rabo. Cuando la tarde del (31-07-1966) se
El «Torero de Puerto Real», nuestro lidió el encierro, de la ganadería sevillana de
paisano y tocayo Juan García (Mondeño), nos D. José Benítez Cubero (7), en la Plaza Real
dice el cronista que «toreó muy tranquilo a la de El Puerto de Santa María faltaban apenas
verónica.» Empezó su primera faena con 40 días para que se cumplieran 27 años de
naturales que ligó con el de pecho. Su ene- la presentación oficial de sus novillos en la
migo tenía una pobre arrancada, haciendo Plaza de Toros de Madrid, hecho que tuvo
todo el trabajo el diestro. Ejecutó manoletina lugar el (10-09-1939), y aquella tarde calurosa
«sui géneris», que el público aplaudió con los diestros Rafael Ortega Domínguez, Jaime
fuerzas, para dejar dos pinchazos y una Ostos y Juan García (Mondeño) cortaron un
entera. Ovación y vuelta. A su segundo le hizo total de nueve orejas, saliendo los tres a
una faena de cinco estatuarios con su hombros por la Puerta Grande, después de
peculiar e inaudita quietud, el «estatismo» que haber sido paseados por el ruedo al terminar
le caracterizó y que aplicó a todos los hechos la corrida. Si bien, al ser rematado el tercer
de su vida. El toro se le arrancaba con mucho astado, un ramo de guapas señoritas, perfec-
gas pero él lo domina y manda a fuerza de tamente identificadas con el acto, en unión
exponer. Otra serie de manoletinas de su de los toreros, realizaron una colecta a
propia cosecha, para un pinchazo y estocada beneficio de la Cruz Rojas, que se celebró el
sin puntilla. Dos orejas y rabo, invitando a sus «día de la banderita.»
compañeros de terna a saludar al público La reseña relaciona los pesos de los
desde el tercio. toros, por orden de lidia, que arrojaron una
Linares lanceó muy bien de salida y media de 463 kilos de peso en vivo. Ya para
la faena de muleta la configuró a base de esa fecha hacía más de medio siglo largo que
naturales, estirándose mucho y vaciando se había alterado la denominación que la
excelentemente a su enemigo. Otra serie con Zootecnia aplicaba a los astados que con
la izquierda, en un palmo de terreno. Dere- cuatro años, en lugar de llamarlos «novillos»,
chazos muy mandones. En la suerte comenzaron a llamarlos impropiamente
suprema, se perfiló muy cerca y, encunán- «toros.» La corrida que comentamos, pues,
dose materialmente sobre el morrillo, cobró era de novillos, tal y como, salvo excepciones,
una estocada sin puntilla. Dos orejas y rabo. se vienen corriendo en toda España y
A su segundo y último de la gloriosa tarde, lo América. Ya casi ningún diestro lidia astados
toreó con valor y temple por naturales y en Pasa a la página nº 84.
(7) En el tradicional serial taurino de la Feria madrileña de San Isidro de 1961, el toro de
nombre Sanluqueño, marcado con el nº 78, de pelaje negro, de don Benítez Cubero,
obtuvo del premio al mejor toro de dicho serial, por su extraordinario comportamiento en
los tres tercios de la lidia. Ocupó el doceavo lugar de la lista y de los 46 toros premiados
entre 1950 y 1996.
Rafael ORTEGA
Sustituyó a ANTONIO ORDÓÑEZ
Cádiz, en la que estuvo enseñando las bases lo que acaso influyera en su vocación tal
del toreo hasta que el cáncer le minó su vida influencia familiar, pero se inició al toreo con
en dicha ciudad, el (18-12-1997), a quien vocación tardía, vistiéndose de por primera
había sido a lo largo de su carrera taurina vez de luces en 1945, pero con una sobriedad
«mucho más que una espada.» y pundonor ejemplares, para terminar siendo
un gran torero y, sobre todo, un hombre cabal.
1997: Sus cualidades humana le hicieron acreedor
Diciembre: a llevarse el profundo y multitudinario cariño
18: que incontables amigos y aficionados, que
Rafael Ortega Domínguez, matador debieron servir de valiosísimo salvoconducto
de toros, nacido en San Fernando (Cádiz), el para disfrutar de pase automático al Paraíso.
(04-07-1921), falleció en la misma ciudad el
(18-12-1997), a los 76 años de edad y tras 1999 :
20 de ejercer su profesión. Sobrino del Febrero:
banderillero Rafael Ortega (Cuco de Cádiz) 27:
–que actuó mucho en Madrid en las novilladas Festival en su recuerdo en El Puerto
durante muchos años, terminando como de Santa María, en la tarde del 27 de febrero
auxiliar del rejoneador José Belmonte-, por de 1999.