Revista crítica

de discusión teórica y política

A 90 años de la Revolución de Octubre:

Balance y perspectivas de la revolución comunista hoy
Editorial
E n tiempos de reacción como en los que hoy vivimos no es común la conmemoración de
acontecimientos revolucionarios. En un periodo en que se ha divulgado ampliamente la
falacia del fin de la historia y la dominación eterna del capital, las revoluciones son concebidas,
cuando no como eventos producto de la irracionalidad que deben evitarse a toda costa, por lo
menos como indeseables crisis que deben ser superadas lo más pronto posible para restablecer,
aunque sea bajo for mas distintas, las mismas relaciones de dominación. Se impone la creencia de
que las revoluciones son innecesarias, inútiles, es más, hasta contraproducentes.
Ninguna revolución sacudió tan estrepitosamente al mundo desde sus cimientos como lo hizo
la Revolución Rusa de 1917. La primera revolución proletaria de la historia demostró que es
posible que la clase obrera tome el poder mediante su acción consciente y organizada, derrocando
al Estado burgués y planteándose la destrucción de la sociedad capitalista y la constr ucción del
socialismo, de una sociedad libre, sin clases, sin explotadores ni explotados. La historia de la
revolución rusa pr ueba que el proletariado es capaz de vencer, por ello, para la burguesía esta
historia es la más terrible de todas. El capitalismo no ha escatimado esfuerzo alguno primero, para
ahogar en sangre la Revolución Rusa, aislarla y hacerla perecer, y luego, para ensuciar y enterrar la
memoria de aquel octubre de 1917. Ningún acontecimiento revolucionario ha estado expuesto al
vilipendio, la falsificación y la tergiversación al que ha sido sometido el octubre rojo.
Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad, afir maba Goebbels, ministro de
propaganda de Hitler, y la intensa campaña ideológica de desprestigio de la revolución rusa que
emprendió la burguesía surtió efecto en los sectores menos conscientes de la clase trabajadora. La
idea, muy difundida, que hace coincidir, tramposamente y desde una perspectiva ahistórica, el
espíritu original de la Revolución Rusa con su posterior degeneración, cuya expresión más
acabada es el estalinismo, es producto de la transposición de los juicios de valor de una clase a otra.
A pesar de todo, el peso de la larga crisis del capitalismo contemporáneo, que acrecienta las
penurias de millones de trabajadores, ha hecho que el impacto de las campañas ideológicas contra
el comunismo se reduzca. Poco a poco más obreros se hacen conscientes de su miserable
condición.
Hoy existe consenso en el movimiento obrero revolucionario en que es fundamental extraer
las lecciones que dejó la Revolución de Octubre. Tienen razón, el conocimiento conduce a la
acción, sin embargo, un conocimiento adulterado conduciría a una acción equivocada. Por tanto
creemos que es indispensable, para poder aprovechar la enor me cantera de enseñanzas que
constituye la Revolución Rusa, primero repropiarnos de ella.
La estrella de la Revolución Rusa, de Lenin y del bolchevismo, ilumina hoy nuestro presente, a
90 años de aquel glorioso Octubre Rojo, siguen invocando el espectro de la revolución comunista
y de la muerte del capitalismo.
Contribuir, aunque sea modestamente, a rescatar la memoria de la Revolución Rusa, dar
testimonio y aportar reflexiones en torno a ella, siempre de for ma colectiva, es el espíritu de este
número de la Revista Fénix. Por supuesto que no podemos prometer imparcialidad en los ensayos,
estamos predispuestos a tomar partido a favor de la causa del proletariado. Se escribe de manera
realista, más no desprovista de pasión.
 A noventa años
de la Revolución Rusa...
Se derrumbo el muro que preludio mi primer desembarco en Europa
[…].Se esparció por el mundo un aire colmado de esperanza. Parecía
que al fin una era de libertad, de plenitud, tolerancia y prosperidad se
iniciaba para todos. Pero al mismo tiempo, una visión reductora
asimilaba peligrosamente la idea de democracia a un mecanismo
puramente mercantil: el libre comercio. Los resultados están a la
vista, la prensa repite en todas partes las palabras non gratas: crisis,
desempleo, recesión, desencanto, inestabilidad […]
Sergio Pitol, “El arte de la fuga”.
inconmensurable capaz de transformar la actual
situación de caos y barbarie.
Es decir que el capitalismo encuentra su
propia contradicción en su ambiciosa tarea de
producir ganancias; es un juego perpetuo que
nos llevará a la autodestrucción o, impulsado por
sus propias fuerzas productivas, a una sociedad
socialista.

Página 3
U n complejo sentimiento se revuelca en las conciencias,
son las angustias, los sufrimientos, el padecer
enfermizo de los nuevos años y las vísperas de lo que parece
No bastaron muchos años de la expansión en
el mundo del sistema capitalista para que se
hicieran estallar distintas revoluciones en su
un ocaso. El brillo de la humanidad se ha mermado y sobre contra. La Revolución Rusa significó no sólo un
él recaen problemáticas que amenazan con empeorar impulso violento de las masas
nuestras condiciones aun más. contra los dominantes
De lo que se trata no es de denunciar capitalistas; fue, en cuanto
las dificultades en sí mismas, o sea las movimiento revolucionario, una
epidemias, el cambio climático, la falta de construcción consciente y
ética en las sociedades modernas. Más consistente de los propios
bien vislumbrar un planteamiento que oprimidos; una muestra de la
llegue a una parte de todo lo que ocasiona capacidad que yace oculta en las
esta autodestrucción; una crítica que sociedades org anizadas y
ahonde en el punto medular de la planificadas que se plantean las
sociedad en que vivimos, que perciba la miras del socialismo.
voracidad de la búsqueda de ganancia por En el seno de la revolución que
parte del capital. conmocionó al mundo a
Su reproducción con base en el yugo principios del siglo pasado se
del mismo hombre, es algo que ha inquietado a los gestó, a partir de diversas causas sociales, unas
personajes que se han volcado sobre la búsqueda de la azarosas y otras observadas con anticipación, el
verdad más recóndita y sombría en nuestros tiempos: la curso de la revolución que parecía involuntario, los
manera en la que se relacionan las distintas clases sociales obreros, campesinos y soldados opositores al
en el capitalismo actual. gobierno provisional, no sabían del magnífico
Pero en medio de la autodestrucción, en la acontecer que construían; parecía que el enojo y el
miseria y desorden, encontramos en cada sujeto empuje de los oprimidos contenía esa vitalidad
social y en el proletariado en su conjunto una fuerza capaz de deshacerse de la opresión en la que vivían.
 No.4. Año 2.

Pero no conocían con anticipación a dónde es que
querían llegar derrocando al gobierno de Kerenski.
Las revoluciones conllevan una parte consciente,
una dirección política (que en el caso de Rusia llevó a
los obreros y campesinos al poder), pero que no
necesariamente están al frente de las mismas, y que no
necesariamente perduran en el curso de las
revoluciones. Hoy esa parte consciente ha mermado
sus capacidades; las condiciones en las que el
proletariado se encuentra son más complejas; el
avance del dominio del capital sobre los individuos es
cada vez más latente, y parece que esto se ejemplifica
con la falta de conciencia política de amplios sectores
de la sociedad, incluyendo el obrero.
Los partidos políticos y organizaciones marxistas
se encuentran en su mayoría en un impasse teórico y
político; es la falta de agudeza teórica que trata de
desentrañar todo el panorama de la sociedad
Página 4
distintos grupos disidentes al sistema. Se recurre a la
Revolución Rusa como a un esquema que pueda
cubrir diversos escenarios; se lee dogmáticamente a
los teóricos marxistas y se elaboran pronósticos
sociales observando los sucesos como un científico
observa y prevé el comportamiento de una bacteria.
A noventa años de la Revolución Rusa y el actuar
de la contrarrevolución, el socialismo se dibuja con
poca esperanza, casi la misma con la que el partido
bolchevique logró sostenerse en el poder mas de 3
días contra todos los augurios y resistir el ataque de
más de 20 países capitalistas contra sus fronteras, y
posteriormente construir la primer republica
socialista. El análisis de estas ricas experiencias
servirá para confrontar una vez más los
antagonismos del capitalismo y su disolución a
través del socialismo.

moderna la que ha llevado al traste a estas Por Vautrin

organizaciones con políticas anticuadas. Aun cuando
el sistema está cada vez más débil, y la hegemonía
estadounidense se reesquebraja y en su conjunto el
sistema capitalista necesita de medidas más violentas
para apoderarse del mercado mundial, se defiende a
cada paso que da de la revolución socialista, ese temor
que se ejemplifica en todo su aparato represivo, y en
las mil y un maneras que inventa para someter la
conciencia crítica de las personas.
La caída del bloque soviético dio un matiz distinto
a la lucha de clases: por un lado dio un nuevo empuje
al capitalismo, pero por el otro liberó a la clase obrera
del este de Europa y Rusia de un lastre como el
sistema burocrático que construyó Stalin. Las elites
intelectuales reaccionarias hablan del fin de las
ideologías y el olvido de las teorías utópicas del
marxismo, y varias organizaciones marxistas no han
hecho más que reivindicar la revolución rusa y tratar
de seguir los mismos pasos que la dirección
bolchevique, sin dar nuevos aportes que puedan
explicar las situaciones actuales y las particulares de
cada nación.
Desde hace décadas, padecemos de una gran
brecha entre la comprensión crítica de las situaciones
sociales contemporáneas y el actuar político de los
 El llamado “socialismo real”
y la actualidad del pensamiento de Marx
I. Introducción

H oy se piensa que el socialismo ha demostrado en los

hechos su inviabilidad, y se piensa esto porque a
fines de los años ochenta y principios de los noventa cayó
la Unión Soviética, el principal pilar del mal llamado
“bloque comunista”, y lo que pasa es que seguramente
por alguna razón, que se sería muy interesante investigar,
pero sin justificación alguna la
Revolución Rusa ha sido
Se razona más o menos de la siguiente
ingenua manera: como la revolución rusa se
volvió autoritaria, entonces Marx estaba
equivocado; entonces, no caerá el capitalismo y no
hay nada que lo pueda sustituir; entonces, no existe
posibilidad de que los seres humanos vivamos
armónicamente y consigamos juntos nuestros
objetivos comunes, y

Página 5
tomada como una especie de fueron solamente
prueba experimental en la que necedades todas esas
debe reflejarse el destino antiquísimas esperanzas
ineludible de toda revolución de que alguna vez el
social, y esto tanto por la hombre sea hombre, o la
mayoría de sus opositores intuición profunda de que
como muchos de sus no es posible que
partidarios. Así tanto que, por h a y a m o s ve n i d o a l
ejemplo, el régimen en el que mundo a no poder ser. En
tomó forma fue llamado resumen: puesto que
“socialismo real”, con lo que h u b o u n a ve z u n a
quería decirse que era lo que el revolución que fracasó, y
socialismo resultó ser en los puesto que los que la
hechos, es decir, más allá de las hicieron creían más o
diferentes teorías y sueños que menos en las ideas que
se habían tenido al respecto tenía un señor, entonces
hasta entonces. O sea que esa n u e s t r o
forma peculiar de sociedad resultó ser lo que, “en la destino será soportar cada
realidad”, pueden crear los oprimidos por una especie de hora de cada día como una pequeña punzada
ley universal del comportamiento humano, evidenciada hasta que vengan la vejez y la muerte, y poner
por la Revolución Rusa cuando toman sus destinos en sus ante todo esto una actitud positiva y
propias manos. Se entiende entonces que en 1989, cuando “competitiva”, y así para siempre, por los siglos
se derrumbó ese régimen, se haya creído ver la caída, no de los siglos. Y estas estupideces se argumentan
sólo de esa forma específica de gobierno, sino de toda como si fueran algo obvio, como si hubiera que
lucha humana por la libertad, a pesar, pues, de que aquello aferrarse dogmáticamente al pasado para no
que se derrumbó no haya sido nunca más que una tiranía. comprenderlas.
 No.4. Año 2.
No tendríamos por qué estar hablando aquí de tan
groseros razonamientos, pero sucede que no sólo hay
quien los hace y quien es influido por ellos, sino que
son el argumento central y más decisivo de la
actualidad en contra de la posibilidad de vivir en una
sociedad ordenada, en la que los seres humanos
puedan crecer como tales seres humanos. Por eso sigue
siendo necesario que hablemos hoy de un tema tan
poco atractivo y al parecer tan gastado como la
Revolución Rusa; para dejar en claro, al menos, que su
derrota fue únicamente eso, una derrota, y nada más, y
que esta no se dio en 1989, sino en sus primeros dos o
tres años de vida.
Trataremos, en primer lugar, lo que Marx entendía
por “revolución comunista”, y la relación que ésta
puede guardar con la Revolución Rusa y el llamado
socialismo real.
II. Qué es la revolución comunista
El capitalismo desarrolla la división del trabajo y la
interdependencia de cada individuo con respecto a
todos los demás, pero al mismo tiempo oculta esta
relación de interdependencia, y hace que cada
individuo se vea solo (salvo tal vez por su familia y
algunos amigos) y relativamente impotente; hace que
los seres humanos pierdan el control sobre el rumbo
de su sociedad porque la producen para fines que les
son ajenos. El mercado se vuelve el rector de la
civilización y dirige el progreso de la sociedad a la
deriva; deriva de la que los sujetos que toman
decisiones (funcionarios públicos y privados,
legisladores) no son más que seguidores ciegos. El
resultado de nuestros actos se nos presenta entonces
como una fuerza ajena que nos mueve en una dirección
que no reconocemos como nuestra, como montados
en un tiovivo.
La enorme capacidad de producir que tienen los
miles de millones de trabajadores organizados hoy por
el capital se les oculta, y sus poderes se le atribuyen al
dinero (o al gobierno, del que de todos modos se cree
que sólo puede ser movido por el dinero). Parece que es
el dinero el que construye y destruye ciudades y
organiza a los hombres para producir, pero son los
hombres los que se organizan para producir, para crear
su mundo todos los días; los que emiten y hacen
circular el dinero, pero sin entenderlo ni ponerse de
acuerdo para darle orden a esa producción
colectiva de su vida; dejando su destino colectivo en
manos del funcionamiento ciego del mercado.
La revolución comunista es el acto colectivo
por medio del cual los trabajadores asalariados de
la sociedad capitalista entera se adueñan de ese
artefacto, del proceso productivo mundial, que es
ellos mismos y su relación con la naturaleza. De
modo que la cooperación que ya desde ahora ejercen
se hace evidente y directa; los hombres siguen
creando su mundo colectivamente, pero ahora de
forma deliberada. No sólo se hacen dueños de su
trabajo y de los productos de su trabajo, sino que
ahora deciden qué producir, es decir si llevamos el
argumento hasta sus últimas consecuencias qué
mundo producir; qué mundo van a crear y van a
heredar a sus hijos. Las posibilidades de un estado
de cosas como ese, y que el propio capitalismo
hace posible y necesario, supera con mucho
cualquier utopía de la mente más fantasiosa de
nuestro tiempo; está del otro lado de las fronteras
de nuestra imaginación, y sin embargo es
perfectamente posible.
Hoy se piensa, como hemos dicho ya en la
primera parte de este ensayo, que las revoluciones
que se llevaron a cabo en el siglo XX creyendo lo
anterior demuestran sin lugar a dudas que esta idea
es esencialmente equivocada, y es cierto que hubo
millones de personas que lucharon
incansablemente por hacerla realidad, y que fueron
derrotados; incluso podemos darnos cuenta,
viendo esas luchas desde la relativa calma de
nuestros días, que nunca tuvieron posibilidades
reales de ganar, pero muy a diferencia de lo que
suele pensarse, consideramos que la clave para la
comprensión de estas derrotas es precisamente el
concepto marxiano de la revolución comunista,
que acabamos de esbozar. Y consideramos, antes
que ninguna otra cosa, que independientemente de
todas esas derrotas seguimos siendo miles de
millones de trabajadores organizados los que
construimos colectivamente la civilización, y que
obviamente podemos hacerlo para otros fines, en
otra dirección: podemos construir otra civilización

así como construimos esta todos los días. En el fondo es
algo bastante fácil de entender, y ninguna experiencia
histórica ha demostrado nunca lo
contrario de ninguna manera. El
problema es que eso es precisamente
lo que parece, y entonces es de eso de
lo que tenemos que estar hablando:
por qué el llamado “socialismo
real” fue lo que fue, y por qué a
pesar de él, y de que ahora todo sea
“un discurso tan gastado”, vale la
pena seguir en el camino de la razón
y del bien común: de reconocer que
los asesinos son asesinos, que los
imbéciles son imbéciles, que la
destrucción del planeta es la
destrucción del planeta y que el
horror que es la vida cotidiana de
toda la población no es un muy
particular punto de vista de nadie;
que en el fondo todos lo vemos así,
y que todos queremos otra cosa. Y
podemos tenerla.
III. Qué relación guarda la Revolución Rusa con la
revolución comunista
De lo anterior se desprende que este comunismo del que
hablaba Marx no sería obra de un grupo de valientes, ni
nacería de las ideas de un gran pensador. Sería más bien
un producto natural y necesario del desarrollo del
capitalismo que, al llegar a cierto grado de desarrollo, no
podría conciliar la competencia desenfrenada de sus
partes (empresas individuales, naciones) con la
necesidad técnica día con día más delicada de
coordinación entre ellas: al grado de que la quiebra de
una empresa o el hundimiento de una nación por la
competencia de otras, podría romper el funcionamiento
de ese proceso productivo unitario mundial,
precisamente como si se le quitara una pieza a una
máquina, y con ello poner en jaque a toda la civilización
durante algún tiempo. De modo que el régimen de libre
empresa individual chocaría cada vez más
frecuentemente con la cooperación mundial en la
producción, y más tarde que temprano tendría que
No.4. Año 2.
conformarse un nuevo régimen político adecuado a
esa cooperación universal y a la abundancia material
producida por las nuevas
tecnologías que el capitalismo
impulsa a diario, y ese régimen
no podría realmente ser otro
que la planificación colectiva
de la producción mundial de
parte de todos los trabajadores
que la llevan a cabo, y entonces
ellos y sólo ellos podrían tomar
la maquinaria en sus manos y
para sus propios fines.
Pero tal cosa no podría
pasar se entiende sin ese gran
desarrollo industrial, y no
podría ser obra más que del
conjunto de la clase
trabajadora, de modo que si un
grupo de comunistas se
adueñara del gobierno de un
país, eso no sería de ninguna
manera la revolución
comunista, sino simplemente la gestión del
capitalismo por un grupo de comunistas, lo cual en
todo caso podría ser muy bueno, pero muy distinto
y mucho más limitado; no podía ser de otro modo,
y no es un asunto de discusiones de sectitas de
marxistas-leninistas doctrinarios, sino que, en
verdad, la autogestión del proceso productivo
mundial no puede ser sino obra del conjunto de los
trabajadores del mundo que laboran en Él. (¿O de
qué otra manera podría hacerse?)
Lenin lo comprendía también de ese modo,
pero creía que dicha autogestión industrial podría
ser practicada, al menos parcialmente, por los
obreros rusos a partir de que el gobierno
revolucionario pusiera las fábricas en sus manos, y
que podría volverse completa y mundial una vez
que la Revolución Rusa esparciera la llama a Europa
continental, que en 1917 estaba cansada de la guerra
y hambrienta. Entonces la toma del poder por los
bolcheviques podría desatar en unos cuantos años
la revolución comunista mundial. Pero en ese
tiempo todos entendían, claro, que esto también
 No.4. Año 2.

podría no suceder, y la Revolución Rusa podría quedar
aislada. Y eso fue lo que sucedió: la llama revolucionaria
que se encendió por toda Europa fue contenida en poco
tiempo, y la autogestión obrera rusa fue un fracaso
rotundo. La dirección dictatorial de la producción
desde el Estado eso mismo que algunos años
después comenzaría a ser considerado como la
definición de lo que es “socialismo”, fue
considerada por los bolcheviques de esos primeros
años como una decisión trágica; que no se hacía sino
porque no había verdaderamente ninguna otra
opción en medio del
hambre y la guerra, y
fue una decisión que
causó levantamientos
revolucionarios en
Página 8
victoria, o aun más, que fue una revolución
comunista, no basta caer en las apariencias,
sino engañarse uno mismo. Ese querer creer le
dio, ciertamente, una tremenda energía a miles
de revolucionarios en el siglo XX, que
entregaron su vida, tal vez con menos éxito,
pero con el mismo heroísmo y la misma
convicción del Che o de Ho Chi Minh; tanto
que pusieron en riesgo más de una vez a la
hegemonía mundial de los Estados Unidos y
eso en tiempos de relativa prosperidad, pero
nunca estuvieron ni
medianamente cerca de
poder destruir el
capitalismo y crear una
sociedad distinta. Y esa

contra de los ceguera que los impulsó

bolcheviques, quienes a hacer tan grandes
los reprimieron sin cosas creyendo en algo
piedad, empleando que era evidentemente
para el caso a falso, es la misma
campesinos reclutados ceguera con la que hoy
a la fuerza bajo todo el mundo denosta a
amenaza de muerte, y a Marx como si hubiera
quienes después se sido el padre de sus
emplearía como mano errores; de las
de obra forzada forzadísimas
(esclava, pues). interpretaciones que se
Yo no soy de los hicieron de la
que piensa que el pequeñísima parte
poder haya corrompido a los bolcheviques, o por lo publicada y leída de su obra.
menos no a Lenin ni a Trotsky, quienes en verdad Hoy se abandona el frente de lucha con la
creían estar haciendo lo necesario por el bien de la misma ligereza y la falta de rigor teórico, con la
humanidad. Pero una revolución que luchó por misma prisa por llegar a conclusiones políticas
liberar al ser humano y que en dos o tres años debe rápidas, con la que hace 40 años millones
reclutar a la fuerza y esclavizar a millones, y matar a dieron su vida por un cambio que entonces no
una cantidad de comunistas que Videla jamás era posible, pero que pronto lo será, y que, de
hubiera soñado, ha sido evidentemente derrotada, hecho, va a ser la única esperanza para la
antes de que Stalin llegara al poder, y muchísimo supervivencia de la especie.
antes, se sobreentiende, de que cayera el Muro de
Berlín. Para pensar que la Revolución Rusa fue una Por Antonio Álvarez
 El comunismo como construcción histórica:
a noventa años de la Revolución Rusa
Naturalmente, sería muy injusto atribuir ese fracaso a la obra de un
hombre y a los errores de su doctrina cuando su acción no ha podido que culmina con la Comuna de Paris, expresa el
desarrollarse más que durante una breve fase de la historia del carácter irreconciliable de la lucha entre la
movimiento comunista. burguesía y el proletariado, y aunque Marx tiene
1
Marcel Liebman claro eso, ya no se muestra tan optimista al hablar
Pero una vez en el poder, estos hombres serán sobrepasados y verán que la
de la pronta caída del capitalismo como en sus
revolución que habían creído hacer en nada se parece a la revolución hecha. textos anteriores; si había pensado que la
Engels
2
revolución comunista estaba cerca, no fue debido a
una mente fantasiosa, como muchos de sus

Página 9
críticos han querido hacer creer; sino que se

G eneraciones van y vienen y el capitalismo no cae,

unos mueren a manos del enemigo o encerrados
en cárceles, otros, en el exilio, y algunos más obligados a
fundamentaba en un análisis materialista, muy
riguroso, de su tiempo.
En Marx podemos encontrar una investigación
enlistarse en filas enemigas con tal de no morir. Con muy minuciosa del desarrollo del capitalismo, el
todo y nuestras derrotas, el fantasma del comunismo avance descomunal de la industria, la técnica, así
aparece nuevamente en escena, ¿qué pasa, será que el como el desarrollo de las capacidades humanas
capitalismo verdaderamente es invencible, o su para poder operar estás transformaciones, o en
verdadero fin apenas está por llegar? pocas palabras, del desarrollo de las fuerzas
productivas; lo que es una de las claves que le
I. La clave sigue estando en Marx permite pensar en la revolución comunista como
una construcción
Marx presagiaba en el consciente de la
Manifiesto que la revolución h u m a n i d a d .
que estallaría un año Independientemente
después, en 1848, era la que de la impresión que le
verdaderamente derribaría provocaba el avance
al capitalismo; en un texto tecnológico, antes de
posterior rectifica y que la sociedad
describe ese momento capitalista llegue a su
revolucionario más bien fin es necesario que se
como el decisivo para la expanda y desarrolle
consolidación del s u s f u e r z a s
capitalismo a nivel mundial. p r o d u c t i va s. E s t e
El movimiento punto es indispensable,
revolucionario de 1871, ya que la sociedad no
 No.4. Año 2.

puede ser enteramente libre si no sobrepasa antes el da la señal para una revolución en Occidente, de
plano de sus meras necesidades animales; y modo que ambas se complementen, la actual
precisamente este desarrollo es el que permite pensar propiedad común de la tierra en Rusia podrá servir
en una transformación consciente. “Por eso, la de punto de partida a una revolución comunista”.
humanidad se propone siempre únicamente los En menos de veinte años la comuna rural rusa
objetivos que puede alcanzar, pues, bien miradas las fue destrozada por la entrada de la gran industria,
cosas, vemos siempre que estos objetivos sólo brotan este desarrollo se dio de manera muy acelerada. El
cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, que la industria se insertara en Rusia no implicaba
las condiciones que la burguesía
materiales para su estuviera a la
realización”.3 cabeza de la
Este análisis, revolución por una
por supuesto, no r e p ú b l i c a
implica que moderna, como en
necesariamente el resto de Europa;
un estallido por el contrario, el
r e vo l u c i o n a r i o debate sobre la
Página 10

tenga que darse en transición del

los países más feudalismo al
desarrollados. socialismo, sin
Hacia los pasar por el
últimos años de su capitalismo seguía
vida, Marx dedicó presente. La
bastante tiempo al posibilidad de que
análisis de la los trabajadores de
comuna rural rusa, Rusia encabezarán
e intercambia una este proceso fue la
serie de cartas con piedra angular en
sus partidarios en el análisis de Lenin
dicho país, para preparar la
principalmente Revolución de
con Vera Zasúlich. Octubre.
Esta discusión es
considerada por varios marxistas latinoamericanos4 II. Lenin no era crédulo (el socialismo no fue
como un rompimiento de Marx con el eurocentrismo socialismo)
que había mostrado en sus textos anteriores.
Sus simpatizantes rusos discutían la posibilidad de Lenin analiza la posibilidad de la revolución en un
transformar el país semi-feudal en el que vivían sin país semi-feudal, con una población
tener que sufrir todos los males del desarrollo mayoritariamente campesina, por supuesto que no
capitalista; pasar directamente del feudalismo al era tan crédulo como Stalin lo hizo parecer. En uno
socialismo. La posibilidad de brincarse este paso estaba de sus últimos textos, Lenin comenta lo siguiente:
sujeta a la revolución en Europa occidental, en el “en Rusia poseemos una minoría de obreros
prefacio a la edición rusa de 1882 del Manifiesto del partido industriales y una enorme mayoría de pequeños
comunista, se plantea la cuestión así: “si la revolución rusa agricultores. En un país así la revolución socialista
 No.4. Año 2.

sólo puede alcanzar el éxito Antes de la muerte de

definitivo en dos condiciones. Lenin, la postura
En primer tér mino, a adoptada por el gobierno
condición de que sea apoyada revolucionario ruso era la
a su debido tiempo por la de que la victoria de la
revolución socialista en uno o Revolución Rusa
en varios países adelantados dependía del estallido de
[…]. La otra cuestión es el la revolución en los países
acuerdo entre el proletariado, más avanzados, siguiendo
que ejerce su dictadura o el materialismo de Marx.
mantiene en sus manos el El ahogamiento de la
poder del Estado, y la mayoría revolución en Occidente y
de la población campesina”.5 la tensión cada vez más
Estos elementos no solo fuerte entre el
denotaban una postura proletariado y el
política estratégica, sino una campesinado, producto
concordancia con el análisis de las condiciones de vida

Página 11
de Marx; Lenin tenía claro extremas en las que había
que la construcción del quedado el país después
comunismo dependía de que del comunismo de guerra,
el país tuviera un cierto grado derivaron en la NEP. Estas
de desarrollo de sus fuerzas medidas tenían un
productivas. Las medidas que carácter provisional y eran
fueron tomadas en la NEP vistas como una
(Nueva Política Económica) concesión necesaria a la
t e n í a n c o m o o b j e t ivo reacción y por tanto a la
fundamental industrializar contrarrevolución.
Rusia; eran propiamente el Ya muerto Lenin,
inicio de la acumulación Stalin consagra las
acelerada de capital que se les medidas adoptadas en la
impuso como determinación N E P , y después de
histórica a los revolucionarios enumerar todos los logros,
r u s o s. S u s a c c i o n e s, principalmente
independientemente del industriales, conseguidos
contenido de clase de la en el primer periodo y
revolución, adoptaron el mismo papel que las consolidados en lo que él mismo llamó “segundo
revoluciones burguesas en toda Europa. periodo de la NEP”, declara que Rusia es un país
Estas decisiones tenían implicaciones muy socialista, rompiendo con el carácter internacional
importantes, ya que restituían indirectamente su poder a de la revolución e identificando los grandes logros
la pequeña burguesía, además de que las formas de de la industria con el socialismo. Veamos esta
operación de la industria volvían a ser capitalistas. declaración hecha en el “Proyecto de Constitución
Otro aspecto no menos importante es el énfasis que de La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas”:
se ponía en esos primeros años de la Revolución, en el “Como resultado de todos estos cambios en la
carácter internacional de la revolución comunista. esfera de la economía nacional de la URSS, ahora
 No.4. Año 2.
contamos con una nueva economía, con la
economía socialista, que no conoce ni las crisis ni el
paro forzoso, que no conoce la miseria ni la ruina y
que ofrece a los ciudadanos toda posibilidad de
disfrutar de una vida de bienestar y de cultura”.6
Está declaración eleva a la URSS a socialista, es
lo que se conoce como “socialismo real”: el
confundir las conquistas tecnológicas de Rusia
con el socialismo. Un mal recuerdo para las
nuevas generaciones, al que hay que sumar la
canonización hecha por Stalin y sus partidarios
de la estrategia adoptada por el partido
bolchevique, que derivó en el proceso de
bolchevización de los diferentes partidos
comunistas del mundo, con el objetivo central de
controlarlos desde Moscú.
Esta política stalinista planteaba nuevos
problemas a los partidos comunistas y socialistas
del mundo, aceptar el apoyo de la gigantesca
estructura estatal que representaba la URSS
quedando en parte sometida a ella o iniciar una
nueva política organizativa tomando en cuenta
las particularidades políticas de cada país. Tomar
una decisión no era tan sencillo, el poder que para
ese entonces concentraba Stalin era inmenso,
además de que el proceso de reflujo de la
revolución en Europa occidental provocaba una
filiación extraña al nuevo régimen soviético.
A pesar de la desintegración de la URSS y la caída
del muro de Berlín, siguen existiendo grupos que
asumen las experiencias históricas acríticamente,
como si fueran recetas de cocina, aunque también,
por otro lado, buena parte del marxismo pudo
liberarse del lastre que implica identificar a la URSS, o
incluso a China, con el socialismo. Por supuesto que
Stalin no fue el culpable de la derrota de la
revolución rusa, pero si fue su sepulturero.
III. ¿Por qué seguir discutiendo sobre la
Revolución Rusa?
Principalmente porque el capitalismo no ha
caído y cada vez nos hundimos más en la barbarie
que implica seguir manteniéndolo. Analizar los
errores y aciertos de nuestros compañeros de lucha es
una tarea indispensable si queremos plantearnos la
transformación hoy, en el siglo XXI. Somos los
herederos de esta tradición, y por tanto es nuestro
deber entender para construir, en tanto que somos
producto histórico de nuestras circunstancias y el
comunismo es una construcción nuestra. Hablamos
de la Revolución Rusa porque es nuestro objetivo: si
un fantasma, el del comunismo, recorre el mundo
nuevamente, tal vez sea porque las condiciones
materiales para su realización han llegado.
Por L. Bosco
Notas:
1. Liebman, Marcel, La prueba del poder. El leninismo bajo
Lenin, tomo II, Editorial Grijalbo, México 1979, pp. 433.
2. Conversación con Engels, relatada por Kautsky en una
carta a E. Berstein. Citada por Rubel, Maximilien, Marx sin
mito, Ediciones Octaedro, España 2003, pp. 139, nota 25.
3. Karl, Marx, Prólogo a la contribución a la crítica de la
economía política, obras escogidas en dos tomos, tomo I,
Progreso, Moscú 1966, pp. 348-349.
4. Principalmente Néstor Kohan, en su texto “Marx en su
(Tercer) mundo” (en la página de la revista se puede
descargar el texto íntegro), reproduce un fragmento de la
carta de Marx a Vera Zasúlich para denotar este hecho;
también José Aricó, discute la idea del Marx eurocentrista
en su libro “Marx y América Latina”. Sin entrar en este
debate quiero expresar mi interés por hacer notar la
importancia del análisis de Marx en estos últimos años de
su vida, ya que muestra la agudeza del análisis materialista.
5. Lenin, V. I., “Informe sobre la sustitución del sistema de
contingentación por el impuesto en especie”, en Debate
sobre la economía soviética y la ley del valor, Ediciones
Grijalbo, México 1974, pp. 18.
6. Este documento puede ser consultado en formato PDF
en la página de la revista. Las cursivas son mías.
 Las tareas de la vanguardia:
(a propósito del noventa aniversario de la Revolución de Octubre)
N oventa años parecen haber sido suficientes para
darse por derrotados, para arrojar al olvido
cualquier teoría que se pretenda revolucionaria y
cualquier intento de profunda transformación social.
En el mundo de la globalización, lo que se presenta
como norma es no protestar y amoldarse al consumo
como destino ineluctable. Los movimientos
antisistémicos
prácticamente no existen
o están acotados,
autoamoldados a los
guiones permitidos por
l a “ i z q u i e r d a
políticamente correcta”.
Así, hablar de
revolución parece asunto
de utopistas, pensar en el
comunismo, cosa de
trasnochados o sectarios.
Sin embargo, para
quien se reconoce
verdaderamente, es decir,
con la conciencia
necesaria, como parte de nuestra clase proletaria, la clase
de los trabajadores desposeídos, y además de tener dicha
conciencia no se deja desorientar por los cantos de
sirena, la revolución comunista es hoy un planteamiento
tan vigente como necesario y posible.
Planteamiento vivo porque el capitalismo vive, y ante
éste, la crítica teórica hecha por el pensamiento marxiano,
y la crítica histórica originada por el movimiento de la
clase obrera, son su negación dialéctica consecuente.
Levantar la bandera de la revolución comunista es
además necesario, pues, lejos de ofrecer solución alguna a
los problemas de la humanidad, el capitalismo los
ha ahondado y multiplicado: hambrunas,
enfermedades, guerras, devastación ambiental,
etcétera. Está visto que el capitalismo no ofrece
solución alguna a estos problemas, pues, por el
contrario, son la condición de su existencia.
Comunismo o barbarie, como dijera Luxemburgo.
Y, sobre todo, la
Página 13
revolución
comunista es posible.
Posible porque,
como bien dijeron
Marx y Engels,
nunca se ha tratado
de un ideal al que
hubiera de sujetarse
un Estado que
tuviera que
implantarse sobre
ésta, sino,
precisamente, se trata
del cambio que es
factible, que se puede
lograr orientando correctamente el curso histórico, si
no de modo inevitable, sí como el proyecto de
sociedad futura más realista concebible.
A nueve décadas del Octubre Rojo que
resplandeció al mundo entero, luego de la tan
cacareada caída del capitalismo estatista, mal
nombrado “socialismo real”, mismo que se impuso
sobre las ruinas de la revolución, diversas lecciones se
desprenden de ambos procesos. Sacar dichas
lecciones es hoy una tarea de la parte más consciente
de nuestra clase: la vanguardia.
 No.4. Año 2.

Lo decimos hoy, cuando el aparato ideológico grupo de perversos autoritarios (los bolcheviques)
burgués se encarga de falsificar lo ocurrido en 1917, ahogaron la revolución naciente. Los compañeros
presentando lo ocurrido como mera asonada golpista que repiten estas ideas, desconocen desde luego
de un puñado de individuos ambiciosos de poder que la revolución comunista fue ahogada en su
encabezados por Lenin. Lo decimos porque se hace perspectiva mundial, en la imposibilidad de
necesario recordar a todo el mundo que la Revolución extenderse, lo que era su única oportunidad de
de Octubre fue el más alto peldaño alcanzado hasta triunfo, y no fue derrotada por los errores
ahora por la acción de injustificables cometidos
nuestra clase, clase que, por los revolucionarios
en su papel mayoritario bolcheviques. Estos
en la sociedad, sólo c o m p a ñ e r o s
posee como ar ma, posiblemente habrán
además de su conciencia, leído mucho a Volin y su
precisamente su acción Revolución desconocida, o
masiva y organizada. La sobre las proezas del
insurrección armada de señor Makhno, lo cual no
cientos de miles de está mal, pero sin duda
obreros está muy lejos de viven engañados al
haber constituido un respecto del marxismo y
acto aventurero, de el comunismo. Siguen
cualquier minoría creyendo que hay dos
ambiciosa o desesperada. comunismos: uno, el
Decimos hoy que el autoritario, sobre el que
aparato burgués de aborrecen todo análisis, y
izquierda o de derecha, otro, el que ellos llaman
se empeña en falsificar l i b e r t a r i o. S i g u e n
los acontecimientos creyendo que el
diciéndonos que el marxismo es estatista y
régimen que surgió de la son ellos los más
derrota de la revolución fer vientes (e
en Rusia fue su inconscientes) devotos
continuador. Nada más del fetichismo estatólatra.
falso. Nada tienen que Su comunismo libertario es
ver el estalinismo y su como un hielo helado
falso socialismo con los hecho de agua mojada.
ideales bolcheviques Otro mito, menos
enarbolados por Lenin y difundido en las filas
Trotsky, ideales por los que murieron miles de obreras pero igualmente pernicioso, es aquel de
revolucionarios. Nada tiene que ver el estalinismo con que la revolución bolchevique fue una revolución
el método crítico marxiano. Quienes eso plantean, de tipo democrático-burgués, esto dado el atraso
mienten y engañan a las masas. de las condiciones objetivas en Rusia. Los que lo
Y qué decir de la lamentable ignorancia que difunden, están tan confundidos que se atreven a
reproduce los discursos del capital, a través de ideologías llamarse “comunistas antibolcheviques”, el suyo
como el anarquismo y su obstinación en imaginar que un es más bien un “consejismo anticonsejista.”
 No.4. Año 2.

Contra todas las falsificaciones de la común, simples negocios capitalistas a pequeña o

revolución de octubre y su verdadero significado, mediana escala. Ni en el “poder popular” o “poder
es que hay que dirigir las baterías, afilar la espada constituyente”, que no son sino la renuncia a la lucha de
de nuestra crítica. Y sobre todo, ir contra la gran clases y a la destrucción del poder capitalista, ni en los
mentira que nos cacarean todos los días: que se “gobiernos de izquierda”, que no son sino gestores del
puede mejorar el mundo sin destruir la propiedad capitalismo a escala nacional. Y aquí incluimos también
privada sobre los medios de producción y sin a los resabios del capitalismo de Estado seudosocialista,
derrotar al Estado capitalista. países cuyos estados nada tienen que ver con la lucha
Defender una proletaria. La China
perspectiva revolucionaria superexplotadora, la
(y por ende comunista) Norcorea armamentista, la
hoy pasa por dejar al Cuba del socialismo como
descubierto todas las ilusión y la dictadura de
falsas alternativas, aquellas partido sobre el proletariado
que nos dicen que la clase como realidad no son su
obrera no tiene ya un peso continuidad, sino su mayor
significativo y hay que dique de contención e
apostarle a “otros impedimento. También hay
sujetos”: multitud, que desmitificar sin ninguna
m i n o r í a s, e xc l u i d o s, concesión a capitalistas
indígenas, etcétera. Los como Hugo Chávez, el fiel
únicos que podemos proveedor petrolero del
derribar el capitalismo capitalismo estadounidense;
somos los trabajadores. Si como Evo Morales, payaso
alguien supone que la clase apagafuegos experto en
obrera no existe, pues que tranzar con la lucha social.
vea a su alrededor: ¿quién Saber identificar y
produce todo? , lo útil o lo destruir todas las mentiras, ir
inútil que consumimos. contra toda falsificación: he
¿Acaso las máquinas ahí nuestra principal tarea
hacen solas todo el ahora. Recordar ante todo
trabajo? Veámoslo claro: el que hacer la revolución es el
capital sobrevive porque principal interés de
s e s i g u e e x t r ay e n d o nosotros, los proletarios. Ir
plusvalor, no sólo por la adelante retomando lo
especulación financiera o mejor de la experiencia
por la circulación de mercancías en el mercado. histórica y el acervo teórico de nuestra clase.
Sobrevive porque seguimos habiendo miles de Experiencia de la cual, la revolución proletaria iniciada
millones de trabajadores, ya sea en la fábrica, en en octubre de 1917 es hoy, junto con la Comuna de París,
los servicios, en el comercio o desempleados. el mejor legado que tenemos.
Demostremos que los atajos al cambio no
existen: ni en la autogestión ni en las cooperativas,
que en el mejor de los casos son experimentos de
resistencia muy limitados, y en el peor y más Por Daniel Dietzgen
 El pensamiento de Lenin,
pensamiento vivo

A unque la caída del muro de Berlín y la

desintegración de la URSS liberaron al
marxismo del pesado lastre que el estalinismo
del mar y sin conexión alguna. El movimiento obrero
revolucionario atravesaba enormes dificultades. Sin
embargo, el peso de la enorme crisis que aqueja al
representaba, un clima de pesimismo y de derrota se capitalismo contemporáneo y que empeora cada vez más
impuso incluso en amplios sectores de la vanguardia las condiciones de vida de los trabajadores, ha hecho que
del proletariado, la correlación de fuerzas se ante los constantes embates del capital, estos últimos se
presentaba profundamente desfavorable a las masas reagrupen poco a poco y comiencen de vuelta a luchar
trabajadoras. u n i d o s
El triunfo de contra el
una alternativa enemigo, y lo
revolucionaria hagan de
al capitalismo forma cada
se veía cada vez más
vez más consciente y
inalcanzable. organizada.
M u c h o s Por ejemplo,
abandonaron las recientes
la cuestión movilizacion
fundamental e s e n
de la toma del Francia, en
poder, la donde una
destr ucción j o v e n
de la sociedad camada de
burguesa y la trabajadores
construcción revitaliza los
d e u n a ánimos de las
sociedad v i e j a s
nueva. Se generaciones
pregonaba el aletargadas
t r i u n f o p o r l a
definitivo del capitalismo y la revolución salía del derrota, es una señal importante de renovación de la clase
orden del día; no sólo quedaba aplazada, sino que su obrera que hace renacer la esperanza de la revolución.
posibilidad ya no era ni siquiera reconocida. Las En este contexto, recuperar la herencia del
diferentes críticas e impugnaciones al capitalismo pensamiento de Lenin -el cual constituye un potente
quedaban atomizadas en pequeños islotes en medio arsenal teórico sumamente útil para repensar los

problemas que plantea el mundo contemporáneo-
se vuelve fundamental. Lenin se erige por sobre
los demás pensadores de su tiempo porque
su pensamiento se hallaba, dada su
fidelidad al materialismo histórico de
Marx, inextricablemente unido a la praxis.
Sólo su tenaz insistencia en la actualidad de
la revolución en un momento en que otras
visiones del socialismo (Bernstein,
Kautsky, los mencheviques) se oponían al
avance de las posiciones proletarias más
allá de los límites permitidos por la
dominación capitalista, convirtiendo al
marxismo en una anquilosada doctrina
economicista, le permitió anticiparse a ella,
antes de tenerla ante sus ojos y poder
aprovechar, de ésta forma, la coyuntura
singular de su tiempo. En Lenin, la política,
que antecede a la historia, es estrategia;
estrategia que en un tiempo con crisis y
rupturas, es decir, no uniforme, se vuelve
capacidad para actuar ante cualquier
circunstancia que se presente.
Rescatar al Lenin del trabajo
clandestino, de la insurrección, de la toma
del poder, de la preparación de la
revolución, fundador del partido
bolchevique concebido como partido de combate
que encaminó al proletariado a la toma del poder,
Carta de Adolf Joffé a L. Trotsky
uerido León Davidovich:
Siempre he creído que el político debe saber retirarse a
su debido tiempo, como el actor que abandona la
escena, y que más vale hacerlo demasiado pronto que
demasiado tarde.
No.4. Año 2.
significa recuperar lo mejor de la tradición marxista, que
concibe al marxismo como teoría revolucionaria, como
p e n s a m i e n t o v ivo. E s t e e s e l
bolchevismo que necesitamos, el que
debe imponerse al Lenin de la NEP,
defensor de los éxitos del acero y el
cemento, pensamiento deformado por
el estalinismo y elevado a la categoría de
dogma que tantas veces se usó para
sabotear otras revoluciones.
Aclaro que no se trata de ignorar que las
condiciones históricas del mundo de hoy
son distintas de las de 1917, y que adoptar
de manera mecánica y acrítica las
conclusiones de Lenin o tratar de
generalizar las experiencias de la revolución
rusa como si fuesen recetas mágicas, sería
craso error. Lenin nunca habría
generalizado experiencias particulares que
suponen limitaciones espacio-temporales,
antes bien lo que si hizo fue entender los
fenómenos de su tiempo desde la
perspectiva de la actualidad de la revolución.
Hoy, como en tiempos de Lenin, la
revolución cobra vigencia, pero no llegará
sola, lo peor que puede hacerse es sentarse a
esperar a que las condiciones objetivas sean
propicias, de ser así se corre el riesgo de quedarse esperando
por siempre. No tengamos temor a realizar nuestra tarea.
Por Rouge
1
Hace más de treinta años, me adherí a la teoría filosófica de
que la vida humana solamente tiene sentido en la medida en
que se vive y en tanto se viva al servicio de algo infinito. Para
nosotros la humanidad es infinita. Lo demás es finito, y trabajar
por ello carece, por lo tanto, de sentido. Aun en el caso de que la
 No.4. Año 2.
humanidad tuviera también una finalidad externa, esta
finalidad correspondería a un futuro tan remoto que
podemos considerar la humanidad como un infinito
absoluto. En esto y sólo en esto he visto siempre el
sentido de la vida. Y ahora, al arrojar una mirada
retrospectiva a todo mi pasado, del que pasé veintisiete
años en las filas de nuestro partido, me creo con derecho
a decir que durante toda mi vida consciente he
permanecido fiel a esta filosofía. He vivido conforme a
esta interpretación de la vida: trabajar y luchar por el
bien de la humanidad. Creo poder afirmar que ni un
solo día de mi existencia ha carecido de sentido.
Pero ahora parece ser que llega el momento en que
mi vida pierde todo su valor y, por consiguiente, me
considero obligado a abandonarla, a ponerle fin.
Desde hace varios años, los actuales directores de
nuestro partido, de acuerdo con su sistema general de
no encargar ninguna labor a los comunistas de la
oposición, no me han encomendado tareas políticas ni
soviéticas cuyo carácter e importancia pudieran
permitirme ser todo lo útil que mis facultades
consistieran. El año pasado, como ya sabe usted, el
politburó me eliminó por completo, como
oposicionista, de toda labor política.
[...]Hacia el 20 de septiembre, la Comisión Médica
del Comité Central me sometió a un reconocimiento de
e s p e c i a l i s t a s, l o s c u a l e s m e i n f o r m a r o n
categóricamente de que el estado de mi salud era
mucho peor de lo que yo me imaginaba, y que no debía
permanecer un día más en Moscú sin hacer nada ni
continuar una hora más sin tratamiento, sino que debía
marcharme inmediatamente al extranjero e ingresar en
un sanatorio adecuado.
[...]Durante el espacio de unos dos meses, la
Comisión Médica del Comité Central no hizo ninguna
gestión conducente a mi viaje al extranjero o a mi
tratamiento aquí. Antes al contrario, la farmacia del
Kremlin, que siempre me había facilitado los
medicamentos ordenados por prescripción facultativa,
recibió la orden de no hacerlo.
[...]Parece que esto acaeció cuando el grupo gobernante
empezó a ensayar con los camaradas de la Oposición su
política de “herir a la oposición en el vientre”
[...]Mientras tanto, hace nueve días tuve que guardar
cama definitivamente a causa de la agudización y el
agravamiento de todas mis dolencias crónicas, y en
particular de la más terrible, de mi inveterada polineuritis,
que ha vuelto a agudizarse, obligándome a sufrir dolores
insoportables e impidiéndome incluso andar. Durante
estos nueve días he permanecido sin ningún tratamiento y la
cuestión de mi viaje al extranjero no ha sido decidida.
[...]Por la tarde el médico del Comité Central, camarada
Potiomkin, le ha notificado a mi esposa que la comisión
médica del Comité Central había decidido no enviarme al
extranjero sino cuidarme en Rusia. El motivo era que los
especialistas insistían en un prolongado tratamiento en el
extranjero, por considerar inútil una breve permanencia, y que
el Comité Central sólo concedería para mi curación mil
dólares como máximo.
Por esta razón digo que ha llegado el momento en que es
necesario poner término a esta vida. Bien sé que la opinión
predominante del partido es contraria al suicidio; pero creo
que nadie que comprenda mi situación ha de censurarme por
ello. Si me encontrara en buen estado de salud tendría fuerzas
y energía para luchar contra la situación creada en el partido;
pero en el estado en el que me encuentro no puedo tolerar una
situación en que el partido presta su mudo consentimiento a la
exclusión de usted de sus filas, aunque estoy absolutamente seguro
de que tarde o temprano ha de producirse una crisis que
obligará al partido a expulsar a quienes le han conducido a
semejante ignominia. En este sentido, mi muerte es una
protesta contra los que han conducido al partido a tal situación
que no puede reaccionar de ningún modo contra este oprobio.
Si pudiera permitírseme comparar una cosa grande con
otra pequeña, diré que el importantísimo acontecimiento
histórico que constituye su exclusión y la de Zinoviev, exclusión
que ha de iniciar inevitablemente un período thermidoriano en
nuestra revolución, y el hecho de que yo me vea reducido,
después de veintisiete años de actuación revolucionaria en
puestos responsables del partido, a una situación en que no me
queda otro remedio que alojarme una bala en la cabeza, son dos
hechos que ilustran una misma cosa: el régimen actual que reina
en nuestro partido. Y estos dos acontecimientos, el pequeño y
el grande, tal vez despierten al partido y le hagan detenerse en el
camino que le conduce al Thermidor.
Querido León Davidovich, estamos unidos por diez años
de trabajo en común, y creo también que de amistad personal,
y esto me da derecho a decirle en este momento de despedida
lo que juzgo en usted una debilidad.
Jamás he dudado del acierto de su opinión, y bien sabe que
desde hace más de veinte años, incluso desde la cuestión de la
“revolución permanente”, he estado siempre a su lado. Pero
siempre me ha parecido que le faltaba a usted la inflexibilidad,
la intransigencia de Lenin, su resolución de continuar la tarea
solo a ser preciso por el camino que él indicaba, seguro de una
mayoría futura, seguro del futuro reconocimiento unánime de
la justeza de ese camino. Siempre ha tenido usted razón
políticamente, empezando desde 1905, y frecuentemente le
 No.4. Año 2.

he dicho que yo mismo le he oído reconocer a Lenin que en

1905 no era él quien estaba en lo cierto, sino usted. En
presencia de la muerte no se miente, y ahora le repito lo dicho.
Pero frecuentemente usted ha renunciado a su certera
posición en favor de un acuerdo, de un compromiso cuyo valor
ha sobreestimado. Eso era un error. Vuelvo a repetirle que
políticamente ha estado siempre en lo cierto, y que ahora lo está
más que nunca. Algún día lo comprenderá el partido y la historia
se verá obligada a reconocerlo.
Por lo demás, no se descorazone si alguno le abandona hoy
y sobre todo si la mayoría no se pone de su parte tan pronto
como todos quisiéramos. Usted esta en lo cierto; pero la
seguridad del triunfo de su opinión estriba precisamente en una
intransigencia estricta, en la más severa rigidez, en la
denegación de todo compromiso, cosas que constituían
siempre el secreto de los triunfos de Ilich.
Más de una vez he querido decirle esto; pero no me
decidido a hacerlo hasta ahora, en el momento de decirle adiós.
Le deseo energía y valor iguales a los que siempre ha
demostrado, y una rápida victoria. Abrazos. Adiós. Suyo.
P.D. [...] Adiós querido León Davidovich. Sea fuerte. Necesita
serlo y ser enérgico también. Y no me guarde rencor.
A. Jofeé
Notas:
1. Adolf Jofeé, discípulo y amigo de Trotsky, ayudó a éste a publicar en el exilio
el periódico Pravda, ingresó al igual que Trostky en 1917 al Partido Bolchevique,
encabezó la primera delegación soviética en Brest-Litovsk, fue el primer
embajador soviético en Berlín. La reproducción de la carta está inspirada en el
relato: “Más vale hacerlo demasiado pronto”, de Paco Ignacio Taibo II,
incluido en el libro Arcángeles, doce historias de revolucionarios herejes del
siglo XX, Editorial Planeta. Se han omitido pequeñas partes del texto donde
Adolf Jofeé hace referencia a su estado de salud de forma reiterada, la versión
completa ha sido recopilada en la antología de textos: La oposición de izquierda en
la URSS, Editorial Fontarama, Barcelona, 1977. A pesar de que su suicidio, lo
hacía como una forma de protesta por la expulsión de Trotsky y Zinoviev del
Partido Comunista, y contra la situación de degeneración que para aquel
entonces existía en el partido, este, sin embargo, no tuvo ningún efecto, su carta
no fue publicada; la GPU intentó ocultarla y sólo entrego una copia fotográfica
a Trotsky. Finalmente, la versión que circuló omitía varios pasajes pesimistas.
Paradójicamente, Adolf Jofeé en su juventud se había enfrentado a Bebel en
Sobre las ilustraciones
a revolución de 1917 dio a los artistas
rusos una esperanza fundamentada de poder
participar activamente en la construcción de una nueva
sociedad, liberada del poder despótico y del dominio
capitalista. Artistas como: El Lissitzky, Casimir
Malevich, Vladimir Tatlin, Alexander Rodchenko y
Wasily Kandinsky, protagonizaran un corto periodo de
florecimiento de la vida artística, que dará origen a
movimientos como el Suprematismo, el
Constructivismo, el Abstraccionismo, que convertirán
por un corto periodo de tiempo a la Rusia Soviética en
el centro de atracción de la producción artística
mundial, sin embargo, toda la explosión creativa, será
ahogada en unos pocos años por el realismo socialista
A noventa años de distancia, la vida recobra su
marcha subterránea. Sin embargo la amargura de la
derrota no impide evocar la irradiación del sueño, el
salto que la vida experimentó como posibilidad
creadora, la imaginación restituida e incorporada a la
vida inmediata. Como en el sueño reprimido, el deseo
subsiste y esa fuerza vital y subterránea acecha la
posibilidad de una nueva explosión; allí el sueño y la
1
vigilia parecen alcanzar su más alto grado de fusión.
Revista Fénix
Notas:
1. La imaginación al poder, Paris Mayo 1968, Editorial Argonauta,
Barcelona, 1968
FES Acatlán
Miércoles 1:45pm, salón A525
CCH Azcapotzalco
Miércoles 1pm, Explanada principal
Fac. De Economía C.U,
Viernes 3pm, salón 104
Para +info. consulta la página:
http://circulomarxista.blogspot.com
o el correo: revistafenix@gmail.com

defensa de Paul y Laura Lafargue, el yerno y la hija de Marx, que se suicidaron

cuando la vejez y la enfermedad les impidieron continuar sus tareas dentro del
movimiento. Este es un documento humano y político que da testimonio fiel
Más artículos sobre el tema:
Aviso

del ocaso de uno de los capítulos mas luminosos de la historia de la humanidad.

En conmemoración de los noventa años de la revolución rusa, las palabras Ir más allá de Lenin: la entrevista,
pronunciadas por Trotsky en el funeral de Jofeé son validas tanto para el por Martín Arredondo,
hombre como para la revolución: “Su vida y no su suicidio, debe servir de modelo a disponible en el blog.
quienes quedan tras él” (N. Revista Fénix.)
Te o r i a pa r a l a Ac c i o n No . 4 . 2008