Epístola del Apóstol Pablo a los Romanos

Fue . . . Perfecto
Ro.3:21-31
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Fue . . . ¡¡ Perfecto . . !!

En los capítulos anteriores, Ro.1:18 a 3:20, Pablo nos ha mostrado que el hombre,
incapaz de cumplir la ley de Dios, está bajo su terrible ira, que ha sido -Ro.1:24-
entregado a la inmundicia en las concupiscencias de sus corazones; que por
cuanto ha cambiado la verdad de Dios por la mentira, Ro.1:25-26- Dios le entregó
a pasiones vergonzosas y que como no ha tenido en cuenta a Dios –Ro.1:28-,
Dios le entregó a una mente reprobada y Ro.1:32 por si fuera poco, habiendo
entendido el juicio de Dios, sabiendo que quienes practican el pecado son dignos
de muerte, no solo peca sino que se complace con quienes pecan, por lo tanto –
Ro.2:1- está condenado. Es inexcusable, -Ro.2:3- no escapará del juicio de Dios, -
Ro.2:5-atesora ira para el día de la ira.

En el pasaje de nuestro estudio: Romanos 3:21 al 31, el apóstol se extenderá en

explicar lo que ya había anunciado en Romanos 1:16 y 17, la justificación por la fe
en Jesucristo.

Pablo inspirado por el Espíritu Santo está narrando, explicando todo un plan divino
de rescate. ¿Porqué utilizo el término rescate? Porque en el versículo 24 dice que
la justificación fue posible gracias a la redención que es en Cristo Jesús.
El término “redención” en Romanos 3:24 es el mismo que aparece en Efesios 1:7:
hablando de nuestro Señor Jesucristo dice: “en quien tenemos redención” y es el
mismo en Tito 2:14: “quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos” y en
1Pd.1:18 donde dice: “sabiendo que fuisteis <<rescatados>>”. Tanto
“redención” en Efesios como “redimirnos” en Tito y “rescatados” en 1 de Pedro
provienen de la misma palabra en griego: “lutron”; significa recuperar algo o a
alguien por medio de un rescate, la liberación misma, el acto de poner en libertad,
liberar a un esclavo, pagando el precio del rescate.

Recordemos una historia que comenzó con el pueblo de Dios sometido a la mas
cruel esclavitud y terminó con el pueblo de Dios libre, numeroso y enriquecido.
¿Qué sucedió para que de esa miserable esclavitud pasara a esa maravillosa
libertad?

Para los judíos el concepto de rescate era muy común, en el momento mismo en
que Pablo escribe a los romanos, el pueblo hebreo está sometido al yugo romano.

Quizás el mas firme recuerdo de un rescate en la mente de un judío lo llevaría al

año 1440 a.C. fecha en la cual el pueblo hebreo estaba fuerte y cruelmente
esclavizado por los egipcios, obligado a construir ciudades bajo el mando de
crueles comisarios que les cargaban con dureza y les amargaban la vida
obligándolos rigorosamente a hacer barro, ladrillo y labores del campo.

Por si fuera poco, Faraón ordenó asesinar a todos los varoncitos recién nacidos.

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Tal era el sufrimiento, que el pueblo grandemente afligido gemía a Dios; la palabra
del original hebreo hace referencia a lanzar alaridos de angustia o peligro y tales
alaridos subieron a Dios y Dios los oyó.

Dios tenía todo un plan de rescate, de redención para su pueblo, la Biblia nos
muestra que Dios ideó, si así podemos llamarlo, todo un plan, para liberar a su
pueblo de la esclavitud de los egipcios y como se lo propuso –Ex.3:17 sacar al
pueblo de su estado de esclavitud y llevarlo a la tierra prometida- lo hizo, lo llevó
a la tierra que fluye leche y miel.

Quien lideró el rescate de principio a fin fue Dios, el pueblo no tenía la menor
posibilidad de rescatarse o redimirse a si mismo, estaba tan oprimido por los
egipcios, que su único destino –de no contar con la redención divina- era
permanecer año tras año esclavizados dando alaridos de angustia-

Pero Dios tenía un plan de rescate, eligió y preparó a un líder: Moisés a quien
salvó de ser asesinado y a quien dotó con los recursos necesarios; le capacitó y le
dio autoridad y poder para llevar a cabo la liberación.

Dios dispuso que su primera formación la recibiera de su propia madre, luego lo

formó en toda la sabiduría de los egipcios y le hizo poderoso en sus palabras y
obras. Ese conocimiento y disciplinas le prepararon para el liderazgo. Además le
llevó por cuarenta años al desierto para que madurara su pensamiento religioso,
para familiarizarlo con los caminos del desierto, con sus recursos, con su clima y
con la vida de sus moradores.

Dios mismo fue parte de su plan, para hacerle saber tanto a Moisés como al
pueblo hebreo y al mismo faraón, que El es la autoridad suprema y que disponía
de todos los recursos para redimir a su pueblo, se reveló a Moisés como el único
Dios, como el "Ser eterno", sin principio ni fin y por lo tanto divino: Ex.3.14 Y dijo
Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY.

Otra parte del plan de liberación del pueblo hebreo fue la manera como se llevaría
a cabo: heriría a Egipto con grandes prodigios y daría gracia a su pueblo1, para
que al momento de salir les fueran entregados objetos de plata y oro.

Moisés dispondría de señales para demostrar que había sido enviado por Dios,
Dios mismo le enseñaría lo que habría de hablar y Aarón2, hablaría por Moisés al
pueblo.

Llegado el tiempo Dios dispuso las circunstancias, dijo Jehová a Moisés: Ve y

vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte.

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Ex.3.21
2
Ex.4:14

2
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Aun para el endurecimiento del corazón de faraón Dios tenía un plan de acción,
Ex.4:21 Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas
las maravillas que he puesto en tu mano.

Cuando el plan entró en ejecución cada detalle planeado por Dios se llevó a cabo
de manera perfecta: el pueblo vio las señales y creyó y adoró y el objetivo se
cumplió, Israel fue redimido del yugo egipcio y llevado a la tierra prometida.

¿Se pagó un precio?, si, pero no lo pagó Israel, lo pagó el pueblo egipcio,
entregaron sus riquezas materiales a Israel, la economía del país quedó en ruinas,
faraón perdió a su sucesor por cuanto murió con los demás primogénitos y luego
él mismo pagó con su propia vida su pecado y rebelión.

Un rescate muy bien planeado, ejecutado y felizmente llevado a buen término.

Regresemos a Romanos, en el pasaje que estamos considerando, también se nos

presenta un rescate, una redención perfectamente planeada, ejecutada y llevada a
feliz término.
Ro.3:21-31
Pero ahora,
aparte de la ley,
se ha manifestado la justicia de Dios,
testificada por la ley y por los profetas;
la justicia de Dios
por medio de la fe en Jesucristo,
para todos los que creen en él.
Porque no hay diferencia,
por cuanto todos pecaron,
y están destituidos de la gloria de Dios,
siendo justificados
gratuitamente por su gracia,
mediante la redención
que es en Cristo Jesús,
a quien Dios puso como propiciación
por medio de la fe en su sangre,
para manifestar su justicia,
a causa de haber pasado por alto,
en su paciencia,
los pecados pasados,
con la mira de manifestar en este tiempo su justicia,
a fin de que él sea el justo,
y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
¿Dónde, pues, está la jactancia?
Queda excluida.
¿Por cuál ley?
¿Por la de las obras?

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No, sino por la ley de la fe.

Concluimos, pues, que
el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
¿Es Dios solamente Dios de los judíos?
¿No es también Dios de los gentiles?
Ciertamente, también de los gentiles.
Porque Dios es uno,
y él justificará por la fe a los de la circuncisión,
y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
¿Luego por la fe invalidamos la ley?
En ninguna manera,
sino que confirmamos la ley.

Vamos a revisar como el pasaje nos muestra un plan de redención, de rescate que
fue. . . ¡¡¡perfecto !!!, veremos 5 puntos:

1. El plan fue anunciado

2. El plan tiene unos destinatarios
3. El plan tiene un objetivo
4. El plan tiene un ejecutor
5. El plan tiene un resultado

1. El plan fue anunciado

Dios desde antes de la fundación del mundo había planeado el rescate, la
redención de todos sus elegidos para salvación. por eso soberana y graciosamente
lo anunció con mas de 4000 años de anticipación:
Gn.3:15
Y pondré enemistad entre ti y la mujer,
y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza,
y tú le herirás en el calcañar

Ese es el primer anuncio, Dios está afirmando que en algún momento en la

historia futura, alguien de la simiente de la mujer aplastará la cabeza de satanás,
y Dios lo testificó en la Ley y los Profetas y por supuesto en el desarrollo de la
historia, por eso es que el Espíritu Santo por mano de Pablo, hablando del
evangelio que es Jesucristo mismo, dice en Romanos 1:2:
que él
había prometido antes
por sus profetas en las santas Escrituras

y aquí en Romanos 3:21:

Pero ahora,
aparte de la ley,
se ha manifestado la justicia de Dios,
testificada por la ley y por los profetas;

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Y para concluir su carta, hablando de Jesucristo, en Romanos 16:26 dice:

y que por las Escrituras de los profetas,

según el mandamiento del Dios eterno,
se ha dado a conocer a todas las gentes
para que obedezcan a la fe,

Toda la ley y los profetas anunciaron a Jesucristo, profetizaron un Redentor, todo

el plan de la redención cuidadosamente elaborado por Dios, fue anunciado
profusamente en su revelación progresiva, por ejemplo encontramos a Isaías
afirmando en 53:11:
. . . justificará mi siervo justo a muchos,
y llevará las iniquidades de ellos.

Y a Jeremías en 31:33
Pero este es el pacto
que haré con la casa de Israel
después de aquellos días,
dice Jehová:
Daré mi ley en su mente,
y la escribiré en su corazón;
y yo seré a ellos por Dios,
y ellos me serán por pueblo
Y a Ezequiel en 11:19:
Y les daré un corazón,
y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos;
y quitaré el corazón de piedra
de en medio de su carne,
y les daré un corazón de carne,

Y en 1Pe 1:10-11:
Los profetas
que profetizaron de la gracia
destinada a vosotros,
inquirieron y diligentemente indagaron
acerca de esta salvación,
escudriñando qué persona y qué tiempo
indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos,
el cual anunciaba de antemano
los sufrimientos de Cristo,
y las glorias que vendrían tras ellos.

¿Ve usted alguna participación de hombre alguno?

2. El plan tiene unos destinatarios

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¿Quiénes son? Fue concebido para y solo para los que creen en Jesucristo, así
como 1500 años antes el plan de rescate fue solo para el pueblo hebreo; el plan
de redención fue concebido desde antes de los siglos, para el pueblo de Dios, para
aquellos que por su pecado y estando destituidos de la gloria de Dios fueron
objeto de la gracia divina, dice Romanos 3:22:
la justicia de Dios,
por medio de la fe en Jesucristo,
para todos los que creen en él.
Y en el Vs. 26
con la mira de manifestar
en este tiempo su justicia,
a fin de que él sea el justo,
y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

El plan fue tan sabia y amorosamente planeado que siendo nosotros los
destinatarios y siendo que la condición es creer en Cristo, ser de la fe de Jesús,
Dios mismo en ese plan maravilloso, nos dio la fe, el apóstol Pedro escribiendo a
los creyentes del Asia Menor se refiere a ellos en 2Pd1:1 como “los que han
recibido una fe como la nuestra”; de la misma manera el apóstol Pablo escribiendo
a los Filipenses afirma en 1:29: “se os ha concedido por amor de Cristo, no sólo
creer en El”; quizá una de las expresiones que mas claramente muestra que la fe
es dada por Dios se encuentra en Efesios 2:8:
Porque por gracia sois salvos
por medio de la fe;
y esto no de vosotros,
pues es don de Dios

¿Ve usted alguna participación humana en la selección de los destinatarios o en la

entrega de la fe?

Ahora que Pablo ha presentado los destinatarios del plan de redención, presenta la
necesidad de esos destinatarios, esos destinatarios somos nosotros, usted y yo, en
una sola frase Pablo nos recuerda las consecuencias del impío e inmoral
comportamiento e incredulidad denunciados en Romanos 1:18 al 3:20, dice Pablo
en Romanos 3:22b y 23: “Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios” Siendo que todos los hombres, de todos los
tiempos, de todas las naciones, de todas la condiciones culturales, sociales,
económicas .etc. . . pecamos, todos estamos destituidos de la gloria de Dios y por
lo tanto todos necesitamos ser rescatados, redimidos, pero he de aclarar que el
mismo apóstol unas líneas atrás ha dicho que el plan de redención tan solo es
para los que creen.

Esa es nuestra única participación si así podemos llamarla, nuestra desesperada

necesidad de ser salvos.

3. El Plan tiene un objetivo

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Tenemos un plan anunciado con unos destinatarios y tenemos también un objetivo

claramente presentado en el versículo 28:
Concluimos, pues, que
el hombre es justificado por fe
sin las obras de la ley.

He ahí el objetivo del plan de redención: “justificar delante de Dios a aquellos que
son de la fe de Jesús”

¿Alguna participación del hombre en el objetivo?

4. El Plan tiene un ejecutor

Así que teniendo en mente el objetivo y el objeto del plan de redención pasemos
al ejecutor, al santo ejecutor del mas maravilloso y perfecto rescate de la historia
humana.

Dicen los versículos 24 y 25, los cuales son la clave de este pasaje:
siendo justificados gratuitamente
por su gracia,
mediante la redención
que es en Cristo Jesús,
a quien Dios puso como propiciación
por medio de la fe en su sangre,
para manifestar su justicia,

Tan solo estos versículos nos dan para meses de estudio, conceptos como la
gracia, la redención, la propiciación requieren de profundo análisis, hoy nos
concentraremos en el término redención.

El plan de Dios fue redimir, rescatar a sus elegidos, la forma de hacerlo es en

Cristo Jesús a quien Dios puso como propiciación.

El término redención muestra el resultado de una serie de acciones

cuidadosamente consideradas y llevadas a cabo por Dios, todas testificadas por la
ley y los profetas.

Desde antes de la creación del mundo el plan redentor estaba en acción, por eso
fue anunciado en la Ley y los Profetas. Desde antes de la fundación del mundo la
redención tenía unos destinatarios y un objetivo, por eso dice en Romanos 8:30:
Y a los que predestinó,
a éstos también llamó;
y a los que llamó,
a éstos también justificó;
y a los que justificó,
a éstos también glorificó.

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Y desde antes de la fundación del mundo, Dios estableció un un redentor:

1Pe 1:20:
ya destinado (hablando de Cristo) desde antes de la fundación del mundo,
pero manifestado en los postreros tiempos
por amor de vosotros,

¿Qué es esto de la redención? Es el perdón de pecados, es decir, liberación de la

culpa y de la condenación por el pecado y en consecuencia el acceso a una nueva
vida libre de la esclavitud del pecado.

La redención tan solo podía lograrse mediante el pago de un rescate; a alguien

absolutamente incapaz de pagar por si mismo y de librarse por si mismo le fueron
perdonados los pecados, alguien cuya propia deuda jamás habría podido pagar.

Además ese pago se realizó a alguien, a Dios. ¿Cuál fue el precio pagado? La vida
de Cristo.
Ef.1:7
en quien tenemos redención por su sangre,
el perdón de pecados
según las riquezas de su gracia,

Lo que está diciendo Efesios, es que nosotros los creyentes fuimos rescatados de
la muerte eterna mediante la sangre de Cristo, somos nosotros quienes
deberíamos haber muerto eternamente, pero Cristo nos substituyó en la cruz, El
dio su vida a favor de nosotros y además la dio voluntariamente como se expresa
en la carta a Tito 2:14 “quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos
de toda iniquidad” y la dio porque la redención implica un pago, sin el cual es
imposible que haya redención.

Ese pago fue tremendo, usted y yo no alcanzamos a imaginar el altísimo precio

pagado en dolor y muerte por nuestro señor Jesucristo, es absolutamente
imposible a nuestras limitadas mentes comprender el precio de nuestra redención,
mientras usted y yo, muertos en delitos y pecados, estábamos pecando, nuestro
Redentor estaba sufriendo y muriendo en una vergonzosa cruz, eso es lo que dice
Isaías 53:

Fue tal la golpiza y el maltrato que por nuestros pecados se le infligieron, que fue
desfigurado y hecho irreconocible Vs.2 de Isaías 53:
no hay parecer en él,
ni hermosura; le veremos,
mas sin atractivo para que le deseemos.

Fue tal nuestro orgullo y soberbia que su cuerpo fue maltratado y herido y su
corazón traspasado, Isaías 53:3-5:

Despreciado y desechado entre los hombres,

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varón de dolores,
experimentado en quebranto;
y como que escondimos de él el rostro,
fue menospreciado,
y no lo estimamos.
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades,
y sufrió nuestros dolores;
y nosotros le tuvimos por azotado,
por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados;
el castigo de nuestra paz fue sobre él,
y por su llaga fuimos nosotros curados.

Fue tal la magnitud y gravedad de nuestra ofensa a Dios que Cristo fue humillado
y avergonzado hasta lo sumo, Isaías 53:7-9:
Angustiado él, y afligido,
no abrió su boca;
como cordero fue llevado al matadero;
y como oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió su boca.
Por cárcel y por juicio fue quitado;
y su generación, ¿quién la contará?
Porque fue cortado de la tierra de los vivientes,
y por la rebelión de mi pueblo fue herido.
Y se dispuso con los impíos su sepultura,
mas con los ricos fue en su muerte;
aunque nunca hizo maldad,
ni hubo engaño en su boca.

Siendo él absolutamente santo, no hizo pecado ni se halló engaño en su boca pero

fue tan grande, tan infinito su sufrimiento, que “Jehová cargó en él el pecado de
todos nosotros” –Is.53:6- y que completamente satisfecho con el pago por el
rescate se cumplió en el tiempo anunciado, para los destinatarios elegidos, a
través de nuestro santo redentor, el objetivo propuesto: “siendo justificados
gratuitamente por su sangre” : Isaías 53:11-12

Verá el fruto de la aflicción de su alma,

y quedará satisfecho;
por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos,
y llevará las iniquidades de ellos.
Por tanto, yo le daré parte con los grandes,
y con los fuertes repartirá despojos;
por cuanto derramó su vida hasta la muerte,
y fue contado con los pecadores,
habiendo él llevado el pecado de muchos,

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y orado por los transgresores.

Nuestro Señor no quedó en el sepulcro, ¡¡ resucitó ¡!! Triunfó sobre la muerte, la

resurrección de Jesucristo es el evento histórico mas documentado.

5.El plan tiene un resultado

La gloria de Dios, ¿donde está la jactancia?, pregunta el escritor? jactancia hace
referencia a alabanza propia, desordenada y presuntuosa.

Queda excluida, no hay motivo ni justificación alguna para la vanidad y alabanza

del hombre, la justificación es por fe, toda la obra redentora ha sido planeada y
ejecutada por Dios, aun la fe misma es dada por Dios, no hay lugar a alabanza
propia. Toda la gloria es para Dios, es él quien justificará a sus escogidos, por eso
podemos elevar nuestras oraciones acompañando al apóstol en Romanos 11:33:
¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! a El sea la gloria por los
siglos.

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