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Tratamiento Ortodéntico en el Adulto wait ratamiento rtodontico n el Adulto Julia F. de Harfin Profesora Titular de Ortodoncia, Facultad de Odontologia de la Universidad Maimonides, Buenos Aires, Argentina Directora del Curso de Posgrado en Ortodoncia, Facultad de Odontologia de la Universidad MaimGnides Directora del Curso de Especializacién en Ortodoncia, Sociedad Argentina de Ortodoncia Docente de la Asociacién Odontolégica Argentina Presidente de la Asociacién Latinoamericana de Ortodoncistas EDITORIAL MEDICA Cc panamericana_> MARCELO T. DE ALVEAR 2145 - BUENOS AIRES BOGOTA - CARACAS - MADRID - MEXICO - SAO PAULO Introduccién El paciente adulto como paciente de ortodoncia A principios de la década de 1970 mas especificamente en junio de 1971, habiendo fina- lizado recientemente un entrenamiento en ortodoncia con técnica de arco de canto con los doctores Héctor Tarasido y Carlos Arce, me inscribi en el curso de posgrado que sobre pr6- tesis fija y removible dictaba el profesor doctor Jorge Horacio Romanelli en la Asociacién Odontolégica Argentina. Durante una clase de diagnéstico, nos encontrabamos abocados a la preparacion del plan de tratamiento de una paciente cuando surge la necesidad de enderezar dos pilares, cerrar un diastema anterior y corregir la giroversidn de un premolar. En ese momento, el doctor Jorge Romanelli recuerda mi experiencia en ortodoncia y me indica la necesidad de realizar la correccién ortodéntica, ya que de esta manera se logra el paralelismo de los pilares y se podia realizar una protesis fija en la zona posterior en forma mas conservadora. Traté de no mostrarme muy asombrada frente a la paciente ante tal pedi- do y le sugerf que la préxima cita fuera en tres semanas. Busqué afanosamente en la biblioteca publicaciones que me indicaran el camino correcto para poder solucionar estos movimientos ortod6nticos en una “persona mayor”, que en ese momento tenia s6lo 45 afios. Mi experiencia en ortodoncia estaba centrada en pacientes de 7a 16 afios. La Unica publicacién que encontré en ese entonces fue “Pequefios movimientos dentarios en odontologfa general” de los doctores Hirschfeld y Geiger, que tenfa muchos ejemplos, pe- ro ninguno como el de mi paciente. Recuerdo hasta hoy mi desesperacién y mi angustia frente a la situacién y las sabias pa- Jabras de Romanelli cuando me decfa “No se desespere, no se puede decir ‘no’ sin antes ha- ber investigado concienzudamente el problema”, y como buen maestro daba el siguiente ejemplo: “Si esta paciente tiene un accidente y se fractura un brazo, el médico no la ampu- ta, existe algo dentro del organismo que hace que ese hueso se forme y sea lo suficientemen- te resistente para que luego funcione como si nada hubiese pasado. Mi consejo es que estu- die cudles son los mecanismos que mueven el diente dentro del hueso y calcule bien las fuer- Zas, porque estos dientes no tienen todo su periodonto de insercién como ocurre en los ado- lescentes y esta situacién por supuesto modifica la biomecdnica que se ha de seguir’. Sabias palabras y mejor consejo, pues gracias a 6] comenzé esta experiencia que al cabo de 27 afios podemos compartir. Gracias Jorge Romanelli, por haberme mostrado este cami- no. Sirevisamos la literatura, encontramos que en 1921 Calvin Case nos muestra e] primer so de un tratamiento de ortodoncia en un paciente adulto que habfa perdido dos incisivos in- feriores por un problema periodontal. El método que usé para el cierre del diastema hoy lo considerarfamos rudimentario, pero el diagnéstico y la posibilidad de tratamiento eran correc- tos. De alli en adelante el ntimero de publicaciones y trabajos presentados fue en aumento, so- bre todo en los tiltimos afios y hoy en casi todos los congresos hay un capitulo muy impor- tante sobre este tema, y se planificaron ademas congresos especificos sobre “Ortodoncia pa- ra el paciente adulto”, algo imposible de pensar 30 afios atras.

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