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Según sea el caudal del río que se utilice, las centrales hidroeléctricas se pueden
clasificar en dos grupos:
Centrales de agua embalsada: Si el caudal del río es variable, se acumula el
agua mediante un embalse para conseguir una producción de energía regular.
Centrales de agua fluyente: Si el caudal es prácticamente constante en las
diferentes estaciones, la energía potencial del agua se aprovecha directamente o
por medio de un embalse de reducidas dimensiones.
Tipos de turbinas.
La función de las turbinas es la de transformar la energía cinética del agua en
energía mecánica de rotación. Las más utilizadas en la actualidad y sus características
son las siguientes:
Turbina Kaplan: Es una turbina de eje vertical con un rotor en forma de hélice,
con aspas (generalmente 4 ó 5) de inclinación variable, que va encerrada en una
cámara cilíndrica por cuya parte superior llega el agua. Se emplean para saltos
de agua inferiores a 25 m y mucho caudal. Su rendimiento suele estar entre el
93% y el 95%.
Turbina Pelton: Es una rueda hidráulica muy perfeccionada, en la que en la
periferia de una circunferencia se han colocado una serie de cucharas que
pueden soportar el choque de un potentísimo chorro de agua. Se usan cuando se
dispone de un gran salto de agua, pero no de mucho caudal. Su rendimiento
puede llegar hasta el 90%.
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Tipos de centrales hidroeléctricas.
P = 9,8 · c · h E = P · t = 9,8 · c · h · t
, donde c = caudal de agua en l/s y h = altura en metros (desde la superficie del embalse
hasta el punto donde está la turbina)
Inconvenientes:
Los embalses de agua anegan extensas zonas de terreno, por lo general muy fértiles y en
ocasiones de gran valor ecológico, en los valles de los ríos. Incluso, en algunos casos, han
inundado pequeños núcleos de población.
Las presas retienen las arenas que arrastra la corriente y que son la causa, a lo largo del tiempo,
de la formación de deltas en la desembocadura de los ríos. De esta forma se altera el equilibrio,
en perjuicio de los seres vivos (animales y vegetales) existentes en la zona.
Al interrumpirse el curso natural del río, se producen graves alteraciones en la flora y en la fauna
fluvial.
Una posible rotura de la presa de un embalse puede dar lugar a una verdadera catástrofe.
Tienen una gran dependencia de las precipitaciones y de las épocas de sequía.