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Los problemas económicos de Luz y Fuerza del Centro no fueron generados por los salarios de
los trabajadores del SME, sino por el proceso de privatización de la generación de energía
eléctrica iniciado a principios del sexenio de Vicente Fox que fue acelerado en 2003 cuando
Felipe Calderón llegó a la secretaría de energía.
Lo anterior fue revelado por fuentes cercanas a la propia Comisión Federal de Electricidad y en
base a datos que ya son públicos.
De acuerdo con estas fuentes, en 2000 se inicia un proceso de crecimiento de las empresas
generadoras de energía eléctrica en el país a las cuales la Comisión Federal de Electricidad,
bajo Fox, se compromete a comprarles su producción para el suministro nacional de
electricidad.
Al ocurrir esto, la generación de electricidad de la CFE disminuye. No por falta de capacidad,
sino porque se le obliga a generar menos electricidad de la que puede producir. Al producir
menos electricidad los costos de la CFE para producirla aumentan, ya que se usa la misma
cantidad de recursos para producir a capacidad normal que a una capacidad menor en
comparación. Pero además se debe gastar más dinero en comprar energía eléctrica a
empresas privadas.
Esta situación se agravó entre 2003 y 2004, cuando Felipe Calderón fue secretario de energía,
ya que fue en ese lapso cuando el llamado “factor de planta”, es decir, la capacidad de
producción de las plantas de energía eléctrica de CFE, por primera vez fue menor que el de las
plantas privadas. A partir de ese momento la productividad de las plantas de CFE ha ido
disminuyendo cada vez más, mientras que el de las empresas privadas ha ido aumentando.
Previo a esto, de 1995 a 2000, la producción de electricidad de CFE aumentaba todos los años
a un ritmo constante.
Esta disminución en la productividad de CFE en el sexenio fe Fox, basada no en falta de
capacidad, sino por orden del gobierno federal para comprarle electricidad a privados, ha
tenido consecuencias desastrosas, como los problemas económicos de Luz y Fuerza del Centro
y la inundación de Tabasco en 2007.
“Se afirma que la deuda de LyFC es enorme y era creciente. Esta es una ficción contable. Lo
que ha ocurrido en realidad, es que al incrementar la transferencia de generación pública por
parte de CFE hacia las empresas privadas, se ha incrementado el precio de la electricidad de
origen, tanto por los altos precios que tuvo el gas natural que utilizan las empresas privadas
como por el hecho de que durante los gobiernos panistas, se ha utilizado con una enorme
deficiencia el parque de generación de CFE, con consecuencias catastróficas como las
inundaciones de Tabasco en noviembre de 2007. Estos altos precios de la energía en efecto
transfirieron el incremento de la deuda de CFE a LyFC, mientras transferían a su vez los
ingresos de la venta de energía eléctrica a las empresas privadas”, dicen las fuentes cercanas a
CFE.
“A partir del 2003, cuando Fox decide establecer por un lado las tarifas de alto consumo, como
firmar por medio de su Secretario de Energía Felipe Calderón y Juan Camilo Mouriño,
Subsecretario de Infraestructura Eléctrica, contratos de generación muy desventajosos para el
Estado con los Productores Independientes de Energía (PIE’s) empezó a disminuir de manera
dramática la generación de CFE, generando un círculo vicioso en el que al estar subutilizada la
capacidad instalada, se incrementaba el costo de generación de electricidad en todo el sistema
eléctrico nacional en su conjunto, lo que a su vez se convertía en un mayor costo de
adquisición de la energía de LyFC que no tiene un parque de generación significativo, que
generó altos precios en la electricidad tanto para los clientes de LyFC como de CFE. Esta
ineficiencia es por consigna, no es inherente a la CFE como empresa, ya que como los datos del
2000 y 2001 demuestran, CFE tuvo una productividad superior o similar a las empresas
privadas que han contado con todo el apoyo de Felipe Calderón,” continúan.
En el actual sexenio, continúan las fuentes, la producción de electricidad por TeraWatt ha
caído de manera estrepitosa, mientras que al mismo tiempo se compra más electricidad a
empresas privadas. De hecho, dos terceras partes del parque de generación de CFE se
mantiene sin producir a pesar de que sus plantas están en buenas condiciones.
No sólo eso; con el cierre de pequeñas y medianas empresas, como consecuencia de la crisis
económica, está disminuyendo el consumo de electricidad, lo cual no sólo afecta a CFE y al
estado por la falta de recursos, sino también a los productores privados, los cuales se verán
presionados a subir el precio de la electricidad que le venden a CFE para mantener su nivel de
ganancia.
“La caída en el consumo es tan grande, que los inversionistas privados no han puesto en
servicio nuevas centrales generadoras desde el 2007, y difícilmente lo harán en un futuro
cercano”, dicen las fuentes cercanas a CFE.
“Hay que recalcar que el precio de la energía eléctrica al público no lo establecen CFE ni LyFC,
sino el Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que tiene voz y
voto en las juntas de gobierno de CFE y LyFC, así como ser la que define el presupuesto de
ambas instituciones. Así, si en LyFC atendían a los usuarios con máquinas de escribir en lugar
de computadoras, en buena manera fue porque la SHCP no autorizó la adquisición de las
mismas a LyFC,” añaden.
Las fuentes consideran que el problema que causaron los trabajadores de LyFC fue el de crear
una mala imagen para la empresa—al igual que CFE y Pemex. Pero que es la estrategia y malos
manejos de las administraciones panistas las que han causado el problema económico mayor
en LyFC, no los trabajadores sindicalizados.