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I M P R I M A T U R

Arzobispado de México
+ Card. Ernesto Corripio Ahumada
Mayo 24, 1989
Censor.
Mons. J. Trinidad Ambriz
El Imprimátur es para la versión original impresa.

Se puede conseguir el librito EL SANTO ROSARIO MEDITADO en:


LIBRERIA PARROQUIAL DE CLAVERÍA S.A. DE C.V.; Floresta
Nº 79; Colonia Clavería; C.P. 16-251; MÉXICO

PROLOGO

A todos los devotos de la Virgen:


El Santo Rosario es una de las devociones más gratas a Nuestra Señora y más prove-
chosas a sus hijos. Oración mental y vocal a la vez. Oración perfecta. La mente y el
corazón meditan y contemplan los misterios, mientras la lengua desgrana devotamente
Padrenuestros y Avemarías, fórmulas de origen divino.
La Santísima Virgen se apareció en Lourdes con el rosario entre las manos. En Fátima
vuelve a aparecerse con el rosario e insiste para que los niños videntes lo recen, y
precisamente meditando los misterios.
Y anuncia que "Francisco se salvará, pero que antes rezará muchos rosarios". Y
Francisco cumple a maravilla el encargo de la Virgen, apartándose de su prima y de su
hermanita para rezar a solas el rosario, pensando en los misterios, profundamente
recogido.

OFRECIMIENTO

Para ayudarte a que lo imites, hemos preparado este librito. Al comienzo del rosario,
ábrelo en el misterio que se anuncie. Mientras el que guía recita el padrenuestro, da un
vistazo general al grabado correspondiente, con el fin de motivar tu imaginación y
ambientarte debidamente.
Durante el rezo de las avemarías lee mentalmente la frasecita correspondiente. La idea
que allí está encerrada y el cuadro de al lado te ayudarán poderosamente a meditar el
misterio, a enfervorizarte, a que la Madre del cielo te escuche y te bendiga.
No lo olvides. El que ora se salva. La familia que reza unida, permanece unida.
Reza bien a la Virgen, y por Ella a Jesús.

A Jesús por María.


P. Antonio Trimakas ofrece este esfuerzo editorial a los devotos de María, como
signo de adhesión a
S.S. Juan Pablo II.
Cómo Rezar el Rosario

El Rosario es una forma vocal y mental de rezar sobre los Misterios


de nuestra Redención. Está dividido en cinco decenas.

El rezo de cada decena está acompañado por la meditación de uno


de los quince sucesos o "misterios".

1. Haga la Señal de la Cruz y diga el Credo de los


Apóstoles o el Acto de Contrición.

2. Rece un "Padrenuestro".

3. Rece Tres "Avemarías" y un "Gloria".

4. Medite sobre el Primer Misterio, rezando un


"Padrenuestro", diez "Avemarías y un "Gloria".

5. Medite sobre el Segundo Misterio, diciendo un


'Padrenuestro", diez "Avemarías", y un "Gloria".

6. Medite sobre el Tercer Misterio, diciendo un


'Padrenuestro", diez "Avemarías" y un "Gloria".

7. Medite sobre el Cuarto Misterio, diciendo un


'Padrenuestro" diez "Avemarías" y un "Gloria".

8. Medite sobre el Quinto Misterio, diciendo un


'Padrenuestro", diez "Avemarías y un "Gloria".

9. Oraciones finales: Rece una Salve.

Aquí, y al final de cada decena después del Gloria al Padre se dice


la siguiente invocación:

V. María, Madre de gracia, Madre de misericordia.

R. En la vida y en la muerte ampáranos, gran Señora.

OFRECIMIENTO

Señor Dios nuestro, dirige y acepta todos nuestros pensamientos,


palabras y obras, y Tú, Virgen santísima. Alcánzanos gracias para
rezar devotamente tu Santísimo Rosario.

Concluída la última decena, se reza lo siguiente


SALUTACIÓN

Dios te salve, María, Hija de Dios Padre.


Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo.
Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo.
Dios te Salve, María, templo y sagrario de la Santísima Trinidad.
Dios te salve, María. concebida sin mancha de pecado original. Amén.

Acción de gracias

Infinitas gracias te damos, soberana Princesa, por los favores que todos los días
recibimos de tu benéfica mano; dígnate, Señora, tenernos ahora y siempre bajo tu
protección y amparo, te saludamos con una salve.

SALVE

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra: Dios te
salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus
ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu
vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Letanías de la Santisíma Virgen


Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.

Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad.

Dios Espíritu Santo, ten piedad.

Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad.

Santa María, ruega por nosotros.


Santa Madre de Dios, ruega

Santa Virgen de las Vírgenes, ruega

Madre de Cristo, ruega

Madre de la Iglesia, ruega

Madre de la divina gracia, ruega

Madre purísima, ruega

Madre castísima, ruega

Madre sin mancha, ruega

Madre sin corrupción, ruega

Madre inmaculada, ruega

Madre amable, ruega

Madre admirable, ruega

Madre del buen consejo, ruega

Madre del Creador, ruega

Madre del Salvador, ruega

Virgen prudentísima, ruega

Virgen venerable, ruega

Virgen digna de alabanza, ruega

Virgen poderosa, ruega

Virgen clementísima, ruega

Virgen fiel, ruega

Espejo de justicia, ruega

Trono de la sabiduría, ruega

Causa de nuestra alegría, ruega

Vaso espiritual, ruega

Vaso honorable, ruega


Vaso insigne de devoción, ruega

Rosa mística, ruega

Torre de David, ruega

Torre de marfil, ruega

Casa de oro, ruega

Arca de la alianza, ruega

Puerta del cielo, ruega

Estrella de la mañana, ruega

Salud de los enfermos, ruega

Refugio de los pecadores, ruega

Consuelo de los afligidos, ruega

Auxilio de los cristianos, ruega

Reina de los Ángeles, ruega

Reina de los Patriarcas, ruega

Reina de los Profetas, ruega

Reina de los Apóstoles, ruega

Reina de los Mártires, ruega

Reina de los Confesores, ruega

Reina de las Vírgenes, ruega

Reina de Todos los Santos, ruega

Reina concebida sin mancha original, ruega...

Reina al cielo asunta, ruega...

Reina del santísimo rosario, ruega...

Reina de la paz, ruega...

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos,


Señor. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
escúchanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas los pecados del
mundo, ten piedad de nosotros.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. R. Para que seamos
dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

ORACION

Señor y Dios nuestro, concede a tus siervos gozar de perpetua salud


de alma y cuerpo y que, por la gloriosa intercesión de la Virgen
María, libranos de las tristezas presentes y disfrutemos las alegrías
eternas. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

RECOMENDACION

Nunca como en Fátima recomendó la Santísima Virgen el Rosario


tantas veces y con tanta insistencia. En la última de las apariciones,
al preguntarle quién era, contesta: "Soy la Virgen del Rosario".

La Virgen pidió que se le haga compañía meditando los misterios del


Rosario. -"La Señora nos ha recomendado rezar el Rosario y hacer
sacrificios por la conversión de los pecadores".

(Jacinta).

ANTIFONA DE FATIMA

- Aprobada para rezar después de cada decena del rosario, en


recitación pública o privada, el día 4 de febrero de 1956.

Dijo la Virgen en Fátima el día 13 de julio de 1917 que, terminada


cada una de las decenas del Rosario, se rezase esta plegaria:

"Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del
infierno. Lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más
necesitadas de Tu misericordia".

ORACIÓN AL SEÑOR SAN JOSE

- Aprobada por la Sagrada Penitenciaría Apostólica, el día 10 de


marzo de 1941.

San José, Padre y Guardián de vírgenes, a cuya custodia fueron


encomendadas la misma Inocencia, Cristo Jesús, y la Virgen de las
vírgenes, María, por estas dos queridísimas prendas Jesús y María
te ruego que, preservando de toda mancha de pecado, sirva
castísimamente a Jesús y María con mente limpia, corazón puro y
cuerpo casto. Amén.
JACULATORIAS
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío

(núm.5)*.

Purísimo Corazón de María, sed mi salvación. Corazón Inmaculado


de María, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte.

Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía (núm. 19)*.

Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía (núm. 19)*.

Jesús, José y María, descanse en vuestros brazos en paz el alma


mía.

Oh María, alcanzadme el dolor de los pecados y el perdón de ellos.

Por tu limpia concepción, ¡Oh soberana Princesa!, una muy grande


pureza te pido de corazón.

San José, San Miguel, Angel de mi guarda, socorredme y rogad por


mí.

Jesús, María y José, iluminadnos, protegednos y salvadnos. Así sea.

Del enquirídion de las Indulgencias núms. ref. págs. 76-77.

MAGNIFICAT
Glorifica mi alma al Señor y mi espíritu se llena de gozo al
contemplar la bondad de Dios mi Salvador.

Porque ha puesto la mirada en la humilde sierva suya y ved aquí el


motivo porque me tendrán por dichosa y feliz todas las
generaciones.

Pues ha hecho en mi favor cosas grandes y maravillosas Él que es


Todopoderoso y su nombre infinitamente Santo. Cuya misericordia
se extiende de generación en generación a todos cuantos le temen.

Extendió el brazo de su poder y disipó el orgullo de los soberbios.


Trastornando sus designios, desposeyó a los poderosos y elevó a
los humildes; a los necesitados los llenó de bienes y a los ricos los
dejó sin cosa alguna.
Exaltó a Israel su siervo, acordándose de él por su gran misericordia
y bondad. Así como lo había prometido a nuestro padre Abraham y a
toda su descendencia, por los Siglos de los Siglos. Amén.

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