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LOS JOVENES

INGENIEROS DE
HOY

EST. ANTONI W. HINOJOSA


FRANCO
EL PRESENTE, ES EL RESUMEN DE
UNA SERIE DE ARTICULOS Y
ENTREVISTAS PARA TODOS AQUELLOS
QUE DESEAN LA SUPERACION DE SER
MEJORES, ESTE TRABAJO SE BASA
ESPECIFICAMENTE COMO DEBE SER EL
INGENIERO MODERNO, ACTUALMENTE
LAS DISTINTAS EMPRESAS DEL MUNDO
YA NO DESEAN TENER EN SUS
PLANILLAS A UNA PERSONA JEFE SI
NO A UNA PERSONA LIDER QUE DE EL
EJEMPLO A LOS TRABAJADORES Y
COMO LIDER SABER TRABAJAR EN
EQUIPO

AGRADESCO A LAS DISTINTAS


PERSONAS QUE HAN HECHO POSIBLE
ESTE TRABAJO, ESPERANDO QUE
SIRVA DE APOYO MORAL Y ESTIMULO
PARA AQUELLAS PERSONAS QUE LO
NECESITEN

AGRADESCO DE MANERA ESPECIAL A


DIOS TODOPODEROSO Y A MI SANTA
MADRE CELESTIAL POR HABERME
BRINDADO TODO ESTE TIEMPO VIDA Y
SALUD.
LA PROFESION DEL INGENIERO
La carrera de ingeniería abarca varias especialidades: ingeniería civil, industrial,
mecánica, metalurgia, química, geológica, minera, petroquímica, etc. Todas estas
múltiples especialidades tienen una base científica común, que son principalmente
las matemáticas, las ciencias físicas y naturales. Tanto es así que los programas
curriculares de los primeros años de estudio son casi los mismos para todas las
ramas de ingeniería.

La característica de la ingeniería consiste en la aplicación de los conocimientos


científicos para la solución de problemas prácticos. El ingeniero, para lograr este
propósito, debe ingeniarse; es por lo tanto, la suya, una disciplina aplicada.

Cuando se le plantea un problema concreto, el ingeniero debe guiarse por los


principios de una estricta economía, con el propósito de conseguir la máxima
eficiencia con el mínimo costo.

El rasgo común de todos los trabajos de un ingeniero cualquiera que sea la rama,
consiste por lo tanto, en la transformación económica de un fragmento concreto de
la realidad; que debe adaptarlos a ciertos fines pre-concebidos de utilidad práctica.
La técnica, al dominar las fuerzas de la naturaleza, vendría a ser, así, el
instrumento para lograr la libertad material del hombre.

El ejercicio profesional del ingeniero incluye, en consecuencia, como primera


etapa, la concepción clara y exacta del problema técnico que debe resolver. La
solución teórica, que es la segunda fase de su actividad, requiere el dominio de los
conocimientos científicos (matemáticos, físicos, químicos, las materias de su
especialidad, etc.) y además, lo que podríamos llamar la INVENTIVA TECNICA.

Por último, debe tener la capacidad de dar forma al proyecto reflejándolo en los
planos correspondientes. La etapa final del trabajo del ingeniero consiste en
organizar y vigilar la ejecución de esos planos.

En la práctica todas estas tareas suelen repartirse entre varias personas, a causa
de la moderna división del trabajo, esta es la razón por el cual las funciones del
ingeniero resultan tan diferenciados, fenómeno que se repite en todas las
profesiones superiores. Existe, así, el ingeniero que se dedica a la investigación, al
control de procesos, el teórico, el calculista, el constructor, el organizador, el
ingeniero administrativo, el comercial, etc. Pero repetimos que existe un lazo
común entre todas estas actividades. Además, tal especialización suele producirse
únicamente en la práctica, y a veces, luego de una preparación profesional común.

Esta circunstancia nos permite señalar aquí una serie de cualidades necesarias
para el buen desempleo de la ingeniería en general, cualidades que coinciden en
partes con las ya indicadas para la profesión del arquitecto.
Siguiendo el plan del análisis del trabajo, empezaremos con las funciones
perceptivas. Por lo pronto, se ha de exigir al aspirante a ingeniero una capacidad
auditiva tal que pueda entenderse sin dificultad con sus jefes y con los operarios.
Una acentuada reducción de la agudeza visual resulta ser una contraindicación,
lo mismo que una ceguera para los colores, puesto que estos defectos dificultan
ver el dibujo, la interpretación de los planos y la observación de la obra en
ejecución.

Es fundamental, para efectuar el control exacto de los trabajos, una capacidad de


observación bien desarrollada, con una buena MEDIDA DE OJO

Para la buena y rápida comprensión del problema que se le plantea y para su


solución, requiere como cualidad esencial, una inteligencia técnica, que es un
don que se forma y desarrolla en el ingeniero a través de los años de estudio y
suele manifestarse relativamente temprano. Se trata, en el fondo, de un proceso
de imaginación combinatoria, que trabaja con elementos de carácter concreto.
La imaginación técnica es diferente de la imaginación literaria. Se distingue por la
circunstancia de que todas sus combinaciones se efectúan con el criterio de la
realización práctica y en la forma más económica posible. Por esto el futuro
ingeniero debe distinguirse por un agudo y claro sentido crítico, para darse cuenta
de si es factible, con los medios disponibles, realizar lo que tiene proyectado.

A todas estas cualidades debe agregarse una perfecta representación especial del
juego dinámico de las fuerzas concretas en el espacio tridimensional, y también en
el tiempo, de dependencia funcional. Todo este trabajo se facilita si el aspirante
pertenece al tipo visual y posee, por eso, una buena memoria para formas y
objetos, así como la capacidad de representarse interiormente los movimientos
correlativos de las piezas de una maquina, o las disposiciones y conexiones de las
diferentes partes de un edificio.

Pero, además de estas capacidades de carácter representativo, el ingeniero


necesita para su cometido una solida base científica, especialmente en
matemáticas; no se debe exigir al aspirante que posea un talento matemático
superior, sino que no haya tenido mayores dificultades en esta asignatura durante
el ciclo secundario y universitario.

Es muy importante también la facilidad y la rapidez para el cálculo mental. Una


observación: el verdadero talento para las matemáticas superiores no siempre va
acompañado del sentido práctico y económico, indispensable para el ingeniero.
Como ejemplos podemos citar los nombres de Einstein y de Poincaré.

Como el éxito de una obra en ejecución depende de la corrección y de la exactitud


de los cálculos, es de suma importancia la posesión, por parte del ingeniero, de un
profundo sentido de la responsabilidad y que trabaje con el mayor esmero y con
toda exactitud.
No hay que olvidar que los proyectos del ingeniero pueden presentarse en forma
grafica de planos, lo que requiere cierta habilidad para el dibujo técnico, dibujo
geométrico, dibujo mecánico, etc. Además, como en los planos se anotan las
medidas, una buena retentiva para números facilita el trabajo del ingeniero.

En la supervigilancia de una obra en ejecución, de un proceso productivo, el


ingeniero debe poseer cierta iniciativa y capacidad para la organización, lo que
implica, sobre todo, determinado don de gente para la facilidad en el trato con los
jefes, con los capataces, los operarios y los clientes. Debe poseer también cierta
habilidad administrativa y algunos conocimientos acerca de finanzas.

Por último, no debemos olvidar que en muchos casos se presentan situaciones


imprevistas que pueden poner en peligro toda la obra y hasta la vida de la gente
que interviene en su construcción u operación. En tales momentos el ingeniero ha
de demostrar verdaderas cualidades de jefe: sangre fría, serenidad,
circunspección, valentía y arrojo, así como la facultad para la rápida y acertada
resolución.

En los laboratorios psicotécnicos modernos existen ya los métodos, que se


exponen a lo largo de este libro, necesarios para proceder a la determinación de
las aptitudes requeridas tanto para las profesiones superiores como para las
ocupaciones mas humildes, a fin de evitar que un simple azar decida la elección
de una carrera.

INGENIEROS JOVENES

Te sientes feliz al pensar que al fin vas a poder ser útil, y tienes el legítimo deseo
de conquistar una situación honorable y digna de tus esfuerzos, prestando unos
servicios.
Las cualidades que tienes que poner a disposición no son exactamente las
mismas que permiten llegar a los primeros puestos de la escuela. Así, la salud, el
arte de manejar a los hombres, la conducta, que no se tienen en cuenta en los
exámenes, ejercen cierta influencia en el éxito del ingeniero. Las circunstancias
también son diversas; no tiene nada de extraño que ni los primeros y ni hasta los
mayores sean siempre los que alcanzan más éxitos.

Debes estar consciente que no te encuentras superado para sumir la dirección de


una empresa, ni siquiera pequeña. La Universidad no te da las nociones
administrativas, nociones financieras, ni nociones comerciales, ni aun las nociones
de contabilidad que necesita un jefe de empresa. Y aunque diera carecerías de lo
que se llama practica, experiencia, y que no se adquiere más que son el
contacto de los hombres y de las cosas.

Cuando uno sale de la universidad no se encuentra lo suficientemente preparado


para llevar a cabo un gran servicio técnico. Ningún jefe de industria cometerá la
imprudencia de confiarte, sin más, la administración de una planta concentradora,
la conducción de un alto horno o de una laminadora, ni la gestión de un negocio
cualquiera.

Es preciso primero aprender el oficio que no conoces.

Todos pasan por esto hasta nuestros antecesores, darás tus primeros pasos como
ingeniero adjunto o en funciones más modestas que pocas iras dejando.

No se espera de ti un juico maduro, un conocimiento práctico de los


procedimientos técnicos, ni una visión amplia de los mil detalles técnicos que
corresponden a tu función, sino que se te pedirá que aportes, con los estudios que
tienes, con tu grado de bachiller o el título de ingeniero, que tengas reflexión
lógica, espíritu de observación, de colaboración, desprendimiento y entusiasmo en
el cumplimiento de tu diaria tarea.

Las nociones teóricas que posees te permitirán asimilar rápidamente los detalles
de cualquier género de trabajo.

Tu porvenir dependerá en mucho de tu capacidad técnica, pero dependerá más


aun de tu administrativa. Incluso para un principiante, saber mandar, proveer,
organizar y controlar es el complemento indispensable de los conocimientos
técnicos. Creo que nadie te juzgara por lo que sabes, o por lo que dices que sabes
sino por tus obras; tus hechos definirán tu futuro.

El ingeniero lleva a cabo muy pocas cosas sin la intervención de los demás,
incluso en sus comienzos. Saber manejar a los hombres es para él una necesidad
inmediata.

Vas a tener primero como subordinados directos a contramaestres o capataces,


que son antiguos obreros en su mayoría, que fueron elegidos entre sus
compañeros de trabajo a causa de su inteligencia, de su conducta y de su aptitud
para el mando. Poseen la experiencia d los obreros y la del taller, que a ti te hace
falta, y ellos lo saben. Saben también que eres relativamente muy bueno en
conocimientos, y ellos profesan a la ciencia un respeto muy simpático.

Estas son las bases del convenio tácito que debe establecerse entre ustedes.

No olvidemos que el capataz representa numerosos años de experiencia y un


juicio desarrollado por una práctica diaria, y es posible que por él puedas adquirir
indispensables datos prácticos, complemento necesario de la enseñanza de la
Universidad.

Con respecto al obrero y aquellas personas que dependen administrativamente de


ti, tratadas con cortesía y benevolencia, estúdialos por su conducta y
manifestaciones personales el carácter, sus aptitudes, su trabajo y hasta sus
intereses personales. Recuerda que en todos los medios sociales se encuentran
hombres inteligentes. Con un mando hábil se obtiene, no solo la disciplina, sino
además la adhesión personal, que puede llegar en circunstancias difíciles o
peligrosas, hasta la abnegación, hasta el sacrificio de la vida.

En el trabajo, mide cuidadosamente tus palabras y no digas ningún reproche


inmerecido. No vaciles en reconocer abiertamente, llegado el momento, que tu
observación estaba basada en una interpretación inexacta de los hechos o de los
reglamentos.

Debes tener iniciativa, e incluso audacia. El temor a las responsabilidades es un


indicio de debilidad. Durante el ejercicio de tu profesión esto nunca dejara de ser
una realidad, pero es un reto que debes aprender a vencer y muchas veces a
buscar.

No olvides que toda la inteligencia, todos los esfuerzos, todas las cualidades
consagradas a la prosperidad de una empresa pueden fracasar; al azar, las
circunstancias ejercen a veces una gran influencia sobre el éxito de los negocios y
por consiguiente el de los hombres que los dirigen.

Pero no debe exagerarse el papel de la suerte; el que triunfa una vez puede ser
simplemente afortunado; si el éxito se repite, no hay más remedio que admitir que
sus conocimientos y habilidades personales desempeñan el papel principal en el
éxito.

Recuerda que perteneces a los más selectos en el aspecto intelectual, por lo tanto
no debes despreocuparte de los acontecimientos de la época pasada: debes
mantenerte al corriente de las ideas generales que alborotan a esta sociedad
moderna, de las noticias que hacen historia en todos los dominios y de los últimos
adelantos técnicos en tu especialidad

Te espera un gran futuro… todo depende de ti.

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