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El documento describe el rol del docente que trabaja con jóvenes adultos en contextos carcelarios. Señala que no existe una formación específica para este rol, por lo que los docentes deben guiarse por su experiencia personal y el intercambio con otros. El rol docente adquiere dimensiones sociológicas, psicológicas y políticas debido a que debe comprender las relaciones complejas dentro del contexto carcelario. El docente debe enfocarse en impartir valores como la tolerancia y el respeto, además de formar a los estudiantes para que sean
El documento describe el rol del docente que trabaja con jóvenes adultos en contextos carcelarios. Señala que no existe una formación específica para este rol, por lo que los docentes deben guiarse por su experiencia personal y el intercambio con otros. El rol docente adquiere dimensiones sociológicas, psicológicas y políticas debido a que debe comprender las relaciones complejas dentro del contexto carcelario. El docente debe enfocarse en impartir valores como la tolerancia y el respeto, además de formar a los estudiantes para que sean
El documento describe el rol del docente que trabaja con jóvenes adultos en contextos carcelarios. Señala que no existe una formación específica para este rol, por lo que los docentes deben guiarse por su experiencia personal y el intercambio con otros. El rol docente adquiere dimensiones sociológicas, psicológicas y políticas debido a que debe comprender las relaciones complejas dentro del contexto carcelario. El docente debe enfocarse en impartir valores como la tolerancia y el respeto, además de formar a los estudiantes para que sean
Para poder determinar cul puede ser el rol docente en la educacin con jvenes-adultos en contexto de encierro o privados de libertad, debemos aclarar que no existe formacin alguna para este tipo de mbito particular de trabajo, razn por la cual las listas de candidatos para ocupar cargos son siempre de carcter interino y no existe por lo tanto la posibilidad de lograr la efectividad. Por lo que hoy, ests, maana, no se sabe..., por tanto, no es raro observar que la incertidumbre es el factor comn que gobierna esta particular experiencia educativa.
El hecho que no exista una formacin especfica hace que sea la experiencia personal, la literatura de las experiencias de otros agentes educadores y el intercambio con otros colegas en instancias de exmenes en otros establecimientos carcelarios, nuestra principal gua de accin. Por todo esto el trabajar en crceles se convierte en todo un desafo, en donde hay que pensar y re-pensar de forma permanente el rol docente.
La complejidad del acto educativo y pedaggico se ve afectado a su vez por la impronta carcelaria, la cual nos tiene acostumbrados a los imprevistos de todo tipo. Por lo que el rol docente no puede limitarse a el de dar clases, ya que las cosas ms normales en un liceo dejan de serlo en una crcel. El rol docente adquiere una dimensin sociolgica, psicolgica, antropolgica y poltica, dado que el docente debe necesariamente tener conocimiento del tipo de relaciones existentes en el contexto carcelario, como las del tipo preso-preso, preso-guardia, preso-director, pero tambin las del tipo preso- familia, preso-amigos.
La intervencin educativa en este mbito necesita comprender, considerar y jerarquizar el aspecto pedaggico-social en el momento de resolver los posibles conflictos y tensiones que puedan aparecer en la cotidianidad carcelaria. Muchas veces nos vemos sorprendidos por la alteracin del sentido-comn, en el hecho de estar insertos en otra realidad que est ms all de los muros.
Por todo esto los planes, los programas, los contenidos programticos, las estrategias didcticas y metodolgicas deben estar en un proceso permanente de revisin y de reprogramacin ya que la impronta carcelaria as lo exige.
1 Profesor de filosofa, egresado del I.P.A. Trabaja en el marco de los Programas especiales (PEE), Educacin en contexto de encierro en San Jos.
Pgina 2 Lamentablemente las presiones polticas generalizan la idea de que no debemos emprender proyectos a largo plazo, debemos tener objetivos cortos, concretos, tenemos que ser prcticos, preparar a nuestros alumnos lo mejor que podamos y en el menor tiempo posible para el examen, para que aprueben la asignatura. Esto sin dudas se debe a que la existencia carcelaria del preso hace que hoy ests pero maana quiz no.
A su vez el docente cae en la encrucijada de ser o no ser legitimador de un sistema jurdico-penal, de ser o no ser un agente poltico de rehabilitacin, de readaptacin, de re-educacin; por lo que el docente debe lograr ser consciente de que la educacin es un derecho humano y no un agente moral, un agente evangelizador, el rol docente no tiene la misin de volver bueno al preso que estudia. Nuestro compromiso tico debe centrarse en impartir valores como la tolerancia, la solidaridad, el respeto a la vida y al otro, y sobretodo con el compromiso de formar sujetos crticos. El rol docente en este particular contexto tiene diversos obstculos, el docente trae en sus espaldas una mochila social muy pesada, llena de prejuicios y de estigmas, en el mejor de los casos el docente logra transitar un proceso donde de a poco logra dejar de lado sus prejuicios en torno al acto delictivo cometido por su alumno y logra un acercamiento que puede reforzar el vnculo afectivo con el mismo. De todas formas es justo decir que es muy difcil, por no decir imposible, que el docente pueda tener una visin de la realidad que pueda ser verdadera, ya que su visin por ms que se esfuerce ser siempre muy parcial, salvo que tenga la posibilidad de vivenciar el pathos de ser un preso.
A su vez el docente como figura poltica de la realidad tambin es enjuiciado no slo por la opinin pblica, sino tambin por la guardia, por el director, por el preso; por lo que tambin ellos deben realizar ese camino de dejar los prejuicios de lado, para que pueda darse una mejora en el vnculo que fortalezca un verdadero aprendizaje. Estos obstculos slo pueden ser sorteados desde la flexibilidad y el dinamismo necesario que el rol docente debe tener; aunque sabemos que a veces, tal flexibilidad y dinamismo, dependen ms de las cualidades propias de temperamento, o disposicin de carcter, del profesor que de la formacin profesional. Por lo que el docente tendr que lidiar con la resistencia inconsciente de ser un extrao que viene a insertarse en la realidad carcelaria; ms all del circo ceremonial de fin de curso, de autoridades, asadito, fotos y medios, que en los hechos participan muy poco de la realidad educativa.
Respecto al curso que impartimos y a lo que sucede en el aula del centro carcelario, tenemos algunas interrogantes muy difciles de responder en primera instancia, pero que en el transcurrir del ao podemos ir develando, como por ejemplo: por qu viene a clase determinado recluso? ser para lograr algunas horas fuera de su celda, para ver reducida su pena, para
Pgina 3 visualizar alguna vulnerabilidad del sistema a fin de idear una posible fuga, para aprovechar la oportunidad de estudiar, para hacer algo distinto, etc. En realidad poco importan las respuestas a estas interrogantes desde el punto de vista del rol docente, lo que interesa es como aprovechar ese momento para lograr involucrar al alumno y motivarlo para su regreso.
El sujeto privado de libertad en general tiene poca autoestima y muy arraigado el sentimiento de yo no puedo, es decir la idea inconsciente de fracaso, por lo que no es muy recomendable apabullarlo con demasiadas exigencias acadmicas, aunque s es necesario con el tiempo pedirle participacin y produccin, de forma que pueda ir logrando autonoma, ya que tambin es comn en los presos la autocomplacencia. El trato personalizado que se logra sobretodo a partir del segundo ciclo con los reclusos puede facilitarnos un mejor relacionamiento con los mismos, por lo que el docente tiene la oportunidad de demostrarle lo importante que son, como por ejemplo insistindole al llavero por su presencia o pidiendo explicaciones por su inasistencia.
Es necesario que el docente logre desprenderse de la idea de ser el portador cultural, el dueo del conocimiento, ms all de la indiscutible idoneidad de la asignatura, debe lograr tener una actitud que favorezca el acercamiento y refuerce el vnculo pedaggico, debe intentar establecer un plano de igualdad, donde el recluso pueda ser un agente de opinin, un sujeto importante en el proceso enseanza-aprendizaje. Debe ejercer su accin educativa teniendo en cuenta, las emociones, los afectos, intentando hacer desaparecer esa imagen jerrquica, reduciendo el poder de su funcin, para eliminar o apaliar los efectos panpticos de la institucin carcelaria. Por esto mismo el docente que trabaja en contexto de encierro debe conocer la historia y la gnesis de su institucin carcelaria en la que trabaja, as como tambin quin es su director responsable, el aspecto psicolgico de las distintas guardias que alternan, para poder determinar el impacto que la institucin crcel tiene en sus alumnos.
Considero necesario que se exija un trabajo autnomo, creativo, productivo, para que la clase tampoco se transforme en un ir, sino tambin en un hacer. Es importante que el recluso pueda visualizar a travs de sus compaeros que se puede, y tambin que se debe ser un sujeto de opinin. En este mbito, dado que los grupos son reducidos, existe una interesante oportunidad de aplicar una comunidad de indagacin, tambin juega a favor el clima de respeto que el recluso tiene la mayora de las veces, que colabora con un buen clima de clase que hace posible el dilogo. Motivarlos a opinar, visualizar sus argumentos, mostrar sus debilidades, resaltar sus fortalezas, concientizar acerca de la relatividad de algunas respuestas; son todas formas de contribuir a ir generando un sujeto autnomo y crtico.
Pgina 4 En ese intercambio de ideas se enfatizan valores, se afirman cdigos, se interviene en forma activa en la cotidianidad, se analiza, se cuestiona; por lo que la clase se transforma en una co-construccin grupal, donde el alumno poco a poco va generando un sentido de pertenencia que es muy importante, ya que se va haciendo dueo de un espacio, haciendo suyo y sintindose parte importante del mismo.
Este proceso poco a poco se va internalizando por parte de los estudiantes y los transforma en daimones socrticos; as como la necesaria flexibilidad y dinamismo que el docente debe adquirir, se hace cuerpo al volver al establecimiento y dirigirse a ese espacio comn en el cul el preso se transforma en protagonista.
Por otro lado no esta dems decir que el rol docente debe ser multidisciplinario para poder lograr trabajar en conjunto en esta compleja realidad, para evitar que nuestros mejores esfuerzos queden aislados. Debemos compartir experiencias con nuestros colegas y re-elaborar de forma contina estrategias para llevar a cabo una educacin en equipo, integradora, que sea respetada profesionalmente.
En conclusin, puede decirse que el rol docente con jvenes-adultos en contexto de encierro se ve permanentemente re-edificado en las coordinaciones con otros colegas, que se va complementando con las distintas experiencias y que se puede ir mejorando a lo largo del tiempo a partir tambin de la literatura de otras experiencias en Latinoamrica.
El rol docente debe ser dinmico y flexible a fin de adaptarse a las distintas condiciones que ms o menos trat de exponer; sobre todo para poder tener un impacto significativo en los alumnos y poder generar sujetos autnomos y crticos.