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7. La acción imprescindible: conformar la resistencia.

Hay numerosos libros y artículos que realizan críticas severas a los sistemas educativos
imperantes, a la “forma” de educación que se desarrolla en los distintos países. Siempre
esperé, al final de libro, que el autor “mostrara” los caminos hacia los cambios, la
manera en que se puede “desarmar” esta educación alienante, adoctrinadora, injusta.

En lo que he escrito sobre estos temas, desde El uniforme escolar a Los abanderados…,
he tratado de sugerir “soluciones” parciales, limitadas (1) que, en aplicación ya varios
lugares, aunque apunten hacia estructuras menos autoritarias, no han logrado revertir las
principales objeciones que se realizan a la educación como sistema.

En esta parte se sugiere una actitud, un posicionamiento. No más.

El cambio de la educación de nuestros pueblos sólo será posible cuando se produzca el


abatimiento de las estructuras actuales de poder. Es, será, una tarea colectiva, de pensar
y luchar. Todo está por hacer y no hay atajos.

-No, no estoy loco. Escuchen todos lo que voy a decir: Cordero,


antes de pelear contigo, cosa que haré si me lo exiges, aún
después de haber hablado, déjame decirte a ti y a todos que,
desde mi llegada a esta casilla donde hay más de cien hombres,
todos del ambiente, he notado con vergüenza que la cosa más
hermosa, la más merecedora y la única cierta: la fuga, no es
respetada aquí. Porque todo hombre que prueba que es hombre
de evasión, que tiene algo entre las piernas como para arriesgar
su vida en una fuga, debe ser respetado por todos por encima de
cualquier otra cosa. ¿Quién opina lo contrario? (Silencio.) Entre las
leyes de ustedes, falta una: la obligación de todo el mundo, no sólo
de respetar, sino de ayudar, de proteger, a los hombres de fuga.
Ninguno está obligado a partir y comprendo que casi todos
ustedes decidan hacer su vida aquí. Pero si ustedes no tienen el
valor de intentar volver a vivir, por lo menos respeten a los
hombres que quieren revivir con la fuga. Y el que olvide esta ley de
hombre, que se atenga a las más graves consecuencias. Ahora
Cordero, si quieres pelear, ¡andando!
Henry Charrièrre. Papillon

(1) No lo hicimos respecto a la formación de los docentes aunque, seguramente, podría


intentarse una compensación importante al sueldo (al menos un sueldo básico de 1er. grado) de aquellos
maestros que se desempeñan en escuelas ubicadas en zonas de pobreza. Esta “compensación” podría
tentar a los maestros a permanecer en esos cargos que hoy aparecen como “puerta de entrada” a la
docencia.
En sus orígenes, el término "herejía" equivalía a "interpretación". Cuando se
impone un pensamiento único, presuntamente objetivo y neutral (pretendido
fruto de "los últimos adelantos en materia de investigación científica"),
atreverse a dudar, a cuestionar, a interpretar desde otros puntos de vista,
implica irritar a muchos sacerdotes del dogma y sobre todo a sus fieles -y el
asunto es más complejo cuando se trata de un culto muy extendido y que
además no está dispuesto a reconocerse como tal-.

Andrés Núñez Leites, obra citada.

Al menos, desde el nacimiento de la escuela pública en el siglo XIX, el fracaso


escolar golpea de forma unilateral –más allá de las sucesivas reformas educativas- sobre
alumnos procedentes de las capas sociales más bajas de la estratificación social. En cada
remodelación del sistema de enseñanza, los grupos sociales con poder y prestigio,
aspiran a reforzar su posición social asegurándose la hegemonía escolar: si consiguen
imponer en la escuela sus valores propios de grupo, si sus sesgados instrumentos para
medir las capacidades individuales son aceptados como los más objetivos para
jerarquizar las aptitudes de los alumnos y decidir sus destinos, entonces no sólo logran
afirmar los valores propios de su clase, sino también, y sobre todo, que los que son
relegados acepten la exclusión escolar como si se tratase exclusivamente de un fracaso
personal.
Fernando Álvarez-Uría (Microfísica de la Escuela. Cuadernos de Pedagogía. Mayo de
1992)

Julia Varela: …bajo el nombre de escuela pública, de escuela en general y de


escuela pública, englobamos muchas cosas. …Las funciones que cumple la
escuela pública en una zona cercana al campo son diferentes que en una zona
urbana, o en una zona urbana periférica, donde hay poblaciones más o menos
marginadas, donde hay gitanos, donde hay niños con problemas... …las
funciones que cumplen son distintas de acuerdo a los públicos a los que se
dirige; aunque los programas sean los mismos, los profesores tengan la misma
formación, etc., lo importante son las personas que asisten como alumnos a
esa escuela, porque lo que no se puede obviar es que hay distintas culturas, o
subculturas, y esas diferentes culturas tienen diferentes formas de ver la vida,
tienen diferentes formas de interpretar las cosas, etc., y la escuela está más o
menos alejada de ellas.…
(para)Bourdier y Passeron, en “La Reproducción…”, la educación no sólo
reproduce las desigualdades sociales, sino que las legitima, las oculta y las
transfiere al sistema educativo para convertirlas en capacidades individuales.
Indudablemente la gente de capital cultural alto que va a las instituciones
educativas tiene más posibilidades de tener buenas notas en ellas; sin
embargo esas notas aparecen como si fueran simplemente obra suya. Esta es
la idea. …Bowles y Gintis, dicen que la escuela reproduce las desigualdades
sociales y sobre todo reproduce las relaciones de producción. …dicen que las
instituciones educativas, según a quién se dirijan, van a socializar a los
alumnos de formas distintas. En los niveles más bajos, obediencia y sumisión.
George Lapassade, autor de “Grupos, organizaciones e instituciones” , plantea
que la escuela es un ejemplo de institución burocratizada donde la burocracia
pedagógica es una estructura social jerarquizada. La actividad enseñante se
apoya en una relación de autoridad y no de formación. La Dirección controla y
sanciona. Los enseñantes participan en ese poder….La burocracia pretende
ser útil a la colectividad, pero aliena al hombre arrebatándole la decisión, la
iniciativa, la responsabilidad y la comunicación. Tiende a apropiarse del trabajo
colectivo, fuente efectiva de riqueza y de este modo accede al poder y crea un
status para mantenerse en él. No se preocupa del florecimiento de los
individuos sino que se transforma en autoridad. Se explica la aceptación de
esta forma de autoridad por la sumisión tradicional a la dominación
pedagógica….

Michel Lobrot describe el proceso de burocratización de la escuela y manifiesta


cómo toda pedagogía se resume entonces en estos objetivos: conformidad con
el programa, obtención de obediencia, éxito en los exámenes. Sean cuales
sean los matices, priva al alumno de la posibilidad de tomar decisiones, de
realizar selecciones, de lanzar iniciativas y en especial de entrar en relación
con los demás alumnos y con el enseñante.

Las dos citas anteriores fueron tomadas de Clenarvan Lesa. .Los movimientos
innovadores en el siglo XX. De Punto 21, Nº 37 de setiembre de 1986.

Un intento.

Maestros, directores e inspectores como dominados comparten el rol


de dependientes y subordinados. ¿Esto es inevitable? ¿Todo está determinado
para siempre? ¿Como peones del Sistema estamos condenados a mantenerlo
y reproducirlo?
No hay margen. Sólo hay dos opciones: la aceptación o la
resistencia.

La resistencia debe incorporar, al menos, estos elementos:

• Necesidad de la comprensión de que las funciones del maestro, del


director y del inspector están estructuradas para contribuir a la
reproducción del sistema económico-político-social de dominación.
(conciencia de la dependencia y la subordinación)

• Necesidad de romper el aislamiento. El Sistema procura que cada


individuo se aísle, se transforme en un átomo. El aislamiento se recomienda
para la “mejor función”. (conciencia de la necesidad de romper el aislamiento).

Necesidad del análisis. Nada debe ser considerado como “natural”,


“habitual”, “establecido”. El análisis que pensamos debe asumir la actitud
• didáctica de las materias, del funcionamiento escolar todo. (conciencia de la
necesidad de estudio, perfeccionamiento personal y colectivo y de la
observación critica)

• Necesidad de que la acción resistente a nivel del puesto de trabajo se


una a la acción global de todos los explotados (dominados). (conciencia de
los límites de la “acción educativa”)

• Necesidad de empezar ya (o ayer). La respuesta individual sirve, pero la


colectiva es mejor. La libertad no podrá obtenerse en un aula, una escuela o un
distrito, aunque se avance hacia ella. (conciencia de que la libertad se
conseguirá).

La reseña de estos puntos quizá no complete la lista, aunque esa era la


intención.

Precisemos uno de los puntos. Cuando hablamos de romper el


aislamiento, a nivel de unidad operativa, de Centro Escolar, estamos pensando
en un colectivo integrado por director, subdirector, secretario y maestros. Este
grupo debe incorporar a funcionarios no docentes, profesores y padres de la
Escuela. La inserción del inspector conformaría un “núcleo duro” de resistencia
donde el Sistema encontraría sus límites a nivel de “Unidad ejecutora”. No en
todos los lugares ni tiempos se puede conformar este equipo. Las variantes de
combinación (director-algunos maestros, maestros-padres, etc.) son posibles y
de imperiosa necesidad. Es posible aún la resistencia individual que sólo será
efectiva si apunta a crecer en cuanto al número de resistentes.

Este “esquema de actitud resistente”, no pretende ser nuevo. Intenta


sintetizar las propuestas que los educadores ya están poniendo en práctica
desde hace décadas. Si hay algo nuevo es el énfasis que ponemos en la
libertad, base sobre la cual está apoyado todo este trabajo.

Una visión del futuro.

Un sistema educativo anclado en el pasado no puede contribuir a


proporcionar respuestas para los problemas del presente. La reorganización de
la enseñanza pasa por tanto por un nuevo estatuto del saber que convierte a la
teoría en una actividad de diagnóstico del presente; pasa también por una
reorganización profunda que rompa el sistema de clausura y permita
desarrollar entre estudiantes y docentes la pasión por el conocimiento.
Álvarez-Uría, obra citada.
Pensemos en una escuela con 200 o 250 niños (si se supera este
número, se creará otra en la zona). Pensemos en clases con 20 o 25 niños
como máximo. Estas escuelas, pequeñas, en todo el país formarán verdaderos
entramados conectándose y trabajando en actividades comunes en la zona.
Pensemos una escuela que permanezca abierta luego de las 17 horas,
los sábados, domingos y feriados, con actividades culturales, recreativas, de
servicio para la comunidad. Pensemos...
Pensemos en maestros que puedan vivir de su sueldo, que puedan
mantener una familia, que les sea grato el trabajo con los niños y con la
comunidad.
Pensemos en escuelas con los elementos necesarios, donde no falten
vidrios ni sillas, ni baños...
Pensemos en niños que van a la escuela por el placer del
conocimiento, porque les interesa lo que están aprendiendo porque está
vinculado a su vida y a su entorno; donde no se necesite la disciplina para
imponer actividades.
Pensemos en maestros que viven cerca de la escuela, que comparten
las preocupaciones y las alegrías de sus alumnos y de sus familias.
Pensemos en un sistema educativo donde no haya autoritarismos,
donde prime la confianza en los maestros, donde no haya disciplinas o
materias “obligatorias” a cumplir, donde se auspicie la confraternidad entre los
docentes y no la competencia.

Sabes que levantamos como primera bandera de maestros, la de las


puertas abiertas para afuera, y para adentro, porque creíamos y creemos –y
por eso luchamos- que la Escuela es del Pueblo.
........
Y tú sabes que siempre te dijimos que eso era así, porque tú, pueblo,
eres lo permanente, y nosotros, lo accidental. Si tú y tus hijos se van; si todos,
tú y tus hijos se van, no habrá más Escuela. Si nosotros nos vamos, vendrán
otros maestros. Pero por eso mismo, tú y tu hijo, tu vecino y el hijo de tu vecino,
son los reales soberanos de esa casa grande donde deben conjugarse las
inquietudes y los dolores, los padecimientos y las alegrías, de todos los niños
de tu barrio; porque en ella se están conjugando –no hay duda- dolores y
alegrías de todos los hombres de tu barrio.
..........
Por eso nos duele cuando vemos la puerta de una Escuela cerrada.
Cuando vemos que una Escuela está cerrada por el repiquetear absurdo de
una campanilla. Cuando la Escuela tiene sus puertas cerradas; le falta calor de
Pueblo, le falta vida.
........
José Pedro Martínez Matonte
resistente director de escuela -Villa García-
Periódico Asamblea, marzo de 1984

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