¿Quieres ser un “emprendedor”?

23 de octubre de 2006, 01:03 PM

No importa si quieres ser Bill Gates o Mario el dueño del restaurante de la esquina, todos los
emprendedores tienen características similares.

Es necesario tener cinco elementos para ser un “e”: Necesidad, Conocimiento, Dinero, Ambiente
político-social propicio, y El quinto elemento

Necesidad

Se requiere básicamente dos tipos de necesidad: La necesidad del mercado y la del emprendedor.
Con ambas, el emprendedor visualiza el futuro donde otros ven la “nada”. Tienes que crear una
estrategia, organizar y actuar para satisfacer esa necesidad a la cual te diriges.

¿Cómo descubrir esa idea? No es fácil, pero se necesitan seis elementos para comenzar la
aventura sobre tierra fértil. Primero, que exista una necesidad no satisfecha, un mercado bastante
amplio, una difícil barrera para entrar, pocos competidores, crecimiento anticipado, ganancia
potencial.

Conocimiento

Dicen que el “entrepreneur” nace, no se hace… pero eso no es cierto, el emprendedor no nace, se
hace.

Por eso un emprendedor debe desarrollar seis habilidades fundamentales: administrativas, de

liderazgo, conceptuales, humanas, técnicas y temporales.

Veamos una por una.

El emprendedor es un administrador que debe saber planear, organizar y controlar. Como

administrador necesita definir metas e identificar la acción requerida para lograr lo que quiere,
además de juntar las herramientas para lograr los objetivos, asegurar que todo camine como ha sido
planeado y corregir cualquier cambio.

El emprendedor también tiene que ser un líder…pero no de transacción, sino de liderazgo

transformativo. ¿Qué es liderazgo transformativo? Es la capacidad de guiar a los otros en la
empresa de nuevos objetivos en contraposición al liderazgo transaccional, al cual solemos asociar
con jerarquías de arriba hacia abajo. El liderazgo transformativo jala y el liderazgo transaccional
empuja. Por eso el emprendedor transforma y “jala”.

Es necesario desarrollar habilidad conceptual para entender como trabaja el todo con las partes y
como se interrelacionan entre sí. Ver los efectos secundarios de sus acciones y sus posibles
consecuencias.

Humana. La habilidad de trabajar bien con otros requiere del desarrollo de la empatía en las
relaciones-interpersonales.

Técnica. Conocimiento en el área específica donde se desenvuelve como administrador.

Temporal. Ver las cosas bajo una óptica visionaria (largo plazo) y operativa (corto plazo).

Dinero.

Sean activos reales o financieros, un negocio no camina sin capital. Sin dinero es muy difícil
comprar maquinaria, pagar personal, alquilar un lugar, crear un prototipo, etc.

Si tienes dinero es más fácil que si no lo tienes. Muchos de los negocios más importantes los
montaron emprendedores que heredan buenas sumas de dinero o tenían buenos contactos para
proveerles los fondos.

Pero es una falacia creer que se necesita dinero para ser emprendedor. Hay casos de
emprendedores que comenzaron con una mano detrás y otra adelante. Y para los más pequeños
hay programas de financiamiento.

No es solo la importancia del dinero, sino saber dónde encontrarlo y cuándo buscarlo.

Ambiente político y económico.

Un estudio realizado por Steven F. Kreft y Russell S. Sobel del Cato Journal titulado “Política
Pública, Entrepreneurship y Libertad Económica" concluyó que la libertad económica impacta
significativamente la actividad de los emprendedores. Colocado de forma simple, se necesita un
ambiente de bajos impuestos, pocas regulaciones y seguridad en la propiedad privada para producir
crecimiento económico.

Según el reporte “Doing Business 2006”, una copublicación entre el Banco Mundial y el International
Finance Corporation que estudia las políticas regulatorias y el clima de impuestos en 175 países, las
naciones con mayor desarrollo económico tienen un ambiente político y económico más beneficioso
para hacer negocios. En otras palabras, existe una correlación positiva entre un ambiente amigable
para hacer negocios y desarrollo económico.

Solo dos países latinos están entre los primeros 30: Puerto Rico (22) y Chile (25). ¿Entre los
primeros diez?...ninguno.

La fortuna

Jacob Bernoulli, matemático suizo del siglo XVIII que revolucionó la forma en la cual vemos el riesgo
y llevo la teoría de la probabilidad más cerca de la realidad, le escribió a su amigo el matemático y
filósofo Leibniz. Le preguntó si era posible establecer la probabilidad de un evento basado en una
muestra.

Leibniz le argumentó que la naturaleza ha establecido patrones reflejados en el resultado de los

eventos, pero sólo a veces. Por eso no importa cuántos experimentos se hagan, tú no puedes
imponer un límite en la naturaleza de los eventos de tal forma que en el futuro no puedan variar. En
español quiere decir que existe la incertidumbre.

Por eso el emprendedor necesita de la diosa de la fortuna.

La vida del emprendedor es riesgosa. 25 por ciento de los negocios terminan en dos años y la mitad
cierra en 4 años. Las razones de cierre pueden ser ventas insuficientes, poca ganancia, debilidad en
la industria, falta de capital, deuda excesiva, falta de experiencia administrativa y de negocios o
conflictos entre la familia y el negocio.

Pero sería irreal creer que el emprendedor es un apostador irracional, un temerario que -por saberse
en la incertidumbre- le deja todo a la diosa de la fortuna.

¿Sabes cúal es el mayor riesgo? la inacción. Es un error creer que sólo la fortuna es de unos pocos.
Como dijo Collin Powell, todos tenemos la misma suerte, sólo se benefician aquellos que están
preparados.

Y el mercado premia con ganancias el riesgo que corre el emprendedor, porque sabe que esa visión
lleva al crecimiento económico de un país.

Al final, tú decides.