Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
TRATADO DE
DERECHO
PROCESAL
CIVIL
Volumen V
MEDIDAS CAUTELARES
LA EJECUCIÓN FORZADA
Capítulo XIX
TÍTULOS QUE AMERITAN SEGUIR
EL PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN
1. Conceptos genéricos........................................................... 23
2. Requisitos que debe contener el título de ejecución ............ 25
3. Clases de títulos de ejecución ............................................. 26
3.1. Títulos de ejecución de naturaleza judicial .................. 26
3.2. Títulos de ejecución de naturaleza extrajudicial .......... 32
3.2.1. Títulos de ejecución extrajudicial sin garantía real. 33
a) Las actas de conciliación de acuerdo con la ley 33
b) Los títulos valores ...................................... 35
c) La constancia de inscripción y titularidad
expedida por la institución de compensación
y liquidación de valores
(art. 688º, inc. 5 del CPC). ......................... 44
d) La prueba anticipada que contenga un documento
privado reconocido (art. 688º, inc. 6 del CPC) 46
e) La copia certificada de la prueba anticipada que
contiene una absolución de posiciones, expresa o ficta
(art. 688º, inc. 7 del CPC). .......................... 48
f) El documento privado que contenga una
transacción extrajudicial
(art. 688º, inc. 8 del CPC) .......................... 49
g) El documento impago de renta por arrendamiento,
siempre que se acredite instrumentalmente la
relación contractual
(art. 688º, inc. 9 del CPC). ......................... 50
h) El testimonio de escritura pública
(art. 688º, inc. 10 del CPC)......................... 50
i) Otros títulos a los que la ley da mérito de ejecución
(art. 688º, inc. 11 del CPC)......................... 51
3.2.2. Títulos de ejecución con garantía real. ............. 52
a) Título de ejecución con garantía hipotecaria. 52
b) Título de ejecución con garantía anticrética. 53
c) Título de ejecución con garantía mobiliaria. 54
Capítulo XX
DISPOSICIONES GENERALES
Y TRÁMITE DEL PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN
Capítulo XXI
REGLAS ESPECIALES QUE DEBEN OBSERVARSE
EN EL PROCESO DE EJECUCIÓN CONFORME AL TIPO
DE OBLIGACIÓN OBJETO DE LA DEMANDA
Capítulo XXII
MEDIDAS CAUTELARES
Capítulo XXIII
LA EJECUCIÓN FORZADA
APÉNDICE GENERAL
Decreto Legislativo Nº 1069 (28 jun. 2008)
Decreto legislativo que mejora la administración de justicia
en materia comercial, modificando normas procesales .......... 315
Jurisprudencia en materia de procesos de ejecución dictada
con anterioridad a la dación del Decreto Legislativo Nº 1069
(promulgado el 27 de junio de 2008) ................................... 335
PRESENTACIÓN
De primera intención debemos señalar que el presente Tratado está destinado a todos
aquellos que transitan la teoría y la práctica del proceso en general y del proceso civil en
particular; constituyéndose, por lo tanto, en una guía para los estudiantes de Derecho
procesal civil, en un conjunto de propuestas para el debate de los especialistas y en un
instrumento de orientación para los profesionales que ejercen la defensa en los tribunales.
Chiovenda enseñaba que “el puro teórico en el procedimiento es algo que carece de sentido;
pero el puro práctico es una desdicha”.
El presente Tratado puede catalogarse como el resultado de la larga trayectoria de su
autor como magistrado y docente universitario, en la que ha venido cultivando las siguientes
ramas: el Derecho procesal civil, el Derecho procesal constitucional y el Derecho procesal del
trabajo. En las tres actividades se han combinado el estudio de las teorías de dichas ciencias
jurídicas como su aplicación práctica en los casos que ha tenido que resolver ejercitando su
función jurisdiccional como juez o ejercitando la enseñanza como docente. Su experiencia en
la función jurisdiccional abarca desde cuando fue Juez de Paz Letrado de Lince, pasando por
el cargo de juez especializado en lo Civil de Lima, vocal de la Corte Superior de Lima, hasta
ocupar por espacio de ocho años el cargo de vocal de la Corte Suprema, integrando salas
civiles y de Derecho constitucional y social, en las áreas jurídicas de Derecho civil, Derecho
constitucional y Derecho procesal en general. Su experiencia como docente comprende sus
enseñanzas en las Facultades de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos y de la Universidad de San Martín de Porres, ambas de Lima, dictando
las cátedras de Derecho Procesal Civil en sus distintas ramas subespecializadas, Derecho
Procesal Constitucional y Derecho Procesal del Trabajo. Su labor docente comprende
también sus enseñanzas en la Academia de la Magistratura en la formación de futuros jueces
y fiscales en las distintas jerarquías. Todo este cúmulo de actividades no solo han generado
las condiciones necesarias para concebir el Derecho procesal civil desde la visión teórico-
práctica en todas sus facetas, perspectivas e instituciones –por ello la denominación de
Tratado–, sino también la decisión de publicarlo, en la seguridad de que en esta obra el lector
encuentre respuestas sobre la variedad de temas que constituye el Derecho procesal civil,
vinculado naturalmente a nuestro ordenamiento jurídico, así como la posición que adopta su
autor sobre cada uno de los institutos procesales, sin descuidar la naturaleza cambiante del
Derecho, que ha influido en la concepción del autor en relación con los indicados institutos.
Empero, cabe señalar, que es imposible cubrir todos los temas que se presentan en el área
anotada.
Las ideas que se vierten en esta obra, naturalmente, han ido madurando con el
transcurso del tiempo, especialmente con la enseñanza del Derecho procesal civil que ejerce
su autor, hasta adquirir el desarrollo de un Tratado, el cual aspira a ser un estudio completo
de todas las instituciones que lo comprenden. Sin embargo, esta aspiración solo se verá
cristalizada en ediciones futuras, como lo hacen otros autores.
La revisión de los primeros borradores de esta obra, antes de presentarla para la lectura
del público interesado, hizo que incrementara su contenido tomando en cuenta la más
reciente doctrina expuesta por estudiosos sobre la materia, la cual no solo es citada, sino
también transcrita por considerarla importante. Igualmente, se ha querido enriquecer la
exposición con la inserción de ejecutorias dictadas por nuestros tribunales judiciales, que
naturalmente amplían la explicación y clarifican su ejercicio práctico.
Para un adecuado estudio de los temas que contiene, el presente tratado se ha dividido
en varios volúmenes. Los tres primeros comprenden la teoría general del proceso civil con
referencia a nuestro ordenamiento procesal civil y los siguientes abarcan y abarcarán el
examen y el análisis sistemático, doctrinario y jurisprudencial de los procedimientos civiles
contenciosos regulados por el ordenamiento procesal civil nacional, que incluye también el
proceso civil en el área del Derecho de familia y en el campo contencioso administrativo.
También estudiamos lo relativo a las medidas cautelares y a los procedimientos no
contenciosos.
En el primer volumen (Teoría General del Proceso Civil. Primera parte) ubicamos el
estudio del Derecho procesal civil como ciencia jurídica específica dentro del Derecho
procesal en general; examinamos los sistemas y los principios procesales reguladores del
proceso civil, especialmente los que recoge nuestro ordenamiento procesal civil interno.
Estudiamos, igualmente, y de modo especial, las instituciones como la acción, la jurisdicción y
la competencia, que son pilares fundamentales en la edificación doctrinaria del Derecho que
nos ocupa. Del mismo modo, tratamos el proceso civil como instrumento, los sujetos que
intervienen en el proceso, así como los hechos y los actos procesales.
En el segundo volumen (Teoría General del Proceso Civil. Segunda parte) tratamos los
medios probatorios y la actividad probatoria, los medios impugnatorios y la postulación del
proceso. En efecto, como lo explicamos en el desarrollo de la obra, los procesos, dentro de
ellos el civil, sirven para resolver los conflictos de intereses y para dilucidar las incertidumbres,
ambas de relevancia jurídica; empero, dentro de ellos, es vital el conocimiento doctrinario y
práctico de la actividad probatoria. En materia probatoria –se dice– no basta alegar hechos
para que una pretensión procesal sea amparada por el juez, sino, para dicho propósito, deben
probarse esos hechos. La apreciación y evaluación de los medios probatorios utilizados y de
los propios hechos aportados al proceso usándose esos medios constituyen temas esenciales
en el estudio de todo proceso judicial. Igualmente, el análisis de la actividad impugnatoria es
esencial no solo para conocer esta actividad como mecanismo de revisión de decisiones
judiciales para garantizar la pluralidad de instancias, sino también para tener conciencia que
su estudio y su utilización aseguran y propician decisiones correctas, legales y justas sobre la
base de la revisión. Al estudiar la postulación del proceso realmente examinamos la forma
cómo se configura la materia en controversia dentro del proceso civil y las fases esenciales
del desarrollo del proceso, dentro de ellas: la proposición de las pretensiones procesales, el
saneamiento, la audiencia de pruebas y, eventualmente, la decisión anticipada. Nuestro
Código Procesal Civil legisla la postulación del proceso como un tema genérico a todos los
tipos de proceso civil regulados por nuestro ordenamiento. He ahí la razón para el estudio de
ese tema dentro de un capítulo singular. Claro está que al estudiar cada tipo de proceso civil
se hace alusión a la postulación del proceso en el ámbito específico.
En el tercer volumen (Teoría General del Proceso. Tercera parte) tratamos de la actividad
decisoria del juez. Dentro de ese tema genérico nos ocupamos de las fuentes del Derecho, de
la aplicación de la norma jurídica como tarea esencial del juez, de la motivación de las
resoluciones judiciales y el razonamiento jurídico, finalizando con el tema relativo a la técnica
en la estructuración y elaboración de las resoluciones judiciales. Todos estos temas tienen
relación esencial con la actividad decisoria del juzgador. Debemos señalar que la
argumentación jurídica es esencial dentro de la actividad decisoria del juez. En efecto, en la
práctica del Derecho, especialmente en la actividad relacionada con la administración de
justicia, como ocurre también en otras áreas del conocimiento, se evidencia no solo la
naturaleza de la argumentación que se utiliza, sino también la necesidad de tecnificarla y
perfeccionarla. El buen juez o el buen abogado se caracterizan por manejar con habilidad la
argumentación jurídica. Los estudiosos de la materia han elaborado todo un conjunto de
conocimientos que ha dado lugar a la denominada “teoría de la argumentación jurídica”.
Lo que aspiramos en el tercer volumen es hacer determinados planteamientos con el
objeto de que el lector encuentre temas de reflexión relacionados especialmente con la
argumentación judicial vinculados a la administración de justicia, con el propósito de
contribuir naturalmente a mejorar lo que ahora se concibe como tal, tanto en el plano
teórico como en el práctico. En la actividad decisoria que desarrollan nuestros jueces,
concretamente en las resoluciones que emiten, se reflejan modalidades, estilos,
características y formatos, que contienen argumentaciones que exigen unificarlos,
perfeccionarlos y mejorarlos. Por ello, en el tercer volumen, tratamos una serie de temas
que tienen vinculación con la actividad decisoria del juez y, específicamente, con la
argumentación judicial, según la cual los juzgadores estructuran y elaboran sus decisiones.
En igual sentido, aludimos a los abogados en su intervención en los procesos, por ejemplo,
cuando presentan los escritos de demanda, la contestación de esta, los alegatos, los
recursos impugnatorios, etc.; en cuya tarea recurren necesariamente a la argumentación
jurídica. Con los objetivos señalados en ese volumen, comprendemos las fuentes del
Derecho, en el entendido que el juez necesariamente tiene que conocer el Derecho que
debe aplicar al decidir la causa. Es verdad que el estudio de las fuentes del Derecho
corresponde a la teoría general del Derecho; empero, dada su aplicación en las decisiones
judiciales, hemos considerado pertinente su estudio en este Tratado, pero no con la
profundidad que se asume en su verdadera ubicación de estudio. Es cierto también que en
el estudio que hacemos damos mayor énfasis al análisis de la norma jurídica legal que,
acorde con nuestro ordenamiento jurídico, constituye la fuente del Derecho por excelencia.
A continuación, analizamos la aplicación del Derecho como tarea permanente de los
jueces. La aplicación del Derecho, en su acepción más genérica, en las decisiones
judiciales nos conduce a tratar específicamente la interpretación de las normas jurídicas,
las antinomias jurídicas, la integración del Derecho, la aplicación de las normas en el
tiempo y en el espacio. Luego profundizamos en la motivación de las resoluciones
judiciales y del razonamiento jurídico, en donde damos nociones elementales de la lógica
formal y de la lógica dialéctica. Finalizamos dicho tercer volumen con el tema relativo a la
estructuración y elaboración de resoluciones judiciales, tanto de las de mérito como de las
de casación. Con lo estudiado en el tercer volumen, remarcamos, no se ha agotado el
tratamiento de los temas que comprende. El compromiso de seguir ampliando su estudio es
permanente.
En el cuarto volumen nos ocupamos de los procesos civiles regulados por el Código
Procesal Civil, que comprenden los procesos de cognición o contenciosos propiamente dichos,
como son los procesos de conocimiento, abreviado y sumarísimo. Aquí variamos lo que dijimos
en la presentación del tercer volumen. Señalamos ahora que en este volumen (en el cuarto) no
estudiamos el proceso único de ejecución que, a raíz de la promulgación el 28 de junio de 2008
del Decreto Legislativo Nº 1069, nos impulsó a tratarlo en otro volumen (en el quinto).
Estudiamos, en el volumen cuarto, los denominados procesos de cognición, que se
caracterizan fundamentalmente porque su finalidad es obtener en términos generales una
declaración del Derecho, con la eventualidad de ejecutarse, que en nuestro ordenamiento
procesal civil se regula en tres sub especies: de conocimiento, abreviado y sumarísimo, que en
lo sustancial se diferencian por la amplitud del trámite con que han sido concebidos, de modo
que los asuntos que requieren de un amplio debate se someten al trámite del proceso lato, de
conocimiento, y asuntos que requieren de un debate brevísimo, al proceso sumarísimo,
pasando por el intermedio, el proceso abreviado.
Lo estudiado en los tres primeros volúmenes servirá para que el lector comprenda con
mayor claridad la exposición que hacemos en los volúmenes cuarto y quinto de los procesos
contenciosos y del proceso único de ejecución, que incluye también el estudio del proceso
civil cuando se trata de pretensiones procesales relacionadas al Derecho de familia, como el
proceso de divorcio, de separación de cuerpos, de alimentos, de interdicción, etcétera.
En el quinto volumen, en efecto, tratamos el proceso único de ejecución, impulsados por
la promulgación del Decreto Legislativo Nº 1069, publicado el 28 de junio de 2008, que en lo
esencial concibe como un proceso unitario para la ejecución de títulos que contienen
obligaciones generadas judicial o extrajudicialmente. Comprende también el estudio de las
medidas cautelares y de la ejecución forzada, que han sido objeto de modificación legislativa.
Se incluye el comentario a las modificaciones establecidas por la ley Nº 29384 relativo a las
medidas cautelares.
Debemos anotar que como la legislación nacional en materia procesal, especialmente
cuando se trata del orden civil, viene modificándose continuamente, su autor se encuentra
obligado a actualizar los temas tratados en forma permanente, como en efecto se viene
haciendo.
Como lo señalamos en la primera edición de los dos primeros volumenes de este
Tratado, hoy vislumbramos que la presente obra, especialmente el quinto volumen, será tal
vez objetada en su concepción y contenido. Los posibles errores que pudieran encontrarse en
su desarrollo deben atribuirse a las naturales limitaciones de orden material que se han
presentado en su elaboración, así como a la inexistente publicación de autores nacionales
que hayan comentado el nuevo proceso único de ejecución. Las críticas que se propongan no
solo serán saludables, sino también demostrativas de la importancia de la publicación y
difusión de esta obra, pues las objeciones serias que se formulen serán beneficiosas para el
permanente debate que debemos mantener sobre el Código Procesal Civil y para su continuo
perfeccionamiento. No olvidemos que la presente obra está dedicada a los estudiantes de
Derecho procesal civil, a los abogados y a los magistrados de las especialidades afines a
dicha materia. Repetimos lo que expresamos en la primera edición: los temas de derecho,
dentro de ellos los relativos al Derecho procesal, por su naturaleza, son discutibles, opinables
y dignos de reflexión.
Queremos terminar señalando nuestro especial reconocimiento a los alumnos de los
estudios de posgrado (maestría y doctorado) de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos y de la Universidad San Martín de Porres, quienes han contribuido en el
enriquecimiento del contenido de la presente obra, proponiendo conocimientos e ideas en los
debates académicos que hemos sostenido en los claustros correspondientes sobre variados
temas vinculados a nuestro ordenamiento procesal civil.