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Bejarano, Ignacio Felipe;Alfaro, Emma Laura;Dipierri, José;Grandi, Carlos


VARIABILIDAD INTERPOBLACIONAL Y DIFERENCIAS AMBIENTALES, MATERNAS
Y PERINATALES DEL PESO AL NACIMIENTO
Revista del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, Vol. 28, Núm. 1, sin mes, 2009, pp.
29-39
Asociación de Profesionales del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá
Argentina

Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=91211456007

Revista del Hospital Materno Infantil Ramón


Sardá
ISSN (Versión impresa): 1514-9838
asociacionsarda@yahoo.com.ar
Asociación de Profesionales del Hospital Materno
Infantil Ramón Sardá
Argentina

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Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Progresos en Perinatología

Variabilidad interpoblacional
y diferencias ambientales, maternas
y perinatales del peso al nacimiento
Ignacio Felipe Bejaranoa, Emma Laura Alfaroab, José Dipierriab, Carlos Grandic

Resumen evaluar: a) la salud y nutrición de distintos grupos


Las poblaciones humanas difieren entre sí respecto a las sociales, étnicos o geográficos, productos de las
variables auxológicas, incluyendo el peso al nacimiento. Estas sociedades actuales; y b) la influencia de las carac-
diferencias obedecen a un vasto conjunto de factores gené- terísticas genéticas y mesológicas, propias de es-
ticos y ambientales. Las distintas categorías que se deducen tas poblaciones, sobre el crecimiento y desarrollo
a partir del peso al nacimiento (bajo peso al nacimiento, muy (Tanner, 1993).
bajo peso al nacimiento, etc.) son utilizadas corrientemente En este último caso los estudios auxológicos se
para evaluar la salud y nutrición de distintos grupos sociales, proponen monitorear poblaciones y subpoblacio-
étnicos o geográficos, productos de las sociedades actuales. nes, no ya para el tratamiento de los individuos,
Dado que la compresión de los factores que contribuyen a sino para identificar grupos vulnerables, desfavore-
la variabilidad del peso al nacimiento resulta esencial para cidos o particulares y recomendar nuevas políticas
interpretar correctamente estos diagnósticos socio sanitarios, sociales y de salud acordes a sus características
en este trabajo se analizan las principales diferencias ambi- ambientales, sociosanitarias y/o étnicas, etc. Este
entales, maternas y perinatales que influyen sobre el peso aspecto de la auxología constituye lo que Tanner
al nacimiento. (1993) denomina la Auxología Epidemiológica, po-
Palabras clave: peso al nacimiento, variabilidad, genes, deroso instrumento para evaluar la adecuación o
ambiente-interacción. ausencia de estas políticas en las sociedades mo-
dernas complejas y las diferencias interpoblaciona-
les atribuibles a diversos factores: sociales, étnicos,
geográficos, económicos, etc.
El contexto de estudio de la Auxología
La Auxología Humana o estudio del crecimiento Variación interpoblacional
y desarrollo en Homo sapiens presenta, como parte del crecimiento y desarrollo
de su actividad, dos aspectos sustanciales no exclu- Las poblaciones humanas difieren entre sí res-
yentes entre sí (Tanner, 1993). pecto a las variables auxológicas, incluyendo el
En algunos casos los estudios auxológicos están Peso al Nacimiento (WHO, 1982). Estas diferencias
orientados a analizar el crecimiento individual, a obedecen a un vasto conjunto de factores genéticos
menudo en un contexto clínico, a fin de detectar y ambientales.
cualquier desviación debida a enfermedades o El crecimiento y desarrollo humano es el pro-
malnutrición y a corregirla lo más pronto posible. ducto de la interacción continua y compleja de los
En otros casos, el objeto de estudio de la auxología genes entre sí y con diferentes condiciones me-
son poblaciones, consideradas con el propósito de sológicas (Guimarey et al., 1995) en las que cada
población evoluciona. De acuerdo a Tanner (1978),
resulta erróneo considerar que uno u otro factor es
más importante. Los genes se heredan “y todo los
a. Unidad de Investigación en Antropología Biológica. Facultad demás se desarrolla” (Tanner, 1978).
de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional
Desde este punto de vista y siguiendo a Lasker
de Jujuy (UNJU)
b. Instituto de Biología de la Altura. UNJU (1969), el crecimiento y desarrollo humano no debe
c. Epidemiología Perinatal y Bioestadística. Consejo de Inves- visualizarse como un proceso rígido de acuerdo a
tigación. Maternidad Sardá, Buenos Aires. un plan genético determinado, sino más bien como

Variabilidad interpoblacional y diferencias ambientales, maternas y perinatales del peso al nacimiento • Bejarano y col. • 29 •
un fenómeno biológico que permitiría a los indivi- provistos por el ambiente uterino (Bogin, 1988). De
duos y a las poblaciones acomodarse a una amplia acuerdo a Tanner (1994) en el momento del naci-
serie de condiciones ambientales, confiriendo a miento “la mayor parte del drama del crecimiento
éstos una gran ventaja adaptativa, no encontrada ya ha tenido lugar”.
en otras especies y debida, precisamente, a la plas- El nacimiento ocurre a distintos estadios de ma-
ticidad del fenotipo (Bogin, 1997; 1999). duración en diferentes mamíferos (Tanner, 1994).
Sin embargo, existen numerosos anteceden- En los roedores, por ejemplo, éste es extremada-
tes bibliográficos sobre el análisis de diferencias mente temprano, tanto es así que una rata recién
interpoblacionales en el crecimiento y desarrollo, nacida se encuentra en un estado de maduración
atribuidas a la preponderancia de alguno de los equivalente al de un feto humano de 4 meses. Los
componentes del binomio genético-ambiental (Bo- fetos primates son habitualmente únicos e implican
gin, 1988; Ulijaszek et al., 1998). La mayoría de estos una importante inversión energética materna; ellos
estudios se ha llevado a cabo en niños y adultos, permanecen protegidos en el útero materno por un
existiendo menos información sobre el efecto de los largo tiempo. En los seres humanos, el nacimiento
factores genéticos y ambientales en el crecimiento ocurre cuando el tiempo de gestación ha alcanzado
prenatal. En Argentina son muy escasos los antece- entre las 37 a 40 semanas y la velocidad del aumen-
dentes sobre las características de la ontogénesis to del peso ha pasado el primer gran pico (último
en este grupo de edad (San Pedro et al., 2001). trimestre de la vida fetal) (Bogin, 1988).
Para evidenciar las diferencias interpoblaciona-
les en el crecimiento y desarrollo humano, debidas Influencia de los factores
a las causas ambientales y hereditarias, se han pro- ambientales sobre el PN
puesto distintos diseños. En algunos casos, se han
comparado poblaciones de distinto origen cultural, Nutrición
étnico o geográfico, vivientes en el mismo ambiente, Tanto la multiplicación como el agrandamiento
o similar. En otros, las diferencias se establecieron celular, dos características esenciales del creci-
controlando las variables socioeconómicas (edu- miento, dependen de una adecuada suplementación
cación, ingresos, acceso a los servicios de salud, de nutrientes (vitaminas, lípidos, proteínas, etc.) y
etc.) (Rona y Chinn, 1986; Bogin y Mac Vean, 1978; agua (Bogin 1988; Ulijaszek et al., 1998). En el caso
Frisancho et al., 1980; Bogin y Mac Vean, 1982). A del PN estos aportes se producen a través de la
partir de estos resultados Bogin (1988), concluye placenta, por lo que se deduce que existe una es-
que “las diferencias entre los grupos humanos en trecha relación entre la dieta materna durante el
los valores promedio del tamaño, proporciones y embarazo y el PN.
composición corporal se deben a la interacción La evidencia de la relación entre malnutrición
entre los determinantes genéticos y ambientales materna y bajo peso de nacimiento (BPN) proviene
del crecimiento y desarrollo”, resultando muy di- de tres fuentes de datos: 1) guerras y hambrunas; 2)
fícil separar la varianza ambiental de la varianza estudios observacionales y 3) estudios nutricionales
atribuida a los genes. experimentales (Martorell y González-Cossio, 1987).

Peso al nacimiento (PN) Altura geográfica


El PN es una medida del crecimiento que ha teni- Más de 25 millones de personas viven en regio-
do lugar durante la vida prenatal. El incremento de nes de altura superiores a los 3.000 metros sobre el
peso durante el primer trimestre es más lento que el nivel del mar (Baker, 1977). En Jujuy cerca del 17%
de la longitud fetal (Bogin, 1988). A las 8 semanas el de los nacimientos provinciales anuales se produ-
embrión pesa de 2 a 2,7 g. (O’Rahilly y Muller, 1986), cen en las tierras altas (regiones de la Quebrada y
mientras que el feto, a los 6 meses, pesa 700 g, que Puna) y el 23,3% del total de los habitantes de la
aproximadamente representan el 20% del PN pro- Provincia, de acuerdo al último Censo Nacional de
medio (Timiras, 1972). Recién en el tercer trimes- Población y Vivienda (2001), reside en esas regio-
tre del embarazo el PN comienza a aumentar a un nes. Por el contrario, el mayor número de nacimien-
ritmo relativamente más rápido (Bogin, 1988). Este tos en la Argentina se produce en las provincias
aumento se acompaña del desarrollo y maduración más densamente pobladas, próximas al nivel del
de múltiples sistemas fisiológicos (respiratorio, cir- mar, como la provincia de Buenos Aires y en gran-
culatorio, digestivo, etc.). El nacimiento representa, des maternidades como la Maternidad Sardá de la
en el ciclo de vida, la crítica transición entre la vida Ciudad de Buenos Aires, la que además concentra
intrauterina y la vida independiente de los apoyos una muestra representativa de la diversidad étnica

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del país debida a las migraciones internas, de las demostraron que existían diferencias estadística-
décadas pasadas, desde el interior hacia los centro mente significativas del PN entre los recién nacidos
productivos e industrializados. de altura y los de las tierras bajas de la misma po-
Los ambientes de altura imponen a las pobla- blación. A la misma conclusión arribaron Hass et al.
ciones residentes en ellos numerosos factores (1980) quienes comprobaron esta diferencia en La
estresantes: hipoxia, gran amplitud térmica, baja Paz (Bolivia) a los 3.600 m.s.n.m, luego de controlar
humedad relativa, escaso aporte nutricional y alta los efectos del estado nutricional materno, hábito
radiación cósmica (Dipierri et al., 1992). De todos de fumar, duración de la gestación, residencia en
ellos, la hipoxia es el más severo debido a que la altura y antecedentes étnicos (indio o mestizo).
ninguna adaptación cultural o tecnológica permite Beall (1981) demostró, en poblaciones de altura pe-
disminuir o superar sus efectos (Aunaud y Larrouy, ruanas con igual posibilidad de acceso al sistema
1986). Por ello se puede plantear que la altura re- de salud, que el PN óptimo para la sobrevida del
presenta un factor evolutivo de gran importancia neonato es menor a mayor altura.
debido a la permanencia de su acción sobre las Hass et al. (1982) también examinaron la longi-
poblaciones expuestas a ella (Bogin, 1988). tud o talla talón-vertex de dos poblaciones bolivia-
La altura geográfica se constituye así en un dato nas residentes a distintos niveles altitudinales (La
omnipresente y estadísticamente comparable, fácil Paz 3.600 m.s.n.m. y Santa Cruz 400 m.s.n.m.), ob-
de caracterizar y esquematizar, y de gran interés servando diferencias estadísticamente significativas
para los evolucionistas, genetistas, bioantropólo- entre las muestras de las tierras altas y bajas. Estos
gos, fisiólogos, epidemiólogos y auxólogos (Lau- resultados demuestran que la altura geográfica no
rrouy, 1980). sólo afecta a los tejidos blandos, sino también al
La causa de la hipoxia en los ambientes de altura crecimiento prenatal del esqueleto.
es la baja presión parcial de oxígeno O2, la que deter- Más recientemente Giussani et al. (2001) ve-
mina que el porcentaje de saturación de la hemog- rificaron, al comparar el PN de niños nacidos de
lobina con el O2 disminuya, del 97% cerca del nivel madres de alto y bajo estatus económico de La Paz
del mar, al 90% por encima de los 3.000 metros. La y Santa Cruz, que la altura geográfica “per se”, más
disminución de la saturación del O2 arterial es sufi- que el estatus económico materno, se asociarían a
ciente para alterar el metabolismo celular y retrasar una disminución del PN y una alteración de la forma
el crecimiento celular (Luft, 1972; Bogin, 1988). Sin corporal. Giussani et al. (2002) también demostra-
embargo, estudios recientes demuestran que du- ron que en Bolivia la mortalidad infantil en áreas
rante la gestación en la altura, la hipoxia prenatal rurales es mayor que en las urbana, tal como se
es compensada por un aumento del flujo sanguíneo podría esperar por la mayor limitación en el acceso
uterino más que por un aumento del contenido ar- a los cuidados de la salud de las primeras, pero el
terial de O2 y que este fenómeno es más notorio en aumento asociado a la altura era paralelo en las dos
las mujeres andinas (Rockwell et al., 2003) o tibeta- áreas, comprobando así que la altura geográfica,
nas (Moore et al., 2001) secularmente residentes en independientemente de las condiciones sanitarias
estos ambientes que en las de otro origen, europeo y económico-sociales constituye un factor de riesgo
(Rockwell et al., 2003) o chino (Moore et al., 2001) para mortalidad infantil. De todos modos en Bolivia
recientemente aclimatadas. Estos cambios fisiológi- la altura geográfica constituye un factor de riesgo
cos, lejos de producir mayor retraso del crecimiento para la producción de RCIU, preeclampsia, hiper-
intrauterino (RCIU) protegerían a los niños gestados tensión gestacional y aumento de la mortalidad
en estos ambientes del RCIU asociado a la altura infantil (Keyes et al., 2003).
(Rockwell et al., 2003; Moore et al., 2001). Sin duda que los factores nutricionales y las
Se ha intentado explicar la disminución del PN malas condiciones socioeconómicas asociados a la
en la altura por el ambiente social y nutricionalmen- altura contribuyen sustancialmente a la variabilidad
te empobrecido asociado a este ambiente extremo encontrada en las mediciones antropométricas de las
y por el estatus económico materno. Sin embargo, poblaciones vivientes en estos ambientes (Leonard,
la disminución del PN con el aumento de la altura 1989). Sin embargo Yip et al., (1988) demuestran que
geográfica ha sido constatada incluso en investi- el PN promedio, la talla y el peso para edad declinan
gaciones llevadas a cabo en países desarrollados significativamente con la altura, a partir de una eleva-
y en regiones de un mismo país con condiciones ción mayor de 1.500 m.s.n.m., en los niños menores
socioeconómicas similares. Lichty et al. (1957) al de 5 años residentes en los estados montañosos de
analizar el PN de los niños nacidos en Leadville (Co- Estados Unidos. Los autores concluyen que parte de
lorado), situada por encima de los 3.000 m.s.n.m., la reducción del crecimiento podría ser atribuido al

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bajo PN de los niños nacidos en altura, pero como niveles de altura y demostraron que el crecimiento
estas diferencias persisten luego del control de esta lineal era similar entre los dos grupos considera-
variable, sugieren la presencia de un efecto de re- dos, excepto durante el primer mes de vida, donde
tardo del crecimiento extrauterino relacionado a la los niños residentes en ambientes más próximos
altura. Gwenn et al., 1997 ,con el objeto de examinar al nivel del mar crecieron más rápidamente. Los
si la declinación del PN con el incremento de la altura, estudios auxológicos de Greksa et al. (1984) y de
se debía a un efecto independiente de la altura o una Greksa (1990) en niños bolivianos de tierras altas y
exacerbación de los factores de riesgo asociados a és- bajas demuestran que entre los niños de clase alta
ta, examinaron las características paternas, maternas y bien alimentados la influencia de la hipoxia en el
e infantiles de más de 3.000 niños nacidos entre 1989 crecimiento linear es relativamente pequeña.
y 1991 en Colorado (USA). Ninguno de los factores de Todos estos estudios sugieren que el mayor
riesgo relacionadas al PN (edad gestacional, ganan- efecto de la hipoxia sobre el crecimiento lineal pro-
cia de peso materno, paridad, cuidados prenatales, bablemente ocurra durante el período prenatal y
hipertensión, embarazo previo pequeño para edad que la influencia de ésta en el crecimiento postnatal
gestacional) interactuaron con el efecto de la altura; se limitaría a los primeros 6 meses de vida. Esto sig-
la altura actuaría independientemente de los otros nificaría que las respuestas adaptativas a la hipoxia
factores para reducir el PNA y la misma sería la causa de altura, tanto fisiológicas como morfológicas,
principal del incremento del bajo peso al nacimiento se manifestarían desde el período prenatal. Estas
(BPN < 2.500 g) en Colorado (Gwenn et al., 1997). adaptaciones no sólo se traducirían a través de la
Para la provincia de Jujuy existen numerosos disminución del PN, sino también del peso de la
antecedentes bibliográficos sobre la variación del placenta, con placentas más pesadas en promedio
PN en relación a la altura geográfica (Dipierri et en regiones de altura que a nivel del mar e índices
al., 1992; Ocampo et al., 1993; Alvarez et al., 2002). placentarios más altos en la altura.
Todos estos trabajos demuestran que existe una Se han proporcionado diversas explicaciones
relación inversa de la altura geográfica con el PN y para justificar, desde el punto de vista fisiológico y
el BPN y directa con el muy bajo peso al nacimiento anatómico, la reducción del PN en la altura. A fin de
(MBPN, < 1.500 g). determinar si el flujo sanguíneo uterino y pélvico se
Con respecto al momento de la ontongénesis encontraba alterado en embarazadas normotensas
durante el cual se produce el efecto de la hipoxia, residentes en la altura (3.600 m.s.n.m.), en com-
los estudios iniciales sugirieron que la disminución paración con aquellas residentes a menor altura
del crecimiento físico entre los nativos de altura (1.600 m.s.n.m.), Zamudio et al. (1995) evaluaron
se debía al efecto continuo, a través de todo el la velocidad sanguínea y el diámetro de la arteria
período de crecimiento, de este estresor sobre uterina, ilíaca común e ilíaca externa en el parto y
la conformación del tamaño y la forma corporal postparto de estas mujeres. Los autores concluyen
(Frisancho y Baker, 1970). Sin embargo, diversos que la reducción del flujo uterino y la alteración del
estudios realizados recientemente apoyan el punto flujo sanguíneo pélvico observado en las embaraza-
de vista de que el patrón de crecimiento y desarro- das de altura contribuirían a una reducción del PN
llo en la altura durante la niñez tardía y la adoles- asociado a la altura. Zamudio et al (1993) hipoteti-
cencia constituye una respuesta del desarrollo a zan que la reducción del flujo sanguíneo durante
un ambiente social limitado en energía (De Meer el embarazo se asocia con retardo del crecimiento
et al., 1993) y que la hipoxia tendría una escasa intrauterino y preeclampsia y que estas condiciones
influencia en este período del crecimiento (Greksa, son más comunes en los embarazos que cursan en
1990, Dipierri et al., 1998). regiones de altura.
Leonard et al., 1995, al examinar el patrón de Mayhew et al., 1990, utilizaron un modelo mor-
crecimiento en talla y peso en niños mayores de fométrico para calcular la conductancia específica,
60 meses en comunidades agrícolas de altura de la total y parcial, en placentas de nativas y no nativas
costa del Ecuador, demostraron que las diferencias a término de las tierras altas y bajas de Bolivia. El
de estatura observadas entre los niños de altura y PN se redujo con la altura pero fue mayor en las
los costeños se podrían atribuir en mayor medida a mujeres nativas que en las no nativas, asociándose
diferencias dentro de los primeros 6 meses de vida. estas diferencias altitudinales con cambios en la
Resultados similares han sido encontrados por Haas conductancia difusiva de placenta y del feto. Estos
et al. (1982) en una muestra de niños bolivianos. Es- hallazgos sugieren que en la altura, pese al aumento
tos investigadores evaluaron el crecimiento de niños de la conductancia difusiva placentaria total para
sanos de 0 a 5 años de edad residentes a distintos el oxígeno, el PN se reduce. Respecto a la relación

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entre el PN, la conductancia y el volumen trofo- médicos, escasos ingresos calóricos, etc. Como
blástico, Mayhew (1991), en estudio realizado en consecuencia de esta falta o insuficiencia material
embarazadas bolivianas a término residentes a 400 y/o cultural, las personas situadas en la base de la
y a 3.600 m.s.n.m. concluye que los resultados: a) escala social tenderían a manifestar comportamien-
apoyan la noción de que la adaptación estructural tos sociales particulares, tal como la “cultura de la
observada en la altura es más exitosa en el lado pobreza” (Rutter and Quine,1990).
materno de la placenta (Mayhew, 1991; Mayhew et
al., 1990); b) concuerdan con las observaciones de Factores demográficos
Beall (1981) sobre la relación del PN y la mortalidad Los factores demográficos que influyen en el
en dos poblaciones peruanas localizadas a distintos PNA son la paridad, orden de nacimiento y edad
niveles altitudinales, Puno (3.600 m.s.n.m.) y Tacna materna (Martorell y González-Cossio, 1987).
(600 m.s.n.m.), las que indican que el PN óptimo pa- La relación entre el orden de nacimiento y el PN
ra la sobrevida es menor entre los niños nacidos en varía con la edad de la madre y la paridad. Existe
Puno, población que parece estar mejor adaptada a mayor disminución del PN en las madres adolescen-
su ambiente, en el sentido de que en ella se observa tes (menores de 20 años) y mayores de 35 años de
menor mortalidad selectiva sobre los fenotipos de edad a medida que aumenta el número de paricio-
bajo peso al nacimiento. nes. Lo contrario sucede con las mujeres entre 25
y 34 años, en donde el PN aumenta con la paridad
Factores sociales (NCHS, 1980).
Respecto a la relación entre los factores sociales Prácticamente no existe ningún antecedente
y el PNA se han sugerido varias hipótesis: 1) que la recurriendo a estas variables en poblaciones ar-
pobreza podría afectar la salud materna durante la gentinas del pasado o contemporáneas.
gestación, a través de la disminución de las reservas
fisiológicas (Lieberman, 1995); 2) que las mujeres Infecciones
menos sanas tienden a concentrarse en las clases Las infecciones intrauterinas juegan un rol im-
sociales más bajas (Antonovsky y Bernstein, 1977). portante en el retardo del crecimiento intrauterino
Otras causas sociales que potencialmente podrían (Martorell y González-Cossio, 1987).
afectar el PN son: las variaciones en la calidad y
cantidad de los cuidados médicos, dieta, condi- Influencia de los factores
ciones del hogar, escaso apoyo social, desempleo, genéticos sobre el PN
incremento de la exposición agentes tóxicos o di-
ferencias en los riesgos de padecer enfermedades Etnicidad
infecciosas (Mutale et al., 1991; Mavalanker et al., El rol de la etnicidad en el crecimiento es de
1991; Kogan, 1995). difícil evaluación debido, en parte, a problemas de
Rutter and Quine (1990) proponen 3 teorías acer- índole metodológica relacionados con la elección
ca de la influencia de los factores sociales respecto de los criterios para diferenciar o desagregar subpo-
a las desigualdades observadas en el resultado blaciones (McKenzie and Crowcroft, 1996; Pfeffer,
del embarazo y por lo tanto del PN: 1) teoría del 1998) y al hecho de que sus efectos se solapan con
artefacto (Illsley, 1986), la que sugiere que las des- aquellos atribuidos al medio, incluida la cultura
igualdades encontradas en la salud son artefactos y los factores socioeconómicos asociados al mis-
introducidos por las categorías mediante las cuales mo, en el que se desarrollan estas poblaciones a
las clases sociales son definidas y evaluadas. Los menudo pertenecientes a las minorías o las clases
resultados de estudios longitudinales, en donde se menos favorecidas de un país. Por estas razones, las
mantienen controladas las variables y sus definicio- conclusiones sobre el rol de la etnicidad en el cre-
nes, demuestran lo contrario (Rutter y Quine,1990); cimiento y desarrollo humano son contradictorias,
2) teoría de la selección social o natural, según la no uniformes.
cual las personas no sanas o potencialmente no Con el objeto de examinar si la variación en la
sanas son, voluntaria o involuntariamente, “selec- exposición materna a los ambientes de altura permi-
cionadas” para ocupaciones de bajo estatus o tien- te diferenciar madres indígenas y no indígenas, en
den hacia ellas, mientras que lo contrario sucedería términos del resultado del embarazo y del PN, Hass
con las personas sanas (Stern, 1983); 3) teoría de et al. (1980) y Hass (1981) estudiaron los factores
las carencias materiales (empleo, hogar, etc.), que maternos asociados con el crecimiento fetal en La
afectan directamente o indirectamente la salud de Paz (3.600 m.s.n.m.) y Santa Cruz (400 m.s.n.m.). De
las personas, a través de la ausencia de cuidados acuerdo a su origen étnico las madres se reunieron

Variabilidad interpoblacional y diferencias ambientales, maternas y perinatales del peso al nacimiento • Bejarano y col. • 33 •
en dos grupos: indígenas (Aymara o Quechua) y las poblaciones situadas a menor nivel altitudinal. Es-
descendientes de europeas. Cuando se comparó tos resultados concuerdan con los datos históricos y
el PN de los niños nacidos en La Paz, se observó de poblamiento de la región, los que indican que la
que, si bien las mujeres de ancestros europeos son conquista estuvo a cargo exclusivamente de varones
significativamente más altas, exhiben mayor satu- y que la región de los Valles, constituyó una zona
ración de oxígeno y presentan un mayor estatus de gran mestizaje, en comparación a las regiones de
socioeconómico que las mujeres indígenas, el PN altura. A conclusiones similares se arriba cuando se
es significativamente mayor en los niños nacidos utilizan otros marcadores genéticos (Dipierri et al.,
de estas últimas. 1999; 2000).
De acuerdo a Hass (1981) estas diferencias étnicas Los antecedentes genéticos previamente consi-
en el PN sugerirían una explicación genética para la derados, sumados al hecho de que existen escasos
adaptación materna diferencial. Cuando en este mis- relevamientos en el país sobre el crecimiento físi-
mo estudio se analizó la variación del PN en relación co de los niños en distintos grupos poblacionales
con la concentración de hemoglobina (Hb) en mujeres (Fúnez Lastra et al., 1974; Cusmminsky et al., 1980;
de distinto origen étnico vivientes en ambientes de Lomaglio, 1985; Lejarraga et al., 1986), justifican la
altura, surge la evidencia de que existe una relación consideración del factor étnico para caracterizar
entre las diferencias étnicas maternas y este paráme- las variables auxológicas en la provincia de Jujuy.
tro fisiológico, que apoya la idea de una explicación La mayoría de las tablas de crecimiento argentinas
genética para la adaptación materna a los ambientes son representativas de niños descendientes princi-
de altura. En efecto, pese a que las mujeres de origen palmente de caucásicos europeos (Fúnez Lastra et
europeo tienen mayor concentración Hb, el PN de los al., 1974; Cusmminsky et al., 1980; Lomaglio, 1985;
niños nacidos de éstas es menor (Hass, 1981). Lejarraga et al., 1986).
Sin embargo, la cuestión del rol de los factores La realidad étnica de los niños jujeños, así como
genéticos en el fenotipo de los habitantes de la altu- el de otras poblaciones nacionales, estaría muy lejos
ra resulta muy difícil de establecer en razón de que: de lo afirmado por Lejarraga, en el prólogo del Ma-
a) se conoce muy poco acerca de la determinación nual sobre Criterios de Diagnóstico y Tratamiento:
genética de los parámetros fisiológicos (Beall et al., Crecimiento y Desarrollo (Sociedad Argentina de
1977); b) hasta ahora no se ha encontrado ningún Pediatría, 1986), en donde expresa que “aproxima-
gen o marcador genético asociado a la altura (Ec- damente el 90% de los niños argentinos presentan
kes, 1976; Chakraborty et al., 1983). características étnicas caucásicas y solamente el
El aislamiento de los componentes ambientales 10% restante son de origen indígena”. Probablemen-
y genéticos de la varianza de un rasgo multifacto- te exista una gran variabilidad en la composición ét-
rial, es posible sólo cuando se estudian poblaciones nica de las poblaciones argentinas de acuerdo a las
genéticamente homogéneas localizadas en dis- regiones de donde éstas provengan, pero además la
tintos ambientes ecológicos. La población jujeña contribución de la población parental amerindia a la
distribuida en el gradiente altitudinal de sus cuatro constitución genética de las poblaciones argentinas
regiones, reuniría parcialmente estos requisitos. Si contemporáneas ha sido subestimada.
bien las poblaciones menos miscegenizadas y con Los estándares nacionales (Lejarraga et al., 1987;
mayor componente étnico amerindio se encuentran Lejarraga y Orfila, 1987) que habitualmente son em-
a mayor nivel altitudinal, las diferencias genéticas pleados para la evaluación local del crecimiento y
interregionales no son siempre estadísticamente desnutrición infantil, fueron construidos hace 20
significativas. En efecto Alfaro y Dipierri (1997) años con un número pequeño de individuos proce-
y Dipierri et al. (1998) a partir de la información dentes de poblaciones con antecedentes étnicos y
proporcionada por los matrimonios civiles y por socio-ambientales distintos a las de las poblaciones
la distribución de los haplotipos del DNAmt y del donde estos son aplicados (Lejarraga, 1992). Sin
cromosoma Y, analizaron el tipo de unión parental desmerecer el valor de los estándares nacionales
preferencial en poblaciones de la provincia de Jujuy como patrón de referencia en los programas de sa-
localizadas a distintos niveles altitudinales. Mientras lud terapéuticos y preventivos, existe un consenso
las frecuencias de haplotipos mitocondriales, o sea creciente (Agrelo, et al., 1995; Fustiñana et al., 1997)
los matrilineales, no difieren entre las poblaciones, de contar con estándares nacionales construidos
las de los haplotipos del cromosoma Y, o de heren- de acuerdo a criterios metodológicos específicos
cia patrilineal, exhiben una gran variabilidad interpo- de la auxología (Lejarraga, 1992; Ulijaszek y Mascie-
blacional estadísticamente significativa, con mayor Taylor, 1994) que reflejen con mayor precisión las
introgresión de cromosomas de origen caucásico en características biológicas de sus poblaciones y las

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del medioambiente en el que éstas se desarrollan. de los Andes y el Tíbet difieren cuantitativamente
Estos estándares además deberían ser periódica- en muchos rasgos hematológicos, circulatorios y
mente actualizados en razón de que las poblacio- respiratorios (Beall, 2001).
nes pueden experimentar cambios biológicos como
resultado de la interacción genético/ambiental, que Antropometría materna
afecten positiva o negativamente la tendencia secu- En madres bien nutridas los factores maternos
lar de sus parámetros auxológicos (Dipierri et al., no relacionados a la nutrición durante el embara-
1996; Bejarano et al. 1996; Bejarano et al., 1999). zo, entre los que se puede citar el tamaño materno
(fenotipo materno), parecen justificar de un 20 a un
Genes y cromosomas 50% la variación del PN. El tamaño materno, a su vez,
Si bien no es posible separar la contribución depende del genotipo de la madre y de la historia
genética de la ambiental en la determinación de los nutricional previa al embarazo, relacionada a las
patrones de crecimiento, ya que todas las variables condiciones socioeconómicas.
antropométricas responden a un modo de herencia La talla materna, el peso antes del embarazo y
multifactorial o poligénico, existiría un conjunto de la ganancia de peso durante el mismo constituyen
genes específicos que determinarían la cantidad predictores significantes del PN (Dougherty y Jones,
del crecimiento y las proporciones del desarrollo 1981; Grandi 2003).
(Bogin, 1988). El sexo, las malformaciones congénitas, los
Las variaciones estructurales y numéricas de los errores del metabolismo y los nacimientos múlti-
cromosomas sexuales y somáticos inducen variacio- ples son otros factores genéticos que afectan el PN
nes en los patrones de crecimiento y desarrollo. Es (Martorell y González-Cossio, 1987).
clásico el ejemplo de la disminución de la talla al
nacimiento, y por lo tanto del PN, en las niñas con Variaciones del PN
monosomía del X o Síndrome de Turner. Tanner et El bajo peso al nacimiento (BPN), convencio-
al., (1959) demostraron que los varones Klinefelter nalmente definido como menor de 2.500 g (WHO,
(46,XXY) son más altos que los varones normales. A 1950), por su sustancial contribución a la morbi-
partir de estas observaciones, sumadas a los estu- mortalidad infantil, constituye uno de los proble-
dios moleculares actuales de loci específicos del Y, mas en salud pública más importante, tanto en los
se postula que el efecto del cromosoma Y sobre la países desarrollados como en vías de desarrollo.
talla es mediado por genes específicos que controlan También por convención se denomina al PN me-
el crecimiento (Tanner et al., 1959; Ellis et al., 2001), nor de 1.500 g como muy bajo peso al nacimiento
que pueden interactuar de una manera aditiva y que (MBPN) (WHO, 1950).
explican parte del dimorfismo sexual de las variables Los niños con BPN tienen mayor riesgo de hos-
antropométricas. pitalización, pobre desarrollo del lenguaje, retraso
Las poblaciones que han vivido durante mile- intelectual, daño cerebral, invalidez, etc., (Martorell
nios en los Andes y en el Tibet se caracterizan por y González-Cossio, 1987). Existe una creciente evi-
poseer sistemas de transporte del oxígeno más dencia en la literatura médica indicativa de que los
efectivo que las recientemente adaptadas (Ward et efectos adversos del BPN continuarían más allá de
al., 1989). Estas observaciones apoyan la idea de la infancia y que, asociada a esta característica, se
que las poblaciones nativas de altura han mejorado iniciarían muy tempranamente en la vida de estos
estos sistemas de transporte de oxigeno (O2) por individuos una serie de procesos etiológicos que
selección natural. Recientemente Beall et al., (1995) favorecerían el desarrollo de la enfermedad cardía-
demostraron, a través de un modelo genético cuan- ca isquémica, niveles elevados de insulina sérica
titativo, la presencia, en poblaciones Tibetanas, de y enfermedad pulmonar obstructiva (Rutter and
un gen mayor que afecta el porcentaje de la satura- Quine,1990).
ción de O2 de la hemoglobina arterial. Este trabajo Juntamente con el desarrollo de estos efectos
constituye la primera evidencia estadística de un adversos sobre la salud de los individuos, el BPN
gen mayor que mejora el transporte de oxígeno en también parece asociarse a un mayor riesgo a per-
las poblaciones nativas de altura. Sin embargo, las tenecer a clases sociales bajas.
adaptaciones que han experimentado las poblacio- Los determinantes del BPN, por tratarse de un
nes tibetanas y andinas a las condiciones extremas problema multifacético, son también múltiples (Ras-
de altura no pueden interpolarse entre sí en razón mussen et al., 1985; Martorell y González-Cossio,
de que la evidencia acumulada en las últimas dé- 1987): el tamaño materno pequeño, infecciones
cadas demuestra que las poblaciones indígenas uterinas, tabaquismo, disminución del O2 arterial

Variabilidad interpoblacional y diferencias ambientales, maternas y perinatales del peso al nacimiento • Bejarano y col. • 35 •
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