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Noam Chomsky, el estadounidense contemporáneo que más critica, con profundos análisis, a los Estados Unidos y
que sufre un interminable silencio de su opinión en los grandes medios de su país, irrumpe esta vez con un
excelente libro que podría titularse como “la gran denuncia”. La totalidad de las 285 páginas desenmascara el doble
carácter de Estados Unidos, que califica o descalifica a los Estados desobedientes, considerándose por encima de
toda ley internacional por su poderío.
Según Chomsky, los Estados Unidos de América practican la doble canallada, de atribuirle a otros su propia forma
de actuar y de hacerlo, apoyándose en el control que ejerce sobre los grandes medios de prensa que controlan la
información de alcance mundial.
Noam Chomsky, define los Estados Canallas como aquellos que pretenden declarar cuáles son los estados
desobedientes, erigiéndose ellos como jefes absolutos, arrogándose ese derecho con los instrumentos de la fuerza y
el engaño, sin el menor respeto a nada ni nadie, solicitando el aplauso, de lo contrario castigará con fuerza.
Los catorce capítulos del libro refieren distintos temas de la geopolítica mundial, aborda: la crisis de los Balcanes,
hace una retrospectiva del Timor oriental, aborda el Plan Colombia, Cuba y el gobierno Estadounidense: este
capítulo lo titula “David contra Goliat”, habla sobre la presión a los países de América Latina, Afganistán, Irak y da
un panorama sobre la realidad mundial que no lo encontraremos en ningún otro lugar. Es una visión que vale la
pena conocerse porque desentona con todo lo que leemos a nuestro alrededor cotidianamente.
El libro fue escrito antes del 11 de septiembre del 2001, sin embargo, tiene un gran valor para entender mejor toda
la realidad actual y los calificativos de acciones terroristas que estamos acostumbrados a escuchar. En cada párrafo
del libro el autor proporciona datos y revela las justificaciones de los Estados Unidos para sus actuaciones a nivel
mundial y ofrece un estudio completo con rigurosidad académica de todas las acciones en las que ha participado los
Estados Unidos desde la década de los sesenta y le achaca millones de víctimas en todo el mundo, desde serbios,
vietnamitas, indonesios, palestinos, cubanos, nicaragüenses, afganos y una gran lista de países agredidos por
“carecer de la más elemental ética”.
Como un ejemplo de la rigurosidad con que Chomsky escribe este libro está la siguiente cita de Daniel Patrick
Moynihan extraída de las memorias de este Embajador estadounidense ante Naciones Unidas cuando Indonesia
invadió Timor oriental en 1975:
“Estados Unidos quería que las cosas ocurrieran tal como ocurrieron y trabajó para conseguirlo. El Departamento
de Estado, deseaba que las Naciones Unidas aparecieran como sumamente ineficaces al aplicar cualquier medida
que decidieran. Esta tarea me fue encargada a mí y la lleve a cabo con no poco éxito”.
Uno de los grandes valores del libro es la sistematización, los datos contundentes que ofrece y la síntesis sobre cada
uno de los temas, desclasifica información nunca antes conocida, por ejemplo: “los archivos internos de la
administración Kennedy” y “los fragmentos del informe Schlesinger”.
Respecto a América Latina afirma que una de las ideas que nos venden es que la región no tiene ninguna
alternativa sino es de la mano de los Estados Unidos y para ello, dice Chomsky, usan estrategias, entre otras, como
la deuda externa. Dice: “Se remontan a las políticas del Banco Mundial/FMI de los años setenta y al hecho de que
los ricos del tercer mundo están en su mayor parte exentos de obligaciones sociales. Esto es especialmente cierto en
América Latina y es uno de sus principales problemas. “La crisis de la deuda” no es un simple hecho económico,
de ningún modo. Es, en gran medida, una construcción ideológica. Eso que llaman la “deuda” se podría resolver a
través de varias maneras elementales, pero no es así. La deuda es una poderosa arma de control y no se puede
abandonar, para alrededor de la mitad de la población mundial, la política económica nacional está dirigida en
realidad, por burócratas en Washington. Además, la mitad de la población del mundo (no la misma mitad pero
ambas mitades se solapan) está sometida a sanciones unilaterales por parte de Estados Unidos, una forma de
coacción económica que, de nuevo, debilita considerablemente la soberanía”.
Noam Chomsky catalogado, por el New York Times, como un “cuestionador de lugares comunes”, escruta la
presencia estadounidense en el mundo, desde el oriente próximo, el sudeste asiático, el caribe y América Latina y
rastrea las devastadoras consecuencias de esa combinación de dominio militar e imperialismo económico en el
mundo.
En todos sus escritos siempre se opone frontalmente a la hipocresía política, la brutalidad estatal y el abuso de
poder. “A lo largo de toda la obra Chomsky denuncia el cada vez más evidente rechazo por parte de Estados
Unidos de las resoluciones de Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los
precedentes legales internacionales a la hora de justificar sus motivaciones y acciones como revela ampliamente su
análisis de los manejos políticos y bélicos estadounidenses, el imperio de la ley se ha reducido a un fastidioso
obstáculo en los denodados esfuerzos de ese país por asimilarse a todo aquello que dice combatir”.
El libro da cuenta de las numerosas y flagrantes violaciones de los Estados Unidos y sus aliados, de las mismas
leyes internacionales que dicen defender. Ante tanta información hegemónica a favor, un libro como éste se vuelve
ya una consulta necesaria.
La mayor parte de las 270 páginas del libro Estados Canallas, de Noam Chomsky, están dedicadas en lo
fundamental a demostrar la culpabilidad de Estados Unidos en los crímenes más horrendos de las últimas décadas.
El carácter terrorista de los gobiernos estadounidenses alcanza el grado más escandaloso mediante el análisis del
autor sobre la verdadera condición del Estado canalla que pretende declarar así a los estados desobedientes,
mientras se erige como jefe absoluto de los que se consideran por encima de toda ley internacional debido a su
poderío.
Usar a las Naciones Unidas cuando le conviene y realizar todo tipo de agresión directa de resultarle posible ha sido
y es, de manera confesa, la canallada mayor de nuestro tiempo. Arrogarse ese derecho con los instrumentos de la
fuerza y el engaño, sin el menor respeto a nada ni nadie, aspirando al aplauso, parece ser el destino que Estados
Unidos pretende imponer en todo el mundo.
El estudio de los hechos desde el final de la II Guerra Mundial, el carácter público e interno de ellos, así como la
comprobación fehaciente que permite la reciente desclasificación de documentos, hacen indudable cada afirmación
de Chomsky sobre la típica doble moral de los gobiernos estadounidenses. Lo trágico de esas historias es que tienen
como denominador común las masacres de seres humanos de muchas partes del mundo y la manipulación
informativa que las justifique ante la opinión pública y, en especial, orientada principalmente a alcanzar el apoyo
del pueblo norteamericano.
Aunque este libro fue escrito antes del 11 de septiembre pasado tiene el valor de que su contenido permite entender
mejor el escándalo actual sobre la información previa que tenía el presidente George W. Bush en relación con
aquellas acciones terroristas. Su último libro ?"9/11" u "11 de septiembre"? editado en octubre del 2001 ha tenido
gran éxito y es, sobre todo, la actualización de la denuncia fundamental del título que analizamos hoy. En ambos
califica a Estados Unidos como el gran Estado Terrorista.
Estados Canallas deja al desnudo cada justificación imperialista para sus agresiones y demuestra con sólidos
argumentos la complicidad de Estados Unidos en toda acción genocida y terrorista, fundamentalmente desde la
década del 60. Millones de víctimas en todo el mundo, sean indonesios, vietnamitas, serbios, palestinos,
nicaragüenses y cubanos, por solo citar algunos de la gran cantidad de países agredidos, perdieron sus vidas por el
derecho que se arroga Estados Unidos de estar por encima de toda ley internacional y carecer de la más elemental
ética. Pareciera que aquel pensamiento filosófico de que entre los poderosos y los débiles la libertad es la que
suprime y la ley la que libera, es hoy el dilema que vive la humanidad.
Uno de los valores principales del libro que analizamos es la revelación resumida de cómo se desarrollaron las
maniobras en cada caso, lo que considero conveniente dar a conocer según el relato del autor. Para ello es necesario
expresarlo en una serie de cuatro artículos sobre algunos de los temas específicos que fueron abordados, mediante
la síntesis indispensable.
Noam Chomsky, el norteamericano contemporáneo con más profundidad en los trabajos analíticos sobre Estados
Unidos, sufre el silencio de los grandes medios de su país. No obstante, su prestigio también como lingüista y
filósofo se abre paso de manera creciente. Los artículos que he escrito tienen el doble propósito de difundir su
valiente y certera denuncia y rendir homenaje al talento combativo que lo distingue