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Proyecto de Investigación
SUJETOS, SUJECION y SUBJETIVACION.
Políticas de Inclusión y Construcción de Ciudadanía de los jóvenes en la Escuela Secundaria.
Responsables: Lic. Jorge Alonso- Lic. Liliana B. Ponce
Problema de Investigación:
Las políticas públicas de inclusión y los nuevos enfoques sobre adolescencia y juventudes se reúnen en
las redefiniciones que se llevan a cabo en Educación y en las reformas realizadas en este ámbito. La
extensión de la obligatoriedad de la educación común al finalizar el nivel secundario se inscribe en estas
“políticas de inclusión”. Los nuevos enfoques sobre adolescentes y jóvenes se proponen revisar los
encuadres deficitarios, negativos y negativizantes de esta franja etaria y ponen el acento en la
positivización/visibilización de los sujetos de esta edad. La nueva normativa, desde la perspectiva de la
Convención de los Derechos del niño, refleja desde el campo jurídico esta realidad. Nos preguntamos
entonces: ¿De qué manera estos sujetos se amarran, se afilian, producen su propia marca identitaria?
¿Cómo establecen un reconocimiento en el campo simbólico, en el campo social? ¿En qué prácticas
discursivas se inscriben? ¿Cómo son los modos de sujeción que realizan? Además, ¿cómo despliegan su
subjetividad, socialidad, culturización? ¿Qué vínculos establecen y qué apropiación realizan de lo social,
económico, cultural, semiótico, político?
Propósitos:
En esta investigación, intentamos analizar no sólo la normativa que encuadra las políticas de inclusión de
los jóvenes en la Escuela secundaria, sino también los modos de sujeción de los adolescentes en el
Espacio de Construcción de Ciudadanía de la nueva Secundaria y sus modos de inscripción en los
mecanismos tradicionales de participación política a partir de la reflexión sobre la calidad de los procesos
y productos del Concejo Deliberante Estudiantil.
Metodología utilizada:
Este proyecto combina el desarrollo de los marcos conceptuales a partir de los cuales sea posible pensar
la irrupción de nuevas formas de subjetivación, de socialidad y de ciudadanización de los jóvenes, en el
marco de las políticas de inclusión diseñadas para la Escuela Secundaria con un trabajo de campo basado
en un paradigma hermenéutico-interpretativo.
La Revisión Bibliográfica llevada a cabo hasta el momento nos permite diseñar un marco teórico
referencial donde los conceptos estructurantes, sujetos, sujeción, subjetivación y ciudadanía aparecen
como categorías claves para el análisis de los datos observados.
El Análisis Documental se ha centrado en la lectura del Marco General de Política Curricular, Niveles y
Modalidades del Sistema Educativo, editado por la Dirección General de Cultura y Educación de la
Provincia de Buenos Aires en octubre de 2007 y del Diseño Curricular para la Educación Secundaria para
Construcción de Ciudadanía de 1ero. a 3er. Año editado por la Dirección General de Cultura y Educación
de la Provincia de Buenos Aires, coordinado por Ariel Zysman y Marina Paulozzo en noviembre de 2007.
Para una primera aproximación a las percepciones y los significados atribuidos al Espacio de Construcción
de Ciudadanía, se administró una encuesta –a cargo de los Estudiantes de 1er. Año del Profesorado en
Ciencias Sociales- a Estudiantes de 1ero. y 2do. año de Educación Secundaria Básica de tres
establecimientos educativos (2 de gestión pública y 1 de gestión privada) y se les realizó entrevistas en
profundidad a los profesores a cargo del mencionado Espacio Curricular. También se realizaron
entrevistas no estructuradas a personal directivo de una de las escuelas de gestión pública perteneciente
a la Unidad Académica de la Escuela Normal Superior.
Referentes teóricos:
En este apartado, haremos referencia a los conceptos teóricos que hemos ido analizando para llevar
adelante los objetivos de:
• Explicitar el alcance de los conceptos de sujeto, sujeción y subjetivación.
• Analizar el concepto de “ciudadanía” que articula la propuesta curricular de Construcción de
Ciudadanía en Educación Secundaria en el marco de las nuevas teorías políticas de la
ciudadanía.
Como oportunamente dijimos, en la modernidad, el sujeto era pensado como el producto objetivo de los
sistemas de saber y poder, el correlato alienado de esos dispositivos de saber y poder en los que el
individuo iba a extraer y agotar una identidad impuesta, exterior, al margen de la cual no había otra
salvación que la locura, el crimen o la literatura. A partir del estudio de las técnicas de existencia en la
antigüedad griega y romana, Michel Foucault pone de manifiesto otra figura del sujeto, ya no constituido
sino “en constitución” a través de prácticas reguladas, la cultura de sí, la inquietud de sí, o el cuidado de
sí. Este planteo implica la oposición entre dispositivos de saber y poder en la producción de sujetos, ante
políticas de cuidado de sí.
Este concepto de “sujeción”, lo podemos encontrar en el texto El Poder psiquiátrico (14, 21 y
28-nov-1973), en el cual el autor plantea la sujeción enlazada al poder disciplinario
1 y a un nuevo modo
de producción subjetiva a partir de 2la función psi y del poder psiquiátrico . La contracara del poder
disciplinario es el poder de soberanía , par de opuestos a partir del cual la educabilidad define un modo
de funcionamiento del sujeto en las instituciones. En Hermenéutica del sujeto (clase del 6-ene-1982),
Foucault diferencia dos modos de subjetivación o de accesibilidad a la verdad: el sujeto cartesiano y el
sujeto de la espiritualidad de la antigüedad, que implica un ejercicio, un precio a pagar para acceder a la
misma. La espiritualidad como cura sui implica el acceso a la propia verdad a través de una práctica. Esto
significa la constitución de un sujeto que no es el sujeto del conocimiento o el sujeto de la ciencia, sino
un sujeto que, en todo caso, para sujetarse o reconocerse, debe realizar una práctica de apropiación de
sí. La cuestión a tener en cuenta será si la escuela promueve o no la emergencia de prácticas que
permitan el surgimiento de ese sujeto, o si sigue configurando individuos normalizados.
En el Marco3 General de Política Curricular, el sujeto pedagógico queda definido desde una perspectiva
relacional . La relación entre educadores, educandos y curriculum da lugar a los procesos de enseñanza y
de aprendizaje. La enseñanza le corresponde al educador/a y está destinada a propiciar, de manera
sistemática, los aprendizajes de los educandos. Sin embargo, al tratarse de prácticas sociales que
suponen interacción, los docentes están involucrados en aprendizajes que los modifican en diferentes
planos subjetivos, seguramente distintos de los múltiples cambios que viven sus alumnos/as al aprender.
La enseñanza es entendida como una práctica social de transmisión cultural destinada a favorecer la
inserción creativa de los sujetos en las culturas. Enseñar es transmitir conocimientos, prácticas sociales,
normas, lenguajes y generar situaciones de aprendizaje para su construcción y reconstrucción. En este
proceso no sólo se producen saberes
4 sino modos de vincularse con el conocimiento, aspectos que sólo se
aprenden en relación con otros .
La apropiación y reconstrucción cultural genera nuevos sentidos y proyectos de vida; por ello, el sujeto
que aprende también se transforma y construye subjetividad. La conquista de la subjetividad y del lazo
social se produce, entonces, en el diálogo entre 5alumnos/as y docentes en torno de lenguajes,
convenciones, símbolos e instrumentos de las culturas .
¿Qué modalidades de sujeción prescribe este marco de política curricular? Si la relación pedagógica
docente-alumnos resulta necesariamente asimétrica, ¿cómo pensar esta asimetría pedagógica más allá de
las relaciones de dominación y subalternidad? Otra cuestión a tener en cuenta: ¿cómo pensar la
solidaridad intergeneracional a la que se hace referencia en este Documento?
Otra de las categorías teóricas que atraviesa nuestra investigación es el concepto de “ciudadanía”. La
“ciudadanía” es una categoría que define una relación entre los individuos y el Estado. Ser “ciudadano”
significa ser miembro de una “clase” de sujetos a los cuales se les reconoce ciertas propiedades o
“cualidades”. A lo largo del siglo XX, el concepto de “ciudadanía” se ha ido ampliando al ritmo del
reconocimiento de los derechos que poseen los individuos frente a los otros y frente al Estado. La
ciudadanía, tal como hoy la conocemos, ha sido el resultado de las nuevas configuraciones de la relación
entre “individuo”, “Estado” y “nación”-en sus acepciones “modernas”- y en los últimos años, el discurso
político acerca de la ciudadanía ha retornado en el ámbito de la reflexión ético-política. El interés en la
ciudadanía también ha sido alimentado por una serie de eventos políticos y tendencias recientes que se
registran a lo largo y a lo ancho del mundo: la creciente apatía de los votantes en los países
desarrollados, las tensiones creadas a partir de una población crecientemente multicultural, los
movimientos migratorios, por citar algunos de los más relevantes (Will Kymlicka, University of Ottawa/
Wayne Norman, University of Ottawa, 1994: “El retorno del ciudadano. Una revisión de la producción
reciente en teoría de la ciudadanía”).
El Diseño Curricular para Construcción de Ciudadanía (DC) también hace referencia a un concepto
particular de ciudadanía. Según el mismo, el propósito
6 principal de este Espacio es implementar una
materia diseñada desde un “enfoque de derechos” que incluya saberes, prácticas e intereses juveniles y
que proyecte un ejercicio “activo” y “crítico” de la ciudadanía. El enfoque de derechos es aquel que parte
del supuesto de que los niños, adolescentes y jóvenes son sujetos de derecho, por lo cual el ejercicio de
la ciudadanía implica responsabilidad y compromiso. Dado que la ciudadanía es un conjunto de
“prácticas” que definen a un sujeto como miembro de la sociedad, en relación con otros y con el Estado,
las prácticas de ciudadanía implican no sólo el reconocimiento de los derechos de los que somos titulares,
sino también el desarrollo de acciones colectivas de ejercicio y exigibilidad de derechos y
responsabilidades. Al respecto, el DC hace explícito un concepto de ciudadanía juvenil que, en cierto
sentido, se inscribe en los debates teóricos contemporáneos sobre el tema. En principio, se parte por
caracterizar la “condición ciudadana” de adolescentes y jóvenes en términos de desigualdad:
1ero. Desigualdad en términos de derechos y responsabilidades que son negadas por la condición
etaria de los jóvenes, según la cual la ciudadanía de niños y jóvenes no es plena porque la
distribución de derechos y responsabilidades en nuestra sociedad está estructurada sobre el
criterio de la edad. Este fenómeno, conocido como “ciudadanía restringida”, está relacionado con
la identificación de la “ciudadanía” con la dimensión “política” de la misma. Según el DC, esta
concepción del sujeto joven es contraria a sus intereses y objetivos políticos y pedagógicos.
2do. Desigualdad en términos de vulnerabilidad o postergación de los derechos, según la cual,
aunque estén reconocidos los derechos, no se respetan, son avasallados, o se obstaculiza su
cumplimiento. Esto significa que no hay realización efectiva de los derechos reconocidos y está
vinculado a la existencia de desigualdades por la condición de clase, etnia, religión, género,
orientación sexual, entre otras.
Frente a estos dos tipos de desigualdades, el enfoque de derechos subraya la necesidad de reconocer la
condición ciudadana de alumnas y alumnos y su capacidad de poder-hacer (empowerement). Desde esta
perspectiva, no se trata de formar “ciudadanos para el futuro”, posdatando la participación activa de los
sectores jóvenes de la sociedad en los espacios donde son actores fundamentales. Por el contrario, se los
interpela como actores institucionales y sociales para comprometerlos en acciones de interrelación, de
asunción de responsabilidades, de generación de vínculos y de lazos sociales que tomen la forma de
proyectos colectivos de trabajo compartido.
En lo que sigue, vamos a confrontar las conceptualizaciones teóricas, los lineamientos propuestos en el
Marco General de Política Curricular y los objetivos perseguidos por el DC con los productos alcanzados
hasta el momento en la implementación del Espacio
7 de Construcción de Ciudadanía y los modos de
inscripción de los sujetos en el campo educativo a partir de los testimonios de estudiantes y profesores.
Compromiso (4)
Solidaridad (3)
Libertad (2) – Generosidad (1)- Respeto (5)
Valores
Compañerismo (1) Libertad (1)
Compañerismo (1)
Conclusiones parciales:
En este primer tramo de la investigación, hemos analizado tres conceptos clave para pensar las políticas
educativas destinadas a la inclusión de los jóvenes: sujeción, subjetivación y ciudadanía, tanto desde el
punto de vista teórico como desde la perspectiva de los planificadores curriculares. Consideramos
necesario y pertinente avanzar entonces en el análisis crítico de otras tres categorías: inclusión, cuidado y
reconocimiento, entendidas como políticas destinadas a visibilizar a los sujetos jóvenes en cuanto sujetos
de derechos. Desde esta perspectiva, será necesario ahondar en los referentes teóricos y en la relectura
de los marcos normativos que regulan la educación secundaria.
Desde el punto de vista empírico, se ha centrado la recolección de datos relativos al Espacio de
Construcción de Ciudadanía de la nueva escuela secundaria, de la cual ha quedado pendiente el análisis y
la interpretación de los testimonios recogidos en las escuelas de gestión pública, material que se
encuentra en proceso de clasificación. Dado que los primeros resultados obtenidos dan cuenta, ante la
introducción de un nuevo Espacio Curricular destinado a la “construcción de una ciudadanía activa”, de
una estrategia de reproducción de los mecanismos disciplinarios propios de la escolaridad primaria en
Educación Secundaria, nos preguntamos: ¿acaso la denegación del conflicto propio del campo social
reescribe el campo educativo como lugar aislado de sus complejos condicionamientos socio-culturales?
Además, la falta de un proyecto unificador que oriente las prácticas hacia la constitución de una
ciudadanía responsable, ¿es el síntoma de una falta o de una resistencia a prácticas instituyentes de
nuevos sentidos para la escuela secundaria? ¿de qué modo las instituciones resuelven esto que se
presenta, en primera instancia, como una “innovación curricular”?
He aquí algunas de las cuestiones y problemáticas que quedaron por analizar. Cuestiones y problemáticas
que intentaremos retomar en el próximo estadio de la investigación, llevando adelante las actividades
que se enumeran en el próximo apartado.
• Análisis de los datos recogidos en la primera investigación de campo en las escuelas ESB 18
(Unidad Académica de la Escuela Normal Superior) y ESB 21 de gestión pública.
• Entrevistas en profundidad y relatos de vida a informantes clave para reconstruir las vivencias y
significados atribuidos por los jóvenes a sus prácticas dentro y fuera del ámbito escolar
• Recolección de testimonios acerca de la experiencia de los jóvenes en el Concejo Deliberante
Estudiantil
• Análisis de los productos del Concejo Deliberante Estudiantil, edición 2008 (disponibles en el
Blog www.concejodeliberanteestudiantil.blogspot.com
• Análisis de las categorías de “inclusión”, “subjetivación”, “cuidado” y “reconocimiento” de la
normativa vigente y de los autores de referencia teórica
• Indagación exploratoria de la relación de oposición entre poder disciplinario y poder soberanía
en términos de institución escolar y familias
Notas:
1 La función Psi consiste en la individualización, normalización y sujeción de los individuos. El poder
psiquiátrico consiste en una intensificación de la realidad como “normalidad” frente a la “locura”, que se
puede hacer extensiva a la “infancia”.
2 Si t rasladamos este par de opuestos a la escena educativa, la institución que ejerce el poder
disciplinario sería la escuela, mientras que la familia ocuparía el lugar del poder de soberanía. Oposición
que podríamos seguir trabajando en una próxima etapa del desarrollo de esta investigación.
3 El sujeto pedagógico es la relación que se produce entre diversos sujetos sociales que ingresan a la
escuela constituyéndose en ella como educadores/as y educandos- mediada por el curriculum. Este tercer
elemento -el curriculum- es el que otorga al vínculo su especificidad pedagógica y el que da lugar a los
procesos de enseñanza y de aprendizaje (Marco General de Política Curricular, p.17).
4 Ibídem.
5 Ibídem.
7 Cuando hablamos de “campo”, hacemos referencia al espacio social (Bourdieu, 1997, 2001) entendido
como el lugar en el cual los agentes están sujetos a un “juego de fuerzas” que los supera, son a la vez
“actuados” y “actuantes”, participan todo el tiempo en el equilibrio de las luchas y en la constante
redefinición de sus posiciones. El “campo educativo” puede ser pensado entonces como ese conjunto de
espacios, institucionales o no, que contribuyen a la conformación del sujeto social.
1
Sujetos, Sujeción y Subjetivación.
Políticas de Inclusión y Construcción de Ciudadanía de los jóvenes en la Escuela Secundaria.
Escuela Normal Superior- ISFD 129