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SECCIÓN 5

NEUMOLOGÍA
R. Rodríguez-Roisin, A. Xaubet Mir, A. Agustí García-Navarro, C. Agustí García-Navarro, A. Agustí-Vidal, J. Barberà
Mir, J. Blanquer Olivas, M.G. Cosío, A. López-Encuentra, J.M. Montserrat Canal, F. Morell Brotad, C. Picado Vallés,
J. Roca Torrent, F. Rodríguez Panadero, J. Ruiz Manzano, V. Sobradillo Peña, A. Torres Martí y
H. Verea Hernando

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Generalidades
A. Agustí García-Navarro, J. Roca Torrent y A. Xaubet Mir

Conceptos fisiopatológicos básicos* veolar es similar a la cantidad de flujo capilar que la per-
funde.
Además, existen dos componentes adicionales que, aun-
La función principal del aparato respiratorio es proporcio- que no estrictamente pulmonares, influyen de forma notable
nar oxígeno (O2) a la sangre arterial y eliminar anhídrido sobre la respiración, entendida como el conjunto de meca-
carbónico (CO2) de la sangre venosa mixta contenida en nismos que permiten el intercambio de gases entre una célu-
la arteria pulmonar (intercambio gaseoso). Depende del la viva y su medio ambiente; e) control de la ventilación: ade-
funcionamiento integrado . de cuatro eslabones diferentes: cua la ventilación a las necesidades metabólicas (consumo
a) ventilación alveolar (VA): implica la renovación periódica de O2 y producción de CO2), y f) sistema de transporte de oxí-
del gas alveolar, para lo cual es necesario que un determina- geno: imprescindible para aportar energía (O2) al metabolis-
do volumen de aire (volumen corriente) alcance los alveo- mo celular periférico. Depende de dos elementos fundamen-
los más periféricos a través del árbol traqueobronquial; tales, uno transportado (contenido arterial de O2) y otro
b) difusión alveolocapilar: implica el movimiento de las mo- transportador (gasto cardíaco).
léculas de O2 y CO2 entre el gas alveolar y la luz capilar, a A continuación se analizan los aspectos anatomofunciona-
través de la membrana alveolocapilar; c) perfusión capilar: les más importantes de estos seis eslabones. En la tabla 5.1 se
requiere el flujo constante de determinado volumen minuto indican las principales abreviaturas y siglas empleadas a lo
de sangre (gasto cardíaco) a través de la circulación
. . capilar largo del texto, y en la tabla 5.2 sus valores habituales en el
pulmonar, y d) relación ventilación/perfusión (VA/Q): la efi- individuo sano en reposo.
cacia del intercambio de gases es máxima cuando dicha re-
lación equivale a la unidad. En otras palabras, cuando la
cantidad (L/min) de ventilación que recibe cada unidad al-
Ventilación alveolar
.
La ventilación alveolar (VA) determina la renovación cícli-
ca del volumen de gas alveolar, para lo cual es necesario:
a) un sistema conductor (árbol traqueobronquial) y b) una
*A. Agustí García-Navarro fuerza motriz capaz de generar el flujo inspiratorio y vencer

TABLA 5.1. Principales abreviaturas y siglas empleadas en el textoa


Volúmenes pulmonares estáticos Intercambio de gases
VT(mL) Volumen corriente O2 Oxígeno
IRV (mL) Volumen de reserva inspiratorio
ERV (mL) Volumen de reserva espiratorio CO2 Anhídrido carbónico
RV (mL) Volumen residual CO Monóxido de carbono
VC (mL) Capacidad vital N2 Nitrógeno
IC (mL) Capacidad inspiratoria
FRC (mL) Capacidad residual funcional H2O Vapor de agua
TLC (mL) Capacidad pulmonar total PA Presión parcial alveolar
RV/TLC (%) Cociente entre RV y TLC (%)
Pa Presión parcial en sangre arterial
TGV (mL) Volumen de gas torácico (equivale a FRC
medida con pletismógrafo) Pv– Presión parcial en sangre venosa mixta
VA (mL) Volumen alveolar FI Fracción inspiratoria
Volúmenes pulmonares dinámicos PB Presión atmosférica
EF Espirometría forzada C Contenido
FVC (mL) Capacidad vital forzada Ca Contenido en sangre arterial
FEV1 (mL) Volumen espiratorio máximo en el primer
segundo de la espirometría forzada Cv– Contenido en sangre venosa mixta
FEV1/FVC (%) Cociente porcentual entre FEV1 y FVC Hb Hemoglobina
FEF25-75% (L/seg) Flujo espiratorio máximo entre el 25 y el 75% SaO2 Saturación de oxihemoglobina en sangre
de la FVC arterial
PEF (L/seg) Pico de flujo espiratorio
SGaw Conductancia específica AaPO2 Diferencia (gradiente) alveoloarterial
.
V.máx50% (L/seg) Flujo espiratorio máximo al 50% de la FVC de O2
.
Vmáx75% (L/seg) Flujo espiratorio máximo al 75% de la FVC V CO2 Producción de CO2
MVV (L/min) Ventilación voluntaria máxima .
V O2 Consumo de O2
. .
Factores de conversión de volúmenes y flujos R = V CO2/V O2 Cociente de intercambio respiratorio
.
BTPS Condiciones de temperatura corporal, Qt Gasto cardíaco
presión atmosférica ambiental
y saturación de vapor de agua QO2 Aporte periférico de O2
a temperatura corporal DLCO Capacidad de transferencia de CO
ATPS Condiciones de temperaturas y presión (mL/mmHg/min)
.
ambientales, saturación de vapor de agua VA Fracción alveolar
a temperatura ambiente
STPD Condiciones estándar de temperatura y KCO DLCO/VA
presión barométrica (PB = 760 mmHg ER Ventilación de extracción de O2
y T = 37 oC). Sin vapor de agua

a
Por acuerdo internacional se utiliza la terminología inglesa.

693
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.2. Valores medios de los principales parámetros la resistencia que el parénquima pulmonar y la caja torácica
de interés fisiopatológico en el individuo sano, en reposo, ofrecen a su paso (mecánica ventilatoria).
respirando aire ambiente
Árbol traqueobronquial
Intercambio gaseoso Es un sistema de tubos de diámetro progresivamente men-
pO2 (arteria/vena) 85-100/30-40 mmHg guante y número creciente, que se inicia en la tráquea y que
pCO2 (arteria/vena) 30-40/35-45 mmHg de forma sucesiva se ramifica en dos bronquios principales
pH (arterial/vena) 7,35-7,40/7,30-7,35 (derecho e izquierdo), cinco bronquios lobulares, numero-
Contenido O2 (arteria/vena) 18-20/13-15 vol % sos bronquios segmentarios e innumerables bronquiolos ter-
AaPO
. .2 Inferior a 15 mmHg
minales. Estos últimos son las vías aéreas de menor tamaño
Q s/Q t Inferior a 5 (% del gasto cardíaco)
aún carentes de sacos alveolares. Ninguna de estas estructu-
ras participa en el intercambio de gases, por lo que su con-
Ventilación
. junto se denomina espacio muerto anatómico o zona de
VE 8-12 L/min conducción (fig. 5.1); en el individuo sano y joven, su volu-
TV 400-700 mL
men es de unos 150 mL. A partir del bronquiolo terminal el
Fr 8-15/min
VD 150
número de ramificaciones bronquiales y, por consiguiente,
VD/VT 30-35 el área de sección global, se incrementa de forma exponen-
cial (fig. 5.2). Así, los bronquiolos terminales dan origen a los
denominados bronquiolos respiratorios (en cuyas paredes ya
Hemodinámica
. pueden observarse algunas estructuras alveolares) y, final-
Qt 4,5-6,5 L/min
mente, a los sacos alveolares; toda la zona situada más allá
Pap 10-15 mmHg
Pw 2-10 mmHg
del bronquiolo terminal se denomina ácino o lobulillo pul-
∆P 5-10 mmHg monar. En éste se produce el intercambio de gases, por lo
RVP 1-2 mmHg/L/min que el conjunto de ácinos se denomina zona respiratoria
(fig. 5.1). Aunque la distancia que separa los bronquiolos ter-
minales de las unidades alveolares más distales sólo es de
Metabolismo
.
V. O2 250-300 mL/min
unos 5 mm, la zona respiratoria constituye la inmensa mayo-
V CO 200-250 mL/min ría del parénquima pulmonar.
.2 .
R (V CO2/V O2) 0,8-0,9
. . Mecánica ventilatoria
AaPO2: gradiente alveoloarterial
. de O2, Q s/Q t: porcentaje de mezcla venosa
(% del gasto cardíaco); VE: ventilación minuto (L/min); VT: volumen corriente Como consecuencia de la contracción activa del diafrag-
(cc); Fr: frecuencia respiratoria; VD:
. espacio muerto; VD/VT: porcentaje de ma y de los músculos intercostales, el volumen de la caja to-
ventilación del espacio muerto; Q t: gasto cardíaco; Pap: presión arterial rácica aumenta, la presión alveolar se hace inferior a la at-
pulmonar media; Pw: presión capilar pulmonar;. ∆P: presión de perfusión
pulmonar, RVP: resistencia vascular pulmonar; V O2: consumo de O2; mosférica y aparece el flujo inspiratorio. La relajación de los
.
V CO2: producción de CO2; R: cociente de intercambio respiratorio. músculos inspiratorios y las propiedades elásticas del parén-

0 Tráquea

Bronquios
2
Zona de conducción
3

4
Bronquiolos

Bronquiolo terminal

17

18
Zona de transición Bronquiolos
respiratorios
19

20
Zona respiratoria
21 Canales alveolares
Zona de intercambio
22 Sacos alveolares
23

Número de divisiones

Fig. 5.1. Árbol traqueobronquial. Esquema de la distribución de las vías aéreas. (Tomada de AGUSTí-VIDAL A. Neumología clínica. Barcelona, Edi-
ciones Doyma, 1982.)

694
GENERALIDADES

Tráquea

Grandes vías > 2 mm [ ↑ Diámetro


aéreas ↓ Área total

↓ Diámetro
↑ Área total VC
TLC
Pequeñas vías < 2 mm [ TV
aéreas

Volumen (L)
FRC ERV
Pequeñas vías aéreas (en paralelo)

Fig. 5.2. Esquema que refleja la disposición “en campana” de las


vías aéreas. Las pequeñas vías aéreas (diámetro inferior a 2 mm) tie-
nen una superficie global muy amplia por hallarse dispuestas en para-
lelo, a pesar de que su calibre individual sea menor que el de la trá-
quea o el de las grandes vías aéreas (diámetro superior a 2 mm). RV
(Tomada de AGUSTí-VIDAL A. Neumología clínica. Barcelona, Ediciones
Doyma, 1982.)

quima pulmonar provocan el retorno pasivo a la posición ini- Fig. 5.3. Principales volúmenes pulmonares (para las abreviaturas
cial y el flujo espiratorio. véase la tabla 5.1).
El volumen de aire que entra en los pulmones con cada
inspiración normal (500 mL aproximadamente) se denomina
volumen corriente o tidal volume (VT) (fig. 5.3). Cuando los Perfusión pulmonar
pulmones se hallan totalmente distendidos, la cantidad de
aire que contienen constituye la capacidad pulmonar total En el parénquima pulmonar existen dos sistemas circula-
(TLC). Tras una espiración máxima (a partir del TLC), el volu- torios diferentes: la circulación pulmonar propiamente dicha
men de aire que permanece atrapado en el interior del tórax y la bronquial. Al ser la primera de ellas la que interviene de
es el volumen residual (RV), y la cantidad espirada, la capaci- manera directa en el intercambio de gases, es la más impor-
dad vital (VC). La cantidad de aire contenida en los pulmo- tante cuantitativa y cualitativamente. Presenta una estructura
nes al final de una espiración normal se denomina capacidad ramificada (arteria pulmonar, arteriolas, capilares, vénulas y
residual funcional (FRC) y equivale a la suma del RV y del vo- venas pulmonares) similar a la del árbol traqueobronquial,
lumen de reserva espiratorio (ERV) (fig. 5.3). Todos estos pará- en la que los capilares pulmonares forman una densa red al-
metros dependen de la raza, la edad, la talla, el peso y el sexo rededor de cada unidad alveolar. La función de la circula-
del individuo, por lo que suelen expresarse como porcenta- ción bronquial es nutrir las vías aéreas; constituye una frac-
je de un valor de referencia. El producto del VT (500 mL) ción mínima del gasto cardíaco, por lo que, excepto en
por la frecuencia respiratoria (15/min) equivale al volumen algunas enfermedades (bronquiectasias, insuficiencia ventri-
de aire movilizado por el parénquima
. pulmonar en un mi- cular izquierda), su trascendencia funcional es escasa. De
nuto o ventilación minuto (VE); en el individuo sano, su valor hecho, la función pulmonar se mantiene intacta incluso en
es de unos 7.500 mL/min aproximadamente. Dado que el ausencia completa de circulación bronquial (trasplante pul-
volumen de aire que ventila el espacio muerto anatómico monar). Por ello, cualquier referencia posterior a la “circula-
(150 mL) (VD) no interviene en el intercambio de gases, . la ción pulmonar’’ debe entenderse como relativa a la circula-
ventilación realmente efectiva, o ventilación alveolar (VA), ción capilar de las estructuras alveolares.
equivale a 5.000 mL/min aproximadamente [(500 - 150) × 15]. La circulación pulmonar debe ser capaz de adecuar la
totalidad del gasto cardíaco, cualquiera que sea su valor, al
mínimo coste energético (trabajo ventricular derecho) po-
Difusión alveolocapilar de oxígeno sible. Por ello, a diferencia de la circulación sistémica,
El intercambio de O2 y CO2 entre el gas alveolar y la luz ca- posee presiones muy bajas (presión media de la arteria pul-
pilar se produce por difusión pasiva, es decir, por simple di- monar, 15 mmHg) (tabla 5.2) y la resistencia ofrecida por el
ferencia de presión. El sistema respiratorio presenta unas árbol vascular pulmonar al flujo sanguíneo [resistencia
condiciones anatómicas (gran superficie de intercambio) vascular pulmonar (RVP)] es mínima (aproximadamente
ideales para facilitar la difusión gaseosa. En el individuo 2 mmHg/min) (tabla 5.2). Además, el valor de la RVP se mo-
sano respirando aire ambiente la difusión alveolocapilar de difica muy poco frente a aumentos notables del gasto cardía-
O2 no representa obstáculo alguno para el intercambio gase- co. Ello se debe, por una parte, a que se produce distensión
oso, ni en reposo ni durante el esfuerzo físico. Las enferme- de capilares previamente perfundidos y, por otra, a que se
dades caracterizadas por aumento del espesor de la barrera perfunden nuevos territorios capilares (reclutamiento o re-
alveolocapilar (fibrosis intersticial) podrían dificultar la difu- cruitment). De esta forma, se reduce el trabajo del ventrículo
sión del O2, respirando aire ambiente (síndrome del “blo- derecho necesario para mantener una perfusión capilar
queo alveolocapilar”). constante.

695
NEUMOLOGÍA

Cuando la presión alveolar de O2 es inferior a 70 mmHg se piratoria), profundidad (VT) y ritmo (relación inspiración-es-
produce vasoconstricción de la arteria pulmonar que nutre piración) (patrón ventilatorio). Este sistema de control está
el área hipóxica (vasoconstricción pulmonar hipóxica). Así formado por centros nerviosos, situados en la protuberancia
se evita la perfusión
. . de unidades mal ventiladas y se restaura y el bulbo (centros apnéusico y neumotáxico) (su conjunto
el cociente VA/Q. Este mecanismo tiene gran trascendencia forma el denominado centro respiratorio), y receptores, de los
clínica. Por ejemplo, en la neumonía lobular o en la atelecta- que pueden distinguirse tres tipos en función de su localiza-
sia, su correcto funcionamiento preserva al máximo la inte- ción anatómica: a) pulmonares, que responden a estímulos
gridad funcional del intercambio gaseoso al derivar parte del de estiramiento del parénquima pulmonar (reflejo de Hering-
flujo sanguíneo hacia áreas mejor ventiladas. Por el contra- Breuer), de irritación de la vía aérea y/o a cambios en el in-
rio, su disminución, ya sea espontánea (cirrosis hepática) o tersticio (receptores J); b) quimiorreceptores en contacto con
inducida farmacológicamente (ciertos agentes anestésicos
. . el torrente sanguíneo, entre los cuales se diferencian los peri-
o fármacos broncodilatadores), altera las relaciones VA/Q. féricos (aórticos y bifurcación carotídea), que responden a
Además de proporcionar un flujo capilar constante, la cir- cambios en el pH, la pCO2 y la pO2 de la sangre arterial, y los
culación pulmonar posee otras funciones accesorias: a) ac- centrales (próximos al centro respiratorio), que sólo recono-
túa como un filtro (mecánico o bacteriano) de prácticamen- cen cambios en los dos primeros, y c) musculares, situados
te todo el gasto cardíaco; b) aporta energía suficiente para en el huso de los diferentes músculos respiratorios y que res-
nutrir el parénquima pulmonar y mantener sus principales ponden a reflejos de estiramiento. Parte de la información
funciones metabólicas, incluyendo la síntesis del surfactante procedente de todos estos receptores es analizada no sólo
alveolar; c) actúa como reservorio de sangre para el ventrícu- por el centro respiratorio sino también por la corteza cere-
lo izquierdo, y d) posee una indudable acción endocrina al bral. De hecho, en esta actividad cortical se halla la base fi-
metabolizar numerosas sustancias con acción hormonal (an- siopatológica de la sensación de disnea. Por otra parte, las
giotensina, bradicinina, serotonina). conexiones neuronales entre el centro respiratorio y la corte-
za cerebral permiten el control voluntario de la ventilación
(hiperpnea). Consecuentemente, el patrón ventilatorio puede
Relación ventilación/perfusión modificarse. por:. a) efecto de la voluntad; b) variaciones me-
El factor determinante más importante de la capacidad de tabólicas (VO2/VCO2); c) cambios en el pH, la pO2 y/o la pCO2
una hipotética unidad alveolar para intercambiar O2 y CO2 es arteriales (neumopatías y cardiopatías); d) estimulación de
la relación existente
. entre
. la ventilación y la perfusión que los receptores intrapulmonares (embolia pulmonar, neumo-
reciba (cociente VA/Q ). En condiciones ideales, este cocien- nía, asma); e) depresión (sedantes) o estimulación de los
te debe aproximarse
. a la unidad, es decir, la cantidad quimiorreceptores periféricos (doxapram, almitrina), y f) de-
(L/min) de VA que recibe debe ser aproximadamente equiva- presión (sedantes, obesidad, mixedema, enfermedades neu-
lente a la cantidad (L/min) de sangre capilar que la . perfun-
. rológicas) o estimulación (ácido acetilsalicílico, naloxona,
da. El hecho de que un alveolo tenga un cociente VA/Q bajo enfermedades neurológicas) de los quimiorreceptores cen-
significa, en esencia, que su ventilación es desproporciona- trales.
damente baja en relación con la perfusión que recibe y que,
por consiguiente, es incapaz de eliminar la cantidad necesa-
ria de CO2 o de proporcionar el volumen requerido de O2. En
Transporte de oxígeno
. .
el caso extremo (VA/Q = ∅ o shunt), las presiones parciales En el ser humano, es necesario que exista un sistema de
de O2 y CO2 de la sangre capilar que abandone dicha unidad transporte de O2 que permita el aporte continuo de la energía
serán muy similares a las de la sangre venosa mixta (tabla 5.2). (O2) necesaria para perpetuar la actividad metabólica. Dicho
En la práctica clínica, el gradiente alveoloarterial de O2 aporte de O2 (QO2) depende de dos factores fundamentales:
(AaPO2) es excelente indicador . .de la uniformidad de la dis- la cantidad total de O2 transportada por unidad de volumen
tribución de los cocientes VA/Q. En el pulmón hipotética- sanguíneo [contenido arterial de O2 (CaO2)] y del volumen
mente perfecto, el valor del AaPO2 no es cero y oscila entre de. sangre movilizado por unidad de tiempo [gasto cardíaco
5 y 15 mmHg debido a: a) un pequeño porcentaje de sangre (Qt)].
venosa (en general el 2-5% del gasto cardíaco) que drena El O2 se transporta en sangre de dos formas: disuelto en el
de manera directa en la circulación arterial sistémica; este plasma (1%) y en combinación química reversible con la he-
shunt anatómico corresponde a las venas de Tebesio (que moglobina (99%). Por tanto, la cantidad total de O2 transpor-
drenan en el ventrículo izquierdo la sangre procedente de la tada en sangre arterial por unidad de volumen (CaO2) corres-
circulación coronaria) y a la circulación bronquial (que dre- ponde a la suma de ambas. En el individuo sano, el CaO2 es
. . pulmonares) y b) los desequilibrios de los
na en las venas de 20 vol % (tabla 5.2). En ningún caso debe confundirse
cocientes VA/Q causados. por . efecto de la gravedad. Las ano- con la PaO2. En efecto, el valor del CaO2 equivale a la canti-
malías en los cocientes VA/Q constituyen la causa más impor- dad total de O2 existente en sangre arterial por unidad de vo-
tante y frecuente de alteración gasométrica en la práctica clí- lumen (vol %), mientras que el de PaO2 corresponde a la pre-
nica. sión parcial ejercida por la cantidad de O2 disuelta en el
plasma.
El objetivo final del sistema de transporte de O2 es suminis-
Control de la ventilación trar al metabolismo celular la cantidad necesaria de O2. Por
La actividad
. metabólica del organismo,. es decir, el consu- tanto, cuando la demanda de O2 aumenta, el QO2 también
mo de O2 (VO2) y la producción de CO2 (VCO2), cambia cons- debe aumentar. Dado que ni la PaO2, ni la SaO2, ni el valor
tantemente y, en ciertas circunstancias,
. . de forma extrema. de hemoglobina se incrementan con el ejercicio, en el indivi-
Durante el esfuerzo físico, el VO2 y la VCO2 pueden llegar a ser duo sano el valor del CaO2 permanece inalterado. Es eviden-
10 veces superiores a sus valores basales. A pesar de ello, en te por tanto que, para satisfacer las nuevas necesidades ener-
el individuo sano las cifras de PaO2 y PaCO2 se mantienen géticas de los tejidos, deben ponerse en marcha mecanismos
prácticamente invariables. En otras palabras, a pesar del pro- fisiológicos alternativos. De éstos, dos revisten especial rele-
fundo cambio metabólico, la eficacia del intercambio pul- vancia: el incremento de la extracción periférica del O2 y el
monar de gases se mantiene constante, lo que implica la incremento del gasto cardíaco.
aparición de una serie de mecanismos . de adaptación tanto Junto a ellos, existen otros mecanismos compensadores
hemodinámicos
. [gasto cardíaco (Qt)] como ventilatorios que también contribuyen a mejorar el aporte periférico de
(VA). A diferencia del corazón, el pulmón no posee actividad O2, pero que, ya sea por su lenta instauración y numerosos
intrínseca propia, por lo que dicha adaptación se lleva a efectos secundarios (poliglobulia), o bien por su limitada
cabo mediante un sistema automático de control de la venti- trascendencia fisiopatológica (cambios en la afinidad de la
lación encargado de regular su periodicidad (frecuencia res- hemoglobina por el O2), revisten menor relevancia:

696
GENERALIDADES

WEST JB. Pulmonary pathophysiology. The essentials. Baltimore, Wi-


lliams and Wilkins, 1982.
West JB. Respiratory physiology. The essentials. Baltimore, Williams
100 20o 38o and Wilkins, 1985.

43o
Sat % Síntomas del paciente respiratorio.
100 Temp Exploración física*
0
pO2 100
Saturación de la hemoglobina (%)

100
Como señala MURRAY en su tratado de neumología: “La ca-
20 40
80 lidad del cuidado médico depende de la calidad de sus dos
componentes principales: el diagnóstico y el tratamiento. El

Sat %
70
diagnóstico comprende todas aquellas acciones destinadas a
60 pCO2 clarificar el origen de los síntomas y signos que presenta el
Temp ↑ DPG ↑ 0 enfermo. El tratamiento incluye todas las medidas dedicadas
pO2 100 a corregir o mejorar dichos síntomas o signos. Aunque am-
pCO2↑ pH ↓
100
bos componentes están claramente relacionados, la calidad
40 7,6
7,2 del tratamiento depende de la calidad del diagnóstico y no
7,4 viceversa.” En los siguientes apartados se tratará una pieza
Sat %

básica en el diagnóstico neumológico: la anamnesis y la ex-


20 pH ploración física. En primer lugar se describen las causas y ca-
0 racterísticas de los principales síntomas y signos del paciente
pO2 100 con enfermedad respiratoria y, a continuación, se indican
0 los principales aspectos de su anamnesis y exploración física
20 40 60 80 100 propiamente dichas.
pO2 (mmHg) A pesar de los grandes avances tecnológicos de que dispo-
ne la medicina neumológica actual (técnicas de imagen, fun-
ción pulmonar, endoscopia) en ningún caso puede obviarse
Fig. 5.4. Curva de disociación de la oxihemoglobina y factores ex- la extraordinaria relevancia que sigue teniendo una anamne-
ternos capaces de modificar la afinidad entre ambos. DPG: 2,3-difosfo- sis y una exploración física correctas. De ellas dependerá, en
glicerato; Temp: temperatura; Sat: saturación. (Para mayor informa- gran medida, la utilización adecuada de la tecnología citada
ción, véase el texto.) en beneficio del enfermo. El estudio de estas diferentes ex-
ploraciones complementarias se abordará más adelante en
este mismo capítulo.
1. Poliglobulia. La hipoxemia crónica (altura, neumopatías
crónicas) estimula la síntesis de eritropoyetina y, con ella, la Síntomas del paciente respiratorio
producción de glóbulos rojos. El incremento del hematócrito
que se produce ejerce un doble efecto: por una parte, benefi- Tos
cioso por cuanto implica un aumento sustancial del valor del La tos es el síntoma más frecuente del paciente respirato-
CaO2 y del de QO2, y, por otra, perjudicial, ya que si supera el rio. Como recoge la tabla 5.3, las causas posibles de tos son
55-60% se produce una notable hiperviscosidad sanguínea. muy variadas, razón por la cual el síntoma tos es altamente
Ésta favorece la aparición de hipertensión pulmonar, lo que, inespecífico. A pesar de esta inespecificidad, siempre deben
en definitiva, implica un aumento del trabajo ventricular de- investigarse diversos aspectos relacionados con la tos. Los
recho y, eventualmente, el desarrollo de cor pulmonale. Por más importantes son los siguientes:
ello, debe intentarse conseguir un equilibrio funcional entre 1. Tiempo de instauración. La tos puede ser de instaura-
los efectos beneficiosos y perjudiciales de la poliglobulia, ción reciente (aguda) o de tipo crónico. La diferenciación
para lo cual se aconseja la práctica de sangrías periódicas si entre ambas puede orientar con respecto a su origen.
el hematócrico supera el 60%. 2. Frecuencia. Es importante averiguar si la tos es de pre-
2. Cambios en la afinidad de la hemoglobina por el O2. La sentación diaria o esporádica y si tiene predominio diurno o
acidosis, la hipercapnia y/o la hipertermia producen una nocturno. La tos de predominio estacional (primavera-oto-
disminución de la afinidad de la hemoglobina por el O2 ño) puede indicar la existencia de hiperreactividad bron-
(fig. 5.4), lo que significa una mayor liberación tisular de quial. La tos nocturna es característica de los pacientes afec-
O2 El 2,3-difosfoglicerato (2,3-DPG) es un polianión no difusi- tos de cardiopatía izquierda.
ble que se produce en la vía glucolítica del hematíe. Si su 3. Intensidad. Para cuantificar la intensidad de la tos es útil
concentración intraeritrocitaria aumenta (anemia crónica), preguntar al paciente si le permite descansar por la noche
la afinidad de la hemoglobina por el O2 disminuye, con lo o no.
que, de nuevo, se potencia la liberación periférica de O2. 4. Productividad. Como se verá en el apartado siguiente, es
Cuando su concentración disminuye (o en situación de alca- importante conocer si la tos es productiva o no, es decir, si se
losis, hipocapnia y/o hipotermia), la afinidad de la hemoglo- acompaña o no de expectoración.
bina por el O2 aumenta (fig. 5.4), lo que dificulta la libera- Cualquier cambio en el tipo de tos (frecuencia, duración,
ción periférica de O2. tonalidad) de aparición reciente debe hacer sospechar un
origen tumoral.

Expectoración
Bibliografía especial El individuo sano no tose ni expectora. Sin embargo, pro-
duce unos 100 mL/24 h de moco. En condiciones normales,
AGUSTÍ AGN. Función pulmonar aplicada. Barcelona, Ediciones Doy- el sistema mucociliar transporta dicha mucosidad hacia la fa-
ma, 1994. ringe y posteriormente es deglutida. Sólo cuando la produc-
MURRAY JF. The normal lung. Filadelfia, WB Saunders, 1986.
RODRÍGUEZ-ROISIN R, AGUSTÍ-VIDAL A. Estructura y función del aparato ción de mucosidad traqueobronquial supera esta cantidad
respiratorio. En: AGUSTí-VIDAL A (ed). Neumología clínica. Barcelo- aparecen tos y expectoración. En general, la tos productiva
na, Ediciones Doyma, 1982; 1-25.
WEIBEL ER. The pathway for oxygen. Londres, Harvard University
Press, 1984. *A. Agustí García-Navarro

697
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.3. Causas más frecuentes de tos crónica TABLA 5.4. Comparación de las causas de hemoptisis
Pacientes
de intensidad leve-mediana versus masiva
Causa Intensidad hemoptisis
Número Porcentaje Diagnóstico
Asma 51 32 Leve-mediana Masiva
Mucosidad nasal 23 15 Tuberculosis pulmonar 4 47
Asma + mucosidad nasal 9 6 Bronquiectasias 52 37
Postinfecciosa 27 17 Neumonía necrosante 4 11
Bronquitis 19 12 Absceso pulmonar – 6
Reflujo esofágico 9 6 Carcinoma broncógeno 31 6
Neoplasias 4 2 Fístula arteriovenosa – 5
Enfermedades cardíacas 4 2 Infecciones micóticas – 4
Fibrosis pulmonar 1 1 Diátesis hemorrágica 4 3
Psicógena 7 4 Insuficiencia cardíaca
No determinada 4 2 congestiva 5 –
Infarto pulmonar 2 –
Total 158 100 Otras causas 13 4
Modificada de MURRAY JF.
Causa no diagnosticada 14 –

Total 129 123


(con expectoración) refleja la presencia de una enfermedad
Modificada de MURRAY JF.
inflamatoria en el parénquima pulmonar (infección); por el
contrario, la presencia de tos no productiva suele reflejar la
existencia de una enfermedad irritativa (cuerpo extraño). un síntoma subjetivo difícil de cuantificar. No obstante, suele
Cabe señalar que la tos seca irritativa puede ser la única ma- reflejar la existencia de una enfermedad pulmonar avanza-
nifestación de asma bronquial. Cuando la expectoración es da. Por esta razón tiene gran relevancia práctica objetivar y,
extraordinariamente abundante se habla de broncorrea, cuya en lo posible, tipificar el tipo de disnea. Debe diferenciarse la
presencia debe hacer sospechar el diagnóstico de bronquiec- disnea de la taquipnea (aumento de la frecuencia respirato-
tasias o, en ocasiones más raras, de otras entidades clínicas ria) y la polipnea (aumento de la profundidad de las excur-
como proteinosis alveolar o carcinoma broncoalveolar. siones ventilatorias); estas dos últimas son respuestas fisio-
En el interrogatorio sobre la expectoración debe hacerse lógicas en numerosas circunstancias (p. ej., ejercicio). La dis-
especial hincapié en sus características físicas y organolépti- nea es un motivo de consulta muy frecuente al especialista.
cas. La bronquitis crónica se caracteriza por una expecto- Como primer paso en la evaluación de la disnea debe inten-
ración mucosa clara. El paciente con asma bronquial, espe- tarse establecer su origen, bien sea del sistema respiratorio,
cialmente durante las crisis de agudización, presenta una ex- bien sea del aparato cardiovascular. La presencia de intole-
pectoración escasa, muy viscosa y difícil de eliminar. El en- rancia al decúbito y/o dolor de tipo anginoso es un signo
fermo con neumonía suele referir una expectoración oscura, que orienta hacia el origen cardiovascular de la disnea. Por
de tipo herrumbroso; si además esta expectoración es muy el contrario, la presencia de tos y expectoración sugiere un
maloliente, debe sospecharse una infección pulmonar por origen broncopulmonar. En algunas circunstancias puede
gérmenes anaerobios. La expectoración hemoptoica puede ser muy difícil establecer el origen cardiológico o respirato-
aparecer en caso de carcinoma broncopulmonar, bronquiec- rio de la disnea. Así, por ejemplo, es muy difícil la diferencia-
tasias o edema agudo de pulmón de origen cardiogénico (en ción entre episodios de edema agudo de pulmón nocturno, y
este caso la expectoración suele ser rosada, con abundantes episodios de broncospasmo nocturno en pacientes afectos
burbujas). Otras causas de hemoptisis franca se menciona- de asma bronquial. En casos de disnea de origen oscuro sue-
rán a continuación. le ser de ayuda la práctica de una prueba de tolerancia al
A partir de la anamnesis de la expectoración puede esta- ejercicio.
blecerse ya el diagnóstico clínico de bronquitis crónica: ex- Es útil cuantificar el grado de disnea, para seguir la evolu-
pectoración diaria durante más de 3 meses al año en el trans- ción del paciente y, en su caso, valorar la eficacia terapéuti-
curso de 2 años consecutivos. Es importante señalar en este ca. Aunque existen diversas clasificaciones destinadas a
punto que el diagnóstico de bronquitis crónica es un diag- cuantificar el grado de disnea, en la práctica es útil hablar
nóstico clínico que puede seguirse, o no, del diagnóstico de del número de pisos que el paciente puede ascender cami-
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Este últi- nando sin detenerse o, por lo menos, una aproximación de
mo requiere la comprobación objetiva de obstrucción cróni- la distancia que el paciente es capaz de recorrer sin detener-
ca al flujo aéreo y, por tanto, no puede establecerse en se. Se habla así de disnea de un piso, dos pisos o 50 m. En ca-
ausencia de una espirometría forzada que la demuestre. sos extremos, el paciente puede ser incapaz de realizar es-
fuerzos mínimos (vestirse, asearse). Otra característica que
Hemoptisis se ha de investigar en el interrogatorio de la disnea es su cro-
La hemoptisis es la emisión por la boca de sangre proce- nicidad. En muchas ocasiones, la disnea de instauración len-
dente del aparato respiratorio. Es un síntoma que suele indi- ta y duración prolongada es muy poco valorada por el pa-
car la presencia de una enfermedad grave (neoplasia bron- ciente; por el contrario, la disnea de aparición aguda (crisis
copulmonar, tuberculosis, bronquiectasias). En la tabla 5.4 de asma, neumotórax, tromboembolia pulmonar) suele ser
se comparan las diferentes causas de hemoptisis, diferen- inmediatamente detectada por el enfermo.
ciando entre hemoptisis de intensidad leve-mediana (que no
compromete la vida del enfermo) y hemoptisis masiva (que Dolor torácico
compromete el pronóstico vital del paciente). Es importante Suele ser un síntoma que obliga al paciente a acudir al
investigar el posible origen otorrinolaringológico y digestivo médico con premura. En la anamnesis deben investigarse las
antes de adscribir la hemorragia al tracto respiratorio. La he- principales características del dolor torácico: localización,
moptisis en la neumonía es excepcional; sin embargo, el cambios con los movimientos corporales o con la respira-
diagnóstico de estenosis mitral siempre debe considerarse en ción profunda, irradiación y cronicidad. Es primordial dife-
la evaluación del paciente con hemoptisis. renciar el origen respiratorio, cardiológico o de la pared
osteomuscular del dolor torácico. En general debe tenerse
Disnea en cuenta que el parénquima pulmonar no duele. Así, las en-
La disnea es la sensación subjetiva de falta de aire junto a fermedades parenquimatosas (fibrosis pulmonar, neoplasia
la percepción de trabajo respiratorio excesivo. La disnea es broncopulmonar) no causan dolor torácico. El origen más

698
GENERALIDADES

frecuente de éste es la afectación pleural. Así, la tromboem- requiere tratamiento intensivo, con eventual empleo de ven-
bolia pulmonar (con afectación pleural), la neumonía, el tilación mecánica. La presencia de respiración paradójica
neumotórax o las neoplasias pleurales (mesotelioma) suelen debe explorarse con el paciente en decúbito supino; de lo
causar dolor torácico de intensidad variable. De hecho, contrario, la fuerza de la gravedad puede impedir su observa-
cuando las dos hojas pleurales se separan (derrame pleural), ción.
el dolor suele desaparecer. Por otra parte, si éste es continuo,
de gran intensidad y se asocia a retracción de la pared cos- Cianosis
tal, debe sugerir el diagnóstico de mesotelioma. El término cianosis designa la coloración azulada de la
Junto a la pleura, existen otras estructuras intratorácicas piel y las mucosas que aparece al aumentar la concentración
que pueden causar dolor. Así, la inflamación traqueal (tra- de hemoglobina reducida en la sangre por falta de oxígeno.
queítis) puede provocar dolor retrosternal, de tipo urente, Para el mismo grado de hipoxemia arterial, la coexistencia
que empeora con la tos. Las estructuras osteomusculares de de anemia puede enmascarar la aparición de cianosis, mien-
la caja torácica también pueden ser asiento de dolor: fractu- tras que la presencia de poliglobulia puede exacerbarla.
ras costales, esguinces osteomusculares u osteocondritis pue- Debe diferenciarse entre cianosis central (producida por in-
den causar dolor, que se caracteriza por su localización pre- tercambio de gases pulmonar defectuoso) y cianosis periféri-
cisa y empeoramiento con la presión local. En general las ca (causada por un flujo sanguíneo periférico alterado). Aun-
enfermedades del mediastino (linfoma, sarcoidosis, neopla- que en ambos casos existe (por definición) cianosis, en el
sia broncopulmonar con metástasis adenopáticas mediastíni- primero las extremidades mantienen la temperatura normal,
cas) no suelen asociarse a dolor torácico; a lo sumo pueden mientras que en el segundo es característica la frialdad de las
causar cierta sensación de malestar, que en ocasiones em- partes acras.
peora si el paciente presenta un síndrome de la vena cava
superior con circulación colateral abundante y edema en Acropaquía
esclavina, característico de las enfermedades malignas que La acropaquía es el agrandamiento selectivo del extremo
comprimen dicha estructura vascular. El herpes zoster puede distal de los dedos, que adoptan una forma típica en palillo
causar dolor de tipo neurítico, que con frecuencia precede a de tambor. En las fases iniciales de acropaquía, el único sig-
la aparición de la erupción cutánea característica. Finalmen- no objetivo puede ser la pérdida del ángulo ungueal fisiológi-
te, no debe olvidarse que en ocasiones el dolor torácico tie- co (cóncavo hacia arriba). En la práctica clínica, las causas
ne un origen funcional. más frecuentes de acropaquía son las bronquiectasias, el car-
cinoma broncopulmonar y las enfermedades intersticiales di-
fusas del pulmón. Sin embargo, existe una larga lista de enti-
Signos clínicos del paciente respiratorio dades que también pueden causarla, como las fístulas
Alteraciones ventilatorias arteriovenosas, la cirrosis hepática y la enteritis regional. La
El paciente con enfermedad respiratoria presenta a menu- observación de acropaquía obliga en todos los casos a prac-
do alteraciones en su función ventilatoria. En general, la ta- ticar una radiografía de tórax que permita descartar las enfer-
quipnea (frecuencia respiratoria superior a 30 respiracio- medades pulmonares más frecuentemente asociadas a ella.
nes/min) es un signo de gravedad, aunque no puede
descartarse su origen funcional. En ocasiones se detectan Insuficiencia cardíaca derecha
otros tipos de alteración ventilatoria, como la respiración de Diversas enfermedades crónicas del pulmón se caracteri-
Kussmaul (caracterizada por profundas excursiones ventila- zan por la aparición de hipertensión arterial pulmonar y, con
torias, generalmente asociada a estados de acidosis) o la res- el tiempo, insuficiencia cardíaca derecha (cor pulmonale).
piración de Cheyne-Stokes (caracterizada por episodios repe- Por ello, siempre deben buscarse signos objetivos de insufi-
tidos de apnea, seguidos de un aumento progresivo de la ciencia cardíaca derecha en el paciente con enfermedad
frecuencia respiratoria que alcanza un cenit y vuelve a dismi- pulmonar crónica. Los más importantes son: ingurgitación
nuir para repetir el ciclo de forma rítmica) observada a veces yugular (que debe explorarse con el paciente situado en se-
en estados de narcosis hipercápnica. midecúbito, a 45o), reflujo hepatoyugular (explorado en la
misma posición) y/o edemas maleolares (que en sus fases
Utilización de la musculatura respiratoria accesoria iniciales pueden ser detectables sólo mediante el signo de la
El diafragma es el músculo respiratorio más importante. fóvea). La auscultación cardíaca cuidadosa puede poner de
Habitualmente el individuo sano no utiliza la musculatura manifiesto la presencia de un reforzamiento del segundo
respiratoria accesoria restante (músculos intercostales, esca- tono pulmonar, indicativo de hipertensión arterial pulmonar.
lenos, esternocleidomastoideo) durante la respiración en re-
poso. No obstante, el paciente con enfermedad respiratoria Adenopatías y visceromegalias
crónica, especialmente con limitación crónica al flujo aéreo Aunque no se trata de un signo clínico propiamente pul-
de gran intensidad, puede requerir su empleo para facilitar o monar, siempre deben buscarse adenopatías y visceromega-
incluso permitir la excursión ventilatoria. Observar la utiliza- lias en la exploración del paciente respiratorio. Son nume-
ción de dicha musculatura respiratoria accesoria permite, rosas las entidades clínicas que pueden causar estas altera-
por tanto, tener una idea aproximada del grado de trabajo ciones. Las más frecuentes son el carcinoma broncopulmo-
ventilatorio del paciente. nar, la tuberculosis pulmonar y otras infecciones crónicas
(que también pueden ser responsables de adenopatías y/o
Incoordinación toracoabdominal visceromegalias) y la sarcoidosis. Por otra parte, el hallazgo
En casos de limitación crónica de gran intensidad al flujo de hepatosplenomegalia en un paciente con acropaquía y
aéreo, especialmente en una situación de agudización, pue- cianosis intensa (indicativa de hipoxemia arterial), sin otra
de producirse fatiga muscular (incapacidad para mantener causa evidente de enfermedad cardiopulmonar, debe hacer
una contracción muscular regular efectiva, reversible con el sospechar la existencia del síndrome hepatopulmonar, de re-
reposo). En caso de fatiga diafragmática, la presión pleural ciente descripción, que hace referencia a la alteración del in-
negativa que se produce durante la inspiración (como resul- tercambio de gases que aparece en pacientes con hepatopa-
tado de la contracción de la musculatura accesoria) succio- tía crónica debido a la propia hepatopatía.
na el diafragma en dirección craneal y, con él, las diversas
vísceras abdominales, incluida la pared abdominal. Por esta
razón, el hecho de que en cada inspiración aumente el diá-
Anamnesis
metro anteroposterior de la caja torácica y al mismo tiempo Al igual que en cualquier otra especialidad de la medici-
disminuya el perímetro abdominal (respiración paradójica) na, la anamnesis debe ser sistemática, prestando especial
es un signo de gravedad (posible fatiga diafragmática) que atención al motivo de consulta y a los antecedentes patológi-

699
NEUMOLOGÍA

cos y familiares. Sin embargo, existe una serie de aspectos TABLA 5.5. Elementos más relevantes de la anamnesis respiratoria
concretos que adquieren gran relevancia práctica en la profesional y ambiental
anamnesis del paciente respiratorio. Entre ellos, los más im-
portantes son los siguientes. Enfermedad actual
Síntomas relacionados con el trabajo
Posible afectación de otros empleados
Hábitos tóxicos Exposición actual a humos, productos químicos o biológicos
Indudablemente, el hábito tóxico de mayor trascendencia
en neumología es el hábito tabáquico. Es inexcusable, por Historia laboral
tanto, no investigar los antecedentes tabáquicos de cualquier Empleos previos
paciente con un proceso respiratorio. Además, es interesante Cambios en el puesto de trabajo
cuantificar de alguna forma la cantidad de tabaco fumada Características del lugar de trabajo
por el paciente. Internacionalmente se acepta como uni- Ventilación
Control de salud laboral
dades de tabaco a los denominados paquetes/año. Aunque Medidas profilácticas
se trata de una nomenclatura poco afortunada (a primera Guardias nocturnas
vista podría parecer que se refiere al número de paquetes Jornadas laborales perdidas en el último año
que un paciente fuma cada año), su empleo reviste interés,
dado que goza de aceptación internacional. El término pa- Antecedentes patológicos
quetes/año se entiende mejor si se extrapola a la cantidad to- Exposición a ruidos, radiaciones o productos químicos
tal de tabaco fumado por el individuo. En la práctica, para
calcular el número de paquetes/año que un paciente ha fu- Historia ambiental
Ubicación del trabajo y del domicilio actual y pasado
mado a lo largo de su vida basta con multiplicar el número Polución atmosférica
de paquetes de tabaco que fuma cada día por el número de Aficiones
años que ha estado fumando dicha cantidad de tabaco. Por Calefacción/aislamiento domicilio
ejemplo, un paciente que fume un paquete al día durante 20
años ha fumado 20 paquetes/año; un paciente que haya fu- Modificada de MURRAY JF.
mado 1/2 paquete al día durante 40 años, también habrá fu-
mado 20 paquetes/año. La cuantificación de la cantidad de
tabaco fumada en el caso de un paciente fumador de puros Antecedentes familiares
y/o pipa es mucho más difícil. En cualquier caso, no obstan- Al igual que en toda anamnesis clínica, los antecedentes
te, es útil intentar una aproximación porque está perfecta- familiares nunca deben ser olvidados. En neumología es par-
mente establecida la relación entre la cantidad de tabaco fu- ticularmente importante investigar los antecedentes familia-
mada y ciertas enfermedades respiratorias, como el cáncer res de enfermedades que presentan una clara base genética
de pulmón o la broncopatía obstructiva crónica. (fibrosis quística, déficit de α1-antitripsina) o una posible in-
Otros hábitos tóxicos que deben investigarse en la anam- fluencia familiar (asma bronquial, microlitiasis alveolar). Por
nesis del paciente respiratorio son los antecedentes de inges- otra parte, aunque no exista una base genética común, es
ta alcohólica y el empleo de fármacos. Los pacientes alcohó- muy importante indagar sobre la exposición familiar del pa-
licos con frecuencia padecen traumatismos torácicos (coma ciente a otro tipo de situaciones de riesgo, por ejemplo, la
etílico), a menudo seguidos de neumonía por aspiración. Di- convivencia o no con pacientes afectos de tuberculosis pul-
versos fármacos pueden producir enfermedad respiratoria de monar o SIDA.
tipo inmunológico. Es especialmente frecuente el caso de in-
dividuos de edad avanzada que, debido a problemas urina- Somnolencia diurna
rios, son tratados con nitrofurantoína y presentan neumopa- Recientemente se ha demostrado que la prevalencia del
tía intersticial. Las pacientes que habitualmente toman síndrome de apneas obstructivas durante el sueño (SAOS) en
anticonceptivos orales presentan un riesgo significativamen- la población general es mucho más alta que la esperada (4%
te superior al de la población general de sufrir tromboembo- en varones y 2% en mujeres). El síntoma principal del SAOS
lia pulmonar. Por otra parte, la persona a la que se ha admi- es la somnolencia diurna excesiva. Muchos de estos pacien-
nistrado radioterapia (p. ej., por cáncer de mama) puede tes son además roncadores y obesos. Reviste gran importan-
presentar fibrosis pulmonar posradioterapia. cia clínica práctica tener en cuenta este diagnóstico, debido
En la actualidad, dada la extraordinaria relevancia epide- a la alta prevalencia del SAOS en la población general, su
miológica de la enfermedad producida por el virus de la in- elevada mortalidad si no se trata y a que posee un tratamien-
munodeficiencia humana, es obligada la investigación sobre to muy eficaz. Su diagnóstico o, al menos, su sospecha son
sus posibles antecedentes o factores de riesgo (drogadic- por tanto imperativos.
ción, hábitos sexuales, transfusiones), especialmente si se tie-
ne en cuenta que una de las formas de presentación del Viajes recientes
SIDA más frecuentes en la práctica clínica es la neumonía Es siempre importante investigar la posibilidad de que el
por Pneumocystis carinii. enfermo haya realizado viajes recientes fuera de su lugar de
residencia habitual. Su confirmación puede ayudar en la
Antecedentes laborales orientación diagnóstica de determinadas enfermedades in-
La anamnesis sobre factores de riesgo de tipo laboral tie- fecciosas y/o medioambientales.
ne gran relevancia en neumología. Existen numerosas en-
fermedades respiratorias asociadas a trabajos específicos:
asbestosis, asma del panadero, fiebre del heno, entre otras.
Exploración física
En la tabla 5.5 se indican los elementos más importantes de Exploración general
la anamnesis respiratoria relacionados con aspectos profe- La exploración física general debe practicarse de forma
sionales y ambientales. En cualquier caso, nunca debe olvi- sistemática en cualquier paciente, respiratorio o no. Sin em-
darse preguntar al paciente sobre el tipo o los tipos de tra- bargo, por su especial relevancia en el campo de las enfer-
bajos previos y actuales y su duración (sin olvidar las medades respiratorias, la exploración cardiovascular del pa-
aficiones caseras, fuente infravalorada de enfermedad res- ciente neumópata debe ser particularmente cuidadosa. De
piratoria esporádica). La cuantificación de determinados esta forma se facilita la diferenciación del origen cardiovas-
aspectos de la función respiratoria (pico de flujo) durante cular o respiratorio de uno de los síntomas respiratorios más
la jornada laboral y tras ella puede ser de extraordinaria uti- frecuentes: la disnea. Por otra parte, como se ha comentado
lidad en el diagnóstico de algunas enfermedades (asma previamente, es obligada la búsqueda de otros signos y sínto-
ocupacional). mas generales (adenopatías, visceromegalias, etc.).

700
GENERALIDADES

TABLA 5.6. Datos más frecuentes en la exploración física del paciente con enfermedad respiratoria
Enfermedad Inspección Palpación Percusión Auscultación
Agudización grave Hiperinsuflación Expansión y frémito Timpanismo Espiración alargada
del asma Uso de la musculatura disminuidos Descenso diafragmático Sibilancias inspiratorias
accesoria y espiratorias
MV abolido

Neumotórax (completo) Normal o Frémito ausente Timpanismo MV ausente


distensión del lado afecto

Atelectasia lobular Normal Frémito disminuido Matidez MV ausente


Desplazamiento de los
ruidos cardíacos hacia
el lado afecto

Neumonía Normal Frémito aumentado Matidez Estertores crepitantes


húmedos
Soplo tubárico

Derrame pleural masivo Normal Frémito disminuido Matidez MV ausente


Desplazamiento de los Soplo pleural espiratorio
ruidos cardíacos hacia
el hemitórax contralateral

Fibrosis pulmonar Normal Expansión inspiratoria Normal Estertores crepitantes


disminuida secos, teleinspiratorios

Cáncer de pulmón Normal (¿adenopatías?, Normal (¿dolor costal Normal (excepto si hay Normal (excepto si hay
¿síndrome de la vena localizado?) complicaciones: complicaciones:
cava superior?) derrame pleural, derrame pleural,
atelectasia) atelectasia)
Modificada de MURRAY JF. MV: murmullo vesicular.

Exploración del aparato respiratorio cia de un murmullo vesicular suave y homogéneo. En diversas
En la tabla 5.6 se resumen los datos más frecuentes en la enfermedades respiratorias puede auscultarse una serie de rui-
exploración física respiratoria de pacientes con enfermeda- dos adventicios junto al murmullo vesicular normal (o en sus-
des respiratorias diversas de presentación clínica frecuente. titución de éste). Los más importantes, clasificados en función
La exploración física respiratoria, al igual que en los restantes de su lugar de origen, son los siguientes (fig. 5.5):
sistemas orgánicos, puede subdividirse en varias partes. Ruidos originados en la vía aérea superior. La vía aérea su-
perior, es decir, la vía situada por encima del ángulo de Louis
Inspección. Puede ser muy útil en este contexto. Así, los ex- (manubrio esternal) puede producir un ruido rudo inspirato-
tremos distales de las falanges del paciente teñidas de amari- rio y/o espiratorio, debido a su compresión y/o estenosis (es-
llo traducen su hábito tabáquico. El antecedente de somno- tridor). Las causas más frecuentes de estridor son las enfer-
lencia excesiva puede sugerir el diagnóstico de SAOS. La medades de las cuerdas vocales, las estenosis traqueales
presencia de cianosis sugiere un intercambio gaseoso pul- postintubación y el bocio endotorácico.
monar ineficaz. Es útil asimismo investigar la posible existen- Ruidos originados en las vías aéreas bajas. Los roncus son
cia de anomalías esqueléticas (cifoscoliosis, tórax en quilla o ruidos respiratorios groseros, indicativos de la existencia de
tórax en embudo) o hiperinsuflación pulmonar (tórax enfise- secreción mucosa o mucopurulenta en la vía aérea de gran
matoso o en tonel), que pueden proporcionar pistas impor- calibre. Típicamente se modifican con la tos. Aparecen en la
tantes sobre la enfermedad del paciente. Debe observarse al broncopatía crónica y la neumonía. Las sibilancias son rui-
paciente en busca de circulación colateral y/o edema en es- dos inspiratorios o espiratorios de tonalidad elevada, que tra-
clavina, indicativos del síndrome de la vena cava superior. El ducen una estenosis del árbol bronquial. Pueden ser genera-
hallazgo de acropaquía sugiere la presencia de fibrosis pul- lizadas o localizadas. El asma bronquial aguda es un ejemplo
monar, neoplasia o bronquiectasias. Algunos enfermos pue- de enfermedad caracterizada por la presencia de sibilancias
den presentar asterixis o flapping tremor, indicativo de reten- generalizadas, y la neoplasia broncopulmonar con compre-
ción aguda de anhídrido carbónico. Si ésta es muy intensa, sión bronquial, por la existencia de sibilancias localizadas.
pueden producirse alteraciones de la conciencia e, incluso, Ruidos originados en el parénquima pulmonar. Los estertores
coma hipercápnico. son ruidos respiratorios adventicios originados en el parénqui-
ma pulmonar; es decir, en los sacos alveolares. Se diferencian
Palpación. La palpación del tórax puede demostrar la exis- dos tipos: secos y húmedos. Los estertores secos corresponden
tencia de frémito (transmisión de las vibraciones vocales) a un ruido tipo Velcro, que se origina como consecuencia del
conservado, disminuido o aumentado. En la tabla 5.6 se resu- depósito del colágeno y de la presencia de inflamación en los
me su valoración en diferentes entidades clínicas. alveolos (alveolitis). Son característicos de las enfermedades
intersticiales difusas del pulmón (fibrosis pulmonar, sarcoido-
Percusión. La percusión torácica normal produce un ruido sis). Los estertores húmedos también se originan en los sacos
claro, indicativo de la presencia de aire en el interior del tó- alveolares, pero se caracterizan por su tonalidad más grave, in-
rax. Un aumento excesivo (timpanismo) o una disminución dicativa de la existencia de líquido alveolar. Este líquido pue-
(matidez) son anormales. En la tabla 5.6 se resume su estado de ser pus (neumonía), sangre (hemorragia pulmonar) o agua
en diversas enfermedades respiratorias frecuentes. (edema alveolar cardiogénico, distrés respiratorio del adulto).
El soplo tubárico corresponde al ruido respiratorio adventicio
Auscultación. La correcta auscultación respiratoria propor- que se produce cuando el aire circula a través de las vías aére-
ciona signos diagnósticos de gran valor práctico. La ausculta- as bronquiales rodeadas de parénquima pulmonar hepatiza-
ción respiratoria normal debe poner de manifiesto la presen- do. Es característico de las neumonías.

701
NEUMOLOGÍA

Vía aérea superior Estridor

Roncus
Árbol bronquial
Sibilancias

Secos
Estertores
Parénquima pulmonar Húmedos
Soplo tubárico

Roce pleural
Pleura Fig. 5.5. Esquema del origen de los dife-
Soplo pleural rentes ruidos respiratorios adventicios.
(Para mayor información, véase el texto.)

Ruidos originados en la pleura. La pleura también puede Exploraciones radiológicas*


ser origen de ruidos respiratorios adventicios. Los más impor-
tantes son el roce pleural y el soplo pleural. El roce pleural Radiografía de tórax
corresponde al ruido producido por el contacto de las dos
hojas pleurales (visceral y parietal) inflamadas. Puede aus- El examen del tórax mediante las radiografías posteroante-
cultarse en caso de pleuritis no acompañadas de derrame rior (PA) y de perfil, efectuadas en posición de inspiración má-
pleural. El soplo pleural aparece cuando existe líquido entre xima (fig. 5.6), proporciona información sobre algunas carac-
las dos superficies pleurales (parietal y visceral); en este terísticas del parénquima pulmonar, permite visualizar la
caso, desaparece el ruido de roce pleural, que es sustituido silueta cardíaca y del mediastino y efectuar el análisis de
por un ruido espiratorio en “E”, que indica la presencia de lí- la morfología de la caja torácica. La radiografía de perfil
quido entre las dos hojas pleurales. tiene interés para el estudio de zonas ciegas en la proyección
PA, como el espacio retrocardíaco y los senos costofrénicos
Bibliografía especial posteriores, y para la adecuada ubicación de determinadas
imágenes anómalas. Se trata de una prueba sencilla, con un
AGUSTÍ-VIDAL A. Síntomas y signos en las enfermedades respiratorias.
En: AGUSTÍ-VIDAL A (ed). Neumología básica. Barcelona, Ediciones
coste económico razonable y que produce poca irradiación.
Doyma, 1986; 67-71. Es importante destacar que la radiografía de tórax es una téc-
MURRAY JF. Diagnostic evaluation. En: MURRAY JF, NADEL JA (eds).
Textbook of respiratory medicine. Filadelfia, WB Saunders, 1988;
431-451. *J. Roca Torrent

Fig. 5.6. Radiografía de tórax. Proyección posteroanterior (A) y per-


fil izquierdo (B).

702
GENERALIDADES

t a

1
a
3 2
e
e
cs
ap
4 A B
h ai
b

5
ad vd

vi
6

A B

c
Fig. 5.7. Principales estructuras y regiones torácicas visibles en la
radiografía posteroanterior de tórax. 1: región apical o vértice; 2 y 3:
regiones retroclavicular e infraclavicular, respectivamente; 4: zonas
medias y regiones parahiliares; 5: campos inferiores; 6: bases pulmo-
nares y regiones supradiafragmáticas. t: tráquea; e: reborde esternal;
cs: cava superior; h: hilio; ad: aurícula derecha; a: aorta; ap: arteria
pulmonar; ai: aurícula izquierda; vd: ventrículo derecho; vi: ventrículo
izquierdo.
A B

nica de imagen que no permite efectuar extrapolaciones


sobre el grado de alteración de la función pulmonar, ni pro- Fig. 5.8. a. Signo de la silueta: en A borde derecho de la silueta car-
porciona información sobre las características anatomopatoló- díaca aparece difuminado y, por tanto, la situación de la sombra es
gicas del parénquima pulmonar. La lectura radiológica debe anterior (lóbulo medio). En B el borde izquierdo de la silueta está con-
ser cuidadosa y metódica, empezando con el análisis global servado: la localización de la sombra es posterior. b. Signo de la silue-
de las características técnicas de la radiografía (dureza, centra- ta: en A , el reborde derecho de la aorta ascedente está obliterado por
la sombra; su situación, por tanto, será anterior y alta (segmento ante-
do del foco de rayos, posición del paciente). La identificación rior del lóbulo superior derecho). En B no lo oblitera, su posición es
de una lesión muy aparente no excusa la realización del exa- posterior (apical del lóbulo inferior, segmento dorsal del lóbulo supe-
men sistemático, de acuerdo con el siguiente orden: rior o parte posterior de la cavidad pleural o mediastino posterior). c.
Signo de la silueta: el botón aórtico está situado posteriormente: por
Marco óseo y de las partes blandas. Incluye los rebordes tanto, su obliteración (A) indica que se debe a un proceso posterior
costales, el diafragma y los senos costofrénicos. Ambos dia- (segmento apicodorsal del lóbulo superior izquierdo o apical del lóbu-
fragmas deben mostrar convexidad y altura similares (el de- lo inferior). La sombra en B preserva el reborde del botón aórtico; su
recho suele estar 1 cm más alto que el izquierdo). Los senos localización será casi siempre anterior (segmento anterior del lóbulo
superior izquierdo).
costofrénicos deben aparecer como dos ángulos muy agu-
dos y totalmente ocupados por parénquima aireado.

Silueta cardíaca. Deben valorarse el tamaño y la forma. Se


identificarán los elementos característicos de los bordes de- derecha del mediastino anterior o la porción anterior de la
recho e izquierdo de la silueta cardíaca descritos en la figu- cavidad pleural derecha.
ra 5.7. El borramiento de los bordes puede constituir el único 4. Una sombra sobrepuesta al reborde derecho de la aorta
indicio de anomalía en la radiografía de tórax. Es el denomi- ascendente, pero que no la difumina, es posterior y puede
nado signo de la silueta, que se produce por ocupación de la corresponder a una lesión localizada en el segmento apical
luz alveolar del parénquima pulmonar colindante al cora- del lóbulo inferior derecho, el segmento posterior del lóbulo
zón. Este comportamiento permite deducir las siguientes superior derecho, el mediastino posterior o la porción poste-
consideraciones de interés práctico (fig. 5.8): rior de la cavidad pleural.
1. Una sombra que difumine una parte o todo el reborde 5. Una opacidad que difumine el reborde del botón aórti-
cardíaco tiene una localización anterior y puede correspon- co, que es una estructura posterior, se localiza en el segmen-
der a una lesión situada en el lóbulo medio, la língula, los to apicodorsal del lóbulo superior izquierdo, el mediastino
segmentos anteriores de ambos lóbulos superiores, el me- posterior o la pleura contigua a aquel segmento.
diastino anterior, la porción más baja de la cisura oblicua o 6. Una sombra sobrepuesta al botón aórtico, pero que no
mayor o bien la porción anterior de la cavidad pleural. lo difumine, es muy anterior o muy posterior y puede corres-
2. Una opacidad radiológica sobrepuesta al reborde car- ponder al segmento anterior del lóbulo inferior izquierdo, al
díaco sin difuminarlo tiene una localización posterior. Puede segmento apical del lóbulo inferior izquierdo o a la porción
traducir una lesión situada en los lóbulos inferiores, el me- anterior o la parte muy posterior del mediastino o de la cavi-
diastino posterior o bien la porción posterior de la cavidad dad pleural.
pleural.
3. Una opacidad radiológica que difumine el reborde de- Mediastino e hilios pulmonares. Deben analizarse la for-
recho de la aorta ascendente tiene una localización anterior. ma y la anchura del mediastino. La existencia de prominen-
Puede corresponder a una lesión situada en el segmento an- cias, en función de su localización y características, puede
terior del lóbulo superior derecho, el lóbulo medio, la parte sugerir diferentes enfermedades (bocio endotorácico, neo-

703
NEUMOLOGÍA

plasias). Las calcificaciones ganglionares en los hilios pue- van imágenes confluentes, unilaterales o bilaterales, de bor-
den indicar antecedentes de tuberculosis o silicosis. La pre- des algodonosos, de pequeño tamaño (0,5-1 cm) si se debe a
sencia de adenopatías bilaterales y simétricas (en gemelos) la ocupación de la luz alveolar de uno o varios ácinos o de
sugiere el diagnóstico de sarcoidosis. Si las adenopatías se tamaño variable si resulta de la confluencia de lesiones ele-
acompañan de imagen parenquimatosa cabe pensar en tu- mentales. Las imágenes extensas pueden tener un límite neto
berculosis o bien en neoplasia. cuando la enfermedad se detiene en los límites cisurales del
lóbulo afecto. Con frecuencia el patrón alveolar se acompa-
Campos pulmonares. Su correcta interpretación requiere el ña del signo del broncograma aéreo, que consiste en la ob-
estudio metódico de cada una de las zonas o regiones radio- servación de la vía aérea debido al contraste que produce la
lógicas siguientes: a) región apical o vértices pulmonares (si- ocupación de los espacios alveolares circundantes. El signo
tuada por encima del reborde superior de las clavículas); del broncograma aéreo no está presente en los tumores sóli-
b) regiones infraclaviculares; c) campos medios y regiones dos, con excepción del linfoma primitivo del pulmón y del
parahiliares; d) campos inferiores o basales, y e) regiones su- carcinoma bronquioloalveolar.
pradiafragmáticas (situadas inmediatamente por encima de
las cúpulas diafragmáticas). Patrón intersticial. Se produce por el engrosamiento o la
Sólo después de analizar cada una de las zonas señaladas ocupación del intersticio pulmonar por diversas enfermeda-
se estará en condiciones de efectuar la evaluación de una des. La alteración radiológica más característica es la presen-
imagen unilateral o bilateral que altere la densidad radiológi- cia de un entramado reticular o reticulonodulillar en el pa-
ca de los campos pulmonares o produzca una distorsión de rénquima pulmonar. La estandarización de la lectura
las estructuras previamente descritas. Las alteraciones de la radiológica recomendada por la Organización Internacional
densidad radiológica pueden consistir en una disminución del Trabajo (OIT) es de suma utilidad para la valoración de
de ésta (hiperclaridades) por aumento de la relación aire/teji- los patrones intersticiales.
do o, por el contrario, en un aumento de la densidad (con-
densaciones) por ocupación de los espacios alveolares. Las Nódulos y masas. Los nódulos son imágenes redondeadas
características que pueden presentar las imágenes radiográfi- de pequeño o mediano tamaño. Las lesiones mayores de
cas anómalas se han sistematizado en una serie de patrones, 4 cm de diámetro reciben el nombre de masas.
definidos por FELSON, que se describen a continuación.
Colapso. Se produce por la atelectasia de un segmento, un
Disminución de la densidad radiológica lóbulo o un pulmón entero. La imagen característica consiste
Las hiperclaridades pueden ser localizadas o difusas, uni- en una condensación acompañada de signos directos y/o in-
laterales o bilaterales. En las hiperclaridades localizadas directos de disminución del volumen pulmonar.
debe distinguirse entre las que poseen paredes bien delimita-
das, que se denominan quistes aéreos, y las desprovistas de Patrón extrapulmonar o extrapleural. En este patrón se
pared propia, que constituyen las bullas. Estas últimas son agrupan las imágenes características, descritas por FELSON,
oquedades en el seno del parénquima pulmonar que suelen producidas por tumoraciones o colecciones líquidas situa-
ser la imagen más aparente de una enfermedad generalizada das en el espacio pleural o extrapleural.
con destrucción de los espacios alveolares como en el enfi- Deben señalarse las particularidades de la interpretación
sema pulmonar. Asimismo, deben distinguirse las cavidades de la radiografía simple de tórax en proyección anteroposte-
pulmonares, que son zonas de hiperclaridad localizada en el rior (AP) realizada con un aparato portátil. Se utiliza como
seno de condensaciones del parénquima pulmonar, como exploración convencional en pacientes encamados posqui-
ocurre en la tuberculosis, el cáncer y el absceso pulmonar. rúrgicos o ingresados en unidades de cuidados intensivos.
En estos casos, a diferencia de los quistes aéreos, que tienen Las limitaciones técnicas y la posición de decúbito condicio-
aspecto redondeado, sus contornos son irregulares. En los nan la interpretación de este tipo de radiografías, especial-
casos complicados, el interior de los quistes aéreos o de las mente si existe derrame pleural.
cavidades pulmonares puede presentar la imagen de nivel
hidroaéreo o de ocupación por micetoma. Las hiperclarida-
des difusas pueden observarse en el asma bronquial por el
Otras técnicas radiológicas
aumento de la relación aire/parénquima debida únicamente El examen radiográfico convencional puede completarse
a cambios de tipo funcional (aumento del volumen pulmo- con otro tipo de proyecciones que permiten delimitar mejor
nar por los fenómenos de insuflación y atrapamiento aéreo). las características de la enfermedad objeto de estudio. Las
Suelen ser signos radiológicos asociados el descenso y apla- proyecciones en decúbito lateral (fig. 5.9) permiten el diag-
namiento del diafragma, el aumento del espacio aéreo re- nóstico de derrames pleurales subpulmonares libres. Las pro-
trosternal y la mayor separación intercostal. En el enfisema yecciones oblicuas son útiles para delimitar la localización y
pulmonar la destrucción de los espacios alveolares se asocia las características de determinadas masas pulmonares. La
a las alteraciones funcionales descritas. Aunque ambas enti- práctica de radiografías PA de tórax en posición de inspira-
dades son difíciles de distinguir desde el punto de vista ra- ción y espiración máximas facilita el diagnóstico de neumotó-
diográfico, las bullas ponen de manifiesto un enfisema pul- rax poco aparentes. Otras técnicas radiográficas, como la
monar. La presencia de hiperclaridad difusa, sin los signos proyección en hiperlordosis para el estudio de los vértices
de aumento de volumen pulmonar antes descritos, es carac- pulmonares, las radiografías muy penetradas para observar la
terística de la oligohemia de la obstrucción vascular pulmo- zona retrocardíaca, la ampliación de determinadas zonas del
nar. Debe distinguirse la imagen de hiperclaridad produci- pulmón y las tomografías o planigrafías pulmonares, han que-
da por la presencia de aire en estructuras extrapulmonares: dado progresivamente relegadas tras la introducción de la to-
a) en el espacio pleural (neumotórax); b) en el mediastino mografía computarizada (TC).
(neumomediastino), o c) en las partes blandas (enfisema El interés de la radioscopia (fluoroscopia) radica en que pro-
subcutáneo). porciona una imagen dinámica del tórax. En los últimos años,
las innovaciones tecnológicas han permitido evitar el exceso
Aumento de la densidad radiológica de irradiación que implicaba este método de exploración, su-
Los principales patrones radiológicos que cursan con mamente útil para el diagnóstico de parálisis diafragmática.
aumento de la densidad pulmonar son los siguientes: La ecografía torácica tiene pocas indicaciones en el diag-
nóstico de las enfermedades respiratorias. Se utiliza para la
Patrón alveolar. Es un signo de ocupación del espacio localización de derrames pleurales difíciles de detectar con
aéreo de los alveolos por exudado (neumonía), trasudado la radiografía de tórax. En estos casos, es aconsejable, asimis-
(edema pulmonar) o sangre (hemorragia alveolar). Se obser- mo, practicar la toracocentesis bajo control ecográfico.

704
GENERALIDADES

útil para la evaluación prequirúrgica de pacientes candida-


tos a toracotomía con exéresis de parénquima pulmonar.
La gammagrafía pulmonar con galio (67Ga) se ha emplea-
do para el estudio de las enfermedades intersticiales difusas
del pulmón y en el diagnóstico de extensión del carcinoma
broncopulmonar. Sin embargo, actualmente apenas se usa.

Exploraciones angiográficas
La angiografía pulmonar consiste en la realización de una
secuencia de radiografías después de la inyección de contras-
te en la circulación pulmonar por medio de un catéter situa-
do en la arteria pulmonar, tras su colocación por punción
percutánea en una vena central. Permite observar la vascula-
rización pulmonar en la fase arterial, capilar y venosa. Es una
técnica invasiva no exenta de riesgo de morbilidad y morta-
lidad, particularmente en pacientes con hipertensión pul-
monar. Es la prueba de referencia para el diagnóstico de
tromboembolia pulmonar, pero su indicación se reduce a si-
tuaciones muy concretas descritas en el apartado correspon-
diente. Otras indicaciones son: a) el estudio preoperatorio de
determinadas hiperclaridades pulmonares localizadas (quis-
tes pulmonares); b) la demostración de comunicaciones arte-
Fig. 5.9. Esquema de la radiografía posteroanterior de tórax en de- riovenosas anómalas; c) el diagnóstico de diversas anomalías
cúbito lateral derecho para demostrar la existencia de un derrame vasculares pulmonares de tipo congénito, y d) el diagnóstico
pleural libre no visible en la radiografía posteroanterior normal. diferencial de algunos casos de anomalías morfológicas del
hilio pulmonar. La angiografía por sustracción digital es una
prueba menos invasiva que sólo requiere la inyección de
Tomografía computarizada contraste en una vena periférica, pero tiene menor resolución
La TC es una técnica radiológica que permite la obtención y sólo permite observar los grandes vasos pulmonares.
de imágenes de cortes transversales del tórax de espesor pro- La arteriografía bronquial consiste en la visualización de la
gramable, con una resolución adecuada para el análisis de circulación de las arterias bronquiales mediante la inyección
una gama de densidades radiológicas mucho más amplia que de contraste después de efectuar la cateterización selecti-
la de la radiografía convencional. Sin embargo, la alta poten- va de aquéllas a través de la aorta. Su indicación principal es
cialidad diagnóstica de la TC tiene como contrapeso su ele- la embolización de estos vasos en determinados casos de he-
vado coste económico y la irradiación, no despreciable, del moptisis. Esta técnica no se halla exenta de complicaciones,
paciente. Por consiguiente, su indicación debe limitarse al es- dado que, si se efectúa la inyección en un vaso comunicante
tudio de problemas bien delimitados mediante estudios con- con la arteria espinal anterior, ocasionará una lesión neuro-
vencionales previos. Resulta especialmente útil para la eva- lógica medular.
luación de lesiones mediastínicas y de nódulos solitarios y
para el estudio de imágenes parenquimatosas situadas cerca
de estructuras óseas. La utilización de contraste permite opti- Resonancia magnética
mizar su empleo para la valoración de imágenes vasculares.
Constituye una prueba de primer orden para el estudio de ex- La resonancia magnética (RM) es una exploración que
tensión del cáncer broncopulmonar, puesto que proporciona debe utilizarse como complemento de otras técnicas radioló-
información sobre la posible invasión de estructuras mediastí- gicas. La capacidad de identificar los vasos directamente y la
nicas, la existencia de adenopatías y la afectación pleural o posibilidad de obtener imágenes en distintos planos (trans-
de la caja torácica. Es sumamente útil para aumentar el rendi- versal, sagital y coronal) determina su utilidad para el estu-
miento diagnóstico y reducir el riesgo de determinadas pun- dio de lesiones vasculares. Sus principales indicaciones son:
ciones transtorácicas. Asimismo, la TC de alta resolución es diagnóstico de lesiones vasculares en hilios, mediastino o pa-
una técnica altamente prometedora para el estudio del parén- rénquima pulmonar (nódulo solitario), diagnóstico de obs-
quima pulmonar y ha abierto nuevas perspectivas en la inves- trucciones venosas (síndrome de la vena cava) y estudio de
tigación de las enfermedades intersticiales del pulmón. Se uti- lesiones pulmonares congénitas.
lizan cortes de 1,5 mm que permiten la observación de zonas
de fibrosis y de inflamación parenquimatosa. (Véase el capí-
tulo Enfermedades intersticiales difusas del pulmón.) Exploración de la función respiratoria*
Las diferentes técnicas de exploración de la función pul-
Exploraciones isotópicas monar aportan información, a menudo esencial, para el
diagnóstico y evaluación del grado de disfunción pulmonar.
La gammagrafía pulmonar de perfusión se lleva a cabo me- Asimismo, constituyen elementos útiles para el control evolu-
diante la inyección en una vena periférica de microsferas de tivo de la enfermedad y la evaluación de la eficacia de la ac-
albúmina marcadas con tecnecio (99Tc). Las partículas, con ción terapéutica. El campo de aplicación de la exploración
un tamaño aproximado de 20-40 µm, quedan atrapadas en la de la función pulmonar en la clínica es el estudio de las en-
microcirculación pulmonar, la cual puede visualizarse me- fermedades neumológicas y de los trastornos de otros apara-
diante la imagen proporcionada por la gammacámara. La tos que cursan con afectación pulmonar. Tiene un papel en
normalidad de la gammagrafía pulmonar de perfusión (99Tc) la valoración preoperatoria del riesgo quirúrgico, en particu-
permite excluir el diagnóstico de tromboembolia pulmonar. lar en la cirugía abdominal alta y torácica. También reviste
La combinación del estudio gammagráfico de ventilación importancia en la valoración de la incapacidad laboral en
con xenón (133Xe) y de perfusión con 99Tc permite establecer los pacientes con neumopatías.
diferentes grados de probabilidad del diagnóstico de trombo-
embolia pulmonar. La gammagrafía de perfusión con 99Tc es *J. Roca Torrent

705
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.7. Técnicas de exploración de la función pulmonar TABLA 5.8. Patrones de alteración de la espirometría forzada
Capacidad ventilatoria Alteración ventilatoria obstructiva
Espirometría forzada FEV1/FVC, % < 70% (valor real)
Estudio de la hiperreactividad bronquial (prueba FVC Normal o ↓
broncodilatadora, pruebas de broncoprovocación) FEV1 ↓ (< 80% del valor de referencia)
Asas de flujo-volumen FEF25-75 ↓ ↓ (< 60% del valor de referencia)
Ventilación voluntaria máxima
Medición de los volúmenes pulmonares estáticos Grados de la alteración obstructriva
Medición de las propiedades mecánicas del pulmón y la caja Intensidad moderada
torácica 65% < FEV1 < 80% valor de referencia
Distensibilidad pulmonar estática Intensidad mediana
Resistencia de las vías aéreas 45% < FEV1 < 65% valor de referencia
Actividad de los músculos respiratorios (PIM, PEM) Intensidad grave
Estudio de la homogeneidad de la ventilación 30% < FEV1 < 45% valor de referencia
Intensidad muy elevada
Intercambio pulmonar de gases FEV1 < 30% valor de referencia
Capacidad de transferencia de CO por el método de respiración
única (DLCO) Alteración ventilatoria no obstructiva
Análisis de pO2, pCO2 y pH en sangre (gasometría arterial, FEV1/FVC % ù 80% (valor actual)
gasometría en sangre venosa mixta) FVC ↓ ↓ (< 80% del valor de referencia)
Análisis de O2 y CO2 en aire espirado . . FEV1 ↓
Determinación de las relaciones de ventilación/perfusión (VA/Q) FEF25-75% Normal o ↓
(técnica de gases inertes múltiples)

Circulación pulmonar
Hemodinámica pulmonar (catéter de Swan-Ganz)
Técnicas angiográficas Espirometría forzada con prueba broncodilatadora
Técnicas radioisotópicas La espirometría forzada consiste en la realización de una
Pruebas de esfuerzo
maniobra de espiración con el máximo esfuerzo y rapidez,
desde la posición torácica de inspiración máxima (TLC) has-
Control de la ventilación en la vigilia y durante el sueño ta RV (fig. 5.10). Se cuantifica el volumen total espirado o
FVC, el volumen espirado durante el primer segundo de la
PEM: presión espiratoria máxima; PIM: presión inspiratoria máxima. maniobra (FEV1) y el cociente FEV1/FVC (FEV1/FVC, %).
También suele cuantificarse el flujo espirado entre el 25 y el
75% de la FVC (FEF25-75%, L/seg). Estas variables espirométri-
cas se describen en la figura 5.11. La espirometría forzada
A efectos descriptivos, las técnicas de exploración de la debe formar parte, junto con la radiografía de tórax, de las
función pulmonar (tabla 5.7) se agrupan, de acuerdo con las primeras pruebas complementarias realizadas para la valora-
funciones básicas del aparato respiratorio descritas anterior- ción del paciente neumológico. Es una técnica que mide de
mente, en: a) técnicas de medición de la capacidad ventila- forma global los diferentes factores que determinan la capa-
toria y de la reactividad del tono bronquial; b) medición del cidad ventilatoria del individuo. Permite distinguir entre las
intercambio pulmonar de gases; c) estudio de la circulación alteraciones de la capacidad ventilatoria que cursan con dis-
pulmonar. Además, se consideran con entidad propia las minución del flujo espiratorio máximo, denominadas altera-
pruebas que evalúan: d) los mecanismos del control de la ciones ventilatorias de tipo obstructivo, y las caracterizadas
ventilación en la vigilia y durante el sueño y e) las pruebas por la reducción del volumen pulmonar, alteraciones ventila-
de esfuerzo. Existe un conjunto de pruebas básicas que se torias de tipo no obstructivo o restrictivo. En las primeras se
emplean de forma convencional en la clínica para estable- observa una alteración del FEV1 y del FEF25-75% (tabla 5.8) jun-
cer el perfil de la función pulmonar en el paciente objeto de to a una disminución del cociente FEV1/FVC a cifras inferio-
estudio. Dichas pruebas son: a) la espirometría forzada con res al 70%, en adultos. Este tipo de alteración espirométrica
prueba broncodilatadora; b) la pletismografía corporal, y se observa en enfermedades que cursan con aumento de la
c) la transferencia de monóxido de carbono por el método resistencia de las vías aéreas (asma bronquial) y/o disminu-
de respiración única (DLCO). En algunos casos, la gasome- ción de la elasticidad pulmonar (enfisema). El registro de la
tría arterial desempeña un papel básico. curva de flujo-volumen (fig. 5.12) de la espirometría forzada

A B
Flujo espiratorio
máximo
Volumen
espirado

Tiempo Volumen

Fig. 5.10. Registro de la maniobra de espirometría forzada. A. Gráfica volumen-tiempo correspondiente al registro convencional de la espirome-
tría forzada. B. Gráfica flujo-volumen. La curva espirométrica en este segundo caso permite visualizar el flujo máximo para cada volumen espira-
do. La gráfica espirométrica de flujo-volumen tiene la ventaja de ser más expresiva para identificar el tipo de alteración ventilatoria.

706
GENERALIDADES

1 seg

25%

FEV1

FVC V

75%
t

FVC
FVC (mL)
FEV1 (mL)
FEV1/FVC (%) FEF25-75%= V / t (L/seg)

A B

Fig. 5.11. Registro convencional (volumen-tiempo) de la maniobra de espirometría forzada. En A se hallan representados los parámetros FVC y
FEV1. En B se indica el parámetro FEF25-75%. V: volumen; t: tiempo.

A B
12 12

26 años 69 años
180 cm 169 cm
FEV1/FVC = 79% FEV1/FVC = 73%
8 8
(L/seg)

(L/seg)

4 4

1 2 3 4 5 6 1 2 3 4 5 6
(L) (L)

C D
12 12

47 años 21 años
166 cm 170 cm
8 FEV1/FVC = 55% 8 FEV1/FVC = 94%
(L/seg)

(L/seg)

4 4

1 2 3 4 5 6 1 2 3 4 5 6
(L) (L)

Fig. 5.12. Morfología de la curva espirométrica (registros de flujo-volumen). A. Individuo sano joven. B. Individuo sano mayor. C. Paciente con
alteración ventilatoria de tipo obstructivo. D. Alteración ventilatoria de tipo no obstructivo.

presenta una concavidad característica en la parte media y ventilatoria de tipo no obstructivo o restrictivo el problema bá-
final de la curva. En la alteración ventilatoria de tipo obstructi- sico es la disminución de volumen pulmonar (FVC). El FEV1
vo el grado de disfunción se establece en función de la mag- y los valores de flujo espiratorio máximo (FEF25-75%) disminu-
nitud de la reducción del FEV1 (tabla 5.8). En la alteración yen de forma paralela a la FVC o incluso están relativamente

707
NEUMOLOGÍA

preservados. En consecuencia, se observan valores normales


o incluso aumentados del cociente FEV1/FVC. La morfología Tiempo cero
de la curva de flujo-volumen en este caso se caracteriza por 2 Segundos 1
Extrapolación retrógrada
presentar una convexidad en la porción media y final del re-
gistro, lo que indicaría la relativa preservación del flujo espi- Volumen extrapolado
ratorio máximo incluso al final de la espiración (fig. 5.12). Inspiración
máxima
La espirometría forzada es una prueba básica que debe es-
tar al alcance del médico general para la valoración correcta (1 L)
del paciente con clínica de disnea. Reviste gran importancia
para la orientación diagnóstica, permite establecer el grado
de disfunción y, al ser una prueba de realización simple, es
útil para monitorizar la evolución del paciente. Sin embargo,
el empleo de dicha prueba en la clínica exige la adecuada
estandarización de la técnica de espirometría forzada. Ésta
debe llevarse a cabo utilizando como aparato de medición
un espirómetro (medidor de volumen) o un neumotacógrafo
(medidor de flujo). Las características instrumentales y de
calibración del equipo de medición se describen en la ta-
bla 5.9. Deben medirse y registrarse la presión barométrica y Fig. 5.13. La técnica de extrapolación retrógrada se utiliza para es-
tablecer el inicio (tiempo 0) de la maniobra de espirometría forzada,
la temperatura ambiente, así como los datos de identifica- el cual corresponde a la intersección de la horizontal y la tangente en
ción, edad, sexo, talla y peso corporal del paciente explora- la zona de mayor pendiente de la curva espirométrica de volumen-
do. Éste debe estar de pie o sentado durante la exploración, tiempo. Es una técnica útil para minimizar errores en el cálculo del
que puede efectuarse con pinzas nasales o sin ellas. El técni- FEV1 en maniobras espirométricas que tienen un inicio lento o du-
co que lleva a cabo el estudio debe explicar cuidadosamen- doso.
te al paciente cómo debe realizar la maniobra de espirome-
tría forzada. En cada exploración se conseguirán un mínimo
de tres curvas espirométricas con buena morfología (fig. tuye la exploración funcional de uso más general para el
5.10); las dos mejores maniobras no deben presentar diferen- diagnóstico de hiperreactividad del tono muscular bronquial
cias entre sus valores respectivos de FVC o FEV1 superiores a (HRB). Consiste en la realización de tres inhalaciones de un
100 mL y a 5%. Se escoge el mayor valor de FVC y FEV1 aun- broncodilatador, generalmente 300 µg de salbutamol, una
que no pertenezcan a la misma maniobra; para el cálculo de vez realizada la prueba de espirometría forzada; a los 15 min
los restantes parámetros espirométricos se utiliza la manio- de administrar el fármaco se repite la espirometría. En la ta-
bra que presente mayor suma de FVC y FEV1. El origen de la bla 5.10 se describen el cálculo de la respuesta broncodilata-
maniobra (tiempo 0) se establece mediante la técnica de ex- dora y los límites de significación establecidos en una pobla-
trapolación retrógrada (fig. 5.13). Si el volumen extrapolado ción de referencia autóctona. El FEV1 es la variable funcional
es superior al 10% de la FVC, la maniobra no se considera vá- más adecuada para evaluar la respuesta broncodilatadora
lida. El final de la maniobra de espirometría forzada se esta- debido a que constituye una medida global de la capacidad
blece cuando el flujo espiratorio sea igual a cero. Los resulta- ventilatoria y presenta una variabilidad reducida. La existen-
dos se expresarán en condiciones BTPS (body temperature cia de una respuesta broncodilatadora positiva significativa
pressure satured; es decir, condiciones de temperatura corpo- indica reversibilidad del tono bronquial por la acción del
ral, presión atmosférica ambiental y saturación de vapor de broncodilatador y es diagnóstica de hiperreactividad bron-
agua a temperatura corporal). Si el equipo de medición no quial (HRB). La prueba broncodilatadora es sencilla de reali-
expresa los resultados en BTPS, es necesario utilizar un factor zar, es bien tolerada por el paciente y no presenta contraindi-
de corrección. Para convertir una medida de flujo o volumen caciones específicas. Sin embargo, su sensibilidad es baja en
efectuada en condiciones ambientales (ATPS, es decir, con- relación con las pruebas de provocación bronquial, es decir,
diciones de temperatura y presión ambientales y saturación su positividad es diagnóstica de HRB. La falta de respuesta
de vapor de agua a temperatura ambiente) a condiciones broncodilatadora no excluye la presencia de HRB. Como
corporales (BTPS), el valor correspondiente debe multipli- ventaja cabe citar que la prueba broncodilatadora práctica-
carse por el siguiente factor de corrección: [(Pb-PH2O)/(Pb - mente no presenta falsos positivos. Asimismo, la espirometría
47)] + [310/(273 + T)], donde Pb equivale a la presión baro- forzada, por sí sola, puede indicar la presencia de HRB. La
metríca, PH2O a la presión de vapor de agua a temperatura tos desencadenada por las maniobras de espirometría forza-
ambiental y T, a la temperatura ambiental. da, el descenso progresivo y significativo del FEV1 en las su-
La prueba broncodilatadora es una técnica que se efectúa cesivas maniobras durante la exploración o bien una variabi-
de forma habitual junto con la espirometría forzada y consti- lidad muy elevada del FEV1 entre diferentes exploraciones
son datos muy sugestivos de HRB.
TABLA 5.9. Características de los aparatos de medición
de la espirometría forzada Asas de flujo-volumen
Pueden utilizarse espirómetros o neumotacógrafos Este procedimiento consiste en la realización de una ma-
Deben cumplir las siguientes características: niobra de espirometría forzada seguida de una inspiración
Efectuar registro de la señal durante un tiempo mínimo máxima con registro gráfico de las curvas de flujo-volumen
de 10 seg correspondientes (espiratoria e inspiratoria). Se trata de una
Disponer de registro gráfico para evaluar la morfología
de las curvas TABLA 5.10. Prueba broncodilatadora
Intervalo de medición
Volumen: >7 L Cálculo de la respuesta broncodilatadora (PBD)
Flujo: 0-12 L/seg
Precisión: FEV y FEV1 ± 3% o 50 mL
FEV1 post-PBD – FEV1 pre-PBD
FEF25-75% ± 5% o 0,1 L/seg (flujo máximo) FEV1 – PBD(%) = × 100
Resistencia del aparato: menor de 1,5 cmH2O/L/seg FEV1 pre-PBD
a 12 L/seg de flujo
Calibración: con una jeringa de 3 L de precisión, que se vacía Límites de significación de la PBD
a diferentes velocidades. Para la calibración de flujos es
interesante disponer de un simulador FEV1 – PBD (%) ù 12% y 200 mL

708
GENERALIDADES

maniobra simple que aporta información sobre la existencia


de obstrucciones funcionales y orgánicas en las vías respira- A V. B V. C V.
Espiración Espiración Espiración
torias centrales. Aunque existen diversos índices numéricos,
los resultados se evalúan básicamente por medio del análisis
de la morfología de las curvas inspiratoria y espiratoria máxi-
mas. Los patrones de obstrucción de las vías aéreas centrales
son los que se indican en la figura 5.14 y se describen am-
pliamente en el apartado. Patrones de alteración de la fun- V V V
ción pulmonar.

Estudio de la hiperreactividad bronquial


Inspiración Inspiración Inspiración
La excesiva reactividad del tono de la musculatura lisa
bronquial (HRB) es una de las características fisiopatológi-
cas asociadas al asma bronquial. Las pruebas de función pul- Fig. 5.14. Asas de flujo-volumen. Patrones correspondientes a obs-
trucciones de grandes vías. (En línea de puntos se indica la morfolo-
monar que permiten una evaluación del grado de HRB son: gía normal.) A. Obstrucción de carácter variable y localización extra-
a) la prueba broncodilatadora; b) la medición secuencial del torácica, superior al manubrio esternal. Obsérvese la disminución de
pico de flujo espiratorio (PEF), y c) las pruebas de provoca- los flujos inspiratorios máximos, sin afectar apenas la espiración. Las
ción bronquial. Las características y el papel de la prueba presiones transparietales negativas durante la inspiración determinan
broncodilatadora en el diagnóstico de la HRB se han descri- el incremento de la obstrucción, en este caso debida a una neoplasia
to anteriormente. La medición del PEF puede efectuarse de de laringe. B. Obstrucción intratorácica de carácter variable. Se obser-
forma muy simple mediante la utilización de pequeños apa- va la limitación sobre todo en los flujos espiratorios máximos. Corres-
ratos de bolsillo. Consiste en la realización de una maniobra ponde a una lesión traqueal secundaria a intubación prolongada.
C. Obstrucción de carácter fijo. La obstrucción no varía con los cam-
de espirometría forzada incompleta, sin llegar a volumen re- bios de presiones transparietales que se producen durante las manio-
sidual. El PEF presenta una buena correlación con el FEV1. bras de inspiración y espiración. Se observa la limitación de los flujos
La excesiva variabilidad del PEF en las mediciones secuen- máximos, tanto inspiratorios como espiratorios. Corresponde
. a una le-
ciales diarias (2 o 3 veces al día) o a lo largo de varios días sión laríngea neoplásica con gran fibrosis y rigidez. V = flujo; V = volu-
en un mismo paciente es indicativa de HRB. En pacientes as- men.
máticos con mala respuesta al tratamiento y en el diagnósti-
co del asma profesional, el control domiciliario del PEF pue-
de ser sumamente útil dado que permite evaluar el grado de ción ventilatoria de tipo mixto, en las que coexisten ambos ti-
disfunción pulmonar y la presencia de HRB. Las pruebas de pos de alteración ventilatoria obstructiva y restrictiva en un
provocación bronquial mediante la inhalación de un agente mismo paciente. La medición de la espirometría simple (VC)
broncoconstrictor, como el clorhidrato de metacolina, están con el paciente sentado y en decúbito supino puede resultar
indicadas en la clínica cuando existe sospecha de asma de interés para la identificación de parálisis o disfunción del
bronquial con manifestaciones clínicas atípicas y la espiro- diafragma.
metría forzada con prueba broncodilatadora presenta valo-
res dentro de los límites de referencia. Estudio de las propiedades mecánicas del pulmón
y de la caja torácica
Volúmenes pulmonares estáticos La medición de diferentes propiedades mecánicas del pul-
Con el estudio de los volúmenes pulmonares estáticos se món que influyen sobre la capacidad ventilatoria tiene un in-
mide el volumen de gas que contiene el pulmón en diferen- terés clínico relativamente reducido. Dichas propiedades
tes posiciones de la caja torácica, desde la inspiración máxi- son: a) la resistencia de las vías aéreas; b) la distensibilidad
ma (TLC) hasta la espiración máxima (RV). Las subdivisio- pulmonar estática; c) la presión de retracción elástica del
nes de los volúmenes pulmonares estáticos se han descrito pulmón; d) las presiones inspiratoria (PIM) y espiratoria má-
en el apartado Conceptos fisiopatológicos básicos. Durante ximas (PEM), y e) la presión transdiafragmática. Su medición
la maniobra de espirometría simple se efectúa una inspira- está indicada cuando se ha establecido el perfil funcional
ción máxima (a TLC) a partir de la posición torácica de repo- básico del paciente y se plantea algún problema de diagnós-
so (FRC), seguida de una espiración hasta el RV. Dicha ma- tico diferencial o bien cuando es necesario monitorizar algu-
niobra, a diferencia de la espirometría forzada, se lleva a na de las propiedades mecánicas referidas.
cabo de forma relajada sin pretender el desarrollo de máxi-
mo esfuerzo y rapidez. La espirometría simple permite la me-
dición de algunas de las subdivisiones de los volúmenes pul-
Intercambio pulmonar de gases
monares, como la capacidad inspiratoria (IC) y la VC, pero La transferencia de monóxido de carbono por el método
no el RV, la TLC o la FRC. Para el cálculo de estos últimos de respiración única (DLCO) y la gasometría arterial son las
(TLC o FRC) existen tres métodos: a) la pletismografía corpo- pruebas básicas utilizadas para la evaluación de la eficacia
ral; b) las técnicas de dilución de un gas marcador, y c) las del pulmón como intercambiador de gases. Ambas pruebas
técnicas radiológicas. La pletismografía corporal se conside- son de fácil realización y tienen indicaciones específicas en
ra el método de referencia para la medición del volumen de la clínica.
gas torácico a FRC y, por su fácil aplicación, es la técnica de
elección en la clínica. Además, en la misma exploración per- Transferencia de monóxido de carbono
mite la medición de la resistencia de las vías aéreas (Raw). La DLCO consiste en la inspiración rápida y máxima, des-
La disminución de los volúmenes pulmonares estáticos, en de RV, de una mezcla de gas con concentraciones conoci-
especial de la TLC, permite establecer el diagnóstico de alte- das de monóxido de carbono (0,3%), helio (10%), oxígeno
ración ventilatoria restrictiva. El aumento del RV y del cocien- (21%) y nitrógeno. La maniobra inspiratoria se mantiene du-
te RV/TLC permite el diagnóstico de atrapamiento aéreo. En rante 10 seg, se mide el volumen inspirado y, seguidamente,
la clínica, la medición de los volúmenes pulmonares estáti- se efectúa una espiración rápida con recogida de una mues-
cos con pletismografía constituye un complemento de la es- tra de gas espirado representativo del gas alveolar para anali-
pirometría forzada para precisar el tipo de alteración de la zar sus concentraciones de helio y CO (fig. 5.15). Para ello,
capacidad ventilatoria. Es útil para el diagnóstico de las alte- se desechan los primeros 750 mL de gas espirado que se con-
raciones ventilatorias de tipo restrictivo y resulta de particular sideran parte del espacio muerto fisiológico. La DLCO se de-
interés para la identificación de las situaciones con altera- fine como el flujo de CO transferido a la sangre en relación al

709
NEUMOLOGÍA

1 Aire

4 2 VI

A B

Muestra alveolar
COE CO1 0,3%
HeE 3
He1 10%
O2 21%
N2

Analizadores de CO y He

Apnea TLC

Volumen
3 despreciado 2
~ 600 a 750 mL

Volumen inspirado
Muestra alveolar (VI) ATPS
4
500 mL Tiempo de apnea

1/2 VI

RV
1

Fig. 5.15. Esquema del sistema de medición de la DLCO (modificación de OGILVIE, 1957). E: espirómetro; B: bolsa del gas a inspirar; A: llave de
4 vías que durante la maniobra gira de izquierda a derecha. En el gráfico inferior se describe el registro espirográfico de la maniobra de DLCO. El
cálculo del tiempo de apnea se efectúa desde la mitad del volumen inspiratorio hasta que ha finalizado la espiración del volumen desechado y se
va a iniciar la recogida de gas espirado por análisis. VI: volumen inspirado; COI y COE: concentraciones inspiratoria y espiratoria de CO, respecti-
vamente; HeI y HeE: concentraciones inspiratoria y espiratoria de He, respectivamente.

gradiente de presión arterial de CO entre el alveolo y la san- nidad de la curva de disociación de la hemoglobina. Debido
gre (mL CO/min/mmHg) (tabla 5.11). La utilización de un al conjunto de factores implicados, se trata de una prueba
gas inerte como el He permite medir, de acuerdo con el prin- cuyos resultados son difíciles de interpretar en términos fisio-
cipio de Fick, el volumen pulmonar en el que se efectúa la patológicos, pero es sumamente útil en la clínica si se valo-
transferencia de CO. Dicho volumen pulmonar equivale a ran de forma empírica. En el apartado sobre los patrones de
la TLC, aunque suele presentar valores inferiores a los obteni- alteración de la exploración de la función pulmonar se des-
dos mediante pletismografía corporal debido al método de cribe la interpretación clínica de esta técnica.
medición empleado.
La DLCO es una prueba ampliamente utilizada que, junto Gasometría arterial
a la espirometría forzada y la medición de los volúmenes es- La medición del pH, de la presión parcial de O2 (PaO2) y de
táticos, se emplea de forma habitual para establecer el per- la presión parcial de CO2 (PaCO2) en sangre arterial constituye
fil funcional básico del paciente en la clínica. Los resultados una técnica esencial para el diagnóstico y el control terapéuti-
de la DLCO están modulados por diferentes factores que co de la insuficiencia respiratoria. Su realización está indica-
influyen en el intercambio pulmonar de gases: a) fracción da: a) en los pacientes que presentan clínica sugestiva de insu-
inspiratoria de O2; b) eficacia de la ventilación; c) volumen ficiencia respiratoria; b) en la evaluación de pacientes con
pulmonar; d) heterogeneidad
. . de las relaciones de ventila- alteración ventilatoria resctrictiva; c) en los casos de altera-
ción/perfusión (VA/Q); e) estado funcional de la interfase al- ción ventilatoria obstructiva de intensidad grave (FEV1 inferior
veolo-capilar; f) volumen de sangre en el capilar pulmonar; al 45% del valor de referencia y/o DLCO inferior al 50% del va-
g) concentración de hemoglobina, y h) características de afi- lor de referencia), y d) en el estudio preoperatorio de pacien-

710
GENERALIDADES

TABLA 5.11. Parámetros de la capacidad de transferencia de monóxido de carbono


DLCO (capacidad de transferencia de CO)

1,05 60 1 COI
DLCO (mL/min/mmHg) = VI (ATPS) × × × × In × STPD
HeE t Pb-47 COE

VA (volumen alveolar)

HeI × 1,05 × STPD


VA (L) = VI (ATPS) ×
HeE

KCO (cociente entre el DLCO y el VA)


KCO = DLCO/VA
Fórmulas de cálculo extraídas de FERRIS. VI: volumen inspirado durante la maniobra de DLCO: HeI: concentración inspiratoria de helio; HeE: concentración
espiratoria de helio; COI: concentración inspiratoria de CO; COE: concentración espiratoria de CO; 1,05: coeficiente de corrección de la medición de la
concentración de HeE hallado de forma empírica; STPD (standard temperature pressure dry): factor de conversión de condiciones ATPS a STPD; t: tiempo en
segundos (10 seg); Pb: presión barométrica; 47: presión parcial de H2O, correspondiente a aire saturado de vapor de agua a 37 °C.

tes a los que se les va a efectuar toracotomía con exéresis de de que no se produzcan cambios en el pH de la muestra.
parénquima pulmonar. En el estudio de las neumopatías in- Hay que evitar la presencia de burbujas dentro de la jeringa.
tersticiales y de determinados casos de peritaje de incapaci- Asimismo, debe procurarse que el tiempo de traslado al la-
dad laboral es útil la realización de gasometría arterial de re- boratorio de análisis sea el mínimo posible. Por último, es
poso y durante el ejercicio máximo tolerado por el paciente. aconsejable efectuar el transporte de la muestra a una tem-
La correcta interpretación de la gasometría arterial exige peratura inferior a 4 oC; con este objetivo la muestra debe co-
tener en cuenta los problemas que plantean la obtención de locarse inmediatamente después de la extracción en hielo
la muestra de sangre y su preparación y transporte para pos- triturado o en hielo con agua. Antes de la medición, la mues-
terior análisis en el laboratorio, además del necesario control tra debe agitarse para su homogeneización, descartando la
de calidad de las mediciones en este último. Si no se cum- sangre contenida en el espacio muerto de la jeringa. La PaO2,
plen los requisitos adecuados, puede observarse una notable la PaCO2 y el pH se miden de forma directa mediante electro-
variabilidad en los valores de pH, PaO2 y PaCO2, que determi- dos polarográficos. Los demás datos que aporta la gasome-
ne cambios terapéuticos relevantes e interpretaciones erró- tría arterial (bicarbonatos, CO2 total y exceso de base) se ob-
neas de los resultados. tienen por extrapolación mediante el nomograma de
La muestra de sangre debe obtenerse siempre por punción Sigaard-Andersen. La exactitud y precisión de la medición de
o a través de un catéter arterial. La arteria radial, en el túnel los gases sanguíneos dependen, en gran parte, de la calidad
carpiano, constituye la zona más segura y accesible para la técnica de los electrodos polarográficos y de su correcta cali-
punción arterial. Si dicha arteria no presenta una circulación bración. Las mediciones suelen efectuarse a la temperatura
colateral adecuada o su acceso resulta difícil, la segunda al- de 37 oC. En situaciones de hipotermia o hipertermia los valo-
ternativa es la punción de la arteria humeral, en la fosa ante- res obtenidos deben corregirse en función de la temperatura
cubital. La arteria femoral sólo debe puncionarse en casos corporal del paciente; dicha corrección puede efectuarse se-
excepcionales. Durante la punción arterial, el paciente debe gún diferentes fórmulas, siendo una de las más utilizadas la
permanecer relajado, sentado o semiincorporado durante de Severinghaus.
unos 10 min. Después de localizar la arteria radial por palpa-
ción, debe asegurarse la existencia de circulación colateral Medición simultánea de gasometría arterial
adecuada. Para ello, se lleva a cabo la prueba de Allen, que y de sangre venosa mixta
es sencilla y fiable. Se comprimen las arterias radial y cubital En pacientes en situación crítica que requieran la coloca-
de forma simultánea y se pide al paciente que efectúe sucesi- ción de un catéter de Swan-Ganz es posible la obtención de
vos movimientos rápidos de cierre y apertura del puño con muestras de sangre venosa de la arteria pulmonar . (sangre ve-
el objetivo de producir el déficit de oxígeno en la mano. Al nosa mixta). La medición del gasto cardíaco (Q t) y las gaso-
abrir la mano, la palma y los dedos aparecerán pálidos. La metrías de sangre arterial y venosa mixta obtenidas de for-
prueba de Allen se considera positiva si, al descomprimir la ma simultánea permiten conocer diferentes índices descritos
arteria cubital, la mano recupera su coloración normal con (véase Conceptos fisiopatológicos básicos) que son útiles
rapidez, en menos de 15 seg. En caso contrario, no se debe para valorar la eficacia del pulmón como intercambiador de
puncionar la arteria radial correspondiente. Una vez escogi- gases y el papel de los factores extrapulmonares en la oxige-
da la zona de punción, se procede a la limpieza de la piel nación de la sangre arterial. Entre estas variables cabe seña-
con alcohol u otro desinfectante y, a continuación, se efec- lar: a) la presión
. . venosa mixta de O2; b) el flujo sistémico de
túa la anestesia de dicha zona. Para ello se produce un pe- oxígeno (Q.O2 = Qt × CaO2); c) el consumo de oxígeno del or-
queño habón mediante un anestésico local sin adrenalina, ganismo (VO2), y d) el coeficiente de extracción de O2 (ER).
inyectado con una aguja fina (calibre 25), hasta infiltrar el
entorno de la arteria. Al realizar la punción, el ángulo entre Análisis de los gases respiratorios mediante técnicas
la aguja y el punto de punción debe ser de aproximadamen- no invasivas
te 45o. Una vez concluida aquélla, se comprime la zona du- El análisis del O2 y CO2 al final de la espiración (end-tidal
rante más de 5 min para evitar la aparición de un hematoma O2 y CO2) se considera una técnica no invasiva útil para el
pospunción. La colocación del catéter arterial con la técnica control indirecto de los gases respiratorios en sangre arterial
de Seldinger está indicada para la realización de pruebas de de los pacientes durante la anestesia. La pulsioximetría es
esfuerzo y para el cuidado de pacientes en situación crítica o también una técnica no invasiva de gran utilidad para moni-
ventilados mecánicamente, que requieren controles gasomé- torizar la oxigenación de la sangre arterial en los siguientes
tricos frecuentes. Se aconseja la utilización de jeringas de vi- casos: a) pacientes con insuficiencia respiratoria; b) práctica
drio o de plástico provistas de émbolo adecuado para evitar de fibrobroncoscopia en pacientes con disfunción pulmonar
pérdidas de los gases disueltos en la sangre. La heparina só- grave; c) determinados protocolos de ejercicio, y d) estudios
dica al 1% es el anticoagulante de elección; no deben utili- de detección del síndrome de apneas durante el sueño o
zarse cantidades superiores a 0,15-0,25 mL de heparina a fin control de desaturaciones nocturnas en otras enfermedades.

711
NEUMOLOGÍA

Medición de las relaciones ventilación/perfusión resultados es más adecuada si se reduce la variabilidad inter-
La técnica de eliminación de gases inertes múltiples des- individual debida a dichas covariantes mediante la utiliza-
crita. por
. WAGNER en 1974 permite estimar las distribuciones ción de valores de referencia estimados a partir de ecuacio-
de VA/Q pulmonares y, con ello, cuantificar el factor más im- nes de predicción. Éstas se calculan a partir de una muestra
portante de alteración del intercambio pulmonar de gases. amplia de individuos sanos, no fumadores, mediante técni-
Asimismo, permite descartar la existencia de limitación de la cas estadísticas de regresión múltiple, que permiten contro-
difusión alveolocapilar de O2 como causa de hipoxemia arte- lar la variabilidad interindividual debida al sexo y a los pará-
rial y es la única prueba que evalúa de forma cuantitativa. el metros antropométricos descritos. Para un índice funcional
papel de los factores extrapulmonares (gasto cardíaco, V O2, determinado, el valor de referencia calculado a partir de la
ventilación minuto) que influyen sobre la oxigenación arte- ecuación de predicción correspondiente equivale al valor
rial. Es una técnica de uso no convencional, pero de suma medio de dicho índice funcional en los individuos de refe-
utilidad para la interpretación adecuada de determinadas si- rencia con iguales características de sexo, edad y talla. En la
tuaciones en las que múltiples factores inciden sobre el inter- tabla 5.12 se describen las ecuaciones de predicción para
cambio pulmonar de gases, particularmente en pacientes en la espirometría forzada, los volúmenes pulmonares estáticos
situación crítica. y la DLCO medidos en una población mediterránea, y se in-
dica la forma de utilizarlas. Los resultados obtenidos en el es-
tudio de la función pulmonar suelen expresarse en forma de
Estudio hemodinámico pulmonar porcentaje respecto al valor de referencia correspondiente
La ecografía cardíaca es una técnica no invasiva que per- (p. ej., FEV1 observado/FEV1 referencia × 100). Así, se habla
mite evaluar el grado de sobrecarga del ventrículo derecho. de un FEV1 del 80% del valor de referencia o de una FVC del
La inyección intravenosa de suero salino (ecocardiograma 70%. Cuando el resultado de la exploración de la función
de contraste) permite descartar la existencia de comunica- pulmonar se expresa como porcentaje del valor de referen-
ciones arteriovenosas pulmonares y el estudio de enfermeda- cia, se elige un determinado valor de porcentaje como límite
des que cursan con vasodilatación de la circulación pulmo- inferior para los individuos considerados sanos, de manera
nar como la descrita en el síndrome hepatopulmonar. Las que valores más bajos se interpretan como anormales. En ge-
técnicas de imagen, gammagrafía pulmonar de perfusión y neral, para el FEV1, la FVC, la DLCO y otros índices se utiliza,
angiografía pulmonar, han sido descritas en el apartado co- de forma arbitraria, el 80% del valor de referencia como lími-
rrespondiente. te inferior de referencia. Para el FEF25-75%, el límite inferior se
La colocación de un catéter de Swan-Ganz por punción sitúa en el 60% del valor de referencia debido a la mayor va-
(técnica de Seldinger) de una vena central y su progresión a riabilidad interindividual de este índice de flujo espiratorio
través de las cavidades cardíacas derechas hasta la arteria máximo. El empleo del porcentaje como forma de expresar
pulmonar permite obtener información sobre la hemodiná- el valor observado en relación con el valor de referencia, in-
mica pulmonar y sobre las interacciones entre hemodinámi- dicando el límite inferior de la normalidad, resulta cómodo y
ca e intercambio de gases. La medición de la hemodinámica es claro. Sin embargo, es totalmente arbitrario. En la actuali-
pulmonar está indicada en los siguientes casos: a) para el dad, se tiende de forma progresiva a su sustitución por otras
control de pacientes con insuficiencia respiratoria aguda en formas de expresión de los resultados que son más raciona-
situación crítica (síndrome de distrés respiratorio del adulto, les, aunque pudieran parecer menos simples. Se propone in-
insuficiencia respiratoria aguda con inestabilidad hemodiná- dicar el valor observado durante la exploración y expresar su
mica); b) para el diagnóstico y el control terapéutico de la hi- dispersión en relación con el valor de referencia en forma de
pertensión pulmonar primitiva tratada con fármacos vasodi- intervalos de confianza del 95% (95% IC). La magnitud de un
latadores, y c) en el estudio preoperatorio de pacientes con 95% IC equivale al error estándar estimado (EEE) de la ecua-
indicación de exéresis del parénquima pulmonar que pre- ción de predicción correspondiente multiplicado por 1,645.
sentan riesgo quirúrgico muy elevado. Cuando la exploración de la función pulmonar se efectúa
para monitorizar la evolución de un paciente durante el cur-
so de la enfermedad o para valorar los efectos del tratamien-
Pruebas de esfuerzo to, las mediciones previas obtenidas en este mismo paciente
Las pruebas de esfuerzo permiten el análisis integrado de son el valor de referencia óptimo para evaluar los resultados.
las respuestas pulmonar, cardíaca y metabólica del organis- Los cambios observados deben analizarse como incremento
mo durante el ejercicio. Éste suele realizarse mediante ciclo- (positivos o negativos) en relación con el valor basal, y el
ergómetro o con tapiz rodante. La modalidad de ejercicio grado de significación del cambio dependerá de la variabili-
utilizada con mayor frecuencia es el incremento progresivo dad intraindividual del parámetro funcional en cuestión.
de carga (10-20 W) cada 1-2 min. Las pruebas de esfuerzo en
neumología están indicadas en las siguientes situaciones: Patrones de alteración de la función pulmonar
a) diagnóstico y evaluación de neumopatías intersticiales; Las pruebas de función pulmonar, al igual que muchas
b) evaluación del grado de disfunción en pacientes con diag- otras exploraciones complementarias, no aportan informa-
nóstico establecido; c) evaluación preoperatoria de pacien- ción específica que permita, por sí sola, establecer un diag-
tes con indicación de toracotomía con exéresis de parénqui- nóstico determinado. Sin embargo, con ellas es posible deli-
ma pulmonar, y d) estudio de casos de disnea de origen no mitar una serie de perfiles funcionales que les confiere un
establecido. gran valor como medio complementario de diagnóstico. Así,
ante la presencia de alteración ventilatoria de tipo obstructi-
Valoración de los resultados de la exploración vo las posibilidades diagnósticas son varias: asma bronquial,
EPOC, bronquiectasias, bronquiolitis por tóxicos químicos o
de la función respiratoria por agresión inmunológica. Sin embargo, la presencia de al-
La valoración cuantitativa de las alteraciones de la fun- teración ventilatoria obstructiva acompañada de reducción
ción pulmonar es un aspecto que se ha de considerar para de la DLCO y disminución de la elasticidad pulmonar es muy
una interpretación clínica adecuada de los resultados. La si- sugestiva de enfisema pulmonar. Por otra parte, la alteración
tuación más frecuente es la de disponer de una única explo- ventilatoria de tipo obstructivo, total o parcialmente reversi-
ración del paciente en estudio. En estas circunstancias se ble con broncodilatadores, y la DLCO dentro de los valores
plantea la decisión de si el valor observado para una variable de referencia permiten el diagnóstico de asma bronquial. A
determinada debe considerarse normal o no y, en este últi- su vez, la alteración ventilatoria de tipo restrictivo y la DLCO
mo supuesto, establecer el grado de disfunción. Dada la de- reducidas son indicativas de enfermedad pulmonar intersti-
pendencia de la mayoría de los índices funcionales respecto cial difusa. A continuación se describen los patrones más co-
al sexo, talla, edad y peso corporal, la interpretación de los munes de alteración de la función pulmonar.

712
GENERALIDADES

TABLA 5.12. Ecuaciones de predicción (20-70 años)


Espirometría forzada. Varones (n = 443)
FVC (L) = 0,0678T – 0,0147A – 6,055 R = 0,72 EEE = 0,530
FEV1 (L) = 0,0499T – 0,0211A – 3,837 R = 0,75 EEE = 0,444
FEV1/FVC (%) = 0,1902A + 85,58 R = 0,40 EEE = 5,4
FEF25-75% (L/seg) = 0,0392T – 0,043A – 1,1574 R = 0,55 EEE = 1
PEF
. (L/seg) = 0,0945T – 0,0209A – 5,7732 R = 0,47 EEE = 1,5
V.máx 50% (L/seg) = 0,0517T – 0,0397A – 2,401 R = 0,48 EEE = 1,3
Vmáx 75% (L/seg) = 0,019T – 0,0356A – 0,1405 R = 0,63 EEE = 0,62

Espirometría forzada. Mujeres (n = 427)


FEV (L) = 0,454T – 0,0211A – 2,825 R = 0,75 EEE = 0,403
FEV1 (L) = 0,317T – 0,025A – 1,23 R = 0,82 EEE = 0,307
FEV1/FVC (%) = 0,224A – 0,1126P + 94,88 R = 0,54 EEE = 5,31
FEF25-75% (L/seg) = 0,023T – 0,0456A + 1,105 R = 0,70 EEE = 0,68
PEF
. (L/seg) = 0,0448T – 0,0304A + 0,3496 R = 0,47 EEE = 1,04
V.máx 50% (L/seg) = 0,024T – 0,0418A + 1,6151 R = 0,56 EEE = 0,93
Vmáx 75% (L/seg) = 0,02T – 0,031A – 0,006P – 0,21 R = 0,76 EEE = 0,41

Capacidad de transferencia de monóxido de carbono (DLCO)


Varones (n = 194)
DLCO = 0,3674T – 0,1961A – 21,8982 R = 0,67 EEE = 4,40
VA = 0,0946T – 0,0159 P – 9,0515 R = 0,68 EEE = 0,63
KCO = 0,0188P – 0,0315T – 0,0339A + 10,9577 R = 0,42 EEE = 0,84

Capacidad de transferencia de monóxido de carbono (DLCO)


Mujeres (n = 167)
DLCO = 0,1369T – 0,1233 + 0,0917 P + 1,8879 R = 0,61 EEE = 2,91
VA = 0,0496T – 3,5446 R = 0,54 EEE = 0,50
KCO = 0,0319P – 0,0369T – 0,0262A + 10,60 R = 0,48 EEE = 0,66

Volúmenes pulmonares estáticos (pletismografía). Varones (n = 141)


TGV (mL) = 57,878T + 10,148A – 6,766 R = 0,48 EEE = 1,110
IC (mL) = 35,978T – 2,633 R = 0,40 EEE = 897

Volúmenes pulmonares estáticos (pletismografía). Mujeres (n = 155)


TGV (mL) = 36,024T – 2,847 R = 0,43 EEE = 829
IC (mL) = 27,637T – 1,927 R = 0,43 EEE = 630
Tomada de ROCA J et al. Bull Eur Physiopathol Respir 1986; 22: 217-224. Am Rev Respir Dis 1985; 131: A352 y Am Rev Respir Dis 1990; 141: 1.026-1.032.
TLC = TGV + RV = TLC – FVC. DLCO expresado en mL/min/mmHg y KCO en min/Hg.
Población de referencia constituida por varones y mujeres sanos, no fumadores. Rango de edad: 20-70 años. Rango de talla: 140-199 cm.
R: coeficiente de correlación múltiple: EEE: error estándar estimado: A: edad (años); T: talla (cm); P: peso corporal (kg).
El valor de referencia de un parámetro funcional (FVC) se obtiene a partir de la correspondiente ecuación de predicción, multiplicando la talla (cm ) y la edad
(años) por los coeficientes de regresión de estas variables. Por ejemplo, en un individuo varón de 170 cm de talla y 35 años, la FVC (L) será igual a: FVC (L) =
(0,0678 × 170) – (0,0147 × 35) – 6,055 = 4,956 L. Si el valor de la FVC observado en dicho individuo es de 5 L, éste corresponde a un 100% del valor de referencia
(FVCobs/FVC ref × 100).

Alteración ventilatoria de tipo obstructivo. La caracterís- aéreas es sensible a los cambios de presión transparietal du-
tica principal de este perfil funcional es la limitación del flujo rante los movimientos respiratorios.
espiratorio máximo por obstrucción de las vías aéreas o por 2. Obstrucción de las vías aéreas centrales extratorácica
disminución de la elasticidad del parénquima pulmonar. Se de carácter variable (fig. 5.14 A). Las curvas de flujo-volumen
distinguen, por una parte, la alteración ventilatoria obstructi- se caracterizan por la disminución de los flujos inspiratorios
va causada por la disminución de la luz en las vías aéreas máximos, con escasa o nula alteración de la curva espiromé-
centrales y, por otra, la debida a enfermedades difusas. En trica. Suele observarse en las parálisis de las cuerdas vocales
este último caso los exponentes nosológicos más característi- o en las neoplasias de laringe que no causan rigidez de la
cos son el asma bronquial y la EPOC. pared.
Alteración ventilatoria obstructiva por lesión localizada en 3. Obstrucción de las vías aéreas centrales intratorácica de
las vías aéreas centrales. Este patrón funcional se debe a alte- carácter variable (fig. 5.14 B). Este tipo de obstrucciones se
raciones funcionales u orgánicas de laringe, tráquea o gran- caracterizan por la disminución de la luz traqueal durante la
des bronquios. En este tipo de alteraciones el máximo tras- espiración debido al aumento de la presión positiva transpa-
torno se produce en el ápice de flujo de las curvas de rietal durante esta fase del ciclo espiratorio. Se observa, por
inspiración y/o espiración máximas. El análisis de la morfolo- tanto, la disminución del ápice de flujo espiratorio, con esca-
gía de las asas de flujo-volumen (fig. 5.14) constituye el prin- sa o nula repercusión en la curva inspiratoria. Esta obstruc-
cipal medio diagnóstico de tipo no invasivo. Las asas de flu- ción es característica de algunas lesiones postintubación en
jo-volumen permiten identificar tres subtipos de obstrucción las que la excesiva presión del globo produce traqueoma-
de las vías aéreas centrales: lacia.
1. Obstrucción de las vías aéreas centrales intratorácica o Alteración ventilatoria obstructiva por enfermedad pulmo-
extratorácica de carácter fijo. En este caso el diámetro de la nar difusa. Este patrón funcional se caracteriza por la dismi-
obstrucción no se modifica con los cambios de la presión nución de los flujos espiratorios máximos en ausencia de un
transparietal durante las maniobras de inspiración y espira- deterioro paralelo del volumen pulmonar. Por esta razón, la
ción máximas. Se observa la casi total desaparición del ápice disminución del FEV1 y del cociente FEV1/FVC y la forma
de flujo en ambas curvas, inspiratoria y espiratoria, que cóncava de la curva de flujo-volumen espiratorio son los da-
adoptan una morfología de meseta (fig. 5.14 C). Este tipo de tos más característicos (fig. 5.12). Se acepta que en indivi-
obstrucción suele observarse en las neoplasias de laringe duos adultos un cociente FEV1/FVC < 70% define la presencia
(obstrucción extratorácica) o en las lesiones traqueales post- de alteración ventilatoria de tipo obstructivo. El grado de dis-
intubación (obstrucción intratorácica). Por el contrario, en función en este patrón funcional se evalúa por la magnitud
las obstrucciones centrales de tipo variable, la luz de las vías del empeoramiento del FEV1 (tabla 5.8).

713
NEUMOLOGÍA

Alteración ventilatoria de tipo restrictivo. Se caracteriza bajos de DLCO en las fases iniciales de las neumopatías in-
por la disminución del volumen pulmonar, que puede deber- tersticiales difusas, incluso antes de la aparición de signos ra-
se a alguna de las siguientes causas: a) enfermedades difusas diológicos de la enfermedad. Asimismo, la alteración aislada
del parénquima pulmonar (de naturaleza inflamatoria, infec- de la DLCO es un hallazgo común en las enfermedades vas-
ciosa, neoplásica o por depósito de alguna sustancia); b) al- culares del pulmón, tanto por embolias pulmonares de repe-
teraciones que cursan con disminución del volumen de la tición como por hipertensión pulmonar primitiva. La alte-
caja torácica (enfermedades pleurales, neuromusculares o ración de la DLCO con preservación de la capacidad ventila-
deformidades de la estructura ósea), y c) resecciones quirúr- toria puede encontrarse también en algunos casos de enfise-
gicas del parénquima pulmonar o lesiones residuales por tu- ma pulmonar. Por el contrario, el hallazgo de DLCO alta es
berculosis pulmonar. un buen indicador de la presencia de hemorragia intrapul-
El diagnóstico de alteración ventilatoria restrictiva se esta- monar reciente. La extravasación de hematíes dentro del al-
blece por la medición de los volúmenes pulmonares está- veolo incrementa la captación pulmonar de CO y determina
ticos (TLC < 80% del valor de referencia). La espirometría la sobrevaloración de los resultados de la DLCO. En el síndro-
forzada es sugestiva de este tipo de alteración ventilatoria me de Goodpasture y en la hemosiderosis pulmonar idiopáti-
cuando la reducción de la FVC es superior o paralela a la del ca la DLCO es útil para monitorizar los episodios de hemorra-
FEV1 y de los flujos espiratorios máximos, es decir cuando el gia intralveolar.
cociente FEV1/FVC > 80%. La morfología de la curva espirato-
ria de flujo-volumen presenta una convexidad característica
(fig. 5.12). La DLCO tiene un papel importante en la evalua-
ción de la alteración ventilatoria de tipo restrictivo. La DLCO Bibliografía especial
y la DLCO corregida por el volumen pulmonar (KCO = co- AMERICAN THORACIC SOCIETY. Statement-lung function testing: Selection
ciente DLCO/VA) se hallan disminuidas en las alteraciones of reference values and interpretative strategies. Am Rev Respir
difusas del parénquima pulmonar (fibrosis intersticial difusa, Dis 1991; 144: 1.202-1.218.
NAIDICH DP, GARAY SM. Imaging strategies in pulmonary disease. Cli-
linfangitis), mientras que el KCO suele ser siempre normal en nics in Chest Medicine (vol. 12, n.o 1). Filadelfia, WB Saunders,
las alteraciones de la caja torácica y en las resecciones del 1991.
parénquima pulmonar. En el diagnóstico y seguimiento de QUANJER PhH, TAMMELING GJ, COTES JE, PEDERSEN OF, PESLIN R, YERNAULT
las enfermedades pulmonares difusas, la DLCO y probable- JC. Lung volumes and forced ventilatory flows. Report Working
mente la gasometría de esfuerzo tienen un papel más impor- Party: Standardization of lung function testing. Eur Respir J 1993; 6
tante que la espirometría forzada. La DLCO es el parámetro (supl 16): 5-40.
funcional que puede alterarse de forma más temprana, inclu- SHURE D. Diagnostic techniques. Clinics in Chest Medicine (vol. 8,
so antes que la radiografía de tórax. Estos pacientes suelen n.o 1). Filadelfia, WB Saunders, 1987.
WHIPP BJ, WASSERMAN K. Exercise: pulmonary physiology and pa-
presentar hipoxemia de moderada intensidad en reposo, con thophysiology. Lung Biology in Health and Disease (vol. 52). Nue-
normocapnia o hipocapnia. Es característica la disminución va York, Marcel Dekker, 1991.
de la PaO2 durante el ejercicio. La medición de la capacidad
ventilatoria (espirometría forzada y volúmenes pulmonares
estáticos) es útil para el seguimiento evolutivo de las afecta-
ciones de la caja torácica. Cabe destacar que en las enferme-
dades neuromusculares, la medición de la PIM y la PEM
constituye una prueba de utilidad para el diagnóstico pre-
coz; en cambio, su papel en el seguimiento evolutivo es limi-
Otras exploraciones
tado debido a que los valores de PIM y PEM suelen deterio-
rarse en las fases iniciales de la enfermedad. La alteración
complementarias*
ventilatoria de tipo restrictivo debida a procesos patológicos
de la caja torácica tiende a provocar con relativa facilidad in-
suficiencia respiratoria crónica con hipercapnia y cor pulmo- Técnicas endoscópicas
nale. La evaluación de la gasometría arterial en condiciones
de reposo debe considerarse como prueba necesaria en
estos pacientes. Fibrobroncoscopia
Alteración ventilatoria de tipo mixto. Algunas enfermeda- En el pasado, la exploración endoscópica de la tráquea y
des tienen un comportamiento funcional que presenta, de de las vías aéreas se realizaba mediante el broncoscopio rígi-
forma concurrente, las características de la alteración venti- do. En la actualidad, tras la introducción del fibrobroncosco-
latoria obstructiva (disminución del FEV1 y de los flujos espi- pio, el broncoscopio rígido prácticamente ya no se utiliza ex-
ratorios máximos) y de la restrictiva (disminución del volu- cepto en la extracción de algunos cuerpos extraños y para el
men pulmonar). El resultado puede ser la disminución empleo del láser en el tratamiento de estenosis y tumores tra-
moderada del cociente FEV1/FVC. El comportamiento de queales y bronquiales. La fibrobroncoscopia se practica me-
la DLCO y de la gasometría arterial varía en las diferentes en- diante un tubo flexible de calibre muy pequeño, de alrede-
fermedades. La alteración ventilatoria de tipo mixto es carac- dor de 5 mm de diámetro, que proporciona un excepcional
terística de la fibrosis quística, las bronquiectasias, las en- campo de visión, de manera que permite explorar los bron-
fermedades granulomatosas pulmonares (sarcoidosis, tuber- quios segmentarios. Está provisto de un pequeño canal, a tra-
culosis) y la insuficiencia cardíaca; asimismo, es un hallazgo vés del cual es posible aspirar secreciones procedentes del
común en las lesiones fibróticas residuales de la tuberculosis árbol bronquial e introducir pinzas y catéteres adecuados
pulmonar. El diagnóstico de esta alteración funcional requie- para la obtención de muestras para análisis histológico, mi-
re la medición de la espirometría forzada y de los volúmenes crobiológico y citológico. Es una exploración bien tolerada,
pulmonares estáticos. Se asocia a la elevación de las resisten- que no requiere el ingreso hospitalario del paciente y que se
cias de las vías aéreas y, en ocasiones, a la presencia de atra- realiza con anestesia local. Después de la introducción del fi-
pamiento aéreo. brobroncoscopio por vía nasal u oral, se examinan las cuer-
das vocales, la tráquea y los bronquios principales; merced
Alteraciones aisladas de la DLCO. La anemia, las hemo- al reducido diámetro del aparato, es posible la visualización
globinopatías y la carboxihemoglobinemia son causas extra- de bronquios segmentarios de tercero y cuarto órdenes.
pulmonares de disminución de la DLCO por reducción de la
captación sanguínea de CO en la maniobra de respiración
única. Excluidas estas causas, pueden encontrarse valores *A. Xaubet Mir

714
GENERALIDADES

TABLA 5.13. Indicaciones de la fibrobroncoscopia examen endoscópico para determinar si existe invasión neo-
plásica del árbol traqueobronquial. La endoscopia está indi-
Indicaciones diagnósticas
Sospecha de neoplasia pulmonar cada en los derrames pleurales de etiología desconocida, ya
Imagen radiográfica de etiología desconocida que permite reconocer una neoplasia broncopulmonar no
Sospecha de tuberculosis pulmonar con examen de esputo identificada radiográficamente. En las infecciones pulmona-
negativo res, las principales indicaciones son el diagnóstico de la tu-
Hemoptisis berculosis pulmonar en los casos en que el análisis del esputo
Diagnóstico bacteriológico de neumonías haya sido negativo, el diagnóstico etiológico de las neumo-
Derrame pleural de etiología desconocida nías nosocomiales y el diagnóstico de los infiltrados pulmo-
Diagnóstico de enfermedades pulmonares intersticiales difusas nares en pacientes inmunodeprimidos. En las neumonías de
Diagnóstico de infiltrados pulmonares en pacientes
inmunodeprimidos resolución lenta, que pueden enmascarar una obstrucción
Asma atípica bronquial secundaria a cáncer broncopulmonar, la endosco-
Revisión traqueobronquial en neoplasias de esófago pia está indicada 7 semanas después de la curación clínica si
Absceso pulmonar persisten imágenes residuales, aunque es recomendable
Neumonías de lenta resolución efectuarla a las 3-4 semanas si se aprecian imágenes de ate-
Acropaquía de reciente aparición lectasia en la radiografía de tórax. La aparición de acropa-
Afonía sin alteraciones morfológicas de las cuerdas vocales quía sin causa que la explique, sobre todo si es reciente y rá-
Síndrome de la vena cava superior pidamente progresiva, es indicación de fibrobroncoscopia
Tos persistente de etiología desconocida
Cáncer oculto (citología de esputo positiva con radiografía para descartar una neoplasia de pulmón, aunque la radiogra-
de tórax normal) fía de tórax sea normal. En los pacientes con parálisis de la
Traumatismos torácicos cuerda vocal izquierda sin ninguna etiología local, la fibro-
Sospecha de aspiración pulmonar broncoscopia debe practicarse para descartar la presencia
Síndrome de apneas obstructivas durante el sueño de cáncer broncopulmonar en la región hiliar izquierda que
Indicaciones terapéuticas afecte el nervio recurrente. La tos persistente, sobre todo en
Retención de secreciones fumadores, sin causa evidente tras descartar la hiperreactivi-
Extracción de cuerpos extraños dad bronquial, debe explorarse mediante endoscopia. En los
Resecciones endobronquiales y traqueales abscesos de pulmón, cuya diferencia radiográfica con las
Intubación endotraqueal neoplasias cavitadas no es siempre fácil, debe practicarse
Colocación de prótesis endobronquiales una fibrobroncoscopia, puesto que en ocasiones se deben a
Indicaciones basadas en la valoración terapéutica la obstrucción bronquial producida por una tumoración. El
Valoración de la respuesta al tratamiento con citostáticos síndrome de la vena cava superior está ocasionado casi siem-
en el cáncer de pulmón pre por un cáncer broncopulmonar. En estos casos, la explo-
Estudio de las lesiones de las vías aéreas superiores ración debe practicarse con sumo cuidado por el peligro de
postinstrumentación
hemorragia. Algunos pacientes con citología de esputo posi-
tiva para células neoplásicas presentan radiografía de tórax y
fibrobroncoscopia normales (cáncer oculto). En estas situa-
ciones se recomendaba practicar la fibrobroncoscopia me-
Las indicaciones de la fibrobroncoscopia pueden clasifi- diante anestesia general y recoger secreciones de cada lóbu-
carse en tres grupos: diagnósticas, terapéuticas y de control de lo pulmonar por separado con diferentes fibrobroncoscopios
la eficacia de determinados tratamientos, por lo común en pa- para conocer el origen exacto de la neoplasia. Sin embargo,
cientes con cáncer de pulmón (tabla 5.13). esta técnica no suele realizarse actualmente. Para el diagnós-
Las indicaciones diagnósticas son las más numerosas. En- tico y tratamiento del cáncer oculto se ha iniciado la prácti-
tre ellas cabe destacar la sospecha de neoplasia pulmonar y ca de la terapia fotodinámica, que consiste en la administra-
el estudio de imágenes radiográficas de etiología descono- ción intravenosa de derivados de la hematoporfirina, que
cida. En las neoplasias pulmonares es la exploración de elec- son absorbidos por las células neoplásicas, lo cual permite la
ción, tanto para su diagnóstico como para conocer su si- observación macroscópica del tejido neoplásico y su poste-
tuación en el árbol bronquial con el fin de valorar las rior tratamiento mediante láser. Esta técnica tiene el inconve-
posibilidades quirúrgicas. Las imágenes radiográficas de si- niente de fotosensibilización a la luz solar, que puede durar
tuación muy periférica y pequeño tamaño es posible que no varias semanas. En los traumatismos de tórax, la presencia de
sean alcanzadas por la visión directa del fibrobroncoscopio. enfisema subcutáneo o hemoptisis puede indicar la existen-
En estos casos, la fibrobroncoscopia debe practicarse bajo cia de lesiones traqueobronquiales, que deben descartarse
control fluoroscópico con el fin de dirigir las pinzas de biop- mediante fibrobroncoscopia. Ante la sospecha de aspiración
sia al lugar de la lesión para obtener muestras adecuadas. pulmonar, la fibrobroncoscopia puede mostrar restos alimen-
Ante la presencia de hemoptisis debe practicarse una fibro- tarios en el árbol bronquial o bien intensa inflamación de la
broncoscopia, aunque no exista imagen radiográfica, sobre mucosa bronquial. En el síndrome de apneas obstructivas du-
todo en los fumadores mayores de 40 años. Existe controver- rante el sueño, la fibrobroncoscopia es útil para valorar las
sia sobre si la exploración debe realizarse con la mayor pron- anomalías morfológicas de las vías aéreas superiores. En
titud posible tras el inicio de la hemoptisis o unos días las enfermedades intersticiales difusas, la endoscopia está in-
después. En el primer caso, existen más posibilidades de co- dicada para la práctica de biopsia transbronquial y lavado
nocer el lugar del que procede la hemorragia endobron- broncoalveolar.
quial, pero a menudo la presencia de hemorragia activa im- Las indicaciones terapéuticas son las siguientes: a) atelecta-
pide observar si existen lesiones en la mucosa bronquial. En sia por retención de secreciones, frecuente en el postoperato-
cambio, si la exploración se practica días después del inicio rio de intervenciones quirúrgicas y en pacientes ingresados
de la hemoptisis, es posible que no pueda determinarse el en unidades de cuidados intensivos que están intubados y
origen de la misma. En cualquier caso, el momento de llevar ventilados mecánicamente; b) extracción de cuerpos extra-
a cabo la exploración debe decidirse en cada paciente en ños endobronquiales, para lo cual se dispone de pinzas espe-
particular, según la cuantía de la hemorragia y el estado clí- cialmente diseñadas, lo que evita la exploración con el bron-
nico. En los casos de asma bronquial que no responden satis- coscopio rígido; c) resecciones endobronquiales y traqueales,
factoriamente al tratamiento (asma atípica) debe practicarse cuando existen neoplasias pulmonares que obstruyen total o
la fibrobroncoscopia para descartar neoplasias pulmonares, parcialmente el árbol bronquial y en las que no puede practi-
cuerpos extraños endobronquiales o estenosis traqueales carse su corrección quirúrgica; estas resecciones se realizan
que podrían ser responsables de los síntomas asmáticos. En mediante láser, crioterapia o braquiterapia a través del fibro-
los pacientes con neoplasia de esófago debe realizarse el broncoscopio, aunque en la mayoría de los casos debe

715
NEUMOLOGÍA

emplearse el broncoscopio rígido; asimismo, granulomas y Broncoaspirado. Consiste en la introducción de 2-3 alícuotas
estenosis traqueales pueden tratarse mediante láser; d) intu- de 5-10 mL de solución salina estéril en el árbol bronquial y en
bación endotraqueal de pacientes con traumatismos maxilo- su posterior aspiración. El análisis citológico del broncoaspira-
faciales o lesiones de la columna cervical, debido a las difi- do es útil para el diagnóstico de las neoplasias broncopul-
cultades que entraña su realización, las cuales pueden monares. El análisis microbiológico no reviste interés para la
evitarse si la intubación se lleva a cabo a través del fibro- valoración de las neumonías bacterianas, a causa de la conta-
broncoscopio, y e) colocación de prótesis endobronquiales minación de la muestra por microrganismos procedentes de
en pacientes con compresión extrínseca del árbol bronquial las vías aéreas superiores. En cambio, este procedimiento es
por tumores. útil para el diagnóstico de la tuberculosis pulmonar.
La fibrobroncoscopia es indispensable para la valoración
del tratamiento citostático de las neoplasias pulmonares, ya Cepillado bronquial (brushing). Consiste en la introduc-
que a menudo se observan discrepancias radiograficoendos- ción de un cepillo bronquial a través del canal de aspiración
cópicas una vez finalizado el tratamiento. En ocasiones la ra- del aparato, con el que se frotan suavemente las lesiones en-
diografía de tórax es normal, pero persiste la neoplasia en el dobronquiales con el fin de obtener células descamadas
árbol bronquial. A la inversa, pueden persistir imágenes resi- para su análisis citológico. Es un método útil para el diagnós-
duales en la radiografía de tórax, en general cicatrizales, sin tico del cáncer de pulmón y su rentabilidad es similar a la
que exista neoplasia subyacente. Por último, la fibrobroncos- del broncoaspirado.
copia está indicada para la valoración de las lesiones de las
vías aéreas superiores aparecidas después de intubaciones Catéter telescopado de doble luz y oclusión distal. Con-
prolongadas o traqueostomías practicadas a pacientes ingre- siste en un cepillo especialmente diseñado para la obtención
sados en unidades de vigilancia intensiva. de secreciones bronquiales evitando la contaminación de la
Las principales complicaciones de la fibrobroncoscopia muestra por los gérmenes saprofitos de las vías aéreas supe-
son: a) broncospasmo en pacientes con asma bronquial, por riores. El número de unidades formadoras de colonias (UFC)
lo que en estos casos es aconsejable la administración previa en la muestra obtenida permite conocer si un germen deter-
de broncodilatadores; b) hipoxemia, ya que habitualmente la minado es el causante de la infección respiratoria o, simple-
fibrobroncoscopia causa disminución de la pO2, que puede mente, un colonizador de las vías aéreas. En el primer caso,
ser intensa en los pacientes con insuficiencia respiratoria; el número de UFC es superior a 103/mL. Esta técnica se ha
c) arritmias cardíacas en pacientes cardiópatas, por lo que utilizado con buenos resultados en el diagnóstico de las in-
debe valorarse cuidadosamente la indicación de la explora- fecciones bacterianas y fúngicas, incluso en pacientes inmu-
ción en estos casos; d) hemorragia provocada por la toma de nodeprimidos.
muestras biópsicas, y e) por último, la mortalidad de explora-
ción es inferior a 1 por cada 10.000 exploraciones y casi Biopsia transbronquial. Consiste en la obtención de mues-
siempre se produce en pacientes con enfermedades graves tras biópsicas del parénquima pulmonar a través del fibro-
(tabla 5.14). broncoscopio. Sin embargo, las muestras obtenidas son de
Las contraindicaciones de la fibrobroncoscopia son esca- pequeño tamaño, lo que dificulta en ocasiones el diagnósti-
sas. Las principales son: a) insuficiencia respiratoria, que obli- co etiológico. Esta técnica es útil para el diagnóstico de en-
ga a valorar las ventajas y los inconvenientes de la explora- fermos con infiltrados intersticiales difusos: neumopatías in-
ción; b) arritmias cardíacas graves, que representan una tersticiales difusas (véase Enfermedades intersticiales difusas
contraindicación absoluta, y c) infarto de miocardio reciente. del pulmón), neoplasias difusas (linfangitis carcinomatosa,
Finalmente, en pacientes con diátesis hemorrágica puede lle- carcinoma broncoalveolar) y neumopatías infecciosas
varse a cabo la exploración, pero no la toma de biopsias (ta- (Pneumocystis carinii, citomegalovirus, tuberculosis miliar).
bla 5.14). La biopsia transbronquial no debe utilizarse para clasificar
Además del examen visual de las vías aéreas pueden prac- las neumopatías intersticiales (neumonía intersticial usual,
ticarse diferentes técnicas complementarias que permiten la neumonía intersticial descamativa) ni para valorar el grado
obtención de muestras para análisis citológicos, histológicos de fibrosis o el grado de actividad en estos procesos. La biop-
y/o microbiológicos de gran interés diagnóstico. Las técnicas sia transbronquial está contraindicada en pacientes con ano-
que se utilizan son las siguientes: malías de la coagulación (tasa de protrombina inferior al
50%, recuento de plaquetas inferior a 50 × 109/L) o con insufi-
Biopsia bronquial. Se realiza con la pinza de biopsia bajo ciencia respiratoria grave. Las complicaciones son neumotó-
visión directa. Sus indicaciones principales son el diagnós- rax (10% de los casos) y hemorragia pulmonar, en particular
tico del cáncer pulmonar y de otras lesiones de las vías en los pacientes inmunodeprimidos.
aéreas (granulomas, neoplasias benignas). En las neopla-
sias pulmonares, los objetivos de la biopsia son poner de Punción aspirativa transbronquial. Se realiza mediante
manifiesto la existencia de la neoplasia y establecer su ope- una aguja unida a un catéter fino de teflón, con la cual se
rabilidad. pueden obtener muestras para estudio citológico. Esta técni-
ca se halla indicada en el estudio de las compresiones extrín-
secas de la pared bronquial ocasionadas por neoplasias o
TABLA 5.14. Complicaciones y contraindicaciones adenopatías. En estos casos se obtienen las muestras por
de la fibrobroncoscopia punción a través de la pared bronquial. Otra indicación es la
Complicaciones
punción de tumoraciones endobronquiales de aspecto ne-
Epistaxis crótico, en las cuales las tomas de biopsia con las pinzas
Laringospasmo convencionales por lo general sólo permiten obtener mate-
Broncospasmo rial necrótico que rodea a la neoplasia. La punción aspirativa
Arritmias cardíacas está también indicada en el estudio de tumoraciones situa-
Hipoxemia das en los bronquios apicales de los lóbulos superiores,
Hemorragia (toma de muestras biópsicas) cuando son inalcanzables con las pinzas de biopsia, y en la
Neumotórax (posbiopsia transbronquial) punción de nódulos solitarios periféricos.
Muerte (< 1/10.000 exploraciones)
Contraindicaciones Punción biopsia transbronquial. La pinza utilizada va uni-
Insuficiencia respiratoria da, al igual que la empleada en la punción aspirativa trans-
Arritmias cardíacas graves bronquial, a un catéter fino de teflón. Permite obtener mues-
Infarto de miocardio reciente
Diátesis hemorrágica (toma de muestras biópsicas)
tras para estudio histológico y las indicaciones son las
mismas que las de la punción aspirativa transbronquial.

716
GENERALIDADES

TABLA 5.15. Valores de referencia del lavado broncoalveolar sean indicativos de infección pulmonar. Por ello, la impor-
en el Servicio de Neumología del Hospital Clínico tancia del hallazgo de hongos en el lavado broncoalveolar
y Provincial de Barcelona debe valorarse en cada caso en particular. La buena toleran-
cia y el rendimiento de esta exploración han determinado
No fumadores Fumadores que la biopsia transbronquial no se utilice de forma habitual
Líquido obenido (mL) 83 ± 6 76 ± 13 en el diagnóstico de estos pacientes, e incluso en algunos
N.o total células (× 104/mL) 34 ± 10 77 ± 40 centros prácticamente ya no se emplea. En cambio es acon-
Macrófagos (%) 91 ± 3 94 ± 3 sejable, junto con el lavado broncoalveolar, obtener mues-
Linfocitos (%) 8±2 5±2 tras con el catéter telescopado de doble luz y oclusión distal
Neutrófilos (%) 0,3 ± 0,2 0,3 ± 0,7 en el mismo acto endoscópico con el fin de diagnosticar los
Eosinófilos (%) <1 <1 infiltrados de etiología bacteriana. Con ambas técnicas se
Mastocitos (%) <1 <1 diagnostican alrededor del 70% de los infiltrados pulmona-
Linfocitos T (%)* 63 ± 4 65 ± 4
Linfocitos CD4+ (%)* 49 ± 3 40 ± 11
res. En los últimos años se ha iniciado el empleo del lavado
Linfocitos CD8+ (%)* 29 ± 2 32 ± 9 broncoalveolar en la valoración de las neumonías bacteria-
Cociente CD4+/CD8+ 1,6 ± 0,1 1,3 ± 0,5 nas, sobre todo en los pacientes con ventilación mecánica,
con el fin de averiguar si el recuento de UFC en el líquido ob-
Linfocitos CD4+: linfocitos T colaboradores; linfocitos CD8+: linfocitos T
citotóxicos/supresores.
tenido es útil para su diagnóstico. Una nueva modalidad de
*Expresado como porcentaje del número total de linfocitos obtenido. lavado para el diagnóstico de las infecciones bacterianas es
el lavado broncoalveolar protegido, que se practica a través
de un catéter ocluido distalmente, que además posee un ba-
Lavado broncoalveolar. Consiste en la introducción en los lón inflable capaz de ocluir un bronquio segmentario y que
espacios alveolares de 100-150 mL de suero fisiológico en alí- permite realizar un lavado protegido sin contaminación de
cuotas de 50 mL mediante una jeringa de plástico. Tras intro- gérmenes procedentes de las vías aéreas superiores.
ducir cada alícuota, se aspira lentamente con la misma jerin- El análisis bioquímico del lavado broncoalveolar no ha
ga, obteniéndose por lo general el 50-70% del líquido aportado hasta el momento datos de interés para el diagnós-
introducido. Para la práctica de esta técnica, la punta del fi- tico de las enfermedades del aparato respiratorio. En la valo-
brobroncoscopio se enclava en un bronquio segmentario. ración de las enfermedades profesionales es útil para la de-
Para el estudio de las neumopatías difusas, la exploración se tección de los cuerpos de asbesto (véase Enfermedades
realiza en el lóbulo medio o en el segmento de la língula, por intersticiales difusas del pulmón). El análisis mineralógico
la facilidad técnica que ello implica, y para el de las neumo- por técnicas microanalíticas, como el análisis dispersivo de
patías localizadas, en el bronquio correspondiente al lóbulo energía o la espectroscopia de fotoelectrones excitados por
afectado. En el líquido obtenido se pueden realizar análisis rayos X, está en pleno desarrollo y en el futuro puede ser de
citológicos, microbiológicos y de otras sustancias (proteínas, utilidad para valorar las enfermedades ocupacionales.
enzimas, fibras minerales) presentes en las estructuras alveo- Las complicaciones son raras. Después de practicar la ex-
lares. ploración permanece en el espacio alveolar cierta cantidad
La principal indicación del lavado broncoalveolar es el es- del líquido administrado, que provoca estertores y/o roncus
tudio de las poblaciones celulares alveolares. En individuos en el área explorada e infiltrados radiográficos de caracterís-
sin enfermedad respiratoria, la fórmula celular está constitui- ticas alveolares, que suelen desaparecer al cabo de 4-12 h.
da principalmente por macrófagos alveolares (80-90%), algu- En el 2-3% de los casos aparece fiebre, siempre inferior a
nos linfocitos (inferiores al 12%) y escasos neutrófilos (1%) 38 oC. La infección pulmonar secundaria es excepcional. En-
(tabla 5.15). La presencia de eosinófilos y mastocitos es rara, tre las contraindicaciones cabe destacar la insuficiencia respi-
y casi siempre representa menos del 1% de las células. En fu- ratoria grave y la alteración ventilatoria de grave intensidad.
madores sanos, el porcentaje de neutrófilos puede ser algo
superior (3%). El cociente linfocitos T colaboradores/linfoci-
tos T supresores citotóxicos es 1,6-1,8, aunque en fumadores
Broncografía
puede ser algo inferior. El estudio de las alteraciones de la Consiste en el relleno del árbol bronquial con un contraste
fórmula celular se ha utilizado principalmente en la valora- radiológico adecuado que permita su visualización por
ción de las enfermedades intersticiales difusas (véase Enfer- rayos X. En el pasado, se utilizaba en el diagnóstico de las
medades intersticiales difusas del pulmón). En las eosinofi- bronquiectasias y del cáncer de pulmón. Sin embargo, otras
lias pulmonares, el lavado muestra intensa eosinofilia, que técnicas más sensibles y menos agresivas, como la TC y la fi-
constituye un dato diagnóstico de interés. En las neoplasias brobroncoscopia, han desplazado a la broncografía para la
difusas (linfangitis carcinomatosa, carcinoma broncoalveo- valoración de estas enfermedades y actualmente apenas se
lar) y en el cáncer de pulmón periférico, el análisis citológico utiliza.
puede demostrar células atípicas y aumenta el rendimiento
diagnóstico de la exploración. En la embolia grasa y en la
neumonía lipoide, el lavado puede ser útil en la demostra-
Pleuroscopia (toracoscopia) y videotoracoscopia
ción de macrófagos alveolares cargados de grasa. La pleuroscopia o toracoscopia consiste en la observación
En los pacientes inmunodeprimidos, el lavado broncoal- de la cavidad pleural y la obtención de muestras de ésta me-
veolar es la técnica de elección para la valoración de los in- diante un toracoscopio introducido a través de la pared torá-
filtrados pulmonares, sean de etiología infecciosa o no. El cica. Se practica con anestesia general y ofrece las ventajas
rendimiento diagnóstico es elevado en la neumonía por de permitir una amplia visualización de la pleura y la obten-
P. carinii (96%), las hemorragias pulmonares (75-100%) y las ción de muestras biópsicas de tamaño suficiente.
infecciones por micobacterias (80%). En la neumonía por ci- Sus indicaciones principales son el estudio de derrames
tomegalovirus, la sensibilidad diagnóstica varía entre el 50 y pleurales, cuando la toracocentesis y la biopsia pleural a cie-
el 90%, según se utilice sólo el estudio de las inclusiones cito- gas no han permitido establecer el diagnóstico etiológico, y
plasmáticas o bien el análisis con anticuerpos monoclonales el tratamiento de derrames pleurales y neumotórax con pleu-
y/o cultivos víricos. En cambio, es menos eficaz en la demos- rodesis. Las complicaciones son escasas. Después de la ex-
tración de la afección pulmonar por la enfermedad de base ploración, debe dejarse un tubo de drenaje pleural durante
(linfoma, neoplasia, leucemia) y en las neumopatías secun- 48-72 h. Está contraindicada en la insuficiencia respiratoria
darias a la administración de fármacos citostáticos. Mención grave y en las diátesis hemorrágicas.
especial merece el diagnóstico de las micosis pulmonares. La cirugía asistida por vídeo (videotoracoscopia o cirugía
Especies de Candida y de Aspergillus pueden estar presentes endoscópica) tiene las ventajas de evitar incisiones quirúrgi-
en las secreciones bronquiales de estos pacientes sin que cas convencionales y de acortar tanto el tiempo de la inter-

717
NEUMOLOGÍA

vención como la estancia hospitalaria postoperatoria. Sus la posibilidad de que se agrave si se produce un neumotórax
indicaciones principales son la práctica de biopsias pulmona- secundario a la punción. La toracocentesis realizada correc-
res en pacientes con enfermedades pulmonares difusas, la tamente no se acompaña de complicaciones. La aparición de
resección de nódulos y masas periféricos y de bullas, la esta- neumotórax, infecciones del espacio pleural y hemotórax se-
dificación del cáncer de pulmón (afectación mediastínica) y cundario a la laceración de la arteria intercostal es excepcio-
el diagnóstico y tratamiento (pleurodesis) de enfermedades nal. La principal complicación de la biopsia pleural es la
pleurales. aparición de neumotórax, que raras veces requiere drenaje
pleural. No es necesario practicar una radiografía de tórax
después de la toracocentesis y/o la biopsia pleural, excepto
Mediastinoscopia que el paciente presente disnea o dolor torácico, que po-
Se realiza para la observación y obtención de biopsias de los drían ser indicativos de neumotórax.
ganglios linfáticos mediastínicos, con el fin de evaluar la posi-
ble infiltración neoplásica de esta zona que pudiera contraindi-
car la cirugía de resección en las neoplasias pulmonares. Punción aspirativa transtraqueal
Para su realización, la mediastinoscopia requiere anestesia
general. Sus principales complicaciones son la hemorragia Esta técnica consiste en la punción de la membrana crico-
posbiopsia y la parálisis de las cuerdas vocales por lesión del tiroidea para la introducción de una cánula de plástico en la
nervio recurrente. luz traqueal, a través de la cual se instila solución salina esté-
ril, que posteriormente se aspira para análisis microbioló-
gico. En el pasado se utilizaba para el diagnóstico de las in-
Toracocentesis y biopsia pleural fecciones respiratorias, aunque actualmente ha quedado
relegada a un segundo plano debido a la introducción de
La punción transtorácica, o toracocentesis, debe llevarse a otras técnicas (catéter telescopado a través de fibrobroncos-
cabo en todos los casos de derrame pleural. Su práctica es copia) más rentables y menos molestas para el paciente.
sencilla e inocua si se siguen unas normas mínimas. La posi-
ción más idónea es la sedestación, con los brazos apoyados
en una mesa, de forma que queden a la altura de los hom- Punción pulmonar transparietal
bros. Es conveniente la administración de 0,5-1 mg de atropi- (punción transcutánea)
na antes de la exploración para evitar reacciones vagales;
posteriormente, y tras la limpieza y asepsia de la zona elegi-
da, se procede a la anestesia local con novocaína, procuran- Esta técnica permite obtener muestras procedentes de una
do introducir la aguja rozando el borde superior de la costilla zona determinada del parénquima pulmonar, mediante su
más próxima al lugar de la punción, pues, en caso contrario, aspiración con una aguja a través de la pared torácica. Está
cabe la posibilidad de lesionar el paquete vasculonervioso indicada en: a) nódulos o masas pulmonares en los cuales
intercostal. Una vez introducida la aguja dentro de la cavi- no se ha podido establecer el diagnóstico mediante fibro-
dad pleural, se recogen 20 mL de líquido, con el que se reali- broncoscopia, con el fin de obtener muestras para examen
zarán análisis bioquímicos, microbiológicos y citológicos. citológico y b) neumonías e infecciones pulmonares, en las
Cuando el derrame es escaso o cuando su localización es in- que representa una alternativa diagnóstica a la fibrobroncos-
cierta, es aconsejable practicar la toracocentesis bajo el con- copia con catéter telescopado. Para la punción de nódulos y
trol de ecografía o de TC. masas pulmonares es indispensable realizar la exploración
Cuando se sospecha la posibilidad de un empiema y la con fluoroscopia y amplificador de imágenes y, en determi-
punción no da salida a líquido se debe penetrar con una nados casos, con TC. El rendimiento de esta técnica se sitúa
aguja de mayor calibre y provista de un fiador, lo cual permi- en el 80% en las enfermedades neoplásicas. En cambio, en
tirá, por una parte, saber con certeza el momento en que se las lesiones benignas el diagnóstico se obtiene en el 50-55%
entra en la cavidad pleural y, por otra, merced a su mayor ca- de los casos. Cuando se trata de infecciones pulmonares, la
libre, extraer líquido aunque sea mucho más espeso. sensibilidad diagnóstica es aproximadamente del 70%.
La biopsia pleural está indicada en todos los derrames Las contraindicaciones son la diátesis hemorrágica, el enfi-
pleurales que presentan características de exudado y de etio- sema bulloso y cuando se sospecha que la masa o nódulo a
logía desconocida. No es necesario realizarla en los casos puncionar pueda corresponder a un quiste hidatídico o una
de: a) trasudados, siempre que estén acompañados de una lesión vascular.
enfermedad que justifique su presencia; b) empiemas, ya que Las principales complicaciones son la aparición de neumo-
en presencia de un derrame pleural purulento, la biopsia no tórax secundario (10-15% de los casos) y de expectoración
aporta datos diagnósticos y puede ocasionar la aparición de hemoptoica, que suele ceder de forma espontánea.
abscesos subcutáneos en el lugar de la punción, y c) derra-
mes quilosos de etiología congénita o traumática, puesto que
en estos casos la cavidad pleural actúa exclusivamente Biopsia pulmonar abierta
como recipiente del líquido quiloso procedente del conduc-
to linfático y no existe afección de las capas pleurales. El mé- La biopsia pulmonar abierta está indicada cuando han fra-
todo más sencillo de punción es a través de la pared torácica casado los procedimientos diagnósticos menos agresivos. Su
hasta situarse dentro de la cavidad pleural; para ello se si- indicación debe establecerse en cada caso en particular, ya
guen las normas descritas para la toracocentesis. Existen va- que depende tanto del estado clínico del paciente como de
rios tipos de aguja de biopsia pleural, aunque la rentabilidad la actitud terapéutica que pueda adoptarse en función del
diagnóstica es similar con todos ellos. diagnóstico esperado. Como ya se ha comentado, la cirugía
Con una buena técnica se puede obtener tejido histológi- asistida por vídeo (videotoracoscopia) representa un avance
camente valorable en más del 90% de los casos. Para la tu- en la práctica de biopsias pulmonares. Las principales con-
berculosis la rentabilidad suele ser elevada (alrededor del traindicaciones son la diátesis hemorrágica y la insuficiencia
70% con una biopsia y entre el 80 y el 85% con dos), mien- respiratoria.
tras que para las neoplasias es de aproximadamente el 50%.
En el mesotelioma, el pequeño tamaño de la muestra impide
obtener el diagnóstico de certeza. Análisis del esputo
La principal contraindicación de la toracocentesis y de la
biopsia pleural es la diátesis hemorrágica. La insuficiencia El análisis microbiológico del esputo es poco específico
respiratoria no es una contraindicación absoluta, pero existe para el diagnóstico de las infecciones bacterianas, debido a

718
INSUFICIENCIA RESPIRATORIA

la contaminación de las muestras por gérmenes colonizado- de enfermedades alérgicas (rinitis y asma bronquial). Actual-
res presentes en la cavidad orofaríngea, potencialmente pa- mente es la técnica de elección para la valoración de estas
tógenos. En cambio, es una técnica adecuada para el diag- enfermedades, puesto que es más sensible y específica que
nóstico de las infecciones por micobacterias. El esputo las pruebas intradérmicas. La inyección intradérmica de sus-
inducido, obtenido después de la inhalación de solución sali- tancias antigénicas se utiliza para el diagnóstico de la tuber-
na estéril al 3%, posee una alta sensibilidad diagnóstica para culosis pulmonar (prueba de Mantoux), en el diagnóstico de
la neumonía por P. carinii en pacientes con SIDA, lo que pue- las alveolitis alérgicas extrínsecas y en la valoración del esta-
de evitar la práctica de exploraciones más invasivas (lavado do de la inmunidad retardada. La prueba del sudor se emplea
broncoalveolar). Desde la introducción de la fibrobroncos- para el diagnóstico de la mucoviscidosis (fibrosis quística).
copia, el análisis citológico del esputo apenas se utiliza como La prueba de Kveim, utilizada hace algunos años para el diag-
exploración complementaria de primera línea en pacientes nóstico de la sarcoidosis, apenas posee aplicación clínica en
con sospecha radiográfica de cáncer broncopulmonar. Está la actualidad.
indicado en los pacientes en los que, a causa del estado clí-
nico, se halla contraindicada la fibrobroncoscopia. Por otra
parte, cabe mencionar que el análisis seriado del esputo du-
rante los 3 días siguientes a la práctica de la fibrobroncosco- Bibliografía especial
pia incrementa la sensibilidad diagnóstica de la exploración BECKER HD, KAYER K, SCHULZ V, TUENGERTHAL S, VOLLHABER HH. Atlas de
en el cáncer broncopulmonar. broncoscopia. Barcelona, Edika Med, 1990.
DU BOIS RM, CLARKE SW. Fiberoptic bronchoscopy in diagnosis and
management. Filadelfia, JB Lippincott, 1987.
Otras técnicas diagnósticas KLECH H, HUTTER C, COSTABEL U. Clinical guidelines and indications for
bronchoalveolar lavage. Eur Respir Rev 1992; 2: 48-127.
SAHN SA. The pleura. State of art. Am Rev Respir Dis 1988; 138: 184-
Las pruebas cutáneas tienen interés en el diagnóstico de 234.
diversas enfermedades respiratorias. La prueba de la picadura XAUBET A, AGUSTÍ C. Lavado broncoalveolar. MTA Medicina Interna.
(prick test) es de gran utilidad para el estudio y diagnóstico Barcelona, JR Prous, S.A., 1991, vol. IX, n.o 3.

Insuficiencia respiratoria
R. Rodríguez-Roisin

La función esencial del aparato respiratorio consiste en ga- Dado que el concepto de insuficiencia respiratoria se rela-
rantizar que el intercambio pulmonar de gases sea adecua- ciona con el valor de la PaO2, es importante conocer todas
do; es decir, procurar unos niveles óptimos de O2, impres- las situaciones que pueden determinar valores incorrectos e
cindible para la vida celular, y permitir simultáneamente la inducir, por tanto, una interpretación errónea. Entre dichas
correcta eliminación del CO2 producido por el metabolismo situaciones merecen destacarse las siguientes: a) extracción
tisular. Para que este intercambio sea correcto es necesario de sangre no arterial (venosa); b) desconocimiento de la
que las funciones esenciales del aparato respiratorio, control fracción inspiratoria de O2 (FiO2); c) contaminación de
de la ventilación, ventilación propiamente dicha, difusión al- la muestra sanguínea por aire; d) leucocitosis superior a
veolocapilar y perfusión sanguínea, se realicen de forma ade- 50 × 109/L; e) temperatura del paciente; y finalmente, f) erro-
cuada. Cualquier alteración en una o en varias de estas fun- res en la instrumentación de los aparatos de medición (cali-
ciones origina inevitablemente el fallo en el intercambio bración defectuosa, empleo incorrecto). Sin embargo, no
pulmonar de gases, que provoca insuficiencia respiratoria. siempre resulta fácil interpretar correctamente la alteración
Ésta se define como el estado o situación en el que los valo- de los gases arteriales, en particular cuando el paciente se
res en sangre arterial de la presión parcial de O2 (PaO2) están encuentra en condiciones críticas, ya que junto con los fac-
reducidos (hipoxemia, con exclusión de la hipoxemia se- tores intrapulmonares que regulan el intercambio gaseoso
cundaria a comunicaciones intracardíacas de derecha a iz- existen otros, de origen extrapulmonar, que también influyen
quierda) y/o los de la presión parcial de CO2 (PaCO2) están (tabla 5.16). La reducción de la ventilación global y/o del
elevados (hipercapnia, con exclusión de la hipercapnia se- gasto cardíaco y/o el aumento del consumo de O2 tienden a
cundaria a alcalosis metabólica) y, más concretamente, como minimizar el valor de la PaO2, independientemente del esta-
la existencia de una PaO2 inferior a 60 mmHg (8 kPa) y/o una
PaCO2 igual o superior a 50 mmHg (6,7 kPa) (en reposo y al
nivel del mar). Este concepto es biológico y depende exclusi- TABLA 5.16. Factores intrapulmonares y extrapulmonares
vamente del valor de los gases en sangre arterial. Por tanto, la que regulan la PaO2 y la PaCO2
insuficiencia respiratoria no es una enfermedad en sentido
estricto, sino un trastorno funcional del aparato respiratorio Factores intrapulmonares
provocado por una gran variedad de situaciones que, inclu- Difusión alveolocapilar de O2
Cortocircuito (shunt) . .
so, pueden afectar el parénquima pulmonar propiamente di- Relaciones ventilación/perfusión (VA/Q)
cho (p. ej., en las intoxicaciones por sobredosis de sedantes
y barbitúricos). Factores extrapulmonares
Los valores normales de PaO2 se sitúan entre 90 y 100 Presión inspiratoria de O2
mmHg (12 y 13,3 kPa), con escasas variaciones [de aproxi- Ventilación
madamente ± 5 mmHg (0,7 kPa)], y tienden a reducirse a Gasto cardíaco
medida que avanza la edad [aunque nunca deben estar por Consumo de O2
debajo de 80 mmHg (10,7 kPa)]. Por el contrario, los valo- Hemoglobina
Temperatura corporal
res de PaCO2 no varían con la edad y son de 40 ± 5 mmHg Equilibrio ácido-básico
(5,3 ± 0,7 kPa).

719
NEUMOLOGÍA

do de los determinantes intrapulmonares, y, a la inversa, el adquiridas (fístulas arteriovenosas pulmonares o algunas


aumento de las dos primeras variables extrapulmonares cita- grandes malformaciones cardiovasculares), torácicas o extra-
das y/o la reducción del consumo de O2 conducen a la opti- torácicas, que incluyen un sustrato anatómico, no estarían
mización de la PaO2, cualquiera que sea el estado de los fac- incluidas según el concepto actual de insuficiencia
. respirato-
tores intrapulmonares. ria. Cursan con hipocapnia, aumento de la V E y elevación
del gradiente alveoloarterial de O2, y se caracterizan porque
la administración de O2 al 100% no es capaz de elevar sufi-
Hipoxemia, hipercapnia e hipoxia tisular cientemente las cifras de PaO2. Constituyen una situación re-
lativamente frecuente en las enfermedades pulmonares de
Mecanismos. Existen cuatro causas de hipoxemia [hipoven- los pacientes en estado crítico y, a diferencia de los dos me-
tilación alveolar, limitación de la difusión alveolocapilar de canismos anteriores (hipoventilación alveolar y limitación de
O2, cortocircuitos. y .desequilibrios en las relaciones ventila- la difusión alveolocapilar), se corrige. poco
. con O2 al 100%.
ción/perfusión (VA/Q)], y dos causas de hipercapnia (hipo-. . Desequilibrios en las relaciones VA/Q . Representan la prin-
ventilación alveolar y desequilibrios en las relaciones VA/Q) cipal causa de hipoxemia. Todas las enfermedades pulmona-
(tabla 5.17). La reducción de la pO2 en el aire inspirado, si- res cursan con. desequilibrios
. más o menos acentuados de
tuación que se produce sobre todo en las grandes alturas, las relaciones VA/Q. Éstos se caracterizan, en unos casos, por
donde la presión atmosférica está reducida, o al nivel del la presencia de áreas en las que una parte considerable de la
mar en circunstancias accidentales excepcionales, es tam- . en unidades alveolares mal ventiladas
perfusión se distribuye
.
bién causa de hipoxemia, pero no se considerará en este ca- (con cocientes VA/Q reducidos) y, en otros, porque un por-
pítulo. . centaje variable de la ventilación alveolar se. sitúa . en unida-
Hipoventilación alveolar. La ventilación alveolar
. (VA) se de- des escasamente perfundidas (con cocientes VA/Q elevados).
fine como parte de la ventilación minuto (V E) que realmen- Esta forma de hipoxemia, que puede . ocasionar a veces re-
te interviene en el intercambio gaseoso, en contraposición tención de CO2, se presenta con V E normal o elevada y gra-
con la que no lo hace o ventilación del espacio muerto, y que diente alveoloarterial de O2 aumentado y responde bien a la
corresponde a la tráquea y a las grandes. vías respiratorias. administración de O2 al 100%.
Existe una relación hiperbólica entre la VA y los valores de En la práctica diaria, la hipoxemia arterial puede tener
PaCO2, definida por la ecuación: más de un mecanismo patogénico. Así, un ejemplo caracte-
. . rístico es el de la hipoventilación alveolar provocada por la
VA = k × V CO2/PaCO2 administración de O2, que complica la hipoxemia de los pa-
. cientes con obstrucción crónica al flujo respiratorio, cuyo
donde k es una constante y V CO2 corresponde a la produc- sustrato fisiopatológico .principal
. lo constituyen los desequili-
ción de CO2. Si esta última . no varía, y habitualmente no lo brios en las relaciones VA/Q; por otro lado, en estos pacientes
hace, la reducción de la VA (hipoventilación) se asocia al au- puede asociarse hipoventilación alveolar secundaria a fatiga
mento de la PaCO2 (hipercapnia). La hipoxemia secundaria muscular respiratoria.
a hipoventilación
. alveolar se acompaña siempre de hiper- Las dos causas de hipercapnia son la hipoventilación
. . al-
capnia, de V E reducida y de diferencia (o gradiente) alveo- veolar y los desequilibrios en las. relaciones VA/Q. Para dife-
loarterial de O2 normal (no elevada), que se debe corregir fá- renciarlas, basta con medir la V E y calcular la diferencia
cilmente con la administración de O2 al 100% (en el plazo de alveoloarterial de O2. En la hipercapnia secundaria a hipo-
20-30 min). Los ejemplos clínicos más representativos son: ventilación alveolar, este gradiente está conservado. (ya que
sobredosis de sedantes del SNC, enfermedades del SNC y de el parénquima pulmonar está indemne) y la V E se halla re-
los músculos periféricos y obstrucciones de la vía respirato- ducida; por el contrario, si la causa. de. la .hipercapnia reside
ria principal. en un trastorno de las relaciones VA/Q, la V E está conservada
Limitación de la difusión alveolocapilar de O2. La difusión o aumentada y el gradiente tiende a estar elevado.
alveolocapilar de O2 consiste en el fenómeno del paso de las El término hipoxia se emplea cuando el aporte de O2 a los
moléculas de O2 del compartimiento alveolar al sanguíneo. tejidos es insuficiente y, por consiguiente, no es sinónimo de
Sus anomalías sólo son evidentes en los pacientes con fibro- hipoxemia. Aunque es evidente que toda hipoxemia implica
sis pulmonares difusas durante el esfuerzo o en individuos hipoxia (hipoxia hipoxémica), no toda hipoxia se debe a
sanos cuando la pO2 inspiratoria está muy reducida (grandes . hipoxemia. El concepto aporte de O2 se define mediante el
alturas). Se acompaña de hipocapnia y de aumento de la V E producto del gasto cardíaco por el contenido arterial de O2
y de la diferencia alveoloarterial de O2, siendo reversible tras (CaO2). Ello explica que los principales mecanismos de hipo-
respirar O2 al 100%. Su importancia como causa de hipoxe- xia dependen del déficit local o generalizado del flujo san-
mia es limitada y no tiene prácticamente interés clínico. guíneo (hipoxia circulatoria), del déficit cuantitativo o cuali-
Cortocircuito de derecha a izquierda (shunt). Esta situación tativo del número de hematíes y/o hemoglobina (hipoxia
se observa cuando determinadas áreas . del
. pulmón presen- anémica) o de la utilización celular inadecuada de O2 por las
tan unidades alveolares con relación VA/Q nula, es decir, al- mitocondrias (hipoxia disóxica) (tabla 5.18). En condiciones
veolos no ventilados pero sí perfundidos. Incluye todas las de hipoxia, las cifras de pO2 en las células son totalmente
enfermedades que cursan con acumulación de agua pulmo- desconocidas, aunque se sospecha que pueden ser inferiores
nar extravascular (edema pulmonar), pus (neumonías), san- a 1 mmHg. Las causas de hipoxia son variadas y, en razón de
gre (hemorragia intrapulmonar) o con ausencia completa de su importancia clínica, junto a las generadoras de hipoxemia
ventilación (atelectasia). Las malformaciones, congénitas o merecen destacarse el shock, las obstrucciones vasculares
arteriales, la anemia, la sepsis por gérmenes gramnegativos y
TABLA 5.17. Causas de hipoxemia e hipercapnia: características las intoxicaciones por CO o cianuro potásico. En cualquier
diferenciales tipo de shock, así como en las obstrucciones arteriales, se
. produce una disminución del aporte de O2 porque el flujo
Causa PaO2 PaCO2 Gradiente VE sanguíneo está reducido (hipoxia circulatoria). En la anemia
Hipoventilación alveolar ↓ ↑ – ↓ no existe suficiente hemoglobina para transportar todo el O2
Limitación de la difusión necesario; la afinidad del CO por la hemoglobina es 300
alveolocapilar de O2 ↓ ↓ ↑ ↑ veces superior a la del O2, por lo que, en caso de intoxica-
Shunt ↓ ↓ ↑ ↑ ción por CO, la cifra de saturación de la oxihemoglobina
Desequilibrios. en. las puede llegar a ser extremadamente baja e incompatible con
relaciones VA/Q ↓ ↓↑ ↑ –↑ la vida celular (hipoxia anémica). Por último, en la intoxica-
. ción por cianuro o en determinadas sepsis por gérmenes
Gradiente: diferencia alveoloarterial de O2; V E: ventilación minuto;
↑: aumento; ↓: descenso; –: sin cambios. gramnegativos la célula no es capaz de utilizar adecuada-

720
INSUFICIENCIA RESPIRATORIA

TABLA 5.18. Hipoxia: tipos, causas y mecanismos principales


Tipo Causa Mecanismo principal
Hipoxémica Intoxicación por sedantes del SNC Hipoventilación alveolar
Enfermedades neuromusculares
Síndrome de apneas durante el sueño
Obstrucciones de la vía respiratoria superior

Neumonía Shunt
Síndrome de distrés respiratorio del adulto
.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Desequilibrios en las relaciones VA/Q
Enfermedades intersticiales difusas del pulmón
Embolia pulmonar

Circulatoria Shock Reducción del gasto cardíaco


Obstrucciones arteriales Reducción del flujo sanguíneo
Hemoconcentración Aumento de la viscosidad de la sangre

Anémica Anemia Reducción (o alteración) de la hemoglobina


Hemodilución
Hemoglobinopatías

Alcalosis-acidosis Alteración de la curva de saturación de oxihemoglobina


Hipocapnia-hipercapnia
Hipotermia-hipertermia
Transfusión de sangre almacenada
Intoxicación por monóxido de carbono

Disóxica Shock Metabolismo celular anómalo


Sepsis por gramnegativos
Intoxicación por cianuro
Alteraciones mitocondriales

mente el O2, que, por otra parte, se halla presente en cantida- propios de hipertensión pulmonar y cor pulmonale. Con fre-
des suficientes (hipoxia disóxica). Obsérvese que en ninguno cuencia se asocia a poliglobulia.
de estos ejemplos existe hipoxemia propiamente dicha, es Las manifestaciones clínicas de la hipercapnia dependen
decir, disminución de la PaO2. Por ello, junto a la oxigenote- de la rapidez de su instauración. Cuando lo hace de forma
rapia, el restablecimiento de los parámetros hemodinámicos aguda predominan los trastornos del SNC: desorientación
para mantener un gasto cardíaco óptimo y la reposición de temporospacial, somnolencia, obnubilación, coma e, inclu-
la cantidad de sangre necesaria para elevar el valor del CaO2 so, muerte. Las manifestaciones cardiovasculares son mucho
constituyen dos medidas terapéuticas de primer orden. Por más variables y están condicionadas por el grado de vaso-
el mismo motivo, la administración de O2 puede estar com- constricción, secundaria a la activación generalizada del sis-
pletamente justificada en determinados casos de shock o tema simpático, o de vasodilatación, propia de los efectos lo-
anemia grave, sin que necesariamente se demuestre la pre- cales de la acumulación del CO2. En general, son patentes la
sencia de hipoxemia arterial. sudación facial y antetorácica profusa y la taquicardia, mien-
tras que las cifras de presión arterial pueden ser variables.
Cuadro clínico. Es muy variado, ya que depende, en gran Por el contrario, la hipercapnia de evolución crónica puede
parte, de las características clínicas propias de cada una de presentarse sin manifestaciones clínicas. Así, numerosos
las enfermedades causales. Sin embargo, existen signos y sín- pacientes con valores de PaCO2 superiores a 60 mmHg
tomas propios de la hipoxemia o la hipercapnia, difíciles de (7,9 kPa) presentan una calidad de vida aceptable. De todos
diferenciar en muchas ocasiones, que merecen ser comenta- modos, no es extraño que manifiesten cefaleas y somnolen-
dos. Los signos de la hipoxemia aguda se relacionan esen- cia, síntomas propios del efecto vasodilatador del CO2 sobre
cialmente con trastornos de SNC y del sistema cardiovascu- la circulación cerebral, y que aparezca flapping tremor.
lar. Entre los primeros destacan la incoordinación motora, la
somnolencia y la disminución de la capacidad intelectual,
cuadro que recuerda en muchas ocasiones al del alcoholis- Clasificación
mo agudo; si la hipoxemia empeora, puede presentarse
depresión de los centros respiratorios medulares con muerte La clasificación de la insuficiencia respiratoria puede esta-
súbita. Las manifestaciones cardiovasculares más caracterís- blecerse atendiendo a criterios clinicoevolutivos (aguda o
ticas en las fases iniciales son la taquicardia y la hipertensión crónica), al mecanismo patogénico
. . subyacente (por dese-
arterial. A medida que se acentúa la reducción de la PaO2, quilibrios en las relaciones VA/Q o hipoventilación alveolar)
aparecen bradicardia, depresión miocárdica y, finalmente, o a sus características gasométricas (hipercápnica o hipoxé-
shock cardiocirculatorio. La cianosis periférica sólo se obser- mica). De acuerdo con la evolución de la insuficiencia respi-
va cuando la concentración de la hemoglobina reducida es ratoria, ésta puede clasificarse en aguda (IRA) y crónica
superior a 5 g/dL. Su reconocimiento clínico a veces es difí- (IRC), según la forma de presentación clínica y las caracterís-
cil, ya que depende de otros factores asociados, como el co- ticas individuales de cada paciente. Sin embargo, esta clasifi-
lor de la piel, la cifra global de hematíes o el grado de cación no tiene en cuenta si existe hipoxemia sola o asocia-
percepción visual del observador. En general, no suele reco- da a hipercapnia. La IRA suele presentarse en pacientes
nocerse hasta que la cifra de PaO2 se halla por debajo de 40- previamente sanos y su ejemplo más representativo lo consti-
50 mmHg (5,3-6,7 kPa). La hipoxemia crónica se acompaña tuye el edema pulmonar no cardiogénico o síndrome de dis-
de apatía, falta de concentración y respuesta lenta a los di- trés respiratorio del adulto (SDRA), en el que una amplia va-
versos estímulos; las manifestaciones cardiovasculares son riedad de enfermedades extrapulmonares o intrapulmonares
mínimas, aunque se pueden reconocer signos y síntomas causan alteraciones de la permeabilidad capilar pulmonar.

721
NEUMOLOGÍA

Insuficiencia respiratoria

CON HIPERCAPNIA SIN HIPERCAPNIA

Con parénquima Con parénquima Enfermedades Enfermedades pulmonares agudas


pulmonar sano pulmonar patológico pulmonares
crónicas

Localizadas Difusas:
edema pulmonar

Intoxicación por EPOC EPOC Neumonía Cardiogénico


sedantes del SNC Agudización grave Agudización grave Tromboembolia No cardiogénico
Enfermedades del asma del asma pulmonar aguda (o SDRA)
neuromusculares Enfermedades intersticiales
Obstrucciones de la vía difusas del pulmón
aérea principal Enfermedades vasculares
crónicas del pulmón

Fig. 5.16. Clasificación de la insuficiencia respiratoria. EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; SDRA: síndrome de distrés respiratorio
del adulto.

.
Por el contrario, la IRC implica la existencia de una enferme- cho de que la VE esté reducida, el gradiente alveoloarterial
dad previa, suficientemente prolongada para que el organis- de O2 sea normal y la PaO2 se eleve fácilmente tras la adminis-
mo haya puesto en marcha una serie de medidas de com- tración de O2 al 100%, ya que se halla determinada por la hi-
pensación hasta el punto de hacer compatible esta situación poventilación alveolar. Puede deberse a numerosas causas,
con el desarrollo de una calidad de vida casi normal. En mu- que cursan de forma aguda (intoxicación por sobredosis de
chas ocasiones, estos pacientes refieren una sintomatología sedantes) o crónica. En contraposición a esta última, en la in-
mínima e, incluso, la exploración física puede ser normal. suficiencia
. respiratoria hipercápnica con pulmón patológico
Sólo las determinaciones de los gases en sangre arterial pon- la VE está conservada o incluso aumentada, el gradiente alve-
drán de manifiesto la existencia de cifras relativamente redu- oloarterial de O2 se halla elevado y la administración de O2 al
cidas de PaO2, por lo general entre 50 y 60 mmHg (6,7 y 100% eleva considerablemente los valores de PaO2. En este
8 kPa), con valores de PaO2 variables entre 50 y 60 mmHg. caso, el mecanismo fisiopatológico . corresponde
. al desequili-
Ejemplos representativos de IRC son la enfermedad pulmo- brio acusado en las relaciones VA/Q pulmonares, el cual se
nar obstructiva crónica (EPOC) y las diversas enfermedades halla presente en la gran mayoría de las enfermedades pul-
pulmonares difusas intersticiales, en las que la historia natu- monares crónicas que cursan con obstrucción generalizada
ral de la insuficiencia respiratoria se desarrolla en el curso de de las vías respiratorias, en particular la EPOC y los cuadros
varios años. En estos casos, el organismo vive en un estado de agudización del asma bronquial.
de equilibrio inestable que puede romperse en cualquier La insuficiencia respiratoria sin hipercapnia puede subdivi-
momento por múltiples causas, provocando entonces los dirse en tres subgrupos, atendiendo sobre todo a las caracte-
episodios de descompensación aguda de la IRC, situación rísticas clinicopatológicas de la enfermedad causal. Por un
clínica mucho más grave que la IRC compensada y estable. lado se sitúan todas las entidades que cursan de forma agu-
No obstante, dado que la insuficiencia respiratoria se define da, ya sean localizadas, como las neumonías graves o la
por las anomalías en la PaO2 y/o PaCO2, se la ha clasificado tromboembolia pulmonar aguda, o más difusas, como el
por conveniencia en dos grandes grupos, según que la hipo- SDRA. En ambos casos, el mecanismo patogénico puede ser
xemia se asocie o no a hipercapnia (fig. 5.16). A su vez, cada mixto ya que . se. combinan el shunt y los desequilibrios en las
uno de ellos puede subdividirse en varios subgrupos de relaciones VA/Q. El shunt es el mecanismo predominante en
acuerdo con el mecanismo patogénico subyacente. el SDRA, mientras que ambos factores se combinan en los
La insuficiencia respiratoria hipercápnica puede presentarse otros dos cuadros clínicos según su gravedad y fase evoluti-
en un parénquima pulmonar sano o, por el contrario, en un va. . En estas dos entidades, siempre de presentación aguda,
parénquima patológico con anomalías estructurales difusas la V E está muy elevada, existe hipocapnia y el gradiente al-
desarrolladas a lo largo de varios años. La insuficiencia respi- veoloarterial de O2 está muy aumentado. Si el shunt es inten-
ratoria hipercápnica con pulmón sano suele denominarse so, la respuesta de la PaO2 a la administración de O2 al 100%
también insuficiencia ventilatoria, puesto que en su base se será nula o muy discreta. Frente a estos dos tipos de insufi-
halla siempre implicado un defecto en el aparato eliminador ciencia respiratoria sin hipercapnia, cabe reconocer una ter-
de CO2, es decir, en la ventilación propiamente dicha; sin em- cera variedad que incluye una amplia gama de enferme-
bargo, esta denominación puede inducir a error al ser con- dades pulmonares crónicas en las que la insuficiencia
fundida con el concepto de alteración ventilatoria de natura- respiratoria puede presentarse de forma crónica o aguda y
leza obstructiva, restrictiva o mixta. Por el contrario, la en la que el mecanismo fundamental .corresponde
. a un dese-
insuficiencia respiratoria no hipercápnica implica siempre la quilibrio
. profundo en las relaciones VA/Q. En estos casos, la
existencia de parénquima pulmonar patológico. En la forma V E es normal o alta, el gradiente alveoloarterial de O2 está
hipercápnica con parénquima pulmonar sano destaca el he- aumentado, aunque sin alcanzar los valores que se observa-

722
INSUFICIENCIA RESPIRATORIA

ban en las otras dos variedades de insuficiencia respiratoria una buena anamnesis ayuda a perfilar correctamente esta
no hipercápnica, y la PaO2 se incrementa manifiestamente entidad. La hipoxemia y la hipercapnia de estos pacientes
cuando se administra O2 al 100%. Aquí se deben incluir suelen presentarse transitoriamente durante el sueño, en las
la IRA y la IRC de la EPOC que no retienen CO2, la IRA de la fases de apnea, lo que puede provocar arritmias cardíacas y
agudización grave del asma bronquial y, en general, la IRC aumentos pasajeros de la presión arterial.
de las enfermedades intersticiales difusas pulmonares y de Entre los trastornos neuromusculares generalizados no se
toda una amplia variedad de enfermedades vasculares pul- hará referencia a ninguna enfermedad en particular, ya que
monares crónicas. en los apartados correspondientes a las enfermedades neuro-
musculares se proporciona una descripción más detallada.
Sin embargo, merece destacarse el concepto de fatiga o debi-
Insuficiencia respiratoria hipercápnica lidad muscular respiratoria, que se define como la falta de ca-
con parénquima pulmonar sano pacidad de los músculos respiratorios inspiratorios (diafrag-
ma e intercostales) necesaria para mantener una ventilación
adecuada. Esta circunstancia, que implica el fallo en el fuelle
Causas y cuadro clínico. En la tabla 5.19 se incluyen las osteomuscular de la caja torácica, puede causar hipercapnia
principales causas, que pueden localizarse en el SNC, las vías en la EPOC, probablemente en las formas más graves del
nerviosas y medulares descendentes, la placa neuromotora, asma bronquial, en determinados trastornos neuromuscula-
los músculos respiratorios o la caja torácica osteomuscular. res y en una amplia gama de situaciones clínicas, como pue-
También puede ser secundaria a obstrucciones graves de la de ser el shock cardiocirculatorio. La simple inspección clíni-
vía respiratoria principal (laringe, tráquea). Si bien la des- ca puede orientar el diagnóstico al observar el movimiento
cripción detallada de cada una de estas entidades se halla paradójico de la musculatura abdominal durante la inspira-
fuera del contexto de este capítulo, se señalan aquellas que ción (retracción en lugar de protrusión) o la retracción ester-
tienen más interés en la práctica diaria. nal inspiratoria, hallazgos generalmente asociados a taquip-
En primer lugar cabe citar la insuficiencia respiratoria hi- nea. Es recomendable la medición de la capacidad vital
percápnica secundaria a la intoxicación por sobredosis ex- (VC) y de la presión inspiratoria máxima (PIM), parámetros
cesiva de sedantes u otros preparados que reduzcan la ac- indicativos de la intensidad y la gravedad del fallo ventila-
tividad del SNC. El cuadro neuropsíquico varía según la torio.
cantidad y el tipo de fármaco ingerido y comprende desde En cuanto a las enfermedades de la caja torácica, entre las
la simple somnolencia u obnubilación hasta el coma profun- que cabe incluir las deformaciones toracovertebrales o las le-
do con grave compromiso de las funciones vitales. Si se aso- siones extensas de la pleura (quirúrgicas o médicas), la sim-
cia ingesta alcohólica excesiva, la situación clínica será toda- ple exploración física y la radiografía facilitan de forma nota-
vía más grave. A menudo cursa con la reducción o la ble el diagnóstico. En muchas de estas enfermedades, la
pérdida de los reflejos (deglución, vómito, tos), con disminu- insuficiencia respiratoria suele aparecer de forma aguda a
ción generalizada del tono muscular y anomalías de la activi- causa del propio trastorno muscular (síndrome de Guillain-
dad mucociliar y del transporte de partículas en las vías aére- Barré) o por complicaciones sobreañadidas de origen pul-
as, lo que facilita la aspiración de material gástrico y puede monar (distrofias) o yatrógeno (como puede ocurrir en la
ocasionar una neumonía por aspiración. En estos casos, no miastenia grave). En otros casos cursa de forma crónica.
es extraño que coexista un mecanismo adicional de hipoxe- Debe señalarse que en los traumatismos torácicos es muy fre-
mia .en .el que, al shunt y a los desequilibrios en las relacio- cuente que coexistan contusión y atrición del parénquima
nes VA/Q, se añade la hipoventilación alveolar primitiva. pulmonar circundante, lo que determinará que la insuficien-
Otra entidad de gran interés es la hipoventilación alveolar cia respiratoria presente más de un mecanismo de hipoxe-
primaria ligada al síndrome de apneas durante el sueño (véa- mia. Por otra parte, la cronicidad de la mayoría de estas
se Síndrome de apneas durante el sueño). Hay que destacar enfermedades facilita la presentación de infecciones pulmo-
la importancia de sus manifestaciones clínicas, puesto que nares repetidas que, a la larga, pueden lesionar el parénqui-
ma pulmonar. . y, por tanto, provocar desequilibrios en las re-
laciones VA/Q.
TABLA 5.19. Causas de insuficiencia respiratoria hipercápnica Las obstrucciones de la vía respiratoria principal, casi siem-
con parénquima pulmonar sano pre de instauración aguda, son particularmente graves en el
Ausencia de actividad de los centros respiratorios
niño y el adolescente joven, en los que el diámetro de dicha
Sobredosis de medicamentos: sedantes, barbitúricos, opiáceos vía es más reducido y, por tanto, más vulnerable. La caracte-
Lesiones del SNC: traumatismos craneales, poliomielitis rística semiológica principal consiste en la auscultación del
Mixedema estridor, que a menudo se asocia a aleteo nasal, tiraje inter-
Hipoventilación alveolar primaria (síndrome de apneas costal, empleo desproporcionado de la musculatura respira-
durante el sueño) toria accesoria y, en ocasiones, movimientos paradójicos to-
racoabdominales (véase Enfermedades obstructivas de las
Enfermedades neuronales y de las vías nerviosas vías aéreas).
Agudas: síndrome de Guillain-Barré, poliomielitis, tétanos
Crónicas: esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson,
Por último, cabe citar la hemodiálisis como causa de hipo-
poliomielitis ventilación alveolar, que provoca hipoxia alveolar secunda-
ria a la disminución de la producción de CO2 (ya que éste se
Enfermedades de la placa neuromotora: miastenia grave, elimina, en parte, por la membrana del dializador). Esta re-
botulismo, agentes curarizantes, aminoglucósidos ducción
. de la producción de CO2 determina la reducción de
la V E sin que se asocie hipercapnia. Dado que se trata, por
Enfermedades musculares: enfermedades de la neurona motora, tanto, de una hipoventilación alveolar que cursa con hipoxe-
distrofias en general, polimiositis, hipofosfatemia, mia pero sin hipercapnia, situación prácticamente única en
hipopotasemia, parálisis diafragmática, síndrome de fatiga
muscular respiratoria
fisiopatología respiratoria, suele denominarse hipopnea.

Enfermedades de la caja torácica: cifoscoliosis, traumatismos Tratamiento. La insuficiencia respiratoria hipercápnica con
torácicos, fibrotórax, otras deformidades (quirúrgicas pulmones sanos más frecuente es la provocada por la sobre-
o médicas) dosis de sedantes o de opiáceos. En estos casos, las manifes-
taciones clínicas y neurológicas, en particular el grado de
Obstrucciones de la vía respiratoria principal coma, guiarán la pauta terapéutica. Dado que la insuficien-
cia respiratoria se debe a la sedación del control de la venti-
Otras causas: hemodiálisis
lación, puede estar indicada la ventilación mecánica sin em-

723
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.20. Oxigenoterapia: principales formas de administración ria y valores del FEV1 inferiores a 1 L, en los que se asocian,
además, atrapamiento gaseoso, hiperinsuflación pulmonar y
En un paciente con ventilación espontánea . reducción más o menos discreta de la capacidad de transfe-
De flujo alto (FiO2 predeterminada, independiente de la V E
del paciente) rencia del CO (DLCO). Clínicamente cursan con tos, expecto-
Mascarillas basadas en el efecto Venturi (FiO2 = 24, 28, 35 ración y disnea de grado variable. La insuficiencia respirato-
y 40%) . ria puede presentarse de forma aguda (IRA), como episodio
De flujo bajo (FiO2 variable, dependiente de la V E aislado o no en el contexto de la historia natural de su enfer-
del paciente) medad pulmonar, o de forma crónica (IRC) permanente.
Lentillas nasales (FiO2 aproximada = 24-40%)
Cánulas nasales (FiO2 aproximada = 24-40%)" Factores desencadenantes (o agravantes). Aunque no
Mascarillas simples (con reservorio o sin éste) siempre están presentes, se han descrito numerosos factores
(FiO2 aproximada = 40-80%)
En un paciente sin ventilación espontánea que pueden actuar solos o combinados, entre los que mere-
Ventilación mecánica (FiO2 precisa y regulable = 21-100%) cen señalarse los siguientes:
. Infecciones pulmonares. Están causadas por agentes bacte-
FiO2: fracción inspiratoria de oxígeno; VE: ventilación minuto. rianos, entre los que destacan el Streptococcus pneumoniae,
el Haemophilus influenzae, la Branhamella catarrhalis y la
Chlamydia pneumoniae. El papel de otros gérmenes gramne-
plear FiO2 elevadas. Es aconsejable, además, instaurar todas gativos y de los agentes víricos es insuficientemente conoci-
las medidas que faciliten la eliminación rápida del medica- do hasta ahora. Pueden cursar como un resfriado común,
mento ingerido, como el lavado gástrico, la perfusión de con fiebre o sin ella, que ocasiona aumento de la tos y la ex-
abundantes líquidos para forzar la diuresis y, en algunas si- pectoración, a veces purulenta, sibilancias y disnea. Estos
tuaciones, la hemodiálisis. Como medidas adicionales se episodios, que pueden repetirse varias veces a lo largo del
debe tratar la acidosis metabólica, si ésta se manifiesta, y, en año, limitan aún más las defensas locales del árbol bronquial
algunos casos, administrar un antídoto (naloxona para las y aumentan el grado de obstrucción generalizada de las vías
sustancias opiáceas). En ningún caso están indicados los es- respiratorias. En este apartado cabe también incluir las infec-
timulantes respiratorios (analépticos). En el supuesto de que ciones más graves, del tipo de las neumonías.
el paciente no esté comatoso y que su ventilación espontá- Tabaco y factores ambientales o de contaminación urbana
nea sea suficiente, se recomienda instaurar oxigenoterapia e industrial. Su importancia es mayor cuando se asocian a los
con mascarilla de flujo alto al 24% (tabla 5.20) o cánula anteriores. El mantenimiento del hábito tabáquico no sólo
nasal (a 1 L/min) y controlar que la vía respiratoria se man- hace progresar la enfermedad de base, sino que limita la efi-
tenga libre. cacia de muchas medidas terapéuticas, por lo que siempre
En los pacientes con síndrome de apneas durante el sueño facilita la aparición de la insuficiencia respiratoria.
se han planteado diversas estrategias terapéuticas (véase Sín- Intervenciones quirúrgicas. Los procedimientos abdomina-
drome de apneas durante el sueño). les o torácicos limitan aún más el grado de incapacidad fun-
En los casos de IRA asociada a trastornos neuromusculares cional ventilatoria preexistente.
puede ser obligada la ventilación mecánica. Si se trata de Neumotórax y fracturas costales. Desestabilizan el frágil
una IRC, en la que . .casi siempre se asocian alteraciones equilibrio previo. La osteoporosis senil, en ocasiones agrava-
de las relaciones VA/Q, se seguirá también la misma pauta da por el empleo prolongado de glucocorticoides, represen-
que en los pacientes con insuficiencia respiratoria hipercáp- ta un factor de riesgo adicional en la aparición de estas frac-
nica con pulmones patológicos. El empleo reciente de la turas.
ventilación mecánica no invasiva por vía nasal parece alber- Insuficiencia cardíaca izquierda y tromboembolia pulmonar.
gar alternativas terapéuticas muy favorables. Al tratarse de pacientes de edad avanzada, en ocasiones con
Por último, en enfermedades con obstrucción grave de la hipertensión arterial, arteriosclerosis, diabetes mellitus u
vía respiratoria principal, las primeras medidas consisten en otros factores (entre ellos la propia insuficiencia ventricular
mantener libre dicha vía, administrar O2 con mascarilla de derecha), no es infrecuente que se produzca el fallo súbito
flujo elevado (al 24-28%) o lentillas nasales (a 1 L/min) y ga- del ventrículo izquierdo. De igual manera, la frecuencia de
rantizar una ventilación adecuada. Si se trata de un cuerpo trombosis venosas profundas puede ser elevada (hasta el
extraño, debe practicarse una broncoscopia, mientras que 30%) y originar, a veces, la aparición de embolias pulmona-
las compresiones extrínsecas son casi siempre quirúrgicas. res. En estos casos resulta particularmente llamativo el des-
En los casos con gran edema e inflamación locales, la admi- censo rápido de la hipercapnia motivado por el estímulo
nistración de glucocorticoides intravenosos a dosis elevadas ventilatorio del accidente vascular pulmonar.
(metilprednisolona, 1 g) resulta muy eficaz. Fatiga o debilidad muscular respiratoria (diafragma e inter-
costales). La limitación funcional que ésta produce resulta
todavía más comprometida por la hiperinsuflación pulmonar
Insuficiencia respiratoria hipercápnica asociada y la anulación prácticamente completa de la activi-
con parénquima pulmonar patológico dad del diafragma; a veces, esta situación puede desencade-
narse o agravarse por la administración de aminoglucósidos
Este tipo de insuficiencia respiratoria hipercápnica se ca- o polimixinas, por el déficit de fósforo o por fallo cardiocir-
racteriza porque el parénquima pulmonar está alterado y es culatorio asociado.
incapaz de eliminar adecuadamente el CO2. El mecanismo fi- Empleo de sedantes hipnóticos o barbitúricos. Su acción
siopatológico
. . consiste en el desequilibrio de las relaciones depresora sobre el SNC entraña un grave riesgo de hipoventi-
VA/Q pulmonares, aunque en diversas circunstancias clínicas lación alveolar con paro ventilatorio súbito. Por esta razón,
coexiste el de hipoventilación alveolar. Los ejemplos más re- dichos fármacos están formalmente proscritos en los pacien-
presentativos son la EPOC y las bronquiectasias generaliza- tes con broncopatía crónica avanzada.
das. La silicosis y la tuberculosis pulmonar residual extensa Oxigenoterapia incontrolada mediante el empleo de FiO2
pueden complicarse también con este tipo de insuficiencia elevadas. Se trata de enfermos habituados a convivir con
respiratoria. Asimismo, ésta puede estar causada por el 10% cierto grado de hipoxemia e hipercapnia, que mantienen un
de las formas graves de agudización del asma bronquial. trabajo respiratorio elevado gracias al estímulo ventilatorio
de la hipoxemia sobre los quimiorreceptores periféricos. El
equilibrio ácido-básico se mantiene compensado y, al estar
Insuficiencia respiratoria en el paciente con EPOC reducida la eliminación renal de bicarbonatos, el pH del
Es la insuficiencia respiratoria más frecuente en la práctica LCR no se acidifica, con lo que los quimiorreceptores centra-
diaria. Por lo general se trata de pacientes con una larga histo- les, sensibles a las variaciones de los H+, tampoco son esti-

724
INSUFICIENCIA RESPIRATORIA

mulados. Al administrar O2, sobre todo con fracciones inspi- y de la conciencia (somnolencia, obnubilación, estupor o
ratorias moderadamente elevadas (superiores al 24%), cesa coma). Pueden presentarse fasciculaciones musculares loca-
el estímulo periférico de la hipoxemia y disminuye la ventila- lizadas, edema de papila y, sobre todo, flapping tremor, que
ción. La retención de CO2 aumenta progresivamente, hasta se provoca fácilmente solicitando al paciente que extienda
abocar a una situación de extrema gravedad conocida como los dedos o forzando su extensión mientras que se le sujetan
narcosis hipercápnica. los brazos durante unos segundos. Otros signos y síntomas
Factores metabólicos. La fiebre o la sepsis generalizada au- de interés suelen ser la oliguria de origen mixto, cardíaco y
mentan la actividad metabólica, con elevación del consumo renal (se ha descrito la reducción del filtrado glomerular
de O2 y de la producción de CO2. Por este mismo motivo es- y de eliminación de sodio y agua), y la distensión abdominal
tán contraindicados los fármacos estimulantes del centro res- con estreñimiento, meteorismo, lengua saburral y anorexia;
piratorio. Los diuréticos, en particular los tiazídicos, o las pér- en ocasiones puede presentarse íleo paralítico secundario a
didas incontroladas de potasio y cloro pueden ser causa de los trastornos hidroelectrolíticos. La radiografía de tórax reve-
alcalosis metabólica que provoque retención de CO2. Deter- lará los signos propios de la enfermedad respiratoria subya-
minadas dietas, con elevado contenido calórico en hidratos cente (EPOC, bronquiectasias, silicosis, tuberculosis resi-
de carbono, pueden también contribuir a agravar la hiper- dual), a los que se asociarán los de la insuficiencia cardíaca
capnia. Merece destacarse que el empleo abusivo de bronco- y la hipertensión pulmonar, así como los correspondientes a
dilatadores betadrenérgicos selectivos puede aumentar des- los factores desencadenantes que puedan tener traducción
mesuradamente el consumo de O2. radiográfica (neumonía, neumotórax, derrame pleural). En
el ECG pueden observarse sobrecarga e hipertrofia de las ca-
Cuadro clínico. Los signos y síntomas dependen del grado vidades derechas, signos de bloqueo, preferentemente de la
de hipoxemia e hipercapnia y de su carácter agudo o cróni- rama derecha, y posibles trastornos del ritmo cardíaco. En
co. Sin embargo, la diferenciación entre IRA aislada o agudi- la analítica destaca la poliglobulia, que resulta enmascarada,
zada sobre una IRC es bastante sutil y difícil en la práctica a veces, por el aumento proporcional de volumen plasmáti-
clínica. De hecho, el índice más útil para determinar el grado co. A menudo se comprueban aumento del BUN y trastornos
de agudización de la insuficiencia respiratoria en estos pa- electrolíticos, con hiponatremia, hiperpotasemia o hipopota-
cientes consiste en la comparación de su gasometría arterial semia e hipocloremia.
actual con los resultados de determinaciones anteriores. En
muchos casos, una historia de aumento progresivo de la Tratamiento de la IRA. Cuando aparecen signos de empeo-
disnea, dificultad en la expectoración, confusión intelectual ramiento en un paciente que padece una enfermedad respi-
y somnolencia, desorientación temporospacial e, incluso, ratoria crónica, debe iniciarse (o, en su caso, reforzarse) el
coma, asociada a unos valores gasométricos y del equilibrio tratamiento con broncodilatadores, antibióticos, glucocorti-
ácido-básico muy deteriorados, será suficiente para estable- coides y otras medidas terapéuticas detalladas para estos pa-
cer el diagnóstico de IRA. Por otra parte, esta sintomatología cientes (véase Enfermedades obstructivas de las vías aéreas).
es difícil de separar de la correspondiente a la enfermedad Este tratamiento permite revertir muchos de los casos de in-
pulmonar de base: existe disnea de esfuerzo o de reposo, tos suficiencia respiratoria, pero, si no da resultado o se ha ins-
generalmente productiva, cianosis en ocasiones, taquicardia taurado tardíamente, el enfermo debe ser trasladado al hos-
moderada y, casi siempre, cefaleas. Dado que el paciente pital, donde puede llegar en situación crítica.
puede tener una calidad de vida aceptable, sólo la determi- Es evidente que, ante el riesgo de paro respiratorio, debe
nación de los gases en sangre arterial evidenciará la existen- procederse con rapidez a la intubación endotraqueal y la
cia de insuficiencia respiratoria. En este punto es importante ayuda ventilatoria. No obstante, en muchos casos, si puede
recordar que no existe correlación entre las cifras de PaO2 o controlarse la evolución, no será necesario llegar a esta me-
PaCO2 y los valores espirométricos, en particular el FEV1 o el dida, y es sorprendente la mejoría que se aprecia al cabo de
cociente FEV1/FVC%. unos minutos de oxigenoterapia. Si la situación clínica lo per-
Cuando esta aparente estabilidad clínica de la IRC se rom- mite, se debe procurar obtener una muestra de sangre arte-
pe por cualquier factor desencadenante, o incluso sin causa rial en condiciones basales, ya que de esta forma se podrán
aparente, sobrevienen los episodios de IRA. En esta situación valorar mejor los resultados terapéuticos; la obtención de
cabe reconocer las manifestaciones propiamente respirato- esta muestra nunca es una razón válida para retrasar el co-
rias, las cardiovasculares y las neurológicas. Entre las respira- mienzo de la oxigenoterapia, si ésta se considera indicada.
torias destaca el empeoramiento de la disnea, que suele ser Al mismo tiempo que se practica la primera gasometría, se
de reposo y ante esfuerzos mínimos, con aumento de la tos extrae sangre para la determinación de hematócrito, fórmula
y de la expectoración o, a veces, con imposibilidad de ésta; y recuento leucocitario, BUN y electrólitos y se efectúan una
no es infrecuente la audición espontánea de sibilancias; en radiografía simple de tórax y un ECG. Entre tanto deben reali-
la exploración física se comprueban cianosis, con piel ca- zarse la anamnesis (la mayoría de las veces a través de los fa-
liente y sudorosa, taquipnea, tiraje intercostal e incoordina- miliares) y la exploración física completa.
ción toracoabdominal con irregularidades del patrón ventila- Debe intentarse buscar la causa desencadenante de la agu-
torio. La auscultación del tórax puede revelar desde la dización, la cual muchas veces escapará a las posibilidades
ausencia de todo ruido respiratorio (por el atrapamiento ga- terapéuticas (resfriado, viriasis), pero, en otras, su tratamien-
seoso) hasta roncus y sibilancias generalizados. to (p. ej., el drenaje de un neumotórax espontáneo) propor-
Entre las manifestaciones cardiovasculares destaca la pre- cionará resultados espectaculares. Es conveniente ya desde
sencia de taquicardia sinusal o de arritmias cardíacas, en ge- el principio colocar una vía intravenosa, preferentemente un
neral de origen supraventricular (fibrilación auricular), e hi- catéter, que permita medir la presión venosa central (PVC) y,
pertensión arterial que, a veces, puede originar hipotensión en caso necesario, iniciar el tratamiento adecuado.
si la hipercapnia es muy acentuada. La presencia de pulso Las medidas terapéuticas dependerán de la gravedad del
paradójico no es infrecuente a causa del gran aumento de la paciente. Si la ventilación espontánea es suficiente y se con-
presión intratorácica que compromete el retorno venoso. El serva una orientación temporospacial correcta, se seguirá el
reflujo hepatoyugular, la quemosis conjuntival, la hepatome- siguiente tratamiento:
galia blanda, lisa y dolorosa, los edemas maleolares o en las Oxigenoterapia. Siempre está indicada. Dado que el meca-
partes declives (si el paciente está encamado) y la ausculta- nismo fisiopatológico de la hipoxemia es . el. resultado del
ción apagada de los tonos cardíacos serán indicativos de in- profundo desequilibrio en las relaciones VA/Q (a menos que
suficiencia cardíaca derecha congestiva (cor pulmonale). la situación se haya agravado por una neumonía, en cuyo
Por último, existen manifestaciones neuropsíquicas, con caso coexistirá el mecanismo de shunt), al que también pue-
desorientación temporospacial, confusión e incapacidad in- de asociarse el de hipoventilación alveolar, será suficiente
telectual, y trastornos de la conducta (apatía o agresividad) un pequeño aumento de la FiO2 para que la PaO2 se eleve de

725
NEUMOLOGÍA

100
Y •A
• Aire espirado
80 V
• Aire inhalado

60
SO2(%)

Oxígeno

40

20
Mascarilla Oxígeno

20 40 60 80 100 Aire ambiente


pO2 (mmHg) Aire espirado inhalado

Fig. 5.17. Curva de disociación de la oxihemoglobina. En el eje de Fig. 5.18. Diagrama representativo de una mascarilla tipo Venturi.
ordenadas se representa la saturación (SO2) y en el de abscisas, la La entrada de O2 en chorro (jet) (de flujo alto) por el orificio estrecho
presión parcial de O2 (pO2). A: punto arterial (pO2, 100 mmHg: SO2, provoca una presión negativa que aspira el aire ambiente (inhalado)
95,5%); V: punto venoso (pO2, 40 mmHg; SO2, 75%); Y: punto figurati- y favorece la mezcla (FiO2, 24, 28, 35 o 40%) deseada. Cada mascari-
vo de un paciente con insuficiencia respiratoria después de una oxige- lla tiene indicado el flujo (caudal) de O2 para la FiO2 correspondiente.
noterapia correcta que aumenta la pO2 a niveles cuya SO2 oscila alre-
dedor del 90% (“zona segura”). Los pacientes con insuficiencia
respiratoria grave presentan una pO2 a nivel del punto V o inferior merciales son poco fiables, sobre todo por debajo de los
(“zona peligrosa”) en la que pequeños cambios de la pO2 se traducen 3 L/min. Por esta razón, el aporte de O2 que ofrece mayor se-
en grandes variaciones de la SO2, con repercusiones significativas en guridad en estos pacientes es el suministrado por mascarillas
el contenido arterial de O2 y, en consecuencia, en el aporte de O2 a los
tejidos. de flujo alto con una FiO2 predeterminada y sostenida, basa-
das en el efecto Venturi, de las que existen varios tipos que
proporcionan mezclas de O2 al 24, 28, 35 o 40% (fig. 5.18). Se
debe empezar con FiO2 del 24% (a 4 L/min) y vigilar al pa-
forma adecuada. El objetivo práctico de toda oxigenotera- ciente para asegurar que ésta sea continuada; hay que esti-
pia, en principio, debe ser moderado, ya que lo importante mular la eliminación de secreciones bronquiales y recomen-
es sacar a la PaO2 de la “zona peligrosa” (fig. 5.17) (donde la dar al paciente que se relaje y que enlentezca al máximo su
saturación de la oxihemoglobina está muy limitada y, en respiración. Media hora después debe practicarse una nueva
consecuencia, el aporte de O2 a los tejidos, reducido) situa- gasometría para saber cuál es la respuesta individual. Una
da por debajo de los 40 mmHg (5,3 kPa) y llevarla a una más respuesta favorable implica, en general, una elevación de la
segura, alrededor de los 60 mmHg (8 kPa) (donde la satura- PaO2 de 20-25 mmHg (2,7-3,3 kPa) [p. ej., de 35-45 a 55-65
ción garantiza ya el aporte óptimo de O2 a los tejidos de mmHg (4,7 a 7,3-8,7 kPa)], a la que siempre se asocia una
aproximadamente el 90%). Al respecto debe recordarse que elevación de la PaCO2 de 10-15 . mmHg (1,3-1,9 kPa) (a causa
la curva de disociación de la oxihemoglobina se desplazará del descenso discreto de la V E siempre obligado). Sin em-
hacia la derecha o la izquierda, según los valores del pH, la bargo, aunque se vigilen cuidadosamente todos estos deta-
PaCO2 y la temperatura. La desviación hacia la derecha favo- lles, es posible que el paciente presente una elevación de la
rece la mayor liberación de O2 a los tejidos (mayor aporte de PaCO2 superior a la estimada, debido a que su ventilación se
O2) al aumentar la pO2, mientras que este aporte de O2 está ha deprimido en exceso y no ha podido tolerar estas cifras
reducido cuando la desviación es hacia la izquierda. Por el reducidas de FiO2 o a que las abundantes secreciones bron-
contrario una FiO2 con concentraciones demasiado elevadas quiales no pueden eliminarse convenientemente, de forma
será contraproducente y conducirá, casi con toda seguridad, que la oxigenoterapia resulta ineficaz. Una alternativa válida
a la narcosis hipercápnica. En este tipo de insuficiencia respi- a la mascarilla Venturi en la práctica diaria la constituyen las
ratoria la oxigenoterapia podría administrarse a flujo bajo lentillas nasales (a un débito nunca superior a 1 L/min), ya
(1-3 L/min), mediante cánula nasal o bien mascarilla simple que no suelen provocar depresión ventilatoria (a pesar de
(que no regula la FiO2). Sin embargo, cualquiera de estos ser de flujo bajo) y son mejor toleradas por el paciente, que
métodos de administración de O2 es peligroso por cuanto de- puede moverse con mayor comodidad y comer y beber sin
pende no sólo de la FiO2 que se aporte, sino también de las necesidad de retirarlas; además, evitan la formación de esca-
condiciones ventilatorias del paciente. Por ejemplo, un cau- ras y erosiones cutáneas en las zonas de mayor contacto. El
dal sostenido de O2 de 2-3 L/min
. puede permitir una FiO2 del catéter nasal (a 1 L/min) no es tan aconsejable, ya que suele
28% en pacientes
. con una V E de 12 L/min, pero aquélla será ser más incómodo y la presencia de secreciones bronquiales
del 40% si la V E se reduce a 5 L/min. La FiO2 del 24% es rela- abundantes y viscosas puede obliterar parcial o totalmente
tivamente bien tolerada por la mayoría de estos pacientes; su luz, con lo que la FiO2 no será fiable. Si la PaCO2 empieza
sin embargo, la FiO2 del 40% será perjudicial y puede causar a ascender de manera progresiva, no debe suprimirse, ni si-
depresión ventilatoria en el plazo de pocas horas. Además, quiera de forma transitoria, la oxigenoterapia. La supresión
debe tenerse en cuenta que: a) a medida que la ventilación brusca del O2 determinaría la reducción instantánea de la
del paciente se reduce, la FiO2 aumenta, con lo que se va pO2 alveolar, con la consiguiente agravación de la hipoxia ti-
creando un círculo vicioso peligroso; b) el personal sanitario sular, que no se acompañaría de la eliminación tan rápida .
auxiliar no conoce por lo general estos detalles, por lo que del CO2 acumulado (el paciente mantiene todavía la V E re-
puede manipular incorrectamente el caudal de O2 (sobre ducida). Debe recordarse que la gravedad de la situación clí-
todo elevándolo), y c) la mayoría de los caudalímetros co- nica depende de la hipoxemia y también del grado de hiper-

726
INSUFICIENCIA RESPIRATORIA

capnia y acidosis acompañantes. Por igual motivo, la oxige- terapéuticos (10-20 µg/mL) deben medirse los niveles plas-
noterapia intermitente está totalmente contraindicada. Para máticos del fármaco a las 48 h de iniciado el tratamiento. El
descartar su nocividad se la ha comparado con la absurda si- aumento de la contractilidad diafragmática como efecto be-
tuación de reanimar a un ahogado alternando las maniobras neficioso colateral es cuestionado y de dudosa eficacia tera-
de reanimación con la reinmersión intermitente. péutica.
En estas situaciones se debe mantener el estado de vigilia Glucocorticoides. En las fases agudas se tiende a adminis-
del paciente e insistir en una fisioterapia eficaz para facilitar trarlos, ya que se los considera útiles en una situación clínica
la eliminación de las secreciones y mantener la misma FiO2 en la que predomina una obstrucción intensa al flujo respira-
del 24%, verificando que no se produzca el aumento indebi- torio. Se recomiendan dosis de 60 mg de metilprednisolona
do de dicha fracción. En todo caso, puede reducirse el débi- o de 100 mg de hidrocortisona intravenosa cada 6 h.
to de O2 (p. ej., a 2 L/min), pero nunca suprimirse. Si a pesar Antibioticoterapia. Los preparados orales más recomendados
de todo el paciente sigue empeorando, hay que plantearse la serían la asociación amoxicilina-ácido clavulánico (500 mg y
posibilidad de la ventilación mecánica, decisión que debe 125 mg, respectivamente, cada 8 h) o una cefalosporina de
tomarse sopesando la calidad de vida que tenía el paciente segunda generación, como la cefuroxima (500 mg/8 h), du-
antes de su descompensación y el estadio evolutivo de su en- rante 7-10 días. Los nuevos macrólidos, de tipo azitromicina
fermedad pulmonar crónica. La ventilación mecánica tam- (250-500 mg/12 h), durante 3 días, podrían representar una al-
bién está indicada cuando el enfermo presente gran agita- ternativa eficaz. Si se ha desarrollado una neumonía, se ins-
ción psicomotriz, que imposibilita la aplicación de las taurará la pauta terapéutica habitual, recordando que se trata
medidas de oxigenoterapia descritas. En este sentido merece de pacientes de alto riesgo.
destacarse que, junto a las medidas de ventilación mecánica Tratamiento de la insuficiencia cardíaca. El cor pulmonale
tradicionalmente invasiva, orotraqueal o endotraqueal, se es una complicación frecuente en estos enfermos. El reposo
está explorando en la actualidad el empleo de la ventilación en cama, la oxigenoterapia adecuada y el tratamiento del
no invasiva que parece ofrecer ventajas considerables. factor desencadenante (si se conoce) favorecen la diuresis
Humidificación, fisioterapia, aspiración de secreciones y abundante y, de esta forma, los efectos de la retención acuo-
ventiloterapia. El valor de la humidificación mediante fluido- sa ceden rápida y eficazmente. En ocasiones, la administra-
terapia reside, por un lado, en que disminuye los efectos de ción de diuréticos (ácido etacrínico o furosemida) por vía
la sequedad del O2 y, por otro, en que reduce la viscosidad oral, a pequeñas dosis, se ha demostrado muy útil, si bien
de las secreciones bronquiales, que suelen ser muy espesas y debe recordarse la posibilidad de inducir alcalosis metabóli-
adherentes. Los yoduros, las enzimas y los mucolíticos pro- cas, con mayor retención de CO2, arritmias cardíacas y/o ma-
porcionan resultados imprevisibles, con eficacia broncodila- nifestaciones neurológicas. En todo caso, la administración
tadora cuestionada, y no están exentos de efectos secunda- de digitálicos no parece estar indicada en la insuficiencia
rios. En cualquier caso, la fisioterapia también puede resultar cardíaca derecha, ya que, por un lado, no son muy eficaces
eficaz. Desde hace un tiempo se está estudiando su papel y, por otro, ocasionan frecuentes intoxicaciones, con trastor-
para reforzar la musculatura torácica inspiratoria y contra- nos del ritmo cardíaco o alteraciones electrolíticas; por el
rrestar, en parte, los efectos de la fatiga muscular. En ocasio- contrario, su empleo está indicado en el caso de que se aso-
nes es necesario combinarla con una aspiración nasotra- cien determinadas arritmias o coexista insuficiencia cardíaca
queal de las secreciones retenidas. En cuanto al empleo de izquierda. Se insistirá, asimismo, en la restricción hidrosalina.
la ventilación mecánica con presión positiva intermitente Por último, la sangría puede ser eficaz para combatir los
(IPPB), técnica que refuerza la respiración espontánea del efectos de la poliglobulia, siempre que se hayan instaurado
paciente con la ayuda de un ventilador mecánico, se han ob- todas las otras medidas terapéuticas. Dada la tendencia a la
tenido resultados contradictorios, de forma que actualmente trombosis, por la presencia de poliglobulia y la necesidad de
no está indicada. La reciente introducción de la ventilación mantener un reposo absoluto durante la fase aguda de la en-
mecánica con presión negativa no ha tenido una acogida fa- fermedad, es recomendable la descoagulación con heparina
vorable. cálcica, por vía subcutánea a dosis bajas (0,2-0,3 mL/12 h),
Broncodilatadores. Siempre están indicados en los episo- terapéutica que no entraña complicaciones y que, por el
dios de IRA, ya que, cualquiera que sea el factor desencade- contrario, es muy eficaz para prevenir los accidentes trombo-
nante, hay un aumento de la resistencia de las vías respirato- embólicos. La administración de vasodilatadores para con-
rias que conviene reducir. Si bien en las fases clínicas trarrestar los efectos de la hipertensión pulmonar aguda está
estables de la EPOC se aconseja como broncodilatador de desaconsejada, ya que conduce al empeoramiento . . grave del
elección el bromuro de ipratropio en aerosol, anticolinérgico desequilibrio preexistente de las relaciones VA/Q por redistri-
sin efectos cardiovasculares, en las agudizaciones se opta de bución inadecuada del flujo sanguíneo pulmonar secunda-
entrada por los agentes betadrenérgicos selectivos de corta rio al aumento del gasto cardíaco.
duración (salbutamol o terbutalina), atendiendo a que su ac- Estimulantes respiratorios (analépticos). Estos preparados
ción broncodilatadora es similar a la de los anticolinérgicos, se han abandonado ya que provocan un incremento inade-
pero más rápida. Su administración preferente es en forma cuado de las necesidades metabólicas por aumento del con-
nebulizada (salbutamol, 2,5-5 mg, o terbutalina, 2-5 mg, 4 ve- sumo de O2 y, además, pueden tener efectos nocivos sobre el
ces al día), dado que la eficacia del aerosol suele ser más li- SNC. Sin embargo, el doxapram intravenoso, utilizado en al-
mitada debido a las condiciones clínicas de los pacientes. gunos centros en el Reino Unido, puede estar indicado en
Aunque el efecto sinérgico broncodilatador entre betadre- fases críticas con retención importante de la PaCO2 como un
nérgicos y anticolinérgicos es cuestionado, en general se último intento antes de indicar la ventilación artificial. El em-
tiende a administrarlos conjuntamente. En tal caso, la dosis pleo de bismesilato de almitrina ha pasado a un segundo tér-
recomendada de bromuro de ipratropio es de 20 µg, 4 inha- mino debido a sus efectos secundarios (neuropatía periféri-
laciones, 4-6 veces por día. La forma nebulizada puede admi- ca, adelgazamiento).
nistrarse a la dosis de 50-100 µg cada 6 h. Puede considerarse Sedantes. Cualquier preparado con efectos sedantes está
el empleo complementario de aminofilina intravenosa, a do- formalmente proscrito en la insuficiencia respiratoria de estos
sis de 5-6 mg/kg (ajustada al peso ideal en los individuos pacientes, dados sus efectos depresores sobre la ventilación.
obesos), en un bolo durante los primeros 10 min (se reco-
mienda diluirla en 20-40 mL de suero glucosado), seguido de Tratamiento de la IRC. No todas las normas terapéuticas re-
0,9 mg/kg/h (dosis de mantenimiento) durante todo el día, comendadas para la IRA son válidas para la IRC y el lector
que debe reducirse en individuos que ya recibían aminofili- debe remitirse al apartado correspondiente al tratamiento de
na, en los de edad avanzada y, sobre todo, en los que pade- la EPOC durante las fases de estabilidad clínica (véase Enfer-
cen una hepatopatía o una cardiopatía. Para evitar los efec- medades obstructivas de las vías aéreas). En cuanto a los
tos secundarios y para mantenerse dentro de los límites broncodilatadores, merecen señalarse el empleo prioritario

727
NEUMOLOGÍA

del bromuro de ipratropio y la incorporación reciente de los mecánica. El pronóstico a largo plazo es más limitado y de-
agentes betadrenérgicos selectivos de larga duración, como pende, en parte, de la progresión de la propia enfermedad
el xinafoato de salmeterol en aerosol (25-50 µg/12 h), de gran respiratoria crónica y del grado de IRC asociado. Así, la su-
eficacia terapéutica. Debe insistirse en el aporte de una ade- pervivencia durante el primer año tras un episodio de insufi-
cuada dieta calórica hiposódica o carente de sodio, favorecer ciencia respiratoria es del 50% y se reduce al 30% a los
la actividad física moderada y, sobre todo, la abstención tabá- 2 años. De todas formas, muchos enfermos que superan su
quica y evitar toda situación contaminante potencialmente primera descompensación pueden mantener una calidad de
nociva. Son recomendables la vacunación antigripal (con ce- vida aceptable.
pas de las últimas epidemias) y la antineumocócica (sólo ex-
tendida en EE.UU.) dada su eficacia profiláctica. Insuficiencia respiratoria hipercápnica por agudización
En cuanto a la oxigenoterapia, durante los últimos años
se ha impuesto ampliamente la domiciliaria. En la tabla 5.21 grave del asma
se resumen las indicaciones de esta modalidad, con la que se Cuadro clínico. La agudización grave del asma cursa habi-
ha demostrado que es posible evitar la progresión de la hi- tualmente con hipoxemia e hipocapnia en el 90% de los
pertensión pulmonar crónica y mejorar la supervivencia del casos. El mecanismo fisiopatológico .corresponde
. a un dese-
paciente con EPOC. Estas indicaciones, homologadas a las quilibrio profundo de las relaciones VA/Q secundario a bron-
más avanzadas de la Comunidad Europea, constituyen los re- cospasmo, edema de la mucosa bronquial e hipercrinia. Se
quisitos indispensables impuestos para la financiación públi- caracteriza por la distribución de una fracción. . importante
ca de la oxigenoterapia domiciliaria en Cataluña. Es impor- del gasto cardíaco en zonas con cocientes VA/Q reducidos.
tante señalar que ésta es la única alternativa terapéutica Esta hipoxemia, que debe ceder con un tratamiento bronco-
eficaz, científicamente demostrada, que mejora el pronóstico dilatador y glucocorticoide adecuado en el plazo de horas o
de los casos con IRC por EPOC. Sin embargo, la eficacia de días, puede dar paso, sin embargo, al empeoramiento clínico
este tipo de oxigenoterapia continuada depende en parte del y gasométrico si el tratamiento ha sido ineficaz o si se ha aso-
grado de cumplimiento por parte del paciente, que el médi- ciado fatiga muscular respiratoria (lo que provoca la coexis-
co debe controlar regularmente. Se recomienda administrar tencia de hipoventilación alveolar como mecanismo adicio-
la oxigenoterapia un mínimo de 16 h/día, con el fin de que el nal de hipoxemia e hipercapnia). En estos casos, el pH va
paciente pueda llevar una vida relativamente activa durante disminuyendo hasta volverse claramente acidótico, al tiem-
las 8 h restantes. La forma de administración más extendida po que la PaCO2, que al principio estaba reducida por deba-
son las lentillas nasales, a un flujo de 1-2 L/min, utilizando jo de los 30 mmHg (4 kPa), aumenta hasta elevarse por enci-
preferentemente el concentrado de O2. La oxigenoterapia do- ma de 45 mmHg (6 kPa) y ser francamente hipercápnica; a
miciliaria con O2 líquido debe reservarse sobre todo para los veces, la acidosis puede ser mixta al asociarse un componen-
pacientes más activos socialmente, debido a sus condiciona- te metabólico por acumulación de ácido láctico. Esta inver-
mientos económicos (tabla 5.22). La ventilación mecánica sión de los valores del pH y de la PaCO2 a las pocas horas de
no invasiva podría representar una nueva alternativa en de- la agudización reviste mal pronóstico. En estos casos, junto a
terminados casos. los demás signos y síntomas habituales de la agudización
grave del asma, llama la atención la respiración toracoabdo-
Pronóstico. Aunque es variable, el 60% de los pacientes su- minal paradójica, por fatiga de la musculatura inspiratoria,
pera perfectamente el primer episodio de IRA, en particular que puede acabar en bradipnea y paro respiratorio. En la
si los factores desencadenantes no fueron muy graves. Tam- auscultación pulmonar suele comprobarse un silencio gene-
bién el tipo de tratamiento instaurado puede condicionar el ralizado (por la intensidad del atrapamiento gaseoso), con
pronóstico, sobre todo si ha tenido que aplicarse ventilación ausencia total de roncus y sibilancias. En ocasiones destaca
la presencia de hemorragia subconjuntival bilateral provo-
TABLA 5.21. Indicaciones de la oxigenoterapia domiciliaria cada por la dificultad en el retorno venoso. La agudización
grave del asma puede tener también una presentación ful-
Paciente con EPOC estable y correctamente tratado que tenga minante o asfíctica en el plazo de varios minutos, con paro
una PaO2 basal < 55 mmHg (7,3 kPa), confirmada respiratorio, tras la inhalación masiva de alergenos (como
en 2 ocasiones en un plazo no inferior a las 4 semanas ocurrió en las epidemias de soja de Barcelona), la adminis-
tración de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (áci-
Paciente con EPOC estable y correctamente tratado que tenga do acetilsalicílico, indometacina) o la administración de blo-
una PaO2 basal entre 55 y 59 mmHg (7,3 kPa y 7,9 kPa) y que queadores betadrenérgicos.
asocie:
Hipertensión pulmonar
Hematócrito > 55% Tratamiento. En las fases iniciales debe instaurarse oxigeno-
Sobrecarga ventricular derecha terapia de flujo alto empleando FiO2 del 24 o 28%. En el mo-
Cor pulmonale mento en que se inicien la elevación de la PaCO2 y el des-
Arritmias cardíacas censo del pH arterial, hay que efectuar un riguroso control
clínico, ya que es posible que se deba intubar al paciente y
Paciente con enfermedad pulmonar crónica (no EPOC), aplicar ventilación mecánica, sin grandes presiones de las
con PaO2 basal < 60 mmHg vías respiratorias que puedan causar barotrauma (neumotó-

TABLA 5.22. Ventajas e inconvenientes de las fuentes de oxigenoterapia domiciliaria


Gas comprimido Concentrador Gas líquido
Características Bombona metálica Compresor eléctrico (20-25 kg) Reservorio (32 L)

Movilidad del paciente Limitada (< 3-4 h) (bombona portátil Muy limitada (con 10-15 m de tubo) Buena (hasta 8 h) (bombona
no recambiable de 4 kg) portátil recambiable de 3,3 kg)

Duración Corta (2-3 bombonas/semana) Continua (24 h/día) Larga (1 reservorio/semana)

Inconveniente principal Recambios repetidos Movilidad limitada Vivienda adecuada para


Requiere electricidad y mantenimiento garantizar suministro
técnico regular

728
INSUFICIENCIA RESPIRATORIA

rax, neumomediastino, enfisema subcutáneo). En ocasiones, paradójico; a la auscultación se aprecian abundantes roncus
el broncospasmo es tan intenso e incontrolable que debe re- y/o sibilancias en ambos hemitórax, aunque también puede
currirse a la anestesia con halotano, con muy buenos resulta- comprobarse silencio generalizado.
dos. En cuanto a la medicación deben administrarse gluco- Por otro lado, cabe citar la insuficiencia respiratoria aso-
corticoides por vía intravenosa a grandes dosis (véase Asma ciada a las enfermedades intersticiales difusas del pulmón, en
bronquial) y simpaticomiméticos (salbutamol) nebulizados particular la fibrosis pulmonar idiopática. Estos pacientes
a través del tubo de intubación; de forma complementaria pueden presentar episodios de IRA, en general por infeccio-
pueden emplearse xantinas intravenosas, a las dosis habitua- nes respiratorias inespecíficas, de los que se recuperan a las
les. El salbutamol por vía intravenosa (4 µg/min) no produce pocas semanas. Sin embargo, existen determinadas formas
un efecto broncodilatador superior al del aerosol, pero sí subagudas que pueden tener un curso desfavorable y, en el
efectos secundarios hemodinámicos (aumento de la frecuen- plazo de pocos meses, ocasionar una IRC grave, con conse-
cia y del gasto cardíaco), metabólicos (aumento
. del consu- cuencias letales. Otras enfermedades intersticiales difusas,
mo de O2) y ventilatorios (incremento
. . de la V E), con mayor como las formas agudas de las alveolitis alérgicas extrínse-
alteración de las relaciones VA/Q. La administración de adre- cas, pueden asimismo ocasionar IRA grave. Algunas de estas
nalina subcutánea (0,1-0,5 mg), en ocasiones de forma repe- entidades asocian una leve limitación de la difusión alveolo-
tida (a los 15-20 min), también ha demostrado ser eficaz. capilar de O2, que se manifiesta en particular durante el es-
Como ya se ha comentado, se ha sugerido que la asociación fuerzo, como mecanismo adicional de hipoxemia.
de bromuro de ipratropio podría potenciar el efecto bronco- Por último, determinadas enfermedades pulmonares vascu-
dilatador del salbutamol. Los agentes betamiméticos no se- lares, como las vasculitis (hipertensión pulmonar primitiva,
lectivos (isoproterenol) no son recomendables, a causa de esclerodermia y otras enfermedades del colágeno y angeítis
sus efectos secundarios sobre el intercambio de gases. en general) o la tromboembolia pulmonar recurrente (en
drogadictos, en las trombosis venosas periféricas crónicas o
Insuficiencia respiratoria no hipercápnica en la esquistosomiasis), pueden cursar con IRC en las fases
más avanzadas. La linfangitis pulmonar carcinomatosa sería
(fundamentalmente hipoxémica) otro ejemplo de insuficiencia respiratoria grave de pocas se-
Este tercer tipo de insuficiencia respiratoria se manifiesta manas de evolución.
cuando el aparato respiratorio no es capaz de oxigenar la
sangre de forma adecuada a pesar de conservar una ventila- Tratamiento. En las enfermedades con obstrucción al flujo
ción alveolar eficaz. Incluye, por tanto, todas las enfermeda- respiratorio, entre las cuales la EPOC ocupa el primer lugar,
des broncopulmonares, localizadas o difusas, que cursan se aconseja oxigenoterapia con mascarilla de flujo alto, con
con hipoxemia, normocapnia o hipocapnia. Para su mejor FiO2 del 24 o, a lo sumo, del 28% en los casos de IRA y la oxi-
descripción se distinguen dos grandes grupos en este tipo de genoterapia domiciliaria en la IRC. El resto del tratamiento es
insuficiencia respiratoria: a) la de las enfermedades pulmo- prácticamente idéntico al de la insuficiencia respiratoria hi-
nares crónicas y b) la de las enfermedades pulmonares agu- percápnica, aguda o crónica, del paciente con EPOC. El em-
das, que pueden ser localizadas o difusas (edema pulmo- pleo de la ventilación mecánica se ajustará a las característi-
nar). cas de cada caso, sin que puedan establecerse normas
generales.
Insuficiencia respiratoria no hipercápnica en enfermedades En los pacientes con IRA por una crisis de asma bronquial
pulmonares crónicas es aconsejable instaurar oxigenoterapia con mascarillas de
flujo alto, en general con FiO2 del 28 o del 35%, y el trata-
Causas y cuadro clínico. En este grupo se incluyen todas miento broncodilatador y glucocorticoide habitual ajustado
las entidades que cursan con obstrucción crónica al flujo a la gravedad clínica. Debe insistirse en la idea de que el
respiratorio, cajón de sastre que comprende los pacientes asma crónica grave estable clínicamente no se acompaña de
con EPOC sin retención de CO2, bronquiectasias y tuberculo- IRC (véase Asma bronquial).
sis pulmonares residuales extensas. Un concepto importante En las enfermedades intersticiales difusas o vasculares pul-
que se ha de retener es que en el asma bronquial estable clí- monares está indicada habitualmente la oxigenoterapia de
nicamente, a diferencia del paciente afecto de EPOC avanza- flujo alto (al 35-40%) o la de flujo bajo con lentillas nasales o
da, la IRC es excepcional, incluso en los casos que han evo- mascarillas con reservorio (para la acumulación de una
lucionado hacia las formas crónicas más graves. La mayor cantidad de .O2) que permiten FiO2 entre el 40 y el 80%
insuficiencia respiratoria puede ser de curso crónico, relati- (variable según la VE del paciente) (tabla 5.20). En las enfer-
vamente bien tolerada, con una calidad de vida bastante medades intersticiales pulmonares, la administración asocia-
aceptable, aunque también son posibles los episodios de da de glucocorticoides intravenosos (metilprednisolona,
descomposición aguda, aislados o repetidos, y las formas 1 mg/kg/día) y, en ocasiones, el cese de la exposición al fac-
crónicas agudizadas. Se trata de pacientes con enfermeda- tor desencadenante producen una mejoría espectacular del
des de larga evolución, que se descompensan a partir de uno cuadro clínico. La ventilación mecánica sólo está indicada
o varios de los factores desencadenantes antes enumerados. en las enfermedades potencialmente reversibles (p. ej., en la
Las manifestaciones clínicas son similares a las del paciente tromboembolia pulmonar aguda). En estos casos debe ins-
con EPOC que presenta insuficiencia respiratoria hipercápni- taurarse también la descoagulación.
ca, con excepción de las derivadas de la hipercapnia. Un
mismo paciente con EPOC puede presentar insuficiencia res- Insuficiencia respiratoria no hipercápnica en enfermedades
piratoria con hipercapnia o sin ella según su estado clínico y pulmonares agudas (no difusas)
sus condiciones ventilatorias. Debe individualizarse el asma En este apartado cabe incluir las neumonías graves y la
bronquial cuyos episodios de agudización grave presentan tromboembolia pulmonar aguda. En las neumonías, la grave-
IRA de intensidad moderada o grave, con disnea de reposo, dad de la insuficiencia respiratoria depende de un mecanis-
tos acompañada en ocasiones de una abundante expectora- mo mixto compuesto
. . por el shunt y los desequilibrios en los
ción mucosa y filante y la audición espontánea de sibilan- cocientes VA/Q (presencia de un porcentaje sustancial
. . del
cias. En la exploración física se observa una serie de signos gasto cardíaco situado en zonas con cocientes VA/Q reduci-
demos-trativos de la gravedad de la crisis: taquicardia supe- dos). En la medida en que predomine uno u otro, la respues-
rior a 110 lat/min, taquipnea por encima de 25 respiracio- ta de la PaO2 a la administración de O2 al 100% será más o
nes/min, pico de flujo espiratorio (PEF) máximo inferior a menos favorable, lo que condicionará la evolución clínica y
100 L/min, empleo de la musculatura respiratoria accesoria el pronóstico de estos pacientes, tanto más graves cuanto
(tiraje intercostal y de las fosas supraclaviculares y, si la situa- mayor sea el shunt. En las fases iniciales de la tromboembolia
. .
ción se prolonga, incoordinación toracoabdominal) y pulso pulmonar aguda, los desequilibrios en las relaciones VA/Q

729
NEUMOLOGÍA

son similares a los de la neumonía, aunque también inclu- Dentro de este apartado debe también incluirse el edema
yen áreas con una parte considerable . de
. la ventilación alveo- pulmonar por sobrecarga líquida (o síndrome de congestión
lar situada en zonas con cocientes VA/Q elevados; por el con- venosa) que se produce en pacientes que reciben, por nece-
trario, el shunt desempeñaría un papel más relevante en las sidades terapéuticas, aporte masivo de líquidos, cristaloides
fases avanzadas y se relacionaría con la aparición de infarto o sangre, sobre todo si el funcionalismo renal se halla altera-
pulmonar. La atelectasia pulmonar, que debe ser extensa y do. Puede presentarse en pacientes con traumatismos graves
afectar varios lóbulos pulmonares, representaría otro ejem- o con hemopatías malignas sometidos a pautas poliquimiote-
plo (infrecuente) de insuficiencia respiratoria cuyo mecanis- rápicas. Por último, se han descrito otras formas de edema:
mo fisiopatológico corresponde exclusivamente a un shunt. por obstrucción grave y brusca de la vía respiratoria princi-
En todos estos procesos, la disnea y la taquipnea son las ma- pal o tras el drenaje súbito y masivo de un neumotórax.
nifestaciones clínicas más frecuentes de la insuficiencia res- El tratamiento de la insuficiencia respiratoria asociada a
piratoria, junto con las propias de cada entidad. edema pulmonar cardiogénico se relaciona con la problemá-
Desde el punto de vista terapéutico, está indicada la oxige- tica cardiológica. La oxigenoterapia de flujo bajo, con lenti-
noterapia a flujo bajo, aconsejándose el empleo de mascari- llas nasales o mascarilla con reservorio, será suficiente, siem-
llas con reservorio (FiO2 entre el 40 y el 80%); cuando el pa- pre que el paciente no presente problemas respiratorios
ciente presente una enfermedad respiratoria crónica con asociados, con retención de CO2 o sin ella, en cuyo caso la
retención de CO2 asociada, deben aplicarse los criterios que administración de O2 debe realizarse de acuerdo con las mis-
rigen para la oxigenoterapia en la insuficiencia respiratoria mas normas aplicadas a los pacientes con problemas respira-
hipercápnica del paciente con EPOC. Si la insuficiencia res- torios crónicos que padecen insuficiencia respiratoria hiper-
piratoria progresa, hay que considerar la ventilación mecáni- cápnica. El empleo de presión positiva continua en la vía
ca empleando, si es necesario, presión positiva teleinspira- aérea (CPAP) como último recurso antes de instaurar la ven-
toria (PEEP) (véase el tratamiento de la insuficiencia respira- tilación mecánica, puede ser una alternativa terapéutica efi-
toria no hipercápnica). El tratamiento debe completarse con caz en estos pacientes.
antibioticoterapia adecuada (en el caso de neumonías) o La aplicación de PEEP, técnica que evita que la presión de
descoagulación (en la tromboembolia pulmonar). las vías respiratorias caiga a cero al final de la espiración al
crear una presión positiva, ayuda a elevar significativamente
Insuficiencia respiratoria no hipercápnica por edema pulmonar la PaO2 y facilita el empleo de FiO2 menos elevadas. La PEEP
Esta tercera modalidad de insuficiencia respiratoria agru- aumenta la capacidad residual funcional al favorecer la aper-
pa todas las enfermedades que cursan con hipoxemia por tura de los alveolos y las vías respiratorias colapsadas, y dis-
aumento del agua pulmonar extravascular, es decir, que im- minuye el volumen de cierre; sin embargo, puede reducir crí-
plican edema pulmonar. Patogénicamente, este edema pue- ticamente el gasto cardíaco y, en consecuencia, limitar el
de obedecer al aumento de la presión capilar pulmonar (car- aporte de O2 a los tejidos. Por ello, el objetivo prioritario del
diogénico) o bien al aumento de la permeabilidad capilar tratamiento general de estos pacientes es el mantenimiento
(no cardiogénico) (véase Síndrome del distrés respiratorio de condiciones hemodinámicas estables (es decir, gasto car-
del adulto). No obstante, existen algunas formas de edema díaco normal) y de valores adecuados de contenido arterial
de patogenia mixta. Así, se ha descrito el edema pulmonar de O2 (evitando cifras de hemoglobina reducidas). El aporte
neurogénico, en el que hay un aumento de la presión capilar de líquidos será siempre restringido.
(por aumento del volumen sanguíneo pulmonar secundario
a la estimulación hipotalámica sobre el sistema simpático) y
un incremento de la permeabilidad vascular. Esta entidad se
producirá en pacientes con traumatismos o lesiones cranea-
les y también en heroinómanos durante la administración in- Bibliografía especial
travenosa de una dosis masiva de droga. Otra situación con- REPORT OF THE MEDICAL RESEARCH COUNCIL WORKING PARTY. Long-term
siderablemente compleja corresponde al edema pulmonar de oxygen domiciliary oxygen therapy in chronic hypoxic cor pulmo-
las grandes alturas, en el que aparece hipertensión pulmonar nale complicating chronic bronchitis and emphysema. Lancet
con presión capilar normal. 1981; 1: 681-685.
RODRÍGUEZ-ROISÍN R, WAGNER PD. Clinical relevance of ventilation-per-
Edema pulmonar cardiogénico. Esta forma de edema pul- fusion inequality determined by inert gas elimination. Eur Respir J
monar puede ser secundaria a infarto agudo de miocardio o 1989; 3: 469-482.
WAGNER PD, RODRÍGUEZ-ROISIN R. Clinical advances in pulmonary gas
a insuficiencia cardíaca izquierda de cualquier origen (crisis exchange. Am Rev Respir Dis 1991; 143: 883-888.
hipertensiva, arritmias cardíacas) o presentarse en cardiopa- WHITELAW WA. Disorders of the respiratory pump. En: GUENTER CA,
tías crónicas o valvulares (estenosis mitral) descompensadas WELCH MH (eds). Pulmonary medicine, 2.a ed. Filadelfia, JB Lip-
(por aumento de la presión arterial, arritmias, hipoxemia). pincott, 1982; 193-234.

Síndrome del distrés respiratorio del adulto


A. Torres Martí

El distrés respiratorio del adulto es un síndrome agudo Epidemiología y etiología. Los datos epidemiológicos so-
causado por la alteración de la permeabilidad de la membra- bre la frecuencia del síndrome del distrés respiratorio del
na capilar pulmonar y que se caracteriza por insuficiencia adulto (SDRA) son escasos. En EE.UU. se comunicó en 1972
respiratoria muy grave, infiltrados pulmonares bilaterales di- una incidencia de 70 casos por cada 100.000 habitantes. Esta
fusos y disminución extrema de la distensibilidad pulmonar cifra parece haber disminuido en los últimos años; así, por
en ausencia de fallo ventricular izquierdo. Las causas de este ejemplo, datos procedentes del Reino Unido revelan cifras
síndrome son numerosas y pueden tener origen pulmonar o de 4,5 casos de SDRA por 100.000 habitantes y año. En Espa-
extrapulmonar. ña los únicos datos fidedignos corresponden a la Comunidad

730
SÍNDROME DEL DISTRÉS RESPIRATORIO DEL ADULTO

TABLA 5.23. Causas del síndrome del distrés respiratorio del adulto
Origen sistémico
Sepsis
Shock
Politraumatismo
Embolia grasa
Aspiración de contenido gástrico
Politransfusión
Pancreatitis
Ahogamiento
Neumonía
Tuberculosis miliar
Grandes quemados
Intoxicaciones medicamentosas
Hipersensibilidad a fármacos
Reacción transfusional por leucoaglutininas
Hipertensión intracraneal
Intoxicación por paraquat A
Origen local
Contusión pulmonar
Neumonitis por radiación
Ahorcamiento
Edema pulmonar de las grandes alturas
Edema pulmonar de reperfusión
Inhalación de gases irritantes (NO2, Cl2, SO2, NH3)
Toxicidad por oxígeno

Insular Canaria, en la que se estima una incidencia anual


muy baja (1,5 casos por cada 100.000 habitantes). Esta dismi-
nución de la incidencia se debe al mejor y más rápido reco-
nocimiento del síndrome y a la mejoría global en el trata-
miento de los pacientes ingresados en unidades de cuidados
intensivos.
Con respecto a la etiología del SDRA, las causas son múlti- B
ples (tabla 5.23). Las más frecuentes y plenamente reconoci-
das como responsables de SDRA son las siguientes: sepsis,
politraumatismo, embolia grasa, politransfusiones, pancreati-
tis, aspiración de contenido gástrico, ahogamiento y neumo-
nía. La causa más frecuente y que constituye el paradigma
clínico del SDRA es la sepsis.

Anatomía patológica. Las lesiones macroscópicas que se


observan en los pulmones de pacientes con SDRA consisten
en un aumento de peso y consistencia, evidencia de conges-
tión intensa, abundante edema y exudado sanguinolento.
Las lesiones microscópicas se designan, en conjunto, con la
denominación de lesión alveolar difusa. Estas lesiones con-
sisten en congestión y edema, inflamación intersticial, pre-
sencia de membranas hialinas y fibrosis intersticial. La prime-
ra fase (aguda o exudativa) se produce durante la primera
semana y se caracteriza por edema, exudación y formación
de membranas hialinas. El segundo estadio es la fase prolife- C
rativa o de organización, que se presenta a la semana del ini- Fig. 5.19. A. Lesión alveolar difusa en fase exudativa con mem-
cio del SDRA y se caracteriza por hiperplasia del epitelio de branas hialinas que cubren la mayor parte de las paredes alveolares.
revestimiento alveolar y fibrosis. La tercera fase o residual co- No se observa revestimiento epitelial residual. (Hematoxilina-eosina,
mienza después de la segunda semana y se caracteriza por fi- × 400.) B. Lesión alveolar difusa en fase fibroproliferativa temprana.
brosis intersticial y alteraciones vasculares. Aunque la dife- Se observa engrosamiento intersticial con células inflamatorias e hi-
perplasia regenerativa del revestimiento alveolar. (Hematoxilina-eoxi-
renciación de estas fases es útil para determinar el estadio de na, × 250.) C. Lesión alveolar difusa en fase proliferativa avanzada
la enfermedad, hay que tener en cuenta que no siempre con fibrosis intersticial extensa y escasos alveolos residuales revesti-
están bien delimitadas y que existen lesiones solapadas entre dos por neumocitos tipo II. (Hematoxilina-eosina, × 200.) (Cortesía
las diferentes fases. En la figura 5.19 se muestran imágenes del Dr. J. RAMÍREZ. Departamento de Anatomía Patológica. Hospital Clí-
histológicas correspondientes a las tres fases del SDRA. nico y Provincial de Barcelona.)

Fisiopatología. El fenómeno patogénico básico del SDRA es


la alteración de la microcirculación pulmonar, que provo- estas alteraciones conducen al colapso de unidades alveola-
ca la extravasación de plasma rico en proteínas, el desarrollo res, disminución de los volúmenes pulmonares, descenso
de edema y la puesta en marcha de los sistemas de activa- acusado de la distensibilidad pulmonar, aumento del trabajo
ción del complemento y de la coagulación así como de las respiratorio y aparición de insuficiencia respiratoria.
células que participan en las reacciones inflamatorias Debido a su variada etiología, es muy difícil establecer la
(leucocitos, plaquetas, macrófagos y células endoteliales). secuencia fisiopatológica en el SDRA, si bien puede efectuar-
La alteración de la integridad vascular contribuye a la apari- se una comparación con lo que ocurre con los mecanismos
ción de hemoconcentración, hipertensión pulmonar y altera- fisiopatológicos de la endotoxinemia bacteriana, uno de los
ción de las relaciones ventilación/perfusión. En el pulmón, factores más frecuentemente involucrados en la patogenia

731
NEUMOLOGÍA

del SDRA. La endotoxina bacteriana activa el sistema del TABLA 5.24. Escala para el cálculo de la gravedad
complemento por la vía alternativa, lo cual origina la forma- de la insuficiencia respiratoria aguda
ción rápida de C5a y la activación de leucocitos polimorfo-
nucleares, monocitos/macrófagos, mastocitos y plaquetas. La Puntuación
activación de estas células se sigue de la liberación de radi- Radiografía de tórax (infiltrados pulmonares)
cales libres de oxígeno, de eicosanoides, del factor activador Ausencia de infiltrados 0
de las plaquetas y del factor de necrosis tumoral, los cuales 1 cuadrante* 1
ocasionan la lesión de las células endoteliales. 2 cuadrantes 2
3 cuadrantes 3
Cuadro clínico. Existen dos formas de presentación clínica 4 cuadrantes 4
del SDRA. La primera de ellas corresponde a la que ocurre, Oxigenación (PaO2/FiO2)
por ejemplo, después de la aspiración masiva de contenido > 300 0
gástrico, con aparición inmediata de taquipnea, insuficiencia 225-299 1
respiratoria grave e infiltrados radiológicos alveolares, difu- 175-224 2
sos y bilaterales. La segunda forma de presentación clínica, 100-174 3
de carácter menos agudo, es la que ocurre, por ejemplo, des- < 100 4
pués de una sepsis de más de 48 h de duración. En este últi-
mo caso puede existir un período de latencia en el que sólo PEEP (cmH2O)
<5 0
habrá discreta taquipnea y gradiente alveoloarterial de oxíge- 6-8 1
no aumentado. 9-11 2
En la exploración física de los pacientes con SDRA desta- 12-14 3
ca aumento del trabajo respiratorio, con utilización de la > 15 4
musculatura accesoria, taquipnea (más de 30 respiraciones/
min), taquicardia y sudación. La auscultación respiratoria Distensibilidad pulmonar (mL/cmH2O)
suele revelar estertores húmedos bilaterales. Los hallazgos fí- > 80 0
sicos restantes dependerán de la enfermedad que haya de- 60-79 1
40-59 2
sencadenado el SDRA. En la radiografía de tórax puede apre- 20-39 3
ciarse en la fase inicial, infiltrados intersticiales bilaterales de < 19 4
predominio basal y, posteriormente, infiltrados alveolares bi-
laterales (fig. 5.20). Puede haber, además, derrame pleural El valor final se obtiene dividiendo la suma total por el número
bilateral. El dato analítico más característico es la presencia de variables consideradas
de insuficiencia respiratoria. En las fases iniciales del síndro- 0,1 a 2,5 puntos = insuficiencia respiratoria moderada;
me sólo se observan hipocapnia y aumento del gradiente al- > 2,5 puntos = SDRA
veoloarterial de oxígeno; en fases más avanzadas hay hipo- PEEP: presión positiva telespiratoria; FiO2: fracción inspiratoria de oxígeno.
xemia de gran intensidad, que responde parcialmente o no a *1 cuadrante indica presencia de infiltrados pulmonares en una cuarta parte
la administración de oxígeno. Otros datos analíticos depen- del parénquima pulmonar.
den exclusivamente de la enfermedad de base que haya cau-
sado el SDRA.
En el estudio hemodinámico pulmonar destaca hiperten-
sión arterial pulmonar moderada o muy elevada y presión curación en 48-72 h; c) empeoramiento progresivo del cua-
capilar enclavada normal, dato que diferencia el SDRA del dro respiratorio en 15 días, con aparición de fibrosis pulmo-
edema pulmonar cardiogénico. nar y muerte por insuficiencia respiratoria, y d) empeora-
La evolución clínica es muy variada: a) mala evolución miento durante los primeros 10 días, al que sigue un período
inicial en 1 o 2 días, con muerte del paciente por hipoxemia; de estabilidad con mejoría progresiva.
esta evolución es la menos frecuente; b) buena evolución y La gravedad del SDRA puede determinarse utilizando una
escala que combina variables clínicas y de mecánica pulmo-
nar. Cuando la puntuación de esta escala es superior a 2,5
puede establecerse el diagnóstico de SDRA. Esta escala de
gravedad se resume en la tabla 5.24.
Las complicaciones del SDRA son las propias de la insufi-
ciencia respiratoria, de la ventilación artificial y, en último
caso, de la enfermedad desencadenante del síndrome. Los
pacientes ventilados artificialmente por SDRA presentan con
frecuencia neumotórax y enfisema subcutáneo o mediastíni-
co, debidos a las elevadas presiones de insuflación con que
debe realizarse la respiración artificial. Muy a menudo, a par-
tir de la primera semana de ventilación artificial se presentan
neumonías nosocomiales debido a que las lesiones del pa-
rénquima pulmonar favorecen la aparición de infecciones.
En los pacientes que sobreviven al SDRA se observa una
serie de alteraciones funcionales que, en su mayoría, desapa-
recen con el transcurso del tiempo. En las fases iniciales de
la recuperación predominan las alteraciones ventilatorias
de tipo restrictivo. Aproximadamente un tercio de los pacien-
tes presentan disminución de la capacidad pulmonar total, y
casi la mitad, reducción de la transferencia de monóxido de
carbono (DLCO). Estas alteraciones suelen normalizarse al
cabo de un año, aunque la disminución de la DLCO puede
permanecer durante mucho tiempo. Casi el 20% de los pa-
Fig. 5.20. Radiografía de tórax que muestra infiltrados pulmonares cientes presentan reducción de los flujos mesospiratorios
bilaterales, en un paciente que recibía medicación depresora del nivel (FEF25-75%), y el 6%, hiperreactividad bronquial. Las alteracio-
de conciencia y que presentó aspiración masiva de contenido gás- nes funcionales tardías más importantes del SDRA son las
trico. anomalías en el intercambio de gases. Aunque en la mayoría

732
SÍNDROME DEL DISTRÉS RESPIRATORIO DEL ADULTO

TABLA 5.25. Criterios diagnósticos del síndrome del distrés sentido. La aplicación precoz de presión positiva telespirato-
respiratorio del adulto ria (PEEP) tampoco se ha mostrado útil como maniobra pro-
filáctica. La única estrategia profiláctica eficaz en el SDRA es
Existencia de enfermedad desencadenante la fijación temprana de las fracturas en pacientes politrauma-
Signos clínicos de insuficiencia respiratoria: taquipnea, cianosis,
utilización de musculatura accesoria
tizados graves para evitar la aparición de embolia grasa.
Hipoxemia refractaria: PaO2 < 60 mmHg (< 7,9 kPa) o cociente El tratamiento de la insuficiencia respiratoria comprende
PaO2/FiO2 < 200 la administración de oxígeno, la aplicación de presión positi-
Infiltrados alveolares bilaterales va continua en la vía aérea (CPAP) y la ventilación mecáni-
Ausencia de insuficiencia cardíaca ca. La administración de oxígeno debe realizarse a concen-
FiO2: fracción inspiratoria de oxígeno.
traciones elevadas mediante mascarillas basadas en el efecto
con sistemas Venturi. A menudo, ello es insuficiente y debe
recurrirse a sistemas de bajo flujo que proporcionan FiO2 ele-
de los pacientes la PaO2 basal es normal, en alrededor del vadas pero variables. Es importante recordar que la adminis-
50% de ellos se observa su descenso durante la prueba de es- tración de oxígeno a concentración elevada (más del 60%)
fuerzo. Todas estas anomalías funcionales pueden deberse a en períodos superiores a 48 h puede resultar tóxica para el
la persistencia de fibrosis pulmonar, como se ha demostrado pulmón. El tratamiento sintomático de la hipoxemia refracta-
en los pocos casos en los que se dispone de estudios anato- ria del SDRA se basa en la aplicación de PEEP, con la que se
mopatológicos. consigue aumentar la capacidad residual funcional, desple-
gar alveolos que estaban colapsados y, de esta manera, in-
Diagnóstico. El diagnóstico de este síndrome es clínico y se crementar la superficie útil para el intercambio de gases y au-
basa en los datos mencionados con anterioridad. En casos mentar la PaO2 al disminuir el shunt intrapulmonar. La PEEP
de duda, debe utilizarse un catéter de Swan-Ganz para medir tiene efectos secundarios, como la disminución del gasto
la presión capilar pulmonar enclavada (presión wedged), cardíaco y el aumento de las presiones intratraqueales me-
que será normal o estará disminuida en caso de SDRA. Para dias, con el consiguiente riesgo de barotrauma. La PEEP utili-
su diagnóstico definitivo se requiere la presencia de insufi- zada (en cmH2O) debe ser aquella que optimice el intercam-
ciencia respiratoria grave [PaO2 < 60 mmHg (7,9 kPa), con bio de gases sin alterar excesivamente el gasto cardíaco y,
una fracción inspiratoria de oxígeno (FiO2) de 0,5 o bien un por consiguiente, su transporte a los tejidos. La PEEP se pue-
cociente PaO2/FiO2 inferior a 200] junto con una causa de- de aplicar por medio de CPAP o mediante ventilación artifi-
sencadenante y la existencia de infiltrados pulmonares bila- cial. La CPAP es un sistema en el que el enfermo respira es-
terales, después de descartar el edema pulmonar de origen pontáneamente con la ayuda de un flujo de oxígeno muy
cardiogénico (tabla 5.25). El diagnóstico diferencial debe elevado y una presión positiva en las vías aéreas durante
efectuarse con el edema pulmonar cardiogénico. Los antece- todo el ciclo respiratorio. La aplicación de CPAP requiere
dentes del paciente y el cuadro clínico ayudan a diferenciar que la musculatura respiratoria del paciente no presente fati-
ambas entidades clínicas. En caso de duda debe medirse la ga, situación que es infrecuente cuando la evolución del
presión enclavada pulmonar. SDRA es superior a 2 días. La ventilación mecánica permite
asegurar la ventilación alveolar adecuada, al tiempo que ad-
Pronóstico. A pesar de los avances en el tratamiento de los ministra la FiO2 requerida y la PEEP óptima. La estrategia en
pacientes que ingresan en unidades de cuidados intensivos, la ventilación artificial debe dirigirse a conseguir presiones
la mortalidad de los pacientes con SDRA continúa siendo intratraqueales lo más bajas posible, a emplear FiO2 no muy
muy elevada y se cifra globalmente en el 60%. Estudios multi- elevadas y a utilizar modalidades de respiración artificial que
céntricos europeos recientes han revelado que los pacientes disminuyan sus efectos sobre el gasto cardíaco. La ventila-
con mejor comportamiento gasométrico durante las prime- ción mandatoria intermitente, la ventilación controlada por
ras 48 h presentan mejor pronóstico. Los siguientes factores presión con relación inspiración/espiración invertida, la ven-
están asociados a una mayor mortalidad de los pacientes tilación por liberación de presión de las vías aéreas y la venti-
con SDRA: edad superior a 65 años, presencia de fallo mul- lación con alta frecuencia son sistemas destinados a paliar
tiorgánico, diferencia alveoloarterial de O2 superior a 585 los efectos de la ventilación mecánica convencional.
mmHg (77,9 kPa), distensibilidad efectiva inferior a 28 El tratamiento de los trastornos hemodinámicos del SDRA
cmH2O/mL, exceso de base inferior a –8 mEq/L (–8 mmol/L, debe ir encaminado a mantener la perfusión tisular adecua-
CO3H menor de 20 mEq/L (< 20 mmol/L), pH inferior a 7,4, da, procurando siempre que la volemia no esté elevada.
presencia de fístula broncopleural y más del 10% de neutrófi- Dadas las interrelaciones existentes entre los sistemas circu-
los no segmentados en la fórmula leucocitaria. La inmunode- latorio y pulmonar, lo más útil es la monitorización de las
presión asociada a la enfermedad de base es otro factor de presiones del circuito arterial pulmonar mediante un catéter
mal pronóstico. Se ha comprobado que las entidades clíni- de Swan-Ganz. El mantenimiento de la concentración de he-
cas o fallos orgánicos con mayor incidencia en los enfermos moglobina normal y del gasto cardíaco adecuado se efectua-
que fallecen son la sepsis, la insuficiencia renal, la perfora- rá mediante las medidas habituales (transfusión sanguínea,
ción, el infarto o la obstrucción del tracto gastrointestinal, las administración de líquidos o de fármacos vasoactivos).
alteraciones graves del SNC y los trastornos de la coagula- El oxigenador de membrana con la creación de un shunt
ción. arteriovenoso periférico permite mantener el intercambio de
gases sin tener que recurrir a la ventilación artificial. No se ha
Tratamiento. El tratamiento básico del SDRA consiste en la demostrado que la supervivencia de los pacientes con SDRA
instauración de las medidas terapéuticas adecuadas y tem- mejore con este sistema, que debe reservarse para casos con
pranas de la enfermedad desencadenante. La falta de resolu- hipoxemia refractaria al tratamiento.
ción de la enfermedad desencadenante conduce a la ausen- Respecto al tratamiento farmacológico del SDRA existen
cia de resolución del SDRA. Basándose en esta premisa muy pocas medidas útiles. Se ha comprobado que los gluco-
inicial, es primordial considerar los aspectos relacionados corticoides no son eficaces en las fases iniciales del SDRA,
con la profilaxis, el tratamiento de la insuficiencia respirato- pero estudios recientes aconsejan su empleo en períodos tar-
ria y de los trastornos hemodinámicos, así como sobre las díos en los que pudiera existir fibrosis del parénquima pul-
posibilidades de la terapéutica farmacológicas. monar. La administración de surfactante se ha mostrado útil
Con respecto a la profilaxis del SDRA, las controversias tanto en la prevención del SDRA del recién nacido como en
más relevantes han surgido con respecto a la utilización o no su tratamiento, debido a la importancia de esta sustancia
de glucocorticoides. Estudios realizados a doble ciego pare- en la fisiopatología del síndrome. No se ha demostrado que
cen indicar que la administración profiláctica de glucocorti- la administración de surfactante sea eficaz en el adulto.
coides a pacientes con riesgo de adquirir SDRA carece de Dado que la mayoría de los pacientes con SDRA presentan

733
NEUMOLOGÍA

hipertensión pulmonar, es lógico que se haya ensayado la En cuanto a las complicaciones del SDRA, básicamente
administración de diversos fármacos vasodilatadores con la comprenden el tratamiento de los barotraumas durante la
idea de disminuir las resistencias pulmonares y, de esta for- ventilación mecánica y la terapéutica antibiótica de las infec-
ma, aumentar el gasto cardíaco y el aporte de oxígeno a los ciones respiratorias que ocurren en el transcurso del sín-
tejidos. Se ha probado sin excesivo éxito la administración drome.
de diltiazem, nitroprusiato, ketanserina y, muy especialmen-
te, prostaglandina E1 (PGE1). La PGE1 posee actividad antipla- Bibliografía especial
quetaria y, a la vez, es un potente vasodilatador pulmonar. ARTIGAS A, CARLET J, CHASTANG CI, LE GALL JR, EUROPEAN ARDS COLLABO-
Los resultados sobre la efectividad de este fármaco frente a RATIVE WORKING GROUP. Clinical presentation, etiology, prognostic
la mortalidad del SDRA son contradictorios. factors and outcome of the adult respiratory distress syndrome.
La almitrina es un fármaco utilizado desde hace tiempo Rean Soins Intens Med Urg 1988; 4: 339-345.
como analéptico. Se ha observado que, a corto plazo y cuan- ASBAUGH DG, BIGELOW DB, PETTY TL, LEVINE BE. Acute respiratory dis-
do se administra en pacientes con SDRA, mejora la PaO2. tress in the adults. Lancet 1967; 2: 319-323.
COOK D, RAFFIN THA. Acute hypoxemic respiratory failure. En: PINSKY
Este efecto parece deberse a la redistribución del flujo arte- MR, DHAINAUT JF (eds). Pathophysiologic foundations of critical
rial pulmonar, pero sus mecanismos responsables no están care. Baltimore, Williams and Wilkins, 1993; 414-426.
definidos. MURRAY JF, MATTHAY MA, LUCE JM, FLICK MR. An expanded definition
La inhalación de óxido nítrico en concentraciones no tóxi- of the adult respiratory distress syndrome. Am Rev Respir Dis
cas (<100 partes por millón) produce vasodilatación pulmo- 1988; 138: 720-723.
nar selectiva sin efectos sistémicos. Esta propiedad permite RINALDO JR, ROGERS R. Adult respiratory distress syndrome: Changing
elevar significativamente la PaO2 y, por lo tanto, disminuir la concepts of lung injury and repair. N Engl J Med 1982; 306: 900-
FiO2, que en concentraciones elevadas es un tóxico para el 909.
VILLAR J, SLUTSKY AS. The incidence of the adult respiratory distress
pulmón. Con la administración de óxido nítrico se lograría syndrome. Am Rev Respir Dis 1985; 132: 485-489.
evitar la muerte por hipoxemia refractaria, mientras se inten- ZAPOL WM, SNIDER MT, RIE MA, QUINN DA, FIKKER M. Pulmonary circu-
ta solucionar la enfermedad que desencadenó el SDRA. Muy lation during adult pulmonary distress syndrome. En: Zapol WM,
probablemente, la administración de óxido nítrico sea la te- FALKE KJ (eds). Acute respiratory failure. Nueva York, Marcel Dek-
rapéutica con más futuro en los pacientes con este síndrome. ker, 1985; 241-273.

Enfermedades obstructivas de las vías aéreas


J.A. Barberà Mir y M.G. Cosío

distintas formas de edema angioneurótico: las de origen alér-


Obstrucción de las vías aéreas gico (anafiláctico), las familiares asociadas al déficit del inhi-
bidor de la C1-esterasa y las idiopáticas.
superiores Obstrucciones crónicas. Las estenosis cicatrizales constitu-
yen la causa más frecuente de obstrucción crónica de las
vías aéreas superiores en adultos. Merecen especial atención
Concepto. Las vías aéreas superiores están formadas por los las asociadas a la intubación endotraqueal o la traqueosto-
segmentos comprendidos entre la nariz y la carina traqueal. mía, producidas por la presión que ejerce el balón inflable
Las lesiones obstructivas de esta región pueden estar produ- sobre la pared traqueal o por el roce y la presión de las cánu-
cidas por distintas enfermedades y tener una evolución agu- las sobre el estoma. Cuando esta presión se mantiene duran-
da o crónica. Las obstrucciones agudas suelen ocurrir en te varios días ocasiona inflamación de la pared, seguida de
niños, cursan con disnea de instauración brusca y su causa fibrosis y retracción, que es la responsable de la estenosis.
es fácilmente reconocible. Por el contrario, en las obstruccio- Las lesiones producidas por quemaduras o inhalación de hu-
nes crónicas el síntoma fundamental es la disnea de instaura- mos tóxicos pueden originar estenosis laríngeas por edema,
ción progresiva, cuya detección es más difícil, por lo que a que se manifiestan en las primeras 24 h, o bien estenosis ci-
menudo son confundidas con otras enfermedades obstructi- catrizales, preferentemente localizadas en la tráquea, que
vas de las vías aéreas. aparecen de forma tardía y tienen una evolución crónica.
Entre los tumores primarios de la laringe merecen desta-
Etiología. En la tabla 5.26 se indican las principales enfer- carse el papiloma, de probable origen vírico y características
medades que pueden causar obstrucción de las vías aéreas benignas, y el carcinoma escamoso. La sintomatología de los
superiores. tumores suele iniciarse con ronquera, signo que permite de-
Obstrucciones agudas. Las infecciones agudas que pro- tectarlos fácilmente. En la tráquea, los carcinomas primitivos
vocan obstrucción de las vías aéreas superiores son más son raros, siendo los más frecuentes el escamoso, el adenoi-
frecuentes en niños. Las faringoamigdalitis suelen estar cau- de quístico (cilindroma) y el mucoepidermoide. Los tumores
sadas por estreptococo betahemolítico y, con menor fre- traqueales benignos (leiomiomas, lipomas o condromas)
cuencia, por adenovirus o Coxsackievirus. En la laringotra- también son muy infrecuentes. El diagnóstico de los tumores
queítis aguda (croup) se estrecha la región subglótica, siendo traqueales es difícil debido a que pueden ser asintomáticos
los agentes causales más frecuentes el virus de la parain- hasta alcanzar un estadio avanzado. Con mayor frecuencia
fluenza o el virus sincitial respiratorio. La epiglotitis aguda que las neoplasias primarias, la tráquea y la laringe pueden
también puede presentarse en adultos y suele estar causada resultar invadidas por tumores localizados en órganos próxi-
por Haemophilus influenzae, Staphylococcus aureus o Strepto- mos (tiroides, esófago, pulmón) o por linfomas mediastíni-
coccus pneumoniae. cos.
El edema no infeccioso suele localizarse en la laringe y sus Entre las enfermedades inflamatorias e infecciosas merece
causas subyacentes incluyen traumatismos, inhalación de ga- destacarse el granuloma tuberculoso de localización traqueal
ses irritantes, quemaduras y edema angioneurótico. Existen o laríngea, que suele asociarse a tuberculosis pulmonar ma-

734
ENFERMEDADES OBSTRUCTIVAS DE LAS VÍAS AÉREAS

tras infecciones repetidas. La policondritis recidivante, enfer-


TABLA 5.26. Enfermedades que pueden causar obstrucción medad sistémica que afecta los cartílagos de distintas zonas
de las vías aéreas superiores del organismo, se asocia a menudo a artritis reumatoide o a
Enfermedades agudas lupus eritematoso. La traqueobroncopatía osteocondroplásica
Infecciones se caracteriza por la presencia de múltiples proyecciones
Faringoamigdalitis cartilaginosas u óseas en la luz traqueal que afectan el tercio
Laringotraqueítis (crup) distal de la tráquea. La amiloidosis laringotraqueal es muy in-
Epiglotitis frecuente y debe considerarse como una variedad de la ami-
Edema loidosis primaria, puesto que no guarda relación con enfer-
Traumatismo medades inflamatorias crónicas.
Inhalación de tóxicos
Quemaduras
Edema angioneurótico Fisiopatología. Para comprender la fisiopatología de las en-
Otros fermedades obstructivas de las vías aéreas superiores es im-
Hemorragia retrofaríngea portante distinguir entre las obstrucciones orgánicas y las
Cuerpos extraños producidas por disfunción neuromuscular. Las lesiones or-
gánicas pueden causar obstrucciones que afectan el flujo
Enfermedades crónicas aéreo de forma variable, dependiendo de que su localiza-
Estenosis cicatrizales ción sea extratorácica, por encima de la horquilla esternal, o
Asociadas a intubación o traqueostomía intratorácica, por debajo de ella. Las lesiones que no cam-
Secundarias a traumatismos cerrados o quemaduras
Lesiones causadas por cuerpos extraños bian su diámetro durante la fase respiratoria producirán obs-
Neoplasias trucciones fijas. Las lesiones extratorácicas con obstrucción
Tumores primitivos variable del flujo aéreo favorecen el colapso durante la inspi-
Tumores metastásicos ración, ya que la presión en el interior de la vía aérea es infe-
Tumores de la vecindad (tiroides, linfomas mediastínicos) rior a la presión atmosférica del exterior. Durante la espira-
Enfermedades inflamatorias o infecciosas ción sucede lo contrario, puesto que la presión intraluminal
Hipertrofia amigdalina o adenoidea es superior a la atmosférica, lo que tenderá a aumentar el
Granulomas subagudos (tuberculosis) diámetro de la luz y dificultará su reconocimiento. En las le-
Infecciones contiguas (angina de Ludwig, absceso
retrofaríngeo, mediastinitis) siones intratorácicas con obstrucción variable del flujo aéreo
Mediastinitis fibrosante la situación es la opuesta: la presión negativa intrapleural fa-
Compresión extrínseca vorece la dilatación durante la inspiración. Por el contrario,
Bocio durante la espiración la presión pleural es superior a la in-
Aneurismas traluminal, y el diámetro a la altura de la obstrucción dis-
Enfermedades neurológicas minuye. En las obstrucciones fijas, tanto de la porción in-
Parálisis de las cuerdas vocales tratorácica como de la extratorácica, descienden los flujos
Disfunción neuromuscular asociada a enfermedades inspiratorios y los espiratorios.
extrapiramidales
Disfunción neuromuscular asociada a enfermedades
de la neurona motora Cuadro clínico. La obstrucción crónica de las vías aéreas
Disfunción de la musculatura faríngea asociada al síndrome superiores puede ser asintomática hasta que se produce una
de apneas del sueño disminución significativa de la luz, en ocasiones superior a
Causa desconocida dos tercios de su diámetro. El síntoma más frecuente es la
Traqueomalacia (síndrome de Herzog) disnea, inicialmente de esfuerzo pero que puede llegar a ser
Policondritis recidivante de reposo. Con menor frecuencia hay estridor, que es el sín-
Traqueobroncopatía osteocondroplásica toma más orientador de una obstrucción en esta zona. El es-
Amiloidosis
tridor se manifiesta inicialmente durante el esfuerzo o la hi-
perventilación y, en los casos más avanzados, durante la
respiración tranquila. Es importante distinguir en qué fase
nifiesta. La hipertrofia de las amígdalas palatinas y de las ade- del ciclo respiratorio ocurre el estridor. Si se produce duran-
noides nasofaríngeas puede favorecer el colapso de la farin- te la inspiración, es muy sugestivo de obstrucción extratorá-
ge durante el decúbito y causar un síndrome de apneas du- cica. Por el contrario, si aparece sólo durante la espiración,
rante el sueño. puede ser confundido con otras enfermedades obstructivas
La parálisis unilateral de una cuerda vocal provoca disfo- de las vías aéreas. La disfonía se presenta en las enfermeda-
nía y no suele causar una obstrucción importante de la vía des que afectan la laringe. También puede existir tos persis-
aérea superior. Por el contrario, en la parálisis bilateral de las tente no productiva, en ocasiones acompañada de hemopti-
cuerdas vocales puede mantenerse un grado aceptable de fo- sis. Muy raras veces, la obstrucción de las vías aéreas
nación, aun cuando exista obstrucción significativa de la glo- superiores puede originar hipoventilación crónica, que con-
tis. La causa más frecuente es la sección accidental de am- duce a hipoxemia, hipercapnia, hipertensión pulmonar y cor
bos nervios recurrentes durante la cirugía, aunque también pulmonale. En la exploración física es importante escuchar
puede producirse por traumatismos externos, intubación la respiración cerca de la boca del paciente, tanto durante la
prolongada, neoplasias en la región cervical o, más raramen- respiración tranquila como durante la forzada, para detectar
te, en el contexto de neuropatías generalizadas. La disfunción el estridor. La auscultación con el fonendoscopio aplicado
de los músculos que estabilizan las vías aéreas superiores en el cuello o sobre el manubrio esternal puede ayudar a
puede producir una obstrucción funcional de éstas, trastorno distinguir mejor el estridor. La palpación del cuello puede
que ocurre en síndromes extrapiramidales, como la enferme- poner de manifiesto el aumento del tamaño del tiroides o de
dad de Parkinson, o en neuropatías que afectan el bulbo, adenopatías cervicales. En las obstrucciones agudas que
como la esclerosis lateral amiotrófica. Un caso especial de comprometen gravemente la vía aérea es posible observar
disfunción de la musculatura faríngea es el que se produce cianosis y aumento acusado de la fuerza ejercida por los
en el síndrome de apneas durante el sueño. músculos inspiratorios, que se manifiesta por retracción su-
Distintas enfermedades de causa desconocida también praclavicular, intercostal y del abdomen superior.
pueden causar obstrucción crónica de las vías aéreas supe- En el estudio funcional respiratorio puede detectarse la
riores. La traqueomalacia, caracterizada por la debilidad de obstrucción de las vías aéreas superiores, incluso antes de
las paredes traqueales y de los cartílagos de sostén, origina que ésta ocasione el cuadro clínico característico. En la espi-
colapso traqueal espiratorio. Generalmente se trata de un rometría forzada puede haber discrepancia entre el pico de
trastorno del desarrollo, aunque también puede aparecer flujo espiratorio (PEF) y el volumen espiratorio máximo en el

735
NEUMOLOGÍA

primer segundo (FEV1), observándose un valor superior a 10 realizará una traqueotomía. En las obstrucciones agudas, la
en la relación FEV1 (en mL)/PEF (en L/min). Asimismo, la administración de adrenalina nebulizada (1,5-2,5 mL de solu-
discrepancia entre un valor de FEV1 normal y la elevación de ción al 1:100) puede contribuir a reducir el edema, dado su
la resistencia de las vías aéreas (Raw) medida por pletismo- potente efecto vasoconstrictor. Los glucocorticoides son de
grafía, también es sugestiva de obstrucción de las vías aéreas utilidad en las laringotraqueítis víricas y en las enfermedades
superiores. en las que el componente inflamatorio contribuye a la obs-
La exploración funcional más adecuada para diagnosticar trucción. Asimismo, la respiración de una mezcla de oxígeno
la obstrucción de las vías aéreas superiores es la realización y helio puede disminuir la resistencia al flujo, al tener el helio
de las curvas de flujo-volumen, en las cuales se dan cambios una densidad menor a la del nitrógeno y evitar la formación
característicos que permiten definir con relativa facilidad el de turbulencias.
grado de obstrucción y su localización (véase Exploración El tratamiento específico de la lesión obstructiva depende-
de la función respiratoria, en Generalidades). En la obstruc- rá de su naturaleza. En las estenosis yatrógenas o tumorales,
ción variable extratorácica disminuye el flujo inspiratorio al que constituyen las causas más frecuentes, debe considerar-
tiempo que se conserva el espiratorio. La relación entre los se la posibilidad de resección quirúrgica. Cuando ésta no sea
flujos espiratorio e inspiratorio al 50% de la capacidad vital posible, la fotorresección con láser puede tener efectos palia-
(FEF50/FIF50) superior a 1,3, o bien la reducción en el flujo tivos al permitir ensanchar la luz de la vía aérea.
inspiratorio máximo, debe hacer sospechar esta anomalía.
En la obstrucción variable intratorácica se produce una re-
ducción generalizada del flujo espiratorio con formación de
una meseta, que se extiende hasta volúmenes bajos, conser-
vándose el flujo inspiratorio. En las obstrucciones fijas los flu- Enfermedad pulmonar obstructiva
jos inspiratorios y espiratorios son prácticamente idénticos,
lo que no permite localizar la lesión. Las curvas de flujo-volu- crónica
men también pueden mostrar alteraciones en las obstruccio-
nes por disfunción neuromuscular. En los síndromes extrapi- Concepto y terminología. La enfermedad pulmonar obstruc-
ramidales pueden producirse oscilaciones regulares en los tiva crónica (EPOC) es un proceso que se caracteriza por una
flujos inspiratorios y espiratorios por el temblor de las estruc- limitación permanente del flujo aéreo causada por anormali-
turas laríngeas (flúter respiratorio) o bien interrupciones dades de las vías aéreas y del parénquima pulmonar en for-
bruscas e irregulares secundarias a espasmos de la muscula- ma de enfisema. Los pacientes con EPOC siempre presentan
tura laríngea. En las enfermedades de la neurona motora se limitación u obstrucción al flujo aéreo, aunque ésta puede
han descrito oscilaciones rápidas del flujo aéreo que se aso- variar en el curso de la enfermedad e incluso mejorar con la
cian a un patrón obstructivo. administración de broncodilatadores. El término EPOC es
preferible a los de bronquitis crónica o enfisema, porque en-
Diagnóstico. Las obstrucciones agudas de las vías aéreas su- globa a éstos y describe mejor la enfermedad obstructiva que
periores suelen reconocerse fácilmente y no constituyen un se observa en los fumadores. La bronquitis crónica se define
problema diagnóstico. Por el contrario, las obstrucciones en términos clínicos por tos y expectoración durante más de
crónicas pueden pasar inadvertidas durante largo tiempo y, 3 meses al año, por más de 2 años consecutivos. La bronqui-
cuando se reconocen, es demasiado tarde para proceder a tis crónica por sí sola no es causa de obstrucción al flujo
un tratamiento efectivo. Por ello, es de gran utilidad efectuar aéreo, por lo que es preferible reservar este término para de-
el estudio funcional con curvas de flujo-volumen ante la me- signar el cuadro clínico de aquellos pacientes que no presen-
nor sospecha de esta alteración. En la radiografía de tórax tan obstrucción al flujo aéreo. El enfisema se define en térmi-
puede visualizarse el estrechamiento de la luz traqueal o nos anatomopatológicos por el agrandamiento anormal de
signos de hiperinsuflación. Una vez detectada la lesión, sus los espacios aéreos distales a los bronquiolos terminales, que
características pueden ser definidas con mayor precisión con se acompaña de destrucción de la pared alveolar, sin fibrosis
la tomografía computarizada (TC). También pueden ser de manifiesta. Aunque el enfisema está presente en la mayoría
utilidad las tomografías convencionales o la radiografía late- de los pacientes con EPOC, su diagnóstico no es clínico y su
ral de las partes blandas del cuello. De todos modos, es el es- presencia tampoco explica todas las alteraciones fisiopatoló-
tudio endoscópico el que permitirá establecer el diagnóstico gicas de la EPOC. Por ello, tampoco es aconsejable emplear
definitivo. Ante la sospecha de una obstrucción de las vías el término enfisema para definir el proceso obstructivo de los
aéreas superiores debe realizarse siempre una fibrobroncos- fumadores.
copia o una laringoscopia, con el fin de establecer el grado Es importante diferenciar la EPOC de otras enfermedades
de obstrucción y su extensión y proceder a la toma de mues- que cursan con obstrucción al flujo aéreo, dado que la etio-
tras biópsicas. Cuando la obstrucción sea secundaria a lesio- logía, la fisiopatología y el curso evolutivo son distintos. La
nes de las estructuras próximas, éstas deben evaluarse ade- EPOC se distingue del asma bronquial en que, una vez esta-
cuadamente (tránsito esofágico, gammagrafía tiroidea). blecida la enfermedad, no existen períodos en los que la
El diagnóstico diferencial de las obstrucciones crónicas de obstrucción al flujo aéreo remita completamente. Las enfer-
las vías aéreas superiores debe efectuarse con otras enferme- medades obstructivas cuya etiología es conocida, o cuya
dades obstructivas de las vías aéreas, especialmente con el anatomía patológica es específica, como es el caso de la
asma bronquial y la enfermedad pulmonar obstructiva cróni- bronquiectasia, la fibrosis quística o la bronquiolitis obli-
ca (EPOC), siendo de gran utilidad el estudio con curvas de terante, deben considerarse separadas del concepto de
flujo-volumen. Una vez detectada la obstrucción, el diagnós- EPOC.
tico etiológico específico (tabla 5.26) dependerá del cuadro
clínico y del resultado del examen endoscópico. Factores de riesgo. Consumo de tabaco. El tabaco desem-
peña un papel extraordinariamente importante en la EPOC,
Tratamiento. La norma más importante en el tratamiento de dado que el 80-90% de los pacientes son fumadores o lo han
la obstrucción de las vías aéreas superiores es garantizar una sido. Asimismo, la mortalidad por EPOC es 15 veces superior
vía ventilatoria adecuada. En las obstrucciones agudas con en los fumadores que en los no fumadores. Estudios de se-
compromiso respiratorio debe establecerse una vía ventilato- guimiento de la función pulmonar han demostrado que los
ria alternativa mediante intubación endotraqueal a cargo de no fumadores, exentos de cualquier otra enfermedad respira-
personal experimentado, ya que un fallo en ésta puede em- toria, a partir de los 25 años experimentan una caída en el
peorar la obstrucción. Por este mismo motivo, no es aconse- FEV1 de unos 35 mL por año, atribuible al envejecimiento na-
jable la intubación en casos de edema grave (p. ej., epigloti- tural del pulmón. En los fumadores esta caída es algo supe-
tis aguda). Sólo cuando la intubación no sea posible se rior, de unos 50 mL/año. Sin embargo, existe un grupo de fu-

736
ENFERMEDADES OBSTRUCTIVAS DE LAS VÍAS AÉREAS

teasa) y el enfisema familiar. La tasa de α1-antitripsina está


4 determinada genéticamente por el alelo Z, y su déficit es
completo en los individuos homocigotos e incompleto en los
heterocigotos. La presencia de un fenotipo homocigoto para
No fumador
el alelo Z es el único factor genético establecido para el de-
3 sarrollo de enfisema.
Fumador
Neumopatías pediátricas. La función pulmonar aumenta
no durante la infancia y la adolescencia, alcanzando un valor
FEV1 (L)

2 susceptible máximo hacia los 20 años. El hecho de no alcanzar este va-


Fumador lor máximo puede predisponer al desarrollo de EPOC en la
susceptible Abandono
del tabaco edad adulta. Estudios retrospectivos han demostrado una re-
1
lación entre antecedentes de neumopatías agudas en la in-
Disnea incapacitante fancia y síntomas respiratorios en la edad adulta. Ello ha lle-
vado a formular la hipótesis de que las infecciones víricas de
la infancia pueden producir hiperreactividad bronquial per-
0 sistente y asociarse a un mayor deterioro de la función pul-
25 35 45 55 65 75 85 monar en la edad adulta. Investigaciones recientes han de-
Edad (años) mostrado una mayor prevalencia de procesos respiratorios
agudos en los niños expuestos al tabaquismo pasivo. Aunque
se desconoce la influencia de este factor en el desarrollo de
Fig. 5.21. Influencia del consumo de tabaco en la evolución de la EPOC, se estima que el tabaquismo pasivo podría disminuir
función pulmonar (FEV1) con la edad. Los no fumadores muestran un
descenso progresivo del FEV1 con el transcurso de los años. Este des- en un 5% el FEV1 máximo esperado.
censo es más pronunciado en los fumadores, existiendo un grupo de Hiperreactividad bronquial y atopia. Distintos estudios su-
fumadores susceptibles en los que el descenso del FEV1 es muy acele- gieren que la hiperreactividad bronquial y la atopia pueden
rado y desarrollan EPOC. La enfermedad puede ser asintomática du- ser factores de riesgo individual que aumenten la predisposi-
rante largo tiempo y los pacientes no refieren disnea incapacitante ción a padecer EPOC si estos individuos se exponen al taba-
hasta fases avanzadas, en las que el FEV1 desciende por debajo de co o a otros factores ambientales. Dado que esta hipótesis
1 L. Los fumadores susceptibles que abandonan el consumo de taba- fue formulada por investigadores holandeses, es conocida
co no llegan a recuperar la función pulmonar, pero consiguen enlente- como la hipótesis holandesa del desarrollo de la EPOC. Si
cer el ritmo de deterioro de la función pulmonar.
bien se ha demostrado que la hiperreactividad bronquial se
asocia a mayor declive de la función pulmonar, el papel de
la atopia como factor de riesgo de la EPOC es más controver-
madores susceptibles de desarrollar EPOC, en los que la pér- tido. De todos modos, es importante desaconsejar el consu-
dida de la función respiratoria es notablemente superior, mo de tabaco a pacientes con hiperreactividad bronquial
descendiendo el FEV1 unos 100 mL/año (fig. 5.21). En este úl- y/o atopia.
timo grupo, el FEV1 alcanza valores muy bajos a partir de la
quinta o sexta década de la vida, momento en el que se esta- Anatomía patológica. En los pacientes con EPOC, y en bue-
blece el diagnóstico de EPOC, pero en el que la enfermedad na parte de los fumadores asintomáticos, existen alteracio-
ya está muy avanzada, existe disnea incapacitante y la morta- nes en las distintas estructuras pulmonares: árbol traqueo-
lidad es elevada. Los pacientes que abandonan el consumo bronquial, parénquima alveolar y vasos sanguíneos.
del tabaco consiguen reducir el ritmo de deterioro de la fun- Bronquios. En los bronquios se observa una mayor propor-
ción respiratoria, sin llegar a normalizarla por completo, y ción de glándulas mucosas, engrosamiento de la capa mus-
tienen una supervivencia mayor. De estos datos se despren- cular, infiltrado inflamatorio submucoso y atrofia cartilagino-
de que si bien prácticamente todos los casos de EPOC están sa. Estas alteraciones producen engrosamiento de la pared y
asociados al consumo de tabaco, no todos los fumadores de- mayor tendencia al colapso de ésta. La lesión bronquial más
sarrollan una EPOC, ya que sólo el 15-20% de ellos llegan a característica es el aumento del espesor de la capa glandu-
padecer la enfermedad. Los mecanismos que determinan lar, que se correlaciona con la hipersecreción mucosa pero
esta distinta susceptibilidad no son bien conocidos. Se ha su- no influye significativamente en el grado de obstrucción al
gerido que factores como la exposición laboral, la contami- flujo aéreo.
nación atmosférica, la hiperreactividad bronquial o infeccio- Bronquiolos. Los bronquiolos son vías aéreas de conduc-
nes víricas latentes pueden tener un papel coadyuvante en el ción, sin cartílago en la pared y de diámetro inferior a 2 mm,
desarrollo de la enfermedad. a las que también se denomina vías aéreas de pequeño cali-
Exposición laboral. Los trabajadores expuestos a polvo de bre o periféricas. En el epitelio se observa aumento de células
origen mineral (minas de carbón y de oro, fundiciones) o caliciformes y metaplasia de células escamosas. En la pared
vegetal (granos, algodón) muestran mayor prevalencia existe infiltrado inflamatorio, constituido por neutrófilos, lin-
de bronquitis crónica. Asimismo, la exposición a polvo en el focitos y macrófagos. En estadios más avanzados puede ob-
lugar de trabajo aumenta el riesgo de padecer una EPOC en servarse fibrosis y aumento de la cantidad de músculo liso
los trabajadores que, además, son fumadores. (fig. 5.22). Estas alteraciones provocan engrosamiento de la
Contaminación atmosférica. El papel de la contaminación pared y distorsión y estrechamiento de la luz bronquiolar,
atmosférica es difícil de establecer en la actualidad, dado factores de gran relevancia en la limitación al flujo aéreo. El
que los niveles de contaminantes son inferiores a los registra- infiltrado inflamatorio puede extenderse a los tabiques alveo-
dos en la primera mitad del siglo. Sin embargo, estudios efec- lares peribronquiales y destruirlos, con la consiguiente pérdi-
tuados en los años sesenta demostraron mayor prevalencia da de soporte que contribuye al aumento de la resistencia al
de síntomas respiratorios y de bronquitis crónica en las zo- flujo aéreo.
nas más contaminadas. En la actualidad, sí está bien estable- Parénquima pulmonar. La alteración anatomopatológica
cida una relación entre los niveles de contaminación atmos- más característica es el enfisema, que consiste en el agranda-
férica y las exacerbaciones de la EPOC. Por otra parte, la miento anómalo de los espacios aéreos distales a los bron-
contaminación atmosférica y el consumo de tabaco tienen quiolos terminales, que se acompaña de destrucción de la
un efecto sinérgico nocivo sobre la vía aérea, y todo parece pared alveolar, sin que exista fibrosis manifiesta de los tabi-
indicar que la contaminación atmosférica incrementa el ries- ques alveolares.
go de los fumadores a desarrollar EPOC. El ácino es la unidad respiratoria básica ventilada por un
Factores genéticos. En 1960 se estableció la relación entre bronquiolo terminal. Según su afectación, se distinguen dos
el déficit de α1-antitripsina (también denominada α1-antipro- tipos de enfisema (fig. 5.23):

737
NEUMOLOGÍA

Fig. 5.22. Alteraciones bronquiolares en la EPOC. A. Bronquiolo normal con paredes finas y luz patente. B. Bronquiolo de un paciente con
EPOC, en el que se aprecia intenso infiltrado inflamatorio mononuclear, aumento de la cantidad de músculo liso y cierto grado de fibrosis. Estas
lesiones producen el engrosamiento de la pared y reducen el diámetro de la luz bronquiolar. (HE, × 100.)

1. Enfisema centroacinar o centrolobulillar. En este tipo de


enfisema la zona central del lobulillo –bronquiolos respirato-
rios y conductos alveolares– está destruida, manteniéndose
Enfisema intacta la zona periférica –alveolos propiamente dichos– has-
Parénquima panacinar
normal ta bien avanzada la enfermedad. Es típica, además, la exis-
tencia de infiltrado inflamatorio y cierto grado de fibrosis en
los bronquiolos respiratorios y en los conductos alveolares
destruidos. El enfisema centroacinar es más frecuente y ad-
quiere mayor gravedad en los campos pulmonares superio-
res. Este tipo de enfisema ocurre prácticamente sólo en los
fumadores, aunque no es el único tipo de enfisema que éstos
pueden desarrollar.
2. Enfisema panacinar o panlobulillar. En este tipo de enfi-
sema todas las estructuras del ácino están destruidas, con el
consiguiente agrandamiento tanto de los conductos alveola-
res como de los alveolos. El pulmón se afecta de forma ho-
mogénea, aunque el examen macroscópico revela que la
Enfisema afectación es mayor en los lóbulos inferiores. El enfisema
centroacinar panacinar es típico de los pacientes con déficit de α1-antitrip-
sina, aunque también se observa en ocasiones en ancianos
no fumadores. Recientemente se ha comprobado que los fu-
madores pueden presentar formas bastante puras de enfise-
Fig. 5.23. Variedades anatómicas de enfisema pulmonar. En el enfi- ma panacinar, con una frecuencia similar a la del enfisema
sema centroacinar o centrolobulillar existe destrucción de la zona cen-
tral del lobulillo (bronquiolos respiratorios y conductos alveolares), centroacinar.
manteniéndose intacta la zona periférica. El enfisema panacinar o Vasos sanguíneos pulmonares. Las principales alteraciones
panlobulillar afecta todas las estructuras del ácino, con aumento ho- vasculares consisten en hipertrofia muscular y engrosamien-
mogéneo de los espacios aéreos. to de la capa íntima de las arterias musculares (fig. 5.24) y

Fig. 5.24. Anomalías vasculares en la EPOC. A. Arteria muscular pulmonar normal con una fina capa muscular situada entre las láminas elásti-
cas. B. Arteria muscular pulmonar de un paciente con EPOC, en la que se observa el notable engrosamiento de las capas muscular e íntima, que
reduce considerablemente la luz arterial. (Tinción de elásticas, × 100.)

738
ENFERMEDADES OBSTRUCTIVAS DE LAS VÍAS AÉREAS

muscularización de las arteriolas. Estos cambios son más ducir el flujo sanguíneo en las unidades alveolares hipóxicas
aparentes en los estadios avanzados de la enfermedad, cuan- y mantener el equilibrio de las relaciones ventilación/perfu-
do existen hipoxemia e hipertensión pulmonar. sión pulmonares. Sin embargo, esta contracción vascular
ocasiona hipertensión pulmonar y provoca cambios morfoló-
Etiopatogenia. Al considerar los mecanismos etiopatogéni- gicos permanentes en las arterias pulmonares. Por este moti-
cos de la EPOC es preferible analizar las alteraciones de las vo, las alteraciones vasculares son más pronunciadas en las
distintas estructuras por separado, ya que su etiopatogenia fases avanzadas de la enfermedad, cuando existen importan-
puede ser distinta. tes alteraciones bronquiales y enfisema grave.
Etiopatogenia de las alteraciones bronquiolares. Las altera-
ciones bronquiolares se inician a partir de la lesión del epite- Fisiopatología. La anomalía funcional que define a la EPOC
lio. El humo del tabaco daña la barrera epitelial y facilita la es la disminución del flujo espiratorio. Esta disminución es el
exposición de las terminaciones nerviosas aferentes y los re- resultado de las alteraciones anatómicas de los bronquiolos,
ceptores irritantes a agentes broncoconstrictores y sustancias que ocasionan un aumento de la resistencia al flujo aéreo, y
proinflamatorias. Las células epiteliales también participan del parénquima alveolar, que producen una disminución de
en la inflamación bronquial liberando productos derivados la elasticidad pulmonar. Estas alteraciones también ocasio-
del ácido araquidónico y estimulando las fibras nerviosas no nan anomalías en el intercambio gaseoso y pueden provocar
adrenérgicas no colinérgicas (inflamación neurogénica). La cambios en la mecánica ventilatoria, la hemodinámica pul-
inflamación bronquiolar es la anomalía morfológica más monar y la respuesta al ejercicio.
constante y temprana de la vía aérea en los fumadores. El in- Aumento de la resistencia al flujo aéreo. El aumento de la
filtrado inflamatorio causa engrosamiento de la pared y obs- resistencia al flujo aéreo en la EPOC es atribuible a los si-
trucción al flujo aéreo. Asimismo, la liberación de mediado- guientes fenómenos: a) disminución de la luz bronquial por
res inflamatorios produce la contracción de la musculatura engrosamiento de la pared; b) contracción de la musculatu-
lisa. La cronificación de la inflamación conduce a la fibrosis ra lisa, y c) pérdida del soporte elástico del parénquima al-
de la pared y al aumento de la cantidad de músculo liso, que veolar. El aumento de la resistencia al flujo aéreo determina
son los principales determinantes del estrechamiento bron- una prolongación del tiempo necesario para el vaciado de
quiolar. La inflamación bronquiolar también desempeña un las unidades alveolares anómalas, lo que se conoce como
papel importante en la destrucción de los tabiques alveola- aumento de las constantes de tiempo de estas unidades, fenó-
res peribronquiales y del centro del ácino, hechos caracterís- meno de gran relevancia en las alteraciones de la mecánica
ticos del enfisema centrolobulillar. ventilatoria y del intercambio de gases.
Etiopatogenia del enfisema. La formación de enfisema es En el examen de la función respiratoria estos cambios se
un fenómeno complejo en el que participan distintos meca- reflejan en una alteración ventilatoria obstructiva en la espi-
nismos. Todos los fumadores con déficit de α1-antitripsina rometría forzada y en el aumento de la resistencia de la vía
desarrollan EPOC con enfisema panacinar en edades tempra- aérea medida por pletismografía. En las fases tempranas de
nas, indicando que el déficit de antiproteasas tiene un papel la enfermedad pueden existir alteraciones bronquiolares que
relevante en la patogenia del enfisema. Una de las propieda- no causan cambios significativos en la espirometría. Ello
des más importantes de la α1-antitripsina es la inhibición de obedece a que la resistencia al flujo aéreo que ofrecen las
la elastasa, particularmente la derivada de los neutrófilos. En vías aéreas de pequeño calibre es muy baja, el 20% de la re-
este sentido, se considera que para mantener la arquitectura sistencia total, debido a la gran sección que este segmento
normal del pulmón es necesario un balance adecuado entre tiene en conjunto. Para detectar estas alteraciones tempranas
las enzimas proteolíticas que destruyen la matriz elástica pul- se han diseñado distintas pruebas (lavado de nitrógeno, cur-
monar y las antiproteasas que la preservan. En la actualidad, va de flujo-volumen con aire y helio), que están alteradas en
la teoría prevaleciente sobre la patogenia del enfisema en los los estadios iniciales. Con la progresión de la enfermedad, la
fumadores sugiere que en estos pacientes existe un desequili- resistencia de las vías aéreas de pequeño calibre llega a re-
brio entre proteasas y antiproteasas, que se atribuye a una presentar el 80-90% de la resistencia total y constituye la prin-
mayor producción de proteasas por los neutrófilos y los ma- cipal causa de las alteraciones espirométricas.
crófagos alveolares. A este desequilibrio también puede con- Disminución de la elasticidad pulmonar. Los cambios en la
tribuir la inactivación de la α1-antitripsina, oxidada directa- matriz proteica y en el tamaño de los alveolos que se produ-
mente por el humo del tabaco o, de manera indirecta, por cen en el enfisema son responsables de la disminución de la
radicales libres de oxígeno producidos por neutrófilos y ma- elasticidad pulmonar. Las propiedades elásticas del pulmón
crófagos alveolares activados. De todos modos, esta teoría se miden con la curva de presión-volumen, que en el enfise-
no explica por sí sola todas las alteraciones que se observan ma suele estar desviada hacia arriba y a la izquierda, y con
en los pacientes con EPOC, por lo que se ha propuesto que una pendiente pronunciada (véase Exploración de la fun-
otros fenómenos, principalmente de tipo inflamatorio, tam- ción respiratoria, en Generalidades). Las presiones elásticas
bién participan en la patogenia del enfisema. Los linfocitos a volúmenes pulmonares altos están disminuidas, y la disten-
son los principales constituyentes de la reacción inflamatoria sibilidad (compliance), aumentada. El comportamiento me-
de las paredes alveolares. Estas células pueden tener impor- cánico varía según el tipo de enfisema. En el enfisema pan-
tancia en la formación de enfisema, dado que, al ser estimu- acinar existe un aumento global de la distensibilidad que se
ladas por el tabaco, producen mediadores capaces de des- traduce en la pérdida de la presión elástica a distintos volú-
truir el parénquima pulmonar. La actividad de los linfocitos menes pulmonares. Por el contrario, en el enfisema centro-
también está regulada por la α1-antitripsina, por lo que el dé- acinar la distensibilidad y la presión elástica a volúmenes al-
ficit de esta enzima puede favorecer la activación de linfoci- tos se mantienen normales en los estadios iniciales. Por ello,
tos con actividad citotóxica. A los mecanismos ya señalados en este tipo de enfisema la obstrucción al flujo aéreo se
cabría añadir el efecto de los radicales libres de oxígeno, mo- debe, inicialmente, a las alteraciones bronquiolares. Cuando
léculas contenidas en el humo de tabaco o liberadas por ma- la enfermedad progresa, la pérdida de elasticidad en los es-
crófagos activados, que tienen capacidad de degradar la ma- pacios centroacinares se añade a las alteraciones bronquio-
triz proteica pulmonar y de inactivar la α1-antitripsina. El lares y reduce en mayor medida el flujo aéreo.
humo del tabaco también inhibe la lisiloxidasa, enzima que La pérdida de elasticidad pulmonar también ocasiona al-
cataliza los primeros pasos en la formación de elastina y co- teraciones en los volúmenes estáticos pulmonares. En la
lágeno, y altera el proceso de reparación tras la lesión del te- EPOC, el cierre de las vías aéreas se produce a volúmenes
jido pulmonar. pulmonares más altos, causando un aumento del volumen
Etiopatogenia de las alteraciones vasculares. La respuesta residual (RV). Asimismo, la disminución de la elasticidad y
normal de la circulación pulmonar a la hipoxia alveolar con- el aumento de la resistencia de la vía aérea ocasionan la apa-
siste en la contracción arterial. Este mecanismo permite re- rición de unidades alveolares de vaciado lento (con constan-

739
NEUMOLOGÍA

tes de tiempo prolongadas). Dado que no es posible prolon- pulmonar sostenida causa la sobrecarga del ventrículo dere-
gar la espiración durante el tiempo necesario para que se va- cho y puede conducir al cor pulmonale, característico de los
cíen completamente estas unidades, se produce un aumento estadios avanzados de la enfermedad. La función del ven-
del RV y de la capacidad residual funcional (FRC). La pérdi- trículo izquierdo también puede verse afectada, dado que el
da de elasticidad pulmonar también es causa de que, con la incremento de la presión intralveolar disminuye el retorno
misma fuerza muscular de insuflado, se produzca mayor ex- venoso al corazón. Además, cuando existe gran resistencia al
pansión pulmonar y aumente la capacidad pulmonar total flujo aéreo, se alcanzan grandes presiones inspiratorias nega-
(TLC). tivas que disminuyen la precarga del ventrículo izquierdo, lo
Alteraciones del intercambio gaseoso. Las alteraciones de que se manifiesta clínicamente como pulso paradójico.
la vía aérea y del parénquima pulmonar originan importan- Respuesta al ejercicio. En la EPOC existe menor tolerancia
tes
. desequilibrios
. en las relaciones ventilación/perfusión al esfuerzo, cuya principal causa radica en el aumento de la
(VA/Q) pulmonar. Por un lado, las anomalías de la vía aérea resistencia al flujo aéreo. Durante el esfuerzo se requiere au-
determinan la formación de unidades alveolares con cons- mentar la ventilación para compensar las demandas metabó-
tantes de tiempo prolongadas, cuya ventilación efectiva está licas. La ventilación que estos pacientes pueden alcanzar es
reducida. Como consecuencia, en estas unidades la oxigena- inversamente proporcional al grado de obstrucción al flujo
ción y la eliminación de CO2 no son adecuadas. Si la perfu- aéreo. Cuanto mayor es ésta, mayor es la dificultad para mo-
sión de estas
. unidades
. se mantiene, se originan áreas con co- vilizar el aire rápidamente, apareciendo la sensación de dis-
cientes VA/Q bajos (más perfusión que ventilación) y nea, motivo principal por el que estos pacientes suspenden
aparecen hipoxemia e hipercapnia. Por otro lado, la pérdida el esfuerzo. En algunos casos también se produce un descen-
de la red capilar que ocasiona el. enfisema
. determina la exis- so de la PaO2, cuando el aumento de la ventilación y del
tencia de áreas con cocientes VA/Q elevados (más ventila- gasto cardíaco resultan insuficientes para compensar el
ción que perfusión), que contribuyen a aumentar el espacio aumento del consumo de O2 y de la producción de CO2.
muerto fisiológico, es decir, la fracción del volumen inspira-
do que es poco útil para el intercambio de gases. En la Cuadro clínico. Anamnesis. El diagnóstico de EPOC se sos-
EPOC, la hipoxemia y la hipercapnia se. deben. principalmen- pecha por la anamnesis y la exploración física, pero es el es-
te al desequilibrio en las relaciones VA/Q pulmonar. El au- tudio de la función pulmonar el que permite confirmar el
mento del shunt pulmonar tiene un papel secundario como diagnóstico y evaluar la gravedad de la enfermedad. Se ha
mecanismo de hipoxemia. Tampoco se ha demostrado que intentado separar a los pacientes con EPOC en dos tipos clí-
en la EPOC exista limitación en la difusión alveolocapilar de nicos diferenciados, el tipo A (o de hábito enfisematoso) y el
O2. El grado de hipoxemia o de hipercapnia también depen- tipo B (o de hábito bronquítico), con la idea de que una pre-
de de la ventilación, el gasto cardíaco y la reactividad de la sentación clínica determinada se correspondería con altera-
circulación pulmonar a la hipoxia. La interacción de estos ciones anatómicas precisas. Actualmente no se aconseja uti-
factores con las alteraciones morfológicas
. . que determinan el lizar esta separación dado que carece de base anatómica, la
desequilibrio de las relaciones VA/Q puede resultar en valo- mayoría de los enfermos, sean de hábito enfisematoso o
res de PaO2 y de PaCO2 diferentes de un paciente a otro, in- bronquítico, tienen enfisema anatómico y entre el 80 y el
cluso cuando el nivel de obstrucción al flujo aéreo es similar. 90% de los pacientes con EPOC tienen un cuadro clínico
La destrucción de tabiques alveolares y la consiguiente mixto de ambos tipos.
pérdida de la red capilar pulmonar que ocasiona el enfisema La causa más importante de EPOC es el consumo de taba-
reducen la superficie de intercambio gaseoso, que se tradu- co, por lo que este antecedente es esencial en el diagnóstico
ce en una disminución de la capacidad de transferencia del de la enfermedad. Ante cuadros obstructivos de la vía aérea
monóxido de carbono (DLCO). Dado que en el enfisema en no fumadores, deben sospecharse otras enfermedades,
aumentan los volúmenes pulmonares, la relación entre la como asma bronquial o bronquiectasias. Asimismo, ante una
DLCO y el volumen alveolar (VA), es decir la KCO, también alteración ventilatoria obstructiva en una persona joven no
está disminuida. fumadora con signos de enfisema debe descartarse un déficit
Alteraciones .de la
. mecánica ventilatoria. El desequilibrio en de α1-antitripsina. El 80% de los pacientes con EPOC son va-
las relaciones VA/Q obliga a los pacientes con EPOC a aumen- rones, aunque la incidencia en mujeres se halla en aumento,
tar la ventilación, con el fin de conseguir un intercambio de coincidiendo con el mayor consumo de cigarrillos en el sexo
gases más eficaz. Para ello pueden seguir dos estrategias: au- femenino.
mentar la frecuencia respiratoria o incrementar el flujo inspi- La mitad de los fumadores que han consumido tabaco du-
ratorio. El aumento de la frecuencia respiratoria ocasiona un rante más de 10 años presentan tos y expectoración. La preva-
vaciado incompleto de las unidades alveolares de vaciado lencia de esta sintomatología aumenta con la edad y los
lento que, además de aumentar la FRC (hiperinsuflación di- años de exposición al tabaco. Estos síntomas son considera-
námica), determinan la aparición de presiones pleurales posi- dos a menudo por los pacientes como “normales” o, simple-
tivas al final de la espiración, lo que se conoce como fenóme- mente, como la “tos del fumador” y con frecuencia no son
no de PEEP (presión positiva telespiratoria) intrínseca. Como reconocidos como una manifestación de la enfermedad. La
consecuencia del aumento de la FRC se aplana el diafragma, tos en la EPOC es crónica, algunas veces tiene carácter episó-
reduciéndose la fuerza que este músculo es capaz de generar. dico, y se intensifica por la mañana al levantarse. El esputo
La segunda estrategia consiste en el aumento del flujo, que es de color blanquecino y se expulsa preferentemente en la
permite acortar el tiempo inspiratorio y aumentar el tiempo primera hora de la mañana, después de levantarse. Una per-
espiratorio. Para aumentar el flujo, los músculos inspiratorios sona sana produce unos 10 mL diarios de esputo, que es de-
deben realizar mayor trabajo. A ello se añaden el aumento de glutido de forma imperceptible. En los pacientes suele ser di-
la resistencia de la vía aérea, el incremento de la FRC y la ne- fícil estimar la producción diaria de esputo, puesto que
cesidad de vencer presiones positivas al final de la espira- puede ser deglutido de forma inconsciente en grandes canti-
ción. Todas estas circunstancias pueden conducir a la fatiga dades. Por lo tanto, como regla general hay que considerar
del diafragma y al fallo de la bomba respiratoria, cuya conse- como anormal cualquier cantidad de esputo referida. Los pa-
cuencia es la hipoventilación y la hipercapnia. cientes con tos y expectoración habitual son más propensos
Alteraciones hemodinámicas. En los pacientes con EPOC e a las infecciones bronquiales. Éstas se manifiestan por aumen-
hipoxemia arterial con frecuencia se observa un aumento de to de la tos y de la expectoración y por cambios en las carac-
la presión de la arteria pulmonar, como consecuencia de la terísticas del esputo, que adquiere una coloración amarillen-
constricción de las arterias pulmonares frente a la hipoxia al- ta o verdosa. La fiebre es rara y, cuando aparece, debe
veolar. A este fenómeno suele añadirse la reducción de la sospecharse una infección grave o neumonía. El cuadro clí-
trama vascular producida por el enfisema y el enlentecimien- nico de tos y expectoración durante más de 3 meses al año
to circulatorio secundario a la poliglobulia. La hipertensión por más de 2 años consecutivos es el que define la bronquitis

740
ENFERMEDADES OBSTRUCTIVAS DE LAS VÍAS AÉREAS

crónica. Este cuadro se observa en el 50% de los fumadores, no es característica de la EPOC y su presencia debe sugerir
de los cuales sólo un pequeño porcentaje desarrolla EPOC. bronquiectasias asociadas o carcinoma broncopulmonar.
Los fumadores que presentan este cuadro, pero sin alteracio- La percusión torácica revela el aumento simétrico del tim-
nes de la función pulmonar, deben ser diagnosticados de panismo de los campos pulmonares cuando existe hiperinsu-
bronquitis crónica simple y no de EPOC. flación. En algunos casos pueden detectarse desplazamiento
La disnea es el síntoma más característico de los fumado- inferior del diafragma y reducción de la excursión diafragmá-
res que han desarrollado EPOC. La edad de presentación tica durante el ciclo respiratorio. En la auscultación respirato-
suele ser después de los 50 años, aunque los primeros sínto- ria, el murmullo vesicular está disminuido y el tiempo espira-
mas por lo general aparecen con mucha anterioridad, dado torio prolongado. El murmullo vesicular es menos audible
que la EPOC tiene una evolución lenta y progresiva. Con fre- cuanto mayor es el grado de obstrucción al flujo aéreo. Tam-
cuencia se acompaña de tos, expectoración y, en ocasiones, bién es frecuente auscultar roncus y sibilancias. Sin embar-
de sibilancias. La disnea no es episódica, como en el asma go, debe tenerse en cuenta que puede existir una obstruc-
bronquial, sino que está siempre presente al mismo nivel de ción intensa del flujo aéreo sin que se ausculte sonido
actividad y empeora con los cuadros catarrales y las infec- adventicio alguno, en cuyo caso la disminución del murmu-
ciones bronquiales. La ortopnea y la disnea paroxística noc- llo vesicular es el signo más revelador del grado de obstruc-
turna, típicas de la insuficiencia cardíaca, no se observan en ción. Los estertores también son frecuentes. Suelen ser de es-
la EPOC. Los pacientes suelen acudir a la consulta médica casa duración y auscultarse al inicio de la inspiración,
cuando la disnea interfiere en la actividad cotidiana, lo cual preferentemente en las bases pulmonares. Estos estertores re-
ocurre cuando ya existe gran pérdida de la función pulmo- presentan el paso de aire a través de bronquios con secrecio-
nar. La disnea se correlaciona, en general, con el grado de nes, por lo que pueden modificarse con la tos y no deben
obstrucción al flujo aéreo. Es mínima cuando el FEV1 es su- confundirse con los que se auscultan en la fibrosis pulmonar.
perior al 65% del valor de referencia, y se presenta con activi- La auscultación cardíaca es con frecuencia difícil, ya que
dades como vestirse o bañarse cuando el FEV1 es inferior los ruidos cardíacos están atenuados y a veces son inaudi-
al 40%. bles. Los tonos cardíacos se auscultan mejor en la zona sub-
Los pacientes pueden referir sibilancias, que son más ma- xifoidea. En las fases avanzadas de la enfermedad suele ha-
nifiestas cuando existe un componente reversible de la obs- ber taquicardia y, en ocasiones, arritmias. Debe prestarse
trucción bronquial. Las sibilancias pueden presentarse tam- atención a los signos de sobrecarga o insuficiencia del ven-
bién con el esfuerzo, debido a la dificultad del paso del aire trículo derecho, como el refuerzo del segundo tono pulmo-
por la vía aérea. La disnea nocturna con sibilancias es rara nar y los soplos de insuficiencia tricúspide o pulmonar. Los
en la EPOC y sugiere asma bronquial o insuficiencia cardía- pacientes con EPOC presentan con frecuencia hernias ingui-
ca. En los estadios avanzados de la enfermedad puede haber nales, que guardan relación con el aumento de la presión
anorexia y pérdida de peso, síntomas indicativos de mal pro- abdominal producido por la espiración forzada y la tos. Por
nóstico. El dolor torácico es infrecuente y no atribuible a la último, debe prestarse atención a la presencia de signos indi-
enfermedad, por lo que su presencia obliga a descartar enfer- cativos de cor pulmonale, como la elevación del pulso yugu-
medades pleurales, embolia pulmonar o neumotórax. La he- lar, la hepatomegalia y el edema periférico.
moptisis de escasa cantidad mezclada con el esputo puede Exploración funcional respiratoria. El examen de la función
presentarse en los episodios de infección bronquial. De to- pulmonar constituye la base para establecer el diagnóstico
dos modos, si es intensa o no se acompaña de mayor pro- de EPOC, cuando existen datos clínicos compatibles, a la vez
ducción de esputo, debe considerarse la posibilidad de un que permite cuantificar la gravedad del proceso, evaluar la
tumor broncopulmonar. reversibilidad de la obstrucción al flujo aéreo y efectuar el
Exploración física. Los hallazgos de la exploración física seguimiento de la enfermedad. La evaluación inicial de
varían de acuerdo con la evolución de la enfermedad y pue- la función pulmonar debe incluir la espirometría forzada, la
den ser normales en los estadios iniciales. La inspección físi- medición de los volúmenes pulmonares estáticos y de
ca debe ir dirigida a documentar el grado de disnea o de la DLCO y una gasometría arterial. Los estudios de segui-
hiperinsuflación y el funcionamiento de la musculatura res- miento pueden efectuarse sólo con una espirometría forzada
piratoria. La taquipnea en reposo es frecuente y su intensidad y, eventualmente, una gasometría arterial, realizadas con una
es proporcional a la gravedad de la enfermedad. Algunos pa- periodicidad semestral o anual.
cientes con disnea intensa espiran con los labios fruncidos. En la espirometría forzada se observa una alteración venti-
La hiperinsuflación torácica se manifiesta por aumento del latoria obstructiva con disminución del FEV1, del cociente
diámetro anteroposterior del tórax, hundimiento de la trá- FEV1/FVC y de los distintos índices de flujo (flujo espiratorio
quea y de los espacios intercostales durante la inspiración y máximo y flujo mesospiratorio). El valor del FEV1 es el índice
acortamiento de la distancia entre el cartílago cricoides y la más fiable de la gravedad de la enfermedad y el que debe
horquilla esternal, que habitualmente es de unos tres trave- utilizarse para valorar su evolución. En los estadios iniciales
ses de dedo. Debe prestarse especial atención al uso de los de la enfermedad, el único parámetro anormal de la espiro-
músculos respiratorios accesorios, como el esternocleidomas- metría puede ser el flujo mesospiratorio (FEF25-75). En las fa-
toideo y los escalenos durante la inspiración y los músculos ses avanzadas puede observarse una reducción de la FVC,
abdominales durante la espiración. Los pacientes con obs- debido al fenómeno de atrapamiento aéreo, por lo que el
trucción intensa al flujo aéreo incrementan la efectividad de cociente FEV1/FVC puede infraestimar el grado real de obs-
la musculatura accesoria sentándose inclinados hacia delan- trucción. La curva de flujo-volumen adopta una morfología
te y sujetando un objeto con los brazos, a fin de fijar la cintu- obstructiva característica, con concavidad en la porción in-
ra escapular en la que se insertan los músculos inspiratorios. termedia y flujos muy bajos al final de la espiración (véase
Algunos patrones respiratorios pueden indicar fatiga muscu- Exploración de la función respiratoria, en Generalidades). La
lar respiratoria inminente. La respiración paradójica, movi- evaluación inicial también debe incluir una prueba broncodi-
miento hacia dentro de la pared abdominal superior, y el sig- latadora, que, si es significativa, indica buen pronóstico.
no de Hoover, movimiento hacia dentro del tórax inferior Debe tenerse en cuenta que, aun siendo significativa, la res-
durante la inspiración, son indicativos de contracción dia- puesta broncodilatadora en la EPOC es poco pronunciada y
fragmática débil o ineficaz. En la alternancia respiratoria, los no se llegan a alcanzar valores espirométricos normales.
ciclos respiratorios efectuados con el diafragma (movimien- Cuando la reversibilidad tras la prueba broncodilatadora es
to del abdomen hacia fuera con la inspiración) se siguen de superior al 30%, o se alcanzan valores espirométricos norma-
ciclos respiratorios paradójicos (movimiento del abdomen les, debe sospecharse asma bronquial.
hacia dentro durante la inspiración). La cianosis es poco fre- Los volúmenes pulmonares estáticos pueden ser normales
cuente y sólo se detecta en estadios muy avanzados o en si- o estar aumentados. En los casos con reducción de la FVC, la
tuaciones de insuficiencia respiratoria aguda. La acropaquía medición de volúmenes confirmará si ésta se debe a atrapa-

741
NEUMOLOGÍA

miento aéreo, producido por el cierre de las vías aéreas de


pequeño calibre a volúmenes altos, y al aumento del tiempo
espiratorio. En estas condiciones, el volumen residual y el
cociente RV/TLC aumentan, pudiendo llegar a valores 2 o 3
veces superiores a los normales. La FRC puede estar igual-
mente aumentada. Algunos pacientes llegan a respirar hasta
2 L por encima de su valor normal, debido a la hiperinsufla-
ción dinámica y a la activación precoz de los músculos inspi-
ratorios durante la espiración. La TLC también puede aumen-
tar, correlacionándose su valor con el grado de gravedad del
enfisema y la pérdida de elasticidad pulmonar.
La DLCO puede ser normal o estar disminuida. Su disminu-
ción se atribuye a la pérdida de superficie disponible para el
intercambio de gases que ocasiona el enfisema. Ante un va-
lor de DLCO superior al normal, en presencia de un cuadro
obstructivo importante, debe sospecharse asma bronquial y
no EPOC. La gasometría arterial debe efectuarse en todos los
pacientes que se estudian por primera vez, sobre todo si el
FEV1 es inferior al 60% del valor de referencia, con el fin de
caracterizar la gravedad de las alteraciones del intercambio
gaseoso. La anomalía inicial suele ser hipoxemia moderada
con elevación del gradiente alveoloarterial de O2. Por lo ge-
neral no se observa un aumento significativo de la PaCO2
hasta estadios avanzados de la enfermedad, cuando el FEV1
es inferior a 1 L, o bien durante las fases de agudización.
Debe tenerse en cuenta que pacientes con FEV1 similares
pueden presentar valores de PaO2 y PaCO2 muy distintos, re-
flejando diferentes grados de alteración de las relaciones
ventilación/perfusión y diferencias en los mecanismos com-
pensadores de estas alteraciones.
El estudio de la mecánica pulmonar con la curva de pre-
sión-volumen puede ser normal o poner de manifiesto la dis-
minución de la presión de retracción elástica a volúmenes
pulmonares altos, sobre todo en las fases avanzadas de la
enfermedad con intenso enfisema. En los pacientes con pre-
dominio de enfisema panacinar es típico el hallazgo de au-
mento de la distensibilidad pulmonar (compliance) y dismi-
nución de la presión de retracción elástica. La realización de
la curva de presión-volumen está indicada cuando interesa
confirmar la presencia de enfisema o diferenciar esta enfer-
medad del asma bronquial o de neumopatías que cursen
con alteraciones funcionales similares a las del enfisema (re-
ducción de la DLCO).
La prueba de esfuerzo proporciona información acerca de
la limitación al ejercicio, la magnitud de la disnea, las altera-
ciones cardíacas que pueden contribuir a la disnea, la apari-
ción de hipoxemia durante el ejercicio y la posible bronco-
constricción postejercicio, que sugiere asma bronquial. Fig. 5.25. Radiografía de tórax en el enfisema pulmonar. A. Proyec-
Radiología. La radiografía de tórax puede ser normal o ción posteroanterior en la que se aprecian reducción de la trama vas-
presentar anomalías mínimas hasta en el 50% de los pacien- cular periférica (oligohemia) y descenso del diafragma. B. Proyección
tes. Las alteraciones bronquiales no suelen tener traducción lateral, en la que son manifiestos los signos de hiperinsuflación: apla-
namiento del diafragma y aumento del espacio aéreo retrosternal.
alguna en el examen radiológico. Sin embargo, el enfisema
puede modificar sustancialmente la apariencia radiológica
del tórax, produciendo cambios en la aireación del parén-
quima, la distribución vascular y la configuración del tórax. de la posición del diafragma, que se sitúa por debajo del bor-
Los signos radiográficos más sugestivos de enfisema son la de anterior de la séptima costilla, y el aplanamiento o la in-
hiperinsuflación, la oligohemia y la presencia de bullas (ta- versión de aquél en la proyección lateral (fig. 5.25). Puede
bla 5.27). La hiperinsuflación se manifiesta por el descenso observarse también el aumento del diámetro anteroposterior
del tórax, con incremento del espacio aéreo retrosternal su-
perior a 4 cm. La oligohemia se manifiesta con campos pul-
TABLA 5.27. Datos sugestivos de enfisema en la EPOC monares hiperclaros y disminución bilateral y simétrica de la
trama vascular, que afecta preferentemente la periferia del
Exploración de la función respiratoria pulmón, por lo que las estructuras hiliares aparecen más
Disminución de la DLCO
Aumento de los volúmenes pulmonares
marcadas. Algunos pacientes con enfisema presentan un
Disminución de la elasticidad pulmonar patrón opuesto al de oligohemia, mostrando refuerzo de la
Aumento de la distensibilidad (compliance) pulmonar trama broncovascular, preferentemente en las bases pulmo-
nares, lo que comúnmente se denomina “tórax sucio”. En ca-
Examen radiológico sos de enfisema avanzado también pueden observarse bu-
Hiperinsuflación llas, áreas de hiperclaridad rodeadas de una pared fina.
Oligohemia Merece destacarse, de todos modos, que estos cambios son
Bullas manifiestos cuando el enfisema pulmonar es grave y que es
Áreas de baja atenuación en la TC
posible la existencia de enfisema sin alteraciones radiológi-
DLCO: capacidad de transferencia del monóxido de carbono. cas significativas. Las estructuras vasculares visibles en la ra-

742
ENFERMEDADES OBSTRUCTIVAS DE LAS VÍAS AÉREAS

Fig. 5.26. Tomografía computarizada en el enfisema pulmonar. A.


Detalle de un corte efectuado a la altura del lóbulo superior derecho,
en el que se aprecian múltiples zonas de baja atenuación típicas
de enfisema. B. Corte hiliar de otro paciente con enfisema, en el que
se observan intensa reducción de la vascularización periférica en
el pulmón derecho (R) y áreas de baja atenuación en el pulmón
izquierdo (L).

diografía de tórax también pueden modificarse en la EPOC. Exámenes de laboratorio. Algunos pacientes presentan po-
En los casos con hipertensión pulmonar o cor pulmonale se liglobulia que, según el grado de hipoxemia, puede llegar a
observan agrandamiento hiliar e incremento del diámetro de ser intensa, con hematócrito superior al 60%. En los pacien-
las arterias pulmonares, que suele acompañarse de aumento tes con poliglobulia y PaO2 normal deben sospecharse episo-
del tamaño de la silueta cardíaca. dios de hipoxemia durante el sueño o el esfuerzo. Algunos
La TC del tórax proporciona imágenes que definen con pacientes pueden presentar hiponatremia, hipopotasemia y
mayor precisión los cambios morfológicos producidos por el alcalosis metabólica, habitualmente producidas por el em-
enfisema. En cortes finos de 1-2 mm se aprecian áreas de baja pleo de diuréticos. La hiponatremia también puede ser se-
atenuación (fig. 5.26) y amputación periférica de los vasos. La cundaria a la retención de sodio y agua dirigida a amortiguar
TC permite, asimismo, detectar de forma más sensible las bu- los niveles elevados de CO2. Durante los episodios de agudi-
llas y las áreas con destrucción parenquimatosa extensa. Aun- zación es conveniente analizar la concentración de fósforo,
que existe buena correlación entre la gravedad del enfisema calcio y magnesio, dado que el déficit de estos elementos se
y la información proporcionada por la TC, el papel de ésta en asocia a debilidad muscular y puede contribuir al fracaso
los estadios iniciales de enfisema, o en la distinción entre en- ventilatorio.
fisema centroacinar o panacinar, no está establecido.
Electrocardiograma. El ECG es anormal en el 75% de los Diagnóstico. El diagnóstico de EPOC se establece sobre la
pacientes con EPOC. Las alteraciones electrocardiográficas base de la existencia de: a) antecedentes de consumo de
son secundarias a la sobrecarga de las cavidades derechas y tabaco; b) anamnesis compatible, en la que los síntomas
a los cambios en la posición del corazón producidos por la principales son disnea, tos y expectoración; c) demostra-
hiperinsuflación pulmonar. El eje de la onda auricular es más ción de una alteración ventilatoria obstructiva en el exa-
vertical, dando lugar a una onda P bifásica, isoeléctrica y, en men de la función respiratoria. En la evaluación clínica de
ocasiones, negativa en las derivaciones DI y aVL. La P pulmo- los pacientes con EPOC es importante además considerar
nale, onda P picuda (más de 2,5 mm) en las derivaciones in- los siguientes aspectos: d) el grado de reversibilidad de la
feriores (DII, DIII y aVF), se observa en enfermos con obs- obstrucción al flujo aéreo; e) la presencia de enfisema y su
trucción intensa al flujo aéreo. El complejo QRS está gravedad; f) la presencia de hipoxemia e hipercapnia; g) la
desviado hacia la derecha y puede asociarse con un patrón aparición de complicaciones asociadas como hipertensión
S1 S2 S3. En las derivaciones precordiales se observa una rota- pulmonar, cor pulmonale, desaturaciones nocturnas y poli-
ción en sentido horario, con una relación entre ondas R y S globulia, y h) la evolución de la enfermedad y el tratamien-
inferior a 1, que puede verse hasta V5. También son frecuen- to empleado.
tes los bloqueos incompletos de rama derecha. Las arritmias, La reversibilidad de la obstrucción al flujo aéreo se evalúa
sobre todo supraventriculares, también son relativamente fre- mediante la prueba broncodilatadora en la espirometría for-
cuentes. El tipo de arritmia guarda relación con el estado clí- zada. De todos modos, un resultado negativo de la prueba
nico, el grado de hipoxemia y la concentración plasmática no excluye que pueda mejorar la obstrucción al flujo aéreo
de algunos fármacos (aminofilina y simpaticomiméticos). tras un período de tratamiento prolongado. El enfisema pul-

743
NEUMOLOGÍA

monar está presente en la mayoría de los pacientes con nante (trasplante de órganos, exposición a humos, infeccio-
EPOC, aunque su detección clínica es difícil cuando su in- nes víricas) y no con el consumo de tabaco. En el cuadro clí-
tensidad es escasa. En la tabla 5.27 se indican las alteracio- nico de la bronquiolitis obliterante predominan la disnea y
nes funcionales y radiológicas que sugieren la presencia de los sibilantes, mientras que la hipersecreción mucosa bron-
enfisema. Los estudios funcionales permiten evaluar la reper- quial es infrecuente. En el estudio radiológico y funcional de
cusión fisiológica del enfisema, mientras que el examen ra- la bronquiolitis obliterante pueden encontrarse signos de hi-
diológico, principalmente el efectuado con TC, informa so- perinsuflación pulmonar, aunque estudios más detallados
bre su gravedad y extensión. El diagnóstico de hipertensión permiten descartar la existencia de enfisema.
pulmonar o de cor pulmonale se basa en los hallazgos de la
exploración física y la presencia de cambios compatibles en Evolución y pronóstico. El pronóstico de los pacientes con
la radiografía de tórax, el ECG y, eventualmente, el ecocar- EPOC depende fundamentalmente del grado de obstrucción
diograma. Es aconsejable, asimismo, realizar exámenes he- al flujo aéreo y del abandono del consumo de tabaco. En los
matológico y bioquímico básicos, con el objeto de detectar pacientes con FEV1 superior al 50% del valor de referencia, el
poliglobulia o trastornos hidroelectrolíticos asociados. porcentaje de supervivencia a los 5 años es superior al 75%.
Por el contrario, en los pacientes con FEV1 inferior a 1 L
Diagnóstico diferencial. El diagnóstico diferencial de la (aproximadamente, el 30% del valor de referencia) la super-
EPOC debe establecerse con las enfermedades que pueden vivencia a los 5 años es inferior al 50%. Los pacientes que
cursar con obstrucción al flujo aéreo, sobre todo asma bron- abandonan el hábito tabáquico consiguen enlentecer el em-
quial, bronquiectasias y bronquiolitis obliterante. La historia peoramiento de la función pulmonar (fig. 5.21). Por el con-
clínica es fundamental en la diferenciación entre asma bron- trario, si continúan fumando, la pérdida funcional sigue el
quial y EPOC. Los episodios de disnea con sibilancias en el curso acelerado que ha llevado al desarrollo de la enferme-
asma son agudos y mejoran con el tratamiento. En la EPOC, dad. Otros factores que inciden negativamente en el pronós-
por el contrario, la disnea es de instauración lenta y progresi- tico son la hipoxemia, la hipercapnia, la hipertensión pulmo-
va y, una vez establecida, suele aparecer con el mismo grado nar, el cor pulmonale y la malnutrición.
de esfuerzo. En el curso de la EPOC pueden presentarse epi- La evolución de la EPOC se caracteriza por un curso lento,
sodios de agudización, que tienen una evolución más lenta en el que pueden sobrevenir episodios de exacerbación con
que en el asma bronquial, a menudo se acompañan de infec- desarrollo de insuficiencia respiratoria, habitualmente acom-
ciones bronquiales y la respuesta al tratamiento es más lenta. pañada de hipercapnia. Estos episodios pueden ser graves, y
El asma bronquial afecta a personas jóvenes y adultas, mien- llegar a comprometer la vida del paciente, y constituyen una
tras que la EPOC es característica de los adultos de edad emergencia médica frecuente. Habitualmente, las exacerba-
avanzada y, casi exclusivamente, con antecedentes de con- ciones de la EPOC son desencadenadas por alguno de los
sumo de tabaco. La obstrucción al flujo aéreo en el asma es factores señalados en la tabla 5.28. La clínica se caracteriza
reversible y en los períodos de estabilidad clínica la función por el aumento de la disnea, que llega a ser de mínimos es-
pulmonar es normal. En la EPOC siempre existe obstrucción fuerzos o de reposo. El precedente más común es el cambio
al flujo aéreo y, aun cuando la respuesta broncodilatadora en las características de la expectoración que sugiere infec-
puede ser positiva en algunos pacientes, ésta es de carácter ción bronquial, aunque también debe interrogarse acerca de
moderado y la espirometría nunca se normaliza totalmente. cambios en la medicación habitual o síntomas de insuficien-
Asimismo, en la EPOC son frecuentes los valores anormales cia cardíaca. En la exploración física destaca la presencia de
en los volúmenes pulmonares y en la DLCO. A pesar de que cianosis, taquipnea, empleo de la musculatura respiratoria
estas características permiten diferenciar el asma bronquial accesoria y signos de broncospasmo. Debe prestarse es-
de la EPOC en la mayoría de las ocasiones, algunos pacien- pecial atención a los signos neurológicos de insuficiencia
tes de edad avanzada con asma bronquial no llegan a nor- respiratoria, que consisten en agitación, estado confusional,
malizar las alteraciones de la función respiratoria. Aunque flapping tremor, letargia o coma, así como a los signos indica-
en estos casos es difícil establecer una diferencia clara entre
asma bronquial y EPOC, los antecedentes de consumo de ta-
baco, las alteraciones radiológicas sugestivas de enfisema, la TABLA 5.28. Factores desencadenantes de los episodios
disminución de la DLCO y la hipoxemia crónica grave orien- de exacerbación en la EPOC
tan hacia el diagnóstico de EPOC. Por el contrario, la atopia Infección
y la reversibilidad evidente en la obstrucción al flujo aéreo Bronquitis aguda
tras la administración de broncodilatadores o glucocorticoi- Neumonía
des, son indicativas del diagnóstico de asma bronquial.
El cuadro clínico de las bronquiectasias en estadio avanza- Depresión del centro respiratorio
do, en el que puede existir disnea y una alteración ventilato- Fármacos antipsicóticos y ansiolíticos
ria obstructiva, es similar al de la EPOC. Para distinguir am- Administración de O2 en concentraciones elevadas
bas entidades debe considerarse que en las bronquiectasias
Enfermedades respiratorias sobreañadidas
el inicio de la sintomatología puede remontarse a la infan- Tromboembolia pulmonar
cia, el cuadro clínico predominante es de secreción mucosa Neumotórax
bronquial muy abundante y repetida, la acropaquía es fre- Derrame pleural
cuente y puede existir una etiología específica (fibrosis quís- Traumatismo torácico
tica, discinesias ciliares, inmunodeficiencias humorales). El
estudio radiológico de las bronquiectasias es claramente dis- Alteraciones cardiovasculares
tinto al de la EPOC, sobre todo el efectuado con TC torácica, Insuficiencia cardíaca congestiva
y permite el diagnóstico con una sensibilidad y especificidad Trastornos del ritmo cardíaco
Shock
elevadas. Si bien algunos fumadores con EPOC pueden pre-
sentar también bronquiectasias, éstas no constituyen el ele- Enfermedades abdominales
mento fundamental del cuadro clínico. Por ello, los pacien- Cirugía
tes no fumadores con un cuadro clínico característico de Enfermedades inflamatorias (colecistitis, pancreatitis)
bronquiectasias, sobre todo si éstas tienen una etiología defi- Ascitis
nida, no deben ser incluidos dentro del espectro clínico de
la EPOC. Alteraciones sistémicas
A diferencia de la EPOC, la bronquiolitis obliterante suele Alcalosis metabólica
Sepsis
tener un comienzo preciso, se presenta a cualquier edad y Desnutrición
habitualmente está relacionada con un factor desencade-

744
ENFERMEDADES OBSTRUCTIVAS DE LAS VÍAS AÉREAS

tivos del fracaso inminente de la musculatura ventilatoria TABLA 5.29. Pauta de tratamiento broncodilatador en la EPOC
(respiración paradójica, signo de Hoover o alternancia respi-
En función de la respuesta clínica, se seguirá la siguiente pauta:
ratoria). En la gasometría arterial suele existir hipoxemia gra- 1. Bromuro de ipratropio por vía inhalatoria
ve, hipercapnia y acidosis. Otros exámenes que contribuyen 2. Añadir un agonista β2 por vía inhalatoria
a caracterizar el cuadro son la radiografía de tórax, el ECG y 3. Efectuar una prueba terapéutica con teofilina de acción
los exámenes hematológico y bioquímico básicos. Los episo- prolongada por vía oral. Suspender si no es efectiva
dios de exacerbación deben ser reconocidos y caracteriza- 4. Efectuar una prueba terapéutica con glucocorticoides
dos lo más rápidamente posible, con el objeto de instaurar (prednisona, 40 mg/día) por vía oral, a dosis descendentes
las medidas terapéuticas adecuadas y decidir si procede el durante 10-15 días
ingreso en una unidad de cuidados intensivos. 5. Si es efectiva, iniciar tratamiento por vía inhalatoria;
si no lo es, suspenderla
Otras enfermedades que pueden complicar el curso evolu-
tivo de la EPOC son el cor pulmonale, los episodios de apneas
durante el sueño (síndrome overlap) o de desaturación noc-
turna de la oxihemoglobina, el neumotórax y las bullas gi- efectos es de 4-6 h. En los pacientes con EPOC es aconseja-
gantes. ble establecer pautas fijas de administración que depende-
rán de la posología específica de cada fármaco. Las dosis
Tratamiento. El tratamiento de los pacientes con EPOC proporcionadas varían según el preparado: los aerosoles de
debe tener un enfoque global, que abarque los distintos as- salbutamol contienen 100 µg por inhalación, los de terbutali-
pectos que inciden en la enfermedad y que contemple medi- na 250 µg, los de fenoterol 50 µg y los de procaterol 10 µg. En
das de rehabilitación y educación del paciente y de sus fami- general, las dosis proporcionadas por cada preparado suelen
liares. ser equipotentes, por lo que habitualmente el tratamiento de
Medidas dirigidas a evitar la progresión de la enfermedad. mantenimiento consiste en 2 inhalaciones cada 6 h, aunque
El abandono del consumo de tabaco es la medida terapéutica pueden prescribirse dosis mayores (hasta 4 inhalaciones
que más contribuye a enlentecer el curso de la enfermedad y cada 4 h) a fin de controlar los síntomas, especialmente en
a aumentar las expectativas de vida. Esta medida también las exacerbaciones. Recientemente se han introducido nue-
mejora, e incluso puede eliminar, los síntomas de bronquitis. vos agentes simpaticomiméticos (salmeterol) cuya duración
Los fumadores con EPOC deben ser instruidos con claridad es más prolongada, alrededor de 12 h.
acerca de los efectos nocivos del tabaco sobre su enferme- El mecanismo de acción de los anticolinérgicos consiste
dad y se les debe proporcionar ayuda para el abandono de en el bloqueo de los receptores colinérgicos mediante la in-
dicho hábito. El elemento más importante para dejar de fu- hibición del tono vagal. El más utilizado es el bromuro de
mar es la voluntad del propio paciente, que puede ser refor- ipratropio, derivado de la atropina, que se administra por vía
zada con medidas de soporte, como el tratamiento sustitutivo inhalatoria y tiene efectos secundarios mínimos. El inicio de
con nicotina, en forma de goma de mascar o de parches cu- la acción broncodilatadora es más lento que el de los agen-
táneos. tes simpaticomiméticos, aunque la duración es más prolon-
Oxigenoterapia. La administración de oxígeno suplemen- gada. La dosis recomendada es de 2-4 inhalaciones (40-
tario, cuando existe insuficiencia respiratoria crónica, es la 80 µg) cada 6 h, aunque puede incrementarse hasta 120 µg
segunda medida que más contribuye a aumentar la supervi- cada 4 h en caso necesario. La combinación de un simpati-
vencia en la EPOC. Asimismo, se ha comprobado que la oxi- comimético con un anticolinérgico es una buena pauta de
genoterapia reduce el número de hospitalizaciones y evita la mantenimiento de los pacientes con EPOC, ya que el efecto
progresión de la hipertensión pulmonar (véase Insuficiencia broncodilatador de ambos es aditivo, sumándose la rápida
respiratoria). respuesta propia de los simpaticomiméticos con la acción
Tratamiento farmacológico. 1. Broncodilatadores. A pesar más prolongada de los anticolinérgicos.
de que en la mayoría de los pacientes con EPOC la adminis- El mecanismo de acción de la teofilina no es bien conoci-
tración de un broncodilatador no induce un cambio signifi- do y su empleo como broncodilatador es discutible, dado
cativo inmediato en el FEV1, casi todos ellos experimentan que su efecto es de menor intensidad que el de los agentes
una mejoría a largo plazo en los índices de flujo espiratorio simpaticomiméticos o de los anticolinérgicos. La única ven-
y una disminución de la disnea. Por otra parte, se ha descrito taja de la teofilina sobre estos preparados reside en que
que algunos broncodilatadores pueden tener efectos benefi- posee una acción broncodilatadora más prolongada. Se ha
ciosos colaterales, como son la acción estimulante sobre los descrito que la teofilina ejerce también otros efectos terapéu-
cilios del epitelio bronquial (agentes betadrenérgicos) o la ticos, como aumento de la contractilidad cardíaca y diafrag-
mayor resistencia a la fatiga de los músculos ventilatorios mática, reducción de la resistencia vascular pulmonar, esti-
(teofilina). Por todo ello, los fármacos broncodilatadores mulación del aparato mucociliar del epitelio bronquial y
constituyen el primer paso en el tratamiento farmacológico ligera acción diurética.
de la EPOC. Las tres clases de broncodilatadores disponibles De todos modos, estos efectos son dudosos y no pueden
son: los simpaticomiméticos (agonistas β2) por vía inhalato- ser esgrimidos como determinantes de su uso clínico, ya que
ria, los anticolinérgicos por vía inhalatoria y las teofilinas ora- existen otros preparados con mayor eficacia. Dado que algu-
les de liberación retardada. El empleo de estos fármacos nos pacientes con EPOC se benefician del tratamiento con
debe seguir un régimen de instauración progresivo, pudien- teofilina, es aconsejable efectuar un tratamiento de prueba
do usarse en combinación dado que tienen efecto broncodi- en los casos en que persista la sintomatología con el uso de
latador aditivo (tabla 5.29). broncodilatadores inhalados, controlando siempre las con-
El efecto broncodilatador de los simpaticomiméticos se centraciones plasmáticas (tabla 5.29). Si se observa mejoría
produce por estimulación directa del sistema adrenérgico. de la obstrucción al flujo aéreo, de la disnea o de la toleran-
Se deben utilizar fármacos con acción selectiva sobre los re- cia al esfuerzo, es aconsejable mantener el tratamiento. Si,
ceptores β2, como el salbutamol, la terbutalina, el fenoterol y por el contrario, no se objetiva mejoría, o bien aparecen
el procaterol, cuyos efectos secundarios son mínimos. La vía efectos secundarios, debe suspenderse. Como tratamiento de
inhalatoria es la de elección, recomendándose el empleo de mantenimiento se recomienda utilizar formulaciones de ac-
inhaladores de una dosis en aerosol o en polvo micronizado. ción prolongada, que pueden administrarse cada 12 o 24 h.
En los pacientes con dificultad para el manejo de los aeroso- Las dosis deben ajustarse a fin de obtener concentraciones
les es útil el empleo de cámaras espaciadoras. La vía oral es plasmáticas entre 10 y 20 µg/mL, que suelen conseguirse con
poco eficaz y suele ser mal tolerada por los efectos secunda- 10-12 mg/kg/día, administrados en 1 o 2 dosis. La teofilina
rios que producen, principalmente temblor y taquicardia. La ocasiona efectos secundarios gastrointestinales, cardiovascu-
acción de los simpaticomiméticos por vía inhalatoria se ini- lares y neurológicos y puede interferir en el metabolismo de
cia a los 15-30 min de su administración y la duración de sus otros fármacos (cimetidina, eritromicina y ciprofloxacino,

745
NEUMOLOGÍA

entre otros). Por todo ello, es aconsejable en cada caso con- Tratamiento de los episodios de exacerbación. Los episo-
siderar la relación riesgo/beneficio al instaurar este trata- dios de exacerbación de la EPOC son frecuentes y obedecen
miento. a numerosas causas (tabla 5.28). La gravedad de estos episo-
2. Glucocorticoides. Existe controversia acerca del empleo dios es muy variable, aunque en la mayoría de las ocasiones
de glucocorticoides en el tratamiento de mantenimiento de son de carácter leve y pueden tratarse en régimen ambulato-
los pacientes con EPOC. Su mecanismo de acción no está to- rio. En ocasiones, sobre todo cuando la enfermedad está
talmente establecido, aunque es conocido que inhiben la li- muy avanzada, los episodios de exacerbación pueden acom-
beración de mediadores de la inflamación, reducen la activi- pañarse de insuficiencia respiratoria grave que requiere el
dad leucocitaria y aumentan la respuesta a los agentes ingreso hospitalario, incluso en unidades de cuidados inten-
simpaticomiméticos. Algunos pacientes con EPOC pueden sivos.
beneficiarse de la administración de glucocorticoides, ha- El tratamiento de las exacerbaciones debe dirigirse fun-
biéndose sugerido que la presencia de una respuesta bron- damentalmente a: a) disminuir la resistencia al flujo aéreo;
codilatadora positiva y de atopia puede ser un parámetro b) tratar el factor desencadenante; c) corregir la hipoxemia,
predictivo de buena respuesta. La introducción de los gluco- y d) mejorar la función de los músculos respiratorios. Con el
corticoides en el tratamiento de la EPOC debe realizarse objeto de reducir la resistencia al flujo aéreo se emplean fár-
cuando no se observa mejoría significativa con el tratamien- macos broncodilatadores y glucocorticoides. Los fármacos
to broncodilatador a dosis óptimas (tabla 5.29). En general, que se han de utilizar en primer lugar son los agentes simpati-
esta situación se presenta en los episodios de exacerbación. comiméticos, dada su rapidez de acción. Es preferible emple-
En estos casos es aconsejable efectuar un tratamiento cor- ar la vía inhalatoria porque tiene menor riesgo de toxicidad.
to con glucocorticoides (40 mg/día de prednisona por vía En las crisis leves que no requieran atención hospitalaria se
oral) y reducir progresivamente la dosis hasta suspenderla al aconseja aumentar las dosis del agente simpaticomimético
cabo de 2 semanas. En los pacientes que presentan mejoría en aerosol que el paciente ya esté utilizando, preferiblemen-
en la espirometría, en el grado de disnea o en la tolerancia te mediante una cámara espaciadora, hasta un máximo de
al esfuerzo, puede ser de utilidad instaurar tratamiento con 4 inhalaciones cada 4 h. En los pacientes que requieran
glucocorticoides por vía inhalatoria (beclometasona o bu- dosis mayores de broncodilatadores, debido a la presencia
desonida), administrados en aerosol presurizado con cá- de una limitación ventilatoria grave, es aconsejable la nebuli-
mara espaciadora o en polvo micronizado, a una dosis de zación de los fármacos durante la respiración a volumen co-
400-500 µg/12 h. De todos modos, el beneficio del tratamien- rriente. Se empleará salbutamol o terbutalina, 2,5-5 mg di-
to con glucocorticoides inhalados en la EPOC es todavía ob- sueltos en 2,5 mL de suero salino, nebulizado mediante flujo
jeto de estudio y no está totalmente definido. En los pacien- de aire a presión (1,5-2 bar) durante 10-15 min. Estas dosis
tes con EPOC no está indicado el tratamiento a largo plazo pueden repetirse cada 2-4 h, espaciándolas progresivamente
con glucocorticoides orales debido a los efectos secundarios hasta la mejoría sintomática. El empleo de fármacos anticoli-
que ocasionan. Sin embargo, en algunos casos muy excep- nérgicos es recomendable dado que incrementan el efecto
cionales es preciso mantener el tratamiento con glucocorti- broncodilatador de los agonistas β2. En las exacerbaciones
coides por vía oral a dosis bajas (5-10 mg/día de prednisona) leves se administrará bromuro de ipratropio en aerosol pre-
para controlar la sintomatología. En estos pacientes hay que surizado a dosis de 80 µg (4 inhalaciones) cada 4-6 h. En
comprobar de forma objetiva que el tratamiento glucocorti- agudizaciones más graves puede utilizarse bromuro de ipra-
coide produce mejoría en la espirometría forzada o en la ga- tropio en solución para nebulización, 50-100 µg disueltos en
sometría arterial; si no se observa dicha mejoría, debe sus- 2,5 mL de suero salino, cada 4-6 h. En los pacientes que reci-
penderse su administración. ban tratamiento habitual con teofilina, se continuará su
3. Otros fármacos. En la actualidad no existen datos sufi- administración por vía oral, asegurándose que el nivel plas-
cientes para considerar que el tratamiento con agentes mu- mático es el apropiado. La administración intravenosa de
colíticos o expectorantes, analépticos o almitrina sea de utili- aminofilina es en general poco beneficiosa y puede producir
dad en el tratamiento de los pacientes con EPOC. toxicidad fácilmente, por lo que su empleo en los episodios
Fisioterapia y rehabilitación. En los estadios avanzados de de agudización es poco recomendable. Los glucocorticoides
la EPOC la realización de pequeños esfuerzos requiere un contribuyen a disminuir la resistencia al flujo aéreo reducien-
considerable aumento del trabajo respiratorio, que se mani- do la inflamación y el edema de la vía aérea, y potencian la
fiesta por un incremento de la disnea. Por esta razón, mu- acción de los agonistas β2. En las agudizaciones leves, la ad-
chos pacientes permanecen sedentarios, lo que conduce a la ministración de prednisona por vía oral a una dosis inicial de
menor adaptabilidad del sistema cardiovascular al esfuerzo y 40-60 mg/día, que se reducirá progresivamente hasta su su-
a la atrofia muscular, estableciéndose un círculo vicioso que presión a las 2 semanas, puede ser suficiente para controlar
empeora todavía más la capacidad para realizar actividades los síntomas. En las exacerbaciones más graves se reco-
físicas. En estas circunstancias, suelen añadirse problemas mienda la administración por vía intravenosa de metilpredni-
psicosociales, como ansiedad, depresión y aislamiento del solona, a una dosis inicial de 0,5 mg/kg/6 h. Esta dosis se
entorno. Los programas de fisioterapia respiratoria deben es- mantendrá durante 3-4 días, pasando posteriormente a la
tar dirigidos a romper este círculo vicioso, mejorando la tole- administración de prednisona por vía oral, a dosis de 40-60
rancia al esfuerzo. Ello se consigue con ejercicios diarios mg/día, siguiendo con dosis crecientes durante 2 semanas.
simples, como andar, subir escaleras, pedalear en una bici- En el tratamiento de los episodios de exacerbación de la
cleta estática o nadar. Es aconsejable realizar ejercicios con EPOC es fundamental reconocer su causa (tabla 5.28) y tra-
las extremidades superiores, que pueden mejorar el trabajo tarla adecuadamente. Dado que las infecciones bronquiales
respiratorio durante las agudizaciones. La fisioterapia dirigi- constituyen la causa más frecuente de agudización, la instau-
da específicamente a los músculos inspiratorios no es más ración de tratamiento antibiótico debe considerarse en los ca-
útil que las medidas de ejercicio físico general indicadas. En- sos con fiebre y cambios en las características del esputo.
tre las medidas de rehabilitación también debe incluirse el Los gérmenes implicados con mayor frecuencia en estas in-
mantenimiento de una nutrición adecuada, proporcionar in- fecciones son S. pneumoniae, H. influenzae y Branhamella ca-
formación sobre la enfermedad al paciente y a sus familiares tarrhalis, que colonizan habitualmente la vía aérea de estos
y el apoyo psicológico en los casos de depresión o ansiedad. pacientes. Por lo general, estos gérmenes son sensibles a la
Todas estas medidas contribuyen a mejorar la calidad de asociación de ampicilina y ácido clavulánico, a la eritromici-
vida de los pacientes y reducen el número de ingresos hospi- na, a la trimetoprima-sulfametoxazol y a las cefalosporinas
talarios. de segunda generación. En casos de infección bronquial re-
Vacunas. Es aconsejable la administración anual de la va- cidivante, en los que se sospeche la modificación de la flora
cuna antiinfluenza, ya que dicha infección entraña mayor habitual de la vía aérea con colonización de gérmenes más
riesgo de mortalidad en la EPOC. agresivos (especies de Staphylococcus o gérmenes gramnega-

746
ENFERMEDADES OBSTRUCTIVAS DE LAS VÍAS AÉREAS

tivos), el tratamiento antibiótico debe basarse en los resulta- TABLA 5.30. Criterios de gravedad en los episodios
dos del cultivo de esputo. de exacerbación de la EPOC
Tratamiento de los episodios de exacerbación con insufi-
ciencia respiratoria aguda. En algunos casos, los episodios de Incapacidad para toser
Obnubilación
exacerbación ocasionan un grave deterioro de los gases san- Respiración paradójica
guíneos que puede poner en peligro la vida del paciente. Taquipnea > 35 respiraciones/min
Debe considerarse en esta situación a los pacientes con PaO2 < 35 mmHg
EPOC que durante una exacerbación presenten valores de pH < 7,20
PaO2 inferiores a 55 mmHg (7,3 kPa) o de PaCO2 superiores a Presencia de anemia y/o insuficiencia cardíaca
50 mmHg (6,6 kPa), acompañados de acidosis respiratoria.
En estos casos se seguirán los principios de tratamiento se-
ñalados, prestando especial atención a: a) conseguir una de desarrollar un fracaso ventilatorio deben ser admitidos en
oxigenación adecuada; b) corregir la acidosis respiratoria; unidades de cuidados intensivos.
c) mantener un gasto cardíaco adecuado; d) tratar la fatiga Medidas sustitutivas. Las medidas sustitutivas que pueden
muscular, y e) corregir el factor desencadenante. contemplarse en la EPOC son la administración de α1-anti-
La hipoxemia es la complicación más grave y debe tratar- tripsina y el trasplante pulmonar.
se inmediatamente con la administración de oxígeno. Para Tratamiento con α1-antitripsina. De forma experimental se
conseguir una oxigenación adecuada suele bastar el aumento ha administrado α1-antitripsina purificada por vía intravenosa
moderado de la fracción inspiratoria de oxígeno (FiO2). Para a pacientes con enfisema secundario a déficit homocigoto
ello, se administrará oxígeno con mascarilla tipo Venturi, a de la proteína (fenotipo PiZZ). Sin embargo, este tratamiento
una FiO2 de 24 a 28%, o bien mediante lentillas nasales con es costoso, difícil de administrar y su eficacia no se ha de-
flujos de 1-3 L/min. Los efectos de la administración de oxíge- mostrado. Por todo ello, no existen todavía bases científicas
no deben comprobarse con una gasometría arterial, procu- sólidas que aconsejen su empleo terapéutico, ni siquiera en
rando conseguir una PaO2 superior a 60 mmHg (7,9 kPa). La pacientes con fenotipos homocigotos.
administración de oxígeno puede provocar un empeora- Trasplante pulmonar. En los últimos años se han practica-
miento de la acidosis respiratoria en una minoría de enfer- do con éxito trasplantes pulmonares a pacientes con EPOC,
mos. En general, este fenómeno se debe a la administración siendo la supervivencia a los 2 años superior al 60%. De to-
de concentraciones de oxígeno excesivamente elevadas dos modos, todavía no se dispone de información sobre la
para corregir la hipoxemia. De todos modos, hay que tener supervivencia a más largo plazo. El trasplante pulmonar está
en cuenta que el objetivo principal del tratamiento es la oxi- indicado en los pacientes con enfisema grave secundario al
genación adecuada y que el riesgo potencial del aumento de déficit de α1-antitripsina, que desarrollan EPOC en estadio
la PaCO2 no justifica mantener al enfermo insuficientemente terminal entre los 30 y los 40 años. También puede conside-
oxigenado. El interés de conseguir unos niveles adecuados rarse la indicación de trasplante en pacientes que presenten
de PaO2 es mejorar el aporte de oxígeno a los tejidos, razón insuficiencia respiratoria grave a edades tempranas. La técni-
por la cual es también extremadamente importante mantener ca de elección es el trasplante doble de pulmón, aunque
un gasto cardíaco adecuado, factor esencial en la oxigena- también se han realizado con éxito trasplantes pulmonares
ción tisular. unilaterales. Dada la gran prevalencia de EPOC en los fuma-
La acidosis respiratoria no suele requerir tratamiento espe- dores y la escasez de donantes, no se considera la realiza-
cífico y éste debe dirigirse a los factores desencadenantes. ción de un trasplante pulmonar en la población general de
Ante una acidosis grave (pH inferior a 7,20) que no responde pacientes con EPOC.
a las medidas conservadoras debe considerarse la instaura-
ción de ventilación mecánica. La administración de bicar-
bonato no corrige el problema de base y puede producir un
aumento de la PaCO2. Tampoco son de utilidad los estimu-
lantes respiratorios, cuyo empleo debe evitarse puesto que Bronquiectasias
pueden aumentar las necesidades metabólicas e inducir ma-
yor fatiga muscular. Concepto y clasificación. Las bronquiectasias son dilata-
La fatiga de los músculos respiratorios y su ineficiencia, de- ciones anómalas y permanentes de los bronquios cartilagino-
bida a la hiperinsuflación progresiva que se produce durante sos de tamaño mediano, que se acompañan de destrucción
las agudizaciones, contribuye al fracaso ventilatorio agudo. de los componentes muscular y elástico de la pared bron-
Es importante eliminar posibles causas metabólicas que afec- quial. Las bronquiectasias no deben considerarse una enfer-
ten la función muscular (hipopotasemia, hipofosfatemia e hi- medad en sí mismas, sino que constituyen una entidad ana-
pomagnesemia), ya que éstas pueden acentuar la debilidad tomopatológica con diferentes mecanismos etiopatogénicos
de los músculos respiratorios. Cuando se desarrolla un fra- y que, por lo tanto, se asocian a distintas enfermedades. Las
caso ventilatorio con fatiga muscular, el único tratamiento bronquiectasias son dilataciones permanentes, por lo que no
eficaz consiste en el reposo de los músculos respiratorios me- deben confundirse con las dilataciones bronquiales transito-
diante ventilación asistida. En primer lugar debe considerar- rias que ocurren como consecuencia de las neumonías o las
se la ventilación con presión positiva mediante máscara na- atelectasias.
sal o facial, que no requiere intubación endotraqueal, con Las bronquiectasias se clasifican, siguiendo los criterios de
aparatos que actúan de forma sincronizada con la respira- Reid, en tres tipos distintos: cilíndricas, varicosas y quísticas.
ción espontánea del paciente [tipo presión positiva continua En las bronquiectasias cilíndricas los bronquios tienen un
en la vía aérea (CPAP) o con ayuda adicional inspiratoria contorno regular, el diámetro distal está algo ensanchado y
(BiPAP). El empleo de este sistema reduce el trabajo de los la luz bronquial se halla ocluida por tapones mucosos. En las
músculos respiratorios, mejora la fatiga muscular y disminu- bronquiectasias varicosas los bronquios están más dilatados
ye la hipercapnia, con lo que se reduce la necesidad de intu- y tienen un contorno irregular, parecido al de las venas vari-
bación endotraqueal. En ocasiones, estas medidas no son cosas, debido a la presencia de constricciones fibrosas loca-
suficientes y es necesario proceder a la intubación traqueal lizadas. Las bronquiectasias quísticas o saculares reciben este
y ventilación mecánica. La decisión de instaurar este trata- nombre porque los bronquios se dilatan a medida que pro-
miento se basará en el cuadro clínico; uno de los factores gresan hacia la periferia, terminando en estructuras redon-
principales que se debe considerar es el estado mental del deadas que se rellenan de moco. Esta clasificación está basa-
enfermo (obnubilación, falta de cooperación con el trata- da puramente en criterios morfológicos, por lo que no puede
miento). Por ello, los pacientes con episodios de exacerba- establecerse diferencia alguna en cuanto a la etiopatogenia
ción especialmente graves (tabla 5.30) o con mayor riesgo de la enfermedad.

747
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.31. Enfermedades que predisponen al desarrollo humorales la formación de bronquiectasias se debe a la ma-
de bronquiectasias yor incidencia de infecciones bacterianas recurrentes. El
trastorno más frecuente es el déficit de IgA, o de algunas de
Infecciones sus subclases, que puede ser selectivo, asociarse a déficit de
Tuberculosis
Aspergilosis broncopulmonar alérgica
subclases de IgG (especialmente de IgG2 e IgG4) o bien for-
Bacterianas: Klebsiella pneumoniae, Staphylococcus aureus, mar parte de una panhipogammaglobulinemia o inmunodefi-
Bordetella pertussis ciencia común variable.
Víricas: adenovirus, sarampión Los trastornos de la motilidad ciliar también son responsa-
bles de bronquiectasias al provocar una dificultad para el
Obstrucción bronquial aclaramiento de las secreciones bronquiales. Estos trastornos
Inhalación de cuerpo extraño se deben a alteraciones estructurales de los cilios de origen
Tumores endobronquiales congénito y habitualmente afectan todos los sistemas ciliares
Compresión extrínseca: adenopatías, aneurismas
Bronquitis crónica
del organismo, por lo que las bronquiectasias suelen asociar-
se a sinusitis, otitis, infertilidad (espermatozoides inmóviles)
Lesiones por inhalación o aspiración y, en algunos casos, a dextrocardia o situs inversus (síndro-
Aspiración de contenido gástrico me de Kartagener).
Inhalación de tóxicos Existen también otras enfermedades de presentación infre-
cuente en las que las bronquiectasias forman parte del cua-
Enfermedades hereditarias o congénitas dro clínico. En el déficit de α1-antitripsina pueden existir
Fibrosis quística bronquiectasias por la disminución en los mecanismos de in-
Inmunodeficiencias humorales
Trastornos de la motilidad ciliar
hibición de las enzimas proteolíticas que destruyen la pared
Déficit de α1-antitripsina bronquial. En el síndrome de Young se asocian azoospermia,
Síndrome de Young (azoospermia obstructiva) secundaria a la obstrucción del epidídimo por secreciones
espesas, y bronquiectasias. La traqueobroncomegalia se ca-
Otras enfermedades racteriza por la dilatación de la tráquea y del árbol bron-
Enfermedades autoinmunes: artritis reumatoide, colitis quial, asociada a bronquiectasias. El síndrome de las uñas
ulcerosa, síndrome de Sjögren amarillas, causado por hipoplasia de los conductos linfáti-
Traqueobroncomegalia cos, se caracteriza por la asociación de linfedema primario,
Síndrome de las uñas amarillas
uñas amarillas y distróficas, derrame pleural y bronquiecta-
sias.

Etiología y patogenia. En la etiopatogenia de las bron- Anatomía patológica. Las bronquiectasias suelen afectar
quiectasias están implicadas todas las enfermedades que mo- los bronquios cartilaginosos segmentarios y subsegmenta-
difican o destruyen las estructuras de soporte de la pared rios. Con mayor frecuencia se localizan en los lóbulos infe-
bronquial. Esta destrucción se asocia habitualmente a infec- riores, la língula y el lóbulo medio. En el examen macroscó-
ciones bacterianas persistentes, aunque también pueden in- pico, los bronquios aparecen dilatados con secreciones
tervenir factores de tipo hereditario, congénito o mecánico, mucopurulentas y tapones de moco en su interior. En el exa-
que favorezcan la infección. La mayoría de las bronquiecta- men microscópico la pared bronquial está infiltrada por cé-
sias se inician a partir de lesiones primarias de la pared bron- lulas inflamatorias, los elementos que la componen están
quial, producidas por infecciones o la inhalación de agentes destruidos y se hallan sustituidos por tejido fibroso y la super-
irritantes, que alteran los mecanismos de defensa locales (in- ficie epitelial se encuentra ulcerada. En las zonas adyacentes
tegridad de la mucosa, aclaramiento mucociliar) y ponen en se forma infiltrado inflamatorio y fibrosis, que pueden llegar
marcha una reacción inflamatoria local, en la que se liberan a destruir los tabiques alveolares y originar áreas de enfise-
sustancias proteolíticas con capacidad para destruir las es- ma. Las arterias bronquiales están dilatadas y forman anasto-
tructuras de soporte de la pared. El trastorno de los mecanis- mosis con las arterias pulmonares, lo cual determina su ten-
mos de defensa locales facilita la persistencia de la infección dencia a sangrar fácilmente.
bronquial, estableciéndose un círculo vicioso que perpetúa
el debilitamiento de la pared y conduce a la formación y pro- Fisiopatología. En las bronquiectasias se modifica la diná-
gresión de las bronquiectasias. En la tabla 5.31 se resumen mica de las vías aéreas y del transporte mucociliar. El debili-
las distintas enfermedades que pueden predisponer a la for- tamiento de la pared de los bronquios provoca que éstos
mación de bronquiectasias. se colapsen durante la espiración, lo que disminuye el flujo
Las infecciones pulmonares inadecuadamente tratadas o aéreo y la eficacia de la tos, favoreciendo la retención de se-
las causadas por microrganismos que producen lesiones ne- creciones. Asimismo, la pérdida de las células ciliadas y la
crosantes son causa frecuente de bronquiectasias en los mayor consistencia que adquiere el esputo purulento contri-
adultos. La aspergilosis broncopulmonar alérgica constituye buyen a enlentecer el aclaramiento mucociliar. Aproximada-
un caso especial, dado que en la formación de las bron- mente el 60% de los pacientes con bronquiectasias presentan
quiectasias está implicada una respuesta inmunológica (de alteraciones de la función pulmonar. La más frecuente es la
tipos I y III) y éstas tienen una localización proximal (véase obstrucción al flujo aéreo, atribuible a la mayor tendencia al
Eosinofilias pulmonares). colapso bronquial y a la obstrucción por secreciones de las
Las obstrucciones bronquiales localizadas producen reten- vías aéreas de pequeño calibre. La reducción en la ventila-
ción de secreciones, que favorecen la infección endobron- ción de las unidades alveolares dependientes de los bron-
quial y la formación de bronquiectasias focales. Este tipo de quios anómalos, junto con las anastomosis que se producen
bronquiectasias a menudo se asocia a la inhalación de cuer- entre las circulaciones bronquial y pulmonar, son causa de
pos extraños o a tumores endobronquiales benignos. En la desequilibrio en las relaciones ventilación/perfusión e hipo-
bronquitis crónica existe hiperproducción de moco y son fre- xemia secundaria. La persistencia de la hipoxemia puede
cuentes las infecciones bronquiales, factores que predispo- conducir a hipertensión pulmonar y cor pulmonale.
nen a la formación de bronquiectasias. La fibrosis quística es
la enfermedad autosómica recesiva de mayor prevalencia Cuadro clínico. Anamnesis. Dado que las bronquiectasias
en la infancia. Los pacientes con fibrosis quística presentan pueden tener distintas etiologías, el inicio de la sintomatolo-
una conducción anómala del cloro a través de la membrana gía es variable. El cuadro puede empezar con la persistencia
de las células epiteliales que da lugar a la formación de se- de tos y expectoración tras una neumonía o bien como epi-
creciones espesas, que obstruyen los bronquios y favorecen sodios neumónicos recurrentes en una misma localización.
la formación de bronquiectasias. En las inmunodeficiencias En otros pacientes la clínica corresponde a la de una bron-

748
ENFERMEDADES OBSTRUCTIVAS DE LAS VÍAS AÉREAS

quitis crónica, con tos y expectoración abundante, que se Diagnóstico. La sospecha diagnóstica de bronquiectasias
acompañan de episodios de bronquitis aguda frecuentes. En se fundamenta en los datos de la anamnesis y de la explora-
algunos casos, la manifestación inicial es hemoptisis. Los sín- ción física. La confirmación del diagnóstico se obtiene por
tomas más frecuentes son tos y expectoración. El volumen de la presencia de imágenes compatibles en la radiografía de
esputo producido puede ser variable, pero en general es tórax o en la TC. En la actualidad no está indicado realizar
abundante. En ocasiones el esputo adquiere aspecto puru- una broncografía para confirmar la presencia de bronquiec-
lento o bien está mezclado con pequeñas cantidades de san- tasias. Una vez establecido el diagnóstico, es útil efectuar un
gre. Aproximadamente el 50% de los pacientes presentan, a estudio de la función pulmonar y exámenes hematológico y
lo largo de la evolución de la enfermedad, episodios de he- bioquímico básicos, con el fin de definir la gravedad del
moptisis, que puede llegar a ser masiva. Algunos pacientes cuadro y detectar las complicaciones asociadas. Asimismo,
refieren clínica de sinusitis, que suele asociarse a las bron- deben iniciarse estudios dirigidos a determinar la posible
quiectasias difusas. En las fases avanzadas, con alteración etiología, que incluirán: determinación de electrólitos en el
ventilatoria obstructiva grave, hay disnea de esfuerzo y pue- sudor, estudio genético de la fibrosis quística, dosificación
de desarrollarse cor pulmonale. de inmunoglobulinas y del complemento, dosificación de
Exploración física. En la auscultación pulmonar se detectan IgE y de precipitinas frente a Aspergillus, cuantificación
estertores en las regiones afectas, que son más sonoros du- de α1-antitripsina o prueba de sacarina para el estudio de
rante la inspiración, aunque también son audibles durante la la función mucociliar.
espiración. Cuando se asocia obstrucción al flujo aéreo pue- La realización de una fibrobroncoscopia está indicada
den auscultarse roncus y sibilancias. La acropaquía digital es ante la presencia de hemoptisis franca o cuando exista la
un hecho frecuente en los pacientes con bronquiectasias. sospecha de bronquiectasias focales producidas por obstruc-
Exploración de la función respiratoria. El grado de altera- ción endobronquial.
ción de la función pulmonar es variable y depende de la evo- El diagnóstico diferencial de las bronquiectasias incluye la
lución y gravedad del cuadro. Con frecuencia existe una alte- bronquitis crónica y las enfermedades que cursan con obs-
ración ventilatoria obstructiva, con disminución del FEV1 y trucción al flujo aéreo. Entre el 15 y el 25% de los pacientes
del cociente FEV1/FVC. A diferencia de lo que ocurre en la con EPOC pueden tener bronquiectasias, pero éstas son loca-
EPOC, los volúmenes pulmonares tienden a estar disminui- lizadas y a menudo asociadas a enfisema, por lo que no sue-
dos. En las fases avanzadas puede existir disminución de la le ser difícil distinguir entre ambas enfermedades. El diagnós-
DLCO, hipoxemia e hipercapnia. tico de EPOC se reserva para los pacientes fumadores en los
Radiología. La radiografía de tórax puede ser normal o que las bronquiectasias no alcanzan gran relevancia. Por el
mostrar imágenes sugestivas de bronquiectasias. Entre éstas, contrario, el diagnóstico de bronquiectasias se establece en
cabe mencionar la pérdida de definición de los márgenes los pacientes no fumadores que presentan dilataciones bron-
bronquiales, la presencia de líneas paralelas que parten del quiales difusas y graves o bien cuando éstas se deban a una
hilio y las imágenes quísticas, a menudo formando grupos, etiología definida.
con niveles hidroaéreos en su interior. La TC de tórax propor-
ciona mayor sensibilidad y especificidad en la detección de Evolución y pronóstico. El pronóstico de las bronquiecta-
las bronquiectasias y ha sustituido a la broncografía como sias depende de la enfermedad subyacente, la intensidad de
principal medio diagnóstico. En la TC las alteraciones bron- las lesiones, la repercusión en la función respiratoria y el ma-
quiales se distinguen más fácilmente, observándose con cla- nejo terapéutico. La fibrosis quística tiene peor pronóstico y
ridad los bronquios dilatados, las áreas quísticas y las altera- a menudo los niños afectos de esta enfermedad no alcanzan
ciones parenquimatosas peribronquiales (fig. 5.27). La la edad adulta. Los casos con lesiones bronquiales extensas
realización de broncografías sólo está indicada cuando se suelen presentar alteraciones funcionales que incluyen insu-
considere la posibilidad de resección quirúrgica de las bron- ficiencia respiratoria crónica, hipertensión pulmonar y cor
quiectasias, y su práctica requiere que la función pulmonar pulmonale, y tienen mal pronóstico. Por último, se ha com-
del paciente sea adecuada. probado que el tratamiento antibiótico y las terapias sustituti-

Fig. 5.27. Tomografía computarizada en las bronquiectasias. A. Dilataciones quísticas de paredes gruesas que siguen el trayecto bronquial en
ambos campos pulmonares. B. En un plano más inferior se observan imágenes quísticas, de distribución más periférica, con niveles hidroaéreos
en el interior de algunas de ellas.

749
NEUMOLOGÍA

vas en los casos de inmunodeficiencias enlentecen la progre-


sión del cuadro y mejoran la supervivencia. Bronquiolitis obliterante
Tratamiento. Los objetivos del tratamiento de las bron-
quiectasias incluyen: a) el control de la infección bronquial; Concepto y etiología. La bronquiolitis obliterante es una
b) la reducción de la resistencia al flujo aéreo; c) el control enfermedad inflamatoria que afecta de forma selectiva los
de las complicaciones, y d) el tratamiento de la causa subya- bronquiolos y cursa con un cuadro obstructivo de las vías aé-
cente. reas de rápida instauración. La bronquiolitis obliterante pue-
Antibióticos. Dado que la progresión de las bronquiecta- de tener un origen idiopático o presentarse asociada a distin-
sias depende de la persistencia de la infección bacteriana tas enfermedades (tabla 5.32) y debe distinguirse de la
bronquial, los antibióticos constituyen la base del tratamien- inflamación bronquiolar que ocurre en otras enfermedades
to y deben dirigirse a los gérmenes que infectan persistente- de la vía aérea (EPOC) o de neumopatías intersticiales (bron-
mente las secreciones bronquiales. Por ello, es útil efectuar quiolitis obliterante con neumonía organizada).
cultivos de esputo que informen sobre el tipo de germen y Clásicamente, se ha reconocido que la bronquiolitis obli-
su sensibilidad antibiótica. Los gérmenes más comunes son terante es una complicación que se presenta tras la inhala-
los que constituyen la flora mixta orofaríngea, aunque tam- ción de tóxicos (óxido nitroso, dióxido de azufre, productos
bién son frecuentes H. influenzae, Pseudomonas aeruginosa de limpieza o gases originados en la combustión) o tras infec-
y S. aureus. A pesar de que la erradicación completa de la ciones víricas del tracto respiratorio (adenovirus, virus sinci-
infección es prácticamente imposible, es importante reducir tial respiratorio). Sin embargo, una de las formas de presen-
el número de gérmenes, porque con ello se disminuye la ac- tación más frecuente en la actualidad es la que se asocia al
tividad proteolítica de los neutrófilos y la lesión de la pared trasplante de médula ósea, especialmente en los casos de en-
bronquial. La administración de antibióticos está indicada fermedad del injerto contra el huésped. Tras el trasplante de
cuando se producen cambios en las características del espu- pulmón o de pulmón y corazón también puede presentarse
to (purulencia, aumento de volumen, hemoptisis) o bien bronquiolitis obliterante, que se considera una forma de re-
aparecen otros síntomas, como fiebre o disnea. Como trata- chazo del órgano trasplantado. Se han descrito casos de
miento empírico, los antibióticos más frecuentemente usa- bronquiolitis obliterante asociada a enfermedades del tejido
dos son: amoxicilina (1-3 g/12 h), doxiciclina (100 mg/12 h) conjuntivo, particularmente la artritis reumatoide, en la que
o trimetroprima-sulfametoxazol (2 comprimidos cada 12 h), puede aparecer como complicación de la propia enferme-
administrados durante 10-15 días. En los casos con infección dad o del tratamiento con penicilamina.
persistente por P. aeruginosa está indicada la administra-
ción de ciprofloxacino o bien la combinación de ceftazi- Anatomía patológica. En el examen macroscópico, los pul-
dima y tobramicina. Por lo general no están indicadas las mones aparecen distendidos, con lesiones que se distribuyen
pautas de tratamiento antibiótico profiláctico (p. ej., una se- de forma parcheada. En el examen microscópico se observa
mana al mes), dado que promueven la aparición de resis- infiltrado inflamatorio de la pared bronquiolar constituido
tencias a los antibióticos, favoreciendo la infección por gér- por neutrófilos y linfocitos. En estadios más evolucionados se
menes más agresivos. De todos modos, algunos pacientes observa fibrosis concéntrica de la submucosa (bronquiolitis
con episodios de empeoramiento muy frecuentes sí pueden constrictiva). Es menos característica la presencia de tejido
beneficiarse de tratamiento antibiótico continuo, presentan- de granulación, con formación de pólipos que se proyectan
do menos exacerbaciones y requiriendo menos ingresos hacia la luz. Ambas lesiones ocasionan obstrucción bron-
hospitalarios. quiolar. Cuando es incompleta, los alveolos distales suelen
Broncodilatadores. Los fármacos broncodilatadores deben estar sobredistendidos, mientras que, cuando es completa,
administrarse en los casos en que se objetive obstrucción al éstos aparecen atelectásicos y fibróticos. Tanto los segmen-
flujo aéreo. La pauta de tratamiento es similar a la indicada tos más proximales de la vía aérea como el intersticio pulmo-
en la EPOC (véase antes) y se inicia con bromuro de ipratro- nar se encuentran preservados y tienen características nor-
pio y un agonista β2, administrados por vía inhalatoria. males.
Fisioterapia. Las medidas de fisioterapia resultan útiles
dado que facilitan la eliminación de secreciones y el aclara- Cuadro clínico. Los síntomas más frecuentes son tos no pro-
miento mucociliar. Las medidas más frecuentemente em- ductiva y disnea de esfuerzo. En los casos que ocurren tras la
pleadas incluyen drenaje postural, maniobras de espiración inhalación de tóxicos o infecciones víricas pueden asociarse
forzada y tos voluntaria. Las maniobras de vibración o de fiebre y dolor torácico. A diferencia de otras enfermedades
percusión sobre el tórax no tienen mayor eficacia que las in- obstructivas de la vía aérea, la bronquiolitis obliterante tiene
dicadas anteriormente. una instauración relativamente corta, de pocos meses de
Cirugía. Las indicaciones de la cirugía resectiva pulmonar evolución. La exploración física puede ser normal o bien ca-
en el tratamiento de las bronquiectasias son muy restringidas. racterística de obstrucción bronquial, auscultándose una es-
La resección pulmonar está indicada en los casos de bron- piración alargada, roncus y sibilancias. En algunos casos tam-
quiectasias focales con episodios de infección muy frecuen- bién se ha descrito la presencia de estertores inspiratorios
tes que no son controlados con tratamiento médico. La resec- difusos.
ción pulmonar también puede estar indicada en los casos de En la radiografía de tórax el dato más característico es la
hemoptisis masiva que entrañe riesgo para la vida del pa- insuflación pulmonar, que en algunos casos puede acompa-
ciente. ñarse de pequeñas opacidades difusas y refuerzo de la trama
De todos modos, las nuevas técnicas de embolización tera- broncovascular, lo que indica la existencia de áreas focales
péutica de las arterias bronquiales permiten un óptimo con- de atelectasia e infiltrado peribronquiolar.
trol de las hemoptisis persistentes, por lo que la indicación de El examen de la función respiratoria manifiesta una altera-
resección pulmonar es cada vez más restringida. ción ventilatoria obstructiva, con reducción del FEV1 y del
Trasplante pulmonar. Se ha efectuado trasplante pulmonar
bilateral con éxito en pacientes afectados de bronquiecta-
sias, habitualmente causadas por fibrosis quística, aunque la
repercusión a largo plazo de este tratamiento todavía se des- TABLA 5.32. Enfermedades asociadas a la bronquiolitis obliterante
conoce. El trasplante pulmonar puede estar indicado en los Inhalación de tóxicos
individuos jóvenes con insuficiencia respiratoria establecida, Infecciones víricas
en los que se haya observado empeoramiento funcional pro- Trasplante de órganos (médula ósea, pulmón)
gresivo y se considere que las posibilidades de supervivencia Enfermedades de colágeno (artritis reumatoide)
a corto plazo sean escasas. Idiopática

750
ENFERMEDADES OBSTRUCTIVAS DE LAS VÍAS AÉREAS

cociente FEV1/FVC, que no suele revertir tras la administra- ción del tamaño del hilio y atenuación de la trama vascular,
ción de un broncodilatador. La FVC también puede estar re- lo que confiere al pulmón mayor claridad. El volumen pul-
ducida por la presencia de atrapamiento aéreo y, en ocasio- monar apenas se modifica en las radiografías en espiración,
nes, por una alteración ventilatoria restrictiva debida a la lo que sugiere atrapamiento aéreo. El estudio gammagráfico
presencia de zonas de atelectasia. En el lavado broncoalveo- revela la ausencia de perfusión en el pulmón afecto. El estu-
lar se observa intensa neutrofilia, habitualmente superior al dio angiográfico pone de manifiesto una arteria pulmonar y
50% de las células obtenidas. sus ramas principales pequeñas y déficit en la ramificación
periférica. En el estudio de la función respiratoria suele com-
Diagnóstico. El diagnóstico de certeza se establece median- probarse una alteración ventilatoria obstructiva, con incre-
te biopsia pulmonar. Sin embargo, cuando la práctica de una mento del volumen residual. La DLCO puede estar reducida
biopsia entrañe un riesgo elevado para el paciente, el diag- y no suelen detectarse alteraciones en la gasometría arterial.
nóstico puede establecerse si existe: a) antecedente clínico El diagnóstico se establece a partir de las alteraciones ra-
claro (trasplante, inhalación de tóxicos); b) curso clínico de diológicas, gammagráficas y funcionales y puede confirmar-
instauración rápida; c) obstrucción al flujo aéreo que no se se mediante estudio angiográfico. El diagnóstico diferencial se
debe a otras enfermedades y que no responde a la adminis- efectúa con las enfermedades que cursan con hiperclaridad
tración de boncodilatadores, y d) neutrofilia franca en el la- pulmonar: agenesia o hipoplasia de la arteria pulmonar, obs-
vado broncoalveolar. El diagnóstico diferencial debe efec- trucción de la arteria pulmonar o de sus ramas por trombo-
tuarse sobre todo con otras enfermedades obstructivas de las embolia o compresión extrínseca, agenesia pulmonar o hi-
vías aéreas. Se ha generado cierta confusión diagnóstica en- perinsuflación compensatoria.
tre la bronquiolitis obliterante y la bronquiolitis obliterante El pronóstico de la enfermedad es bueno y el tratamiento
con neumonía organizada (BOOP), debido principalmente a suele consistir en el control de las infecciones respiratorias
la denominación de ambas entidades. Sin embargo, a dife- intercurrentes.
rencia de la bronquiolitis obliterante, la BOOP es una enfer-
medad de naturaleza intersticial, que se caracteriza por la
presencia de infiltrados alveolares en la radiografía de tórax,
una alteración funcional respiratoria de tipo restrictivo y una
buena respuesta al tratamiento con glucocorticoides. Enfisema bulloso
Tratamiento. El tratamiento de la bronquiolitis obliterante Concepto. Se denomina enfisema bulloso al conjunto de al-
tiene por objetivo reducir la inflamación bronquiolar me- teraciones parenquimatosas pulmonares que cursan con la
diante la administración de glucocorticoides. Se administra formación de una o más bullas, espacios aéreos intraparen-
prednisona a dosis de 1 mg/kg/día durante unos 3 meses, y quimatosos con un diámetro superior a 1 cm. Las bullas de-
luego se reduce progresivamente hasta una dosis diaria de ben distinguirse de las vesículas pleurales (blebs), que son
20 mg, que se mantiene por un período de 1 o 2 años. La res- colecciones de aire de 1-2 cm de diámetro dentro de la pleu-
puesta a este tratamiento sólo es favorable en la mitad de los ra visceral, y de los quistes, que son espacios aéreos anóma-
casos. A pesar de que la respuesta broncodilatadora inme- los revestidos de epitelio. Ejemplos de estos últimos lo consti-
diata suele ser negativa, la administración de broncodilata- tuyen el quiste broncógeno y la cavidad residual que persiste
dores puede ser beneficiosa en algunos pacientes. tras un absceso pulmonar.
Las bullas representan una forma especial de enfisema y
se asocian a distintos tipos de lesiones pulmonares. La aso-
ciación más común es con EPOC. También suelen asociarse
al enfisema paraseptal o al enfisema paracicatrizal, como en
Hiperclaridad pulmonar unilateral el caso de la neumoconiosis.

En 1953, SWYER y JAMES y, en 1954, MACLEOD describieron Anatomía patológica. Las bullas son áreas localizadas de
pacientes con hiperclaridad pulmonar unilateral. Estudios enfisema que contienen alveolos hiperinsuflados y tabiques
posteriores demostraron que esta hiperclaridad se debía a desestructurados en su interior. Las bullas pueden ser únicas
bronquitis y bronquiolitis obliterante, que se acompañaban o múltiples, presentarse en pulmones normales o formar par-
de distensión de los espacios alveolares y, en ocasiones, de te de un enfisema generalizado. Se distinguen tres tipos ana-
bronquiectasias. Por este motivo, algunos autores prefieren tómicos (fig. 5.28). Las bullas de tipo I son subpleurales y
la denominación de bronquiolitis obliterante unilateral con hi- ocurren en ausencia de enfisema. Comunican con el pulmón
perinsuflación, aunque esta enfermedad es más conocida por un cuello estrecho, tienen paredes finas y se localizan
como síndrome de Swyer-James o de MacLeod o enfisema preferentemente en los vértices pulmonares. En su desarrollo
unilateral. interviene un mecanismo valvular que provoca el atrapa-
La etiología de la enfermedad se atribuye a una bronquio- miento progresivo de aire, pudiendo adquirir gran tamaño y
litis obliterante distribuida por todo el pulmón, adquirida du- comprimir las estructuras vecinas. Las bullas de tipo II tienen
rante la infancia a partir de una infección. Puede afectar un un cuello ancho y contienen tejido pulmonar con enfisema
lóbulo, parte de un lóbulo o todo el pulmón. En el examen panacinar. Son más frecuentes en la superficie anterior del
anatomopatológico se observan bronquitis y bronquiolitis lóbulo medio. Las bullas de tipo III tienen una base muy an-
con obliteración de la luz y bronquiectasias. Los espacios al- cha, contienen enfisema panacinar expandido y pueden lo-
veolares presentan enfisema panacinar de carácter modera- calizarse en cualquier zona del pulmón. La distinción entre
do. La arteria pulmonar ipsilateral es pequeña y tiene menos los tres tipos de bullas tiene importancia clínica, ya que las
ramificaciones. En algunos casos puede haber bronquiolitis de tipo I aparecen en pulmones normales, en los que pue-
en el pulmón contralateral. den ocasionar alteraciones por desplazamiento de estructu-
La enfermedad es habitualmente asintomática y se descu- ras y compresión del parénquima. Por el contrario, las bullas
bre casualmente en una radiografía de tórax. Algunos pa- de los tipos II y III aparecen en presencia de enfisema pan-
cientes pueden referir tos y expectoración purulenta si exis- acinar, por lo que las alteraciones fisiopatológicas serán las
ten bronquiectasias asociadas. En la mitad de los casos suele asociadas a esta enfermedad.
haber antecedentes de infecciones víricas o por Mycoplasma
en la infancia. En la auscultación respiratoria se comprueban Cuadro clínico. Las bullas que aparecen en pulmones nor-
disminución del murmullo vesicular y estertores en el pul- males pueden tener un curso asintomático y ser detectadas
món afecto. En la radiografía de tórax se aprecia un pulmón de forma casual en un examen radiográfico. Algunas bullas
de tamaño normal o discretamente reducido, con disminu- permanecen estables durante años, mientras que otras au-

751
NEUMOLOGÍA

mentan progresivamente de tamaño. Los pacientes con bu-


Tipo I llas de gran tamaño pueden presentar disnea. Si existe enfise-
ma subyacente, la sintomatología será la propia de la EPOC,
pudiendo estar más comprometida la función pulmonar por
el efecto compresivo de la bulla. La exploración física puede
ser normal o revelar una disminución localizada del murmu-
llo vesicular. En el examen radiográfico, la imagen caracterís-
Tipo II tica consiste en una zona avascularizada, bien delimita-
Parénquima da por sombras lineales que marcan las paredes de la bulla
normal (fig. 5.29). Estas imágenes son más evidentes en las radiogra-
fías efectuadas en espiración, dado que el aire atrapado en
el interior de las bullas resalta sus características. Las estruc-
turas vasculares adyacentes pueden estar comprimidas o
desplazadas. La TC permite delimitar mejor las bullas y, al
mismo tiempo, evaluar el parénquima subyacente, donde
puede poner de manifiesto signos de enfisema.
Tipo III Enfisema El estudio de la función respiratoria es de utilidad en la valo-
panacinar
ración del efecto de la bulla sobre el parénquima pulmonar y
en la detección de enfisema subyacente. Las bullas en pa-
cientes con pulmones normales ocasionan poca alteración
funcional, comportándose sólo como una lesión ocupante de
espacio. Si la bulla no tiene comunicación bronquial, los vo-
lúmenes pulmonares medidos por pletismografía serán supe-
riores a los medidos por dilución de helio. La diferencia entre
ambas mediciones es atribuible al aire contenido en el inte-
rior de la bulla. En las bullas asociadas a la EPOC, el estudio
funcional pondrá de manifiesto una obstrucción al flujo
Fig. 5.28. Tipos anatómicos de bullas. Las bullas de tipo I son de aéreo y las alteraciones características producidas por el enfi-
paredes finas, tienen un cuello estrecho y aparecen en ausencia de en- sema: disminución de la DLCO, cambios en la curva de pre-
fisema generalizado. Las bullas de tipos II y III tienen una base de im- sión-volumen e hipoxemia durante el esfuerzo.
plantación más ancha y en su interior contienen enfisema panacinar Los estudios gammagráfico y angiográfico son útiles para
expandido. valorar la perfusión o vascularización de las bullas y el efecto

Fig. 5.29. Enfisema bulloso. A. Radiografía posteroanterior de tórax


en la que se aprecian grandes áreas translúcidas que ocupan los cam-
pos superiores de ambos pulmones, delimitadas en su margen inferior
por sombras lineales. Gammagrafía pulmonar de perfusión (B) y an-
giografía de sustracción digital (C) que confirman la ausencia de per-
fusión en las bullas de los campos superiores.

752
ASMA BRONQUIAL

compresivo que éstas ejercen sobre el parénquima adyacen- Los pacientes con evidencia radiológica o funcional de enfi-
te (fig. 5.29). sema no son candidatos a la cirugía, dado que ésta aporta
Las complicaciones que pueden presentarse son infección, poca mejoría de la función pulmonar y se asocia a una eleva-
neumotórax y hemorragia. La infección y la hemorragia de da incidencia de complicaciones postoperatorias.
las bullas dan una imagen radiológica de cavidad de paredes
finas con nivel hidroaéreo.
Bibliografía especial
Tratamiento. Los pacientes asintomáticos no requieren tra- AMERICAN THORACIC SOCIETY. Standards for the diagnosis and care of
tamiento específico. Se debe aconsejar el abandono del ta- patients with chronic obstructive pulmonary disease (COPD) and
baco e informar acerca de la naturaleza del proceso, así asthma. Am Rev Respir 1987; 136: 225-244.
como efectuar un seguimiento clínico para detectar posibles CHERNIACK NS. Chronic obstructive pulmonary disease. Filadelfia, WB
síntomas o complicaciones. Algunos pacientes con bullas de Saunders, 1991.
gran tamaño que provocan síntomas pueden beneficiarse CHERNIACK RM. Current therapy of respiratory disease. Filadelfia, BC
del tratamiento quirúrgico. La valoración de estos casos es Decker, 1989.
EPLER GE. Diseases of the bronchioles. Nueva York, Raven Press,
compleja y debe ser efectuada en centros con experiencia. 1994.
Los pacientes que se beneficiarán en mayor medida del tra- FERGUSON GT, CHERNIACK RM. Management of chronic obstructive pul-
tamiento quirúrgico son los que presentan bullas de tipo I en monary disease. N Engl J Med 1993; 328: 1.017-1.022.
los que el parénquima pulmonar es normal. Por lo general se HODGKIN JE (ed). Chronic obstructive pulmonary disease. Clin Chest
trata de individuos jóvenes con un examen funcional respira- Med 1990; 11 (N 3): 363-573.
torio normal. En los pacientes con bullas asociadas a EPOC, KING TE (ed). Bronchiolitis. Clin Chest Med 1993; 14: 607-785.
la indicación quirúrgica está restringida a los casos con una PETTY TL. Chronic obstructive pulmonary disease, 2.a ed. Nueva York,
alteración acusada de la función ventilatoria por el efecto Marcel Dekker, 1985.
RODRÍGUEZ-ROISÍN R. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Mo-
compresivo de la bulla y en los que el parénquima subyacen- nografías clínicas en neumología, N.o 6. Barcelona, Ediciones
te es reexpandible, lo que ocurre en un número muy reduci- Doyma, 1993.
do de casos. En la valoración de estos pacientes debe reali- SOCIEDAD ESPAÑOLA de NEUMOLOGÍA y CIRUGÍA TORÁCICA (SEPAR). Nor-
zarse un estudio detallado de la función respiratoria, que mativa sobre diagnóstico y tratamiento de la enfermedad pulmo-
incluya una prueba de esfuerzo y un estudio angiográfico. nar obstructiva crónica. Barcelona, Ediciones Doyma, 1992.

Asma bronquial
C. Picado Vallés

Concepto. Aunque el asma es una entidad clínica reconoci- Los niños están más predispuestos que las niñas al desa-
da desde hace muchos años, aún no se ha conseguido esta- rrollo de asma. La aparición de asma está muy influida por la
blecer una definición de ella totalmente satisfactoria. Por presencia de eccema atópico; éste, además, comporta un
ahora tampoco es posible diferenciar mediante una prueba riesgo elevado de que el asma no ceda ni mejore al llegar a
el asma bronquial de otras enfermedades que causan obs- la adolescencia. En los adultos jóvenes la enfermedad afecta
trucción de la vía aérea. Un criterio habitualmente utilizado más a las mujeres. Esta predominancia desaparece en los an-
en el diagnóstico del asma es la demostración de una bron- cianos, en los que el asma se presenta en ambos sexos con la
codilatación del 15% o superior (véase Prueba broncodilata- misma frecuencia.
dora, más adelante). Sin embargo, cuando este criterio no se En las tres últimas décadas parece observarse un aumento
cumple, no es posible excluir el diagnóstico de asma, y cuan- en la prevalencia y en la gravedad de la enfermedad. Diver-
do se cumple, no pueden descartarse otras enfermedades sos cambios en el entorno y en los hábitos se han implicado
obstructivas de los bronquios (bronquitis crónica obstructi- en el aumento del asma, entre los cuales destacan el hábito
va, bronquiectasias). tabáquico, la alimentación artificial y el aumento en la con-
La mayoría de las definiciones hasta ahora propuestas in- centración ambiental de los alergenos. Varios estudios han
cluyen tres aspectos considerados como los más característi- demostrado que el hábito tabáquico, especialmente el de la
cos de la enfermedad. Estos aspectos son: obstrucción bron- madre, favorece la aparición de síntomas asmáticos.
quial reversible, hiperreactividad e inflamación. De acuerdo En dos ocasiones se ha producido gran alarma ante la
con ello se puede considerar el asma como: una enfermedad comprobación de que, en algunos países, el aumento de las
inflamatoria de las vías aéreas a la que se asocia intensa hiper- muertes por asma alcanzaba el grado de epidemia. El primer
reactividad bronquial frente a estímulos diversos. Actuando episodio ocurrió en los años sesenta en Gran Bretaña y el se-
conjuntamente, ambos fenómenos ocasionan la obstrucción gundo en Nueva Zelanda en la década de los ochenta. En
bronquial, cuya intensidad varía de manera espontánea o por ambas ocasiones se relacionó el fenómeno con la utilización
la acción terapéutica. de dosis elevadas de broncodilatadores betamiméticos. En el
primer caso se trataba del isoproterenol, y en el segundo, del
Epidemiología. La mayoría de las encuestas epidemiológi- fenoterol.
cas señalan que la enfermedad afecta al 3-7% de la pobla-
ción adulta. En los niños la prevalencia es algo más elevada. Anatomía patológica. En los últimos años, la obtención de
Factores genéticos y ambientales seguramente explican las biopsias bronquiales mediante fibrobroncoscopia ha permiti-
diferencias en la prevalencia de la enfermedad en diversas do conocer mejor las lesiones anatomopatológicas del asma.
comunidades y regiones del mundo. Como ejemplos de esas Las lesiones típicas son fragilidad del epitelio, infiltración de
diferencias se conocen los esquimales y los habitantes de la éste y de la submucosa por células inflamatorias y engrosa-
isla Tristan de Cunha. Entre los primeros, el asma es extraor- miento de la membrana basal.
dinariamente rara; por el contrario, en la isla mencionada, La fragilidad del epitelio se traduce por su tendencia a la
uno de cada tres habitantes padece asma. descamación. El infiltrado inflamatorio del asma destaca por

753
NEUMOLOGÍA

estar constituido por numerosos eosinófilos activados, hecho tas células contienen en su interior numerosos gránulos que,
que se demuestra por la presencia de productos citotóxicos a su vez, almacenan algunas de las sustancias preformadas
segregados por ellos. Junto con la infiltración eosinófila des- que se liberan en las respuestas alérgicas. Durante las reac-
taca la presencia de linfocitos del tipo colaboradores (helper- ciones alérgicas se produce la denominada desgranulación
inducer), identificados mediante el marcador de superficie celular, que consiste en el vaciado de sus productos citoplas-
CD4, los cuales están activados, hecho que se demuestra por máticos.
la presencia del marcador CD25 que señala la secreción de 2. Mediadores químicos. Las células inflamatorias, es decir
interleucina 2 (IL-2). El número de mastocitos en la mucosa eosinófilos y mastocitos, pueden liberar numerosas sustan-
bronquial y en las secreciones bronquiales también está au- cias químicas capaces de ocasionar edema y broncocons-
mentado en los asmáticos; además, algunas alteraciones en tricción de la mucosa respiratoria; entre ellas destacan: hista-
sus gránulos citoplasmáticos sugieren que las citadas células mina, eicosanoides (derivados del ácido araquidónico) y
están en actividad. factor activador de las plaquetas (PAF).
El aumento en el grosor de la membrana basal es una de La histamina es broncoconstrictora y se ha demostrado
las lesiones histológicas más características del asma. Estu- que aumenta en las secreciones bronquiales tras una reac-
dios recientes han demostrado que, en realidad, no se trata ción alérgica. No obstante, el hecho de que los antihistamíni-
del engrosamiento de esta membrana, sino del incremen- cos tengan poca o nula eficacia en el asma hace pensar que
to del depósito de colágeno por debajo de ella. Mediante es- el papel de la histamina en el asma es escaso. Los eicosanoi-
tudios inmunohistoquímicos se ha comprobado que el depó- des y el PAF se sintetizan a partir de los fosfolípidos de las
sito está formado por colágeno de los tipos I, III y V, junto membranas celulares por la acción de una enzima denomi-
con fibronectina, sustancias probablemente sintetizadas por nada fosfolipasa A2 (fig. 5.30). Los eicosanoides pueden se-
un tipo especial de célula, con características intermedias guir dos vías metabólicas: la de la cicloxigenasa y la de la
entre el fibroblasto y la célula muscular lisa denominado lipoxigenasa. Por medio de la primera se forman las prosta-
miofibroblasto, cuyo número está incrementado en esta glandinas, los tromboxanos y la prostaciclina. Entre las pros-
zona subepitelial. taglandinas, la PGD2 y la PGF2α actúan como potentes bron-
En las biopsias bronquiales de los pacientes asmáticos coconstrictores, mientras que la PGE2 ejerce una leve acción
también se puede observar hipertrofia del músculo liso y de broncodilatadora. Durante las reacciones alérgicas inme-
las glándulas mucosas. En los pacientes con asma moderada diatas se encuentran cantidades elevadas de PGD2 en las
o grave es habitual la presencia de numerosos tapones de secreciones bronquiales, lo que permite suponer que ésta
moco que ocluyen parcial o totalmente la luz de bronquios y prostaglandina es en parte responsable de la obstrucción
bronquiolos. bronquial. El tromboxano B2 también es broncoconstrictor,
aunque su posible papel en el asma es por ahora desconoci-
Fisiopatología. En la fisiopatología del asma bronquial se do. No existen hasta ahora datos que impliquen la prostaci-
deben tener en cuenta los siguientes aspectos: inflamación clina en el asma.
bronquial, alergia e hiperreactividad bronquial. A través de la lipoxigenasa se sintetizan diferentes metabo-
Inflamación bronquial. En la inflamación intervienen célu- litos dependiendo de las enzimas que intervengan. Las tres
las, mediadores químicos y neurotransmisores. vías más importantes son la 5, la 12 y la 15, aunque sólo la
1. Células. Como ya se ha señalado, la acumulación de primera y la última participan en el asma bronquial. Por
eosinófilos y sus productos (proteína básica mayor, proteína la vía de la 5-lipoxigenasa se forman los leucotrienos LTB4,
catiónica, peroxidasa y neurotoxina) es una de las caracterís- LTC4, LTD4 y LTE4. Los tres últimos se conocen como leuco-
ticas del asma. Muy posiblemente estos productos son los trienos peptídicos y constituyen lo que antiguamente se de-
responsables de la lesión del epitelio y de su posterior desca- nominaba sustancia de reacción lenta de la anafilaxia (slow
mación. El infiltrado eosinófilo es el resultado de varios fenó- reacting substance of anafilaxis, SRS-A). El LTB4 es un potente
menos: a) aumento de la formación de eosinófilos en la mé- secretagogo elaborado sobre todo por los neutrófilos. Los
dula ósea por factores de crecimiento; b) atracción hacia la leucotrienos peptídicos son potentes broncoconstrictores
mucosa bronquial desde los vasos por citocinas, adhesinas y sintetizados por mastocitos, basófilos y eosinófilos. Dado que
factores quimiotácticos, y c) activación in situ para que libe- durante las reacciones alérgicas inmediatas y tardías se pro-
ren sus productos. Las citocinas más activas sobre los eosinó- duce el aumento en la liberación de leucotrienos y que di-
filos son las interleucinas 3 y 5 (IL-3, IL-5) y el factor estimu- versas sustancias con acción antileucotriénica son capaces
lante de colonias granulocíticas y monocíticas (GM-CSF). de disminuir la intensidad de la respuesta, se considera de-
Diversas adhesinas intervienen en su paso del torrente circu- mostrado que estos mediadores desempeñan un papel acti-
latorio a los tejidos. Las adhesinas eosinófilas más importan- vo en el asma. La vía de la 15-lipoxigenasa predomina en las
tes son la LFA1 y la VLA4, con las cuales se fijan a otras pre- células epiteliales y a su metabolito más importante, el ácido
sentes en las paredes de los vasos (ICAM-1 y VCAM-4) a los 15-hidroxieicosatetraenoico (15-HETE) se le han atribuido
que traspasan para acercarse finalmente al epitelio bron- funciones reguladoras de la síntesis de otros productos proin-
quial. Posiblemente el trasiego de eosinófilos esté regulado flamatorios y broncoconstrictores como los leucotrienos.
por linfocitos T activados del tipo CD4 presentes en la muco- El PAF es un potente broncoconstrictor que puede ser li-
sa respiratoria, los cuales se caracterizan por elaborar las ci- berado por numerosas células inflamatorias (monocitos, ma-
tocinas (IL-3, IL-5 y GM-CSF) que atraen y activan los eosinófi- crófagos, neutrófilos y eosinófilos). Es también un potente
los. Estudios muy recientes han permitido clasificar los agente quimiotáctico de los eosinófilos, por lo que su libera-
linfocitos T en dos grupos denominados TH1 y TH2. Estos úl- ción, durante las reacciones alérgicas, puede ocasionar el re-
timos parecen ser los involucrados en las reacciones inmu- clutamiento de estas células hacia el árbol bronquial. El posi-
nológicas que participan en la inflamación del asma, ya que ble papel del PAF en el asma es por ahora desconocido, y los
son los que segregan las citocinas, anteriormente señaladas, numerosos preparados anti-PAF hasta ahora ensayados han
que son las más activas sobre los eosinófilos y que también dado resultados nulos o escasos.
elaboran la interleucina 4 (IL-4), la cual es la responsable de 3. Neurotransmisores. Las vías aéreas están reguladas por
la activación de los linfocitos B, responsables a su vez de la el SNA, que actúa sobre la musculatura lisa bronquial y las
fabricación de la inmunoglobulina IgE implicada en las reac- glándulas secretoras. Formando parte del SNA se encuen-
ciones alérgicas inmediatas (véase más adelante). tran el sistema adrenérgico o simpático (broncodilatador),
La presencia de eosinófilos y mastocitos activados en el cuyo neurotransmisor es la noradrenalina, el sistema coli-
epitelio y en la luz bronquial se traduce en el aumento de las nérgico o parasimpático (broncoconstrictor), con la acetil-
concentraciones de los productos elaborados por estas célu- colina como neurotransmisor, y el sistema no adrenérgico
las (histamina, prostaglandina D2 y leucotrienos). Las células no colinérgico (NANC). A su vez, este sistema se ha subdivi-
cebadas poseen en su superficie receptores para las IgE. Es- dido en NANC inhibidor (broncodilatador) y NANC estimu-

754
ASMA BRONQUIAL

Fosfolípoidos

PAF

Ácido araquidónico

5-lipoxigenasa Cicloxigenasa

Leucotrienos Prostaglandinas Tromboxanos Prostaciclina

LTB4 LTC4 LTE4 LTD4 PGE2 PGF2a PGD2

SRS-A

Fig. 5.30. Vías metabólicas del ácido araquidónico. PAF: factor activador de las plaquetas; SRS-A: sustancia de reacción lenta de la anafilaxia.
LT: leucotrieno; PG: prostaglandina.

lador (broncoconstrictor). Existen además fibras nerviosas cema. Como estas enfermedades solían presentarse en varios
amielínicas de tipo C responsables de recoger los estímulos miembros de una misma familia, se sospechó que existía una
dolorosos e irritativos que recibe la mucosa respiratoria. Du- predisposición hereditaria, a la que se denominó atopia. Pos-
rante los últimos años se han descubierto en las terminacio- teriormente se descubrió en el suero de algunos de estos
nes nerviosas un conjunto de polipéptidos conocidos como enfermos una sustancia que se denominó reagina, compro-
neuropéptidos. Los neuropéptidos mejor conocidos del sis- bándose en 1966 que se trataba de la IgE. La IgE es la respon-
tema NANC son el péptido intestinal vasoactivo (VIP), que sable de las reacciones alérgicas de tipo inmediato. A las per-
pertenece al sistema NANC inhibidor, y la sustancia P (SP), sonas que sufren reacciones de este tipo se las denomina
que actúa en el NANC estimulador. El VIP es el broncodila- atópicas. La definición de atopia es confusa, ya que muchos
tador más potente hasta ahora conocido. También está pre- individuos de la población muestran una tendencia a reac-
sente en las terminaciones colinérgicas y es capaz de redu- cionar frente a algunos antígenos ambientales (ácaros, póle-
cir el efecto constrictor de la acetilcolina, lo cual indica que nes), hecho demostrable mediante pruebas cutáneas o de
ejerce una labor de freno o reguladora de la acción bronco- laboratorio, y, no obstante, no desarrollan síntomas de enfer-
constrictora colinérgica. medad respiratoria (rinitis o asma), por lo que no pueden
Algunos datos clínicos y experimentales recientes sugieren considerarse atópicos de acuerdo con la definición de COCA
que la regulación del árbol bronquial por el SNA puede de- y COOKE. En la actualidad, la atopia se considera una condi-
sempeñar un papel relevante en el asma. La SP es bronco- ción hereditaria caracterizada por una respuesta inmunológi-
constrictora y vasodilatadora y se cree que interviene poten- ca excesiva, debida a la producción elevada de IgE frente a
ciando ambos fenómenos inicialmente desencadenados por sustancias del medio ambiente.
reacciones alérgicas en el árbol bronquial. Otros neuropépti- Estudios recientes han revelado que los pacientes atópi-
dos recientemente descubiertos son las taquicininas A y B, cos, definidos como tales mediante pruebas cutáneas positi-
que se encuentran en los mismos lugares que la SP y provo- vas y la demostración de niveles séricos de IgE elevados, tie-
can idénticos efectos. En el sistema sensitivo participan va- nen una anomalía en el cromosoma 11. Este hecho, sin
rios neuropéptidos, entre los cuales los mejor conocidos son embargo, no ha podido ser comprobado por todos los inves-
la ya citada SP, el péptido dependiente del gen de la calcito- tigadores y por ello la validez de la anomalía es motivo de
nina (PDGC) y las neurocininas A y B (NCA y NCB). Todos controversia. Probablemente, la anomalía genética responsa-
estos neuropéptidos causan broncoconstricción y vasodilata- ble influye en la síntesis exagerada de IgE. La formación de
ción. La enzima endopeptidasa neutra o encefalinasa, que es esta inumoglobulina por los linfocitos B está regulada por
segregada por diversas células, entre ellas las epiteliales, dos citocinas: la IL-4 y el interferón gamma (IFN-γ). La prime-
completa el mecanismo regulador del árbol bronquial, ya ra, como ya se ha señalado, es sintetizada por los linfocitos
que inactiva los péptidos liberados, evitando así, en condi- TH2, mientras que el IFN-γ es sintetizado por los TH1. Estu-
ciones fisiológicas, el efecto potencialmente nocivo de los dios recientes indican que la activación excesiva de los linfo-
neurotransmisores liberados. Dado que los péptidos citados citos TH2 sería la responsable de la producción excesiva de
ocasionan muchos de los trastornos típicos del asma, se ha algunas interleucinas, como la IL-4, capaces de activar la pro-
considerado la posibilidad de que contribuyan en la apari- ducción de IgE y de otras citocinas que atraen y activan los
ción de la enfermedad. Esta hipótesis considera la posibili- eosinófilos (IL-3, IL-5 y GM-CSF). Datos recientes también se-
dad de que exista una inflamación de origen nervioso (infla- ñalan la posibilidad de que la atopia y la hiperreactividad
mación neurogénica), iniciada con la destrucción por parte bronquial se hereden de manera independiente, aunque con
de la inflamación del epitelio bronquial, que dejaría al des- tendencia a expresarse conjuntamente.
cubierto las terminaciones nerviosas sensitivas, las cuales pa- La intervención de los mastocitos en el asma bronquial se
sarían a ser excesivamente estimuladas por los mediadores debe a la alta afinidad que tiene la IgE para fijarse en la
químicos inflamatorios, lo que a su vez ocasionaría la libera- membrana de estas células. Cuando se produce la reacción
ción masiva de neuropéptidos sensitivos (SP, PDGC, NCA y antígeno-anticuerpo sobre la superficie de los mastocitos, se
NCB) responsables del aumento de la broncoconstricción liberan los mediadores químicos anteriormente señalados,
y la permeabilidad vascular. los cuales causan cambios en la mucosa bronquial (contrac-
Alergia y atopia. 1. Atopia. En 1916, COCA y COOKE descri- ción de la musculatura lisa, edema e hipersecreción) que
bieron la frecuente asociación del asma con la rinitis y el ec- son los responsables de la obstrucción bronquial.

755
NEUMOLOGÍA

rinitis y asma bronquial. Dado que la exposición es estacio-


700 nal, de forma característica, los pacientes con alergia a los
pólenes desarrollan los síntomas en las épocas de poliniza-
600
ción. El tipo de pólenes responsables de provocar reacciones
alérgicas varía de una zona geográfica a otra. En España, en
la zona mediterránea los pólenes de las gramíneas, que sue-
500
len polinizar de abril a junio, y una hierba conocida con el
nombre de Parietaria judaica, que florece de marzo hasta
400
septiembre, son los responsables de numerosas rinitis y as-
mas. Entre los árboles destacan el olivo en el sur de la penín-
300 sula Ibérica y el abedul en el norte de Europa. En América
del Norte la ambrosía es causante de gran parte de las poli-
200 nosis.
Por su poder alergizante destaca el papel de los ácaros, so-
100 bre todo del Dermatophagoides pteronyssinus, que constituye
PEF la fracción más antigénica del polvo doméstico. Los antíge-
(L/min) nos responsables de las reacciones alérgicas han sido identi-
Provocación ficados; así, se sabe que son glucoproteínas excretadas con
15 min 30 min 1 h 6h 8h
Tiempo
las deyecciones de los ácaros. Otros ácaros que también pue-
de tener un papel en el asma alérgica son los de las especies
D. farinae, D. microceras y Euroglyphus maynei. Los alergenos
Fig. 5.31. Reacción alérgica inmediata y tardía. Obsérvese que tras mayores identificados se conocen con las siglas Der p I (D.
la provocación mediante la inhalación de un alergeno se producen pteronyssinus) y Der f I (D. farinae). Algunos estudios recien-
dos tipos de reacciones de obstrucción bronquial: una inmediata, que tes han demostrado que la exposición a cantidades de aler-
es máxima a los 15 min de la provocación, y otra tardía, que comien- geno superiores a 10 µg/g de polvo favorecen la aparición de
za a las 6 h. Esta última se inicia y se resuelve de forma más lenta que asma en los hijos de padres atópicos. Los ácaros proliferan
la primera. PEF: flujo espiratorio máximo o peak flow. sobre todo en ambientes húmedos y cálidos. Tienen dificul-
tades para sobrevivir en cotas superiores a los 1.000 m, don-
de predomina el clima seco con temperaturas bajas. Moque-
2. Reacciones alérgicas inmediatas y tardías. La inhalación tas, alfombras, librerías, armarios de ropa y, sobre todo,
de un alergeno por un asmático sensible a aquél suele produ- colchones y almohadas son los lugares donde proliferan rá-
cir una obstrucción bronquial que se inicia a los 10-15 min y pidamente los ácaros.
que mejora al cabo de 30-60 min. En algunos pacientes puede Otros antígenos responsables de crisis asmáticas son los
aparecer una reacción tardía, que suele comenzar unas horas procedentes de los animales domésticos (perros, gatos) o de
más tarde y que se caracteriza por ser de desarrollo más lento laboratorio (cobaya, rata, hámster). Los caballos también
y prolongado (fig. 5.31). Las reacciones inmediatas pueden pueden en ocasiones producir asma alérgica. Más raros son
ser prevenidas en parte por antihistamínicos, betadrenérgicos los casos de asma provocados por pájaros, insectos, cucara-
y cromoglicato sódico. Este último y los glucocorticoides pue- chas, orugas y larvas. Los hongos aerógenos constituyen otro
den impedir el desarrollo de la reacción tardía. grupo de alergenos cuya importancia real no es bien conoci-
3. Alergenos. Los antígenos o alergenos capaces de desen- da debido a las dificultades que plantea su estudio. Entre
cadenar reacciones de hipersensibilidad inmediata y tardía ellos destacan: Alternaria, Aspergillus fumigatus, Pullularia,
suelen ser sustancias procedentes del medio ambiente: póle- Cladosporium y Penicillium.
nes, ácaros del polvo de las casas, hongos, sustancias dérmi- En los niños asmáticos, los alimentos constituyen una cau-
cas de origen animal y sustancias químicas de origen indus- sa desencadenante poco frecuente de crisis asmáticas. Los
trial (tabla 5.33). Los pólenes son una causa frecuente de huevos, las nueces, los cacahuetes, la soja, el pescado, la le-
che y el chocolate son los alimentos involucrados con mayor
frecuencia. En los adultos es excepcional que los alimentos
causen agudizaciones del asma como única manifestación
TABLA 5.33. Principales alergenos causantes de asma alérgica de la reacción alérgica. Cuando la reacción pulmonar es de-
Pólenes sencadenada por alimentos, generalmente forma parte de
De gramíneas silvestres: Lollium sp (ballico), Dactylis sp una reacción generalizada con urticaria y angioedema. Algu-
(caracolillos), Poa pratensis, Phleum (hierba timotea), nos asmáticos con alergia a los pólenes pueden presentar
Cynodon sp (grama) reacciones cruzadas con alimentos (frutas y vegetales). En
De gramíneas cultivadas (cereales): Secale cereale (centeno), algunos pacientes las bebidas alcohólicas (cerveza, vino,
Triticum sativum (trigo), Avena sativa cava) pueden, por mecanismos desconocidos, ocasionar
De hierbas, malezas y flores: Plantago lanceolata (llantén),
Parietaria judaica, Taraxacum (diente de león) broncospasmo.
Árboles ornamentales y frutales: Olea sp (olivo), Fraxinus sp La lista de alergenos se amplía con numerosos productos
(fresno), Quercus (encina), Corylus avellana (avellano), (antibióticos, enzimas, polvos vegetales) que, presentes en el
Ulmus sp (olmo) medio laboral, pueden ocasionar asma por mecanismos alér-
gicos (véase Asma profesional, más adelante).
Ácaros Hiperreactividad bronquial. La hiperreactividad bronquial
Dermatophagoides pteronyssinus, D. farinae, Tyrophagus sp, se define como la tendencia del árbol bronquial a la respues-
Sytophilus granarium. El polvo es una mezcla de ta broncoconstrictora excesiva frente a estímulos de diversa
componentes inorgánicos y orgánicos de origen animal,
vegetal y microrganismos índole (físicos o químicos). No se puede establecer una clara
distinción entre la reactividad fisiológica y la reactividad ex-
Hongos aerógenos cesiva (hiperreactividad), ya que cuando se mide la respues-
Alternaria sp, Aspergillus sp, Penicillium sp, Cladosporium sp, ta broncoconstrictora frente a un estímulo, como la histami-
Pullularia sp, Mucor sp, Fusarium sp, Botrylis sp, na, se observa que el grado de reactividad se distribuye de
Stemphyllium sp, royas forma unimodal, encontrándose en la población sana indivi-
duos con diversos grados de reactividad. La mayoría de los
Animales asmáticos son hiperreactivos y por ello se ubican en la parte
Epitelios de gato, perro, rata, plumas, caspa de caballo, fluidos
biológicos (orina y saliva de gato y ratas) de la curva de distribución que corresponde a los individuos
que reaccionan con más intensidad. Por otro lado, hay indi-

756
ASMA BRONQUIAL

viduos sanos que pueden presentar hiperreactividad bron- de asma persistente. En ocasiones, algunos pacientes evolu-
quial acusada y, sin embargo, no tienen síntomas asmáticos. cionan con rapidez a la cronicidad tras un corto período de
La reactividad bronquial puede evaluarse mediante estí- tiempo de síntomas intermitentes. Muchos enfermos relacio-
mulos químicos (metacolina, histamina) o físicos (ejercicio, nan el inicio de su enfermedad con un episodio catarral de
hiperventilación). Se ha podido comprobar que el grado de aparente etiología vírica. La tos y la disnea del asma persis-
hiperreactividad frente a la metacolina o la histamina se co- tente suelen sufrir oscilaciones, que pueden guardar relación
rrelaciona con la gravedad del asma. El grado de reactividad con alguna enfermedad específica u ocurrir sin causa apa-
bronquial en los individuos sanos puede variar; así, se han rente. La alergia como causa desencadenante es detectada
podido comprobar aumentos transitorios de la reactividad en una proporción baja de pacientes en comparación con el
tras infecciones víricas o tras la exposición al ozono. En los asma intermitente, aunque un número no despreciable de
asmáticos, además de los factores mencionados, la exposi- asmas persistentes se deben a la exposición continuada a
ción a los alergenos a los que son sensibles puede también alergenos (ácaros, animales domésticos, alergenos labora-
incrementar de manera considerable la reactividad bron- les). Algunos pacientes relacionan las oscilaciones de sus
quial. El hecho de que en el asma la disminución de la infla- síntomas con cambios en el clima y en su situación anímica
mación bronquial se acompañe de la disminución del grado o con la existencia de irritantes ambientales. Es muy caracte-
de hiperreactividad bronquial, ha llevado a pensar que am- rístico del asma persistente que los síntomas empeoren du-
bos fenómenos están relacionados. También se ha relaciona- rante las primeras horas de la madrugada. Si se realiza un
do la acentuada reactividad bronquial de los pacientes as- control continuado de la función ventilatoria, por ejemplo,
máticos con diversas anomalías del sistema nervioso que mediante la determinación del pico de flujo espiratorio
regulan la apertura y el cierre del árbol bronquial. La hiper- (PEF), se observa que la obstrucción bronquial sigue un rit-
reactividad bronquial se ha atribuido, entre otras, a anormali- mo circadiano y se acentúa sobre todo por las mañanas.
dades de la inervación adrenérgica, a alteraciones en las ca- Cuando la diferencia entre los valores del flujo máximo co-
tecolaminas circulantes, a defectos de los receptores β y al rrespondientes a la madrugada y al resto del día es pronun-
aumento anormal del tono vagal. No se ha podido demostrar ciada, se considera que el asma muestra un patrón de caídas
la veracidad de ninguna de estas teorías. matutinas (fig. 5.32). Se desconoce el origen de este tipo de
oscilaciones, que se atribuyen a la ampliación exagerada
Formas clínicas del asma bronquial. Desde el punto de de un fenómeno que ocurre en las personas sanas, ya que en
vista clínico el asma se clasifica en: intermitente, persistente éstas las resistencias bronquiales también oscilan, aunque de
o crónica y atípica. forma menos acentuada que en los asmáticos. Con cierta fre-
Asma intermitente. Se caracteriza por cursar con episodios cuencia, las oscilaciones en los síntomas del asma no se co-
de disnea con sibilancias, de intensidad variable, intercala- rresponden con fenómenos responsables detectables a los
dos con períodos asintomáticos. Esta forma clínica predomi- cuales atribuir el empeoramiento de los síntomas. En estos
na en la infancia. Los episodios pueden estar relacionados casos, es frecuente observar en las gráficas del PEF oscilacio-
con causas desencadenantes alérgicas o no alérgicas (ejerci- nes erráticas que incluso ocurren cuando el paciente recibe
cio, exposición a tóxicos ambientales, infecciones víricas) o tratamiento antiasmático adecuado. A este modelo de asma
no mostrar relación con causas evidentes. El número de epi- se lo denomina asma lábil. El asma persistente tiene peor
sodios asmáticos puede ser muy variable de un paciente a pronóstico que el intermitente, y el paciente con esta forma
otro y en un mismo individuo en diversas épocas. Así, por clínica rara vez llega a curarse y suele requerir tratamiento y
ejemplo, en el asma polínica los síntomas aparecen en pri- supervisión médica de por vida.
mavera y verano y, luego, el paciente permanece asintomáti- Asma atípica. En algunos asmáticos la enfermedad se pre-
co. En otras ocasiones, las crisis sólo aparecen en relación senta en forma de tos persistente, disnea de esfuerzo y/u
con hechos concretos, como el trabajo esporádico con una opresión torácica.
sustancia desencadenante de ataques asmáticos. También es La relevancia de la tos en la historia de los pacientes lleva
variable la intensidad de las crisis, que pueden ser leves, per- a orientaciones diagnósticas erróneas y a exploraciones mal
cibidas como ligeras opresiones torácicas, o presentarse en indicadas. El diagnóstico de asma atípica debe considerarse
forma de ataques de gran intensidad. Cuando la crisis es in- sobre todo si la tos se acompaña de sibilancias y la explora-
tensa el paciente experimenta sensación de dificultad respi- ción de la función ventilatoria muestra una obstrucción
ratoria, sobre todo durante la inspiración. El aumento del tra-
bajo respiratorio es evidente al advertirse la utilización de los
músculos auxiliares de la ventilación, por lo cual el paciente
debe permanecer sentado. Asimismo, suelen auscultarse PEF (L/min)
abundantes roncus y sibilancias. En general, el asma intermi-
tente tiene buen pronóstico, ya que en muchos casos se ob-
serva mejoría de los síntomas a lo largo de los años o persis-
tencia de una situación estacionaria con síntomas leves. Es
relativamente frecuente que en los niños con asma intermi- 700
tente los síntomas de la enfermedad mejoren, e incluso desa- 600
parezcan, al llegar a la adolescencia.
Asma persistente o crónica. Se caracteriza por la presencia 500
de síntomas continuos en forma de tos, sibilancias y sensa- 400
ción disneica oscilante y variable en su intensidad. Los sínto-
mas suelen aumentar por las noches, especialmente durante 300
las primeras horas de la madrugada. El empleo diario de fár- 200
macos broncodilatadores es obligado en estos pacientes, los
cuales con frecuencia presentan agudizaciones graves de su 100
enfermedad. Esta forma de presentación clínica es poco fre-
cuente en el asma infantil y suele observarse en los asmáti- Días
cos que inician la enfermedad en la edad adulta, aunque en
algunos casos se recoge en la historia clínica la existencia de Fig. 5.32. Gráfica que ilustra la medición diaria (mañana y noche)
asma intermitente en la infancia que posteriormente se croni- del flujo espiratorio máximo (PEF) o peak flow. Se observa una nota-
fica. Algunos pacientes refieren el antecedente de asma en la ble variación entre ambas determinaciones, cuyos valores más bajos
infancia que, tras desaparecer al llegar a la adolescencia, se corresponden a las mediciones de la mañana. A este patrón se le de-
reinicia de nuevo en la edad adulta, pero esta vez en forma nomina de caídas matutinas.

757
NEUMOLOGÍA

Días 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Hora 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24 8 12 18 24

4
PEF (L/min)

Control Inicio del tratamiento con glucocorticoides

Fig. 5.33. Gráfica en la que se muestra la evolución del flujo espiratorio máximo (PEF) o peak flow de un paciente diagnosticado de bronquitis
crónica obstructiva, en el que se pudo comprobar la reversibilidad de la obstrucción al administrarle tratamiento con prednisona (30 mg/día). Las
pronunciadas oscilaciones del grado de obstrucción bronquial, dependientes de la hora de medición del flujo máximo (mañana o noche), son asi-
mismo muy sugestivas de asma bronquial.

bronquial reversible con un borncodilatador. Una prueba te- dad, hecho que el paciente advierte por la aparición de dis-
rapéutica con broncodilatadores y glucocorticoides inhala- nea ante esfuerzos mínimos. El empleo de broncodilatadores
dos ayuda a discernir si la tos del paciente es, o no, de etiolo- es continuo y el asmático percibe que su efecto es inferior al
gía asmática (fig. 5.33). No es raro observar enfermos habitual y que la duración de su acción broncodilatadora se
asmáticos adultos que presentan clínica sugestiva de enfer- acorta día a día. Finalmente, la progresión de la obstrucción
medad obstructiva crónica fija (tos, expectoración y disnea lleva al paciente a una situación crítica que obliga a su trasla-
de esfuerzo), es decir, sin oscilaciones notables en la intensi- do a un servicio de urgencias hospitalario.
dad de los síntomas y que rara vez sufren episodios disneicos Otra forma de AGA es la de presentación súbita, que se ca-
recortados típicos de un ataque asmático. Estos pacientes racteriza por la aparición en minutos de un cuadro grave de
son diagnosticados de bronquitis crónica y tratados con anti- obstrucción en un paciente aparentemente estable. Estas for-
bióticos de amplio espectro y mucolíticos. La respuesta a es- mas súbitas pueden ocurrir de forma epidémica o aislada. El
tos tratamientos suele ser escasa o nula. Sólo cuando el pa- asma epidémico se ha detectado en grandes ciudades, como
ciente es considerado asmático y tratado como tal, mediante son los casos de Nueva Orleans, Nueva York, Brisbane y Bar-
broncodilatadores y glucocorticoides inhalados, la sintoma- celona. Estos episodios se caracterizan por afectar al mismo
tología del enfermo mejora de forma notable. tiempo a varios asmáticos residentes en la ciudad. En el caso
de Barcelona se pudo descubrir que el polvo de soja era el
Exploración física. Los roncus y las sibilancias son los sig- responsable de las epidemias. Ante un paciente con AGA sú-
nos característicos del asma bronquial. En las intercrisis el bita es obligado descartar que el ataque esté relacionado
asma puede cursar con una exploración física normal, aun- con la ingesta de antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
que no es raro auscultar sibilancias en enfermos asintomáti- Debe recordarse que este tipo de fármacos se encuentra en
cos. En la mayoría de los pacientes con asma persistente se numerosos preparados farmacéuticos empleados en el trata-
auscultan roncus y sibilancias. Sin embargo, la auscultación miento de muchas y variadas enfermedades. Algunos pacien-
puede ser normal incluso en algunos pacientes que afirman tes presentan agudizaciones graves y súbitas en repetidas
tener síntomas diarios y en los que las pruebas de función ocasiones y sin motivo aparente. Es posible que factores am-
pulmonar demuestran obstrucción bronquial. En los asmáti- bientales, alérgicos o no, sean responsables de estos episo-
cos con agudización grave, la obstrucción es en ocasiones dios. Recientemente se ha descrito la alergia a un hongo, la
tan acentuada que el tórax puede mostrarse mudo, es decir, Alternaria alternata, como responsable de agudizaciones as-
no ofrecer ruidos respiratorios adventicios. Este hecho no máticas súbitas.
debe interpretarse como un signo de obstrucción leve, ya Clínicamente los síntomas y signos de gravedad permiten
que precisamente señala lo contrario. En el asma persistente clasificar a los pacientes en dos categorías: a) extrema grave-
iniciado en la infancia pueden observarse deformaciones to- dad, que obliga a considerar inmediatamente maniobras ex-
rácicas en forma de tórax de pichón o tórax en tonel. traordinarias que incluyen la ventilación mecánica y b) poten-
cial gravedad, que permite iniciar medidas terapéuticas que
Agudización grave del asma. Se considera que una agudi- no incluyen inicialmente la ventilación mecánica. En los ca-
zación del asma es grave cuando requiere el inicio inmedia- sos con extrema gravedad, la presencia de una de las siguien-
to de tratamiento enérgico bajo supervisión médica hasta su tes características indica la existencia de una situación límite:
resolución. Existen dos tipos de agudización grave del asma cianosis, bradicardia y confusión, inconsciencia o agotamien-
(AGA) de acuerdo con la instauración de la gravedad del to. En los casos potencialmente graves, la presencia de alguno
ataque. La forma más frecuente es la subaguda, en la cual el de los siguientes datos señala una agudización grave que obli-
empeoramiento del asma ocurre de manera progresiva a lo ga a establecer tratamiento bajo observación continuada: si-
largo de varios días o semanas. Habitualmente, el paciente lencio pulmonar a la auscultación, frecuencia respiratoria ele-
comienza presentando síntomas nocturnos que le impiden vada (superior a 25 respiraciones/min), taquicardia (superior
dormir con normalidad. Posteriormente, los síntomas tam- a 120 lat/min), PEF inferior a 200 L/min y pulso paradójico (ca-
bién se producen durante el día y progresan en su intensi- ída de la tensión arterial sistólica más de 10 mmHg).

758
ASMA BRONQUIAL

TABLA 5.34. Evolución de los gases arteriales y del equilibrio ciente. Entre los alergenos más comunes destacan: ácaros
ácido-básico en la agudización del asma del polvo de las casas, pólenes, sustancias dérmicas proce-
dentes de los animales domésticos y mohos (tabla 5.33).
Fases I II III IV En España, los ácaros (Dermatophagoides pteronyssinus y
pO2 N ↓ ↓↓ ↓↓↓ D. farinae) son los alergenos más comunes. Cuando alguna
pCO2 ↓ ↓ N ↑ actividad moviliza los alergenos (barrer, consultar libros, ex-
pH ↑ ↑ N ↓ traer ropa de un armario), se facilita su dispersión en el aire
N: normal.
y, por consiguiente, su inhalación, que provoca síntomas en
las personas alérgicas. En el caso de los pólenes, el carácter
estacional de las manifestaciones permite, en la mayoría de
Para valorar adecuadamente la gravedad de una agudiza- los casos, detectar su origen. Los alergenos procedentes
ción asmática se debe realizar siempre una gasometría arte- de los animales domésticos (gatos y perros) son también res-
rial y un balance ácido-básico. En el ataque asmático la evo- ponsables de un número no despreciable de asmas alérgi-
lución de los gases arteriales puede dividirse en cuatro cas. El diagnóstico de alergia a los hongos a través de la his-
estadios (tabla 5.34) (véase Función pulmonar, más adelan- toria es en general difícil y los pacientes rara vez pueden
te). Cuando la agudización es súbita el paciente puede llegar relacionar sus síntomas con la exposición a hongos en luga-
a la situación más avanzada sin pasar por los pasos previos. res húmedos (bodegas, fábricas de quesos) o de objetos que
La presencia de normocapnia con hipoxemia moderada no contienen hongos (legajos antiguos).
debe interpretarse como sinónimo de benignidad del ata- El diagnóstico de alergia se establece a partir de la anam-
que; todo lo contrario, son datos que señalan que la intensi- nesis y se confirma mediante pruebas cutáneas o análisis de
dad de la obstrucción es acentuada y que el paciente está en laboratorio [prueba radioalergosorbente (RAST) o enzimoin-
situación de peligro (tabla 5.34). munoanálisis (ELISA)] (fig. 5.34).
La existencia de ingresos hospitalarios previos y el antece- Asma profesional. Son numerosas las profesiones relacio-
dente de asma persistente corticodependiente son datos que nadas con el asma (tabla 5.35). La enfermedad puede estar
sugieren gravedad potencial del ataque asmático. inducida por reacciones alérgicas, por pura irritación sobre
los receptores del epitelio bronquial o por mecanismos des-
Factores desencadenantes del asma. Alergia. La alergia es conocidos. En el primer caso, los síntomas asmáticos suelen
el desencadenante más frecuente de asma bronquial. La ma- aparecer tras un período de latencia, cuya duración depen-
yoría de los alergenos responsables son proteínas proceden- de del grado de predisposición individual a desarrollar reac-
tes de los reinos vegetal y animal. Los alergenos involucrados ciones de hipersensibilidad inmediata y del tipo y grado de
varían de acuerdo con el ecosistema en el que vive el pa- la exposición. Los síntomas respiratorios pueden presentarse

Alergeno acoplado Muestra problema conteniendo Complejo disco-alergeno-IgE IgE no alergeno-específica


a disco de papel IgE alergeno-específica
e IgE no alergeno-específica

Complejo disco-alergeno-IgE Anti-IgE-125I Complejo disco-alergeno IgE-anti-IgE-125I

Fig. 5.34. Esquema de la prueba radioalergosorbente (RAST), técnica empleada para demostrar la existencia de anticuerpos IgE específicos
frente a determinados alergenos (pólenes, ácaros, animales domésticos). La prueba consiste en acoplar el antígeno a un disco de papel, el cual se
incuba luego en una muestra que contiene IgE o que se supone que contiene el citado anticuerpo. En el caso de que existan anticuerpos frente al
alergeno en cuestión, se formará un complejo disco-alergeno-IgE, del cual mediante lavado se extraerá la IgE no dirigida específicamente contra el
alergeno. A continuación se enfrenta el complejo a una anti-IgE específica marcada radiactivamente y, por último, se mide la cantidad de ésta me-
diante un contador de radiaciones.

759
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.35. Causas de asma profesional mastocitos y eosinófilos, pueda contribuir en la aparición de
asma.
Antígenos Profesión Infecciones. Es frecuente que los enfermos asmáticos seña-
De origen animal len el comienzo de su enfermedad a partir de infecciones de
Caballo, cobaya, rata, Campesinos, zoólogos, las vías aéreas superiores. El papel de las infecciones bacte-
hámster personal de laboratorio rianas es desconocido y no se sabe si estos pacientes tienen
realmente más propensión a desarrollar este tipo de compli-
De origen vegetal caciones que la población sana.
Polvo de cereales Panaderos, agricultores
Lino, cáñamo, yute, Tapiceros, tejedores Emociones y personalidad. La hipnosis y la sugestión pue-
miraguano den provocar broncoconstricción. No es infrecuente que las
Café, té, aceite de ricino Trabajadores expuestos emociones fuertes desencadenen o empeoren las crisis de
Maderas (exóticas, nogal, Ebanistas, carpinteros broncospasmo en los pacientes. En contra de una opinión
pino) muy extendida, nunca se ha podido demostrar que el origen
Gomas vegetales (arábiga, Impresores, industria del asma resida en un trastorno psicológico, ya que no se co-
de acacia) farmacéutica nocen casos convincentes de individuos sanos que hayan
Látex Personal médico iniciado su enfermedad únicamente por motivos emociona-
Polvo de ispaghula (laxante) Personal médico
les. Algunos estudios han mostrado que la personalidad pue-
Químicos de influir sobre el pronóstico de la enfermedad, ya que se ha
Platino, cromo Químicos, operarios metales observado que el riesgo de muerte por asma es más elevado
preciosos en los pacientes que padecen ansiedad y depresión.
Antibióticos (penicilina, Laboratorios farmacéuticos Fármacos. Los fármacos que pueden provocar agrava-
ampicilina, espiramicina) miento del asma son los AINE y los bloqueadores beta. La in-
Enzimas proteolíticas Laboratorios farmacéuticos, tolerancia a los AINE es excepcional en el asma infantil, pero
industrias de alimentación puede afectar al 10-20% de la población asmática adulta
y plásticos
Isocianatos Aislamiento térmico y acústico atendida en un hospital. Algunos pacientes reaccionan ante
Aluminio, acetileno Soldadores pequeñas cantidades de ácido acetilsalicílico (5-10 mg),
Etilenodiamina Barnizadores mientras que otros necesitan recibir dosis más altas para des-
Resina epóxida Pintores, barnizadores, arrollar ataques de asma (300-500 mg). Aunque se descono-
soldadores ce el mecanismo responsable de la aparición de este fe-
Metacrilato Protésicos dentales nómeno, se ha podido demostrar que durante los ataques
Anhídridos ácidos Fabricación de plásticos, de asma producidos por los AINE aumenta la producción de
adhesivos y resinas leucotrienos y que dichas reacciones pueden prevenirse me-
industriales
diante la administración de antileucotrienos. Estos hechos
hacen suponer que, por mecanismos desconocidos, la inhi-
bición de la cicloxigenasa, propiedad común a todos los
de forma diversa. En algunos pacientes se observa una res- AINE, provoca el aumento de leucotrienos, los cuales se-
puesta inmediata tras la exposición. En otros casos, los sínto- rían los responsables de la reacción broncospástica. Dado
mas aparecen varias horas después del contacto, por ejem- que los asmáticos intolerantes a los AINE pueden serlo frente
plo por la noche, lo que no permite establecer fácilmente a todos los productos de esta estirpe farmacológica, deben
una relación causa-efecto y, por consiguiente, el desencade- extremarse las precauciones al administrar un analgésico o
nante puede pasar inadvertido. Algunos pacientes presentan antiinflamatorio a estos pacientes.
reacciones inmediatas y tardías, mientras que en otros los La anamnesis en estos casos se caracteriza por la presen-
síntomas son continuos, por ejemplo en forma de disnea de cia de rinosinusitis crónica con poliposis nasal. Es habitual
esfuerzo, sin oscilaciones ni agudizaciones. En estos asmáti- que una rinitis con intensa hidrorrea preceda el comienzo
cos suele contemplarse todo tipo de diagnósticos (insufi- del asma. La rinitis con frecuencia se acompaña de anosmia.
ciencia cardíaca, enfisema pulmonar) antes de llegar al El asma puede iniciarse meses o años después del comienzo
diagnóstico de la enfermedad real que sufre el paciente. El de la rinitis. En ocasiones el primer ataque de asma es desen-
alejamiento de la fuente de exposición (baja laboral, vaca- cadenado por un AINE. Los asmáticos con intolerancia a los
ciones o fines de semana) y la consiguiente mejoría de los AINE suelen sufrir asma persistente de díficil control y con
síntomas permiten sospechar el origen profesional de la en- frecuencia requieren tratamiento con glucocorticoides. El
fermedad. paracetamol y algunos salicilatos suelen ser bien tolerados
Se puede confirmar el diagnóstico comparando los valo- por la mayoría de los pacientes y son los fármacos analgési-
res del PEF obtenidos mientras el paciente está expuesto con cos y antiinflamatorios de elección. Dado que algunos pa-
los registrados durante los períodos que permanece alejado cientes pueden desarrollar crisis de asma con estos fárma-
de su puesto de trabajo. Si hay dudas en el diagnóstico se cos, es conveniente realizar una prueba administrando el
puede recurrir a pruebas de provocación. producto bajo supervisión médica.
Ejercicio e hiperventilación. El asma puede aparecer des- Los fármacos bloqueadores beta pueden empeorar el
pués de realizar un esfuerzo. Se ha comprobado que la hiper- asma en los enfermos asmáticos hipertensos y los afectos de
ventilación y el esfuerzo están relacionados. El mecanismo glaucoma.
responsable de este fenómeno es desconocido. Cuando el Reflujo gastroesofágico. El empeoramiento del asma se ha
aire que respira el paciente es seco y frío el ejercicio desen- atribuido en algunos casos a la presencia de hernia de hiato
cadena el asma más fácilmente. La importancia de la tempe- y reflujo gastroesofágico. No se sabe si la respuesta bronco-
ratura del aire y su grado de humedad en el desencadena- constrictora es el resultado de un reflejo iniciado en la irrita-
miento del asma ha hecho también suponer que los cambios ción de la mucosa esofágica y transmitido luego por vía va-
de temperatura de la mucosa podrían actuar como estímulo gal a las vías respiratorias o bien es consecuencia de un
sobre los mastocitos, provocando su desgranulación y la li- estímulo irritante producido por la aspiración del contenido
beración de sustancias broncoactivas como la histamina. gástrico, altamente irritante, hacia las vías aéreas. La aplica-
También se ha sugerido que los cambios osmóticos produci- ción de medidas terapéuticas ha ofrecido resultados contra-
dos por la hiperventilación son los que desencadenan la acti- dictorios y, en general, pobres. No obstante, algunos enfer-
vación mastocitaria. Recientemente se ha comprobado que mos pueden presentar una gran mejoría tras la corrección
los fármacos con acción antileucotriénica previenen el desa- quirúrgica de la hernia, por lo que es muy conveniente con-
rrollo de asma tras el ejercicio, lo cual hace suponer que una siderar este tratamiento, sobre todo, en casos de asma rebel-
liberación excesiva de estos productos, quizás a partir de los de al tratamiento antiasmático.

760
ASMA BRONQUIAL

Menstruación y embarazo. Algunas mujeres (un estudio se- luarse mediante la medición seriada del PEF. Los aparatos
ñala que una de cada tres) refieren que los días previos a la medidores del PEF son sencillos y manejables, lo que permi-
menstruación empeoran sus síntomas. El embarazo puede te al enfermo realizar la valoración repetida de su capacidad
repercutir sobre la evolución de la enfermedad asmática de ventilatoria (figs. 5.32 y 5.33). La obstrucción bronquial rever-
todas las maneras posibles: el asma puede permanecer igual, sible espontáneamente o por la acción del tratamiento es
mejorar o empeorar. Los mecanismos responsables de la in- otra de las propiedades del asma. La reversibilidad puede ser
fluencia de los cambios hormonales durante el ciclo mens- total o incompleta (reversibilidad parcial).
trual y el embarazo en el asma son por ahora desconocidos. Cuando se utiliza la espirometría forzada, la presencia de
obstrucción bronquial se traduce en la disminución del volu-
Exploraciones complementarias. Análisis del esputo. La men espiratorio máximo en el primer segundo (FEV1), ya
eosinofilia en sangre y en esputo es un hecho frecuente en que el aumento de las resistencias bronquiales enlentece el
los asmáticos. En el esputo de los asmáticos pueden encon- vaciado de los pulmones. Cuando la obstrucción bronquial
trarse espirales de Curschmann (constituidas por material es acentuada, la capacidad vital forzada (FVC) también sue-
mucinoso compuesto de glucoproteínas, cristales y células) le disminuir. Esta disminución es consecuencia del atrapa-
y cristales de Charcot-Leyden, que son estructuras de forma miento aéreo secundario a la obstrucción bronquial, lo que
espicular originadas en productos procedentes de los eosinó- ocasiona el aumento del volumen residual del pulmón, y
filos, como la proteína catiónica eosinófila. También pueden con ello, la disminución de la capacidad vital. Cuando la
observarse agregados de células epiteliales, denominados obstrucción es muy acentuada, puede llegar a producirse el
cuerpos de Creola. aumento de la capacidad pulmonar total. La obstrucción
Radiología. La radiografía de tórax suele ser normal en la bronquial ocasiona alteraciones en la ventilación alveolar,
mayoría de los asmáticos; sólo en los pacientes con asma puesto que algunas zonas del pulmón están mal aireadas. Si
persistente de inicio en la infancia se pueden observar signos en estas zonas la perfusión se mantiene de manera adecua-
de hiperinsuflación. En todo enfermo asmático es conve- da, la relación entre ventilación y perfusión se ve alterada,
niente contar con una radiografía de tórax. La repetición de con el consiguiente desarrollo de hipoxemia. Cuando la obs-
esta exploración está indicada en las crisis de asma resisten- trucción es extrema, la entrada de aire en la zona de inter-
tes a la terapéutica, cuando la crisis se presenta con dolor to- cambio gaseoso puede ser tan pobre que se llegue a produ-
rácico y si el paciente tiene fiebre o afección del estado ge- cir hipoventilación alveolar, que acentúa aún más el
neral. desequilibrio en el intercambio de gases.
Métodos diagnósticos inmunológicos. 1. Pruebas alérgicas En la fase inicial de los ataques asmáticos se producen hi-
cutáneas. Es el método más sencillo, sensible y específico perventilación y tendencia a la alcalosis respiratoria con des-
para corroborar una historia de alergia como factor desenca- censo de la pCO2. Esta hiperventilación es producida por es-
denante del asma. Estas pruebas se realizan colocando en la tímulos nociceptivos procedentes de la mucosa bronquial
piel (generalmente del antebrazo) unas gotas de soluciones irritada. A medida que el ataque progresa, se observa la dis-
que contienen los diversos alergenos que se desea estudiar. minución de la pO2 y la normalización de la pCO2. En las fa-
Mediante una lanceta se realiza una punción superficial de ses más avanzadas la hipoxemia se acentúa y aparecen hi-
la epidermis (método de la picadura). Si existe alergia, se percapnia y acidosis. Esta última suele ser mixta, ya que al
producirá una reacción en forma de eritema y edema (pápu- descenso del pH ocasionado por la hipercapnia se le añade
la). Para llevar a cabo la prueba debe cumplirse una serie de la acidosis metabólica, debida a que el desequilibrio produ-
requisitos, entre los que se incluyen suprimir con suficiente cido por el aumento del trabajo respiratorio y la disminución
antelación el tratamiento con antihistamínicos, utilizar aler- en el aporte de oxígeno ocasiona acidosis láctica. La normo-
genos de calidad y emplear una solución control para des- capnia y la hipoxemia moderada son signos de alarma y, por
cartar reacciones inespecíficas. consiguiente, se debe considerar que el estado del paciente
2. Determinación de la IgE. Valores de IgE sérica superio- es grave e instaurar tratamiento adecuado bajo supervisión
res a 100 UI/mL (240 µg/L) suelen considerarse anormalmen- médica continuada (tabla 5.34).
te altos. Este dato tiene escaso valor práctico; por una parte,
los valores de la IgE varían con la edad y, por otro, diversos Tratamiento. La terapéutica actual del asma se lleva a cabo
factores aparentemente no inmunológicos pueden aumentar mediante medidas preventivas y tratamiento farmacológico.
el valor de esta inmunoglobulina, como es el caso del hábito Con las primeras, se pretende disminuir o, incluso, suprimir
tabáquico. Además, individuos claramente alérgicos pueden la exposición a los agentes desencadenantes. El tratamiento
presentar valores normales de IgE. Mayor relevancia tiene un farmacológico está dirigido a disminuir la inflamación (glu-
valor muy elevado de IgE, ya que una vez descartadas las pa- cocorticoides inhalados y nedocromilo sódico), reservando
rasitosis, este dato es muy sugestivo de alergia. los broncodilatadores para un papel paliativo de los episo-
3. Determinación de la IgE específica. Los métodos más dios de broncoconstricción.
utilizados son el radioinmunoanálisis y el enzimoinmunoaná- Broncodilatadores. 1. Betamiméticos. Existen dos tipos de
lisis. Estos métodos no aportan ventaja adicional alguna a la betamiméticos, los de acción corta y los de acción prolonga-
clásica prueba cutánea, ya que son menos sensibles y, ade- da. Entre los de acción corta los más empleados son salbuta-
más, más caros. Su empleo debe quedar reservado para los mol, terbutalina, carbuterol y fenoterol. Una vez administra-
casos en los que la prueba cutánea no se pueda realizar o dos, su efecto se inicia a los pocos minutos, es máximo a los
produzca reacciones inespecíficas (fig. 5.34). 15 y dura aproximadamente 6 h. Las vías de administración
4. Función pulmonar. El estudio de la capacidad ventilato- de estos fármacos son: aerosólica, oral, intravenosa, subcutá-
ria es fundamental en la valoración del enfermo asmático ya nea e intramuscular. La vía aerosólica es la mejor, ya que es
que ofrece información objetiva sobre la gravedad de la en- la más eficaz y la que ocasiona menos efectos secundarios.
fermedad. El asma bronquial se caracteriza por la presencia Los broncodilatadores se administran con dos tipos de inha-
de una obstrucción bronquial que es variable y reversible. La ladores, unos que actúan a presión y en los que el producto
variabilidad en la resistencia de las vías aéreas es un fenóme- va disuelto en una mezcla de componentes orgánicos, y
no constantemente presente en los asmáticos, que se traduce otros en forma de polvo seco que no requieren propelentes.
en cambios en la intensidad de la obstrucción de las vías La utilización de los aparatos debe explicarse con detalle al
aéreas siguiendo un ritmo circadiano, en el que destaca el paciente y comprobar si realiza correctamente la operación.
aumento de las resistencias en las primeras horas de la ma- Con los sistemas que utilizan propelentes es necesario que el
ñana. Esta variabilidad del asma también se puede observar paciente sepa coordinar los movimientos de la mano que ac-
a lo largo de los días, con cambios erráticos de un día a otro, ciona el inhalador y la respiración. Para ello debe seguir los
sin que se pueda establecer una relación con alguna causa siguientes pasos: a) quitar el tapón y agitar el cartucho; b)
que lo explique. La variabilidad de la obstrucción suele eva- colocar el inhalador en la boca con los labios cerrados a su

761
NEUMOLOGÍA

alrededor; c) soplar hacia fuera a través del cartucho para va- TABLA 5.36. Factores que intervienen en el metabolismo
ciar los pulmones; d) aspirar lentamente el aire por la boca a de la teofilina
través del inhalador, accionar el sistema 1 o 2 seg después de
iniciada la inspiración y seguir aspirando lentamente hasta el Aceleran el metabolismo Enlentecen el metabolismo
máximo posible, y e) contener la respiración durante 10 seg
Hábito tabáquico Hepatopatías
y luego espirar con normalidad. Muchos pacientes, sobre Dieta rica en proteínas Cor pulmonale
todo los de mayor edad, son incapaces de llevar a cabo estas Dieta pobre en hidratos Insuficiencia cardíaca
maniobras correctamente y no saben coordinar las manio- de carbono Infecciones víricas
bras de la mano con la respiración. En estos casos se puede Rifampicina Fiebre
recurrir a administrar el aerosol con la ayuda de una cámara Cimetidina
inhalatoria. Estas cámaras facilitan el empleo de los aerosoli- Propranolol
zadores, ya que no es preciso que el paciente coordine per- Alopurinol
fectamente sus movimientos y sólo es necesario aspirar va- Fenobarbital
Anovulatorios
rias veces para absorber el producto una vez que el aerosol
se halla introducido en la cámara. Con los inhaladores de
polvo seco la destreza que se necesita es mucho menor ya
que el paciente sólo debe proceder a: a) cargar el aparato; por vía inhalatoria. Su efecto broncodilatador es similar al de
b) vaciar los pulmones; c) colocar el inhalador en la boca y los betamiméticos pero se inicia más lentamente. Se conside-
aspirar hasta la capacidad inspiratoria máxima, y d) perma- ra el broncodilatador de elección en los pacientes diagnosti-
necer en apnea durante 10 seg. Algunos betamiméticos tam- cados de bronquitis crónica obstructiva y enfisema.
bién se pueden administrar mediante nebulizadores. Este 3. Metilxantinas. Las xantinas se disuelven mal en solucio-
método requiere un nebulizador y su alimentador, el cual nes acuosas, lo que ha obligado al empleo de sales, entre las
suele ser un flujo de aire u oxígeno. cuales la aminofilina es la que se utiliza con mayor frecuen-
Los betadrenérgicos pueden administrarse cuando se pre- cia. El tiempo de vida media varía con la edad, siendo en los
sentan síntomas o de forma preventiva antes de someterse a adultos de unas 8 h mientras que en los niños es de 4 h. El
un desencadenante potencial o conocido, por ejemplo, en el metabolismo de las xantinas está influido por numerosos fac-
asma de ejercicio antes de realizar el esfuerzo. La toma regu- tores que aceleran o enlentecen su eliminación (tabla 5.36).
lar de betamiméticos en el asma es motivo de controversia, La eficacia terapéutica de la teofilina, que es la xantina más
debido a que algunos estudios recientes parecen demostrar comúnmente empleada en el tratamiento del asma, depende
que el uso regular de estos fármacos puede influir de modo de los niveles plasmáticos que alcanza tras su administra-
negativo sobre la evolución de la enfermedad haciéndola ción. Los efectos terapéuticos comienzan a partir de los
más inestable. Se ha sugerido, incluso, que el tratamiento 5 mg/L y aumentan cuando se alcanzan concentraciones su-
continuado con betadrenérgicos podría aumentar la hiper- periores a 10 mg/L; no obstante, cuando se superan los
reactividad inespecífica y con ello perjudicar al paciente. 25 mg/L, pueden iniciarse efectos secundarios. Así, se reco-
Aunque la polémica no está resuelta, es conveniente extraer mienda que los niveles plasmáticos estén entre 10 y 20 mg/L.
algunas conclusiones prácticas de las aportaciones más re- Las diferencias individuales y los numerosos factores que in-
cientes con respecto al tratamiento mediante betadrenérgi- fluyen en el metabolismo de esta sustancia explican que
cos y que se concretan en la recomendación de utilizar los sean muchos los pacientes tratados con dosis subóptimas. En
broncodilatadores betadrenérgicos a demanda cuando el pa- algunos estudios, el porcentaje de pacientes que reciben do-
ciente presente síntomas. Si la evolución de la enfermedad sis insuficientes de teofilina llega al 85%. Para realizar un tra-
obliga a la utilización frecuente del betamimético, debe co- tamiento correcto con este fármaco es necesario recurrir a la
menzarse un tratamiento profiláctico (glucocorticoides inha- determinación de sus niveles plasmáticos.
lados, nedocromilo sódico). Las vías de administración son: oral, intravenosa, intramus-
La vía oral se emplea cuando por algún motivo no puede cular y rectal. Por la vía oral prácticamente sólo se emplean
utilizarse la inhalatoria. Este hecho ocurre en muy raras oca- preparados de acción prolongada, lo que ha simplificado la
siones, ya sea por intolerancia local o por náuseas provoca- posología, ya que estos preparados se administran cada 12 h.
das por el inhalador. Las vías subcutánea e intravenosa sue- Es recomendable comenzar con una dosis de 200 mg/
len utilizarse en las agudizaciones graves de la enfermedad. 12 h, aumentándola al cabo de unos días de 100 en 100 mg.
El temblor de los dedos de las manos y la taquicardia son En los adultos, cuando se alcanzan los 400-500 mg/12 h, es
efectos secundarios frecuentes, especialmente cuando se uti- conveniente evaluar la teofilinemia. En los individuos jóve-
liza la vía oral. La aparición de estos síntomas en un paciente nes puede llegarse hasta dosis de 600 mg antes de evaluar la
asmático significa que está recibiendo dosis excesivas de be- teofilinemia alcanzada. Cuando hay factores que puedan in-
tamimético y debe ser tratado, lo más rápidamente posible, fluir en la posología, deben extremarse las medidas de ajuste
con fármacos preventivos. de la dosis. La vía intravenosa se utiliza únicamente en el tra-
El salmeterol y el formoterol son preparados con acción tamiento de las agudizaciones graves del asma. La terapéuti-
betadrenérgica prolongada y su acción broncodilatadora ca debe iniciarse con una dosis inicial de 5,6 mg/kg de peso.
dura 12 h. El lugar de estos fármacos en el tratamiento del Esta dosis de ataque debe administrarse lentamente en 20
asma aún no está decidido, ya que si el tratamiento regular min mediante perfusión (disuelta en 200 mL de suero gluco-
con betamiméticos de acción corta no se considera conve- sado). Es peligroso administrarla mediante jeringuillas direc-
niente, no se sabe si esta actitud debe extenderse a los beta- tamente en la vena; tampoco debe inyectarse a través de un
miméticos de larga duración. Como tampoco están indica- catéter para medir la presión venosa central. Si el paciente
dos en el tratamiento de las crisis, ya que en este aspecto los ha estado recibiendo previamente tratamiento con prepara-
de corta acción son los más recomendables debido a que el dos orales, se debe conocer el nivel plasmático de teofilina
inicio de su efecto terapéutico es más rápido que el del sal- antes de iniciar su administración por vía intravenosa; si no
meterol o formoterol, el lugar de los nuevos betamiméticos es posible, debe reducirse la dosis a la mitad o abstenerse de
es motivo de controversia. Como veremos más adelante, has- emplearla. El tratamiento se prosigue con la perfusión conti-
ta que se resuelva el dilema, se propone su uso en pacientes nuada del fármaco, cuya dosis se calcula de acuerdo con la
con asma moderada o grave que requieren dosis altas de glu- edad y el peso del paciente. En los individuos jóvenes se ad-
cocorticoides inhalados y que, a pesar de ello, siguen presen- ministran dosis de 0,7 mg/kg/h, y en los mayores de 50 años,
tando signos clínicos de inestabilidad y alteración permanen- dosis de 0,5 mg/kg/h. En los hepatópatas y cardiópatas se re-
te de la función pulmonar. comienda no emplear teofilina (tabla 5.37). La vía intramus-
2. Anticolinérgicos. El único representante de este grupo cular y la vía rectal ya no se emplean. Los efectos secunda-
es el bromuro de ipratropio, que sólo se puede administrar rios digestivos (epigastralgias, náuseas, vómitos) y los de tipo

762
ASMA BRONQUIAL

TABLA 5.37. Normas para la administración intravenosa unos días glucocorticoides orales hasta que el estado del pa-
de aminofilina y su dosificación ciente mejore (tratamiento corto con glucocorticoides) y b)
cuando el paciente, a pesar de recibir tratamiento con dosis
Normas altas de glucocorticoides inhalados, sigue presentando sínto-
Administración Lenta, en 10-20 min; si es posible, diluida mas y agudizaciones de la enfermedad, que ponen en peli-
en suero glucosado
Control Continuo de la perfusión gro su vida y obligan a ingresos hospitalarios frecuentes. En
Personal Adiestrado en su manejo estos casos no queda más remedio que recurrir al tratamien-
to con glucocorticoides orales (tratamiento prolongado con
Dosificación glucocorticoides).
Inicial 5,6 mg/kg de peso (si el paciente recibió La prednisona y la prednisolona son los preparados más
teofilina 12 h antes, suprimirla) utilizados por vía oral, mientras que por vía inhalatoria los
Mantenimiento Individuos jóvenes: 0,7 mg/kg/h dos glucocorticoides más empleados son beclometasona
Adultos mayores (más de 50 años): y budesonida. Por vía intravenosa o intramuscular se usan
0,5 mg/kg/h
Afectos de insuficiencia cardíaca 6-metilprednisolona e hidrocortisona.
congestiva: 0,2 mg/kg/h La prednisona y la prednisolona se utilizan de dos formas:
Hepatópatas: 0,2 mg/kg/h ciclos cortos y tratamiento prolongado. La pauta corta se em-
Obesos: debe calcularse la dosis en plea en pacientes con agudización de la enfermedad resis-
función de su peso teórico, no el real tente al tratamiento broncodilatador. Se puede utilizar según
dos modalidades. Una de las modalidades de ciclo corto con
glucocorticoides consiste en administrar 30-40 mg en dosis
cafeínico (nerviosismo, insomnio) son relativamente fre- única por la mañana durante 2 o 3 días, para proceder des-
cuentes y obligan a retirar la medicación en numerosos pa- pués al descenso progresivo, por ejemplo 5 mg cada 2 días,
cientes. Las complicaciones más graves, en forma de arrit- hasta llegar a cero o hasta la dosis de mantenimiento, en el
mias, colapso, convulsiones, coma y muerte, se observan caso de asmáticos afectos de asma persistente corticodepen-
con concentraciones plasmáticas elevadas, que en la mayo- diente. Con la segunda modalidad se administran 30-40 mg
ría de las ocasiones se deben a intoxicaciones por error o diarios durante 7-10 días sin modificar la dosis y luego se sus-
con fines suicidas. pende el tratamiento bruscamente.
El uso de la teofilina está decayendo en los últimos años y El uso de glucocorticoides orales en tratamientos prolon-
ya no se considera un fármaco de primera línea en el trata- gados está indicado en el asma persistente grave. Son pa-
miento del asma. Algunos autores opinan que esta actitud no cientes con síntomas invalidantes y mala calidad de vida que
está justificada ya que la teofilina posee una acción antias- no responden al resto del arsenal terapéutico antiasmático,
mática que no se puede despreciar, puesto que es capaz de incluyendo sobre todo las dosis altas de glucocorticoides in-
mejorar los síntomas de la enfermedad en un número consi- halados. Cuando se emplean glucocorticoides orales de ma-
derable de enfermos cuando se utilizan dosis adecuadas. Se nera regular en tratamientos prolongados se deben cumplir
puede afirmar que no hay argumentos suficientes para aban- las siguientes normas: a) no utilizar nunca glucocorticoides
donar definitivamente la teofilina en el tratamiento del asma, orales como tratamiento único; estos pacientes deben recibir
aunque hay que destacar la importancia de administrar dosis tratamiento continuado con glucocorticoides por vía inhala-
adecuadas para conseguir niveles plasmáticos eficaces. toria con dosis diarias de 1.500 µg o superiores; b) utilizar la
Cromoglicato sódico y nedocromilo sódico. Son fármacos dosis mínima; si un paciente se encuentra relativamente esta-
con acción preventiva y no actúan como broncodilatadores. ble con 7,5 mg, no se le deben administrar 10 mg, y c) la do-
Su mecanismo de acción es desconocido y su eficacia an- sis mínima puede variar en el tiempo; por ello se deben ha-
tiasmática es moderada. Están desprovistos de efectos secun- cer pequeños ajustes, aumentando o disminuyendo la dosis
darios. Sólo se pueden administrar por vía inhalatoria. El ne- de acuerdo con la evolución de la enfermedad.
docromilo es algo más potente que el cromoglicato sódico, Cuando un paciente no responde al tratamiento glucocor-
al que prácticamente ha sustituido. ticoide debe investigarse la existencia de insuficiencia car-
Cuando se emplea cromoglicato se recomienda comenzar díaca latente, tratamiento con bloqueadores beta, estenosis
el tratamiento con cuatro cápsulas al día (cada cápsula con- de las vías aéreas superiores (tumores traqueales, anoma-
tiene 20 mg) para ir adaptando la dosis, tras unas semanas lías de las cuerdas vocales, cuerpos extraños), hernia de hia-
de tratamiento, a la evolución de la enfermedad. La dosis de to con reflujo gastroesofágico e hipertiroidismo. En algunos
mantenimiento suele ser de dos o tres cápsulas al día. La úni- pacientes, especialmente mujeres, las agudizaciones asmáti-
ca vía de administración del nedocromilo sódico es la inha- cas se acompañan de reacciones de pánico que aumentan la
latoria. La dosis recomendada es de 2-4 mg cada 6 u 8 h. sensación disneica, que la paciente trata incrementando
Estos fármacos están indicados en el tratamiento de fondo la dosis de glucocorticoides.
del asma persistente moderada. Son menos eficaces que los Cuando un paciente ha sido tratado con glucocorticoides
glucocorticoides inhalados, aunque dada su buena toleran- de forma continuada durante meses o años, es un error in-
cia parece aconsejable probarlos, especialmente, en los pa- tentar retirarlos de forma brusca, ya que ello puede ocasio-
cientes con asma persistente. El empleo combinado de ne- nar la aparición de agudizaciones graves e, incluso, la muer-
docromilo y glucocorticoides inhalados puede disminuir las te del paciente. La retirada total de los glucocorticoides debe
necesidades de estos últimos e, incluso, las dosis de gluco- hacerse de forma lenta, tomándose semanas e incluso meses
corticoides orales en el asma crónica corticodependiente. para conseguirlo. Para ello es imprescindible intentar elimi-
Glucocorticoides. Son potentes antiinflamatorios que se nar los factores desencadenantes de la enfermedad (alerge-
emplean en el asma como fármacos preventivos. Se utilizan nos, factores profesionales, fármacos) y utilizar el resto de la
por vía sistémica (oral, intramuscular, intravenosa) o por vía medicación antiasmática, en especial los glucocorticoides
inhalatoria. La administración por vía sistémica se acompaña inhalados a dosis altas.
de numerosos efectos secundarios; en cambio, los glucocor- La beclometasona y la budesonida son los dos glucocorti-
ticoides inhalados están desprovistos de efectos secundarios coides inhalados más empleados. Ambos tienen gran poten-
sistémicos relevantes, razón por la cual pueden emplearse cia antiinflamatoria y escasos efectos secundarios, ya que la
con mínimos riesgos en el tratamiento regular del asma. parte de ellos que queda en la faringe se deglute y posterior-
Los glucocorticoides por vía sistémica son el último recur- mente se absorbe en el tubo digestivo y es inactivada en su
so en el tratamiento del asma y están indicados en dos cir- primer paso por el hígado. Desde el punto de vista de los
cunstancias: a) cuando el paciente sufre una agudización de efectos secundarios, la budesonida parece ser ligeramente
su enfermedad que no responde al tratamiento broncodilata- superior a la beclometasona. La dosis mínima de budesoni-
dor, siendo en estos casos necesario administrar durante da recomendada es de 400 µg/día, aunque algunos estudios

763
NEUMOLOGÍA

recientes señalan que dosis de 200 µg también pueden ser venes también se ha mostrado eficaz en el asma alérgica
eficaces. Datos muy recientes indican que con el empleo de los ácaros; c) su eficacia en general es leve o moderada;
sistemas de polvo seco, la dosis terapéutica se puede reducir d) no se ha demostrado que pueda ser un tratamiento cura-
en comparación al inhalador presurizado. Si se confirman es- tivo, y e) la inmunoterapia puede ocasionar reacciones ad-
tos datos, cabe la posibilidad de que dosis de 100 µg/día de versas graves que en algunos casos han provocado la muer-
budesonida sean eficaces. Se pueden administrar dosis ele- te del paciente.
vadas de glucocorticoides inhalados sin que se produzca la Si se decide realizar tratamiento con inmunoterapia, de-
inhibición sensible de la secreción endógena de glucocorti- ben cumplirse las siguientes condiciones: a) el tratamiento
coides. Las dosis que se consideran inocuas varían de acuer- debe ser administrado por médicos entrenados en el proce-
do con la sensibilidad de la técnica utilizada para valorar di- dimiento; b) el tratamiento sólo puede administrarse cuando
cha secreción. En general se acepta que con dosis de 400 a se cuenta con medios adecuados para tratar reacciones ana-
800 µg los efectos supresores son inexistentes o leves, y que filácticas graves, y c) el paciente debe permanecer bajo ob-
por encima de estas dosis la inhibición suprarrenal es evi- servación al menos una hora tras la administración del aler-
dente, aunque varía de un individuo a otro. Con dosis supe- geno. En los adultos este tratamiento sólo está indicado en el
riores a 1.600 µg la alteración en la síntesis endógena de hor- asma y en la rinitis producida por alergia a los pólenes. Esta
monas suprarrenales suele detectarse en la mayoría de los terapéutica se puede aplicar en los pacientes en los que la
casos. Se debe instruir al paciente en el empleo de los aero- obstrucción bronquial sea leve (FEV1 superior al 70%).
soles de acuerdo con las normas expuestas para los betami- Otros tratamientos. En los últimos años se han ensayado
méticos. Es muy importante advertir al enfermo que se trata otros fármacos antiinflamatorios e inmunodepresores, entre
de un fármaco preventivo sin efectos broncodilatadores y los cuales destacan el metotrexato, las sales de oro y la ci-
que la clave de su eficacia está en su utilización regular. Para closporina. La eficacia del metotrexato en el asma bronquial
facilitar el seguimiento del tratamiento, los glucocorticoides es motivo de controversia. Este hecho, junto a los riesgos po-
inhalados se pueden administrar en 2 únicas tomas (mañana tenciales del tratamiento prolongado con metotrexato, acon-
y noche). Cuando no se logra controlar el asma con esta sejan no emplearlo, por ahora, en el tratamiento del asma.
pauta, se deben administrar repartidos en 3 o 4 tomas diarias, Las sales de oro por vía oral, a dosis de 6 mg/día, presen-
ya que ello redunda en mejores resultados terapéuticos. Las tan una eficacia moderada, pero hasta que se realicen más
cámaras inhalatorias están indicadas cuando el paciente no estudios no es recomendable su empleo de manera habitual
es capaz de utilizar correctamente los cartuchos de aerosoli- en el tratamiento del asma.
zación. Las cámaras tienen varias ventajas adicionales, entre La ciclosporina se ha mostrado como un fármaco con
las que destaca la disminución tanto de los efectos secunda- efectos terapéuticos ligeros o moderados en el asma persis-
rios locales como la inhibición de la función suprarrenal; por tente corticodependiente; como en el caso del metotrexato,
ello, es muy conveniente utilizar siempre este complemento son necesarios más estudios antes de considerar su uso en el
en la terapéutica inhalatoria. Los sistemas en forma de polvo tratamiento de esta enfermedad.
seco son muy útiles por la facilidad de su manejo y por la po- Pautas terapéuticas. En los últimos años, los expertos en el
sibilidad antes señalada de permitir reducir las dosis necesa- estudio del asma han elaborado una serie de recomendacio-
rias para estabilizar la enfermedad. nes dirigidas a unificar y racionalizar el tratamiento de la en-
Los efectos secundarios de los glucocorticoides inhalados fermedad. El objetivo de estos programas es ayudar a los mé-
pueden ser locales y sistémicos. Entre los primeros destacan dicos a adoptar medidas prácticas para el tratamiento del
la disfonía y la candidiasis. La disfonía se debe a miopatía de asma con el fin de: a) disminuir la morbilidad y suprimir las
las cuerdas vocales y es más frecuente en las personas que muertes causadas por la enfermedad y b) procurar la mejoría
por su profesión dedican muchas horas a hablar (maestros, de los síntomas y alcanzar la máxima calidad de vida en el
vendedores). La candidiasis sólo ocasiona molestias en unos paciente asmático.
pocos enfermos. Los efectos secundarios sistémicos descritos La programación de una terapéutica adecuada requiere el
son similares a los producidos por los glucocorticoides ora- cumplimiento de cuatro aspectos: a) diagnóstico adecuado
les: osteopenia (disminución de la masa ósea), adelgaza- de la enfermedad; b) evaluación de la gravedad mediante
miento de la piel, petequias, cataratas, retraso del crecimien- criterios subjetivos (síntomas relatados por el paciente y sig-
to en los niños y trastornos de la conducta. Estos hallazgos nos recogidos por el médico) y objetivos (medición de la ca-
son preocupantes, ya que indican que los glucocorticoides pacidad ventilatoria mediante espirometría o medidor del
inhalados, sobre todo cuando se administran a dosis eleva- flujo espiratorio máximo); c) planificación de una estrategia
das (superiores a 1.000 µg/día), pueden, a la larga, causar terapéutica que incluya: tratamiento habitual de acuerdo
efectos nocivos similares a los ocasionados por la administra- con la gravedad de la enfermedad y plan terapéutico para
ción oral. La relevancia de estos efectos sistémicos no es actuar en las agudizaciones, y d) educación del paciente y la
bien conocida y se halla en estudio para conocer su alcance familia en los siguientes aspectos de la enfermedad: su natu-
real. Todo hace pensar que cuando los glucocorticoides raleza y manifestaciones, los fundamentos del tratamiento, la
inhalados se utilizan de manera adecuada, los beneficios su- forma correcta de su utilización y sus efectos secundarios, y
peran a los efectos secundarios. No obstante, ante la posibili- criterios para detectar cambios en la evolución de la enfer-
dad de que aparezcan efectos secundarios es muy recomen- medad y planes terapéuticos para afrontarlos.
dable ajustar las dosis al máximo y utilizar la mínima Desde el punto de vista de la planificación terapéutica, el
cantidad del fármaco necesaria para lograr la estabilidad de tratamiento actual de la enfermedad se basa en los fármacos
la enfermedad. antiinflamatorios, reservándose a los broncodilatadores un
La 6-metilprednisolona y la hidrocortisona se emplean en papel meramente paliativo.
las agudizaciones graves del asma. La hidrocortisona inicia 1. Objetivos del tratamiento del asma. El tratamiento del
su acción más rápidamente que la metilprednisolona, pero asma está dirigido a: a) hacer desaparecer los síntomas o re-
puede provocar reacciones anafilácticas en algunos pacien- ducirlos de manera que no entorpezcan la actividad cotidia-
tes sensibles a los AINE. na; b) mantener una capacidad ventilatoria normal o cerca-
Hiposensibilización. Conocida también como inmunote- na a la normalidad; c) prevenir las agudizaciones de la
rapia o desensibilización, la utilización de esta modalidad enfermedad o, si ocurren, acortar su duración, y d) prevenir
terapéutica ha sido motivo de controversia. A la luz de los los efectos secundarios de la medicación, utilizando de ma-
conocimientos actuales es posible señalar los siguientes nera apropiada el menor número de fármacos y en las dosis
conceptos: a) se ha demostrado su eficacia en algunos estu- mínimas para conseguir los fines señalados en los tres aparta-
dios por doble ciego en los que se comparó su eficacia con do anteriores. Cuando la consecución de estos fines en los
placebo; b) en los adultos, los mejores resultados se han ob- pacientes con asma grave requiera la utilización de dosis ele-
tenido en la alergia a los pólenes; en los niños y adultos jó- vadas de fármacos (fundamentalmente glucocorticoides ora-

764
ASMA BRONQUIAL

les), con riesgos potenciales superiores a los logros terapéu- cadenados fácilmente por estímulos poco intensos (ejerci-
ticos, se debe establecer un tratamiento equilibrado de com- cio, risa, inhalación de irritantes); b) requiere tratamiento
promiso que, aunque obligue al paciente a vivir con algunas broncodilatador casi diariamente (más de 2 inhalaciones al
limitaciones, sirva para prevenir las agudizaciones y evite en día), y c) la capacidad ventilatoria está sólo ligeramente alte-
lo posible los efectos secundarios. rada (FEV1 entre el 60 y el 80% del valor teórico) durante las
2. Estrategia terapéutica. La estrategia terapéutica incluye situaciones clínicas de máxima estabilidad.
medidas preventivas y tratamiento farmacológico. Las medi- Los pacientes diagnosticados de asma moderada deben
das preventivas están dirigidas a anular la acción de alerge- recibir tratamiento con glucocorticoides inhalados (200 o
nos, irritantes inespecíficos y fármacos. La eliminación total 250 µg/12 h de budesonida o beclometasona, respectivamen-
o parcial de los alergenos más comunes del entorno del pa- te). En los niños y adultos jóvenes se puede iniciar el trata-
ciente asmático sensible a ellos plantea diversas dificultades. miento con nedocromilo sódico (2-4 mg/4 veces al día). El
Con respecto a los ácaros domésticos, la disminución de su betamimético sólo debe emplearse a demanda cuando apa-
población en el hogar del paciente se ha mostrado muy efi- rezcan síntomas. Es muy conveniente administrar los gluco-
caz para reducir los síntomas del asma y la hiperreactividad corticoides mediante cámaras o con los sistemas de polvo
bronquial. Se recomiendan las siguientes medidas: a) supri- seco. Si hay respuesta clínica, con desaparición de los sínto-
mir colchones y almohadas de lana; b) recubrir con fundas mas y normalización de la capacidad ventilatoria, se puede
el colchón y la almohada; d) lavar cada semana las fundas y reducir la dosis a 200 o 250 µg/día de budesonida o beclo-
la ropa de la cama con agua caliente a 65 oC, y d) suprimir o metasona, respectivamente. Los cambios en la dosificación
reducir al mínimo moquetas, alfombras y cortinas. deben realizarse después de, al menos, 2 o 3 meses de trata-
En el caso de los animales domésticos, su separación del miento. En los pacientes que no responden a 400-500 µg/día,
domicilio del paciente es determinante en la evolución de la o lo hacen parcialmente, debe aumentarse de forma progre-
enfermedad. Los alergenos y las sustancias irritantes presen- siva la dosis hasta lograr la estabilidad clínica y funcional
tes en el lugar de trabajo que empeoren el asma deben evi- (fig. 5.35). Los pacientes que no mejoren con el nedocromilo
tarse, si es posible, mediante el cambio del puesto de traba- sódico (16 mg/día) deben tratarse con glucocorticoides inha-
jo. Se ha de recordar que la exposición al humo del tabaco lados de acuerdo con las normas señaladas. En los pacientes
es dañina para los asmáticos y debe evitarse. Especial men- que requieren dosis superiores a 1.000 µg/día de glucocorti-
ción merece el hábito de fumar de los padres, ya que favore- coide inhalado se puede asociar a este tratamiento nedocro-
ce el desarrollo de asma en sus hijos. Los pacientes con into- milo sódico (4 mg/4 veces al día), con el fin de reducir la do-
lerancia a los AINE que requieran tratamiento analgésico sis de glucocorticoide inhalado por debajo de dicha cifra,
deben tratarse con paracetamol. Si es necesaria una anal- que se considera el límite a partir del cual pueden aparecer
gesia más potente, se pueden utilizar, de forma progresiva, efectos secundarios sistémicos.
las siguientes medidas: a) asociar codeína al paracetamol; El asma grave cumple al menos dos de las siguientes con-
b) emplear dextropropoxifeno, y c) administrar pentazocina, diciones: a) presenta síntomas clínicos diarios (tos, disnea y
tilitrina o derivados de la morfina en general. En algunos pa- tirantez torácica), fundamentalmente durante la noche y en
cientes, dosis de 1.000 mg o superiores de paracetamol pue- las primeras horas de la mañana, con agudizaciones intensas
den provocar ataques de asma, en general leves. Los blo- y frecuentes que limitan la capacidad física del paciente;
queadores beta no deben emplearse en los asmáticos. En caso b) requiere tratamiento broncodilatador diariamente (6 inha-
de ser necesarios para tratar el glaucoma, debe emplearse el laciones diarias o más), y c) la capacidad ventilatoria está al-
betaxolol, siempre bajo estricta supervisión médica. terada de forma moderada o acentuada (FEV1 inferior al 60%
El tratamiento farmacológico incluye la terapéutica habi- del valor teórico) durante las fases de aparente estabilidad
tual y la de las agudizaciones. En la planificación del trata- clínica.
miento habitual deben considerarse las siguientes premisas: El tratamiento del asma grave se establece según tres esta-
a) eliminar los agentes responsables siempre que sea posi- dios, a los cuales se accede al fracasar el anterior (fig. 5.35).
ble; b) el tratamiento farmacológico habitual del asma se di- Con el primer estadio, se administra tratamiento con glu-
seña de acuerdo con la gravedad de la enfermedad; c) el me- cocorticoide inhalado junto con betamiméticos inhalados a
jor tratamiento de la enfermedad es el dirigido a disminuir la demanda. El tratamiento glucocorticoide puede iniciarse de
inflamación (glucocorticoides, nedocromilo sódico), y d) varias formas: a) comenzar el tratamiento con un ciclo corto
ninguno de los fármacos broncodilatadores (betamiméticos, de glucocorticoides orales y, en la mitad del ciclo, iniciar el
anticolinérgicos y xantinas) tiene efectos antiinflamatorios y, tratamiento con glucocorticoide inhalado, 800-1.000 µg/día,
por consiguiente deben considerarse como fármacos paliati- repartidos en 3 o 4 tomas; b) comenzar el tratamiento con
vos y no utilizarse (solos o combinados) como tratamiento una dosis de glucocorticoide inhalado de 1.200-1.600 µg/día
de fondo de la enfermedad. repartidos en 3 o 4 tomas y reducir o aumentar la dosis de
Dado que el tratamiento farmacológico del asma depende acuerdo con la respuesta clínica, o c) iniciar el tratamiento
de la gravedad de la enfermedad, hay que establecer una con una dosis de 400 o 500 µg/día de budesonida o beclome-
clasificación de aquélla de acuerdo con los síntomas clíni- tasona, respectivamente, comprobar el resultado y aumentar
cos y la evaluación de la capacidad ventilatoria (fig. 5.35). la dosis si no se produce respuesta clínica y funcional. Aun-
De acuerdo con estos tres criterios se distinguen los siguien- que no hay estudios comparativos que lo avalen, la experien-
tes tipos de asma: leve, moderada y grave. cia clínica indica que las dos primeras modalidades son su-
El asma leve cumple todas las siguientes condiciones: periores a la tercera.
a) presenta síntomas clínicos leves y esporádicos (tos y dis- No hay límites bien establecidos para las dosis máximas
nea) que no limitan la actividad física; b) requiere tratamien- de glucocorticoides. Debe recordarse, sin embargo, que por
to broncodilatador de forma esporádica (no más de 4 inhala- encima de 1.000 µg/día pueden producirse efectos sistémi-
ciones a la semana), y c) la capacidad ventilatoria es normal cos en algunos pacientes, por lo que siempre ha de intentar-
en las intercrisis (medida por espirometría o flujo espiratorio se ajustar al máximo la dosis de glucocorticoide inhalado,
máximo). Los pacientes diagnosticados de asma leve se tra- con el fin de conseguir la estabilidad clínica del pacien-
tan con un betamimético por vía inhalatoria a demanda te con la menor dosis posible.
cuando se presenten síntomas (fig. 5.35). En el segundo estadio, cuando la administración de dosis
El asma moderada cumple, al menos, una de las siguientes superiores a 1.000 µg/día de glucocorticoide inhalado no lo-
condiciones: a) presenta síntomas clínicos es una de las si- gra la estabilización del paciente, el cual sigue presentando
guientes modalidades: síntomas leves pero frecuentes (2 o 3 síntomas que lo obligan a tratamiento continuado con beta-
días por semana); síntomas esporádicos o muy esporádicos, miméticos, puede asociarse salmeterol (50 µg/12 h) al gluco-
pero de gran intensidad que tardan en ceder con el trata- corticoide inhalado. También se puede asociar teofilina por
miento broncodilatador, o síntomas esporádicos pero desen- vía oral.

765
NEUMOLOGÍA

Leve Agonistas β2 inhalados a demanda

Moderada
Glucocorticoides inhalados Niños nedocromilo sódico
(200-250 µg/12h) (2-4 mg/6h)

+ –

Glucocorticoides inhalados Glucocorticoides inhalados


(200-250 µg/día) (600-750 µg/día)

Agonistas β2 inhalados (si hay síntomas)

Estadio 1 Estadio 2 Estadio 3


Grave
Ciclo corto
glucocorticoides orales Glucocorticoides inhalados Glucocorticoides inhalados
(> 1.000 µg/día mantenimiento) (> 2.000 µg/día)
+

Glucocorticoides inhalados
a –
Glucocorticoides inhalados +
(1.200-1.600 µg/día)
Agonistas β2 de larga duración
b
Opciones
orales + – Agonistas β2 de larga duración +
Teofilinas
Dosis Dosis
+
c Glucocorticoides inhalados – Bromuro de ipratropio
(400-500 µg/día)

– –
Teofilinas y/o
Dosis bromuro de ipratropio Glucocorticoides orales

Es recomendable la utilización de sistemas de administración en forma de polvo seco.


Cuando se utilicen los inhaladores con propelentes es conveniente administrarlos mediante espaciadores

+ Respuesta positiva – Respuesta negativa

Fig. 5.35. Gráfica que muestra las indicaciones del tratamiento antiasmático de acuerdo con la gravedad de la enfermedad clasificada en asma
leve, moderada y grave. En el asma leve el tratamiento con broncodilatadores sólo se administra a demanda en caso de que el paciente presente
síntomas. En el asma moderada el tratamiento se basa en los fármacos profilácticos con acción antiinflamatoria (glucocorticoides inhalados y ne-
docromilo sódico). La dosis de glucocorticoide inhalado se debe ajustar a las necesidades de cada paciente (los cuales han de evaluarse median-
te criterios clínicos), las necesidades de broncodilatador betamimético y los datos de la exploración de la función pulmonar. En los pacientes más
graves que no responden a dosis altas de glucocorticoide inhalado se deben asociar agonistas beta de larga duración y, en último extremo, gluco-
corticoides orales.

En el tercer estadio, cuando dosis elevadas de glucocorti- Los pacientes asmáticos deben ser visitados regularmente
coides (2.000 µg/día o superiores) junto con el salmeterol y con el fin de comprobar la evolución de la enfermedad y el
las xantinas no consiguen estabilizar la enfermedad, que si- cumplimiento del tratamiento. En los que presentan asma
gue manifestándose con tos, disnea y agudizaciones que de- moderada y grave es necesario diseñar de forma individuali-
terioran la calidad de vida del paciente y ponen ésta en pe- zada un plan de autoevaluación y tratamiento. El plan debe
ligro, deben añadirse glucocorticoides por vía oral (predniso- incluir medidas para conocer el estado de la enfermedad a
na o prednisolona). Cuando se emplean glucocorticoides través de la valoración de los síntomas (disnea y tos diurna y
orales, los fines del tratamiento consisten básicamente en nocturna), necesidades de medicación broncodilatadora
buscar el equilibrio entre los logros terapéuticos (calidad de y variaciones en el PEF. Frente a cambios en estos paráme-
vida aceptable y prevención de las agudizaciones) y los tros que señalen el inicio de un empeoramiento, el paciente
mínimos efectos secundarios. Si, por ejemplo, para conseguir debe tener claramente establecidas las modificaciones tera-
la remisión total de la obstrucción es necesario la utiliza- péuticas y las actitudes que ha de adoptar. El plan debe estar
ción continuada de dosis altas de glucocorticoides orales escrito de forma sencilla en una tarjeta de autocontrol e in-
(20 mg/día o superiores), es preferible prescribir dosis meno- cluir las acciones que el paciente ha de emprender frente a
res, aun a costa de la presencia de obstrucción bronquial y empeoramientos leves, moderados y graves.
síntomas (disnea de esfuerzo, tos y tirantez torácica por la En cuanto al tratamiento de las agudizaciones, debe distin-
mañana). guirse si éstas son leves, moderadas o graves. En las agudiza-

766
ASMA BRONQUIAL

Día 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Hora 6 12 6 10 6 12 6 10 6 12 6 10 6 12 6 10 6 12 6 10 6 12 6 10 6 12 6 10 6 12 6 10 6 12 6 10
500

400

B
(L/min)

300

200

C
100

Fig. 5.36. Gráfica que muestra los tres modelos de recuperación del flujo espiratorio máximo o peak flow en la agudización grave del asma. En
A, rápidamente se recuperan los flujos aéreos; en B, la mejoría es lenta pero sostenida, y en C, se observa ligera reversibilidad.

ciones leves, cuando el paciente advierte un ligero y progre- Algunos pacientes requieren intubación y ventilación mecá-
sivo empeoramiento de sus síntomas que coincide, por ejem- nica. En ciertos casos su indicación es clara a partir de los da-
plo, con un cuadro infeccioso, debe duplicarse la dosis de tos clínicos, como es el caso del paciente que llega en situa-
glucocorticoide inhalado durante 8 o 10 días. Si la mejora, el ción de paro cardiorrespiratorio, o con signos manifiestos de
paciente debe retornar a la dosis de mantenimiento. confusión y agotamiento. En otros casos, la falta de respuesta
En las agudizaciones moderadas, en las que los síntomas inicial al tratamiento en un paciente con signos de fatiga obliga
no responden rápidamente al tratamiento expuesto o la agra- a considerar la intubación y ventilación mecánica antes de
vación de los síntomas es preocupante y se producen junto que sufra paro cardiorrespiratorio. La ventilación artificial debe
con el descenso acentuado del PEF de acuerdo con el plan ser llevada a cabo por personal experto en una unidad de cui-
establecido, es necesario recurrir al tratamiento con un ciclo dados intensivos. Prácticamente la totalidad de los asmáticos
corto con corticoides orales (véanse las modalidades, antes). graves responden al tratamiento y se recuperan con mayor o
Cuando la agudización es grave, debe instaurarse rápi- menor celeridad. Algunos pacientes pueden presentar gran
damente un tratamiento enérgico bajo supervisión médica mejoría en pocas horas; en otros casos los enfermos muestran
continuada. Hay que administrar oxígeno al 35% o cifras su- una respuesta más lenta y deben permanecer ingresados en el
periores con mascarillas tipo Venturi. Es recomendable admi- hospital varios días (fig. 5.36). El alta del enfermo debe decidir-
nistrar dosis altas de betamiméticos mediante los inhaladores se sobre la base de la mejoría clínica, funcional y gasométrica.
habituales, si es posible con cámara, o mediante nebulizado- Es importante programar el tratamiento adecuado y debe apro-
res. Con el primer procedimiento se administran 10-15 inhala- vecharse la estancia hospitalaria del paciente para proporcio-
ciones en los primeros 5-10 min. Cuando se emplean nebuli- narle instrucciones sobre el tratamiento antiasmático.
zadores se recomiendan dosis de 10-15 mg de salbutamol.
Aunque la eficacia de la teofilina intravenosa es discutible en
estos casos, en espera de más estudios que demuestren final-
Bibliografía especial
mente si es o no necesario este fármaco en las agudizaciones BARNES P. Neural control of human airways in health and disease. Am
graves, parece recomendable su empleo cuando la gravedad Rev Respir Dis 1986; 134: 1.289-1.314.
del caso aconseje utilizar todos los fármacos disponibles. Se KAY AB. Asthma and inflammation. J Allergy Clin Immunol 1991; 87:
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administrarán 60 mg de 6-metilpredinosolona cada 6 h o 200 LAITINEN LA, HEINO M, LAITINEN A, KAVA T, HAAHTELA T. Damage of the
mg de hidrocortisona cada 4 h por vía intravenosa. airway epithelium and bronchial reactivity in patients with asth-
Los pacientes deben estar bajo vigilancia del personal mé- ma. Am Rev Respir Dis 1985; 131: 599-606.
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SEARS MR, TAYLOR DR, PRINT CG, LAKE DC, LI QQ, FLANNERY EM et al. Re-
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te objetivamente mediante determinaciones de los gases en al. The use of β-agonists and the risk of death and near death from
sangre arterial y, si es posible, con la medición del PEF. asthma. N Engl J Med 1992; 326: 501-506.

767
Malformaciones broncopulmonares
H. Verea Hernando

Desarrollo embriológico del pulmón dencia a localizarse en el lado derecho de la tráquea y, a ve-
ces, presentan estenosis intraluminares o bronquiectasias. En
El primer esbozo del aparato respiratorio aparece en la ter- la mayoría de las ocasiones los pacientes están asintomáti-
cera semana del desarrollo, cuando el embrión humano al- cos, pero otras veces presentan tos crónica o infecciones de
canza los 3 mm de longitud. Se trata de una invaginación repetición. Las fístulas traqueoesofágicas son anomalías más
ventral del intestino primitivo que tiende a bifurcarse cuando raras. Pueden ser únicas, en cuyo caso es posible el trata-
el embrión llega a los 5 mm. Posteriormente, en la 16.a sema- miento quirúrgico, o múltiples y acompañadas de agenesia
na, se completa el desarrollo del árbol bronquial mediante traqueal.
sucesivas divisiones por dicotomía irregular o asimétrica. La traqueobronquiomegalia es una malformación que con-
Hasta esa fecha el árbol bronquial tiene aspecto de glándula siste en la dilatación de la tráquea con un diámetro transver-
exocrina, con una pequeña luz tapizada por células cuboi- sal que supera en los adultos los 25 mm. Con frecuencia
des, pero en las 8 semanas siguientes adquiere un aspecto afecta también los bronquios principales, que pueden pre-
canalicular, al aplanarse las células epiteliales y ampliarse la sentar formaciones saculares en las membranas intercartila-
luz central. A las 26 semanas ya aparecen sacos alveolares y ginosas. Suele cursar con bronquitis recurrentes.
alveolos incipientes.
La invaginación pulmonar crece en torno a un magma de
células del mesénquima primordial que, poco a poco, se in-
Anomalías bronquiales
dividualizan alrededor de las dos yemas broncopulmonares, Las estenosis bronquiales congénitas verdaderas son ex-
para constituir los dos plexos vasculares primitivos. A las cepcionales. La zona estenótica se forma por broncomalacia
5 semanas, los plexos, que ya están bien desarrollados, reci- localizada u otra alteración de los cartílagos, pero, con
ben la irrigación procedente del saco aórtico primitivo a tra- mayor frecuencia, son secundarias a cicatrices debidas a
vés del tronco pulmonar. Más adelante, como consecuencia procedimientos aspirativos o a secuelas de la ventilación me-
de la evolución de los arcos aórticos, la mayor parte del flujo cánica en recién nacidos. Los bronquios esofágicos son ano-
del tronco pulmonar drena, a través del sexto arco aórtico o malías infrecuentes que se diagnostican fácilmente mediante
arco caudal, en la gran aorta dorsal. En la sexta semana las estudio de contraste con bario y pueden originar síntomas
dos arterias pulmonares se encuentran individualizadas, respiratorios recurrentes, como neumonías o hemoptisis.
pero muy poco desarrolladas, porque sólo reciben una pe- En la atresia bronquial el bronquio termina en un saco cie-
queña parte de la circulación. La comunicación con la aorta go sin contacto con el árbol distal, que se ramifica y divide
a través de la rama derecha del sexto arco se pierde pronto, periféricamente sin solución de continuidad con su origen.
pero se mantiene patente la rama izquierda, formando el La atresia bronquial puede verse en bronquios lobulares, seg-
conducto arterioso. Así, mientras los pulmones no son funcio- mentarios o subsegmentarios, pero más a menudo se locali-
nantes, la mayor parte de la sangre procedente de las arterias za en el bronquio apicoposterior del lóbulo superior izquier-
pulmonares se deriva hacia la aorta a través de dicho con- do, el lóbulo superior derecho y el lóbulo medio. El moco
ducto, situación que persiste hasta después del nacimiento. segregado en la porción distal suele quedar retenido en for-
El sistema venoso pulmonar se origina en la cuarta sema- ma de mucocele, pero en ocasiones se reabsorbe y es reem-
na, al formarse una invaginación del atrio izquierdo que, plazado por aire procedente del pulmón adyacente a través
posteriormente, alcanza y comunica con el plexo circulato- de los poros de Kohn. En la radiografía suele manifestarse
rio de la yema pulmonar. A las 5 semanas comienzan a iden- con hiperclaridad y desplazamiento de las estructuras próxi-
tificarse los canales que drenarán por separado cada pul- mas o, si se ha desarrollado el mucocele, en forma de ima-
món, bifurcándose posteriormente hasta totalizar las cuatro gen quística, ramificada o con nivel hidroaéreo. El orificio
venas pulmonares del adulto. atrésico raras veces se visualiza por endoscopia, y la bronco-
grafía revela la ausencia total de relleno en el bronquio afec-
to. Es una malformación infrecuente que suele cursar sin sín-
Malformaciones de las vías aéreas tomas.

Anomalías traqueales Malformaciones pulmonares


Las malformaciones graves de la tráquea, como la agene-
sia (ausencia completa) o la aplasia (parcial), son muy ra- Displasias pulmonares
ras. Suelen aparecer en el curso de embarazos con hidram-
nios o partos prematuros y, según la intensidad de la Se denomina agenesia pulmonar a la ausencia de bron-
malformación, pueden cursar con insuficiencia respiratoria quios, vasos y parénquima de todo el pulmón. La forma bila-
grave, de evolución mortal, en el momento del nacimiento o teral se presenta sólo en nacimientos inviables y se asocia a
a los pocos meses de vida. otro tipo de malformaciones. En la agenesia pulmonar unila-
Las estenosis traqueales se desarrollan debido a deficiente teral el pulmón opuesto presenta insuflación compensadora
segmentación de los anillos cartilaginosos o ausencia de la y se produce herniación del mediastino. Con frecuencia se
pars membranosa. El estrechamiento puede ser localizado o asocia a malformaciones cardíacas, sobre todo cuando la
muy extenso, en cuyo caso la arteria pulmonar izquierda sue- agenesia es del lado derecho. En la aplasia pulmonar no exis-
le tener un origen anormal. Cuando la estenosis es sólo un ten vasos y parénquima, pero sí un muñón bronquial rudi-
diafragma anular, puede tratarse por resección o dilatación mentario. Este muñón puede ser foco de infecciones recu-
mediante endoscopia. rrentes, en cuyo caso se recomienda su exéresis.
Los divertículos traqueales tienen una estructura similar a La hipoplasia pulmonar es un defecto menos grave, en el
los bronquios, pero se originan en la tráquea cervical o torá- que todas las estructuras del pulmón están presentes, pero
cica y terminan en un saco ciego o en un esbozo de pulmón escasamente desarrolladas en número y tamaño. En la ra-
rudimentario. Si acaban en un segmento o lóbulo de pul- diografía se aprecia una marcada reducción del volumen
món normal se denominan bronquios traqueales. Tienen ten- pulmonar con hiperinflación del pulmón contralateral

768
MALFORMACIONES BRONCOPULMONARES

Fig. 5.37. Hipoplasia pulmonar. A. Radiografía de tórax. Disminu-


ción de tamaño del hemitórax izquierdo. B. La broncografía revela la
ausencia de las ramas bronquiales del lóbulo superior izquierdo, que
se hallan sustituidas por un muñón bronquial (flechas).

(fig. 5.37). La predisposición a las infecciones respiratorias es conducto arterioso permeable, una arteria pulmonar abe-
frecuente y depende de la intensidad de la malformación y rrante o, más raras veces, una tumoración intratorácica.
de la coexistencia de otras anomalías. La expresión radiológica del enfisema lobular es la de in-
En ocasiones la hipoplasia es secundaria a la presencia de suflación localizada con atrapamiento aéreo y desplazamien-
anomalías maternas o a otras malformaciones fetales. Una to mediastínico. A través de la hiperclaridad se pueden
causa extrafetal frecuente es el oligohidramnios, a veces por observar los márgenes vasculares, signo que permite diferen-
malformaciones renales, como uropatía obstructiva o agene- ciarlo de los quistes y del neumotórax. Los pacientes presen-
sia renal bilateral (síndrome de Potter). Otras veces se debe a tan dificultad respiratoria de curso progresivo que, a veces,
trastornos neurológicos que deprimen los movimientos respi- aparece antes de los 6 meses de vida. La exéresis quirúrgica
ratorios fetales (distrofia miotónica o miastenia) o a altera- debe realizarse en función de la gravedad de los síntomas, ya
ciones musculosqueléticas, como las displasias óseas que que no siempre se requiere.
cursan con tórax pequeño o rígido (osteogénesis imperfecta,
acondroplasia). Otras causas de hipoplasia secundaria pue-
den ser grandes tumores mediastínicos, quistes entéricos, Malformaciones quísticas
masas abdominales y alteraciones diafragmáticas, como her-
nia diafragmática congénita o agenesia frénica. La hipoplasia Malformación adenomatoide congénita
pulmonar también se ha descrito en pacientes con síndrome
de Down sin otras anomalías asociadas. Es una alteración rara, intralobular, debida a la prolifera-
ción desordenada de los bronquiolos terminales y al desarro-
llo alveolar defectuoso. Su aspecto es el de una masa poli-
Enfisema lobular congénito quística y adenomatoide, con estructuras bronquiolares
El enfisema lobular congénito, o hiperinsuflación neonatal desorganizadas, alveolos inmaduros, formaciones polipoides
lobular, se caracteriza por hiperinsuflación aislada, en gene- con epitelio bronquial y focos con células mucosas secreto-
ral del lóbulo superior del pulmón izquierdo o del lóbulo ras. Las áreas quísticas están rellenas de líquido alveolar que
medio. En sentido estricto no es un verdadero enfisema, ya puede reabsorberse o drenar en un bronquio, que es sustitui-
que no existe destrucción de los alveolos. En algunos pacien- do por aire. Radiográficamente se presenta como una masa
tes se demuestran alteraciones bronquiales, como hipoplasia que comprime los tejidos normales, con niveles hidroaéreos
o ausencia del cartílago y colapso aéreo secundario. En otras o con zonas quísticas insufladas. Incluso puede tener la apa-
ocasiones se han detectado bridas y estenosis localizadas riencia de una masa homogénea. En ocasiones es una com-
que podrían tener un origen adquirido. A veces la obstruc- plicación del polihidramnios, que puede diagnosticarse in
ción es extrínseca, debida a vasos anómalos, como un gran utero mediante ecografía. Habitualmente se descubre en re-

769
NEUMOLOGÍA

cién nacidos con dificultad respiratoria, pero en otras ocasio-


nes se manifiesta por infecciones pulmonares recurrentes,
que no se resuelven completamente, en niños mayores. Esta
sintomatología y la posibilidad de degeneración maligna
aconsejan su tratamiento quirúrgico.

Secuestro pulmonar
Se trata de un segmento o lóbulo pulmonar no comunica-
do con el árbol traqueobronquial normal e irrigado por un
vaso sistémico procedente de la aorta o sus ramas. La pre-
sión sistémica a la que están sometidos es responsable de su
degeneración quística. Los secuestros se originan por la for-
mación de un brote broncopulmonar accesorio, dentro o
fuera de la yema pulmonar primitiva, con persistencia de su
irrigación embrionaria sistémica. Dependiendo de si la mal-
formación se desarrolla o no en el seno del parénquima, se
distinguen dos tipos diferentes de secuestro. Así, el secuestro
intralobular forma parte de un lóbulo, por lo demás normal,
mientras que el extralobular se encuentra separado del pul-
món por su propia pleura visceral y es independiente de él.
El secuestro extralobular es el menos frecuente. Habitual-
mente situado en el ángulo costofrénico izquierdo, en con-
tacto con el diafragma, se puede localizar a ambos lados de
éste o incluso en el mediastino. En la mayoría de los casos su
drenaje venoso es en una vena sistémica, lo cual origina un
cortocircuito izquierda-derecha. Suele asociarse a malforma-
ciones del diafragma ipsolateral, con frecuencia hernias con-
génitas. Sólo en algunos casos determina la aparición de sín-
tomas, por lo que su diagnóstico es incidental tras un
hallazgo radiográfico. Fig. 5.38. Radiografía lateral de tórax. Gran quiste broncógeno en
El secuestro intralobular se localiza en el segmento poste- el mediastino. Sobre su borde inferior se aprecia contenido líquido de
rior del lóbulo inferior izquierdo en el 75% de los casos; es densidad cálcica (flechas).
menos frecuente en el lóbulo inferior derecho y mucho me-
nos en los lóbulos superiores. En ocasiones se asocia a otras
malformaciones, como divertículos esofagobronquiales y co- no es suficiente su exéresis, mientras que en los pulmonares
municaciones con el esófago o estómago. Suele ser el origen es necesaria la resección lobular o segmentaria.
de infecciones recurrentes, con episodios febriles, hemopti-
sis y a veces abscesificación secundaria. La imagen radiológi-
ca es la de una masa sólida con vasos que festonean su peri- Malformaciones vasculares
feria, pero en los casos con infecciones secundarias pueden
adquirir aspecto poliquístico, a veces con nivel hidroaéreo.
El tratamiento consiste en la resección del secuestro pero,
cuando existe inflamación en el pulmón adyacente, es nece-
Malformaciones arteriales pulmonares
sario realizar una lobectomía. En ocasiones, la tomografía La ausencia y la atresia de la arteria pulmonar principal, así
computarizada permite identificar el vaso sistémico anóma- como la interrupción proximal de una de las arterias princi-
lo, pero antes de la resección se debe localizar adecuada- pales, son anomalías infrecuentes. En estas situaciones, el
mente mediante arteriografía. conducto arterioso es permeable y conecta la aorta a la cir-
culación pulmonar. Otras veces el flujo pulmonar es suminis-
trado por arterias bronquiales hipertróficas o ramas anóma-
Quiste broncógeno las originadas en la aorta. En los casos en que la anomalía es
Esta malformación tiene su origen en un divertículo de la unilateral, el pulmón ipsilateral es hipoplásico y con frecuen-
yema pulmonar primitiva, que se separa del árbol traqueo- cia se asocia a defectos septales o tetralogía de Fallot. Suele
bronquial incipiente. Son masas quísticas, casi siempre úni- cursar con hipertensión pulmonar y, en ocasiones, hemopti-
cas, rellenas de líquido mucoide o seroso y con una pared sis.
fina que contiene todos los elementos histológicos de los La denominación arteria pulmonar izquierda anómala de-
bronquios. Pueden localizarse en el mediastino o el pulmón, signa la malformación en la que la arteria izquierda nace
según la anomalía se haya desarrollado antes de las estructu- del lado derecho del tronco pulmonar. En su recorrido por
ras pulmonares o después de ellas. En el pulmón, los quistes encima del bronquio principal derecho y parte posterior de
broncógenos suelen localizarse en los campos medios o los la tráquea y esófago, suele comprimir la vía aérea derecha
lóbulos inferiores. En el mediastino su localización más típi- o de los dos pulmones. En el árbol traqueobronquial se de-
ca es por debajo de la carina principal (fig. 5.38). sarrollan defectos de la membrana posterior o una división
Los quistes broncógenos pulmonares suelen presentar in- imperfecta de los cartílagos. Suele manifestarse en recién
fecciones secundarias comunicándose con la vía aérea o nacidos con disnea, pero a veces no produce sintomatolo-
dando lugar a hemoptisis. Los de mediastino suelen cursar gía.
de forma asintomática pero, a veces, pueden comprimir las La coartación y la estenosis de las arterias pulmonares son
vías aéreas y comunicarse con ellas. La imagen radiológica malformaciones raras, centrales o periféricas, que ocasionan
es la de un quiste oval o redondeado, sólido y homogéneo o dilataciones postestenóticas. Los aneurismas congénitos sue-
en forma de cavidad con paredes finas con un nivel hidroaé- len asociarse a defectos valvulares o de tabicación cardíaca,
reo. Los bordes están bien delimitados, excepto en los casos a fístulas arteriovenosas o a secuestros pulmonares. Las este-
en los que la infección origina áreas de neumonitis adyacen- nosis de la válvula pulmonar habitualmente desarrollan
te. A veces la pared o el contenido líquido se calcifican. El aneurismas en la rama izquierda debido a la turbulencia
tratamiento es quirúrgico. En los localizados en el mediasti- postestenótica. En ocasiones, los aneurismas se sitúan en el

770
MALFORMACIONES BRONCOPULMONARES

Fig. 5.39. A. TC torácica a la altura del tabique interventricular. Pul-


món derecho hipoplásico. B Vaso de drenaje anómalo adyacente a la
aurícula derecha (flechas).

tronco de la arteria, cursan en forma asintomática y no se


asocian a otras anomalías.
Otra alteración infrecuente es la comunicación directa en-
tre la rama derecha de la arteria pulmonar y la aurícula iz-
quierda. Los pacientes presentan cianosis y acropaquía. La
radiografía muestra un nódulo redondeado que representa la
formación aneurismática próxima a la desembocadura arte-
rial.

Malformaciones venosas
Las estenosis venosas congénitas y la atresia completa de
las venas pulmonares son anomalías raras que cursan con
signos de hipertensión pulmonar venosa, catarros recurren-
tes, disnea y hemoptisis. La edad de presentación y la intensi-
dad de los síntomas dependen del número de ramas venosas
implicadas.
En ocasiones la pared de estos vasos se desarrolla de ma- Fig. 5.40. TC torácica. Fístula arteriovenosa intrapulmonar (flecha).
nera defectuosa, con formación de varices pulmonares con- Síndrome de Rendu-Osler.
génitas. Su imagen radiológica es la de nódulos bien defini-
dos, a veces polilobulados, que cambian de tamaño con las
maniobras de Müller y Valsalva. No dan síntomas pero, en
ocasiones, pueden cursar con hemoptisis. A veces son adqui- rior por debajo o por encima del diafragma. El tronco venoso
ridas, debido a las alteraciones hemodinámicas, como en la anómalo bordea la silueta cardíaca derecha, dando una ima-
insuficiencia mitral. gen que recuerda a la de una cimitarra. Una parte o todo el
En el drenaje venoso anómalo, una parte (drenaje parcial) pulmón hipoplásico recibe su vascularización de una arteria
o toda la circulación venosa pulmonar desemboca en la sistémica y con frecuencia se asocia a comunicación interau-
aurícula derecha o en sus vasos aferentes, produciendo un ricular o interventricular, tetralogía de Fallot o coartación de
cortocircuito extracardíaco. El drenaje anómalo total es muy aorta. Entre los síntomas, variables, destacan insuficiencia
grave y se manifiesta, ya en recién nacidos, con insuficiencia cardiorrespiratoria en los primeros meses de vida, infeccio-
respiratoria, hipertensión pulmonar y edema intersticial sin nes broncopulmonares recurrentes o hemoptisis, aunque
cardiomegalia. La sintomatología derivada del drenaje anó- con frecuencia no existen, realizándose el diagnóstico tras
malo parcial depende de la intensidad del cortocircuito y de un hallazgo radiológico.
su posible asociación a una comunicación interauricular. Las fístulas arteriovenosas congénitas en el circuito pulmo-
Pueden cursar con disnea, cianosis e infecciones recurren- nar pueden ser simples o complejas, con una o varias ramas
tes. El vaso anormal suele estar localizado a la derecha y, aferentes y eferentes. Pueden presentarse de forma aislada,
cuando drena en la vena cava inferior, se integra en el sín- como malformaciones exclusivamente pulmonares, pero lo
drome de la cimitarra (fig. 5.39). más común es que se asocien a comunicaciones arteriove-
nosas sistémicas, formando parte del síndrome de Rendu-Os-
ler. En la radiografía se presentan como masas homogéneas
Malformaciones complejas y polilobuladas (fig. 5.40), de varios centímetros de diáme-
El síndrome de la cimitarra o del pulmón hipogenético es tro, o como nódulos múltiples imperceptibles a la vista. Pue-
una malformación compleja en la que se asocian hipoplasia den aparecer en la juventud o en edades medias de la vida y
de la arteria pulmonar y pulmón derechos, anomalías del ár- ocasionan cianosis, acropaquía, poliglobulia o hemoptisis. El
bol traqueobronquial (isomerismo), dextrocardia y drenaje tratamiento de elección es la emboloterapia de la malforma-
venoso anómalo del pulmón derecho en la vena cava infe- ción.

771
NEUMOLOGÍA

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Síndrome de apneas durante el sueño


J.M. Montserrat Canal

Aunque el ser humano pasa aproximadamente un tercio cuadro de somnolencia, trastornos neuropsiquiátricos y car-
de su existencia durmiendo, la naturaleza, la función e, in- diorrespiratorios secundarios a episodios de apnea y/o hi-
cluso, los acontecimientos que suceden durante el sueño popnea repetidos durante el sueño, que provocan constantes
son a menudo desconocidos. El sueño es un fenómeno acti- desaturaciones de la oxihemoglobina y despertares transito-
vo en el que se sucede, de un modo cíclico, una serie de es- rios que no permiten un sueño reparador. Habitualmente se
tadios caracterizados por patrones neurofisiológicos defini- trata de pacientes obesos, roncadores, con antecedentes de
dos (tabla 5.38). En un individuo sano, el sueño se inicia con hipertensión arterial y cardiopatía coronaria.
varios minutos en estadio I, al que siguen los estadios II, III y
IV. Luego aparecen de nuevo los estadios I y II y, finalmente, Clasificación. Existen tres tipos diferentes de apneas/hipo-
a los 60-90 min del inicio del sueño aparece la fase REM (ra- pneas (fig. 5.41): a) obstructivas, las más frecuentes, que se
pid eye movement o de movimientos oculares rápidos). Este caracterizan por el cese o la disminución del flujo aéreo en
ciclo se repite cada 60-90 min. la boca y/o la nariz a pesar de los movimientos respiratorios
La fase REM es aquella en la que habitualmente se sueña. de la caja torácica que luchan contra una obstrucción situa-
Puede definirse como una fase de gran actividad cerebral y da en la región faríngea; b) centrales, en las que el cese o la
paresia corporal, dado que se produce la pérdida de tono de disminución del flujo aéreo nasobucal se acompaña del cese
todos los músculos del organismo, excepto del diafragma y o la disminución de la actividad de los músculos respirato-
los músculos oculares. La fase no REM puede definirse como rios, y c) mixtas, en las que la apnea/hipopnea es inicialmen-
un período de relativa tranquilidad cerebral y movimientos te central y, luego, obstructiva.
corporales. Para que el sueño sea reparador, las fases previa-
mente descritas deben repetirse de forma cíclica durante la Etiopatogenia. Factores responsables del inicio de las ap-
noche. neas. Para entender la etiopatogenia del SAOS es necesario
Las enfermedades respiratorias que se presentan durante recordar que el control de la ventilación se realiza por dos
el sueño puede alterar las diferentes fases del sueño y, como vías, la voluntaria y la automática. La vía automática es la
consecuencia, éste deja de ser reparador. La relevancia de única que actúa durante el sueño y regula la ventilación se-
los trastornos cardiorrespiratorios durante el sueño sólo se ha gún las necesidades del organismo a través de una serie de
reconocido durante las últimas dos décadas, coincidiendo receptores (quimiorreceptores y mecanorreceptores). Para
con el redescubrimiento del síndrome de apneas obstructi- ello, desde los centros respiratorios se emiten una serie de es-
vas durante el sueño (SAOS), el cual, junto al insomnio, es el tímulos dirigidos a dos grupos musculares: a) los ventilato-
trastorno nocturno más común. rios, responsables de la mayor o menor ventilación pulmo-
nar y b) los que mantienen abierta la luz de la vía aérea
superior, con el objeto de mantenerla permeable durante la
Síndrome de apneas durante el sueño contracción de los músculos ventilatorios. Ambos grupos
musculares deben estar adecuadamente coordinados para
Concepto. La apnea del sueño se define como el cese inter- que la ventilación pulmonar sea eficaz. Durante la inspira-
mitente del flujo aéreo en la boca y/o la nariz durante el sue- ción, la contracción de los músculos ventilatorios provoca
ño, con una duración superior a 10 seg. La hipopnea consiste una presión pleural subatmosférica (negativa) que se trans-
en la disminución del flujo aéreo en la boca y/o la nariz du- mite a la faringe y permite la entrada de aire en los pul-
rante más de 10 seg y que se acompaña de desaturación de mones. En la región faríngea, la presión negativa intralumi-
la oxihemoglobina y despertar transitorio (arousal). La pre- nal tiende a colapsar su luz. Sin embargo, la acción de los
sencia de un índice de apnea/hipopnea superior a 10 por músculos de la vía aérea superior evita el colapso (fig. 5.42).
hora se considera anómala. El SAOS se caracteriza por un Cuando existe un defecto en los músculos, en sus vías ner-

TABLA 5.38. Características neurofisiológicas de los diversos estadios del sueño


EEG EOG EMG
Vigilia Frecuencias rápidas (ritmo alfa) Movimientos rápidos Amplitud muy elevada
Amplitud moderada
Estadio I Frecuencias más lentas (desintegración del ritmo alfa) Movimientos lentos Amplitud moderada
Amplitud moderada y con gran amplitud
Estadio II Complejos K Movimientos lentos Amplitud moderada
Husos con menor amplitud
Amplitud moderada
Estadios III y IV Frecuencias lentas (ritmo delta) Ausencia de movimientos Amplitud muy disminuida
Amplitud elevada
REM Frecuencias rápidas Movimientos rápidos Ausencia de actividad
Amplitud moderada
EEG: electroencefalograma; EOG: electrooculograma; EMG: electromiograma submentoniano; REM: rapid eye movement (movimientos oculares rápidos).

772
SÍNDROME DE APNEAS DURANTE EL SUEÑO

Apnea Apnea Apnea


obstructiva central mixta
Despertar
Sueño transitorio

EEG

Flujo
Fig. 5.41. Trazado polisomnográfico es-
quemático en el que se muestran las prin-
cipales características de las apneas obs-
tructiva, central y mixta. Nótese en todos Movimientos
los casos el cese del flujo aéreo nasobu- toracoabdominales
cal. En la apnea obstructiva se mantienen
los movimientos toracoabdominales,
mientras que éstos desaparecen en la ap-
nea central. La apnea mixta inicialmente SaO2
es central y, luego, obstructiva. SaO2: sa-
turación arterial de oxígeno. ECG: elec-
troencefalograma.

Fig. 5.42. Tratamiento con presión po-


sitiva continua en la vía aérea superior
(CPAP). Gráfico de la izquierda: indivi-
duo normal. A pesar de la presión negati-
va en la región faríngea, ésta no se colap-
sa por la acción eficaz de los músculos de
la vía aérea superior. Gráfico central: pa-
ciente con síndrome de apneas obstructi-
vas durante el sueño. Se produce colapso
de la vía aérea superior. Gráfico de la de-
recha: el tratamiento con CPAP provoca
una presión positiva continua en la vía
aérea superior que evita su colapso.

viosas o en la coordinación, se pueden producir las apneas que ocurren durante las apneas obstructivas han provocado
obstructivas, puesto que la presión subatmosférica resultante el despertar transitorio.
de la contracción de los músculos ventilatorios colapsaría la Las apneas centrales ocurren por alteración de los centros
faringe al no actuar y/o reaccionar adecuadamente sus mús- respiratorios y/o de sus receptores. Los centros no funcionan
culos durante el sueño (fig. 5.42). Existe, además, una serie adecuadamente como marcapasos y, en consecuencia, se
de factores anatómicos que pueden sobrecargar a los múscu- produce la apnea. En un número no despreciable de casos,
los de la vía aérea superior, como las amígdalas gigantes, las la apnea central es una respuesta refleja de la obstrucción
malformaciones mandibulares, la hipertrofia lingual y la obe- que se produce en la vía aérea superior. Respecto a las for-
sidad. Estos factores anatómicos son, en ocasiones, totalmen- mas mixtas, su etiopatogenia es la misma que la de las ap-
te responsables de la presencia de apneas obstructivas y neas obstructivas.
constituyen una indicación para la instauración de trata-
miento quirúrgico. El alcohol es otro agente decisivo en la Consecuencias fisiopatológicas. La secuencia de fenóme-
génesis del SAOS, pues no sólo provoca edema de la vía nos que ocurren durante la noche en los pacientes con SAOS
aérea superior sino que deprime selectivamente la acción de origina una serie de cambios fisiopatológicos responsables
los músculos de dicha región. En resumen, cuando el balan- de las principales manifestaciones clínicas que pueden agru-
ce entre las fuerzas que mantienen abierta la vía aérea supe- parse en dos grandes apartados: manifestaciones neuropsi-
rior y las que tienden a colapsarla se decanta hacia estas últi- quiátricas y manifestaciones cardiorrespiratorias.
mas, se producen las apneas obstructivas. En la figura 5.43 se muestra cómo de un modo constante
Factores responsables del final de las apneas. Una vez pro- se repite siempre el mismo ciclo: sueño, apnea, cambios ga-
ducida la apnea, los síntomas clínicos del paciente se expli- sométricos, despertar transitorio y fin de la apnea. Las ap-
can por una serie de fenómenos fisiopatológicos (fig. 5.43). neas obstructivas provocan reflejos procedentes de la vía
En condiciones normales, se pueden producir obstrucciones aérea superior que pueden ocasionar arritmias; además, du-
de la vía aérea superior que son intrascendentes por su corta rante la apnea y como consecuencia de la obstrucción de la
duración ya que una serie de reflejos subcorticales activan vía aérea superior, se generan presiones pleurales cada vez
rápidamente los músculos de la vía aérea superior, con lo más negativas con el fin de vencer la obstrucción existente,
cual desaparece la obstrucción (fig. 5.44). En los pacientes lo que provoca el aumento de la poscarga de ambos ventrí-
con SAOS, estos reflejos son anómalos, ya que la activación culos. Los cambios gasométricos repetidos producen va-
de los músculos de la vía aérea superior está condicionada soconstricción pulmonar y sistémica, causa potencial de hi-
por estímulos que proceden de la corteza. En la figura 5.44 se pertensión arterial y pulmonar, cardiopatía coronaria e
muestra cómo la activación de los músculos de la vía aérea hipoventilación diurna crónica. Los despertares transitorios
superior se produce después de que todos los fenómenos repetidos son los responsables de la fragmentación del sue-

773
NEUMOLOGÍA

Cronología CO2 ↑ Fin


de los Sueño Apnea Despertar
O2 ↓ de la Sueño
fenómenos transitorio apnea

Consecuencias Presiones Arritmias Sueño


fisiopatológicas pleurales fragmentado
muy Vasoconstricción
negativas pulmonar Sueño no
reparador
Vasoconstricción
sistémica

Clínica Aumento Hipertensión Somnolencia


de la pulmonar
poscarga Trastornos
ventricular Hipertensión intelectuales
sistémica
Cambios
Cardiopatía de la
coronaria personalidad Fig. 5.43. Cronología de los fenómenos
y las consecuencias fisiopatológicas y clí-
nicas de las apneas durante el sueño.

TABLA 5.39. Síntomas diurnos y nocturnos en el síndrome


A B de apneas obstructivas durante el sueño
Condiciones fisiológicas Apneas obstructivas Síntomas nocturnos
Ronquido
Obstrucción de la APNEA Actividad motora anormal
vía aérea superior
Interrupción del sueño
Enuresis
Estímulo de Estímulo de Reflujo gastroesofágico
diversos receptores diversos receptores Sudación nocturna
Convulsiones
Vía aérea superior Vía aérea superior
Mecanorreceptores Mecanorreceptores Insomnio
Quimiorreceptores Quimiorreceptores
Síntomas diurnos
Hipersomnia
Fenómenos que Cefalea
acontecen durante
las apneas: Impotencia o disminución de la libido
1. Presiones pleurales Trastornos psiquiátricos
muy negativas Alteraciones de la voz
2. Trastornos Deterioro intelectual
gasométricos
Déficit de memoria
Accidentes de tráfico
CENTROS RESPIRATORIOS CORTEZA Sequedad de boca matutina

DESPERTAR
TRANSITORIO
rioro de la capacidad intelectual. A menudo, estos pacientes
ACTIVACIÓN ACTIVACIÓN
han sufrido múltiples accidentes de tráfico, tienen antece-
DE LOS MÚSCULOS DE LOS MÚSCULOS dentes de cardiopatía coronaria e hipertensión arterial, pade-
DE LA VÍA AÉREA DE LA VÍA AÉREA cen impotencia y despertares con sensación de obstrucción
SUPERIOR SUPERIOR
de la vía aérea superior y el cónyuge relata con detalle los
episodios apneicos durante la noche. La sintomatología noc-
FIN DE LA OBSTRUCCIÓN FIN DE LA APNEA turna y diurna se resume en la tabla 5.39.

Exploración física. La exploración física muestra obesidad,


Fig. 5.44. Mecanismos responsables del fin de las apneas obstructi- cuello corto y, en algunos casos, retrognatia. La exploración
vas. A. En un individuo sano se pueden producir obstrucciones de la
vía aérea superior que son de corta duración. B. En los individuos con otorrinolaringológica revela una faringe edematosa y peque-
apneas obstructivas, la activación de los músculos de la vía aérea su- ña y, en ocasiones, amígdalas hipertróficas e incluso obstruc-
perior y el fin de las apneas se producen a través del despertar transi- ción nasal. A veces la úvula es gigante y presenta petequias
torio. secundarias al traumatismo físico de las vibraciones que se
producen durante la noche. La hipertensión arterial sistémi-
ca es un hecho frecuente. Los signos de insuficiencia cardio-
ño, que determina la mayoría de las manifestaciones neurop- rrespiratoria, como cianosis, disnea o cor pulmonale, sólo
siquiátricas, como la somnolencia diurna y los trastornos de aparecen en las formas de SAOS más avanzadas o cuando se
conducta y de la personalidad. asocian a enfermedades respiratorias, como enfermedad pul-
monar obstructiva crónica (EPOC). La laringoscopia indirec-
Cuadro clínico. Los síntomas más frecuentes de las apneas ta permite valorar mejor las anomalías de la vía aérea supe-
obstructivas son la somnolencia diurna y los ronquidos noc- rior.
turnos. Habitualmente, en los casos floridos se asocian tras-
tornos neuropsiquiátricos, como pérdida de memoria, irri- Exploraciones complementarias. El hemograma y el aná-
tabilidad, incapacidad de concentración y, en general, dete- lisis bioquímico sanguíneo pueden detectar poliglobulia

774
SÍNDROME DE APNEAS DURANTE EL SUEÑO

(generalmente en casos avanzados o asociados a EPOC), hi- el antígeno de histocompatibilidad DR2. Para su diagnóstico
peruricemia, hiperglucemia e hipercolesterolemia, especial- es imprescindible realizar una polisomnografía y una serie
mente en pacientes obesos. La radiografía de tórax puede de siestas (prueba de latencia múltiple) que pongan de ma-
poner de manifiesto la existencia de signos de cor pulmonale nifiesto la tendencia a la hipersomnia y la pronta iniciación
o bien cardiomegalia secundaria a cardiopatía isquémica o del sueño en fase REM. En un porcentaje no despreciable de
hipertensiva. El ECG también es útil en este sentido. Desde el casos puede asociarse al SAOS. Su tratamiento consiste en la
punto de vista de la función respiratoria, la espirometría sue- administración de anfetaminas y la programación de siestas
le poner de manifiesto una alteración ventilatoria restrictiva periódicas.
secundaria a la obesidad; las curvas de flujo-volumen pue- Síndrome de las piernas inquietas y movimientos periódicos
den mostrar oscilaciones típicas de inestabilidad de la vía de las piernas. Consiste en la aparición de movimientos brus-
aérea superior. La gasometría arterial durante el día puede cos de las piernas (mioclonías) durante el sueño, con una
ser normal o mostrar hipoxemia, que en ocasiones es secun- periodicidad regular. Además, durante el día estos pacientes
daria a la propia obesidad. En los casos avanzados o cuando suelen presentar dolorimiento e inquietud en las piernas en
existe enfermedad asociada (EPOC) puede evidenciar hiper- reposo. Estas mioclonías originan, al igual que las apneas,
capnia crónica. microdespertares que fragmentan y desestructuran el sueño
La cefalometría es una técnica radiológica estandarizada dando como resultado hipersomnia. A menudo se asocia al
de cráneo, cara y cuello que permite medir una serie de dis- SAOS y suele ceder cuando se trata éste, aunque puede pre-
tancias y ángulos preestablecidos. Está indicada para valorar sentarse independientemente y requerir un tratamiento espe-
las posibilidades quirúrgicas. cífico que suele consistir en el flurazepam.
Hipersomnia idiopática del SNC. Consiste en la aparición
Diagnóstico. El SAOS puede ocurrir a cualquier edad (inclu- de hipersomnia diurna que resulta incapacitante. Al igual
so en niños a causa de amígdalas gigantes) o en pacientes que la narcolepsia, por lo general suele presentarse entre los
no obesos. En ocasiones el SAOS puede ser grave y los sínto- 15 y los 25 años. No se objetiva cataplejía, ni inicio del sueño
mas mínimos. El diagnóstico definitivo se establece por la en fase REM, ni alteraciones estructurales del SNC que la jus-
polisomnografía, que incluye la medición de una serie de va- tifiquen.
riables fisiológicas durante el sueño. Dichas variables pue- Síndromes psiquiátricos. Específicamente la depresión,
den ser: a) neurológicas, como el EEG, los movimientos ocu- que puede cursar con hipersomnia, desinterés e impotencia.
lares y la actividad muscular del geniogloso, que permiten Finalmente, también el hipotiroidismo, la uremia, la neu-
analizar el sueño, sus estadios y su calidad (tabla 5.38) y b) rosarcoidosis o la infección del SNC por el virus de la inmu-
respiratorias, como el flujo aéreo en la boca o la nariz, movi- nodeficiencia humana pueden ser causa de hipersomnia.
mientos toracoabdominales y saturación de la oxihemoglobi- El insomnio, que puede ser síntoma del SAOS, se clasifica
na, que permiten clasificar las apneas/hipopneas en centra- en seis grupos fundamentales: a) enfermedades psicológicas
les, obstructivas o mixtas y valorar el grado de desaturación (estrés, ansiedad); b) enfermedades orgánicas (disnea noc-
de la oxihemoglobina que provocan. Además, se estudian turna, dolor); c) fármacos (alcohol, deprivación de sedan-
otras variables, como la intensidad del ronquido, los movi- tes); d) enfermedades propiamente del sueño (SAOS, movi-
mientos de las piernas (que ocurren en el síndrome de los mientos periódicos de las piernas), e) trastornos del ciclo
movimientos periódicos de las piernas; véase Diagnóstico di- sueño-vigilia (desfase de sueño tras cruzar diferentes zonas
ferencial) y el ECG. Un número de apneas/hipopneas por horarias o jet lag, síndrome del sueño atrasado, síndrome del
hora superior a 10 es anormal. Un número de apneas supe- sueño adelantado), y f) idiopático.
rior a 20 por hora se acompaña de un aumento de la mortali- Las parasomnias son entidades que se asocian a fenóme-
dad en estos pacientes, en su mayor parte debido a trastor- nos atípicos o anormales durante el sueño, como sonambu-
nos cardiovasculares. Un número de apneas por hora entre lismo, terrores nocturnos, pesadillas y bruxismo. Algunos ca-
10 y 20 se considera leve, entre 20 y 50, moderado y superior sos de SAOS pueden presentar síntomas similares. Respecto
a 50, grave. Para valorar la gravedad del SAOS debe tenerse a los trastornos respiratorios durante el sueño que ocurren en
en cuenta además la duración de las apneas, el grado de de- otras enfermedades, cabe considerar las enfermedades neu-
saturación de la oxihemoglobina que ocasionan y la sinto- romusculares, el hipotiroidismo, la obesidad, la acromegalia,
matología clínica. la EPOC y la cifoscoliosis.

Diagnóstico diferencial. El diagnóstico diferencial debe Tratamiento. El tratamiento puede dividirse en cinco apar-
realizarse con las diversas entidades que causan somnolen- tados que incluyen: a) medidas generales como la abstinen-
cia e insomnio, las parasomnias y los trastornos respiratorios cia alcohólica, la pérdida de peso, el tratamiento de la obs-
durante el sueño que ocurren en otras enfermedades. trucción nasal y evitar dormir en decúbito supino; b) la
Respecto a la somnolencia debe establecerse el diagnósti- administración de fármacos como la protriptilina que, al su-
co diferencial con las siguientes entidades: primir la fase REM, evita las apneas de esta fase del sueño y,
Síndrome hipoventilación-obesidad. Se trata de pacientes además, activa selectivamente los músculos de la vía aérea
con obesidad mórbida que desarrollan hipoxemia e hiper- superior, o la progesterona; c) el empleo de presión positiva
capnia diurna (probablemente por trastornos de la quimio- continua de la vía aérea superior por vía nasal (CPAP) duran-
sensibilidad primaria o secundaria). En ocasiones se asocia te la noche, que es el tratamiento de elección en la mayoría
al SAOS. de casos; d) la cirugía, y e) otras alternativas.
Hipoventilación alveolar central idiopática. Consiste en la El objetivo general del tratamiento es no sólo mejorar la
alteración de la respuesta ventilatoria a la hipoxia y a la hi- sintomatología sino también conseguir todas las alteraciones
percapnia de origen central. Suele presentarse durante el día fisiopatológicas. Es decir, siempre debe comprobarse me-
y la noche, pero puede hacerlo exclusivamente durante el diante un estudio nocturno la desaparición de las apneas
sueño con la aparición de apneas centrales por pérdida del con el tratamiento. Los pacientes sintomáticos con un índice
automatismo de que gozan las funciones vitales como la res- de apnea por hora superior a 20 siempre deben tratarse. En
piración (síndrome de la Ondina). la figura 5.45 se muestra la propuesta del esquema terapéuti-
Narcolepsia. Se caracteriza por la somnolencia y la apari- co. En la gran mayoría de los casos es prioritario iniciar el tra-
ción de ataques de sueño irresistible, que duran desde pocos tamiento con CPAP que, al actuar a modo de válvula neumá-
minutos a una hora. Se asocian fenómenos de cataplejía o tica, impide el colapso de la vía aérea superior (fig. 5.42). La
pérdidas bruscas del tono muscular cuya duración e intensi- CPAP no es un tratamiento curativo, lo cual implica que su
dad son variables. Suelen asociarse también alucinaciones aplicación debe ser continuada. La mayoría de los pacientes
hipnagógicas al inicio del sueño. En general se presenta en- la tolera perfectamente, con una mejoría espectacular de su
tre los 15 y los 25 años y se ha observado su asociación con sintomatología clínica.

775
NEUMOLOGÍA

SAOS leve SAOS moderado-grave

Dieta si procede Dieta si procede


Evitar alcohol y sedantes +
CPAP

Efecto beneficioso Buena tolerancia Mala tolerancia


valorado mediante
estudio nocturno

Efecto nulo

Seguir tratamiento Plantearse cirugía


Fig. 5.45. Propuesta de esquema tera-
Seguir péutico. CPAP: presión positiva continua
en la vía aérea; SAOS: síndrome de apneas
obstructivas durante el sueño.

La cirugía está indicada cuando existen alteraciones ana- los centros respiratorios para el CO2 arterial. Este tipo de res-
tómicas específicas en la vía aérea superior, como obstruc- piración se produce en pacientes con insuficiencia cardíaca
ción anatómica de la nariz, amígdalas gigantes o anomalías y, durante el sueño, en las grandes alturas. Su tratamiento,
óseas manifiestas (retrognatia). Para los pacientes que no basado en teofilina u oxigenoterapia o incluso CPAP, mejora
presentan alteraciones específicas de la vía aérea superior de forma notable la función cardíaca.
existen diversas opciones quirúrgicas, cuya eficacia no ha
sido plenamente demostrada, siendo la más utilizada la
uvulopalatofaringoplastia (UPFP), que pretende eliminar Apneas obstructivas durante el sueño
los diversos factores anatómicos que favorecen el SAOS. En y función cardiovascular
un futuro próximo, cabe esperar resultados espectaculares
mediante el empleo de técnicas quirúrgicas de avance El incremento de la mortalidad que se registra en los pa-
mandibular. En los casos de apneas obstructivas únicamen- cientes con SAOS respecto a la población general se debe
te durante la fase REM, pueden prescribirse antidepresivos. principalmente a las complicaciones cardiovasculares, las
Algunos casos de SAOS asociados al síndrome de obesidad- cuales, a su vez, se producen a causa de los siguientes fenó-
hipoventilación responden al tratamiento con progeste- menos: a) hipertensión pulmonar y sistémica que se produ-
rona. cen durante las apneas; b) aumento del trabajo cardíaco
Otras modalidades de tratamiento, como la oxigenotera- (aumento de la poscarga de ambos ventrículos) como con-
pia, la teofilina, la almitrina y las técnicas de ortodoncia sólo secuencia de las elevadas presiones negativas que se gene-
tienen un papel coadyuvante y, en general, son poco útiles. ran durante las apneas, y c) aumento de la actividad nervio-
sa simpática, que origina la elevación prolongada de la
actividad adrenérgica. Por todo ello, las apneas obstructivas
Apnea central y respiración de Cheyne-Stokes durante el sueño pueden provocar la sobrecarga crónica del
sistema cardiovascular. Además, el SAOS puede ser un factor
La apnea central ocurre cuando falla el estímulo proce- importante en la aparición de hipertensión arterial como
dente de los centros respiratorios, por lo que el cese del flujo consecuencia de la elevada actividad neurovegetativa que se
aéreo nasobucal de 10 seg o más de duración se acompaña produce durante la noche.
del cese de la actividad de los músculos respiratorios. Las
consecuencias clínicas, con excepción de los ronquidos, son
las mismas que las de las apneas obstructivas. En la práctica Otras enfermedades pulmonares y su relación
clínica son muy poco frecuentes. En circunstancias norma- con el sueño
les, el ser humano presenta un pequeño número de apneas
centrales durante la fase REM del sueño como consecuen- Durante el sueño el control de la ventilación se realiza ex-
cia de la respiración irregular en esta fase. Un número eleva- clusivamente por vía automática, de forma que durante la
do de apneas centrales durante el sueño, en fase tanto REM fase REM hay paresia o parálisis de todos los músculos del or-
como no REM, puede asociarse a la presencia de enfermeda- ganismo, excepto los oculares y el diafragma. En consecuen-
des neurológicas diversas, enfermedades neuromusculares, cia, los pacientes que presentan anomalías en alguno de los
alcalosis metabólica y obstrucciones nasales, si bien en oca- eslabones del control de la ventilación pulmonar o que de-
siones no se conoce la causa etiológica precisa. El diagnósti- ben utilizar todos sus músculos para respirar (cifoscoliosis,
co, al igual que para las apneas obstructivas, debe realizarse miopatías, EPOC) pueden sufrir trastornos ventilatorios du-
mediante la práctica de una polisomnografía. El tratamiento rante el sueño. Dichos trastornos pueden, asimismo, provo-
no está tan bien establecido como en las apneas obstructi- car alteraciones gasométricas importantes.
vas. Raras veces responden a fármacos (progesterona o ace-
tozolamida). La oxigenoterapia o incluso la CPAP pueden
ser eficaces en algunos casos, como se ha señalado al hacer
Muerte súbita del recién nacido
referencia a la fisiopatología. Cuando todas las anteriores op- La muerte súbita del recién nacido puede considerarse
ciones son ineficaces, la ventilación nocturna nasal no inva- una alteración del control de la ventilación durante el sueño.
siva es el tratamiento de elección. Existen algunos trabajos que demuestran que los recién naci-
La respiración de Cheyne-Stokes es una forma especial de dos que han padecido el síndrome y se han recuperado tie-
apnea central que típicamente presenta un patrón ventilato- nen una respuesta ventilatoria a la hipercapnia disminuida y
rio definido como in crescendo-decrescendo. Su etiología está sus familiares directos son portadores asimismo de respues-
relacionada con la inestabilidad y especial sensibilidad de tas ventilatorias disminuidas.

776
TUMORES BRONCOPULMONARES. CÁNCER BRONCOPULMONAR

Obesidad produce hipoventilación, que ocasiona reducciones muy


acusadas de la PaO2 arterial. La caída de la PaO2 arterial es
Los pacientes obesos con parénquima pulmonar normal mucho más intensa en estos pacientes que en los enfermos
pueden presentar alteraciones respiratorias por tres mecanis- con EPOC, debido a que tienen unos volúmenes pulmonares
mos diferentes: a) efecto de la misma obesidad sobre la me- muy reducidos. La PaO2 arterial durante la fase REM de sue-
cánica pulmonar; b) asociación con el síndrome de hipoven- ño puede llegar a valores de 20 mmHg (2,6 kPa), con las con-
tilación central, y c) asociación con el SAOS. La sobrecarga siguientes hipertensión pulmonar, poliglobulia y arritmias.
que el tejido adiposo provoca sobre la caja torácica es res- Cuando además presentan hipercapnia, el tratamiento con
ponsable de la reducción de su distensibilidad. En conse- ventilación mecánica no invasiva durante la noche produce
cuencia, disminuye el volumen pulmonar en reposo, apare- una mejoría espectacular, de forma que tienen mejor calidad
cen microatelectasias que provocan alteraciones en las de vida y disminuye el número de ingresos hospitalarios.
relaciones ventilación/perfusión y la consiguiente hipoxemia
arterial, que es el trastorno de la función pulmonar más fre-
cuente en los obesos. Algunos pacientes con obesidad pre-
Asma bronquial
sentan, además, el síndrome de hipoventilación alveolar, de- La mayoría de los pacientes con asma bronquial tienen
finido por la presencia de hipercapnia y disminución de la síntomas nocturnos, puesto que la obstrucción bronquial au-
respuesta ventilatoria a la hipoxemia y la hipercapnia en pre- menta considerablemente y presentan disnea, sibilancias y
sencia de parénquima pulmonar normal. Este fenómeno se tos. La consecuencia inmediata es la alteración de las diver-
pone especialmente de manifiesto cuando coexisten enfer- sas fases del sueño con despertares transitorios y, en general,
medades respiratorias agudas o crónicas, dado que se incre- un sueño poco reparador. Es muy importante considerar el
menta la sobrecarga del aparato respiratorio. La obesidad asma bronquial desde la perspectiva del sueño, porque habi-
asociada al SAOS corresponde al famoso personaje de Char- tualmente el médico ve al paciente durante el día, cuando
les Dickens, Fat Joe, y que ha dado nombre al conocido sín- los síntomas son menos acusados, por lo que puede infrava-
drome de Pickwick. lorar la gravedad de la enfermedad. Otro aspecto distinto es
considerar si el asma bronquial nocturna guarda relación
con las diferentes fases del sueño. Algunos estudios han mos-
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica trado que la obstrucción bronquial es mayor durante la fase
Los pacientes afectos de EPOC pueden presentar trastor- REM. Sin embargo, la agudización del asma que se produce
nos gasométricos durante el sueño, especialmente durante la durante el sueño probablemente tiene relación con otros fac-
fase REM. Dichos trastornos se deben a la hipoventilación tores, como variaciones hormonales, productos metabólicos
que se produce durante la fase REM, secundaria a la pérdida (glucocorticoides, catecolaminas) o reducción de la activi-
de tono muscular que caracteriza a esta fase del sueño. En dad ciliar, que ocurren durante el sueño y no guardan rela-
ocasiones los pacientes presentan gasometrías diurnas acep- ción con las diversas fases de éste.
tables, con cifras de PaO2 superiores a 60 mmHg (7,9 kPa),
pero que descienden hasta valores de 25-35 mmHg (3,3-4,6
kPa) durante la fase REM. Como consecuencia, se producen
Enfermedades neuromusculares
hipertensión pulmonar, poliglobulia y arritmias ventriculares. Véase Enfermedades del diafragma y de los músculos res-
Estos trastornos gasométricos son especialmente acusados piratorios.
en los enfermos con EPOC tipo B o blue bloaters y hay que
sospecharlos cuando un paciente afecto de EPOC presente
una gasometría diurna con una PaO2 arterial superior a 55-60 Bibliografía especial
mmHg (7,3-7,9 kPa), pero con poliglobulia o cor pulmonale DOUGLAS NJ, FLENLEY DC. Breathing during sleep in patients with obs-
crónico. tructive lung disease. Am Rev Respir Dis 1990; 141: 1.055-1.070.
MONTSERRAT JM, PARRA O, MARÍN J. Trastornos cardiorrespiratorios du-
rante el sueño. MTA. Medicina Interna, Barcelona, JR Prous S.A.,
Cifoscoliosis 1993; vol XI, n.os 2, 3.
PHILLIPSON EA, BRADLEY TD. Breathing disorders in sleep. Clin Chest
Al igual que ocurre en la EPOC, los pacientes con cifosco- Med 13(3): 383-550.
liosis requieren emplear la mayoría de sus músculos respira- SULLIVAN CE. Sleep and breathing. Nueva York, Marcel Dekker, 1994.
torios para ventilar correctamente. En consecuencia, durante THAWLEY SE. Sleep apnea disorders. Med Clin North Am 1985; 69(6):
la fase REM del sueño, al estar sólo activo el diafragma, se 1.121-1.359.

Tumores broncopulmonares. Cáncer broncopulmonar


F. Rodríguez Panadero y A. López-Encuentra

La clasificación de los tumores broncopulmonares que Al tratar de encuadrar todos los tipos histológicos posibles
goza de mayor aceptación es la propuesta por la OMS en –sin conseguirlo plenamente por la gran variedad y las com-
1982 (tabla 5.40). En ella se incluyen todas las variedades de binaciones de subtipos que se pueden encontrar en la prácti-
neoplasias pleuropulmonares y, por esta razón, aparecen tu- ca–, la clasificación de la OMS adolece de excesiva compleji-
mores como los mesoteliomas, a pesar de que no hay estruc- dad, habida cuenta además de que los tumores con mayor
turas mesoteliales en el seno del pulmón y sólo aparecen en trascendencia clínica son los epiteliales malignos (carcino-
las pleuras parietal y visceral y en las cisuras de ésta. El tumor mas). Por ello es conveniente hacer hincapié en los tipos
carcinoide, que en un principio se englobaba entre los benig- más frecuentes dentro de este grupo, que se exponen en la
nos, aparece en esta clasificación entre los malignos, debido tabla 5.41. El término carcinoma escamoso es preferible al
a que en alguna de sus variedades histológicas tiene un com- frecuentemente empleado de epidermoide, por ser más des-
portamiento bastante agresivo, con posibilidades de produ- criptivo en su aspecto histológico. El carcinoma de células
cir metástasis hasta en el 70% de los casos. pequeñas (microcítico) comprende una serie de variedades,

777
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.40. Clasificación de los tumores pleuropulmonares Tras la obtención por GAZDAR y CARNEY en 1984 de varios ti-
según la OMS (1982) pos de células epiteliales malignas a partir de cultivos puros
de células de un carcinoma de células pequeñas, empezó a
Tumores epiteliales desarrollarse la teoría de la pluripotencialidad de muchas cé-
Benignos
Papilomas
lulas neoplásicas, que darían lugar a diversos tipos histológi-
Adenomas cos combinados dentro del mismo tumor. La comprobación
Otros (condromas, fibromas, leiomiomas) de este hecho complica aún más el estudio del cáncer bron-
copulmonar, en sus aspectos tanto diagnósticos como pro-
Displasia y carcinoma in situ nósticos y terapéuticos. El aspecto histológico de un tumor al
microscopio puede variar de un campo a otro, pero cuando
Malignos hay un determinado tipo o variedad claramente predomi-
Carcinoma escamoso nante, es de esperar que el comportamiento biológico sea el
Carcinoma de células pequeñas (microcítico)
Adenocarcinoma
de esa variedad predominante, en cuyo caso sí es importante
Carcinoma indiferenciado de células grandes el conocimiento y uso de la clasificación histológica.
Carcinoma adenoscamoso
Tumor carcinoide
Carcinoma de glándulas bronquiales Tumores broncopulmonares primarios
Carcinoma adenoide quístico
Carcinoma mucoepidermoide
malignos*
Epidemiología. En la mayoría de los países industrializados,
Tumores de partes blandas
el cáncer es la segunda causa de muerte, después de la car-
Tumores mesoteliales diopatía isquémica, y el cáncer de pulmón es con gran dife-
Mesotelioma benigno rencia el más frecuente en las últimas décadas, con tenden-
Mesotelioma maligno cia a un claro aumento en su incidencia. Por añadidura, es
Epitelial uno de los tumores con peor pronóstico, debido en buena
Fibroso (fusocelular) parte a que, cuando se descubre, en la mayoría de los casos
Mixto (bifásico) se encuentra ya en una fase que no permite la resección qui-
rúrgica.
Otros tumores
Benignos
En el desarrollo del cáncer broncopulmonar se invocan
Malignos mecanismos capaces de alterar el mapa cromosómico (radia-
Carcinosarcoma ciones ionizantes, agentes víricos, químicos o, en ocasiones,
Blastoma pulmonar también físicos); sobre dichas alteraciones inciden otra serie
Melanoma maligno de factores que, finalmente, determinan el inicio de la proli-
Linfomas malignos feración neoplásica. Estos factores de riesgo se pueden clasi-
Otros ficar en genéticos y ambientales; al menos por ahora, los fac-
tores genéticos son inmodificables, y se podrían agrupar del
Tumores broncopulmonares secundarios (metastásicos)
modo siguiente:
Tumores no clasificados Predisposición en relación con el sexo. Aunque existen es-
tudios contradictorios, al parecer, la mayor frecuencia del
Lesiones seudotumorales cáncer broncopulmonar en los varones se debe a la mayor
Hamartomas intensidad y duración del hábito tabáquico, si bien se ha se-
Tumorlet ñalado en alguna ocasión que la incidencia de cáncer de
Granuloma eosinófilo pulmón en no fumadores es mayor en el sexo masculino que
Hemangioma esclerosante en el femenino, sin que hasta el momento se haya precisado
Seudotumor inflamatorio
la causa (¿papel de los fumadores pasivos?).
Factores raciales. A igualdad de hábito tabáquico, las per-
sonas de raza negra tienen mayor predisposición a padecer
TABLA 5.41. Tumores epiteliales malignos cáncer de pulmón que las de raza blanca, pero frente a este
Carcinoma escamoso
hecho se ha argumentado que la situación socioeconómica
puede desempeñar un papel decisivo. En consecuencia, no
Carcinoma de células pequeñas (microcítico) queda claro aún si existe, o no, una predisposición racial a
Oat-cell carcinoma padecer cáncer broncopulmonar.
Carcinoma de células intermedias Factores hereditarios. Aunque no se puede sostener en la
Tipo oat-cell combinado con células grandes actualidad que el cáncer sea hereditario, sí parece relevante
la diferente capacidad de metabolizar determinados carcinó-
Adenocarcinoma genos que tienen algunos individuos, con especial referencia
Acinar
Papilar
a algunos componentes del sistema del citocromo P450.
Carcinoma bronquioloalveolar Un aspecto que reviste particular interés es el de los onco-
Carcinoma sólido con formación de moco genes, que básicamente son genes presentes normalmente
en algunos cromosomas y que, por razones aún no bien co-
Carcinoma de células grandes nocidas, se activarían, permitiendo el descontrol en el creci-
Carcinoma de células gigantes miento celular. Existen seis familias de oncogenes activados
Carcinoma de células claras que se han relacionado con el cáncer broncopulmonar, de
las cuales las más relevantes son los oncogenes ras, que pro-
Carcinoma adenoscamoso
vocan transformaciones morfológicas y funcionales en las
células, y los oncogenes myc, que propician fenómenos mi-
tóticos continuos, lo que determinaría la tendencia de las cé-
que crearon bastante confusión al intentar evaluar el pronós- lulas afectadas a inmortalizarse. Los oncogenes myc se rela-
tico y la respuesta a las distintas modalidades terapéuticas; cionan más con el carcinoma de células pequeñas, y los ras
por consiguiente, es necesario señalar que no todos los carci- con los que no son de células pequeñas. Los oncogenes son
nomas de células pequeñas corresponden a la variedad oat-
cell (denominado así por la semejanza que tienen sus célu-
las con los granos de avena). F. Rodríguez Panadero

778
TUMORES BRONCOPULMONARES. CÁNCER BRONCOPULMONAR

controlados por otros antioncogenes, cuya desaparición o el pulmón); b) la diferente tendencia a producir metástasis
mutación podría conducir a la activación de aquéllos, con el mediastínicas o a distancia, y c) la producción de síndromes
consiguiente desarrollo de la secuencia carcinogénica. En paraneoplásicos.
general, el hallazgo de oncogenes en las células tumorales se Cuadro clínico relacionado con el tumor primario. El carci-
asocia a un pronóstico más sombrío, con peor respuesta a la noma escamoso y el de células pequeñas suelen localizarse
quimioterapia. en bronquios proximales, por la cual la sintomatología pre-
Los factores ambientales relacionados con el cáncer bron- dominante es la bronquial, con tos, expectoración hemop-
copulmonar son fundamentalmente el tabaco, las radiacio- toica esporádica (rara vez hemoptisis intensa en las fases
nes ionizantes y el asbesto. iniciales), disnea o sibilancias localizadas cuando existe obs-
Tabaco. Es, con gran diferencia, el agente que más se ha trucción completa de uno de los bronquios principales y, en
asociado al cáncer broncopulmonar; así, se considera que es ocasiones, dolor torácico impreciso. Cuando se afecta la trá-
responsable de hasta el 90% de los casos. El abandono del quea aparece estridor, que es un signo ominoso e implica el
hábito tabáquico reduce a la mitad el riesgo de contraer esta establecimiento de un diagnóstico y tratamiento urgentes. En
enfermedad cuando han transcurrido más de 10 años; por el el carcinoma de células pequeñas suele predominar inicial-
contrario, diversos estudios concluyen que los fumadores in- mente más la sintomatología correspondiente a las metásta-
tensos (más de una cajetilla diaria) tienen 20 veces más ries- sis o a los síndromes paraneoplásicos, y también es muy fre-
go que los no fumadores. cuente la presentación con síndrome de la vena cava
El problema de los fumadores pasivos estaría, en principio, superior, con ensanchamiento del cuello y aumento de la cir-
más relacionado con el desarrollo de inflamación bronquial, culación colateral en la cara, el cuello y la mitad superior del
pero también parece aumentar significativamente el riesgo tórax.
de cáncer pulmonar, y se ha demostrado que las esposas no En cuanto al adenocarcinoma, es frecuente que se origine
fumadoras de pacientes fumadores intensos (20 cigarrillos más en la periferia del pulmón, que permanezca asintomáti-
diarios o más durante más de 20 años) presentan una inci- co durante bastante tiempo y que la clínica se manifieste pre-
dencia de cáncer de pulmón que es el doble de la de las es- ferentemente con dolor pleurítico o con la correspondiente a
posas de no fumadores. Algo semejante ocurre con los hijos un derrame pleural, que se produce con mucha mayor fre-
de padres fumadores respecto a los no fumadores. No se ha cuencia en los adenocarcinomas que en los tumores esca-
aislado en el tabaco ningún agente específicamente carcino- mosos.
génico, aunque existe evidencia que alguno o algunos de los Cuando el tumor se localiza en el vértice pulmonar puede
componentes del humo inhalado inducen transformaciones producirse el síndrome del surco superior o síndrome de Pan-
en el interior del aparato respiratorio, que desencadenan la coast, que se caracteriza por un cuadro neurológico derivado
aparición del cáncer. En cuanto a los tipos histológicos, el de la afectación del plexo braquial, las costillas, las vértebras
carcinoma de células pequeñas y el escamoso están mucho y los ganglios simpáticos paravertebrales. Es bastante fre-
más relacionados con el tabaquismo que el adenocarcino- cuente que en este caso el paciente presente dolores en el
ma, lo cual parece guardar relación con la activación de al- brazo y el hombro durante varios meses, antes de que se des-
gunos oncogenes específicos. cubra la imagen radiográfica de tumoración pulmonar api-
Radiaciones ionizantes. Desde hace muchos años es cono- cal, con corrosión costal o sin ésta. Al cuadro se asocia el sín-
cido que los trabajadores de minas de uranio desarrollan drome de Bernard-Horner (ptosis palpebral unilateral, miosis
más cáncer de pulmón que el resto de la población. Excepto y enoftalmos). El adenocarcinoma (o carcinoma) bronquiolo-
en caso de accidente nuclear, no parece que la radiación so- alveolar es un tipo especial de cáncer broncopulmonar, que
portada por la población general sea suficientemente alta asienta en las paredes alveolares. Hace algunos años se lo
para provocar cáncer pulmonar. En cambio, sí se conoce consideraba un tipo diferenciado de tumor, aunque actual-
que las pacientes a las que se le efectuó radioterapia por mente se incluye dentro de los adenocarcinomas. Su evolu-
cáncer de mama corren más riesgo de desarrollar cáncer de ción es muy lenta, no está relacionado con el hábito tabáqui-
pulmón, especialmente de células pequeñas. co y en muchos casos transcurren varios años entre las
Asbesto. Está demostrado que el asbesto es un carcinóge- manifestaciones radiográficas y el diagnóstico. Las manifesta-
no en la pleura, donde puede provocar mesotelioma, pero ciones clínicas no se diferencian de las ocasionadas por
en el caso del cáncer broncopulmonar, al parecer, es nece- otros tipos histológicos de cáncer broncopulmonar.
sario que se asocie a otros factores. En este sentido, SELIKOFF Manifestaciones extrapulmonares del cáncer broncopulmo-
demostró hace ya bastantes años que el riesgo de contraer nar. Pueden ser ocasionadas por las propias metástasis tumo-
cáncer de pulmón se multiplica cuando el paciente trabaja rales o por la secreción atípica de hormonas o sustancias
en contacto con asbesto y además es fumador. Lo mismo anormales, responsables de los denominados síndromes pa-
ocurre entre los mineros de uranio en relación con el hábito raneoplásicos:
tabáquico. 1. Manifestaciones provocadas por metástasis. Pueden de-
Otros factores ocupacionales de riesgo conocidos son los berse a invasión del mediastino, bien por metástasis ganglio-
éteres clorometílicos, la exposición a vapores de metales, nares o por extensión directa del tumor, o a metástasis a dis-
como cromo, níquel y berilio, y otros productos con los cua- tancia. La invasión del mediastino por la neoplasia puede
les las pruebas no son tan claras, pero que probablemente originar, esencialmente, cuatro tipos de cuadros clínicos:
desempeñan el papel de cofactores en la carcinogénesis. Lo El síndrome de la vena cava superior es producido, en la
mismo cabe decir de la polución atmosférica, ya que está de- mayoría de las ocasiones, por tumores del pulmón derecho,
mostrado que la prevalencia de cáncer de pulmón es consi- pero no siempre, ya que también puede estar causado por
derablemente mayor en las grandes ciudades que en el me- adenopatías.
dio rural. Sin embargo, y aunque es frecuente invocar este La parálisis del nervio recurrente izquierdo es provocada
argumento como defensa por parte de los fumadores, la con- por invasión neoplásica de la ventana aortopulmonar, por la
centración de factores nocivos que proporciona el humo del que discurre el nervio recurrente izquierdo (el derecho se
cigarrillo es varios cientos de veces mayor que la ambiental. halla en una localización mucho más alta y apenas penetra
Por otro lado, hay que evitar por todos los medios la suma de en el tórax). La afectación del nervio recurrente, que condu-
factores (tabaco más exposición laboral y/o ambiental). ce a la parálisis de cuerda vocal izquierda, es un signo de
irresecabilidad del tumor y puede constituir la primera mani-
Cuadro clínico. En la gran mayoría de los casos la sintoma- festación clínica de su existencia, con cambios característi-
tología provocada por el cáncer broncopulmonar es tardía y cos de la tonalidad de la voz y discreta disfonía como sínto-
habitualmente hay una fase preclínica que dura varios años. mas de presentación de la neoplasia.
Los síntomas y signos físicos dependen de varios factores: Los signos clínicos de afectación pericárdica en general se
a) la localización del tumor primario (central o periférico en manifiestan con el síndrome de taponamiento cardíaco (hipo-

779
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.42. Síndromes paraneoplásicos en el cáncer de pulmón podrían en el futuro (una vez que hayan alcanzado el grado
suficiente de seguridad en cuanto a sensibilidad y especifici-
Manifestaciones generales
Anorexia
dad diagnósticas) facilitar enormemente la detección precoz
Pérdida de peso del cáncer, en particular si se estudian en las secreciones
Caquexia bronquiales o el líquido pleural más que en la circulación
Fiebre inexplicable sistémica, donde sus niveles serán presumiblemente mucho
Inmunodepresión más bajos. En la tabla 5.42 se especifican los grupos de sín-
dromes paraneoplásicos más frecuentes, muchos de los cua-
Síndromes endocrinos les desaparecen radicalmente cuando se extirpa el tumor pri-
Síndrome de Cushing por secreción ectópica de ACTH mario. Algunos de ellos tienen una etiopatogenia bien
Síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética
Síndrome de secreción inadecuada de hormona paratiroidea
definida –sobre todo los síndromes endocrinos– aunque en
Síndrome de secreción inadecuada de hormona otros, como los síntomas generales (anorexia, caquexia y
del crecimiento pérdida de peso), no se conoce la razón de su aparición. Se
Ginecomastia ha pretendido asociar determinados síndromes paraneoplási-
cos a algunos tipos de tumores; sin embargo, esta idea va
Síndromes esqueléticos perdiendo fuerza debido a la creciente convicción acerca de
Dedos en palillo de tambor la heterogeneidad histológica de muchas neoplasias, si bien
parece demostrado que el tumor de células pequeñas es el
Síndromes neuromusculares
Síndrome miasteniforme de Eaton-Lambert
más proclive a provocar estas alteraciones. En cuanto a su
Trastornos cerebelosos frecuencia, los cuadros más habituales son los síntomas ge-
Neuropatías periféricas nerales (pérdida de peso, anorexia o fiebre inexplicadas) y
Polimiositis los endocrinos, variando ampliamente la incidencia de to-
dos los demás según las distintas series.
Síndromes vasculares y hematológicos El síndrome carcinoide, que cursa con crisis de enrojeci-
Tromboflebitis migrans miento facial, broncoconstricción, diarreas y, en ocasiones,
Coagulación intravascular diseminada afectación de las válvulas cardíacas, es más frecuente cuan-
Anemia
do la localización primaria del tumor es intestinal o cuando
Manifestaciones cutáneas el tumor primario pulmonar cursa con metástasis, especial-
Dermatomiositis mente hepáticas. Se ha especulado sobre las posibles razo-
nes de estas diferencias, sin llegar a conclusiones definiti-
vas, aunque podría estar implicado el paso de sustancias
vasoactivas de origen tumoral a través de la circulación pul-
tensión, ingurgitación yugular, opresión precordial, disnea) monar.
por derrame pericárdico a tensión. Aunque no es el cuadro
clínico más habitual, tampoco es infrecuente y, en la mayo- Diagnóstico. No es excepcional que se descubra la existen-
ría de los casos, requiere una actuación terapéutica urgente cia del cáncer de pulmón a partir de la sintomatología provo-
(drenaje y/o ventana pericárdica). cada por sus metástasis, ganglionares o en cualquier otro ór-
En ocasiones el cáncer broncopulmonar produce compre- gano. Asimismo, a veces la enfermedad se descubre al
sión e invasión esofágicas, que provocan disfagia, y también efectuar un estudio radiográfico o clínico por otro motivo
fístulas entre el esófago y la tráquea o entre el esófago y el (cuadro catarral, revisiones médicas).
bronquio principal izquierdo, que ocasionan disnea y tos in- 1. Diagnóstico del tumor primario. Su existencia se puede
tensa al ingerir alimentos, debido a su entrada en las vías res- sospechar clínicamente, pero siempre es necesario confir-
piratorias a partir del esófago. marla mediante técnicas diagnósticas. Éstas comprenden, en
El cáncer broncopulmonar –y sobre todo el carcinoma de esencia, las siguientes:
células pequeñas– es capaz de provocar metástasis en cual- Radiología. Es esencial en el estudio y seguimiento y, bási-
quier órgano; éstas pueden ser silentes durante largo tiempo camente, comprende: la radiografía simple de tórax, la tomo-
o, por el contrario, constituir el síntoma de presentación de grafía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM).
la enfermedad. Las metástasis en el encéfalo suelen provocar 1. Radiografía de tórax. Siempre se debe realizar en doble
cefaleas, cambios en la conducta, parálisis o cuadros de tipo proyección (posteroanterior y lateral), con el fin de no per-
cerebeloso, dependiendo de su localización. Las metástasis der información que puede resultar fundamental. Esquemáti-
óseas también suelen provocar sintomatología, principal- camente, en el cáncer broncopulmonar se pueden observar
mente dolor y, a veces, fracturas patológicas. Por el contra- los siguientes hallazgos:
rio, las metástasis hepáticas o suprarrenales pueden ser silen- a) La radiografía de tórax puede ser normal en los casos en
tes durante largo tiempo. Cualquier tipo de tumor maligno los que la primera manifestación de la enfermedad es la he-
puede dar metástasis a distancia (de hecho, es uno de los as- moptisis y el tumor se localiza en bronquios proximales, sin
pectos definitorios de la malignidad), pero son mucho más que se haya producido su obstrucción completa. En ocasio-
frecuentes en el carcinoma de células pequeñas, el cual sue- nes se pueden observar signos de atrapamiento aéreo por
le presentar metástasis múltiples cuando se diagnostica, con- obstrucción de tipo valvular (sólo durante la espiración).
virtiéndose rápidamente en una enfermedad sistémica. b) Puede observarse un aumento de tamaño y/o de densi-
2. Manifestaciones extrapulmonares no metastásicas (sín- dad de uno de los hilios pulmonares, debido directamente al
dromes paraneoplásicos). Durante los fenómenos de malig- tumor –cuando es central– o a la afectación ganglionar. Hay
nización, las células desarrollan la capacidad de sintetizar que prestar especial atención a la posible proyección hiliar de
y segregar diversas sustancias, unas con efecto biológico y las neoplasias ubicadas en el segmento apical del lóbulo infe-
otras inertes, de modo que los cambios morfológicos y es- rior y que sólo en la proyección lateral se localizarán correc-
tructurales que se observan en las células neoplásicas se tamente.
acompañan también de cambios en su función. Aunque al- c) El ensanchamiento mediastínico es un hallazgo frecuen-
gunos síndromes paraneoplásicos endocrinos se conocen te en el carcinoma de células pequeñas, por afectación gan-
desde hace más de 50 años, inicialmente se consideraban glionar masiva, y suele acompañarse en estos casos del sín-
más como curiosidades metabólicas. Sin embargo, en mu- drome de la vena cava superior.
chas ocasiones constituyen la primera manifestación de la d) Cuando se produce obstrucción bronquial completa,
neoplasia, y su correcto diagnóstico –clínico y biológico– po- aparece la imagen de atelectasia, que puede afectar desde
dría conducir a la resección quirúrgica curativa del tumor. un segmento hasta un pulmón completo. Como característi-
En esta misma línea se hallan los marcadores tumorales, que ca común existe la disminución de volumen de la zona afecta-

780
TUMORES BRONCOPULMONARES. CÁNCER BRONCOPULMONAR

da, que se detecta mediante la observación atenta de la for- –que se pueden detectar y registrar con sistemas adecuados–
ma y la posición de las cisuras, tanto en la proyección frontal tras recibir un estímulo mediante radiofrecuencia. Su resolu-
(especialmente favorable para la cisura menor) como en la ción es muy alta (algunas de sus imágenes se asemejan a ver-
lateral (para ambas cisuras mayores). Un detalle que se ha daderas láminas anatómicas) y en muchos casos permite dis-
de tener en cuenta es la posibilidad del abombamiento de la tinguir claramente entre tumor y grasa peritumoral, lo cual es
cisura (por lo general la menor) en su porción central, con esencial cuando se considera la posible cirugía radical. La
retracción en su porción periférica (signo de la S itálica), que principal ventaja de la RM respecto a la TC es su capacidad
casi siempre se deben a un tumor en posición central, con de estudiar cualquier lesión en cualquier plano, sea vertical
obstrucción completa del bronquio correspondiente (habi- o transversal, y su gran poder de detección y estudio de es-
tualmente, el lobular superior derecho). Cuando la atelecta- tructuras vasculares, sin necesidad de inyectar contraste in-
sia afecta la totalidad de un pulmón, se observa el desplaza- travenoso. Por el contrario, es incapaz de detectar calcio di-
miento ipsolateral del mediastino. Hay que prestar especial rectamente.
atención a las posibles atelectasias en el pulmón izquierdo, Citología del esputo. Constituye el método menos invasivo
ya que, al carecer de cisura menor, pasan inadvertidas con y costoso para establecer el diagnóstico específico del cán-
mayor facilidad, y sólo con la perspicacia y cuidadoso exa- cer, si bien su rendimiento no es particularmente elevado. Se
men de la radiografía de tórax en proyección lateral es posi- requiere examinar 3-5 muestras de esputo para llegar a conse-
ble sospechar su existencia. guir un rendimiento diagnóstico que se aproxime al 90%. El
e) La neoplasia se puede manifestar como una opacidad esputo se ha de recoger –en ayunas y tras la limpieza bucal–
más o menos redondeada, no directamente conectada con el en un frasco de boca ancha, en el que previamente se habrá
hilio pulmonar. Sus dimensiones pueden variar desde poco depositado alcohol etílico diluido al 50%, que permite la ade-
más de 1 cm hasta más de 10 cm, si bien por lo general son cuada fijación hasta la realización de la extensión citológica,
menores de 6 cm, predominan en los lóbulos superiores y que debe llevarse a cabo con la mayor prontitud posible. El
muestran clara tendencia al crecimiento en radiografías se- estudio microscópico se efectúa después de teñir la muestra
riadas. La cavitación de las opacidades es sugestiva de neo- con la técnica de Papanicolaou y valorar la presencia de ma-
plasia, si se trata de una imagen única, y en general ocurre crófagos alveolares, que certifican el origen pulmonar (y no
en el carcinoma escamoso. En ocasiones se observa una faríngeo) de la muestra. Si el paciente es incapaz de expecto-
gran masa con cavitación excéntrica y con claras irregulari- rar, se puede intentar inducir el esputo mediante aerosol de
dades en su interior, que es aún más sugestiva de este tipo de suero salino hipertónico al 5%. La correlación entre el diag-
carcinoma. El nódulo pulmonar solitario (opacidad redon- nóstico citológico y el histológico en cuanto al tipo tumoral
deada de 1-6 cm de diámetro, sin ninguna otra lesión acom- es alta para el carcinoma de células pequeñas y para los car-
pañante) corresponde con gran probabilidad a una neopla- cinomas escamosos y adenocarcinomas bien diferenciados,
sia si aparece en un paciente fumador mayor de 40 años y no pero no es tan buena ni para los carcinomas indiferenciados
muestra signos claros de calcificación. de células grandes, ni para los carcinomas escamosos y ade-
f) En el síndrome de Pancoast suele observarse una opaci- nocarcinomas mal diferenciados. El carcinoma escamoso es
ficación del vértice pulmonar en forma de semiluna, con los el que proporciona mayor índice de citologías positivas; por
bordes no siempre bien definidos y con frecuente corrosión consiguiente, esta técnica es adecuada para el diagnóstico
–o incluso desaparición completa– de alguna costilla. en pacientes con tumor central y en los que, por algún moti-
g) No es excepcional que la primera manifestación clínica vo (edad, mal estado general, etc.), se desaconseja la prácti-
de una neoplasia pulmonar sea un derrame pleural (véase ca de fibrobroncoscopia. La sensibilidad diagnóstica de la
Enfermedades de la pleura). citología de esputo es de aproximadamente el 70% –depen-
h) La linfangitis carcinomatosa, que se manifiesta por un diendo de que se trate de un tumor central o periférico– y su
patrón lineal o reticulonodulillar, suele ser más frecuente en especificidad supera el 95%.
neoplasias pulmonares metastásicas, pero hay que sospechar En la década de los sesenta se realizaron varios estudios
la existencia de un cáncer broncopulmonar si su localiza- con el fin de analizar el valor de la citología de esputo para
ción es unilateral. el diagnóstico del cáncer broncopulmonar oculto, así como
i) En el carcinoma bronquioloalveolar la radiografía de tó- para la detección precoz en masas de población de alto ries-
rax se caracteriza por infiltrados o nódulos únicos o múlti- go, como fumadores o trabajadores en minas de uranio. Con
ples, en ocasiones con broncograma aéreo. Junto con el lin- un gran esfuerzo organizativo y económico se estudiaron y
foma primitivo de pulmón, es la única neoplasia de pulmón evaluaron periódicamente 31.360 varones con alto riesgo de
que cursa con broncograma aéreo en las imágenes radiográ- padecer cáncer broncopulmonar, que fueron incluidos en el
ficas. programa de la Clínica Mayo, el Memorial Sloan-Kettering
2. Tomografía computarizada. Si bien la radiografía de tó- Center y el Johns Hopkins Hospital de EE.UU. A pesar de la
rax es esencial en la aproximación al diagnóstico del cáncer detección precoz de una serie de casos (sobre todo, carcino-
broncopulmonar, en la mayoría de los casos se requiere un mas escamosos), no se consiguió mejorar significativamente
estudio de imagen más amplio, en general mediante cortes la supervivencia a los 5 años. A partir de estos estudios se
cada 5-10 mm por TC, con posibilidad de medir y elegir la concluyó que la probabilidad de diagnosticar precozmente
densidad que se ha de estudiar, lo que permite discriminar la neoplasia era del 42% para la citología de esputo y aumen-
la existencia de pequeñas calcificaciones, distinguir entre taba al 77% cuando se asociaba la radiografía de tórax. La es-
grasa u otros tejidos y delimitar mejor las lesiones. La TC es pecificidad de la citología superó el 99% en este estudio, y
particularmente útil en el estudio de extensión tumoral, para reiteradamente se comprueba su eficacia para el carcinoma
el diagnóstico de determinadas lesiones periféricas, median- escamoso.
te punción percutánea, y para evaluar el estado de la tráquea Broncoscopia. Aunque durante más de 60 años se usó, con
y los bronquios centrales en relación con la lesión que se ligeras variantes, la técnica de broncoscopia rígida descrita
pretende estudiar mediante técnicas broncológicas. La técni- por primera vez por KILLIAN en 1895, la introducción del bron-
ca del estudio transversal del tórax por TC tiene en ocasiones coscopio flexible o fibrobroncoscopio por IKEDA, en 1968, po-
inconvenientes, sobre todo cuando se requiere el estudio de sibilitó el diagnóstico de lesiones situadas más distalmente y,
imágenes con particular proyección vertical como la venta- en particular, en los lóbulos superiores, donde asienta la ma-
na aortopulmonar, la región subcarinal o la zona yuxtadia- yoría de los tumores pulmonares malignos primitivos.
fragmática. Las técnicas empleadas sistemáticamente para el diagnós-
3. Resonancia magnética. A diferencia de las dos técnicas tico del cáncer de pulmón mediante el fibrobroncoscopio
anteriores, ésta no requiere el uso de radiaciones ionizantes, son la toma de biopsias, el cepillado y el aspirado bronquiales
y se basa en la capacidad de algunos elementos, especial- y, en ocasiones, la punción y/o biopsia transbronquial. Esta
mente el hidrógeno, de emitir determinadas radiaciones última está más indicada en las afecciones difusas, las cuales

781
NEUMOLOGÍA

bronquial. Aunque pueden parecer teóricamente promete-


doras, en la práctica son pocos los pacientes que acuden a
Zona central Zona periférica
Biopsia: 55-85 % Biopsia: 15-45 % consultar con tumores en estadios tan precoces. Por consi-
Cepillado: 60-80 % Cepillado: 30-50 % guiente, su uso sigue siendo muy restringido.
Aspirado: 60-80 % Aspirado: 43 % Punción pulmonar transparietal. Aunque este procedimien-
to se empleó por primera vez hace más de un siglo, su difu-
sión actual deriva del uso de agujas finas (calibre general-
mente < 18 G), del perfeccionamiento de las técnicas de
control radiológico y del notable desarrollo del diagnóstico
citológico. Las indicaciones para este procedimiento abarcan
desde el estudio de masas o nódulos pulmonares periféricos
–adyacentes o no a la pared torácica– hasta la punción diag-
nóstica de masas mediastínicas. Es esencial guiarse por mé-
todos radiológicos, siendo preferible la TC cuando las lesio-
nes son pequeñas o cuando se han de extraer muestras del
mediastino. Cuando hay parénquima pulmonar interpuesto
entre la lesión y la pared torácica, es muy importante intro-
ducir la aguja perpendicularmente a la pared. En los casos
en que hay nódulos o masas adyacentes a la pared torácica,
Fig. 5.46. Rendimiento de las técnicas broncoscópicas en el cáncer se obtiene un gran rendimiento con la punción percutánea
broncopulmonar según su localización. guiada por ecografía, que proporciona una guía eficaz para
distinguir la zona óptima donde se han de tomar las mues-
tras.
son más características de los tumores pulmonares metastási- 2. Diagnóstico de extensión tumoral. Las principales ca-
cos. Otra técnica broncológica de interés creciente es el la- racterísticas de cualquier tumor maligno son la tendencia al
vado broncoalveolar, mediante el estudio citológico y de los crecimiento incontrolado y la capacidad de ocasionar tumo-
marcadores tumorales en el líquido obtenido, sobre todo el res secundarios, distantes del primitivo (metástasis). Al plan-
antígeno carcinoembrionario (CEA) y la enolasa neuronal es- tear la resección quirúrgica de cualquier tumor siempre de-
pecífica. berá tenerse en cuenta la existencia de metástasis, pero en el
Mientras que las biopsias convencionales han de realizar- caso del carcinoma broncopulmonar es crítico el estudio de
se siempre bajo control visual de la lesión, en la biopsia extensión, tanto intratorácica como extratorácica, que de
transbronquial y el cepillado es posible la introducción del modo universal se codifica según los criterios de la clasifica-
cepillo por el bronquio correspondiente a la localización de ción TNM. Ésta se basa en las características y localización
la lesión detectada por técnicas radiológicas y la obtención del tumor primario (T), la afectación neoplásica de los gan-
de muestras más allá del control visual. El rendimiento diag- glios hiliares, mediastínicos o supraclaviculares (N) y la pre-
nóstico de la broncoscopia está representado en el esquema sencia de metástasis a distancia (M). La clasificación T se
de la figura 5.46, diseñado a partir de los datos obtenidos por realiza del modo siguiente, de acuerdo con MOUNTAIN:
ARROLIGA y MATTHAY en una amplia y reciente revisión de la li- Tx. Tumor detectado por citología, pero sin localización
teratura. Obviamente, el rendimiento diagnóstico en los tu- precisa en el territorio broncopulmonar.
mores centrales (visibles con el broncoscopio flexible) es su- Tis. Carcinoma in situ (no invasor de las estructuras bron-
perior al obtenido en lesiones más distales, donde la toma de quiales en profundidad).
muestras se realiza a ciegas. Es necesario, sin embargo, insis- T1. Tumor igual o menor de 3 cm, rodeado por pulmón o
tir en que la fibrobroncoscopia es un paso absolutamente ne- pleura visceral y sin evidencia broncoscópica de invasión de
cesario en el estudio de una lesión sospechosa de ser neoplá- bronquios lobulares o principales.
sica, incluso si es periférica, ya que puede revelar infiltración T2. Tumor mayor de 3 cm o que invade la pleura visceral.
de bronquios proximales o de las carinas de división, bien a Si la endoscopia revela afectación de un bronquio principal,
causa de linfangitis carcinomatosa o bien por invasión de la ha de estar a más de 2 cm de la carina traqueal.
pared bronquial a partir de adenopatías neoplásicas. T3. Tumor de cualquier tamaño que invade la pared toráci-
Especialmente en las lesiones de los lóbulos superiores sin ca en una zona concreta, o bien el diafragma o el pericardio,
afectación visible de los bronquios proximales es muy ade- pero sin invadir corazón, grandes vasos, tráquea, esófago o
cuada la fibrobroncoscopia con control fluoroscópico, que columna vertebral. También se incluye en este grupo cual-
ayuda a tomar las muestras –incluyendo cepillado y tantas quier tumor situado a menos de 2 cm de la carina traqueal,
biopsias como se consideren necesarias– en la zona precisa, pero que no afecta directamente a ésta.
más allá de la zona de visión endoscópica. T4. Cualquier tumor que invade directamente mediastino,
La punción aspirativa transbronquial permite conseguir corazón, grandes vasos, tráquea, esófago, columna vertebral
material para estudio citológico e histológico y puede ser de o carina traqueal. También se incluye en este grupo cual-
especial interés para el diagnóstico de tumores peribronquia- quier tumor con derrame pleural de malignidad demostrada.
les, con afectación inespecífica de la mucosa visible, y para Respecto a la clasificación N, los grados se establecen de
la evaluación de adenopatías, como se verá más adelante en acuerdo con los siguientes criterios (fig. 5.47):
el estudio de extensión tumoral. N0. Ausencia de metástasis demostradas en ganglios intra-
Merece especial atención el desarrollo de técnicas endos- torácicos o supraclaviculares.
cópicas encaminadas al diagnóstico precoz del cáncer bron- N1. Afectación neoplásica de ganglios hiliares del mismo
quial, ya que ésta sería la única oportunidad de realizar re- lado del tumor primario (homolaterales).
secciones curativas en un porcentaje significativo de casos. N2. Metástasis en los ganglios mediastínicos homolaterales,
Una situación particular consiste en la obtención de un aná- o en los subcarinales.
lisis citológico de esputo positivo o altamente sospechoso de N3. Afectación neoplásica de los ganglios hiliares o me-
malignidad, con radiografía de tórax aparentemente normal. diastínicos contralaterales o de los supraclaviculares de cual-
En ese caso se impone la práctica de broncoscopia, con es- quier lado.
tudio sistemático de todo el árbol bronquial y toma de mues- La clasificación M es más sencilla, pues simplemente com-
tras de todas las zonas sospechosas, señalando su ubicación prende los estadios M0 (ausencia de metástasis conocidas) y
para un posterior tratamiento quirúrgico. M1 (cualquier metástasis a distancia).
En los últimos años se han introducido las técnicas fotodi- De acuerdo con estos criterios, el carcinoma broncopul-
námicas para el diagnóstico endoscópico precoz del cáncer monar se clasifica en cuatro estadios, como se expone en la

782
TUMORES BRONCOPULMONARES. CÁNCER BRONCOPULMONAR

es necesario confirmar o descartar la afectación pleural difu-


N3 sa por el tumor, para lo cual es posible practicar una toraco-
N2 tomía exploradora o una toracoscopia, que resulta mucho
más ventajosa (véase Enfermedades de la pleura), puesto
que se puede realizar bajo anestesia local y tiene un alto ín-
dice de rentabilidad diagnóstica.
T El estudio de la clasificación N es más controvertido. Du-
rante muchos años éste se basó en los hallazgos de la TC, de
modo que se consideraban probablemente invadidas las
adenopatías mayores de 10 mm y presuntamente benignas
las menores de este diámetro. Sin embargo, en los últimos
años se han publicado trabajos que contradicen ambos su-
N1 puestos; así, adenopatías de hasta 40 mm pueden ser benig-
nas y tener un origen inflamatorio y, por el contrario, puede
haber micrometástasis en ganglios pequeños. Por consi-
guiente, en la actualidad se tiende a realizar el examen histo-
lógico de todas las adenopatías mediante investigación direc-
ta, ya sea por mediastinoscopia o bien por toracotomía, con
riguroso muestreo de todas las adenopatías visibles e incluso
N2
de la grasa mediastínica.
Una técnica que puede resultar de especial valor es la pun-
Fig. 5.47. Esquema de la estadificación ganglionar en el carcinoma ción transbronquial, ya mencionada entre las técnicas bron-
broncógeno. cológicas, y que en manos expertas puede evitar muchas
exploraciones más invasivas. La punción permite obtener
muestras para estudio citológico e histológico; se ha de reali-
figura 5.48, incluyendo en el estadio IV (el más avanzado) a zar antes de tomar cualquier muestra de lesiones bronquia-
todos los pacientes con metástasis a distancia (M1). Estos es- les, y como control de buena calidad se usa la presencia de
tadios guardan estrecha relación con las tasas de resecabili- abundantes linfocitos en el material extraído.
dad y la supervivencia, como se verá en el apartado dedica- Diagnóstico de extensión extratorácica. Tiene especial inte-
do al tratamiento. rés en la evaluación del carcinoma que no es de células
Para el diagnóstico de la extensión tumoral es necesario pequeñas, el cual puede ser candidato a la resección quirúr-
distinguir entre la extensión intratorácica y la extratorácica. gica. En un estudio prospectivo sobre 146 pacientes consecu-
Diagnóstico de extensión intratorácica. Para la clasificación tivos, SALVATIERRA et al proporcionaron una serie de datos de
T se requiere el estudio de las características del tumor me- gran interés para el manejo de estos pacientes, y que se pue-
diante técnicas radiológicas y broncoscopia, excepto en el den resumir del modo siguiente:
caso del derrame pleural asociado al tumor pulmonar. Si 1. El estadio T no se correlaciona significativamente con la
el líquido pleural presenta citología positiva, se considera presencia de metástasis, excepto en el carcinoma escamoso,
que la pleura está difusamente afectada y, por consiguiente, que tiende a dar metástasis más tardías. En consecuencia, no
se trata de un estadio T4. El problema se plantea cuando el es recomendable realizar un estudio exhaustivo en búsque-
análisis citológico es negativo (el resultado más frecuente, da de posibles metástasis en caso del carcinoma escamoso
excepto en el carcinoma de células pequeñas); en este caso en estadio I.

T2N0M0 T2N1M0 T1N1M0


T1N0M0

Estadio I Estadio II

T3N0M0 T2N3M0
T2N2M0

T4

Estadio IIIa Estadio IIIb


T3N1M0
Fig. 5.48. Estadificación TNM del carci-
noma broncógeno.

783
NEUMOLOGÍA

2. La búsqueda de metástasis intracraneales mediante TC TABLA 5.43. Indicación de los procedimientos terapéuticos
está justificada en los pacientes con adenocarcinoma o car- en el cáncer broncopulmonar según la estirpe histológica
cinoma indiferenciado; por el contrario, en el carcinoma es- y el estadio*
camoso está indicada sólo si hay sintomatología sugestiva.
3. La gammagrafía ósea está indicada sólo en presencia Carcinoma Tratamiento
de sintomatología sospechosa, fosfatasa alcalina elevada o Carcinoma distinto al de células
hipercalcemia injustificada. pequeñas
4. El abdomen superior (hígado y suprarrenales) ha de in- Estadio I Cirugía
vestigarse sistemáticamente mediante TC y/o ecografía, dada Estadio II Cirugía
la alta frecuencia de metástasis asintomáticas, con la única Estadio IIIa
excepción de los pacientes con carcinoma escamoso en es- Tumor del surco superior Radioterapia y cirugía
tadio I, en el que, como ya se ha mencionado, no es necesa- Tumor de pared Cirugía
Estadio IIIb Radioterapia y quimioterapia
rio el estudio exhaustivo. Estadio IV Paliativo

Carcinoma de células pequeñas


Enfermedad localizada Radioterapia y quimioterapia
Tratamiento* Enfermedad extendida Quimioterapia
*Para una explicación más detallada y para la exposición de otras situaciones
1. Tratamiento preventivo. El carcinoma broncopulmonar o excepciones, véase el texto.
es el tumor más frecuente como causa de muerte en el varón
y, teóricamente, aunque no en la práctica, el que mejor pue-
de prevenirse de todos los existentes. En España, el 58% de ción. En pacientes con estadios tumorales avanzados, la mor-
los varones son fumadores. La abolición del hábito tabáqui- talidad operatoria es mayor.
co sería la pauta de acción más eficaz para disminuir la mor- La cirugía del carcinoma broncopulmonar potencialmen-
talidad por esta enfermedad. Dado el efecto sinérgico que te resecable no siempre es posible, dado que algunos pa-
tiene la doble exposición al asbesto y al tabaco, la regula- cientes no se consideran operables (deficiente tolerancia de
ción laboral adecuada de la exposición al primer agente la cirugía). La escala del estado clínico de Karnofsky valora la
debe conducir a una reducción de la incidencia de carcino- situación general del paciente y es un índice global útil para
ma broncopulmonar. También debe evitarse la exposición a la toma de decisiones. Según dicha escala y de acuerdo con
otros factores de riesgo (radiaciones ionizantes, minas de otros parámetros, se pueden establecer los criterios de opera-
uranio). En pacientes con antecedentes de carcinoma en las bilidad (tabla 5.44). En la evaluación de la operabilidad de-
vías respiratorias, la quimioprevención con carotenos puede ben tenerse en cuenta la presencia de otras enfermedades
reducir la aparición de un segundo tumor en dicha localiza- graves (infarto miocárdico reciente, enfermedades renal o
ción. Diversos estudios de investigación actuales intentan de- hepática graves) o una predicción de expectativa de vida
mostrar esa hipótesis. muy corta.
La radioterapia debe considerarse más paliativa que cura-
2. Tratamiento curativo y paliativo. Descripción de los re- tiva. En ocasiones puede ser útil con intentos curativos,
cursos terapéuticos. Para los pacientes con carcinoma bron- cuando se combina con la cirugía o con la quimioterapia.
copulmonar, se dispone de diversos medios terapéuticos, La quimioterapia requiere la asociación de más de un fár-
que se utilizan solos o asociados. En la actualidad, la cirugía, maco. Este procedimiento es más útil en algunas estirpes,
la radioterapia y la quimioterapia antineoplásica son los pro- como el carcinoma broncopulmonar de células pequeñas o
cedimientos terapéuticos disponibles. Es necesario destacar microcítico. Su utilización combinada con la cirugía y/o la
que las decisiones terapéuticas deben estar sustentadas radioterapia se usa en algunos casos. Otras terapéuticas (fo-
sobre la evidencia de su utilidad y eficacia, conociendo la toterapia, laserterapia, braquiterapia, colocación de prótesis
magnitud del beneficio en la calidad de vida frente a los ries- intraluminales) se utilizan cada vez con mayor frecuencia en
gos en morbilidad y mortalidad secundarios al tratamiento. el carcinoma broncopulmonar.
En el carcinoma broncopulmonar, los diferentes medios Tratamiento del carcinoma broncopulmonar que no es de
terapéuticos referidos deben utilizarse teniendo en conside- células pequeñas. En los casos en que el tumor no es visible
ración la clasificación tumoral (estirpe histológica y estadio) radiológicamente pero se detecta por la broncoscopia, está
y las características de cada paciente (edad, presencia de indicada la fototerapia si la estirpe es epidermoide, la afecta-
otras enfermedades, estado clínico). En general, la clasifi- ción es superficial en la valoración endoscópica y tiene me-
cación tumoral permite decidir las pautas terapéuticas (ta- nos de 3 cm2 de área.
bla 5.43). Estadio I. En pacientes con criterios de operabilidad y que
La cirugía para la extirpación tumoral es el procedimiento aceptan la cirugía, la resección pulmonar es la terapéutica
terapéutico que más se asocia a la curación, pero sólo el 28- indicada. La supervivencia a los 5 años es del 55% (fig. 5.49).
32 % de los pacientes con carcinoma broncopulmonar pue- Cuando se valora la supervivencia en relación con el tamaño
den acceder a la terapéutica quirúrgica. El tipo de cirugía to- tumoral, se detecta una relación inversa. Así, en el carcino-
rácica depende, fundamentalmente, de la extensión y la ma broncopulmonar de 2 cm, la probabilidad de superviven-
localización del tumor, considerándose en la actualidad que cia a los 5 años es del 60%; cuando el diámetro tumoral es de
la neumonectomía y la lobectomía (o bilobectomía) son los 7 cm, la probabilidad disminuye a la mitad. En este grupo
tipos de cirugía oncológicamente válidos. Las resecciones de pacientes, ni la quimioterapia ni la radioterapia coadyu-
menores a la lobectomía (segmentectomía, resección en cuña)
deben considerarse como tratamiento quirúrgico en pacien-
tes que no tolerarían resecciones mayores. En algunos casos,
TABLA 5.44. Criterios de operabilidad para la resección
las resecciones broncoplásticas pueden ser necesarias y con- pulmonar quirúrgica en el carcinoma broncopulmonar
venientes para preservar la extirpación de tejido pulmonar Estado general superior a 40 (escala de Karnofsky)
funcionante. La extirpación quirúrgica puede ser completa o Ausencia de enfermedades asociadas graves
incompleta, dependiendo de la ausencia o la presencia de Capacidad vital superior al 45% de los valores de referencia
tejido tumoral no resecado. La mortalidad secundaria a la ci- VEMS superior a 1.000 mL
rugía oscila entre el 2 y el 6%, según la extensión de la resec- VEMS postoperatorio previsto superior a 0,8 L o al 30% sobre
el valor teórico
pCO2 inferior a 46 mmHg (6,1 kPa)
*A. López-Encuentra VEMS: volumen espiratorio máximo por segundo.

784
TUMORES BRONCOPULMONARES. CÁNCER BRONCOPULMONAR

100

80

60
I
%

40
II

20 IIIa

Fig. 5.49. Supervivencia del carcinoma 0


broncopulmonar que no es de células pe-
queñas, según la clasificación TNM (se 0 1 2 3 4 5
excluye la mortalidad operatoria). (Modifi-
cada de MOUNTAIN CF. Chest 1986; 89, Años
supl: 225s-233s.)

vantes son eficaces; si el paciente rechaza la cirugía, puede tamientos de soporte. Nuevas formas de administración de la
estar indicada la radioterapia torácica. radioterapia, como la hiperfraccionada, podrían mejorar los
Estadio II. La terapéutica indicada es la resección quirúrgi- resultados terapéuticos.
ca, con la que se consigue una supervivencia a los 5 años del En la actualidad se tiende a considerar que, en esta estir-
29%. No se ha demostrado que otras terapéuticas coadyuvan- pe y este estadio, el tratamiento más adecuado es la com-
tes aporten algún beneficio (fig. 5.49). binación de radioterapia y quimioterapia, que incluya el
Estadio IIIa. Este estadio es el punto fronterizo en cuanto a cisplatino. Este tratamiento incrementa moderadamente la
las decisiones quirúrgicas del carcinoma broncopulmonar supervivencia. En pacientes en estadio IIIb, con invasión y
que no es de células pequeñas entre los pacientes con clara obstrucción proximal de la vía aérea, las terapéuticas endos-
indicación quirúrgica y aquellos sin ésta. En este estadio se cópicas pueden prolongar la supervivencia y mejorar la cali-
incluyen también los tumores del surco superior. En estos dad de vida. La terapéutica con láser, sola o asociada a
casos es necesario descartar la presencia de invasión verte- braquiterapia, puede conseguir ambos objetivos. En otras
bral, de la arteria subclavia o de adenopatías mediastínicas, ocasiones, la braquiterapia sola o la utilización de las próte-
antes de indicar el tratamiento quirúrgico con finalidad cura- sis endoluminales pueden ser útiles para permeabilizar el ca-
tiva. La pauta terapéutica es la cirugía, si se descarta la inva- libre de la vía aérea.
sión tumoral de las estructuras antes mencionadas, precedi- La radioterapia y/o la quimioterapia pueden ser muy útiles
da de radioterapia local. en el tratamiento sintomático del síndrome de la vena cava
En pacientes en estadio IIIa con afectación de la pared to- superior (en el 86% de los casos), de la hemoptisis (en el
rácica, la indicación terapéutica es la extirpación quirúrgica, 84%), del dolor torácico (en el 61%) o de la disnea (en
si se descarta la presencia de adenopatías mediastínicas tu- el 60%).
morales. La existencia de éstas hace dudosa la indicación Estadio IV. En esta situación se encuentra, en el momento
quirúrgica ya que, en estos casos, la supervivencia a los del diagnóstico, el 13% de los pacientes con carcinoma bron-
5 años es inferior al 10%. Por otra parte, el valor de las tera- copulmonar. En la mayoría de los casos el tratamiento es pa-
péuticas coadyuvantes no está demostrado. liativo y de soporte. En pacientes con metástasis única locali-
En los pacientes incluidos en el estadio IIIa con adenopa- zada en el SNC y resecable, la terapéutica combinada
tías mediastínicas homolaterales (N2), es discutible la indi- neuroquirúrgica y de resección pulmonar puede estar justifi-
cación de la cirugía de resección. En la actualidad, estudios cada con fines curativos y en ciertas circunstancias (pacien-
clinicoterapéuticos han demostrado la eficacia de la quimio- tes jóvenes, tumor primario resecable, ausencia de contrain-
terapia y/o la radioterapia neoadyuvantes (terapia de induc- dicaciones quirúrgicas). En las restantes situaciones clínicas,
ción) pretoracotomía. Sin embargo, aún no debe considerar- el tratamiento con radioterapia y cirugía de la metástasis ce-
se como norma terapéutica para la utilización clínica. rebral mejora la supervivencia en algunos meses. Las metás-
En los pacientes con afectación N2 observada en la toraco- tasis en otros órganos deben tratarse según los síntomas
tomía y que no fue detectada en la estadificación clínica, se (p. ej., radioterapia o analgésicos en caso de dolor en las me-
recomienda la cirugía de resección, si se prevé que puede tástasis óseas, o con cirugía en la compresión de la médula
ser completa. En estos casos, la radioterapia torácica post- espinal).
operatoria disminuye el índice de recidiva local, pero no me- En este estadio y estirpe, la poliquimioterapia no prolonga
jora la supervivencia global. La quimioterapia postoperatoria la supervivencia. Sin embargo, en la actualidad se están in-
mejora la supervivencia en unos meses, pero sus efectos se- vestigando nuevos fármacos (taxol, nabelvine) que podrían
cundarios ponen en duda la utilidad de este tratamiento. En ser de utilidad terapéutica.
general, ambas terapéuticas coadyuvantes alargan el interva- En pacientes jóvenes con buen estado clínico puede efec-
lo de tiempo libre de enfermedad entre la cirugía y la apari- tuarse una prueba terapéutica mediante dos o tres ciclos con
ción de una recidiva. cisplatino y etopósido, con el fin de valorar la respuesta tera-
Estadio IIIb. La cirugía con finalidad curativa sólo está indi- péutica y su tolerancia. Evaluando estas dos variables pue-
cada, y de forma controvertida, en pacientes con afectación den administrarse o no nuevos ciclos terapéuticos.
de la carina principal o de la porción inferior de la tráquea. Tratamiento del carcinoma broncopulmonar de células pe-
En las restantes situaciones clínicas incluidas en el estadio queñas, enfermedad localizada. La estadificación tumoral
IIIb la cirugía no está indicada. de esta estirpe debe realizarse mediante la clasificación
La radioterapia convencional aislada no mejora la supervi- TNM, si se considera la resección quirúrgica. El papel de la
vencia a los 5 años con respecto a la observación o a los tra- cirugía está muy discutido, aunque en casos T1N0M0, puede

785
NEUMOLOGÍA

estar indicada la resección quirúrgica seguida de quimiote- Tumor adenoide quístico


rapia.
En las restantes situaciones clínicas, estos tumores se clasi- También denominado cilindroma, sus localizaciones prefe-
fican en localizados o extendidos. rentes son la tráquea y los bronquios proximales. Puede oca-
La enfermedad localizada engloba los estadios I, II, IIIa sionar invasión local de los tejidos contiguos. Dada su condi-
y IIIb. La extendida, el estadio IV. ción de tumor de las vías aéreas centrales, la clínica que
En los casos con enfermedad localizada el tratamiento ocasiona es similar a la del tumor carcinoide: tos, hemoptisis
consiste en la quimioterapia asociada a radioterapia (40- y sibilancias. La presencia de disnea con sibilancias puede si-
50 Gy). La supervivencia a los 5 años es del 7%. En los casos mular una crisis de asma bronquial y retrasar el diagnóstico y
de larga duración, teóricamente curados, es posible la apari- el tratamiento correctos, además de someter al paciente a te-
ción de un segundo carcinoma broncopulmonar, con fre- rapéuticas broncodilatadoras inútiles. Aunque puede detec-
cuencia de otro tipo histológico. En pacientes con síndrome tarse por alteraciones en la luz traqueal en la radiografía de
de la vena cava superior, el tratamiento consiste sólo en qui- tórax, el diagnóstico se establece por examen histológico
mioterapia. de los especímenes recogidos mediante broncoscopia.
Enfermedad extendida. En esta situación clínica está indi- El tratamiento es quirúrgico, pero las recidivas locales son
cada la poliquimioterapia, que suele mejorar la calidad de frecuentes. En estos casos y en los que no sea factible la ciru-
vida, pero con una supervivencia de sólo el 2% a los 5 años. gía, los tratamientos endoscópicos locales con láser pueden
La duración del tratamiento con quimioterapia, sin conside- ser de utilidad.
rar las recidivas, no debe prolongarse más de 6 meses. La ra-
dioterapia craneal profiláctica (24-30 Gy) puede ser útil en
casos con buena respuesta a la quimioterapia, aunque de-
Tumor mucoepidermoide
ben considerarse los efectos colaterales sobre las funciones Este tumor está constituido, histológicamente, por una
corticales. combinación de células secretoras de moco y de células es-
Otros tratamientos. En todos los tipos histológicos, en al- camosas. Se localiza en las vías aéreas proximales y la clíni-
gún momento de la evolución de la enfermedad los pacien- ca es similar a la de los tumores previamente descritos. Tras
tes pueden requerir otros tipos de tratamiento para mejorar el diagnóstico endoscópico, la resección quirúrgica, o me-
su calidad de vida, como mayor aporte nutricional o el trata- diante láser, es la pauta terapéutica habitual.
miento sintomático de las náuseas y los vómitos secundarios
a la quimioterapia. El tratamiento del dolor es fundamental
en estos pacientes, y se realiza de forma ambulatoria en las Tumores benignos
clínicas del dolor.
Los enfermos con cáncer broncopulmonar presentan ma- Entre los tumores benignos puede incluirse el hamartoma,
yor riesgo de infecciones broncopulmonares o de alteracio- aunque es en realidad una lesión seudotumoral. El hamarto-
nes metabólicas que deben prevenirse y tratarse. Entre las ma pulmonar está compuesto por una mezcla desorganizada
alteraciones metabólicas cabe destacar la hipercalcemia de los componentes normales del pulmón (cartílago, múscu-
(véase la sección Oncología médica). lo liso, grasa, epitelio bronquial). Habitualmente se manifies-
La presencia de derrame pleural en pacientes con carcino- ta como un hallazgo radiológico, en forma de nódulo pulmo-
ma broncopulmonar es una situación clínica frecuente y, nar solitario. En el 10% de los casos puede localizarse en las
casi siempre, signo de mal pronóstico, que requiere trata- vías aéreas y provocar tos, hemoptisis y neumonía obstructi-
miento diferenciado (véase Enfermedades de la pleura). va. En los hamartomas periféricos el diagnóstico se establece
con frecuencia después de su extracción quirúrgica. En oca-
siones se detectan calcificaciones en palomitas de maíz o
Tumores de baja malignidad presencia de zonas de densidad grasa cuando se efectúa una
TC de alta resolución.
Otro tumor benigno es el papiloma, que puede localizarse
en las vías aéreas o manifestarse en forma de nódulos pulmo-
Tumor carcinoide nares en la radiografía de tórax.
Este tumor es el segundo tumor broncopulmonar más fre- El adenoma se presenta con mayor frecuencia como un tu-
cuente después del carcinoma. No está relacionado etioló- mor exofítico en la vía aérea.
gicamente con el tabaco y existe una variedad, el tumor car- Otros tumores benignos derivan de los tejidos blandos y
cinoide atípico, que presenta mayor probabilidad de metás- son menos frecuentes (lipoma, fibroma). Al igual que los tu-
tasis y peor pronóstico. mores benignos citados anteriormente, pueden localizarse
Puede cursar sin síntomas, manifestándose sólo como en la vía aérea o manifestarse en forma de nódulo pulmonar
un hallazgo radiográfico en forma de nódulos periféri- solitario.
cos únicos o múltiples. En los localizados en el árbol bron-
quial proximal, la radiografía de tórax puede mostrar ate-
lectasia o neumonitis obstructiva y, excepcionalmente, pre- Tumores metastásicos
sencia de pulmón hipertransparente unilateral con
atrapamiento aéreo en las maniobras de inspiración y espi- Dado el carácter de filtro sanguíneo que posee el pulmón,
ración forzada. En estos casos, los pacientes presentan tos la presencia de metástasis pulmonares constituye una situa-
persistente no productiva, expectoración hemoptoica, sibi- ción clínica frecuente. En ocasiones es la única manifesta-
lancias, disnea o síntomas relacionados con la infección se- ción de tumores originados en otros órganos lo que determi-
cundaria a la obstrucción bronquial; en ocasiones pueden na la búsqueda posterior de la neoplasia original.
presentar sintomatología relacionada con el síndrome car- Los hallazgos radiológicos son múltiples. Las metástasis
cinoide. Habitualmente, la broncoscopia permite estable- pueden manifestarse en forma de nódulos múltiples de di-
cer el diagnóstico. verso tamaño (imagen en suelta de globos) o únicos, con
El tratamiento es quirúrgico, intentando la conservación atelectasia o neumonía obstructiva en caso de metástasis en-
del mayor tejido pulmonar funcional no afectado. Dada su dobronquiales o en forma de infiltrados intersticiales o alveo-
localización, con frecuencia es conveniente efectuar resec- lointersticiales con líneas de Kerley en la linfangitis carci-
ciones con reconstrucción broncoplástica. En los tumores no nomatosa. En ésta, con frecuencia se observan derrames
resecables que obstruyen los bronquios principales, el trata- pleurales de pequeño tamaño unilaterales o bilaterales, en
miento con láser a través del broncoscopio permite permea- los que el análisis citológico puede mostrar células atípicas.
bilizar la vía aérea. Esta última forma de presentación metastásica puede produ-

786
INFECCIONES DEL APARATO RESPIRATORIO

cirla cualquier tumor, pero es más frecuente en los tumores Bibliografía especial
de estómago, mama, ovario, pulmón o páncreas. BITRAN JD, GOLOMB HM, LITTLE AG, WEICHSELBAUM RR. Lung cancer. Or-
La broncoscopia permite establecer el diagnóstico en mu- lando, Grune-Stratton, 1988.
chos casos mediante biopsia de lesiones visibles (metástasis FRIEDMAN PJ. Lung cancer staging. Efficacy of CT. Radiology 1992;
endobronquial), biopsia periférica de los nódulos o biopsia 182: 307-309.
transbronquial o lavado broncoalveolar en las linfangitis car- GRUPO DE TRABAJO DE LA SEPAR. Normativa sobre nomenclatura y cla-
cinomatosas. El estudio inmunohistoquímico de las muestras sificación del carcinoma broncogénico. Arch Bronconeumol
biópsicas puede ser de interés para la búsqueda del tumor 1990; 26: 54-60.
LÓPEZ ENCUENTRA A. ¿Para qué la quimioterapia en el cáncer bronco-
primitivo. En los casos en que la broncoscopia no sea diag- génico? Arch Bronconeumol 1990; 26: 51-53.
nóstica, debe plantearse la práctica de una punción percutá- MATTHAY RA. Clinics in chest medicine. Lung cancer. Filadelfia, WB
nea de los nódulos bajo control radiográfico o por TC, o bien Saunders, 1993.
la biopsia pulmonar en la linfangitis carcinomatosa. MEDINA GALLARDO JF, BORDERAS NARANJO F, TORRES CANSINO M,
En muchos casos, el tratamiento de los tumores metastási- RODRÍGUEZ PANADERO F. Validity of enlarged mediastinal nodes as
cos sólo es sintomático, en otros es efectivo el tratamiento es- markers of involvement by non-small cell lung cancer. Am Rev
pecífico del tumor primario y, finalmente, en ciertas circuns- Respir Dis 1992; 146: 1.210-1.212.
tancias puede plantearse la cirugía torácica de las metástasis. SALVATIERRA A, BAHAMONDE C, LLAMAS JM, CRUZ F, LÓPEZ PUJOL J. Extra-
thoracic staging of bronchogenic carcinoma. Chest 1990; 97:
La decisión de realizar la extirpación quirúrgica de las metás- 1.052-1.058.
tasis pulmonares depende, entre otros factores, de que el tu- WANG KP. Biopsy techniques in pulmonary disorders. Nueva York,
mor primario esté controlado y de que no existan otras me- Raven Press, 1989.
tástasis ni sea posible otro tratamiento alternativo. En las WATANABE Y, SHIMIZU J, TSUBOTA M, IWA T. Mediastinal spread of metas-
metástasis del sarcoma osteógeno, la supervivencia a los tatic lymph nodes in bronchogenic carcinoma. Mediastinal nodal
5 años puede alcanzar el 66% tras su resección quirúrgica, y metastases in lung cancer. Chest 1990; 97: 1.059-1.065.
en las originadas en el tracto urinario, el 54%.

Infecciones del aparato respiratorio


J. Blanquer Olivas y A. Torres Martí

Cada día circulan por el árbol respiratorio entre 15.000 y 4. Por contigüidad, a partir de infecciones subfrénicas, me-
20.000 L de aire ambiente, acompañados de microrganismos diastínicas, de la pared costal, a través de la vía linfática.
potencialmente patógenos que se ponen en contacto con 80- 5. Desde el exterior, muy raras veces a partir de heridas
90 m2 de superficie alveolar, sin provocar normalmente colo- contaminadas o tras cirugía.
nización traqueobronquial ni infección pulmonar en adultos Los mecanismos defensivos del huésped, son el conjunto
sanos, gracias al eficaz sistema defensivo del aparato respira- de barreras físicas y mecanismos inmunológicos celulares
torio, que mantiene el tracto infraglótico estéril. Sólo en el 2- que mantienen estéril la mucosa respiratoria pese a la inhala-
5% de los individuos sanos se encuentra, de modo transito- ción y aspiración de partículas y microrganismos.
rio, algún microrganismo contaminante. Las defensas mecánicas comienzan en la vía aérea supe-
La infección respiratoria se produce tanto por una altera- rior con las vibrisas nasales y el flujo turbulento en los corne-
ción de los mecanismos defensivos del huésped como por la tes, que filtran el aire y depositan las partículas mayores de
presencia de una cantidad excesiva de microbios, o de espe- 10 µm. Las restantes barreras anatómicas, epiglotis, cierre re-
cial virulencia, que sobrepasan dichos mecanismos. flejo de la glotis, tos y subdivisiones bronquiales, constituyen
Los microrganismos llegan al pulmón a través de diversos el filtro aerodinámico del aire inspirado.
mecanismos: Desde la tráquea a los bronquiolos respiratorios las vías
1. Inhalación directa desde el aire ambiente al alveolo de respiratorias están recubiertas por un epitelio ciliado secretor
aerosoles contaminados. Así se transmiten virus, micobacte- de moco (sistema mucociliar), en el que cada célula epitelial
rias, Coxiella, Legionella, Mycoplasma o Chlamydia. mueve de forma sincronizada 100-200 cilios a 600 ciclos/min
2. Microaspiración broncopulmonar a partir de la flora mi- en dirección proximal. Muchas bacterias aspiradas durante
crobiana orofaríngea. Es la vía de entrada habitual en infec- el sueño así como partículas de 3-10 µm ascienden de este
ciones por cocos grampositivos, bacilos gramnegativos modo 1-2 cm/min hasta la orofaringe, donde son deglutidas
y bacterias anaerobias. Normalmente en las secreciones oro- o expulsadas con la tos.
faríngeas existen unos 108 × 1010 gérmenes/mL, anaerobios En las vías aéreas periféricas el moco desaparece y el epi-
(Peptococcus, Peptostreptococcus, Bacteroides, Fusobacte- telio se estratifica. Las partículas o microbios que miden 0,5-3
rium) y aerobios (neumococo, estreptococo betahemolítico µm alcanzan la superficie alveolar, donde las recubren diver-
del grupo A, Staphylococcus aureus) en proporción 10 a 1 sas opsoninas, como fibronectina, IgG y factor B del comple-
que, al adherirse a la fibronectina de las células epiteliales, mento (defensa humoral), que facilitan la fagocitosis por los
impiden la implantación de otros microrganismos patóge- macrófagos alveolares (defensa celular inespecífica). Los
nos. La mitad de los adultos sanos aspiran durante el sueño macrófagos degradan material antigénico y lo presentan a los
mínimas cantidades de secreciones orofaríngeas, que no al- linfocitos, los cuales inician las respuestas inmunes específi-
teran normalmente la esterilidad traqueobronquial. Si se as- cas.
piran cepas virulentas nasofaríngeas o inóculos bacterianos Los linfocitos T potencian la capacidad fagocítica y bacte-
muy grandes, se puede provocar infección bronquial o neu- ricida del macrófago a través de mediadores celulares como
monía tras vencer las defensas orgánicas. Las dos vías de en- el interferón gamma y el factor inhibidor de la migración.
trada descritas son, con gran diferencia, las más frecuentes También secretan citocinas como la interleucina 2 (IL-2),
en infecciones respiratorias. que estimula la replicación de linfocitos T, activa los linfoci-
3. Diseminación hematógena, mediante bacteriemia o ém- tos NK (natural killer, células asesinas naturales) y estimula la
bolos sépticos. Así se produce la neumonía estafilocócica en secreción de inmunoglobulinas por los linfocitos B. Si, pese a
los adictos a las drogas por vía parenteral (ADVP). todo, el macrófago no puede destruir el microbio, secreta

787
NEUMOLOGÍA

factores quimiotácticos que atraen polimorfonucleares (leu- puede ser purulenta si existe sobreinfección bacteriana. En
cotrieno B4), monocitos y linfocitos (IL-1) a los alveolos. Los la exploración se aprecian roncus y sibilancias diseminadas
macrófagos también producen otras sustancias, como el fac- y la radiología torácica es normal. La enfermedad suele ser
tor de necrosis tumoral (TNF) e IL-1, responsables de los autolimitada, con una duración máxima de 2 semanas.
efectos sistémicos de la neumonía (escalofríos, fiebre, aste- En pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva cróni-
nia y mialgias). ca (EPOC) la bronquitis aguda se manifiesta por un incre-
Los polimorfonucleares liberan enzimas proteolíticas que mento de la tos y la disnea habituales y por la mayor canti-
contribuyen a las lesiones neumónicas y que son inhibidas dad y purulencia del esputo, acompañados de fiebre. Se han
por la α1-antiproteasa y la α2-macroglobulina. No se conocen descrito formas hemorrágicas, con hemoptisis por irritación
con exactitud los mecanismos que frenan la reacción infla- bronquial en la fase de tos seca.
matoria pulmonar e inician los mecanismos de reparación. La principal complicación de la bronquitis aguda es la
aparición de neumonía. Cuando aquélla es causada por
virus y Mycoplasma, es frecuente la presencia de hiperreacti-
Bronquitis aguda* vidad bronquial durante 3-6 semanas, con tos seca y sibilan-
cias ante diversos estímulos, como el frío, aire seco, humos y
Concepto. La bronquitis aguda es una inflamación aguda y polvo, por irritación de las terminaciones vagales en la sub-
difusa de la mucosa bronquial, habitualmente de origen in- mucosa bronquial.
feccioso, aunque puede ser irritativa, tras inhalación de sus-
tancias tóxicas. Es más frecuente en niños y fumadores habi- Diagnóstico. El diagnóstico de la bronquitis aguda es clíni-
tuales, sobre todo durante los meses fríos. co. En adultos sanos no es necesaria la realización de la tin-
ción de Gram y el cultivo de esputo para determinar su etio-
Etiología. Dada la estrecha relación entre el tracto respirato- logía. En cambio, sí es aconsejable realizarlo en pacientes
rio y el medio ambiente, varios estímulos irritativos favore- con antecedentes de EPOC.
cen la aparición de infecciones que provocan bronquitis
aguda: contaminantes atmosféricos (sulfatos, SO2, NO2), Tratamiento. En los adultos sanos el tratamiento de la bron-
agentes químicos inhalados, sustancias vegetales (orujo de quitis aguda es sintomático. Se administrarán analgésicos
oliva, lino, cáñamo), constituyentes del tabaco y Cannabis, y y antitérmicos, como ácido acetilsalicílico o paracetamol, y
aspiración gástrica. antitusígenos (codeína). Son aconsejables el abandono del
Los virus son la causa más frecuente de bronquitis aguda, hábito de fumar y la hidratación adecuada, para facilitar la
que puede estar causada por todos aquellos que producen ri- expectoración. Dado el carácter autolimitado de la bronqui-
nitis y faringitis: virus sincitial respiratorio (VSR), rinovirus, tis aguda, sólo se requieren antibióticos cuando presunta-
ECHO, parainfluenza 1, 2 y 3, coronavirus, Coxsackie, herpes, mente estén producidas por Mycoplasma, en cuyo caso están
influenza y adenovirus. Se ha descrito predominio estacional indicados los macrólidos.
en diversas viriasis. Así, las infecciones por el virus influenza, En los broncópatas crónicos con bronquitis aguda que
el VSR y los coronavirus son más frecuentes en invierno, las cursa con expectoración purulenta y fiebre, está indicado el
causadas por enterovirus en verano y las debidas a parain- tratamiento con antibióticos, previa realización de tinción de
fluenza y rinovirus en otoño. Gram y cultivo de esputo. En la visión directa se observan
Entre la etiología bacteriana, Mycoplasma, Bordetella y abundantes polimorfonucleares con diplococos gramposi-
Chlamydia provocan bronquitis aguda en niños y adultos sa- tivos (neumococos) o bien con diplococos gramnegativos
nos, mientras que en broncópatas crónicos las bronquitis (B. catarrhalis) o cocobacilos gramnegativos (H. influenzae).
suelen ocurrir tras infecciones víricas y causadas por micror- Dadas las elevadas tasas de neumococos resistentes a la pe-
ganismos que colonizan las vías aéreas, como neumococo, nicilina en diversas zonas de España, y el posible protagonis-
Haemophylus influenzae y Branhamella catarrhalis. mo de H. influenzae y B. catarrhalis productores de betalacta-
masa, parece una actitud prudente iniciar el tratamiento
Fisiopatología. Los aerosoles inferiores a 10 µm contienen antibiótico con amoxicilina a dosis elevadas o cotrimoxazol,
Mycoplasma pneumoniae y virus, que se adhieren al epitelio que a las 48 h, tras evaluar la situación clínica y/o la sensibili-
ciliado bronquial y provocan una reacción inflamatoria agu- dad del germen en esputo, se pueden sustituir por amoxicili-
da, consistente en necrosis y desprendimiento del epitelio a na-ácido clavulánico o cefalosporinas de segunda o tercera
la luz de la vía aérea. La bronquitis aguda por el virus in- generación.
fluenza provoca, junto con el deterioro mucociliar, la mayor La hiperreactividad bronquial residual responde a la tera-
adherencia de determinadas bacterias (S. aureus, H. influen- péutica con broncodilatadores betadrenérgicos y bromuro
zae y S. pneumoniae), a las células faríngeas, así como dismi- de ipratropio.
nución de la función defensiva de macrófagos y polimorfo-
nucleares, que facilitan en conjunto la sobreinfección
bacteriana. Neumonía extrahospitalaria*
En las bronquitis agudas de broncópatas crónicos, las le-
siones epiteliales preexistentes facilitan la colonización bac- Concepto y epidemiología. La neumonía es una enferme-
teriana, sobre todo por neumococo, B. catarrhalis y H. in- dad inflamatoria del parénquima pulmonar de etiología in-
fluenzae, que a su vez provoca una respuesta inflamatoria fecciosa, caracterizada por la presencia de fiebre, sintomato-
con aumento de la actividad proteolítica de los polimorfonu- logía respiratoria variable y aparición de infiltrados en la
cleares, facilitando la progresión de la broncopatía crónica y radiografía de tórax.
el mayor daño epitelial en vías aéreas. Su incidencia es de 7-15 casos por 1.000 adultos/año, aun-
que en España las cifras estimadas son inferiores, de 3,7 ca-
Cuadro clínico. La bronquitis aguda en el adulto comienza sos por 1.000. A pesar de la utilización de antibióticos, conti-
por un cuadro catarral de las vías respiratorias superiores, núa siendo causa importante de morbimortalidad. En EE.UU.
con coriza, dolor de garganta, afonía, disfagia alta, tos seca y afecta a alrededor de un millón de personas por año, obli-
dolor urente retrosternal. Cursa con fiebre que puede llegar a gando al ingreso hospitalario en la mitad de ellas, con una
38-38,5 °C, y sintomatología general (cefalea, artralgias y mortalidad global del 10%, que llega a ser hasta del 30% en
mialgias). A los 3-4 días aparece expectoración mucosa, que ancianos y del 24% en hospitalizados. En los países desarro-
llados, es la quinta o sexta causa de muerte, pero la primera
de origen infeccioso.
Ante la dificultad manifiesta para establecer el diagnóstico
* J. Blanquer Olivas etiológico en muchas neumonías, en las últimas décadas se

788
INFECCIONES DEL APARATO RESPIRATORIO

ha utilizado una clasificación basada en las características Las NEH causadas por S. pneumoniae, S. aureus, H. influen-
clínicas de la neumonía y en el tipo de población afecta. De zae, Streptococcus pyogenes son más frecuentes en invierno
esta manera se distinguen: y principios de primavera, al igual que la neumonía gripal,
Neumonía extrahospitalaria (NEH). En ésta deben diferen- que suele aparecer en brotes epidémicos. Legionella ocasio-
ciarse la infantil y la del anciano. Un tipo especial correspon- na casos esporádicos durante todo el año, con brotes epidé-
de a la neumonía necrosante por anaerobios y/o absceso micos estivales. Las NEH por Mycoplasma, aerobios gramne-
pulmonar. Neumonía intrahospitalaria o nosocomial. En pa- gativos y anaerobios no tienen predominio estacional. Tanto
cientes ya ingresados un mínimo de 72 h en un hospital, o en M. pneumoniae como C. pneumoniae tienen períodos epidé-
enfermos que han sido dados de alta hasta 7 días antes del micos cíclicos cada 4 años.
inicio de la neumonía. Neumonía en inmunodeprimidos.
Afecta a personas con graves déficit de los mecanismos de- Anatomía patológica. La presencia de microrganismos en
fensivos. Un subgrupo con personalidad específica lo consti- los alveolos ocasiona una respuesta inflamatoria exudativa,
tuyen las neumonías en pacientes afectos de SIDA, con agen- que se puede extender de modo centrífugo a los alveolos ad-
tes etiológicos propios. yacentes a través de los poros de Kohn y los canales de Lam-
El espectro de agentes patógenos en cada uno de estos bert, como sucede en la neumonía lobular, o bien al árbol
grupos es muy diferente, por lo que es útil esta clasificación bronquial, originando múltiples focos inflamatorios.
para la realización de exploraciones complementarias y pres- En la neumonía neumocócica se pueden distinguir varias
cripción empírica de antibióticos. zonas desde el centro de la lesión, que es la más antigua,
hasta la periferia: a) la zona de resolución, en el centro, es
Etiología. La distribución y la frecuencia etiológica de las de consistencia firme y elástica, sin bacterias ni polimorfonu-
NEH son muy diversas, según el lugar donde se realiza el es- cleares; cuando existe necrosis pulmonar, como ocurre a
tudio y la metodología diagnóstica empleada; pese a ello, en menudo en la neumonía por Klebsiella sp, en esta zona lesio-
la mayoría de las series se mantiene el neumococo como la nal el pulmón es blando y friable; b) la zona de consolida-
primera causa de NEH, incluso de las graves. Diversos facto- ción avanzada, con intensa inflamación, caracterizada por
res justifican la ausencia de diagnóstico etiológico en el 25- abundantes hematíes y polimorfonucleares junto con esca-
50% de las NEH: ausencia de muestra de esputo de buena ca- sas bacterias; c) zona de consolidación temprana, y d) el
lidad, sensibilidad y especificidad escasas de la tinción de edema exterior, que corresponde a lesiones neumónicas en
Gram y del cultivo de esputos, antibioticoterapia previa; no estadios tempranos, en las que proliferan abundantemente
obstante, es posible que muchos de estos casos estén causa- las bacterias en un exudado acelular.
dos por neumococos. La progresión de la neumonía a regiones subpleurales o
Más del 90% de las NEH identificadas se deben a los si- contiguas al pericardio puede provocar derrames pleuroperi-
guientes microrganismos: Streptococcus pneumoniae, H. in- cárdicos reactivos, habitualmente estériles, que en ocasiones
fluenzae, M. pneumoniae, Legionella pneumophila, Chlamy- se infectan y producen empiema. Si las bacterias llegan a los
dia pneumoniae y virus influenza A. El neumococo es el linfáticos, y los ganglios no pueden frenar su avance, se pro-
agente etiológico más frecuente de NEH que requiere hospi- duce bacteriemia, con infecciones metastásicas secundarias
talización. Se debe tener en cuenta que la etiología de la (endocarditis, meningitis y artritis).
neumonía en los pacientes que ingresan en un hospital difie- Normalmente el parénquima pulmonar no resulta dañado
re totalmente de la de los enfermos tratados de forma ambu- de forma irreversible en la neumonía neumocócica, sino
latoria, en los que M. pneumoniae, C. pneumoniae y el virus que, al resolverse el exudado, se restaura la estructura pul-
influenza A son las más habituales según el país, el año y la monar normal; no obstante, en algunos casos, la zona ocupa-
estación (tabla 5.45). En España se han observado diferentes da por el exudado fibrinoso es invadida por fibroblastos, que
etiologías según las distintas áreas geográficas. Así, Legione- originan la fibrosis local en esa zona. En neumonías por
lla es más frecuente en las zonas mediterráneas, mientras S. aureus, Klebsiella sp y anaerobios se produce necrosis con
que Coxiella burnetii es mucho más habitual en las regiones formación de abscesos pulmonares en fases precoces.
septentrionales.
Los virus son los agentes etiológicos más frecuentes en las Fisiopatología. La consolidación alveolar en la neumonía
NEH infantiles, Mycoplasma en adolescentes y jóvenes, y S. lobular provoca, durante las primeras 48 h de evolución, zo-
pneumoniae en adultos sanos. En los ancianos, pese a ser nas de parénquima pulmonar perfundidas pero no ventila-
también el neumococo el agente etiológico más común, son das (shunt) y, por tanto, hipoxemia. Como consecuencia,
frecuentes las neumonías por H. influenzae y Legionella. En pueden aparecer hiperventilación secundaria y alcalosis res-
pacientes internados en asilos son más frecuentes las neumo- piratoria. Es muy rara la hipercapnia en las neumonías, ex-
nías producidas por Klebsiella pneumoniae y diversos gram- cepto en pacientes con enfermedad pulmonar preexistente.
negativos; en alcohólicos y diabéticos las causadas por K.
pneumoniae, y en pacientes con EPOC las debidas a H. in- Cuadro clínico. La NEH suele cursar con fiebre, disnea, tos
fluenzae. con producción de esputo y dolor torácico tanto en el adulto

TABLA 5.45. Etiología de las neumonías extrahospitalarias. Microrganismos más frecuentes en diversas series
Pacientes ingresados Pacientes ambulatorios
British Thoracic Blanquer Fang Marrie Granados Woodhead Berntson Blanquer Erard
Society (1987) (1991) (1990) (1989) (1989) (1987) (1986) (1991) (1991)
Pacientes (N.o) 453 462 359 719 243 236 54 48 161
Diagnósticos (%) 67 55 58 53 45 55 59 58 53
Germen*
Streptococcus pneumoniae 51 27 26 16 44 66 16 21 20
Haemophilus influenzae 8 4 18 7 9 19 19 – 3
Legionella 3 25 11 4 29 1 – 21 3
Mycoplasma pneumoniae 27 6 3 11 7 2 62 21 33
Virus 10 21 1 10 – 23 22 36 30
Mixtas 13 1 5 11 – – – – –
*% sobre NEH diagnosticadas.

789
NEUMOLOGÍA

sano o, como sucede con frecuencia en las neumonías bac- ta, que no suele superar los 15 × 109/L, acompañada de neu-
terianas, en pacientes con enfermedad subyacente, como trofilia y VSG elevada, así como aumento de transaminasas.
diabetes mellitus, insuficiencia cardíaca congestiva, enfise- En las denominadas neumonías mixtas, el cuadro clínico
ma o insuficiencia renal crónica. Los varones se afectan 2 o 3 presenta características de las neumonías típicas y atípicas.
veces más que las mujeres. Aunque los adultos que requie- Su agente etiológico más habitual es L. pneumophila, conoci-
ren ingreso hospitalario han presentado síntomas durante da a partir de la epidemia que ocasionó en Filadelfia en
aproximadamente 7 días, la neumonía neumocócica o la es- 1976, aunque pueden estar causadas por cualquiera de los
tafilocócica pueden provocar una situación crítica incluso microrganismos habituales de las NEH. La neumonía debida
en horas. Las neumonías de lóbulos inferiores pueden simu- a L. pneumophila o enfermedad del legionario tiene un perío-
lar en adolescentes un abdomen agudo o bien una enferme- do de incubación de 2-10 días, predomina al final del verano
dad urinaria, y en ancianos la neumonía puede provocar un y en otoño y afecta sobre todo a mayores de 60 años, fuma-
cuadro confusional con taquicardia y taquipnea injustifica- dores y alcohólicos con enfermedad hepática. Cursa como
das. una enfermedad multisistémica, con fiebre elevada. El inicio
Desde el punto de vista clínico se ha diferenciado clásica- es subagudo, con astenia, fiebre, escalofríos y tos seca,
mente entre neumonía típica, o bacteriana habitual, y atípica, acompañados de síntomas gastrointestinales y diarrea. Al
con claras implicaciones en el manejo terapéutico. Pese a progresar la enfermedad aparece fiebre elevada de 39-40 °C,
que en la actualidad se pone en duda la especificidad global dolor pleurítico en el 30% de los casos, producción de espu-
de los signos y síntomas con respecto a una etiología deter- to no purulento y disnea. Entre los síntomas extrapulmonares
minada, se considera útil mantener los citados subgrupos destacan los neurológicos (desde cefalea hasta cuadros con-
tanto con fines didácticos como prácticos en relación con la fusionales de intensidad desproporcionada en relación con
elección del tratamiento antibiótico. la fiebre) y los abdominales, sobre todo diarrea, náuseas y
La neumonía típica, causada habitualmente por S. pneu- vómitos. Son frecuentes la taquipnea y taquicardia, pero en
moniae, K. pneumoniae, H. influenzae y S. aureus, se caracte- ocasiones existe bradicardia relativa, así como leucocitosis
riza por su comienzo brusco, aunque en ocasiones puede es- moderada con neutrofilia y aumento de la VSG. Se han des-
tar precedida por un cuadro catarral de las vías altas. En crito diversas alteraciones analíticas como propias de la
general, el paciente puede indicar hora exacta del comienzo legionelosis, que luego se ha comprobado que son origina-
del cuadro clínico, con escalofríos múltiples e intensos (en das por otras neumonías graves: hematuria microscópica,
la neumonía neumocócica, sólo se produce un escalofrío), hipofosforemia e, incluso, hiponatremia. Se ha observado
fiebre alta y mantenida (ausente en los ancianos) y tos seca también elevación de la creatinina sérica, de la creatinfosfo-
inicial, que luego se hace productiva, con esputo purulento cinasa (CPK), alteraciones del funcionalismo hepático, hipo-
o herrumbroso. En los pacientes deshidratados o neutropéni- albuminemia y proteinuria. En algunos pacientes, en la gaso-
cos persiste la sequedad de la tos. En la neumonía por Kleb- metría arterial se constata hipoxemia intensa.
siella sp el esputo es muy viscoso (en jarabe de grosella).
Cursa con fiebre elevada mantenida, de 39-40 °C. En la neu- Radiología. Para establecer el diagnóstico de NEH se re-
monía neumocócica son frecuentes el dolor torácico de tipo quiere confirmar la presencia de infiltrados radiológicos en
pleurítico y el aleteo nasal. En la exploración física suele ob- la radiografía de tórax. Los infiltrados pulmonares, pueden
servarse que el paciente se acuesta sobre el lado afecto ser de tres tipos diferentes:
como postura antiálgica y presenta aspecto febril y sudoroso, Neumonía del espacio aéreo. El exudado ocupa el espacio
junto con signos de condensación pulmonar. En la neumo- aéreo periférico, dejando permeables los bronquios (infiltra-
nía neumocócica es frecuente el herpes labial. No se observa dos alveolares con broncograma aéreo), y afecta uno o va-
disnea ni cianosis en enfermos sin enfermedad grave subya- rios segmentos pulmonares, pudiendo ocupar todo el lóbulo
cente. El hemograma muestra leucocitosis (15.000-30.000 leu- (neumonía lobular). Sus agentes causales suelen ser los de la
cocitos/µL) con desviación a la izquierda (70-90%) e incluso neumonía típica: neumococo, K. pneumoniae, Proteus sp y
granulaciones tóxicas. La aparición de leucopenia con linfo- H. influenzae (fig. 5.50).
citosis relativa es un signo de mal pronóstico; tanto el hemo- Bronconeumonía. Se produce una intensa inflamación en
grama como la velocidad de sedimentación globular, que las vías aéreas y el parénquima pulmonar contiguo, que ori-
suele estar elevada, pueden servir de referencia inicial para gina múltiples infiltrados con distribución segmentaria y pér-
seguir la evolución de la enfermedad. Se debe practicar ga- dida de volumen a causa de la obstrucción de la vía aérea
sometría arterial ante la sospecha clínica de compromiso res-
piratorio. En algunos casos, se pueden detectar elevaciones
transitorias de las transaminasas.
El término neumonía atípica se utilizó para designar aque-
llos cuadros que cursaban con signos clínicos diferentes a
los de las neumonías causadas por bacterias y que no res-
pondían al tratamiento antibiótico adecuado. Inicialmente
se pensó que su etiología era vírica, pero luego se comprobó
que podían ser causadas también por M. pneumoniae, C. bur-
netii y Chlamydia. La neumonía atípica, cuyo prototipo es la
causada por M. pneumoniae, suele iniciarse de modo insidio-
so con cefalea, astenia y escasa afectación general, junto con
tos seca, persistente o con expectoración mucosa. Suele cur-
sar con fiebre sin escalofríos, acompañada en ocasiones de
bradicardia relativa. El dolor torácico, a diferencia de la neu-
monía típica, no es pleurítico, sino retrosternal y se incre-
menta al toser (dolor traqueobronquial). Son frecuentes los
síntomas extrarrespiratorios, como náuseas, vómitos, exante-
ma cutáneo, mialgias y artralgias, y los síntomas de afecta-
ción de las vías respiratorias altas, como rinorrea, ronquera,
dolor de garganta. La presencia de miringitis es muy sugesti-
va de neumonía por M. pneumoniae. En la exploración física,
el paciente no suele mostrar signos de afectación general. La
auscultación pulmonar revela crepitantes finos, aunque pue- Fig. 5.50. Radiografía posteroanterior de tórax. Neumonía del espa-
de ser normal. En el hemograma destaca leucocitosis discre- cio aéreo del lóbulo superior derecho, con broncograma aéreo.

790
INFECCIONES DEL APARATO RESPIRATORIO

quipnea. La radiografía de tórax es con frecuencia poco de-


mostrativa. Aunque es frecuente la leucocitosis, se ha descri-
to su ausencia en la tercera parte de los casos. Si existe bac-
teriemia, la ausencia de fiebre y el reconocimiento tardío
tanto de la neumonía como de la bacteriemia condicionan
que la mortalidad sea elevada. La curación y la resolución
radiológica son más lentas. El pronóstico depende de la etio-
logía de la neumonía y de la presencia de enfermedades sub-
yacentes.

Diagnóstico etiológico. La anamnesis, la exploración física,


el hemograma y la radiografía de tórax no pueden determi-
nar el microrganismo causante de la NEH. El estudio micro-
biológico de muestras de fácil obtención (esputo, sangre, ori-
na) o las exploraciones complementarias habituales sólo
permiten el diagnóstico etiológico de un tercio de las NEH,
por lo que en ocasiones se requieren exploraciones comple-
mentarias invasivas.
Técnicas no invasivas. 1. Esputo. El examen directo del es-
puto, el cultivo y la aplicación de técnicas inmunológicas fa-
cilitan el diagnóstico etiológico, siempre que el enfermo sea
capaz de expectorar. La administración previa de antibióti-
cos, que dificulta el aislamiento de gérmenes patógenos, así
como la contaminación por la flora orofaríngea ponen en en-
tredicho su validez, al igual que la colonización de vías aé-
reas inferiores por S. pneumoniae o H. influenzae.
El esputo recién expectorado se debe teñir cuidadosamen-
te, y efectuar un cribado citológico previo para valorar su va-
lidez o si está contaminado por saliva. Para ello se examinan
al microscopio cinco campos a 100 aumentos, considerando
válida la muestra si se observan más de 25 leucocitos y/o me-
nos de 10 células epiteliales por campo. Al realizar la tinción
de Gram en un esputo bien recogido y analizado la observa-
ción de abundantes bacterias monomorfas sirve de guía para
la antibioticoterapia inicial, ya que se ha descrito en estos ca-
sos una especificidad del 85% en la neumonía neumocócica,
Fig. 5.51. Radiografía lateral de tórax. Bronconeumonía con atelec- con una sensibilidad del 62%. Los mayores inconvenientes
tasia de la língula (flechas). de la tinción de Gram son la subjetividad de la técnica y las
dificultades para el reconocimiento de H. influenzae y para
la diferenciación del neumococo de los estreptococos sapro-
por el exudado inflamatorio. La bronconeumonía es frecuen- fitos de la flora orofaríngea, que se ha intentado solucio-
te en las neumonías por S. aureus, Pseudomonas aeruginosa nar con la reacción de Quellung, en la que se reconoce el
y Escherichia coli (fig. 5.51). S. pneumoniae por la hinchazón capsular del germen al po-
Infiltrado intersticial. Suelen producirlo los virus, Mycoplas- ner la muestra en contacto con anticuerpos específicos.
ma y Chlamydia, con infiltrados radiológicos reticulonoduli- El cultivo de esputo tiene, para muchos autores, menor va-
llares, que posteriormente se vuelven alveolointersticiales, lor. Sólo la mitad de las neumonías neumocócicas bacterié-
para persistir un patrón intersticial hasta su resolución. micas cursan con cultivo de esputo positivo, aunque junto
Los lóbulos inferiores son los que se afectan con mayor con la visión directa, la sensibilidad aumenta al 48-60% y la
frecuencia en todos los tipos de neumonía, detectándose pe- especificidad, al 60%. Pese a ello, hay diversos problemas
queños derrames pleurales en la cuarta parte de los casos que limitan su utilidad, ya que del 12 al 50% de los indivi-
si se practica radiografía en decúbito lateral. Pueden obser- duos sanos son portadores neumocócicos faríngeos y no son
varse adenopatías hiliares en la neumonía por Mycoplasma y, infrecuentes las bronquitis agudas neumocócicas sin neumo-
a veces, en la psitacosis. Las cavitaciones se observan en las nía.
neumonías estafilocócicas, neumocócicas y por K. pneumo- Los cultivos de virus requieren 5-7 días, por lo que tienen
niae. En las neumonías por M. pneumoniae y L. pneumophila poco valor práctico, aunque su aislamiento se asocia en el
se produce la extensión radiológica de los infiltrados pulmo- 90-100% de los casos con infección vírica respiratoria. Idénti-
nares, pese al tratamiento antibiótico adecuado. co lapso de tiempo, como mínimo, es necesario para el culti-
La resolución radiológica de la neumonía suele ser más vo de L. pneumophila en BCYE-alfa.
lenta que la recuperación clínica, en particular en ancianos, 2. Técnicas inmunológicas. Intentan detectar antígenos
pacientes con EPOC y, sobre todo, en neumonías neumocó- microbianos o anticuerpos específicos en esputo, suero y
cicas bacteriémicas y legionelosis. orina.
La reacción de Quellung, ya citada, pone en contacto los
Neumonía en ancianos. La neumonía es 3-5 veces más fre- polisacáridos capsulares neumocócicos del esputo con sue-
cuente en los ancianos que en los adultos jóvenes, quizá por ro homólogo anticapsular; si aparece edema capsular, la
su mayor colonización orofaríngea, y presenta asimismo una reacción se considera positiva. Es una técnica cara, que re-
mortalidad más elevada, próxima al 30%. Los agentes causa- quiere personal con experiencia y que puede ser positiva en
les más comunes son: neumococo, H. influenzae, L. pneu- portadores de neumococos sin infección.
mophila y B. catarrhalis, aunque en los ancianos que viven Existen diversos métodos para la detección de antígenos
en asilos son también frecuentes las neumonías por S. aureus, capsulares neumocócicos: contrainmunoelectroforesis (CIE),
gramnegativos y VSR. que detecta mejor los antígenos en suero y orina, pruebas de
En ocasiones, el paciente anciano no presenta fiebre, ni aglutinación, como coaglutinación y látex, y ELISA. Las prue-
tampoco tos o expectoración, manifestándose la neumonía bas de coaglutinación y látex son más rápidas y sensibles
sólo por alteraciones mentales o bien por taquicardia y ta- que la CIE, sobre todo tras tratamiento antibiótico. En con-

791
NEUMOLOGÍA

junto presentan una sensibilidad limitada (30-50%), con una TABLA 5.47. Criterios de hospitalización en la neumonía
especificidad muy alta, con el inconveniente de dar falsos extrahospitalaria
positivos en pacientes con EPOC.
La inmunofluorescencia directa (IFD) revela la existencia Edad superior a 65 años
Deshidratación y/o desnutrición graves
de antígenos en esputo y secreciones nasofaríngeas median- Enfermedades subyacentes (EPOC, diabetes, cardiopatías)
te anticuerpos marcados con fluoresceína. En el esputo, la Enfermedad hematológica maligna
IFD para L. pneumophila es muy específica (94%), aunque Inmunodepresión
menos sensible (50%) según la experiencia del observador. Insuficiencia respiratoria aguda
En la orina puede demostrarse L. pneumophila por ELISA, Shock o inestabilidad hemodinámica
con el inconveniente que en ocasiones es positiva aun tras Afectación radiológica multilobular. Cavitación
10-12 meses de resolución de la neumonía. La IFD en exuda- Empiema
dos y/o secreciones nasofaríngeas permite detectar C. pneu- Posible etiología por gramnegativos o Staphylococcus aureus
Ausencia de mejoría tras 48 h de tratamiento
moniae y virus. Probable incumplimiento del tratamiento domiciliario
Las pruebas genéticas, mediante sondas de DNA que se
unen a las secuencias complementarias del germen, se utili- EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
zan en esputo para detectar Legionella sp y Mycobacterium
tuberculosis, y en exudado faríngeo para detectar Mycoplas-
ma pneumoniae. Son técnicas rápidas, sensibles y específi- ciones/min, utilización de musculatura accesoria, fatiga dia-
cas, pero caras y requieren la manipulación de isótopos. fragmática (manifestada por incoordinación toracoabdomi-
El hemocultivo es un método fácil de muy alta especifici- nal), alteración de la conciencia con dificultad de expecto-
dad y baja sensibilidad, por lo que algunos autores preconi- rar; b) criterios gasométricos: pO2 arterial inferior a 50 mmHg
zan su realización sólo en NEH graves. (6,6 kPa), cociente de presión arterial de oxígeno/fracción
En cuanto a las técnicas serológicas se consideran positi- inspirada de oxígeno (PaO2/FiO2) menor de 250 mmHg (33,3
vas si existe seroconversión tras el estudio de dos muestras kPa); c) criterios hemodinámicos: presión arterial sistólica in-
de sangre, obtenidas con un intervalo de 14-21 días. Se em- ferior a 90 mmHg, requerimiento de fármacos vasoactivos
plean principalmente en el diagnóstico de neumonías víri- durante más de 4 h, diuresis inferior a 80 mL/4 h; d) coagula-
cas, por M. pneumoniae y por L. pneumophila, psitacosis y fie- ción intravascular diseminada; e) fracaso renal agudo, y
bre Q. f) presencia de endocarditis y/o meningitis secundarias. Asi-
Técnicas invasivas. Están indicadas en pacientes con NEH mismo, se han tipificado los criterios de admisión hospitala-
grave o con mala evolución, con el fin de obtener secrecio- ria en la NEH (tabla 5.47). El adulto sano con NEH de proba-
nes respiratorias no contaminadas por la flora orofaríngea. ble etiología neumocócica o por Mycoplasma puede tratarse
Estas técnicas se describen más adelante (véase Neumonía de modo ambulatorio siempre que se asegure su seguimien-
intrahospitalaria). to médico.
En las NEH de evolución favorable, en primer lugar desa-
Diagnóstico diferencial. El diagnóstico de NEH es a menu- parece la fiebre y mejora el estado general, normalizándose
do relativamente fácil: enfermedad febril aguda con sintoma- posteriormente la auscultación respiratoria y, varias semanas
tología respiratoria y aparición de infiltrado pulmonar en la más tarde, las imágenes radiográficas. En personas sanas las
radiografía de tórax. A pesar de ello, hay un amplio espectro imágenes radiográficas desaparecen a las 4-6 semanas, plazo
de enfermedades y síndromes clínicos que pueden simular que puede ser mayor (hasta 3 meses) en ancianos o pacien-
una NEH. Si bien cuando la duración del tratamiento antibió- tes con EPOC.
tico es inadecuada puede haber una recaída de la NEH, una La desaparición de la fiebre y la mejoría del estado gene-
historia clínica de neumonías recurrentes es infrecuente en ral como respuesta positiva a la antibioticoterapia ocurren a
ausencia de un defecto inmunológico subyacente o de una los 5-7 días, aunque en pacientes alcohólicos, diabéticos o
anomalía anatómica predisponente a la infección (bron- inmunodeprimidos la sintomatología puede persistir 7-10
quiectasias). días, pese al tratamiento correcto.
Varias enfermedades no infecciosas pueden causar signos Las complicaciones más frecuentes de la NEH son:
y síntomas compatibles con neumonía (tabla 5.46). Las dos 1. El derrame pleural, que aparece más a menudo en las
más frecuentes son el edema agudo de pulmón, sobre todo neumonías bacterianas: neumocócicas (en el 5%), estafilo-
en los pacientes con EPOC, en los que adopta una disposi- cócicas y por Klebsiella. Es un exudado en el que tiene valor
ción asimétrica, y la atelectasia lobular, cuya imagen radioló- pronóstico la determinación del pH, ya que si es inferior a
gica es a menudo similar. 7,1 indica la posible evolución a empiema y la necesidad de
su drenaje.
Evolución. El 5% de los pacientes con NEH que acuden al 2. La necrosis pulmonar con formación de abscesos que,
hospital se hallan en riesgo de muerte en pocas horas por in- además de ocurrir en neumonías por anaerobios, puede apa-
suficiencia respiratoria aguda o shock séptico, hecho que recer en NEH por neumococo, Legionella, Mycoplasma y
justifica la importancia de la valoración correcta de los crite- Klebsiella.
rios de ingreso en una unidad de cuidados intensivos: a) cri- 3. Afectación extrapulmonar (endocarditis, artritis, menin-
terios clínicos: frecuencia respiratoria superior a 30 respira- gitis).
Se denomina neumonía crónica a la infección bacteriana
TABLA 5.46. Diagnóstico diferencial de la neumonía del tracto respiratorio inferior con síntomas y anomalías ra-
extrahospitalaria diológicas de más de un mes de duración. Las bacterias res-
ponsables con mayor frecuencia son H. influenzae, S. aureus,
Alveolitis alérgicas extrínsecas estreptococo alfahemolítico y P. aeruginosa.
Eosinofilias pulmonares Se consideran NEH de lenta resolución las neumonías en
Bronquiolitis obliterativa con neumonía organizada
Enfermedades pulmonares producidas por fármacos las que al cabo de 4 semanas no desaparecen las imágenes
Vasculitis (granulomatosis de Wegener, granulomatosis de radiológicas. Se observan con mayor frecuencia en ancia-
Churg-Strauss, panarteritis nudosa) nos, pacientes con EPOC, alcohólicos, leucopénicos, NEH
Síndromes hemorrágicos alveolares multilobulares y en las ocasionadas por neumococo o Legio-
Proteinosis alveolar nella.
Infarto pulmonar Cuando se suceden dos o más episodios de NEH, separa-
Edema agudo de pulmón dos por un intervalo asintomático, se habla de NEH recurren-
Atelectasia pulmonar te, que ocurre sobre todo en pacientes con EPOC, cardiopa-
Distrés respiratorio del adulto
tías, bronquiectasias, fibrosis quística e inmunodeficiencias.

792
INFECCIONES DEL APARATO RESPIRATORIO

Si las recurrencias se localizan en el mismo lóbulo, se debe tico, se debe prescribir ácido acetilsalicílico o paraceta-
sospechar obstrucción bronquial. mol.
2. Drenaje de secreciones bronquiales. Se lleva a cabo me-
Tratamiento. Tratamiento antibiótico. Debe ser precoz y es- diante estimulación de la tos y fisioterapia.
pecífico para el agente causal pero, dado que éste rara vez se 3. Insuficiencia respiratoria. Cuando la pO2 es inferior a
conoce con certeza, es habitual iniciarlo de forma empírica. 60 mmHg (7,9/kPa), está indicada la oxigenoterapia median-
Con fines prácticos, dadas las diferencias del espectro etioló- te mascarilla tipo Venturi o lentillas nasales. Si no se corrige
gico de la NEH entre la población sana y los pacientes de la hipoxemia, debe administrarse oxígeno a altas concentra-
edad avanzada con enfermedades crónicas debilitantes, es ciones, presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) o
útil considerar su tratamiento por separado. ventilación mecánica.
1. Tratamiento antibiótico de la NEH en la población sana. 4. Inestabilidad hemodinámica. Si se confirma el diagnós-
Para orientar el tratamiento antibiótico empírico es muy pro- tico de shock séptico, se debe iniciar la perfusión de simpati-
vechosa la valoración de los resultados de la tinción de comiméticos (dopamina y/o dobutamina), junto con perfu-
Gram del esputo, junto con la clasificación ya citada de NEH sión de líquidos.
en típicas, atípicas y mixtas. 5. Insuficiencia renal. Debe tratarse precozmente, median-
a) Neumonía típica. Dado que el neumococo es el agente te furosemida, dopamina y, en caso necesario, hemodiálisis.
etiológico más frecuente, es recomendable el tratamiento
ambulatorio con penicilina procaína a la dosis de 1.200.000 Profilaxis. La mortalidad que todavía se asocia a las prime-
UI/12 h por vía intramuscular, o bien amoxicilina por vía oral, ras 24 h de la neumonía neumocócica y el aumento de la in-
500 mg/8 h durante 8-14 días, o hasta 5 días después de la de- cidencia de neumonías por neumococos resistentes a la pe-
saparición de la fiebre. nicilina constituyen razones válidas para profundizar en el
Existen en España dos factores que complican este esque- estudio de las vacunas antineumocócicas. Éstas se compo-
ma terapéutico: la aparición de cepas de S. pneumoniae con nen de polisacáridos capsulares purificados de 23 serotipos
resistencia a la penicilina, que en algunas áreas llega a ser diferentes de neumococos, responsables de alrededor del
del 36-48%, y también la elevada incidencia de NEH por Le- 90% de las infecciones neumocócicas. A las 2-3 semanas de
gionella en zonas mediterráneas. Por ello, una alternativa vá- la vacunación se produce una respuesta de anticuerpos es-
lida es la eritromicina, a dosis de 2-4 g/día durante 2-3 sema- pecíficos.
nas. De todos modos, siempre es aconsejable reconsiderar la En la actualidad se considera que la vacuna antineumocó-
eficacia del antibiótico utilizado a las 48 h de su inicio. cica es sólo moderadamente eficaz, y no está justificado su
b) Neumonía atípica. No suele requerir ingreso hospitala- empleo masivo, pero sí en los pacientes con factores de ries-
rio y su tratamiento de elección consiste en eritromicina oral, go que conservan un sistema inmunológico con capacidad
500 mg/6 h, durante 14 días. En zonas con gran incidencia de de respuesta. El uso de esta vacuna se recomienda en los
fiebre Q, es aconsejable la doxiciclina oral (100 mg/12 h) du- siguientes casos: a) adultos inmunocompetentes mayores de
rante 14 días, que es más eficaz contra C. burnetii. También 65 años con riesgo de padecer infecciones neumocócicas,
debe emplearse doxiciclina si hay un antecedente claro de como es la convivencia en instituciones o residencias;
contacto con aves. b) adultos inmunocompetentes que padecen enfermedades
c) Cuadro clínico mixto. El agente etiológico más frecuen- crónicas (cardiovasculares, respiratorias, diabetes mellitus,
te es L. pneumophila y su tratamiento de elección es la eritro- cirrosis hepática, alcoholismo), que entrañan un riesgo ele-
micina, 3-4 g/día durante 2-3 semanas. vado de contraer neumonía neumocócica; c) pacientes es-
2. Tratamiento antibiótico de la NEH en grupos de riesgo. plenectomizados y enfermos con anemia de células falcifor-
En estos casos es preferible utilizar antibióticos por vía paren- mes, y d) pacientes con infección por el HIV en fase inicial.
teral, ya que los pacientes suelen cumplir criterios de ingreso No se recomienda en niños menores de 2 años, debido a su
hospitalario. Dada la posibilidad de que los gérmenes res- baja respuesta inmunológica.
ponsables sean productores de betalactamasas, se acon- Se han descrito reacciones adversas en casi la mitad de los
seja el tratamiento con amoxicilina-ácido clavulánico (1.000- vacunados, consistentes en eritema y dolor local, aunque en
2.000 mg/8 h), o bien cefalosporinas de segunda generación, un 1% pueden aparecer fiebre, mialgias, reacciones locales
como cefuroxima (1.500 mg/8 h) o cefonicid (1.000 mg/12 h). intensas e, incluso, en muy raras ocasiones, reacciones anafi-
Si se sospecha NEH por bacilos gramnegativos, como en an- lácticas graves.
cianos procedentes de asilos, y en casos graves en áreas con Dado que la infección por el virus influenza favorece el
gran prevalencia de neumococos resistentes a la penicilina, desarrollo de neumonía neumocócica, ésta puede prevenir-
se aconseja utilizar cefotaxima (2 g/6 h) o ceftriaxona (1 g/12 h). se mediante la vacuna antigripal en pacientes de alto riesgo.
No suele ser necesaria su asociación con aminoglucósidos, Así pues, se recomienda dicha vacuna, normalmente en oto-
porque rara vez los agentes etiológicos de NEH son gramne- ño, en los siguientes casos: a) individuos mayores de 65
gativos resistentes. Tras conseguir una respuesta clínica favo- años; b) enfermos crónicos pulmonares o cardiovasculares;
rable, una vez pasados 3 o 4 días, se pueden emplear duran- c) residentes en instituciones cerradas que conviven con en-
te 12-15 días antibióticos de espectro idéntico por vía oral o fermos crónicos, y d) adultos hospitalizados durante el año
intramuscular. precedente por enfermedades metabólicas crónicas, disfun-
En enfermos con NEH grave, si se sospecha una etiología ción renal, hemoglobinopatías o inmunodepresión.
no habitual, es aconsejable un tratamiento de amplio espec-
tro: cefalosporina de tercera generación asociada a eritromici-
na (4 g/día). Neumonía intrahospitalaria*
La mejor guía de respuesta al tratamiento es la apirexia,
que ocurre normalmente al cabo de 48-72 h. Si no hay res- Se define como neumonía intrahospitalaria (NIH) o noso-
puesta a los antibióticos, se debe considerar la posibilidad comial a la infección del parénquima pulmonar que se pre-
de que el microrganismo sea resistente o la presencia de una senta después de, como mínimo, 72 h de hospitalización. Por
enfermedad subyacente no conocida o el desarrollo de un las peculiaridades de su patogenia y dado que los microrga-
empiema o incluso otro diagnóstico diferente a la NEH. nismos causales son diferentes a los responsables de las neu-
Tratamiento de las complicaciones. Es una terapéutica monías adquiridas en la comunidad, las NIH constituyen un
complementaria a los antibióticos, que comprende: subgrupo aparte dentro del grupo de las infecciones del apa-
1. Medidas generales. Control de la fiebre, mediante la rato respiratorio.
administración de antipiréticos si la temperatura es supe-
rior a 38,5 °C. Si la tos es seca y pertinaz, se administran 15-
30 mg de codeína/6 h por vía oral. En caso de dolor pleurí- * A. Torres Martí

793
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.48. Factores relacionados con la colonización TABLA 5.49. Factores que predisponen a la microaspiración
de la cavidad orofaríngea de contenido orofaríngeo y gástrico
Colonización del jugo gástrico Instrumentación de las vías aéreas
Enfermedad de base Depresión del nivel de conciencia
Alcoholismo Fármacos
Antibioticoterapia Anestesia
Encamamiento Intubación
Coma Traqueostomía
Leucopenia Empleo de sondas nasogástricas
Leucocitosis Posición del paciente (decúbito supino)
Hipotensión
Acidosis
Uremia
quial de los pacientes tratados mediante ventilación artifi-
cial. En esta colonización selectiva por P. aeruginosa, el es-
tado nutricional del enfermo desempeñaría un papel pri-
Patogenia. La patogenia de la NIH puede explicarse por tres mordial. A mayor grado de desnutrición, mayor sería la
mecanismos: a) microaspiración de contenido orofaríngeo adherencia de las células de la mucosa bronquial para dicho
y/o gástrico, que constituye el mecanismo patogénico más microrganismo. Por el contrario, los BGN entéricos y Candida
frecuente; b) inoculación directa de microrganismos a las albicans iniciarían su colonización en el reservorio gástrico
vías aéreas causada por la contaminación bacteriana de los y, desde éste, pasarían probablemente a colonizar la orofa-
equipos de terapia respiratoria, y c) infecciones pulmonares ringe de forma retrógrada.
causadas por la diseminación hematógena de focos sépticos En último caso, la microaspiración o la macroaspiración
localizados en otras partes del organismo. Hoy en día se pos- de contenido orofaríngeo o gástrico a las vías aéreas sería el
tula un cuarto mecanismo etiopatogénico, la translocación mecanismo definitivo que causaría neumonía nosocomial
bacteriana, que ocurriría cuando existiera isquemia de la pa- siempre que las defensas pulmonares específicas o inespecí-
red gastrointestinal en pacientes extremadamente graves. ficas estuvieran alteradas. En la microaspiración intervienen
Este mecanismo no se ha comprobado de forma definitiva. diversos mecanismos. Se ha comprobado que hasta el 50%
En la actualidad se sabe que la NIH tiene dos focos de re- de los individuos normales microaspiran durante el sueño.
servorio en el organismo: la cavidad orofaríngea y la cavidad En los pacientes hospitalizados, la frecuencia y la cantidad
gástrica. En ambos reservorios se produce un cambio de la de las aspiraciones son más importantes debido a la inciden-
flora saprofita comensal por microrganismos potencialmente cia de una amplia variedad de factores intrínsecos y extrínse-
patógenos que no existen de manera habitual en estas zonas cos que predisponen a ellas. La instrumentación de las vías
del organismo. La cavidad orofaríngea es colonizada por ba- aéreas, las sondas nasogástricas, la disminución del nivel de
cilos gramnegativos (BGN) y/o por S. aureus debido a las cir- conciencia y la posición del paciente en decúbito supino
cunstancias resumidas en la tabla 5.48. La cavidad gástrica son factores que favorecen la microaspiración o la macroas-
es, en condiciones normales, estéril debido al grado de aci- piración de contenido faríngeo o gástrico a las vías aéreas y
dez del pH del jugo gástrico. Cuando éste es superior a 4 se que inciden con frecuencia en pacientes hospitalizados. En
produce la colonización por microrganismos potencialmen- la tabla 5.49 se muestran los factores que predisponen a la
te patógenos. Se ha observado una correlación clara entre el aspiración del contenido orofaríngeo y/o gástrico.
grado de alcalinización del jugo gástrico y su grado de colo- El paso final hacia la adquisición de neumonía nosoco-
nización por BGN. Asimismo, la nutrición enteral por sonda mial es la alteración de los mecanismos de defensa pulmo-
nasogástrica se ha relacionado con la alcalinización del jugo nares. Los mecanismos de defensa inespecíficos son el trans-
gástrico y su consiguiente colonización bacteriana. Ésta se porte mucociliar, la activación de sustancias antimicrobianas
produce sobre todo en pacientes ventilados mecánicamente, (lisozima e interferón) y el aclaramiento alveolar llevado a
en los que la alcalinización del jugo gástrico, para la preven- cabo por los macrófagos alveolares y los linfáticos pulmona-
ción de la úlcera de estrés, y la nutrición enteral son medidas res. El transporte mucociliar está alterado en pacientes con
sistemáticas de tratamiento. Además, estos pacientes llevan, enfermedades crónicas de las vías aéreas, en fumadores, en
en la mayoría de los casos, una sonda nasogástrica, lo que fa- alcohólicos y en pacientes con enfermedades víricas recien-
vorece la apertura y la incontinencia del esfínter esofágico tes. La actividad de los macrófagos alveolares puede estar
inferior, con el consiguiente riesgo de regurgitación y coloni- comprometida por una serie de factores endógenos y exóge-
zación retrógrada de la orofaringe por jugo gástrico contami- nos, como tabaquismo, alcoholismo, terapia con glucocorti-
nado e incluso de microaspiración del contenido gástrico a coides, hipoxia, uremia, acidosis y enfermedades víricas.
las vías aéreas si los mecanismos de cierre glótico están alte- Los mecanismos de defensa específicos consisten en la
rados. Otro mecanismo que está relacionado con la coloni- respuesta inmunológica humoral y la celular. En el primer
zación gástrica es el reflujo gastroduodenal. En este caso, el caso, las IgG y las IgA son las principales inmunoglobulinas
hiperreflujo retrógrado de bilirrubina parece desempeñar un del aparato respiratorio. Respecto a la inmunidad celular, el
papel importante. No se conoce aún de forma precisa cuál macrófago alveolar es nuevamente la célula clave. En la figu-
es la secuencia exacta etiopatogénica de la colonización ra 5.52 se muestra gráficamente la secuencia etiopatogénica
bacteriana orofaríngea, es decir, si primero se produce la co- de la NIH.
lonización gástrica o la colonización orofaríngea. En la colo- Los equipos de terapia respiratoria (humidificadores, ne-
nización bacteriana de la orofaringe los mecanismos íntimos bulizadores y ventiladores mecánicos) y todo tipo de instru-
implicados serían la alteración de las proteasas salivales, la mentación artificial de las vías aéreas pueden ser causa de
alteración de la fibronectina de la mucosa orofaríngea y el neumonía por inoculación directa de microrganismos poten-
incremento de la adherencia bacteriana para los BGN. En cialmente patógenos a las vías aéreas. Dado que los humidifi-
esta cadena etiopatogénica de la NIH parece desempeñar un cadores no producen aerosoles, rara vez representan una
importante papel la conservación de la flora anaerobia sa- fuente de neumonía nosocomial. Los nebulizadores generan
profita de la orofaringe, que actuaría impidiendo la coloniza- microaerosoles de 0,5-3 µm que alcanzan las vías aéreas dis-
ción por BGN. Así, los tratamientos antibióticos que supri- tales, motivo por el cual inducen con gran facilidad neumo-
men dicha flora favorecen la colonización bacteriana de la nía cuando están contaminados por microrganismos. Con
orofaringe y/o del jugo gástrico. Estudios recientes sugieren, los cuidados adecuados, el riesgo de inoculación de gérme-
además, que la secuencia de colonización bacteriana depen- nes disminuye en forma considerable. Respecto a los ventila-
dería del tipo de microrganismo. Se ha comprobado que dores mecánicos, se ha comprobado que el cambio de tubu-
P. aeruginosa coloniza selectivamente el árbol traqueobron- laduras cada 24 h entraña mayor riesgo que su reemplazo

794
INFECCIONES DEL APARATO RESPIRATORIO

TABLA 5.50. Distribución etiológica de la neumonía


Colonización orofaríngea Colonización gástrica
intrahospitalaria
Microrganismo Porcentaje
Bacilos gramnegativos 65
Microaspiración o macroaspiración Enterobacterias
a vías aéreas Klebsiella pneumoniae
Pseudomonas aeruginosa
BGN no fermentadores
Legionella pneumophila
Alteración de las defensas pulmonares
Cocos grampositivos 25
Staphylococcus aureus
Streptococcus faecalis
Neumonía intrahospitalaria Streptococcus pneumoniae

Hongos 5
Candida sp
Fig. 5.52. Esquema etiopatogénico de la neumonía intrahospitala- Aspergillus sp
ria. La microaspiración o la macroaspiración del contenido orofarín-
geo y/o gástrico colonizado a las vías aéreas en pacientes con defen- Anaerobios 5
sas pulmonares intrínsecas o extrínsecas alteradas predispone a la
adquisición de la neumonía intrahospitalaria.

pitalarias. En ocasiones se asocia a otros microrganismos


cada 48 h. Incluso en un estudio reciente se recomienda no causantes de neumonía nosocomial.
efectuar cambios en los circuitos de los respiradores en un En los pacientes asistidos por ventilación mecánica, los
mismo paciente. El vertido del condensado de agua en las BGN y, muy en particular, P. aeruginosa, son las etiologías
tubuladuras hacia el interior del árbol traqueobronquial es más frecuentes. En la actualidad, probablemente debido a
otro factor de riesgo demostrado para la adquisición de neu- tratamientos antibióticos de amplio espectro, los BGN no fer-
monía nosocomial en el paciente ventilado. Asimismo, la ne- mentadores, como Acinetobacter calcoaceticus, antes consi-
bulización de medicamentos a través de los circuitos de los derados comensales no patógenos, constituyen una causa
ventiladores mecánicos es otro factor potencialmente predis- común de neumonía adquirida durante la ventilación mecá-
ponente por los mismos motivos señalados. Hoy en día, con nica. Hay que tener presente, además, que la etiología poli-
los cuidados establecidos en el manejo de los equipos de te- microbiana es la causa de casi el 30% de las neumonías en
rapia respiratoria y la existencia de material desechable de pacientes que requieren ventilación artificial.
un solo uso, la incidencia de neumonía nosocomial por con- La importancia de las infecciones respiratorias víricas se
taminación de estos aparatos ha disminuido notablemente. ha reconocido en los últimos años, pero se desconoce su in-
El tercer mecanismo etiopatogénico que se debe tener en cidencia real dado que no se ha investigado de forma siste-
cuenta en la NIH es la diseminación a distancia de focos sép- mática en los diferentes trabajos epidemiológicos llevados a
ticos por vía hematógena. Éste es probablemente el mecanis- cabo. En la población pediátrica, el VSR y el virus parain-
mo menos frecuente, pero debe tenerse siempre presente en fluenza son los más frecuentes. El virus influenza A es el más
pacientes críticos que están sometidos a múltiples instrumen- frecuente en la población adulta. En la tabla 5.50 se muestra
taciones (como cateterización intravenosa y urinaria) que la distribución etiológica de la neumonía nosocomial.
son focos potenciales de sepsis.
Tiene interés para el tratamiento clasificar la NIH según Cuadro clínico. La clínica de la NIH es similar a la de las
provenga de la propia flora endógena del individuo o por neumonías en general. Sin embargo, posee algunas caracte-
inoculación exógena. Esta clasificación sería la siguiente: rísticas peculiares que es importante mencionar. La presenta-
a) neumonía endógena primaria, que es la causada por la ción clínica puede ser clásica y muy similar a la descrita en
propia flora del individuo y ocurre en los primeros 4 días de las neumonías comunitarias: fiebre con escalofrío inicial, tos
estancia hospitalaria; en este caso existirá predominio de flo- con expectoración purulenta o herrumbrosa, dolor torácico
ra comunitaria; b) neumonía endógena secundaria, que tam- de características pleuríticas y semiología de condensación
bién está causada por la flora endógena pero ocurre a partir pulmonar. Sin embargo, en otras ocasiones, la clínica aporta
del cuarto día de ingreso; en la flora causal predominan los muy pocos datos, pudiendo faltar cualquiera de los hallazgos
BGN, y c) neumonía exógena, que está causada por la inocu- clínicos clásicos de neumonía. La presencia de cambios en
lación externa de microrganismos a las vías aéreas. el aspecto del esputo respecto a los días precedentes podría
ser orientativa en estos casos. Existen también formas de ini-
Etiología. La mayoría de las neumonías nosocomiales están cio insidioso y formas crónicas, pero son mucho menos fre-
causadas por BGN aerobios y, en particular, por BGN entéri- cuentes. En los pacientes ventilados la clínica es práctica-
cos. La distribución etiológica y de las resistencias bacteria- mente nula y ni siquiera el aspecto purulento de las
nas de estos microrganismos es específica para cada hospital secreciones es definitorio de neumonía. Aunque no existen
y depende en gran parte de la política de regulación antibió- datos clínicos que permitan precisar el microrganismo cau-
tica llevada a cabo en él y del tipo de población ingresada. sal, hay una serie de indicios que pueden ser orientativos.
S. aureus representa el 15% de las causas de neumonía noso- Así, la neumonía por E. coli suele presentarse en pacientes
comial, aunque en ciertos hospitales se está observando un diabéticos. En individuos neutropénicos, en los que requie-
incremento en su incidencia. S. pneumoniae es causa infre- ren ventilación mecánica prolongada o en los portadores de
cuente de neumonía nosocomial (5%), al igual que Strepto- traqueostomía son frecuentes P. aeruginosa y Acinetobacter
coccus faecalis y los hongos, aunque el papel etiológico de sp. S. aureus es una causa común en pacientes con trauma-
C. albicans, así como su incidencia, no se conocen con cer- tismo craneoencefálico.
teza. Los microrganismos anaerobios no son causa frecuente En la exploración física se objetiva temperatura axilar o
de neumonía nosocomial, lo que resulta lógico si se tiene en rectal elevada, pero en los pacientes inmunodeprimidos
cuenta su etiopatogenia. L. pneumophila puede ser causa fre- o desnutridos y en los que reciben tratamiento glucocorticoi-
cuente de neumonía intrahospitalaria, pero su incidencia no de o antibiótico o hemodinámicamente inestables, la tempe-
es aún bien conocida. Puede presentarse en forma de goteo ratura corporal puede ser normal o incluso estar disminuida.
endémico o bien en forma de pequeñas epidemias intrahos- Los signos clásicos de consolidación pulmonar (incremento

795
NEUMOLOGÍA

de las vibraciones vocales, matidez a la percusión, estertores ción (2-3%). Está contraindicada en los casos de insuficien-
crepitantes y soplo tubárico) no suelen estar presentes. En cia respiratoria grave, anomalías de la coagulación, lesiones
estos casos se deben buscar signos más sutiles que revelan la obstructivas de la tráquea y cuando se prevea la falta total de
presencia de un foco neumónico escondido: deterioro del colaboración del paciente. La sensibilidad de los cultivos
estado de la conciencia como reflejo de sepsis, taquipnea bacterianos de las muestras obtenidas por punción aspirativa
con cianosis secundaria al deterioro del intercambio de ga- transtraqueal es elevada (80-90%) y disminuye notablemente
ses o sin ella e inestabilidad hemodinámica. La presencia de en caso de tratamiento antibiótico previo. Se han descrito
secreciones mucopurulentas es un signo bastante constante, hasta un 30% de resultados falsos positivos, sobre todo en pa-
aunque en enfermos que reciben ventilación mecánica en cientes con enfermedades pulmonares obstructivas crónicas
muchos casos no es indicativo de infección del parénquima o con tratamiento antibiótico previo. Esta técnica ha dejado
pulmonar. de utilizarse debido a las molestias que provoca en compara-
En la radiografía de tórax puede observarse una condensa- ción con otros métodos. Los cultivos simples o cuantitativos
ción lobular o segmentaria única, pero lo más frecuente es la de las muestras obtenidas por aspiración difusa a través de
presencia de focos bronconeumónicos bilaterales. Puede ha- un fibrobroncoscopio presentan los mismos problemas que
ber derrame pleural o absceso pulmonar. En ocasiones, exis- el cultivo del esputo y no son, por lo tanto, válidos para el
te un retraso en la aparición de los signos radiológicos. Estu- diagnóstico de las neumonías. El catéter telescopado de do-
dios de autopsias en pacientes ventilados mecánicamente ble luz y oclusión distal de polietilenglicol se ha diseñado
han demostrado que puede incluso no aparecer imagen de para utilizarlo a través del fibrobroncoscopio, con el fin de
condensación en la radiografía de tórax. Cuando se trata obtener muestras de las vías aéreas inferiores no contamina-
de focos neumónicos diseminados a distancia por vía hema- das por la flora orofaríngea. Esta técnica requiere la utiliza-
tógena, la imagen pulmonar suele ser en forma de nódulos ción de lidocaína nebulizada para la anestesia de la mucosa
bilaterales que pueden cavitarse con facilidad. orofaríngea y que el paciente se halle en posición de Trende-
Los exámenes de laboratorio revelan intensa leucocitosis lenburg para impedir el flujo gravitacional de saliva hacia la
con desviación a la izquierda y eosinopenia. Sin embargo, tráquea. Asimismo, debe evitarse la aspiración previa de se-
en algunos pacientes (ancianos e inmunodeprimidos) este creciones a través del canal del fibrobroncoscopio antes de
hecho no es constante. La infección por gérmenes, como A. la toma de muestras con el catéter telescopado, a fin de im-
calcoaceticus, puede cursar con leucopenia. La gasometría pedir su contaminación. En el paciente intubado o traqueos-
arterial permite detectar, cuando el paciente respira de for- tomizado, la técnica es mucho más sencilla debido a que las
ma espontánea, hipoxemia, en general con hipocapnia. En vías aéreas inferiores son fácilmente accesibles y puede pres-
el paciente ventilado mecánicamente la disminución de la cindirse del empleo de anestesia local. Este método requiere
PaO2 o del cociente PaO2/FiO2 precede en muchas ocasiones el cultivo cuantitativo de la muestra obtenida. Diversos estu-
a la aparición radiológica de la neumonía. En las formas dios han fijado en 103 unidades formadoras de colonias
graves de neumonía nosocomial, al igual que en cualquier (UFC)/mL el límite para distinguir entre colonización e infec-
enfermedad séptica, puede haber aumento de las transami- ción. La sensibilidad de la técnica es elevada (90%), pero
nasas y alteraciones de la coagulación [coagulación intravas- disminuye (50-60%) cuando se emplea en pacientes que han
cular diseminada (CID)]. recibido o reciben antibióticos. La especificidad se cifra alre-
dedor del 80-90%.
Diagnóstico. El diagnóstico de la NIH es clínico, de acuerdo Recientemente, algunos trabajos han avalado el lavado
con los signos y síntomas mencionados antes. El diagnóstico broncoalveolar como método de diagnóstico de las neumo-
microbiológico de certeza se basa en el aislamiento de un nías bacterianas. En este caso, el límite para distinguir entre
microrganismo potencialmente causal de neumonía en los colonización e infección se ha fijado en 104 UFC/mL. La sen-
hemocultivos o del líquido pleural o en una muestra de se- sibilidad y la especificidad del lavado broncoalveolar son si-
creciones respiratorias. El hemocultivo es positivo en alrede- milares a las del catéter telescopado. Por último, se debe
dor del 20% de los casos, pero debe recordarse que en los mencionar la punción pulmonar aspirativa con aguja ultrafi-
pacientes críticos, con cateterizaciones intravenosas y urina- na (calibre 22-25 G), con control fluoroscópico o sin él. Su
rias, el germen aislado no es siempre necesariamente el res- especificidad es prácticamente del 100% y su sensibilidad
ponsable de la infección pulmonar. Por el contrario, el aisla- del 70%. Aunque es la técnica que resulta más cómoda para
miento de un microrganismo en el cultivo del líquido pleural el enfermo, se ha descrito la aparición de neumotórax en el
confirma el diagnóstico etiológico de la neumonía. El cultivo 8% de los casos, si bien sólo un porcentaje pequeño requiere
simple o el cultivo cuantitativo del esputo o de los aspirados drenaje torácico.
endotraqueales obtenidos a través de los tubos de intuba- En los pacientes tratados mediante ventilación mecánica,
ción deben interpretarse como orientativos, puesto que estas en los que el diagnóstico de neumonía resulta a veces muy
muestras se hallan a menudo contaminadas por los micror- difícil, es importante conocer que existen marcadores de
ganismos que colonizan la cavidad orofaríngea y, en nume- neumonía. Se ha demostrado que la detección de agregados
rosas ocasiones, las vías aéreas superiores (tráquea y grandes de fibra de elastina (por la tinción de hidróxido de potasio)
bronquios). en las secreciones pulmonares es patognomónico de neumo-
Las técnicas diagnósticas invasivas permiten obtener mues- nía necrosante. Este hecho puede preceder a la aparición ra-
tras de las vías respiratorias inferiores sin contaminación oro- diológica de neumonía incluso en 2 días. La presencia de
faríngea. Su realización está indicada en las neumonías noso- gérmenes intracelulares en más del 5% de los macrófagos
comiales graves que no responden al tratamiento antibiótico que se observan en las extensiones citológicas de las mues-
empírico inicial y siempre en los pacientes ventilados mecá- tras obtenidas por lavado broncoalveolar, es muy específica
nicamente, en los cuales el abordaje de las vías aéreas infe- de neumonía nosocomial. La positividad de estos dos marca-
riores es más fácil (por estar intubados o traqueostomizados) dores, ante la duda diagnóstica, puede ser útil para la instau-
y, además, reviste esencial importancia poder establecer con ración precoz del tratamiento antibiótico en el paciente intu-
la mayor prontitud posible un tratamiento específico contra bado que está desarrollando una neumonía.
el microrganismo causante de la infección pulmonar. La Recientemente se ha descrito que la medición de los nive-
punción aspirativa transtraqueal es un método invasivo que les de endotoxina en el lavado broncoalveolar sería un mar-
se basa en la punción de la membrana cricotiroidea, lamini- cador muy específico de infección alveolar por BGN.
lla que une los cartílagos cricoides y tiroides. La punción de
esta membrana permite acceder a la tráquea y, por consi- Diagnóstico diferencial. El diagnóstico diferencial de la
guiente, la aspiración de secreciones directamente del canal NIH debe efectuarse con todas las enfermedades que pue-
traqueal. Sus complicaciones son la hemorragia (15%), el en- den producir fiebre e infiltrados pulmonares. Las más impor-
fisema subcutáneo (10%) y la celulitis en la zona de la pun- tantes son el infarto pulmonar después de tromboembolia

796
INFECCIONES DEL APARATO RESPIRATORIO

pulmonar, la atelectasia por retención de secreciones, la he- darios sobre el riñón y la audición. En el tratamiento de la
morragia y el edema agudo de pulmón y las eosinofilias pul- NIH se debe comprobar la normalidad de la función renal,
monares. El diagnóstico diferencial es particularmente difícil puesto que en muchas ocasiones se trata de pacientes críti-
en los pacientes ventilados de forma mecánica debido a que cos, y ajustar las dosis y la periodicidad de administración
éstos presentan con cierta frecuencia retención de secrecio- de los antibióticos según las pautas recomendadas. Asimis-
nes acompañada de infiltrados pulmonares, reciben a múlti- mo, es recomendable determinar periódicamente las con-
ples tratamientos y permanecen encamados, por lo que de- centraciones sanguíneas de los antibióticos para confirmar
ben siempre descartarse la tromboembolia pulmonar y las que se están utilizando dosis terapéuticas o para descartar la
reacciones pulmonares por fármacos. existencia de valores tóxicos.

Evolución y pronóstico. La NIH tiene una mortalidad muy Profilaxis. La profilaxis de la neumonía nosocomial consiste
elevada, que oscila entre el 25 y el 50%. La mortalidad es ma- en las siguientes medidas: a) manipular y mantener en forma
yor cuando la neumonía nosocomial se adquiere en el trans- adecuada los equipos de terapia respiratoria; b) actuar con-
curso de la ventilación mecánica. La adquisición de NIH du- tra los mecanismos etiopatogénicos de microaspiración y
rante la ventilación mecánica alarga la duración y el tiempo macroaspiración de contenido orofaríngeo y/o gástrico y con-
de hospitalización. Las complicaciones más frecuentes son tra la colonización de ambos reservorios, y c) impedir la
la insuficiencia respiratoria o su agravamiento, la insuficien- transmisión de microrganismos de un paciente a otro. Res-
cia renal, el shock y la CID. Se han reconocido diversos fac- pecto a los equipos de terapia respiratoria, es importante ate-
tores relacionados con la mortalidad. La enfermedad de nerse a las normas de los Centers for Disease Control de
base, la edad, el tratamiento antibiótico inadecuado al inicio Atlanta sobre profilaxis de la neumonía nosocomial. Hay que
de la enfermedad, el tipo de microrganismo causal (BGN, tener especial cuidado con los humidificadores y nebuliza-
S. faecalis u hongos), el empeoramiento del intercambio de dores, que nunca deben transferirse de un enfermo a otro y
gases, la presencia de shock como complicación y la dura- que deben limpiarse adecuadamente cada 24 h y utilizar
ción de la ventilación mecánica son variables que se han im- agua estéril para el llenado de los depósitos. En cuanto a los
plicado en el pronóstico. Algunas de estas variables son tri- respiradores artificiales, se aconseja cambiar las tubuladuras
butarias de intervención médica, por lo que es importante su cada 48 h en lugar de cada 24 h y tener especial cuidado con
conocimiento. el vertido del agua condensada (que siempre está coloniza-
da) en las vías aéreas.
Tratamiento. Existen diversas razones para recomendar la Todas las medidas profilácticas que actúen impidiendo la
elección de una combinación de antibióticos frente a la mo- microaspiración y macroaspiración del contenido orofarín-
noterapia para el tratamiento de la neumonía nosocomial: geo y/o gástrico a las vías aéreas favorecerán la disminución
1. La infección es a menudo polimicrobiana y, por lo tan- de la incidencia de neumonía nosocomial. La instrumenta-
to, el germen o los gérmenes, así como su sensibilidad anti- ción de las vías aéreas, la alteración de los mecanismos de
biótica, se desconocen en el momento de escoger el trata- defensa glóticos, los fármacos que deprimen el nivel de con-
miento empírico, y no se dispone de un antibiótico único ciencia, la utilización de sondas nasogástricas y la posición
que sea activo frente a todos los microrganismos responsa- de los pacientes son factores, entre otros, que pueden favo-
bles de la neumonía nosocomial. recer de algún modo la adquisición de neumonía nosoco-
2. Una combinación sinérgica de antibióticos podría evitar mial.
la escasa penetración o actividad de muchos antibióticos De forma profiláctica se puede actuar contra la coloniza-
en la secreción bronquial en el tejido necrosado o en los ca- ción gástrica intentando mantener una relativa acidez del pH
sos de microrganismos que requieren concentraciones inhi- gástrico. Para ello, en la prevención de la úlcera de estrés es
bitorias mínimas (CIM) elevadas. Por otra parte, el efecto aconsejable no utilizar antiácidos (hidróxido de aluminio) ni
bactericida más rápido conseguido mediante el empleo de bloqueadores tipo H2 (cimetidina o ranitidina) que alcalini-
una combinación antibiótica disminuiría la extensión de la zan el jugo gástrico y favorecen su colonización bacteriana.
destrucción pulmonar. Existe una relación demostrada entre el empleo sistemático
3. La mayoría de los pacientes que adquieren una neumo- de estos fármacos y la adquisición de neumonía nosocomial.
nía nosocomial sufren grados variables de inmunodepresión El octosulfato de sacarosa o sucralfato es un protector de la
en relación con su enfermedad de base. mucosa gástrica que, a dosis de 6 g/día por vía oral, previene
4. La combinación de antibióticos puede evitar la selec- de manera eficaz la úlcera de estrés sin modificar en exceso
ción de mutantes resistentes. Por estos motivos, y a pesar de el pH gástrico. Estudios recientes han demostrado la dismi-
que existen trabajos alentadores sobre el tratamiento de la nución de la incidencia de neumonía nosocomial con el em-
neumonía nosocomial con monoterapia mediante cefalos- pleo de sucralfato en comparación con antiácidos y/o blo-
porinas de tercera generación, aztreonam, imipenem o qui- queadores tipo H2.
nolonas, es aconsejable utilizar una combinación de dos o La colonización orofaríngea y gástrica se puede preve-
más antibióticos. La pauta empírica debe escogerse en rela- nir aplicando los nuevos conceptos de descontaminación
ción con la flora bacteriana causal de las neumonías noso- selectiva, que se basan en la administración profiláctica de
comiales en cada hospital, el tipo y la duración del trata- antibióticos tópicos y por vía digestiva para eliminar los mi-
miento previo que se administraba al paciente y los factores crorganismos colonizantes de las cavidades orofaríngea y
inherentes al huésped predisponentes a uno u otro tipo de gástrica, respetando la flora anaerobia saprofita que de algu-
microrganismo. Las pautas más comunes asocian un amino- na forma impide la infección endógena, es decir, la causada
glucósido (con preferencia amikacina si se sospecha P. ae- por la propia flora. Existe todavía una gran controversia acer-
ruginosa, dosis de 15 mg/kg/día) a ceftazidima (2 g/6 h por ca de la utilidad de este tipo de profilaxis y la única reco-
vía intravenosa), piperacilina (4 g/6 h por vía intravenosa), mendación clara sería para los pacientes politraumáticos
imipenem (500 mg/6 h) o quinolonas (p. ej., ciprofloxacino, que requieran ventilación artificial. Añadir, además, un anti-
200 mg 12 h por vía intravenosa). Si S. aureus es endémico biótico como la cefotaxima por vía intravenosa durante los
en el hospital o se trata de un paciente neuroquirúrgico con primeros 4 días ayudaría a reducir la incidencia de neumo-
traumatismo craneoencefálico debe añadirse cloxacilina nía endógena primaria.
(4 g/6 h por vía intravenosa) o vancomicina (500 mg/6 h). Una de las formas más eficaces de profilaxis es la que in-
En el contexto de una epidemia intrahospitalaria por L. tenta impedir la transmisión de microrganismos patógenos
pneumophila debe añadirse eritromicina (1 g/6 h por vía in- de un paciente a otro. Medidas tan simples y económicas
travenosa). El aztreonam (1 g/8 h por vía intravenosa), de la como el lavado frecuente de manos del personal sanitario
familia de los monobactámicos, posee un espectro similar al que atiende a los enfermos y la aspiración de secreciones
de los aminoglucósidos, pero carece de sus efectos secun- respiratorias de los pacientes intubados o traqueotomizados

797
NEUMOLOGÍA

empleando material estéril, son normas eficaces para la pre- TABLA 5.51. Patogenia del absceso primario de pulmón
vención de la neumonía intrahospitalaria.
Aspiración masiva de contenido orofaríngeo
Pérdida del estado de conciencia
Alteraciones del funcionamiento de las cuerdas vocales
Absceso de pulmón y neumonía necrosante* Instrumentación de las vías aéreas superiores

Absceso de pulmón es toda colección supurada consi- Microaspiraciones orofaríngeas en pacientes con enfermedad
guiente a una necrosis del parénquima, lo que permite la periodontal
evacuación del material purulento y la formación de una ca-
vidad con paredes propias y nivel hidroaéreo. Se ha conveni- Microaspiraciones orofaríngeas en pacientes con enfermedad
pulmonar subyacente
do que el diámetro de la cavidad debe ser superior a los Neoplasia broncopulmonar
2 cm y que ha de existir una sola cavidad. Infarto pulmonar
Se denomina neumonía necrosante a una neumonía supu- Neumonía previa
rativa caracterizada por múltiples áreas de necrosis y cavita- Quistes broncógenos y bullas
ción, todas ellas de pequeño tamaño. Estas infecciones pul-
monares están causadas principalmente por microrganismos
anaerobios. La infección por estos gérmenes rara vez es mo-
nomicrobiana; en general se trata de infecciones mixtas en los del grupo Bacteroides melaninogenicus-asaccharolyticus,
las que participan varios microrganismos anaerobios y aero- Fusobacterium nucleatum, Bacteroides fragilis, cocos y estrep-
bios de la flora orofaríngea. tococos microaerófilos. En muchas ocasiones se han aislado
otros microrganismos no anaerobios o anaerobios facultati-
Etiopatogenia. La patogenia del absceso pulmonar y de la vos, sobre todo cocos grampositivos como S. pneumoniae y
neumonía necrosante puede explicarse por tres mecanismos: S. aureus. Todavía no se ha aclarado cuál es el papel etiológi-
1. Aspiración masiva de contenido orofaríngeo en caso de co real que desempeña esta flora mixta. Tampoco queda cla-
pérdida del reflejo glótico, defectos de la deglución o disfun- ro si debe efectuarse tratamiento mixto o bien dirigido sólo
ción esofagogástrica. Las secreciones orofaríngeas contie- contra los microrganismos anaerobios. Si el absceso o la neu-
nen 106 UFC/mL, predominantemente anaerobios y con una monía necrosante se han adquirido en el hospital, deben te-
relación 10:1 respecto a los aerobios. Basta la aspiración de nerse en cuenta los posibles cambios de flora orofaríngea,
0,1 mL para que el inóculo bacteriano sea muy elevado y con predominio de los BGN no anaerobios, como K. pneu-
tenga, por lo tanto, posibilidades de infectar el parénquima moniae, Enterobacter sp, Serratia sp, P. aeruginosa, E. coli y,
pulmonar. con menor frecuencia, Proteus sp. Otros agentes capaces de
2. Microaspiraciones fisiológicas nocturnas en pacientes producir absceso de pulmón son Nocardia sp, Legionella sp y
que sufren enfermedad periodontal, con aumento de la den- Pseudomonas pseudomallei. La tuberculosis (TBC) y los hon-
sidad de la población bacteriana respecto al mismo volumen gos deben tenerse también presentes como agentes etiológi-
aspirado por una persona sana, transportando pues una car- cos responsables. Respecto a la neumonía necrosante y sus
ga bacteriana capaz de originar infección. agentes etiológicos, son válidos los conceptos indicados para
3. Microaspiraciones fisiológicas en pacientes con enfer- el absceso pulmonar.
medad pulmonar subyacente, que disminuye el potencial de
oxidorreducción tisular, por ejemplo, cuando existe mala Cuadro clínico. El curso clínico del absceso pulmonar pue-
ventilación pulmonar con obstrucción bronquial (neoplasia de ser muy variado, aunque en la mayoría de los casos existe
pulmonar o cuerpo extraño). un comienzo agudo con fiebre elevada, escalofríos y suda-
En todos los casos, la secuencia de los hechos sería la si- ción. En ocasiones puede incluso presentarse dolor de tipo
guiente: formación de una zona de neumonitis que normal- pleurítico. En el 30% de los enfermos, el inicio del cuadro clí-
mente se sitúa, por efecto de la gravedad, en el segmento api- nico es más solapado, con febrícula y tos escasamente pro-
cal de los lóbulos inferiores o en los segmentos posteriores de ductiva.
los lóbulos superiores. Esta primera lesión progresaría hacia Después de 1 o 2 semanas aparece necrosis tisular, segui-
el ápex y el hilio (émbolos bronquiales). Si durante este perí- da de la formación de un absceso que puede ser único o
odo no se instaura tratamiento antibiótico, puede evolucio- múltiple, con niveles hidroaéreos o sin ellos, en el caso de
nar hacia un absceso pulmonar o una neumonía necrosante. abscesos múltiples (neumonía necrosante). Después de la
En el caso del absceso pulmonar se trata, como ya se ha cavitación, en el 50% de los casos se observa expectoración
mencionado, de una cavidad superior a 2 cm, en comunica- fétida y abundante, que puede estar precedida de vómica,
ción con un bronquio, mientras que en la neumonía necro- indicativa del establecimiento de comunicación bronquial.
sante existen varias cavidades inferiores a 2 cm. En ambos Si en esta fase todavía no se ha instaurado tratamiento an-
casos pueden producirse la progresión hacia el espacio pleu- tibiótico, el enfermo se mantiene febril y persiste el síndrome
ral y la formación de empiema. tóxico.
En la etiopatogenia del absceso primitivo de pulmón de- En la exploración física destacan, en la fase de inicio, sig-
ben tenerse presentes todas las causas que faciliten las aspira- nos de consolidación pulmonar. Si, además, existe participa-
ciones del contenido orofaríngeo. Uno de los factores más co- ción pleural, debe auscultarse un soplo de características
munes es la existencia de una boca séptica, con profusión de pleurales. Cuando el absceso se abre al bronquio, los signos
caries dentaria, circunstancia que, como ya se ha señalado, de consolidación disminuyen o desaparecen. En casos de
favorece la proliferación de microrganismos anaerobios. Es- larga evolución puede encontrarse acropaquía.
tos y otros factores coadyuvantes se resumen en la tabla 5.51. En el hemograma suele observarse leucocitosis con des-
La etiología de los abscesos pulmonares está en clara rela- viación a la izquierda y no es infrecuente el hallazgo de ane-
ción con los microrganismos que colonizan la orofaringe y mia como reflejo de la infección.
son capaces de producir necrosis tisular. Cuando estos abs- En la evolución clínica del absceso pulmonar se describen
cesos o neumonías necrosantes se han adquirido en la co- tres complicaciones: a) extensión pleural con formación de
munidad y no existe una enfermedad de base u otro factor empiema; b) diseminación broncógena por rotura del absce-
coadyuvante que predisponga a la colonización por BGN, los so, con invasión bilateral e insuficiencia respiratoria grave, y
microrganismos responsables son anaerobios en el 95% de c) metástasis sépticas cerebrales, complicación excepcional
los casos. Los que se hallan más a menudo implicados son hoy en día.
Respecto a la neumonía necrosante, el curso clínico pue-
de ser tormentoso y el pronóstico es grave. A menudo, la en-
* A. Torres Martí fermedad se extiende rápidamente, con destrucción del pa-

798
ENFERMEDADES INTERSTICIALES DIFUSAS DEL PULMÓN

rénquima pulmonar y evolución hacia la gangrena de pul- corradiológica es correcta y al cabo de una semana de nor-
món. El paciente está gravemente enfermo, febril, presenta malizada la temperatura. Si el absceso o la neumonía necro-
expectoración pútrida y, muchas veces, empiema. Existe leu- sante se han adquirido en el hospital, es muy probable la im-
cocitosis con desviación a la izquierda. El 20% de los enfer- plicación adicional de BGN. En esos casos se aconseja
mos fallece en el curso de la infección, por lo que es impor- asociar un aminoglucósido con una cefalosporina, por ejem-
tante instaurar de forma precoz tratamiento antibiótico. plo, la cefoxitina, que posee un buen espectro de acción
frente a microrganismos anaerobios.
Diagnóstico. Ante la sospecha diagnóstica son muy impor- Si existe empiema [pus o cultivo positivo del líquido pleu-
tantes los antecedentes indicados en la tabla 5.51. ral, o pH inferior a 7,10, o concentración de glucosa en el
Cuando se intente obtener un diagnóstico etiológico con- líquido pleural inferior a 30 mg/dL (1,6 mmol/L)] debe colo-
creto, el esputo no es un medio válido, debido a la gran can- carse sin demora un drenaje pleural. En ocasiones es necesa-
tidad de microrganismos anaerobios que colonizan la cavi- rio repetir la colocación del drenaje debido a la cavitación
dad orofaríngea y que, por lo tanto, contaminan las mues- del líquido e incluso utilizar maniobras más agresivas como
tras. El hemocultivo es poco sensible, puesto que en estas la limpieza quirúrgica de la cavidad pleural.
infecciones no suele existir bacteriemia.
Para el diagnóstico etiológico de estas infecciones pulmo-
nares son válidas las técnicas agresivas que sobrepasan la ca- Bibliografía especial
vidad orofaríngea ya comentadas en el apartado Neumonía GRUPO DE TRABAJO TIR DE LA SEPAR. Recomendaciones SEPAR: Nor-
intrahospitalaria (punción transtraqueal aspirativa, punción mativa sobre diagnóstico y tratamiento de las neumonías. Barce-
pulmonar aspirativa y catéter telescopado de doble luz). La lona, Ediciones Doyma, 1992.
mayoría de los abscesos de pulmón responden al tratamien- MAYAUD C, PARROT A, HOUACINE S, DENIS M, AKOUN G. Epidémiologie
des germes responsables au cours des pneumopathies commun-
to empírico, por lo que el empleo de técnicas invasivas sólo nautaires. Rev Pneumol Clin 1992; 48: 101-110.
estaría indicado en caso de que la evolución fuera desfavora- MEDURI GU, JOHANSON WG. International Consensus Conference: Clini-
ble. Si existe empiema debe efectuarse una toracocentesis cal Investigation of Ventilator-Associated Pneumonia. Chest 1992;
con cultivo del líquido pleural. 102 (supl 1).
MURPHY TF, SETHI S. Bacterial infection in chronic obstructive pulmo-
Tratamiento. Con raras excepciones, el tratamiento para nary disease. Am Rev Respir Dis 1992; 146: 1.067-1.083.
el absceso de pulmón y la neumonía necrosante consiste MUSHER DM. Infections caused by Streptococcus pneumoniae: Clinical
en la antibioticoterapia. La clindamicina (a dosis inicial de spectrum, pathogenesis, immunity and treatment. Clin Infect Dis
1992; 14: 801-809.
600 mg/6 h por vía intravenosa) o la penicilina G sódica (a NGUYEN MLT, YU VL. Legionella infection. Clin Chest Med 1991; 12:
dosis de 2-4 × 106 U/4 h por vía intravenosa) son los trata- 257-269.
mientos de elección. En la actualidad hay cierta tendencia a NIEDERMAN MS. Nosocomial pneumonia in the elderly patient. Clin
escoger la clindamicina debido a que algunas especies, Chest Med 1993; 14: 479-490.
como B. fragilis, sólo son sensibles a ella, si bien la penicilina PALLARÉS R, GUDIOL F, LIÑARES J, ARIZA J, RUFÍ G, MURGUI L et al. Risk fac-
es activa frente a la mayoría de las bacterias anaerobias. Es- tors and response to antibiotic therapy in adults with bacteriemic
tudios recientes demuestran una mejoría más rápida de los pneumonia caused by penicillin resistant pneumococci. N Engl J
síntomas en los pacientes que reciben clindamicina en com- Med 1987; 317: 18-22.
TORRES A. Accuracy of diagnostic tools for the management of noso-
paración con los que reciben penicilina. El tratamiento debe comial respiratory infections in mechanically ventilated patients.
ser prolongado para evitar recidivas (promedio de 2 meses Eur Respir J 1991; 4: 1.010-1.019.
o hasta el cierre de la cavidad); puede pasarse a penicilina o WOODHEAD MA. Management of pneumonia. Respir Med 1992; 86:
clindamicina por vía oral (300 mg/6 h) si la evolución clini- 459-469.

Enfermedades intersticiales difusas del pulmón


A. Xaubet Mir y F. Morell Brotad

Las enfermedades intersticiales difusas del pulmón consti- LIEBOW sugirió el término neumonías intersticiales, a las que
tuyen un grupo de afecciones con manifestaciones clínicas, clasificó, basándose en criterios anatomopatológicos, en
radiográficas y funcionales respiratorias similares, en las cua- cinco tipos: neumonía intersticial descamativa, neumonía in-
les las principales alteraciones anatomopatológicas afectan tersticial clásica o usual, neumonía intersticial con bronquioli-
las estructuras alveolointersticiales. El término enfermedad tis obliterante, neumonía intersticial linfoide y neumonía in-
intersticial difusa no describe realmente el sustrato anatomo- tersticial con células gigantes. Actualmente, la terminología
patológico de dichas entidades clínicas, puesto que éstas más aceptada es la de enfermedades intersticiales difusas
afectan no sólo las estructuras alveolointersticiales sino tam- del pulmón, considerándose la clasificación de LIEBOW co-
bién, en muchas ocasiones, las pequeñas vías aéreas y las ar- mo descripción anatomopatológica, aunque la neumonía
terias y venas pulmonares. intersticial linfoide constituye una entidad clínica con carac-
Se han empleado numerosos términos para describir este terísticas bien definidas. Las enfermedades intersticiales di-
tipo de enfermedades. Uno de los más utilizados es el de en- fusas del pulmón no guardan relación alguna con las fibrosis
fermedades intersticiales difusas crónicas del pulmón, debi- peribroncovasculares, que consisten en fibrosis localiza-
do a que la gran mayoría de ellas tienen una evolución lenta das, consecutivas a la organización de exudados fibrino-
(meses o años). Un término empleado erróneamente es el sos (fibrosis cicatrizales postuberculosas, postabsceso pul-
de fibrosis pulmonar para reflejar el hecho de que las enfer- monar).
medades intersticiales difusas del pulmón pueden conducir
en algunos casos a la formación de fibrosis pulmonar. SCAD- Clasificación. La etiología de las enfermedades intersticiales
DING propuso denominar alveolitis fibrosante a estas enfer- difusas del pulmón es muy variada. En la actualidad se cono-
medades con el fin de destacar la presencia de inflamación cen unas 160 causas diferentes, aunque sólo en el 35% de los
(alveolitis) que determina la aparición de fibrosis pulmonar. casos es posible identificar el agente causal. En relación con

799
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.52. Clasificación de las enfermedades intersticiales Enfermedades de etiología desconocida. Existen unos 40 ti-
difusas del pulmón pos diferentes, entre los cuales las principales son: fibrosis
pulmonar idiopática, fibrosis pulmonar asociada a enferme-
De etiología conocida dades del colágeno (artritis reumatoide, esclerodermia, lu-
Neumoconiosis (polvos inorgánicos) pus eritematoso sistémico, síndrome de Sjögren, dermato-
Alveolitis alérgicas extrínsecas (polvos orgánicos) miositis y conectivopatía mixta), neumonía intersticial
Enfermedades producidas por sustancias químicas, gases,
vapores y aerosoles
linfoide, sarcoidosis, histiocitosis X, bronquiolitis obliterante
Enfermedades producidas por fármacos con neumonía organizada (BOOP), microlitiasis alveolar, en-
Radioterapia fermedades hereditarias (esclerosis tuberosa, neurofibroma-
Distrés respiratorio del adulto tosis y fibrosis pulmonar familiar), linfangioleiomiomatosis,
proteinosis alveolar, enfermedad pulmonar intersticial aso-
De etiología desconocida ciada a hepatopatías (hepatitis crónica activa, cirrosis biliar
Fibrosis pulmonar idiopática primaria), enfermedad pulmonar intersticial asociada a en-
Fibrosis pulmonar asociada a enfermedades del colágeno fermedades intestinales (enfermedad de Crohn, enfermedad
Neumonía intersticial linfoide
Sarcoidosis
de Whipple y colitis ulcerosa) y, por último, la amiloidosis,
Histiocitosis X tanto primaria como secundaria.
Enfermedades hereditarias (facomatosis)
Linfangioleiomiomatosis Patogenia. La mayoría de las enfermedades intersticiales di-
Proteinosis alveolar fusas del pulmón, sean de etiología conocida o no, tienen
Neumopatía intersticial asociada a hepatopatías una patogenia similar (fig. 5.53). Sin embargo, no se cono-
Neumopatía intersticial asociada a enfermedades intestinales cen exactamente los mecanismos que conducen a la apari-
Microlitiasis alveolar ción de las lesiones inflamatorias y fibróticas. La hipótesis
Bronquiolitis obliterante con neumonía organizada
más actualizada es que, como consecuencia de la acción de
un agente causal (conocido o no), se produce una lesión en
el epitelio que recubre las paredes alveolares y como res-
su etiología, las enfermedades intersticiales se dividen en dos puesta a ésta, células inflamatorias (macrófagos alveolares,
grandes grupos (tabla 5.52). neutrófilos, linfocitos, eosinófilos, mastocitos) y células pa-
Enfermedades de etiología conocida. Cabe destacar las si- renquimatosas (fibroblastos) liberan una serie de mediado-
guientes: res celulares (citocinas, radicales libres, metabolitos del áci-
1. Enfermedades producidas por polvos inorgánicos o do araquidónico) e interaccionan de manera autocrina y/o
neumoconiosis, entre las cuales las más frecuentes son la sili- paracrina entre sí, originando inflamación crónica alveolar
cosis, la asbestosis pulmonar y la neumoconiosis de los mi- (alveolitis) y lesión tisular prolongada. Esto permitiría la apa-
neros de carbón. rición de subpoblaciones de fibroblastos con características
2. Enfermedades producidas por polvos orgánicos o alveo- diferenciales (aumento de la capacidad de proliferación y
litis alérgicas extrínsecas, causadas por la inhalación repeti- de la síntesis de colágeno), que determinarían el desarrollo
da de partículas orgánicas (proteínas séricas de animales, de fibrosis pulmonar. La validez de considerar la alveolitis
bacterias termofílicas, hongos). Las más frecuentes son el como precursora de las alteraciones morfológicas del parén-
pulmón del granjero y el pulmón del cuidador de aves. quima pulmonar se basa en los hallazgos de estudios experi-
3. Enfermedades producidas por sustancias químicas, ga- mentales en animales de laboratorio y en el hecho de que la
ses, vapores y aerosoles. Entre las sustancias químicas cabe
mencionar al paraquat (herbicida de amplio uso que resulta
muy tóxico sobre todo después de su ingesta accidental) y
las fibras sintéticas, aunque su incidencia es realmente baja.
Diversos gases, humos y líquidos en estado físicamente dis- Conocido
perso pueden ocasionar lesiones en el parénquima pulmo- Agente etiológico
nar en relación con la composición del tóxico y con el tiem-
Desconocido
po de exposición. Entre los gases destaca el oxígeno, cuya
respiración prolongada a altas concentraciones puede ser tó-
xica para el pulmón. La acción nociva de gases y vapores Lesión del epitelio
tóxicos depende de la intensidad y la duración de la exposi- alveolar
ción: los poco solubles (dióxido nitroso, cloro y fosfeno) pro-
ducen con facilidad lesiones parenquimatosas, siendo los va-
pores nitrosos los más comúnmente inhalados (silos de Células inflamatorias
grano, manipulación de ácido nítrico). En cambio, los solu- Fibroblastos
bles, como el amoníaco, pocas veces causan lesiones paren-
quimatosas.
4. Enfermedades producidas por fármacos. Los citostáticos
Liberación de mediadores
constituyen el grupo farmacológico que con mayor frecuen-
cia se ha asociado a la aparición de la enfermedad pulmonar
intersticial; entre ellos cabe citar la bleomicina, el busulfán,
el metotrexato, las nitrosoureas y el melfalán. Los antibióti- Inflamación crónica
cos rara vez originan enfermedad pulmonar intersticial, con
excepción de la nitrofurantoína. Otros fármacos capaces de
ocasionar este tipo de enfermedad son las sales de oro, la
sulfasalazina y la amiodarona. Expansión de fibroblastos
5. Radioterapia. La radioterapia torácica, utilizada en pa-
cientes con carcinoma de mama, esófago o pulmón o linfo-
ma, puede desencadenar la aparición de neumopatía inters-
ticial. Fibrosis pulmonar
6. Por último, el distrés respiratorio del adulto, síndrome
caracterizado por la presencia de insuficiencia respiratoria
grave, puede conducir a la aparición de neumopatía intersti- Fig. 5.53. Patogenia de las enfermedades intersticiales difusas del
cial, aunque la incidencia de esta complicación es muy baja. pulmón.

800
ENFERMEDADES INTERSTICIALES DIFUSAS DEL PULMÓN

biopsia pulmonar de pacientes con enfermedades pulmona- paquía habitualmente indica fibrosis avanzada, es frecuente
res intersticiales incipientes muestra alveolitis sin fibrosis. Sin en la fibrosis idiopática y no suele acompañarse de osteoar-
embargo, no todas las enfermedades intersticiales conducen tropatía hipertrófica. La aparición de este fenómeno suele se-
a la fibrosis pulmonar. Ciertos factores, aún poco conocidos, ñalar la existencia de una complicación neoplásica (cáncer
modulan la evolución de la alveolitis hacia la fibrosis pulmo- de pulmón).
nar. Entre ellos cabe destacar la naturaleza del agente etio- Aparte de estas características generales, cada tipo de en-
lógico, la integridad de la membrana basal del intersticio fermedad intersticial posee peculiaridades clínicas propias.
pulmonar, la susceptibilidad individual, el estado de las de- Algunas de estas entidades se describen en otras secciones
fensas del huésped y, posiblemente, factores hereditarios, de esta obra, por lo que no se tratarán en este capítulo.
aunque hasta la actualidad no se ha podido establecer rela-
ción alguna entre los antígenos de histocompatibilidad y la Radiología. Existen cinco imágenes radiográficas básicas re-
enfermedad pulmonar intersticial. lacionadas con las enfermedades intersticiales difusas del
Aunque esta secuencia patogénica es aplicable a la mayo- pulmón: vidrio deslustrado, nodulillar, reticular, reticulonoduli-
ría de las enfermedades intersticiales, existen algunas excep- llar y pulmón en panal, que suelen afectar de forma difusa
ciones: la linfangioleiomiomatosis se caracteriza por la proli- ambos hemitórax. Sin embargo, la naturaleza y extensión de
feración de fibras musculares lisas; la amiloidosis, por el las alteraciones radiográficas no se correlacionan con la sin-
depósito de fibrillas de amiloide; la proteinosis alveolar, por tomatología y las alteraciones de la exploración funcional
la presencia de material lipoproteináceo en los alveolos, y la respiratoria. En algunos casos, la radiografía de tórax puede
microlitiasis, por el depósito de microlitos en los alveolos. ser normal. Aunque no se conoce la frecuencia exacta de
esta circunstancia, en el estudio más extenso realizado hasta
Anatomía patológica. A la vista de las múltiples causas de la actualidad se ha observado que el 10% de las enfermeda-
las enfermedades pulmonares intersticiales difusas, llama la des pulmonares intersticiales difusas cursan con radiografía
atención que las características histopatológicas sean a me- de tórax normal en sus fases iniciales. La imagen en vidrio
nudo similares, lo cual indica que el pulmón reacciona fren- deslustrado se presenta cuando existe aumento del tejido in-
te a la acción de diversos agentes de forma similar. Las dos tersticial de tal intensidad que la densidad radiográfica se ha-
principales características anatomopatológicas, con exclu- lla incrementada de forma difusa; en muchos casos, está re-
sión de las excepciones mencionadas en el apartado de pa- lacionada con los primeros estadios de la enfermedad. La
togenia, son: infiltrados celulares inflamatorios intersticiales imagen nodulillar está definida por la diseminación de nódu-
y alteraciones del tejido conjuntivo parenquimatoso. En algu- los de pequeño tamaño y se observa con frecuencia en la
nas enfermedades existen además lesiones en vías aéreas, silicosis. La imagen reticular consiste en una trama de opa-
pleura y vasos pulmonares. El tipo de células inflamatorias cidades lineales que, según su grosor, se clasifica en fina,
presentes depende del tipo de enfermedad intersticial: la fi- mediana y gruesa. En algunos casos se ha observado que los
brosis pulmonar idiopática se caracteriza por la presencia de distintos grados de reticulación pueden indicar diferentes
macrófagos, linfocitos y células plasmáticas, y la sarcoidosis, grados de extensión de la enfermedad (la progresión de reti-
por acumulación de linfocitos. En algunas enfermedades, el culado fino a grueso indicaría incremento de la extensión).
infiltrado inflamatorio conduce a la aparición de lesiones La imagen reticulonodulillar, ocasionada por la combinación
histológicas más específicas, como los granulomas de la sar- de nódulos y opacidades lineales, es la más frecuente en las
coidosis y de la alveolitis alérgica extrínseca. Junto a la al- enfermedades intersticiales difusas (fig. 5.54). La imagen en
veolitis es frecuente el hallazgo de edema intersticial y exu- panal consiste en la presencia de pequeños quistes aéreos,
dado fibrinoso en los espacios alveolares, con hiperplasia de que miden entre 5 y 10 mm de diámetro, rodeados por pare-
los neumocitos tipo II. La fibrosis se caracteriza por la deses- des gruesas (fig. 5.55). Es la imagen radiográfica más repre-
tructuración del tejido conjuntivo pulmonar. Ello conduce a sentativa de fibrosis pulmonar constituida y corresponde al
la obliteración de los espacios alveolares por tejido fibroso y estado final de muchas enfermedades intersticiales. Las que
a la aparición de fibrosis peribronquiolar. Cuando la desor- producen con mayor frecuencia dicha alteración radiográfi-
ganización del parénquima pulmonar alcanza un grado tal ca son: histiocitosis X, fibrosis pulmonar idiopática, fibrosis
que no se reconocen prácticamente las estructuras alveoloin- asociada a artritis reumatoide y esclerodermia, asbestosis y,
tersticiales, el cuadro anatomopatológico se denomina esta- en ocasiones, sarcoidosis en sus estadios finales.
dio final de las enfermedades intersticiales (end stage lung En ocasiones, las enfermedades intersticiales pueden cur-
disease), el cual se caracteriza por quistes aéreos de peque- sar con imágenes radiográficas alveolointersticiales, en parti-
ño tamaño, separados por amplias bandas de tejido fibroso cular en los episodios iniciales de algunas fibrosis idiopáticas
(pulmón en panal). Además, pueden apreciarse lesiones vas- (forma aguda), proteinosis alveolar, bronquiolitis obliterante
culares (engrosamiento de la pared y obliteración de los
vasos pulmonares) como consecuencia de la hipertensión
pulmonar secundaria a las lesiones parenquimatosas. En este
estadio, los pulmones son pequeños y de consistencia
aumentada y resulta difícil determinar el tipo de enferme-
dad que ha condicionado la aparición de las lesiones inters-
ticiales.

Cuadro clínico. Los síntomas más frecuentes son disnea de


esfuerzo y tos. La disnea es el síntoma capital, por lo general
de instauración lenta, y su intensidad depende del grado de
extensión y del tipo de enfermedad. La tos es seca, repetitiva
y no se acompaña de expectoración. Algunas enfermedades
pueden cursar con síntomas de instauración rápida, a veces
con fiebre: alveolitis alérgicas extrínsecas, neumonitis por
fármacos y BOOP. Los datos más relevantes de la explora-
ción física son los estertores crepitantes y la acropaquía, aun-
que no están presentes en todos los casos. Los estertores se
auscultan al final de la inspiración (teleinspiratorios), no se
modifican con la tos y tienen gran reproducibilidad. La aus-
cultación de otros ruidos sobreañadidos (roncus, sibilan- Fig. 5.54. Fibrosis pulmonar idiopática. Imagen radiográfica reticu-
cias) no es propia de las enfermedades intersticiales. La acro- lonodulillar bilateral.

801
NEUMOLOGÍA

Fig. 5.55. Fibrosis pulmonar idiopática. Imagen en panal.

Fig. 5.57. TC torácica de alta resolución de un paciente con fibrosis


pulmonar idiopática. Se observan imágenes reticulares, indicativas de
fibrosis pulmonar, e imágenes en vidrio deslustrado, que revelan infla-
mación parenquimatosa.

La tomografía computarizada (TC) torácica, en especial la


de alta resolución, posee gran interés en la valoración diag-
nóstica y en muchos centros se practica de forma habitual
en los pacientes con neumopatías intersticiales. La TC permi-
te la detección de la enfermedad en los casos con radiogra-
fía de tórax normal en presencia de sintomatología y/o alte-
raciones funcionales respiratorias. Por otra parte, permite
valorar la localización de las lesiones parenquimatosas y
su naturaleza (áreas de inflamación, áreas de fibrosis), y en
algunas enfermedades (fibrosis pulmonar idiopática, sarcoi-
dosis, histiocitosis X, asbestosis, linfangioleiomiomatosis) evi-
Fig. 5.56. Histiocitosis X. Imagen de características intersticiales, con dencia alteraciones útiles para la orientación diagnóstica
afección predominante de los lóbulos superiores. (fig. 5.57). Además, permite seleccionar el lugar adecuado
para la práctica de la biopsia pulmonar transbronquial y
abierta. Por último, cabe señalar que se han iniciado estu-
con neumonía organizada, neumonía linfoide y enfermeda- dios prospectivos con el objeto de evaluar el interés de la TC
des secundarias a la administración de fármacos. Incluso, en en el seguimiento evolutivo de la enfermedad y de su res-
ocasiones, la neumonía linfoide puede presentarse en forma puesta al tratamiento.
de imágenes nodulares. La radioscopia suele revelar una disminución del desplaza-
La distribución de las imágenes radiográficas puede orien- miento del diafragma durante los movimientos respiratorios y,
tar hacia un diagnóstico determinado. Algunas neumopatías al igual que la radiografía, borramiento de la silueta cardíaca.
intersticiales se caracterizan por afección de las zonas basa-
les del pulmón: fibrosis pulmonar idiopática, fibrosis pulmo- Exploración de la función respiratoria. El estudio de la
nar asociada a enfermedades del colágeno y asbestosis. En función pulmonar reviste interés en varios aspectos que de-
cambio, otras se caracterizan por afección predominante de ben diferenciarse conceptualmente. En primer lugar, en la
las zonas pulmonares apicales: silicosis, alveolitis alérgica ex- mayoría de los casos constituye un elemento básico para es-
trínseca, beriliosis, neumopatía por amiodarona, sarcoidosis tablecer el diagnóstico. Hasta en el 15% de los casos, la alte-
e histiocitosis X (fig. 5.56). ración de la función pulmonar puede ser la primera manifes-
La presencia de otras alteraciones radiográficas asociadas tación de estas enfermedades, incluso antes de la aparición
tiene gran importancia en la valoración diagnóstica. El ha- de manifestaciones clínicas y de alteraciones en la radiogra-
llazgo de adenopatías hiliares simétricas, con adenopatías fía de tórax. En segundo lugar, la exploración de la función
paratraqueales derechas o sin éstas, es muy sugestivo de sar- respiratoria se correlaciona bien con el grado de desestructu-
coidosis. La asbestosis se acompaña a menudo de engrosa- ración del parénquima pulmonar, aunque no permite distin-
mientos pleurales. Cuando un patrón radiográfico intersticial guir las alteraciones ocasionadas por la alveolitis o la fibro-
se asocia a derrame pleural, hay que descartar la artritis reu- sis. Por tanto, constituye una información esencial para
matoide y la linfangioleiomiomatosis, que suele acompañar- conocer la gravedad de estas enfermedades y es una buena
se de derrame quiloso. El neumotórax es frecuente en la guía para el control evolutivo. Las pruebas de función pul-
linfangioleiomiomatosis y la histiocitosis X. Una de las carac- monar habitualmente utilizadas de forma convencional para
terísticas radiográficas de las enfermedades intersticiales es el estudio de las neumopatías intersticiales son: espirometría
la disminución del tamaño de los campos pulmonares. Sin forzada, volúmenes pulmonares estáticos, capacidad de
embargo, algunas enfermedades pueden cursar con tamaño transferencia del monóxido de carbono y gasometría arterial
pulmonar normal o aumentado: sarcoidosis, alveolitis alérgi- en reposo. Otras, como la medición de la distensibilidad es-
cas extrínsecas, histiocitosis X, linfangioleiomiomatosis y fi- tática y la prueba de esfuerzo, son de uso más restringido en
brosis pulmonar idiopática con enfisema asociado. el estudio de estas enfermedades.

802
ENFERMEDADES INTERSTICIALES DIFUSAS DEL PULMÓN

En la espirometría forzada, el patrón espirométrico caracte- del tratamiento. La presencia de síntomas extrapulmonares
rístico de las neumopatías intersticiales es la alteración venti- puede orientar en el diagnóstico de enfermedades heredita-
latoria de tipo no obstructivo (restrictivo), caracterizada por rias (esclerosis tuberosa, neurofibromatosis), colagenosis y
la disminución de la capacidad vital forzada (FVC) con in- sarcoidosis, que se asocian a menudo a neumopatía intersti-
demnidad de los flujos espiratorios máximos como el FEV1 cial. En pacientes neoplásicos con antecedentes de haber re-
(volumen de aire espirado durante el primer segundo de la cibido radioterapia, ésta puede ser la causa de la neumopa-
espirometría forzada) o el FEF25-75% (flujo espiratorio máximo tía intersticial. En la historia de la enfermedad actual deben
entre el 25 y el 75% de la FVC). Se observa, por tanto, una averiguarse la naturaleza y el orden de aparición de los sínto-
elevación del cociente FEV1/FVC% (≥ 85%). Sin embargo, al- mas, en particular disnea, tos, sibilancias, fiebre y expectora-
gunas enfermedades intersticiales pueden cursar con altera- ción, así como su duración y progresión.
ción ventilatoria obstructiva: alveolitis alérgica extrínseca, Los signos principales de la exploración física que orientan
sarcoidosis, histiocitosis X y linfangioleiomiomatosis. La alte- el diagnóstico son la acropaquía y los estertores crepitantes.
ración ventilatoria restrictiva característica de las neumopa- Sin embargo, no debe olvidarse la exploración extrapulmo-
tías intersticiales cursa con disminución de la capacidad pul- nar: lesiones dérmicas (dermatomiositis, sarcoidosis, esclero-
monar total (TLC) y de las diferentes subdivisiones de los dermia), deformidades articulares (artritis reumatoide), he-
volúmenes pulmonares. En determinadas enfermedades, patomegalia y adenopatías (sarcoidosis). Ante la sospecha
como la sarcoidosis, o en las fases finales de la fibrosis pul- clínica de neumopatía intersticial deben practicarse radio-
monar idiopática, las alteraciones de los volúmenes pulmo- grafía de tórax y exploración funcional respiratoria, que mos-
nares pueden acompañarse de atrapamiento aéreo (aumen- trarán las alteraciones descritas en los apartados anteriores.
to del cociente volumen residual/capacidad pulmonar total). En presencia de datos clínicos, radiográficos y/o funciona-
La capacidad de transferencia del monóxido de carbono les respiratorios sugestivos de neumopatía intersticial, debe
(DLCO) está disminuida y constituye uno de los indicadores indicarse una TC, si es posible de alta resolución, y una fibro-
más sensibles de las neumopatías intersticiales. Asimismo, broncoscopia con biopsia transbronquial y lavado broncoalveo-
existe una disminución del volumen alveolar (VA). Por ello, lar. La TC puede aportar datos de interés diagnóstico, como
la DLCO normalizada por el volumen alveolar (cociente ya se ha comentado. La biopsia transbronquial permite el
DLCO/VA, o KCO) suele ser normal o moderadamente baja. diagnóstico de varias neumopatías intersticiales (sarcoidosis,
El patrón gasométrico característico es el aumento del gra- alveolitis alérgicas extrínsecas, histiocitosis X, amiloidosis, lin-
diente alveoloarterial de O2, con moderada hipocapnia. La fangioleiomiomatosis, proteinosis alveolar, BOOP, neumonía
hipoxemia arterial sólo aparece de forma evidente en las fa- intersticial linfoide) y su rendimiento es máximo en la sarcoi-
ses avanzadas de la enfermedad, y la hipercapnia en las dosis. En ocasiones, el diagnóstico anatomopatológico obte-
fases finales. nido es el de fibrosis pulmonar o neumonitis inespecífica, que
La distensibilidad pulmonar se halla disminuida e implica no debe considerarse como diagnóstico específico de una
el desarrollo de presiones pleurales más negativas a fin de enfermedad intersticial en concreto, ya que áreas de parén-
conseguir la expansión adecuada del parénquima pulmonar quima pulmonar próximas a granulomas u otras lesiones es-
durante la inspiración. En las pruebas de esfuerzo es caracte- pecíficas pueden presentar estas características anatomopato-
rística la limitación de la tolerancia al esfuerzo por disnea lógicas. Asimismo, el hallazgo de parénquima pulmonar nor-
asociada a hipoxemia desencadenada por el ejercicio. La hi- mal no descarta la presencia de enfermedad intersticial.
poxemia durante el ejercicio sería, en parte, debida a una li- Las alteraciones observadas en el análisis citológico del la-
mitación de la difusión de O2 a través de la membrana alveo- vado broncoalveolar de estas enfermedades consisten en in-
locapilar pulmonar. cremento del porcentaje de neutrófilos, linfocitos, eosinófilos
Las exploraciones convencionales (espirometría forzada, y/o mastocitos (tabla 5.53). Cabe destacar que el análisis ce-
volúmenes pulmonares estáticos, capacidad de transferencia lular no permite establecer el diagnóstico de una enferme-
y gasometría arterial en reposo) suelen ser suficientes para dad intersticial determinada, ya que diferentes enfermedades
completar los criterios diagnósticos de neumopatía intersti- pueden producir alteraciones similares; no obstante, es un
cial difusa. Sin embargo, las alteraciones funcionales antes dato más que se ha de considerar en el diagnóstico. El estu-
referidas no son específicas, y en algunos casos, cuando los dio mediante anticuerpos monoclonales se ha utilizado en la
criterios clínicos y radiográficos sean dudosos, será necesa- determinación de las subpoblaciones linfocitarias, básica-
rio completar el estudio con la realización de pruebas de es- mente en la sarcoidosis, la BOOP, la neumonitis por fárma-
fuerzo y/o distensibilidad estática. cos y la alveolitis alérgica extrínseca. En la primera, el co-
Por otra parte, la exploración funcional tiene un papel bá- ciente linfocitos T colaboradores/T supresores citotóxicos
sico en el control de la evolución de la respuesta al trata- está elevado, mientras que en las otras está disminuido. El
miento. Las pruebas utilizadas por lo común son las referidas anticuerpo monoclonal CD1 es específico para las células de
anteriormente: espirometría forzada, volúmenes pulmonares, Langerhans. En la histiocitosis X, el número de células positi-
capacidad de transferencia y gasometría arterial. La periodi- vas es superior al 5%, aunque pacientes con otras enfermeda-
cidad de su realización dependerá de la gravedad del cua- des intersticiales y fumadores sanos pueden presentar menos
dro o del tratamiento administrado. Como criterio general se del 1% de células positivas. Las células de Langerhans con
aconseja efectuar controles trimestrales o semestrales. los típicos cuerpos X (inclusiones citoplasmáticas o gránulos
de Birbeck) pueden observarse mediante microscopio elec-
Diagnóstico. El diagnóstico de las enfermedades intersticia- trónico. En la proteinosis alveolar, la demostración de mate-
les difusas del pulmón es en ocasiones muy difícil, debido al rial PAS-positivo en el líquido obtenido en el lavado bronco-
gran número de agentes etiológicos y al hecho de que las alveolar es un dato que sugiere el diagnóstico. Aparte del
manifestaciones clínicas y las alteraciones radiográficas y análisis celular, pueden determinarse diversas sustancias. La
funcionales respiratorias son similares en la mayoría de los determinación de inmunoglobulinas, proteínas y enzimas no
casos. aporta datos para el diagnóstico. Por el contrario, el lavado
La anamnesis tiene gran relevancia y puede ser la clave es un método útil para la determinación de cuerpos de as-
del diagnóstico en una tercera parte de los casos. Los antece- besto. Por el momento, no existen estudios que hayan de-
dentes familiares son de gran valor para el diagnóstico de la mostrado que la práctica seriada del lavado broncoalveolar
fibrosis pulmonar familiar, puesto que en general se hallan tenga interés en la valoración pronóstica o en la modifica-
afectados varios miembros de la misma familia. La historia ción del tratamiento.
profesional y ambiental debe realizarse de un modo exhaus- La gammagrafía con 67Ga se ha utilizado en la detección
tivo, sobre todo para el diagnóstico de las neumoconiosis y de la alveolitis en algunas enfermedades intersticiales, sobre
las alveolitis alérgicas extrínsecas. Deben anotarse todos los todo en la fibrosis idiopática y la sarcoidosis. El isótopo 67Ga
fármacos que ha recibido el paciente, la dosis y la duración no es captado por el parénquima pulmonar normal, pero sí

803
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.53. Alteraciones del análisis del lavado broncoalveolar diológicas y funcionales respiratorias similares. Las principa-
en las enfermedades intersticiales difusas del pulmón les son las siguientes:
Insuficiencia cardíaca. La insuficiencia cardíaca izquierda
Enfermedad Análisis del lavado broncoalveolar puede ocasionar infiltrados intersticiales en la radiografía de
Fibrosis pulmonar Neutrofilia con eosinofilia o sin ella tórax y alteraciones funcionales respiratorias similares a las
idiopática Linfocitosis en las fases iniciales de las neumopatías intersticiales. El diagnóstico se establece
mediante la historia clínica, el ECG y la presencia de cardio-
Fibrosis pulmonar Linfocitosis megalia en la radiografía de tórax, recordando que el edema
asociada a Neutrofilia con eosinofilia o sin ella pulmonar ocasionado por el infarto de miocardio puede cur-
enfermedades
sar con imagen pulmonar intersticial sin cardiomegalia. Men-
del colágeno
ción especial merece la neumopatía intersticial secundaria a
Sarcoidosis Linfocitosis la administración de amiodarona, que suele presentarse en
Linfocitos T CD4+/CD8+ elevado pacientes con insuficiencia cardíaca. En muchos casos es di-
fícil dilucidar si las manifestaciones clinicorradiográficas se
Alveolitis alérgicas Linfocitosis, mastocitosis deben a insuficiencia cardíaca o a la toxicidad del fármaco.
extrínsecas Linfocitos T CD4+/CD8+ disminuido La presencia de otros signos de insuficiencia cardíaca y la
desaparición de la sintomatología y de las alteraciones radio-
Asbestosis Neutrofilia con eosinofilia o sin ella gráficas con tratamiento apropiado indicarán que la insufi-
Cuerpos de asbesto
ciencia cardíaca es la responsable del cuadro clínico.
Histiocitosis X Células de Langerhans Bronquiectasias. Pueden cursar con estertores crepitantes,
Células CD1-positivas > 5% acropaquía, imagen radiográfica intersticial e, incluso, pul-
món en panal. El diagnóstico diferencial no suele plantear
Proteinosis alveolar Material lipoproteináceo dificultades, puesto que las bronquiectasias se acompañan
PAS positivo de expectoración abundante, hemoptisis y, en ocasiones,
neumonías de repetición.
Enfermedades por Fórmula no característica Neumopatías víricas. Las neumopatías ocasionadas por vi-
fármacos Linfocitos T CD4+/CD8+ disminuido
rus y Mycoplasma pneumoniae pueden cursar con imágenes
Neumonía linfoide Linfocitosis radiográficas intersticiales, disnea y tos de varios días de du-
ración y, por lo general, fiebre. El diagnóstico diferencial
Bronquiolitis obliterante Linfocitosis, neutrofilia debe realizarse con las alveolitis alérgicas extrínsecas, que
con neumonía Linfocitos T CD4+/CD8+ disminuido en su forma aguda cursan con cuadro clínico similar. Sin em-
organizada bargo, en algunos casos es realmente difícil diferenciar estas
Linfocitos T CD4+/CD8+: linfocitos T colaboradores/T supresores citotóxicos; dos entidades clínicas, aunque debe sospecharse la alveolitis
CD1: anticuerpo monoclonal de línea T. PAS: ácido peryódico de Schiff. alérgica extrínseca cuando el cuadro clínico se presenta de
forma repetida.
Tuberculosis pulmonar. Es poco frecuente que la tubercu-
cuando hay enfermedades neoplásicas o inflamatorias. En el losis ocasione una imagen radiográfica pulmonar intersticial.
caso de las neumopatías intersticiales es captado por los ma- La imagen típica es la de nódulos de pequeño tamaño (tu-
crófagos alveolares activados. Sin embargo, hay que señalar berculosis miliar). En cualquier caso, los síntomas sistémicos
que la gammagrafía con 67Ga no permite establecer el diag- y la afección de otros órganos (tubérculos coroides en reti-
nóstico de una enfermedad intersticial específica, y varios es- na, afección hepática) permiten el diagnóstico diferencial.
tudios han demostrado que esta exploración tiene poco va- Linfangitis carcinomatosa. El cuadro clínico es subagudo,
lor en la evaluación de las enfermedades intersticiales con disnea progresiva y tos persistente, aunque en algunos
difusas. El estudio de la permeabilidad epitelial mediante el casos la progresión es más lenta. Es rara la presencia de es-
aclaramiento de dietilaminopentacetato marcado con tecne- tertores crepitantes y acropaquía. La radiografía de tórax
cio (99Tc-DPTA) se ha mostrado útil en algunos estudios para puede mostrar pequeños derrames pleurales, unilaterales o
valorar la actividad inflamatoria. Sin embargo, no existen da- bilaterales, en los que a menudo se encuentran células neo-
tos suficientes para recomendar su uso de forma habitual. plásicas. Cuando existe una enfermedad neoplásica maligna
La biopsia pulmonar abierta está indicada cuando, des- en otro órgano, el diagnóstico diferencial plantea pocas difi-
pués de las exploraciones antes citadas (clínica, examen ra- cultades, aunque en ocasiones debe recurrirse a la biopsia
diográfico y funcional, TC, fibrobroncoscopia), no se ha ob- pulmonar abierta.
tenido un diagnóstico específico. Sin embargo, su indicación Infiltrados pulmonares intersticiales en pacientes inmunode-
debe valorarse en cada caso, ya que dependerá del estado primidos. Estos pacientes presentan con gran frecuencia infil-
clínico del paciente, de su capacidad respiratoria y de las trados pulmonares intersticiales, en general de etiología in-
ventajas que pueda implicar desde el punto de vista pronósti- fecciosa por gérmenes oportunistas, aunque en ocasiones
co y terapéutico. Las complicaciones son raras; en una serie pueden deberse a la misma enfermedad de base (linfoma,
de 360 pacientes con neumopatías intersticiales a los que se leucemia) o a hemorragia. Deben distinguirse de los infiltra-
practicó biopsia pulmonar abierta, descrita por GAENSLER, la dos ocasionados por citostáticos, fármacos que suelen tomar
mortalidad fue del 0,3%. Una alternativa a la biopsia pulmo- estos pacientes.
nar abierta es la biopsia pulmonar mediante cirugía asistida Hemorragia pulmonar. Los denominados síndromes hemo-
por vídeo (videotoracoscopia). Estudios recientes han de- rrágicos pulmonares comprenden un grupo de enfermeda-
mostrado que el rendimiento diagnóstico es similar al de la des (hemosiderosis pulmonar idiopática, síndrome de Good-
biopsia abierta. La biopsia pulmonar transparietal con aguja pasture) que se caracterizan por hemoptisis y anemia. La
(a través de la pared torácica) no se utiliza para el diagnósti- radiografía de tórax muestra imágenes difusas de característi-
co de las neumopatías intersticiales, debido al pequeño ta- cas alveolares, aunque los brotes repetidos de hemorragia
maño de las muestras obtenidas y a la gran incidencia de pulmonar pueden ocasionar imágenes intersticiales difusas
neumotórax secundario. La biopsia pulmonar continúa sien- persistentes. Las características clínicas de las diferentes en-
do el mejor método para determinar el grado de alveolitis o fermedades asociadas a hemorragia pulmonar difusa suelen
fibrosis presente en el parénquima pulmonar, dato de suma ser suficientes para establecer el diagnóstico.
importancia para valorar el pronóstico de la enfermedad. Vasculitis pulmonares. Las vasculitis incluyen una serie de
enfermedades en las que la posible participación pulmonar
Diagnóstico diferencial. Debe realizarse con las entidades suele producirse en el contexto de una enfermedad generali-
clínicas capaces de ocasionar manifestaciones clínicas, ra- zada con afección pluriorgánica variable. Ocasionan imáge-

804
ENFERMEDADES INTERSTICIALES DIFUSAS DEL PULMÓN

nes radiográficas difusas, aunque raras veces con las caracte- meses). Cuando la enfermedad intersticial está en sus fases
rísticas típicas de las enfermedades pulmonares intersticiales, iniciales es posible que las imágenes radiográficas desapa-
ya que suelen cursar con imágenes de características alveola- rezcan como respuesta al tratamiento. Sin embargo, en el
res, muchas veces cambiantes. El diagnóstico suele estable- estadio de fibrosis, las imágenes radiográficas persisten o pre-
cerse por la afección multisistémica y las características clíni- sentan cambios mínimos a pesar de la mejoría de los sínto-
cas peculiares. mas o de los parámetros funcionales respiratorios. Como ya
Eosinofilias pulmonares. Cursan con manifestaciones clíni- se ha señalado, la TC puede ser útil para la valoración tera-
cas y radiográficas similares a la bronquiolitis obliterante con péutica. El trasplante pulmonar unilateral se ha practicado
neumonía organizada. con buenos resultados en neumonías intersticiales avanza-
Neumonía lipoidea. Es una enfermedad ocasionada por la das que no responden al tratamiento farmacológico (véase
aspiración repetida de aceites minerales, en pacientes trata- Trasplante pulmonar).
dos de forma continuada con laxantes o gotas nasales que
contienen estas sustancias. El cuadro clínico se caracteriza
por tos y disnea de esfuerzo progresiva. En la radiografía de Fibrosis pulmonar idiopática
tórax se observaron imágenes muy diversas: infiltrados alveo-
lares localizados, opacidades similares a las observadas en el La fibrosis pulmonar idiopática, descrita por primera vez
cáncer de pulmón y, en ocasiones, infiltrados intersticiales por HAMMAN y RICH en 1935, se ha designado con diversos tér-
bilaterales en lóbulos inferiores, indistinguibles de los causa- minos. Los autores anglosajones continúan denominándola
dos por las neumopatías intersticiales. El diagnóstico se esta- alveolitis fibrosante criptogenética. Actualmente se considera
blece por la detección de partículas de grasa en los macrófa- que los términos neumonía intersticial descamativa y neumo-
gos obtenidos por lavado broncoalveolar o por biopsia nía intersticial usual designan estadios anatomopatológicos
pulmonar transbronquial o abierta. de la enfermedad: la primera corresponde a los estadios ini-
ciales, en los que predomina la inflamación sobre la fibrosis,
Tratamiento. Los objetivos fundamentales del tratamiento y la segunda, a los estadios avanzados, en los que predomina
consisten en evitar la exposición al agente causal, suprimir el la fibrosis. La etiología es desconocida, aunque se han invo-
componente inflamatorio de la enfermedad (alveolitis) y tra- lucrado factores genéticos, inmunológicos y, principalmente,
tar las complicaciones. El primer objetivo sólo es posible en víricos, ya que algunos pacientes presentan síntomas sistémi-
las enfermedades de etiología conocida, en las cuales la su- cos propios de una infección vírica (fiebre, artromialgias) al
presión del contacto con el agente causal puede ser suficien- inicio de la enfermedad. La edad media de los pacientes os-
te; no obstante, en algunos casos puede ser necesaria la ins- cila entre 40 y 70 años, aunque existe amplia variación en la
tauración de tratamiento con glucocorticoides. La supresión edad de presentación. La prevalencia de la enfermedad es
de la alveolitis es el único medio terapéutico en las neumo- de 3-5 casos por 100.000 habitantes.
patías intersticiales de etiología desconocida. Los fármacos El cuadro clínico se caracteriza por disnea de esfuerzo pro-
que se utilizan son los glucocorticoides (prednisona, predni- gresiva, junto con tos seca persistente, de varios meses de du-
solona), a dosis elevadas, que se disminuyen de forma pro- ración. Sin embargo, existe una forma aguda que evoluciona
gresiva, hasta alcanzar las de mantenimiento, modificándo- en semanas hacia la insuficiencia respiratoria grave. En la ex-
las, o no, según la evolución de la enfermedad. En general se ploración física destacan estertores crepitantes en el 75-90%
administra 1 mg/kg de peso (60-70 mg) durante 4-6 semanas, de los casos y acropaquía en un porcentaje similar. En raras
disminuyendo después la dosis a razón de 5 mg cada 15 días, ocasiones la enfermedad se asocia a vasculitis digital y neuro-
hasta 15 mg/día, que se aumentarán o disminuirán según el patía periférica. No existen alteraciones específicas en los
curso de la enfermedad. Las indicaciones y la duración del análisis sanguíneos. La velocidad de sedimentación globular
tratamiento varían según el tipo de enfermedad. (VSG) suele estar elevada, los anticuerpos antinucleares son
En algunas enfermedades de etiología conocida, el trata- positivos en el 21% de los pacientes, y el factor reumatoide en
miento con glucocorticoides está indicado cuando, a pesar el 25%. Asimismo, puede detectarse aumento de las IgG, pre-
de la supresión de la exposición al agente etiológico, persis- sencia de inmunocomplejos circulantes y anticuerpos anti-
ten alteraciones clínicas, radiográficas y/o funcionales respi- DNA. En la radiografía de tórax se observan las alteraciones
ratorias; en general, es posible suspender el tratamiento des- típicas de las enfermedades intersticiales, que afectan princi-
pués de un tiempo más o menos prolongado, ya que los palmente los lóbulos inferiores. En las fases avanzadas es co-
signos de la enfermedad pueden desaparecer. Sin embargo, mún la imagen en panal. En la TC se aprecian alteraciones
hay casos con mala evolución que obligan al tratamiento características y constituye una de las bases para la orienta-
continuo. Cuando no se obtiene buena respuesta con los glu- ción diagnóstica. En la exploración de la función respiratoria
cocorticoides o aparecen efectos secundarios graves a su ad- se observan las alteraciones propias de las enfermedades in-
ministración, deben emplearse citostáticos. El más utilizado tersticiales, y el aumento del gradiente alveolointersticial de
es la ciclofosfamida, que puede asociarse a los glucocorticoi- O2 en las pruebas de esfuerzo es el dato funcional que mejor
des (prednisona, 15-20 mg/día o en días alternos). La dosis se correlaciona con las lesiones parenquimatosas y constitu-
inicial es de 50 mg/día, que se incrementa paulatinamente ye un buen parámetro para valorar la gravedad y progresión
hasta 150-200 mg/día. El fármaco debe administrarse como de la enfermedad. El lavado broncoalveolar se caracteriza
mínimo durante 6 meses antes de valorar la respuesta tera- por neutrofilia, con eosinofilia o sin ésta, aunque en las fases
péutica. Otro citostático que se ha empleado es la azatiopri- iniciales puede haber linfocitosis. Ésta se correlaciona con el
na a la dosis de 2 mg/kg, asociada o no a dosis bajas de glu- grado de inflamación alveolar detectado por las muestras
cocorticoides. También se han utilizado en ocasiones la biópsicas y es indicativa de buena respuesta al tratamiento.
ciclosporina y la penicilamina, aunque no se ha demostrado En cambio, la eosinofilia es indicativa de mal pronóstico.
su eficacia. El diagnóstico sólo puede establecerse después de descar-
La valoración de la respuesta al tratamiento se realiza de tar otras etiologías de neumopatía intersticial y debe confir-
acuerdo con criterios clínicos, radiográficos y funcionales marse mediante biopsia pulmonar abierta. En la mayoría de
respiratorios. La desaparición de la tos y de la disnea indica los casos los pacientes presentan empeoramiento clínico y
buena respuesta. En cambio, los estertores crepitantes pue- funcional respiratorio progresivo, con evolución a la insufi-
den variar en el curso de la enfermedad sin indicar mejoría o ciencia respiratoria grave en 5-7 años, aunque su curso puede
empeoramiento, aunque en ocasiones desaparecen después prolongarse hasta 10-15 años. En las fases avanzadas es fre-
de instaurar el tratamiento. La exploración de la función res- cuente la aparición de cor pulmonale e hipertensión pulmo-
piratoria es el parámetro más objetivo para valorar la res- nar. Sin embargo, en ocasiones el deterioro clínico se debe al
puesta al tratamiento. La FVC, la DLCO y la gasometría arte- desarrollo de complicaciones. En los pacientes con fibrosis
rial en reposo deben determinarse periódicamente (cada 3-6 idiopática aumenta la incidencia de cáncer de pulmón, que

805
NEUMOLOGÍA

puede cursar sin alteraciones significativas en la radiografía ción del tamaño de los pulmones. En la TC se observan con
de tórax. El 4% de los casos presentan neumotórax espontá- gran claridad estos quistes aéreos y ofrece imágenes muy ca-
neo, que ocasiona grave empeoramiento clínico, y entre el 3 racterísticas que permiten distinguir la histiocitosis X de otras
y el 7%, tromboembolia pulmonar. Asimismo, en estos pacien- neumopatías intersticiales. Es frecuente el neumotórax aso-
tes se comprueba un aumento en la incidencia de tuberculo- ciado (25% de los casos) y puede ser la forma de presenta-
sis pulmonar y son frecuentes las infecciones bacterianas. ción de la enfermedad. En algunos casos se asocian lesiones
El tratamiento consiste en la administración de glucocorti- quísticas óseas en cráneo, huesos largos, costillas y pelvis, ge-
coides (véase Tratamiento). En las formas agudas se han utili- neralmente asintomáticas, y diabetes insípida. A diferencia
zado dosis elevadas (250 mg/6 h) de metilprednisolona. Sólo de otras neumopatías intersticiales, la exploración de la fun-
el 20% de los casos responden al tratamiento con glucocorti- ción respiratoria puede mostrar una alteración ventilatoria
coides; a los pacientes que no responden debe administrarse de tipo obstructivo o mixto. La fórmula celular del lavado
inmunodepresores. En pacientes jóvenes con enfermedad rá- broncoalveolar está poco alterada y no presenta característi-
pidamente progresiva y que no responden al tratamiento far- cas definidas, aunque el hallazgo de más del 5% de células
macológico, debe considerarse el trasplante pulmonar. positivas frente al anticuerpo monoclonal CD1 (específico
La fibrosis pulmonar idiopática familiar es una enfermedad para las células de Langerhans) y de células de Langerhans
rara que puede afectar a varios miembros de la misma familia. por microscopio electrónico permite establecer el diagnósti-
La forma de transmisión genética no está determinada. La en- co. El diagnóstico histológico puede establecerse por biopsia
fermedad puede manifestarse a edad temprana y se han ob- transbronquial o por biopsia pulmonar abierta.
servado casos en niños con pocos meses de vida. Las manifes- El curso clínico es variable, ya que la enfermedad puede re-
taciones clínicas, radiográficas y funcionales respiratorias y los solverse espontáneamente, permanecer estable a lo largo de
hallazgos del lavado broncoalveolar no difieren de los de la fi- los años o evolucionar a fibrosis pulmonar e insuficiencia res-
brosis idiopática, aunque en ocasiones llama la atención la di- piratoria. El tratamiento consiste en glucocorticoides e inmu-
sociación entre la sintomatología clínica, que suele ser muy nodepresores de acuerdo con las pautas propias de las enfer-
manifiesta, y la pobre imagen radiográfica. Se ha descrito su medades intersticiales, aunque existen pocos estudios sobre
asociación a otras alteraciones congénitas, como albinismo, el efecto de estos fármacos en la evolución de la enfermedad.
disproteinemia y defectos de la función plaquetaria. La sintomatología y las alteraciones radiográficas y funciona-
les pueden mejorar con el abandono del hábito tabáquico.

Neumonía intersticial linfoide (o linfocítica)


Linfangioleiomiomatosis
Es una enfermedad de patogenia autoinmune, que se aso-
cia a enfermedades de naturaleza inmunológica: síndrome Es una enfermedad infrecuente caracterizada por la proli-
de Sjögren, miastenia grave, anemia perniciosa, hepatitis cró- feración de músculo liso en vasos linfáticos, bronquiolos y
nica activa, tiroiditis de Hashimoto y cirrosis biliar primaria. vasos pulmonares. Afecta de forma exclusiva a mujeres jó-
También se ha descrito su presencia en pacientes con SIDA, venes en edad fértil; el hecho de que la enfermedad empeo-
sobre todo en niños. Las manifestaciones clínicas, radiográfi- re durante el embarazo, en el posparto y después de trata-
cas y funcionales respiratorias son las propias de las neumo- mientos con estrógenos, parece indicar que existen factores
patías intersticiales, si bien en la radiografía de tórax pueden hormonales en su patogenia. Las manifestaciones clínicas
apreciarse infiltrados alveolares o alveolointersticiales. El la- consisten en tos, disnea de esfuerzo, hemoptisis, neumotórax
vado broncoalveolar se caracteriza por linfocitosis. En los recurrente y derrame pleural quiloso. La hemoptisis es conse-
análisis sanguíneos se detecta disproteinemia en más del cuencia de la obstrucción de los vasos pulmonares; el derra-
75% de los casos, principalmente gammapatía policlonal, me quiloso, de la obstrucción de los vasos linfáticos, y el
aunque también se han descrito gammapatías monoclona- neumotórax, de la formación de quistes pulmonares. En ra-
les, así como hipogammaglobulinemia. El diagnóstico puede ras ocasiones se asocia a ascitis quilosa, quiluria, quiloperi-
realizarse por biopsia transbronquial, aunque en la mayoría cardio, quiloptisis y linfedema de las extremidades inferiores.
de los casos debe recurrirse a la biopsia pulmonar abierta. El La radiografía de tórax muestra infiltrados intersticiales con
tratamiento consiste en glucocorticoides e inmunodepreso- derrame pleural y aumento de tamaño de los campos pulmo-
res (véase Tratamiento). La evolución es variable: en algunos nares. En la TC se observan imágenes características, que
casos la enfermedad se resuelve tras el tratamiento, aunque consisten en quistes de paredes delgadas con infiltrados reti-
en general la evolución es hacia la fibrosis pulmonar e insufi- culonodulares. A diferencia de la mayoría de las enfermeda-
ciencia respiratoria. Se ha descrito la evolución a linfoma, des intersticiales, la exploración de la función respiratoria se
principalmente en los casos que cursan con hipogammaglo- caracteriza por un patrón ventilatorio obstructivo o mixto. El
bulinemia y se asocian al síndrome de Sjögren. lavado broncoalveolar no revela alteraciones destacables.
El diagnóstico puede establecerse por biopsia transbron-
quial, aunque por lo general debe practicarse biopsia pulmo-
Histiocitosis X nar abierta. Se han utilizado varios tipos de tratamiento, pero
actualmente se aconseja tratar a las pacientes con acetato de
La histiocitosis X pulmonar, también denominada granulo- medroxiprogesterona, a la dosis mensual de 400-800 mg por
ma eosinófilo del pulmón, se caracteriza, al igual que las en- vía intramuscular durante un año. Si no se observa mejoría,
fermedades de Letterer-Siwe y de Hand-Schüller-Christian, algunos autores recomiendan la ovariectomía bilateral. El
por la proliferación anómala de células de Langerhans. En la trasplante pulmonar constituye otra alternativa terapéutica
histiocitosis X, dicha proliferación causa una reacción de en los casos con mala evolución. Los glucocorticoides care-
tipo granulomatoso en el parénquima pulmonar. Es una en- cen de valor terapéutico. La mayoría de los casos evolucio-
fermedad de etiología desconocida, aunque algunos estudios nan a la insuficiencia respiratoria grave en 10 años, aunque
han sugerido el papel patogénico del tabaco, debido a que se ha observado mejoría o estabilización de la enfermedad
la enfermedad es rara en no fumadores y a que el pulmón de con el tratamiento antes citado, sobre todo en los casos con
los fumadores contiene más células de Langerhans que el quilotórax.
de aquéllos. La edad de presentación es entre los 20 y 40
años y la mitad de los pacientes están asintomáticos en las
fases iniciales. Es rara la presencia de acropaquía y de ester- Microlitiasis alveolar
tores crepitantes. En la radiografía de tórax se observan infil-
trados intersticiales con pequeños quistes aéreos que afectan Es una enfermedad rara de etiología desconocida, que se
los campos pulmonares superiores y medios, con conserva- caracteriza por el depósito en los alveolos de microlitos

806
ENFERMEDADES INTERSTICIALES DIFUSAS DEL PULMÓN

constituidos por calcio y fósforo, asociado o no a fibrosis pul- TABLA 5.54. Fármacos que pueden ocasionar enfermedad
monar. La edad de presentación es variable y se han descrito intersticial difusa del pulmón
casos que afectan a varios miembros de la misma familia. En
las primeras fases de la enfermedad, los pacientes están asin- Citostáticos
Bleomicina
tomáticos. Cuando los microlitos ocupan totalmente los es- Mitomicina C
pacios alveolares y/o se desarrolla fibrosis pulmonar, los pa- Busulfán
cientes presentan disnea, tos seca y estertores crepitantes y Metotrexato
acropaquía en la exploración física. La radiografía de tórax Ciclofosfamida
muestra alteraciones características, que consisten en opaci- Melfalán
dades micronodulillares difusas de densidad cálcica en los Procarbazina
lóbulos inferiores, que pueden formar conglomerados y bo- Carmustina
rrar la silueta cardíaca y el diafragma. Algunos casos pueden Clorambucilo
Arabinósido de citosina
cursar con infiltrados reticulares o reticulonodulillares. La TC Zinostatina
no aporta datos adicionales a la radiografía convencional, y Etopósido
el lavado broncoalveolar no muestra alteraciones significati- Antibióticos
vas. La exploración de la función respiratoria es normal en Nitrofurantoína
las fases iniciales de la enfermedad, pero cuando se asocia fi- Sulfasalazina
brosis pulmonar aparecen las alteraciones propias de las Antiinflamatorios
neumopatías intersticiales. No existe tratamiento eficaz. La Sales de oro
evolución es variable, ya que se han descrito tanto casos con Penicilamina
Fármacos cardiovasculares
evolución superior a los 30 años sin deterioro clínico y fun- Amiodarona
cional, como casos con evolución a la insuficiencia respira- Celiprolol
toria grave. Tocainida
Hormonales
Nilutamida
Proteinosis alveolar
Es una enfermedad de etiología desconocida caracteriza-
da por la acumulación en los alveolos de material acelular li- matorios. En la tabla 5.54 se indican los principales fármacos
poproteináceo PAS-positivo, como consecuencia de altera- responsables de neumopatía intersticial.
ciones en la síntesis y/o degradación del surfactante Los citostáticos constituyen el grupo farmacológico que
pulmonar. Existen tres formas de presentación clínica: a) con mayor frecuencia ocasiona neumopatía intersticial. En
asintomática con alteraciones radiográficas; b) insidiosa con los pacientes inmunodeprimidos, que suelen ser tratados
tos seca y disnea de esfuerzo, y c) de inicio agudo con fiebre con estos fármacos, es la causa del 20% de los infiltrados pul-
e infección pulmonar sobreañadida. Es rara la presencia de monares. El cuadro clínico se caracteriza por disnea progre-
estertores crepitantes y acropaquía. Los análisis sanguíneos siva, tos y en ocasiones fiebre, que aparecen a los pocos días
muestran aumento de la láctico-deshidrogenasa (LDH), que o semanas de la administración del fármaco. En la explora-
suele disminuir con el tratamiento y/o la resolución de la en- ción física se auscultan estertores; la acropaquía es infre-
fermedad. En la radiografía de tórax se observan infiltrados cuente. La radiografía de tórax se caracteriza por infiltrados
alveolares bilaterales con broncograma aéreo en campos intersticiales o alveolointersticiales difusos, aunque en las
pulmonares medios e inferiores, que en ocasiones adoptan fases iniciales de la enfermedad pueden ser localizados. El
la forma en alas de mariposa. La exploración de la función diagnóstico se establece por el antecedente de la administra-
respiratoria se caracteriza por las alteraciones propias de las ción del fármaco, el cuadro clínico y los resultados de la
enfermedades intersticiales. El diagnóstico puede realizarse biopsia transbronquial o abierta. La fórmula celular del la-
por el hallazgo de material lipoproteináceo PAS-positivo en vado broncoalveolar no presenta características definidas,
el lavado broncoalveolar y por biopsia transbronquial, aun- aunque en la mayoría de casos el cociente linfocitos T cola-
que en ocasiones debe practicarse biopsia pulmonar abierta. boradores/T supresores-citotóxicos está disminuido. La inci-
Existen formas secundarias de proteinosis alveolar, asocia- dencia de neumopatía intersticial por bleomicina es del 10%
das a enfermedades hematológicas (linfoma, leucosis), SIDA en pacientes que han recibido más de 450 U. La oxigenotera-
con neumonía por Pneumocystis carinii y silicosis (silicopro- pia es un factor agravante, por lo que se aconseja administrar
teinosis). Son frecuentes las infecciones secundarias por gér- O2 con la mínima fracción inspirada (FiO2) posible a los pa-
menes oportunistas, principalmente por Nocardia, debido a cientes tratados con este fármaco. En algunos casos la evolu-
la disminución de la función de los macrófagos alveolares. El ción es hacia fibrosis pulmonar. La mitomicina C puede oca-
tratamiento consiste en el lavado broncoalveolar masivo con sionar neumopatía intersticial, sobre todo cuando se
25-40 L de solución salina estéril, con el fin de eliminar el ma- administra junto con fluorouracilo y vinblastina. El busulfán
terial lipoproteico de los espacios alveolares. No deben tra- causa enfermedad intersticial después de 6-8 semanas de tra-
tarse todos los casos, sino sólo aquellos en los que la enfer- tamiento, aunque se han descrito casos después de más de
medad es progresiva. La periodicidad con que han de 40 meses. La enfermedad pulmonar puede desarrollarse des-
efectuarse los lavados depende de la evolución. Los gluco- pués de abandonar el tratamiento. La ciclofosfamida ocasio-
corticoides están contraindicados ya que aumentan el riesgo na neumopatía intersticial semanas después de su adminis-
de infección pulmonar. La evolución es variable. Algunos ca- tración, independientemente de la dosis. La enfermedad
sos se resuelven espontáneamente, otros presentan un curso puede evolucionar a la fibrosis pulmonar secundaria. El me-
estable con recurrencias, y otros evolucionan a la insuficien- totrexato causa neumonitis granulomatosa en el 5% de los
cia respiratoria grave. Es excepcional el desarrollo de fibrosis pacientes con artritis reumatoide tratados con este fármaco.
pulmonar secundaria. La forma de presentación es aguda o subaguda, sin relación
con la dosis o el tiempo de administración. La radiografía de
tórax puede mostrar adenopatías hiliares y derrame pleural
Enfermedades intersticiales producidas en el 10% de los casos. La evolución es hacia la curación al
por fármacos suprimir el fármaco. La carmustina puede causar enfermedad
intersticial en los pacientes tratados con dosis superiores a
Los fármacos pueden ocasionar neumopatía intersticial 1.500 mg/m2. Se caracteriza por afectar los lóbulos superiores
por su efecto tóxico directo sobre el parénquima pulmonar o y por su larga evolución, ya que puede permanecer asinto-
bien por el desarrollo de fenómenos inmunológicos y/o infla- mática durante largo tiempo. Otros citostáticos que pueden

807
NEUMOLOGÍA

ser responsables de enfermedad intersticial son arabinósido Alveolitis alérgicas extrínsecas*


de citosina, procarbazina, zinostatina y etopósido.
Los antibióticos rara vez causan neumopatía intersticial. La
nitrofurantoína produce dos tipos de neumopatía: aguda y Concepto. Las alveolitis alérgicas extrínsecas, también de-
crónica. La forma aguda se inicia entre 2 h y 7 días después nominadas neumonitis por hipersensibilidad, constituyen un
de instaurar el tratamiento, con fiebre, disnea y tos seca. Pue- grupo de enfermedades cuyo denominador común es la bron-
de cursar con eosinofilia periférica y derrame pleural. El la- quioloalveolitis, es decir, una reacción inflamatoria bronquio-
vado broncoalveolar muestra linfocitosis. Los síntomas mejo- lar, alveolar e intersticial, con acumulación en estas estructu-
ran al retirar el fármaco. La forma crónica, caracterizada por ras, de linfocitos, y presencia de macrófagos de tipo espumoso
síntomas similares a los de la fibrosis pulmonar idiopática, y escasos granulomas. Aunque una inflamación de este tipo
ocurre a los 6-12 meses del tratamiento. Aunque el cuadro puede ser secundaria al efecto adverso en el tejido pulmonar
clínico suele mejorar tras suspender la administración del producido por determinados fármacos, el término alveolitis
fármaco, en algunos casos evoluciona a la insuficiencia res- alérgica extrínseca suele restringirse a las manifestaciones clí-
piratoria grave. La neumopatía intersticial por sulfasalazina nicas producidas por inhalación de productos orgánicos.
tiene un inicio insidioso, al cabo de 1-8 meses de comenzar Dada la gran cantidad de productos de origen orgánico
el tratamiento. Son frecuentes la fiebre y la eosinofilia perifé- que el hombre puede inhalar, la lista de alveolitis alérgicas
rica. La sintomatología y los infiltrados pulmonares general- extrínsecas es cada día más extensa (tabla 5.55).
mente desaparecen al retirar el fármaco. Las lesiones histológicas son las ya mencionadas, es decir,
Las sales de oro, utilizadas para el tratamiento de la artritis infiltrados linfocitarios e histiocitarios en el intersticio y en el
reumatoide, causan enfermedad pulmonar intersticial varios alveolo, con formación de granulomas en el intersticio, me-
meses después de su administración. La radiografía de tórax nos numerosos y menos organizados que en la sarcoidosis.
revela infiltrados intersticiales en los campos pulmonares su- Asimismo, en ocasiones se comprueba afectación de la pa-
periores, hallazgo que permite distinguir la neumopatía por red bronquiolar, con eventuales lesiones cicatrizales que es-
sales de oro y la enfermedad intersticial asociada a la artritis trechan su luz, típicas de la bronquiolitis obliterante. En la
reumatoide, que afecta a los lóbulos inferiores. Cursa con eo- fase crónica se pueden observar lesiones con fibrosis intersti-
sinofilia periférica y linfocitosis en el lavado broncoalveolar. cial y/o signos de afección bronquial crónica, según la evolu-
La sintomatología y los infiltrados pulmonares suelen mejo- ción clínica que haya seguido el paciente.
rar al suprimir el fármaco, pero en ocasiones debe recurrirse
a la administración de glucocorticoides. Cuadro clínico. La forma aguda se presenta tras inhalación
La incidencia de neumopatía intersticial ocasionada por de cantidades importantes del agente causante de la enfer-
amiodarona es del 6%. Por lo general, ocurre cuando se ha medad. De forma característica se inicia unas horas después
administrado el fármaco en dosis superiores a 400 mg/día du- de la inhalación, en general 4-8 h, y consiste en una sensa-
rante 1 o 2 meses, pero se han descrito casos con dosis infe- ción de mal estado general, tos seca, disnea de grado varia-
riores. La radiografía de tórax muestra infiltrados intersticia- ble pero que puede llegar a ser muy intensa, fiebre que tam-
les o alveolointersticiales asimétricos que afectan de forma bién puede ser alta y, por último, dolor torácico presternal
predominante los lóbulos superiores. Puesto que muchos de en forma de tirantez, muy característico, aunque inconstan-
los pacientes tratados con este fármaco presentan insuficien- te. Se pueden auscultar estertores crepitantes, sobre todo en
cia cardíaca, la sintomatología y las alteraciones radiográfi- las bases. La radiografía de tórax revela un patrón miliar fino
cas pueden atribuirse erróneamente a fallo cardíaco. Algu- difuso, y en la exploración de la función pulmonar se com-
nos estudios indican que la gammagrafía pulmonar con 67Ga prueba un patrón restrictivo o bien mixto. La forma subaguda
permitiría distinguir ambas entidades clínicas. La fórmula ce- ocurre en general tras inhalaciones continuadas, pero no ma-
lular del lavado broncoalveolar no muestra características sivas, del agente causal (p. ej., en un cuidador de una sola
definidas, pero el cociente linfocitos T colaboradores/T su- ave). Los síntomas de este caso son astenia, mal estado gene-
presores citotóxicos está disminuido. El curso es variable, ral, pérdida de peso, que puede llegar a ser muy intensa, fe-
con resolución de la enfermedad después de suprimir el fár- brícula, tos en general seca, pero a menudo productiva, y
maco e instaurar tratamiento con glucocorticoides, aunque disnea de esfuerzo. Se auscultan estertores crepitantes biba-
no es infrecuente la evolución a la fibrosis pulmonar, con un sales y la radiografía de tórax revela un patrón intersticial, en
cuadro clínico indistinguible del de la fibrosis pulmonar idio- ocasiones miliar. En algunos casos, la radiografía es normal,
pática. debiéndose practicar una TC. Si tras la repetición de episo-
dios de agudización o de la forma subaguda continúa el con-
tacto con el antígeno causal, algunos casos evolucionan a la
Enfermedad intersticial por radioterapia forma crónica, caracterizada por un cuadro de fibrosis pul-
monar, o bien por una forma clínica con obstrucción al flujo
La radioterapia torácica, utilizada con fines terapéuticos aéreo y expectoración, es decir, con clínica de bronquitis
en linfomas, neoplasias bronquiales y mamarias, puede ser crónica.
causa de neumopatía intersticial difusa. Aunque la gravedad
de la enfermedad depende de la dosis de irradiación y de la Diagnóstico. Los datos analíticos son de muy poca ayuda:
extensión de tejido pulmonar irradiado, existen datos que eosinofilia en algunos casos y aumento de las gammaglobuli-
demuestran la presencia de idiosincrasia en su desarrollo, ya nas, en especial de la IgG. El diagnóstico debe basarse en
que se han descrito casos con dosis bajas de irradiación. El las pruebas inmunológicas. En primer lugar hay que practi-
cuadro clínico se caracteriza por dos estadios: uno inicial y car una prueba cutánea con inyección intradérmica de
agudo, a los 2 meses de concluir la irradiación, y otro tardío, una solución que contenga 1 g/100 mL de suero fisiológico
al cabo de 9 meses, con un intervalo entre ambos estadios. (0,01 g/mL) del extracto del antígeno sospechoso (p. ej., sue-
La fase aguda se caracteriza por tos seca persistente, fiebre, ro del ave en cuestión o de heno enmohecido en el caso del
disnea e infiltrados alveolointersticiales localizados en la pulmón del granjero). Se produce una pápula de 5 mm de
zona irradiada, que pueden extenderse a zonas próximas. En diámetro en el antebrazo y se efectúa la lectura a los 10-
los casos en los que se ha realizado irradiación de todo el pa- 15 min; ésta se considera positiva cuando el diámetro máxi-
rénquima pulmonar, puede aparecer insuficiencia respirato- mo de la induración es superior a 10 mm; a las 4-8 h se lleva
ria grave. El tratamiento con glucocorticoides es efectivo, so- a cabo la lectura semirretardada, según el mismo criterio de
bre todo en los casos con insuficiencia respiratoria grave. La positividad. La lectura semirretardada tiene menos valor que
fase tardía se caracteriza por el desarrollo de fibrosis pulmo-
nar secundaria, en la que el tratamiento con glucocorticoi-
des es absolutamente ineficaz. *F. Morell Brotad

808
ENFERMEDADES INTERSTICIALES DIFUSAS DEL PULMÓN

TABLA 5.55. Alveolitis alérgicas extrínsecas


Enfermedad Fuente de antígeno Antígeno
Pulmón del granjero Heno enmohecido Faeni rectivirgula, Thermoactinomyces
vulgaris y Aspergillus flavus y fumigatus
Pulmón del cuidador de aves Palomo, periquito, cotorra Proteínas séricas y excrementos
Pulmón del cultivador de setas Setas en cultivo T. vulgaris y M. faeni
Alveolitis por acondicionador de aire Acondicionadores, humidificadores Actinomicetos termófilos, bacterias
termotolerantes, proteínas de protozoos
Bagazosis Bagazo (caña de azúcar) T. vulgaris y T. sachari
Suberosis Corcho enmohecido Penicillium frequentans
Enfermedad de los descortezadores de arce Corteza de arce húmeda Cryptosoma corticale
Secuoiosis Serrín enmohecido Grafium y Pullularia pullulans
Enfermedad del polvo de la madera Ramin (Gonystylus bancanus) –
Pulmón de los trabajadores de la malta Cebada enmohecida, malta A. clavatus y fumigatus
Enfermedad de los tratantes con grano Trigo u otros cereales contaminados Sitophilus granarius
(enfermedad de los molineros)
Enfermedad de los trabajadores de la pulpa Pulpa enmohecida Alternaria
de la madera
Pulmón de los lavadores de queso Moho del queso Penicillium casei y Acarus siro
Pulmón de los trabajadores de harina Fábrica de harina de pescado Harina de pescado
de pescado
Pulmón de los trabajadores de café Grano de café Polvo de café
Pulmón de los peleteros Pieles de astracán y zorro Polvo de la piel
Pulmón por inhalación de polvo de hipófisis “Rapé” de hipófisis Hormona pituitaria
Enfermedad de los techos de paja Techo de paja Streptomyces olivaceus
de Nueva Guinea
Pulmón de los detergentes Detergentes enzimáticos Bacillus subtilis
Enfermedad de los cuarteadores Polvo de pimentón Mucor stolonifer
de pimentón (paprika)
Aerosol de agua contaminada Escape en maquinaria refrigerada por agua Seis hongos diferentes
Pulmón de los tomadores de sauna Agua de lago contaminado Pullularia
Pulmón de isocianato Espuma, adhesivos, pinturas Isocianato
Enfermedad cóptica Envolturas de las momias –
Pulmón de los cuidadores de roedores Ratas viejas Proteínas de la orina
Pulmón del nácar Conchas marinas, botones, perlas Proteínas
Espartosis (estipatosis) Esparto, escayolas de los yeseros –
Pulmón del limpiador de embutidos Embutidos enmohecidos Penicillium y Aspergillus
Alveolitis de verano de Japón Humedad interior Rhodotorula rubra

la inmediata, que es la que debe evaluarse de modo primor- dad de las alveolitis alérgicas extrínsecas retrogradan, persis-
dial. Con el mismo extracto, pero a la dilución correspon- tiendo en todo caso una ligera disfunción de las pequeñas
diente (como norma general 0,1 g/mL), se efectúa la deter- vías aéreas. Si bien el tratamiento con glucocorticoides alivia
minación de precipitinas por técnica de inmunodifusión o y acorta la fase aguda y ha mejorado la función pulmonar en
bien detección de anticuerpos por la técnica de ELISA, que muchos casos avanzados, hasta ahora no se ha podido de-
permite cuantificar la prueba. La determinación de precipiti- mostrar en estudios controlados su efecto beneficioso a largo
nas es muy sensible, como sucede con la prueba cutánea, plazo. Si el diagnóstico es tardío, el paciente puede estar ya
pero presenta mayor número de falsos positivos que ésta. en fase de fibrosis pulmonar o de bronquitis crónica, cuyo
En caso de duda o de negatividad de alguna de estas dos grado de disfunción puede llegar a ser grave e irreversible.
pruebas diagnósticas, se realiza la prueba de provocación, El tratamiento idóneo consiste en la supresión del contac-
que consiste en hacer inhalar al paciente el antígeno en to con el antígeno. En caso de no poder abandonar el con-
cuestión a la concentración inicial de 0,01 g/mL, que se repi- tacto con la fuente antigénica por motivos económicos o la-
te a 0,1 g/mL en caso de negatividad e, incluso, si es necesa- borales, se proveerá al paciente de una máscara protectora.
rio, se puede exponer al individuo directamente a la fuente Además, puede intentarse la administración de cromoglicato
antigénica. La prueba de inhalación es confirmativa del diag- disódico o nedocromilo de forma continuada, si bien su efi-
nóstico de alveolitis alérgica extrínseca. Asimismo, puede cacia no está aún comprobada, al igual que sucede con la
practicarse una fibrobroncoscopia con lavado broncoalveo- administración de glucocorticoides inhalados.
lar, que demostrará un aumento de linfocitos y mastocitos y
una disminución del cociente linfocitos T colaboradores/T
supresores-citotóxicos, por aumento de estos últimos. Bronquiolitis obliterante con neumonía
Diagnóstico diferencial. El único diagnóstico diferencial
organizada (neumonía organizada
que en la práctica se plantea con cierta urgencia es con la tu- criptogenética)*
berculosis miliar. Las cifras bajas de hematíes y hemoglobi-
na, junto con alteraciones en el recuento y la fórmula leuco-
citarios, la hipoalbuminemia y la hiponatremia apoyan el Concepto. Los bronquiolos o vías aéreas pulmonares más
diagnóstico de tuberculosis, mientras que la hipergammaglo- distales, considerados la zona de transición entre los conduc-
bulinemia va en favor de la alveolitis alérgica extrínseca. La tos aéreos y las zonas de intercambio gaseoso del pulmón, se
tinción para el bacilo tuberculoso en esputo, espontáneo o afectan de forma primaria o secundaria en numerosas situa-
inducido, la prueba de Mantoux, que a menudo es negativa ciones y pueden provocar trastornos fisiológicos.
en la alveolitis alérgica, y la práctica de la prueba cutánea in- Desde su primera descripción por el patólogo alemán LAN-
mediata frente al antígeno en cuestión ayudarán a la rápida GE en 1901, el término bronquiolitis obliterante ha sido utili-
diferenciación entre las dos entidades. zado indistintamente por patólogos y clínicos para definir

Pronóstico y tratamiento. Cuando el diagnóstico es precoz


y se evita el contacto con el antígeno, prácticamente la totali- *F. Morell Brotad

809
NEUMOLOGÍA

dos entidades absolutamente distintas: la bronquiolitis oblite- única lesión localizada. La TC proporciona ciertas ventajas
rante clásica con neumonía organizada (BOOP) y la bron- por su mayor definición en el diagnóstico por imagen de es-
quiolitis obliterante pura o constrictiva. tas lesiones. El funcionalismo pulmonar muestra un patrón
La bronquiolitis constrictiva (sin neumonía organizada) es restrictivo con afectación de la DLCO. La fórmula celular del
una entidad bien diferenciada tanto clínica como histológi- lavado broncoalveolar es inespecífica y muestra habitual-
camente de la BOOP. Afecta de forma predominante a pa- mente linfocitosis y/o neutrofilia con disminución del co-
cientes en edad pediátrica y es rara en los adultos. Se carac- ciente linfocitos T colaboradores/T supresores citotóxicos, al
teriza por la afectación de las pequeñas vías aéreas, con igual que la alveolitis alérgica extrínseca.
engrosamiento fibroso de la pared bronquiolar que conduce
a la obstrucción progresiva. La respuesta al tratamiento con Diagnóstico. El diagnóstico de la BOOP idiopática sólo
glucocorticoides suele ser insatisfactoria (véase Enfermeda- debe establecerse después de excluir todas las causas cono-
des obstructivas de las vías aéreas). cidas o de descartar las entidades bien definidas que pueden
La BOOP (también denominada neumonía organizada asociarse a lesiones histológicas propias de la BOOP. La
criptogenética), es una lesión histológica que aparece como biopsia transbronquial adecuada es suficiente para el diag-
respuesta inespecífica frente a múltiples agresiones pulmona- nóstico de BOOP idiopática ante un cuadro clínico, funcio-
res y que se caracteriza por la presencia en la luz de los bron- nal y radiológico compatible. En los pacientes gravemente
quiolos respiratorios, conductos alveolares y alveolos, de un afectados o en los que plantean serias dudas de diagnóstico
tejido fibroblástico de matriz mixoide que contiene una can- diferencial con entidades con pronóstico y tratamiento dis-
tidad variable de células inflamatorias. Aunque en muchos tintos, se puede recurrir a la biopsia pulmonar quirúrgica.
casos no es posible demostrar su etiología, en ocasiones se
relaciona con distintos factores como: inhalación de gases Pronóstico y tratamiento. Esta entidad presenta un pronós-
tóxicos, infecciones, asociada a conectivopatías, obstrucción tico relativamente benigno, con buena respuesta a los gluco-
proximal de las vías aéreas, inhalación de cocaína, asociada corticoides, sobre todo si se instauran con rapidez al inicio
a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, de la sintomatología. En algunos casos la enfermedad cursa
postirradiación, fármacos y trasplante pulmonar. Lesiones en brotes e incluso se han descrito casos con incidencia esta-
histológicas propias de la BOOP pueden también hallar- cional. La buena respuesta al tratamiento permite instau-
se como fenómeno acompañante en diversas enfermedades, rar una pauta terapéutica corta de 1-2 meses, con 40 mg o
como la infección por el virus de la influenza, la alveolitis 1 mg/kg/día de glucocorticoides, con reducción progresiva
alérgica extrínseca, la neumonía eosinófila crónica, la aspira- de la dosis. No es necesario mantener el tratamiento de
ción crónica, el absceso pulmonar, la enfermedad de Wege- modo prolongado. En el caso de presentarse un nuevo brote,
ner y el cuadro anatomopatológico inespecífico conocido se administra de nuevo un tratamiento corto. De esta for-
como lesión alveolar difusa organizada. ma se evitan los efectos secundarios de la administración
Aunque la BOOP fue descrita por primera vez por DAVID- prolongada de glucocorticoides.
SON en 1983 como neumonía organizada criptogenética
(NOC), EPLER, en 1985, caracterizó de forma definitiva la for-
ma idiopática de la bronquiolitis obliterante con neumonía Bibliografía especial
organizada como una entidad clinicopatológica de causa AGUSTÍ C, XAUBET A, ROCA J, AGUSTÍ AGN, RODRÍGUEZ-ROISÍN R. Interstitial
desconocida con rasgos propios y bien diferenciada de otras pulmonary fibrosis with and without associated collagen vascular
neumopatías intersticiales. La utilización indiscriminada de disease: Results of a two year follow-up. Thorax 1992; 47: 1.035-
ambas denominaciones, NOC y BOOP, ha generado cierta 1.040.
BARTTER T, IRWIN RS, NASH G, BALIKIAN JP, HOLLINGSWORTH HH. Idiopa-
confusión, dado que EPLER, para su diagnóstico, siempre dio thic bronchiolitis obliterans organizing pneumonia with periphe-
prioridad al hallazgo histológico de bronquiolitis, mientras ral infiltrates on chest roentgenogram. Arch Intern Med 1989; 149:
que actualmente muchos autores prefieren utilizar el término 273-279.
neumonía organizada criptogenética o idiopática, dado que CORDIER JF, LOIRE R, BRUCE J. Idopatic bronchiolitis obliterans organi-
la lesión más significativa es la neumonía organizada, en zing pneumonia. Chest 1989; 96: 999-1.004
ocasiones acompañada de bronquiolitis. Hasta 1985, esta en- EPPLER GR, COLBY TV, MCLOUD TC, CARRINGTON CB, GAENSLER EA. Bron-
tidad recibió múltiples denominaciones, dependiendo siem- chiolitis obliterans organizing pneumonia. N Engl J Med 1985; 312:
pre de la lesión histológica predominante, y en general se 152-158.
KOKKARINEN JI, TUKIAINEN HU, TERHO EO. Recovery of pulmonary func-
incluía en el grupo de las neumopatías intersticiales idiopá- tion in farmer’s lung. A five-year follow-up study. Am Rev Respir
ticas. Dis 1993; 147: 793-796.
MORELL F, CURULL V, ORRIOLS R, DE GRACIA J. Skin test in bird breader’s
Cuadro clínico. La forma de presentación es típicamente disease. Thorax 1986; 41: 538-541.
seudogripal y subaguda, con tos, fiebre, disnea y pérdida de MÜLLER NL, MILLER RR. Computed tomography of chronic diffuse infil-
peso; afecta a ambos sexos por igual y predomina entre la trative lung disease. Am Rev Respir Dis 1990; 142: 1.206-1.215,
quinta y la sexta décadas de la vida. En la exploración física 1.440-1.448.
destaca únicamente la presencia de crepitantes en la auscul- PANOS RJ, MORTENSON RL, NICCOLI SA, KING TE. Clinical deterioration in
patients with idiopathic pulmonary fibrosis: Causes and assess-
tación respiratoria. Los análisis de sangre periférica muestran ment. Am J Med 1990; 88: 396-404.
elevación de la VSG y moderada leucocitosis. La radiografía SULAVIK SB, FARMINGTON CT. The concept of organizing pneumonia.
de tórax revela, de forma característica, infiltrados periféricos Chest 1989; 96: 967-969.
alveolares cambiantes, con menor frecuencia en forma de XAUBET A, JORDANA M. Monografías clínicas en neumología. Fibrosis
patrón intersticial difuso y, excepcionalmente, como una pulmonar. Barcelona, Ediciones Doyma, 1991.

810
Enfermedades pulmonares profesionales provocadas
por la inhalación de polvo, gases, humos
y sustancias tóxicas
R. Rodríguez-Roisin

La mayoría de estas enfermedades se conocen con el laborales relacionadas con la minería en general y, en parti-
nombre de neumoconiosis, que se define como la acumula- cular, con las de carbón, plomo, mercurio y tungsteno, los
ción de polvo en el tejido pulmonar que provoca en éste una trabajos en canteras y la construcción en obras públicas,
reacción no neoplásica; se diferencia de la denominada en- muy desarrolladas durante el período 1950-1970, y los traba-
fermedad pulmonar profesional propiamente dicha en que jos relacionados con la industria siderometalúrgica y de la
en ésta no hay presencia de polvo en el interior del parénqui- cerámica. Una de las exposiciones más nocivas es la que su-
ma pulmonar y es secundaria a la inhalación de gases irritan- fren los trabajadores que emplean el chorro de arena en las
tes, humos, sustancias tóxicas y polvos que no se depositan. fundiciones para desincrustar las piezas metálicas o limpiar
Este último concepto, mucho más amplio, concuerda mejor las piezas de fundición.
con el criterio actual sobre estas enfermedades. Aunque de
forma sucinta, deben mencionarse los principales aspectos Patogenia. La silicosis es una enfermedad producida por el
relacionados con la penetración y el depósito de las partícu- depósito de partículas de sílice y las reacciones tisulares con-
las inhaladas en el aparato respiratorio, ya sea en forma sóli- siguientes. Este depósito se establece cuando los mecanis-
da (orgánica o inorgánica) o como gas, humo o vapor y su mos de aclaramiento broncoalveolar del polvo inhalado re-
ulterior aclaramiento (clearance). El 85% se elimina durante sultan insuficientes y/o ineficaces. De las diversas teorías
la fase espiratoria de la respiración, y sólo el 15% queda de- patogénicas invocadas, la inmunitaria es la más aceptada,
positado en el interior del tejido pulmonar. La eliminación aunque el mecanismo global no está totalmente esclarecido.
de las partículas inhaladas está regulada por las característi- Las partículas de sílice serían fagocitadas por los macrófagos
cas anatómicas del aparato respiratorio, el sistema mucoci- alveolares, los cuales, a su vez, se activarían y estimularían el
liar de transporte de partículas de las vías respiratorias, la ac- desplazamiento de otros macrófagos y células con potencial
ción de los macrófagos alveolares y el sistema linfático. La fibrogénico hacia la misma zona. Los macrófagos activados
penetración y el depósito de partículas guarda relación, a su liberarían diversos factores de crecimiento para los fibroblas-
vez, con varios factores dependientes de la modalidad del tos (p. ej., IL-1) que inducirían una reacción fibrosante. Asi-
depósito propiamente dicho (impactación, sedimentación, di- mismo, los macrófagos liberarían enzimas lisosómicas y radi-
fusión e interceptación), de la partícula en sí (número, tama- cales libres que dañarían el tejido pulmonar, contribuyendo
ño, comportamiento aerodinámico), del. patrón . ventilatorio, así al agravamiento de la fibrosis.
de las relaciones ventilación/perfusión (VA/Q), de las propie- La IL-1 liberada por los macrófagos activaría a los linfoci-
dades ambientales (humedad, temperatura), de la actividad tos T colaboradores que liberarían IL-2. Esta citocina, por un
laboral, de las características de la exposición, de la contami- mecanismo autocrino, estimularía la proliferación de dichos
nación atmosférica (urbana o industrial) y de las enfermeda- linfocitos y la liberación por éstos de factores quimiotácticos
des pulmonares preexistentes. y factores activadores de los macrófagos. La IL-2 también esti-
Según el tipo de partícula inhalada, las principales enfer- mularía a los linfocitos B, lo que explicaría que en el suero
medades pulmonares profesionales más frecuentes se clasifi- de estos pacientes con frecuencia se detecten niveles eleva-
can del siguiente modo. dos de IgG, IgM, anticuerpos antinucleares, factor reumatoi-
1. Por inhalación de polvos inorgánicos (minerales): sili- de e inmunocomplejos circulantes. La recurrencia de estos
cosis, neumoconiosis del minero del carbón y enfermedades fenómenos en forma repetida explicaría el hecho de que la
relacionadas con la exposición al asbesto (amianto). silicosis sea una enfermedad pulmonar profesional irreversi-
2. Por inhalación de gases irritantes, humos y sustancias blemente progresiva.
tóxicas en general.
3. Asma profesional (véase Asma bronquial). Anatomía patológica. Tras la exposición prolongada, las
4. Por inhalación de polvos orgánicos (véase Enfermeda- partículas de sílice tienden a depositarse en grandes cantida-
des intersticiales difusas del pulmón). des en los alveolos y, sobre todo, en los nódulos silicóticos,
que constituyen la lesión morfológica característica de esta
neumoconiosis. Dichos nódulos, de 2-3 mm de diámetro y
Enfermedades pulmonares profesionales por formados por capas de tejido colágeno dispuestas en bulbo
inhalación de polvo inorgánico (minerales) de cebolla, se distribuyen por todo el parénquima pulmonar,
sobre todo en los campos superiores y medios, y pueden cal-
cificarse. De este modo, las lesiones fibróticas desarrolladas
a partir de la acción de los macrófagos activados por el pol-
Silicosis vo inhalado progresan y, con el tiempo, pueden afectar bron-
La silicosis es una neumoconiosis caracterizada por fibro- quios, vasos y linfáticos. La progresión de las lesiones depen-
sis pulmonar difusa secundaria a la inhalación repetida de de de las características de la fuente de exposición y de la
polvo que contiene sílice en forma cristalina. Hasta hace po- agresividad de la actividad autoinmunitaria. Estos hallazgos
cos años, era una enfermedad frecuente debido a la gran corresponden a la denominada forma simple, que puede
cantidad de fuentes de exposición; hoy en día, su prevalen- evolucionar hacia la forma complicada, también conocida
cia ha disminuido. El riesgo silicógeno es muy elevado por como fibrosis masiva progresiva, caracterizada por masas fi-
cuanto la corteza terrestre está compuesta por sílice y silica- bróticas redondeadas acelulares, de bordes irregulares y diá-
tos minerales. La silicosis aparece cuando se respiran polvos metro variable (aunque en general superior a 10 mm) y de
que contienen sílice libre (SiO2), como el cuarzo, la arena y localización exclusivamente apical. Estas masas tienden a
el granito (60% de SiO2). En España destacan las actividades confluir en conglomerados cada vez mayores, cuyo aumento

811
NEUMOLOGÍA

provoca distorsiones y contracciones del tejido pulmonar cir-


cundante, por lo que pueden aparecer áreas enfisematosas
y/o bullas. En ocasiones, se cavitan centralmente por necro-
sis isquémica o caseificación tuberculosa. También se han
descrito otras lesiones silicóticas, con infiltración celular in-
tersticial generalizada, acumulaciones intralveolares de ma-
terial proteináceo PAS-positivo y escasos nódulos silicóticos
concomitantes. Esta forma, denominada silicoproteinosis, es
propia de exposiciones muy intensas, como las de los traba-
jadores que emplean el chorro de arena, y podría guardar
ciertas connotaciones patogénicas con la proteinosis alveo-
lar. El polvo inhalado también puede acumularse en los gan-
glios linfáticos intratorácicos, en especial en los hiliares, que
pueden hipertrofiarse y, por último, calcificarse. Asimismo,
suelen observarse fibrosis pleurales bilaterales asociadas a
las formas complicadas, que se localizan preferentemente
en las zonas superiores. La demostración de sílice en el pa-
rénquima pulmonar es signo de exposición, pero no de en-
fermedad. Fig. 5.58. Radiografía de tórax correspondiente a la forma simple
de silicosis.
Cuadro clínico. Si la exposición laboral es de corta dura-
ción pero muy intensa, como ocurre en la silicoproteinosis,
destaca la aparición de disnea progresiva en el plazo de unas
semanas o pocos meses. Si, por el contrario, la exposición es
poco intensa pero de larga duración, la enfermedad suele ser pre inferior a 10 mm, en número variable y localización difu-
bien tolerada y apenas se detectan síntomas. Tras varios años sa y bilateral, preferentemente en los lóbulos superiores y
de exposición (en general más de 10-20 años) aparecen tos medios (fig. 5.58). No obstante, este patrón radiográfico pue-
y/o expectoración. La disnea acostumbra, ser un síntoma tar- de ir precedido o acompañado de imágenes lineales irregu-
dío. Las formas de fibrosis masiva progresiva tienden a ser lares, en disposición reticular, entre las que se incluyen las lí-
mucho más sintomáticas que las simples. Es frecuente obser- neas de Kerley A y B. En el 20-25% de los casos, los nódulos
var hemoptisis repetidas de escasa cuantía. El tabaco y/o la se calcifican. En la silicoproteinosis el patrón radiográfico es
contaminación industrial y urbana pueden potenciar, en ma- de tipo alveolar, dispuesto en alas de mariposa, al igual que
yor o menor medida, todos los síntomas descritos. En la ex- en el edema pulmonar. Las formas complicadas se caracteri-
ploración física no se observan datos de particular interés, zan por grandes imágenes densas, de diámetro superior a
con excepción de la auscultación de roncus y/o sibilancias, 10 mm, bordes irregulares y aspecto seudotumoral. Estas ma-
según el grado de obstrucción al flujo respiratorio, y de ester- sas, localizadas en las áreas posteroapicales, suelen entre-
tores crepitantes posterobasales, inconstantes, variables en mezclarse con zonas de enfisema y bullas. En esta fase ya no
cuanto a presentación y más audibles en la mitad inicial de existe gran profusión de nódulos, puesto que las grandes ma-
la respiración. Al contrario que en la asbestosis, no suele ha- sas son el resultado de la progresiva coalición de aquéllos;
ber acropaquía. Los hallazgos semiológicos varían según la así, cuanto mayores son las condensaciones, se observan
concurrencia de algunas de las complicaciones. Al margen menos nódulos y aparecen más áreas de oligohemia e hiper-
de éstas, las infecciones respiratorias parecen tener una inci- insuflación pulmonar. Con el tiempo se registran nuevas ma-
dencia similar a la detectada en otras neumopatías crónicas sas tumorales que obedecen a la continua progresión de las
no ocupacionales, como, por ejemplo, la enfermedad pul- lesiones, que causan distorsiones de las estructuras pulmona-
monar obstructiva crónica (EPOC). En las pruebas biológicas res. Los ganglios hiliares mediastínicos suelen hipertrofiarse
pueden detectarse el aumento de la velocidad de sedimenta- en cualquiera de los estadios radiográficos de la silicosis, cal-
ción globular (VSG) y la positividad del factor reumatoide y cificación denominada en cáscara de huevo (eggshell).
de los anticuerpos antitisulares, sobre todo en las formas
complicadas. En líneas generales, las alteraciones fisiopato- Complicaciones. 1. Tuberculosis (silicotuberculosis). La sili-
lógicas pulmonares guardan cierta relación con el grado de cosis predispone claramente a la infección tuberculosa. De
extensión y profusión de las imágenes radiológicas pulmona- diagnóstico a menudo difícil, debe sospecharse siempre ante
res, de modo que las formas simples suelen asociarse a nor- la aparición de fiebre, empeoramiento del estado general,
malidad funcional, y las complicadas cursan con anomalías adelgazamiento progresivo, hemoptisis, signos biológicos
fundamentalmente ventilatorias. Sin embargo, pueden obser- inespecíficos (aumento de la VSG, leucocitosis) y/o exten-
varse notables disociaciones clinicorradiológicas y funciona- sión de las imágenes radiográficas pulmonares (no necesa-
les. El trastorno funcional más frecuente es la alteración ven- riamente sugestivas de infección tuberculosa). Resulta obli-
tilatoria variable, que puede ser obstructiva, restrictiva o gado investigar la presencia de bacilo de Koch en el esputo
mixta. En general, las formas complicadas suelen acompa- o en el broncoaspirado obtenido tras fibrobroncoscopia,
ñarse de trastornos ventilatorios mixtos, cuando no restricti- aunque el resultado pocas veces es positivo. En ocasiones,
vos, dependientes de la extensión de las lesiones fibróticas las infecciones pueden sobrevenir por micobacterias atípi-
subyacentes. Dado que el hábito tabáquico y la contamina- cas, como Mycobacterium kansasii.
ción industrial y urbana están muy extendidos, a menudo re- 2. Síndrome de Caplan. Se caracteriza por la triple asocia-
sulta difícil discernir cuál es el verdadero mecanismo causal ción de silicosis, factor reumatoide positivo e imágenes ra-
de la obstrucción al flujo respiratorio. En un porcentaje limi- diográficas redondeadas, de localización bilateral y periféri-
tado de casos, alrededor del 10-15%, la prueba broncodilata- ca, con diámetros entre 0,5 y 5 cm, que corresponden a
dora es positiva, lo que indica la presencia de hiperreactivi- nódulos fibróticos reumatoides. Su incidencia es del 2-6% en
dad bronquial asociada. En cuanto al intercambio gaseoso, la población neumoconiótica. La presencia de manifestacio-
pueden observarse reducciones de la capacidad de transfe- nes articulares reumatoides asociadas no es obligada para
rencia del monóxido de carbono (DLCO) e insuficiencia res- establecer el diagnóstico. Estos nódulos, que se suman a los
piratoria normocápnica o hipercápnica en los estadios más de la neumoconiosis subyacente, se diferencian de los de la
avanzados provocada por . .el desequilibrio más o menos ex- fibrosis masiva progresiva por presentar una zona central ne-
tenso de las relaciones VA/Q. En las formas simples la radiolo- crótica, separada del tejido colágeno circundante por una
gía revela imágenes nodulillares regulares, de diámetro siem- capa infiltrada de macrófagos y leucocitos polimorfonuclea-

812
ENFERMEDADES PULMONARES PROFESIONALES PROVOCADAS POR LA INHALACIÓN DE POLVO, GASES, HUMOS Y SUSTANCIAS TÓXICAS

res, con la típica conformación histológica reumatoide. Este rior del parénquima pulmonar, afecta exclusivamente a los
síndrome de naturaleza autoinmune, descrito originalmente individuos que trabajan en las minas de carbón. En España
por CAPLAN en trabajadores afectos de neumoconiosis del mi- se desconoce su incidencia, ya que en la práctica no se esta-
nero del carbón en el sur de Gales (Reino Unido), es en la blecen diferencias con la silicosis. Si los terrenos donde
actualidad extensivo a cualquier enfermedad pulmonar pro- asientan las minas de carbón contienen sílice, esta neumoco-
fesional por inhalación de polvos inorgánicos y se considera niosis puede estar asociada a silicosis. Las minas que entra-
que representa la hiperreactividad del tejido pulmonar de los ñan el riesgo de provocar esta neumoconiosis son las de an-
individuos previamente afectos de artritis reumatoide. En tracita y hulla. Esta modalidad de enfermedad pulmonar
ocasiones, los antecedentes ocupacionales son discretos o, profesional, que en su presentación más simple suele cursar
incluso, inexistentes. Desde el punto de vista evolutivo, debe de forma asintomática, presenta las mismas características
señalarse que las opacidades pueden detectarse antes, du- patogénicas que la silicosis. Al igual que en las demás neu-
rante o después de la aparición de las manifestaciones artríti- moconiosis inorgánicas, las lesiones de fibrosis pulmonar
cas. Radiográficamente, los nódulos reumatoides aparecen son secundarias a la acción de los macrófagos que han fago-
con rapidez y agrupados, tienden a localizarse en la periferia citado el polvo inorgánico; por tanto, no están determinadas
del parénquima pulmonar y suelen asociarse a imágenes ra- por la acción directa de éste ni de sus derivados. El polvo de
diográficas discretas; estos nódulos, con tendencia a cavitar- carbón se va depositando progresivamente en las paredes al-
se y calcificarse, pueden diferenciarse de los de la fibrosis veolares, sobre todo en las apicales, donde es absorbido por
masiva progresiva por ser más anchos e irregulares, aparecer los macrófagos, lo cual provoca fibrosis local. Estas lesiones,
en un estadio más avanzado de la enfermedad pulmonar propias de la forma simple, pueden evolucionar hacia las de
profesional y localizarse en las zonas apicales; a veces pue- forma complicada por la mera persistencia de la exposición,
den involucionar hasta su desaparición. No suelen acompa- que reúne conglomerados de haces de tejido colágeno hiali-
ñarse de derrame pleural. El diagnóstico diferencial debe nizado dispuestos en forma de grandes cicatrices fibrosas
plantearse con las imágenes propias de las metástasis pulmo- con una zona central necrótica.
nares carcinomatosas. No existe correlación entre la grave-
dad de las lesiones artríticas y las alteraciones radiográficas. Enfermedades pulmonares secundarias a la exposición
3. Insuficiencia respiratoria, con hipercapnia o sin ella, e hi-
pertensión pulmonar secundaria. al asbesto (amianto)
4. Esclerodermia. No hay acuerdo sobre la existencia de Las afecciones respiratorias relacionadas con la inhala-
una mayor incidencia de esclerodermia entre los portadores ción de amianto pueden agruparse de la siguiente forma: a)
de silicosis. En caso de concurrencia, junto a las imágenes asbestosis pulmonar; b) lesiones pleurales (placas hialinas, fi-
radiográficas pulmonares típicas se observan las lesiones cu- brosis y derrames); c) atelectasia redonda; d) mesotelioma
táneas y la afección multivisceral propia de esta colagenosis. maligno difuso pleural, y e) carcinoma broncopulmonar. El
5. Hipertrofias ganglionares mediastínicas. No son exclusi- término asbesto (amianto) incluye un conjunto de minerales
vamente hiliares y pueden causar compresiones locales do- fibrosos metamórficos (silicatos) caracterizados sobre todo
lorosas (disfagia) y parálisis diafragmática por afección del por su indestructibilidad y elevado punto de fusión. Los mi-
nervio frénico. En la silicosis no se observa predisposición al nerales asbestinos se subdividen en dos grandes grupos: las
desarrollo de neoplasias pulmonares. serpentinas, cuyo máximo exponente es el crisotilo (también
conocido como asbesto blanco), y los anfíboles (ricos en
Diagnóstico diferencial. Es fácil establecer el diagnóstico magnesio), entre los que destacan la crocidolita (o asbesto
cuando se conoce el antecedente profesional de exposición azul) y la amosita. La importancia epidemiológica actual del
en pacientes que presentan las imágenes radiográficas indi- asbesto obedece a la multiplicidad de las fuentes de exposi-
cadas. Si aquél es poco o nada evidente, el diagnóstico dife- ción derivada de sus numerosas aplicaciones. Existen dos ti-
rencial debe plantearse con las siguientes entidades: otras pos de exposición: la industrial o laboral y la no industrial.
neumoconiosis inorgánicas, en particular la neumoconiosis La primera puede ser propiamente ocupacional, por la mani-
del minero del carbón y la asbestosis, linfangitis carcinoma- pulación directa del mineral, o paraocupacional, es decir,
tosa, sarcoidosis, fibrosis pulmonar idiopática, escleroder- por contigüidad al ser manipulado por otros individuos en el
mia, histiocitosis, neoplasias pulmonares en general y algu- mismo lugar de trabajo. La segunda puede ser, a su vez, do-
nas formas avanzadas de tuberculosis (TBC) pulmonar. La méstica, por inhalación de las fibras en la propia vivienda
hipertrofia ganglionar hiliar calcificada es muy característica, tras ser transportadas en la ropa o en el cabello desde el sitio
en particular cuando es múltiple y de localización bilateral, de exposición por uno de sus miembros, urbana o industrial
pero no patognomónica, ya que también se ha descrito en la y por ingesta de diversos productos (líquidos o sólidos) que
sarcoidosis y la histoplasmosis (calcificaciones en cáscara de contengan el mineral. Estas características epidemiológicas
huevo o eggshell). comportan que el asbesto se considere una sustancia con un
potencial patogénico limitado. Se ha discutido mucho en tor-
Tratamiento. No se dispone de tratamiento para esta enfer- no al peligro ambiental del asbesto; sin embargo, los estu-
medad. La prevención es la única alternativa potencialmente dios practicados hasta la actualidad no permiten establecer
eficaz y sólo en la medida en que, al cesar la exposición al conclusiones definitivas y se mantienen las naturales reser-
agente causal, se interrumpa la progresión de las lesiones de vas respecto a cualquier información publicada. En la Comu-
la enfermedad pulmonar profesional. Sin embargo, años des- nidad Europea, los EE.UU. y Canadá su empleo industrial
pués de suspender la exposición, la enfermedad puede se- está prácticamente abolido, dada la actual normativa higieni-
guir evolucionando de forma irreversible. En el supuesto de coindustrial tan restringida.
que surjan complicaciones, el tratamiento se dirigirá a paliar
en lo posible los diversos síntomas. La infección tuberculosa Asbestosis pulmonar
obliga a instaurar medicación triple, cuando no cuádruple, Es la única neumoconiosis propiamente dicha que se pro-
sin necesidad de la identificación previa del bacilo. Si se han duce por la exposición al asbesto. Se caracteriza por la fi-
de administrar glucocorticoides para contrarrestar los efec- brosis pulmonar que se extiende hasta la pleura visceral y
tos de la obstrucción al flujo respiratorio, los pacientes silicó- respeta la hoja parietal. Si la exposición es muy intensa pue-
ticos deben ser protegidos con hidrazidas. de aparecer al cabo de pocos años, aunque por lo general
se desarrolla entre los 10 y los 15 años. En ocasiones, el fac-
tor clave no es el número de años de exposición directa
Neumoconiosis del minero del carbón sino el tiempo transcurrido desde la primera exposición
La neumoconiosis del minero del carbón, secundaria al de- (tiempo de latencia). Suele acompañarse de lesiones pleu-
pósito de grandes cantidades de polvo de carbón en el inte- rales. La asbestosis pulmonar puede considerarse como la

813
NEUMOLOGÍA

segunda neumoconiosis en importancia después de la sili-


cosis.

Anatomía patológica. Las lesiones microscópicas son simi-


lares a las de la fibrosis pulmonar idiopática o secundaria.
Hay engrosamiento de la pared alveolar de carácter fibroso
y/o descamación de diversos componentes celulares en la
luz alveolar, asociados siempre a la presencia de cuerpos de
asbesto y, en contadas ocasiones, de fibras de asbesto de
muy difícil visualización microscópica. También se observa
fibrosis peribronquial en los estadios iniciales. Los cuerpos
de asbesto, cuya presencia puede demostrarse en esputo,
broncoaspirado, lavado broncoalveolar o tejido pulmonar o
pleural, no constituyen un signo de enfermedad sino de ex-
posición presente o pasada. No son exclusivos de la inhala-
ción de asbesto, ya que también se han identificado tras ex-
posición al talco (otro silicato que puede originar una
neumoconiosis denominada talcosis) y a otros elementos mi-
nerales fibrosos. Constan de un núcleo central de naturaleza
fibrosa (que puede ser asbesto, carbón, talco o fibra de vi-
drio) rodeado de material mucopolisacárido con apetencia
férrica (por lo que se los denomina cuerpo ferruginoso). Su
existencia y número dependen de la intensidad y la duración Fig. 5.59. Radiografía de tórax en un caso de asbestosis pulmonar.
de la exposición, por un lado, y de la capacidad de absor-
ción del parénquima pulmonar, por otro. La fibra de asbesto
penetra profundamente en el aparato respiratorio atendien- La tomografía computarizada (TC) torácica es útil para valo-
do a sus propiedades fisicoquímicas, y su demostración re- rar con mayor detalle el grado de extensión de las lesiones
quiere técnicas especiales para caracterizar las diversas va- pleurales fibróticas y/o calcificadas asociadas y puede com-
riedades mineralógicas que la componen (microscopia plementar las limitaciones de la radiografía de tórax conven-
electrónica de barrido). El macrófago es el elemento clave cional, pero carece de interés especial en la valoración del
en la respuesta celular del huésped frente a la agresión de la grado de extensión de la afección parenquimatosa pulmonar.
fibra de asbesto. Aunque esta célula fagocita las fibras cortas La mayor utilidad de la gammagrafía pulmonar con 67Ga, que
y las elimina de las vías respiratorias terminales, no es capaz cuantificaría el grado de alveolitis, tiene poca especificidad.
de cercar y transportar las fibras largas. Son precisamente es- En cuanto a la función pulmonar, destaca una alteración ven-
tas fibras largas las que parecen desempeñar un papel capi- tilatoria restrictiva a la que se asocia una reducción de la
tal en la patogenia de la enfermedad, que, por otra parte, es DLCO. En la actualidad se acepta la presencia de un trastorno
poco conocida. La fagocitosis incompleta de estas fibras con- ventilatorio obstructivo.
duciría a la liberación de enzimas lisosómicas y factores fi-
brogénicos a partir de los macrófagos. Complicaciones. 1. Insuficiencia respiratoria no hipercápnica
crónica y cor pulmonale. No son habituales y suelen apare-
Cuadro clínico. La sintomatología suele ser escasa y poco cer sólo tras muchos años de progresión de las lesiones as-
específica. El dato clínico más relevante es la disnea, inicial- bestósicas.
mente de esfuerzo y, en estadios más avanzados, de reposo. 2. Neoplasia broncopulmonar. El efecto carcinogénico de
La tos suele ser seca, aunque si coexiste hábito tabáquico se la asociación sinérgica asbesto-tabaco determina la elevada
vuelve productiva. La acropaquía, que puede estar presente prevalencia de carcinoma broncopulmonar en los trabaja-
en el 50% de los casos, es un signo específico propio de nu- dores del asbesto que son fumadores, en especial entre los
merosas enfermedades intersticiales difusas pulmonares. Por portadores de asbestosis pulmonar, prevalencia que resulta
el contrario, los estertores bilaterales teleinspiratorios, que no espectacular si se compara con la de otras poblaciones labo-
se modifican con la tos ni con los movimientos respiratorios rales. Estas neoplasias, que suelen ser adenocarcinomas, car-
profundos, representan el signo clínico más característico; su cinomas de células pequeñas o carcinomas escamosos,
localización posterobasal, en particular subaxilar, es típica y asientan por lo común en las regiones basales o periféricas,
se detecta en más del 70% de los pacientes. En los exámenes con abundante fibrosis, lo que puede dificultar su detección
biológicos no existen datos anormales destacables. Tal vez el radiográfica y broncoscópica. La aparición súbita de acropa-
hecho más llamativo sea la presencia de cuerpos de asbesto quía en un individuo expuesto al amianto o afecto de asbes-
en el esputo emitido de manera espontánea, signo de exposi- tosis o la presencia de células malignas atípicas en el esputo
ción, pero no de enfermedad. Radiográficamente cabe desta- o en el broncoaspirado son signos prácticamente inequívo-
car la existencia de imágenes lineales irregulares, localizadas cos de neoplasia pulmonar.
con preferencia en los campos inferiores (fig. 5.59). A medida 3. Mesotelioma maligno peritoneal. De menor prevalencia
que la enfermedad pulmonar progresa, estas imágenes se en- que la variedad pleural, tendería a asociarse a la asbestosis
sanchan y extienden hacia los campos medios, respetando pulmonar, a diferencia del de localización pleural, que suele
los lóbulos superiores; en ocasiones, las lesiones radiográficas presentarse de forma aislada.
se asocian a imágenes quísticas, aunque el pulmón en panal 4. Síndrome de Caplan. Reúne las mismas características
es en general poco frecuente. Este patrón intersticial suele ser clínicas y radiográficas descritas en la silicosis y es muy poco
el habitual y guarda buena correlación con las alteraciones frecuente. A diferencia de la silicosis, en la asbestosis no hay
funcionales pulmonares. El desflecamiento de la silueta cardía- tendencia a la infección tuberculosa.
ca (imagen en puerco espín), que puede observarse en esta-
dios avanzados, se atribuye a la fibrosis de la pleura mediastí- Diagnóstico diferencial. El diagnóstico es fácil si se combi-
nica y del tejido pulmonar circundante. Un dato característi- nan adecuadamente los antecedentes ocupacionales y las al-
co de la asbestosis es la frecuente asociación de lesiones teraciones radiográficas, en especial cuando éstas incluyen
pleurales, en forma de engrosamiento de la hoja parietal, con imágenes pleurales. El diagnóstico de presunción se basa en
calcificaciones o sin ellas, relacionadas también con la expo- los siguientes criterios: a) antecedentes conocidos de exposi-
sición al asbesto. Estas últimas son diferentes de las observa- ción; b) radiografía de tórax con imágenes intersticiales irre-
das en la silicosis y se deben a la presencia de placas hialinas. gulares difusas, y c) exclusión de toda enfermedad cardio-

814
ENFERMEDADES PULMONARES PROFESIONALES PROVOCADAS POR LA INHALACIÓN DE POLVO, GASES, HUMOS Y SUSTANCIAS TÓXICAS

pulmonar que pueda cursar con estas alteraciones radiográfi- ta, que reflejaría el arqueamiento vascular y bronquial con-
cas. La presencia de estertores y la reducción de la capaci- vergente situado en el polo inferior del nódulo. Este signo no
dad vital y/o de la DLCO son datos orientativos, pero no obli- es exclusivo de este síndrome, puesto que puede observarse
gados. también en el carcinoma pulmonar con extensión hiliar,
malformaciones arteriovenosas y quistes broncógenos. En
Tratamiento. No existe tratamiento alguno, con excepción cuanto a la anatomía patológica, se trata de un repliegue con
del uso de medidas de tipo sintomático. Lo más eficaz, como invaginación pleural visceral, con adherencias y fibrosis, y
siempre, es la aplicación rigurosa de medidas preventivas presencia de vasos escleróticos. Se especula que podría ser
que impidan el desarrollo de las lesiones neumoconióticas. consecuencia de la compresión sobre el parénquima pulmo-
nar, secundaria al derrame pleural original, o de la fibrosis
Lesiones pleurales retráctil pleural que replegaría la pleura visceral. Este tipo de
Incluyen placas hialinas, fibrosis y derrames pleurales, que atelectasia cursa de forma asintomática y su evolución es be-
pueden aparecer de forma aislada o combinada y asociarse nigna, por lo que se desaconseja totalmente su extirpación
a la asbestosis pulmonar. quirúrgica o la práctica de una biopsia pulmonar para confir-
Las placas hialinas están formadas por haces filamentosos mación diagnóstica. El interés clínico de este síndrome radi-
colagenóticos de disposición paralela que contienen algunos ca en ser una causa infrecuente de nódulo pulmonar solita-
fibroblastos y otras células. Están recubiertas por una capa rio y, en consecuencia, confundirse fácilmente con una
de células mesoteliales y pueden calcificarse en su núcleo neoplasia pulmonar.
central. No contienen cuerpos ferruginosos, pero de forma
esporádica se han observado fibras de asbesto. Se localizan Mesotelioma maligno difuso de la pleura
en ambas hojas pleurales, con preferencia en la parietal, y Se caracteriza por un tiempo prolongado de latencia,
tienden a ubicarse en las áreas con respaldo óseo subyacen- siempre superior a los 20-25 años, extraordinaria agresividad
te, como las costillas y, sobre todo, a la altura del diafragma clínica, gran dificultad diagnóstica y posibilidades terapéuti-
y el pericardio. Requieren un tiempo prolongado de latencia, cas muy limitadas (véase Enfermedades de la pleura).
casi nunca inferior a los 20-25 años, y cursan de forma asinto-
mática. Desde el punto de vista patogénico, se consideran el Otras enfermedades profesionales por inhalación
resultado de la irritación mecánica de las hojas pleurales por de polvo inorgánico
parte de las fibras de asbesto que, tras ser inhaladas, alcanza- Otras enfermedades pulmonares profesionales que pue-
rían las zonas más periféricas del tejido pulmonar. En conse- den incluirse en este apartado de neumoconiosis por inhala-
cuencia, representan más un signo de exposición que de en- ción de material inorgánico son todas las silicatosis (neumo-
fermedad. En las radiografías, las placas no calcificadas son coniosis provocada por silicatos), como la talcosis, las
de muy difícil observación y resulta prácticamente imposible neumoconiosis debidas a la exposición a polvo de mica,
diferenciarlas de las fibrosis pleurales localizadas. Una vez caolín o tierra de diatomeas. En general, son menos agresi-
calcificadas, las placas de localización pericostal se visuali- vas que la silicosis y la asbestosis.
zan con facilidad y remedan gotas de cera o adoptan una for-
ma muy típica en semiluna, cuando se disponen sobre una o
ambas cúpulas diafragmáticas. La presencia de estas imáge- Enfermedades pulmonares profesionales
nes tan típicas, sin datos asociados de exposición al asbesto, por inhalación de gases irritantes, humos
no indica necesariamente que ésta haya existido. La talcosis,
las enfermedades pleurales residuales, la variante CRST de la y sustancias tóxicas en general
esclerodermia, las calcificaciones ganglionares de la enfer-
medad de Hodgkin posradioterapia y las neumonías por as- Este apartado incluye una amplia gama de enfermedades,
piración de material oleoso deben tenerse en cuenta en el en general de carácter agudo, aunque algunas de ellas,
diagnóstico diferencial. No requieren tratamiento. como la beriliosis, pueden ser también de presentación cró-
La fibrosis pleural, de presentación unilateral o bilateral y nica. Las sustancias responsables de estas enfermedades
por lo general extensa (aunque también puede ser localiza- pueden clasificarse en dos grandes grupos: a) gases irritantes
da), está producida por la colagenización del tejido conjunti- y sustancias sensibilizantes y b) metales.
vo pleural subyacente y afecta ambas hojas pleurales, en par-
ticular la parietal. Pueden localizarse en cualquier área de la Enfermedades por gases irritantes y sustancias
pleura. A veces contiene cuerpos ferruginosos y/o fibras de
asbesto. Cursa de forma asintomática o se acompaña de tora- sensibilizantes
calgias, disnea variable o, según la extensión de las lesiones, El lugar de acción de estos agentes está determinado fun-
retracciones de la caja torácica. No existe más tratamiento damentalmente por su solubilidad, de forma que los elemen-
que la pleurectomía en casos de afección local extensa. tos menos solubles, como el amoníaco, actúan de forma pre-
El derrame pleural suele ocurrir durante los primeros años dominante sobre las vías respiratorias superiores, mientras
de la exposición. No presenta características especiales. Pue- que los más solubles (óxido nitroso) penetran en mayor pro-
de cursar de forma sintomática o asintomática, tener una fundidad y son causa de bronquiolitis y/o edema pulmonar.
presentación caprichosa y aguda o insidiosa y repetida, y ser Existe un elevado número de sustancias sensibilizantes que
de localización unilateral o bilateral. Como secuela, puede pueden causar problemas respiratorios al ser inhaladas, casi
dejar fibrosis pleural. Se sospecha que podría representar un siempre de forma fortuita o accidental y tras un corto perío-
primer estadio del desarrollo de mesoteliomas malignos difu- do de exposición (tabla 5.56). Los efectos inmediatos (agu-
sos pleurales. En ocasiones puede contener cuerpos de as- dos) suelen consistir en traqueítis, bronquitis y bronquiolitis
besto (véase Enfermedades de la pleura). aguda y/o edema pulmonar de reversibilidad y pronóstico
variables e impredecibles; las consecuencias a largo plazo
Atelectasia redonda (síndrome de Blesovsky) (crónicas) son menos conocidas y, cuando aparecen, se ca-
Aunque la exposición al asbesto representa la causa más racterizan por un cuadro obstructivo difuso de las vías respi-
frecuente, cualquier reacción pleural inflamatoria con derra- ratorias. La inhalación de humos procedentes de materiales
me pleural acompañante, sobre todo de origen tuberculoso, diversos resultantes de la combustión en incendios puede
puede ser el origen de este síndrome. Consiste en un nódulo causar cuadros pulmonares variables (asfixia, edema pulmo-
subpleural periférico, bien delimitado, preferentemente si- nar, broncospasmo, bronquiolitis, intoxicación por monóxi-
tuado en la língula, que puede acompañarse de discreto de- do de carbono) dependientes de su composición fisicoquí-
rrame pleural. La tomografía pulmonar convencional y la TC mica. Algunos pueden provocar incluso lesiones obstructivas
torácica muestran el signo característico de la cola de come- residuales de la vía respiratoria principal. La exposición agu-

815
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.56. Lugar de acción y efectos principales de algunos gases irritantes y sustancias tóxicas
Efectos agudos
Agente causal Efectos crónicos
Vías aéreas superiores Vías aéreas inferiores Alveolos
Cloruro +++ +++ ++ Poco conocidos o escasos
Fosgeno + ++ +++ Poco conocidos o escasos
Amoníaco +++ +++ ++ Desconocidos
Dióxido de sulfuro +++ ++ + Desconocidos
Ozono ++ ++ + Desconocidos
Óxido nitroso ± + +++ Obstrucción de las vías aéreas
Diisocianato de tolueno ++ ++ - Obstrucción de las vías aéreas

da y masiva al óxido nitroso, observada a veces tras el alma- tendida, es de carácter sistémico y pluriorgánico y de difícil
cenamiento de grano en los silos, se denomina enfermedad diagnóstico diferencial con la sarcoidosis.
de los ensiladores. En este grupo podrían incluirse algunos
casos de asma ocupacional, como la debida a exposición al Bibliografía especial
diisocianato de tolueno, o urbana, como la inhalación de BEKCLAKE MR. Asbestos-related diseases of the lung and other organs:
soja (epidemias de Barcelona). Their epidemiology and implications for clinical practice. Am Rev
Respir Dis 1976; 114: 187-227.
DAVIS GS, CALHOUN WJ. Occupational and environmental causes of in-
Enfermedad por humos de metales terstitial lung disease. En: SCHWARZ MI, KING TE (eds). Interstitial
Entre ellas cabe destacar la bauxitosis, la estannosis y la lung disease. San Luis, Mosby Year Book, 1993; 179-230.
beriliosis secundarias, respectivamente, a la inhalación de DICKIE HA. Asbestos and silice: their multiple effects on the lung. Dis-
A- Month 1982; 3-79.
humos producidos por la manipulación industrial de bauxi- MOSSMAN BT, GEE JB. Asbestos-related diseases. N Engl J Med 1989;
ta, estaño y berilio. La beriliosis adopta dos formas de presen- 320: 1.721-1.730.
tación clínica: la aguda, a veces muy grave, es infrecuente y PARKES WR. Occupational lung disorders. Londres, Butterworths,
cursa con edema pulmonar, y la crónica, más conocida y ex- 1993.

Manifestaciones pulmonares de las enfermedades


sistémicas
C. Picado Vallés y C. Agustí García-Navarro

Este capítulo trata sobre las manifestaciones pulmonares TABLA 5.57 Manifestaciones pulmonares de la artritis reumatoide
de un grupo heterogéneo de enfermedades que suelen afec- Pleuresía
tar órganos extratorácicos y que pueden ocasionar diversas Nódulos pulmonares
enfermedades en la pleura, las vías aéreas, el parénquima Enfermedad pulmonar intersticial
pulmonar, los vasos y la pared torácica. Hipertensión pulmonar
Las alteraciones de las estructuras del aparato respiratorio Bronquiolitis obliterante
pueden deberse a la afección directa de éste por la enferme- Bronquiolitis obliterante con neumonía organizada
dad. En otras ocasiones, los trastornos pulmonares son una Erosiones costales
Otras complicaciones
consecuencia indirecta de la enfermedad y pueden interpre- Bronquitis crónica
tarse como complicaciones respiratorias. En algunos casos, Bronquiectasias
éstas se deben a los fármacos empleados en el tratamiento Empiema
de la enfermedad, los cuales pueden afectar con relativa fre- Amiloidosis
cuencia el pulmón. Enfermedad pulmonar por fármacos (sales de oro,
d-penicilamina, ciclofosfamida y metotrexato)

Artritis reumatoide
En la tabla 5.57 se resumen las manifestaciones y compli- exploración radiológica; en otros casos cursa con dolor torá-
caciones pulmonares de la artritis reumatoide (AR). cico, asociado a veces a disnea. El derrame suele ser de es-
casa o moderada cuantía y sólo de forma excepcional es ma-
sivo. La toracocentesis suele mostrar un líquido amarillento,
Pleuresía reumatoide que bioquímicamente se comporta como un exudado con
La afección pleural es la complicación más frecuente de proteínas y láctico-deshidrogenasa (LDH) elevadas. La gluco-
la AR. En las necropsias, la fibrosis y el derrame pleural se sa en el líquido pleural es en general baja; en el 80% de los
encuentran con gran frecuencia (50%). Sin embargo, sólo el casos su concentración es inferior a 50 mg/dL (2,7 mmol/L).
5% de los pacientes presentan síntomas clínicos. La mayoría Diversos estudios han demostrado que este hecho se debe a
de los casos se dan en varones mayores de 45 años y des- un bloqueo en el transporte de la glucosa desde la sangre al
pués de varios años de evolución de la enfermedad; no obs- espacio pleural. El pH suele ser también bajo (inferior a
tante, la afección pleural puede, en casos excepcionales, 7,30). El número de células observadas en el líquido es varia-
producirse incluso antes de que aparezcan las clásicas mani- ble, con predominio de las polimorfonucleares en los derra-
festaciones de la AR. La pleuresía puede presentarse acom- mes recientes y los linfocitos en los cronificados.
pañada de pericarditis. La enfermedad pleural es en oca- En el derrame pueden encontrarse leucocitos con cuerpos
siones asintomática y se descubre en el curso de una de inclusión (ragocitos). El factor reumatoide del líquido

816
MANIFESTACIONES PULMONARES DE LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS

pleural suele estar elevado. No obstante, ni la glucosa baja ni empleados en el estudio del pulmón de los pacientes afectos
los ragocitos o el factor reumatoide son pruebas diagnósticas de la enfermedad. Mediante biopsia pulmonar se han halla-
definitivas, ya que también pueden encontrarse en otros ti- do lesiones histológicas de neumonía intersticial hasta en el
pos de derrames (tuberculosos, neoplásicos), por lo que ha- 25% de las AR. Estas alteraciones microscópicas pueden va-
bitualmente el diagnóstico de pleuresía reumatoide se esta- riar desde reacciones inflamatorias hasta fibrosis intersticial
blece tras la exclusión de otros diagnósticos. Sólo la biopsia franca, hallazgos inespecíficos y similares a otras formas de
pleural puede confirmar el diagnóstico si mediante ella se enfermedad intersticial pulmonar asociadas a enfermedades
consigue extraer una muestra de tejido que contenga nódu- del colágeno o de origen desconocido. La enfermedad pul-
los reumatoides, hecho que es poco frecuente. Habitualmen- monar puede comenzar antes del inicio de los síntomas de
te, el curso de la pleuresía reumatoide se prolonga a lo largo AR, lo cual es excepcional, o después de aquél. La neumo-
de varias semanas e incluso de meses. En algunos casos, la nía intersticial puede ser asintomática o cursar con disnea de
evolución de la enfermedad se alarga varios años y provoca esfuerzo y tos. Se han descrito algunos casos de presentación
fibrotórax o seudoquilotórax. La resolución puede ser espon- aguda semejantes a las neumonías bacterianas. La explora-
tánea; por ahora, se dispone de escasa experiencia científica ción física puede ser normal, sobre todo en las fases inicia-
sobre la actitud terapéutica que se ha de adoptar en caso de les, apareciendo luego estertores crepitantes y acropaquía.
persistencia de la enfermedad. Se ha recomendado tratar La radiografía de tórax puede ser normal o mostrar las altera-
precozmente la pleuresía reumatoide con 40-60 mg/día de ciones propias del patrón intersticial (nodulillos, líneas de
prednisona o prednisolona durante 3-4 semanas, para pasar Kerley, apanalamiento). La exploración funcional puede re-
después a tratamiento en días alternos durante 8-10 semanas velar patrones variables, aunque en la mayoría de las ocasio-
y reducir luego de forma progresiva la dosis si desaparece la nes las alteraciones son las propias de la restricción, con dis-
pleuresía. minución de la capacidad de transferencia del monóxido de
Si no existe respuesta puede intentarse un tratamiento que carbono (DLCO).
combine glucocorticoides y ciclofosfamida (100 mg/día). Una forma especial de neumonía intersticial observable
Cuando se produce fibrotórax extenso es obligado recurrir a en la AR es la neumonía intersticial linfoide, que se presenta
la decorticación. La infección del líquido pleural es una sobre todo cuando existe síndrome de Sjögren asociado a la
complicación frecuente, por lo que se recomienda extremar AR. En esta última circunstancia, los pacientes pueden pre-
las precauciones de asepsia y, si es posible, evitar la toraco- sentar un cuadro respiratorio en el que predominan los sínto-
centesis y el drenaje. mas bronquiales en forma de tos y expectoración abundan-
te, junto con alteraciones funcionales obstructivas.
El tratamiento de la enfermedad intersticial pulmonar de
Nódulos reumatoides la AR consiste en la administración de glucocorticoides. Se
Son nódulos pulmonares parecidos a los que se encuen- desconoce si el uso precoz de estos fármacos en las formas
tran en el tejido subcutáneo de estos pacientes (codos, ma- incipientes de neumonía intersticial impide su progresión ha-
nos). Se localizan en zonas adyacentes a las pleuras, ya que, cia la fibrosis; por ello, no se ha establecido si los pacientes
al igual que los subcutáneos, tienden a aparecer en las zonas con AR afectos de enfermedad pulmonar asintomática de-
de fricción (tendones y articulaciones). Cuando se descu- ben recibir tratamiento. En los pacientes con disnea, los glu-
bren nódulos pulmonares suelen encontrarse también en la cocorticoides, administrados a razón de 60 mg (1 mg/kg) de
piel y los títulos de factor reumatoide son altos; sólo de for- prednisona diarios durante 4-6 semanas, suelen mejorar los
ma excepcional la afección pulmonar precede a las manifes- síntomas y las alteraciones radiológicas y funcionales en mu-
taciones articulares o a la elevación del factor reumatoide. chos casos. La dosis se disminuye en forma progresiva; no
Los nódulos son asintomáticos en la mayoría de los casos, obstante, es frecuente que la enfermedad pulmonar recidive,
pero en ocasiones pueden provocar hemoptisis o neumotó- lo que obliga al tratamiento continuado con glucocorticoi-
rax. En la radiografía de tórax se observan de preferencia en des, a dosis de 10-25 mg/día. Cuando la fibrosis pulmonar es
los lóbulos superiores, donde pueden aparecer y desapare- extensa no suele haber respuesta terapéutica.
cer de forma espontánea; la cavitación es frecuente. En oca- En algunos pacientes, la asociación de los glucocorticoi-
siones aparecen acompañados de pleuresía o de enferme- des a ciclofosfamida permite disminuir la dosis de aquéllos.
dad intersticial pulmonar. Histológicamente, los casos típicos La respuesta al tratamiento combinado antes señalado de la
muestran un área central necrótica rodeada por histiocitos neumonía intersticial linfoide es variable y, en general, po-
distribuidos en empalizada, los cuales están rodeados a su bre; no obstante, en algunos casos la mejoría es evidente,
vez de diversas células inflamatorias, entre las que predomi- por lo que siempre debe intentarse este tratamiento.
nan los linfocitos y las células plasmáticas.
Hipertensión pulmonar
Neumoconiosis reumatoide (síndrome de Caplan) Algunos pacientes con AR desarrollan hipertensión pulmo-
En 1953, CAPLAN describió en mineros del carbón la asocia- nar grave ocasionada por la presencia de vasculitis, con nula
ción de nódulos pulmonares, de tamaño variable entre 0,5 y o escasa alteración intersticial pulmonar.
5 cm de diámetro, y AR. Los nódulos aparecen y desapare-
cen en forma de brotes, aunque también pueden persistir de
manera indefinida, aumentando progresivamente de tamaño
Bronquiolitis obliterante
o permaneciendo estables. En ocasiones, los nódulos antece- Se caracteriza por la aparición de obstrucción bronquial
den a los síntomas articulares. Aunque en un principio el sín- rápidamente progresiva, que ocasiona insuficiencia respira-
drome se describió en mineros del carbón, luego se compro- toria, responsable con frecuencia de la muerte del paciente.
bó su presencia en personas que trabajaban con sílice y La enfermedad está causada por la estenosis de los bron-
asbesto. Histológicamente, los nódulos de Caplan son simila- quios distales de 1-6 mm de diámetro, los cuales presentan
res a los nódulos neumoconióticos, excepto en que los pri- inflamación y fibrosis en la mucosa bronquial. En la explora-
meros muestran una zona inflamatoria en la periferia del nó- ción física suelen auscultarse estertores. La radiografía de tó-
dulo formada por una acumulación de polimorfonucleares y rax muestra signos de atrapamiento aéreo y la exploración
macrófagos. funcional ofrece un patrón obstructivo. No se conoce la etio-
logía de esta enfermedad ni tampoco si guarda relación di-
recta con la AR o se debe a una complicación infecciosa o
Enfermedad pulmonar intersticial de otro tipo. El tratamiento con d-penicilamina se ha señala-
La frecuencia con que se encuentra afección intersticial do como un posible factor predisponente para el desarrollo
pulmonar en la AR varía según las poblaciones y los métodos de bronquiolitis obliterante. La evolución de la enfermedad

817
NEUMOLOGÍA

es variable, aunque en la mayoría de los casos es progresiva, pacientes con pleuritis tienen mayor tendencia a desarrollar
con nula o escasa respuesta a los broncodilatadores y los lesiones renales que los que no la presentan. En ocasiones,
glucocorticoides. la pleuritis ocurre en el curso de una poliserositis. En el estu-
dio radiológico suele observarse la ocupación bilateral del
espacio pleural, aunque no son raros los derrames unilatera-
Bronquiolitis obliterante con neumonía organizada les. La cuantía del líquido suele ser escasa y su aspecto ma-
Se han descrito casos con esta complicación (véase Enfer- croscópico puede variar desde transparente hasta amarillen-
medades intersticiales difusas del pulmón). to o incluso turbio y, en casos excepcionales, hemorrágico.
Si el derrame es reciente predominan los polimorfonuclea-
res, los cuales desaparecen con el transcurso de los días
Erosiones costales dejando paso a los linfocitos. Las LDH y las proteínas están
En casos excepcionales se han observado erosiones de los elevadas, ya que se trata de un exudado. La glucosa es ha-
bordes superiores de las costillas. En ocasiones, la erosión bitualmente normal, aunque puede ser baja, al igual que el
puede incluso hacer desaparecer una porción de la costilla. pH. Los anticuerpos antinucleares pueden ser positivos, así
Aún más rara es la erosión de las escápulas, las clavículas y como las células LES (véase Enfermedades de la pleura).
el húmero. El mecanismo responsable es desconocido. Este último hallazgo se considera específico de la pleuritis
del LES. La pleuritis lúpica responde muy bien a los gluco-
corticoides, y las remisiones espontáneas son muy raras. Do-
Otras complicaciones sis de 60 mg/día de prednisona o prednisolona durante va-
Los pacientes afectos de AR muestran alteraciones en el rios días suelen ser suficientes para curar la enfermedad; una
funcionalismo leucocitario. Además, en los que padecen el sín- vez desaparecida la pleuresía debe disminuirse en forma pro-
drome de Sjögren, la afección bronquial favorece posible- gresiva la dosis. En algunos pacientes que no responden a la
mente las infecciones y, por consiguiente, el desarrollo de prednisona, la asociación con un inmunodepresor (ciclofos-
bronquiectasias y bronquitis crónica. Las alteraciones en los famida, azatioprina) ha permitido resolver la enfermedad
mecanismos de defensa explican la tendencia a desarrollar pleural.
empiemas que presentan los pacientes con AR afectos de
pleuresía. La tuberculosis pulmonar es también frecuente y
debe considerarse siempre ante cualquier imagen pulmonar
Enfermedad pulmonar intersticial
de reciente aparición, sobre todo en los pacientes que reci- La afección pulmonar intersticial en el LES es poco fre-
ben glucocorticoides. cuente, ya que ocurre en el 1-6% de los pacientes. Las lesio-
Algunos de los fármacos empleados en el tratamiento de nes histológicas son inespecíficas: varían desde formas mo-
la AR pueden ocasionar enfermedades pulmonares de tipo deradas con infiltración celular de predominio mononuclear
intersticial o, con menor frecuencia, en forma neumónica; e hipertrofia de las células epiteliales tipo II (neumocitos
entre ellos cabe destacar las sales de oro, la d-penicilamina y tipo II) hasta cuadros histológicos en los que predominan la
el metotrexato. Este último se ha empleado con relativa fre- fibrosis y la desestructuración alveolar. La enfermedad inters-
cuencia en los últimos años, habiéndose observado compli- ticial suele desarrollarse tras unos años de evolución del LES,
caciones pulmonares en el 3% de los pacientes tratados. La aunque se han descrito pacientes cuyos pulmones aparecían
enfermedad pulmonar puede manifestarse como una alveoli- afectos ya en las primeras fases de la enfermedad. La disnea
tis por hipersensibilidad con bronquiolitis y patrón intersti- es el síntoma más frecuente y se presenta incluso en reposo.
cial. También se ha descrito una forma aguda con infiltrados Son comunes también la tos seca y el dolor de características
alveolares. La retirada del fármaco y el uso de glucocorticoi- pleurales. En la exploración física suelen auscultarse esterto-
des permiten la curación en la mayoría de los casos. Tam- res crepitantes. La acropaquía es excepcional. En la radiogra-
bién se han comunicado neumonías por Pneumocistis carinii fía de tórax, el hallazgo más frecuente es la disminución de
en los pacientes tratados con metotrexato. Se han descrito al- los volúmenes pulmonares con elevación diafragmática.
gunos casos de amiloidosis pulmonar en el curso de la AR. También pueden observarse imágenes propias del patrón in-
tersticial (nodulillos, retículo), aunque son raras las alteracio-
nes muy llamativas, como el pulmón en panal. En ocasiones
Lupus eritematoso sistémico se observan atelectasias laminares.

En la tabla 5.58 se reseñan las manifestaciones pulmona-


res del lupus eritematoso sistémico (LES).
Parálisis diafragmática
La disminución de los volúmenes pulmonares puede estar
provocada por la enfermedad intersticial, pero a menudo se
Pleuritis lúpica debe parcial o totalmente a la paresia o parálisis del diafrag-
La pleuritis es una manifestación muy frecuente del LES, ma. Muchos de estos pacientes presentan atelectasias lami-
que se presenta en más de la mitad de los pacientes en algún nares y opacidades mal definidas supradiafragmáticas. Los dia-
momento de su evolución. El dolor pleural es el síntoma más fragmas se movilizan poco con la respiración forzada. Los
frecuente y puede acompañarse de tos, disnea y fiebre. La pacientes refieren disnea de esfuerzo y, con frecuencia, do-
pleuritis lúpica suele aparecer en las fases de actividad de la lor pleurítico; algunos también presentan ortopnea. Las prue-
enfermedad, siendo pocos los casos (5%) en los que la pleu- bas de función pulmonar muestran un patrón restrictivo con
resía es la forma de inicio del LES, precediendo al resto de DLCO normal o casi normal si se corrige por el volumen al-
los síntomas y signos (artritis, eritema facial y alopecia). Los veolar. Las presiones inspiratorias y espiratorias suelen estar
disminuidas. El origen de esta afección muscular aparente-
mente localizada en el diafragma es desconocido y no pare-
TABLA 5.58. Manifestaciones pulmonares del lupus eritematoso ce deberse a un trastorno miopático generalizado, ya que no
se acompaña de manifestaciones clínicas de miopatía en
sistémico otros músculos del organismo.
Pleuresía
Enfermedad pulmonar intersticial
Parálisis diafragmática Neumonía lúpica
Neumonía lúpica De forma excepcional, algunos pacientes afectos de LES
Hemorragia intrapulmonar presentan fiebre, dolor pleural y tos seca, asociados a esterto-
Hipertensión pulmonar
res crepitantes en la exploración física y a imágenes alveola-

818
MANIFESTACIONES PULMONARES DE LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS

res sugestivas de neumonía en la radiografía de tórax. El ha- TABLA 5.59. Manifestaciones pulmonares de la esclerodermia
llazgo de atelectasias laminares ayuda al diagnóstico, así generalizada
como la falta de respuesta al tratamiento antibiótico y la me-
joría con los glucocorticoides. Enfermedad pulmonar intersticial
Hipertensión pulmonar
Otras complicaciones
Hemorragia pulmonar Neumonías por aspiración
Cáncer bronquial
La hemorragia pulmonar en el LES se ha descrito en nume- Neumotórax espontáneo
rosos casos en los últimos años. Puede cursar con hemoptisis
o sin ella. Los pacientes suelen presentar fiebre, tos y disnea
acentuada. La radiografía de tórax muestra imágenes alveola-
res bilaterales de localización basal. Suele observarse intensa Dermatomiositis
hipoxemia. La hemorragia puede presentarse en pacientes
con escasa afección de otros órganos e, incluso, preceder al En la tabla 5.60 se indican las manifestaciones pulmonares
diagnóstico de LES. La prevalencia de hemorragia pulmonar de la dermatomiositis.
es del 1-2%, y constituye una complicación muy grave, ya
que es causa de muerte en el 60% de los casos. Se recomien-
da tratar a estos pacientes con dosis elevadas de glucocorti-
Enfermedad pulmonar intersticial
coides junto con ciclofosfamida (1,5-2 mg/kg/día) o azatio- La frecuencia con que se diagnostica enfermedad pulmo-
prina (2-2,5 mg/kg/día). Si no hay respuesta y en los casos de nar intersticial en la dermatomiositis es baja, cifrándose entre
extrema gravedad, se debe intentar la plasmaféresis. el 5 y el 9%. La histología muestra alteraciones variables, se-
gún el estadio de la evolución de la enfermedad. En las fases
iniciales se observa una neumonía intersticial en la que pre-
Hipertensión pulmonar dominan los signos de inflamación con infiltración linfoplas-
En algunos pacientes se ha descrito la aparición de hiper- mocitaria; a medida que avanza la enfermedad, aquélla da
tensión pulmonar grave sin que se encuentre afección inters- paso a una fibrosis progresiva. Clínicamente puede presen-
ticial pulmonar asociada. tarse antes de que aparezcan los síntomas propios de la der-
matomiositis (pérdida de fuerza proximal, erupción cutá-
nea). Este hecho sucede hasta en el 50% de los casos de
Esclerodermia dermatomiositis con afección pulmonar; por ello, al inicio,
estos pacientes son diagnosticados de enfermedad pulmonar
En la tabla 5.59 se resumen las manifestaciones pulmona- intersticial idiopática hasta que aparecen las alteraciones
res de la esclerodermia generalizada. musculares y dérmicas.
Algunos enfermos presentan formas agudas con fiebre, do-
lor pleural y tos, síntomas que se acompañan de estertores
Enfermedad pulmonar intersticial crepitantes e imágenes radiológicas alveolares, por lo que es
La enfermedad pulmonar intersticial es muy frecuente en frecuente confundirlos con neumonías bacterianas o víricas.
la esclerodermia generalizada. Clínicamente se presenta No obstante, la mayoría de los pacientes presentan formas
con disnea de esfuerzo y en la exploración física suelen aus- crónicas con características similares a las descritas para las
cultarse estertores crepitantes, siendo excepcional el hallaz- otras colagenosis; son también equiparables las imágenes ra-
go de acropaquía. En la radiografía de tórax, aparte del clá- diológicas y la exploración funcional a las enfermedades an-
sico patrón intersticial, pueden observarse quistes y calcifi- teriormente comentadas.
caciones parenquimatosas y ganglionares. En la exploración La respuesta a los glucocorticoides es variable: algunos pa-
de la función respiratoria suele existir un patrón restrictivo cientes mejoran rápidamente de sus síntomas respiratorios
con descenso de la DLCO; no obstante, no son raras las alte- con desaparición de las imágenes radiológicas, mientras que
raciones ventilatorias obstructivas o mixtas. La histología otros sólo se recuperan de sus síntomas musculares y cutá-
muestra fibrosis intensa, con destrucción del parénquima neos, sin cambios manifiestos en las lesiones pulmonares. La
pulmonar. buena respuesta al tratamiento está muy relacionada con la
fase en que se encuentran las lesiones histológicas; así, las
formas de predominio celular infiltrativo suelen mejorar, en
Hipertensión pulmonar tanto que la enfermedad intersticial con fibrosis intensa pre-
La hipertensión pulmonar aislada, con nula o escasa alte- senta mejoría mínima o nula. La asociación con inmunode-
ración del parénquima pulmonar, se ha observado en algu- presores (ciclofosfamida, azatioprina) ha dado resultados
nos casos, sobre todo cuando la esclerodermia se presenta dispares; se recomienda su empleo cuando no hay respuesta
en forma del síndrome conocido con las siglas CRST (calci- a los glucocorticoides o éstos deben administrarse a dosis
nosis, fenómeno de Raynaud, esclerodactilia y telangiecta- elevadas, ya que su disminución conduce a la reaparición de
sias). En la radiografía de tórax se observan pulmones dismi- los síntomas, hecho frecuente que obliga a una terapéutica
nuidos de tamaño. El pronóstico es en general malo, ya que continua.
los pacientes suelen fallecer como consecuencia de la hiper-
tensión, que no responde al tratamiento glucocorticoide ais-
lado o asociado a inmunodepresores.
Otras complicaciones
Entre las complicaciones deben recordarse las neumo-
nías por aspiración cuando hay afección esofágica. En oca-
Otras complicaciones
La afección esofágica es muy frecuente en la escleroder-
mia y favorece las neumonías por aspiración, que se desen-
cadenan con relativa frecuencia. También es conocida la TABLA 5.60. Manifestaciones pulmonares de la dermatomiositis
asociación de neoplasias bronquiales y enfermedad pulmo- Enfermedad pulmonar intersticial
nar intersticial de la esclerodermia; el tipo histológico que Aguda
predomina es el carcinoma broncoalveolar. Algunos autores Crónica
han observado que ciertos pacientes, sobre todo los que pre- Otras complicaciones
sentan quistes aéreos, padecen neumotórax espontáneo Neumonías por aspiración
Enfermedad intersticial por fármacos (metotrexato)
como complicación.

819
NEUMOLOGÍA

siones, la dermatomiositis puede ser una manifestación pa- Enfermedades reumatológicas


raneoplásica de un cáncer bronquial, coincidiendo así la
enfermedad intersticial, la dermatomiositis y la neoplasia
pulmonar. Por último, hay que mencionar la posibilidad Espondilitis anquilosante
–aunque rara– de la aparición de neumopatía intersticial
con el tratamiento empleado en la dermatomiositis (meto- La afectación pulmonar en la espondilitis anquilosante es
trexato u otros). inferior al 2%. La complicación más frecuente es el desarro-
llo de fibrosis bullosa apical inespecífica, que aparece en las
fases avanzadas de la enfermedad. Aunque inicialmente pue-
Conectivopatía mixta de afectar un solo pulmón, la fibrosis suele ser bilateral y
puede asociarse a engrosamiento o calcificación pleural api-
La enfermedad intersticial y la hipertensión pulmonar gra- cal. En general no ocasiona problemas clínicos, pero las
ve son las dos manifestaciones pulmonares de esta entidad cavidades formadas pueden infectarse, en especial por As-
clínica. La histología y la clínica son similares a las descritas pergillus y micobacterias típicas o atípicas. En ocasiones se
al tratar las manifestaciones pulmonares en la AR, el LES, la desarrolla un carcinoma pulmonar (scar cancer). La rigidez
esclerodermia y la dermatomiositis. El tratamiento con gluco- de la caja torácica de los pacientes con espondilitis anquilo-
corticoides e inmunodepresores puede mejorar las alteracio- sante condiciona la aparición de un trastorno ventilatorio
nes pulmonares, aunque, en general, el pronóstico de los ca- restrictivo moderado, con disminución de los volúmenes pul-
sos con hipertensión pulmonar es malo dada su pobre o nula monares y conservación de la DLCO como reflejo de la in-
respuesta a esta terapéutica. demnidad del parénquima pulmonar. En algunos casos la es-
pondilitis anquilosante se ha asociado a derrame pleural
exudativo y neumotórax espontáneo por rotura de las bullas
Síndrome de Sjögren apicales.

El 30% de los pacientes con síndrome de Sjögren presentan Artritis psoriásica


algún tipo de complicación respiratoria (tabla 5.61). La alte-
Se ha descrito fibrosis bullosa apical no granulomatosa si-
ración más frecuente es la neumopatía intersticial con carac-
milar a la que se observa en la espondilitis anquilosante.
terísticas clínicas, radiológicas y funcionales respiratorias si-
milares a las de la fibrosis pulmonar idiopática. El lavado
broncoalveolar suele mostrar linfocitosis, en ocasiones aso- Policondritis recidivante
ciada a neutrofilia, lo que indica una mala evolución de la
El 25-50% de los pacientes presentan síntomas de disfonía,
enfermedad respiratoria. Se aconseja la práctica de biopsia
estridor, tos o sibilancias como consecuencia de la afecta-
pulmonar, ya que las entidades clínicas que pueden provo-
ción cartilaginosa de la laringe y el árbol traqueobronquial.
car afectación intersticial en los pacientes con síndrome de
En ocasiones se produce obstrucción de la vía aérea, siendo
Sjögren son variadas y tienen diferente pronóstico y distinta
respuesta al tratamiento. El defecto secretor glandular del esta la única manifestación de la enfermedad y la causa de
muerte en un porcentaje significativo de casos. Es por ello
aparato respiratorio puede ocasionar síntomas variados,
como sequedad nasal, epistaxis, disfonía o tos seca, y facili- imperativo realizar a todos los pacientes un estudio comple-
tar la aparición de bronquitis crónica obstructiva, bronquiec- to mediante tomografía computarizada (TC), broncoscopia y
pruebas funcionales respiratorias. En casos especialmente
tasias o neumonías de repetición.
De forma característica los enfermos con síndrome de graves es necesaria la realización de traqueostomía para pre-
Sjögren pueden presentar diversas formas de infiltración servar la ventilación.
linfocitaria del parénquima pulmonar, como la neumonía
intersticial linfoide, que tiene una buena respuesta a los glu- Enfermedad de Behçet
cocorticoides, el seudolinfoma, cuya evolución es imprede-
cible, y el linfoma pulmonar. En ocasiones se han descrito Aunque los pacientes con enfermedad de Behçet presen-
casos de amiloidosis pulmonar nodular, hipertensión pulmo- tan en ocasiones derrame pleural, broncopatía obstructiva o
nar primaria y vasculitis pulmonar. fibrosis pulmonar, la asociación más característica es una
vasculitis pulmonar que origina infiltrados pulmonares y he-
moptisis, en ocasiones masivas, que son consecuencia de fís-
tulas arteriobronquiales. La TC y la gammagrafía pulmonar
TABLA 5.61. Afectación pulmonar en el síndrome de Sjögren pueden ser útiles en el diagnóstico.
Fibrosis pulmonar difusa
Bronquitis crónica
Bronquiolitis obliterante Enfermedades intestinales
Neumonías de repetición
Infiltración linfocitaria La afectación pulmonar es muy rara en las enfermedades
Neumonía intersticial linfoide inflamatorias intestinales (tabla 5.62). Se han descrito casos
Seudolinfoma aislados de vasculitis, fibrosis pulmonar intersticial, granulo-
Linfoma
Amiloidosis nodular matosis, tromboembolia pulmonar, así como aumento en la
Vasculitis incidencia de asma o rinitis. Especialmente interesante es
Hipertensión pulmonar la posible asociación entre broncopatía crónica (bronquitis
o bronquiectasias) y colitis ulcerosa, ya que esta última se

TABLA 5.62. Manifestaciones pulmonares de las enfermedades intestinales


Colitis ulcerosa Enfermedad de Crohn Enfermedad celíaca Enfermedad de Whipple
Bronquitis crónica Bronquitis crónica Asma Nódulos pulmonares
Asma Fibrosis pulmonar difusa Granulomatosis Pleuritis
Vasculitis Vasculitis Fibrosis pulmonar difusa
Granulomatosis Hemosiderosis pulmonar
Embolia pulmonar

820
MANIFESTACIONES PULMONARES DE LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS

presenta de forma característica en individuos no fumadores que el cuadro clínico y radiológico debe diferenciarse de la
y las manifestaciones inflamatorias de la biopsia bronquial insuficiencia cardíaca congestiva. Tiene mal pronóstico, ya
son similares a las que se hallan en el colon. que la enfermedad progresa en pocos años y no existe trata-
Los pacientes con enfermedad de Crohn presentan una in- miento efectivo. En la actualidad se considera que la amiloi-
cidencia de broncopatía crónica obstructiva mayor de lo es- dosis traqueobronquial y la nodular representan un tipo de
perado, a pesar de ser una enfermedad que aparece espe- respuesta anormal del tejido linfoide bronquial (BALT: Bron-
cialmente en pacientes fumadores. De forma similar la chial Associated Lymphoid Tissue). Por el contrario, la amiloi-
enfermedad de Crohn se asocia a fibrosis pulmonar difusa en dosis alveoloseptal es más frecuente en el contexto de la
la que el sustrato histológico es una reacción inflamatoria amiloidosis sistémica o asociada al mieloma múltiple.
granulomatosa. Además, la práctica de lavado broncoalveo-
lar en estos pacientes ha demostrado una alveolitis linfocita-
ria idéntica a la de la sarcoidosis, lo que ha llevado a sugerir Enfermedades hereditarias
que la alteración inmunológica en ambas enfermedades po-
dría ser similar. Hasta el 50% de los pacientes con enferme- Esclerosis tuberosa
dad de Whipple presentan tos y se han descrito lesiones no-
dulares en el parénquima pulmonar y pleuritis inflamatoria. La afectación pulmonar se produce en menos del 1% de
La enfermedad celíaca también se ha asociado a enfermeda- los pacientes, en especial en los que sobrepasan la adoles-
des pulmonares, especialmente asma y fibrosis pulmonar. cencia y son del sexo femenino. El cuadro clínico es similar
clínica, radiológica y funcionalmente a la linfangioleiomio-
matosis, con la excepción de que en la esclerosis tuberosa
Enfermedades hepáticas no se observa pleuritis quilosa. No existe tratamiento especí-
fico. Se han descrito también alteraciones de la caja torácica,
El 20% de los pacientes con insuficiencia hepática presen- en forma de quistes costales y lesiones esclerosantes focales
tan hipoxemia asociada a disminución de la DLCO, que se que semejan metástasis osteoblásticas.
atribuye a diversos mecanismos, como disminución de la re-
sistencia vascular pulmonar o shunts derecha-izquierda; tam-
bién pueden influir la elevación diafragmática y las atelecta-
Neurofibromatosis
sias basales debidas a la ascitis. El 6% de los pacientes con El 20% de los pacientes con neurofibromatosis de Von
ascitis presentan trasudado pleural, que en las dos terceras Recklinghausen presentan, al llegar a la edad adulta, fibrosis
partes de los casos se localiza en el lado derecho. Tanto la intersticial con formación secundaria de quistes. Clínicamen-
hepatitis crónica activa como la cirrosis biliar primaria se te se caracteriza por disnea progresiva. La radiografía de tó-
asocian a una fibrosis pulmonar que es indistinguible de la fi- rax muestra un patrón reticulonodulillar con bullas apicales.
brosis pulmonar idiopática. Las pruebas funcionales respiratorias revelan una alteración
ventilatoria restrictiva, asociada en ocasiones a un compo-
nente obstructivo. La evolución es lentamente progresiva y
Amiloidosis pulmonar no existe tratamiento específico. En ocasiones puede apare-
cer un carcinoma bronquial asociado (scar cancer). Los pa-
La amiloidosis pulmonar como entidad clínica es muy cientes con neurofibromatosis pueden presentar también
rara. Suele presentarse en pacientes de edad media o avan- neurofibromas o neurofibrosarcomas en el pulmón, el me-
zada y afecta por igual a varones y mujeres. Se conocen tres diastino posterior o la caja torácica y presentan mayor inci-
tipos diferentes: dencia de meningocele y feocromocitoma, que pueden afec-
Amiloidosis traqueobronquial. Puede presentarse en forma tar el mediastino.
de tumoración localizada endobronquial o en forma de pla-
cas submucosas que afectan todo el árbol bronquial. Los en-
fermos pueden estar asintomáticos o presentar, según la ex-
Cutis laxa
tensión de la enfermedad, síntomas como disnea, tos, Se asocia a enfisema pulmonar y se ha postulado que una
expectoración, hemoptisis o sibilancias. El diagnóstico se es- alteración inmunológica común explicaría las alteraciones
tablece mediante broncoscopia y la imagen macroscópica es pulmonar y cutánea.
muy característica. La enfermedad progresa muy lentamente
y el pronóstico, en general, es bueno. El tratamiento varía se-
gún la extensión de la enfermedad. Puede estar indicada la
Síndrome de Ehlers-Danlos
resección quirúrgica de las lesiones localizadas cuando oca- Se asocia a alteraciones óseas de la cavidad torácica y he-
sionan problemas obstructivos graves. La fotorresección con morragia pulmonar.
láser se aconseja en la forma difusa.
Amiloidosis nodular. Es el tipo más frecuente, ya sea en for-
ma de un solo nódulo (amiloidoma) o bien múltiples lesio-
Síndrome de Marfan
nes que pueden simular una siembra metastásica. Los nódu- Los pacientes con síndrome de Marfan suelen presentar al-
los pueden aumentar lentamente de tamaño y calcificarse o teraciones pulmonares, que comprenden desde malforma-
cavitarse; en ocasiones se asocian a adenopatías hiliares. La ciones de la cavidad torácica hasta la presencia de neumotó-
gran mayoría de los casos no producen síntomas, tienen rax recidivante, bullas apicales, enfisema y bronquiectasias.
buen pronóstico y no requieren tratamiento; sin embargo, Todas estas manifestaciones pueden estar relacionadas con
puede estar indicada la resección quirúrgica cuando existan la alteración generalizada del tejido conjuntivo, característi-
dudas sobre el diagnóstico, dado que en ocasiones los tumo- ca de esta enfermedad.
res malignos pulmonares presentan un depósito periférico de
sustancia amiloide.
Amiloidosis alveoloseptal. Es la forma más rara; las caracte- Sarcoidosis pulmonar
rísticas clínicas, radiológicas y funcionales respiratorias son
similares a las de otras neumopatías intersticiales. La sustan- Concepto. La sarcoidosis es una enfermedad inflamatoria
cia amiloide se deposita en la membrana basal de la pared granulomatosa multisistémica de etiología desconocida, que
alveolar y en los vasos pulmonares, por lo que puede produ- afecta el pulmón en el 90% de los casos en forma de adeno-
cirse hemoptisis e hipertensión pulmonar grave. En ocasio- patías hiliares bilaterales, asociadas o no a infiltrados pulmo-
nes se acompaña de adenopatías mediastínicas y derrame nares. Sigue un curso agudo o subagudo, con regresión es-
pleural. A menudo se asocia a cardiopatía amiloide, por lo pontánea en la mayoría de casos.

821
NEUMOLOGÍA

Anatomía patológica. Las lesiones histológicas de la sarcoi- lógica de fibrosis pulmonar. El subgrupo A sería similar al es-
dosis atraviesan por tres fases sucesivas: a) aparición de un tadio II, pero sin signos radiológicos de adenopatías medias-
infiltrado inflamatorio constituido por linfocitos T colabora- tínicas. El estadio III B (o estadio IV) corresponde a los casos
dores y macrófagos activados que se localiza en las paredes de evolución crónica e irreversible y se caracteriza por pérdi-
alveolares; b) formación de granulomas no necrosantes da progresiva del volumen pulmonar, especialmente en los
constituidos por un agregado de células epitelioides y célu- campos superiores, con retracción hiliar, fibrosis en campos
las gigantes multinucleadas de Langhans y rodeados por una medios e hiperinsuflación en bases pulmonares. En esta fase
corona de linfocitos T colaboradores, y c) desarrollo de fibro- a menudo se desarrollan bullas apicales.
sis pulmonar en los casos que siguen un curso crónico pro-
gresivo. Exploración de la función respiratoria. En general refleja
mejor el grado de afectación del parénquima pulmonar exis-
Patogenia. La liberación espontánea de interleucinas 1 y 2 tente que el cuadro clínico y la radiología. En las fases inicia-
(IL-1 e IL-2) por los macrófagos alveolares y linfocitos T cola- les, la alteración más común es la disminución de la DLCO y,
boradores es la responsable del aflujo de estas células al pa- en ocasiones, el descenso de la pO2 durante el esfuerzo. A
rénquima pulmonar. La alveolitis es el eje central de la pato- medida que progresa la inflamación granulomatosa, se desa-
genia de la sarcoidosis, puesto que al hallarse las células en rrolla un patrón ventilatorio restrictivo, que es el característi-
estado de activación, liberan una serie de citocinas y facto- co de las neumopatías intersticiales. La presencia de obstruc-
res de crecimiento que ocasionan el desarrollo tanto de los ción al flujo aéreo se observa en el 15% de los casos y puede
granulomas epitelioides como de la fibrosis pulmonar. aparecer en cualquier estadio. No es excepcional la hiper-
reactividad bronquial.
Cuadro clínico. La sarcoidosis aparece en general entre los
20 y los 40 años y tiene una distribución similar en ambos se- Diagnóstico. El diagnóstico de sarcoidosis se basa en el cua-
xos. En el 90% de los casos afecta el pulmón y/o el mediasti- dro clínico, radiológico e inmunológico, asociado a la de-
no en algún momento de su evolución. Las manifestaciones mostración de reacción inflamatoria granulomatosa en una o
clínicas son muy variadas y en el 10-25% de los casos se varias de las zonas afectas. En general, el pulmón es el órga-
descubre casualmente en individuos asintomáticos. Con fre- no de elección para el diagnóstico histológico de la enferme-
cuencia existen sólo síntomas constitucionales, como can- dad. La práctica de biopsias transbronquiales a través del
sancio fácil, anorexia o pérdida de peso. En las fases inicia- broncoscopio permite establecer el diagnóstico en el 60-90%
les de la enfermedad la sintomatología respiratoria es poco de los casos, según el estadio. En casos concretos puede es-
florida, incluso cuando existe gran afectación radiológica. tar indicada la biopsia en otras zonas anatómicas cuando el
Los síntomas más frecuentes son la disnea de esfuerzo y la contexto clínico así lo indique. La reproducción de la reac-
tos. El dolor torácico y la acropaquía son raros. A menudo, ción inflamatoria granulomatosa en la piel, o prueba de
la auscultación respiratoria es normal. En los casos de evolu- Kveim, se ha utilizado para el diagnóstico de la enfermedad.
ción crónica puede aparecer hipersecreción bronquial y aus- Dicha prueba tiene los inconvenientes de que la muestra es
cultarse estertores como reflejo del desarrollo de fibrosis con de difícil obtención y de que da resultados falsamente nega-
bronquiectasias de tracción. La hemoptisis puede aparecer tivos hasta en el 35% de los casos.
de forma excepcional en la afectación endobronquial de la El diagnóstico diferencial varía de acuerdo con el estadio
enfermedad o, más comúnmente, en la fase crónica, siendo radiológico. En general se debe establecer con las enferme-
obligado en estos casos descartar la infección fúngica (espe- dades que cursen con adenopatías mediastínicas o con infil-
cialmente por Aspergillus) de alguna cavidad preformada. trados bilaterales de curso subagudo (tabla 5.63). Una vez es-
tablecido el diagnóstico hay que intentar efectuar una
Radiología. La sarcoidosis pulmonar se clasifica en cuatro valoración objetiva del grado de actividad de la enfermedad.
estadios. En el estadio 0 la radiografía de tórax es normal; re- Para ello se han utilizado tres técnicas diferentes: a) determi-
presenta el 10% de los casos de sarcoidosis. En el estadio I nación sérica de la enzima de conversión de la angiotensina,
hay adenopatías hiliares bilaterales; es la forma de presenta- que refleja más la intensidad de la inflamación granulomato-
ción más común y representa, junto con el estadio II, el 75% sa sistémica que el grado de actividad de la enfermedad en
de los casos de sarcoidosis. Las adenopatías hiliares son el pulmón; b) gammagrafía pulmonar con 67Ga, técnica muy
simétricas y bien delimitadas con respecto a la silueta cardía- sensible y poco específica que no parece aportar informa-
ca; la afectación unilateral obliga a descartar otras enferme- ción pronóstica útil, y c) lavado broncoalveolar, que de-
dades. Con frecuencia se asocian adenopatías paratraquea- muestra de forma característica el incremento del porcentaje
les derechas y, a diferencia del linfoma, sólo en raras de linfocitos T colaboradores con elevación del cociente lin-
ocasiones se objetivan adenopatías en el mediastino anterior focitos T colaboradores /T supresores citotóxicos. En las fa-
y superior. Excepcionalmente, en los casos de evolución cró- ses crónicas se puede observar discreta neutrofilia. El papel
nica, las adenopatías pueden calcificarse y adoptar el aspec- del lavado en el manejo clínico de la sarcoidosis debe limi-
to de cáscara de huevo. La asociación de adenopatías hiliares tarse al de la orientación diagnóstica; su utilidad pronóstica
bilaterales y eritema nudoso recibe el nombre de síndrome no está bien demostrada y no debe influir, por tanto, al adop-
de Löfgren y es prácticamente patognomónico de sarcoido- tar una decisión terapéutica.
sis. El cuadro afecta con mayor frecuencia a las mujeres y se
completa con síntomas constitucionales, fiebre y poliartral- TABLA 5.63. Diagnóstico diferencial radiológico
gias. En el estadio II hay adenopatías hiliares bilaterales e in-
filtrados pulmonares; la afectación del parénquima pulmo- de la sarcoidosis pulmonar
nar es casi constante en la sarcoidosis, incluso cuando no se Estadio I Estadios II y III
manifiesta radiológicamente (estadios 0 y I). La imagen ra-
Tuberculosis Tuberculosis
diográfica puede ser muy variada, si bien el hallazgo más fre- Enfermedad de Hodgkin Neumoconiosis
cuente consiste en la aparición de un patrón reticulonoduli- Metástasis Linfangitis carcinomatosa
llar distribuido de forma simétrica en los campos medios Neumonía eosinófila
pulmonares o bien de forma difusa en el parénquima pulmo- Carcinoma broncoalveolar
nar. En ocasiones adopta un patrón más miliariforme, mien- Histiocitosis X
tras que en otras se observan nódulos mal definidos. En algu- Alveolitis alérgica extrínseca
nos casos, se observan patrones alveolares con broncograma Fibrosis pulmonar idiopática
aéreo. En el estadio III hay infiltrados pulmonares bilaterales Fibrosis pulmonar asociada
Proteinosis alveolar
sin afectación hiliar. Diversos autores subclasifican este esta- Linfangioleiomiomatosis
dio en los subgrupos A y B según exista o no evidencia radio-

822
EOSINOFILIAS PULMONARES

Pronóstico. La sarcoidosis tiene un buen pronóstico. De los en estadios II y III deben tratarse con glucocorticoides en el
casos clínicamente evidentes, el 60% presenta una resolu- momento del diagnóstico cuando existen síntomas respirato-
ción completa o con mínimas secuelas, y el 25-30% sigue un rios o alteración funcional, o bien 3 meses después, a la es-
curso progresivo o recurrente, en general de lenta evolución pera de una posible regresión espontánea. En los casos evo-
a lo largo de una o varias décadas. El 5-10% de los pacientes lucionados con fibrosis avanzada es ético intentar un pauta
mueren por insuficiencia respiratoria progresiva y cor pulmo- de tratamiento, a pesar de que las posibilidades de respuesta
nale. son pequeñas. En cualquier caso, el tratamiento con gluco-
Determinados hallazgos clínicos permiten aventurar la corticoides debe abandonarse siempre si después de 3 me-
evolución que seguirá la enfermedad. La aparición aguda ses no se objetiva alguna mejoría radiológica o funcional. La
con síntomas constitucionales, fiebre o eritema nudoso tiene dosis recomendada oscila entre 40 y 60 mg/día de predniso-
muy buen pronóstico, con resolución completa en la gran na o prednisolona durante 4-6 semanas, que se disminuye
mayoría de los casos. Por el contrario, el desarrollo insidioso progresivamente a lo largo de 4-6 meses. La dosis de mante-
de la enfermedad, la edad avanzada, la raza negra, la presen- nimiento debe ser la mínima que mantenga la mejoría, por lo
cia de lesiones extratorácicas, especialmente óseas o cutáneas, general 5-15 mg. Periódicamente hay que intentar retirar los
la disnea o la tos persistentes sugieren evolución crónica con glucocorticoides; sin embargo, las recidivas son frecuentes y
posible desarrollo de fibrosis pulmonar. El estadio radiológi- obligan a reiniciar el tratamiento, a veces durante años o in-
co en el momento del diagnóstico aporta igualmente infor- cluso de forma permanente. Cuando no se evidencia res-
mación pronóstica, de forma que el 65% de los casos en esta- puesta a los glucocorticoides o en los casos muy evoluciona-
dio I presentan una resolución completa de la enfermedad, dos, puede intentarse el tratamiento con ciclofosfamida
mientras que sólo el 50% de los casos en estadio II y el 20% administrada de forma similar a la fibrosis pulmonar idiopáti-
en estadio III se resolverán completamente. ca. En ocasiones se han utilizado tratamientos alternativos a
los glucocorticoides, como metotrexato o cloroquina, sin re-
Tratamiento. El tratamiento de elección de la sarcoidosis sultados concluyentes.
pulmonar lo constituyen los glucocorticoides; sin embargo,
el manejo clínico es controvertido por varias razones: a) la
historia natural de la enfermedad es muy variable, con un
50% de remisiones espontáneas; b) no se ha demostrado que
la administración prolongada de glucocorticoides evite el de- Bibliografía especial
sarrollo de fibrosis pulmonar, y c) aunque parece evidente EVANS CC. Respiratory effects of systemic diseases. En: BREWIS RAL,
que el correcto manejo clínico de la enfermedad se basa en GIBSON GJ, GEDDES DM (eds). Respiratory medicine. Londres, Bai-
una valoración adecuada de la alveolitis, se desconoce cuá- llière Tindall, 1990; 1.206-1.240.
les aspectos concretos de ella deben valorarse para adoptar JOHNSON DA, DRANE WE, CURRAN J. Pulmonary diseases in progressive
una decisión terapéutica. En la actualidad, las decisiones de systemic sclerosis. Arch Intern Med 1989; 149: 589-593.
iniciar el tratamiento, mantenerlo o finalizarlo deben adop- KING TE. Connective tissue disease. En: SCHWARZ MI, KING TE (eds). In-
terstitial lung disease. San Luis, Mosby Year Book, 1993; 271-308.
tarse de manera individualizada basándose en criterios clíni- PLOTZ PH, DALAKAS M, LEFF RL. Current concepts in the idiopathic in-
cos, radiológicos y funcionales. En general se considera que flammatory myopathies: Polymyositis, dermatomyositis and rela-
los pacientes en estadio I nunca requieren tratamiento, salvo ted disorders. Ann Intern Med 1989; 111: 143-157.
en los casos excepcionales en los que se objetiva progresión SHAPIRO MS, DOBBINS JW, MATTHAY RA. Pulmonary manifestations of
radiológica o deterioro funcional respiratorio. Los pacientes gastrointestinal disease. Clin Chest Med 1989; 10: 617-643.

Eosinofilias pulmonares
V. Sobradillo Peña

Concepto. La eosinofilia pulmonar es un síndrome clínico Eosinofilias pulmonares de causa específica


que cursa con infiltrados pulmonares y eosinofilia en sangre
periférica. Este concepto clínico tiene interés práctico evi-
dente, ya que permite plantear el diagnóstico diferencial en-
Aspergilosis broncopulmonar alérgica
tre un número limitado de posibilidades a pesar de englobar
un conjunto heterogéneo de enfermedades. Algunas veces la Es responsable de la mitad de los casos de eosinofilia pul-
eosinofilia periférica acompaña al infiltrado pulmonar sin in- monar. Está causada por el hongo Aspergillus fumigatus, el
tervenir en su patogenia, dato que debe recordarse en el cual, según el estado inmunológico del paciente, puede pro-
diagnóstico diferencial. En otras ocasiones las enfermedades vocar tres formas diferentes de enfermedad: aspergiloma, as-
incluidas en este apartado cursan sin eosinofilia periférica, pergilosis pulmonar invasiva y aspergilosis broncopulmonar
por lo que la infiltración eosinófila del pulmón debe confir- alérgica. Esta última es la que ocasiona infiltrados pulmona-
marse con el lavado broncoalveolar o la biopsia de pulmón. res con eosinofilia. También se han implicado en su etiología
otras especies de Aspergillus. Puede presentarse a cualquier
Clasificación. Este síndrome clínico es producido por un edad en pacientes afectos de asma bronquial. Su prevalencia
grupo heterogéneo de enfermedades. Las más frecuentes son es variable, ya que depende de los criterios diagnósticos utili-
las de causa conocida y especialmente la aspergilosis bron- zados; puede encontrarse hasta en el 9% de los pacientes
copulmonar alérgica, que es responsable del 50% de los ca- con asma corticodependiente.
sos (tabla 5.64). Un segundo grupo está representado por la Clínicamente se caracteriza por síntomas de asma (sibilan-
neumonía eosinófila crónica, que afecta exclusivamente el cias y disnea), tos y expectoración de auténticos tapones
pulmón, mientras que en otros pacientes la eosinofilia pul- mucosos o mucopurulentos. Es frecuente la fiebre (70% de
monar puede formar parte de una afectación más general, los casos) y puede existir expectoración hemoptoica, por lo
como sucede en los casos asociados a las angitis. En otras que en muchas ocasiones, ante la presencia de infiltrados
ocasiones la eosinofilia se asocia a infiltrados pulmonares radiológicos, se establece el diagnóstico de neumonía o tu-
aunque no interviene en su patogenia; es la denominada eo- berculosis sin valorar adecuadamente la existencia de eosi-
sinofilia pulmonar casual. nofilia. El curso de la enfermedad es variable; así, puede pro-

823
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.64. Clasificación de las eosinofilias pulmonares


Eosinofilia pulmonar de etiología específica
Aspergilosis broncopulmonar alérgica
Fármacos
Helmintos

Eosinofilia pulmonar idiopática


Neumonía eosinófila crónica
Neumonía eosinófila aguda

Eosinofilia pulmonar asociada a angitis


Enfermedad de Churg-Strauss

Eosinofilia pulmonar casual


Neoplasias: carcinoma bronquial, linfoma
Enfermedades inmunológicas: sarcoidosis, neumonitis
por hipersensibilidad
Infecciones: tuberculosis, brucelosis, micosis
Fig. 5.60. TC de alta resolución que muestra bronquiectasias centra-
les en la língula en un paciente con aspergilosis broncopulmonar alér-
gica.

TABLA 5.65. Criterios diagnósticos de la aspergilosis debe realizarse mediante radiografía de tórax y determina-
broncopulmonar alérgica ción de la IgE. La disminución de la IgE ocurre al cabo de 1-
2 meses y la estabilización en 6 meses. El incremento de la
Criterios mayores IgE indica una recaída de la enfermedad, lo que obliga a in-
Historia de asma bronquial
Infiltrados pulmonares
crementar las dosis de glucocorticoides y a efectuar un con-
Eosinofilia periférica trol más estrecho de la enfermedad. Aunque los glucocorti-
Pruebas cutáneas positivas frente a Aspergillus coides se utilizan también a largo plazo para prevenir la
lesión pulmonar producida por la repetición de los episo-
Criterios menores dios, no está demostrada plenamente su efectividad en estas
Ectasias bronquiales centrales circunstancias.
Precipitinas positivas frente a Aspergillus
Aumento de la IgE sérica
Crecimiento de Aspergillus en esputo Eosinofilia pulmonar por fármacos
Los fármacos involucrados con más frecuencia son el áci-
do acetilsalicílico, la furantoína y las sulfamidas, habiéndose
descrito sólo unos 30 casos producidos por estos tres fárma-
ducirse un solo episodio o ser recurrente y llegar a desarro- cos (tabla 5.66).
llar cambios fibróticos pulmonares no reversibles con trata- El cuadro clínico se caracteriza por su inicio agudo con
miento. En la radiología de tórax, el hallazgo más común fiebre, tos, disnea y dolor torácico, unas horas o días después
consiste en infiltrados homogéneos, mal definidos, sin pérdi- de la ingestión del medicamento sin que exista relación con
da de volumen y con extensión variable desde unos milíme- la dosis o la duración del tratamiento. La radiografía de tórax
tros hasta ocupar todo un lóbulo. Predominan en los lóbulos muestra infiltrados alveolares periféricos. En ocasiones son
superiores. Además suelen encontrarse imágenes lineales, infiltrados reticulares difusos que pueden acompañarse de
anulares o en Y que corresponden a bronquios llenos de derrame pleural. El diagnóstico debe sospecharse ante la
moco que ocasionan bronquiectasias centrales muy caracte- existencia de eosinofilia sanguínea, que es un hallazgo cons-
rísticas. A veces estos tapones mucosos producen atelecta- tante. El pronóstico es favorable, con desaparición de la sin-
sias lobulares o pulmonares. tomatología y de los infiltrados pulmonares al suspender la
La enfermedad se produce por una reacción inmunológi- administración del fármaco. En algunos casos puede ser ne-
ca frente al Aspergillus, probablemente como consecuencia cesario utilizar glucocorticoides durante un período de 5-7
de fenómenos de hipersensibilidad tipos I y III, mediados por días, a la dosis de 0,5 mg/kg/día de prednisona o predniso-
anticuerpos IgE e IgG. Por consiguiente, las pruebas cutáneas lona.
inmediatas frente al hongo son positivas y en sangre periféri-
ca se detecta la presencia de anticuerpos precipitantes frente
al antígeno aspergilar y la IgE está aumentada. TABLA 5.66. Fármacos causantes de eosinofilia pulmonar
Si bien los criterios diagnósticos utilizados en esta enfer- Bleomicina
medad han variado a lo largo de los años, como mínimo Metotrexato
debe exigirse la presencia de los siguientes (tabla 5.65): his- Procarbazina
toria de asma bronquial, infiltrados pulmonares (fugaces o fi- Ácido acetilsalicílico
jos), eosinofilia en sangre periférica y prueba cutánea inme- Furantoína
diata positiva frente a A. fumigatus. Otros autores exigen, Sulfamidas
además, la presencia de bronquiectasias centrales, valoradas Carbamazepina
Clorpromazina
mediante tomografía computarizada (TC) torácica (fig. 5.60), Clofibrato
aumento de IgE, existencia de precipitinas en suero y creci- Cromoglicato sódico
miento de Aspergillus en esputo, aunque estos tres últimos Dipropionato de beclometasona
criterios pueden estar presentes también en el asma bron- Difenilhidantoína
quial. Estreptomicina
Para el tratamiento debe utilizarse prednisona o predniso- Glafenina
lona, a la dosis de 0,5-1 mg/kg/día durante 2 semanas. Se Hidralazina
continúa con 0,5 mg/kg cada 2 días durante 3 meses y luego Isoniazida
Ácido paraaminosalicílico
se disminuye progresivamente la dosis hasta suspender la Penicilina
medicación en otros 3 meses. El control del tratamiento

824
EOSINOFILIAS PULMONARES

Eosinofilia pulmonar por helmitos obtenidas. Estos porcentajes son muy superiores a los que se
pueden observar en otras enfermedades, como sarcoidosis,
La mayoría de los casos decritos por Löffler como infiltra- neumonitis por hipersensibilidad, colagenosis o fibrosis pul-
dos fugaces asociados a eosinofilia estaban producidos por monar idiopática, las cuales pueden cursar con eosinofilia
infestaciones helmínticas. La etiología habitual en los prime- en el lavado broncoalveolar pero no en sangre periférica.
ros casos descritos correspondía a Ascaris lumbricoides, aun- El tratamiento de elección consiste en glucocorticoides, a
que posteriomente se demostró que otros parásitos pueden la dosis de 0,5-1 mg/kg/día de prednisona o prednisolona. La
producir el cuadro clínico (tabla 5.67). Entre ellos destaca la mejoría clínica y radiológica en las primeras 48-72 h es es-
microfilaria, por ser la causante de la eosinofilia tropical, fre- pectacular, de forma que, si no existe una mejoría rápida,
cuente en los países endémicos (India, Pakistán y sudoeste debe dudarse del diagnóstico. No obstante, al reducir la do-
asiático). Los síntomas más frecuentes son tos, disnea, sibi- sis de glucocorticoides suele haber recaídas frecuentes, por
lancias y fiebre. La radiografía de tórax muestra infiltrados al- lo que en la mayoría de los casos su empleo debe prolongar-
veolares, no segmentarios, localizados en la periferia del pul- se durante meses o años a dosis de 10-20 mg/día.
món y fugaces, ya que la imagen desaparece y reaparece en
otra zona del pulmón en el plazo de horas. El diagnóstico se
basa en el aislamiento del parásito, para lo cual es necesario
Neumonía eosinófila aguda
realizar estudios repetidos de muestras de heces. En general, Recientemente se han descrito varios casos de pacientes
la evolución es benigna y no requiere tratamiento. En los ca- con disnea, fiebre, infiltrados instersticiales o alveolares bila-
sos infrecuentes de afectación muy intensa puede ser nece- terales, insuficiencia respiratoria grave y eosinofilia en sangre
sario administrar glucocorticoides durante una semana, a la periférica y en el lavado broncoalveolar. Se desconoce la
dosis de 0,5 mg/kg/día de prednisona o prednisolona. etiología de este cuadro clínico, al que se ha denominado
neumonía eosinófila aguda. En la mayoría de los casos, la
gravedad de la insuficiencia respiratoria requiere la utiliza-
Eosinofilia pulmonar idiopática ción de ventilación mecánica. El tratamiento consiste en la
administración de glucocorticoides, a las mismas dosis que
Neumonía eosinófila crónica las recomendadas para la neumonía eosinófila crónica.

La neumonía eosinófila crónica es una enfermedad infre-


cuente, responsable del 6-16% de los casos de eosinofilia pul-
Síndrome hipereosinófilo
monar. Afecta con mayor frecuencia a mujeres de edad me- Es una entidad clínica muy poco frecuente que podría re-
dia, y puede acompañarse de asma o precederla en el 50% presentar el espectro más grave de las eosinofilias idiopáticas
de los casos. La evolución es subaguda o crónica, con fiebre, y que, a diferencia de la neumonía eosinófila crónica, no
disnea, tos seca, sudación nocturna y pérdida de peso. La ra- afecta exclusivamente el pulmón. Se caracteriza por eosinofi-
diografía de tórax se caracteriza por infiltrados pulmonares lia persistente durante más de 6 meses e infiltración difusa
periféricos que adoptan la forma denominada negativo del por eosinófilos de diversos órganos, como el SNC, la piel, el
edema pulmonar (fig. 5.61). Tanto el cuadro clínico como el pulmón y el corazón. La leucocitosis superior a 90 × 109/L, la
radiológico remedan a la tuberculosis pulmonar, siendo cla- presencia de formas blásticas y la infiltración eosinófila del
ve en el diagnóstico diferencial la existencia de eosinofilia corazón son datos de mal pronóstico. Se aconseja el trata-
periférica. En algunos casos la neumonía eosinófila crónica miento con prednisona, a dosis de 1 mg/kg/día. Si la enfer-
cursa sin eosinofilia periférica, por lo que debe demostrarse medad progresa debe añadirse hidroxiurea, a dosis de 0,5-1,5
la eosinofilia pulmonar por medio del lavado broncoalveo- g/día.
lar. En la neumonía eosinófila crónica siempre existe eosino-
filia en el lavado, con porcentajes muy elevados de eosinófi-
los, que pueden llegar al 90% del número total de células Eosinofilia pulmonar asociada a angitis
La angitis granulomatosa alérgica, o enfermedad de Churg-
Strauss, es la vasculitis que se asocia con mayor frecuencia a
infiltrados pulmonares eosinófilos. Aparece habitualmente
en pacientes con asma. Las lesiones histológicas, constitui-
das por angitis necrosante, infiltración eosinófila y granulo-
mas extravasculares, afectan, además del pulmón, la piel, el
tracto gastrointestinal, el corazón y el SNC. La afectación
renal es muy rara. Como tratamiento se aconsejan dosis de
80-100 mg/día de prednisona, con posterior reducción de la
dosis tras la mejoría clínica y analítica. En los casos refracta-
rios a los glucocorticoides está indicada la administración de
inmunodepresores.

TABLA 5.67. Helmintos causantes de eosinofilia pulmonar


Ancylostoma braziliense
Ancylostoma duodenale
Ascaris lumbricoides
Dirofilaria immitis
Entamoeba histolytica
Fasciola hepatica
Necator americanus
Schistosoma
Strongyloides stercoralis
Taenia saginata
Toxocara canis
Trichinella spiralis
Wuchereria bancrofti
Fig. 5.61. Radiografía de tórax que revela neumonía eosinófila cró- Wuchereria malayi
nica. Infiltrados alveolares periféricos.

825
NEUMOLOGÍA

Eosinofilia pulmonar casual Bibliografía especial


ALLEN JN, PACHT ER, GADEK JE, DAVIS BW. Acute eosinophilic pneumo-
nia as a reversible cause of noninfectious respiratory failure. N
Algunas enfermedades pulmonares pueden asociarse de Engl J Med 1989; 321: 569-574.
forma esporádica a eosinofilia periférica. La diferencia con CAPEWELL S, CHAPMAN BJ, ALEXANDER F, GREENING AP, CROMPTON GK. Cor-
las enfermedades descritas anteriormente radica en el hecho ticosteroid treatment and prognosis in pulmonary eosinophilia.
de que en estas enfermedades el eosinófilo no interviene en Thorax 1989; 44: 925-929.
la patogenia de los infiltrados pulmonares. La enfermedad de CARRINGTON CB, ADDINGTON WW, GOFF MA. Chronic eosinophilic pneu-
monia. N Engl J Med 1969; 280: 787-789.
Hodgkin cursa con eosinofilia en el 15% de los casos, y la al- LILLINGTON GA. Pulmonary infiltration with eosinophilia. En: LILLINGTON
veolitis alérgica extrínseca, especialmente el pulmón de GA (ed). A diagnostic approach to chest disease. Baltimore, Wi-
granjero, en el 10%. Otras enfermedades pueden asociarse a lliams and Wilkins, 1987; 477-486.
eosinofilia periférica de forma muy esporádica (tabla 5.64).

Enfermedades vasculares del pulmón


J. Roca Torrent y J. Ruiz Manzano

La circulación pulmonar se caracteriza por ser un sistema


de baja resistencia y gran distensibilidad. A pesar de que por
la red vascular pulmonar circula todo el gasto cardíaco, las
presiones generadas en él son mucho menores que las sisté-
Arteria
micas. Asimismo, grandes variaciones de flujo durante el pulmonar
ejercicio tienen escasa traducción en el aumento de presio- Aurícula
nes intravasculares pulmonares. Estas propiedades se expli- derecha
can por las características de los vasos pulmonares. Mientras
que en el circuito sistémico las arterias elásticas constituyen
sólo los grandes troncos, en el pulmonar la estructura funda-
mentalmente elástica de la pared arterial se conserva hasta
los vasos de 1 mm de diámetro. La adaptabilidad del sistema
se explicaría, además, por la gran cantidad de vasos que
en situación de reposo están colapsados y pueden abrirse
ante incrementos temporales de flujo (fenómeno de recluta-
miento).
Las características funcionales de las arterias pulmonares
de tipo muscular, que se distinguen por la presencia de ha-
ces circulares de fibras musculares en su capa media y co- Ventrículo
rresponden a los vasos de diámetro menor a 1 mm, reviste derecho
gran interés. Suele considerarse que, en el adulto sano, esta
parte del árbol arterial tiene un comportamiento rela-
tivamente pasivo. No obstante, sin poseer la reactividad
propia de la vida fetal o perinatal, este concepto no es del Fig. 5.62. Esquema de la colocación de un catéter de Swan-Ganz.
Se trata de un catéter de doble luz que permite medir la presión de la
todo exacto. En realidad, se trata de una zona con poca ex- aurícula derecha (proximal) y de la arteria pulmonar (distal). Cuando
presividad funcional en la que cambios relativamente rele- se insufla el balón, el extremo distal del catéter se enclava y la presión
vantes del tono muscular, aunque tengan poca traducción medida en estas circunstancias refleja la presión de la aurícula izquier-
en las presiones pulmonares, pueden determinar redistri- da y telediastólica del ventrículo izquierdo.
buciones significativas del flujo sanguíneo pulmonar y, en
consecuencia,
. . influir sobre las relaciones de ventilación/per-
fusión (VA/Q) pulmonares. De hecho, en diversas enfermeda-
des se observa que esta zona arterial se halla sometida a mul- denominada presión en cuña, de oclusión o de enclava-
titud de influencias, tanto directas (hipoxia alveolar) como miento, que en individuos normales es igual a la de la aurí-
indirectas por mediación neurológica o humoral. cula izquierda. Su valor medio es de 9,3 ± 3,1 mmHg.
La circulación bronquial posee todas las características Al considerar las enfermedades vasculares del pulmón hay
propias de los vasos sistémicos; son arterias que tienen su ori- que tener en cuenta los siguientes grupos de entidades clíni-
gen en la aorta descendente y su papel cuantitativo en la irri- cas:
gación del pulmón es poco relevante, ya que representa sólo 1. Las enfermedades que tienen como característica co-
el 1% del gasto cardíaco. La circulación bronquial sólo mere- mún el desarrollo de hipertensión pulmonar.
ce consideración en algunas enfermedades, como anomalías 2. Las situaciones en las que la disminución del tono vascu-
congénitas, bronquiectasias o enfermedades neoformativas lar pulmonar y de la reactividad vascular es la característica
bronquiales, que determinan la hipertrofia de estos vasos y la predominante; es el denominado síndrome hepatopulmonar.
aparición de anastomosis broncopulmonares. 3. Las enfermedades inflamatorias de los vasos (angitis) y
En individuos adultos normales, en decúbito supino, la la hemorragia alveolar difusa.
presión sistólica de la arteria pulmonar (Pap) es de 21,5 ± 5,1 4. Las malformaciones vasculares (pulmón hipogenético,
mmHg, la diastólica de 9,5 ± 3,0 mmHg, y la media de 15,0 ± fístulas arteriovenosas).
3,5 mmHg. Si al medir las presiones pulmonares se hace pro- 5. Los cambios pulmonares secundarios a enfermedades
gresar el catéter de Swan-Ganz (fig. 5.62) por las ramas de la del corazón izquierdo (pulmón cardíaco).
arteria pulmonar hasta que su punta quede enclavada en Este último tema no se tratará en este apartado por consi-
una rama de pequeño calibre, la presión que se obtiene es la derarlo más propio de las enfermedades cardiovasculares.

826
ENFERMEDADES VASCULARES DEL PULMÓN

Hipertensión pulmonar desconocida y cursa con un cuadro de hipertensión pulmo-


nar poscapilar, causado por obstrucción de las vénulas pul-
monares con formación de microtrombos. Se manifiesta por
Se considera que existe hipertensión pulmonar cuando disnea, ortopnea y disnea paroxística nocturna y en la radio-
las cifras son superiores en 5 mmHg a la media de la pobla- grafía de tórax suelen observarse signos de edema pulmonar,
ción sana. En individuos estudiados al nivel del mar, se líneas de Kerley B y derrame pleural. No se dispone de trata-
acepta que el límite superior de normalidad corresponde a miento eficaz.
20 mmHg de Pap media en condiciones de reposo. Entre los El diagnóstico de la hipertensión pulmonar se efectúa me-
factores fisiopatológicos causales de hipertensión arterial diante la medición de las presiones pulmonares con catéter
pulmonar hay que tener presentes los que se exponen a con- de Swan-Ganz. Éste es el método más directo y exacto; sin
tinuación. embargo, por tratarse de una técnica no exenta de complica-
Disminución de la superficie vascular pulmonar o de su dis- ciones (infarto pulmonar, insuficiencia vascular pulmonar,
tensibilidad. En este grupo deben considerarse todas las en- arritmias), su uso clínico tiene indicaciones precisas. En ge-
fermedades que ocasionan pérdida de la red vascular (trom- neral, el diagnóstico de hipertensión pulmonar se efectúa a
boembolia pulmonar, enfisema panlobulillar, resecciones través de los datos clínicos, radiográficos y electrocardiográ-
pulmonares) o bien pérdida de capacidad de reclutamiento ficos. Sin embargo, el desarrollo de técnicas no invasivas,
vascular y de distensibilidad de los vasos pulmonares, ya sea como la ecografía cardíaca, ha abierto posibilidades de gran
por alteraciones de su pared o por causas extraluminales, interés.
como en la fibrosis pulmonar intersticial difusa y las enferme-
dades que cursan con procesos fibróticos de tipo cicatrizal.
Vasoconstricción arteriolar pulmonar. Se consideran como Disminución del tono vascular pulmonar:
posibles causas desencadenantes todas las circunstancias síndrome hepatopulmonar
que determinen el deterioro del intercambio de gases (fenó-
meno de vasoconstricción pulmonar hipóxica, VPH). Se trata de un cuadro clínico de carácter básicamente fun-
Aumento de la presión venosa pulmonar. Sería el caso de cional, que consiste en la vasodilatación acentuada de la cir-
hipertensión pulmonar que tiene su origen en el fallo ventri- culación pulmonar y sistémica. Se acompaña de disminu-
cular izquierdo (estenosis mitral) o en la enfermedad veno- ción de la capacidad de adaptación hemodinámica a los
oclusiva pulmonar. Como factores adicionales que pueden cambios posturales y de menor reactividad vascular a es-
causar aumento de la Pap deben considerarse los incremen- tímulos vasoconstrictores pulmonares como la hipoxia. Es
tos del flujo sanguíneo (gasto cardíaco derecho) y el aumen- característico el aumento del gasto cardíaco en condiciones
to de la viscosidad de la sangre. La primera circunstancia se de reposo (circulación hipercinética), junto con cifras tensio-
da en situaciones como el ejercicio, las comunicaciones iz- nales (Pap) bajas. Puede existir disminución de la transferen-
quierda-derecha o en las fístulas broncopulmonares y, la se- cia de monóxido de carbono (DLCO) y, a veces, los pacien-
gunda, en la poliglobulia secundaria a la hipoxemia crónica. tes refieren disnea. La presencia de platipnea y ortodeoxia es
Según las características hemodinámicas, la hipertensión pul- relativamente frecuente. El cuadro clínico se asocia a la pre-
monar se clasifica en precapilar y poscapilar (tabla 5.68). sencia de hepatopatía crónica y suele ser reversible después
de trasplante de hígado. Los mecanismos patogénicos ínti-
mos del síndrome hepatopulmonar son desconocidos. El
Hipertensión pulmonar precapilar cuadro hemodinámico descrito ocasiona la disminución del
Se caracteriza por la presencia de una presión capilar tiempo de tránsito de los hematíes en .la red
. capilar pulmo-
pulmonar, medida con catéter de Swan-Ganz (presión en- nar y el desequilibrio de las relaciones VA/Q pulmonares con
clavada) (fig. 5.62), dentro de la normalidad (menor de aumento
. . de la perfusión en unidades alveolares con cocien-
15 mmHg), con un gradiente entre las presiones capilar y tes VA/Q bajos. La alteración del intercambio pulmonar de
diastólica pulmonares superior a 5 mmHg. Las posibles etio- gases producida por estos factores no suele traducirse de for-
logías se describen más adelante (véase Cor pulmonale). ma paralela en la disminución de la oxigenación arterial, de-
bido al efecto compensador que desempeñan tanto el au-
mento del gasto cardíaco como la hiperventilación que
Hipertensión pulmonar poscapilar suelen presentar los pacientes. De todas maneras, el síndro-
En este caso, la presión capilar tiene unos valores superio- me hepatopulmonar es el causante de la hipoxemia arterial
res a 15 mmHg. Aunque inicialmente el gradiente entre la que presentan algunos pacientes con hepatopatía crónica.
presión enclavada y la diastólica pulmonar es despreciable, Los criterios que se aceptan para el diagnóstico de esta enfer-
si el cuadro persiste aparecen fenómenos de vasoconstric- medad se describen en la tabla 5.69.
ción arteriolar pulmonar, en cuyo caso dicho gradiente pue-
de ser valorable. Las causas son el fallo ventricular izquierdo,
la estenosis mitral, el mixoma auricular o la compresión de Hipertensión pulmonar primitiva
los vasos pulmonares por tumores o fibrosis mediastínicas.
Por sus características particulares merece ser citada apar- Es la hipertensión pulmonar de etiología desconocida, ca-
te la denominada enfermedad venoclusiva. Su etiología es racterizada por la alteración de las pequeñas arterias muscu-
lares del pulmón. Su incidencia es baja (el 0,17% de las en-
TABLA 5.68. Clasificación de la hipertensión pulmonar
Hipertensión pulmonar precapilar (arterial) TABLA 5.69. Criterios diagnósticos del síndrome hepatopulmonar
Hipertensión pulmonar primitiva
Oclusión vascular pulmonar (enfermedad tromboembólica) Presencia de hepatopatía crónica (alcohólica, posnecrótica,
Ingesta de determinadas sustancias (Aminorex®, vegetales cirrosis biliar primitiva o hepatopatía crónica activa).
del género Crotalaria o aceite de colza) No es necesaria la disfunción hepática grave
Hipoventilación alveolar central (con pulmón sano) Ausencia de enfermedad cardiopulmonar de base,
Insuficiencia respiratoria a causa de EPOC, fibrosis pulmonar con radiografía de tórax normal
difusa, enfermedades de la caja torácica Aumento del gradiente alveoloarterial de O2 (AaPO2 > 15 mmHg)
Hipertensión pulmonar poscapilar (venosa) (1,9 kPa); no es necesaria la presencia de hipoxemia
Enfermedad venoclusiva Aparición extrapulmonar de microesferas de 99Tc o positividad
Estenosis mitral, mixoma auricular del ecocardiograma después de la inyección intravenosa de
Compresión de venas pulmonares por masa tumoral o fibrosis suero salino (positive enhanced echocardiogram), indicativos
mediastínica de anomalías de la circulación pulmonar

827
NEUMOLOGÍA

fermedades cardiovasculares) y afecta con preferencia al las presiones pulmonares que ocasiona. La causa radicaría
sexo femenino (5:1). La mayor incidencia se observa entre en los microémbolos formados por las partículas de albúmi-
los 20 y los 40 años, siendo el promedio de edad de 23 años. na. Si bien la cateterización del circuito pulmonar y el estu-
Algunos autores sugieren que la hipertensión pulmonar pri- dio angiográfico son técnicas necesarias para el diagnóstico
mitiva (HPP) podría deberse a un grupo heterogéneo de etio- y la evaluación de la gravedad de la HPP, hay que tener pre-
logías, entre las cuales se postulan como posibles la persis- sente que constituyen exploraciones de alto riesgo en estos
tencia de la hipertensión pulmonar fetal y la embolia pacientes. Su morbilidad y mortalidad se reducen en gran
pulmonar de líquido amniótico; asimismo, la existencia de medida con los catéteres flexibles de tipo Swan-Ganz. Los ha-
HPP de tipo familiar y el predominio de la enfermedad en el llazgos en el estudio hemodinámico corresponden a una hi-
sexo femenino han sugerido un origen hereditario; finalmen- pertensión pulmonar de tipo precapilar. En la evaluación de
te, su asociación esporádica al síndrome de Raynaud (7- su gravedad se deben tener presentes, además de las cifras
30%) ha permitido plantear la hipótesis de una posible natu- de Pap, la magnitud del gasto cardíaco y el valor de la resis-
raleza autoinmune. tencia vascular pulmonar (RVP). Asimismo, es importante
La escasa incidencia de la enfermedad, el inicio de la clí- determinar el grado de reversibilidad de la hipertensión pul-
nica cuando se halla en fase avanzada y la disociación exis- monar, que varía a lo largo de la evolución de la enferme-
tente entre los datos que proporciona el estudio de este tipo dad.
de hipertensión en el hombre y la experimentación animal El diagnóstico se establece mediante el estudio angiográfi-
son las principales causas de la relativa ignorancia sobre esta co, después de haber descartado la existencia de otras neu-
enfermedad. mopatías, enfermedades cardiovasculares y enfermedades
sistémicas responsables del cuadro clínico. Debe efectuarse
Anatomía patológica. Es uno de los aspectos que confieren asimismo el diagnóstico diferencial con las microembolias
mayor identidad a la enfermedad. Se caracteriza por la dis- recidivantes, con la hipertensión pulmonar secundaria a la
minución del número de arteriolas pulmonares, con empo- administración de determinadas sustancias (Aminorex®, in-
brecimiento homogéneo de la red vascular pulmonar. La gesta de Crotalaria, aceite de colza) y con la enfermedad ve-
afección se localiza sobre todo en las arteriolas con un diá- noclusiva; en realidad, el diagnóstico de certeza exige la ob-
metro entre 40 y 500 µm; éstas se caracterizan por presentar tención de muestras anatomopatológicas mediante biopsia
gran hipertrofia de la media con franco desarrollo de los ha- pulmonar o estudio necrópsico.
ces circulares de fibra muscular lisa, fibrosis de la íntima con
depósito de fibrina y plaquetas y, en las formas más gra- Tratamiento. Los diversos tratamientos ensayados para inci-
ves, lesiones plexiformes y/o arteritis con necrosis fibrinoide. dir sobre el curso evolutivo de la enfermedad no han propor-
Las lesiones plexiformes consisten en la dilatación arteriolar cionado resultados positivos. Entre ellos, deben considerarse
segmentaria, en cuyo interior se aprecian formaciones angio- los glucocorticoides, la azatioprina y la administración de
matosas con canalículos tapizados por células endoteliales. fármacos antiprostaglandinas, como la indometacina y el
Se trata de un fenómeno inespecífico que aparece en la hi- ácido acetilsalicílico. En las fases finales, con cuadro clínico
pertensión pulmonar grave. En los vasos de mayor calibre se de insuficiencia cardíaca está indicado el tratamiento diuréti-
observan dilataciones y cambios escleróticos secundarios a co y digitálico, a pesar de su discutible eficacia.
las altas cifras tensionales. El ventrículo derecho presenta in- Se han ensayado diferentes tipos de fármacos vasodilata-
tensa hipertrofia de la pared y en las fases avanzadas del cua- dores con buenos resultados a corto plazo en algunos casos,
dro hay dilatación de las cavidades cardíacas derechas. pero su eficacia a largo plazo es dudosa. Los objetivos esen-
ciales del tratamiento vasodilatador son disminuir la Pap y
Cuadro clínico. Es relativamente frecuente su presentación preservar el gasto cardíaco y la presión arterial sistémica. El
en forma de astenia, disnea de esfuerzo progresiva y episo- deterioro de esta última por tratamientos vasodilatadores
dios de síncope con el ejercicio, debidos al bajo gasto cardía- inadecuados puede alterar el gradiente de presión entre la
co. Son frecuentes las molestias torácicas con características aorta y la circulación coronaria del ventrículo derecho y de-
difíciles de definir, así como la aparición esporádica de dolo- sencadenar la muerte súbita por isquemia coronaria. Se ha
res anginosos. En estadios avanzados puede haber disfonía sugerido la práctica de una prueba con prostaciclina para
por compresión vascular del nervio recurrente izquierdo. En predecir la eficacia vasodilatadora de los bloqueadores del
la exploración física puede visualizarse una onda α en el pul- calcio en esta enfermedad. Asimismo, se ha preconizado el
so yugular y es frecuente la palpación del latido de la arteria empleo de anticoagulantes para aumentar la supervivencia
pulmonar. El latido cardíaco suele ampliarse y desplazarse de los pacientes. En las fases finales de la enfermedad, cuan-
hacia la zona subxifoidea. La auscultación se caracteriza por do los pacientes no muestran respuesta a los vasodilatado-
la presencia de un segundo ruido pulmonar aumentado y, en res, debe considerarse el trasplante cardiopulmonar como
ocasiones, por la aparición de un clic de eyección pulmo- la opción terapéutica más adecuada. En ningún caso se ha
nar, así como de un cuarto ruido correspondiente a la sístole descrito la recurrencia de la enfermedad después del tras-
auricular. En fases avanzadas puede aparecer semiología de plante.
insuficiencia valvular e, incluso, cianosis por shunt de dere-
cha a izquierda a través del agujero oval. El cuadro clínico
final puede consistir en muerte súbita o bien en el desarro- Tromboembolia pulmonar*
llo progresivo de cor pulmonale grave. El pronóstico de la
enfermedad suele ser letal. El promedio de vida desde Consiste en el enclavamiento en las arterias pulmonares
la aparición de los primeros síntomas es de unos de un trombo desprendido (émbolo) desde alguna parte del
5 años; sin embargo, en algunos casos la enfermedad perma- territorio venoso. Aunque el origen del émbolo puede ser
nece estable y se observan evoluciones superiores a los una trombosis venosa de localización diversa (extremidades
20 años. superiores, venas prostáticas, uterinas, renales y cavidades
derechas), en la mayoría de los casos (90-95%) se trata de
Exploraciones complementarias. El estudio de la mecáni- una trombosis venosa profunda (TVP) de las extremidades
ca pulmonar suele situarse dentro de la normalidad. En el inferiores, a menudo asintomática. La embolia pulmonar no
examen funcional sólo llama la atención el moderado dete- puede entenderse como una enfermedad en sí misma sino
rioro de la DLCO y la presencia de discreta hipoxemia con como una complicación de la TVP. Por esta razón, el térmi-
hipocapnia en la gasometría arterial. El ECG y el ecocardio- no tromboembolia pulmonar (TEP), que incluye las palabras
grama muestran hipertrofia y sobrecarga del ventrículo dere-
cho. En los casos graves, la gammagrafía pulmonar con ma-
croagregados puede resultar peligrosa por el incremento de *J. Ruiz Manzano

828
ENFERMEDADES VASCULARES DEL PULMÓN

clave, trombo y émbolo, resulta muy apropiado para definir Cuadro clínico. Las manifestaciones clínicas de la TEP son
la enfermedad. totalmente inespecíficas pero, valoradas adecuadamente en
Los factores de riesgo para desarrollar TEP están relaciona- su contexto, facilitan el diagnóstico. Por lo general, su inten-
dos con el origen del problema, es decir, la TVP. Se estima sidad depende del grado de oclusión del lecho vascular pul-
que sólo el 10-20% de éstas producen émbolos pulmonares. monar y del estado cardiorrespiratorio previo del paciente.
Son numerosas las situaciones que predisponen a la TVP, Sin embargo, es posible observar enfermos con emboliza-
pero no todas entrañan el mismo riesgo ni tampoco la misma ción masiva (más del 50% de oclusión vascular) y escasa o
capacidad embolígena. El origen de las diferencias del ries- nula sintomatología, mientras que otros con embolias sub-
go reside en su diferente etiopatogenia: estasis, hipercoagula- masivas presentan gran repercusión clínica. Esta discrepan-
bilidad y lesión de la pared vascular, siendo los dos últimos cia se atribuye a la acción de sustancias broncoactivas y va-
los factores más importantes. Los factores de mayor riesgo soactivas liberadas por las plaquetas. Los síntomas más
asociados a cirugía y traumatología son: cirugía abdominal o frecuentes son la disnea (57-91%), que suele aparecer de for-
pélvica por cáncer, cirugía ortopédica mayor (cadera, rodi- ma súbita, y el dolor torácico, casi siempre de tipo pleurítico
lla) y fractura de cadera. Entre los factores clínicos los más (50-76%). Otros síntomas menos habituales son la tos y la he-
frecuentes son: TVP y/o TEP previas, cáncer, varices, obesi- moptisis. En ocasiones puede producirse broncospasmo. El
dad, infarto de miocardio, accidente vascular cerebral, pará- síncope y el colapso son manifestaciones raras.
lisis de extremidades, ingesta de estrógenos, inmovilización En la exploración física, la taquipnea y la taquicardia son
prolongada y estados de hipercoagulabilidad primaria. La los signos más constantes. La fiebre es frecuente y a veces
coincidencia de diversos factores de riesgo, por efecto acu- puede desorientar por su intensidad y duración. En la auscul-
mulativo, incrementa la predisposición de la TVP. tación cardiopulmonar puede hallarse taquicardia, un segun-
La incidencia real de TEP es difícil de establecer, dado do ruido pulmonar fuerte, roce pleural y, en ocasiones, sibi-
que muchos episodios no se diagnostican en vida (hasta el lancias. En las extremidades inferiores es posible observar
70%) y gran parte de ellos son asintomáticos. A partir de los signos de TVP (calor, rubor y edema) en un tercio de los
estudios necrópsicos y clínicos se estima que la frecuencia casos.
de su presentación es importante (alrededor de 500.000 ca-
sos/año en EE.UU.) y constituye la tercera causa de muerte Exploraciones complementarias. Las pruebas analíticas
en los hospitales. En las series de autopsias de España, la TEP no aportan datos útiles para el diagnóstico, excepto para ex-
es la causa del fallecimiento en el 3,5% de los casos. cluir otras enfermedades. La leucocitosis es común. La gaso-
metría arterial muestra habitualmente hipoxemia con normo-
Fisiopatología. Durante los primeros 7-10 días de formación, capnia o hipocapnia, pero la PaO2 puede ser normal hasta
la trombosis venosa es friable y existe riesgo de desprendi- en el 30% de los pacientes. En cualquier caso, una hipoxe-
miento de émbolos. Luego el trombo se resuelve por fibrinó- mia inexplicada debe sugerir el diagnóstico. Recientemente
lisis o se organiza y se adhiere a la pared de la vena, y el ries- se ha descrito que la determinación de dímeros D en plasma
go de embolia pulmonar disminuye. permite descartar la TEP cuando su concentración es inferior
Cuando el émbolo alcanza el lecho arterial pulmonar se a 500 ng/mL.
desencadena una serie de fenómenos que obedecen, por un La presencia de escasas alteraciones en la radiografía de
lado, al efecto mecánico de la oclusión vascular y, por otro, tórax aumenta la sospecha de TEP; sin embargo, lo habitual
a la liberación plaquetaria de sustancias broncoactivas y va- es que existan anomalías. Las más frecuentes son: elevación
soactivas. En síntesis se producen alteraciones hemodinámi- del diafragma, infiltrado pulmonar y derrame pleural, en ge-
cas que se manifiestan por vasoconstricción arteriolar que neral escaso y serohemático. Otros signos menos comunes,
provoca incremento de la resistencia vascular, hipertensión que antaño se consideraban erróneamente como patogno-
arterial pulmonar y eventual fracaso del corazón derecho, y mónicos, son la joroba de Hampton (condensación paren-
alteraciones respiratorias, que consisten en aumento del espa- quimatosa de base pleural), la oligohemia localizada secun-
cio muerto alveolar y del shunt fisiológico pulmonar, bronco- daria a la oclusión vascular (signo de Westermark) y las
constricción y disminución de surfactante pulmonar; este últi- alteraciones laminares.
mo fenómeno aparece más tardíamente que los otros y es Los trastornos de ECG, cuando se presentan, tienden a co-
responsable de la formación de microatelectasias. rresponder a episodios de TEP masiva. Los signos que se con-
Estos fenómenos generan una alteración del intercambio sideran más sugestivos son: inversión de la onda T en las de-
de gases por .desigualdades
. regionales de las relaciones pul- rivaciones precordiales derechas, hipertrofia y sobrecarga de
monares de VA/Q, cuyo resultado es la aparición de hipoxe- cavidades derechas y el clásico patrón S1Q3T3, que es raro e
mia arterial, aunque su presentación es inconstante. indicativo de hipertensión pulmonar. Todos estos signos, que
En general, a las 48-72 h se asiste al inicio de la resolución son inespecíficos, adquieren valor cuando se presentan
del émbolo, que suele completarse en las 2-4 semanas si- como cambios transitorios del ECG basal.
guientes. No obstante, hay una amplia variabilidad indivi- En síntesis, las pruebas complementarias en la TEP son
dual en la forma de resolverse el émbolo, que se atribuye a por completo inespecíficas. Su mayor contribución estriba
su antigüedad y composición, el grado de fragmentación, la en que permiten descartar otras enfermedades con clínica si-
disposición en los vasos pulmonares, el estado cardiopulmo- milar (infarto de miocardio, neumonía, neumotórax, pericar-
nar previo y la actividad fibrinolítica. Un porcentaje conside- ditis).
rable de pacientes presentan alteraciones de la perfusión
pulmonar 6 meses después del episodio agudo. En pocos Diagnóstico. El diagnóstico se sospecha a partir de un cua-
casos, los émbolos no se resuelven y es posible entonces el dro clínico compatible, junto con los factores de riesgo cono-
desarrollo de hipertensión arterial pulmonar crónica. cidos y las pruebas complementarias básicas; sin embargo,
Sólo el 10% de las TEP evolucionan hacia el infarto pulmo- la inespecificidad obliga a recurrir a otras exploraciones
nar y esto ocurre sobre todo cuando existen enfermedades complementarias a fin de alcanzar el diagnóstico de certeza
previas (neumopatías crónicas o cardiopatías). En el cortejo o, cuando menos, obtener datos que justifiquen el manteni-
sintomático de la TEP son habituales los signos evocadores miento de la anticoagulación.
del infarto pulmonar, como dolor pleurítico, roce pleural, he- Las pruebas diagnósticas se orientan en dos direcciones:
moptisis e infiltrado radiológico. Sin embargo, lo que el clíni- la búsqueda de TVP y la demostración de la oclusión de la
co interpreta como infarto corresponde, en la mayoría de los red arterial pulmonar.
casos, a hemorragia pulmonar y/o atelectasia congestiva. El El diagnóstico de la TVP puede realizarse mediante técni-
infarto pulmonar puede acompañarse de derrame pleural, in- cas vasculares no invasivas y flebografía de contraste. Las pri-
fectarse e incluso cavitarse (5%). En raras ocasiones puede meras son prácticamente inocuas, por lo que pueden repetir-
ocasionar hemoptisis masivas. se si se considera necesario. Existen varias modalidades,

829
NEUMOLOGÍA

pero las más utilizadas son la pletismografía de impedancia,


la ultrasonografía Doppler y la captación de fibrinógeno mar- Sospecha clínica y exploraciones básicas
cado con 125I. Más recientemente se han introducido la eco-
flebografía y la ecografía Doppler; esta última proporciona
gran calidad de imágenes y se perfila como la más rentable. .
Gammagrafía de perfusión (Q)
En manos experimentadas tienen buen rendimiento para el
diagnóstico de la TVP iliofemoral, pero pierden sensibilidad
al explorar el territorio venoso distal. La captación de fibrinó-
geno marcado permite detectar mejor los trombos distales
(pantorrilla); en cambio, es menos eficaz para los trombos Normal Anormal
proximales. Constantemente se están introduciendo nuevas
técnicas vasculares no invasivas que intentan sustituir a la fle-
bografía de contraste, que sigue siendo la prueba más segura Tromboembolia Gammagrafía de
para el diagnóstico. Su principal inconveniente es que resul- clínicamente ventilación/perfusión
. .
ta incómoda para el paciente y no está exenta de complica- significativa (VA/Q)
excluida
ciones. Sin embargo, es la única que proporciona datos
sobre la morfología de la trombosis, por lo que resulta im- Baja/media Alta
prescindible cuando deben tomarse decisiones sobre la inte- probabilidad probabilidad
rrupción de la vena cava. No existe acuerdo sobre si la flebo-
grafía convencional debe realizarse en todos los casos de
TEP. TVNI o flebografía Tratamiento
El diagnóstico de la oclusión arterial pulmonar se realiza
mediante la gammagrafía pulmonar y la angiografía digital o
convencional. La gammagrafía pulmonar de perfusión con
microesferas de gelatina o macroagregados de albúmina (+) (-)
marcados con 99Tc es la primera exploración que debe prac-
ticarse ante la sospecha de TEP. Una gammagrafía de perfu-
sión normal excluye la TEP clínicamente significativa. En Tratamiento Alta sospecha
caso de que sea anormal, es necesario complementar el estu- clínica
dio con la gammagrafía de ventilación con 133Xe. Combinan-
do los resultados de ambas pruebas y la radiografía de tórax,
se han elaborado criterios de baja, media y alta probabilidad Arteriografía
de TEP, .que. gozan de aceptación universal. La gammagra-
fía de VA/Q de alta probabilidad (dos o más defectos
segmentarios de perfusión con ventilación y radiografía nor- Fig. 5.63. Esquema del enfoque terapéutico en pacientes con sospe-
mal o alteraciones de la perfusión mayores que las opacida- cha de tromboembolia pulmonar. TVNI: técnica vascular no invasiva.
des radiológicas) en más del 90% de los casos coincide con
la positividad de la arteriografía pulmonar, lo que ofrece sufi-
cientes garantías para establecer el diagnóstico. en el tratamiento de elección. Existen ciertas discrepancias
La arteriografía es la prueba más definitiva, pues su especi- sobre la posología y el tipo de heparina que se ha de utilizar.
ficidad es del 100%, pero es una técnica cruenta que entraña No obstante, se acepta que la heparina sódica por vía intra-
morbimortalidad y que requiere una infraestructura comple- venosa, a dosis de 1 mg/kg cada 4 h (1 mg equivale a 100 U)
ja; todo ello determina que este método se reserve para los durante los 7-10 primeros días, es una buena opción terapéu-
casos en que existen dudas y es imperativo el diagnóstico de tica. En los pacientes con elevado riesgo de hemorragia pue-
certeza y para situaciones de extrema urgencia. La angiogra- de emplearse la heparina sódica en perfusión continua me-
fía por sustracción digital es una alternativa para la arterio- diante bomba de infusión, a razón de 10 mg/h. No existe
grafía convencional que no ha confirmado las previsiones unanimidad en cuanto a la necesidad de monitorizar la anti-
iniciales optimistas, ya que su capacidad de resolución es in- coagulación con heparina sódica y de qué forma. Se aconse-
ferior. ja disponer siempre de pruebas de coagulación antes del ini-
El diagnóstico de TEP es complejo, como lo demuestra el cio del tratamiento y realizar luego un control una hora antes
hecho de que sólo el 30% de los episodios son detectados en de la segunda dosis para ajustar la posología, de forma que
vida de los enfermos. Lamentablemente, este índice de infra- se mantenga el tiempo de tromboplastina parcial activado
diagnósticos se ha mantenido siempre bajo a pesar de los (TTPA) en 1,5-2 veces respecto al control. Una vez ajustada
progresos de las técnicas. Por otra parte, los riesgos que en- la dosis no es imprescindible realizar más controles. En los
traña la anticoagulación obligan a emplear el máximo rigor pacientes con dificultades en la vía intravenosa, la heparina
al establecer el diagnóstico de TEP. El problema que se plan- cálcica, a dosis de 0,1 mL/10 kg por vía subcutánea cada
tea es, por tanto, complicado. La conducta diagnóstica debe 12 h, es el tratamiento alternativo.
ajustarse a cada caso individual, valorando en todo momen- Recientemente se ha comprobado que las heparinas de
to el. riesgo-beneficio
. al tomar decisiones. Una gammagrafía bajo peso molecular (HBPM) son tan eficaces como la hepa-
de VA/Q de alta probabilidad es suficiente para aceptar el rina convencional. La ventaja de éstas es que se administran
diagnóstico de TEP e instaurar . . el tratamiento; sin embargo, en dosis fijas ajustadas al peso una sola vez al día (175 UI anti-
ante una gammagrafía de VA/Q de baja o media probabili- factor Xa/kg) por vía subcutánea y no requieren controles
dad, el diagnóstico debe apoyarse en otras pruebas comple- hematológicos.
mentarias. En estos casos, la demostración de TVP no confir- Al cabo de 7-10 días de la heparinización, se inicia el trata-
ma necesariamente que el paciente haya sufrido una TEP, miento con anticoagulantes orales (dicumarínicos), que se
pero justifica el mantener la anticoagulación. Si no se prolonga durante 3-6 meses, procurando mantener el tiempo
demuestra TVP y existe alta sospecha clínica de TEP, se de protrombina alrededor del 30%. No existe consenso en la
debe practicar una arteriografía para excluir el diagnóstico duración de la anticoagulación, pero en los pacientes con
(fig. 5.63). TEP y TVP se recomienda un mínimo de 6 meses, en los que
sólo presentan TVP, 3 meses, y en caso de TEP sin TVP, con
Tratamiento. Desde que en 1960 se comprobó que la admi- un mes es suficiente.
nistración de heparina disminuía significativamente la morta- La complicación principal del tratamiento con heparina es
lidad de los pacientes con TEP, dicho fármaco se convirtió la hemorragia (10% de los casos), cuyas localizaciones más

830
ENFERMEDADES VASCULARES DEL PULMÓN

frecuentes son el tubo digestivo, las vías urinarias, el tejido riesgo de TVP citados, deben recibir, si no existe contraindi-
subcutáneo, el retroperitoneo y el SNC. En caso de hemorragia cación formal, heparina cálcica o HBPM mientras dure la in-
debe suspenderse la heparina y administrar su antídoto, el sul- movilización.
fato de protamina (1 mg de protamina neutraliza 1 mg de he-
parina). Otra complicación frecuente es la trombocitopenia.
La heparina actúa como antitrombínico, evitando la pro-
Formas especiales de tromboembolia pulmonar
gresión de la trombosis, sin incidir directamente sobre los coá- Se debe recordar que la oclusión de los vasos pulmonares
gulos ya formados. Por consiguiente, su indicación se esta- no es exclusiva de los coágulos venosos. Cualquier sustancia
blece para prevenir nuevos episodios de TEP. No obstante, o material tisular que pase a la circulación venosa puede
existe evidencia de que también actúa inhibiendo la libera- acabar atrapada en el filtro que representa el lecho capilar
ción de los mediadores plaquetarios que intervienen en la pulmonar. Existen varias entidades poco comunes y con ca-
respuesta clínica a la TEP. Esto explicaría el hecho de que el racterísticas peculiares que pueden producir este tipo de pa-
tratamiento precoz con heparina proporcione la mejoría tología.
franca de los pacientes. La embolia pulmonar séptica múltiple es una entidad cuya
Para incidir directamente sobre el coágulo se han introdu- frecuencia ha aumentado debido a la drogadicción. Suele
cido los fármacos fibrinolíticos. Los ensayos clínicos contro- producirse como consecuencia de la infección de un foco
lados en los que se han comparado los fibrinolíticos de pri- de sepsis originado en el territorio venoso o en las cavidades
mera generación (estreptocinasa y urocinasa) con la hepari- cardíacas derechas. Las punciones venosas, los catéteres y la
na, han demostrado que la disolución del coágulo es mucho cirugía obstétrica son las causas directas del cuadro. La clíni-
más rápida y completa en los pacientes tratados con fibrino- ca consiste en deterioro grave del estado general, fiebre ele-
líticos, pero la mortalidad es la misma, el riesgo de hemorra- vada, disnea intensa e infiltrados pulmonares múltiples que
gia mayor y el coste económico mucho más elevado. En rela- pueden cavitarse. Los gérmenes implicados habitualmente
ción con las secuelas secundarias a la TVP, los fibrinolíticos son Staphylococcus aureus, bacilos gramnegativos y hongos.
tampoco se muestran superiores a la heparinoterapia. Las El tratamiento incluye la eliminación del foco séptico o del
nuevas generaciones de fibrinolíticos, entre los que destaca catéter, si éste es el responsable, antibioticoterapia, heparina
el activador tisular del plasminógeno (tPA), tampoco han a dosis plenas y eventual ligadura proximal de la vena origen
mejorado los resultados. Por todo ello, la terapia trombolítica del problema.
no ha alcanzado un grado de aceptación importante en la Otras formas de embolización pulmonar menos frecuentes
TEP. En cualquier caso, su indicación parece clara en los ca- son la del líquido amniótico (complicación del parto), grasa
sos de TEP masiva y en los pacientes hemodinámicamente (tras fractura de huesos largos), células tumorales, aire (em-
inestables. bolia aérea), parásitos (hidatidosis, esquistosomiasis) y mate-
Paralelamente al tratamiento anticoagulante deben corre- riales extraños (catéteres).
girse las alteraciones hemodinámicas (fármacos vasodilata- La embolia grasa no es infrecuente en los pacientes con
dores e inotrópicos como el isoproterenol y la dopamina) y politraumatismos y ocurre como consecuencia de la emboli-
respiratorias (oxigenoterapia, broncodilatadores). Un aspec- zación de la grasa existente en la médula ósea, en los vasos
to importante que se ha de tener en cuenta en el tratamiento capilares pulmonares y sistémicos. El diagnóstico es clínico y
son las recidivas embólicas sintomáticas, que se producen se basa en la presencia de insuficiencia respiratoria, infiltra-
hasta en el 5% de los casos a pesar de la heparinización con dos pulmonares, petequias localizadas de forma característi-
dosis terapéuticas. Al parecer, la configuración de la TVP ca en axilas, conjuntivas y pared anterior del tórax y sínto-
(trombo flotante) influye en la presentación de recidivas. mas neurológicos (coma, trastornos de conducta). En algu-
Cuando éstas se detectan y el paciente está adecuadamente nos casos, los criterios diagnósticos son incompletos y es
anticoagulado, debe procederse a la interrupción del flujo difícil establecer el diagnóstico. El tratamiento consiste en
sanguíneo de la vena cava por debajo de las venas renales las medidas habituales del tratamiento de la insuficiencia
mediante la colocación de un filtro de tipo temporal o defini- respiratoria y en la administración de glucocorticoides a la
tivo, o de un clip. dosis de 1 g/día por vía intravenosa durante 3 días, aunque
no existen pruebas claras de la eficacia de este fármaco.
Profilaxis. La prevención de la TEP consiste en identificar y
tratar a los pacientes con predisposición a la TVP para redu-
cir el riesgo y la mortalidad de la TEP. La eficacia de la profi- Cor pulmonale
laxis se ha comprobado especialmente en los pacientes qui-
rúrgicos, en los que se consigue evitar el desarrollo del TVP El cor pulmonale se caracteriza por la sobrecarga del cora-
en el 75% de los casos y reducir la mortalidad por TEP en zón derecho debido a hipertensión pulmonar secundaria a
más del 60%. Las medidas profilácticas pueden ser físicas o alguna alteración anatómica o funcional del pulmón, de la
farmacológicas. Las físicas consisten en deambulación, me- caja torácica o del control de la ventilación. Para efectuar el
dias de compresión gradual y compresión neumática inter- diagnóstico es importante descartar la existencia de enferme-
mitente en las piernas; actúan evitando estasis venosa y no dades de las cavidades cardíacas izquierdas y cardiovascula-
entrañan riesgo de sangrado. Las medidas farmacológicas res congénitas.
consisten en heparina cálcica a bajas dosis, HBPM y dicuma- Si la enfermedad responsable del aumento de la resisten-
rínicos; actúan impidiendo la activación de la anticoagula- cia vascular pulmonar (RVP) se desarrolla en forma aguda
ción. Las dos primeras (heparina cálcica y HBPM) son la for- (embolia pulmonar, síndrome de distrés respiratorio del
ma más eficaz, cómoda y mayoritariamente utilizada. A los adulto o neumotórax bilateral), el ventrículo derecho presen-
pacientes que deban someterse a intervenciones neuroqui- tará datos anatomopatológicos de dilatación sin signos de hi-
rúrgicas, cirugía mayor de rodilla o próstata y a los que pre- pertrofia; se tratará de un cor pulmonale agudo. Cuando la
senten riesgo de hemorragia se les aplicará compresión neu- enfermedad causal es de larga duración, progresivamente se
mática intermitente en las piernas. En los restantes, la desarrolla hipertrofia de la pared del ventrículo derecho –si
profilaxis se hará con heparina cálcica, 0,3 mL cada 12 h por bien pueden producirse empeoramientos intercurrentes que
vía subcutánea, o bien HBPM, cuya eficacia es incluso algo ocasionen dilataciones y fallo agudo de dicha cavidad–
superior y se administra cada 24 h. La dosificación depende como respuesta a la sobrecarga que representa la hiperten-
del tipo de preparado comercial, existiendo para todos ellos sión pulmonar sostenida; esta situación configura el cor pul-
dosis para alto y bajo riesgo. monale crónico. El cor pulmonale representa el 20-30% de los
Como norma se debe intentar siempre la deambulación ingresos hospitalarios por insuficiencia cardíaca congestiva
temprana de los pacientes encamados. Los que deban per- y, al igual que las enfermedades causales, su incidencia es
manecer en reposo y presentan alguno de los factores de mayor en los varones.

831
NEUMOLOGÍA

Factores etiopatogénicos. Se pueden clasificar de la si- Los hallazgos en la radiografía de tórax dependen de la
guiente manera: enfermedad de base; son comunes la cardiomegalia y el in-
1. Hipoxemia de altura. cremento del diámetro de los grandes vasos (arterias pulmo-
2. Neumopatías crónicas. Enfermedad pulmonar obstructi- nares). La gasometría arterial basal es demostrativa de la alte-
va crónica (EPOC), enfermedades intersticiales difusas (fi- ración del intercambio de gases, que consiste en hipoxemia,
brosis y granulomatosis), enfermedad fibroquística (mucovis- a menudo con retención de CO2. El ECG y, especialmente, el
cidosis), resecciones pulmonares y bronquiectasias. ecocardiograma son los estudios que resultan más útiles para
3. Alteraciones de la estructura y/o la función de la caja to- el diagnóstico de la hipertrofia-sobrecarga del ventrículo de-
rácica. Cifoscoliosis, toracoplastia, fibrotórax, enfermedades recho. Los signos más característicos del ECG son: onda P
neuromusculares y síndrome de obesidad-hipoventilación. pulmonale, desviación del eje a la derecha (mayor de 110°),
4. Enfermedades vasculares. Enfermedad tromboembólica, bloqueo de rama derecha y segmento ST-T con cambios pro-
otros tipos de embolia pulmonar, vasculitis, hipertensión pul- pios de sobrecarga. Estos signos electrocardiográficos son
monar primitiva, esquistosomiasis, compresión vascular poco fiables en los casos de EPOC, en la que hay insuflación
pulmonar por la presencia de masas mediastínicas (hiperten- pulmonar y se producen rotaciones del corazón y aumento
sión poscapilar) y enfermedad venoclusiva (hipertensión de la distancia corazón-pared torácica. Diversos autores refie-
poscapilar). ren que sólo el 40% de los pacientes con EPOC y signos ana-
tomopatológicos de hipertrofia ventricular derecha presen-
Fisiopatología. Aunque relativamente comunes, los cam- tan un ECG característico.
bios fisiopatológicos que determinan el incremento de la Una técnica para el diagnóstico definitivo de cor pulmona-
RVP del circuito arterial pulmonar presentan ciertas particu- le crónico es la medición de las presiones del circuito dere-
laridades según la enfermedad de base. El primer factor fisio- cho mediante el catéter de Swan-Ganz, con demostración de
patológico es la alteración en el intercambio de gases. La hipertensión pulmonar, presión capilar (enclavada) normal
hipoxia alveolar, la hipoxemia arterial y la acidosis secunda- y gradiente entre las presiones capilar y diastólica mayor de
ria a la hipercapnia son factores de vasoconstricción directa 5 mmHg. De todas maneras, esta prueba se emplea con poca
de primer orden, que originan hipertrofia muscular de los frecuencia para este objetivo debido a que se trata de una
haces concéntricos arteriolares y de los haces musculares técnica invasiva. En general, el diagnóstico se establece por
longitudinales de la subíntima. En este caso no hay signos de la clínica, la radiografía de tórax, la gasometría y, sobre todo,
necrosis fibrinoide y se observan características de vasocons- por los criterios aportados por el ECG. En la actualidad, la
tricción reversible. Al parecer, además de la acción vaso- ecografía y los estudios mediante radioisótopos permiten
constrictora directa, los factores citados actuarían a través de cada vez más el estudio del funcionalismo de las cavidades
mediadores humorales. Se había postulado la relevancia del derechas y posiblemente constituirán en el futuro un buen
sistema renina-angiotensina y, más recientemente, la existen- elemento diagnóstico para los casos dudosos.
cia de un déficit de óxido nítrico (NO). Sin embargo, los po-
sibles mecanismos de mediación humoral están aún poco Tratamiento. Aspectos básicos en el cor pulmonale son el
establecidos. Otro factor en el incremento de la RVP sería la tratamiento de la enfermedad causal y de la posible insufi-
pérdida de lecho vascular pulmonar, que tendría importan- ciencia ventricular izquierda que en ocasiones se asocia al
cia en situaciones como la TEP masiva, las resecciones pul- cuadro clínico. En el cuidado de los pacientes con insufi-
monares y algunos casos graves de enfisema panlobulillar. ciencia respiratoria crónica es importante considerar la oxi-
Deben considerarse también las circunstancias que determi- genoterapia domiciliaria (véase Insuficiencia respiratoria), el
nan la pérdida de distensibilidad y dificultad de reclutamien- régimen hiposódico, el tratamiento con diuréticos y la san-
to vascular, como ocurre en las enfermedades intersticiales y gría terapéutica cuando el hematócrito se sitúe en valores
en la EPOC, en la cual suelen aumentar las presiones alveo- superiores al 60%. Actualmente resulta aún controvertido el
lares. empleo de digital; el incremento del gasto cardíaco, con
Paralelamente a estos fenómenos, la hipoxemia crónica el consiguiente aumento de las resistencias pulmonares, y el
suele desencadenar dos tipos de reacciones compensadoras: riesgo de inducción de arritmias ventriculares constituyen
el incremento del gasto cardíaco y la poliglobulia (aumento frenos teóricos para su empleo; éste está justificado cuando
de la viscosidad sanguínea). Ambos factores, junto con la fre- se pretende el control de la frecuencia cardíaca en arritmias
cuente hipervolemia por retención de sodio, ocasionan el in- supraventriculares con conducción ventricular rápida y en
cremento del trabajo cardíaco y agravan la sobrecarga del los casos de fallo cardíaco izquierdo asociado.
ventrículo derecho. Entre los fenómenos determinantes de la
hipertensión pulmonar en el cor pulmonale crónico, algunos
son dependientes de cambios estructurales del aparato respi- Angitis
ratorio, y por tanto irreversibles, mientras que otros se deben
a trastornos funcionales con posibilidad de mejoría. Las angitis o vasculitis son entidades clinicopatológicas
caracterizadas por la alteración inflamatoria de vasos sanguí-
Cuadro clínico. Resulta difícil referir la sintomatología, neos. La obstrucción de la luz vascular por la inflamación
dado que en general suele predominar la propia de la enfer- suele producir lesiones isquémicas en el territorio irrigado
medad de base, y a menudo ésta se confunde total o parcial- por el vaso afecto. Pueden afectarse estructuras vasculares
mente con la del cor pulmonale crónico (disnea, dolor torá- de tipo, tamaño y localización diferentes. Las alteraciones se
cico). Son características la auscultación de un segundo presentan en una sola localización o se extienden a diversos
ruido pulmonar fuerte, la presencia de taquicardia y la des- órganos. Las diversas posibilidades descritas explican que las
viación del latido ventricular a la derecha (zona subxifoi- vasculitis puedan manifestarse formando una amplia conste-
dea). También es frecuente la auscultación de un cuarto rui- lación de síndromes clínicos, que a menudo presentan un
do, que traduce la contracción auricular enérgica. Cuando grado elevado de solapamiento. En la tabla 5.70 se establece
se produce fallo ventricular derecho pueden auscultarse so- la clasificación general de las angitis, que incluye los síndro-
plos de insuficiencia pulmonar y tricúspide, que se incre- mes que raras veces afectan el pulmón.
mentan con las maniobras inspiratorias. En este último caso El conocimiento de los mecanismos fisiopatológicos impli-
puede presentarse un ritmo de galope derecho y visualizarse cados en este tipo de trastornos presenta grandes lagunas,
una onda V en el pulso yugular. En estas situaciones suele aunque se considera que en la mayoría de los casos existe
existir clínica de insuficiencia cardíaca congestiva, con in- un sustrato inmunopatológico. Se ha sugerido el depósito ti-
gurgitación yugular, hepatomegalia, reflujo hepatoyugular y sular de inmunocomplejos circulantes en la sangre como
edemas en las extremidades inferiores. La cianosis es un sig- mecanismo fisiopatológico más probable. Sin embargo, en
no clínico frecuente. algunos casos se trataría de reacciones inmunológicas de

832
ENFERMEDADES VASCULARES DEL PULMÓN

TABLA 5.70. Clasificación de las angitis embargo, las manifestaciones pulmonares, en forma de crisis
Vasculitis necrosante sistémica graves de asma y presencia de infiltrados pulmonares cam-
Poliarteritis nudosa biantes (80%), claramente dominan el cuadro clínico de la
Granulomatosis de Churg-Strauss enfermedad. El derrame pleural es menos frecuente (29%) y,
Síndrome de superposición (vasculitis intermedia) en general, de poca cuantía. Las alteraciones cutáneas, en
forma de púrpura y nódulos cutáneos y subcutáneos, están
Vasculitis por hipersensibilidad (de pequeños vasos) presentes en el 70% de los pacientes. La afectación del siste-
Frente a antígenos probablemente exógenos ma nervioso es también relativamente frecuente; la forma
Púrpura de Schönlein-Henoch más común es la mononeuritis múltiple. En cambio, la insufi-
Enfermedad del suero
Vasculitis inducidas por fármacos ciencia renal es menos frecuente y relativamente benigna. La
Vasculitis asociadas a enfermedades infecciosas eosinofilia periférica (80%) constituye un dato característico.
Frente a antígenos probablemente endógenos El diagnóstico se efectúa por el hallazgo de muestras bióp-
Asociadas a neoplasias sicas de lesiones demostrativas de angitis en un paciente con
Asociadas a conectivopatías manifestaciones clínicas compatibles, básicamente crisis de
Asociadas a déficit congénitos del complemento asma e infiltrados pulmonares cambiantes. El pronóstico vi-
tal sin tratamiento es muy grave. La supervivencia mejora de
Granulomatosis de Wegener forma sustancial con tratamiento glucocorticoide. Para ello
Arteritis de células gigantes suelen emplearse dosis altas de prednisona o metilpredniso-
Arteritis de la temporal lona (40-60 mg/día) durante varias semanas. El ajuste poste-
Arteritis de Takayasu rior de la dosis se realiza de acuerdo con la evolución. Ante
la falta de respuesta a este tratamiento o la presencia de afec-
Otros síndromes vasculíticos tación multiorgánica fulminante se aconseja el tratamiento
Enfermedad de Kawasaki con ciclofosfamida, 2 mg/kg/día, asociado a la administra-
Vasculitis aislada del SNC ción de glucocorticoides en días alternos.
Tromboangitis obliterante (enfermedad de Buerger) En cuanto a las otras vasculitis sistémicas necrosantes indi-
Otros (enfermedad de Behçet)
cadas en la tabla 5.70, cabe señalar que la poliarteritis nudo-
sa clásica se diferencia de la granulomatosis de Churg-
Strauss en que no afecta el pulmón ni presenta eosinofilia.
tipo granulomatoso. El desarrollo de síndromes vasculíticos En cambio, las alteraciones renales y gastrointestinales sue-
en determinados pacientes, y sus características, parecen de- len ser más relevantes. El apartado de síndromes de superpo-
pender de la interacción de diferentes factores, entre los que sición (vasculitis intermedia) no existe en realidad como en-
destacan: a) la predisposición genética; b) las características tidad nosológica. Se trata de cuadros vasculíticos que
de la regulación de la respuesta inmunitaria de determina- pueden presentar manifestaciones características de algunas
dos antígenos; c) la capacidad del sistema reticuloendotelial de las entidades descritas en la tabla 5.70. A efectos de diag-
para eliminar inmunocomplejos circulantes en la sangre; d) nóstico y tratamiento, la pauta que se ha de seguir es similar
las características fisicoquímicas de los inmunocomplejos a la referida para la granulomatosis de Churg-Strauss.
circulantes; e) las lesiones endoteliales preexistentes, y f) las
características de la microcirculación de determinados órga-
nos. La afectación pulmonar en los síndromes vasculíticos es
Granulomatosis de Wegener
muy desigual. En la tabla 5.71 se indican las entidades que, Es una vasculitis granulomatosa necrotizante que afecta el
con mayor o menor frecuencia, cursan con manifestaciones aparato respiratorio (vías aéreas superiores y pulmón) y cur-
pulmonares. La mayoría de los cuadros vasculíticos con afec- sa con glomerulonefritis. Asimismo, puede presentar lesiones
tación pulmonar corresponden a dos únicas entidades: la vasculíticas en pequeñas arterias y venas de otros órganos.
granulomatosis de Churg-Strauss y la granulomatosis de We- Se trata de una enfermedad poco común que suele afectar
gener. con mayor frecuencia (30%) a los varones y aparece en la
edad adulta.
Las manifestaciones clínicas de afectación de las vías
Granulomatosis de Churg-Strauss aéreas extratorácicas en forma de sinusitis y ulceraciones de
Es una vasculitis de arterias de pequeño y mediano cali- la mucosa nasal, con dolor y secreciones nasales mucopuru-
bre, capilares y vénulas, con granulomas vasculares y extra- lentas o hemorrágicas, o la aparición de otitis media por obs-
vasculares e infiltración tisular por eosinófilos. Se acompaña trucción tubárica, constituyen la forma más común de inicio
de eosinofilia periférica. Es una enfermedad con afectación de la enfermedad. La afectación pulmonar se caracteriza por
de múltiples órganos (piel, sistema nervioso, tracto digesti- la aparición de infiltrados pulmonares que pueden tener un
vo), pero el aparato respiratorio se afecta de forma práctica- aspecto radiológico muy diverso, desde nódulos con ulcera-
mente constante, con infiltrados cambiantes, asma y rinitis. ción o sin ella, hasta imágenes similares a las condensacio-
Se trata de una enfermedad poco común, que puede apare- nes neumónicas que, en raras ocasiones, pueden confluir y
cer a cualquier edad de la vida y presenta una prevalencia originar un patrón alveolar bilateral. En la mitad de los casos
discretamente mayor (30%) en los varones. las imágenes radiológicas se acompañan de síntomas como
Las manifestaciones clínicas tienen muchos aspectos co- tos, dolor torácico, disnea o hemoptisis. La afectación bron-
munes con la poliarteritis nudosa clásica en lo que respecta quial es frecuente y justifica la aparición de una alteración
a la presencia de fiebre, malestar general, mialgias, anorexia, ventilatoria obstructiva, a veces secundaria a lesiones en las
pérdida de peso y a la afectación de diversos órganos. Sin vías aéreas centrales. Durante las fases activas de la enferme-
dad el paciente suele presentar afectación del estado gene-
ral, fiebre, artralgias, anorexia y pérdida de peso. La fiebre
TABLA 5.71. Angitis con afectación pulmonar puede indicar actividad de la enfermedad, pero en la mayo-
Afectación pulmonar constante ría de los casos es simplemente una expresión de la infec-
Granulomatosis de Churg-Strauss ción de lesiones de las vías aéreas extratorácicas. La afecta-
Granulomatosis de Wegener ción renal (85%) no suele ser una manifestación inicial de
la enfermedad, pero tiene un protagonismo importante en la
Afectación pulmonar poco frecuente o excepcional clínica y, a menudo, es el factor determinante de la mortali-
Vasculitis por hipersensibilidad (de pequeños vasos) dad. Las lesiones oculares de diversas características (con-
Síndrome de superposición (vasculitis intermedia)
Enfermedad de Behçet
juntivitis, uveítis, queratitis, proptosis, ceguera) aparecen en
el 60% de los pacientes. Las lesiones cutáneas, en forma de

833
NEUMOLOGÍA

pápulas, vesículas, púrpura, úlceras o nódulos, afectan al La granulomatosis linfomatoide se considera que es un lin-
45% de los enfermos. Menos frecuentes son la afectación foma de células T con algunas características especiales,
neurológica (22%) y cardíaca (12%). Las pruebas analíticas como la afectación extraganglionar y la tendencia a invadir
suelen dar resultados inespecíficos, como velocidad de sedi- los vasos sanguíneos (linfoma angiocéntrico). Esta entidad
mentación globular (VSG) muy elevada, anemia y leucocito- forma parte de un espectro de procesos linfoproliferativos
sis, además de datos característicos de afectación renal poco (alteraciones infiltrativas linfocíticas) que se clasifican en tres
avanzada, como proteinuria, microhematuria o presencia de grados de agresividad clínica. En el grado I, las lesiones an-
cilindros hemáticos en el examen de orina. Durante la fase giocéntricas están constituidas por un infiltrado polimorfo de
activa de la enfermedad es muy característica la presencia linfocitos, células plasmáticas e histiocitos sin atipias. En el
de anticuerpos anticitoplasma de los neutrófilos (ANCA) en grado II se observan atipias celulares, y en el grado III las ca-
plasma, de significado fisiopatológico impreciso, pero cuya racterísticas de monomorfismo y acentuada atipia del infiltra-
identificación puede constituir una ayuda en casos de diag- do permiten clasificar la enfermedad como linfoma de más
nóstico diferencial difícil. alto grado de malignidad. La granulomatosis linfomatoide
El diagnóstico se establece por la demostración de lesio- clásica corresponde a los grados I y II.
nes de vasculitis granulomatosa necrosante, en pacientes La enfermedad afecta más a los varones, en una propor-
que presentan un cuadro clínico de afectación de vías ción de 2:1 respecto a las mujeres. Aunque puede presentar-
aé-reas superiores, pulmón y alteración renal. Las muestras se en todas las edades, la mayoría de los casos suelen diag-
biópsicas de las vías respiratorias, intratorácicas o extratorá- nosticarse en las cuatro primeras décadas de la vida. La
cicas, suelen mostrar lesiones granulomatosas necrotizantes afectación pulmonar puede cursar con manifestaciones clíni-
en las que, a veces, resulta difícil identificar la vasculitis. El cas muy variables, desde formas asintomáticas descubiertas
estudio histológico del parénquima renal confirma el diag- en pacientes que presentan sintomatología correspondiente
nóstico de glomerulonefritis, pero raras veces muestra vascu- a otros órganos, hasta cuadros agudos de insuficiencia respi-
litis granulomatosa. La biopsia de parénquima pulmonar es ratoria. La forma más frecuente es la presentación subaguda,
la que permite identificar con mayor seguridad las lesiones con un cuadro de tos acompañada esporádicamente de ex-
anatomopatológicas características de esta enfermedad. pectoración, fiebre y disnea de esfuerzo. Los pacientes sue-
El diagnóstico diferencial de la enfermedad de Wegener se len presentar mal estado general, astenia y pérdida de peso.
plantea en los casos que no cursan con la tríada clinicopato- Las imágenes radiológicas suelen consistir en lesiones bilate-
lógica clásica: afectación de vías aéreas extratorácicas y de rales de tipo nodular o en forma de condensaciones neumó-
pulmón y glomerulonefritis. En las formas clínicas incomple- nicas, que pueden confluir dando imágenes cambiantes. En
tas, los diagnósticos alternativos que suelen plantearse son: el 30% de los casos se ulceran. La afectación cutánea es rela-
granulomatosis de Churg-Strauss, tumores de vías aéreas su- tivamente común (40%) y consiste en pápulas o nódulos sub-
periores, síndrome de Goodpasture, otras enfermedades gra- cutáneos. En el 20-30% de los casos se asocian lesiones neu-
nulomatosas infecciosas y no infecciosas, granuloma de la lí- rológicas, que pueden ser centrales o periféricas. El riñón
nea media y granulomatosis linfomatoide. suele presentar alteración histológica sin expresión clínica.
Antes del tratamiento con inmunodepresores, el pronós- Otros órganos (hígado, bazo, ganglios) pueden presentar
tico de la enfermedad era mortal a los pocos meses de ini- también lesiones sin expresividad clínica. El curso evolutivo
ciada la clínica de afectación renal. La administración de espontáneo es letal. La muerte suele producirse por hemopti-
glucocorticoides determina la mejoría sintomática sin modi- sis fulminante, insuficiencia respiratoria o alteraciones neu-
ficación del curso de la enfermedad. La pauta de tratamiento rológicas. El tratamiento de elección es similar al descrito
aconsejada es la administración de ciclofosfamida oral, a la para la enfermedad de Wegener, con el cual llega a conse-
dosis de 2 mg/kg/día. En los casos graves puede administrar- guirse un 50% de remisiones completas. Los pacientes refrac-
se una dosis superior por vía intravenosa, 3-4 mg/kg/día, du- tarios al tratamiento con frecuencia desarrollan un linfoma
rante 3-4 días. La dosis de mantenimiento de la ciclofosfa- de más alto grado de malignidad.
mida se ajusta, mediante la monitorización del recuento
leucocitario, para mantener la cifra de neutrófilos en san-
gre alrededor de 1.500/µL (aproximadamente 3 × 109/L leu-
Granulomatosis y angitis linfocítica “benigna”
cocitos). La ciclofosfamida debe mantenerse durante un año Corresponde el grado I de la clasificación descrita ante-
después de conseguida la remisión y luego puede retirarse riormente. La lesión se caracteriza por la presencia de infil-
de forma gradual. Los pacientes que no toleran la ciclofosfa- tración por linfocitos pequeños, sin atipias ni necrosis. Algu-
mida pueden tratarse con azatriopina. Los glucocorticoi- nos autores consideran que esta entidad es una variante
des se administran junto con la ciclofosfamida, a dosis de poco agresiva de la granulomatosis linfomatoide, mientras
1 mg/kg/día de prednisona, inicialmente repartido en 3 to- que otros dudan de su existencia y consideran que bajo esta
mas al día y después en una sola toma matutina, durante el denominación se reúne una serie de lesiones linfoides de ori-
primer mes. Posteriormente se pasa a una pauta de días al- gen diverso y difícil clasificación. El curso clínico es poco
ternos y, a los 6 meses de tratamiento, se retiran de forma agresivo, sin manifestaciones extratorácicas. Las imágenes ra-
gradual. Debe recordarse que la disminución de los gluco- diológicas suelen ser de tipo nodular. Algunos casos pueden
corticoides obliga al ajuste simultáneo de la ciclofosfamida evolucionar a lesiones de grado II o III. El tratamiento acon-
para mantener el recuento leucocitario próximo a los márge- sejado es similar al descrito para la granulomatosis de We-
nes descritos; para ello es necesario recurrir a análisis repeti- gener.
dos de la serie blanca cuando se realizan cambios en las do-
sis tanto de ciclofosfamida como de glucocorticoides. El
objetivo es mantener la enfermedad en remisión y sin com-
Vasculitis por hipersensibilidad
plicaciones infecciosas inducidas por la medicación. Con el También denominada vasculitis de pequeños vasos, por
tratamiento descrito se consiguen remisiones a largo término afectar de forma predominante arteriolas, capilares y vénu-
en aproximadamente el 90% de los pacientes. las, las manifestaciones clínicas más características son fie-
bre, astenia, anorexia y mialgias. El curso puede ser crónico
o en forma de brotes. La afectación cutánea, que puede te-
Granulomatosis linfomatoide ner expresiones muy variadas (púrpura, petequias, nódulos,
Las enfermedades infiltrativas linfocíticas como la granulo- ulceraciones), suele ser la que denomina el cuadro. Pueden
matosis linfomatoide y la granulomatosis y angitis linfocítica afectarse otros órganos como el riñón (37%), el pulmón
benigna no son, en realidad, vasculitis, pero constituyen enti- (19%), el tubo digestivo (15%) o el sistema nervioso (neuro-
dades de interés ya que plantean problemas de diagnóstico patía periférica en el 12% de los casos). La afectación pulmo-
diferencial con las enfermedades descritas en este apartado. nar suele consistir en infiltrados pulmonares o derrames

834
ENFERMEDADES VASCULARES DEL PULMÓN

pleurales inespecíficos, ya que no se ha demostrado la pre- en otros el cuadro se inicia con hemorragias pulmonares gra-
sencia de lesiones vasculíticas en los pulmones de estos pa- ves, insuficiencia respiratoria, que incluso puede requerir
cientes. Se recomienda el tratamiento sintomático con antiin- ventilación mecánica, e insuficiencia renal rápidamente pro-
flamatorios no esteroideos. En los casos graves pueden gresiva. La detección de anticuerpos circulantes antimem-
utilizarse glucocorticoides siguiendo una pauta terapéutica brana basal es positiva en el 90% de los casos si el estudio se
similar a la descrita para las granulomatosis de Churg-Strauss efectúa en las fases iniciales. Tiene un alto valor diagnóstico,
o de Wegener. Si los glucocorticoides fracasan, debe asociar- pero los niveles de anticuerpo circulante no se correlacionan
se ciclofosfamida al tratamiento siguiendo una pauta similar en absoluto con la evolución de la enfermedad. En el pul-
a la indicada para la enfermedad de Wegener. món es posible detectar depósitos de IgG y C3 en las paredes
alveolares similares a los observados en el riñón. El aumento
de la transferencia de monóxido de carbono, medida por el
Otras angitis método de respiración única (DLCO), es un marcador sim-
La granulomatosis sarcoide necrosante es una entidad clí- ple y sensible para detectar el sangrado pulmonar reciente e
nica sumamente rara que debe considerarse como una for- incluso monitorizar la evolución de la enfermedad. Asimis-
ma de sarcoidosis en la que predominan los fenómenos de mo, la práctica de lavado broncoalveolar puede ser útil para
vasculitis. Presenta una buena respuesta al tratamiento con descubrir una hemorragia alveolar oculta, sin hemoptisis, en
glucocorticoides y, en general, tiene buen pronóstico clíni- pacientes con sospecha diagnóstica.
co. Por último, la enfermedad de Behçet es una vasculitis muy Existe controversia sobre la pertinencia del diagnóstico de
poco frecuente que se caracteriza por la presencia de aftas síndrome de Goodpasture en los casos en que no se demues-
bucales y genitales y lesiones oculares (iridociclitis). Las alte- tren anticuerpos circulantes antimembrana basal ni tampoco
raciones pulmonares son relativamente excepcionales y sue- depósitos lineales de IgG y C3 en las paredes de los vasos. Se
len presentarse en forma de infiltrados cambiantes, derrames trataría de casos que suelen catalogarse como hemorragia
pleurales o hemorragia alveolar con hemoptisis. pulmonar asociada a glomerulonefritis rápidamente progresi-
va. Aunque no existe experiencia suficiente, parece reco-
mendable tratar a estos pacientes con glucocorticoides e in-
Hemorragias pulmonares munodepresores.
En las fases agudas del síndrome de Goodpasture puede
El síndrome de hemorragia alveolar o pulmonar difusa se ser útil el empleo temporal de metilprednisolona por vía pa-
caracteriza por la presencia de hemoptisis e infiltrados pul- renteral a altas dosis (10-15 mg/kg/día). Sin embargo, el trata-
monares difusos en la radiografía de tórax, disnea, hipoxe- miento más adecuado será la combinación de plasmaféresis
mia y, a veces, anemia. Puede presentarse como consecuen- intensiva (2-4 L/día), ciclofosfamida (3 mg/kg/día) y metil-
cia de trastornos de la coagulación o en el curso de diversas prednisolona (1 mg/kg/día). Es muy importante efectuar un
enfermedades, que se indican en la tabla 5.72. Las hemopa- tratamiento precoz del cuadro. La duración de la plasmafére-
tías malignas, especialmente la leucosis promielocítica, des- sis y las dosis de mantenimiento de los fármacos referidos se
tacan como causa de hemorragia pulmonar por alteración establecerán en función de la evolución del paciente.
de la coagulación. Estos casos se acompañan siempre de
diátesis hemorrágica en otras localizaciones del organismo
(epistaxis, equimosis, hematomas).
Hemosiderosis pulmonar idiopática
Es un cuadro de hemorragia pulmonar en ausencia de:
a) trastornos de la coagulación; b) nefropatía; c) vasculitis;
Síndrome de Goodpasture d) colagenosis, y e) agentes externos causantes de hemorra-
Se caracteriza por la tríada de hemorragia pulmonar, glo- gia intrapulmonar. Se trata, pues, de un diagnóstico de exclu-
merulonefritis con insuficiencia renal progresiva y anticuer- sión, que afecta fundamentalmente a niños y adultos jóve-
pos circulantes antimembrana basal. La etiología es desco- nes. En ocasiones es necesaria la biopsia pulmonar para
nocida. Puede aparecer a cualquier edad de la vida, aunque excluir la presencia de lesiones de tipo inflamatorio y para
de forma preferente afecta a varones jóvenes. El síndrome descartar otras enfermedades que pueden cursar con sangra-
completo se manifiesta en el 80% de los casos, mientras que do alveolar. El curso evolutivo puede ser muy diverso, desde
en el resto sólo se observa la enfermedad renal. Los síntomas cuadros de hemorragia fulminante hasta una evolución cró-
iniciales son hemoptisis (80%) y disnea de esfuerzo (70%). nica con episodios hemorrágicos repetidos que conducen a
En el momento del diagnóstico la mitad de los pacientes pre- anemia y pueden ocasionar fibrosis pulmonar difusa con es-
sentan insuficiencia renal. En las fases iniciales, previas a la tertores crepitantes y acropaquía. Se han descrito casos aso-
insuficiencia renal, suele haber proteinuria y microhematu- ciados a enfermedad celíaca y, en ciertos pacientes, los epi-
ria. En el 90% de los casos hay anemia, que puede llegar a sodios de hemorragia pulmonar coinciden con la ingesta de
ser intensa durante los episodios graves de hemorragia; el leche. En estos casos, en el suero pueden encontrarse anti-
80% de los pacientes presenta imágenes radiológicas de infil- cuerpos precipitantes frente a las proteínas de dicho alimen-
trados bilaterales. No existe correlación entre la magnitud de to. En los casos agudos se aconseja el empleo de glucocorti-
las imágenes radiológicas y la hemoptisis. Una vez superado coides (metilprednisolona a dosis altas). Si no se observa
el episodio hemorrágico, la imagen radiológica desaparece una respuesta adecuada puede recurrirse a la plasmaféresis.
en un período de 10-14 días. Después de repetidos episodios No parece que los glucocorticoides modifiquen el curso de
hemorrágicos puede persistir un patrón radiológico de tipo la enfermedad en los casos de evolución crónica. En estas
intersticial. circunstancias puede estar indicado el empleo de inmunode-
El curso evolutivo de la enfermedad es muy variable. Algu- presores como la azatioprina.
nos pacientes presentan hemoptisis repetidas con escasa o
nula afectación renal durante mucho tiempo, mientras que Hemorragia pulmonar asociada
a enfermedades sistémicas y vasculitis
TABLA 5.72. Hemorragias alveolares no asociadas a trastornos La hemorragia alveolar es una complicación muy poco
de la coagulación frecuente de la colagenosis, aunque se ha descrito como
complicación del lupus eritematoso sistémico. Puede consti-
Síndrome de Goodpasture tuir la manifestación inicial de determinadas vasculitis, espe-
Hemosiderosis pulmonar idiopática cialmente de la granulomatosis de Wegener. Otras vasculitis
Hemorragias pulmonares asociadas a colagenosis o vasculitis que pueden cursar con hemorragia alveolar son la granulo-
Hemorragias pulmonares secundarias
matosis de Churg-Strauss, la púrpura de Schönlein-Henoch y

835
NEUMOLOGÍA

la enfermedad de Behçet. El tratamiento recomendable es la Bibliografía especial


combinación de glucocorticoides y ciclofosfamida siguiendo D’ALONZO GE, BARST JR, AYERS SM, BERGOFSKY EH, BRUNDAGE BH, DETRE
la pauta descrita para la granulomatosis de Wegener. KM et al. Survival in patients with primary pulmonary hyperten-
sion: Results from national prospective registry. Ann Intern Med
1991; 115: 343-349.
FAUCI AS, HAYNES BF, KATZ P. Wegener’s granulomatosis. Prospective,
Hemorragias pulmonares secundarias clinical and therapeutical experience with 85 patients for 21 years.
Se han descrito cuadros de hemorragia pulmonar en pa- Ann Intern Med 1983; 98: 76-85.
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cientes tratados con d-penicilamina, en todos los casos, aso- Handbook of physiology. The respiratory system. Circulation and
ciados a glomerulonefritis. El tratamiento consiste en plasma- nonrespiratory functions. Bethesda. Am Physiol Soc 1985; 93-166.
féresis e inmunodepresores. FISHMAN AP. Pulmonary hypertension and cor pulmonale. En: FISHMAN
La inhalación de anhídrido trimetílico, compuesto utiliza- AP (ed). Pulmonary diseases and disorders. Nueva York, McGraw-
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grafía. El mecanismo patogénico se desconoce. Los pacien- drome: New name, old complexities. Thorax 1992; 47: 897-902.
tes suelen recuperarse sin requerir tratamiento. RUIZ MANZANO J. Tromboembolismo pulmonar. Barcelona, Ediciones
Doyma, 1993.

Enfermedades de la pleura
F. Rodríguez Panadero

Las enfermedades de la pleura se manifiestan habitual- TABLA 5.73. Clasificación de los derrames pleurales serofibrinosos
mente por el síndrome de ocupación pleural, que consiste en Trasudados
la acumulación de aire (neumotórax) o líquido (derrame Derrame por insuficiencia cardíaca
pleural o pleuresía) en la cavidad pleural. No obstante, en Derrame secundario a cirrosis hepática
ocasiones la afectación de la pleura es inaparente y se descu- Trasudados de origen renal
bre de forma casual al efectuar una exploración médica por Síndrome nefrótico
otro motivo o durante una intervención quirúrgica. El síndro- Derrame secundario a diálisis peritoneal
me de ocupación pleural por líquido es, con gran diferencia, Urinotórax
el más frecuente y variado, por lo que nos referiremos a él Exudados
con especial extensión. Los derrames pleurales con líquido Infecciosos
de aspecto claro (serofibrinoso) se clasifican tradicional- Paraneumónicos (víricos o bacterianos)
mente en trasudados y exudados. Los trasudados suelen estar Tuberculosos
causados por enfermedades ajenas en principio a la propia Empiemas
pleura, de modo que ésta participa de un modo relativamen- Parasitarios
te pasivo, mientras que en los segundos suele haber afecta- Neoplásicos
ción pleural directa. Para diferenciar ambos tipos de derra- Tumores primarios o secundarios
Otros
mes se siguen usando los criterios de Light: un derrame se Secundario a embolia pulmonar
considera exudativo si cumple al menos uno de los siguien- Secundario a enfermedades pancreáticas
tes tres criterios: a) proteínas en líquido pleural/proteínas en Pleuritis urémica
sangre > 0,5; b) láctico-deshidrogenasa (LDH) en líquido Por enfermedades inmunológicas: artritis reumatoide, lupus
pleural/LDH en sangre > 0,6, y c) LDH en líquido pleural su- eritematoso, sarcoidosis, síndrome de Dressler
perior a dos tercios de los máximos niveles considerados Pleuritis asbestósica benigna
normales (dependiendo de la técnica usada en cada labora- Síndrome de Meigs
torio). Derrames producidos por fármacos (nitrofurantoína,
amiodarona, metotrexato, bleomicina, minoxidilo)
Cuando estas determinaciones son equívocas, se reco-
mienda recurrir a la medición del colesterol en el líquido
pleural, estableciéndose habitualmente el punto de corte
entre trasudados y exudados en 60 mg/dL (1,55 mmol/L). Desde el punto de vista histológico, la pleura está consti-
En la tabla 5.73 se indican las principales causas de trasu- tuida por una capa mesotelial monocelular, sustentada sobre
dados y exudados, entre los derrames de aspecto claro. una membrana basal y una o más capas fibroelásticas (de-
pendiendo de la zona), con sus correspondientes vasos san-
Anatomofisiología de la pleura. La pleura es una fina guíneos y linfáticos.
membrana que recubre el pulmón con sus cisuras, el me- La célula mesotelial, de origen mesodérmico, no se limita
diastino, el diafragma y la pared costal, de forma separada a cumplir la función de revestimiento, sino que desarrolla
en cada hemitórax. Clásicamente se establece la distinción una amplia actividad metabólica, en estrecha relación con el
entre pleura parietal y pleura visceral, pero en realidad se tra- pulmón vecino.
ta de una membrana continua, y la transición entre ambas La vascularización pleural procede íntegramente de la cir-
pleuras se encuentra en el hilio pulmonar. La pleura parietal culación sistémica, tanto en la pleura parietal como en la vis-
se puede considerar subdividida en las zonas costal, diafrag- ceral, aunque en el pasado se pensó que esta última recibía
mática y mediastínica, las cuales presentan distintas caracte- irrigación procedente de la circulación menor, con presio-
rísticas clínicas en cuanto a la forma en que son afectadas, nes hidrostáticas diferentes a la pleura parietal. Esta idea
sobre todo por la influencia de los órganos próximos a ellas. errónea, proveniente de estudios realizados en animales

836
ENFERMEDADES DE LA PLEURA

(roedores, perros) con pleura visceral más delgada que la 1. Positivización del PPD si se sabe con certeza que previa-
del hombre, condujo a la teoría –también errónea– de que mente era negativo. Esto suele ocurrir unas 8 semanas tras el
la mayor parte del líquido que se producía en la pleura era comienzo de los síntomas.
reabsorbido a través de la circulación sanguínea de la pleura 2. Derrame pleural con predominio linfocitario, por lo ge-
visceral. En realidad, esta reabsorción se lleva a cabo sobre neral con escasas células mesoteliales (no necesariamente
todo a través de la circulación linfática, que se encuentra es- ausentes) en pacientes con febrícula o fiebre.
pecialmente desarrollada en la mitad inferior de la pleura pa- 3. Niveles de adenosindesaminasa (ADA) elevados en el lí-
rietal. También es en esta zona donde se reabsorben partícu- quido pleural. Esta enzima, relacionada con la actividad de
las y detritos que llegan a la cavidad pleural. los linfocitos T, se considera que está elevada cuando sus ni-
En cuanto a la inervación de la pleura, sólo las zonas cos- veles son superiores a 45 U/L (750 nKat/L), si bien esta cifra
tal y diafragmática de la parietal reciben nervios sensitivos, y depende en buena medida de la técnica de laboratorio em-
por consiguiente son las únicas capaces de provocar dolor pleada. La ADA puede proporcionar resultados falsos positi-
cuando se hallan afectadas o son irritadas por cualquier es- vos en la pleuritis reumatoide y algunas neoplasias (mesote-
tímulo. El dolor localizado en la porción más externa del dia- liomas, linfomas) y también puede ser falsamente negativo,
fragma irradia hacia la zona costal, mientras que el de la más si bien una segunda determinación tiende a positivizarse en
interna lo hace hacia el hombro, a través del nervio frénico. la pleuritis tuberculosa.
Por todo lo expuesto se comprenderá que el dolor pleurítico 4. La relación lisozima pleural/lisozima sérica superior a
tiene su origen siempre en la pleura parietal. 1,2 se considera altamente indicativa de pleuritis tuberculo-
sa; se ha preconizado el uso conjunto de ADA y lisozima
para conseguir una aproximación diagnóstica cercana al
100%.

Enfermedades infecciosas Tratamiento. Es prácticamente el mismo que el de la tuber-


culosis pulmonar; consiste en la asociación de rifampicina
(600 mg/día) e isoniazida (300 mg/día) durante 6 meses,
combinadas durante los primeros 2 meses con pirazinamida
Pleuritis tuberculosa (por lo común 1,5 g/día en un adulto de peso medio). Hay
que controlar la función hepática a lo largo del tratamiento y
Etiopatogenia. Es la infección de la cavidad pleural por My- es muy aconsejable la fisioterapia respiratoria. Aunque en
cobacterium tuberculosis, que en general llega a ella a través ocasiones se ha preconizado el uso de glucocorticoides para
del pulmón subyacente. Habitualmente se manifiesta como intentar disminuir las secuelas de engrosamiento pleural y
un derrame pleural, en general unilateral y con aspecto sero- adherencias, actualmente esta conducta no goza de defenso-
fibrinoso, con alto contenido en proteínas (por lo común su- res entusiastas.
perior a 4 g/dL) y LDH superior a 300 U/L (5.001 nKat/L). Con En el empiema tuberculoso puede ser necesaria la coloca-
frecuencia aparece a continuación de la primoinfección tu- ción de un drenaje torácico o incluso la realización de una
berculosa, razón por la que predomina en individuos jóve- toracotomía de limpieza, pero en todo caso la indicación no
nes en los países que, como España, tienen todavía una alta debe ser tan urgente como en empiemas de otra etiología
prevalencia de esta enfermedad. Su comienzo puede ser lar- (véase más adelante).
vado, pero no es excepcional que curse con fiebre elevada y
dolor pleurítico intenso, al igual que el derrame paraneumó-
nico. Infecciones no tuberculosas
Aunque en la pleuritis tuberculosa es constante la presen-
cia de M. tuberculosis en el espacio pleural, la magnitud del Pleuritis víricas y por Mycoplasma
derrame y la inflamación no están siempre en relación direc-
ta con el número de bacilos presentes, debido a que en su Las pleuritis víricas son relativamente frecuentes y no
patogenia se halla implicada una reacción inmunitaria me- siempre se acompañan de infiltrados pulmonares neumóni-
diada por linfocitos T, que conducen a la extensa inflama- cos. Suelen cursar con dolor pleurítico agudo y derrames
ción y a la formación de granulomas. pleurales pequeños. Por lo general se resuelven espontánea-
mente en el plazo de 2 semanas. El líquido puede ser serofi-
Diagnóstico. Se requiere la demostración de M. tuberculosis brinoso o sanguinolento.
en el líquido o tejido pleural para establecer el diagnóstico En la neumonía por Mycoplasma pneumoniae se producen
de certeza. Sin embargo, la cantidad de bacilos presentes en derrames pleurales en aproximadamente el 20% de los casos,
la pleura no suele ser elevada, por lo que la baciloscopia di- casi siempre acompañados de infiltrados pulmonares, en ge-
recta en el líquido no acostumbra a ser positiva en más del neral basales. El diagnóstico se sospecha por las manifesta-
5% de los casos, y el cultivo del líquido en medio de Löwens- ciones clínicas (cefalea, mialgias y tos) y se confirma habi-
tein suele también proporcionar pobres resultados (inferior tualmente mediante estudios serológicos. Los títulos de
al 25%). Por esta razón en muchas ocasiones es necesaria la anticuerpos en sangre alcanzan en general su máximo nivel
práctica de biopsia pleural, que habitualmente se realiza me- a las 2-3 semanas del comienzo del cuadro agudo. El trata-
diante aguja. El hallazgo más frecuente en el tejido pleural es miento de elección es la eritromicina, a la dosis de 2 g/día.
la presencia de granulomas, generalmente con necrosis en
su interior, mientras que la baciloscopia directa en los frag-
mentos obtenidos por biopsia no suele ser positiva en más
Derrames pleurales paraneumónicos
del 25% de los casos. Por todo ello se recomienda cultivar en Son los derrames pleurales exudativos más frecuentes
medio de Löwenstein alguno de los fragmentos obtenidos (hasta el 40% de todas las neumonías bacterianas cursan con
por biopsia. derrame de este tipo), y en el caso de la neumonía neumo-
Una forma de pleuritis tuberculosa poco frecuente en cócica pueden aparecer aproximadamente en el 60% de los
nuestros días es el empiema tuberculoso, que sí suele cursar casos. El líquido se colecciona en la pleura como conse-
con abundantes bacilos en el líquido pleural, cuyo aspecto cuencia de la reacción inflamatoria subpleural, y es rico en
es francamente purulento. Por lo general se trata en este caso polimorfonucleares, proteínas y fibrinógeno. Por lo general
de derrames muy tórpidos, con lesiones pulmonares tubercu- no se encuentran bacterias en él y suele resolverse cuando
losas asociadas al derrame pleural. se trata la neumonía causante del derrame; sin embargo, en
Aunque no son definitivos para establecer el diagnóstico, algunos casos se forman adherencias y cámaras múltiples
los siguientes datos pueden ser de ayuda: en la cavidad pleural y, cuando esto ocurre, el derrame pue-

837
NEUMOLOGÍA

Neumonía con derrame homolateral

Toracocentesis

Glucosa > 60 mg/dL Glucosa > 60 mg/dL pH < 7,10 Empiema


pH > 7,30 pH : 7,10 - 7,30

Vigilar Nueva toracocentesis


a las 24-48 h
de la primera

Glucosa y pH Glucosa y pH
sin cambios disminuyen

Vigilar Drenaje

¿Fibrinolíticos? Fig. 5.64. Conducta ante una neumonía


con derrame pleural homolateral (para-
neumónico).

de colonizarse por bacterias, con la consiguiente producción Por lo general el empiema se desarrolla a partir de un de-
de pus (empiema). En estos casos es necesario evacuar el rrame paraneumónico complicado. Las bacterias que más a
derrame lo antes posible mediante la colocación de un tubo menudo provocan esta complicación son estafilococos, es-
de drenaje. El pH del líquido pleural es un buen parámetro treptococos, neumococos y gérmenes anaerobios. No es raro
para predecir cuándo se está complicando un derrame para- que se asocien varios agentes en el mismo paciente, sobre
neumónico; en general se acepta que se debe colocar un todo cuando se hallan implicados gérmenes anaerobios;
tubo de drenaje cuando el pH es inferior a 7,10 o la glucosa tampoco es excepcional el hallazgo de empiemas en los que
pleural es inferior a 30 mg/dL (1,66 mmol/L) incluso en los no se aíslan gérmenes, bien debido a antibioticoterapia pre-
casos en que el líquido no es todavía francamente purulento. via, bien porque han sido destruidos por los polimorfonuclea-
Cuando el pH es inferior a 7,00 lo habitual es que el derrame res que acuden al espacio pleural en gran número tras la li-
esté multiencapsulado y que su eliminación total sea difícil beración de factores quimiotácticos.
mediante un tubo de drenaje único. En la figura 5.64 se
muestra la actitud recomendable ante un derrame paraneu- Diagnóstico. El empiema suele cursar con fiebre elevada y
mónico. malestar general, pero el cuadro clínico puede ser más tórpi-
do en pacientes inmunodeprimidos (etílicos, diabéticos,
neoplásicos avanzados). Se debe sospechar un empiema
Empiemas pleurales no tuberculosos pleural en todo paciente que desarrolla fiebre alta y derra-
Se producen por la presencia de gérmenes en el espacio me pleural durante el tratamiento de una neumonía o des-
pleural, que conducen a la formación de pus. No obstante, pués de una intervención quirúrgica o una exploración ins-
también se consideran en ocasiones empiemas aquellos ca- trumental del esófago o la pleura. La presencia de un nivel
sos en los que se aíslan gérmenes en el líquido pleural sin hidroaéreo en la radiografía de tórax refuerza la sospecha de
que éste presente aspecto macroscópico de pus, lo que pue- empiema por gérmenes anaerobios, cuya confirmación diag-
de suceder en las fases iniciales de la enfermedad. nóstica ha de establecerse siempre mediante punción pleu-
ral, que revelará la existencia de líquido purulento –malo-
Etiopatogenia. El empiema suele estar producido por bacte- liente cuando hay anaerobios– y, excepcionalmente, de
rias, pero también pueden provocarlo hongos y protozoos líquido claro, pero con aislamiento de gérmenes en la tin-
(sobre todo amebas). La infección de la cavidad pleural ción de Gram o el cultivo.
puede ocurrir por uno de los cuatro mecanismos siguien-
tes: a) por infección de los órganos próximos (pulmón sub- Tratamiento. La antibioticoterapia es imprescindible y,
yacente y pared torácica); b) por heridas de la pared toráci- siempre que sea posible, debe estar precedida de un antibio-
ca; c) tras manipulación (quirúrgica o instrumental) de la grama; sin embargo, con frecuencia es insuficiente a causa
cavidad pleural, y d) por perforación esofágica, accidental de que el gran engrosamiento pleural impide la llegada del
(por cuerpos extraños) o instrumental (esofagoscopia). antibiótico a los focos purulentos en concentraciones efica-
En ocasiones se puede producir un empiema pleural se- ces. Por consiguiente, es indispensable evacuar el pus y eli-
cundario a absceso subfrénico, pero es más frecuente que minar todos los detritos acumulados, objetivos que pueden
aparezca un exudado no purulento en la pleura, similar a los llevarse a cabo mediante los siguientes procedimientos:
derrames paraneumónicos, salvo en los casos en que existe Toracocentesis evacuadoras repetidas. Por lo general son
una comunicación directa entre el absceso y la cavidad suficientes sólo en colecciones purulentas pequeñas o de di-
pleural a través del diafragma. fícil acceso con un tubo de drenaje.

838
ENFERMEDADES DE LA PLEURA

Tubo de drenaje pleural. Es el tratamiento inicial de elec- Tumores primarios


ción en el empiema, excepto en la situación anteriormente
citada. El tubo de drenaje, de un calibre suficiente, debe co-
locarse tan pronto como sea posible. Cuando hay múltiples Aunque en rigor pueden producirse tumores a partir de
cavidades puede ser necesario introducir el tubo de drenaje cualquiera de las estructuras que componen la pleura (capa
guiado por ecografía, técnica que permite localizar las di- mesotelial y tejido conjuntivo subyacente), en la práctica
mensiones, la orientación y la profundidad de la cámara em- suele prestarse mayor atención a los tumores derivados de la
piemática. capa mesotelial (mesoteliomas), los cuales pueden ser locali-
Desbridamiento quirúrgico (empiemectomía). Está indica- zados o difusos y, quizá debido al origen mesodérmico del
do cuando el drenaje es insuficiente para eliminar todo el mesotelio, pueden presentar diferenciación epitelial, mesen-
pus y mejorar el estado séptico del paciente. Cuando se dan quimal (fibrosa o sarcomatoide) o mixta.
estas circunstancias, es necesario acudir a la cirugía sin más
dilación. No obstante, en los últimos años se está ensayando Etiopatogenia. El mesotelioma localizado puede ser benigno
la instilación de agentes fibrinolíticos en la pleura a través del o maligno y es de etiología desconocida, a diferencia del di-
drenaje, como alternativa eficaz a la toracotomía. fuso, que siempre es maligno y que se consideraba un hallaz-
Decorticación pleuropulmonar. Siempre se ha de orientar go excepcional hasta la mitad del presente siglo. A partir de
para tratar las secuelas, más que el empiema per se; por con- esa fecha su incidencia aumentó de modo evidente, en rela-
siguiente, nunca se plantea antes de transcurridos 3 meses ción con el creciente uso industrial de las fibras de amianto o
tras el episodio agudo. asbesto. Hay varios tipos de amianto, entre los cuales el más
En todos los casos es imprescindible añadir fisioterapia res- peligroso en relación con el mesotelioma es el amianto azul o
piratoria al tratamiento, con objeto de disminuir las secuelas crocidolita, y el de menor riesgo, el crisotilo o amianto blanco
de fibrosis y engrosamiento pleurales y deformidad torácica. (aunque éste puede acompañarse de impurezas más cancerí-
genas, como la tremolita, que es un contaminante ambiental
habitual en algunas zonas de Córcega y Chipre). Las diferen-
cias en el riesgo de provocar mesotelioma parecen depender
más de las características físicas de las fibras (longitud y gro-
Enfermedades tumorales sor) que de su composición química, debido a la distinta ca-
pacidad de penetrar hasta la superficie pleural a través de las
Por lo general, los tumores pleurales se acompañan de de- vías respiratorias, y también al hecho de que algunas fibras
rrame; sin embargo, la mayoría de los tumores benignos que como el crisotilo son capaces de disolverse lentamente en el
afectan la pleura cursan sin derrame, y en una revisión de organismo, mientras que las demás permanecen.
necropsias de 55 pacientes con tumor pleural maligno he- El riesgo de mesotelioma es proporcional a la densidad
mos observado derrame pleural asociado sólo en algo más del polvo de amianto, a la duración de la exposición y al
de la mitad de los casos. Muchos de los tumores que no cur- cubo del tiempo transcurrido desde la primera exposición a
san con derrame pleural pasan inadvertidos en la clínica, es- este agente, de modo que, en general, han de transcurrir más
pecialmente cuando se trata de pleuritis metastásica, en la de 15 años para que se desarrolle este tumor.
que la pleura suele estar afectada por nódulos múltiples y de En aproximadamente un tercio de los mesoteliomas no se
tamaño mediano o pequeño. encuentra una clara relación con el amianto, lo cual puede
La incidencia de derrame pleural neoplásico está aumen- deberse en parte a exposición ambiental inadvertida, como
tando en los últimos años, sobre todo a expensas del cáncer ha estado ocurriendo durante muchos años con la erionita
de pulmón y del de mama. Globalmente, el derrame neoplá- en Turquía o la tremolita en Córcega y Chipre.
sico es responsable de más del 30% de todos los exudados, y
su frecuencia sólo es superada por los derrames paraneumó- Diagnóstico. El mesotelioma localizado suele ser asintomáti-
nicos en la mayoría de las series, y seguida por la pleuritis tu- co, cursa sin derrame pleural y generalmente se descubre en
berculosa, al menos en España. un estudio radiográfico realizado por otros motivos. En cuan-
En la tabla 5.74 se expone la clasificación de los tumores to al difuso, suele acompañarse de derrame, que no presenta
que pueden afectar la pleura. inicialmente características especiales. El dato clínico más
frecuente es la presencia de dolor torácico, que suele ser dis-
creto al principio, pero persistente y lentamente progresivo,
TABLA 5.74. Clasificación de los tumores pleurales sin claros caracteres pleuríticos (es decir, que se intensifique
Tumores primitivos con la respiración profunda). En los estadios clínicos inicia-
De la capa mesotelial (mesoteliomas) les no se aprecian engrosamientos pleurales en la radiografía
Localizados (benignos o malignos) de tórax, si bien puede haberse observado durante años la
Difusos (siempre malignos) presencia de placas pleurales asbestósicas (relativamente fi-
De la capa submesotelial nas, con frecuente calcificación y visibles sobre todo en el
Fibromas
Lipomas
diafragma y en la mitad inferior de la pleura costal). Hay que
Sarcomas sospechar el desarrollo de un mesotelioma si se observa cre-
cimiento en el grosor o festoneado de las placas pleurales o
Tumores secundarios si aparece dolor. En cambio, la presencia de derrame pleural
A partir de estructuras próximas no confirma ni descarta el diagnóstico de mesotelioma, ya
Tumores mediastínicos que invaden la pleura que puede tratarse de una pleuritis asbestósica benigna.
Tumores de la pared torácica (sarcomas con afectación costal, El líquido pleural en el mesotelioma puede ser serofibrino-
tumores de mama con invasión pleural directa) so o serohemorrágico y en ocasiones tiene un aspecto que se
Tumores pulmonares con invasión de la pleura visceral
Metastásicos (orígenes más frecuentes)
ha descrito como siruposo (parecido al jarabe por su espe-
Pulmón cial densidad), y que guarda relación con la alta tasa de áci-
Mama do hialurónico que puede contener. Aunque este hallazgo
Ovario ayuda al diagnóstico, no es en modo alguno patognomóni-
Tracto gastrointestinal co, por lo que es necesario el diagnóstico histológico median-
Riñón y vías urinarias te biopsia pleural. Ésta debe ser suficientemente amplia, da-
Afectación pleural por hemopatías malignas das las dificultades que la histología de este tumor entraña,
Linfoma sobre todo por las grandes semejanzas existentes entre el me-
Mieloma
Macroglobulinemia de Waldenström
sotelioma maligno de variedad epitelial –con diferencia el
más frecuente– con el adenocarcinoma pleural metastásico.

839
NEUMOLOGÍA

La citología del líquido pleural es especialmente confusa


en el mesotelioma, debido a la gran dificultad para diferen-
ciar células mesoteliales reactivas al proceso inflamatorio
pleural y células mesoteliales realmente malignas, así como
por la ya mencionada semejanza entre el mesotelioma epite-
lial maligno y el adenocarcinoma. La biopsia pleural con
aguja suele también plantear problemas diagnósticos difíci-
les a causa del pequeño tamaño de las muestras obtenidas;
actualmente se considera que las biopsias adecuadas se han
de tomar mediante toracoscopia o toracotomía; la primera Zona accesible
de ellas es menos agresiva y costosa y puede realizarse con a la biopsia
anestesia local en la gran mayoría de los casos. Es muy reco- con aguja
mendable incluir muestras para estudio con microscopia
electrónica, así como para estudio inmunohistoquímico, que
pueden ayudar a dilucidar los casos más dudosos.

Tratamiento. Sólo en los estadios iniciales de la enferme-


dad, cuando el tumor está confinado a la pleura parietal cos-
tal y/o diafragmática, puede plantearse el tratamiento quirúr-
gico radical, situación que es absolutamente excepcional
dado que el diagnóstico suele establecerse de forma tardía. Fig. 5.65. Mecanismo de diseminación de neoplasias extratorácicas
a la pleura y zona accesible a la biopsia con aguja (a ciegas).
Así pues, las medidas terapéuticas suelen ser sólo paliativas
y, básicamente, consisten en el control del dolor, que acaba
convirtiéndose en el síntoma obsesivo y dominante. Ni la
quimioterapia ni la radioterapia se han acreditado como efi- de las posibilidades de obtener una citología positiva en pre-
caces, y sólo se aconseja aplicar radioterapia local sobre la sencia de neoplasia pleural es la determinación de glucosa
zona en la que se ha practicado la introducción de la aguja, y pH en el líquido pleural. Según nuestra experiencia, la cito-
por la tendencia de este tumor a invadir dicho trayecto. logía es positiva hasta en el 90% de los derrames que cur-
Recientemente se ha preconizado la inmunoterapia local san con pH inferior a 7,30 y glucosa inferior a 60 mg/dL
intrapleural con interferón gamma o interleucina 2, pero para (3,3 mmol/L), mientras que la positividad alcanza sólo al
obtener buenos resultados se requiere también un diagnósti- 50% en los casos con glucosa y pH superiores a dichos nive-
co precoz, que no es habitual. les. Basándonos en estos datos, se propone el algoritmo diag-
El pronóstico del mesotelioma pleural en cuanto a supervi- nóstico de la figura 5.66, el cual toma en consideración
vencia es muy variable, pero no son excepcionales los pa- especialmente las posibilidades de que el derrame sea neo-
cientes que viven más de 5 años tras el diagnóstico, sin some- plásico o tuberculoso. En este último caso, como ya se men-
terse a ningún tipo de tratamiento radical. Ello es mucho más cionó, es recomendable la realización de biopsia pleural con
frecuente en los mesoteliomas de tipo epitelial, ya que los aguja, por la gran difusión que suelen alcanzar las lesiones
mesoteliomas fibrosos malignos (mesoteliomas sarcomatoi- tuberculosas en la pleura, que las hace fácilmente accesibles
des) tienen peor pronóstico. a la biopsia a ciegas. Dada la alta prevalencia de pleuritis tu-
berculosa en pacientes jóvenes en España, se recomienda la
realización de biopsia con aguja en los individuos menores
Tumores secundarios de 40 años que presentan un derrame pleural no diagnostica-
do tras al menos 2 semanas de evolución, mientras que en
Etiopatogenia. El compromiso neoplásico de la pleura pue- los pacientes mayores de dicha edad se debe recurrir direc-
de producirse directamente por contigüidad a partir de un tamente a la toracoscopia, debido a que la probabilidad de
tumor originado en un órgano próximo (pulmón, mama, me- que se trate de un derrame neoplásico es más elevada. Asi-
diastino, pared torácica), pero lo más frecuente es que se tra- mismo, estos casos pueden beneficiarse de medidas terapéu-
te de metástasis pleurales hematógenas, excepto en el caso ticas (pleurodesis) con la misma técnica.
del cáncer de pulmón homolateral. Salvo contadas excep-
ciones, las células tumorales llegarían por vía sanguínea al Tratamiento. La presencia de metástasis pleurales implica
pulmón, desde el cual embolizarían a la pleura visceral y enfermedad neoplásica avanzada, por lo que no es posible
después se extenderían a la cavidad pleural, con siembra se- el tratamiento curativo. En consecuencia, la terapéutica se
cundaria en la pleura parietal (fig. 5.65). orienta sólo a paliar los síntomas y a controlar el derrame
pleural, que contribuye considerablemente a la disnea que
Diagnóstico. Como ya se ha mencionado, pueden constituir estos pacientes suelen presentar. Además, es necesario apli-
un hallazgo casual en la toracotomía o la necropsia cuando car quimioterapia cuando la neoplasia sea sensible (linfoma,
no se acompañan de derrame pleural, puesto que no siem- carcinomas de mama y ovario y tumor microcítico de pul-
pre provocan dolor ni otros síntomas específicos. Cuando món); para ello, es conveniente eliminar primero el derrame
cursan con derrame el líquido pleural puede tener aspecto pleural mediante la sínfisis de las hojas pleurales visceral y
serofibrinoso o serohemorrágico y sin características bioquí- parietal (pleurodesis), ya que algunos de los agentes citostá-
micas especiales. El diagnóstico se establece a través de cito- ticos pueden acumularse en el líquido pleural y provocar
logía o biopsia pleural (mediante aguja o por toracoscopia). reacciones tóxicas.
La citología proporciona el diagnóstico en algo más de la mi- La pleurodesis se puede llevar a cabo mediante la aplica-
tad de los casos, y la biopsia depende en gran medida de la ción intrapleural de agentes irritantes que son capaces de
modalidad técnica que se emplee, ya que la biopsia con agu- provocar una intensa reacción fibrosante local. Con este ob-
ja es ciega y sólo es capaz de acceder a la pleura costal, jetivo se han usado diversas sustancias (mostazas nitroge-
mientras que la toracoscopia permite tomar muestras de nadas, bleomicina, quinacrina, fósforo radiactivo, hidróxido
todas las zonas sospechosas bajo control visual, lo que incre- de sodio, tetraciclinas, talco, instilación de una suspensión de
menta el índice diagnóstico hasta el 95% (fig. 5.65). Corynebacterium parvum); las que se han mostrado más efi-
El rendimiento de la citología se incrementa en un 10%, caces han sido el clorhidrato de tetraciclina y el talco. Las te-
según nuestra experiencia, cuando se realiza una segunda traciclinas han tenido –y aún tienen– amplia difusión como
determinación, pero no es rentable repetirla por tercera vez. agentes sinfisantes (especialmente en Norteamérica), pero
Un dato que puede ayudar notablemente en la estimación provocan dolor intenso, su efecto es menos permanente que

840
ENFERMEDADES DE LA PLEURA

Recuento celular Glucosa Citología


Proteínas totales pH
LDH
ADA

– +

Análisis citológico negativo Análisis citológico negativo


Glucosa y pH aumentados Glucosa y pH disminuidos

¿Neoplasia? Neoplasia muy poco probable


¿Tuberculosis?
Investigar
¿Derrame paraneumónico?
¿Empiema?
¿Pleuritis tuberculosa?
Paciente < 40 años Paciente > 40 años

Biopsia pleural Toracoscopia


Fig. 5.66. Algoritmo diagnóstico en los con aguja
exudados pleurales de más de 2 semanas
de evolución.

el del talco y su eficacia global también es inferior a la de que este dato se ha de usar como guía sólo cuando la mejo-
éste en los estudios controlados realizados (90% de éxitos ría es muy evidente tras la evacuación del derrame pleural.
con el talco y eficacia variable, pero siempre inferior con las ¿Es capaz el pulmón de reexpandirse tras la evacuación
tetraciclinas). Las técnicas de pleurodesis con tetraciclina y completa del derrame? Si la superficie pulmonar está total-
con talco difieren sustancialmente, sobre todo en cuanto a mente cubierta por lesiones tumorales o por una capa espe-
su forma de aplicación (en solución acuosa para la tetracicli- sa de fibrina o el bronquio principal se encuentra obstruido
na, a dosis de 20 mg/kg de peso, y en forma seca y finamente por una masa tumoral, es poco probable que se logre la com-
pulverizada para el talco, a dosis de unos 6-7 g, equivalentes pleta aposición entre las dos hojas pleurales y la consiguien-
a 12-14 mL). Ambos procedimientos requieren la colocación te sínfisis. Se sabe actualmente que los pacientes con valores
de un tubo de drenaje pleural y la evacuación completa del bajos de glucosa (inferior a 60 mg/dL) (3,3 mmol/L) y pH (in-
derrame antes de aplicar el agente sinfisante, pero mientras ferior a 7,30) en el líquido pleural presentan peores resulta-
que la tetraciclina difunde fácilmente en la cavidad pleural dos en la pleurodesis, y en nuestra experiencia hemos obser-
tras su aplicación en forma líquida, el talco requiere la pulve- vado que el pH pleural guarda estrecha relación con la
rización después de crear una cámara de neumotórax. Por intensidad de la afectación de la pleura visceral, de modo
esta razón se utiliza mucho más junto con la exploración to- que un pH inferior a 7,20 predice el fracaso de la pleurodesis
racoscópica, que facilita su aplicación. No obstante, es posi- en alrededor del 90% de los casos. Por otro lado, también he-
ble provocar la entrada pasiva de aire en la cavidad pleural mos demostrado que la expectativa de supervivencia en los
tras extraer todo el líquido, creando así el neumotórax, e in- casos que cursan con glucosa y pH bajos es significativamen-
suflar a continuación el talco pulverizado a través del drena- te inferior a la de los pacientes con valores más elevados, por
je pleural. lo que consideramos que es preferible recurrir a medidas
Tras la aplicación del agente sinfisante es siempre necesa- más conservadoras (toracocentesis repetidas). En ocasiones
rio aplicar una aspiración progresiva a través del drenaje está indicada la pleurectomía para eliminar en forma definiti-
para reexpandir el pulmón, provocar que la pleura parietal y va el derrame, pero se trata de un procedimiento de cirugía
visceral entren en estrecho contacto y permitir que se for- mayor y no es curativo; por consiguiente hay que ser muy
men adherencias firmes entre las dos hojas pleurales. cuidadoso al plantear su realización. Recientemente se ha
A pesar de que en el pasado se afirmó lo contrario, actual- empezado a aplicar esta técnica mediante toracoscopia con
mente está demostrado que no es necesario usar tetraciclina instrumental especialmente diseñado (cirugía endoscópica
con pH ácido para lograr la sínfisis pleural, ni tampoco rotar asistida por vídeo), pero requiere anestesia general, intuba-
al paciente tras su instilación. En cuanto al talco, debe estar ción traqueal con tubo de doble luz y especial pericia por
libre de impurezas de asbesto y, por supuesto, ha de esterili- parte del personal encargado de realizarla.
zarse previamente a su aplicación.
Antes de tomar la decisión de practicar pleurodesis hay
que dar respuesta a varias cuestiones previas:
¿Es la disnea que presenta el paciente atribuible al derrame
pleural o a la afectación pulmonar subyacente? Aunque no Neumotórax
siempre es fácil responder a esta pregunta, se puede esperar
una mejoría aceptable con la pleurodesis cuando la disnea El neumotórax es la introducción de aire en la cavidad
mejora al extraer una cantidad suficiente de líquido pleural. pleural, ya sea desde el pulmón subyacente o bien directa-
No hay que olvidar, sin embargo, que en la mayoría de los mente desde el exterior a través de una solución de continui-
casos de derrame pleural maligno el pulmón está macroscó- dad en la pared torácica. Dado que en el espacio pleural
pica o microscópicamente afectado de modo difuso (por existe una presión negativa respecto a la atmosférica, la en-
metástasis múltiples y/o linfangitis carcinomatosa), por lo trada de aire provoca el colapso del pulmón, que será más o

841
NEUMOLOGÍA

menos inmediato e intenso dependiendo de la presencia o En los últimos años se ha intentado sellar las lesiones pul-
no de adherencias preexistentes y la rigidez del parénquima monares rotas mediante cola de fibrina, pero se ha compro-
pulmonar. bado que es necesario provocar también algún tipo de irrita-
ción de la pleura parietal (en general mediante raspado o
Etiopatogenia. El neumotórax puede ser espontáneo o pro- escarificación) para potenciar el efecto sinfisante con el mi-
vocado por traumatismos o por una maniobra diagnóstica crotrauma producido.
y/o terapéutica (yatrógeno). El espontáneo se produce por la El tratamiento definitivo del neumotórax consiste en la re-
rotura de quistes o ampollas pulmonares situadas en la su- sección de todos los blebs y ampollas mediante toracotomía,
perficie, que a veces alcanzan sólo unos milímetros de diá- seguida de pleurodesis con escarificación de la pleura parie-
metro (blebs). Los neumotórax yatrógenos se deben, en la tal o mediante aplicación de talco. Recientemente se ha in-
gran mayoría de los casos, a una de las siguientes causas: troducido la resección de las lesiones mediante cirugía en-
a) intentos de canalizar la vena subclavia; b) como compli- doscópica asistida por vídeo, aunque los primeros resultados
cación de punciones pleurales y/o pulmonares; c) rotura de presentan un índice de recidivas algo superior al obtenido
la pleura al realizar biopsias pulmonares por vía transbron- con toracotomía, probablemente debido a la mayor dificul-
quial, y d) rotura de blebs o ampollas durante la ventilación tad para realizar la adecuada escarificación de la pleura pa-
mecánica (barotrauma). rietal mediante este sistema. La toracotomía sigue siendo la
terapéutica recomendable en pacientes con profesiones de
Diagnóstico. Cuando el neumotórax es pequeño puede ser riesgo (pilotos, alpinistas, submarinistas) y en los casos con
asintomático, pero en general el cuadro clínico consiste en grandes complejos bullosos.
dolor torácico de tipo pleurítico (más intenso con la inspira-
ción profunda), acompañado de sensación disneica más o
menos súbita. La exploración física del tórax muestra asime-
tría en la intensidad del murmullo vesicular y en la sonoridad
a la percusión, pero ninguno de estos signos es patognomóni- Otras enfermedades pleurales
co. El diagnóstico de certeza se obtiene mediante radiografía
de tórax, que debe realizarse siempre en bipedestación o en
posición erguida en la cama, con objeto de poder visualizar Derrames pleurales de origen cardíaco
la colección de aire en la zona apical. En los casos dudosos
se debe practicar una radiografía en inspiración y otra en es- Son los trasudados de la pleura más frecuentes (derrames
piración forzada, ya que así se consigue distinguir más fácil- con proteínas inferiores a 3 g /dL y LDH inferior a 200 U/L)
mente las pequeñas cámaras de neumotórax apicales. A ve- (3,334 nKat/L), y también constituyen una de las entidades
ces se pueden ver las ampollas de enfisema causantes del más frecuentes en el contexto global de los derrames pleura-
neumotórax, aunque los blebs suelen ser invisibles en la ra- les. No es válida la antigua idea de que aparecían necesaria-
diografía de tórax. mente en el lado derecho, puesto que en general son bilate-
rales, con ligera predisposición por el lado derecho.
Tratamiento. Persigue el doble objetivo de reexpandir el pul- En cuanto a la etiopatogenia, actualmente se considera
món y prevenir las recidivas. La reexpansión del pulmón se que el papel fundamental reside en el fallo cardíaco izquier-
puede conseguir espontáneamente si el neumotórax es pe- do. Por lo general se acompañan de cardiomegalia, no sue-
queño y se ha restaurado la solución de continuidad en el len provocar otra sintomatología que la propia de la insufi-
pulmón o la pared torácica que lo produjo, ya que el aire se ciencia cardíaca y habitualmente desaparecen con el
reabsorbe. Sin embargo, cuando no se dan estas circunstan- tratamiento cardiotónico y diurético. Cuando el derrame no
cias es necesario restaurar la presión negativa intrapleural desaparece tras este tratamiento, puede elevarse la tasa de
mediante algún sistema de aspiración, para lo cual se puede proteínas ligeramente por encima del límite entre trasudado
emplear un tubo de drenaje conectado a un aspirador, inter- y exudado (3 g/dL). Si tras el tratamiento persiste un derrame
calando siempre un frasco con agua para amortiguar las os- con proteínas y LDH elevados, hay que plantearse ulteriores
cilaciones de la presión y evitar el reflujo del aire extraído a procedimientos diagnósticos, especialmente en derrames de
la cavidad torácica. También se han diseñado recientemente larga evolución, que han provocado el engrosamiento difuso
algunos sistemas valvulares de drenaje de pequeño calibre, de la pleura, con las consiguientes dificultades para su reab-
que permiten la reexpansión pulmonar en régimen ambula- sorción. Sin embargo, se debe plantear el estudio exhaustivo
torio en muchos casos. si se obtiene líquido con caracteres de exudado y se observa
En el barotrauma por ventilación mecánica se puede lle- engrosamiento pleural significativo en los estudios radioló-
gar a producir una fístula broncopleural que haga muy difícil gicos.
el tratamiento del paciente por la necesidad simultánea de
mantener la ventilación mecánica y de eliminar el aire de la
cavidad pleural. En este caso puede ser necesario plantear Derrames pleurales secundarios a embolia
la pleurodesis, que es similar a la descrita para los derrames pulmonar
pleurales malignos, aunque con algunas modificaciones téc-
nicas. Aproximadamente la mitad de los casos se acompañan de
La prevención de las recidivas del neumotórax se orienta a derrames, aunque en general son muy pequeños, quedan re-
lograr la sínfisis entre las pleuras visceral y parietal, ya que la legados a un segundo lugar por el cuadro clínico de la em-
probabilidad de que se vuelva a producir neumotórax tras el bolia y desaparecen espontáneamente en el plazo de pocos
primer episodio oscila entre el 20 y el 50% según las series, días. El mecanismo de producción es el aumento de permea-
debido a la rotura de nuevos blebs o ampollas de enfisema. bilidad secundario al infarto pulmonar provocado por la
El simple tubo de drenaje puede conseguir la sínfisis pleural tromboembolia y por ello es frecuente que presenten aspec-
en aproximadamente la mitad de los casos, a causa de la irri- to serohemorrágico.
tación pleural que provoca, pero, si se requieren mayores ga- En ocasiones se desarrollan derrames postembólicos con
rantías, puede recurrirse a la pleurodesis química, que es se- entidad propia, más voluminosos y persistentes que los habi-
mejante a la descrita para los derrames pleurales malignos. tuales, cuyo diagnóstico es difícil, tanto más por cuanto la
La dosis de los agentes sinfisantes ha de ser significativamen- enfermedad tromboembólica acompaña con cierta frecuen-
te menor (alrededor de la mitad), porque el dolor que se cia a las neoplasias malignas, especialmente algunas de ori-
provoca es mucho más intenso que en los derrames malig- gen abdominal (páncreas, colon sigmoide, ovario). En un es-
nos, dada la mayor superficie de pleura normalmente reacti- tudio que hemos realizado en necropsias, observamos que el
va en el neumotórax. 25% de los casos de derrame pleural no neoplásico y coexis-

842
ENFERMEDADES DE LA PLEURA

tente con una neoplasia maligna en otro órgano se debían a Trasudados relacionados con enfermedades renales
tromboembolia pulmonar, por lo que no se ha de menospre-
ciar esta posibilidad al estudiar la etiología de un derrame
pleural en estas circunstancias. Síndrome nefrótico
El tratamiento del derrame de origen tromboembólico es El mecanismo etiopatogénico es el descenso de la presión
el de la enfermedad de base, ya que lo habitual es que no re- oncótica secundario a hipoalbuminemia, que provoca la sa-
quiera toracocentesis y que su evolución sea autolimitada. lida de líquido al espacio pleural. El derrame suele ser bilate-
Sin embargo, no debe olvidarse el derrame hemorrágico que ral, tiene aspecto claro, con características bioquímicas de
puede aparecer en el curso del tratamiento anticoagulante trasudado y glucosa y pH normales. Si el líquido es hemorrá-
de la enfermedad tromboembólica (hemotórax), que obliga gico, los niveles de proteínas están por encima del límite nor-
a suspender la anticoagulación, colocar drenaje y plantear la mal de los trasudados y presenta abundantes polimorfonu-
interrupción de vena cava inferior, siguiendo la pauta habi- cleares, hay que descartar la tromboembolia pulmonar,
tual ante las complicaciones hemorrágicas durante el trata- asociada con gran frecuencia al síndrome nefrótico.
miento de dicha enfermedad. El tratamiento se debe orientar, en primer lugar, a reponer
las pérdidas proteicas. El derrame se ha de evacuar sólo
cuando provoque problemas respiratorios graves. En ocasio-
Derrames pleurales de origen hepático nes puede ser necesaria la realización de pleurodesis, pero
(hidrotórax hepático) hay que ser cauto con la pauta de aspiración en este caso,
pues el descenso de la presión oncótica predispone al ede-
En aproximadamente el 10% de los pacientes con cirrosis ma pulmonar por reexpansión.
hepática que cursa con ascitis aparece derrame pleural, ge-
neralmente derecho. Su mecanismo de producción reside en Derrame pleural secundario a diálisis peritoneal
el paso del líquido ascítico a la cavidad pleural a través de Habitualmente se trata de derrames pequeños y bilatera-
defectos de continuidad en el diafragma. Aunque las carac- les, pero en ocasiones son masivos, localizados en el lado
terísticas del líquido son las de un trasudado, como el líqui- derecho y secundarios a la formación de fístulas transdiafrag-
do ascítico no complicado, no es excepcional que tenga as- máticas. En la toracocentesis se obtiene un líquido pleural
pecto serohemorrágico, a causa de los trastornos de la con las mismas características que el de la diálisis. El trata-
coagulación que presentan los pacientes cirróticos. miento consiste en el cambio de diálisis peritoneal a hemo-
El tratamiento del hidrotórax hepático es el de la ascitis diálisis.
que lo provoca, y sólo en situaciones de compromiso respira-
torio se debe evacuar, debido a los riesgos inherentes a la Urinotórax
coagulopatía, a la posibilidad de provocar hipovolemia y a Es secundario a la obstrucción del sistema nefroexcretor
la rápida recidiva a expensas de la ascitis. Aunque en ocasio- con hidronefrosis secundaria, que puede evacuar en el espa-
nes se ha intentado la pleurodesis, lo habitual es que fracase cio pleural homolateral a través de las vías linfáticas o por
si previamente no se ha conseguido controlar la ascitis. formación de fístulas transdiafragmáticas. El líquido pleural
tiene características de trasudado, huele a orina y la relación
entre la creatinina pleural y plasmática es superior a 1. El pH
Derrames pleurales de origen pancreático puede ser muy ácido, como el de la orina, pero no es excep-
cional que sea intermedio entre el de ésta y el sanguíneo,
Por lo general se producen en el lado izquierdo, se aso- probablemente por la rápida reabsorción de hidrogeniones
cian a pancreatitis en diversos estadios de evolución y, en durante el paso transdiafragmático.
ocasiones, se deben a la formación de fístulas pancreato- El tratamiento se ha de orientar a la resolución de la obs-
pleurales o pancreatomediastinicopleurales (en particular trucción por las vías urinarias.
cuando existe un seudoquiste pancreático), si bien hay otros
casos en los que sólo hay una comunicación transdiafragmá-
tica por vía linfática. Pueden ser tanto serofibrinosos (pan-
Exudados relacionados con enfermedades renales
creatitis subaguda o crónica) como hemorrágicos (pancrea- El único derrame pleural con características de exudado
titis aguda). en estas circunstancias es el urémico, que en general apare-
El diagnóstico se debe sospechar ante la aparición de un ce tras varios meses de uremia persistente. En su mecanismo
derrame pleural en un paciente que padece una pancreato- etiopatogénico hay que tener en cuenta los trastornos micro-
patía con niveles altos de amilasa en el líquido pleural (en vasculares y de la coagulación que acompañan a la insufi-
general varios miles de U/L, que superan los valores del sue- ciencia renal crónica con uremia. El derrame suele ser unila-
ro en cantidad y persistencia). La amilasa elevada en el líqui- teral, serohemorrágico o francamente hemorrágico, con
do pleural no es patognomónica de este tipo de derrames, ya características de exudado y con alto contenido en creatini-
que se puede encontrar también en pleuritis neoplásicas y na, pero, a diferencia del urinotórax, la relación pleura/san-
en la rotura esofágica. En esta última se detecta amilasa sali- gre es inferior a 1.
val y no pancreática en el líquido pleural. El hallazgo de un
seudoquiste pancreático mediante ecografía o tomografía
computarizada en presencia de un derrame pleural izquier- Derrames pleurales secundarios
do es sugestivo de afectación secundaria a fístula pancreato- a enfermedades sistémicas
pleural.
El tratamiento inicial es el de la pancreatitis subyacente, Estos derrames se desarrollan por un mecanismo inmuno-
pero hay que colocar un tubo de drenaje pleural si el derra- lógico. De las diversas variedades existentes, aquí trataremos
me es hemorrágico, para preservar el tejido pulmonar de la las cuatro más importantes, por su frecuencia o su especial
agresión por las enzimas proteolíticas que suele contener el significado:
líquido en estos casos.
Derrame pleural en la artritis reumatoide
Derrames pleurales de origen renal Es probablemente la manifestación intratorácica más fre-
cuente de esta enfermedad, pero su incidencia está infrava-
Los derrames pleurales de origen renal pueden clasificar- lorada porque en muchas ocasiones es asintomático. Apare-
se, de acuerdo con su etiopatogenia y características bioquí- ce preferentemente en varones con historia previa de artritis
micas, en los siguientes tipos: reumatoide. El líquido puede tener aspecto turbio por su alto

843
NEUMOLOGÍA

contenido en colesterol y corresponde a un exudado con neumotórax espontáneo (hemoneumotórax). En raras ocasio-
glucosa y pH bajos (a causa de un bloqueo en el transporte a nes el hemotórax se produce en el curso de la embolia
través de la membrana pleural), LDH alta y factor reumatoi- pulmonar, especialmente asociado al tratamiento anticoagu-
de positivo. En ocasiones se ha descrito la presencia de unas lante; asimismo, en algunos casos se debe al sangrado es-
células consideradas como características, de gran tamaño, pontáneo por lesiones tumorales necrosadas. Finalmente, se
alargadas y multinucleadas (ragocitos), pero no son patogno- ha de considerar la posibilidad de que esté causado por tras-
mónicas. La biopsia pleural tampoco suele ser específica, tornos de la coagulación o vasculitis.
por lo que el diagnóstico se ha de basar en el contexto clíni- El diagnóstico se debe sospechar ante un paciente que
co y analítico; asimismo, se debe descartar una neoplasia presenta un cuadro agudo de dolor torácico con hipoten-
mediante toracoscopia si la citología o la clínica hacen sos- sión, anemia y opacificación total o parcial de un hemitórax,
pechar su presencia. y se confirma por la toracocentesis, que revela la presencia
La pleuritis reumatoide tiende a provocar fibrosis pleural, de sangre (ésta puede tener coágulos ya formados, pero no
razón por la cual se aconseja el uso de antiinflamatorios y, coagula a posteriori, a diferencia de la contaminación trau-
eventualmente, de glucocorticoides por vía sistémica. mática provocada durante la propia punción).
El tratamiento se ha de orientar al de la enfermedad cau-
sal, pero también hay que colocar un tubo de drenaje para li-
Pleuritis lúpica berar la cavidad pleural de coágulos y prevenir el enclaustra-
Su incidencia es muy alta en el curso del lupus eritemato- miento del pulmón por fibrina. Si el drenaje es insuficiente o
so sistémico y no es raro que sea la primera manifestación continúan las pérdidas sanguíneas con anemia progresiva se
clínica de la enfermedad. El derrame suele ser bilateral y los impone la realización de una toracotomía. Obviamente hay
niveles de glucosa y pH en el líquido son normales. La pre- que reponer las pérdidas sanguíneas y, si es necesario, practi-
sencia de células LE, características del lupus eritematoso, se car transfusiones.
considera patognomónica. El tratamiento, que incluye siem-
pre glucocorticoides, es el de la enfermedad sistémica y sólo
excepcionalmente se requieren toracocentesis evacuadoras.
Quilotórax y seudoquilotórax
Ambos se caracterizan por la presencia de un líquido
pleural de aspecto lechoso, completamente blanco en oca-
Sarcoidosis pleural siones y algo coloreado (amarillento o rojizo) en otras. El
El derrame en esta enfermedad es infrecuente, pero debe quilotórax presenta dicho aspecto por su elevado contenido
tenerse en cuenta porque la biopsia pleural puede mostrar la en linfa y se debe, en la mayoría de los casos, a la rotura del
presencia de granulomas sin necrosis caseosa, pero incluso conducto torácico por un traumatismo –accidental o quirúrgi-
en estos casos hay que descartar la existencia de tuberculo- co– o a invasión neoplásica, en general a partir de adenopa-
sis o micosis mediante los correspondientes cultivos del teji- tías malignas (especialmente en linfomas). En raras ocasio-
do pleural. En términos generales puede afirmarse que cuan- nes se produce quilotórax por bloqueo linfático pulmonar,
do un paciente con sarcoidosis ya diagnosticada desarrolla como ocurre en la linfangioleiomiomatosis, que afecta con
un derrame pleural, hay que plantearse el diagnóstico dife- clara preferencia a las mujeres, cursa con neumopatía inters-
rencial de cualquier derrame pleural sin tener en cuenta el ticial y se acompaña con frecuencia de episodios repetidos
diagnóstico de sarcoidosis. de neumotórax y quilotórax.
El seudoquilotórax se desarrolla en derrames muy cróni-
cos, especialmente el reumatoide y el empiema tuberculoso,
Síndrome de Dressler y presenta un aspecto muy similar al quilotórax, pero con
Este síndrome se manifiesta con fiebre, pleuropericarditis elevado contenido en colesterol (muy superior al sanguíneo)
e infiltrados pulmonares algunas semanas después de produ- y relativamente bajo en triglicéridos (inferior a 50 mg/dL); en
cirse una alteración miocárdica o pericárdica (infarto de mio- el verdadero quilotórax, por el contrario, se invierten estos
cardio, cirugía cardíaca, traumatismo, implantación de mar- términos, ya que el nivel de triglicéridos suele ser superior a
capasos). Su incidencia tras el infarto de miocardio oscila 100 mg/dL.
entre el 3 y el 15%, alcanzando el 30% tras cirugía cardíaca. El tratamiento varía según se trate de un quilotórax o un
En su etiopatogenia se implican mecanismos autoinmunes seudoquilotórax; en este último debe tratarse la enfermedad
no bien definidos, y no se dispone de datos diagnósticos de- de base y sólo en raras ocasiones se requiere un drenaje
finitivos, excepto el contexto clínico y la presencia de derra- pleural. Por el contrario, en el quilotórax genuino es necesa-
me serohemorrágico. rio adoptar varias medidas especiales:
El derrame pleural por síndrome de Dressler es general- Colocación de drenaje pleural, sobre todo en el quilotórax
mente autolimitado y responde bien a los antiinflamatorios no traumático, ya que puede cerrarse la fístula del conducto
no esteroideos, aunque los glucocorticoides están indicados torácico espontáneamente en poco tiempo.
cuando se observa tendencia al engrosamiento pleural o pe- Nutrición parenteral para reducir la producción de linfa in-
ricárdico. La respuesta favorable suele ocurrir en el plazo testinal y disminuir así el flujo a través del conducto torácico.
máximo de 3 semanas. Tratamiento oncológico adecuado (radioterapia sobre las
adenopatías o quimioterapia) en caso de que la etiología sea
neoplásica.
Derrames pleurales de características Hay que prestar especial atención a la asepsia al tratar los
especiales quilotórax, pues presentan gran tendencia a la sobreinfec-
ción, debido a la elevada cantidad de sustancias nutrientes
que posee el líquido.
Hemotórax
Es la acumulación de sangre en la cavidad pleural, y no
debe confundirse con el derrame serohemorrágico, que es
Pleuritis asbestósica benigna
menos denso y habitualmente presenta un hematócrito infe- Se produce aproximadamente en el 3% de los individuos
rior al 5%. Por el contrario, en el hemotórax el hematócrito que trabajan en contacto con asbesto. El período de latencia
supera a la mitad del de la sangre y en casos agudos se apro- puede oscilar entre un plazo tan corto como un año y tan lar-
xima mucho a él. La etiología más frecuente es la traumática, go como 50. La mayoría de los pacientes están asintomáticos
ya sea accidental o yatrógena por alguna maniobra invasiva, y el derrame es un hallazgo casual en exámenes radiológicos
pero también puede ser espontáneo, secundario a la rotura de control. Alrededor de un tercio de los pacientes presentan
de un aneurisma o de una lesión muy vascularizada en el dolor torácico, habitualmente de intensidad moderada, y en

844
ENFERMEDADES DEL MEDIASTINO

general el derrame es unilateral y pequeño. En la radiografía descartar (mediante toracoscopia) que el derrame sea, en
de tórax se pueden observar placas pleurales, por lo común realidad, metastásico antes de acometer el tratamiento qui-
sin calcificación visible, aproximadamente en el 20% de los rúrgico del tumor primitivo.
casos. El líquido puede ser serohemorrágico, sin claras ca-
racterísticas bioquímicas o citológicas diferenciales.
El principal problema de la pleuritis asbestósica es que
Derrames pleurales inducidos por fármacos
debe descartarse la presencia de mesotelioma, lo cual sólo En la mayoría de los casos, los derrames de este origen se
es posible por toracoscopia o toracotomía o bien mediante asocian a infiltrados pulmonares, expresivos de edema in-
el seguimiento riguroso de los pacientes. Ayuda al diagnósti- tersticial que se extiende al espacio pleural. Aunque los me-
co diferencial la consideración del período de latencia; si el canismos patogénicos no están completamente dilucidados,
derrame aparece poco tiempo después de la exposición al es probable que se trate de reacciones mediadas por fenó-
asbesto y es asintomático, es más probable que se trate de menos inmunológicos. Los casos más frecuentes se atribuyen
una pleuritis benigna. Ni en ésta ni en el mesotelioma es fre- a nitrofurantoína, amiodarona, metotrexato, minoxidilo y
cuente el hallazgo de fibras de asbesto en las muestras del lí- otros fármacos relacionados con la producción de neumoni-
quido o biopsia pleural, por lo que éste es un dato de poco tis agudas por hipersensibilidad.
valor clínico. En la mayoría de los casos, la enfermedad mejora con la
En relación con el contexto de la asbestosis, la pleuritis as- supresión del fármaco implicado.
bestósica puede conducir a la fibrosis pleural, con limitación
de la función respiratoria; por esta razón, es importante pre-
venir la inhalación excesiva de fibras mediante las adecua-
das medidas de control industrial.
Bibliografía especial
Síndrome de Meigs BOUTIN C, VIALLAT JR, AELONY Y. Practical thoracoscopy. Berlín, Sprin-
Originalmente, este síndrome se describió, en 1937, en re- ger, 1991.
lación con fibromas ováricos asociados a ascitis y derrame FONTAN J. Patología pleural. La Coruña, Xunta de Galicia, Consellería
pleural, que desaparecían tras la extirpación del tumor. Por de Sanidade, 1992.
LIGHT RW. Pleural diseases. Filadelfia, Lea and Febiger, 1990.
lo general el derrame pleural se localiza en el lado derecho, RODRÍGUEZ PANADERO J. Monografías clínicas en neumología. Patolo-
en ocasiones puede ser masivo y las características bioquími- gía pleural. Barcelona, Ediciones Doyma, 1993.
cas o celulares del líquido son inespecíficas. SAHN SA. The pleura. Am Rev Respir Dis 1988; 138: 184-234.
Cuando el tumor ovárico es maligno se emplea el término SEBASTIÁN QUETGLÁS F, SALVATIERRA VELÁZQUEZ A, LÓPEZ PUJOL J. La tora-
seudosíndrome de Meigs; en estas circunstancias es necesario coscopia. Madrid, Jarpyo, 1985.

Enfermedades del mediastino


A. Agustí-Vidal

Entre las enfermedades del mediastino destacan los tumo-


res y las malformaciones congénitas (quistes dermoides,
bronquiales, gástricos, pericárdicos, meníngeos, teratomas), SUPERIOR
las inflamaciones (mediastinitis) y el enfisema mediastínico Timoma y quistes tímicos
agudo. Linfomas
Lesiones tiroideas (tumores, bocio)
Adenomas paratiroideos
ANTERIOR
Tumores y quistes mediastínicos Timoma y quistes tímicos
Tumores germinales
Lesiones tiroideas (tumores, bocio)
POSTERIOR Adenomas paratiroideos
Clasificación y frecuencia. Los más frecuentes son los ti- Linfomas
Tumores neurogénicos
momas, los linfomas, los bocios intratorácicos, los neurofibro- Neurilemoma
Paraganglioma
Linfangioma
mas y los teratomas. Estas causas comprenden el 75% de los Neurofibroma Hemangioma
Ganglioneuroma Lipoma
tumores mediastínicos. Para facilitar su diagnóstico, el me- Ganglioneuroblastoma
diastino se considera dividido en una serie de compartimien- Schwannoma maligno
Neuroblastoma MEDIO
tos cuya denominación varía según los autores. Todos ellos Paraganglioma Quistes pericárdicos
Quiste gastroentérico Quistes broncógenos
coinciden en considerar por separado el mediastino posterior Linfomas
del resto, que para unos se subdivide a su vez en mediastino
superior, anterior y medio, y para otros, de una manera más
simplificada, en mediastino anterior y mediastino medio. Las
preferencias de localización de los distintos tumores en estos
tres compartimientos se indican en la figura 5.67 y en la des-
cripción de cada uno de ellos que se hace más adelante.

Cuadro clínico. Los síntomas de los diversos tumores y quis-


tes mediastínicos se explican fundamentalmente por la pre-
sión mecánica sobre las estructuras próximas.
De forma clásica se distinguen los cuatro siguientes tipos
clínicos de compresión mediastínica:
Síndrome mediastínico superior, con compresión de la Fig. 5.67. Localizaciones más frecuentes de los tumores y lesiones
vena cava superior, cianosis y abotargamiento facial, quemo- seudotumorales del mediastino.

845
NEUMOLOGÍA

sis conjuntival, con edema en cuello y brazos (edema en es- Manifestaciones respiratorias. Por lo común consisten en
clavina) y circulación colateral torácica. Los pacientes des- tos seca y disnea de predominio inspiratorio.
piertan con cefalea, que cede al levantarse tras mejorar el re- Manifestaciones digestivas. En general son atribuibles a la
torno venoso con el ortostatismo. compresión del esófago. Su síntoma fundamental es la disfa-
Síndrome mediastínico medio, con compresión traqueo- gia, que suele ser tardía, intermitente y a veces paradójica
bronquial y del nervio laríngeo recurrente, que ocasiona dis- (mayor para líquidos que para sólidos).
nea, sobre todo inspiratoria, crisis de sofocación, tos quinto- Manifestaciones neurológicas. Pueden presentarse en for-
sa, tiraje y disfonía (diplofonía recurrencial o voz bitonal). La ma de neuralgias agudas o bien de parálisis motoras, según
compresión del nervio frénico causa hemiparesia del diafrag- el territorio o nervio afectado. Así, la afección del neumogás-
ma y, a veces, hipo. trico causa sialorrea, bradicardia, disnea y tos. La parálisis
Síndrome mediastínico inferior, con compresión de la cava del simpático se manifiesta por el síndrome de Claude Ber-
inferior, que origina hepatomegalia, ascitis, edemas en extre- nard-Horner (ptosis palpebral, miosis, enoftalmos y estrecha-
midades inferiores, esplenomegalia y circulación comple- miento de la abertura palpebral). En los tumores neurógenos
mentaria abdominal. “en reloj de arena” puede producirse la afección medular
Síndrome mediastínico posterior, que causa disfagia, dolo- por compresión, pero es rara. Por último, en el síndrome de
res interescapulovertebrales y, si hay afección del simpático Tobias-Pancoast son frecuentes las braquialgias por invasión
dorsocervical, síndrome de Claude Bernard-Horner. A veces del plexo braquial.
se producen opresiones torácicas seudoanginosas. Manifestaciones parietales. Son raras y se observan sobre
Al considerar la clínica de los tumores y quistes del me- todo en la infancia: abombamiento con deformación toráci-
diastino se deben tener presentes los siguientes postulados: ca o invasión neoplásica de la pared.
1. La sintomatología no guarda relación con la benignidad
o malignidad de la enfermedad: enfermedades benignas o 2. Sintomatología general. Puede ser inespecífica (anore-
malignas pueden originar cuadros parecidos. Así, por ejem- xia, adelgazamiento, síndrome febril) o específica, por las
plo, el síndrome de Claude Bernard-Horner puede estar pro- características hormonosecretoras de algunos tumores endo-
ducido por el carcinoma pulmonar de células pequeñas o crinos endotorácicos. El más frecuente es el cuadro clínico
por el ganglioneuroma del ganglio estrellado, de naturaleza de miastenia producido por algunos timomas o la disfunción
relativamente benigna. tiroidea que se puede asociar al bocio endotorácico. Con
2. A menudo la sintomatología es nula o escasa, con mo- menor frecuencia puede haber sintomatología atribuible a la
lestias muy vagas, del tipo de discreto dolorimiento torácico hipersecreción de catecolaminas por algunos feocromocito-
y, a lo sumo, tos seca. En estos casos suele tratarse de enfer- mas de naturaleza casi siempre benigna y de lento creci-
medades benignas. miento, en el cual predominan los signos cardiovasculares:
3. Si existe sintomatología, cabe distinguir entre la sinto- hipertensión arterial permanente o paroxística y taquicardia.
matología local, causada en general por compresión o infil- A veces se trata de metástasis endotorácicas de cánceres
tración de los órganos que son comprimidos con mayor faci- endocrinos, como ocurre con el corioepitelioma, en ocasio-
lidad, como el sistema venoso, el esófago y, en último nes de aparición muy tardía respecto al tumor primitivo e, in-
término, la tráquea, y la sintomatología general. cluso, separadas de éste por un período intermedio de nor-
malidad con embarazos normales. Otras veces se presenta
1. Sintomatología local. Esta sintomatología, agrupada clá- como un corioepitelioma primitivo, que incluso puede ocu-
sicamente en los síndromes ya mencionados, se halla en re- rrir en el varón, con punto de partida testicular. El diagnósti-
lación con la situación, el tamaño, el crecimiento y la consis- co se establece por la determinación de gonadotropinas co-
tencia de la lesión. riónicas en la orina. Otras veces se trata de disembriomas
Manifestaciones dolorosas. Puede tratarse de manifestacio- con potencial hormonosecretor causante de infantilismo o
nes dolorosas vagas, difusas o de localización mal delimita- ginecomastia con atrofia testicular.
da, en general retrosternal, con irradiación al dorso, o bien
de dolores erosivos óseos o de tipo neurálgico o braquiálgi- 3. Sintomatología propia de cada tumor. Tumores neuró-
co propios de los tumores nerviosos, en particular de los tu- genos. Son las neoplasias primitivas de mediastino más fre-
mores “en reloj de arena”, con prolongación intramedular. cuentes. Suelen localizarse en el mediastino posterior y cer-
Manifestaciones circulatorias. Suelen ser las más aparentes ca de la región costovertebral. Muchos son asintomáticos, a
y constituyen la base del síndrome mediastínico clásico. Se menos que se produzca su crecimiento a través del agujero
originan por compresión de la circulación venosa de retor- vertebral y la consiguiente compresión de la médula (tumo-
no, que ocasiona las siguientes manifestaciones: res “en reloj de arena” o “en botón de camisa”). La sintoma-
1. Edema de cuello y cara. Aparece sobre todo en los pár- tología suele ser discreta y consiste en dolor local, tos y dis-
pados. nea, además de posibles signos de neurofibromatosis difusa
2. Hinchazón y turgencia de las venas. Inicialmente se ob- (“manchas café con leche” en la enfermedad de Von Rec-
servan en la base de la lengua. La turgencia aumenta al ha- klinghausen). Pueden provocar erosiones óseas y comprimir
blar, toser, deglutir y al inclinar la cabeza y el tórax hacia de- las estructuras contiguas.
lante. En el neuroblastoma de los niños es frecuente la sintoma-
3. Cianosis. Circulación colateral. Es el signo más tardío. tología general, con cuadros febril y tóxico acentuados. En
La circulación colateral afecta la región anterotorácica, el estos casos pueden hallarse células tumorales en la médula
hombro y la base del cuello. Si afecta también la vena ácigos ósea, que a menudo se confunden con las propias de la leu-
aparece circulación toracoabdominal muy manifiesta. Este cemia aguda.
síndrome se conoce con el nombre de síndrome de la vena Bocios intratorácicos. Junto con los timomas son los tumo-
cava superior. En general es producido por enfermedades res más frecuentes del mediastino anterior y suelen situarse
malignas (carcinoma broncógeno o linfoma) y, por tanto, su por delante del esófago y de la tráquea. Es importante el sig-
pronóstico es malo. Sin embargo, en un pequeño número de no radioscópico del ascenso del bocio al deglutir. Su desarro-
casos puede tener un origen benigno, ya sea por enfermeda- llo es lento y su clínica insidiosa: muchas veces permanecen
des vasculares (fístulas arteriovenosas, aneurismas de la aor- asintomáticos hasta que la desviación o compresión del esó-
ta, trombosis de la vena cava superior, mixoma auricular) u fago produce disfagia o hasta que el desplazamiento de la trá-
otras (tuberculosis, sarcoidosis, silicosis, hematoma traumáti- quea provoca cierto grado de disnea, estridor y tos irritativa.
co, fibroma quístico, tiroides retrosternal). En su desarrollo A veces existe disfonía por compresión del nervio laríngeo re-
intervienen factores (compresión extrínseca simple, invasión currente (tanto en los tumores tiroideos intratorácicos malig-
tumoral o trombosis) que pueden combinarse en distinta nos como en los benignos) y compresión y obstrucción de las
proporción. venas, que determinan cierto grado de ingurgitación.

846
ENFERMEDADES DEL MEDIASTINO

Teratomas. Frecuentes en adultos, jóvenes y adolescentes, sospeche la implicación del árbol bronquial, o la mediasti-
son los terceros en orden de incidencia y también suelen si- noscopia o incluso la mediastinotomía en los tumores que
tuarse en el mediastino anterior y medio. En general perma- cursen con franca afección de los ganglios linfáticos y cuya
necen asintomáticos, excepto si producen complicaciones histología se desee conocer. Si existen adenopatías periféri-
(infección o degeneración maligna); la infección da origen a cas asequibles (p. ej., en fosas supraclaviculares), debe prac-
un absceso que puede abrirse en la pleura, en el bronquio o ticarse su punción o extirpación y proceder al consiguiente
en el pericardio. A veces, el paciente refiere expectoración diagnóstico citohistológico.
de materiales raros, como pelos o dientes. Pueden compri- Ya se ha señalado en cada caso particular la ayuda, mu-
mir la tráquea y, con menor frecuencia, el esófago, con la co- chas veces escasa, que puede aportar el laboratorio en el
rrespondiente disfagia. diagnóstico clínico de las enfermedades del mediastino. Evi-
Hipertrofia tímica y timomas. La hipertrofia tímica es propia dentemente, la práctica de los análisis habituales, tanto de
de la primera infancia y a ella suelen corresponder las ma- sangre como de otros materiales biológicos (líquido pleural,
sas situadas en el mediastino anterior en niños menores de esputos), permitirá en ocasiones la orientación del caso, por
3 años. Ocasiona una imagen radiológica típica en forma tra- ejemplo, una prueba tuberculínica muy positiva en niños o
pezoidal o triangular (en vela) y síntomas de compresión adultos jóvenes portadores de adenopatías mediastínicas o el
con estridor y dificultad respiratoria, disfagia e incluso cierto hallazgo de anemia aplásica o agammaglobulinemia asocia-
grado de obstrucción venosa. das a los timomas. En muchas ocasiones es la intervención
El timoma es un tumor sólido del que existen muchas va- quirúrgica (que no debe demorarse siempre que esté indica-
riedades histológicas (benignas y malignas). No suele metas- da) la que permite confirmar o revelar el diagnóstico.
tatizar a distancia, pero sí extenderse localmente, infiltrando
estructuras locales; en la mitad de los casos se acompaña de Tratamiento. Es fundamentalmente quirúrgico y consiste en
miastenia y, a veces, de anemia aplásica, agammaglobuline- intentar la extirpación completa del tumor y de eventuales
mia o síndrome de Cushing por secreción ectópica de ACTH. adenopatías satélites. Este objetivo es fácil de alcanzar en el
Linfomas. Se sitúan en el mediastino medio. Tanto la enfer- caso de los tumores benignos (quistes broncógenos, terato-
medad de Hodgkin como los linfomas no hodgkinianos pue- mas, bocios). En los malignos debe procederse a un estudio
den manifestarse, al inicio o a lo largo de su evolución, por de extensión y valorar la indicación quirúrgica, que a menu-
la presencia de adenopatías mediastínicas. do debe ir seguida de otras medidas terapéuticas (radiotera-
Linfadenopatías metastásicas. Pueden ser consecuencia de pia y quimioterapia). En el caso de metástasis ganglionares
diversas neoplasias, en particular epiteliales, como el cáncer en el mediastino de tumores malignos originados fuera de él
de pulmón y, con menor frecuencia, de vías aéreas altas, (p. ej., en el cáncer de pulmón), la terapéutica nunca podrá
páncreas, estómago, próstata y riñón. ser quirúrgica y dependerá del tratamiento de la lesión pri-
Higroma quístico (linfangioma quístico). Rara vez produce maria, que casi siempre consistirá en poliquimioterapia y ra-
síntomas de compresión y sí, en cambio, discreta tumefac- dioterapia.
ción en el cuello debido a la propagación de la lesión desde En ocasiones, dadas la agudeza y gravedad del caso
el mediastino. (como en el síndrome avanzado de la vena cava superior)
Quistes pleuropericárdicos. Suelen localizarse en el ángulo debe recurrirse a la quimioterapia paliativa, a pesar de no
cardiofrénico anterior, en particular en el lado derecho, y su disponer del diagnóstico histológico. Quizás esta situación
clínica es muda, constituyendo por lo general un hallazgo ra- sea una de las pocas excepciones a la obtención obligada
diográfico. Deben diferenciarse de las hernias de Morgagni del diagnóstico de naturaleza (histológico o, cuando menos,
mediante la práctica de un enema opaco. citológico) antes de proceder al tratamiento del paciente. En
Quistes broncógenos. La mayoría de ellos se desarrollan en estos casos también pueden ser útiles los glucocorticoides a
la proximidad de la tráquea y de la carina y en el mediastino dosis elevadas y durante pocos días debido a su acción an-
posterior y superior. Se han clasificado en quistes broncóge- tiedematosa.
nos paratraqueales, carinales, hiliares y paraesofágicos. Pro-
ceden del esbozo embrionario del árbol traqueobronquial y
suelen estar llenos de un líquido mucoide. Pueden permane- Mediastinitis
cer asintomáticos y rara vez, excepto en la infancia, dan sin-
tomatología de obstrucción bronquial. Los de situación inter- Las inflamaciones del mediastino o mediastinitis pueden
traqueobronquial pueden ocasionar disfagia y respiración ser agudas o crónicas.
ruidosa. Si se abren en un bronquio originan un cuadro clini-
corradiográfico de infección similar al producido por los abs-
cesos, con tos, expectoración y hemoptisis.
Mediastinitis aguda
Varios. Dentro de este grupo cabe señalar las imágenes La mediastinitis aguda puede estar causada por la propa-
vasculares que pueden confundirse con una tumoración me- gación de ciertas enfermedades sépticas situadas en la zona
diastínica y la presencia de estructuras digestivas anómalas, retrofaríngea, en el suelo de la boca, la laringe y, de forma
como el megaesófago, la hernia de hiato esofágico y la her- excepcional, en la glándula tiroides, así como también, con
nia diafragmática del agujero de Morgagni, así como la hiper- mayor frecuencia, por perforaciones instrumentales, roturas
plasia glanglionar gigante o enfermedad de Castleman, de o heridas penetrantes del esófago o por vómitos violentos y
evolución benigna. contenidos (síndrome de Boerhaave). Dentro de la escasa
frecuencia de este cuadro, algunas etiologías son hoy en día
Diagnóstico. El estudio radiológico convencional (radiogra- casi inexistentes, como la perforación mediastínica de absce-
fía posteroanterior y lateral de tórax), la tomografía computa- sos pulmonares y la supuración de ganglios linfáticos me-
rizada (TC) y la resonancia magnética (RM), que tiene la do- diastínicos.
ble ventaja de no emplear radiación ni requerir contraste, Los síntomas consisten en fiebre alta con escalofríos, dolor
suelen ser suficientes para localizar el tumor en algunos de torácico intenso, retrosternal, transfixiante, disnea y profun-
los compartimientos mediastínicos ya señalados y estudiar su da alteración del estado general que, a veces, evoluciona en
relación con órganos colindantes. Este estudio radiográfico pocas horas.
debe incluir también una exploración tan sencilla y valiosa El diagnóstico se establece por radiografía de tórax, que re-
en cuanto a los datos por ella aportados como frecuente- vela la existencia de niveles hidroaéreos o de enfisema me-
mente olvidada: el esofagograma. diastínico, debidos a la presencia de gas procedente de la vía
En ocasiones deben emplearse otros medios diagnósticos, digestiva o aérea o bien de los propios gérmenes anaerobios.
que variarán según la localización tumoral y la sospecha El examen radiológico con contraste radiopaco puede mos-
diagnóstica. Así, estará indicada la broncoscopia cuando se trar la fuga esofágica y orientar la intervención quirúrgica.

847
NEUMOLOGÍA

Constituye una enfermedad de considerable gravedad que espacio mediastínico, el aire puede alcanzar el espacio pleu-
requiere un tratamiento enérgico, básicamente encaminado rocostal, por lo que, como describiera HAMMAN, el enfisema
a controlar el síndrome séptico y la posible insuficiencia res- mediastínico agudo puede coexistir con neumotórax espon-
piratoria y a evitar el progreso de la contaminación, para lo táneo, el cual es consecuencia de aquél.
cual se requieren el cierre o desviación quirúrgica del esófa- Otras veces, el neumotórax precede al neumomediastino,
go perforado o bien el desbridamiento y el drenaje de la co- y también es posible que el aire penetre en el mediastino a
lección supurada. La aplicación de estas medidas, con la ma- través de efracciones del árbol traqueobronquial.
yor prontitud posible, permite la recuperación de pacientes Una vez que el aire ha entrado en el mediastino, la tensión
que de otra forma evolucionarían hacia el fallo multisisté- en este territorio, normalmente negativa, puede hacerse posi-
mico. tiva y, al colapsar las venas cavas, alterar la llegada de sangre
al corazón derecho; esto ocurre a menudo en el enfisema
mediastínico traumático y, con mucha menor frecuencia, en
Mediastinitis crónica el causado por afecciones médicas.
También denominada mediastinitis crónica fibrosa, su cur-
so es tórpido desde un principio. Es una enfermedad rara, Cuadro clínico. Dada su escasa cantidad, el aire mediastí-
que en el pasado solía suceder a infecciones tuberculosas nico puede ser clínicamente inaparente y ponerse de mani-
crónicas de la pleura y del pericardio. Histopatológicamente fiesto sólo por radiología. El cuadro típico consiste en dolor,
se caracteriza por la extensa transformación del tejido con- disnea, cianosis y crepitación gaseosa. Comienza con dolor
juntivo laxo del mediastino en tejido fibroso, en el que se ha- retrosternal brusco, irradiado al brazo izquierdo, el cuello,
llan englobados los elementos anatómicos mediastínicos. la espalda y el hombro, que dura minutos u horas y que
La enfermedad se acompaña, por lo general, de pleuritis aumenta con la tos, las inspiraciones profundas y los mo-
adherente y sínfisis de las hojas del pericardio. vimientos.
Como consecuencia del obstáculo mecánico a los movi- Tiene gran valor diagnóstico la percepción por el enfermo
mientos del corazón y de las dificultades circulatorias de los de un ruido especial, como de crepitación o estallido de bur-
grandes vasos, se producen signos característicos, como el bujas dentro del pecho; asimismo, la disnea es constante.
edema en esclavina y el pulso paradójico. La auscultación por el médico de dicha crepitación me-
En el 70% de los casos existen dificultades en el retorno diastínica típica de tono bajo, parecida al ruido que se produ-
venoso por la vena cava superior con edema cervicofacial. ce al doblar una hoja de lata y sincrónica con los latidos car-
Con menor frecuencia se hallan comprimidas la arteria pul- díacos, tiene gran valor diagnóstico y se debe al estallido de
monar y/o las venas pulmonares. En ciertos casos, la inflama- burbujas de aire desplazadas con cada latido cardíaco (sig-
ción crónica del mediastino coexiste con la del espacio no de Hamman); puede acentuarse en ciertos momentos o
retroperitoneal (fibrosis mediastinorretroperitoneal) o enfer- con los cambios respiratorios. Sin embargo, este signo aus-
medad de Ormond. cultatorio pierde todo valor cuando al enfisema mediastínico
El diagnóstico de la mediastinitis crónica inespecífica exi- se añade enfisema subcutáneo, el cual produce también cre-
ge descartar antes un síndrome compresivo mediastínico y, pitaciones muy aparentes. La matidez cardíaca se halla dis-
con el concurso de radiografías, ecografía, angiocardiogra- minuida o abolida y puede coexistir hipersonoridad debido
fía, TC, RM y mediastinoscopia, la existencia de un tumor a la frecuente asociación de un neumotórax izquierdo.
mediastínico causal y comprobar con la biopsia la índole in- Asimismo, en la exploración física puede hallarse (aunque
flamatoria de la enfermedad. con mucha menor frecuencia que en el neumotórax traumá-
El tratamiento consiste en toracotomía y exéresis de los tico) ingurgitación venosa en la cara y el cuello y enfisema
bloques fibrosos o, cuando sobrevienen trastornos circulato- subcutáneo en el cuello. En tales casos son frecuentes la hipo-
rios graves, liberación del corazón y grandes vasos. tensión, debido a la reducción de la llegada de sangre veno-
sa al corazón derecho, y la crepitación al palpar la región
cervical (enfisema suprasternal de Lejars); la gravedad del
Enfisema mediastínico cuadro está en relación con la hipertensión mediastínica.
Por último, un hallazgo constante en el enfisema mediastí-
El enfisema mediastínico agudo, conocido clásicamente nico agudo es la típica crepitación al realizar un tacto digital
por la presencia de aire en el espacio mediastínico, ha co- de la orofaringe.
brado nuevo interés desde los trabajos de HAMMAN, con la El examen radiológico tiene mucha importancia. Deben
descripción del síndrome que lleva su nombre y el compo- efectuarse proyecciones oblicuas y transversas, pues en ellas
nente auscultatorio característico, que permite –cuando se se visualiza mejor el aire mediastínico. Como ya señalara
halla presente– su diagnóstico de certeza. Los trabajos expe- HAMMAN, radiológicamente pueden hallarse asociados el neu-
rimentales de MACKLIN, que demostraron su patogenia (enfi- motórax espontáneo y el enfisema mediastínico, por lo cual
sema pulmonar intersticial previo, llegada de aire al hilio pul- la búsqueda de éste debe ser sistemática en todos los neu-
monar y, desde éste, paso al mediastino previa apertura de la motórax espontáneos, en particular los izquierdos.
pleura mediastínica), han contribuido a ello. Otro signo radiográfico importante es el hallazgo de aire
alrededor de las estructuras cervicales, por cuyo motivo es
Etiopatogenia. Además de producirse como consecuencia imprescindible efectuar una radiografía de cuello siempre
de traumatismos torácicos (enfisemas postoperatorios, trau- que se sospeche un enfisema mediastínico y en todo trauma-
máticos), el enfisema mediastínico agudo puede ocurrir tras tismo torácico que curse con neumotórax.
un esfuerzo (tos, defecación, trabajo físico, parto) y acompa- El tratamiento del enfisema mediastínico se basa en el tra-
ñarse, o no, de neumotórax espontáneo. Puede aparecer des- tamiento del neumotórax (véase Enfermedades de la pleura).
pués de la práctica de masaje cardíaco y no es infrecuente
en pacientes en ventilación mecánica. Finalmente, en algu-
nos casos no existe vinculación a esfuerzos ni afecciones
concomitantes.
La patogenia es afín a la del neumotórax espontáneo: se
inicia por la rotura de los alveolos marginales debido a hiper-
tensión; la integridad de la pleura visceral y/o la sínfisis de
ambas hojas pleurales obliga al aire a constituir un enfisema Bibliografía especial
intersticial y, siguiendo a lo largo de las vainas de los vasos BROWN K, ABERLE DR, BATRA P, STECKEL RJ. Current use of imaging in
sanguíneos pulmonares, alcanza el hilio y penetra finalmente the evaluation of primary mediastinal masses. Chest 1990; 98: 466-
en el mediastino a través de la pleura mediastínica. Desde el 473.

848
ENFERMEDADES DEL DIAFRAGMA Y DE LOS MÚSCULOS RESPIRATORIOS

FRASER RG, PARÉ JAP, PARÉ PD, FRASER RS, GENEREUX GP. Diseases HEINTZMAN ER. The mediastinum. Radiological correlations with ana-
of the mediastinum. En: FRASER RG, PARÉ JAP (eds). Diagnosis of tomy and pathology. San Luis, CV Mosby, 1977.
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GUENTER CA, WELCH MH. Pulmonary medicine, 2.a ed. Filadelfia, JB (ed). Neumología clínica. Barcelona, Ediciones Doyma, 1983;
Lippincott, 1982; 872-895. 271-283.

Enfermedades del diafragma y de los músculos


respiratorios
J.M. Montserrat Canal

Las dos funciones principales del aparato respiratorio son que necesitan toda su musculatura respiratoria para ventilar
aportar el O2 necesario para el metabolismo celular y elimi- correctamente (es decir, que en estado de vigilia utilizan to-
nar el CO2 proveniente de este metabolismo con el objeto de dos sus músculos), durante el sueño experimentarán una re-
mantener valores normales de pO2 y pCO2 en sangre arterial. ducción de la fuerza de expansión de la caja torácica y, por
Para ello, el aparato respiratorio puede considerarse dividido lo tanto, el descenso de la ventilación pulmonar con los
en: a) el parénquima pulmonar propiamente dicho, que es el consiguientes trastornos gasométricos.
encargado del intercambio gaseoso entre el alveolo y la san-
gre; b) el fuelle o bomba ventilatoria, que es responsable de
la ventilación pulmonar, es decir, de la entrada y la salida
Exploración
de aire de los alveolos, y c) el control de la ventilación pulmo- Cuadro clínico. La disfunción de la musculatura ventilatoria
nar, encargado de estimular, desde los centros respiratorios, debe considerarse ante cualquier paciente que presenta una
los músculos ventilatorios para que se produzca la ventila- enfermedad neuromuscular generalizada, desnutrición o sig-
ción pulmonar y el posterior intercambio gaseoso. Las enfer- nos evidentes de atrofia muscular. Clínicamente, los pacien-
medades que afectan el fuelle ventilatorio pueden originar tes presentan disnea, taquipnea y movimientos toracoab-
alteraciones en la ventilación pulmonar y, en consecuencia, dominales irregulares. La disfunción diafragmática debe
producir anomalías en los gases sanguíneos. A continuación sospecharse cuando coexistan incoordinación toracoabdo-
se abordan la función y la exploración de los músculos venti- minal y ortopnea en ausencia de otra enfermedad cardiopul-
latorios en general, las enfermedades del diafragma y las monar. La incoordinación toracoabdominal se traduce en la
anomalías de los músculos ventilatorios en el contexto de depresión de la pared abdominal durante la inspiración (fig.
las enfermedades neuromusculares. 5.68). Es recomendable valorar este signo con el paciente en
decúbito supino y respirando con normalidad. La incoordi-
nación toracoabdominal se produce porque, al estar parali-
Función y exploración de los músculos zado el diafragma, la contracción de los otros músculos ven-
ventilatorios tilatorios durante la inspiración origina una presión pleural
negativa que arrastra al diafragma hacia arriba y, en conse-
cuencia, la pared abdominal se deprime.
Función
Pruebas funcionales respiratorias. La disfunción de los
En condiciones de reposo, el principal músculo venti- músculos ventilatorios o la paresia o parálisis del diafragma
latorio es el diafragma; a medida que se incrementa la determinan un patrón restrictivo [aumento del índice volu-
ventilación (p. ej., durante el ejercicio físico) intervienen men espiratorio máximo en el primer segundo (FEV1)/capa-
otros grupos musculares: intercostales, escalenos y esterno- cidad vital (VC) y disminución de los volúmenes pulmona-
cleidomastoideos. La función primordial de los músculos res: capacidad pulmonar total y VC] con mantenimiento o
ventilatorios es crear una presión pleural subatmosférica incluso aumento del volumen residual. La reducción de la
(negativa) para permitir la insuflación pulmonar y, en con- VC se pone especialmente de manifiesto en decúbito supino.
secuencia, la ventilación. Para ello los músculos ventilato- El hallazgo de una reducción acusada de la VC cuando el in-
rios tienen que generar una determinada fuerza (presión, en dividuo adopta el decúbito, en comparación con la sedesta-
caso del aparato respiratorio) que venza las resistencias
bronquiales y la elasticidad del pulmón y de la caja toráci-
ca. Cualquier enfermedad neurológica, muscular o de la
caja torácica que afecte la fuerza de los músculos ventilato- A B
rios puede inducir cambios de suma importancia en la fun-
ción pulmonar, sobre todo en dos circunstancias bien dife-
rentes: a) cuando coexiste una bronconeumopatía crónica y
b) durante el sueño. En el primer caso, como consecuencia Tórax Abdomen Tórax Abdomen
de la neumopatía crónica, los músculos ventilatorios tienen Inspiración normal Incoordinación toracoabdominal
que trabajar más y, además, debido a la hiperinsuflación
pulmonar causada por la neumopatía crónica estarán en
una posición desventajosa para generar su máxima fuerza Fig. 5.68. Incoordinación toracoabdominal. A. Inspiración normal.
Al inspirar, el diafragma desciende y las paredes torácicas y abdomi-
de contracción. En el segundo caso, como se ha expuesto nales se desplazan hacia fuera. B. Incoordinación toracoabdominal.
en el capítulo sobre los trastornos respiratorios durante el Como consecuencia de la parálisis diafragmática, durante la inspira-
sueño, en la fase REM se produce pérdida de tono y paresia ción, la acción de los músculos intercostales provoca la disminución
de toda la musculatura en general, excepto de los músculos de la presión pleural, que arrastra al diafragma hacia arriba y deprime
oculares y el diafragma. En consecuencia, los individuos la pared abdominal hacia dentro.

849
NEUMOLOGÍA

ción o la bipedestación, indica paresia o parálisis bilateral Disfunción diafragmática


del diafragma. La afectación unilateral de este músculo alte- La función primordial de los músculos ventilatorios es
ra poco las pruebas funcionales respiratorias. crear una presión pleural negativa suficiente para permitir la
Respecto a las presiones inspiratorias, cabe distinguir: a) insuflación de los pulmones. Cualquier enfermedad neuroló-
la presión inspiratoria máxima (PIM) en condiciones estáti- gica, muscular, de la caja torácica o, incluso, la desnutrición
cas y la presión espiratoria máxima (PEM) en condiciones pueden inducir cambios en la función diafragmática convir-
estáticas, que dan una idea de la función y fuerza de toda la tiéndolo en un músculo débil o fácilmente fatigable, incapaz
musculatura inspiratoria y espiratoria en general y b) la pre- de generar el trabajo necesario para ventilar. En la práctica
sión transdiafragmática (Pdi), que explora selectivamente la clínica las causas más importantes de disfunción diafragmáti-
función y la fuerza de diafragma. Los valores normales de ca son la hiperinsuflación pulmonar, las enfermedades mus-
PIM y PEM son superiores a 100 y 150 cmH2O, respectivamen- culares y la parálisis del diafragma. La hiperinsuflación pul-
te. Valores de PIM o de PEM inferiores a 50 cmH2O traducen monar que se produce en las crisis de asma o en los
la disfunción de los músculos ventilatorios. Hay que tener en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica
cuenta, sin embargo, que en las neumopatías crónicas obs- (EPOC) causa disfunción del diafragma debido a su posición
tructivas los valores de PIM pueden reducirse como conse- desventajosa para generar presión. Si a ello se suma que en
cuencia de la hiperinsuflación. La Pdi representa la presión estas entidades existe, además, aumento de la demanda de
diferencial entre ambos lados del diafragma durante la prác- trabajo para los músculos ventilatorios debido a la propia
tica de inspiraciones máximas en condiciones de no flujo enfermedad, es fácil comprender la vulnerabilidad de la fun-
(maniobra de Müller) o mediante maniobras de husmeo. Se ción diafragmática. En muchas enfermedades neuromuscu-
obtiene midiendo la presión diferencial entre unos pequeños lares se produce parálisis del diafragma (véase a continua-
balones colocados en el tercio inferior del esófago (intratorá- ción) o, como cualquier otro músculo, éste puede ser débil y
cica) y en el estómago (abdominal). Los valores normales de fracasar en su función ventilatoria. La fatiga del diafragma, es
Pdi durante la práctica de inspiraciones máximas en con- decir, la incapacidad total para seguir generando presión,
diciones de no flujo son de 80-100 cmH2O o superiores. ocurre sólo en situaciones agudas, generalmente cuando se
En la parálisis bilateral absoluta de diafragma, la Pdi es de combinan la presencia de debilidad muscular (neuromiopa-
0 cmH2O. tías, desnutrición) y aumento del trabajo que se ha de reali-
zar (infecciones respiratorias, neumopatías crónicas agudiza-
Radiología. La disfunción de los músculos ventilatorios pro- das); en la figura 5.69 se resumen los principales fenómenos
voca la reducción de los volúmenes pulmonares. La disfun- que ocurren durante la fatiga muscular. Por el contrario, la
ción diafragmática, ya sea por paresia o parálisis, se traduce fatiga crónica de los músculos ventilatorios es un concepto
en la radiografía posteroanterior de tórax por elevación dia- teórico que probablemente no existe, puesto que el diafrag-
fragmática. Un método eficaz para valorar la función diafrag- ma y los músculos ventilatorios en general adoptan una es-
mática es la radioscopia dinámica, que muestra el movi- trategia determinada para evitar la fatiga crónica, que consis-
miento paradójico del diafragma (durante la inspiración, te en reducir las presiones que se generan y los tiempos de
éste asciende en vez de descender). Sin embargo, la valora-
ción de la función diafragmática mediante radioscopia diná-
mica debe realizarse con cautela por dos razones: a) un dia-
fragma paralizado puede descender debido a la reducción
de la presión abdominal inducida por la relajación de los 50
respiratoria
Frecuencia

músculos abdominales y b) hay que tener en cuenta que du- 40 Alternancia Incoordinación
rante la inspiración voluntaria máxima los músculos más uti- toracoabdominal toracoabdominal
30
lizados pueden ser los intercostales y, en consecuencia, origi-
20
nar el diagnóstico falso de parálisis diafragmática. Por dicho
motivo, el mejor método para explorar la función diafragmá-
tica mediante radioscopia dinámica es la práctica de manio-
bras repetidas de husmeo, al igual que durante la realización 65
de la Pdi máxima. 60
pCO2

55
Diafragma 50
45
El diafragma es el músculo más importante de la respira-
ción. Tiene forma de cúpula y separa las cavidades abdomi-
nal y torácica insertándose en el esternón, los arcos costales
(Relación altas-bajas
Electromiograma

y las vértebras dorsolumbares. El diafragma está inervado


frecuencias)

por el nervio frénico, que se origina en la médula espinal en


C3-C5. Tiene dos componentes anatómicos, el tendón central
y las fibras musculares, y presenta una serie de aberturas o
hiatos que permiten el paso del esófago, la aorta y la vena
cava. Por su peculiar anatomía, la contracción del diafragma
determina el desplazamiento del contenido abdominal hacia
abajo y la expansión de la caja torácica, que ejerce una trac-
ción sobre el pulmón, es decir, crea una presión pleural ne- 16
Ventilación min.

gativa suficiente para permitir la insuflación de los pulmo-


14
nes. En condiciones de reposo el diafragma es el único
músculo ventilatorio, de forma que los intercostales actúan 12
únicamente fijando la caja torácica. 10
8
Enfermedades del diafragma
Deben distinguirse las siguientes entidades: a) disfunción
diafragmática como fuelle ventilatorio; b) parálisis diafrag- Fig. 5.69. Principales fenómenos que ocurren durante la fatiga mus-
mática, y c) hernias diafragmáticas. cular.

850
ENFERMEDADES DEL DIAFRAGMA Y DE LOS MÚSCULOS RESPIRATORIOS

TABLA 5.75. Causas de parálisis unilateral del diafragma TABLA 5.76. Causas de parálisis bilateral del diafragma
Neoplasias Enfermedades neurológicas
Pulmonares Mielopatías
Mediastínicas Esclerosis lateral amiotrófica
Metastásicas Poliomielitis
Encefalomielitis neoplásica
Enfermedades neurológicas Siringomielia
Mielitis Neuropatías periféricas
Herpes zoster Enfermedad de Guillain-Barré
Poliomielitis Difteria
Neuritis del plexo braquial Beriberi
Encefalitis Alcoholismo
Difteria Neuropatía del plexo braquial
Esclerosis lateral amiotrófica Traumatismos
Traumatismos Poscirugía
Traumatismos toracoabdominales Idiopática
Parto
Cirugía torácica Enfermedades musculares
Distrofia miotónica
Compresiones Polimiositis
Bocio Enfermedad de Duchenne
Aneurisma de la aorta Lupus eritematoso sistémico
Miopatía por déficit de maltasa
Infecciones
Tuberculosis Otras
Neumonías Ausencia congénita de diafragma
Pleuritis diafragmáticas Eventración
Otras Rotura diafragmática
Idiopática
Tromboembolia pulmonar
diafragmáticas. Las hernias pueden ser congénitas (orificios
anormales o hiatos fisiológicos no perfectamente sellados),
contracción, con lo cual el volumen corriente se reduce y la adquiridas o traumáticas. Las más frecuentes son las her-
espiración se alarga, lo que permite mayor tiempo de des- nias del hiato esofágico que permiten el paso de la unión
canso. Las consecuencias son retención de CO2, taquipnea y esofagogástrica o, incluso, de todo el estómago al tórax.
disnea acusada. Otro tipo de hernia es la de Morgagni o del diafragma ante-
rior, que ocurre especialmente en obesos o en pacientes
Parálisis diafragmática con presión intrabdominal elevada; en general es asintomá-
La parálisis diafragmática puede ser bilateral o, con mayor tica y suele contener grasa. La hernia de Bochdalek o del
frecuencia, unilateral. En la tabla 5.75 se indican las principa- diafragma posterolateral izquierdo afecta por lo general a
les causas de parálisis unilateral; las más frecuentes son las recién nacidos, en los que puede provocar síntomas respi-
neoplasias que afectan el nervio frénico (carcinoma pulmo- ratorios debido al paso de gran parte del contenido abdo-
nar) y las idiopáticas. La radiografía de tórax sugiere el diag- minal hacia el tórax.
nóstico, que se confirma mediante la radioscopia dinámica
por la presencia del movimiento paradójico del diafragma.
Debe efectuarse el diagnóstico diferencial con tumores hepá- Anomalías de los músculos ventilatorios
ticos y esplénicos, que también pueden provocar dicho mo- en las enfermedades neuromusculares
vimiento paradójico. En general, en individuos sanos, las pa-
rálisis unilaterales son asintomáticas, si bien en pacientes Los pacientes con enfermedades neuromusculares requie-
con enfermedades pulmonares crónicas pueden agravar la ren todo su potencial ventilatorio para respirar, es decir, uti-
sintomatología, en particular la disnea. La parálisis bilateral lizan la mayoría de su musculatura ventilatoria, en compa-
es mucho menos frecuente. En la tabla 5.76 se resumen las ración con los individuos sanos que sólo emplean una
causas principales. El cuadro clínico suele consistir en ortop- pequeña parte. Además, a diferencia de éstos, en los que el
nea franca y trastornos de la ventilación durante el sueño control de la ventilación es automático, estos pacientes con
que provocan somnolencia diurna. En la exploración física frecuencia necesitan del control voluntario para mantener
se observa el desplazamiento de la pared torácica hacia unos gases aceptables en sangre arterial. En consecuencia,
dentro durante la inspiración (incoordinación toracoabdo- es fácil adivinar que en situaciones de sobrecarga del apara-
minal). Las pruebas funcionales respiratorias revelan una al- to respiratorio (infecciones respiratorias) o cuando el control
teración ventilatoria de tipo restrictivo, con volúmenes pul- de la ventilación se realiza exclusivamente por vía automáti-
monares muy disminuidos, especialmente en decúbito. La ca (sueño, anestesia) se pueden producir trastornos de la
gasometría muestra hipoxemia e hipercapnia. El diagnóstico ventilación.
se basa en los siguientes datos: reducción acusada (superior
al 40%) de la VC al adoptar la posición de decúbito, movi-
miento paradójico del diafragma durante la radioscopia di-
Alteraciones de la función pulmonar
námica y disminución de la Pdi durante esfuerzos inspira- La falta de fuerza de la musculatura respiratoria ocasiona
torios máximos en condiciones de no flujo o durante la la dificultad para insuflar y vaciar plenamente los pulmones.
estimulación frénica. Una Pdi de 0 cmH2O establece el diag- Por esta razón, desde el punto de vista de la mecánica venti-
nóstico de parálisis bilateral del diafragma. latoria, las dos anomalías más comunes son la disminución
de la capacidad pulmonar total y el aumento del volumen re-
Hernias sidual. Además, la falta de fuerza de la musculatura espirato-
El diafragma constituye un tabique muscular que separa ria determinará que la tos sea ineficaz, y la falta de tono de la
la cavidad abdominal de la torácica. Los hiatos permiten el musculatura respiratoria provocará la disminución de la fuer-
paso del esófago, la aorta y la vena cava inferior. Cuando la za de expansión de la caja torácica, con la consiguiente dis-
función de separar ambas cavidades fracasa, parte del con- minución del volumen pulmonar en reposo, especialmente
tenido abdominal pasa al tórax produciéndose las hernias el volumen de reserva espiratorio. En la figura 5.70 se resume

851
NEUMOLOGÍA

Afectación de los Afectación de los Reducción del tono muscular Afectación acusada de los
músculos espiratorios músculos inspiratorios Caja Torácica músculos inspiratorios

Tos inefectiva Reducción Reducción del Disminución


de los suspiros volumen pulmonar de la ventilación

Acumulación de Cierre de unidades Reducción de los Hipoventilación


secreciones alveolares depósitos de O2 alveolar

Atelectasias Atelectasias

Alteraciones en las relaciones


ventilación/perfusión

HIPOXIA HIPERCAPNIA

Fig. 5.70. Fisiopatología de los trastornos respiratorios que ocurren en las enfermedades neuromusculares.

la fisiopatología de los trastornos respiratorios que ocurren xemia y la hipercapnia nocturnas, es posible reducir la pro-
en las enfermedades neuromusculares. gresión de la enfermedad neuromuscular.

Trastornos respiratorios durante el sueño Cronología de las alteraciones funcionales respiratorias.


Los individuos que padecen enfermedades neuromuscula- Pauta de estudio
res pueden presentar tres tipos de trastornos respiratorios du- La insuficiencia respiratoria es el factor pronóstico más im-
rante el sueño: a) hipoventilación durante la fase REM; b) ap- portante en la mayoría de las enfermedades neuromuscula-
neas centrales y obstructivas, y c) hipoventilación durante las res. En la tabla 5.77 se indica, en forma aproximada, la evolu-
fases del sueño. ción de la función respiratoria en estas enfermedades. Sin
embargo, dependiendo del tipo de enfermedad, algunas ca-
Hipoventilación durante la fase REM racterísticas pueden ser más acusadas que otras. En la tabla
Durante la fase REM del sueño, al producirse atonía o pa- 5.78 se resumen los pasos para el estudio de la función respi-
resia de todos los músculos ventilatorios, excepto del diafrag- ratoria de estas enfermedades, con el fin de conocer el grado
ma, se reduce la fuerza global de los músculos ventilatorios
y, como consecuencia, disminuye la ventilación minuto, au-
menta la PaCO2 y disminuye la PaO2. TABLA 5.77. Esquema de la evolución de la función respiratoria
en las enfermedades neuromusculares
Apneas centrales y obstructivas Trastorno neuromuscular Función respiratoria
Los pacientes con enfermedades neuromusculares, al su-
frir una miopatía que puede afectar a cualquier músculo de Disfunción muscular leve PIM y PEM reducidas
la economía así como alteraciones en el control de la venti- Disfunción muscular moderada Reducción de volumen
lación pulmonar, presentan a menudo tanto apneas centra- pulmonar
les, cuando el fallo predominante es el fracaso del centro Aumento del volumen residual
respiratorio en su función de marcapaso, como apneas obs- Tos poco efectiva
tructivas, cuando el fallo predominante es la coordinación
inadecuada entre los músculos que mantienen abierta la vía Trastorno leve de la respiración Hipoxemia durante la fase
durante el sueño REM del sueño
aérea y los músculos ventilatorios. Dependiendo del tipo de
miopatía predominan las apneas centrales o las obstructi- Hipoventilación durante Hipoxemia e hipercapnia
vas. el sueño, apneas Sueño fragmentado

Hipoventilación durante todas las fases del sueño Hipoventilación diurna Hipercapnia e hipoxemia
y nocturna diurnas
A medida que la enfermedad neuromuscular progresa, la Tos nula
falta de fuerza de la musculatura respiratoria no sólo se pone
de manifiesto durante la fase REM sino que es deficitaria du- PEM: presión espiratoria máxima; PIM: presión inspiratoria máxima.
rante todas las fases del sueño. La consecuencia es la reduc- REM: movimiento ocular rápido (rapid eye movement).
ción de la ventilación minuto, con el aumento de la PaCO2 y
la disminución de la PaO2 consiguientes. La etiología de esta
hipoventilación alveolar no sólo reside en el déficit muscular
TABLA 5.78. Pruebas para el estudio de la función respiratoria
sino también en el defecto concomitante del control automá- en las enfermedades neuromusculares
tico de la ventilación pulmonar, único control existente du- Espirometría forzada. Curvas de flujo-volumen
rante el sueño. Muchos de estos pacientes, en particular los PIM y PEM
que padecen trastornos bulbares, presentan disfunción de Volúmenes pulmonares. Capacidad vital de pie y en decúbito
los centros respiratorios. Los cambios gasométricos durante Capacidad de transferencia del monóxido de carbono
la noche son responsables de la aparición de síntomas y sig- Gasometría arterial
Estudio durante el sueño
nos diurnos, como poliglobulia, cor pulmonale, somnolencia
y astenia. En la actualidad no está claro si, evitando la hipo- PEM: presión espiratoria máxima; PIM: presión inspiratoria máxima.

852
TRASPLANTE PULMONAR

de afectación de la función pulmonar, aplicar la terapéutica es el tratamiento de elección, independientemente de que el


respiratoria adecuada y conocer el pronóstico de la enferme- enfermo presente apneas centrales u obstructivas o hipoven-
dad. A todo paciente con una enfermedad neuromuscular se tilaciones nocturnas. La asistencia ventilatoria debe aplicarse
le deben practicar unas pruebas funcionales respiratorias bá- mediante respiradores diseñados a tal efecto. Los respirado-
sicas que incluyen: PIM y PEM en condiciones estáticas, espi- res, en general, son muy fáciles de manejar, transportables y
rometría forzada, curvas de flujo-volumen inspiratorias y espi- pequeños.
ratorias (que informan sobre la estabilidad de la vía aérea Pacientes con trastornos ventilatorios durante las 24 horas
superior), volúmenes pulmonares, capacidad de transferen- del día. En estos casos la asistencia ventilatoria debe mante-
cia del monóxido de carbono y gasometría arterial. Estas nerse las 24 h del día mediante la práctica de una traqueosto-
pruebas deben repetirse con una frecuencia anual. Cuando mía. La asistencia ventilatoria a estos pacientes mejora de un
existe un deterioro significativo en las pruebas funcionales modo considerable sus síntomas y, sobre todo, aumenta su
respiratorias básicas o algún síntoma que permita sospechar calidad de vida.
trastornos respiratorios durante el sueño, como poliglobulia,
somnolencia diurna o sensación de sueño no reparador,
debe practicarse un estudio nocturno.

Tratamiento y asistencia ventilatoria Bibliografía especial


De acuerdo con el grado de afectación de la función respi- BATES DV. Respiratory function in disease. Filadelfia, WB Saunders,
ratoria en los enfermos neuromusculares, el tratamiento y la 1989; 369-382.
asistencia ventilatoria pueden dividirse en tres grandes apar- BELMAN MJ. Respiratory muscles: Function in health and disease. Clin
tados: Chest Med 1988; 9: 175-359.
Fases iniciales de la enfermedad. La fisioterapia respirato- GILMARTIN JJ, COOPER BG, GRIFFITHS CJ, WALLS TJ, VEALE D, STONE TN et
ria, dirigida a optimizar la tos, representa un factor esencial al. Breathing during sleep in patients with myotonic dystrophy
en estos pacientes. No se ha demostrado la utilidad del trata- and non-myotonic respiratory muscle weakness. Q J Med 1991; 78:
21-31.
miento con oxígeno nocturno en los pacientes que presen- HECKMATT JZ, LOH L, DUBOWITZ V. Night time nasal ventilation in neu-
ten desaturaciones de la oxihemoglobina. En principio no es romuscular disease. Lancet 1990; 335: 579-582.
recomendable su empleo dado que la administración de oxí- ROUSSOS C, MACKLEM PT. The thorax (partes A y B). Nueva York, Mar-
geno puede provocar retención de CO2. cel Dekker, 1985.
Enfermos con trastornos respiratorios durante el sueño. La WEINER WJ. Respiratory disfunction in neurologic disease. Mount Kis-
ventilación mecánica no invasiva mediante mascarilla nasal co, Nueva York, Futura Publishing, 1980.

Trasplante pulmonar
F. Morell Brotad

La consolidación del trasplante pulmonar ha sufrido un Modalidades


importante retraso en comparación con el trasplante de otros
órganos sólidos. En 1963, HARDY et al intentaron sin éxito el
primer trasplante pulmonar y, hasta el año 1980, se contabili- El trasplante unipulmonar consiste en la implantación de
zaron unos 40 trasplantes pulmonares en todo el mundo, con un solo pulmón, con suturas en el bronquio principal, la arte-
una supervivencia máxima de pocos meses y una mortalidad ria pulmonar y la aurícula izquierda (por medio del colgajo
del 100%. A partir de 1980, básicamente tras la introducción donde desembocan las venas pulmonares). Si bien en un
de la ciclosporina A como fármaco inmunodepresor, junto a principio su principal indicación era la fibrosis pulmonar
la sustancial mejoría de la técnica quirúrgica y al desarrollo idiopática, su utilidad se ha extendido a otras neumopatías
de los cuidados específicos en el postoperatorio inmediato, intersticiales e incluso a pacientes con enfermedades obs-
comenzaron a desarrollarse con resultados aceptables las tructivas, como enfisema, o hipertensión pulmonar idiopáti-
distintas modalidades de trasplante pulmonar: trasplante car- ca. Este tipo de trasplante ofrece una serie de ventajas sobre
diopulmonar (STANFORD, 1981), trasplante unipulmonar (TO- las otras modalidades, como la óptima utilización de los pul-
RONTO, 1983), trasplante bipulmonar (TORONTO, 1986). mones del donante, la sencillez del procedimiento quirúrgi-
En 1994 la experiencia mundial acumulada superaba los co y la necesidad de circulación extracorpórea sólo en el
3.000 trasplantes pulmonares, de los cuales el 5% corres- 10% de los casos. Como desventajas cabe citar la persistencia
pondía a retrasplantes. Los resultados en términos de super- de la enfermedad en el pulmón nativo no trasplantado y el
vivencia han mejorado notablemente; así, la supervivencia menor incremento obtenido en la capacidad funcional en
actuarial acumulada al año del trasplante para el período comparación con el trasplante bipulmonar.
1990-1993 es del 75%, a los 2 años del 60% y a los 3 años del El trasplante bipulmonar está indicado en los pacientes
52%. con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y en
La falta de donantes adecuados, las infecciones oportunis- la enfermedad pulmonar séptica (bronquiectasias). En la ac-
tas, el rechazo agudo y el rechazo crónico, en forma de bron- tualidad se realiza en forma de dos trasplantes unipulmona-
quiolitis obliterante, siguen siendo las principales causas de res consecutivos.
morbilidad y mortalidad. Históricamente, el trasplante cardiopulmonar fue la prime-
La superación de estos obstáculos en un futuro cercano ra modalidad desarrollada. Consiste en la implantación en
permitirá que el trasplante pulmonar se consolide como una bloque del corazón y de ambos pulmones, con sutura en la
opción terapéutica válida, con una supervivencia similar a la tráquea, aorta y aurícula derecha. Está indicado en los pa-
de los trasplantes de otros órganos sólidos. cientes afectos de cualquier tipo de neumopatía irreversible,

853
NEUMOLOGÍA

TABLA 5.79. Indicaciones del trasplante unipulmonar El rechazo crónico en forma de bronquiolitis obliterante
o bipulmonar se caracteriza por la obstrucción y destrucción paulatina de
los bronquiolos, que cursa con presencia simultánea de in-
Paciente menor de 60 años (55 en el bipulmonar) fecciones bronquiales de repetición. A pesar de su detección
No fumador ni con otras drogadicciones
Exento de enfermedad sistémica o en otros órganos
precoz y del aumento de la inmunodepresión, más del 50%
Adecuada función cardíaca y ausencia de coronariopatía de los pacientes experimentan una evolución irreversible. En
Buena motivación algunos casos el retrasplante es la única posibilidad, a pesar
Adecuado estado nutricional de los resultados menos brillantes que se obtienen con este
Soporte familiar procedimiento.
Las enfermedades infecciosas crónicas contraindican Tratamiento. Actualmente, en espera de la introducción clí-
el trasplante unipulmonar nica de nuevos fármacos, más potentes y mejor tolerados, las
pautas de inmunodepresión incluyen la ciclosporina A como
fármaco fundamental, junto con azatioprina, glucocorticoi-
TABLA 5.80. Modalidades de trasplante según la enfermedad des y, en algunos casos, anticuerpos monoclonales o policlo-
pulmonar nales.
Unipulmonar Las complicaciones infecciosas se han reducido tras la uti-
Fibrosis pulmonar (enfermedades restrictivas) lización de quimioprofilaxis para bacterias (según antibio-
EPOC (algunos casos) grama), de trimetoprima-sulfametoxazol para Pneumocystis
Hipertensión pulmonar primaria carinii y de forma todavía experimental para virus (ganciclo-
Enfermedad de Eisenmenger con anomalía cardíaca reparable vir y aciclovir) y hongos (amfotericina y fluconazol).
Neumonía organizada crónica (bronquiolitis obliterante)
Linfangioleiomiomatosis

Bipulmonar
EPOC
Fibrosis quística Bibliografía especial
Bronquiectasias bilaterales AMERICAN THORACIC SOCIETY. Lung transplantation. Report of the ATS
workshop on lung transplantation. Am Rev Respir Dis 1993; 147:
Cardiopulmonar 772-776.
Hipertensión pulmonar con cor pulmonale ROMAN A, MORELL F, ASTUDILLO J, MARGARIT C, BRAVO C, TENORIO L et al.
Enfermedad pulmonar con cardiopatía grave Trasplante unipulmonar: los dos primeros casos. Med Clin 1993;
Enfermedad de Eisenmenger con defecto cardíaco irreparable 100: 380-383.

que se acompaña de afectación cardíaca también irreversi-


ble. Desde 1989 se asiste a la progresiva disminución de sus Bibliografía general
indicaciones en beneficio de las modalidades más económi-
cas en término de órganos que representan el trasplante uni- ANCIC P, CLARK THJ. Enfermedades respiratorias. Utilidad del labora-
pulmonar y el bipulmonar. torio. Santiago de Chile, Camugraf, 1990.
BLANK N. Análisis radiológico del tórax. Barcelona, JIMS, 1990.
COTES JE. Lung function. Assessment and application in medicine.
Oxford, Blackwell Scientific, 1993.
Indicaciones CRYSTAL RG, WEST J. The lung: Scientific foundations. Nueva York, Ra-
ven Press, 1991.
De forma resumida puede decirse que el trasplante pulmo- DU BOIS RM, CLARKE SW. Fiberoptic bronchoscopy. Filadelfia, JB Lip-
nar se debe indicar en toda neumopatía irreversible que se pincott, 1987.
halle en estadios avanzados que pongan en peligro la vida FELSON B. Chest roentgenology. Filadelfia, WB Saunders, 1973.
del paciente y cuya esperanza de vida no supere los 18 me- FISHMAN AP. Pulmonary diseases and disorders. Nueva York, McGraw
Hill, 1988.
ses. Para ello deben reunir los requisitos enumerados en la FRASER RG, PARÉ JAP, PARÉ PD, FRASER RS, GENEREUX GP. Diagnosis of
tabla 5.79. diseases of the chest. Filadelfia, WB Saunders, 1990.
La enfermedad en la que con mayor frecuencia se realiza KARETZKI M, CUNHA BA, BRANDSTETTER RD. The pneumonias. Nueva
el trasplante en la actualidad es la EPOC, por ser la causa York, Springer, 1993.
más frecuente de insuficiencia respiratoria crónica. Le siguen KRYGER MH, ROTH T, DEMENT WC. Principles and practice of sleep me-
la fibrosis pulmonar idiopática, la fibrosis quística y el enfise- dicine. Filadelfia, WB Saunders, 1994.
ma. En la tabla 5.80 se señala la modalidad de trasplante in- MILLER A. Pulmonary function tests in clinical and occupational lung
dicada en cada una de estas enfermedades. disease. Orlando, Grune and Stratton, 1986.
MURRAY JF, NADEL J. Textbook of respiratory medicine. Filadelfia, WB
Saunders, 1988.
PUTMAN CE. Diagnostic imaging of the lung. Lung biology in health
Complicaciones and disease. Vol 46. Nueva York, Marcel Dekker, 1990.
REYES A. Síndrome del distrés respiratorio del adulto. Monografías clí-
Durante el postoperatorio inmediato se registra una morta- nicas en neumología. Barcelona, Ediciones Doyma, 1991.
lidad del 15% relacionada directamente con la intervención ROTH JA, RUCKDESCHEL JC, WEISENBUERGER MD. Thoracic oncology. Fila-
quirúrgica, en especial con la dehiscencia de la sutura bron- delfia, WB Saunders, 1989.
quial. Las complicaciones infecciosas afectan, según las dis- SCHWARZ MI, KING TE. Interstitial lung disease. San Luis, CV Mosby,
Year Book, 1993.
tintas series, al 86% de los pacientes y constituyen una causa SELMAN M, BARRIOS R. Interstitial pulmonary diseases. Selected topics.
importante de morbilidad y mortalidad. Las infecciones bac- Florida, CRC, 1991.
terianas son más frecuentes durante el postoperatorio inme- WEIS EB, SEGAL MS, STEIN M. Bronchial asthma. Mechanisms and the-
diato, mientras que posteriormente suelen detectarse sobre rapeutics. Boston, Little Brown, 1992.
todo infecciones por otros gérmenes oportunistas, como el
citomegalovirus.
El rechazo agudo es un problema frecuente tras el tras-
plante pulmonar que afecta al 50-78% de los pacientes. Su
tratamiento consiste en el aumento transitorio de la inmuno-
depresión. Volver al índice
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