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Ensayos
materialistas
taurus
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Gustavo Bueno, Ensayos materialistas, Taurus, Madrid 1972 www.fgbueno.es
ENSAYOS MATERIALISTAS
ENSAYISTAS-86
ENSAYOS
MATERIALISTAS
TAURUS
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Materialismo filosófico
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1. LA OPOSICIÓN "MUNDANO/ACADÉMICO"
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§ 1
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£=(MiUM2UMs) [P. I]
(MICM2)A(M2CMI)
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m=[M, E]
n=[M, Mj
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§ 2
EL CONTEXTO 21 Y LA OPOSICIÓN MONISMO-MATERIALISMO
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B) Reducción de Mi a Ma (Mi=M2)
Esta es la opción que consideramos constitutiva del espiri-
tualismo filosófico, y de una variedad suya, a saber: el idea-
lismo. Es en este lugar en donde las oposiciones "materialis-
mo/espiritualismo" y "materialismo/idealismo" encuentran, me
parece, su puesto propio.
En cuanto al concepto de "esplritualismo", que tantas ve-
ces aparece como alternativa al materialismo ("materia/espí-
ritu") y, algunas veces, va asociado al idealismo de un modo
muy estrecho (Lenin veía en todo idealismo una forma embo-
zada de esplritualismo; y, sociológicamente, el Diamat propen-
de a ver, certeramente, en el idealismo una forma refinada
de la religión), será suficiente decir aquí que puede ser defi-
nido por su relación a Mj. Así como el concepto de "Ego" o
"Conciencia trascendental" dice filosóficamente relación a las
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^ "Vom Christen wie vom Kommunisten wird die Welt ais eine
vom ilun unabhangige Welt gesehen. Beide (der materialistisclie Atheis-
mus und das Christentum) lehren die Unabhangigkeit der Welt von
xins" (Predrag Grujic: Hegel und die Sowjétphüosophie der Gegen-
wart, Francke, 1969, pág. 96). Poco después nos dice este autor que
el materialismo permanece ligado al mundo, mientras que el cristia-
nismo es "supramundano" (überweltlich), aunque ambos persigan do-
minar el mundo. Desde nuestro sistema de coordenadas, el cristia-
nismo sigue siendo "mundano", aun en la versión del "cristianismo
de transcendencia", en la medida en que el "supramundo" es homo-
nímico con el "mundo".
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§ 3
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(£'CM)A(MC£')S (ECM)^/{MCE)
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\[(EcM)\(McE\\[{EcM)\(M.c:E)]\w\(,EcM)\iMc:E)\
(La discusión de las fórmulas anteriores, tan árida, aunque
ha sido abreviada, tiene por objeto, principalmente, sugerir la
impresión de que las Ideas ontológicas, no por ser ontológi-
cas, dejan de estar sometidas a la mecánica de la lógica formal,
y pueden ser tratadas como-se tratan conceptos categoriales
mucho más precisos, como pudieran ser "triángulo" o "círculo".)
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OaíSfAFI) [2]
4. La fórmula
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A) Posiciones límites:
— "Materialismo absoluto" (1).
— "Idealismo absoluto" (8).
B) Posiciones intermedias:
— Compuestas (materialismo "de doble género"):
— Materialismo "existencialista" (2).
— Materialismo "esencialista" (3).
— Materialismo "sociologista" (4).
— Simples:
— Dualismo (5).
— Idealismo histórico (6).
— Idealismo objetivo (7).
§4
EL CONTEXTO W
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. Kxy A Xzj!
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A. "Xxx V %xx
B. KxxvKxx
C. Rxx V ^a;x
D. Sxx V Sarx
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y como remate suyo; assí, por la misma manera estos cielos exten-
didos que vemos, y las estrellas que en ellos dan resplandor, y entre
todos ellos esta fuente de claridad y de luz, que todo lo alumbra,
redonda y bellissima; la tierra pintada con flores y las aguas pobla-
das de peces; los animales y los hombres, y este universo todo, cuan
grande y cuan hermoso es, lo hizo Dios para fin de hazer hombre
a su Hijo, y para producir a luz este único y divino fructo, que es
Cristo, que con verdad le podemos llamar el parto común y general
de todas las cosas" (Ed. Federico de Onís, tomo I, págs. 66-67).
Engels, como Fray Luis, participan así de la vieja tradición metafísica
antropocentrista de los padres griegos, que en nuestros días ha sido
remodelada por TeUhard de Chardin. Esa "floración suprema" del
Universo de que habla Engels, ese "parto común y general de todas
las cosas" de que habla Fray Luis, son el "punto Omega", punto de
convergencia al que tienden todas las corrientes del Mundo por su
cara consciente, punto en el que se inserta Cristo, en virtud de su
Encarnación. (Son muy conocidas las obras de Tresmontant sobre
Teilhard, la de A. Guy sobre Fray Luis. Una exposición muy rica
en G. García García: Fray Luis de León, Teólogo del misterio de
Cristo, León, 1967, págs. 303 sgts.) La Unidad teleológica del Uni-
verso (contra la que se indigna Monod) tiene como contrapartida la
unidad metafísica del mundo (o materia) a parte ante, el "punto
alfa", el entendimiento de la Materia como "Madre Virgen", eterna-
mente fértil'y joven, qiue los monistas presocráticos llamaban "physis",
pero cuyo verdadero nombre, según nos dice Apuleyo, en XI, 5, de
su Asno de Oro, es /sis: "Aquí me tienes, Lucio, respondiendo a tu
plegaria. Soy la Naturaleza, la Madre universal, dueña de todos los
elementos... Algunos me conocen como Hera, algunos como Belona
de las batallas; otros como Hécate, otros como Ramnusia; pero las
dos razas de etíopes, sobre cuyas tierras alumbra primero el sol de la
mañana, y los egipcios famosos en conocimientos antiquísimos del
pasado, me adoran con ceremonias propias de mi naturaleza divina,
me llaman por mi verdadero nombre: Reina Isis." (También Plutarco,
De Iside, 62.)
^' Versión española de Lydia Kuper, Grijalbo, 1963.
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^ "Kein Du, kein Ich; kein Ich, kein Du" (Grundlage d. gesamm-
ten Wissenschaft..., ed. ]. H. Fichte, vol. I, pág. 189). Fichte, sin
embargo —diríamos nosotros—, sabe que, además del mundo natu-
ral (Mi) —que es representación—, y además de la pluralidad de las
subjetividades {Mu), es preciso, para poder entender la comunicación
entre ellas —^la conciencia mutua, ininteligible directamente—, regre-
sar a la fuente común espiritual (que haríamos corresponder a Mi),
que, según Fichte, se entreteje con el mimdo a través de Mi —y,
por su mediación, con Mi. Así, sobre todo, podría "leerse" Die Bestim-
mung des Menschen, ed. cit., Vol. II, pág. 301.
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MATERIALISMO ONTOLOGICO-ESPECIAL
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Mi I—i Mí=def. (Mi qfc M,) A (M,- cf Mi) (para i^j; i, 7=1, 2, 3)
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Formalismos unigenéricos
Formalismos bigenéricos
— Reducción a Mu Mj
— Reducción de M3 a Mi IV
— Reducción de M3 a M2 V
— Reducción de M3 en parte a M», en parte
a Mi VI
— Reducción a Mi, M3
— Reducción de M.^ a Mi VII
— Reducción de M¡ a M3 VIII
— Reducción de M^ en parte a Mi y M3 ... IX
— Reducción a M2, M3
— Reducción de Mi a Ma X
— Reducción de Mi a M3 XI
— Reducción de Mi en parte a M^, en parte
a M3 XII
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** Parménides, 130 b.
^ "Or la Eoi m'apprend que Dieu a creé le Ciel & lá Terre. Elle
m'apprend que rEcritüré est un Livre divin. Et ce Livre ou son
apparence me dit nettement & positivement, qu'il y a mille & mUle
créatures. Done voilá toutes mes apparences changées en réalitez"
{Entretiens sur la Métaphysique et sur la Religión, VII & VIIL Edición
Robinet, tomos Xü-XIII, págs. 142-143). Sería frivolo descalificar este
pensamiento de Malebranche como pensamiento filosófico, en nombre
del racionalismo. A fin de cuentas, la "Escritura", la Biblia, puede
ser interpretada como una sinécdoque que suple por "la palabra".
Y el "Lenguaje" es un dato indeducible —^toda deducción del Lenguaje
lo supone dado: sería como "deducir la propia pluma de escribir",
que Hegel veía én Klug. La existencia del mundo, la "posición abso-
luta de la cosa", de Kant, es indeducible: sólo puede afirmarse en el
Lenguaje, que se supone ya dado (dialelo antropológico).
^ Lévi-Strauss responde: "Estoy particularmente agradecido a Ri-
coéur por haber señalado el parentesco que puede existir entre mi
empresa y la del kantismo. Se trata, en suma, de una trasposición
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[ii, m^, 4]
"m" es una abreviatura de
[(£CM2)A(M2C£)]
'i" simboliza
[(£cMi)v(MiC£)]
escogemos Q\ modus ponens: ( M i C F ) = l .
Tendremos simultáneamente:
(M,C:E)A(ECM,)
de donde:
[(£cMg)v(M3CF)]
{MiCE)A{E(zM^
de donde:
[(MICM2)A(M3CM2)]
En conclusión:
[íi, ma, ís] -> [(Mi G M2) A (M3 C M2)]
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; n [(M¡cM)A(McM.)]w[(MiCM)A(McíMi)]
m [(£CM)V(MC£')]W[(£CM)A(MC£)]
z m ' [(VX) (Vy) (Vz) /CXI/ V Sz;c] w [(^x) (3y) (3z) ÍCJO/ A Izx]
O
O
O
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O
H
Z KI K = 2 (Materialismo de la Sustancia/Espiritualismo de la Sustancia)
O
< S I S=/SC (Materialismo de la Conciencia/Espiritualismo de la Conciencia)
-¡
Q
K\'S,=S (Materialismo de la Verdad/Espiritualismo de la Verdad)
<
D 2 I K=R (Materialismo de la Libertad/Esplritualismo de la Libertad)
S
OS
O
a,
i
Empiriocriticismo Mecanicismo
[(£ c M,) V (Mi c E)] w [(£• c Mi) A ( M I C E)]
M=Mi (Naturalismo)
Subjetivismo Sociologismo
M = M 2 (Esplritualismo)
[(£ c M2) V (M2 c £)] w [(£• c M2) A ( M , C £•)]
~ M = M 3 (Esencialismo)
Psicologismo Materialismo
< [(£ c M3) V (Ms c £)] w [(£ c Ms) A (M, c £)]
u
M
fl<
en
Kl
H
Z Mi 0 Mjw M¡ M Mf
O
<
w
Q
i
1/1 Formalismo primario
<
D Formalismo secundario
Formalismo terciario
£
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MATERIALISMO Y SOCIALISMO
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ROTACIÓN LÓGICA
APLICACIÓN A LA DIALÉCTICA DEL AMO
Y EL ESCLAVO
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Tiinti, m¡)
T^nti, m,)
Tsimt, mi)
K= «5 [K(mi, n , m¡)]
Tninti, m,)
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Pcr{H,m y PX{N,H)
en la equivalencia
P{H, N)=P(N, H)
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PE(x, z)=PI{z, X)
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SN{x, z)=SS'(z, x)
de los referenciales.
Consideremos más de cerca esta última condición. Abstraer
los referenciales en Six, z) equivale no tanto a abstraer mi
cuerpo cuanto abstraer referencias ajenas a él. Puedo consi-
derar mi cuerpo, sencillamente, como invariante —"identidad
del ego corpóreo"— cuando está con los brazos en cruz seña-
lando izquierda-derecha tanto en la cara sur como en la cara
norte. La invariación del ego corpóreo se da tanto cuando es
el cristal el que ha volteado (permaneciendo mi cuerpo fijo
respecto a terceras referencias) como cuando el rodeo de mi
cuerpo lo interpreto como el movimiento del universo íntegro,
permaneciendo yo fijo y señalando a la izquierda y a la de-
recha.
Naturalmente, estas condiciones desaparecen —^y con ellas
la relación de contrasimetría— tan pronto como consideramos
no idénticas, sino diversas, la cara norte y la cara sur de la
vidriera; por tanto, tan pronto como los puntos (x, z), vistos
desde el norte, se nos aparecen como diversos de los (z', x")
transparentados a la cara sur. En este caso, la situación es,
sencillamente, la siguiente: S(x, z) y Siz', y¿), entre los cuales
ya no hay ninguna relación formal de contrasimetría, ni siquie-
ra una relación lógica cualquiera, sino, simplemente, la rela-
ción ñ'sica, empírica, entre (a;, x) y (z, z').
Ante estas dos opciones —considerar como contrasimétri-
cas las relaciones S{x, z) y S{z, x), o considerarlas como rela-
ciones empíricamente engranadas—, no se trata de elegir la
verdadera. Son dos modi res considerandi. Y en la teoría ma-
temática de los grupos de transformación se utiliza, si no me
equivoco, el esquema contrasimétrico.
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X(s, a) [10]
a partir de la relación [9].
Esta relación X{s, a) es la relación del siervo al señor en
cuanto contradistinta a la relación H''^is, d). Que la "dialéc-
tica del amo y del esclavo" de Hegel consiste precisamente
en construir una tal relación X{s, d) en cuanto distinta a la
relación recíproca K=H~\s, a) me parece absolutamente evi-
dente. Hay, además, una obvia conexión entre el concepto de
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INTRODUCCIÓN
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* "El hombre sólo llega a ser libre entre los hombres", dice
Fichte. Cada hombre, sólo por la mediación de los demás, que es un
proceso práctico-social, puede llegar a "ser quien es", a realizar su
libertad. Pero esta mediación es entendida por Fichte —según el modo
que llamamos gnóstico— como un proceso de conocimiento, es decir
(puesto que el conocimiento es interpersonal), de comunicación. La
consumación de este proceso tiene lugar, según Fichte, en la comu-
nidad religiosa, última etapa del progreso de la existencia individual
(las dos primeras serían: la comunidad política y la comunidad ética).
P. Naulin subraya admirablemente estos temas fichteanos en su ar-
tículo "Philosophie et communication chez Fichte" (Revue Internatio-
nale de Philosophie, núm. 90, 1969).
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CONCLUSIÓN
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M^ _Mj,_ Mr _ _ M
(I)
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M.T.=-
MAFd
En cuanto concepto transcendental, M.T., la materia onto-
lógico general M, a la vez que se realiza efectivamente en el
curso mundano (es decir, como materia ontológico especial,
adscrita a los diversos géneros), lo rebasa continuamente, por-
que se constituye en el mismo Ideal de la razón (como "Idea
regulativa") en el proceso de regresión incesante, nunca aca-
bada, de las materialidades determinadas a otras materialida-
des determinadas. Esto podría quedar expresado por la si-
guiente fórmula circular:
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I) (a<s)A(6<s)
II) (a<2/)A(t/<Z))->(í/<s)
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^^y.v.
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" ' Essais sur la Mécanique sociale, Genéve, Librairie Droz, 1967.
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"* También posee una gran virtualidad crítica. Por ejemplo, uti-
lizando estos esquemas, podemos formular la clave, acaso última, de
la limitación del proyecto de Piaget de una "Epistemología genética"
(Introduction á l'Epistémologie génétique, Paris, P.U.F., tres vols. So-
bre todo, el vol. primero, Introduction). Parece evidente que si el
establecimiento de las etapas (_A, B, C, ... N) del desarrollo del cono-
cimiento humano puede alcanzar un significado crítico-epistemológi-
co, lo será en la medida en que una "formación cognoscitiva" deter-
minada (una teoría, un mito, una Idea...) pueda ser coordinada a una
"etapa", confinada, por así decirlo, a ella. Con ello queda automáti-
camente criticada por todo aquel que se considera implantado en
etapas ulteriores. Este es el procedimiento de la Fenomenología del
Espíritu de Hegel ("Etapas" son aquí "Figuras"), o el procedimiento
(la "estrategia crítica") de Comte ("Etapas" son ahora "Estadios").
Ahora bien: no se trata de reprochar a Piaget esta metodología crí-
tica, ni su eficacia en regiones muy determinadas (precisamente las
que están ya criticadas), sino la ejecución que esta metodología recibe
en sus manos, comparada en el contexto de las pretensiones univer-
sales del autor. Porque Piaget parece que —a pesar de su intención
histórica ("filogenética"), sociológica o etnológica— ha establecido
las "etapas" sobre el desarrollo psicológico individual ("ontogenético")
desde los primeros días de la niñez hasta la adolescencia. Conceda-
mos incluso que las etapas de Piaget y su escuela estén bien estable-
cidas. Pero las grandes doctrinas científicas, filosóficas, las grandes
formaciones mitológicas, se mueven a otra "escala" —a la escala de
un proceso total colectivo (no sólo social), que contiene, cierto, como
partes suyas, a los individuos (y a su desarrollo), pero de tal modo
que ese proceso total es inconmensurable con esas partes individuales.
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JM "Verum quanquam haec ita habeant, visio fieri non potest, quin
emissione fíat facultatis videndi. Nam (omitto debilia argumenta) ut
color ingressu speciei in pupillam videri possit: tamen magnitudo, et
locus videri, quin prodeat facultas per aérem ad rem ipsam non pos-
sunt. Si res non videtur ubi est, qua ratione potest viso cognoscere
distantiam aut magnitudinem?" (Controversiarum medicarum et philo-
sophicarum, edición de 1564 por Andreas de Ángulo, Libro II, ca-
pítulo 28).—Como es sabido, la doctrina del rayo que sale del ojo
en busca del objeto se atribuye a los pitagóricos (Alcmeon, aunque
Guthrie discute la interpretación de Beare, Vid. A History of Greek
Phüosophy, Vol. I, Cambridge, 1967, pág. 347). Platón ofrece su famo-
sa síntesis de la doctrina atomística de los efluvios (son las imágenes
de los objetos las que llegan al ojo) y de la doctrina pitagórica en
su esquema del Timeo, 45 fe y siguientes. Del ojo sale continuamente
(cuando los párpados están abiertos) un fuego suave que no quema
y que se une con la luz procedente de los objetos porque lo semejante
conoce a lo semejante. ¿Sería muy aventurado ver en este fuego suave
—^tan distinto, al parecer, de la mirada del basilisco— la prefigura-
ción de la doctrina de la intencionalidad o de la doctrina kantiana
de las formas a priori objetivas? Porque la mirada no siempre es des-
tructora, como la del basilisco (o incluso como la del catablipo): si
la mirada de Isis mató a su hijo de leche —el hijo de Malcandro
y Astarté—, según nos cuenta Plutarco (De Iside, 17), también es
verdad que los ojos de Horus —el Sol y la Luna— son creadores,
porque de ellos brotan rayos vivificantes (De Iside, 52).
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^^ "Alies was im Subjekt ist, ist im Objekt und noch etwas mehr.
Alies, was im Objekt ist, ist im Subjekt und noch etwas mehr." Vící.
supra la nota núm. 29.
^ Le Monde, Adam et Tannery, Tomo XI, pág. 39.
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"* Max Pohlenz: Die Stoa, 3.=^ ed., Gottingen, 1964. Tomo I, pá-
ginas 65 y sgts.
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138 Models of Man (New York, lohn Wiley et Sons, 1966, fourth
printing, especialmente "A formal Theory of Interaction in Social
Groups", págs. 99 sgts.). I. Tinbergen: Política Económica (trad. esp.
en F.C.E., 1968), 1, 5; 3, 2, etc.
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SOBRE DIALÉCTICA
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•SYMPLOKE" DIALÉCTICA
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— Paralelismo Mi, M2
A) Paralelismo (M1//M2).—Mi es la referencia, M^ es el
reductor. En esta rúbrica entran los casos más conocidos de
paralelismo. A cada estimulación eléctrica del cerebro (Mi)
correspondería un contenido psíquico (M2). Por ejemplo, ésta
es la perspectiva de quienes intentan establecer corresponden-
cias entre imágenes oníricas y rasgos del encefalograma (Mi),
correspondencias que en ningún caso significarían reducciones,
incluso en la circunstancia de que el contenido del ensueño
fuese, precisamente, el mismo trazado encefalográfico. En esta
rúbrica también podríamos incluir las correspondencias entre
las manchas solares, cuyo ciclo sería de 10,45 años, y los ciclos
de las crísis económicas inglesas de 1825, 1837, 1847, 1857
y 1866, de duración media de 10,5 años, que estableció W. S.
]evons, salva ventóte.
B) Paralelismo {M2/¡Mi). Descartes decía que las volunta-
des que Dios hace rectas se desvían por agentes exteriores,
de la misma manera que los movimientos de los cuerpos que
Dios hace rectos se desvían de su dirección, también por cau-
sas exteriores. En la Introducción de este Ensayo hemos citado
las correspondencias, consideradas por Marx en su interpreta-
ción de Epicuro, entre los cuerpos que se desvían de la recta
y las conciencias libres que huyen de la necesidad.
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— Paralelismo M2, M?
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(1) {Pi, i>2, P3; ... n } c f c ; (2) k={Pi, Pz, Pí, ... Pn}
Supuestas las premisas (1) y (2), como (2) equivale a esta rela-
ción (2'):
[kcziPi, P2, Pi, ... Pn} A {Pi, P2, P3, ... Pn}ak]
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[F(a;)=jY(M)rf«]
como función de x, es igual al valor /(w) en el punto x (es
decir: F'(«)=í(^))"- "Esta moneda es verdadera" significará
que la moneda "a" se relaciona (según la identidad sintética)
con el prototipo o paradigma. La verdad del teorema de
Brianchon reside en la identidad del punto en que se cortan
dos a dos las líneas correspondientes. La verdad del número
de Loschmidt es la identidad entre los diferentes procedimien-
tos (series de operaciones) utilizadas para determinarlo. Si,
por un calorímetro de Berthelot, por otro de Bunsen, y por
medio de im par eléctrico, determinamos los mismos valores
específicos de un cuerpo, la verdad de ese conocimiento que-
da establecida.
El criterio de verificabilidad, p. ej., entendido como con-
cordancia entre la predicción y el hecho, se reduce cómoda-
mente a nuestro esquema de la identidad sintética. Lo que
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28
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439
440
Términos: S, O
(S. O): S fun- Sistema
da O; (O, S): Relaciones binarias Relaciones ternarias de
O es fundado y n-arias Kant
por S
{S,0) Crítica de la Crítica del (S. 0, S)
Razón Pura Juicio
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Relaciones he-
terogéneas (0,S) Crítica de la Crítica del (O, S, O)
Razón Prác- Juicio
tica teleológico
(O. O) Metafísica de la \(0,0,0...)
Relaciones ho- Naturaleza I
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441
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concepciones
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del Mundo, trad. esp., México,
:.F.. 1945.
F.C.E., náes. 152
1945, págs. 152 yv sets.
sgts
443
444
445
"5 On the Theory of the objective Mind, Viena, 1968. Trad. esp.
de V. Sánchez de Zavala en Tecnos, 1970, págs. 202-237. También
Epistemology without a knowing Subject, citada en la nota núm. 167.
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29
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4.°) Postulados.
Un sistema filosófico caerá bajo esta Gramá-
tica en la medida en que satisfaga los siguientes
requisitos:
1. Symploké.—El sistema debe contener to-
das las operaciones. En otro caso, no ha-
bría symploké gramatical.
2. Integridad.-—El sistema debe contener to-
dos los términos constantes filosóficos. Debe
contener, por tanto, una Ontología general
y una Ontología especial.
3. Consistencia.—El sistema no debe conte-
ner como verdades proposiciones que cons-
ten de los mismos términos unidos por re-
latores diferentes. Por ejemplo: [X'IY]=
=X(Y) y [X$Y]AX(Y).
4. Adecuación.—Entre las constantes, pará-
metros y restantes Ideas del sistema (in-
cluidas las variables) debe darse una ade-
cuación explícita por medio de reglas.
456
— Teoremas.
Escribiremos algunos teoremas gramaticales que aplican las
reglas dadas a las letras del sistema.
(1) X $ F = X ( Y ) v y ( X ) v [ X , Y]
Demostración: X^Y equivale a negar la
conjunción de conmutatividad e idempotencia.
(2) X t Y=X(Y) A Y(X) A [X, y]
Sale de (1) por la ley de De Morgan.
(3) X $ X = X ( X ) A [ X , X]
457
MÍE)
II .: . ..
Mi(M2)=M2(M0=Mi(M3)=Ms(Mi)=M2(Ms)=M3(M2)=M
E(M)
(Este esquema recoge rasgos esenciales del
momsmo e/eóízco, cuya Ontología general se go-
bierna por el siguiente principio: "el ser es lo
mismo que el pensar" (M{E), E(My), y cuya On-
tología especial se basa en sostener que todos
los entes del mundo son idénticos y se refunden
458
MÍE)
I
Mi(M2(M3))
EiM)
(Este esquema se aproximaría al materialis-
mo jonio, en tanto reductor a Mi.)
— "Sistemas-límite" negativos (utilizan operadores no-
idempotentes, y relatores no-idénticos).
— Modelo III:
M-E
{Mi-M,)9^iMi-M,)9^iM,-M,), etc.
1
E-M
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460
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UE) A EiM,)] t [EiM^) A M3(£)]-M-[£(Mi) A Mi(£)] $ [M^(,E) A E^M^)]
f t II t 1 t ^ 1
II 1 Crítica de la Razón
Crítica de la || 1 Pura
Razón Práctica ||
E - i \4.
Crítica del Juicio
461
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465
30
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470
PRÓLOGO . . . 7
Introducción 21
Capítulo I. Materialismo "mundano" y materialismo "aca-
démico" 35
1. La oposición "mundano/académico" 35
Capitulo II. Distinción entre "materialismo" en sentido on-
tológico-general y "materialismo" en sentido ontológico-
especial 45
Capitulo III. Materialismo en el plano ontológico general ... 59
§ 1. Los contextos de la Idea de Materia 59
§ 2. El contexto JI y la oposición Monismo-Materialismo. 70
§ 3. I. La función general Materialismo/Inmaterialismo
en el contexto M 87
n . Deducción de valores 106
§4. El contexto Jtl' 110
Capítulo IV. Materialismo ontológico-especial 147
Capítulo V. Ajustes entre los valores ontológico-generales
y los valores ontológico-especiales del Materialismo. 171
Diagrama de las principales conexiones entre los valores
del "Materialismo" [fuera de texto, frente a la 174]
Capítulo VI. Circularidad entre la Ontología general y la
Ontología especial 175
Conclusión. Materialismo y Socialismo 185
Apéndice I. Rotación lógica. Aplicación a la dialéctica del
amo y el esclavo 201
§ 1 . La operación "rotación lógica" 201
§2. Dialéctica de la rotación lógica 203
471
472
473