Sunteți pe pagina 1din 77

UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

FACULTAD DE ARTES Y EDUCACIÓN FÍSICA.

DEPARTAMENTO DE KINESIOLOGÍA

ELECTROESTIMULACIÓN FUNCIONAL SOBRE EL TRÍCEPS

SURAL, EN NIÑOS CON PARÁLISIS CEREBRAL HEMIPLÉJICA

ESPÁSTICA: EFECTO SOBRE LA MARCHA.

TESIS PARA OPTAR AL GRADO DE LICENCIADO EN KINESIOLOGÍA

PROFESOR GUÍA: IVÁN MARDONES G.

PROFESORES PATROCINANTES: CLAUDIO ROZBACZYLO F.


CARLOS ÁLVAREZ M.

AUTOR: RODRIGO GONZÁLEZ O.

SANTIAGO, JULIO DE 2008


2
“No hay que confundir nunca el conocimiento con la

sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida;

la sabiduría nos ayuda a vivir.”

Sorcha Carey (1943- )

Profesora de arte clásico inglés.

3
4
Agradecimientos

A mi familia por su amor, comprensión y apoyo incondicional durante todos estos años.

A mis profesores y maestros de universidad, por darme las herramientas para ser una

mejor persona y un buen profesional, a mis profesores guías por su ayuda.

Al Instituto de Rehabilitación Infantil Teletón y sus trabajadores, por abrirme las puertas

de su “casa” y darme su generoso apoyo en la realización de esta investigación.

A los pacientes y sus familias por confiar en mí, y cooperar con gran voluntad en todas

las actividades desarrolladas.

5
6
INDICE

1. Portada 1
2. Epígrafe 3
3. Agradecimientos 5
4. Índice 7
5. Resumen 9
6. Introducción 11
7. Capitulo I. Marco Teórico 15
7.1. Parálisis cerebral 16
7.1.1. Definición 16
7.1.2. Epidemiología 17
7.1.3. Etiología 17
7.1.4. Clasificación de la PC 19
7.1.5. Trastornos discapacitantes asociados 21
7.2. Trastornos motores es la parálisis cerebral espástica (PCE) 22
7.2.1. Fisiopatología de la PCE 22
7.2.2. Espasticidad 23
7.2.3. Alteraciones de la marcha en pacientes con PCE Hemipléjica 23
7.3. Medidas terapéuticas de la marcha en pie equino Uso de FES 26
7.3.1. Estimulación Eléctrica 27
8. Capitulo II. Metodología 32
8.1. Tipo de estudio 33
8.2. Muestra y población 33
8.3. Diseño de la Investigación 34
8.4. Ubicación de los electrodos y preparación del paciente 36
8.5. Parámetros eléctricos utilizados 36
8.6. Mediciones y registro de los datos 37
8.7. Variables 39
9. Capitulo III. Resultados 41
9.1. Muestra 42
9.2. Resultados. Variables Kinemáticas 43
9.2.1. Contacto Inicial Tobillo 43
9.2.2. Contacto Inicial Rodilla 44
9.2.3. Contacto Inicial Cadera 45
9.2.4. Peak de Plantiflexión de Tobillo 46
9.2.5. Peak de Extensión de Rodilla 47
9.2.6. Peak de Extensión de Cadera 48
9.2.7. Peak de Dorsiflexión de Tobillo durante el apoyo 49
9.2.8. Peak de Dorsiflexión de Tobillo durante el balanceo 50
9.2.9. Peak de Flexión de Rodilla 51
9.2.10. Peak de Flexión de Cadera 52
9.2.11. Rango de movimiento del Tobillo, de Plantiflexión a Dorsiflexión 53
9.3. Resultados. Variables témporo-espaciales 54
9.3.1. Cadencia de la marcha 54
9.3.2. Velocidad media de la marcha 55
9.3.3. Largo anterior del paso 56

7
10. Capitulo IV. Discusión 57
11. Conclusiones 62
Bibliografía 64

8
RESUMEN

El síndrome de la parálisis cerebral hemipléjica espástica (PCHE), a menudo se presenta

con importantes alteraciones de la marcha; siendo una de las más importante de éstas, la marcha

en equino. Este patrón produce varias complicaciones, tales como: dolor, inestabilidad, aumento

del gasto energético, aumento del riesgo de sufrir traumatismos, entre otras. Los métodos

empleados para tratar este patrón suelen ser variados, y algunas veces, carecen del adecuado

respaldo científico. Por esta razón, es necesario investigar los métodos y técnicas de tratamiento

más efectivos, para mejorar u optimizar la condición de estos pacientes.

La estimulación eléctrica funcional (FES) es una herramienta terapéutica usualmente

utilizada en los pacientes con PCHE que por lo general se aplica sobre los músculos

dorsiflexores de tobillo. Sin embargo, este enfoque ha sido cuestionado, dando paso a una nueva

forma de realizar esta terapia, en la cual la FES se aplica sobre los músculos (espásticos)

plantiflexores de tobillo. Este modelo de intervención (de acuerdo a algunos autores), es mucho

más apropiado para lograr un mejor desarrollo y optimización del patrón de marcha en pacientes

con Parálisis Cerebral.

En nuestra investigación aplicamos un programa de FES sobre los músculos

gastrocnemios paréticos, en un grupo de 8 pacientes con PCHE. La estimulación fue aplicada

durante la marcha y en actividades funcionales, durante 12 sesiones de 1 hora, 3 veces por

semana. A través de la realización de videoanálisis computacionales de la marcha evaluamos la

efectividad de la intervención, considerando variables kinemáticas y témporo-espaciales. En

nuestros resultados hallamos un cambio estadísticamente significativo en las variables

(kinemáticas) contacto inicial de tobillo (aumentó la dorsiflexión) y peak de dorsiflexión de

9
tobillo (aumentó durante el apoyo y el balanceo) y en la variable (témporo-espacial) velocidad

media de la marcha, que también aumentó.

Mediante nuestra investigación podemos afirmar que es posible optimizar la kinemática

del tobillo aplicando FES sobre los plantiflexores de tobillo. Sin embargo, aun se requiere

mayor número de estudios que avalen definitivamente el uso de la FES para la optimización de

la marcha, en pacientes con PCHE.

10
INTRODUCCIÓN

Los pacientes con parálisis cerebral (PC) suelen presentar varios trastornos motrices, que

se caracterizan por una alteración de la postura y del movimiento voluntario1-2, siendo la

marcha una de las actividades más frecuentemente afectadas1,7-9. En estos pacientes se

reconocen distintos tipos de alteraciones, caracterizados por un daño específico sobre ciertos

sistemas de control motor. Además, frecuentemente existen otras condiciones patológicas

asociadas a la alteración motora, tales como: epilepsia, alteraciones intelectuales, alteraciones

sensoriales y otras de índole psicosocial que afectan también el desarrollo motriz del niño.

Por otro lado, en los pacientes que con una PC de tipo espástica-hemipléjica (PCHE) se

suelen presentar importantes alteraciones en su marcha, conducentes a un mayor gasto

energético, un mayor riesgo de traumatismos, dolor y un impacto psicosocial muchas veces

negativo.

El pie equino es la alteración de la marcha más frecuente en los pacientes con PCHE20.

Esta alteración se caracteriza por el aumento de la flexión plantar de tobillo, durante todo o

parte del ciclo de la marcha, que dependerá de la rigidez instaurada en la articulación19,

ocasionada por la hipertonía e hiperreflexia56 de los músculos plantiflexores del tobillo, junto

con estas alteraciones también existe debilidad muscular y descoordinación de la co-contracción

de músculos antagonistas y agonistas10-14, lo que acarrea un pobre desenvolvimiento durante la

marcha.

Tradicionalmente el uso de estimulación eléctrica en los pacientes con PC, se ha

enfocado desde dos modelos principales, la estimulación eléctrica umbral (TES, en su sigla

inglesa) y la estimulación eléctrica Neuromuscular (NMES) dentro de la cual se encuentra la

FES. La utilización de FES para el manejo de la marcha en pie equino, ha sido

mayoritariamente la estimulación específica de los músculos dorsiflexores de tobillo (DF), por

11
lo general sobre el músculo tibial anterior o bien sobre el nervio peroneo externo, que inerva la

mayoría de los músculos dorsiflexores de tobillo.

Sin embargo, han surgido cuestionamientos a este modelo de aplicación de la FES,

puesto que algunos autores (Carmick31, 58 principalmente) han considerado que la FES sobre los

músculos plantiflexores de tobillo tendría un mejor efecto sobre la marcha, comparado con el

modelo tradicional de aplicación de la FES. A este respecto, surgen algunas preguntas: ¿es la

electroestimulación funcional de los dorsiflexores de tobillo, el tratamiento más efectivo para

optimizar la marcha en equino?, ¿basta con estimular al grupo muscular dorsiflexor de tobillo

para lograr la optimización de la marcha?, ¿es la electroestimulación funcional sobre el tríceps

sural una técnica terapéutica, efectiva y segura, en el tratamiento de esta condición? Estas son

algunas de las preguntas que podríamos formularnos al reflexionar sobre la efectividad de

aplicación de la FES sobre los dorsiflexores o plantiflexores de tobillo.

Por otro lado, no tenemos conocimiento de alguna publicación que haya presentado

algún estudio, en el ámbito nacional, respecto del uso de FES sobre el tríceps sural en niños con

PCHE, por lo tanto, creemos que esta investigación aportará datos sobre este procedimiento en

nuestra realidad nacional.

Finalmente, si se logra comprobar la efectividad de esta terapia, los pacientes pediátricos

que padezcan de PCHE se verán beneficiados puesto que contarán con una alternativa

terapéutica efectiva, de bajo costo y fácil de utilizar, para mejorar su patrón de marcha y por

consiguiente su calidad de vida.

Para nuestra investigación hemos definido nuestro problema de investigación de la

siguiente manera:

12
• ¿Se beneficiará la marcha de los pacientes con parálisis cerebral hemipléjica espástica, cuyo

patrón de marcha sea tipo Gage I o II, luego de un programa de tratamiento con estimulación

eléctrica funcional sobre el tríceps sural, aplicado durante 12 sesiones?

Junto con esto, el objetivo principal de nuestra investigación es el siguiente:

• Evaluar la efectividad de un programa de tratamiento con FES, aplicado durante 12 sesiones

sobre el tríceps sural, en un grupo de pacientes con PCHE, con patrón de marcha tipo Gage I o

II.

Además, del objetivo previamente enunciado, los objetivos secundarios de nuestra

investigación son los siguientes:

• Medir los datos temporoespaciales de la marcha: velocidad media, cadencia y largo

anterior del paso del lado afectado, al inicio de la investigación, al finalizar la misma y al cabo

de 4 semanas de seguimiento.

• Medir los datos kinemáticos de la cadera: contacto inicial, peak de flexión, peak de

extensión, al inicio de la investigación, al finalizar la misma y al cabo de 4 semanas de

seguimiento.

• Medir los datos kinemáticos de la rodilla: contacto inicial, peak de flexión, peak de

extensión, al inicio de la investigación, al finalizar la misma y al cabo de 4 semanas de

seguimiento.

• Medir los datos kinemáticos del tobillo: contacto inicial, peak de flexión plantar, peak de

flexión dorsal durante el apoyo y el balanceo, rango de flexo-extensión, al inicio de la

investigación, al finalizar la misma y al cabo de 4 semanas de seguimiento.

• Comparar y evaluar mediante un estudio estadístico las diferencias, para cada una de las

variables, entre el análisis inicial de marcha y el análisis final de marcha.

13
• Comparar y evaluar mediante un estudio estadístico las diferencias, para cada una de las

variables, entre el análisis final de marcha y el análisis de marcha de seguimiento, al cabo de 4

semanas.

Finalmente, nos planteamos como hipótesis de nuestra investigación que:

• Los pacientes con PCHE y marcha tipo Gage I o II, tratados con FES sobre el tríceps sural,

durante 12 sesiones, optimizarán su patrón de marcha.

• Al cabo de 4 semanas después de la aplicación de FES sobre el tríceps sural, se mantendrán


aún efectos positivos sobre el patrón de marcha de estos pacientes.

14
Capitulo I

Marco Teórico

15
I. PARÁLISIS CEREBRAL.

1-. Definición

La parálisis cerebral ha sido definida como: “un trastorno del movimiento voluntario y de

la postura, causado por un defecto o lesión, no progresiva, en el cerebro inmaduro”1-5. Otros

autores (Mutch y Alberman60) la han definido como un término “paraguas”, es decir, un

término que engloba un grupo de síndromes que poseen elementos comunes, tales como: el

daño motor que no es progresivo (pero que está en frecuente cambio) y que es secundario a una

lesión o anormalidad del cerebro que se produce tempranamente en el desarrollo de éste. Lo que

está claro es que a nivel cerebral existe un “déficit anatómico fijo”3 que puede conducir a la

aparición de deformaciones progresivas (contracturas) producidas por el desequilibrio muscular

sostenido durante el crecimiento.

Por otro lado, no hay una limite de edad consensuado para realizar el diagnóstico de la PC,

algunos investigadores han fijado como límite máximo de edad los 3 años, para el diagnóstico

de la PC, puesto que consideran que en este momento ya se ha desarrollado cerca del 75% del

tamaño que tendrá el cerebro maduro, y por lo tanto una lesión posterior no conduciría a un

daño neuronal tan crítico. Sin embargo, otros investigadores ponen como limite de edad los 5

años5, por considerar que a esta edad se ha alcanzado el desarrollo completo del encéfalo. Como

sea, en la mayoría de los casos la lesión se ha producido antes de los 3 años de vida5, sin

embargo cabe resaltar que el mayor número de casos se asocia a causas prenatales.

16
2-. Epidemiología

En Chile, no existen estudios epidemiológicos tan acabados como en países más

desarrollados (EEUU, Europeos, etc.) pero se calcula una incidencia de 1,5 a 5 por cada 1.000

nacidos vivos6-8.

En Estados Unidos los niños con PC son el grupo más numeroso de pacientes pediátricos

con trastornos neuro-musculares (probablemente también sea así en chile) y la incidencia de esta

enfermedad, oscila entre los 0.6 y 5.9 por cada 1000 nacidos vivos1. Además, cada año se

contabilizan 25.000 nuevos casos y la prevalencia en este mismo país, es de aproximadamente

400.000 niños1.

Por otra parte, se ha demostrado que a nivel mundial, la incidencia de la PC no ha

disminuido en las últimas décadas pese al mejor manejo y monitoreo del embarazo4. Se ha

propuesto que esto se debe a la mayor sobrevida de los recién nacidos prematuros1,6 y al

aumento de los embarazos multiples1,4.

En este sentido, se calcula que en los recién nacidos con un peso menor a 1500 gramos,

la probabilidad de sufrir PC es 20 veces mayor, en comparación con los recién nacidos con peso

normal y adecuada edad gestacional1. No obstante lo anterior, cabe mencionar que la PC, en la

mayoría de los casos, se presenta en niños nacidos a término (60-65%)1, lo que hace suponer

que existen otros factores más importantes que determinan la presentación de la enfermedad, ya

sea de origen pre-natal, natal o post-natal.

3-. Etiología

Las causas de la PC son variadas y son agrupadas en: causas prenatales, natales y

postnatales de acuerdo al periodo en el cual se originen sus efectos.

17
3.1 Causas prenatales

Dentro de estas causas encontramos: las enfermedades específicas de la madre y del

embarazo, las infecciones intrauterinas prenatales, las infecciones del grupo TORCH

(toxoplasma, rubéola, citomegalovirus y herpes), anoxia prenatal (ruptura de placenta, infartos

placentarios, neumonía materna, enfermedad cardiorrespiratoria), malformaciones cerebrales

congénitas y la eritroblastosis fetal, cuya frecuencia ha disminuido considerablemente gracias al

uso de anticuerpos anti-Rh maternos.

Se han logrado reconocer factores de riesgo de origen prenatal, por parte de la madre,

para la presentación de la PC, entre ellos están: trastornos metabólicos (diabetes, enfermedades

de la tiroides) o toxemia, epilepsia o retraso mental de la madre. Por otro lado, el abuso de

drogas y alcohol aumentan comprobadamente la incidencia de PC. Por ejemplo, el consumo de

pasta base (crack como se le llama en EEUU) durante el embarazo produce una marcada y

persistente hipotonicidad1.

3.2 Causas natales

Los traumatismos, la asfixia durante el parto y el parto prematuro (que se considera la

causa natal más común de la PC), han sido reconocidos tradicionalmente como causas natales,

sin embargo, actualmente se reconoce que los accidentes del parto y la expulsión, representan

una pequeña proporción de los pacientes con PC1. Se ha demostrado que existe una baja

correlación entre la asfixia aislada y la presentación de PC (<10%)1, 54, por ende representan

una baja proporción del total de pacientes con PC4. Además, la prematurez se asocia

frecuentemente a PCE dipléjica, debido a la presencia de leucomalacia periventricular, que es

una las afecciones más comunes en estos pacientes (esta afección interrumpe principalmente los

tractos córtico-espinales, dirigidos a las extremidades inferiores)1,4.

18
Los factores de riesgo para la presentación de PC de origen natal son: el uso de

oxitócicos, prolapso de cordón y presentación de nalgas sólo si se asocian a un bajo puntaje de

Apgar; y bajo peso al nacer (< de 2.268)1.

3.3 Causas post-natales

Entre las causas post-natales encontramos la encefalitis y la meningitis que pueden

producir lesiones permanentes sobre el cerebro. Por otro lado, los traumatismos

craneoencefálicos (TEC) producidos en accidentes de tránsito o malos tratos también dan cuenta

de un número importante de casos de PC1; otra condición que ocasiona PC son las asfixias por

semiahogamientos o atrapamiento en sitios cerrados, las cuales pueden producir trastornos

coreiformes o con gran rigidez1.

La extirpación de tumores cerebrales puede producir algunas secuelas, o la aplicación de

radioterapia y/o quimioterapia muy agresivas, pueden producir la necrosis de tejidos del SNC,

que conducen a la aparición de PC1. Otra causa postnatal es la intoxicación, por ejemplo con

plomo.

4-. Clasificación de la PC.

La PC suele ser clasificada en 4 tipos clínicos que poseen características disímiles

específicas que se correlacionan con la principal zona cerebral dañada1,6. Estos tipos clínicos

son: a) la PC de tipo espástica, causada por un daño principalmente en la corteza cerebral o en

los tractos corticoespinales; b) el tipo atáxico, causado por daño sobre el cerebelo (cabe destacar

que existe una pobre correlación entre los hallazgos radiológicos o patológicos y las

19
manifestaciones clínicas); c) el tipo atetósico, producido por daño extrapiramidal, por ejemplo

sobre el tallo encefálico y/o los núcleos de la base; y d) el tipo mixto, donde el daño se produce

difusamente sobre el cerebro1.

En cuanto a la incidencia de cada uno de estos tipos de PC, el tipo más frecuente es el

espástico, que representa más del 60% de los casos1, 12. Luego se encuentra el tipo atetoide que

corresponde aproximadamente al 25% de los casos. Posteriormente está el tipo mixto, con un

10% de los casos, y finalmente el tipo atáxico que representa aproximadamente el 5 % de los

casos1.

El reconocimiento y posterior clasificación de un tipo clínico de PC, suele variar a través

del tiempo, a medida que el cerebro continúa desarrollándose y el cuadro evoluciona, mostrando

el verdadero trastorno motor1.

Existe otra clasificación realizada de acuerdo a las extremidades corporales afectadas por

la discapacidad (clasificación anatómica o topográfica) que suele utilizarse en la PC espástica,

puesto que en los otros tipos clínicos de PC se suelen ver afectadas todas las extremidades

corporales. Esta clasificación considera 4 grandes grupos: la PC Dipléjica que corresponde a la

afectación de las EESS y EEII con una mayor afección de estas últimas; la PC Hemipléjica,

donde la afección se limita a la mitad del cuerpo, ya sea izquierda o derecha; la PC

Tetrapléjica (o Cuadripléjica), en la cual la afección compromete las 4 extremidades por igual

y la PC Hemipléjica Doble, donde existe un compromiso de las 4 extremidades con un mayor

deterioro en las EESS. Antiguamente se consideraban también la PC Monopléjica y la PC

Tripléjica, sin embargo, se ha visto que al progresar el desarrollo de la enfermedad el paciente

ineludiblemente podía ser clasificado dentro de una de las categorías principales.

A parte de estas clasificaciones existen otras más, por ejemplo de acuerdo a la capacidad

funcional o el nivel de deterioro del paciente, de diversa utilidad y utilización.

20
5-. Trastornos discapacitantes asociados

Junto a las alteraciones motoras presentes en los pacientes con PC, se suelen presentar

otras varias alteraciones asociadas, tanto sensoriales como psicológicas y cognitivas, que sin

duda representan elementos trascendentales tanto en la rehabilitación física como en la

integración social de estos pacientes. En este sentido, cerca del 40% de los niños con PC
1,4.5
presentan alguna alteración de la visión o del control oculomotor (por ejemplo: miopía,

ambliopía, estrabismo, defectos campimétricos y/o ceguera cortical) y al menos un 7% presenta

una deficiencia visual severa1. Además, entre un 10 y 25% de los pacientes, presentan alguna

pérdida de audición1,4,5.

Otra alteración frecuente es la epilepsia, que se presenta en aproximadamente un 30% de

los pacientes con PC1,4, en especial en los pacientes con hemiplejía1.

Por otro lado, las afectaciones del bulbo conducen a problemas en el habla y la

deglución, y en los casos más graves puede haber serios problemas gastrointestinales1,5. En

estos casos puede observarse que la densidad mineral ósea puede estar disminuida, lo que

dependerá directamente del grado de ambulación del niño y de su estado nutricional1,5.

A estas alteraciones suelen añadirse problemas psicológicos y emocionales5 ante lo cual

la actitud del entorno familiar del paciente cumple un rol fundamental, sobretodo para prevenir

problemas de ansiedad e inestabilidad emocional. Además la comunicación con el niño es

fundamental para su desarrollo y madurez, y por lo tanto se debe investigar las capacidades y

habilidades de comunicación escondidas que el niño puede presentar1

21
II. TRASTORNOS MOTORES EN LA PARÁLISIS CEREBRAL ESPÁSTICA (PCE).

La PCE es quizás el tipo de PC más importante, puesto que es el tipo de PC más

frecuente12 y en su tratamiento se destina, durante un largo periodo de tiempo, una suma

importante de dinero y esfuerzo, en los centros de tratamiento tanto del sector público como

privado8. En base a esto, podemos afirmar que es necesario buscar el(los) método(s)

terapéutico(s) más efectivo(s), para el tratamiento de estos pacientes.

1-. Fisiopatología de la PCE

Según Warner1, la PCE resulta de una lesión en la vía piramidal del cerebro inmaduro.

Por otro lado, Waisburg4 señala que la mayoría de las PCE en los recién nacidos a término,

están determinadas por causas prenatales relacionadas con trastornos circulatorios y/o

displásicos cerebrales. Además Waisburg4 también señala que la PCE Hemipléjica (PCHE) se

produce por un sangrado de la arteria cerebral media con compromiso de la porción central de

uno de los hemisferios, afectando áreas motoras y sensitivas, particularmente el haz

corticonuclear y corticoespinal (fascículo piramidal) en la parte anterior de la cápsula interna.

Típicamente la extremidad superior está más afectada que la inferior1,4, y frecuentemente existe

una alteración de la marcha1,6. Ver figura 1, Anexo 1..

La noxa existente a nivel cerebral produce una disminución de las aferencias inhibitorias

descendentes que se dirigen a las motoneuronas alfa y las interneuronas del nivel segmentario

comprometido12, lo que a su vez conduce a un aumento en la actividad refleja, y del tono

muscular y espasticidad, impidiendo la realización voluntaria de movimientos. Por otro lado,

también existe un déficit en el sistema de influencias inhibitorias de las motoneuronas gamma,

que conduce a una alteración de la coordinación de los movimientos mediados por las fibras

extrafusales de las motoneuronas alfa1.

22
2-. Espasticidad

La espasticidad es el trastorno mas frecuente en los pacientes pediátricos con problemas

neuro-musculares1. Ha sido definida como: “un trastorno del tono muscular, caracterizado por

un aumento en los reflejos de estiramiento tónico-dependientes de la velocidad”, el cual se

puede acompañar de reflejos cutáneos y autonómicos anormales12.

Esta alteración se asocia a dos tipos de condiciones: los fenómenos positivos y los

fenómenos negativos12. Los fenómenos positivos son: hiperreflexia tendinosa, reflejos

primitivos persistentes y exagerados, clonus, signo de Babinski, sincinesias y co-contracción de

músculos agonistas y antagonistas. En este sentido Calderón-González12, menciona que estos

fenómenos, pueden ser modificados a través de intervenciones cuyo objetivo sea disminuir la

respuesta exagerada ocasionada por la liberación del reflejo espinal segmentario (por ejemplo,

bloqueos con toxina botulínica o fenol, tratamiento farmacológico o rizotomía dorsal selectiva).

En el segundo grupo, el de los fenómenos negativos, encontramos: debilidad muscular,

fatiga, pérdida del control muscular selectivo y lentitud en el movimiento. Nuevamente Según

Calderón-González12 estos fenómenos pueden ser modificados a través de terapias de

rehabilitación, uso de equipo adaptable, y el mismo proceso de maduración cerebral.

3-. Alteraciones de la marcha en pacientes con PCE Hemipléjica

La Parálisis Cerebral Espástica Hemipléjica (PCHE), es el segundo grupo más frecuente

de pacientes con PC, luego de la PCE Dipléjica. Según Gage y col56, el 80% de los pacientes

con PC posee problemas en su marcha producto de espasticidad en la extremidad inferior. Por

otro lado, según Rose57, la espasticidad afecta el patrón de marcha aumentando

considerablemente el gasto energético.

23
Los pacientes hemipléjicos espásticos, presentan variadas alteraciones en su marcha, de

diversa severidad, sin embargo, no llegan a tener una incapacidad total para la ambulación. En

este sentido, Gage57 menciona que la espasticidad de los flexores plantares de tobillo, es uno de

los factores más importantes que interfiere con la marcha normal ya que evita el choque de

talón.

Por otro lado, existen pocos estudios respecto de la prevalencia de las alteraciones de la

marcha en pacientes con PC. Sin embargo, recientemente Wren y Col20 llevaron a cabo un

estudio que consideró una muestra de 492 pacientes con PC de diverso tipo, en el cual se

investigó la prevalencia de algunas alteraciones específicas de la marcha, hallándose que las

alteraciones más frecuentes en los pacientes con PCHE fueron: el pie equino (64%) y la rigidez

de rodilla (54 %). Según estos mismos investigadores el equino fue definido como: “la

plantifexión mayor a 1 desviación estándar, bajo el promedio normal, durante la fase de apoyo,

con o sin varo o valgo, en el antepié o el retropié”.

Por otro lado, Goldstein y col17, define la marcha en equino como: “un patrón de

marcha funcional o bipedestación, caracterizado por un desproporcionado apoyo del peso,

sobre las cabezas metatarsianas y un aumento de la plantiflexión en el tobillo”.

La marcha en pie equino es uno de los mayores problemas en los pacientes con PCHE,

ya que la presencia de esta condición genera una serie de alteraciones, tales como: una

disminución de la estabilidad del cuerpo durante la fase de apoyo de la marcha, una transición

forzada del cuerpo sobre el pie durante el apoyo medio que puede asociarse a genu recurvatum,

y una dorsiflexión insuficiente del pie durante el balanceo (pie caído)17, 19.

3.1 Clasificación de la Marcha Hemipléjica.

Winters, Gage y col.24 investigaron los patrones más comunes de marcha en

hemipléjicos, reuniendo a varios tipos de pacientes, con diagnósticos diversos incluyendo PC.

24
Ellos identificaron principalmente cuatro grupos de alteraciones, cuya complejidad aumentaba

del primero al cuarto, manifestándose a través de una disminución de la velocidad media y la

presencia de mayor compromiso del miembro inferior hacia proximal, desde el punto de vista

kinemático en el plano sagital.

En el primer grupo, la alteración característica en la marcha era la presencia de pie

equino durante la fase de balanceo, es decir un pie caído, pero reducible durante el apoyo; en el

segundo grupo se reconocía la presencia de pie equino durante todo el ciclo de la marcha (apoyo

y balanceo) y un aumento en la extensión de rodilla (en todo el ciclo). Luego, en el tercer grupo,

junto con la presencia de pie equino durante todo el ciclo, se sumaba una disminución en el

rango de movimiento de la rodilla (< 45°); y finalmente en el grupo cuatro, se encontraban las

alteraciones del grupo tres, más una limitación del rango de movimiento de flexo-extensión

(>35°) a nivel de la cadera. En todos estos grupos siempre se presentó pie equino.

Mediante esta clasificación se pueden reconocer distintos tipos de marcha, en los

pacientes con PCHE, y evaluar la severidad de las alteraciones que éstos presentan25. Cabe

señalar que esta clasificación se realizó en base a un estudio visual de la marcha, en el plano

sagital, y en algunos casos el uso de EMG. En consecuencia no se investigó más

específicamente el porqué de la manifestación de dichos patrones (por ejemplo, a través del

estudio kinético y/o electromiográfico de la musculatura implicada).

En resumen, la espasticidad, la hipertonía e hiperreflexia, y la debilidad del tríceps sural

(TS) en los pacientes con PCHE, afectan considerablemente el desarrollo de la marcha y

también se asocian a la aparición de otras complicaciones tales como dolor, stress, y problemas

psicológicos.

25
III. MEDIDAS TERAPÉUTICAS DE LA MARCHA EN PIE EQUINO.

Las medidas terapéuticas utilizadas en los niños con PC suelen comenzar precozmente

ante la sospecha de un retraso del desarrollo psicomotor, señalado por la persistencia de reflejos

primitivos y/o reflejos anormales; o por antecedentes de riesgo en el embarazo, de parte de la

madre o durante el parto8-10.

El tratamiento del pie equino durante la infancia suele ser conservador y a medida que el

niño crece y comienza desarrollar su patrón de marcha, la condición puede verse empeorada,

siendo necesarios procedimientos médicos más invasivos11,14,16,18,19 tales como: bloqueos

neuromusculares con toxina botulínica12,15,55 o fenol; o intervenciones quirúrgicas (liberación de

tejidos blandos o tenotomías) ya sea únicas o múltiples.

Usualmente, las acciones terapéuticas tienen por objetivo aumentar el rango de

movimiento del tobillo y así lograr un apoyo plantígrado. Frecuentemente el médico opta por la

realización de cirugías de alargamiento del tendón del tríceps sural, o bien el uso de órtesis de

tobillo-pie (OTP)7,11,13,25. En este sentido, Carmick58 ha señalado que estas dos medidas

terapéuticas poseen efectos fisiológicos totalmente opuestos sobre el tríceps sural, debido a que

la cirugía actúa disminuyendo la fuerza del músculo (que ya se encuentra debilitado) al alterar la

relación longitud-tensión de éste, mientras que la OTP actúa sobrecargando al músculo. Por otro

lado, se ha visto que el uso de Toxina botulínica sobre el tríceps sural, permite lograr importante

avances funcionales en la marcha12,15,17,28,55. ¿Qué opción es la mejor, pensando en el desarrollo

del patrón de marcha del niño con PC? ¿Pueden las dos opciones (cirugía vs. OTP) ser

igualmente eficaces? Y más importante aún ¿Cuál es el rol del Kinesiólogo en ambos

escenarios?

26
En la terapia kinésica del pie equino, las medidas tradicionalmente aplicadas han

consistido en el fortalecimiento muscular selectivo del m. tibial anterior, la realización de

elongaciones asistidas y auto-asistidas del grupo muscular plantiflexor de tobillo; la realización

de variadas técnicas de estimulación sensorial y propioceptiva del conjunto tobillo-pie; el uso de

algunas técnicas de manejo del tono muscular (por ejemplo: terapia Bobath) y técnicas de

facilitación Neuromuscular, por ejemplo facilitación de la dorsiflexión. Además también se

utiliza la aplicación de Estimulación Eléctrica en diversas modalidades.

1-. Estimulación Eléctrica.

Según Rodríguez Martín59, la electroterapia es: “la aplicación de energía

electromagnética al organismo (de diferentes formas) con el fin de producir sobre él,

reacciones biológicas y fisiológicas, las cuales aprovecharemos para mejorar distintos tejidos

cuando se encuentran sometidos a enfermedad o alteraciones metabólicas de las células que

componen dichos tejidos, que a su vez forman el organismo humano vivo”. En este sentido la

electroterapia utilizada en el tratamiento de los pacientes con PC, se ha enfocado en la

reeducación motriz, la disminución de la espasticidad, el fortalecimiento muscular y la

estimulación sensorial.

1.1 Estimulación Eléctrica para el fortalecimiento muscular en pacientes con PC

La estimulación eléctrica utilizada es la de baja frecuencia, y de tipo alterna. La

aplicación para el fortalecimiento muscular de los pacientes con PC, se ha llevado a cabo

esencialmente bajo dos modalidades26:

a) Electroestimulación Umbral o Terapéutica (Treshold o Therapeutic electrical stimulation,

TES en su sigla inglesa): que consiste en la aplicación de un estímulo eléctrico sub-umbral,

27
es decir, que no genera una contracción muscular observable. Que por lo general, se aplica

mientras el paciente se encuentra dormido46-51.

b) Electroestimulación Neuromuscular (Neuromuscular electrical stimulation NMES, en

su sigla inglesa): que corresponde a la aplicación de un estímulo eléctrico de intensidad

suficiente como para generar una contracción muscular visible, que se produce por la

estimulación eléctrica de ramas nerviosas intramusculares27.

La electroestimulación neuromuscular puede aplicarse independientemente de la

actividad que realice el sujeto o durante la realización de una actividad funcional específica y

dirigida, tal como la aprehensión de algún objeto (por ejemplo algún implemento de aseo o de

alimentación), o la realización de la marcha. Durante esta actividad se estimula a uno o mas

músculos de acuerdo al periodo en se deberían contraer, para dicha actividad funcional, en este

caso la aplicación recibe el nombre de Estimulación Eléctrica Funcional (FES)26.

1.2 Estimulación Eléctrica Funcional.

La utilización de electroestimulación funcional (functional electrical stimulation, FES

en su sigla inglesa) para mejorar el patrón de marcha fue descrita por primera vez en un estudio

realizado por Liberson y col. en 1961. En este estudio se llevó a cabo la estimulación eléctrica

de los músculos dorsiflexores de tobillo, en un grupo de pacientes “secuelados” de accidente

vascular encefálico (AVE), con el propósito de evitar la caída del pie durante la fase de

balanceo de la marcha. El término Estimulación Eléctrica Funcional fue utilizado por primera

vez por este autor, para describir una aplicación de la electroestimulación, en la cual el estimulo

eléctrico se aplicaba durante la realización misma de una actividad funcional, activando al

músculo que se encontraba débil o “pléjico”. A partir de este estudio se impulsó un creciente

interés en la aplicación de FES.

28
Actualmente, según Jhonston25, la FES se utiliza para crear o mejorar el rendimiento de

una actividad funcional e incluso permitir una reeducación motriz, siendo utilizada

principalmente en pacientes con diagnósticos neurológicos.

Tradicionalmente, la aplicación de la electroestimulación (ya sea FES o NMES) para

tratar el pie equino se ha realizado sobre el músculo tibial anterior o sobre otros músculos

dorsiflexores de tobillo (Liberson y Dubowitz citados en Kerr, C26), puesto que estos músculos

se encontrarían débiles y/o descoordinados y por ende no realizarían la adecuada dorsiflexión

del pie, durante la marcha.

Sin embargo, de acuerdo a Carmick58, la aplicación de FES sobre el tríceps sural

(músculos gastrocnemio y soleo) sería más efectiva puesto que en este grupo muscular, se

encuentra la mayor alteración neuromotora, debido a la espasticidad, la debilidad y el ineficiente

control motor que resultan en un inadecuado desarrollo y evolución del patrón de marcha.

Esta investigadora norteamericana propone que al fortalecer el tríceps sural se mejora la

postura del pie, el patrón de marcha, el balance corporal, la eficiencia energética y la postura

corporal. Además, también menciona que el uso de la FES permite lograr ganancias en el

control motor distal, y en el rango de movimiento del tobillo, sin aumentar la espasticidad de los

músculos plantiflexores.

En otro estudio realizado por Carmick31,35, aplicó un programa de FES y kinesiterapia en

3 niños con PC hemipléjica (1.6, 6.7, y 10 años de edad), tanto en los miembros superiores

(MMSS)36 como en los inferiores (MMII)32. En los MMII, se estimuló preferentemente a los

músculos plantiflexores de tobillo, a través de electrodos de superficie. Los resultados del

procedimiento terapéutico que ella realizó, muestran una mejoría tanto en la simetría como en el

gasto energético de la marcha. Además, se apreció un aumento del rango de movimiento pasivo

y activo del tobillo, y se incrementó la conciencia sensorial y la fuerza, lo que resultó en un

29
incremento en la coordinación. Carmick31 destaca el hecho de que al aplicar la FES en el

usuario más joven (1 año 7 meses), exclusivamente sobre el tríceps sural, se lograba

inmediatamente un patrón de marcha plantígrado y ocasionalmente un choque de talón, post-

aplicación, que permanecía por días.

En otro estudio, van der Linden y col.37 compararon el uso de NMES sobre el músculo

glúteo mayor versus kinesiterapia aislada. Este estudio fue ciego, randomizado y controlado, y

participaron 22 niños “ambulantes” con diagnóstico de PC, (15 niñas, 7 niños; edad promedio

8.5 +- 2.75 años, rango: 5 a 14 años); los diagnósticos de estos niños fueron diplejía (14 casos),

hemiplejía (7 casos) y 1 paciente con cuadriplejía. Como metodología de trabajo, se formaron 2

grupos de trabajo: un grupo recibió NMES + kinesiterapia convencional, y el otro grupo sólo

kinesiterapia (grupo control). Cada grupo estaba compuesto por 11 pacientes emparejados con

el grupo intervenido, de acuerdo a sus características.

En esta investigación se midió: fuerza de los extensores de cadera, video-análisis de la

marcha, rangos de movimiento de la rotación de cadera (interna/externa) y la sección E de la

Medición de la Función Motora Gruesa (GMFM en su sigla inglesa), que corresponde a

Marcha, bipedestación y salto.

En los resultados obtenidos en este estudio, no se encontraron mejorías estadísticas o

clínicas significativas, al comparar los grupos control versus el intervenido. Sin embargo, cabe

señalar, que los autores de este estudio destacaron que era probable que la ausencia de

resultados estadísticamente significativos en las pruebas funcionales se debiese en parte a que la

aplicación de la estimulación eléctrica se entregó pasivamente (NMES) y no durante la

realización de una actividad funcional (FES) especifica, como la marcha.

Actualmente aún existe controversia respecto del uso de la estimulación eléctrica en los

pacientes con PC (tanto NMES como TES), sin embargo, Kerr, C. y col.26, luego de realizar

30
una investigación sobre los efectos de estas dos modalidades de elecroterapia señalan que

“existe más evidencia para respaldar el uso de NMES (y FES) que TES”.

31
Capitulo II

Metodología

32
1-. Tipo de estudio

El presente estudio será de tipo pre-experimental, (de acuerdo a la clasificación diseños

investigativos de Campbell y Stanley, descrita en el texto “Metodología de la Investigación” de

Hernández, Fernández y Baptista)53. Es decir, en nuestro estudio realizaremos una comparación

de los datos obtenidos previamente a la intervención versus los datos obtenidos en el posterior a

la intervención, en un mismo grupo.

2-. Muestra y Población

La muestra fue seleccionada de manera no probabilística, a partir de la población de

pacientes con Parálisis Cerebral Espástica Hemipléjica, atendidos en forma ambulatoria en el

Instituto de Rehabilitación Infantil Teletón (IRI) de Santiago, quienes fueron derivados por los

profesionales médicos de la institución. La selección de la muestra fue llevada a cabo durante

marzo a diciembre de 2005, en base al cumplimiento de los siguientes criterios de inclusión:

• Diagnóstico médico: Parálisis Cerebral Espástica, Hemipléjica;

• Edad: 4-12 años;

• Estatura mínima: 1 metro (necesario para la realización del examen de marcha);

• Poseer marcha independiente;

• No haber sido sometidos a intervenciones quirúrgicas en un periodo previo menor

a 6 meses, tales como: liberación de tejidos blandos, tenotomías al tendón del

tríceps sural, osteotomías correctivas, etc. Para prevenir que estas intervenciones

puedan repercutir sobre el real estado de deambulación del paciente.

• No haber sido sometido a bloqueos neuromusculares en al menos 6 meses previos

al inicio del estudio, por ejemplo con: Toxina Botulínica, fenol o lidocaína. Al

33
igual que en el caso anterior, este criterio apunta a prevenir que estas

intervenciones puedan repercutir sobre el real estado de deambulación del paciente

• Poseer capacidad cognitiva suficiente como para poder comprender y seguir las

instrucciones que se entreguen;

• Poseer un rango de movimiento en el tobillo, que permita la dorsiflexión de este

hasta la posición neutral. con la rodilla extendida;

• Poseer un patrón de marcha tipo Winters-Gage-Hicks I ó II24

• Consentimiento informado de los padres o apoderados, para ingresar al estudio (se

incluye una copia del formato de este documento, en el anexo 2).

3-. Diseño de la investigación.

Nuestra investigación tuvo una duración de 8 semanas para cada participante y fue

dividida en 2 periodos:

1. Primer periodo (4 semanas): Al iniciar este periodo, se realizaba el primer examen de

marcha que servía para aplicar algunos de los criterios de inclusión, después de este examen, se

iniciaba el periodo de intervención, en el que se aplicaba la FES. Durante la aplicación de la

FES se estimulaba al tríceps sural pléjico durante diversas actividades funcionales (de la

marcha) orientadas al cumplimiento de un objetivo (tales como: subir/bajar escaleras, marcha en

diferentes tipos de terreno, etc).

En cada semana del primer periodo se realizaron 3 sesiones de 1 hora

(aproximadamente) y en cada sesión se utilizaron 5 minutos para preparar al equipo y al

paciente. Posteriormente se fijaban los electrodos y los parámetros eléctricos a utilizar, y luego

se aumentaba la intensidad de la corriente hasta alcanzar el nivel óptimo de contracción.

34
Posteriormente, los restantes 45 minutos de la sesión eran utilizados para la aplicación de la FES

durante las actividades funcionales señaladas en el anexo 3 (Actividades Funcionales).

Durante las primeras dos sesiones de trabajo se realizó un acercamiento progresivo del

niño a la estimulación eléctrica. Este acercamiento variaba de acuerdo a los requerimientos del

paciente (experiencia previa, ansiedad, temor, etc.) y nos permitía ajustar los parámetros de la

estimulación eléctrica (rampa de ascenso y descenso, duración del estímulo y de la pausa, e

intensidad), de acuerdo a las características del paciente (tolerancia a la corriente, fatigablidad,

presencia de disconfort o dolor), para alcanzar posteriormente en las sesiones siguientes, los

parámetros eléctricos necesarios (Intensidad, duración del estímulo, duración de las rampas)

para alcanzar la contracción requerida para la actividad deseada.

La aplicación de la FES sobre el músculo gastrocnemio del lado hemipléjico, se realizó

controladamente gracias al uso de un control remoto, el cual nos permitió estimular al músculo

en el momento preciso en que este debía contraerse en la marcha o la actividad funcional

específica que estuviésemos desarrollando. El control remoto interrumpía el influjo de la

corriente sobre el músculo, y por lo tanto, se utilizaba en la fase de balanceo; posteriormente,

cuando el paciente realizaba el apoyo del pie, se liberaba el impulso eléctrico para estimular al

m. gastrocnemio. De esta forma se estimulaba al músculo en la fase empuje o propulsión (push

off) desde el choque de talón (o apoyo plantar) hasta el despegue de dedos.

2. Segundo periodo (4 semanas): Comenzaba una vez que se realizaba el segundo examen

de marcha y correspondía a un periodo de seguimiento en el cual los pacientes dejaron de recibir

el programa de FES, y continuaron con sus actividades normalmente. Una vez concluidas las 4

semanas de seguimiento, se realizaba un tercer examen de marcha, que se ejecutaba para evaluar

la permanencia de cambios en el patrón de marcha, luego de la intervención.

35
4-. Ubicación de los electrodos y preparación de la actividad.

Lo electrodos utilizados fueron de goma-carbono (Intelect® Advanced/Intelect®) de un

área rectangular de 16cm2 aproximadamente. Entre los electrodos y la piel se aplicó gel

conductor. Posteriormente los electrodos se fijaron sobre los vientres del músculo gastrocnemio

del lado afectado y fueron asegurados mediante papel adhesivo y correas de Velcro. Los puntos

motores considerados fueron los recomendados por Rodríguez y col59.

El equipo de FES fue afirmado sobre la cintura del paciente con un cinturón, sin que

este entorpeciera la realización de las actividades, puesto que el equipo era de bajo peso y no

representaba una molestia para el paciente. Al inicio de cada sesión se chequeaban la carga de la

batería, el estado de los cables y electrodos, y se dejaban preparados los elementos necesarios

para la actividad (juguetes, cojines, escaleras, escabeles, etc.).

5-. Parámetros eléctricos utilizados.

En cuanto a los parámetros de estimulación eléctrica que utilizamos, estos fueron los

siguientes:

• Tipo de corriente: alterna, cuadrática, simétrica, compensada.

• Ancho de pulso: 200µs;

• Frecuencia: 45Hz;

• Rampa de ascenso: 0.1-1.5 s (aprox.), dependiendo de la actividad a realizar;

• Rampa de descenso: 0.1-1.5 s (aprox.);

• Intensidad: fue fijada según la tolerancia del paciente y nivel óptimo de contracción.

36
El control remoto, que estaba unido al equipo de FES por un cable, que fue utilizado

para manejar el impulso eléctrico, era accionado por un botón que actuaba desactivando el

impulso eléctrico.

6-. Mediciones y Registro de los Datos

Los análisis de marcha fueron llevados a cabo mediante un laboratorio análisis de la

marcha (Gait Eliclinic BTS Spa) que permite medir y recolectar de manera objetiva datos

cuantitativos de la marcha. Este laboratorio permite medir datos kinemáticos, kinéticos y

electromiográficos durante la marcha; a través de la grabación de una serie de marcadores

infrarrojos (IR) fijados sobre puntos anatómicos específicos, para posteriormente reconstruir el

patrón de marcha del paciente. En la Figura 2, Anexo 4, se presenta un esquema de este sistema.

Los datos kinemáticos obtenidos se presentaban a través de una hoja de reporte del

análisis de marcha, que graficaba las curvas kinemáticas, que a su vez reflejaban los distintos

valores angulares del movimiento de cada articulación, en cada plano anatómico de las

articulaciones más importantes de la extremidad inferior y el pie. Además, en reporte también se

presentaban los datos témporo-espaciales de la marcha. En el anexo 5 se presenta la hoja de

registro que se utilizó para tomar los datos de las variables.

6.1 Examen de marcha

La realización del examen de marcha se dividió en 3 etapas:

1. Primera etapa: el paciente se examinaba físicamente, por un fisiatra, el cual realizaba un

test muscular manual en los principales grupos musculares de las extremidades inferior, se

evaluaba el tono muscular, particularmente del tríceps sural e isquiotibiales. Posteriormente se

medía el rango articular de tobillo (plantiflexio-dorsiflexion), flexo-extensión de rodilla,

37
abducción y rotaciones de cadera. Por último, se registraban algunas pruebas específicas de

flexibilidad: prueba de Thomas, de Gage (de anteversión femoral) y el test de Ely (para evaluar

acortamiento del recto femoral). Estos datos se registran y se adjuntan con el reporte del examen

de marcha (anexo 6).

2. Segunda etapa: se procedía a la ubicación de los marcadores infrarrojos sobre los puntos

anatómicos. En total eran 20 marcadores, y éstos se ubicaban en los siguientes puntos: Apófisis

espinosa de la 7a vértebra cervical, articulación acromio-clavicular, espina iliaca antero-

superior, apófisis espinosa de la 2ª vértebra sacra, trocánter mayor, cóndilo femoral lateral,

mitad del muslo (barras laterales de muslo), cabeza del peroné, maléolo externo, mitad de la

pierna (barras laterales de pierna), base del quinto metatarsiano. En cada uno de estos puntos se

ubicaron bilateralmente los marcadores, excepto en las vértebras.

Además se utilizaron un par más de marcadores que se ubicaban bilateralmente sobre los

talones, para realizar una prueba de pie.

3. Tercera etapa: el paciente debía caminar sobre una plataforma (de 600 cm. de largo por

140 cm. de ancho), en la cual además estaba ubicado un sensor de presión (de 30 cm. por 45

cm.) el cual permitía obtener datos kinéticos de la marcha.

4. En cada examen de marcha se realizaban tres mediciones para cada paciente, y se

tomaba el mejor de ellos para su posterior análisis. Luego de terminada la toma del examen, se

debía reconstruir la marcha, identificando en el computador los marcadores infrarrojos,

determinando los momentos clave de la marcha (contacto inicial, despegue de talón, despegue

de dedos y nuevo contacto inicial, para cada pierna). Una vez determinados estos momentos

clave, se reconstruía el patrón de marcha y se obtenían los datos kinemáticos y

temporoespaciales de la marcha. Finalmente, se analizaba la prueba y se determinaban los

valores kinemáticos máximos (peacks) en cada una de las variables consideradas. Los valores

38
témporo-espaciales eran obtenidos mediante el análisis de la hoja de reporte del examen de

marcha (anexo 6).

7-. Variables

En el análisis estadístico se consideraron las siguientes variables, dependientes:

• Variables kinemáticas: corresponden a los valores kinemáticos tomados en el plano

sagital para el tobillo, la rodilla y la cadera. Correspondientes a los valores angulares (en grados

sexagesimales) de: contacto inicial (CI); peak de flexión [PFlex.], dorsiflexión en el caso del

tobillo; peak de extensión [PExt.], plantiflexión en el caso del tobillo; y rango de plantiflexión a

dorsiflexión [PF-DF] del tobillo.

• Variables témporo-espaciales (T-E), corresponden a los valores de las variables:

velocidad media (Vm), medida en metros por segundo; cadencia de la marcha (CAD) medida en

pasos por segundo; y el largo anterior del paso del lado afectado (LADP), medido en

centímetros.

Una vez registrados los datos de cada variable, en los tres exámenes de marcha, se

sacaron y compararon los promedios y desviaciones estándar de cada una de estas variables, y

se obtuvieron otros estadísticos descriptivos para el análisis del comportamiento de las

variables, estos fueron: mínimo de la muestra, primer cuartil (Q1), mediana (segundo cuartil),

tercer cuartil (Q3), máximo de la muestra.

Posteriormente se compararon el examen 1 vs. 2, y el examen 2 vs. 3. A cada variable se

le realizó un box-plot (cajón con bigotes) mediante el cual se presenta en forma gráfica los

estadísticos descriptivos, para así comparar de manera más rápida la presencia de algún cambio

entre los exámenes.

39
Para determinar si las muestras se distribuyeron normalmente, se realizó el test de

Kolmogorov & Smirnov, para muestras pequeñas (n < 30) con un nivel de significancia del 5%.

La definición de este test se muestra en el anexo 7, análisis estadístico.

Por último, para poder determinar si hubo cambios estadísticamente significativos en las

variables se utilizó la prueba T-Student, para muestras pareadas dependientes (este test se

realizó una vez comprobado que los datos se distribuían normalmente). Cada Test se realizó con

un 95% de confianza, es decir, asumiendo un 5% de error. La definición de este test se muestra

en el anexo 7, análisis estadístico.

Todos los cálculos se desarrollaron con el programa estadístico R63.

40
Capitulo III

Resultados

41
I. Muestra

Nuestra muestra estuvo constituida por 12 participantes, de los cuales, 4 fueron retirados

del análisis estadístico por no completar los 3 exámenes de marcha contemplados desde el inicio

del estudio.

El rango de edad de la muestra, fue desde los 6 años 5 meses a los 9 años de edad (media

+- SD; 7.43 +- 1.27 años); de los 8 sujetos de la muestra, 5 participantes fueron de sexo

masculino, y 3 de sexo femenino.

Por otro lado, en 2 sujetos de sexo masculino se presentó una afectación del hemicuerpo

derecho y en los restantes 6 sujetos el hemicuerpo afectado fue el izquierdo.

En la siguiente tabla se presentan los datos antropométricos de la muestra, y del tipo de

patrón de marcha que presentaba cada sujeto.

Tabla 1. Datos antropométricos y de tipo de marcha.

Sexo Afectación Tipo EDAD (años) PESO (Kg.) TALLA (MT) IMC
Masculino Izquierda Gage II 6,42 22 1,12 17,53
Masculino Derecha Gage II 8,92 28 1,31 16,32
Femenino Izquierda Gage I 6,58 21 1,20 14,58
Femenino Izquierda Gage II 5,33 21 1,12 16,74
Masculino Izquierda Gage I 7,50 29 1,17 21,18
Masculino Derecha Gage I 8,08 30 1,28 18,31
Masculino Izquierda Gage II 9,00 33 1,27 20,46
Femenino Izquierda Gage II 7,58 20 1,14 15,38

Media 7,43 25,50 1,20 17,56


Desv. Est. 1,27 5,04 0,08 2,33

42
II. Resultados

Variables Kinemáticas.

1) Contacto Inicial del tobillo (CI-To).

De acuerdo a nuestro análisis estadístico, la variable CI-To aumentó de manera

estadísticamente significativa, en los dos períodos del estudio, luego de la intervención (los

valores se presentan en la tabla que se presenta a continuación). Es decir hubo una mayor

dorsiflexión del tobillo al momento de realizar el contacto inicial.

Figura 1. Box Plot de la variable CI-To en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen CI Tobillo boxplot Segundo examen CI Tobillo boxplot Tercer examen CI Tobillo
0

0
-5

-5

-5
-10

-10

-10
-15

-15

-15
-20

-20

-20
-25

-25

-25

Tabla 1. Valores de los estadísticos de la variable CI-To, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 -21.03 -16.82 -10.09 -8.54 -0.08 -11.31 6.89
Ex. 2 -17.35 -9.23 -8.03 -5.33 0.05 -7.79 4.99
Ex. 3 -13.86 -7.03 -4.24 -2.47 0.11 -5.49 5.16

43
2) Contacto Inicial de la rodilla (CI-Ro).

La variable CI-Ro tuvo un comportamiento irregular debido a que en el primer periodo

del estudio no presentó diferencias estadísticas, sin embargo en el segundo periodo, si existió

una diferencia estadísticamente significativa, a favor de una mayor flexión de la rodilla durante

el contacto inicial.

Figura 2. Box Plot de la variable CI-Ro en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen CI Rodilla boxplot Segundo examen CI Rodilla boxplot Tercer examen CI Rodilla
30

30

30
20
20

20
10

10
10
0

0
-10

-10

-10

Tabla 2. Valores de los estadísticos de la variable CI-To, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 2.56 15.49 21.62 27.92 28.74 19.61 9.62
Ex. 2 8.87 18.68 20.33 23.14 28.79 20.28 5.92
Ex. 3 10.13 15.57 24.50 26.36 28.16 21.06 7.19

44
3) Contacto Inicial de la cadera (CI-Ca).

La variable CI-Ca presentó un comportamiento irregular, al igual que la variable CI-Ro,

puesto que en el primer periodo el ángulo de CI de Cadera disminuyó significativamente (es

decir hubo menor flexión de cadera), y luego, en el segundo período hubo un aumento también

significativo de la variable.

Figura 3. Box Plot de la variable CI-Ca en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen CI Cadera boxplot Segundo examen CI Cadera boxplot Tercer examen CI Cadera
55

55

55
50

50

50
45

45

45
40

40

40
35

35

35

Tabla 3. Valores de los estadísticos de la variable CI-Ca, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 40.59 44.58 46.03 47.28 58.40 46.88 5.29
Ex. 2 27.33 42.07 46.28 48.35 51.57 43.93 8.05
Ex. 3 36.58 42.09 44.45 47.84 50.57 44.44 4.50

45
4) Variable Peak de Planti-Flexión del tobillo (PPF-To).

La variable PPF-To disminuyó de forma estadísticamente significativa durante el primer

periodo, no así en el segundo, donde se mantuvo la disminución sin cambios significativos.

Figura 4. Box Plot de la variable PPF-To en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen Peack PF Tobillo boxplot Segundo examen Peack PF Tobillo boxplot Tercer examen Peack PF Tobillo
-5

-5

-5
-10

-10

-10
-15

-15

-15
-20

-20

-20
-25

-25

-25
-30

-30

-30

Tabla 4. Valores de los estadísticos de la variable PPF-To, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 -29.21 -25.72 -21.02 -14.76 -6.01 -19.52 8.06
Ex. 2 -25.22 -17.95 -13.70 -11.65 -4.35 -14.55 6.14
Ex.3 -22.43 -18.13 -15.77 -12.23 -7.64 -15.14 4.96

46
5) Variable Peak de Extensión de la rodilla (Pext-Ro).

Esta variable no aumentó significativamente en el primer periodo. En el segundo periodo

la extensión de rodilla disminuyó significativamente. Al comparar las medias del primer

examen versus el tercero, se aprecia una gran similitud de los valores tanto de la media como de

la desviación estándar.

Figura 5. Box Plot de la variable Pext-Ro en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen Peack Ext Rodilla boxplot Segundo examen Peack Ext Rodilla boxplot Tercer examen Peack Ext Rodilla
10

10

10
5

5
0

0
-5

-5

-5
-10

-10

-10
-15

-15

-15

Tabla 5. Valores de los estadísticos de la variable Pext-Ro, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex.1 -13.59 -5.73 -3.22 1.615 4.58 -3.22 6.40
Ex.2 -17.48 -13.06 -8.38 0.62 12.57 -5.09 11.19
Ex.3 -11.25 -9.36 -4.35 0.80 10.87 -3.21 7.77

47
6) Variable Peak de Extensión de la cadera (Pext-Ca)

En cuanto a esta variable podemos decir que durante el primer período no hubo cambios

estadísticamente significativos. Sin embargo, en el segundo periodo se evidenció un aumento

significativo de la extensión de cadera, coincidente con la fase empuje de la marcha.

Figura 6. Box Plot de la variable Pext-Ca en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen Peack Ext Cadera boxplot Segundo examen Peack Ext Cadera boxplot Tercer examen Peack Ext Cadera
10

10

10
5

5
0

0
-5

-5

-5
-10

-10

-10
-15

-15

-15

Tabla 6. Valores de los estadísticos de la variable Pext-Ca, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 -12.24 -4.46 1.31 7.42 8.28 0.55 7.28
Ex. 2 -17.46 -9.41 0.39 10.89 11.94 -0.69 12.26
Ex. 3 -16.13 -10.20 1.70 2.81 4.98 -3.08 8.58

48
7) Variable Peak de Dorsiflexión del tobillo durante el apoyo (PDFa-To).

La variable PDFa-To presentó favorables cambios en los dos periodos del estudio,

puesto que el valor máximo de dorsiflexión del tobillo, aumentó significativamente en los dos

periodos.

Figura 7. Box Plot de la variable PDFa-To en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen Peack de DF (apoyo) boxplot Segundo examen Peack de DF (apoyo) boxplot Tercer examen Peack de DF (apoyo)
15

15

15
10

10

10
5

5
0

0
-5

-5

-5

Tabla 7. Valores de los estadísticos de la variable PDFa-To, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 -6.57 -0.54 0.29 5.56 13.00 2.62 6.75
Ex. 2 -3.91 5.44 6.45 7.47 15.06 6.32 5.19
Ex. 3 -4.79 5.99 12.53 14.66 17.22 9.91 7.33

49
8) Variable Peak de Dorsiflexión del tobillo durante el balanceo (PDFb-To).

Al igual que en la variable anterior, hubo un aumento estadísticamente significativo en

ambos periodos del estudio.

Figura 8. Box Plot de la variable PDFb-To en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen Peack de DF (balance) boxplot Segundo examen Peack de DF (balance) boxplot Tercer examen Peack de DF (balance)
5

5
0

0
-5

-5

-5
-10

-10

-10
-15

-15

-15

Tabla 8. Valores de los estadísticos de la variable PDFb-To, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 -15.66 -11.38 -7.73 -2.83 -0.92 -7.54 5.25
Ex. 2 -8.54 -7.02 -5.82 -2.88 4.88 -4.31 4.36
Ex. 3 -13.92 -3.67 0.16 1.13 5.35 -2.09 6.36

50
9) Variable Peak de Flexión de la rodilla (PFlex Ro).

Esta variable no presentó cambios estadísticamente significativos a través de ninguno de

los períodos del estudio, es decir el valor máximo de flexión de la rodilla se mantuvo similar en

los tres exámenes.

Figura 9. Box Plot de la variable PFlex-Ro en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen Peack Flex Rodilla boxplot Segundo examen Peack Flex Rodilla boxplot Tercer examen Peack Flex Rodilla
70

70

70
60

60

60
50

50

50
40

40

40
30

30

30

Tabla 9. Valores de los estadísticos de la variable PFlex-Ro, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 42.28 52.08 62.16 65.52 74.52 59.58 11.53
Ex. 2 37.25 55.84 59.46 64.01 76.26 59.46 11.21
Ex. 3 30.45 57.86 63.41 67.70 74.41 60.19 13.57

51
10) Variable Peak de Flexión de la cadera (PFlex-Ca).

Durante el primer periodo del estudio, hubo una disminución estadísticamente

significativa en la variable PFlex Ca. No obstante, en el segundo periodo no hubo cambios

significativos.

Figura 10. Box Plot de la variable PFlex-Ca en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen Peack Flex Cadera boxplot Segundo examen Peack Flex Cadera boxplot Tercer examen Peack Flex Cadera
65

65

65
60

60

60
55

55

55
50

50

50
45

45

45
40

40

40

Tabla 10. Valores de los estadísticos de la variable PFlex-Ca, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 43.30 47.42 54.91 60.87 63.87 54.91 7.47
Ex. 2 42.48 45.48 48.59 52.88 57.10 49.25 5.15
Ex. 3 38.19 43.68 48.39 53.25 57.29 48.30 6.74

52
11) Variable Rango de Movimiento del tobillo de Plantiflexión a Dorsiflexión. (PF-DF).

La variable PF-DF, se mantuvo sin cambios significativos durante el primer periodo del

estudio. No obstante, durante el segundo periodo hubo un aumento estadísticamente

significativo. Es decir hubo una mayor cantidad de movimiento en el tobillo, constatado en un

aumento de la excursión de la articulación desde la plantiflexión máxima a la dorsiflexión

máxima.

Figura 11. Box Plot de la variable PF-DF en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen [PF-DF] boxplot Segundo examen [PF-DF] boxplot Tercer examen [PF-DF]
30

30

30
25

25

25
20

20

20

Tabla 11. Valores de los estadísticos de la variable PF-DF, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 18.86 19.32 20.84 23.75 27.98 22.00 3.41
Ex. 2 16.99 17.98 19.01 22.59 31.38 21.18 5.12
Ex. 3 17.64 22.60 24.25 26.59 33.92 25.05 5.06

53
Variables Temporoespaciales.

12) Variable Cadencia de la Marcha (Cad.).

La Cadencia tuvo un comportamiento irregular. Durante el primer periodo hubo una

disminución estadísticamente significativa, y luego, en el segundo periodo, hubo un aumento de

10 unidades, que también fue estadísticamente significativos.

Figura 12. Box Plot de la variable Cad. en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen Cadencia boxplot Segundo examen Cadencia boxplot Tercer examen Cadencia
160

160

160
140

140

140
120

120

120
100

100

100

Tabla 12. Valores de los estadísticos de la variable Cad., para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 111.00 116.20 135.00 139.00 151.00 130.40 15.27
Ex. 2 98.00 111.50 130.00 138.00 166.00 128.50 22.01
Ex. 3 106.00 130.20 139.50 145.20 156.00 139.50 15.64

54
13) Variable Velocidad Media de la Marcha (Vm).

Al igual que en la variable anterior, la variable Vm, presentó un comportamiento

fluctuante caracterizado por una disminución en el primer periodo y un aumento en el segundo.

Ambos estadísticamente significativos.

Figura 13. Box Plot de la variable Vm en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen V.media boxplot Segundo examen V.media boxplot Tercer examen V.media
1.4

1.4

1.4
1.2

1.2

1.2
1.0

1.0

1.0
0.8

0.8

0.8
0.6

0.6

0.6
0.4

0.4

0.4

Tabla 13. Valores de los estadísticos de la variable Vm, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 0.54 0.95 1.00 1.11 1.18 0.98 0.19
Ex. 2 0.44 0.90 0.98 1.04 1.33 0.94 0.25
Ex. 3 0.72 0.96 1.11 1.15 1.18 1.03 0.17

55
14) Variable Largo Anterior del Paso, del lado hemipléjico (LADP).

En el primer periodo del estudio la variable LADP disminuyó de manera no

significativa, sin embargo, en el segundo periodo hubo una disminución significativa

estadísticamente.

Figura 14. Box Plot de la variable LADP en los tres exámenes del estudio.

boxplot Primer examen LADP boxplot Segundo examen LADP boxplot Tercer examen LADP
550

550

550
500

500

500
450

450

450
400

400

400
350

350

350
300

300

300
250

250

250

Tabla 14. Valores de los estadísticos de la variable LADP, para los tres exámenes del
estudio.

Mínimo Q1 Mediana Q3 Máximo Media Sd


Ex. 1 299.60 410.70 449.90 474.70 507.80 435.8 66.59
Ex. 2 238.10 407.80 446.60 489.90 531.9 432.10 90.38
Ex. 3 248.80 415.90 440.20 456.20 512.60 423.80 78.65

56
Capitulo IV

Discusión y Conclusiones

57
Discusión

Nuestra investigación se realizó sobre una muestra 13 pacientes. Del total de sujetos,

uno fue retirado por falta de adhesión al programa, y cuatro no asistieron a uno de los exámenes

de análisis de la marcha. Los restantes ocho sujetos cumplieron con todo el proceso de la

investigación. Del total de la muestra final, hubo tres niñas y cinco niños cuya edad bordeó los 7

años.

Los resultados obtenidos en la presente investigación, fueron esperados, puesto que en el

análisis de las variables kinemáticas del tobillo, se apreció un aumento de la dorsiflexión

durante el apoyo y balanceo, estos resultados concuerdan con los hallados por Carmick31, 58,

quien también realizó una aplicación de FES sobre el tríceps sural, en un grupo de niños de

diversas edades. Por otro lado, el análisis de los datos kinemáticos tanto de la cadera como la

rodilla nos indica que no se presentaron mayores cambios en la kinemática de estas

articulaciones. En general, podríamos pensar que el procedimiento utilizado impactó

principalmente la articulación del tobillo.

Creemos que para lograr estos resultados se debe utilizar la estimulación eléctrica de tipo

neuromuscular, concordantemente con lo que señala Kerr y col26, quien sostiene que la NMES

es una aplicación con un mayor respaldo, en comparación con la otra modalidad de

electroestimulación (utilizada frecuentemente en los pacientes con PC), de tipo no-contráctil, es

decir la estimulación eléctrica umbral (TES)46-51. Además, la NMES administrada en conjunto

con una actividad funcional (FES), creemos que es mucho mas efectiva. En este sentido, van

der Linden37 realizó un interesante estudio de tipo randomizado y controlado, aplicando NMES

sobre el glúteo mayor, sin embargo, no logró encontrar resultados estadísticamente

significativos en cuanto a Fuerza muscular, Rango de Movimiento, análisis de la marcha, y

58
GMFM, en parte debido al hecho de que la aplicación de la NMES no estuvo asociada a una

actividad funcional (tipo FES).

Según Kerr26 la validación de la efectividad del uso de la estimulación eléctrica, en los

pacientes con parálisis cerebral, es aún controversial debido a varios factores, entre los cuales

están: la escasez de estudios sobre este tema; la disparidad de los resultados de las

investigaciones realizadas; las metodologías de investigación utilizadas son muy variadas, y no

todos entregan el poder estadístico necesario para validar plenamente este procedimiento; por

otra parte, la utilización de mediciones poco objetivas o de baja confiabilidad y validez, aportan

poco al esclarecimiento de la real efectividad de uno u otro procedimiento. En nuestra opinión

otra de las dificultades que se presentan para poder realizar un estudio del nivel de evidencia

requerido para entregar más luces al tema, es la ausencia de estudios epidemiológicos

nacionales sobre la PC, y el escaso un número de investigaciones, sobre el uso de FES en la

marcha de pacientes con PCHE, en el ámbito nacional..

En este sentido el uso del laboratorio de análisis del movimiento (LAM), para definir los

criterios de inclusión (determinando el tipo de patrón de marcha, de acuerdo a Winters y

Gage24), y para evaluar la efectividad de la intervención terapéutica realizada, es el medio ideal

para investigar los métodos de tratamiento de la marcha en niños con PC, como así también en

otros grupos de pacientes con otros daños neurologicos. Este instrumento de medición, es uno

de los más utilizados en la actualidad, tanto en investigación como en el proceso de toma de

decisiones terapéuticas, por su confiabilidad y validez (Carollo, J. J.21, DeLisa, J. A22).

En cuanto a las actividades realizadas junto a la aplicación de la FES, en ninguno de los

estudios revisados, se describen las actividades realizadas. En general, solo se menciona que la

aplicación de FES se realiza durante la marcha. Nosotros presentamos en el anexo 3, una tabla

con las actividades realizadas durante la aplicación de la estimulación eléctrica funcional.

59
Por otro lado, el equipo utilizado para aplicar la FES respondía a todos los estándares de

seguridad y efectividad internacionales, permitiéndonos modular sus parámetros para conseguir

un tipo de corriente adecuada. En relación a los parámetros de la corriente utilizados, estos

fueron aproximados a los presentados por Carmick58 variándose en la frecuencia y el ancho de

pulso (45 Hz. vs. 35 Hz., y 200 µs vs. 300 µs). En este sentido, según Kerr26 los parámetros

utilizados por otros investigadores en la aplicación de NMES son disímiles entre si, la

frecuencia bordea los 35 Hz, y el ancho de pulso varía entre los 100- 300 µs.

En nuestro estudio aplicamos la FES mediante dos electrodos aplicados en la piel, sobre

los vientres musculares del m. gastrocnemio (similarmente a lo realizado por Carmick56).

Tanto el modelo de investigación como la metodología utilizada fueron desarrollados de

acuerdo a los recursos y limitaciones tanto de la institución como de los profesionales y

participantes del estudio. Sin duda el modelo de investigación así como la metodología son

susceptibles de ser mejorados para entregar un mayor peso a la evidencia de respaldo de este u

otros procedimientos terapéuticos, por ejemplo, como menciona Kerr26, contando con una

muestra de mayor magnitud y la presencia de grupos pareados con control, ciego y ubicación

randomizada de los sujetos.

Otro elemento a mejorar es el sistema de registro de los pacientes, para poder tener una

mayor claridad de sus diagnósticos, intervenciones quirúrgicas, procedimientos de bloqueos

neuro-musculares, uso de órtesis o férulas, etc. Facilitando de esta forma el reconocimiento de

poblaciones de estudio y selección de muestras.

Si bien es cierto el Laboratorio de Análisis de la Marcha ha probado ampliamente su

validez para la evaluación de pacientes con PC7,12,13,20,23, es necesario realizar periódicamente

pruebas de confiabilidad (test-re-test, e inter-evaluador) para descartar la presencia de errores

que puedan influir en los resultados de las mediciones realizadas con este instrumento..

60
Por otro lado la utilización de FES para el tratamiento de las alteraciones de la marcha

en los pacientes con PCHE debe ser usado en base a un razonamiento clínico kinésico, que nos

permita reconocer que grupo de pacientes se podrán beneficiar del uso de esta terapia. En este

sentido, es muy importante la realización de investigaciones que comparen el uso de la FES vs.

la realización de otros procedimientos kinésicos tales como manipulaciones y/o terapias de

estimulación neurodesarrollantes o sensoriales.

Finalmente, la investigación científica para el esclarecimiento de la real utilidad de los

diversos métodos de tratamiento kinésico de los pacientes con PCHE debe incluir la realización

una o varias evaluaciones, tales como: tono muscular, fuerza muscular, rango de movimiento

pasivo y activo, análisis kinemático, kinético y electromiográfico de la marcha, etc, que nos

permitirán llegar a definir el mejor tratamiento de acuerdo a las características específicas del

paciente.

61
CONCLUSIONES

Nuestra investigación nos permite concluir varias ideas y experiencias, tanto del

desarrollo de la investigación como así también de los resultados obtenidos de esta.

En cuanto a la experiencia llevada a cabo, es posible concluir que la adhesión de los

pacientes al programa de investigación debe ser atendida con mucho cuidado para asegurar la

conclusión de ellos y no perder importante información relevante para la investigación. En este

sentido creemos que las pruebas de análisis de la marcha deben fijarse en conjunto con la

familia, puesto que suelen presentarse dificultades para los desplazamientos, que responden a su

realidad geográfica y/o económica.

Otro factor importante a considerar para futuras investigaciones es que los sistemas de

registro de datos, y manejo de los mismos, sean de fácil acceso para poder realizar la

identificación de poblaciones de estudio y determinar el tamaño de las muestras idóneas para

poder extrapolar lo resultados obtenidos.

Por otro lado, la aplicación de FES fue segura, fácil de aplicar y bien tolerada por los

pacientes. Sin embargo, los sistemas de aplicación de la estimulación eléctrica (equipos,

materiales de conducción del impulso eléctrico, dispositivos de control del impulso, formas y

tipos de la corriente eléctrica) están constante mejoramiento, por lo tanto, se deben investigar

permanentemente los sistemas que provean la mayor efectividad, comodidad y control.

En relación a los resultados obtenidos, es posible concluir que la aplicación de un

programa de estimulación eléctrica funcional (FES) de 12 sesiones de duración, donde cada

sesión se realizó 3 veces a la semana por un periodo de 1 hora (aproximadamente) sobre el m.

gastrocnemio del lado afectado, en pacientes con parálisis cerebral hemipléjica espástica

(PCHE) interviene de forma favorable en el desarrollo kinemático, en el plano sagital, de la

62
marcha, apoyando la consecución de un contacto inicial con mayor dorsiflexión de tobillo, así

como un aumento en la dorsiflexión de tobillo, tanto durante la fase de apoyo de la marcha,

como durante la fase de balanceo de la misma.

No obstante lo anterior, el respaldo del uso de la FES para el mejoramiento de la marcha

en los pacientes con PCHE, aun es escaso y baja calidad, razón por lo cual es de vital

importancia continuar investigando este procedimiento terapéutico kinésico, que se proyecta

como un apoyo ideal para el tratamiento de este grupo de pacientes.

63
BIBLIOGRAFÍA

1. Warner Jr., William C. Parálisis Cerebral. En: “Campbell Cirugía Ortopédica”. 10a

Edición (Volumen 2); 30: 1213 -1269. Editorial Elsevier, Madrid, España. 2003.

2. Bax, M. “Terminology and classification of cerebral palsy”. Dev Med Child Neurol

57:153-11. (1964). Citado en: Calderón-González, R., Calderón Sepúlveda, R. F12.

3. Behrman, R. E. Parálisis Cerebral. En: “Tratado de Pediatría”. 14a Edición (Volumen 2);

20.49: 1839-1841. Interamericana Mc Graw Hill, Madrid, España. 1992.

4. Waisburg, H. A. Parálisis Cerebral. En: “Pediatría”. 3ª Edición. (Volumen 2); 370: 2158-

2163. Mediterráneo, Santiago, Chile. 1990.

5. Novoa, F. Parálisis Cerebral; En “Pediatría”. 4ª Edición. (Volumen 2); 214: 1503-1506.

Mediterráneo, Santiago, Chile. 1993.

6. Asociación de Sociedades Científicas-Médicas de Chile (ASOCIMED) Parálisis Cerebral.

En: “Pautas Diagnóstico - Terapéuticas para la Práctica Clínica”. Bajado de internet el

03-05-06. Disponible en:

http://www.asocimed.cl/Guias%20Clinicas/medicina%20fisica%20y%20rehabilitacion/paral

isis%20cerebral.html

7. Sociedad Pro-ayuda al Niño Lisiado. Parálisis Cerebral. En: “Enfermedades

Discapacitantes de la Infancia”. Instituto de Rehabilitación Infantil Teletón. Biblioteca del

IRI. Publicado en 1995.

8. Bobath, K. “Base Neurofisiológica para el tratamiento de la parálisis cerebral”. 2a

Edición, 8a Reimpresión. Editorial Médica Panamericana, Buenos Aires, Argentina. 1999.

9. Bobath, B. y Bobath, K. “Desarrollo motor en distintos tipos de parálisis cerebral”.

Editorial Médica Panamericana, Buenos Aires, Argentina. 1976.

64
10. Vojta, V. “Alteraciones motoras cerebrales infantiles”. 5a Edición. Editado por ATAM y

fundación PAIDEIA, distribuido por Editorial Morata, Madrid, España. 1991.

11. Calderón-González, R., Calderón Sepúlveda, R. F. “Tratamiento clínico (no quirúrgico)

de la espasticidad en la parálisis cerebral”. Revista de Neurología, 34 (1): 1-6. 2002.

12. Calderón-González, R., Calderón Sepúlveda, R. F. “Tratamiento de la espasticidad en

parálisis cerebral con toxina botulínica”. Revista de Neurología, 34 (1): 52-59. 2002.

13. Patrick, J. H., Roberts, A. P., Cole, G. F. “Therapeutic Choices in the locomotor

management of the child with cerebral palsy-More luck than judgement?”. Arch Dis

Child; 85:275-279. 2001.

14. Lyon, R., Liu, X., Schwab, J., Harris, G. “Kinematic and kinetic evaluation of the ankle

joint before and after Tendo Achilles Lengthening in patrients with Spastic Diplegia”.

J. Of Pediatric Orthopaedics, 25 (4):479-483. 2005.

15. Sätilä H., Lisalo T., y col. “Botulinum toxin treatment of spastic Equinus in Cerebral

Palsy”. Am. J. Phys. Med. Rehabil. Vol. 84, No. 5: 355-364. 2005.

16. Deltombe, T., Detrembleur, C., y col. “Selective tibial neurotomy in the treatment of

spastic Equinovarus foot”. Am. J. Phys. Med. Rehabil. Vol. 85, No. 1: 82-88. 2006.

17. Goldstein Murray, Harper Dennis. “Management of cerebral palsy equinus gait”. Dev

Med Child Neurol; 43: 563-69. 2001.

18. Saraph, V., Zwick, E-B., y col. “Gait Improvement Surgery in Diplegic children. How

long do the improvements last?”. J. Of Pediatric Orthopaedics25 (3): 263-267. , 2005.

19. Steinwender, G. y col. “Fixed and Dynamic equinus in cerebral palsy: evaluation of

ankle function after multilevel surgery”. Journal of Pediatric Orthopaedics, 21 (1): 102-

107. 2001.

65
20. Wren, Tishya A. L.; Rethlefsen, Susan; Kay, Robert M. “Prevalence of specific gait

anormalities in children with cerebral palsy. Influence of cerebral palsy subtype, age,

and previous surgery”. Journal of Pediatric Orthopaedics, 25 (1): 79-83. 2005.

21. Carollo, J. J., Matthews, D. “Strategies for clinical motion analyses based on functional

decomposition of the gait Cycle”. Phys Med Rehabil Clin N Am, 13:949-977. 2002.

22. DeLisa, J.A. “Gait analysis in the science of rehabilitation. Monograph 002”. Editor

Tamara T. Sowell, Departament of Veterans Affairs. Baltimore, EUA. 1998.

23. Rodda, J. & Graham, H. K. “Classification of gait patterns in spastic Hemiplegia and

spastic Diplegia: a basis for a managament algorithm”. European Journal of Neurology,

8 (suppl. 5): 98-108. 2001.

24. Winters, T. F., Gage, J. R. and Hicks, R. “Gait patterns in spastic hemiplegia in chilcren

and young adults”. Journal of Bone & Surgery, 69-a (3): 437-441. 1987.

25. Johnston, T. E. En: Susan L. Michlovitz y Thomas P. Nolan. “Modalities For Terapeutic

Interventions”. 4° Edición. F.A. Davis Company, Philadelpia. USA. Capítulo 12: Página

257. 2005. Bajado de Internet el 07-03-07. Disponible en

http://www.fadavis.com/related_resources/1_1983_712.pdf

26. Kerr, C., McDowell, B., McDonough, S. “Electrical Stimulation in Cerebral Palsy: a

review of effects on strength and motor function”. Dev Med Child Neurol; 46: 205-13.

2004.

27. Postans, N. J., Granat, M. H. “Effect of Functional Electrical stimulation, applied during

walking, in spastic cerebral palsy”. Dev Med Child Neurol, 47: 46-52. 2005.

28. Galen, S. S., Granat, M. H. “Combined effect of Botulinum toxin A therapy and

Functional Electrical Stimulation in Dynamic Equinus: Preliminary Results”. 2004.

66
Bajado de internet el 7-03-07. Disponible en:

Http://www.ifess.org/ifess05/Poster%20Session%201/Galen%20SS.pdf

29. Pierce, S. R., Laughton C. A. y col. “Direct effect of percutaneous electrical stimulation

during gait in children with hemiplegic cerebral palsy: a report of 2 cases”. Arch Phys

Med Rehabil, 85: 339-343. 2004.

30. Hazlewood, M.E., Brown, J.K. y col. “The use of therapeutic electrical stimulation in the

treatment of hemiplegic cerebral palsy”. Dev Med Child Neurol; 36: 661-673. 1994.

31. Carmick, J. “Clinical use of neuromuscular electrical stimulation for children with

cerebral palsy, part 1: lower extremety”. Phys Ther; 73(8): 505-13. 1993.

32. Wederich, C. y col. “NMES—A Stimulating idea to Help decrease Toe Walking.

Technical description of Dinamic Retraining Orthosis Study”. 2002. Bajado de Internet

el 07-03-07. Disponible en: http://www.ranchorep.org/p6_technical.html

33. Wrigth, P. A. and Granat, M. H. “Therapeutic effects of functional electrical stimulation

of the upper limb of eight children with cerebral palsy”. Dev Md Child Neurol, 42: 724-

727. 2000.

34. Carmick, J. “Use of neuromuscular electrical stimulation and a dorsal wrist splint to

improve hand function of a child with spastic hemiparesis”. Phys Ther; 77(6): 514-22.

1997.

35. Carmick, J. “Clinical use of neuromuscular electrical stimulation for children with

cerebral palsy, part 2: upper extremity”. Phys Ther; 73(8): 514-22. 1993.

36. Park, E.S., Park, C.I. y col. “The effect of Electrical Stimulation on the Trunk Control in

Young Children with Diplegic Cerebral Palsy”. J Korean Med Sci; 16: 347-50. 2001.

67
37. van der Linden, M. L., Hazlewood M. E. y col. “Electrical Stimulation of Gluteus

Maximus in Children with cerebral palsy: effects on gait characteristics and muscle

strenght”. Dev Med Child Neurol, 45:385-390. 2003.

38. Izakov, E., Bowker, P. “Influence of single FES treatment on Hemiparetic Legs”.

Physiotherapy, 88 (5): 269-272. 2002.

39. Glanz, M., Klawansky, S., y col. “Functional Electrostimulation in Poststroke

Reahabilitation: A Meta-Analysis of the Randomized Controlled Trial”. Arch Phys

Med Rehabil, 77: 549-553. 1996.

40. Huitema, R. B., Mulder, T., Brouwer, W. H. Y col. “Functional Recovery of gait and joint

kinematics after right hemispheric stroke”. Arch Phys Med Rehabil, 85: 1982-1988.

2004.

41. Newsman, C. J., Baker, L. L. “Effect of an electric stimulation facilitation program on

quadriceps motorn unit recruitment after stroke”. Arch Phys Med Rehabil, 85: 2040-

2045. 2004.

42. Levin, O., Mizrahi, J., Gornish, M. e Isakov, E. “Muscle Strength and Geometrical

Changes in a Paralysed Muscle Following FES”. Hong Kong Physioterapy Journal, 18:3-

11. 2000.

43. Rodríguez Martín, J. M. “Electroterapia en fisioterapia”. Capítulo II: 72-73. Médica

Panamericana, Madrid, España. 2000.

44. Popovic, D. y Sinkjær, T. “Improved Control for Functional Electrical Stimulation to

Restore Walking”. Hong Kong Physioterapy Journal, 18:12-20.7, 2000.

45. O´keeffe, D. T., Donnelly, A.E. y Lyons, G.M. “The Development of a Potential

Optimizad Stimulation Intensity Envelope for Droop Foot Aplications”. IEEE Trans on

Neural Syst & Rehabil Eng, Vol II, Nº 3: 249-56, 2003.

68
46. Pape, K.E. “Therapeutic Electrical Stimulation (TES) for the treatment of disuse

muscle atrophy in cerebral palsy”. Pediatr Phys Ther. 9:110-112. 1997.

47. Pape, K.E. y col. “New Therapies in Spastic Cerebral palsy”. Contemp Pediatr, 3: 6-13.

1990.

48. Dali, C., Hansen, F. J. y col. “Treshold electrical stimulation (TES) in ambulant

children with CP: a randomized double-blind placebo-cpntrolled clinical trial”. Dev

Med Child Neurol, 44: 364-369. 2002.

49. Steinbook, P., Reiner, A. and Kestle J. R. W. “Therapeutic electrical stimulation

following selective posterior rhizotomy in children with spastic diplegic cerebral palsy:

a randomized clinical trial”. Dev Med Child Neurol, 39: 515-520. 1997.

50. Sommerfelt, K., Markestad, T., Berg, K., Sætesdal, I. “Therapeutic electrical stimulation

in cerebral palsy: a randomized, controlled, crosover trial”. Dev Med Child Neurol, 43:

609-613. 2001.

51. Liron-Keshet, S., Tirosh, E. y col. “The effect of Therapeutic Electrical Stimulation in

Children with Diplegic Cerebral Palsy as Measured by Gait Analysis”. Basic Appl

Myol, 11 (3): 127-132. 2001.

52. Penela-Vélez de Guevara, M. T. y col. “Estudio descriptivo de la asfixia perinatal y sus

secuelas”, Revista Neurológica Española, 43 (1): 3-6. 2006.

53. Hernadez S., Roberto, Fernandez C., Carlos, Baptista L., Pilar. “Metodología de la

Investigación”. 2a Edición. Editorial McGraw-Hill, México D. F., 1998.

54. Mäenpää, Helena. “Electrostimulation therapy and selective posterior rhizotomy In the

treatment of children with cerebral palsy”. Academic Dissertation, University of

Helsinki, Hospital for Children and Adolescents. Helsinki. Finlandia. 2005. Bajado de

Internet el 03-05-06. Disponible en: http://ethesis.helsinki.fi/julkaisut/laa/kliin/vk/maenpaa/electros.pdf

69
55. Ubhi, T y col. “Randomized double blind placebo control trial of the effect of

Botulinum toxin on Walking in Cerebral Palsy”. Arch Dis Child 83:481-487. 2003

56. Gage J. R. “Clinics in developmental medicine, No. 121. Gait analysis in cerebral

palsy”. Oxford. Mackeith Press, 1991. Citado en Ubhi t. Y col56, pagina 481.

57. Rose J, Gamble JR, Lee J. Y col. “The energy expenditure index: a method to quantitate

and compare walking energy expenditure for children and adolescents”. J pediatr.

Orthop 11:571-578. 1991.

58. Carmick, J. “Managing equinus in children with Cerebral Palsy: electrical stimulation

to strengthen the triceps surae muscle” Dev Med Child Neurol, 37: 965-975. 1995.

59. Rodriguez y col. “Electroterapia en Fisioterapia”. Segunda Edicion. Editorial

Panamericana. Madrid, España. 2004.

60. Mutch, E Alberman, y col. “Cerebral palsy epidemiology: where are we now and where

are we going?” Dev Med Child Neurol, 34(6): 547-551. 1992, Jun.

61. Kandel E. R. “Principles of Neural Science”. 4a edición. Editorial McGraw Hill, 2000.

EEUU.

62. GNU Project, Programa estadístico R, software de acceso libre desarrollado por GNU

Project. Disponible en: http://www.r-project.org

70
ANEXO 1.

Figura 1. Vía piramidal.

Esta vía está compuesta por el Haz Corticoespinal Medial y el Haz


Corticoespinal Lateral. Se genera en la corteza motora primaria, avanza a través de la
cápsula interna y desciende al mesencéfalo a través de los pedúnculos cerebrales.
Continúa el descenso hacia el Puente de Varolio y luego al Bulbo Raquídeo.
Posteriormente, en la unión del Bulbo y la Médula Espinal, se realiza la decusación de
las pirámides. En este lugar, este fascículo se divide formando el haz Corticoespinal
medial y el lateral. Los haces terminan su recorrido haciendo conexión directa con
motoneuronas alfa, en el asta anterior (o lateral, en la zona torácica) de la médula.
Tomado de Kandel E. R. en “Principles of Neural Science”. 4a edición. McGraw Hill,
2000. EEUU61.

71
ANEXO 2.

Consentimiento Informado

Santiago, Octubre de 2005

Señor Apoderado(a)
PRESENTE

De nuestra consideración:

La presente misiva tiene por objeto solicitar su consentimiento para que su hijo(a) o pupilo(a)
_______________________________________________________________, paciente del Instituto Teletón de
Santiago, sea evaluado por nuestros profesionales en la unidad de Laboratorio de Marcha, y participe en un
programa de tratamiento que incluye la aplicación de estimulación eléctrica. Estos procedimientos son parte de un
proyecto de investigación, que tiene por finalidad el estudio, evaluación y tratamiento de la marcha y sus
alteraciones.

p. Sociedad Pro Ayuda del Niño Lisiado

CONSENTIMIENTO
Yo ___________________________________________________, CI N°___________, doy mi consentimiento
para que mi hijo(a) o pupilo(a) sea evaluado en el Laboratorio de Marcha y participe en un programa de
tratamiento, que incluye la aplicación de estimulación eléctrica, para un proyecto de investigación del Instituto de
Rehabilitación Infantil Teletón (de Santiago). Declarando expresamente haber sido completamente informado(a)
de las características de dicho proyecto; como así también, haber tomado conocimiento de los antecedentes,
alcances y finalidades del referido proyecto de investigación.

Firma

Santiago, Octubre de 2005

72
ANEXO 3.

Tabla 1. Actividades Funcionales Realizadas con la aplicación de FES.


Sesiones 1-2 Sesiones 2-3* Sesiones 3-12 Sesiones 4-12 Sesiones 4-12
Acercamiento a NMES sobre el FES durante la FES en escaleras FES en la marcha
la Estimulación tríceps sural (TS) plantiflexión (PF) en
eléctrica (EE) en decúbito prono Bipedestación

Presentación del Flexión de Rodilla Facilitación de la de Marcha sobre Marcha sobre


equipo en decúbito prono. la Extensión de rodilla escalera corta de terreno plano
y la PF peldaños simétricos
EE sobre el brazo/ Progresión: Progresión: Progresión: Progresión:
pierna del Flexión de Rodilla PF en bipedestación Marcha sobre Marcha sobre
paciente. en decúbito prono. (sobre el suelo) escalera corta de terreno plano con
Con pesas de 1, 1.5, peldaños obstáculos
2, 2.5 lb. asimétricos
EE sobre el brazo Progresión: Progresión: Progresión:
del apoderado. PF en bipedestación Marcha sobre Marcha con pesos.
(sobre cojin Airex) escalera larga de En lado sano o
peldaños simétricos ambos lados. 1, 1.5,
2, 2.5, 3 lb. En
terreno plano con y
sin obstáculos
Auto aplicación, Progresión: Progresión:
controlada. PF en bipedestación Marcha sobre
(sobre cuña) terreno en pendiente
ascendente/descend
ente
Progresión: Progresión:
PF en bipedestación Marcha sobre
unipodal. (sobre el terreno con
suelo) pendiente lateral
ascendente/
descendente
Progresión:
PF en bipedestación
unipodal. (sobre
balancín)
EE: Electro estimulación; FES: Estimulación eléctrica Funcional; PF: Plantiflexión; TS:
Tríceps Sural.

*
Eventualmente se utilizará una segunda sesión para terminar de introducir al niño en la estimulación eléctrica.

73
ANEXO 4

Figura 2. Esquema del sistema de video-análisis de la Marcha.

Figura 2. Esquema del sistema de video-análisis de la Marcha. 1) Cámaras infrarrojas; 2)

software del sistema, para la adquisición, calibración, ubicación y reconstrucción de las

trayectorias de los marcadores de posición; 3) Equipo de EMG de superficie sincronizada; 4)

Sensor sincronizado de las presiones de contacto; 5) Plataforma de Fuerza para la capturar

la fuerza de reacción del suelo, sincronizada y multi-axial. 6) Video controladores para el

manejo de los múltiples puntos de los marcadores.

74
ANEXO 6.

Reporte del Análisis de Marcha.

75
ANEXO 6.
Continuación.

76
ANEXO 7.

Análisis Estadístico.
Prueba de Kolmogorov-Smirnov
En estadística, la prueba de Kolmogorov-Smirnov (también prueba K-S) es una prueba
no paramétrica que se utiliza para determinar la bondad de ajuste de dos distribuciones de
probabilidad entre sí.
Conviene tener en cuenta que la prueba Kolmogorov-Smirnov es más sensible a los
valores cercanos a la mediana que a los extremos de la distribución.

La distribución de los datos Fn para n observaciones yi se define como:

Para dos colas el estadístico viene dado por:

donde F(x) es la distribución presentada como hipótesis.

Test t-Student
Es un test que permite decidir si dos variables aleatorias normales (gausianas) y con la
misma varianza tienen medias diferentes. Dada la ubicuidad de la distribución normal o
gausiana el test puede aplicarse en numerosos contextos, para comprobar si la modificación en
las condiciones de un proceso (humano o natural) esencialmente aleatorio produce una
elevación o disminución de la media poblacional.
El test opera decidiendo si una diferencia en la media muestral, entre dos muestras es
estadísticamente significativa, y entonces poder afirmar que las dos muestras corresponden a
distribuciones de probabilidad de media poblacional distinta, o por el contrario afirmar que la
diferencia de medias puede deberse a oscilaciones estadísticas azarosas.
La eficacia del test aumenta con el número de datos del que constan las dos muestras, en
concreto del número de grados de libertad conjunto de las dos muestras, este número viene dado
por GL = N1 + N2 − 2 (siendo Ni el tamaño muestral, es decir, el número de datos en cada
muestra i). La prueba consiste en examinar el estadístico t obtenido a partir de la dos muestras
como:

Y este valor se compara con un valor de referencia basado en el número de grados de


libertad y el nivel de significación. Dicho valor de referencia se obtiene a partir de la
distribución t de Student.
Al comparar las 2 medias, frecuentemente siempre se supone que el nivel de
significación α sea menor que 0,05.

77

S-ar putea să vă placă și