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Qué tan positivo eres frente al dolor

o la enfermedad?
PNL (Programación Neurolingüística) en forma muy breve, quiere decir que el
lenguaje que usamos viaja por nuestras neuronas para crear programas. Si
nuestro lenguaje es negativo, crearemos programas negativos y nos
acostumbramos a ellos. Cuando nos referimos a cualquier cosa en forma negativa
hay un desgaste en nuestro sistema neurológico y esto va estructurando nuestra
forma de ser y nuestras actitudes. A mayor repetición de palabras negativas, los
programas se instalarán con mayor rapidez.

Cuando se trata de enfrentar algún dolor o malestar, lo podemos


intensificar o lo podemos aminorar con el lenguaje. Lenguaje negativo agravará el
problema y nos sentiremos peor. Con PNL aprenderemos a utilizar el lenguaje en
una forma más positiva para alejar el dolor, la enfermedad y cualquier malestar.

Dirigimos nuestra mente con el lenguaje y nuestro cuerpo simplemente responde


a ello. Si fijamos la atención en el dolor pues conseguiremos más dolor. Si
pensamos todo el día en el dolor, eso mismo tendremos. Piensa en un ejemplo de
alguien que dice: "En mi familia hay muchas enfermedades y por lo tanto, yo
también las voy a sufrir." Esta persona quizá es sana, pero con esta frase negativa
(repetida y pensada con frecuencia) con expectativas negativas tiene que cumplir
esta profecía y su mente le ayuda fielmente a cumplirla.

Enseguida hay un ejercicio que quisiera que hicieras para ayudarte a pensar
diferente sobre el dolor. Es necesario buscar la intención positiva, la esperanza y
la salida del túnel frente al dolor para que se dé un estado de salud.

Aquí tienes algunas frases típicas que solemos decir frente al dolor. La instrucción
es cambiar esta misma frase a positivo para que tenga un matiz de esperanza, por
ejemplo: que el dolor es pasajero, tener la intención de mejorar y disminuir la
molestia, ganas de convivir con la familia en salud, etc... Es increíble los
resultados que se pueden dar simplemente modificando el lenguaje. Hay una regla
que debes seguir; está prohibido usar la palabra "dolor" en tus respuestas.

Tienes las dos primeras frases resueltas para que veas de qué se trata.

¡Cómo me duele! Cada vez es menos.


¡Me duele mucho! Seguramente pronto cambiará.
No hay remedio. _______________________
¡Cada vez está peor! _______________________
No soporto más. _______________________
Nada me quita el dolor _______________________
Es insoportable. _______________________
No puedo hacer nada. _______________________
No veo la salida. _______________________
Mi salud se viene abajo. _______________________
Me tenía que tocar a mí. _______________________
Siempre me duele algo. _______________________

También solemos hacer preguntas negativas y derrotistas como las siguientes.


Te pido que también que en este caso le des una respuesta positiva como lo verás
en el primer ejemplo. Se trata de cambiar la idea a positiva en forma
esperanzadora para invalidar la pregunta negativa.

¿Por qué a mí? Porque yo puedo con esto.


¿Por qué la medicina no actúa ya? ______________________
¿Qué hice para merecerlo? ______________________
¿Será algún castigo? ______________________
¿Cuándo terminará? ______________________
¿Qué puedo hacer? ______________________
¿Para qué me sirve esto? ______________________

¿Te fue fácil escribir las respuestas? Algunas personas encuentran este ejercicio
difícil porque están acostumbradas a pensar en negativo y no se dan cuenta que
se están influenciando negativamente.

Abajo encontrarás respuestas sugeridas. Tú seguramente elaboraste otras


diferentes. Y está bien. Lo importante es que uses el lenguaje en términos
positivos y alentadores. Las respuestas de abajo te ayudarán a tener más opciones
aparte de las que tú elaboraste.

Si tú eres una persona enfermiza, aprehensiva y un "poquito" negativa, te sugiero


que formules una, dos o tres frases con tus propias palabras en positivo, que sean
alentadoras y que te ayuden a salir lo más pronto posible de esa situación. Si
tienes un dolor de cabeza es mejor decir "pronto se va" mil veces, que decir "que
lata, cómo me duele" mil veces, que la va a fortalecer. Escribe tus frases en un
papel que puedas tener a mano para que te sirva de recordatorio. Pruébalo y
verás que los resultados son sorprendentes.
*******
Respuesta a las frases negativas

Cómo me duele! Cada vez es menos.


Me duele mucho! Seguramente pronto cambiará.
No hay remedio. Yo puedo terminar con esta molestia.
Cada vez está peor! Poco a poco mejoro.
No soporto más. Ya pronto termina esto y me sentiré bien.
Nada me quita el dolor Con este analgésico seguro se me quita.
Es insoportable. Esto es pasajero, pronto pasará.
No puedo hacer nada. Puedo cuidarme y escuchar al médico.
No veo la salida. Me controlo y me relajo y salgo de esto.
Mi salud se viene abajo. Siempre he tenido buena salud, esto es temporal.
Me tenía que tocar a mi. Es natural sentirse así en algún momento.
Siempre me duele algo. Hago lo necesario para sentirme bien.

Respuesta a las preguntas:

¿Por qué a mi? Porque soy fuerte y puedo con esto.


¿Por qué la medicina no actúa ya? Si me relajo seguramente actúa mejor.
¿Qué hice para merecerlo? Merezco salud y la conseguiré.
¿Será algún castigo? Será un aviso oportuno para cuidarme mejor.
¿Cuándo terminará? Quiero estar bien pronto y así será.
¿Qué puedo hacer? Me cuido y sigo las instrucciones del médico.
¿Para qué me sirve esto? Algo aprenderé de mí mismo

El enojo y sus consecuencias


Unos de los sentimientos más frecuentes en el ser humano es el del enojo. Existen
personas que parecen que viven constantemente en este estado, y por supuesto
son con las cuales no quisiéramos estar y les sacamos la vuelta. Pero la verdad es
que todos nos enojamos en ocasiones por algo que alguien nos hace, según
nuestra percepción, por algo que no nos hacen, o por algo que nosotros mismos
hicimos o dejamos de hacer.

El sentir enojo o ira es normal. La respuesta que le damos a este


sentimiento es lo que marca la gran diferencia. Aquí el gran problema puede ser
que cada vez que nos enojamos, nos dejemos llevar en automático por este
sentimiento y no seamos capaces de ver más allá de nuestras narices, pues le
damos el poder a algún hecho ocurrido en nuestro entorno, que nos empieza a
hacer sentir como una olla a presión a punto de explotar, lo cuál nos está
impidiendo ver más allá de nuestras narices. Muy a menudo el enojo se acompaña
de pensamientos de venganza y esto nos puede llevar a humillar, criticar, juzgar
peyorativamente, ofender, fastidiar y hasta a odiar a otra persona, sintiendo culpa
por ello, o haciéndonos cada vez menos humanos e incapaces de convivir en el
mundo, pues nos vamos encasillando en un caparazón blindado donde no dejamos
penetrar a nadie y nos empezamos a aislar de la realidad y a vivir en el infierno.

Las consecuencias de nuestro enojo, dependiendo del grado que manejemos,


pueden llegar a ser muy importantes. Por ejemplo, si en el trabajo el jefe, la
secretaria o algún empleado hace algo que me molesta y me causa enojo, si yo no
soy capaz de manejarlo, puedo trasladar este sentimiento a mi casa con mis hijos,
mi esposa, mi madre, etc., causando un deterioro en las relaciones familiares, y
organizando una guerra donde no hay necesidad, ya que estoy haciendo que
paguen justos por pecadores. O al revés, si el enojo es en casa, me lo llevo al
trabajo, y ahí es donde yo lo exteriorizo, provocando conflictos con mis
compañeros, mi jefe o mis subalternos que no van a llevar a nada bueno.

En el ámbito de la salud, el enojo, al igual que cualquier otro sentimiento negativo


nos hace daño repercutiendo en nuestro bienestar físico ya que la química de
nuestro organismo pierde el equilibrio, y nuestro cuerpo empieza a descargar
adrenalina y cortisol para recuperarlo. Las descargas frecuentes de estas
substancias deterioran el sistema inmunológico entre otras cosas, por lo que
somos presas fáciles de enfermedades tales como gastritis, dermatitis, colitis o
síntomas desagradables como dolor de cabeza que puede convertirse a la larga en
migraña. ¿Conoces a alguien que está constantemente enfermo? Observa qué
clase de carácter tiene, seguramente no ha podido manejar algún sentimiento
negativo en su vida, no necesariamente es el enojo, pero es el tema que nos
ocupa por ahora.

La cuestión es ¿qué puedo hacer yo contra el enojo? Aprender a manejarlo, ya que


muchas veces a lo largo de nuestra vida puede estar presente, pues como
decíamos arriba, no es malo sentirlo, sino lo importante es la respuesta que le
demos en ese momento y en los siguientes.

Para poder manejarlo, lo primero que tengo que decirme es ¿para qué me sirve el
enojo en estos momentos? ¿Qué me estoy diciendo ante esto? ¿Es bueno para mí
y para mi entorno? ¿Qué consecuencias puede tener si no lo manejo? Yo sé que
alguien pensará “esto es imposible” ¿Cómo tener la sangre fría de pensar así?
Bueno pues quiero decirte que es posible si tú quieres y estas convencido que el
enojo no te sirve y te ha acarreado problemas en tu vida, o que quizá tu salud se
ha deteriorado.

El poder sobre los sentimientos lo tenemos nosotros, una de las técnicas más
eficaces para poder manejarlos es la respiración (véase el artículo El Arte de la
Respiración). Una respiración profunda acompañada de la pregunta ¿para qué?, es
altamente efectiva. Otro recurso es el manejo del lenguaje (véase artículo La
Importancia del Lenguaje Asertivo). Por ejemplo si yo me siento muy enojado, en
ese momento después de unas tres respiraciones profundas acompañadas del
¿para qué? puedo empezar a decirme “me siento enojado, pero yo puedo manejar
esto” y esto impedirá que la tensión se acumule dentro de mí. También es
recomendable, de alguna manera exteriorizar el sentimiento pidiendo a los que se
encuentran a mi alrededor que me den unos minutos para calmarme y recuperar
mi armonía, ya que estoy enojado o molesto con lo que pasó, de tal manera que
las personas no se sorprenderán si manifiesto un arranque súbito y probablemente
me darán tiempo, ya que les estoy siendo partícipes de mis sentimientos. Esta
comunicación es muy importante, también cuando llevo algo de ese enojo a otro
ambiente como el familiar, si somos capaces de decir “vengo enojado en este
momento, por favor denme unos minutos para relajarme”, seguramente
tendremos una respuesta más favorable, a la que podemos provocar con nuestro
enojo, sin hablarlo y manifestándolo solamente.

Programación Neurolingüística nos dice que todos tenemos los recursos necesarios
a cada momento. Esto quiere decir, que si somos conscientes de esto, somos
capaces de manejar situaciones y sentimientos que nos afectan negativamente.

Ante un enojo que no puedes manejar, haz lo siguiente:

1. Respira profundamente 2 o 3 veces cerrando tus ojos

2. Explora tu cuerpo y date cuenta en qué parte se encuentra básicamente este


enojo, generalmente se encuentra en pecho, plexo solar, o vientre

3. Ahora que lo tienes localizado, ponle un color negro, como si fuera un humo
negro que se instaló en ese lugar

4.- Empieza a respirar profundamente, dándote cuenta cómo va saliendo cada vez
que exhalas

5. Continúa hasta que este sentimiento se haya calmado o desaparecido de tu


cuerpo

6. Ahora siente la tranquilidad y la paz en tu cuerpo por unos segundos y date


cuenta de que tú puedes tener el control sobre tus sentimientos

7. Abre tus ojos y observa al mundo que te rodea desde otro punto de vista más
amable, aceptando el hecho de que ninguna persona puede hacerte enojar

Después de haber hecho este ejercicio, que es muy fácil ya que se puede hacer en
cuestión de pocos minutos, por ejemplo retirándose al baño o a algún lugar donde
puedas estar sólo, regresa a la persona que te hizo enojar y, si es buen momento,
en el que la otra persona esté calmada, dile qué te enojó o enfadó de su actitud o
comentario. Explícale el porqué y probablemente te sorprenderás de la respuesta,
ya que lo más seguro fue que interpretaste mal su actitud y sus motivos, o quizás
ella está arrepentida por haber sido tan intempestiva y agradece la oportunidad de
poder disculparse.

Viaje mental del cambio


Modificar alguna conducta, un hábito o una actitud, es algo a lo que nos resistimos
por que tenemos la creencia que es difícil y lo único que vemos al final del camino
es el fracaso o un esfuerzo exhaustivo que no estamos dispuestos a hacer.

Programación Neurolingüística (PNL) ha analizado los modelos mentales de


personas que sí han logrado cambios significativos en su vida. A través de estas
detalladas observaciones han encontrado que lograr los cambios es realmente
sencillo, siempre y cuando uno esté dispuesto a dirigir la mente, que es la parte
más importante para crear o motivar cualquier cambio en nuestra realidad. Al
intentar realizar cualquier cambio imagina que es como un viaje que vas a
realizar. Inicias en un lugar y terminas en otro y esto requiere de una planeación y
un proceder para no perder el camino.

Los siguientes pasos los debes de seguir concienzudamente sin omitir nada y
lograrás el cambio deseado.

Lo primero que debes hacer para realizar cualquier cambio es darte cuenta en tu
presente cual es tu realidad y qué exactamente quieres cambiar. Si por ejemplo
algo que quieres es dejar de fumar, o dejar de enojarte, (ver artículo El enojo y
sus consecuencias), o comer menos, (ver artículo Estrategia para bajar de peso)
dejar de preocuparte tanto o ser tan nervioso, primero hay que ser consciente de
lo que uno quiere cambiar.

Escoge qué es lo que quieres cambiar en tu presente, en tu aquí y ahora.


Enúncialo con toda claridad para que tu mente sepa por donde debe actuar.

Una vez que hayas escogido lo que quieres cambiar en tu presente, pregúntate
porqué vas a hacer este proceso:
¿Necesitas cambiar?
¿Andas probando a ver qué pasa?
¿Quizá sí funcione?
¿Quieres cambiar?
Las palabras son muy importantes en PNL, de allí viene su nombre Programación
Neurolingüística; la lingüística es vital para nuestra mente y para que entienda
exactamente lo que queremos. Si contestaste que “necesitas” cambiar, pues da la
sensación que esto es forzoso, no por convencimiento. Si “andas probando....”
tampoco harás todo lo posible de tu parte y parece ser que no tendrás mucho que
perder si no lo consigues. Si piensas “quizá funcione”, estás metido en la duda de
sí o no y cuando hay duda lo más seguro es que tampoco le darás la importancia
necesaria. En cambio cuando decimos que “queremos” cambiar eso sí tiene fuerza,
energía y motivación. Usamos el verbo “querer” con situaciones positivas,
deseadas y nuestra mente sabe exactamente cómo hacerle para conseguirte lo
que “quieres”.

Por otro lado si no “quieres” dejar de fumar en realidad, pues este ejercicio no te
servirá de nada. Esto quiere decir que estás a gusto como estás y no hay por qué
hacer un esfuerzo.

Analiza si en verdad te molesta tu estado actual. Pregúntate ¿me molesta seguir


fumando? ¿Afecta mi salud el seguir fumando? En el caso del enojo le recomiendo
que conteste a las siguientes preguntas: ¿quieres seguir gritando por cualquier
cosa? ¿Sientes que estos enojos afectan tu salud? ¿Las personas a tu alrededor
están felices contigo? En el caso de dejar de comer ¿qué recomendaciones te ha
hecho tu médico? ¿Te gusta tu silueta? ¿Qué pasaría si bajaras considerablemente
de peso? Y si tienes algún otro cambio que quieres lograr, elabora preguntas para
ti, para estar seguro que lo “quieres” hacer.

Si sigues en el camino al cambio, te pido que contestes a una pregunta más: ¿es
bueno este cambio para ti? ¿Es ecológico para ti y los que te rodean? (ver artículo
PNL y la Ecología) Si la contestación a todas las preguntas fue sí, podemos
continuar.

Ya estás listo para el viaje del cambio. ¿Qué necesitas para el viaje? ¿Con qué
elementos te vas a ayudar para lograr tu objetivo? Para llegar al otro lado
exitosamente necesitas poner a trabajar los recursosadecuados que harán el
trabajo por ti. Veamos de qué se trata esto.

Si quieres dejar de fumar necesitas uno o varios recursos como por ejemplo: la
decisión, fortaleza, disciplina, valor, convicción, etc.

Si quieres dejar de enojarte necesitarás algún recurso como: control, tolerancia,


decisión, paciencia, amabilidad, sonreír más, relajación, etc.

Si quieres comer menos necesitarás la ayuda de algún recurso como: Aprender a


decir “no”, control, orden, disciplina, valor, etc.

Tú escoges tus recursos que te harán falta para llevar a cabo tu viaje a buen
término.

Ahora mueve tus hombros, brazos, cintura, cuello para relajar un poco la tensión
que puedes estar sintiendo porque vas en camino hacia el cambio. Toma los
recursos que escogiste para tu viaje y toma un par de respiraciones. Comienza a
imaginarte a ti mismo en dos situaciones con tu cambio realizado. Ejemplo: dos
situaciones donde solías fumar y ahora no estás fumando. ¿Qué estás haciendo
con las manos? Imagina ¿Qué les dices a los demás cuando te ven sin cigarro?
¿Cómo te sientes? ¿Te motivan estas escenas? ¿Crees que puedan formar parte de
tu vida? ¿Crees que puedes lograr que estas escenas se conviertan en hábito?

Para verificar si has llegado a tu meta, debes notar algunas diferencias en esta
parte del trayecto:

Tus pensamientos deben de ser más positivos y motivantes que antes

Tu fisiología, postura, gestos, posición de las manos, respiración será diferente


que antes

Tu lenguaje sobre este asunto deberá ser más definido, preciso y convincente
hacia ti y hacia los demás
Tu energía debe estar alta, por la sensación de logro, y también debes
experimentar una sensación de bienestar

Sigue viviendo todas las escenas que quieras con el logro del cambio, visualiza lo
que te rodea, escucha lo que dices y te dicen, cómo te sientes con este cambio
positivo para ti. Pídele a tu mente que así sea. Que te conviertas en esta persona
y que tus recursos estén a tu disposición para que te ayuden a mantenerlo.

Ya recorriste el camino necesario para lograr tu cambio y “quieres” mantenerlo.


Todo cambio requiere un proceso. Ya te diste la oportunidad de realizar estos
sencillos pasos mentales. Felicidades. Ahora necesitas un poco de tiempo y espacio
para que esta nueva programación se fije y se convierta en un hábito. La
repetición de estos pasos mentales con frecuencia (dos o tres veces al día) te
ayudarán para que se instale en ti el cambio. Date cuenta que con un pensamiento
dirigido en la dirección correcta te lleva a la acción y a un resultado. Sin esto, no
sucede nada. Feliz viaje, ahora es hora de abordar el tren del cambio.

La vergüenza y cómo manejarla con


PNL
La mayoría de nosotros poseemos alguna experiencia de vergüenza en nuestro
pasado que no nos agrada compartirla con los demás. La vergüenza ha sido
descrita como "la emoción secreta" o la "emoción escondida".

Cuando la gente siente vergüenza, generalmente también se siente avergonzada


de sentir vergüenza, de modo que no está dispuesta a hablar al respecto, y esto
recae directamente en su auto-estima.

La vergüenza es una respuesta a violar las normas de otra persona. Cuando la


sentimos, generalmente tememos al rechazo o al abandono debido a la trasgresión
de normas externas o imaginarias. Por ejemplo: "meter la pata" al decir algo que
está fuera de lugar y no perdonarse por ello.

La vergüenza es el origen de muchas dificultades personales, especialmente la


conducta "co-dependiente" que se observa en las familias de alcohólicos o
drogadictos. Normalmente, estas situaciones se esconden, volviéndose la persona
cómplice de esta situación, en lugar de afrontarla.

La vergüenza nos alerta que hemos ofendido a otras personas "sin querer", y que
si queremos seguir siendo amigos de ellas, tal vez tengamos que cambiar nuestra
conducta, ya que sus normas son más importantes que las mías, y así nos
sentimos como personas indignas o incapaces. O hay algo en mi vida o en mi
familia que se debe ocultar pues considero, aunque no sea mi culpa, que si las
personas lo llegan a saber me van a rechazar, pues yo no valgo por lo que soy,
sino por lo que el otro piensa de mi. Este problema surge de creer saber lo que el
otro piensa sobre nosotros y que muchas veces o la mayoría es falso. Todo se
gesta en nuestros pensamientos de inseguridad acerca de nuestro proceder y de
nuestra persona con un diálogo interno que constantemente nos está devaluando.

Las experiencias de vergüenza, se forman en nuestra mente normalmente viendo


a las otras personas imponentes, crecidas de tamaño que nos observan fijamente
con desaprobación o con lástima, y así creamos imágenes oscuras y sin
movimiento acerca de hechos que sucedieron o que están por suceder. Por otro
lado nos vemos grotescamente feos, pequeños, deformes, mal vestidos o
indefensos, ante ellas, esto quiere decir: todos nuestros defectos están expuestos
ante los demás, por lo tanto, una recodificación de nuestros pensamientos junto
con el manejo de diálogo interno puede ser de mucha utilidad, para poder pensar
con claridad y sin prejuicios.

La vergüenza se acaba cuando:

- Estás seguro de tus propias normas

- Cuando reconoces las normas de los demás y sabes que tienes normas distintas
bajo las cuales quieres vivir

- No te preocupan las normas de los demás en un plan ecológico

- Cuando reconocemos limitaciones en nosotros mismos y en los demás

- Respetando el mapa de los demás y el nuestro

- Teniendo conciencia si hacemos daño realmente y disculparnos o reparar el daño


con responsabilidad, ya que "nadie en este mundo cumple todas sus normas todo
el tiempo"

- Saber que cuando nos hemos equivocado, esto nos dará la oportunidad de
aprender y corregir.

La vergüenza se genera cuando alguien nos envía reiteradamente el mensaje de


"eres malo", "eres tonto", "no puedes", sin decirnos exactamente qué es lo que no
le gustó y generalmente sin darnos una idea clara de qué podríamos hacer en
lugar de ello, o cómo hacerlo. Todos estos mensajes que aceptamos son dados por
alguna "autoridad" como los padres, maestros, jefes, sacerdotes, etc. Hay que
concientizar que todos hacemos lo mejor que podemos, y que cuando sabemos
más, hacemos mejor.
Alguien que siente vergüenza, lo hace porque fue un aprendiz capaz y rápido en
un ambiente donde se enseñaba la vergüenza, se devaluaba a la persona o se
carecía de incentivos y motivaciones. Ahora esa misma capacidad de aprender
rápidamente, es útil para aprender a tener un sentido de sí mismo diferente,
subiendo así su auto-estima.

En la vergüenza severa es como si la persona tuviera sólo una norma para sí


misma: "Yo debería agradar a los demás".

Para transformar la vergüenza, es esencial reconocer la diferencia entre las


normas de alguna otra persona y las nuestras, y ser muy cuidadosos para decidir
sobre normas útiles para nosotros mismos. Al hacer esto, estamos construyendo
un sentido de sí mismo, o lo que a menudo se llama auto-estima o integridad. Así
empezamos a existir como individuos. Antes, somos una imagen espejo de otras
personas y dependientes de ellas para nuestro sentido de identidad.

El proceso de resolución de la vergüenza con PNL

1.- identifica lo que piensas cuando te sientes avergonzado.

¿Cuándo sientes vergüenza?


¿De qué sientes vergüenza?
¿Cómo es esa imagen?
¿Qué sonidos hay, y cómo son?
¿Cómo es esa sensación?
¿En qué parte de tu cuerpo la sientes?

2.- Cerrando tus ojos: piensa en una ocasión en que violaste una norma pero no
te sentiste avergonzado.

Una situación en que la encaraste de una manera que consideras adecuada. Esta
se llamará tu experiencia de "Recurso".

3.-Fíjate en las diferencias de "codificación" entre tu experiencia de vergüenza y la


de "recursos".

- Observa muy bien con los ojos cerrados, las distintas ubicaciones espaciales (el
lugar espacial en donde piensas en ellas en relación a tu cabeza, puede ser al
frente, a un lado, arriba, abajo, etc. y las diferentes distancias que hay entre ti y
cada una de las situaciones
- Fíjate de que tamaño estás tú, si es que te puedes ver en la escena, en
referencia a las otras personas, o si no te puedes ver, observa el tamaño de los
otros en cada situación

- Fíjate si cada experiencia es una película o una imagen fija; si está a colores o en
blanco y negro, si es nítida u opaca

- Escucha si hay algún sonido en alguna de ellas, y cómo es ese sonido

4.- Transforma la experiencia de "vergüenza" en la de "recurso", cambiando la


codificación de la primera por la codificación de la segunda.

- Al cambiar la ubicación y la distancia de "Vergüenza" a la ubicación y distancia


de "Recurso", a menudo otras diferencias de codificación cambiarán
espontáneamente

- Es importante lograr que todas las personas involucradas, incluyéndote, sean del
mismo tamaño

- Si es conveniente para ti, puedes crear un escudo transparente alrededor tuyo,


de modo que puedas responder a los demás, pero teniendo, al mismo tiempo, una
sensación de estar protegido

5.- Comprueba sensaciones positivas respirando profundamente.

¿Tienes ahora las mismas sensaciones positivas en ambas experiencias?

¿En qué parte de tu cuerpo las sientes?

6.- Evalúa normas.

¿Qué norma violé en la experiencia donde solía tener vergüenza?

¿Esta es una norma que deseo tener para mí, o solo es la norma de otra persona?

Si no quiero esta norma, ¿cuál es la que quiero para mí?

7.- Ajustando a futuro.


Dada la norma que los demás tienen y la norma que deseas para ti, decide cómo
quieres actuar y luego imagínate actuando de acuerdo a tus normas en situaciones
futuras donde podría surgir una diferencia.

La sabiduría para acoger los


pensamientos
El pensamiento es algo inherente al ser humano. Es una capacidad exclusiva de él.
El problema reside en qué tan conscientes estamos de ello.

La capacidad del pensamiento es algo que debemos acrecentar, desarrollar


y disciplinar. Cada vez que un pensamiento nuevo, o idea entre a nuestra mente,
démosle la bienvenida. Ya que esta es la manera en la que el mundo exterior se
manifiesta en nosotros, después de ser filtrado por nuestra corteza cerebral.
¿Cuántas veces nos hemos arrepentido por no acoger una idea con seriedad, o por
una oportunidad que se nos haya ido? ¿Cuántas lamentaciones nos hemos hecho?
El tren pasa una sola vez y de ti depende si te subes o lo dejas pasar, o piensas
que en la “próxima lo tomas”, siendo que a veces ya no hay una “próxima vez”.

Todo lo anterior es por no estar acostumbrados a reflexionar en lo que pensamos


como nos lo propone Programación Neurolingüística. Nuestra capacidad de
pensamiento es infinita (Ver artículo “El arte de pensar y el libre albedrío") y de
nosotros solamente, depende el ejercitar esta capacidad hasta donde queramos.

Los que más cosas han logrado en esta vida son las personas que más han
desarrollado su pensamiento. Y lo curioso es que nosotros ante estas personas nos
sentimos chiquitos, desiguales, nos convertimos en pasivos, nos sentimos
hormigas, diciéndonos “es que él es un sabio”, “yo jamás podría lograr algo así”,
“él sí es digno de admiración”, “no sé cómo le hace”, “él tiene una inteligencia
privilegiada”. ¿Por qué razón podemos apreciar a los demás y sus capacidades y
no nos podemos convencer de que si nos lo proponemos podemos hacer cosas
extraordinarias (más allá de lo ordinario)? ¿Por qué no podemos tener confianza
en nosotros mismos? Simplemente porque estamos acostumbrados a mirar hacia
fuera de nosotros anhelando lo que vemos y sin hacer ningún esfuerzo por
obtenerlo, con una resignación malentendida. El secreto está en ver hacia nuestro
interior donde se encuentran todas nuestras capacidades para poder hacer lo que
queramos. Y desgraciadamente la mayoría de las personas padecen de flojera
mental.

En un mundo en constante movimiento, tener ideas o pensamientos fijos no nos


lleva a ninguna parte. Tendremos una vida “X” con pocos logros y satisfacciones.
Esperando en vano que el mundo nos “dé” algo.
El pensamiento es la energía que nos mueve en la vida. Del tipo de pensamientos
que tengamos dependerá el tipo de vida que tengamos. Las personas que
mantienen pensamientos fijos y rechazan ideas nuevas, no podrán ser muy felices
en sus vidas, pues estarán atadas a ellos, no podrán fluir por la vida libremente.
Serán presos de sus propios pensamientos.

Aristóteles decía: “Una mente educada es capaz de entretener un pensamiento sin


aceptarlo.” Esto significa no rechazar ni enjuiciar un pensamiento o idea sin antes
analizarlo detenidamente.

En base a lo que Programación Neurolngüística nos dice y de lo antes dicho, sobre


el arte del pensar, he aquí una metáfora que nos puede ilustrar cómo desarrollar
este arte. Acordémonos que dentro de Programación Neurolingüística los símbolos
y las metáforas se utilizan constantemente, ya que son excelentes para poder
mostrar ampliamente el significado de algo y poder entenderlo mejor.

Así que partiendo de esto, nosotros somos “anfitriones de ideas”.

¿Y qué es lo que hace un anfitrión?

• Un buen anfitrión, le abre la puerta a su invitado, pero antes de eso,

• Se prepara para poder recibirlo de la mejor manera, dándole la bienvenida.

• Si nuestra casa está desordenada, hacemos limpieza antes de que lleguen


nuestros invitados.

Cuando llega una nueva idea, de la misma manera hay que hacer “limpieza” de
pensamientos viejos y tener un orden mental para crear un ambiente acogedor.
Esto quiere decir que cuando el invitado llega a nuestra casa no lo hacemos
esperar afuera. Le invitamos a pasar, a sentarse, a que se sienta cómodo. Somos
hospitalarios y amables. La misma actitud debemos de tener frente a una idea o
pensamiento nuevo que llega. Si al contrario, lo recibimos con miedo,
incredulidad, escepticismo, o indiferencia, no lograremos que permanezca por
mucho tiempo, no lo podremos conocer y menos analizarlo. Siempre debemos
estar dispuestos a recibir cualquier idea que se nos proponga o que venga a
nuestra mente sin rechazarla o prejuiciarla. Debemos darnos la oportunidad de
conocerla. Nuestra mente es una computadora maravillosa que puede procesar
cualquier información si le damos la oportunidad de hacerlo.

• Un buen anfitrión presenta a su invitado con otras personas.

Esto quiere decir que cuando organizamos una reunión en cuanto van llegando los
invitados, los vamos presentando con todos los demás asistentes para que se
vayan integrando a la fiesta. Las nuevas ideas también deben de ser relacionadas
con otras con las que puedan tener algo en común, así que debemos de hacer una
relación de ideas donde la nueva pueda integrarse con las que ya existen para
establecer conexiones. Hay que darle una oportunidad. Esto es con el fin de crear
opciones nuevas a nuestros objetivos de vida y que puedan surgir cosas
importantes con la unión de todas ellas.

• Un buen anfitrión se asegura de que su invitado se sienta cómodo.

Esto quiere decir que a nuestros invitados les procuramos el mejor sofá, la mejor
vajilla, las mejores copas, la mejor comida y bebida, etc. para que estén a gusto,
así que a una nueva idea que llega, hay que darle el tiempo necesario para que
repose en nuestra mente y si es preciso que desarrolle información adicional para
después poder pulirla. Eso quiere decir que el pensamiento es, un proceso que
necesita su tiempo para madurar, antes de decidir qué hacer con él.

• Un buen anfitrión sabe escuchar a su invitado y le muestra interés.

A un invitado lo sabemos escuchar con atención, le hacemos preguntas con interés


para conocerle mejor y buscamos cosas en común. Esto quiere decir que algo
similar debemos de hacer cuando surge una nueva idea, hay que saberla escuchar
detenidamente, para profundizar en ella, mostrando curiosidad para saber más.
Un buen cuestionamiento (el metamodelo) a base de preguntas inteligentes nos
ayudará a conocerla mejor y darnos cuenta de todo lo que podamos tener en
común y así darle su importancia.

• Un buen anfitrión le concede a su invitado libertad para poder moverse en el


evento.

Así que después de presentarlo con los otros que están presentes, un buen
anfitrión no trata de controlar la dinámica de intercambio entre ellos. Habrá
invitados que se queden pegados a nosotros y quienes circularán solos buscando
gente afín. En una fiesta pueden darse innumerables dinámicas, sobre las cuales
no tenemos control. Solo podemos crear las condiciones para que las personas la
pasen lo mejor posible, como hacer las presentaciones, agregar comentarios, ser
amables, etc. pero debemos dejar que ellas se desenvuelvan libremente. Con los
pensamientos o ideas, después de saber un poco más sobre ellas, podemos
orientarlas en cierta dirección, dejándoles que circulen libremente y establezcan
conexiones espontáneas. Esto quiere decir que no nos aferremos a algo que no
tengamos perfectamente analizado, ya que el mismo pensamiento nos guiará sin
necesidad de forzarlo.

Un buen anfitrión concede una segunda oportunidad cuando el invitado no le


resulta del todo agradable, no lo echa de su casa, sino que por el contrario trata
de ser amable y pasarla de la mejor manera posible.

El buen anfitrión trata de buscar algo positivo en su invitado que lo lleve a cambiar
de opinión para poder apreciarlo mejor. Así con las nuevas ideas debemos de
hacer lo mismo, aunque de entrada no nos agraden, debemos hacer un esfuerzo
para buscarles “su lado bueno” y nunca descartarlas de inicio o crear juicios sin
fundamentos.

Ser buenos anfitriones en nuestro hogar es una señal de respeto, educación,


cordialidad y espíritu amistoso. Ser buenos “anfitriones de ideas” es indicativo de
una mente abierta, creativa y orientada al aprendizaje. Es la mejor receta para
poder descartar los pensamientos que nos hacen daño (no ecológicos) y
desarrollar todos esos que nos nutren. (Ver Ecología y PNL)

Para crecer en nuestro propio desarrollo debemos aprender a entretener un


pensamiento nuevo, tal y como entretenemos a nuestros invitados. Esto puede ser
muy gratificante, porque si las ideas se sienten bien en nuestra mente, no querrán
irse, invitarán a otras nuevas, generarán muchas relaciones, y como resultado,
nuestra creatividad estará de fiesta.

En otras palabras, vuélvete un adicto del buen pensar, esto hará que tu vida sea
más plena, llena de opciones y de energía para caminar siempre hacia delante. Sé
flexible con tu pensamiento y da gracias por este don.

Leer la mente
“Leer la mente” es algo que todos quisiéramos poder hacer y algunos dicen que
pueden en efecto hacerlo. En ocasiones creemos saber lo que el otro piensa, cómo
va a reaccionar, qué va a decidir, qué le gusta o no le gusta, pero la mayor parte
del tiempo fallamos rotundamente.

Sí podemos “leer la mente” en el sentido de que en base a la observación del


lenguaje corporal (ver artículo: Lenguaje Corporal y la PNL) podemos inferir
algunas cosas, también por medio de las claves oculares (ver artículo: Claves
Oculares) darnos cuenta si la persona está visualizando, escuchando o sintiendo lo
que decimos o lo que ella misma dice. Podemos definir si la persona es
principalmente visual, auditiva o kinestésica (ver artículo: Sistemas
Representacionales) si realmente hemos aprendido a agudizar nuestra capacidad
de observación. En cualquiera de estos casos tenemos algo de evidencia para
llegar a una idea parcial sobre una persona específica; tenemos los movimientos
oculares que nos dan algunas pistas y una proyección verbal y no verbal que nos
proporciona algunos indicadores sobre la persona.

Sin embargo, de ninguna manera tenemos toda la información sobre lo que


sucede específicamente en la mente del otro. No es posible “leer la mente” con
exactitud porque somos personas individuales e impredecibles con experiencias
diferentes. Pero la Programación Neurolingüística permite acercarnos a la mente
del otro y mejorar la comunicación.
Programación Neurolingüística (PNL) hace mucho énfasis en cómo funciona el
lenguaje en nuestra comunicación. Emplear las palabras precisas para transmitir
cualquier mensaje es lo que hace a un buen comunicador.

PNL promueve el uso específico del lenguaje para evitar malos entendidos. Es
necesario clarificar la información que desconozco, comprender el significado de
las palabras del otro y conectar el lenguaje con la experiencia.

“Leer la mente” es algo que solemos hacer con mucha frecuencia y en muchas
ocasiones (yo diría, casi en todas) nos lleva a errores enormes. Presumimos saber
lo que el otro piensa sin evidencia de ningún tipo, ya que generalmente nos
basamos en nuestra experiencia y visión del mundo, y no en la del otro. Creemos
que sabemos, creemos que tenemos la verdad, porque operamos con nuestros
conocimientos dudas, temores, sentimientos, creencias que son individuales y rara
vez damos en el clavo. Cuando creemos que leemos la mente estamos adivinando.
La PNL propone en vez de adivinar, por qué no preguntar y averiguar para así
llegar a la verdad.

Algunos ejemplos de lectura mental como: “Sabía que estaba disgustado conmigo,
no me saludó en el super.” (Su amigo es miope y no lo vió.) Pasamos juicio y
además leímos la mente cuando podemos cuestionar con “¿cómo puedes estar
seguro? Tú tampoco lo saludaste, entonces ¿quiere decir lo mismo? ¿Tú estás
enojado con él?

“María bosteza en la reunión, ha de estar aburrida.” (Maria tuvo que cuidar a su


abuelita que está enferma y pasó la noche en vela.) Mejor cuestionar qué le pasa
y así aclarar los bostezos.

“No invites a Jorge a la fiesta, va a decir que no”. ¿Cómo sabes que va a decir que
no? ¿De donde sale tanta seguridad sobre la decisión de otra persona? ¿En qué te
basas para decir que va a decir que no?

El problema más grande de leer la mente, es que creemos que es real. Culpamos
al que no nos saludó y decimos que María es una floja que siempre tiene sueño y
que Jorge es un aguafiestas. Construimos historias falsas en nuestra mente y
algunas pueden llegar a ser dramáticas y, además, después las esparcimos a
nuestro alrededor.

Cuando leemos la mente, casi siempre se trata de algo negativo. Rara vez leemos
la mente en positivo, piénsalo por un momento. Esto también es un peligro para
nuestra propia salud mental ya que nos envenenamos con ideas falsas que
convertimos en verdaderas.

Otro problema con “leer la mente” es que interpretamos el mundo exterior con
nuestro “mapa” (ver artículo: El Mapa Mental y la Realidad) desde nuestro punto
de vista, desde nuestras experiencias y limitaciones y no tomamos en cuenta la
realidad ni las miles de opciones posibles. María puede bostezar por mil razones
que no voy a enumerar, pero da la casualidad que yo sí sé la razón, aunque
apenas conozca a María. Como yo bostezo cuando estoy aburrido, pues lo mismo
sucede con el prójimo. Y este criterio no tiene validez.

La segunda parte sobre “leer la mente” es que como yo puedo leer la mente,
espero que los demás también lean mi mente; es decir, espero que sepan lo que
deseo, qué me pasa, lo que pienso sin necesidad de hablar. Nuestra falta de una
comunicación precisa, fuerza al otro a adivinar o a no darse cuenta de lo que le
pasa a uno. Reacciones como: ¿no te das cuenta cómo estoy? ¡Estoy desesperada
y tú no te das cuenta! Es casi argumentar que no lee alguien la propia mente.
Existen personas menos perceptivas y no por eso están mal, hay que comunicar lo
que nos afecta y nos molesta para poder recibir una respuesta adecuada.

Otro ejemplo más sencillo puede ser: ¿Qué quieres para tu cumpleaños? Y el otro
en vez de contestar amablemente e informar lo que quiere, le responde: “Ya
deberías saber lo que me gusta.” Las personas que usan estos modelos obligan a
los otros a adivinar, a “leer la mente” y a ver si le atinan. Si no acierta entonces se
aprovecha el error para culparlo por tener poco conocimiento del otro, por no
darse cuenta, por no entender, por no interesarse en lo que al otro le gusta, etc. Y
esto puede llevar a disputas muy serias. Para no caer en este juego, lo más
aconsejable desde el punto de vista de PNL es preguntar por segunda vez y si es
necesario una tercera vez para tener una idea clara y veraz de lo que quiere el
otro.

El ser humano es extremadamente complejo y aunque todos tenemos programas


rutinarios instalados, no somos autómatas que siempre funcionamos de la misma
manera y tampoco reaccionamos de la misma manera ante un mismo estímulo.
Somos seres cambiantes y por eso es tan difícil “leer la mente” del otro y que nos
lean la nuestra. Estamos en conflicto si el otro no es capaz de leer la mente,
cuando sería tan fácil comunicar lo que nos pasa. Es más fácil decir lo que uno
desea y de esa manera generar dos opciones, lo obtengo o no lo obtengo, pero no
estoy en el juego de la adivinanza poniendo en juego mi reacción emocional sobre
algo que el otro ni se ha enterado. Por ejemplo: “Me deprimo porque no me trajo
flores, y yo quería flores....” (no fue capaz de leer la mente) y por lo tanto me
enojo, lloro, le reclamo, o me quedo callada y empiezo a acumular rencores de los
cuales el otro ni enterado está. Cuando hubiera sido mucho más fácil pedirlas y
seguramente obtenerlas.

En este mundo donde todo va tan rápido ya no tenemos tiempo de expresarnos


con claridad y con la extensión necesaria. Abreviamos la información y caemos en
la trampa de “imagina lo que falta del mensaje”, lo que no dije. Decimos las cosas
a medias, y nos las dicen a medias. Adivinamos el resto. Aunque desarrollemos
una gran capacidad de observación y percepción, será imposible meterse en la
mente del otro. Suponer que sabemos lo que el otro piensa, o lo que le pasa, es el
error máximo que podemos cometer. Se ha llegado a una flojera mental y verbal
donde ya no preguntamos, quizá por miedo también.

Algunas de las preguntas o impugnaciones que PNL recomienda que hagas y, así
evites leer la mente cuando no tienes toda la información, son:

¿Cómo sabes? (X está enojado, quizá tiene migraña)


¿En qué te basas para decir eso? (Jorge dirá que no)
¿Cómo sabes que sé? (tú sabes lo que quiero)
¿Exactamente qué te pasa? (estoy desesperada)
¿Cómo sabes que una cosa significa otra? (el bostezo = el aburrimiento)
¿Ya le preguntaste? (a Jorge sobre la fiesta)

La PNL propone que aprendamos a aprender y que desaprendamos lo que no nos


ha funcionado en nuestras vidas. Aprender a preguntar es un arte que nos llevará
a una tranquilidad en la comunicación. El preguntar implica un riesgo, nos pueden
decir que “no”. Sin embargo de allí no trasciende a más. El suponer que sé u
obligar al otro a que sepa lo que quiero es un juego mucho más riesgoso que nos
puede llevar a disgustos fuertes.

Por lo tanto “leer la mente” es una actividad con la que debemos tener mucho
cuidado y nos ahorraremos mucha energía si simplemente hacemos la pregunta
adecuada en el momento preciso; y por otro lado si aprendemos a expresarnos
con claridad incluyendo todos los detalles que hemos elaborado mentalmente

Hipnosis y PNL
La hipnosis se ha practicado durante siglos bajo distintos nombres. Desde los
egipcios, sumerios, caldeos, aztecas y mayas, hasta el día de hoy se sigue
practicando la hipnosis con excelentes resultados. En tiempos pasados los
practicantes de hipnosis se les llamaban “brujos”, “curanderos”, “magos”,
“chamanes”, etc. La gente acudía a ellos por sus poderes especiales y por los
conocidos resultados que circulaban de boca en boca.

Existen muchos mitos y engaños sobre lo que es en verdad la hipnosis,


sobre su significado y su potencial. Todavía hay muchas personas que le temen a
esta técnica porque creen que puede ser peligrosa para la salud. Esto es
totalmente falso pues es una de las técnicas más efectivas para lograr mejoría en
la salud a corto plazo.
Otras personas creen que sólo los débiles de mente logran estados de trance. Al
contrario, se necesita concentración, apertura y voluntad para lograr un buen
estado de trance. Es difícil trabajar con bebés, niños y personas con problemas de
atención.

Hay personas que temen participar en esta práctica porque creen que perderán el
control sobre sí mismas. Al perder el control sobre sí mismas temen hacer cosas
en contra de su voluntad. Esto también es falso, la parte inconsciente de nuestra
mente no permitirá que hagas nada que esté en contra de tus valores y principios.
Hay presentadores que hacen un show de sus habilidades para poner a personas
en estado de trance y logra que sus sujetos hagan cosas graciosas, para el público
por supuesto, como decirle a la persona que se va a comer una rica manzana,
cuando tiene una cebolla en la mano y se la come; o le dice a la persona que se
ponga a cantar como un gallo. Desde el punto de vista de Programación
Neurolingüística, este tipo de ejercicios en público van contra la ecología (ver
artículo Ecología y la PNL) pues simplemente ponen al sujeto en ridículo frente al
público y no tienen otro fin más que se luzca el presentador sin ningún beneficio
para el sujeto.

También existe la creencia de que la persona en trance puede quedarse allí y no


despertar. Hay personas que pueden caer en un trance profundo, y de ese estado
pueden pasar al sueño fisiológico, pero en ningún momento nadie se ha quedado
en el estado hipnótico. En ocasiones con pacientes a los cuales se les ayuda con
estados de trance para algún problema de salud, tardan en abrir los ojos y
situarse en el aquí y el ahora porque es muy placentero el estado de trance y
quieren quedarse más tiempo.

Hipnosis o estados de trance, son los diferentes nombres para esta técnica, y
tenemos, afortunadamente, hoy en día mucha más difusión e información sobre el
tema. Las grandes controversias del pasado se van aclarando y día a día se le va
atribuyendo más valores a la práctica de la hipnosis.

Se ha considerado el hipnotismo un campo extraño y misterioso cuando en verdad


todos practicamos los estados de trance a diario. Es algo natural de la mente y es
también como mejor aprendemos. Constantemente estamos en estados alterados
de conciencia y algunos ejemplos son: cuando vemos la televisión, cuando nos
concentramos en algún juego, cuando soñamos despiertos, fantaseamos, cuando
vamos conduciendo a un lugar de rutina, podemos tener la mente en otro lado y
luego nos sorprendemos de cómo llegamos; estuvimos en “automático” con
nuestra fisiología y en trance con nuestra mente. Los niños son expertos para
meterse en estados de trance, sobre todo cuando ven la televisión, no escuchan la
voz de la madre, cuando les cuentas un cuento, están completamente inmersos en
el contenido y se olvidan del mundo externo, eso es estar en estado de trance. Los
niños permanecen en trance 50 por ciento de sus horas de vigilia, por eso son
capaces de almacenar grandes cantidades de información. Por eso es tan
importante inculcarles buenos hábitos pues estos se quedan impresos en su
inconsciente por el resto de sus vidas.

Cuando logramos un buen estado de trance decimos que se están produciendo


ondas Zeta en nuestro cerebro y estas ondas son las que a diario experimentamos
cuando estamos a punto de pasar a las ondas Delta que son las del sueño
profundo. Cuando estamos alerta, estamos produciendo ondas Beta y Alfa, que
son las que experimentamos en la meditación. Hay personas a las que les es muy
fácil llegar a experimentar por un buen lapso de tiempo las ondas Zeta y hay otras
que les cuesta más trabajo mantener estas ondas. Todos, sin embargo, pueden
aprender a mantenerse en estados de trance a voluntad, es cosa de práctica.

Ahora bien, ¿para qué sirven los estados trance? Sirven para eliminar o disminuir
dolores, fortalecer el sistema inmunológico, eliminar enfermedades, para tratar
problemas de la piel es muy efectivo, se puede producir insensibilidad ante un
dolor, quitar migrañas, colitis, y en general cualquier problema de salud.

También sirve para el tratamiento de conductas no deseadas, adicciones, fobias,


ayuda la concentración, a eliminar el estrés y revitalizarse, adquirir mayor
motivación, mejorar la autoestima, aprender con mayor agilidad y si el cliente está
dispuesto y con la apertura necesaria, son increíbles los resultados. El trabajo
principal está en el cliente, el terapeuta simplemente tiene la técnica.

La Programación Neurolingüistica afirma que para que se dé algún cambio en el


exterior, primero tuvo que suceder el cambio en el interior. Con los estados de
trance, se hacen los cambios necesarios en el interior y los resultados pronto se
ven en el exterior. Nada del exterior logrará que cambiemos en el interior si no
movemos las piezas primero en nuestra parte interna. Los estados de trance
permiten llegar a tener una comunicación con el inconsciente, que es la parte
sabia que actúa dentro de nosotros para modificar conductas, patrones de salud,
habilidades, etc. El objetivo de los estados de trance o hipnosis es aprender a
conectarnos más seguido con nuestro inconsciente para nuestro propio beneficio.
Nos da la oportunidad de abrirnos nuevos caminos para modificar los programas
negativos, y mandar mensajes con cargas positivas que nos beneficien.

El gran experto en la práctica de los estados de trance fue Milton Erickson. Él,
rompió con muchos esquemas del pasado y conformó un lenguaje más adecuado
para lograr estos estados alterados de conciencia con muchísimo éxito. Erickson,
el mejor hipnoterapeuta hasta la fecha, usaba un lenguaje impreciso, pausado,
suave, monótono para inducir con mayor rapidez al trance y el objetivo de esta
técnica es distraer el hemisferio izquierdo para poder llegar por el hemisferio
derecho que es más receptivo y potenciar el cerebro para asimilar y recordar
cuanto Milton les decía. Crear sintonía con el paciente fue otra de las novedades
de Erickson. La sintonía eliminaba la resistencia el paciente y de esa manera el
trabajo se hacía con mayor profundidad y rapidez. Erickson debe su fama a su
capacidad de ayudar a personas que estaban completamente desahuciadas y a
personas que no lograban mejoría con la medicina tradicional. El conjunto de las
técnicas de Erickson se llaman el Modelo de Milton

Cuando logramos adentrarnos en un estado de trance, que es con frecuencia,


perdemos la noción de tiempo y espacio. Es decir, que no nos damos cuenta de
cuanto tiempo transcurre y tampoco nos damos cuenta del espacio; el espacio
donde estamos, la posición, el lugar, sino que simplemente estamos como flotando
y las sensaciones corpóreas se pierden. Nos convertimos en mente únicamente y
es una sensación placentera de paz y tranquilidad, sin peso y sin tiempo. Cada
persona experimenta esto de forma diferente; algunos sienten que flotan, otros
que duermen y sueñan, otros que se van al espacio donde no hay gravedad ni
sonidos, y algunos le temen a estas sensaciones que nunca han tenido.

Justo antes de llegar a las ondas Delta es necesario pasar por las Zeta. Les
aconsejo que para aprovechar ese momento, antes de dormir por la noche,
manden algún mensaje beneficioso para ustedes. En el momento de la relajación y
a punto de dormirse se encuentran en el estado Zeta que es cuando el
inconsciente es más receptivo. Manden algún mensaje positivo como por ejemplo:
“duermo profundamente y mi sistema nervioso descansa”, “por la mañana me
levanto con mucha energía”, (si tengo gripa) “mañana me levanto totalmente
saludable”, “cada día me siento mejor”, etc. Es importante recordar que estos
mensajes se deben hacer en “presente, positivo y afirmativo” (ver artículo sobre
Objetivos). Muchas veces nos acostamos con pensamientos negativos como “qué
flojera”, “mañana tengo un día pesadísimo”, “me siento mal” y si uno está
entrando en un estado alterado de conciencia Zeta, ya se mandó el mensaje al
inconsciente y al día siguiente todas estas predicciones se cumplirán. Les
recomiendo que cuiden sus mensajes antes de dormir y verán excelentes
resultados al día siguiente.

El mapa mental y la realidad


En Programación Neurolingüística se le llama “mapa” a la percepción individual y
mental que tiene una persona del mundo. Este mapa mental se conforma a través
de los filtros personales por los cuales cada uno va asimilando el mundo y la
realidad. Me refiero a la educación, la cultura, las creencias, en fin, todas las
experiencias y manera de observar que desarrolla una persona, así como de las
percepciones y sentimientos de sus propias vivencias a través de sus propios
filtros de la realidad. El mapa mental está determinado por la estructura genética
y la historia personal. De ahí que es imposible que dos personas tengan
exactamente la misma percepción ante un mismo hecho.

Muchas veces nos desesperamos, juzgamos, criticamos a los demás ya que


“no entienden”, “no se dan cuenta”, “no les importa”, “no se preocupan”, “no se
conducen como deberían”, “exageran las cosas”, “no les llama la atención”, “se
desviven por tonterías”, “no es posible que hagan eso”, etc. Si nos damos cuenta,
todas estas frases están basadas en juicios que elaboramos acerca de la conducta
de los demás, en base a “mí mapa”, a lo que yo pienso, a lo que yo creo, y no me
doy cuenta de que el otro actúa en base a lo que él piensa y a lo que él cree, que
es totalmente diferente, es decir, respecto a “su mapa”.

Ninguna persona, inclusive mis hermanos, hijos, o padres van a ver y sentir lo
mismo que yo, pues sus filtros del mundo son diferentes ante un mismo hecho.
Todas las mentes piensan según su propio mapa y no del mapa del que tengo
junto. Ante una misma realidad hay diferentes percepciones. Para demostrar esto
les ofrezco un ejemplo muy sencillo. Si en un grupo yo propongo que todos
piensen en un perro, uno pensará en un pastor alemán, otro quizá en un cocker,
otro en un labrador, otro en un dálmata, otro en un salchicha, otro en un
doberman, otro en un perro callejero, etc. ¿Por qué no pensaron en el mismo
perro todos? Porque el que surgió en su mente, es con el que tienen o tuvieron
una experiencia, es decir, es el que está en su mapa mental, en su vivencia.
Simplemente en una familia, la opinión que los hijos tienen de un acontecimiento
familiar, de su padre o de su madre o de tal hermano es diferente, pues el modo
de vivirlo, sentirlo y relacionarse con él en ese momento varía de una persona a
otra.

Por eso Programación Neurolingüística nos dice que “El Mapa no es el Territorio”,
esto es, que el Territorio es la realidad escueta y completa, y el mapa es el modo
personal de captarla. En el ejemplo del elefante se puede entender esto. Si en
medio de un salón ponen un elefante, y para las personas sentadas alrededor es la
primera vez que ven ese animal, las que están al frente dirán que un elefante es
un animal alto con dos ojos, dos orejas enormes, una trompa, dos colmillos y dos
patas. La personas que lo ven lateralmente no estarán de acuerdo, Ellas
sostendrán que un elefante es un animal largo y grande, con una trompa, dos
patas, pero que solo tiene una oreja, un ojo, un colmillo y una colita peluda atrás.
Las personas que lo tiene por atrás, alegarán que un elefante es una cosa con dos
ancas enormes, una colita peluda y dos patas, pero que ni es largo, ni tiene ojos,
ni colmillos, ni orejas y mucho menos una trompa. Y si cada uno sostiene su punto
de vista, nunca se podrán poner de acuerdo sobre lo que realmente es un
elefante.

Éste es un ejemplo sencillo de cómo nosotros y la humanidad vamos por el mundo


pensando que mi verdad es la absoluta, y no aceptamos la parte de la realidad del
otro que nos falta. Esto nos lleva a divorcios, injusticias, egoísmos y hasta
declaraciones de guerra. ¿Cómo hacer que el mundo árabe y el occidental lleguen
a una sana convivencia, si no están dispuestos a ver el mapa del otro? ¿Cómo
entender a un homicida, o a un ladrón, y en nuestra vida diaria al mentiroso, al
egoísta, al chismoso, al perfeccionista, al metiche, al agresivo, al majadero, etc.?

Programación Neurongüística nos dice que cada quien actúa según su mapa
mental, por lo tanto todas estas conductas son efecto de algo que las dispara. Son
conductas aprendidas, creencias instaladas, modos y estilos de vida vivenciados
diferente, y siempre hay una razón interna para proceder, pensar, y sentir ante la
realidad que no va a ser igual que a nadie.

Así que el mundo interno es la obra de su autor y cada “universo” es único y


personal, o sea, cada persona tiene su propio e individual mapa mental del mundo
y hay una indiscutible diferencia entre la realidad y la experiencia que el
organismo tiene de ella. Los seres humanos construimos nuestros modelos
mentales del mundo, el mapa con el cual vamos a transitar por él a través de
programas neuro-lingüísticos. Lo único que nos conforma son nuestras vivencias.
PNL nos dice que ningún mapa individual del mundo es más real o verdadero que
otro. Y el objeto de PNL es el de permitir a cada persona adquirir un modelo del
mundo que le sirva para obtener lo que es importante en su vida. Un modelo
ecológico (ver artículo de Ecología y PNL). Cuantas más rutas u opciones ofrezca
nuestro mapa, más oportunidades tendremos de conseguir nuestros objetivos y
esto sólo se logrará a través del arte del cuestionamiento interno y la aceptación
de los demás.

Así que antes de enjuiciar, enojarnos, deprimirnos ante la conducta ajena,


pensemos que el otro tiene un mapa diferente al mío y según éste, él actúa.
Vayamos dándole la vuelta al elefante para ampliar nuestro mapa del mundo, para
ampliar nuestra mente, ya que la mejor manera de aprender es a través del
conocimiento del otro y esto sólo se logra con una buena comunicación. Yo estoy
bien, pero el otro también. Cada uno responde a su propio mapa mental. Yo me
enriquezco y amplío mi mapa a través del otro. Voy a averiguar y aprender de las
diferencias, así crearemos más opciones y aprenderemos a respetar a los demás.

Así, cada uno de nosotros va construyendo, más o menos conscientemente, su


propio mapa de la realidad y a éste acudimos cuando el entorno en el que nos
movemos demanda una acción o algún tipo de respuesta de nuestra parte. Pero
un mapa no es la realidad, como un retrato no es la persona que representa en sí,
es solo una imagen de ella.

Los mapas se pueden completar con nuevos datos, se pueden corregir generando
opciones nuevas, se pueden abrir a nuevas posibilidades más enriquecedoras de
interpretar e interactuar con el mundo real. Esto terminará con el estrés, los
corajes, los enojos, etc. y redundará en una mejor salud ya que aprenderemos a
ser flexibles y a no crear falsas expectativas.

Intención positiva
Existe un presupuesto en Programación Neurolingüística (PNL) que dice: “Toda
conducta tiene una intención positiva.” Los presupuestos dentro de PNL se refieren
a una serie de afirmaciones que se dan por supuestas, fueron elaboradas por los
fundadores de la PNL.

Entonces, “Toda conducta tiene una intención positiva” se refiere a que no importa
cual sea la conducta, detrás de ella hay una intención positiva para el que la lleva
a cabo. Cada persona realiza siempre la mejor conducta posible en función a los
datos de los que dispone dentro de su individualidad, sus creencias (ver artículo:
Las creencias y la realidad), valores, principios, hábitos, experiencias, educación,
etc.

Hay conductas que claramente podemos entender la intención positiva. Un hombre


que sale a trabajar diario 8 horas, seguramente tendrá la intención de mantener a
su familia, comprar una casa, coche, etc. Hacer ejercicio diario es una conducta
“positiva” y puede haber distintas intenciones positivas detrás como bajar de peso,
verse mejor, fortalecer la fibra muscular, estimular el corazón, o simplemente por
una mejor salud. Es fácil comprender la intención positiva con conductas
“positivas”. Sin embargo también hay conductas “negativas” que también tienen
una intención positiva detrás.

Veamos algunos ejemplos. Seguramente muchos de nuestros lectores habrán


cometido el acto de copiar en un examen en la escuela. Ya sabemos que copiar
está mal, sin embargo, en ese momento fue nuestra mejor opción para lograr
nuestra intención positiva de pasar el examen y evitar un castigo.

Una persona mayor que sufría de migrañas y que acudió a terapia, descubrió que
de niño lograba muchas cosas con sus migrañas como juguetes, dulces y atención.
Había una intención positiva detrás de la migraña. Sin embargo como adulto de 40
años ya no era operante la migraña porque necesitaba trabajar y seguir con su
vida con o sin migraña. Ahora la sufría. Este es un ejemplo de cómo puede
permanecer una conducta y la intención positiva inicial deja de serlo. Al darse
cuenta de esto en la terapia, fue relativamente fácil erradicar la migraña de la vida
de esta persona.

Veamos otras conductas. La obesidad, en algunos casos, es un mecanismo de


defensa y protección, sobre todo en mujeres. Al verse gordas y no atractivas,
alejan a los hombres y logran su intención positiva de no involucrarse, pues son
inseguras y no desean una relación.

No salir de la casa por miedo, durante una larga temporada, puede parecer
obsesivo o incluso tonto para algunas personas, sin embargo, la intención positiva
detrás es protegerse del mundo externo que la amenaza en forma real o
imaginaria. Por lo tanto la conducta absurda, para algunos, es valiosa para esa
persona.

Es difícil creer que conductas como tomar droga, robar, matar, golpear puedan
tener una intención positiva y la tienen si lo pensamos con detenimiento. La
persona que toma droga la toma porque algo bueno le reporta a ella misma. En
ningún momento estamos diciendo que estas conductas “negativas” estén bien o
que sean admisibles. Es importante recordar que no son “ecológicas” (ver artículo:
Ecología y PNL) ni para el actor ni para su ambiente. Existe la intención positiva
por supuesto, porque así actuamos por la vida. Buscamos nuestro placer,
bienestar y protección, pero si al hacerlo afectamos nuestro entorno
negativamente, eso ya no es ecológico dentro de la PNL ni en ninguna sociedad.

Incluso el suicidio tiene su intención positiva. La persona que decide suicidarse es


porque ya intentó con otras opciones dentro de sus propios recursos de no
suicidarse. Las alternativas se le terminaron. Cuando no hay otra salida dentro de
su propia estructura, cuando se acaban los recursos propios, las personas recurren
a la única salida que ven y esa puede ser su propia muerte. Antes de revelar un
secreto militar, prefieren suicidarse....antes de verse en la cárcel por fraudes
cometidos, prefieren terminar con su vida, eso es más llevadero para ellos que
sufrir una tortura o verse sometidos.

Por lo tanto vemos que la intención positiva tiene como objetivo algún beneficio
para sí mismo. En muchas ocasiones podemos no entender las conductas de otras
personas y es fácil calificarlas y juzgarlas sin el conocimiento de qué hay detrás de
esa conducta. Cuando alguien ejerce una conducta “negativa” desde nuestro punto
de vista quiere decir que esa persona está librando una lucha interna por
encontrar alguna forma de sentirse bien o de protegerse.

La PNL ofrece por un lado respetar la intención positiva que siempre es valiosa y
ayudar al paciente a cambiar la conducta. Ayudar al paciente a buscar otra
conducta que le provea de la misma intención positiva para que el cambio sea más
fácil y más útil. Querer cambiar la conducta sin respetar la intención positiva sólo
crea resistencia y será inútil intentar cualquier modificación.

Es importante también decir que las enfermedades tienen su intención positiva.


Debemos tomar en cuenta que esta intención positiva en muchas ocasiones es
inconsciente, no nos damos cuenta cual es o si acaso tenemos una. Como la
persona con su migraña que mencionamos anteriormente. No era consciente del
uso que le dio a la migraña y por eso continuó con ella hasta la etapa adulta. Al
darse cuenta que ya no le servía, pudo liberarse de ese dolor.

La PNL es tomar conciencia. Es darse cuenta qué está sucediendo en nuestro


interior, cuáles son los caminos de nuestros pensamientos que forman nuestras
conductas y emociones y tratar de entender que la conducta del vecino tiene
también una intención positiva detrás.

Las creencias y la realidad


Cada uno de nosotros tiene una serie de creencias personales adquiridas a lo largo
de nuestra vida.

Las creencias no se basan en un sistema de ideas lógicas. Su función no es


coincidir con la realidad. Recuerden que la mente no sabe lo que es real y lo que
no es real, sino que nosotros le decimos e implantamos las creencias que forman
una parte esencial de nuestra estructura mental. Por lo tanto las creencias
funcionan como la fe; no hay un sustento concreto que las compruebe, son
generalizaciones mentales a las cuales les damos el poder de convertir en realidad
lo que no se ve. Las creencias se pueden instalar por medio del aprendizaje o por
alguna vivencia.

Cuando tenemos una creencia instalada, actuamos como si fuera verdad y


eso nos da mucha fuerza para sacar los recursos necesarios para llevarla a cabo y
así comprobamos nuestra creencia.

Detrás de cada una de nuestras estructuras mentales, hay una creencia. Algunos
ejemplos cotidianos y muy sencillos son: te lavas los dientes porque crees que es
bueno; fumas porque crees que te tranquiliza; tomas un café porque crees que te
despierta; no tomas vino tinto porque crees que te da dolor de cabeza (si así
fuera, toda Europa tendría dolor de cabeza). Nuestras creencias varían en
intensidad y nuestras creencias dan sentido a nuestro mundo y nuestra forma de
ser porque son ellas las que nos motivan (y también nos desmotivan, si son
limitantes).

¿Cómo se instala una creencia?

Cuando nos desarrollamos en el mundo, desde chiquitos filtramos lo que vemos, lo


que escuchamos y lo que sentimos hacia nuestra memoria y hacia nuestro
inconsciente. Filtramos cada evento de una forma especial y los reproducimos
también de una forma especial. Reproducimos la información según nuestros
filtros que están basados en nuestros sentidos y experiencias. Un bebé no tiene
grandes experiencias, por lo tanto filtra principalmente a través de los sentidos y
las empieza a grabar y a acumular las creencias de sus padres, en una forma
específica para él.

¿Cuándo escuchaste la palabra catarro por primera vez? ¿No te acuerdas?


Seguramente porque fue a temprana edad. De chiquito te dijeron:

Si te mojas te da catarro
Si no te pones el sweater, te da catarro
Si te da una corriente de aire, te da catarro
Si saludas a alguien con catarro, te da catarro
Si andas descalzo, te da catarro.etc. etc....

En primera instancia como niño no le dimos crédito a la predicción de mamá, sin


embargo, un día que estaba descalzo, efectivamente me dio catarro y mi mente lo
grabó. Comprobamos que en realidad sucede y entonces la convertimos en una
creencia. Y luego quizá también me sucedió que cuando me enfrío, me da catarro.
Yo no recuerdo cuando se instaló esta información, yo simplemente tengo esa
información en mi inconsciente y funciono de acuerdo a ella.

Se repite el mensaje, se repite el mensaje, un día se me concede, me lo creo, lo


grabo y lo convierto en mi realidad y mi verdad. Es mi ley. Y mi ley siempre
funciona y está a mi disposición.

Las creencias las construimos todo el tiempo y también las modificamos. Por
ejemplo la creencia de que Santa Claus existe, seguramente ya la cambiamos.
Estaríamos mal si no pudiéramos cambiar creencias. Algunos pensarán que es
malo andar descalzo y que se enferman, otros pensarán que no sólo es agradable
andar descalzo, y lo disfrutan, sino que además ya rompieron con la creencia
negativa.

Las creencias se convierten en verdades. Las creencias de salud son muy fuertes y
funcionan por la fuerza que les otorgamos. Si mi mamá sufrió de migrañas, yo
seguramente también las tendré, si mi papá fue calvo, ese es mi destino, a los
cuarenta necesitaré anteojos inevitablemente igual que mi madre, etc. Actuamos
como si fuera verdad y por eso se manifiestan estos síntomas.

Hay experimentos médicos publicados en los que se usaron placebos con un grupo
de pacientes y medicamentos reales con otro grupo. Al grupo de los placebos se
les dijo que era el último grito de la ciencia y lo mejor que había en la actualidad.
Los resultados fueron asombrosos, el grupo con placebos mejoró
considerablemente en comparación el grupo que tomó los medicamentos reales y
que no se le dijo nada espectacular del medicamento, ni de la mejoría. Este es un
ejemplo de las creencias en acción.
Otro experimento que también está registrado fue con enfermos de cáncer. A un
grupo se le dio quimioterapia normal y al otro quimioterapia con placebos. Los dos
grupos perdieron el cabello. Es otra prueba de la fuerza de las creencias.

Cada quien tiene su sistema de creencias. Creencias con respecto a la familia, con
respecto al trabajo, la salud, la alimentación, el sueño, la herencia, etc.. Las
creencias positivas son permisos que actúan sobre nuestras capacidades. Las
creencias negativas o limitativas nos frenan y no encontramos las capacidades.

Ya saben lo que dicen: "Si crees que puedes, puedes y crees que no puedes, no
podrás." Así de sencillo. Es bueno analizar cuales creencias son útiles en mi vida y
cuales no. Darme cuenta cuales no son funcionales para cambiarlas o desecharlas.
Es importante cuidar cuales creencias estoy aceptando en mi vida, pues me
afectan directamente. Y también cuidar que creencias estoy implantando en otros,
como en niños, pues se regirán por ellas.

Comparte en la parte de comentarios tanto tus creencias motivantes como las


limitantes para que juntos aprendamos más de las creencias y de la PNL. Nuestra
capacidad para creer en ideas sin lógica es enorme, pero primero hay que
reconocerla.

Educa tu mente
Como ya hemos dicho antes, Programación Neurolingüística se ocupa de conocer y
reconocer cómo filtramos nuestras experiencias a través de los sentidos (Artículo:
Sistemas Representacionales). Toda nuestra vida hemos aprendido, memorizado,
recordado, por medio de la vista, el oído, el gusto, el tacto y olfato. Nuestras
experiencias están archivadas con diversas combinaciones de estas modalidades.
Cada experiencia que tenemos la filtramos de una forma específica y única. Por lo
tanto estamos codificando información y luego la guardamos.

Además de codificar la información con la modalidad de los sentidos, los


enriquecemos al incluir matices específicos a cada modalidad. Es decir, si una
modalidad es visual, pues yo le puedo agregar más luz a esa imagen visual o
puedo poner una luz opaca, o quizá una luz con algún color. Si la codificación fue
esencialmente auditiva pues puedo tener un volumen alto o bajo, el sonido puede
ser agudo o puede ser armónico. Dependiendo de cómo lo esté codificando mi
mente. Si el recuerdo es táctil puedo tener la experiencia de algo áspero o algo
muy caliente. Y así las modalidades que experimentamos las acompañamos con
matices y detalles y cada una tiene un lugar específico en nuestra memoria.

Ahora veamos para qué nos puede servir tener esta información. Tomemos en
cuenta que las modalidades (captar por medio de los sentidos) es la forma cómo
aprendemos o recibimos información sin poderlo cambiar. Lo que sí es optativo
son los matices y detalles que le agregamos a las modalidades. A estos matices le
llamamos submodalidades y éstas las podemos alterar para nuestro beneficio. No
es lo mismo ver una imagen agradable para nosotros con mucha luz y colores
brillantes que ver un monstruo con mucha luz y colores brillantes. La respuesta y
reacción en nosotros, será totalmente diferente. Y esta respuesta provoca una
emoción positiva o negativa. Además, si le agregamos tamaño, pues será de
mayor impacto la imagen agradable, así como, lo será la imagen desagradable.

Un recuerdo gustativo de alguna comida deliciosa, seguramente podremos oler el


aroma que despide y salivar, y la disfrutamos. Sin embargo si hablamos de algún
platillo que nos disgusta, seguimos oliendo su aroma y no vamos a salivar sino
que la respuesta será de disgusto total, incluso de naúsea.

Y así podemos pasar por todos los sentidos y hacer estos ejercicios. Lo que nos
propone Programación Neurolingüística es que tenemos la oportunidad de primero,
darnos cuenta cómo exactamente codificamos y en segundo lugar podemos
cambiar las submodalidades que nos molestan y cambiarlas. Si logro cambiar los
matices, puedo aminorar la respuesta negativa en mis emociones. El problema no
es tanto el monstruo, sino cómo lo percibo y cómo lo codifico. Si al monstruo le
pongo colores pastel, lo alejo de mi campo visual, le bajo la brillantez, y le pongo
música rock, pues se convertirá en un monstruo amigable y entonces el resultado
en mis emociones y sensaciones será completamente diferente que antes que me
daba miedo. Le propongo que haga la prueba en este momento con el monstruo o
con alguna cosa a la que le tenga miedo.

La televisión y el cine trabajan muchísimo con submodalidades. Si quieren que


tengamos miedo pues el monstruo aparece grande, cerca y brillante y en otros
casos no lo muestran completamente para que uno rellene los detalles faltantes
con nuestra propia imaginación.

Nuestra mente es como una cámara de cine que está sacando películas
continuamente y las está guardando. Hay personas que tienen recuerdos tan
negativos en su memoria que cada vez que los sacan se ponen mal otra vez,
aunque el evento haya sucedido de hace cinco años. Nuestra mente tiene la
capacidad de reproducir nuestros recuerdos como si fueran reales otra vez.
Si mi recuerdo negativo tiene un volumen muy alto y agudo, se puede bajar el
volumen y eliminar la parte aguda conscientemente y sustituirla por otro sonido
que sea agradable o simplemente que no nos afecte negativamente.

Al cambiar las submodalidades cambiamos nuestra forma de codificar información


y así entrenamos a nuestra mente a recordar el evento en una forma diferente. Si
quitamos y sustituimos los matices que nos afectan por otros más neutros,
tendremos la posibilidad de recordar sin dolor, sin angustia y sin miedo.
El aprovechamiento de las submodalidades también se pueden utilizar, no sólo en
el tiempo pasado y para recuerdos, sino que también para el tiempo presente. El
tráfico resulta que es tensionante y negativo para muchas personas. Si nos damos
cuenta qué nos decimos (ver Artículo: Lenguaje Asertivo) y cómo codificamos la
experiencia de estar en el tráfico podemos modificar alguna submodalidad. Aquí
podemos aprovechar la creatividad que cada quien tenga. Ante el tráfico podemos
ir cantando ópera, o alguna canción que nos guste y pensar que el tráfico fluye al
mismo ritmo. Aprovechar el tiempo en el tráfico para ejercitar mi memoria y
recordar canciones, tomarlo como mi espacio musical. O podría ser mi espacio
para organizar mi día mientras allá afuera los demás se estresan y se enojan.
Tener en cuenta que el enojarme y estresarme no logrará que llegue antes a mi
destino.

El manejo de las submodalidades es ecológico, ya que no van en contra de la ética


o libertad personal, sino que proveen nuevas rutas y opciones a las posibilidades
ya existentes. Cada uno de nosotros tendrá la decisión de continuar con sus
programas antiguos o, podrá innovar los nuevos códigos cuando lo desee y de esa
manera convertirse en el director de sus películas mentales.

La naturaleza de las excusas


inconscientes
Las excusas son seductoras, tienen un poder de persuasión tremendo,
principalmente sobre nosotros mismos ya que ofrecen justo lo que queremos,
cuando lo queremos. Las excusas tienen una variedad tan grande que sería
prácticamente imposible cubrirlas si no es en un libro completo, así que veamos
cómo funcionan las excusas inconscientes.

Probablemente el mayor poder de las excusas inconscientes reside,


precisamente, en que son inconscientes y por lo tanto no parecen excusas, sino
razones bien fundadas e incluso naturales. Antes que nada hay que comprender
bien a fondo la naturaleza de las excusas, o justificaciones, cómo es que
funcionan, cómo las creamos y finalmente, cómo las creemos sin pensar que en
realidad se trata de excusas.

Las excusas no vienen de una parte malintencionada de nuestro cerebro, en


realidad son un resultado bastante natural de nuestra capacidad racional. Es un
mecanismo de defensa. ¿Hay algo que no te gusta? Trata de mantenerte alejado.
¿Hay que hacer cosas que te parecen molestas, cansadas o aburridas? No las
hagas. En realidad no parece muy complicado, si nos dijeran que hay algo que
hacer que nos gusta, aunque tengamos mucho trabajo o estemos cansados, si
podemos hacerlo lo haremos, pero en la misma situación, otras actividades nada
atractivas nos parecerán inadmisibles si no es que imposibles. He ahí la magia de
las excusas, en realidad nos protegen de lo que no nos gusta, ya que no
encontramos un sentido para hacerlo y es un proceso racional normal, aunque no
es muy sencillo, si lo fuera, las excusas no nos funcionarían. El problema aquí,
sería ¿qué tan frecuentemente encuentro “peros” o me excuso ante algo que se
me presenta?

También hay que entender que el mecanismo de las excusas no se refiere a un


mecanismo de razones torcidas y falsas, pueden existir excusas válidas, que serían
razones y que estén orientadas en nuestro beneficio: “no puedo ir al cine porque
tengo que hacer ejercicio”. Aunque en realidad son las menos de las ocasiones. No
sólo hay excusas válidas, sino hay excusas inteligentes, que pueden ser peligrosas
por lo mismo y hay excusas que podemos llamar simplemente estúpidas: “¿por
qué?, ¡por que sí!”) Muchas veces al pensar seriamente en ellas nos pueden hasta
dar risa, o parecer absurdas.

Para podernos dar cuenta de las excusas inconscientes que utilizamos tenemos
que empezar por aceptar que tenemos una maquinita de excusas, que es en
realidad nuestra capacidad racional. Muchas personas muy inteligentes pueden
tener problemas para detectar sus excusas pues están tan bien construidas que
son difíciles de detectar. Así que empecemos por aceptar nuestra propia capacidad
para “defendernos”, para generar excusas como el que más y ya no engañarnos a
nosotros mismos. Es muy importante distinguir excusas de razones, y para esto
debemos pensar sobre lo que decimos, sobre todo en nuestro diálogo interno.

Hay personas, aunque algunos lo pondrán en duda, que se levantan a las seis de
la mañana para ir a hacer ejercicio. ¿Cómo es eso? A esas horas el reino de las
excusas domina la mente de la mayoría. En realidad es muy simple, esas personas
pueden ver esa actividad desde un marco de pensamiento donde la actividad es
agradable, o brinda satisfacción, o incluso pueden ver los resultados que ofrece,
de ahí que no se presenten excusas en medio de la somnolencia y confusión del
despertar a esas horas de la madrugada, ya que tienen un sentido bueno para
hacerlo. Hay que entender que nuestra mente funciona con marcos de
pensamiento, y un marco puede estar dentro de otro, formando un complejo
sistema de niveles de pensamiento en el que uno mismo ya no sabe qué quiere.
Imaginemos una persona con un marco de pensamiento en el que hacer ejercicio
es conveniente, principalmente para la salud. Pero ese marco está dentro de otro,
en un nivel inferior a otro que tiene programado que hacer ejercicio es
desagradable. Ahora, por encima de ellos hay otro nivel en el que podemos
encontrar que las excusas son malas, son herramientas de flojos y mediocres.
¿Quién usa excusas? Yo no, y tú tampoco… no utilizamos excusas, son razones.
Por eso mismo, porque las excusas son negadas por las cualidades que les hemos
atribuido, entonces la mente necesita colocar una barrera a la conciencia para no
que pueda ver los niveles o marcos de pensamiento superiores. Ahí reside la
magia y fuerza de las excusas, en la negación de las mismas. Ya Baudelaire había
dicho que la mejor estratagema del diablo consistía en hacer creer a todos que no
existía. Pues bien, igual estrategia tienen las excusas, en cuanto pensamos que no
existen empiezan a funcionar.

¿Cómo me deshago de mis excusas?

Para eliminar el auto sabotaje que representan las excusas inconscientes hay
primero que identificar bien el programa que hemos generado de excusas,
descubrir que tan sofisticados hemos llegado a ser en el arte de tomarnos el pelo a
nosotros mismos. Aquí hay una técnica de PNL que puede ayudarte a deshacerte
de tus excusas inconscientes.

1. Identifica un resultado deseado


Tal vez quieras cambiar tu tipo de vida, comer sanamente, hacer deporte, ser más
productivo, cualquier cosa que desees y sepas que es bueno para ti. Algo que sirva
para mejorar y ser mejor, en el sentido que prefieras. ¿Ya lo tienes? Pues bien,
ahora represéntate a ti mismo alcanzando tu meta, siéntelo a detalle, visualiza el
logro obtenido, y qué te estás diciendo aquí con tu meta alcanzada.

2. Salte de la escena y reflexiona acerca de las excusas o tus “peros”


Ahora piensa por qué no lo has logrado, cuál es la razón por la que no lo has
hecho, deja que tu mente te de todas las excusas o razones necesarias para no
hacerlo. Si te preguntas ¿qué te detiene? ¿Por qué es tan difícil? ¿Qué tan
importante es para mi el alcanzarlo y cual sería el beneficio? Te será más fácil
encontrar las excusas que están limitándote, busca esas “razones” y evalúa cuáles
son reales y cuáles son sólo excusas. ¿Está en mis manos resolver el problema?
¿Qué tendría que hacer? ¿Quiero realmente lograrlo?

3. Analiza (las excusas) tus respuestas a estas dos últimas preguntas.


(Aléjate de la escena, no te identifiques con los logros y observa los mecanismos
de las excusas.) Evalúa todo lo que sientas y te venga a la cabeza, haz un
esfuerzo por detectar hasta las ideas que estén en el borde la conciencia. ¿Son tus
excusas buenas? Si tienes una solución para lograr tu objetivo, y no dependes de
nadie en especial, ¿cuándo lo iniciarías? ¿Qué sientes cuando usas excusas para
cosas que realmente te convienen y date cuenta ahora de que sí puedes
realizarlo?

4. Acepta tu capacidad para excusarte y tu capacidad para darte cuenta de ello


y resolverlo.
Si en el punto pasado nada sucedía, o no sabes bien qué pensar pero no te gusta
es probable que todavía no aceptes tu capacidad para generar y usar excusas.
Piensa que en realidad es bastante natural, es un sistema de defensa contra lo
desagradable o incluso doloroso. También piensa que lo mejor es descubrir las
excusas más que excusarse de hacerlo. (Cuidado porque sí existen excusas de las
excusas). No pienses si está bien o mal, trata de ser imparcial, como un
investigador o un científico, no vas a juzgar sino vas a aprender de ti mismo y del
programa de excusas. Trata de desmenuzar el sistema de excusas, de encontrar
sus mecanismos y conocerlos bien para que no te tomen desprevenido.

Ahora relájate, cierra tus ojos y piensa en tu excusa o excusas y visualízalas. Date
cuenta qué tan válidas son. Si consideras que no valen la pena, respira profundo,
y cada vez que exhales mueve esas imágenes lejos de ti, poco a poco hasta que
desaparezcan o casi no las puedas percibir.

Ahora tu espacio está libre de ellas. Retoma y visualiza en este momento la


imagen tuya con tu meta ya alcanzada. Respira profundo e instálala enfrente de ti
a una distancia adecuada, donde te sientas motivado y satisfecho de saber que la
puedes lograr.

5. Evalúa tu sistema de excusas y aprende de ellas


Como habrás visto, tu mente ya tenía un sistema funcionando sin que lo notaras,
¡asombroso! Tu mejor herramienta al final del proceso es evaluar las excusas con
una honestidad que pueda estar por encima de ellas, una honestidad que sea
funcional. La intención no es sentirse mal, mucho menos castigarse, la honestidad
debe servir para saber qué excusas pueden funcionar, cuáles no, y cuáles hay que
ajustar. Sin este paso final nada de lo anterior sirve, procura cuestionarte siempre
tus razones, una mente autocrítica es la mejor aliada en contra de las excusas
inconscientes.

Las excusas inconscientes pueden ser un auto sabotaje que trae frustración y
limitan tu verdadero desarrollo vital. Con esta técnica de PNL puedes luchar contra
ellas y tomar el control de tu mente y tu vida. Recuerda de practicarlo de cuando
en cuando, principalmente cuando no estés logrando algo que quieres. Una parte
muy importante es jugar con tus excusas, seguirles el juego hasta ver si
realmente se trata de excusas injustificadas, y si lo son, trabajarlas para que
dejen de serlo. Nunca hay que denunciarlas y satanizarlas por ser excusas, esto
sólo logrará que tu mente intente ocultarte que son excusas. Cuando descubras
una excusa, trata a tu mente como si fuera un niño, simplemente muéstrale el
camino correcto sin demasiado alboroto, como si su excusa fuera un juego en el
que se distrae y un reto a vencer para mejorar tu calidad de vida.
El Cerebro y la Mente
El cerebro tal y como lo conocemos es un órgano más del cuerpo al igual que el
corazón, los pulmones, el hígado, el estómago, etc. Su mayor función es la de
controlar y manejar todos los sistemas del cuerpo, aquí es donde se rigen todas
nuestras funciones. Este órgano es tan importante que está perfectamente
protegido por el cráneo, que lo envuelve totalmente dejando solo unos pequeñas
orificios que corresponden a los globos oculares, las fosas nasales, el conducto
auditivo y la boca, donde residen cuatro de nuestros sentidos, la vista, el olfato, la
audición y el gusto, ya que el quinto sería el tacto que corresponde a la piel. De
ahí su importancia. Como cualquier órgano, el cerebro necesita ejercitarse, es
decir mantenerlo en movimiento, haciendo que haya una actividad neuronal
adecuada para mantenerlo sano.

Aquí es donde reside la gran diferencia del cerebro humano con el de los demás
seres vivientes. Éste se ha venido desarrollando cada vez más y la expectativa de
su capacidad de desarrollo no termina. Pesando solamente alrededor de 400 grs.
en un adulto, es el órgano más complicado del cuerpo humano. Tiene la apariencia
de una nuez gigante y es tan suave como una gelatina. Está formado por células
llamadas neuronas que son las que forman la llamada “materia gris”. Cada
neurona es como una pequeñísima computadora pero mucho más perfecta. En un
adulto hay cerca de 100 mil millones de éstas; para tener una comparación, esto
es mucho más que el número de estrellas que hay en la Vía Láctea y equivale en
letras, a unos 20 millones de libros de 500 páginas cada uno, es decir todos los
textos de todas las bibliotecas de la Tierra. Las neuronas están conectadas entre sí
y son las responsables de todas las funciones mentales. Todas las emociones
humanas que viajan al cerebro a través del Sistema Nervioso están controladas
por el cerebro.

Las neuronas son largas células semejantes a arañas con brazos como tentáculos.
Estas células envían señales eléctricas a lo largo de sus brazos semejantes a
cables de un lado a otro durante todo el día y los días de tu vida con el mismo
propósito de enviar y recibir mensajes electroquímicos. Las neuronas no se tocan
entre sí, sino que para comunicarse envían a pequeños mensajeros llamados
neurotransmisores que brincan de un lado al otro, llevando un mensaje a las
neuronas cercanas. Una neurona puede recibir alrededor de mil mensajes por
segundo de otras 100 mil neuronas a su alrededor.

¿Cuál es la manera de ejercitar este cosmos interior, es decir, tu cerebro? Cuando


bailas, cantas, juegas, te mueves se ponen a funcionar redes neuronales en tu
cerebro, y sobre todo cuando piensas. Ésta es la parte donde entra la PNL. Si el
pensar es un arte, ¿qué tipo de arte queremos desarrollar en nuestras vidas? ¿Un
arte de destrucción o un arte de construcción que nos lleve a una vida mejor?
Lo más importante del cerebro humano, a diferencia de los animales, es que ahí
reside la mente o entendimiento. Esta mente es la que nos hace pensar, decidir,
aprender, entender, analizar y lo más importante, la mente permite el don de
elegir a través del pensamiento. Y como hemos venido diciendo, la capacidad de
mantener el equilibrio y la armonía en nuestro cuerpo y en nuestra vida, a través
de la libertad que nos concede el libre albedrío.

Un CI (coeficiente intelectual) alto no tiene que ver con el sabio manejo de


nuestras vidas, con el ser feliz o infeliz. Esto nos lo va a proporcionar el buen
manejo de nuestras emociones a través de un pensamiento ecológico. Esto
significa ser capaces de pensar sobre lo que estamos pensando. ¿Qué tan bueno
es para mí y para los que me rodean tener este tipo de pensamiento? ¿Este
pensamiento me construye o me destruye? ¿Para qué me sirve? ¿Qué emociones
me está provocando? Nuestra capacidad de análisis y de escucha del cuerpo
(dejarme sentir) es lo que me va a dar la libertad de escoger los pensamientos
que yo necesito para mantener saludable mi mente y mi cuerpo y mandar los
mensajes, que son buenos para mí, a las neuronas y descartar los que me son
dañinos. Para tener una mayor claridad mental, es importantísima la respiración
abdominal cada vez que me pregunto algo. Recordemos que el mayor nutriente de
las células, incluyendo a las neuronas, es el oxígeno y para tener mejores
respuestas tengo que mantener mis células bien alimentadas. (Ver artículo El arte
de la respiración.)

Por lo tanto, también es necesario equilibrar las funciones de los dos hemisferios
cerebrales, es decir hacer conciencia de desplazar nuestros pensamientos de una
hemisferio al otro. Si, como hemos dicho en el artículo de Hemisferios Cerebrales,
el izquierdo es el que tiene las funciones de analizar, es el legista, el lógico, el que
planea, el detallista. Y el derecho está encargado del arte, de los sueños, del
sentimiento, de ser flexible, es el holístico, el que ve el conjunto y no el detalle,
tendremos que hacer conciencia de manejar nuestra vida teniendo en cuenta los
dos hemisferios para ser más asertivos. Por ejemplo: si yo me voy a ir de
vacaciones:

1. El hemisferio derecho (si yo lo manejo más) planea qué lugar me gustaría


visitar, trasladarme a él y soñar un poco sobre mis vacaciones, disfrutarlas
desde ahora.

2. El hemisferio izquierdo planea la fecha, el medio de transporte, el dinero y el


tiempo con el que cuento, las ventajas y desventajas de ir a ese lugar.

El desplazamiento de hemisferios que hagamos, en este caso, me va a dar cierto


resultado, por ejemplo:
3. Si yo manejé sólo hemisferio derecho, probablemente venga a sufrir
posteriormente por deudas, o porque falté al trabajo y me corrieron, porque
no previne muchas cosas, es decir, falta de planeación.

4. Si yo manejé sólo hemisferio izquierdo, las vacaciones, fueron muy serias,


hubo horarios estrictos que no me dejaron relajarme y voy a venir más
cansado y tenso que al irme.

En un juicio sobre algo, sobre mí o sobre alguien, no nada hay que ver la parte
exterior del asunto (hemisferio izquierdo), tratemos de ver más allá de la persona
o del hecho (hemisferio derecho) para así ser más asertivos al hacerlo.

No nos distraigamos solamente con los árboles (hemisferio izquierdo), tomemos


en cuenta todo el bosque (hemisferio derecho).

Oigamos toda la sinfonía (hemisferio derecho) sin descuidar escuchar


atentamente, al piano, a los violines, y a cada instrumento que componen la
orquesta (hemisferio izquierdo).

Relájate en 3 minutos
El estrés como todos sabemos tiene una fuerza destructiva y patógena que si no
actuamos para protegernos, seguramente pronto tendremos algún síntoma. En el
mundo exterior hay y habrá situaciones difíciles y caóticas. Estas situaciones por sí
solas no son tensionantes, sino que lo tensionante es la poca habilidad que
tenemos para enfrentarlo.

Una forma de ayudarnos es haciendo algún ejercicio para relajarnos y darle


un cambio a nuestra fisiología. En PNL mente y cuerpo son procesos sistémicos y
por lo tanto se afectan continuamente.

Te sugiero que en este momento hagas este ejercicio y compruebes si te sirve


para relajarte y mover tu energía.

Ejercicio de Relajación

1. Empieza de los pies a la cabeza.

2. Apoya los tacones en el piso y levanta la punta de los pies en dirección a las
rodillas tensionando.

3. Junta las rodillas.

4. Intenta juntar los glúteos con la intención de tensionar los intestinos y las
vísceras.
5. Alza tus hombros y acércalos uno al otro todo lo que puedas, haciéndolos
hacia adelante.

6. Esto te obliga a cruzar los brazos.

7. Aprieta los puños cerrándolos con todas tus fuerzas.

8. Frunce la frente y el entrecejo.

9. Aprieta con cuidado los ojos y la dentadura.

10. Respira profundamente.

11. Retén el aire dentro cuanto te sea posible.

12. Suelta de golpe esta postura dando un suspiro y gritando si lo


necesitas.

13. Disfruta la agradable sensación de alivio por unos momentos.

Después de hacer el ejercicio seguramente tendrás otra perspectiva de las cosas


que como eran antes del ejercicio. Al cambiar la fisiología y oxigenar más
pensamos y vemos la misma situación desde otra perspectiva.

Son sólo unos minutos lo que te toma hacer este ejercicio, aprovéchalo

Ejercita tu memoria
La memoria es un proceso cerebral en el que muchas células y neuronas están
involucradas. Podemos ejercitar nuestro cerebro para aumentar la capacidad y
desarrollar habilidades de memoria, en efecto, aunque la memoria no es un
músculo sino un órgano, podemos comparar su funcionamiento con uno,
principalmente si pensamos que si no se usa se atrofia. Así es, nuestro "disco
duro" tiene una capacidad infinita de memoria. Sin embargo, lo que no se usa se
queda en el olvido.

Es un mito creer que la edad disminuye la memoria; lo que disminuye es el


uso del cerebro. Nos hacemos perezosos mentales. Dejamos de ejercitar el
músculo y perdemos el interés por aprender y recordar cosas nuevas. Creemos
que ya tenemos el disco duro lleno. Hay muchas personas de edad avanzada con
una memoria sorprendente ¿por qué? Porque siguen ejercitando el músculo con
más y más información.

En Programación Neurolingüística (PNL) sabemos que gran parte de nuestras


habilidades dependen de programas que ya aceptamos e instalamos y con el
tiempo se convierten en creencias. Si continuamente nos estamos diciendo que
tenemos mala memoria, que "nada se nos pega", pues así será. Debemos de
modificar nuestras creencias con respecto a la edad. Sí es posible llegar a la vejez
con un cerebro activo y con una memoria creciente.

Nuestro cerebro tiene una incesante actividad eléctrica y química, día y noche.
Lo que varía en el cerebro son las ondas cerebrales que emite. Hay cuatro tipos de
ondas definidas por los científicos.

Ondas Beta - estamos en estado alerta, despiertos y activos


Ondas Alfa - estamos alertas pero relajados, tranquilos
Ondas Theta - estamos en estado meditativo, o en estado de trance
Ondas Delta - estamos en un sueño profundo.

Se ha descubierto que cuando estamos en un estado de alerta pero relajados y


tranquilos (ondas alfa), la capacidad de aprendizaje se incrementa. Somos más
receptivos y retenemos mejor la información.

Los niños frente a la tele están en este estado de relajación y alertas y por eso
aprenden tanto y con extrema rapidez.

El estrés (Cómo Manejar el Estrés) nos hace perder la capacidad de producir ondas
alfa. Podemos estar en ondas beta o incluso más alterados, y ése es el estado que
no nos permite ni oxigenar bien nuestro cerebro, ni pensar adecuadamente para
organizar los pensamientos, por lo tanto nuestra capacidad de memoria se ve
afectada.

Aquí les vamos a ofrecer un par de ejercicios para ejercitar su memoria.

Ejercicio 1
Objetivo: Lograr una mayor retención al leer algún texto.

1º. Relaja tu cuerpo y toma un par de respiraciones profundas. Como dijimos en el


artículo El Arte de la Respiración esto nos dará mayor lucidez. Nuestras neuronas
tendrán más oxígeno. Al tener mayor lucidez tienes mayor energía y estás más
receptivo para aprender. Tu cerebro cambia a las ondas alfa, que permiten un
aprendizaje más rápido y mejor memoria.

2º. Manda una orden a tu cerebro: "Yo me concentro", "Yo aprendo rápido", "Mi
mente registra lo que leo". Elabora tu propia frase para dirigir tu mente. Respira
profundamente.

3º. Una vez preparados para la lectura podemos iniciar y esto nos llevará a
comprender la lectura con los dos hemisferios (Hemisferios Cerebrales), es decir;
por un lado comprender lógicamente el contenido y por otro, sentirlo e
interpretarlo.

Esta sencilla técnica de PNL es una herramienta muy valiosa. Por sencilla que se
vea te aconsejo que la practiques dos o tres veces para que veas los resultados.
Pronto tu mente estará entrenada para que lo hagas con toda facilidad. Lo único
que estás haciendo es aprendiendo a dirigir tu mente para que haga lo que tú le
pides. Con PNL vas a aprender a ejercitar el cerebro, que podríamos pensarlo
como el músculo más importante de todo tu ser. Este músculo está siempre listo
para aprender y filtrar información, sólo hay que hacerlo.

Ejercicio 2
Objetivo: Aprender nombres de personas que acabas de conocer.

a) Cuando te digan el nombre, pide que te lo repitan y repítelo tú. Respira


profundo. En este ejemplo lo recuerdas auditivamente.

b) Cuando te digan el nombre, escríbelo en la frente de la persona con letras


grandes y pídele a tu mente que lo grabe. Respira profundo. En este ejemplo lo
recuerdas visualmente.

c) Asocia los nombres con algo en tu vida. Por ejemplo María Teresa, lo asocio con
mi maestra de primaria; Luis Jorge, lo asocio con mi vecino Luis y con mi tío Jorge
y los visualizo platicando juntos. Respira profundo. En este ejemplo lo recuerdas
por asociación y visualización.

Los niños tienen la capacidad de aprender muchísimo a corto plazo, pero los
adultos tienen la posibilidad de elegir qué desean recordar. Simplemente hay que
mandar la orden neurolingüística adecuada.

El poder de la mente
Una de las cosas que he aprendido con Programación Neurolingüística (PNL) es
que a través de diferentes técnicas y formas de pensar podemos aprender a dirigir
nuestro cerebro/mente hacia donde queremos y así darnos cuenta de qué manera
nos hemos estado boicoteando inconscientemente.

La Programación Neurolingüística te ofrece un proceso de educación mental


para procesar tus pensamientos de manera diferente y así poder mantener un
equilibrio emocional en tu vida cotidiana. Nuestra vida diaria está repleta de
pequeños eventos sin mayor trascendencia, aunque muchas veces los convertimos
en episodios traumáticos y tortuosos por no tener control de nuestros
pensamientos.

La PNL nos enseña cómo usar el cerebro. El cerebro/mente no tiene un apagador


para estar quieto y que deje de pensar, sino que, si no le das algo que hacer,
seguirá por su cuenta pensando y haciendo lo que sea (seguirá con el programa
que esté a la mano o el más reciente). Ej. Cuando dormimos y de repente algo
sucede en nuestro cerebro/mente y damos un brinco, es claro que la mente sigue
su curso y que no descansa. Si tuviste un día agradable, por la noche verás y
vivirás más cosas agradables. Si tu día fue desagradable, es posible que tengas
pesadillas con algo relacionado.

Nuestra mente es maravillosa y hace exactamente lo que le decimos. Es la mejor


asistente que cualquiera pueda tener. Es obediente, diligente, rápida y tiene una
excelente memoria. Su memoria es tan buena que produce el efecto que ya tiene
guardado en su archivo. Por ejemplo, piensa en que abres la puerta del
refrigerador de tu casa, siente el frío del interior y saca un limón. Ahora parte el
limón y ve como suelta algunas gotitas, toma el limón y deja caer un chorrito en la
lengua... ¿de casualidad salivaste? Ésta es una prueba de que la mente la llevas a
probar un limón y produce saliva para recibir la acidez del limón, como lo ha hecho
tantas otras veces en el pasado. Lo hace ella sola. Y lo más interesante es que
¿dónde está el limón? Fue una fantasía.

Veamos qué otras cosas maravillosas podemos hacer con la mente. Podemos
producir cualquier fantasía como si fuera real. Sin embargo al ser humano le
encanta pensar en cosas que no sirven. La mayoría de nosotros nos damos el lujo
de pensar sobre eventos negativos del pasado. Nos encanta regresar y revivirlos.
El poder de nuestra mente es tan eficiente que repite el evento con fidelidad.
Tanta fidelidad que casi parece real. Y así podemos deprimirnos hoy por algo que
pasó hace cuatro años ¿por qué no?

También lo que podemos hacer es sentirnos mal por adelantado por algo que no
ha sucedido. ¿No es increíble? Nos creemos muy listos, pensamos en algo que
creemos que va a suceder, pero que no ha sucedido y como no podemos esperar
al desenlace, nos sentimos mal desde ahora.

Por ejemplo, cuando el marido no llega a casa y se tarda y se tarda. Tenemos


varias películas que podemos producir. Nos podemos sentir preocupados, o quizá
enojados y pensamos en ello una y otra vez. No sé por qué razón, no podemos
esperar al desenlace real, damos por hecho lo que imaginamos y nos
adelantamos. Nuestra mente obedeció instrucciones de lo que imaginamos y
sufrimos y padecemos algo que no ha sucedido.

Piensen en las vacaciones cuando las planeamos. Tenemos por delante fabulosos
días en la playa, el sol, la arena, rica comida y descanso, etc. Los vivimos tan
bien, que cuando llegan, qué desilusión, no fueron cómo yo los viví. Pasaron
mejores vacaciones en su mente, que en la realidad. Todo porque dejamos las
riendas sueltas a la mente y nos adelantamos. Allí tienen el poder de la mente.

PNL te enseña a cambiar tu forma de pensar. Te enseña a dirigir tu mente por


caminos diferentes y a no pronosticar sucesos negativos. Pensar lo mejor en cada
situación nos va a ahorrar mucho desgaste emocional. Si logras dominar tus
pensamientos negativos, tus conductas seguramente cambiarán. Tenemos un
cerebro/mente maravilloso con una habilidad increíble para aprender. Aprende
fácilmente y es muy eficiente al hacerlo. La mala noticia es que aprende igual de
fácil lo que no sirve. Piensa en una fobia. Si las arañas te dan fobia, en cada
ocasión que ves una araña tienes la horrible sensación y no se le escapa ni una
vez a tu mente. La repite fielmente, cada vez, sin omitir detalles.

Nuestra mente aprende más rápido que una computadora, por lo tanto debemos
darnos cuenta de dos cosas:

1) ¿Quién dirige tu mente/cerebro? ¿Tú o tus experiencias, programas?

Seguramente hasta ahora has creído que tu mente te ha llevado a tener


pensamientos no deseados, desagradables y que tú no has tenido nada que opinar
al respecto. No es así, es al revés. Tú la has llevado a que te produzca esos
pensamientos. Pensamientos de enojo, de rencor, de pereza, etc. Tú los produces
y ella simplemente obedece y te ofrece el contenido como buena asistente.

¿Finalmente quién manda? ¿Quién dirige? ¿Quién decide si hago la tarea o no? Por
muchos años ya otros decidieron por mí: mis padres, mis maestros, mis
superiores. Ya es hora que empiece a tomar conciencia y dirija mis pensamientos
hacia donde me conviene para que me asista en lo que yo quiero y no en lo que no
me sirve.

2) Si la mente/cerebro es tan hábil para aprender, hacer, etc... Habrá que cuidar
qué datos le proporcionamos.

Hay que ser más conscientes de qué está uno pensando y metiendo al sistema
cerebral. Si metes basura, sacarás basura sin duda. Si le introduces datos
equivocados, eso tendrás cuando los necesites. Es importante estar alerta en todo
momento qué le digo, qué le pido y qué archivo, porque me lo concederá en su
momento. Aprovechar nuestra mente maravillosa sin límites para enseñarle lo que
vale la pena y para que esté de nuestro lado es algo que hemos desperdiciado.

PNL enseña a que dirijas el poder de la mente hacia donde tú quieras. Te enseña
nuevas formas de pensar para que tengas experiencias más valiosas y edificantes.
Si somos conscientes de lo que pensamos evitaremos que nuestros pensamientos
anden sueltos y a la deriva. Decide: ¡quién manda! Tú tienes el poder de tu mente
en tus manos.

Hemisferios cerebrales
El funcionamiento del cerebro plantea nuevos enfoques científicos. Se ha
demostrado que el cerebro y la médula espinal constituyen el Sistema Nervioso
Central, en donde el cerebro pesa sólo el dos por ciento del peso total del cuerpo,
consume el veinte por ciento de la energía de éste, presenta dos lados o lóbulos
(derecho e izquierdo) y funciona con diez millones de neuronas excitadoras e
inhibidoras.

No fue sino hasta mediados del siglo XIX que los neurólogos Paul Broca y
Carl Wernicke pudieron afirmar que cada hemisferio cerebral tiene una función
distinta del otro. Llegaron a esta conclusión a través de la observación de lesiones
cerebrales. Pacientes con lesiones en el hemisferio izquierdo reportaban graves
problemas de lenguaje. Y los pacientes con lesiones en el hemisferio derecho les
provocaba una disminución en la visión. Muchos años después otros científicos
realizaron pruebas con pacientes que habían sufrido un seccionamiento del cuerpo
calloso que es lo que une a los dos hemisferios. De esta manera cada hemisferio
trabaja sin la interferencia del otro y pudieron con mayor exactitud conocer las
funciones de cada hemisferio.

Después de los 80s, siguieron otras investigaciones importantes, gracias a la


cámara de positrones que permitía rectificar los datos sobre el desempeño de cada
hemisferio en personas sanas.

Hoy en día sabemos que los dos hemisferios funcionan tanto conjuntamente como
aisladamente. En ocasiones uno está operando por sí solo y en otras se
complementan usando el cuerpo calloso que los une como puente. Por mucho
tiempo se pensaba que el hemisferio izquierdo era el activo y el más valioso,
mientras que el derecho aportaba poco. Hoy en día se sabe que esto no es verdad.
Los dos hemisferios son igualmente importantes y cada uno tiene su función
específica.

El hemisferio izquierdo está a cargo del lenguaje digital, lineal, lógico y directo. Es
el hemisferio encargado del análisis, de las matemáticas y del razonamiento
lógico. Éste busca una explicación, tiene la memoria, procesa la parte consciente
del lenguaje, también se le llama el lado masculino.

El hemisferio derecho está más dedicado a las imágenes, al lenguaje no verbal, el


lenguaje paraverbal, analógico, es el creativo, el soñador, intuitivo, sensitivo,
poeta, simbólico, procesa la parte del significado del lenguaje y a este se le
denomina como el lado femenino.

Como vemos los dos hemisferios captan y procesan la información en forma


diferente, sin embargo se complementan entre sí y nos permiten tener una visión
más amplia de nuestro entorno y nuestras capacidades de comprensión.

Hay personas muy hábiles en los negocios, en las matemáticas, en los cálculos,
tienen una memoria prodigiosa y es posible que tengan un buen empleo. Estas
personas están usando la mayor parte del tiempo el hemisferio izquierdo.

Por otro lado, un artista que pinta cuadros maravillosos, es capaz de cautivarnos
con colores y tonalidades maravillosos. Seguramente es una persona intuitiva,
sensible con un gran sentido de la estética. Es posible que trabaje por su cuenta,
gana poco o gana mucho, eso no es de gran importancia para él. Esta persona
está mayormente usando el hemisferio derecho.

En las escuelas occidentales se le da mayor desarrollo al hemisferio izquierdo. Casi


toda la enseñanza entra y es analizada por el hemisferio izquierdo.
Afortunadamente poco a poco las escuelas están incluyendo más actividades
donde participe el hemisferio derecho, como son el dibujo, el canto, las
manualidades, actividades creativas, teatro, danza, etc.

En oriente se enfatiza mucho más el uso del hemisferio derecho sin negar el valor
y la existencia del hemisferio izquierdo. Oriente le da mayor importancia a la
comprensión de la esencia de los seres en un plano más abstracto y espiritual que
científico.

Lo ideal por supuesto es equilibrar los dos hemisferios, pues al utilizarlos es


posible obtener una mejor comprensión de lo que me rodea. Una pintura de Picaso
la puedo ver con el hemisferio izquierdo como caras deformes, o rayones sin
sentido, mientras que con el derecho podré admirar los colores, la creatividad y la
fuerza que tiene. El significado de un poema lo descifra el hemisferio derecho,
nunca el izquierdo. Acordarme del poema lo hace el izquierdo. Se complementan.
El ballet es otro buen ejemplo donde se complementan los dos hemisferios. Por un
lado se necesita disciplina y precisión y por otro lado tiene mucha creatividad,
inspiración y estética.

A mayor desplazamiento entre los dos hemisferios, mayor capacidad tendremos de


entender al mundo y disfrutarlo. También nos llevará a una flexibilidad mayor
frente a diferentes situaciones si podemos visualizar algo más que un blanco o un
negro; hay muchos tonos intermedios.

Integrar estas dos polaridades es el factor que contribuirá a logros y creaciones


sublimes. Al utilizar las capacidades femeninas y masculinas hay una unidad y una
armonía holística. Para que cualquier tipo de aprendizaje sea significativo, deberá
incluir la acción y la función de las dos partes del cerebro. Cada uno contempla y
filtra la realidad de manera única y al unir las dos realidades se logra una
percepción más amplia y completa de la realidad.

Cambio de conductas
Durante un taller de Programación Neurolingüística de parejas, surgió la
problemática de un hijo que seguía mojando la cama y además el niño se sentía
mal porque no sabía cómo controlar esa situación. La mamá por supuesto estaba
desesperada porque esa conducta tampoco la sabía manejar y se sentía impotente
ante el hecho de que su hijo no tuviera el control sobre su esfínter cuando dormía.
Durante el taller hicimos un ejercicio con claves oculares que tiene como
fin cambiar conductas, actitudes, hábitos, etc. Es una técnica realmente fácil a
través de la cual enseñamos a nuestra mente otros caminos; es decir, que tenga
otras opciones ante la misma situación.

1.- Se inicia con la imagen de la conducta que no deseamos y la ubicamos en


tiempo y espacio. Se busca una escena donde se lleve a cabo la conducta no
deseada y allí tenemos el movimiento ocular de los ojos que en la mayoría de las
personas será arriba a la izquierda. Se fija bien esta imagen.

2.-Una vez que la imagen está bien definida se baja la vista del lado izquierdo y
allí se piensa en un recurso* para eliminar la conducta no deseada. Lo importante
aquí es darse cuenta qué se necesita hacer diferente para cambiar la conducta.

3.-Una vez que la persona tenga el recurso necesario, los ojos los movemos hacia
arriba a la derecha, que es la parte creativa y allí se repite la escena inicial de la
conducta no deseada, sólo que ahora le añadimos el recurso para cambiar la
escena. Se visualiza la misma escena con las correcciones necesarias ayudados
por el recurso. Pasamos en nuestra mente la película imaginaria con la conducta
ideal que se quiere.

4.- Por último se baja la vista a la derecha y allí verificamos si nos sentimos a
gusto con el cambio. Verificamos si el cambio es bueno para uno y bueno para las
personas que nos rodean. Si es así, podemos regresar a la escena del cambio y
revivirla. Para integrarla a nuestro ser es importante tomar un par de
respiraciones profundas y de esa manera tenemos otra opción la siguiente vez que
se presente la misma situación.

De esta manera la madre, que aprendió esta técnica, se la enseñó jugando a su


niño, que tenía el problema de mojar la cama. El niño sin esfuerzo siguió las
indicaciones de la madre. El resultado fue increíble porque a la mañana siguiente
la mente del niño había aprendido una nueva conducta. No sólo es aprender una
nueva conducta, sino también tener la confianza de que hay algo que puede
ayudar. Los niños confían en su madre totalmente y eso les ayuda a aprender
rápidamente. Cuando se les reprime o reprende, no hay aprendizaje en la mente
del niño, sino que se genera miedo, humillación, baja autoestima y esto causa que
la conducta persista.

La madre pudo aprender esta técnica en el taller y practicarla con su hijo que tenía
un problema y funcionó. Esta es la belleza de Programación Neurolingüística que
con gran facilidad se puede aprender una técnica y ver sus resultados a muy corto
plazo. Si usted decide aplicar esta técnica y no le funciona la primera vez,
inténtelo varias veces hasta obtener los resultados deseados.

*recurso: algunos recursos son: paciencia, tranquilidad, relajación, concentración,


orden, disciplina, puntualidad, tolerancia, comunicación, comprensión, etc.
El arte de la respiración
Lo primero que te voy a pedir, antes de que leas este artículo, es que te des
cuenta cómo respiras. Pon tus manos en tu abdomen y toma una respiración
profunda. Observa qué pasa con tu abdomen. Otra vez respira profundamente y
date cuenta qué pasa cuando inhalas y qué pasa cuando exhalas. Si te diste
cuenta de alguna o varias de las siguientes situaciones como:

a) Se movieron los hombros hacia arriba y hacia abajo


b) Al inhalar el abdomen se contrae hacia adentro
c) Al exhalar el abdomen se suelta y regresa a su estado normal
d) Te sientes mareado
e) No sentiste ningún cambio en el abdomen

Si te sucedió cualquiera de las situaciones de arriba o todas, estás respirando


incorrectamente. No te preocupes, la mayoría de las personas no saben respirar
correctamente para aprovechar el oxígeno que tenemos gratis a nuestro
alrededor. La humanidad en general se ha enfocado mucho en comer sanamente;
verduras, fibra, frutas y proteínas saludables. Se ha ocupado en promover el
beber suficiente agua durante el día para el buen funcionamiento de los riñones,
del intestino, hidratar la piel, eliminar toxinas, entre otras funciones. Sin embargo
tomamos a la ligera la cantidad de oxígeno que respiramos. Respirar es mucho
más importante que comer o beber agua. Aguantamos horas sin comer ni beber,
sin embargo ¿cuanto aguantas sin respirar? ¿Cuál es la calidad de tu respiración
para oxigenar no sólo los pulmones sino todas tus células?

Aquí hay algunos datos que te podrán sorprender:

• Diario respiramos 2,500 galones de aire


• Hay 75 trillones de células en nuestro cuerpo y ellas nos proveen de trifosfato de
adenosina (ATP) que es la energía básica que necesitamos en nuestro cuerpo para
poder respirar, comer, dormir, caminar, correr, etc.
• Si extendiéramos los pulmones, su área es de alrededor de 70m2
• La piel tiene un área aproximada de 1½ a 2 m2

¿Cómo se respira correctamente? Pon tus manos en el abdomen otra vez y al


inhalar asegúrate que el abdomen se expanda lo suficiente para que entre el aire
en la cavidad total de los pulmones. Al expandir el abdomen expandes el
diafragma que permite que más oxígeno circule por el sistema respiratorio. Al
exhalar el abdomen se contrae para sacar el aire ya procesado por nuestro
sistema. Si no expandes el abdomen estás respirando superficialmente y no
permites que suficiente oxígeno pase a los pulmones. No te estás alimentando con
suficiente oxígeno. Intenta otra vez respirar profundamente mientras lees este
texto. Ejercita mejor este maravilloso sistema que nos mantiene vivos, alertas, y
llenos de energía. Cuando bostezamos es una señal que estamos respirando muy
superficialmente y el cuerpo te manda la señal que necesita más oxígeno y por eso
estamos obligados a abrir la boca para llevarnos una gran cantidad de aire a los
pulmones.

Una buena respiración nos proporciona una cantidad de beneficios que


seguramente hemos olvidado:

• Al respirar correctamente oxigenamos mejor nuestras células y les damos


juventud
• Ante el cansancio, oxigenarte correctamente te proveerá de mayor energía
• Ante un problema, el respirar profundamente oxigena nuestro cerebro para
pensar con mayor claridad
• Detenerse a respirar un par de veces ante el estrés te permitirá continuar con tu
actividad con mayor energía
• La respiración correcta te armoniza y tranquiliza holísticamente
• Contra el insomnio es recomendable respirar dos o tres veces profundamente
para ayudar a conciliar el sueño

Respirar correctamente te brinda muchos beneficios y no cuesta nada, no engorda,


no necesitas tiempo adicional, lo puedes hacer en cualquier momento y puedes
sentirte mejor que nunca. Aprende a respirar correctamente para que sea tu forma
natural de alimentarte de lo más preciado que tenemos que es el aire.

Anclas mentales
La vida de cada persona se mueve por diferentes espacios y situaciones, ya sean
físicos y mentales. Muchas veces estos se repiten y marcan una respuesta
recurrente en la persona tanto de acción como emotiva, o es tan fuerte un solo
hecho o situación que me dejan marcado con esta experiencia. Ejemplos de una
de acción sería cada vez que tengo la luz roja en el semáforo, me paro. Cada vez
que apagan las velitas de un pastel, cantamos las mañanitas. Ejemplos de una
emotiva sería cada vez que oigo mi canción favorita, ésta me evoca una situación
vivida y recuerdo el hecho con toda su carga emocional. Cada vez que paso por tal
esquina, me provoca miedo y dolor pues aquí tuve un accidente.

Esto simplemente demuestra que nuestra mente se puede salir del aquí y
el ahora en cualquier momento y revivir visual, auditiva y kinestésicamente
cualquier situación. Lo bueno será poder elegir qué reacciones deseo tener y
cuáles eliminar. Tener control sobre mis “anclajes”.

Estos recuerdos o situaciones que provocan otras a su vez, se denominan en


Programación Neurolingüística anclajes. Consisten en la asociación que se genera
entre un espacio físico y/o mental determinado y una conducta y/o sensación que
se asocia a ellos. En otras palabras, son una relación del tipo estímulo-respuesta,
causa-efecto, medio ambiente-condicionamiento.

Los anclajes pueden tener diferentes significados según el contexto en que


acontezcan. Un ejemplo de ello sería el escuchar el Himno Nacional en el radio
cualquier día de la semana, o escucharlo el 15 de septiembre en el extranjero.
Obviamente la carga emocional cambiará por mucho.

Toda nuestra vida está llena de anclajes buenos y algunos no tan buenos. La
Programación Neurolingüística nos enseña cómo podemos cambiar esos anclajes
que nos dañan y nos limitan. Analicemos ciertas situaciones y empecemos a ver
nuestras limitaciones y reacciones ante ellas: ¿qué hago cuando alguien me insulta
con cierta frase o palabra despectiva? ¿Hay algún nombre que no me guste porque
me recuerda a alguien? ¿Hay algún lugar al que mejor no voy porque viví ahí
algún hecho doloroso? ¿No puedo asistir a algún funeral porque me acuerdo de
cuando murió algún ser querido? ¿No me atrevo a tomar decisiones, pues de niño
me dijeron siempre que no era capaz, y el día que tomé una se burlaron de mí?
¿Me aterroriza presentar un examen pues el último lo reprobé? ¿No puedo subirme
a un avión debido a una mala experiencia vivida? ¿No me atrevo a manejar desde
que choqué? ¿No puedo salir de noche desde que me asaltaron? Es con anclajes
de este tipo como nos vamos limitando cada vez más hasta acabar encerrados en
nosotros mismos, viviendo situaciones pasadas que nos atan y no nos dejan vivir
plenamente la vida, pues cada vez que las recordamos nuestra mente las vuelve a
vivir en todas sus dimensiones y con la misma carga emocional, marcando surcos
en estas programaciones que nos dañan y reducen nuestras capacidades como
seres humanos hechos para ser y hacer todo en plenitud.

En Programación Neurolingüística existen ejercicios donde se puede eliminar la


carga emocional de un anclaje, y por ende la reacción o conducta ante él. Para eso
hay que identificar plenamente cuál es el anclaje negativo y a qué me lleva al
revivirlo y así darme cuenta qué recurso es el que me falta para poder afrontarlo
ya sin esa carga emocional y esa reacción o acción que me ocasiona. Esto se
refiere a que si me provoca miedo, hay que generar valentía; si me provoca
agresión, tolerancia; si me provoca angustia, tranquilidad; si me provoca
inseguridad o baja autoestima, seguridad; si me provoca coraje, paciencia, y así
sucesivamente. Al lograr sacar los recursos necesarios en estas situaciones,
reviviendo alguna otra donde tuve el anclaje que ahora necesito, el anclaje
negativo dejará de tener el poder sobre nuestra conducta y emociones ya que fue
sustituido por el que necesito.

Gracias a la P.N.L. sabemos que los anclajes que nos dañan pueden ser cambiados
por otros, o en su defecto, quitarles la carga emocional negativa y que ya así, el
recuerdo, la presencia de algo o de alguien, el lugar, la conducta de fulanito o
fulanita, cierta palabra o cualquier estímulo ya no nos lleven en automático a sufrir
nuevamente lo mismo o a incapacitarnos ante la vida, pues ésta sigue adelante y
nosotros junto con ella. Así que somos capaces de hacer nuestros propios anclajes
y que nos lleven estos a una mejor calidad de vida cuando lo decidamos. Esto es
saber que yo tengo el control sobre mi propia vida y nadie más.

Estrategia para ser naturalmente


esbelto
Al estudiar a personas que son naturalmente delgadas y al descubrir cómo lo
hacen, es posible enseñar esta capacidad a otras.

Las personas que son naturalmente esbeltas no se sienten obligadas a ser


delgadas. No se sienten mal por perder la oportunidad de una buena comida y no
restringen su dieta. No sufren pensando en que van a engordar. Los que no lo son,
en vez de librar una constante batalla con la comida, tienen que aprender que es
mucho más fácil pensar y responder como lo hacen las personas naturalmente
esbeltas, para ser como ellas y comer lo que realmente quieren.

Pasos de la estrategia:

En el momento de pensar en la comida, a deshoras o antes del horario de


comer:

1.- Encuentra un lugar donde puedas relajarte cómodamente sin ser interrumpido.

2.- Piensa qué es lo que te lleva a pensar en comida. ¿Es cuando ves algo que
comer? ¿Escuchas a alguien que dice: “es hora de comer”? ¿Miras el reloj y te das
cuenta de que es hora de comer? ¿Sientes hambre? ¿Sientes antojo? Imagínate
que:
a) te estás sentando a almorzar, y ves la comida en la mesa
b) que estás mirando dentro del refrigerador
c) que estás mirando dentro de la alacena
d) que estás leyendo un menú.

3.- Percátate de la sensación en tu estómago. Fíjate en la cualidad o calidad de la


sensación que tiene en este preciso instante. Lo que estás examinando, no es sólo
el estar satisfecho o hambriento, sino cómo se siente en general tu estómago.
Éste se sentirá diferente dependiendo de lo último que hayas comido, si has
estado tenso o relajado, etc.

4.- Pregúntate ¿qué cosa le caería bien a mi estómago ahora? No necesitas decirlo
en voz alta, tan sólo formúlate esta pregunta mentalmente.
5.- Ahora piensa en algo disponible de alimento, algo que podrías comer (por
ejemplo un sándwich de queso, un pastel, una ensalada, cualquier cosa que se te
antoje, o que tengas a la mano).

6.- Enseguida imagina que te estás comiendo el alimento en que pensaste, respira
profundo y percátate cómo lo sientes a medida que va cayendo dentro de tu
estómago. Ahora puedes tener la sensación de este alimento en tu estómago y de
cómo se sentirá todo tu cuerpo en las próximas dos horas siguientes si te lo
comes.

7.- Compara esta sensación con la que tenía tu estómago antes de imaginar comer
algo. ¿Cuál sensación te gusta más? ¿Te sentirás mejor a lo largo de dos horas si
comes lo que pensaste a que si no comes nada? Si la respuesta es “Si”, ten
presente este alimento como una alternativa que tal vez desees seleccionar. Si la
respuesta es “No”, descarta esta posibilidad. Fíjate que estás decidiendo en base a
lo que te dará mayor placer a lo largo de un período de tiempo. No tiene sentido
comer algo que te haga sentir peor el resto del día.

8.- Realiza este mismo proceso con varias otras posibilidades de alimentos. Cada
vez, ten presente el alimento que te hace sentir mejor a lo largo de un período de
tiempo.

9.- Ahora respira profundo e imagina que vas y te comes este alimento y siente la
satisfacción de comer aquello que es bueno para ti y que te hace sentir bien a lo
largo del tiempo.

Si se practica esta estrategia continuamente, el resultado será que se instale en el


cerebro y que cada vez que estés a punto de ingerir un bocado, muy rápidamente
puedes percibir cómo lo sentirá tu estómago, a lo largo del tiempo. Desde luego
sabrás si el próximo bocado te hará sentir menos cómodo de lo que estás en ese
momento. Esto te proporcionará un modo natural de detenerte cuando estés
satisfecho. A medida que este proceso se convierte en un hábito, ocurre muy
rápidamente y sin que tú tengas que pensar ya en él. Aprenderás, no sólo a sentir
tu estómago, sino también a escucharlo.

Esta estrategia te llevará, no solamente a saber escoger los alimentos que son
buenos para ti, sino también a aprender a disfrutarlos.

Este método no tiene como resultado una pérdida de peso brusca que
frecuentemente no perdura. Su objetivo es una pérdida de peso gradual que se
mantiene a lo largo del tiempo.

Jamás me resisto a la tentación, porque he descubierto


que las cosas que me hacen mal no me tientan.
Utiliza PNL para bajar de peso
El mantenerse delgado durante toda la vida, ha sido un problema tanto para
hombres como para mujeres. La comida, uno de los mayores placeres del ser
humano, se ha convertido en un veneno para muchos.
El problema actual se debe en gran parte a la publicidad y mercadotecnia, que nos
bombardean con imágenes de personas siempre delgadas, con tallas en la ropa
cada vez más pequeñas, y con productos milagrosos para bajar de peso, o de
dietas que pueden ser mortales.

La mayoría de las personas no se han dado cuenta que para bajar de peso
rápidamente y sin esfuerzo se necesitan utilizar los recursos que todos tenemos
dentro y que no nos percatamos siquiera que los tenemos. El poder para hacer
todo lo que queramos ya está presente en cada uno de nosotros y solamente hay
que saber utilizarlo, en este caso para poder bajar de peso.

El primer punto que tenemos que tener en mente es ¿qué me digo a mi mismo
respecto a mi figura continuamente? Frases tales como “estoy muy gordo”, “qué
fastidio hacer dieta”, “hasta un bolillo se me acomoda”, “toda mi vida tengo que
estar a dieta”, “soy gorda de nacimiento”, “tengo mucha tendencia a la gordura, y
ninguna dieta me funciona”, etc.; son aseveraciones que hacen que nuestra mente
las registre y se queden como programaciones que son profecías en nuestra vida.
Por lo tanto, enseñémosle a nuestra mente justo lo que queremos. Debemos
aprender a mandar las órdenes correctamente a nuestra mente, para que ésta nos
ayude. Así hay que cambiar las frases anteriores, por frases como “me veo muy
bien con 5 (o los que sean) kilos menos”, “mi dieta es el medio maravilloso que
tengo para bajar todos los días de peso”, “ya estoy logrando mi objetivo de bajar
de peso”, “bajar de peso es fácil si me disciplino”.

Las frases anteriores nos van a provocar una armonía y tranquilidad en nuestro
organismo, el cual va a mantener una química adecuada para lograr nuestro
objetivo: las primeras frases que mencionamos nos provocan angustia, coraje,
culpa, enojo, impotencia, entre otras emociones inútiles para nuestros fines, y que
además provocan una descarga de adrenalina y cortisol en nuestro organismo que
impide que bajemos de peso.

Otro factor importante son todas las justificaciones que hacemos para no bajar de
peso, tales como “es que estoy muy nerviosa”, “tengo muchos compromisos”, “no
puedo con las dietas”, “me pongo de mal humor”, “si me deprimo, como”, este
tipo de frases sólo impiden bajar de peso.

Otra parte que necesitamos es crear una imagen de nosotros mismos justo de
cómo queremos estar, una imagen propia para sentirnos bien y transmitirla a los
demás. La imagen propia es lo que sientes al ver tu persona en el espejo. ¿Sientes
satisfacción, lástima, coraje o gusto? Dependiendo de tus sensaciones tiene que
ser tu trabajo sobre tu imagen ideal. Ésta se forma al decirte justamente lo que
quieres que sea. Si yo me digo “me veo muy bien con 5 kilos menos y estoy
dispuesta a bajarlos en 2 meses ya que estoy segura que lo puedo hacer con
tranquilidad y disciplina”, y si esta frase la acompañamos de una respiración
profunda para irla integrando en nosotros, nos sorprenderemos del resultado que
podemos obtener, pues la imagen que estamos creando, es justo la que queremos
obtener, y le estamos especificando a la mente con detalle como queremos que
esto suceda.

Dejemos de darle el poder sobre nosotros a la comida y hagámonos responsables


de lo que queremos lograr retomando nosotros el poder de nuestra mente sobre
ella.

Estas son sólo algunas de las herramientas que nos ofrece Programación
Neurolingüística para lograr nuestras metas con menos esfuerzos y mayor
efectividad.

Movimientos oculares
Los movimientos oculares es uno de los grandes descubrimientos por parte de
Bandler y Grinder, los fundadores de Programación Neurolingüística. Después de
mucha observación de videos, empezaron a descifrar qué podían significar los
movimientos oculares.

Encontraron que estudios neurológicos han demostrado que el movimiento


del ojo está asociado con la activación de distintas parte del cerebro. El ojo está
conectado al cerebro por un nervio y éste accede diferentes departamentos del
cerebro según tenga necesidad.

Ellos descubrieron que para buscar imágenes recordadas, la mayoría de la gente


mueve los ojos hacia arriba a la izquierda. Para crear imágenes nuevas, que no se
han vivido, mueve sus ojos arriba a la derecha, este es el canal de los sueños, de
los proyectos y de la creatividad.

Cuando alguien busca un sonido recordado, moverá sus ojos a la izquierda a la


altura del oído, y cuando se trate de crear un nuevo sonido, o de imaginárselo, sus
ojos se irán a la derecha a la altura del oído. Este es el canal de los compositores,
músicos, conferencistas al crear su ponencia, etc.

Si la persona necesita resolver un problema, preguntarse acerca de alguna


situación y sacar conclusiones, bajará su vista a la izquierda, y si quiere estar con
sus sentimientos, tenderá a poner la vista abajo a la derecha. Si sus sentimientos
son de depresión, angustia, miedo, tristeza, etc., hay que procurar salir de ese
canal, moviendo los ojos hacia otro lado.

Estas claves son para la mayoría de las personas, Sin embargo, hay algunas que
pueden tener las claves oculares cruzadas, o sea en el lado opuesto. Esto puede
aplicar para personas zurdas. Esto también es normal, lo importante es
descifrarlas.

El estar consciente de los movimientos oculares, nos puede ayudar a mover los
ojos hacia donde lo necesitamos. Ejemplos:

-Cuando necesitamos acordarnos de algo, mover los ojos hacia arriba a la


izquierda, nos proporcionará la información que requerimos más rápidamente.
Esto aplica para las personas con mala memoria.

-Cuando necesitamos hacer proyectos, moviendo los ojos hacia arriba a la derecha
nos será más fácil, imaginándonos los resultados que queremos.

-Cuando tenemos un problema y necesitamos resolverlo o generar opciones, lo


correcto es moverlos hacia abajo a la izquierda. Aquí encontraremos las
respuestas que necesitamos. Es el canal del análisis.

-Cuando nos encontramos en un estado anímico desfavorable, hacer conciencia de


que los ojos no deben bajar a la derecha, pues esto incrementará la sensación.

El movimiento ocular consciente, es una forma de descubrir cómo funciona nuestro


cerebro. Incluso a través de las claves oculares, y con la práctica, podemos
enseñarle al cerebro nuevos caminos para corregir conductas, actitudes o
reacciones no deseadas. "Mirar" hacia el lado correcto a la hora de buscar
información, es una habilidad muy útil.

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