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Ediciones MATHESIS

Los Propósitos Psicológicos,


Serge Raynaud de la Ferrière

Propósito Psicológico XXIV: La Francmasonería


Traducción: Hugo Vidal Obregón

Edición Internet Numerada.


Todos los derechos reservados. ©
21 de marzo, 2006

www.sergeraynaud.net
PROPÓSITOS PSICOLÓGICOS

Serge Raynaud de la Ferrière

Libro XXIV

La Francmasonería
La Francmasonería

INTRODUCCIÓN

No sería útil en este pequeño opúsculo repetir el tema sobre el origen, la 1

historia y los ritos masónicos que ya hemos estudiado y detallado ampliamente en


las páginas de nuestra obra “El Libro Negro de la Francmasonería” y no podemos
menos que aconsejar a nuestros lectores remitirse primero al estudio de ese texto.
Precisemos ante todo que la meta de la Francmasonería es formar pensadores 2

y sabios por encima de las condiciones comunes, y que su formación se hace por
selección e Iniciación. Según el manual de la Organización, la Francmasonería es
una Institución filantrópica, filosófica y progresiva, que tiene por objeto el ejercicio
de la beneficencia, el estudio de la moral universal, el análisis de las ciencias, las
artes y la práctica de todas las virtudes.
Su enseñanza se extiende sobre todo alrededor de un punto: la tolerancia, lo 3

que permite a sus miembros pertenecer a no importa qué religión o concepción,


con la obligación de reconocer las mismas libertades en los demás. Así pues, si la
Francmasonería no es una religión, también sería inexacto pretender que es
antirreligiosa, ya que en sus reuniones la religión es objeto de discusiones y
comentarios, y si la teología puede ser analizada y debatida sin ser puesta en duda,
es porque los adherentes tienen derecho a la palabra y porque de hecho no están
sometidos a un dogma obligatorio, lo que hace que el francmasón puede dar su
opinión a favor o en contra de cualquier ideología.
En los países occidentales y de fe cristiana en general, algunos han pretendido 4

que la francmasonería es anticristiana… Nada más falso, la mayoría de los


francmasones son cristianos aunque sí muy a menudo anticlericales, lo cual es
diferente. Ahora bien, se suele suponer sin embargo que existe una mayoría de
protestantes por una minoría de católicos en las logias masónicas; pero esto
proviene de que hay francmasones que profesan en principio la fe cristiana, pero
que no aceptan como cierta la virginidad de María y se oponen por tanto al dogma
de la Inmaculada Concepción, así como protestan contra la infalibilidad del Papa,
etc… cuestiones todas que son rechazadas igualmente por los protestantes y que
no por ello dejan de ser buenos cristianos.
Igualmente, es posible adherirse a la francmasonería siendo de confesión 5

católica, ya que esta institución no está en contra de ninguna religión, y viene a ser
más bien la religión apostólica romana la que resulta antimasónica. Al católico no
se le pide abandonar su fe para adherirse a la francmasonería, en cambio las
autoridades eclesiásticas condenan a los francmasones. El que cristianos, judíos,
musulmanes y hombres de todas las ideas se encuentren reunidos en el seno de la
francmasonería con un espíritu fraternal, se interpreta como si estuviera en contra
de los dictados de Roma. Todo eso ha hecho pensar que esa organización está
dirigida contra el clero, siendo que ella permanece independiente de toda religión

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La Francmasonería

fanatizada y no persigue otra meta que la de establecer una gran familia humana,
sin prejuicios en contra de nada ni de nadie.
En efecto, la mayoría de los francmasones son seres que más bien han 6

evolucionado, o sea que sin renegar de su fe de origen se han elevado a un grado


superior de comprensión y ya no sienten la necesidad de una disciplina religiosa.
En consecuencia, los miembros de la F:. M:. no están obligados a abandonar su
primera religión, sino al contrario, generalmente conservan las bases de sus
concepciones originales, aumentadas con nuevas “realizaciones”. Es así que se
puede ver a cristianos, protestantes o católicos, que aún sin practicar el culto de su
respectiva religión, permanecen fieles a los principios de la cristiandad en su
aspecto moral, social y a veces incluso teológico. El mismo fenómeno se da en
Oriente, donde se ve a los budistas, zoroastrianos, hindúes, etc… adherirse a la
francmasonería y a veces continuar también la práctica del culto de su religión de
nacimiento.
Es preciso, pues, repetirlo unas vez más: la francmasonería no es una religión 7

sino más bien una Escuela de Iniciación; su ritual es tan antiguo como el mundo y
contiene por eso mismo un simbolismo cuyos elementos provienen de
innumerables fuentes: Gnosis, Hermetismo, Qabbalah, Yoga, matemática
pitagórica, etc.
Georges Allary, en su artículo sobre la francmasonería (1953), reconoce que la 8

Iniciación masónica es, como en otras iniciaciones, un ritual de muerte y


resurrección. El “Gabinete de Reflexión” en que se introduce al profano antes de su
Iniciación, está pintado de negro y en su interior se colocan osamentas y un cráneo
humano. A veces se sitúa al profano en una celda subterránea que, en ese caso,
simboliza la tumba, ya que él debe evidentemente despojarse del “hombre viejo”.
Ese Gabinete es también un símbolo de la muerte del grano que se menciona en las
Escrituras: “Si el grano no muere después de haber sido echado en tierra, nada quedará de
él; pero si muere, dará mucho trigo”. Esa frase se encuentra escrita a veces en la pared
de las logias, y, por otra parte, la palabra “neófito” significa “nueva planta”.
“Mediante las nociones de Iniciación, nos situamos bastante lejos de los 9

ideales democráticos que profesan la mayoría de los francmasones”, prosigue el


autor del artículo antes citado. Y es que la Iniciación está reservada a una “élite”,
palabra que tiene la misma raíz que “elegido”, aunque se trata de elegido en el
sentido que lo comprendía el Cristo cuando decía: “Son muchos los llamados y pocos
los escogidos”. Por su parte, René Guenón en “Ojeada sobre la Iniciación”, indica:
“Para poder ser Iniciado, es preciso poseer ciertas cualidades. La individualidad
debe surgir, en efecto, tal como es, con todos sus elementos constitutivos y requiere
por eso mismo el desarrollo de las condiciones concernientes a cada uno de esos
elementos, incluyendo el elemento corporal.”
No hay nada de injusto ni de orgulloso en considerarse consagrado a ser 10

iniciado. Si se admite muy bien que no todo el mundo es capaz de entender las
matemáticas superiores o de ser artista, se debería admitir lo mismo para cualquier
otro oficio. En fin, la Iniciación masónica, que tuvo también en su origen un

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La Francmasonería

carácter artesanal, es una iniciación de “pequeños misterios”, para utilizar esa


expresión de la antigüedad griega empleada por René Guenón. En efecto, los
pequeños misterios, que comprenden todo aquello que se relaciona con el
desarrollo del estado humano considerado “integralmente”, conducen a la
perfección de ese estado, es decir, a la restauración del estado primordial. En
cambio, los “grandes misterios” conciernen a la realización de los estados supra-
humanos y toman al ser en el punto en que lo dejan los pequeños misterios, es
decir en el centro de dominación de la individualidad humana. Son entonces los
Misterios Mayores los que lo conducen más allá de ese dominio hacia el estado
incondicionado que constituye la liberación final. Así pues, en la primera fase se
puede hablar de “realización horizontal”; en la segunda, de “realización vertical”,
pues ante todo hay llegar a ese punto central para elevarse enseguida,
prosiguiendo la dirección del eje, hacia los estados supra-individuales.

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La Francmasonería

LA FRANCMASONERÍA

La historia propiamente dicha de la francmasonería comienza en 1717, con 11

la reunión de cuatro logias en Londres. Esa Masonería llamada “especulativa”,


vino a continuación de aquella llamada “operativa”, que era en realidad la
reunión de los cuerpos de oficio del medioevo.
Como ya lo hemos visto en nuestra obra consagrada a este tema,1 algunos 12

documentos oficiales confirman que la organización existía ya antes de ese


período, pero, a pesar de todo, sigue siendo difícil establecer el origen exacto
de la francmasonería, aunque uno se inclinaría a pensar que fue creada en
Egipto. En todo caso, fue siempre una organización esotérica, y mucho más en
el sentido de movimiento Iniciático que de sociedad secreta. Georges Allary lo
dice muy bien cuando sostiene que la masonería es una sociedad “cerrada”
más que una sociedad secreta, y si se le llama así es solamente porque se ha
hecho una costumbre designar con la expresión “sociedades secretas”, no sólo
a éstas, sino también a las sociedades clandestinas.
Pero la masonería no ha escondido jamás su existencia y la atmósfera de 13

secreto que la rodea proviene sobre todo del carácter iniciático de esa sociedad.
Y como lo ha dicho R. Guenón, el secreto iniciático es un secreto que no puede
dejar de serlo, puesto que consiste exclusivamente en lo “inexpresable”, lo cual
es por consiguiente también y necesariamente lo “incomunicable”. Para dar a
comprender esto, algunos Venerables de Logia se sirven de la fábula de “El
Labrador y los niños”: no había tesoro en el campo, pero el hecho de remover
el campo para encontrar el supuesto tesoro, es en sí mismo el verdadero
“tesoro”. De igual manera, no existe secreto masónico ni secreto alguno que
pueda ser revelado; pero una vez que ha pasado por las diferentes fases de la
Iniciación, el francmasón se convierte en otro hombre; he ahí el “secreto”.
Para considerar las cosas de esta manera es preciso admitir un Principio 14

Superior, independientemente de que sea llamado Dios o no. La


francmasonería representa un Ideal Puro, que si bien no es religioso en el
sentido de un dogma, no por ello su comprensión, en el sentido de un sistema
amplio y tolerante, requiere menos una Conciencia elevada.
Rehusando a menudo el término “Dios”, muy fácilmente asimilable a un 15

antropomorfismo estrecho, el francmasón “trabaja” para la gloria del Gran


Arquitecto del Universo, vocablo bajo el cual comprende un Principio

1Ver el primer capítulo de “El Libro Negro de la Francmasonería”, la Masonería llamada


“prehistórica”.

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La Francmasonería

Superior Inteligente que lo rige todo. El “Deus Meum Que Jus”, que se
encuentra en la banderola del emblema del Consejo Supremo de los 33, ha sido
interpretado a veces como “Yo soy mi propio Dios y mi propio derecho”,
cuando debería ser comprendido más bien como “Dios es asunto mío y
también mi derecho”, entendido como una cosa posible de alcanzar, incluso
como la única cosa dentro de la aspiración idealizada. De todas maneras el
francmasón se liga mucho más a los valores humanos que a una devota
consideración a Dios, lo cual lo hace menos “teósofo” y un poco más
“antropósofo” 2. Asimismo, su veneración va dirigida sobre todo a la Razón,
bien comprendida como Conciencia, y se muestra muy poco inclinado al
automatismo reglamentado de las religiones. En consecuencia, los templos
masónicos no están adornados con figuras representativas de divinidades, sino
con emblemas que simbolizan los atributos de la Naturaleza en acción. Dios
permanece como el inconmensurable, el inexpresable, ya que su No-
Manifestación no puede ser reproducida.
Bajo el emperador Diocleciano, cinco masones que rehusaron ejecutar la 16

estatua de una divinidad del paganismo, fueron condenados a muerte.


Igualmente fueron castigados con la muerte cuatro oficiales subalternos que se
negaron a incensar el altar de Esculapio. Los nueve mártires, que fueron
ejecutados el mismo día, fueron inhumados en la misma sepultura. Es así que
en el año 310, el Papa Melquíades otorgó a los cuatro oficiales el título de
Quatuor Coronati. Pero más tarde los cuatro oficiales fueron confundidos con
sus compañeros de suplicio y fueron convertidos en los protectores del oficio
de la construcción, según lo relata Gould en su “Historia de la Francmasonería”.
Quizás esta confusión no haya sido involuntaria, ya que existe un lazo entre la
masonería de oficio y las iniciaciones militares.
Es una idea muy expandida aquella de que los masones de la Edad Media 17

poseían un cuerpo de tradiciones derivadas de los antiguos misterios. Todas


las constituciones manuscritas sitúan el origen de la masonería en Egipto y en
Oriente. Si tomamos, por ejemplo, el hermetismo, es indudable que esa
tradición de origen egipcio, revestida de una forma helenizada durante la
época alejandrina, fue transmitida en la Edad Media a los mundos islámico y
cristiano, obsediendo a ciertos doctores de la iglesia cristiana de África.
En “Aspectos místicos de la Roma pagana”, Jerónimo Carcopino escribe: 18

“Tertuliano llama a Trismegisto el más grande de los filósofos y Lactancio lo


elogia como el que ha descubierto casi toda la Verdad; en cambio Arnobe, que

2 Theo = Dios; Sophia = Sabiduría. Las diversas organizaciones llamadas “teosóficas”,


estudian las religiones comparadas aceptando el principio religioso con sus divinidades.
Antropo = hombre; Sofía = Sabiduría. El movimiento antropósofo de Rufolf Steiner,
permanece sin embargo atado a principios teológicos, mientras que la antroposofía
primitiva encara sobre todo el perfeccionamiento del Ser humano por métodos científicos.

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La Francmasonería

había sido hermetista antes de convertirse en cristiano, incorporó a su nueva fe


algunas de las afirmaciones esenciales de su antiguo “Credo”. Sin embargo, en
su obra de apologética cristiana ataca más a los hermetistas, discípulos de
Platón y de Pitágoras, que a los adversarios de la nueva religión”. Y, como
señala Luis Menard en “Hermes Trismégisto”, es casi siempre entre escuelas
semejantes que se desatan las más vivas luchas, pero también es por eso que
entre ellas se opera más fácilmente el paso de una convicción a otra.
La francmasonería procede principalmente de la unión de una corriente 19

salomónica con otra pitagórica. Todas las palabras sagradas de la masonería


son hebreas; la Era y el Calendario masónicos son especialmente judíos; el
presidente de la Logia se dice que ocupa la Sede del Rey Salomón. En fin, las
leyendas del tercer grado3 y las de los grados superiores, se relacionan por
completo con los acontecimientos que han precedido, acompañado y
proseguido a la construcción del Templo de Jerusalén.
La leyenda fundamental del grado de Maestro, corresponde a un personaje 20

de la Biblia llamado Hiram; es el arquitecto al que Salomón llamó para que


efectuara la construcción de su Templo. La leyenda refiere que tres
compañeros, queriendo abrogarse las prerrogativas del maestro, conspiraron
contra Hiram y uno de ellos lo mató; una vez que enterraron el cadáver,
plantaron sobre la tierra removida y fresca una rama de acacia para ocultarlo.
Y fue gracias a esa rama que los compañeros que salieron en busca de Hiram,
descubrieron su cuerpo.
En “El Simbolismo”, Bernard E. Jones ha subrayado la gran antigüedad de 21

ese mito que, por ser una leyenda oral, muchos se sorprenden que haya podido
penetrar en la masonería inglesa. De ahí, solo queda sino percibir, en todo eso,
que fue la perpetuación de una organización Iniciática lo que permitió
conservar las enseñanzas del origen.
Ciertos rituales del grado de Maestro -dice René Guenón, en sus “Estudios 22

Tradicionales”-, insisten en la “pérdida de la Palabra” que se presenta como


una consecuencia de la muerte de Hiram. Esa “Palabra Perdida”, que de
manera general simboliza la pérdida de la Tradición, no es otra cosa que el
verdadero nombre del Gran Arquitecto del Universo. Conforme a la leyenda
de ese grado, durante la construcción del Templo la “palabra” de los Maestros se
encontraba en posesión de tres personajes que eran los únicos que tenían el poder de
comunicarla: Salomón, Hiram (el rey de Tiro) y… Hiram-Abif. ¿Por qué bastó la
muerte de este último para que se perdiera la palabra? Es que para
comunicarla en forma ritual, se requiere el concurso de los tres primeros
Grandes Maestros.

3 Primer Grado = Aprendiz; Segundo Grado = Compañero; Tercer Grado = Maestro.

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La Francmasonería

En efecto, una logia operativa no puede ser abierta sino con el concurso de 23

los tres maestros que tienen en su poder las tres varillas cuyas longitudes están
en relación con los números 3, 4 y 5; así, solamente cuando esas tres varillas se
han acercado hasta unirse para formar el rectángulo pitagórico, puede tener
lugar la apertura de los trabajos… Asimismo, una palabra sagrada puede estar
formada por tres sílabas de manera que no puede ser comunicada por
separado por ninguno de los tres Maestros.

Figura I Figura II

En filosofía, eso se puede considerar como los tres planos: físico, astral y 24

divino; es decir cuerpo, alma y Espíritu. En Alquimia tendremos el azufre, el


mercurio y la sal, que filosóficamente son el macho, la hembra y el neutro. En
el huevo, por ejemplo, el azufre corresponde al amarillo, el mercurio al blanco
y la sal a la cáscara. En el hermetismo, el azufre se asimila al Espíritu; el
mercurio a Hermes; y la sal simboliza la Sabiduría.

Figura III

Los 47 problemas del símbolo del Logos creativo provienen de ese 25

Antiguo Símbolo: Osiris, Isis, Horus. (Figuras IV y V).


El cuadro del conjunto 9, 16 y 25, se debe relacionar con la placa pectoral 26

que llevaban los Altos sacerdotes de Israel. (Figura VI).

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La Francmasonería

Figura IV

Figura V

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La Francmasonería

Figura VI

La suma total de los cuadrados da 144 (cuadrado de 12), y la 27

multiplicación entre sí de 36, 48 y 60, (3 x 12 = 36; 4 x 12 = 48; 5 x 12 = 60


respectivamente) da 103.680, lo que es igual a 4 veces 25.920. Este número
corresponde al tiempo que tarda el punto vernal en dar un giro completo al
Zodíaco según el fenómeno de la precesión de los equinoccios. Recordemos
que 25.920 corresponde también al número de respiraciones en 24 horas de un
hombre normalmente constituido.
Una de las más grandes concepciones Antiguas sobre la deidad, fue la idea 28

de un “Tiempo limitado” dentro del “Sin Límite”, el cual estaba representado


por el lento movimiento del planeta Saturno, así como también por Kronos,
mejor conocido en nuestros días como el “Padre Tiempo” con su reloj de arena.
En ese sentido, Saturno corresponde también a Brama entre los hindúes y a
Abram entre los hebreos, done el valor numeral de las letras es 144 (A=1; B=2;
R=100; A=1; M=40). Ahora bien, ese valor corresponde exactamente al término
Theos, Dios, (Th=9; E=5; O=70; S=60). De ello podemos deducir
inmediatamente que todo está muy bien ligado entre sí y que la Teología, sea
griega, hindú o hebraica, se funda sobre una misma base. Pero no es difícil
descubrir, tanto en las figuras como en las cifras, la gran influencia de los 47
famosos problemas de Euclides. Fueron elaborados a partir de los números 9,
16 y 25 que son los cuadrados de 3, 4 y 5 respectivamente.
No insistiremos en los tres axiomas euclidianos que todos hemos 2929

aprendido en la escuela (entre dos puntos….; la suma de los ángulos de un


triángulo…; dos líneas paralelas…, etcétera.). Ya hemos explicado en esta serie
de “Propósitos Psicológicos” por qué es posible refutarlos o al menos agregar
nuevas consideraciones matemáticas: el Nombre Divino explicado
geométricamente da 26:

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La Francmasonería

Figura VII

Ese total de 26, es el Nombre del Padre, a quien proclama el Hijo de la 30

Divina Esencia y la Divina Existencia: es el Yo soy (IHOH) = 26; de la unión


(Ya) de Isho (el Hijo) con Ihoh (el Padre). Así, de la unión de la Palabra y el
Pensamiento (Logos y Golos), nace ShOPhYa (el Infinito Psíquico y el Infinito
Espiritual).
En el segundo grado (Compañero) del rito masónico, el nuevo Iniciado 31

debe recibir la explicación de ese término Schiboleth, del cual se le dice


solamente que significa la espiga de trigo y el fruto de la Sabiduría. Para la
comprensión filosófica Schiboleth (con la letra Schin en hebreo) significa en
realidad “desgracia”, pero la inicial Schin (21 del alfabeto) es el emblema tri-
unitario; es el símbolo de la incidencia verbal en el universo visible: Sh OPh Ya.
En cambio el término Siboleth (con la letra Samech), significa “dicha”; y su
inicial Samech (15ª letra) viene a explicar el emblema del centro dualístico, es
decir, el símbolo de la filosofía humana o Sofía.
La prueba física simboliza al Aprendiz que en el primer grado debe 32

SABER; la prueba moral es la del Compañero quien debe QUERER; la del


Maestro es la prueba intelectual que en el tercer grado debe OSAR, y todos
tienen el deber común de CALLAR.
Para el aprendiz el mazo significa la voluntad y el cincel el juicio; 33

enseguida para el compañero son: la regla, la palanca, el compás y la escuadra.


El compás es el Espíritu, mientras que la escuadra es la materia; es por ello que
la escuadra cubre al compás en el primer grado, mientras que para el
compañero una de las piernas del compás queda encima de la escuadra y, por
último, para el Maestro, el compás cubre a la escuadra. Por otra parte, la
apertura del compás varía en el ritual según los grados: una apertura de 45
grados para los Maestros, de 60 para los que han alcanzado el estado de
Maestro Perfecto en el 5º grado; una apertura de 90 grados para los Masones
del los grados 14º y 18º. Y para aquel que alcanzó el grado 29º, el compás está
asociado a la escuadra: 45 grados de apertura significarán un octavo de
conocimiento, 60 grados un sexto de conocimiento, y 90 grados de arco un
cuarto de conocimiento.

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La Francmasonería

La estrella flamígera, que aparece durante la Iniciación del Compañero, 34

representa al ser humano (cabeza, brazos y piernas), sobre la cual viene ese
famoso símbolo de la letra G, que ha dado lugar a diferentes comentarios. En
efecto, es preciso confesar que la letra G adquiere una significación diferente de
acuerdo y en proporción a sus realizaciones. Esa G puede ser el Guimel de los
hebreos (tercera letra del alfabeto) pero esconde igualmente al Yod, la décima
letra, es decir, la inicial del nombre divino IEVE y de otros tantos atributos
esotéricos. Naturalmente constituye también la inicial de Dios en varias
lenguas (God, Got, Gút), al igual que la inicial de Grande (Great, Groot) y aún
de la palabra Goda, que en eslavo significa “un año”, lapso que quizás podría
comprenderse como un gran Año de Platón (25.920 años), es decir un ciclo de
precesión de los equinoccios.
La estrella de cinco puntas no es únicamente de inspiración pitagórica 35

(entonces era dibujada con un solo trazo, sin levantar la punta que la dibujaba),
sino que se la encuentra, con otros símbolos, en algunos monumentos muy
antiguos. Los masones, como también los artesanos, poseían marcas de oficio.
Signos semejantes se encuentran en cierto modo en todos los países, como por
ejemplo en ciertas piedras de la base del muro de Hiram en Jerusalén. La
mayoría de esos símbolos fueron adoptados durante la época de las Cruzadas
y esas señales se encontraban generalmente en el exterior de los edificios; más
tarde fueron disimuladas en los bajos-relieves de los pilares a lo largo de las
junturas horizontales. Entre los signos esotéricos se ha encontrado la estrella de
cinco puntas, la cruz anzada egipcia (ankh), en fin, la swástica oriental, etc.
La swástika (en sánscrito, “afortunado”), es lo que los ingleses llaman 36

“Fylfot”, la cruz griega en la que cada uno de sus brazos se prolonga en ángulo
recto. Es el “gammadión” (o gamation), término que proviene de la letra
gamma, la tercera del alfabeto griego, representada en los caracteres de
imprenta precisamente por un glifo en forma de escuadra. Se aprecian de
inmediato las flagrantes relaciones que existen entre ambas: el gammadion es
la materia, la pasividad. Esta “gamma”, así como la escuadra, es muy utilizada
en las logias masónicas donde se la encuentra representada primeramente por
una “L”, la letra sagrada que se encuentra como inicial de los Grandes Centros
Iniciáticos. Tal es, por ejemplo, el caso de Larissa, la antigua y célebre ciudad
de Grecia donde florecía la escuela filosófica pitagórica en que se encontraba el
Sabio Anaxillas. Otros lugares son también: Lacio, Lutecia, Lucotocia,
Lukotaím, etc… de los cuales hemos visto ya las significaciones en nuestras
obras precedentes. En fin, esa letra es la inicial de “Logia”.
Con la ayuda de dos escuadras (o dos “gamma”) se obtiene una cruz a la 37

cual es preciso ligar el símbolo del antagonismo entre el Espíritu y la Materia.


Con cuatro de esos elementos se obtendrá el cuadrado, expresión de la
superficie de la piedra cúbica que es preciso perfeccionar (pulir) para ser un

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La Francmasonería

Iniciado Completo, y finalmente otra cruz que simbolizará la unión de los


cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego) para que se cumpla el equilibrio
entre el macrocosmo y el microcosmo.
El Venerable de Honor usará esa escuadra colgada como collar, 38

simbolizando con su lado derecho (más largo) el activo y con su lado izquierdo
(más corto) el pasivo.

Figura VIII

Figura IX

En esa escuadra se colocan los tres cuadrados que representan, una vez 39

más, el símbolo del Logos creativo basado en el axioma bien conocido: “el
cuadrado de la hipotenusa de un triángulo rectángulo, es igual a la suma de los
cuadrados de los otros dos lados”.*

* Nota Edición Internet. Este axioma de Euclides corresponde con la Proposición 47 del
Libro I de Los Tratados.

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La Francmasonería

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Al obtener el triángulo que se forma en el centro, se puede pensar
fácilmente en el “Ojo del Gran Arquitecto del Universo”, emblema masónico
por excelencia, muy bien conocido por todos en el presente. Por otra parte,
ciertas iglesias católicas poseen aún ese símbolo que disponen encima del altar;
otras veces el Ojo de Dios está reemplazado por las cuatro letras: Yod-He-Vaw-
He, de su nombre en hebreo (Iévé).
41
Regresemos pues al nombre de Dios, que hemos expresado
geométricamente con las cuatro letras hebraicas que en conjunto suman 26, y
que, como ya lo hemos visto en nuestras primeras lecciones de filosofía
científica, se puede escribir por medio del Ternario en lugar de hacerlo con el
célebre Tetragrama. En efecto, ese riguroso mecanismo da lugar a numerosos
comentarios: Dios expresado por tres o por cuatro letras…Aquí sería preciso
estudiar ese otro gran símbolo que representa los clavos con los cuales el Cristo
Jesús fue martirizado… ¿Se colocan tres clavos o cuatro clavos cuando se
representa al Nazareno sobre la cruz?...
Hemos analizado ya en detalle el Tetragrama del Nombre Divino, pero 42

insistamos nuevamente: Iévé, que está compuesto por cuatro letras: Yod-Hé-
Vaw-Hé, se aplica perfectamente a la Divinidad en tanto que se manifiesta por
la unión del primer hombre con la primera mujer, es decir de Aleph con Eva.
Es el principio masculino I (Adán), el Yod (convertido en Aleph, regreso a la
Unidad) unido a Hé-Vaw-Hé (Eva), el principio femenino.
En nuestra expresión geométrica hemos visto al Yod en la vertical y a Hé- 43

Vaw-Hé en la horizontal. Se trata de Adán (atributo activo) en su polaridad


masculina y espiritual, y de Eva (atributo pasivo) en su polaridad femenina y
material. Son: el hilo a plomo (vertical) y el nivel (horizontal) de los masones
obreros, simbolizados en las logias por el Primer y el Segundo Vigilantes, con
sus atributos emblemáticos. El activo (el Espíritu) está representado por el
compás, el mazo, la perpendicular y la regla; en tanto que el pasivo (la Materia),
está simbolizado por la escuadra, el cincel, el nivel y la palanca. En cuanto al
neutro, corresponde a la llana.
La entrada de militares en las logias se explica mediante la espada 44

flamígera y no por la llana que, junto con el mazo, sirven de vehículo a la


influencia espiritual durante el rito en que se comunica esa influencia. Denys
Roman aclara que la llana, así como la espada flamígera con su perfil en zig-
zag, simboliza el rayo, pero que los utensilios del masón han dejado de ser
empleados debidamente en la francmasonería. No obstante quedan como
elementos decorativos importantes, lo mismo que los emblemas que se
relacionan con la profesión de constructor, que son también sin duda
esenciales tanto en la masonería llamada especulativa como en la vieja
masonería operativa. En el simbolismo de las logias, los diversos mitos y los
instrumentos de trabajo se identifican a menudo con atributos divinos, lo cual

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La Francmasonería

se explica por el hecho de que en las tradiciones artesanales la transmisión


iniciática estaba ligada a la entrega de los utensilios de oficio.
Jules Boucher en “El simbolismo masónico”, explica que no hay por qué 45

sorprenderse de encontrar en una Iniciación de oficio elementos militares o


caballerescos. Tomando como punto de comparación el sistema hindú de las
castas4 podemos ver que la iniciación sacerdotal de los Brahmanes se refiere a
los grandes misterios, mientras que la iniciación de los guerreros (Kshatriyas) o
Iniciación Real5 está, como en la Iniciación de los artesanos, relacionada con los
pequeños misterios. Esto explica que haya frecuentemente contactos entre las
formas de iniciación destinadas a estas dos castas, y por otro lado viene a
legitimar la expresión “Arte Real” que la masonería ha empleado y conservado
hasta nuestros días. Al leer un documento masónico con la abreviatura R:. L:. el
profano traduce, arrastrado por el hábito, “Reverenda Logia”, cuando debería
traducirlas más bien como “Respetable Logia”. Sin embargo, Plantagenet
sostiene que para permanecer fiel a la tradición sería preciso decir: “Real
Logia”, es decir, la expresión que se encuentra en los rituales más antiguos.
Es obvio insistir acerca del compás que, como la escuadra, perdura como 46

uno de los símbolos esenciales del ritual masónico. La cabeza del compás
ostenta a veces el emblema del Sol y representa a Elohim, en tanto que las dos
puntas representan al Jehová de la derecha y al Jehová de la izquierda, según
está dicho en el Zohar (ver “Propósito Psicológico” Nº XI). En realidad, esas
tres puntas del compás simbolizan también las tres letras-Madre del alfabeto
hebraico: Aleph-Mem-Shin, las cuales, leídas a la manera semítica forman la
palabra Shema. Hay que señalar especialmente que en inglés se usa el término
“shemitic” para decir “semítico” o designar a los israelíes. Ahora bien, ese
shema (o Shème en francés) que los ingleses llaman sketch y los españoles
“esquema”, corresponde precisamente a los primeros datos de un plan, de un
proyecto, o en fin, a las primeras líneas de una enseñanza. Asimismo, las 3

4
La más elevada es la de los Brahmanes, que son los ministros de la religión; a continuación
vienen los Kshatriyas (llamados a veces ‘Rajás’, por ser descendientes de familias reales);
son los nobles guerreros. Después los Vaisyas, que son los mercaderes y, por último, la
cuarta casta, aquella de los Shudras que engloba a todos los gremios de oficio. La leyenda
quiere que haya sido del sacrificio de Purusha, el elemento espiritual (principio masculino
opuesto a Prakriti, el principio femenino o elemento material: la Naturaleza) que emanaron
esas diversas castas. De la cabeza salieron los Brahmanes; del pecho: los Kshastriyas; de los
muslos: los Vaisyas y de los pies: los Shudras. Los que no pertenecen a ninguna de las
cuatro castas, son llamados ‘Pariahs’
5
Los Grandes Misterios corresponden a la Laya-Yoga, que llega hasta la
adhimuttikalakiriya (la muerte voluntaria), mientras que la Iniciación Real corresponde a la
Raja-Yoga que forma parte de los pequeños misterios. Esto ya lo hemos explicado
detalladamente en nuestra obra “Yug Yoga Yoghismo, una Matesis de Psicología”.

- 16 -
La Francmasonería

letras-Madre del alfabeto hebraico que se designan justamente como “SheMA”,


constituyen la base de todo el lenguaje.6
Cuando el compás está en contraposición con la escuadra, se pueden ver 47

como si fueran dos “X” enlazadas, lo cual significaría, una vez más, el Espíritu
y la Materia; pero esa “X”es también el glifo que representa en el alfabeto
griego a la letra “Khi” y que es precisamente la inicial de los 3 atributos
principales de la Alquimia: KONE, el oro que se trata de hacer; KRUSUS (el
crisol) el recipiente indispensable para operar la transmutación, y KRONOS, el
tiempo necesario a la Gran Obra.

Figura X

Si a cada lado de las dos “X” enlazadas (que simbolizan la escuadra y el 48

compás) colocamos un trazo grueso para representar las dos columnas del
templo, tendremos un hermoso símbolo francmasónico; sin embargo, para los
sulpicianos* del siglo XVII, se trata de un monograma de la Santa Familia, por
cuanto ese símbolo hace resaltar el nombre de María, al mismo tiempo que las
dos columnas dispuestas a los lados representan las iniciales de Jesús y de José.
Pero podemos notar que además se ve muy claramente la palabra AUM. Este
último vocablo es demasiado célebre como para que tenga objeto repetir lo que
ya hemos dicho en el curso de nuestros escritos; es el “bijamantram” que en
todas las oraciones orientales se encuentra asimilado al Ser Supremo. Es el
emblema de la Yoga.
Henos aquí de nuevo con la expresión de tres letras para definir la 49

Divinidad. Por otra parte sorprende que el nombre del Todo-Poderoso sea

6
Las 22 letras del alfabeto hebraico se descomponen en 3 letras-Madres A-M-S; 7 letras
dobles: B-G-D-K-P-R-T, y 12 letras simples: E-F (v) -Z-H-Th-I-L-N-S (c) Ay-Tz-Q. Hemos
venido dando desde el“Propósitos Psicológico” Nº II de esta serie, todas las orientaciones
respecto a este tema.
* Nota Edición Internet. Son llamados así quienes pertenecen a la congregación de clérigos
regulares de San Sulpicio.

- 17 -
La Francmasonería

expresado distintamente por 3 o 4 letras según las lenguas. Ya hemos dado


nuestra opinión sobre ese nombre que debería ser uniforme e idéntico para
todas las Razas, cualquiera fuese su lengua. Sin embargo, para ciertos
mecanismos esotéricos se pueden combinar siempre el Ternario y el
Cuaternario, o mejor aún, el paso del Trigrama a Tetragrama. Por ejemplo, si
tomamos el nombre de Dios en las lenguas anglosajonas, tendremos: GOD.
Recordemos ahora que en la escritura griega esa palabra se escribe con una
Gamma (en forma de escuadra), con un Omicrón (en forma de círculo) y con
un Delta (en forma de triángulo); todo lo cual hace meditar en ciertos símbolos
muy conocidos en la masonería. Los valores numerales de esas letras en el
sentido habitual de los alfabetos sagrados, son: 3 para G, 6 para O y 4 para D.
Así, en esa lectura (3+6+4) tenemos la suma de 13 para ese nombre. Notemos al
pasar que 13 veces 28 (los 13 meses lunares del calendario Masónico) dan
igualmente 364; y recordemos que Horus está asimilado al signo de los
Gemelos (el 3º del Zodíaco), que Isis está asimilada al signo de la Virgen7 (el 6º
signo) y que Nepthys está asimilada al signo de Cáncer (el 4º signo del
Zodíaco), es decir 364.
Un cubo de madera, de piedra o de no importa qué otro material, está 50

geométricamente compuesto de SEIS lados. Por ejemplo, si tomamos dos cubos


para simbolizar con ellos los bloques de las dos Columnas del Templo y
sumamos los números de los lados del primero: 1+2+3+4+5+6, darán un total
de 21. Sumando los lados del segundo tendremos esta vez un total de 57, es
decir la suma de: 7+8+9+10+11+12. Entonces tenemos a 57 por una parte y a 21
por la otra, y situado en el medio el número 364, como si en cierto modo
colocáramos al centro la trilogía egipcia considerada como la Divinidad que se
manifiesta en medio de las dos columnas.

57 - 364 - 21

Así, nuestra secuencia de números invita a proseguir con esta idea de los 51

dos cubos, uno a la derecha y el otro a la izquierda, entre los que queda
suspendido el número 364. Ese número, corresponde a los valores numerales
de las letras hebraicas: Guimel=3; Vaw=6; Daleth=4, que es el nombre de DIOS
en inglés. Podemos extender nuestra idea y llevarla un poco más lejos, pues la
suma de los dos números 21 y 57 da el valor 78, número que corresponde
todavía a tres veces 26. Pues bien, hemos visto justamente que 26 es el número
del nombre de Dios en hebreo: Iévé (Yod = 10; Hé = 5; Vaw = 6; Hé = 5); se

7 52
Ver en el Libro I de la serie de los “Propósitos Psicológicos”, la simbología de las
lamentaciones de Isis.

- 18 -
La Francmasonería

trata entonces del “J.H.V.H.” del que los antiguos formaron la expresión:
“Aquel que fue, Aquel que es y Aquel que será”.
Por comodidad hemos dicho que los cubos podrían representar las dos
columnas del Templo, pero eso es en realidad inexacto, ya que esos números,
57 y 21, no simbolizan los dos pilares a la entrada de las logias. Sería más justo
decir que esos cubos simbolizan las dos piedras que se encuentran en el
Occidente de los Talleres masónicos (aunque en nuestros días generalmente no
se ponga más que una piedra).
Antiguamente, en un lado estaba la piedra bruta, emblema del neófito, y 53

en el otro una piedra tallada, símbolo del Iniciado en el trabajo; pero,


actualmente la piedra bruta que es uno de de los objetos rituales de la logia, se
encuentra no lejos de la entrada para representar al candidato a la Iniciación,
mientras que la piedra cúbica está colocada al lado del altar. Según el código
Boileau, que resulta ser la colección escrita más antigua concerniente a los
masones operativos, los preparadores de la argamasa y los talladores de piedra
gozaban de ciertos privilegios que les habían sido otorgados por Carlos Martel.
Ahora bien, esa tradición concuerda con la leyenda de ese oficio en Inglaterra,
que representa al Salvador de la Cristiandad como Patrón de la masonería
operativa.
Por otra parte, Titus Burckhardt escribe: “El arte de la construcción abarca 54

el de la escultura, pues durante la construcción de los templos de piedra -


principalmente de las catedrales- cada piedra debía ser tallada en la cantera
antes de poder ser colocada. Así pues, el escultor era ante todo un tallador de
piedra, así como el mismo arquitecto que no era sino el primero entre los
talladores de piedras y que por su visión de conjunto sabía indicar la justa
medida de cada pieza. La ‘formación del Cosmos a partir del caos’
representada durante la construcción del edificio sagrado, se repite a una
escala menor en la talla regular de la piedra bruta que representa de esta forma
la MATERIA PRIMA necesaria para la ejecución de toda la obra.
De manera que la inscripción “Ordo ab Chao” en el emblema del grado 33, 55

es un llamado a la gran disciplina indispensable en materia Iniciática. En efecto,


el conocimiento Iniciático no es puramente teórico porque el hombre que lo
recibe es transformado por ese conocimiento; sin embargo, el aspirante no
accede a ese conocimiento sino en la medida en que se va transformando. Y
René Guenón insiste: “Lo que transmite la Iniciación no es el secreto mismo,
que es incomunicable, sino la influencia espiritual que tienen los ritos a través
de los vehículos”.
La expresión los Hijos de la Viuda, con la que se designa a veces a los 56

francmasones, se explica correctamente, por cuanto la Viuda es la Naturaleza


siempre virgen y fecunda; es decir, Isis, la Gran Viuda de Osiris. Los griegos le
daban a Juno el sobrenombre de Viuda, pero existe igualmente un origen

- 19 -
La Francmasonería

salomónico en esa extraña expresión. En efecto, el Primer Libro de los Reyes


(VII- 13 y 14) indica: “El Rey Salomón hizo venir de Tiro a Hiram, hijo de una
viuda de la tribu de Neptalí. Su padre que trabajaba el bronce era de Tiro…”
Así, la francmasonería puede ser considerada como “la Viuda” de Hiram.
El local donde se reúne una Logia es llamado “el Templo” el cual 57

simboliza a la vez el Templo de Salomón y el Cosmos. En cuanto a la palabra


“logia”, ésta se encuentra relacionada con el término sánscrito “loka” por
intermedio del vocablo latino locus que significa “mundo”. Dice la Biblia que
Hiram fabricó dos columnas de bronce (Libro de los Reyes VII-15): “Él levantó
las columnas del pórtico del Templo: cuando hubo levantado la columna de la
derecha la llamó Jakin, después levantó la columna de la izquierda y la llamó
Boaz” (VII-21). (En la Catedral de Wurtzburgo se encuentran las célebres dos
columnas grabadas con esos nombres). Son las dos columnas que se colocan a
la entrada del templo masónico: en una está inscrita la letra B y en la otra la J;
la de la izquierda corresponde al pasivo y la de la derecha al activo, de manera
que en conjunto expresan el mundo de la dualidad. En cuanto al altar que
ocupa el fondo del templo, representa el Principio o, mejor aún, la Unidad
Principial.
Cuando se dice que los masones trabajan para la construcción del Templo, 58

es preciso sobrentender por “Templo” su propia individualidad (tal como el


crisol de los alquimistas). Es la imagen de la transformación (la transmutación
en la Alquimia Espiritual) que debe operarse en la persona misma del
francmasón. Es entonces LA GRAN OBRA, la Tarea a la cual se dedican todos
los verdaderos hombres de pensamiento: cabalistas, hermetistas, yoghis…
Jean Reyor sostiene que Salomón es un personaje que pertenece a la vez a 59

las corrientes del judaísmo, del cristianismo y del islamismo; pero también es
posible considerarlo como una prefiguración del Cristo glorioso. En la
prosecución de los tiempos, la expansión del cristianismo trajo una especie de
integración de la masonería a través de la jerarquía de las organizaciones
iniciáticas cristianas cuyo Maestro es San Juan, y es así que toda Logia se
convirtió en “Logia de San Juan”.
Georges Allary, en su artículo (“Crapouillot” Nº20), escribe que: “En 1936 60

se descubrió en York un manuscrito que se remonta a 1726, o a 1672 (las cifras


que constituyen la fecha del documento están invertidas según un uso que ha
persistido hasta nuestros días). Ese manuscrito convierte a Noé en el personaje
principal de la masonería y se cree que, al comienzo del siglo XVIII, existió en
Londres una logia que forjaba masones conforme a un rito antediluviano. En
efecto, hay símbolos diluvianos que continúan siendo importantes hoy día,
como: el arca de Noé, los tres viajes de la paloma y el arco-iris”.
Se podría evocar también la Triada Tien-Foe-Whe, la más antigua de las 61

sociedades secretas chinas donde se encuentran los emblemas fundamentales

- 20 -
La Francmasonería

de la masonería: el triángulo,8 la escuadra y el compás. El compás y la escuadra


corresponden respectivamente al círculo y al cuadrado, es decir, a las figuras
que en la simbología universal representan el Cielo (compás) y la Tierra (la
escuadra).9 Asimismo, el Arquitecto, que es el mediador entre el Cielo y la
Tierra, ocupa un lugar eminente en todas las civilizaciones tradicionales, ya
que su papel es el de construir una réplica de la armonía del mundo y existe
aún el título de Soberano Pontífice que lleva el Papa y como un vestigio de ese
papel.
Fundándose en la alquimia simbólica, Felipe Lavastine ha dado una clave 62

sobre los medallones del portal central de Nuestra Señora de París. Pero
también es normal que se encuentren incontables indicios en las esculturas de
las más célebres iglesias de muchos lugares, ya que ese arte era esencialmente
sacerdotal. En el continente europeo, los planos primordiales emanaron de la
Abadía de Cluny o de personas formadas en ese monasterio. Los maestros de
obras laicas se multiplicaron por lo tanto muy rápidamente: entre los 210
nombres de artistas que se revelaron en el período comprendido entre el siglo
XI y el siglo XII, se cuentan 64 monjes y 140 laicos. En las constituciones
manuscritas de las masonerías operativas, de las cuales el documento más
antiguo data de 1583, el primer deber consistía en “ser fiel a Dios y a la Santa
Iglesia evitando el error y la herejía”.
Según Henri-Felix Marcy, en “Ensayo sobre el origen de la Francmasonería”, la 63

masonería operativa nació en Francia y al parecer los maestros de obra


franceses tuvieron una participación preponderante en la construcción de las
grandes catedrales de otros países. Pero, sin duda sería más justo pensar que la
masonería operativa provino de Oriente de donde fue introducida en Francia,
y por los arquitectos bizantinos en primer lugar.
En cuanto al origen de la palabra francmasón, es difícil ponerse de acuerdo. 6464

Para algunos se trata de una derivación de “franqueza”, término que fue


acordado en el medioevo por ciertos grupos de oficio, pues en el siglo XIII los
masones tenían como estatuto especial el derecho de regirse a sí mismos.
Marius Lepage (en “Simbolismo”, 1949) recuerda lo que Burkhardt explicaba ya
sobre el lazo entre masones y escultores: el término “freemason”, vendría de
“freestone” (piedra libre, o piedra tierna) por oposición a la piedra dura que
empleaban los “Roughmasons” (mano de obra de los desbastadores de la
piedra bruta). Pero algunos han señalado igualmente que “freestone” no es

8
Además del simbolismo del triángulo que ya ha sido explicado, existe también el triángulo
con la punta hacia abajo que significa entonces la Manifestación de la Fuerza Divina que
desciende.
9 En astrología, los aspectos que pueden medirse con el compás (120 grados de ángulo), son

llamados benéficos (el compás es un instrumento que sirve para dibujar un círculo, o el
zodíaco), mientras que los aspectos que forman 90º entre dos planetas (en forma de escuadra)
son contrarios y considerados maléficos.

- 21 -
La Francmasonería

sino la traducción de “Franchepierre” término que procede del francés antiguo,


en el cual el adjetivo ‘franco’ significa “de excelente calidad”; y “pierre” piedra
con la que trabaja el “masoune” (vieja palabra francesa para designar al obrero
albañil). La Logia de los masones operativos era el local donde se reunían los
Maestros de la obra para discutir los asuntos que no debían ser conocidos por
la multitud. La expresión “entrada en Logia” es empleada aún actualmente por
los estudiantes de Bellas Artes, y proviene de que a veces la logia se encontraba
en el interior del mismo monumento religioso, lo que es un viejo hábito
universal.
Por otra parte, no es dudoso el carácter cristiano de la masonería original, 65

y el nombre de los cargos constituyen una prueba de que los primeros masones
estuvieron sometidos a la iglesia católica. Las cosas habrían de transformarse
hacia el 1430 cuando, a continuación de la guerra con Inglaterra, Escocia quedó
despoblada y tuvo que llamar a obreros de Francia; poco después la masonería
“franca” (franche) era introducida en todo ese país.
En lo que concierne al paso de la masonería “operativa” a la masonería 66

“especulativa”, reina una multitud de contradicciones. Notemos que no es por


azar que la palabra “especulación” designa actualmente alguna cosa teórica
desligada de lo real. Para René Guenón, no hay duda que la transformación de
la masonería a comienzos del siglo XVIII lejos de constituir un progreso
implicó, si no necesariamente una desviación, al menos sí una degeneración en
el sentido de empequeñecimiento. (Tesis que hemos defendido ya en nuestro
precedente libro sobre la cuestión). La disminución de la que habla Guenón,
consiste en la negligencia y el olvido de todo lo que es realización (es decir de
todo aquello que es operativo) y su sustitución por el sentido profano de esta
última palabra, ya que también es un error confundir “operativo” con
“corporativo”, como lo señala justamente George Allary. Las fraternidades no
solamente ayudaban a los hombres que las constituían a hacer bien su oficio,
sino que estaban abocadas a conducirlos al cumplimiento, en su propio ser, de
la REALIZACION INICIATICA.
Gould supone que la costumbre de “aceptar” miembros extraños a la 67

profesión, se remonta a una época más antigua que la del proceso verbal de la
Logia de Edimburgo, efectuado el 8 de junio de 1600, el cual constituye la
primera información relativa a un miembro no-profesional recibido en una
logia de masones. En 1670, menos de una cuarta parte del número total de los
compañeros de la Logia de Aberdeen, estaba constituida por masones de oficio.
Entre sus miembros figuraban eclesiásticos, médicos, comerciantes y tres
nobles.
Ya en 1688, la masonería era mantenida bajo sospecha a causa de sus 68

misterios; era la época en que los Estuardo habían sido destronados y se hacía
necesario cimentar la unión de los antipapistas, devotos de la nueva dinastía.

- 22 -
La Francmasonería

La masonería podía, pues, ser un terreno de entendimiento, a pesar de que


todavía quedaban muchos partidarios de los Estuardo entre los masones.
Anderson, ministro de la capilla presbiteriana de Londres, fue nombrado 69

Capellán de la logia operativa de San Pablo en 1710, y fue en 1714 que


comenzó a tener reuniones a las que al principio los masones operativos no
podían asistir, pero más tarde todos se unieron para formar la Gran Logia de
Inglaterra. Los talleres reunidos en la fiesta de San Juan Bautista del 24 de junio
de 1717, en el tercer año del reinado de Jorge I, eligieron a Antoine Sayer como
Gran Maestro de los masones. Al año siguiente fue elegido George Payne,
quien después fue reemplazado por el Reverendo Teófilo Desaguliers (hijo de
un pastor francés). Payne fue escogido de nuevo en 1720, pero en 1721 fue
reemplazado a su vez por Jhon, duque de Montagu, quien fue el primero de
una larga serie de grandes maestros pertenecientes a la nobleza.
Fue Anderson, en colaboración con Payne y Desaguliers, quien se encargó 70

de redactar esas Constituciones que fueron aprobadas en 1722. En uno de sus


capítulos, consagrado a los orígenes de la masonería, se atribuye el
conocimiento de los principios de la masonería a Adán, quien transmitió ese
conocimiento a sus hijos Caín y Set. Se dice también que Noé había construido
el arca según las reglas de la masonería y, en fin, la leyenda continúa
invocando a Moisés, Salomón, Pitágoras, Euclides, etc. En cuanto a la segunda
sección que comprende los “Old Charges”(Los Cargos Antiguos), los más
importantes son los que se relacionan con Dios y la religión, de ahí que
provocasen numerosas y vivas reacciones. Es así, en efecto, que, a partir de ese
momento, desaparece la obligación de que la ÚNICA religión de la
francmasonería sea el cristianismo.
Todo ello quedó estipulado así: “El masón está obligado por su promesa a 71

obedecer la ley moral, y si comprende bien el Arte no se convertirá jamás en un ateo


estúpido ni en un libertino irreligioso. A pesar de que en los tiempos antiguos los
masones han estado sometidos en cada país a profesar la RELIGION DE DICHO PAIS,
CUALQUIERA QUE ELLA FUESE, se ha estimado que a partir de este momento es
más oportuno no imponer a los masones otra religión que AQUELLA SOBRE LA
CUAL TODOS LOS HOMBRES ESTAN DE ACUERDO y dejarles en libertad en
cuanto a sus opiniones particulares”.
Además, ya estaba vigente la decisión de aceptar hombres de religión no 72

cristiana en la masonería. Así, en 1732, un judío fue iniciado, y a continuación


se encontrarán numerosos nombres israelitas en la lista de los primeros
Grandes Dignatarios. Simultáneamente, en el seno mismo de la Federación,
ocurría que la Gran Logia se oficializaba cada vez más, y así, el 5 de noviembre
de 1737, Federico, Príncipe de Gales, fue admitido en la francmasonería.
A pesar de todo, la segunda edición de las “Constituciones” de Anderson 73

en 1738, tenía algunas modificaciones tendientes a reunirse a la religión

- 23 -
La Francmasonería

cristiana o más exactamente a la tradición bíblica, 10 pero la gran tolerancia


masónica no estaba hecha para agradar a la Iglesia Católica. Quizás la Iglesia
haya visto en la nueva orientación de la masonería una inspiración protestante,
o que, por la rapidez con que se constituían las logias, haya previsto sin duda
que la masonería podía tener así una iglesia dentro de la Iglesia. En
consecuencia, Clemente XII reprochó a los masones el que no se sometieran
sino a reglas forjadas por ellos mismos, y, naturalmente, condenó la práctica
del secreto y del juramento que hasta entonces sólo el clero se permitía; en fin,
la bula “In Eminenti” de aquel año 1738, prohibía a sus fieles bajo pena de
excomunión, adherirse a la francmasonería, propagar su doctrina y recibir en
su casa a los masones o asistirlos.
Así, a la gran tolerancia humanitaria que ofrecía generosamente la 74

francmasonería con espíritu fraternal, la iglesia de Roma respondió con un


gesto poco digno de la caridad cristiana. En lo sucesivo, a partir de esa primera
bula de excomunión, una multitud de bulas han venido a condenar a la
francmasonería, la cual, sin embargo, ha puesto en práctica el hermoso ejemplo
crístico: “Si te abofetean una mejilla, ofrece la otra” …al aceptar en el seno de la
Institución a hombres de todas las creencias, incluyendo a los católicos que
eran cada vez más numerosos, sin que por ello su actitud cambiara hasta
nuestros días. Pero sorprende que por su parte los católicos acepten honores y
ayuda de los francmasones, como Francois Mauriac por ejemplo, que no
obstante haber escrito tanto en contra de la masonería, recibió el Premio Nobel
de manos de un rey francmasón.
El primer masón de línea real que fue iniciado, fue el duque Francisco de 75

Lorena, en 1731, padre de María Antonieta, quien se convertiría más tarde en


el emperador de Alemania gracias a su matrimonio con María Teresa. Desde
entonces, numerosos príncipes y reyes se iniciaron en la francmasonería, como
el rey Jorge VI de Inglaterra, que fue recibido en la logia de Glamis, en Escocia,
cuando era todavía el duque de York; en fin, el duque de Edimburgo que fue
iniciado en 1952, etc…
En Francia, la masonería operativa parece haber sobrevivido hasta el siglo 76

XVIII, pero es preciso decir que en conjunto la francmasonería actual proviene


de la Gran Logia de Inglaterra. La primera logia inglesa en Francia fue fundada
por Lord Derwentwater en 1725. El célebre Montesquieu encontró a Lord
Chesterfield que fue iniciado el 16 de mayo de 1730. En cuanto al duque de

10El texto está concebido así: “Aunque en los tiempos antiguos los masones fueron
obligados a someterse a los USOS CRISTIANOS de cada país, ellos sólo están obligados
ahora a ajustarse a la RELIGIÓN A LA CUAL SE ADHIEREN TODOS LOS HOMBRES, ES
DECIR A LOS TRES ARTÍCULOS DE NOÉ, los cuales son suficientes para preservar el
cimiento de las Logias.

- 24 -
La Francmasonería

Warthon, parece haber sido el Gran Maestro para Francia a nombre de la Gran
Logia de Inglaterra.
En 1737, Luis XV empezó a desconfiar y el Cardenal Fleury le hizo 77

prohibir todas las asociaciones, y especialmente la de los Freys-Maçons. Ese fue


el año del discurso de Ramsay que constituyó un acontecimiento importante en
la historia de la francmasonería. El Caballero Ramsay, un escocés que se había
nacionalizado en Francia, fue convertido por el filósofo Fenelón a la idea de
que una suprema autoridad era necesaria para interpretar la Revelación. Según
él, la orden masónica se remonta a las Cruzadas, época en que ésta se habría
formado en unión con los Caballeros de San Juan de Jerusalén.
Durante las últimas cruzadas las logias se establecieron en toda Europa 78

occidental, pero especialmente en Francia; y fue de ahí que se trasladaron a


Escocia donde preservaron su antiguo esplendor. En la celebración de San Juan,
en el verano de 1738, Luis de Pardaillan de Gondrin, Duque de Antian, fue
elegido Gran Maestro general y perpetuo de las logias de Francia, y fue con
este acto que la francmasonería francesa se disoció oficialmente de la
masonería británica. Según Georges Allary: “Esa primera condenación a la
masonería por la Santa Sede, que siguió de inmediato al discurso de Ramsay,
hace pensar que este alumno de Fenelón representaba una influencia católica
que Roma juzgaba indeseable. Se podría agregar incluso que dicha
condenación fue un episodio de la lucha teológica entre el agustinismo y el
tomismo.”
Ese autor nos da todavía algunas explicaciones: “La bula de Clemente XII 79

dejó completamente indiferentes a los católicos masones. Durante los primeros


años del pontificado de Benito XIV, sucesor de Clemente XII, corrió el rumor
de que éste último había sido iniciado en una Logia de Boloña cuando era aún
el Abad Lambertini. Se consideró que ya no se mantendría la anterior decisión
papal por cuanto quien la había tomado estaba muerto. Benito XIV se decidió
entonces a ratificarla en 1751; pero esa nueva condenación tampoco molestó a
los masones franceses que continuaron asistiendo a las sesiones de Logia lo
mismo que a la misa de la iglesia con entera tranquilidad de espíritu. Por otra
parte, el mismo clero no cesaba de frecuentar los talleres masónicos y en la
víspera de la revolución se encontraban sacerdotes de las diversas categorías
religiosas en casi todas las logias. Así, un gran número de logias tenían como
Venerables a canónigos, abades, oratorianos, benedictinos, cistercienses, etc.”
Por otra parte, sería falso afirmar que la parte del clero que se adhería a la 80

masonería traicionaba al catolicismo, ya que la francmasonería no es


antirreligiosa. El Padre Berthelot escribe: “En las logias existen tradiciones
católicas que antes de desaparecer bajo la presión de las logias de origen
protestante, permitieron durante largos años que los sacerdotes iniciados se
unieran a la francmasonería sin dejar de permanecer fieles a la Iglesia”. Ese

- 25 -
La Francmasonería

mismo autor reconoce (en “La Francmasonería y la Iglesia católica”) que el clero
del siglo XVIII fue en su conjunto, digno, piadoso y caritativo, aún cuando
poco a poco se fueron infiltrando una serie de abusos que, según él, “se debían
a la excesiva autonomía de los prelados y también a que muchos nobles del
clero no veían en la prelatura sino una simple carrera aprovechable”
Se conocen los abades de salón o los abades poetas como, por ejemplo, 81

Francois Joachim de Bernis, el arzobispo de Albí, autor de varios poemas


ligeros;11 o el Abad de Chaise que prefería los concursos de disertación sobre
los atributos de Venus; o el Abad de Choisy que conservó cuanto pudo su
impertinencia habitual de vestirse de mujer y se conocieron todas las locuras
que hizo bajo sus hábitos. El P. Berthelot concluye: “Muy alejado de la Santa
Sede y casi sin contacto con ella, el alto clero ya no recibía la savia vivificadora”.
Durante la formación del grupo de las Nueve Hermanas, dos eclesiásticos
formaban parte del núcleo de lo fundadores de esa formación que reunió a los
filósofos más anticristianos.
82
Fue el Canónigo Cordier de San Fermín quien propuso para la Iniciación al
gran escritor Voltaire, quien fue recibido el 7 de abril de 1778 en el seno de la
francmasonería por cuatro sacerdotes. Al día siguiente de su recepción, trece
eclesiásticos estaban presentes en la logia. En efecto, Amiable reporta que “el
16 de febrero de 1785, durante el congreso general de la logia en el comité
secreto de los Amigos Reunidos, se advirtió la presencia del Abad Sieyés, del
cardenal de Bermis, del Abad Gregorio, del Abad de Espagnac, del Abad de
Pampelonne, del Abad de la Roche, del Abad del Santo-Nombre, del Abad de
Talleyrand Perigord; mientras que entre sus compañeros de congreso estaban:
Condorcet, Petion, Mirabeau, Marat, Robespiere…”
Georges Allary concluye: “Se ha sostenido a menudo que fueron las 83

medidas que tomó la Santa Sede contra la francmasonería, las que estuvieron al
origen de la evolución anticlerical, y aún anticatólica de la masonería francesa.
Pero la perfecta indiferencia con que los franceses acogieron las condenaciones
pontificias, hace pensar que no significaron nada para ellos. De todos modos, la
idea de una religión sin dogmas y valedera para todos los hombres estaba ya
en el aire y, por otra parte, la francmasonería era un sitio propicio para el
encuentro de los filósofos. Además, si la evolución de la Masonería hacia una
actitud anticlerical no parece haber sido influida por los anatemas del Papa, en
cambio está fuera de duda que fue precisamente esa evolución la que
determinó que la Santa Sede se mostrase cada vez más violenta en sus ataques
contra la Masonería.


11Riamos de los preceptos salvajes—de nuestros censuradores asaz rigurosos—Siempre


seremos lo bastante sabios—Si somos felices a menudo.

- 26 -
La Francmasonería

Como ya lo hemos dicho al comienzo de este capítulo, no queremos repetir 84

lo que concierne al aspecto histórico y a los diversos ritos por haberlos


analizado ya en nuestra obra “Libro Negro de la Francmasonería”.
El rito Escocés Antiguo y Aceptado está compuesto de 33 grados y es el 85

sistema más empleado por las logias masónicas en todo el mundo. Los grados
simbólicos, llamados también de la masonería azul, comprenden los tres
primeros grados (Aprendiz, Compañero y Maestro). Los grados capitulares,
que abarcan del 4º al 18º grado, es decir de “Maestro Secreto” hasta “Sublime
Príncipe Rosacruz”, 12 forman parte de la masonería encarnada. Los grados
filosóficos, que van del grado 19º (Gran Pontífice) al grado 30º (Caballero
Kadosh),13 son considerados como de la masonería blanca.
En las logias no siempre se practican los rituales de todos los diferentes 86

grados y generalmente no se consideran como verdaderas Iniciaciones sino los


tres primeros grados, que es en los que se trabaja siempre. Se practican aún los
grados de Maestro Secreto (4º), Gran Maestro Arquitecto (12º), Arco Real (13º),
Gran Elegido y Perfecto Masón (14º), Rosa-Cruz (18º), Caballero del Sol (28º),
Gran Escocés de San Andrés (29º) y Caballero Kadosch (30º), mientras que los
grados intermedios son dados por comunicación. Sin embargo, la mayoría de
los masones actuales considera que la masonería simbólica o masonería de
talleres azules, es completa.
Marius Lepage, no ve en el sistema de los altos grados sino un panteón de 87

Iniciaciones que han muerto después de haber cumplido su tarea; pero René
Guenón hace una distinción y pretende que hay dos especies de altos grados:
aquellos que tienen un lazo directo con la masonería y aquellos que
representan vestigios de la iniciación antigua.
En cuanto al sistema llamado “Régimen de la Estricta Observancia”, 88

algunos autores lo ven como una creación de los jesuitas, ya que éstos habrían
sido, según ellos, los Superiores Desconocidos –Supérieurs Inconnus en francés-
(dos palabras que tienen en latín las mismas iniciales que Societas Iesu), pero
otros pretenden que esos regímenes están inspirados por los judíos.
En “Ojeadas sobre la Iniciación”, R. Guenón escribe: “Toda organización 89

Iniciática regular debe proceder de los centros espirituales y cada una de éstas

12 Lo cual no tiene nada que ver con los títulos concebidos en las sociedades rosacrucianas.
13 El Grado de Gran Pontífice (o Sublime Escocés), atestigua la supremacía del catolicismo
sobre el protestantismo. La palabra Kadosh significa Santo en hebreo, se trata de un
Qabbalista completo, el cual asiste a la asamblea que toma el nombre de Senado. Los
trabajos de ese Areópago están dirigidos por 7 dignatarios que son considerados como de la
masonería negra. Los grados Superiores que comprenden los grados 31, 32 y 33 (Gran
Inquisidor Inspector Comendador; Sublime Príncipe del Gran Secreto; Soberano Gran
Inspector General.

- 27 -
La Francmasonería

es un centro secundario unido al Centro Supremo que conserva el depósito de


la Tradición Primordial. Así, en el seno de una misma organización puede
existir una doble jerarquía: una visible, formada por los jefes aparentes de la
organización, y otra invisible cuyos miembros aseguran la ligadura efectiva
con un centro espiritual. Tal habría sido el papel de los rosacruces entre los
siglos XIV y XVII, y el de los Superiores Desconocidos en el siglo XVIII”.14
En todo caso, la “Estricta Observancia” tuvo un éxito demasiado rápido 90

como para no pensar que debe haber nacido mucho antes de su fecha oficial de
origen, y es probable que se remonte al 1312 con el Caballero de Aumont. De
todas manera si bien es plausible que haya sido formada por los Caballeros del
Templo, también es posible que haya existido desde mucho antes aún y que los
templarios hayan venido a darle únicamente un nuevo empuje con su régimen
de Caballería Iniciática en un momento en que su Orden acababa de ser
disuelta por Felipe el Hermoso y Clemente V. (ver Mensaje NºII de la serie de
los Grandes Mensajes).
En 1774 había ya una docena de príncipes reinantes entre los miembros de 91

la Estricta Observancia. A la muerte del Barón von Hund, jefe de esa Orden,
sus documentos revelaron que el Gran Maestro de los Templarios, reconocido
por la Estricta Observancia, era Carlos Eduardo Estuardo. A la muerte de éste
en 1788, es el duque de Brunswick quien le sucede en esas funciones, hasta
1792 en que Carlos de Hesse se convierte a su vez en el Gran Maestro de la
Orden de la Estricta Observancia. Fue ésta la que dio nacimiento a la Orden de
los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, de donde nació enseguida el
Rito Escocés Rectificado. También influyó en el Rito Sueco, cuyos fundadores
fueron iniciados en Francia. Además, los ritos que aparecieron hacia el final del
siglo XVIII, fueron creados por personajes que sin duda recibieron la influencia
de ese movimiento, como Swedenborg, Zinnendorf, Cagliostro, Wüllermoz,
Martínez Pasquallis, San Martín, etc.
El escritor francmasón J. M. Ragón, atribuye a los Jesuitas la invención del 92

grado Rosa Cruz y sostiene que es posible que los Jesuitas hayan buscado tener
influencia en la masonería, tal como habían buscado tenerla en las cortes, cosa
que al parecer no lograron. El concluye diciendo: “En la época que precede a la
supresión de la Compañía de Jesús por el Papa Clemente XIV, en 1773, los
jesuitas representaban un poder generalmente temido y detestado en las logias
más que en cualquier otra parte; y no se excluye que los masones hayan
podido participar en la decisión de los Parlamentos que prohibieron la

14
Se trata siempre de los verdaderos Iniciados Rosacruces y no de los grupos que solamente
después han tomado el nombre de sociedades rosacruces, Orden Rosacruz, y otras
denominaciones de un “rosacrucismo” especulativo que todavía hoy encuentra adeptos.

- 28 -
La Francmasonería

Compañía de Jesús en 1762.”15 En todo caso, es más o menos seguro que el


Rito de York (el Royal Arch) fue creado en Escocia por los jesuitas, en 1777.
Existe naturalmente un rito jesuítico, que sin ser precisamente de ese orden de
ideas, está evidentemente influido por el Rito de Cohens (sistema clerical y
sacerdotal denominado también “Los Elegidos Cohen”).
En Alemania, la logia de Hamburgo había iniciado ya, el 14 de agosto 93

de 1738, al Príncipe heredero de Prusia, el futuro Federico II; él mismo abrió


más tarde una logia que fue el punto de partida de la masonería en Prusia.
Otra logia se constituyó en Berlín en 1740, con la aprobación del Rey, quien
había partido a la campaña de Silesia. Fue de ese taller que salió las más
antigua Gran Logia de Prusia (La Gran Logia Madre “De los Tres Globos”).
En Austria, en 1743, se tomaron medidas contra la masonería. Entre los 94

masones austriacos de finales del siglo XVIII es preciso citar a Mozart quien
compuso ciertas obras especialmente para reuniones masónicas. (Ver detalles
en nuestra obra “La Misión de los Artistas”, Los Grandes Mensajes, Nº VI).
La masonería norteamericana jugó naturalmente un gran papel en la 95

guerra de la Independencia. El primer personaje que pagó con su vida el


sacrificio por la causa fue Joseph Warren, Gran Maestro provincial y jefe de los
Ancianos del Estado de Massachussets, donde quedaba la primera Gran Logia
soberana e independiente de América. Los oficiales más populares y
preponderantes de esa guerra fueron francmasones; el estado mayor del
general Green estaba compuesto por cinco masones; la declaración de la
independencia que inspiró la declaración de los derechos del hombre y del
ciudadano de la revolución francesa, estaba latente en el espíritu de la
masonería. George Washington, que había sido iniciado a la edad de 20 años
en Virginia, se valió de la francmasonería para formar el gobierno de los
Estados Unidos y así obtener el apoyo del Viejo Continente. La ayuda dada por
Francia a las colonias de América, que estaban en lucha, se debió en gran parte
a la actividad del masón Benjamín Franklin. Éste había visitado ya las logias de
Francia cuando era el Venerable de una de las más antiguas logias de América
y que ya existía en Filadelfia mucho antes que la logia de San Andrés de
Boston.
Además de La Fayette, Francia dio hombres tales como el Conde de 96

Estaing, Rochambeau de Grasse, el Vizconde de Noailles y el Conde de Segur.


La Fayette fue recibido en 1777 en Valley Forge, pero ya había sido iniciado en

15
La Compañía de Jesús fundada por Ignacio de Loyola en 1539, fue prohibida en varios
países (Portugal, Francia, etc.), pero por el contrario fue recibida con fastuosidad real por
otros (Rusia, por ejemplo). Los Jesuitas, que no eran aún miembros de la francmasonería,
durante un tiempo se agruparon por todas partes en sociedades secretas formando ellos
mismos logias masónicas. La orden de los jesuitas fue restablecida en 1814 por Pío VII.

- 29 -
La Francmasonería

Francia antes de su partida. Así fue que se edificó en América una verdadera
nación masónica que en lo sucesivo no ha cesado de prosperar.
En la India, la logia más antigua parece ser la que se abrió en Calcuta en 97

1730. En China y en Japón, fueron los ingleses quienes constituyeron las logias
masónicas. En África, han sido los franceses, los ingleses y aún los italianos lo
que se han hecho representar masónicamente.

La divisa Libertad, Igualdad, Fraternidad, que la II República Francesa 98

adoptó en 1848 es una divisa masónica. Algunos dicen que ésta se encontraba
ya en un librito (antimasónico por otra parte) publicado en 1746 por el Abad
Larudan; para Denys Roman el empleo de esa fórmula en las logias es una
interpretación perfectamente ortodoxa, pues la meta suprema de la Iniciación
es la Liberación. Además, solamente el Iniciado puede llamarse hermano de los
demás seres, ya que incluso como condición de su desligamiento él es uno con
el mundo. En cuanto a la Igualdad, es preciso encararla sobre todo como
expresando una idea de equilibrio, puesto que se trata de alcanzar el término
medio invariable, de sobrepasar, en suma, las formas cambiantes.
“Hablar mucho agota sin cesar, más vale guardar el Medio” (Tao-Te-King, 99

Cap. V). El gran filósofo Lao-Tsé comprende eso en el sentido de que los
nombres que atribuimos a los seres y a las cosas para “distinguirlos”,
identificarlos o evocarlos, se aplican solamente a las apariencias percibidas por
los sentidos y que en realidad no nos revelan nada de la esencia ni de la
verdadera naturaleza de esos seres. Ese sabio dice además: “El cielo y la tierra
duran siempre. Si ellos duran siempre es porque no viven por sí mismos; he
ahí lo que les permite durar indefinidamente. Es por ello que colocándose en el
último lugar, el Santo-Hombre se encuentra en el primero; olvidando su
persona, él se conserva. Porque no persigue fines egoístas, realiza a la
perfección lo que él emprende”. (Tao-Te-King. Cap.VII):
En efecto, todas nuestras maneras de pensar y de hablar son inaplicables al 100

Absoluto. La misma explicación se encuentra en el Zohar (tomo VI, pág. 97):


“En la Luz misteriosa que está en el interior, reside Aquel que no se manifiesta
ni se revela. Todas las lámparas están iluminadas por el Anciano sagrado y el
Misterio de los Misterios es la Lámpara Suprema, ya que ninguna de las Luces
que se manifiestan, existe fuera de la Lámpara Suprema y no revelada.”
101
En fin, existe aún esta cita del Tao-Te-King: “El retorno es el movimiento
del TAO, y la debilidad el medio del cual se sirve. Todas las cosas bajo el cielo
nacen en el SER, el Ser nace en el No-Ser”. (cap. XL)
Sabemos que cuando el TAO (la Vía, el Camino Iniciático) se manifiesta, es 102

el TE (la Virtud). Es el Ser, aún no particularizado, de quien nacen todos los


seres; ellos se desarrollan, se multiplican vigorosamente y después cada uno se

- 30 -
La Francmasonería

reintegra a su origen (según lo que está expuesto en el capítulo XVI del Tao-Te-
King). Es el movimiento inverso llamado “el Retorno” por Lao - Tsé. Y Jean
Herbert, en su colección“Taoísmo”, señala: “Esa palabra es tan inadecuada
como lo sería cualquier término tomado de las lenguas humanas, puesto que el
TAO es TODO y, propiamente hablando, nada de lo que existe puede
abandonar el TODO para en seguida volver a él. Asimismo, el movimiento
mediante el cual se opera esta mutación, no puede ser concebido por nuestra
inteligencia, ya que se confunde con el acto creador”
Por nuestra parte hemos explicado ya esos principios, en particular en 103

nuestro “Propósito Psicológico” IV, al exponer los conceptos kantianos en


paralelismo con las ideas del existencialismo. En fin, teniendo en cuenta la
relatividad y la impropiedad de nuestra lengua, existe pues nacimiento y
renacimiento del ser en el No-ser. Ahora bien, nacimiento y renacimiento están
colocados bajo el signo de la debilidad, único instrumento del TAO según el
capítulo 40. En efecto, la debilidad, la agilidad, la dulzura maleable,
caracterizan todo lo que regresa o se encuentra en estado de nacimiento, y que
al estar más próximo a la virtud del TAO, se beneficia más largamente de su
poder vivificante y protector. “Aquel que acata en sí la grandeza de la Virtud,
se asemeja al recién nacido, misteriosamente protegido contra los enemigos
exteriores y dotado de una resistencia sin relación aparente con su frágil
constitución, tan perfecta es el alma vital”.16
Seis siglos más tarde, otro gran Maestro, Jesús el Nazareno, viene a repetir 104

más o menos la misma enseñanza; como lo relata Mateo: “En verdad os digo
que si no cambiáis y os convertís como en niños, no entraréis en el reino de los
Cielos; aquel que se vuelva humilde como un niñito, será el más grande en el
reino de los Cielos.” (Evangelio según San Mateo, XVIII, vers. 3 y 4) Se trata del
famoso “Es preciso que nazcáis de nuevo” en el que tanto insistió Juan en su
Evangelio ( Cap.III, vers.7).
Ya el triángulo masónico representa en su primer lado al Aprendiz, que 105

simboliza el reino mineral; en el segundo lado al Compañero, que caracteriza el


reino vegetal; y en el tercer lado al Maestro, asimilado en ese orden de ideas al
reino animal; pero son los grados más elevados los que poco a poco dan a
conocer al candidato la explicación hermética de ese principio de

16
Las palabras entre comillas son extraídas del texto original del Tao-Te-King (cap. 55):
“Aquel que acata en sí la grandeza de la Virtud es semejante al recién nacido, al que las
bestias venenosas no pican, las fieras no desgarran, los pájaros de presa no arrebatan. Sus
huesos son débiles, sus tendones son blandos y sin embargo son capaces de asir con fuerza.
A pesar de que ignora la unión de los sexos, él manifiesta un orgasmo viril, tan perfecta es el
alma vital. El grita todos los días sin enronquecerse, tan perfecta es su armonía. Conocer la
armonía es conocer lo eterno, conocer lo eterno es estar iluminado. Vivir intensamente no
conduce a la felicidad. La acción del corazón sobre el alma vital da la fuerza; pero los seres
fuertes envejecen. Eso es lo opuesto al TAO y aquello que se opone al Tao, perece”.

- 31 -
La Francmasonería

transmutación. Ya el Secretario Íntimo (6º grado), ante la pregunta: “¿Habéis


corrido peligro?”, responderá: “sí, aquel de perder la vida”. Es el comienzo de
la verdadera pérdida de la existencia para renacer a la Vida espiritual. El
Sublime Caballero Elegido (11º grado), cumplirá en todas las circunstancias
con su nombre nuevo de hombre verdadero. El Gran Elegido y Masón Perfecto
(14º grado), evocará la eternidad del ser; pero es ciertamente en el grado 18º
(Príncipe Rosa-Cruz) que se le aclara casi por completo el gran principio del
conocimiento hermético. El emblema de la rosa mística rodeada de una corona
de espinas, situada en la intersección de los brazos de una cruz, al pie de la
cual se encuentra un pelícano abrevando a sus siete pequeños, es ya más que
significativo en cuanto al designio de dar una moral a ese conocimiento, el cual,
recordémoslo, está simbolizado por el compás abierto en cuarto de círculo para
caracterizar el Saber ya extendido.
Pero más concluyente es la explicación del aforismo Igne Natura 106

Renovatur Integra: “Con la Ignición (el fuego) la Naturaleza se Regenera


Integramente”. Es la característica del I.N.R.I., que prueba muy bien que en el
grado 18º se está listo para abordar la masonería filosófica. Esa Gran Obra de
Alquimia Espiritual, que debe ser puesta en práctica, es la preparación del
“iniciado” para convertirse en un verdadero Iniciado. Hemos visto ya
ampliamente esa cuestión en nuestros textos anteriores. Digamos simplemente
que estamos lejos de esa interpretación primaria… “vengo de Judea, pasando
por Nazaret, conducido por Rafael y soy de la Tribu de Judá”, cuyas iniciales
mayúsculas dan igualmente: I.N.R.I.17 Inclusive hay ignorantes tan simples de
espíritu como para creer que esas cuatro letras, puestas sobre la Cruz cuando
Jesús fue martirizado, significaban buenamente su nombre… Enrique (Henri,
en francés)! A lo sumo se lo habría podido traducir por Emmanuel, y eso, por
razones que los rosacruces conocen muy bien.
Sin embargo, ese emblema simbólico parece haber existido mucho antes 107

que los primeros cristianos. Se lo encuentra, por ejemplo, como inicial de los
cuatro elementos de la física entre los hebreos (Iammim, Nour, Rouah,
Iabescheh), así como en el nombre de varios grandes Instructores de la
humanidad. En sus revelaciones, Juan parece haber comprendido bien toda la
importancia de esas cuatro letras que forman un Nombre simbólico para el
presente. “Aquel que vendrá… yo escribiré sobre él, el nombre de mi Dios…
(Apocalipsis, III-12).
Antes de terminar con este tema, sería bueno hablar de un término que 108

aparece a menudo en una literatura como la presente: se trata de la palabra


símbolo. Precisamente, acaba de ser publicado en Francia por René Alleau,
una obrita llena de sustancia que lleva por título: “De la Naturaleza de los

17En el alfabeto hebreo no hay distinción entre la i, la j o la y, pues la letra Yod las expresa
indistintamente. (Se encontrará a menudo el nombre de Jesús escrito “Iesu”).

- 32 -
La Francmasonería

Símbolos” donde el autor da ricas explicaciones en las que sobre todo se adhiere
mucho más al espíritu que a la letra.
De hecho hay un empleo corriente de la palabra símbolo en nuestro 109

lenguaje: se dice que tal flor es símbolo del amor, que tal otra es símbolo de la
amistad, etc…; también se dice que el perro es símbolo de fidelidad, que la
bandera es símbolo de la patria… y, en fin, todas las maneras de expresar la
palabra símbolo que encontramos fácilmente en cualquier diccionario. Lo que
ocurre ahí es que se emplea la palabra símbolo como si se tratara de la palabra
signo; sin embargo la simbólica no es solamente un repertorio de signos; de ahí
que hayamos tomado el texto precisamente de ese autor que parece haber
captado muy bien la naturaleza de los símbolos.
La palabra francesa symbole, viene de la palabra griega sumbolon, que 110

significa literalmente “signo de reconocimiento”. En efecto, como


acertadamente lo señala R. Alleau, es preciso distinguir entre símbolo y
sintema (en francés “synthème”), siendo este último vocablo un neologismo
empleado como traducción del griego suntema y del latin sinthemes. Este
último término contiene la idea de “lazo mutuo”, por lo cual debe aplicarse
más bien a “los signos” que pertenecen al dominio de la comunicación entre los
hombres; de manera que las mismas palabras convencionales, las palabras de
orden, los gestos convenidos, los signos de reconocimiento, etcétera, son todos
sintemas. En cambio “el símbolo” expresa, o más bien “sugiere”, verdades que
son indescifrables a la razón y tienen en consecuencia una parte de misterio. Y
esto, porque el símbolo no solamente escapa en gran parte al dominio de la
Razón, que no abarca todo el espíritu, sino que a la vez se aúna con lo sagrado.
Bajo ese aspecto el símbolo es el lenguaje de los dioses, y se podría decir
incluso, en forma singular, que es el lenguaje de Dios. Así pues, en la jerarquía
de los signos, el símbolo aparece como en un plano religioso e indescifrable a la
razón, por cuanto su contenido desborda ampliamente su concepto, es decir,
desborda la idea que es clara por sí misma, pero limitada.
El “sintema” puede concordar con el pensamiento racional. En fin, “el 111

emblema” está entre el símbolo y el sintema. René Alleau hace notar inclusive el
carácter a menudo emblemático de las obras de arte y agrega que si el crítico
de arte tiene un papel que jugar, ese no es otro que el de descifrar los sintemas.
Pero un signo puede ser a la vez sintema, emblema y símbolo, según el plano
en que sea comprendido: material, intelectual o sagrado.
Y para ilustrar bien el carácter sagrado del símbolo, la X constituye un 112

ejemplo muy espectacular. En efecto, ese signo es una letra del alfabeto y al
mismo tiempo la cifra diez en número romano. También es el signo de la
multiplicación; en álgebra representa la cantidad desconocida y por extensión
el problema a resolver. La X es también la cruz de San Andrés, y combinada
con la letra “Ró” (en forma de P), resulta el signo conocido bajo el nombre de

- 33 -
La Francmasonería

“chrisme”. La “X” indica también el domingo en el cómputo eclesiástico, y es


igualmente la inicial de la Triple Desconocida de la Gran Obra Alquímica
(Kone-Krusos-Kronos).
Pues bien, para llegar a todas estas diversas significaciones el autor de “La 113

Naturaleza de los Símbolos” comienza por un análisis sintemático – lógico. Nos


muestra que el número 5 (V en cifra romana) es el jeroglífico de una mano, y
que el jeroglífico X representa las dos manos. Del arquetipo “dos manos”
nacen las ideas de lazo y de asociación, y el “apretón de manos” no tiene otra
significación. De esa idea de lazo se pasa a la idea de ley y una LEY es la que
está contenida en los DIEZ mandamientos, mientras que la X de “Xristos”
representa aún una “nueva ley”. 18 Ese autor nos recuerda también que los
hierógrafos cristianos, así como los escribas caldeos y egipcios, y los
Hartummin de los que hablan el Génesis y Daniel, eran los “guardianes de los
secretos” de doctores especializados en la composición de escrituras mistéricas
cuyo desciframiento se requería que permaneciese “cerrado” y prohibido a los
profanos.
La literatura antimasónica es ciertamente más abundante que los textos de 114

vulgarización masónica, pues se ha escrito mucho para calumniar a los


francmasones. El Abad Barruel, que fue indudablemente un historiador lleno
de imaginación, se esfuerza a lo largo de cinco volúmenes en hacer
revelaciones sensacionales, pero que quedan desgraciadamente sin pruebas. Y
como lo dice muy bien Georges Allary: “Un historiador siempre puede trufar
en sus libros revelaciones sensacionales, y si se le piden pruebas responderá
que la prueba es justamente la ausencia de pruebas porque se trata de un
acontecimiento secreto.” Es así que Barruel, en sus “Memorias para servir a la
historia del Jacobismo”, 1798, distingue como masonerías de trastienda a: “Los
‘hermetistas’, quienes en suma se adhirieron al panteísmo de Spinoza y los
‘Cabalistas’ que veneraron una ‘cabeza de hombre’ llamada ‘el Ser por
excelencia’, y que no es otro que el horroroso ídolo ante el cual se prosternaban
los Templarios”!
Digamos de inmediato que es obvio contradecir semejantes absurdos, pues 115

no se ve en ninguna parte lo que haría el filósofo Spinoza como “padre” de los


hermetistas. En cuanto a los Cabalistas venerando a una cabeza de hombre,
debe tratarse por cierto del Ariq-Ampin, la Gran Figura, que simboliza el Ser
por excelencia y que es una manifestación de Dios tan valedera como toda otra

18
Hemos visto ya en varias ocasiones que Jesús, el Gran Instructor de la Era de los Peces (la
Edad Pisciana que siguió a la Edad del Cordero, y que acaba de terminar para dar
nacimiento a la Era del Aguador, signo del Hijo del Hombre), era a menudo representado
por un pez. El Gran Nazareno fue y es aún asimilado a “Ixtus” que significa pez en griego,
pero que al mismo tiempo es un símbolo del Cristo. Por otro lado se puede ver también el
acróstico compuesto con las letras iniciales de las palabras: “Iesu Xristos Teou Uios Soter
(Jesús Cristo hijo de Dios Salvador).

- 34 -
La Francmasonería

representación divina. Pero hay una verdadera confusión por parte de ese
autor al asimilar ese Principio Cabalístico a lo que él llama “el horroroso ídolo”
que habrían adorado los Caballeros del Templo. En efecto, ese ídolo del que se
ha dicho que era venerado por los “Caballeros del Templo”, y que ha sido
llamado inclusive “baphomet”, es una invención muy pobre de los enemigos
de los templarios, como ya lo hemos explicado. Ahora bien, que la célebre
Caballería haya buscado relaciones fraternales con los discípulos de Mahoma,
queda fuera de duda; de ahí esa deformación del nombre francés Mahomet por
“baphomet”. Aquella Milicia de los “guardianes de la Tierra Santa”, intentaba
acercamientos con todas las religiones a fin de establecer una gran familia
humana, pero se quedaba sin embargo dentro de la Fe típicamente cristiana, de
manera que el “horroroso ídolo”, como dice el Abad Barruel, no podía haber
sido otro que…el mismo Jesús.19 Continuando de esa manera durante 2.000
páginas, ese autor dice aún: “Tomando el ejemplo de los templarios que
celebraban los misterios de su Jehová especialmente el día viernes santo, los
rosacruces consagran ese día a sus blasfemias contra el Dios del cristianismo”.
Una vez más, no podemos ver en ese pobre Abad sino a un ser muy 116

simplista. “Su Jehová, como él dice, no es otro que el nombre hebreo del único
Dios (Yod-He-Vaw-He) admitido por los cristianos del mundo entero. Se trata
pues del Dios de la Biblia, el Dios que numerosas iglesias católicas preconizan
al colocar un triángulo inscrito con ese Nombre encima del altar. En cuanto a
los rosacruces que son de la más pura esencia crística, se guardarían muy bien
de blasfemar (en viernes santo o en cualquier otro día del año) contra el Dios
del cristianismo, y menos aún contra no importa qué otro Dios… porque a
juzgar por su tesis el mismo Abad Barruel parece creer en varios Dioses!

Nos gusta creer que la revolución francesa fue obra de la francmasonería, 117

pero dejemos a un lado el terreno político demasiado escabroso. Se asegura


que desde 1787 la masonería se transformó bajo la influencia del iluminismo.
Muchos masones habían permanecido devotos a la monarquía, pero en esa
época la francmasonería empezaba a reclutar miembros en la hez del pueblo y
el día fijado para la insurrección general fue el 14 de julio de 1789. Los
conjurados se concentraron en la iglesia de los jacobinos, y todos los hermanos
que habían brillado en las logias de provincia, se unieron a los “antiguos
conjurados de las logias parisinas”.
Uno de los golpes de astucia de los “Iluminados” que habían venido a 118

unirse a los francmasones, consistió en afirmar que las logias estaban


secretamente dirigidas por los jesuitas, razón por la que los verdaderos

19
La invocación del acto de elección de los Templarios comienza por: “Ad Majoremm Dei
Gloriam. Ad religiones christiance Templique D.N.J.C. Sanctae Catalinae et maximan
illustrationem”; “A la gloria de la religión cristiana…etc.”

- 35 -
La Francmasonería

misterios de la masonería habían sido cuidadosamente escondidos a los


masones, y que para encontrarlos era preciso afiliarse a las logias dirigidas por
los “Iluminados”. “Cuando Alemania abrió por fin los ojos sobre esa fábula -
escribe Barruel- la mayoría de los masones se habían unido ya a los
“Iluminados” por miedo a ser considerados jesuitas”.
En Francia, los “Iluminados” habían sido precedidos por otra secta: la de 119

los Teósofos, dirigida por Swedenborg. Estos se reunían en el castillo de


Ermenonville y ahí, cerca de la tumba de Jean-Jacques, bajo el pretexto de
transportar a los hombres a la edad de la naturaleza, hacían reinar la más
grande disolución de costumbres. Toda mujer admitida en la secta se convertía
inmediatamente en común para todos los hermanos.
Emmanuel Swedenborg era sobre todo un místico cristiano. Nacido en 120

Stokolmo (Suecia), el 29 de enero de 1688, fue zapatero de profesión, y a pesar


de no contar sino con una instrucción primaria, se convirtió rápidamente en un
verdadero sabio. Es autor de numerosas obras en las que describe a Jesús sobre
todo como un Cristo visionario, curandero y “médium”. Swedenborg ha
favorecido sin duda la divulgación del espiritismo, pues incluso él mismo
decía estar en comunicación con los habitantes de otros planetas, pero es muy
probable que ese Gran Iluminado, que fue miembro de varias sociedades
ocultas y fundador de una Escuela Mística, tuviera facultades supra-normales.
Murió en Londres el 29 de marzo de 1772, dejando numerosos adeptos.
Elías Ashmole, a quien hemos citado precedentemente, era ante todo un 121

rosacruz. Nacido en Litchfield en 1617 (muerto en 1692), fue alquimista, sabio


arqueólogo e historiador de la Orden de la Jarretera. Fundador del célebre
Museo de Oxford, fue aceptado entre los constructores de la logia de
Warrington en 1646, al mismo tiempo que el Coronel Mainvarring iniciado en
la francmasonería. Fueron esos hermanos de la logia de Warrington los que le
dieron la llave de la Gran Orden, con las cuales él buscó las causas de la
decadencia de la cofradía. Corrientemente se le hace pasar como si él hubiera
sido el fundador de la francmasonería moderna. Lo cierto es que escribió
rituales para Aprendices, Compañeros y Maestros, y que fueron esos lo que
sirvieron 25 años más tarde para la fundación de las primeras logias inglesas.
En efecto, es en 1717 que la francmasonería entró en su fase oficial y las logias
comenzaron una vida de estudio, de filosofía y perfeccionamiento.
En 1761, el “Consejo de los Emperadores” delegó al francmasón Etienne 122

Morin para viajar a América con el fin de crear una logia con altos grados, y
fue de ahí que tuvo nacimiento, cuarenta años más tarde, en Charleston, el
Supremo Consejo de los Estados Unidos.
En 1814, el Gran Oriente de Francia organizó el Gran Colegio de los Ritos, 123
128

en el que fue recibido Bonaparte, aunque éste había sido iniciado ya en una
logia militar de Malta cuando se dirigía a Egipto. Ciertamente, el éxito de

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La Francmasonería

Napoleón a su regreso de la Isla de Elba, se debió a la acción de los


francmasones de Grenoble (Francia).
En 1840 se hizo iniciar el príncipe Guillermo de Prusia, quien habría de 124

convertirse más tarde en Guillermo I. En 1874 fue aceptado en la Gran Maestría


de la Gran Logia de Inglaterra, el príncipe de Gales que se convirtió más tarde
en Eduardo VII, y que había sido iniciado ya por el Rey de Suecia en 1869.
Luis XVIII era miembro de la logia militar de “los Tres Hermanos Unidos”. 125

Napoleón III protegió igualmente a la francmasonería, y su primo, el 126

Príncipe Murat, fue elegido Gran Maestro el 9 de enero de 1852; este último
adquirió un hotel (16 rue Cadet, París) para organizar el Templo del Gran
Oriente, y que subsiste aún en nuestros días.
Los nombres más famosos se sucedieron: Henri Brisson, Eudes (futuro 127

General de la Comuna), Vallés, Gambetta, Arago, Jules Simon, etc…Después


de la caída de Napoleón III, se formó un gobierno de defensa nacional
constituido por once miembros de los cuales nueve eran francmasones:
Gambetta, Crémieux, Ferry, Arago, Picard, Glais Bizoin, Pelletan, Jules Simon y
Garnier- Pages.
En 1871, el Consejo de la Orden del Gran Oriente escogió como Presidente 128

a Thiers, quien fue reemplazado en 1873 por el Mariscal Mac-Mahon, el que a


su vez se convertirá en Presidente de la República en diciembre de ese mismo
año. Así, Gustavo de Suecia, Cristhian de Dinamarca, el Príncipe Carlos de
Bélgica, Roosvelt y varios presidentes de repúblicas, fueron francmasones,
pero es preciso reconocer que en muchos lugares, y sobre todo en Francia, la
francmasonería ha perdido su prestigio a causa de sus enredos con la política.
En 1849, el Gran Oriente de Francia adoptó un artículo que expresaba: “La 129

francmasonería tiene por base la existencia de Dios y la inmortalidad del alma”.


La cuestión fue sometida a estudio en 1877, y se llegó a admitir con toda buena
voluntad que la masonería debía remontarse majestuosamente por encima de
toda cuestión de dogmas y de sectas. En efecto, el francmasón podrá volverse
anticlerical, pero no antirreligioso. Sin embargo, a partir de ese momento hay
un abismo entre la mentalidad del masón tipo y la de los católicos.
En las ceremonias fúnebres de la Iglesia, se ha visto por mucho tiempo a 130

los miembros de las logias seguir el cuerpo del masón fallecido. En 1820, los
funerales del Duque de Berry, alto dignatario de la francmasonería, se hicieron
con la participación oficial de los Venerables vestidos con sus ornamentos. Las
exequias del Mariscal Magnan, Gran Maestro del Gran Oriente de Francia bajo
el segundo Imperio, fueron celebradas en Nuestra Señora de París. Fue el
Monseñor Darbey quien dio la absolución bendiciendo el ataúd sobre el cual
estaba colocado el gran cordón masónico anaranjado y verde de Gran Maestro.
Eso es lo que relata Georges Allary, y prosigue: “Por tanto, el tono de las

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La Francmasonería

encíclicas no cesa de subir. Algunos, como por ejemplo Jammy Scmidt,


aseguran que Pío IX fue iniciado en la francmasonería, lo cual explicaría el
liberalismo de los primeros años de su pontificado. Ese Papa lanzó, sin
embargo, una bula de extrema violencia en 1869”.
La encíclica “Humanum Genus” que había sido promulgada por León XIII 131

en 1864, fue seguida de una instrucción de la Santa Inquisición Romana a todos


los obispos, de invitar a los conferencistas y escritores católicos a
desenmascarar la masonería. Se vio aparecer rápidamente tal floración de
libros y diarios especializados en antimasonería en los países católicos, y
especialmente en Francia, que se terminó por crear en el público una verdadera
obsesión. Numerosos de ellos se distinguieron por llevar hasta increíbles
extremos la idea de explotar esa mina antimasónica, bien fuera por el buen
rendimiento que eso les procuraba o simplemente por la diversión que
constituía jugar con la credulidad del público.
Fue así como nació el asunto del provocador Leo Taxil, cuyo verdadero 132

nombre fue Gabriel Jogand-Pages, antiguo alumno de los jesuitas, quien se


había especializado desde temprano en la literatura anticlerical más asquerosa.
Bajo el pseudónimo de Leo Taxil, publicó numerosas obras tales como la
“Biblia divertida”, una “Vida de Jesús”, “Los Amores de Pio IX, etc…Una vez
admitido en la francmasonería, donde jamás pasó del grado de Aprendiz, fue
rápidamente excluido por piratería literaria, ya que había sido condenado en
1881 por haber hecho re-imprimir bajo su nombre la obra de un autor
recientemente fenecido. Fue uno de los organizadores del congreso anticlerical
que se celebró en Roma en 1885; pero ese mismo año se convirtió y renegó
públicamente de todos sus escritos contra la religión. Pues bien, fue para
probar su celo religioso que publicó esa cantidad de obras anti-masónicas, de
las cuales una, intitulada “Los Misterios de la Francmasonería”, tuvo un éxito
inmenso; pero no por ello esa obra está menos llena de falsas revelaciones y de
mentiras muy groseras.
Todo iba muy bien, hasta el día en que pensándolo mejor ciertos católicos, 133

y en particular los jesuitas, empezaron a decir que bien podría tratarse de una
mixtificación. Un francmasón alemán publicó entonces un folleto en el que
analizaba esos libros denunciando todos los absurdos. Entonces se nombró una
comisión de investigadores del Vaticano, ante la cual Leo Taxil, cercado de
preguntas ante un auditorio estupefacto y más tarde furioso, tuvo que confesar
finalmente que se había burlado del mundo. Todas esas intrigas han dejado sin
embargo huellas perjudiciales, a las que hay que agregar la poca seriedad de
muchos francmasones; todo ello ha determinado que en numerosos lugares la
célebre cofradía haya perdido un poco su prestigio, o al menos su verdadero
valor.

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La Francmasonería

Jean Reyor escribía en 1949: “El francmasón verdaderamente tradicional y 134

que en verdad aspira a lo que constituye la meta de toda Iniciación, debe, como
todo Iniciado y como todo hombre, pertenecer al exoterismo de una
determinada forma tradicional o religión a la cual se superpone el esoterismo
masónico. Es decir, un masón no sabría ser anti-clerical ni anti-cristiano, ni aún
anti-católico.”
Como dice René Guenón, “una organización Iniciática para ejercer 135

influencia sobre el medio exterior, debe poner en obra otros medios de un


orden mucho más sutil que aquellos que se cree de ordinario que son los
únicos posibles. Pretender lo contrario, es desconocer el valor de la acción y la
presencia del Iniciado. Ese DESCONOCIMIENTO, es comparable en el orden
Iniciático a lo que se ha expandido tanto en nuestra época en el orden exotérico
y religioso: el papel de las Ordenes contemplativas…”



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La Francmasonería

Hemos visto las dificultades que existen para establecer los orígenes 136

exactos de la francmasonería, y en primer lugar de esa desviación de la


masonería operativa en especulativa. Esta última viene ser en cierto modo su
lado exotérico, si se puede decir así, o sea el paso de un organismo corporativo
(aunque comprendido con un deber de Iniciación) a una institución
típicamente Iniciática. Sin embargo, se puede aceptar la idea de que una línea
de Tradición Iniciática haya subsistido esotéricamente a lo largo de la
existencia de ese movimiento. En efecto, muy bien pudiera tratarse de una
antigua orden cuyo Colegio Iniciático habría cerrado sus puertas en cierta
época, para no manifestarse sino en el seno de ciertas organizaciones como lo
eran las caballerías o las sociedades corporativas y, en particular, la de los
constructores.
Ciertos descubrimientos arqueológicos han venido a confirmar que el 137

ritual mismo existía hace muchos milenios. Una estela fenicia de 1.000 años
antes de Cristo, nos muestra un personaje entre dos columnas; otra escultura
en piedra, que data del año 2.500 antes de nuestra Era, evidentemente también
representa a un Iniciado presentándose entre dos columnas a la entrada del
Templo. Parece tratarse del signo “de pie y a la orden”, que aún en nuestros
días hace el masón en la apertura de la sesión de su logia.

Figura XI

La francmasonería puede, pues, haber tenido nacimiento hace mucho 138

tiempo en Egipto o en Oriente, y haber pasado por diferentes fases de


existencia que se turnan cada vez: pasiva –activa; esotérica- exotérica;
operativa- especulativa, etc….

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La Francmasonería

A menudo, se ha discutido tanto sobre la antigüedad de la masonería 139

como de ha discutido sobre la antigüedad de la humanidad. Mientras que las


doctrinas secretas hablan de civilizaciones que existían hace millares de años,
un buen número de gentes sitúan al primer hombre apenas unos lustros antes
del cristianismo. A pesar de que se sabe que el calendario masónico marca ya
5.858 años, el gran público tienen tan pocos conocimientos que cree que el
mundo es apenas un poco más viejo que el advenimiento de Jesús. Y si en
cambio los hebreos van a entrar en el ciclo 302 (de 1959 a 1977), todo ello no
impide que la humanidad haya comenzado mucho antes de que los primeros
patriarcas decidieran contar el tiempo; en todo caso en Asia existen escritos
aún mucho más antiguos y ciertos textos datan sin duda de hace más de 10.000
años. En fin, la leyenda bíblica de Adán y Eva no estipula fecha y aún podría
tratarse simplemente de algunas primeras tribus que se instalaron en
Mesopotamia, como ciertas teorías bien elaboradas lo han demostrado, lo que
en ese caso correspondería entonces a un poco más de 6.000 años antes de
nuestra Era.
En efecto, según el movimiento de precesión de los equinoccios, la 140

posición aparente del Sol se presentó en esa época a la entrada de la


constelación de Géminis, es decir, la Era de Los Gemelos que habría dado
nacimiento a esos dos personajes legendarios: Adán y Eva. Más tarde,
refiriéndose siempre a ese fenómeno de precesión de los equinoccios, el Sol
hará su tránsito aparente delante de la constelación de Taurus que simboliza la
Era del Toro, tan bien caracterizada por el Buey Apis en Egipto. En fin, Moisés,
al prohibir a los hebreos la adoración del Becerro de Oro, marca el paso del Sol
a la constelación de Aries que abre la Era del Cordero con los sacrificios de este
animal, lo cual estuvo en uso hasta el advenimiento del cristianismo, que
marca a su vez, siempre por ese mismo fenómeno astronómico, la entrada de la
Edad de los Peces.
La Era Pisciana, llamada así por la Constelación de Piscis, está muy bien 141

caracterizada por los símbolos cristianos conocidos, ya que se relaciona


siempre con los peces, las pescas maravillosas, las playas, los pescadores… En
fin, el 21 de marzo de 1948, momento en que el punto vernal se presentó
delante de la constelación Aquarius, se abrió la época del “Hijo del Hombre”
(la Era Acuarius). Podemos ver que en virtud de ese movimiento el punto
vernal se ha deslizado tres veces un período de dos mil ciento sesenta años, y
es por ese hecho que podemos establecer exactamente la cifra de 6.480 años
para definir la aparición de Adán y Eva. Pero, naturalmente, eso es así según la
hipótesis mitológica que sirve de base a las religiones judeocristianas, porque
no se puede ignorar que la humanidad existía ya mucho antes de ese “primer
hombre” y de esa “primera mujer”.

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La Francmasonería

¿Quién habrá construido las pirámides, por ejemplo, que datan quizás de 142

hace 10.000 o 15.000 años? (y que tal vez son incluso anteriores). En fin, hasta
los hombres de ciencia poco inclinados a la imaginación fértil, están de acuerdo
en hablar del Hombre de Cro-Magnon que existió en un período entre 30.000 y
12.000 años antes de nuestra Era. Sus restos fueron encontrados en Europa y
más particularmente en Francia; pero ciertamente un mismo tipo Cro-Magnon
existía en África y aun en Asia. Ese hombre de 1, 80 m. o poco más, fue un tipo
sintético de hombre blanco, negro y amarillo que apareció en varios lugares del
globo. Su gusto artístico es de un género mental y cerebral igual al nuestro
actualmente. Su psiquismo tendía hacia la religión-mágica como se encuentra
todavía hoy en todos los pueblos de la tierra. Ha dejado dibujos y pinturas que
prueban que él difería nítidamente del animal e incluso del tipo humano
anterior. Un tipo cromagnoide actual es el esquimal; por otro lado, una
inmigración de Asia a América se operó evidentemente por el estrecho de
Behring que era sin duda un rosario de islas, siendo incluso probable que en
esa época América estuviera unida al continente asiático.
Parecería pues, que existe una sola cuna de la humanidad y no varios 143

orígenes. La ciencia actual lo resume así: nacimiento del ser humano en África,
residencia más particular en Europa continental, emigración de Asia a América.
Los Lapones, habitantes de Groenlandia, serían los últimos vestigios de ese
hombre llamado en antropología de tipo Cro-Magnon, es decir el Homo
Sapiens Fossilis, que sigue al hombre de Neardenthal. Pero en realidad, la
ciencia no ha dicho todavía su última palabra sobre este asunto, aunque ya se
considera cierto que hombres PENSANTES deben haber existido antes del
hombre de Cro-Magnon al que se sitúa a más de 30.000 años de nosotros (ver
los Nº V y VI de nuestros Propósitos Psicológicos). También se ha supuesto a
menudo que esas colectividades humanas fueron muy bien organizadas y que
algunas civilizaciones florecientes han desaparecido sin dejar huellas. Pero, por
su parte, la ciencia positiva no puede condescender con suposiciones y los
métodos actuales han venido a dar una nueva luz sobre esas búsquedas y la
medición de las vibraciones de la radiactividad permite, por ejemplo, valuar la
edad de la corteza terrestre en tres millones y medio de años. Sin embargo
todos esos datos están sujetos a discusión y sobre todo a cambios debido a cada
nuevo descubrimiento.

Como lo hemos dicho ya en esta serie de Propósitos, parece ser que 144

independientemente del progreso de la ciencia, se intenta reconocer que el ser


humano ha hecho su aparición mucho antes de lo que se suponía con
anterioridad. Los especialistas gustan defender la tesis de que un hombre
pensante vivió ya hace alrededor de 100.000 años e incluso están dispuestos a
aumentar esa fecha. Así, todo deja prever que la ciencia llamada oficial estará

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La Francmasonería

muy pronto de acuerdo con la doctrina esotérica al admitir que desde mucho
tiempo antes han florecido civilizaciones, pero que todas las huellas, o casi
todas, han desaparecido.
Hemos insistido largamente en esta cuestión, particularmente en el 145

Propósito Nº V “De Los orígenes y la evolución”, donde además hemos puesto en


guardia al lector sobre no precipitarse a sacar conclusiones demasiado rápidas
en lo que se refiere a la documentación que hemos dado igualmente en el
libreto Nº VI, y que no exponemos ahí más que en forma de una simple
aproximación. Así, al emitir nuestras afirmaciones lo hacemos siempre con
hechos científicos, ya que nuestras verdaderas teorías personales constituyen
ideas de vanguardia que por ser demasiado avanzadas serán siempre puestas
en duda, aunque vemos con placer cómo, poco a poco, los investigadores
actuales vienen a confirmar lo que habíamos expuesto hace ya numerosos años.
En resumen, hoy se admite que el hombre de Cro-Magnón fue 146

desapareciendo poco a poco hace alrededor de 10.000 años; que el hombre del
Neardenthal vivió hace 100.000 años, y que el Atlanthropus, que vino a
incorporarse a la cadena humana, había existido hace 450.000 años. El
Atlathropus sería como un primo hermano del Pitecántropo de Java y del
Sinántropo de China, sus restos fueron descubiertos hace algunos años en un
arenal, cerca de Orán en Argelia (África del Norte). Se trataba de un
hombrecillo de 1, 60 m. más o menos, cuyo cerebro sin embargo estaba menos
desarrollado que el de los supuestos primeros hombres encontrados hasta
ahora. Su industria es llamada bifacética, lo que quiere decir que el silex y la
roca que estaban tallados a dos caras, era el único objeto que les servía de
utensilio y de arma, todo lo cual denota una vida verdaderamente primitiva.
Así, es África, una vez más, la que testimonia el origen de las primeras 147

culturas. Es en ese continente que fueron encontrados los fósiles más antiguos
de monos y es casi cierto que los restos más antiguos aplicados al hombre, se
hallaron igualmente allí. No obstante, la ciencia carece aún de pruebas
tangibles sobre lo que ha pasado entre 30.000 y un millón de años y los
hombres de ciencia se inclinan fácilmente hacia la teoría según la cual una
rama humana se habría separado de los primates hace 25.000 o 30.000 años.
Pero nada impide creer que el hombre haya nacido de un género de
antropoides del que no se tienen huellas, y cuyos orígenes se situarían mucho
antes de todas esas fechas que de todos modos quedan un poco en lo hipotético.
Entonces no es imposible que seres humanos evolucionados hayan vivido hace
500.000 años o aún hace un millón de años, y que por causas que ahora se nos
escapan, como por ejemplo los grandes cataclismos, ya no sea posible para
nosotros encontrar vestigios de su civilización y aún de su existencia.
Se conoce, por ejemplo, la leyenda según la cual todos los elefantes van a 148

morir a un lugar desconocido para los hombres, llamado cementerio de

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La Francmasonería

elefantes y que éstos son sitios misteriosos siempre imposibles de descubrir. Es


cierto sin embargo, que el animal se aleja de su manada cuando siente próxima
su muerte y se aparta hacia la maleza para dar su último suspiro. Los pájaros
rapaces los despojan de inmediato, mientras que su esqueleto es rápidamente
asimilado por la lujuriosa vegetación de los trópicos donde la jungla
transforma rápidamente esas últimas huellas en humus.
En todo caso, no es absolutamente cierto que el hombre “descienda” del 149

mono… Puede tratarse de una rama muy especial de la evolución de las


especies; después de todo el ser humano no ha cambiado en su estructura
desde hace milenios, de manera que uno se pregunta si todavía es posible una
evolución, en el sentido físico se entiende. El gran sabio Jean Rostand, que
acaba de hacer interesantes declaraciones en ese sentido, sostiene que en
cuanto a su naturaleza el hombre ha evolucionado por completo, en el sentido
de que físicamente su evolución natural ha terminado. Sin embargo, la ciencia
de nuestros días se empeña en encontrar la posibilidad de un aumento de las
células cerebrales, lo que según la biología sería característico de una posible
evolución. En efecto, por un tratamiento metabólico o por medio de productos
hormonales, se puede obtener un aumento de las células nerviosas. Inclusive
ya se ha podido actuar sobre los embriones por medios químicos, de manera
que hoy en día la psicoquímica de George Dumas está muy en boga en los
laboratorios.
Un exceso de sustancia puede producir pues, una superioridad cerebral, lo 150

cual tiende a probar que quizás en un futuro próximo se podrían “fabricar”


super-hombres… El genio se debe sobre todo a las influencias psicológicas,
pero no por ello existen menos otras particularidades bio-químicas ciertas, lo
cual hace que sea posible, pues, aumentar las facultades humanas. Que se
puede aumentar con fermentos la inteligencia, está aceptado hoy día por los
sabios, sin embargo los hombres de ciencia están de acuerdo en reconocer que
la evolución actual del hombre va a la par con su invención de máquinas y que
éstas, al reemplazar sus actividades, le han dado tiempo para dedicarse mucho
más al Espíritu típicamente creador.
Si bien, ya no hay en el hombre, según Jean Rostand, una evolución 151

natural o física, hay una posibilidad de elevar al ser humano a un estadio más
completo en cuanto a facultades intelectuales y sobre todo espirituales, más
que sólo en el sentido de la comodidad. En consecuencia eso es reconocer una
vez más que por métodos biológicos o bio-químicos se puede llegar a
desplegar nuevas facultades. Ahora bien, el sistema Yoga,20 con su mecanismo,
es conocido en realidad desde hace mucho tiempo por los orientales, y poco a
poco la ciencia moderna ha venido a reconocerlo. En ese sentido, la Alquimia,
así como la Qabbalah en unión con la Yoga, constituyen la verdadera Magia, es

20
Léase “Yug Yoga Yoghismo”, la obra fundamental del M:.V:.Gr:. MAESTRE.

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La Francmasonería

decir, la Maestría, gracias a la cual se pueden producir fenómenos capaces de


hacer evolucionar espiritualmente al individuo. Es un Arte difícil, pero sobre
todo una ciencia todavía demasiado abstracta como para que las multitudes
puedan darse a esas grandes experiencias.
Pero todo ello puede cambiar aún y los francmasones, que están siempre al 152

acecho de los grandes problemas, van a poder dedicarse de todo corazón al


estudio. En efecto, desde hace algunos meses una nueva teoría física quiere
profundizar los secretos de la materia. Se trata de los trabajos de Wernher
Heinsemberg (Premio Nobel 1932) sobre la estructura de la materia y sus
consecuencias en tanto equivalen a la ley de la gravitación. En efecto, él viene a
confirmar la ley de Einstein que dice que el electromagnetismo es igual a la ley
de la gravedad; pero Heisemberg, llamado ya actualmente el padre del
principio de fluctuación, trae una síntesis de la relatividad y de la teoría de los
quanta. Esas dos teorías (relatividad y quanta) son los dos elementos
fundamentales de nuestra concepción del mundo físico. Para todo lo que se
extiende desde el milésimo de milímetro hasta las distancias interplanetarias,
es la “relatividad generalizada” la que reina, rindiendo cuenta perfectamente
de los fenómenos. La mecánica quántica rige, por el contrario, en el mundo del
átomo, donde la relatividad pierde todo valor y toda significación en la
interpretación de los fenómenos.
Einstein (Premio Nobel, 1921) escribió al final de su vida en “Concepción 153

científica, moral y social”, 1952, lo siguiente: “la combinación de la idea de un


campo continuo en el espacio, con la idea de puntos materiales discontinuos,
parece contradictoria. Una teoría coherente del campo exige que todos los
elementos que figuran sean continuos, no solamente en el tiempo, sino también
en el espacio y en todos los puntos del espacio. De ahí que la partícula material
no tenga lugar como concepto fundamental en una teoría de la relatividad”.
Luis de Broglie (Premio Nobel, 1929), considerado el padre de la mecánica 154

quántica, dio lectura al siguiente párrafo en la Academia de Ciencias, en su


sesión 5 de diciembre de 1955: “La teoría de la relatividad busca representar
todo el conjunto de la realidad física con la ayuda de ‘campos’, es decir de
dimensiones que satisfacen ciertas ecuaciones, variando de continuidad en
todo el espacio y a través del tiempo. La función continua debería cumplirse
entonces en todos los puntos del espacio-tiempo; pero una empresa tal no
progresa sin dificultades cuando se quiere dar cuenta de la existencia de una
estructura discontinua de la materia y de la electricidad”.
Guy Lefranc, autor del libro “Nuevas perspectivas en microfísica”, estipula 155

que la energía no puede ser fraccionada indefinidamente; que existen por tanto
granos mínimos de energía, por consiguiente, ni siquiera el espacio tiene una
estructura continua. Claro, no se trata de hablar propiamente de un quantum o
de un “grano” de espacio, sino de una distancia (de 10-12 centímetros) más allá

- 45 -
La Francmasonería

de la cual la noción de espacio pierde todo sentido. Tal es el elemento de base


que desarrolló Heinsemberg en Ginebra, a comienzos de marzo de 1958. Este
físico alemán, que recibió el Premio Nobel a la edad de 31 años, tuvo la idea
ingeniosa de introducir una especie de cuantificación del espacio. La gran
prensa había anunciado ya la existencia de una enigmática fórmula, cuando
Wernher Heisemberg dijo: “No vayamos demasiado rápido… aún estoy en
pleno trabajo… y, propiamente hablando, todavía no existe una fórmula como
la de Einstein que religue la masa y la energía. Por el momento se trata de una
función o, más exactamente, de la silueta de una función que dará cuenta del
campo unitario”.
Heisemberg se ha esforzado entonces: a) en demostrar que una 156

determinada fórmula capaz de dar cuenta de los cuatro campos de la física, es


posible; y b) en demostrar cuáles deberían ser sus líneas principales. Una serie
de cuatro descrecencias conduce a través de los cuatro campos fundamentales
de la física (campo nuclear, campo electromagnético, campo de Fermi, campo
gravitacional), de la materia perfecta al vacío absoluto. Finalmente, el campo
gravitacional, que hasta ayer parecía tener una estructura totalmente extraña a
la de los otros campos, retorna de esta manera a su cuna. Así, sueños que nos
parecían alocados toman cuerpo de pronto dentro del marco de esta física.
Desde entonces la anti-gravitación pudo pasar muy bien de la utopía a la
realidad de las preocupaciones científicas.
Estamos en el derecho de preguntar en el presente acerca de lo que 157

Avicebron quería decir, o más bien de lo que él ya sabía, cuando escribía:


“Cómo es posible que la facultad divina se debilite, se modifique, se
materialice, y que la acción del agente primero se muestre con mayor
preferencia en ciertas substancias que en otras, siendo que la facultad divina es
el más alto grado de facultad y de percepción y el límite extremo del Poder-
Entero”. Se sabe que Avicebron era el pseudónimo de Salomón Ben-Agabirol,
rabino de la edad media, comentador judío muy erudito y autor de numerosas
obras esotéricas y místicas.
Sin duda sería preciso recurrir un poco a la forma de enseñanza moral de 158

la Haggada, en tanto que sistema popular de una ciencia reservada, pues


ofrecía métodos de Iniciación muy cercanos a los de la masonería. Por otra
parte, la enseñanza masónica se debe extraer de los principios de la teosofía
judía verdadera, es decir, de aquella que está basada en la Santa Qabbalah, y
que, idénticamente al sistema Yoga, se manifiesta por esa búsqueda del
equilibrio entre el macrocosmo y el microcosmo. Son lecciones que se pueden
extraer del Zohar, cuyas principales leyendas son, por otro lado, de tradición
masónica; también del Siphra-Dzeniutta (teogonía del Zohar) con los
comentarios del rabino Schimeon Ben Johai; y, en fin, del Idra-Suta (primera
parte del gran Sínodo), siempre bajo el reflejo del macroprosopo o gran

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La Francmasonería

hipótesis creadora y del microprosopo, la hipótesis restringida. Se trata del


Ariq Anpim ya mencionado en estas líneas, es decir de las grandes figuras de
los Cabalistas que constituyen los diez nombres fundamentales del Árbol
Sephirótico, y del Zeir-Anpim, las pequeñas figuras.
La esencia divina es de tres naturalezas diferentes, como de tres 159

naturalezas son también los nombres fundamentales que corresponden a las


emanaciones. Nombre semejante al que está escrito en el Árbol de la Qabbalah,
es el alma (el misterio “raza”). Cada alma está provista de un nombre que
representa la vida, el milaratio latino, y en fin, cada vida está provista de otro
nombre que constituye el cuerpo o el hábito (la lebouscha de los hebreos).
Ese Árbol Qabbalístico presenta 32 vías (hemos dado repetidamente los 160

detalles en el curso de estos “Propósitos Psicológicos”, y particularmente en el


libro Nº II). Las 32 vías corresponden a los 32 Grados de la Iniciación en la
francmasonería, donde el grado 33º constituye el coronamiento supremo. Es el
grado que alcanza el Iniciado cuando ya ha realizado la TRANSMUTACIÓN
de Malcuth (última Séfira) a Kether (Séfira Superior), es decir cuando ha
traspasando al fin el Adán-Kadmón y puede abrazar, más allá del mundo de
Atziluth, el Ain o aquello que los hindúes llaman el Adi-Shakti.21
Los símbolos de ese Templo que es el Universo, son macrocósmicos, y el 161

francmasón evoluciona según un orden microcósmico. Las dos columnas (J:. la


unidad y B:. el binario) explican los misterios del antagonismo. El principio
activo busca al pasivo; la boca de la serpiente atrae su cola, y girando, ella huye
al mismo tiempo que se persigue a sí misma.
El principio de la creación se encuentra representado en el embaldosado 162

blanco y negro de las logias, pues para tener la luz es preciso que exista la
sombra. La sabiduría consiste precisamente en conciliar las dos polaridades. Es
entonces que la ciencia se convierte en esa razón universal que toma el nombre
de Gnosis (génesis, geometría, guametría, gematría, etc.). Henos aquí con la
estrella flamígera que lleva la simbólica letra G, y no olvidemos que esa G
viene a unirse a esa especie de letra A formada por la estrella, lo que entonces
viene a ser igual a G:. A:. que significa el Gran Arquitecto… pero también el
Gran Arcano,22 todo lo cual forma parte de los estudios del Compañero.
En cuanto al 3er grado, este hace resaltar los símbolos de la Maestría, como, 163

por ejemplo, la acacia, que en la masonería se convirtió en un emblema sagrado;


o también como el betum, que en Persia y en Arabia era una planta simbólica,
de la misma manera que la vid o el olivo sirven de símbolo a otras sociedades
secretas.

21
Ver los “Propósitos Psicológicos” Nº XIV : “El Misterio de Israel”.
22
Nota del Coordinador de la Literatura: Dr. David Ferriz O. Ver el gráfico del Mensaje II
“Los Centros Iniciáticos”, del M:. V:. Gr:. Maestre.

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La Francmasonería

Los Ebionim eran muy versados en las cuestiones ocultas. En efecto, 164

Ebionim significa “pobre” en el sentido de abnegación, como el sannyasín de la


India. Era el nombre de los Esenios cuya tendencia místico-revolucionaria
habría de convertirlos más tarde en una secta cristiana de género disidente,
pero que permaneció sobre todo como Institución crística. Es de esa cofradía
que Jesús el Nazareno tomó gran parte de sus conocimientos. Lo mismo que
los Templarios, los Esenios fueron un ejemplo-tipo de representantes de la
francmasonería verdadera en su aspecto tradicional. Jesús ha sido reconocido
en la masonería como Gran Maestre y Jacques de Molay fue igualmente muy
venerado; a eso es preciso agregar que todos los Instructores de la Humanidad
han sido reconocidos dentro de la masonería: Huiracocha, Quetzalcóatl,
Krishna, Gautama el Buda, Zoroastro, etc…
Bien entendido, la banderola, con los cuatro viajes simbólicos del segundo 165

grado, enseña al Compañero a meditar sobre Solón, Sócrates, Licurgo y


Pitágoras. Sin embargo, el masón prosigue su estudio de los grandes filósofos
de todos los tiempos, y Chilón, por ejemplo, que fue uno de los siete Sabios de
Grecia, no puede ser excluido. Se ha dicho que fue Iniciado en los misterios de
Eleusis hacia la 52ª olimpíada y que vivió retirado y sin ambiciones en medio
de la consideración general, siguiendo su máxima: “Es preciso apresurarse
siempre…lentamente”. Este filósofo de Lacedemonia, murió de un exceso de
alegría en Pisa cuando abrazaba a su hijo que acababa de ser coronado en los
juegos olímpicos. A él se debió la inscripción de Gnoti-Seauton (Conócete a ti
mismo) que se encontraba en el frontispicio del templo de Delfos.
Sin embargo, no es posible establecer una lista completa de todos los 166

autores doctos en esta materia; por otra parte, en la masonería ciertos filósofos
son estudiados a título de documentación general, sin que por ello sean
considerados realmente como expositores de una enseñanza masónica. Jacobo
Boehm (1575-1624), aceptado por numerosas asociaciones esotéricas, no es
típicamente masón, sino más bien un Iluminado que sin embargo recibió la
Iniciación “compánica”. Simple zapatero de oficio, Jacobo Boehm, a quien con
gusto se le denomina “el teósofo teutón”, fue un hermetista de talento.
Se puede recurrir a autores universalmente reconocidos en cuestiones 167

masónicas, como Froudel en su obra “Der Freimaurerbruderschaft” aparecida en


1811, en Dresde. Particularmente Krause relata que la esencia de la F:.M:.
estaría en un texto más antiguo, del cual se publicó un documento en 1753, que
trata de un diálogo entre Enrique VI de Inglaterra y un masón; éste último es
interrogado por el rey acerca de los misterios. Ese mismo diálogo fue
reproducido también en los anexos de la Constitución de la Gran Logia de
Inglaterra, aunque ha sido imposible encontrar su texto original.
Court de Gebelin (1773-1784) es el autor de los nueve volúmenes que 168

forman esa obra “El Mundo Primitivo”, en la que ofrece las claves del lenguaje

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La Francmasonería

simbólico en las alegorías de los antiguos. Fue el primero en atraer la atención


sobre el Tarot, aquel libro egipcio cuyas láminas se han hecho tan conocidas de
los profanos. Por cierto, en los escritos de Court de Gebelin, que tratan más que
todo de cuestiones superiores, no se encuentran mayormente huellas de la
masonería simbólica.
En cuanto a Jean M. Ragón, es el guía de todos los verdaderos 169

francmasones. Es autor de numerosas obras de ocultismo como: “Curso


filosófico e interpretativo de las Iniciaciones antiguas y modernas”; “La Misa y sus
misterios, comparados con los misterios antiguos”; “Masonería Oculta e Iniciación
Hermética” etc… Este autor fundó en 1805 una sociedad masónica llamada “Los
Trinosofistas”, pero fue en 1853 que escribió su obra más importante:
“Ortodoxia Masónica”. También hay que citar a Oswald Wirth, autor de
numerosas obras de ocultismo en general y de francmasonería en particular.
El General Albert Pike (1809-1889), nacido en Arkansas en los Estados 170

Unidos, quien fue poeta, jurista, filósofo platónico, hermetista y cabbalista, es


uno de los más célebres F:.M:. americanos. Durante 22 años fue el Soberano
Gran Comendador del Supremo Consejo del grado 33 para los Estados Unidos.
Políglota y erudito, ha sido llamado a veces el Maestro Constructor (fue
Maestro de Arte en 1859). Algunos no han dudado en llamarlo ‘el Homero de
América’ y gustosamente se le suele comparar con Alberto Magno (Alberto el
Grande), el maestro de Santo Tomás de Aquino. El General Pike ha quedado,
pues, como un preciado guía para todos los masones. Sus obras, que son varias,
no han sido publicadas, pero sus archivos eran muy importantes y se han
encontrado ahí manuscritos muy instructivos sobre sus conocimientos de
Qabbalah, hermetismo, orientalismo, etc…
Aparte de los autores ya mencionados, hay todavía muchos otros que 171

deberían ser citados, pero las personas interesadas pueden encontrar por sí
mismas las obras más especializadas. A título de ejemplo, es bueno ver esa
obra que proporciona el conocimiento de la alquimia: “La práctica de la Antigua
Francmasonería Turca”, que apareció en Leipzig, en 1924, bajo el título “La
Clave”. Su autor, el Barón Rudolf M. von Sebottendorf, antiguo redactor
principal del “Astrologisc Rundschau”, ha escrito, entre varias obras de
hermetismo, una historia de la astrología.

172
Un gran tema que ha hecho correr mucha tinta, es el de saber si San Pedro
es de veras el único y verdadero depositario de la enseñanza de Jesús. Se sabe
que Jesús le había dicho: “Tú eres feliz, Simón, hijo de Jonás, ya que no son la
carne y la sangre los que te han revelado esto, sino mi Padre que está en los
cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra se construirá mi
Iglesia… (Mateo, Cap. XVI-17 y 18)

- 49 -
La Francmasonería

Fonéticamente, es fácil apreciar que el nombre de Pedro (Pierre), equivale 173

en francés a la palabra “piedra” (pierre), pero esto no se aplica igualmente en


inglés: “That you are Peter and upon this rock I wil build my church” (Mateo,
XVI, vers. 18, versión de King James). Ya no es cuestión de una piedra (que se
dice “stone” en inglés), sino de una roca (“rock”, en inglés) lo que ya no
equivalente más, ni fonética ni etimológicamente, al nombre de Pedro…
Esto se torna aún menos comprensible en otras lenguas, pero no 174

insistamos en ello, sin embargo es importante para los valores simbólicos.


Enseguida (versículo siguiente), Jesús dice aún: “Yo te daré las llaves del reino
de los cielos…”. Naturalmente que se trata de llaves simbólicas, ya que Jesús
no poseía Iglesia material, es decir, ningún templo construido por manos de
hombre y no tenía pues ninguna necesidad de dar llaves para abrir puertas de
recinto. Dicho de otra manera, Jesús se refería a las bases de la enseñanza, las
Llaves del lenguaje, las fórmulas, los principios de los schémas (esquemas),
como se diría en Qabbalah; lo que quiere decir que Jesús traspasó a su
discípulo una Iniciación que éste debía transmitir a los otros, y esto en el
mismo sentido que se da el valor de PI para encontrar la superficie de un
círculo. Elevándose por encima del texto, se podría comprender así: “Tú eres
un elegido, Simón Kefas, pues no son ni tu razonamiento ni tu intuición los
que te han revelado eso, sino Dios, el Principio de Arriba. Y yo te doy un
nuevo nombre de Apóstol, como piedra angular sobre la cual mi enseñanza
esotérica se hará conocer. Ahora voy a otorgarte las bases, a darte el esquema, a
explicarte las reglas fundamentales”.
¿Pero es esa toda la enseñanza? Esa Iglesia es la reserva moral desde el 175

punto de vista social, ya que en ellas se conservan las lecciones para las masas;
es, pues, el Templo visible, el lado material indispensable para los hombres que
piden cosas simples. Pero existe una enseñanza esotérica, una lección para los
discípulos: “Tengo muchas cosas que deciros, pero no podéis llevarlas por
ahora” (Juan, XVI-12). Es un hecho que Jesús hablaba de una manera a la masa
y de otro modo a sus discípulos, pero estos debían perfeccionarse aún, ser más
Iniciados para continuar la totalidad de la enseñanza del Maestro.
Entonces, si Simón-Pedro fue el depositario del exoterismo, otro discípulo 176

debía ser el depositario del esoterismo. “Simón-Pedro le dijo: “Señor ¿a dónde


vas? y Jesús respondió: “Tú no puedes seguirme ahora donde yo voy, pero me
seguirás más tarde…” (Juan, Cap. XIII-36). ¿No sería esa la indicación de que
había una enseñanza oculta que debía ser dada, pero que Pedro no podía
soportar? ¿Las tres veces que Pedro negó a su Maestre, no son la indicación de
su falta de preparación para la lección esotérica? La Biblia nos enseña incluso
que habiéndose separado de sus discípulos, Jesús fue alcanzado por Pedro que
quería impedir que Juan lo siguiera, a lo cual el Maestre respondió: “También a
él lo necesito …¨

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La Francmasonería

Si Pedro recibió las “llaves” de la enseñanza exotérica, es casi seguro que 177

Juan recibió las “llaves” del esoterismo. Pedro sería el Representante de la


Iglesia visible y para todos, es decir, de la manera como el Maestre hablaba a
las masas), mientras que Juan sería el Representante de la Iglesia invisible (en
el sentido de la enseñanza esotérica que el Maestre reservaba justamente para
sus discípulos).
En su Epístola a los hebreos, Pablo dice: “Tenemos muchas cosas que decir 178

sobre eso pero difíciles de explicar, porque vosotros os habéis vuelto lentos
para comprender. Vosotros, en efecto, que desde hace mucho tiempo deberíais
ser maestros, necesitáis aún que se os enseñen los primeros rudimentos…”
(Cap. V, vers. 11 y 12) Se trata, pues de una enseñanza Iniciática, de la
necesidad de lecciones por grados…Ese sería el dominio de los Phree-Messen
(los Niños de la Luz), como dicen todavía hoy los Iniciados para designar a los
francmasones.
¿La Francmasonería dataría de ese momento? No es imposible aunque, 179

como ya lo hemos visto, pudo existir desde mucho antes como Escuela
Iniciática, como Colegio del Gran Saber, ya que en esa época no
necesariamente tenía que estar dentro de una organización oculta. Los Esenios
dan una prueba flagrante puesto que ya ellos estaban repartidos precisamente
en una administración exotérica y una organización esotérica, tal como lo
estuvieron después las Caballerías, aunque en última instancia formaran una
sola y misma Orden. Jesús, quien de los doce a los 30 años fue Iniciado a todos
los Misterios entre los Esenios, una vez Maestro se hizo Nazarith (término
hebreo, equivalente de Yoghi, de Saddhú, de Sannyasin entre los hindúes), lo
que hace pensar entonces en la posible interpretación del célebre Y.N.R.I. como
Yoghi Nazareno Rey de los Iniciados.
De manera que el Gran Maestre Nazareno preparó, en su calidad de 180

Instructor de la Humanidad, un movimiento universal para esa nueva Era de


los Peces que se acababa de abrir. La Edad Pisciana (época astronómica de
Piscis) habría de tener su misión exotérica (pública) y su Orden Iniciática
(esotérica). El Maestre, pues, confió la misión pública a Pedro y la Orden
esotérica a Juan. Mateo relata en su Evangelio: “Seis días después Jesús tomó a
Pedro y con él a Juan y a su hermano Santiago y los condujo a un lado…” (XVII,
vers. 1). Parece que fue en ese momento que él les confió una misión con
instrucciones precisas para cada uno. Por otra parte, en lo que se relaciona con
Santiago, se sabe que un grupo llamado de Santiago el Menor, desembarcó en
el sur de Francia para formar un movimiento del cual una parte de la
francmasonería reclama aún hoy día su descendencia directa. Pero,
regresaremos todavía a las misiones de Santiago de Juan y de Pedro, y es lo
que quizás analizaremos en la continuación de esta serie de “Propósitos
Psicológicos”.

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La Francmasonería

Sea como sea, no nos queda más que terminar, formulado votos para que 181

en este pequeño texto sea comprendido el sentido exacto, o al menos correcto,


de aquello que queremos expresar. No se trata de críticas destructivas, sino de
aclaraciones que, se puede estar seguro de ello, están hechas con un
sentimiento de absoluta imparcialidad. Estas páginas se dirigen tanto al
profano como al francmasón, por lo tanto anhelamos que sea éste un intérprete
con las cualidades suficientes para una buena y sana comprensión.

“Quisque structor qui, dotibus et idoneitate quae requiruntur”

Febrero de 1958.

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