AUTOR DE ARTÍCULO:

Dr. Juan Fco. Condori Champi

Ginecólogo Obstetra
Medico Asistente del Hospital Regional Honorio Delgado

GRIPE PORCINA (VIRUS DE INFLUENZA A -H1N1) Y EMBARAZO: MEDIDAS

QUE SE DEBEN CONOCER.

Las mujeres embarazadas tienen el mismo riesgo que la población en general de contraer
influenza. Sin embargo, la gravedad con que puede presentarse esta enfermedad es mayor en
este grupo poblacional
"El riesgo de complicaciones en las embarazadas es 5 veces mayor". Probablemente ello se
relacione con los cambios inmunitarios que ocurren en la mujer gestante.
"Hay que tener en cuenta que, durante el embarazo, la mujer pasa por un periodo de
inmunosupresión fisiológica que permite al organismo materno no rechazar al bebé en
formación. También afronta cambios en la parte hemodinámica, como la elevación del gasto
cardiaco (mayor trabajo del corazón), mayor consumo de oxígeno, disminución de la
capacidad vital pulmonar y cambios en el volumen sanguíneo".
COMPLICACIONES.
Las manifestaciones clínicas de la influenza en la embarazada son las mismas que en el
adulto: fiebre mayor a 38ºC , dolor de cabeza, dolor de garganta, dolores musculares y
articulares, tos, estornudos, congestión nasal, dificultad para respirar, decaimiento, falta de
apetito y algunas veces puede presentarse vómitos y diarreas. Sin embargo, la influenza puede
complicarse rápidamente en las mujeres en gestación. La complicación más frecuente es la
neumonía, causada ya sea por el mismo virus o por una sobre-infección bacteriana.

Además, el embarazo mismo puede verse afectado. "Por ejemplo, en la última pandemia
española de 1918 aumentó la frecuencia de abortos espontáneos y partos prematuros,
principalmente en las embarazadas con neumonía. Esta es la razón por la que el tratamiento
con el antiviral específico debe iniciarse en la mayor brevedad”.
EFECTOS.
 No se conocen totalmente los efectos de los antivirales -como oseltamivir
(TAMIFLU)-,zanamivir (RELENZA) sobre el feto. De ahí que son clasificados como
medicamentos de Clase C, lo que significa que no se han realizado estudios para evaluar la
seguridad de los mismos durante el embarazo. Dado que los beneficios superan en mucho a
las eventuales consecuencias, no solo se aconseja usar el medicamento en caso de influenza
sino que es obligatorio hacerlo.
AMAMANTAR
. Es muy importante que, una vez que se produzca el nacimiento del bebé, la madre alimente
al recién nacido con leche materna.
Si, debido a su enfermedad, la mamá no puede amamantar en forma segura al bebé,
recomendamos que se saque la leche con una bomba para extraer la leche materna,

Se desconoce si existe un riesgo de transmisión de la influenza porcina a través de la leche

materna. Sin embargo, de acuerdo con lo que sabe de la influenza estacional, es muy raro el
pasaje del virus de la influenza a la sangre.
ESPECIAL ATENCIÓN A LA FIEBRE ELEVADA

Se debe dar especial atención al tratamiento de la fiebre elevada en la mujer embarazada.

Diversos estudios han mostrado que la hipertermia materna, durante el primer trimestre,
duplica el riesgo de que el bebé sufra defectos del tubo neural y puede estar asociada a otros
defectos congénitos y eventos adversos
.
Además, la fiebre en las mujeres embarazadas durante el parto es un factor de riesgo para que
el bebé sufra problemas neonatales o del desarrollo, como convulsiones, encefalopatía,
parálisis cerebral infantil y muerte neonatal.
El paracetamol es la mejor opción para el tratamiento de la fiebre durante el embarazo.
RECOMENDACIONES:

1ª) Las embarazadas deben continuar con su control prenatal habitual. Es recomendable
que el control del embarazo se efectúe en los centros de atención primaria de la salud
más cercanos a sus domicilios para evitar que las embarazadas concurran a los
hospitales donde la concentración de personas es mayor.
2ª) Ninguna embarazada que concurra a un hospital o centro de salud deberá esperar el
turno de atención otorgado si tiene fiebre o síntomas respiratorios; en tal caso debe
avisar inmediatamente al personal para su pronta atención. Este “efecto rompefila”,
favorece la atención inmediata de la embarazada con síntomas de gripe.
3ª) Si la embarazada ha estado expuesta al virus de la Influenza debe avisar al Médico u
Obstétrica enseguida. Estos profesionales van a interrogarlas acerca de cuál ha sido el
contacto con la persona infectada:
a) Tocó o besó a la persona infectada?
b) Cuánto tiempo estuvo en contacto con la persona infectada?
c) La enfermedad de la persona infectada la diagnosticó un médico? ¿Le hicieron
algunas pruebas? Le dieron medicación a esa persona? Cuál?
d) Vive en el mismo lugar que la persona infectada?, etc.

4ª) Se recomienda que todas las mujeres embarazadas que estén cursando el segundo o
tercer trimestre de la gestación reciban la vacuna de gripe estacional.

Aunque no está demostrado que la vacuna de la gripe que se utiliza actualmente tenga
impacto en la gravedad o prevenga la infección contra este tipo de virus es muy
importante que los grupos que tienen indicación de vacuna antigripal estacional la
reciban, ya que el riesgo de complicaciones con la gripe habitual sigue siendo elevado
en las personas pertenecientes a grupos de riesgo, entre ellos las embarazadas.

5ª) La gripe o influenza porcina es una mutación viral que se transmite por secreciones
y, debido a que las mujeres embarazadas suelen tener las defensas más bajas, es muy
importante que tengan especial cuidado al seguir estos consejos para evitar el contagio:

I- Ante los siguientes síntomas: fiebre mayor de 38° que se presenta de forma repentina,
tos frecuente e intensa, dolor de cabeza, falta de apetito, congestión nasal y malestar
general ( dolor muscular, dolor articular, decaimiento general) acudir inmediatamente al
Médico u Obstétrica o bien, si es posible, llamar para consulta domiciliaria (sin
movilizarse del hogar).
II- Lavar las manos con frecuencia (mínimo una vez por hora) con agua y jabón, como
protección frente a los gérmenes. También puede usarse alcohol en gel u otro
antiséptico.

III- Evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca. Los gérmenes suelen propagarse cuando
una persona toca algo que tiene gérmenes y luego se toca los ojos, la nariz o la boca.

IV- Evitar los lugares cerrados, públicos y con aglomeraciones de personas: cines,
supermercados, oficinas de trabajo, escuelas, bancos, hospitales, etc. Utilizar sí o sí
barbijos al desplazarse en dichos lugares.
V- Evitar el contacto cercano con personas del exterior o que presenten alguna
enfermedad respiratoria. Evitar los besos y abrazos de saludo social convencional.

VI- Cuidar de la alimentación, en cuanto a la nutrición (frutas y verduras ricas en

vitaminas A y C) y la higiene en el preparado de alimentos, beber líquidos y descansar
lo suficiente. No compartir alimentos, vasos o cubiertos.
VII- Abrigarse y evitar cambios bruscos de temperatura.
VIII- Higiene y ventilación de la casa: ventilar y permitir la entrada de sol en todos los
lugares cerrados, mantener limpios los objetos de uso común como teléfonos, juguetes,
manijas, barandas, baños etc.
IX- Cubrir la boca y la nariz con un pañuelo, al toser o estornudar, o bien con el ángulo
interno del codo. NO con la mano. Usar toallitas o pañuelos de papel para contener las
secreciones respiratorias y tirarlas en un recipiente dispuesto a tal fin después de su uso.

X- No automedicarse, ya que sólo un especialista médico (previo diagnóstico) puede

prescribir y proporcionar el medicamento antiviral adecuado e informar la dosis
correcta. La automedicación podría agravar u obscurecer la historia natural de la
enfermedad.

XI- Asistencia a los cursos de psicoprofilaxis obstétrica: es aconsejable realizar las

 clases en forma domiciliaria y personalizada para evitar la concurrencia a cursos de
prepartos donde asistan muchas personas.

Las embarazadas incluidas como caso de infección por H1N1, sospechoso o confirmado,
deberían recibir tratamiento antiviral y las embarazadas en contacto estrecho con un caso
sospechoso o confirmado deberían recibir quimioprofilaxis (preventiva) lo antes posible
después del comienzo de los síntomas. El tratamiento antiviral es efectivo si es administrado
dentro de los dos días del comienzo de los síntomas. La indicación de este tratamiento debe
ser efectuada por el médico que atiende al paciente de acuerdo a las normas existentes para el
mismo